Los Movimientos Sociales en El Perú
Los Movimientos Sociales en El Perú
Los Movimientos Sociales en El Perú
Por: Carlos Fernndez Fontenoy Profesor de Ciencia Poltica de la UNMSM En las ltimas dcadas, han surgido nuevos movimientos sociales, que se han venido sumando a los viejos o tradicionales, de larga data, como son el movimiento obrero o el campesino. Los nuevos movimientos sociales (m.s.) tienen su origen, en la mayora de los casos, en las sociedades industriales o post-industriales, y entre ellos, destacan los grupos feministas, ecologistas (como los anti-nucleares) o ambientalistas, homosexuales, anti-racistas o tnicoculturales, entre otros. En sociedades como la peruana, en proceso de desarrollo democrtico y poco industrializada, as como en pases donde se libran luchas polticas contra gobiernos autoritarios o totalitarios, las fronteras entre los viejos y nuevos movimientos sociales (m.s.) no se distinguen tan claramente, como s sucede en el caso de los pases industrializados o de democracias consolidadas [1]. En el aspecto terico, existen varias aproximaciones a la hora de definir lo que es un movimiento social (m.s.). Alain Touraine menciona hasta tres modos de entender a los movimientos sociales: el primero, los considera como organizaciones que persiguen la defensa racional de interesas colectivos (p.e., negociaciones salariales); un segundo grupo, sostiene que su caracterstica sera la de ejercer presin extra-institucional; y un tercer grupo, que los ve como a organizaciones que se enfrentan a las vigentes formas de utilizacin de los recursos y de los valores culturales[2].Los m.s. tambin son percibidos como actores que tienen como razn de ser la promocin de cambios [3], o como la accin colectiva y organizada de un conjunto de personas con un propsito especfico [4]. Los nuevos movimientos sociales Los descubrimientos cientficos, el desarrollo tecnolgico y los procesos de industrializacin acaecidos especialmente en los pases occidentales, gener entre otras cosas, un aumento considerable de la diversificacin social, la urbanizacin y la difusin de la educacin e instruccin en una clase media y luego obrera y campesina-, todo lo cual produjo el fortalecimiento de una sociedad civil que empez a generar una cultura urbana, moderna y hasta cierto punto, laica. Si bien durante ms de la primera mitad del siglo XX los partidos polticos occidentales pudieron representar o canalizar de alguna manera las demandas e intereses de los diversos grupos sociales emergentes, en la segunda mitad del siglo pasado estas formas de organizacin poltica se mostraron incapaces de recoger varios de los nuevos consensos culturales, ambientales y polticos que empezaron a surgir, fundamentalmente en los sectores femeninos y juveniles. Esta fue una de las causas para que, desde la sociedad civil, comenzaran a nacer una serie de organizaciones de ciudadanos empeados a hacer or sus demandas y malestares, frente a un sistema de partidos que se mostraba poco permeable a asimilar estas novedosas y polmicas crticas al sistema. Son conocidos los movimientos feministas, ecologistas, antinucleares, de homosexuales, antirracistas, antiguerras (p.e de Irak), los que pusieron en su momento en entredicho viejas visiones religiosas y culturales del establishment. En la actualidad, movimientos como el antiglobalizacin o ambientalista, se vienen expandiendo a nivel mundial, sobre todo el ambientalista que encontr en el ex Vicepresidente norteamericano, Al Gore, a un destacado militante global. Los movimientos sociales en el Per Como sabemos, el Per es uno de los pases donde no se pudo terminar el trnsito de una sociedad agraria a una industrial o de una sociedad tradicional a una moderna, ni se ha podido concluir el proceso de secularizacin[5], tal como sucedi en los pases occidentales industrializados. Esta es una de las razones por las cuales no se lleg a crear una extensa y slida clase media, que pudiera fortalecer una dbil sociedad civil, de la cual pudieran emerger nuevos movimientos sociales. Esta reducida dimensin y fragilidad de las clases medias y obreras urbanas, gener que el crecimiento de los movimientos sociales dependiera en gran medida de la permisividad o del impulso decidido desde los diferentes gobiernos de los Estados de turno. Esta es una interpretacin de Alain Touraine, que compartimos[6].Como ejemplo de lo
