Este documento resume un libro que examina la música y la modernidad en Buenos Aires entre 1920 y 1940. El libro utiliza múltiples perspectivas como la historia cultural, los debates estéticos y la recepción de la música para explorar cómo se definió y estableció la modernidad musical en la cultura argentina durante ese período. Analiza aspectos como las revistas culturales, los grupos estéticos en disputa como Florida y Boedo, y eventos musicales específicos que reflejan el estado del campo cultural en ese momento.
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Este documento resume un libro que examina la música y la modernidad en Buenos Aires entre 1920 y 1940. El libro utiliza múltiples perspectivas como la historia cultural, los debates estéticos y la recepción de la música para explorar cómo se definió y estableció la modernidad musical en la cultura argentina durante ese período. Analiza aspectos como las revistas culturales, los grupos estéticos en disputa como Florida y Boedo, y eventos musicales específicos que reflejan el estado del campo cultural en ese momento.
Este documento resume un libro que examina la música y la modernidad en Buenos Aires entre 1920 y 1940. El libro utiliza múltiples perspectivas como la historia cultural, los debates estéticos y la recepción de la música para explorar cómo se definió y estableció la modernidad musical en la cultura argentina durante ese período. Analiza aspectos como las revistas culturales, los grupos estéticos en disputa como Florida y Boedo, y eventos musicales específicos que reflejan el estado del campo cultural en ese momento.
Este documento resume un libro que examina la música y la modernidad en Buenos Aires entre 1920 y 1940. El libro utiliza múltiples perspectivas como la historia cultural, los debates estéticos y la recepción de la música para explorar cómo se definió y estableció la modernidad musical en la cultura argentina durante ese período. Analiza aspectos como las revistas culturales, los grupos estéticos en disputa como Florida y Boedo, y eventos musicales específicos que reflejan el estado del campo cultural en ese momento.
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158 Revista Argentina de Musicologa 2010
Omar Corrado. 2010. Msica y modernidad en Buenos Aires. 1920-1940. Buenos
Aires: Gourmet musical. ISBN 978-987-22664-8-6. 373 pp. En el entramado del arte y la cultura argentinos se destaca una posicin caracterizada por el ejercicio de un acentuado cosmopolitismo. Ese cosmopolitismo, examinado de cerca, revela matices o transformaciones, materiales y de sentido, debidos a la distancia y a los complejos procesos de recepcin que ella implica. La msica est generalmente ausente como fuente y objeto de consideracin en los estudios sobre la confguracin histrica de la cultura local. Esto puede deberse a su opacidad material, pero tambin a una difcultad de la propia historiografa de la msica para trascender esa especifcidad y, sin desconocerla, ofrecerla al dilogo con los estudios de la cultura argentina en su conjunto. Msica y modernidad en Buenos Aires. 1920-1940 se sita precisamente en la articulacin entre la historia de la msica y la historia cultural 1 . El libro se centra en los diferentes aspectos que confguran la modernidad musical, tal como se defne y se instala en una cultura atravesada por tensiones estticas y polticas, que se refejan en el plano de la crtica, la accin institucional, la recepcin de otras msicas y la misma produccin musical. Esta diversidad demanda as una pluralidad de perspectivas y mtodos: el autor se vale de la historia de formaciones culturales, la reconstruccin de los debates estticos, la historia institucional, los estudios de recepcin, el anlisis musical, entre otros. Son diversas tambin las escalas: mientras que algunos captulos recorren diacrnicamente el perodo, otros se concentran en acontecimientos que condensan a veces en unos pocos das el ncleo del debate esttico y cultural contemporneo. Msica y modernidad en Buenos Aires, escribe Corrado, no tiene la intencin de restituir una ilusoria continuidad histrica ni una recuperacin de los acontecimientos por una narrativa lisa y unidireccional [...] Por el contrario, la opcin es la de los cortes oblicuos, la interrogacin a una coleccin heterognea de objetos, el abordaje de fuentes de diversa naturaleza (14). Los problemas terminolgicos, ligados a la defnicin de conceptos como modernismo o