Amor Edad Media
Amor Edad Media
Amor Edad Media
Ven, Muerte, tan escondida
que no te sienta comigo,
por que el gozo de contigo
no me torne a dar la vida.
Ven como rayo que hiere,
que hasta que ha herido
no se siente su rido,
por mejor hirir do quiere:
ass sea tu venida;
si no, desde aqu me obligo,
que el gozo que havr contigo
me dar de nuevo vida.
158
156
Cancionero general, pp. 465-466.
157
Cancionero general, pp. 469-470.
158
Cancionero general, pp. 472-473.
86
Nm. 403: OTRA SUYA [de Diego Lpez de Haro]
Si quers al mal que siento
hazerle triste durar,
esforad al sufrimiento,
pues crescis en el penar,
pues, mi vida ass esforando,
dos descansos ganar:
vs veris a m penando,
yo, penando, a vs ver,
pues con slo el dessear
en vida de tal tormento
mal se pueden comportar
los quexos del pensamiento.
159
Nm. 404: OTRA SUYA [de Diego Lpez dde Haro]
Por tal ocasin venida,
la muerte me satisfaze,
porque con esto mi vida
ya dessaziendo se haze,
pues mi mal por bien ser
si vuestro Querer lo quiere,
porque el Morir ganar
quanto la Vida perdiere.
Ass que quiero la vida
no ms ni menos que os plaze,
aunque pena dolorida
con dessearos se haze.
160
Nm. 408: OTRA, DE DON JORGE MANRIQUE
Es una muerte escondida
este mi bien prometido,
pues no puedo ser querido
sin peligro de la vida.
Mas slo por que me quiera
quien en vida no me quiere,
yo quiero sofrir que muera
mi bevir, pues siempre muere.
Y en perder vida perdida
159
Cancionero general, p. 483.
160
Cancionero general, p. 484.
87
no me cuento por perdido,
pues no puedo ser querido
sin peligro de mi vida.
161
22.- LA DAMA, CAUSA DE LA MUERTE DEL ENAMORADO
Nm. 274: OTRA CANCIN, DE TAPIA
Quando Amor vence de grado,
Desamor mata el cativo
y el Dolor del desamado
para siempre queda bivo.
Y pues Muerte satisfaze
la culpa del galardn,
a do falta Compassin
el agravio Amor le haze.
Esse est mejor librado
el que est menos cativo,
pues al triste desamado
su dolor se queda bivo.
162
Nm. 295: OTRA, DE DON IGO DE MENDOA
Si en slo cobrar a vos
fue todo mi bien complido,
agora que os he perdido
qu bien me puede dar Dios?
Ni qu mayor mal ni tal
me puede jams venir
que en perderos, pues morir
con tal dao no es igual?
Do se sigue que estos dos,
bien de quien ya me despido
y mal tan grave crescido,
no me quiere hazer Dios.
163
Nm. 327: OTRA, DE DON JUAN DE MENESES
No hallo a mis males culpa
161
Cancionero general, p. 486.
162
Cancionero general, p. 415.
163
Cancionero general, p. 427.
88
porque a mi terrible pena
la causa que me condena
me desculpa.
A muerte me condenastes,
seora, por quanto os quiero
y luego me desculpastes
en ser de vos, por quien muero.
Pues Vuestra Beldad desculpa
los males todos que ordena,
quien por vos no tiene pena
tiene culpa.
164
Nm. 335: OTRA CANCIN [de Mexa]
No puede el Sufrir callar,
ni Razn puede encubrir
vuestro acucioso matar
y mi espacioso morir.
Vos por dar fin a mi vida
en mi mal sois pressurosa;
yo por hazeros servida
tomo la muerte espaciosa.
No guarescer, no morir
quiero, queriendo penar,
por si os pudiesse servir
entre morir y matar.
165
Nm. 417: CANCIN [de Cartagena]
Qu terrible desconcierto
del mal que de vos recibo,
que est so la tierra bivo,
andando por ella muerto!
Mis males, nunca mudados,
con mi fe siempre crescida,
de sufridos y callados
me tienen muerta la vida.
Fortuna me neg puerto
y sintome tan cativo
que est so la tierra bivo
164
Cancionero general, p. 444.
165
Cancionero general, p. 449.
89
andando por ella muerto.
166
23.- EL MAL DE AMOR NO TIENE REMEDIO
Nm. 278: CANCIN DE DIEGO DE QUIONES
En gran peligro me veo,
que en mi muerte no hay tardana,
porque me pide el Desseo
lo que me niega Esperana.
Pdeme la Fantasa
cosas que no pueden ser
y, pues esto se desva,
es forado padescer.
No me defiendo y peleo,
Muerte havr de m vengana,
pues que me pide el Desseo
lo que me niega Esperana.
167
Nm. 297: OTRA, DEL DUQUE DE ALVA
T, triste Esperana ma,
conviene que desesperes,
pues que mi Ventura gua
la contra de lo que quieres.
Y a tu muy linda color
dale tintura de duelo,
pues no se espera consuelo
que consuele tu dolor.
Mas espera cada da
crescer el mal de que mueres,
pues que mi Ventura gua
la contra de lo que quieres.
168
Nm. 299: OTRA CANCIN [de Tapia]
Queris mis males sabellos?
Quando el mal es mal de amor,
si el cuerpo tiene un dolor,
166
Cancionero general, p. 490.
167
Cancionero general, p. 418.
168
Cancionero general, p. 428.
90
el alma mil cuentos de ellos.
Son del cuerpo los dolores
que pueden tener mudana;
los del alma son de amores
y sin ninguna esperana.
Mas, pues vuestro desamor
es la causa de tenellos,
el del cuerpo no es dolor
quando el alma muere de ellos.
169
Nm. 308: OTRA CANCIN, DE DON DIEGO DE MENDOA
Como quando el alma parte
del triste cuerpo do mora,
no menos parte sin arte
mi coran, que reparte
mil sospiros cada ora.
Parto, sin dicha, de m
do partir nunca deviera.
desdichado! Muriera!
Mi cuerpo quedara aqu,
mi alma fuera doquiera!
Ass que, pues no se parte
mi mal, que siempre empeora,
haya memoria sin arte
el coran, que reparte
mil sospiros cada ora.
170
Nm. 311: OTRA SUYA [de Tapia]
Ninguno tenga esperana
que en el mal de amor hay medio,
porque es cierta su mudana
y es incierto su remedio.
Y si Amor y su belleza
os hiziere amar forado,
no os dure ms el cuidado
que le dura la firmeza.
No os engae su esperana,
que al comieno, al fin y medio
169
Cancionero general, p. 429.
170
Cancionero general, pp. 434-435.
91
es muy cierta su mudana
y es incierto su remedio.
171
Nm. 321: CANCIN DE [PEDRO DE] CARTAGENA
En partirme de miraros
Remedio de m se parte,
que jams podr olvidaros
si la Muerte no desparte
la Vida, que es dessearos,
que, si el morir despartiesse,
su despartir me hara
que por partido toviesse
a la Muerte, si viniesse,
que tal vida quitara.
Ass que ya, por amaros,
mi passin es de tal arte
que jams podr olvidaros
si la Muerte no desparte
la Vida, que es dessearos.
172
Nm. 334: DE [HERNN O RODRIGO] MEXA
Mucho me duele mi pena
y mi mal mal me lastima,
pues no he visto un ora buena
despus que pass la prima.
Con este mal que posseo,
de bevir tengo temores,
pues que me queda el desseo
por pena de mis dolores.
Y con esto se condena
mi coran y lastima,
pues todas las oras pena
despus que pass la prima.
173
Nm. 355: OTRA, DEL VIZCONDE DE ALTAMIRA [Alonso Prez de Vivero]
Con dos cuidados guerreo
171
Cancionero general, p. 436.
172
Cancionero general, p. 441.
173
Cancionero general, p. 448.
92
que me dan pena y sospiro:
el uno quando no os veo,
el otro quando vos miro.
Mirndoos, de amores muero,
sin me poder remediar;
no os mirando, desespero
por tornaros a mirar.
Lo uno cresce en sospiro,
lo otro causa desseo,
del que peno quando os miro,
y muero quando no os veo.
174
Nm. 363: OTRA SUYA [de Diego Nez de Quirs]
Quien quisiere ser librado
de congoxa y de tormento
sepa ser desesperado
para que biva contento,
porque en qualquiera ocasin,
quando el esperana es larga,
quanto alarga tanto amarga
y acrescienta de passin;
y, al fin de haver esperado,
plazer se torna en tormento:
haze que el apassionado
quede muy ms descontento.
175
Nm. 378: OTRA SUYA [DE SORIA], A UNA SEORA QUE LE DIXO QUE QU
MS QUERA SINO QUE LE PESAVA DE SU MAL
Mal tengo de que me quexe,
no razn por qu quexar;
no me s determinar
qu me haga o qu me dexe.
