Jeremías en Varias Versiones
Jeremías en Varias Versiones
Jeremías en Varias Versiones
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Jeremas en varias versiones:
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Contenidos
1. 1 Estructura de Jeremas
3. 3 Situacin de Jeremas
7. 7 Retos de Interpretacin
MTODO CRTICO
1) QUIN ESCRIBI EL LIBRO? Jeremas dicta a Abarut su secretario.
MTODO HISTRICO
2
BEI. Isaas vivi y profetizo cien aos antes del cautiverio en Babilonia; Jeremas
profetizo poco antes de los tres asedios de que fue vctima Jud, e incluso durante
los mismos. Entre esos dos grandes profetas hubo un periodo de treinta aos
durante el cual Dios no hablo. Los profetas verdaderos guardaban silencio,
mientras que los profetas falsos se mostraban extremadamente locuaces,
proclamando la paz ms bien que el juicio de Dios, y eso le encanto al pueblo.
Eran los das del reinado de Manases, periodo que se distingui por la blasfemia y
el derramamiento de sangre.
MTODO LITERARIO
1) QUE GENERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Profeca, no cronolgica,
Drama (con una carta en una de sus partes)
MTODO PANORMICO
1) CUL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? El desarrollo y cumplimiento de
varias profecas, a Israel y a naciones vecinas. La misericordia de Dios hacia
Israel, sus justos juicios; y su plan de restauracin. Mostrando a Dios marcando el
3
Estructura de Jeremas
Titulo: Profeta identificado con el corazn de Dios
Los detalles de contexto de los tiempos de Jeremas son mostrados en 2 Reyes 22-25 y
2 Crnicas 34-36. Los mensajes de Jeremas muestran cuadros de: 1) el pecado de su
pueblo; 2) el invasor a quin Dios enviar; 3) los rigores del sitio; y 4) las calamidades de
destruccin. El mensaje de Jeremas de juicio inevitable por idolatra y otros pecados fue
predicado en un perodo de cuarenta aos (alrededor del 627-586 a.C. y ms all de esa
fecha). Su profeca se llev a cabo durante los reinados de los ltimos cinco reyes de Jud
(Josas 640-609 a.C., Joacaz 609 a.C., Joacn 609-598 a.C., Joaqun 598-597 a.C. y
Sedequas 597-586 a.C.)
Mientras que Joel y Miqueas haban profetizado antes del juicio de Jud, durante el
reinado de Josas, los principales profetas de Dios fueron Jeremas, Habacuc, y Sofonas.
Ms adelante, contemporneos de Jeremas, Ezequiel y Daniel, jugaron papales profticos
prominentes.
Situacin de Jeremas
Esfuerzo final de Dios para salvar a Jerusaln.
La Situacin Interna
El reino del norte haba cado, y gran parte de Jud. Haba sufrido una
derrota tras otra, hasta que solamente quedaba Jerusaln, que persista en
ignorar las repetidas amonestaciones de los profetas, y se endureca en su
idolatra y en su maldad. Estaba a punto de darse la hora del juicio.
La Situacin Internacional
Babilonia, en el sur del mismo valle, se fortaleza. Egipto, 500 Km. al suroeste,
en el valle del Nilo, y que mil aos antes haba sido potencia mundial y luego
haba decado, se volva ambicioso de nuevo.
El Mensaje de Jeremas.
La Osada de Jeremas
Una de las dificultades que desde hace mucho tiempo han enfrentado los
crticos de la Biblia tiene que ver con las numerosas menciones de nombres
aparentemente insignificantes, insertados aqu y all. Algunos especulan que
fueron agregados slo para que los relatos parecieran autnticos. Otros sugieren
que ciertos personajes importantes de historias posteriores fueron incluidos
solapadamente en algunos relatos antiguos para cumplir una funcin potica. De
ser as, cmo se explica la alusin a alguien como Nebo Sarsequn, una figura de
poca monta de un pas extranjero y que tiene un nombre difcil que nunca vuelve a
ser mencionado, y que resulta ser correcto? Es obvio que el autor del libro de
Jeremas estaba muy familiarizado con los detalles de los tiempos en que escribi
y que se preocup de ser preciso.
La repeticin potica fue utilizada por Jeremas con gran destreza (vase,
p.ej., 4:23-26; 51:20-23). Jeremas combinaba la poesa con fragmentos largos de
narrativa descriptiva y autobiografa. Tambin utiliz los criptogramas (25:26; 51:1,
41). En ciertas ocasiones las interpolaciones, citas textuales, son tpicas del estilo
de Jeremas.
7 7 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 5 5 5 5 5
58 57
1 0 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 9 6 5 4 3
0 0
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Imperio neobabilonico
Reyes
de
Joaqun (Conas o
Joacaz (Salum) tres
Jeconas)
meses
tres meses
Joaci Sede
ltim m quas
os 640 (Eliaq (Mata
cinco Josas uim)) nas)
reyes 609
609 597 -
de - 597 586
Jud
Cautiverio Judo
de 70 aos 536
Jerusaln
Nahm
Jere
mas y 650
los
profet 620
as de
su
poca
JEREMAS
(Reino
del Sur) 627 (53 aos de
ministerio) 574
Haba 593
636
cuc
Sofona
621 Ezequiel
s 623 559
609
605
Daniel
536
7 7 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 5 5 5 5 5
58 57
1 0 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 9 6 5 4 3
0 0
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Retos de Interpretacin
1. Cmo puede uno explicar que Dios prohba la oracin por los judos
(7:16) y que diga que aun la mediacin de Moiss y Samuel no podran evitar el
juicio (15:1)?
3. Cmo pudo l pronunciar cosas tan severas acerca del hombre que
anunci su nacimiento (20:14-18)?
comienzo, Jeremas aprob las reformas religiosas del rey Josas, pero pronto
lleg a ser aparente que a pesar del avivamiento exterior el pueblo experiment
muy poco cambio espiritual.
Los captulos 125 de Jeremas contienen sus primeras profecas contra Jud;
del 2645 son biogrficos. Los captulos 4651 son orculos contra los gentiles; el
52 proporciona informacin adicional (cp. 2 R 24:1825:30) donde se nota el
momento histrico de Jeremas. La siguiente grfica presenta unos reyes y la
fecha de sus mandatos.
El libro de Jeremas es citado con frecuencia en el Nuevo Testamento (cp.
31:15 con Mt 2:17; 7:11; cp. 31:3134 con Mt 21:13; Mr 11:17; Lc 19:46; Ro 11:27;
He 8:813). Jeremas advierte que el pecado trae juicio. El es conocido como el
profeta llorn.
Las calamidades que l fue inspirado a predecir quebrantaban su propio
corazn. En medio de la penumbra, sin embargo, hay rayos de esperanza (32:17,
27; 33:3).
Hernndez, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio :
LBLA. (Jr). La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion
Biblica Lockman.
Referencias Profticas
Jeremas 23:5-6 presenta una profeca de la venida del Mesas, Jesucristo. El
profeta Lo describe como un Renuevo de la casa de David (v.5; Mateo 1), el Rey
que reinara en sabidura y justicia (v.5, Apocalipsis 11:15). Es Cristo, quien
finalmente ser reconocido por Israel como su Mesas verdadero, como el que
proporcionar la salvacin para Sus escogidos.(v.6; Romanos 11:26)
Extras de Jeremas
Libro de Jeremas Preguntas en la Biblia
Las pruebas de Jeremas Jeremas y su situacin
Caractersticas Literarias Retos de Interpretacin
Jeremas en Wikipedia Captulos de Jeremas
Antecedente Histrico de Jeremas * LOS PROFETAS
Jeremas, Autor y Fecha
2
Palabra de Jehov que le vino en los das de Josas hijo de Amn, rey de Jud, en el ao
decimotercero de su reinado.
3
Le vino tambin en das de Joacim hijo de Josas, rey de Jud, hasta el fin del ao
undcimo de Sedequas hijo de Josas, rey de Jud, hasta la cautividad de Jerusaln en el
mes quinto.
4
Vino, pues, palabra de Jehov a m, diciendo:
5
Antes que te formase en el vientre te conoc, y antes que nacieses te santifiqu, te di por
profeta a las naciones.
6
Y yo dije: !!Ah! !!ah, Seor Jehov! He aqu, no s hablar, porque soy nio.
7
Y me dijo Jehov: No digas: Soy un nio; porque a todo lo que te enve irs t, y dirs
todo lo que te mande.
8
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehov.
9
Y extendi Jehov su mano y toc mi boca, y me dijo Jehov: He aqu he puesto mis
palabras en tu boca.
10
Mira que te he puesto en este da sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para
destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
11
La palabra de Jehov vino a m, diciendo: Qu ves t, Jeremas? Y dije: Veo una vara de
almendro.[a]
12
Y me dijo Jehov: Bien has visto; porque yo apresuro[b] mi palabra para ponerla por obra.
17
13
Vino a m la palabra de Jehov por segunda vez, diciendo: Qu ves t? Y dije: Veo una
olla que hierve; y su faz est hacia el norte.
14
Me dijo Jehov: Del norte se soltar el mal sobre todos los moradores de esta tierra.
15
Porque he aqu que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice Jehov; y
vendrn, y pondr cada uno su campamento a la entrada de las puertas de Jerusaln, y junto
a todos sus muros en derredor, y contra todas las ciudades de Jud.
16
Y a causa de toda su maldad, proferir mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron
a dioses extraos, y la obra de sus manos adoraron.
17
T, pues, cie tus lomos, levntate, y hblales todo cuanto te mande; no temas delante de
ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.