vanguardia, estn tratados a partir de una posicin funcionalista (y nominalista): El uso de uno u otro concepto ha sido evaluado [] en relacin con la variable en juego en cada momento (13). La misma posicin se aplica a la defnicin de los gneros y lmites temporales del perodo tratado: su unidad est dada por la presencia constante de los agentes culturales, la entidad de los problemas discutidos y las respuestas creativas aportadas por la msica misma (13). El libro comienza con un registro de los debates sobre la modernidad 1 En tal sentido ofrece una respuesta prctica al dilema planteado por Carl Dahlhaus entre estas dos perspectivas historiogrfcas (Cf. Dahlhaus 1997: 29-44). Reseas bibliogrfcas 159 musical en las revistas culturales y musicales de los aos 20. Esa apertura, que ingresa a la modernidad a partir del procesamiento que se hizo de ella en su propio tiempo, es consistente, en el plano de la arquitectura del libro, con un atributo del objeto: su distancia, su condicin autorrefexiva. El musiclogo, advierte Corrado, observa un fenmeno en el que ya existen relieves, jerarquas, omisiones selectivas desplegadas en la textualidad de la poca: son entonces las prcticas artsticas y discursivas el objeto del anlisis (14). El captulo se ocupa as de las revistas no slo por su valor como documento de la actividad musical, sino tambin como escenario de las discusiones que cohesionan y diferencian a los grupos estticos e ideolgicos que acceden a la visibilidad pblica y dirimen en ese espacio sus diferencias (21). La conocida disputa entre los grupos de Florida y Boedo, ampliamente estudiada en sus aspectos literarios, estticos y pictricos, revela, considerada en sus aspectos musicales, interesantes matices. As, el inters y la valoracin positiva del tango y de la msica popular en general en Martn Fierro se contrapone con la hostilidad con la que es tratado en las publicaciones del grupo de Boedo. A estos escritores, las expresiones populares les resultan, por un lado, incomparable- mente banales en relacin con ese patrimonio [cultural prestigioso, monopolizado por la burguesa] que intentan democratizar y, por otro, peligrosamente distractivas e invasoras tanto por sus conteni- dos morales como, y sobre todo, por el poder de la industria que las impulsa (42). Por su parte, su opcin por el realismo, que podra haberlos llevado a una identifcacin con el verismo italiano, no tuvo sin embargo lugar debido a su rechazo del elitismo social encarnado en la pera misma como espectculo. Boedo opt en cambio por una apologa del legado decimonnico germano, concebido desde la perspectiva de una historiografa documental, explicativa de lo esttico por lo biogrfco, en la que las ideas de lucha, esfuerzo, superacin que [se] encuentran asimismo en las exgesis disponibles de compositores como Beethoven o Wagner- refuerzan un paradigma til para la formacin militante de los sectores a los que se dirige (42). Una consideracin primordialmente social rige as las adscripciones musicales de Boedo. Esto da lugar por su parte a la difcultad para encuadrar los escritos de Juan Carlos Paz en esta disputa. Su ideario anarquista lo acerca a Boedo, pero su consideracin fundamentalmente material de la msica, basada en principios renovadores, lo aproxima en cambio a las posiciones de Florida. Sin embargo, el estilo de sus intervenciones pblicas y posiblemente la extraccin social de algunos de sus sostenedores ms visibles son obstculos 160 Revista Argentina de Musicologa 2010 para cualquier alianza. El msico se solidariza as, tcitamente, con la oposicin franca que el ncleo central de las publicaciones anarquistas declara al elitismo y el desinters social de los martinferristas (52). Un ltimo actor termina de complicar la representacin corriente del debate cultural de este tiempo: los compositores nacionalistas, cuestionados a la vez por Florida y Boedo, por razones y con argumentos distintos. Al igual que con el anlisis de las prcticas discursivas, los repertorios se reconstituyen a partir de su circulacin social. Una sala polifnica: Amigos del Arte se detiene en un escenario particularmente pluralista entre aquellos en los cuales tienen lugar las prcticas musicales. Corrado registra los actores e instituciones que se vincularon con la asociacin Amigos del Arte, los intrpretes que actuaron en su sala y los repertorios que se pudieron escuchar all, los cuales revelan articulaciones no siempre visibles entre distintos