Cómo Vivir Con Un Neurótico Del DR

Cmo vivir con un neurtico del Dr.
Albert Ellis Apuntes Breves
En el mejor de todos los mundos posibles, las personas con las que vivimos y trabajamos (nuestras parejas, nuestros padres, hermanos e hijos, nuestros amigos, compaeros de trabajo y jefes) seran atentas, cariosas, estables, fiables y racionales. En definitiva, seres humanos encantadores. Pero lo cierto es que en el mundo real tenemos que tratar a diario con personas problemticas. Este libro le mostrar cmo relacionarse con aquellas personas que drenan habitualmente su energa y ponen a prueba su paciencia con sus fastidiosos, molestos o destructivos comportamientos, y obtendr potentes herramientas psicolgicas para aislarse de sus absurdos modos de comportarse. Aprender a: ayudar a las personas emocionalmente trastornadas para que descubran los motivos de sus sentimientos y sus comportamientos, aconsejar, dar apoyo y estmulo, lograr convencer a buscar terapia a aquellas personas que la necesitan, a pesar de sus resistencias, qu hacer con su propia ira, su frustacin y su resentimiento, mantener la calma, controlando sus emociones, aun cuando las personas a las que pretende ayudar sigan comportndose de forme objetable. Algunas de las cosillas que aprend leyendo este libro que no tienen porque ser ni ciertas ni falsas ni todo lo contrario:
Entre un 30 y un 50 por 100 de las personas nos comportamos neurticamente con cierta frecuencia. Cuando una persona se relaciona estrechamente con otra que tiene un trastorno severo puede hacer una de estas tres cosas: divorcio o separacin, animar a la persona a que reciba tratamiento psicolgico o continuar la relacin y aprender a soportar sus trastornos. El autor ha desarrollado una tcnica que dice exactamente qu hacer para vivir bien con un neurtico. Una de las mejores maneras de conocerse a s mismo viene de la comprensin y de la ayuda a los dems. La premisa fundamental de este libro sostiene que es posible reconocer, comprender y ayudar en algunos de los problemas neurticos con los que entramos en contacto. El sentimiento de desesperanza del neurtico se sustenta en la creencia de su propia incapacidad. Hay muchas maneras de ayudar a un neurtico, ninguna de ellas funciona fcilmente, algunas requieren un considerable esfuerzo. Se puede calificar de neurtico a todo adulto que acte constantemente de forma ilgica, irracional, inadecuada e infantil.
Aunque, tericamente, pueden pensar por s mismos y planear sus das para vivir feliz y eficazmente, los neurticos recurren en realidad a un comportamiento poco inteligente, frustrando as algunas de sus metas ms ansiadas y saboteando sus mejores potencialidades. Los neurticos se alteran o se desconciertan irrazonable e innecesariamente. Muchos de ellos tienen ms que suficiente de lo que necesitan para que les vaya bien en este mundo, pero por algn motivo no les va bien. Ese motivo, ese algo que se interpone entre sus capacidades potenciales y sus consecuciones reales, eso es lo que llamamos neurosis. Recurren a todo tipo de subterfugios y de defensas para evitar que se vena sus verdaderos colores sentimentales. Mantienen su comportamiento neurtico en unos o dos aspectos importantes de su vida, mientras actan con razonable normalidad en los restantes aspectos de su vida cotidiana. O realizan rituales idiotas y ceremonias mgicas dentro de los confines de sus propios hogares, pero actan despus de un modo convincentemente cuerdo en el exterior. Excentricidad y neurosis son cosas diferentes. La casi totalidad de los neurticos se comportan excntricamente, pero no todos los excntricos se comportan neurticamente. Los neurticos suelen actuar con indecisin, vacilaciones y dudas. Se niegan a comprometerse o a asumir la responsabilidad en casi cualquier cosa. Casi todos los neurticos tienenun miedo irracional a algo. Suelen sentirse incapaces, poco valiosos o, incluso malvados. Tienen, normalmente, unos cdigos morales muy estrictos. Condenan a los dems y a s mismos por innumerables deseos y acciones. Suelen comportarse de forma recelosa, creen que les resultan antipticos a todos, que le detestan. Muchos se comportan de forma