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Cuadernos inter.c.a.mbio AoValenta 8, n.

9 (2011), 229-248 y discernimiento [ISSN: 1659-0139]

El indio miserable: nacimiento de la teora legal en la Amrica colonial del siglo XVI1
Caroline Cunill2
Recepcin: 10 de octubre 2010 / Aprobacin: 12 de abril 2011

Resumen
La teora del indio miserable es fundamental para entender la legislacin y las instituciones coloniales. Tanto el hallazgo de nuevas ocurrencias del trmino, como la publicacin por Carlos Sempat Assadourian de una peticin presentada por fray Bartolom de las Casas ante la Audiencia de los Confines en 1545 donde el dominico desarrollaba por primera vez esta doctrina justifican que se vuelva a considerar la cuestin. Pero, ms all de los datos, se pretende vincular la teora legal con la poltica y la sociedad en que sta naci, con el fin de poner de manifiesto las luchas de poder entre eclesisticos, colonos y autoridades civiles en juego en el momento de su adopcin, as como las consecuencias que resultaron de ella.

Palabras clave
Indio miserable / Teora legal / Poltica / Sociedad / Jurisdicciones

n un nutrido estudio, Paulino Castaeda Delgado ha mostrado que la teora del indio miserable era fundamental para entender la normativa y las instituciones americanas.3 No obstante, el autor ha ofrecido un tratamiento intelectual del problema, al margen del contexto sociopoltico en que dicha doctrina, heredada del derecho romano, se traslad al Nuevo Mundo. Cabe, pues, reflexionar sobre las motivaciones polticas
1 Parte de este trabajo ha sido presentado en la Mesa Redonda Metodologa e Historiografa organizada por el doctor Francisco Hernndez Palomo en la Escuela de Estudios Americanos de Sevilla el 6 de octubre del 2009. Quiero expresar mi profundo agradecimiento a los doctores Gerardo Carlo Altieri y Bartolom Clavero cuyos valiosos consejos enriquecieron mucho la reflexin. Sin embargo, la responsabilidad de los resultados presentados aqu es ma. Maestra en Lenguas y civilizaciones hispnicas por la Universidad de Toulouse II-Le Mirail. Doctoranda en la Universidad de Toulouse II-Le Mirail. Correo electrnico: cunillcaroline@gmail.com Castaeda Delgado, Paulino. La condicin miserable del indio y sus privilegios, Anuario de Estudios Americanos, vol. XXVIII, pp.245-335, 1971. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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que pueden explicar por qu la categora jurdica de miserable fue aplicada a los indgenas americanos, as como sobre los argumentos utilizados por los distintos actores para justificar tal decisin.4 En esta perspectiva, tambin es lcito interrogarse acerca del uso que los mismos indgenas, como actores histricos, hicieron de la teora para defender sus propios intereses en la nueva configuracin de poderes. Finalmente, no podemos dejar de preguntarnos si aquellos discursos coloniales contenan informacin fidedigna sobre la condicin social, econmica y cultural de los aborgenes. La presente investigacin se inserta, por lo tanto, en una corriente historiogrfica que ubica al derecho y a la justicia dentro del ms amplio proceso de formacin y consolidacin del Estado, dando a su estudio dimensiones sociales y culturales5.

