Este documento resume la crítica que hizo Mariano Azuela de la obra del novelista mexicano Federico Gamboa en su libro Cien años de novela mexicana. Azuela criticó duramente a Gamboa a pesar de haber leído solo algunas de sus novelas, lo que llevó a generaciones posteriores a ignorar los méritos de Gamboa. Finalmente, décadas después, otros críticos como Fernando Alegría revaluaron la obra de Gamboa y señalaron los errores e injusticias en la crítica de Azuela.
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Este documento resume la crítica que hizo Mariano Azuela de la obra del novelista mexicano Federico Gamboa en su libro Cien años de novela mexicana. Azuela criticó duramente a Gamboa a pesar de haber leído solo algunas de sus novelas, lo que llevó a generaciones posteriores a ignorar los méritos de Gamboa. Finalmente, décadas después, otros críticos como Fernando Alegría revaluaron la obra de Gamboa y señalaron los errores e injusticias en la crítica de Azuela.
Este documento resume la crítica que hizo Mariano Azuela de la obra del novelista mexicano Federico Gamboa en su libro Cien años de novela mexicana. Azuela criticó duramente a Gamboa a pesar de haber leído solo algunas de sus novelas, lo que llevó a generaciones posteriores a ignorar los méritos de Gamboa. Finalmente, décadas después, otros críticos como Fernando Alegría revaluaron la obra de Gamboa y señalaron los errores e injusticias en la crítica de Azuela.
Este documento resume la crítica que hizo Mariano Azuela de la obra del novelista mexicano Federico Gamboa en su libro Cien años de novela mexicana. Azuela criticó duramente a Gamboa a pesar de haber leído solo algunas de sus novelas, lo que llevó a generaciones posteriores a ignorar los méritos de Gamboa. Finalmente, décadas después, otros críticos como Fernando Alegría revaluaron la obra de Gamboa y señalaron los errores e injusticias en la crítica de Azuela.
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MARIANO AZUELA, CRTICO DE FEDERICO GAMBOA
En 1947 apareci Cien aos de novela mexicana, nico volu-
men de crtica literaria del doctor Mariano Azuela, quien cuaren- ta aos antes haba publicado su primera novela y ya contaba en su haber cerca de una veintena de obras del mismo gnero, as como una bien ganada reputacin. Su celebridad rebasaba las fronteras en gran parte a causa de Los de abajo, que despus de nueve aos de casi total olvido, resurgiera a la atencin y al aplauso de la crti- ca y del pblico en general, gracias a una polmica sostenida en la prensa. 1 Los de abajo es una de las obras ms famosas y apreciadas del ciclo de novelas de la Revolucin mexicana, que, si no tiene el pulimento y la correcta elegancia estilstica de El guila y la serpiente, de Martn Luis Guzmn, posee en cambio, entre otras cualidades, concisin, claridad y mesura; un excelente plan, una trama simple y verosmil, y personajes tan vivos, tan convincentes, que al adquirir vida propia en sus pginas pasan a ser, simultneamente, representa- tivos y simblicos de los que intervinieron en la histrica lucha. A- zuela haba escrito, adems, tres novelas en las que emplea los pro- cedimientos de la ms avanzada tcnica narrativa entonces de van- guardia, La malhora (1923), El desquite (1925) y La lucirnaga (1932). Todo lo dicho es para dejar establecido el hecho de que Azue- la era un novelista nombrado, y que su prestigio y la estima de que gozaba en los crculos literarios e intelectuales fueron decisivos pa- ra la excelente acogida que su libro sobre nuestra novelstica re- cibi. Cien aos de novela mexicana es el texto de una serie de pl- ticas que don Mariano ofreci en 1943 y en 1947 en el Colegio Na- cional del cual l era miembro fundador, sobre la novela mexi- 1. La polmica tuvo lugar en 1924, entre dos conocidos escritores mexicanos, catedrticos y crticos de nuestras letras, Julio Jimnez Rueda y Francisco Monterde. El primero escribi en El Universal un artculo, El afeminamiento de la literatura mexicana . Respondi Monterde con otro, que apareci en el mismo diario el 25 de dic. del propio ao: Existe una literatura viril. 