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La Calidad en Frutas y Hortalizas

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Manual para la preparacin y venta de frutas y hortalizas

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Captulo 5

La calidad en frutas y hortalizas

5.1

Qu exige el consumidor?

En muchas publicaciones se habla genricamente de consumidor como si existiera un solo tipo o si sus gustos y preferencias estuvieran perfectamente definidos. Por el contrario, los perfiles de consumo son especficos para cada pas o incluso regin en particular y varan con el sexo, edad, nivel educativo y nivel socioeconmico. Sin embargo, existen tendencias mundiales o patrones de comportamiento universales por lo que a los fines de esta publicacin nos referiremos solamente a aquellas caractersticas y demandas que son comunes y que sirven para entender a un consumidor promedio. En primer lugar, existe una tendencia mundial hacia un mayor consumo de frutas y hortalizas, motivado fundamentalmente por una creciente preocupacin por una dieta ms equilibrada, con menor proporcin de carbohidratos, grasas y aceites y con una mayor participacin de la fibra dietaria, vitaminas y minerales. Esto se fundamenta, en parte, en las menores necesidades calricas de la vida moderna, caracterizadas por un mayor confort y sedimentarismo. El otro factor que determina esta tendencia es la mayor conciencia de la importancia de la dieta en la salud y longevidad. Otro aspecto que merece destacarse es la tendencia hacia la simplificacin en la tarea de preparar la comida diaria. Hasta la dcada del 60, aproximadamente, en los Estados Unidos, la preparacin del almuerzo o cena requera unas 2 horas y era planificada con anticipacin. En la actualidad, se prepara en menos de una hora y el men a ser servido en la cena comienza a definirse despus de las 4 de la tarde (Cook, 1998). La creciente oferta de frutas y hortalizas industrializadas y otros alimentos prepreparados es en parte responsable de este acortamiento del tiempo dedicado a la cocina. Probablemente el hecho ms significativo que acelera esta tendencia es la creciente incorporacin de la mujer en trabajos de tiempo completo, que le restan tiempo para comprar y preparar alimentos, adems de tener mayor capacidad para gastar dinero. Quizs ligado a este ltimo punto est la creciente dedicacin por parte de la mujer a actividades no hogareas tales como esparcimiento, deportes, actividades culturales y otras. Otros demandantes de esta simplificacin de la preparacin de alimentos son los hogares unipersonales, los servicios de comida rpida (fast food) y preparada (catering) as como los bares de ensaladas.

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Otra caracterstica que se observa es la creciente segmentacin del mercado a travs del incremento en las formas, colores, sabores, formas de preparacin y/o empaque en la que un producto es presentado. Entre otros, el tomate es un ejemplo de ello, ya que hoy en da pueden adquirirse al menos 4 tipos distintos: redondo convencional, larga vida, cherry y perita, todos ellos en distintos tamaos, formas de empaque y en algunos casos de color. Estos mismos tomates tambin se comercializan en racimos. Tambin se detecta una creciente oferta de frutas y hortalizas exticas o no convencionales, lo que conjuntamente con el aspecto anterior, incrementa notablemente las opciones de compra. Por ejemplo, en 1981, en un supermercado bien abastecido de los EE.UU., existan 133 opciones de distintas de frutas y hortalizas, pero se incrementaron a 282 en 1993 y 340 en 1995 (Cook, 1997). Sin llegar a los niveles mencionados, la misma tendencia se observa en los distintos pases de Latinoamrica y el Caribe. Por ltimo, existe una creciente demanda de una calidad superior tanto externa como interna. Los aspectos externos (presentacin, apariencia, uniformidad, madurez, frescura) son los componentes principales de la decisin de compra, la que normalmente es tomada cuando el consumidor ve la mercadera exhibida en el local de venta (Figura 63). Esto es particularmente importante en los sistemas de autoservicio en donde el producto debe autovenderse y aquel que no es seleccionado, representa una prdida para el comerciante. La calidad interna (sabor, aroma, textura, valor nutritivo, ausencia de contaminantes biticos y abiticos) est vinculado a aspectos generalmente no perceptibles pero no por ello menos importante para los consumidores. Como resumen de los prrafos anteriores se puede decir que dentro de una tendencia general a un mayor consumo y variedad, el consumidor demanda calidad en trminos de apariencia, frescura, presentacin as como valor nutritivo e inocuidad. 5.2 Definicin de calidad

La palabra calidad proviene del latn qualitas, que significa atributo, propiedad o naturaleza bsica de un objeto. Sin embargo, en la actualidad y en sentido abstracto su significado es grado de excelencia o superioridad (Kader, et al., 1985). Aceptando esta definicin, se puede decir que un producto es de mejor calidad cuando es superior en uno o varios atributos que son valorados objetiva o subjetivamente. En trminos del servicio o satisfaccin que produce a los consumidores, podramos tambin definirla como el grado de cumplimiento de un nmero de condiciones que determinan su aceptacin por consumidor. Se introduce aqu un carcter subjetivo, ya

