Act Nefrourologia
Act Nefrourologia
Act Nefrourologia
Esta gua pretende ser una herramienta de actualizacin de las distintas situaciones relacionadas con la nefrourologa a las que el mdico de Atencin Primaria se tiene que enfrentar en la consulta. Consta de una primera parte, que bajo el epgrafe De los signos y sntomas al diagnstico ofrece algoritmos de actuacin ante los diversos motivos de consulta y hallazgos en las pruebas complementarias que conforman nuestra prctica clnica. En la segunda parte se abordan especficamente las entidades clnicas ms prevalentes: incontinencia urinaria, urolitiasis, hipertrofia benigna de prstata, manejo de la insuficiencia renal crnica, disfuncin erctil, etc. Confiamos que el trabajo de los que han participado en su elaboracin sea de gran utilidad para el resto de los profesionales de la Atencin Primaria.
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2003 Sociedad Espaola de Medicina de Familia y Comunitaria Portaferrisa, 8, pral. 08002 Barcelona www.semfyc.es Coordinacin y direccin editorial: Semfyc ediciones Carrer del Pi, 11, 2. Pl, Of. 14 08002 Barcelona Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita del titular del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico y la distribucin de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamo pblico. El infractor puede incurrir en responsabilidad penal y civil. Depsito legal: B-25.956-2003 ISBN: 84-96216-18-7
4. Estudio radiolgico del rin y de las vas urinarias (Alberto Mingo Balsan)
4.1. Introduccin 4.2. Radiologa simple de abdomen 4.2.1. Consideraciones previas 4.2.2. Estructuras seas 4.2.3. Gas intestinal 4.2.4. Msculos psoas 4.2.5. Contornos renales 4.2.6. Vejiga 4.2.7. Calcificaciones 4.2.7.1. Clasificacin y descripcin 4.2.7.2. Diagnstico diferencial 4.3. Ecografa 4.3.1. Consideraciones previas 4.3.2. Ecografa renal y del tracto urinario superior 4.3.3. Ecografa vesical 4.3.4. Ecografa prosttica 4.3.5. Ecografa escrotal 4.4. Urografa intravenosa 4.4.1. Descripcin 4.4.2. Indicaciones 4.4.3. Contraindicaciones 4.5. Tomografa computarizada (TC) 4.6. Resonancia magntica (RM) 4.7. Arteriografa 4.8. Cavografa y flebografa 4.9. Estudios radioisotpicos 4.10. Cistografa 4.11. Pielografa 4.12. Evaluacin radiolgica de las patologas ms frecuentes del sistema urinario 4.12.1. Lesiones congnitas 4.12.2. Uropata obstructiva 4.12.3. Litiasis renal 4.12.4. Infeccin urinaria 4.12.5. Insuficiencia renal 4.12.6. Tumores o masas 4.12.7. Hematuria
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9.2.2. Mecanismos fisiopatolgicos y clasificacin 9.3. Tratamiento teraputico de la incontinencia urinaria 9.3.1. Tratamiento general 9.3.2. Tratamiento de la incontinencia de esfuerzo 9.3.3. Tratamiento de la vejiga hiperactiva
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10. Dolor escrotal agudo. Aumento del tamao escrotal (Jos Carlos Martn Martnez)
10.1. Dolor escrotal agudo 10.1.1. Aspectos generales 10.1.2. Valoracin inicial 10.1.3. Exploraciones complementarias 10.1.4. Torsin funicular 10.1.4.1. Concepto 10.1.4.2. Clasificacin y etiologa 10.1.4.3. Manifestaciones clnicas 10.1.4.4. Exploracin fsica 10.1.4.5. Tratamiento 10.1.5. Torsin de los apndices testiculares 10.1.5.1. Concepto 10.1.5.2. Manifestaciones clnicas 10.1.5.3. Diagnstico 10.1.5.4. Tratamiento 10.1.6. Epididimitis-orquiepididimitis 10.1.6.1. Concepto 10.1.6.2. Etiologa 10.1.6.3. Manifestaciones clnicas 10.1.6.4. Diagnstico 10.1.6.5. Tratamiento 10.1.7. Otras causas de dolor escrotal agudo 10.1.7.1. Traumatismos 10.1.7.2. Gangrena de Fournier 10.1.7.3. Tumor testicular 10.1.7.4. Infarto testicular 10.1.7.5. Trombosis de la vena espermtica 10.1.7.6. Prpura de Schnlein-Henoch 10.1.7.7. Fiebre mediterrnea familiar 10.2. Aumento del tamao escrotal 10.2.1. Aspectos generales 10.2.2. Valoracin diagnstica 10.2.2.1. Anamnesis 10.2.2.2. Exploracin-palpacin escrotal 10.2.2.3. Pruebas complementarias 10.2.3. Patologas que aumentan el tamao escrotal 10.2.3.1. Procesos isqumicos o inflamatorios agudos 10.2.3.2. Hidrocele, varicocele 10.2.3.3. Hernia inguinoescrotal 10.2.3.4. Traumatismos cerrados 10.2.3.5. Tumores testiculares
ndice
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Segunda parte:
12. Nefrolitiasis. Crisis renoureteral (Francisco Buitrago Ramrez y Susana Macas Castillo)
12.1. 12.2. 12.3. 12.4. Concepto Epidemiologa Fisiopatologa Etiopatogenia 12.4.1. Clculos de oxalato clcico 12.4.2. Clculos de fosfato clcico 12.4.3. Clculos de cido rico 12.4.4. Clculos de estruvita 12.4.5. Clculos de cistina 12.5. Manifestaciones clnicas de la litiasis 12.5.1. Clico nefrtico o crisis renoureteral 12.5.2. Otras manifestaciones clnicas 12.6. Estudio diagnstico de los pacientes con urolitiasis
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ndice
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16. Cuidados del paciente con sonda vesical (Jos Carlos Martn Martnez)
16.1. 16.2. 16.3. 16.4. Aspectos generales Indicaciones del sondaje Contraindicaciones del sondaje Cuidados del paciente sondado 16.4.1. Cuidados generales 16.4.2. Cuidados del paciente sondado por primera vez 16.4.3. Cuidados del paciente portador de sonda permanente 16.5. Morbilidad y complicaciones: prevencin especfica y tratamiento 16.5.1. Complicaciones infecciosas (bacteriuria, infeccin, sepsis) 16.5.2. Obstruccin de la sonda 16.5.3. Fugas de orina alrededor de la sonda 16.5.4. Complicaciones uretrales: uretritis, fstulas, abscesos periuretrales, epididimitis, erosiones del meato uretral 16.5.5. Complicaciones renales 16.5.6. Complicaciones sobre el aparato urinario superior 16.5.7. Litiasis urinaria 16.5.8. Cambios histolgicos del urotelio 16.5.9. Otras complicaciones 16.6. Otras consideraciones 16.6.1. Antgeno prosttico especfico (PSA) y sonda 16.6.2. Cumplimentacin de las recomendaciones bsicas
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Anexos Anexo 1. Escala internacional de sntomas prostticos y calidad de vida (International Prostatic Symptom Score Quality of Life, IPSS-L) Anexo 2. ndice internacional de la funcin erctil (IIEF) Anexo 3. ndice sobre salud sexual para el varn (SHIM) Bibliografa
1. Filtrado glomerular
Cristina Moreno Elola-Easo
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Tabla 1.1.
Factores que alteran los niveles de creatinina
Aumentan los niveles de creatinina Patologa renal: disfuncin renal, glomerulonefritis, obstruccin urinaria Patologa sistmica: tumores, insuficiencia cardaca, cetoacidosis Frmacos: cimetidina, espironolactona, cido acetilsaliclico Situaciones que aumenten la masa muscular Distrofia muscular Caquexia Miastenia gravis Toxemia gravdica
Para que la creatinina aparezca elevada en sangre se necesita una disminucin importante del filtrado glomerular. De hecho, una elevacin de la creatinina mnima puede reflejar la prdida de ms de la mitad de las nefronas funcionantes, es decir, la prdida de ms de la mitad del filtrado glomerular. Esto se explica porque cuando hay una lesin renal las nefronas sanas se hipertrofian por un mecanismo compensador que conlleva una hiperfiltracin. Tal es as que la creatinina puede permanecer un tiempo en lmites ms o menos normales a pesar de que exista una lesin considerable. Aunque, como hemos visto, existen limitaciones de este parmetro como marcador de enfermedad renal (limitaciones que se acentan en las etapas iniciales y tardas del proceso), la creatinina constituye parte de la bioqumica que se solicita en la prctica habitual, ya que en la mayora de los pacientes no es necesaria la estimacin exacta del filtrado glomerular. En aquellos casos en que se sospeche una lesin renal, ser recomendable realizar pruebas que determinen con ms fiabilidad la funcin renal (por ejemplo, el aclaramiento de creatinina).Asimismo, existen distintas frmulas matemticas para estimar el aclaramiento de creatinina a partir de la creatinina srica (CrS), entre las que destacamos la propugnada por Cockroft y Gault, al ser sta la ms utilizada: (140 edad) x peso en kg Aclaramiento de creatinina = 72 x CrS (mg/dl) Esta frmula es vlida para los hombres; en las mujeres debe ser multiplicada por 0,85, ya que, en lneas generales, la mujer tiene menos masa muscular. Por ltimo, es interesante recordar que las creatininas seriadas permiten el estudio de la evolucin de enfermos renales con bajo coste y mayor comodidad para el paciente.
Filtrado glomerular
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Los valores normales de aclaramiento en hombres oscilan entre 90 y 130 ml/min, y en mujeres, entre 88 y 128 ml/min. La relacin entre el aclaramiento de creatinina y el filtrado glomerular no es del todo exacta, puesto que este metabolito no slo es filtrado a nivel glomerular, sino que tambin es secretado a nivel tubular. Dicha secrecin aumenta en determinadas circunstancias, como en las fases avanzadas de insuficiencia renal, lo que puede conllevar una sobrevaloracin del filtrado. Por este motivo, en algunos casos se utilizan pruebas de aclaramiento con cimetidina, ya que como este frmaco bloquea la secrecin tubular de creatinina refleja mejor el filtrado glomerular. Por ltimo, para la correcta valoracin de esta prueba, es necesario una recoleccin de orina de 24 horas completa y exacta, porque si no es as puede suponer falsos positivos.
2. Orina elemental
Cristina Moreno Elola-Easo
sta es una prueba obligada en el estudio de cualquier paciente con problemas renales, porque adems de proporcionar valiosa informacin, no es agresiva y tiene un bajo coste.
2.2. pH (4,5-8)
El pH de la orina se suele medir con tiras reactivas. Su medida vara con la temperatura (tiende a aumentar a temperatura ambiente) y tambin a lo largo del da, por lo general, aumenta durante la maana y desciende por la tarde. El examen de un pH urinario al azar tiene relativamente poco valor. El control regular del pH forma parte del seguimiento que se realiza a los pacientes que se tratan con alcalinizantes, cuando, por ejemplo, se quiere tratar y prevenir la litiasis rica o los clculos de cistina. pH alcalino (> 8). Aparece en pacientes con acidosis tubular renal (acidosis sistmica y, sin embargo, orina alcalina), en personas que siguen dietas vegetarianas y cuando existen infecciones urinarias por Proteus u otros grmenes que desdoblen la urea.Transitoriamente, puede detectarse tras comidas o despus de ingerir bicarbonato. pH cido (< 4,5). Se observa en pacientes con clculos de cido rico, en acidosis metablica y en personas que siguen dietas hiperproteicas.
2.3. Glucosuria
En condiciones normales no debe haber glucosa en la orina. Su aparicin obliga a descartar, en primer lugar, la diabetes. En pacientes con glucemias normales, cabe sospechar patologa tubular; es recomendable que estas personas sean examinadas por un nefrlogo.
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2.7. Nitritos
Su positividad indica posible infeccin urinaria, pero un resultado negativo no descarta la posibilidad de que haya este tipo de infeccin (falsos negativos en las infecciones por grampositivos o si el perodo de permanencia en la vejiga ha sido corto para la formacin de nitritos). Una orina analizada con excesiva demora o recogida de forma defectuosa altera los resultados.
2.8. Proteinuria
2.8.1. Concepto
Se define la proteinuria como la excrecin urinaria de protenas superior a 150 mg/da en adultos y a 300 mg/da en nios y gestantes. La microalbuminuria (excrecin de albmina superior a 20-30 mg/24 h) es siempre patolgica, independientemente de la cantidad de protenas totales en la orina, y constituye un importante parmetro en la valoracin de la nefropata diabtica. En la mayora de los casos es un proceso asintomtico, aunque una proteinuria grave puede causar un sndrome nefrtico.
Orina elemental
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Proteinuria permanente. Independientemente del grado, es siempre patolgica, por lo que requiere estudio completo. Proteinuria ortosttica. Tambin llamada postural, aparece cuando el sujeto se encuentra en bipedestacin y desaparece cuando se coloca en decbito. Es ms frecuente en jvenes con lordosis lumbar. Si el sedimento es normal y el paciente est asintomtico, en principio no tiene trascendencia clnica.
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S No
Proteinuria 24 horas Proteinuria transitoria
Moderada
Seguimiento
CCr
Causa tratable? s no
Nefrologa
valorar
Proteinuria ortosttica Tratar
2.8.5.1. Confirmar
El primer paso ser confirmar la proteinuria repitiendo como mnimo dos veces su determinacin. Es necesario descartar falsas proteinurias (orinas muy concentradas, individuos deshidratados, hematuria franca, orinas muy alcalinas) y tambin las proteinurias transitorias. La muestra ms idnea es una fraccin de la segunda orina de la maana. Anamnesis y exploracin fsica dirigida. Antecedentes familiares y personales de enfermedad renal, antecedentes de toma de frmacos, diabetes, hipertensin arterial, insuficiencia cardaca, sintomatologa sugestiva de patologa sistmica. En la exploracin se valorar la existencia de edemas, rash, neuropata y retinopata. Hemograma, bioqumica (que incluya glucemia, creatinina, nitrgeno ureico, lpidos y aclaramiento de creatinina), analtica de orina y sedimento (la presencia de proteinuria acompaada de hematuria y cilindros orienta a patologa glomerular). Cuantificacin de protenas en 24 horas o cociente protenas/creatinina. Los pacientes con proteinuria moderada o grave requieren un estudio minucioso. Si adems sufren una disminucin del aclaramiento de creatinina, son susceptibles de ser derivados a nefrologa. En pacientes jvenes (de menos de 30 aos) con una proteinuria inferior a 1g/24 h, y con aclaramiento de creatinina y sedimento normal, es necesario descartar una posible proteinuria or-
Orina elemental
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tosttica (proteinuria en bipedestacin que desaparece en supino). En principio, esta entidad es de carcter benigno, si bien se recomienda un seguimiento anual con toma de tensin, anlisis de orina y sedimento. Se considera que los pacientes con proteinuria persistente, tensin arterial normal, funcin renal y sedimento normal y sin evidencia de patologa sistmica tienen proteinuria aislada. Segn algunos estudios, estos pacientes tienen un 20% ms de posibilidades de desarrollar insuficiencia renal en los 10 aos siguientes que el resto de la poblacin, por lo que se recomienda la realizacin de un seguimiento cada 6 meses (tensin arterial, anlisis de orina y aclaracin de creatinina). Cuando la excrecin de protenas es superior a 2 g/24 h, debe pedirse una valoracin nefrolgica.
3.1. Hematuria
En condiciones normales, la orina no contiene hemates, aunque se puede considerar normal la excrecin de hasta 3-5 hemates por campo de gran aumento. Si hay ms, hablaremos de hematuria microscpica o macroscpica, segn podamos verla o no. Cuando se quiere cuantificar en relacin con el tiempo, se realiza un recuento de Addis en cmara. La eliminacin normal de hemates en 24 horas es de 500.000-1.000.000, aunque generalmente se suele expresar en minutos (normal hasta 3.000 hemates por minuto). La mayora de las hematurias (80-90%) se deben a litiasis, infeccin urinaria y tumores. En los varones mayores de 50 aos, hasta un 15-20% de hematurias estn causadas por neoplasias. El hallazgo de una hematuria microscpica asintomtica se realiza en muchas ocasiones de forma casual. No obstante, y dado que en ocasiones puede implicar patologa grave subyacente, siempre debe ser estudiada. En primer lugar, es necesario descartar falsas hematurias (vase el captulo 5, Orina oscura). Estamos obligados a realizar un sedimento que proporcionar valiosa informacin: la presencia de sangre roja con cogulos, sin cilindros, ni proteinuria hace sospechar una patologa urolgica, mientras que la sangre ms oscura sin cogulos, con proteinuria y cilindros, es indicativa de origen glomerular. (El tratamiento de la hematuria se expone en el captulo 5.)
3.2. Leucocituria
En estado fisiolgico, los leucocitos aparecen en la orina en muy escasa cantidad; tres o ms leucocitos por campo se considera patolgico. Las tiras reactivas se utilizan sobre todo ante cuadros agudos sugestivos de infeccin urinaria. Pueden existir falsos positivos (contaminacin vaginal, formaldehdo) y falsos negativos (cefalexina, gentamicina, proteinuria > 500, glucosuria > 2). La leucocituria aparece sobre todo en procesos infecciosos e inflamatorios de las vas urinarias o del parnquima renal. La presencia de cilindros leucocitarios tiene un gran inters diagnstico para orientar el origen intrarrenal de la leucocituria. Cuando la cantidad de leucocitos es elevada, la orina puede tomar un aspecto purulento (piuria). En algunas ocasiones, puede observarse leucocituria con cultivo negativo (piuria estril). Cuando esto ocurre, lo ms frecuente es que se deba a una infeccin urinaria (existen bacterias en la orina) o a un fallo en el urocultivo (ya sea por mala tcnica al recoger la muestra, por tratamiento antibitico previo o por uso de jabones o desinfectantes que impiden el correcto crecimiento del germen.). No obstante, existen otras causas de mayor trascendencia que deben tenerse en cuen-
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ta, como tuberculosis, infeccin por microorganismos de difcil cultivo, como micoplasma y ureoplasma, as como nefritis tubulointersticial (esta ltima acompaada de eosinofiluria).
3.3. Cilindruria
La cilindruria se define como la aparicin en orina de masas de material aglutinado con forma de cilindro, ya que se forma en los tbulos o en los colectores de las nefronas. En lneas generales, se puede afirmar que su aparicin implica proteinuria, puesto que sus componentes fundamentales son las protenas (protena de Tam-Horsfall). Cilindros hialinos. En escaso nmero pueden aparecer en sujetos sanos, sobre todo despus del ejercicio o tras el uso de diurticos potentes. En mayor nmero pueden observarse en situaciones patolgicas como procesos febriles, insuficiencia cardaca e, incluso, en el sndrome nefrtico asociado a proteinurias importantes. Cilindros hemticos. Indican el origen renal de una hematuria. Pueden aparecer en glomerulonefritis, as como en enfermedades sistmicas con afectacin renal (lupus, vasculitis). Cilindros leucocitarios. Hay que sospechar participacin renal de un proceso inflamatorio, generalmente una pielonefritis. Los cilindros grasos o lipoideos se asocian a sndrome nefrtico. Cilindros de clulas epiteliales. Situacin poco frecuente; es caracterstica del perodo de recuperacin de la diuresis tras un fracaso renal agudo. Cilindros granulosos. Aparecen en enfermedades renales tanto agudas como crnicas (glomerulonefritis, pielonefritis). Cilindros grasos. Caractersticos del sndrome nefrtico.
3.4. Cristaluria
Son estructuras formadas por sustancias que precipitan o cristalizan en la orina. La variedad y el nmero de cristales dependen mucho del valor del pH y de la temperatura de la orina: cuanto ms cida sea, ms se favorece la formacin de uratos amorfos, cido rico y oxalato clcico, mientras que en orinas alcalinas se observan cristales de fosfatos. Los ms frecuentes son los de oxalato clcico, cido rico y uratos, as como formas cristalizadas de medicamentos eliminados por la orina. La informacin diagnstica de la cristaluria es escasa, salvo en casos concretos como por ejemplo los cristales de leucina y tirosina, que siempre son patolgicos y aparecen en enfermedades graves del parnquima heptico.
4.1. Introduccin
La evaluacin del tracto urinario requiere la utilizacin de mtodos complementarios de diagnstico para poder evaluar tanto la morfologa como el funcionalismo. En este captulo haremos un repaso de las pruebas radiolgicas ms utilizadas y, posteriormente, las aplicaremos a las patologas que con ms frecuencia son motivo de consulta. Algunas exploraciones (urografa intravenosa, tomografa computarizada, cistografa) precisan el uso de medios de contraste, por lo que es necesario el conocimiento de su uso, sus posibles efectos adversos y sus contraindicaciones. Medios de contraste. Actualmente los contrastes yodados son necesarios para diagnosticar determinadas enfermedades en la realizacin de pruebas como, por ejemplo, la urografa intravenosa, la tomografa computarizada, la cistografa o la pielografa. No obstante, los pacientes deben ser informados a su debido tiempo de que pueden aparecer reacciones adversas, aunque son poco frecuentes y, generalmente, autolimitadas (tabla 4.1). De ellas, slo la existencia de antecedentes alrgicos conocidos contraindica su utilizacin. No obstante, en caso de estricta necesidad, se puede administrar al enfermo medicacin preventiva antialrgica con corticoides y antihistamnicos.
Tabla 4.1.
Reacciones adversas que pueden aparecer con los contrastes yodados
Reacciones leves (la mayora) Reacciones graves (0,05%) Sensacin de calor y mal sabor de boca Dificultad respiratoria, descenso de la tensin arterial, alteraciones cardacas, prdida de conocimiento Muerte Uno de cada 100.000 pacientes Estos riesgos son mayores en caso de reacciones adversas previas al contraste, insuficiencia renal, diabetes mellitus, mieloma mltiple, insuficiencia cardaca y utilizacin de antidiabticos orales (metformina)
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ciente para obtener una radiografa de abdomen incluye la ingesta de un laxante y el vaciamiento vesical previo. Una adecuada radiografa de abdomen debe permitir apreciar la visualizacin de estructuras desde el rea suprarrenal hasta el pubis, procurando que las partes blandas queden bien contrastadas. Toda interpretacin de imgenes debe conllevar una lectura sistemtica y ordenada de la radiografa: debe comenzarse evaluando las estructuras seas, el gas intestinal, los msculos psoas, las siluetas renales y todas aquellas sombras que aparezcan sobre la terica rea renal, ureteral y vesical.
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4.2.6. Vejiga
Dado que para realizar una radiografa simple de abdomen hay que vaciar previamente la vejiga, la aparicin de este rgano lleno evidencia un problema obstructivo o de vaciamiento. Pueden existir diferentes lesiones que afecten la pared vesical, como calcificaciones debidas a infecciones (esquistosomiasis) o a neoplasias.
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Determinadas enfermedades (tuberculosis, linfomas tratados, sarcoidosis) pueden desarrollar adenopatas calcificadas, localizadas en los ganglios mesentricos y, por tanto, mviles con la respiracin o el peristaltismo intestinal.Adems, estas calcificaciones suelen ser irregulares, heterogneas y con forma atigrada. Por encima de los polos renales pueden aparecer calcificaciones, en casos de tuberculosis o de determinados tumores que afectan a las glndulas suprarrenales.
4.3. Ecografa
4.3.1. Consideraciones previas
Debido a que la ecografa es un mtodo accesible, barato y relativamente sencillo, su utilizacin se ha incrementado en la valoracin del aparato urinario.
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4.4.2. Indicaciones
La urografa intravenosa es un mtodo barato y fcil de realizar que permite la evaluacin del tracto genitourinario, del sistema colector y de patologas como la necrosis papilar o lesiones uroteliales pequeas.Tambin se utiliza para hacer diagnsticos definitivos de nefroespongiosis, ureteritis qustica o seudodiverticulosis, as como para apreciar el efecto de la tuberculosis en el sistema urinario. Es una prueba que permite, asimismo, evaluar anomalas congnitas, realizar una evaluacin postoperatoria en el sistema urinario y detectar la litiasis renal recurrente. Sin embargo, deber valorarse si es oportuna o no su realizacin en otros procesos como dolor en flanco, hematuria, evaluacin del donante renal, traumatismo e hipertensin arterial.
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4.4.3. Contraindicaciones
Son las derivadas del uso de contraste yodado o de la exposicin a radiacin ionizante (embarazadas).
4.7. Arteriografa
El uso de la arteriografa en el sistema genitourinario ha quedado relegado a casos excepcionales tales como: Evaluacin de la oclusin o estenosis de la arteria renal. Evaluacin de arteriopata (displasia fibromuscular, disecciones, malformaciones, arteritis, etc.). Uso en radiologa intervencionista para embolizacin paliativa o prequirrgica de masas renales, solucin de estenosis vasculares, fstulas o sangrados.
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4.9.
Estudios radioisotpicos
Los estudios gammagrficos de riones permiten: Evaluar el filtrado glomerular y el flujo plasmtico renal. Estudiar el flujo renal relativo (hipertensin renovascular, trauma). Valorar la funcin renal relativa (obstrucciones unilaterales, traumatismo, ciruga renal previa). Evaluar la enfermedad renal cortical (pielonefritis, nefropata por reflujo o seudomasas renales).
