Capítulo Deporte Marcelo Giles
Capítulo Deporte Marcelo Giles
Capítulo Deporte Marcelo Giles
Un contenido en discusin
Marcelo Giles
El deportista es aquel que no solamente ha vigorizado su msculo y desarrollado su
resistencia por el ejercicio de un gran deporte, sino que, en la prctica de ese ejercicio,
ha aprendido a reprimir su clera, a ser tolerante con sus compaeros, a no aprovechar
una vil ventaja, a sentir profundamente como una deshonra la mera sospecha de una
trampa y a llevar con altura un semblante alegre bajo el desencanto de un revs. De
Punch, ao 1850.
Introduccin
Los deportes son una prctica corporal que junto con la gimnasia, los juegos motores, las
prcticas en la naturaleza, la natacin,
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las danzas y el teatro, constituye formas de
moverse que la cultura ha creado a lo largo de la historia y cuya transmisin, a diferencia
de otras prcticas, ha quedado a cargo de agentes que la misma sociedad determin como
los responsables de ensearlas. Cuestiones histricas y polticas han determinado que
tanto las danzas, como el teatro, quedaran a cargo de la educacin artstica y las dems a
cargo de la educacin fsica.
Una cierta tendencia naturalista propia del campo de la Educacin Fsica ha
promovido la creencia de que el deporte naci con el hombre y creci en todas las
culturas. Sin embargo, nada tienen que ver los juegos griegos con los deportes modernos.
Deporte. Concepto de deporte, nacimiento y desarrollo
El trmino deporte permite reconocer un sinnmero de significados. Se refiere con l a
prcticas muy distintas: prcticas profesionales, ldicas, de adultos, de nios; prcticas
cercanas al juego y prcticas muy prximas al trabajo: stas sumamente codificadas e
institucionalizadas, ligadas a la bsqueda de altos rendimientos corporales, y aqullas
con menos regulaciones, cercanas al disfrute y al esparcimiento. Modificando levemente
la definicin de deporte de Pierre Parlebas, podemos decir que con l se designan todas las
situaciones de enfrentamiento corporal codificado, cuyas formas competitivas han sido
institucionalizadas y son explcitamente significadas como tal por el conjunto de las
sociedades.
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Como dominio del medio acutico con objetivos de disfrute y seguridad y, claro, no como deporte.
Renunciamos deliberadamente a definiciones de corte ms esencialistas para evitar caer
en idealizaciones tpicas. El deporte constituye, antes que ninguna otra cosa, una institucin
de la civilizacin de nuestro tiempo.
Si bien se dice por deporte, siguiendo la acepcin ms antigua del trmino, para
indicar por placer, por diversin, los deportes son en sentido estricto una prctica
corporal regulada externamente por instituciones. Decidimos aceptarlo tal como la
sociedad nos lo presenta, sin interponer consideraciones normativas. El deporte no es
necesariamente perverso pero tampoco, como se ha pretendido, una forma superior de
realizacin corporal.
Por el contrario, la lgica con que las sociedades privilegian ciertas prcticas corporales
deportivas confirindole status de juego consagrado, de deporte, no parece depender de la
mayor o menor riqueza corporal que exhiban ni de predicciones sobre su posible
rentabilidad, sino de las significaciones que cada una de ellas les adjudican en orden a
circunstancias ms o menos azarosas.
Nada azaroso, en cambio, ha sido el crecimiento de los deportes hasta convertirse en
fenmenos econmica y polticamente rentables. El proceso ha dependido siempre de la
institucionalizacin de sus cdigos reglamentarios.
La regla instituida cumple una doble funcin: garantiza la competencia y facilita a los
deportistas su produccin corporal, permitindoles entrenar sistemticamente la aptitud
necesaria. Claro est que tambin la regla instituida universalmente permite a los
espectadores involucrarse, comprender el producto, juzgarlo, criticarlo, alegrarse o sufrir
por l, apasionarse. La regla instituida escribe, por ende, una dramtica para todos:
deportistas, entrenadores, instituciones, espectadores, jueces.
Actualmente, el deporte se ha desarrollado hasta constituir una institucin promovida
por las federaciones, que estn consagradas al desarrollo y difusin de cada prctica
deportiva en sus versiones no institucionalizadas (es decir hechas porque s, por
diversin), y, por supuesto, a expandir su prctica ms importante: la de los
enfrentamientos altamente codificados que limitan las acciones, tanto en cuanto a su
violencia como cuanto a su habilidad.
Lo polismico del termino y la diversidad de actores que confluyen en l hacen
dificultoso los estudios rigurosos ya que quienes lo conocen de modo prctico
(deportistas, jueces, entrenadores) no hablan de l desde una perspectiva acadmica, y
los que pretenden hacerlo desde esa perspectiva suelen saber poco del deporte, por lo que
sus discursos muestran quiebres o se convierten en impracticables por su falta de ajuste a
la prctica.
