Pablo Suárez
Pablo Suárez
Pablo Suárez
1.
a.
b.
Mencin de obras,
c.
d.
Contexto social, poltico y cultural en el que se inscribe la obra del artista o del
grupo,
e.
f.
3. Anlisis de una obra del artista, grupo o caso seleccionado, a partir de los datos
abordados en el trabajo (en particular, teniendo en cuenta la informacin aportada por
la investigacin realizadas).
1.
Pablo Surez, nace en Buenos Aires en 1937. En 1955 cursa la carrera de Agronoma, sin
terminarla. Practica boxeo y participa como amateur de varios encuentros. Aunque asiste por
un tiempo al taller de Raquel Forner y Alfredo Bigatti, se defne como autodidacta, y en 1957
decide dedicarse profesionalmente al arte, impulsado por Alberto Greco y Antonio Berni. A
principios de los aos 60, frecuenta el bar Moderno, lugar de encuentro y debate entre artistas,
y durante esa dcada protagoniza las actividades desarrolladas en el Centro de Artes Visuales
del Instituto Di Tella. Participa en Experiencias 68, muestra organizada por dicho instituto,
con la distribucin de una carta dirigida al director en la que expresa el descontento de
presentar su obra en una institucin en la que prevalecen productos prestigiados. Esta postura
crtica se manifestar a travs de proyectos artsticos de corte poltico, como, poco tiempo
despus, Tucumn arde, una accin llevada a cabo por un grupo de artistas integrado por Len
Ferrari, Roberto Jacoby, Juan Pablo Renzi y Margarita Paksa, entre otros. A comienzos de los
aos 70, debido al agotamiento del arte, por la situacin poltica del pas, algunos plsticos
que participaban en el Di Tella deciden alejarse de la actividad artstica; es as como Surez se
radica en la provincia de San Luis. En 1972 retoma la pintura con escenas de paisajes e
interiores de casas ubicadas en los suburbios bonaerenses y, desde la parodia, toma elementos
de las obras de Molina Campos.Entre 1981 y 1985 se traslada a Mataderos, barrio que se
constituye en motor de su trabajo. En esta dcada se vincula al contexto explosivo de la vuelta
a la democracia, un momento en el que confuyen las artes y las publicaciones alternativas en
espacios marginales como el Parakultural. En estos aos Surez, como tambin Marcia
Schvartz e incluso Antonio Berni, vuelve a la pintura con gran colorido y una pincelada
gestual. Tambin en las obras de este perodo el artista recurre al grotesco, con personajes
modelados en resina que se despren-den del plano del soporte pictrico hacia el espacio. En
esta poca es docente en el Taller Barracas, para artistas becados por la Fundacin Antorchas,
y en 2000 se traslada a Colonia del Sacramento, Uruguay. En abril de 2006 fallece en la
ciudad de Buenos Aires, a los 69 aos. Premio Konex 2012: Escultura y Objeto: Quinquenio
2002 - 2006 (Post Mortem) Premio Konex de Platino 2002: Escultura: Quinquenio 1997 2001Premio Konex 1992: Nuevas Propuestas
b.
Mencin de obras,
El penitente (1961)
Autorretrato (1979)
Exclusin (1999)
Infierno 63 (leo)
El corruptor (leo)
Muecas Bravas
Cover Girl
La calle (esmalte)
c.
A lo largo de su trayectoria, Pablo Surez utiliza diversos materiales, soportes y medios, como
la pintura, la escultura y la instalacin, para mantener un dilogo incisivo y permanente con la
realidad de los rasgos peculiares de su obra es el uso de la cita y la parodia como estrategia
artstica. De esta forma, el realismo es empleado en sus propuestas como medio para abordar
el mundo cotidiano. el artista pone en evidencia las diversas realidades que conviven en el
pas. Un hombre aterrorizado y con los cabellos al viento se aferra a los barrotes de un tren
que avanza velozmente
d.
Contexto social, poltico y cultural en el que se inscribe la obra del artista o del
grupo,
1937 Pablo Surez, nace en Buenos Aires
1946-1955 Primera y segunda presidencias de Juan Domingo Pern en la Argentina
de enero de 2002 Ramn Puerta, Adolfo Rodrguez Sa, Eduardo Caamao y Eduardo
Duhalde.
2001 septiembre 11 atentado a las torres gemelas.
2003 Nstor Kirchner asume como presidente.
2006 muere Pablo Surez, a causa de un cncer de rin.
e.
f.
mi deuda con los grficos rioplatenses de los aos '40, que con su estructura narrativa
organizan los elementos visuales en pos de una comunicacin directa e inmediata (me refiero
a Molina Campos, Medrano, Devoto, Agosti, Cal y otros) y con artistas clsicos que, a
sabiendas o no, se inscriben en una lnea de gran arte popular latinoamericano como Gramajo
Gutirrez y Juan de Dios Mena.
4. Pensando en los ltimos diez o quince aos elija obras o muestras a su criterio fuertemente
significativas de otros artistas de Argentina y explique por qu.
De los ltimos aos, llevo en la memoria una muestra que Sebastin Gordn realizara en el
Espacio Telefnica, los trabajos de Marcelo Pombo, que tuve la fortuna de admirar en su
taller y que constituyeron la exposicin que an sigue colgada en Los Angeles y que all se
llam Props, y no por una obra en particular sino por una obra permanentemente creativa que
da a sus acciones y al diseo de toda su vida categora de arte, a Roberto Jacoby.
5. Cules son los agrupamientos o tendencias que percibe en el arte argentino de los ltimos
diez o quince aos a partir de elementos comunes?
En los ltimos aos parece entronizarse un mecanismo fomentado por instituciones,
fundaciones, o agrupaciones de estudio y anlisis que financian o consiguen el patrocinio de
empresas para realizar proyectos artsticos en cuya calidad esttica se hace menos hincapi
que en un bien aceitado trabajo de merchandising.
Biografa
Premio Konex de Platino 2002 y Premio Konex 1992. Entre sus exposiciones se destacan:
(2000) Bajo la lnea del horizonte, Fondo Nacional de las Artes; (1999) Saln Fortabat,
MNBA; Cantos Paralelos. Jack S. Blanton Museum of Art, Texas, Austin; Phoenix Art
Museum, Phoenix, Arizona; Biblioteca Centro Cultural Luis ngel Arango, Bogot,
Colombia; Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Brasil. En (1997) Otro mirar, MNBA;
Centro de Arte Contemporneo Santa Mnica, Barcelona. Espaa; (1996) Escultores de
Amrica, MAM; Museo de Arte Moderno de San Pablo, Brasil; MNBA, Muestra
adquisiciones de patrimonio, Buenos Aires. Argentina; Escultura Argentina, Museo de Arte
Contemporneo, Santiago de Chile; (1995) Galera de Arte Ruth Benzacar; Art from
Argentina, 1920-1994, Fundacin para las Artes, Centro Cultural Borges; (1994) XXII
Bienal Internacional de San Pablo, Brasil. Premio Municipal de Escultura, Buenos Aires.
3. Anlisis de una obra del artista, grupo o caso seleccionado, a partir de los datos
abordados en el trabajo (en particular, teniendo en cuenta la informacin aportada por
la investigacin realizadas).
Editorial
Pablo Surez se enmarca, sin dudas, dentro de aquella categorizacin de artistas que no separa
su obra, su quehacer, del contexto social y poltico de su tiempo. Tuvo como preocupacin
mxima establecer una comunicacin directa, sin intermediarios, con todo aquel que viese sus
obras.
Decidi situarse lejos del inters por vender su produccin a altos precios o trabajar solamente
para complacer el gusto de determinadas elites. La denuncia, enfocada desde el humor y el
grotesco, aparece como impronta en el grueso de sus trabajos, en el cual el Hombre es foco de
anlisis y reflexin: obrero, pobre, presa de sus propias miserias, o acotado por las
condiciones del mundo que habita. Los rostros de sus personajes hablan por s solos.
Figura icnica de la movida cultural de los aos 60, durante esa dcada participa de muestras
individuales y colectivas; junto a Rubn Santantonn forja La Menesunda, de Marta
Minujn y es una de las personalidades ms destacadas del Instituto de Artes Visuales del Di
Tella. De dicho lugar se aleja (junto a un grupo de artistas entre quienes estaban Oscar Bony,
Len Ferrari, Roberto Jacoby, Ricardo Carrera y Margarita Paksa, entre otros) con una carta
emblemtica, (...) a los espectadores les aseguro: nadie puede darles fabricado y envasado lo
que esta dndose en este momento, est dndose el Hombre. La obra: disear formas de vida.