4.10. Cistografa
La cistografa se indica siempre que se precisa evaluar enfermedades adquiridas de la miccin, reflujo vesicoureteral y dao traumtico vesical. En nios, se utiliza para apreciar anomalas congnitas del tracto urinario, que pueden ser causa de infecciones o de dilatacin del sistema excretor. En mujeres, la cistografa se utiliza para evaluar incontinencia de estrs o sospecha de divertculo uretral. En adultos, esta prueba se lleva a cabo siempre que existe hiperplasia prosttica y estenosis uretral. La cistografa puede ser: Retrgrada. Se examina la vejiga mediante llenado vesical retrgrado por catter o bien por puncin directa con aguja. Miccional. Permite evaluar la vejiga y los urteres obteniendo radiografas durante la miccin.
4.11. Pielografa
Distinguiremos dos modalidades de estudio: retrgrada y antergrada. Retrgrada. Consiste en la evaluacin del urter y pelvis-clices tras la inyeccin de contraste dentro del urter, siendo necesaria la realizacin previa de una cistoscopia para canular el orificio ureteral. Es una tcnica invasiva, no exenta de complicaciones (perforacin de la va excretora, obstruccin ureteral secundaria a inflamacin y edema).Tan slo est indicada en los casos en que deba realizarse una evaluacin ureteral y ya se hayan probado sin xito otras modalidades diagnsticas, ante la sospecha de existencia de un defecto de llenado en pelvis o de urteres detectados mediante urografa intravenosa, y en pacientes con hematuria de causa desconocida a pesar de haberse realizado ecografa,TC o urografa intravenosa. Antergrada. La dilatacin del sistema excretor urinario no siempre se debe a obstruccin mecnica. La ectasia residual secundaria a obstruccin previa, reflujo vesicoureteral, malformacin congnita o el alto flujo urinario son causas que pueden dilatar el sistema excretor sin que exista obstruccin. En aquellos casos en que la va excretora est dilatada y no se pueda demostrar gradiente de presiones entre el sistema colector superior y vejiga estar indicada esta prueba.
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Malrotacin renal. Rin plvico. Ectopia cruzada con fusin. Anomalas de fusin. Mayor incidencia de litiasis, infeccin, hidronefrosis y tumor de Wilms. Rin en herradura. Rin en torta. Variantes de los sistemas colectores: Duplicidad pilica. Duplicidad ureteral incompleta y completa. En los sistemas dobles completos es frecuente que el urter del pieln superior desemboque ectpicamente y se asocie a ureterocele, obstruyndose con facilidad. Como consecuencia de los cambios funcionales que produce en la desembocadura del urter que drena el pieln inferior, que suele ser ortotpico, es ms probable la aparicin de reflujo en este ltimo. Estenosis de la unin pieloureteral: frecuentemente bilateral y de aparicin en adultos.
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4.12.7. Hematuria
La cuanta de la hematuria no depende de la causa que la produzca. En los casos de hematuria, siempre se debe pedir que se realicen una ecografa y una urografa intravenosa, o bien una TC.
5.1. Introduccin
La orina es habitualmente de color amarillento con variaciones de intensidad que dependen de su concentracin, de tal modo que ser ms oscura cuanto ms concentrada se encuentre. La causa ms frecuente de consulta por alteracin en la coloracin de la orina es la hematuria macroscpica, en la que vamos a centrarnos en este captulo. No obstante, existen muchas otras circunstancias que pueden alterar el tono de la orina, que puede aparecer de color rojizo debido a otros elementos distintos de los hemates.Todas estas situaciones se engloban bajo el trmino seudohematuria (tabla 5.1).
Tabla 5.1.
Causas de alteracin en la coloracin de la orina
Hematuria Mioglobinuria Hemoglobinuria Frmacos
Fenacetina, antipirina Ibuprofeno Nitrofurantona, rifampicina Warfarina Fenitona Daunorrubicina, doxurrubicina, levodopa, metildopa, sulfasalacina, cloroquina, primaquina Remolacha, fresas, setas, moras, cerezas, pimientos cido rico, fosfatos, carbonatos
Cuando un paciente acude a la consulta por haber observado una coloracin anormal en su orina, lo primero que debe hacerse es un examen con tira reactiva, y si esta prueba sale negativa, debe considerarse la presencia de pigmentos o frmacos. En caso de que la prueba de la tira reactiva sea positiva, hay que analizar el sedimento; si resulta negativo, debe descartarse la presencia de mioglobinuria o hemoglobinuria, pero si da positivo, siempre que previamente se haya descartado menstruacin y relacin sexual reciente, se tratara de una hematuria.
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Tabla 5.2.
Causas de hematuria
Renales Glomerulares Glomerulonefritis primarias Glomerulonefritis secundarias Sndrome de Alport Enfermedades metablicas (hipercalciuria, hiperuricosuria) Enfermedades inflamatorias: pielonefritis Enfermedades vasculares: hipertensin arterial, vasculitis, infartos, embolias, fstulas arteriovenosas Litiasis Tumores Renomegalia no tumoral: hidronefrosis, poliquistosis, quistes
Extraglomerulares
Ureterales
Litiasis Traumatismos Vesicales Infecciones Traumatismos Tumores Prostticas Hipertrofia prosttica benigna Prostatitis Tumores Infecciones Uretra Infeccin Traumatismo Litiasis Secundaria a frmacos (anticoagulantes, ciclofosfamidas) Secundaria a enfermedades hematolgicas (drepanocitosis, alteraciones de la coagulacin) Hematuria de estrs: deportistas Hematuria esencial
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En trminos generales, la litiasis es la patologa causal de la mayora de las hematurias, seguida por las infecciones urinarias y las neoplasias genitourinarias. No obstante, estos datos pueden variar en funcin de la edad del paciente: Infancia. Infecciones urinarias, enfermedades glomerulares y anomalas estructurales y traumatismos. Adultos. Urolitiasis, infecciones, neoplasias (sobre todo, varones mayores de 50 aos), glomerulonefritis e hipertrofia prosttica benigna.
5.4.2. Anamnesis
Una buena anamnesis es fundamental, ya que permite orientar el diagnstico y, en muchos casos, puede evitar la realizacin de pruebas innecesarias. As pues, al realizar la anamnesis se debern tener en cuenta: Antecedentes familiares. Poliquistosis renal, litiasis, hematuria familiar benigna, anemias hemolticas, enfermedad de Alport. Antecedentes personales. Debe investigarse la existencia de: a) Antecedentes de infecciones previas, ya sean urinarias de repeticin, de tuberculosis o infeccin de va area (sospecha de glomerulonefritis IgA o postinfecciosa). b) Sndrome prosttico (hiperplasia benigna de prstata), clicos nefrticos o traumatismo previo, c) Sordera neurosensorial (enfermedad de Alport). d) Fibrilacin auricular (posibilidad de embolismo renal). e) Si se detecta artritis, artralgias, rash, hemoptisis, lesiones cutneas o astenia, debe sospecharse de la posibilidad de una enfermedad sistmica como lupus, vasculitis o sndrome de Goodpasture. f) Es importante preguntar por el hbito tabquico ya que se asocia a mayor riesgo de neoplasia, especialmente en varones mayores de 50 aos. Pero tambin deber descartarse la existencia de otros factores de riesgo de padecer cncer (por ejemplo, cadmio, caucho, aminas aromticas, abuso de analgsicos, ciclofosfamida, irradiacin plvica, Schistosoma haematobium). g) Asimismo, se investigarn los antecedentes de ingesta de frmacos, especialmente antiinflamatorios no esteroideos (asociados con necrosis papilar) y antibiticos (nefritis papilar). h) Debe preguntarse al paciente si ha tenido relaciones sexuales en las ltimas horas.
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La existencia de fiebre, disuria y polaquiuria indica un posible origen infeccioso; el dolor lumbar o suprapbico sugiere litiasis u obstruccin. La aparicin de sintomatologa sistmica puede indicar tumores (si bien, la mayora se presentan como hematurias asintomticas), colagenopatas y glomerulonefritis.
Tabla 5.3.
Orientacin etiolgica de una hematuria
Parenquimatosa (glomerular) Orina oscura (como Coca-cola) Sin cogulos Hemates dismrficos, espiculados Cilindruria y proteinuria Glomerulonefritis primarias Glomerulonefritis secundarias Familiar Urolgica (no glomerular) Orina rojo brillante Con cogulos Hemates isomrficos No cilindruria, ni proteinuria Infecciones, litiasis Tumores (renal, vesical, prstata) Metablica
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urocultivo y antibiograma. Un urocultivo negativo en presencia de piuria obliga a descartar la existencia de infeccin por tuberculosis y Chlamydia trachomatis. Si se han observado hematurias aisladas en pacientes jvenes, hay que valorar la posibilidad de hipercalciuria o hiperuricosuria, y si se sospecha enfermedad glomerular, se debe solicitar un estudio inmunolgico y biopsia. El estudio citolgico es til siempre que se considere que puede haber una patologa tumoral. Pruebas de imagen. Siempre que se sospeche que el paciente sufre una crisis renoureteral debe realizarse una radiografa simple de abdomen, estudio que algunos especialistas aconsejan completar con una urografa intravenosa. Generalmente, en casos de hematuria no glomerular, en Atencin Primaria se solicita como primera prueba de imagen una ecografa, por su mayor accesibilidad y porque no tiene ningn tipo de contraindicaciones al no ser necesaria para su realizacin la introduccin de contrastes. No obstante, algunos protocolos recomiendan como prueba inicial una urografa intravenosa, especialmente en los pacientes varones de ms de 50 aos en los que se sospecha de la presencia de tumores uroteliales. En pacientes mayores con signos o sntomas de enfermedad prosttica o de vejiga puede ser til la cistoscopia. Biopsia renal. Debe realizarse cuando exista la posibilidad de hematuria glomerular, as como en casos de hematurias donde, una vez completado el estudio inicial, no se llegue al diagnstico, valorando siempre el riesgo-beneficio. Marcadores moleculares. Recientemente se han introducido estos marcadores (BTA, NMP-22) para el seguimiento y evaluacin de carcinomas uroteliales. No obstante, su papel en el estudio de la hematuria todava no est determinado.
5.4.8. Tratamiento
El tratamiento depender de la causa responsable de la hematuria. Como medidas generales, se recomienda reposo relativo (absoluto en hematurias intensas) y aumentar la ingesta de lquidos.
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6. Disuria
Jos Mara Molero Garca
6.1. Definicin
La miccin es un acto voluntario e indoloro. Se define como disuria la presencia de cualquier anomala durante o inmediatamente despus de la miccin, que consiste generalmente en sensacin de ardor, escozor y dolor en la uretra. La mayora de las ocasiones se acompaa de otros sntomas urinarios (polaquiuria, nicturia, urgencia o tenesmo vesical, dificultades para iniciar la miccin, disminucin de la fuerza miccional, goteo posmiccional o dolor abdominal bajo).
6.2. Etiologa
Con mucha frecuencia la disuria es un signo de infeccin del tracto urinario (ITU). Las ITU engloban una serie de procesos que tienen en comn la presencia de microorganismos patgenos en las diferentes estructuras del sistema urinario: uretra, vejiga, rin o prstata. Segn el rea afectada, se diferencia entre infecciones de vas bajas (cistitis, sndrome uretral agudo en mujeres, uretritis, prostatitis y/o epididimitis en varones) e infeccin de vas altas (pielonefritis y absceso renal). En la tabla 6.1 se definen las diferentes entidades clnicas de etiologa infecciosa que cursan con disuria. Con menor frecuencia, la disuria puede estar ocasionada por otros procesos de origen no infeccioso: Patologa obstructiva. Hipertrofia prosttica benigna, estenosis uretrales, litiasis vesicouretral. Patologa irritativa. Cistitis intersticial, cistitis por radiacin, por citostticos, vaginitis atrfica posmenopusica (20-30% de las mujeres), txica, alrgica o medicamentosa (dopamina, cantrida, ltex). Traumatismos locales de vagina y uretra. Sondaje, cuerpos extraos, cremas y esponjas espermicidas, duchas vaginales, lavados con toallitas perfumadas. Enfermedades malignas. Carcinoma vesical o uretral (raro), adenocarcinoma prosttico, hipernefroma. Espondiloartropatas. Sndrome de Reiter, sndrome de Behet.
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Tabla. 6.1.
Sndromes clnicos de etiologa infecciosa que cursan con disuria
Sndrome clnico Cistitis Sndrome uretral agudo Definicin/Caractersticas Inflamacin de la vejiga y de la uretra. Cursa con disuria, polaquiuria, tenesmo, urgencia miccional y dolor suprapbico Cuadro clnicamente similar a la cistitis con urocultivos negativos. Puede existir piuria moderada. Suele afectar a mujeres. Causas: Infecciosas, piuria (piuria estril): ITU con baja cuantificacin de grmenes en la orina o por grmenes de crecimiento lento o en medios especiales (Mycobacterium, Corinebacterium, hongos), ETS (uretritis, cervicitis) por Chlamydia, gonococos o vaginitis (Candida,Trichomonas) No infecciosas, sin piuria: cistitis intersticial Infeccin del parnquima renal y del sistema colector, cursa con fiebre y dolor lumbar, acompaados generalmente de bacteriuria, piuria y urocultivos positivos Colonizacin bacteriana asintomtica de la pelvis o del parnquima renal en pacientes con cistitis aguda (1/3 de los casos) Factores de riesgo: antecedentes de anomala anatmica o funcional de las vas urinarias, inmunosupresin, diabetes o insuficiencia renal, cistitis de una semana de evolucin, pielonefritis aguda en el ltimo ao, ITU en varones, nios menores de 5 aos o gestantes Aguda bacteriana. Infeccin bacteriana aguda de la glndula prosttica. El paciente presenta fiebre, escalofros, malestar general, dolor lumbar o perineal, sntomas irritativos y obstructivos (dificultad para iniciar miccin, goteo posmiccional, disminucin del chorro miccional) Crnica bacteriana. Infeccin recurrente que cursa con episodios de sntomas leves irritativos y obstructivos. Cultivo de secrecin prosttica tras masaje (+) Crnica no bacteriana. Prostatitis crnica con urocultivos y secreciones prostticas negativas Prostatodinia. Clnica similar a prostatitis sin evidencia de infeccin e inflamacin Sndromes de etiologa variada, generalmente de origen infeccioso, que cursan con aumento de la secrecin o flujo vaginal y diferentes grados de molestias o prurito vulvovaginal ETS consistente en la inflamacin de uretra y endocrvix (mujer). En el varn, cursa con secrecin mucopurulenta y, en ocasiones, orquiepididimitis y en la mujer suele ser asintomtica y en ocasiones se presenta como disuria, flujo vaginal, dispareunia o sangrado poscoital. La etiologa suele ser mixta por: Chlamydia, gonococo, ureaplasma o por herpes simple.
Pielonefritis
Pielonefritis subclnica
Prostatitis
Volvovaginitis
Uretritis/cervicitis
La disuria en la mujer es generalmente infecciosa y est causada por ITU (45-80%), vulvovaginitis por Candida o Trichomonas (10-40%) o uretritis/cervicitis por Chlamydia, gonococo o herpes simple (5-25%). En las adolescentes sexualmente activas, la uretritis por Chlamydia es dos veces ms frecuente que en las mujeres de mayor edad, y debe contemplarse esta posibilidad en las mujeres ms jvenes. En el varn la disuria es debida a infeccin en el 60% de los casos, y la uretritis es ms frecuente que la prostatitis y la cistitis. En el varn joven, la uretritis es una causa frecuente, mientras que en el anciano debe sospecharse patologa prosttica (hipertrofia, prostatitis, cncer).
Disuria
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Tabla 6.2.
Diagnstico diferencial de la disuria en la mujer
Cuadro Cistitis Sntomas asociados Polaquiuria, tenesmo vesical, hematuria Exploracin/laboratorio Dolor suprapbico (20%). Piuria (+), bacteriuria y nitritos (+), urocultivo (+) Dolor a puopercusin en ngulos costovertebrales. Piuria (+), urocultivo (+) Antecedentes Relacin sexual, anticonceptivos. Obstruccin de va, instrumentalizacin Puede coincidir o ser precedida por una cistitis
Pielonefritis Malestar general, fiebre, escalofros, vmitos, dolor aguda lumbar. Polaquiuria, urgencia y disuria (frecuentes) Pielonefritis Sntomas de cistitis aguda subclnica Cistitis intersticial Urgencia, frecuencia miccional, hematuria (20%)
Dolor suprapbico, no dolor lumbar. Piuria (+), bacteriuria y nitritos (+/), urocultivos (+) Dolor suprapbico en ocasiones, puopercusin (), piuria (), bacteriuria (), urocultivo () Leucorrea, vulvovaginitis. Piuria (+/)
Presencia de factores de riesgo (vase tabla 6.1) Mujeres (90%), edad media, historia prolongada de sintomatologa Gestacin, inmunodepresin, atrofia vaginal, relaciones sexuales previas, antibioterapia previa, menstruacin
Vaginitis
Disuria externa (vulvar), prurito vaginal, flujo vaginal, dispareunia. No hematuria, ni polaquiuria o urgencia Asintomtico en general o disuria interna (inicio de miccin) y polaquiuria, frecuente asociacin a cervicitis (75% de los casos) Disuria en la primoinfeccin (80%), fiebre, malestar general, mialgias, fotofobia, dolor vulvar
Uretritis
Relacin sexual previa No dolor suprapbico, dolor asociado a enfermedad no protegida inflamatoria plvica, secrecin uretral infrecuente. Presencia de flujo vaginal. Piuria (+), urocultivo () Lesiones vesiculosas en vulva y regin del pubis, flujo vaginal (75%). Dolor vaginal y adenopatas locales Relacin sexual no protegida
Herpes genital
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La hematuria es ms frecuente en las ITU que en el resto de procesos. Las relaciones sexuales se asocian a diferentes causas de disuria en la mujer: en general, la cistitis poscoital se desarrolla en un perodo de tiempo ms corto tras la relacin que la uretritis (7-14 das) o las vaginitis (1-2 meses despus). La presencia de flujo vaginal anmalo est presente tanto en uretritis como en vaginitis. La dispareunia y la caracterstica de la disuria (externa) se asocian con frecuencia a las vulvovaginitis. Los cuadros de ITU en el varn tienen caractersticas similares a los que se presentan en la mujer. En la uretritis, la secrecin uretral es ms frecuente en el varn que en la mujer. Una ITU con sntomas de malestar general y fiebre en el varn obliga a descartar procesos como la pielonefritis, prostatitis aguda u orquiepididimitis. En la prostatitis aguda, el paciente consulta por fiebre, escalofros, sndrome miccional y dolor perineal o lumbar. En el tacto rectal, se evidencia una prstata inflamada, dolorosa e indurada, pero no es recomendable realizarlo por el riesgo de bacteriemia. La presencia de piuria es una constante y el urocultivo permite aislar el germen responsable. En la prostatitis crnica, la piuria y el urocultivo suelen ser negativos, y no se palpa agrandamiento de la glndula. La presencia de disuria con hematuria sin piuria en el varn es caracterstica de litiasis urinaria y de enfermedades malignas (carcinoma vesical). En la anamnesis de la disuria en mujeres no debe obviarse la historia ginecolgica y los hbitos sexuales. La exploracin vaginal slo es precisa si existiese clnica compatible con vulvovaginitis. En el varn se deben descartar lesiones en genitales (herpes). La historia y la exploracin tambin deben orientarse hacia la deteccin de otras causas no infecciosas de disuria (obstructivas, irritativas, txico-medicamentosas, tumorales, enfermedades reumatolgicas).
Disuria
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nea para realizar un diagnstico diferencial de la disuria desde la atencin primaria, fundamentalmente ante la sospecha de ITU no complicada en mujeres, sin necesidad de recurrir al cultivo. La positividad de estas pruebas es suficiente para iniciar de forma emprica el tratamiento de la ITU. Otros mtodos especficos. Se recurrir a la realizacin de exudados vaginales, cervicales y uretrales, en funcin de la sospecha etiolgica de la disuria.
Sospecha vaginitis No
Tratamiento vaginitis
Tiras LE-N
Piuria Bacteriuria + Riesgo PNF subclnica S No + Urocultivo Posible cistitis Antibioterapia pauta corta (3 das) Urocultivo
ITU antibioterapia
Cistitis intersticial
Curacin
Urocultivo
Cistitis
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Orquiepididimitis
Curacin No Infeccin complicada o no bacteriana S Cultivo postratamiento Tratamiento especfico PNF: pielonefritis.
Infeccin no bacteriana
7.1. Conceptos
Poliuria: emisin de ms de 3 litros de orina en 24 horas. Polidipsia: aumento de la ingestin de lquidos. Polaquiuria: aumento del nmero de micciones. Nicturia: aumento de produccin y emisin de orina nocturna. Oliguria: diuresis inferior a 400 ml/24 h. Anuria: ausencia de formacin de orina. (Algunos especialistas incluyen bajo este concepto diuresis inferiores a 100 ml/24 h. La oligoanuria se produce entonces cuando la diuresis se encuentra entre 100-400 ml/24 h.)
7.2. Poliuria
7.2.1. Concepto y etiologa
En circunstancias normales, una persona sana presenta una diuresis de 1.500 ml en 24 horas. La produccin de volmenes de orina superiores a 3 litros al da se define como poliuria. Son muchas las patologas que pueden ocasionar un aumento de la cantidad de orina, y aunque en algunas ocasiones este trastorno se justifica por la ingestin de grandes volmenes de lquido de forma deliberada, en otras revela una alteracin en los mecanismos de concentracin de la orina. Por este motivo resulta vital la realizacin de una buena anamnesis y una exploracin fsica completa. La poliuria puede ser osmtica (como consecuencia de la excrecin de muchos solutos que arrastran el agua) o acuosa (cuando los mecanismos de concentracin de la orina estn alterados y se pierde mucha agua con la eliminacin de solutos) (tabla 7.1). Si bien el diagnstico final de las poliurias es complejo y muchas veces slo susceptible de ser realizado por los especialistas adecuados, es necesaria una buena orientacin diagnstica para poder llegar a ste. Por eso resulta esencial conocer algunas nociones bsicas sobre las tres afecciones ms importantes que deben tenerse en cuenta al realizar el diagnstico diferencial de toda poliuria: Polidipsia primaria. Este trastorno se caracteriza por la supresin fisiolgica de la secrecin de vasopresina como consecuencia de la ingesta voluntaria y deliberada de grandes cantidades de agua. Es ms frecuente en mujeres, su curso es progresivo y, generalmente, no se acompaa de nicturia.
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Tabla 7.1.
Clasificacin de las poliurias
Poliurias acuosas Diabetes inspida Central: idioptica, tumores, traumtica, granulomas, meningitis, sfilis, tuberculosis, sndrome GuillainBarr, accidentes vasculares. Nefrognica: nefropatas tubulointersticiales (pielonefritis, por analgsicos, mieloma, amiloidosis, sndrome de Sjgren, hipercalcemia, hipopotasemia, anemia, clulas falciformes), frmacos (litio, difenilhidantona, anfotericina, propoxifeno, demeclociclina, metoxiflurano) y congnitas. Polidipsia primaria: psicgena, enfermedad hipotalmica y frmacos (anticolinrgicos, tioridacina, clorpromacina). Diuresis de solutos: glucosa, manitol, contrastes, insuficiencia renal crnica. Sndromes natriurticos: nefropata, prdida de sal, necrosis tubular aguda, diurticos.
Poliurias osmticas
Diabetes inspida central. Est producida por una disminucin de la sntesis de vasopresina, lo que conlleva una poliuria acuosa que se corrige con vasopresina. La ciruga y los tumores son las causas ms frecuentes. Generalmente, comienza de forma brusca y se acompaa de nicturia. Diabetes inspida nefrognica. En este proceso la cantidad de vasopresina es normal, pero falla su accin renal. Se produce, por tanto, una poliuria acuosa que no se corrige con vasopresina. Entre las causas que la ocasionan destacan las nefropatas tubulointersticiales, frmacos (litio, anfotericina B y etanol), hipercalcemia e hipopotasemia. Menos frecuentemente est originada por causas congnitas.
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Ante la sospecha de diabetes inspida o polidipsia primaria, debe derivarse al paciente al especialista adecuado.
7.3. Oliguria
7.3.1. Definicin y clasificacin
La oliguria, que se define como una disminucin del volumen urinario inferior a 400 ml/24 h, se clasifica teniendo en cuenta la naturaleza de sus causas: Causas prerrenales: fracaso renal, hipovolemia, sepsis, deshidratacin, vmitos. Causas renales: glomerulonefritis, fracaso renal, necrosis tubular. Causas posrenales: hipertrofia prosttica, tumores, litiasis, frmacos.
7.4. Nicturia
7.4.1. Concepto y etiologa
Se define como la existencia de micciones nocturnas, y puede ser consecuencia tanto del aumento del volumen de orina como de la capacidad vesical reducida. La existencia de un residuo posmiccional, asociado o no a inestabilidad vesical, puede contribuir como mecanismo de produccin. Las causas de nicturia pueden ser: Cualquier poliuria. Edemas (insuficiencia cardaca, cirrosis, sndrome nefrtico). Frmacos, caf y alcohol (por su efecto diurtico), sobre todo si se toman antes de acostarse. Infecciones, tumoraciones (desde un adenoma hasta un cncer de prstata).
8. Retencin de orina
Jos Carlos Martn Martnez
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Tabla 8.1.
