Este documento presenta un resumen de tres obras de la Biblioteca de Autores de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. La primera obra es de Alfonso Zambrano Pasquel sobre proceso penal y garantías constitucionales. La segunda es una colección de cuatro obras publicadas con motivo del inicio de la Biblioteca. La tercera obra es de Corina Navarrete Rueda sobre proceso penal.
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Proceso Penal y Garantias Constitucionales - Alfonso Zambrano Pasquel
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Título original
Proceso Penal y Garantias Constitucionales - Alfonso Zambrano Pasquel Copia
Este documento presenta un resumen de tres obras de la Biblioteca de Autores de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. La primera obra es de Alfonso Zambrano Pasquel sobre proceso penal y garantías constitucionales. La segunda es una colección de cuatro obras publicadas con motivo del inicio de la Biblioteca. La tercera obra es de Corina Navarrete Rueda sobre proceso penal.
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Proceso Penal y Garantias Constitucionales - Alfonso Zambrano Pasquel
Este documento presenta un resumen de tres obras de la Biblioteca de Autores de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. La primera obra es de Alfonso Zambrano Pasquel sobre proceso penal y garantías constitucionales. La segunda es una colección de cuatro obras publicadas con motivo del inicio de la Biblioteca. La tercera obra es de Corina Navarrete Rueda sobre proceso penal.
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Alfonso Zambrano Pasquel
Profesor de Derecho Procesal Penal
Universidad Catlica de Santiago de Guayaquil
PROCESO PENAL Y GARANTAS CONSTITUCIONALES
2005
A la memoria siempre presente del recordado amigo y jurista excepcional Prof. Dr. Dn. Edmundo Durn Diaz (+)
A la envidiable y permanente sabidura del prominente y extraordinario jurista Prof. Dr. Dn. Jorge E. Zavala Baquerizo
Aunque de cara a la realidad sin duda amos a encontrar contradic- ciones entre un discurso de garantas constitucionales, discurso necesa- rio para la consolidacin de un Lstado de Derecho, y la realidad opera- tia de un sistema procesal penal, tales garantas si existen ormalmente en la Constitucin Poltica de la Repblica del Lcuador, que en el artcu- lo 24 consagra los principios del derecho a un debido proceso con ga- rantas basicas expresamente consignadas, sin menoscabo de otras que establezcan la Constitucin, los instrumentos internacionales, las leyes o la jurisprudencia.
Lncontramos as establecidas como garantas del ciudadano: el prin- cipio de legalidad y tipicidad, el derecho a ser juzgado de acuerdo con la ley preexistente, el in dubio pro reo, la proporcionalidad entre la pena y la inraccin penal, as como las penas alternatias a la priacin de la libertad, el derecho a conocer las razones de una detencin en orma inmediata, el derecho a declarar en su lengua materna, el derecho a la no incriminacin respetando el derecho al silencio`, el principio de la in- coercibilidad del imputado y la iniolabilidad del derecho de deensa con la asistencia legal obligatoria, el respeto al juez competente como nico acultado para ordenar la restriccin de libertad, el principio de presun- cin de inocencia, la caducidad de la prisin preentia, el derecho a ser inormado de cualquier indagacin en su contra, la motiacin de las medidas de aseguramiento y en general de las resoluciones de los pode- res pblicos, la alta de eicacia probatoria de las actuaciones cumplidas con iolacin de la Constitucin o las leyes, y el respeto absoluto a la prohibicin de la reormatio in peius, el respeto al derecho al contradic- torio obligando incluso la comparecencia de testigos y de peritos, el respeto al non bis in idem y la garanta de cosa juzgada, y el derecho a acudir a los rganos judiciales en procura de una tutela eectia, impar- cial y expedita de sus derechos e intereses, la Constitucin igente es la del 11 de agosto de 1998.
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Ln el Cdigo de Procedimiento Penal de 1983, exista la etapa pro- cesal del sumario, que se tramitaba exclusiamente por escrito y que se inspiraba en el modelo inquisitio, con un juez penal que pretenda diri- gir la inestigacin en el sumario, recibir pruebas de oicio o a peticin de parte, las mismas que generalmente eran recibidas por el personal subalterno de la judicatura, sin inmediacin del juez con la prueba, dis- poner medidas cautelares de apremio personal y real, reocarlas o susti- tuirlas, sustanciar la etapa intermedia, y resoler la misma con o sin dic- tamen del iscal, de manera que poda dictar un auto resolutorio de lla- mamiento a juicio plenario sin acusacin iscal o sin acusacin o querella del oendido o ctima, o de quienes podan a su nombre ejercer el dere- cho de acusacin.
La etapa del plenario que correspondera a la etapa del juicio segua siendo escrita y llena de legajos, y la prueba que deba ser recibida por un 1ribunal Penal constituido por tres jueces abogados, se contraa a la incorporacin de la prueba actuada por el juez penal mediante simple lectura o ratiicacin, con lo cual se incumplan los presupuestos de pro- cedencia y alidez constitucional que determinan que la prueba deba ser presentada ante el 1ribunal o Juez de sentencia, de acuerdo con los principios de oralidad y publicidad, respetando el derecho de las partes para ejercer el contradictorio en el momento de la presentacin de la prueba, y haciendo eectios igualmente los principios de la continuidad y concentracin, as como el de la inmediacin de la prueba con el juez de la sentencia.
Ln el igente Cdigo de Procedimiento Penal inspirado en el mode- lo acusatorio oral de plena aplicacin desde el 13 de julio del ano 2001, existe una denominada etapa de indagacin preia preista en el artculo 215 que establece la resera de dicha indagacin. Ln la practica esto ha deenido en un abuso de la iscala y de la polica judicial encargadas de la indagacin. Se ha tratado de atemperar esta practica inconstitucional con una reorma de enero de 2003, que ha mejorado en alguna medida el conocimiento de dicha indagacin por parte del indagado o de sus abogados. 1
1 1al resera no exista en el anteproyecto del CPP remitido por la Corporacin Latinoa- mericana para el Desarrollo , CLD , a la legislatura. Lste documento tuo como coautores !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 3
Ll nueo CPP pre la llamada Instruccin iscal que esta a cargo de un iscal penal que es uncionario del Ministerio Pblico, independiente totalmente de la luncin Judicial. La instruccin iscal es de libre acceso para las partes procesales y sus actuaciones son pblicas. De acuerdo con el artculo 223 del nCPP la etapa de instruccin iscal debe concluir en el plazo improrrogable de 90 das. Con las reormas del 13 de enero del 2003 2 , se establece en el artculo 20 que si antes de los 90 das se hace extensia la instruccin a un nueo imputado, la instruccin tendra un plazo adicional de 30 das. Cualquier acto procesal que se practicare luego de los 120 das carece de eicacia alguna.
Si hay otros trminos legales, tanto para la duracin de la indaga- cin preia ,de hasta un ano para delitos menos graes y de hasta dos anos para delitos mas graes o penados con reclusin,, para la instruc- cin iscal, para la detencin con ines de inestigacin, para la duracin de la prisin preentia, para la sustanciacin de la audiencia preliminar ,en la etapa intermedia,, para la sustanciacin de la etapa del juicio, para dictar sentencia, para la interposicin de los recursos, para la resolucin de algunos recursos, etc. Ln general si se respetan, y por ello se ha pro- ducido un proceso de desinstitucionalizacin del preso sin condena, pues el artculo 24 numeral 8 de la Constitucin Poltica, dice : La pri- sin preentia no podra exceder de seis meses, en las causas por delitos sancionados con prisin, ni de un ano, en delitos sancionados con reclu- sin. Si se excedieren esos plazos, la orden de prisin preentia que- dara sin eecto, bajo la responsabilidad del juez que conoce la causa...`.
Sin embargo de lo dicho, reconocemos que la alta de respeto a los plazos, se produce con ocasin de la priacin de la libertad, a manos de la polica nacional o judicial, que no debiendo exceder de 24 horas an en el caso de delito ragrante llega a ser mucho mayor en la practica.
Lxceder el plazo acarrea sancin para el iscal penal, e incluso puede darse la destitucin del iscal que se excede del plazo legal en la instruc- cin. La sancin es de responsabilidad de la maxima autoridad nomina- dora ,el Ministerio liscal General , que ejerce un control ertical sobre sus subalternos. De acuerdo con el nCPP la instruccin iscal es de res-
a los doctores Ldmundo Duran Diaz ,-, ex Ministro liscal General, \alter Guerrero Vi- anco, ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, y Alonso Zambrano Pasquel, proe- sor de derecho penal y procesal penal. 2 Ley 101-2003, publicada en RO No. 43 del 13 de enero del 2003. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 4
ponsabilidad del Ministerio Pblico, inclusie para los casos de uero especial de Corte Superior y de Corte Suprema. Apreciamos un aco legal hasta ahora no subsanado, que es la alta de autoridad competente para iniciar una instruccin en contra del Ministro liscal General en el caso de que se impute un delito, aunque ya existe un proyecto de reor- ma en tal sentido, con la creacin de un Ministro liscal General alterno, para eentos como ste.
Inconstitucionalmente se mantiene un procedimiento inquisitio en los casos de uero militar y policial, en que acta an un juez de instruc- cin y el liscal tiene una limitada o inexistente participacin procesal. La uniormidad del procedimiento en las leyes procesales esta consagrada en el artculo 193 de la Constitucin Poltica y aunque han pasado ya cuatro anos desde su igencia ,11 de agosto de 1998,, no se cumple la uniormidad, que signiica la adopcin del modelo acusatorio para todo el sistema procesal penal incluyendo los casos de uero policial y militar.
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Ln el anterior CPP la Polica Nacional era la encargada de las inesti- gaciones en la llamada etapa del sumario que corra a cargo de un Juez Penal. Ln el nCPP tiene un enorme poder para dirigir las inestigacio- nes, sin la presencia del liscal. La Polica Judicial y la Polica Nacional ,de la que depende la Polica Judicial, tiene un enorme e ilimitado po- der, nacido de una inconstitucional delegacin de competencia que le coniere el Ministerio Pblico. Ll artculo 216 del nCPP aculta al liscal para delegar a la Polica, la practica de las diligencias a que se reieren los numerales 2, 3 y 5 a la Polica Judicial o a inestigadores especializa- dos bajo la direccin de sta`. Lstas diligencias se reieren al reconoci- miento de los lugares, resultados, huellas, senales, armas, objetos e ins- trumentos conducentes a establecer la existencia del delito e identiicar a sus presuntos responsables. A recibir del oendido y de las personas que hubiesen presenciado los hechos o de aquellas a quienes constare algn dato sobre el hecho o sus autores, las ersiones que dieren, e impedir por un tiempo no mayor de seis horas, que las personas se ausenten del lugar sin proporcionar la inormacin que uese necesaria. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 5
Lsta peligrosa delegacin de competencia no estaba preista en el an- teproyecto de nCPP que la CLD de Quito, remitiera a la legislatura. 3
La Polica Judicial, sigue dependiendo del ejecutio, aunque la Cons- titucin Poltica dice en el artculo 219 segundo parrao, que el Minis- tro liscal General organizara y dirigira un cuerpo policial especializado y un departamento mdico legal...` lasta la presente echa no existe cons- tituido tal cuerpo policial especializado organizado y dirigido por el Mi- nistro liscal General.
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Aunque resulte discutible airmar que el Ministerio Pblico uese el titular del ejercicio de la accin penal, dado que su ejercicio estara reser- ado a la ctima o a su representante legal, en el Lcuador, el Ministerio Pblico a tras de los agentes iscales, por mandato del artculo 219 de la Constitucin Poltica de la Repblica es el titular de la acusacin pe- nal. No esta sujeto al control judicial por ser un ente independiente y autnomo, en el que hay un control jerarquizado y ertical desde el Mi- nisterio liscal General, a los ministerios iscales proinciales, y agentes iscales penales, mismos que son nombrados por el Ministro liscal Ge- neral.
La Constitucin nuestra dice al respecto: )?@5 A6B59 Ll Ministerio Pblico preendra en el conocimiento de las causas, dirigira y promo- era la inestigacin preprocesal y procesal penal. De hallar undamen- to, acusara a los presuntos inractores, ante los jueces y tribunales com- petentes e impulsara la acusacin en la sustanciacin del juicio...`. )?@5 A6C59 Ll Ministerio Pblico es uno, indiisible e independiente en sus relaciones con las ramas del poder pblico y lo integraran los unciona- rios que determine la ley. 1endra autonoma administratia y econmica. Ll Ministro liscal General del Lstado ejercera su representacin legal`.
La autoridad nominadora y sancionadora es el Ministro liscal Gene- ral. Doctrinariamente aceptamos que existe responsabilidad compartida entre la competencia que tiene el iscal para dirigir la instruccin iscal ,que es inestigacin pura,, y la competencia del juez penal, que es
3 $D5 )?@EFGH4I A6J K A66L A6C K AAM N1H 3O@1P?4K1F@4. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 6
quien controla los lmites dentro de los cuales ejerce su competencia como inestigador el liscal. Corresponde al juez penal dictar las medi- das de aseguramiento personales y reales an de oicio, reocarlas igualmente de oicio, sustituirlas, autorizar actos procesales como los del allanamiento de morada, intercepcin de correspondencia, de comuni- caciones, etc. Igualmente corresponde al juez penal caliicar si es o no procedente el llamamiento a juicio, preia acusacin del liscal penal. Puede admitirse as, que este es el control judicial que se ejerce con res- pecto a la instruccin iscal. 4
De acuerdo con el artculo 12 del nCPP, el imputado o el liscal pueden apelar de las medidas cautelares impuestas o negadas por el juez. La apelacin es resuelta por una Sala de Corte Superior. De conormi- dad con el artculo 324 ibdem., las sentencias, autos y resoluciones son impugnables en los casos determinados en el Cdigo. Segn el artculo 343 del nCPPP, hay recurso de apelacin del auto de sobreseimiento, del auto de llamamiento a juicio, de los autos de nulidad, de prescripcin y de inhibicin por causa de incompetencia, del auto de prisin preen- tia, de la sentencia dictada en el proceso abreiado.
Si el liscal uese tcnicamente un instructor, sus decisiones no son apelables!
De acuerdo con el nCPPP, el juez penal es quien autoriza el allana- miento ,Art. 195,. La requisa de correspondencia epistolar, telegraica, telenica, cablegraica , por tlex o por cualquier otro medio de comu- nicacin, es autorizada por el juez penal y la ejecuta el liscal ,Art. 150, o la Polica Judicial. Igualmente el juez penal autoriza retener, abrir, inter- ceptar y examinar la correspondencia mencionada. Ll juez puede autori- zar por escrito al liscal para que intercepte y registre conersaciones telenicas o de otro tipo cuando lo considere indispensable para impe- dir la consumacin de un delito, o para comprobar la existencia de uno ya cometido, o la responsabilidad del partcipe, Art. 155,.
Ll juez autoriza al liscal para el reconocimiento de las grabaciones mencionadas en el artculo anterior, as como de pelculas, registros in-
ormaticos, otograas, discos, u otros documentos semejantes , Art. 156 ,.
De conormidad con el artculo 209 del nCPP, la Polica Judicial tie- ne competencia para aprehender a las personas sorprendidas en delito ragrante y a preserar los estigios del delito y los elementos materiales de la inraccin. De acuerdo con el artculo 212, las armas u otros ins- trumentos con que se hubiese cometido el delito y los objetos y alores que proengan de su ejecucin seran ocupados por la Polica y puestos a disposicin del liscal, mediante inentario. La Polica debe extender el correspondiente recibo de las armas, instrumentos, bienes o alores materia de la incautacin.
La detencin con ines de inestigacin y la prisin preentia como medida de aseguramiento personal, son dispuestas nicamente por el juez penal , Arts. 164 y 168 nCPP ,.
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Ll Ministerio liscal no puede disponer de la accin penal en el nCPP. Como sabemos, la disponibilidad de la accin penal bien puede ocurrir mediante una aplicacin racional e inteligente del principio de oportunidad, como estaba preisto en el anteproyecto de Cdigo de Procedimiento Penal del ano 1992 elaborado por la Corte Suprema de Justicia de Lcuador. Ln el artculo 34 estaba preista la discrecionalidad del ejercicio de la accin penal, y en el artculo 35, sus eectos que se traduca en la extincin del proceso a aor del imputado en cuyo aor se decide. 5
No obstante lo dicho hay la posibilidad de la desestimacin en el artculo 38 del nCPP, que signiica que el liscal debe solicitar al juez mediante auto debidamente undado el archio de la denuncia cuando sea maniiesto que el acto no constituye delito, o cuando existe algn obstaculo para el desarrollo del proceso, como en los casos denomina- dos de prejudicialidad al ejercicio de la accin penal. Pero aqu realmente
5 Se puede reisar el anteproyecto de la Corte Suprema de Justicia, en la obra de Q3H@1? ,G1??1?4 RST3OF4L LL SIS1LMA ACUSA1ORIO ORAL, Pudeleco, editores S.A., Qui- to, 1998,p.22 - 336. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 8
no hay delito y por ende no existe objeto jurdico para una accin penal, o nos encontramos rente a un impedimento insuperable e insubsanable por lo menos temporalmente.
Debemos agregar que existe en el nCPP la llamada conersin de la accin penal, preista en el artculo 3, que determina que las acciones por delitos de accin penal pblica pueden transormarse en acciones priadas, a pedido del oendido o de su representante, siempre que el liscal lo autorice, cuando considere que no existe un inters pblico graemente comprometido, en delitos contra la propiedad, y en delitos de instancia particular.
lay un seero cuestionamiento al tema de la conersin por la discu- tible idoneidad del mecanismo que permite la liberacin de implicados en robos agraados, por lo que en la practica se encuentra discutida su legitimidad.
La inimputabilidad se puede dictar en la etapa instructoria. No hay impedimento alguno para que as ocurra. Ll artculo 219 del nCPP, ex- presa que si el imputado mostrare sntomas de enermedad mental, el liscal ordenara el inmediato reconocimiento, para cuyo in nombrara y posesionara a dos mdicos psiquiatras, quienes presentaran su inorme por escrito, en el plazo que determine el liscal, mientras tanto no se le recibira su declaracin.
Si el inorme pericial establece que la enermedad mental es transito- ria, el liscal postergara la recepcin de la ersin hasta el restablecimien- to del imputado y proseguira la substanciacin de la instruccin.
Si el inorme establece que la enermedad mental es permanente, el liscal remitira un inorme al juez junto con la documentacin respectia a in de que ordene el internamiento preisto en el Cdigo Penal. De ser del caso, el liscal continuara con la etapa de la instruccin. Ll inimputa- ble es internado en instituciones pblicas con las limitaciones que las mismas tienen, por lo que se muestran resistentes a darles alojamiento. loy en da han desaparecido irtualmente las clnicas o establecimientos priados que antano existieron, y que tenan costos de dicil acceso.
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La Polica Judicial puede tomar declaraciones, y aunque sostenemos que de acuerdo con el artculo 219 de la Constitucin Poltica nuestra, el titular de la inestigacin es el Ministerio Pblico, y en que consecuencia esta iciada de inconstitucionalidad la delegacin de competencia que le otorga el liscal a la Polica Judicial o nacional, existe tal acultad legal de acuerdo con el artculo 216, numeral 10, segundo parrao del nCPP.
Podemos preguntar, que alor procesal otorga la ley y la jurispruden- cia a las maniestaciones del imputado ante la Polica
Nuestra respuesta es la siguiente: la Constitucin Poltica de la Re- pblica, pre como una de las garantas del debido proceso, la iniola- bilidad del derecho a la deensa, en el artculo 24, numeral 4 , derecho a guardar silencio y presencia de abogado deensor ,, numeral 5 , impro- cedencia de interrogatorio sin presencia de abogado deensor ,, numeral 10 , derecho de deensa,. Segn el numeral 5, cualquier diligencia judi- cial, preprocesal o administratia que no cumpla con este precepto, ca- recera de eicacia probatoria. Ln igual sentido se pronuncia la misma Constitucin en el numeral 14 del citado artculo 24, que dice a la letra: Para asegurar el debido proceso deberan obserarse las siguientes ga- rantas basicas, sin menoscabo de otras que establezcan la Constitucin, los instrumentos internacionales, las leyes o la jurisprudencia:...
...14.- Las pruebas obtenidas o actuadas, con iolacin de la Consti- tucin o la ley, no tendran alidez alguna`. 6
Ll Cdigo de Procedimiento Penal igente, en el Libro II reerido a LA PRULBA, en el Captulo I del 1tulo I, desarrolla Los Principios lundamentales ,Art. 9- 90, en el que se determina que las pruebas deben ser producidas en el juicio y ante los 1ribunales Penales que co- rrespondan, salo los anticipos jurisdiccionales de prueba , prueba tes- timonial urgente e irrepetible, que se practican por el juez penal.
Ll artculo 83 de este Captulo, dice: La prueba slo tiene alor si ha sido pedida, ordenada, practicada e incorporada al juicio conorme a
6 Pueden consultarse entre otros allos de Casacin Penal, el proceso 09-98, 18 de agosto de 1999, RO 319, 16 no.1999, y el proceso 43-2001, 22 de marzo 2001, RO 340, 5 jun. 2001. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 10
las disposiciones de ste Cdigo. No se puede utilizar inormacin ob- tenida mediante torturas, maltratos, coacciones, amenazas, enganos o cualquier otro medio que menoscabe la oluntad. 1ampoco se puede utilizar la prueba obtenida mediante procedimientos que constituyan induccin a la comisin del delito`. Ls decir que se prohbe darle carta de ciudadana a los rutos del arbol prohibido o enenenado`, tanto en la Constitucin como en la ley de procedimiento.
Los allos de la Corte Suprema de Justicia, a partir de la igencia de la Constitucin Poltica y de las garavta. aet aebiao roce.o, de manera reite- rada reconocen la ineicacia probatoria de las declaraciones rendidas ante la Polica Nacional sin la presencia de abogado deensor. Ls intere- sante destacar que la Corte Suprema ha reconocido el derecho a la a.i. tevcia tegat obtigatoria, a raz de las reormas a la Constitucin Poltica de la Repblica del 16 de enero de 1996, que estableca esta garanta en el literal ,, del inciso tercero, del numeral 19, del artculo 22 de la Carta Poltica de ese momento. 7
Ls tal el poder policial en materia de delitos de narcotraico, que los iscales cuando reciben las declaraciones lo hacen en las sedes policiales. Incluso en materia antinarcticos los iscales penales, tienen oicinas en las dependencias de la polica antinarcticos que maneja a su libre saber y entender el contenido de las declaraciones, as como las conclusiones e inormes en dicha materia, que son elaborados por la Polica y no por los iscales. Para dimensionar el poder policial, destacamos que la misma Polica que custodia a los detenidos por narcotraico, es la misma que los aprehendi, la que los interroga e inestiga, y la que inalmente re- dacta los inormes.
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Aunque la detencin con ines de inestigacin, no debe durar le- galmente mas de 24 horas, si se trata de la prisin preentia dictada durante la instruccin iscal, no puede durar mas de seis meses en deli- tos cuya pena maxima es de hasta cinco anos, ni mas de doce meses en delitos cuya pena es de reclusin, ale decir, superior a los cinco anos. Si
7 Se puede reisar el proceso 19-9, 12 de marzo de 1998, publicado en el Registro Oicial 333, del 5 jun.1998 !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 11
encen estos plazos opera la caducidad de la prisin preentia, preista como una de las garavta. aet aebiao roce.o preista en el artculo 24 nume- ral 8. Lsta garanta se encuentra igualmente preista en el artculo 169 del Cdigo de Procedimiento Penal igente.
Desde el 13 de enero de 2003 se introducen reormas al nCPP, sur- giendo la denominada detencin en irme que es una medida de asegu- ramiento personal que se dicta en contra de quien en llamado a juicio y que iene a reemplazar a la prisin preentia que sigue existiendo para la etapa de instruccin iscal. Lsta detencin en irme no es recurrible ,no es susceptible de recurso como medida de aseguramiento,, no es reocable por ser una medida de aseguramiento para el juicio y no tiene perodo de caducidad. Ln esta situacin ya no se esta aplicando la cadu- cidad de la prisin preentia del artculo 24 de la Constitucin Poltica de la Repblica, pues se trata de una nuea medida cautelar que ha cau- sado controersias. 8
La Corte Suprema de Justicia dict una resolucin inculante, no unanime, que gener una prounda discusin al interior del pleno de la propia Corte, mediante la cual estableci que un procesado en contra de quien se hubiese dictado sentencia condenatoria en el primer niel, aun- que dicha condena no estuiese ejecutoriada, no tena derecho a recla- mar la caducidad de la prisin preentia porque la misma haba desapa- recido por la condena del primer niel. Vale decir, que la sentencia con- denatoria haca extinguir la prisin preentia y que por la calidad de sentenciado ya no tena derecho a la caducidad aunque la condena no estuiese en irme. 9
La excarcelacin y,o eximicin de prisin se puede dar en arios ca- sos, el mencionado precedentemente cuando se produce la caducidad de la prisin preentia, por el encimiento de los plazos de seis meses y de un ano, y, ademas en las hiptesis preistas en el artculo 11 del CPP igente que pre que cuando se trata de delitos sancionados con pena que no exceda de cinco anos, deben aplicarse los sustitutios de la pri- sin preentia, disponindose el arresto domiciliario, la obligacin de
8 Las reormas se encuentran publicadas en el RO No. 43 del 13 de enero de 2003, me- diante Ley 101 - 2003. 9 Se puede reisar el allo y los otos de discusin al interior del pleno, en la Gaceta Judicial Serie XVI, No. 14, del 9 de julio de 1999, p- 384- 3851. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 12
presentarse peridicamente al juez o tribunal, o ante la autoridad que se designe, o la prohibicin de salir del pas, de la localidad en la cual reside o el ambito territorial que ije el juez o tribunal. Si se tratare de un mujer embarazada y hasta 90 das despus del parto, debe sustituirse la prisin preentia por el arresto domiciliario, cualquiera que uese el delito im- putado. Ll mismo trato recibe el mayor de sesenta y cinco anos de edad.
Salo los casos de arresto domiciliario, la ausencia de posibilidades para rendir una ianza es un obstaculo para que se conceda la libertad, aunque en el nCPP se han preisto como sustitutios de la prisin pre- entia, la obligacin de presentarse peridicamente al juez, la prohibi- cin de salida del pas, de la localidad en la cual reside o del ambito terri- torial que ije el juez o tribunal. Ln la practica las medidas alternatias a la prisin preentia son poco conocidas y excepcionalmente utilizadas.
Anotamos como una seera contradiccin, lo que sigue: por razones humanitarias o por enermedad, no es actible el arresto domiciliario ,detencin,. Ls actible para los mayores de 65 anos de edad, y para la mujer en estado de embarazo y hasta noenta das despus del parto. Merece destacarse que la Constitucin Poltica pre en el artculo 24 ,aet aebiao roce.o ) en el numeral 3, que las leyes estableceran la debida proporcionalidad entre inracciones y sanciones. Determinara tambin sanciones alternatias, a las penas de priacin de la libertad, de con- ormidad con la naturaleza de cada caso, la personalidad del inractor y la reinsercin social del sentenciado`.
Ln el nCPP an no se han implementado las sanciones alternatias a las penas de priacin de la libertad sino los sustitutios de la prisin preentia, de manera que puede darse la paradoja de que un mayor de 65 anos se encuentre en arresto domiciliario mientras est bajo prisin preentia, pero para eectos del cumplimiento de la condena, ya no cabe el arresto domiciliario porque ya no se encuentra sometido a un auto de prisin preentia! Una propuesta de derecho penal humanita- rio, sin duda se contradice con este discurso de la realidad.
Procede tambin la excarcelacin cuando se rinde caucin como ianza, prenda o hipoteca, o carta de garanta otorgada por una institu- cin inanciera , Art. 14 nCPP,.
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Igualmente procede la excarcelacin si se concede con lugar la apela- cin del auto de prisin preentia, o al dictarse auto de sobreseimiento o sentencia absolutoria, o al declararse procedente el recurso de habeas corpus, o el de amparo de libertad judicial. linalmente se puede produ- cir de manera excepcional la eximicin de prisin en los casos de indulto de la pena, o de amnista por el delito.
A partir de la CPR del 11 de agosto de 1998, el abuso con la prisin preentia realmente se ha atemperado, y la tasa de presos sin condena que lleg a ser superior al 8 , se encuentra hoy por debajo del 0 . Conorme hemos maniestado, no puede exceder de los doce meses en los delitos mas graes o de seis meses en los menos graes, de conor- midad con el artculo 24, numeral 8 de la CPR, que si se aplica y es res- petado en todos los casos incluyendo los de narcotraico.
lemos podido acceder a la siguiente inormacin de la Direccin Nacional de Rehabilitacin Social: en julio del 2001 haba 8011 internos, de los cuales sin sentencia se encontraban 5619, esto es el 0 . Ln julio del 2003 existen 10068 internos, de los cuales 6643, esto es el 66 no tienen sentencia.
Desde 1998 hasta el 2000, por la aplicacin del artculo 24 de la Constitucin han recuperado la libertad 53 internos. No hay datos actualizados del 2000 al 2003.
Los presos sin condena NO tienen un rgimen dierente en la pri- sin, de aquel que tienen los condenados, aunque en teora y en el papel s, porque as lo dispone el Cdigo de Ljecucin de Penas y Rehabilita- cin Social en sus artculos 21, 22, 38 y 44. Ln la practica se los aloja con los condenados o con otros sindicados o imputados no condenados, por lo que realmente no existe tal rgimen dierente en prisin.
Si se imputa el tiempo de prisin preentia al de la pena cuando se llega a condena, el artculo 59 del Cdigo Penal dice: 1oda detencin, antes de que el allo est ejecutoriado, sera imputado a la duracin de la pena de priacin de la libertad, si dicha detencin ha sido ocasionada por la inraccin que se reprime`. Ll mismo precepto se encuentra pre- isto en el artculo 54 del Cdigo de Ljecucin de Penas y Rehabilita- cin Social.
Procesalmente se puede allanar una morada, cuando se cumplen los requisitos preistos en el en el CPP, a saber:
)?@5 6BU59 $3I4I59 La iienda de un habitante del Lcuador no puede ser allanada sino en los casos siguientes: 1.- Cuando se trata de aprehender a una persona contra la que se haya librado mandamiento de prisin preentia o se haya pronunciado sentencia condenatoria a pena priatia de libertad, 2.- Cuando se persiga a una persona que acaba de cometer un delito lagrante, 3.- Cuando se trata de impedir la consumacin de un delito que se esta cometiendo o de socorrer a las ctimas, y, 4.- Cuando el juez trate de recaudar la cosa sustrada o reclamada o los objetos que constituyen medios de prueba.
Ln los casos de allanamiento de domicilio de un tercero, se requerira auto del juez basado en indicios de que el prugo estuiere all, salo en los casos de los numerales 2 y 3.
Ln los casos de los numerales 2 y 3 no se requiere ormalidad alguna.
Para los eectos de este Captulo, se tendra por iienda a cualquier construccin o ediicacin de propiedad priada`.
Ls decir que se puede allanar un domicilio sin orden judicial preia en los casos extremos que la doctrina conoce como prestacin de auxi- lio en estado de necesidad ya mencionados, como cuando se trata de impedir la consumacin de un delito que se esta cometiendo o de soco- rrer a las ctimas. O cuando se persigue a una persona que acaba de cometer un delito lagrante.
)?@5 6BV59 )G@459 Ll allanamiento de la iienda del acusado o del sentenciado, en los casos determinados del numeral 4 del artculo ante- rior, sera autorizado por el juez mediante auto undamentado.
Para el allanamiento de la iienda de otras personas, es necesario que el auto tenga como antecedente presunciones graes respecto a que !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 15
el imputado o los objetos indicados en el numeral 4 del artculo prece- dente, se encuentran en ese lugar`.
)?@5 6BW59 71IF4O4FS2S1O@4 N1 DG1?459 Ll allanamiento se eec- tuara no obstante cualquier uero del habitante de la morada`.
La Polica puede detener en el caso de delito ragrante , puede hacer la detencin incluso quien no es Polica,. Ln cumplimiento de un auto de prisin preentia dictado por un juez penal, o para el cumplimiento de una condena impuesta por un juez penal o por un tribunal penal. Ln el artculo 163 del nCPP, se determina que ademas del caso de delito lagrante, cualquier persona puede aprehender , lo cual incluye a la Po- lica,:
1.- Al que ugue del establecimiento de Rehabilitacin Social en que se hallare cumpliendo su condena o detenido con auto de detencin o con auto de prisin preentia, y, 2.- Al imputado o acusado, en contra de quien se hubiere dictado or- den de prisin preentia, o al condenado que estuiese prugo.
Si el aprehensor uese una persona particular, pondra inmediatamen- te al aprehendido a rdenes de un agente de la Polica Judicial o de la Polica Nacional ,sic,.
De conormidad con el artculo 161 del nCPP, si se trata de un caso de delito ragrante, la persona debe ser puesta a rdenes del juez compe- tente dentro de las einticuatro horas posteriores , hay jueces de turno,. Ln los demas casos, debe hacerse conocer a la autoridad competente y ponerla a disposicin de la misma, de inmediato , C. Art. 166,.
Ll derecho de hacer llamadas telenicas o de comunicarse con pa- rientes o letrados, esta preista como una de las garantas del debido proceso. Ll artculo 24 de la Constitucin dice en el numeral 4: 1oda persona, al ser detenida, tendra derecho a conocer en orma clara las razones de su detencin, la identidad de la autoridad que la orden, la de los agentes que la llean a cabo y la de los responsables del respectio interrogatorio.
1ambin sera inormada de su derecho a permanecer en silencio, a solicitar la presencia de un abogado y a comunicarse con un amiliar o 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 16
con cualquier persona que indique`.Lsta garanta esta consignada igual- mente en el artculo 166 del nCPP.
La polica puede requisar legalmente las ropas del detenido. Ll artcu- lo 92 del nCPP conierte a la Polica en custodio de los estigios, obje- tos o instrumentos de la inraccin. Ll artculo 209 ibdem, en su nume- ral 6 expresa que corresponde a la Polica Judicial, preserar los esti- gios del delito y los elementos materiales de la inraccin, a in de que los peritos puedan reconocerlos y describirlos de acuerdo con la ley`. Ln la ropa podran haber estigios del delito.
La Polica puede reisar el interior de automotores sin orden judicial. 1omando como antecedente lo expresado, puede darse la posibilidad de la reisin de manera legtima, sin orden judicial preia en el caso por ejemplo, de delito lagrante. Ln los operatios anti delincuenciales se produce el registro no autorizado de automotores a pretexto de requisa de armas o bsqueda de estigios de drogas ilegales. Lste procedimiento no cuenta con orden judicial y es inconstitucional.
Un detenido en el Lcuador no puede ser incomunicado JAMS. De acuerdo con la constitucin igente, se determina en el artculo 24 como una de las garantas del debido proceso, en el numeral 6, que nadie podra ser incomunicado. Ll artculo 2 del nCPP recoge este mismo principio, estableciendo que en ningn caso y bajo ninguna circunstan- cia, nadie podra ser incomunicado, ni an con ines de inestigacin. Constitucional y procesalmente la incomunicacin esta prohibida en el Lcuador! No hay posibilidad constitucional ni procesal de incomunicar a un ciudadano. Ll artculo 3 nCPP expresamente determina que Ni el liscal, ni los inestigadores policiales, podran tomar contacto con el imputado, sin la presencia de su deensor`.
Como un reerente histrico recordamos que de acuerdo con la Constitucin Poltica de la Repblica del 11 de agosto de 1998 esta prohibida la incomunicacin, PLRO en la Constitucin Poltica anterior, codiicada al 13 de ebrero de 199, se preea en el artculo 22, numeral 19, letra h, la posibilidad legal de la incomunicacin hasta por 24 horas. La disposicin consignaba , Nadie sera priado de su libertad sino en irtud de orden escrita de autoridad competente, en los casos, por el tiempo y con las ormalidades prescritas por la ley, salo delito lagrante, en cuyo caso tampoco podra mantenrsele sin rmula de juicio por mas !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 17
de einticuatro horas. Ln cualquiera de los casos, no podra ser incomu- nicado por mas de einticuatro horas`.
Nosotros sostenemos que antes de ser indagado cualquier ciudadano, y cualquiera que uese el delito, se le debe permitir una conersacin con su letrado deensor o abogado de conianza, porque as lo impone una racional comprensin de lo que signiica la iniolabilidad del derecho de deensa y el respeto a la incoercibilidad del imputado, que debe estar asistido materialmente por su abogado deensor. Aceptar lo contrario dara paso al abuso, y la deensa sera meramente ormal.
La ley regula la interceptacin telenica, pues aunque la Constitu- cin consagra como uno de los derechos ciiles, en el artculo 23 el de- recho a la intimidad personal y amiliar. De acuerdo con el artculo 155 de la ley procesal penal, el juez penal puede autorizar por escrito al lis- cal la intercepcin y registro de conersaciones telenicas o de otro tipo, cuando lo considere indispensable para impedir la consumacin de un delito, o para comprobar la existencia de uno ya cometido, o la res- ponsabilidad de los partcipes. Sin duda, razones de poltica criminal en este caso, al igual que en los otros que se comentan, permiten una limi- tacin excepcional de determinadas garantas constitucionales
La cinta grabada debera ser conserada por el liscal, con la trans- cripcin suscrita por la persona que la escribi. Las personas encargadas de interceptar, grabar y transcribir la comunicacin tienen la obligacin de guardar secreto sobre su contenido, salo cuando se las llame a decla- rar en el juicio. Ll artculo 156 del nCPP, determina que el juez autorice al liscal para que haga el reconocimiento de las grabaciones menciona- das en el artculo anterior. Ll liscal puede ordenar la identiicacin de oces grabadas por personas que airmen poder reconocerlas, sin perjui- cio del reconocimiento por medios tcnicos o con interencin de peri- tos. Se pre la proteccin de la priacidad de terceros o del propio im- putado cuando la conersacin no sea conducente. Ll artculo 156 del nCPP ya citado, determina en el ltimo inciso que si los predichos do- cumentos tuieren alguna relacin con el objeto y sujetos del proceso, el liscal ordenara redactar las diligencias haciendo constar en ella la parte pertinente al proceso. Si no la tuiere, se limitara a dejar constancia en el acta, de la celebracin de la audiencia y ordenara la deolucin de los documentos al interesado.
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Ll artculo 158 del nCPP establece, que no se podra hacer uso proce- sal o extraprocesal de ninguna de las noticias que suministren los docu- mentos antes reeridos, si ersan sobre asuntos inconexos con el proce- so. Remitindose al Cdigo Penal la eentual sancin por iolacin de secreto.
No existe disposicin legal que limite o prohba la presentacin de otograas como medio de prueba documental. Ll artculo 156 del nCPP le da competencia al juez penal para que autorice al liscal el reco- nocimiento de otograas. No se requiere de autorizacin preia para tomar las otograas, que son presentadas regularmente en el proceso durante la instruccin iscal o en la etapa del juicio.
Ln el caso de la oz como se ha maniestado precedentemente, el juez autoriza al liscal la intercepcin y registro , C. Art. 155,. La identi- icacin de las oces grabadas es dispuesta por el liscal , c. Art. 156,. Si el registro de oz no ha sido autorizado por el juez carece de alor alguno, por disposicin de la propia constitucin , Art. 24 numeral 14, , y del nCPP ,Arts. 80- 83 y 90,.
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Ln cuanto al testimonio, la entreista no puede ser secreta, ya que por mandato constitucional no es legal una entreista secreta y en la entreista debe estar presente el deensor particular, pudiendo actuar subsidiariamente un deensor de oicio. , C. Art. 24 numeral 5, CPR ,. Ln nuestro sistema procesal la declaracin indagatoria es un medio de deensa, pues el artculo 143 del nCPP, dice que: Ll acusado no podra ser obligado a declarar en contra de s mismo, pero podra solicitar que se reciba su testimonio en la etapa del juicio, ante el tribunal penal. Su testimonio serira como medio de deensa y de prueba a su aor, pero de probarse la existencia del delito, la admisin de culpabilidad hecha en orma libre y oluntaria, dara al testimonio del acusado el alor de prue- ba contra l.
Si as lo solicitare de manera expresa el acusado, su testimonio podra presentarse bajo juramento.
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Ln todo caso, antes de comenzar la declaracin, se debe, comunicar detalladamente al acusado el acto que se le atribuye, un resumen de los elementos de prueba existentes y del tipo de inraccin que se le impu- ta`.
Ln el anterior CPP se denominaba declaracin indagatoria a la que renda el sindicado o indiciado en la etapa del sumario. Ln el nCPP se denomina ersin del imputado a la que se rinde en la etapa de la ins- truccin iscal, y testimonio del acusado a la declaracin que se rinde en la etapa del juicio. Ll primero se rinde ante el liscal penal o ante la Po- lica por delegacin del liscal, y el segundo se rinde ante el 1ribunal Penal en la etapa del juicio o de debate. 1cnicamente las declaraciones rendidas durante la instruccin iscal ,como la indagatoria,, no son pruebas. 1ienen la calidad de ersiones y son elementos de coniccin, salo los anticipos jurisdiccionales de prueba ,prueba de testigos, pre- isto en el artculo 216 numeral 4 del nCPP.
Ll anterior CPP permiti una peligrosa delegacin de acultades, del juez al personal subalterno de la judicatura que era el que tomaba en una buena cantidad de caso las indagatorias. Ln el nCPP la situacin ari en parte, pues legalmente puede el liscal delegar su competencia al agente policial para que recepte testimonios, entre los que se puede in- cluir el del imputado. Si el caso es importante, si se hace presente el lis- cal para receptar el testimonio.
Ll liscal debiera estar presente siempre en la recepcin de la ersin del imputado, al igual que su abogado deensor. No podemos airmar que esto se cumpla pues basta reisar las actas de dichas ersiones para comprobar la ausencia del liscal. Aunque se encuentra prohibida la tortura en la Constitucin y en el Cdigo de Procedimiento Penal, no es obligatoria o usual la reisin mdica del detenido antes de la indagato- ria, aunque en los casos mas importantes se hace presente una unidad de mdicos de la propia Polica Nacional o de la Cruz Roja, cuyo concurso es pedido por la propia Polica o por la iscala. Antes de su ingreso al centro carcelario, en el que a a permanecer bajo el rgimen de la prisin preentia, si se cumple con la reisin mdica a cargo del personal mdico de dicho centro carcelario que no es personal policial.
Ll Lcuador aprob la Conencin Contra la 1ortura y otros 1ratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, de las Naciones Unidas, el 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 20
25-agosto-198, publicada en el RO 26. lue ratiicada mediante Decre- to 396, publicado en el RO 894, del 16 -marzo- 1988 , y ue publicada mediante Acuerdo 000130, publicado en el RO 924, del 28- abril-1988.
Igualmente el Lcuador ha ratiicado la Conencin Interamericana para Preenir y Sancionar la 1ortura, publicada en RO 360, del 13 de enero del 2000.
Son recuentes las quejas por iolacin de garantas ciudadanas con ocasin de priaciones ilegales de la libertad y tambin por la perpetra- cin de actos de tortura. Ln la practica son excepcionales los casos en que se llegan a probar tales apremios ilegales o las torturas denuncia- das. 10
Aunque son pocas las denuncias que se presentan por tales hechos, se pueden reisar las publicaciones anuales de Amnista Internacional. Ln el ltimo inorme del ano 2003 de AMNIS1A IN1LRNACIO- NAL, en la parte correspondiente a Lcuador, dice el inorme:Mv;ere. , bovbre. aeaicaao. a ta aefev.a ae to. aerecbo. bvvavo. fverov avevaaao., bo.tiga ao. e ivtiviaaao.. .vvqve atgvva. avtoriaaae. .e rovvvciarov ev covtra ae ta er.ecvciv ae ta. covvviaaae. ae ga,., te.biava., bi.evate. , trav.evate., e.to. covtivvarov .vfrievao aetevciove. arbitraria., tortvra. , vato. trato.. o. vievbro. ae ta. fvera. ae .egvriaaa .o.ecbo.o. ae coveter riotaciove. ae aerecbo. bvvavo. .egvav .ievao ivre.tigaao. , ;vgaao. or tribvvate. ae otica qve vo erav ivaeev aievte. e ivarciate.. a tortvra , to. vato. trato. .igvierov racticavao.e ae vavera geveratiaaa. 11
Aunque no se ocupen especialmente de estos casos, en Lcuador hay organismos serios de Derechos lumanos que reciben tales denuncias, las procesan y exigen pblicamente resultados. Mencionamos como tales a la CLDlU , Comisin Lcumnica de Derechos lumanos, y a la ALDU ,Asociacin Latinoamericana de Derechos lumanos ,.
Ln Lcuador esta institucionalizada la deensora del pueblo, preista en el artculo 96 de la CPR, misma que pre, labra un Deensor del
10 Se puede consultar, en 1LMAS DL CILNCIAS PLNALLS, )HD4OI4 ;32X?3O4 !3I9 YG1HL imprenta Oset Graba, Guayaquil, Lcuador, 1996, p. 23- 252, el opsculo Crvica ae riotevcia, tortvra , vverte. avvvciaaa. ev cvaaor. 11 Para mayor conocimiento sugerimos reisar el Inorme Anual 2003 de AI, LDAI, Madrid, Lspana. ,www.edai.org, !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 21
Pueblo, con jurisdiccin nacional, para promoer y patrocinar el babea. corv. y la accin de amparo de las personas que lo requieran, deender y excitar la obserancia de los derechos undamentales que esta Constitu- cin garantiza, obserar la calidad de los sericios pblicos y ejercer las demas unciones que le asigne la ley`.
Ln el artculo 23 de la CPR como uno de los derechos ciiles se en- cuentra consignada en el numeral 2, la integridad personal, prohibindo- se las penas crueles, las torturas, todo procedimiento inhumano, degra- dante o que implique iolencia sica, psicolgica, sexual o coaccin mo- ral. Las acciones y penas por genocidio, tortura, desaparicin orzada de personas, secuestro y homicidio por razones polticas o de conciencia son imprescriptibles. Lstos delitos no son susceptibles de indulto o am- nista, y en estos casos ni la obediencia debida ni las rdenes superiores eximen de responsabilidad. Puede construirse la idea de que la deensor- a del pueblo esta legitimada para denunciar casos de tortura, por tratar- se de iolaciones de derechos undamentales.
No hay muchos uncionarios policiales condenados por torturas o apremios. Lsto ha ocurrido excepcionalmente, como en el denominado caso de los hermanos Restrepo`, en que por la desaparicin de los menores cuyos cuerpos jamas ueron encontrados, se sancion con pe- nas priatias de la libertad a oiciales superiores de la Polica Nacional, incluyendo a un Comandante que se ug del centro en que cumpla la condena. Lste hecho ue caliicado como un crimen de Lstado` y el Lcuador debi pagar una indemnizacin de dos millones de dlares a los deudos de las ctimas. Amnista Internacional destac mucho el caso en arias publicaciones anuales.
Otro hecho es el de la proesora Consuelo Benaides, ejecutada en la proincia de Lsmeraldas por elementos de la Marina de Guerra del Lcuador en aparentes operatios contrainsurgencia. Se descubri el crimen y se detuo a algunos implicados en tanto que otros ugaron. la existido sancin para algunos por un acto considerado igualmente como crimen de Lstado`, y se negoci una indemnizacin con los deudos de la ctima
Otro caso importante y reciente es el de un ciudadano de apellido BAQUL en la proincia de Manab en que miembros de la Polica Na- cional ejecutaron sumariamente a algunas personas sobreiiendo Ba- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 22
que. Se le ha dado proteccin en un recinto militar pero persisten las amenazas contra Baque y sus amiliares. Ll 1ribunal Penal en el primer niel dict sentencias condenatorias por homicidio caliicado en contra de los responsables identiicados.
Podemos airmar que la jurisprudencia ecuatoriana ha desestimado las pruebas que presumiblemente han tenido origen en apremios, malos tratos o torturas. La Corte Suprema ha sido celosa en el cumplimiento de las garantas constitucionales propias de un Lstado de Derecho. Ln un caso muy publicitado conocido como los del Putumayo` en que se sancion a siete humildes campesinos de la amazona ecuatoriana, por el asalto de una patrulla militar en que resultaron muertos eectios militares, en el primer niel, se los lle a juicio y se los conden como presuntos guerrilleros responsables de las muertes a penas de hasta doce anos de reclusin mayor extraordinaria por un 1ribunal Penal, el 15 de ebrero de 1996. La Primera Sala Penal de la Corte Suprema al resoler un recurso de casacin, reoc la condena, y considerando que haban sido objeto de actos de tortura en sede policial, segn as se comprob con la experticia mdico orense, cas la sentencia del primer niel dis- poniendo la libertad, mediante allo del 28 de agosto de 1996. 12
Se han inestigado casos de esta naturaleza, de manera excepcional y gracias a la presin de algunos medios de comunicacin y en el caso de los hermanos Restrepo`, hubo una gran preocupacin de ONG ,Orga- nizaciones No Gubernamentales, denunciando el tema inclusie a niel internacional, como a la Comisin Interamericana de Derechos luma- nos y a la Corte Interamericana de Derecho lumanos, cuyas resolucio- nes ueron adersas al Lstado ecuatoriano.
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Con las reormas del 13 de enero de 2003 al nCPP, se ha reestableci- do el derecho de la ctima o de sus representantes a ser parte procesal como querellante. Ln el anteproyecto de nueo Cdigo de Procedimien- to Penal que remitiera la CLD de Quito al l. Congreso Nacional, se encontraba preista la acusacin particular en el Captulo IV, artculo 55
12 . Se puede reisar allo en la Gaceta Judicial, serie XVI, No. 6, mayo-agosto 1996, p.1538- 1543. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 23
y siguientes del documento 13 . Lste derecho no se reconoci en el nCPP de plena igencia a partir del 13 de julio del 2001 en el que se permita presentar la acusacin particular una ez que haba concluido la instruc- cin iscal con lo cual se haba establecido una situacin de desigualdad ante la ley, que iolaba incluso el principio de la igualdad de todos ante la ley, que es una garanta constitucional. 14 loy se ha superado tal grae contradiccin. pues se permite ejercer este derecho en cualquier mo- mento y a partir del inicio de la instruccin iscal.
La ctima es coadyuante y al mismo tiempo independiente, estando acultada para solicitar actos de inestigacin e incorporar documentos, pues de acuerdo con el artculo 222' de las reormas del 13 de enero de 2003, puede solicitar actos relacionados con la materialidad de la inrac- cin, as como con la participacin del imputado. Ln la etapa del juicio tiene derecho a solicitar pruebas si es parte procesal mediante la acusa- cin particular oportunamente deducida. Puede ser una interesante pro- puesta de reorma, permitirle la participacin en la etapa del juicio, pre- sentando acusacin particular en ese momento procesal, aunque no lo hubiese hecho durante la instruccin iscal pues de esa manera se estara reconociendo de manera plena, el derecho de la ctima a ser parte pro- cesal en el momento en que lo considere oportuno. No encontramos razones que deslegitimen esta razonable propuesta.
Con el sistema igente, tiene el derecho a ser parte procesal actia contingente y subsidiaria del Ministerio Pblico. Durante la etapa de instruccin iscal puede presentar testigos, documentos, participar en el reconocimiento de las huellas y estigios de la inraccin. Puede interro- gar a los testigos y peritos, y al imputado.
1iene derecho a participar en la etapa intermedia y en el desarrollo de la audiencia preliminar.
1iene igualmente derecho a preparar y a presentar pruebas de mane- ra oral y pblica, as como a contradecirlas, y a interenir en la etapa del juicio ante el 1ribunal Penal. Puede impulsar la accin aunque el Minis-
13 Se puede consultar el documento publicado por la Corporacin Latinoamericana para el Desarrollo, con el auspicio de la USAID, en Quito, 2000, en 12 paginas, compilado por $?SI@ZS3O =3Z324ON1 ,3H3?[35 14 Ll artculo 23 numeral 3, de la Constitucin Poltica, garantiza la igualdad ante la ley. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 24
terio Pblico no lo haga, pudiendo ejercer el derecho de impugnacin a tras de la apelacin, de la nulidad y de la casacin.