universos musicales que sonaban en Buenos Aires, redes de relaciones entre agentes de mbitos diferentes, consumos ms diversifcados de lo que se supone en la alta sociedad portea y, sobre todo, una concepcin abarcativa de la accin cultural (111). La asociacin se constituye como un espacio abierto, ecumnico, puesto a disposicin de manifestaciones culturales de sectores que pueden coincidir u oponerse en las ideas, las acciones, las tomas de posicin pblicas. [] Coexistieron actividades de sociedades y agrupaciones de distinto origen, constitucin, propsitos y programas estticos, algunas de las cuales ajustan en las publicaciones de la poca, a veces duramente, sus diferencias (112). Se trata, concluye Corrado, de un laboratorio de la modernidad, en el cual las ideas se proyectaron de una disciplina a otra; su interaccin, contacto, confrontacin e infujo recproco modelaron una cierta estructura de la sensibilidad en un vasto sector intelectual del momento (113). Beethoven y la nueva sensibilidad. Notas sobre un aniversario (1927) es el primero de una serie de captulos que hacen foco en acontecimientos que refejan el estado del campo cultural como un fotograma. El centenario de la muerte de Beethoven activ y coloc en el espacio del debate pblico ncleos estticos e ideolgicos en plena efervescencia. Los actos, programas y Reseas bibliogrfcas 161 discursos ponen al descubierto las concepciones sobre cnones en conficto, sobre la historicidad o intemporalidad de las obras, el valor y el sentido de lo nuevo, las inscripciones nacionales, el lugar de lo religioso, la autonoma estructural o la referencialidad de las obras musicales, la incidencia y comprensibilidad de lo biogrfco en ellas, las marcas sociopolticas y sus consecuencias para la actualidad. Beethoven acta entonces como continente que se ocupa con contenidos variables, en torno del cual cada sector marca el territorio en el que pretende situarse en el sistema cultural porteo de la poca (133). De forma anloga, el captulo sptimo se detiene en la realizacin en 1934 del XXXIIdo. Congreso Eucarstico Internacional, en el que un diseo musical funcional ultraconservador contribuy a la monumentalidad del evento y a la consolidacin de sus ncleos ideolgicos centrales (15). Corrado repasa el marco histrico y poltico en el que tuvo lugar, los ideologemas que puso en circulacin, los msicos que participaron en diferentes instancias del evento, los repertorios seleccionados, los actos y espectculos que lo acompaaron y sus repercusiones. El acontecimiento permite representar en forma concentrada los atributos fundamentales de la contraparte ideolgica y esttica del programa modernizador. Otra ocasin para el corte sincrnico lo ofrece la visita de Igor Stravinsky a Argentina, tratada en el noveno captulo, Stravinsky y la constelacin ideolgica argentina en 1936. Su llegada est precedida por enormes expectativas; su estada fue inusualmente cubierta por la prensa y sus declaraciones polticas convulsionaron a la sociedad por los debates pblicos que ocasionaron. Una vez ms, el acontecimiento opera como catalizador de las disputas estticas y polticas que atraviesan el perodo. No obstante, observa Corrado, ajenos al debate ideolgico, los compositores argentinos refexionan sobre la produccin stravinskyana nicamente desde el punto de vista del lenguaje. La interrogan con vistas a solucionar sus propios dilemas musicales locales y la contradiccin neoclsica entre progreso e historia (292). As como muchos de los captulos se ocupan de formaciones culturales, otros consideran la accin de fguras individuales. Es el caso de Victoria Ocampo y la msica: una experiencia social y esttica de la modernidad. El captulo comienza con una revisin del estilo de mecenazgo que adopta la escritora, que se referencia en mecenas francesas y estadounidenses, pero de las cuales se distingue por su idea de articularlo con los mbitos pblicos: Ocampo favorece la venida de intrpretes y facilita su estada, apuntala instituciones, consigue subsidios y publica artculos musicales en su revista, con el objetivo concreto de instalar la produccin y el 162 Revista Argentina de Musicologa 2010 debate musicales contemporneos en el espacio pblico de una modernidad en construccin (139). Otro segmento est dedicado a su gestin como protectora de la Asociacin del Profesorado Orquestal y de su director, Ernest Ansermet, quien se volvera una fgura infuyente en la confguracin de una nueva