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Abentofail - El Filosofo Autodidacto

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El flsofo autodidact

El flsofo autodidact
Abentofail
Prlogo del autor
En el nombre de Dios, clemente y misericordioso! Bendiga Dios a nuestro Seor Mahoma y a su
familia y compaeros, y deles la paz.
Motivo ocasional de este libro: el xtasis
Me pediste, hermano sincero Dios te d! la inmortalidad eterna y te haga gozar la perpetua
felicidad", #ue te comunicase a#uellos misterios de la Sabidur$a iluminati%a #ue me fuera posible
di%ulgar, los cuales menciona el maestro y pr$ncipe &de los fil'sofos( )bu )li b. Sina. *as de saber,
pues, #ue el #ue #uiera alcanzar la %erdad pura, debe estudiar estos secretos y esforzarse por
conocerlos. +u pregunta ha sugerido en mi ,nimo una noble idea, #ue me ha conducido a la %isi'n
intuiti%a de un estado &m$stico o !-tasis(, #ue antes no e-periment!, y me ha lle%ado a un t!rmino
tan mara%illoso, #ue ni lengua alguna podr$a describir &su naturaleza( ni razonamiento alguno
demostrar &su e-istencia(, por#ue es de una categor$a y de un mundo completamente distinto de
ellas. s'lo #ue la alegr$a, contento y placer #ue este estado lle%a consigo, no permiten #ue la
persona #ue a !l llega o #ue alcanza algunos de sus grados, pueda ocultarlo y guardarlo secreto, sino
#ue, dominado por la emoci'n, el entusiasmo, la alegr$a y la satisfacci'n, se inclina a manifestarlo,
de una manera %aga e indistinta. Si es hombre inculto, habla de !l sin tino, hasta llegar a decir
alguno, a prop'sito de este estado/ 01lorificado sea yo! 2u,n grande es mi condici'n!3. 4tro di5o/
06o soy la 7erdad3. 6 otro/ 08o hay, ba5o estos %estidos, sino Dios3.
El maestro )bu *amid al91azali &)lgazel(, cuando alcanz' este estado, aplic'le el %erso siguiente/
Sea lo #ue #uiera #ue yo no he de decirlo", cree t: #ue es un bien y no pidas de !l noticias.
;ero este &fil'sofo( era e-perto tan s'lo en los conocimientos racionales y estaba %ersado
:nicamente en las ciencias.
Opinin de Avempace acerca del xtasis
El Filsofo Autodidacto Abentofail
2onsidera luego las palabras de )bu Bar< b. al9Sayg &)%empace( #ue %an a continuaci'n de su
tratado, en el #ue describe la uni'n/ &del entendimiento humano con Dios(/ 02uando se comprende,
dice, el sentido oculto a #ue se aspira, se %e claramente #ue ning:n conocimiento de las ciencias
ordinarias puede ser colocado en su mismo rango, y #ue #uien de !l se forma idea %iene a estar,
cuando comprende ese sentido oculto, en una condici'n &o grado( en el cual se %e a s$ mismo,
separado ya de todo cuanto antes conoci', con otras creencias #ue no son materiales, pues #ue son
demasiado nobles para referirlas a la %ida f$sica. son estados m,s bien propios de los
biena%enturados, #ue est,n ya limpios de toda composici'n inherente a la %ida f$sica, dignos de ser
llamados estados di%inos, #ue Dios concede a a#uellos de sus sier%os a #uienes bien le place3. )
esta condici'n, #ue indica )bu Ba<r, se llega por el m!todo de la ciencia especulati%a y de la
in%estigaci'n racional. =l, sin ninguna duda, la alcanz' y no la perdi' nunca.
;or lo #ue toca al grado #ue hemos citado primeramente, es distinto de !ste, si bien es el mismo en
el sentido de #ue no se manifiesta en !l nada #ue sea diferente de lo #ue en !ste se manifiesta, pero
de !l se distingue tan s'lo por una mayor e%idencia. su %isi'n intuiti%a se produce por una #ue
nosotros, s'lo metaf'ricamente, llamamos potencia, por no encontrar en la lengua %ulgar ni en la
terminolog$a t!cnica nombres #ue signifi#uen esta cosa, en cuya %irtud se produce esta especie de
%isi'n intuiti%a.
Opinin de Avicena acerca del xtasis
El estado #ue antes hemos mencionado y a cuya primera intuici'n o gusto nos ha lle%ado tu
pregunta, es el n:mero de a#uellos estados a #ue alud$a el maestro )bu )li &)%icena( al decir/
0Despu!s, cuando el esfuerzo constante por lograr la perfecci'n espiritual y la doctrina asc!tica han
lle%ado al hombre hasta un cierto grado, se le aparecen fugiti%os y gratos destellos de la luz de la
7erdad, seme5antes a rel,mpagos, #ue de pronto alumbran y %elozmente se e-tinguen. Despu!s, se
le multiplican estos des%anecimientos e-t,ticos, si persiste en la pr,ctica preparatoria de la
disciplina asc!tica, luego, ahondando m,s en ella, llega hasta producirlos sin a#uel e5ercicio. De
todas las cosas #ue %islumbra, solamente considera su relaci'n con la Santidad Di%ina, aun#ue
d,ndose alguna cuenta de las cosas mismas. Despu!s, una nue%a iluminaci'n le des%anece y %e ya
en casi toda cosa a Dios, #ue es la 7erdad. >inalmente, el e5ercicio lo conduce a un punto, en #ue el
car,cter transitorio &de la intuici'n( se cambia en permanente, lo fugiti%o %iene a ser habitual, el
rel,mpago se con%ierte en estrella brillante, y alcanza el m$stico ya una intuici'n definiti%a, como si
constantemente le acompaase3. Sigue luego )%icena describiendo los grados sucesi%os, #ue
terminan en la obtenci'n, #ue es un grado en el cual 0lo $ntimo de su alma %iene a ser como un
espe5o pulimentado en el cual se refle5a un aspecto de la 7erdad. Entonces se derraman sobre !l los
deleites sublimes y su alma se regoci5a por los %estigios de la 7erdad #ue hay en ella. +iene ya en
este grado una mirada para la 7erdad y otra para su alma, fluctuando de la una a la otra, hasta #ue
termina por perder la conciencia de s$ mismo, no mirando sino a la Santidad Di%ina. y si a su alma
mira, :nicamente lo hace consider,ndola en cuanto #ue ella es #uien contempla. y entonces es
cuando tiene lugar la uni'n completa3. 2on estos estados #ue )%icena describe, #uiere s'lo
significar #ue ellos son para el &m$stico( una intuici'n, y no al modo de la percepci'n especulati%a
#ue se obtiene de razonamientos formados con premisas y consecuencias.
Diferencia entre la percepcin mstica y la percepcin filosfica.
Si #uieres un e5emplo #ue te manifieste claramente la diferencia #ue e-iste entre la percepci'n, tal
como la entiende esta escuela &suf$(, y la percepci'n, tal como los dem,s la entienden, imag$nate a
un ciego de nacimiento, pero #ue sea de buen talento natural, de entendimiento penetrante, de
memoria tenaz, de esp$ritu recto, #ue se haya criado desde su niez en una ciudad cual#uiera, a
cuyas gentes conozca perfectamente. #ue conozca tambi!n muchas especies de animales y de
minerales, las calles y calle5uelas de la ciudad, sus casas, sus mercados, usando s'lo de las
;,gina ? de @A
El Filsofo Autodidacto Abentofail
percepciones de los sentidos #ue le #uedan, hasta el e-tremo de andar por esa ciudad sin lazarillo y
de conocer de primera intenci'n a todo el #ue se tropieza. los colores, los conoce tambi!n por
e-plicaci'n de sus nombres y por algunas definiciones #ue los designan.
Suponte, pues, #ue, tras de haber llegado a este estado, sus o5os se abren, ad#uiere la %ista y recorre
toda la ciudad, d,ndole la %uelta. 8o encontrar, en ella nada, distinto de lo #ue !l se cre$a, ni cosa
alguna, #ue no reconozca. coincidir,n los colores con las descripciones #ue de ellos se le hab$an
dado.
Solamente encontrar, nue%o, en todo esto, dos grandes cosas, consecuencia la una de la otra/ una
mayor e%idencia y claridad y un m,s grande placer.
El estado de los hombres #ue in%estigan la %erdad por las solas fuerzas de la raz'n, #ue no han
alcanzado el grado de la santidad perfecta, es el primer estado del ciego. los colores #ue en este
estado son conocidos s'lo por descripci'n de sus nombres, son a#uellas cosas de las #ue di5o )bu
Ba<r &)%empace( #ue son 0demasiado nobles para referirlas a la %ida f$sica, y #ue Dios concede a
#uien le place de entre sus sier%os3 . el estado de los hombres #ue in%estigan la %erdad por las solas
fuerzas de la raz'n, pero #ue alcanzan el grado de la santidad perfecta y a #uienes otorga Dios
a#uella cosa, #ue nosotros hemos llamado metaf'ricamente potencia, es el estado segundo de a#uel
ciego. ;ero es muy raro encontrar un hombre #ue sea siempre de %ista perspicaz, con los o5os
abiertos, y #ue no necesite de la especulaci'n racional.
6 con la frase 0percepci'n de los hombres #ue in%estigan la %erdad por las solas fuerzas de la
raz'n3, no entiendo yo lo #ue ellos perciben del mundo de la naturaleza f$sica, ni por 0percepci'n
de los santos3, lo #ue ellos entienden de lo metaf$sico, pues estas dos percepciones se diferencian
mucho entre s$ y no se confunde la una con la otra. lo #ue yo entiendo por 0percepci'n de los
hombres #ue in%estigan la %erdad por las fuerzas de la raz'n3, es a#uello #ue ellos perciben de lo
metaf$sico o suprasensible, como lo #ue percibi' )bu Ba<r &)%empace(. Es condici'n precisa, en
esta clase de percepci'n, #ue lo percibido sea %erdad positi%a, y, por tanto, la diferencia entre la
percepci'n de los #ue emplean s'lo las fuerzas de la raz'n y la percepci'n de los santos, est, en #ue
!stos conocen lo suprasensible en s$ mismo, penetrando su esencia $ntima, aparte de una mayor
claridad y una gran delectaci'n. )bu Ba<r &)%empace( prostituy' este deleite, ofreci!ndoselo al
%ulgo. lo atribuy' a la facultad imaginati%a y prometi' describir de una manera clara y precisa
c'mo debe producirse entonces el estado de los biena%enturados. 2on%endr$a decirle a este
prop'sito a#uello de 0no digas #ue es dulce ning:n alimento sin probarlo, ni pisotees los cuellos de
los hombres %eraces3. ;ero nuestro hombre no hizo nada de lo #ue di5o ni cumpli' su promesa.
;arece #ue le dificult' su intento la falta de tiempo a #ue !l mismo alude y sus ocupaciones en el
%ia5e a 4r,n. y acaso %io #ue, si describ$a este estado, tendr$a necesidad de decir cosas #ue afearan
su manera de %i%ir y #ue desautorizaran todos los esfuerzos #ue !l hab$a hecho para ad#uirir y
acumular grandes ri#uezas, y todas las %ariadas artes con #ue se ingeni' para procur,rselas.
;ero nos hemos apartado del prop'sito a #ue nos hab$a conducido tu pregunta, un poco m,s de lo
#ue era necesario.
Naturaleza de la visin exttica
;or lo e-puesto se %e claramente #ue tu pregunta tiene por ob5eto uno de dos fines/ puede ser #ue
preguntes por lo #ue %en los #ue gozan ya de la %isi'n intuiti%a, de la e-periencia m$stica y de la
presencia de Dios en la cumbre de la santidad perfecta. y !sta es una de a#uellas cosas cuya
naturaleza real no puede consignarse e-actamente en un libro. y cuando alguno intenta hacerlo y se
esfuerza en e-plicarla por medio de la palabra o de la escritura, la naturaleza real de esto #ue #uiere
e-plicar se cambia y %iene a parar al otro g!nero, al especulati%o. por#ue al re%estirse con letras y
sonidos y apro-imarse al mundo sensible, no le #ueda absolutamente nada del car,cter y condici'n
;,gina B de @A
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#ue antes ten$a. y las e-plicaciones #ue acerca de ella se dan son, adem,s, %arias y muy diferentes/
unos se apartan &al dar esas e-plicaciones( muy le5os del camino recto, creyendo #ue otros se han
apartado, cuando no ha sido as$. 6 ello se debe :nicamente a #ue se trata de e-plicar una cosa
infinita, #ue se refiere a una epifan$a di%ina de tan amplios horizontes, #ue abarca o comprende sin
poder ser comprendida o abarcada.

El segundo fin #ue di5imos pod$a tener tu pregunta, es #ue #uieras conocer esta cosa por el m!todo
de a#uellos #ue in%estigan la %erdad por las solas fuerzas de la raz'n. y esto h'nrete Dios con su
santidad!" ya es cosa #ue puede ser consignada en los libros, y de la cual cabe dar e-plicaciones.
pero ella es m,s escasa #ue el azufre ro5o, y sealadamente en este pa$s en #ue %i%imos, pues tal
conocimiento es en !l tan raro, #ue s'lo alg:n indi%iduo aislado tras otro logran ad#uirirlo, y el #ue
consigue con#uistar algo de ello, no lo comunica a la gente sino por medio de alegor$as, por#ue la
religi'n musulmana y la ley %erdadera prohiben dedicarse a su estudio y ponen en guardia contra !l.
!stado de los conocimientos msticos en Al"Andalus
8i %ayas a creer #ue la filosof$a #ue ha llegado hasta nosotros en los libros de )rist'teles y de )bu
8asr &al9>arabi( y en el libro al9Safa &de )%icena( bastan para lograr lo #ue t: #uieres, ni pienses
tampoco #ue ning:n andalus$ haya escrito acerca de esto nada #ue sea suficiente. ;or#ue todos los
hombres de esp$ritu ele%ado #ue han %i%ido en al9)ndalus, antes de #ue se di%ulgase en este pa$s la
ciencia de la l'gica y de la filosof$a, consagraron su %ida :nicamente a las ciencias matem,ticas,
alcanzando en ellas un alto grado, y no pudieron estudiar lo dem,s. Despu!s, sucedi' a !stos otra
generaci'n #ue profundiz' m,s #ue ellos en el conocimiento de la l'gica. =stos s$ #ue especularon
ya en esta ciencia, pero ella no les condu5o a la %erdad perfecta. *ubo entre ellos uno #ue di5o/
Estoy muy afligido por#ue las ciencias de los hombres son dos y nada m,s #ue dos/
Cna, %erdadera, cuya ad#uisici'n es dif$cil. y otra, f,cil de ad#uirir, pero in:til.
!scritos de Avempace sobre filosofa
Despu!s de !stos, %ino otra generaci'n de hombres m,s h,biles en la especulaci'n y m,s pr'-imos
a la 7erdad. 8inguno hubo entre ellos de entendimiento m,s fino, de especulaci'n m,s segura, de
%isi'n m,s %eraz, #ue )bu BaDE b. al9Sa6g &)%empace(. pero las cosas de este mundo lo tu%ieron
tan ocupado, #ue la muerte lo arrebat' antes de #ue publicase los tesoros de su ciencia y di%ulgase
los secretos de su sabidur$a. Fa mayor parte de las obras suyas #ue se han conser%ado est,n
incompletas y sin terminar, como, por e5emplo, su Fibro sobre el alma, El r!gimen del solitario, sus
escritos sobre l'gica y sobre f$sica. En cuanto a sus obras completas, son libros abre%iados y
tratados escritos de prisa. =l mismo lo confiesa, diciendo #ue la idea #ue trata demostrar en su
+ratado de la uni'n &con el entendimiento acti%o( no la demuestra claramente este libro, sino
despu!s de gran traba5o y dificultad. #ue el orden de su e-posici'n en algunos lugares no se su5eta
al m!todo m,s perfecto. y #ue si hubiese podido disponer de m,s tiempo, se habr$a decidido a
modificarlo. En este estado ha llegado hasta nosotros la ciencia de este hombre, a #uien por otra
parte, no hemos conocido personalmente. Eespecto a algunos contempor,neos suyos #ue son
considerados como de su mismo ni%el intelectual, no hemos %isto de ellos ninguna obra, y por lo
#ue toca a sus sucesores y contempor,neos nuestros, o est,n a:n en %$as de desarrollo, o se han
detenido antes de llegar a la perfecci'n, o no ha llegado a nuestra noticia su %erdadera labor.
!scritos de Al"#arabi$ conocidos de los espa%oles
En cuanto a los escritos de )bu 8asr &al9>arabi( #ue han llegado hasta nosotros, la mayor parte se
refieren a la l'gica. y los #ue tratan de la filosof$a, contienen muchas cosas dudosas. )s$, en el
;,gina @ de @A
El Filsofo Autodidacto Abentofail
Ditab al9milla al9fadila afirma #ue las almas de los malos, despu!s de la muerte, permanecen
eternamente en tormentos sin fin. pero despu!s, en su Siyasa al9madimiyya, dice francamente #ue
estas almas se disuel%en y reducen a la nada, y #ue no sobre%i%en, sino las almas %irtuosas y
perfectas. finalmente, en su comentario al Ditab al a5la#, describe algo de lo #ue se refiere a la
felicidad humana, y all$ dice #ue s'lo se la halla en esta %ida y en este mundo. ) continuaci'n aade
una frase cuyo sentido es/ 06 todo lo #ue se diga, fuera de esto, son chocheces y cuentos de %ie5as3.
Esta doctrina hace desesperar a los hombres de la misericordia de Dios, pues pone al bueno y al
malo en el mismo ni%el, al afirmar #ue el fin de todos es la nada. +al aserto es un error #ue no tiene
nombre y una falta #ue no tiene perd'n. Sin contar, adem,s, las per%ersas teor$as #ue profesa
respecto de la profec$a, #ue !l cree una propiedad natural de la facultad imaginati%a, inferior en
rango a la filosof$a. con otras muchas cosas #ue no tenemos necesidad de recordar a#u$.
Obras de Avicena referentes a mstica
;or lo #ue toca a los escritos de )rist'teles, el maestro )bu )li &)%icena( se encarga de e-plicarnos
su contenido y sigue el m!todo de su filosof$a en el Ditab al9Safa . )l principio del libro, dice #ue la
7erdad es, en su opini'n, cosa distinta de cuanto en el libro trata, y #ue :nicamente lo ha compuesto
siguiendo la doctrina de los peripat!ticos, pero #ue #uien #uiera conocer la 7erdad pura, debe leer
su Fibro sobre la filosof$a iluminati%a. El #ue se tome el traba5o de leer el Ditab al9Safa y las obras
de )rist'teles, %er, con e%idencia #ue coinciden en la mayor parte de las cosas, aun#ue hay en el
Ditab al9Safa algunas #ue no han llegado a nosotros por medio de )rist'teles. Mas si se toman todas
las doctrinas de los libros de )rist'teles y del Ditab al9Safa en su sentido literal, sin tratar de
penetrar su sentido secreto y esot!rico, no se llegar, con ellas a la perfecci'n, seg:n ad%ierte el
maestro )bu )li en su Ditab al9Safa.
&deas de Al"'azali en punto a mstica
+ocante a los escritos del maestro )bu *amid &)l91azali(, hay #ue ad%ertir #ue, como habla para el
%ulgo, ata en un lugar y desata en otro, anatemiza ciertas doctrinas, #ue despu!s !l mismo profesa.
Entre las doctrinas de los fil'sofos #ue condena como imp$as en su libro al9+ahafut, est, la
negaci'n de la resurrecci'n de los cuerpos y la afirmaci'n de #ue los premios y los castigos
recaer,n s'lo sobre las almas, luego, en el principio de su libro al9Mizan, dice #ue esta opini'n es
de los doctores suf$es, e-clusi%amente. despu!s, en su libro al9Mun#id min al9dalal Ga9l9mufasih
bi9l9ahGal, afirma #ue el opina lo mismo #ue los suf$es y #ue lleg' a esta con%icci'n despu!s de un
largo e-amen. 6 cosas de esta especie %er,s muchas en sus libros #uien los e-amine y estudie
atentamente.
*a tratado de e-cusarse de tal conducta, al final del libro Mizan al9amal, diciendo #ue hay tres
clases de opini'n/ la #ue uno profesa acomod,ndose a la #ue el %ulgo sigue. la #ue se acomoda a la
consulta hecha por el #ue pregunta y desea ser dirigido. y, finalmente, la #ue tiene el hombre para s$
mismo y #ue no manifiesta sino a #uien comparte sus con%icciones. Despu!s de lo cual aade/ 06
aun#ue estas palabras no tu%iesen otra %irtud #ue la de hacerte dudar de tus con%icciones heredadas,
tendr$an ya utilidad suficiente. por#ue el #ue no duda, no mira. el #ue no mira, no %e. y el #ue no
%e, permanece en la ceguera y en la perple5idad3.
Fuego cita este %erso pro%erbial/
+oma lo #ue %es y de5a lo #ue has o$do decir/ cuando sale el Sol, te puedes pasar sin Saturno.
+al es la caracter$stica de su doctrina. Fa mayor parte de ella consiste en alegor$as y alusiones, #ue
no le pueden ser :tiles sino al #ue fi5a en ellas, primero, la mirada de su alma, y luego se las oye a s$
mismo interiormente, o al #ue, siendo de un esp$ritu despierto, est, ya preparado para
comprenderlas, por#ue le basta la m,s pe#uea alusi'n. En su libro al96aGahir, dice el mismo autor
;,gina H de @A
El Filsofo Autodidacto Abentofail
#ue !l ha compuesto libros esot!ricos, en los cuales se contiene la %erdad pura. pero, #ue nosotros
sepamos, ninguno de ellos ha llegado a al9)ndalus. me5or dir!/ han llegado libros #ue algunos
piensan #ue son esos libros esot!ricos, pero no es as$. Estos libros son el Ditab al9maIarif al9a#liya,
el Ditab al9naf5 Ga9l9tasGiya y una colecci'n de cuestiones, distinta de los libros anteriores. Estos
libros, aun#ue contienen algunas alusiones, no aaden mucha mayor ilustraci'n respecto de lo #ue
ya consta en sus libros conocidos. En el titulado al9Ma#sad al9asna se encuentran cosas m,s oscuras
#ue las tratadas en a#uellos libros. !l declara #ue el citado libro no es esot!rico, de lo cual resulta
necesariamente #ue los libros de este autor #ue han llegado &a nosotros( no son los esot!ricos. Cn
autor moderno sospecha #ue el pasa5e #ue se encuentra al fin de su libro al9Mis<at contiene un
gra%$simo problema, #ue hace caer a al91azali en un precipicio sin sal%aci'n. 6 es #ue, despu!s de
enumerar all$ las clases de hombres ofuscados por los %elos de las luces &di%inas(, al pasar luego a
mencionar los #ue ya han llegado &a la uni'n con Dios(, dice #ue !stos ad%ierten #ue este Ser est,
dotado de un atributo incompatible con la unidad pura. Juieren inferir de a#u$ #ue &)lgazel( cre$a
#ue en la esencia del Ser ;rimero, de la 7erdad glorificado sea!", hay cierta multiplicidad. KDios
est, muy por encima de lo #ue de =l dicen los hombres in5ustos! ) nosotros, sin embargo, no nos
cabe duda alguna de #ue el maestro )bu *amid &al91azali( fue de los #ue alcanzaron la felicidad
suprema y de #ue lleg' a los grados m,s sublimes de la uni'n &con Dios(. pero sus libros esot!ricos,
los #ue tratan de la ciencia de la re%elaci'n e-t,tica, no han llegado hasta nosotros.
&bn (ufayl se declara discpulo de Al"'azali y de Avicena$ con cierto eclecticismo
)un as$, la %erdad a la #ue nosotros hemos llegado y #ue es el fin y meta de nuestra ciencia, no la
hemos alcanzado sino siguiendo la doctrina de al91azali y la del maestro )bu )li &)%icena(,
relacion,ndolas entre s$ una con otra y ambas con las opiniones #ue han aparecido en nuestros d$as,
adoptadas fer%orosamente por gentes #ue hacen profesi'n de fil'sofos, hasta #ue as$ hemos llegado
a alcanzar la 7erdad, primero, por el m!todo de la in%estigaci'n y de la especulaci'n racional, y
obteniendo despu!s por la %isi'n intuiti%a esta e-igua dosis de e-periencia m$stica #ue ahora
gustamos.
Juiere comunicar sus ideas acerca de la m$stica, y para ello escribe este libro con la historia de
*ayy Lbn 6a#zan y la de )bsal y Salaman
Entonces nos hemos cre$do ya en condiciones de decir alguna cosa #ue de5e huella de nosotros, y
nos hemos resuelto a #ue seas t: el primero a #uien regalemos lo #ue poseemos &de estas cosas( y a
#uien lo e-pongamos, mo%idos por la sinceridad de tu amistad y por la pureza de tu cario. S'lo
#ue si te damos a conocer los resultados a #ue hemos llegado en esta materia, sin asegurarte
pre%iamente en sus principios, no te ser%ir, esto m,s de lo #ue te ser%ir$a una doctrina sumaria,
impuesta por la mera autoridad de un maestro, como tampoco te ser%ir$a de nada si nos dieses tu
aprobaci'n por causa del cario y la $ntima amistad #ue nos profesas, y no por#ue creas #ue
5ustamente merecemos #ue se acepten nuestras doctrinas. 8osotros no nos contentaremos tampoco
con #ue tu alcances este grado, ni #uedaremos de ello satisfechos si no te ele%as luego hasta otro
grado #ue est, por encima de !l, pues ese grado no te garantiza la sal%aci'n, ni mucho menos el
acceso al m,s alto de los grados. Jueremos lle%arte por los caminos por los cuales nosotros hemos
caminado antes #ue t:. #ueremos hacerte nadar en el mar #ue nosotros hemos atra%esado primero,
para #ue t: llegues adonde hemos llegado nosotros, y %eas lo #ue nosotros hemos %isto, y te
cerciores por ti mismo de todo lo #ue nosotros nos hemos cerciorado, y no tengas necesidad de atar
tu ciencia a lo #ue nosotros hemos conocido. +al intento e-ige un espacio de tiempo no pe#ueo,
ausencia de preocupaciones y aplicaci'n de todos los esfuerzos a este g!nero de estudio. Si tomas
sinceramente esta determinaci'n y tienes intenci'n pura de traba5ar acti%amente para lograr este fin,
alabar,s al amanecer tu %ia5e nocturno, recibir,s la bendici'n di%ina por tus esfuerzos y habr,s
satisfecho a tu Seor, #ue tambi!n #uedar, satisfecho de ti.