hostil y con resentimiento, se odian a s mismo y tienden a odiar a los dems. Muchos buscan lastimeramente el favor de los dems a expensas de su propia aceptacin. Aun cuando alcancen un elevado nivel, actan de una forma ineficiente. Casi todos se mienten a s mismo y se niegan a aceptar la realidad. Se sienten inseguros y, en un esfuerzo por alcanzar un mayor grado de seguridad, suelen adoptar una serie de normas arbitrarias a las que aferrarse. Al creer que pueden equivocarse con facilidad y que los dems van a percartarse de sus errores, actan de un modo tmido y buscan diversas formas de soledad. Muchos se rebelan desde un principio e intentan compensar sus sentimientos de incapacidad subyacentes comportndose como chicos duros o cnicos. Muchas dolencias fsicas tienen un componente neurtico (hipocondra). Tienen una fuerte tendencia al pesimismo y a compadecerse de s mismos. La mayora tiene un deseo desmedido de recibir, y una disposicin infinitesimal para dar amor. Estn tan preocupados consigo mismos y con sus propios problemas que no tienen tiempo, ni energa, ni sienten la inclinacin para querer de verdad a otra persona. Rara vez se relajan, debido a su preocupacin constante por lo correcto o errneo de su comportamiento. hay neurticos que en vez de deprimirse se emocionan en exceso. Tienen tendencia a sentirse faltos de energa y a carecer de intereses vitales definidos. Algunos compensan su autoflagelacin hacindose trabajar prcticamente hasta morir. Se niegan a asumirlas responsabilidades normales de la vida, si pueden huir de ella lo hacen. Con frecuencia utilizan el alcohol y las drogas para escapar de la realidad y para reducir temporalmente la ansiedad. La neurosis es una especie de dolencia social. En parte la cogemos de nuestros padres y de aquellos que nos rodean. Nos educan otros seres humanos, y son ellos los que nos ensean a conducirnos de forma neurtica. A los nios, que generalizan en exceso con suma facilidad, les hacemos llevarles a aceptar algunas ideas falsas. o Que deben actuar bien y, por tanto, ganarse su bondad. o Que, si se comportan mal, deberan considerarlo un desastre. o Que tienen que ganarse el amor y la aceptacin de casi todo el mundo. o Que deberan sentirse terriblemente mal si no lo logran.
Si los nios aceptan a pies juntillas estas premisas y crecen sin modificarlas, estarn condenados casi irremisiblemente a la neurosis. Son muchas las fuerzas que potencian el desarrollo de sentimientos severos de incapacidad y alteraciones emocionales: los modelos paternos torpes y pusilnimes, el rechazo temprano, las crticas, perfeccionismo, competividad, tabes innecesarios, los mimos, la sobreproteccin, frustracin indebida, hostilidad reprimida. Para vencer una neurosis, convendr que la comprenda y que ataque las ideas que hay detrs de ella, y tambin que trabaje sobre los hbitos que la componen. Suelen conducirse de un modo poco fiable, iracundo, ingrato, egosta y poco carioso. Recuerde que rara vez optan deliberadamente por su desagradable modo de proceder. El primer paso para ayudar a un neurtico es aceptar plenamente el hecho de que l o ella se conduce de forma alterada, y resistirse a condenarle de ningn modo por conducirse as. Ponga nfasis en su cualidades, saque a relucir sus puntos fuertes en los momentos adecuados. Por encima de todo, anmeles a hacer las cosas que temen absurdamente, y que creen equivocadamente que no van a hacer bien. A veces quieren a alguien que les pueda servir de modelo, alguien con quien identificarse y de quien poder sacar fuerzas. El siguiente paso importante para ayudarles implica hacer algo para aliviar su vergenza o su culpabilidad. Suelen ser poco indulgentes consigo mismos en muchos aspectos. Es probable que todo los neurticos puedan mejorar pero muchos de ellos no lo harn. Por desgracia, en nuestra sociedad, los neurticos abundan. Nuestra sociedad actual potencia al menos, si no genera plenamente, los trastornos. Si a usted le resulta imposible aprender y aplicar las tcnicas del libro acerca de la neurosis, convendr que empiece a sospechar de sus propias tendencias neurticas.

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