El indio miserable y la jurisdiccin eclesistica


Desde el descubrimiento de Amrica la cuestin de la condicin jurdica de los nuevos territorios y de sus habitantes provoc numerosas polmicas.6 En un primer momento, se actu conforme al ius commune, de modo que Alejandro VI, mediante unas bulas, concedi al rey de Espaa el pleno derecho y jurisdiccin poltica sobre las tierras descubiertas y por descubrir.7 A partir de 1511 se empez a cuestionar la validez de aquellos ttulos hasta llegar a un planteamiento doctrinal totalmente nuevo, en el que se vitaliz el Derecho natural frente al Derecho comn. Se consider que ste, que proclama[ba] la libertad de los hombres, la libre autodeterminacin de los pueblos y la injusticia de la guerra, al estar por encima de las leyes humanas, deb[a] prevalecer y aplicarse frente a los indios8. No obstante, al proclamarse libres a los indios, hubo de declararse en cul de los estados quedaban situados, puesto que la libertad, como expresin de la capacidad jurdica para poseer derechos y cumplir obligaciones, no supuso en tiempos pasados que todo hombre tuviera los mismos derechos9. La cuestin de la condicin jurdica del indgena era,
4 A lo largo del presente trabajo, slo se emplear el trmino indio cuando ste aparece en el discurso colonial. Para refererirse a las poblaciones autctonas del continente americano se utilizarn las palabras indgena o aborigen. Speckman, Elisa y Daniela Marino. Ley y justicia (del virreinato a la posrevolucin), Historia Mexicana, vol. LV, nm. 4, p.1.102 [1101-1105], 2006. Hanke, Lewis. La lucha por la justicia en la conquista de Amrica. Madrid: Colegio Universitario de Ediciones Istmo, 1988. Garca Gallo, Alfonso. La ciencia jurdica en la formacin del derecho hispanoamericano en los siglos XVI al XVIII. En: Los orgenes espaoles de las instituciones americanas. Madrid: Real Academia de Jurisprudencia y Legislacin, pp.257-297, 1987, p.263. Idem., p.265. Garca Gallo. La condicin jurdica del indio. En: Los orgenes espaoles de las instituciones americanas. Madrid: Real Academia de Jurisprudencia, pp.743-756, 1987, p.752. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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por consiguiente, decisiva, dado que no slo permitira orientar las medidas legislativas relativas a la poblacin aborigen, sino que, a travs de ellas, tambin condicionara el sitio que los indgenas deberan ocupar en la sociedad y la economa que se estaban construyendo. De ah que los distintos grupos de poder en pugna en la sociedad colonial autoridades reales, religiosos y colonos participaran activamente en este debate cuyos resultados podan afectar directamente sus intereses. La categora de miserable, que se empez a aplicar a los indgenas de forma cada vez ms frecuente a partir de mediados del siglo XVI, hunda sus races en la tradicin jurdica europea y se remontaba al derecho romano y a la doctrina cristiana.10 Segn Bermdez Aznar, fue el cristianismo, con base en claros precedentes romanos, la religin que en el transcurso de su dilatada vigencia temporal y espacial haba terminado de sentar las bases no slo de la doctrina, sino tambin de la praxis institucional encargada de concretar el ideal cristiano de la ayuda al pobre11. El autor subraya que desde el siglo XIV surgi la institucin del abogado de pobres con actuacin en los tribunales locales y costeados por los propios consejos12. Woodrow Borah y Carmen Ruigmez Gmez tambin sealan que el amparo a los pobres era considerado como una obligacin tanto de los obispos como del rey y sus delegados, obligacin que aparece en las Siete Partidas.13 Exista, pues, en Europa una doble tradicin, real y eclesistica, de amparo a las personas miserables, lo que dio lugar a conflictos de jurisdiccin entre ambos tipos de autoridades.14 Segn Paulino Castaeda, desde las instrucciones dadas por los Reyes Catlicos a Coln, se les aplicaba [a los indios] el trato de privilegio que en ley se daba a los miserables15. No obstante, seala que no fue hasta 1563 cuando el trmino apareci por primera vez en una real ordenanza y que su uso se intensific en la dcada de los 1580, de forma que cabe interrogarse acerca de la etapa inicial. Las desastrosas experiencias antillanas empujaron la Corona a traspasar a los religiosos buena parte de la misin protectora para con los
10 Castaeda Delgado, Op.cit., pp.257-262. 11 Bermdez Aznar, Agustn. La abogaca de pobres en Indias, Anuario de Historia del Derecho Espaol, vol. L, pp.1039-1054, 1980, p.1039. 12 Idem., p.1.045. 13 Borah, Woodrow. El Juzgado General de Indios en la Nueva Espaa. Mxico: FCE, 1985, p.25. Ruigmez Gmez, Carmen. Una poltica indigenista de los Habsburgo: el Protector de Indios en el Per. Madrid, Ediciones de Cultura Hispnica, 1988, pp.37-38. 14 Duve, Thomas. La condicin jurdica del indio y su condicin como persona miserabilis en el Derecho indiano. En: Mario G. Losano (coord.): pp.3-33, 2004. 15 Castaeda Delgado, Op.cit., p.264. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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indgenas, perpetuando as la vertiente eclesistica del amparo.16 Desde finales de la segunda dcada del siglo XVI los nombramientos de los obispos iran, por tanto, sistemticamente acompaados del ttulo de protector de naturales y de instrucciones para su fiel cumplimiento.17 Segn Friede, las cdulas enviadas entre 1528 y 1531 a fray Toms Ortiz, protector de Santa Marta, muestran que los prelados gozaban de amplios poderes para defender a los indgenas.18 Tenan facultad de visitar sus pueblos para averiguar si eran bien tratados y doctrinados, de ejecutar en las personas culpables las penas previstas por las leyes protectoras y de enviar al Consejo de Indias todas las leyes y ordenanzas que considerasen convenientes para lograr la proteccin de los indios19. Aunque a principios de los 1530 se restringieron las prerrogativas de los protectores, podan ejecutar penas pecuniarias inferiores a cincuenta pesos o penas de crcel de menos de diez das.20 En vista de aquellos antecedentes, no es extrao que en octubre de 1545 los obispos de Chiapas, fray Bartolom de las Casas, de Nicaragua, fray Antonio de Valdivieso, y de Guatemala, fray Francisco Marroqun, presentaran ante la Audiencia de los Confines una peticin donde exigan a sus miembros que reconocieran que los indgenas dependan de la jurisdiccin eclesistica.21 Amenazaban con excomulgar a las autoridades civiles si no accedan a su demanda, a lo que stas replicaron que no sera malo que [el obispo de Chiapas] diera cuenta personalmente en el Real Consejo de Indias de cmo los indios son de jurisdiccin eclesistica22. La novedad introducida por Las Casas consista precisamente en aplicar la categora jurdica de miserable a los indgenas, con el fin de justificar dicha pretensin. Segn l, de derecho y segn los sacros cnones los obispos y jueces eclesisticos podan juzgar y conocer y hacer justicia inmediatamente, aunque no haya negligencia ni mali16 Si bien es cierto que en su definicin legal la encomienda contena la nocin de proteccin de la poblacin aborgen, al darse cuenta de las limitaciones de la misma, la Corona pronto decidi encargar la defensa de los indgenas a los religiosos. Zavala, Silvio. La encomienda indiana. Mxico: Porra, 1975. 17 Dussel, Enrique. Les vques hispano-amricains. Dfenseurs et vanglisateurs de lIndien (15041620). Wiesbaden, Franz Steiner Verlag, 1970. p.120. 18 Friede, Juan. Los orgenes de la protectora de indios en el Nuevo Reino de Granada (siglo XVI). En: Miscelnea de Estudios dedicados al Dr. Fernando Ortiz. La Habana: car Garca Guill, 1956, p.645. 19 Idem. 20 Idem., pp.648-650. 21 Sempat Assadourian, Carlos. Fray Bartolom de las Casas obispo: la condicin miserable de las naciones indianas y el derecho de la Iglesia (un escrito de 1545), Allpanchis, vol. XII, nm. 35/36, pp. 29-104, 1990.