Causas de retencin aguda de orina
Congnitas Orgnicas Valvas de uretra posterior Estenosis uretral congnita Hipertrofia primaria del cuello vesical Plipos y divertculos uretrales Estenosis del meato uretral Hipospadias Fimosis Prolapso de la mucosa uretral (F) Disfunciones neurgenas secundarias a: Mielodisplasias Espina bfida Intrnsecas Luminales Litiasis uretral o vesical Cogulos uretrales o vesicales Cuerpos extraos uretrales o vesicales Parietales Tumores uretrales Infeccin/inflamacin uretral Estenosis uretral Divertculo uretral Prolapso de mucosa uretral (F) Carncula uretral (F) Extrnsecas Hipertrofia/esclerosis del cuello vesical Prostatitis aguda/crnica Tumores benignos de prstata: hipertrofia, etc. Tumores malignos de prstata Tumor vesical con extensin al cuello Procesos de vecindad: tumores, abscesos Traumatismos pelvianos Yatrogenia vesicouretral Fimosis Procesos ginecolgicos malignos (F) Miomas uterinos (F) Quistes de ovario (F) Impactacin fecal Cistocele gigante (F) Craurosis vulvar (F) Neuropatas perifricas Diabetes mellitus Alcoholismo Alteraciones de la inervacin sensitivo-motora Traumatismos Hernia discal Tumores del cono medular Psicgena Ansiedad Histeria Refleja: tras ciruga pelviana Frmacos Anticolinrgicos Simpaticomimticos
Funcionales
F: afectacin a la mujer.
Retencin de orina
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8.2.5.2. Particularidades
Se debe evitar el sondaje uretrovesical en pacientes con RAO en los que se observe uretrorragia tras traumatismo pelviperineal, pues con ello podemos convertir una rotura incompleta de la uretra en una rotura completa. En estos casos, debe procederse a colocar una cistostoma suprapbica percutnea (talla vesical).
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Tampoco debe intentarse el sondaje a toda costa; si no se puede franquear la uretra por la razn que sea, lo prudente es colocar una talla vesical. La instrumentacin es la causa ms frecuente de estenosis de uretra en la actualidad. Una vez se logra acceder a la vejiga, debe realizarse un vaciamiento gradual de sta para evitar la posible aparicin de hematuria ex vacuo o de espasmos vesicales.Al principio deben vaciarse 100150 ml cada 5 minutos. En casos conocidos en que la obstruccin que provoca la RAO es debida a cogulos, se debe colocar de entrada una sonda gruesa, 20-22 Fr, de doble corriente, para practicar lavados, primero manuales y luego continuos, con el fin de evacuar el mximo de cogulos existentes y evitar que otros nuevos obstruyan la propia sonda. En general, la sonda debe mantenerse conectada a bolsa como mnimo durante una semana, segn el volumen de orina evacuado, esperando la recuperacin funcional de la estructura de la pared de la vejiga. Las tallas vesicales se mantendrn hasta efectuar el diagnstico etiolgico.
8.3.3. Diagnstico
En ocasiones, el globo de orina residual que distiende la vejiga es palpable; otras veces la medida del residuo posmiccional mediante cateterismo asptico o ecografa aportar las claves diagnsticas oportunas. La ecografa, adems, permitir conocer el estado del tramo urinario superior. La radiografa simple de abdomen para aparato urinario puede hacer manifiesta la grasa vesical como signo de distensin dentro del marco de la pelvis sea; el urograma intravenoso mostrar la posible dilatacin del tramo urinario superior, una vejiga distendida con signos de lucha y un elevado residuo en la placa posmiccional. Deben practicarse los anlisis que demuestren el grado de insuficiencia renal y de alteracin metablica secundarias.
8.3.4. Tratamiento
Se debe procurar el vaciado vesical hasta lograr la estabilizacin de la funcin renal y la mejora del aparato urinario, dejando el catter permanente hasta poder tener un diagnstico etiolgico.
Retencin de orina
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En todos los casos se debe sospechar ITU y, de existir, tratarla convenientemente. Tambin hay que anticiparse a posibles cuadros de poliuria postobstructiva que pueden acarrear incluso la deshidratacin, sobre todo en pacientes ancianos, si no se realiza la oportuna reposicin hidroelectroltica y el control de la acidosis metablica; por ello, se debe medir estrictamente la diuresis y, tras las primeras horas de observacin, reponer a razn de dos tercios de las prdidas, generalmente con suero fisiolgico hipotnico (0,45%) con o sin bicarbonato, hasta la normalizacin de la diuresis y de las alteraciones metablicas. La hiperpotasemia suele normalizarse sin medidas adicionales.
9. Incontinencia urinaria
Pilar Valero Lance
9.1. Introduccin
9.1.1. Concepto
Miccin normal. Vaciado del contenido de la vejiga cuando sta ha llegado a su capacidad fisiolgica y el lugar y los condicionamientos sociales son los adecuados. Es voluntaria, completa, satisfactoria, a intervalos de tiempo distanciados, demorable y, ocasionalmente, por la noche. Incontinencia urinaria (IU). Prdida involuntaria de orina que es objetivamente demostrable y que genera un problema higinico y social.
9.2. Fisiopatologa
9.2.1. Recuerdo anatmico y fisiologa de la miccin normal
La vejiga urinaria est constituida por una mucosa interna, tejido conectivo y fibras musculares lisas que constituyen el msculo detrusor, responsable de la expulsin de la orina. En el cuello de la vejiga se hallan unos haces de fibras musculares que desempean un papel importante en el mantenimiento de la continencia urinaria. La pared de la uretra est compuesta por msculo estriado entrelazado con un importante plexo vascular. En el varn se describen dos esfnteres uretrales funcionales: uno interno constituido por el cuello vesical y la uretra prosttica y un esfnter uretral externo de las mismas caractersticas que el nico esfnter uretral en la mujer. En este esfnter comn es importante la funcin de la musculatura del suelo plvico, adems de la propia musculatura uretral. En la miccin podemos distinguir dos fases: de llenado y de vaciado.
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Incontinencia urinaria
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Tratamiento no farmacolgico Terapia conductual: a) Miccin programada. Este entrenamiento vesical consiste en hacer micciones en perodos de tiempo fijos, sin esperar a que el paciente tenga ganas de orinar, y posteriormente se va aumentando el tiempo entre micciones de forma gradual. b) Diario miccional. La persona tendr que orinar siguiendo unos intervalos fijos, establecidos a partir de sus necesidades individuales. La diferencia entre este mtodo y la miccin programada consiste en que, aunque en los dos sistemas se anima a la persona a que retrase la miccin hasta completar el intervalo, en ste el paciente puede ir al aseo si no puede retrasar la miccin, aunque siempre que ocurra esto habr que revisar el patrn de miccin y disminuir el intervalo. Dispositivos teraputicos: a) Estimulacin elctrica. La neuromodulacin del nervio sacro se presenta como una novedosa forma de terapia para tratar la vejiga inestable refractaria a otros tratamientos.
Tabla 10.1.
Etiologa del dolor escrotal agudo
Etiologa Vascular Torsin del cordn espermtico (torsin funicular, torsin testicular) Torsin de apndices o anejos testiculares o epididimarios Torsin testicular intermitente Infarto testicular Varicocele Trombosis de la vena espermtica Epididimitis Orquitis Gangrena de Fournier Traumatismos escrotales cerrados Traumatismos testiculares abiertos (penetrantes) (contina)
Infecciosa
Traumtica
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Dermatolgica
De vecindad
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Como se ha explicado previamente, si al llegar a este punto las sospechas diagnsticas son firmes se debe instaurar precozmente el tratamiento apropiado, especialmente si ste es quirrgico.
Ecografa. Puede ser demostrativa de tumores, abscesos, gas intraescrotal, rotura de la albugnea testicular, hidtide aumentada de tamao o epiddimo engrosado. Por s sola no es un arma fidedigna para valorar la torsin funicular. Gammagrafa testicular. Es muy precisa en el asesoramiento sobre el flujo sanguneo testicular, sobre todo en las primeras horas de inicio del cuadro doloroso; tiene el grave problema de su poca disponibilidad. Eco-Doppler color. Permite visualizar la anatoma vascular intratesticular, distinguirla de la de la pared escrotal y, aadiendo imgenes de ecografa convencional, evaluar hernias, hidroceles, traumatismos, lesiones inflamatorias y tumorales. Su mxima rentabilidad la tiene en el diagnstico de la torsin funicular y el seguimiento de lesiones inflamatorias y de algunos traumatismos.
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10.1.4.5. Tratamiento
Detorsin manual. Puede intentarse si es inevitable la demora en el traslado del paciente al quirfano. La efectividad de la maniobra la marca el alivio del dolor. Aun logrndolo, hay que realizar la intervencin para practicar una fijacin testicular (orquidopexia) bilateral. La mayor parte de los testes se tuercen de sentido lateral a medial. La detorsin se har a la inversa: el derecho en sentido contrario a las agujas del reloj y el izquierdo en el mismo sentido (en el sentido de descruzar las piernas). Ciruga urgente. La viabilidad del testculo torsionado va a depender del tiempo transcurrido desde el inicio de la torsin: 85% en las 6 primeras horas, 70% a las 10 horas, y 20% a partir de entonces. Desde el punto de vista funcional, es ms sensible la espermatognesis que la secrecin hormonal. La ciruga consiste en la detorsin del lado afecto, valoracin de su viabilidad (paos calientes 20-30 minutos) y, segn sea viable o no, orquidopexia u orquiectoma.Adems, se realizar fijacin del testculo contralateral, pues en ms del 50% de los casos comparten el defecto anatmico ambos escrotos.
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10.1.5.3. Diagnstico
A las manifestaciones clnicas anteriores se aade una exploracin fsica compatible: eritema escrotal leve, ligero hidrocele reaccional y, aunque no es constante, s es patognomnico en este caso el signo del punto azul que seala al apndice necrtico a travs del escroto.
10.1.5.4. Tratamiento
Al ser un proceso autolimitado, pues en 10-15 das degenera, la ciruga no es el tratamiento de eleccin. El tratamiento es sintomtico a base de antiinflamatorios no esteroideos tipo ibuprofeno, y debe valorarse la evolucin. Si hay dudas en cuanto al diagnstico, lo ms recomendable es realizar una exploracin quirrgica.
10.1.6.2. Etiologa
Aunque puede ser bacteriana, abacteriana o qumica-traumtica, desde un punto de vista general se considera la causa infecciosa ascendente como la responsable de la mayora de estas afecciones, desde un foco uretral, prosttico o vesical, y pueden estar favorecidas por alteraciones estructurales (valvas uretrales, estenosis, vejiga neurgena, urter ectpico, alteracin del cuello vesical), maniobras invasivas del tracto urinario (sondajes, instrumentaciones) o el coito. Los microorganismos responsables varan en funcin de la edad: Los nios pequeos suelen padecer anomalas estructurales y obedecen a E. coli, P. aeruginosa, S. faecalis, etc. En edad prepuberal sin anomalas, la causa suele ser yatrognica. En la edad pospuberal, hasta los 35 aos aproximadamente, suelen tener relacin con la actividad sexual: C. trachomatis, N. gonorrhoeae. Tras los 35-40 aos, vuelven a ser E. coli, cocos grampositivos y P. aeruginosa las bacterias predominantes, pues reaparece la patologa urolgica subyacente: hipertrofia benigna de prstata (HBP), estenosis de uretra, litiasis vesical.
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10.1.6.4. Diagnstico
Es fundamentalmente clnico, pudiendo apoyarse en datos analticos como leucocitosis con desviacin a la izquierda, piuria en el sedimento urinario y bacteriuria en algunas ocasiones (no as si son enfermedades de transmisin sexual [ETS]), aunque todo ello puede estar ausente sin que se excluya el diagnstico. La ecografa puede aportar datos como el aumento de tamao del epiddimo, de ecogenicidad anormalmente heterognea; reas hipoecoicas bien delimitadas sugieren la posibilidad de abscesos; por ello la ecografa es til en estos casos, as como para diferenciar los tumores del testculo. En los nios, posteriormente y tras el tratamiento, el estudio debe dirigirse a descartar anomalas estructurales, funcionales, o ambas, del aparato genitourinario.
10.1.6.5. Tratamiento
Los objetivos que se persiguen son aliviar las molestias y la curacin microbiolgica. Medidas generales. Reposo en cama o domiciliario, la elevacin del escroto y el fro local mejoran los fenmenos inflamatorios y las molestias, pudiendo aadir analgsicos y antiinflamatorios segn la tolerancia individual. En casos de dolor grave, se pueden efectuar infiltraciones del cordn espermtico con anestsicos locales en el tubrculo pubiano. Antiinfecciosos. Inicialmente el tratamiento ha de ser emprico en espera del resultado de un urocultivo si se tom la muestra oportunamente: a) Nios, prepberes, ancianos y varones que practican sexo anal. Se deben cubrir coliformes con antibiticos de amplio espectro: trimetoprim-sulfametoxazol, quinolonas (mayores de 12 aos) o asociar aminoglucsidos o monobactmicos. La duracin del tratamiento ser de 10 a 14 das.
b) Cuando se sospeche ETS (adultos pospuberales hasta los 40 aos), el rgimen tera-
putico habitual consiste en una dosis nica de ceftriaxona parenteral de 250 mg, a la que se asociarn tetraciclinas durante 10 das.Tambin son tiles como monoterapia las quinolonas, 14-21 das. Casos complicados. Si se presentan con un cuadro de sepsis, son pacientes de riesgo o evolucionan hacia el absceso, deben ingresar en un centro hospitalario para iniciar tratamiento endovenoso, hidratacin y drenaje si fuese preciso.
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Tabla 10.2.
Causas de aumento del tamao escrotal
Aumento de tamao doloroso (vase Dolor escrotal agudo)
Torsin funicular Torsin de los apndices testiculares Epididimitis Hernia inguinal incarcerada o estrangulada Tumor Traumatismo: hematocele Hidrocele/espermatocele Hernia inguinoescrotal Varicocele Tumor Edema escrotal
Aumento no doloroso
(en orden de frecuencia)
10.2.2.1. Anamnesis
Ha de ser detallada. La edad es un dato importante ya que algunas patologas son ms frecuentes a determinadas edades: as, por ejemplo, los procesos isqumicos se hacen raros tras la pubertad, que es cuando aumenta la incidencia de los inflamatorios; las neoplasias son ms frecuentes entre los 20 y 40 aos. Se debe interrogar al paciente sobre antecedentes traumticos y la magnitud de stos (a veces un mnimo traumatismo puede poner de manifiesto un tumor testicular); intervenciones quirrgicas previas (vasectoma), cronologa y evolucin de la masa. Los procesos inflamatorios suelen ocasionar cuadros agudos o de crecimiento rpido, y por lo general los tumores o procesos infecciosos especficos (tuberculosis genitourinaria) tienen un crecimiento lentamente progresivo. El dolor acompaa a procesos isqumicos e infecciosos y a algn tumor testicular que crece o sangra bruscamente. Pueden existir molestias miccionales concomitantes o previas (ITU) u otras infecciones o procesos sistmicos de otros lugares del organismo (tuberculosis, parotiditis, cirrosis con hipertensin portal) que puedan condicionar en su evolucin una afectacin escrototesticular. Cuando exista compromiso del estado general y fiebre elevada, se debe pensar en un proceso infeccioso agudo o isqumico evolucionado, y pueden requerir ingreso hospitalario para su control.
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La sensacin de palpar como una bolsa de gusanos en el hemiescroto izquierdo, sobre todo si aumenta con la maniobra de Valsalva, es caracterstica del varicocele. El espermatocele se palpa como un aumento circunscrito en el polo superior del teste; el hidrocele no permite palpar ste cuando es de moderado a gran volumen. Los quistes del cordn espermtico se palpan ms craneales y permiten la palpacin correcta del testculo independiente. La transiluminacin o diafanoscopia (iluminacin del contenido escrotal con una fuente de luz en una estancia oscura) debe realizarse siempre: es positiva con el contenido lquido del hidrocele, espermatocele, quistes de cordn grandes y algunas hernias, y negativa en las neoplasias, procesos inflamatorios, hernias y traumatismos con hematocele.
10.2.3. Patologas que aumentan el tamao escrotal 10.2.3.1. Procesos isqumicos o inflamatorios agudos
(vase Dolor escrotal agudo)
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roso en el escroto en jvenes entre 20 y 40 aos de edad (son los tumores slidos ms frecuentes a esa edad). Pueden acompaarse de molestias vagas o pesadez en hemiabdomen inferior, aunque en alguna ocasin manifiesten dolor agudo por crecimiento rpido con hemorragia y necrosis. No transiluminan, aunque pueden tener hidrocele. Pueden presentarse como epididimitis que no mejora tras un tratamiento antibitico oportuno. Los tumores testiculares benignos son raros (menos del 1%): teratoma infantil, quistes epidermoide, dermoide, simple, de albugnea o tumor adenomatoide. La ecografa testicular es el mtodo diagnstico por excelencia. Antes de practicar una orquiectoma inguinal se debe obtener un anlisis de sangre para medir los marcadores tumorales: alfafetoprotena y gonadotropina corinica humana (hCG) beta, as como lactato deshidrogenasa (LDH) y fosfatasa alcalina placentaria; la estadificacin se realizar mediante radiografa de trax y TC abdominopelviana. Como factores de riesgo pueden mencionarse la criptorquidia, testes atrficos e historia de infertilidad, siendo la primera la ms claramente relacionada.
11.1.2. Etiologa
En la edad adulta, las causas ms frecuentes son: Enfermedades metablicas: diabetes, gota, oxalosis, cistinosis. Enfermedades sistmicas: lupus, esclerodermia, vasculitis. Enfermedades vasculorrenales (incluye la hipertensin arterial). Glomerulonefritis y pielonefritis crnicas. Nefropatas tubulointersticiales. Nefropatas txicas o por frmacos. Segn el sexo, el predominio se reparte: En varones: glomerulonefritis y nefropatas vasculares. En mujeres: pielonefritis y nefropatas por frmacos.
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Tabla 11.1.
Clasificacin de la IRC segn aclaramiento de creatinina
Leve Moderada Avanzada Terminal Ccr 120-60 ml/min Ccr 30-59 ml/min Ccr 10-29 ml/min Ccr < 10 ml/min
72 x Cr (sangre) F es 085 en mujeres, y 1 en hombres.
Asintomtico Poliuria, nicturia, anemia Uremia, acidosis, osteodistrofia Tratamiento renal sustitutivo
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Tabla 11.2.
Indicaciones de ecografa para el mdico de familia
HTA con repercusin visceral y de difcil control Sospecha de HTA secundaria de origen renal Clicos renales e infecciones urinarias de repeticin Sospecha de uropata obstructiva Dolor lumbar persistente y de etiologa no filiada Hematuria sin infeccin urinaria Proteinura persistente y alteracin del sedimento urinario
HTA: hipertensin arterial.
Mediante la radiografa simple de abdomen se visualiza el tamao renal, las calcificaciones y las alteraciones groseras del contorno. La utilidad de la urografia intravenosa se basa en la evaluacin del tamao, forma de los riones y va excretora. Da una idea de la funcin renal, aunque conlleva cierto riesgo por el contraste. Con la tomografa axial computerizada se visualizan imgenes retroperitoneales, as como tumores renales y quistes. La resonancia magntica (RM) es de gran resolucin para la evaluacin de alteraciones vasculares. Por su parte, la arteriografa renal selectiva sirve tanto para el estudio de la estenosis de la arteria renal como para el tratamiento sobre el rbol vascular (stent, dilataciones). La biopsia renal slo est justificada cuando se estime que el diagnstico puede influir en el tratamiento que se debe realizar.Ante la sospecha de enfermedades como nefritis, lupus eritematoso sistmico (LES), hipertensin arterial (HTA), mieloma y glomerulonefritis progresivas est perfectamente justificada la realizacin de biopsia.
Tabla 11.3.
Factores de progresin de la insuficiencia renal transitoria
Infeccin urinaria HTA no controlada Obstruccin urinaria Abuso de analgsicos Deshidratacin Hiperfosfatemia
HTA: hipertensin arterial.
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Tabla 11.4.
Causas tratables
Insuficiencia cardaca Vmitos o diarrea Exceso de diurticos Abuso de AINE o IECA Nefrotxicos Nefritis activa Estenosis arteria renal
AINE: antiinflamatorio no esteroideo; IECA: inhibidor de la enzima conversora de la angiotensina.
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Los IECA son los frmacos de eleccin (aunque debe controlarse el riesgo de hiperpotasemia) seguidos de los calcioantagonistas, betabloqueantes o alfabloqueantes, ARAII, y de los diurticos de asa (slo en caso de edema e hiperhidratacin). La hipercolesterolemia se beneficia del tratamiento con inhibidores de la HMG-Coa reductasa, y los pacientes con hipertrigliceridemia, con fibratos; en ambos casos es necesario vigilar los efectos secundarios (rabdomiolisis). En el control de la glucemia, se persigue que la HbA1C sea inferior al 7%, con la dieta, ejercicio y la insulina si se precisa, ya que los antidiabticos orales estn contraindicados. En el metabolismo fosfoclcico, se tratar precozmente con restriccin de la ingesta de protenas de la dieta, y se suministrarn carbonato o acetato clcico (2-6 g) cuando el FG sea inferior a 40 ml/min. En caso de hipocalcemia o hiperparatiroidismo secundario se administrarn metabolitos de la vitamina D (calcitriol 0,25-1,25 g/da) controlando peridicamente la calcemia y fosfatemia. La anemia sintomtica o hematocrito inferior al 30 % se trata administrando por va subcutnea 25-100 U/kg de EPO (eritropoyetina humana recombinante) tres veces a la semana, hasta niveles del 31-36 %; en caso de dficit de folatos y de hierro, se darn suplementos. El prurito se trata sintomticamente (antihistamnicos y cremas), y slo si se logra corregir la calcemia y la fosfatemia, se podra beneficiar de la paratiroidectoma. La insuficiencia cardaca se corrige con diurticos y con el control de la TA, as como con la correccin de la anemia (Hb < 10 g/dl) y de las posibles arritmias. La hiperpotasemia precisa restringir alimentos ricos en K+, corregir la acidosis y, en caso necesario, aadir las resinas de intercambio inico (5-10 g orales con comida). La hiperuricemia se tratar con 100-300 mg/da de alopurinol, si hay clnica de gota, o si el cido rico es superior a 10 mg/dl.
12.1. Concepto
La litiasis renal, urolitiasis, nefrolitiasis o litiasis renoureteral es la enfermedad caracterizada por la aparicin de clculos en el aparato urinario superior (parnquima renal, clices, pelvis y urter). Constituye una causa importante de morbilidad, antes que de muerte o fracaso renal y origina un considerable sufrimiento en los pacientes y un elevado coste socioeconmico.
12.2. Epidemiologa
La tasa de prevalencia en los pases desarrollados oscila entre el 4 y el 20% y la de hospitalizacin, entre el 0,03 y el 0,1%. En Espaa, tiene una prevalencia del 4,16% y una incidencia del 0,27%. El 75% de las litiasis se soluciona espontneamente (expulsin del clculo), pero el 25% restante precisa actuacin urolgica. La mayor tasa de incidencia se da entre la tercera y quinta dcadas de la vida, con un claro predominio en varones (4:1). Las mujeres presentan niveles urinarios ms bajos de calcio, oxalato y cido rico y ms altos de citrato que los hombres, y sta quizs sea la causa por la que los clculos son ms frecuentes en los varones, excepto en el caso de litiasis coraliformes, secundarias a infecciones por organismos urealticos, que son ms comunes en las mujeres. Las tasas de recurrencia a los 5 aos llegan al 35-50% y bajan al 12% en aquellos individuos que aumentan la ingesta de lquidos. A los 10 aos las recidivas alcanzan el 65%, pero existen muchas variaciones intraindividuales. En pacientes sometidos a litotricia por litiasis recidivantes las recurrencias a los 7 aos alcanzan al 51% de los sujetos.
12.3. Fisiopatologa
Todos los clculos renales se forman por cristalizacin en los tbulos o en el sistema colector de materiales que habitualmente son excretados por la orina, de manera que el clculo puede formarse slo cuando la orina est sobresaturada con respecto a sus cristales constituyentes. La orina es una solucin salina, que segn la concentracin de solutos que contiene se encuentra en tres niveles de saturacin. La orina hiposaturada (baja concentracin de sales) no precipita y, por tanto, no hay cristalizacin. La orina metaestable est sobresaturada, pero en equilibrio, no producindose cristalizacin por la accin de determinados inhibidores (polifosfatos, magnesio, citrato, glucoprotenas, mucopolisacridos cidos, cinc, etc.). Los acontecimientos que suelen desencadenar la nucleacin son un aumento transitorio de la sobresaturacin superior al nivel de la metaestabilidad, un cambio mantenido en el pH urinario, o bien la adicin de sustancias que constituyen el ncleo interno o matriz orgnica de los clculos (detritus celulares, restos uroteliales, moco, bacterias, otros cristales, etc.) sobre las cuales se adhieren y se acumulan los iones, aumentando de esta forma su concentracin local.
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Tabla 12.1.