Ahora bien, el deporte se cre en Inglaterra a fines del siglo XVIII, se consolid
como prctica corporal a principios del siglo XIX y se difundi en otros pases entre
1850 y 1950. Estos datos, que pueden rastrearse en las obras de Norbert Elias y Eric
Dunning, no impidieron que muchos analistas del deporte y de la propia Educacin
Fsica, en sus distintas corrientes, sostengan la idea de que hay una lnea histrica que
une las prcticas corporales de los griegos, el medioevo y los deportes modernos.
Inclusive hoy se sostienen comparaciones entre los juegos de los pueblos originarios de
Amrica y algunos deportes como el hockey sobre csped y el bsquetbol. Esa
equivocacin procura diluir las incompatibilidades entre los juegos y los deportes y
pretende una visin naturalizada de la historia.
Como hemos dicho, los deportes tienen una regulacin institucional dependiente por
entero, hoy, de cuestiones polticas y de mercado que en absoluto pueden compararse
con prcticas cuyas reglas estaban vinculadas a la costumbre, y que eran imprecisas,
elsticas y adems cambiantes de regin a regin. En los deportes las reglas son escritas,
expresamente detalladas y su variacin est a cargo de las federaciones que las regulan.
Esta inadvertida diferencia entre prcticas distintas ha llevado a una innumerable
cantidad de confusiones tanto en el estudio de los deportes como en su consideracin
como contenidos de la educacin. Pretender igualar la cultura griega y la nuestra resulta
poco riguroso y confuso en trminos de prcticas concretas.
Algunas corrientes, contrariamente a las anteriores, critican los deportes por su
competitividad y la consecuente rivalidad, agresividad y violencia de los deportistas y
espectadores. Paradjicamente, si bien aparentan ser opuestas a las corrientes que
promueven el deporte, resultan de la misma idea de naturalizacin de la histrica, que
entorpece los estudios acerca de los deportes.
Sin embargo, como ya demostr Norbert Elas, la institucionalizacin de las reglas
fue y es una manera de control y disminucin de la violencia fsica permitida. En Grecia
las competiciones servan de preparacin para la guerra y tenan lgicas militares. La
creacin inglesa del deporte no se vincula a lo castrense: los deportes se desarrollaron en
Inglaterra vinculados al disfrute y la emocin de la tensin de la competencia.
Los deportes son relativamente recientes y vinculados con movimientos de paz,
regulacin de la violencia, refinamiento de las costumbres. Son, como ha mostrado Elas,
un empuje civilizador. As como se cre, en la Inglaterra del siglo XVIII, el parlamento
para resolver las cuestiones polticas, se crearon los deportes para civilizar los
pasatiempos.
Los deportes son prcticas centradas en el enfrentamiento, figuraciones
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dinmicas
que permiten librar una contienda directa o indirectamente y disfrutar la emocin de la
lucha. Las configuraciones, dependientes de los cdigos reglamentarios
institucionalizados de cada deporte, son figuraciones sociales donde las acciones de los
jugadores se ejercen en forma directa y especfica sobre las acciones de los otros,
compaeros y adversarios.
Muchas veces se ha criticado la competicin deportiva comparndola con la de
mercado o empresarial, sin advertir que sta supone la eliminacin del que ofrece el
mismo producto: es decir, en el mercado se intenta hacer desaparecer al oponente,
mientras que en el caso del deporte esto no est permitido, ya que si eso ocurriera se
eliminara la posibilidad de competir, de jugar.
Los deportes suponen la igualdad de oportunidades de ganar, equiparan las
situaciones del ataque y la defensa, a la vez que obligan a los jugadores a mantener el
control para no cometer infracciones, pero con el frenes necesario para intentar ganar.
En el marco de los reglamentos deportivos los jugadores tienen amplios mrgenes de
decisin. Pero el tipo de decisin est urgido por la accin, no hay tiempo para pensar,
hay que tomar decisiones con rapidez. Se resuelve con lo que se tiene, con lo que se
sabe. Mientras el juego se desarrolla, es decir, cuando no hay pausas por lesiones o por
efecto del reglamento, el deportista decide con su bagaje de saber.
La regulacin externa del deporte obliga a elegir y esto no est vinculado, como
algunos creen, con la justicia, sino con que el equilibrio debe ser inestable entre los
contrincantes para poder mantener el placer y la emocin que supone la tensin de la
contienda.
El buen deportista sabe que el inters por la victoria no es menos que el placer de la
tensin del enfrentamiento. Lamentablemente, la educacin deportiva no se ha
preocupado en hallar un equilibrio entre una tensin-emocin que propone el juego y el
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Esquemas de los individuos interdependientes que conforman el grupo.
placer, breve pero destacado, de ganar. Esto se debe a una preocupacin por entender y
estudiar aspectos aislados del juego y no la compleja configuracin de los deportes. Los
encargados de ensear deportes no hemos llegado a comprender la figuracin bsica de
cada deporte y la lgica interna
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que los regula, sin olvidar que el equilibrio entre querer
ganar y jugar bien depende del saber que dispongan los deportistas. Ese saber debera ser
enseado tanto a los protagonistas del juego como a los espectadores, los dirigentes, los
entrenadores, los jueces, los equipos tcnicos, para que puedan elegir entre las dos
posibilidades: la tensin-emocin de jugar y hacerlo de acuerdo a la tica que supone
toda prctica (y sta en particular), o al ganar sin importar los extremos a los que se
llegue. Tanto los maestros del deporte como los jugadores podrn optar, sin olvidar el
carcter interdependiente de ambas posturas.