que sostenemos, quisiramos mencionar tres casos bastante ilustrativos. Los perodos histricos en los cuales existi un gran crecimiento de la sindicalizacin en el Per viejo m.s.-, son los que abarcaron los aos de 1945 al 1948 (gobierno de Bustamante, apoyado por el Apra) y el de 1968 al 1975, en el cual creci exponencialmente el proceso de sindicalizacin, bajo el manto protector e impulsor del Gobierno del Gral. Juan Velasco Alvarado. Tambin podramos citar al perodo 1919 al 1923 (etapa progresista del gobierno de Legua), en el cual crecieron de manera considerable las movilizaciones campesinas[7].As como los viejos m.s. peruanos crecieron gracias a los diversos gobiernos del Estado, estos entraron en crisis cuando esta ayuda desapareci, o se decidi reprimirlos. Como ejemplo de esta ltima afirmacin, podramos mencionar la persecucin realizada por el gobierno de Albero Fujimori al movimiento sindical, y popular en general. La crisis de los movimientos sociales en el Per La falta de apoyo, impulso o represin, no son las nicas causas que explican la crisis de los viejos m.s. peruanos, en especial el obrero y campesino, desactivacin que se pudo constatar desde comienzos de los 90. El Sutep (sindicato de maestros), es quiz el nico viejo m.s. que, si bien est en crisis, no se ha debilitado tanto como el obrero o campesino. En el Per, los m.s. tradicionales fueron de una u otra manera controlados por los partidos polticos: primero por el Partido Aprista Peruano, y luego por la izquierda pro-Mosc, as como por la ms radical, allegada al modelo maosta. Estos partidos polticos de izquierda radical parlamentaria, fundamentalmente dependientes poltica y econmicamente de Pekn, empezaron su crisis con la muerte de Mao Tze-Tung, ocurrida en el ao de 1976. Este fallecimiento, no solamente acab la vida de un importante lder mundial, sino adems, ocasion el desplome de un modelo que desde haca tiempo vena mostrando su incapacidad para poder desarrollar y elevar el nivel de vida del pueblo Chino. Aos ms tarde, en 1989, otra cada, esta vez la del muro de Berln, termin con la existencia del otro modelo que iluminaba a otra parte de la izquierda peruana: el modelo ruso/sovitico.La desaparicin de estos dos grandes modelos marxistas de organizacin social, econmica y poltica, afect profundamente a los partidos de la izquierda peruana, sumindolos en una crisis que ha llevado a varios de ellos a su extincin poltica y jurdica. Este hecho, repercuti en los diversos m.s., como son el obrero y campesino, propiciando su desmembramiento e inactividad desde la dcada de los 90 del siglo pasado, hasta estos ltimos aos, en los cuales se ha venido intentando reactivarlos, con un xito limitado. Finalmente, otro factor que jug a favor del debilitamiento de los viejos m.s. fue la aparicin, desde 1980, de la lucha armada en el Per, declarada por el Partido Comunista del Per Sendero Luminoso, y luego, en 1982, por el Movimiento Revolucionario Tpac Amaru MRTA. Esta nueva situacin de confrontacin armada en el Per, trajo como resultado la militarizacin de la sociedad peruana, as como la satanizacin de todo lo que oliese a izquierda. Lleg un momento, que el solo hecho de poseer un libro de Jos Carlos Maritegui, colocaba a las personas como sospechosas de ser terroristas[8].En este contexto, las movilizaciones de protesta de los m.s. fueron prcticamente eliminadas, ya que la participacin en cualquier forma de protesta o movilizacin, poda levantar una sospecha de ser terrorista, y por ello, ser detenido o desaparecido. Este tipo de manejo poltico desde el poder, termin por reducir a su mnima expresin la actividad de los movimientos sociales. Hay nuevos movimientos sociales en el Per? En el Per, debido a nuestro especfico sistema y nivel de desarrollo econmico, a nuestra estructura social emanada de l, y a nuestra propia cultura tica y poltica, no han surgido movimientos sociales que puedan ser considerados similares a los del occidente desarrollado[9].Sin embargo, nuestro peculiar proceso de desarrollo ha producido la aparicin de nuevos movimientos sociales, cuya principal caracterstica, es la de tener una naturaleza territorial, es decir, la de ser m.s. de tipo regionales, provinciales, distritales, o incluso, de valle o de cuenca. A diferencia de otros m.s., estos son de carcter coyuntural[10], espordicos, es decir, se activan en torno a ciertas demandas, y luego de satisfacerlas, desaparecen, hasta la prxima lucha. Normalmente, se organizan como Frentes de Defensa de los Intereses de una localidad o regin. Sus luchas o demandas ms frecuentes, estn referidas a temas como las regalas gasferas, canon minero, conexiones de ramales de gas, obras como la carretera interocenica, contaminacin ambiental, etc. Los actos de protesta organizados por estos nuevos