18
Porque he aqu que yo te he puesto en este da como ciudad fortificada, como columna de
hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Jud, sus
prncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra.
19
Y pelearn contra ti, pero no te vencern; porque yo estoy contigo, dice Jehov, para
librarte.
Footnotes:
2
Anda y clama a los odos de Jerusaln, diciendo: As dice Jehov: Me he acordado de ti,
de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de m en
el desierto, en tierra no sembrada.
3
Santo era Israel a Jehov, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran
culpables; mal vena sobre ellos, dice Jehov.
18
4
Od la palabra de Jehov, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.
5
As dijo Jehov: Qu maldad hallaron en m vuestros padres, que se alejaron de m, y se
fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?
6
Y no dijeron: Dnde est Jehov, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos
condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de
muerte, por una tierra por la cual no pas varn, ni all habit hombre?
7
Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero
entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad.
8
Los sacerdotes no dijeron: Dnde est Jehov? y los que tenan la ley no me conocieron;
y los pastores se rebelaron contra m, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y
anduvieron tras lo que no aprovecha.
9
Por tanto, contender an con vosotros, dijo Jehov, y con los hijos de vuestros hijos
pleitear.
10
Porque pasad a las costas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad
cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante a esta.
11
Acaso alguna nacin ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo,
mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha.
12
Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehov.
13
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a m, fuente de agua viva, y cavaron
para s cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
14
Es Israel siervo? es esclavo? Por qu ha venido a ser presa?
15
Los cachorros del len rugieron contra l, alzaron su voz, y asolaron su tierra; quemadas
estn sus ciudades, sin morador.
16
Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.
17
No te acarre esto el haber dejado a Jehov tu Dios, cuando te conduca por el camino?
18
Ahora, pues, qu tienes t en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? Y qu
tienes t en el camino de Asiria, para que bebas agua del Eufrates?
19
19
Tu maldad te castigar, y tus rebeldas te condenarn; sabe, pues, y ve cun malo y
amargo es el haber dejado t a Jehov tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Seor, Jehov
de los ejrcitos.
20
Porque desde muy atrs rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No servir. Con todo
eso, sobre todo collado alto y debajo de todo rbol frondoso te echabas como ramera.
21
Te plant de vid escogida, simiente verdadera toda ella; cmo, pues, te me has vuelto
sarmiento de vid extraa?
22
Aunque te laves con leja, y amontones jabn sobre ti, la mancha de tu pecado
permanecer an delante de m, dijo Jehov el Seor.
23
Cmo puedes decir: No soy inmunda, nunca anduve tras los baales? Mira tu proceder en
el valle, conoce lo que has hecho, dromedaria ligera que tuerce su camino,
24
asna monts acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento. De su lujuria,
quin la detendr? Todos los que la buscaren no se fatigarn, porque en el tiempo de su
celo la hallarn.
25
Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay remedio
en ninguna manera, porque a extraos he amado, y tras ellos he de ir.
26
Como se averg:uenza el ladrn cuando es descubierto, as se avergonzar la casa de
Israel, ellos, sus reyes, sus prncipes, sus sacerdotes y sus profetas,
27
que dicen a un leo: Mi padre eres t; y a una piedra: T me has engendrado. Porque me
volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su calamidad dicen: Levntate, y
lbranos.
28
Y dnde estn tus dioses que hiciste para ti? Levntense ellos, a ver si te podrn librar en
el tiempo de tu afliccin; porque segn el nmero de tus ciudades, oh Jud, fueron tus
dioses.
29
Por qu porfas conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra m, dice Jehov.
30
En vano he azotado a vuestros hijos; no han recibido correccin. Vuestra espada devor a
vuestros profetas como len destrozador.
31
!!Oh generacin! atended vosotros a la palabra de Jehov. He sido yo un desierto para
Israel, o tierra de tinieblas? Por qu ha dicho mi pueblo: Somos libres; nunca ms
vendremos a ti?
20
32
Se olvida la virgen de su atavo, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha
olvidado de m por innumerables das.
33
Por qu adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas enseaste tus caminos.
34
Aun en tus faldas se hall la sangre de los pobres, de los inocentes. No los hallaste en
ningn delito; sin embargo, en todas estas cosas dices:
35
Soy inocente, de cierto su ira se apart de m. He aqu yo entrar en juicio contigo, porque
dijiste: No he pecado.
36
Para qu discurres tanto, cambiando tus caminos? Tambin sers avergonzada de Egipto,
como fuiste avergonzada de Asiria.
37
Tambin de all saldrs con tus manos sobre tu cabeza, porque Jehov desech a aquellos
en quienes t confiabas, y no prosperars por ellos.
Jeremas 3
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2
Alza tus ojos a las alturas, y ve en qu lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te
sentabas para ellos como rabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has
contaminado la tierra.
3
Por esta causa las aguas han sido detenidas, y falt la lluvia tarda; y has tenido frente de
ramera, y no quisiste tener verg:uenza.
4
A lo menos desde ahora, no me llamars a m, Padre mo, guiador de mi juventud?
5
Guardar su enojo para siempre? Eternamente lo guardar? He aqu que has hablado y
hecho cuantas maldades pudiste.
7
Y dije: Despus de hacer todo esto, se volver a m; pero no se volvi, y lo vio su hermana
la rebelde Jud.
8
Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la haba despedido y dado carta de
repudio; pero no tuvo temor la rebelde Jud su hermana, sino que tambin fue ella y
fornic.
9
Y sucedi que por juzgar ella cosa liviana su fornicacin, la tierra fue contaminada, y
adulter con la piedra y con el leo.
10
Con todo esto, su hermana la rebelde Jud no se volvi a m de todo corazn, sino
fingidamente, dice Jehov.
11
Y me dijo Jehov: Ha resultado justa la rebelde Israel en comparacin con la desleal Jud.
12
Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vulvete, oh rebelde Israel, dice Jehov; no
har caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehov, no guardar para
siempre el enojo.
13
Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehov tu Dios has prevaricado, y fornicaste
con los extraos debajo de todo rbol frondoso, y no oste mi voz, dice Jehov.
14
Convertos, hijos rebeldes, dice Jehov, porque yo soy vuestro esposo; y os tomar uno de
cada ciudad, y dos de cada familia, y os introducir en Sion;
15
y os dar pastores segn mi corazn, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.
16
Y acontecer que cuando os multipliquis y crezcis en la tierra, en esos das, dice
Jehov, no se dir ms: Arca del pacto de Jehov; ni vendr al pensamiento, ni se acordarn
de ella, ni la echarn de menos, ni se har otra.
17
En aquel tiempo llamarn a Jerusaln: Trono de Jehov, y todas las naciones vendrn a
ella en el nombre de Jehov en Jerusaln; ni andarn ms tras la dureza de su malvado
corazn.
18
En aquellos tiempos irn de la casa de Jud a la casa de Israel, y vendrn juntamente de la
tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.
19
Yo preguntaba: Cmo os pondr por hijos, y os dar la tierra deseable, la rica heredad de
las naciones? Y dije: Me llamaris: Padre mo, y no os apartaris de en pos de m.
22
20
Pero como la esposa infiel abandona a su compaero, as prevaricasteis contra m, oh casa
de Israel, dice Jehov.
21
Voz fue oda sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han
torcido su camino, de Jehov su Dios se han olvidado.
22
Convertos, hijos rebeldes, y sanar vuestras rebeliones. He aqu nosotros venimos a ti,
porque t eres Jehov nuestro Dios.
23
Ciertamente vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes; ciertamente en
Jehov nuestro Dios est la salvacin de Israel.
24
Confusin consumi el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus
vacas, sus hijos y sus hijas.
25
Yacemos en nuestra confusin, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra
Jehov nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este da, y
no hemos escuchado la voz de Jehov nuestro Dios.
2
y jurares: Vive Jehov, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones sern
benditas en l, y en l se gloriarn.
3
Porque as dice Jehov a todo varn de Jud y de Jerusaln: Arad campo para vosotros, y
no sembris entre espinos.
4
Circuncidaos a Jehov, y quitad el prepucio de vuestro corazn, varones de Jud y
moradores de Jerusaln; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien
la apague, por la maldad de vuestras obras.
6
Alzad bandera en Sion, huid, no os detengis; porque yo hago venir mal del norte, y
quebrantamiento grande.
7
El len sube de la espesura, y el destruidor de naciones est en marcha, y ha salido de su
lugar para poner tu tierra en desolacin; tus ciudades quedarn asoladas y sin morador.
8
Por esto vestos de cilicio, endechad y aullad; porque la ira de Jehov no se ha apartado de
nosotros.
9
En aquel da, dice Jehov, desfallecer el corazn del rey y el corazn de los prncipes, y
los sacerdotes estarn atnitos, y se maravillarn los profetas.
10
Y dije: !!Ay, ay, Jehov Dios! Verdaderamente en gran manera has engaado a este pueblo
y a Jerusaln, diciendo: Paz tendris; pues la espada ha venido hasta el alma.
11
En aquel tiempo se dir a este pueblo y a Jerusaln: Viento seco de las alturas del desierto
vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.
12
Viento ms vehemente que este vendr a m; y ahora yo pronunciar juicios contra ellos.
13
He aqu que subir como nube, y su carro como torbellino; ms ligeros son sus caballos
que las guilas. !!Ay de nosotros, porque entregados somos a despojo!
14
Lava tu corazn de maldad, oh Jerusaln, para que seas salva. Hasta cundo permitirs
en medio de ti los pensamientos de iniquidad?
15
Porque una voz trae las nuevas desde Dan, y hace or la calamidad desde el monte de
Efran.