1iene derecho a pedir la reparacin en sede penal siempre que haya presentado acusacin particular. De acuerdo con el artculo 309 del nCPP uno de los requisitos de la sentencia condenatoria, es la condena a pagar los danos y perjuicios ocasionados por la inraccin. 1iene en consecuencia ormalmente el caracter de sancin.
Ln el artculo 31 del mismo Cdigo se encuentra senalada la compe- tencia en los juicios de indemnizacin, de manera que si la inraccin es de accin penal pblica sera competente el Presidente del 1ribunal Pe- nal que dicte sentencia condenatoria, que declara con lugar incluso la acusacin particular. Si el que reclama la indemnizacin no propuso acusacin particular, la accin por danos y perjuicios deriados del delito debe proponerse ante un juez ciil.
Si la inraccin es de accin priada, la competencia le corresponde al juez penal que dict la sentencia de condena.
Ln los casos de uero, el competente es el Presidente de la Corte res- pectia.
lay otros procedimientos en que como medida de aseguramiento preentio puede disponerse priacin de libertad, como en los casos de materia migratoria, impositia, etc. Ln los procedimientos migratorios se produce la priacin de la libertad por parte de la Polica de migra- cin, actuando como juez para la deportacin un Intendente de Polica que resuele de manera sumaria y con una limitada posibilidad de deen- sa. Ln materia impositia si se trata de un delito iscal existe un proce- dimiento especial a cargo de un liscal, y de un juez iscal de aduanas, existiendo las instancias superiores de control y de reclamo. Se puede dictar como medida de aseguramiento personal un auto de prisin pre- entia siguiendo las normas del procedimiento penal comn. Puede ser titular de la denuncia en algunos casos el Sericio de Rentas Internas, como en el no pago del IVA ,Impuesto al Valor Agregado, y se pueden dictar igualmente medidas de aseguramiento por parte de un juez. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 25
Ln el caso de un ciudadano extranjero, puede ser expulsado del pas sin recurso judicial. No obstante las garantas constitucionales propias de un Lstado de Derecho, el procedimiento contra un extranjero para la expulsin es bree y sumario, por lo que no llega a hacerse eectio un recurso judicial.
Ll procedimiento por contraenciones es igualmente de excepcin, pues no existe una erdadera instruccin. Los jueces competentes an no se han designado no obstante estar preista su creacin en el nCPP, en el artculo 1, numeral , como uno de los rganos de la jurisdiccin penal. A partir del artculo 390 se estructura la competencia de los jueces de contraencin que an no se nombran, que resuelen en instancia nica y sin recurso alguno. Ll procedimiento es sui gneris con la cita- cin al presunto contraentor, pudiendo ordenarse su arresto por re- belda. Se pueden juzgar de oicio o a instancia de un acusador particu- lar, pudiendo haber un plazo de prueba de seis das. Puede terminar el juzgamiento mediante transaccin o por desistimiento, cuando se reie- ran a la propiedad, a la honra de las personas o a lesiones que no exce- dan de tres das de duracin.
Pueden imponerse limitaciones a la libertad, con pocas o ninguna ga- ranta. Se puede producir el arresto por rebelda , Art. 396 del nCPP,. Ln caso de sentencia condenatoria puede darse una pena priatia de la libertad maxima de siete das, y se puede producir la aprehensin de una persona sorprendida en la comisin de una contraencin, para ser lle- ada ante el juez competente para el juzgamiento , Art. 406 del nCPP,. Ln teora esta garantizado el derecho de deensa con las limitaciones propias de este tipo de procesamiento.
Un caso especial es el de la competencia penal en sede militar. Cons- titucionalmente esta garantizado el derecho de todo ciudadano a ser juzgado por su juez natural, establecindose en el artculo 24 numeral 11, que ninguna persona sera distrada de su juez competente ni juzgada por tribunales de excepcin o por comisiones especiales que se creen para el eecto. Se puede airmar sin duda alguna que la justicia militar no tiene competencia instructoria sobre no militares. No obstante hay que reconocer que en el Lcuador no se ha derogado an la Ley de Seguridad Nacional que es un estatuto de excepcin que otorga competencia a los tribunales militares para juzgar a ciudadanos ciiles. 1al competencia es inconstitucional e impropia de un Lstado de Derecho. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 26
Los jueces militares pueden actuar de manera excepcional en contra de ciudadanos ciiles, cuando se declara un estado de emergencia consti- tucionalmente reglado, y con estrictas medidas de control de tal situa- cin.
Ln lo que tiene que er con el procedimiento penal en contra de miembros de la uerza pblica como son los militares o los policas, en teora tienen garantizado el derecho de deensa. Si se permite la deensa tcnica. Pero el procedimiento penal militar y policial son inconstitucio- nales pues la Constitucin Poltica de la Repblica establece el principio de la uniormidad procesal y a pesar de haber transcurrido mas de cua- tro anos no se ha cumplido con tal uniormidad, pues los jueces milita- res y policiales son los instructores y el Ministerio Pblico es en tales sedes inexistente, pues existen de nombre sin ser titulares de la accin penal desconociendo la igencia del sistema acusatorio oral en sede mili- tar y policial, as como los principios constitucionales de la oralidad, publicidad, contradiccin, continuidad, concentracin e inmediacin. No obstante el artculo 194 de la Constitucin Poltica dice que la sus- tanciacin de los procesos, que incluye la presentacin y contradiccin de las pruebas, se lleara a cabo mediante el sistema oral, de acuerdo con los principios: dispositio, de concentracin e inmediacin.
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La Constitucin Poltica del Lcuador, le otorga al Ministerio Pblico la responsabilidad de elar por la proteccin de las ctimas, testigos y otros participantes en el juicio penal ,Cr. Art. 219 ,. Ll Presidente de la Repblica Gustao Noboa Bejarano, mediante Decreto 3112, publicado en el RO 61, del 26 de septiembre de 2002, dict un Reglamento del Programa de Proteccin y Asistencia a Vctimas, 1estigos y demas parti- cipantes en el Proceso Penal.
Ll antecedente para este Reglamento se encuentra tambin en la Ley Organica del Ministerio Pblico, que en su artculo 3 literal j,, establece como deberes y atribuciones de los ministros iscales distritales, elar por la proteccin de las ctimas, testigos y otros participantes en el pro- ceso penal. Ln el artculo 33 de la citada ley, se dispone la creacin bajo la direccin y coordinacin de la liscala General, el programa de pro- teccin a testigos, ctimas y demas participantes en el proceso, y un- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 27
cionarios de la iscala, lo cual incluye a su cnyuge y parientes hasta el cuarto grado de consaguinidad y segundo de ainidad, cuando se en- cuentren en riesgo sus idas o integridad personales, por causa o con ocasin de la interencin en procesos penales.
Ln el artculo 1, literal d, se dispone el ingreso inmediato al progra- ma de proteccin citado, de quienes se encuentren en peligro en las condiciones antes mencionadas. As tambin lo pre el Reglamento Organico luncional del Ministerio Pblico. Ll Cdigo de Procedimien- to Penal, artculo 69, numeral sexto reconoce el derecho de la ctima a que se proteja su persona y su intimidad, y a exigir que la Polica, el lis- cal, el juez y el tribunal, adopten para ello los arbitrios necesarios ,sic,.
Igualmente en el Cdigo de Procedimiento Penal, en el artculo 118 se establece la proteccin a testigos, maniestandose que los testigos tendran derecho a la proteccin del Ministerio Pblico para que se ga- rantice su integridad personal, su comparecencia al juicio y la idelidad de su testimonio.
Sobre este tema, obiamente hay una estricta resera, obedeciendo los principios de conidencialidad.
Ll antecedente a esta propuesta protectia a aor de testigos puede encontrarse en el Cdigo de Ljecucin de Penas, desde el ano 1982. Ln erdad ue una propuesta terica sin un real desarrollo operatio, y con una muy limitada y excepcional aplicacin.
Aunque el marco normatio del programa de proteccin es suma- mente amplio, en el tema especico de las ctimas de delitos sexuales debe expresamente determinarse, que en caso de delitos sexuales los peritos reconocedores de las huellas y estigios, deben ser mujeres, para eitar un proceso de ictimizacin mltiple. No conocemos si ya esta uncionando la asistencia y apoyo socio econmico, psicolgico y mdi- co, as como otras medidas para el entorno amiliar preistas en el art- culo 3, numeral 6, del Reglamento del Programa de Proteccin y Asis- tencia a Vctimas, 1estigos y demas participantes en el Proceso Penal.
Ln el artculo 95 del nCPP esta preisto el derecho de la ctima mu- jer para exigir que en caso de examenes corporales quienes acten como peritos sean personas de su mismo sexo. Creemos que es preerible que 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 28
tal exigencia se encuentre preista imperatiamente, pues como derecho es de dicil o inexistente cumplimiento incluso, por el propio descono- cimiento de la ctima del derecho que le asiste.
Ln el artculo 255 del nCPP se ha preisto la resera de la audiencia de juzgamiento, en el caso de los delitos sexuales.
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La Constitucin Poltica del Lcuador en el artculo 11 numeral 20, le concede competencia al Presidente de la Repblica para indultar, re- bajar o conmutar las penas, de acuerdo con una denominada Ley de Gracia 15 , de antigua data que permite perdonar, conmutar o rebajar las penas impuestas por sentencia judicial, con un procedimiento engorroso y burocratizado.
De acuerdo con el artculo 130 numeral 15 de la Constitucin Polti- ca, en el caso de los procesados, se pueden acoger a amnistas generales, inocando la calidad de delitos polticos, los mismos que son caliicados por el Congreso Nacional y cuya resolucin debe tomarse con el oto aorable de las dos terceras partes de sus integrantes. Igualmente los procesados se pueden acoger al indulto por delitos comunes con la misma otacin. Ln ambos casos se inocan razones humanitarias. Se prohbe el indulto o amnista cuando se trata de delitos cometidos contra la administracin pblica, y en las acciones y penas por genoci- dio, tortura, desaparicin orzada de personas, secuestro y homicidio por razones polticas o de conciencia, preistos en el artculo 23, nume- ral 2 de la misma Constitucin.
Los lmites no los ha establecido la jurisprudencia sino la propia Constitucin.
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Las actuaciones que se cumplen en la etapa de instruccin iscal, no tienen otro alor que el inestigacin, solamente los denominados anti-
15 Se encuentra publicada en el RO 183 del 30 de septiembre de 196, contenida en siete artculos y una disposicin inal. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 29
cipos jurisdiccionales de prueba, preistos en el nCPP de manera excep- cional y en tratandose de la prueba de testigos, pueden aler en la etapa del juicio que corresponde al plenario. Ll artculo 216 , en su numeral 4, le permite al iscal solicitar al juez que con las solemnidades y ormalida- des preistas en el Captulo de la prueba testimonial, reciba el testimonio de quien se encuentre imposibilitado de concurrir cuando procesalmen- te le corresponda.
Ninguna otra prueba puede ser practicada durante la instruccin is- cal, pues en orma reiterada el nCPP dice que las diligencias inestigati- as actuadas por el Ministerio Pblico, con la cooperacin de la Polica Judicial constituiran elementos de coniccin y seriran para que el lis- cal sustente sus actuaciones ,Art. 214,. Ln el mismo Cdigo se senala que la prueba debe presentarse en la etapa del juicio y ante el 1ribunal Penal. 16
Solamente si se trata de anticipos jurisdiccionales de prueba de testi- gos, estos tienen alor de prueba en la etapa del juicio. Lste es un caso de excepcin que puede presentarse cuando el testigo, por ejemplo se encuentre aectado de una enermedad terminal que limite sus expecta- tias de ida o en el caso del testigo que tiene su lugar de residencia en el exterior, y no sabemos si estara disponible para el momento de la au- diencia del juicio. No existe ninguna otra posibilidad. Ll artculo 9 del nCPP expresamente dice, Las pruebas deben ser producidas en el jui- cio, ante los tribunales penales correspondientes, salo el caso de las pruebas testimoniales urgentes, que seran practicadas por los jueces penales.
Las inestigaciones y pericias practicadas durante la instruccin iscal alcanzaran el alor de prueba una ez que sean presentadas y aloradas en la etapa del juicio`.
Ln el eento de que el testigo se encontrare presente en el Lcuador en el momento en que debe desarrollarse la audiencia del juicio, debe ser conocado para que la prueba testimonial sea recibida por el propio 1ribunal Penal, que es el 1ribunal de sentencia.
16 Ver artculos 250, 252, 286, 291, 29, 30 numeral 2, y 309 numeral 2. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 30
Ll Cdigo de Procedimiento Penal igente no permite la incorpora- cin de testimonios y peritajes por simple lectura, salo el caso excep- cional de la prueba de testigos que no se puede producir en la audiencia y debate del 1ribunal Penal en la etapa del juicio. lay que recordar que el artculo 24 numeral 1 de la Constitucin Poltica, establece como uno de los principios del debido proceso, el derecho a ser juzgado de acuer- do con la ley preexistente al hecho, la misma que prohbe la incorpora- cin de prueba mediante simple lectura segn se aprecia de su articula- do, y que en el numeral 14 del mismo artculo 24, dice que las pruebas obtenidas o actuadas con iolacin de la Constitucin o la ley, no tendran alidez alguna`. Sumemos a lo dicho que las pruebas deben ser rendidas oralmente, que el propio numeral 15 del mismo artculo 24, dice que en cualquier clase de procedimiento, los testigos y peritos estaran obligados a comparecer ante el juez y a responder al interrogato- rio respectio...` con lo cual se consagra el derecho al contradictorio.
Ln el procedimiento penal comn, plenamente igente desde el 13 de julio de 2001, no es ni recuente ni posible la presentacin de la prueba mediante simple lectura o con el recurso de ratiicarla y reprodu- cirla en el momento de la audiencia, como lo permita el anterior Cdigo de Procedimiento Penal de 1983. Ln procedimientos inconstitucionales como los militares y policiales que siguen igentes, se incorporan prue- bas mediante simple lectura.
No hay en el Lcuador un adecuado desarrollo doctrinario sobre la responsabilidad penal de las personas jurdicas, con el argumento discu- tible de que no tienen conciencia y oluntad y que por ende no pueden recibir una sancin penal. Ll error reside en creer que la nica sancin penal es la priatia del derecho a la libertad, cuando existen otras medi- das penales, como las del decomiso, la multa, la suspensin temporal o deinitia de las actiidades de comercio, la clausura, etc. Una ez que en el Lcuador se han tipiicado los delitos ecolgicos como delitos contra el medio ambiente 17 , es posible llear a juicio a una persona jurdica debiendo rendir la indagatoria , testimonio del imputado , el represen-
17 Publicados mediante Ley 99-49, en RO 2, del 25 de enero del 2000. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 31
tante legal de dicha persona jurdica, que debe responder indiidualmen- te rente a una pena priatia del derecho a la libertad. 18
Ls un gran aporte doctrinario la posicin del pro. Santiago Mir Puig, con respecto a lo que llama la tercera a`, pues aunque mantiene su posicin de inaplicabilidad de penas a las personas jurdicas, por no ser capaces de culpabilidad, sugiere la necesidad de aplicar medidas de segu- ridad peculiares con rasgos propios de las penas, como pre el Cdigo Penal espanol igente, ante la necesidad social de preenir y sancionar los hechos delictios cometidos en el seno de las personas jurdicas. 19
Ll Ministerio liscal no puede disponer de la accin penal en el nCPP. Como sabemos, la disponibilidad de la accin penal bien puede ocurrir mediante una aplicacin racional e inteligente del principio de oportunidad, como estaba preisto en el anteproyecto de Cdigo de Procedimiento Penal del ano 1992 elaborado por la Corte Suprema de Justicia de Lcuador. Ln el artculo 34 estaba preista la discrecionalidad del ejercicio de la accin penal, y en el artculo 35, sus eectos que se traduca en la extincin del proceso a aor del imputado en cuyo aor se decide. 20
No obstante lo dicho hay la posibilidad de la desestimacin en el artculo 38 del nCPP, que signiica que el liscal debe solicitar al juez mediante auto debidamente undado el archio de la denuncia cuando sea maniiesto que el acto no constituye delito, o cuando existe algn obstaculo para el desarrollo del proceso, como en los casos denomina- dos de re;vaiciatiaaa al ejercicio de la accin penal. Pero aqu realmente no hay delito y por ende no existe objeto jurdico para una accin penal,
18 Ll anteproyecto de nueo Cdigo Penal para Lcuador de nuestra autora, que desde 199 se encuentra en el Congreso de la Repblica, en el que constan los delitos ecolgicos, pue- de ser reisado ntegramente en nuestra pagina \eb, cuyo acceso es : www.alonsozambrano.com 19 Cr., en RLVIS1A LLLC1RNICA DL CILNCIA PLNAL \ CRIMINOLOGA, 06- 2004 , edicin abierta,, &3O@S3^4 <S? !GS^, con el artculo |va 1ercera ra ev vateria ae re. ov.abitiaaa ae ta. er.ova. ;vraica.. 20 Se puede reisar el anteproyecto de la Corte Suprema de Justicia, en la obra de Q3H@1? ,G1??1?4 RST3OF4L LL SIS1LMA ACUSA1ORIO ORAL, Pudeleco, editores S.A., Qui- to, 1998,p.22 - 336. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 32
o nos encontramos rente a un impedimento insuperable e insubsanable por lo menos temporalmente.
Debe agregarse que existe en el nCPP la llamada covrer.iv ae ta acciv evat, preista en el artculo 3, que determina que las acciones por deli- tos de accin penal pblica pueden transormarse en acciones priadas, a pedido del oendido o de su representante, siempre que el liscal lo autorice, cuando considere que no existe un inters pblico graemente comprometido, en delitos contra la propiedad, y en delitos de instancia particular.
lay un seero cuestionamiento al tema de la conersin por la discu- tible idoneidad del mecanismo que permite la liberacin de implicados en robos agraados, por lo que en la practica se encuentra discutida su legitimidad. Ll pro. Jorge L. Zaala Baquerizo, hace seeros cuestio- namientos, a lo que el denomina conersin del procedimiento`. 21
Ln cuanto a la inimputabilidad, esta se puede reconocer en la etapa de instruccin iscal. No hay impedimento alguno para que as ocurra. Ll artculo 219 del nCPP, expresa que si el imputado mostrare snto- mas de enermedad mental, el liscal ordenara el inmediato reconoci- miento, para cuyo in nombrara y posesionara a dos mdicos psiquia- tras, quienes presentaran su inorme por escrito, en el plazo que deter- mine el liscal, mientras tanto no se le recibira su declaracin.
Si el inorme pericial establece que la enermedad mental es transito- ria, el liscal postergara la recepcin de la ersin hasta el restablecimien- to del imputado y proseguira la substanciacin de la instruccin.
Si el inorme establece que la enermedad mental es permanente, el liscal remitira un inorme al juez junto con la documentacin respectia a in de que ordene el internamiento preisto en el Cdigo Penal. De ser del caso, el liscal continuara con la etapa de la instruccin`.
Ll internamiento se produce en instituciones pblicas con las limita- ciones que las mismas tienen, por lo que se muestran resistentes a darles alojamiento. loy en da han desaparecido irtualmente las clnicas o
21 Se puede consultar, el 1RA1ADO DL DLRLClO PROCLSAL PLNAL, 1omo II, editorial Ldino, 2004, p. 64 - 8, del erudito proesor ecuatoriano. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 33
establecimientos priados que antano existieron, y que tenan costos de dicil acceso.
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Lcuador tena igente un Cdigo de menores que se inspiraba en la aoctriva ae ta .itvaciv irregvtar, no obstante que haba ratiicado la Con- encin sobre los Derechos del Nino, que se inscribe en la doctrina de la proteccin integral, segn publicacin en el RO 31, del 22 de sep- tiembre de 1992. Recientemente y con Ley 2002-100, publicada en el RO 3 del 3 de enero de 2003, se dict el Cdigo de la Ninez y la Ado- lescencia, que sigue las nueas propuestas de la doctrina de la proteccin integral y pretende respetar a ninos y adolescentes como sujetos de de- rechos, y no como objetos del proceso.
Ln el artculo inal del nueo Cdigo se estableci su plena igencia, despus de ciento ochenta das de su publicacin en el Registro Oicial, es decir a partir del 3 de julio del ano 2003, por lo que se trata de un modelo an no trabajado sino en el marco terico. Ls erdad que a par- tir del nueo Cdigo, los ninos y adolescentes deben ser sometidos a un procedimiento instructorio dierente.
Ll tiempo preisto para la implementacin total del nueo modelo es de dieciocho meses, por la serie de instituciones como la Comisin Na- cional y las Comisiones Cantonales de la ninez y adolescencia que de- ben crearse. Ls prematuro establecer por de pronto un pronstico de lo que aya a ocurrir. Ln el marco terico se busca crear un modelo de justicia penal juenil, similar al de Costa Rica, con polica, jueces , isca- les, deensores, y cortes especializadas en el tratamiento de ninos y ado- lescentes inractores, a quienes se les reconocen todas las garantas cons- titucionales del debido proceso y un trato preerencial por mandato constitucional que considera sus derechos prealentes, PLRO sin un estudio de actibilidad preio, no sabemos siquiera cuanto podra costar realmente este nueo modelo.
No se pueden procesar a ninos y adolescentes, y a adultos en una misma causa. Deben ser procesados en dierentes causas y ante dieren- tes judicaturas. Ll artculo 40 del Cdigo Penal determina la inimputabi- lidad por minora de edad, expresando: Las personas que no hayan 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 34
cumplido dieciocho anos de edad estaran sujetas al Cdigo de Meno- res`. De acuerdo con el artculo 256 del Cdigo de la Ninez y Adoles- cencia del 2003, hay la propuesta de una Justicia especializada de la Ni- nez y Adolescencia, cuya gestin debe inspirarse en los principios de humanidad en la aplicacin del derecho, priorizacin de la equidad por sobre la ritualidad del enjuiciamiento, legalidad, independencia, gratui- dad, moralidad, celeridad y eiciencia.
1ericamente y de acuerdo con el nueo Cdigo de la Ninez y Ado- lescencia del 2003, se da paso a un uero especial de menores tanto de las ctimas como de los inractores. La Constitucin Poltica de la Re- pblica en el Captulo IV, se reiere a los Derechos Lconmicos, Socia- les y Culturales, y entre estos derechos de nuea generacin en la sec- cin 5ta., se reiere a los grupos ulnerables entre los que se menciona a los ninos y adolescentes. Ln el artculo 48 de esta seccin se reconoce el principio del inters superior de los ninos y de que sus derechos prea- leceran sobre los de los demas. Ll artculo 259 del Cdigo de la Ninez y Adolescencia insiste en el tema de la justicia especializada.
Se han creado salas especializadas en el niel de Cortes Superiores para el tema de menores y existen las Salas Penales de la Corte Suprema de Justicia para resoler la casacin, tambin preista como recurso para la ninez y adolescencia. Se les garantiza el derecho de deensa incluso en mayor medida que si se tratase de un delincuente adulto.
Ln Lcuador nos encontramos rente a un modelo por armar`, en el que se insiste mucho en las garantas del debido proceso , estableciendo el artculo 25 del nueo Cdigo del 2003, que en todo procedimiento judicial que se sustancie con arreglo al Cdigo se asegurara la iniolabili- dad de la deensa, la contradiccin, la impugnacin, la inmediacin, el derecho a ser odo y las demas garantas del debido proceso, como el derecho de babea. corv..
Ln teora se puede airmar que se tiende a proteger el derecho de de- ensa de ninos y adolescentes, incluso en mayor medida que los adultos como cuando se dispone respetar el derecho a la intimidad y a la integri- dad sica y emocional del nino, nina o adolescente. Lamentablemente como expresamos precedentemente, no existe un estudio de actibilidad que permita aproximarnos a los costos reales que debe demandar una empresa de tal magnitud, como es la relacionada con una justicia espe- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 35
cializada para ninos y adolescentes, que incluye polica, iscala y deen- sora pblica igualmente especializadas.
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Con las reormas del 13 de enero de 2003 al nCPP, se ha reestableci- do el derecho de la ctima o de sus representantes a ser parte procesal como querellante. Ln el avtero,ecto de nueo Cdigo de Procedimiento Penal que remitiera la CLD de Quito al l. Congreso Nacional, se en- contraba preista la acusacin particular en el Captulo IV, artculo 55 y siguientes del documento. Lste derecho no se reconoci en el nCPP de plena igencia a partir del 13 de julio de 2001 en el que se permita pre- sentar la acusacin particular una ez que haba concluido la instruccin iscal con lo cual se haba establecido una situacin de desigualdad ante la ley, hoy superada, pues se permite ejercer este derecho en cualquier momento y a partir del inicio de la instruccin iscal.
La ctima tiene derecho a ser parte procesal actia contingente y subsidiaria del Ministerio Pblico. Durante la etapa de instruccin iscal puede presentar testigos, documentos, participar en el reconocimiento de las huellas y estigios de la inraccin. Puede interrogar a los testigos y peritos, y al imputado.
1iene derecho a participar en la etapa intermedia y en el desarrollo de la audiencia preliminar.
1iene derecho a preparar y a presentar pruebas de manera oral y pblica, as como a contradecirlas, y a interenir en la etapa del juicio ante el 1ribunal Penal. Puede impulsar la accin aunque el Ministerio Pblico no lo haga, pudiendo ejercer el derecho de impugnacin a tras de la apelacin, de la nulidad y de la casacin.
1iene igualmente derecho a pedir la reparacin en sede penal siempre que haya presentado acusacin particular. De acuerdo con el artculo 309 del nCPP uno de los requisitos de la sentencia condenatoria, es la condena a pagar los danos y perjuicios ocasionados por la inraccin. 1iene en consecuencia ormalmente el caracter de sancin. Ln el artcu- lo 31 del mismo Cdigo se encuentra senalada la competencia en los juicios de indemnizacin, de manera que si la inraccin es de accin 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 36
penal pblica sera competente el Presidente del 1ribunal Penal que dicte sentencia condenatoria, que declara con lugar incluso la acusacin parti- cular. Si el que reclama la indemnizacin no propuso acusacin particu- lar, la accin por danos y perjuicios deriados del delito debe proponer- se ante un juez ciil.
Si la inraccin es de accin priada, la competencia le corresponde al juez penal que dict la sentencia de condena.
Ln los casos de uero, el competente es el Presidente de la Corte res- pectia.
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Ln el Cdigo Penal ecuatoriano superien tipos penales de peligro ,real o presunto, como la agancia y la mendicidad, con lo cual se esta criminalizando la pobreza. Se reputan como delitos la ruianera, ormas de homosexualismo, tenencia de armas, de ganzas, etc., con lo cual se entroniza un derecho penal de autor y no de acto, penalizando conduc- tas de mero peligro o sin resultado alguno. Se han creado delitos de pe- ligro abstracto y se sanciona la supuesta peligrosidad del autor, dandose paso a un derecho penal de animo o de tendencia 22 . La homosexualidad como tal no esta penalizada como delito, salo que se trate de un caso de iolacin.
A mas de lo dicho, hay que agregar que a propsito del incremento de la criminalidad se hacen inconstitucionales redadas policiales y en ocasiones militares, en que se pria de la libertad a ciudadanos humildes o subempleados porque no portan sus documentos de identiicacin personal. Ln ocasiones se detiene a personas porque registran antece- dentes personales en dependencias policiales, no obstante que la deno- minada habitualidad al hurto preista en el segundo inciso del artculo 54 del Cdigo Penal, ue declarada inconstitucional, mediante resolu- cin del 1ribunal de Garantas Constitucionales, del 4 de ebrero de 198, publicada en el RO 632, del 24 de ebrero de 198. Ll derecho de
22 Ver, PRC1ICA PLNAL, 1omo V, )HD4OI4 ;32X?3O4 !3IYG1H, Ldino 1995, Guaya- quil, Lcuador, en el que consta nuestro anteproyecto de nueo Cdigo Penal para Lcua- dor, p. 133- 248., en cuya exposicin de motios criticamos esos estados peligrosos y los suprimimos del anteproyecto. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 37
deensa en casos como ste es ulnerado pues la priacin ilegal de la libertad ya se ha producido, y por tales hechos no hay reclamacin eec- tia que reiindique el ultraje a una preciada garanta constitucional, como es el derecho a la libertad personal! 23
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Reconocemos que no existe un discurso magico aplicable al sistema penal, pero creemos que en el momento del balance y en la relacin costo - beneicio, un modelo como el propuesto en el anteproyecto de 1998 por la CLD de Quito, es un modelo mas coherente con el conjun- to de garantas constitucionales que se reclaman en un Lstado de Dere- cho. lalta mucho por hacer en el ambito del Ministerio Pblico, y en tiempo de ajuste` an surgiendo propuestas como las de la propia CLD, de noiembre del 2003, que publica un documento base para la consulta y el debate, que sugiere incluso la introduccin de audiencias orales en las etapas preias al juicio 24 . Salo casos de excepcin el lis- cal an no ha aprendido a litigar, y la adecuada preparacin y presenta- cin de las pruebas, en la etapa del juicio esta impidiendo incluso la rea- lizacin normal de las audiencias, y por ende las resoluciones de los tri- bunales penales. Con acierto el pro. Claus Roxin, se reiere a la necesi- dad de que la iscala cuente con un cuerpo auxiliar de mdicos, peritos, policas especializados, etc., que an a darle el soporte tcnico para la inestigacin y para la preparacin de la prueba 25. Aqu juega un impor- tante rol tambin los limitados recursos humanos y econmicos de que dispone la iscala ecuatoriana 26 , que justiica en muchos casos la inasis- tencia a las audiencias, as como la alta de deensores pblicos. Ln cuanto a la luncin Judicial su presupuesto para el ano 2004 ue de 134 millones de dlares, no obstante que el plan de trabajo para cumplir propuestas modernizadoras signiicaba una demanda real de 500 millo-
23 La disposicin suprimida deca: Ademas son considerados como reos de hurto los indii- duos de reconocida conducta delictuosa, que habitualmente se dedicaren a la comisin de delitos contra la propiedad y que se hallaren registrados como tales en las Oicinas de Se- guridad del Lstado. La pena para esta clase de delincuentes sera de uno a tres anos de pri- sin`. 24 Publicado en noiembre del 2003, en 40 paginas, con el coauspicio de lundacin Lsquel, y de la USAID. 25 DLRLClO PROCLSAL PLNAL, $H3GI "4`SO, Lditores del Puerto, 25' edicin alema- na, 2003, p. 48-6. 26 Sin perjuicio de otras publicaciones se puede reisar edicin de diario LL UNIVLRSO, del lunes 6 de septiembre de 2004, ano 83, No. 35, edicin inal, p. 10'. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 38
nes de dlares. Ll presupuesto de la uncin judicial en pocas genero- sas llega al 0.8 del presupuesto general del Lstado, el gran sueno es llegar al 2 anual, cuando en pases como Costa Rica es del 6 .
No existe an implementado un sistema autntico de deensora pblica nacional, sin cuya presencia no se puede hablar de la existencia de un modelo acusatorio real en el Lcuador. Lxiste ya la propuesta del proyecto de Ley Organica de La Deensora Pblica Nacional en el Congreso de la Repblica y la posibilidad de llegar a institucionalizar la deensa en el proceso penal, de manera tcnica, imparcial y autnoma. Siempre resultara dicil superar iejas estructuras porque incluso las organizaciones judiciales, se mantienen apegadas a un sistema como el inquisitorial en el que han tenido un enorme poder de decisin. lay resistencia a promoer la comunicacin y coordinacin con las otras entidades inolucradas en la administracin de justicia penal, por lo que resulta dicil aceptar la coneniencia de la desestimacin en algunos de los casos que se presentan al Ministerio Pblico, o de encontrar solucio- nes alternatias a los mismos, o hacer eectio el procedimiento abre- iado, o la suspensin del proceso a prueba, etc. 2 , y en general eitar la ormalizacin de la justicia penal.
Un documento del Programa de las Naciones Unidas para el Desa- rrollo ,PNUD,, airma demoledoramente que uno de los problemas no superados, para hacer eectia la aplicacin de este nueo modelo, es la alta de liderazgo institucional 28 , lo que incluye una sostenida depen- dencia de la iscala rente al poder de incriminacin que sigue teniendo la Polica. Concluimos por nuestra parte, expresando que el nuestro sigue siendo un modelo por armar`, en cuyas propuestas de aance y consolidacin deben estar comprometidos tanto la sociedad poltica como la sociedad ciil, cuya inercia y ausencia de un discurso crtico y participatio, permite en la practica el mantenimiento y la reproduccin del statu quo, aunque la propuesta normatia y terica de cambio ya existe.
27 Ver, documento de la CLD, citado. 28 Proyecto Regional de Justicia del PNUD. Lstudio Sectorial de Justicia en el Lcuador, 241 paginas. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 39
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Ll 10 de diciembre de 1948 es la echa del alumbramiento ormal de la denominada 71FH3?3FSbO 0OST1?I3H N1 H4I 71?1FZ4I \G23O4IL nacida al calor de las exigencias de ir ortaleciendo el respeto de los alo- res inherentes al ser humano, e incubada en la coyuntura histrica de una segunda guerra mundial recientemente superada. 1al declaracin de alguna manera represent una ruptura con el estatuto - quo, y preten- di cambiar el paradigma indolente y pererso de una sistematica y sos- tenida iolacin de las garantas ciudadanas, que hoy a las puertas de ingreso del siglo 21 lamentablemente persiste en orma larada o encu- bierta, o en orma abierta o descarada, con abierto desao y desprecio para la ciilizacin de in de milenio en la que participamos.
Ls alido reconocer que ideolgicamente, la Declaracin Uniersal se elabor para dar a las personas una medida basica de proteccin ren- te al abuso del poder del Lstado 29 . Ln treinta artculos se establecen los derechos ciiles y polticos y los derechos econmicos, sociales y cultu- rales de todas las personas. La Declaracin proclama el derecho a:
la ida, la libertad y la seguridad la igualdad ante la ley un juicio pblico y con las debidas garantas y a la presuncin de inocencia la libertad de circulacin la libertad de pensamiento, conciencia y religin la libertad de opinin y de expresin y la libertad de reunin y de asociacin
1ambin insiste en que nadie sera:
sometido a esclaitud
29 As lo reconoce )<(/&-.) /(-%"()$/#()*, en el Manual, 2da. Ldicin, 1992, p. 12, Madrid, Lspana. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 40
sometido a torturas o a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes detenido, encarcelado o desterrado arbitrariamente
Ademas establece que todas las personas tienen derecho :
a una nacionalidad a contraer matrimonio a la propiedad a participar en el gobierno de su pas a trabajar y a recibir igual salario por trabajo igual a disrutar del ocio y el descanso y a tener un niel de ida y una educacin adecuados.
Por ltimo la Declaracin Uniersal maniiesta que todos tienen de- recho a ormar sindicatos y a sindicalizarse y a solicitar asilo en caso de persecucin.
*) (0%R) $#(&-/-0$/8( !#*.-/$) 7%* %$0)9 7#"59
Cuando cabalgamos los ltimos anos de in del siglo einte, Lcuador tiene una nuea Constitucin Poltica, incubada en la matriz de una Asamblea Nacional auto proclamada como F4OI@S@GK1O@1 y que co- habit sin menoscabarlo, con el poder F4OI@S@GSN45
Vigente desde el 10 de agosto de 1998, la nuea Constitucin ha ex- perimentado serios embates de dierentes sectores ciudadanos, que han cuestionado desde su legitimidad hasta la real y eectia aplicacin de la serie de instituciones nueas. Admitiendo la diicultad operatia de la Constitucin igente no estamos en la lnea de quienes airman que no sire para nada`, o que no signiica ningn aance en la consolidacin del Lstado de Derecho, antes por el contrario, como toda obra humana es perectible, PLRO en nuestra opinin signiica una notable aance, para hacer iable la realizacin de la utopa.
Parece oportuno recordar que la presente Constitucin dice en el )?@5 6c Ll Lcuador es un estado social de derecho, soberano, unitario, independiente, democratico, pluricultural y multitnico.`, ale decir !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 41
que de acuerdo con la normatia constitucional nuestro pas se procla- ma y reconoce como %I@3N4 I4FS3H K N124F?d@SF4 N1 N1?1FZ4L esto signiica un extraordinario aance por lo menos en el aspecto ormal, pues si reisamos las precedentes constituciones tal declaracin era inexistente y por ende desconocida. As, en la Constitucin codiicada de ebrero de 199, el Art. 1, deca : Ll Lcuador es un Lstado sobera- no, independiente, democratico, unitario, descentralizado, pluricultural y multitnico.`
Con recuencia se utiliza la expresin LS1ADO DL DLRLClO` y otras parecidas como RLSPL1O AL LS1ADO DL DLRLClO`, aciadas de su contenido ideolgico y poltico. lablar de Lstado Social de Derecho, supone hablar de Lstado de Derecho y de Lstado Liberal de Derecho. No podemos decir que todo Lstado es Lstado de Derecho, es erdad que todo Lstado crea y utiliza un derecho, que todo Lstado unciona con un sistema normatio jurdico, pero ello no autoriza calii- carlo con propiedad como Lstado de Derecho, por el slo hecho de que tiene un sistema normatio jurdico. Ln esta posicin, pecaramos de una grae imprecisin conceptual !
Ll Lstado de Derecho no es aquel que tenga un ordenamiento jurdi- co que aplicar, sino el Lstado sometido al Derecho, esto es el Lstado cuyo poder y actiidad en relacin con el respeto al hombre, a la perso- na humana y a sus derechos undamentales esta limitado y regulado por la ley, entendida la ley como la expresin de la oluntad soberana y de- mocratica. Ll Lstado de Derecho es entonces el Lstado bajo el imperio de la ley, esta es la dierencia entre el Lstado de Derecho con poder regulado y limitado por la ley, y cualquier orma de Lstado absoluto y totalitario con poder ilimitado.
Se podra decir de cara a la historia, que el control jurdico no es y no ha sido el nico control presentado al poder del Lstado, pues aun en los sistemas absolutistas de Lstado, existen controles no jurdicos que ope- ran como limitantes del poder del Lstado, como en el mundo antiguo y medieal en el que hasta las exigencias religiosas y morales aparecieron como mecanismos de contencin rente al abuso del Lstado. Por nues- tra parte, creemos que antes del nacimiento de las instancias de control jurdico no hay propiamente Lstado de Derecho sino ormas de Lstado mas o menos absolutos, y que no bastan las limitaciones de caracter religioso, tico o jusnaturalista para dar lugar a un autntico Lstado de 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 42
Derecho. Lste surge a partir de los controles y regulaciones que se diri- gen al Lstado por la ley positia y que se institucionaliza gracias a la re- olucin rancesa y al implantamiento del Lstado Liberal, inculandose as en su origen y desarrollo las ormas de Lstado de Derecho y del Ls- tado Liberal.
Como caractersticas del Lstado de Derecho destacamos:
imperio de la ley: como expresin de la oluntad soberana y democratica. separacin de poderes: legislatio, ejecutio y judicial. legalidad de la administracin: regulacin por la ley y control judicial. derechos y libertades undamentales: garanta jurdico-ormal y realizacin material.
Ll S2P1?S4 N1 H3 H1KL signiica el sometimiento del Lstado a la ley undamental es decir, a la Constitucin que organiza y determina las unciones de cada uno de los rganos del Lstado, as como el someti- miento de todo el ordenamiento jurdico concordante con la ley unda- mental. Particular importancia tiene la independencia del poder judicial rente a las presiones del ejecutio y del legislatio pues el Lstado de Derecho requiere que la administracin de justicia se realice a tras de un sistema procesal regular, ordenado y coherente, un sistema que ga- rantice la seguridad jurdica de todas las personas, pues cuando altan garantas procesales, cuando los detenidos y procesados no son respeta- dos en sus derechos undamentales, cuando altan recursos jurdicos que garanticen el ejercicio de libertades pblicas, cuando el poder poltico se inmiscuye bajo dierentes ormas en la actuacin de jueces y tribunales, cuando las jurisdicciones especiales pretenden estar por encima de la ordinaria, para mencionar algunas de las modalidades de control social pererso no existe independencia del poder judicial, y mucho menos se puede hablar de un Lstado de Derecho.
Cuando nos reerimos a la H1^3HSN3N N1 H3 3N2SOSI@?3FSbOL estamos expresando que el principio de la legalidad de la administracin consiste en el sometimiento de la administracin a la ley, esto es que la adminis- tracin en su ejercicio debera siempre respetar la ley, garantizandose este sometimiento a tras de un sistema de control y responsabilidad de !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 43
la administracin, por medio del control jurisdiccional, esto es por lo que se reiere a los actos reglados, los actos discrecionales y los actos polticos o de gobierno tienden a reducirse en los Lstados de derecho a sus justos trminos, ampliandose al mismo tiempo las posibilidades de iscalizacin jurdica en ambas eseras, es decir en la esera de los actos reglados y en la esera de los actos discrecionales, polticos o de gobier- no.
Ln relacin al respeto y a la ^3?3O@E3 N1 N1?1FZ4I K HSX1?@3N1I DGON321O@3H1I N1H Z42X?1L no es suiciente que estn consignados en una ley undamental, es necesario que produzca una realizacin ma- terial de los derechos humanos, y de las libertades que se encuentran con ellos inculados. Ll estado liberal clasico con todo y sus deiciencias con respecto a la proteccin de los derechos humanos, es el primer Ls- tado de Derecho que histricamente se conoce.
Cuando utilizamos la categora %&-)7# &#$/)* 7% 7%"%9 $\#L para deinir a un Lstado, hacemos reerencia con el caliicatio de social ` , a la correccin del indiidualismo clasico liberal, a tras de una airmacin de los llamados derechos sociales y de una realizacin de objetios de justicia social cuya meta es el bienestar social, que lo identiica como Lstado de Bienestar, como Lstado material de Derecho, rente al caracter meramente ormal que se atribuye al Lstado Liberal de Derecho.
Ll Lstado Social de Derecho, somete a crtica y reisin, el indiidua- lismo y el abstencionismo del Lstado, y propugna por un ejecutio uer- te decididamente interencionista, por una primaca del ejecutio y una crtica al parlamentarismo y a los partidos polticos undamentalmente, sin embargo, diiere de los totalitarismos ascistas, en el hecho de que esta concepcin sigue manteniendo las exigencias del Lstado de Dere- cho, como son: el sometimiento del ejecutio al imperio de la ley. Se propugna por un ejecutio uerte pero controlado, a dierencia del eje- cutio de los Lstados totalitarios, admite la separacin y distribucin de poderes, propugna por la legalidad de la administracin y garanta de los derechos y libertades undamentales. Son estos atributos los que le me- recen el caliicatio de Lstado de Derecho, y lo social esta determinado por la incorporacin de los llamados 71?1FZ4I %F4Ob2SF4IL &4FS3H1I K $GH@G?3H1IL en donde la administracin se propone incrementar el desarrollo econmico - social con ista a la consecucin de una sociedad 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 44
de bienestar, sosteniendo que para llear a cabo esa uncin se demanda de un Poder Ljecutio asesorado por especialistas y tcnicos, antes que de un parlamento lento y poco especializado.
Ll Lstado Social de Derecho, proclama que esa mayor incidencia del ejecutio en la ida econmica - social de un pas, demanda como con- trapartida la necesidad de su control y responsabilidad jurdica mediante el derecho de impugnacin de los actos de la administracin ante una instancia independiente y neutral, capaz de enjuiciar la justicia de los mismos. Se cumplira as con las exigencias generales del Lstado de De- recho. Ll Lstado Social de Derecho se considera como un erdadero aance histrico tanto respecto del Lstado Liberal, como respecto de los Lstados totalitarios negadores del Lstado de Derecho.
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Al igual que en otros pases de la perieria, en el Lcuador, la crimino- loga ha sido admitida como ciencia causal - explicatia, que ha estudia- do al delito a tras de la personalidad del delincuente 30 . Los ientos de renoacin llegaron a Amrica Latina en el sector de la criminologa no oicial, y de alguna manera han ido insertandose - cuando las circuns- tancias lo permiten - en el debate pblico y ciudadano, es alido en con- secuencia reconocer el salto cualitatio, el cambio de paradigma que se concret en la ampliacin del objeto de estudio desde el comportamien- to criminal a los procesos e instancias de criminalizacin . 31
Desde nuestra ertiente como criminlogos de nueo cuno, debe- mos trasegar desde la concepcin positiista que ha mirado al delito como un enmeno explicable por un conjunto de actores, y al delin- cuente como un sujeto atalmente destinado a delinquir, para ubicar a la delincuencia dentro de una gran estructura social, tomando en cuenta la inluencia del poder poltico en la selectiidad que caracteriza a los pro- cesos de criminalizacin. Recordemos que la nuea criminologa estudia incluso los procesos de elaboracin de las normas y su aplicacin selec-
30 Se puede reisar nuestro trabajo $4O@?4H &4FS3H K &SI@123 !1O3H, en el libro -%<)& 7% $/%($/)& !%()*%&, editorial Oset Graba, Guayaquil, 1996, p. 13-35. 31 ROBLR1O BLRGALLI, &1O@SN4 K F4O@1OSN4 N1 H3 &4FS4H4^E3 N1H $4O@?4H !1O3H P3?3 )2e?SF3 *3@SO35 I SLMINARIO DL CRIMINOLOGA CR1ICA, Medelln, Co- lombia, 1984, p. 186. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 45
tia, para encontrar el reerso de la medalla, que pone al descubierto los intereses que graitan tanto en el proceso de creacin como en el de aplicacin de la ley penal, que es una construccin de la realidad social.
Participamos en mucho de que la F?S2SO4H4^E3, es la actiidad inte- lectual que estudia los procesos de creacin de las normas penales y de las normas sociales que estan en relacin con la conducta desiada, los procesos de inraccin y desiacin de esas normas, y la reaccin social ormalizada o no, que aquellas inracciones o desiaciones hayan proo- cado: su proceso de creacin, su orma y contenido y sus eectos`. 32
Los P?4F1I4I N1 F?S2SO3HS[3FSbO orman parte del control social, es decir, de las medidas que tienden al mantenimiento y reproduccin de un orden socioeconmico establecido. Ll llamado F4O@?4H I4FS3H, com- prende a la totalidad de las instituciones y sistemas normatios con base en los cuales y mediante estrategias de socializacin y procesos selecti- os se procura lograr la aceptacin , inoluntaria, artiicial y orzada ,, y ademas el mantenimiento y reproduccin de las relaciones sociales de dominacin. 33
Ll ISI@123 P1O3H hace reerencia al conjunto de instituciones esta- tales y a las actiidades que se desarrollan, tanto en el proceso de crea- cin de las normas penales como en el de aplicacin de las mismas. Ls decir en el plano sustantio, en el adjetio o de procedimiento, y en el de ejecucin, esto es, como nace la ley, como se la interpreta, como se la ejecuta y como se la aplica. 34
Como con acierto senala el proesor ALLSSANDRO BARA11A, la F?S2SO4H4^E3 F?E@SF3L se preocupa hoy en da undamentalmente de analizar los sistemas penales igentes, lo que a a permitir que la crimi- nologa contemporanea se transorme de una teora crtica de la crimina- lidad en una teora crtica y sociolgica del sistema penal: como objeto
32 LOLA AN\AR de CAS1RO, $"/</(#*#,.) 7% *) "%)$$/8( &#$/)*, Maracaibo, Unieridad del Zulia, Venezuela, 19, p. 6. 33 C. LOLA ANI\AR de CAS1RO, $"/</(#*#,.) + #"7%( &#$/)*c $"/</9 (#*#,/) $#<# *%,/-/<)$/8( + $"/</(#*#,.) 7% *) */=%")9 $/8(, Maracaibo, Uniersidad del Zulia, Venezuela, 19, p. 6. 34 C. ALlONSO ZAMBRANO PASQULL, *) 70")$/#( 7%* !"#$%&# !%9 ()* %( %* %$0)7#"5 R)*#")$/8( $"/</(#*8,/$)5 ILANUD, ano , No. 20, diciembre 1986, San Jos de Costa Rica. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 46
de tal analisis, el sistema penal no es nicamente el complejo estatico de las normas, sino mas bien un complejo dinamico de unciones , proce- sos de criminalizacin , a la cual concurre la actiidad de las diersas instancias oiciales, desde la del legislador hasta la de los rganos de ejecucin penal y de los mecanismos inormales de la reaccin social ,sic,. 35
Ll proesor ROBLR1O BLRGALLI, resera la caliicacin de -19 4?E3 $?E@SF3 N1H $4O@?4H &4FS3HL a aquellas conclusiones que emerjan del analisis del mas asto sector que cubre los controles inormales ope- rantes uera del contexto del sistema punitio concreto, y como dice demos la denominacin de sociologa del control penal al estudio de todas aquellas instancias, instrumentos, categoras y momentos slo preistos por las normas jurdico penales que promueen la legitimacin del orden, pero no ya en su dimensin dogmatica, sino en aquella dialc- tica que pretende demostrar cuales son los intereses socioculturales y poltico econmicos que articulados en el sistema de produccin estan en su gnesis, desarrollo y aplicacin`. 36
Un planteamiento como el antes expuesto nos permite dierenciar lo que es la -14?E3 $?E@SF3 N1H $4O@?4H &4FS3HL que implicara el estudio de todos los mecanismos ormales e inormales del control, de lo que es la Sociologa del Control Penal que estara reserada al estudio del naci- miento de la ley, al de su interpretacin, aplicacin y ejecucin. Como segmento del analisis de la &4FS4H4^E3 N1H $4O@?4H !1O3H incluimos a la instancia legislatia que es la que crea la ley penal, a la instancia policial y a la instancia judicial.
Podemos entonces en principio airmar, que el ISI@123 P1O3H pue- de ser tambin apreciado como el control social punitio institucionali- zado 37 , el cual de hecho comprende desde que se detecta o supone una sospecha de delito, hasta que se impone y ejecuta la pena, es decir que comprende a todas las instancias o segmentos del control social ormal,
35 ALLSSANDRO BARA11A, $"/</(#*#,.) + 7#,<f-/$) !%()*5 !)&)9 7# + :0-0"# 7%* <#7%*# /(-%,")* 7% $/%($/) !%()*5 Ln DL- RLClO PLNAL \ CRIMINOLOGA, Uniersidad Lxternado de Bogota, Colombia, No. 24, 1984, p. 4. 36 ROBLR1O BLRGALLI, en op. cit., p. 186. 37 MARIO A. lOULD, !"#$%&# !%()* + 7%"%$\#& :0(7)<%(-)*%&, Lscuela Poder Judicial de C.R, San Jos, Costa Rica, 199, p. 20. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 47
que empieza por la operatiidad selectia y iolenta de la instancia poli- cial, que contina con la interencin igualmente selectia, estratiicada y clasista de la instancia judicial, y que culmina con los procesos de eje- cucin penal en manos de la instancia penitenciaria.
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Ll P?SOFSPS4 N1H N1XSN4 P?4F1I4 , o P?4F1I4 N1XSN4 , es de origen anglosajn , due process o law , 38, que se encuentra ormulado por escrito por primera ocasin en el captulo XXXIX , 39 , de la Carta Magna de Inglaterra del ano 1215, all se dispone ningn hombre libre podra ser arrestado o detenido o preso, o desposedo de su propiedad, o de ninguna otra orma molestado, y no iremos en su busca, ni manda- remos prenderlo, salo en irtud de enjuiciamiento legal de sus pares y por la ley de la tierra`. Lsta declaracin alimentada por los barones normandos pretenda renar los abusos del Rey Juan Sin 1ierra, impo- nindole reglas de juego limpio, castigando la arbitrariedad poltica y sometiendo al proceso las extralimitaciones. Lsta conquista se mantiene desde entonces en el common law` britanico.