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22 Carta de la Audiencia de los Confines al rey, Gracias a Dios, 31 de diciembre de 1545. En: Coleccin de Documentos Inditos de Amrica y Oceana. Madrid: Imprenta de Manuel Hernndez, 1875. En: adelante CoDoIn, vol. XXIV, p.444. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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cia ni sospecha del juez seglar, [...] en las causas de las personas miserables y sealadamente cuando son opresas y agraviadas, porque tales personas tiene la Iglesia debajo de su proteccin y amparo23. El dominico pretenda recuperar la tradicin que encargaba a la Iglesia la proteccin de los ms dbiles. Es esencial recordar que la peticin de los obispos fue redactada a finales de 1545, en plena pelea acerca de la aplicacin de las Leyes Nuevas. En este contexto, segn Friede, se oper un cambio radical en el pensamiento de Las Casas, puesto que, frente a las dificultades encontradas para lograr la proteccin de los aborgenes, ste empez a usar de forma sistemtica las armas espirituales en asuntos indgenas, es decir, a aplicar las penas de que dispone la Iglesia contra los transgresores de sus principios doctrinales (excomunin, entredicho y negacin de la absolucin) al terreno de las relaciones entre indios y espaoles24. Se puede, por tanto, considerar que el dominico encontr en la categora jurdica de miserable una justificacin conceptual al intervencionismo de los eclesisticos en negocios indgenas. Ms all de la vocacin espiritual y de la lucha por la justicia, tambin estaban en juego el control de la mano de obra indgena y, en ltima instancia, el dominio del gobierno de Amrica.25 Se trataba de un proyecto poltico al que se oponan violentamente encomenderos y colonos cuyos intereses defendan la Audiencia de los Confines. Es de resaltar que, en aquel entonces, Carlos V y su corte apoyaban tcitamente a los religiosos, dado que, en buena medida, de ellos dependa el xito de las reformas emprendidas, siendo la mejor prueba de ello la aprobacin de las instrucciones para confesores elaboradas por Las Casas.26 Por otro lado, por real cdula de 1544, la Corona reforz la misin informativa de los obispos quienes deban mirar si las justicias del Nuevo Mundo aplicaban las Leyes Nuevas.27 No obstante, la teora del indio miserable, tal como la present Las Casas, no lleg a ser aprobada, puesto que supona la prdida total de la jurisdiccin real sobre los vasallos indgenas. Al contrario, dicha doctrina fue
23 Idem., pp.90-91. 24 Friede, Juan. Las Casas y el movimiento indigenista en Espaa y Amrica en la primera mitad del siglo XVI, Revista de Historia de Amrica, vol. 34, pp.339-411, 1952, p.395. 25 Sobre las pretensiones polticas de Las Casas, vase Clavero, Bartolom. Genocidio y justicia. La destruccin de las Indias, ayer y hoy. Madrid: Marcial Pons Historia, 2002, pp.17-52. 26 Friede, Juan. Vida y luchas de don Juan del Valle, primer obispo de Popayn y protector de indios, Popayn, Edicin conmemorativa del IV Centenario de la muerte del primer obispo, 1961, p.30. 27 Real cdula al obispo de Chiapas para que cuide de la aplicacin de las Leyes Nuevas, Valladolid, 13 de febrero de 1544, en Olmedo Jimnez, Manuel. Jernimo de Loaysa, O.P., pacificador de espaoles y protector de indios. Granada: Universidad de Granada, 1990, p.135. Germn Romero apunta que la misma cdula se expedi a fray Juan de Barrios, por lo que cabe pensar que se trataba de una cdula circular. Germn Romero, Mario. Fray Juan de Barrios y la evangelizacin del Nuevo Reino de Granada. Bogot: Editorial ABC-Academia Colombiana de Historia, 1960, pp.60-61. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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rpidamente recuperada por las autoridades civiles. Pero, antes de detenerse en el proceso de traspaso de una esfera a otra, cabe interrogarse sobre la argumentacin que sustentaba una teora que, como se ver ms adelante, sirvi de fundamento a numerosas normas e instituciones indianas.

Trasfondo sociocultural y econmico de la teora del indio miserable


En sus orgenes el trmino miserable no fue sistemticamente asociado con la idea de incapacidad atvica del indgena, sino ms bien con las condiciones en que stos se encontraban en la sociedad colonial, es decir, una situacin de desventaja con respecto a los espaoles. Para Las Casas, miserable era la persona que por s misma no puede defender sus causas y pedir su justicia, conviene a saber por defecto de su pobreza o pusilanimidad o de ciencia o experiencia o de miedo que tenga o de otra cualquier impotencia28. Si bien la pusilanimidad puede ser considerada como una caracterstica intrnseca, fray Bartolom no pretenda que, para ser miserable, una persona debiera reunir todas las condiciones expuestas en su definicin. Por otro lado, hay que recordar que en aquella poca la pusilanimidad era una calidad, dado que se la asociaba con el concepto cristiano de la humildad.29 El resto de la definicin no aluda a ningn tipo de incapacidad inherente a la naturaleza del indgena, sino a condiciones econmicas, socioculturales y psicolgicas, como la pobreza, la ignorancia y el miedo. Para Las Casas, tanto la falta de recursos econmicos, como el desconocimiento del sistema judicial hispano y la coercin ejercida por los espaoles eran los resultados de una situacin externa impuesta a raz de la conquista. Estas desventajas repercutan negativamente en el campo judicial y obligaban a las autoridades coloniales a que compensaran el desequilibrio. El dominico no era el nico observador en llamar la atencin sobre el hecho de que la pobreza de los indgenas, entre otros obstculos, dificultaba su acceso a la justicia y los colocaba en la categora de personas miserables en trminos jurdicos. En los mismos aos el visitador Diego Ramrez tambin advirti al monarca que pocos eran los abogados que libremente les osen ayudar y si algn letrado o procurador lo hace es a mucha costa de los indios y, an con todo, lo hacen de mala gana porque ms se pretende en esa Nueva Espaa acontentar a un encomendero prspero que a diez mil indios pobres30.