sensibilidad musical entre las audiencias porteas. Corrado revisa luego su actuacin como recitante en 1925 en Le Roi David de Honegger, y en Persphone de Stravinsky, en 1936. La primera, en particular, representa un acto consagratorio por el que [Victoria Ocampo] ingresa en la prctica musical misma ligada a la introduccin de la modernidad en Buenos Aires (144). Un cuarto apartado, dedicado tanto a los escritos sobre msica aparecidos en la revista Sur, como a aquellos escritos por Ocampo en general, ofrece al autor la ocasin de establecer una tipologa de la crtica musical de la poca: Habra all [] tres categoras de crticos que coexisten: la de los compositores, la de los musicgrafos [y la de] los personajes de la cultura, que, generalmente desde sus competencias literarias, transitan distintas disciplinas artsticas, entre ellas, en algunos momentos, la msica. En un territorio que todava arrastra el problema de la especifcidad profesional ya resuelta en otros mbitos se acepta la idea de que los intelectuales y crticos pueden circular por los distintos espacios de las artes, incluida la msica, sin necesidad de una formacin tcnica especializada (150-151). El quinto captulo, Vanguardistas en el Coln (1933), vuelve sobre los actores y posiciones estticas en disputa considerados anteriormente, pero desde la perspectiva ahora de la historia institucional. Se trata ac de la breve y malograda gestin, al frente del Teatro Coln, de un directorio integrado por Victoria Ocampo y Alberto Prebisch, y la direccin general de Juan Jos Castro. Lo singular del caso, seala Corrado, reside en el nombramiento, en el contexto de la dcada infame, de conocidos intelectuales y artistas provenientes del campo de la modernidad [] en un espacio simblico de tal signifcacin, dominado hasta entonces por funcionarios y representantes de las instituciones musicales ms conservadoras, como la Sociedad Nacional de Msica y el Conservatorio Nacional (163). La tensin entre estos dos sectores del campo musical del momento conforma una trama sutil pero evidente que articula parte de los confictos de la gestin (166). La lupa aplicada a estas vicisitudes destaca los aspectos materiales e institucionales de la disputa esttica. El sexto captulo, Neoclasicismo y objetividad en la msica argentina de la dcada de 1930, dilucida Reseas bibliogrfcas 163 el sentido que el neoclasicismo tuvo para los compositores argentinos en la dcada de 1930, segn se manifesta en la recepcin verbal, y, sobre todo, en las obras musicales mismas, es decir, a partir de la recepcin compositiva implcita(178) 2 . El trmino neoclasicismo est empleado en un sentido amplio, incluyente de sus aspectos ms consensuados, y considerando una triple dimensin que lo articula: las tcnicas compositivas, los proyectos estticos e ideolgicos en que se encarnan y los contextos de produccin y recepcin que contribuyen a la construccin de sus signifcados (178). A la extensin y complejidad de este segmento de Msica y modernidad en Buenos Aires conviene una consideracin independiente de cada uno de sus apartados. El primero se ocupa de la introduccin del repertorio neoclsico en la escena portea, que se debe a la orquesta de la Asociacin del Profesorado Orquestal y fundamentalmente a Ansermet. La defnicin del neoclasicismo que manejan los actores locales manifesta difcultades similares a las que se reconocen en Europa. Su recepcin se establece en tres direcciones fundamentales: 1. la referencia a materiales, tcnicas y formas constructivas del pasado no inmediato, a travs de la lente neoclsica; 2. la utilizacin de procedimientos de escritura provenientes de las msicas neoclsicas contemporneas a una materia compositiva menos connotada, ms independiente del referente histrico; 3. el empleo de los mismos aplicados al tratamiento de materiales provenientes del folclore o de las msicas populares contemporneas, incluidas las locales (182). El siguiente apartado revisa y ejemplifca las tcnicas y procedimientos habituales en la msica de compositores del Grupo Renovacin como Luis Gianneo, Jos Mara Castro, Juan Carlos Paz, Honorio Siccardi, Juan Jos Castro, Jacobo Ficher y Julio Perceval. stos incluyen aspectos ligados a la forma, el diseo de las frases, la confguracin del ritmo, de la textura, la escalstica, la tonalidad, la dinmica, la instrumentacin y el timbre en general, el empleo de la cita, la referencia a msicas populares y el cultivo de piezas infantiles. En estos ltimos casos, observa Corrado, se refuerza la voluntad de objetividad, el distanciamiento puesto en prctica para la construccin de un lenguaje no mimtico, autorefexivo, que pone en escena la objetualidad y la tcnica compositiva por sobre la ilusin realista, evocativa o sentimental (203). 