Sin duda que ganar, conseguir los objetivos, es un motor central en el desarrollo del
juego. No se pude salir a la cancha, pista, tatami, etc., pensando que se va a perder, es
necesario creer que se puede ganar, que se puede dominar al oponente, que se puede
mejorar la perfomance, pero no alcanza con eso. Tampoco alcanza con disfrutar la
tensin emocionante del juego sin importar el resultado. Una y otra son relevantes.
Los Deportes como contenidos de la Educacin Fsica.
El problema registra varias aristas que trataremos de analizar en cada caso.
En nuestra opinin, los deportes son configuraciones de movimiento, formas de
organizar el movimiento humano propias de una sociedad o de una cultura. Configurar
significa dar forma, y las distintas culturas dan determinadas formas al movimiento
humano y las valoran y significan de determinadas maneras.
La educacin tal como la concebimos est destinada, entre otras cosas, a la
transmisin de las reglas del juego social en todos sus aspectos y dimensiones. Desde
este punto de vista, la enseanza de los deportes puede contribuir casi como ningn otro
contenido de nuestra cultura. Tiene una amplitud y una profundidad que sobrepasan por
mucho los lmites del mbito escolar: constituye un problema poltico y no slo una
dificultad pedaggica o didctica.
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La lgica interna de los deportes, como toda lgica, hace depender una categora de otra: las reglas determinan
los objetivos, los objetivos determinan las situaciones de juego (ataque, defensa, transicin de una a otra fase,
momento de la competencia, etc.) y las situaciones de juego determinan las acciones. Este es un anlisis que
permite pensar cmo es el deporte y cmo debera ser su enseanza.
Sin embargo, como el trmino deporte ha adquirido muchos significados y se lo ha
utilizado con distintos sentidos, es probable encontrar que en trminos de sentido comn,
pero tambin en algunos mbitos acadmicos, est considerado como un movimiento
natural que abarca todo lo que el hombre hace cuando no est quieto.
La caracterstica bsica de las prcticas deportivas es la competencia. Ms all de los
diversos modos que asume su prctica, implica siempre una competencia entre, por lo
menos, dos partes, exige algn tipo de ejercicio o esfuerzo corporal y su desarrollo est
regido por reglas conocidas y aceptadas por los participantes, las cuales restringen los
lmites de la violencia permitida.
Es importante diferenciar los juegos y los deportes porque son dos maneras distintas
de moverse y suele confundrselos. La diferencia reside en la caracterstica que en unos y
otros tienen las reglas. Mientras en los juegos las reglas son mviles, es decir, pueden
cambiarse segn los acuerdos que logren los jugadores, en los deportes las reglas son
fijas, no pueden cambiarse si no es por disposicin de la asociacin o federacin que rige
sus destinos.
Esta diferencia se hace relevante en cuanto comprobamos ciertas confusiones en la
investigacin y en la bibliografa que circula acerca de la enseanza de los deportes.
Respecto de esto ltimo, debemos decir que todava encontramos que se pretende
elaborar una teora de la enseanza de los deportes a partir de pensar la Educacin Fsica
con las herramientas de las ciencias naturales.
Lo que hemos encontrado como propuesta para la formacin de deportistas, nos hace
ver ciertas contradicciones, hiatos, rupturas que atraviesan tanto las prcticas mismas
como la bibliografa en uso y la capacitacin, al mismo tiempo que muestra de manera
innegable la profunda preocupacin por encontrar un camino de enseanza que respete
ciertos principios universales del aprendizaje.
La enseanza del deporte ha sido objeto de numerosas investigaciones a lo largo de
los dos ltimos siglos. Sin embargo, es preciso advertir que estos estudios se han basado
en los estudios del aprendizaje y han logrado conocer bastante bien las estructuras
orgnicas de ese aprendizaje, lo que Elas llama el nivel orgnico de integracin
natural (Elas y Dunning, 1996:18-19).
Dentro de esta orientacin generalizada pueden distinguirse estudios ms orientados
hacia la fisiologa o hacia la psicologa, aunque no hay diferencias de fondo entre una y
otra corriente, precisamente porque ambas intentan pensarse como ciencias naturales y
experimentales, y dejan los llamados factores culturales y sociales sin estudio o para
explicar las diferencias que sus mtodos no alcanzan a revelar. Esto deja fuera, el estudio
de la enseanza, por un lado, y por el otro uniforma las prcticas de enseanza deportiva.