Factores patognicos comunes en la urolitiasis
Sobresaturacin Deshidratacin pH urinario Orina cida: aumenta la incidencia de clculos de cido rico Orina alcalina: aumenta la incidencia de clculos de fosfato clcico y fosfato amnico magnsico (estruvita) Desencadenantes de litognesis: matriz de mucoprotenas, cristales de cido rico y de fosfato clcico que favorecen la aparicin de clculos de calcio Inhibidores de formacin de clculos Citrato, magnesio y pirofosfatos inhiben la formacin de clculos de oxalato clcico Protenas renales como la nefrocalcina, mucoprotena de Tamm-Horsfall y la uropontina inhiben el desarrollo de clculos de calcio Anomalas anatmicas Lesiones de la mdula espinal y enfermedades neurolgicas degenerativas facilitan los clculos de fosfato amnico magnsico Rin esponjoso medular y rin doble o en herradura facilitan la formacin de clculos de calcio
12.4. Etiopatogenia
La litiasis renal es una enfermedad poco homognea de origen multicausal. En su etiopatogenia destacan factores extrnsecos e intrnsecos. Los factores extrnsecos incluyen aquellos componentes de la dieta y estilos de vida que se ha demostrado que estn implicados en la gnesis de clculos renales. Una dieta rica en protenas, carbohidratos refinados y sodio tiene un papel patognico evidente en la formacin de clculos de oxalato clcico, mientras que la ingesta de potasio y de lquidos se relaciona inversamente con el riesgo de clculos. La disminucin de la ingesta de alimentos ricos en purinas es ampliamente recomendada para la prevencin de clculos de cido rico.Todava es controvertido el papel que desempea la ingesta diettica de calcio y oxalato en la prevencin de clculos renales, sobre todo en pacientes con antecedentes previos de litiasis. Diferentes estudios observacionales han mostrado una relacin inversa entre la ingesta de calcio diettico y el riesgo de clculos en hombres y mujeres sin antecedentes de clculos renales, lo que podra deberse a la disminucin de la absorcin intestinal de oxalato y, por consiguiente, a la reduccin en su excrecin urinaria, aun cuando en los estudios referidos la ingesta de calcio no fue la nica variable implicada, puesto que los individuos que consuman mayor cantidad de alimentos ricos en calcio tambin ingeran niveles ms altos de lquidos, potasio, magnesio y fosfatos. Hasta la fecha, ningn ensayo se ha diseado para demostrar la efectividad de la restriccin diettica de calcio en formadores de clculos renales. Los factores intrnsecos se relacionan con la predisposicin gentica del individuo: raza blanca, edad, sexo varn, antecedentes familiares y anormalidades anatmicas o funcionales. Los antecedentes de vasectoma previa tambin se han correlacionado con litiasis renal en varones menores de 46 aos.
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Tabla 12.2.
Valores de los principales elementos implicados en la urolitiasis
Orina Diuresis: 1.000-2.000 ml pH: alrededor de 6 en orina reciente Cociente calcio/creatinina: < 0,2 Calcio en orina de 24 horas: < de 4 mg/kg peso y da o: < 250 mg en mujeres < 300 mg en varones cido rico en orina de 24 horas: < 800 mg en varones < 750 mg en mujeres Oxalato en orina de 24 horas: < 45 mg Citrato en orina de 24 horas: > 350 mg Magnesio en orina de 24 horas: > 70 mg Fosfato en orina de 24 horas: < 1.400 mg Sodio en orina de 24 horas: 27-287 mEq Potasio en orina de 24 horas: 26-123 mEq Plasma Calcio: 9-10,5 mg/dl Sodio: 135-145 mEq/l cido rico: 3,5-7 mg/dl Creatinina: < 1,4 mg/dl Aclaramiento de creatinina: 75-130 ml/min Magnesio: 1,2-2,8 mg/dl Potasio: 3,4-4,5 mEq/l Fsforo: 2,5-4,5 mg/dl
La calcemia es uno de los parmetros bioqumicos que el organismo trata de mantener con ms precisin. El calcio inico, no unido a protenas, se filtra por el glomrulo, reabsorbindose en un 98-99%. El 60% de la reabsorcin ocurre en los tbulos proximales y el resto en el tbulo distal, donde es controlado por la parathormona (PTH). Para mantener el nivel srico de calcio, el organismo cuenta con tres mecanismos: absorcin intestinal de calcio, el depsito y la resorcin en los huesos y la excrecin renal y fecal de calcio. La PTH, el metabolito activo de la vitamina D
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(1,25-dihidroxicolecalciferol o calcitriol) y la calcitonina participan en este mecanismo de regulacin. La secrecin de PTH es estimulada por un descenso de los niveles plasmticos de calcio o magnesio o un aumento de los niveles de fsforo. La PTH eleva la calcemia actuando en dos rganos: en el hueso (donde aumenta la liberacin de calcio como consecuencia del incremento de la actividad de los osteoclastos y del descenso de la de los osteoblastos) y en el rin (donde favorece la reabsorcin tubular de calcio y la sntesis del metabolito activo de la vitamina D). La vitamina D (colecalciferol) se hidroxila a 25-hidroxicolecalciferol en el hgado y a 1,25-dihidrocolecalciferol o calcitriol en el rin, que es el metabolito activo y acta sobre tres rganos. En el intestino aumenta la absorcin de calcio y fsforo, en el hueso incrementa la resorcin de calcio y en el rin favorece la reabsorcin tubular del calcio. La sntesis de 1,25-dihidroxicolecalciferol se estimula ante la deficiencia plasmtica de calcio y fsforo. La calcitonina, secretada por las clulas parafoliculares o C del tiroides, desempea un efecto menor en la regulacin de la homeostasis del calcio y su efecto fundamental es inhibir la resorcin sea. Entre las principales afecciones nosolgicas favorecedoras de litiasis oxaloclcica, encontramos la hipercalciuria (39% de los casos), la hiperoxaluria (32%), la hipocitraturia (29%), la hiperuricosuria (23%), la hipomagnesiuria (23%) y el bajo volumen urinario (32%). La hipercalciuria idioptica se caracteriza por hipercalciuria y normocalcemia y una transmisin autosmica dominante. Afecta por igual a ambos sexos y es la causa ms frecuente de clculos recurrentes, estimndose que justifica hasta el 50% de todos los clculos de oxalato clcico. Existen dos subtipos principales de hipercalciuria idioptica: la hipercalciuria absortiva y la hipercalciuria por prdida renal de calcio. Dentro de las hipercalciurias absortivas se distinguen, a su vez, tres grupos. La hipercalciuria absortiva tipo I se caracteriza por una absorcin incrementada del calcio diettico a pesar de dietas hipocalcmicas (de menos de 400 mg de calcio diarios). La alteracin radicara en una produccin primaria excesiva de 1,25-dihidroxicolecalciferol o secundaria, como en el caso de la sarcoidosis o intoxicacin por vitamina D, lo cual llevara a un incremento de la absorcin intestinal de calcio y de la resorcin sea. Este aumento de la absorcin incrementa la carga srica de calcio que, a su vez, inhibe la PTH y disminuye la reabsorcin tubular de calcio apareciendo hipercalciuria. La hipercalciuria absortiva tipo II slo se manifiesta con dietas ricas en calcio y se debe a una hiperabsorcin del calcio de la dieta sin que exista un aumento del 1,25-dihidroxicolecalciferol. La hipercalciuria por fuga tubular de fosfatos o tipo III (sndrome de Toni-Debr-Fanconi) se debe a una disminucin de la reabsorcin tubular de fosfatos, lo que origina una hipofosfatemia y el consiguiente incremento en la sntesis de calcitriol (1,25-dihidroxicolecalciferol) e hipercalciuria. La hipercalciuria renal o excretora o hipercalciuria por escape o prdida renal de calcio se debe a una alteracin de la reabsorcin del calcio en el tbulo proximal. El descenso transitorio en el calcio srico estimula la secrecin de PTH, que a su vez incrementa la sntesis de 1,25-dihidroxicolecalciferol (calcitriol) y, por tanto, la absorcin intestinal de calcio (hiperparatiroidismo secundario). Las tiacidas, que aumentan la reabsorcin tubular de calcio, corregirn la prdida renal de ste y, por consiguiente, el hiperparatiroidismo secundario. El hiperparatiroidismo primario es otra causa de nefrolitiasis con clculos de oxalato clcico y tambin de fosfato clcico. En el 90% de los casos se debe a un adenoma nico que provoca la secrecin excesiva de PTH. sta incrementa la sntesis de 1,25-dihidroxicolecalciferol facilitando la absorcin intestinal de calcio y fsforo. Los niveles aumentados de PTH producen hipercalcemia e hipercalciuria (la llamada hipercalciuria resortiva), que incrementan la supersaturacin de oxalato clcico en la orina. Existe tambin una serie de enfermedades que pueden producir hipercalcemia (hipervitaminosis D, hipertiroidismo, sarcoidosis, neoplasias, mieloma, enfermedad de Paget, etc.) o hipercal-
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ciuria (diurticos no tiacdicos, enfermedad de Wilson, displasias tubulares, etc.) y condicionar, por tanto, la aparicin de litiasis de oxalato clcico. La excrecin urinaria baja de citrato (cifras inferiores a 350 mg/24 h) es un rasgo comn entre los pacientes que forman clculos, especialmente entre las mujeres. La acidosis tubular renal, las alteraciones intestinales y la hipercalciuria idioptica se pueden asociar con niveles bajos de citrato en la orina, debido a la presencia de acidosis metablica en las dos primeras o por causa desconocida en la tercera. Cualquiera que sea la causa, el nivel bajo de citrato facilita la formacin de clculos al disminuir la concentracin de citrato clcico en la orina, que es una sal soluble, y contribuye al aumento de los niveles de calcio inico. La hiperoxaluria (excrecin urinaria diaria de oxalato superior a 45 mg) puede deberse a una dieta alta en alimentos ricos en oxalato (tabla 12.3), a diversas enfermedades digestivas o a sobreproduccin endgena (hiperoxaluria primaria). Cualquiera que sea la causa, aumenta la sobresaturacin urinaria de oxalato clcico.
Tabla 12.3.
Grupos de alimentos ricos en componentes litognicos
Alimentos ricos en calcio Leche y derivados (yogur, quesos, batidos, chocolate, mantequilla), pizzas, yema de huevo, sardinas en conserva, salmn, lenguado, almejas, ostras, crustceos, caracoles, higos secos, avellanas, judas blancas, espinacas, remolacha. Alimentos ricos en oxalato Remolacha, nabo, ruibarbo, espinacas, guisantes, endibias, acelgas, t, cacao, bebidas de cola. Alimentos ricos en uratos Hgado de cerdo, riones, sesos y mollejas de ternera, jamn serrano, boquerones, sardinas, anchoas, mejillones, almejas, judas, garbanzos, lentejas, liebre, conejo, gallina, pollo, ternera, vaca, cordero, embutidos, bacalao, caballa, lenguado, merluza, langostinos, langosta, guisantes, coliflor, esprragos, espinacas. Alimentos ricos en metionina Huevos, pescado, carne, queso, trigo, soja, cacahuetes.
La hiperoxaluria intestinal se produce por sndromes de malabsorcin del intestino delgado de cualquier etiologa. As, las resecciones intestinales, el bypass yeyunoileal por obesidad, enfermedades inflamatorias como la enfermedad de Crohn o enfermedades pancreticas o hepticas exponen la mucosa colnica a detergentes como las sales biliares y cidos grasos que lesionan su revestimiento epitelial e incrementan su permeabilidad a molculas como azcares, aminocidos y oxalato. Adems, los cidos grasos de la esteatorrea forman complejos con el calcio, disminuyendo as el calcio disponible en la luz intestinal para fijar oxalato. La hiperoxaluria primaria representa el 90% de los casos de oxaluria y se trata de una enfermedad grave de la infancia que tiene una herencia autosmica recesiva. La formacin de clculos a menudo comienza en la niez y las altas tasas de excrecin de oxalato urinario (superiores a 135-270 mg/da) originan nefropata intersticial e insuficiencia renal crnica. En ancianos, la hiperoxaluria constituye el principal factor de riesgo para las litiasis recurrentes de oxalato clcico. La hiperuricosuria (excrecin urinaria de ms de 800 mg/da de cido rico en el hombre y 750 mg en la mujer) contribuye a la formacin de clculos de oxalato clcico a travs de procesos de nucleacin heterognea, formando la matriz orgnica sobre la que cristalizar el oxalato clcico.
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procedimiento finalmente utilizado depender del tamao, la localizacin y la composicin del clculo, de la situacin laboral y social particular del paciente, de la instrumentacin de la que disponga el hospital y de la experiencia personal del mdico que est tratando a ese paciente. La litotricia extracorprea posibilita la fragmentacin de los clculos mediante ondas de choque de alta energa. Constituye una tcnica de gran inocuidad y en la actualidad representa el mtodo de tratamiento de eleccin en la mayora de los pacientes que precisan extraccin quirrgica de clculos renales y de aquellos localizados en el urter superior. Permite tratar clculos de hasta 3 cm de dimetro, y consigue que el paciente expulse la mayor parte de las partculas de desintegracin en un plazo de 2-4 semanas. Sus mayores limitaciones radican en el tratamiento de los clculos del urter inferior, debido a la ms difcil localizacin ecogrfica de stos, y slo el embarazo contina siendo una contraindicacin absoluta. La ureteroscopia transuretral permite acceder por va endoureteral hasta los clculos y extraerlos directamente cuando son de pequeo tamao. Es una tcnica ms difcil que la litotricia, requiere ingreso hospitalario y anestesia general y se asocia a un mayor nmero de complicaciones (normalmente estenosis ureteral y sepsis). Sin embargo, la ureteroscopia retrgrada es un tratamiento de primera eleccin para muchos clculos ureterales proximales y en clculos de la porcin media del urter (ala sacra), sobre todo cuando son mayores de 10 mm, as como en aquellos con aspecto radiolgico de dureza, en los clculos de cistina, en los que son radiotransparentes y en los de mujeres en edad frtil. En los clculos del urter distal, la ureteroscopia consigue tasas de xito prximas al 100%, y es habitualmente una tcnica que se realiza en pacientes ambulatorios y que la mayora de los urlogos dominan adecuadamente. La nefrolitotoma percutnea est indicada en los clculos de gran tamao (mayores de 3 cm de dimetro), sobre todo si son de cistina, en los que se presentan en personas obesas y en los de tipo coraliforme. En algunas situaciones concretas, entre ellas las anomalas de la anatoma renal, el trasplante renal y la obstruccin de las vas urinarias superiores, la nefrolitotoma es el tratamiento de eleccin. La ciruga abierta est indicada en algunos clculos coraliformes complejos, en malformaciones congnitas o adquiridas del drenaje infundibular, plvico o ureteral y cuando fracasan las tcnicas comentadas anteriormente.
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(gota, enfermedad inflamatoria intestinal, hiperparatiroidismo), historia familiar de urolitiasis y tipo de dieta (ingesta de calcio, sodio y protenas). El examen fsico suele ser normal. Hallazgos poco frecuentes que pueden resultar tiles en el diagnstico son los tofos gotosos, la queratopata en banda (hipercalcemia) y la linfadenopata con o sin esplenomegalia (enfermedades mieloproliferativas o sarcoidosis). Las pruebas de laboratorio comienzan con el anlisis mineralgico del clculo, si se dispone de ste. Los pacientes con clico nefrtico deben, por tanto, filtrar sistemticamente su orina a travs de una malla fina para intentar recuperar el clculo. Los estudios de laboratorio continan con diferentes determinaciones de sangre y orina, segn se trate del primer episodio de litiasis renal o de una litiasis recidivante, de los factores de riesgo de litiasis y de la edad y situacin clnica general del paciente. La batera analtica incluye un anlisis completo de la primera orina de la maana, con cultivo en caso de piuria o bacteriuria, determinacin del volumen urinario de 24 horas y cuantificacin de la excrecin de calcio, cido rico, oxalato, citrato, fosfato, urea, creatinina, potasio, sodio y magnesio.Tambin resultan tiles pruebas especiales como el test de acidificacin urinaria (importante en el diagnstico de la acidosis tubular renal) y la cuantificacin de la calciuria despus de una semana de dieta pobre en calcio y sal (ingesta diaria inferior a los 400 mg de calcio y 100 mEq de sodio) y tras sobrecarga de calcio, de manera que puedan diferenciarse las distintas hipercalciurias (tabla 12.4).
Tabla 12.4.
Principales hallazgos de laboratorio en las diferentes situaciones favorecedoras de litiasis renal
Suero PO4 N N N o N N N o N N Orina de 24 horas Ca (So) Uri Oxal o N N N N N N N N N N N N N N N N N N N N
Ca Hipercalciuria absortiva Tipo I Tipo II Tipo III Hipercalciuria renal Hiperparatiroidismo Hiperuricosuria Hiperoxaluria Hipocitraturia Acidosis tubular renal N N N N N N o N N
PTH N o N o N o N N o N N o
Ca No o N o N N N N o
Citr N N N N N N
Ca: calcio; Ca (So): calciuria tras dieta hipercalcmica; PO4: fosfato; PTH: hormona paratiroidea; Uri: niveles de cido rico; Oxal: niveles de oxalato; Citr: niveles de citrato; N: niveles normales; : aumento de niveles; : descenso de niveles.
Una dieta pobre en calcio y sal puede lograrse disminuyendo la adicin de sal comn y evitando la ingesta de alimentos precocinados y de productos lcteos y derivados (tabla 12.3). Puede ser interesante disponer del pH urinario en varias muestras de orina a lo largo de diferentes das y del test del nitroprusiato (prueba de Brandt) para descartar cistinuria. La deteccin de pH superiores a 7,5 es tpica de la litiasis infectiva y los pH inferiores a 5 son frecuentes en la litiasis rica. En sangre, pueden determinarse niveles de calcio, fosfato, cido rico, creatinina, sodio, potasio, cloro, magnesio, fosfatasa alcalina, tiroxina y PTH. El estudio radiolgico se limita, en la mayora de los pacientes, a una radiografa simple de abdomen y a una ecografa urolgica. La radiografa detecta la presencia de clculos a lo largo de la va urinaria, siempre que stos sean mayores de 2 mm de dimetro y contengan calcio. Los clculos de cido rico y de cistina son radiotransparentes y no se ven en la radiografa simple. En
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la ecografa renal, el clculo de cualquier composicin es una formacin hiperecognica con sombra posterior, al no permitir el paso del sonido. Los clculos de tamao inferior a 5 mm son difciles de identificar. Con la ecografa tambin se pueden detectar signos indirectos de obstruccin de las vas urinarias, como es la presencia de hidronefrosis, y valorar el grosor del parnquima renal. Los clculos localizados en el urter no son accesibles a los ultrasonidos, siendo til la ecografa en estos casos, slo para informar de la repercusin sobre el rin, pero no para el diagnstico. La urografa intravenosa est indicada siempre que no se hayan podido visualizar los clculos por los mtodos anteriores. Es el procedimiento radiolgico ms sencillo para definir la anatoma de las vas urinarias y la presencia y localizacin de los clculos. El mdico de familia ha de ofertar a todos sus pacientes con litiasis renal un estudio metablico bsico o simplificado y debe reservar el estudio completo o exhaustivo para aquellos pacientes con litiasis recurrentes o varios factores de riesgo para la recidiva (tabla 12.5) o en situaciones especiales (por ejemplo, pacientes monorrenos, con enfermedades metablicas activas, nefrocalcinosis o con mltiples litiasis bilaterales). El estudio o evaluacin completa es ms propio del mbito especializado, lo que no excluye que el mdico de cabecera tenga la posibilidad de realizarla si se siente capacitado para ello y sas son las necesidades y deseos del paciente.
Tabla 12.5.
Factores de riesgo susceptibles de evaluacin metablica completa
Criterios clnicos Antecedentes familiares de litiasis Enfermedades seas Gota rica Infecciones urinarias recidivantes Litiasis infantiles y juveniles (en menores de 20 aos) Monorreno por litiasis Litiasis recidivantes Criterios radiolgicos Litiasis bilateral Litiasis en rin nico Nefrocalcinosis Fragmentos residuales tras litotricia Litiasis coraliforme Criterios analticos Cistinuria Hipercalcemias, hipercalciurias, o ambas Hiperoxalurias Hiperuricemias, hiperuricosurias, o ambas Hipocitraturias
A pesar de la mayor rentabilidad diagnstica lograda con un estudio completo, habitualmente existen los mismos condicionantes fisiolgicos y ambientales en los individuos con un nico episodio de litiasis renal y en quienes presentan recidivas, por lo que la informacin obtenida en la evaluacin bsica suele ser suficiente en muchos casos, mxime teniendo en cuenta que se obtienen beneficios con la ingesta de lquidos y con una terapia nica y no selectiva con citrato potsico magnsico en las litiasis recidivantes de oxalato clcico, independientemente de que exista o no hipocitraturia. La propuesta de estudio bsico o limitado debera ofrecerse siempre a todos los pacientes con litiasis renal y comprende la realizacin de una historia clnica, una exploracin fsica, un examen bsico de laboratorio, una radiografa simple de abdomen, y una ecografa abdominal o una uro-
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grafa intravenosa, o ambas, si no pudo visualizarse el clculo por los mtodos anteriores. El estudio analtico incluira el anlisis del clculo (si pudo ser recuperado) y determinaciones en suero (niveles de calcio, fsforo, cido rico y creatinina) y en orina (cuantificacin de niveles en 24 horas de calcio, cido rico, citrato, oxalato, fosfato, magnesio, creatinina y urocultivo, examen de sedimento y pH urinario). La recoleccin de orina de 24 horas debe hacerse con dieta libre, sin cambios en las condiciones de vida habituales del paciente. Esta analtica urinaria debe repetirse a los 10-15 das dada la marcada variabilidad intraindividual en la mayora de los parmetros (tabla 12.2).Adems, la solicitud de esta segunda orina de 24 horas es una buena estrategia para mejorar la rentabilidad de la evaluacin limitada si el primer anlisis no revel anormalidades metablicas. El resumen de los principales hallazgos del laboratorio en las diferentes situaciones favorecedoras de litiasis renal se muestra en la tabla 12.4. Para realizar un tratamiento racional de la litiasis renal se han de conocer la composicin del clculo, las alteraciones metablicas existentes y los factores de riesgo. En la tabla 12.6 se expone el tratamiento de las principales variedades de clculos renales, teniendo en cuenta que la decisin de tratar con frmacos a pacientes con historia de un nico episodio de urolitiasis es un tema muy debatido. Existe un mayor consenso en la necesidad de tratar a los pacientes con formacin recurrente de clculos.
Tabla 12.6.
Tratamiento especfico de los diferentes tipos de litiasis
Tipo y etiologa de los clculos Calcio Hipercalciuria absortiva Hipercalciuria por prdida renal de calcio Hipercalciuria resortiva (hiperparatiroidismo) Hipercalciuria por fuga tubular de fosfatos Hiperoxaluria Hipocitraturia cido rico Hiperuricosuria Idioptico (pH urinarios persistentemente bajos) Fosfato amnico magnsico (litiasis infecciosa) Cistina
Tratamiento Dieta ms hidroclorotiazida (Hidrosaluretil), 50 mg/da, y citrato potsico (Acalka), 30 mEq/da, o fosfato de celulosa (Anacalcit), 15 g/da Hidroclorotiazida (50 mg/da) y citrato potsico (20 mEq/da) Etiolgico (exresis del adenoma paratiroideo) Jarabe de ortofosfatos (1,2-2 g/da)a Dieta ms citrato potsico (40 mEq/da) o DEAE-celulosa (15 g/da)b Dieta ms citrato potsico (10-60 mEq/da) Dieta pobre en purinas ms alopurinol (Zyloric), 300 mg/da ms citrato potsico (30 mEq/da) Alcalinizar la orina con citrato potsico (30-60 mEq/da) Dieta con abundantes lquidos y mantener la orina estril: cido acetohidroxmico (Uronefrex), 150-250 mg/8 h Dieta con abundantes lquidos y pobre en alimentos ricos en metionina, alcalinizar la orina (bicarbonato sdico,TRIS o citrato potsico). D-penicilamina (Cupripen) o tiopronina (Acadione) en casos graves
El jarabe de ortofosfatos se expende como frmula magistral: fosfato monosdico (5 g), fosfato bipotsico (5 g), cloruro magnsico (50 g), llevar a pH 4,7 y jarabe hasta 500 ml. Si existe hipertensin, puede sustituirse el fosfato monosdico por bipotsico. b DEAE-celulosa: dietilaminoetil-celulosa.
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Finalmente, en la figura 12.1 se expone una propuesta de actuacin prctica ante un paciente con clico nefrtico. Conviene previamente aclarar que aunque la prevalencia de la litiasis renal y la incidencia de episodios de clicos nefrticos pudieran hacer pensar lo contrario, lo cierto es que una vez diagnosticados, las recomendaciones posteriores sobre el seguimiento y pruebas que se deben realizar en este tipo de pacientes, as como la periodicidad, se fundamentan en datos empricos aportados por la experiencia de los diferentes grupos de expertos ms que en estudios orientados a demostrar la rentabilidad y utilidad de las pruebas. En el esquema propuesto en la figura 12.1 se sugiere la abstencin de realizar una evaluacin metablica en todos aquellos pacientes mayores de 65 aos con un clico nefrtico resuelto espontneamente, salvo que existiesen datos de enfermedad causal. En el resto de pacientes, la actitud depender de los diferentes diagnsticos obtenidos en la evaluacin metablica limitada o completa que en cada caso se hubiese hecho. Una revisin anual, que incluya la realizacin de una evaluacin metablica adaptada a cada caso individual, puede ser una estrategia adecuada, pudiendo aadirse la peticin de tcnicas de imagen (radiografas, ecografa, o ambas) si se sospechan recurrencias. En aquellos pacientes que hubieren presentado complicaciones como infeccin, prdida de la funcin renal o que reciben tratamiento farmacolgico ha de adoptarse una actitud ms incisiva y aconsejarles acudir a menores intervalos de tiempo a una evaluacin clnica y funcional.