En una de sus ltimas conferencias dijo al respecto: Sent que el Instituto, de alguna manera,
centralizaba la accin cultural e institua que todo lo que all entraba se consideraba arte (...);
los artistas no solo no establecimos un puente con la gente sino que de alguna manera
colaboramos a ensanchar el precipicio.
Cabe destacar que en la Retrospectiva no se repartieron programas, folletos ni postales, sino
copias de ese texto, de esa profunda declaracin de principios, en la que se hace hincapi en
criticar los acotados e imperantes mecanismos puestos en juego a la hora de pensar, entender
y encarar la actividad artstica de ese momento.
El grupo que renuncia al Di Tella elige alejarse del circuito comercial e involucrarse en la
participacin junto a sindicatos y organizaciones obreras. Ejemplo de esto es la obra colectiva
Tucumn Arde. Los convulsionados tiempos de la Argentina llevan a Pablo Surez a
conocer la crcel, como consecuencia del papel asumido junto a organizaciones de
trabajadores.
Ms tarde (viviendo nuevamente en el campo, como cuando era nio) da inicio a una nueva
etapa en la que se interesa de manera particular por artistas nacionales y populares, y deja una
huella ms que significativa con su participacin en el colectivo Periferia.
Luego de varios aos, volver a exponer en galeras de nuestro pas y del exterior. Y mucho
tiempo despus, obtendr merecidos reconocimientos como el Premio Konex en 1992.y el de
Platino en 2002.
Tras una larga carrera, defini el motor de su extensa trayectoria diciendo: Hay una
conferencia maravillosa de Heidegger que se llama Serenidad. Y dice que el arte es la flor
de la planta social que en cada lugar tiene caractersticas particulares que responden a todo lo
que esa planta es. Bueno, yo siento que no puedo dejar de estar dando cuenta de lo que sucede
en la sociedad en donde vivo. Tal vez porque soy un tipo de otra poca y creo todava en
forma un poco utpica en ciertas ideas de lo social que me preocupan....
Pablo Surez muri a los 68 aos, luego de una larga enfermedad. El valor de su arte,
inseparable del compromiso asumido, lo coloca como un artista de la resistencia, que supo
encontrar la manera de no claudicar en su forma de hablar, transmitir y denunciar a partir de
su trabajo artstico.
Su obra
Lo social est siempre presente en la produccin de este artista, no solo desde las imgenes,
sino tambin desde los nombres de sus realizaciones: uso el ttulo como pie de ingreso, como
pauta que determine el tono con que fue hecha la obra, para dirigir la mirada del observador.
No puedo ofrecerle al observador otra cosa que lo que ve, y aunque reconozca que la
reconstruccin posterior que ste realiza en su memoria suele diferir de lo que ha visto en su
primer contacto con el trabajo, intento acotar la variabilidad lo ms posible...
Edicin grfica de Sudestada N70 - Julio 2008
Independientemente de la tcnica artstica que utilice, lo que nos queda meridianamente claro
cuando nos enfrentamos a una obra de Pablo Surez, es que las personas y sus duras
circunstancias, son el referente clave. Un artista clave en el devenir de la contemporaneidad
artstica argentina, que llev su compromiso social al mundo del arte, pero tambin al del
sindicalismo y la defensa de los trabajadores.
Sus personajes, la mayor parte de las veces desnudos, sienten un profundo desconcierto, no
son capaces de comprender porque de repente se hallan convertidos en el ingrediente de un
sopa, o porque estn a punto de ser aplastados por una piedra, mientras otros intentan
ascender a gatas por una escalera que les lleve a abandonar su miseria.
Podra aplicrsele ese palabro de nuevo cuo de lo glocal, es decir, algo que es global desde
lo local. Y es que la crtica social, poltica, cultural que destila la obra de Pablo Surez, est
cimentada con firmeza en la realidad argentina, pero es perfectamente extrapolable a
cualquier otro lugar del mundo. Humor negro, stira, crtica cida, la parodia, se encuentran
en buenas dosis en las obras de un artista que dijo en alguna ocasin que la caricaturizacin
enfatiza la situacin enmarcndola dentro de un esquema parodial, que facilita la lectura y
elude el peligro de una dramatizacin exagerada.
Surez siempre intent acotar los niveles de lectura de su obra, para mantener claro el
mensaje que quera transmitir y reducir, as, la capacidad del espectador de volcar sobre la
obra sus propios esquemas mentales. A ese respecto el artista dijo:Uso el ttulo como pie de
ingreso, como pauta que determine el tono con que fue hecha la obra, para dirigir la mirada
del observador. No puedo ofrecerle al observador otra cosa que lo que ve, y aunque reconozca
que la reconstruccin posterior que ste realiza en su memoria suele diferir de lo que ha visto
en su primer contacto con el trabajo, intento acotar la variabilidad lo ms posible.
Ins Girola lo explica muy bien: () as como puede entreverse en su produccin una
parodia continua a las instituciones del arte (como una secretaria de museo plateada que repite
en su telfono "en este momento no podemos atenderlo"), el artista tambin caricatura al arte
mismo y se cuestiona acerca de las posibilidades de representacin que ofrece la materia, esto
es, la relacin entre el cuadro y el cuerpo, el objeto y el entorno; en suma, se pregunta acerca
de los "lmites" reales o imaginarios de las obras de arte -as como los de la realidad misma."
Publicado por Alfredo en 0:08
http://lavidanoimitaalarte.blogspot.com.ar/2009/10/pablo-suarez-buenos-aires-argentina.html
como el cabecita del aluvin zoolgico gorila. Su inspiracin en las tallas religiosas de una
poca muy anterior a la de las mediciones frenolgicas lo hace todo rostro como en la ascesis
mstica que ahora, en las nuevas mitologas sociales de Surez, se transforma en puros signos
de privacin: ojos y boca vidos debido al escaso margen.
El cuerpo humano me gust siempre. Cuando era adolescente haca unas esculturitas con una
plastilina de la poca que se podan alisar con saliva y quedaban como bruidas. Entonces me
haca la paja.
Hasta para eso necesits tu propia obra!
Despus las rompa porque no poda tener eso en casa. Pero, si me pescaban, poda hacerlas
desaparecer de un puetazo.
La tcnica ms veloz para evadir la censura.
Roberto Jacoby me dice: No variaste mucho tus mecanismos.
Hay quien ve erotismo directo en la imagen de poliuretano sinttico, metal y madera del
chongo de Surez aunque tenga la lisura fra de una balaustrada.
A m las esculturas de Surez me calientan, declar alguna vez a la prensa el artista Gumier
Maier y luego se enoj porque, en la transcripcin del reportaje, la frase fue atenuada.
Pero es que Surez pinta mi target: morochos, de labios gruesos, chongazos. Y eso que no
trabaja con modelo vivo. Cmo hace para mostrar el pliegue de la axila, la curva de la pelvis,
las clavculas?, se preguntaba entonces Gumier Maier.
Porque los miro con detenimiento dice ahora Surez.
Pero no posan.
Qu van a posar!
Entonces tens una memoria ertica, anatmica y muscular. Ser de boxeador.
Puede ser. Yo conozco todos los msculos del cuerpo. Me s el msculo pectoral mayor que
forma el pliegue anterior de la cavidad axilar, igual que cada tipo que hace deporte. Yo serv
de sparring de dos boxeadores igualmente brillantes. Y hubiera seguido si hubiera sabido que
as era feliz.
Oscar Massota, que tambin pas por el Di Tella, boxeaba.
Encima le gustaba el estilo Belmondo. Macci tambin era muy bueno. Yo creo que era una
poca. Uno sala a la calle y se agarraba a trompadas unas dos veces por semana. Lo habitual:
pasabas por una esquina de un barrio con una mina y, si te decan algo y no te parabas y dabas
un buen bollo, eras un idiota. Yo reconozco que empec a boxear para ser ms eficaz en mis
peleas callejeras. Algo as como: Si deses la paz preprate para la guerra. El otro da
estbamos con Luis Benedict en un lugar donde haba dos floretes, l agarr uno y yo otro, los
dos habamos aprendido esgrima.
En otras dcadas, haba arte y msculo.
Haba que ser una especie de Hemingway. Porque exista una tradicin de chico bien en esas
cosas. Nosotros tenamos que ser Jorge Newbery. Un bacn en el saln y un deportista en la
calle. Yo nadaba y haca saltos ornamentales. Quera subir al trampoln ms alto y tener todas
las miradas puestas en m. De Narciso.