Ll paso a LL.UU ue ineitable y se hace presente en las diez prime- ras enmiendas de la Constitucin americana de 18 conocida como la Declaracin de Derechos , Bill o Rights ,. Ll punto mas alto pue- de ser encontrado en la enmienda V. Ln los Lstados Unidos el P?SOFS9 PS4 N1H N1XSN4 P?4F1I4 debe entenderse de acuerdo con el sistema jurdico del common law` o derecho consuetudinario, opuesto al con- tinental codiicado y escrito ,ciil Law` ,. Ln el derecho consuetudina- rio el proceso debido acta y es la maniestacin un Lstado de Derecho tal y como la jurisprudencia norteamericana lo desarrolla en sus aspectos procesal y material, deriado esencialmente para el entendimiento del proceso penal, particularmente desde el prisma constitucional, como por ejemplo la regla del juego limpio o air trial, aplicable a todos los rdenes jurisdiccionales`. 39
38 Juan - Luis GMLZ COLMLNAR, en prlogo a la obra PR^CPO D PRO CO DDO, Inaki LSPARZA LLIBAR, Bosch editor S.A., Barcelona, 1995, p. 15. 39 Juan - Luis GMLZ COLMLNAR, en prlogo citado, p. 16. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 48
Aunque ya existan tanto en nuestro ordenamiento constitucional como en las leyes de procedimiento un conjunto de garantas y derechos para el ciudadano rente a la interencin del Lstado y de su sistema policial y judicial, que siendo garantas undamentales tenan que ser respetadas en un proceso y particularmente en el penal, no creemos que est demas que haya sido expresamente consignado pues se suma a las demas tutelas constitucionales con las que esta indisolublemente incu- lado. Admitimos que el principio del N1XSN4 P?4F1I4 es un principio general del derecho, y por tanto uente del derecho procesal y del dere- cho sustantio o material, inormador de todos los rganos jurisdiccio- nales, y inculante al legislador y a la jurisprudencia constitucional y ordinaria.
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Cuando nos reerimos al N1XSN4 P?4F1I4 entendemos por tal, a aquel en el que se respeten las garantas y derechos undamentales, pre- istos en la Constitucin, en las leyes que rigen el ordenamiento legal del pas, y en los pactos, tratados y conenios que han sido ratiicados y que en consecuencia orman parte de la normatia interna del pas y que son de orzoso e incuestionable cumplimiento.
Ll N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H por su especiicidad, tiene que er con el respeto a las garantas y derechos undamentales, que le asisten a cual- quier ciudadano que es objeto de una imputacin delictia o que es so- metido a un proceso penal. La H1^3HSN3N N1H N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H es un imperatio propio de la igencia de un Lstado de Derecho en el que deben hacerse eectios los principios rectores del proceso penal, que en deinitia constituyen y dan contenido a la garanta del debido proceso, esos principios rectores son la columna ertebral de un sistema procesal penal determinado. 40
lablar del N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H es reerirnos igualmente al respe- to a los derechos humanos en la Administracin de Justicia Penal, que como sabemos se reieren a aquellos derechos undamentales que le son reconocidos a cualquier persona que, por una u otra razn, justa o injus-
40 Ls recomendable estudiar la obra LL DLBIDO PROCLSO PLNAL, 351 paginas, del Pro. Dr. Dn. ]4?^1 ;3T3H3 =3YG1?S[4, Ldino, 2002, que contiene un proundo y exeg- tico estudio sobre las exigencias del debido proceso, reeridos al ambito penal. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 49
tamente entran en contacto con los sistemas de justicia penal en un pas, reirindonos a un concepto de justicia penal en sentido amplio, es decir teniendo en cuenta no solo la ase judicial - penal, sino que cubre la acti- idad de los rganos represios del Lstado conorme dijimos preceden- temente.
Ln la Declaracin Uniersal de los Derechos lumanos del 10 de di- ciembre de 1948, se reconocen ya una serie de derechos estrechamente inculados con la administracin de justicia penal, pues se consagra el derecho a la ida, la seguridad e integridad personales, el derecho a no ser sometido a torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradan- tes, se hace reerencia al reconocimiento de la personalidad jurdica, a la igualdad ante la ley, al derecho de recurrir a una autoridad competente en caso de considerarse iolados los derechos undamentales, el derecho a no ser arbitrariamente detenido o encarcelado, etc.
Pero, para hacer eectio el respeto a esos derechos undamentales, han ido surgiendo una serie de instrumentos internacionales que en los ltimos anos, se han enido aplicando con marcada eicacia en el caso particular de nuestro pas, como el Pacto Internacional de Derechos Ciiles y Polticos , 1966 , y el Pacto de San Jos de Costa Rica o Con- encin Americana de Derechos lumanos ,1969 ,. A mas de los casos que citamos posteriormente, podemos aqu consignar el F3I4 N1 H4I 4OF1 N1H !G@G23K4 41 , en que once campesinos del oriente ecuatoriano ueron priados de la libertad en 1993, bajo la imputacin de un ataque a una patrulla militar ecuatoriana, y mediante la tortura se les arranc conesiones de responsabilidad en el ataque. Probada sin lugar a dudas la tortura de la que ueron ctimas, ueron puestos en libertad median- te el recurso de casacin por una sala penal de la Corte Suprema de Jus- ticia en septiembre de 1996, aunque aun no son indemnizados, pero existe la decisin poltica del Lstado ecuatoriano en la hora presente, de atender a un justo pago indemnizatorio por el crimen de Lstado del que ueron ctimas.
Otro caso interesante es la desaparicin de <)(0%* ,)"$.) :")($#L en manos de miembros de la Marina Nacional del Lcuador, reconocido as el 18 de ebrero de 1998, por la Comisin Interamericana
41 Se pueden reisar los Inormes de AMINIS1A IN1LRNACIONAL de los anos 1995, 1996 y 199, en este ltimo la pag. 166. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 50
de Derechos lumanos, que aprob su inorme 1,9 reerido al caso 10.258 sobre la detencin desaparicin de Manuel Garca lranco, por la accin de dos oiciales naales y otros tres miembros de la marina el 9 de abril de 1988. Ll detenido - desaparecido contaba con 44 anos de edad y lleaba trabajando mas de 10 en la ciudadela Boliariana de Gua- yaquil. Seguramente el Lstado ecuatoriano debera indemnizar a los pa- rientes por este crimen de Lstado, conocido en doctrina como el F?S9 21O N1 N1I3P3?SFSbOL mediante el cual se iolenta el reconocimiento y respeto a la personalidad jurdica de cualquier ciudadano en un Lstado de Derecho. 42
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Ln un Lstado de Derecho el perseguimiento y la sancin de los deli- tos es responsabilidad exclusia del Lstado, que debe ser el titular del ejercicio de la accin penal, sin que se menoscabe su titularidad por la posibilidad de que la accin penal en cierto tipo de delitos pueda ser ejercida por el particular oendido, como acontece en los denominados delitos de accin penal priada.
La O1F1ISN3N N1 gGSFS4 P?1TS4 es importante para la legalidad del debido proceso, de manera que no se pueda condenar a nadie si no se ha tramitado un juicio respetando el procedimiento preio, esto es aquel preisto en las leyes. Participamos de la necesidad de que se separen las unciones de inestigar o indagar, que debe quedar en manos del Minis- terio Pblico, de la uncin de juzgar que debe seguir siendo de compe- tencia de los jueces, que deben ser al mismo tiempo los encargados del control de la instruccin o inestigacin iscal.
Como un aance signiicatio en la igencia y respeto al N1XSN4 P?49 F1I4 1O GO %I@3N4 N1 71?1FZ4 se ha preisto en el artculo 24, nume- ral 8 de la Constitucin igente, la caducidad del auto de prisin preen- tia, con respecto a cuyos costos negatios nos hemos pronunciado
42 Ll Inorme de la Comisin Interamericana de Derechos lumanos, ha sido publicado por la lacultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales y Polticas de la Uniersidad de Guaya- quil, en mayo de 1998. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 51
desde hace mas de una dcada, pues mediante el abuso institucionaliza- do con una medida de aseguramiento personal preentio se ulnera el 1I@3N4 N1 SO4F1OFS3L y se abre el camino para que el abuso con la me- dida proisoria se conierta en una condena anticipada, pues es dicil que un juez reconozca al cabo de uno o dos anos que se equioc y que absuela al injustamente encausado, que ha estado priado de la libertad. Con mediana lgica es incuestionablemente creble que pretenda legiti- mar el abuso y el atropello, condenando y no absoliendo ! 43
Despus del derecho a la ida, el derecho mas importante que tiene el hombre, es el derecho a la libertad sin lugar a dudas ! Ll Lcuador ha tenido la caracterstica de ser un pas en cuanto a la administracin de justicia y undamentalmente en el ambito penal en donde esta en juego la libertad, en ser moroso, en cumplir con una justicia que est caracteri- zada por ser pronta, por ser eicaz y ademas que est dotada de la debida celeridad. Ll 22 de noiembre de 1969, se suscribi en San Jos de Cos- ta Rica, el Acta de la Conencin Americana sobre Derechos lumanos o Pacto de San Jos de Costa Rica. Nuestro pas lo suscribi y ratiic el 28 de diciembre de 1.9, y el 24 de julio de 1984 acept - sin reseras - la competencia de la Corte Interamericana de derechos humanos.
La irma de un Pacto, 1ratado o Conenio, que emana de la oluntad libre y soberana de un Lstado, signiica para ste, que el pas acepta o adopta un documento que se conierte en ley para los Lstados Partes, de manera que as como se respeta la Constitucin Poltica, tienen que respetarse dichos documentos que orman parte de la normatia interna del pas. Ll Lcuador ha sido irrespetuoso con la obligacin que tena de respetar lo que dice el Pacto que suscribi. Ll Pacto de manera concreta con relacin al derecho a la libertad en el artculo , numeral 5, dice : "... toda persona tiene derecho a ser juzgada en un plazo prudencial, en un plazo razonable, o a ser puesta en libertad sin perjuicio de que contine el proceso... ", es decir debe cumplirse con lo que nosotros llamamos la caducidad o perecibilidad de la prisin preentia, como un mecanismo de contencin rente al abuso en el Lstado de Derecho.
Como su nombre lo indica , la prisin preentia es una medida de aseguramiento personal, proisional o proisoria que se dicta por razo-
nes de poltica criminal y que debe durar tanto cuanto uese necesario, sin que exceda de un plazo prudencial, de un plazo razonable. Ln el Lcuador, lo mas cmodo result JAMAS PONLRLL UN PLAZO A LA DURACIN DL LA PRISIN PRLVLN1IVA no obstante que exista el compromiso acorde con el Pacto suscrito.
Ll proyecto de nueo Cdigo de Procedimiento Penal remitido por la CLD de Quito, en 1998, y que se conirtiera en ley a partir del 13 de enero de 2000, signiica un cambio trascendental en el camino a la ora- lidad, y en la independencia entre el inestigador y el juez que resuele, porque ira a manos del Ministerio Pblico la inestigacin en el sistema acusatorio, nosotros, como miembros de la comisin redactora del do- cumento, habamos preisto inicialmente un plazo para la prisin pre- entia, que era de un ano en delitos sancionados con prisin correc- cional o sea de hasta cinco anos, y de dos anos en delitos mayores o de reclusin.
Pero el constituyente ecuatoriano en la Asamblea de hace unos pocos meses atras, estableci en el artculo 24 numeral 8, plazos para la cadu- cidad de la prisin preentia de seis meses y de un ano calendario, segn el tipo de delito ya anotado, de manera que en los casos mas gra- es, cuya pena excede de cinco anos, como en los de traico de drogas ilegales, iolacin, muerte, etc., el maximo de duracin de la prisin pre- entia es de un ano, contado a partir del momento en que se la dicta. Su aplicacin trajo consigo una conmocin que remeci la estructura de la carcel en el Lcuador, pero una ez mas la justicia ecuatoriana dio muestras del irrespeto institucional a la Constitucin de la Repblica, pues para los delitos mayores neg el derecho del interno ecuatoriano. Para estas personas que son igualmente ctimas de un secuestro institu- cional, se lleg a sostener y a aplicar el criterio de que el plazo debe con- tarse a partir de la igencia de la nuea Constitucin, como que si el respeto a una garanta constitucional y a los derechos humanos puede estar sujeto a plazo o condicin alguna !
No se di cumplimiento a la garanta constitucional, por dos temo- res: por un lado la preocupacin que eentualmente salgan de la carcel por esta morosidad de la justicia penal ecuatoriana, erdaderos delin- cuentes , y en segundo lugar porque as se estara reconociendo ormal- mente el estado de ulnerabilidad que sure el interno ecuatoriano por el abuso con la prisin preentia , porque en el Lcuador de alrededor de !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 53
9.500 internos, ni siquiera el 25 estan condenados con sentencia en irme, lo que quiere decir que debieron recuperar su libertad 6.500 o .000 internos.
Las condiciones inhumanas en que ien los reclusos, imponan sin dilacin la aplicacin de esta garanta constitucional. Ll constituyente ecuatoriano tuo mucho cuidado al enunciar los P?SOFSPS4I ^1O1?3H1I de los derechos, garantas y deberes, pues dice en el artculo 16: "..Ll mas alto deber del Lstado consiste en respetar y hacer respetar los dere- chos humanos que garantiza esta Constitucin.. ". Ll derecho a la liber- tad preisto como garanta constitucional, para el preso sin sentencia en el Lcuador, es uno mas de los derechos humanos que le asisten, al igual que el derecho a la ida, a la honra, a la intimidad, a la propiedad, a la libertad sexual, a la libertad de credo religioso, etc.
Aplicar los plazos a partir de la igencia de la nuea Constitucin, es ilegal y es arbitrario. La Constitucin dice en la disposicin transitoria 45 : "Los plazos establecidos en esta Constitucin se contaran a partir de la echa de su igencia, a menos que se determine lo contrario en orma expresa..". Lsos plazos se reieren por ejemplo al perodo que ahora debera cumplir el liscal General que es de seis anos, al nueo perodo que debera cumplir el Presidente del Congreso que es dos anos, al ano para las reormas en relacin al Ministerio Pblico, a los cuatro anos para la plena igencia del sistema oral, etc.
La Constitucin igente desde el 10 de agosto de 1998, en orma ex- presa determina lo contrario en cuanto a la existencia o no de un plazo, para el eectio cumplimiento de las garantas constitucionales, entre las que se encuentra la caducidad de la prisin preentia. Por una parte el artculo 1 senala que "..Ll estado garantizara a todos sus habitantes ,incluyendo a todos los que estan en la carcel,, sin discriminacin alguna ,cualquiera que uese el tipo de delito,, el libre y eicaz ejercicio y el goce de los derechos humanos establecidos en esta Constitucin y en las de- claraciones, pactos ,Pacto de Costa Rica, conenios y mas instrumentos internacionales igentes , Ll Pacto de San Jos esta igente,`.
Dice el artculo 18 : ...Los derechos y garantas determinados en es- ta Constitucin , la actual del 10 de agosto , y en los instrumentos inter- nacionales igentes ,Pacto de San Jos de Costa Rica,, seran directa e inmediatamente aplicables por y ante cualquier juez, tribunal o autori- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 54
dad..`. 7S?1F@3 1 SO21NS3@321O@1 3PHSF3XH1IL signiica la imposibili- dad que se hable de plazos, porque dice la propia transitoria 45 "..a me- nos que se determine lo contrario en orma expresa..", y aqu en orma expresa se establece que no hay plazos, al airmar que los derechos y garantas seran de aplicacin directa e inmediata !
\ si esto no es suiciente, la misma Constitucin expresamente con- signa que "..Ln materia de derechos y garantas constitucionales, se estara a la interpretacin que mas aorezca a su eectia igencia...", el indubio pro reo o la interpretacin mas aorable al reo, es un principio de legislacin uniersal que lo entienden incluso los no abogados. Ln el momento en que haya duda, oscuridad o diicultad para aplicar una ley, tiene siempre que aplicarse en el sentido mas aorable al reo5 /??1DG@39 XH121O@1L la interpretacin en aor del reo es disponer su libertad, si se duda en cuanto al alcance de la garanta constitucional !
Para la declaratoria de caducidad de la prisin preentia, y por ende para la aplicacin de la garanta constitucional consignada en el artculo 24, numeral 8 de la Constitucin, no se requiere de la expedicin preia de ninguna ley o reglamento. Ll artculo 18 de la misma Constitucin dice: ... ninguna autoridad podra exigir condiciones o requisitos no establecidos en la Constitucin o la ley para el ejercicio de dichos dere- chos.... ",
Cuando el constituyente ecuatoriano crey coneniente que se dicte una ley para que se haga eectia la aplicacin de una disposicin consti- tucional as lo dice en orma expresa, como cuando se reiere a las co- munidades indgenas ,Art. 191 , a quienes se les reconoce el derecho para aplicar normas y procedimientos propios para la solucin de con- lictos internos de acuerdo con sus costumbres o derecho consuetudina- rio, siempre que no sean contrarios a la Constitucin y las leyes, estable- cindose la necesidad de que se dicte la ley que hara compatibles aque- llas unciones con las del sistema judicial ecuatoriano`.
Como dice la Constitucin en el artculo 18, tercer parrao: No podra alegarse alta de ley para justiicar la iolacin o desconocimiento de los derechos establecidos en esta Constitucin, para desechar la ac- cin por esos hechos, o para negar el reconocimiento de tales dere- chos`.
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Ll artculo 24 que contiene esta garanta ,que es un derecho humano del interno en general y en este caso particular del ecuatoriano, habla de: "..asegurar el debido proceso...", con lo cual se hace reerencia a un juicio justo, un juicio imparcial, agil, expedito, que requiere de una justi- cia que acte con celeridad y en la que se respeten las garantas y dere- chos undamentales inherentes al Lstado de Derecho.
Ll primer parrao del artculo 24 de la Constitucin igente, dice:
Sostenemos que la caducidad de la prisin preentia no es una ga- ranta constitucional a aor de los delincuentes y en apoyo de la impu- nidad, es antes por el contrario una garanta constitucional que tiene a sancionar al Lstado moroso, que tiende a sancionar al juez negligente y tardo y que es una consecuencia del irrespeto al debido proceso penal, cuya legalidad se aecta con una morosidad que termina por conertirse en injusticia !
Los jueces son responsables por la duracin de proceso penal, por la situacin del preso sin condena y por el abuso institucionalizado de la prisin preentia que ha lleado a que la carcel ecuatoriana se conierta en una institucin total o de secuestro y ese secuestro institucional tiene que terminar, aplicando la Constitucin igente !
Cuando se requiere a un juez para que ponga remedio o solucione un reclamo justo como es el respeto al debido proceso, cuando se le pide que auxilie, y ese Juez conociendo su obligacin no cumple, como en este caso, incurre en la comisin de dos delitos. Por una parte comete el delito de prearicato, porque como sabemos en el Lcuador, una de las ormas modales es el actuar en contra de ley expresa , y como la consti- tucin expresamente manda que se respete la caducidad de la prisin preentia y que los internos sean puestos en libertad, el no prestar este auxilio que requiere la causa pblica, y que en muchos casos es deman- dado por legtimo interesado , los miles de internos reclamando ser puestos en libertad , hace incurrir al juez en este tipo de delito.
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Por otra parte, no nos olidemos tambin que en el momento en que la Constitucin ordena el cese de la prisin preentia, cada da que pasa se conierte en un da de P?ST3FSbO SH1^3H N1 H3 HSX1?@3NL que tambin es delito preisto en el Cdigo Penal.
Ll Lstado ecuatoriano es responsable por los supuestos de iolacin de las normas establecidas en el artculo 24, y en cualquier momento ante requerimiento de legtimo interesado a a tener que responder nue- amente ante la Corte Interamericana de Derechos lumanos que tiene competencia sobre el Lstado ecuatoriano desde el ano 1984, en que Lcuador se allan sin resera a la competencia de la Corte. Por esta razn es que se indemniz en el caso de los hermanos Restrepo , nego- ciando ,, y se indemniz en el caso de la proesora Consuelo Benaidez, , negociando ,. La responsabilidad no esta limitada solo a los actos de terrorismo de estado o de un ejercicio abusio de la uerza pblica que iola derechos humanos, sino que el Lstado tambin es responsable por la iolacin de las Garantas Constitucionales que tienen que er con el N1XSN4 P?4F1I4L y en este caso por el abuso con la prisin preentia.
Como prueba de lo dicho nos remitimos al allo de la Corte Inter- americana de DD.ll. dictado en diciembre de 199 en el que rente a la reclamacin del ciudadano Suarez Rosero, detenido en Quito por el Operatio "Cicln" y sometido a prisin preentia durante mas de 20 meses , conden al Lstado ecuatoriano a indemnizar al detenido por el abuso con la prisin preentia, aunque al inal los jueces ecuatorianos lo hubiesen condenado, pues como dice la Corte Interamericana, es irreleante si es culpable o inocente, pues de lo que se trata es de san- cionar al Lstado por una justicia lenta y morosa
Con la nuea Constitucin se le da un golpe de muerte a la lentitud de los procesos en el Lcuador, y se le quiebra el espinazo a la morosidad en que incurre el procedimiento inquisitio escrito, siendo necesario y urgente que se cambie el procedimiento, buscando el modelo acusatorio y la oralidad en el juzgamiento.
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La propuesta del nueo Cdigo de Procedimiento Penal, es que de- bemos ir de un proceso inquisitio propio del Cdigo de Procedimiento Penal de 1983, lento y escrito, tortuoso y secreto, que no es transparente !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 57
ni contradictorio, a un procedimiento mucho mas dinamico, porque iramos a la oralidad que esta preista en la Constitucin, dirigiendo el ministerio pblico la inestigacin, buscando las pruebas el liscal y presentandolas al juez para que resuela, ese es el punto de equilibrio que se pretende buscar, con esto se producira un giro copernicano en la justicia ecuatoriana, que tanta alta le hace !
Ln la administracin de justicia de inales de siglo se aprecia una rup- tura epistemolgica, que pretende incluso llegar a un modelo de sistema procesal penal acusatorio cuyos principios basicos son los de la acusa- cin, contradiccin, oralidad, publicidad, inmediacin y concentracin, y con la instruccin iscal de la que debe depender la indagacin policial 44.
No obstante el aance constitucional en la bsqueda de mecanismos de control de las garantas constitucionales en el proceso penal, la experien- cia orense nos hace mirar con preocupacin la labor tributaria y depen- diente de la instancia policial, que sigue cumpliendo el ministerio pbli- co ecuatoriano.
Ll artculo 219 de la Constitucin del 10 de agosto, dice a la letra:
Ll Ministerio Pblico preendra en el conocimiento de las causas, dirigira y promoera la inestigacin preprocesal y procesal penal. De hallar undamento, acusara a los presuntos inractores ante los jueces y tribunales competentes, e impulsara la acusacin en la sustanciacin del juicio penal...`, ale recordar que ya desde el 16 de enero de 1996, por el tercer paquete de reormas constitucionales, la Polica Nacional carece de legitimidad constitucional para conducir las indagaciones preias y promoer la inestigacin procesal penal, PLRO lo sigue haciendo con la anuencia de jueces y magistrados que siguen ignorando lo que es el respeto a la H1^3HSN3N N1H N1XSN4 P?4F1I4L y lo pererso y contradic- torio que signiica darle carta de ciudadana a los rutos del arbol en- enenado`, alimentando as una cultura de irrespeto a un discurso me- dianamente garantista .
Ln ocasiones escuchamos decir a improisados comentaristas que la labor del Ministerio Pblico es la de 3FGI3?L expresin que es mas ruto
44 \a estaba preista esta carga para el Ministerio Pblico desde el 16 de enero de 1996 en la reorma constitucional y consta en la Constitucin Poltica codiicada y publicada en el RO No. 2 de 13 de ebrero de 199. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 58
de la ignorancia que de la mala e, pues la labor y inalidad del ministerio pblico es la de buscar la T1?N3NL como punto de equilibrio entre su actuacin y la actuacin del juez. Lsto es tan cierto y responde a un cambio del paradigma que en el sistema acusatorio propio del sistema procesal penal moderno, sin la acusacin iscal no hay proceso!. La labor del Ministerio Pblico tiene que dejar de ser dependiente y tributa- ria de la instancia policial y debe cumplir con el mandato constitucional para que no se aecte la H1^3HSN3N N1H N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H5
La erdad se busca a tras de la prueba sin importar a quien ao- rezca y es por eso que el liscal, en el ISI@123 3FGI3@4?S4 busca la prueba de cargo - si ella es actible - para ormular la acusacin, o pre- senta las pruebas de descargo, abogando inclusie por la libertad del injustamente detenido, en cuyo aor puede hasta interponer recursos.
Cuanto bien hara a los legos y a quienes mantienen a ultranza una alsa legitimidad de un ministerio pblico acusatorio - que naci as hace mas de cien anos - leer las sabias relexiones de CLAUS ROXIN, pro- esor de derecho penal y de derecho procesal penal de la Uniersidad de Munich en Alemania, que en una erudita conerencia con ocasin de los cien anos del ministerio pblico de lamburgo nos habla sobre la posi- cin jurdica y tareas del ministerio pblico, tanto presentes como utu- ras. 45
La tarea de custodio de los derechos humanos y de las garantas pro- cesales, que le corresponde al ministerio pblico, no puede ser grose- ramente olidada pues en la igente Ley Organica del Ministerio Pblico se ha consignado al menos ormalmente, su calidad de institucin de contencin del abuso en el Lstado de Derecho, y de custodio del respe- to a los derechos humanos, desde el momento en que dispone su inter- encin para que dirija la inestigacin pre-procesal y procesal con el auxilio de la polica judicial. La Ley Organica del Ministerio Pblico, dispone que se asegure el respeto al N1XSN4 P?4F1I4 ^3?3O@S[3ON4 1H 1g1?FSFS4 N1H N1?1FZ4 3 H3 N1D1OI3L permitiendo la presentacin de las pruebas de descargo durante la ase de inestigacin pre-procesal.
,La antes citada garanta constitucional y procesal penal, esta siendo respetada real y materialmente por policas, jueces y iscales
Ln los casos que debemos reisar como abogados litigantes, nos en- contramos con una ausencia casi total de este discurso medianamente garantista del N1XSN4 P?4F1I4 P1O3HL pues absorbidos por la practica y la rutina, los jueces penales se limitan a remitir copia de la denuncia a la Polica Judicial para que este inestigue un presunto delito incumplien- do, con el respeto al N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H que por disposicin Cons- titucional, le otorga competencia al ministerio pblico para preenir en el conocimiento de los delitos de accin penal pblica y en su inestiga- cin.
Debe ser en estas condiciones dicil que el Ministerio Pblico ecua- toriano pueda asimilar lo que signiica el P?SOFSPS4 N1 4P4?@GOSN3NL y la necesidad de reconocer que hay que propugnar la igencia de un N19 ?1FZ4 P1O3H 2EOS24L esto es que el derecho penal y el sistema penal debieran ser de jH@S23 ?3@S45 Lsta propuesta de que el derecho penal debiera ser el ltimo recurso del Lstado y no el primero, es llamada por los organismos internacionales como de extrema ratio 46 , como nos re- cuerda el pro. Juan Bustos Ramrez.
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Una practica perersa de permanente irrespeto a los derechos huma- nos por parte de las agencias policiales durante los procedimientos de inestigacin, ha tenido un aliado incondicional que ha sido el ministerio pblico ecuatoriano, no obstante que en la misma reorma constitucio- nal del 16 de enero de 1996 recogida en la codiicacin ltima de 13 de ebrero de 199, se pre ya la exigencia constitucional de la 3ISI@1OFS3 H1^3H 4XHS^3@4?S3 que con mucho esuerzo a ganando terreno aunque no aceptacin en el segmento policial.
La disposicin constitucional inocada as lo preea en el artculo 22, numeral 19, letra , parrao tercero, y hoy esta consignada en el artculo 24, numeral 5 que establece que: Ninguna persona podra ser
46 JUAN BUS1OS RAMRLZ, !?SOFSPS4I DGON321O@3H1I N1 GO N1?1FZ4 P1O3H N19 24F?d@SF4, publicado en Reista de Ciencias Penales, Costa Rica, marzo de 1994, ano 5, No. 8, p. 16. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 60
interrogada, ni an con ines inestigatios, por una autoridad policial, por el Ministerio Pblico o por cualquier otra del Lstado, sin la asisten- cia de un deensor priado o, nombrado por el Lstado para el caso de que el interesado no pueda designar a su propio deensor. Cualquier diligencia judicial, preprocesal o administratia que no cumpla con este precepto carecera de eicacia probatoria`.
Lo anterior signiicaba que la asistencia legal o sea el derecho consti- tucional a contar con un deensor de conianza de cualquier persona que es indagada es de orzoso cumplimiento, y que solo cabe la interen- cin de un deensor pblico o de oicio de manera subsidiaria esto es cuando no se puede contar con un deensor priado. loy la constitu- cin es mucho mas clara y expedita en el artculo 24, que contiene una serie de prescripciones para hacer eectio 1H N1XSN4 P?4F1I4L pues LN1RL O1RAS se senala, en el numeral 4 : 1oda persona detenida... sera inormada de su derecho a permanecer en silencio, a solicitar la presencia de un abogado y a comunicarse con un amiliar o con cual- quier persona que indique...`.
Cabe preguntarnos, si estan cumpliendo los policas, jueces y iscales ecuatorianos con la garanta constitucional que consagra el N1?1FZ4 3 ^G3?N3? ISH1OFS4L esto es a que se le diga y haga conocer a cualquier ciudadano que es priado de su libertad, en el momento en que esto ocurra, que tiene derecho a guardar silencio, ale decir, a no declarar para no incriminarse , o auto incriminarse , y a contar con un abogado de su plena y absoluta conianza, preio a cualquier interrogatorio
Mientras esto no acontezca en nuestro pas, esto es que se preenga al ciudadano del derecho a guardar silencio y de contar con un deensor de su conianza, se seguira ignorando lo que es el respeto a la legalidad del debido proceso penal ! Recordemos que el numeral 14 del artculo 24, de la Constitucin igente, que consagra el respeto al debido proce- so dice LAS PRULBAS OB1LNIDAS O AC1UADAS CON VIO- LACIN DL LA CONS1I1UCIN O LA LL\, NO 1LNDRN VALIDLZ ALGUNA` !
Lste importante aance constitucional ha recogido la HH323N3 1O9 2S1ON3 <S?3ON3 4 YGSO@3 1O2S1ON3 F4OI@S@GFS4O3H N1 %%005 47 ,
47 C. Una bree sinopsis contenida en el Boletn Jurdico No. 16 de ebrero de 199, de la Corporacin Latinoamericana para el Desarrollo, p. 10. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 61
que garantiza el derecho a guardar silencio bajo la adertencia de que lo que se diga puede ser utilizado en contra del declarante, que ste tiene derecho a contar con su propio deensor y que en el eento de no poder contar con un abogado deensor de su conianza, el Lstado lo proeera de uno si as lo desea.
Ll Ministerio Pblico debe dirigir la inestigacin a tras de la lla- mada instruccin iscal, y el juez penal debe controlar dicha instruccin as como reserarse la competencia para dictar las medidas de asegu- ramiento tanto personales como reales, disponer allanamientos, regis- tros, incautaciones, decomisos y resoler la etapa intermedia. Ll Ministe- rio Publico esta obligado a cumplir lo que dice la Constitucin y la pro- pia Ley Organica del 19 de ebrero de 199, que en el artculo 26 expre- sa, para hacer eectio el respeto al debido proceso, que el Ministerio Pblico garantizara la interencin de la deensa de los imputados o procesados, en las indagaciones preias y las inestigaciones procesales por inracciones pesquisables de oicio, debiendo citar a los abogados para los eectos de interenir en las diligencias probatorias y aportar pruebas de descargo, y que cualquier actuacin que iole esta disposi- cin carecera de eicacia probatoria .
Sostenemos que no se respeta el N1XSN4 P?4F1I4L si a un ciudadano en el momento de ser priado de su libertad, aunque se tratase de un caso de delito lagrante, no se le preiene del N1?1FZ4 YG1 @S1O1 3 ^G3?N3? ISH1OFS4 y del N1?1FZ4 3 F4O@3? F4O GO 3X4^3N4 N1D1OI4? P?ST3N4k pudiendo ser asistido por un deensor pblico o de oicio, solamente en el eento de no poder contar con su propio deensor. Recordemos que el incumplimiento de este mandato constitucional, genera la ineicacia probatoria de cualquier actuacin policial o de ines- tigacin pre-procesal en manos del Ministerio Pblico.
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No obstante lo que se iene comentando, e insistiendo en que la Constitucin igente consagra en el 3?@EFGH4 AM como parte de los dere- chos ciiles:
Sin perjuicio de los derechos establecidos en esta Constitucin y en los instrumentos internacionales igentes, el Lstado reconocera y garan- tizara a las personas los siguientes: 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 62
... 26. La seguridad jurdica.
2. Ll derecho al debido proceso y a una justicia sin dilaciones`.
Se puede creer equiocadamente que el concepto de I1^G?SN3N gG?ENSF3 esta limitado a la idea de la seguridad ciudadana rente al au- mento de la criminalidad, o rente a la interencin ormal de los tribu- nales de justicia. La I1^G?SN3N gG?ENSF3 es mucho mas y tiene que er con el derecho de un ciudadano a no ser atropellado en sus derechos y garantas rente a la interencin de la uerza pblica, por ejemplo.
Ln el transcurso de la primera quincena de diciembre de 1998, espec- tamos como interena la uerza pblica, y en este caso particular, miembros de la Polica Nacional para la recuperacin de un ehculo cuyo dominio era materia de una disputa judicial y que se encontraba expuesto al pblico en un patio de enta de ehculos, sin tratarse de un caso de delito lagrante y sin encontrarse rente a un estado de necesidad justiicante, racturaron y rompieron las seguridades de ingreso al patio, tomaron el ehculo y detuieron al propietario del patio.
Ln este caso no exista una orden preia emitida por autoridad com- petente para proceder a la detencin, ni se trataba de un caso de delito lagrante, por lo que se iol la garanta del N1XSN4 P?4F1I4L preista en el artculo 24 numeral 6 de la Constitucin. Por otra parte O4 P?4F1NE3 1H 3HH3O32S1O@4 que slo puede ser ordenado por un juez, que debe concurrir personalmente al acto del allanamiento, que en el Lcuador y en la situacin examinada no es un acto delegable.
La situacin del 1I@3N4 N1 O1F1ISN3N como causa de justiicacin, en que se debe proceder al inmediato allanamiento sin ormalidad algu- na ,sic, esta preista en el 3?@EFGH4 AJM del Cdigo de Procedimiento Penal ,numerales 3, 4 y 6,, para :
... 3.- Cuando se trata de impedir la consumacin de un delito que se esta cometiendo o de socorrer a las ctimas,
4.- Cuando el cnyuge, el padre o madre o la persona que tenga a otra bajo su inmediata responsabilidad o cuidado reclame la entrega del cnyuge, del hijo, del pupilo o del menor que haya sido plagiado o rap- tado, !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 63
6.- Ln caso de inundacin, incendio o cuando uere necesario prestar inmediata ayuda a los moradores, contra un peligro inminente...`.
Otra situacin que pone en grae riesgo la seguridad personal de los ciudadanos ecuatorianos, ulnerando garantas constitucionales inheren- tes a la igencia del N1XSN4 P?4F1I4 1O GO %I@3N4 N1 71?1FZ4 es la interencin policial y de otros miembros de la luerza Pblica, que en orma ilegal e inconstitucional con el repetido argumento de combatir el incremento de la criminalidad, esta generando un incremento de la inse- guridad ciudadana, pues se pria de la libertad a ciudadanos que se en- cuentran indocumentados por el hecho de no portar su cdula de ciuda- dana, su certiicado de trabajo o de antecedentes personales, hechos estos que no constituyen inraccin penal alguna, pues no se trata de la comisin de un delito o de una contraencin.
Ln el caso antes resenado es sumamente grae y pone en situacin de alto riego la igencia del respeto al debido proceso, pues constitucio- nalmente , Art. 24, numerales 1, 4, 6 , nadie puede ser juzgado por un acto que no constituya inraccin penal, en el momento de ser detenido tiene el derecho de conocer las razones de su detencin, y, no puede ser priado de su libertad sino por orden escrita de autoridad competente o en caso de delito lagrante. Lstas detenciones son inconstitucionales y pretenden ser legitimadas con el manido argumento de la seguridad ciu- dadana, y deben cesar para rescatar la igencia del Lstado de Derecho.
Si la propuesta no se cumple, con grae riesgo para la superiencia del Lstado de Derecho de manera lenta pero peligrosa para la seguridad de los ecuatorianos, empieza a entronizarse la igencia de un 1I@3N4 ^1ON3?21 4 P4HSFE3F4L cuya operatiidad selectia y iolenta incremen- ta el niel de la inseguridad ciudadana y llega incluso a secuestrar la in- dependencia y autonoma de jueces y iscales que terminan por ser ate- morizados con denuncias proenientes de la propia polica que esgrime como argumentos de cargo en contra de los operadores del sistema de justicia penal.
lay que reconocer que hay un incremento de la inseguridad ciuda- dana que tiene como antecedentes:
359 Un innegable aumento de los delitos de contenido iolento contra las personas, como en los casos de iolaciones y asesinatos. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 64
X59 Un sostenido aumento de los delitos contra la propiedad ejerci- dos sin iolencia contra las personas, aunque en ocasiones se produce una hibridacin con la iolencia cuando hay resistencia al asalto en las agencias bancarias, robos en los domicilios o en el desapoderamiento de ehculos automotores.
F59 Un incremento de delitos asociados con el transito terrestre que dejan una dolorosa secuela de destruccin de bienes y ehculos, de heridos y de muertos.
Lsta nuea lectura de la inseguridad ciudadana que se conierte en una alta de seguridad para el ciudadano honesto esta asociada a la ac- tuacin de los cuerpos de seguridad del Lstado. Siendo como es la poli- cial el primer iltro de selectiidad del Lstado y la primera expresin de la iolencia oicial, su interencin termina por ser demoledora. Cuando la Polica se extralimita en su accionar se llega a producir incluso una reaccin ciudadana, porque se crea una situacin de indeensin, y se da paso a respuestas ciudadanas que son interpretadas como un acto de legtima repulsa a una agresin ilegtima. Recordemos, durante el ano 1998, la toma de cuarteles policiales y la quema y destruccin de sus instalaciones y del parque automotor, por muchedumbres enardecidas que se sienten agredidas y que terminan por desconiar del elemento uniormado y de la actuacin policial. Ln estas circunstancias se pierde la posibilidad de la cooperacin ciudadana y del reconocimiento al sacri- icio y entrega de los buenos seridores policiales en el cumplimiento del deber !
Sectores de opinin empiezan a protestar por una excesia interen- cin policial que perjuicio del respeto al Lstado de Derecho. 48
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48 Sugerimos reisar el excelente comentario periodstico de Simn PAClANO, ^DO C|M^1.DO ~ D^C|^1 `, en diario LL UNIVLRSO, edicin del lunes 14 de diciembre de 1998, p. 1. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 65
Ln el caso singularizado de la Polica, aumenta la inseguridad ciuda- dana por algunas ariables explicatias que pueden ser resumidas as :
Por actos de abuso de autoridad,
Por un uso excesio de la uerza,
Por las detenciones arbitrarias, como las que ocurren cuando se pria de la libertad a un ciudadano sin contar con una orden emitida preia- mente por autoridad competente y sin que se trate de un caso de delito lagrante.
Por las redadas inconstitucionales a pretexto de las campanas de ley y orden`, que culminan con la detencin de ciudadanos por el delito` de no portar documentos de identiicacin,
Por los allanamientos a domicilios particulares e instalaciones abriles sin que exista orden preia emitida por juez competente y sin que se trate de un caso de excepcin por la igencia de un estado de necesidad, como cuando se trata de rescatar a la ctima de un delito,
Por el abuso en los interrogatorios en los que se hacen preguntas in- criminatorias y se desconoce la garanta constitucional de no auto incri- minarse, debiendo contarse con un abogado de su conianza ,asistencia legal obligatoria , y solamente en subsidio con un deensor de oicio que no brinda garanta alguna,
Por la practica institucional reiterada y permanente de orjar conclu- siones de cargo o incriminatorias , antojadizas muchas eces , que pug- nan con la erdad histrica, desconociendo que corresponde al ministe- rio pblico dirigir las inestigaciones preprocesales y procesales con el apoyo de la Polica y no a la inersa como sigue ocurriendo,
Por los maltratos y torturas durante los procedimientos de aprehen- sin y de inestigacin, sin que existan las debidas garantas y salaguar- das propias de un Lstado de Derecho, y, inalmente por el exterminio de presuntos delincuentes que son abatidos en orjados enrentamientos con los gendarmes del orden que potencializan el surgimiento de un Lstado Policiaco que es la negacin del Lstado de Derecho.
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Ll norte o principal objetio del cambio del paradigma radica 1O H3 O1F1ISN3N N1 I1P3?3? H3I DGOFS4O1I N1 SOT1I@S^3? K gG[^3?L que en nuestro actual sistema de procedimiento penal se encuentran coniadas a una sola persona que es el juez penal. Ln eecto las unciones de inesti- gar, ormular una acusacin con posterioridad a tal inestigacin y i- nalmente juzgar y allar el conjunto de antecedentes recopilados corres- ponde en nuestro pas a una sola persona sica, que es el juez penal.
Creemos que OG1I@?4 3F@G3H ISI@123 P?4F1I3H P1O3H 3N4H1F1 N1 I1?S3I N1DSFS1OFS3I N1 F4OI@S@GFS4O3HSN3NL y que el mismo iolenta mltiples garantas de las personas tanto en calidad de ctima como en calidad de ictimario. Lxpertos en inestigaciones policiales han soste- nido que el sistema es ineiciente y burocratico y economistas sostienen que el uso de los recursos iscales en materia de persecucin penal resul- tan mal asignados, deicientemente utilizados y genera rendimientos decrecientes.
linalmente la ciudadana percibe una justicia criminal lejana, burocra- tica, ineicaz, y poco transparente. Lsta elemental necesidad de separar las unciones de inestigar y juzgar permite sustituir nuestro actual sis- tema procesal penal de naturaleza inquisitia por uno de caracter acusa- torio en que se dota de autntica imparcialidad al rgano juzgador- o sea a los jueces y tribunales penales - erradicando del mismo las unciones de inestigacin, y entregandoselas al ministerio pblico.
Ll N1XSN4 P?4F1I4 es mejor respetado si se separan eectiamente las unciones de inestigar y juzgar, y por ello la nuea constitucin crea un Ministerio Pblico como un rgano a niel constitucional que tiene como uncin la persecucin penal pblica: para ello esta acultado para inestigar los delitos que se cometan, dirigir y coordinar a los organis- mos policiales en el marco de tales inestigaciones. Asimismo, debera ormular las acusaciones cuando corresponda y sostener la pretensin penal ante el tribunal del crimen correspondiente.
1ambin existe el rgano encargado del F4O@?4H N1 H3 SOI@?GFFSbO que es el juez penal cuyo objetio es el de controlar las actuaciones del Ministerio Pblico en el marco de las inestigaciones criminales, en la medida que ellas puedan importar la aectacin de derechos constitucio- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 67
nales. De esta orma, si el Ministerio Pblico decide detener, o someter a prisin preentia, u ordenar un allanamiento necesitara la autoriza- cin de un juez del poder judicial, un juez penal que sera precisamente el juez de control de la instruccin
1.- /OT1I@S^3? los delitos que se cometan, en representacin de la comunidad. 2.- 7S?S^S? H3 3F@G3FSbO N1 H4I 4?^3OSI24I P4HSFS3H1I en el marco de las inestigaciones que realice. 3.- !?1P3?3? K D4?2GH3? H3 3FGI3FSbO del imputado por un delito ante los jueces y tribunales penales cuando corresponda. 4.- Presentar las pruebas que ha obtenido en la inestigacin ante el juez o tribunal y sostener la pretensin penal hasta el trmino de la au- diencia oral.
Ll principio central del sistema acusatorio es la existencia de un pro- cedimiento acorde con los alores del Lstado de Derecho. Ln conse- cuencia, debe ser capaz de satisacer las exigencias del debido proceso. Lsto es:
Posibilitar que la ctima tenga representacin de sus intereses. Garantizar el principio que obliga a tratar al imputado como ino- cente mientras no se dicte en su contra una sentencia condenato- ria. Garantizar el derecho a deensa jurdica que tiene toda persona desde el momento en que se le atribuye la comisin de un delito. Dotar a los Jueces de mayores condiciones de imparcialidad obje- tia, para esto es necesario la publicidad y oralidad del proceso penal, pues as se consolida una especie de control ciudadano rente al poder punitio del estado y rente a la prueba que puede ser iscalizada por la propia ciudadana. Lstablecer el control jurisdiccional de la inestigacin a cargo del juez penal. Dirigir y controlar la inestigacin policial, por el Ministerio Pblico.
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lacer real el principio de la inmediacin, de modo que la rendicin de la prueba se realice eectiamente ante el Juez, y no como ocurre en el sistema inquisitio en igencia, en que el juez delega a secretario y amanuenses la recepcin de casi toda la prueba.
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lormalmente, la lucha por hacer eectio el respeto a los derechos humanos se puede haber concretado en la Constitucin Poltica igente, pues los derechos ciiles que tienen que er con la libertad personal, la libertad de opinin, la integridad sica y la libertad de reunin estan consignados. Los derechos polticos as como los econmicos y sociales estan igualmente preistos, y los llamados derechos de cuarta generacin como el labeas Data y los derechos ambientales, tambin constan.
Ll respeto al N1XSN4 P?4F1I4 mejora con la 3ISI@1OFS3 H1^3H 4XHS9 ^3@4?S3 ya reerida. Ll precedente de esta garanta es la Ley Miranda que tiene igencia a partir de 1966 en LLUU. Con ocasin del caso Mi- randa s. Arizona` en el que se juzg al Lstado de Arizona por el uso inadecuado del testimonio de cuatro detenidos a quienes se les recibi sus testimonios mientras permanecan bajo custodia policial sin ser ad- ertidos de sus derechos a no dar testimonios incriminatorios. Ll allo ha brindado la base legal para que quienes rinden testimonios se puedan deender de los abusos de los agentes del orden haciendo eectio el derecho que tiene cualquier persona que se encuentre detenido o no, para rendir testimonio con la presencia de su abogado y undamental- mente a ser instruido del derecho a no declarar ,guardar silencio, a in de eitar una auto inculpacin.
La Ley o enmienda Miranda es un slido pilar en la estructuracin del N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H que no puede ser tal, sino aquel en el que se han respetado los derechos y garantas que le asisten a cualquier ciuda- dano que es objeto de una inestigacin o en contra de quien se ha ini- ciado un proceso penal para juzgar su conducta. 49
Ln el documento de los miembros de la Comisin de la CLD, que habamos seguido trabajando hasta su conclusin 50 consignamos una serie de garantas procesales en aor del imputado y de cargas u obliga- ciones en reerencia al deensor. Se pre as la asistencia legal obligato- ria debiendo contarse con un deensor de conianza del imputado y solo en alta de ste se podra recurrir a un deensor pblico o a uno de oi- cio. Ll deensor esta obligado a instruir al imputado de su derecho a guardar silencio, el liscal no se puede comunicar con el imputado sin la presencia de su deensor, se reconoce el derecho a no auto incriminarse de manera que no puedan obtenerse sin el expreso consentimiento del imputado muestras como las de salia, sangre, orina y semen. 51
Ln el mismo documento de la CLD se reitera la ineicacia probatoria de todo acto procesal que ulnere garantas constitucionales y que la ineicacia se extendera a todas aquellas pruebas que de acuerdo con las circunstancias del caso, no hubiesen podido ser obtenidas sin su iola- cin y ueren consecuencia necesaria de ella. Con esto insistimos mucho en la legalidad del debido proceso y en negar el acceso a los rutos del arbol enenenado que constituyen la uente natural de la prueba en el proceso penal ecuatoriano, porque creemos irmemente que sta es la nica a legtima para cambiar el paradigma de un sistema penal indo- lente y arbitrario en el que la deensora pblica ha sido igualmente legi- timadora del abuso policial.
Ln el proyecto de la CLD hemos extrapolado la Ley Miranda y otras enmiendas de LLUU como la cuarta que garantiza el derecho de deen- sa y sanciona como carente de alor cualquier prueba indebidamente practicada de manera que no pueda ser admitida como eidencia incri- minatoria en el proceso. La cuarta enmienda dice: La gente tiene dere- cho a la seguridad en cuanto a su persona, bienes, papeles y pertenen- cias, contra allanamientos y secuestros irrazonables eectuados, incluso, sin ninguna orden. Ln el supuesto que se lleara a cabo, debera contener
50 Superiimos como miembros de la Comisin, los doctores Ldmundo Duran Diaz, ex- liscal General y proesor titular de derecho procesal penal, \alter Guerrero Vianco, ex- Presidente de la Corte Suprema de Justicia y proesor titular de derecho procesal penal, y el autor de este opsculo que es igualmente proesor titular de derecho procesal penal. 51 Se pueden examinar entre otros, los artculos 88, 90 y 100 del documento de la CLD. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 70
una descripcin particular del sitio que se ha de allanar y las personas o cosas que se secuestren`. 52
Cuando se han empezado a dar los primeros pasos para un giro co- pernicano y para un cambio del paradigma han surgido oces no autori- zadas que han criticado lo que signiicara un anhelado despertar en esa inacabada lucha por hacer eectio el respeto al debido proceso, que es el respeto a las garantas constitucionales y procesales.
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Ln la Constitucin igente desde el 10 de agosto de 1998 se le otorga a la 71D1OI4?E3 N1H !G1XH4 plena competencia para hacer eectia las garantas de los derechos constitucionales, entre los que se encuentra el derecho al debido proceso , consagrado como uno de los derechos cii- les ,. Ll artculo 96 de la Constitucin dice :
labra un Deensor del Pueblo, con jurisdiccin nacional, para promoer o patrocinar el habeas corpus y la accin de amparo de las personas que lo requieran, N1D1ON1? K 1`FS@3? H3 4XI1?T3OFS3 N1 H4I N1?1FZ4I DGON321O@3H1I YG1 1I@3 F4OI@S@GFSbO ^3?3O@S[3k obserar la calidad de los sericios pblicos y ejercer las demas unciones que le asigne la ley...`.
Sin mayor esuerzo apreciamos que la Deensora del Pueblo en Lcuador termina por conertirse en un #2XGNI23O ]GNSFS3H y en un custodio del respeto a las garantas y derechos undamentales preistos en la Constitucin Poltica, entre los que se encuentra el ?1IP1@4 3H N19 XSN4 P?4F1I45 Signiica lo dicho que en cualquier circunstancia en que la deensora del pueblo aprecie que se estan ulnerando garantas cons- titucionales y procesales que aectan a la H1^3HSN3N N1H N1XSN4 P?4F19 I4L debe interenir en salaguarda del mismo.
Como hemos expresado en otros momentos y en otros documentos, el DLlLNSOR DLL PULBLO en Lcuador tiene una enorme gama de
52 C. Algunos casos de aplicacin de las enmiendas constitucionales en el libro de Llas NLUMAN, 1ictivotoga vravaciovat. t aco.o a ta .oberava, Lditorial Uniersidad, Buenos Aires, 1995, p. 120 y ss. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 71
derechos y deberes 53 , recordando entre otros: organizar la Deensora del Pueblo en todo el territorio nacional, presentar demandas de incons- titucionalidad en los casos preistos en los numerales 1 y 2 del artculo 246 de la Constitucin Poltica, interenir como mediador en conlictos sometidos a su consideracin por personas jurdicas y organizaciones populares con la administracin pblica si lo considera procedente y necesario, interenir como parte en los asuntos relacionados con la pro- teccin del medio ambiente y el patrimonio cultural, promoer la capaci- tacin, diusin y asesoramiento en el campo de los derechos humanos, ambientales y de patrimonio cultural, hacer pblicas las recomendacio- nes y obseraciones que hubiera dispuesto y orientar a los ciudadanos sobre el ejercicio de sus derechos, realizar isitas peridicas a los cen- tros de rehabilitacin social, unidades de inestigacin, recintos policia- les y militares para comprobar el respeto a los derechos humanos.