12.1. Estudio y seguimiento del paciente con clico nefrtico.
Clico renal
No Valoracin previa S Actuacin individualizada segn los diagnsticos y tratamientos previos Clculos mltiples de calcio Clculo de cido rico, cistina o estruvita
Nefrocalcinosis
Evaluacin metablica completa y tratamiento etiolgico Revisiones anuales Considerar derivacin al especialista
13.1. Introduccin
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se definen como una serie de procesos que tienen en comn la presencia de microorganismos patgenos en las diferentes estructuras del sistema urinario: uretra, vejiga, rin y prstata. Constituyen la segunda causa ms frecuente de infeccin despus de las del aparato respiratorio, y afectan a todos los grupos de edad, aunque son ms comunes en nios y ancianos, con predominio del sexo femenino. La incidencia y prevalencia estn tambin muy relacionadas con las caractersticas del paciente (instrumentalizacin de la va urinaria, hospitalizacin, institucionalizacin, embarazo o presencia de patologas asociadas).
13.2. Etiologa
La mayora de las infecciones son producidas por un nico germen. Puede ser polimicrobiana en pacientes que llevan sonda vesical permanente, tienen una vejiga neurgena o una fstula vesicointestinal o vesicovaginal. En las infecciones extrahospitalarias, el patgeno ms frecuente es Escherichia coli (sin grandes variaciones entre los diferentes grupos de edad y sexo), seguido de Staphylococcus saprophyticus (segunda causa ms frecuente de ITU en mujeres jvenes sexualmente activas), Proteus mirabilis y Klebsiella pneumoniae. En infecciones adquiridas en el mbito hospitalario y en las infecciones recurrentes, sobre todo cuando hay anomalas estructurales del tracto urinario, se observa un aumento significativo de la frecuencia relativa de las infecciones causadas por especies de Proteus, Klebsiella, Enterobacter, Pseudomonas y Enterococcus. En pacientes con manipulacin instrumental del tracto urinario o sonda vesical, aparecen grmenes como Streptococcus faecalis, Staphylococcus aureus y epidermidis. Cuando la cateterizacin es prolongada (ms de 30 das), acaba producindose infeccin en casi todos los pacientes, aunque la tcnica de sondaje y los posteriores cuidados del paciente sean excelentes, siendo habituales la presencia de infecciones polimicrobianas, por otros grmenes como Enterococcus, Corynebacterium urealitycum o Providencia stuartii y por especies de Candida. Las infecciones por hongos son tambin ms frecuentes en pacientes con diabetes mellitus, en aquellos que han recibido tratamiento previo con antibiticos, tienen obstruccin del flujo urinario o han sido sometidos a trasplante renal.
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Cistitis. Consiste en la inflamacin de la vejiga y de la uretra. Cursa con disuria (dificultad o dolor asociados a la miccin), polaquiuria (miccin frecuente y dolorosa), tenesmo, urgencia miccional y dolor suprapbico. La orina se caracteriza por ser de poca cantidad y turbia, y a veces con hematuria macroscpica. Entre el 25-35% de las mujeres de entre 20 y 40 aos de edad tienen una historia clnica de infeccin urinaria. En varones de menos de 50 aos, las cistitis son menos frecuentes, aunque pueden verse favorecidas por una serie de factores como relaciones sexuales con mujeres altamente colonizadas por uropatgenos, ausencia de circuncisin y homosexualidad. Aproximadamente, un 30% de los pacientes con cistitis aguda puede presentar colonizacin bacteriana asintomtica de la pelvis o del parnquima renal (pielonefritis subclnica). Existe ms riesgo de que se produzca cuando hay antecedentes de anomala anatmica o funcional de las vas urinarias, inmunosupresin, diabetes o insuficiencia renal, en clnica de ms de una semana de evolucin, infeccin urinaria previa en el ltimo mes o infecciones por Proteus, y cuando afecta a varones, nios menores de 5 aos o embarazadas. Sndrome uretral agudo. En ocasiones, la uretritis, las cistitis no infecciosas y algunos episodios de vaginitis causadas por grmenes de transmisin sexual (C.trachomatis y con menos frecuencia N. gonorrhoeae) cursan con un cuadro similar clnicamente a las cistitis, pero con urocultivos negativos (recuentos de 102-10 UFC/ml). En varones aparece exudado uretral. Prostatitis aguda. La prostatitis aguda bacteriana se considera un subtipo de infeccin urinaria. Se proponen dos orgenes etiolgicos: en un caso existira reflujo de orina infectada a travs de los canales eyaculadores y prostticos hacia la glndula y en el otro la infeccin se originara a travs del meato, fundamentalmente durante las relaciones sexuales. Los pacientes pueden presentar fiebre, escalofros, malestar general, dolor lumbar o perineal, y sntomas irritativos (disuria, polaquiuria, dolor al eyacular, urgencia miccional y estranguria) y obstructivos (nicturia, disminucin del chorro urinario, goteo, dificultad para el inicio de la miccin).Tpicamente, la glndula est sensible e inflamada, firme e irregular. Existe una recomendacin muy extendida de no realizar tacto rectal porque, tericamente, se puede producir bacteriemia secundaria. El antgeno prosttico especfico (PSA) se encuentra alto, normalizndose tras el tratamiento. Se debe considerar la posibilidad de la presencia de absceso prosttico cuando el paciente no responde de forma adecuada al tratamiento. Prostatitis crnica. Las prostatitis crnicas bacterianas son la causa ms frecuente de infecciones urinarias recurrentes en el varn. De forma caracterstica, los pacientes estn asintomticos entre episodios. Los sntomas pueden ser muy variables, en relacin con el vaciado de la vejiga (sntomas de leves a moderados de disuria, polaquiuria o dificultad al orinar, con dolor o malestar en la zona perianal), junto con dolor lumbar, en testculos, epiddimo o pene, febrcula y artromialgias. Puede aparecer secrecin uretral, hematospermia y evidencia de orquiepididimitis secundaria. La prstata es normal en el tacto rectal. Prostatitis crnica no bacteriana. Es mucho ms frecuente que la prostatitis bacteriana. Se define como una prostatitis crnica con cultivos de orina y de las secreciones prostticas negativas. Su etiologa sigue sin aclararse. Se ha relacionado con infecciones por Chlamydia trachomatis o Ureaplasma urealyticum, aunque son muchos los especialistas que cuestionan esta afirmacin. Los sntomas son similares a los de la prostatitis bacteriana crnica, pero el paciente no refiere historia previa de infecciones de orina. La exploracin fsica generalmente es anodina, y algunos pacientes presentan dolor a la palpacin de la prstata. Pielonefritis aguda (PNA). Es la infeccin del parnquima renal y del sistema colector, acompaada generalmente de bacteriuria y piuria. Puede complicarse con una bacte-
Infecciones urinarias
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riemia o con abscesos renales. Aparece fiebre brusca de 38-40 C, escalofros, dolor en fosa renal, a veces irradiado a epigastrio o tracto urinario inferior, y habitualmente sntomas relacionados con el tracto urinario inferior (polaquiuria, urgencia miccional, disuria) que pueden preceder a la fiebre y a los sntomas del tracto superior en 1 o 2 das. Puede acompaarse de sntomas constitucionales. En pacientes ancianos puede presentarse como sndrome confusional agudo y en diabticos, como hiperglucemia, sin otros sntomas; tambin puede manifestarse como una cistitis. Absceso renal. Consiste en una coleccin purulenta localizada en el parnquima renal (intrarrenal o perirrenal), consecuencia de focos bacterimicos o como complicacin de una pielonefritis aguda. Presenta sntomas similares a la PNF, con una instauracin ms larvada e insidiosa (duracin de 1 a 3 semanas). Se debe sospechar cuando una pielonefritis no mejora tras 48-72 horas de tratamiento correcto. Bacteriuria asintomtica. Ausencia de sntomas clnicos en pacientes con bacteriuria significativa (ms de 100.000 UFC/mm3 de bacterias de la misma especie) en dos urocultivos consecutivos. Afecta, principalmente, a nios menores de un ao, ancianos y embarazadas. Es habitual que aparezca bacteriuria asintomtica hasta en el 10-20% de los ancianos, con bajo riesgo de morbimortalidad. La prevalencia es mayor en las mujeres y en ancianos institucionalizados y aumenta progresivamente con la edad. En gestantes, la prevalencia de bacteriuria asintomtica es del 2-10%, ligeramente superior a la que se obtiene en la mujer no gestante, pero con mayor repercusin clnica, siendo ms frecuentes tanto los episodios de infecciones sintomticas y la progresin a pielonefritis como el riesgo de parto prematuro y de bajo peso al nacer.
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germen resistente al tratamiento inicial, insuficiencia renal, clculos o necrosis papilar por abuso de analgsicos. Es necesario estudiar el motivo de esta persistencia.
Infecciones urinarias
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A diferencia de la reducida y predecible variedad de agentes etiolgicos de la infeccin no complicada, las infecciones complicadas pueden ser causadas por una gran variedad de bacterias, muchas de las cuales son resistentes a mltiples agentes antimicrobianos. El espectro clnico va desde bacteriuria asintomtica o cistitis leve a sepsis urinaria que pone en peligro la vida del enfermo.
13.4. Diagnstico
Una infeccin urinaria se diagnostica mediante criterios clnicos (que definirn la localizacin y la gravedad de la ITU) y una confirmacin de la presencia de grmenes en orina con urocultivo. La aparicin de bacterias en la orina (bacteriuria) no es suficiente para confirmar el diagnstico de una infeccin urinaria, ya que puede ser el resultado de una contaminacin de la muestra en el momento de su recoleccin al entrar la orina en contacto con la flora uretral o pieriuretral durante la miccin. Se considera que existe infeccin urinaria cuando hay bacteriuria significativa por cumplirse alguno de los siguientes criterios: 105 unidades formadoras de colonias (UFC)/ml de orina por miccin espontnea de no coliformes. 102 UFC/ml de coliformes en mujeres con sintomatologa (difcil de detectar con el tamao habitual de muestras de urocultivo) o 103 UFC/ml de bacterias en varones sintomticos. 102 UFC/ml de bacterias en una muestra obtenida con un sondaje. Cualquier crecimiento bacteriano (en paciente sintomtico o asintomtico) en una muestra obtenida por puncin suprapbica. En las cistitis, pielonefritis y prostatitis agudas, el urocultivo suele ser positivo (con E. coli como germen ms frecuente). En la prostatitis crnica, el mtodo clsico para establecer el diagnstico consiste en realizar estudios de localizacin prosttica, haciendo cultivos fraccionados por el mtodo de Stamey-Meares (el urocultivo es negativo o con bajo recuento en la orina de la miccin inicial, hacindose positivo tras masaje prosttico). En la prostatitis crnica, el lquido prosttico debera mostrar ms de 10 leucocitos por campo de gran aumento y el cultivo del organismo causante del proceso. Con frecuencia se observan recuentos inferiores a 100.000 colonias por mililitro. En la prostatitis crnica no bacteriana, las secreciones prostticas muestran al menos 10 leucocitos por campo de gran aumento, con cultivos estriles. A pesar de ser el mtodo diagnstico de referencia, los urocultivos slo estn indicados en caso de infecciones recurrentes, en presencia de factores de riesgo de colonizacin renal (varones, insuficiencia renal, ancianos, etc.), o cuando la presencia de bacteriuria entrae un riesgo (como en el embarazo). Los mtodos diagnsticos indirectos, como el estudio del sedimento urinario con aparicin de piuria (> 10-15 leucocitos por campo) y bacteriuria o los tests de diagnstico rpidos (tiras reactivas de orina) basados en la deteccin de nitritos en orina, o la esterasa leucocitaria (de interpretacin similar a la presencia de piuria en el estudio microscpico), pueden dar un diagnstico de sospecha, y generalmente son suficientes para comenzar el tratamiento en los casos de mujeres jvenes, sin necesidad de hacer un urocultivo que confirme el diagnstico sospechado. Las exploraciones complementarias no son necesarias en la mayor parte de las infecciones urinarias no complicadas. En algunos casos, se precisa un estudio morfolgico o funcional de las vas urinarias que permita buscar las causas o detectar las complicaciones de las infecciones urinarias. En los nios, la prueba ms usada es la cistouretrografa retrgrada, que permite descartar la existencia de reflujo vesicoureteral, presente en el 30% de los menores de 5 aos con ITU.
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La urografa intravenosa (UIV) se realiza de forma diferida en adultos con pielonefritis de repeticin, clculos u otras causas de obstruccin, ITU superiores complicadas, mujeres con infecciones recurrentes por el mismo germen (sobre todo si es Proteus) y, en el posparto, si tuvieron bacteriuria asintomtica de repeticin o pielonefritis durante el embarazo. La ecografa renal se puede realizar con carcter urgente en pacientes con sospecha de ITU superior, sobre todo con antecedentes de pielonefritis previas, obstruccin, clculos o deterioro del estado general, o para la deteccin de abscesos renales. En caso de no llegar a un diagnstico definitivo con ecografa en pacientes con deterioro del estado general, se realizar una tomografa computarizada (TC) abdominal. Las ecografas prostticas permiten detectar abscesos prostticos en casos de falta de respuesta al tratamiento adecuado de una prostatitis aguda.
Tabla 13.1.
Factores a considerar en la eleccin del tratamiento antimicrobiano en las infecciones urinarias
Aspectos relacionados con el husped Historia de alergias medicamentosas Edad y sexo Embarazo Antecedentes patolgicos: estado inmunitario, trastorno de la funcin renal o del sistema colector, trastornos de la funcin heptica Aspectos relacionados con la infeccin Tipo de infeccin: aislada o recurrente, de vas altas o bajas, sintomtica o no Origen de la infeccin: hospitalario o comunitario Factores desencadenantes: relaciones sexuales, sonda urinaria Aspectos relacionados con el antimicrobiano Efectos secundarios Propiedades farmacocinticas y farmacodinmicas: va, excrecin, posologa, etc Espectro antibacteriano y efecto sobre la flora vaginal y fecal Prevalencia de resistencias locales a los uropatgenos (no deben superar el 20%) Coste-efectividad
A continuacin se exponen las pautas ms aceptadas en el tratamiento de los diferentes sndromes clnicos relacionados con la presencia de infeccin en el tracto urinario (tablas 13.2 y 13.3).
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Tabla 13.2.
Tratamiento teraputico de las infecciones urinarias en mujeres
Situacin Cistitis aguda no complicada Pautas de tratamiento Monodosis va oral con: Fosfomicina-trometamol 3 g, dosis nicaa Pauta de 3 das, va oralb: Amoxicilina-clavulnico (500 mg/8 h) Cefalexina (250-500 mg/8 h) Nitrofurantona (100 mg/6 h) Norfloxacino (400 mg/12 h) Ofloxacino (200 mg/12 h) Ciprofloxacino (250 mg/12 h) Comentarios Tratamiento emprico, sin urocultivo No usar de forma emprica cotrimoxazol, amoxicilina, ni cido pipemdico (resistencias superiores al 20%) Se aconseja reservar el uso de fluoroquinolonas No requiere estudio urolgico, ni urocultivo posterior al tratamiento si ste ha sido eficazc Descartar PNA subclnica, vaginitis y uretritis Requiere confirmacin al menos una vez con un urocultivo previo Los estudios urolgicos suelen ser normales, salvo en recidivasd Estudiar relacin con coito. Evitar espermicidas y diafragma Si se presentan menos de 2 ITU al ao, se pueden utilizar pautas cortas En mujeres menopusicas, pueden ser tiles cremas vaginales de estradiol (0,5 mg/noche/2 semanas, seguidos de 2 aplicaciones semanales/ 8 meses) Indicada si hay ms de 3 ITU sintomticas al ao o ms de 2 en 6 meses Antes de iniciarla, debe estar erradicada la ITU previa (verificar con cultivo de orina 1-2 semanas despus del tratamiento) Es preciso realizar cultivos de seguimiento Intentar urocultivo previo Urocultivo despus del tratamiento Derivar ante mal estado general, falta de respuesta al tratamiento en 72 horas, embarazo o criterios de ITU complicada No es necesario el estudio en episodios aislados en mujeres
ITU recurrentes Pauta convencional (7 das, va oral): Amoxicilina-clavulnico (500 mg/8 h) Nitrofurantona (100 mg/6 h) Norfloxacino (400 mg/12 h) Ofloxacino (200 mg/12 h) Ciprofloxacino (250 mg/12 h) Cefalexina (250-500 mg/8 h) Cefradina (250 mg /8 h) Cefadroxilo (1 g/12 h)
Autotratamiento (1-3 das), cuando aparecen los sntomas Profilaxis diaria o intermitente (3 veces por semana) durante 3-6 meses, con dosis nica: Cefalexina (250 mg/da) Cefradina (250 mg /da) Norfloxacino (200 mg/da) Nitrofurantona (50-100 mg/da) Profilaxis poscoital (1 dosis) con: Nitrofurantona (50-100 mg) Cefalexina (250 mg), va oral Va oral, 10 a 14 das, con: Cefuroxima-axetilo (250-500 mg/12 h) Cefixima (400 mg/12 h) Ciprofloxacino (500 mg /12 h) Ofloxacino (200-300 mg/12 h) Norfloxacino (400 mg/12 h)
(contina)
100
aMuy
eficaz frente a E. coli, pero con porcentajes altos de resistencias para S. saprophyticus. algunos autores, los betalactmicos deben administrarse durante 5 das para alcanzar la misma eficacia que consiguen las fluoroquinolonas en 3 das. cEl diagnstico clnico se puede apoyar con mtodos de diagnstico rpido (tiras reactivas). Si los sntomas no mejoran debe realizarse urocultivo para descartar resistencias al antibitico empleado. dSe puede emplear amoxicilina si se dispone de antibiograma. La nitrofurantona debe evitarse en el tercer trimestre. PNA: pielonefritis aguda; ITU: infeccin del tracto uninario.
bSegn
Tabla 13.3.
Tratamiento teraputico en Atencin Primaria en los casos de infecciones urinarias en varones
ITU en varn Cistitis aislada no complicada Tratamiento Va oral, 7 das Norfloxacino (400 mg/12 h) Ofloxacino (200 mg/12 h) Ciprofloxacino (250 mg/12 h) Va oral, 10-14 das Ciprofloxacino (500 mg/12 h) Ofloxacino (200-300 mg/12 h) Norfloxacino (400 mg/12 h) Va oral, 3-4 semanas Ciprofloxacino (500 mg/12 h) Ofloxacino (400 mg/12 h) Norfloxacino (400 mg/12 h ) Va oral, 6-8 semanas Fluoroquinolonas Va oral, 14 das: Doxiciclina (100 mg/ 12 h) Comentariosa Urocultivo previo y posterior al tratamiento No hacer estudio urolgico si hay buena respuesta Urocultivo previo al tratamiento Estudio urolgico Valorar criterios de ingreso (mayor riesgo de bacteriemia que en mujeres) Urocultivo previo al tratamiento Valorar ingreso (ancianos, inmunodeprimidos) Si no responde, descartar abscesos prostticos Urocultivo (fraccionado) 15 das despus del tratamiento, y repetir cada 3 meses durante un ao Antiinflamatorios no esteroideos Anticolinrgicos (oxibutinina) Alfabloqueantes (doxazosina, prazosn, tamsulosina o terazosina) Tratamiento emprico hasta resultado del exudado uretral (investigar C. trachomatis y N. gonorrhoeae)
Prostatitis aguda
Va oral: Uretritis con Doxiciclina (100 mg/12 h/7 das) sospecha de y ciprofloxacino (500 mg), transmisin sexualb dosis nica
aEl
tratamiento de todas las ITU en varones debe ir precedido (y seguido) de un urocultivo, ya que su resultado (grmenes y sensibilidades) es ms impredecible que en las mujeres. El tratamiento emprico de eleccin son las fluoroquinolonas, pero se debe aadir amoxicilina si hay sospecha de enterococo. Puede utilizarse cotrimoxazol si se dispone de antibiograma. bPara el gonococo el tratamiento de eleccin es una dosis nica de ceftriaxona (250 mg), administrada por va intramuscular, pero es de utilizacin exclusivamente hospitalaria. Puede sustituirse por una dosis nica de ciprofloxacino (500 mg) o cefixima (400 mg). C. trachomatis y U. urealitycum se tratan con doxiciclina, pero se pueden sustituir por una dosis nica de azitromicina (1 g) administrada por va oral. ITU: infeccin del tracto urinario.
Infecciones urinarias
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Cistitis aguda no complicada en mujeres jvenes. Est producida por un pequeo grupo de grmenes, en el que predominan E. coli, S. saprophyticus y epidermidis, Proteus mirabilis y K. pneumoniae, con un perfil altamente predecible de sensibilidad antimicrobiana. En pacientes con sntomas tpicos, se puede presumir el diagnstico si se descubre piuria en el sedimento o mediante la prueba de la esterasa leucocitaria, pudindose iniciar el tratamiento de forma emprica sin necesidad de urocultivo previo. Los regmenes de tres das de duracin parecen los ptimos en las cistitis agudas aisladas en mujeres jvenes, con una eficacia comparable a la de los de 7 das, pero con menor coste y menor incidencia de efectos secundarios, y mejores resultados que con monodosis, segn la mayora de ensayos y metaanlisis realizados. En nuestro medio puede recomendarse como tratamiento emprico una pauta oral de 3 das con una fluoroquinolona o un betalactmico (amoxicilina-clavulnico, o cefalosporina de primera generacin), siempre que los estudios de sensibilidad local no aconsejen lo contrario. As, en algunas zonas, el aumento de resistencias a las quinolonas las ha descartado como tratamiento de primera eleccin en las infecciones urinarias no complicadas. El tratamiento con amoxicilina-clavulnico tiene una buena relacin coste-eficacia, y sus efectos secundarios (gastrointestinales y aparicin de candidiasis) se reducen considerablemente en la pauta de 3 das. Dentro de las cefalosporinas, es preferible utilizar las de primera generacin (cefalexina o cefadrina). El ndice de reinfecciones parece ser mayor con los betalactmicos. El trimetoprim-sulfametoxazol, recomendado en otros pases, por su eficacia, bajo coste y su baja tasa de reinfecciones, est desaconsejado en Espaa de forma emprica dado el alto porcentaje de resistencias existentes. En pauta de 3 das, tambin puede utilizarse nitrofurantona, que presenta escaso ndice de resistencias aunque su dosificacin es incmoda. Con dosis nica, fosfomicina-trometamol es una alternativa de primera eleccin en cistitis femeninas no complicadas, por su elevado grado de sensibilidad hacia E. coli (aunque en mujeres sexualmente activas hay que considerar la posibilidad de infeccin por S. saprophyticus, no cubierto por la fosfomicina). Los cultivos de orina postratamiento no estn indicados cuando hay buena respuesta clnica. A las mujeres a las que no les desaparecen los sntomas al final del tratamiento o les reaparecen durante las 2 semanas siguientes a la finalizacin del mismo, se les realizar un cultivo y un antibiograma. Se debe asumir que el microorganismo infectante no es sensible al tratamiento original y utilizar un agente diferente durante 7 das. Infecciones urinarias recurrentes en mujeres. Las cistitis recurrentes deberan confirmarse mediante cultivo al menos una vez y luego proceder conforme a las siguientes estrategias (tabla 13.2): Reinfeccin. Se debe realizar tratamiento con pauta convencional de 7 das, con urocultivo posterior. Est indicada la profilaxis si existen ms de 2 ITU sintomticas en 6 meses o ms de 3 en un ao. Se proponen varias formas de profilaxis: a) Profilaxis diaria o intermitente con norfloxacino (200 mg/da), nitrofurantona (50-100 mg/da), cefalexina (250 mg/da), cefaclor (250 mg/da), durante 3-6 meses (en dosis nica diaria o bien la misma dosis 3 das por semana). b) Autotratamiento. En pacientes que siguen estrictamente el tratamiento, la automedicacin iniciada por la paciente cuando aparecen los sntomas es una estrategia de tratamiento conveniente, segura y eficaz. Se aconseja emplear los esquemas monodosis o de 3 das. c) Si tiene relacin con el coito: profilaxis poscoital, con monodosis de nitrofurantona (50-100 mg) o cefalexina (125-250 mg), va oral. Es el mtodo de eleccin si las relaciones son infrecuentes. Se debe intentar cambiar de mtodo anticonceptivo (si tiene relacin con diafragma o cremas espermicidas) y vaciar la vejiga despus de la relacin sexual.