485 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE cana y doce de sus autores ms representativos. El propio Azuela, en su nota preliminar, declara explcitamente: este trabajo nada tiene de didctico, por ms que as lo parezca, debido a cierto tonillo enftico y hasta pedante a veces, que no le pude quitar. Clasifquese como se quiera no es en realidad ms que la expresin fiel de mi pensamiento, de mis aficiones y de mis gustos personales. No habra trazado una sola de estas lneas si se me hubiera puesto en el caso de hacer crtica literaria. 2 En efecto, se trata nica y puramente de comentarios de ndole personal, y lo afirmado por el autor en las lneas anteriores es la verdad exacta, y parece ser ms la expresin de una loable franque- za que la de una pose de falsa modestia. El lenguaje del libro es llano, el tono, rotundo; los juicios generalmente certeros y agudos, pero siempre originales e interesantes. Don Mariano era inteligente y culto y mucho haba ledo, pero no era erudito ni se haba prepa- rado seriamente para sus charlas literarias. Su trabajo carece de fe- chas y de datos precisos, y el mismo autor se mofa de los afanes de erudicin de los que proporcionan tales noticias y pormenores. A pesar de todo eso, Cien aos de novela mexicana fue acogido por la crtica con beneplcito general y casi sin ninguna reserva, por descu- brirse en ella una nueva e interesante faceta del autor. Pero, curio- samente y quiz a despecho de l mismo, este libro siempre ha sido considerado como una obra de crtica, y aunque no ensea ni revela nada nuevo, sus juicios, avalados por el prestigio de un maestro en el arte de novelar, como es el autor, han sido aceptados y repetidos por especialistas y aficionados a las letras mexicanas de dos genera- ciones, como argumentos definitivos o verdades literarias incontro- vertibles a favor o en contra de ciertos autores y libros, y muy en par- ticular en lo que se refiere a Federico Gamboa, por quien ms se conoce y se cita el trabajo de Azuela que ahora nos ocupa. Federico Gamboa es, sin duda, el novelista ms importante de los que trata Cien aos...: dramaturgo estimable, autor de conoci- das memorias y, sobre todo, clebre novelista, a quien se debe Santa, la novela ms popular de Mxico. Desgraciadamente, por razones di- fciles de comprender, tanto la obra como la personalidad de este hombre de letras son objeto de un verdadero ataque por parte de 2. Mariano Azuela, Cien aos de novela mexicana. Mxico, Ediciones Botas, 1947. (p. 11). Todas las citas del presente libro estn tomadas de esta edicin, por lo que slo se indicar la pgina en el texto de las citas ulteriores. 486 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE Azuela, contribuyendo muchsimo para que las generaciones venide- ras ignoraran sus mritos y los sumieran en parcial olvido. Mariano Azuela canoniz el desdn al considerar el Diario 'lo ms desafortunado de la produccin de Gamboa' , opina Jos Emilio Pacheco, 3 y ms todava, diremos que sataniz al autor y a su obra por muchos aos. Fue necesario que transcurriesen dos dcadas, para que un escritor y crtico sudamericano, Fernando Alegra, en su Historia de la novela hispanoamericana* emprendiera la noble tarea de refutar a Azuela en Cien aos de novela mexicana, proban- do su injusticia y revalorizando los mritos de Federico Gamboa. Pero el mismo Alegra se limita a demostrar los errores de opinin del autor de Los de Abajo, y aun califica de admirable su libro (p. 98), pasando por alto, voluntaria o involuntariamente, todos los equvocos fundamentales que presenta en el captulo referente a Gam- boa, equvocos de exposicin de datos, as como de interpretacin y de juicio de la obra de ste. En el curso del mencionado captulo, Azuela afirma: Hay dos maneras de ocuparse de los libros... la que sigue el lector comn y desinteresado, que estriba en leer de cabo a rabo los libros, sin pre- juicios . 