Esta forma de pensar la enseanza nos propone secuencias metodolgicas que van de
lo simple a lo complejo, de lo general a lo particular, de lo fcil a lo difcil, con trminos
tales como la iniciacin deportiva, mini-deporte, enseanza a travs del juego, juegos
fundamentadores, etc. Estos conceptos cristalizados en los discursos y prcticas de la
enseanza del deporte nos han hecho creer que hay que iniciar a los nios en el deporte
con progresiones supuestamente cientficas.
El concepto de iniciacin deportiva supone una visin fragmentada y utilitaria del
problema ya que su preocupacin est en los aprendizajes estrictamente relacionados con
la prctica deportiva, limitando la enseanza a la instruccin y el aprendizaje especfico
que son determinantes para el rendimiento deportivo. As, la infancia, etapa a la cul esta
destinada esta corriente, se concibe como un perodo instrumental de la formacin de
deportistas.
Si bien es cierto que no puede pensarse lo humano sin dependencia del nivel
orgnico, tampoco puede hacerse sin las condiciones culturales (el deporte como una de
ellas) que dan significacin vital a las cuestiones orgnicas.
Sin embargo, las formas propuestas para la formacin de deportistas dentro y fuera
de la escuela (se utiliza la misma bibliografa y la misma capacitacin) privilegian
explicaciones de corte psicobiolgico o humanista. Por ejemplo, Domingo Blzquez
Snchez, criticando abiertamente a las pedagogas tradicionales, a las que sita dentro de
la corriente deportivista, propone una concepcin humanista de la Educacin Fsica.
Segn el autor, el enfoque mecanicista de la enseanza de los deportes supone mtodos
que descomponen los elementos del juego, yendo de lo simple a lo complejo y utilizando
progresiones pedaggicas que incluyen un grado de dificultad progresiva. Los gestos
tcnicos aparecen aislados de las situaciones de juego eliminando la posibilidad de una
toma de conciencia por parte del alumno. En definitiva, el nio asimila aspectos
parciales y descontextualizados del juego.
Como contrapartida, propone una mirada humanista que centra su atencin en los
intereses de los nios, partiendo de una nocin de equipo que no es simplemente la suma
de partes sino un conjunto estructurado con vistas a la realizacin de un proyecto en
comn. Su punto de partida es la situacin de juego, la tcnica se corresponde a
un comportamiento grupal evitando respuestas estereotipadas y haciendo lugar
a la reflexin. Su propuesta planifica la iniciacin deportiva a partir de juegos y
situaciones pedaggicas de dificultad progresiva, es decir que desde el juego
simple se va ascendiendo a juegos codificados y reglamentados; le otorga al
juego un carcter utilitario y lo entiende como un paso previo al abordaje del deporte. Su
mirada se reduce a poner todo lo bueno del lado de la concepcin humanista, y
todo lo malo del de la corriente deportivista. Como si las contradicciones
estuvieran ausentes en cada una de ellas y en las prcticas de enseanza
deportivas, como si los modelos de enseanza pudieran ser trasladados sin la
correspondiente interpretacin del marco poltico contextual en el que esas
prcticas se desarrollan. Por otra parte, su propuesta no deja de ser una nueva
mirada restringida de la enseanza basada en nuevas metodologas con
sustento psicobiologisista, haciendo hincapi fundamentalmente en los
procesos de desarrollo, maduracin y fases sensibles al aprendizaje. Esta es
otra forma de esconder las formas tradicionales, pero esta vez bajo una mirada
humanista.
La enseanza del deporte es pensada a partir de metodologa deductiva que pretende
estabilidad en las conductas de los aprendices, basndose en los procesos de desarrollo,
en los que cree nicamente, pero las prcticas dan cuenta de una vasta diversidad que
pone de manifiesto la ineficacia tanto educativa como deportiva de estas propuestas.
El problema se sostiene cada vez que se pretende mantener control, estabilidad y
uniformidad en la enseanza. Esto slo ocurre cuando se pretende encajar la
heterogeneidad de las prcticas en un formato estandarizado que se debe aplicar.
La recuperacin de prcticas de enseanza que hemos hecho en distintas
investigaciones, en una perspectiva que integra la dimensin humano-social y, por lo
tanto, la red de significaciones que otorga sentido a las acciones, tanto sociales como
particulares, nos permite suponer la existencia de principios tericos que an no han sido
indagados en la construccin de un maestro que sabe de su deporte y que sabe como
transmitirlo.
Por ejemplo, la recuperacin de las prcticas de enseanza del deporte en escuelas y
clubes indica que no existe un momento ptimo, igual para todos los sujetos, en el cual
se aprende tal o cual habilidad, permitiendo ajustar las acciones educativas a las
exigencias que derivan de l. En cambio, hay que hacer lugar al efecto que sobre los
aprendizajes tienen las representaciones de los otros sujetos donde los que ensean
tienen un lugar privilegiado. El orden del mundo no es otro que el orden de las
significaciones construido por el conjunto de las representaciones sociales, incluidas las
producidas por la ciencia.
La mayora de las investigaciones recurren a los mtodos y modelos de la psicologa
y la fisiologa examinando nicamente aquellas dimensiones de los seres humanos que
son comunes a todos ellos, con lo que consideran a todos los sujetos por igual y borran
las diferencias particulares propias de la condicin subjetiva.
