Este documento ofrece consejos a nuevos creyentes cristianos. Explica que han nacido de nuevo espiritualmente pero necesitan guía como bebés. Recomienda que se bauticen, oren, lean la Biblia diariamente, asistan a la iglesia para adorar a Dios y recibir enseñanza, y den testimonio de su fe en Jesucristo sirviendo a los demás. El objetivo es que crezcan en su nueva vida espiritual.
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Descripción original:
Una Guia basica de nuevos creyentes que me fue de mucha ayuda
Este documento ofrece consejos a nuevos creyentes cristianos. Explica que han nacido de nuevo espiritualmente pero necesitan guía como bebés. Recomienda que se bauticen, oren, lean la Biblia diariamente, asistan a la iglesia para adorar a Dios y recibir enseñanza, y den testimonio de su fe en Jesucristo sirviendo a los demás. El objetivo es que crezcan en su nueva vida espiritual.
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FORMACION CRISTIANA IGLESIA DE DIOS, Territorio
Antofagasta - 1
CONSEJOS A LOS NUEVOS CREYENTES Primera parte)
“Nacer de nuevo” es una experiencia conmovedora y determinante para
el “nuevo creyente”; es nacer a una nueva vida; es entrar a una nueva dimensión; es entrar a un “camino” nuevo y desconocido, muchas veces incomprensible como en el caso de Nicodemo (Juan 3), que no podía entender como “siendo viejo debía entrar nuevamente en el vientre de su madre”.
Lo que Nicodemo no entendió fue que el Señor Jesucristo le estaba
hablando en el área espiritual y no física; el “nuevo nacimiento” es un nacimiento espiritual. Físicamente seguiremos viviendo de la misma manera que hasta el momento del encuentro con el Señor; pero en la vida espiritual es donde se produce el cambio fundamental. Muchas cosas cambiarán en esta nueva vida; algunas perderán su importancia; otras adquirirán un nuevo valor. Muchas nuevas costumbres, pensamientos, sentimientos y emociones se encontrarán.
Quien nace a una nueva vida es como un pequeño bebé que necesita alimento, higiene, cuidado cariñoso, ejercicio y protección. Siempre el bebé necesita de un padre, una madre, o niñera que haga el trabajo de cuidarlo hasta que tenga una estatura y un crecimiento que le permita desenvolverse por si solo.
En la vida espiritual, de la misma manera el nuevo creyente necesita de
un padre, o madre espiritual que le cuide, le enseñe, le proteja y le ayude en todas las cosas en las cuales tenga que desarrollarse hasta que tenga una estatura y crecimiento espiritual que le permita hacer las cosas sin la ayuda de otra persona.
Todas estas cosas están provistas por Dios, para que el bebé pueda aprender como obtenerlas. Jesucristo ordenó en Mateo 28:20 que “hicieran discípulos... Enseñándoles todas las cosas que ´´el había mandado”. En la mente del Señor está grabada la importancia de la enseñanza desde la niñez (un “nuevo creyente” es un “niño en Cristo”) y a todo niño se le debe enseñar desde edad muy temprana, porque en esa edad es cuando la mente está mejor preparada para aprender las cosas que en la edad de adulto le costará más el aprendizaje.
De la manera que se produzca el crecimiento en su vida espiritual,
paulatinamente, se irá produciendo también un cambio en su vida física y moral. A medida que las “buenas nuevas” que es el Evangelio de Jesucristo, vayan formando raíces en cada nuevo creyente se va a ir notando el mejoramiento de cada persona, en todo su ser Espíritu, alma y cuerpo. Posiblemente, la primera pregunta que un nuevo creyente se haga, será: “¿Qué debo hacer ahora?. Fue la pregunta que hizo el apóstol Pablo cuando el Señor se le apareció en el camino de Damasco: “Señor, ¿qué quieres que haga? (Hechos 9:6).
Los consejos que se dan en esta lección y en la siguiente son una síntesis de la vida cristiana, consejos que si se toman seria y verdaderamente en cuenta y se ponen en práctica, le aseguran en el futuro el vivir feliz y bajo la protección de Dios y bajo su perfecta vluntad. El apóstol Juan en su tercera carta, versículo 2 dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.
1.- Nueva posición espiritual como hijo de Dios.- Ahora que ha
“recibido a Jesucristo” como su “Salvador y Señor”, Dios el Padre le ha hecho un “hijo de Dios” (Juan 1:12-13). Antes era un extraño para con Dios, pero ahora él le ha adoptado como “su hijo”; y este es un privilegio grande (Efesios 2:17-19). Debe vivir como un hijo obediente ( 1ª de Pedro 1:14-16) y debe vivir un vida nueva y distinta (Efesios 4:17 a 6:20).