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% de respuestas
Apariencia/condicin Sabor/flavor Frescura/madurez Precio Certificado libre de plaguicidas Valor nutricional Vida en estante Conveniencia de preparacin Tamao De estacin Sin empacar Contenido calrico Producido orgnicamente Apelacin de origen Preempacado Marca comercial

97 96 96 70 68 66 60 51 45 41 37 26 22 19 11 10

Figura 63: Porcentaje de respuestas de consumidores calificando como extremadamente importante o importante a cada uno de los aspectos cualitativos de las frutas y hortalizas (Reproducido de Tronstad, 1995).

que distintos consumidores juzgarn con un mismo producto de acuerdo con sus preferencias personales. El destino o uso tambin puede determinar distintos criterios de calidad para un mismo producto. Por ejemplo, el tomate para el consumo en fresco es valorado fundamentalmente por su uniformidad, madurez y ausencia de defectos, mientras que la calidad para ketchup est dada por el color, la viscosidad y el rendimiento industrial como materia prima. Es comn el agregado de palabras adicionales para circunscribir la calidad al uso especfico tales como calidad industrial, calidad nutritiva, calidad de exportacin, calidad comestible, etc. 5.3 Percepcin de la calidad

La calidad es una percepcin compleja de muchos atributos que son evaluados simultneamente en forma objetiva o subjetiva por el consumidor (Figura 64). El cerebro

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procesa la informacin recogida por la vista, olor y tacto e instantneamente lo compara o asocia con experiencias pasadas y/o con texturas, aromas y sabores almacenados en la memoria. Por ejemplo, con slo mirar el color, el consumidor sabe que un fruto est inmaduro y que no posee buen sabor, textura o aroma. Si el color no es suficiente para evaluar la madurez, utiliza las manos para medir la firmeza u otras caractersticas perceptibles. El aroma es un parmetro menos utilizado salvo en aquellos casos en que est directamente asociado a la madurez como en meln, anan y otros. Este proceso comparativo no ocurre cuando el consumidor se enfrenta por primera vez con una fruta extica cuyas caractersticas desconoce. La percepcin del sabor, aroma y textura que se produce al ingerirlo, es la evaluacin final en donde se confirman las sensaciones percibidas al momento de la compra. Esta etapa es la que genera la fidelidad. Por ejemplo, si descubro que prefiero las manzanas rojas sobre las verdes, voy a seguir consumiendo manzanas rojas. Es posible generar fidelidad hacia marcas comerciales, formas de presentacin, empaque, lugares de venta, etc. Las frutas y hortalizas son consumidas principalmente por su valor nutritivo as por la variedad de formas, colores y sabores que las hace atractivas para la preparacin de alimentos. Por ser consumidas crudas o con muy poca preparacin, la principal preocupacin del consumidor es que se encuentren libres de contaminantes biticos o abiticos que puedan afectar la salud. 5.3.1 Componentes de la calidad 5.3.1.1 Apariencia La apariencia es la primera impresin que el consumidor recibe y el componente ms importante para la aceptacin y eventualmente la compra. Distintos estudios indican que casi el 40 por ciento de los consumidores toma la decisin de compra en el interior del supermercado. La forma es uno de los subcomponentes ms fcilmente perceptibles, aunque en general, no es un carcter decisivo de la calidad, a no ser que se trate de deformaciones o de defectos morfolgicos. En algunos casos la forma es un indicador de la madurez y por lo tanto de su sabor. Este es el caso de la mejilla llena en mango o de la angularidad de los dedos de la banana. En aquellas especies en donde la inflorescencia es el rgano comercializado tales como brcoli o coliflor o aquellas que forman cabeza como lechuga, repollo, endivia, etc. la compacidad es el aspecto de mayor relevancia y en general es un indicador del grado