16
Decid a las naciones: He aqu, haced or sobre Jerusaln: Guardas vienen de tierra lejana,
y lanzarn su voz contra las ciudades de Jud.
17
Como guardas de campo estuvieron en derredor de ella, porque se rebel contra m, dice
Jehov.
18
Tu camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrar
hasta tu corazn.
19
!!Mis entraas, mis entraas! Me duelen las fibras de mi corazn; mi corazn se agita
dentro de m; no callar; porque sonido de trompeta has odo, oh alma ma, pregn de
guerra.
24
20
Quebrantamiento sobre quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es destruida;
de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas.
21
Hasta cundo he de ver bandera, he de or sonido de trompeta?
22
Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos;
sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron.
23
Mir a la tierra, y he aqu que estaba asolada y vaca; y a los cielos, y no haba en ellos
luz.
24
Mir a los montes, y he aqu que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.
25
Mir, y no haba hombre, y todas las aves del cielo se haban ido.
26
Mir, y he aqu el campo frtil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante
de Jehov, delante del ardor de su ira.
27
Porque as dijo Jehov: Toda la tierra ser asolada; pero no la destruir del todo.
28
Por esto se enlutar la tierra, y los cielos arriba se oscurecern, porque habl, lo pens, y
no me arrepent, ni desistir de ello.
29
Al estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros huy toda la ciudad; entraron en
las espesuras de los bosques, y subieron a los peascos; todas las ciudades fueron
abandonadas, y no qued en ellas morador alguno.
30
Y t, destruida, qu hars? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavos de
oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarn tus
amantes, buscarn tu vida.
31
Porque o una voz como de mujer que est de parto, angustia como de primeriza; voz de
la hija de Sion que lamenta y extiende sus manos, diciendo: !!Ay ahora de m! que mi alma
desmaya a causa de los asesinos
2
Aunque digan: Vive Jehov, juran falsamente.
3
Oh Jehov, no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les doli; los consumiste, y
no quisieron recibir correccin; endurecieron sus rostros ms que la piedra, no quisieron
convertirse.
2
Destruir a la bella y delicada hija de Sion.
3
Contra ella vendrn pastores y sus rebaos; junto a ella plantarn sus tiendas alrededor;
cada uno apacentar en su lugar.
4
Anunciad guerra contra ella; levantaos y asaltmosla a medioda. !!Ay de nosotros! que va
cayendo ya el da, que las sombras de la tarde se han extendido.
5
Levantaos y asaltemos de noche, y destruyamos sus palacios.
6
Porque as dijo Jehov de los ejrcitos: Cortad rboles, y levantad vallado contra
Jerusaln; esta es la ciudad que ha de ser castigada; toda ella est llena de violencia.
7
Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, as ella nunca cesa de manar su maldad;
injusticia y robo se oyen en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.
8
Corrgete, Jerusaln, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en
desierto, en tierra inhabitada.
9
As dijo Jehov de los ejrcitos: Del todo rebuscarn como a vid el resto de Israel; vuelve
tu mano como vendimiador entre los sarmientos.
26
10
A quin hablar y amonestar, para que oigan? He aqu que sus odos son incircuncisos,
y no pueden escuchar; he aqu que la palabra de Jehov les es cosa vergonzosa, no la aman.
11
Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehov, estoy cansado de contenerme; la derramar
sobre los nios en la calle, y sobre la reunin de los jvenes igualmente; porque ser preso
tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano.
12
Y sus casas sern traspasadas a otros, sus heredades y tambin sus mujeres; porque
extender mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jehov.
13
Porque desde el ms chico de ellos hasta el ms grande, cada uno sigue la avaricia; y
desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engaadores.
14
Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
15
Se han avergonzado de haber hecho abominacin? Ciertamente no se han avergonzado,
ni aun saben tener verg:uenza; por tanto, caern entre los que caigan; cuando los castigue
caern, dice Jehov.
16
As dijo Jehov: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cul
sea el buen camino, y andad por l, y hallaris descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No
andaremos.
17
Puse tambin sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y
dijeron ellos: No escucharemos.
18
Por tanto, od, naciones, y entended, oh congregacin, lo que suceder.
19
Oye, tierra: He aqu yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque
no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.
20
Para qu a m este incienso de Sab, y la buena caa olorosa de tierra lejana? Vuestros
holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios me agradan.
21
Por tanto, Jehov dice esto: He aqu yo pongo a este pueblo tropiezos, y caern en ellos
los padres y los hijos juntamente; el vecino y su compaero perecern.
22
As ha dicho Jehov: He aqu que viene pueblo de la tierra del norte, y una nacin grande
se levantar de los confines de la tierra.
27
23
Arco y jabalina empuarn; crueles son, y no tendrn misericordia; su estruendo brama
como el mar, y montarn a caballo como hombres dispuestos para la guerra, contra ti, oh
hija de Sion.
24
Su fama omos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoder de nosotros angustia,
dolor como de mujer que est de parto.
25
No salgas al campo, ni andes por el camino; porque espada de enemigo y temor hay por
todas partes.
26
Hija de mi pueblo, cete de cilicio, y revulcate en ceniza; ponte luto como por hijo
nico, llanto de amarguras; porque pronto vendr sobre nosotros el destruidor.
27
Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; conocers, pues, y examinars el
camino de ellos.
28
Todos ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos
son corruptores.
29
Se quem el fuelle, por el fuego se ha consumido el plomo; en vano fundi el fundidor,
pues la escoria no se ha arrancado.
30
Plata desechada los llamarn, porque Jehov los desech.
4
Pero yo dije: Ciertamente stos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino
de Jehov, el juicio de su Dios.
5
Ir a los grandes, y les hablar; porque ellos conocen el camino de Jehov, el juicio de su
Dios. Pero ellos tambin quebraron el yugo, rompieron las coyundas.
6
Por tanto, el len de la selva los matar, los destruir el lobo del desierto, el leopardo
acechar sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere ser arrebatado; porque sus rebeliones
se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades.
7
Cmo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios.
Los saci, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compaas.
8
Como caballos bien alimentados, cada cual relinchaba tras la mujer de su prjimo.
28
9
No haba de castigar esto? dijo Jehov. De una nacin como esta, no se haba de vengar
mi alma?
10
Escalad sus muros y destruid, pero no del todo; quitad las almenas de sus muros, porque
no son de Jehov.
11
Porque resueltamente se rebelaron contra m la casa de Israel y la casa de Jud, dice
Jehov.
12
Negaron a Jehov, y dijeron: El no es, y no vendr mal sobre nosotros, ni veremos espada
ni hambre;
13
antes los profetas sern como viento, porque no hay en ellos palabra; as se har a ellos.
14
Por tanto, as ha dicho Jehov Dios de los ejrcitos: Porque dijeron esta palabra, he aqu
yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por lea, y los consumir.
15
He aqu yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh casa de Israel, dice Jehov; gente
robusta, gente antigua, gente cuya lengua ignorars, y no entenders lo que hablare.
16
Su aljaba como sepulcro abierto, todos valientes.
17
Y comer tu mies y tu pan, comer a tus hijos y a tus hijas; comer tus ovejas y tus vacas,
comer tus vias y tus higueras, y a espada convertir en nada tus ciudades fortificadas en
que confas.
18
No obstante, en aquellos das, dice Jehov, no os destruir del todo.
19
Y cuando dijeren: Por qu Jehov el Dios nuestro hizo con nosotros todas estas cosas?,
entonces les dirs: De la manera que me dejasteis a m, y servisteis a dioses ajenos en
vuestra tierra, as serviris a extraos en tierra ajena.
20
Anunciad esto en la casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Jud, diciendo:
21
Od ahora esto, pueblo necio y sin corazn, que tiene ojos y no ve, que tiene odos y no
oye:
22
A m no me temeris? dice Jehov. No os amedrentaris ante m, que puse arena por
trmino al mar, por ordenacin eterna la cual no quebrantar? Se levantarn tempestades,
mas no prevalecern; bramarn sus ondas, mas no lo pasarn.
23
No obstante, este pueblo tiene corazn falso y rebelde; se apartaron y se fueron.
29
24
Y no dijeron en su corazn: Temamos ahora a Jehov Dios nuestro, que da lluvia
temprana y tarda en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la siega.
25
Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros
el bien.
26
Porque fueron hallados en mi pueblo impos; acechaban como quien pone lazos, pusieron
trampa para cazar hombres.
27
Como jaula llena de pjaros, as estn sus casas llenas de engao; as se hicieron grandes
y ricos.
28
Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la
causa, la causa del hurfano; con todo, se hicieron prsperos, y la causa de los pobres no
juzgaron.
29
No castigar esto? dice Jehov; y de tal gente no se vengar mi alma?
30
Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra;
31
los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigan por manos de ellos; y mi
pueblo as lo quiso. Qu, pues, haris cuando llegue el fin?
2
Ponte a la puerta de la casa de Jehov, y proclama all esta palabra, y di: Od palabra de
Jehov, todo Jud, los que entris por estas puertas para adorar a Jehov.
3
As ha dicho Jehov de los ejrcitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras
obras, y os har morar en este lugar.
4
No fiis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehov, templo de Jehov, templo de
Jehov es este.
5
Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad
hiciereis justicia entre el hombre y su prjimo,
30
6
y no oprimiereis al extranjero, al hurfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la
sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro,
7
os har morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.
8
He aqu, vosotros confiis en palabras de mentira, que no aprovechan.
9
Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras
dioses extraos que no conocisteis,
10
vendris y os pondris delante de m en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y
diris: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones?