28 Sempat Assadourian, Op.cit., p.91.

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29 Sobre el concepto de humildad y sus corrolarios, la compasin y caridad, en el pensamiento cristiano, vase: Droit, Roger-Pol. Genealoga de los brbaros. Barcelona: Pidos, 2009, pp.147-157. 30 Carta de Diego Ramrez al Consejo de Indias, 14 de julio de 1552. AGI, Mxico, 97, R. 1. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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La falta de cultura jurdica, que Las Casas llamaba defecto de ciencia y experiencia, constitua otro obstculo para que los indgenas pudieran acceder a la justicia. El dominico desarroll la idea diagnosticando que si los naturales por s mismos casi nunca piden justicia y que si alguna vez la piden, no la alcanzan o con muy gran dificultad, era porque no saben leer y escribir, ni saben la lengua de los espaoles, y los espaoles ningn caso hacen de ellos, mas antes los menosprecian, y as no los oyen. Allende de esto, dcenles en las Audiencias que aleguen su justicia por demandas y respuestas, lo cual ellos no saben hacer, ni tienen posibilidad de pagar al procurador y al escribano y los dems derechos31. Tomaba, pues, en cuenta aspectos tan fundamentales para el correcto desenvolvimiento judicial como la alfabetizacin, el idioma, la cultura jurdica y las dificultades financieras para sufragar las costas procesales. Si bien es cierto que otro observador de la poca, Jernimo Lpez, insista en la virulencia con que los indgenas litigaban contra los espaoles, argucias que este testigo perciba como una amenaza contra los intereses de los colonos,32 parece que esta habilidad no caracterizaba a la mayora de los indgenas, sobre todo los que se encontraban lejos de los centros de poder. Segn Tello de Sandoval, visitador de la Audiencia de Nueva Espaa, no haba justicia fuera de las veinticinco leguas que rodeaban la ciudad de Mxico, hasta donde llegaba la autoridad del virrey y de la Audiencia, dado que ms all de aquel territorio todo era confusin porque ni los indios se saben quejar, ni a quien, ni el remedio tienen y que existan lugares donde los naturales tenan por reyes a los encomenderos.33 El oidor Alonso de Zorita tambin sealaba que los naturales, por no saber lo que les conviene, ni qu piden, ni qu quieren, ni qu pretenden, ni sobre qu pleitean, ni a qu van a la Audiencia, no hacan ms que gastar sus dineros y sus vidas, impuestos por los que les comen sus haciendas porque esto slo es lo que pretenden34. Tanto el visitador como el oidor atribuan, por tanto, el conocido afn indgena por pleitear a las deficiencias internas del sistema judicial colonial, al subrayar que los letrados se aprovechaban de la ignorancia de los naturales para sacarles dinero con interminables litigios.35 El problema de la honestidad del personal judicial tam31 Pretensin del Padre Las Casas dirigida al Consejo de Indias, para que se nombrara procurador de los indios del Per a Diego de Ocampo, s.f., en CoDoIn, vol. VII, pp.161-162. 32 Carta de Jernimo Lpez al Emperador, Mxico, 25 de febrero de 1545. En: Prez Bustamante, Ciriaco. Los orgenes del gobierno virreinal en las Indias espaolas. Don Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva Espaa. Santiago: [s. n.], 1928, doc. XIX, p.191-193. 33 Carta de Tello de Sandoval al monarca, Mxico, 9 de septiembre de 1545. En: Martir, Eduardo. Las Audiencias y la administracin de la Justicia en las Indias. Madrid: Ediciones de la Universidad Autnoma de Madrid, 2005. p.200. 34 Zorita, Relacin de los seores de la Nueva Espaa, citado por Borah, Op.cit., pp.42-46. 35 Sobre las desventajas de los indios en el campo jurdico, vase Cunill, Caroline y Muoz Lacueva, .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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poco se le haba pasado desapercibido a Las Casas que afirmaba en 1545 que las mismas justicias y ministros del rey han sido y son hoy (sacando los que es razn sacar y estos son muy pocos y ms que pocos) los ms injustos y crueles tiranos para con [los indios]36. As, aunque es innegable que respondiera a intereses polticos y econmicos, la aplicacin de la categora de miserable a los indgenas tambin se fundament en la observacin de las condiciones en que se encontraba la mayora de la poblacin aborigen en aquella poca.

El indio miserable y la restructuracin de la jurisdiccin real


De este modo, la teora del indio miserable sirvi de fundamento la promulgacin de normas y a la creacin de instituciones por las cuales se pretenda, al menos en teora, compensar los desequilibrios denunciados y mejorar el acceso indgena a la justicia real. La limitacin de los aranceles que fijaban los derechos que deban cobrar los procuradores de causas cuando sus clientes eran indgenas, el uso del amparo colonial y, finalmente, los cargos de defensor y de intrprete, integrados, a finales del siglo XVI, en el Juzgado General de Indios son claros ejemplos de ello.37 Y es que, despus de aparecer por primera vez en los escritos de Las Casas, la doctrina fue rpidamente recuperada por las autoridades civiles y se encuentra tanto en la correspondencia de algunos representantes de la Corona, como en reales cdulas. Como otros humanistas de su poca, el oidor Toms Lpez Medel, por ejemplo, pensaba que la justicia real deba llegar a todos los vasallos, tanto indgenas como espaoles, ya que de ello dependa su fidelidad, pese al alejamiento de la metrpoli.38 No obstante, lleg a considerar que los indgenas, al desconocer el sistema judicial hispano, se encontraban en situacin de desventaja frente a los espaoles. Por tanto, en 1559 escriba al monarca que deba tener grandsimo cuidado en amparar aquellas gentes miserables39. El ao siguiente volvi a emplear esta expresin para pedir que el salario de los defensores de indios y de los intrpretes estuviera a cargo del Real Erario,
Jaime. La negociacin indgena frente al afianzamiento econmino hispano: la defensa de las minas de alumbre de Meztitln, siglo XVI. En: Garca Bernal, Manuela Cristina y Olivero Guidobono, Sandra (coords.): pp.39-58, 2009. 36 Sempat Assadourian, Op.cit., p.92. 37 Daz Couselo, Jos Mara. Jus commune y los privilegios de los indgenas en la Amrica espaola, Revista de Historia del Derecho, n.29, pp.267-306, 2001. 38 Ares Queija, Berta. Toms Lpez Medel. Trayectoria de un clrigo-oidor ante el Nuevo Mundo. Guadalajara: Institucin Provincial de Cultura Marqus de Santillana, 1993, p.62.