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de desarrollo a la cosecha ya que las inflorescencias abiertas indican que fueron cosechadas posteriormente al momento ptimo mientras que las cabezas no compactas son consecuencia de una cosecha prematura. En cierta medida es tambin un indicador de la frescura ya que la compacidad disminuye con la deshidratacin. La uniformidad es un concepto que se aplica a todos los componentes de la calidad (tamao, forma, color, madurez, compacidad, etc.). Para el consumidor es un aspecto relevante que le indica que ya alguien que conoce el producto lo ha seleccionado y separado en categoras basadas en los estndares de calidad oficiales. Tan importante es, que la principal actividad de la preparacin para mercado es precisamente uniformar el producto. Aunque en muchos casos, los defectos no afectan sus cualidades comestibles, la ausencia de defectos conjuntamente con la frescura y la uniformidad son los principales componentes de la apariencia y por lo tanto, de la decisin primaria de compra. Diversas causas (clima, riego, suelo, variedad, fertilizacin, etc.) durante la etapa de crecimiento pueden dar lugar a defectos morfolgicos o fisiolgicos. Algunos ejemplos de los primeros son los frutos dobles en cereza, ramificaciones en zanahoria, florones en tomate, muecos y corazn hueco en papa, etc. Dentro de los fisiolgicos, se menciona al quemado de los bordes en hortalizas de hoja y corazn negro en apio debido a deficiencias de calcio, podredumbres internas en diversas especies por deficiencias de boro, etc. Ms preocupantes son aquellos defectos fsicos o fisiolgicos que se originan durante o posteriormente a la preparacin para mercado y que se manifiestan en los lugares de venta o al nivel de consumidor. Dentro de los primeros tenemos a los daos mecnicos, lesiones o laceraciones que tienen lugar durante el manipuleo del producto (Captulo 1) siendo la puerta de entrada a la mayor parte de los patgenos causantes de podredumbres durante la postcosecha. El dao por fro y efecto del etileno en las especies sensibles (Captulo 3) as como la brotacin y enraizamiento en bulbos y races, son respuestas fisiolgicas a condiciones de conservacin inadecuadas. La frescura y la madurez son parte de la apariencia y poseen componentes que son propios. Tambin son indicadores del sabor y aroma que ha de esperarse al ser consumidas. Desde el punto de vista de la aceptacin por el consumidor son trminos equivalentes. Frescura es la condicin de estar fresco o lo ms prximo a la cosecha posible. Se usa preferentemente en hortalizas en donde la cosecha es el punto de mxima calidad organolptica caracterizado por una mayor turgencia, color, sabor y crocantez. La madurez es un concepto que se emplea en frutas y que tambin se refiere al punto de mxima calidad comestible, pero que en muchos casos se alcanza a nivel de puesto

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de venta o de consumo ya que en la mayor parte de las operaciones comerciales, los frutos se cosechan ligeramente inmaduros. Por ejemplo, las frutas almacenadas en atmsferas controladas alcanzan su calidad comestible al salir de la cmara, muchos meses despus de haber sido cosechadas. Dentro de los parmetros que definen la frescura y madurez, el color, tanto en intensidad como en uniformidad, es el aspecto externo ms fcilmente evaluado por el consumidor. Es decisivo en aquellos productos como las hortalizas de hoja o frutos inmaduros tales como pepino, chaucha, etc. en donde un verde intenso est asociado a una mayor frescura. La prdida del color verde es un indicador de senescencia. El color tambin es un indicador de la madurez y muy importante en frutos en donde no hay cambios substanciales luego de ser cosechados (no climatricos), tales como ctricos, pimiento, berenjena y cucurbitceas en general. En frutos que sufren cambios luego de la cosecha (climatricos) el color es menos decisivo e indica fundamentalmente el grado de madurez, como por ejemplo tomate, pera, banana, etc. A calidades similares, los tamaos intermedios son preferidos por los consumidores quienes le asignan una cierta importancia (Figura 63). En frutos que son naturalmente grandes tales como zapallo, sanda, meln, etc., existe una tendencia muy definida hacia los tamaos que puedan ser consumidos por una familia (1-2 kg) en un perodo relativamente corto (1 semana). El tamao es uno de los principales indicadores del momento de cosecha (Captulo 1) y en muchos casos est directamente asociado a otros aspectos de la calidad como el sabor o textura. Tal es el caso de los zuchinis, arvejas, chauchas extrafinas y las minihortalizas en general, en donde los tamaos pequeos son particularmente valorados por los consumidores exigentes. El brillo realza el color de la mayor parte de los productos, pero es particularmente valorado en especies como manzana, pimiento, berenjena, tomate, uvas, ciruelas, cerezas, etc., a tal punto que muchas de ellas son enceradas y lustradas para mejorar su aspecto. En hortalizas el brillo est asociado en cierta manera a la turgencia: un verde brillante es uno de los indicadores de la frescura. Tambin puede ser usado como ndice de cosecha en berenjena, pepinos, zapallitos y otros frutos que se cosechan inmaduros, en donde la disminucin del brillo indica que se ha desarrollado demasiado y han perdido parte de sus caractersticas de sabor y textura. Por el contrario, en meln, palta y otras especies, es indicativo que ha alcanzado la madurez de cosecha. La textura incluye a las diversas sensaciones percibidas con las manos (firmeza, por ejemplo) y, conjuntamente con los labios, el tipo de superficie (pilosa, cerosa, lisa,

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Figura 64: La percepcin de la calidad por el consumidor.