El llamado chongo es un cuerpo arqueolgico: en los pectorales desarrollados y los bceps
todava hay un resabio del obrero bien alimentado del peronismo, pero en las piernas ya se
advierten, aun a travs del lenguaje de la caricatura, unas secuelas de raquitismo de manual de
anatoma.
En tu obra, cundo aparece el muchacho?
A fines de los 70 cuando, despus de tanto conceptualismo, tena ganas de volver a amasar.
Entonces empec a mirar qu haba pasado con el arte argentino. A atender a documentalistas
de usos y costumbres o pintores folklricos que se interesaban bastante poco por la pintura en
s misma pero que pintaban magnficamente, como Molina Campos o Cndido Lpez.
Empec a necesitar incluir la caricatura, un cierto realismo que vena de la talla religiosa, de
objetos rituales. Hubo una poca en que, influido por la gente del Centro Cultural Rojas,
empec a adornar ms las superficies: con esmalte de uas como en el short del boxeador que
ves ah. (Seala a una figura de shorts estridentes que boxea con su sombra.) O madreperla
sinttica.
Yo no podra soportar que viniera un tipo a colgarme una muestra. Son intermediarios.
Cucarachas. La figura del marchand y del crtico de arte aparece en 1864, cuando hay que
darle una ptina cultural a la burguesa que quiere copiar la figura del entendido y del
mecenas. Cuando el arte pasa a ser experimental, como a fines del siglo XlX y principios del
XX, se trabaja sobre la discusin interna del discurso del arte, a travs de una sucesin de
transgresiones formales. La prdida del aura del arte, entonces, es notoria. Hoy uno pasa
delante de las obras de la misma manera con que pasa en una verdulera delante de una pera.
Aunque por lo menos la pera da ganas de comerla. Yo pinto tratando de restablecer un puente
entre la obra y el espectador comn. Que la gente ingrese en la obra directamente y evite el
intermediario. Te imagins a un tipo preguntndole al que pint el bisonte en la cueva de
Altamira: Y esto que quiere decir?.
En El escaso margen, Surez juega con las interpretaciones literales de ciertas frases, como en
El desproporcionado esfuerzo de llevar el pan a la mesa, donde el chongo levanta lo que
parece ser un pan de plomo, mediante un sistema de palanca.
En esa obra estoy cargando a un conocido mo, un uruguayo. Es un tipo que hace tanta cosa
para ganar algo que no alcanza ni para comer, que te puede arreglar un coche como un jardn.
Y todo lo hace mal y con herramientas inservibles. Y ah ves a un boxeador que est
boxeando con la propia sombra, que es algo muy inasible cuando uno est en movimiento.
Es un autorretrato.
No precisamente, ste ya no tiene ni neuronas.
El que ha irrumpido es Ral Santana, un crtico de aspecto imponente, una especie de Marx
mulato o de Daro con barba, un partenaire para los retrucanos de ese canoso con huellas de
high life que es Pablo Surez. La voz de Santana es inconfundible, tiene la modulacin de los
vocalistas de tango cuando se retrasan para seguir a la orquesta, una suerte de deletreo
mafioso. Es del estilo que cultivaba Osvaldo Lamborghini, antagnico del de Germn Garca,
de velocidad paranoica en la precisin del aforismo, modos de hablar en los bares de los 70.
En el stano del Luna Park, en un gimnasio que se llama el Royal, hay una pared as, para
que la sombra est ms o menos a la altura de quien pelea. En una pared comn la sombra se
te va al carajo o queda en el piso. En la pared inclinada, se mantiene ms o menos a la altura
uno. Es un invento de Lecture. La primera obra premiada en un saln nacional fue La sopa de
los pobres de Reinaldo Giudici. Yo cambi un poco el ttulo. Mir qu olla que puse.
No es popular...
No, es de acero inoxidable, pensaba ponerle una lucecita roja y azul adentro pero despus me
pareci demasiado.
El chongo, a lo largo de los aos, se vuelve alegora social, pero con una complejidad de
dispositivos que lo alejan de constituir una referencia sin mediaciones. Si en la Sopa de pobre
el chongo pas de ser el consumidor al ingrediente como cuenta el propio Surez y si El
escaso margen invita a una lectura apresurada de la crisis argentina, la artesana lujosa de las
fuentes clsicas permiten el exabrupto, fuera del coro de los curadores y/o idelogos, de decir
qu belleza!
No te acords de que la mujer de Briante tiene mi obra donde Molina Campos est
desorbitado porque ley el libro de Carlos Espartaco? Se llama El estupor del arte paraliza al
pingo de Don Florencio le dice Surez a Santana (El estupor del arte es un libro de Carlos
Espartaco).
Pobre Charlie, que es un genio. Con una letra exactamente igual al castellano y no se
entiende un carajo. Una vez recuerdo que lleg con un texto tembloroso.
El lleg tembloroso o el texto era formalmente tembloroso? malicia Surez.
El lleg tembloroso. Le trajimos un escritorio, se sent y empez. Ley seis pginas. A la
tercera yo sent que era como cuando lea a Hegel, no cazaba una. Entonces cuando termin le
dije a Charlie: Mir Charlie, vos antes tenas una tendencia a nadar bajo del agua pero ahora
sos campen mundial, no aparecs nunca.
Pero Surez ya no se re tanto de la malicia y dice que, desde que vive en Colonia, se ha
vuelto bueno. Entonces se pone a hablar bien de otros artistas como Marcelo Pombo o Miguel
Harte, de Omar Schilliro haca unas cosas que parecan huevos de Faberg hechos por un
demente, a explayarse sobre Martn Di Girolamo.
Surez se acuerda la estructura del cuerpo humano con el puo del boxeador y con la palma y
los dedos del amor y el deseo; tambin su mirada tiende a buscar la materialidad de la imagen,
aun en la lectura. Si suele citar de memoria, se trata menos de una frase de la teora que del
registro de una experiencia sensual.
Tengo una memoria visual prodigiosa, llego a acordarme para el lado que va cada pincelada
del cuadro que hice. Cuando era chico hice ejercicios que recomendaba Kipling para la
memoria. Pona cuatro piedras, las tapaba con una servilleta y deca: Una es as, otra es as y
otra de esta manera. Llegaba a las veinte. Para hacer eso tens que tener una foto en la
cabeza. Yo no leo lnea por lnea, leo media pgina y despus otra media pgina. Y por eso
leo a una velocidad prodigiosa. Me pongo a las nueve de la noche a leer Paradiso por decir
algo largo y retorcido y a las tres de la maana lo termin. Y a las cuatro lo empec de nuevo
para volver a ver lo que me gusta. Por ejemplo Fronesis y Cern discuten en el malecn y
llueve. De pronto Lezama est contando esa discusin mezzo filosfica y de repente rompe
con una cosa gongorina ridcula: brumas la luna espartana apaga. A esos momentos de
rupturas formales yo los aprend ms con la literatura que con la pintura. Los escritores que
me gustan usan muchos juegos. Yo s que ahora no lo quieren mucho pero a m me gusta
mucho Carver. De pronto ests leyendo una pgina y est hablando de cosas que caen como
una cascada, va como preparando, haciendo juegos sutiles con la palabra para llegar a la
sensacin de una cabellera que cae y la cada del pelo de la mujer viene como tres oraciones
despus. Me acuerdo de Franny and Zooey, de Salinger, cuando el chico est sentado en la
baadera y est la madre fuera del bao hablndole. Ella va hasta el botiqun donde hay un
montn de cosas cosmticas o remedios como Kleenex, crema para los poros,
VicksVaporub... Por qu habr siempre imgenes imborrables? Borges cita una que a m me
parece maravillosa: en un cuento de Bret Hart, un tahr tuberculoso se juega entre pegarse el
tiro y no pegrselo. Y est bajo un rbol sin hojas tirndose las cartas ah en el suelo para que
el juego decida por l. La representacin es una buena puerta para que alguien entre en una
obra. Hasta en los libros de Aira hay algo de representacin. Me gusta Aira, es como una
maestra en cido.
El arte como clon y enfermedad
En el rbol genealgico de Surez hay un bisabuelo con un almacn de ramos generales, otro
que importaba vlvulas y mquinas a vapor, algunas hectreas. De ah que su decisin de
instalarse en Colonia respondiera, en parte, a su familiaridad con la tierra siempre anda
recogiendo, entre los desechos de taller, los clavos oxidados que, colocados cerca de las
races, son excelente abono. Estudiante del colegio Ward y amigo del nacionalista Joe Baxter
cuando pas de la derecha a la izquierda me maravill, pero cuando fue condecorado por
Ho Chi Ming, directamente lo ador, Pablo Surez tuvo un padre connaisseur que le arm
un taller en el jardn no bien vio que andaba con las manos en la masa. Cuando ste se
suicid, luego de fundirse, Surez se hizo fotgrafo callejero, pintor de paredes y locutor
bilinge de la Compaa Internacional de Radio. Pero tambin hizo cosas para vivir que ahora
formaran parte del arte la page, por ejemplo unas macetas que eran como togas rasgadas o
vendas usadas.