Inclusive cuando se pretenden visiones crticas, con recuperacin de prcticas de la
enseanza de los deportes, suelen utilizarse conceptos y teoras del campo que se crtica.
En efecto, en esas investigaciones se consideran importantes a las teoras del aprendizaje,
las etapas evolutivas, las tcticas y tcnicas, sin tener en cuenta a los deportes como
configuracin del movimiento. Adems, se espera del currculo un nivel de prescripcin
tal que permita una prctica asentada en la ciencia, como si esta bastara para justificar
cualquier accionar.
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Tambin se exige que sea el currculo quien determine la enseanza de los deportes
desde edades tempranas porque se consideran movimientos naturales, filogenticos. Al
mismo tiempo, si los profesores dicen que la enseanza del deporte es de su inters en
edades tempranas, no se abre ninguna pregunta de porque esto es as y como se
constituy esta teora en el campo.
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Suele criticarse la enseanza de los deportes, pero en estos casos se recurre a la
defensa del mini-deporte, inclusive negando que haya campeones de cuatro aos, para
criticar las prcticas de algunos y defender las de otros.
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Se considera a la prctica como un lugar de aplicacin de la teora y se imponen
modelos de enseanza basados en anlisis de la psicologa experimental que dividen la
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Los CBC del Ministerio de Cultura y Educacin de la Nacin [] no definen contenidos para los
deportes, ni hacen hincapi sobre teoras de aprendizaje deportivo. [] No se definen aspectos centrales
de la enseanza de los deportes como son etapas de aprendizaje deportivo, los contenidos tcticos
colectivos ni individuales, el aprendizaje y ejecucin de las tcnicas deportivas. Con estas disposiciones
curriculares se pueden justificar tanto las clases de aquellos que `tiran` la pelota hasta aquellas en que se
trabaja con una mirada cientficamente fundada. Perczyk, J. El curriculum del deporte escolar y deporte
institucionalizado, publicado en http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Ao 5 - N
26 - Octubre de 2000.
5
Los CBC de EGB 2 de la Direccin General de Escuelas de la Provincia. Buenos Aires, no prevn
taxativamente la posibilidad del aprendizaje de los deportes en este ciclo. Sin embargo, la realidad de las
escuelas observadas y las entrevistas con los profesores nos hace ver que el deporte es, en el inters de
docentes y alumnos, un tema central en estas clases. Op.cit.
6
El deporte institucionalizado comienza no antes de los 8 aos y con contenidos de desarrollo de la
motricidad general y del atractivo de la actividad. Op. cit.
conducta por reas. De esta manera se abandona el propio campo para imponer saberes
de otras disciplinas consideradas ms cientficas y se pierde la oportunidad de teorizar
las prcticas.
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Los nios se inclinan hacia los deportes, como formas de juego, volviendo ineludible
su enseanza. No obstante, deberan tenerse presentes dos cuestiones en la enseanza de
los deportes con nios.
Primero, que la regla instituida especfica la habilidad, permitiendo establecer el tipo
de rendimiento y los modos de conseguirlo. La prctica deportiva introduce el concepto
y la prctica del entrenamiento deportivo especializado; esto puede llevar a posiciones
subjetivas ms cercanas a la rivalidad que a la competicin, a la obsesin que al placer,
particularmente en la sociedad de nuestro tiempo.
Segundo, que los deportes no son nocivos sino que dependen de la actitud con que se
los practica. Se hace necesario un anlisis crtico de los deportes, y de las formas que
adquiere su prctica actual, que permita una apreciacin ms ajustada de sus valores y
perjuicios, en trminos educativos y en funcin de su trasposicin como contenidos
educativos, en la escuela o fuera de ella.
El anlisis para la trasposicin del deporte como contenido educativo, como saber a
ensear, debe considerar que la prctica de los deportes, en sentido estricto, no tiene
sentido antes de la pubertad. Los problemas del mini-deporte no devienen de la mala
prctica de una buena idea sino de que el mini-deporte representa la mala idea de fijar las
reglas antes de tiempo.
Aun en la adolescencia es preciso observar ciertos recaudos en las prcticas
deportivas. No nicamente en relacin a los cuidados orgnicos, sino tambin a las
precauciones que hay que tomar para evitar cualquier estandarizacin y estereotipia en el
movimiento y en la relacin de saber que cada sujeto construye con su cuerpo.
Para superar la mera instruccin y la mera maestra tcnica (incluso para formar
deportistas inteligentes y no meros ejecutores de destrezas tcnicas y sistemas tcticos),
no basta con tomar ciertas precauciones: hay que pensar formas de adaptar las prcticas
deportivas a los fines y problemas de la educacin, sea esta en la escuela o fuera de ella.
7
Las propuestas ms avanzadas con relacin a la enseanza de los deportes plantean la adaptacin del
juego formal y reglamentado a la realidad cognitiva, motriz y social de la categora de edades en que se
va a jugar. Op. cit.