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rugosa, etc.), mientras que los dientes determinan la rigidez de la estructura que es masticada. La lengua y el resto de la cavidad bucal detectan el tipo de partculas que se generan a partir del triturado por los dientes (blandas, cremosas, secas, jugosas, etc.). Tambin los odos contribuyen a la sensacin de textura, por ejemplo, los ruidos generados al masticar en aquellas especies en donde la crocantez es un aspecto importante (Wills et al., 1981). La textura, conjuntamente con el sabor y aroma, constituye la calidad gustativa. Un tomate sobremaduro, por ejemplo, es rechazado principalmente por su prdida de firmeza y no por cambios importantes en el sabor o aroma. Si bien es decisivo para la calidad de algunas frutas y hortalizas, en otras tiene una importancia relativa. En trminos de textura, cada producto es valorado diferentemente: ya sea por su firmeza (tomate, pimiento), la ausencia de fibrosidades (esprrago, alcaucil), su blandura (banana), jugosidad (ciruelas, peras, ctricos), crocantez (apio, zanahoria, manzana), terneza (arvejas), etc. La firmeza y el color son los principales parmetros para estimar el grado de madurez de un fruto ya que la maduracin inicialmente mejora y ablanda la textura del fruto, lo que asociado a los cambios en el sabor y color, hace que alcance la mxima calidad comestible. Sin embargo, a medida que este proceso contina, se produce la sobremaduracin, que conduce en ltima instancia a la desorganizacin de los tejidos y descomposicin del producto. La firmeza se usa principalmente como ndice de cosecha y es medido con instrumentos (Figura 12) que registran la fuerza necesaria para una determinada deformacin o resistencia a la penetracin de un mbolo de dimensiones conocidas. La jugosidad es la sensacin de derrame de lquidos en el interior de la boca a medida que los tejidos son masticados. El contenido de jugos de muchos frutos se incrementa a medida que madura en la planta. En ctricos est regulado el contenido mnimo que deben poseer y que para naranjas Navel es de 30 por ciento, en pomelo y otras naranjas 35 por ciento, en limones 25 por ciento, mandarinas 33 por ciento y clementinas 40 por ciento (Thompson, 1996). 5.3.1.2 Flavor El flavor es la combinacin de las sensaciones percibidas por la lengua (sabor o gusto) y por la nariz (aromas) (Wills et al., 1981). Sin bien son perfectamente separables unas de otras, por estar tan cerca los rganos receptores, simultneamente al acto de acercar a la boca, morder, masticar y degustar, estamos percibiendo los aromas, particularmen-

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te aquellos que se liberan con la trituracin de los tejidos. Tambin es posible, sin embargo, hablar de un sabor/aroma visual, esto es, determinados aspectos externos, particularmente la madurez, permiten anticipar el sabor y/o aroma que se debe esperar al consumir el producto. El ser humano tiene almacenado en su memoria una enorme cantidad de sabores y aromas distintos y es capaz de reconocerlos sin ver al producto, si ha tenido la oportunidad de haberlo probado previamente. En frutas y hortalizas, el sabor se expresa normalmente en trminos de la combinacin de principios dulces y cidos, la que es un indicador de la madurez y de la calidad gustativa. El contenido de slidos solubles es una buena estimacin del contenido de azcares totales y muchos frutos deben contener un contenido mnimo de slidos para ser cosechados (Tabla 14). Los cidos orgnicos (ctrico, mlico, oxlico, tartrico) son el otro importante componente del sabor y tienden a disminuir a medida que el fruto madura por lo que la relacin con los slidos solubles tiende a aumentar. La acidez titulable es la forma de expresar la acidez. La relacin slidos solubles/acidez titulable se denomina ratio y es usada en ctricos fundamentalmente. Esta relacin es funcin de la especie y variedad y en general sus valores son de 8 para mandarinas, naranjas Navel e hbridos, 7 para otro tipo de naranjas y 5,5 para pomelos (Lacey, et al., 2000). La astringencia (sensacin de prdida de lubricacin en la cavidad bucal) y los sabores amargos se deben a distintos compuestos. Son poco frecuentes y cuando existen normalmente disminuyen con la maduracin. En aquellos casos en que naturalmente se presentan y constituyen una desventaja, han sido eliminados a travs de los programas de mejoramiento gentico. Existen compuestos especficos que caracterizan a una o un grupo de especies, por ejemplo, la pungencia en los pimientos denominados hot o picantes est determinada fundamentalmente por el contenido de capsicina y otros 4 compuestos estructuralmente similares. Tambin existen casos en que las enzimas y substratos responsables del sabor se hallan compartimentalizados en los tejidos sanos y slo se ponen en contacto mediante el corte, masticacin o trituracin. Este es el caso de la pungencia en ajo y cebolla y tambin del sabor del pepino crudo. La coccin de estas hortalizas enteras impide que estas reacciones ocurran y el sabor resultante es distinto. Existe una correlacin entre contenido de materia seca y caractersticas organolpticas usada principalmente en la industria. En general, a mayor contenido de slidos mayor rendimiento industrial y sabor. Esto es particularmente importante en el deshidratado. En papa, un mayor contenido de materia seca (medido como gravedad especfica) est