Usaba un liencillo bien abierto, le armaba una pequea estructura adentro pero dejaba que
los pliegues de la tela se humedecieran en cemento. Los venda en las casas de decoracin.
Tambin haca helados casatas que eran banquitos y a Modart le vend sillones que eran
plantas de lechuga. Durante muchos aos hice falsificaciones de pintores del siglo XVIII y se
las coman todas. Para no caer preso nunca falsifiqu cuadros de pintores de primera lnea
porque a sos se los investiga muy a fondo. Una expertizacin sale 10.000 dlares, tens que
pintar cuadros de gente que valga de 10 a 12 mil dlares. O sea: el que lo compra piensa que
puede ser falso pero no puede gastarse 10.000 para la investigacin.
Tenas un mediador.
Que no slo me los colocaba sino que me traa telas de poca. De cada cuadro haca cinco.
En una noche tena un cuadro craquel como si le hubieran pasado muchos inviernos y
veranos por encima. Despus le fumaba muchsimo arriba, y despus le volcaba la ceniza del
cigarrillo. Yo haba ledo que los tipos que hacen expertizaciones se fijan mucho en lo del
tabaco o en la grasa porque, antes, en las cocinas se dejaba un ciervo entero durante cuatro
das. Por eso yo haca todo en la cocina, y tal cual los manuales.
Surez pasa la mano por la superficie de Retrato topiario de Malenka en el parque, que bien
podra haber sido la obra sublime del Joven Manos de Tijeras de Tim Burton. El arte topiario
encarna la tan mentada castracin, pero la saca del Complejo de Edipo para ubicarla en los
jardines, como rama esttica de la poda. En este caso el arte imita a la naturaleza castrada.
Topiario es una palabra que no existe en el castellano. En cambio en ingles topiary es todo lo
que sea escultura de jardn. Malencaia es un diminutivo ruso para decir pobrecita. Mir esta
pobre inmigrante con sus triste botitas. Parece una tumba, porque las esculturas topiarias
siempre parecen tumbas.
www.boladenieve.org.ar/artista/48/suarez-pablo
http://www.youtube.com/watch?v=zP2IJeOZUnQ
Clemente
Padn,
Montevideo,
Uruguay
01- Indice
02- Tucumn Arde
03- El Conceptualismo o el Sentido Ideolgico de la Vanguardia Latinoamericana
04- El Arte Correo en Latinoamrica
no tiene la ms mnima preocupacin por estas cosas, por lo cual la legibilidad del
mensaje que yo pudiera plantear en mi obra carecera de sentido totalmente. Si a m se
me ocurriera escribir VIVA LA REVOLUCION POPULAR en castellano, ingls o
chino sera absolutamente lo mismo. Todo es arte. Esas cuatro paredes encierran el
secreto de transformar todo lo que est adentro de ellas en arte y, el arte, no es
peligroso (la culpa es nuestra).
Entonces? Entonces, los que quieran trepar, trabajan en el Instituto. Yo no les
aseguro que lleguen lejos. El I.T.D.T. no tiene dinero como para imponer nada a nivel
internacional. Los que quieran ser atendidos en alguna forma dganlo en la calle o
donde no se les tergiverse. A los que quieran estar bien con dios y con el diablo les
recuerdo 'los que quieran salvar la vida, la perdern'. A los espectadores les aseguro
que lo que les muestran ya es viejo, mercadera de segunda mano. Nadie puede darles
fabricado y envasado lo que est dndose en este momento, estn dndose el Hombre,
la obra: disear formas de vida.
PABLO SUAREZ
Esta renuncia es una obra para el Instituto DiTella. Creo que muestra claramente mi
conflicto frente a la invitacin por lo que creo haber cumplido con el compromiso"
Asimismo, en la misma muestra, el artista Roberto Jacoby expone el siguiente
mensaje:
"MENSAJE EN DITELLA
Este mensaje est dirigido al reducido grupo de creadores, simuladores, crticos y
promotores, es decir, a los que estn comprometidos por su talento, su inteligencia, su
inters econmico o de prestigio o su estupidez a lo que llaman 'arte de vanguardia'.
A los que metdicamente buscan darse en DiTella 'el bao de cultura', al pblico en
general. Vanguardia es el movimiento de pensamiento que niega permanentemente al
arte y afirma permanentemente la historia. En este recorrido de afirmacin y negacin
simultnea, el arte y la vida se han ido confundiendo hasta hacerse inseparables. Todos
los fenmenos de la vida social se han convertido en materia esttica: la moda, la
industria y la tecnologa, los medios de comunicacin de masas, etc.
Muestra
parcial
de
la
del
circuito
sobreinformacional acerca
del problema tucumano y
Exposicin.
comprende: a) recopilacin
y
anlisis
de
la
INFORME PROPAGANDA
Se consigna que un importante aspecto de la obra se realiz mediante publicidad
directa, de acuerdo a un plan elaborado en tres etapas:
a) Una semana antes de viajar los artistas a Tucumn se pegaron en carteleras oficiales
y paredes de Rosario y Santa Fe, afiches con la palabra "Tucumn" nicamente (para
ello se efectuaron trmites ante las municipalidades de ambas ciudades).
Simultneamente en las funciones de trasnoche de grupos de cine independientes se
proyectaron diapositivas con la misma palabra. En las entradas de las mismas
funciones se imprimi la palabra "Tucumn". De esa manera se cre una real
expectativa.
b) Al partir los artistas, tcnicos e intelectuales a Tucumn, el grupo local inici la
campaa clandestina "Tucumn Arde". Se pintaron fachadas y tapiales de Rosario y se
pegaron miles de obleas en lugares pblicos con la inscripcin "Tucumn Arde".
Tambin se pintaron y arrojaron volantes durante esa semana en cines comerciales e
independientes y, en estos, se proyectaron diapositivas con dicha leyenda,
imprimindose igualmente en las entradas.
c) Das antes de inaugurarse la muestra en Rosario, se pegaron tambin en forma
autorizada oficialmente afiches con el siguiente texto: "Primera Bienal de Arte de
Vanguardia". Para Buenos Aires se prepar un afiche con otro texto y se le peg en las
calles adyacentes a locales sindicales. El primer afiche (etapa a), las obleas (etapa b) y
el segundo afiche (etapa c) se expusieron juntos en el local de la C.G.T., Rosario,
cerrndose el circuito informacional"
Hasta aqu un resumen del extenso informe sobre la accin que, finalmente, habra de
ser concretada en la exposicin TUCUMAN ARDE abierta en el local de la C.G.T. de
Rosario y, ms tarde, en el local central de la misma entidad en Buenos Aires con la
presentacin a cargo de Raimundo Ongaro, Secretario General. Al da siguiente se
recibe el ultimatum del gobierno de clausurarla bajo la amenaza de intervencin
policial. Coincidentemente el grupo de artistas participantes hace pblica la siguiente
declaracin:
DECLARACION DEL COMIT DE ARTISTAS ARGENTINOS
La violencia del rgimen es cruel y clara cuando se dirige contra la clase obrera. Es
ms sutil cuando se dirige a los artistas e intelectuales. Por una parte la represin se
manifiesta en la censura de los libros y films, por otra en el cierre de exposiciones y
teatros y, por encima de todo, ms insidiosa an, la represin permanente. Es
necesario buscar en el interior de la forma que el arte reviste actualmente: un artculo
de consumo elegante para una clase determinada. Los artistas pueden hacerse ilusiones
creando obras aparentemente violentas: sern recibidas con indiferencia y an con
placer. Sern vendidas y compradas, su virulencia ser un aditivo ms en el mercado
de la compraventa del valor prestigio. Por qu el sistema puede apropiarse y absorber
las obras de arte, an las ms audaces y renovadoras? Lo pueden hacer porque esas
obras se inscriben en el cuadro cultural de una sociedad que obra de tal manera que
slo llegan al pueblo los mensajes que cimentan su opresin (principalmente por la
radio, la televisin, los diarios y revistas). Lo pueden hacer porque los artistas viven
aislados de la lucha revolucionaria en nuestro pas. Sus obras no dicen eso que es
necesario decir, no encuentran los medios apropiados para hacerlo y no se dirigen a
aquellos que tienen necesidad de nuestro mensaje. Cmo haremos los artistas para no
seguir siendo servidores de la burguesa? En el contacto y la participacin junto con
los activistas ms esclarecidos y combativos, poniendo nuestra militancia creativa y
nuestra creacin militante al servicio del pueblo, al servicio de la organizacin del
pueblo para la lucha. Los artistas debemos contribuir a crear una verdadera red de
informacin y comunicacin por abajo que se oponga a la red de difusin del sistema.