5 A pesar de su aserto, de las novelas de Federico Gamboa seis cortas y seis extensas confiesa Azuela haber ledo nica- mente tres de ellas, y el primer volumen de Mi diario, si acaso , lo que no es obstculo para que emita su juicio negativo sobre toda la produccin novelstica de don Federico y sobre sus memorias. Ha- ba ledo esos libros dos veces tomando notas de los mismos, en fechas muy alejadas la una de la otra y de la redaccin de Cien aos... Lo mejor de Federico Gamboa es Suprema ley impreso en 1896 y Santa en 1903, sus dos primeras novelas (p. 190), decla- ra categricamente Azuela, citando las que l conoce en el mismo or- den en que las ley, como si en ese mismo hubiesen sido publicadas, ignorando completamente Apariencias, que apareci en 1892, y Me- tamorfosis en 1899, y, naturalmente, ignorando tambin la obra ini- cial de la novelstica del autor, Del natural, esbozos contempor- 3. Jos Emilio Pacheco, Seleccin, prl y notas de [ ... ] a Diario de Federico Gamboa, la. ed. Mxico, Siglo XXI Editores, 1977. (p. 15). 4. Fernando Alegra, Historia de la novela hispanoamericana. 3a. ed. Mxico, Eds. de Andrea, 1966 (Historia literaria de Hispanoamrica, I). Todas las citas de la obra estn tomadas de esta misma edicin. 5. Cien aos de novela mexicana, p. 190 y 191. 487 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE neos, publicada en 1888. Don Mariano concluye el prrafo diciendo: Reconquista marca su declinacin como novelista y lo dems es literatura pura y sin vitalidad . (p. 6) Omiti las novelas excluidas por considerarlas como parte de la literatura pura y sin vitalidad , o porque no estaba enterado de su existencia, o porque la haba ol- vivado? Notemos ahora algunos malentendidos que, al exponer y co- mentar el argumento de Suprema ley, nuestro crtico seala como yerros de Gamboa, cuando en realidad son confusiones u olvidos suyos. Conforme a sistemas muy arraigados en la burocracia, sus oficios y veinticinco pesos mermados de sus exiguas quincenas pu- sieron en libertad a Clotide , escribe Mariano Azuela. Pero, en la realidad de la trama, los veinticinco pesos procedan de don Agus- tn Granada, padre de Clotilde, el cual haba entrevistado a Julio Ortegal, el protagonista, hacindolo depositario de una mensuali- dad para su hija. Lo nico que el apasionado Ortegal haba podido hurtar a sus raquticas quincenas eran seis reales para un marco equivalentes a unos cntimos para un retrato de Clotilde: Insidiosamente, convenci Julio a su mujer que deba pedirle a Clotilde un retrato suyo,... practic sus fraudes en el exiguo pre- supuesto domstico, prescindi de su puro en dos tardes de hos- pital, y dentro de un marco de a cuatro reales escondi la mal habida fotografa... 6 El hroe de Suprema ley estaba imposibilidado para procurarse vein- ticinco pesos, puesto que su quincena no llegaba a esa mezquina suma: Carmen y Ortegal haban acostumbrado siempre hacer juntos el reparto de la quincena; ...Los veinticuatro pesos y el pico de centavos, pronto quedaban distribuidos (en Novelas completas... 2a. p., cap. V de Suprema ley, p. 371-72). Con el fin de probar la pobreza de psiclogo del autor de Suprema ley, Azuela prosigue: Parece que Gamboa se pagaba mucho de su talento y por eso nos hacen sonrer muchos pasajes de gran candorosidad. Por ejemplo: Carmen, la sufrida esposa de Ortegal, cuando descubre el lo de ste con Clotilde, ebria de indignacin y de clera, jura 6. Suprema ley, en Novelas de Federico Gamboa, Prl. de Francisco Montetde. Mxico, FCE, 1965 (Col Letras mexicanas) 2a. p., c. V., p. 371 y 372. Las citas de las novelas de Gamboa estn tomadas de la presente edicin. 