Si lo anterior no uese suiciente , y creemos que si lo es ,, en el ar- ticulo 11 de la Ley se expresa que los N1D1OI4?1I PjXHSF4IL estaran a las rdenes del Deensor del Pueblo, de sus adjuntos y comisionados pro- inciales, para el patrocinio de las acciones y recursos que sean necesa- rios interponer y para garantizar el derecho de deensa y la tutela penal eectia en las reclamaciones judiciales.
Por nuestra parte, y en razn de la enorme competencia que ya tiene la Deensora del Pueblo, sostenemos que la 71D1OI4?E3 !jXHSF3 no debe depender ni en su organizacin, ni en su estructura, ni en su un- cionamiento de la Deensora del Pueblo, pues si a a estar a sus rde- nes se crea una dependencia .vi geveri. que puede generar conlictos. Somos partidarios de la creacin de la Deensora Pblica Nacional co- mo una especie de Ombudsman Judicial que interenga en los procesos y rente a la administracin de justicia, Deensora Pblica que debe institucionalizarse al igual que el Ministerio Pblico o que la propia De- ensora del Pueblo. 54
53 C. Ley cit. , Art. 8. 54 Puede reisarse en el proyecto de Cdigo de Procedimiento Penal de la CLD, el ttulo correspondiente a la Deensora Pblica. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 72
Ls recuente y comn que los jueces incumplan con la obligacin de undamentar sus autos resolutorios, mediante los cuales disponen la aectacin de garantas undamentales que tienen que er con el respeto al N1XSN4 P?4F1I4, as ocurre cuando disponen la limitacin de garant- as constitucionales como el derecho a la libertad y a la iniolabilidad del domicilio, de la correspondencia, etc.
Los jueces penales -salo alguna rara excepcin- normalmente dis- ponen una medida de aseguramiento personal como es la P?SISbO P?19 T1O@ST3L sin undamentar tal medida cautelar que debe ser motiada por mandato expreso de la ley de procedimiento penal, recordemos que el artculo 1 del Cdigo de Procedimiento Penal dice: . 1O 1H 3G@4 ,reirindose al de prisin preentia, I1 P?1FSI3?d H4I SONSFS4I YG1 DGON321O@3O H3 4?N1O N1 P?SISbO`. Cuantos jueces cumplen con este mandato o exigencia, que tiende a asegurar el derecho de deensa en un debido proceso penal
La undamentacin o motiacin de un auto resolutorio de priacin de la libertad, busca que el ciudadano imputado de un delito sepa las razones por las que se lo esta priando del ejercicio de una garanta constitucional como es el derecho a la libertad. Ln todos los casos en que no se undamenta tal medida se esta lesionando el respeto al debido proceso, y la actuacin judicial es ilegtima e inconstitucional.
Ln la igente Constitucin ha tenido cuidado el constituyente ecua- toriano, al establecer en el artculo 24, como una de las garantas basicas del debido proceso, la necesidad de la motiacin. Ll numeral 13 del artculo citado dice: Las resoluciones de los poderes pblicos que aec- ten a las personas, deberan ser motiadas. No habra tal motiacin si en la resolucin no se enunciaren normas o principios jurdicos en que se haya undado, y si no se explicare la pertinencia de su aplicacin a los antecedentes de hecho.`.
,Como remediar el permanente, sostenido e institucionalizado equ- oco de los jueces
Aunque reconocemos que el N1XSN4 P?4F1I4 es una garanta ciuda- dana sin limitacin por la materia, esto es que debe aplicarse en cual- quier tipo de procedimiento , ciil, tributario, administratio, iscal, la- boral, etc. ,, reerido especicamente al ambito procesal penal, la D3H@3 N1 ?1IP1@4 3H N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H cuando se pria de la libertad sin !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 73
motiar o undamentar tal medida, debe ser reparada por el superior mediante el amparo de libertad consignado en el 3?@EFGH4 UVm del Cdi- go de Procedimiento Penal, disponiendo la cesacin de la medida de aseguramiento personal, sin perjuicio de la sancin para el juez que ha irrespetado el N1XSN4 P?4F1I45
,Cual es la situacin real del 32P3?4 N1 HSX1?@3N en la praxis judicial ecuatoriana
Casi ningn juez o tribunal superior lo declara con lugar, por lo que se ha perdido la conianza en el control por parte de las instancias supe- riores toda ez que casi siempre el recurso es negado, aunque la medida de aseguramiento preentio o proisorio , auto de prisin preentia , no est debidamente motiada ! Los jueces superiores que as actan se estan olidando de cumplir con las obligaciones inherentes al ejercicio del cargo, ante el requerimiento de legtimo interesado, no obstante que el 3?@EFGH4 AU que consagra constitucionalmente el N1XSN4 P?4F1I4, dice en el numeral 1: h-4N3 P1?I4O3 @1ON?d N1?1FZ4 3 3FF1N1? 3 H4I b?^3O4I gGNSFS3H1I K 4X@1O1? N1 1HH4I H3 @G@1H3 1D1F@ST3L S2P3?FS3H K 1`P1NS@3 N1 IGI N1?1FZ4I 1 SO@1?1I1IL ISO YG1 1O F3I4 3H^GO4 YG19 N1 1O SON1D1OISbOni5
Por regla general los tribunales superiores, ni siquiera cumplen con la obligacin de amonestar al inerior por el icio de procedimiento, ni mandan a que el inerior rectiique el procedimiento, motiando las razones por las que dispone el aseguramiento personal de un imputado mediante el auto de prisin preentia, con esta actitud los tribunales superiores terminan por legitimar el estado de indeensin de quien se encuentra sindicado y priado de su libertad aunque constitucionalmen- te es an un ciudadano inocente !
Actualmente en el Lcuador la responsabilidad de los jueces y magis- trados es de tal magnitud, que de acuerdo con la Constitucin igente y el ?1IP1@4 3H N1XSN4 P?4F1I4, al tiempo que se establece la primaca de la Constitucin rente a normas de menor jerarqua , como sera los cdigos y leyes de procedimiento , como lo dice el artculo 22 de la Carta Suprema, el constituyente ecuatoriano dispuso que de oicio se apliquen las garantas constitucionales.
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Ln el 3?@EFGH4 ACM de la Constitucin del 10 de agosto de 1998, se establece c h*3I F4?@1IL @?SXGO3H1I K 3G@4?SN3N1I 3N2SOSI@?3@ST3I @1ON?dO H3 4XHS^3FSbO N1 3PHSF3? H3I O4?23I N1 H3 $4OI@S@GFSbO YG1 I13O P1?@SO1O@1IL 3GOYG1 H3 P3?@1 SO@1?1I3N3 O4 H3I SOT4YG1 1`P?19 I321O@1iL IS^OSDSF3 H4 3O@1?S4? YG1 1`9 4DSFS4 procede el control constitucional y por ende el respeto al N1XSN4 P?4F1I45
Cuando se trata del 3HH3O32S1O@4 N1 H3 24?3N3 de un ciudadano en nuestro pas, ocurren dos posibilidades: o la Polica hace el allanamiento sin orden preia emitida por autoridad competente , sin ser un caso de excepcin por un estado de necesidad ,, o en los casos en que el juez dicta el allanamiento no undamenta la medida que limita una garanta constitucional, o no concurre al acto del allanamiento aunque el artculo 20 del Cdigo de Procedimiento Penal, dice de manera clara y sin po- sibilidad de interpretacin contraria, h )H 3F@4 N1 3HH3O32S1O@4 S?d !%"&#()*<%(-% %* ]0%; 3F42P3o3N4 N1H I1F?1@3?S4 K N1 H3 :G1?[3 !jXHSF3ni , las negrillas, maysculas y subrayado son nues- tras ,.
Cual es la situacin de estos actos y actuaciones policiales
Que son abiertamente inconstitucionales y iolatorias del ?1IP1@4 3H N1XSN4 P?4F1I4L y que cualquier prueba que se obtenga carece de alor y de eicacia probatoria alguna, conorme lo dice el artculo 24, numeral 14 de la Constitucin en donde leemos: h *3I P?G1X3I 4X@1OSN3I 4 3F@G3N3I F4O TS4H3FSbO N1 H3 $4OI@S@GFSbO 4 H3 H1KL O4 @1ON?dO T3HSN1[ 3H^GO3i5
1anto en la doctrina como en la jurisprudencia se destaca la necesi- dad de negar carta de ciudadana a los h D?G@4I N1H d?X4H P?4ZSXSN4iL sancionando como carentes de alor alguno tanto la actuacin como la prueba indebidamente practicada, porque esta iciada de nulidad absolu- ta e insubsanable. Ll proesor argentino JOSL CAllLRA1A NORLS nos ilustra, expresando: La doctrina de los rutos del arbol enenena- do se relaciona genricamente, con la imposibilidad de utilizar como prueba en un proceso penal, elementos de coniccin obtenidos me- diante la iolacin de garantas undamentales, pero mas precisamente se incula con la inalidez del uso procesal de datos probatorios que, sin ser el corpus de la iolacin constitucional , como sera por ejemplo la conesin orzada ,, se han podido conocer o colectar gracias a ella !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 75
,como sera, por ejemplo, el descubrimiento de instrumentos del delito del lugar indicado en la conesin orzada, o el secuestro de la res urti- a del domicilio registrado sin orden de allanamiento`. 55
Creemos que la nica manera como pueden ser operatias en el pro- ceso penal las garantas undamentales del N1XSN4 P?4F1I4L es eitando que surtan eectos probatorios sus iolaciones eidentes o encubiertas, ale decir, mediante la 3OGH3FSbO de los actos procesales que las contie- nen. 56
La jurisprudencia de Costa Rica es sumamente generosa en el tema del N1XSN4 P?4F1I4 y de la sancin mediante declaratoria de nulidad o de reocatoria de las medidas de aseguramiento personal, cuando por ejemplo la prisin preentia no ha sido undada o motiada por el juez, actuando como tribunal de salaguarda tanto la Sala de Casacin Penal de la Corte Suprema de Justicia, como la Sala Constitucional de la mis- ma. Lsta inormacin es accesible en la RLVIS1A DL CILNCIAS PLNALLS DL COS1A RICA, en cuyo nmero 14, del ano 9, de di- ciembre de 199 encontramos una erudita gama de allos, como el rela- cionado con el beneicio de libertad condicional, por TSFS4 N1 D3H@3 N1 DGON321O@3FSbO 3H Z3X1?I1 42S@SN4 P?G1X3 DGON321O@3H5 57
Ln relacin a la obligatoriedad de la undamentacin de la prisin preentia, La Sala Constitucional de Costa Rica hace continuas obser- aciones al incumplimiento de los jueces, al acoger recursos de ZdX13I F4?PGIL as la Sala en el oto 1419- 96, expresa : Cuando se exige un- damentar debidamente la resolucin que restringe la libertad de un im- putado, tanto por imperatio constitucional, como por mandato espec-
55 Cr. -%<)& 7% 7%"%$\# !"#$%&)* !%()*, Deatva, Buenos Aires, 1988, p. 195. Caerata Nores nos recuerda que la Corte Suprema de la Nacin en resolucin del 10 de diciembre de 1981, ha expresado que otorgar alor al resultado de un delito y apoyar sobre l una sentencia judicial, compromete la buena administracin de justicia al preten- der constituirla en beneiciaria del hecho ilcito`. 56 Jos CAllLRA1A NORLS, en op. cit., p. 198, dice : Lsto sera posible, no slo en las hiptesis para las cuales esta sancin se halle especicamente conminada en la ley proce- sal, sino tambin en cualquiera otra en que la nulidad no est expresamente preista`. 57 Ob. Cit. , p. 126-12, en que la Sala Penal dice en allo del 29 de mayo de 199, en la parte resolutia: As, las cosas al haberse denegado la solicitud pero sin eacuar prueba esen- cial, resulta aectado el derecho de deensa del sentenciado, por lo que aquella resolucin del 1ribunal Superior deiene en nula. Por lo expuesto debe declararse con lugar en pri- mer motio del recurso de casacin que interpone la deensa y, en consecuencia procede anular la resolucin del 1ribunal Superior 1ercero Penal.` 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 76
ico del numeral 20 de la Ley de Jurisdiccin Constitucional, lo que se exige en la resolucin es la existencia y exposicin del respaldo actico concreto existente en la causa y respecto de cada imputado, as como el respaldo normatio que sustenta y justiica la adopcin de la medida, pues solo de esa orma se logran indiidualizar las razones que motia- ron la decisin, y slo as surge la posibilidad de controlar en alzada esa disposicin. Ls decir, el juez ha de expresar las razones que existen en la causa que tramita, y respecto del imputado concreto para decidir restrin- gir su libertad como medida cautelar indispensable para asegurar la suje- cin del acusado al proceso, la aeriguacin de la erdad y la eentual aplicacin de la ley penal. Repetir en abstracto y como rases acas, los supuestos que legalmente autorizan la priacin de libertad, no es un- damentar. lundamentar, motiar, signiica documentar la decisin en cada caso concreto, exponer y razonar por qu se estima en ese momen- to procesal, que los objetios antes senalados estan en peligro, y cuales son los elementos de juicio que permiten sustentar la existencia de ese peligro y en consecuencia, justiicar la medida adoptada. Ll juez no pue- de contentarse con decir que sospecha de la uga del acusado, o sospe- cha que contaminara la prueba, sino que debe exponer en concreto en que se basan esas sospechas, y para hacerlo debe reerirse indeectible- mente a las pruebas existentes en la causa y a cualquier otra eidencia deriada del comportamiento procesal del acusado que respalde ese juicio emitido, sin que con ello se lesione el principio de inocencia, dado que como medida cautelar, la detencin proisional debe encontrar pleno respaldo y justiicacin en el proceso. No son apreciaciones subje- tias del juez las que permiten limitar la libertad, son razones objetias, amparadas legalmente y debidamente respaldadas en la causa y ello debe traducirlo y exponerlo el juez al resoler sobre la libertad.` 58
La alta de motiacin o undamentacin es igualmente notable en la judicatura ecuatoriana, cuando se trata de los autos resolutorios al con- cluirse el sumario y hasta en el contenido de la sentencia con lo cual eidentemente se esta iolando el N1XSN4 P?4F1I4 que debe ser repara- do por los tribunales superiores cuando conocen en alzada de la resolu- cin del sumario, cuando se trata de la sentencia mediante la apelacin o mediante el ?1FG?I4 N1 F3I3FSbO P4? TS4H3FSbO N1 P?4F1NS2S1O@45
58 Cecilia SNClLZ ROMLRO, a ri.iv rerevtira ev vv .taao ae Derecbo, en RLVIS1A DL CILNCIAS PLNALLS, ob. cit., p. 61. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 77
Como anota con erudicin el proesor JORGL ZAVALA BAQUL- RIZO: La motiacin constituye un juicio lgico que se desarrolla alrededor de la pretensin. Ll juez al momento de sentenciar debe ex- poner a las partes y a la sociedad, las razones que ha tenido para resoler en la orma constante en la parte dispositia de la sentencia... Para esti- mar o desestimar la pretensin punitia, el juez debe ponerla en relacin con el derecho objetio... Pero, ademas en el caso que el juez estimare la pretensin punitia, la motiacin o parte lgica de la sentencia debe comprender tambin las causas de la calidad y de la cantidad de la pena, es decir las razones por las cuales se impone el maximo o no se admite la ariacin o, en su deecto, se atena la pena. Por otro lado , si se es- tima la pretensin se debe incorporar en la motiacin el undamento para establecer la calidad de la pena, o en su caso, la razn para que pro- ceda la imposicin de ciertas medidas de seguridad proyectadas inclusie para el tiempo posterior al de la ejecucin de la condena`. 59
Por nuestra parte agregamos, que es de exigencia y obligatorio cum- plimiento la undamentacin de las resoluciones y allos judiciales tanto para atender la necesidad de garantizar la deensa de las partes en el N19 XSN4 P?4F1I4L como para atender el respeto a uno de los pilares basicos del Lstado de Derecho y del sistema republicano, que undado en la publicidad de los actos de gobierno y de sus autoridades y uncionarios que son responsables por sus decisiones, demanda que se conozcan las razones que amparan y legitiman tales decisiones.
Como nos ilustra CAllLRA1A NORLS la undamentacin de las resoluciones judiciales, para ser tal, requiere la concurrencia de dos con- diciones. Por un lado, debe consignarse expresamente el material proba- torio en el que se undan las conclusiones a que se arriba, ae.cribievao el contenido de cada elemento de prueba. Por otro, es preciso que stos sean merituados, tratando de demostrar su ligazn racional con las air- maciones o negaciones que se admitan en el allo. Ambos aspectos de- ben concurrir .ivvttaveavevte para que pueda considerarse que la senten- cia se encuentra motiada. Cualquiera de ellos que alte , tanto el des- criptio como el intelectio, la priara de la debida undamentacin`. 60
59 Jorge ZAVALA BAQULRIZO, t roce.o evat, tomo IV, Ldino, Guayaquil, 1990, pp. 234-235. 60 Jos CAllLRA1A NORLS, en op. cit., 284. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 78
La motiacin exige ademas el razonamiento de los elementos pro- batorios que siren de base o premisa para las conclusiones a que llega el juez. Como dice CAllLRA1A NORLS, la mera enunciacin o des- cripcin de los mismos no satisace este requisito, porque no propor- ciona los elementos de juicios necesario para eriicar si el mecanismo de discernimiento utilizado por el juez para arribar a determinada con- clusin ha sido cumplido con respecto por las reglas de la sana crtica racional`. 61
Para que se pueda ejercer el respectio control y hacer eectio el ?1IP1@4 3H N1XSN4 P?4F1I4 se requiere que en la sentencia se precise el contenido de la prueba, enunciando, describiendo o reproduciendo en concreto el indicio probatorio, a eectos de que sea posible eriicar si la conclusin a que llega el jurisdicente surge lgica y racionalmente de las pruebas que se inocan en su sustento.
Como un signiicatio aance en la consolidacin del respeto al N19 XSN4 P?4F1I4 en un Lstado de Derecho, a tras de la condena a la tortura, debemos recordar el F3I4 N1 H4I IS1@1 N1H !G@G23K4, y un allo reciente de la Corte Suprema de Justicia, publicado en el Registro Oicial 5 del 1 de agosto de 1998, en el que la Primera Sala de Casa- cin Penal resuele por mayora de otos casar la sentencia condenato- ria, disponiendo la libertad de un encartado por el delito de homicidio, expresando:
sostiene correctamente el 1ribunal Penal que la declaracin pre- procesal rendida por el encausado que no llea su irma, ni la de un lis- cal, ni se ha rendido en presencia de un abogado del procesado, carece de alor probatorio, as como la indagacin policial preia a la apertura del proceso, y el testimonio reerencial del Polica ARO quien dice haber escuchado al encausado declararse autor del homicidio. Los testi- monios propios de la senora LMA, y del menor de edad AA son insui- cientes, como apropiadamente estima el 1ribunal Penal, para acreditar que BC ue quien dispar el arma homicida. Ll 1ercer 1ribunal del Azuay ha obrado conorme a derecho al no admitir como prueba de responsabilidad la indagacin policial y la declaracin preprocesal del sindicado, por no habrselas realizado con asistencia de un abogado que le represente, requisito establecido por la Constitucin Poltica de la
Repblica para garantizar el derecho de deensa, y sin el que cualquier diligencia judicial, preprocesal o administratia. carecera de eicacia probatoria, segn manda imperatiamente el literal ,, del inciso tercero, del numeral 19, del artculo 22 de la Carta Poltica.`.
La numeracin citada en el allo de casacin penal, corresponde a la Constitucin anterior codiicada el 13 de ebrero de 199 y en la Consti- tucin igente consta en el artculo 24 numeral 5, siendo ratiicado en el numeral 14 ibdem. Un allo como en el que se transcribe en su parte resolutia es meritorio y representa un signiicatio aporte y aance en el respeto al debido proceso y en la consolidacin del Lstado de Derecho, siendo un saludable precedente y un buen ejemplo a imitar por jueces y magistrados ecuatorianos !
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659 La Constitucin Poltica del 10 de agosto de 1998 signiica un po- sitio aance en el ambito de las garantas undamentales que se irradian al N1XSN4 P?4F1I4L consustancial a la igencia plena del %I@3N4 N1 71?1FZ45
A59 Ll cambio del paradigma procesal penal del ISI@123 SOYGSIS@ST4 al ISI@123 3FGI3@4?S4 4?3H es de innegable importancia, y es de urgente e imperiosa implementacin, pues permite llegar a un punto de equili- brio entre el rgano que dirige la inestigacin, que es el <SOSI@1?S4 !jXHSF4 mediante la instruccin iscal que es de inestigacin bajo la responsabilidad del Ministerio Pblico, bajo cuya orientacin y superi- gilancia queda supeditada la interencin policial. Si no hay acusacin iscal esto es la que deiene del Ministerio Pblico, no hay juicio.
M59 Ll rgano de F4O@?4H N1 H3 SOI@?GFFSbOL es el gG1[ P1O3H, que mantiene la competencia para dictar medidas de aseguramiento real y personal, como retencin, prohibicin de enajenacin de bienes, apre- hensin y decomiso de bienes, auto de prisin preentia y su reocato- ria, cauciones excarcelarias, resolucin de excepciones procesales, trami- tacin y resolucin mediante el sistema oral de la etapa intermedia, y para dictar sentencia en el procedimiento abreiado.
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Igualmente existe un tribunal pluripersonal ,de tres jueces abogados, que tramitan y resuelen la etapa del juicio que es oral y en la que se presenta la prueba, para hacer eectio el principio de la inmediacin del juez de la resolucin, con la prueba practicada.
U59 Ln el ISI@123 SOYGSIS@ST4 el mismo juez inestiga y alla, emite rdenes de inestigar a la Polica Judicial, el procedimiento es escrito y mediatizado por la interencin de amanuenses y curiales. Ll mismo juez que instruye resuele la etapa intermedia y durante la instruccin por su sola y omnmoda oluntad dicta las medidas de aseguramiento. Ls decir que el mismo juez que inestiga debe ealuar su propia inesti- gacin, con lo que se resta objetiidad e imparcialidad a la instruccin, cuya caliicacin depende del mismo instructor.
Ln el ISI@123 3FGI3@4?S4 el Ministerio Pblico inestiga y acusa, di- rige la inestigacin policial, en tanto que el juez penal controla la ins- truccin y resuele si hay o no lugar para el llamamiento a juicio.
V59 Debe SOI@S@GFS4O3HS[3?I1 la N1D1OI4?E3 PjXHSF3 como un orga- nismo tcnico, autnomo e independiente, tanto de la uncin judicial como de la deensora del pueblo, para eitar extranas ingerencias en su constitucin y uncionamiento. De esa manera se podra contar con una deensa proesional especializada dentro de la estructura del sistema penal, que haga eectia la igencia de la 3ISI@1OFS3 H1^3H 4XHS^3@4?S3, necesaria para el respeto al N1XSN4 P?4F1I4 y para la existencia del %I@3N4 N1 71?1FZ45
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Ln la administracin de justicia de in de milenio se aprecia una rup- tura epistemolgica, que pretende incluso llegar a un modelo de sistema procesal penal acusatorio cuyos principios basicos son los de la acusa- cin, contradiccin, oralidad, publicidad, inmediacin y concentracin, y con la instruccin iscal de la que debe depender la indagacin policial 62 . No obstante el aance constitucional en la bsqueda de mecanismos de control de las garantas constitucionales en el proceso penal, la experien- cia orense nos hace mirar con preocupacin la labor tributaria y depen- diente de la instancia policial que sigue cumpliendo el Ministerio Pblico ecuatoriano.
Ll artculo 142 de la Constitucin codiicada dice a la letra:
... Dentro del cumplimiento de sus obligaciones, el Ministerio Pblico conducira las indagaciones preias y promoera la inestigacin procesal penal con el apoyo de la Polica Judicial`. Lo que signiica que desde el 16 de enero de 1996 la Polica Nacional carece de legitimidad constitucional para conducir las indagaciones preias y promoer la inestigacin procesal penal, pero lo sigue haciendo con la anuencia de jueces y magistrados que siguen ignorando lo que es el respeto a la lega- lidad del debido proceso, y lo pererso y contradictorio que signiica darle carta de ciudadana a los rutos del arbol enenenado`, alimen- tando as una cultura de irrespeto a un discurso medianamente garantis- ta .
Igualmente coopera para que el Ministerio Pblico no llegue a su mayora de edad, una llamada Ley Organica del Ministerio Pblico que debi ser llamada con propiedad inorganica` 63 . Si se reisa el artculo
62 \a estaba preista esta carga para el Ministerio Pblico desde el 16 de enero de 1996 en la reorma constitucional y constaba en la Constitucin Poltica codiicada y publicada en el RO No. 2 del 13 de ebrero de 199. 63 Publicada en el RO No. 26 del 19 de marzo de 199. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 82
3 de la citada ley admitiremos que los autores de la misma menosprecia- ron la oportunidad histrica de ir potenciando un Ministerio Pblico que no slo sea independiente y autnomo, sino y por sobre todo una institucin que hoy cumple un rol de barrera de contencin de los abu- sos del poder poltico y policial 64 en cualquier Lstado de Derecho me- dianamente inormado, ale decir que se conierta en promotor de la deensa de los derechos humanos.
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Lsta posibilidad ha sido tan groseramente olidada que en la igente Ley Organica del Ministerio Pblico se ha omitido consignar, al menos ormalmente, su calidad de institucin de contencin del abuso en el Lstado de Derecho y de custodio del respeto a los derechos humanos. Debe ser en estas condiciones dicil que el Ministerio Pblico ecuato- riano pueda asimilar lo que signiica el P?SOFSPS4 N1 4P4?@GOSN3NL la necesidad de reconocer que hay que propugnar la igencia de un N1?19 FZ4 P1O3H 2EOS24L 1I@4 es que el derecho penal y el sistema penal debieran ser de jH@S23 ?3@S45 Lsta propuesta de que el derecho penal debiera ser el ltimo recurso del Lstado y no el primero, es llamada por los organismos internacionales como de extrema ratio 65, como nos recuerda el pro. Juan Bustos Ramrez.
Del examen sugerido en la Ley Organica del Ministerio Pblico, en- contramos que de manera impropia ni siquiera se respet el alcance de la normatia constitucional pues en la letra a, se expresa entre los debe- res y atribuciones del Ministerio Pblico, Conducir las indagaciones preias y la inestigacin procesal penal con el apoyo de la Polica Judi- cial, ya sea por propia iniciatia o por denuncia en los delitos de accin pblica...` y en la letra , se dice que debe interenir de acuerdo con la Ley en las inestigaciones de traico ilegal de estupeacientes...`.
64 C. Alonso ZAMBRANO PASQULL , en -123I N1 $S1OFS3I !1O3H1I, editorial Oset Graba, Guayaquil,1996, pp.246, 265-266. Ln que desarrollamos las propuestas de un aere cbo evat vvivo. 65 Juan BUS1OS RAMIRLZ, en !?SOFSPS4I DGON321O@3H1I N1 GO N1?1FZ4 P1O3H N19 24F?d@SF4, publicado en Reista de Ciencias Penales, Costa Rica, marzo de 1994, ano 5, No. 8, p. 16. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 83
Ll contexto anterior podra llear a algn improisado comentarista a sostener que en el caso de inestigacin de drogas ilegales, el Ministerio Pblico debe seguir siendo dependiente de la Polica que inestiga tales delitos y slo dejara de ser un conidado de piedra` cuando se trate de otro tipo de delitos ! 1al comentario trasnochado se apartara del respe- to y preeminencia que tiene la normatia constitucional, por encima de la que no puede estar ninguna ley como la de drogas que es una mala copia al carbn -por lo deectuosa - de la Conencin de Viena de 1988 66 , que ha terminado por crear un rgimen penal de excepcin y cuyos costos son altamente lesios para el respeto a la seguridad jurdica de cualquier ciudadano ecuatoriano o extranjero al que se le llegue a impu- tar alguna relacin, aunque uese de aquellas aberrantes rmulas de responsabilidad penal objetia.
Lste procedimiento ha permitido institucionalizar el secuestro en las carceles ecuatorianas, en las que se encuentran priados de la libertad, honestos empresarios e incluso abogados, con la etiqueta de narcolaa- dores o testaerros, con el silencio larado y cmplice de un poder pol- tico corrupto y cobarde que no ha tenido el alor de declarar la inconsti- tucional de la Ley de Drogas de Lcuador igente desde 1990.
Lsta practica perersa de permanente irrespeto a los derechos huma- nos ha tenido un aliado incondicional que ha sido el Ministerio Pblico ecuatoriano, no obstante que en la misma reorma constitucional del 16 de enero de 1996 recogida en la codiicacin de 13 de ebrero de 199, se pre ya la exigencia constitucional de la 3ISI@1OFS3 H1^3H 4XHS^3@49 ?S3 que con mucho esuerzo a ganando terreno aunque no aceptacin en el segmento policial. La disposicin constitucional deca:
Art.22, numeral 19, letra , parrao tercero . Ll estado le garanti- za: . La libertad y seguridad personales. Ln consecuencia. Ninguna persona podra ser interrogada, ni an con ines inestigatios, por una autoridad policial, por el Ministerio Pblico o por cualquier otra del Lstado, sin la asistencia de un deensor priado o, nombrado por el Lstado para el caso de que el interesado no pueda designar a su propio deensor. Cualquier diligencia judicial, preprocesal o administratia que no cumpla con este precepto carecera de eicacia probatoria`.
66 C. Alonso ZAMBRANO PASQULL, en $d?F1H K 7?4^3Ic N1 H3 ?1P?1ISbO 3 H3 H1^3HS9 [3FSbO, editorial Ldino, Guayaquil, 1994, pp. 89 y ss. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 84
Lo anterior signiica que la asistencia legal o sea el derecho constitu- cional a contar con un deensor de conianza de cualquier persona que es indagada es de orzoso cumplimiento, y que solo cabe la interen- cin de un deensor pblico o de oicio de manera subsidiaria esto es cuando no se puede contar con un deensor priado. Lste importante aance constitucional ha recogido la llamada enmienda Miranda o quinta enmienda constitucional de LLUU. 67 , que garantiza el derecho a guar- dar silencio bajo la adertencia de que lo que se diga puede ser utilizado en contra del declarante, que ste tiene derecho a contar con su propio deensor y que en el eento de no poder contar con un abogado deen- sor de su conianza, el Lstado lo proeera de uno si as lo desea.
labra que coniar en que el Ministerio Pblico en el Lcuador empie- ce a cumplir lo que dice la Constitucin y la propia Ley Organica del 19 de ebrero de 199, que en el artculo 26 expresa:
Ll Ministerio Pblico garantizara la interencin de la deensa de los imputados o procesados, en las indagaciones preias y las inestiga- ciones procesales por inracciones pesquisables de oicio, quienes de- beran ser citados y notiicados para los eectos de interenir en las dili- gencias probatorias y aportar pruebas de descargo, cualquier actuacin que iole esta disposicin carecera de eicacia probatoria`.
Si bien es erdad que suena a una barbaridad - producto de la impro- isacin casi permanente de los redactores de leyes - decir : que se debe citar y notiicar al abogado deensor ,sic, , si es importante rescatar la obligatoriedad del Ministerio Pblico X3g4 H3 P?1T1OFSbO N1 SO1DSF3FS3 P?4X3@4?S3 N1 H3 3F@G3FSbOL que se permita a la deensa aportar prue- bas de descargo. Ls an prematuro intentar un diagnstico siquiera aproximado del cumplimiento de esta garanta constitucional que debe respetarse no solo en una inestigacin policial bajo la direccin terica del Ministerio Pblico, sino en cualquier inestigacin como podra ser la que eecte la Contralora General del Lstado con ocasin de los examenes especiales y auditoras, que careceran de alor en todos aque- llos casos en que se recepten testimonios inormatios durante los exa- menes o auditoras sin la asistencia legal obligatoria.
67 C. Una bree sinopsis contenida en el Boletn Jurdico No. 16 de ebrero de 199, de la Corporacin Latinoamericana para el Desarrollo, p. 10. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 85
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lormalmente la lucha por hacer eectio el respeto por los derechos humanos se puede haber concretado en la Constitucin Poltica igente, pues los derechos ciiles que tienen que er con la libertad personal, la libertad de opinin, la integridad sica y la libertad de reunin estan consignados. Los derechos polticos as como los econmicos y sociales estan igualmente preistos, y los llamados derechos de cuarta generacin como el labeas Data y los derechos ambientales, tambin constan.
Retornando a nuestro comentario, el labeas Corpus 68 que ha sido constitucionalmente preisto en el Lcuador, se mejora con H3 3ISI@1O9 FS3 H1^3H 4XHS^3@4?S3 ya reerida. Ll precedente de esta garanta es la Ley Miranda que tiene igencia a partir de 1966 en LL.UU. Con ocasin del caso Miranda s. Arizona en el que se juzg al Lstado de Arizo- na por el uso inadecuado del testimonio de cuatro detenidos a quienes se les recept sus testimonios mientras permanecan bajo custodia poli- cial sin ser adertidos de sus derechos a no dar testimonios incriminato- rios. Ll allo ha brindado la base legal para que quienes rinden testimo- nios se puedan deender de los abusos de los agentes del orden hacien- do eectio el derecho que tiene cualquier persona que se encuentre detenido o no, para rendir testimonio con la presencia de su abogado y undamentalmente a ser instruido del derecho a no declarar ,guardar silencio, a in de eitar una autoinculpacin.
La Ley o enmienda Miranda es un slido pilar en la estructuracin del N1XSN4 P?4F1I4 P1O3H que no puede ser tal, sino aquel en el que se han respetado los derechos y garantas que le asisten a cualquier ciuda- dano que es objeto de una inestigacin o en contra de quien se ha ini- ciado un proceso penal para juzgar su conducta.
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Ln 1992 la Corte Suprema de Justicia dio a conocer el proyecto de un nueo Cdigo de Procedimiento Penal para el Lcuador en el que ya
68 Sugerimos reisar el trabajo de Ldmundo Ren BODLRO, t avaro ae tibertaa, 1996, en el que con propiedad se distinguen el amparo de libertad y el habeas corpus , p. 35 y ss. , y se hace una aguda crtica a la justicia ecuatoriana , p. 9 y ss. ,. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 86
se contempla de manera organizada la presencia del deensor en el pro- ceso penal 69 . Posteriormente y en septiembre de 1995 la Corporacin Latinoamericana para el Desarrollo , CLD , que haba suscrito un con- enio corporatio con la Agencia Internacional para el Desarrollo , AID , , design una Comisin de proesores para que reise el proyecto de la Corte Suprema de Justicia y presente un nueo documento que para abril de 199 se encuentra concluido.
Ln el documento de los miembros de la Comisin que seguimos tra- bajando hasta su conclusin consignamos una serie de garantas proce- sales en aor del imputado y de cargas u obligaciones en reerencia al deensor. Se pre as la asistencia legal obligatoria debiendo contarse con un deensor de conianza del imputado y solo en alta de ste se podra recurrir a un deensor pblico o a uno de oicio. Ll deensor esta obligado a instruir al imputado de su derecho a guardar silencio, el iscal no se puede comunicar con el imputado sin la presencia de su deensor, se reconoce el derecho a no autoincriminarse de manera que no puedan obtenerse sin el expreso consentimiento del imputado muestras como las de salia, sangre, orina y semen. 70
Ln el mismo documento de la CLD se reitera la ineicacia probatoria de todo acto procesal que ulnere garantas constitucionales y que la ineicacia se extendera a todas aquellas pruebas que de acuerdo con las circunstancias del caso, no hubiesen podido ser obtenidas sin su iola- cin y ueren consecuencia necesaria de ella. Con esto insistimos mucho en la legalidad del debido proceso y en negar el acceso a los rutos del arbol enenenado que constituyen la uente natural de la prueba en el proceso penal ecuatoriano, porque creemos irmemente que sta es la nica a legtima para cambiar el paradigma de un sistema penal indo- lente y arbitrario en el que la deensora pblica ha sido igualmente legi- timadora del abuso policial.
Ln el proyecto de la CLD hemos extrapolado la Ley Miranda y otras enmiendas de LLUU como la cuarta que garantiza el derecho de deen- sa y sanciona como carente de alor cualquier prueba indebidamente practicada de manera que no pueda ser admitida como eidencia incri- minatoria en el proceso. La cuarta enmienda dice: La gente tiene dere-
69 C. artculos 103 a 116, que se encuentran en el 1tulo IV del Deensor. 70 Se pueden examinar entre otros, los artculos 88, 90 y 100 del documento de la CLD. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 87
cho a la seguridad en cuanto a su persona, bienes, papeles y pertenen- cias, contra allanamientos y secuestros irrazonables eectuados, incluso, sin ninguna orden. Ln el supuesto que se lleara a cabo, debera contener una descripcin particular del sitio que se ha de allanar y las personas o cosas que se secuestren`. 71
Cuando se han empezado a dar los primeros pasos para un giro co- pernicano y para un cambio del paradigma han surgido oces no autori- zadas que han criticado lo que signiicara un anhelado despertar en esa inacabada lucha por hacer eectio el respeto a las garantas constitucio- nales y procesales.
Ln Argentina y en Lspana se produjeron debates y agrias discusiones por aspectos que tienen que er con la independencia del Poder Judicial en el primer caso y con el Jurado puro , Jurado Popular , en el segundo en el que tambin se encuentra en discusin el nueo Cdigo Penal es- panol en igencia. Ln el diario La Nacin de Buenos Aires y en un art- culo, )o4?3O[3 N1 GO3 ]GI@SFS3 SON1P1ONS1O@1 se hacen airmaciones que pueden ser aplicadas en cualquier pas de nuestra regin, como las que transcribo: Desde hace arios anos, la Justicia ie en una situacin de permanente crisis y las encuestas indican que su imagen se deterior hasta colocar al Poder Judicial ente las instituciones menos crebles de la sociedad.
Segn datos reelados por la consultora Sores Ibope, la conianza en la administracin independiente de Justicia se mantiene en un ndice que ronda en un 30 por ciento. Obiamente esta situacin no se debe a un hecho aislado, sino que es la consecuencia de muchos actores. Los analistas enumeran: la reduccin del presupuesto judicial, la manipula- cin de muchas integrantes de la Justicia, los escandalos por casos de corrupcin, las deiciencias edilicias y la baja eiciencia del sericio, todo lo cual ue posible no slo por las decisiones polticas, sino tambin por
71 C. Algunos casos de aplicacin de las enmiendas constitucionales en el libro de Llas NLUMAN, 1ictivotoga vravaciovat. t aco.o a ta .oberava, Lditorial Uniersidad, Buenos Aires, 1995, p. 120 y ss. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 88
la indierencia con que el resto de la sociedad y, especialmente, los legis- ladores, miraron el sector`.
Ln los ltimos meses, la demora en sancionar dos leyes aument el cuadro de incertidumbre. lace dos anos y medio, la reorma constitu- cional introdujo el Consejo de la Magistratura y garantiz la autonoma de los iscales respecto del poder poltico. A pesar de que existe un buen proyecto sobre el Consejo acordado en Diputados, en el Senado el justi- cialismo no renuncia a imponer uno propio, que asegura la hegemona del Poder Ljecutio. Ll proyecto de la ley de Ministerio Pblico, en tan- to, esta trabado en la Camara baja.` 72
Ln el caso de Lspana hemos podido acceder al debate en torno al ]G?3N4 !4PGH3?, que publica el peridico Ll Pas de Madrid 73 y ha sido grato leer los comentarios del magistrado Perecto Andrs Ibanez, de Jos Antonio Martn Palln tambin magistrado del 1ribunal Supremo, y de Antonio Beristain, director del Instituto Vasco de Criminologa. La polmica surge por la coneniencia o no de un Jurado Popular consti- tuido por jueces legos esto es desconocedores del derecho o si es pree- rible un tribunal conormado por jueces tcnicos es decir abogados, o resultara de mejor coneniencia un gG?3N4 N1 1IF3XSO4IL que es mixto en su conormacin porque lo integran legos en su mayora y en su mi- nora letrados.
Como dice Andrs Ibanez , !?4XH12d@SF4 gG?3N4 PG?4 , en un segmento: .el problema central que el jurado plantea en nuestro con- texto constitucional es de aptitud para ajustarse a ese paradigma. Aptitud que no concurre en el llamado jurado puro. Porque las diicultades deri- adas del dicit objetio de cualiicacin jurdica, de cultura especica y bagaje emprico no se superan con oluntarismos normatios. \ tampo- co es un dictado de esta clase lo que puede conertir un eredicto -por mas judicialmente tutelado que se preea, como ocurre en el voaeto e.a vot - en decisin eicazmente motiada.
. As las cosas y siendo inequoco el mandato constitucional, no cabe duda de que la opcin legislatia mas adecuada a la actual ai.citiva cov.titvciovat aet roce.o y a la naturaleza del orden jurdico es la del tribunal
72 La Nacin de Buenos Aires, del 14 de abril de 199. Ln Internet : www.lanacin.com. 73 Ll Pas de Lspana, del 29 de abril de 199. Ln Internet : www.el-pais.com. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 89
de escabinos o mixto, no por casualidad la propia de los sistemas de derecho equialentes al nuestro, en la que el juez tcnico aporta su baga- je y el ciudadano jurado el punto de ista interno`.
Para Jos Antonio Martn Palln , 7SIP3?3O F4O@?3 1H gG?3N4 , la polmica es muy antigua y argumentando en aor del jurado puro dice: . La pretendida incapacidad de los jurados para alorar los ele- mentos probatorios que les han sido exhibidos a lo largo del juicio, no me parece un argumento slido para justiicar la necesidad de que los ciudadanos legos sean asistidos y tutelados por tcnicos que les expli- quen como y en que medida se debe dar alor a la declaracin de un testigo o a las explicaciones de un perito. Nos podemos encontrar con la paradoja de que orme parte de un jurado un mdico que pueda com- prender mejor y mas cienticamente el resultado de una autopsia o el diagnstico de un psiquiatra.`.
. La Ley del Jurado, en estos momentos duramente cuestionada, tiene algunos deectos que han sido senalados, pero hay que reconocer que, en materia de motiacin de la prueba, ha exigido a los ciudadanos que expliquen cuales son los elementos probatorios que han utilizado para declarar o rechazar determinados hechos como probados. Manies- tar de manera expresa si un testigo ha sido mas conincente que otro , o si las conesiones del acusado son concluyentes sobre su participacin en los hechos y sobre su culpabilidad, es tarea que pueden desempenar perectamente con mayor o menor acierto, los jurados.`
1ercia en el debate Antonio Beristain , (4 NSIP3?324I F4O@?3 1H gG?3N4k O4I N1D1ON124I N1 eH , que con su peculiar estilo, dice en parte de sus comentarios inculados por la preocupacin de un jurado puro y a propsito de la arremetida de Martn Palln: .No disparamos contra el jurado, nos deendemos de l, porque estamos conencidos -y la experiencia nos lo conirma- de que un mal jurado hace mas dano que un delincuente, aboca a repetidas macro ictimizaciones , lo rontalmen- te opuesto al moderno derecho penal, al humanitarismo, el protector del delincuente, pero mas protector de las ctimas.`.
. La mayora de los ciudadanos , sin menoscabo alguno de su dig- nidad , ignoran el lenguaje y los conceptos que a lo largo de los siglos se han ido elaborando en el campo de la dogmatica penal. Pero en los um- brales del tercer milenio, sin dogmatica no hay derecho penal, y sin de- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 90
recho penal no cabe administrar justicia.` Pienso y siento que nuestra Ley del Jurado ha metido a nuee personas dentro de un laberinto mas enigmatico que el construido por Ddalo en Creta, por encargo del rey Minos. Para salir del laberinto, los jurados necesitan como 1eseo, un hilo de Ariadna que les indique por donde llegaran a la salida: ese hilo de Ariadna son los jueces tcnicos que entran a ormar parte del jurado mixto o escabinado para a los otros organismos, los legos en derecho, aclararles los problemas cienticos que lgicamente desconoce la in- mensa mayora de los ciudadanos`.
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Cualquier proceso serio de cambio en sus inicios a a tener que en- rentar un duro embate y resistencia, en ocasiones por desconocimiento del tema y en otras por una mal entendida poltica de oposicin a toda propuesta de superacin que conllea la necesaria discusin. Lsto ha ocurrido con el #2XGNI23O o deensor del pueblo que es institucin nuea en nuestro pas y que cuenta ya con la Ley Organica de la Deen- sora del Pueblo. Por nuestra parte nos habamos pronunciado en orma bree en uno de nuestros trabajos 74 , en el que como se podra apreciar creamos coneniente que la N1D1OI4?E3 PjXHSF3 dependiese del 719 D1OI4? N1H !G1XH4 al que denominabamos !?4FG?3N4? N1 71?1FZ4I \G23O4I y otro aspecto interesante era la propuesta de crear la $42S9 ISbO (3FS4O3H N1 71?1FZ4I \G23O4IL que en Mxico es altamente representatia como organismo institucionalizado de control y de re- clamo por el respeto a los derechos humanos.
Luis de la Barreda Solrzano, Presidente de la Comisin de Dere- chos lumanos del Distrito lederal, que es uno de los pilares de la exis- tencia de la Comisin Nacional de Derechos lumanos de Mxico nos recuerda que a sus 185 anos el Ombudsman tiene mundialmente una italidad extraordinaria. Su gran empuje se produce a raz de la Segunda Guerra Mundial y se encuentra en boga en Amrica Latina y en Luropa del Lste.
Como dice de la Barreda : Ll Ombudsman a de pas en pas, co- mo lrcules de trabajo en trabajo. Por qu y para qu La actiidad
74 C. Alonso ZAMBRANO PASQULL, en Practica Pevat, tomo V, editorial Ldino, 1995, p. 123-12. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 91
gubernamental ha crecido aceleradamente y ese crecimiento ha multipli- cado las posibilidades de riccin entre gobernantes y gobernados. Los mecanismos de control sobre los actos de autoridad han resultado insu- icientes. No existen muchas instancias donde presentar inconormida- des. Los tribunales generalmente son lentos, ormalistas y costosos. Ca- da da es mas igorosa la corriente internacional preocupada por la eec- tia proteccin de los derechos humanos. Si bien es cierto que ya se contaba con recursos y tribunales administratios para deender los leg- timos intereses de los gobernados, el Ombudsman cuenta con entajas importantes sobre los instrumentos tradicionales` . 75
La propuesta es que la 71D1OI4?E3 N1H !G1XH4 sea autnoma, expe- dita, antiburocratica, agil, con la inalidad de controlar el poder en bene- icio de la libertad, la igualdad y la seguridad jurdica. La sociedad ecua- toriana debe exigir de la uncin pblica, eiciencia, honestidad, apego a la ley y respeto a la dignidad humana.
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Ln 1990 surge la llamada Comisin Nacional de Derechos lumanos cuyo titular Jorge Carpizo consolid un proceso importante de respeto a los derechos humanos en circunstancias en que la opinin pblica no coniaba en la institucin nuea. Ll trabajo eiciente y serio rente al abuso y la impunidad la han dado suiciente autoridad moral a la CDlDl y a la Comisin en general. Al momento cuenta con 33 orga- nismos pblicos deensores de derechos humanos que constituyen la red nacional de proteccin no jurisdiccional probablemente mas grande que existe en el mundo.
Como es de suponer el Ombudsman mexicano no tiene capacidad para ormar cuerpos policiales con excelente preparacin proesional, tcnica y respetuosos de los derechos humanos, ni agentes del ministerio pblico buenos inestigadores, erdaderos juristas y guardianes de la legalidad, ni jueces con gran ersacin jurdica y honestidad e indepen- dencia real del poder poltico, ni deensores de oicio diligentes y capa- ces, ni operadores del sistema penitenciario que crean en la necesidad de
75 Luis de la BARRLDA SOLRZANO, Caceta, 1, ano 4, enero de 199, Mxico D.l., p. 59-60. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 92
digniicar las prisiones, ni en in autoridades administratias a mas de eicientes, incorruptibles.
La Comisin Nacional de Derechos lumanos de Mxico limita su accionar al ambito no judicial, esto es cuando se trata de la iolacin de derechos humanos que no se den en la marcha de un proceso penal y de otro tipo de procesos pues no tiene la calidad de Ombudsman judicial de manera que no interiene por ej. con la tutela del amparo de libertad, pues en estos casos deben operar los propios organismos de control de la uncin judicial. Dicho de otra manera, no interiene judicialmente cuando se trata de iolacin a garantas procesales sino cuando se trata de la iolacin de derechos humanos en el ambito no judicial.
Ln el instructio para la presentacin de quejas ante la Comisin de Derechos lumanos del Distrito lederal , CDlDl , 76 , se recuerda que la Comisin no podra conocer de:
actos y resoluciones de organismos y autoridades electorales.
resoluciones de caracter jurisdiccional.
conlictos de caracter laboral.
conlictos entre particulares.
consultas ormuladas por autoridades, particulares u otras enti- dades respecto a la interpretacin de disposiciones constituciona- les y de otros ordenamientos jurdicos.
Las decisiones del Ombudsman mexicano no tienen caracter coacti- o, pero resuele casos delicados en los que se dilucida si la autoridad ha actuado arbitrariamente o conorme a derecho. De lo que decida puede depender en buena parte la libertad, el honor y el patrimonio de los que- josos y tambin el buen nombre, el prestigio y aun la permanencia en el puesto del seridor pblico contra el que se endereza la queja. Como dice Luis de la Barreda, ...para trabajar en la institucin no basta, aun- que es necesario, simpatizar con la causa de los derechos humanos. Se
requieren colaboradores de slida ormacin proesional, mayoritaria- mente abogados, si bien no puede prescindirse de mdicos orenses y de otros proesionales con conocimientos en las diersas materias de la criminalstica. Ll titular de la Comisin de Derechos lumanos, cuya calidad proesional debe ser excelente, esta obligado a seleccionar a los candidatos tcnicamente mejor caliicados para una uncin que requie- re idoneidad, la cual consiste en un alto grado de proesionalidad...` . 77
A la F3HSN3N P?4D1IS4O3H debe sumarse la necesaria 3G@4O42E3L pues si el Ombudsman se conierte en un tributario o dependiente de una de las instancias de la sociedad poltica encaramada en el poder, con la mala experiencia de lo que signiica la dependencia del poder poltico, su trabajo resultara ineiciente y comprometido.
La Comisin de Derechos lumanos no se limita a emitir recomen- daciones sino que puede cumplir una eiciente labor conciliadora en esa contradiccin entre el respeto a los derechos humanos y su contraparte, el abuso del poder. Ln no pocas ocasiones mediante un procedimiento inormal y bree con el ineludible respeto al Lstado de Derecho consi- gue una F4OFSHS3FSbO entre los intereses contrastantes de las autoridades y los particulares. La ?1F421ON3FSbO es un recurso extremo o de vttiva ratio porque la misma supone un seero cuestionamiento a la actuacin de la autoridad o del agente de sta, que puede deenir en su enjuicia- miento. Lsta amigable composicin es inadmisible por supuesto cuando se trata de un abuso grae o de una iolacin de lesa humanidad a los derechos indiiduales o colectios. Ln estos casos nada hay que conci- liar y el seridor pblico responsable debe surir las consecuencias jur- dicas de su atropello con todo el rigor legal.
La conciliacin y eiciencia se da en situaciones de poca monta como la dilacin de un tramite, negligencia para atender un justo reclamo de naturaleza administratia, inobserancia de horarios de atencin al pblico, etc., que no signiique un perjuicio al particular que aecte signi- icatiamente su ida o que resulte de dicil reparacin.