11
Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi
nombre? He aqu que tambin yo lo veo, dice Jehov.
12
Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al principio, y ved lo que le
hice por la maldad de mi pueblo Israel.
13
Ahora, pues, por cuanto vosotros habis hecho todas estas obras, dice Jehov, y aunque os
habl desde temprano y sin cesar, no osteis, y os llam, y no respondisteis;
14
har tambin a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiis,
y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.
15
Os echar de mi presencia, como ech a todos vuestros hermanos, a toda la generacin de
Efran.
16
T, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oracin, ni me ruegues;
porque no te oir.
17
No ves lo que stos hacen en las ciudades de Jud y en las calles de Jerusaln?
18
Los hijos recogen la lea, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa,
para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme
a ira.
19
Me provocarn ellos a ira? dice Jehov. No obran ms bien ellos mismos su propia
confusin?
31
20
Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: He aqu que mi furor y mi ira se derramarn sobre
este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los rboles del campo y sobre los
frutos de la tierra; se encendern, y no se apagarn.
22
Porque no habl yo con vuestros padres, ni nada les mand acerca de holocaustos y de
vctimas el da que los saqu de la tierra de Egipto.
23
Mas esto les mand, diciendo: Escuchad mi voz, y ser a vosotros por Dios, y vosotros
me seris por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.
24
Y no oyeron ni inclinaron su odo; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza
de su corazn malvado, y fueron hacia atrs y no hacia adelante,
25
desde el da que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envi todos
los profetas mis siervos, envindolos desde temprano y sin cesar;
26
pero no me oyeron ni inclinaron su odo, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor
que sus padres.
27
T, pues, les dirs todas estas palabras, pero no te oirn; los llamars, y no te
respondern.
28
Les dirs, por tanto: Esta es la nacin que no escuch la voz de Jehov su Dios, ni admiti
correccin; pereci la verdad, y de la boca de ellos fue cortada.
29
Corta tu cabello, y arrjalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque Jehov ha
aborrecido y dejado la generacin objeto de su ira.
30
Porque los hijos de Jud han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehov; pusieron sus
abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillndola.
31
Y han edificado los lugares altos de Tofet, que est en el valle del hijo de Hinom, para
quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mand, ni subi en mi corazn.
32
Por tanto, he aqu vendrn das, ha dicho Jehov, en que no se diga ms, Tofet, ni valle
del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza; y sern enterrados en Tofet, por no haber
lugar.
32
33
Y sern los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las
bestias de la tierra; y no habr quien las espante.
34
Y har cesar de las ciudades de Jud, y de las calles de Jerusaln, la voz de gozo y la voz
de alegra, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra ser desolada.
8 En aquel tiempo, dice Jehov, sacarn los huesos de los reyes de Jud, y los huesos de
sus prncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de
los moradores de Jerusaln, fuera de sus sepulcros;
2
y los esparcirn al sol y a la luna y a todo el ejrcito del cielo, a quienes amaron y a
quienes sirvieron, en pos de quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se
postraron. No sern recogidos ni enterrados; sern como estircol sobre la faz de la tierra.
3
Y escoger la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generacin, en
todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice Jehov de los ejrcitos.
4
Les dirs asimismo: As ha dicho Jehov: El que cae, no se levanta? El que se desva, no
vuelve al camino?
5
Por qu es este pueblo de Jerusaln rebelde con rebelda perpetua? Abrazaron el engao,
y no han querido volverse.
6
Escuch y o; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo:
Qu he hecho? Cada cual se volvi a su propia carrera, como caballo que arremete con
mpetu a la batalla.
7
Aun la cig:uea en el cielo conoce su tiempo, y la trtola y la grulla y la golondrina
guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehov.
8
Cmo decs: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehov est con nosotros? Ciertamente la
ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas.
9
Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aqu que
aborrecieron la palabra de Jehov; y qu sabidura tienen?
33
10
Por tanto, dar a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; porque desde
el ms pequeo hasta el ms grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el
sacerdote todos hacen engao.
11
Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay
paz.
12
Se han avergonzado de haber hecho abominacin? Ciertamente no se han avergonzado
en lo ms mnimo, ni supieron avergonzarse; caern, por tanto, entre los que caigan; cuando
los castigue caern, dice Jehov.
13
Los cortar del todo, dice Jehov. No quedarn uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se
caer la hoja; y lo que les he dado pasar de ellos.
14
Por qu nos estamos sentados? Reunos, y entremos en las ciudades fortificadas, y
perezcamos all; porque Jehov nuestro Dios nos ha destinado a perecer, y nos ha dado a
beber aguas de hiel, porque pecamos contra Jehov.
15
Esperamos paz, y no hubo bien; da de curacin, y he aqu turbacin.
16
Desde Dan se oy el bufido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles
tembl toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, a la ciudad y a los
moradores de ella.
17
Porque he aqu que yo envo sobre vosotros serpientes, spides contra los cuales no hay
encantamiento, y os mordern, dice Jehov.
19
He aqu voz del clamor de la hija de mi pueblo, que viene de la tierra lejana: No est
Jehov en Sion? No est en ella su Rey? Por qu me hicieron airar con sus imgenes de
talla, con vanidades ajenas?
20
Pas la siega, termin el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
21
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy,
espanto me ha arrebatado.
22
No hay blsamo en Galaad? No hay all mdico? Por qu, pues, no hubo medicina
para la hija de mi pueblo?
34
9 !!Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lgrimas, para que llore da y
noche los muertos de la hija de mi pueblo!
2
!!Oh, quin me diese en el desierto un albergue de caminantes, para que dejase a mi
pueblo, y de ellos me apartase! Porque todos ellos son adlteros, congregacin de
prevaricadores.
3
Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad
en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehov.
4
Gurdese cada uno de su compaero, y en ningn hermano tenga confianza; porque todo
hermano engaa con falacia, y todo compaero anda calumniando.
5
Y cada uno engaa a su compaero, y ninguno habla verdad; acostumbraron su lengua a
hablar mentira, se ocupan de actuar perversamente.
6
Su morada est en medio del engao; por muy engaadores no quisieron conocerme, dice
Jehov.
7
Por tanto, as ha dicho Jehov de los ejrcitos: He aqu que yo los refinar y los probar;
porque qu ms he de hacer por la hija de mi pueblo?
8
Saeta afilada es la lengua de ellos; engao habla; con su boca dice paz a su amigo, y
dentro de s pone sus asechanzas.
9
No los he de castigar por estas cosas? dice Jehov. De tal nacin, no se vengar mi
alma?
10
Por los montes levantar lloro y lamentacin, y llanto por los pastizales del desierto;
porque fueron desolados hasta no quedar quien pase, ni orse bramido de ganado; desde las
aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.
11
Reducir a Jerusaln a un montn de ruinas, morada de chacales; y convertir las
ciudades de Jud en desolacin en que no quede morador.
35
13
Dijo Jehov: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz,
ni caminaron conforme a ella;
14
antes se fueron tras la imaginacin de su corazn, y en pos de los baales, segn les
ensearon sus padres.
15
Por tanto, as ha dicho Jehov de los ejrcitos, Dios de Israel: He aqu que a este pueblo
yo les dar a comer ajenjo, y les dar a beber aguas de hiel.
16
Y los esparcir entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron; y enviar espada en
pos de ellos, hasta que los acabe.
17
As dice Jehov de los ejrcitos: Considerad, y llamad plaideras que vengan; buscad a
las hbiles en su oficio;
18
y dense prisa, y levanten llanto por nosotros, y deshganse nuestros ojos en lgrimas, y
nuestros prpados se destilen en aguas.
19
Porque de Sion fue oda voz de endecha: !!Cmo hemos sido destruidos! En gran manera
hemos sido avergonzados, porque abandonamos la tierra, porque han destruido nuestras
moradas.
20
Od, pues, oh mujeres, palabra de Jehov, y vuestro odo reciba la palabra de su boca:
Ensead endechas a vuestras hijas, y lamentacin cada una a su amiga.
21
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, para
exterminar a los nios de las calles, a los jvenes de las plazas.
22
Habla: As ha dicho Jehov: Los cuerpos de los hombres muertos caern como estircol
sobre la faz del campo, y como manojo tras el segador, que no hay quien lo recoja.
24
Mas albese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy
Jehov, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice
Jehov.
25
He aqu que vienen das, dice Jehov, en que castigar a todo circuncidado, y a todo
incircunciso;
26
a Egipto y a Jud, a Edom y a los hijos de Amn y de Moab, y a todos los arrinconados en
el postrer rincn, los que moran en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas,
y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazn.
2
As dijo Jehov: No aprendis el camino de las naciones, ni de las seales del cielo tengis
temor, aunque las naciones las teman.
3
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leo del bosque cortaron, obra
de manos de artfice con buril.
4
Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.
5
Derechos estn como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No
tengis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
6
No hay semejante a ti, oh Jehov; grande eres t, y grande tu nombre en podero.
7
Quin no te temer, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre
todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.
8
Todos se infatuarn y entontecern. Enseanza de vanidades es el leo.
9
Traern plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artfice, y de manos del fundidor; los
vestirn de azul y de prpura, obra de peritos es todo.
10
Mas Jehov es el Dios verdadero; l es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y
las naciones no pueden sufrir su indignacin.
37
11
Les diris as: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y
de debajo de los cielos.
12
El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendi
los cielos con su sabidura;
13
a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo
postrero de la tierra; hace los relmpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depsitos.
14
Todo hombre se embrutece, y le falta ciencia; se averg:uenza de su dolo todo fundidor,
porque mentirosa es su obra de fundicin, y no hay espritu en ella.