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39 Carta de Toms Lpez Medel al monarca, Santa Fe, 28 de octubre de 1559, idem., p.354. Sobre la radicalizacin del pensamiento del oidor, Idem., pp.135-138. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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pues estas miserables gentes mantienen a todos y lo trabajan todo, sin habrseles dado ni drseles lumbre de fe40. Queda claro, por tanto, que el trmino miserable, aplicado a los indgenas, ya no estaba asociado con el amparo eclesistico, sino con el real. Por otro lado, aunque el trmino no se usara todava en la normativa legal, muchas cdulas de la dcada de los 1550 aludan a la teora del indio miserable para justificar medidas destinadas a mejorar el acceso indgena a la justicia.41 Entre las tres razones ventiladas en la parte explicativa de una provisin que mandaba despachar sumariamente los pleitos indgenas, se mencionaba, adems de la simplicidad, flaqueza y pobreza de los naturales y de los gastos ocasionados por los viajes a la Audiencia, su inferioridad en el campo jurdico, puesto que ni tienen ni saben la experiencia que los espaoles en pleitos42. Se trataba, pues, de una reformulacin de la descripcin de la condicin indgena dada por Las Casas, argumentacin que tambin se encontrara en muchas cdulas posteriores. En un captulo de carta de 1551 Felipe II mand a la Audiencia de Mxico que nombrara a un procurador para pedir la libertad de los esclavos indgenas, pues ellos para este efecto carecen de libertad y sabidura para poderla pedir y seguir en derecho43. Tambin ordenaba que un procurador general pidiera, en nombre de los naturales, lo que les conviniera, por ser los indios ignorantes y por no saber lo que deben hacer en las cosas que les tocan y se les ofrecen44. En 1552 la Corona tambin procur que la falta de recursos econmicos no impidiera que los naturales consiguieran su justicia y orden que los procuradores respetaran el arancel de Castilla sin multiplicaciones, lo que les supona una ventaja con respecto a los espaoles que pagaban el triple del precio vigente en la metrpoli. Mandaba que se estudiara la posibilidad de hacer un arancel para los indgenas que fuera ms moderado y bajo que el de los espaoles, atento que son pobres los dichos indios y tienen pequeas
40 Carta de Toms Lpez Medel y Melchor Prez Arteaga, Santa Fe, 6 de enero de 1560, Idem., p.360. 41 La mayora de los documentos legales de aquella poca contenan la exposicin de los motivos de la ley. Altamira, Rafael. La legislacin indiana como elemento de la historia de las ideas coloniales espaolas, Revista de Historia de Amrica, vol. 1, pp.1-25, 1938, p.23. 42 Provisin que manda la orden que las Audiencias y otras justicias de las Indias han de guardar y fulminar en los pleitos de indios y en su determinacin, Valladolid, 11 de marzo de 1550. En: Encinas, Diego de. Cedulario Indiano. Madrid, Ediciones de Cultura Hispnica, vol. II, fols. 166-167, 1946. 43 Captulo de carta al presidente y oidores de la Real Audiencia de Nueva Espaa sobre los esclavos indios, Valladolid, 7 de julio de 1551. En: Puga, Vasco de. Provisiones, cdulas e instrucciones para el gobierno de la Nueva Espaa. Madrid: Ediciones Cultura Hispnica, vol. II, p.19, 1945. 44 Captulo de carta dirigida al presidente y oidores de la Audiencia de Nueva Espaa sobre que enven su parecer que los indios tengan un solicitador, Valladolid, 7 de julio de 1551, Idem, pp.121-122. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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haciendas45. Dos aos ms tarde, en una cdula que estableca que los fiscales se encargaran de los pleitos indgenas se aluda tanto a la ignorancia y a la pobreza de los naturales, como a las deficiencias del sistema judicial impuesto a raz de la conquista.46 Se insista en el hecho de que, cuando los pleitos de los indgenas llegaban a la Audiencia en grado de apelacin, no haba quien habl[ara] por ellos, de forma que stos reciban gran vejacin con letrados y otros oficiales, adems de que los naturales no saben seguir ni defender sus causas. Por tanto, se confiaba la misin de proteccin a los fiscales, reiterando que nuestra voluntad es que los dichos indios sean favorecidos y ayudados como personas pobres que son. Se insista, pues, en las repercusiones negativas resultantes de la desventaja cultural que sufran los naturales frente a los espaoles, tanto los particulares contra quienes stos litigaban, como los letrados que ventilaban sus causas. A partir de la segunda mitad del siglo XVI la teora del indio miserable tambin fue utilizada por las autoridades civiles con el fin de justificar y afianzar la figura del protector civil. En el nombramiento de Diego Rodrguez Vivanco la Audiencia de los Confines explicaba que era necesario proveer a un defensor, porque a causa de no tener [...] quin los defienda, ni ampare, ni informe y siga su justicia, [los indios] padecan detrimento en sus personas y haciendas, como gentes ignorantes del derecho que les competa47. Los franciscanos de Yucatn se mostraron favorables a esta institucin, puesto que en una carta al monarca de 1569 su provincial, fray Francisco de la Torre, insista en la necesidad que tenan los indgenas de un defensor por ser como son tan ignorantes de lo que les conviene y del derecho que les compete, tmidos y temerosos de pedir justicia y parecer ante ella a pedir sus agravios48. Una versin ms despreciativa de esta argumentacin apareci al ao siguiente en la probanza del recin nombrado defensor de indios, Francisco Palomino. Aseguraba que tena mucho trabajo por ser como son los dichos naturales de poco entendimiento y que no entienden ni saben volver por s, sino que a cualquier cosa que les sucede acuden al dicho defensor49. Queda
45 Real cdula sobre que se enve relacin si convendr hacer arancel para los indios de derechos, Madrid, 9 de diciembre de 1552, Idem., vol. II, p.194. 46 Real cdula al presidente y oidores de la Audiencia Real de Nueva Espaa sobre que el fiscal tenga cargo de los pleitos de indios, Valladolid, 13 de febrero de 1554, Idem., vol. II, pp.236-237. 47 Nombramiento de Diego Rodrguez Vivanco a defensor de los indios por la Audiencia de los Confines, Santiago de Guatemala, 5 de febrero de 1560, en la probanza de Francisco Palomino, 1572. AGI, Mxico, 211, n.2, imgs. 51-58.