La ?1F421ON3FSbO es el arma de mas poder porque es el instrumen- to jurdico mas importante del deensor de los derechos humanos ya que paraliza los abusos de poder, mostrandole a los seridores pbli-
77 Caceta citada, p. 61. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 94
cos abusios la aidez contorsionada de su propia imagen, tal como Perseo hizo con la Gorgona... es errneo er a las Recomendaciones como agresin contra los destinatarios. A in de cuentas emitirlas es lanzar una bevgata ae ari.o y requerir aliados, porque son aliados los que la Comisin necesita: los simples espectadores nunca bastan ... De 3 Re- comendaciones emitidas por la Comisin de Derechos lumanos del Distrito lederal, esta totalmente cumplidas 30, esto es el 81 `.. 78
Como en ocasiones se ha tratado de desprestigiar el trabajo de la CDlDl airmando alsamente que trata de proteger a los delincuentes, nos basta recordar que una de sus Recomendaciones se reiere a mas de 20 rdenes de aprehensin incumplidas por negligencia, desorganiza- cin, mala e o corrupcin, por lo que se le solicit al Procurador Gene- ral de Justicia el eectio cumplimiento de estas rdenes judiciales al tiempo que se inicien los procedimientos para determinar a los respon- sables de su incumplimiento. Coincido en que los derechos humanos vo .to vo roiciav ta ivvviaaa .ivo qve .v e;ercicio e. vv veaio efica ara covbatir ta.
Ln ciras: de las 4.248 quejas atendidas en el ambito de la procura- cin de justicia el principal quejoso ue la ctima del delito - 8 - , y del total de los expedientes abiertos solo el .6 ha sido por queja del inculpado. Del total de quejas en 36 meses, el mayor olumen - 1.445 expedientes - ha sido por dilacin en la procuracin de justicia. Ln sus tres anos de ida la CDlDl ha brindado orientacin jurdica a 51.22 personas y ha abierto 12.616 expedientes de los cuales se encuentran concluidos 12.46 esto es el 98.8 . Ln 8.586 , el 69 , la conclusin ue aorable al quejoso. Ll 1 de los asuntos terminando concluy en menos de un mes. lan sido sancionados 569 seridores pblicos, habindoles iniciado aeriguacin preia a 51, contra 65 se ejerci ac- cin penal, y cinco ueron condenados judicialmente a prisin. Por Recomendacin de la CDlDl hay dos seridores pblicos condenados a nuee anos de prisin por torturas comprobadas, otros cinco mas se encuentran en calidad de prugos igualmente por torturas, en contra de tres se ha iniciado aeriguacin preia y a dos se les sigue proceso penal por el mismo delito.
78 Luis de la BARRLDA, en Caceta citada, p. 63. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 95
Otros logros importantes de la CDlDG son : que el Monte de Pie- dad Nacional deje de cobrar tasas de inters excesia a sus deudores, que en las instituciones pblicas no se exija a las mujeres certiicado mdico de no graidez para ocupar un puesto de trabajo, que en el Ser- icio de 1ransporte Pblico no se pida mas el examen de deteccin del irus del SIDA y han cesado las humillaciones a que eran sometidos los detenidos mediante las presentaciones pblicas que hace la polica a los medios de comunicacin. Agregamos que en 1996 naci la $3I3 N1H f?X4H que es un trabajo de educacin en derechos humanos dirigido a los ninos que aprenden jugando sus derechos y obligaciones.
%H N1D1OI4? N1H PG1XH4 1O 3H^GO4I P3EI1I59
&G1FS359 Instituido desde 1809 tiene el nombre de #2XGNI23O y es nombrado por la Asamblea Legislatia, dura en el cargo 4 anos y puede ser reelegido luego de 2 perodos. Ls independiente y se encarga de los problemas de acceso del pblico a documentos oiciales. lay cuatro tipos de Ombudsman, en los 1ribunales de Justicia, Bienestar Social, Militar, Administratio y Ciil.
/I?31H59 Se llama $42SIS4O3N4 P3?3 H3I YG1g3I N1H PjXHSF4 y na- ce en 1949 bajo el nombre de Comisionado del Lstado hasta 191 en que toma el nombre actual. Ls nombrado por el Presidente del Lstado bajo recomendacin del comit interior. Dura en el cargo 5 anos y or- ma parte del Gobierno.
Se dedica slo a inspeccionar la administracin pblica y a inestigar a los seridores de las instituciones estatales, preio las quejas recibidas del pblico.
7SO323?F359 1iene el nombre de #2XGNI23ON y aparece en 1955, siendo nombrado por el Parlamento. Dura 4 anos en el cargo y es independiente. Su uncin es la de igilar a los uncionarios del Lstado y denunciar las irregularidades en que incurran. 1iene como particularidad la de controlar la administracin ciil y militar.
/O^H3@1??359 1iene el nombre de $42SIS4O3N4 y aparece en 196 designado por el Parlamento. Dura en el cargo hasta los 65 anos de edad y orma parte del Consejo de los 1ribunales. Debe dar inmediata aten- cin a las quejas de los ciudadanos con respecto al control de la adminis- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 96
tracin de las instituciones del Lstado. Ls independiente en sus uncio- nes y tiene una gran autoridad.
:SOH3ONS359 Se denomina #2XGNI23O y es nombrado por el Par- lamento por 4 anos. Surge en 191, siendo independiente pero sometido al control parlamentario. Deiende los derechos de los ciudadanos en el ambito ciil, administratio y militar.
:?3OFS359 Se lo conoce como <1NS3@1G? y surge a partir de 193 nombrado por el Consejo de Ministros, durando 6 anos en las uncio- nes. Ls independiente y propicia las sanciones no jurisdiccionales a los atentados contra las libertades pblicas.
!4?@G^3H59 Se lo denomina !?4T11N4? N1 H3 ]GI@SFS3 apareciendo en 195. Ls nombrado por el Presidente de la Repblica de una terna pro- puesta por el Primer Ministro y el Ministro de Justicia. lorma parte del Ministerio de Justicia y de la Procuradura General del Lstado . Pretende asegurar la justicia y legalidad de la administracin a tras de medios inormales. liscaliza a los uncionarios que han incurrido en una ilegali- dad.
%IP3o359 Ls denominado 71D1OI4? N1H !G1XH4 y nace en 198. Ls nombrado por el Congreso y el Senado y dura 5 anos en el cargo. Ls independiente en sus actuaciones pero debe responder ante las Cortes Generales. Superisa la actuacin de la administracin y sus atribucio- nes se extienden a los ciil y militar.
)?^1O@SO359 Aparece en 1990 con el nombre de 71D1OI4? N1H !G19 XH4L nombrado por el Congreso para 4 anos. Ls independiente y sus unciones son la diusin de los derechos humanos por medios de co- municacin y la docencia, y tiene que er con el control ambiental. 1e- ricamente debe controlar a las instituciones pblicas y priadas que pre- stan sericios a la comunidad.
$4I@3 "SF359 Surge en 1992 como 71D1OI4? N1 H4I \3XS@3O@1I y es nombrado por la Asamblea Legislatia por 4 anos, estando adscrito al poder legislatio. Lsta acultado para interponer recursos de inconstitu- cionalidad, de labeas Corpus y de Amparo. Controla slo la Adminis- tracin Pblica.
Una isin panoramica de esta institucin en la regin andina nos permite apreciar que adquiere carta de residencia a partir de la dcada de los noenta, incorporandose hasta el momento con distinta suerte en el marco de los procesos de reorma constitucional. Boliia, Colombia, Lcuador y Per la han incorporado en sus Constituciones. Ln Chile y Venezuela se discute su incorporacin, pero solamente en Colombia y Per se encuentran en real uncionamiento. lasta el momento su opera- tiidad esta dirigida a la superisin de la administracin pblica.
Veamos la institucin por pases:
=4HSTS359 Ls introducida mediante la reorma constitucional de 196, estructurandolo como el rgano llamado a cuidar que los derechos y garantas de las personas sean respetados por la actiidad administratia de todo el sector pblico. 1iene que elar igualmente por la deensa, promocin y diulgacin de los derechos humanos. Ln 1996 la Camara de Diputados elabor un proyecto de ley del Deensor del Pueblo to- mando en cuenta el anteproyecto de ley elaborado por el captulo boli- iano del Ombudsman y un anteproyecto de Ley de Cooperacin 1cnica de Las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Sus actiidades se contraeran a iniciar de oicio o a peticin de parte toda inestigacin conducente al esclarecimiento de las actuaciones u omisiones de los responsables de la actiidad administratia del sector pblico que impliquen iolacin a los derechos humanos, ormular crti- cas pblicas rente a comportamientos de las autoridades que sean lesi- os a los derechos humanos, y ormular adertencias, recomendaciones, recordatorios de deberes legales y sugerencias para la adopcin de co- rrectios y medidas a todas las autoridades y uncionarios pblicos del pas. 1ambin esta acultado para proponer modiicaciones a las leyes, decretos y resoluciones no judiciales, sugiriendo al Congreso la legisla- cin coneniente en materia de derechos humanos.
Debe promoer el cumplimiento, la promocin y la diulgacin de los conenios internacionales sobre derechos humanos, pudiendo inter-
79 Debe reisarse el excelente documento de la COMISIN ANDINA DL JURIS1AS, o. .vae.: evergevte. o ev evergevcia . 1, Lima, Per ,199, p. 40-4. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 98
poner los recursos de inconstitucionalidad, de amparo y habeas corpus. Ll Deensor del Pueblo estara auxiliado por tres Deensores Adjuntos que lo representaran y cumpliran las unciones que determine el Regla- mento Interno, pudiendo establecerse oicinas en cualquier departamen- to, proincia o lugar del territorio nacional.
$ZSH159 La Corporacin Nacional de Reparacin y Reconciliacin ,CNRR,, el captulo chileno del Ombudsman y algunos especialistas nacionales han planteado la coneniencia de introducirla en Chile. Ll programa de la Concertacin de los Partidos para la Democracia` cuyo candidato presidencial era Patricio Aylwin propuso su incorpora- cin. Se esta trabajando para la creacin de una Institucin Nacional de Promocin y Proteccin de los Derechos lumanos, como rgano esta- tal autnomo, con jerarqua constitucional y autonoma uncional, i- nanciera y administratia, de cobertura nacional, destinada a la deensa y promocin de los derechos humanos. Para que esto se requiera de una reorma constitucional que lo ponga a resguardo de eentuales mayoras parlamentarias que pretendan alterar su estructura o diicultar el ejercicio de sus actiidades.
La propuesta pretende que el organismo procure la deensa de los derechos del indiiduo rente a la administracin del Lstado, en todas aquellas situaciones cuyo control no est asignado constitucionalmente a otros rganos del Lstado. Debe igualmente inestigar de oicio todos aquellos casos en que se aecten intereses generales de la poblacin, colaborando al mejoramiento del ordenamiento legal y administratio as como al desarrollo de las polticas pblicas que aectan a la pobla- cin. La estructura comprende un Consejo, un Presidente del Consejo y un Secretario Ljecutio.
Ll captulo chileno del Ombudsman a solicitud del Presidente Ayl- win elabor un proyecto que crea la 71D1OI4?E3 N1H !G1XH4 pero que an no ha sido aprobado y sin posibilidades reales de hacerlo en corto tiempo. Lste sera un organismo autnomo que tiene por inalidad co- nocer, inestigar y ealuar el respeto de los derechos humanos por los rganos de la Administracin Pblica. Durara cuatro anos en el cargo, propuesto por el Presidente de la Repblica pero designado por la ma- yora absoluta de los Diputados y Senadores reunidos en Congreso ple- no, sin que pudiese optar a un cargo de eleccin popular sino al transcu- rrir dos anos desde la terminacin de su perodo. Para ser elegido De- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 99
ensor del Pueblo se requiere el ttulo de abogado con 15 anos de ejerci- cio proesional, haber destacado en la actiidad proesional, uniersitaria o pblica, tener no menos de 40 anos de edad y gozar de comprobada reputacin de idoneidad, integridad e independencia.
$4H42XS359 Ln medio de esa espiral de iolencia que sacude a Co- lombia es destacado el trabajo del 71D1OI4? N1H !G1XH4 y de sus 719 D1OI4?1I 71H1^3N4I que al momento son seis: para los derechos del nino, de la mujer y del anciano, para la salud y la seguridad social, para los derechos colectios y del ambiente, para los indgenas y las minoras tnicas, para asuntos constitucionales y legales, y para el estudio y la deensa del derecho a la participacin ciudadana.
Ll Deensor del Pueblo colombiano ha priorizado su lucha en la pro- teccin del derecho a la ida, integridad personal, libertad indiidual y debido proceso, por considerarlos como aquellos derechos que son mas recuentemente ulnerados en Colombia o que se encuentran en peligro de ser iolados. Lllo explica su interencin mediadora con la guerrilla cuando sta ha mantenido priados de la libertad a ciudadanos ciiles o militares. Igualmente ha denunciado a los denominados grupos de limpieza social como responsables de la muerte de mas de ochenta personas en la poblacin caetera de Chinchina, por lo que solicit a la Polica y al Ministerio Pblico pblicas explicaciones, rente al marco de impunidad que rodeaba estas muertes.
Otro aspecto de releante interencin es el que tiene que er en ge- neral con la situacin de los derechos humanos en el pas, con la impu- nidad y con las iolaciones a normas internacionales de caracter humani- tario. Ln el debate sobre las medidas que debieran adoptarse en el pro- ceso de paciicacin en Colombia, el Deensor del Pueblo maniest ante la Comisin de Derechos lumanos de las Naciones Unidas su conormidad con las propuestas gubernamentales de llegar a una paz negociada con los grupos paramilitares o armados, sin compartir la po- sibilidad de aplicar medidas como el indulto o la amnista para desmoi- lizar a los alzados en armas, aunque admitiendo si la posibilidad de pe- nas reducidas.
Ll Deensor Pblico de Colombia trabaja igualmente por la protec- cin y promocin de los demas derechos ciiles y polticos, e incluso de los derechos econmicos, sociales y culturales. Present un cuestionador 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 100
inorme en torno a la situacin de mas de 5000 menores de edad que integran las ilas de las uerzas militares, de la guerrilla y de los paramili- tares, y a mediados del ltimo ano denunci que 456 jenes que cum- plen el sericio militar son menores de 18 anos. Lste inorme trajo reac- ciones de parte del ejecutio y del ejrcito que desmintieron que los menores uesen eniados a combatir.
La proteccin de los derechos de la mujer ha recibido una gran aten- cin por parte de la deensora delegada, con actiidades de diusin descentralizada de derechos a tras de grupos de apoyo integrados por representantes de organizaciones de mujeres, entidades estatales, orga- nismos no gubernamentales , ONG , de proteccin de Derechos lumanos, en coordinacin con las municipalidades de distintas zonas. Ln este importante segmento se hace un eiciente trabajo de base pro- mocionando los derechos de la mujer, discutiendo con las autoridades y la comunidad el tema. Para el seguimiento y igilancia del cumplimiento de los compromisos que asume el Lstado tanto nacional como interna- cionalmente, la Deensora cuenta con la colaboracin de mujeres de los sectores que suren con mas recuencia la omisin del Lstado, como cuando se trata de las desplazadas, ctimas de la iolencia poltica, las que ien en zonas de cultios ilegales, las internas de los centros peni- tenciarios, las madres adolescentes, etc.
!1?j59 Ln 1993 se incorpor en la Constitucin la 71D1OI4?E3 N1H !G1XH4 y en marzo de 1996 se design al primer titular de la misma, mediante decisin del Congreso de la Repblica. la dado muestras de independencia con el ejecutio en la deensa de los compradores nacio- nales de las acciones que el Lstado mantena en la empresa 1elenica del Per, obteniendo una respuesta aorable del gobierno.
Al producirse la detencin del General ,r, Rodolo Robles Lspinoza eectuada por miembros del Sericio de Inteligencia Militar y ordenada por el uero castrense, expres su preocupacin porque tales hechos se diesen y que resulten contrarios a una pretendida paciicacin, exhor- tando a las autoridades jurisdiccionales para que garanticen los derechos undamentales del detenido, por cuya actitud reclam el Consejo Su- premo de Justicia Militar, a la que caliic como de inaceptable intromi- sin e intererencia en la justicia penal militar.
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Una de las actiidades en las que ha participado el Deensor del Pue- blo promoiendo el respeto a los derechos humanos, ha sido como miembro de la comisin especial creada para proponer al Presidente de la Repblica el indulto de aquellas personas sentenciadas injustamente por terrorismo. Las quejas de los ciudadanos por iolacin de sus dere- chos undamentales o por la mala prestacin de los sericios pblicos, empezaron a recibirse a partir de septiembre de 1996 y hasta noiembre se haban recibido 3000 de las cuales se admitieron 1600 y se resolieron 350. La mayora de las quejas tiene que er con mala atencin en la Oicina de Normalizacin Preisional , ONP , por la deiciencia en el pago de pensiones, por el retraso del poder judicial en la atencin de los procesos, por el despido de personal en la administracin pblica, por la deiciencia en las cobranzas de las companas elctricas y de telonos, y por las concesiones indebidas de permisos y licencias a centros comer- ciales en zonas urbanas y excesos en los cobros coactios en que incu- rren las municipalidades.
Se han nombrado nueas autoridades en la institucin como el De- ensor Adjunto, el Deensor Lspecializado en Asuntos Constitucionales y la Deensora Lspecializada en Derechos de la Mujer. Lsto permitira que cuente con el suiciente apoyo tanto para representar al Deensor del Pueblo, para asesorar a la ciudadana en materia constitucional, y para orientar al Deensor a hacer uso de su acultad de interponer ac- ciones de garanta, de inconstitucionalidad y de iniciatia legislatia.
R1O1[G1H359 Ln la Constitucin de 1961 y en la Ley Organica del Ministerio Pblico, se otorgan a esta institucin aparte de sus otras un- ciones, la de deensa de los derechos humanos, habindose creado en el anterior perodo constitucional , 1989-1994 , la Oicina de Derechos lumanos que depende del liscal General de la Repblica. Ln el Senado cursa actualmente un proyecto que trata de crear al 71D1OI4? N1H !G19 XH4 para que tenga unciones autnomas e independientes del Ministe- rio pblico. Lsta propuesta proiene en parte del captulo enezolano del Instituto Latinoamericano del Ombudsman y de la Comisin Presi- dencial para la Reorma del Lstado , COPRL ,.
Ll Deensor sera designado por el oto de las dos terceras partes de los miembros de las Camaras reunidos en sesin conjunta. Para ser ele- gido se requiere ser enezolano, mayor de 30 anos de edad y de recono- cida honorabilidad. Correra bajo su responsabilidad la deensa de los 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 102
derechos preistos en el 1tulo III de la Constitucin y en los tratados ratiicados por el pas. Para estos ines serira de intermediario de los particulares ante la administracin pblica y los concesionarios de seri- cios pblicos. Se crearan Deensores del Pueblo en los dierentes Lsta- dos con competencia en sus respectias jurisdicciones, que coordinaran sus unciones con el Deensor del Pueblo.
lay otra propuesta de creacin del llamado 71D1OI4? R1FSO3H que sera un organismo de control no jurisdiccional de la administracin municipal, sin que hasta el momento tal propuesta tenga mejor suerte que la del Deensor del Pueblo.
%FG3N4?59 Incorpora al 71D1OI4? N1H !G1XH4 mediante la reorma constitucional de 1996 ya citada, como institucin encargada de promo- er o patrocinar los recursos de habeas corpus, habeas data y amparo, as como deender y promoer el respeto de los derechos undamentales reconocidos por la Constitucin para lo cual se establece la necesidad de la ley que precise cuales son sus atribuciones para cumplir con estas competencias.
Ln el Congreso de la Repblica se debatieron dos proyectos. Ll uno presentado por el diputado gobiernista Marco Proano Maya que pre- tenda conertir a esta institucin en una dependencia del ejecutio, y con una clara tendencia centralista pues ijaba la sede de las Deensora Pblica en la ciudad de Quito sin garantizar delegaciones proinciales ni por materias. Contrario a esta posibilidad en cuanto al origen de la de- signacin del Deensor del Pueblo, se expres a tras de un comentario periodstico en su columna de opinin, Ldmundo Duran Diaz 80 , quien despus de ilustrar el ambito de operatiidad del Deensor, maniestaba que Sera una burla permitirle al Presidente que escoja al Deensor del Pueblo, cuando precisamente debe proteger a las personas de los desa- ueros del Gobierno`.
Ll otro proyecto elaborado en buena medida por instituciones de de- rechos humanos y organizaciones sociales -aunque con poca diusin y menos discusin a niel nacional- se propugnaba que las propuestas que se presenten al Congreso para la eleccin del deensor debera proenir
80 Ldmundo DURAN DIAZ, t Defev.or aet Pvebto , en diario Ll Unierso de 2 de diciem- bre de 1996. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 103
de las organizaciones populares. Se planteaba la necesidad de que se cuente con oicinas y delegaciones proinciales por areas como las de ancianos, ninos y mujeres, con lo que se pretenda crear una red a niel nacional. Se destacaba la importancia de la promocin y la deensa de los derechos humanos, el control de los deberes de la administracin pblica y el control de la prestacin de los sericios pblicos, unciones que se justiican tanto en cuanto constituyen los sectores en los que mas se ulneran los derechos de las personas debido al crecimiento de la actiidad administratia, a la ineicacia de los mecanismos de control y la demora en los procesos administratios que son uncionales para deses- timular al ciudadano a que reclame.
Con la Ley Organica de la Deensora del Pueblo de 20 de ebrero de 199 podemos airmar que constitucional y ormalmente los derechos humanos en el Lcuador cuentan con un aliado poderoso en la lucha por su deensa y promocin. La Ley es bastante amplia y le otorga un ambi- to de competencia e independencia que con la energa y decisin necesa- rias se puede conertir en un mecanismo de alta eiciencia y operatii- dad en la deensa de los derechos humanos.
Sus aspectos mas importantes pueden ser resumidos as:
Le corresponde promoer los recursos de labeas Corpus, labeas Data y Amparo de las personas que lo requieran. Debe deender de oicio o a peticin de parte, la obserancia de los derechos undamentales indiiduales o colectios que la Constitucin Poltica, las leyes, los conenios y tratados in- ternacionales ratiicados por el Lcuador garanticen. 81
Ls elegido por el Congreso Nacional en Pleno con el oto de las dos terceras partes, para un periodo de cuatro anos y pue- de ser reelegido por una sola ez. Se requieren los mismos requisitos que para ser electo Magistrado de la Corte Supre- ma excepto la carrera judicial. Debe ser independiente de to- da iliacin o militancia partidista durante los tres ltimos anos preio a su eleccin.
Ll Deensor del Pueblo goza de inmunidad parlamentaria al igual que los legisladores y durante el ejercicio del cargo no puede desempenar otras unciones.
Son deberes y atribuciones 82 : organizar la Deensora del Pueblo en todo el territorio nacional, presentar demandas de inconstitucionalidad en los casos preistos en el literal e, del artculo 1 de la Constitucin Poltica, interenir como me- diador en conlictos sometidos a su consideracin por perso- nas jurdicas y organizaciones populares con la administra- cin pblica si lo considera procedente y necesario, interenir como parte en los asuntos relacionados con la proteccin del medio ambiente y el patrimonio cultural, promoer la capaci- tacin, diusin y asesoramiento en el campo de los derechos humanos, ambientales y de patrimonio cultural, hacer pbli- cas las recomendaciones y obseraciones que hubiera dis- puesto y orientar a los ciudadanos sobre el ejercicio de sus derechos, realizar isitas peridicas a los centros de rehabili- tacin social, unidades de inestigacin, recintos policiales y militares para comprobar el respeto a los derechos humanos, presentar proyectos de ley en representacin de la iniciatia popular, pronunciarse pblicamente sobre los casos someti- dos a su consideracin, con criterios que constituiran doctri- na para la deensa de los derechos humanos, inormar sobre la irma y ratiicacin de los pactos, conenios y declaracio- nes internacionales en materia de derechos humanos y elar por el eectio cumplimiento de los mismos, proteger y de- ender de oicio o a peticin de parte, las iolaciones de dere- chos humanos que suran los ecuatorianos residentes en el exterior.
Para su trabajo el Deensor del Pueblo nombrara un adjunto, prime- ro y segundo en los cuales delegara unciones, deberes y atribuciones y lo reemplazara cuando uese del caso. Ln cada proincia existira una representacin de la Deensora del Pueblo a cargo de un comisionado que tendra los deberes y atribuciones que el titular le encomiende, de- biendo reunir los mismos requisitos que para ser ministros de las Cortes Superiores de Justicia.
Ln el artculo 11 de la Ley se expresa que los deensores pblicos estaran a las ordenes del Deensor del Pueblo, de sus adjuntos y comi- sionados proinciales, para el patrocinio de las acciones y recursos que sean necesarios interponer y para garantizar el derecho de deensa y la tutela penal eectia en las indagaciones preias e inestigaciones proce- sales penales`.
Los deensores pblicos interendran en todas las diligencias en que los interesados no puedan proeer a su propia deensa, debiendo entonces ser designados para cada caso por el Deensor del Pueblo, sus adjuntos o comisionados proinciales. A alta de Deensor Pblico de- bera encomendarse el patrocinio a un abogado en libre ejercicio proe- sional`.
Queda en claro que la Deensora Pblica no a a depender ni en su organizacin, ni en su estructura, ni en su uncionamiento de la Deen- sora del Pueblo, pero debe estar a sus rdenes en los casos menciona- dos en el artculo citado, con lo cual se crea una dependencia sui gneris que puede generar conlictos. Somos partidarios de la creacin de la Deensora Pblica Nacional como una especie de Ombudsman Judicial que interenga en los procesos y rente a la administracin de justicia, Deensora Pblica que debe institucionalizarse al igual que el Ministerio Pblico o que la propia Deensora del Pueblo. 83
Ll Deensor del Pueblo tiene competencia para interenir no slo rente a los abusos de la administracin pblica sino tambin de los par- ticulares, sean personas naturales o jurdicas 84 , cuando se trata de la proteccin de los derechos indiiduales undamentales o colectios. Los principios para la atencin de las quejas y reclamos son los de la gratui- dad, inormalidad e inmediatez, que esperamos de buena e que se cum- plan. Ll artculo 16 de la LODP 85 le otorga la acultad de promoer sin demora alguna lo recursos y acciones que impidan las situaciones de danos y peligros graes, sin que las autoridades requeridas puedan ne- garse a su conocimiento y resolucin, cuando se trata de hechos que aecten a la ida, la salud, la integridad sica, moral o psicolgica de las personas.
83 Puede reisarse en el proyecto de Cdigo de Procedimiento Penal de la CLD, el ttulo correspondiente a la Deensora Pblica. 84 C., Art. 13. 85 Ley Organica de la Deensora del Pueblo. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 106
Si esto no es suiciente, esta preista la obligatoriedad de toda autori- dad pblica y de los particulares de prestar la colaboracin requerida suministrando la inormacin que uese solicitada, sin que proceda la inocacin de resera alguna 86 , contando el uncionario con un plazo de ocho das para suministrarla cuando se trata de inormacin que por Ley debe mantenerse en resera. Ll incumplimiento de la obligacin hace incurrir a las personas y uncionarios obligados, en la igura penal del desacato, tanto por no entregar oportunamente la inormacin como cuando se ponen obstaculos en las inestigaciones.
Las sanciones por la negatia a dar inormacin y la alta de colabo- racin por parte de los uncionarios y empleados del sector pblico pueden llegar hasta diez salarios mnimos itales de multa, y hasta la destitucin del cargo, segn la graedad del caso y mediante sumario administratio, segn lo dispone el artculo 23 de la LODP. Para los particulares que se nieguen a dar inormacin o que no colaboren en las quejas en que se encuentren implicados estan preistas responsabilida- des ciiles y penales mediante las correspondientes acciones que podra interponer el Deensor del Pueblo.
Personalmente creemos que sigue en deuda la real interencin de la Deensora del Pueblo, en temas cruciales como los de salud en que enorme responsabilidad tiene un psimo administrador como es el Ls- tado, en el tema carcelario con una sistematica iolacin de los derechos humanos, en la lentitud de los procesos penales que ractura cualquier principio de racionalidad con una tasa de presos sin condena que supera el 80 , en el problema de los menores de la calle que son el gran ejr- cito de resera de la criminalidad de los mayores, y en otros aspectos basicos como los sericios pblicos de electricidad y teleona.
Viene tomando carta de ciudadana, la idea de que la extradicin es una de las herramientas que se requieren para: a, combatir la corrupcin, y, b, para eitar la impunidad que es una consecuencia de la corrupcin.
Ln esta propuesta de ines, la Constitucin Poltica de la Repblica igente desde el 11 de agosto de 1998, ha preisto en el artculo 121 87,
tanto la imprescriptibilidad de la accin y de la pena , esto es del proce- so penal y de la sancin , de los delitos de peculado, cohecho, concusin y enriquecimiento ilcito , ormas modales de la corrupcin,, como el juzgamiento en ausencia, de manera que ya no es releante o necesario que un sindicado se encuentre detenido en el pas sino que puede ser juzgado en calidad de prugo.
Igualmente con el objeto de combatir la corrupcin, se ha eleado a la categora de organismo de control, en un rango similar al de la Con- tralora General del Lstado, Procuradura General, Ministerio Pblico, y las dierentes Superintendencia, como las de Bancos y Companas, a la Comisin de Control Cico de la Corrupcin, preista en los artculos 220 y 221 del Captulo IV del 1tulo X de la Constitucin de la Repbli- ca.
Las Superintendencias como organismos tcnicos, con autonoma administratia, econmica y inanciera y personera jurdica de derecho pblico, ejercen tambin control en las instituciones pblicas y priadas,
87 Art. 121: Las normas para establecer la responsabilidad administratia, ciil y penal por el manejo y administracin de ondos, bienes o recursos pblicos, se aplicaran a los digna- tarios, uncionarios y seridores de los organismos e instituciones del Lstado. Los dignatarios elegidos por otacin popular, los delegados o representantes a los cuer- pos colegiados de las instituciones del Lstado y los uncionarios y seridores pblicos en general, estaran sujetos a las sanciones establecidas por comisin de delitos de peculado, cohecho, concusin y enriquecimiento ilcito. La accin para perseguirlos y las penas co- rrespondientes seran imprescriptibles y, en estos casos los juicios se iniciaran y conti- nuaran aun en ausencia de los acusados. Lstas normas se aplicaran a quienes participen en estos delitos, aunque no tengan las calidades antes senaladas, ellos seran sancionados de acuerdo con su grado de responsabilidad`. Constitucin Poltica del Lcuador, publicada en el Registro Oicial No. 1 del 11 de agosto de 1998. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 108
de acuerdo con su competencia por la materia especica, objeto del control.
Ln el presente gobierno tanto el propio Presidente de la Repblica como organismos como la Comisin de Control Cico de la Corrup- cin han expresado un inters de consuno de perseguir a la corrupcin y combatir la impunidad, propuesta que es legtima tanto en cuanto se trate de erdaderos casos de corrupcin y no del perseguimiento polti- co o personal de un uncionario pblico en contra de un oponente o adersario.
Lxisten algunos mecanismos para eitar la impunidad que pueden ser la a de la extradicin, a eces no expedita por la diicultad de los trami- tes y el respeto al debido proceso y a las garantas constitucionales , en- tre ellas los Derechos lumanos , consustancial a la igencia del Lstado de Derecho.
No es necesaria ni imprescindible la 1`@?3NSFSbO en la propuesta de combatir la impunidad y la corrupcin, pues de acuerdo con la norma constitucional que se transcribe tanto el ejercicio de la accin penal co- mo la pena son imprescriptibles en los casos modales citados por la Constitucin Poltica de la Repblica del Lcuador, y sus presuntos res- ponsables pueden ser juzgados en ausencia.
Se iene considerando con mayor insistencia en las dos ltimas dca- das que uno de los lagelos o crmenes contra la humanidad es el que tiene que er con el narcotraico y delitos conexos relacionados con el traico, comercializacin y enriquecimiento ilcito proeniente de las drogas ilegales como es el caso del laado o conersin de capitales ilcitos`, aunque en el Lcuador no es imprescriptible el ejercicio de la accin penal y de la pena en el caso de narcotraico, ni pueden ser sus presuntos responsables juzgados en ausencia. Lo anterior nos puede llear al equoco de creer, que es menos lesio el narcotraico que el delito de peculado, y que el combate a la corrupcin es mas importante para el estado ecuatoriano, que el combate al crimen organizado que deiene de los delitos de narcotraico. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 109
Para combatir el narcotraico se dictaron tres conenciones, inte- resandonos recordar la ltima que es la Conencin de Viena de di- ciembre de 1998, que ha sido ratiicada por el Lcuador casi de inmediato a su expedicin, y que dio origen en el Lcuador a la Ley antidrogas de 1990. Ln este estatuto internacional -la Conencin de Viena- se pre que para eitar la impunidad debe uncionar el rivciio ae ta a.i.tevcia ;vaiciat recroca, y que para eitar la impunidad en materia de narcotrai- co, los pases deben cooperar con sus similares entregando a la justicia requirente del pas amigo, a aquellos prugos de la justicia para que sean juzgados.
De acuerdo con lo preisto en la Conencin de Viena, la entrega de las personas se la debe realizar aunque no exista un Pacto, 1ratado o Conenio expreso de extradicin, bastando la sola aceptacin o suscrip- cin de la Conencin de Viena 88 , aprobada por la Conerencia de las Naciones Unidas contra el 1raico Ilcito de Lstupeacientes y Sustan- cias Psicotrpicas, en su sexta sesin plenaria celebrada el 19 de diciem- bre de 1988, a la que se puede inocar y recurrir como soporte jurdico para la entrega de las personas inculadas con los delitos de narcotrai- co, en orma excluyente y especica, esto es O4 F3X1 IG 3PHSF3FSbO P3?3 4@?4 @SP4 N1 N1HS@4IL F424 H4I N1 P1FGH3N4L F4Z1FZ4L F4OFG9 ISbO 4 1O?SYG1FS2S1O@4 SHEFS@45
Cabe decir con respecto a lo anterior, que solamente cuando se trate de los casos de narcotraico, del laado de dineros proenientes del narcotraico` ,y de los delitos expresamente preistos en la Conen- cin, se puede inocar la propia Conencin a alta de un tratado expre- so de extradicin como mecanismo que permita la entrega de un sindi- cado para que responda ante la justicia de un Lstado requirente.
88 Art. 6. 3. Si una parte que supedita la extradicin a la existencia de un tratado recibe de otra parte, con la que no la incula ningn tratado de extradicin, una solicitud de extradicin, podran considerar la presente conencin como la base jurdica de la extradicin respecto de los delitos a los que se aplica el presente artculo. Las partes que requieran una legisla- cin detallada para hacer ale la presente Conencin como base jurdica de la extradicin consideraran la necesidad de promulgar la legislacin necesaria`. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 110
a, qve airiair et covevtario ae ta tegi.taciv aticabte ev e.te teva ev covcreto, avte. aet 1 ae evero aet 2000, , ae.ve. ae e.ta fecba ev qve .e vbtica ev et vtevevto aet Regi.tro Oficiat ^o. 0, et vvero Caigo ae Proceaivievto Pevat, qve evtrara ev teva rigevcia , ev .v totatiaaa, aieciocbo ve.e. ae.ve. ae .v rovvtgaciv, .egvv to rere ta ai.o.iciv fivat aet vvero cvero tegat qve covtieve 10 artcvto..
Para que se pudiese solicitar y tramitar la extradicin, haba que recu- rrir a un Reglamento relacionado con la Ley de Lxtranjera, que esta- bleca como un presupuesto de procedibilidad, esto es de necesario cumplimiento preio, que se hubiese dictado un auto de prisin en ir- me o que se trate de un caso de sentencia condenatoria igualmente en irme 89 . Lsto nos permita inerir que slo caba la extradicin si se cumpla ese requisito preio, y que el auto de prisin deba ser interpre- tado con el caracter de irme cuando se trataba del auto de prisin expe- dido en la tercera etapa del proceso penal, esto es en el llamamiento a juicio plenario.
Con el criterio anterior, concluamos que no era posible o iable que se solicitara o tramitara un pedido de extradicin cualquiera que uese el delito imputado si se trataba de un sindicado en la etapa del sumario, que era la primera etapa del proceso penal ecuatoriano de acuerdo con el CPP de 1983, porque en dicha etapa procesal la medida cautelar per- sonal o de aseguramiento que es el auto de prisin preentia, es por su naturaleza reocable pues puede quedar sin eecto cuando el juez consi- dere que se han desirtuado los presupuestos que le dieron nacimiento,
89 Reglamento a la Ley de Lxtranjera, Decreto Ljecutio 1991, publicado en el Registro Oicial 43, del de julio de 1986. Art. 12: Para que el Juez de la causa elee sus antece- dentes al Presidente dela Corte Suprema de Justicia, sera necesario que se haya dictado preiamente auto irme de prisin o recado sentencia ejecutoriada contra el acusado cuya extradicin se pretende. Deberan tambin constar en el proceso el pas y lugar en que el reo se encuentre en la actualidad. Art. 13 - Recibido el proceso pasara a conocimiento del Presidente de la Corte Suprema de Justicia, para que dictamine si es o no procedente la peticin de extradicin de con- ormidad a los tratados celebrados en la nacin en que el reo se encuentre reugiado o en deecto de tratado, con arreglo a los principios del Derecho Internacional`. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 111
siendo en consecuencia un auto no en irme. Lste era el principal y sos- tenible argumento para decir no a la extradicin.
la cambiado en orma deinitia el tratamiento de la extradicin a partir del 13 de enero del 2000, de acuerdo con lo que maniiesta la dis- posicin inal antes reerida del nueo Cdigo de Procedimiento Penal.
Ll 3?@EFGH4 CL del nueo Cdigo de Procedimiento Penal dice tex- tualmente:
.rt. . traaiciv. . obtigaciv aet ;ve .oticitar ev ta forva reri.ta or ta te, , to. covrevio. ivtervaciovate., ta etraaiciv aet rfvgo ev to. ca.o. ae ri.iv rerevtira o ae .evtevcia covaevatoria e;ecvtoriaaa.
La disposicin final del nuevo Cdigo de Procedimiento Pe- nal, promulgado el 13 de enero del 2000, dice en el segundo prrafo y en el prrafo tercero en el que est la clave de la respuesta:
...Este Cdigo entrar en vigencia luego de transcurridos dieciocho meses desde su publicacin en el Registro Oficial.
Lo previsto en el inciso anterior no ser aplicable al Captu- lo IV del Ttulo IV del Libro IV y a los artculos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 407, 408, 409, 410, 411, 412, 413, 414, 415, 416, 417, 418, 419, 420, 421, 422, 423, 424, 425, 426, 427, 428, 429 y 430 que por desarrollar los principios del debido proceso reconocidos por la Constitucin Poltica de la Repblica, entrarn en vigencia partir de la publicacin de este Cdigo en el Registro Oficial....
Una primera lectura aunque incompleta nos puede llear al equoco de creer que porque se encuentra igente desde el 13 de enero del 2000, el artculo del nueo Cdigo de Procedimiento Penal, son extradita- bles, todos los ecuatorianos en contra de los que se dicte auto de prisin preentia, -es decir que bastara que exista una medida cautelar perso- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 112
nal proisoria y reocable como es la prisin preentia- y aquellos en contra de los que exista una sentencia condenatoria en irme.
$421O@3?S4c a, el juez esta obligado a solicitar la extradicin, b, de acuerdo a la orma preista por la ley, y, c, en los casos de prisin pre- entia que ya no se requiere que sea en irme, o de sentencia condena- toria ejecutoriada o en irme, siempre que se trate de los procesos pena- les iniciados a partir del 30 de agosto del 2000 que empieza la igencia de la nuea Ley de Lxtradicin.
a .atreaaa o ececiv se producira si se trata de pedir la extradicin de un ecuatoriano que se encuentre en un pas extranjero, y no se hubie- se suscrito con dicho pas un 1ratado, Pacto o Conenio de extradicin
Igualmente destacamos como una IS@G3FSbO 1`F1PFS4O3H la que tie- ne que er con los procesos penales iniciados a partir del 13 de enero del 2000, y antes del 18 de agosto del 2000 en que se dicta la nuea Ley de Lxtradicin. Lsta es la situacin en los casos que se siguen por rau- des bancarios perpetrados en el Lcuador, que se hubiesen iniciado antes del 18 de agosto que entra en igencia la nuea Ley de Lxtradicin. Sos- tenemos riva facie que es iable aplicar la Lxtradicin siempre que no se aecte el principio de la seguridad jurdica y del debido proceso, y para que esto se cumpla cuando se trate de los procesos penales iniciados antes del 18 de agosto del 2000, debe respetarse el mandato constitucio- nal del artculo 24, numeral 1, que en la parte pertinente dice que ... -32P4F4 I1 P4N?d gG[^3? 3 GO3 P1?I4O3 ISO4 F4OD4?21 3 H3I H1K1I P?11`SI@1O@1IL F4O 4XI1?T3OFS3 N1H @?d2S@1 P?4PS4 N1 F3N3 P?4F19 NS2S1O@4555i5
Al tiempo del inicio de tales procesos penales, antes del 18 de agosto del 2000 no exista y mal poda aplicarse una Ley de Lxtradicin inexis- tente, para los casos en que se dicte un auto de prisin preentia no en irme que es por su naturaleza reocable. Antes del 13 de enero del 2000 en que entr en igencia una parte del nueo Cdigo de Procedimiento Penal y entre ella el artculo ya senalado, no era posible la extradicin, sino cuando exista un auto de prisin preentia en irme, e igual situa- cin se mantiene hasta el 18 de agosto del 2000 en que empieza a regir y a aplicarse la nuea Ley de Lxtradicin.
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Los imputados en tales delitos financieros y bancarios, son extraditables de acuerdo con el reglamento de la Ley de Mi- gracin antes sealado, vigente al tiempo del inicio de esos procesos penales, que requiere auto de prisin en firme, que es el que se dicta en la etapa del plenario y no del sumario.
De acuerdo con el Reglamento a la Ley de Migracin, aplicable para los casos anteriores al 18 de agosto del ano 2000, en la etapa de inesti- gacin o sumario el auto de prisin preentia es reocable no es en irme y por ello no cabe la extradicin, en tanto que en la etapa del juicio de reproche o culpabilidad, que es la etapa de plenario, el auto de prisin es en irme y procede la extradicin. Debemos recordar que cuando se dicta un auto resolutorio de llamamiento a juicio ,o de plenario, el mis- mo tiene como antecedente, la comprobacin conorme a derecho de la existencia del delito, y la existencia de indicios que permiten presumir razonablemente un actuar culpable de quienes son llamados a juicio.
Ll Cdigo de Procedimiento Penal del 13 de enero del 2000, en el Libro I !"/($/!/#& :0(7)<%(-)*%&, los mismos que se encuentran igentes y son aplicables desde la echa citada, dispone en el artculo 1 y en el artculo 2 la necesidad del juicio preio y la legalidad del debido proceso, expresando:
)?@5 659 ]GSFS4 P?1TS459 Nadie puede ser penado sino mediante una sentencia ejecutoriada dictada luego de haberse probado los hechos y declarado la responsabilidad del imputado en un juicio sustanciado con- orme a los principios establecidos en la Constitucin Poltica de la Re- pblica y en este Cdigo con obserancia estricta de las garantas preis- tas para las personas y de los derechos del imputado y de las ctimas.
)?@5 A59 *1^3HSN3N59 55 . , Parrao ltimo,. Ln general todas las leyes posteriores que se dicta- ren sobre los eectos de las normas del procedimiento penal o que esta- blezcan cuestiones preias, como requisitos de prejudicialidad, procedi- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 114
bilidad o admisibilidad, deberan ser aplicadas en lo que sean aorables a los inractores.
Podemos airmar sin lugar a equocos o dubitaciones, que la Ley de Lxtradicin del 18 de agosto del 2000, debe aplicarse para lo enidero pues es un principio de legislacin uniersalmente aceptado, que las leyes penales e incluso las no penales disponen para lo enidero y que no se deben aplicar con caracter ?1@?43F@ST4L salo el caso en que tien- dan a aorecer a los presuntos inractores, como lo dice expresamente el segmento del artculo 2 que se ha copiado precedentemente.
Lsta uera de toda y discusin que la Ley de Lxtradicin, no puede aplicarse en casos anteriores al 18 de agosto del 2000 y con el caracter de retroactia, porque sera desaorable a los presuntos inractores, y de all deiene su inaplicabilidad e inejecutabilidad.
Como es prousamente conocido las leyes disponen para lo enidero, ale decir YG1 O4 I1 PG1N1O 3PHSF3? F4O F3?dF@1? ?1@?43F@ST4L K 219 O4I 3jO 1O P1?gGSFS4 N1H ?14 4 ISONSF3N45 Si se produce el conlicto entre dos leyes se debe aplicar siempre la menos rigurosa, y en el eento de haberse dictado con posterioridad una ley que resulte ser mas riguro- sa que la ley que se deroga, los eectos de esta -de la ley derogada- su- perisen o se siguen aplicando de acuerdo con el principio conocido de la GH@?3 3F@STSN3N N1 H3 H1K 23I X1OS^O3 4 21O4I ?S^G?4I35
Ll legislador ecuatoriano ha consignado in extenso tanto la irretroac- tiidad en perjuicio del reo, la retroactiidad en su beneicio, as como la ultra actiidad de la ley penal y de sus eectos, expresando en el artculo 2 del Cdigo Penal, parraos tercero, cuarto y quinto:
... Deja de ser punible un acto si una ley posterior a su ejecucin lo suprime del nmero de las inracciones, y, si ha mediado ya sentencia condenatoria, quedara extinguida la pena haya o no comenzado a cum- plirse. , retroactiriaaa a faror aet reo avv ev er;vicio ae ta co.a ;vgaaa).
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Si la pena establecida al tiempo de la sentencia diiere de la que rega cuando se cometi la inraccin, se aplicara la menos rigurosa. , vttra actiriaaa a faror aet reo or et rivciio ae ta farorabitiaaa ,.
Ln general, todas las leyes posteriores sobre los eectos y extincin de las acciones y de las penas se aplicaran en lo que sean aorables a los inractores, aunque exista sentencia ejecutoriada`. ; rivciio aet faror rei o a faror aet reo ,. Nota: las cursias son nuestras.
Ls obio y por expreso mandato legal del artculo 2 del Cdigo Pe- nal, que una ley posterior como es la Ley de Lxtradicin, del 18 de agos- to del 2000, que tiene que er sobre los eectos de las acciones penales debe aplicarse slo en lo que uese aorable a los inractores.
Ll artculo 4 del mismo Cdigo Penal ecuatoriano expresa: Proh- bese en materia penal la interpretacin extensia. Ll juez debe atenerse, estrictamente, a la letra de la ley. Ln los casos de duda se la interpretara en el sentido mas aorable al reo`. Vale decir, que si se presenta la duda en cuanto a la aplicacin de la ley y de sus eectos, debe ser interpretada y aplicada de la manera en que resulte aorable al reo y no en su perjui- cio.
)?@5 MJ59 Los jueces y tribunales se hallan obligados a solicitar la ex- tradicin del prugo que se encuentre en territorio de otro Lstado, contra quien hayan dictado o dicten auto de prisin preentia en cual- quier etapa del juicio penal o sentencia penal condenatoria que imponga pena priatia de libertad. Por la supremaca de la ley sobre el reglamen- to se declara que, en el primer caso, para proceder a la extradicin, basta el auto de prisin preentia, sin que se requiera auto de apertura del plenario o de llamamiento a juicio`.
)?@5 M659 Para los casos de extradicin sustentada en un auto de pri- sin preentia dictado con anterioridad al 13 de enero del 2000, echa de la igencia del artculo , entre otros, del nueo Cdigo de Procedi- miento Penal, se entendera en el sentido de que el nico requisito es el 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 116
auto de prisin preentia dictado por el juez o tribunal competente en cualquier etapa del juicio penal ` .
Ll legislador ecuatoriano TS4H1O@3ON4 H3I ^3?3O@E3I N1H N1XSN4 P?4F1I4 preistas en los artculos 23 y 24 de la Constitucin Poltica del Lcuador, dict dos disposiciones en la Ley de Lxtradicin del 18 de agosto del 2000, estableciendo la ?1@?43F@STSN3N N1 H3 H1K 1O P1?gGSFS4 N1 H4I P?1IGO@4I SOD?3F@4?1IL ignorando la S??1@?43F@STSN3N N1 H3 H1K 1O P1?gGSFS4 N1H ?14L y desconociendo la garanta constitucional de la legalidad del juicio preio con arreglo o sujecin a las leyes preexisten- tes, con obserancia del tramite propio de cada procedimiento` , Art. 24, numeral 1 ,.
La eidente dedicatoria` del legislador ecuatoriano en la Ley de Lx- tradicin, ulnerando principios elementales en cuanto a los eectos de las leyes y a la superiencia de las mismas, tanto en cuanto uesen ao- rables a los presuntos inractores, deiene en la inaplicabilidad por in- constitucionalidad ,aectacin del debido proceso y de la legalidad del juicio preio, de dichas disposiciones en los casos anteriores al 18 de agosto del 2000, en que se requera de auto de prisin en irme, para la extradicin, esto es que debe tratarse de la prisin preentia dictada en la etapa del plenario y no en cualquier etapa del sumario. Nos encon- tramos rente a un derecho adquirido de los sindicados, que no puede ser conculcado por el legislador, por muy importantes que pudiesen parecer sus razonamientos.
Recordemos que al tenor del artculo 16 de la Constitucin igente, el mas alto deber del Lstado consiste en respetar los derechos humanos que garantiza esta Constitucin ,sic,, y, que de conormidad con el art- culo 18 ibdem., los derechos y garantas determinados en esta Consti- tucin y en los instrumentos internacionales igentes, seran directa a inmediatamente aplicables por y ante cualquier juez, tribunal o autori- dad, que en materia de derechos y garantas, se estara a la interpretacin que mas aorezca a su eectia igencia, y que las leyes no podran res- tringir el ejercicio de los derechos y garantas constitucionales , sic ,.
Si se persiste en el tema de la Lxtradicin, le queda al juez o tribunal el ejercicio legtimo de la competencia de control constitucional, preis- to en el artculo 24 de la Constitucin Poltica de la Repblica del Lcuador, declarando inaplicable de oicio o a peticin de parte, los pre- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 117
ceptos jurdicos contenidos en los artculos 30 y 31 de la Ley de Lxtradi- cin, por ser contrarios a las normas de la propia Constitucin que se han citado precedentemente.
Con ista del contenido de las excitatias iscales, los delitos que se inestigan son dierentes a aquellos que se han consignado tanto en la lista de delitos enumerados del 1 al 6 en el segundo artculo del 1ratado de Lxtradicin celebrado entre la Repblica del Lcuador y los Lstados Unidos de Amrica, el 28 de junio de 182, y la lista de delitos que se agregan en el 1ratado Complementario de Lxtradicin suscrito entre la Repblica del Lcuador y los Lstados Unidos de Amrica el 22 de sep- tiembre de 1939, ratiicado por Lcuador el 23 de diciembre de 1940, segn Registro Oicial del 21 y 22 de abril de 1941, nmeros 194 y 195.
Delitos que se inestigan en algunos casos en la Corte Suprema de Justicia del Lcuador : Peculado bancario , Art. 25 Cdigo Penal ,, al- sedad de balances ,Art. 363 Cdigo Penal ,, y delitos preistos en la Ley General de Instituciones del Sistema linanciero, relacionados con decla- racin alsa respecto de operaciones inancieras, y aprobacin y presen- tacin de estados inancieros alsos , Art. 131 de dicha Ley General,.