Doleros de mi passin
es bien que no tiene medio,
y, si pido ms remedio,
ya v contra la razn.
Mas que mi mal no se alexe
y que encubra mi penar?
174
Cancionero general, p. 460.
175
Cancionero general, p. 464.
93
Lo mejor es acabar
por dexallo o que me dexe.
176
Nm. 401: CANCIN DE QUIRS
Lo ya passado me duele,
lo presente me desvela,
lo por venir me consuela
que de nada me consuele.
En el esperar lo veo,
que menor mal es matarme
que bevir para acordarme
si lo que pass desseo.
Ni la passin que me duele
no es la causa que me duela,
que el remedio me consuela
que de nada me consuele.
177
Nm. 406: CANCIN DE DIEGO DE CASTRO
La vida, que jams dexa
sin quexo quien ms la quiere,
el que ms lexos se alexa
no bive, mas nunca muere.
Como yo, triste, aquexado
de cien mil muertes, biviendo,
unas de mucho allegado,
otras de aparte y plaendo.
Y, sin de ella tener quexa,
digo a quien tal se viere
que el que ms lexos se alexa
no bive, mas nunca muere.
178
Nm. 415: OTRA [de Nicols Guevara]
Callar la pena es morir;
falta, para vs sentilla,
la pluma para escrevir,
la lengua para dezilla,
que de estos cabos no siento,
176
Cancionero general, p. 471.
177
Cancionero general, p. 482.
178
Cancionero general, p. 485.
94
por mi mal, medio ninguno:
tantos contrarios en uno
hazen mayor el tormento.
Do me conviene gemir,
la pena doble sufrilla,
por no poder descobrir
manera para dezilla.
179
24.- LA FELICIDAD EFMERA
Nm. 272: OTRA CANCIN [de Jorge Manrique?)
Con tantos males guerreo,
en tantos bienes me vi
que de verme qual me veo
ya no s qu fue de m.
Mis glorias murieron luego,
mis males resucitaron,
Fortuna encendi tal huego,
do mis glorias se quemaron.
Dex tan bivo el desseo
Memoria de lo que vi
que de verme qual me veo
ya no s qu fue de m.
180
Nm. 338: OTRA SUYA [de Alonso de Cardona]
Es tan falsa la victoria
del mundo, por nuestro dao,
que no dura ms su gloria
de quanto dura el engao.
Que si lo falso se tira
de lo que en la haz paresce,
toda gloria desfallesce,
si con buen seso se mira.
Quien alcana ms victoria
ms parte lleva del dao,
pues do est mayor la gloria
179
Cancionero general, p. 489.
180
Cancionero general, pp. 414-415.
95
all es mayor el engao.
181
Nm. 357: OTRA SUYA [del Vizconde de Altamira]
La ms durable conquista
de esta guerra enamorada
es una gloria delgada
que se passa sin ser vista.
Y de tal guisa tropiea
su visin, que Amor se nombra,
que, en alando la cabea,
ya no vemos sino sombra.
Y, pues tiene buena vista
y donosa la mirada,
huyamos gloria delgada
que se passa sin ser vista.
182
25.- LA FORTUNA Y LA RAZN, SOMETIDAS AL AMOR
Nm. 330: OTRA CANCIN DEL MISMO PERALTA
En mi gloria desseada,
si se aparta, parte de ella,
y la quiero yo alcanada:
tanto monta merescella.
Y si a m Fortuna niega
lo que me otorga Razn,
es que pas por m ciega
negndome el galardn.
Fue revessa desastrada:
no me vio, ni pude vella,
mas en mi gloria negada
tanto monta merescella.
183
Nm. 419: OTRA CANCIN [de mosn Barella?]
Ninguna gloria consuela
de quantas Fortuna da,
porque es un ave que buela
181
Cancionero general, p. 450.
182
Cancionero general, p. 461.
183
Cancionero general, p. 446.
96
que por do viene se va.
Buela, va, nunca est queda,
a los ms altos derriba,
qundo triste, qundo leda,
qundo abaxo, qundo arriba.
A quien ms ms se desvela
mayores peligros da
Fortuna, que siempre buela
y por do quiere se va.
184
26.- SIMBOLOGA DE LOS COLORES EN LAS RELACIONES AMOROSAS
Nm. 315: OTRA, DE NICOLS NEZ, PORQUE SU AMIGA LE DIO UNA ROSA
Rosa, si rosa me distes,
tan grande gloria me dio
que en tomalla se perdi
la muerte que en ver me distes.
Lo verde me dio esperana,
lo blanco me la neg;
el sabor me segur
el temor de mi mudana;
el olor vs lo posistes
quando el alma me bolvi,
mas el coran sinti
el dolor que vs le distes.
185
184
Cancionero general, p. 491.
185
Cancionero general, p. 438.
97
IV.2. LOS ROMANCES
1.- LA PERFECCIN DE LA MUJER, OBRA DE DIOS
Nm. 444: ROMANCE MUDADO POR OTRO VIEJO
Rosa fresca, rosa fresca,
por vos se puede dezir
que nascistes con ms gracias
que nadie pudo escrevir,
porque vos sola nascistes
para quitar el bevir.
Ay de m, desventurado,
que nasc para sufrir!
Yo me vi en tiempo, seora,
que os pudiera bien servir
y agora, que os servira,
vome, triste, morir.
GLOSA DE QUIRS
Si hay amor que muerte sea,
si hay passin que es bien sufrilla,
si hay morir que bien se emplea,
si hay dolor que no se crea,
si hay quien no tenga manzilla,
si hay razn que nos ofrezca
a mayor mal encobrir,
si hay cosa que ms merezca,
rosa fresca, rosa fresca,
por vos se puede dezir.
Por vos, pues en tantas cosas
merescistes ser loada;
por vos, pues las ms hermosas,
las ms lindas, ms graciosas,
donde vos sois no son nada:
en veros se tornan lacias.
Tanto os quiso Dios subir
que ante vos todas son nacias,
que nascistes con ms gracias
que nadie pudo escrevir.
Pues conosciendo, cuitado,
que os havis ya conoscido,
98
quin podr ser tan osado
que por estar muy penado
piense haveros merescido?
Mas, pues tan preciosa fustes,
contentos en consentir,
nos tengamos muertos tristes,
porque vos sola nascistes
para quitar el bevir,
que gran bien es dar la vida
por mirar Vuestra Hermosura,
pues, si la muerte se olvida,
es cosa muy conoscida
que veros es desventura.
Ay de m, que os he mirado!
La vida no oso pedir;
la muerte ya me ha olvidado.
Ay de m, desventurado,
que nasc para sufrir!
Y con estas ansias tales
no sirvo como sola,
porque mal de tantos males
ha dado causas mortales
a la fuera que tena.
Y con esto, triste, agora
y en lo que me veis sentir
no tengo vida de un ora.
Yo me vi en tiempo, seora,
que pudiera bien servir.
Cabo
Si tal bien no meresc,
no fui yo la culpa, cierto,
porque quando os conosc
a serviros me ofresc
hasta ser del todo muerto.
Y entonces, quando biva,
no me quesistes or
por mala mensagera,
y agora, que os servira,
vome, triste, morir.
186
186
Cancionero general, pp. 544-546.
99
2.- ENDIOSAMIENTO DE LA DAMA
Nm. 438: OTRO ROMANCE DE DON JUAN MANUEL
Gritando va el cavallero
publicando su gran mal,
vestidas ropas de luto
aforradas en sayal,
por los montes sin camino,
con dolor y sospirar,
llorando, a pie y descalo,
jurando de no tornar
adonde viesse mugeres,
por nunca se consolar
con otro nuevo cuidado
que le hiziesse olvidar
la memoria de su amiga,
que muri sin la gozar.
Va buscar las tierras solas
para en ellas abitar.
En una montaa espesa,
no cercana de lugar,
hizo casa de tristura,
que es dolor de la nombrar:
de una madera amarilla
que llaman desesperar,
paredes de canto negro
y tanbin negra la cal.
Las tejas puso leonadas
sobre tablas de pesar;
el suelo hizo de plomo,
porque es pardillo metal;
las puertas, chapadas de ello
por su trabajo mostrar.
Y sembr por cima el suelo
secas hojas de parral,
que a do no se esperan bienes
esperana no ha de estar.
En aquesta casa escura
que hizo para penar
haze ms estrecha vida
que los frailes del Paular,
que duermen sobre sarmientos
y aquellos son su manjar.
100
Lo que llora es lo que beve,
y aquello torna a llorar,
no ms de una vez al da,
por ms se dibilitar.
Del color de la madera
mand una pared pintar;
un doser de blanca seda
en ella mand parar
y de muy blanco alabastro
hizo labrar un altar
con cnfora vitumado,
de raso blanco frontal.