15
Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecern.
16
No es as la porcin de Jacob; porque l es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su
heredad; Jehov de los ejrcitos es su nombre.
Asolamiento de Jud
17
Recoge de las tierras tus mercaderas, la que moras en lugar fortificado.
18
Porque as ha dicho Jehov: He aqu que esta vez arrojar con honda los moradores de la
tierra, y los afligir, para que lo sientan.
19
!!Ay de m, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente
enfermedad ma es esta, y debo sufrirla.
20
Mi tienda est destruida, y todas mis cuerdas estn rotas; mis hijos me han abandonado y
perecieron; no hay ya ms quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.
21
Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron a Jehov; por tanto, no prosperaron, y
todo su ganado se esparci.
22
He aqu que voz de rumor viene, y alboroto grande de la tierra del norte, para convertir en
soledad todas las ciudades de Jud, en morada de chacales.
23
Conozco, oh Jehov, que el hombre no es seor de su camino, ni del hombre que camina
es el ordenar sus pasos.
24
Castgame, oh Jehov, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.
38
25
Derrama tu enojo sobre los pueblos que no te conocen, y sobre las naciones que no
invocan tu nombre; porque se comieron a Jacob, lo devoraron, le han consumido, y han
asolado su morada.
El pacto violado
11 Palabra que vino de Jehov a Jeremas, diciendo:
2
Od las palabras de este pacto, y hablad a todo varn de Jud, y a todo morador de
Jerusaln.
3
Y les dirs t: As dijo Jehov Dios de Israel: Maldito el varn que no obedeciere las
palabras de este pacto,
4
el cual mand a vuestros padres el da que los saqu de la tierra de Egipto, del horno de
hierro, dicindoles: Od mi voz, y cumplid mis palabras, conforme a todo lo que os mando;
y me seris por pueblo, y yo ser a vosotros por Dios;
5
para que confirme el juramento que hice a vuestros padres, que les dara la tierra que fluye
leche y miel, como en este da. Y respond y dije: Amn, oh Jehov.
6
Y Jehov me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Jud y en las calles de
Jerusaln, diciendo: Od las palabras de este pacto, y ponedlas por obra.
7
Porque solemnemente protest a vuestros padres el da que les hice subir de la tierra de
Egipto, amonestndoles desde temprano y sin cesar hasta el da de hoy, diciendo: Od mi
voz.
8
Pero no oyeron, ni inclinaron su odo, antes se fueron cada uno tras la imaginacin de su
malvado corazn; por tanto, traer sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual
mand que cumpliesen, y no lo cumplieron.
9
Y me dijo Jehov: Conspiracin se ha hallado entre los varones de Jud, y entre los
moradores de Jerusaln.
10
Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis
palabras, y se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Jud
invalidaron mi pacto, el cual haba yo concertado con sus padres.
39
11
Por tanto, as ha dicho Jehov: He aqu yo traigo sobre ellos mal del que no podrn salir;
y clamarn a m, y no los oir.
12
E irn las ciudades de Jud y los moradores de Jerusaln, y clamarn a los dioses a
quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrn salvar en el tiempo de su mal.
13
Porque segn el nmero de tus ciudades fueron tus dioses, oh Jud; y segn el nmero de
tus calles, oh Jerusaln, pusiste los altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a
Baal.
14
T, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oracin; porque yo no
oir en el da que en su afliccin clamen a m.
15
Qu derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho muchas abominaciones?
Crees que los sacrificios y las carnes santificadas de las vctimas pueden evitarte el
castigo? Puedes gloriarte de eso?
16
Olivo verde, hermoso en su fruto y en su parecer, llam Jehov tu nombre. A la voz de
recio estrpito hizo encender fuego sobre l, y quebraron sus ramas.
17
Porque Jehov de los ejrcitos que te plant ha pronunciado mal contra ti, a causa de la
maldad que la casa de Israel y la casa de Jud han hecho, provocndome a ira con incensar
a Baal.
19
Y yo era como cordero inocente que llevan a degollar, pues no entenda que maquinaban
designios contra m, diciendo: Destruyamos el rbol con su fruto, y cortmoslo de la tierra
de los vivientes, para que no haya ms memoria de su nombre.
20
Pero, oh Jehov de los ejrcitos, que juzgas con justicia, que escudrias la mente y el
corazn, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.
21
Por tanto, as ha dicho Jehov acerca de los varones de Anatot que buscan tu vida,
diciendo: No profetices en nombre de Jehov, para que no mueras a nuestras manos;
22
as, pues, ha dicho Jehov de los ejrcitos: He aqu que yo los castigar; los jvenes
morirn a espada, sus hijos y sus hijas morirn de hambre,
23
y no quedar remanente de ellos, pues yo traer mal sobre los varones de Anatot, el ao
de su castigo.
40
2
Los plantaste, y echaron races; crecieron y dieron fruto; cercano ests t en sus bocas,
pero lejos de sus corazones.
3
Pero t, oh Jehov, me conoces; me viste, y probaste mi corazn para contigo; arrebtalos
como a ovejas para el degolladero, y selalos para el da de la matanza.
4
Hasta cundo estar desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la
maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No ver
Dios nuestro fin.
5
Si corriste con los de a pie, y te cansaron, cmo contenders con los caballos? Y si en la
tierra de paz no estabas seguro, cmo hars en la espesura del Jordn?
6
Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos
dieron grito en pos de ti. No los creas cuando bien te hablen.
7
He dejado mi casa, desampar mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en mano
de sus enemigos.
8
Mi heredad fue para m como len en la selva; contra m dio su rugido; por tanto, la
aborrec.
9
Es mi heredad para m como ave de rapia de muchos colores? No estn contra ella aves
de rapia en derredor? Venid, reunos, vosotras todas las fieras del campo, venid a
devorarla.
10
Muchos pastores han destruido mi via, hollaron mi heredad, convirtieron en desierto y
soledad mi heredad preciosa.
11
Fue puesta en asolamiento, y llor sobre m desolada; fue asolada toda la tierra, porque no
hubo hombre que reflexionase.
41
12
Sobre todas las alturas del desierto vinieron destruidores; porque la espada de Jehov
devorar desde un extremo de la tierra hasta el otro; no habr paz para ninguna carne.
13
Sembraron trigo, y segaron espinos; tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada; se
avergonzarn de sus frutos, a causa de la ardiente ira de Jehov.
14
As dijo Jehov contra todos mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice poseer a
mi pueblo Israel: He aqu que yo los arrancar de su tierra, y arrancar de en medio de ellos
a la casa de Jud.
15
Y despus que los haya arrancado, volver y tendr misericordia de ellos, y los har
volver cada uno a su heredad y cada cual a su tierra.
16
Y si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre,
diciendo: Vive Jehov, as como ensearon a mi pueblo a jurar por Baal, ellos sern
prosperados en medio de mi pueblo.
17
Mas si no oyeren, arrancar esa nacin, sacndola de raz y destruyndola, dice Jehov.
2
Y compr el cinto conforme a la palabra de Jehov, y lo puse sobre mis lomos.
3
Vino a m segunda vez palabra de Jehov, diciendo:
4
Toma el cinto que compraste, que est sobre tus lomos, y levntate y vete al Eufrates, y
escndelo all en la hendidura de una pea.
5
Fui, pues, y lo escond junto al Eufrates, como Jehov me mand.
6
Y sucedi que despus de muchos das me dijo Jehov: Levntate y vete al Eufrates, y
toma de all el cinto que te mand esconder all.
7
Entonces fui al Eufrates, y cav, y tom el cinto del lugar donde lo haba escondido; y he
aqu que el cinto se haba podrido; para ninguna cosa era bueno.
42
8
Y vino a m palabra de Jehov, diciendo:
9
As ha dicho Jehov: As har podrir la soberbia de Jud, y la mucha soberbia de
Jerusaln.
10
Este pueblo malo, que no quiere or mis palabras, que anda en las imaginaciones de su
corazn, y que va en pos de dioses ajenos para servirles, y para postrarse ante ellos, vendr
a ser como este cinto, que para ninguna cosa es bueno.
11
Porque como el cinto se junta a los lomos del hombre, as hice juntar a m toda la casa de
Israel y toda la casa de Jud, dice Jehov, para que me fuesen por pueblo y por fama, por
alabanza y por honra; pero no escucharon.
13
Entonces les dirs: As ha dicho Jehov: He aqu que yo lleno de embriaguez a todos los
moradores de esta tierra, y a los reyes de la estirpe de David que se sientan sobre su trono, a
los sacerdotes y profetas, y a todos los moradores de Jerusaln;
14
y los quebrantar el uno contra el otro, los padres con los hijos igualmente, dice Jehov;
no perdonar, ni tendr piedad ni misericordia, para no destruirlos.
16
Dad gloria a Jehov Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies
tropiecen en montes de oscuridad, y esperis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y
tinieblas.
17
Mas si no oyereis esto, en secreto llorar mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando
amargamente se desharn mis ojos en lgrimas, porque el rebao de Jehov fue hecho
cautivo.
18
Di al rey y a la reina: Humillaos, sentaos en tierra; porque la corona de vuestra gloria ha
cado de vuestras cabezas.
19
Las ciudades del Neguev fueron cerradas, y no hubo quien las abriese; toda Jud fue
transportada, llevada en cautiverio fue toda ella.
43
20
Alzad vuestros ojos, y ved a los que vienen del norte. Dnde est el rebao que te fue
dado, tu hermosa grey?
21
Qu dirs cuando l ponga como cabeza sobre ti a aquellos a quienes t enseaste a ser
tus amigos? No te darn dolores como de mujer que est de parto?