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asociado a una mayor calidad culinaria. Para el mercado en fresco, sin embargo, no es usado el contenido de materia seca como indicador del momento de cosecha y/o calidad organolptica, salvo el caso de la palta, en donde existe una correlacin estrecha con el contenido de aceite. Dependiendo de la variedad considerada, no puede comercializarse paltas con menos del 21-23 por ciento de materia seca (McCarthy, 2000). El aroma de las frutas y hortalizas est dado por la percepcin humana de numerosas substancias voltiles. Es comn que especies de un mismo gnero posean aromas similares. La palabra aroma normalmente se utiliza para olores agradables, mientras que olor se denomina al resto (Martens y Baardseth, 1987). Frutas y hortalizas refrigeradas poseen menos aroma pues la liberacin de voltiles disminuye con la temperatura. Al igual que el sabor, muchos aromas son liberados cuando se pierde la integridad de los tejidos. 5.3.1.3 Valor nutritivo Desde el punto de vista nutritivo, las frutas y hortalizas no son suficientes para satisfacer los requerimientos nutricionales diarios, esencialmente por su bajo contenido de materia seca. Poseen un alto contenido de agua y bajo de carbohidratos (exceptuando batata, papa, yuca y otros rganos subterrneos), de protenas (salvo las leguminosas y algunas crucferas) y de lpidos (excepto palta), pero son, en general, una buena fuente de minerales y vitaminas. Diversos pases han elaborado tablas de ingesta diaria recomendada, siendo probablemente la U.S. R.D.A. (United States Recommended Daily Allowances) la ms conocida (Tabla 15). Estas tablas son de referencia nicamente e indican la capacidad de los alimentos para satisfacer las necesidades diarias de determinados nutrientes. Es necesario mencionar que las condiciones de cultivo, variedades, clima y formas de preparacin influyen en el contenido de nutrientes. La fibra diettica se puede definir como la porcin vegetal que no puede ser digerida por las enzimas del tracto digestivo humano aunque sus componentes son metabolizados anaerbicamente en proporciones variables por la microflora del colon. Son polisacridos estructurales de las plantas y se dividen en celulosa, hemicelulosas, lignina, pectinas, gomas y muclagos. La fibra diettica contribuye a la regulacin del trnsito fecal, por lo que combate tanto la diarrea como el estreimiento, contribuye a mantener los niveles de glucosa en sangre y a eliminar parte del colesterol circulante. Es til en dietas contra la obesidad pues al digerirse en un bajo porcentaje, proporciona pocas caloras y el mayor tiempo y energa necesarios para masticarla hacen que se llegue antes al reflejo de la saciedad. En un adulto sano se considera ptima la ingesta diaria de 25 a 30 gramos de fibra diettica. La contribucin de determinadas frutas y hortalizas a las necesidades mnimas se indica en la tabla 15.

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Tabla 14: Contenido mnimo de slidos solubles recomendado a la cosecha.

El descubrimiento de que determinados alimentos posean compuestos biolgicamente activos y beneficiosos para la salud ms all de la nutricin bsica, abri una nueva etapa en la ciencia de la nutricin. Estos compuestos o sus metabolitos que han sido denominados funcionales, ayudan a prevenir enfermedades como el cncer, tienen un efecto protector ante problemas cardiovasculares, son neutralizantes de los radicales libres, reducen el colesterol y la hipertensin, previenen la trombosis, y otros efectos beneficiosos. Tambin se denominan funcionales a aquellos alimentos que los contienen aunque tambin han sido propuestos otros nombres tales como farmacoalimentos, nutracuticos, y otros. Como la mayor parte de estos compuestos son de origen vegetal, muchos autores los denominan fitoqumicos.