;,gina M de @A
El Filsofo Autodidacto Abentofail
;or mi parte, estoy a tu disposici'n para conducirte cuando #uieras por el camino m,s recto, m,s
libre de obst,culos y accidentes. y aun#ue por ahora s'lo se me aparece una pe#uea %islumbre, a
modo de est$mulo y acicate para entrar en el camino te contar! la historia de *ayy ibn 6a#zan y de
)sal y Salaman, a #uienes puso nombre el maestro )bu )li &)%icena(. Su historia sir%e de lecci'n
a los hombres dotados de penetraci'n, #ue, sin detenerse en la corteza de los problemas,
profundizan lo m,s abstruso de ellos, su m!dula y esencia, y 0de a%iso a todo hombre #ue tiene
coraz'n, #ue escucha y #ue %e3.
;,gina N de @A
El Filsofo Autodidacto Abentofail
Historia de Hayy Ibn
Historia de Hayy Ibn
Yaqzan
Yaqzan
;osibilidad de #ue haya una regi'n en el mundo, en la cual el hombre nazca por generaci'n
espont,nea
2uentan nuestros %irtuosos antepasados Dios se compadezca de ellos!" #ue hay una isla en la
Lndia, situada ba5o la l$nea ecuatorial, en la cual nace el hombre sin madre ni padre, a causa de ser la
temperatura de a#uel lugar la m,s templada de la faz de la tierra y de resultar la me5or dispuesta
para recibir los rayos de luz &de la regi'n( m,s alta. 2iertamente #ue tal aserto est, en contradicci'n
con lo #ue opina la generalidad de los fil'sofos y grandes m!dicos, #uienes afirman #ue la
temperatura m,s templada del mundo es la de los pa$ses habitados del cuarto clima. Si dicen esto
por#ue creen cosa segura #ue no los hay en la l$nea ecuatorial, a causa de una dificultad propia de
a#uel suelo, tienen alguna raz'n al afirmar #ue el clima cuarto es el m,s templado en el resto del
mundo. ;ero si solamente #uieren decir con seme5ante afirmaci'n #ue los pa$ses situados ba5o la
l$nea ecuatorial son muy calurosos, seg:n manifiesta la mayor$a de los autores, es un error, cuyo
contrario puede demostrarse.
Est, admitido como cierto en las ciencias naturales #ue el calor no puede producirse sino por una de
estas causas/ el mo%imiento, el contacto con los cuerpos c,lidos, o la luz. +ambi!n se demuestra en
ellas #ue el sol, por su esencia, no tiene calor propio, ni est, dotado de ninguna de las cualidades
inherentes a los cuerpos mi-tos. 6 en las mismas ciencias se prueba tambi!n #ue los cuerpos #ue
me5or reciben la luz son los pulimentados no transparentes, sigui!ndoles en esta condici'n recepti%a
los opacos no pulimentados. los transparentes sin opacidad alguna no reciben la luz de ninguna
manera. =sta es una de las cosas #ue s'lo el maestro )bu )li &)%icena( ha demostrado, sin #ue la
hubiera mencionado ninguno de sus predecesores.
Si estas premisas son ciertas, forzoso es concluir de ellas #ue el sol no calienta a la tierra, en la
misma forma en #ue los cuerpos c,lidos calientan a otros cuerpos con los #ue est,n en contacto,
puesto #ue el sol, por su esencia, no tiene calor. Fa tierra tampoco se calienta por el mo%imiento,
por#ue est, inm'%il y en un mismo estado, al tiempo de la salida del sol y al de su puesta, y por#ue
los sentidos nos manifiestan sus diferentes estados de calefacci'n y de enfriamiento en estas dos
fases distintas. +ampoco se puede decir #ue el sol calienta primero a la atm'sfera y, por medio del
calor atmosf!rico, calienta luego a la tierra. Si esto fuera as$, Kc'mo e-plicar #ue hallemos, en el
tiempo del calor, las capas atmosf!ricas m,s cercanas a la tierra mucho m,s calientes #ue las
superiores, m,s le5anasO Eesta, pues, #ue la calefacci'n del sol a la tierra se haga :nicamente por
medio de la luz. ;or#ue el calor sigue siempre a la luz, hasta el e-tremo de #ue si la luz se concentra
en espe5os ustorios, enciende lo #ue se colo#ue frente a ella.
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)dem,s, consta en las ciencias matem,ticas, por demostraciones con%incentes, #ue el sol es de
figura esf!rica, lo mismo #ue la tierra. #ue a#u!l es mucho m,s grande #ue !sta. #ue la parte de la
tierra alumbrada por el sol es siempre m,s de su mitad. #ue de esta mitad alumbrada de la tierra, la
parte #ue en todo tiempo tiene m,s cantidad de luz es la central, por#ue es el lugar m,s retirado de
la oscuridad y por#ue presenta frente al sol una superficie mayor. y #ue lo m,s cercano a la periferia
tiene menos luz, hasta llegar a la oscuridad en la periferia del c$rculo #ue constituye la parte
iluminada de la tierra.
Solamente un lugar es el centro del c$rculo de la luz, cuando el sol est, en el cenit de los #ue habitan
en a#uel lugar, en tal caso, el calor ser, all$ el m,s fuerte posible. Si el lugar es tal, #ue el sol se
ale5a en !l de su cenit, el fr$o ser, muy fuerte. si el lugar es tal, #ue el sol gira en !l hacia su cenit, el
calor ser, e-tremo. Mas la astronom$a ha demostrado #ue en la superficie de la tierra situada sobre
la l$nea ecuatorial, el sol no est, en el cenit sino dos %eces en el ao/ cuando pasa por los signos de
)ries y Fibra, respecti%amente. en el resto del ao est, seis meses al 8orte y otros seis al Sur. no
tienen, pues, en esta l$nea ni calor ni fr$o e-cesi%os, y su clima es, por tanto, siempre uniforme.
Esta doctrina e-ige una demostraci'n m,s e-tensa #ue la e-puesta y #ue no cae dentro de nuestro
prop'sito. solamente la hemos hecho notar, por ser una de las cosas #ue confirman la e-actitud de la
opini'n #ue admite la posibilidad de #ue en esta regi'n el hombre nazca sin madre ni padre.
)lgunos cortan la cuesti'n y resuel%en diciendo #ue *ayy ibn 6a#zan es uno de los #ue han nacido
en esta regi'n, sin madre ni padre. 4tros lo niegan, y cuentan la historia de ese asunto en la forma
#ue te %amos a referir.
4pini'n de los #ue creen a *ayy hi5o de una princesa, #ue para e%itar el deshonor se %e obligada a
abandonarlo, arro5,ndolo al mar
Dicen #ue enfrente de esta isla en la #ue *ayy %i%i', hab$a otra, m,s grande, de playas e-tensas, de
muchas ri#uezas y muy populosa, en la cual reinaba un hombre de car,cter altanero y orgulloso.
Este rey ten$a una hermana, a #uien imped$a contraer matrimonio. Eechazaba todos los
pretendientes, por no encontrar ninguno #ue le pareciera digno de ella. Fa 5o%en ten$a un %ecino,
llamado 6a#zan, con #uien cas' secretamente, seg:n uso permitido por la religi'n dominante
entonces en a#uel pa$s. Ella concibi' de !l y pari' un nio. 6 temiendo #ue se descubriese su
deshonor y se re%elase su secreto, coloc' al nio despu!s de haberle dado el pecho" en una ca5a,
cuya cerradura asegur'. sali' con su preciosa carga al principio de la noche, acompaada de sus
escla%as y personas de confianza, hacia la orilla del mar, lle%ando su coraz'n abrasado de amor
hacia el nio y lleno de temor por su causa. Fuego, se despidi' de !l diciendo/
04h, Dios! +: eres #uien ha creado este nio, #ue no era nada . +: lo has alimentado en lo
profundo de mis entraas y +: te has cuidado de !l hasta #ue ha estado acabado y perfecto.
+emerosa de este rey %iolento, orgulloso y terco, yo lo conf$o a tu bondad, y espero #ue le
conceder,s tu fa%or. Est, a su lado y no lo abandones, oh, el m,s piadoso de los piadosos!3.
Despu!s arro5' la ca5a al agua. Cna ola impetuosa la arrastr' y la lle%', durante la noche, a la playa
de la %ecina isla, anteriormente citada.
)ayy$ salvado en tierra$ es reco*ido por una *acela
Fa marea llegaba en a#uel entonces a un lugar al #ue no pod$a alcanzar hasta pasado un ao. Fa ola
lle%' la ca5a a un bos#uecillo de espesa maleza, de suelo agradable, resguardado contra los %ientos y
la llu%ia, a cubierto del sol, cuyos rayos 0no pod$an penetrar all$, mientras #ue sub$a ni mientras #ue
ba5aba3.
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Despu!s la marea empez' a ba5ar, y la ca5a #ued' en a#uel sitio. Fas arenas subieron, hasta el punto
de impedir la entrada de agua al bos#uecillo y de no permitir #ue las olas llegaran hasta !l.
2uando el mo%imiento del agua arro5' la ca5a a este lugar, se hab$an roto sus cerraduras y desunido
las tablas. El nio, atormentado por el hambre, comenz' a llorar, a sollozar y a intentar mo%erse. Su
llanto lleg' a o$dos de una gacela, #ue hab$a perdido su cr$a. El animal sigui' la %oz creyendo #ue
era la de su cachorro, y lleg' hasta la ca5a. Lntent' abrirla con sus pezuas, a la %ez #ue el nio,
desde dentro, empu5aba al mo%erse, hasta #ue salt' una tabla de la ca5a. Fa gacela tu%o compasi'n
del nio, sinti' cario hacia !l y le present' sus pezones, d,ndole de mamar toda la leche #ue !l
#uiso. Despu!s no de5' de %isitarle, y le cri' apart,ndole de todos los peligros.
+ales son los principios de la historia de *ayy, seg:n los #ue niegan el nacimiento sin padre ni
madre. Despu!s contaremos nosotros c'mo se cri' y los progresos #ue tu%o hasta alcanzar la m,s
alta perfecci'n.
!xplicacin +ue dan los partidarios del nacimiento de )ayy por *eneracin espontnea
Fos #ue opinan #ue naci' sin padre ni madre, dicen/ Jue en el centro de esta isla e-ist$a una arcilla
o tierra #ue hab$a fermentado en el transcurso de los aos, de manera #ue el calor y el fr$o, la
humedad y la se#uedad se hab$an mezclado en ellas por partes iguales y con perfecto e#uilibrio de
fuerzas. Era la fermentada una cantidad muy grande, y parte de ella superaba a la otra por la
e-actitud de la composici'n y por la disposici'n para formar los humores seminales. Fa parte
central de a#uella tierra era la m,s proporcionada y la #ue ten$a un parecido m,s perfecto con el
compuesto humano. al agitarse, produ5o, por causa de su %iscosidad, unas burbu5as, como las del
agua #ue hier%e. En el centro de ella apareci' una burbu5a pe#ue$sima, di%idida en dos partes por
una fin$sima membrana, y llena de un cuerpo sutil, a!reo, constituido e-actamente seg:n las
con%enientes proporciones. Entonces se uni' a este cuerpo el esp$ritu #ue emana de Dios, con una
uni'n tan perfecta, #ue ni los sentidos ni la raz'n pueden concebir #ue se separe.
!manacin del espritu
;ues est, demostrado #ue este esp$ritu emana perennemente de Dios, el 1lorioso, el )lto. Es
comparable a la luz del sol, #ue constantemente se e-tiende sobre el mundo. *ay cuerpos #ue no
refle5an su luz, como es el aire muy transparente. *ay otros #ue la refle5an en parte. tales son los
opacos no pulimentados. estos difieren en cuanto a la refle-i'n, y, en la misma forma, respecto a sus
colores. 6 otros cuerpos la refle5an en el m,s alto grado. !stos son los pulimentados, como los
espe5os y sus seme5antes. y si los espe5os son c'nca%os de una forma determinada, se produce en
ellos el fuego por el e-ceso de luz. Fo mismo es el alma, #ue emana de Dios/ fluye, se e-tiende
sobre todos los seres. 6 hay algunos #ue no manifiestan los %estigios de ella, por#ue les falta
aptitud. tales son los minerales, #ue no tienen %ida/ corresponden al aire en el e5emplo citado. 4tros
hay #ue los muestran, seg:n sus di%ersas aptitudes. as$, las distintas clases de plantas. corresponden
a los cuerpos opacos del mismo e5emplo. 6 otros #ue lo hacen completamente. tales son las di%ersas
especies de animales/ corresponden a los cuerpos pulimentados en el e5emplo anterior. *ay cuerpos
pulimentados #ue tienen una gran capacidad recepti%a de la luz del sol, hasta el punto de refle5ar
una imagen seme5ante. )s$ tambi!n entre los animales los hay #ue reciben muy f,cilmente el
esp$ritu, hasta el punto de #ue lo refle5an y son hechos a su imagen. El hombre es el m,s especial de
estos animales y a !l se alude en el dicho del ;rofeta/ bend$gale Dios y s,l%elo!" 02re' Dios a
)d,n a su imagen3. 6 si en el hombre se robustece esta imagen, hasta el e-tremo de #ue las dem,s
im,genes o formas se des%anezcan ante a#u!lla, #uedando sola y consumiendo la ma5estad de sus
esplendores todo cuanto la misma alcanza, entonces %iene el hombre a ser algo as$ como el espe5o
c'nca%o #ue incendia todos los dem,s ob5etos en el e5emplo anterior. +al cosa no acaece sino en los
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;rofetas las bendiciones de Dios sean sobre ellos!". +odo est, demostrado en los lugares
correspondientes.
;ero, en fin, %eamos #u! es lo #ue opinan #uienes creen en este modo de generaci'n.
,as potencias se someten al espritu
Cna %ez #ue el esp$ritu 9dicen9 fue fi5ado en a#uel lugar, se le sometieron todas las potencias y se
inclinaron completamente ante !l por orden de Dios.
Enfrente de este recept,culo se form' otra burbu5a, di%idida en tres compartimentos, a los #ue
separaba una membrana fin$sima y comunicantes por aberturas, llenos de un cuerpo aeriforme
parecido al #ue ocupa el recinto primero, pero toda%$a m,s tenue #ue !l. en estos tres
departamentos, di%ididos de una sola conca%idad, se alo5aron una porci'n de a#uellas potencias #ue
se hab$an sometido al primer esp$ritu. =stas fueron encargadas de guardar a las otras, de cuidarlas y
de hacer llegar al esp$ritu, colocado en el primer recept,culo, todas las modificaciones, pe#ueas o
grandes, #ue en ellas se obser%asen.
Enfrente del primero, por la parte opuesta al segundo recept,culo, se form' una tercera burbu5a,
llena de un cuerpo aeriforme, pero m,s denso #ue los dos primeros, y en el cual se alo5' otra parte
de las potencias sometidas, #ue fue encargada de guardarlas y cuidarlas.
Fos tres departamentos fueron lo primero #ue se form' de la arcilla fermentada, por el orden #ue
hemos dicho. +en$an necesidad unos de otros/ el primero necesitaba de los dem,s para hacerse
ser%ir y obedecer, y !stos de a#u!l, como los dirigidos precisan del director, y los gobernados del
gobernante. todos eran, por raz'n de los miembros formados de ellos, gobernantes y no gobernados.
uno, el segundo, era superior al tercero en poder directi%o.
#ormacin del corazn y del resto del cuerpo
El primero de estos tres, una %ez #ue se le uni' el esp$ritu y se desarroll' su calor, tom' la figura
c'nica del fuego. el cuerpo denso #ue lo rodeaba, la tom' tambi!n, y %ino a ser una carne dura, por
encima de la cual se formo una en%oltura membran,cea #ue la proteg$a. Fa totalidad de este 'rgano
se llam' coraz'n. 2omo el calor produce la disoluci'n y destrucci'n de los humores, este 'rgano
necesitaba de alguna cosa #ue lo repusiese, lo alimentase y le restituyera continuamente lo #ue
perd$a y sin lo cual no pod$a subsistir. tambi!n necesitaba percibir lo #ue le con%en$a, para
ad#uirirlo, y lo #ue le era contrario, para rechazarlo. Cno de los 'rganos, por medio de las
potencias, de las #ue era asiento y origen, se encarg' de satisfacerle la primera necesidad. y el otro
'rgano se encarg' de sub%enir a la segunda. El encargado de la percepci'n fue el cerebro. y el de la
alimentaci'n, el h$gado. Estos dos 'rganos necesitaban del coraz'n, para #ue los pro%eyese de su
calor y de las fuerzas peculiares a cada uno de los dos, pero originarias de a#u!l. ;ara esto se form'
entre los citados 'rganos una red de sendas y de caminos, unos m,s anchos #ue otros, seg:n ped$a
la necesidad/ las arterias y las %enas.
Despu!s siguen describiendo los partidarios de esta teor$a la creaci'n de todo el cuerpo, en la forma
en #ue los f$sicos entienden #ue se desarrolla el embri'n en la matriz, sin omitir detalle, hasta llegar
a la formaci'n completa del organismo y de sus miembros, y hasta el momento en #ue el feto est,
preparado para salir del %ientre de la madre. En toda esta e-posici'n, han acudido a la hip'tesis de
la arcilla grande y fermentada, #ue era apta para sacar de ella todo lo #ue es preciso en la formaci'n
del hombre/ las membranas #ue protegen el feto. 2uando estu%o completamente formado, estas
en%olturas se separaron de !l, como ocurre en el parto, y se abri' el resto de la arcilla por acci'n de
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la se#uedad. Despu!s, el nio empez' a gritar, a causa de la falta de alimento y acuciado por el
hambre. Cna gacela #ue hab$a perdido la cr$a, %ino en su au-ilio.
)ayy es criado por la *acela y vive los primeros a%os entre estos animales
Desde a#u$ coinciden los partidarios de la segunda %ersi'n con los de la primera, respecto al
crecimiento del nio. Dicen, de com:n acuerdo, #ue la gacela #ue lo hab$a recogido, encontr'
pastos abundantes y fuertes y engord'. tu%o mucha leche, hasta el e-tremo de criarlo de la me5or
manera posible. Estaba con !l, sin apartarse de su lado m,s #ue cuando le obligaba la necesidad de
ir a pacer. El nio se acostumbr' de tal modo a la gacela, #ue, cuando se retardaba, con su llanto la
hac$a %ol%er apresuradamente a su lado.
2reci' el nio, en esta isla, libre de animales dainos, cri,ndose con la leche de la gacela, hasta
alcanzar los dos aos de edad. )prendi' a andar y ech' los dientes. El nio la segu$a, y ella era
buena y complaciente con !l. Fo lle%aba a los sitios en #ue hab$a ,rboles frutales, y le daba a comer
los frutos #ue se ca$an del ,rbol, dulces y maduros. si ten$an c,scara dura, los part$a con sus muelas.
cuando !l %ol%$a a las ubres, lo amamantaba. cuando #uer$a agua, lo lle%aba a abre%ar. si el sol le
molestaba, lo pon$a a la sombra. si ten$a fr$o, lo calentaba. y al llegar la noche, conduc$ale a su
primera guarida y lo cubr$a con su mismo cuerpo y con plumas #ue #uedaban all$, resto de las #ue
hab$a en la ca5a en #ue lo arro5aron al mar. Cn rebao de gacelas ten$a costumbre de acompaarles
al pasto por la maana y por la tarde, y de pasar la noche en el mismo lugar #ue ellos. El nio sigui'
%i%iendo con las gacelas en la forma dicha. imitaba los gritos de ellas con su %oz, hasta el punto de
no hallarse diferencia entre ambos, y del mismo modo reproduc$a, con gran e-actitud, todos los
cantos de p,5aros o gritos de otras especies de animales #ue o$a. ;ero lo #ue me5or imitaba eran los
gritos #ue daban las gacelas en demanda de socorro, para comunicarse, para pedir algo o para
rechazarlo. por#ue los animales en cada uno de estos distintos estados, dan un grito diferente. Ellos
y *ayy se conoc$an mutuamente, y no se repel$an ni se trataban como e-traos. 2uando se hab$an
fi5ado en el esp$ritu del nio las representaciones de las cosas, una %ez desaparecida su percepci'n
actual, nac$a en !l o el deseo hacia algunas de ellas, o la a%ersi'n respecto de otras.
Observa )ayy las diferencias +ue tiene respecto de los dems animales$ vindose inferior a
ellos
) la %ez #ue todo esto, !l miraba a los dem,s animales y los %e$a re%estidos de pelo, de lana o de
pluma. obser%aba su rapidez para la carrera, su fuerza y las armas de #ue estaban dotados para
rechazar al #ue los persiguiese, como, por e5emplo, los cuernos, los colmillos, los cascos, los
espolones, las garras.
Fuego, contempl,ndose a s$ mismo, %e$a su desnudez, su falta de armas, su lentitud para la carrera,
su poca fuerza respecto de los animales #ue le disputaban los frutos, #ue se los apropiaban en contra
de su %oluntad y le %enc$an en la lucha, sin #ue pudiese repelerlos ni escapar de ninguno de ellos.
7e$a tambi!n #ue a sus compaeros, los hi5os de las gacelas, les sal$an cuernos #ue primeramente no
ten$an. #ue se %ol%$an fuertes en la carrera, cuando antes eran d!biles. 6 en s$ mismo no %e$a nada
de esto. refle-ionaba acerca de ello y no encontraba la causa. 6 al no hallar en s$ mismo ning:n
parecido con los animales, los 5uzgaba deformes o enfermos. Se puso a obser%ar los esf$nteres en
los otros animales, y %io #ue estaban resguardados/ el anal por las colas. el urinario por pelos o cosa
parecida, adem,s de #ue sus uretras estaban m,s ocultas #ue la de !l. Estas obser%aciones le aflig$an
y atormentaban.
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) los siete aos de edad, *ayy se %iste con ho5as de los ,rboles y emplea %aras como armas en su
lucha con los animales
2omo su tristeza por tal causa se prolongase mucho tiempo y, llegando a tener cerca de siete aos,
desesperase de alcanzar a#uellas cosas cuya falta le produc$a dolor, cogi' ho5as grandes de ,rboles,
y unas se las puso por detr,s y otras por delante, e hizo con ho5as de palmera y de esparto un
cintur'n #ue rode' a su cuerpo, con el cual su5et' las ho5as. ;ero !stas tardaron poco tiempo en
marchitarse, secarse y caer. Sigui' cogiendo otras y las colocaba en capas superpuestas. #uiz,
duraban algo m,s, pero siempre po#u$simo tiempo. +om' ramas de ,rboles como lanzones, las
igual' en sus e-tremos, las uni' por las puntas y las empleaba contra los animales con #uienes
peleaba, atacando a los m,s d!biles y resistiendo a los m,s fuertes. Entonces concibi' cierta idea de
su poder y %io #ue su mano ten$a una gran superioridad sobre las garras de los animales, puesto #ue
con ella le era posible cubrir sus %ergSenzas y coger bastones con los #ue se defend$a de los seres
#ue le rodeaban, lo cual le permit$a pasarse sin cola y sin armas naturales.
-e viste con las plumas y la piel de un *uila muerta
Durante este inter%alo creci' y sobrepas' los siete aos de edad. Sigui' teniendo el cuidado de
reno%ar las ho5as con #ue se cubr$a. Entonces le ocurri' la idea de coger la cola de un animal
muerto para coloc,rsela !l mismo. s'lo #ue como hab$a %isto #ue los animales %i%os se guardaban
de los muertos y hu$an de ellos, no se atre%$a a hacerlo. hasta #ue un d$a encontr' por casualidad un
,guila muerta y pudo realizar su deseo. )pro%ech' la ocasi'n %iendo #ue los animales no se
asustaban de ella, y se dirigi' adonde estaba. cort' las alas y la cola, enteras y cabales. le arranc' el
pluma5e. #uit'le el resto de la piel y la di%idi' en dos partes/ una se la coloc' !l mismo a la espalda,
y la otra sobre el ombligo y las partes pudendas. colg'se la cola sobre el trasero y las dos alas sobre
sus brazos. *ayy ad#uiri' as$ un %estido con #ue cubrirse y calentarse y con #ue imponer respeto a
todos los animales, hasta el punto de #ue ninguno peleaba con !l, ni le resist$a, ni se le acercaba ya
m,s, e-cepto la gacela #ue lo hab$a amamantado y criado. ambos, 5am,s se separaron.
Muerte de la *acela: )ayy trata de explicarse este fenmeno
Fa gacela en%e5eci' y enferm'. *ayy la lle%aba adonde hab$a buenos pastos, le cog$a frutos dulces
y se los daba a comer. ;ero la debilidad y la e-tenuaci'n no de5aron de seguir en aumento, hasta #ue
al fin le sobre%ino la muerte. pararon todos sus mo%imientos y cesaron todos sus actos. 2uando el
nio la %io en a#uel estado, se afligi' %ehement$simamente y poco falt' para #ue muriese de dolor.
Flam,bala con el grito con #ue ordinariamente se buscaban, alzando la %oz todo lo fuerte #ue pod$a.
pero no %e$a en ella ning:n mo%imiento ni cambio alguno.
Miraba sus ore5as y sus o5os y no obser%aba en ellos dao manifiesto. asimismo miraba sus
restantes miembros, y en ninguno de ellos encontraba lesiones.
Deseaba ardientemente descubrir el lugar donde radicase el mal, para #uit,rselo, y #ue %ol%iese al
estado anterior. pero nada de esto se le manifestaba, y !l nada pod$a hacer.

Fo #ue a *ayy hab$a inspirado esta idea fue algo #ue obser%ara en s$ mismo anteriormente/ not'
#ue si cerraba los o5os o los tapaba con un ob5eto cual#uiera, no %e$a nada hasta #ue se remo%$a
a#uel obst,culo. #ue si met$a los dedos en los o$dos y los apretaba, nada o$a mientras #ue no
desaparec$a tal impedimento. #ue si se tapaba las narices con los dedos, no percib$a ning:n olor
hasta #ue las abr$a de nue%o. De esto dedu5o #ue todas las facultades de percepci'n y de acci'n
ten$an en la gacela obst,culos #ue les imped$an &e5ercitarse(, y #ue si !l pudiera libertarla de ellos,
%ol%er$an a obrar.