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En las mujeres posmenopusicas, la profilaxis antimicrobiana continua o la aplicacin tpica de cremas que contengan estradiol son medidas preventivas vlidas. Antes de iniciar la profilaxis, tiene que estar erradicada la infeccin previa, hay que verificarlo con un cultivo de orina 1-2 semanas despus del tratamiento. Es preciso realizar cultivos de seguimiento, en general mensuales. No se ha comprobado que aumenten las resistencias con los tratamientos profilcticos, sobre todo utilizando la nitrofurantona, que se puede emplear durante perodos prolongados de tiempo. Recidiva. Cuando tras el tratamiento inicial de una cistitis aparece nuevamente infeccin en el curso de las dos siguientes semanas, puede tratarse de una recidiva (causada por el mismo agente). En estos casos, se debe hacer un tratamiento ms prolongado (7 das si el tratamiento inicial haba sido de 3 das, y 2 semanas si el tratamiento fue de 7-10 das). Se puede utilizar el mismo antimicrobiano si el germen es sensible. Si 2 semanas despus del nuevo tratamiento la infeccin persiste, se realizar un tratamiento prolongado de 6 semanas, plantendose de manera simultnea la derivacin a consulta especializada para estudio urolgico. Infecciones del tracto urinario no complicadas en varones jvenes. En general, estn producidas por el mismo tipo de grmenes y con sensibilidades antibiticas similares que las infecciones no complicadas de las mujeres. Es conveniente obtener cultivo previo y posterior al tratamiento. El tratamiento emprico de eleccin en las cistitis son las quinolonas, a las que se aadir amoxicilina si hay sospecha de enteroco. Puede utilizarse cotrimoxazol si se dispone de antibiograma. La nitrofurantona no se debe usar porque no alcanza concentraciones tisulares adecuadas y es ineficaz en caso de prostatitis oculta. Deben tratarse con regmenes de al menos 7 das y evitar las pautas cortas de tratamiento dado que no hay estudios comparativos que demuestren la eficacia de estas ltimas y, en el caso de tratarse de una prostatitis aguda, se evitar la evolucin hacia prostatitis crnica. Si responden bien al tratamiento, no es necesario un examen urolgico en el primer episodio de infeccin urinaria. Prostatitis. El tratamiento de las prostatitis requiere antibiticos que difundan bien en el tejido prosttico. En la prostatitis aguda, el tratamiento, inicialmente, debe ser emprico, tras recoger urocultivo. En la literatura mdica anglosajona se recomienda el empleo de TMP-SMX, doxiciclina, ciprofloxacino y norfloxacino. Otros antibiticos recomendados incluyen carbenicilina, cefazolina, cefalexina, cefadrina y minociclina. Si existe buena respuesta clnica y el germen es sensible, se aconseja prolongar el tratamiento al menos durante 3 o 4 semanas. En la prostatitis crnica bacteriana, los ciclos deben ser de 6-8 semanas, con control microbiolgico fraccionado una semana despus. Se debe repetir a las 4 semanas, y si es negativo, cada 3 meses hasta completar un ao de seguimiento. El tratamiento suele ser efectivo en un 50-60% de los casos. No existe evidencia alguna que soporte ningn tratamiento especfico en las prostatitis crnicas no bacterianas. No obstante, puede ser razonable realizar un ensayo teraputico con antibiticos que cubren C. trachomatis, U. urealyticum o Micoplasma hominis. As, se pueden utilizar 100 mg de doxiciclina 2 veces al da o 500 mg de eritromicina (va oral) 4 veces al da durante 14 das. La realizacin de baos de asiento, el uso de antiinflamatorios no esteroideos, restringir la ingesta de alcohol o la de comidas especiadas puede proporcionar mejora. En pacientes con sntomas de vaciado vesical, la utilizacin de anticolinrgicos, como la oxibotunina, o de alfabloqueantes, como doxazosina, prazosn, tamsulosina o terazosina, puede ser beneficiosa. Pielonefritis aguda no complicada. En ms del 80% de los casos est producida por cepas uropatgenas de E. coli. Se debe realizar urocultivo previo al tratamiento, iniciando ste de forma emprica y realizando posteriormente las oportunas modificaciones.Ambulatoriamente, la pielonefritis aguda no complicada puede ser tratada por va oral, ya
Infecciones urinarias
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que se ha demostrado que tiene la misma eficacia que el tratamiento parenteral convencional, con una cefalosporina de segunda o tercera generacin (cefuroxima, cefixima) o una quinolona (ciprofloxacino u ofloxacino), de eleccin en varones. El tratamiento debe mantenerse 10-14 das. Es conveniente obtener un cultivo de orina de control 2 semanas despus de finalizado el tratamiento. Algunos especialistas recomiendan controles de bacteriuria cada 2-3 meses durante 1 ao. Las exploraciones complementarias deben quedar limitadas a varones, pacientes con lenta resolucin de la infeccin, con ms de un episodio o con otros rasgos clnicos atpicos (hematuria persistente, dolor de tipo clico o infecciones urinarias en la infancia). En pacientes con afectacin moderada o grave, intolerancia a la va oral, enfermedad subyacente grave o embarazadas, es precisa la hospitalizacin para realizar hemocultivos (sern positivos del 15 al 20%) y valorar la va parenteral. Generalmente, los sntomas mejoran en 2 o 3 das, y se puede pasar entonces a la administracin por va oral. Si a las 72 horas persisten los sntomas, deben repetirse los cultivos y considerar la realizacin de ecografa o TC para buscar abscesos, obstruccin u otros trastornos urolgicos sin identificar. Infeccin urinaria en embarazadas. En todas las gestantes debe realizarse un cribado para detectar la presencia de bacteriuria asintomtica, siendo el momento idneo entre las semanas 12 y 16 de embarazo (U.S. Preventive Services Task Force), y debe detectarse con urocultivo, ya que el estudio de la orina microscpico o con tiras reactivas puede dar falsos negativos. Si el urocultivo inicial fue negativo, la bsqueda de infeccin se seguir haciendo una vez al trimestre. Si el urocultivo inicial es positivo, se trata la infeccin, basndose en el antibiograma. Hay pocos estudios que evalen la eficacia del tratamiento con dosis nica o de 3 das para la bacteriuria asintomtica, por lo que se aconseja la pauta de 5-7 das, con cefalosporinas o nitrofurantona. El tratamiento de las ITU en las embarazadas est poco definido. Los betalactmicos, por su seguridad, constituyen los frmacos de eleccin. No debe utilizarse cotrimoxazol en el ltimo trimestre porque puede producir ictericia, ni tampoco nitrofurantona en embarazos a trmino (38-42 semanas) si hay dficit de G-6-PD, por riesgo de hemlisis de madre y feto. No se ha demostrado riesgo fetal con la fosfomicina ni con el cido pipemdico a partir del segundo trimestre. Deben evitarse las quinolonas y las tetraciclinas por posibles efectos txicos en el feto. En las cistitis, la pauta ms recomendada es amoxicilina-clavulnico (500 mg cada 8 horas) o bien cefadrxilo (500 mg cada 12 horas), por va oral, durante 5-7 das. La dosis nica nunca est indicada en embarazadas, ya que el porcentaje de recurrencias es superior al 20%. En el caso de que el tratamiento inicial no tenga xito, se requiere una pauta de 14 das para eliminar una posible infeccin renal. Si fracasa el tratamiento, con germen sensible al frmaco utilizado, se debe derivar para estudio urolgico, a fin de descartar obstruccin u otras complicaciones. La pielonefritis aguda requiere un mnimo de 14 das de tratamiento, valorando el ingreso hospitalario y los antibiticos intravenosos (ante vmitos, deshidratacin sepsis), de forma emprica hasta el resultado del urocultivo. En todos los casos de ITU durante el embarazo (bacteriuria asintomtica, cistitis o pielonefritis), a los 7-14 das despus de finalizar el tratamiento, se repite un urocultivo de control para comprobar la erradicacin de la infeccin, y se siguen haciendo mensualmente urocultivos hasta finalizar el embarazo. En infecciones recurrentes, pueden realizarse cultivos cada 15 das y tratar individualmente cada episodio de bacteriuria, o bien instaurar una pauta de profilaxis consistente en 250 mg de cefalexina o 50 mg de nitrofurantona diarios o poscoitales si existiera una clara relacin con el coito. Una vez finalizado el embarazo, debe realizarse un estudio urolgico para descartar anomalas estructurales.
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Las mujeres con bacteriuria por estreptococos del grupo B deben ser tratadas con antibiticos de forma profilctica durante el parto, debido al mayor riesgo de sepsis neonatal. Bacteriuria asintomtica. En ancianos, no hay estudios que justifiquen la realizacin de estudios de deteccin (sedimento o cultivo) o el uso sistemtico de agentes antimicrobianos para la prevencin y tratamiento de bacteriuria asintomtica, ya que, a pesar de tener mayor probabilidad de desarrollar infeccin sintomtica, las complicaciones derivadas de ella son bajas, siendo mayores los inconvenientes (alto coste de deteccin, efectos secundarios o aparicin de cepas resistentes con el tratamiento). Los episodios sintomticos, sin embargo, deben tratarse de forma adecuada con pauta larga. nicamente requieren bsqueda activa y tratamiento las bacteriurias asintomticas que aparecen en pacientes que van a ser sometidos a ciruga urolgica (ya que el tratamiento de la bacteriuria reduce la bacteriemia y las complicaciones postoperatorias) o en embarazadas (debiendo iniciar la bsqueda desde el primer trimestre, ya que el tratamiento de la bacteriuria disminuye el riesgo de pielonefritis aguda, prematuridad y bajo peso al nacer). Una vez tratada, se deben seguir realizando cultivos de orina mensuales para detectar bacteriuria recurrente.Tambin deber tratarse la bacteriuria en diabticos asintomticos. El tratamiento se debe hacer segn sea el resultado del antibiograma. Infecciones complicadas del tracto urinario. Siempre se debe intentar realizar un urocultivo antes de iniciar el tratamiento. Los pacientes con enfermedad leve a moderada pueden tratarse de forma emprica en rgimen ambulatorio con fluoroquinolonas o cefalosporinas de segunda o tercera generacin. Una vez conocido el patgeno responsable, puede modificarse el antibitico. Normalmente se precisan 10-14 das de tratamiento, sobre todo si se comprueba la presencia de enterococos o Pseudomonas, con peor respuesta al tratamiento. Las ITU complicadas en los pacientes varones suelen requerir ms de 4 semanas de tratamiento. Debe repetirse el urocultivo 1 o 2 semanas despus de que finalice el tratamiento, ya que la infeccin puede reaparecer si no se corrigen las alteraciones subyacentes. Los pacientes con enfermedad grave deben ser tratados en el mbito hospitalario, generalmente por va parenteral, cambiando a va oral cuando se consigue una mejora clnica. Infeccin del tracto urinario asociada al catter. El tratamiento de la bacteriuria asintomtica en los pacientes sometidos a una cateterizacin prolongada ofrece pocos beneficios aparentes. Los episodios sintomticos de infeccin deberan tratarse con agentes antimicrobianos (de 7 a 10 das por va oral, si no hay afectacin sistmica), aunque algunos especialistas recomiendan tratarlas como infecciones complicadas. Cuando se trate una infeccin asociada a catter, debe retirarse la sonda, si lleva ms de 2 semanas. Deben sospecharse y descartarse posibles complicaciones asociadas como obstruccin de la sonda, clculos urinarios, pielonefritis crnica o fallo renal, sobre todo en infecciones recurrentes o en pacientes con problemas medulares.Tambin pueden aparecer prostatitis, abscesos prostticos, epididimitis, etc., que complican el diagnstico y alargan el tratamiento. La prevencin contina siendo la mejor forma de reducir la morbilidad, mortalidad y el coste de la infeccin asociada al catter. Para ello se debe limitar lo ms posible las indicaciones (usar otras alternativas) y el tiempo de cateterizacin, hacer cambios peridicos del catter con insercin estril y cambio rpido del catter, y emplear un sistema de recogida cerrado. Los regmenes profilcticos no son eficaces en pacientes con catteres implantados durante perodos prolongados. No est justificado el uso profilctico de antibiticos durante los cambios de sondaje.
Infecciones urinarias
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Tabla 13.4.
Criterios de ingreso y derivacin en las infecciones del tracto urinario
Criterios de ingreso Presencia de enfermedad grave, con dolor importante y marcada debilidad Imposibilidad de va oral para hidratacin, toma de medicacin, o ambas Pielonefritis en embarazadas, ancianos, varones o insuficiencia renal, sepsis Pielonefritis con sntomas atpicos o persistentes (hematuria persistente, fiebre, dolor en el flanco), tras 72 horas de un tratamiento adecuado (ecografa o TC) Necesidad de derivacin para exploraciones complementarias o estudio en consulta especializada Infecciones complicadas con anomalas estructurales, nefropata subyacente (litiasis renal, deterioro de la funcin renal), enfermedad subyacente grave (diabetes mellitus, cirrosis, pacientes inmunodeprimidos) Pielonefritis en pacientes con ITU en la infancia, ITU de repeticin, rasgos clnicos atpicos (hematuria persistente, dolor de tipo clico) o de lenta resolucin de la infeccin Varn con ITU recurrentes, PNA o anomalas estructurales (estudio urolgico) Presencia de patgenos inusuales en el cultivo de orina Recidivas, tras fracaso del segundo intento teraputico con pautas adecuadas Dificultad en el tratamiento de las infecciones recurrentes Dudas diagnsticas Sospecha de ETS (exudado uretral) ITU en nios (cistouretrografa para descartar reflujo vesicoureteral)
TC: tomografa computarizada; ITU: infeccin del tracto urinario; PNA; pielonefritis aguda; ETS: enfermedad de transmisin sexual.
Tabla 14.1
Prevalencia de sntomas indicativos de HBP por grupos etarios
Edad (aos) 60-69 (%) 33 36 27 30 14 31 28
Estudio China EE.UU. Canad Pases Bajos Francia Espaa (Madrid) Espaa (Andaluca)
50-59 (%) 24 31 15 26 8 19 21
70-79 (%) 49 44 31 36 27 41 45
Modificada de Carballido y cols. Med Clin (Barc) 2000; 114 (supl. 2): 96-104.
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lacin con la pared anterior del recto, por lo que es accesible para la exploracin mediante tacto rectal, en el que se palpa un surco medio y dos pequeas lobulaciones laterales. Considerando la HBP con criterios histolgicos, se pueden diferenciar dos grandes procesos: HBP histolgica microscpica. Cuando se inicia el proceso hiperplsico; suele ocurrir en pocas muy tempranas (alrededor de los 25-30 aos). HBP histolgica macroscpica. Cuando la hiperplasia adquiere un volumen manifiesto. Se cree que la prstata crece 0,4 ml/ao entre los 40 y 59 aos y 1,2 ml/ao entre los 60 y los 79 aos, pero no existe una relacin directa entre el tamao de la prstata y los sntomas prostticos.
14.3. Fisiopatologa
Los dos nicos factores que han probado su relacin con la HBP son la edad y la presencia de testculos funcionantes (es decir, la presencia de hormonas andrognicas). Otros factores como la raza, la dieta o enfermedades como la hipertensin arterial o la diabetes no han podido demostrar su supuesto papel en el desarrollo de la HBP.
Tabla 14.2.
Sntomas obstructivos
Dificultad y retraso en el inicio de la miccin Disminucin del calibre y fuerza del chorro miccional Miccin intermitente Aumento del tiempo del vaciado vesical Sensacin de miccin incompleta Goteo posmiccional Incontinencia por rebosamiento
109
Tabla 14.3.
Sntomas irritativos
Polaquiuria (aumento de la frecuencia miccional) Nicturia Miccin imperiosa (urgencia miccional) Incontinencia Dolor suprapbico
Las manifestaciones clnicas suelen ser lentas y progresivas, con fases de estabilizacin, aunque el paciente puede acudir a la consulta de forma urgente con una retencin aguda (deseo de orinar sin poder hacerlo, dolor retropbico, globo vesical, etc.), que en ocasiones es la forma de inicio del cuadro. Los pacientes con sntomas leves presentan una relativa improbabilidad de progresar a sntomas graves, en tanto que pacientes con sntomas graves en el momento basal frecuentemente continan intensamente sintomticos. En la tabla 14.4 aparecen las complicaciones ms frecuentes de la HBP.
Tabla 14.4.
Complicaciones de la HBP
Hematuria Infeccin urinaria Retencin aguda Puede presentarse con o sin clnica obstructiva previa Bacteriuria asintomtica, cistitis, pielonefritis, orquiepididimitis, adenomitis Puede desencadenarse por frmacos, enfermedad intercurrente, sobredistensin vesical, etc. En ocasiones, sta es la forma de presentacin Aparece en el 5-10% de los casos. Mantiene la infeccin urinaria, puede ser causa de hematuria y empeora la sintomatologa miccional Consecuencia de la uropata obstructiva, que provoca hidronefrosis con atrofia renal parenquimatosa
14.5. Diagnstico
14.5.1. Consideraciones previas
La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) patrocin una serie de conferencias internacionales sobre esta patologa, a fin de conseguir consenso internacional en relacin a los criterios diagnsticos y teraputicos en la HBP. Actualmente estn en vigor las recomendaciones de la IV Consulta Internacional de la OMS, que son las que seguiremos en este captulo. Las pruebas que se deben llevar a cabo en los pacientes con sntomas del tracto urinario inferior deben ir encaminadas a realizar el diagnstico diferencial de la HBP con otras patologas, principalmente con el cncer de prstata, y a establecer el alcance y repercusin de la alteracin para as aplicar el tratamiento adecuado (vase algoritmo HBP1).
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ALGORITMO DIAGNSTICO DE LA HBP Paciente con sntomas del tracto urinario inferior
Pruebas bsicas altamente recomendadas: Historia clnica IPSS-L Exploracin fsica y tacto rectal Anlisis de orina (tira reactiva)
No
No
Sntomas molestos? No S
No requiere ms evaluacin PSA si esperanza de vida >10 aos Espera vigilada con control anual
Pruebas diagnsticas recomendadas: Funcin renal PSA Flujometra Residuo posmiccional Diario miccional (si predomina nicturia)
HBP: hipertrofia benigna de prstata; IPSS-L: International Prostatic Symptom Score-Quality of Life; PSA: antgeno prosttico especfico.
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minuyen la contractilidad vesical (anticolinrgicos, calcioantagonistas) o que aumentan el tono uretral (simpaticomimticos, antidepresivos tricclicos). Anamnesis y cuantificacin de los sntomas. Escala internacional de sntomas prostticos (IPSS) y Valoracin de la calidad de vida (QoL). Para la evaluacin de los sntomas prostticos se ha desarrollado una escala, la Escala internacional de sntomas prostticos y calidad de vida (International Prostatic Symptom Score-Quality of Life, IPSS-L), que ha sido validada en varios idiomas, entre ellos el espaol. Consta de 8 preguntas que deben ser cumplimentadas por el propio paciente sin intervencin del mdico. Las 7 primeras hacen referencia a los sntomas, y cada una tiene 6 posibles respuestas (segn la gravedad) valoradas entre 0 y 5. Se suma la puntuacin de cada pregunta y se obtiene la puntuacin global, que puede estar entre 0 y 35 (S = 0 35).
Baremo internacional de sintomatologa prosttica (IPSS).Valoracin cultural y lingstica en su versin oficial en castellano
1 de Ninguna cada 5 1 de cada 3 1 de cada 2 2 de cada 3 casi siempre
1. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido la sensacin, al terminar de orinar, de que su vejiga no se vaciaba porcompleto? 2. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido que orinar ms de una vez en menos de 2 horas? 3. Durante el pasado mes cuntas veces le ha sucedido que se le interrumpa o cortaba intermitentemente el chorro mientras orinaba? 4. Durante el pasado mes cuntas veces le ha resultado difcil aguantar las ganas de orinar? 5. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido un chorro de orina dbil? 6. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido que apretar o esforzarse para empezar a orinar? 7. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido que orinar cada noche, desde que se acuesta hasta que se levanta? Puntuacin total del baremo sintomtico
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6 Muy mal
El estado sintomtico de un paciente puede describirse de la siguiente forma: IPSS = 0 35, QoL = 0 6. Segn la puntuacin, la sintomatologa del paciente se clasifica en: Puntuacin de 0 a 7: sntomas leves. Puntuacin de 8 a 19: sntomas moderados. Puntuacin de 20 a 35: sntomas graves. Exploracin fsica y tacto rectal. Debe comprender una exploracin general, con inspeccin y palpacin del abdomen en busca de un posible globo vesical. La exploracin ms importante es el tacto rectal para palpar la prstata. sta debe ser indolora, de consistencia elstica y con lmites bien conservados y definidos. En la HBP se observa una prstata globulosa, lisa, bien delimitada, homognea, sin ndulos e indolora. Debe aprovecharse el tacto rectal para valorar el tono del esfnter anal. Igualmente debe examinarse el reflejo bulbocavernoso. Anlisis de orina. Puede realizarse mediante tira reactiva, con o sin valoracin del sedimento. Sirve para comprobar si el paciente presenta hematuria, proteinuria, piuria u otras alteraciones.
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Residuo posmiccional. El mejor medio para realizarlo es la ecografa transabdominal no invasiva. Se considera significativo si es superior al 10-20% del volumen miccional. Diario de micciones (grfico de frecuencia-volumen). Especialmente til cuando la nicturia es el sntoma dominante. Debe completarse durante varios perodos de 24 horas.
14.6. Seguimiento
En pacientes sin complicaciones, el seguimiento debe tener una periodicidad anual, con las mismas exploraciones de la evaluacin inicial. Si el paciente sigue algn tipo de tratamiento, debe evaluarse su efectividad y posibles problemas al menos anualmente.
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Antgeno prosttico especfico (PSA). Se consideran cifras normales entre 0 y 4 mg/dl, mientras que las cifras superiores a 10 mg/dl deben ser consideradas altamente sospechosas de cncer de prstata. Sin embargo, la duda se presenta con cifras de 4 a 10 mg/dl, por lo que en estos casos se realizara biopsia. Para evitar esto y tratar de mejorar la especificidad de la prueba, se han propuesto algunas alternativas: a) Densidad de PSA. Se obtiene dividiendo la concentracin de PSA por el volumen de la prstata obtenido mediante ecografa. Una densidad de PSA mayor de 0,15 ng/ml puede predecir un mayor riesgo de cncer. b) Velocidad de PSA. Se realizan determinaciones seriadas (generalmente anuales) de PSA, y se valora el incremento anual. Un incremento igual o superior a 0,75 ng/ml tiene una alta especificidad para el cncer de prstata. Tambin son indicativos de este tipo de cncer los incrementos del 20% anual. Debe tenerse en cuenta que, en relacin con la edad, una elevacin anual de 0,4 ng/ml por ao se considera normal.
Tabla 14.5.
Cifras orientativas de PSA total en relacin con la edad del paciente
Edad (aos) 40-49 50-59 60-69 70-79 PSA total 3 ng/ml 4,1 ng/ml 5,6 ng/ml 7,6 ng/ml
c) Cociente PSA libre/PSA total. Es el ndice que actualmente parece ms til. Sin embargo, no se ha establecido exactamente el punto de corte; actualmente se cree que el mayor rendimiento se obtiene con un valor del 25%; por debajo de esta cifra aumentara la probabilidad de que se tratase de cncer de prstata y estara indicada la biopsia. A igualdad de cifras de PSA, un tacto rectal sospechoso duplica la posibilidad de encontrar un cncer de prstata. Dada la larga evolucin del cncer de prstata, no se recomienda realizar determinacin de PSA en personas con una expectativa de vida inferior a los 10 aos (varones mayores de 75 aos). Fosfatasa cida prosttica. No es til en la deteccin de cncer de prstata localizado, ya que slo est elevada en el 10-15% de los varones con enfermedad clnicamente localizada; en cambio, aumenta en la mayora de los tumores con extensin extracapsular.
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IPSS
0-7
8-19
20-35
Espera vigilada
Tratamiento mdico
Tratamiento quirrgico
a1-bloqueantes
Finasteride
a1-bloqueantes
+ Finasteride (todava sin estudios que confirmen su eficacia)
Tratamiento mdico: a) Fitoterapia. Son preparados de extractos de plantas. No hay evidencias suficientes sobre su utilidad, pues no se dispone de estudios adecuados para determinar su eficacia, aunque recientemente se ha publicado un metaanlisis para la palma enana (Serenoa repens) que parece mostrar eficacia en el tratamiento de la HBP, ya que reduce los sntomas. Los preparados de extractos de plantas no presentan prcticamente ningn efecto secundario, y no modifican las cifras de PSA. b) Alfabloqueantes.Actan sobre el componente dinmico de la obstruccin vesical mediante la relajacin del msculo liso prosttico. Se consideran ms eficaces cuando en la clnica predominan los sntomas irritativos. No son curativos, pero minimizan los sntomas. Su efecto secundario ms frecuente es la hipotensin ortosttica. No modifican las cifras de PSA.
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Tabla 14.6.
Caractersticas de los frmacos alfabloqueantes
Tipo de alfabloqueante No selectivo Alfa-selectivo de accin corta Alfa-selectivo de accin larga Alfa-1-a selectivo (supraselectivo) Frmaco Fenoxibenzamina Prazosina Alfuzosina Doxazosina Terazosina Tamsulosina Dosis 5-10 mg 1-5 mg 2,5-5 mg 1-4 mg 1-4 mg 0,4 mg
Tabla 14.7.
Indicaciones para el uso de alfabloqueantes
HBP no complicada Sintomatologa irritativa y obstructiva moderada En espera de ciruga Si la ciruga est contraindicada Prevencin de retencin urinaria en pacientes con HBP Si el paciente rechaza la ciruga Complemento a otras opciones teraputicas
HBP: hipertrofia benigna de prstata.
Tabla 14.8.
Contraindicaciones de los alfabloqueantes
Absolutas IRC secundaria a HBP Hipotensin ortosttica Distensin vesical Infecciones urinarias de repeticin Historia de sncopes Clculos vesicales Retencin crnica incompleta ACV reciente
Relativas
IRC: insuficiencia renal crnica; HBP: hipertrofia benigna de prstata; ACV: accidente cerebrovascular.
c) Finasteride. Se trata de un frmaco de accin hormonal, pues inhibe selectivamente la 5--reductasa, impidiendo la conversin de testosterona a dihidrotestosterona, necesaria para el crecimiento prosttico. Reduce el volumen prosttico un 20% de promedio, siempre que se use un mnimo de 6 meses. Su efectividad es mayor en prstatas grandes (mayores de 40 g) y cuando predominan los sntomas obstructivos.