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Las frutas y hortalizas son particularmente ricas en fitoqumicos como los terpenos (carotenoides en frutos de color amarillo, naranja y rojo y limonoides en ctricos), fenoles (los colores azul, rojo y violeta de las cerezas, uvas, berenjenas, berries, manzanas y ciruelas), lignanos (brcoli), y tioles (compuestos que poseen azufre, presentes en ajo, cebolla, puerro y otros alliums y en repollos y coles en general). 5.3.1.4 Seguridad Las frutas y hortalizas no solamente deben ser atractivas en cuanto a su apariencia, frescura, presentacin y valor nutritivo, sino tambin su consumo no debe poner en riesgo la salud. El consumidor no tiene forma de detectar la presencia de substancias nocivas y depende enteramente de la seriedad y responsabilidad de todos los integrantes de la cadena de produccin y distribucin. Necesariamente debe confiar en ellos, adems de las precauciones que normalmente toma tales como lavar, pelar y/o cocinar al producto antes de consumirlo. Sin embargo, esta confianza es muy voltil y cualquier sospecha sobre la seguridad de un alimento tiene un impacto tremendo a nivel de consumidor. Hay muchos ejemplos de esto, entre los ms relevantes mencionamos a la epidemia de clera de la dcada del 90 en Latinoamrica que redujo notablemente el consumo de hortalizas en muchos pases de la regin por casi un ao; las dos uvas con residuos peligrosos detectadas en los 80 en un puerto de entrada de los Estados Unidos, afect severamente la economa de exportacin chilena y tambin en esa dcada, el pnico del Alar (daminozide, regulador de crecimiento usado para regular la fructificacin) que disminuy considerablemente el consumo de manzanas en los Estados Unidos. La seguridad de los alimentos consiste en la ausencia de substancias dainas para la salud y tradicionalmente la presencia de plaguicidas sobre el producto ha sido la principal preocupacin de la opinin pblica. Sin embargo, existen muchos otros contaminantes potencialmente tan o ms peligrosos, como la presencia de microorganismos patgenos, micotoxinas, metales pesados, etc. Por ser las frutas y hortalizas consumidas en fresco y muchas veces con la piel o cscara, todo organismo patgeno para el ser humano que pueda transportarse sobre su superficie constituye un peligro potencial. Las medidas higinicas y sanitarias para disminuir el riesgo alimentario ya han sido descritas en el captulo anterior. Bacterias como Shigella spp, Salmonella spp., Aeromonas spp., Escherichia coli, Listeria monocytogenes as como las toxinas producidas por Clostridium botulinum y otras han sido identificadas como responsables de enfermedades alimentarias transmitidas por la ingestin de frutas y hortalizas. El virus de la Hepatitis A ha sido detectado tambin en

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Tabla 15: Contenido de nutrientes esenciales. (*, buena; X, muy buena; XX excelente; , supera los requerimientos diarios).

108 Tabla 15: (continuacin).

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productos frescos as como parsitos como Entomoeba histolyca y Giardia lamblia (Tabla 12). Los agroqumicos han sido una de las herramientas que el hombre ha usado para incrementar los rendimientos de sus cultivos y satisfacer las necesidades crecientes de alimentos por parte de una poblacin en expansin. Por agroqumicos se entiende los herbicidas, plaguicidas, fungicidas, fumigantes, rodenticidas, reguladores de crecimiento, ceras, desinfectantes, aditivos y todo otro producto de naturaleza qumica que se utilice durante la produccin o postcosecha. La presencia de residuos en niveles peligrosos para el ser humano ha sido siempre una preocupacin, aunque los avances en la qumica y bioqumica para el desarrollo de productos menos peligrosos, el mayor conocimiento de la ecologa, de las plagas y la utilizacin creciente de mtodos de control no qumicos, han hecho que el mundo presente sea mucho mejor que aquel al inicio de la produccin intensiva. Los agroqumicos actuales son menos txicos y persistentes adems de ser ms especficos y sus productos de degradacin son generalmente inocuos. Tambin se han desarrollado mejores mtodos de laboratorio para su deteccin, adems de existir una mayor concientizacin en su uso, tiempos de espera, dosis, etc. Cada pas tiene una legislacin propia en trminos de los Lmites Mximos de Residuos (LMR) aunque en general se acepta lo establecido por el Codex Alimentarius u otras organizaciones internacionales (Apndice, Anexo 1). Un LMR o tolerancia es la concentracin mxima del residuo de un agroqumico resultante de su aplicacin segn una prctica agrcola correcta. El uso de agroqumicos debe enmarcarse dentro de las Buenas Prcticas Agrcolas que tiende a garantizar la mxima seguridad y disminuir el riesgo para la salud del consumidor. Se debe usar los productos especficos para controlar la plaga o enfermedad siguiendo las indicaciones del fabricante, particularmente en lo referido a cultivos en los que puede ser usado y tiempos de espera entre aplicacin y cosecha. Otras contaminaciones que se presentan en las frutas y hortalizas son por ejemplo, la acumulacin de nitratos en hortalizas de hoja, de oxalatos en determinadas especies y metales pesados (mercurio, cadmio, plomo) provenientes de la utilizacin de residuos domiciliarios como fertilizantes o enmiendas orgnicas. Tambin es posible la presencia de compuestos txicos naturalmente producidos por el vegetal o por los hongos (micotoxinas) que colonizan su superficie.