22
Si dijeres en tu corazn: Por qu me ha sobrevenido esto? Por la enormidad de tu maldad
fueron descubiertas tus faldas, fueron desnudados tus calcaares.
23
Mudar el etope su piel, y el leopardo sus manchas? As tambin, podris vosotros
hacer bien, estando habituados a hacer mal?
24
Por tanto, yo los esparcir al viento del desierto, como tamo que pasa.
25
Esta es tu suerte, la porcin que yo he medido para ti, dice Jehov, porque te olvidaste de
m y confiaste en la mentira.
26
Yo, pues, descubrir tambin tus faldas delante de tu rostro, y se manifestar tu
ignominia,
27
tus adulterios, tus relinchos, la maldad de tu fornicacin sobre los collados; en el campo
vi tus abominaciones. !!Ay de ti, Jerusaln! No sers al fin limpia? Cunto tardars t en
purificarte?
2
Se enlut Jud, y sus puertas se despoblaron; se sentaron tristes en tierra, y subi el clamor
de Jerusaln.
3
Los nobles enviaron sus criados al agua; vinieron a las lagunas, y no hallaron agua;
volvieron con sus vasijas vacas; se avergonzaron, se confundieron, y cubrieron sus
cabezas.
4
Porque se resquebraj la tierra por no haber llovido en el pas, estn confusos los
labradores, cubrieron sus cabezas.
44
5
Aun las ciervas en los campos paran y dejaban la cra, porque no haba hierba.
6
Y los asnos monteses se ponan en las alturas, aspiraban el viento como chacales; sus ojos
se ofuscaron porque no haba hierba.
7
Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehov, acta por amor de tu
nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado.
8
Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la afliccin, por qu te has hecho
como forastero en la tierra, y como caminante que se retira para pasar la noche?
9
Por qu eres como hombre atnito, y como valiente que no puede librar? Sin embargo, t
ests entre nosotros, oh Jehov, y sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos
desampares.
10
As ha dicho Jehov acerca de este pueblo: Se deleitaron en vagar, y no dieron reposo a
sus pies; por tanto, Jehov no se agrada de ellos; se acordar ahora de su maldad, y
castigar sus pecados.
11
Me dijo Jehov: No ruegues por este pueblo para bien.
12
Cuando ayunen, yo no oir su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no lo
aceptar, sino que los consumir con espada, con hambre y con pestilencia.
13
Y yo dije: !!Ah! !!Ah, Seor Jehov! He aqu que los profetas les dicen: No veris
espada, ni habr hambre entre vosotros, sino que en este lugar os dar paz verdadera.
14
Me dijo entonces Jehov: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envi,
ni les mand, ni les habl; visin mentirosa, adivinacin, vanidad y engao de su corazn
os profetizan.
15
Por tanto, as ha dicho Jehov sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales
yo no envi, y que dicen: Ni espada ni hambre habr en esta tierra; con espada y con
hambre sern consumidos esos profetas.
16
Y el pueblo a quien profetizan ser echado en las calles de Jerusaln por hambre y por
espada, y no habr quien los entierre a ellos, a sus mujeres, a sus hijos y a sus hijas; y sobre
ellos derramar su maldad.
17
Les dirs, pues, esta palabra: Derramen mis ojos lgrimas noche y da, y no cesen; porque
de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy
dolorosa.
45
18
Si salgo al campo, he aqu muertos a espada; y si entro en la ciudad, he aqu enfermos de
hambre; porque tanto el profeta como el sacerdote anduvieron vagando en la tierra, y no
entendieron.
19
Has desechado enteramente a Jud? Ha aborrecido tu alma a Sion? Por qu nos hiciste
herir sin que haya remedio? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curacin, y he aqu
turbacin.
20
Reconocemos, oh Jehov, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres; porque
contra ti hemos pecado.
21
Por amor de tu nombre no nos deseches, ni deshonres tu glorioso trono; acurdate, no
invalides tu pacto con nosotros.
22
Hay entre los dolos de las naciones quien haga llover? y darn los cielos lluvias? No
eres t, Jehov, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, pues t hiciste todas estas cosas.
2
Y si te preguntaren: A dnde saldremos? les dirs: As ha dicho Jehov: El que a muerte,
a muerte; el que a espada, a espada; el que a hambre, a hambre; y el que a cautiverio, a
cautiverio.
3
Y enviar sobre ellos cuatro gneros de castigo, dice Jehov: espada para matar, y perros
para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra para devorar y destruir.
4
Y los entregar para terror a todos los reinos de la tierra, a causa de Manass hijo de
Ezequas, rey de Jud, por lo que hizo en Jerusaln.
5
Porque quin tendr compasin de ti, oh Jerusaln? Quin se entristecer por tu causa, o
quin vendr a preguntar por tu paz?
6
T me dejaste, dice Jehov; te volviste atrs; por tanto, yo extender sobre ti mi mano y te
destruir; estoy cansado de arrepentirme.
46
7
Aunque los avent con aventador hasta las puertas de la tierra, y dej sin hijos a mi pueblo
y lo desbarat, no se volvieron de sus caminos.
8
Sus viudas se me multiplicaron ms que la arena del mar; traje contra ellos destruidor a
medioda sobre la madre y sobre los hijos; hice que de repente cayesen terrores sobre la
ciudad.
9
Languideci la que dio a luz siete; se llen de dolor su alma, su sol se puso siendo an de
da; fue avergonzada y llena de confusin; y lo que de ella quede, lo entregar a la espada
delante de sus enemigos, dice Jehov.
10
!!Ay de m, madre ma, que me engendraste hombre de contienda y hombre de discordia
para toda la tierra! Nunca he dado ni tomado en prstamo, y todos me maldicen.
11
!!Sea as, oh Jehov, si no te he rogado por su bien, si no he suplicado ante ti en favor del
enemigo en tiempo de afliccin y en poca de angustia!
12
Puede alguno quebrar el hierro, el hierro del norte y el bronce?
13
Tus riquezas y tus tesoros entregar a la rapia sin ningn precio, por todos tus pecados, y
en todo tu territorio.
14
Y te har servir a tus enemigos en tierra que no conoces; porque fuego se ha encendido en
mi furor, y arder sobre vosotros.
16
Fueron halladas tus palabras, y yo las com; y tu palabra me fue por gozo y por alegra de
mi corazn; porque tu nombre se invoc sobre m, oh Jehov Dios de los ejrcitos.
17
No me sent en compaa de burladores, ni me engre a causa de tu profeca; me sent
solo, porque me llenaste de indignacin.
18
Por qu fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admiti curacin? Sers
para m como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?
19
Por tanto, as dijo Jehov: Si te convirtieres, yo te restaurar, y delante de m estars; y si
entresacares lo precioso de lo vil, sers como mi boca. Convirtanse ellos a ti, y t no te
conviertas a ellos.
47
20
Y te pondr en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearn contra ti, pero no te
vencern; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehov.
21
Y te librar de la mano de los malos, y te redimir de la mano de los fuertes.
2
No tomars para ti mujer, ni tendrs hijos ni hijas en este lugar.
3
Porque as ha dicho Jehov acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en este lugar, de
sus madres que los den a luz y de los padres que los engendren en esta tierra:
4
De dolorosas enfermedades morirn; no sern plaidos ni enterrados; sern como estircol
sobre la faz de la tierra; con espada y con hambre sern consumidos, y sus cuerpos servirn
de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
5
Porque as ha dicho Jehov: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los
consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehov, mi misericordia y mis
piedades.
6
Morirn en esta tierra grandes y pequeos; no se enterrarn, ni los plairn, ni se rasgarn
ni se raern los cabellos por ellos;
7
ni partirn pan por ellos en el luto para consolarlos de sus muertos; ni les darn a beber
vaso de consolaciones por su padre o por su madre.
8
Asimismo no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos a comer o a beber.
9
Porque as ha dicho Jehov de los ejrcitos, Dios de Israel: He aqu que yo har cesar en
este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros das, toda voz de gozo y toda voz de
alegra, y toda voz de esposo y toda voz de esposa.
10
Y acontecer que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirn ellos: Por qu
anuncia Jehov contra nosotros todo este mal tan grande? Qu maldad es la nuestra, o qu
pecado es el nuestro, que hemos cometido contra Jehov nuestro Dios?
48
11
Entonces les dirs: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehov, y anduvieron en pos
de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante ellos se postraron, y me dejaron a m y no
guardaron mi ley;
12
y vosotros habis hecho peor que vuestros padres; porque he aqu que vosotros caminis
cada uno tras la imaginacin de su malvado corazn, no oyndome a m.
13
Por tanto, yo os arrojar de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros padres
habis conocido, y all serviris a dioses ajenos de da y de noche; porque no os mostrar
clemencia.
14
No obstante, he aqu vienen das, dice Jehov, en que no se dir ms: Vive Jehov, que
hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto;
15
sino: Vive Jehov, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las
tierras adonde los haba arrojado; y los volver a su tierra, la cual di a sus padres.
16
He aqu que yo envo muchos pescadores, dice Jehov, y los pescarn, y despus enviar
muchos cazadores, y los cazarn por todo monte y por todo collado, y por las cavernas de
los peascos.
17
Porque mis ojos estn sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron, ni su
maldad se esconde de la presencia de mis ojos.
18
Pero primero pagar al doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron mi tierra
con los cadveres de sus dolos, y de sus abominaciones llenaron mi heredad.