Ln los 1ratados bilaterales suscritos entre Lcuador y Lstados Unidos de Amrica se ha seguido la doctrina del vvverv. ctav.v. y no la del vvve ro. aertv.. Como se sabe de acuerdo con el Oj21?GI FH3GIGI solamen- te se pueden aplicar los tipos penales y sanciones penales con su consi- guiente procedimiento, siempre que se trate de uno de aquellos actos o comportamientos preistos expresamente en la Ley, Pacto, 1ratado o Conenio. De acuerdo con el Oj21?GI 3P1?@GI , la posibilidad de la aplicacin no tiene lmites y puede aplicarse incluso por analoga a cual- quier comportamiento con el que tenga parecido, esto signiica que no hay un nmero cerrado de casos sino que es abierto ese nmero. Lste no es la situacin cuando se trata de la Lxtradicin igente entre Lcua- dor y Lstados Unidos en que se han predeterminado en orma expresa los casos en que cabe la posibilidad de su aplicacin. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 118
De acuerdo con el 1ratado Complementario de Lxtradicin reerido v .vra, se ha preisto como caso extraditable, en el numeral 16: lraude o abuso de conianza por un depositario, banquero, agente, comisionado, sndico, albacea, administrador, guardados, director o un- cionario de cualquier compana o corporacin, o por alguien que ocupe cualquier posicin iduciaria, cuando la suma de dinero o el alor de los bienes malersados exceda de doscientos dlares, o su equialente en moneda ecuatoriana`.
De la transcripcin antes eectuada de los tipos penales , o delitos , que son el objeto jurdico del proceso penal o procesos penales que se encuentran en ase de inestigacin iniciada en el Lcuador, y en los que no existe aun auto de prisin en irme, aparece que los delitos que se inestigan en Lcuador en muchos casos, son distintos de los que han sido materia de los 1ratados de Lxtradicin entre Lstados Unidos de Amrica y la Repblica del Lcuador, por lo que no seran extraditables.
Ll D?3GN1 F421@SN4 P4? GO X3OYG1?4L es un tipo penal distinto de los delitos de P1FGH3N4 X3OF3?S4, o D3HI1N3N N1 X3H3OF1I 4 N1HS@4 N1 4FGH@32S1O@4 N1 SOD4?23FSbOL que son el objeto jurdico de determi- nados casos. Ll raude preisto en el 1ratado Complementario de Lx- tradicin, es un delito contra la propiedad como bien jurdico protegido, dierente a los delitos materia de la extradicin, que se reieren a pecula- do bancario , que es un delito contra la administracin pblica,, a alse- dad de balance , que es un delito contra la e pblica ,, y al ocultamien- to de inormacin , que es igualmente delito contra la administracin pblica, en que hay incumplimiento de la obligacin inherente al ejerci- cio del cargo,.
Concluyo expresando que en materia penal existe la 3O3H4^E3 SO X49 O3O P3?@1 o analoga en buena parte, que permite aplicar por extensin hechos y situaciones, aloracin de la prueba, circunstancias de excusa y de exclusin de la responsabilidad penal, etc. para casos parecidos, pero limitadamente a aor o en beneicio del reo y jamas en su contra. La 3O3H4^E3 SO 23H3O P3?@1 o la analoga en mala parte y que permitira aplicar situaciones similares o que se le parezcan por analoga en perjui- cio de un reo o sindicado, se encuentra proscrita o prohibida en los sis- temas penales modernos y constituye una grae iolacin a las garantas del debido proceso, propias de un Lstado de Derecho
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Ll tema central nos llea a sostener que el laado de dineros` , en- riamiento del dinero caliente` o la conersin de actios de origen ilcito, no debe estar reerido y limitado al caso del narcotraico sola- mente, sino que antes por el contrario debe ser apreciado como una consecuencia de amplio espectro de practicas delictias y depredadoras de recursos oiciales de los que abusan malos seridores pblicos, o incluso de recursos priados de los que se apropian quienes tienen la capacidad uncional u operatia de abusar de los mismos. Segn la Co- misin de Control Cico de la Corrupcin, el Lstado ecuatoriano pier- de anualmente una cantidad que bordea los 3 mil millones de dlares por el tema contrabando, deraudacin aduanera y tributaria, los pecula- dos en el sector oicial, etc. Una inestigacin de Oxord Analtica, sita en 2000 millones de dlares anuales el costo de la corrupcin en Lcua- dor, lo que equiale al 11 del Producto Interno Bruto, ubicandolo al Lcuador entre los 15 mas corruptos de una lista de 91 naciones en el mundo, y el segundo lugar en Amrica Latina , luego de Boliia ,, todo esto desincentia una mayor inersin extranjera y aunque no nos guste la idea seguimos siendo una colonia en relacin de dependencia ora- nea. 90
Al interior del pas se empiezan a reconocer los costos sociales de la corrupcin institucionalizada que ya es estructural y sistmica, calculan- dose que con los 2 mil millones de dlares que se pierden anualmente se podran construir 20 hospitales, 10 mil escuelas, 10 mil kilmetros en carreteras, o cancelar los sueldos de 5 mil maestros, y que con este dine- ro Lcuador eitara ocho negociaciones por 240 millones de dlares, como la que a inales de julio del 2002, espera el Gobierno que respalde el londo Monetario Internacional. Ll caso mas reciente de corrupcin en el Ministerio de Lconoma que inolucra a un ex ministro, habra ocasionado al Lstado una prdida de 2.9 millones de dlares 91 . Analis-
90 Cr. Reista VIS1AZO, No. 838, julio 18 del 2002, p. 12. 91 Cr. Diario LL UNIVLRSO, edicin inal del 29 de julio del 2002. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 120
tas econmicos serios incluso aprecian que las empresas trasnacionales que hacen negocios con el Lstado a tras de sus dierentes entidades, reseran una parte de su presupuesto para cumplir con ciertos aores` , al punto que un inorme a niel mundial de la Asociacin de Superi- sores del lraude Certiicado, indica que las empresas destinan el 6 de sus ingresos al pago de sobornos y comisiones para sus negocios.
Por otra parte, recordemos que el problema de los bancos ecuatoria- nos y el denominado salataje , o salamento , bancario` tiene un costo estimado de 4 mil quinientos millones de dlares. Lstas son ciras impresionantes si pensamos comparatiamente que la deuda externa del Lcuador es de 14 mil quinientos millones de dlares.
Ln materia de laado de dineros` proenientes del narcotraico, el pronunciamiento de la Comisin del Congreso de la Repblica que ma- neja el tema ha consignado estimatios que se encuentran en el orden de los 300 o 400 millones de dlares por ano. Cira que tiene un alto com- ponente especulatio, sin que pueda reconocerse trabajo honesto alguno de parte de la precitada Comisin del Congreso Nacional, de la que al- guno de sus miembros ha sido acusado incluso de practicas de extor- sin, a cambio de guardar silencio.
Sin duda alguna la primera economa mundial subterranea , o de ori- gen ilcito , es la que proiene del traico y contrabando de armas ilega- les, municiones y explosios, que se estima que muee alrededor de 850 mil millones de dlares por ano, siendo la segunda economa mundial subterranea la que proiene de las drogas ilegales estimadas en una cira superior a los 500 mil millones de dlares anuales. Por nuestra parte ya hemos expresado que aproximadamente el 80 de este enorme ortuna de origen ilcito emparentada incluso con el crimen organizado, es la- ada` en la banca del primer mundo o de los pases industrializados, que utiliza a los denominados parasos iscales` en los que se puede conse- guir al precio mdico de 5 mil dlares, el permiso para el uncionamien- to de una agencia bancaria, que permita mediante la transerencia electrnica de ondos el blanqueo` de dineros del narcotraico. Sobre este tema y su discusin se puede consultar uno de nuestros trabajos 92 .
Como podemos apreciar en el desarrollo de este trabajo y otros, la Conencin de Viena de 1988 pre como una de las ormas delictias relacionadas con el traicos de estupeacientes y sustancias psicotrpicas, el laado de dineros`, pues como dice el documento citado 93 :
Las partes en la presente Conencin...
Reconociendo los nculos que existen entre el traico ilcito y otras actiidades delictias organizadas relacionadas con l, que socaan las economas lcitas y amenazan la estabilidad, la seguridad y la soberana de los Lstados,
Reconociendo tambin que el traico ilcito es una actiidad delictia internacional cuya supresin exige urgente atencin y la mas alta priori- dad,
Conscientes de que el traico ilcito genera considerables rendimien- tos inancieros y grandes ortunas que permiten a las organizaciones delictias transnacionales inadir, contaminar y corromper las estructu- ras de la administracin pblica, las actiidades comerciales y inancieras lcitas y la sociedad a todos sus nieles,
Decididas a priar a las personas dedicadas al traico ilcito del pro- ducto de sus actiidades delictias y eliminar as su principal incentio para tal actiidad,
Deseosas de eliminar las causas proundas del problema del uso in- debido de estupeacientes y sustancias sicotrpicas, comprendida la de- manda ilcita de dichas drogas y sustancias y las enormes ganancias deri- adas del traico ilcito...`.
Conienen en considerar como delito, en el artculo 3, numeral 1, b, i,
... b, i, la conersacin o la transerencia de bienes a sabiendas de que tales bienes proceden de alguno o algunos de los delitos tipiicados de conormidad con el inciso a, del presente parrao, o de un acto de participacin en tal delito o delitos, con objeto de ocultar o encubrir el
93 Lcuador la ratiic, como consta en el Registro Oicial 396, del 15 de marzo de 1990. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 122
origen ilcito de los bienes o de ayudar a cualquier persona que participe en la comisin de tal delito o delitos a eludir las consecuencias jurdicas de sus acciones,
ii, la ocultacin o el encubrimiento de la naturaleza, el origen, la ubi- cacin, el destino, el moimiento o la propiedad reales de bienes, o de derechos relatios a tales bienes, a sabiendas de que proceden de alguno o algunos de los delitos tipiicados de conormidad con el inciso a, del presente parrao o de un acto de participacin en tal delito o delitos,
c, la resera de sus principios constitucionales y a los conceptos un- damentales de su ordenamiento jurdico:
i, la adquisicin, la posesin o la utilizacin de bienes, a sabiendas en el momento de recibirlos, de que tales bienes proceden de alguno o al- gunos de los delitos tipiicados de conormidad con el inciso a, del pre- sente parrao o de un acto de participacin en tal delito o delitos...`.
Nos result bastante extrano apreciar que en la Conencin Inter- americana contra la labricacin y el 1raico Ilcitos de Armas de luego, Municiones, Lxplosios y otros materiales relacionados, se haya omitido consignar como delito el laado de los dineros` proenientes de tal actiidad delictia, no obstante que es la primera economa mundial subterranea, y su alto costo humano por las consecuencias de la utiliza- cin de la armas ilegales en actos iolentos, tanto en los de criminalidad conencional como homicidios y asesinatos, hasta los del crimen orga- nizado relacionados con el secuestro de personas, asaltos a bancos, toma de rehenes, y su utilizacin por grupos armados inculados a la narco- guerrilla y al narcoterrorismo 94 . Ln la citada Conencin los Lstados Partes dejan constancia de la necesidad de consolidar esuerzos para combatir esta actiidad delictia por su enorme costo social. 95
94 Lcuador ha ratiicado la citada Conencin Interamericana, como consta en el Registro Oicial, nmero 243, del 28 de julio de 1999. 95 Como dice la Conencin: ... Reairmando la prioridad para los Lstados Partes de impe- dir, combatir y erradicar la abricacin y el traico ilcitos de armas de uego, municiones, explosios y otros materiales relacionados, dada su inculacin con el narcotraico, el te- rrorismo, la delincuencia transnacional organizada, las actiidades mercenarias y otras conductas criminales, !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 123
Recordamos que se consignan como modalidades delictias, las que se consignan de seguido:
h555 )?@5 /R59 <1NSN3I H1^SIH3@ST3I59
1. Los Lstados Partes que an no lo hayan hecho adoptaran las me- didas legislatias o de otro caracter que sean necesarias para tipiicar como delitos en su derecho interno la abricacin y el traico ilcitos de armas de uego, municiones, explosios y otros materiales relacionados.
2. A resera de los respectios principios constitucionales y concep- tos undamentales de los ordenamientos jurdicos de los Lstados Partes, los delitos que se tipiiquen conorme al parrao anterior incluiran la participacin en la comisin de alguno de dichos delitos, la asociacin y la conabulacin para cometerlos, la tentatia de cometerlos y la asisten- cia, la incitacin, la acilitacin o el asesoramiento en relacin con su comisin...`.
Aunque se ha omitido consignar como delito el laado de dineros` proenientes de toda actiidad relacionada con el traico ilcito de armas de uego y aines, en el 1tulo XIII de la citada Conencin, se consigna el intercambio de inormacin en relacin a este tema y otros, como podemos apreciar en el tenor literal de la cita:
...)?@5 a///59 /O@1?F32XS4 N1 SOD4?23FSbO59
1. Los Lstados Partes intercambiaran entre s, de conormidad con sus respectias legislaciones internas y los tratados aplicables, inorma- cin pertinente sobre cuestiones tales como:
a. Productores, comerciantes, importadores, exportadores y, cuando sea posible, transportistas autorizados de armas de uego, municiones, explosios y otros materiales relacionados,
b. Los medios utilizados para ocultar la abricacin y el traico ilcitos de armas de uego, municiones, explosios y otros materiales relaciona- dos y las maneras de detectarlos,
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c. Las rutas que habitualmente utilizan las organizaciones de delin- cuentes que participan en el traico ilcito de armas de uego, municio- nes, explosios y otros materiales relacionados,
d. Lxperiencias, practicas y medidas de caracter legislatio para im- pedir, combatir y erradicar la abricacin y el traico ilcitos de armas de uego, municiones, explosios y otros materiales relacionados, y,
e. 1cnicas, practicas y legislacin contra el laado de dinero relacio- nado con la abricacin y el traico ilcitos de armas de uego, municio- nes, explosios y otros materiales relacionados...`
Agregamos que es preciso recordar que los grandes productores de las armas con las que se realiza el traico ilegal, son los pases industriali- zados o del primer mundo, que resultan ser igualmente beneiciados con el proceso del laado` en la banca del primer mundo. Lsta es una coin- cidencia extrana que no podamos soslayar
Ln el recurrente tema del combate a la corrupcin, nos empiezan a asomar serias dudas cuando se trata del laado de dineros` pues el ocultamiento del origen ilcito del dinero es mejor hacerlo mediante inersiones en el primer mundo, aunque en estos das la credibilidad en el considerado primer pas del primer mundo ha bajado notoriamente por los escandalos inancieros de la auditora internacional Arthur An- dersen, de la Lnrn y otras trasnacionales hasta la destitucin de un Congresista de los LL. UU por traico de inluencias, cohecho, concu- sin y otras ormas modales delictias similares. 1al es por ello se ha hecho dicil cumplir con los procedimientos de extradicin requeridos a Lstados Unidos en el caso de los denominados banqueros prugos`, a mas de las diicultades propias de la legislacin interna ecuatoriana 96 .
96 Se puede consultar nuestro trabajo, PRAC1ICA PLNAL VII, %H F3I4 :SH3OX3OF4L editorial Ldino, 2004. Art. 1.- Cada uno de los Lstados signatarios se obliga a entregar, de acuerdo con las estipulaciones de la presente Conencin, a cualquiera de los otros Lstados que los requie- ra, a los indiiduos que se hallen en su territorio y estn acusados o hayan sido sentencia- dos, siempre que concurran las circunstancias siguientes: a, Que el Lstado requirente tenga jurisdiccin para juzgar el hecho delictuoso que se imputa al indiiduo reclamado. b, Que el hecho por el cual se reclama la extradicin tenga el caracter de delito y sea puni- ble por las leyes del Lstado requirente y por las del Lstado requerido con la pena mnima de un ano de priacin de la libertad. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 125
Ln el ano 1933, Lstados Unidos de Norteamrica suscribi la Conen- cin sobre Lxtradicin en la ciudad de Monteideo, ratiicada igualmen- te por Lcuador segn el Registro Oicial No. 280 del 2 de septiembre de 1936, que para Lstados Unidos se qued en el papel, aunque los requisi- tos para que pudiese operar la extradicin son aparentemente senci- llos . 97
Ln otro caso, una inestigadora de raudes inancieros y bancarios de Lstados Unidos, , la rol , le hizo el seguimiento a una transerencia raudulenta de ondos desde el Lcuador a un banco de los LL.UU, y lleg a determinar que en un da se pudieron transerir desde Lcuador 50 millones de dlares a cuentas bancarias del banco norteamericano, los que su ez desaparecieron` mediante otras transerencias sin que se hubiese inestigado el origen de una transerencia de tal magnitud. Pro- bablemente se saba que no era dinero del narcotraico y por ello no se hizo inestigacin alguna en el primer mundo, aunque el hecho cierto es que el dinero ue laado` en un banco del primer mundo, y an si- guen perjudicados miles de ecuatorianos que depositaron sus ahorros e hicieron inersiones en un banco en Lcuador, cuya actura la debe pagar el pas.
Ln teora la propuesta de una lucha contra la corrupcin requiere la solidaridad y un proceso de justicia penal internacional, tanto mas si admitimos que las ganancias` obtenidas por dicha actiidad delictia cuyo eecto es el enriquecimiento ilcito, demandan la conersin o la- ado de dineros` para ocultar su procedencia u origen ilcito, cuyo des- cubrimiento requiere la cooperacin judicial internacional para eitar la impunidad y demostrar la solidaridad rente al creciente enmeno de la
97 Art. 1.- Cada uno de los Lstados signatarios se obliga a entregar, de acuerdo con las estipulaciones de la presente Conencin, a cualquiera de los otros Lstados que los requie- ra, a los indiiduos que se hallen en su territorio y estn acusados o hayan sido sentencia- dos, siempre que concurran las circunstancias siguientes: a, Que el Lstado requirente tenga jurisdiccin para juzgar el hecho delictuoso que se imputa al indiiduo reclamado. b, Que el hecho por el cual se reclama la extradicin tenga el caracter de delito y sea puni- ble por las leyes del Lstado requirente y por las del Lstado requerido con la pena mnima de un ano de priacin de la libertad. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 126
post modernidad y de la globalizacin, pues la corrupcin se ha moder- nizado y globalizado pero la administracin de justicia no, y sigue en mora.
A mas de los documentos e instrumentos citados y de su ineiciencia operatia practica citamos a la CONVLNCIN IN1LRAMLRICANA CON1RA LA CORRUPCIN 98 , la misma que dice en su preambulo:
$#(R%($/7#& de que la corrupcin socaa la legitimidad de las instituciones pblicas, atenta contra la sociedad, el orden moral y la jus- ticia, as como contra el desarrollo integral de los pueblos,
$#(&/7%")(7# que la democracia representatia, condicin indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la regin, por su naturaleza, exige combatir toda orma de corrupcin en el ejercicio de las unciones pblicas, as como los actos de corrupcin especica- mente inculados con tal ejercicio,
!%"&0)7/7#& de que el combate contra la corrupcin ortalece las instituciones democraticas, eita distorsiones de la economa, icios en la gestin pblica y el deterioro de la moral social,
"%$#(#$/%(7# que, a menudo, la corrupcin es uno de los instrumentos que utiliza la criminalidad organizada con la inalidad de materializar sus propsitos,
$#(R%($/7#& de la importancia de generar conciencia entre la poblacin de los pases de la regin sobre la existencia y graedad de este problema, as como de la necesidad de ortalecer la participacin de la sociedad ciil en la preencin y lucha contra la corrupcin,
"%$#(#$/%(7# que la corrupcin tiene, en algunos casos, trascendencia internacional, lo cual exige una accin coordinada de los Lstados para combatirla eicazmente,
98 Aprobada por el Lcuador, segn consta en el Registro Oicial No. 0 del 22 de mayo de 199, y publicada en el Registro Oicial No. 83 del 10 de junio de 199. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 127
$#(R%($/7#& de la necesidad de adoptar cuanto antes un ins- trumento internacional que promuea y acilite la cooperacin interna- cional para combatir la corrupcin y, en especial, para tomar las medidas apropiadas contra las personas que cometan actos de corrupcin en el ejercicio de las unciones pblicas o especicamente inculados con dicho ejercicio, as como respecto de los bienes producto de estos actos,
!"#:0(7)<%(-% !"%#$0!)7#& por los nculos cada ez mas estrechos entre la corrupcin y los ingresos proenientes del traico ilcito de estupeacientes, que socaan y atentan contra las actii- dades comerciales y inancieras legtimas y la sociedad, en todos los ni- eles,
-%(/%(7# !"%&%(-% que para combatir la corrupcin es responsabilidad de los Lstados la erradicacin de la impunidad y que la cooperacin entre ellos es necesaria para que su accin en este campo sea eectia, y,
7%$/7/7#& a hacer todos los esuerzos para preenir, detectar, sancionar y erradicar la corrupcin en el ejercicio de las unciones pbli- cas y en los actos de corrupcin especicamente inculados con tal ejer- cicio,
\)( $#(R%(/7# en suscribir la siguiente:
$#(R%($/8( /(-%")<%"/$)() $#(-") *) $#9 ""0!$/8(i
Sin duda la declaracin de principios y de propuestas es impresionan- te, PLRO se encuentra mas cercana de la arsa que de la realidad pues no alta ni legislacin interna ni legislacin internacional, aunque si alta decisin poltica para un real combate contra la corrupcin, pues en Lcuador constitucionalmente esta preisto el juzgamiento en ausencia, lo cual permitira en la practica que los procesos penales no se interrum- pan por la ausencia o uga de los imputados o procesados que podran ser lleados a juicio como ausentes 99 . Algunos tipos penales asociados
99 Art. 121.- Las normas para establecer la responsabilidad administratia, ciil y penal por el manejo y administracin de ondos, bienes o recursos pblicos, se aplicaran a los digna- tarios, uncionarios y seridores de los organismos e instituciones del Lstado. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 128
con la corrupcin son imprescriptibles y hasta permiten la aprehensin de los llamados testaerros `, de manera que no hay alta de legislacin ni de estrategias nueas e importantes.
Un tema con poco o ningn desarrollo doctrinario es el relacionado con el eecto inculante que tiene el pacto, tratado o conencin que suscribe el Lstado ecuatoriano, la obligatoriedad de su respeto y la apli- cacin como parte de la normatia interna del propio Lstado y que es preeminente rente al resto de la normatia interna comprendida en cuerpos legales organicos, leyes generales y leyes especiales dictadas por el Congreso de la Repblica del Lcuador, recordando lo que a este res- pecto dice nuestra Constitucin Poltica en el Capitulo VI:
h )?@5 6W659 Ll Congreso Nacional aprobara o improbara los siguien- tes tratados y conenios internacionales:
1. Los que se reieran a materia territorial o de lmites. 2. Los que establezcan alianzas polticas o militares. 3. Los que comprometan al pas en acuerdos de integracin. 4. Los que atribuyan a un organismo internacional o supranacional el ejercicio de competencias deriadas de la Constitucin o la ley.
Los dignatarios elegidos por otacin popular, los delegados o representantes a los cuer- pos colegiados de las instituciones del Lstado y los uncionarios y seridores pblicos en general, estaran sujetos a las sanciones establecidas por comisin de delitos de peculado, cohecho, concusin y enriquecimiento ilcito. La accin para perseguirlos y las penas co- rrespondientes seran imprescriptibles y, en estos casos, los juicios se iniciaran y conti- nuaran aun en ausencia de los acusados. Lstas normas tambin se aplicaran a quienes par- ticipen en estos delitos, aunque no tengan las calidades antes senaladas, ellos seran sancio- nados de acuerdo con su grado de responsabilidad. )?@5 6AA59 Los uncionarios de libre nombramiento y remocin, los designados para pero- do ijo, los que manejan recursos o bienes pblicos y los ciudadanos elegidos por otacin popular, deberan presentar, al inicio de su gestin, una declaracin patrimonial juramenta- da, que incluya actios y pasios, y la autorizacin para que, de ser necesario, se leante el sigilo de sus cuentas bancarias. De no hacerlo, no podran posesionarse de sus cargos. 1ambin haran una declaracin patrimonial los miembros de la uerza pblica a su ingreso a la institucin, preiamente a la obtencin de ascensos, y a su retiro. Al terminar sus unciones presentaran tambin una declaracin patrimonial juramentada, que incluya igualmente actios y pasios. La Contralora General del Lstado examinara las dos declaraciones e inestigara los casos en que se presuma enriquecimiento ilcito. La al- ta de presentacin de la declaracin al trmino de las unciones hara presumir enriqueci- miento ilcito. Cuando existan graes indicios de utilizacin de un testaerro, la Contralora podra solici- tar declaraciones similares, a terceras personas inculadas con quien ejerza o haya ejercido una uncin pblica.` .. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 129
5. Los que se reieran a los derechos y deberes undamentales de las personas y a los derechos colectios. 6. Los que contengan el compromiso de expedir, modiicar o derogar alguna ley.
)?@5 6WA59 La aprobacin de los tratados y conenios, se hara en un solo debate y con el oto conorme de la mayora de los miembros del Congreso.
Preiamente, se solicitara el dictamen del 1ribunal Constitucional respecto a la conormidad del tratado o conenio con la Constitucin.
La aprobacin de un tratado o conenio que exija una reorma cons- titucional, no podra hacerse sin que antes se haya expedido dicha reor- ma.
)?@5 6WM59 Las normas contenidas en los tratados y conenios inter- nacionales, una ez promulgados en el Registro Oicial, ormaran parte del ordenamiento jurdico de la Repblica y prealeceran sobre leyes y otras normas de menor jerarqua`.
Probablemente la ignorancia o desconocimiento del caracter incu- lante y obligatorio que tiene la normatia internacional deiene en su inaplicacin, y en la alta de pruebas eectias en dierentes procesos penales que se manejan en el Lcuador, en que no se conoce la orma o manera en que se puede acudir a un pacto, tratado o conencin para buscar la cooperacin internacional en la lucha contra el crimen organi- zado.
De acuerdo con la Conencin Interamericana contra la Corrupcin se consideran 3F@4I N1 F4??GPFSbO en el Art. VI los que se transcriben en el mismo, hacindose reerencia en el Art. VII, al &4X4?O4 @?3OIO39 FS4O3Hk 1n el Art. IX, al Lnriquecimiento ilcito, en el Art. XI, al Desa- rrollo progresio, en el que se considera como ormas de corrupcin al llamado doctrinariamente como delito de negociacin incompatible` mediante el cual el uncionario o seridor pblico se beneicia mediante un ejercicio abusio del cargo de la oportunidad que le brinda el sericio pblico, para si o mediante el concurso encubierto de los testaerros, en el Art. XIII se norma la %`@?3NSFSbOk en el Art. XIV se establece la )ISI@1OFS3 K F44P1?3FSbOk en el Art. XV, se consignan las <1NSN3I 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 130
I4X?1 XS1O1I relacionados con el laado de dineros` proenientes de actos de corrupcin, y, en el Art. XVI se hace alusin al tema del &1F?19 @4 X3OF3?S4L excluyndose la inocacin del sigilo o resera bancaria` para negarse a dar inormacin cuando se trata de los actos de corrup- cin que pre la Conencin.
Lsta es la normatia que se ha citado en el parrao que antecede, que es inculante y obligatoria para el Lcuador:
h )?@5 R/59 )F@4I N1 F4??GPFSbO59
1. La presente Conencin es aplicable a los siguientes actos de co- rrupcin:
a. Ll requerimiento o la aceptacin, directa o indirectamente, por un uncionario pblico o una persona que ejerza unciones pblicas, de cualquier objeto de alor pecuniario u otros beneicios como dadias, aores, promesas o entajas para s mismo o para otra persona o enti- dad a cambio de la realizacin u omisin de cualquier acto en el ejercicio de sus unciones pblicas,
b. Ll orecimiento o el otorgamiento, directa o indirectamente, a un uncionario pblico o a una persona que ejerza unciones pblicas, de cualquier objeto de alor pecuniario u otros beneicios como dadias, aores, promesas o entajas para ese uncionario pblico o para otra persona o entidad a cambio de la realizacin u omisin de cualquier acto en el ejercicio de sus unciones pblicas,
c. La realizacin por parte de un uncionario pblico o una persona que ejerza unciones pblicas de cualquier acto u omisin en el ejercicio de sus unciones, con el in de obtener ilcitamente beneicios para s mismo o para un tercero,
d. Ll aproechamiento doloso u ocultacin de bienes proenientes de cualesquiera de los actos a los que se reiere el presente artculo, y,
e. La participacin como autor, coautor, instigador, cmplice, encu- bridor o en cualquier otra orma en la comisin, tentatia de comisin, asociacin o conabulacin para la comisin de cualquiera de los actos a los que se reiere el presente artculo. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 131
2. La presente Conencin tambin sera aplicable, de mutuo acuerdo entre dos o mas Lstados Partes, en relacin con cualquier otro acto de corrupcin no contemplado en ella.
)?@5 R//59 *1^SIH3FSbO SO@1?O359 Los Lstados Partes que an no lo hayan hecho adoptaran las medidas legislatias o de otro caracter que sean necesarias para tipiicar como delitos en su derecho interno los actos de corrupcin descritos en el Artculo VI. 1. para acilitar la co- operacin entre ellos, en los trminos de la presente Conencin.
)?@5 R///59 &4X4?O4 @?3OIO3FS4O3H59 Con sujecin a su Constitu- cin y a los principios undamentales de su ordenamiento jurdico, cada Lstado Parte prohibira y sancionara el acto de orecer u otorgar a un uncionario pblico de otro Lstado, directa o indirectamente, por parte de sus nacionales, personas que tengan residencia habitual en su territo- rio y empresas domiciliadas en l, cualquier objeto de alor pecuniario u otros beneicios, como dadias, aores, promesas o entajas, a cambio de que dicho uncionario realice u omita cualquier acto, en el ejercicio de sus unciones pblicas, relacionado con una transaccin de naturaleza econmica o comercial.
Lntre aquellos Lstados Partes que hayan tipiicado el delito de so- borno transnacional, ste sera considerado un acto de corrupcin para los propsitos de esta Conencin.
Aquel Lstado Parte que no haya tipiicado el soborno transnacional brindara la asistencia y cooperacin preistas en esta Conencin, en relacin con este delito, en la medida en que sus leyes lo permitan.
)?@5 /a59 %O?SYG1FS2S1O@4 SHEFS@459 Con sujecin a su Constitucin y a los principios undamentales de su ordenamiento jurdico, los Lsta- dos Partes que an no lo hayan hecho adoptaran las medidas necesarias para tipiicar en su legislacin como delito, el incremento del patrimonio de un uncionario pblico con signiicatio exceso respecto de sus in- gresos legtimos durante el ejercicio de sus unciones y que no pueda ser razonablemente justiicado por l.
Lntre aquellos Lstados Partes que hayan tipiicado el delito de enri- quecimiento ilcito, ste sera considerado un acto de corrupcin para los propsitos de la presente Conencin. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 132
Aquel Lstado Parte que no haya tipiicado el enriquecimiento ilcito brindara la asistencia y cooperacin preistas en esta Conencin, en relacin con este delito, en la medida en que sus leyes lo permitan.
)?@5 a59 (4@SDSF3FSbO59 Cuando un Lstado Parte adopte la legisla- cin a la que se reieren los parraos 1 de los artculos VIII y IX, lo noti- icara al Secretario General de la Organizacin de los Lstados America- nos, quien lo notiicara a su ez a los demas Lstados Partes. Los delitos de soborno transnacional y de enriquecimiento ilcito seran considera- dos para ese Lstado Parte acto de corrupcin para los propsitos de esta Conencin, transcurridos treinta das contados a partir de la echa de esa notiicacin.
)?@5 a/59 71I3??4HH4 P?4^?1IST459
1. A los ines de impulsar el desarrollo y la armonizacin de las legis- laciones nacionales y la consecucin de los objetios de esta Conen- cin, los Lstados Partes estiman coneniente y se obligan a considerar la tipiicacin en sus legislaciones de las siguientes conductas:
a. Ll aproechamiento indebido en beneicio propio o de un tercero, por parte de un uncionario pblico o una persona que ejerce unciones pblicas, de cualquier tipo de inormacin reserada o priilegiada de la cual ha tenido conocimiento en razn o con ocasin de la uncin desempenada.
b. Ll uso o aproechamiento indebido en beneicio propio o de un tercero, por parte de un uncionario pblico o una persona que ejerce unciones pblicas de cualquier tipo de bienes del Lstado o de empresas o instituciones en que ste tenga parte, a los cuales ha tenido acceso en razn o con ocasin de la uncin desempenada.
c. 1oda accin u omisin eectuada por cualquier persona que, por s misma, por persona interpuesta o actuando como intermediaria, procure la adopcin, por parte de la autoridad pblica, de una decisin en irtud de la cual obtenga ilcitamente para s o para otra persona, cualquier beneicio o proecho, haya o no detrimento del patrimonio del Lstado.
d. La desiacin ajena a su objeto que, para beneicio propio o de terceros, hagan los uncionarios pblicos, de bienes muebles o inmue- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 133
bles, dinero o alores, pertenecientes al Lstado, a un organismo descen- tralizado o a un particular, que los hubieran percibido por razn de su cargo, en administracin, depsito o por otra causa.
2. Lntre aquellos Lstados Partes que hayan tipiicado estos delitos, stos seran considerados actos de corrupcin para los propsitos de la presente Conencin.
3. Aquellos Lstados Partes que no hayan tipiicado los delitos descri- tos en este artculo brindaran la asistencia y cooperacin preistas en esta Conencin en relacin con ellos, en la medida en que sus leyes lo permitan.
)?@5 a//59 %D1F@4I I4X?1 1H P3@?S24OS4 N1H %I@3N459 Para la apli- cacin de esta Conencin, no sera necesario que los actos de corrup- cin descritos en ella produzcan perjuicio patrimonial al Lstado.
)?@5 a///59 %`@?3NSFSbO59
1. Ll presente artculo se aplicara a los delitos tipiicados por los Ls- tados Partes de conormidad con esta Conencin.
2. Cada uno de los delitos a los que se aplica el presente artculo se considerara incluido entre los delitos que den lugar a extradicin en todo tratado de extradicin igente entre los Lstados Partes. Los Lstados Partes se comprometen a incluir tales delitos como casos de extradicin en todo tratado de extradicin que concierten entre s.
3. Si un Lstado Parte que supedita la extradicin a la existencia de un tratado recibe una solicitud de extradicin de otro Lstado Parte, con el que no lo incula ningn tratado de extradicin, podra considerar la presente Conencin como la base jurdica de la extradicin respecto de los delitos a los que se aplica el presente artculo.
4. Los Lstados Partes que no supediten la extradicin a la existencia de un tratado reconoceran los delitos a los que se aplica el presente artculo como casos de extradicin entre ellos.
5. La extradicin estara sujeta a las condiciones preistas por la legis- lacin del Lstado Parte requerido o por los tratados de extradicin apli- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 134
cables, incluidos los motios por los que se puede denegar la extradi- cin.
6. Si la extradicin solicitada por un delito al que se aplica el presente artculo se deniega en razn nicamente de la nacionalidad de la persona objeto de la solicitud, o porque el Lstado Parte requerido se considere competente, el Lstado requerido presentara el caso ante sus autoridades competentes para su enjuiciamiento, a menos que se haya conenido otra cosa con el Lstado Parte requirente, e inormara oportunamente al Lstado requirente de su resultado inal.
. A resera de lo dispuesto en su derecho interno y en sus tratados de extradicin, el Lstado Parte requerido podra, tras haberse cerciorado de que las circunstancias lo justiican y tienen caracter urgente, y a solici- tud del Lstado Parte requirente, proceder a la detencin de la persona cuya extradicin se solicite y que se encuentre en su territorio o adoptar otras medidas adecuadas para asegurar su comparecencia en los tramites de extradicin.
)?@5 a/R59 )ISI@1OFS3 K F44P1?3FSbO59 Los Lstados Partes se pres- taran la mas amplia asistencia recproca, de conormidad con sus leyes y los tratados aplicables, dando curso a las solicitudes emanadas de las autoridades que, de acuerdo con su derecho interno, tengan acultades para la inestigacin o juzgamiento de los actos de corrupcin descritos en la presente Conencin, a los ines de la obtencin de pruebas y la realizacin de otros actos necesarios para acilitar los procesos y actua- ciones reerentes a la inestigacin o juzgamiento de actos de corrup- cin.
Asimismo, los Lstados Partes se prestaran la mas amplia cooperacin tcnica mutua sobre las ormas y mtodos mas eectios para preenir, detectar, inestigar y sancionar los actos de corrupcin. Con tal propsi- to, propiciaran el intercambio de experiencias por medio de acuerdos y reuniones entre los rganos e instituciones competentes y otorgaran especial atencin a las ormas y mtodos de participacin ciudadana en la lucha contra la corrupcin.
)?@5 aR59 <1NSN3I I4X?1 XS1O1I59 De acuerdo con las legislaciones nacionales aplicables y los tratados pertinentes u otros acuerdos que puedan estar en igencia entre ellos, los Lstados Partes se prestaran !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 135
mutuamente la mas amplia asistencia posible en la identiicacin, el ras- treo, la inmoilizacin, la coniscacin y el decomiso de bienes obteni- dos o deriados de la comisin de los delitos tipiicados de conormidad con la presente Conencin, de los bienes utilizados en dicha comisin o del producto de dichos bienes.
Ll Lstado Parte que aplique sus propias sentencias de decomiso, o las de otro Lstado Parte, con respecto a los bienes o productos descritos en el parrao anterior de este artculo, dispondra de tales bienes o pro- ductos de acuerdo con su propia legislacin Ln la medida en que lo permitan sus leyes y en las condiciones que considere apropiadas, ese Lstado Parte podra transerir total o parcialmente dichos bienes o pro- ductos a otro Lstado Parte que haya asistido en la inestigacin o en las actuaciones judiciales conexas.
)?@5 aR/59 &1F?1@4 X3OF3?S459 Ll Lstado Parte requerido no podra negarse a proporcionar la asistencia solicitada por el Lstado Parte requi- rente amparandose en el secreto bancario. Lste artculo sera aplicado por el Lstado Parte requerido, de conormidad con su derecho interno, sus disposiciones de procedimiento o con los acuerdos bilaterales o mul- tilaterales que lo inculen con el Lstado Parte requirente.
Ll Lstado Parte requirente se obliga a no utilizar las inormaciones protegidas por el secreto bancario que reciba, para ningn in distinto del proceso para el cual hayan sido solicitadas, salo autorizacin del Lstado Parte requerido`.
$421O@3?S4 OG1I@?459 Podemos agregar en orma sumaria, que la Constitucin Poltica de la Repblica del Lcuador expresamente prohbe la extradicin de un ecuatoriano en el artculo 25, que en el artculo 33 de la misma Constitucin se encuentra prohibida la coniscacin, esto es la prdida de la totalidad de los bienes de un presunto delincuente, sin perjuicio de que se pueda disponer en un proceso penal la medida de aseguramiento preentio, de la incautacin de bienes, y que posterior- mente se pueda disponer en un proceso penal el decomiso, que endra a ser la prdida deinitia de determinados y senalados bienes por parte de un juez penal en sentencia condenatoria en irme.
Sin perjuicio de lo que se ha dicho y comentado, como estrategias ,o tcnicas, para combatir el laado de dineros` y en general el crimen organizado, se pueden utilizar las mas ariadas tcnicas, desde la deno- minada entrega igilada que se concreta permitiendo el paso por un pas de los instrumentos para la comisin de un delito a eectos de descubrir al destinatario inal, y conocer quienes conorman una organizacin criminal, igualmente se pueden utilizar las llamadas operaciones encu- biertas e inestigaciones conjuntas en arios pases.
Ln este tema hay que estar preenidos que el Cdigo de Procedi- miento Penal prohbe la utilizacin de la inormacin obtenida mediante la induccin para la comisin de un delito en el artculo 83 100 , y que en la Constitucin Poltica del Lcuador se encuentra prohibida toda orma de incoercibilidad en el artculo 23, numeral 2, establecindose en la misma Constitucin en el artculo 24, numeral 14 como una de las garantas del debido proceso, la alta de alor probatorio de cualquier prueba obteni- da con iolacin de la Constitucin o la ley. Sabemos de la inagotada discusin doctrinaria sobre el tema del agente encubierto y del agente proocador, que en cuanto al primero hay la tendencia a legitimar su interencin pues se sostiene que es una de las estrategias para combatir al crimen organizado, en cuya inclusin incluso se juega la ida el agente. Menos sostenible es la igura del agente proocador, pues este induce a la comisin de un delito y su proposicin cae en los predios de la autora intelectual o material. De acuerdo con nuestra Constitucin y la ley ,Cdigo de Procedimiento Penal del 13 de julio del 2001 , la utilizacin de tcnicas que induzcan al engano o a la comisin de un delito se en- cuentran proscritas, y su ineicacia probatoria se extiende a todas aque- llas pruebas que de acuerdo con las circunstancias del caso, no hubiesen podido ser obtenidas sin la iolacin de tales garantas. 101
100 )?@5 mM59 *1^3HSN3N N1 H3 P?G1X359 La prueba solo tiene alor si ha sido pedida, orde- nada, practicada e incorporada al juicio conorme a las disposiciones de este Cdigo. No se puede utilizar inormacin obtenida mediante torturas, maltratos, coacciones, amena- zas, enganos o cualquier otro medio que menoscabe la oluntad. 1ampoco se puede utili- zar la prueba obtenida mediante procedimientos que constituyan induccin a la comisin de un delito`. 101 Cr. )?@5 mJ del Cdigo de Procedimiento Penal del 2000 - 2001. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 137
Sobre los otros sub temas de este numeral, hacemos expresa ree- rencia a las disposiciones normatias de la Conencin Interamericana contra la Corrupcin antes citadas, y a los comentarios que ormulare- mos en reerencia a la Conencin de Viena de 1988, que siri como modelo para la Ley 108 de Lcuador que se llama Ley sobre Sustancias Lstupeacientes y Psicotrpicas, publicada en el Registro Oicial 523 del 1 de septiembre de 1990. Igualmente debe reisarse el contenido del nueo Cdigo de Procedimiento Penal, en cuanto al ambito de compe- tencia del ministerio pblico para dirigir la inestigacin en la denomi- nada etapa de instruccin iscal, y la competencia del juez penal para disponer medidas tanto cautelares o de inestigacin que limiten garant- as constitucionales de manera excepcional y restrictia, como seran las que tienen que er con la correspondencia telenica ija o celular, co- rreo electrnico, bases de datos contenidas en registros inormaticos, etc. 102
loy en da se esta permitiendo inclusie la actuacin de los llamados jueces sin rostro` como en los casos de Colombia y Per, y hasta se proyecta la idea de poder contar con testigos no identiicables`, como sera el caso de utilizar con eicacia probatoria las declaraciones de testi- gos con el rostro cubierto y la oz distorsionada mediante el sistema de la ideo conerencia, pudiendo las partes procesales ejercer el derecho al contradictorio , al interrogatorio ,, mediante preguntas al testigo que por razones de su seguridad personal declara mediante el mecanismo del ideo o tele conerencia. As se protegera la integridad y la ida del de- clarante y se permitira ejercer adecuadamente el derecho de deensa de un imputado o procesado.
Ll tema que se consigna es igualmente debatible como es el de la de- lacin y cooperacin eiciente entre las nueas estrategias contra el cri- men organizado, en que se discute la necesidad de legitimar el concurso en pro de la justicia, de un delincuente arrepentido o delator, que a cam- bio de la delacin y cooperacin busca no slo ser protegido conjunta- mente con su amilia, sino ademas ser compensado o gratiicado por su eicaz colaboracin. Lsta estrategia es menos inmoral que la alta de colaboracin del primer mundo, que termina por legitimar en su propio sistema mediante la inersin en su circuito bancario y inanciero del
102 Se pueden reisar, entre otros, )?@5 6VJL )?@5 6VV y )?@5 6VW, del nueo Cdigo de Proce- dimiento Penal. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 138
laado de dineros`, que proiene de actos de corrupcin perpetrados del tercer mundo que sigue siendo mirado y tratado como el patio tras- cero.
Ll 13 de enero del 2003, mediante Ley 101-2003, publicadas en el Registro Oicial No. 43.
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De acuerdo con los artculos 1 y 2 de las reormas:
1.- La Polica Judicial debe iniciar inestigacin ,o hacer inormes, por separado para cada uno de los delitos, y de ser posible debe relacio- nar los hechos. Para determinar la peligrosidad de los presuntos inrac- tores, debindose hacer constar en cada uno de los inormes los antece- dentes que registren. 2.- Se deben iniciar por parte de los iscales tantas instrucciones isca- les, como delitos se le imputen a una persona, aunque se trate de delitos conexos o relacionados. 3.- Debe interenir un juez penal por cada instruccin. Debiera in- terenir un iscal dierente para cada instruccin iscal, mediante el turno o sorteo correspondiente para las demas instrucciones.
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Se corrigi el error del artculo 29, numeral 4, y se establece la com- petencia de los Presidentes de Cortes Superiores para conocer los casos de uero de Corte, durante la Instruccin liscal y para resoler la etapa intermedia , Art. 3 de las reormas ,.
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Ln el artculo 4 de las reormas, se han suprimido los literales a,, c, y e, del artculo 34 del Cdigo de Procedimiento Penal, con lo cual los delitos de iolacin de domicilio, el hurto y el robo con uerza en las cosas, han dejado de ser delitos de instancia particular y se han conerti- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 140
do en delitos de accin penal pblica. Ls decir que los iscales deben actuar de oicio sin necesidad del requerimiento del particular oendido.
&#="% *) )$0&)$/8( !)"-/$0*)"59
Se ha reestablecido el derecho de la ctima, de sus representantes le- gales o parientes para presentar acusacin particular y ser parte proce- sal, a partir del momento en que se notiica al oendido con el inicio de la instruccin iscal, y hasta antes de la conclusin de la instruccin iscal. As lo dice el artculo 5 de las reormas.
De acuerdo con el artculo 23 numeral 3 de la Constitucin Poltica, se reconoce como uno de los derechos y garantas ciiles, la igualdad de todos ante la ley y esto es lo que busca la reorma. Se debe permitir que se presente acusacin particular, en los procesos penales que se encuen- tren en tramite e iniciados antes del 13 de enero del 2003, siempre que no se haya declarado concluida la instruccin iscal, P3?3 Z3F1? 1D1F@ST4 1H P?SOFSPS4 N1 H3 S^G3HN3N 3O@1 H3 H1K tanto de oensores como de oendidos.
Si se presenta acusacin particular, el juez debe aumentar el monto en los casos de cauciones ex carcelarias, dandole un plazo para que cu- bra dicho monto. Si no cumple el imputado con cubrir el aumento, debe hacer eectia la caucin rendida y disponer nueamente la prisin pre- entia.
7%*/-#& 7% "%&0*-)7# <)-%"/)*59
Ln el artculo 6 de las reormas, se pre la obligacin del liscal, cuando se trata de los delitos de resultado material en que desaparecen los estigios que debi dejar la inraccin, o se comete de tal modo que no deje resultados, que concurra al lugar de la inraccin con peritos de la Polica Judicial, y deje constancia en acta de tal hecho , de la desapari- cin ,. De esta manera puede mediante documentos o declaraciones de testigos, encontrar elementos de coniccin sobre la existencia del deli- to.
$)")$-%".&-/$)& 7% *) 7%-%($/8( %( :/"<%59
!"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 141
Ln el 3?@EFGH4 6J N1 H3I ?1D4?23IL se crea la institucin procesal de la detencin en irme como medida de aseguramiento personal, que se debe dictar en todos los casos en que se NSF@1 3G@4 N1 HH3232S1O@4 3 gGSFS45
Lsta nuea medida procesal penal, solamente se puede reocar cuan- do el tribunal penal dicte sentencia absolutoria o cuando mediante el recurso de casacin la Corte Suprema a tras de una de las Salas Pena- les, reoque la sentencia condenatoria del 1ribunal Penal y dicte la abso- lucin, casando la condena.
0O3 T1[ YG1 I1 NSF@1 H3 N1@1OFSbO 1O DS?21L NO cabe la aplica- cin de la caducidad de la prisin preentia, preista en el artculo 24, numeral 8 de la Constitucin Poltica de la Repblica, que determina la libertad si han transcurrido mas de seis meses o un ano en los delitos sancionados con reclusin y se encuentren sin sentencia, pues la deten- cin en irme extingue la prisin preentia y ya no cabe aplicar la Cons- titucin.
La detencin en irme no es susceptible del recurso de amparo de li- bertad, pues el amparo se reiere a la orden de prisin, segn el artculo 423 del Cdigo de Procedimiento Penal , que debe entenderse como prisin preentia,.
No procede la N1@1OFSbO 1O DS?21 de acuerdo con el 3?@EFGH4 6W N1 H3I ?1D4?23I en contra de quien haya sido caliicado como encubridor, en los delitos sancionados con pena de hasta un ano de prisin, y cuan- do se hubiere presentado caucin ex carcelaria en los delitos sanciona- dos con prisin correccional , de hasta cinco anos ,.
Se puede interponer ?1FG?I4 N1 3P1H3FSbO de la detencin en irme, PLRO aunque se interponga la apelacin, la medida no se suspende, es decir se mantienen sus eectos.
Se debe disponer la N1@1OFSbO 1O DS?21 en todos los procesos pena- les que se estn tramitando a partir del 13 de enero del 2003, en el mo- mento en que se dicte el auto de llamamiento a juicio, una ez que hubiese concluido la etapa intermedia. No procede que se sustituya la prisin preentia por la detencin en irme en aquellos procesos ya resueltos antes del 13 de enero del 2003, pues la ley dispone para lo e- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 142
nidero y la aplicacin con criterio retroactio , por el principio de la ultra actiidad , es procedente por excepcin si se trata de aorecer la reo, PLRO jamas en su contra.
Ll Presidente de la l. Corte Superior de Justicia de Guayaquil al tiempo de entrar en igencia las reormas, resoli un caso disponiendo la detencin en irme, en el proceso penal seguido en contra de la jueza doce penal del Guayas por el delito de prearicato. Ll proceso penal, se inici antes del 13 de enero del 2003 y la resolucin de llamamiento a juicio se dict con posterioridad al 13 de enero del 2003.
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Ln el 3?@EFGH4 6V N1 H3I ?1D4?23I se reconoce el derecho para apelar del auto de prisin preentia impuesta o negada por el juez. Debe in- terpretarse que la apelacin se debe conceder en el eecto deolutio, es decir que se mantienen los eectos de la prisin preentia hasta que el superior decide si la conirma o la reoca. Una interpretacin en sentido contrario, signiicara que si todos los internos de las carceles ecuatoria- nas que se encuentran bajo prisin preentia, apelaran de la medida, deberan ser puestos en libertad
"%&%"R) 7% *) /(7),)$/8( !"%R/)59
Ln el 3?@EFGH4 6B N1 H3I ?1D4?23I con reerencia a la denominada resera de la indagacin preia, cuya constitucionalidad es discutible porque como una de las garantas del debido proceso en el artculo 24 se establecen en el numeral 10, la SOTS4H3XSHSN3N N1H N1?1FZ4 N1 N1D1OI3 y en el numeral 12, el derecho de toda persona a ser oportuna y debida- mente inormada, en su lengua materna, de las acciones iniciadas en su contra, se ha reconocido el derecho del oendido, y de las personas a las cuales se inestiga de tener acceso inmediato, eectio y suiciente de las inestigaciones.
Ls decir no puede haber resera para el oendido o para los inesti- gados, ni obiamente para sus abogados, para conocer el contenido de la inestigacin. La resera se mantiene para el pblico en general, lo cual incluye a los medios de comunicacin.
Ln el 3?@EFGH4 AJ N1 H3I ?1D4?23I se ha determinado que si durante la instruccin y antes de que enza el plazo de los 90 das, se hace exten- sia la instruccin a un nueo imputado, la instruccin tendra un plazo adicional de 30 das que se contaran a partir de la notiicacin con esta resolucin al nueo imputado o al deensor pblico o de oicio designa- do por el juez. Vale decir, que la instruccin no podra durar mas de 120 das, debiendo recordar que encido el o los plazos cualquier acto pro- cesal que se practique despus del encimiento, carecera de alor algu- no.