La principal virtud educativa del deporte reside en su carcter de juego y en las
exigencias que plantea a la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes y nuevas. Si
se impide su vivencia y percepcin como totalidad dinmica, como figuracin mvil, en
cuyo contexto (y slo en cuyo contexto) puede construirse la inteligencia del juego; si se
lo reduce a sus aspectos tcnicos o se lo fija en el modelo de las federaciones, el deporte
pierde tanto su potencia educativa como su inters para los nios y jvenes.
Es necesario considerar que el inters de los nios y jvenes por los deportes no es
generalizado ni indiscriminado; obedece a motivos y significaciones personales y
familiares, con sus historias particulares, con las tradiciones sociales y regionales. Si se
quiere que los sujetos encuentren una prctica deportiva de su inters y se vinculen a
ella, la oferta deportiva, escolar y de los clubes debera contemplar estas idiosincrasias
locales y regionales, as como los intereses y posibilidades institucionales, y las
elecciones individuales y grupales.
Es preciso que la Educacin Fsica proponga una prctica deportiva que incluya un
saber de las prcticas deportivas; para eso es preciso seleccionar contenidos relacionados
con las prcticas deportivas institucionalizadas y no institucionalizadas.
Es preciso pensar que muchos probablemente no se vinculen con una prctica activa
del deporte, sino que se involucren como espectadores o dirigentes, o como futuros
padres de hijos deportistas. Al lado de los contenidos relacionados con la lgica de los
deportes, sus tcnicas, tcticas y estrategias, los beneficios y perjuicios de su prctica en
relacin con la salud, la higiene, las prevenciones y cuidados, deben aparecer otros
relacionados con el comportamiento de los deportistas y, tambin, con el de los rbitros,
los espectadores y las instituciones deportivas.
La enseanza de los deportes.
Como ya hemos afirmado, la educacin fsica se encarga de transformar el movimiento
configurado socialmente, o sea, organizado para el tiempo de ocio, con fines de salud,
estticos y de tensin, para volverlo educativo. Su objetivo es que los sujetos construyan
una relacin de saber con sus cuerpos y con su movimiento. Los deportes, junto con los
juegos, la gimnasia, las actividades en la naturaleza, la natacin, la danza, se convierten
en prcticas educativas cuando se las ensean. No son educativas por si mismas.
La educacin fsica debera promover el desarrollo de saberes para desempearse
adecuadamente en las prcticas corporales, incluido el deporte, y dotar a todos los
estudiantes de herramientas para la construccin de una relacin apropiada con el propio
cuerpo y con el de los otros en el marco de la sociedad y la cultura actuales. Adems,
debera procurar que utilicen estas herramientas en las acciones de la vida cotidiana y se
vinculen con las prcticas corporales de manera perdurable.
En las prcticas educativas, los contenidos de la disciplina y los contenidos de la
enseanza debieran articularse en estrategias de enseanza que consideren y articulen los
problemas del contenido con los problemas del aprendizaje y, por supuesto, con los
problemas y condiciones del contexto, que se expresan en trminos sociales, polticos,
culturales, regionales, locales, comunitarios, institucionales, etc.
Cuando se observa cmo se ensea deportes en el rea se advierte, en muchos casos,
que la educacin fsica aparece como un saber instrumental y fragmentado, un saber-
hacer fundamentado desde otras disciplinas. Sin embargo, la investigacin muestra que
este problema no se genera en la prctica de la educacin fsica sino en su tradicin
terica, la cual se ha apegado al modelo de conocimiento de las ciencias biolgicas.
Este apego ha generado modelos de enseanza que, segn muestra nuestro anlisis de
la produccin bibliogrfica de la educacin fsica, se basa en proponer progresiones para
la enseanza de los distintos deportes sin contemplar las caractersticas y condiciones
reales de la prctica de enseanza. Estos textos, a los que hemos llamado tcnicos o
metodolgicos, generan una prctica orientada a propuestas instrumentales, que no
contemplan la complejidad de la enseanza. Reducen la tarea de los profesores al
cumplimiento de los pasos fijados, quitndoles la posibilidad de pensar sobre sus
prcticas, y promueven en los aprendices la obediencia, ya que deben cumplir con cada
ejercicio en el orden establecido ms all de sus conocimientos previos e inquietudes.
La tarea de la educacin fsica es colocar esas prcticas en la perspectiva de la
educacin, hacerlas educativas, prepararlas para la enseanza, ponerlas al alcance de la
comprensin de nios y jvenes de distintas edades y procedencias, con distintas historias
y tradiciones.
Los deportes no pueden ensearse tal cual son, ni la gimnasia escolar puede ser igual
a la gimnasia de los adultos. Tampoco los juegos son iguales cuando surgen
espontneamente de los chicos, en el patio o en la plaza, que cuando se los propone un
adulto, en medio de una clase.
La educacin fsica no es la suma o la simple combinacin de ejercicios, juegos y
deportes. Es una disciplina educativa cuya tarea empieza con el anlisis de los usos y
valoraciones del cuerpo, y de estas formas de movimiento que los expresan; contina con
su reelaboracin en trminos de enseanza y con su adecuacin a las lgicas
institucionales en las que se desarrolla.