En este proceso iremos descubriendo y decidindonos por los medios ms eficaces: el
cine clandestino, los afiches, volantes y folletos, los discos y cintas grabadas, las
canciones y consignas, el teatro de agitacin, las nuevas formas de accin y
propaganda. Esas sern las obras bellas y tiles. Ellas mostrarn el verdadero enemigo,
infundirn el odio y la energa para el combate. Nosotros, los artistas, jams
pondremos nuestro talento al servicio de nuestros enemigos. Se dir que lo que
proponemos no es arte. Pero, qu es arte? Son las formas investigadas en la
experimentacin pura? O, bien, las formas que se dicen corrosivas pero que en
realidad satisfacen a la burguesa que las consume? Son arte, acaso, las palabras en
los libros y stos en la biblioteca? Las acciones dramticas en el celuloide y la escena
y stos en los cines y teatros? Las imgenes en los cuadros y stos en la galeras de
arte? Todo quiero, todo en orden, en un orden burgus y conformista. Todo intil.
Nosotros queremos restituir las palabras, las acciones dramticas, las imgenes a los
lugares donde puedan cumplir un papel revolucionario, donde sean tiles, donde se
puedan convertir en armas para la lucha. Arte es todo lo que moviliza y agita. Arte es
lo que niega radicalmente este modo de vida y dice: hagamos algo para cambiarle."
Veamos esta valoracin que mereciera a un annimo cronista de aquellos histricos
momentos:
"Esto es arte? La misma pregunta se formulan los fotgrafos, pintores, escultores,
socilogos y directores de cine que produjeron "Tucumn Arde". Ellos saben que
estn rompiendo con tradiciones y prejuicios muy viejos que estn chocando contra
intereses muy poderosos. Buscan hacer un arte nuevo, que se dirija a los trabajadores y
que se les muestre los problemas que angustian a todos los argentinos conscientes y
patriotas. Para ello han renunciado a los premios y a los halagos que se les ofrecen,
han preferido sumarse a la lucha del pueblo ante que hacer de bufones del
sistema...Estos artistas han comprendido un hecho esencial: todo acto pblico es un
acto poltico y el arte no escapa a esa regla. En vez de exposiciones limitadas a unos
pocos entendidos, que se renen en las galeras de arte, hacen una obra colectiva que
no est en venta y que no produce placer sino reflexin, dolor y conciencia. En vez de
experimentar con las formas artsticas, buscando abstracciones y sutilezas que -an
siendo respetables- alejan al creador de su pblico y lo convierten en un solitario
marginado del mundo, utilizan los medios tcnicos ms modernos para referirse en el
lenguaje ms directo posible a temas concretos que todos pueden comprender. En vez
de reflejar el mundo, como ha hecho siempre el arte, se proponen que su obra
contribuya a modificarlo."
Por fin, segn lo planificado, abordan la fundamentacin y evaluacin de la esttica
que proponen:
TUCUMAN ARDE
A partir del ao 1968 comenzaron a producirse dentro del campo de la plstica
argentina, una serie de hechos estticos que rompan con la pretendida actitud de
vanguardia de los artistas que realizaban su actividad dentro del Instituto DiTella, la
institucin que hasta ese momento se adjudicaba la facultad de legislar y proponer
nuevos modelos de accin, no slo para los artistas vinculados a ella, sino para todas
las nuevas experiencias plsticas que surgan en el pas. Estos hechos que irrumpieron
en la decantada y exquisita atmsfera estetizante de las falsas experiencias
vanguardistas que se produca en las instituciones de la cultura oficial, fueron
connotando incipientemente el lineamiento de una nueva actitud que conducira a
plantear el fenmeno artstico como una accin positiva y real, tendiente a ejercer una
modificacin sobre el medio que lo generaba.
El reconocimiento de esta nueva concepcin condujo a un grupo de artistas a postular
la creacin esttica como una accin colectiva y violenta, destruyendo el mito burgus
de la individualidad del artista y de creacin pasiva tradicionalmente adjudicado al
arte. La agresin intencionada llega a ser la forma del nuevo arte. Violentar es poseer
y destruir las viejas formas de un arte asentado sobre la base de la propiedad
individual y el goce personal de la obra nica. La violencia es, ahora, una accin
creadora de nuevos contenidos: destruye el sistema de la cultura oficial, oponindole
una cultura subversiva que integra el proceso modificador, creando un arte
verdaderamente revolucionario. El arte revolucionario nace de una toma de conciencia
de la realidad actual del artista como individuo dentro del contexto poltico y social
que lo abarca. El arte revolucionario propone el hecho artstico como ncleo donde se
integran y unifican todos los elementos que conforman la realidad humana:
econmicos, sociales, polticos, como una integracin de los aportes de las distintas
Estela Pomerants, Norberto Puzzolo, Juan Pablo Renzi, Jaime Rippa, Nicols Rosa,
Carlos Shork, Nora de Schork, Domingo J.A. Sapia, Roberto Zara.
ROSARIO C.G.T. DE LOS ARGENTINOS - 3 al 9 de Noviembre 1968."
He aqu planteada una instancia creativa aplicada a satisfacer una demanda totalmente
surgida de los planteamientos que la vida social genera da a da. Tal grado de
compromiso de arte (de los artistas) con la sociedad slo fue posible gracias, por un
lado, al esfuerzo intencional y delibe5rado de los artistas por enmarcarse desde su
accin en la problemtica social y, por otro, al hecho de que las organizaciones
populares que representan a los sectores ms avanzados de la sociedad asumieran el
hecho cultural como un instrumento de lucha a sumar en sus movilizaciones. Y,
tambin, a la coyuntura histrica generada por la obtruccin de los canales de
comunicacin societarios por obra de la dictadura en su afn por imponer su modelo
socio-econmico. As, se suelen suscitar esas circunstancias en las cuales el arte u otra
rea, como p.e., la religin, se ve obligado a tomar en sus manos la comunicacin
social a travs de sus medios especficos. Recurdese el caso del "caceroleo" y los
"apagones" en Chile como forma de comunicacin ( y de comunin) social contestaria
o el fenmeno del "canto popular" en los ltimos aos de la dictadura uruguaya,
gracias al cual se restablecan los lazos comunicativos entre los diversos sectores
sociales al expresar los contenidos que originaba la lucha por la recuperacin de las
libertades. Tal el caso de "Tucumn Arde": al controlar el gobierno militar los medios
informativos dio pie a que otras reas asumieran la comunicacin social, difundiendo
la verdad frente a la distorsin ideolgica provocada por el poder poltico arbitrario
para conservar su rgimen. No olvidemos que, contemporneamente, aconteci "La
Hora de los Hornos", la subversiva pelcula de Solanas y Gettino o el Teatro Popular
"Octubre" de Norman Brinski o la accin artstica de un gran sector de artistas
conceptualistas.
Por ello es que, en general, estas experiencias son irrepetibles, pues tambin lo son las
circunstancias histricas que las provocan, aunque no mecnicamente. Sin embargo,
hay elementos comunes a esta etapa del desarrollo histrico: primero, los artistas no
son entelequias sino seres materiales sujetos como cualquiera a las vicisitudes de la
vida social y sus obras expresan al determinado sector de la sociedad que integran o al
que han elegido servir (la marginalizacin, el lugar mgico en donde el artista se
Clemente
Para
Padn:
C.
ESCANER
Correo
Central
1211,
CULTUTRAL,
11000
Montevideo
Abril
de
URUGUAY
2000.
Rachas
la
urgencia
de
conversar,
de
preguntar,
de
contar.
Pablo se haba levantado temprano porque tena que ir a comprar materiales para sus obras.
Yo en cambio, estaba yendo a dar clases de dibujo en una universidad que est en la calle
Sarmiento.
Surez, estaba eufrico, tena una racha de ventas como nunca le haba sucedido. La ltima
muestra
Nadaba
en
Mamn
se
la
en
pagaron
por
anticipado.
plata.