Puso el bulto de su amiga
en l para le adorar:
el cuerpo de plata fina,
el rostro era de cristal,
un brial vestido blanco
de damasco singular,
mongil de blanco brocado,
forrado en blanco cendal,
sembrado de lunas llenas,
seal de casta final.
En la cabea le puso
una corona real,
guarnescida de castaas
cogidas del castaar.
Lo que dize la castaa
es cosa muy de notar:
las cinco letras primeras
el nombre de la sin par.
Muri de veinte y dos aos,
por ms lstima dexar.
La su gentil hermosura,
quin que la sepa loar?,
que es mayor que la tristura
del que la mand pintar.
En lo que l passa su vida
es en la siempre mirar.
Cerr la puerta al plazer,
abri la puerta al pesar;
abrila para quedarse,
101
pero no para tornar.
187
3. LA BELLEZA DE LA DAMA APRISIONA AL ENAMORADO
Nm. 439: OTRO ROMANCE DEL COMENDADOR VILA
Descbrase el pensamiento
e mi secreto cuidado,
pues descubren mis dolores
mi bevir desesperado,
que una seora que sirvo
mi servir tiene olvidado.
Con mi muerte su servicio
ha de ser galardonado.
Si das me ha dado tristes,
las noches nunca he holgado.
Su beldad me hizo suyo,
hermosura en tanto grado
que en su gesto muy hermoso
el de Dios est esmaltado.
De sus gracias excelentes
todo el mundo est espantado.
Su crueldad est secreta
y mi mal muy publicado.
Dolor de m, que me veo
suyo de fuera y de grado!
Ay de m, que la mir
para bevir lastimado!
Triste, ya sin esperana,
loco amador desamado,
aborrescido, cativo,
ms que todos desdichado!
Pues que no s desamar,
para qu fui namorado?
Para llorar y plair
gloria del tiempo passado,
para pesar y dolor
siempre tener acordado.
Ningn remedio Ventura
para mi mal ha dexado.
187
Cancionero general, pp. 529-531.
102
Consejos me han hecho triste,
consuelos desconsolado.
Con los muertos ando bivo
y con los bivos finado.
Ved si vieron los nascidos
vida de ombre tan penado!
La sepoltura fallesce,
que el bevir ya es acabado:
ddgela, seora, vos,
pues la muerte le havis dado.
Sed piadosa en el morir,
pues la vida os ha enojado
y mand poner encima
por armas y por ditado
de letras negras escritas:
Aqu yaze sepultado
quien muri en cuyo servicio
nunca le vieron mudado.
Dessecha
Consolaos, males esquivos,
con mi mal,
pues nunca vieron los bivos
otro tal.
Consolaos, pues sois aquel
conoscido
que, por ser quien es crel,
soy perdido.
Secretos males altivos,
no hay ms mal,
pues nunca vieron los bivos
otro tal.
188
4.- LA DAMA SE CARACTERIZA COMO FRA, DISTANTE Y ALTIVA
Nm. 448: ROMANCE DE DURANGO
Mudado se ha el Pensamiento,
trocado la Voluntad,
188
Cancionero general, pp. 531-533.
103
puesto la Fe, que era vuestra,
en otra catividad,
no de Amor, que Amor no tiene
ninguna certenidad
y, puesto que la tuviesse,
no tengo yo libertad
despus que fue mi Firmeza
presa de vuestra Beldad,
mas es su grave prisin,
por vuestra gran Creldad,
de triste Desesperana
sin ninguna pedad.
189
5.- EL ENAMORADO SUFRE EL MENOSPRECIO DE LA AMADA
Nm. 426: OTRO ROMANCE
Contaros he en qu me vi
quando era enamorado,
yo malas noches haviendo,
peores das passando,
por servicio de mi amiga,
si la viesse de mi vando.
GLOSA DE DON LUIS DE BIVERO
Si desdichas consolassen,
qunto consuelo terna
el sin ventura de m!
Si disfavores amassen
tan amado yo sera
quan triste siempre me vi.
Desastrado,
desastrado y desamado,
pues perd,
contaros he en qu me vi
quando era enamorado.
De malandana complida
siempre me vi tan complido
quan menguado de plazer
189
Cancionero general, p. 556.
104
y a vos tan poco servida
quan ganada: yo perdido
con razn deviera ser.
Yo penando,
yo penando y bienamando,
yo muriendo,
yo malas noches haviendo,
peores das passando.
Quando pens que tena
algo vencida la pena,
hallme ser ms penado;
quando ms gloria atenda
hall la pena ms llena.
Hallme a m desamado
esperando,
esperando y comportando
gran fatiga,
por servicio de mi amiga
si la viesse de mi vando.
190
Nm. 429: OTRO DEL MISMO SAN PEDRO, TROCADO POR EL QUE DIZE:
RENIEGO DE TI, MAHOMAD
Reniego de ti, Amor,
y de quanto te serv,
pues tan mal agradesciste
todo quanto hiz por ti!
Hzete de firme fe
casa en el alma de m.
Por hazerme todo tuyo,
yo de m me desped;
por ganar tus galardones
nunca yo libre me vi.
Heziste mis enemigas
las mercedes de tu s;
siempre vi por tus antojos
claro el mal que padesc.
191
190
Cancionero general, pp. 515-516.
191
Cancionero general, p. 520.
105
6.- EL DOLOR DEL ENAMORADO POR SU INCAPACIDAD PARA OBTENER LOS
FAVORES DE LA DAMA
Nm. 446: ROMANE MUDADO POR DIEGO DE AMORA POR OTRO QUE DIZE:
YA DESMAYAN LOS FRANCESES
Ya desmayan mis Servicios,
que no pueden ms servir.
El Galardn les fallesce:
no los quiere consentir.
Esperana se les niega,
hzoseles encobrir.
Ya la vida tengo puesta
en los fines del bevir;
mi vida ser mi muerte,
no tardando de venir.
El Amor fue causa de esto,
no lo quiso consentir,
y, por ser en su servicio,
no me puedo arrepentir.
192
Nm. 450: OTRO ROMANCE DEL COMENDADOR DON LUIS DE CASTELV
Caminando sin plazer
un da casi nublado,
el Pesar iva comigo,
que me tiene acompaado.
El camino por do iva
era por do he acostumbrado:
por los campos de Tristura
hazia el monte de Cuidado,
que all tengo mi morada
y all bivo aposentado.
A la meitad del camino
encontr muy aquexado
un ombre que de passin
bien mostrava ser llagado.
Deza con alta boz:
Galardn se me ha negado;
la esperana del remedio
no la espero yo, cuitado,
192
Cancionero general, p. 551.
106
porque quien me da la pena
ya con ella me ha pagado.
Ay!, que ms quiero la muerte
que bevir enamorado,
pues que da congoxa Amor
al que sigue su mandado.
Quando tal le o dezir,
hablle muy denodado:
No desmayes de aflegido,
mas consuela tu cuidado
con la causa de tu mal,
pues que ha sido tal tu hado.
Apercibe el sufrimiento,
no mueras desesperado;
cata que recibe mengua,
quando no sufre, el penado,
que en la pena est la gloria
del que bive enamorado
y la causa da el consuelo
al coran lastimado.
193
7.- LA CRCEL DE AMOR, DONDE LA DAMA EJERCE DE CARCELERO
Nm. 433: OTRO ROMANCE, QUE DIZE:
Dezme vos, Pensamiento,
donde mis males estn,
qu alegras eran estas
que tan grandes bozes dan.
Si libran algn cativo
o lo sacan de su afn,
o si viene algn remedio
donde mis sospiros van?
No libran ningn cativo
ni lo sacan de su afn,
ni viene ningn remedio
donde tus sospiros van.
Mas venido es un tal da
que llaman Seor San Juan,
quando los que estn contentos
193
Cancionero general, pp. 557-558.
107
con plazer comen su pan,
quando los desconsolados
mayores dolores han
No digo por ti, cuitado,
que por muerto te ternn
los que supieren tu vida
y tu muerte no vern.
Los unos te havrn embidia,
los otros te llorarn;
los que la causa supieren,
tu firmeza loarn,
viendo menor tu pecado
que el castigo que te dan.
Villancico
El da del alegra
al que es triste
de mayor dolor le viste.
Porque el triste con dolor,
si es mayor que el de antes tiene,
mayor consuelo le viene
que si le diessen favor.
Ass que en el mal menor
no consiste
el alegra del triste.
194
Nm. 453: OTRO ROMANCE, AADIDO POR QUIRS DESDE DONDE DIZE: QU
ES DE TI, SEORA MA?
Triste estava el cavallero,
triste y sin alegra,
pensando en su coran
las cosas que ms quera.
Llorava de los sus ojos,
de la su boca deza:
Qu es de ti, todo mi bien?
Qu es de ti, seora ma?
Mi alma te va buscando;
yo, solo, sin compaa,
quedo triste, desseando
194
Cancionero general, pp. 523-524.
108
dos mil muertes cada da.