En este proceso, el contenido de las prcticas corporales, el deporte en este caso, sufre
transformaciones significativas; las distintas configuraciones de movimiento elaboradas
socialmente adoptan otras formas, se combinan de diversas maneras, adquieren valores
diferentes. La prctica vuelve a transformarlas al agregar los problemas de las relaciones
entre los profesores y los aprendices, de los aprendices entre ellos, de los contenidos a
ensear y aprender, de las dificultades del contexto en que son enseados y aprendidos
los usos y valores de la comunidad educativa, las tradiciones locales, los objetivos
institucionales, etc.
Ms all de eso, podramos decir que considerar a los deportes como configuraciones
de movimiento implica procurar ensearlos en toda su complejidad social, reglamentaria,
tctica, tcnica, comunicacional. A esto debera agregarse un anlisis de los deportes en
todos sus aspectos (histricos, polticos, tericos, inclusive de las tradiciones que lo
atraviesan), para poder transmitirlos en toda su dimensin. En cambio si pensamos que
los deportes son conjuntos de tcnicas, lo que suele ocurrir en la prctica es que se
privilegian la descomposicin de los gestos motores, la demostracin y la repeticin
como fundamentos de la enseanza, y la copia como fundamento del aprendizaje.
Toda propuesta de enseanza considera un anlisis de los saberes a ensear. Esto
hace que debamos pensar de nuevo el deporte o los deportes, como los problemas de la
enseanza. Este anlisis, adems, debe articularse con los problemas propios de la
enseanza. Es comn que pensemos que los aprendices del deporte no saben nada acerca
de l. Esto nunca es as. Los sujetos tienen historia, ideas previas, intereses, posibilidades
de significar el saber y el hacer, capacidad de apropiacin y capacidad de aprender
sistemas tcticos y ejecuciones tcnicas complejas.
Aceptar que nuestros alumnos saben nos permitir procurar que nuestra enseanza se
articule con su saber, lo ajuste, lo corrija, lo afirme, lo acreciente, lo potencie, mediante
una actividad de construccin constante en la que pongan en juego el saber que han
elaborado en su experiencia, al mismo tiempo que lo ajustan a los datos de la realidad.
En este caso, buscaremos estrategias que promuevan la resolucin de situaciones y la
construccin de formas tcnicas y tcticas adecuadas a las situaciones a resolver.
No hay que temer al error, ni tratar de evitarlos: los errores son constitutivos del
aprendizaje, no hay aprendizaje sin error. Reflexionar sobre ellos permite aprender de
ellos con nuestros alumnos.
El anlisis del problema del contenido, del saber a trasmitir, y el anlisis del
problema de la enseanza deben articularse con los problemas polticos y culturales de
las instituciones en las que nos desempeamos. En cada una de ellas hay dificultades,
problemas que debemos resolver para que nuestra forma de ensear sea posible. Pensar
la prctica aislada de estos inconvenientes ha generado que la educacin fsica se vea a s
misma como una disciplina apoltica y resignada a obedecer a lo que la realidad es.
Pensar la enseanza de los deportes, como los de cualquier prctica corporal, en trminos
polticos permitir apostar a la innovacin y no a la mera repeticin.
En la prctica, estos anlisis permiten estructurar cada clase en una sucesin de
sntesis y anlisis. La sntesis es el juego mismo. Ser cinco contra cinco en bsquetbol,
siete contra siete en handball, quince contra quince en rugby, el salto en largo en
atletismo, etc. O se establecer el nmero de participantes por cada equipo de acuerdo a
la cantidad de jugadores presentes. Lo importante es que el juego sea lo ms parecido al
deporte que pretendemos ensear y que all aparezca su lgica interna, es decir, reglas,
objetivos, situaciones de juego y acciones. Es de esa configuracin de movimientos que
debe comenzar el anlisis. Sin determinar a priori en qu momento, deben alternarse
ejercicios que permitan mejorar aquellos aspectos que presentan dificultades, de acuerdo
a lo visto por los jugadores y el entrenador. Es muy importante el acuerdo del que
aprende: la prctica muestra que aprendemos aquello que queremos aprender y no lo que
no nos interesa. De esa manera se puede volver al juego para volver a extraer de l las
dificultades a mejorar. Este proceso, realizado tantas veces como sea necesario, y
profundizando el anlisis cada vez ms, permite a los jugadores apropiarse de cada
aspecto del juego y al profesor pensar sus prcticas en relacin con lo que sabe, lo que
debera saber y el saber de sus estudiantes.
Conclusiones
Todos los seres humanos estamos en condiciones de lograr saber, siempre y cuando se
nos ensee.
El deporte supone un control para no violar las reglas y las necesarias ganas de
conseguir la victoria. Las reglas deben cumplirse, pero al mismo tiempo se deben
conocer para sacar ventajas de cada una. El deporte permite que los jugadores tomen
decisiones, y adems estas deben ser tomadas en tiempos muy cortos, por lo que es
necesario que los jugadores reflexionen, cuando aprenden, al mismo tiempo en su
rendimiento y en el del equipo.