Me confes que cada tanto lo asaltaba el miedo de que todo eso terminara un da y volviera a
ser
Das atrs se haba encontrado con Yuyo No,
pobre.
y le cont su preocupacin.
No le dijo que no se angustiara, que ya no volvera a ser pobre, porque esta situacin de
agasajos y rachas de venta, a determinada altura de la carrera de un artista se prolonga en el
tiempo.
veces
se
pone
todava
mejor.
No te pagan por lo que haces ahora, te pagan por haber resistido todos aquellos aos, le
explic Yuyo.
Muestra
de
Pablo
Surez
&
Muestra
Transmutaciones
de Liliana Maresca
Hasta
CC
Junn 1930
el
22
de
junio
Recoleta
Una imagen potente, muchas veces golpeante, y de gran eficacia comunicativa caracteriza a
travs del tiempo la obra de Pablo Surez (1937-2006), de la cual puede verse ahora una
muestra en el Museo Juan B. Castagnino. Una produccin fuertemente signada por la
produccin que refuerza tambin el desplazamiento de la mirada hacia los mrgenes geogrficos
y sociales. En sus pinturas, Surez apela a un tratamiento vasto de la superficie y elige una
paleta con gran protagonismo de los colores cidos que dialogan con la obra de Berni. Su serie
de Muecas Bravas, bien podra emparentarse con la saga de Ramona Montiel pero tambin
otras similitudes podran establecerse con el gran maestro rosarino. Un ejemplo es la utilizacin
de la iconografa religiosa y la cita de figuras representativas del cristianismo como San
Sebastin, representado como un obrero por Berni en una impactante pintura de 1949 y como
un taxi-boy por Surez en la escultura El previsible destino del Pretty Boy Gonzlez (1997).
Esta ltima obra resulta ejemplar de otra etapa de su produccin, aquella que permite
caracterizar formalmente su trabajo durante los aos 90. En ella es posible percibir un
enfriamiento del lenguaje plstico en la medida que el control de la materialidad se torna muy
visible: un gesto que traza las bases de la esttica que se tornar predominante durante esos
aos. Es evidente en su caso el regodeo en la utilizacin de ciertos materiales maleables como
la masilla epoxi, que a su vez se complementa de manera cabal con la temtica de sus obras. En
estas esculturas, generalmente protagonizadas por hombres desnudos, percibimos el amplio
conocimiento que Surez posea de la anatoma, adems del placer notorio que le produca
modelar esos cuerpos, una situacin sobre todo visible en las piezas de menor escala.
En la exposicin de Pablo Surez, actualmente presentada en el Museo Municipal de Bellas
Artes Juan B. Castagnino, se pueden encontrar trabajos significativos de cada etapa de su
produccin. Patricia Rizzo realiza una destacable labor como curadora, a travs de una seleccin
de obras que abarca desde las tempranas esculturas/objeto a los manifiestos polticos, de los
paisajes realistas a las escenas urbanas y expresionistas, de las instalaciones a las pequeas
piezas de los ltimos aos. Todas ellas, notables por su envergadura, estn acompaadas de
textos, referencias que contextualizan y amplan su lectura. Un gesto quiz consecuente con las
preocupaciones del artista, al tener presente a un pblico amplio. En definitiva, con su obsesin
por el poder comunicativo de las palabras y las imgenes.
En el recorrido que propone la muestra encontramos de su produccin inicial una obra de 1963
de la serie Muecas Bravas, trabajo en el que Surez complementa de manera eficaz un
tratamiento casi grosero de la superficie con el gesto procaz de la mujer representada. Como
resultado, percibimos el clima de sordidez prostibularia desplegado a travs del comercio del
cuerpo femenino. A continuacin, el momento signado por el experimentalismo ms tardo de los
60 condensado en el concepto de ampliacin del campo artstico visual acuado por Jorge
Romero Brest, un proceso de desmaterializacin, es representado cabalmente por la
transcripcin de su Carta al Di Tella. La obra permite entender el posicionamiento de Surez y
otros artistas de la poca frente a la cooptacin que ejercan las instituciones modernizadoras y
la prdida de radicalidad que amenazaba a las nuevas vanguardias.
Varias obras de su perodo de ensimismamiento pictrico, representativas de mediados de los 70
y principios de los 80, impactan por su deliberado despojamiento y extrema austeridad. En
pinturas como La carta (1975) y Florero con hojas (1976), una acotada seleccin de elementos
como un grabador, un fragmento de papel o un florero son combinados magistralmente en
composiciones de tintes desaturados y pinceladas precisas que parecen susurrar al espectador.
La liberacin que implic el retorno a la democracia tambin se visualiza en la materialidad y la
temtica de las obras caractersticas de esta nueva instancia. Colores, formas y materiales se
tensionan con el objetivo de gritar lo que el golpe militar de 1976 haba silenciado durante largo
tiempo. Tanto la versin local del mito griego en Narciso de Mataderos o El espejo (1984/85)
como El previsible destino del Pretty Boy Gonzlez son realizaciones corpreas, en escala real
una y reducida la otra, que representan hombres desnudos, copias de modelos vivos que
integraban el universo de sus preferencias.
Estas figuras, generalmente realizadas a partir del modelado de materiales blandos, adquieren
caractersticas que rozan lo caricaturesco y trascendieron, en sus preocupaciones temticas, el
orden de lo privado para alcanzar la esfera de lo pblico. Situaciones ligadas tanto al mundo
social en Monumento al mendigo (2003) o Sopa de pobre, como a preocupaciones universales
en El manto final (1994), donde un cuerpo de tamao real yace cubierto de moscas, una factura
casi preciosista en la realizacin de los miles de insectos que participan del destino ltimo del
hombre.
Pablo Surez aborda all la preocupacin ante la muerte. Sin lugar para la sorna, slo hay
espacio para la resignacin. Sensacin quebrada nicamente por la permanencia de su obra y
de sus palabras: "El dure dsir de durer el duro deseo de durar. Uno se ocupa de algo as
porque debe haber una especie de necesidad trascendente, de hacer algo trascendente y de
perdurar de algn modo".
Pablo Surez puede verse en el Museo Castagnino, Pellegrini 2202, hasta el 27 de abril.
Extensa trayectoria
generacin surgida al comenzar la dcada del 60, falleci ayer en Buenos Aires, donde
haba nacido en 1937.
Pintor y escultor autodidacto, frecuent en su juventud los medios bulliciosos de la
bohemia portea; fue una figura reconocida en el Bar Moderno, de Maip y Paraguay,
donde la idea de un arte nuevo circulaba de mesa en mesa; tambin se acercaba a los
desvencijados talleres donde se experimentaban lenguajes y materiales heterodoxos.
Comenzaba a gestarse la idea de la contracultura.
En 1961 present su primera exposicin individual en la Galera Lirolay; tres aos ms
tarde, en la misma galera, exhibi las muecas bravas, con las que comenz su
inclinacin hacia el grotesco. El arte, en ese tiempo, comenzaba a ser sacudido por
nuevas experiencias artsticas como el pop, las ambientaciones y el happening. En ese
contexto, colabor con Marta Minujn y Rubn Santantonn en la realizacin de La
Fernando Garca
fegarcia@clarin.com
Si es cierto aquello de que las voces flotan como energa, un bar de la
avenida Libertador conserva en su masa de aire la elocuencia de un
gigante que, un medioda, sobresala del murmullo de celulares. Pablo
Surez acababa de inaugurar su muestra "El escaso margen" en la
galera Maman y con esa mirada franca de boxeador nene resuma, un
poco, su lugar en el mundo. "Hay una conferencia maravillosa de
Heidegger que se llama Serenidad.
Y dice que el arte es la flor de la planta social que en cada lugar tiene
caractersticas particulares que responden a todo lo que es esa planta.
Bueno, yo siento que no puedo dejar de estar dando cuenta de lo que
sucede en la sociedad en donde vivo. Tal vez porque soy un tipo de
otra poca y cree todava en forma un poco utpica en ciertas ideas de
lo social que me preocupan...".
Deca eso Surez que no est desde las 6.40 de la maana de ayer
cuando el cncer de rin que se le instal como una sombra aos atrs
termin por eclipsarlo en el Hospital Durand.
Su amiga ntima, la crtica Laura Batkis, lo despidi ayer as: "Con Pablo
se va uno de los ltimos anclajes de la resistencia, un artista de raza,
de aquellos que se preocuparon por marcar las fisuras del sistema".