Tuyo soy, a ti me di;
pues dime: quin me desva
de Ventura tan loada
como la que yo tena
en servirte, mi seora?
Y agora, que no te va,
hallme menos comigo
la Libertad que tena.
T me tienes, t me dexas:
con quin me consolara?,
que, si t no me consuelas,
la Vida me desafa
a quedar cativo, ciego,
ms sin m que no sola.
Dessecha
Cuidado, no me congoxes,
pues no dura
la vida do no hay ventura.
Harto est, desventurado,
de llorar mis das buenos.
Ya tus males son agenos.
Dxame, por Dios, Cuidado!
No me quexes ni congoxes,
pues no dura
la vida do no hay ventura.
195
8.- LA CONDENACIN DEL ALMA DEL AMANTE
Nm. 427: OTRO ROMANCE
Maldita seas, Ventura!,
que ass me hazes andar:
desterrado de mis tierras,
de donde soy natural,
por amar una seora,
la qual no deviera amar.
Adamla por mi bien
195
Cancionero general, pp. 561-562.
109
y salime por mi mal,
porque am donde no espero
galardones alcanar.
Por hazer plazer a Amor,
Amor me hizo pesar.
GLOSA DE NICOLS NEZ
Partido de mi bevir,
do agora muero biviendo,
saqu de bivo el sentir
por acabar de morir
y ando contino muriendo,
caminando con tristura,
reposando con pesar,
desterrado de holgura.
Maldita seas, Ventura,
que ass me hazes andar!
Con vida de que no espero
morir ni mudar firmeza,
con muerte de que no muero,
en el plazer estrangero,
natural en la tristeza,
caminando por las sierras,
huyendo como mortal,
ando de Amor y sus guerras
desterrado de mis tierras,
de donde soy natural.
Con desseo de plazer,
con pesar del pensamiento,
ando muriendo por ver,
por ver si podr perder,
perdindome lo que siento.
Todo el mal que veis que mora
por vezino en mi penar
sabs por quin empeora?
Por amar una seora,
la qual no deviera amar.
Por ser la causa quien fue,
no quedo yo arrepentido,
mas, desque me vi perdido,
pesme poner mi fe
en lugar desconoscido.
Ass que muero por quien
110
me mata por ser leal,
no temiendo su desdn:
adamla por mi bien
y salime por mi mal.
Si mirara los engaos
que el Amor suele hazer,
no temiera de perder
ni me tocaran sus daos
negndome su plazer,
que, si yo biviendo muero,
la causa quiero quexar,
que ass lo consiento y quiero
porque am donde no espero
galardones alcanar.
Fin
Mostrme su dulce cara,
prometindome sus dones.
Metme baxo su vara:
nunca de servir dexara
con servicios a montones!
Mirad qunto disfavor
tengo, sin poder gozar!
Mirad si sufro dolor!
Por hazer plazer a Amor,
Amor me hizo pesar.
196
Nm. 454: OTRO ROMANCE, ACABADO POR QUIRS DESDE DONDE DIZE: MI
VIDA QUIERO HAZER
Amara yo una seora
y amla por ms valer.
Quiso mi desaventura
que la hoviesse de perder.
Irme quiero a las montaas
y nunca ms parescer
y en la ms alta de aquellas
mi vida quiero hazer
tan triste que no se halle
comigo ningn plazer,
196
Cancionero general, pp. 516-519.
111
por que mis tristes dolores
en pesar puedan crescer.
Con los animales brutos
me andar triste a pascer.
Paciencia, si la hallare,
sta me ha de sostener.
Vida que tal vida tiene
quin la pudo merescer?,
que la Muerte merescida
me dexa por no me ver
tan penado y tan perdido,
que su mal no puede ser
el menor mal que yo tengo
ni se puede ms tener.
Y ass voy donde no espero
por ms mal nunca bolver.
Villancico
Qu vida tern sin vos,
seora, si ms biviere
quien os vio, quando no os viere?
Qu vida ser que sea
menor mal que morir luego?,
pues sin vos bevir ciego
quien os vio, quando no os vea.
No tern vida sin vos,
seora, si ms biviere
quien os vio, quando no os viere.
197
9.- LA AUSENCIA, EL MAYOR DE LOS DOLORES
Nm. 441: OTRO ROMANCE VIEJO, ACABADO POR DON ALONSO DE CARDONA
DESDE DONDE DIZE: CON LGRIMAS Y SOSPIROS
Triste estava el cavallero,
triste est, sin alegra.
Con lgrimas y sospiros
a grandes bozes deza:
Qu fuera pudo apartarme
197
Cancionero general, pp. 562-563.
112
de veros, seora ma?
Cmo bivo siendo aussente
de la gloria que tena?
Con los ojos de mi alma
os contemplo noche y da
y con stos que os mirava
lloro el mal que padesca.
Maldigo la triste aussencia,
alabo mi fantasa,
porque en ella resplandesce
lo que tanto ver quera.
Aqu se abiva mi pena
y se esfuera la porfa
del fuego de mi desseo,
que en mis entraas arda.
198
10.- LA AUSENCIA GENERA DESCONFIANZA PERO NO MOTIVA EL OLVIDO
Nm. 424: OTRO ROMANCE
Rosa fresca, rosa fresca,
tan garrida y con amor,
quando yo os tuve en mis braos
no vos supe servir, no,
y agora, que os servira,
no vos puedo yo haver, no.
Vuestra fue la culpa, amigo,
vuestra fue, que ma no.
Embistesme una carta
con un vuestro servidor
y en lugar de recabdar
l dixera otra razn:
que rades casado, amigo,
all en tierras de Len,
que tenis muger hermosa
y hijos como una flor.
Quien os lo dixo, seora,
no vos dixo verdad, non,
que yo nunca entr en Castilla
ni all en tierras de Len
198
Cancionero general, p. 536.
113
sino quando era pequeo,
que no saba de amor.
LA GLOSA, DE PINAR
Quando yo os quise, querida,
si supiera conosceros,
no os tuviera yo perdida
ni acuciara yo la vida
agora para quereros.
Y, porque es bien que padezca
de esta causa mi dolor,
llmoos yo, sin que os meresca,
rosa fresca, rosa fresca,
tan garrida y con amor.
Llmoos yo con boz plaida,
llena de gran compassin,
con el alma entristecida
del angustia dolorida
que ha sufrido el coran;
que l se haze mil pedaos,
yo muero doquier que v,
pues que, por mis embaraos,
quando yo os tuve en mis braos
no vos supe servir, no.
No porque os huviesse errado
con pensamiento de errar,
mas, si me dais por culpado,
pues publico mi pecado,
devisme de perdonar.
No porque quando os serva
mi querer os desirvi,
mas porque pass Sola...,
y agora, que os servira,
no vos puedo yo haver, no.
Respuesta de la dama
Si supirades amores
como sopistes engaos,
fueran vuestros mis favores,
yo biviera sin dolores
y escusranse dos daos:
del vuestro vs sois testigo,
114
del mo cllolo yo
pues pierdo quando lo digo.
Vuestra fue la culpa, amigo,
vuestra fue, que ma no.
Vuestra fue la culpa de ello,
mo el dolor de sentillo;
vuestro el plazer de hazello,
mo el pesar de sabello,
y agora doble en dezillo.
Dgolo con pena harta,
siendo vos el causador,
sin que todo se departa;
embistesme una carta
con un vuestro servidor.
No me acuerdan las razones,
que el mensajero de enojos
deshizo las conclusiones
y despint los renglones
con el agua de mis ojos.
No cuidando se acordar
que era vuestra mi aficin,
l comiena de hablar
y, en lugar de recabdar,
l dixera otra razn.
Dixo lo que sospechava
y lo que de vos crea,
porque quando l me hablava
con el seso auctorizava
todo quanto me deza.
Dixo que os diesse castigo,
pues que me distes passin.
Dixo lo que no desdigo:
que rades casado, amigo,
all en tierras de Len.
Yo le pregunt rogando
que l me dixiesse verdad,
si me lo deza burlando.
l me respondi jurando
que era ms en cantidad.
Y si os fui desdeosa
y os tract con disfavor,
no os maravills de cosa,
pues tens muger hermosa
y hijos como una flor.
115
Dize el cavallero
Bien dir yo, desamado,
que por malos bolvedores
(pues me ha sido levantado
un testimonio falsado
con dichos engaadores)
que os hazen mal secutora
y pena quien no pec;
porque tal dicho a desora
quien os lo dixo, seora,
no vos dixo verdad, no,
porque l dixo con malicia
lo que no hiz ni pens,
mas, si de tal hay indicia,
hgase de m justicia,
que yo lo consentir,
y por mayor maravilla
yo muera sin confissin,
sin reparo y sin manzilla,
si yo nunca entr en Castilla
ni all en tierras de Len.