La compleja lgica de los deportes se corresponde con la estructura normativa y
lgica de las relaciones sociales adultas que permiten desarrollar el pensamiento, la
subjetividad y la tica. La educacin fsica debera desarrollar crticamente la enseanza
de los deportes, teniendo en cuenta la cultura, los jvenes y la propia lgica del deporte.
No podemos seguir pensando en ellos como una sumatoria de tcnicas y tcticas,
aislados de la cultura que los cre; y debemos lograr el mximo rendimiento de todos y
no de unos pocos.
Por ltimo nos gustara reiterar que el deporte debe estar a disposicin de todos
aquellos que quieran practicarlo. Pero adems, queremos decir que es la escuela la que
debe garantizar que se aprenda deporte, se compita en las edades que se debe, y que
todos deben poder hacerlo. Esto supone una organizacin deportiva propia de la escuela
o las escuelas bajo el principio de que todos los que quieran deben competir. Ensear
deportes y no competir con otros compaeros de juego es un sin sentido que desvaloriza
al deporte, lo transforma en la mera repeticin de ejercicios y deja a los alumnos sin
saber aquello que quieren aprender.
Para esto es preciso que se creen formas de competir distintas a la de las
federaciones, que sean propias de la actividad educativa. En ellas se seguir el principio
de inclusin y de toma de decisiones por parte de los pberes y jvenes junto con sus
profesores.
La versin terica que pretende ensear deportes en la infancia se sostiene en el
concepto de iniciacin deportiva, que ha surgido como una herramienta central para
formar deportistas. El concepto y el desarrollo de la iniciacin deportiva surgen de
pensar al deporte como un hecho natural y continuo en la historia.
Esta visin que podramos llamar deportivista permite seleccionar desde edades
tempranas a aquellos nios que, en este caso, muestran facilidades de aprendizaje y que
supuestamente se convertirn en talentos deportivos. Basada en la bsqueda de
rendimiento deportivo posterior, la iniciacin deportiva propone juegos predeportivos, de
iniciacin o fundamentadores; con la pretensin de que a travs de ellos se aprendan las
habilidades de cada deporte. Esta afirmacin desconoce que no se puede jugar con
aquello que no se conoce. Esta posicin ha provocado, en el caso de nuestro pas, una
expansin del deporte infantil que no ha resultado beneficiosa para la formacin de
deportistas y ha provocado el abandono de las prcticas deportivas por parte de los
jvenes.
La cuestin es ver que el deporte se invent y creci como una actividad de adultos
jvenes. Reglamentar universalmente los deportes nacidos en Inglaterra y los nacidos en
las universidades norteamericanas fue una tarea de los adultos para los adultos y jvenes.
La competicin, componente central de los deportes a partir de la institucionalizacin
de sus reglas, determina la habilidad, el tipo de rendimiento, e introduce el entrenamiento
especializado. Esto debera llevarnos a pensar que la temprana especializacin, que el
deporte infantil produce, adelanta procesos que producen que incluyamos a los nios en
lgicas adultas que no les son propias. Incluir a los nios a una lgica adulta como lo
hace el deporte infantil disminuye la posibilidad de que todos participen y jueguen.
En cambio en los juegos las reglas son mviles: se modifican por la decisin de los
jugadores. Los nios cambian constantemente las reglas para jugar al ftbol o a cualquier
deporte, con la idea de jugar, y no se cien a reglas estrictamente deportivas, como la
altura del arco, la dimensin de la cancha, etc.
Si el deporte fue creado por los adultos para los adultos, entonces hay que ensearlos
a partir de la pubertad. Esto no quiere decir que los nios no puedan jugar deportes en las
clases de educacin fsica o en los clubes. Claro que pueden hacerlo, pero jugar con sus
reglas, con sus costumbres, adaptando ellos y no los profesores las reglas para que el
juego sea un lugar de disfrute y no de saturacin. En la medida en que los nios puedan
acordar reglas y negociarlas entre ellos pueden establecer condiciones de igualdad y
reciprocidad, que el deporte no permite. Habr tiempo para que entren en las lgicas
institucionales del deporte, y mientras tanto comprendern cuestiones como la
reciprocidad, la cooperacin, el control, etc. Los pberes enfrentan problemas distintos
que los nios ya que cambian las obligaciones y sus intereses. No se pueden ya
desconocer ciertas obligaciones como estudiar y cumplir con compromisos. Esta es la
etapa de la vida en la que el deporte tiene sentido.
Saber jugar uno o varios deportes permite tanto el desarrollo corporal como adquirir
una inteligencia de juego, una valoracin del xito y del fracaso, un conocimiento de los
aspectos tcnicos, tcticos, ticos, sociales. Adems, los deportes ofrecen a los jvenes la
posibilidad de experimentar tensiones con emocin que colaboran a contrarrestar las
tensiones sin emocin de la vida cotidiana.
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