19
Oh Jehov, fortaleza ma y fuerza ma, y refugio mo en el tiempo de la afliccin, a ti
vendrn naciones desde los extremos de la tierra, y dirn: Ciertamente mentira poseyeron
nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.
20
Har acaso el hombre dioses para s? Mas ellos no son dioses.
21
Por tanto, he aqu les ensear esta vez, les har conocer mi mano y mi poder, y sabrn
que mi nombre es Jehov.
2
mientras sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus imgenes de Asera, que estn junto a
los rboles frondosos y en los collados altos,
3
sobre las montaas y sobre el campo. Todos tus tesoros entregar al pillaje por el pecado
de tus lugares altos en todo tu territorio.
4
Y perders la heredad que yo te di, y te har servir a tus enemigos en tierra que no
conociste; porque fuego habis encendido en mi furor, que para siempre arder.
5
As ha dicho Jehov: Maldito el varn que confa en el hombre, y pone carne por su brazo,
y su corazn se aparta de Jehov.
6
Ser como la retama en el desierto, y no ver cuando viene el bien, sino que morar en los
sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
7
Bendito el varn que confa en Jehov, y cuya confianza es Jehov.
8
Porque ser como el rbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echar sus
races, y no ver cuando viene el calor, sino que su hoja estar verde; y en el ao de sequa
no se fatigar, ni dejar de dar fruto.
9
Engaoso es el corazn ms que todas las cosas, y perverso; quin lo conocer?
10
Yo Jehov, que escudrio la mente, que pruebo el corazn, para dar a cada uno segn su
camino, segn el fruto de sus obras.
11
Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la
mitad de sus das las dejar, y en su postrimera ser insensato.
12
Trono de gloria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro santuario.
13
!!Oh Jehov, esperanza de Israel! todos los que te dejan sern avergonzados; y los que se
apartan de m sern escritos en el polvo, porque dejaron a Jehov, manantial de aguas vivas.
14
Sname, oh Jehov, y ser sano; slvame, y ser salvo; porque t eres mi alabanza.
15
He aqu que ellos me dicen: Dnde est la palabra de Jehov? !!Que se cumpla ahora!
50
16
Mas yo no he ido en pos de ti para incitarte a su castigo, ni dese da de calamidad, t lo
sabes. Lo que de mi boca ha salido, fue en tu presencia.
17
No me seas t por espanto, pues mi refugio eres t en el da malo.
18
Averg:uncense los que me persiguen, y no me averg:uence yo; asmbrense ellos, y yo no
me asombre; trae sobre ellos da malo, y quebrntalos con doble quebrantamiento.
20
y diles: Od la palabra de Jehov, reyes de Jud, y todo Jud y todos los moradores de
Jerusaln que entris por estas puertas.
21
As ha dicho Jehov: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el da de reposo,[a] y de
meterla por las puertas de Jerusaln.
22
Ni saquis carga de vuestras casas en el da de reposo,[b] ni hagis trabajo alguno, sino
santificad el da de reposo,[c] como mand a vuestros padres.
23
Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su odo, sino endurecieron su cerviz para no or, ni
recibir correccin.
24
No obstante, si vosotros me obedeciereis, dice Jehov, no metiendo carga por las puertas
de esta ciudad en el da de reposo,[d] sino que santificareis el da de reposo,[e] no haciendo en
l ningn trabajo,
25
entrarn por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los prncipes
que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus prncipes, los varones de Jud y los
moradores de Jerusaln; y esta ciudad ser habitada para siempre.
26
Y vendrn de las ciudades de Jud, de los alrededores de Jerusaln, de tierra de Benjamn,
de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e
incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehov.
27
Pero si no me oyereis para santificar el da de reposo,[f] y para no traer carga ni meterla
por las puertas de Jerusaln en da de reposo,[g] yo har descender fuego en sus puertas, y
consumir los palacios de Jerusaln, y no se apagar.
51
Footnotes:
2
Levntate y vete a casa del alfarero, y all te har or mis palabras.
3
Y descend a casa del alfarero, y he aqu que l trabajaba sobre la rueda.
4
Y la vasija de barro que l haca se ech a perder en su mano; y volvi y la hizo otra
vasija, segn le pareci mejor hacerla.
5
Entonces vino a m palabra de Jehov, diciendo:
6
No podr yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehov. He
aqu que como el barro en la mano del alfarero, as sois vosotros en mi mano, oh casa de
Israel.
7
En un instante hablar contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir.
8
Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual habl, yo me arrepentir
del mal que haba pensado hacerles,
9
y en un instante hablar de la gente y del reino, para edificar y para plantar.
52
10
Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentir del bien que
haba determinado hacerle.
11
Ahora, pues, habla luego a todo hombre de Jud y a los moradores de Jerusaln, diciendo:
As ha dicho Jehov: He aqu que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros
designios; convirtase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras.
12
Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros dolos iremos, y haremos cada uno el
pensamiento de nuestro malvado corazn.
13
Por tanto, as dijo Jehov: Preguntad ahora a las naciones, quin ha odo cosa semejante.
Gran fealdad ha hecho la virgen de Israel.
14
Faltar la nieve del Lbano de la piedra del campo? Faltarn las aguas fras que corren
de lejanas tierras?
15
Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus
caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado,
16
para poner su tierra en desolacin, objeto de burla perpetua; todo aquel que pasare por
ella se asombrar, y menear la cabeza.
17
Como viento solano los esparcir delante del enemigo; les mostrar las espaldas y no el
rostro, en el da de su perdicin.
19
Oh Jehov, mira por m, y oye la voz de los que contienden conmigo.
20
Se da mal por bien, para que hayan cavado hoyo a mi alma? Acurdate que me puse
delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira.
21
Por tanto, entrega sus hijos a hambre, disprsalos por medio de la espada, y queden sus
mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jvenes heridos a
espada en la guerra.
22
Oigase clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejrcito de repente; porque cavaron
hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos.
53
23
Pero t, oh Jehov, conoces todo su consejo contra m para muerte; no perdones su
maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti; haz as con
ellos en el tiempo de tu enojo.
2
y saldrs al valle del hijo de Hinom, que est a la entrada de la puerta oriental, y
proclamars all las palabras que yo te hablar.
3
Dirs, pues: Od palabra de Jehov, oh reyes de Jud, y moradores de Jerusaln. As dice
Jehov de los ejrcitos, Dios de Israel: He aqu que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a
todo el que lo oyere, le retian los odos.
4
Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en l incienso a dioses ajenos, los
cuales no haban conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Jud; y llenaron este lugar de
sangre de inocentes.
5
Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al
mismo Baal; cosa que no les mand, ni habl, ni me vino al pensamiento.
6
Por tanto, he aqu vienen das, dice Jehov, que este lugar no se llamar ms Tofet, ni valle
del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza.
7
Y desvanecer el consejo de Jud y de Jerusaln en este lugar, y les har caer a espada
delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y dar sus cuerpos
para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
8
Pondr a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pasare por ella se asombrar, y se
burlar sobre toda su destruccin.
9
Y les har comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comer la carne
de su amigo, en el asedio y en el apuro con que los estrecharn sus enemigos y los que
buscan sus vidas.
10
Entonces quebrars la vasija ante los ojos de los varones que van contigo,
54
11
y les dirs: As ha dicho Jehov de los ejrcitos: As quebrantar a este pueblo y a esta
ciudad, como quien quiebra una vasija de barro, que no se puede restaurar ms; y en Tofet
se enterrarn, porque no habr otro lugar para enterrar.
12
As har a este lugar, dice Jehov, y a sus moradores, poniendo esta ciudad como Tofet.
13
Las casas de Jerusaln, y las casas de los reyes de Jud, sern como el lugar de Tofet,
inmundas, por todas las casas sobre cuyos tejados ofrecieron incienso a todo el ejrcito del
cielo, y vertieron libaciones a dioses ajenos.
14
Y volvi Jeremas de Tofet, adonde le envi Jehov a profetizar, y se par en el atrio de la
casa de Jehov y dijo a todo el pueblo:
15
As ha dicho Jehov de los ejrcitos, Dios de Israel: He aqu, yo traigo sobre esta ciudad y
sobre todas sus villas todo el mal que habl contra ella; porque han endurecido su cerviz
para no or mis palabras.
2
Y azot Pasur al profeta Jeremas, y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de
Benjamn, la cual conduca a la casa de Jehov.
3
Y el da siguiente Pasur sac a Jeremas del cepo. Le dijo entonces Jeremas: Jehov no ha
llamado tu nombre Pasur, sino Magor-misabib.[a]
4
Porque as ha dicho Jehov: He aqu, har que seas un terror a ti mismo y a todos los que
bien te quieren, y caern por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo vern; y a todo Jud
entregar en manos del rey de Babilonia, y los llevar cautivos a Babilonia, y los matar a
espada.
5
Entregar asimismo toda la riqueza de esta ciudad, todo su trabajo y todas sus cosas
preciosas; y dar todos los tesoros de los reyes de Jud en manos de sus enemigos, y los
saquearn, y los tomarn y los llevarn a Babilonia.
55
6
Y t, Pasur, y todos los moradores de tu casa iris cautivos; entrars en Babilonia, y all
morirs, y all sers enterrado t, y todos los que bien te quieren, a los cuales has
profetizado con mentira.
Lamento de Jeremas
7
Me sedujiste, oh Jehov, y fui seducido; ms fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada da
he sido escarnecido, cada cual se burla de m.
8
Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destruccin; porque la palabra
de Jehov me ha sido para afrenta y escarnio cada da.
9
Y dije: No me acordar ms de l, ni hablar ms en su nombre; no obstante, haba en mi
corazn como un fuego ardiente metido en mis huesos; trat de sufrirlo, y no pude.