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5.4

La obtencin de un producto de calidad

La obtencin de un producto de calidad se inicia mucho antes de plantarse la semilla: la eleccin del terreno, su fertilidad y capacidad de riego, el control de malezas y rotaciones, la preparacin del suelo, la eleccin de la semilla y otras decisiones tienen influencia en la calidad del producto a obtenerse. De la misma manera son determinantes las condiciones climticas durante el cultivo, as como los riegos, fertilizaciones, control de plagas y enfermedades y otras prcticas culturales. La cosecha marca el fin del cultivo y el comienzo de la postcosecha, perodo durante el cual tiene lugar la preparacin para el mercado, distribucin y venta para finalmente llegar a la mesa del consumidor. Debido a que las frutas y verduras por lo general son productos altamente perecederos, es necesario tener en cuenta que previo a la cosecha, la porcin vegetal se encuentra ntimamente relacionada con la planta madre y toda demanda de agua o nutrientes es satisfecha por otras partes de la planta y todo el vegetal se comporta como una unidad. Una vez cosechado, sin embargo, depende nicamente de sus reservas. Las frutas y hortalizas continan viviendo despus de la cosecha: respiran, transpiran y estn sujetas a continuos cambios - la mayor parte de ellos no deseables - los que determinan la declinacin de la calidad interna y externa. La velocidad de este deterioro depende del tipo de producto, condiciones de cultivo y otros factores, pero principalmente de las condiciones en que es mantenido: temperatura, humedad relativa, movimiento y composicin del aire, etc. Los cambios que ocurren en la postcosecha no pueden ser detenidos, sino que son demorados dentro de ciertos lmites. Por estas razones, el proceso de preparacin para mercado debe ser rpido y eficientemente realizado para evitar las prdidas de calidad. Adems del deterioro natural y de los daos fisiolgicos y mecnicos ya descritos en captulos anteriores, las podredumbres son tambin responsables de la prdida de calidad. Las prdidas de postcosecha debido a microorganismos pueden ser severas, particularmente en climas clidos con alta humedad relativa. Los frutos en estado de descomposicin pueden contaminar al resto. Adicionalmente, la produccin de etileno se intensifica en estas condiciones y acelera el ritmo de deterioro. La mayora de los gneros de hongos y bacterias que atacan frutas y hortalizas despus de la cosecha, son patgenos dbiles y solamente invaden los tejidos a travs de heridas (Wills et al., 1981). Las lesiones que tienen lugar en la manipulacin del producto proporcionan innumerables vas de entrada a estos patgenos si bien algunos de ellos son capaces de invadir productos sanos. Los frutos inmaduros son normalmente ms

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resistentes al ataque de patgenos y las defensas se debilitan con la maduracin. Asimismo, es posible que la infeccin tenga lugar cuando el fruto es inmaduro y se manifieste posteriormente, cuando las defensas se debilitan (Dennis, 1987). El control de enfermedades de postcosecha comienza en el campo ya que un buen programa sanitario disminuye la fuente de inculo y los riesgos de infecciones luego de la cosecha. Adems, un manejo cuidadoso durante las operaciones de cosecha y empaque disminuye los daos fsicos que pueden facilitar la entrada de los microorganismos. Adems de los tratamientos sanitarios y desinfecciones que se realizan, el control de la temperatura es la principal herramienta ya que disminuye la actividad metablica de los microorganismos y se mantienen altas las defensas naturales del producto. El control de la humedad relativa, particularmente para evitar la condensacin de agua sobre el producto, as como las atmsferas controladas son tambin tiles para el control de las enfermedades de postcosecha. 5.5 Hacia la calidad total en las frutas y hortalizas

El concepto de calidad como forma de diferenciar productos evolucion desde tiempos inmemoriales conjuntamente con el intercambio mismo. A medida que el comercio local o regional evoluciona hacia lo internacional, la calidad se consolida como la herramienta competitiva por excelencia, conduciendo a la necesidad de establecer estndares para separar la calidad en categoras o grados, as como para definir los lmites de los defectos permitidos. Todos los pases inician el proceso de normalizacin o redaccin de normas de calidad para facilitar el intercambio y definir con precisin los principales aspectos de la calidad. Hoy en da, al igual que en otros productos, la comercializacin de frutas y hortalizas, tanto a nivel nacional como internacional, est reglamentada por estndares de calidad, los que proveen un lenguaje comn entre los distintos participantes de la cadena produccin-comercializacin-consumo. Tambin son las herramientas legales para dirimir disputas comerciales, tiles para el marketing del producto y patrn de comparacin de precios en las estadsticas. El sistema de calidad previsto por los estndares se conoce como Inspeccin de calidad (Tabla 16) en donde muestras representativas en el grado final de preparacin para el mercado deben cumplir con los lmites especificados y sus tolerancias. Si bien es fcil de aplicar, posee al menos dos grandes desventajas: en primer lugar no estn completamente adaptados a productos altamente perecederos, en donde la calidad vara continuamente. En segundo lugar, su aplicacin no mejora la calidad del producto, sino que solamente separa en grados a la calidad que viene del campo. Es un sistema reactivo, pues reacciona y elimina las unidades defectuosas cuando son detectadas.