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;iensa #ue la muerte de la gacela hab$a sido originada por un dao en alg:n miembro oculto del
cuerpo
2omo hubiese e-aminado todos los miembros e-ternos del animal sin encontrar en ellos dao
aparente, y a la %ez hubiese %isto #ue la inacci'n era total y no limitada a un miembro determinado,
pens' #ue el dao #ue la hab$a conducido a a#uel estado radicaba en un 'rgano oculto a sus o5os,
situado en el interior del cuerpo. supuso #ue a#uel ser$a indispensable a los otros e-teriores para sus
acciones respecti%as. y #ue, cuando sufre una lesi'n, se generaliza el dao y %iene la paralizaci'n
total. Supon$a #ue si encontraba este 'rgano y #uitaba de !l &el obst,culo( #ue le hab$a sobre%enido,
%ol%er$a la gacela a su primer estado, habr$a de e-tenderse por todo el cuerpo el ali%io y recuperar$a
sus funciones como anteriormente las ten$a.
!ste r*ano debe radicar en el centro del cuerpo
6a antes hab$a obser%ado, en los cad,%eres de los animales sal%a5es y otros, #ue todos sus
miembros eran macizos, y #ue s'lo ten$an conca%idad el cr,neo, el pecho y el %ientre. Entonces
pens' #ue el 'rgano en cuesti'n deb$a radicar en uno de estos tres lugares. Lba %enciendo en !l
poderosamente la idea de #ue acaso se hallar$a en el medio de esos tres lugares, puesto #ue !l cre$a
firmemente #ue todos los otros 'rganos del cuerpo necesitaban de !l, y, seg:n esto, era necesario
#ue se hallase situado en el centro. a m,s de #ue si pon$a atenci'n en s$ mismo, sent$a en su pecho
algo seme5ante a lo #ue sospechaba. 6 como #uiera #ue, suspendiendo la acci'n de sus miembros,
como la mano, el pie, el o$do, la nariz y el o5o, pod$a pri%arse de ellos, 5uzg' #ue no le eran
indispensables. pero cuando refle-ionaba sobre este algo #ue ten$a en su pecho, %e$a #ue no pod$a
prescindir de !l, ni durante un abrir y cerrar de o5os.
)simismo, en sus luchas con los animales, lo #ue m,s procuraba librar de sus cuernos era el pecho,
por la presunci'n de lo #ue dentro de !l hubiera.
Cna %ez #ue tu%o el con%encimiento de #ue el miembro en el #ue hab$a acaecido el dao a la gacela
no pod$a estar m,s #ue en su pecho, se resol%i' a obser%arlo y a e-aminarlo, pues #uiz, encontrase
all$ el obst,culo, y, en este caso, lo #uitar$a del animal. ;ero temi' #ue lo #ue iba a hacer fuese peor
#ue el mal e-istente y ocasionase a la gacela un per5uicio &irreparable(. Fuego, refle-ion' si acaso
hab$a %isto alg:n animal sal%a5e o seme5ante #ue, habiendo %enido a parar a este estado &a la
muerte(, %ol%iera de nue%o a su primera condici'n, y no encontr' ninguno. Desesper', por tanto, de
#ue la gacela %ol%iese a ser como era, si !l la abandonaba, y, en cambio, le #uedaba alguna
esperanza de #ue pudiese re%i%ir, si encontraba el 'rgano indicado y #uitaba de all$ el mal. Se
decidi', pues, a abrirle el pecho y a buscar lo #ue en !l hubiese.
)ayy .ace la diseccin de la *acela y .alla el corazn
2ogi' trozos de piedras duras y astillas de caa seca, seme5antes a cuchillos, y con ellas hizo una
incisi'n por las costillas, hasta cortar la carne #ue hay entre ellas, llegando a la en%oltura interior de
las costillas&la pleura(.
)l %erla resistente, se fortific' su creencia de #ue seme5ante en%oltura no pod$a ser%ir sino para un
'rgano como &el #ue !l deseaba hallar(. Esperaba #ue, de pasar adelante, encontrar$a lo #ue iba
buscando, y #uiso cortarla. pero esto le era dif$cil por la falta de instrumentos, puesto #ue no ten$a
m,s #ue piedras y caas. Fas repas', las aguz' y se esforz' por hendir la en%oltura, hasta #ue logr'
cortarla y se encontr' con el pulm'n. )l principio crey' haber hallado lo #ue iba buscando, y no
cesaba de e-aminarlo y de in%estigar el sitio en el #ue pudiese estar el mal, pero de primera
intenci'n s'lo encontr' la mitad del pulm'n, #ue est, en un lado del pecho, y cuando la %io
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inclinada hacia un costado como !l entend$a #ue el 'rgano &#ue buscaba( no pod$a estar m,s #ue en
el centro, as$ a lo ancho como a lo largoo del cuerpo", no de5' de sondear en el centro del pecho,
hasta #ue dio con el coraz'n. 7iolo re%estido de una en%oltura e-tremadamente fuerte, su5eto por
ligamentos muy s'lidos, rodeado por el pulm'n en el sitio en #ue empez' a cortar. 0Si este 'rgano 9
dec$a *ayy entre s$9 tiene por el otro lado una parte igual a la de !ste, sin duda ninguna est, en el
centro y no hay dificultad en #ue sea el #ue yo busco, sobre todo considerando la e-celencia de su
posici'n, la elegancia de su forma, su gran cohesi'n, la dureza de su carne y la en%oltura #ue lo
protege, distinta de la #ue tienen los restantes 'rganos #ue conozco3. E-amin' por el otro lado del
pecho y encontr' la en%oltura interior de las costillas y un pulm'n igual #ue el primero. Tuzg',
pues, #ue este 'rgano, el coraz'n, era el #ue buscaba. Juiso rasgar la en%oltura del coraz'n y abrir
sus membranas. Fo consigui', no sin traba5o y esfuerzo, despu!s de haber puesto en el intento su
mayor diligencia.
Despu!s de un minucioso an,lisis del coraz'n, *ayy se con%ence de #ue el ser #ue hab$a en sus
compartimentos se ha marchado
;uso al descubierto el coraz'n y lo hall' macizo por todos sus lados. Mir' para %er si encontraba en
!l alg:n dao aparente, y nada %io. Fo apret' con la mano y not' #ue estaba hueco. 0+al %ez lo #ue
busco 9pens'9 s'lo se halla dentro de este 'rgano, y hasta ahora no he dado con ello3. )bri', pues,
el coraz'n y encontr' en !l dos ca%idades/ una al lado derecho, otra al iz#uierdo. Fa del derecho
estaba llena de sangre coagulada. la otra, %ac$a completamente. 0Es preciso 9refle-ion'9 #ue lo #ue
yo busco se encuentre en uno de estos dos compartimentos. En el de la derecha no %eo m,s #ue
sangre cua5ada. no hay duda de #ue la coagulaci'n no se ha %erificado hasta #ue todo el cuerpo ha
%enido a parar al estado &actual(3 por#ue *ayy hab$a obser%ado #ue la sangre, cuando fluye y sale
del cuerpo, se coagula y espesa". 0Esta sangre debe de ser como todas las dem,s. noto #ue se halla
en todos los 'rganos, y no e-clusi%amente en uno. )hora bien, lo #ue busco no es una cosa de esta
naturaleza. la #ue anhelo encontrar es algo #ue tenga a este miembro como lugar propio suyo y sin
la cual no puedo subsistir ni si#uiera un instante, y tras la #ue %oy desde el principio. ;or lo #ue
toca a la sangre, cu,ntas %eces me han herido los animales en la lucha y he derramado gran
cantidad, sin sentir dao alguno, ni perder nada de mis facultades! En este comportamiento, pues,
no est, lo #ue yo busco. En cuanto al de la iz#uierda lo %eo absolutamente %ac$o. pero no puedo
creer #ue sea in:til. 6o he %isto #ue cada 'rgano tiene su funci'n propia. K2'mo ha de ser in:til ese
compartimiento, cuya perfecci'n he comprobadoO 8o puedo menos de creer #ue lo #ue busco
estaba en !l, pero #ue se ha marchado y lo ha de5ado %ac$o. y a consecuencia de esto ha sobre%enido
al cuerpo la paralizaci'n actual, ha perdido las percepciones y se ha %isto pri%ado de los
mo%imientos3. 6 cuando %io #ue el ser, habitante de a#uel compartimiento, se hab$a marchado
antes de su disgregaci'n, abandon,ndolo, intacto a:n, 5uzg' m,s natural pensar #ue no hab$a de
%ol%er despu!s del dao y destrucci'n #ue se le hab$a ocasionado.
Siente desprecio por el cuerpo y admiraci'n por el ser #ue lo gobernaba
Entonces el cuerpo entero le pareci' %il y sin %alor, en relaci'n con a#uel ser, de cuya residencia all$
durante alg:n tiempo estaba firmemente con%encido, y se apart' del cad,%er en seguida. 2oncentr',
pues, toda su refle-i'n sobre a#uel algo, &intentando a%eriguar( #u! y c'mo era, #u! ne-o ten$a con
el cuerpo, ad'nde se hab$a ido, por #u! puertas sali' al abandonarlo, #u! causa lo e-puls', y si su
salida fue obligada, o #u! moti%o le hizo odioso el cuerpo, hasta el e-tremo de abandonarlo, si esto
sucedi' por propia %oluntad. Eefle-ion' mucho sobre estas cuestiones. perdi' de %ista el cuerpo y
de5' de pensar en !l.
2omprendi' #ue su madre, #ue tan buena fue siempre con !l y lo hab$a amamantado, era s'lo el
algo #ue hab$a desaparecido y del cual emanaban todos sus actos, y no a#uel cuerpo inerte, #ue
realmente s'lo era como un instrumento, a seme5anza de las estacas #ue el cog$a para pelear con los
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animales. )part' desde entonces todo su afecto del cuerpo, para ponerlo en el dueo y motor de !l,
y s'lo para !ste tu%o cario.
A imitacin de un cuervo$ )ayy entierra a la *acela +ue lo .aba criado
2omenz' entonces el cad,%er a corromperse y a e-halar olores pestilentes. lo cual acrecent' la
a%ersi'n #ue le hab$a tomado y tu%o deseos de no %erlo m,s.
4bser%' entre tanto a dos cuer%os #ue luchaban y c'mo uno de ellos abat$a muerto al otro. Despu!s
el super%i%iente se puso a escarbar el suelo hasta #ue hizo un hoyo, en el cual enterr' al cad,%er.
0Ju! bien est, 9di5o entre s$ el nio9 lo #ue hace este cuer%o enterrando el cad,%er de su
compaero, aun#ue realmente haya obrado mal en matarlo! 2on cu,nta m,s raz'n debo yo realizar
este acto con mi madre!3. 6 ca%' una fosa, poniendo en ella los restos de la gacela y cubri!ndolos
despu!s con tierra.
*ayy toma cario a las gacelas. no halla en la isla ning:n indi%iduo de su propia especie, y cree #ue
todo el mundo se reduce a a#uella isla
Sigui' meditando acerca de a#uel algo #ue gobierna el cuerpo, sin comprender lo #ue era. ;ero
como hab$a obser%ado a todas las gacelas indi%idualmente, %iendo #ue eran de la misma forma y
figura #ue su madre, dominaba en !l la idea de #ue cada una de ellas era mo%ida y dirigida por algo
seme5ante a lo #ue hab$a mo%ido y dirigido a su madre. y de frecuentar el trato de las gacelas, les
tom' cario a causa de tal seme5anza.
)s$ continu' durante un largo espacio de tiempo, e-aminando cuidadosamente todas las especies de
animales y de plantas. Eecorri' las playas de la isla, para buscar si e-ist$a alg:n seme5ante suyo,
seg:n hab$a %isto #ue los ten$an todos los indi%iduos, animales o %egetales, y no encontr' ninguno.
6 habiendo obser%ado #ue el mar rodeaba la isla por todas partes, crey' #ue no e-ist$a m,s tierra
#ue a#u!lla.
/onoce )ayy el fue*o y lo mantiene vivo en su cueva0 aprende a comer carne asada y se
e1ercita en la caza y en la pesca
4curri' cierto d$a #ue, al frotar por acaso unas caas secas, prendi'se fuego en el mont'n. 2uando
se dio cuenta, #ued' aterrado ante el espect,culo, y obser%' #ue era de una naturaleza desconocida
para !l. Det:%ose lleno de admiraci'n, aun#ue sin de5ar de acercarse a !l lentamente. 7io el
resplandor de su llama, su irresistible acci'n, hasta el punto de #ue todo lo #ue se le acercaba era
atra$do y con%ertido prestamente a su propia naturaleza. Fa admiraci'n #ue sent$a por el fuego,
acuciada por el natural ingenio y audacia con #ue Dios le dotara, lle%,ronle a e-tender las manos
hacia la llama para cogerla. pero cuando la toc', #uem'se los dedos sin lograr su5etarla. Entonces
pens' agarrar un tiz'n #ue el fuego no hubiese consumido por completo. lo tom' por el e-tremo
intacto, mientras #ue el otro estaba ardiendo, y lle%'le al lugar #ue le ser%$a de abrigo, una cue%a
profunda, escogida para habitaci'n tiempos atr,s. 8o ces' desde entonces de alimentar la hoguera
con hierbas secas y trozas de ramas, permaneciendo a su lado d$a y noche, alegre y admirado de
%erla. )umentaba durante la noche el agrado de su compa$a, puesto #ue reemplazaba al sol en la
luz y en el calor. y en la oscuridad nocturna, agrand,ndose, lo iluminaba. lleg' a creer #ue era la
cosa m,s e-celente #ue hab$a a su alrededor. )l notar #ue siempre se mo%$a %erticalmente,
tendiendo hacia arriba, robustec$ase su creencia de #ue el fuego era una de las sustancias celestiales,
#ue %agamente percib$a. E-perimentaba la fuerza de acci'n del fuego respecto de las dem,s cosas/
si las arro5aba en !l, %e$alo aduearse de todo, r,pida o lentamente, seg:n #ue el cuerpo echado a su
seno fuera m,s o menos combustible.
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;ara e-perimentar la energ$a del fuego, le ech', entre otras cosas, %arias especies de animales
marinos, #ue las olas hab$an arro5ado a la playa. 2uando se hubieron asado y *ayy aspir' su olor,
e-cit'sele el apetito. 2omi'los y le gustaron, con lo cual fue acostumbrando su paladar a la carne.
Desde entonces se ingeni' para la pesca y la caza, llegando a ser habil$simo en ambas. 6 aument'
cada %ez m,s el afecto #ue ten$a al fuego, ya #ue mediante su acci'n hab$a encontrado alimentos
buenos #ue antes desconoc$a.
Sospecha #ue el ser desaparecido del coraz'n de la gacela fuera de la misma naturaleza del fuego
*abiendo crecido su pasi'n hacia este elemento, por la e-celencia de sus efectos y por la grandeza
de su poder, #ue *ayy obser%ara, lleg' a pensar si lo &A@( #ue hab$a desaparecido del coraz'n de la
gacela, su nodriza, ser$a una sustancia de la misma naturaleza o del propio g!nero. Fe confirm' en
esta idea lo #ue hab$a %isto en los animales/ o sea, #ue tienen calor en %ida y fr$o despu!s de
muertos. y esto siempre, sin e-cepci'n alguna. y tambi!n lo #ue en s$ mismo hab$a notado/ a saber,
la fuerza del calor en su pecho, en el lugar correspondiente a a#uel por el cual !l abriera a la gacela.
Lmagin' #ue si cog$a a un animal %i%o, le abr$a el coraz'n y obser%aba el compartimento #ue hallara
%ac$o cuando abri' el de su nodriza, acaso lo encontrase lleno de a#uel algo #ue en !l reside, y
podr$a comprobar si efecti%amente era de la misma sustancia del fuego y si ten$a o no luz y calor.
Despu!s de hacer la disecci'n de animales %i%os, se con%ence de la e-istencia del alma animal, #ue
gobierna al cuerpo
2ogi' un animal, at'le por las paletillas y lo abri', de la misma forma #ue hab$a hecho con la
gacela, hasta llegar al coraz'n. Busc' primeramente el lado iz#uierdo y, al abrirlo, encontr' ese
compartimiento lleno de un aire %aporoso, seme5ante a una niebla blan#uecina. Meti' en !l su dedo,
notando tal calor, #ue estu%o a punto de #uemarse. el animal muri' en seguida.

Entonces se con%enci' &de %arias cosas(/ de #ue este %apor caliente era el #ue mo%$a a a#uel animal.
de #ue los dem,s ten$an otro seme5ante, y de #ue cuando se retiraba de ellos, perec$an.
Sinti', pues, el deseo de e-aminar los restantes miembros del animal, su organizaci'n, sitios,
n:mero y modo de estar unidos entre s$. c'mo este %apor caliente se e-tiende por ellos hasta darles
la %ida. c'mo se conser%a mientras el cuerpo subsiste. por d'nde se e-pande. por #u! no se pierde
su calor. Sigui' &estudiando( todas estas cosas por la disecci'n de los animales %i%os y muertos, y
no de5' de obser%arlas atentamente y de refle-ionar sobre ellas, hasta llegar a saber de estos asuntos
tanto como los grandes f$sicos. )d#uiri' la certeza de #ue todo animal, indi%idualmente, a pesar de
la multiplicidad de sus miembros y de la %ariedad de su sensaciones y mo%imientos, es uno por
causa de esta alma, #ue desde un centro fi5o se reparte por todos los miembros, #ue no son, respecto
de ella, otra cosa sino sus ser%idores o instrumentos. y #ue el papel de ella en la gobernaci'n del
cuerpo %en$a a ser igual #ue el del propio *ayy, al mane5ar los instrumentos, #ue le ser%$an, unos,
para luchar con los animales, otros para cazarlos, para descuartizarlos alguno. Fos primeros se
di%id$an &en dos clases(/
a#uellos con #ue se e%itan las heridas del contrario, y a#uellos con #ue se les hiere &defensi%os y
ofensi%os(. +ambi!n los de caza se di%id$an &en dos grupos(/ seg:n fuesen para los animales
acu,ticos marinos" o para los terrestres. Fos instrumentos cortantes ten$an tres aplicaciones/ unos
para ra5ar, otros para descuartizar, y perforadores otros. ;ero el cuerpo era uno solo y mane5aba
estos :tiles de di%ersas maneras, seg:n con%en$a a cada uno de ellos y seg:n los fines perseguidos.
Del mismo modo, esta alma animal es una, y si obra con el instrumento o5o, su acci'n ser, la %ista.
sin con el o$do, la audici'n. si con la nariz, el olfato. si con la lengua, el gusto. si act:a por medio
de la piel y de la carne, e5ercitar, el tacto. si por medio de los miembros, su acci'n ser, el
mo%imiento, y, finalmente, si lo hace por medio del h$gado, dar, lugar a la nutrici'n y la digesti'n.
2ada una de estas funciones tiene, pues, un miembro propio #ue la e5ecuta. pero ninguna de ellas se
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perfecciona, sino mediante la parte #ue del alma les llega, por los conductos llamados ner%ios.
2uando estos conductos se cortan u obstruyen, paral$zase la acci'n del miembro &correspondiente(.
Fos ner%ios reciben el alma e-clusi%amente de las ca%idades del cerebro, el cual, a su %ez, la
ad#uiere del coraz'n. En el cerebro hay muchas almas, por#ue es un lugar di%idido en m:ltiples
compartimientos.

2ual#uier miembro, pri%ado del alma, sea por la causa #ue fuere, de5a de funcionar, y #ueda como
un instrumento abandonado, al #ue nadie gobierna, y con el cual no se obtiene utilidad alguna. Si el
alma sale por completo del cuerpo, o se ani#uila, o se disuel%e por alguna raz'n, entonces todo el
cuerpo se paraliza y le sobre%iene la muerte.
Al lle*ar al tercer septenario de su vida$ )ayy se .aba .ec.o vestidos$ armas y c.oza y .aba
domesticado ciertos animales
Fleg' al t!rmino de tales consideraciones en el momento de alcanzar el tercer septenario de su %ida,
o sea a los %einti:n aos de edad. En este inter%alo desarroll'se mucho su ingenio. Se %est$a y
calzaba con las pieles de los animales por !l cazados. hac$a hilos con pelos, y con corteza de
mal%a%isco, mal%a, c,amo o cual#uier otra planta filamentosa. alcanz' este resultado, despu!s de
haber utilizado el esparto. preparaba leznas con espinas fuertes y caas afiladas con piedras. *ab$a
llegado hasta la construcci'n, seg:n lo #ue %e$a hacer a las golondrinas. fabric'se una choza y
asimismo alacena para las pro%isiones sobrantes, defendi!ndola con una puerta, hecha de caas
unidas, para #ue ning:n animal entrase en ella mientras !l andu%iese fuera, ocupado por otros
#uehaceres. *ab$a domesticado a%es de rapia, para emplearlas en la caza, y cogido gallinas, para
apro%echar sus hue%os y sus pollos. Ctilizaba los cuernos de los bueyes sal%a5es como puntas de
lanza, at,ndolas a caas fuertes, en ramas de encina o de otros ,rboles, y, ayud,ndose en esta
operaci'n con el fuego y con hachas de piedra, lleg' a fabricar rudimentarios lanzones. Se hab$a
arreglado un escudo con pieles superpuestas. Fleg' a hacer todo esto, cuando obser%' #ue carec$a
de armas naturales y comprob' #ue su mano le pod$a procurar todas las #ue le faltasen.
8o le hac$a frente ning:n animal, de cual#uier especie #ue fuere, sino #ue, por el contrario, lo
e%itaban y hu$an de !l. ;ens' en medio para &cogerlos( y no hall' treta m,s afortunada #ue
amaestrar a algunos, r,pidos en la carrera, y atra!rselos, d,ndoles una comida #ue les con%iniese,
hasta #ue le permitieran montarlos y dar as$ caza a los animales de otras especies. *ab$a en esta isla
caballos sil%estres y asnos sal%a5es. 2ogi' algunos y los dom', hasta conseguir su prop'sito. 2on
correas y pieles, h$zoles una especie de bocados y sillas, pudiendo de esta forma, seg:n esperaba,
dar caza a a#uellos animales, para cuya captura no hallaba &antes( medio.
Solamente se hab$a ocupado en estos asuntos, durante el tiempo en #ue se dedic' a la disecci'n de
los animales y en #ue tu%o pasi'n por conocer las particularidades y diferencias de sus 'rganos, o
sea, seg:n di5imos, hasta los %einti:n aos.
*ayy obser%a las coincidencias y diferencias en las distintas clases de seres del mundo
Lnteres'se luego por otros temas. e-amin' todos los cuerpos #ue e-isten en el mundo de la
generaci'n y de la corrupci'n/ los animales en sus distintas especies, las plantas, los minerales y
clases de piedras, la tierra, el agua, el %apor, el hielo, la nie%e, el fr$o, el humo, la llama, la brasa.
7io #ue ten$an propiedades numerosas, acciones distintas y mo%imientos concordantes y
di%ergentes. Eefle-ion' con atenci'n sobre todo ello durante alg:n tiempo, y obser%' #ue en unas
cualidades coinciden y en otras difieren, y #ue consideradas en cuanto #ue coinciden, no son m,s
#ue una cosa, y en cuanto #ue difieren, di%ersas y m:ltiples. Estudiaba las particularidades de los
seres, a#uello #ue diferencia a unos de otros, y los %e$a m:ltiples, innumerables y e-tendiendo su
e-istencia hasta lo infinito. Lncluso su misma esencia le parec$a m:ltiple, al %er *ayy la di%ersidad
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de sus miembros, c'mo cada uno de ellos se distingu$a por un acto o por una cualidad especial, y
c'mo admit$a una di%isi'n en much$simas partes. ;or lo cual 5uzgaba #ue su esencia era m:ltiple, y
#ue tambi!n lo era la esencia de todo ser. Fuego, %ol%iendo a otro aspecto por diferente camino,
%e$a #ue sus miembros, aun#ue m:ltiples, estaban todos 5untos entre s$, sin ninguna separaci'n y
ba5o una sola ley &directi%a(. #ue no se distingu$an m,s #ue por las diferencias de sus actos, y #ue
!stas s'lo ten$an su origen en la &distinta( fuerza #ue cada uno de los &miembros( recib$a del alma
animal, a cuya comprensi'n hab$a llegado al principio. esta alma, una en su esencia, era adem,s la
realidad de la esencia, y todos los 'rganos %en$an a ser como instrumentos &suyos(. Su propia
esencia pareci' entonces a *ayy una, en %irtud de este m!todo.
Encuentra la unidad de cada especie, a pesar de la multiplicidad de sus indi%iduos, y comprende la
unidad del reino animal
;ar' mientes despu!s en todas las especies de animales y %io #ue cual#uier indi%iduo es uno,
considerado desde el punto de %ista anterior. Fos obser%' luego especie por especie, como gacelas,
caballos, asnos y las distintas clases de p,5aros una por una, y encontr' #ue los indi%iduos de cada
especie eran seme5antes entre s$ en los miembros e-teriores e interiores, en las percepciones, en los
mo%imientos, en los instintos. no encontr' diferencia entre ellos sino en pocas cosas en relaci'n a
las otras en #ue con%en$an. 6 5uzgaba #ue el alma, #ue cada especie tiene, es s'lo una, y #ue no se
di%ersifica sino en cuanto se di%ide entre muchos corazones. #ue si fuese posible reunir todo lo #ue
est, repartido entre estos corazones, y colocarlo en uno solo, acaso ser$a una sola cosa, as$ como el
agua o el %ino, #ue siendo uno, se reparte en muchos recipientes, y despu!s %uel%e a reunirse/ en
cada estado, de dispersi'n o de reuni'n es una sola cosa, y s'lo le sobre%iene la multiplicidad per
accidens.
7e$a #ue toda la especie, ba5o este aspecto, era una, y comparaba la multiplicidad de sus indi%iduos
a la de los miembros de cada uno de ellos, #ue en realidad no es tal multiplicidad. Despu!s
refle-ionaba, recorriendo mentalmente todas las especies de animales y obser%ando #ue con%en$an
en sentir, en nutrirse, en mo%erse %oluntariamente en la direcci'n #ue #uieren. pero ya sab$a *ayy
#ue estos actos son caracter$sticos del alma animal, y #ue las dem,s cosas #ue diferencian a las
especie, fuera de estas comunes, ya citadas, no le son %erdaderamente peculiares. Esta refle-i'n le
hizo %er claramente #ue tal alma, propia de todo el reino animal, es una en realidad, aun#ue tenga
pe#ueas diferencias de una especie a otra, as$ como un agua repartida en %arios recipientes, unos
m,s fr$os #ue otros, en su origen es una. as$ todas las partes de agua #ue tienen un mismo grado de
fr$o representan lo #ue es peculiar del alma animal en una especie. por consiguiente, de la misma
manera #ue toda el agua es una, as$ tambi!n el alma animal es una, aun#ue la multiplicidad le
sobre%enga per accidens. 2onsider,ndolo en tal manera, todo el reino animal le parec$a uno.