m.s., generalmente son dirigidos contra el gobierno nacional o central, pero tambin, aunque en menor medida, contra los gobiernos regionales, provinciales o distritales. Asimismo, y con igual o mayor frecuencia, las protestas han ido dirigidas contra empresas mineras o petroleras que contaminan o constituyen una amenaza contra el medio ambiente local[11].Las libertades otorgadas por nuestra joven e imperfecta democracia, est permitiendo que este tipo de movimientos sociales puedan organizarse y expresarse, como parte de un proceso de descentralizacin poltica recin iniciado, pero tambin como reflejo de una mayor toma de conciencia de los derechos ciudadanos y ambientales por parte de nuestro pueblo, derechos resaltados en la actual crisis mundial suscitada por el cambio climtico en ciernes. La perspectiva de los movimientos sociales El actual contexto poltico sudamericano es favorable para que los nuevos y espordicos movimientos sociales descritos, continen con sus movilizaciones para ir logrando mayores niveles de inversin pblica -y privada- en sus regiones y localidades, as como una tajada ms grande del presupuesto nacional. Del mismo modo, el escenario mundial favorable a la proteccin del medio ambiente y al cambio de patrn energtico, nos permite esperar que las luchas por imponer el respeto al medio ambiente a las empresas mineras, petroleras o pesqueras, seguirn dndose, pero cada vez con mayores y mejores instrumentos de negociacin, fruto de una ms elevada conciencia ambiental, as como de una mejor asesora. En las prximas dcadas, tambin se har necesario reorganizar los sindicatos de obreros y empleados, ya que el nivel de distribucin de la riqueza a travs de un buen salario, an deja mucho que desear. Desde esta perspectiva, las normas laborales y el derecho laboral tendrn un papel importante que jugar en pro de una ms justa distribucin de la riqueza en el Per. El sindicalismo, continuar siendo un mecanismo muy til para avanzar hacia una sociedad menos desigual y ms inclusiva que la que tenemos el da de hoy. ------------------------------------[1] Ver en Nicols Lynch, Una tragedia sin hroes: La derrota de los partidos y el origen de los independientes en el Per 1980-1992, p. 79, Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1999. [2] Alain Touraine, Amrica Latina. Poltica y Sociedad, pp. 161-162, Espasa-Calpe, Madrid, 1989. [3] Julie Massal y Marcelo Bonilla (Eds.), Movimientos sociales, democracia y cambio socio poltico en Amrica Latina, del libro Los movimientos sociales en las democracias andinas, p. 14, FLACSO-Ecuador, IFEA, Quito, 2000. [4] Nicols Lynch, dem., p. 79; sobre estudios referidos a los de movimientos sociales, pueden consultarse las obras de Jean L. Cohen y Andrew Arato, Social movements and civil society (eds), con su ensayo Civil society and political theory, Massachussets Institute of Tecnology, USA, 1992; Orlando Fals Borda, Mouvements sociaux et pouvoir: dveloppements en Amrique Latine, del libro de A. Alvarez Bjar, Amrique Latine, dmocratie et exclusion, lHarmattan, Paris, 1994; Alberto Melucci, Getting involved, identity and mobilization in social movements, en Bert Klandermans, Sidney Tarrow, Hanspeter Kriesi (eds.), From structure to action, comparing social movements across cultures, International Social Movements Research, vol.I, J.A.I. Press, Greenwich, Connecticut (USA) y Londres, 1988; Aldon D. Morris y Carol Mac Clurg Mueller, Frontiers in social movements theory, Yale University Press, New Haven y Londres, 1992Sidney G. Tarrow, Power in movement: social movement, collective action and politics, Cambridge University Press, Cambridge, 1994. [5]Aqu entendemos por secularizacin al proceso de transicin de una sociedad tradicional con una visin mgico-religiosa de la realidad, a una sociedad moderna, con una visin ms racional, ms laica, influenciada por los avances cientficos y tecnolgicos. [6] Alain Touraine, dem, pp. 162-163 [7] Vase en Denis Sulmont, " El Movimiento Obrero Peruano (1890-1980)", ed. TAREA, Lima, 1985; Carlos Fernndez Fontenoy, "Sistema Poltico, Indigenismo y Movimiento Campesino en el Per", del libro "Los Movimientos Sociales en las Democracias Andinas", eds. FLACSO-Ecuador e IFEA, Quito, 2000; CIDIAG, Paro Nacional Agrario. Histrica lucha del movimiento campesino, Centro de Informacin y Desarrollo Internacional de Autogestin, Lima, 1983; Carlos Ivn Degregori, Identidad tnica, movimientos sociales y participacin poltica en el Per, en el libro Democracia, etnicidad y violencia poltica en los pases andinos, Instituto Francs de Estudios
Andinos e Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1983; . . [8] Vase en John Crabtree y Jim Thomas (eds.), El Per de Fujimori, Universidad del Pacfico IEP, Lima, 2000. [9] Vase en Carlos Parodi Trece, Per 1960-2000. Polticas econmicas y sociales en entornos cambiantes, Universidad del Pacfico, Lima, 2006. [10] Por ejemplo, el movimiento social organizado para impedir el proyecto minero de la empresa Manhattan Minerals en Tambogrande, Piura. Una vez logrado el triunfo sobre la minera, el movimiento deapareci. [11] Sobre el nmero, actores y la localizacin de los conflictos sociales en el Per, consltese los Informes de la Defensora del Pueblo.