2 Corrado adopta crticamente el modelo sociolgico de recepcin musical propuesto por Martin Zenck (1980: 253-279). 164 Revista Argentina de Musicologa 2010 Pero el apartado no se limita a esta sistematizacin de procedimientos sino que seala asimismo las ausencias, los elementos caractersticos del neoclasicismo europeo que no se registran en nuestro pas. Estas ausencias, que en conjunto ilustran lo selectivo de la recepcin del neoclasicismo que se oper por parte de los compositores argentinos, son objeto de interesantes interpretaciones. As, el desinters por la reconstitucin o reinterpretacin de obras del pasado se explica por la falta de motivaciones para restaurar una tradicin conmocionada por rupturas vanguardistas que no haban tenido lugar en nuestro contexto. Lo clsico argentino de esos aos fue, en todo caso, la reproduc- cin acadmica de modelos histricos de sonata, supuesta o pre- tendidamente adheridos a una continuidad histrica indiferente a la fractura vanguardstica (204). No se registra tampoco una preferencia por gneros frecuentes en el neoclasicismo europeo como la cantata o el oratorio. Por una parte, porque la monumentalidad intrnseca de estos gneros resultaba contradictoria con el afn antirretrico y de sntesis que manifestan las obras de estos msicos (205). stos, por otra parte, son indiferentes, en estos aos, no slo a la pera, sino a otros gneros practicados por la generacin argentina previa, como el poema sinfnico, de clara fliacin literaria romntica, y tambin, salvo excepciones [], a la sinfona, en cuyos cauces decimonnicos produjo Alberto Williams sus nueve. En el conficto genrico se expresan otros que comprometen no slo cuestiones estticas y conceptuales, sino de posicionamiento en el campo cultural de la poca (205-206). Por ltimo, la ausencia de obras de inspiracin helnica, de remisiones a la msica de caf-concert, el music-hall o de circo, y del empleo de la parodia tienen en comn el hecho de que en la Europa latina esas caractersticas se construyen como oposicin al prestigio de la gran tradicin musical alemana del siglo XIX []. Si bien los compositores argentinos asimilan el antirromanticismo caracterstico de los aos 20, no hay razones para reproducir aqu una posicin tan encarnizada: el frente interno ofrece otros blancos el conservadurismo de la academia, el nacionalismo romntico a los que enfrentar con las obras y la crtica (210-211). El captulo termina con una consideracin de la especifcidad de sentido que asumi el neoclasicismo en el contexto local, respecto del contexto latinoamericano y europeo. Reseas bibliogrfcas 165 Contrariamente a numerosos topoi de recepcin [] el neoclasicismo no fue considerado en Argentina como reaccin, ni en el plano esttico ni en el poltico. Asumi en cambio un valor de progreso [...] Ms aun: fue uno de los modos predominantes en que se expres la modernidad en la produccin musical local (218). As como las signifcaciones estticas estn determinadas por factores contextuales, tambin lo estn sus efectos en la concatenacin histrica: si bien el trabajo se ocupa de la msica del Grupo Renovacin en los aos 30, la persistencia del neoclasicismo puede verifcarse en la obra de msicos argentinos de las generaciones siguientes [] La msica de Ginastera, asociada con frecuencia y de manera genrica al nacionalismo, encuentra en realizaciones de los compositores aqu estudiados, y no en Williams o Aguirre, su referente ms inmediato y revelador. Los fugados y cantabiles neobarrocos de Piazzolla podran asimismo pensarse no slo como consecuencia de la enseanza de Nadia Boulanger, sino tambin a partir del recorrido que estos procedimientos haban estado cumpliendo en la msica argentina desde por lo menos veinte aos antes (223). En Viena en Buenos Aires: la otra vanguardia, un estudio de la recepcin se aplica a la otra vertiente de la modernidad: la segunda Escuela de Viena. El captulo exhibe una detallada cronologa de la circulacin de las obras de Arnold Schnberg, Alban Berg y Anton Webern en el mbito porteo; revisa las crticas que suscitaron; estudia la difusin que hicieron de esta orientacin esttica Juan Carlos Paz, Leopoldo Hurtado, Francisco