)alla la misma unidad en el reino ve*etal
;as' luego re%ista a las di%ersas especies de plantas, y %io #ue en cada una de sus indi%iduos se
parecen entre s$ en las ramas, ho5as, flores, frutos y acciones. Fos comparaba con los animales y
comprend$a #ue todos tienen una cosa com:n, #ue hace en ellos las %eces del alma animal, y por la
cual todos son uno &forman un todo(. )simismo consideraba el reino %egetal, y deduc$a su unidad,
bas,ndose en las funciones comunes #ue en !l %e$a, o sea la nutrici'n y el crecimiento.
Encuentra ciertas coincidencias entre el reino animal y el %egetal
Eeuni' despu!s en su pensamiento al reino animal y al %egetal y %io #ue ambos coinciden en la
nutrici'n y en el crecimiento, s'lo #ue el primero tiene de %enta5a sobre el segundo las sensaciones,
las percepciones y los mo%imientos.
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+al %ez en las plantas aparece algo seme5ante a esto, %erbigracia, el %ol%erse algunas corolas hacia
el sol, el mo%imiento de sus ra$ces buscando el sitio en #ue puedan nutrirse, etc ;or %irtud de estas
refle-iones, le parec$an las plantas y los animales una sola cosa, por#ue tienen en com:n algo, #ue
en uno de los reinos es m,s acabado y perfecto, mientras #ue en el otro est, detenido por cual#uier
impedimento/ tal ser$a, siguiendo el e5emplo citado, la cantidad de agua, di%idida en dos partes, una
helada y otra l$#uida. ;or consiguiente, consider' como uno los reinos animal y %egetal.
)alla tambin la unidad del reino mineral
Eefle-ion' despu!s acerca de los cuerpos #ue no sienten, ni se nutren, ni crecen, como las piedras,
la tierra, el agua, el aire, la llama, y %io #ue son cuerpos #ue se miden por longitud, latitud y
profundidad. #ue s'lo se diferencian en #ue unos tienen color y otros no. unos son calientes, otros
fr$os, y en %arias diferencias m,s por el estilo. 7e$a #ue los #ue son calientes se %uel%en fr$os, y los
#ue son fr$os se tornan calientes. obser%aba #ue el agua se con%ierte en %apor, y el %apor en agua.
#ue las cosas #ue se #ueman, h,cense brasas, ceniza, llama, humo. y #ue el humo, si tropieza en su
ascensi'n con una b'%eda de piedra, se transforma en algo parecido a una sustancia terrosa. De a#u$
dedu5o #ue todos estos cuerpos eran, en realidad, una sola cosa, y #ue la multiplicidad les es
inherente per accidens, del mismo modo #ue lo es a los animales y a las plantas.
/oincidencias +ue ve )ayy entre el reino ve*etal y el mineral
Fuego consider' la cosa #ue, a su 5uicio, un$a a#u!llos con !stas, y %io #ue era un cuerpo como los
referidos, dotado de longitud, latitud y profundidad, caliente o fr$o, igual #ue los #ue no sienten ni
se nutren, distinto de ellos :nicamente por los actos #ue de !l pro%ienen mediante los 'rganos
animales y %egetales. ;ero #uiz, tales actos no le son esenciales, sino #ue proceden de causa
e-terna. y si se producen en otros cuerpos, ser,n seme5antes a !l. 2onsideraba a#uel punto de uni'n
en su esencia, como algo separado de los actos #ue, a primera %ista, parecen dimanar de !l, y %e$a
#ue no era m,s #ue un cuerpo de !stos. +al refle-i'n le mostr' #ue todos los cuerpos son una sola
cosa, ya sean %i%os, ya inanimados, bien est!n en mo%imiento, bien en reposo. s'lo #ue a !l le
parec$a #ue algunos produc$an, por medio de 'rganos, ciertos actos, y no sab$a si les son esenciales
o les %ienen de fuera de su naturaleza, por#ue en este estado &de refle-i'n filos'fica(, *ayy no %e$a
sino los cuerpos. ;or este camino consideraba todos los seres en uno s'lo, mientras #ue desde el
punto de %ista primero %e$a a los seres como m:ltiples, con una multiplicidad sin l$mites y sin fin.
En tal estado de 5uicio, permaneci' durante alg:n tiempo.
)ayy observa +ue todos los cuerpos tienen movimiento$ o .acia arriba o .acia aba1o
E-amin' luego todos los cuerpos, %i%ientes o inanimados, #ue, unas %eces, 5uzgaba ser unidad, y
otras cre$a ser m:ltiples hasta lo infinito, y %io #ue cada uno de ellos tiene imprescindiblemente una
de estas dos cualidades/ o se mue%e hacia arriba, como el humo, o se mue%e en sentido contrario a
!ste, es decir, hacia aba5o, como el agua, los trozos de tierra, de plantas, los animales, etc. 2ada uno
de estos cuerpos no puede menos de tener uno de estos dos mo%imientos dichos, ni reposa sino
cuando se le opone un obst,culo #ue le corta el camino, como la piedra #ue al caer encuentra a ras
de tierra un suelo resistente al #ue no puede perforar, por#ue si pudiese lo har$a. por eso, si te
le%antas, %es #ue ella te resiste, inclin,ndose hacia aba5o, buscando la ca$da.
)simismo, el humo no se para en su ascensi'n, sino cuando encuentra una b'%eda resistente #ue lo
detiene. entonces se reparte a derecha e iz#uierda, y luego, como se %e libre de la b'%eda, hiende la
atm'sfera, ya #ue el aire no puede detenerlo. 7e$a tambi!n #ue si se llena de aire un za#ue de piel y
se le ata y sumerge en el agua, tiende a subir, resiste a #uien lo su5eta deba5o del l$#uido elemento,
hasta #ue no llega a la atm'sfera. entonces #ueda en reposo, y la resistencia y la tendencia
ascensional, #ue antes ten$a, desaparecen.
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Lndag' si por %entura e-istir$a cuerpo #ue careciese, si#uiera un instante, de una de estas dos
cualidades, o de la tendencia de ellas, y no lo encontr' entre los #ue le rodeaban. Buscaba *ayy un
cuerpo de esta condici'n, esperando #ue, si lo hallaba, podr$a considerar la naturaleza del cuerpo en
cuanto cuerpo, libre de todas las cualidades #ue son el origen de la multiplicidad.
7e #ue los cuerpos han de tener, por lo menos, pesadez o ligereza, y se con%ence de #ue la realidad
esencial de los cuerpos se compone del atributo corporeidad con otros diferentes aadidos
2uando estas in%estigaciones le cansaron, obser%' los cuerpos dotados de poco n:mero de
cualidades, y %io #ue necesariamente hab$an de tener una de estas dos/
pesadez o ligereza. Eefle-ion' sobre si ambas pertenecer$an al cuerpo en cuanto cuerpo, o a t$tulo
de propiedad sobreaadida a la corporeidad. Fe pareci' #ue ello era por el :ltimo t$tulo, por#ue si
perteneciesen al cuerpo en cuanto cuerpo, no se hallar$a ninguno #ue no tu%iese las dos/ %emos #ue
en lo pesado no se encuentra la ligereza, ni en lo ligero se encuentra la pesadez. realmente son dos
cuerpos. cada uno, a m,s de corporeidad, tiene un atributo con el #ue se diferencia del otro y #ue
sir%e para indi%idualizarlo, ya #ue de no ser as$, resultar$an ambos una sola cosa desde todos sus
aspectos.
Entonces tu%o la e%idencia de #ue la realidad esencial de cada uno de estos dos cuerpos, el pesado y
el ligero, est, compuesta de dos propiedades/ una, #ue les con%iene a ambos en com:n, y #ue es la
corporeidad. la otra, #ue es la #ue diferencia sus realidades esenciales/ en el uno, la pesadez. la
ligereza, en el otro. unidas est,n cada una de ellas con la corporeidad, y son respecti%amente la
cualidad en cuya %irtud el uno se mue%e hacia aba5o y el otro hacia arriba.
Lgualmente e-amin' los dem,s cuerpos, inanimados o %i%ientes, y obser%' #ue la realidad esencial
de cada una de las dos clases est, compuesta del atributo corporeidad y de otra cosa, bien una, bien
m:ltiple, aadida a la corporeidad.
Deduce la e-istencia del alma animal, del alma %egetati%a y de la naturaleza de los seres
inanimados
)s$ le parecieron las formas de los cuerpos en su di%ersidad, siendo esto lo primero #ue %islumbr'
del mundo espiritual, puesto #ue tales formas no se alcanzan por medio de la sensibilidad, sino por
un cierto modo de especulaci'n.
6 una de las cosas #ue comprob' entre todo esto fue #ue el alma animal, cuya sede es el coraz'n, y
de la #ue antes se ha tratado, sin duda debe tener tambi!n un atributo aadido a la corporeidad. con
este atributo se pone en condiciones de e5ecutar los actos e-traordinarios, especiales suyos, #ue son
las distintas clases de sensaciones, las diferentes especies de percepciones y los di%ersos modos de
mo%imientos. Este atributo es su forma y la diferencia #ue lo separa del resto de los cuerpos. es lo
#ue los fil'sofos designan con el nombre de alma animal.
De la misma manera, la cosa #ue en las plantas hace las %eces del calor natural en los animales tiene
algo peculiar suyo #ue es su forma/ lo #ue llaman los fil'sofos alma %egetati%a. )simismo, a m,s de
los animales y de las plantas, todos los cuerpos inanimados del mundo dela generaci'n y de la
corrupci'n tienen algo peculiar suyo, por medio de lo cual realiza cada uno su operaci'n propia,
como las di%ersas clases de mo%imiento, los diferentes modos de cualidades sensibles. esto es, la
forma de cada uno de ellos y lo denominado por los fil'sofos naturaleza.
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Dedica su atencin a conocer el alma
2uando logr' saber, por esta refle-i'n, #ue la realidad esencial del alma animal, #ue !l tanto hab$a
deseado &conocer( siempre, estaba compuesta del atributo corporeidad y de otro aadido a ella, y
#ue el primero le era com:n con todos los cuerpos, mientras #ue el otro aadido, y por el #ue se
distingue, era e-clusi%o de ella, le pareci' despreciable el atributo corporeidad y de5' de refle-ionar
acerca de !l, prefiriendo, en cambio, dedicar sus especulaciones al atributo segundo #ue es el
denominado alma.
,le*a a discernir las funciones del alma ve*etativa
Deseando conocerlo con e-actitud, refle-ion' profundamente sobre !l. Lnici' su especulaci'n por el
e-amen de los cuerpos todos, no en cuanto #ue son cuerpos, sino en cuanto #ue est,n dotados de
formas, #ue lle%an inherentes cualidades peculiares, causa de la distinci'n de unos y otros.
)plicando tal m!todo, grab' esta idea en su mente, al %er #ue una categor$a de cuerpos tiene de
com:n cierta forma, de la cual deri%an uno o %arios actos. #ue una clase de esta categor$a, a m,s de
la forma com:n con ella, tiene otra, causa tambi!n de algunos actos. y #ue un grupo de esta clase,
adem,s de las formas primera y segunda, comunes a toda ella, tiene una tercera forma, asimismo
productora de ciertos actos.
E5emplo/ todos los cuerpos terrestres, como tierra, piedras, minerales, plantas, animales y dem,s
cuerpos pesados, integran la primera categor$a, #ue tiene com:n una forma, de la cual procede el
mo%imiento hacia aba5o, cuando no se opone ning:n obst,culo a su ca$da/ si acaso se les impulsa
hacia arriba %iolentamente y luego se les abandona, en %irtud de su forma, caen. Cna clase de esta
categor$a plantas y animales", adem,s de la forma com:n con la categor$a anterior, tiene otra, causa
de la nutrici'n y el mo%imiento. Fa nutrici'n consiste en #ue el ser #ue se nutre reemplace las
partes de su cuerpo #ue han desaparecido, por asimilaci'n a su misma sustancia de una materia
apropiada. el crecimiento, en el mo%imiento en las tres direcciones, guardada la debida proporci'n
entre longitud, latitud y profundidad. Estas dos funciones son comunes a las plantas y a los
animales, y proceden indudablemente de una forma igual en ambas, #ue es la denominada alma
%egetati%a. Cn grupo de esta clase, los animales especialmente, adem,s de la forma primera, com:n
con la clase anterior, tiene otra tercera, de la cual proceden la sensaci'n y la facultad de trasladarse
de un lugar a otro.
7io adem,s #ue cada especie animal tiene adem,s una cualidad peculiar, por la #ue se aparta y se
distingue de todas las dem,s. 6 reconoci' #ue esta cualidad emana de una forma propia, aadida al
atributo forma, com:n a todos los animales. Fo mismo sucede a cada especie %egetal.
Naturaleza de los cuatro elementos
2omprendi' con e%idencia #ue de todos los cuerpos sensibles, e-istentes en el mundo de la
generaci'n y de la corrupci'n, hay unos cuya realidad esencial se compone de muchos atributos,
aadidos al de la corporeidad, y otros, #ue lo est,n de pocos. 2onsiderando #ue era m,s f,cil el
conocimiento de lo poco #ue el de lo mucho, se dedic' primeramente al estudio de la realidad
esencial de a#uellos seres, cuya naturaleza fuese de pocos atributos. 7io #ue la realidad esencial de
los animales y de las plantas est, compuesta de muchos, seg:n la di%ersidad de sus actos. por lo
cual de5' para m,s tarde el estudio de sus formas. 4bser%' tambi!n #ue unas partes de la tierra eran
m,s simples #ue otras, proponi!ndose estudiar las m,s simples #ue pudiese encontrar. >i5'se en #ue
el agua es materia de poca composici'n, por la escasa cantidad de actos #ue proceden de su forma.
lo mismo not' en el fuego y en el aire. )nteriormente hab$a pensado *ayy #ue estos cuatro
&elementos( se cambian unos en otros, y #ue tienen de com:n el atributo corporeidad. #ue tal
atributo con%ine #ue est! libre de a#uellos #ue distinguen a unos de otros. #ue no puede mo%erse
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hacia arriba ni hacia aba5o. #ue ni puede ser caliente ni fr$o, h:medo ni seco. por#ue ninguna de
estas cualidades es com:n a todos los cuerpos, y, por tanto, no puede pertenecer al cuerpo en cuanto
cuerpo. Si pudiese e-istir uno sin forma alguna aadida a la corporeidad, carecer$a de todas estas
cualidades y de otra cual#uiera #ue no fuese com:n a los dem,s cuerpos, cual#uiera #ue fuese el
n:mero de sus formas.
,a extensin$ cualidad corprea
+rat' de encontrar una cual#uiera com:n a todos los cuerpos, %i%os e inanimados, y no consigui'
hallar otra, sino la propiedad de la e-tensi'n en las tres dimensiones, #ue e-iste en todos y #ue se
denomina longitud, latitud y profundidad. 2onoci' #ue esta propiedad la tiene el cuerpo en cuanto
cuerpo. pero los sentidos no le descubrieron la e-istencia de un cuerpo con esta cualidad :nica, #ue
no tu%iera ninguna propiedad aadida a la citada de la e-tensi'n y #ue estu%iera totalmente pri%ado
de las otras formas. ;ens' luego si acaso esta e-tensi'n en tres dimensiones ser$a o no un atributo
del cuerpo mismo, sin la adici'n de ning:n otro, y %io #ue detr,s de la e-tensi'n hay otro atributo,
en el cual ella e-iste. #ue la e-tensi'n sola no podr$a subsistir por s$ misma, as$ como tampoco
podr$a hacerlo la cosa e-tensa sin la e-tensi'n. +om' como e5emplo algunos cuerpos sensibles
dotados de formas, %. gr., la arcilla.
7io #ue si se le da una figura cual#uiera, como la esf!rica, tiene latitud, longitud y profundidad en
una medida determinada. Si esta misma esfera se la coge y se la con%ierte en una figura c:bica u
o%oidal, la longitud, latitud y profundidad &primeras( cambian y tienen otra medida distinta de la
#ue antes ten$an. Fa arcilla es la misma en s$, no se cambia, pues necesariamente ha de tener
longitud, latitud y profundidad, en alguna medida, y no puede prescindir de ellas. )hora bien, la
sucesi'n de estas dimensiones en la arcilla le demostraba #ue son un atributo distinto de la arcilla
misma. la imposibilidad, empero, de prescindir de ellas totalmente, le demostraba #ue pertenec$an a
su misma esencia.
,a forma y la materia de los cuerpos
7io claro por estas consideraciones #ue el cuerpo, en cuanto cuerpo, est, compuesto en realidad de
dos cualidades/ una hace las %eces de la arcilla en la esfera del e5emplo citado. y la otra hace las
%eces de la longitud, latitud y profundidad de la esfera, cubo o figura #ue tenga. #ue el cuerpo no se
comprende sino compuesto de estas dos cualidades, y #ue una de ellas no puede e-istir sin la otra.
;ero #ue a#uella #ue puede cambiar y %ariar en aspectos sucesi%os la cualidad de la e-tensi'n" es
como la forma en todos los cuerpos #ue la tienen. la #ue permanece en un mismo estado la #ue
hace el papel de la arcilla en el anterior e5emplo", es como la cualidad corp'rea en todos los cuerpos
dotados de forma. ) lo #ue hace el papel de la arcilla llaman los fil'sofos materia o hyle, #ue est,
totalmente desnuda de formas.
2omo al llegar a esta altura de sus refle-iones se hab$a separado bastante del mundo sensible y se
hab$a ele%ado a los l$mites del mundo inteligible, sinti' nostalgia y deseo de %ol%er a las cosas de
a#u!l, a #ue estaba m,s acostumbrado.
Eetrocedi', pues, un poco/ de5' el cuerpo en abstracto, puesto #ue es cosa #ue el sentido no percibe
ni alcanza, y se fi5' en los cuerpos sensibles m,s simples #ue conoc$a/ a saber, los cuatro elementos,
acerca de los #ue refle-ionara anteriormente.
El cambio de forma en el agua sugiere a *ayy la idea %aga de un 0creador3 de la forma
El primero #ue consider' fue el agua. y %io #ue si se la de5a en el estado #ue e-ige su forma,
manifiesta un fr$o sensible y una propensi'n a caer. calent,ndola por medio del fuego o del calor
del sol, pierde el fr$o primero, #ued,ndole, sin embargo, la tendencia a caer. y al aumentar su
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calefacci'n, cambia esta :ltima cualidad por su contraria. *a perdido, pues, las dos cualidades #ue
proced$an de su forma habitual. 8o sab$a *ayy de la forma del agua, sino #ue produc$a estos dos
actos/ cuando desaparecen, pierde su car,cter, de5ando de estar en este cuerpo, desde el momento en
#ue ha dado lugar a actos #ue por su naturaleza proceden de otra forma, y se produce en !l otra, #ue
antes no e-ist$a, por medio de la cual emanan de este cuerpo actos #ue no eran de su naturaleza, en
tanto #ue ten$a la primiti%a forma. Entonces comprendi' #ue necesariamente todo lo #ue es
producido necesita un productor. de tal modo se manifestaron en su alma los %estigios generales y
confusos de la noci'n de un hacedor de la forma.
Fuego sigui' estudiando una por una todas las formas #ue ya conoc$a, y %io #ue todas ellas son
producidas y #ue necesitan por tanto, un hacedor. 2onsider' tambi!n las esencias de las formas, y
not' #ue no eran m,s #ue una capacidad del cuerpo para producir tal acto. as$, por e5emplo, el agua,
cuando se calienta mucho, se dispone y se acomoda para el mo%imiento hacia arriba, y esta aptitud
es su forma. En realidad a#u$ no hay m,s #ue un cuerpo, cosas sensibles #ue antes no e-ist$an,
procedentes de !l cualidades y mo%imientos", y un agente #ue las crea. ahora bien, la adaptaci'n
del cuerpo a unos mo%imientos con e-clusi'n de otros es su disposici'n y su forma. Esto mismo
comprob' en todas las dem,s formas. De donde ad#uiri' la e%idencia de #ue cuantos actos de ellas
emanan, no e-isten realmente en las mismas y s'lo son debidos a un agente #ue por su intermedio
obra los actos #ue con ellas se relacionan. Esta idea #ue surgi' en su mente es la misma contenida
en el dicho del En%iado de Dios bend$galo Dios y lo sal%e!"/ 06o soy el o$do por el cual oye, y la
%ista con la cual %e3. y en el libro claro de la Ee%elaci'n/ 08o los hab!is matado %osotros, sino
Dios los mat'. no has arro5ado t: &Mahoma( la flecha cuando la has arro5ado, sino #ue Dios la
arro5'3.
2omprende *ayy #ue el 0agente3 productor de las formas no puede ser cuerpo de este mundo
sensible, y estudia los cuerpos celestes
Cna %ez #ue hubo descubierto lo dicho, relati%o a la idea de agente, en general y de un modo
confuso, sinti' un %i%o deseo de conocerlo precisa y distintamente.
2omo no se separaba del mundo sensible, p:sose a buscar en !l este agente, del cual ignoraba si era
uno o era m:ltiple. E-amin' todos los cuerpos #ue le rodeaban y sobre los #ue hab$a siempre
refle-ionado, y %io en todos #ue unas %eces nacen, otras %eces perecen. a#uellos a #uienes no
alcanza $ntegramente la descomposici'n, les alcanza del modo parcial, como el agua y la tierra,
cuyas partes %e$a corromperse por el fuego. )simismo obser%aba #ue todos los dem,s cuerpos del
mundo sensible no se e-im$an de ser producidos y de tener necesidad de un agente. ;or tanto,
abandon' &la refle-i'n acerca de( todos ellos, y puso su atenci'n en los cuerpos celestes. 2ondens'
este pensamiento, al fin de los cuatro septenarios de su e-istencia, o sea a los %eintiocho aos de
edad.
2omprendi' #ue los cielos, y las estrellas #ue en ellos hay, son cuerpos, ya #ue tienen e-tensi'n en
las tres dimensiones/ longitud, latitud y profundidad. ninguno carece de esta cualidad. pero como
todo el #ue la ostenta es cuerpo, ellos lo son tambi!n. ;ens' luego si tales cuerpos ser$an e-tensos,
sin l$mite alguno, y se ale5ar$an siempre, sin fin, en la longitud, latitud y profundidad, o si ser$an
finitos, encerrados en ciertos l$mites en los cuales terminan, y m,s all, de los cuales no es posible
#ue e-ista la e-tensi'n.
!s imposible un cuerpo infinito: razonamientos de )ayy
Embaraz'se un poco con este problema. ;ero luego, gracias a la fuerza de su refle-i'n y agudeza de
su ingenio, %io #ue un cuerpo infinito es absurdo, imposible e ininteligible. Se confirm' en tal 5uicio
con muchos argumentos #ue le %en$an a las mientes. 0Este cuerpo 9se dec$a9 es limitado por la parte
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en #ue yo me encuentro, hasta donde mis sentidos alcanzan. 8o hay duda, desde el momento en #ue
lo %eo. ;or lo #ue toca al lado opuesto, respecto del cual podr$a surgirme incertidumbre, tambi!n s!
#ue es imposible su e-tensi'n hasta lo infinito. ;or#ue si imagino dos l$neas, #ue comiencen en esta
parte limitada y se prolonguen sin fin a tra%!s de la profundidad del cuerpo, seg:n su propia
e-tensi'n. si luego imagino #ue de una de estas dos l$neas se corta un trozo grande, por el lado en
#ue es limitada, y, tomando lo restante de la l$nea y los dos trozos, el cortado y el #ue no lo est,, se
superponen haciendo coincidir ambas l$neas, sigui!ndolas con el pensamiento en la direcci'n en #ue
se supone son infinitas, suceder, &una de estas dos cosas(/ o las dos l$neas se prolongar,n siempre
hasta lo infinito, sin #ue la una sea m,s corta #ue la otra, y entonces la cortada ser, igual #ue la #ue
no lo est,, lo cual es absurdo, o la l$nea disminuida no se prolongar, siempre a la par #ue la otra,
sino #ue se detendr, y de5ar, de e-tenderse 5unto con ella, y entonces ser, finita. si despu!s se le
%uel%e a colocar el trozo #ue primeramente se le cortara y #ue era finito, resultar, tambi!n finita
toda la l$nea. ya no ser,, pues, ni m,s corta #ue la l$nea no cortada, ni m,s larga, sino igual a ella.
pero !sta &la cortada( es finita. luego a#u!lla tambi!n lo ser,. El cuerpo en #ue se supongan estas
l$neas, ser, finito. pero en todo cuerpo se pueden suponer estas l$neas. luego si suponemos un
cuerpo infinito, hemos supuesto una cosa absurda e imposible3.
,le*a a la conclusin de +ue el cosmos o reunin de los cuerpos celestes es esfrico
2uando, gracias a su despierta inteligencia, #ue le hab$a hecho fi5arse en un argumento como !ste,
tu%o la certeza de #ue el cuerpo celeste es finito, #uiso saber #u! figura tiene, y c'mo lo limitan las
superficies #ue lo terminan.
2onsider' primero el sol, la luna y las dem,s estrellas, obser%ando #ue todas salen por oriente y se
ponen por occidente. De entre ellas, las #ue pasaban por su cenit, describ$an un c$rculo grande. las
#ue, apart,ndose de !l, se inclinaban hacia al 8orte o hacia al Sur formaban otros, menores #ue
a#u!llos.
+odas las m,s ale5adas del cenit, hacia cual#uiera de las dos partes, ten$an sus c$rculos menores #ue
las m,s pr'-imas. de modo #ue los c$rculos m,s pe#ueos en #ue se mue%en los astros, son dos/
uno alrededor del polo Sur, o sea, la 'rbita del Suhayl, y el otro alrededor del polo 8orte, es decir, la
'rbita de al9>ar#adan. 2omo &nuestro solitario( habitaba en la l$nea del Ecuador, seg:n di5imos al
principio, todos estos c$rculos eran perpendiculares al plano de su horizonte y estaban dispuestos
sim!tricamente por el Sur y por el 8orte. *ayy %e$a los dos polos a la %ez. >i5,base en #ue cuando
una estrella se le%anta en un c$rculo grande y otra en uno pe#ueo, si las salidas son simult,neas,
tambi!n lo son las puestas. 2omo esto suced$a en todas las estrellas y en todos los tiempos, se
con%enci' de #ue el cielo tiene figura esf!rica.

2onfirm'le tal creencia el obser%ar #ue el sol, la luna y las estrellas salen por oriente, despu!s de
haberse ocultado por occidente, y #ue aparec$an a su %ista con un mismo tamao a la salida, a
mediado de su carrera y al ocaso. Si su mo%imiento no fuera circular, ser$a posible #ue en alg:n
tiempo las %iera m,s pr'-imas. y siendo as$, sus dimensiones y sus %ol:menes le aparecer$an
distintos, y las %er$a mayores cuando estu%ieran cercanas, y menores a medida #ue se ale5asen/
pero como no suced$a as$, afirm,base en la idea de la esfericidad.