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48 Carta del provincial fray Francisco de la Torre al monarca, Mrida, 9 de marzo de 1569. AGI, Mxico, 367, fols. 116-118. 49 Octava pregunta del interrogatorio presentado por Francisco Palomino en su probanza. Idem. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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patente que la teora legal del indio miserable no slo apareci en la legislacin emitida por la metrpoli, sino que tambin se difundi en la correspondencia y la legislacin de origen local, como tambin muestra el hecho de que don Guilln de las Casas, gobernador de Yucatn, justificara el nombramiento de Cristbal Prez de Prudencia a defensor de los indios de Tabasco por ser los naturales personas pobres y miserables y no advertidas del remedio de la justicia y derecho que tienen50. Tambin es de notar que la categora de miserable dio lugar a la creacin de una forma jurdica del amparo colonial que en la segunda mitad del siglo XVI alcanz ya su determinacin y funcion como institucin caracterstica y diferente a otras instituciones protectoras51. Andrs Lira apunta que los indgenas se beneficiaron de esta institucin en una abundancia desproporcionada en relacin con otros grupos tnicos52. No es extrao que este cambio ocurriera en el preciso momento en que la Corona intentaba recuperar su dominio sobre la poblacin aborigen y restar a los religiosos el margen de maniobra que en los aos anteriores les haba dejado para contrarrestar el poder de los colonos. Y es que el pleno ejercicio de la jurisdiccin sobre los indgenas, conseguido mediante el control del aparato judicial, era sinnimo de poder, de forma que los colonos, los religiosos y los representantes de la Corona competan para ejercerlo. As, se consolid el cargo de defensor civil, al mismo tiempo se dejaba de nombrar a obispos protectores, quedando de manifiesto la voluntad, por parte de la Corona, de recuperar la plena jurisdiccin sobre la poblacin aborigen.53 Por otro lado, una serie de cdulas empez a mermar el margen de actuacin de los obispos: en 1560 se les prohibi publicar snodos sin avisar al Consejo y descomulgar por cosas livianas y se orden que los religiosos no castigaran a los indgenas.54 Este traspaso de responsabilidades de las autoridades eclesisticas a las civiles fue tan intenso que en 1582 Felipe II tuvo que recordar a los prelados americanos que, pese a que la proteccin de los indios incumbiera principalmente al rey y a sus ministros, segua siendo obligacin pastoral de los obispos

50 Nombramiento de Cristbal Prez de Prudencia a defensor de los indios de Tabasco por don Guilln de las Casas, gobernador de Yucatn, Santa Mara de la Victoria, 15 de septiembre de 1577, en la probanza de Cristbal Prez de Prudencia, 1580-1584. AGI, Mxico, 108, R. 2, fols. 14r.-15r. 51 Gonzlez Lira, Andrs. El amparo colonial y el juicio de amparo mexicano. Mxico: FCE, 1972, p.38. 52 Idem., p.30. 53 Vase Ruigmez Gmez, Op.cit., cap.1. 54 Cdula a los prelados para que de aqu adelante, cuando hicieren snodos, antes que los impriman se enven al Consejo, Toledo, 31 de agosto de 1560, cdula para que los prelados no descomulguen, Toledo, 27 de agosto de 1560 y cdula para que los religiosos no se entremetan a hacer prisiones a ningn indio ni los azoten, Toledo, 4 de septiembre de 1560, en Puga, Op.cit., vol. II, pp.346-345, 348-349. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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ampararlos, por ser personas miserables y de tan dbil natural que fcilmente se hallan molestados y oprimidos55. An as, en la carta introductoria del Tercer Concilio Mexicano de 1585 la Iglesia reconoci su prdida de autoridad y se comprometi en no entrometerse en la jurisdiccin real por mucho que su misin pastoral le obligara a luchar contra las injusticias. Los prelados declaraban haber renunciado a encargar la conciencia de los gobernadores por decreto pblico, limitndose a hacerlo por decreto general, ya que la jurisdiccin eclesistica y autoridad de los prelados estaban tan debilitadas y los intereses econmicos creados alrededor de la explotacin del indgena tan fuertes que actuar de otra forma no sera ms que provocar odio y clera e incurrir la indignacin de los que, cebados en la sangre de estos miserables, slo les lleva su avaricia. Por consiguiente, los prelados confirmaban el traspaso de responsabilidad y pedan al monarca que pusiera los ojos en el amparo de este reino y naturales de l [...] cuyo muro y nico nervio y estribo es V. M., para que del todo cese tanta insolencia y fuerza en dispendio de la fe catlica y jactas de estos sus vasallos, de quien V. M. no slo es rey y seor, mas su patrn y tutor56. La misin de amparo del indgena haba pasado de la esfera eclesistica a la real, puesto que sta era, al parecer, la nica autoridad capaz de cumplir esta misin con la eficacia requerida.