Si el liscal encuentra suicientes elementos de coniccin en contra de otra persona, ya no puede ampliar el plazo de la instruccin, pues lo que procede es que se inicie una nuea instruccin en contra de ese nueo imputado.
Ll @S@GH3? N1 H3 3FFSbO P1O3H 1O H4I N1HS@4I P1IYGSI3XH1I N1 4DS9 FS4 1I 1H :SIF3H como dice el artculo 219 de la Constitucin Poltica de la Repblica y lo reconocen el artculo 33 y el artculo 65 del Cdigo de Procedimiento Penal. Lste ejercicio exclusio de la accin penal en ma- nos del ministerio pblico impide que los jueces penales puedan ordenar de oicio nueos enjuiciamientos, pues tal acultad es priatia de los iscales y excluye a los jueces. Ln la practica algunos jueces actan ile- galmente pues no son titulares de la accin penal.
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Ln el 3?@EFGH4 A6 N1 H3I ?1D4?23I en el segundo inciso se ha consig- nado la posibilidad de disponer el archio del proceso, maniestandose Si el Juez considera que los resultados de la instruccin iscal no ameri- ta el auto de llamamiento a juicio, podra archiar el proceso`. Como en erdad no se ha suprimido el auto resolutorio de sobreseimiento deini- tio y proisional del proceso y del imputado, debe entenderse correc- tamente que el archio procede en el caso de que el liscal no encuentra mrito para una acusacin y no se ha presentado acusacin particular. Pues es en este caso en que por economa procesal se debe prescindir de la audiencia preliminar, si el juez esta de acuerdo en que no hay mrito para ir a juicio.
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Se ha establecido en el 3?@EFGH4 A6 N1 H3I ?1D4?23I que en tratando- se de delitos reprimidos con reclusin, el Juez tiene la obligacin de elear en consulta al superior su decisin de archio.
De conormidad con el 3?@EFGH4 AW N1 H3I ?1D4?23I hay la obliga- cin de consultar tambin al iscal superior al tratarse de delitos penados con reclusin, en el eento de que el iscal inerior se abstenga de acu- sar. Ls decir que hay dos consultas obligatorias tanto al liscal superior como a una de las salas de la Corte Superior, parece razonable que la primera consulta se haga al iscal superior , Ministro liscal Proincial , y luego a la Sala de la Corte que le corresponda conocer por sorteo.
Ln el 3?@EFGH4 AA N1 H3I ?1D4?23IL se establece que el plazo de los 90 das para la duracin de la instruccin iscal corre a partir de la echa de notiicacin al imputado, o al deensor pblico o deensor de oicio, designado por el juez. Ll plazo en el que el liscal debe emitir su dicta- men es de seis das, segn lo dice el 3?@EFGH4 AM N1 H3I ?1D4?23I5
De acuerdo con el artculo 25 de las reormas el plazo de 24 horas que tena el juez penal para dictar la resolucin de la audiencia prelimi- nar, se ha ampliado a 2 horas.
Ln el artculo 2 de las reormas hay que recordar lo dicho con res- pecto al artculo 21 de las reormas en el sentido, de que el archio del proceso es procedente cuando el lscal no presenta acusacin, y no hay acusacin particular, siempre que el juez considere igualmente que no hay mrito para dictar auto de llamamiento a juicio. Solamente all cabe el archio.
De acuerdo con el artculo 28 de las reormas en todos los procesos penales que se resuelan a partir del 13 de enero del 2003, los jueces deben aplicar la reorma y disponer en el auto de llamamiento a juicio, la N1@1OFSbO 1O DS?21 en contra del autor o cmplice, entre otras medidas cautelares de aseguramiento.
Ln el 3?@EFGH4 MJ N1 H3I ?1D4?23I, se determina que en el eento de resolerse la nulidad total o parcial del proceso durante la etapa de ins- truccin iscal, la Corte remitira el proceso a un iscal penal dierente para que sustancie dicha etapa, desde el momento procesal en que se produjo la causa de nulidad. Si la nulidad se produce en la etapa del jui- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 145
cio, el proceso se remitira a otro tribunal penal para que proceda a sus- tanciar dicha etapa, a partir del momento procesal en que se produjo la causa de nulidad.
Ln el 3?@EFGH4 MU N1 H3I ?1D4?23I por un error se dice en la etapa del plenario, cuando debiera decir en la etapa del juicio, y la reerencia es a la medida cautelar de orden personal que se dicta en el llamamiento a juicio, que es la OG1T3 N1@1OFSbO 1O DS?21 que tiene caractersticas dierentes a la que se dicta en la etapa de la instruccin iscal, que es la prisin preentia.
Para controlar adecuadamente la actuacin de jueces y tribunales pe- nales, se ha dispuesto en el 3?@EFGH4 6M N1 H3I ?1D4?23I, que al exceder- se los plazos y producirse la caducidad de la prisin preentia , O4 Z3K F3NGFSN3N F4OI@S@GFS4O3H OS P?4F1I3H N1 H3 N1@1OFSbO 1O DS?21 , y disponerse la libertad de un imputado o acusado, debe eniarse de in- mediato el expediente completo de cada caso al Consejo Nacional de la Judicatura.
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Se han preisto seeras sanciones para los jueces, tribunales penales y iscales, para el eento de que no obstante las reormas se produjere la caducidad de la prisin preentia por el encimiento de los plazos. As en el 3?@EFGH4 MV N1 H3I ?1D4?23I 3 H3 *1K #?^dOSF3 N1H $4OI1g4 (3FS4O3H N1 H3 ]GNSF3@G?3 se establece para un primer caso una multa de 10 mil dlares en contra de jueces y miembros de tribunales penales que permitan la caducidad de la prisin preentia y la libertad de los imputados, y en caso de reincidencia se produce la remocin deinitia de sus cargos.
Lsto se entiende sin perjuicio de las acciones ciiles y penales que se puedan proponer en contra del juez penal o miembro del tribunal penal que son tambin responsables ciil y penalmente por sus actuaciones, tanto a instancia del Consejo Nacional de la Judicatura como del acusa- dor particular perjudicado.
Se establece un trmino perentorio de 15 das en el artculo 36 de las reormas, para que el Consejo Nacional de la Judicatura eecte la in- estigacin y resuela. A su ez el Consejo Nacional de la Judicatura 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 146
debera rendir un inorme semestral de sus actuaciones sobre el tema al pleno de la Lxcma. Corte Suprema de Justicia.
Ln el artculo 3 de las reormas, se hace eectia la reorma a la Ley Organica del Ministerio Pblico, mediante la cual se pre la remocin ipso iure deinitia del cargo en contra del agente iscal que por dilatar el conocimiento de las causas y la emisin de su dictamen, permitan la caducidad de la prisin preentia. Igualmente se pre la imposicin de la multa de 10 mil dlares y las demas acciones ciiles y penales que se propongan en contra del agente iscal.
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Ln la perspectia de gnero, es importante el aance en un proceso de consolidacin de la igualdad de derechos que tiene la mujer rente al hombre. Aunque la presencia de gnero mas que respetada empieza a ser reconocida, alta mucho an en esta tematica. No obstante que se considere al grupo mujer como de mayor ulnerabilidad en casos por ej. de embarazo, en la practica no existen plenamente consolidados proce- sos de maternidad gratuita y de asistencia real pre y post parto.
Cierto es que constitucionalmente existe la obligacin del Lstado de ormular y ejecutar polticas para alcanzar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, que se propone la presencia de organismos especializados para el caso, que hay que incorporar en enoque de gne- ro en planes y programas, y que hay que brindar asistencia tcnica para su obligatoria aplicacin en el sector pblico, el discurso de la realidad se muestra a una enorme e insuperable distancia. 103
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Cuando una mujer igura como ctima y,o testigo en un proceso penal que para nosotros puede ser por delito o por contraencin, si existen disposiciones especicas que regulan situaciones como las que tienen que er con la aplicacin de medidas cautelares contra el oensor en delitos sexuales y de iolencia intraamiliar.
Recordemos que existe una ley especial denominada *1K F4O@?3 H3 TS4H1OFS3 3 H3 2Gg1? K H3 D32SHS3 104 , que se reiere a los actos de io- lencia intraamiliar siempre que no constituyan delito. Ln caso de delitos comunes o sexuales, la competencia es de los iscales, jueces penales y tribunales penales, para conocer de la instruccin, etapa intermedia y etapa del juicio. Lxisten en la ley especial en el Captulo II las denomi-
103 C. $4OI@S@GFSbO !4HE@SF35 Art. 41. 104 Publicada en Registro Oicial 839, del 11 de diciembre de 1995. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 148
nan <1NSN3I N1 32P3?4 105 , como las de conceder boletas de auxilio a la mujer o demas miembros del ncleo amiliar, ordenar la salida del agresor de la iienda, si su presencia implica un riesgo para la seguridad sica, psquica o la libertad sexual de la amilia, la prohibicin al agresor de acercarse a la agredida en su lugar de trabajo o estudio, eitar que el agresor, por si mismo o a tras de terceras personas, realice actos de persecucin o de intimidacin a la ctima o algn miembro de su ami- lia, reintegrar al domicilio a la persona agredida disponiendo la salida simultanea del agresor.
lay otras medidas que se aplicarse en orma real, pueden tener una gran eiciencia operatia pues de acuerdo con la citada ley 106 , se puede disponer el allanamiento, para recuperar a la persona agredida o para sacar al agresor de la iienda. Igualmente cuando se encuentre armado o bajo los eectos de alcohol o sustancias estupeacientes o drogas psi- cotrpicas, cuando est agrediendo a la mujer o poniendo en riesgo la integridad sica, psicolgica o sexual de la amilia de la ctima. Deben actuar como jueces especiales, los de amilia ,que an no uncionan, y las Comisaras de la Mujer y la lamilia, que son los operadores actuales.
Si se trata de delitos, aunque no son competentes los jueces de ami- lia ni los comisarios, las medidas cautelares o de amparo que stos dicten se mantienen igentes, sin perjuicio de la competencia de iscales y jue- ces penales. Con respecto a otras medidas de apremio personal, se pue- de disponer en la etapa de instruccin iscal la prisin preentia, por parte del juez penal.
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Un discurso se seguridad mnima de la ctima rente a la comisin de un delito o contraencin -si uese del caso- exige que se inorme a la ctima o testigo o a sus representantes o cuidadores, sobre la excarcela- cin o puesta en libertad del presunto agresor.
Aunque en el Lcuador no esta expresamente consignada tal obliga- cin en el nCdigo de Procedimiento Penal, la misma puede inerirse del contenido el artculo 69 que se reiere a los derechos del oendido.
Ln el numeral 2, se pre el derecho a ser inormado por el Ministerio Pblico del Lstado de la indagacin preprocesal y de la instruccin, en el numeral 3 se pre el derecho a ser inormado del resultado inal del proceso en su domicilio, y, en el numeral 6 se reconoce el derecho a que se proteja su persona y su intimidad, y a exigir que la polica, el is- cal, el juez y el tribunal adopten para ello los arbitrios necesarios.
Ln relacin con la aplicacin de la garanta constitucional de absten- cin de declarar a eecto de que no se conierta en un mecanismo de presin, hay que precisar que la Constitucin Poltica del Lcuador, ex- presamente ha senalado como una de las garantas del debido proceso preistas en el artculo 24, la consignada en el numeral 9, misma que dice: nadie podra ser obligado a declarar en juicio penal contra su cnyuge o parientes hasta dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de ainidad, ni compelido a declarar en contra de si mismo, en asuntos que puedan ocasionar su responsabilidad penal. Seran admisi- bles las declaraciones oluntarias de quienes resulten ctimas de un delito o de los parientes de stas, con independencia del grado de paren- tesco. Lstas personas, ademas podran plantear y proseguir la accin penal correspondiente`.
De manera que si es admisible tal declaracin por parte de la propia ctima de un delito o de sus parientes.
No esta preista legalmente la participacin de la ctima en la toma de decisiones respecto de medidas alternatias al juicio o la pena, bien sea participando directamente la ctima o sus representantes o cuidado- res si es menor de edad. Reconocemos que hoy se reclama la represen- tacin legal de oicio, como la que proporcionan programas de asisten- cia a ctimas que realmente uncionen, para tener acceso a una inor- macin constante y adecuada respecto de sus derechos durante el proce- so. Ln la realidad ecuatoriana no esta preista tal representacin legal oiciosa ,o por parte del Lstado,, ale decir como una modalidad de asistencia legal obligatoria. Puede hacer aler este derecho, bien a tras de su deensor particular si es querellante en el proceso penal, o en los casos de iolencia intraamiliar, en que actan como asesores y consul- tores personas de ONG , Organizaciones No Gubernamentales ,, que han hecho posible incluso la *1K F4O@?3 H3 RS4H1OFS3 3 H3 <Gg1? K H3 :32SHS35 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 150
Mas alla de lo que diga la Constitucin 107 y lo que hemos comentado en otros momentos con relacin al programa de proteccin a y testigos cuya igencia ue dispuesta por el ex Presidente Gustao Noboa Bejara- no 108 , con 1H "1^H321O@4 N1H !?4^?323 N1 !?4@1FFSbO K )ISI@1OFS3 3 REF@S23IL -1I@S^4I K N12dI P3?@SFSP3O@1I 1O 1H !?4F1I4 !1O3HL no existen ya operando programas de compensacin a ctimas que tomen en cuenta las limitaciones econmicas para el ejercicio de sus derechos, a lo largo de todo el proceso penal. Ln esta tarea igualmente se encuentra comprometido el Ministerio Pblico en nuestro pas. 109
lay igualmente inexistencia de programas de sensibilizacin en el trato a ctimas y testigos dirigidos a policas, iscales, proesionales mdicos, psiclogos, deensores y jueces.
La contradiccin entre una propuesta ideal y el incumplimiento real, puede inerirse sin mayor esuerzo. Apreciemos que en la Ley contra la Violencia a la Mujer y la lamilia, se pre en el artculo 24, que le co- rresponde al Ministerio de Bienestar Social ,hoy de Desarrollo lumano, por intermedio de la Direccin Nacional de la Mujer, establecer alber- gues temporales, casas reugios, centros de reeducacin o rehabilitacin del agresor y de los miembros de amilia aectados, y que debe impulsar y coordinar programas de capacitacin con perspectia de gnero para el personal inolucrado de la luncin Judicial y Ministerio de Gobierno. Ln la realidad tales programas no uncionan!
No solo que no participa la ctima en la toma de decisiones durante la ase de ejecucin de sentencia, sino que ni siquiera esta protegida para declarar sin la presencia de su agresor. Legalmente no se encuentra pre- ista esta restriccin. Antes por el contrario, el artculo 142 del nCPP consagra el derecho de las partes, para ejercer el derecho de interrogar al oendido.
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No existe una poltica, institucional o interinstitucional, o en su de- ecto, medidas concretas que reconozcan las dierencias de gnero de las
107 Constitucin Poltica. Art. 219. 108 Decreto 3112. RO 61, del 26 de septiembre del 2002. 109 C. Ley Organica del Ministerio Pblico. Art. 3, literal j,. Art. 1, literal d,. Art. 33. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 151
mujeres inestigadas, sea policial o judicialmente, siendo inexistente los sericios de inormacin y asesora proesional sobre sus derechos y posibilidades.
Aunque no existe una poltica institucional o interinstitucional ya desarrollada o en proceso, podemos airmar que existen normas en las que pueden inerirse tales exigencias. Ln el artculo 95 del n CPP, se pre en el tercer parrao, que si se tratare de examenes corporales, la mujer a la cual deba practicarselos, podra exigir que quienes actan co- mo peritos sean personas de su mismo sexo`. Ln el procedimiento de inestigacin actan en ocasiones mujeres policas para inestigar a mu- jeres sospechosas o imputadas, pero hay una diicultad de alta de per- sonal suiciente para cumplir tal cometido.
Debe incrementarse el personal emenino para la realizacin de regis- tros personales o cacheos, existe personal emenino, pero no es suicien- te para la demanda de sericio.
Las medidas cautelares y penas alternatias a la prisin hasta el mo- mento, no toman en cuenta una importante ariable, que es la mayor o exclusia carga de responsabilidades amiliares por ej. Lxisten sustituti- os a la prisin preentia en perspectia de gnero, cuando se trata de la mujer embarazada y hasta noenta das despus del parto, como lo pre el artculo 11 del nCPP, con medidas alternatias como el arresto domiciliario, la obligacin de presentarse ante el juez o tribunal en or- ma peridica, y la prohibicin de salida del pas o la limitacin de resi- dencia. La Constitucin Poltica de la Repblica pre en el artculo 24 como una de las garantas del debido proceso, en el numeral 3, sancio- nes alternatias a las penas de priacin de la libertad, de conormidad con la naturaleza de cada caso, la personalidad del inractor y la reinser- cin social del sentenciado`. Lsto an no se cumple!
1ampoco hay una distribucin de las mujeres encarceladas segn la edad, la naturaleza cautelar o de pena, de la priacin de la libertad, y sus necesidades de cuidado y atencin especializada. Ln general, no hay un analisis de los hechos y determinacin de la responsabilidad y del tipo y graedad de la pena teniendo en cuenta las discriminaciones de gnero. Lsta posibilidad no esta preista legalmente!
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Otro tema recurrente es la inexistencia de programas oiciales o a cargo del Lstado, de capacitacin en perspectia de gnero para los o las personas operadoras jurdicas inolucradas en el proceso penal. Sin perjuicio del trabajo que hacen las ONG que desarrollan programas en perspectia de gnero, con sus propios recursos. lay programas de capacitacin para policas, iscales y jueces como operadores del sistema de justicia penal en general, sin que se desarrolle especicamente la tematica de gnero.
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Ln septiembre del 2003, la lundacin MARIA GUARL 110 cuya sede unciona en Guayaquil y con expansin en otras ciudades , Lsmeraldas, Quito, Portoiejo y Cuenca, con los limitados recursos propios de una ONG y que proporciona asistencia legal y en alguna medida asistencia psicolgica en casos de iolencia domstica e intraamiliar, maniestaba que el 86 de las ctimas son mujeres y el 14 arones, que el 26 de ellas tiene entre 20 y 30 anos, el tipo de maltrato mas comn es el sico y el sexual, y la medida de terapia mas solicitada es la terapia de parejas. 111
Desde 1994 se crearon las Comisaras de la Mujer y la lamilia, que son las encargadas de proporcionar asistencia psicolgica, legal y social a las ctimas de la iolencia intraamiliar. Lntre las unciones de las comi- saras y la gestin de la Mara Guare esta la emisin de boletas de auxilio, la salida del agresor de la iienda y el impedimento de acercarse a la ctima y a su entorno, reintegrar al domicilio a la ctima y el ordena- miento de una terapia psicolgica para esta. lay sericios de logar 1ransitorio y se proyectan programas de proesionalizacin para perso- nas de escasos recursos econmicos.
Segn la inormacin de la Maria Guare, para septiembre del 2003 se haban recibido 10.200 denuncias ,un promedio de 42 por da, en las Comisaras de la Mujer y la lamilia de Guayaquil, por mujeres, arones y
110 Maria Guare ue undada en septiembre de 1990 por un grupo de mujeres, para trabajar por los derechos de gnero, y se la nombr as en homenaje a la Virgen Mara y a una ca- cica llamada Juana Guare de la zona de Daule, que en el siglo XVI lider moimientos de protesta, exigiendo un salario para los indgenas que trabajaban para el clero. 111 Publicacin de diario LL UNIVLRSO, del sabado 13 de septiembre del 2003, pagina 11' en seccin Sucesos. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 153
ninos agredidos en su hogar. Por gestin de la Maria Guare se logr la detencin de 102 agresores, y brind apoyo psicolgico y legal a 138 ctimas. Cerca de 1.300 mujeres y 25 hombres ueron atendidos por especialistas, y se han organizado terapias grupales para 362 mujeres y 420 hombres.
Ll 16 de noiembre del 2003 112 , y preio a la celebracin del da de la no iolencia contra la mujer`, se expresa que la iolencia amiliar es generalizada en el Lcuador, y que en nuee anos en las Comisaras de Quito y Guayaquil, se han recibido 12 mil denuncias. Se senala que la Comisin Interamericana considera a la iolencia como un problema generalizado de la sociedad ecuatoriana, que en el pas casi la tercera parte de las mujeres airman haber surido iolencia dentro de la amilia alguna ez en su ida, que el 21 de las mujeres casadas o unidas ue- ron iolentadas por su pareja, y que el 3 de las minas de la regin amaznica reportan abusos sexuales y maltrato sico por sus amiliares, sin tomar en cuenta el maltrato psicolgico. Segn Margarita Carranco, presidenta de la Comisin de Gnero y Lquidad del Municipio de Quito en todos los nieles sociales y econmicos y en la mayora de los casos el arn ejerce poder sobre la mujer , se cree su dueno ,, lo que desem- boca en iolencia. Ln el Distrito Metropolitano, seis de cada 10 mujeres suren algn tipo de maltrato: psicolgico, sico o sexual. Las mujeres no se atreen a denunciarlo por temor. Ll 98 de las denuncias de agre- sin son contra mujeres, el 2 corresponde a hombres iolentados. lay pocos casos de maltrato sico y psicolgico hacia los arones`.
De acuerdo con el CLPAM , Centro de Promocin de la Mujer ,, su ocero Miriam Lrnest expresa que en el pas, la incidencia de iolencia contra la mujer esta en el 90, agregando hace 20 anos esta agresin no era reconocida como tal, ahora se eidencia este problema como social, de salud pblica y de seguridad ciudadana. No ha disminuido la cantidad de mujeres que suren maltrato, pero hay cambios en el com- portamiento de los hombres hacia las mujeres. lay una cultura de des- alorizacin hacia el gnero emenino cultiado en la sociedad. Las mu- jeres estan tomando decisiones para su ida, muchas comprenden que es mejor estar lejos de la iolencia. loy las mujeres producen una mejor economa y pueden tomar decisiones para mejorar su ida`.
112 Publicacin de diario lO\, del domingo 16 de noiembre del 2003, pagina de portada y 1-C. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 154
Ll 18 de noiembre y con ocasin de da de la no iolencia contra la mujer`, se reconoce que la iolencia intraamiliar se produce a diario en decenas de hogares, pese a existir una Ley de Amparo 113 . Agregamos por nuestra parte, que se sigue endiendo la ilusin del espejismo con una ley que sin duda ha serido para conocer mejor la realidad de la iolencia y maltrato en la ida intraamiliar, pero que tiene una inciden- cia operatia limitada como mecanismo real de preencin.
Otras uentes del Centro Metropolitano de Lquidad y Justicia del Municipio de Quito, reelan que en el ano 2003 se haba comprobado que 8 de cada 10 mujeres, entre los 25 y 45 anos de edad, son ctimas de alguna orma de iolencia, sin tomar en cuenta a ninos, adolescentes, personas de la tercera edad y discapacitados que tambin son ctimas de arias ormas de abuso. Segn las estadstica que maneja el centro de apoyo a mujeres iolentadas, Casa Matilde, desde 1998, en el sur de Qui- to, la iolencia intraamiliar ,VIl, tiene alta incidencia. De un total de 156 mujeres atendidas en el sericio de albergue, el 80 proiene de este sector. Ln el centro 1ernura Sur, que atiende problemas de maltra- to inantil y iolencia intraamiliar, de un promedio anual de 300 casos atendidos, el 30 corresponden a los barrios de la Zona Quitumbe. Para tratar de disminuir la incidencia de maltratos, en septiembre del 2003, el Municipio de Quito en la Administracin Zonal de Quitumbe ,sur , cre el Centro Metropolitano de Lquidad y Justicia , CLMLJ , e implement el sistema de proteccin especial para ninos, ninas, jenes y adultos ,mujeres y hombres, iolentados.
Ll CLMLJ, brinda atencin integral a las personas iolentadas. La Casa Matilde es el centro de primera acogida en donde las mujeres son albergadas junto con sus hijos, durante tres meses, hasta que la situa- cin de riesgo disminuya. Ln este tiempo cuenta con el apoyo de la Comisara de la mujer, la Direccin Nacional de Polica de la Ninez ,Dinapen ,, Polica Judicial, liscala y un equipo tcnico de proesionales en apoyo legal, psicolgico y social para superar la situacin.
Ln Quito se dict la ordenanza 042, aprobada en el 2000, la misma que tiende a establecer polticas de erradicacin de la iolencia intraami- liar y de gnero ,VIl-G,. Con esta base legal, el Municipio aprob la institucionalizacin de la diisin de Violencia lamiliar, y la creacin de
113 Diario lO\, del martes 18 de noiembre del 2003, seccin Sociedad, 4 B.. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 155
una unidad que ela por la atencin y preencin de la iolencia, estan- do preisto abrir una mayor cantidad de oicinas posteriormente.
Vale decir, que ya se han producido propuestas desde el ambito y competencia municipal, que signiican una primera aproximacin desde el ente de gobierno local, que ha comprendido la graedad y compleji- dad del problema de la iolencia intraamiliar y de gnero. Sera cone- niente que se ample el espectro para atender adecuadamente a la mujer rente al nueo sistema penal, lo cual demanda contar con programas de capacitacin dirigidos a la mujer, con la asesora de personal selecciona- do preiamente en uncin de su calidad.
Por otra parte, todaa esta en espera la presencia proporcional de la mujer como operadora y no slo como ctima rente al nueo sistema acusatorio oral. La perspectia de gnero sigue siendo soslayada, y es escaso el nmero de mujeres iscales, juezas y magistradas. Incluso a niel policial su presencia es escasa, no obstante la cantidad de ctimas mujeres.
Ln 1992 la Lxcma. Corte Suprema de Justicia del Lcuador dio a co- nocer el proyecto de un nueo Cdigo de Procedimiento Penal para el Lcuador con el que se pretende llegar a un modelo de sistema procesal penal acusatorio cuyos principios basicos son los de la oralidad, publici- dad, contradiccin, concentracin e inmediacin, con la denominada instruccin iscal de la que depende la indagacin policial.
Ln septiembre de 1995 la Corporacin Latinoamericana para el De- sarrollo ,CLD, que haba suscrito un conenio corporatio con la Agencia Internacional para el Desarrollo , AID ,, design una Comisin de proesores para que reise el proyecto de la Corte Suprema de Justi- cia y presente un nueo documento que para mayo de 199 se encon- traba concluido.
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Ambos documentos de trabajo haban sido inspirados en el P?SOFS9 PS4 3FGI3@4?S4 que no podra ser tal si se sigue manteniendo el modelo inquisitio en el que el juez inestiga en el sumario, sustancia la etapa intermedia y dicta el auto resolutorio de sobreseimiento o de llamamien- to a juicio plenario. Con este nueo modelo el Ministerio Pblico a tras del liscal dirige la instruccin en la que no se prueba sino que se inestiga, y se recogen todos los elementos que le permitan al iscal mantener o no una acusacin. Conorme se apreciara es en la etapa del juicio en la que se debe practicar la prueba, ante un tribunal penal letra- do con un procedimiento que en su sustanciacin y en cuanto al conte- nido de la prueba, no se aparta en mucho del Cdigo de Procedimiento Penal igente desde 1983. Salo el hecho de que los actos de inestiga- cin que se practican en la etapa de la instruccin iscal, solo adquieren el alor de prueba, si se practican en la etapa del juicio y ante el 1ribunal Penal, cumpliendo los requisitos de la oralidad y publicidad, de la conti- nuidad y concentracin, del contradictorio, y de la inmediacin ,esto es 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 158
del conocimiento directo e inmediato , del juez de sentencia con la prueba.
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La SOI@?GFFSbO DSIF3H es de responsabilidad del Ministerio Pblico que puede disponer u ordenar la indagacin policial antes de dar inicio a la instruccin iscal y al desarrollo de la misma, pero la polica judicial debe inestigar bajo la direccin del ministerio pblico y no de manera independiente o separada de ste. La direccin de la inestigacin por parte del ministerio pblico estaba preista desde la Constitucin Polti- ca codiicada y publicada en el RO No. 2 de 13 de ebrero de 199, y en la Ley Organica del Ministerio Pblico de 19 de marzo de 199.
Ll juez penal es el que controla la instruccin que dirige el liscal de manera que las medidas de aseguramiento reales y personales slo pue- den ser dictadas o reocadas por el juez penal. De igual manera todos aquellos actos procesales como allanamientos, decidir sobre las excep- ciones, sobre la conclusin de la instruccin, la cesacin o caducidad de las medidas de aseguramiento como la prisin preentia, la caliicacin de las garantas para el beneicio de la excarcelacin entre las que se han incluido las que pueden otorgar las instituciones inancieras, la sustitu- cin de la prisin preentia y la resolucin en la etapa intermedia las toma el juez que asume as el protagonismo de controlador de la inesti- gacin del ministerio pblico, y undamentalmente de juez de garantas.
Las garantas procesales que pre el nCPPo estan consignadas en la Constitucin Poltica, y giran en torno a la necesidad del juicio preio, del debido proceso, de la independencia e imparcialidad judicial, del principio de inocencia y de la iniolabilidad de la deensa. Lsto no signi- ica en modo alguno que se pretenda olidar a la ctima y a sus dere- chos y por ello surgen los delitos de instancia particular en que es nece- sario escuchar a la ctima con plena capacidad legal para que exprese su inters en que se ejerza o no la accin penal, cuyo titular es en principio el ministerio pblico y no el particular oendido.
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Ln el Cdigo de Procedimiento Penal del 2001, se consignan una se- rie de garantas procesales en aor del imputado y de cargas u obliga- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 159
ciones en reerencia al deensor. Se pre as la asistencia legal obligato- ria debiendo contarse con un deensor de conianza del imputado y solo en alta de ste se podra recurrir a un deensor pblico o a uno de oi- cio.
Ll deensor esta obligado a instruir al imputado de su derecho a guardar silencio y el liscal no se puede comunicar con el imputado sin la presencia de su deensor. Se reconoce el derecho a no auto incrimi- narse de manera que no puedan obtenerse sin el expreso consentimiento del imputado muestras como las de salina, sangre, orina y semen.
Ln el nCPP, se reitera la ineicacia probatoria de todo acto procesal que ulnere garantas constitucionales y la ineicacia se extiende a todas aquellas pruebas que de acuerdo con las circunstancias del caso, no hubiesen podido ser obtenidas sin su iolacin y ueren consecuencia necesaria de ella.
Con esto se insiste mucho en la legalidad del debido proceso y en negar el acceso a los rutos del arbol enenenado` que han constitui- do la uente natural de la prueba en el proceso penal ecuatoriano, por- que creemos irmemente que esta es la nica a legtima para cambiar el paradigma de un sistema penal indolente y arbitrario en el que la deen- sora pblica ha sido igualmente legitimadora del abuso durante la ines- tigacin..
Al igual que la Constitucin de 1998, el Cdigo de Procedimiento Penal igente, consigna la Ley Miranda` ,que garantiza el derecho a guardar silencio, y otras enmiendas importantes del sistema de justicia penal norteamericano como la cuarta enmienda que garantiza el derecho de deensa, y sanciona como carente de alor cualquier prueba indebi- damente practicada de manera que no pueda ser admitida como eiden- cia incriminatoria en el proceso.
Lsta preisto in extenso 1H N1?1FZ4 3 H3 3ISI@1OFS3 H1^3H o sea el derecho constitucional a contar con un deensor de conianza de cual- quier persona que es indagada. Lste derecho es de orzoso cumplimien- to y solo cabe la interencin de un deensor pblico o de oicio de manera subsidiaria esto es cuando no se puede contar con un deensor priado. Lste importante aance constitucional recoge la llamada en- mienda Miranda o quinta enmienda constitucional de LLUU., que ga- 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 160
rantiza el derecho a guardar silencio bajo la adertencia de que lo que se diga puede ser utilizado en contra del declarante, que ste tiene derecho a contar con su propio deensor y que en el eento de no poder contar con un abogado deensor de su conianza, el Lstado le proeera de uno si as lo desea.
Lsta propuesta no hace otra cosa que consagrar en el procedimiento lo que ya estaba preisto en reerencia a la asistencia legal obligatoria en el artculo 22, numeral 19, letra ,, parrao tercero, de la Constitucin como en la propia Ley Organica del 19 de ebrero de 199, que en el artculo 26 expresa:
Ll Ministerio Pblico garantizara la interencin de la deensa de los imputados o procesados, en las indagaciones preias y las inestiga- ciones procesales por inracciones pesquisables de oicio, quienes de- beran ser citados y notiicados para los eectos de interenir en las dili- gencias probatorias y aportar pruebas de descargo, cualquier actuacin que iole esta disposicin carecera de eicacia probatoria`.
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Creemos que el debido proceso se encuentra mejor protegido con un sistema acusatorio pues el eje central de un proceso penal democratico y republicano es el juicio oral y pblico, en el que se producen y practican las pruebas, porque se inestiga en la etapa de instruccin iscal y se prueba en la etapa del juicio salo el caso de los 3O@SFSP4I gG?SINSFFS49 O3H1I N1 P?G1X3L cuando se trata de una prueba irreproducible en la etapa del juicio que puede ser practicada de manera excepcional por el juez que controla la instruccin iscal.
1ratamos de que el debate supere el momento actual , en el que la audiencia del tribunal penal se contrae en la mayora de las ocasiones a una lectura montona y rutinaria de la prueba recogida en el sumario con lo cual eidentemente se pierde la inmediacin del juez del juicio con la prueba.
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Ln H3 1@3P3 SO@1?21NS3 -preista en el CPP del 2001- el juez penal resuele mediante un procedimiento agil y bree, declarando si ha lugar a la apertura del juicio o en el eento contrario cancela la potestad puni- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 161
tia mediante un auto de sobreseimiento que puede conertirse en irme cuando dentro de los plazos preistos el liscal no encuentra mrito para insistir en su acusacin. Las clases de sobreseimiento son las mismas que estan preistas en la estructura del Cdigo de Procedimiento Penal de 1983.
Resulta importante destacar que, siendo el Ministerio Pblico el titu- lar del ejercicio de la accin penal no puede haber juicio sin acusacin iscal, esto es que si el liscal o su superior no se pronuncian acusatoria- mente, termina el proceso. Ln algunos proyectos de legislacin, como el de la Corte Suprema de Justicia del Lcuador de 1992, se mantiene la posibilidad de que con la sola acusacin particular esto es la reclamacin del oendido o de quienes a su nombre pueden ejercer el derecho a acu- sar, se pueda tramitar la etapa del juicio, lo que no pareci coneniente, en el nueo CPP..
Aunque se puedan encontrar cambios entre el proyecto de la Corte Suprema de Justicia y el documento de la CLD de Quito, de un estudio comparatio de ambos documentos se podra apreciar que en el docu- mento de la CLD se retomaron aspectos undamentales del Cdigo de Procedimiento Penal de 1983, como los que tienen que er con las cla- ses de pruebas y con la sustanciacin en la etapa del juicio. Ln materia de prueba en el igente Cdigo de Procedimiento Penal, se han incorpo- rado todas las que se puedan obtener mediante procedimientos inorma- ticos.
Ln materia procesal penal en el Cdigo de Procedimiento Penal del 2001 quedaron temas pendientes, como los relacionados con procedi- mientos especiales para imputados jenes, hoy superado con el nueo Cdigo de la Ninez y Adolescencia del ano 2003, que ha creado un mo- delo de justicia penal juenil. Con igual resera se tom distancia, en el procedimiento para la aplicacin de las medidas de seguridad para los inimputables, y para los delitos cometidos dentro de las comunidades indgenas, tema ste ltimo que demanda una discusin en la que no pueden estar ausentes como interlocutores alidos, aquellos miembros de la sociedad ciil a quienes estara dirigido este procedimiento.
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Lsta igente el P?4F1NS2S1O@4 3X?1TS3N4 que permite preio acuerdo entre el liscal y el imputado, que el juez mediante un procedi- miento sumario y bree dicte sentencia con un maximo de pena. Aun- que ha sido de escasa releancia en la aplicacin eectia.
Ll P?4F1NS2S1O@4 P4? N1HS@4 N1 3FFSbO P1O3H P?ST3N3 experimen- ta un cambio en la sustanciacin que pre una audiencia de conciliacin y la posibilidad de que las partes designen un amigable componedor para que realice la audiencia. La alta de conciliacin permite que se sustancie el juicio.
Ll P?4F1NS2S1O@4 P4? ?3[bO N1H DG1?4 se mantiene con la modii- cacin de que la instruccin iscal esta dirigida por el Ministerio Pblico de acuerdo con el rango o jerarqua del uncionario que goza de uero de corte superior o suprema.
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Ln materia de ?1FG?I4IL se mantiene el recurso de nulidad, el de apelacin, el de hecho, el de casacin que se ha ampliado para los proce- sos por delitos se accin penal priada, y el de reisin. Creemos que la nulidad debera declararla el juez de oicio o a instancia de parte en to- dos los casos en los que al resoler aprecie que se ha incurrido en icios de procedimiento que resulten insubsanables y que aecten a la alidez del proceso, sin necesidad de recurso.
Ll procedimiento por contraenciones no ha experimentado cam- bios sustanciales con el Cdigo de Procedimiento Penal de 1983, aun- que sigue siendo legalmente inaplicable porque los jueces de contraen- cin an no han sido nombrados.
Las costas procesales, las costas judiciales, su destino e imposicin estaban y estan normadas de manera tambin expedita, al igual que el procedimiento para la indemnizacin del imputado en el eento del recurso de reisin y en los casos en que se dicta sobreseimiento o abso- lucin en que debe ser resarcido por el tiempo de la prisin preentia o internacin proisional. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 163
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Se ha mejorado el tema del 32P3?4 N1 HSX1?@3N de manera que se puedan acoger al mismo incluso las personas que tengan la calidad de prugos o que se sienten amenazas en su libertad por actos de abuso de autoridad. Ll beneicio del amparo tiene la caracterstica de la F42GOS9 F3XSHSN3N N1 H3I FS?FGOI@3OFS3I N1 D3T4?1FS2S1O@4 N1H ?1FG?I4 pre- ista como eecto de la impugnacin. De manera que sus eectos se irradian tambin en materia de amparo, a todas aquellas personas que se encuentren en la misma situacin jurdica de quien hace uso del recurso, aunque los terceros beneiciarios no hubiesen hecho uso del mismo.
Lstos moimientos de transormacin son rescos en la regin y co- mo precedente deben mencionarse el nueo Cdigo de Procedimiento Penal de Guatemala de 1993, el nueo Cdigo Procesal Penal de Costa Rica de 1996, el nueo Cdigo Organico Procesal Penal de Venezuela, y el proceso de la reorma procesal penal de Chile y de Paraguay, que en buena medida se inspiran en las lneas maestras del Cdigo Procesal Penal modelo para Iberoamrica, obra del insigne jurista argentino, Pro. Dr. Dn. ,Julio Bernardo Jos Maier.
Sigue abierta la discusin por un modelo de sistema procesal penal que no solo marque la ruptura con el statu quo, sino que permita recu- perar la conianza en la justicia como el mejor mecanismo para la reali- zacin del derecho.
Como se iene cuestionando la igencia y aplicacin del nueo Cdi- go de Procedimiento Penal, como que si el mismo uese el culpable` de la ineiciencia operatia de la administracin de justicia penal, y que todos los males presentes uesen una consecuencia del nueo modelo, mas alla de que ste no constituye sino una herramienta de trabajo cuyo marco normatio resultara ineicaz si esta manejado por malos operado- res, que incluye policas, iscales y jueces, es oportuno reerirnos a la situacin procesal del reo rente al nueo sistema penal. Con mas razn si de acuerdo con la Constitucin Poltica de la Repblica, se conierte al Ministerio Pblico en igilante del uncionamiento y aplicacin del 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 164
rgimen penitenciario y la rehabilitacin social del delincuente` 114. Sin menospreciar las buenas intenciones del constituyente de Riobamba, esta es una propuesta que escapa a la realidad.
Ll Inorme Anual sobre la Regin Andina, de enero del 2004, que publica una ONG de reconocido prestigio institucional, que es la Comi- sin Andina de Juristas 115, reconoce un espacio al caso de Lcuador. Ln ese importante inorme llamado *#& 7%&%($0%(-"#& 7%* !#7%"L en su Captulo VI denominado *) ]0&-/$/) + &0& !"#=*%<)&L que corre de s. 155 a 182, al reerirse al Lcuador, nos dice que los hechos ocurridos en el ano 2003 han contribuido a la con- tinuacin del deterioro de la luncin Judicial. loy mas que antes se cuestiona la alta de independencia de la judicatura por el grado de poli- tizacin al que sido lleada la designacin de los integrantes de la Corte Suprema. 1ambin apreciamos algunos obstaculos en la aplicacin del nueo modelo de justicia penal, la existencia de problemas de orden uncional por los permanentes enrentamientos entre el Consejo Nacio- nal de la Judicatura y las otras instituciones que integran la luncin Ju- dicial por el tema disciplinario.
La luncin Ljecutia por su parte, hacindose eco de las demandas sociales de mejora de la judicatura iene promoiendo su reorganizacin y despartidizacin, situacin que por proenir de una uncin distinta de la judicial result cuestionada por diersos sectores pero undamen- talmente por la propia judicatura. Sigue el Inorme Anual de la Comi- sin Andina de Juristas, con una mirada rapida a la reorma procesal penal, as como a otras reormas en el ambito normatio para analizar en el Sub tema 4.6, *3 F?SISI F3?F1H3?S3. Ln este ambito especico dice el Inorme: Asegurar que la base de la corrupcin del sistema peniten- ciario es la desorganizacin y que las carceles estan en manos de los presos` segn palabras, a inicios de ano, del Director de Planiicacin de la Direccin de Rehabilitacin Social del Lcuador, Guido Boada, al presentar el estudio sobre carceles realizado por la Lscuela Politcnica Nacional y la lundacin Lsperanza, que constan en la p. 13 del Inor- me Anual de la Comisin Andina de Juristas, describe claramente el estado de la Direccin Nacional de Rehabilitacin Social y lo diicultoso
114 C. Art. 219, parrao 3ro. de la Constitucin Poltica. 115 Se puede reisar Comisin Andina de Juristas. *4I N1I1OFG1O@?4I N1H P4N1?5 /OD4?21 )OG3H I4X?1 H3 ?1^SbO 3ONSO3 AJJM5 *S23L $)]5 AJJU5 AUU P59 www.cajpe.org.pe !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 165
que resulta administrar esa dependencia del Lstado sumergida en crisis desde hace arios anos.
Ll estudio realizado por la Lscuela Politcnica Nacional y la lunda- cin Lsperanza, demuestra que en las dos principales carceles de Lcua- dor , Quito y Guayaquil, hay libre traico y consumo de drogas, la co- rrupcin campea, los presos y sus amilias tienen que pagar por los ser- icios mnimos que les otorga el Lstado y existe una epidemia de ener- medades de transmisin sexual completamente desatendida. La razn de esta situacin segn el estudio sera la inaplicacin del mtodo progresi- o, mediante el cual se clasiica a los presos de acuerdo a su grado de peligrosidad. Similar diagnstico consigui la Comisin de Derechos lumanos del Congreso con base en un trabajo de campo en 15 carceles al concluir que en esos mal llamados centros de rehabilitacin se iolan constantemente los derechos humanos, hay torturas, muertes por negli- gencia, droga y corrupcin`
Ante esta situacin de crisis, son importantes las expectatias sobre lo que pueda lograr el Consejo Nacional de Rehabilitacin Social, al dejar expedita la entrada en igor de la iniciatia priada - disposicin dictada en el marco de lo dispuesto por el Reglamento de Prestacin de Sericios para la Direccin Nacional de Rehabilitacin Social, publicado en el Registro Oicial 23 de ebrero del 2003. La posibilidad de que la iniciatia priada participe en la prestacin de todos los sericios que el Lstado proporciona para ejecutar las penas y rehabilitar a los internos de los centros carcelarios y de detencin proisional del pas, son crecien- tes, pese a las reacciones de los operadores del sericio de igilancia y seguridad de los internos que se produjo en una huelga nacional de 48 horas en marzo de 2003. 1ambin hay incertidumbre sobre el curso del Proyecto de Ley Organica de Ljecucin de Penas, que se encuentra en el Congreso Nacional y que endra a modiicar la Ley igente que con parches y remiendos tiene mas de 20 anos.
Con ese proyecto -al que en lo personal no conocemos en detalle- se procura despolitizar el sistema penitenciario que se encuentra en manos del Ljecutio , a tras del Ministerio de Gobierno , y conormar un Consejo Nacional de Rehabilitacin Social, totalmente tcnico, integra- do por representantes de los tres poderes del Lstado y de la sociedad ciil. Ll Proyecto alienta el buen comportamiento y estimula el trabajo y la educacin de los prisioneros para lograr reducciones notables de las 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 166
penas y estados de pre libertad y libertad controlada que permitan una mejor rehabilitacin social.
La percepcin que se tiene del manejo de la cosa pblica ecuatoriana, y del propio Lstado, no es de lo mejor en el exterior o en publicaciones internacionales, recordemos la reciente de 1ransparencia Internacional, cuyo inorme nos lleg por conducto de la Corporacin Latinoamerica- na para el Desarrollo de Quito, de la que ormamos parte, siendo la CLD tambin el Captulo de Lcuador de 1ransparencia Internacional. Sabemos que de acuerdo con al Latinobarmetro para medir la corrup- cin somos segundos en Latinoamrica despus de Paraguay, con una mejora de dos puntos pues del niel de credibilidad en el 2003 que era de 2.2 en la escala de diez, ahora tenemos un 2.4, pues se sigue recla- mando por la designacin de Contralor, tampoco se ha elegido al De- ensor del Pueblo, no se consolida la institucionalidad de la uncin ju- dicial, aunque sobre esto la posicin de la CLD-1I, es que el Ljecutio no trate de intererir en el manejo independiente de los problemas inter- nos de la uncin judicial, y en el respeto a su autonoma e independen- cia. Por otro lado crece la percepcin de que hay corrupcin en el sector pblico y nepotismo en el manejo del Gobierno, y un pretendido debili- tamiento de un organismo como la Comisin de Control Cico de la Corrupcin que naci como una respuesta a un clamor ciudadano, entre otros males. 116
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Si nos ormulamos una gran pregunta, para que sire la carcel Pa- rodiando a un extraordinario jurista y amigo, el proesor Lugenio Ral Zaaroni, hoy magistrado de la Corte Suprema en Argentina, dira que no sabemos para que sire la carcel` o dicho mejor sabemos para que no sire`, porque la misma no rehabilita, no reeduca y no resocializa, y este no es el nebre priilegio de la carcel ecuatoriana, pues la carcel en general es una erdadera maquinaria de demolicin de la personalidad, y aunque suene a unja utopa durante muchos anos enimos escuchando que la mejor carcel es la que no existe` como dijera la doctora Lolyta Aniyar de Castro, apreciada amiga y eminente criminloga enezolana.
Pero la erdad es que tenemos carcel para mucho rato y por mucho tiempo. Lntonces no nos queda otra a posible que mejorarla, pues la pena que se termina pagando en la carcel, en las condiciones que se cumple, no tiene ninguna inalidad de preencin especial porque no reeduca al reo o ninguna inalidad de preencin general por la intimi- dacin, aunque no estoy tan seguro porque la carcel es un erdadero inierno o expreso de medianoche`. De lo que si estoy seguro es que la pena y la carcel, son la mas depurada expresin de un acto de enganza oicial del Lstado contra el interno, de manera que apreciada as es la consolidacin de retribucin pura. Ll discurso pererso de su cumpli- miento y ejecucin, NO nos permite pensar en otra respuesta que en un acto de enganza y de retribucin o compensacin por el mal causado.
Sin pecar de siniestros, recordemos que en el artculo 45 del Cdigo de Ljecucin de Penas y Rehabilitacin Social 117 , esta consagrada la pena de muerte bajo una orma modal de ejecucin extra judicial, pues este artculo dice: h]GI@SDSF3FSbO N1H GI4 N1 3?23I59 No cometen in- raccin los uncionarios, empleados y guas encargados de la custodia de los internos, dentro o uera de los centros de rehabilitacin social, si, para mantener dicha custodia, tienen necesidad de hacer uso de sus ar- mas, sea para soocar amotinamientos, recapturar prugos o contener y eitar ugas, siempre que no tengan otro medio idneo para impedir tales hechos` . Ln la practica puede darse el caso de una ejecucin su- maria de un interno que se ugue de un centro carcelario, y sin estar en un caso de legtima deensa personal, podra el gua o custodio dispararle por la espalda y aunque esto es teora sera una orma modal de asesina- to por el actuar con aleosa y entaja, esa conducta estara legitimada, por la disposicin del Cdigo de Ljecucin de Penas. no obstante que la uga o easin per se, no constituye inraccin punible de parte del interno que se eade! Lsa grae contradiccin aun no ha sido superada.
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No es posible discutir la necesidad y urgencia de contar con un nue- o Cdigo Penal para Lcuador, pues tenemos un nueo Cdigo de Pro- cedimiento Penal acorde con el transitar a lomo de la primera dcada del siglo 21, pero seguimos teniendo una ley sustantia penal jurasica. Ll Cdigo Penal igente , es el de 1938, al que se le han ido agregando par-
117 C. Ley 95, de 1982. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 168
ches y remiendos proenientes de dictaduras militares o del propio Congreso Nacional. 1anto la Uniersidad, como oros caliicados de abogados o proesores especializados en la materia, hemos estado al margen de las reormas, y por ello han respondido mas a una propuesta maximalista, que es polticamente redituable, aunque se las maneje sin criterio tcnico. Sin duda en el Cdigo de 1938 se nota la presencia del positiismo penal italiano, que era la corriente de moda para la poca, airmando por nuestra parte que el cdigo igente es una especie de simbiosis del cdigo penal rancs de 1810, del belga de 1880 y del anti- guo Cdigo Penal italiano. Lntre el primer Cdigo Penal de Lcuador que ue de 183 y el ltimo de 1938, pasaron 101 anos, en que lo mas importante ue la supresin de la pena de muerte, con el tercer Cdigo del general Lloy Alaro de 1906.
Recordemos breemente, que mediante Decreto Supremo del 26 de junio y que entrara en igencia el 4 de julio de 198, se cre la reclusin mayor especial de diecisis anos un da, a einticinco anos, para delitos graes como los de asesinato, iolacin agraada, robo agraado, etc. Lste aumento de penas ue eliminado por el Congreso de la Repblica, mediante Decreto Ley, del 1 de octubre de 199. Reestableciendo como pena maxima la de hasta 16 anos de reclusin mayor extraordinaria.
Mediante Ley 108 de 1990, se dict la Ley de Sustancias Lstupea- cientes y Psicotrpicas, que consagr propuestas de derecho penal maximo con recorte de garantas constitucionales que la conierten en un estatuto penal de excepcin y que agra la maxima penalizacin, en el caso de concurso real de delitos preistos en dicha ley, hasta 25 anos.
1al ez como acto de expiacin, en sep. 9 de 1992, mediante Ley 04, y como reorma al Cdigo Penal , Art. 114, se estableci la caducidad de la prisin preentia, si la persona estaba detenida por un tiempo igual o mayor a la tercera parte del establecido por el Cdigo Penal como pena maxima, sin que se hubiese dictado auto de sobreseimiento o de llama- miento a juicio. Igualmente debe disponerse la libertad, si no hubiese recibido sentencia, por un tiempo igual o mayor a la mitad del estableci- do en el Cdigo Penal como pena maxima por el delito. Se excluyeron del beneicio los casos de narcotraico, aunque tal restriccin ue decla- rada acertadamente como inconstitucional por razones de ondo, me- diante resolucin del 1ribunal Constitucional del 16 de diciembre de 199, al igual que se le rest eicacia probatoria a las actuaciones policia- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 169
les, como preea el artculo 116 de la Ley 108 de 1990, tomada como mala copia al carbn de la Conencin de Viena contra el narcotraico de 1988.