Hijo de un connaisseur, Pablo trajin las galeras de Buenos Aires desde
los once aos con guas eventuales como Antonio Berni, a quien
frecuentara luego en su taller de la calle Lezica. Tuvo su primera
muestra individual en Lirolay y, luego, form equipo con Rubn
Santantonn para dar forma a La Menesunda, de Marta Minujn. "Pens
que iba a resucitar, nunca que pudiera morir. Es uno menos que nos
queda para la lucha", dijo ayer la artista.
Su desdepedida del Di Tella con una carta a Romero Brest fue
antolgica. Deca: "A los espectadores les aseguro: nadie puede darles
fabricado y envasado lo que est dndose en este momento, est
dndose el Hombre. La obra: disear formas de vida".
Surez entendi luego que el objeto arte era irreemplazable y marc
los 80 con su figuracin expresionista y pardica inspirada en artistas
populares como Molina Campos arrancada a la realidad en su taller de
Mataderos, donde trabajaba a fines de los aos 70.
En 1999 gan el premio Costantini y se afinc en Colonia, Uruguay. Hoy
por hoy, se pueden ver Exclusin (en el Malba), El choripn (Bellas
Artes Buenos Aires) y Los que comen del arte (Bellas Artes Neuqun).
Se lo extraa, ya.
Su ltimo escrito
(...)Rescato aqu, porque se instalaron desde nio en mi manera de
mirar, a artistas que con su humor plcido y su actitud humilde, me
marcaron de manera indeleble. Va este homenaje a Molina Campos,
ACLARACIONES DE FORMA
Seguimiento del proceso de investigacin: a travs de consultas por Plataforma Virtual y
el grupo de Facebook.
Fechas importantes: hasta el lunes 2 de junio, informar a la docente acerca de la
constitucin de los grupos, y del artista, caso o grupo artstico seleccionado como objeto
de investigacin y anlisis.
Plenario: se dialogar sobre los avances y dificultadas en la clase presencial del viernes 6
de junio.
Fecha de entrega: hasta el 15 de junio, subirlo a la Plataforma Virtual.
NOTA: En el caso del alumno que haya llegado a esta instancia con calificaciones iguales
o superiores a 7 (siete), es decir que est en la condicin de promocional, el Segundo
Examen Parcial funcionar como Evaluacin Final, siempre y cuando este tambin sea
aprobado con una nota igual o superior a 7 (siete). De lo contrario, si se sacara una nota
entre 4 (cuatro) y 6 (seis), el alumno pasar a tener la condicin de regular.
Extensin y formato: mnimo 7 (siete) pginas, mximo 10 (diez) pginas de Word (con
bibliografa); letra Times New Roman cuerpo 12; interlineado 1,5; mrgenes 2.5.
Las notas al pie: en la misma letra, cuerpo 10, interlineado sencillo, texto justificado y
sin sangra.
Las citas: cuando ocupen menos de 5 lneas, irn entrecomilladas en el cuerpo del
trabajo. Cuando la extensin de la cita exceda las 5 lneas, se colocar en prrafo aparte,
sin comillas ni itlicas y con sangra de 1cm, desplazada respecto del texto principal. Se
usar el mismo estilo y tamao de fuente, pero con interlineado simple. Se dejar un
espacio antes y otro despus de la cita.
Imgenes: Se podrn incluir las imgenes que se consideren pertinentes, teniendo en
cuenta que no se puede exceder el lmite de pginas solicitado. Irn intercaladas en el
cuerpo del texto con alineacin centrada y con un pie de foto (Times New Roman 10,
interlineado simple, alineacin centrada) que detalle informacin bsica sobre el
contenido de la imagen y que incluya el crdito autoral correspondiente. En el caso que
se trate de imgenes de espectculos, asegurarse de consignar: ttulo, director, ciudad y
ao.
Referencias bibliogrficas: En el cuerpo del texto, las fuentes bibliogrficas de las citas o
de las obras aludidas en el trabajo no se colocarn en nota. Se utilizar el sistema de cita
americana, APA, a saber: las referencias bibliogrficas irn en el cuerpo del trabajo con
indicacin de apellido del autor, ao de edicin y nmero de pgina, siguiendo estos dos
posibles esquemas segn corresponda: Apellido (ao: pgina) o (Apellido, ao: pgina).
Ej.: Segn Bourdieu (1985: 26) o (Bourdieu, 1985: 26).
Las citas: cuando ocupen menos de 5 lneas, irn entrecomilladas en el cuerpo del trabajo.
Cuando la extensin de la cita exceda las 5 lneas, se colocar en prrafo aparte, sin comillas
ni itlicas y con sangra de 1cm, desplazada respecto del texto principal. Se usar el mismo
estilo y tamao de fuente, pero con interlineado simple. Se dejar un espacio antes y otro
despus de la cita.
Imgenes: Se podrn incluir las imgenes que se consideren pertinentes, teniendo en cuenta
que no se puede exceder el lmite de pginas solicitado. Irn intercaladas en el cuerpo del
texto con alineacin centrada y con un pie de foto (Times New Roman 10, interlineado
simple, alineacin centrada) que detalle informacin bsica sobre el contenido de la imagen y
que incluya el crdito autoral correspondiente. En el caso que se trate de imgenes de
espectculos, asegurarse de consignar: ttulo, director, ciudad y ao.1
Referencias bibliogrficas: En el cuerpo del texto, las fuentes bibliogrficas de las citas o de
las obras aludidas en el trabajo no se colocarn en nota. Se utilizar el sistema de cita
americana, APA, a saber: las referencias bibliogrficas irn en el cuerpo del trabajo con
indicacin de apellido del autor, ao de edicin y nmero de pgina, siguiendo estos dos
posibles esquemas segn corresponda: Apellido (ao: pgina) o (Apellido, ao: pgina). Ej.:
Segn Bourdieu (1985: 26) o (Bourdieu, 1985: 26).
- Al final del trabajo: se colocar el ttulo Bibliografa, en negrita y alineado a la izquierda.
En esta seccin, se consignar estrictamente la bibliografa citada o aludida en el trabajo. El
ordenamiento de los datos editoriales puede observarse en los siguientes ejemplos:
* Libro: Van Dijk, Teun A., 2003. Dominacin tnica y racismo discursivo en Espaa y
Amrica Latina. Barcelona, Gedisa.
* Artculo en revista: Fischer-Lichte, Erika, 1989. El cambio de cdigos teatrales: hacia una
semitica de la puesta en escena intercultural, en Gestos, ao 8, n 16: 1-32.
Aclaraciones: 1) Si los autores son dos, el primero va apellido-nombre y el segundo, nombreapellido, separados por guin corto con un espacio antes y otro despus del guin. Ej.
Las normas de escritura aqu presentadas responden al sistema APA, y fueron recuperadas de las normas de
edicin solicitadas por la AINCRIT en 2014 (http://www.aincrit.org/detalle.php?id=329)
Deleuze, Gilles Felix Guatari. 2) Si se repite un nombre, remplazarlo por seis guiones. 3)
Ntese que los apellidos llevan slo la primera letra mayscula.
En la Sala Cronopios, est presente la exposicin del artista plstico Pablo Surez, con
curadura de Patricia Rizzo. Se trata de una muestra itinerante que inaugur en el Museo
Nacional de Bellas Artes J.B. Castagnino de Rosario el 14 de marzo pasado y seguir viaje
hacia el Museo Caraffa de Crdoba para finalizar en el Museo Nacional de Bellas Artes de
Neuqun.
Dice Patricia Rizzo: La exhibicin no se pens como una visin definitoria de su obra, sino
como una de las tantas selecciones posibles dentro de su vasto repertorio visual, que se
demuestra
sorprendente.
la
artista:
Liliana Maresca (Avellaneda, provincia de Buenos Aires, 1951-Buenos Aires, 1994) fue una
figura clave que particip del acontecer artstico desde comienzos de los aos 80,
protagonizando la entusiasta y a veces deslimitada bohemia juvenil que deton en Buenos
Aires a partir de los primeros aos de la democracia, transformndose rpidamente en una
figura de inflexin, que inicia y desarrolla muchas de las lneas que caracterizarn el arte de
los
90.
La
Conquista
(1991-1992).
Realiz entre otras las instalaciones Lo que el viento se llev (1989), con la que se dio inicio a
las actividades de la Galera del Centro Cultural Ricardo Rojas (UBA) e Imagen Pblica-Altas
esferas (1993), en la que se pasa revista a los personajes polticos y del espectculo que
gravitaron
en
la
Argentina
de
los
aos
80
comienzos
de
los
90.
performativo
Maresca
se
entrega
todo
destino
(1993).