Indio miserable y corrientes historiogrficas


Interpretaciones antitticas, que van desde la apologa de la justicia colonial hasta la severa crtica, recorren la historiografa. A finales del siglo XVI, don Francisco de Toledo declaraba, por ejemplo, que el nombramiento de los protectores de indios haba contribuido a vencer la pusilanimidad indgena, puesto que ya no haba indio, por pobre y desventurado que fuera, que no ose pedir [su justicia] contra los espaoles y contra los padres de las doctrinas y contra sus mismos encomenderos, sin miedo ni respeto alguno; y lo que ms se puede encarecer, respeto de su poco nimo, es que la piden contra sus caciques, y la alcanzan y salen con ella57. Segn Toledo, el sistema de justicia indiano habra logrado vencer los desequilibrios provocados por la violencia de la conquista y las desigualdades de la sociedad colonial, al menos en el campo judicial. Paulino Castaeda tambin considera que la aplicacin a los indgenas
55 Cdula a los prelados americanos, Lisboa, 17 de mayo de 1582. En: Cuevas, Mariano. Historia de la Iglesia en Mxico, vol. I. Mxico: Editorial Patria, 1946, p.290.

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56 Cosas que se avisan y suplican, Mxico, 16 de octubre de 1585. En: Llaguno, Jos A. La personalidad jurdica del indio y el III Concilio Provincial Mexicano (1585). Mxico: Editorial Porra, 1962, p.319. 57 Memorial del virrey don Francisco de Toledo al rey, 1596, en CoDoIn, vol.VI, p.523. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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de la categora de miserable les proporcion varios privilegios.58 Y para Andrs Lira el amparo colonial, al ser un mecanismo jurdico de aplicacin inmediata, permiti extender el orden jurdico total sobre los diversos estamentos de la sociedad colonial59. No obstante, otros historiadores se muestran ms crticos con estas teoras coloniales.60 Carmen Ruigmez Gmez opina que el status jurdico de minoridad tuvo en Indias un carcter ms social y tnico, en cuanto se consideraba a los indgenas no como categora econmica, sino como pueblo, raza o comunidad. Si bien a corto plazo los indios se vieron protegidos con su status, al menos, en el plano terico, a largo plazo, esta minoridad contribuy a privarles de un afn de lucha, necesario para la supervivencia, que se pudo traducir en pasividad y fatalismo61. Segn Renzo Honores, la creacin de la protectora fue parte de una ofensiva orientada a controlar la autonoma de los seores indgenas, imponindoles de oficio su dependencia con los servidores del Estado colonial. Por consiguiente, considera que esta ampliacin de servicios legales por parte de la Corona puede ser leda como una demostracin de la progresiva imposicin de la autoridad real62. Los mismos indgenas pronto aprendieron a utilizar la categora de miserable para defender sus intereses. Horst Pietschmann seala que grupos indgenas se autodenominaban [...] como pobres y miserables hijos para lograr la benevolencia de las autoridades coloniales63. Luise Enkerlin tambin ha demostrado que el uso de esta categora constituy para los indgenas una forma de enfrentarse al sistema de justicia colonial.64 As, en un litigio sobre una herencia presentado ante las autoridades de Cholula en 1565, Isabel Eitzin utiliz el argumento para justificar el hecho de que no hubiera presentado ninguna queja por usurpacin de tierras en contra de Mateo Chimaltecuhtli en los aos
58 Castaeda Delgado, Op.cit., pp.302-330. 59 Lira, Op.cit., p.136. 60 Vase Clavero, Bartolom. Colonos y no indgenas, modelo constitucional americano? (Dilogo con Clara lvarez), Anuario de Historia del Derecho Espaol, vol.65, pp.1.007-1.021, 1995 y Espacio colonial y vaco constitucional de los derechos indgenas, Anuario Mexicano de Historia del Derecho, vol.64, pp.61-86, 1994. 61 Ruigmez Gmez, Op.cit., pp.161-162. 62 Honores, Renzo. La asistencia jurdica privada a los seores indgenas ante la Real Audiencia de Lima, 1552-1570. [en lnea]. http://lasa.international.pitt.edu/Lasa2003/HonoresRenzo.pdf [consulta: 11 abril 2011]. 63 Pietschmann, Horst. Visin del indio e historia latinoamericana. En: La imagen del indio en la europa moderna. Sevilla: Publicaciones de la EEHA, 1990, p.5. 64 Enkerlin, Louise. Somos indios miserables: una forma de enfrentarse al sistema colonial, Antropologa, Boletn oficial del INAH, vol.40, pp.49-54, 1993. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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anteriores. Explicaba que era pobre e ignorante de pedir su justicia y que su hijo era menor de diecisis aos y que era ciego y persona muy simple y que no han tenido habilidad para pedir su justicia hasta ahora65. No obstante, Miguel ngel Ruz Barrio seala que la actitud de Chimaltecutli frente a la justicia fue muy distinta: aunque indica en varios momentos que no sabe escribir, se presenta con un escrito nhuatl en alfabeto europeo, lo que indica una mejor adaptacin a la justicia colonial.66 Estas consideraciones invitan, pues, a relativizar el grado de ignorancia del sistema jurdico por parte de los indgenas, ya que parece que, en realidad, stos supieron utilizar su categora legal para preservar sus intereses, hasta el punto de asumirla, por lo menos, de frente a las autoridades coloniales. Como apunta Jacques Poloni-Simard, la justicia establece un espacio en el cual todos los actores, incluso los indgenas, deben tener y usar un discurso que comparte el otro para esperar una sentencia favorable, lo que impone presentar las quejas en trminos comprensibles por los jueces y extiende las normas jurdicas hispnicas al mbito social indgena67. As, la justicia colonial sirvi para mantener el vnculo colonial, y su mayor logro ha sido que los propios demandantes se conformaron con el modelo del indio que se propona proteger68. No obstante, es de sealar que desde principios del siglo XVII el trmino miserable dej de describir la peculiar condicin del indio y se utiliz cada vez ms para referirse a su natural flaqueza. Segn Cacho de Santillana, fiscal de la Real Audiencia de Lima, el Protector de los Indios y el tutor de los menores se equiparan, porque los indios se reputan por menores y son personas miserables69. Estaba en marcha un proceso de desvirtuacin del contenido original de la teora que termin aludiendo a una supuesta incapacidad intelectual y debilidad psicolgica del indgena, como se ve reflejado en la obra de los
65 Ruz Barrio, Miguel ngel. El conocimiento por parte de los indgenas de la justicia novohispana: el caso de Mateo Chimaltecuhtli (Cholula, siglo XVI), Anuario de Estudios Americanos, vol. LXVI, n.2, pp.125145, 2009, p.142. 66 Idem., p.143. 67 Poloni-Simard, Jacques. Los indios ante la justicia. El pleito como parte de la consolidacin de la sociedad colonial. En: Bernard Lavall (ed.): pp.177-188, 2005, p.178. 68 Idem., p.187. 69 Memorial al rey don Felipe IV en favor de los indios del Per sobre el oficio de protector general en la ciudad de Lima, 1622. En: Ruigmez Gmez, Op.cit., pp.205-206. Segn Cuena Boy, si bien en un principio la calificacin de tutor era ausente de la legislacin, vino despus la doctrina y se encarg[] de cubrir la Protectora y el Protector [...] con el manto explicativo de la tutela y el tutor. Cuena Boy, Francisco. El protector de indios en clave romanstica: una propuesta del siglo XVII. En: Pinard, Gustavo E y Merchn, Antonio (eds.): Libro Homenaje In Memoriam Carlos Daz Rementera. Huelva: Universidad de Huelva, pp.224-240, 1998, pp.224-225. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4ao (2006),
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grandes juristas del siglo XVII.70 Al mismo tiempo, se iba pasando de una idea de proteccin a otra de tutora. Aunque difiere por completo el contexto jurdico, es interesante notar cmo el uso de la teora sobrevivi a las Independencias, de manera que se encuentra, por ejemplo, en la Constitucin del Ecuador donde se estableca que el Congreso Constituyente nombraba a los venerables curas prrocos por tutores y padres naturales de los indios, excitando su ministerio de caridad en favor de esta clase inocente, abyecta y miserable71.