Cabo
Y por este juramento
tan fuerte que veis que hago,
quiero luego en un momento
declarar mi pensamiento
por salir de este empalago,
con tal fe que yo os empeo
mi fe de buen amador
que no entr, ni yo lo sueo,
sino quando era pequeo,
que no saba de amor.
199
Nm. 445: OTRO ROMANCE
Durandarte, Durandarte,
buen cavallero provado,
yo te ruego que hablemos
199
Cancionero general, pp. 507-512.
116
en aquel tiempo passado
y dime si se te acuerda
quando fuste enamorado,
quando en galas y envinciones
publicavas tu cuidado,
quando venciste a los moros
en campo por m aplazado.
Agora, desconoscido,
d, por qu me has olvidado?
Palabras son lisongeras,
seora, de vuestro grado,
que si yo mudana hize
vos lo havs todo causado,
pues amastes a Gaiferos
quando yo fui desterrado;
que si amor quers comigo
teneslo muy mal pensado,
que por no sufrir ultraje
morir desesperado.
GLOSA DE SORIA
Dolor del tiempo perdido,
memoria del bien passado,
la sospecha del olvido
a tal punto me ha trado
qual paresce en mi cuidado;
que, no podiendo olvidarte,
vindote haverme olvidado,
torno agora aqu a rogarte,
Durandarte, Durandarte,
buen cavallero provado.
Y, pues quiso mi Ventura
que lo que t me pedas,
publicando gran tristura,
agora mi Desventura
pida con dobles porfas,
por que ms tiempo gozemos
del galardn olvidado,
sin que ms lo porfiemos,
yo te ruego que hablemos
en aquel tiempo passado.
Hablemos en la fe ma,
y en la fe que t me diste.
117
Hablemos qunto quera
lo que tu Querer peda,
aunque mucho me pediste.
Y, porque me desacuerda
verte tan presto mudado,
habla t, aunque yo pierda,
y dime si se te acuerda
qundo fuste enamorado.
Enemigo de Razn,
di, por qu causa te olvidas
con qu fe, qunta aficin,
yo te di mi coran
por salvar entramas vidas?
De nuevo me das passiones,
desamador bienamado,
viendo que en olvido pones
quando en galas y envinciones
publicavas tu cuidado.
Bien s que no se te olvida
lo passado y lo presente,
mas, por dar fin a mi vida,
en tu fe desgradescida
todo lo hazes aussente.
Ya son tornados en lloros
los plazeres que han passado
y en pobreza los tesoros
quando venciste a los moros
en campo por m aplazado.
Mimbrate con qu firmeza
te mostravas amador.
Qu cuidado, qu tristeza!
Tus leyes de gentileza
ya van de mal en peor.
Nunca te puse en olvido,
siempre fuste desseado,
desseado y aun temido.
Agora, desconoscido,
di, por qu me has olvidado?.
Respuesta de l
Sin la culpa, qualquier pena
soy contento de sufrilla,
mas la culpa que es agena,
118
pues que la honra condena,
yo no quiero consentilla.
Mis desculpas verdaderas
llevar de grado en grado,
que las vuestras lastimeras
palabras son lisongeras,
seora, de vuestro grado,
que, quando vos me mostrastes
sin galardn el desseo,
nunca en culpa me tomastes
y, pues que vos os mudastes,
en mudarme no la veo.
Y si lo hecho deshize,
no devo de ser culpado,
sin que esto ms auctorize,
que, si yo mudana hize,
vs lo havis todo causado,
porque, si yo me apart,
no me mud, ni consiento,
antes con vos ms qued,
que donde dex la fe
qued con el pensamiento.
Y, si yo quise perderos,
fue por fuera y no de grado,
que injuria fuera quereros,
pues amastes a Gaiferos
quando yo fui desterrado.
Por esso, desconfiad
de mi fe, que ya es perdida,
que por deziros verdad
perdise la voluntad
donde se gan la vida.
Tractadme como a enemigo,
enemigo reprovado,
pues es verdad lo que digo:
que si amor queris comigo
teneslo muy mal pensado,
porque mi aficin passada,
puesta delante mis ojos
despus de ser apartada,
me da nueva sofrenada,
bolvindome a mis antojos.
Sin que mi dolor se ataje,
antes me d ms cuidado,
119
correr por mi vaje,
que por no sofrir ultraje
morir desesperado.
Habla el auctor, dando fin
Estos dos enamorados,
cuyo mal mis ojos ciega,
dissimulan sus cuidados
y entramos biven penados,
el que pide y el que niega;
que el Amor, quando nos mide
con su muy cierta medida,
aunque en algo nos olvide,
del todo no se despide
menos de llevar la vida.
200
11.- EL AMOR PRODUCE DOLOR, SUFRIMIENTO Y DESEO DE LA MUERTE
Nm. 425: OTRO ROMANCE
Fonte frida, fonte frida,
fonte frida y con amor,
do todas las avezicas
van tomar consolacin,
si no es la tortolica
que est biuda y con dolor.
Por all fuera passar
el traidor del ruiseor;
las palabras que le dize
llenas son de tracin:
Si t quisiesses, seora,
yo sera tu servidor.
Vete de a, enemigo,
malo, falso, engaador!,
que ni poso en ramo verde
ni en prado que tenga flor,
que, si el agua hallo clara,
turbia la beva yo;
que no quiero haver marido
200
Cancionero general, pp. 546-550.
120
por que hijos no haya, no:
no quiero plazer con ellos,
ni menos consolacin.
Dxame, triste enemigo,
malo, falso, mal traidor,
que no quiero ser tu amiga
ni casar contigo, no!.
GLOSA DE TAPIA
Andando con triste vida,
yo hall, por mi dolor,
fonte frida, fonte frida,
fonte frida y con amor,
que sus verdes florezicas
alegran el coran,
do todas las avezicas
van tomar consolacin,
do qualquier de ellas publica
seales de grande amor,
si no es la tortolica,
que est biuda y con dolor,
que su gozo era llorar
la muerte de su amador.
Por all fuera passar
el traidor del ruiseor
y de ver que se maldize,
mostrndole compassin,
las palabras que le dize
llenas son de tracin:
A la triste que ass llora
soledad le es lo peor.
Si t quisiesses, seora,
yo sera tu servidor.
No busco plazer, amigo,
ni quiero consolador.
Vte de a, enemigo,
malo, falso, engaador!,
pues quien tal prdida pierde
verse biva es ms peor,
que ni poso en ramo verde
ni en rbol que tenga flor.
Si la muerte me llevara
no estuviera qual est,
121
que, si el agua hallo clara,
turbia la beva yo.
Tengo el coran partido,
Desventura lo parti,
que no quiero haver marido,
por que hijos no haya, no.
Ms quiero penar sin ellos,
ms quiero mi perdicin
que no haver plazer con ellos,
ni menos consolacin.
Y, pues no te pido abrigo
ni a amigo tengo amor,
dxame, triste enemigo,
malo, falso, mal traidor!.
No me des ya ms fatiga,
que harta me tengo yo,
que no quiero ser tu amiga
ni casar contigo, no.
201
Nm. 430: OTRO ROMANCE
Estando desesperado,
por mayor dolor sentir,
acordme de mi amiga
por desseo de morir,
pues que ya como sola
nunca la podr servir.
Y en verme partido de esto,
siento la muerte en bevir,
que tal vida como bivo
ms que muerte es de sofrir.
Villancico
Todos duermen, Coran,
todos duermen y vos non.
El dolor que havs cobrado
siempre os tern desvelado,
que el coran lastimado
recurdalo la passin.
202
201
Cancionero general, pp. 512-515.
202
Cancionero general, pp. 520-521.
122
Nm. 435: OTRO ROMANCE, DE SORIA
Triste est el rey Menalao,
triste con mucho cuidado,
por lo que el troyano hizo,
Paris, el enamorado,
que rob a la linda Elena
de su templo consagrado.
Yo cuento con los perdidos
al que va mejor librado;
enemiga es la Ventura
al ms bienaventurado:
al forador por la fuera,
por la prdida al forado.
Los troyanos llaman gente,
los griegos ya se han juntado,
mas el consejo de Ulixes
por todos es aprovado:
que enbiassen por Archiles,
buen cavallero estimado,
que sin l no se poda
vengar el yerro passado,
presente en el pensamiento
del que sostiene el cuidado.
Paris, qun bueno fuera,
pues fustes aconsejado,
olvidar la vieja injuria,
pues no fustes injuriado!
Crestes ms el consejo
de ctor, el esforado.
En los comienos miremos
que el fin traer sojuzgado.
Dessecha
Lo que la Ventura quiere
no querello
es camino de perdello.
Lo que Ventura concierta
quien piensa desconcertallo
ms acierta en acertallo
que en desconcertallo acierta.
El rodear es atajo
para aquello
123
que por fuera havr de vello.