2.- Debe bautizarse en agua.- El bautismo en agua es una
“ordenanza de Cristo” y es necesario obedecerla. (Mateo 28:19 y Marcos 16:16). En tiempos apostólicos, las personas eran bautizadas generalmente el mismo día en que se convertían (Hechos 2:38-41). Por tanto, debe ser bautizado el nuevo creyente en la primera oportunidad que tenga.
3.- Debe comenzar una vida de oración.- La oración le “acercará a
Dios” y le hará “conocerle íntimamente”. (Efesios 6:18, y 1ª de Tesalonisenses 5:17) Ore al levantarse, al mediodía y en la noche. De gracias por los alimentos y aparte diariamente momentos especiales para orar. (Hechos 3:1).
4.- Lea la Biblia diariamente.- La lectura y la meditación de la Palabra
de Dios le “aumentará su fe” (Romanos 10:17) y le hará “crecer espiritualmente”. Un buen consejo es ler primero os Evangelios, Hecho, Salmos y Proverbios. Luego el resto del Nuevo Testamento, para terminar con la Biblia completa (Josué 1:8; Salmos 105:2; 119:97; 2ª de Timoteo 3:14-17).
Pida a Dios sabiduría para entender las Escrituras. El Espíritu Santo le
ayudará. (Salmos 119:18; Santiago 1:5). “Obedezca los mandamientos” del Señor, a medida que se vaya desarrollando en el aprendizaje (Juan 14:15 y 15:14).
5.- Asista a la iglesia.- Una vez que recibió a Cristo como su Salvador y Señor, fue unido al “Cuerpo espiritual de Cristo”; pero además fue unido a los que son de Cristo; ellos forman la Iglesia del Señor enla tierra. Las congregaciones de creyentes son parte del propósito de Dios de mantener la comunión entre los cristianos de una misma región, barrio o comunidad.
Muchas son las bendiciones que recibimos en la congregación con los
hermanos (Salmos 133:1-3). Algunos pierden la bendición de Dios por no asistir a las reuniones (Juan 20:19-29); por eso Dios nos exhorta a “no dejar de congregarnos” como alguno tienen por costumbre (Hebreos 10:25); Dios considera que el abandonar la iglesia es “dejarlo a El” (2ª Crónicas 29:6-9). FORMACION CRISTIANA IGLESIA DE DIOS, Territorio Antofagasta - 3 El Salmo 100 nos enseña sobre la “actitud que debemos tener en la casa del Señor”: con alegría, regocijo, reconocimiento de Dios, gratitud, alabanza, con prontitud y deseos de conocer cada día más al Señor, etc. Asista al templo para darle culto a Dios y para recibir sus bendiciones. Dios, solamente Dios, y no otra cosa; debe ser el motivo que nos lleve al templo. Durante el desarrollo de la reunión (culto), concentre sus pensamientos en Dios, y en lo que se está diciendo y haciendo en el desarrollo de la reunión; ore con sinceridad y fervor y cante con alegría.
Escuche el mensaje (predicación) o la enseñanza con toda atención y
entregue sus problemas e inquietudes al Señor y aproveche al máximo el tiempo que dure la reunión. No se distraiga, si lo hace, perderá riquísimas bendiciones; no se entretenga mirando para atrás, o pendiente de quién entre o sale por la puerta. No deje que sus pensamientos piensen en otras cosas, por importantes que sean, porque le harán perder concentración en lo que se está haciendo o diciendo.
No escuche de otras personas conversaciones durante el culto, no
permita que Satanás le haga perder las bendiciones que Dios tiene para usted. Si acepta conversaciones que otro le haga, ambos se perjudicarán; y van a perjudicar también a aquellos que están cerca suyo. Por atender al que está cerca suyo, todos van a “desatender” lo que se está diciendo en la reunión.
6.- Testifique de Jesucristo.- Ser testigos de Jesucristo es uno de los
más grandes privilegios que el ser humano pueda tener. Jesucristo dijo que el que diera testimonio de El en la tierra, él haría lo mismo en los cielos. (Juan 15:26.27; Hechos 1:8; 26:22-23). Dios nos llama a “ser testigos”; Jesucristo así lo expresó en varios pasajes de las Escrituras: (Mateo 28:18-29; Marcos 16:15-16; Lucas 14:45-49). Nunca niegue o esconda el hecho de que usted es un “seguidor de Jesucristo”. Esta es una actitud peligrosa del nuevo creyente porque no solamente demuestra debilidad espiritual; sino también es una manera de “negar al Señor”. (Mateo 10:32- 33).
7.- Ser servicial con los demás.- Dios le dará muchas oportunidades para servir a su prójimo (2ª de Corintios 4:5; Gálatas 5:13).
A) ”haciendo buenas obras” (Mateo 5:14-16; Tito 2:14):
B) “usando los dones espirituales” que Dios le ha dado. (Romanos 12:6-8; 1ª de Corintios 12:7-11; 1ª de Pedro 4:10-11); C) “ayudando a su prójimo” en sus problemas, consolando a los tristes y desalentados, etc., etc.
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