Belleza Del Rito Liturgico
Belleza Del Rito Liturgico
Belleza Del Rito Liturgico
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Ofrecemos la primera de una serie de interesantes profundizaciones que la
Oficina para las Celebraciones Litrgicas del Sumo Pontfice, presidida por
Mons. Guido Marini, ha publicado en lengua italiana en el sitio web de la
Santa Sede. Por su gran inters y por su valor formativo, esperamos publicar
prximamente nuestra traduccin de los otros artculos.
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Escribe el Santo Padre Benedicto XVI, en el n. 35 de la Exhortacin
Sacramentum Caritatis:
La belleza de Cristo se refleja sobre todo en los santos y en los cristianos fieles
de cada poca pero no hay que olvidar o subestimar, por esto, el valor espiritual
de las obras de arte que la fe cristiana ha sabido producir para ponerlas al
servicio del culto divino. La belleza de la liturgia se manifiesta concretamente a
travs de objetos materiales y gestos corporales, de los que el hombre unidad
de alma y de cuerpo tiene necesidad para elevarse a las realidades invisibles y
reforzarse en la fe. El Concilio de Trento ha enseado:
Como la naturaleza humana es tal que sin los apoyos externos no puede
fcilmente levantarse a la meditacin de las cosas divinas, por eso la piadosa
madre Iglesia instituy determinados ritos [...] con el fin de encarecer la
majestad de tan grande sacrificio [la Eucarista] e introducir las mentes de los
fieles, por estos signos visibles de religin y piedad, a la contemplacin de las
altsimas realidades que en este sacrificio estn ocultas (DS 1746).
Y concluy:
Por eso, es necesario tener todas las atenciones y los cuidados posibles para que
la dignidad de la liturgia resplandezca incluso en los mnimos detalles en la
forma de la verdadera belleza. Hay que recordar que tambin aquellos santos
que han vivido la pobreza con particular empeo asctico, siempre han deseado
que los objetos ms bellos y preciosos fuesen destinados al culto divino.
Mencionamos aqu un solo ejemplo, el del Santo Cura de Ars:
Don Vianney haba amado de inmediato aquella vieja iglesia [de Ars] como la
casa paterna. Para embellecerla, comenz por lo principal, es decir, por el altar,
centro y razn de ser de todo el santuario. Por respeto a la Eucarista, quiso lo
ms bello que fuera posible tener [...] Por lo tanto, aument el guardarropa del
buen Dios, como deca l, en su lenguaje colorido e imaginativo. Visit en Lyon
los negocios de bordado, de orfebrera, y adquiri lo ms precioso que encontr.
En los alrededores confiaban, asombrados, sus proveedores -, hay un
pequeo Cura, delgado, desaliado, que parece no tener nunca nada en el
bolsillo y que, para su iglesia, quiere siempre lo mejor que hay! (Il Curato
dArs; F. Trochu).
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Fuente: Oficina para las Celebraciones Litrgicas del Sumo Pontfice
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