No puede ser escusado
lo que es de fuera, no hay dubda,
que no muda quien se muda
lo que est ya sentenciado:
mudar su pensamiento,
mas no aquello
que piensa mudar por ello.
203
Nm. 449: OTRO, DE NEZ
Por un camino muy solo
un cavallero vena,
muy cercado de tristeza
y solo de compaa.
Con temor le pregunt;
con pesar me responda
que vestidura tan triste
que por dolor la traa.
Dxome todo lloroso
que su mal no conosca,
que la passin que mostrava
no era la que padesca,
que aqulla vesta el cuerpo,
la otra el alma vesta.
En su vista se conosce
que mal de amores traa:
con los ojos lo mostrava,
con la lengua lo encobra.
Contento de su penar,
su mal por bien lo tena.
Apartndose de m,
aqueste cantar deza:
Dessecha
El menor mal muestra el gesto,
que el mayor
no lo consiente el dolor.
La prisin que es consentida
por parte del coran
203
Cancionero general, pp. 525-526.
124
es prisin que su passin
jams no halla salida,
porque la pena escondida
con dolor
publicalla es lo peor.
204
Nm. 428: OTRO ROMANCE, DE DIEGO DE SAN PEDRO, CONTRAHAZIENDO EL
VIEJO QUE DIZE: YO ME ESTAVA EN BARVADILLO, EN ESSA MI HEREDAD
Yo me estava en Pensamiento,
en essa mi heredad.
Las fueras de mi Desseo
mal amenazado me han:
que me cortarin la vida
con dolor de gravedad,
que todas las esperanas
me harin contrariedad,
que de nunca remediarme
me davan certenidad,
que no me podrin valer
lgrimas, fe ni verdad,
porque slo con morir
esperava libertad.
205
Nm. 431: OTRO ROMANE, DE NEZ
Durmiendo estava el Cuidado,
que el Pesar lo adormesca;
el Dolor del coran
sus tristes ojos abra.
Si triste estava velando,
durmiendo ms mal senta.
Con sospiros y llorando,
su grave Passin deza:
Di, Muerte, por qu no vienes
y sanas la pena ma?
Dars fin a mi esperar
y a mi desseo alegra,
que a la vida que no bive
morir mejor le sera.
204
Cancionero general, pp. 556-557.
205
Cancionero general, p. 519.
125
Villancico
No puede sanar Ventura
mi dolor,
pues morir es lo mejor.
206
Nm. 434: OTRO ROMANCE
Para el mal de mi tristeza
el consuelo es lo peor,
pues en las cosas ms tristes
hallo el remedio mayor,
dexado el bevir aparte,
que de ste tengo temor.
Pues que muero como bivo,
el morir ser mejor,
que en la muerte est la vida
y en la vida est el dolor,
porque esto hazen amores
a los que tienen amor.
Villancico
Muere quien bive muriendo,
pues Amor
da al que bive ms dolor.
Pues que muere mientra bive,
si muriesse bevira,
porque quien desdicha sigue,
si quiere, muerte querra,
que a quien bive ass muriendo
con amor
la vida le da dolor.
207
Nm. 437: OTRO ROMANCE, DE DON ALONSO DE CARDONA
Con mucha desesperana,
que es mi cierta compaa,
iva por un valle escuro,
donde nunca amanesca.
Un triste que all penava,
206
Cancionero general, pp. 521-522.
207
Cancionero general, pp. 524-525.
126
viendo lo que padesca,
quiso saber de mi mal
en qu estava y d nasca;
a quien respond cuitado:
Mi mal est en mi porfa
y mi porfa en la fe
que Amor en el alma cra.
Dezirte mi pensamiento
no puedo, ni lo osara,
que el Coran, que lo tiene,
con temor de s lo fa.
Desesperado Cuidado
es quien por aqu me gua:
voy buscando al mal remedio
que la muerte me dara.
La fuera de mi Juzio
defiende la vida ma
por gozar de la victoria
que me da mi Fantasa.
Ass que en vida no hay vida,
y el morir se me desva.
Pues juzga por lo que digo
lo que contarte podra
si un momento me olvidasse
la pena de mi agona.
Dessecha
No me dexa mi dolor
dezir ms en lo que siento,
por la sobra del tormento.
Que do el estremo cuidado
est contino presente
de tal manera se siente
que no puede ser contado.
El ms y ms estremado
es mi mal, pues no lo cuento
por la sobra del tormento.
208
208
Cancionero general, pp. 527-528.
127
Nm. 452: OTRO, DE DON PEDRO DE ACUA
Alterado el Sentimiento
de exercicio enamorado,
a las puertas del Dolor
el Pensamiento ha llegado.
Abr, que s el Pensamiento
que vengo muy aquexado,
aquexado de la Muerte,
no forosa, mas de grado,
que tal muerte vida es ella
para quien tanto ha penado.
La muerte ser la vida,
la vida ser el cuidado,
el cuidado de servir
donde est ms olvidado,
olvidado en la memoria
de quien nunca fue acordado.
Acurdome de mi mal,
que el bien jams he provado,
sino slo haver servido
una seora de estado
que lo menos que hay en ella
era lo ms acabado
que Natura y su poder
pudieran haver obrado.
No digo su merescer,
porque est muy publicado;
dir, triste, mi ventura,
que en m su nombre ha trocado.
209
Nm. 458: ROMANE DE LA PASSIN
Tierra y cielos se quexavan,
el Sol, triste, se esconda,
la mar saosa bramando
sus ondas turvias bolva,
quando el Redemptor del mundo,
en la cruz puesto, mora.
Palabras dignas de lloro
son aquestas que deza:
209
Cancionero general, pp. 560-561.
128
Ya, Seor, en las tus manos
encomiendo el alma ma.
manzilla inestimable!
dolor sin compaa!,
que el Criador no criado
criatura se haza
por salvar aquellos mismos
de quien muerte receba.
Madre excelente suya,
sagrada Virgen Mara!
Vos sola, desconsolada,
cantaris sin alegra:
Villancico
Pues es muerto el Rey del Cielo,
que par,
ser la muerte el consuelo
para m.
Yo sola fui paridora
sin dolores ni cuidados,
mas los de estonces y agora
todos los tengo doblados,
y ms doblado mi duelo,
pues perd
a mi hijo, el Rey del Cielo,
que par.
Pues con su morir tan fuerte
muchos morires mat,
razn es que por tal muerte
muchas muertes muera yo,
aunque no baste consuelo
para m,
pues es muerto el Rey del Cielo,
que par.
Fin
Avezillas que bolis,
animales que pascis,
dezid por qu no gritis
por que a m me consolis,
que soy sola, sin consuelo,
pues perd
129
a mi hijo, el Rey del Cielo,
que par.
210
12.- LA DAMA, CAUSA DE LA MUERTE DEL ENAMORADO
Nm. 423: OTRO ROMANCE, DE LOPE DE SOSA, CONTRAHAZIENDO STE DEL
CONDE
Ms embidia he de vos, Conde,
que manzilla ni pesar,
porque muerte tan honrada
por vida se ha de tomar.
Llama yerro a la Fortuna
quien no la sabe juzgar;
sin ventura en tales yerros,
acierta quien puede errar.
Ms querra ser vos muerto
que el Rey que os manda matar,
porque l muere en quedar bivo
no querindoos perdonar.
No le demos esta gloria,
pues no la supo ganar,
pues le era mayor victoria
que mandaros degollar.
La prisa del cadahalso,
Conde, vos la devis dar,
por que tan alta sentencia
no se haya de revocar,
que la vida est en la muerte
y en la muerte el descansar
y en la causa est el consuelo
con que os havis de alegrar.
Villancico por dessecha
Ala la boz, pregonero,
por que a quien su muerte duele
con la causa se consuele!
Ala la boz de su gloria!
Oyan todos su ventura!
210
Cancionero general, pp. 569-570.
130
Bendita la sepoltura
donde queda tal memoria!
Conde bienaventurado,
bien dir quien muerto os viere
que es bivo quien ass muere.
Ass que con el morir
es con quien el Conde lidia,
mas yo, triste, con su embidia,
que es ms grave de sufrir;
pues quien su muerte supiere
y quien mi vida juzgare
sabrn quin es el que muere.
GLOSA DE SORIA A ESTE ROMANCE
Los casos, quando acaescen
por ventura o por amor,
si ante los sabios parescen,
jzganlos como merescen,
sin dar ni quitar color.
Y, porque esto no se esconde
a quien lo sabe juzgar,
antes por vos bien responde,
ms embidia he de vos, Conde,
que manzilla ni pesar.
Paresce perder la vida
un mal sin comparacin,
mas, la causa bien sabida,
bien nivelada y medida
con el comps de Razn,
no ternis perdido nada
acabando de acabar,
que en morir no es acabada,
porque muerte tan honrada
por vida se ha de contar.
La vida que siempre bive
es la vida de memoria,
y quien por sta recibe
la muerte, que perescrive,
queda bivo en nueva gloria.