Sigui' obser%ando el mo%imiento de la luna, tomado de occidente a oriente, y tambi!n el de los
planetas, hasta llegar a conocer una gran parte de la ciencia del cielo. 7io claro #ue sus
mo%imientos se desarrollan en muchas esferas, contenidas todas en una sola, #ue es la m,s alta y la
#ue mue%e todo, de oriente a occidente, en el per$odo del d$a y de la noche. E-poner sus progresos
en esta ciencia ser$a largo y es asunto di%ulgado en los libros. para nuestro prop'sito basta con lo
#ue hemos e-puesto.
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Seme5anzas del mundo celeste con el mundo sublunar
2uando lleg' a este grado de conocimientos, diose cuenta de #ue la esfera celeste y lo #ue gira a su
alrededor, es a manera de un todo, cuyas partes est,n unidas entre s$. de #ue los cuerpos, acerca de
los cuales hab$a refle-ionado antes, como la tierra, el agua, el aire, las plantas, los animales, etc,
est,n contenidos y permanecen en ella. de #ue en su totalidad la esfera misma es algo seme5ante a
un indi%iduo de la especie animal/ sus estrellas brillantes hacen las %eces de los sentidos. las
di%ersas esferas unidas entre s$, son como los miembros. y todo lo #ue, dentro de ella, pertenece al
mundo de la generaci'n y de la corrupci'n, desempea el papel #ue en el interior de los animales
realizan los diferentes residuos y humores, en los cuales muchas %eces se forman otros seres, como
sucede en el macrocosmos.
2iensa )ayy si el mundo sera producido o eterno.
3azones +ue .alla en pro y en contra de cada tesis
Cna %ez #ue tu%o la certeza de #ue el con5unto celeste es, en realidad, como un solo indi%iduo, y
cuando redu5o en su mente a unidad las m:ltiples partes, usando el mismo razonamiento #ue
empleara para reducir a la unidad los cuerpos e-istentes en el mundo de la generaci'n y de la
corrupci'n, pens' si el uni%erso mundo ser$a algo producido, despu!s #ue no e-isti', y #ue de la
nada ha %enido al ser, o bien ser$a algo #ue no ha de5ado de e-istir en el pasado y #ue no ha sido
precedido por la nada, ba5o ning:n aspecto. Dud' en esta ocasi'n y ninguna de las dos opiniones
pes' en su ,nimo m,s #ue la otra. ;or#ue cuando se decid$a por la tesis de la eternidad, le sal$an al
paso muchas ob5eciones respecto a la imposibilidad de la e-istencia infinita, seme5antes al
razonamiento por el #ue hab$a llegado a concluir la no e-istencia de un cuerpo infinito. 7e$a
tambi!n #ue esta &e-istencia( no est, libre de &accidentes( producidos y no es posible #ue e-ista
antes #ue ellos. y lo #ue no puede pree-istir a los &accidentes( producidos, es, por tanto, producido.
6 cuando se decid$a por la opini'n de la producci'n &de la nada(, le sal$an al paso otras ob5eciones.
7e$a #ue la tesis de la creaci'n del mundo, despu!s de no haber e-istido, no se puede concebir, sino
5ustamente con la idea de #ue el tiempo lo haya precedido. pero !ste es una parte de la totalidad del
mundo, inseparable de !l. luego no se puede uno imaginar el mundo posterior al tiempo. )dem,s, se
dec$a/ 0Si el mundo es producido, necesariamente ha de tener un productor. !ste, Kpor #u! lo ha
hecho surgir en tal momento y no antesO KFe ha sobre%enido una no%edad, no e-istiendo nada fuera
de !l, o ha sido por un cambio %erificado en su esenciaO
;ero, K#ui!n habr, producido este cambioO3. 6 no ces' de pensar en este asunto durante aos,
sali!ndole siempre al paso ob5eciones, sin #ue lograra decidirse por una opini'n.
-i el mundo es producido$ necesita un creador$ +ue no ser cuerpo
2ansado de estas in%estigaciones, se puso a refle-ionar acerca de las consecuencias #ue se deri%an
de las dos opiniones, pues acaso ser$an las mismas en ambas. Entonces comprob' #ue, suponiendo
la producci'n del mundo y su %enida a la e-istencia desde la nada, se deduce necesariamente #ue no
se pudo haber hecho por s$ mismo, y, por tanto, #ue le es preciso un hacedor #ue lo haya tra$do a la
e-istencia. #ue este hacedor no puede percibirse por medio de ning:n sentido, por#ue, de suceder
as$, ser$a un cuerpo. si fuese un cuerpo, formar$a parte del mundo, ser$a producido y necesitar$a un
productor. si este segundo productor fuese tambi!n un cuerpo, necesitar$a otro tercero, y este
tercero, un cuarto, y as$ sucesi%amente hasta el infinito, lo cual es absurdo. El mundo e-ige, por
tanto, un hacedor #ue no sea cuerpo. y si no es cuerpo, no habr, medio de percibirlo por ning:n
sentido, puesto #ue los cinco sentidos s'lo perciben los cuerpos o sus accidentes. si no puede ser
percibido, tampoco puede ser imaginado, por#ue la imaginaci'n no es m,s #ue la representaci'n de
las formas de las cosas sensibles, cuando !stas han desaparecido. si no es cuerpo, son imposibles en
!l todas las cualidades corp'reas, y le es e-traa la primera de ellas, a saber/ la e-tensi'n en
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longitud, latitud y profundidad, con todas sus consecuencias. Si el mundo, pues, tiene un hacedor,
sin duda #ue !ste tendr, poder sobre a#u!l y lo conocer,. 0Kno lo conocer, #uien lo cre'O =l es
bueno y sabio3.
Si el mundo es eterno 0a parte ante3, necesitar, un motor, e-terior a !l e incorp'reo, #ue haya
producido su mo%imiento
Si supon$a la pree-istencia del mundo, es decir, #ue siempre hubiera sido como es y #ue no lo
hubiese precedido la nada, %e$a deducirse de esto #ue su mo%imiento es eterno a parte ante, puesto
#ue no lo ha precedido ning:n reposo, tras el cual haya comenzado. ;ero todo mo%imiento e-ige
necesariamente un motor #ue, o es una fuerza e-tendida en un cuerpo, bien sea el mismo del motor,
bien sea otro e-terior a !l, o es una fuerza #ue no est, e-tendida ni repartida en un cuerpo. )hora
bien, toda fuerza e-tendida y repartida en un cuerpo, se di%ide cuando !l se di%ide, dobl,ndose
cuando !ste lo hace. %. gr., el peso de la piedra, #ue la mue%e hacia aba5o/ si la piedra se di%ide en
dos partes, su peso se di%ide en otras tantas. si se le aade otra, su peso se aumenta en lo mismo. si
fuera posible #ue la piedra aumentase hasta lo infinito, su peso aumentar$a en igual proporci'n. y si
llegase a una magnitud determinada y en ella se detu%iese, el peso llegar$a tambi!n a un cierto
punto, en #ue se detendr$a. ;ero ha #uedado demostrado #ue todo cuerpo es, indudablemente, finito.
luego la fuerza #ue radi#ue en !l lo ser, tambi!n. por tanto, si encontramos una fuerza #ue produzca
un acto infinito, seguramente no radica en un cuerpo. ;ero obser%amos #ue la esfera celeste se
mue%e siempre con un mo%imiento sin fin y sin interrupci'n, puesto #ue la suponemos eterna a
parte ante. luego necesariamente resulta #ue la fuerza #ue la mue%e no est, en su mismo cuerpo, ni
en otro situado fuera de ella, y #ue pertenece a algo e-trao a los cuerpos, a lo cual no se le pueden
atribuir cualidades corporales.
6a hab$a descubierto *ayy, en sus primeras refle-iones sobre el mundo de la generaci'n y de la
corrupci'n, #ue la realidad de la e-istencia de todo cuerpo s'lo pro%iene de su forma, o sea, su
disposici'n para los distintos mo%imientos. y #ue la e-istencia #ue el cuerpo tiene por parte de su
materia es inconsistente y casi imperceptible. ;or tanto, la e-istencia del mundo entero pro%iene
s'lo de su disposici'n para el mo%imiento dado por este motor, el cual est, libre de materia y de
cualidades corp'reas, e-ento de todo lo #ue es perceptible por los sentidos o accesible a la
imaginaci'n. y si este motor es el autor de los distintos mo%imientos del cielo, por medio de un acto
permanente, continuo e ininterrumpido, indudablemente ha de tener poder sobre ellos y los ha de
conocer.
-e confirma )ayy en su idea de la existencia de un autor incorpreo
7ino a parar, pues, por este camino a lo mismo #ue hab$a concluido en su primer razonamiento, sin
#ue fuese obst,culo la duda #ue ten$a respecto a la eternidad del mundo o a su producci'n/ los dos
razonamientos le certificaban a la %ez la e-istencia de un )utor incorp'reo, #ue no est, unido a
ning:n cuerpo, ni separado de !l, ni dentro ni fuera de ninguno, puesto #ue la uni'n y la separaci'n,
la interioridad y la e-terioridad son, todas, cualidades corp'reas, y =l est, e-ento de ellas.
!ste autor ser causa de los dems seres$ creador de ellos
2omo la materia en todo cuerpo necesita de la forma, puesto #ue s'lo por ella subsiste y sin ella no
tiene ninguna realidad, y como no se tiene certeza de la e-istencia de la forma, sino despu!s de
cerciorarse de la e-istencia de este )utor, con%enci'se de #ue todos los seres lo necesitan para
e-istir, y #ue ninguno puede subsistir sino por =l. =l es, por consiguiente, su causa, y los seres, sus
efectos, bien hayan sido tra$dos a la e-istencia desde la nada, bien no hayan tenido principio en el
tiempo y 5am,s a#u!lla les precediese. En ambos casos, estos seres son efectos, y en su e-istencia
necesitan y dependen del )utor. sin la subsistencia de =l, no subsistir$an. sin la e-istencia de =l, no
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e-istir$an. sin su eternidad, no ser$an eternos. 6 =l, en su esencia, prescinde y est, libre de ellos.
K;odr$a no ser as$O
6a se ha demostrado #ue la fuerza y poder de este )utor son infinitos, y #ue todo cuerpo, as$ en su
esencia como en sus accidentes, es finito, limitado. ;or lo tanto, el mundo todo con lo #ue contiene
9los cielos, la tierra, los astros, lo #ue entre ellos, encima o deba5o, hay9 es acto y creaci'n suya, y es
posterior a =l per se &con posterioridad de naturaleza(, aun#ue en el tiempo no fuera posterior. Es
como si coges un cuerpo cual#uiera en tu mano y luego lo mue%es/ sin duda ninguna, este cuerpo
seguir, el impulso de la mano, con un mo%imiento posterior al de ella, con posterioridad de
naturaleza, aun cuando no de tiempo, pues ha sido simult,neo. )s$ tambi!n el mundo todo es efecto
y es creado, fuera del tiempo, por este )utor, 0#ue no tiene m,s #ue mandar, cuando =l #uiere una
cosa, dici!ndole/ 90S!3, y ella es3.
)uellas de este autor$ +ue )ayy ve en todos los seres
2uando %io #ue todos los seres son obra de este )utor, e-amin'los de nue%o, buscando
manifestaciones de su poder, de su admirable y rara obra, de su amorosa pro%idencia y de su ciencia
sutil. 6 en los pe#ueos seres, y m,s a:n en los grandes, se le aparecieron huellas tales de sabidur$a
y de arte e-traordinario, #ue lo llenaron de admiraci'n, cercior,ndose de #ue esto no pod$a proceder
sino de un )utor perfect$simo y superior a la perfecci'n, 0a #uien no se escapa el peso de un ,tomo
en los cielos o en la tierra, ni nada #ue sea m,s pe#ueo o m,s grande3.
(iene este autor todas las cualidades de la perfeccin y est libre de las de la imperfeccin
E-amin' despu!s atentamente todas las especies de animales y %io c'mo este )utor hab$a dado a
cada una su forma y ense,ndole despu!s a emplearla. por#ue si =l no hubiese guiado a los
animales en el uso de los miembros de #ue los dotara, mostr,ndoles las %enta5as #ue con ellos
podr$an conseguir, no los hubiesen utilizado, y hubieran sido una carga para ellos. ;or eso conoci'
#ue =l era generoso entre los generosos, misericordioso entre los #ue m,s. ) partir de este
momento, cada %ez #ue %e$a alg:n ser dotado de belleza, de esplendor, de perfecci'n, de poder, o de
una superioridad cual#uiera, refle-ionaba y reconoc$a #ue era un eflu%io de este )utor, de su
e-istencia, de su acci'n. 2omprendi', por tanto, #ue todo lo #ue a =l pertenece por su esencia, es
m,s grande #ue estas cualidades &citadas(, m,s perfecto, completo, bello, brillante, hermoso y
durable, sin relaci'n con ellas. 8o de5' de rebuscar las cualidades de la perfecci'n, y %io #ue todas
las tiene emanan de =l, y #ue es m,s digno de ellas #ue los dem,s seres #ue las poseen.
2onsider' luego las cualidades de la imperfecci'n, y %io #ue =l estaba libre y e-ento de ellas. K6
c'mo no lo hab$a de estarO K8o es la idea de imperfecci'n la de la nada pura, o de lo relacionado
con la nadaO K2'mo se ha de unir o mezclar la nada con el ser puro, el #ue e-iste necesariamente
por su esencia, el #ue da la e-istencia a todos los dem,s seres, sin el cual no la hay, puesto #ue =l es
la e-istencia y =l es la perfecci'n, la plenitud, la belleza, el resplandor, la potencia, la ciencia y, en
suma, =lO 0+odo perece si no es su faz3.
)ayy se siente inclinado .acia este autor$ cuya existencia conoci a los treinta y cinco a%os de
edad
)lcanz' *ayy este grado de conocimiento a los cinco septenarios de su %ida, o sea, a los treinta y
cinco aos de su edad. )firm,basele tanto en el coraz'n la idea de este )utor, #ue no ocupaba su
pensamiento sino en =l, ol%idando el e-amen y la in%estigaci'n de los seres a #ue antes se hab$a
dedicado, hasta el e-tremo de #ue no paraba mientes en cosa alguna, sin #ue le refle5ase %estigios
de su arte. luego dirig$a el pensamiento hacia el )rtista, de5ando a un lado la obra. entonces se
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%ol%$a ardientemente hacia =l, y su coraz'n se desplazaba, con fuerza y por completo, del mundo
sensible para sumirse en el inteligible.
+rata de saber con #u! facultad hab$a conocido a este ser/ no hab$a sido por medio de los sentidos ni
por la imaginaci'n
2uando consigui' el conocimiento de este Ser, cuya e-istencia no tiene causa, siendo =l la causa de
la e-istencia de los dem,s, #uiso saber por #u! medio hab$a conseguido !l mismo tal conocimiento
y con #u! facultad hab$a conocido este Ser. E-amin' sus propios sentidos, a saber/ el o$do, la %ista,
el olfato, el gusto y el tacto, %iendo #ue a todos ellos s'lo llegan los cuerpos o sus accidentes/ el
o$do no percibe m,s #ue los sonidos originados por las ondas del aire al tropezarse con los cuerpos.
la %ista, :nicamente los colores. el olfato, los olores. los sabores, el gusto, y el tacto, las
temperaturas, lo duro y lo blando, la aspereza y la sua%idad.
Del mismo modo, la imaginaci'n no alcanza ninguna cosa, sino las dotadas de longitud, latitud y
profundidad. +odas estas percepciones son cualidades corp'reas, y a los sentidos no puede llegar
otra cosa, ya #ue son facultades e-tendidas por los cuerpos y repartidas conforme a las di%isiones de
ellos, no pudiendo afectarles, por tanto, m,s #ue lo #ue es di%isible. ;ues si la imaginaci'n est,
repartida, como se ha dicho, indudablemente, al percibir un ob5eto cual#uiera, !ste se di%idir,
conforme a la naturaleza de ella. ;or consiguiente, toda facultad #ue radica en un cuerpo no percibe
m,s #ue los cuerpos o sus accidentes. ;ero ya #ueda demostrado #ue este Ser, de e-istencia
necesaria, est, e-ento de toda clase de cualidades corp'reas. por tanto, no se le puede percibir, sino
mediante algo #ue no sea cuerpo, ni facultad #ue en !l radi#ue o tenga alguna relaci'n con !l,
cual#uiera #ue sea.
Fo hab$a conocido por su propia esencia, por estar impreso en su alma el conocimiento de !l
Entonces se cercior' de #ue conoc$a a a#uel Ser por medio de su esencia misma, y #ue el
conocimiento de =l estaba impreso en su alma. 7io tambi!n claro #ue su propia esencia, por medio
de la cual lo conoc$a, era algo incorp'reo, sin ninguna cualidad de los cuerpos. #ue todo lo e-terior
y lo corporal, #ue percib$a en s$ mismo, no era la realidad de su esencia, puesto #ue ella s'lo se
encontraba en a#uello por medio de lo cual conoc$a al Ser de e-istencia necesaria.
!l alma es incorprea e incorruptible
2erciorado ya de #ue su esencia no era el cuerpo #ue perciben los sentidos y la piel cubre,
despreci'le totalmente y se puso a refle-ionar acerca de a#uella otra, nobil$sima, por medio de la
cual se conoce a este Ser supremo y necesario.
;ens' si ella podr$a perecer, corromperse o desaparecer, o si, por el contrario, tendr$a duraci'n
eterna. 6 %io #ue la corrupci'n y la desaparici'n son cualidades :nicamente de los cuerpos, en
cuanto #ue pierden una forma y re%isten otra/ %erbigracia, el agua cuando se %uel%e aire, el aire
cuando se torna agua, las plantas cuando se cambian en tierra y ceniza, y la tierra cuando se
con%ierte en plantas. !sta es, en efecto, la cualidad de corrupci'n. En cambio, no puede concebirse
de ninguna manera la corrupci'n de lo #ue no es cuerpo ni necesita de !l para subsistir y #ue est,
libre en absoluto de la corporeidad.
)ayy trata de averi*uar cul ser el destino del alma despus +ue el cuerpo .aya
desaparecido
2on%encido *ayy de #ue su esencia real no era corruptible, intent' a%eriguar cu,l ser$a su
condici'n, una %ez #ue abandonase el cuerpo y se liberase de !l.
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6a antes se hab$a cerciorado de #ue no lo abandona, sino cuando el cuerpo no le sir%e como
instrumento. E-amin' entonces todas las facultades percepti%as, y %io #ue cada una de ellas
funciona en potencia unas %eces, en acto, otras. como, por e5emplo, el o5o, cuando est, cerrado o
des%iado del ob5eto %isible, s'lo percibe en potencia el sentido de la frase percibir en potencia es
#ue no lo hace en el momento, sino #ue puede hacerlo en lo futuro". en cambio, cuando est, abierto
y dirigido hacia el ob5eto %isible, percibe en acto es decir, en el momento".
)simismo, cada una de estas facultades puede hacerlo de estas dos maneras. Si una de ellas no lo ha
realizado 5am,s en acto, mientras est! en potencia no desea la percepci'n de su ob5eto propio,
por#ue no lo conoce. e5emplo, el ciego de nacimiento. En cambio, si lo ha hecho alguna %ez y luego
ha %enido a #uedar en potencia, mientras contin:e as$ desear, la percepci'n en acto, por#ue ella ha
conocido ya su ob5eto propio, se le ha unido y se ha inclinado hacia !l. e5emplo, el #ue se #ueda
ciego, despu!s de haber tenido %ista/ #ue siempre desear, &%ol%er a %er( los ob5etos %isibles. 6
cuanto m,s hermosa, espl!ndida y perfecta sea la cosa percibida, tanto mayor ser, el deseo hacia
ella y m,s grande el dolor por su p!rdida. !sta es la causa de #ue el dolor de #uien pierde la %ista
despu!s de haberla disfrutado sea mayor #ue el de #uien #ueda sin el olfato, por#ue las cosas
%isibles son m,s perfectas y m,s hermosas #ue las relati%as al olfato. ;ues si entre las cosas hay
una, cuya perfecci'n es infinita, cuya hermosura, belleza y esplendor no tiene l$mites, #ue est,
sobre estas cualidades hasta el e-tremo de #ue ninguna puede e-istir sino procedente de ella y
fluyendo de su ser, es indudable #ue #uien pierda la percepci'n de esta cosa, despu!s de haberla
conocido, sentir,, mientras dure su p!rdida, dolores infinitos. as$ como #uien logre poseerla
eternamente tendr, un placer no interrumpido, una felicidad sin fin, una alegr$a, un gozo y un
contento sin l$mites.
Di%ersa situaci'n del alma si, durante la %ida del cuerpo, no conoci' al ser necesario, si lo conoci' y
se apart' de !l, o si lo conoci' y no se separ' de !l.
;ero antes se hab$a con%encido *ayy de #ue el Ser necesario est, dotado de todos los atributos de la
perfecci'n, libre y e-ento de todas las cualidades de la imperfecci'n. +ambi!n se hab$a cerciorado
de #ue la esencia, mediante la cual el propio *ayy llegaba a percibir este Ser, no es nada #ue se
parezca al cuerpo, ni corruptible como !l. De lo cual dedu5o #ue si el ser #ue tiene una esencia de
esta naturaleza, capaz de tan alta percepci'n, abandona al cuerpo por la muerte, se dar, uno de estos
tres casos/
Si antes de esto, en el per$odo en #ue gobern' al cuerpo, no conoci' 5am,s al Ser necesario, ni se
uni' con =l, ni oy' nada respecto de =l, la separaci'n del cuerpo no le producir, deseo de este Ser,
ni dolor por su p!rdida. por#ue todas las facultades corp'reas desaparecen con la eliminaci'n del
cuerpo y no desean tampoco sus ob5etos propios, ni tienden hacia ellos, ni se duelen por su p!rdida,
siendo !sta la condici'n de los animales irracionales, tengan o no la forma humana.
Si antes, en el tiempo #ue gobern' al cuerpo, conoci' a este Ser, sabiendo de sus perfecciones y de
su hermosura, pero se des%i' de =l, arrastrado por sus pasiones, y la muerte le sorprendi' en tal
estado, pri%,ndole, por tanto, de la %isi'n intuiti%a, entonces la desear,, pero permanecer, en un
largo castigo y en sufrimientos infinitos, y podr, librarse de ellos despu!s de una larga prueba y
gozar luego de la %isi'n intuiti%a #ue anhela, o bien continuar, sumido eternamente en sus dolores,
seg:n #ue en la %ida corp'rea se haya dispuesto para uno de estos dos destinos.
6 si conoci' a este Ser necesario antes de separarse del cuerpo, dedic,ndose a =l totalmente y
pensando siempre en su hermosura, belleza y esplendor, sin separarse de =l hasta #ue la muerte le
sorprendi' en estado de contemplaci'n y %isi'n intuiti%a actual, al separarse del cuerpo
permanecer, en un placer infinito, en una alegr$a, gozo y contento perdurables, producidos por la
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uni'n de su %isi'n de este Ser necesario, %isi'n e-enta de turbaci'n y mezcla, y despo5ada de todas
las cosas sensibles #ue las facultades corp'reas e-igen, las cuales, en relaci'n con este estado, son
dolores, males y obst,culos.
*ayy trata de mantenerse siempre en el estado de %isi'n intuiti%a de Dios, #ue es la perfecci'n y el
placer de su propia esencia
Cna %ez #ue *ayy se cercior' de #ue la perfecci'n y el placer de su propia esencia s'lo consist$an
en la %isi'n intuiti%a, perpetua y siempre en acto, de este Ser necesario, hasta el punto de #ue no se
deb$a apartar de =l ni un abrir y cerrar de o5os, para #ue, sorprendi!ndole la muerte en estado de
%isi'n en acto, alcanzase un placer sin mezcla de mal alguno, se puso a refle-ionar c'mo podr$a
conseguir la continuidad de esta %isi'n intuiti%a, de modo #ue no le ocurriese interrumpirla.
)plicaba un momento su refle-i'n a este Ser. y en seguida aparec$a a su %ista cual#uier ob5eto
sensible, her$a sus o$dos el grito de un animal, represent,basele una imaginaci'n, sent$a dolor en
alg:n miembro, e-perimentaba hambre, sed, calor o fr$o, o hab$a de le%antarse para hacer sus
necesidades. y entonces se turbaba su refle-i'n, apart,ndose del estado obtenido, si!ndole muy
dif$cil %ol%er sin gran esfuerzo al estado anterior, y tem$a #ue se le presentase la muerte hall,ndose
en tal apartamiento y caer en la eterna desgracia y en el dolor de la separaci'n.
4e +ue los animales y las plantas no conocen a este ser
Esta situaci'n le aflig$a, sin #ue pudiera encontrarle remedio. Se puso a obser%ar todas las especies
de animales, e-aminando sus actos y sus inclinaciones, por si acaso pod$a %er alguno #ue conociese
a este Ser y tendiera hacia =l, para aprender cu,l era la causa de su felicidad. 6 %io #ue todos los
animales se ocupan solamente en procurarse alimento, en la satisfacci'n de sus apetitos nutriti%os y
se-uales, en buscar la sombra o el calor/ a esto dedican los d$as y las noches, hasta el momento de
su muerte, del fin e su e-istencia. y no hall' a ninguno #ue se des%iase de esta regla, ni se inclinara
a otra cosa en momento alguno. ;or lo cual se con%enci' de #ue los animales no tienen noticia de
este Ser, ni deseo de !l, ni lo conocen en ning:n aspecto, sino #ue tienden a la nada o a un estado
seme5ante. >ormulado este 5uicio respecto de los animales, %io #ue era e-tensi%o a las plantas, desde
luego, puesto #ue no tienen sino parte de las facultades de #ue gozan los animales. y si los de
percepci'n m,s perfecta no alcanzan este conocimiento, mucho menos lo obtendr,n #uienes las
poseen m,s imperfectas. +anto m,s cuanto #ue %e$a #ue todos los actos de las plantas no pasan de la
nutrici'n y de la reproducci'n.