Curt Lange y Paul Walter Jacob. Se reconstruye tambin la historia personal de emigrados austracos y alemanes como el mismo Jacob, las pianistas Rita Kurzmann y Sofa Knoll, el musiclogo Erwin Leuchter, el director Erich Kleiber, algunos de ellos colaboradores de los propios fundadores de esta Escuela. El captulo culmina con una presentacin de la produccin dodecafnica de Paz en el perodo y de las crticas de las que fue objeto 3 . Esta revisin muestra, comparada con la introduccin del repertorio neoclsico, el bajo impacto de la incorporacin de la msica de Schnberg y sus discpulos, el desfasaje entre las fechas de creacin de las obras y su estreno local y lo marginal de los espacios en que tuvieron lugar. Estas caractersticas del contexto de recepcin de esta msica, concluye Corrado, fueron factores que contribuyeron a marcar la particularidad de las soluciones atonales y dodecafnicas argentinas de la poca (284). El dcimo y ltimo captulo, Msica culta y poltica en Argentina entre 1930 y 1945: una aproximacin, reconstruye el entramado que permite visualizar las complejas relaciones entre msica y poltica. 3 La fgura de Paz y su msica en particular son objeto de un estudio pormenorizado en otro trabajo del autor (Corrado 2010). 166 Revista Argentina de Musicologa 2010 Difcilmente podra individualizarse [] a la msica culta [argentina] participando explcitamente de una estetizacin de la poltica ni de una politizacin de la esttica, segn los conceptos benjaminianos, ni en la doble funcin de la msica comprometida defnida por Dahlhaus [1972] (297). Por eso el problema se aborda a partir de instrumentos particulares. Uno de ellos es el registro de las actitudes y posicionamientos de los compositores frente a acontecimientos internacionales como la Guerra Civil Espaola o la Segunda Guerra Mundial. El campo cultural argentino no slo se conmociona y toma partido por las facciones en conficto, sino que lee la propia realidad del pas a partir de ellos (299). Corrado releva asimismo las amistades de los msicos porteos, refejadas a veces en colaboraciones artsticas, la solidaridad con msicos exiliados por la persecucin nazi, la actividad que estos llevaron a cabo en Buenos Aires y su impacto sobre el campo musical contemporneo 4 . El captulo revisa asimismo los hechos polticos internos, extendindose hasta las vsperas del gobierno de Pern, y concluye con una lectura de los aspectos polticos e ideolgicos asociados al debate entre nacionalismo y universalismo. En sntesis, Msica y modernidad en Buenos Aires ofrece un argumento persuasivo para la idea de que los signifcados estticos son mviles y estn contextualmente determinados. La misma construccin agonal de la narrativa, que alterna fuidamente la caracterizacin de la modernidad musical con la consideracin de sus oponentes estticos, pone de manifesto las tensiones que atraviesan el campo musical porteo en esos aos. No puede dejar de sealarse, por ltimo, la exhaustividad del archivo, cuya amplitud depara hallazgos inesperados. Las fuentes enlazan el libro con otros libros, los libros ledos y otros no escritos todava, sugeridos y alentados. Si la contribucin de este libro al conocimiento de la modernidad esttica local es en s misma inestimable, su valor se extiende sobre lo metodolgico. El pluralismo aplicado al anlisis de los aspectos estticos, culturales, compositivos y de recepcin musical, as como la articulacin de la interpretacin con el archivo, hacen de Msica y modernidad en Buenos Aires. 1920-1940 un modelo para la historiografa de la msica argentina. Bibliografa Corrado, Omar 4 Que se extiende hasta nuestros das. Basta recordar que Leuchter sera maestro de Sergio Hualpa, cuya original conceptualizacin de la armona tonal no tiene equivalente, hasta donde sabemos, en la produccin terica en Latinoamrica (Cf. Hualpa sin fecha). Es tambin el caso de Guillermo Graetzer, maestro, entre otros, de Mariano Etkin. Reseas bibliogrfcas 167 2010 Vanguardias al Sur. La msica de Juan Carlos Paz. Buenos Aires (1897- 1972). La Habana: Casa de las Amricas. Dahlhaus, Carl 1972 Thesen ber engagierte Musik. Studien zur Wertforscung, 3: 7-9. 1997 Historicidad y carcter artstico. En: Fundamentos de la historia de la msica, 29-44. Barcelona: Gedisa. Hualpa, Sergio Sin fecha Armona I y II. La Plata: Universidad Nacional de La Plata, mimeo. Zenck, Martin 1980 Entwurf einer Soziologie der musikaliscen Rezeption, Die Musikforscung, 33/3: 253-279. Pablo Fessel