Mas porque tal sepoltura
pocos la saben gozar,
pues ninguno la procura,
llama yerro a la Ventura
131
quien no la sabe juzgar.
Mas si su justo judicio
se da en caso de tal suerte,
como por alto servicio
le darn gran beneficio
a quien agora dan muerte,
que no suelen ser iguales
los casos del no acertar
y, aunque estos parezcan males,
sin Ventura en yerros tales,
acierta quien puede errar.
No vale saber ni seso
ni discrecin ni cordura,
ni desfallescen por eso
porque no tengan en peso
lo que no quiere Ventura.
Y, aunque en este tal concierto
pocos saben concertar,
por ser juzio despierto,
ms querra ser vos muerto
que el Rey que os manda matar.
La sentencia que est dada
contra vos sin culpa, Conde,
aunque en vos sea secutada,
en el Rey ser hallada,
do vuestra culpa se esconde.
Vuestro mal paresce esquivo,
mas el suyo es de llorar,
segn lo que yo concibo,
porque l muere en quedar bivo,
no quirindoos perdonar.
No s con qules enojos
mir vuestra culpa agena;
pienso que tena los ojos
aforrados en antojos
del desseo de dar pena.
Furale mejor memoria
mandaros galardonar
que publicar tal istoria,
pues que le era mayor gloria
que mandaros degollar.
Mas, pues ya tal Desventura
con el Rey han concertado
de daros la sepoltura,
132
do ganis mayor ventura
que el ms bienaventurado,
vos gozaris de la gloria
que Virtud suele gozar
y al Rey, de ciega memoria,
no le demos tal victoria,
pues no la supo ganar.
Y, pues que la muerte vuestra
(muerte ms de dessear
que paresce por la muestra),
tantos bienes os adiestra
qual nunca supo mostrar;
y por que hagis ser falso
vuestro crimen de loar,
. . . . . . . . . . . . . . . -also
la prissa del cadahalso
vos, Conde, la devis dar.
Cabo
No tengis ningn sosiego
en precio de tan gran suma.
Dad a la secucin fuego
y, si el Seso os diere ruego,
la Razn no lo presuma.
Y, pues en tal diferencia
est el perder o el ganar,
no devis tener paciencia,
por que tan alta sentencia
no se haya de revocar.
211
13. EL MAL DE AMOR NO TIENE REMEDIO
Nm. 432: OTRO ROMANCE DE NEZ, SOBRE EL QUE DIZE : ESTVASE EL REY
REMIRO
Estvase mi Cuidado
all do suele morar.
Los tres de mis Pensamientos
le comienan de hablar:
211
Cancionero general, pp. 502-507.
133
al uno llaman Tristeza,
al otro llaman Pesar,
al otro llaman Desseo,
que no los quiere dexar:
Dios te salve, enamorado,
pues no te quieren salvar!
Bien vengis, mis mensageros,
si me vens a matar!
Dez qu nuevas tras
del campo de mi Penar,
si queda algn esperana
en quien yo pueda esperar.
Buenas las traemos, seor,
cierto, para te cabar,
que la fe de tu firmeza
con muerte quieren pagar.
Con la causa te consuela,
si te puedes consolar,
aunque el consuelo al muy triste
con la muerte se ha de dar.
Dessecha
Quando no queda esperana,
si es perdida,
la fe defiende la vida.
Porque yo a mi bevir,
segn es el mal tan fuerte,
ya le havra dado la muerte,
que no es la muerte el morir,
y aunque no puedo sufrir
su herida,
la fe defiende la vida.
212
Nm. 447 : ROMANE DE GARCI SANCHEZ DE BADAJOZ
Caminando por mis males,
alongado de esperana,
sin ninguna confiana
de quin pudiesse valerme,
determin de perderme,
212
Cancionero general, pp. 522-523.
134
de irme por unas montaas,
donde vi bestias estraas,
fieras de quien huve miedo,
mas esfor con denuedo
de mi desesperacin.
Fuime a ellas de rendn
por ver si me mataran,
mas unas a otras dezan:
No le d nadie la muerte,
que el mal que trae es ms fuerte
que ninguno que le venga.
Dexalde muera a la luenga,
que de Amor viene herido,
pues ass, tan aborrido,
hazia nosotras se viene.
Y aun por que el mal que tiene
a nosotras no se pegue,
huyamos antes que llegue
su fuego tan peligroso.
Yo les dixe con reposo
quando tal temor les vi:
Para qu hus ass
de ombre de tan triste suerte?
Y queriendo all la muerte
y tambin la sepoltura,
comen con gran tristura
este cantar que dir:
Hagdesme, hagadesm
monumento de amores. H!
[Son en campo de esperana
un manojo de querellas,
una vanda azul por ellas
porque fueron de criana,
que en mi mayor malandana
siendo vencido gan.
Hagadesm.
Pon ms, por mi memoria,
las armas que en esta guerra
yo gan por que en la tierra
quede por campal vitoria,
que all sentir su gloria
adondequiera que est.
135
Hagadesm.]
213
Nm. 457: ROMANE DE JUAN DEL ENZINA
Mi Libertad, en sossiego;
mi Coran, descuidado;
sus muros y fortaleza
Amores me la han cercado.
Razn y Seso y Cordura,
que tena a mi mandado,
hizieron tracto con ellos:
malamente me han burlado!
Y la Fe, que era el alcaide,
las llaves les ha entregado.
Combatieron por los Ojos,
dironse luego de grado;
entraron a escala vista,
con su vista han escalado.
Subieron dos mil Sospiros,
subi Passin y Cuidado;
diziendo Amores, Amores!
su pendn han levantado.
Quando quise defenderme,
ya estava todo tomado;
huve de darme a prisin
de grado, siendo forado.
Agora, triste, cativo,
de m estoy enagenado;
quando pienso libertarme,
hllome ms cativado.
No tiene ningn concierto
la ley del enamorado.
Del Amor y su poder
no hay quien pueda ser librado.
Villancico
Si Amor pone las escalas
al muro de coran,
no hay ninguna defensin.
Si Amor quiere dar combate
213
Cancionero general, pp. 551-555.
136
con su poder y firmeza,
no hay fuera ni fortaleza
que no tome o desbarate
o que no hiera o no mate
al que no se da a prisin:
no hay ninguna defensin.
214
Nm. 459: ROMANCE HECHO POR CUMILLAS CONTRAHAZIENDO AL DE DIGAS
T, EL HERMITAO
Dgasme t, el Pensamiento,
que sostienes triste vida:
Dnde mora el Esperana?
Dnde haze su manida?
Respondime el Pensamiento
con passin, y no fengida:
De m se es partida agora,
para siempre despedida;
yo, triste, quedo muy triste
del dolor de su partida.
Va herida en las entraas
de una muy mortal herida.
Dolores le van detrs,
Congoxa, que no le olvida,
sguela muy bravamente.
Llvanla ya de vencida
a la cueva de Tristura,
donde tiene su guarida.
De plazeres despoblada,
de tristezas guarnescida,
est hecha de tal suerte
que hay entrada y no salida.
La dessecha
Dolores le van detrs
a matalla,
por que no pueda cobralla.
Por que no pueda venir
para m ningn remedio,
dexan el Cuidado en medio
214
Cancionero general, pp. 568-569.
137
del camino, a descobrir,
y que vaya a apercebir
su batalla,
por que no pueda gozalla.
215
215
Cancionero general, pp. 571-572.
138
V. VOCABULARIO DEL AMOR CORTS EN LAS CANCIONES Y
ROMANCES DEL CANCIONERO GENERAL
(Las voces en cursiva que corresponden a formas de infinitivo no aparecen
como tales en las Canciones y Romances. Se aaden, sin embargo, por
su especial carcter significativo en el cdigo amoroso cancioneril y para
agrupar las otras voces en distintas formas verbales que s aparecen en las
composiciones poticas).