-ospec.a +ue los cuerpos celestes$ en cambio$ lo conocen
4bser%' despu!s los astros y las esferas, y %io #ue todos tienen mo%imientos ordenados y recorren
su 'rbita de un modo regular. #ue son transparentes y brillantes, inaccesibles a la mutaci'n y a la
corrupci'n. Supuso %ehement$simamente #ue, adem,s de cuerpos, tienen esencias #ue conocen a
este Ser necesario, y #ue tales esencias cognoscentes no son cuerpos ni est,n impresas en ellos. K6
c'mo no hab$an de tenerlas, libres de la corporeidad, si !l mismo pose$a una, a pesar de su
insignificancia y de su absoluta dependencia de las cosas sensiblesO ;ues !l formaba parte de los
cuerpos corruptibles, y, no obstante ser imperfecto, su esencia no pod$a menos de estar desligada de
los cuerpos y de ser incorruptible. De a#u$ tu%o por e%idente #ue los cuerpos celestes est,n, desde
luego, en este caso, y comprendi' #ue conocen al Ser necesario y lo %en siempre en acto, puesto
#ue en los cuerpos celestes no se encuentra ninguno de los obst,culos, deri%ados de la inter%enci'n
de las cosas sensibles, #ue en !l interrump$an la continuidad de la %isi'n intuiti%a.
,os cuerpos celestes son incorruptibles
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Eefle-ion' despu!s acerca de por #u! solamente !l, entre las dem,s clases de animales, ten$a esta
esencia, por la cual se aseme5aba a los cuerpos celestes.
6a se hab$a cerciorado antes, al tratar de los elementos y de sus cambios mutuos, de #ue nada de lo
#ue hay sobre la faz de la tierra mantiene su forma, sino #ue en todas las cosas se suceden siempre
la generaci'n y la corrupci'n. de #ue la mayor parte de estos cuerpos son mi-tos, compuestos de
cosas contrarias, por lo cual terminan alter,ndose. de #ue ninguno de ellos es puro y de #ue el #ue
m,s se acerca a la pureza, a la falta de mezcla y de adulteraci'n, es el #ue est, m,s distante de
corromperse, como el oro y el 5acinto. ;ero los cuerpos celestes son simples, puros. luego son
incorruptibles y en ellos no se suceden las formas.
,os seres son ms perfectos a medida +ue tienen ms formas
+ambi!n estaba cierto de #ue, entre los cuerpos e-istentes en el mundo de la generaci'n y de la
corrupci'n, hay unos, cuya realidad esencial subsiste por m,s de una forma, como las plantas, los
animales. Fos de la primera clase tienen pocos actos y est,n muy distantes de la %ida, y si les faltara
totalmente la forma, no tendr$an ning:n camino para %i%ir, %iniendo a parar a un estado seme5ante a
la nada. Fos de la segunda tienen muchos actos y es m,s f,cil su acceso a la %ida. y si esta forma
fuese tal #ue no hubiese medio para separarla de la materia #ue le es peculiar, entonces la %ida
alcanzar$a el mayor grado de manifestaci'n, permanencia e intensidad. Fa cosa pri%ada totalmente
de forma es la hyle, la materia/ en ella no hay %ida alguna, y es seme5ante a la nada. Fas cosas
subsistentes por una sola forma son los cuatro elementos, #ue est,n en el grado inferior del ser
&respecto de la materia( en el mundo de la generaci'n y de la corrupci'n. de ellos se componen las
cosas dotadas de muchas formas. su %ida es muy d!bil, pues no tienen m,s #ue un solo mo%imiento,
y esa debilidad radica en #ue para cada uno de ellos hay un contrario, manifiestamente opuesto, #ue
lo contrarresta en su tendencia natural y #ue propende a despo5arlo de su forma. por lo cual no se
consolida su e-istencia y su %ida es d!bil. Fas plantas tienen una %ida m,s fuerte &#ue la #ue tienen
los cuatro elementos(. los animales, mayor toda%$a, seg:n lo #ue sigue/ si en uno de estos
compuestos la naturaleza de un elemento lo domina, !ste, por raz'n de su poder, domina tambi!n la
de los restantes, anula sus fuerzas, y el compuesto se somete al elemento dominador. por lo cual 9de
la misma manera #ue !l9 no es apto sino para una%ida rudimentaria y d!bil. Si, por el contrario, no
hay en el compuesto ning:n elemento predominante, entonces todos los #ue lo integran son
proporcionados e iguales. por tanto, ninguno anula la fuerza del otro en m,s proporci'n de lo #ue la
suya propia, sino #ue los unos obran en los otros acciones iguales, ning:n elemento act:a de modo
m,s manifiesto #ue el otro, ni se apodera de !l, y el compuesto est, le5os de parecerse a ninguno de
los elementos, como si su forma no tu%iese contrario. por tanto, es apto para la %ida. ;or ende,
cuanto mayor, m,s completa y m,s distante del dese#uilibrio es esta proporci'n, tanto m,s ale5ado
est, el compuesto de tener un contrario y es m,s perfecta su %ida. Mas como el alma animal, #ue
reside en el coraz'n, es precisamente muy proporcionada, ya #ue es m,s sutil #ue la tierra y el agua
y m,s densa #ue el fuego y el aire, %iene a estar en el t!rmino medio y ning:n elemento le es
contrario de un modo manifiesto, por lo cual resulta capaz de la forma de la animalidad.
3azonamientos +ue mostraron a )ayy el parecido de su alma con los cuerpos celestes
7io *ayy deducirse de a#u$ necesariamente #ue la me5or proporcionada de estas almas animales es
la m,s apta para la %ida m,s perfecta #ue se halle en el mundo de la generaci'n y de la corrupci'n.
de esta alma casi puede decirse #ue su forma no tiene contrario. se parece, por tanto, a los cuerpos
celestes, cuyas formas carecen de !l. El alma de este animal, como realmente es medio entre los
elementos, no se mue%e de un modo absoluto ni hacia arriba ni hacia aba5o. antes por el contrario, si
se pudiese colocar a mitad de la distancia #ue hay entre &el centro del mundo( y la parte m,s alta a
#ue puede alcanzar el fuego, sin sufrir ninguna corrupci'n, #uedar$a inm'%il en este sitio, sin tender
a subir ni a ba5ar. si se mo%iese con mo%imiento de traslaci'n, ser$a para girar alrededor del centro,
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como se mue%en los cuerpos celestes. si lo hiciera con mo%imiento de rotaci'n, ser$a para girar
alrededor de s$ mismo, tomando ine%itablemente la figura esf!rica. +iene, por tanto, gran seme5anza
con los cuerpos celestes.
)ayy se ve entonces distinto de los dems animales
2omo *ayy hab$a e-aminado los modos de ser de los animales, no %iendo en ellos nada por lo cual
pudiera suponer #ue ten$an noci'n de la e-istencia del Ser necesario, y en cambio sab$a de su propia
esencia #ue la ten$a, concluy' #ue !l era el animal dotado de alma proporcionada, seme5ante a los
cuerpos celestes a #ue antes se aludi'. 2ercior'se de #ue !l era de una especie distinta a la de los
restantes animales y de #ue hab$a sido creado para otro fin y con un destino m,s alto #ue ninguna
otra especie animal. Bast,bale para suponer su nobleza el %er #ue la parte m,s %il de las dos #ue lo
compon$an, o sea, la corp'rea, era la cosa m,s parecida a las sustancias celestes, situadas fuera del
mundo de la generaci'n y de la corrupci'n, e-entas de las no%edades de la imperfecci'n,
modificaci'n y cambio. 6 la m,s noble de ambas era a#uella por medio de la cual conoc$a la
e-istencia del Ser necesario/ algo soberano y di%ino, #ue no tiene inherente la corrupci'n, #ue no
puede calificarse con nada de lo #ue determina a los cuerpos, #ue no se percibe por los sentidos, #ue
no se imagina, a cuyo conocimiento no puede llegarse por otro medio #ue por !l mismo, pero capaz
de conocerse a s$ propio. #ue es a la %ez el inteligente, lo entendido y la intelecci'n, el sabio, lo
sabido y la ciencia, y #ue no se di%ersifica por esto, pues la di%ersidad y la separaci'n son
cualidades de los cuerpos y propiedades inherentes suyas, y a#u$ no hay cuerpo ni cualidad ni
propiedad corp'rea.
5uz*a necesario aseme1arse a los cuerpos celestes y al ser necesario
2uando se cercior' de c'mo se distingu$a de las dem,s clases de animales por su seme5anza con los
cuerpos celestes, %io #ue le era necesario parecerse a !stos, imitar sus actos y poner su esfuerzo en
aseme5,rseles. 7io tambi!n #ue !l mismo se parec$a algo al Ser necesario, gracias a su parte m,s
noble, con la cual lo conociera, en cuanto #ue estaba e-enta de cualidades corp'reas, de la misma
manera #ue dicho Ser. Entonces comprendi' #ue ten$a la obligaci'n de traba5ar por ad#uirir para s$
mismo, de cual#uier modo posible, los atributos de )#u!l, re%estirse de sus cualidades, imitar sus
acciones, esforzarse en cumplir su %oluntad, poner en sus manos todos los asuntos, conformarse de
coraz'n, interior y e-teriormente, y hasta con alegr$a, con todos sus 5uicios, aun#ue fueran para su
cuerpo una causa de dolor, un per5uicio y a:n su ruina total.
Otras asimilaciones +ue .aba de procurar$ por ser cuerpo$ por ser animal y por tener alma
7io asimismo *ayy #ue se parec$a a las restantes especies de animales por raz'n de su parte %il, la
cual pertenece al mundo de la generaci'n y de la corrupci'n, o sea, el cuerpo tenebroso y grosero
#ue le e-ig$a di%ersas cosas sensibles, como la comida, la bebida, la uni'n se-ual. #ue este cuerpo
no le hab$a sido dado in:tilmente, ni un$dosele en %ano, por lo cual ten$a la obligaci'n de cuidarlo y
de ocuparse de sus necesidades, y este cuidado no lo pod$a tener, sino por medio de actos
seme5antes a los de los animales.
Fos actos #ue ten$a obligaci'n de e5ecutar se le representaban, pues, con una triple finalidad/ unos,
por los #ue se aseme5aba a los animales irracionales. otros, por los #ue se parec$a a los cuerpos
celestes. y otros, en fin, por los #ue tend$a hacia el Ser necesario.
Fa primera asimilaci'n le obligaba, en cuanto #ue ten$a un cuerpo tenebroso, dotado de miembros
diferentes, de facultades di%ersas y de instintos %ariados.
4blig,bale la segunda, en cuanto ten$a un alma animal, cuya sede es el coraz'n, principio de todo el
cuerpo y de las facultades #ue en !l e-isten. 6, finalmente, la tercera, en cuanto #ue !l era la esencia
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por cuyo medio conoc$a al Ser necesario. y ya sab$a !l #ue su felicidad y su sal%aci'n del mal s'lo
estribaban en la continuidad de su %isi'n intuiti%a de este Ser necesario, hasta el punto de no
apartarse de ella ni un abrir y cerrar de o5os.
4enta1as e inconvenientes de las tres asimilaciones dic.as
Eefle-ion' despu!s en el medio por el cual alcanzar$a esta continuidad, y sus ca%ilaciones le
lle%aron a 5uzgar #ue le era necesario obtener las tres clases de asimilaci'n. Fa primera no le
ser%ir$a de nada para conseguir la %isi'n intuiti%a. antes por el contrario, lo des%iaba y le imped$a su
consecuci'n, puesto #ue se ocupaba de las cosas sensibles, y todas ellas son un %elo #ue la
intercepta. ;ero esta asimilaci'n es necesaria para la conser%aci'n del alma animal, con la #ue se
consigue la segunda asimilaci'n, o sea, la de los cuerpos celestes. por esta raz'n es necesaria,
aun#ue no est! e-enta del citado per5uicio. Fa segunda asimilaci'n ciertamente #ue le procurar$a
una gran parte de la %isi'n intuiti%a continua. pero !sta estar$a mezclada, puesto #ue #uien posee tal
modalidad de %isi'n intuiti%a continua, tiene, al mismo tiempo, conciencia de su propia esencia y se
%uel%e a ella, seg:n se demostrar, m,s adelante. Fa tercera asimilaci'n le procurar$a la %isi'n
intuiti%a pura, la absorci'n absoluta, en la #ue por ninguna raz'n se tiende a otra cosa #ue hacia el
Ser necesario/ del #ue consigue esta %isi'n intuiti%a, se borra, se des%anece, desaparece su propia
esencia. y lo mismo le ocurre con las dem,s esencias, muchas o pocas, e-cepto la esencia del Ser
uno, la 7erdad, el 8ecesario honrado, enaltecido y ensalzado sea!".
,imitaciones +ue puso )ayy a su vida material$ +ue era necesaria para su vida espiritual
2uando se cercior' de #ue su :ltimo ob5eti%o era esta tercera asimilaci'n, y #ue no la podr$a
obtener sino a fuerza de h,bito y e5ercicio en la segunda, durante largo tiempo, y #ue este plazo no
podr$a prolongarlo sino mediante la primera 9la cual !l sab$a #ue, a pesar de ser necesaria, era un
obst,culo per se, aun#ue una ayuda per accidens9, se oblig' a no ocuparse de ella sino en la medida
necesaria, es decir, la menor cantidad suficiente, con la cual pudiera subsistir el alma animal. 7io
#ue para #ue el alma subsista, se re#uieren necesariamente dos cosas/ una, la #ue al interior la
pro%ee y repara las p!rdidas #ue haya tenido, es decir, el alimento. otra, la #ue la preser%a del
e-terior y aparta de ella toda causa de per5uicio, como el fr$o, el calor, la llu%ia, el ardor del sol, los
animales dainos, etc. 2omprendi' #ue si tomaba estas cosas necesarias sin peso y sin medida y
conforme le ocurriese, tal %ez caer$a en el e-ceso y tomara m,s de lo suficiente, traba5ando en
contra de s$ mismo sin darse cuenta. 2rey', pues, #ue deb$a fi5arse unos l$mites #ue no traspasara,
unas medidas #ue no pudiera rebasar. y comprendi' #ue deb$a fi5ar tambi!n el g!nero de las cosas
con #ue se alimentara/ cu,les ser$an, en #u! cantidad y con #u! inter%alo entre comida y comida.
/lases y cantidad de alimentos +ue deba tomar
2onsider' primero los g!neros de las cosas de #ue deb$a alimentarse, y %io #ue eran de tres clases/
plantas #ue no han acabado su crecimiento, ni han alcanzado el l$mite de su desarrollo, o sea, las
diferentes clases de legumbres %erdes, #ue se pueden comer. frutos de plantas, perfectos, llegados a
saz'n, #ue han producido sus semillas para #ue de ellas nazca otro ser de su especie, es decir, las
distintas clases de frutos %erdes o secos. y los animales comestibles, bien sean terrestres, bien sean
marinos. 6a sab$a !l #ue todos estos g!neros de alimentos eran obra del Ser necesario, en cuya
apro-imaci'n hab$a !l %isto #ue consist$a su felicidad y al cual tend$a a aseme5arse.
Sin duda #ue el alimentarse de ellos les imped$a alcanzar su perfecci'n, y constitu$a una
interposici'n entre ellos y el fin :ltimo a #ue estaban destinados. esto era oponerse a la acci'n del
)gente, y esta oposici'n era algo contrario a su personal ob5eti%o de acercarse y de asimilarse a =l.
7io, pues, #ue lo m,s con%eniente le ser$a abstenerse de todo alimento, si fuera posible. pero no lo
era/ por#ue, si no com$a, esto lo lle%ar$a a la corrupci'n de su cuerpo, y ser$a adem,s una oposici'n
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a su )gente, m,s grande a:n #ue la primera, puesto #ue !l era algo m,s noble #ue las otras cosas
#ue hab$an de corromperse para #ue subsistiera !l.
4pt', pues, por el mal menor, y se decidi' por la oposici'n m,s ligera de las dos, 5uzgando #ue
deb$a tomar entre los &indicados( g!neros &de alimentos(, a falta de algunos, a#uellos #ue le fueran
m,s f,ciles, en la medida #ue despu!s se indicar,. Si todos se encontrasen &a su alcance(, con%en$a
entonces #ue se fi5ara y eligiera a#uellos #ue de tomarlos no se siguiese una grande oposici'n a la
acci'n del )gente, por e5emplo, la pulpa de las frutas #ue ya han llegado a la madurez y cuyas
semillas son aptas para la generaci'n de otros seres seme5antes, con la condici'n de guardar estas
semillas, de no com!rselas ni destruirlas, ni echarlas en sitios impropios para la %ida de las plantas,
como las rocas, las tierras salitrosas, etc. Si no encontraba frutos de esta clase, dotados de carne
comestible, como las manzanas, las peras, las ciruelas, etc, podr$a tomar entonces, o bien frutos de
los #ue no es comestible m,s #ue la semilla, como las nueces y las castaas, o bien legumbres #ue
no han llegado a su completo desarrollo, a condici'n, en estos dos casos, de preferir a#uellos
%egetales #ue fueran m,s abundantes y #ue tu%ieran m,s fuerza reproducti%a, de no arrancar sus
ra$ces y de no destruir sus simientes.
>alt,ndole esto, podr$a tomar los animales o sus hue%os, a condici'n de elegir entre los animales
a#uellos #ue fueran m,s numerosos y no destruir completamente ninguna especie.
Esto es lo #ue 5uzg' prudente hacer, respecto de las clases de alimentos #ue hab$a de tomar. ;or lo
#ue toca a la cantidad, decidi' #ue deb$a ser la precisa para acallar el hambre y no m,s. En cuanto al
tiempo #ue hab$a de mediar entre las comidas, determin' #ue, tomando el alimento suficiente, deb$a
persistir sin buscar m,s, hasta #ue e-perimentase una debilidad tal #ue le impidiera algunos actos
forzosos para la segunda asimilaci'n, #ue en seguida se mencionar,n.
En lo referente a las cosas necesarias para la subsistencia del alma animal y con las #ue se le
protege del e-terior, poco hab$a de ocuparse de ellas, puesto #ue estaba %estido de pieles, y ten$a
una morada #ue le libraba de los agentes e-teriores, y esto le era suficiente, sin preocuparse m,s de
ello. En la comida, cumpli' las reglas #ue se hab$a impuesto, ya descritas por nosotros.
6usca )ayy la asimilacin a los cuerpos celestes$ se*7n sus tres clases de cualidades
Despu!s se dedic' al segundo &g!nero( de actos, o sea, a la asimilaci'n a los cuerpos celestes, a su
imitaci'n y a la ad#uisici'n de sus atributos. Estudi' sus cualidades y encontr' #ue eran de tres
clases/ primera, las #ue les pertenecen por relaci'n a las cosas e-istentes ba5o ellos en el mundo de
la generaci'n y de la corrupci'n, a saber, el calor #ue les comunican per se y el fr$o #ue les
transmiten per accidens, la luz, la rarefacci'n, la condensaci'n y todas las otras cosas #ue producen
en el mundo, con las cuales ad#uieren aptitud para la emanaci'n de las formas espirituales, #ue
toman del )gente de e-istencia necesaria. segunda, cualidades #ue les ataen por su esencia, como
la transparencia, el resplandor, la aparente falta de suciedad y de cual#uier inmundicia y el
mo%imiento circular/ en unos, alrededor de su centro &rotaci'n(, en otros, alrededor del centro de
otros astros &traslaci'n(. y tercera, las #ue tienen por relaci'n al Ser de e-istencia necesaria, como la
%isi'n intuiti%a perpetua, el no apartarse de =l, amarlo, gobernarse seg:n sus 5uicios, humillarse en
el cumplimiento de su %oluntad, no mo%erse sino seg:n su deseo y ba5o su poder. *ayy puso todo
su esfuerzo en alcanzar la asimilaci'n a estas tres clases de cualidades.
)ayy procura e1ercer en los minerales$ plantas y animales la misma accin beneficiosa +ue los
cuerpos celestes
;or lo #ue toca a la primera clase, trat' de aseme5arse a &los cuerpos celestes(, oblig,ndose a no %er
un animal o una planta #ue tu%iese alguna necesidad, obst,culo, desgracia o calamidad, #ue !l
pudiera e%itar, sin hacerlas desaparecer. 2uando hallaba una planta sin luz por cual#uier causa, o
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adherida con otra #ue le per5udicaba, o hasta tal punto seca #ue pudiese perecer, #uit,bale el
obst,culo, si le era posible, separaba de ella la planta daina, con cuidado de no estropearla y
reg,ndola cuando pod$a. Si su %ista se posaba sobre un animal acosado por una fiera, ca$do en un
lazo, #ue se hab$a cla%ado una espina, o #ue se le hab$a introducido en el o5o o en el o$do alguna
cosa per5udicial, o atormentado por la sed o el hambre, *ayy se esforzaba por apartar de !l todo
ello, y darle de comer y de beber. )l %er el agua, corriendo para regar las plantas o para abre%ar a
los animales, detenida por un obst,culo, bien fuera una piedra #ue cayese en ella, bien un di#ue, !l
desembarazaba su camino.
6 no de5' de ocuparse en esta clase de asimilaci'n, hasta #ue alcanz' en ella la meta.
*ayy procura imitar con su limpieza el resplandor de los cuerpos celestes, y hacer, como ellos, un
mo%imiento circular
;or lo #ue toca a la segunda clase, trat' de aseme5arse a los &cuerpos celestes(, oblig,ndose a un
continuo aseo, a #uitar la suciedad y la inmundicia de su cuerpo, a la%arse con agua lo m,s
frecuentemente posible, a limpiar sus uas, sus dientes y las partes pudendas de su cuerpo, a
perfumarse, en cuanto pudiera, con hierbas olorosas y con di%ersas pomadas arom,ticas, a
preocuparse de hacer otro tanto con sus %estidos, hasta #ue todo !l resplandeciese de hermosura, de
limpieza y de buen olor. Tunto con esto se impuso di%ersas maneras de mo%imiento circular/ unas
%eces daba la %uelta a la isla, recorriendo sus playas y bordeando sus l$mites. otras, lo hac$a
alrededor de su choza o de alguna roca, un n:mero determinado de %eces, bien andando, bien
saltando con paso gimn,stico. y otras, daba %ueltas alrededor de s$ mismo, hasta #ue se des%anec$a.
Lntenta aseme5arse al ser necesario, abstray!ndose totalmente de la %ida material y recurriendo al
mo%imiento de rotaci'n hasta des%anecerse
;or lo #ue toca a la tercera clase, se aseme5aba &a los cuerpos celestes( oblig,ndose a refle-ionar
sobre el Ser necesario apart,ndose de las cosas sensibles, cerrando los o5os, tap,ndose los o$dos,
luchando en!rgicamente contra las seducciones de la imaginaci'n y deseando con toda su fuerza no
pensar en otra cosa #ue en =l, ni asociarle con el pensamiento ning:n otro ob5eto. ;ara esto recurr$a
al mo%imiento de rotaci'n sobre s$ mismo, e-cit,ndose en &acelerar( lo. cuando llegaba a ser muy
%ertiginoso, se le des%anec$an las cosas sensibles, debilit,basele la imaginaci'n y las dem,s
facultades #ue necesitan de 'rganos corp'reos, fortaleci!ndose, en cambio, la acci'n de su esencia
#ue est, libre del cuerpo. y en algunos instantes su entendimiento #uedaba puro de toda mezcla y
obten$a la %isi'n intuiti%a del Ser necesario. Fuego, actuaban sobre !l de nue%o las facultades
corp'reas y le corromp$an a#uel estado 0conduci!ndolo al grado m,s ba5o3 y %ol%i!ndolo a su
situaci'n anterior. Si sent$a debilidad, #ue le impidiese cumplir su deseo, se procuraba alg:n
alimento, en las condiciones ya citadas. Fuego tornaba a su ocupaci'n de asimilarse a los cuerpos
celestes, seg:n las tres maneras arriba dichas, y se ocupaba en esto durante alg:n tiempo. luchaba
contra las facultades corp'reas y ellas contra !l. opon$aseles y se le opon$an. y en los momentos en
#ue lograba dominarlas y su pensamiento estaba puro de mezcla alguna, se le aparec$a el fulgor de
un estado, propio de los #ue alcanzan la tercera asimilaci'n.
3eflexiones de )ayy acerca de los atributos positivos y ne*ativos del ser necesario
;:sose luego a buscar !sta y a traba5ar por alcanzarla. Eefle-ion' sobre los atributos del Ser
necesario. 6a en sus especulaciones te'ricas, antes de ponerlas en pr,ctica, se hab$a cerciorado de
#ue estos atributos son de dos clases/ positi%os, como la ciencia, el poder, la sabidur$a. y negati%os,
como la e-enci'n de las cualidades, atributos y accidentes de la corporeidad. Fos atributos positi%os
e-igen esta e-enci'n, de modo #ue en ellos no e-iste ninguna de las cualidades de los cuerpos, entre
las #ue se cuenta la multiplicidad. por tanto, su esencia no se multiplica por estos atributos
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positi%os, sino #ue, al contrario, todos se reducen a una sola noci'n, #ue es la realidad de su
esencia. Entonces se puso a buscar el modo de aseme5arse a =l, en cada una de estas dos clases.
;or lo #ue toca a los atributos positi%os, sabiendo #ue todos ellos se reducen a la realidad de su
esencia y #ue en ellos no hay multiplicidad ba5o ning:n aspecto, puesto #ue !sta es atributo de los
cuerpos, y sabiendo #ue el conocimiento #ue =l tiene de su esencia es su esencia misma, se
con%enci' de #ue si le era posible conocer la esencia di%ina, este conocimiento, por el cual llegase a
ella, no ser$a una noci'n sobreaadida a la esencia de Dios, sino #ue ser$a =l mismo. 7io, pues, #ue
la asimilaci'n a =l en los atributos positi%os consist$a en no conocer m,s #ue s'lo a =l, sin asociarle
ning:n atributo de los cuerpos, y a ello se dedic'.
+rata de eliminar de su propia esencia los atributos de la corporeidad, por medio del reposo y de la
inmo%ilidad y del pensamiento en el ser necesario, solo, sin asociarle nada
;or lo #ue toca a los atributos negati%os, todos se reducen a la e-enci'n de la corporeidad. Dedicose
a eliminar de su propia esencia los atributos de la corporeidad. 6a hab$a separado de ella muchos, en
su e5ercicio anterior, por el #ue trataba de asimilarse a los cuerpos celestes. pero a:n le #uedaban
bastantes, como el mo%imiento circular pues el mo%imiento es el atributo m,s peculiar de los
cuerpos". como el cuidado #ue ten$a de los animales y las plantas, la compasi'n #ue sent$a por ellos
y la preocupaci'n de #uitarles los obst,culos, pues todas estas cosas son tambi!n atributos
corp'reos, ya #ue de primera intenci'n no los %e$a sino por medio de una facultad corporal, y
despu!s, por medio de una facultad tambi!n corporal, se ocupaba de ellos. Se dedic' a eliminar de
su alma todos estos atributos, puesto #ue ninguno de ellos con%en$a al estado a #ue aspiraba/
limit'se a reposar &inm'%il( en el fondo de su cue%a, con la cabeza ba5a, los o5os cerrados, abstra$do
de las cosas sensibles y de las facultades corp'reas, concentradas todas sus preocupaciones y
pensamientos s'lo en el Ser necesario, sin asociarle nada. 6 cuando a su imaginaci'n se le
representaba la especie de cual#uier ob5eto, con toda su fuerza la apartaba y la rechazaba de s$.