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Su principal efecto secundario es la impotencia. Reduce las cifras de PSA en un 50%, por lo que en pacientes que tomen finasteride deben doblarse las cifras de PSA obtenidas para el seguimiento y deteccin del cncer de prstata. Ciruga. Su indicacin debe realizarla el urlogo. En la tabla 14.9 se han recogido las situaciones principales de HBP que suelen requerir tratamiento quirrgico.
Tabla 14.9.
Criterios de indicacin quirrgica de la HBP
Litiasis renal o vesical Grandes divertculos vesicales Retencin urinaria crnica (residuo superior a 200 ml) Ureterohidronefrosis secundaria Infecciones urinarias recurrentes Hematuria macroscpica recurrente Alteracin de la funcin renal secundaria a la HBP (ureterohidronefrosis) Imposibilidad miccional tras retirada de sonda por episodio de retencin aguda de orina HBP grave (sntomas graves: IPSS > 20)
HBP: hipertrofia benigna de prstata.
En general, los pacientes con un IPSS inferior a 9 no suelen beneficiarse clnicamente de la opcin quirrgica, por lo que sta debe reservarse para casos muy sintomticos. Criterios de derivacin al urlogo Pacientes con edad inferior a 50 aos. Diabetes mellitus de larga evolucin. Historia de patologa neurolgica. Historia de traumatismo plvico. Historia de ciruga pelvirrenal. Frmacos que alteren la funcin del detrusor. Tacto rectal con ndulos o induracin prosttica. PSA y PSA libre alterados. Diagnstico dudoso.
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Tacto rectal
Sospechoso
Normal
PSA total
<4
4-10
>10
PSA libre
>25%
<25%
Control anual
Control anual
15.1. Concepto
La disfuncin erctil (DE), trmino preferido al de impotencia por las connotaciones negativas que este ltimo conlleva, ha sido definida por los expertos del National Institutes of Health (NIH, 1992) como la incapacidad persistente para conseguir, mantener, o ambas cosas, una ereccin adecuada que permita una relacin sexual satisfactoria. Es necesario diferenciar este problema de otros relacionados con el deseo sexual, la eyaculacin y el orgasmo, que podramos englobar en el concepto de disfuncin sexual, pero que no constituyen en s mismos una disfuncin erctil.
15.2. Epidemiologa
Se han llevado a cabo varios estudios epidemiolgicos en todo el mundo para valorar la prevalencia e incidencia de la DE, observndose resultados dispares como consecuencia de las diferencias metodolgicas presentes entre cada uno de ellos. Los primeros datos poblacionales fiables de los que se tiene constancia son los del informe Kinsey del ao 1948 realizado con la participacin de 15.781 varones de 10 a 80 aos estratificados por edad, educacin y residencia, de los que slo se evaluaron 4.108 adultos (mayores de 25 aos), con la mitad de ellos mayores de 35 aos y slo 306 mayores de 55 aos. Sus conclusiones, por tanto, son representativas de varones hasta 55 aos, pero se deben tomar con precaucin para poblaciones de ms edad. Segn el informe Kinsey, menos del 1% de la poblacin est afecta por debajo de los 30 aos; menos del 3% hasta los 45; el 6,7% entre 45 y 55; el 25% en mayores de 65 aos, y hasta el 75% en varones de 80 aos. En 1994, se publica el Massachussets Male Aging Study (MMAS), que estudia una poblacin de 1.270 varones americanos de 40 a 70 aos. Entre sus resultados cabe destacar una prevalencia del 52 + 1,2% de DE (9,6% completa, 25,2% moderada, 17,2% mnima) con un riesgo de padecer la enfermedad del 5% a los 40 aos que se triplica hasta el 15% a los 70 aos. En 1996, se lleva a cabo el primer estudio epidemiolgico con base poblacional sobre DE realizado en Espaa, denominado EDEM (Estudio de Disfuncin Erctil Masculina) (figura 15.1.). Abarca 2.476 varones de edades comprendidas entre 25 y 70 aos y utiliza para categorizar al sujeto con disfuncin erctil una pregunta simple de autovaloracin global y adems el dominio funcin erctil del ndice Internacional de la Funcin Erctil (IIEF). La tasa de prevalencia de DE en nuestro pas es de un 12,1% segn la pregunta simple y de un 19% segn el dominio funcin erctil del IIEF. Haciendo estimaciones poblacionales segn correccin del censo de 1991, el nmero de varones espaoles con algn grado de DE oscila entre un milln y un milln y medio, de los que, aproximadamente, 850.000 estaran afectados de DE moderada o severa/completa.
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Resultados EDEM
Prevalencia segn dominio FE del IIEF
FE: Funcin erctil IIEF: ndice Internacional de Funcin Erctil
81%
60 50 40 30 20 10 0
SIN PROBLEMAS MNIMA MODERADA SEVERA COMPLETA
19%
16,3% 2,1% 0,6%
Disfuncin erctil
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Vascular: a) Arterial b) Fracaso del mecanismo crporo-veno-oclusivo Medicamentoso. Intrnsecas del pene. Mixta. Debida a una combinacin de factores orgnicos y psicolgicos.
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Insuficiencia renal crnica. Al igual que en la diabetes el origen es multifactorial, vindose implicados factores endocrinos (hiperprolactinemia, descenso de testosterona total), factores neurolgicos (polineuropata), vasculares (arteriosclerosis generalizada y enfermedad arterial acelerada), factores farmacolgicos (antihipertensivos, etc.) y factores psicolgicos (impacto de la propia enfermedad y de la dilisis). Cirrosis heptica. La cirrosis produce atrofia testicular, DE y ginecomastia. Trastornos neurolgicos. Entre ellos, cabe destacar: enfermedad de Alzheimer, esclerosis mltiple, parapleja, sndrome de la cola de caballo, tumores cerebrales, enfermedad de Parkinson, accidentes cerebrovasculares, traumatismos de los plexos nerviosos de la pelvis y polineuritis alcohlica y diabtica. Trastornos endocrinos. No representan ms de un 5% de los casos de DE. Los ms frecuentes son: hipotiroidismo e hipertiroidismo, hipogonadismo, hiperprolactinemia, hipocorticismo e hipercorticismo y acromegalia. En todos estos procesos se observa habitualmente una disminucin del deseo sexual. Causas intrnsecas del pene. Enfermedad de la Peyronie o induracin plstica de los cuerpos cavernosos, caracterizada por la presencia de placas fibrosas en la tnica albugnea, y que son responsables de un incurvacin ms o menos marcada del pene durante la ereccin, acompandose en ocasiones de dolor e impotencia. Trastornos afectivos. En el MMAS, comunicaron DE moderada o completa aproximadamente en el 90% de los varones con depresin grave, en el 60% de los que presentaban depresin moderada y en un 25% de los que tenan depresin leve. Secundaria a consumo de drogas. Tanto el abuso de alcohol, como de otras drogas (cocana, herona, etc.) se han asociado a DE. Secundaria a frmacos. Alrededor de un 20-25% de los casos de DE se ha asociado al uso de frmacos. Existe una amplia lista de frmacos relacionados con DE, entre los que destacan los que se referencian en la tabla 15.1.
Tabla 15.1.
Principales frmacos relacionados con DE
Diurticos Hipotensores Cardiovasculares Tranquilizantes Antidepresivos Antagonistas H2 Hormonas Agentes citotxicos Anticolinrgicos Miscelnea Tiazidas/espironolactonas Metildopa/clonidina/reserpina/betabloqueantes/guanetidina/verapamilo Clofibrato/gemfibrozilo/digoxina Fenotiazinas/butirofenonas/tioxantinas/tioridazinas/haloperidol Tricclicos/IMAO/litio/fluoxetina Cimetidina/ranitidina Estrgenos/progesterona/corticosteroides/acetato de ciproterona flutamida/finasteride/agonistas GnRH Ciclofosfamida/metotrexato/interfern a Disopiramida/anticonvulsivantes Metoclopramida/baclofn/inh. anhidrasa carbnica/AINE/tabaco/ alcohol/anfetaminas/opiceos/ketoconazol
IMAO: inhibidores de la monoaminooxidasa; GnRH: hormona liberadora de gonadotropina; AINE: antiinflamatorios no esteroideos: DE: disfucnin erctil.
Disfuncin erctil
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Otras causas: Quirrgicas: a) Cirugas sobre el pene. b) Cirugas urolgicas endoscpicas. c) Cirugas digestivas abdominales. d) Orquiectoma bilateral. e) Ciruga urolgica radical. f) Neurociruga lumbar. g) Cirugas vasculares aortofemorales. Traumatismos pelvianos, perineales y peneanos.
Tabla 15.2.
Campos de la funcin sexual masculina del IIEF
Campo Funcin erctil Funcin orgsmica Deseo sexual Satisfaccin del acto sexual Satisfaccin global Preguntas 1-5, 15 9, 10 11, 12 6, 7, 8 13,14 Puntuacin total
El campo funcin erctil, que incluye 6 preguntas (puntuacin mxima de 30), proporciona una medida fiable para clasificar la intensidad de la DE como leve, moderada o grave (tabla 15.3). Tambin es til para valorar los resultados del tratamiento.
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Tabla 15.3.
Clasificacin de la DE (IIEF)
Puntuacin del campo de la funcin erctil 6-10 11-16 17-25 26-30 Clasificacin de la disfuncin erctil Grave Moderada Leve No disfuncin erctil
Cuestionario abreviado sobre salud sexual para el varn (SHIM). El cuestionario SHIM (Sexual Health Inventory for Men) (anexo 3) es un instrumento diagnstico abreviado para la DE, manteniendo una sensibilidad y especificidad elevadas. Esta versin abreviada de 5 preguntas (correspondientes a las preguntas 15, 2, 4, 5 y 7 del IIEF) explora los 6 ltimos meses. Se considera que los sujetos con una puntuacin igual o inferior a 21 padecen DE, y que los que tienen una puntuacin superior a 21 no padecen DE.Adems de su valor diagnstico, puede ser muy til como tcnica de exploracin en la consulta del mdico de atencin primaria. Historia sexual. Tras evaluar cuidadosamente el IIEF o el SHIM, debemos establecer la naturaleza del problema sexual, distinguiendo si se trata de un problema de ereccin, de eyaculacin, de deseo sexual o del orgasmo. Cuando el problema principal sea una ereccin anormal evaluaremos: Cundo y cmo comenz la disfuncin. Calidad de la ereccin: a) Grado de rigidez: comparacin con la rigidez que presentaba aos atrs (expresndolo en porcentaje). b) Capacidad para lograr la penetracin con la rigidez actual. c) Tiempo que tarda en conseguir la mxima rigidez (si est demasiado alargado, orienta hacia un posible origen arterial). d) Capacidad para mantener la ereccin (una prdida brusca de la ereccin puede indicar un fracaso del mecanismo crporo-veno-oclusivo entre otras cosas). e) Presencia de erecciones en situaciones determinadas (nocturnas, con masturbacin, con otra pareja, etc.). La presencia de erecciones mantenidas y con buena rigidez en esas situaciones indican un correcto funcionamiento orgnico y sugieren un origen psicgeno. f) El dolor o la incurvacin del pene en rigidez nos orientarn hacia el diagnstico de una enfermedad de La Peyronie. Adems, es importante determinar si existe alguna alteracin de la eyaculacin o del deseo sexual asociada a la DE. En una primera aproximacin diagnstica sobre el origen orgnico o psicgeno de la DE pueden ser tiles los datos que se recogen en la tabla 15.4.
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Tabla 15.4.
Aproximacin al diagnstico
Sospecha de origen orgnico Comienzo progresivo Inicio agudo con causa conocida (p. ej., ciruga radical, lesiones espinales) Ausencia de erecciones nocturnas Hombre mayor El orgasmo y la eyaculacin se mantienen excepto en algunas enfermedades especficas Existen factores de riesgo de DE Sospecha de origen psicgeno Comienzo repentino sin causa aparente Problemas de relacin Sntomas de ansiedad, depresin Presencia de erecciones nocturnas normales Hombre joven El orgasmo y la eyaculacin pueden verse alterados No existen factores de riesgo relevantes
Historia mdico-quirrgica. El interrogatorio debe dirigirse hacia la bsqueda de antecedentes mdicos y quirrgicos que puedan ocasionar DE (vanse Factores de riesgo). Historia psicosocial. Esta parte de la evaluacin tiene como objetivo identificar factores psicolgicos que puedan alterar la ereccin. Entre las causas ms frecuentes de impotencia psicgena destacan: problemas de pareja y del entorno social y laboral, ansiedad y depresin.
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Hemograma. Bioqumica con glucemia, perfil lipdico, pruebas de funcin heptica y renal. Anlisis de orina. La determinacin hormonal se reservar para aquellos casos que manifiesten disminucin del deseo sexual o cuando existan sospechas de endocrinopatas. En caso de sospecha de trastorno hormonal, se solicitara inicialmente testosterona srica matutina; si sta es baja, debern comprobarse los valores de prolactina. Si hay sospecha de enfermedad tiroidea, se solicitarn TSH y T4 libre. La necesidad de realizar pruebas ms especializadas depender de los resultados obtenidos hasta el momento y del deseo del paciente de llegar a un diagnstico definitivo, as como del tipo de tratamiento que precise. El estudio bsico desarrollado hasta este momento puede ser suficiente en aquellos pacientes que slo deseen tratamientos no invasivos y no quieran profundizar en el diagnstico. En aquellos que s lo deseen o requieran tratamientos invasivos, ser necesario proseguir el estudio con la realizacin de otras exploraciones propias del nivel especializado. Test de estimulacin visual (TEV). Consiste en la colocacin de un monitor de rigidez y tumescencia en el pene y en la proyeccin de imgenes erticas, registrndose las erecciones que se provocan. Cuando la prueba es positiva (se registran erecciones), se puede descartar el origen orgnico. Si la prueba es negativa, no podremos determinar si el origen es orgnico o psicgeno. Registro de rigidez y tumescencia nocturna (NPT). Durante el estado de vigilia la ereccin puede alterarse por factores orgnicos o psicgenos. Los estudios del sueo intentan demostrar la capacidad erctil sin la presencia de factores psicgenos inhibidores. Las erecciones durante el sueo tienen lugar en la fase REM y se deben al predominio del sistema nervioso parasimptico. Si las erecciones nocturnas se producen normalmente, se puede concluir que los factores orgnicos de la ereccin no estn alterados. El hallazgo de erecciones nocturnas disminuidas en frecuencia, magnitud y duracin durante el sueo, que vayan acompaadas de una disminucin de la rigidez nos orienta hacia una etiologa orgnica. No obstante, debemos tener en cuenta factores como la duracin del sueo, posibles enfermedades asociadas o la presencia de ciertos medicamentos que actan sobre la fase REM, alterando los resultados del estudio. Como alternativa a este estudio, complicado y caro, se introdujo un instrumento ms sencillo, denominado RigiScan, que permite obtener informacin sobre todas las erecciones ocurridas en una noche, y adems puede ser utilizado de forma ambulatoria. Biotensiometra peneana (BP). Se basa en el registro de la percepcin de un estmulo vibratorio en el pene. En caso de existir alteracin en dicha percepcin, se practicar un estudio neurofisiolgico ms profundo encaminado a descartar alteraciones neurolgicas. Test de inyeccin de drogas vasoactivas. Es til en la valoracin del estado vascular del pene. Consiste en la inyeccin intracavernosa de una dosis estandarizada de prostaglandina E1. El test es positivo si el sujeto desarrolla una ereccin completa durante los 10 minutos siguientes a la inyeccin del frmaco y que dura al menos 30 minutos, e indica que el mecanismo vascular est intacto o levemente alterado. El test negativo (ausencia de ereccin) o parcial (ereccin incompleta) sera indicativo de una evaluacin ms precisa mediante ecografa-Doppler color y cavernosografa/cavernosometra. Ecografa-Doppler color. Permite valorar la ecoestructura de los cuerpos cavernosos, visualizar las arterias cavernosas del pene y analizar parmetros de flujo. Estos parmetros nos dan informacin sobre una posible insuficiencia arterial o sobre una alteracin del mecanismo crporo-veno-oclusivo. Cavernosometra/cavernosografa. Es til para confirmar el estado del mecanismo crporo-veno-oclusivo.
Disfuncin erctil
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Otras pruebas. Electromiografa de los cuerpos cavernosos para valorar la inervacin autonmica. Estudio de latencia de los reflejos bulbocavernosos y los potenciales evocados pudendo medulares y pudendo cerebrales para estudiar la inervacin somatosensorial. Arteriografa selectiva pudenda en casos de sujetos jvenes, con sospecha de patologa arterial, donde todas las dems exploraciones apoyan esta sospecha, para demostrar el sitio de la lesin por si fuera susceptible de revascularizacin.
Tabla 15.5.
Riesgo cardaco bajo
Hipertensin arterial Enfermedad coronaria asintomtica (< 3 factores de riesgo) Enfermedad valvular moderada Angina estable leve Revascularizacin exitosa
Jackson y cols. (1999) A systematic approach to erectile dysfunction in the cardiovascular patient-A consensus statement.
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En la tabla 15.6 figuran las situaciones en las que el paciente debe ser derivado al cardilogo:
Tabla 15.6.
Recomendaciones NYHA, CCS, ACC/AHA
Situaciones en las que se remite al paciente al cardilogo: Paciente con riesgo elevado de IAM (angina de pecho, IAM reciente) Sedentarismo con ms de tres factores de riesgo vascular Disnea de esfuerzo
Jackson y cols., (1999) A systematic approach to erectile dysfunction in the cardiovascular patient-A consensus statement. ACC/AHA: American College of Cardiology / American Heart Association; CCS: Canadian Cardiovascular Society; NYHA: New York Heart Association; IAM: Infarto agudo de miocardio
Tabla 15.7.
Primera lnea Frmacos erectognicos por va oral Aparatos de vaco Segunda lnea Tercera lnea
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tico, el xido ntrico (NO), principal mediador de la relajacin del msculo liso y de la ereccin, es liberado por las terminaciones nerviosas y el endotelio. El NO activa la guanilciclasa y provoca un ascenso de los niveles intracelulares de GMPc, responsable de la relajacin del msculo liso cavernoso. La PDE 5 acta catalizando el paso de GMPc a GMP en el cuerpo cavernoso. Sildenafilo inhibe esta enzima, aumentando la concentracin disponible de GMPc. Sildenafilo no ejerce su efecto erectognico en ausencia de deseo sexual. Su eficacia es alta en casi todos los casos de DE, excepto quiz en pacientes sometidos a prostatectoma radical y en pacientes diabticos. Por lo general, se administran 50 mg tomados a demanda, aproximadamente 1 hora antes de la actividad sexual, pudindose aumentar a 100 mg o disminuir a 25 mg segn la eficacia y la tolerancia. La dosis mxima recomendada es 100 mg, en una sola toma al da. En individuos mayores de 65 aos, as como en casos de insuficiencia renal (con aclaramiento de creatinina por debajo de 30 ml/min) o heptica, en los que el aclaramiento de sildenafilo puede estar reducido, es necesario ajustar la dosis. En estos casos, se recomienda iniciar el tratamiento a dosis de 25 mg. Su absorcin es rpida. Tras la administracin oral en ayunas, se observan concentraciones plasmticas mximas en torno a los 60 minutos. Su vida media es de 3-5 horas. Tiene una biodisponibilidad del 41%, se metaboliza en el primer paso por el hgado y se excreta en un 80% por las heces y el resto por la orina. Los acontecimientos adversos tras la toma de sildenafilo suelen ser leves y transitorios y su incidencia aumenta en funcin de la dosis administrada. Las reacciones adversas principales se pueden clasificar en cuatro grupos: Efectos vasodilatadores: cefalea (16%), enrojecimiento (10%) y rinitis (4%). Mareo e hipotensin se presentan raramente y ocurren en una proporcin similar entre pacientes tratados con sildenafilo o con placebo. Efectos gastrointestinales: dispepsia y pirosis por reflujo debido a la relajacin del esfnter esofgico inferior (7%). Trastornos visuales: percepcin anormal de los colores verde-azul (por una accin inhibitoria dbil de sildenafilo sobre la PDE6, que acta en los fotorreceptores retinianos), aumento de la percepcin de la luz o visin borrosa (3%), especialmente a dosis elevadas. Efectos musculoesquelticos: mialgias, especialmente cuando se utilizan dosis mltiples diarias. No hay una explicacin clara desde el punto de vista farmacolgico para este efecto. Sildenafilo est totalmente contraindicado en pacientes en tratamiento con nitratos o dadores de xido ntrico (tales como el nitrato de amilo), ya que potencia los efectos hipotensores de estas sustancias. Sildenafilo debe ser usado con precaucin en pacientes con: Isquemia miocrdica activa (ngor inestable, infarto agudo de miocardio reciente). Insuficiencia cardaca congestiva con tensin arterial lmite o bajo gasto. Hipertensin arterial en tratamiento con mltiples frmacos antihipertensivos. Arritmia grave. Hipotensin (< 90/50 mmHg). Accidente cerebrovascular. Retinitis pigmentosa. Los efectos cardiovasculares de sildenafilo han sido motivo de preocupacin debido a la comunicacin de acontecimientos cardacos graves relacionados en el tiempo con la utilizacin de este frmaco. Recientemente, Hermann y sus colaboradores valoraron los efectos hemodinmicos
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sistmicos, pulmonares y coronarios de sildenafilo oral (100 mg) en 14 varones con estenosis grave de al menos una arteria coronaria (> 70% del dimetro del vaso). Los resultados fueron que sildenafilo oral nicamente produjo pequeos descensos (< 10%) de las presiones arteriales sistmicas y pulmonares, y no tuvo efecto ni sobre la presin venocapilar pulmonar, ni sobre la presin de la aurcula derecha, ni sobre la frecuencia cardaca, ni sobre el gasto cardaco. Concluyeron que en varones con cardiopata isqumica grave no se detectaron efectos cardiovasculares adversos debidos a la administracin de sildenafilo oral. Asimismo, se recomienda precaucin en aquellos pacientes que utilizan frmacos que puedan prolongar la vida media de sildenafilo (inhibidores del citocromo P450, isoforma 3A4 principalmente, como ketoconazol, cimetidina, eritromicina, etc.), as como en pacientes con enfermedad renal o heptica en los que el aclaramiento del frmaco pueda estar disminuido. En cuanto al uso concomitante de sildenafilo con frmacos inhibidores del CYP3A4, a excepcin de ritonavir, cuya administracin con sildenafilo no se aconseja, se recomienda iniciar el tratamiento con dosis de 25 mg. En cuanto a la posible interaccin de sildenafilo con otros frmacos, no se han observado cambios farmacocinticos al utilizar sildenafilo junto con tolbutamida, warfarina, fenitona, inhibidores selectivos de la recaptacin de serotonina, antidepresivos tricclicos, tiazidas y diurticos relacionados (diurticos de asa y ahorradores de potasio), inhibidores de la enzima conversora de angiotensina, antagonistas del calcio, antagonistas betaadrenrgicos o rifampicina y barbitricos. No se dispone de datos de interaccin de sildenafilo con teofilina o dipiridamol, ni se ha apreciado aumento del tiempo de sangrado al administrar conjuntamente con cido acetilsaliclico. Tratamiento del paciente con crisis hipotensiva grave tras la toma combinada de sildenafilo y nitratos En primer lugar, suspender inmediatamente el tratamiento con nitratos o donadores de NO, y dependiendo de las circunstancias clnicas, tener en cuenta las siguientes posibilidades teraputicas solas o combinadas: Colocar al paciente en posicin de Trendelenburg. Reposicin de volumen intravenoso para mantenimiento de presin sangunea. Uso prudente de agonistas alfaadrenrgicos intravenosos, como la fenilefrina. Tratamiento con un agonista alfabetaadrenrgico, como la noradrenalina para el soporte de la presin sangunea sin olvidar que su uso puede desencadenar un sndrome de isquemia aguda. Baln artico de contrapulsacin. Tratamiento del paciente que toma sildenafilo, con sndrome de isquemia coronaria aguda Intentar establecer el intervalo de tiempo desde la ltima dosis de sildenafilo, teniendo en cuenta que aproximadamente en las primeras 24 horas puede producirse un marcado descenso de la presin arterial si se administran nitratos. Por ello, debe evitarse el uso de nitratos en ese perodo de tiempo. En el caso de que haya sido administrado un nitrato tras la toma de sildenafilo, es necesario tener dispuesto el material para expansin de volumen IV y agonistas alfaadrenrgicos si fuese necesario. Pasado el intervalo de 24 horas puede considerarse el uso de nitratos, pero con precaucin, monitorizando cuidadosamente las dosis iniciales y teniendo disponible el material de soporte necesario (vasopresores y expansin de volumen IV). En los pacientes en los que la vida media de sildenafilo puede estar alargada (insuficiencia renal o heptica, tratamiento con inhibidores del CYP3A4), se debe prolongar el tiempo entre la toma de sildenafilo y la administracin de nitratos. Hasta el momento no hay evidencia de interacciones significativas entre sildenafilo y heparina, bloqueantes betaadrenrgicos, bloqueantes de los canales del calcio, narcticos o cido acetilsaliclico, por lo que pueden ser utilizados en el tratamiento.
