41 Mar 13.12-37
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As
tambin vosotros, cuando veis que suceden estas cosas, conoced que est
cerca, a las puertas. Muchos eruditos creen que sta es una referencia al nuevo
nacimiento de la nacin de Israel. Y que esa generacin que vio el renacimiento
de la nacin de Israel sera la final. Pienso que hay gran validez en esa
interpretacin.
Ahora Jess declara como Su palabra permanecer . El cielo y la tierra
pasarn La Biblia nos dice como es que los cielos habrn de ser plegados y la
tierra se habr de derretir con un calor intenso. pero mis palabras no pasarn,
la eterna palabra de Dios.
Pero de aquel da y de la hora nadie sabe, ni aun los
ngeles que estn en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. (Marcos
13:32).
Jess, como hemos dicho, cuando vino a la tierra tom sobre Si
limitaciones, deliberadamente tom limitaciones. El era Dios manifestado en
carne. Pero en virtud de que vino en un cuerpo de carne, implic que mientras El
estaba en el cuerpo de carne se despoj a Si mismo de la Gloria que tena como
Dios omnipresente. Estaba restringido, como lo est un cuerpo material, a sus
limitaciones. Y hubieron otras restricciones que El tom estando en esta
condicin. Haba una restriccin, de hecho, en el conocimiento del da que El
regresara. El dijo de aquel da y de la hora nadie sabe, ni aun los ngeles que
estn en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre Ahora que El est glorificado
nuevamente con el Padre, y sin lugar a dudas lo sabe. Pero eso era parte de las
restricciones mientras existi aqu en la tierra en un cuerpo.
segunda venida de Cristo. Con todo Jess dijo nadie sabe el da y la hora. As
que Qu se supone que hagamos? El dijo:
Mirad, velad y orad; porque no sabis cundo ser el
tiempo. (Marcos 13:33).
Porque el Seor puede estar viniendo por nosotros en cualquier
momento, el mejor consejo es simplemente velar y orar: estar listo. Mirad, estn
listos! No saben cuando acontecer.
Es como el hombre que yndose lejos, dej su casa, y dio
autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mand
que velase. Velad, pues, porque no sabis cundo vendr el seor
de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo,
o a la maana; para que cuando venga de repente, no os halle
durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.
(Marcos 13:34-37).