Sus trabajos recogen el espritu neo-dad, los modelos minimalistas y las estrategias
conceptuales que dominaron el panorama artstico de la segunda mitad del siglo,
entrecruzados con el repertorio iconogrfico de la alquimia y de las bsquedas espiritualistas
en general, valindose de los recursos tecnolgicos que la poca le ofreca, sin olvidar en
ningn caso la necesaria elaboracin potica. En Maresca existi la voluntad de situarse fuera
de las convenciones y tambin el deseo de explorar hasta el lmite ciertos territorios. Estos
principios que la han ubicado en un plano de resistencia, son los que proveen de substancia
nica a toda su obra.
De
Sbados,
lunes
domingos
viernes
y
feriados,
CC
de
de
14
10
a
a
21hs
21
hs
Recoleta
Junn
1930
4803
1040
http://www.centroculturalrecoleta.org/
http://loveartnotpeople.org/2013/12/31/pablo-suarez/
Lo que me parece absolutamente genial y superador de esa mirada -y quizas sea una cuestion
generacional tambin- es la obra de Marcelo Pombo, y como dije antes, Marcia tambien,
donde veo ese mundo de lo popular desde una mirada que lo entiende, lo dignifica, lo
representa, lo mira y desentraa en sus contradicciones de Suarez recuerdo mas su postura,
su personaje de artista provocador, que lo construye como una mito del arte de los 90s. Su
obra Exclusion ganando el premio Constantini es una sintesis de ese momento, menemismo
tardo, nuevas instituciones de arte, alegora de clase, Suarez instalando la reflexion social y
politica dentro de ese mbito copado por el conceptualismo modernoso e internacional esa
obra no pueda quizas valorarse sino dentro de ese contextoy pienso entonces nuevamente,
desde donde se ve, se representa, esa exclusion del chongo que debe colgarse de la puerta
del tren?? La mirada esta por fuera del tren, mas alla de ese personaje inclusive, desde la otra
vereda, la del espectador de ese teatro social, como quien ve pasar el tren desde la seguridad
de su posicin
LA CRITICA Y EL ARTE ARGENTINO DE LOS 90: ESE AGUJERO NEGRO
LLAMADO PABLO SUAREZ
24 mayo, 2013
Es tiempo de recapitular un poco. Tras una semana dedicada al arte y la dictadura llegue a la
conclusion de que la influencia de Jorge Lopez Anaya fue ms profunda de lo sospechado.
Aunque cueste reconocerlo, el rotulo de arte light puesto por el critico colaboracionista fue,
en tiempo, institucionalizado como gay por Laura Batkis, anti-terico por Gumier Meier
(factotum del Grupo Rojas) y marginal por Ines Katzenstein. Las razones son las siguiente.
En el caso de Batkis esto tiene que ver con la conformacion de un grupo de amigos y de
diversin. En el de Gumier, tiene que ver con la voluntad de poner todas las papas en una
misma bolsa llamada Grupo Rojas y de transformar a esa bolsa en una reaccin en contra
de la pintura para lo cual Pablo Suarez parece ser muy funcional. Finalmente, como dije en el
artculo de ayer, Ines Katzenstein enuncia la teoria de la marginalidad del grupo Rojas para
asegurarle un lugar en la asignacion de fondos latinoamericanistas en las Universidades
Norteamericanas. Esto tiene mas que ver con su propia ambicion profesional que con otra
cosa.
Maxi Jacoby me acerco, generosamente, un texto que fue publicado en ocasion del XX
aniversario del Centro Rojas y que contiene un ensayo escrito por Valeria Gonzalez intitulado
Como el amor- Polarizaciones y Aperturas del Campo Artistico Argentino 1989- 2009. Este
es un texto que se orienta a una suerte de anlisis del discurso para concluir que no existe tal
cosa como el Grupo Rojas. La arqueologa del discurso realizada por Gonzalez ubica a
Roberto Amigo como origen de lo que yo llamaria la dogmatizacin de lo light. Es decir,
Amigo irreflexivamente convierte a Lopez Anaya y su exabrupto de arte light en dogma de
fe de la historia del arte argentino. En sus propias palabras: el arte light de los noventa es la
conclusin de una linea de fuerza central de lo artistico-politico de los aos ochenta. Esta
hipotesis de continuidad y desgaste entre el ochenta y el noventa, como bien dice Gonzalez no
resiste el menor analisis. El problema es que este argumento es el usado por Katzenstein para
la muestra del Blanton. Para ella el Grupo Rojas es una consecuencia menor y parcializada de
las manifestaciones mas abarcativas de la decada del 80. Como reaccion o como
parcializacion, el arte de los 90 siempre aparece como algo menor.
A partir de aqui el texto de Gonzalez hace agua. Mas especificamente cuando trata de explicar
el lugar de Pablo Suarez en esta escuela. Para esto postula un oximoron en calidad de
sentencia diciendo: La presencia de este (Pablo Suarez) fue importante no solo como figura
legitimadora del nuevo espacio cultural sino tambien como catalizaror de la identificacion de
ese espacio con la emergencia de un nuevo modelo estetico () La obra de Suarez
representaba un idioma visual especifico que podia asociarse a la idea de marginalidad. Que
hacemos con Berni, Srita. Gonzalez? Molina Campos? Marcia Schvarz?
Amor Puto: El Abrazo del Oso y La Muerte Prematura De Los Ositos (Pombo y Harte)
El texto de Gonzalez tiene algo terrible en comun con los textos de Katzenstein, Batkis, etc,
no realizan el mas minimo analisis visual. Gonzalez habla de algo que debemos entender
uniformemente como eso de lo que ella habla y que tiene que ver con el Rojas. Esto es
contra-intuitivo y poco riguroso. Pero es en la figura de Pablo Suarez en la que parece estar la
clave del problema. Pablo encarna el abrazo del oso y postula un tipo de arte como escuela
que rechaza la pintura y proclama el valor invertido del kitsch o la estetica chonga del mal
gusto. Es por esto que Gumier la llama a Marcia Schvarz en publico concheta montonera y
es en esta descalificacion en donde uno puede ver el programa de Suarez que es misogino, en
el peor de los casos, y homosocial en el mejor de los casos. De esta actitud sale la cuestion del
Rojas como arte gay aun cuando Miguel Harte se levantaba a todas la minas y luego
Sebastian Gordin salia con mi mejor amiga, por dar dos ejemplos. Luego Pablo plantea un
odio manifiesto a la pintura pero esto descoloca a Marcelo Pombo quien desarmado de su
anti-Pollockismo y critica pictoria al Pop de Warhol, queda como un fabricante de
baratijas. Derrotado tan pronto, Pombo se abraza a la marginalidad que su amiga
Katzenstein luego transforma en teoria. Finalmente, el discurso del mal gusto destruye la
obra de Harte que de mal gusto no tiene nada y que, si se quiere, se acerca a Renart y a
Lalanne.
De esto modo vemos como la critica aun desde el intento de Valeria Gonzalez de realizar una
historiografia institucional del Centro Rojas termina presa de su falta de analisis visual.
Resulta shockeante la decision unnime de la critica argentina de los 90 y el 2000 de no mirar
las obras y hablar en termimos coyunturales y, yo diria, institucionales y politicos.
Literalmente la critica se va de rosca y hace que los artistas se queden sin teoria, sin contexto,
sin mercado y sin coleccionismo. En este contexto y desde este punto de viste, cabe
sorprenderse del hecho de que hoy el mundo del arte sea un gran conventillo? Es este, en
realidad, el conventillo que arm una critica slo preocupada por las relaciones sociales y los
coto-rizzos.
Lo menciono porque me parece que el panorama, el recorrido de obras que propone Rodrigo,
atraviesa justamente un tiempo de cambios sociales, culturales; cambios algunos reales, otros
formales, otros falsos, otros que no se sabe cmo seguirn. Y por supuesto, las
representaciones quedan afectadas por esta aceleracin de cdigos; algunas valentas,
audacias, guios o definiciones hechas en un momento, al poco tiempo quedan en una
parcialidad o carencia. Esta pastela me interes como recorrido histrico, justamente. Trato de
leer esos cambios, si los descubro.
Yo creo que las obras no son solo los autores, algo nos pasa y eso tiene tambin una Historia.
(y para complicar, si hoy los burgueses se espantan, no lo demuestran. Cortan los auspicios).
Ah es donde esos intentos de superficie como reza la Pastela sobre Suarez, nos dejan
vacos. Por negociadores, es decir, mediocres. El deseo es el ncleo que sigue escabullndose,
y al fijarlo, queda pegado al poste de luz y se aleja de vuelta.
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