15.7.2.2. Yohimbina
Es un antagonista de los receptores alfa-2 adrenrgicos. Acta a nivel central y perifrico (estimulante colinrgico y depresor adrenrgico, provocando un aumento del flujo sanguneo en el
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pene). Su indicacin principal son los casos de DE psicgena. Los efectos secundarios ms importantes son taquicardia, hipertensin, ansiedad, cefalea e intolerancia gstrica. No est comercializada.
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Pacientes con alteraciones hematolgicas con hipercelularidad e hiperviscosidad sangunea, tales como anemia falciforme, mieloma o leucemia, por el alto riesgo de priapismo. Erecciones muy prolongadas a dosis bajas Existen una serie de contraindicaciones relativas: Alteraciones de la visin o falta de destreza manual son impedimentos siempre que la inyeccin no pueda ser realizada por la pareja El uso de anticoagulantes no impide este tratamiento pero requiere ejercer compresin en el punto de la inyeccin varios minutos La papaverina no debe usarse en pacientes con insuficiencia heptica severa, por su hepatotoxicidad El fabricante de Caverject ha includo tambin como contraindicacin las desviaciones del pene, particularmente la enfermedad de La Peyronie. No obstante no existe evidencia clara de que las inyecciones intracavernosas influyan en la evolucin de estas enfermedades.
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15.7.7.2. Psicoterapia
Ser el tratamiento de eleccin en los casos en los que se haya descartado previamente una causa orgnica. Aunque el origen de la DE sea pramente orgnico, la terapia psicolgica puede potenciar los efectos positivos del tratamiento mdico o quirrgico realizado. Es importante que la pareja participe y coopere en el tratamiento, obtenindose mejores resutados cuando ambos miembros se implican en todo el proceso, desde el diagnstico al tratamiento. Siempre que sea posible debemos investigar la posible existencia de factores etiolgicos de tipo psicolgico como el estrs laboral, problemas de relacin de pareja, depresin, ansiedad, problemas familiares, econmicos etc., cuyo tratamiento puede precisar la derivacin del paciente al psiclogo o psiquiatra.
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Tratamiento intraoperatorio y postoperatorio de intervenciones quirrgicas prolongadas o en pacientes de riesgo previsible de retencin de orina. Para posibilitar la curacin ms rpida de escaras de decbito en pacientes incontinentes.
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Este hecho puede reducirse empleando el baln de autorretencin ms pequeo que sea capaz de mantener la sonda en su lugar y, si es necesario, con frmacos relajantes del msculo detrusor de tipo anticolinrgico u otros relajantes de fibra muscular lisa. El error comn es cambiar la sonda por otra de mayor tamao en un intento de sellar la uretra para evitar las prdidas de orina. Es contraproducente hacerlo, ya que con ello se pueden provocar erosiones uretrales, no se consigue controlar el cuadro y, en la mujer, se dilata hasta tal punto la uretra que puede hacerse incapaz de retener un globo de 30 ml.
16.5.4. Complicaciones uretrales: uretritis, fstulas, abscesos periuretrales, epididimitis, erosiones del meato uretral
No son infrecuentes y podran evitarse, en caso de sondajes crnicos, implantando una cistotoma suprapbica. Si ello no fuera posible, han de evitarse las sondas de ltex.
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Imposibilidad para vaciar el globo para retirar o cambiar la sonda. Esta eventualidad acaece en ocasiones por fallo en el mecanismo valvular o por el bloqueo del canal por donde se rellena el globo, la mayor parte de las veces por pinzar inapropiadamente la sonda en lugar indebido, por delante del pabelln de la misma. Existen varias maniobras para intentar solventar la situacin: Cortar justo inmediatamente por detrs del final de la vlvula. Intentar hinchar algo ms el baln y volver a intentar deshincharlo. Con una aguja hipodrmica y una jeringa pinchar el canal de inflado del globo en el lugar ms cercano posible a la entrada de la sonda en la uretra y aspirar. Introducir una gua metlica de un catter venoso central o ureteral por el canal del globo. En los casos de pacientes del sexo femenino, traccionando suavemente de la sonda para acercar el baln al meato, insertar una aguja 23G con jeringa a lo largo de la sonda, por la uretra, puncionando el baln en su base y aspirando (est demostrado que as no explota el baln). Otros mtodos implican hacer explotar el baln; son molestos y pueden dejar fragmentos en la vejiga, pero en algunas ocasiones es necesario llevarlos a cabo (introducir ter en el globo). Desconexin accidental o rotura accidental de alguna parte del sistema, lo que provoca escape de orina, mojando al paciente de modo inoportuno.
17. Hidrocele
Jos Carlos Martn Martnez
17.2.2. Tratamiento
El conducto peritoneovaginal puede cerrarse en condiciones normales hasta los 18 meses de edad. Por ello, en caso de persistencia, el hidrocele congnito se operar, siempre que est indicado por su tamao o su posible evolucin a hernia tpica, a partir de esa edad. Si la hernia est presente desde el principio, el hidrocele debe ser intervenido precozmente para evitar su frecuente incarceracin. La mayora de las complicaciones descritas en relacin con la ciruga se derivan de la lesin incidental de alguna estructura del cordn espermtico: vasectoma, oclusin del deferente o atrofia testicular por oclusin vascular.
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17.3.2. Diagnstico
La exploracin fsica revela el aumento del volumen hemiescrotal, que transilumina y que no suele permitir la correcta palpacin testicular al ser rodeado ste por el lquido coleccionado. El espectro de manifestaciones clnicas va desde la ausencia de molestias hasta el defecto cosmtico por volumen, o diferentes grados de dolor segn la tolerancia individual, tensin parietal y extensin funicular. Si existieran dudas, debera practicarse una ecografa escrotal, ya que en raras ocasiones el hidrocele puede ser secundario a una neoplasia testicular (el 10% de las neoplasias testiculares se acompaan de hidrocele). En la ecografa el hidrocele aparece como una zona anecoica que rodea el testculo y que a veces puede tener septos y ecos internos por detritus.
17.3.4. Tratamiento
No existe una obligacin de tratar el hidrocele, ya que en procesos reactivos se puede resolver de modo espontneo; en otros casos, la escasa cantidad de lquido acumulado hace tolerable su presencia sin repercusiones clnicas o funcionales. No obstante, se debe ofrecer tratamiento a todo paciente que lo solicite ya que normalmente este hecho se produce cuando existen molestias intolerables o volmenes llamativos o incmodos en la vida diaria (vestir, adoptar determinadas posturas, apariencia fsica anormal). Ciruga transescrotal. Es la mejor opcin de curacin y prevencin de recidivas. Cualquier tcnica, cuidadosa y practicada con hemostasia exquisita, puede emplearse con
Hidrocele
143
xito. Las tcnicas se basan en la eversin de la tnica vaginal, con o sin plicatura, o reseccin de parte de la misma, para procurar hacer desaparecer la cavidad fisiolgica virtual que albergaba el lquido. Tratamiento percutneo. La aspiracin aislada se asocia a recidivas frecuentes. Si tras la aspiracin se asocia la inyeccin de alguna sustancia esclerosante (tetraciclina, polidocanol, povidona yodada, antazolina, tetradecil sulfato sdico, talco), dicha tasa de recidivas puede reducirse hasta slo un 50%; suele emplearse en malos candidatos a intervencin. Tiene un inconveniente aadido, y consiste en que alguna de estas sustancias provocan dolores intensos tras el procedimiento, lo cual constituye un problema a la hora de su aplicacin.Adems, dada la creacin de adherencias fibrticas, en caso de ser necesaria una intervencin quirrgica, sta sera ms difcil.
18. Varicocele
Jos Carlos Martn Martnez
146
Los mecanismos implicados en la alteracin que puede ejercer el varicocele sobre la fertilidad apuntan hacia el retraso en el desarrollo testicular, la estasis venosa con hipoxia testicular, el aumento de la temperatura gonadal, el reflujo de metabolitos nocivos renales o suprarrenales, o todos ellos. Todo esto puede provocar altos niveles de productos como perxido de hidrgeno y radicales libres con oxgeno que pueden daar el epitelio germinal del testculo. De este modo se alteran los parmetros seminales, en diversa cuanta, tanto en el nmero de espermatozoides como en su movilidad o morfologa, dndose clsicamente el patrn de estrs tpico del varicocele (oligoastenoteratospermia), la posible hipotrofia testicular y sus cambios histolgicos acompaantes: lesiones vasculares (hiperplasia endotelial), reduccin en el nmero de espermatogonias, incremento en los componentes de la matriz extracelular y, a veces, alteraciones en las clulas de Leydig.
18.4. Diagnstico
18.4.1. Exploracin fsica
Es el principal mtodo de diagnstico del varicocele. Con el paciente en bipedestacin y efectuando una maniobra de Valsalva, se grada segn el hallazgo: Grado 0: no se palpa el varicocele. Grado I: masa pequea, slo palpable con Valsalva, por encima y detrs del testculo como una bolsa de gusanos. Grado II: masa moderada-grande. Grado III: masa visible sin maniobra de Valsalva. La dilatacin venosa suele disminuir en posicin de decbito supino. Deben constatarse tambin las diferencias que puedan existir en tamao y consistencia de ambos testculos, la presencia de varices en otras zonas y, segn la sospecha clnica, debe llevarse a cabo una exploracin fsica dirigida (tumores renales o retroperitoneales).
18.5. Tratamiento
18.5.1. Indicaciones
Lo primero que hay que dejar claro es que el varicocele por s solo no constituye indicacin de tratamiento, incluso aunque exista historia de infertilidad. A la hora de indicar, pues, el trata-
Varicocele
147
miento se ha de tener en cuenta la edad del paciente, dado que el motivo de consulta, posibilidad de recuperacin y mtodos de control del tratamiento difieren de cuando se consulta por infertilidad (adultos pospuberales) a cuando se hace por otros motivos (edad puberal y adultos). Si se consulta por infertilidad, las indicaciones establecidas para la reparacin del varicocele son: Discrepancia significativa entre el tamao de los testculos (menor tamao por hipotrofia del afectado). Alteraciones del patrn seminal. Deseo del paciente con varicocele de ser tratado y un patrn seminal subptimo, aunque en ese momento no manifieste deseos gensicos o infertilidad de pareja. Varicocele subclnico: indicacin dudosa. En el caso del varicocele detectado en la edad puberal, el tratamiento debe ofrecerse a aquellos pacientes que presentan diferencia de tamao entre los dos testculos, ya que est demostrado que la correccin del varicocele a esta edad consigue aumentar el tamao del testculo afectado, consiguindose de esta manera su recuperacin concomitante, tanto histolgica como funcional. Tambin es preciso tratar clnicamente los varicoceles importantes o bilaterales, y proporcionar tratamiento siempre que el paciente presente una alteracin grave o no tenga el testculo derecho. En el paciente que consulta por razones distintas (lgicas o cosmticas), se realizar una valoracin individualizada atendiendo a sus expectativas.
18.5.3. Complicaciones
Infeccin o hematoma de herida o del lecho quirrgico. Dao del nervio ilioinguinal en el canal inguinal. Hidrocele, prevenible conservando los linfticos del cordn espermtico. Atrofia testicular por ligadura de la arteria testicular y de las pequeas ramas que quedan (espermtica, del deferente) si no son suficientes para mantener una funcin normal.
148
La laparoscopia tiene el riesgo del dao visceral, vascular e, incluso, ureteral en manos no expertas. Los tratamientos percutneos pueden provocar la migracin vascular de materiales oclusivos, trombosis venosa profunda, perforacin venosa, reaccin alrgica al contraste o hematoma en el lugar de la venopuncin.
19.1. Fimosis
19.1.1. Concepto
Imposibilidad o dificultad para efectuar la retraccin del prepucio sobre el glande (en ereccin o no) porque existe un orificio demasiado estrecho para ello a nivel de la piel prepucial (anillo prepucial). La fimosis puede ser primaria o congnita, o secundaria a multitud de procesos, el ms caracterstico la diabetes. No debe confundirse la fimosis con las adherencias balanoprepuciales del recin nacido que poco a poco se irn despegando con las erecciones fisiolgicas y suaves maniobras de higiene bien practicadas por los padres en los primeros aos de vida. Tampoco hay que etiquetar de fimosis al frenillo prepucial corto ya que la presencia de ste slo impide finalizar la retraccin de la cara interna del prepucio en la cara inferior del glande donde se inserta.
150
Retencin urinaria. En casos extremos, puede darse la oclusin total del prepucio fimtico, lo que conlleva la imposibilidad miccional. Alteracin en las relaciones sexuales. Erecciones dolorosas o alteraciones de los mecanismos habituales de excursin prepucial durante el coito. Carcinoma epidermoide del pene. Algunos estudios epidemiolgicos han observado que el carcinoma del pene afecta menos a pacientes postectomizados en perodo neonatal que a aquellos no postectomizados o postectomizados en etapas ms tardas de la vida. En la literatura mdica la fimosis aparece como uno de los factores de riesgo del cncer de pene. Parafimosis. Se trata de una urgencia ocasionada cuando no se ha podido reponer el prepucio en situacin anatmica tras su retraccin forzada (vase Parafimosis, en este mismo captulo).
19.1.3.3. Complicaciones
La retraccin forzada de la fimosis siempre es perjudicial, por lo que debera abandonarse su prctica, tan frecuente todava en nuestro medio. El tratamiento tpico correctamente efectuado no ocasiona complicaciones. La absorcin de los frmacos a las dosis utilizadas es mnima y sin implicaciones fisiolgicas. La ciruga s puede tener complicaciones serias, pero en manos de mdicos con cierta experiencia son mnimas, aunque hay que tenerlas presentes. Las complicaciones ms habituales son:
151
Dolor, sobre todo cuando acaecen las erecciones fisiolgicas durante el postoperatorio. Hematoma de las cubiertas peneanas que puede llegar a ser de tal importancia que obligue a su evacuacin quirrgica urgente. Hemorragia de algn punto de la sutura mucocutnea o del frenillo. Hiperestesia glandar durante unas semanas. Fimosis secundaria por cicatriz queloidea. Excesiva reseccin de piel o cicatrizacin asimtrica. Infeccin, incluyendo sepsis o gangrena de Fournier.
19.2. Parafimosis
19.2.1. Concepto
Urgencia urolgica debida al compromiso vascular del glande, puesto que el anillo prepucial fimtico no le permite al prepucio recolocarse en su posicin anatmica tras una retraccin forzada de ste que no se reduce con rapidez. Es frecuente que suceda tras las maniobras de limpieza-desinfeccin durante un sondaje vesical o relaciones sexuales, o se observe en nios con fimosis congnita tras la higiene por parte de sus padres o cuidadores. El glande se estrangula con el anillo fimtico por detrs del surco coronario, por lo que la congestin venosa provoca un progresivo edema doloroso del glande y del prepucio que empeora cada vez ms la situacin, ya que se provoca an mayor desproporcin entre el tamao del glande y el anillo prepucial. En casos extremos, el compromiso vascular puede llegar a la necrosis del glande.Tambin puede sobreinfectarse.
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La maniobra consiste en sujetar el glande por debajo de su corona entre los dedos segundo y tercero de las dos manos y comprimir firme y progresivamente el glande con los pulgares hasta vencer la resistencia del anillo y reposicionar el glande por dentro de ste. Para evitar el deslizamiento de los tejidos con nuestros guantes, es conveniente usar una gasa alrededor del anillo. Si el dolor no es soportable, se puede practicar anestesia circunoval del pene antes de reintentarlo. Una vez solventada la reduccin, se debe colocar el pene en posicin dorsal y administrar antiinflamatorios para facilitar la resolucin del edema en las siguientes horas.
19.2.3.3. Postectoma
Pasadas unas semanas se procede a resolver la fimosis mediante correccin quirrgica reglada, para evitar la recidiva.
19.3. Balanopostitis
19.3.1. Concepto
Las balanopostitis son procesos inflamatorios frecuentes que afectan al glande (balano), al prepucio (postium), o a ambos a la vez, de diverso origen y naturaleza, agudas o crnicas, y de cierta importancia puesto que, adems de las molestias que ocasionan, pueden provocar complicaciones, transmitir infecciones y transformarse en neoplasias malignas.
153
una apariencia hmeda; otras veces son ppulas que se rompen descamando. En casos graves, se ulceran y son muy dolorosas, con fimosis y agrietamiento. El diagnstico clnico es fcil, y aadir KOH al 10% resulta muy til para identificar Candida albicans en el raspado de las lesiones. El tratamiento se realiza a ambos miembros de la pareja: tratamiento adyuvante y antifngicos tpicos, orales o ambos a la vez; por ejemplo, lavados con borato sdico al 2% dos veces al da aplicando despus ciclopiroxolamina o sertaconazol durante 2 semanas.
154
raro el angioedema aislado. Es frecuente tras la administracin de penicilinas y derivados. Su remisin es espontnea. Erupciones fijas medicamentosas. Toxicodermia, que tiene su localizacin principal en el glande y que, en exposiciones repetidas, aparece siempre en el mismo sitio, pudiendo dejar una mancha residual (eritema fijo pigmentario). Tetraciclinas y sulfamidas son los agentes responsables ms frecuentes. Si tras la supresin del frmaco no cede, se pueden usar corticoides.
155
rece en la cara interna del prepucio o glande, en el 50% de los casos las lesiones son mltiples; son eritematosas, brillantes, bien delimitadas, de superficie granular al principio para despus hacerse pruriginosas y dolorosas con pequeas reas de sangrado. El 10% presenta focos de microinvasin. La enfermedad de Bowen puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, y existen evidencias de su asociacin frecuente a otras neoplasias malignas extracutneas. Produce placas de tonos rojizo-marrones, sobre todo en el glande, de diversa apariencia, no mayores de 1,5 cm. El tratamiento de ambas enfermedades es similar: exresis quirrgica con margen sano y un seguimiento riguroso. Leucoplasia. Placas blanquecinas de evolucin crnica por irritaciones crnicas y recurrentes. El riesgo de que se vuelvan malignas es bajo, pero est descrito. Enfermedad de Paget. Carcinoma apocrino intraepidrmico que se presenta como una placa eritematosa y circunscrita que puede ulcerarse. Un 20% de los casos aparece asociado a neoplasia en otros rganos. Balanitis seudoepiteliomatosa queratsica y miccea. Lesin que se asienta en la corona del glande o surco balanoprepucial donde engrosa la piel, y se cubre de material de descamacin blanco perlado (micceo) que poco a poco crece en forma verrucosa. Es muy recidivante a pesar de su exresis, que debe ser amplia, con un seguimiento riguroso dado que es frecuente que se haga maligno como carcinoma verrucoso.
Anexos
Anexos
159
Anexo 1.
Escala internacional de sntomas prostticos y calidad de vida (International Prostatic Symptom Score Quality of Life, IPSS-L)
1 de Ninguna cada 5 1 de cada 3 1 de cada 2 2 de cada 3 Casi siempre
1. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido la sensacin, al terminar de orinar, de que su vejiga no se vaciaba por completo? 2. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido que orinar ms de una vez en menos de 2 horas? 3. Durante el pasado mes cuntas veces le ha sucedido que se le interrumpa o cortaba intermitentemente el chorro mientras orinaba? 4. Durante el pasado mes cuntas veces le ha resultado difcil aguantar las ganas de orinar? 5. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido un chorro de orina dbil? 6. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido que apretar o esforzarse para empezar a orinar? 7. Durante el pasado mes cuntas veces ha tenido que orinar cada noche, desde que se acuesta hasta que se levanta? Puntuacin total del baremo sintomtico
160
6 Muy mal
Anexos
161
Anexo 2.
ndice internacional de la funcin erctil (IIEF)
Iniciales del paciente...................... N. identificacin.................. Fecha...............................
Es usted sexualmente activo (definido como actividad sexual con pareja o estimulacin manual)? S No En caso afirmativo, por favor cumplimente el cuestionario relativo a su actividad sexual. (Marque slo una casilla en cada pregunta.)
SIN ACTIVIDAD SEXUAL CASI NUNCA O NUNCA MENOS DE LA MITAD DE LAS VECES LA MITAD DE LAS VECES MS DE LA MITAD DE LAS VECES CASI SIEMPRE O SIEMPRE
1. Durante las ltimas 4 semanas, con qu frecuencia logr una ereccin durante la actividad sexual (B)? 2. Durante las ltimas 4 semanas, cuando tuvo erecciones con la estimulacin sexual (D), con qu frecuencia fue suficiente la rigidez para la penetracin? 3. Durante las ltimas 4 semanas, al intentar una relacin sexual (A), con qu frecuencia logr penetrar a su pareja? 4. Durante las ltimas 4 semanas, durante la relacin sexual (A), con qu frecuencia logr mantener la ereccin despus de la penetracin?
EXTREMADAMENTE DIFCIL
MUY DIFCIL
DIFCIL
ALGO DIFCIL
SIN DIFICULTAD
5. Durante las ltimas 4 semanas, durante la relacin sexual (A), cul fue el grado de dificultad para mantener la ereccin hasta completar la relacin sexual?
NINGUNA
1-2 VECES
3-4 VECES
5-6 VECES
7-10 VECES
11 O MS
6. Durante las ltimas 4 semanas, cuntas veces intent una relacin sexual?
7. Durante las ltimas 4 semanas, cuando intent una relacin sexual, con qu frecuencia result satisfactoria?
162
NO REALIC EL ACTO NO DISFRUT NADA
DISFRUT ALGO
DISFRUT BASTANTE
DISFRUT MUCHO
9. Durante las ltimas 4 semanas, durante la estimulacin o la relacin sexual (A), con qu frecuencia eyacul? 10. Durante las ltimas 4 semanas, durante la estimulacin (C) o la relacin sexual (A), con qu frecuencia tuvo una sensacin de orgasmo (C) (con o sin eyaculacin)?
A = Acto sexual Se define como la penetracin de la pareja.
B = Actividad sexual Incluye el acto sexual, caricias, juegos anteriores al acto y la masturbacin.
C = Eyacular Se define como la expulsin de semen del pene (o la sensacin de hacerlo). D = Estimulacin sexual Incluye situaciones como juegos previos con la pareja, la estimulacin visual con imgenes erticas, etc.
Las siguientes dos preguntas se refieren al deseo sexual, definido como una sensacin que puede ser un deseo de tener una experiencia sexual (por ejemplo, masturbacin o relacin sexual), un pensamiento sobre una relacin sexual o un sentimiento de frustracin por no tener una relacin sexual.
CASI NUNCA O NUNCA EN ALGUNOS MOMENTOS BUENA PARTE DEL TIEMPO LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO CASI SIEMPRE O SIEMPRE
11. Durante las ltimas 4 semanas, con qu frecuencia ha sentido un deseo sexual?
BAJO
MODERADO
ALTO
MUY ALTO
12. Durante las ltimas 4 semanas, cmo calificara su nivel de deseo sexual?
MUY SATISFECHO
BASTANTE INSATISFECHO
NI SATISFECHO NI INSATISFECHO
BASTANTE SATISFECHO
MUY SATISFECHO
13. Durante las ltimas 4 semanas, cul ha sido el grado de satisfaccin con su vida sexual en general? 14. Durante las ltimas 4 semanas, cul ha sido el grado de satisfaccin con la relacin sexual con su pareja?
Anexos
MUY BAJO O NULO
163
BAJO
MODERADO
ALTO
MUY ALTO
15. Durante las ltimas 4 semanas, cmo calificara la confianza que tiene en poder lograr y mantener una ereccin?
Anexos
165
Anexo 3.
ndice sobre salud sexual para el varn (SHIM)
Instrucciones para el paciente La salud sexual es una parte importante del bienestar fsico y emocional general de una persona. La disfuncin erctil es un tipo de problema sexual muy frecuente. Existen muchas opciones diferentes para el tratamiento de la disfuncin erctil. Este cuestionario est diseado para ayudarle a usted y a su mdico a identificar si est experimentando disfuncin erctil y a comentar potencialmente las opciones de tratamiento. Cada pregunta tiene varias respuestas de entre las que se le pide que elija la que mejor describa su situacin. Asegrese de que selecciona una y slo una respuesta. En los ltimos 6 meses:
1. Cmo clasificara su confianza en poder conseguir y mantener una ereccin? 2. Cuando tuvo erecciones con la estimulacin sexual, con qu frecuencia sus erecciones fueron suficientemente duras para la penetracin? 3. Durante el acto sexual, con qu frecuencia fue capaz de mantener la ereccin despus de haber penetrado a su pareja? 4. Durante el acto sexual, qu grado de dificultad tuvo para mantener la ereccin? 5. Cuando intent el acto sexual, con qu frecuencia fue satisfactorio para usted? Sin actividad sexual Muy baja Baja Moderada Alta Muy alta
4 La mayora de las veces (mucho ms de la mitad de las veces) 4 La mayora de las veces (mucho ms de la mitad de las veces) 4 Ligeramente difcil 4
Casi nunca/ Pocas veces A veces nunca (menos de (aproximala mitad de damente la las veces) mitad de las veces) 1 Casi nunca/ nunca 2 3
Pocas veces A veces (menos de (aproximala mitad de damente la las veces) mitad de las veces) 2 Muy difcil 2 3 Difcil 3
Pocas veces A veces La mayora (menos de (aproxima- de las veces la mitad de damente la (mucho las veces) mitad de las ms de la veces) mitad de las veces) 2 3 4
Puntuacin: ______ Si la puntuacin es de 21 o menos, muestra signos de disfuncin erctil. Es posible que desee comentarlo a su mdico.
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