) tal e5ercicio se aplic' cuidadosamente durante largo tiempo. En algunas ocasiones pas' %arios
d$as sin comer y sin mo%erse. 6 a %eces en los momentos m,s culminantes de esta lucha, se
borraban de su recuerdo y de su pensamiento todas las cosas, e-cepto su misma esencia, pues !sta
no escapaba a su percepci'n en el momento en #ue se abismaba en la %isi'n intuiti%a del Ser, de la
7erdad, del 8ecesario. ello le aflig$a, pues #ue le daba a entender #ue a:n conser%aba una mezcla
en la %isi'n intuiti%a pura y una asociaci'n en el acto de contemplar.
)ayy alcanza la visin intuitiva del ser necesario
8o de5' de buscar la inconsciencia de su yo y la pureza en la intuici'n de la 7erdad, hasta
conseguirlo/ de su recuerdo y de su pensamiento se borraron los cielos, la tierra y lo #ue entre ellos
e-iste, todas las formas espirituales, las facultades corporales, las facultades separadas de la materia
#ue son las esencias #ue conocen al Ser", y hasta su misma esencia desapareci' con todas estas
cosas. +odo se des%aneci', se disip' 0como pol%illos a%entados3, y s'lo #ued' el Cno la 7erdad, el
Ser eterno, el #ue ha dicho con su palabra #ue no es cosa alguna sobreaadida a su esencia/ 0K)
#ui!n pertenece hoy la soberan$aO ) Dios Unico e Lrresistible3. 2omprendi' sus palabras y no le
impidi' comprenderlas ni su ignorancia del lengua5e, ni su incapacidad de hablar. abismose en
a#uel estado y %io intuiti%amente lo #ue 0ning:n o5o ha %isto, lo #ue ninguna ore5a ha o$do, lo #ue
5am,s se ha presentado al coraz'n de un mortal3.
!l autor del libro anuncia una explicacin ale*rica del 8estado9 +ue )ayy alcanz
8o aficiones, hermano, tu coraz'n a describir una cosa 0#ue no se ha presentado 5am,s al coraz'n
de un mortal3. por#ue si muchas cosas de las #ue se presentan a los corazones humanos son
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dif$ciles de describir, K#u! ha de suceder con la #ue no tiene camino para present,rsele, #ue no es
del mundo ni de la categor$a misma del coraz'nO
;or la palabra coraz'n no entiendo el 'rgano corp'reo as$ llamado, ni el esp$ritu #ue est, alo5ado en
su ca%idad, sino #ue entiendo la forma de este esp$ritu, la cual, por medio de sus facultades, se
e-tiende por todo el cuerpo del hombre. 2iertamente #ue cada una de estas tres realidades lle%a el
nombre de coraz'n. pero no hay medio de #ue tal cosa &el !-tasis( se represente por ninguna de
ellas. 6 como no puede e-plicarse sino a#uello #ue por alguna de ellas se represente, resulta #ue
#uien pretenda e-plicar tal estado, pretende un imposible/ es como si uno deseara gustar los colores,
en cuanto colores, o pretendiese #ue lo negro, por e5emplo, es dulce o agrio.
) pesar de lo cual, no te de5aremos sin algunas indicaciones para e-plicarte las mara%illas #ue *ayy
%io intuiti%amente en este estado. pero tan s'lo en forma aleg'rica, no llamando a la puerta de la
realidad, pues no hay otro camino para llegar a la certeza de lo #ue es este estado, sino
alcanz,ndolo. Escucha, pues, ahora con los o$dos de tu coraz'n y f$5ate con los o5os de tu
inteligencia en lo #ue te %oy a indicar, pues tal %ez encontrar,s en ello una gu$a para el camino real.
Fa :nica condici'n #ue te pongo es #ue no me pidas por ahora una e-plicaci'n de %i%a %oz, m,s
amplia #ue la #ue conf$o a estas p,ginas, por#ue el camino es estrecho y resulta peligroso el
e-plicar por medio de palabras una cosa inefable por su naturaleza.
)ayy$ en su visin$ pierde la nocin de su esencia y de las dems esencias separadas$ y lle*a a
pensar +ue l es la misma esencia divina
+e dir! #ue, luego de haber perdido *ayy la noci'n de su propia esencia y de todas las otras
esencias, no %iendo en la e-istencia m,s #ue al Cno, al Lnmutable, tras de %er intuiti%amente lo #ue
%io y %ol%er de nue%o a %er las cosas distintas de Dios al despertar de a#uel estado seme5ante a la
embriaguez, %$nole a la mente la idea de #ue !l no ten$a esencia #ue le distinguiese de la 7erdad.
#ue la realidad de su esencia era la esencia de la 7erdad. #ue la cosa #ue !l primeramente ser su
esencia, distinta de la de la 7erdad, no era nada realmente, pues nada e-ist$a fuera de la esencia de
la 7erdad. Suced$a con esto lo #ue con la luz del sol, #ue cae sobre los cuerpos opacos y se %e
aparecer en ellos/ aun#ue se atribuye al cuerpo en el #ue aparece, no es en realidad nada distinto de
la luz del sol. si el cuerpo desaparece, su luz tambi!n, pero la del sol #ueda $ntegra, no se disminuye
con la presencia de este cuerpo, ni se aumenta con su ausencia. cuando aparece un cuerpo apto para
refle5ar la luz, la refle5a, y si tal cuerpo falta, falta esta refle-i'n y no tiene e-istencia.
Se afianz' *ayy en esta idea, considerando #ue antes se le hab$a e%idenciado #ue la esencia de la
7erdad poderosa es y grande!" no se multiplica por ning:n respecto, y #ue el conocimiento #ue
Dios tiene de su esencia es su esencia misma. de a#u$ infer$a necesariamente #ue #uien consigue
poseer el conocimiento de la esencia di%ina, posee la esencia di%ina. pero !l hab$a logrado el
conocimiento, luego !l pose$a la esencia. Mas esta esencia di%ina se identifica con su misma
posesi'n, y su posesi'n misma es la esencia. luego !l era la misma esencia di%ina. Lgual le suced$a
con todas las esencias separadas de la materia, #ue conocen esta esencia %erdadera, las cuales antes
le parec$an m:ltiples, y ahora, mediante esta opini'n, le resultaban una sola cosa.
Naturaleza de las esencias separadas$ +ue conocen la verdad
+al %ez este e#u$%oco se hubiera consolidado en su esp$ritu, si Dios no hubiera tenido misericordia
de !l y no lo hubiera guiado ordenadamente. Entonces comprendi' #ue la falsa idea se le suscitaba
por un resto de la tenebrosidad del cuerpo y de las impurezas de las cosas sensibles, pues las ideas
de mucho y poco, de uno y unidad, de pluralidad, reuni'n y separaci'n, son todas atributos de los
cuerpos, y estas esencias separadas, #ue conocen la esencia de la 7erdad honrada y ensalzada
sea!", por su e-enci'n de la materia, no puede decirse #ue sean muchas o una, por#ue la pluralidad
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nace :nicamente de la mutua distinci'n entre las esencias, as$ como la unidad no e-iste sino por la
uni'n. y ninguna de estas cosas se concibe, sal%o en las ideas compuestas, re%estidas de materia.
;ero las e-plicaciones a#u$ son muy dif$ciles. por#ue si hablas de las esencias separadas, ba5o la
forma de pluralidad, como hablamos ahora, esto supone #ue e-iste en ellas una idea de
multiplicidad, siendo as$ #ue no la tienen. y si hablas ba5o la forma de singularidad, ello hace pensar
en la idea de unidad, #ue es &tambi!n( imposible #ue tengan.
4b5eci'n, basada en la confusi'n de lo uno y de lo m:ltiple, a #ue se llega considerando el estado
de *ayy, y se resuel%e teniendo en cuenta #ue la 0manera3 m$stica es diferente de la facultad l'gica
ordinaria
Me parece %er le%antarse a#u$ un murci!lago de esos a #uienes el sol nubla los o5os, debati!ndose
ba5o las cadenas de su tenebrosa ignorancia, para decir/
02iertamente tu sutileza a%anza tanto #ue se aparta de lo natural en los hombres dotados de raz'n, y
rechaza la autoridad de ella. por#ue un decreto de la raz'n es #ue la cosa o es una o es m:ltiple3.
Modere su ardor, sua%ice la aspereza de su lengua5e, desconf$e de s$ mismo e instr:yase, estudiando
en el mundo sensible y %il, de cuyas capas forma parte, as$ como lo hizo *ayy ibn 6a#zan, cuando,
consider,ndolo desde un aspecto, lo encontraba m:ltiple con una multiplicidad inacabable y sin
l$mites, y mir,ndolo desde otro aspecto, lo hallaba uno, y #uedaba dudando en esta cuesti'n, sin
poder resol%erla en un sentido con preferencia a otro. )hora bien, el mundo sensible es el lugar de
origen de la pluralidad y de la unicidad. en !l se comprende la realidad de estas dos ideas. en !l se
hallan la separaci'n y la uni'n, la agregaci'n y la distinci'n, la coincidencia y la discrepancia. K#u!
hab$a, pues, de pensar del mundo di%ino, respecto del cual no se dice todo ni parte, ni se puede
hablar con palabras usuales, sin suponer ya en !l algo contrario a su realidad. #ue no lo conoce, sino
a#uel #ue lo ha %isto intuiti%amente. #ue s'lo tiene idea e-acta de su realidad a#uel #ue ha
conseguido alcanzarlaO Eespecto de su frase/ 0*asta se aparta de lo natural en los hombres dotados
de raz'n y rechaza la autoridad de ella3, estamos conformes con !l y le de5amos con su raz'n y sus
hombres razonadores. ;or#ue la raz'n, a #ue !l y sus secuaces #uieren aludir, no es m,s #ue la
facultad l'gica #ue e-amina los seres sensibles indi%iduales, para abstraer de ellos la idea uni%ersal.
y los hombres razonadores, seg:n ellos, son los #ue especulan siguiendo este m!todo. mientras #ue
la manera de #ue nosotros hablamos est, sobre todo esto. Jue cierre, pues, sus o$dos a#uel #ue s'lo
conoce las cosas sensibles y sus uni%ersales, y #ue %uel%a a reunirse con sus cong!neres, los cuales
0conocen las apariencias de la %ida de a#u$ aba5o, y, en cambio, de la otra %ida, no se preocupan3.
4isin por )ayy de la esfera suprema
Si eres de los #ue se satisfacen con este g!nero de alusiones e indicaciones respecto de lo tocante al
mundo di%ino, y no das a nuestras palabras la acepci'n #ue les atribuye el uso corriente, te diremos
alguna cosa m,s de lo #ue %io *ayy ibn 6a#zan en la morada, anteriormente citada, de los #ue
poseen la sinceridad.
Despu!s del abismamiento absoluto, del completo ani#uilamiento &de s$ mismo( y de la realidad de
la uni'n, contempl' intuiti%amente la esfera suprema, la cual no es cuerpo, y %io #ue era una
esencia e-enta de materia, #ue no es la esencia del Cno, de la 7erdad, ni es la esfera misma, ni algo
distinto de estos dos entes, sino #ue es como la imagen del sol, refle5ada en un espe5o pulimentado/
esta imagen no es el sol, ni es el espe5o, ni es algo distinto de estas dos cosas. 7io #ue la esencia de
esta esfera, esencia separada, ten$a una perfecci'n, un resplandor y una belleza demasiado grandes
para #ue las pueda describir la lengua humana, y demasiado sutiles para re%estir la forma de letras o
;,gina BA de @A
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sonidos. 6 la %io en el colmo del placer, de la alegr$a, de la felicidad y del contento, causados por la
contemplaci'n intuiti%a de la esencia de la 7erdad ensalzada sea su ma5estad!".
4isin por )ayy de la esfera de las estrellas fi1as: smil de los espe1os +ue van refle1ando luces
7io tambi!n #ue la esfera siguiente, o sea, la de las estrellas fi5as, ten$a una esencia asimismo e-enta
de materia, #ue no era la esencia del Cno, de la 7erdad, ni la esencia separada, propia de la esfera
suprema, ni la segunda esfera misma, ni algo distinto a ellas, sino #ue era como la imagen del sol
#ue se refle5a en un espe5o, #ue recibe esta imagen por refle-i'n de otro, puesto frente al sol.
7io tambi!n #ue esta esencia ten$a un resplandor, una belleza y un placer seme5antes a los #ue hab$a
%isto #ue pose$a la esfera suprema. 7io asimismo #ue la esfera siguiente, o sea la de Saturno, ten$a
una esencia separada de la materia, #ue no era ninguna de las esencias #ue hab$a %isto antes, ni
tampoco algo distinto a ellas, sino #ue %en$a a ser como la imagen del sol refle5ada en un espe5o,
#ue la refle5e de otro &segundo(, el cual la refle5e a su %ez de un &tercero( puesto frente al sol. 7io
#ue esta esencia ten$a tambi!n un esplendor y un placer seme5antes a los de las anteriores.
7io, sucesi%amente, #ue cada esfera pose$a una esencia separada, e-enta de materia, #ue no era
ninguna de las esferas precedentes, ni tampoco algo distinto de ellas, sino como la imagen del sol,
refle5ada de espe5o en espe5o, siguiendo el orden mismo en #ue est,n ordenadas las esferas. y %io
#ue cada una de estas esencias ten$a una belleza, un esplendor, un placer y una alegr$a 0#ue ning:n
o5o %io, ni ning:n o$do oy', ni 5am,s se han presentado al coraz'n de un mortal3.
4isin por )ayy de la esfera de la ,una
>inalmente, lleg' en sus refle-iones al mundo de la generaci'n y de la corrupci'n, compuesto por
todo lo #ue hay dentro de la esfera de la luna, y %io #ue ten$a una esencia e-enta de materia, #ue no
era ninguna de las #ue antes hab$a %isto, ni tampoco cosa distinta de ellas. #ue esta esencia &el alma
uni%ersal( tiene setenta mil caras, cada cara con setenta mil bocas, cada boca con setenta mil
lenguas, #ue alaban, bendicen y glorifican sin tregua a la esencia del Cno, de la 7erdad. 7io #ue
esta esencia, en la cual se supone la pluralidad sin #ue ella sea m:ltiple, tiene una perfecci'n y un
placer seme5antes a los #ue hab$a %isto en las esencias precedentes. y #ue es como la imagen del sol
refle5,ndose en un agua tr!mula, #ue a su %ez refle5e la imagen tomada de un espe5o, #ue recibe la
:ltima refle-i'n, seg:n el orden ya citado, del espe5o puesto frente al sol mismo.
4isin por )ayy de su propia esencia
Despu!s %io #ue !l, el propio *ayy, ten$a una esencia separada. Si fuera posible di%idir en partes la
esencia de las setenta mil caras &del alma uni%ersal(, podr$a pensarse #ue esta esencia &suya,
separada( era una de a#uellas partes. y si no fuese por#ue ha sido producida despu!s de no e-istir,
tambi!n podr$a decirse #ue era la misma &esencia de las setenta mil caras, o alma uni%ersal(. y si
esta esencia &suya( no hubiese sido indi%idualizada por su cuerpo, al tiempo de su producci'n,
cabr$a suponer #ue no fue producida.
,as ms excelsas visiones de )ayy
7io en este mismo plano esencias, seme5antes a la suya, de cuerpos #ue fueron y despu!s se
disiparon, y de otros #ue, como !l, permanec$an en la e-istencia. %io #ue estas esencias son
infinitas, si es l$cito denominarlas como %arias, o #ue son todas una sola, si se puede hablar as$. 7io
#ue su propia esencia y estas otras #ue estaban en su mismo plano ten$an una hermosura, un
esplendor, un placer sin l$mites, #ue 0ni el o5o %io, ni el o$do oy', ni se ha presentado 5am,s al
coraz'n de un mortal3, ni las pueden describir los #ue saben describir, ni las pueden comprender
sino los #ue &las( conocen por haber alcanzado &el !-tasis(.
;,gina @R de @A
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7io muchas esencias separadas de la materia, #ue eran como espe5os empaados, cubiertos de
inmundicia, #ue, adem,s, estaban de espaldas a los otros pulimentados, en los #ue se refle5a la
imagen del sol, y apartaban de ellos sus caras. 7io en estas esencias una fealdad y una imperfecci'n
#ue nunca hab$a pensado. %io #ue, sumidas en dolores sin fin, en angustias incesantes, eran
circundadas por un torbellino de tormentos, #uemadas por el fuego del %elo de la separaci'n y como
aserradas alternati%amente por las sierras de la repulsi'n y la atracci'n.
7io a#u$, a m,s de estas esencias atormentadas, otras #ue aparec$an y luego se disipaban, #ue se
formaban y luego se deshac$an. Se fi5' en ellas y las obser%' atentamente 0y %io una gran agitaci'n,
una cosa enorme caos", un plan creador incesante, un decretar eficaz, la adecuaci'n :ltima de la
materia org,nica, el soplo di%ino emitiendo el esp$ritu, la emanaci'n de !ste uni!ndose al cuerpo y
la metempsicosis3.
)ayy sale del xtasis
;oco tiempo estu%o sin recobrar sus sentidos. despert' de a#uel estado, #ue era seme5ante al
des%anecimiento, desliz' su pie de esta mansi'n, se le apareci' el mundo sensible y se borr' de su
%ista el di%ino. pues no es posible la reuni'n de los dos en un solo estado. El mundo de a#u$ aba5o y
el otro mundo son como dos coesposas/ si se satisface a una, se irrita la otra.
8aturaleza de las esencias di%inas y de las almas soberanas, #ue no pueden conocerse aplicando el
criterio l'gico
)caso, hermano, digas/ 0Eesulta de lo #ue has contado respecto de esta %isi'n #ue las esencias
separadas, si pertenecen a un cuerpo eterno e incorruptible, como las esferas, son tambi!n eternas. y
si pertenecen a un cuerpo corruptible, como los animales racionales, se corrompen tambi!n ellas,
desaparecen y se ani#uilan, seg:n la comparaci'n de los espe5os reflectores. por#ue la imagen no
subsiste, sino en cuanto #ue subsiste el espe5o, y si este se corrompe, a#uella se corromper, con
toda seguridad y se disipar,3. 6 yo te respondo/
02u,n pronto has ol%idado el pacto, apart,ndote de lo con%enido! K)caso no te hemos dicho antes
#ue a#u$ el campo de la interpretaci'n es estrecho y #ue las palabras suponen siempre algo distinto
de la realidadO3.
0Esto #ue t: has ob5etado, s'lo tiene su origen en #ue pusiste al ob5eto #ue se compara y al
comparado ba5o una misma ley en todos los aspectos, cosa #ue no con%iene hacer en ning:n g!nero
de discusi'n usual, cuanto menos a#u$. El sol, la luz, su imagen, su figura y los espe5os e im,genes
#ue en ellos resultan son todos cosas inseparables de los cuerpos, y #ue no subsisten m,s #ue en
ellos y por ellos, necesitando de ellos para e-istir y desapareciendo cuando les faltan.
;or el contrario, las esencias di%inas y las almas soberanas est,n todas e-entas de la corporeidad y
de sus accidentes y completamente libres de los cuerpos, sin ne-o ni relaci'n alguna con ellos,
si!ndoles, por tanto, indiferente la desaparici'n o la permanencia, la e-istencia o el ani#uilamiento
de los cuerpos. S'lo tienen uni'n y relaci'n con la esencia del Cno, de la 7erdad, del Ser necesario,
#ue es la primera de ellas, su principio, la causa #ue las hace e-istir, #ue les da la duraci'n y les
comunica la permanencia y la eternidad. 8o tienen estas esencias necesidad de los cuerpos. son
ellos #uienes las precisan. si se ani#uilaran, suceder$a lo propio a los cuerpos, por#ue ellas son sus
principios. Fo mismo ocurrir$a si fuera posible #ue se ani#uilase la esencia del Cno, de la 7erdad
no hay m,s Dios #ue =l!, ensalzado y glorificado sea!"/
;,gina @Q de @A
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de5ar$an de e-istir las esencias a #ue nos referimos, los cuerpos y el mundo sensible en su totalidad,
no #uedando ser alguno, por#ue todas las cosas est,n en relaci'n unas con otras. 6 aun#ue el
mundo sensible siga al di%ino como si fuera su sombra, y !ste, por ser independiente, pueda pasarse
sin a#u!l, no es l$cito, sin embargo, suponer su no9e-istencia, por#ue !l sigue al mundo di%ino, y su
corrupci'n s'lo indica un cambio, pero de ninguna manera la no9e-istencia en absoluto. De esto
habla el Fibro Santo en el lugar #ue dice #ue 0las montaas ser,n le%antadas %iolentamente3, 0y
%endr,n a ser como %ellones de lana3, 0y los hombres como mariposas3, #ue 0el sol y la luna ser,n
en%ueltos en las tinieblas3, 0y #ue los mares se e-tender,n3 0en el d$a #ue la tierra se cambie en
otra cosa distinta de la tierra y &lo mismo( los cielos3.
Esto es todo lo #ue te puedo decir ahora, hermano, de lo #ue %io *ayy ibn 6a#zan en esta estaci'n
noble. 8o pidas &#ue te e-pli#ue( m,s por medio de palabras, por#ue esto es casi imposible.
)ayy se esfuerza en conse*uir el xtasis de modo .abitual
;or lo #ue toca al fin de su historia, te la dar! a continuaci'n. 2uando %ol%i' al mundo sensible,
despu!s de la e-cursi'n realizada, sinti' fastidio de los cuidados de la %ida mundana, aument,ndose
en cambio su deseo de la futura, y puso empeo en %ol%er a alcanzar otra %ez a#uel estado, por los
mismos medios #ue primeramente empleara. alcanz'le con menos esfuerzo #ue la %ez primera y en
!l permaneci' m,s tiempo. despu!s, %ol%i' al mundo sensible. Fuego, se preocup' de alcanzar de
nue%o a#uel estado, logr,ndolo ya con m,s facilidad #ue las dos primeras %eces y durante m,s largo
tiempo. ;rosigui' as$ en la consecuci'n de tal estado, cada %ez con m,s facilidad y duraci'n, hasta
llegar ya a alcanzarlo siempre #ue era su %oluntad. ;ermanec$a en este estado y sin apartarse de !l,
m,s #ue por las necesidades de su cuerpo, reducidas ya a la menor cantidad posible para la %ida. )
la %ez, deseaba #ue Dios honrado y ensalzado sea!" lo separase del todo de su cuerpo #ue le
solicitaba a abandonar a#uel estado", a fin de entregarse de continuo a sus delicias y librarse del
dolor #ue sufr$a en el momento de abandonarlo, por atender a sus necesidades corporales.
De esta manera continu', hasta pasar los siete septenarios de su e-istencia, o sea, los cincuenta aos
de su edad. Entonces fue cuando entabl' amistad con )sal. Fa historia de sus relaciones con !ste es
la #ue con la %oluntad de Dios te %amos a contar.
)istoria de Asal y -alaman
2uentan #ue en una isla cercana a a#uella en donde naci' *ayy ibn 6a#zan, seg:n una de las dos
%ersiones relati%as a su origen, hab$ase introducido una de las religiones %erdaderas, deri%adas de
uno de los antiguos profetas las bendiciones de Dios sean sobre ellos!". Era una religi'n #ue
e-presaba todos los seres reales por medio de alegor$as #ue daban las im,genes de estas cosas reales
y #ue fi5aban as$ en las almas humanas sus significaciones, como es costumbre en el lengua5e
destinado al %ulgo. 8o ces' esta religi'n de e-tenderse por a#uella isla, de fortalecerse y de
manifestarse, hasta #ue su rey la abraz' e impuls' a la gente a #ue la adoptara.
Di%ersos criterios de )sal y de Salaman en punto a religi'n/ a#u!l partidario del retiro. !ste, de la
%ida social
7i%$an all$ dos 5'%enes %irtuosos y amantes del bien, llamados el uno )sal y el otro Salaman. )l
conocer esta religi'n, la adoptaron de buen grado, dedic,ndose a cumplir todas sus leyes y
aplic,ndose obser%ar todas sus pr,cticas, para lo cual %i%$an 5untos. )lgunas %eces se esforzaban
por conocer el alcance de las palabras de esta religi'n #ue tratan de Dios honrado y ensalzado
sea!" y de sus ,ngeles, de la descripci'n de la resurrecci'n y de los premios y castigos de la %ida
futura. De ambos, )sal era muy sagaz para penetrar en el sentido $ntimo de las cosas, muy propenso
a adi%inar lo esot!rico de las ideas espirituales y partidario de la interpretaci'n aleg'rica. Salaman,
;,gina @? de @A
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al re%!s, prefer$a el sentido e-terior, absteni!ndose de la interpretaci'n, del libre e-amen y de la
especulaci'n. )mbos eran, no obstante, celosos en el cumplimiento de las pr,cticas e-teriores, en el
e-amen de conciencia y en la lucha contra las pasiones. +en$a esta religi'n m,-imas #ue in%itaban
al retiro y a la soledad, dando a entender #ue en !sta se hallan la felicidad y la sal%aci'n, y otras #ue
in%itaban al trato y sociedad con los hombres. )sal se dedic' a buscar el retiro, prefiriendo las
m,-imas #ue trataban de !l, por#ue por naturaleza tend$a a una continua meditaci'n y a la busca de
interpretaciones y de sentidos m$sticos de las ideas. y esperaba alcanzar en la soledad muchas de
estas cosas.
Salaman, por el contrario, inclin,ndose a las m,-imas #ue 5uzgan preferible el trato social, buscaba
la compa$a de los hombres, por su natural apat$a hacia la meditaci'n y el libre e-amen. seg:n su
opini'n, la %ida mundana permit$a adem,s f,cilmente apartar las tentaciones, ale5ar los malos
pensamientos y librarse de las sugestiones de los demonios. +al di%ergencia de criterio fue causa de
#ue ambos se separasen.
Asal se retira a la isla donde )ayy viva
)sal hab$a o$do hablar de la isla en #ue se dice #ue hab$a sido formado *ayy ibn 6a#zan. sab$a de
su fertilidad, sus productos, su clima templado, y esperaba #ue la soledad en esta isla lo lle%ar$a a la
satisfacci'n de su deseo. Decidi'se, pues, a trasladarse a ella y a %i%ir all$ ale5ado de la gente.