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Al mismo tiempo que los estndares de calidad estaban siendo desarrollados y aplicados, nuevas ideas comenzaron a ser concebidas en la industria. En primer lugar, comenz a ser evidente que un enfoque sistemtico y preventivo era mucho ms efectivo y econmico para mejorar la calidad que eliminar las unidades defectuosas al final de la lnea, cuando ya los costos asociados a la produccin y embalaje haban ocurrido. En segundo lugar, comienza a internalizarse el concepto que la calidad se extiende mucho ms all del producto en s mismo, ya que es afectada por los sistemas y procedimientos involucrados en el proceso de produccin y preparacin para mercado. Finalmente, la opinin del consumidor comienza a ser cada vez ms importante. Ya no es suficiente que un producto sea tcnicamente perfecto y que los sistemas de produccin sean econmicamente rentables, es necesario satisfacer al consumidor y la calidad debe exceder sus expectativas. La aplicacin de la estadstica para controlar la variabilidad de las distintas unidades en las lneas de produccin di lugar al nacimiento del sistema denominado Control de calidad o Control estadstico de la calidad, el cual es adoptado por la mayora de las empresas industriales en la primer mitad del siglo XX. Este mtodo o sistema esencialmente provee las herramientas analticas para monitorear el proceso de produccin y permite tomar medidas cuando la variabilidad excede determinados lmites considerados como normales. Su aplicacin mejora la calidad del proceso contribuyendo enormemente a mejorar la calidad del producto. Son herramientas que pueden ser aplicadas a nivel de galpn de empaque de frutas y hortalizas. Este sistema es trasladado al Japn luego de la 2 Guerra Mundial en donde evoluciona hacia lo que hoy es conocido como Gerenciamiento de la calidad total o simplemente Calidad total. La calidad total es hoy por hoy el esquema conceptual ms completo para asegurar la calidad en donde cada persona o actividad dentro del proceso de produccin est involucrada, apuntando a 0 defectos y la completa satisfaccin del cliente, tanto interno como externo, incluso mucho ms all de sus expectativas. Paralelamente al desarrollo de sistemas de calidad total, en Europa evolucionaba el concepto de Aseguramiento de la calidad. Es ligeramente menos amplio que el concepto anterior, pero mucho mas fcil de implementar y probablemente mejor adaptado a los productos frutihortcolas. Se define como todas aquellas acciones planeadas y sistematizadas necesarias para garantizar que el producto o servicio satisfacer los requisitos de calidad. Normalmente requiere del cumplimiento de ciertas normas, protocolos o estndares desarrollados especficamente y con una certificacin por una empresa inde-

Manual para la preparacin y venta de frutas y hortalizas

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pendiente habilitada para tal fin. El sistema ISO (Organizacin Internacional para los Estndares) es probablemente el ms conocido y dentro de l la serie 9000. Un prrafo aparte merece el sistema HACCP (Anlisis de Peligros y Control de Puntos Crticos), diseado especficamente para garantizar que la manufactura de alimentos no est expuesta a ningn tipo de contaminacin que pudiera poner en riesgo la salud, particularmente desde el punto de vista bacteriolgico. Este mtodo es reconocido hoy internacionalmente como una herramienta lgica y cientfica en todo sistema de calidad de alimentos. Es tambin de naturaleza preventiva y el elemento clave es la identificacin de los puntos crticos, dentro del proceso, en donde la calidad debe ser controlada previniendo, eliminando o reduciendo a niveles aceptables los posibles riesgos a la seguridad. El sistema HACCP es requerido hoy en da para la importacin en los Estados Unidos y otros pases de carnes, pescados, huevos y otros alimentos. Hasta el momento no es requerido para las frutas y hortalizas, aunque ya diversos pases exportadores lo estn implementando para asegurar una calidad superior de sus productos. La lgica del HACCP puede aplicarse para la deteccin de otros defectos de calidad. Si bien todos estos sistemas tienen su origen en la industria, su aplicacin se extiende a otros sectores. La agricultura y particularmente de produccin de frutas y hortalizas est incorporando muchos de los mtodos e ideas concebidos para el sector industrial pues los principios bsicos no solamente son aplicables sino tambin recomendables para productos altamente perecederos, en donde la calidad se deteriora rpidamente. Diversas empresas exportadoras han instrumentado el HACCP conjuntamente con la certificacin ISO 9002, lo que garantiza la seguridad alimentaria dentro de un sistema de aseguramiento de la calidad. Un concepto clave es que los sistemas de calidad no son mutuamente excluyentes sino que se van montando unos sobre otros haciendo ms amplio el enfoque de aplicacin, extendindose ms all del producto para abarcar el proceso de preparacin, insumos, proveedores, intermediarios e incorporando al cliente o consumidor, quien retroalimenta al sistema conduciendo a una mejora continua del sistema.

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Captulo 5: La calidad en frutas y hortalizas

Tal como es concebida en la actualidad, los principios bsicos de la calidad total se pueden resumir de la siguiente manera: El consumidor siempre est primero Toda operacin es parte de un proceso El mejoramiento de la calidad nunca termina La calidad se hace, no se controla La prevencin de problemas de la calidad se realiza a travs de la planificacin. Se debe obtener el producto deseado en el momento deseado. El manejo de la postcosecha debe ser el adecuado para llegar al mercado deseado en las condiciones deseadas. Tabla 16: Comparacin de los principales sistemas de calidad.

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