aborrecer (aborrecido)
adorar
afn
aficin
afligir (afligido)
afruenta
agenos
agona
alabana
albricias
alegra
alma
altivos
amador
amadores
amarga
amiga
amigo
amor
ansia
ansias
antojos
apartar (apartarme, apart)
apassionado
armas
arrepentirse (arrepentido)
ausencia
ausente
bandera
beldad
beneficio
bien
bienamado
bienamando
bienaventurado
boca
bolvedores
braos
buscar (buscando)
callar
cansado
carta
casado
castigo
cativa
cativo
catividad
cavallero
cercar (cercado)
ciega
ciego
combate
compaa
compassin
compite
concierto
condicin
confiana
congoxa
congoxoso
consejos
consentir (consiento)
consolacin
139
consolar (consolara, consolasen,
consuelas)
consuelo
contemplar (contemplndoos)
contenta
contento
contraria
coran
cordura,
corona
crueldad
cuidado
cuitado
culpa
culpar (culpado, culpando)
dama
dao
debatir (debaten)
defensin
desafiar (desafa)
desamar (desamado)
desamor
desastrado
desaventura
descanso
desconcierto
desconfiad
desconsolar (desconsolados)
descontentar (descontentaros)
desculpar (desculpando)
desdn
desdichado
desdichas
desesperana
desesperar (desesperado)
desgradescida
desgrado
desordena
despedir (despedido, despide)
dessear (dessearos)
desseo
desterrar (desterrado)
desventura
desventurado
desva
determinacin
dichoso
diferencia
Dios
discrecin
disfavor
disfavores
dolencia
dolor
dolores
dolorida
dubda
dubdana
embaraos
embidia
enagenar (enagenado)
enamorar (enamorado)
encender (enciende)
encobrir
enemigas
enemigo
engaadores
engaos
enojar (enojado, enojaros)
enojos
entraas
entristecida
entristecido
entristescen
envinciones
errar (errado)
escalas
escarmiento
esconder (escondida)
esmaltado
esped
esperar (espera, esperaros)
esperana
esquivas (esquivos)
esquividad
falsado
fatiga
fatigo
140
favores
fe
fengir
figura
firme
firmeza
fortaleza
fuego
fuera
galardn
galardonado
galardones
galas
ganar (ganada, ganado, ganaros)
gentil
gesto
gloria
gozar (gozemos)
gozoso
graciosas
gradescer (gradescis)
grado
gualardn
guerra
herida
hermosa
hermosura
herir (hieres)
huir
ido
injuria
injuriado
jurar (jurando)
lstima
lastimado
ley
libertad
libertado
libre
lindas
lisongeras
llagar (llagado)
llorar (llora, llorando)
loar (loada)
luto
mal
malandana
males
manzilla
memoria
mensajero
merced
merescer (meresca)
merescedora
merescimiento
ma
miraros
mortal
mudana
mudar (mudarme, mudastes)
muerte
mundo
morir (muriendo)
muro
namorado
negar (niega)
noches
nunca
ofrescer (ofresc)
olvidana
olvidar (olvidado)
olvido
padescer (padesco, padezca)
partido
parto
passin
passiones
pecado
pelea
peligro
pena
penar (penado, penando, peno)
pensamiento
perder (perdella, perderos, perd)
perdicin
perdida
perdido
perfectin
141
pesar
piadosa
piedad
plair (plaendo, plaida)
plazer
porfa
porfiar (porfiaros, porfiemos)
presente
prisin
prometer (prometistes)
quedarse (quedo)
quemar (quemaron)
querella
querer (quereros)
querido
quexa
quexo
quexoso
quitar
ravia
razn
remediado
remedio
reniego
reposo
robados
rosa
saas
satisfecho
secreto
sentir
seales
seora
sepoltura
servir (servirte, sirvo, serviros)
servicio
servida
servidor
seso
sentir (siento)
socorrer (socorrelle)
sofrir
sojuzgar (sojuzgado)
soledad
solo
sospirar
sospiros
sossegar (sossegado)
sueo
sufrir (sufra)
sufrimiento
tardana
temor
testigo
testimonio
tormenta
tormento
tornar
tracto
traidor
triste
tristeza
tristura
ultraje
valer
vencer (vencido)
ventura
victoria
vida
vista
voluntad
vuestro
VI. CONCLUSIONES
El amor corts es un cdigo amoroso puesto muy al servicio de un
culto casi sagrado a la mujer, a su superioridad sobre el amante-vasallo y
su condicin de objeto de deseo y exaltacin de su belleza. El tratado de
Andreas Capellanus De amore (Libro del amor corts) presenta un
conjunto de reglas amatorias, de buenos modales y educacin cortesana, en
general, que compendia el universo lingstico y amoroso en el que se
desarrollaba la lrica trovadoresca cuyos cdigos se trasladaron
posteriormente a los cancioneros hispnicos.
Los poetas y trovadores empiezan a exaltar a la mujer con trminos
totalmente estereotipados y mitificados: todas eran perfectamente bellas y
llenas de virtudes, pero su condicin de mujer perfecta y autoritaria a
menudo la llevaban a adoptar una actitud cruel y despiadada, que la
distanciaban de su nobleza y poder. Adems, nos encontramos ante una
visin claramente masculina de la mujer, en la que la dama es vista desde
los ojos del amante. Ella casi no tiene voz y su papel en la poesa
trovadoresca es asumir la funcin de objeto idealizado del enamorado.
Del anlisis del corpus de las 125 Canciones y 30 Romances de
diversos poetas en el Cancionero general de Hernando del Castillo, se
derivan las siguientes conclusiones. De los 26 motivos que se han aislado
para caracterizar el cdigo amoroso en las Canciones y Romances del
Cancionero General, todos ellos presentes en la Seccin de las
Canciones, solo slo 13 aparecen en la seccin de los Romances,
debido por una parte al menor corpus de los romances en el Cancionero
general como a la propia naturaleza del gnero, menos condicionado que las
canciones trovadorescas por el cdigo amoroso.
En la seccin de las Canciones, los motivos que cuentan con
mayor presencia son el n 21 (El amor produce dolor, sufrimiento y deseo
143
de la muerte) con 21 ejemplos, seguido del motivo n 23 (El mal de amor
no tiene remedio), del que se encuentran 13 ejemplos.
Los motivos que cuentan con menos ejemplos son el n 3 (La
belleza de la dama aprisiona al enamorado), el n 19 (Los ojos no pueden
ocultar el amor), y el n 26 (La simbologa de los colores), todos ellos
con un solo ejemplo, resultando por tanto los temas menos frecuentados por
los poetas del Cancionero general. Los motivos con dos ejemplos son el n
2 (Endiosamiento de la dama), el n 8 (Las relaciones vasallticas entre
la dama y el enamorado), el n 13 (La partida de uno de los amantes
produce desesperacin) y el n 17 (El secreto, condicin inexcusable del
amor), entre otros.
En la seccin de los Romances, los motivos que tienen ms
ejemplos son el n 11 (El amor produce dolor, sufrimiento y deseo de la
muerte), con 10 poemas, y en segundo lugar, el motivo n 13 (El mal de
amor no tiene remedio), que cuenta con cuatro ejemplos. Por el contrario,
los motivos de menor presencia son el n 1 (La perfeccin de la mujer,
obra de Dios), el n 2 (Endiosamiento de la dama), el n 3 (La belleza
de la dama aprisiona al enamorado), el n 4 (La dama se caracteriza como
fra, distante y altiva), el n 9 (La ausencia, el mayor de los dolores) y el
n 12 (La dama, causa de la muerte del enamorado), que tienen apenas un
ejemplo. En segundo lugar, con dos ejemplos vienen los motivos n 5 (El
enamorado sufre el menosprecio de la amada), n 6 (El dolor del
enamorado por su incapacidad para obtener los favores de la amada), n 7
(La crcel de amor, donde la dama ejerce de carcelero), n 8 (La
condenacin del alma del amante) y n 10 (La ausencia genera
desconfianza pero no motiva el olvido).
El motivo, pues, del cdigo amoroso de la cortesana que mayor
presencia y pervivencia manifiesta en el Cancionero general es el de la
concepcin del amor como un sentimiento que produce dolor, sufrimiento y
deseo de la muerte en los enamorados, con un total de 32 poemas, seguido
144
del motivo que se refiere a la idea de que el mal de amor es una
enfermedad para la que no existe solucin, que est presente en 17 poemas.
Con respeto al lxico, se observa que los poetas amadores del
Cancionero general utilizan sistemticamente el vocabulario amoroso
propio del cdigo del amor corts para analizar la naturaleza y los
fenmenos del sentimiento amoroso y las relaciones del cortejo galante. Las
relaciones amorosas felices y satisfechas se expresan con vocablos como
adorar, alegra, ansia, compaa, contemplacin, contento, corazn, deseo,
dicha, enamoramiento, esperanza, gozo, hermosura, noche, pensamiento,
satisfaccin, secreto, suspirar, vida, etc.
En los poemas referidos al caso de las relaciones o de amores menos
afortunados, se recurre insistentemente a trminos como afliccin, agona,
apartamiento, crueldad, culpa, dao, desamor, desdn, desdicha,
desesperacin, desagradecimiento, desventura, dolor, engao, fingimiento,
herida, lstima, llorar, luto, muerte, perdicin, soledad, sufrimiento, traicin,
tristeza, etc.
El Cancionero general de Hernando del Castillo, particularmente sus
secciones de Canciones y Romances, son un ejemplo de la fuerte
pervivencia del cdigo amoroso de la cultura provenzal tanto en el otoo de
la Edad Media como en el Renacimiento, poca esta ltima donde la
compilacin de Castillo goz de extraordinario xito editorial y de
amplsima recepcin por parte de un pblico que poda acceder a este
universo expresivo no solo como lector sino tambin como oyente.
145
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