Consideraciones finales
El anlisis del proceso de aplicacin de la categora de miserable al indgena americano pone de manifiesto los mecanismos de construccin de las normas e instituciones indianas en que se entrecruzaban tradicin jurdica europea, intereses polticos de las principales fuerzas sociales e interpretacin de la realidad americana. El origen de la teora, en efecto, debe rastrearse en el derecho europeo que conceda a los desfavorecidos un rgimen jurdico especial, en las tensiones entre la Corona, los colonos y los religiosos para ejercer su plena jurisdiccin sobre los indgenas y, finalmente, en la observacin de los disfuncionamientos del sistema de justicia vigente, arraigados en las fuertes desigualdades que caracterizaban a la sociedad colonial. La llegada al Consejo de Indias de informes procedentes de actores de posiciones diversas desempe un papel fundamental en la adaptacin de la doctrina. Impulsada por el partido lascasiano para que los indgenas dependieran de la jurisdiccin eclesistica, la teora del indio miserable pronto se traslad a la esfera civil, de forma que el monarca y su aparato judicial pasaron a ser la mxima garanta de este indgena necesitado de amparo. Se propusieron medidas destinadas a compensar los desequilibrios observados, siendo la ms significativa de ellas la creacin de un sistema de asesoramiento jurdico especial asumido por los defensores civiles. El debate queda abierto sobre la eficacia de un sistema judicial que tome en cuenta y, por consiguiente, en cierto modo, sancione las desigualdades socioeconmicas y las diferencias culturales en juego en el acceso a la justicia y, por tanto, sobre el papel de la justicia, el Derecho y la doctrina legal en la perpetuacin de las relaciones asimtricas entre grupos tnicos.

Fuentes primarias
Carta del provincial fray Francisco de la Torre al monarca, Mrida, 9 de marzo de 1569. AGI, Mxico, 367, fols. 116-118.
70 Castaeda Delgado, Op.cit., pp.250-255. 71 Clavero, Bartolom. Geografa de Estado y precedencia de Naciones. En: Geografa de Amrica Latina. Pueblos indgenas entre constituciones mestizas. Mxico: Siglo XXI, 2008, p.29. .c.a.mbio, Cuadernos Inter.ao c.a.3, mbio ao 8, n.199-203 9 (2011), 229-248 inter n. ,4 (2006),
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Abstract
The concept of miserable applied to the indios is fundamental in order to understand early colonial Spanish American legislation and institutions. Both the discovery of new occurrences of the term miserable and the publication by Carlos Sempat Assadourian of a petition presented by fray Bartolom de Las Casas before the Audiencia de los Confines (1545), in which the Dominican friar first developed this concept, justify its reconsideration. In order to provide new insights, a multidisciplinary approach is envisaged, given that our object is to highlight the links between law, politics and society in this analysis of the origin, the diffusion, the semantic content and the political usage of the term miserable applied to the Indians.

Key Words
Indio miserable / Law / Legal theory / Politics / Society / Jurisdiction

Resumo
A teoria do ndio miservel central para a compreenso das leis e instituies coloniais. Tanto a descoberta de novas ocorrncias do termo, como a publicao por Carlos Sempat Assadourian de uma petio apresentada por Fray Bartolom de las Casas ante a Audincia dos Confins em 1545, na qual o dominicano desenvolve pela primeira vez esta doutrina, justificam a reconsiderao da questo. Mas alm dos dados, se pretende vincular a teoria legal com a poltica e a sociedade em que esta nasceu, com o fim de destacar as lutas de poder entre eclesisticos, colonos e autoridades civis em jogo no momento da sua adopo, bem como as consequncias da resultantes.

Palavras chave
ndio miservel / Teoria legal / Poltica / Sociedade / Jurisdies

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