Eeuni' todos sus bienes, al#uil' con parte de ellos un na%$o #ue lo lle%ase a a#uel para5e, y el resto
lo reparti' a los pobres. despidi'se de su compaero, y surc' las olas del mar. Fos marineros lo
lle%aron a la isla, de5,ndole en la playa, y partieron. Jued' all$ )sal, adorando a Dios honrado y
ensalzado sea!", e-alt,ndolo, santific,ndolo, meditando sobre sus santos nombres y acerca de sus
atributos e-celsos, sin #ue nada le interrumpiese el pensamiento, ni le turbase la meditaci'n.
2uando ten$a necesidad de alimentarse, com$a frutas de la isla o algo de caza, para satisfacer el
hambre. De esta manera pas' alg:n tiempo en la m,s completa felicidad y en la mayor intimidad
con su Seor. en cada d$a se le mostraban sus beneficios, sus dones, sus regalos, y c'mo le
facilitaba la satisfacci'n de sus necesidades y su sustento, todo lo cual contribu$a a fortalecer su
%i%a fe y a consolar su coraz'n.
En este tiempo, *ayy ibn 6a#zan estaba completamente abismado en sus !-tasis sublimes y no
abandonaba su cue%a m,s #ue una %ez a la semana para tomar el alimento #ue se le presentaba. ;or
esta raz'n, no lo descubri' )sal desde el primer momento. al contrario, hab$a dado la %uelta a las
playas de la isla y recorrido sus comarcas, sin %er hombre alguno ni descubrir sus huellas. 2on esto
se aument' su alegr$a, ensanch,ndosele el coraz'n, puesto #ue se hab$a decidido a llegar al :ltimo
e-tremo en busca del retiro y de la soledad.
!ncuentro de Asal con )ayy &bn :a+zan
)l fin ocurri', en cierta ocasi'n, #ue sali' *ayy ibn 6a#zan a buscar su comida por el mismo sitio a
#ue )sal se hab$a dirigido, y ambos se %ieron. )sal no tu%o duda de #ue *ayy era un asceta
solitario, %enido a esta isla para buscar el retiro como !l. temi' #ue al abordarlo y trabar
conocimiento con !l fuese causa de turbaci'n en su propio estado y obst,culo para la realizaci'n de
sus deseos.
*ayy ibn 6a#zan no supo #u! era a#uello, puesto #ue no %e$a en !l la forma de ninguno de los
animales #ue hab$a %isto hasta a#uel momento/ %est$a )sal una t:nica negra de pelo y de lana. *ayy
crey' #ue era piel natural, y se #ued' contempl,ndolo muy admirado. 7ol%i'se )sal y huy',
temeroso de distraer al supuesto asceta en su meditaci'n. y *ayy ibn 6a#zan sigui' sus pasos, por
su tendencia natural a e-aminar las realidades de las cosas. 2uando %io *ayy #ue hu$a %elozmente,
se #ued' rezagado y se ocult'. )sal enga'se, sospechando #ue se hab$a apartado de !l y ale5ado de
;,gina @B de @A
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a#uellos lugares. entreg'se, pues, de nue%o a la oraci'n, a la lectura, a las in%ocaciones, a las
l,grimas, a las s:plicas y a los gemidos, hasta #ue ol%id' todo lo dem,s.
;ero *ayy ibn 6a#zan fue acerc,ndosele poco a poco, sin #ue )sal lo notara. apro-im'sele tanto,
#ue o$a sus lecturas y sus alabanzas a Dios y %e$a su humilde actitud y sus l,grimas. oy' una
hermosa %oz y unos sonidos articulados armoniosamente, cual no hab$a encontrado en ninguna
clase de animales. Se fi5' en la forma y l$neas de su aspecto y %io #ue eran iguales a las suyas,
cercior,ndose de #ue la t:nica #ue lle%aba no era una piel natural, sino un %estido hecho, como el
suyo propio. )l %er su compunci'n, sus s:plicas y sus l,grimas, no dud' #ue era una de las esencias
#ue conocen la 7erdad. Sinti' afecto por !l y #uiso saber #u! ten$a y cu,l era la causa de su llanto y
de sus plegarias. Se acerc' m,s a !l, hasta #ue )sal lo sinti' y apret' a correr. *ayy ibn 6a#zan le
persigui', d,ndole alcance, gracias a la fuerza y a la capacidad, as$ intelectual como f$sica, con #ue
Dios lo hab$a dotado. lo agarr' y su5et' de modo #ue no pod$a escaparse. )l fi5arse )sal en !l y
%erlo %estido con pieles de animales recubiertas de pelo, con los cabellos tan largos #ue le cubr$an
gran parte del cuerpo, tan %eloz en la carrera y tan %aliente, le tom' miedo. empez' a suplicarle y a
rogarle, con palabras #ue *ayy ibn 6a#zan no comprend$a ni sab$a lo #ue eran, y en las cuales s'lo
distingu$a seales de una %iolenta emoci'n. Mostr'se afable con !l, mediante %oces #ue hab$a
aprendido de algunos animales. le pas' la mano por la cabeza y por los costados, lo acarici' y se le
mostr' con rostro alegre y contento, hasta #ue )sal perdi' el miedo, y %io #ue no intentaba nada
malo contra !l.
)sal da a *ayy a comer pro%isiones de las #ue guardaba del mundo, y esto le sir%e de obst,culo
para conseguir el !-tasis
)sal, de tiempo atr,s, por su afici'n a la ciencia de la interpretaci'n, hab$a aprendido muchas
lenguas, y era e-perto en ellas. se puso, pues, a hablar a *ayy ibn 6a#zan y a preguntarle por su
condici'n, en todos los idiomas #ue sab$a, tratando de hacerse entender, sin lograrlo. *ayy en todo
esto se admiraba de las palabras, sin saber lo #ue eran y sin %er otra cosa en ellas #ue alegr$a y
afabilidad. 2ada uno de ambos, pues, se admiraba del otro.
)sal guardaba restos de las pro%isiones, tra$das de la isla habitada, y se las ofreci' a *ayy, el cual
no supo lo #ue eran, por#ue nunca las hab$a %isto. 2omi' )sal y le indic' por seas #ue comiera.
pero *ayy pens' en las obligaciones #ue se hab$a impuesto respecto de la comida, y como no
conociese el origen de a#uello #ue se le presentaba, ni si le ser$a o no l$cito el tomarlo, se abstu%o
de comer. )sal sigui' rog,ndole e in%it,ndole, y como *ayy le hab$a tomado afici'n, temi'
afligirlo, si segu$a rehusando. tom', pues, por fin de a#uellas pro%isiones y comi'. ;ero una %ez #ue
las hubo probado, encontr,ndolas buenas, le pareci' mal lo #ue hab$a hecho, %iolando sus
compromisos respecto de las condiciones de la comida. arrepinti'se de su acto y #uiso separarse de
)sal, para dedicarse a su ocupaci'n de buscar la %uelta al !-tasis sublime.
8o alcanz' la %isi'n intuiti%a con celeridad, y entonces pens' en seguir con )sal en el mundo
sensible, hasta conocer la %erdadera condici'n de !ste y perderle todo afecto, despu!s de lo cual
%ol%er$a a su !-tasis sin #ue nadie ya le distra5era. Se impuso, pues, la compa$a de )sal. ) su %ez
!ste, %iendo #ue *ayy no hablaba, se tran#uiliz' respecto de los peligros a #ue su nue%o compaero
podr$a e-poner su de%oci'n. confi' en hacerle aprender el lengua5e, la ciencia y la religi'n, con lo
cual obtendr$a una gran recompensa y una gran apro-imaci'n a Dios.
Asal ense%a a )ayy a .ablar
2omenz' )sal a ensearle a hablar. ;rimero le mostraba los ob5etos, diciendo sus nombres. se los
repet$a y le hac$a reproducirlos. *ayy los pronunciaba tambi!n al mostr,rselos. as$ lleg' a ensearle
todos los nombres, y poco a poco consigui' #ue hablara, en un corto per$odo de tiempo.
;,gina @@ de @A
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)sal empez' entonces a preguntar a *ayy por su condici'n y por el lugar de donde hab$a %enido a
a#uella isla. !ste le hizo saber #ue ignoraba su principio, y no ten$a idea de padre ni de madre, fuera
de la gacela #ue lo hab$a criado. 6 le cont' todo lo #ue a !l se refer$a y c'mo hab$a aumentado
gradualmente sus conocimientos hasta llegar al grado de la uni'n &di%ina(.
)sal se mara%illa al saber #ue *ayy ha llegado, por la raz'n natural, a los m,s altos grados
espirituales #ue !l pensaba alcanzar por medio de la religi'n
2uando )sal le oy' describir estas realidades y esencias, separadas del mundo sensible,
conocedoras de la esencia de la 7erdad honrada y alabada sea!". cuando le oy' describir la esencia
de la 7erdad ensalzada y glorificada sea!" con sus santos atributos. cuando le oy' e-plicar, dentro
de lo posible, lo #ue %io en el grado de la uni'n di%ina, as$ de los placeres de los #ue lo han
alcanzado, como de los tormentos de los pri%ados de !l, no dud' de #ue todas las cosas contenidas
en su ley religiosa, respecto de Dios honrado y ensalzado sea!", de sus ,ngeles, de sus libros, de
sus profetas, del d$a del 5uicio final, de su gloria y de su infierno, eran s$mbolos de lo #ue hab$a
%isto intuiti%amente *ayy ibn 6a#zan. Se abrieron los o5os de su coraz'n, se encendi' el fuego de
su pensamiento, p:sose en su alma de acuerdo lo racional con lo tradicional, los m!todos de la
interpretaci'n aleg'rica se le hicieron m,s familiares, no encontr' ya en la ley dificultad alguna #ue
no se le hiciera e%idente, ni cosa cerrada #ue no se le abriera, ni oscura #ue no se le iluminase. 7ino
a ser uno de esos hombres 0dotados de tal penetraci'n #ue, sin detenerse en la corteza y sobrehaz de
los problemas, profundizan lo m,s abstruso de ellos, lo #ue constituye su m!dula y su esencia3. ;or
esto miraba a *ayy ibn 6a#zan con %eneraci'n y respeto, certific,ndose de #ue era uno de los
Santos de Dios, 0#ue no tendr,n ning:n temor ni ser,n afligidos3. Se impuso la obligaci'n de
ser%irlo, de imitarlo y de seguir sus indicaciones #ue se le ofreciesen, aprendidas ya por !l en su
religi'n.
)ayy encuentra acorde lo +ue Asal le comunica de la reli*in con lo +ue l mismo .aba
aprendido por la razn
*ayy ibn 6a#zan, a su %ez, le pregunt' por !l y por su condici'n. )sal le describi' el estado de su
isla y de la gente #ue en ella hab$a. su manera de %i%ir, antes de haber llegado a ella la religi'n y
despu!s de haberla recibido. Fe cont' todo lo #ue aparec$a en la ley sobre la descripci'n del mundo
di%ino, de la gloria, del infierno, de la resurrecci'n, de la reuni'n del g!nero humano resucitado, de
la cuenta &#ue habr, de dar(, de la balanza y del puente.
2omprendi' *ayy todo esto y no hall' nada contradictorio a lo #ue !l hab$a %isto en su !-tasis
sublime. conoci' #ue el autor y portador de estas descripciones era %eraz en sus relatos, %er$dico en
sus palabras y En%iado de parte de Dios. crey', por tanto, en !l, le dio cr!dito y rindi' testimonio de
su di%ina misi'n.
Fuego sigui' preguntando a )sal respecto de los preceptos #ue este En%iado de Dios hab$a tra$do y
sobre las pr,cticas religiosas #ue impusiera. )sal le habl' de la oraci'n, la limosna legal, el ayuno,
la peregrinaci'n y otras pr,cticas e-teriores seme5antes. *ayy las acept' y se las impuso como
obligaci'n, dedic,ndose a cumplirlas, para obedecer el mandato de a#u!l cuya %eracidad le era
e%idente.
2ausa a *ayy e-traeza #ue el ;rofeta empleara alegor$as y #ue los hombres se preocuparan de las
ri#uezas y cosas materiales
Sin embargo, hab$a dos cosas #ue le produ5eron admiraci'n, y respecto de las cuales no encontraba
raz'n e-plicable. Cna era, por #u! este En%iado empleaba alegor$as al hablar a los hombres, en la
mayor parte de las cosas #ue les contaba respecto del mundo di%ino, y se absten$a de descubrir
;,gina @H de @A
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claramente la 7erdad, hasta el e-tremo de hacer caer a la gente en el gra%e error de atribuir cuerpo
&a Dios( y de suponer en la esencia de la 7erdad cosas de las #ue est, e-enta y libre. pudi!ndose
decir lo mismo respecto de los premios y los castigos.
4tra era, por #u! se limitaba a estos preceptos y a estas prescripciones rituales, y permit$a la
ad#uisici'n de ri#uezas y la la-itud respecto a las comidas, hasta el punto de #ue los hombres se
entregasen a ocupaciones in:tiles, apart,ndose de la 7erdad. ;or#ue la opini'n de *ayy era #ue
nadie deb$a comer m,s cosas #ue las precisas para #ue subsista un soplo de %ida. y respecto de las
ri#uezas, nada eran a sus o5os. 7e$a las disposiciones de la ley, relati%as a este punto, como la
limosna ritual en sus %arias clases, las %entas, la usura, las penas dictadas por la ley o de5adas a la
apreciaci'n del 5uez, y todo esto le parec$a e-trao, a la %ez #ue lo hallaba in:til. y entre s$ dec$a
#ue, si los hombres comprendiesen este asunto en su realidad, se apartar$an seguramente de las
cosas in:tiles, dirigi!ndose s'lo a la 7erdad y prescindiendo de todas las &leyes citadas(. nadie
tendr$a propiedad pri%ada por la #ue hubiera de pagar limosna legal, o por cuyo hurto se hubieran
de cortar las manos &al ladr'n(, o cuyo robo p:blico hubiera de castigarse con pena capital.
Fo #ue le suger$a tal creencia era su opini'n de #ue todos los hombres est,n dotados de un natural
e-celente, de una inteligencia penetrante, de un ,nimo resuelto. 8o sab$a lo est:pidos, imperfectos,
faltos de 5uicio e inconstantes #ue son los hombres. ignoraba #ue son 0como las bestias y a:n m,s
e-tra%iados #ue ellas del buen camino3.
Desea )ayy comunicar a los .ombres la verdad
2omo tu%iese, pues, gran compasi'n hacia los hombres y desease #ue la sal%aci'n les llegara
sir%iendo !l de intermediario, concibi' el deseo de apro-imarse hasta ellos para e-ponerles
claramente la %erdad y hac!rsela e%idente.
2onfi' este designio a su compaero )sal y le pregunt' si le ser$a posible hallar un medio para
acerc,rseles. )sal le inform' sobre el natural imperfecto de los hombres y sobre el apartamiento en
#ue %i%en de los preceptos di%inos, pero *ayy no lograba comprender esto, y en su interior sigui'
aferrado a su primera esperanza. )sal, por otra parte, deseaba tambi!n ser el medio por el cual Dios
dirigiese a algunos hombres de los #ue lo conocen, a los iniciados, #ue est,n m,s cercanos a la
sal%aci'n #ue los otros. y, as$, acompa' a *ayy en su intento.

Tuzgaron de com:n acuerdo #ue deb$an permanecer en la orilla del mar, de d$a y de noche, por si
acaso Dios les facilitara el medio de cruzarlo.
)s$ lo hicieron, suplicando humildemente en sus oraciones a Dios honrado y ensalzado sea!" #ue
los guiase en su empresa.
)ayy y Asal se trasladan a la isla *obernada por -alaman
Sucedi' por %oluntad di%ina honrada y ensalzada sea!" #ue un na%$o perdi' su ruta, y los %ientos y
las olas tempestuosas lo arro5aron a la orilla de esta isla. )l acercarse a tierra, la gente de a bordo
%io a los dos hombres en la playa y se apro-imaron hacia ellos. )sal les habl' y les pidi' #ue los
embarcaran. )ccedieron a ello y les hicieron entrar en el na%$o. Dios les en%i' un %iento sua%e #ue
lle%' al barco en muy poco tiempo a la isla, adonde ellos deseaban ir. Desembarcaron ambos y
entraron en la ciudad. Fos amigos de )sal %inieron a %erle, y !ste les cont' la historia de *ayy ibn
6a#zan. Ellos lo rodearon con ,%ida curiosidad, se admiraron de su caso, se reunieron con !l, le
honraron y lo re%erenciaron. )sal hizo saber a *ayy #ue este grupo de hombres era m,s inteligente
y perspicaz #ue la generalidad, y #ue si no lograba instruirlos, menos lo conseguir$a con el %ulgo. El
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El Filsofo Autodidacto Abentofail
5efe y pr$ncipe de esta isla era Salaman, a#uel amigo de )sal, #ue hab$a 5uzgado me5or dedicarse al
trato social, y #ue ten$a por il$cito el retiro.
,as ense%anzas de )ayy son despreciadas por los .ombres$ incapaces de comprender tales
sublimidades
*ayy ibn 6a#zan se dedic' a instruirlos y a re%elarles los secretos de la sabidur$a. Mas apenas se
ele%' un poco sobre el sentido e-terior y comenz' a describirles &%erdades( contrarias a las #ue
antes hab$an entendido, se apartaron de !l. sus almas tomaron horror a las doctrinas #ue el tra$a. en
su interior, se irritaron contra !l, aun#ue le mostraran buena cara, por consideraci'n a su car,cter de
e-tran5ero y por respeto a su amigo )sal. 8o de5' *ayy de manifestarse ben!%olo con ellos, d$a y
noche, y de mostrarles la 7erdad en pri%ado y en p:blico. pero esto no les produ5o otro efecto #ue
desd!n y a%ersi'n, no obstante ser amigos del bien y deseosos de la 7erdad. s'lo #ue ellos, por su
imperfecci'n natural, no buscaban la 7erdad por el debido camino, ni la tomaban por su e-acta
direcci'n, ni llamaban a su puerta, sino #ue #uer$an conocerla por el camino com:n de los hombres.
Desesper', pues, de corregirlos y renunci' a la ilusi'n de #ue aceptaran &sus doctrinas(. E-amin'
luego las categor$as de los hombres y %io #ue 0los de cada categor$a, contentos con lo #ue tienen
delante, toman por dios a sus pasiones3 y por ob5eto de adoraci'n a sus deseos. se matan por poseer
las %anidades del mundo, 0absorbidos por el cuidado de atesorar, hasta #ue %isitan la tumba3. no les
apro%echan las ad%ertencias, no les hacen ning:n efecto las palabras buenas, la discusi'n s'lo les
aumenta la pertinacia. no tienen ning:n camino para llegar a la sabidur$a ni poseen una m$nima
parte de ella. Est,n sumergidos en la ignorancia, 0y los bienes #ue persiguen han in%adido sus
almas como la suciedad. Dios ha sellado sus corazones y sus o$dos, y sobre sus o5os se e-tiende un
%elo. Cn gran castigo les espera3.
2uando %io #ue el %elo del castigo los rodeaba, #ue las tinieblas de la separaci'n los en%ol%$an, y
#ue todos, sal%o muy pocos, tomaban de la religi'n s'lo lo referente al mundo. #ue 0se echaban a la
espalda las pr,cticas religiosas, por ligeras y f,ciles #ue fuesen, y las %end$an a ba5o precio3. 0#ue
el comercio y las transacciones les imped$an acordarse de Dios )lt$simo. #ue no tem$an al d$a en
#ue los corazones y los o5os #uedar,n confundidos3, ad#uiri' la e%idencia y se cercior'
completamente de #ue hablarles por el m!todo de la %erdad desnuda no era posible. #ue imponerles,
en su manera de obrar, algo superior a la medida &suya( era irrealizable. #ue la mayor utilidad #ue el
%ulgo pod$a sacar de la ley religiosa se refer$a s'lo a su %ida mundana, para pasar tran#uilamente la
e-istencia, sin #ue nadie se les oponga al disfrute de lo #ue ellos 5uzgan cosa propia. #ue no
alcanzar$an la felicidad de la otra %ida, sal%o indi%iduos raros y aislados, a saber, 0a#uellos #ue
#uieren la %ida futura, #ue hacen esfuerzos serios por alcanzarla, y #ue son creyentes3. 0;ero el #ue
es imp$o y prefiere la %ida de este mundo &a la futura( tendr, el infierno por morada3. KJu! mayor
pena, #u! desgracia m,s honda #ue la de #uien, e-aminadas sus obras desde el momento en #ue se
despierta hasta el instante en #ue se duerme, no encuentra ninguna de ellas #ue no tenga por ob5eto
alguna de estas cosas sensibles y %iles/ amontonar ri#uezas, procurarse un placer, satisfacer un
deseo, dar rienda suelta a la c'lera, &lograr( un honor #ue le d! inmunidad, &cumplir( una pr,ctica
religiosa con la cual se en%anezca o #ue prote5a su personaO 0+odo esto no son m,s #ue tinieblas en
un mar profundo. 6 no hay ninguno de %osotros #ue no entre en !l. Esto es, de parte de tu Seor,
sentencia decretada3.
2uando comprendi' la naturaleza de los hombres, #ue la mayor parte de ellos son como bestias
irracionales, conoci' #ue la sabidur$a toda, la direcci'n y la confianza est,n en lo #ue los profetas
han hablado y la ley contiene, y nada es posible fuera de esto, ni nada se le puede aumentar. pues
para cada acci'n hay hombres y cada cual es m,s apto para lo #ue fue creado. 0+al ha sido la
conducta de Dios respecto a a#u!llos, #ue no son muchos. +: no podr$as encontrar en la conducta
de Dios ning:n cambio3.
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El Filsofo Autodidacto Abentofail
!ncar*a )ayy a -alaman y sus ami*os +ue *uarden los preceptos de la reli*in y desiste de
instruirles en las ciencias msticas
Se dirigi', pues, a Salaman y a sus compaeros y les dio e-cusas por las con%ersaciones #ue con
ellos hab$a tenido, y les pidi' perd'n por ellas. Fes hizo saber #ue pensaba igual #ue ellos, #ue su
regla de conducta era la suya.
Fes recomend' obser%ar rigurosamente los preceptos tradicionales y las pr,cticas e-teriores,
mezclarse poco en las cosas #ue no les importasen, creer con facilidad las &%erdades( oscuras,
apartarse de las here5$as y de las pasiones, imitar a los antepasados %irtuosos y huir de las
no%edades. Fes encarg' e%itar la negligencia del %ulgo respecto a la ley religiosa y su aferramiento
a este mundo. los puso en guardia contra el peligro #ue esto entraaba. ;or#ue tanto !l como su
amigo )sal reconoc$an #ue esta clase de hombres rebeldes e incapaces no ten$an sal%aci'n, sino por
tal camino. #ue si se les apartaba de !l, lle%,ndolos al plano ele%ado de la especulaci'n, se turbar$an
%ehement$simamente, sin poder conseguir, no obstante, el grado de los biena%enturados, se agitar$an
de un lado para otro, estar$an trastornados y tendr$an un mal fin. mientras #ue, si perse%eraban en su
estado actual hasta la muerte, alcanzar$an la sal%aci'n y ser$an de los colocados a la derecha. 0En
cuanto a a#uellos #ue hubieren tomado la delantera, ser,n colocados los primeros y m,s pr'-imos
&a Dios(3.
Asal y )ayy vuelven a la isla desierta y contin7an su vida mstica
)sal y *ayy se despidieron de ellos, los abandonaron y esperaron pacientemente la ocasi'n de
%ol%er a su isla, hasta #ue Dios honrado y ensalzado sea!" les facilit' la tra%es$a. *ayy ibn 6a#zan
trat' de %ol%er a su morada espiritual sublime, por los mismos medios #ue otras %eces, logrando
conseguirlo. )sal lo imit' tan bien, #ue casi alcanz' su ni%el. 6 los dos adoraron a Dios en esta isla,
hasta #ue les lleg' la muerte.
3azones +ue el autor .a tenido para divul*ar este libro
Esto es, hermano Dios te d! su inspiraci'n", lo #ue hay de nue%o, respecto de *ayy ibn 6a#zan, de
)sal y de Salaman. )barca &este relato( muchas cosas #ue no se encuentran en libro alguno, ni se
oyen en las con%ersaciones corrientes. Es parte de la ciencia oculta, #ue no alcanzan sino a#uellos
#ue conocen a Dios y #ue s'lo #uienes le desconocen ignoran. 8osotros nos hemos apartado en esto
del camino seguido por nuestros %irtuosos antepasados, #ue ocultaban la &ciencia esta( y eran a%aros
de ella. Fo #ue nos ha inducido a di%ulgar este secreto y a descorrer el %elo han sido las opiniones
perniciosas aparecidas en nuestro tiempo, dadas a conocer por los fil'sofos de la !poca y por ellos
manifestadas, hasta e-tenderse por todos los pa$ses y generalizarse el mal #ue han causado. *emos
temido #ue las personas d!biles de esp$ritu, #ue han rechazado la autoridad de los profetas,
prefiriendo la autoridad de los necios y de los imb!ciles, crean #ue estas opiniones de &los fil'sofos(
son precisamente las cosas #ue se deben ocultar a los #ue no son iniciados, con lo cual se aumenta
su afici'n y su pasi'n por ellas. *emos preferido hacer lucir ante sus o5os algunos resplandores del
secreto de los secretos, para atra!rnoslos al lado de la %erdad y apartarlos del camino #ue siguen.
Sin embargo, los secretos #ue hemos confiado a estas pocas p,ginas los hemos de5ado cubiertos con
un %elo tenue, #ue r,pidamente lo descorrer,n los iniciados, pero #ue ser, opaco y hasta
impenetrable para los #ue no merezcan traspasarlo.
;,gina @P de @A
El Filsofo Autodidacto Abentofail
;or mi parte, pido a mis hermanos, lectores de este libro, #ue reciban mis e-cusas por la llaneza de
su e-posici'n y por la libertad en su demostraci'n.
S'lo he obrado as$, por#ue me he ele%ado a alturas #ue no est,n al alcance de la %ista y he #uerido
dar sus conceptos apro-imados, con el fin de inspirar deseo y amor de entrar en la %$a iluminati%a.
;ido a Dios indulgencia y perd'n. y #ue nos abre%e en la fuente de su conocimiento puro, por#ue =l
es bienhechor y generoso. 6 sean contigo, hermano m$o, a #uien estoy obligado a ayudar, la paz, la
clemencia de Dios y su bendici'n.
>in
,ibros (auro
.ttp:;;<<<.,ibros(auro.com.ar
;,gina @A de @A

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