488 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE vengarse en forma cruel, pagndole su infidelidad en la misma moneda. Busca la ocasin, pero se le haban olvidado sus aos, su estado de miseria, la maternidad destructora y otras penas, que hicieron de su cuerpo una msera piltrafa. Entonces, toma una resolucin heroica: permanecer honesta y consagrar su vida a la educacin de sus hijos (Cien aos... p. 196). Los acontecimientos del libro suceden de diferente manera: los proyectos de venganza de Carmen al darse cuenta plena de la infide- lidad de Julio, tienen lugar durante una noche de insomnio, cuando aqulla yace despierta al lado de su marido y de su hijo ms peque- o. Nunca busca la ocasin, como lo asegura el crtico de Federico Gamboa, pues el designio de vengarse, con el convencimiento de su imposibilidad, nacen y mueren en la mente de Carmen en la mis- ma noche, sin que la pobre esposa engaada haya siquiera abando- nado el lecho. {Suprema, 2a. p., c. IV, p. 350). Hay otras circunstancias de la misma novela que el autor de Cien aos de novela mexicana considera de un absurdo inaudito. Sigmoslo en su crtica: Pero esta seorita decente, educada bajo los principios de estricta moral y religin, a la primera embestida del bicho sicalptico y asqueroso, cae en sus brazos. Y dnde, Dios del cielo? En el interior de un coche (p. 195). Don Mariano Azuela no ley Madame Bovary, o haba olvi- dado sus pormenores, pues en esta obra maestra de la novelstica decimonnica cuyo autor verificaba con la ms minuciosa escrupu- losidad la exactitud y la posibilidad lgica o psicolgica de cada de- talle de sus libros, Emma Bovary, como Clotilde Granada, tam- bin se entrega a su segundo amante precisamente en el interior de un coche. 7 Otro de los puntos que el doctor Azuela reprueba en Suprema ley, es la falta de justificacin para explicar la atraccin de Clotilde por el confesionario. El idilio se prolonga poco tiempo. Julio Ortegal abandon a los suyos y ahora la hermosa Clotde, atrada por el confesionario, lo abandona a l para regresar a su terruo y reunirse con sus familiares. Por qu la atraa el confesionario? se pregunta el 7. Vase Madame Bovary, de Gustave Flaubert, 3a. parte, captulo I, ltimas paginas (cualquier edicin). 489 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE novelista. Y su respuesta nos deja enterados: Atraala porque la atraa {Cien aos..., p. 196). La crtica de Azuela parece aqu muy en su lugar, y sin embar- go, recordemos en otra de las grandes novelas del naturalismo fran- cs, La filie Elisa, de Edmond de Goncourt, el asesinato del soldado Tanchon, amante de la ramera Elisa, a quien sta haba dado muer- te a pualadas mltiples durante un paseo por la campia, porque l haba tratado de poseerla, cuando ella experimentaba deseos inex- plicables de conducirse como una doncella casta, tan inexplicables, que no se haba atrevido a comunicarle eso a su abogado defensor. 8 Los hermanos Goncourt como Gustave Flaubert, creadores de la novela documental, eran sumamente cuidadosos para presentar los sucesos en forma plausible. Pero si la justificacin ofrecida por la ramera Elisa hubiese aparecido en las obras de Gamboa, sin duda habra escandalizado a Mariano Azuela. Volviendo a Fernando Alegra en su obra anteriormente men- cionada, ste acusa a Azuela de no haberse atrevido a confesar el influjo que las obras de Gamboa haban ejercido sobre las suyas; seala que La Malhora es una especie de quintaesencia surrealista de Santa , y advierte que, la famosa metfora de Los de abajo, en que Azuela define la Revolucin Mexicana como una piedra que lanzada al barranco arrastra otras en su carrera hasta convertirse en inatajable ava- lancha, parece haber sido inspirada por unas palabras en que Santa explica la fatalidad de su cada {Historia... p. 99). Alegra cita el texto de Santa para demostrar su aserto. Nosotros nos permitimos aadir una similitud ms entre Santa y Los de abajo, que, naturalmente, podra asimismo explicarse como una analoga debida a la frecuencia del tema de la muerte en las can- ciones populares mexicanas. El captulo XIII, de la segunda parte de Los de abajo, se inicia as: En la mediana del cuerpo una daga me meti, 8. Au fait, porquoi n'avait-elle pas confi cela son avocat, personne.'