Con Ley 106 del 21 de julio de 1998, se ampli la adecuacin tpica en el caso de delitos sexuales, as como de proxenetismo y corrupcin de menores. Ln 1999 se tipiic como orma modal de estaa, el raude en el pago del precio real de la caja de banano, mediante Ley 99-48 del 2 de diciembre. Mediante Ley 99-49 del 25 de enero del 2000, el Con- greso de la Repblica cre los Delitos contra el Patrimonio Cultural, as como los Delitos contra el Medio Ambiente, que incluye a los ecolgi- cos. Se ha creado mediante Ley 2000, del 30 de junio del 2000, el delito de 1raico Ilegal de Migrantes, para tratar de renar el denominado co- yoterismo` o traico de personas que son igualmente estaados. Lsto no ha renado la Migracin que se produce por razones eminentemente sociales y econmicas, y que se considera como el primer rubro de in- greso de diisas para el Lstado por las remesas o eno de dineros, en un estimado de mas de 1500 millones de dlares por ano.
No existe un proceso de reorma para la te, .v.tavtira evat, aunque hay un proyecto de nueo Cdigo Penal de mi autora en el Congreso Nacional desde 199 118 , del que se ha tomando ya para una reorma parcial, el Captulo de los Detito. cotgico.. Lo que ha existido es una propuesta ya consolidada, de aumento de penas para llegar hasta la maxima penalizacin de 25 anos en casos de iolacin agraada, secues- tro agraado con muerte del secuestrado y asesinato. lay la posibilidad de llegar hasta los 35 anos en el caso de un concurso ideal de inraccio- nes reprimidas con reclusin mayor especial que es de diecisis a einti- cinco anos. Probablemente por un mal manejo de la teora del delito, se olidaron los autores de la reorma que existe el concurso real de inrac- ciones penales, caso en el que tambin debera uncionar la acumulacin tcnico-jurdica de las penas, del artculo 81 reormado del CP nuestro. No conocemos an un caso en que se haya aplicado esta penalizacin maxima, igente desde el 28 de septiembre del 2001. Ln materia peni- tenciaria ha habido un recorte de las conquistas de los internos, pues se suprimi la ley del 2 x 1, y hoy es de 180 das por cada cinco anos.
118 Se lo puede reisar en nuestra pagina web. www.alonsozambrano.com en el link Derecho Penal. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 170
Lsta reorma se dio igualmente el 28 de sep. del 2001, con la Ley 2001- 4, caracterizada por un aumento de penas mediante la creacin de la reclusin mayor especial antes indicada, de un sistema de acumula- cin reglada de hasta 35 anos, y por la reorma al artculo 33 de la Ley de Ljecucin de Penas y Rehabilitacin Social, que preea la rebaja del 2 x 1, misma que ue pulerizada por esta propuesta de derecho penal maximo, propia de polticos y no de juristas, que utilizaron el argumento de que haba necesidad de aumentar las penas en delitos sexuales y con- tra las personas, as como en el caso de secuestro y robo agraados con muerte de las ctimas.
De acuerdo con la Constitucin Poltica igente, son imprescriptibles las acciones y penas por genocidio, tortura, desaparicin orzada de per- sonas, secuestro y homicidio por razones polticas o de conciencia. No cabe en estos casos, el indulto o la amnista. ,Art. 23, numeral 2, ltimo inciso,. Son igualmente imprescriptibles, los delitos de peculado, co- hecho, concusin y enriquecimiento ilcito, y los procesos se pueden sustanciar hasta su conclusin, an en ausencia de los acusados , Art. 121 de la Const. Polit. ,
Una ltima propuesta de reormas esta dirigido al tema de la Porno- graa Inantil y de la Prostitucin Inantil, habiendo cinco proyectos de distintos legisladores, para octubre del 2004. Lstas propuestas pecan de anti tcnicas, porque desconocen que en el nueo Cdigo de la Ninez y Adolescencia del Lcuador del ano 2003, estan correctamente deinidos, el maltrato de ninos y adolescentes, la pornograa y prostitucin inanti- les, y el traico de ninos y adolescentes, cuya descripcin tpica debe ser tomada de ese cuerpo legal, y extrapolarla al Cdigo Penal. Una ez que esto se cumpla, se debe pasar a discutir y establecer la penalizacin ade- cuada y justa, en uncin de la graedad de los bienes jurdicos aecta- dos.
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Reconocemos que no existe un discurso magico aplicable al sistema penal, pero creemos que en el momento del balance y en la relacin costo - beneicio, un modelo como el propuesto en el anteproyecto de 1998 por la CLD de Quito ,Corporacin Latinoamericana para el Desa- rrollo,, y luego conertido en ley, de plena igencia desde el 13 de julio del ano 2001, es un modelo mas coherente con el conjunto de garantas !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 171
constitucionales que se reclaman en un Lstado de Derecho. lalta mu- cho por hacer en el ambito del Ministerio Pblico, y en tiempos de ajuste` an surgiendo propuestas como las de la propia CLD, de no- iembre del 2003, que publica un documento base para la consulta y el debate, que sugiere incluso la introduccin de audiencias orales en las etapas preias al juicio. Ll propuesto y aprobado es el voaeto acv.atorio orat.
Lo que esta ocurriendo, es que salo casos de excepcin el liscal an no ha aprendido a litigar, y la adecuada preparacin y presentacin de las pruebas, en la etapa del ;vicio esta impidiendo incluso la realizacin nor- mal de las audiencias, y por ende las resoluciones de los tribunales pena- les. Aqu juegan un importante rol tambin, los limitados recursos humanos y econmicos de que dispone la iscala ecuatoriana, que justi- ica en muchos casos la inasistencia inclusie a las audiencias prelimina- res o intermedias, as como la alta de deensores pblicos. Ln cuanto a la luncin Judicial su presupuesto para el ano 2004 ue de 134 millones de dlares, no obstante que el plan de trabajo para cumplir propuestas modernizadoras signiicaba una demanda real de 500 millones de dla- res. Ll presupuesto de la luncin Judicial en pocas generosas llega al 0.8 del presupuesto general del Lstado, el gran sueno es llegar al 2 anual, cuando en pases como Costa Rica es del 6 .
No existe an implementado un sistema autntico de deensora pblica nacional, sin cuya presencia no se puede hablar de la existencia de un modelo acusatorio real en el Lcuador. Lxiste ya la propuesta del proyecto de Ley Organica de La Deensora Pblica Nacional en el Congreso de la Repblica y la posibilidad de llegar a institucionalizar la deensa en el proceso penal, de manera tcnica, imparcial y autnoma. Siempre resultara dicil superar iejas estructuras porque incluso las organizaciones judiciales, se mantienen apegadas a un sistema como el ivqvi.itoriat en el que han tenido un enorme poder de decisin. lay resis- tencia en promoer la comunicacin y coordinacin con las otras enti- dades inolucradas en la administracin de justicia penal, por lo que resulta dicil aceptar la coneniencia de la desestimacin en algunos de los casos que se presentan al Ministerio Pblico, de un uso racional del rivciio ae oortvviaaa o de encontrar soluciones alternatias a conlictos penales, o hacer eectio el roceaivievto abreriaao, o la suspensin del proceso a prueba, los acuerdos reparatorios, etc., y en general eitar la ormalizacin de la justicia penal. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 172
Si una adecuada deensora pblica nacional no se puede consolidar un procedimiento erdaderamente adersarial y acusatorio, pues el hecho cierto es que de los internos en las carceles ecuatorianas, el 90 requieren asistencia proesional gratuita. La suma de Deensores Pbli- cos que dependen de la luncin Judicial es de apenas 31 para todo el pas, en tanto que a niel nacional existen mas de 400 iscales, 15 Juz- gados Penales, 51 Juzgados de 1ransito y 43 1ribunales Penales. Ln un extenso documento inal reciente de la CLD, en 100 paginas, se recogen una serie de sugerencias para mejorar el sistema acusatorio que debe ser adersarial, con esto se pretende dar una mejor respuesta por parte del sistema de justicia penal a la poblacin, que hoy llega apenas a un de las causas que ingresan. Para esto se sugiere la aevraciv ae ta. ractica. aet ;vicio orat, ta ivtroavcciv ae avaievcia. orate. ev ta. etaa. reria. at ;vicio, , et ai.evo ae vvero. voaeto. ae actvaciv ara to. i.cate. , ta Potica ]vaiciat. 119
Un documento del Programa de las Naciones Unidas para el Desa- rrollo ,PNUD,, airma demoledoramente que uno de los problemas no superados, para hacer eectia la aplicacin de este nueo modelo, en la alta de liderazgo institucional lo que incluye una sostenida dependencia de la iscala rente al poder de incriminacin que sigue teniendo la po- lica. Airmamos por nuestra parte, que el nuestro sigue siendo un mo- delo por armar`, en cuyas propuestas de aance y consolidacin deben estar comprometidos tanto la sociedad poltica como la sociedad ciil, cuya inercia y ausencia de un discurso crtico y participatio, permite en la practica el mantenimiento y la reproduccin del .tatv qvo, aunque la propuesta normatia y terica de cambio ya existe.
La expresin de que el nuestro es un modelo por armar`, responde a una apreciacin objetia de la realidad de nuestro sistema, con una carga de crecimiento sostenido de audiencias de juzgamiento allidas, en la etapa del juicio, por la inasistencia de policas, testigos y peritos, y en ocasiones del propio liscal y del abogado deensor. Seguramente la con- solidacin de este nueo modelo debera dirigirse a la audiencia social, para que sepa - inclusie la ctima - que tiene garantas que son prote- gidas no obstante el conlicto de intereses que genera un litigio penal, y que el ciudadano testigo y el ciudadano perito, aprecien que su presencia
119 Se puede reisar el h !*)( <)%&-"# 7% )]0&-% 7%* &/&-%<() 7% ]0&9 -/$/) !%()* 7%* %$0)7#"i5 74FG21O@4 :SO3H5 $*7L 3X?SH N1 AJJU5 1O qqq53HD4OI4[32X?3O45F42 en el link Derecho Procesal Penal. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 173
en el juicio es imprescindible. Con su presencia en el momento de la prueba, se esta reconstruyendo en el proceso lo que ha sido hasta ese momento la erdad histrica de un hecho, que debe conertirse en er- dad procesal, para que el juicio oral, pblico y contradictorio, consiga su objetio de ser un medio idneo para la realizacin de la justicia y para la consolidacin del derecho.
Creemos que ha mejorado con la nuea Constitucin Poltica de la Repblica de 1998, y el nueo Cdigo de Procedimiento Penal del 2001, pues el plazo de duracin de la instruccin es de 90 das, prorrogables por 30 das mas si aparece un nueo imputado, y carecen de eicacia o alor alguno las actuaciones que se cumplieren una ez enecidos los plazos. Ll imputado puede solicitar la sustitucin de la prisin preenti- a por otras medidas de aseguramiento 120 , puede pedir la reocatoria de un auto de prisin preentia, y en caso de negatia, la misma es suscep- tible del recurso de apelacin 121 , e igualmente procede la accin ,o recur- so, de amparo de libertad aunque no est priado de la libertad el recu- rrente, e incluso procede la accin de amparo preentio para tratar de renar casos de abuso policial. 122
La caducidad de la prisin preentia preista por mandato constitu- cional como una de las garantas del debido proceso, al cumplir seis meses en caso de delitos reprimidos con prisin correccional , de hasta cinco anos ,, o de un ano en caso de delitos penados con reclusin co- mo pre el artculo 24 en su numeral 8, se cumpli celosamente. Al producirse un abuso recurrente con la demora deliberada para llegar a la audiencia de juzgamiento, propiciadas por el interno que se declaraba enermo, sustitua a su abogado deensor o recusaba al 1ribunal del Juicio, lle al legislador ecuatoriano a crear mediante cuestionada re- orma al Cdigo de Procedimiento Penal, del 13 de enero del 2003, la denominada detencin en irme para le etapa del juicio 123 . Personalmen- te creemos que debe implementarse una reorma que impida que los
120 C. Art. 11 CPP. 121 C. Art. 12 CPP. 122 C. Art. 442, Art. 428. CPP. 123 C. Art. 13 A , 13.1,. CPP. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 174
plazos para la caducidad de la prisin preentia, se computen, cuando la paralizacin del proceso es de exclusia responsabilidad del propio interno, pues es de general aceptacin el principio de que nadie debe beneiciarse de su propio dolo o de su propia culpa`.
La tasa de presos sin condena ha mejorado y aunque no se exhiben ciras oiciales, con el modelo y Cdigo de Procedimiento Penal de 1983, la tasa de presos sin condena lleg a estar en el orden del 82 , hoy con el modelo acusatorio del 2001, se airma que esta por debajo del 0 .
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Luego de un proceso de pretendida deslegitimacin a que se ha so- metido al nueo sistema procesal penal y del que ha salido bien librado, pues el 1ribunal Constitucional desestim la demanda de inconstitucio- nalidad que se propusiera en contra del nueo Cdigo de Procedimiento Penal, 124 por el momento se nos hace dicil creer que se reierta el sis- tema mediante un proceso de contrarreorma. Debemos aceptar su ple- na igencia y enrentar la necesidad de los ajustes de mediano y largo plazo que permitan mejorar su capacidad operatia.
Ln el importante documento de la CLD de Quito que hemos men- cionado up supra, de abril del 2004, encontramos importantes propues- tas que esperamos se consoliden en los tiempos preistos. Destacamos como las mas importantes las que siguen:
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Ls necesario establecer con la mayor claridad posible los objetios de este plan de ajuste y adaptacin, ya que l se enrenta a la realidad de un sistema procesal ya implementado. Ls decir, tcnicamente no se trata de un plan de implementacin ,lo que ya es imposible, sino de un plan de correccin, ajuste o adaptacin del uncionamiento actual del sistema acusatorio en el Lcuador. Lsos objetios deberan poder cumplirse en un plazo de cinco anos, de acuerdo con la propuesta contenida en el
124 C. Resolucin del 1ribunal Constitucional No. 088 - 2001 -1P, caso 013-2000-1C, publicada en RO No. 351 del 20 de junio del 2001. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 175
)G21O@3? H3 P?4NGF@STSN3N N1H ISI@1235 Ll primer objetio en importancia es aumentar las respuestas del sistema que constituyen una interencin con sentido dentro del conlicto. No utilizamos el trmino productiidad como equialente a un tipo de respuesta. No signiica mayores condenas o penas mas altas. Signiica que es alioso como un- cionamiento institucional que ante cada peticin exista una respuesta del sistema que responde a esa peticin en un sentido o en otro. vroavctiro e. ae;ar .iv re.ve.ta. Las respuestas pueden ser ormales o inormales, cuando existe la posibilidad de hacerlo. Ll actual uncionamiento del sistema tiene una capacidad de respuesta del , con un unierso de entradas de 122.180 denuncias. Se aspira a que en los prximos anos antes que aumentar el niel de ingreso es prioritario aumentar el niel de productiidad a por lo menos un 50 de respuestas. ,sic,
$?13? GO &SI@123 (3FS4O3H N1 71D1OI3 !jXHSF3 F4O GO 2EOS24 N1 F3P3FSN3N DGOFS4O3H5 Lste es con seguridad el niel de mayor ul- nerabilidad del sistema acusatorio oral, que en Lcuador no tiene la con- traparte que debe ser una deensora pblica nacional, realmente institu- cionalizada e independiente de la luncin Judicial y del Ministerio Pblico. lemos isto que una de las mayores y mas notorias deicien- cias del actual uncionamiento es la ausencia de una deensa pblica organizada como un todo. Lllo prooca dano por s mismo y distorsio- na todo el sistema. La aparicin de ese Sistema organizado es un objeti- o primordial. Lntendemos por mnimo de capacidad uncional` que por lo menos el sericio garantice la asistencia de un abogado en cada audiencia judicial. ,sic,
,1O1?3? GO3 S2P4?@3O@1 F3P3FSN3N N1 F4OFSHS3FSbO N1 F3I4I 1O 1H <SOSI@1?S4 !jXHSF4 K H3 !4HSFE3 ]GNSFS3H5 Ll actual niel de concilia- cin es muy bajo. Ln cinco anos se debera aspirar a que por lo menos el 20 de los casos ingresados se hayan podido conciliar, dentro de las autorizaciones legales. Lste es un rubro nueo poco discutido y menos aplicado. Lsto ocurre porque los abogados hemos sido entrenados en una cultura del litigio` y pretendemos solucionar todos los problemas acudiendo a las instancias judiciales -en este caso las penales- que las 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 176
mas de las eces, ninguna satisaccin real producen, pues los acuerdos reparatorios no se promueen y se sigue alimentando la idea de llegar hasta las ltimas consecuencias`. Cuantos problemas -incluso penales- se superaran si rente a delitos de resultado material se pudiese resarcir o compensar el dano causado!
*4^?3? YG1 H3 3F@STSN3N N1 H4I gG1F1I 1O H3 1@3P3 P?1P3?3@4?S3 I1 ?13HSF1 IGI@3OFS3H21O@1 3 @?3TeI N1 3GNS1OFS3I 4?3H1I K PjXHS9 F3I5 Ln especial se debe tomar como objetio la oralidad completa de las audiencias para la aplicacin de medidas cautelares y una adecuada oralizacin de la audiencia preliminar. ,sic,
<4NSDSF3? IGI@3OFS3H21O@1 1H 24N4 N1 ?13HS[3FSbO N1 H4I gGSFS4I 4?3H1I5 1al como unciona actualmente, el juicio oral tiene una actiidad proactia del juez, una deiciente preparacin del caso por las partes y una actiidad probatoria ormalizada. Se espera que en cinco anos se modiique totalmente esta orma de realizar los juicios orales para llear- lo a una practica erdaderamente adersarial. Ln particular, acabar con la actiidad proactia de los jueces y aumentar la produccin real de prueba en juicio en un sentido genuino, limitando las excepciones a los casos legales.
Lxpresamos por nuestra parte, que la interencin oiciosa de los jueces disponiendo pruebas o participando de la recepcin de las mis- mas en la audiencia del juicio, es iolatoria de la Constitucin que con- sagra como uno de los principios undamentales del sistema oral, el P?SOFSPS4 NSIP4IS@ST4 125 . Lste principio impone a los jueces la condi- cin de ser neutrales rente a las pretensiones de las partes y a la presen- tacin de las pruebas, cuya carga corresponde a los contendientes y no a la judicatura. La inalidad es la de eitar que es juez se contamine` diri- giendo o disponiendo pruebas de oicio, pues como juez de garantas debe actuar como arbitro de la contienda entre las partes. Lste principio se encuentra igualmente recogido en el Cdigo de Procedimiento Penal del 2001 en los considerando, en donde se expresa para lograr la cele- ridad y eicacia de los procesos, los tramites, en especial la presentacin y contradiccin de las pruebas, deben llearse a cabo mediante el siste-
125 )?@5 6BU59 r &SI@123 4?3H s59 La sustanciacin de los procesos, que incluye la presentacin y contradiccin de las pruebas, se lleara a cabo mediante el sistema oral, de acuerdo con los principios: dispositio, de concentracin e inmediacin`. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 177
ma oral, de acuerdo con los principios dispositio, de concentracin e inmediacin`. Ln la practica los jueces y tribunales irrespetan el princi- pio dispositio en mrito del cual los jueces no pueden ni deben actuar de oicio: tal irrespeto ocurre cuando disponen medidas cautelares como la prisin preentia, sin peticin de la iscala o de la acusacin particu- lar u ordenan actos probatorios durante la instruccin, mismo que pue- de solo darse de manera excepcional como anticipos jurisdiccionales de prueba, reerido nicamente a las declaraciones de testigos y preia peti- cin de la iscala, as lo dispone de manera expresa el artculo 216 nu- meral 4 del CPP. Ll artculo 2 del cuerpo legal precedentemente citado, se reiere a la competencia de los jueces penales para la practica de los actos probatorios urgentes ,sic, pero debe entenderse, que debe ser a peticin expresa de la iscala y no de oicio.
No creemos que el juez penal tenga competencia para disponer de oicio la practica de actos procesales durante la instruccin iscal, para garantizar los derechos del imputado y del oendido durante la etapa de instruccin iscal, conorme a las acultades y deberes de ste Cdigo` como dice el numeral 1ro., pues de aceptarse tal hiptesis nos encon- traramos con dos instructores, con dos rganos de la administracin de justicia penal con igual competencia, lo cual contradice la propuesta del principio y modelo acusatorio, que es hacer responsable al liscal de la inestigacin y asignarle al juez la calidad de juez de garantas, y de con- trolador de los lmites dentro de los cuales el iscal ejerce su calidad de inestigador, pues sin duda el juez controla los lmites dentro de los cuales el iscal acta.
Vulnera igualmente el P?SOFSPS4 NSIP4IS@ST4 F4OI@S@GFS4O3H, la ac- tuacin de los jueces de los tribunales penales, cuando disponen de oi- cio la practica de pruebas durante la sustanciacin de la audiencia del juicio, o participan durante su recepcin, interrogando a testigos y a peritos u ordenando de oicio la ampliacin de inormes periciales o declaraciones testimoniales. Los jueces de los tribunales deben proeer nicamente las peticiones de prueba de las partes, pero no ordenar de oicio pruebas, o participar actiamente en la recepcin de las mismas interrogando de oicio, o disponiendo ampliaciones a su buen querer y entender. Ln ese momento el juez toma partido del acto probatorio bien a aor o bien en contra y eso desnaturaliza el principio dispositio y compromete la imparcialidad del juzgador.
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An no se discute con objetiidad, la coneniencia de que el Lstado ecuatoriano establezca el marco de actuacin del sistema judicial en su interrelacin con los pueblos indgenas, campesinos, aroecuatorianos y blanco mestizos, clariicando las reglas que la justicia penal debe seguir en las proincias de la zona rural, respetando sus ormas de gestin de la conlictiidad ya existentes y sus pautas culturales. ,sic,
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Debe discutirse y adoptarse un plan, como orientador del conjunto de actiidades que se ienen desarrollando, que sugerimos sea el pro- puesto por la CLD en el documento inal que citamos.
Urge la presentacin, discusin y aprobacin de parte del l. Con- greso del conjunto de reormas legales de urgencia, que aciliten el desa- rrollo de las medidas de ajuste que se han sugerido.
La creacin mediante conenios del rgimen transitorio de la Deen- sa Pblica, as como de la aprobacin de la Ley Organica de la Deen- sora Pblica Nacional, as como la promulgacin del proyecto de Ley Organica de la luncin Judicial, en donde se deben establecer pautas de actuacin de la justicia de paz con la multiculturalidad y compatibiliza- cin de dicho proyecto de ley con el Cdigo de Procedimiento Penal.
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Del conjunto de metas de corto plazo ,dos anos, que permiten acer- carse a cada uno de los objetios, del documento de la CLD, consigna- mos las que siguen:
Aprobada la Ley Organica de la Deensa o Deensora Pblica, de- ben nombrarse a sus uncionarios principales.
Debe adoptarse el sistema de audiencias para las medidas cautelares.
Se debe alcanzar el mnimo de uncionamiento de la Deensa Pbli- ca, con una ineludible tendencia al mejoramiento de la misma.
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Se debe redeinir el papel del Juez en el juicio oral, abandonando la modalidad inquisitorial.
Debe cambiar el modo de trabajo de iscales y policas en los delitos lagrantes.
Debe haber un primer aumento de hasta el 10 por ciento de respues- tas conciliatorias, hasta llegar en el plazo de cinco anos al 20 por ciento.
Debe producirse una adecuada construccin o adaptacin de salas de audiencias para la etapa preparatoria y el juicio oral en todo el pas.
Se deben ampliar los procedimientos simpliicados ,o abreiados, y la suspensin condicional del proceso. Igualmente se debe admitir la con- eniencia del P?SOFSPS4 N1 4P4?@GOSN3N en manos del Ministerio Pblico, pues su uso racional debidamente igilado, permite mejorar la capacidad operatia del Ministerio Pblico rente a los delitos de mayor costo social. Dejando de inertir el tiempo en los denominados delitos de bagatela.
Se debe propiciar el establecimiento de reglas de actuacin de los operadores del sistema judicial, basadas en criterios de multiculturalidad, para enrentar los problemas de interrelacin de los pueblos indgenas, campesinos, aroecuatorianos y blanco mestizos.
Deben crearse instancias de coordinacin de Sistemas Judiciales Al- ternatios en la regin de la sierra, que generen en la zona rural un espa- cio de dialogo y articulacin para deinir con claridad los ambitos de interencin de la justicia oicial y la justicia indgena.
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Debemos reconocer que al aprobarse el nueo Cdigo de Procedi- miento Penal en el Congreso de la Repblica, algunas instituciones ue- ron estructuradas deectuosamente, apartandose incluso del modelo acusatorio oral. Para mejorar el uncionamiento del sistema, es impres- cindible realizar algunas voaificaciove. ae vrgevcia at teto tegat que le abran paso a las propuestas aqu desarrolladas y le den un undamento mas 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 180
preciso ,no mayor, ya que tienen el undamento constitucional, a las nueas practicas que se quieren alentar.
Lxisten algunas propuestas de reormas al nCPP que no se han con- solidado en un slo documento como es lo aconsejable. Se ha tratado de compatibilizar las dierentes propuestas, pero persiste el riesgo de que se presenten otro u otros proyectos de reorma.
Se conoce que se ha ormado una Comisin Nacional de Implemen- tacin y posteriormente una Subcomisin encargada de proponer re- ormas normatias al Cdigo Procesal Penal para adecuarlo a los postu- lados acusatorios de la Constitucin de la Repblica ,Art. 24, y enuncia- dos en el propio texto procesal. Lsta Comisin present una propuesta de reormas generales al Cdigo Procesal. Del conjunto de esas pro- puestas, y en base a diersas reuniones de trabajo, se deinieron como indispensables` para reorientar el sistema y acilitar el rediseno organi- zacional, y como urgentes` para eitar que el Sistema de Justicia Penal contine uncionando bajo parametros inquisitoriales, los siguientes cambios 126 :
1. !GXHSFSN3N5 Desde el inicio de la indagacin preia hasta la ter- minacin del proceso, toda decisin judicial que aecte derechos debera ser tomada en audiencia oral, pblica y contradictoria, salo las excep- ciones preistas en este cdigo ,sic,. Covevtario: Lsto busca dinamizar realmente el proceso, pasando de la instancia escrita tradicional uerte- mente enraizada en el sistema inquisitio y que superie en el nueo modelo, a la instancia oral, que debe ser rapida y dinamica.
Ln los delitos lagrantes, cuando se haya aprehendido a una persona, la garanta establecida en el inciso anterior sera aplicable desde el inicio de la indagacin preia sin excepciones. Covevtario: Con esto se pretende que las garantas constitucionales se cumplan aun en el caso de una me- dida de aseguramiento personal pre procesal y excepcional, como la que se produce en el caso de lagrancia.
126 Sugerimos reisar documento citado de la CLD, !H3O <31I@?4 N1 )gGI@1 N1H &SI@123 N1 ]GI@SFS3 !1O3H N1H %FG3N4?5 Pag5 0-6., en www.alonsozambrano.com !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 181
2. )GNS1OFS3I5 Cuando el juez deba decidir sobre una medida caute- lar, una autorizacin, o cualquier otro incidente, salo las excepciones preistas en este cdigo, conocara a las partes con suiciente anticipa- cin a una audiencia oral, pblica y contradictoria. La parte que pretenda alerse de un elemento de coniccin tendra la carga de su presentacin en la audiencia y no se podra suspender por alta de ste.
Ll juez escuchara en primer lugar a quien solicit la audiencia, luego concedera la palabra a la contraparte y promoera el debate sobre los puntos litigiosos y, si lo considera necesario, el examen y contra examen de los elementos presentados. Ll juez decidira en la misma audiencia exclusiamente sobre lo solicitado y debatido.
La comunicacin de la resolucin, que en todo caso sera oral, bas- tara como notiicacin a las partes. De la audiencia se elaborara un acta sucinta que contendra la identidad de los interinientes y lo resuelto por el juez.
$421O@3?S4c Se igoriza la calidad de juez de garantas que tiene el juez penal, para decidir preia audiencia oral, pblica y contradictoria. As mismo se respeta el derecho de las partes procesales para presentar oral y pblicamente y a contradecirlos o discutirlos ,ya no por escrito, sus argumentos de cargo y de descargo, buscando que el juez disponga o niegue una medida de aseguramiento o de otra ndole, que son restricti- as de garantas constitucionales, respetando el derecho a la iniolabili- dad de la deensa que es una de las garantas del debido proceso, preis- tas in extenso en el ya citado artculo 24 de la Constitucin Poltica del Lcuador.
1. !?SOFSPS4 N1 4P4?@GOSN3N5 Ll liscal podra abstenerse de iniciar la persecucin penal o abandonar la ya iniciada cuando se tratare de un hecho que no comprometiere graemente el inters pblico, excepto en los casos en que la pena mnima asignada al delito excediere de un ano de priacin de la libertad. ,Pienso que se puede discutir el monto de la pena mnima,.
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Para estos eectos, el liscal debera emitir una resolucin motiada, la que comunicara al juez. Lste, a su ez, notiicara a los interinientes, si los hubiere.
Dentro de los diez das siguientes a la comunicacin de la resolucin del iscal, el juez de oicio o a peticin expresa de cualquiera de los in- terinientes, podra dejarla sin eecto cuando considerare que la inrac- cin no es de aquellas detalladas en el inciso primero de este artculo.
La decisin que el juez emitiere en conormidad al inciso anterior obligara al liscal a continuar con la inestigacin. La aplicacin de este procedimiento no perjudicara en modo alguno el derecho a perseguir, en los casos que la ley permita por la a ciil, las responsabilidades pe- cuniarias deriadas del mismo hecho.
$421O@3?S4c Ll P?SOFSPS4 N1 4P4?@GOSN3N es uno de los pilares del 24N1H4 3FGI3@4?S4 4?3H que an no se implementa en el CPP del 2001. La principal razn ha sido el enorme poder discrecional que se le con- cedera a la iscala, argumento que personalmente no compartimos, porque si se trata del riesgo de un mal procedimiento por parte de de- terminado liscal, existe el control judicial para legitimar la peticin de 3XI@1OFSbO de la iscala. La decisin del juez es inculante u obligatoria para el iscal, de manera que debe continuar con la inestigacin si as lo decide el juez contrariando el criterio del liscal. Creemos que es cone- niente y necesario que se de paso a este propuesta.
1. )FG1?N4I ?1P3?3@4?S4I5 Ll imputado y la ctima podran cone- nir acuerdos reparatorios respecto de los siguientes delitos: iolacin de domicilio, reelacin de secretos de abrica, hurto, estaa y otras derau- daciones, robo con uerza en las cosas, delitos culposos y delitos de le- siones cuya incapacidad para el trabajo no pase de treinta das.
Ll juez si eriicare que el delito en cuestin es de aquellos a los que se reiere el inciso anterior y que los concurrentes al acuerdo han pres- tado su consentimiento en orma libre y con pleno conocimiento de sus derechos, aprobara los acuerdos en audiencia pblica, oral y contradicto- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 183
ria, a la que conocara a los interinientes para escuchar sus plantea- mientos.
Ll liscal debe ser conocado pero su comparecencia no es obligato- ria. Los acuerdos reparatorios pueden ser solicitados hasta antes de dic- tar la resolucin de la audiencia preliminar.
Ll juez slo podra rechazar el acuerdo reparatorio en los siguientes casos:
1) Cuando el acuerdo recaiga sobre delitos distintos a los men- cionados en el inciso primero de este artculo, 2) Cuando el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no apareciere libremente prestado, o, 3) Si existe oposicin undamentada del iscal y el juez conside- ra que existe un inters social prealente, o exista una con- ducta reiterada por parte del imputado en la comisin de hechos similares.
$421O@3?S4c La bsqueda de acuerdos de reparacin responde a la necesidad de escuchar a las partes aectadas ,ctimas u oendidos, para conocer que es lo que realmente pretenden o les satisace. Ll argumento de la oficiatiaaa , obtigatorieaaa de la accin penal y de su ejercicio no se puede seguir sosteniendo .iv ececiv atgvva. Recordemos que el Lstado le expropia a la ctima el derecho a la reclamacin, pero no tenemos eidencia emprica alguna de que en los sistema penales de la perieria el Lstado resarza a la ctima u oendido por el perjuicio recibido, antes por el contrario, se olida de la ctima y ni siquiera la escucha para sa- ber que es lo que la ctima quiere, o de que manera se considera reiin- dicada patrimonial o moralmente. De pronto no le interesa en absoluto que una persona que la oendi aya a la carcel o sea sancionado con una pena de multa o de inhabilitacin, sino que busca una reparacin o resarcimiento que no siempre es econmico.
Aceptamos que los acuerdos de reparacin deben estar limitados -por lo menos en el momento actual- para los delitos menores, y que la reparacin mediante acuerdo, una ez cumplida, debe permitir la extin- cin de la accin penal y de la pena, como ya esta preisto en los proce- sos por delitos de accin penal priada. Lste es un precedente legal de irrebatible alor y legitimidad, que se encuentra ya igente en el artculo 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 184
113 del Cdigo Penal, a lo que agregamos por nuestra parte que la dii- sin entre delitos de accin penal de ejercicio pblico y de ejercicio pri- ado, es una construccin de la realidad normatia de un momento de- terminado, que como tal es cambiante, y bien puede acontecer que cual- quier da tal diisin desaparezca.
La alta de discusin y del debido conocimiento, ha impedido que se haga actible la denominada IGIP1OISbO N1H P?4F1I4 3 P?G1X3 que erradamente se conunde con la IGIP1OISbO F4ONSFS4O3H N1 H3 F4O9 N1O35 Ln este segundo eento es necesario que se sustancie la totalidad del proceso penal y una ez concluido, si se cumplen los presupuestos de procedibilidad preiamente establecidos se dispone la suspensin del cumplimiento de la condena, lo que se denomina tambin como senten- cia de ejecucin condicional, pues su cumplimiento queda en suspenso y sometido al cumplimiento de determinadas condiciones, mismas que de incumplirse conllean la prdida de este beneicio y la ejecucin de la condena que se encontraba suspendida.
Ln el Cdigo Penal de Lcuador esta preista la suspensin condicio- nal de la condena, cuando se trata de de una condena por primera ez ,delincuente primario,, que el objeto del proceso sea un delito cuya pena no exceda de seis meses de prisin correccional o se trate de un delito reprimido solamente con multa. Se debe tomar en cuenta la personali- dad integral del condenado, la naturaleza del delito y las circunstancias que lo han rodeado, en cuanto puedan serir para apreciar dicha perso- nalidad. La condena se tendra como no pronunciada si dentro del tiem- po ijado para la prescripcin de la pena y dos anos mas, el condenado no cometiere una nuea inraccin. Si comete una nuea inraccin du- rante el lapso antes indicado debe cumplir la condena suspendida y la que corresponda al nueo delito. 127
Mediante la IGIP1OISbO N1H P?4F1I4 3 P?G1X3 no se requiere sus- tanciar todo el proceso, puesto que si de las circunstancias que rodean al acto se puede inerir que la pena que se impondra es de escasa graedad por tratarse de un delito de menor cuanta o menor costo social, es con-
127 Ver. )?@I5 mAL mML mUL mVL y mW del Cdigo Penal igente. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 185
eniente disponer la suspensin del proceso, condicionada a que el im- putado cumpla con determinadas obligaciones y ciertas limitaciones. Nos parece un aance importante y un ahorro enorme de energa proce- sal, si optamos por la IGIP1OISbO F4ONSFS4O3H N1H P?4F1I4 sin tener que llegar a agotar todo un proceso para decidir al inal, la suspensin de la condena.
Ls importante reisar el anteproyecto de nueo Cdigo de Procedi- miento Penal de la Corte Suprema de Justicia de 1992 128 , en que se con- signa la IGIP1OISbO F4ONSFS4O3H N1H P?4F1I4 en aquellos casos en que es actible la suspensin de la condena, hasta el momento de la clausura del juicio, pudiendo solicitarla el liscal o el imputado. Ll imputado debe mostrar conormidad con la suspensin y debe admitir los hechos que se le imputan, debe ademas reparar los danos causados por el delito o comprometerse a hacerlo de acuerdo con sus posibilidades. Se establece el cumplimiento de instrucciones, como la limitacin de residencia, la prohibicin de recuentar determinados lugares y personas, la absten- cin del uso de estupeacientes y el abuso de bebidas alcohlicas, cum- plir con la escolaridad primaria, aprender una proesin u oicio sino lo tiene, prestar trabajo socialmente comunitario o de utilidad pblica, re- cibir tratamiento mdico o psicolgico si uese necesario, o permanecer en un determinado trabajo o empleo, etc.
Si no cumple toda esa gama extensa de obligaciones o comete un nueo delito, se reoca la suspensin del proceso y el mismo debe con- tinuar su curso. Se puede ampliar el plazo de prueba hasta el lmite de cinco anos. Lste plazo igualmente se suspende mientras se encuentre priado de la libertad en otro proceso.
65 !?4F1NS2S1O@4 IS2PHSDSF3N45 Ln los casos en que se trate de de- litos sancionados con una pena maxima de seis anos de priacin de la libertad y, el liscal pidiere una pena priatia de libertad no mayor de un ano o una pena no priatia de libertad, ste solicitara al juez la aplicacin del procedimiento simpliicado.
128 Ver. )?@I5 MCL MmL MB y UJ del Anteproyecto de Cdigo de Procedimiento Penal de la CSJ. 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 186
La solicitud debera contener:
La identiicacin del imputado. Una suscinta relacin del hecho. La pena requerida.
Ll juez conocara a una audiencia dentro de las einticuatro horas si la persona es detenida y cinco das si esta en libertad.
Al inicio de la audiencia el liscal ormulara oralmente la acusacin, el juez le explicara al imputado el sentido y las consecuencias del procedi- miento simpliicado y, luego le preguntara si admite la responsabilidad de los hechos. Ln todos los casos el imputado debera consultar con su abogado deensor.
Si el imputado aceptare su responsabilidad y el juez considerare cre- ble su ersin de los hechos, podra condenarlo. No se podra aplicar una pena mayor a la solicitada por el liscal.
Si el imputado no acepta la responsabilidad, el liscal podra solicitar una nuea audiencia para producir prueba o en su deecto, solicitara oler al procedimiento ordinario, que se sustanciara conorme a las reglas preistas en este cdigo. Ln este caso no estara limitado el liscal por la pena preiamente solicitada.
Ln el primer caso el juez conocara a las partes a una audiencia que sera sustanciada por ste, dentro de los diez das subsiguientes, la que se regira por las normas del juicio oral.
La parte que pretenda alerse de un elemento de coniccin, tendra la carga de su presentacin en la audiencia y no se podra suspender por alta de ste. No obstante el imputado podra solicitar el auxilio judicial para procurar la prueba de descargo.
2. )P?1Z1OISbO P4? N1HS@4 DH3^?3O@15 Los agentes de la Polica Judi- cial o de la Polica Nacional pueden aprehender a una persona sorpren- dida en delito lagrante de accin pblica y la pondran a rdenes del juez competente o del juez penal de turno dentro de las einticuatro horas !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 187
posteriores, a in de que el juez, preia audiencia pblica, oral y contra- dictoria proceda a caliicar la lagrancia y la legalidad de la aprehensin.
Ln caso de delito lagrante, cualquier persona esta autorizada a prac- ticar la aprehensin, en cuyo caso pondra inmediatamente al aprehendi- do bajo las rdenes de un agente de la Polica Judicial o de la Polica Nacional y sta, a su ez, al juez competente.
Ll juez escuchara en primer lugar al liscal, luego concedera la pala- bra al detenido o a su deensor e inmediatamente decidira en la misma audiencia si la aprehensin ha sido legal o en su deecto ordenara la in- mediata libertad y remitira copia de lo actuado a la iscala de turno, en caso de considerar que existen indicios de haberse producido una apre- hensin ilegal y arbitraria.
Ln esta audiencia luego de haberse decidido sobre la legalidad de la aprehensin, el liscal puede proponer alguno o algunos de los procedi- mientos alternatios establecidos en este cdigo, o en su deecto, solici- tara al juez que se notiique en el acto con la resolucin del inicio de la instruccin iscal, y que se dicte la o las medidas cautelares que conside- re pertinente.
La comunicacin oral de la resolucin bastara como notiicacin a las partes.
De la audiencia se elaborara un acta sucinta que contendra la identi- dad de los interinientes y lo resuelto por el juez.
65 $4OT4F3@4?S35 Dentro de los diez das posteriores a la notiicacin con el dictamen iscal, el juez conocara a las partes a la audiencia preli- minar, la que sera oral, pblica y contradictoria, la misma que se realizara dentro de un plazo no menor de diez das ni mayor de einte, a contarse desde la echa de la conocatoria.
Las partes hasta cuarenta y ocho horas antes del da y hora senalados para la audiencia preliminar, presentaran una lista de los testigos que deben declarar en la audiencia del juicio, expresando la edad, identidad y 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 188
domicilio de ellos y, ademas enunciaran las pruebas que consideren ne- cesarias que se practiquen durante el juicio.
lenecido el plazo al que se reiere el inciso anterior, el juez correra traslado con las peticiones ormuladas por las partes.
A5 )GNS1OFS35 Ln el da y hora senalados el juez declarara instalada la audiencia y dispondra que se escuche al imputado, al liscal y al acusador particular directamente o a tras de sus abogados deensores, a in de que presenten sus alegaciones con respecto a: los icios ormales de la acusacin, la existencia de requisitos de procedibilidad o de cuestiones prejudiciales, competencia y cuestiones de procedimiento que puedan aectar la alidez del proceso.
A continuacin, el juez concedera la palabra al liscal, al acusador particular y al deensor del imputado, a in de que aleguen sobre la ad- misibilidad de la prueba anunciada conorme lo dispuesto en el artculo anterior.
La parte que pretenda alerse de las pruebas anunciadas, tendra la carga de su presentacin en la audiencia y no se podra suspender por alta de sta.
M5 "1I4HGFSbO5 Inmediatamente despus de escuchar a las partes segn lo preisto en el artculo anterior, el juez pronunciara su resolu- cin a los presentes, la que ersara sobre todas las cuestiones plantea- das, debiendo resoler preiamente las cuestiones ormales.
Si el juez admite la acusacin iscal dictara auto de llamamiento a jui- cio, el que debe contener:
La identiicacin del acusado, la descripcin clara y precisa del delito cometido y la determinacin del grado de participacin del acusado, la enumeracin de los medios de prueba que han sido admitidos para ser presentados en el juicio, la aplicacin, ratiicacin, reocacin, modiica- cin o sustitucin de las medidas dispuestas en la instruccin iscal, y, la cita de las disposiciones legales aplicables.
Si el juez no admite la acusacin iscal debera dictar el auto de sobre- seimiento que corresponda. !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 189
La comunicacin oral de la resolucin bastara como notiicacin a las partes.
De la audiencia se elaborara un acta sucinta que contendra la identi- dad de los interinientes y lo resuelto por el juez. ,sic,
$421O@3?S4c Los cambios propuestos y citados up supra constitu- yen un uelco importante rente al sistema igente en el desarrollo de la audiencia preliminar. La propuesta es la de mejorar la sustanciacin de esta audiencia. No podemos asegurar cuanto mejora la productiidad de la audiencia el orecimiento y discusin de la prueba o de los medios de pruebas que an a ser presentados en la audiencia del juicio, pues hay actores que tienen que er incluso con la calidad de los abogados liti- gantes, que por alta de destreza en el litigio no puedan aportar anticipa- damente los medios de prueba o pruebas que se ayan a presentar en el juicio oral. Pensamos que esta propuesta debe promoer mas de una discusin por parte de los entendidos.
1. $4OT1OFS4O1I P?4X3@4?S3I5 Durante la audiencia las partes podran solicitar al juez, de comn acuerdo, que determinados hechos o la autenticidad de ciertas eidencias se tengan por no controertidas. Ln este caso, los hechos en cuestin se tendran por acreditados para eectos del juicio y, en consecuencia, no requeriran de prueba.
2. %`FHGISbO N1 H3I P?G1X3I P3?3 1H gGSFS4 4?3H5 Ll juez excluira las pruebas que proinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido obtenidas con inobserancia de Garantas Constitucionales. Del mismo modo excluira aquellas que ueran maniiestamente impertinentes, irre- leantes, sobreabundantes o repetitias y las que tuieren por objeto acreditar hechos pblicos y notorios.
Las demas pruebas que se hubieren anunciado seran admitidas por el juez al dictar el auto de llamamiento a juicio.
3. #?N1O N1 H3 P?G1X35 linalizada la exposicin de las partes, el Pre- sidente ordenara la presentacin de la prueba. Correspondera en primer 7"5 )*:#(&# ;)<=")(# !5 190
lugar recibir la prueba de la acusacin y luego la de la deensa, en el orden que cada parte decida, y salo que stas acuerden un orden die- rente.
4. /O@1??4^3@4?S4 P4? H3I P3?@1I5 Los testigos y peritos declararan a tras de las preguntas que les hagan las partes. Primero seran examina- dos por las partes que los presentan, luego por las partes aines, y inal- mente por la o las contrapartes.
5. *E2S@1I 3 H3 D3FGH@3N N1 P?1^GO@3?5 Las partes no podran dirigir al testigo o perito preguntas capciosas o impertinentes.
Las preguntas sugestias estaran por regla general prohibidas en el in- terrogatorio solicitado por las partes a sus propios testigos o peritos, pero permitidas en el contra examen.
6. !?4ZSXSFSbO5 Ln ningn caso se podra mencionar, inocar, dar lectura, o incorporar como medio de prueba antecedente alguno incu- lado con la proposicin, aceptacin, discusin, procedencia, rechazo o reocacin de una suspensin condicional del procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitacin de un procedimiento abreiado, en relacin con el imputado del caso que se esta conociendo en juicio.
. #Xg1@4IL N4FG21O@4I K 4@?4I 21NS4I5 Los documentos que pretendan ser constituidos como prueba instrumental seran ledos en el juicio en su parte releante, preia acreditacin por quien lo presenta y que debera dar cuenta de su origen.
Los objetos que pretendan ser constituidos como prueba seran ex- hibidos en el juicio a coneniencia de las partes, preia acreditacin de acuerdo con el inciso precedente.
Los ideos, grabaciones u otros medios analogos seran introducidos, preia acreditacin, mediante su reproduccin por cualquier medio que garantice su publicidad.
8. 0@SHS[3FSbO N1 T1?IS4O1I5 Las ersiones o declaraciones emitidas por una persona que esta prestando testimonio en juicio, slo podran ser ledas estrictamente en las partes pertinentes, para apoyar la memoria !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 191
de dicha persona, o para demostrar inconsistencia o contradicciones con su testimonio actual.
$421O@3?S4c Las ormulaciones contenidas en el documento de la CLD y que hemos insertado up supra abren el espacio para una amplia y prounda discusin. Sin duda apreciamos que se respeta totalmente el rivciio ai.o.itiro cov.titvciovat eitando que el juez del tribunal penal se contamine con la recepcin de la prueba, de manera que siga mante- niendo su calidad de juez de garantas. Ll derecho al contradictorio lo ejercen las partes, que tienen ademas la posibilidad de la disponibilidad de algunos actos probatorios, asumindolos como hechos probados, este es un aporte noedoso.
Sin duda generara importantes espacios de discusin el rediseno de la sustanciacin de audiencia del juicio, por la orma en que se a a intro- ducir la prueba durante la misma. Ls probable que en la relacin costo - beneicio encontremos la mejor respuesta rente a un cambio unda- mental como el que se propone, en circunstancias en que la presenta- cin de la prueba en el nueo modelo acusatorio oral, peca de deiciente e improductia, por no decir que en muchos casos esta ausente, con un gran aliciente para la impunidad.
)H^GO3I ?1DH1`S4O1I59
Partiendo de la identiicacin de las denominadas areas crticas, se sugieren acciones correctias urgentes y de corto plazo, para mejorar la baja productiidad que acusa el Sistema de Justicia Penal, las que podr- an encontrarse en respuestas como la reparacin, conciliacin, medidas alternatias con suspensin del proceso, y otras.
Urge asegurar un mnimo de deensa en juicio, para lo cual debe dic- tarse la Ley Organica de la Deensora Pblica y organizar la misma par- tiendo de cero, con mayor razn si el 90 de los internos de las carce- les ecuatorianas necesitan de un deensor pblico, pagado por el Lstado.
Debe desormalizarse la inestigacin penal, para lograr una mayor celeridad e inmediacin. La nica posibilidad es introduciendo audien- cias orales en las etapas preias al juicio.
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Ll Ministerio Pblico y la Polica deben redisenar sus actuaciones acorde con el nueo modelo procesal penal. La actuacin presente del Ministerio Pblico, mediatizada y burocratizada, y las practicas policiales generalmente desconocedoras de garantas constitucionales y procesales, terminan desatendiendo a las ctimas de los delitos no obstante los programas de proteccin ya preistos normatiamente, como el creado por el Presidente Gustao Noboa de Proteccin a Vctimas y 1estigos, y por el propio Ministerio Pblico, y por otra parte por el abuso institu- cionalizado, conierten en ctimas del sistema penal a los dierentes sujetos pasios del mismo que terminan reertiendo su calidad inicial de ictimarios.
Ln cuanto a los jueces deben mejorar las practicas del juicio oral, ol- idando las practicas inquisitoriales hondamente enraizadas y por lo mismo diciles de superar. Los jueces en general no terminan de aceptar las coneniencias del nueo modelo acusatorio oral, pues consideran que han perdido el enorme y omnmodo poder de decisin que les con- ceda el sistema inquisitio, con el que podan actuar a su libre saber y entender, casi sin control alguno.
No podemos dejar de pensar en un programa de liquidacin de las causas del antiguo sistema, probablemente con jueces auxiliares actuan- do bajo contrato.
Queda en discusin el tema del Sericio de Justicia Penal en las zonas rurales, que demanda interrelacionarlo con los pueblos indgena, campe- sino, aroecuatoriano y blanco-mestizo, clariicando las reglas que el Sistema de Justicia Penal debe seguir en las proincias incluidas en la zona rural, respetando sus ormas de gestin de la conlictiidad ya exis- tentes y sus pautas culturales. Igualmente habra que pensar en respues- tas a las comunidades que carecen de mecanismos de resolucin de con- lictos.
Ln el documento inal de la CLD ya reerido se propone la creacin de /OI@3OFS3I N1 $44?NSO3FSbO N1 &SI@123I ]GNSFS3H1I )H@1?O3@ST4I r/$&])s que promuea la articulacin, el dialogo y la generacin de reglas transparentes entre los dierentes actores. Lstas instancias de co- ordinacin deben uncionar en cada una de las Plataormas Judiciales Penales Basicas preiamente senaladas, debiendo crearse una Comisin de Implementacin. Para su puesta en marcha se ormara una Subcomi- !"#$%&# !%()* + ,)")(-.)& $#(&-/-0$/#()*%& 193
sin ormada por representantes de la luncin Judicial, del Ministerio Pblico, de la Deensora Pblica, as como un representante de la CO- NAIL, un lder del Pueblo aroecuatoriano, un lder campesino y dos expertos en temas multiculturales. ,sic,
Mientras corre el tiempo para llegar a articular estas propuestas de instancias de coordinacin de sistemas judiciales alternatios, somos personalmente partidarios del respeto a la diersidad multicultural, que es una realidad tangible en un alto sector de la comunidad ecuatoriana. Muchos pueblos del Lcuador del siglo 21, que representan la impronta de una cultura ancestral que se mantiene con sus propios usos y cos- tumbres, desaiando el siglo de la post modernidad y de la globalizacin, han encontrado desde hace siglos soluciones no iolentas a sus conlic- tos y reclamos, acudiendo a mecanismos alternatios y acuerdos de re- paracin que suenan mas justos que las reparaciones ,en realidad iolen- tas y dolorosas,, o compensaciones indicatias que se supone que brin- dan la priacin de la libertad, la pena, y su cumplimiento en carceles como las ecuatorianas.