... Aprs tout ce n'tait pas bien interessant... Puis, quoi! elle! la dernire des dernires, elle! une inscrite la plice et dans tant de maisons de la province et de Paris, il aurait fallu avouer qu'il lui tait, tout coup, comme ?a, pouss l'envie d'aimer comme une jeune filie qui n'aurait pas faut, comme une toute jeune honnte filie... non, ce n'tait pas des choses dir... Edmond de Goncourt, La filie Elisa. Paris, dition dfinitive, Flammarion-Pasquelle, 1956. Livre 2b., c. XLVIII, p. 170-71. 490 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE sin saber por qu no por qu s yo... El s lo sabia, pero yo no... Cada la cabeza, las manos cruzadas sobre la montura, Demetrio tarareaba con melanclico acento la tonadilla obsesionante. Transcribimos ahora el fragmento de Santa, de Gamboa, que parece haber influido en las anteriores lneas de Los de abajo: no est investigado dnde Santa aprendera la danza que cantu- rreaba tercamente,... que Santa los repeta sin descanso, obsesionada ya por la muerte... (Santa, 2a. p., cap. V, pp. 895 y 896). No dej Mariano Azuela de reconocer a Gamboa muchas de sus cualidades, e igualmente, describi y subray sus verdaderos de- fectos, aunque, por lo general, abultndolos y multiplicndolos. La autoridad y el ejemplo de Azuela fueron parte de las principales ra- zones para que, durante muchos aos, se menospreciara y se relega- ra la obra de Federico Gamboa. Pero, como Fernando Alegra, con motivo del centenario del nacimiento del autor de Santa, celebra- do en 1954, muchas voces de grandes crticos nacionales y extranje- ros, iniciaron la revalorizacin de su obra, destruyendo los efectos de una crtica que, injustamente, haba disfrutado de larga vigencia. MARA GUADALUPE GARCA BARRAGAN Universidad Western Washington, Bellingham 491 AIH. Actas VII (1980). Mariano Azuela, crtico de Federico Gamboa. GARCA BARRAGN MARA GUADALUPE
SOBRE LOS ANGELES (Interpretación) Reseña Rafael Alberti inició su obra artística en 1925, con la publicación de su primer libro de poemas, Marinero en Tierra. A pesar de que el artista primerizo obtuvo con este conjunto de poemas el Premio Nacional de Literatura, y a pesar de la calidad y extensión de su producción posterior, a Rafael Alberti se le conoce, especialmente como el autor de Sobre los Angeles. El público literario madrileño acogió la obra con inusitado entusiasmo. Entusiasmo mezclado con incredulidad y sorpresa: no se esperaba del poeta de versos gráciles y musicales, un libro cargado de tormento y angustia existencial. Poblado por ángeles feroces, crueles, y deformes que se debaten en un mundo poético turbulento. Angeles monstruosos, siempre volando de un extremo a otro del doble universo de este libro: infierno y cielo. Angustia, soledad, ansia de salvación son los temas principales que conmueven el mundo de esta obra. Esta creación no es, como suelen serio las grandes o
SOBRE LOS ANGELES (Interpretación) Reseña Rafael Alberti inició su obra artística en 1925, con la publicación de su primer libro de poemas, Marinero en Tierra. A pesar de que el artista primerizo obtuvo con este conjunto de poemas el Premio Nacional de Literatura, y a pesar de la calidad y extensión de su producción posterior, a Rafael Alberti se le conoce, especialmente como el autor de Sobre los Angeles. El público literario madrileño acogió la obra con inusitado entusiasmo. Entusiasmo mezclado con incredulidad y sorpresa: no se esperaba del poeta de versos gráciles y musicales, un libro cargado de tormento y angustia existencial. Poblado por ángeles feroces, crueles, y deformes que se debaten en un mundo poético turbulento. Angeles monstruosos, siempre volando de un extremo a otro del doble universo de este libro: infierno y cielo. Angustia, soledad, ansia de salvación son los temas principales que conmueven el mundo de esta obra. Esta creación no es, como suelen serio las grandes o