10
Porque o la murmuracin de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denuncimosle.
Todos mis amigos miraban si claudicara. Quiz se engaar, decan, y prevaleceremos
contra l, y tomaremos de l nuestra venganza.
11
Mas Jehov est conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen
tropezarn, y no prevalecern; sern avergonzados en gran manera, porque no prosperarn;
tendrn perpetua confusin que jams ser olvidada.
12
Oh Jehov de los ejrcitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el
corazn, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa.
13
Cantad a Jehov, load a Jehov; porque ha librado el alma del pobre de mano de los
malignos.
14
Maldito el da en que nac; el da en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
15
Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varn te ha nacido,
hacindole alegrarse as mucho.
16
Y sea el tal hombre como las ciudades que asol Jehov, y no se arrepinti; oiga gritos de
maana, y voces a medioda,
17
porque no me mat en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre
embarazado para siempre.
18
Para qu sal del vientre? Para ver trabajo y dolor, y que mis das se gastasen en
afrenta?
56
Footnotes:
2
Consulta ahora acerca de nosotros a Jehov, porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace
guerra contra nosotros; quiz Jehov har con nosotros segn todas sus maravillas, y aqul
se ir de sobre nosotros.
3
Y Jeremas les dijo: Diris as a Sedequas:
4
As ha dicho Jehov Dios de Israel: He aqu yo vuelvo atrs las armas de guerra que estn
en vuestras manos, con que vosotros peleis contra el rey de Babilonia; y a los caldeos que
estn fuera de la muralla y os tienen sitiados, yo los reunir en medio de esta ciudad.
5
Pelear contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira
grande.
6
Y herir a los moradores de esta ciudad, y los hombres y las bestias morirn de pestilencia
grande.
7
Despus, dice Jehov, entregar a Sedequas rey de Jud, a sus criados, al pueblo y a los
que queden de la pestilencia, de la espada y del hambre en la ciudad, en mano de
Nabucodonosor rey de Babilonia, en mano de sus enemigos y de los que buscan sus vidas,
y l los herir a filo de espada; no los perdonar, ni tendr compasin de ellos, ni tendr de
ellos misericordia.
8
Y a este pueblo dirs: As ha dicho Jehov: He aqu pongo delante de vosotros camino de
vida y camino de muerte.
9
El que quedare en esta ciudad morir a espada, de hambre o de pestilencia; mas el que
saliere y se pasare a los caldeos que os tienen sitiados, vivir, y su vida le ser por despojo.
57
10
Porque mi rostro he puesto contra esta ciudad para mal, y no para bien, dice Jehov; en
mano del rey de Babilonia ser entregada, y la quemar a fuego.
11
Y a la casa del rey de Jud dirs: Od palabra de Jehov:
12
Casa de David, as dijo Jehov: Haced de maana juicio, y librad al oprimido de mano del
opresor, para que mi ira no salga como fuego, y se encienda y no haya quien lo apague, por
la maldad de vuestras obras.
13
He aqu yo estoy contra ti, moradora del valle, y de la piedra de la llanura, dice Jehov;
los que decs: Quin subir contra nosotros, y quin entrar en nuestras moradas?
14
Yo os castigar conforme al fruto de vuestras obras, dice Jehov, y har encender fuego
en su bosque, y consumir todo lo que est alrededor de l.
2
y di: Oye palabra de Jehov, oh rey de Jud que ests sentado sobre el trono de David, t,
y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas.
3
As ha dicho Jehov: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y
no engais ni robis al extranjero, ni al hurfano ni a la viuda, ni derramis sangre
inocente en este lugar.
4
Porque si efectivamente obedeciereis esta palabra, los reyes que en lugar de David se
sientan sobre su trono, entrarn montados en carros y en caballos por las puertas de esta
casa; ellos, y sus criados y su pueblo.
5
Mas si no oyereis estas palabras, por m mismo he jurado, dice Jehov, que esta casa ser
desierta.
6
Porque as ha dicho Jehov acerca de la casa del rey de Jud: Como Galaad eres t para
m, y como la cima del Lbano; sin embargo, te convertir en soledad, y como ciudades
deshabitadas.
58
7
Preparar contra ti destruidores, cada uno con sus armas, y cortarn tus cedros escogidos y
los echarn en el fuego.
8
Y muchas gentes pasarn junto a esta ciudad, y dirn cada uno a su compaero: Por qu
hizo as Jehov con esta gran ciudad?
9
Y se les responder: Porque dejaron el pacto de Jehov su Dios, y adoraron dioses ajenos y
les sirvieron.
10
No lloris al muerto, ni de l os condolis; llorad amargamente por el que se va, porque
no volver jams, ni ver la tierra donde naci.
11
Porque as ha dicho Jehov acerca de Salum hijo de Josas, rey de Jud, el cual rein en
lugar de Josas su padre, y que sali de este lugar: No volver ms aqu,
12
sino que morir en el lugar adonde lo llevaron cautivo, y no ver ms esta tierra.
13
!!Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirvindose de su prjimo
de balde, y no dndole el salario de su trabajo!
14
Que dice: Edificar para m casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre
de cedro, y la pinta de bermelln.
15
Reinars, porque te rodeas de cedro? No comi y bebi tu padre, e hizo juicio y
justicia, y entonces le fue bien?
16
El juzg la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. No es esto
conocerme a m? dice Jehov.
17
Mas tus ojos y tu corazn no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y
para opresin y para hacer agravio.
18
Por tanto, as ha dicho Jehov acerca de Joacim hijo de Josas, rey de Jud: No lo llorarn,
diciendo: !!Ay, hermano mo! y !!Ay, hermana! ni lo lamentarn, diciendo: !!Ay, seor! !!
Ay, su grandeza!
19
En sepultura de asno ser enterrado, arrastrndole y echndole fuera de las puertas de
Jerusaln.
20
Sube al Lbano y clama, y en Basn da tu voz, y grita hacia todas partes; porque todos tus
enamorados son destruidos.
59
21
Te he hablado en tus prosperidades, mas dijiste: No oir. Este fue tu camino desde tu
juventud, que nunca oste mi voz.
22
A todos tus pastores pastorear el viento, y tus enamorados irn en cautiverio; entonces te
avergonzars y te confundirs a causa de toda tu maldad.
23
Habitaste en el Lbano, hiciste tu nido en los cedros. !!Cmo gemirs cuando te vinieren
dolores, dolor como de mujer que est de parto!
24
Vivo yo, dice Jehov, que si Conas hijo de Joacim rey de Jud fuera anillo en mi mano
derecha, aun de all te arrancara.
25
Te entregar en mano de los que buscan tu vida, y en mano de aquellos cuya vista temes;
s, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de los caldeos.
26
Te har llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a tierra ajena en que no nacisteis;
y all moriris.
27
Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver, all no volvern.
28
Es este hombre Conas una vasija despreciada y quebrada? Es un trasto que nadie
estima? Por qu fueron arrojados l y su generacin, y echados a tierra que no haban
conocido?
29
!!Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehov.
30
As ha dicho Jehov: Escribid lo que suceder a este hombre privado de descendencia,
hombre a quien nada prspero suceder en todos los das de su vida; porque ninguno de su
descendencia lograr sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Jud.
2
Por tanto, as ha dicho Jehov Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo:
Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habis cuidado. He aqu que
yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehov.
60
3
Y yo mismo recoger el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las ech, y las
har volver a sus moradas; y crecern y se multiplicarn.
4
Y pondr sobre ellas pastores que las apacienten; y no temern ms, ni se amedrentarn, ni
sern menoscabadas, dice Jehov.
5
He aqu que vienen das, dice Jehov, en que levantar a David renuevo justo, y reinar
como Rey, el cual ser dichoso, y har juicio y justicia en la tierra.
6
En sus das ser salvo Jud, e Israel habitar confiado; y este ser su nombre con el cual le
llamarn: Jehov, justicia nuestra.
7
Por tanto, he aqu que vienen das, dice Jehov, en que no dirn ms: Vive Jehov que hizo
subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto,
8
sino: Vive Jehov que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del
norte, y de todas las tierras adonde yo los haba echado; y habitarn en su tierra.
10
Porque la tierra est llena de adlteros; a causa de la maldicin la tierra est desierta; los
pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valenta no es recta.
11
Porque tanto el profeta como el sacerdote son impos; aun en mi casa hall su maldad,
dice Jehov.
12
Por tanto, su camino ser como resbaladeros en oscuridad; sern empujados, y caern en
l; porque yo traer mal sobre ellos en el ao de su castigo, dice Jehov.
13
En los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre de Baal, e hicieron
errar a mi pueblo de Israel.
14
Y en los profetas de Jerusaln he visto torpezas; cometan adulterios, y andaban en
mentiras, y fortalecan las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su
maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.
15
Por tanto, as ha dicho Jehov de los ejrcitos contra aquellos profetas: He aqu que yo les
hago comer ajenjos, y les har beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusaln sali
la hipocresa sobre toda la tierra.
61
16
As ha dicho Jehov de los ejrcitos: No escuchis las palabras de los profetas que os
profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visin de su propio corazn, no de la
boca de Jehov.
17
Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehov dijo: Paz tendris; y a cualquiera que
anda tras la obstinacin de su corazn, dicen: No vendr mal sobre vosotros.
18
Porque quin estuvo en el secreto de Jehov, y vio, y oy su palabra? Quin estuvo
atento a su palabra, y la oy?
19
He aqu que la tempestad de Jehov saldr con furor; y la tempestad que est preparada
caer sobre la cabeza de los malos.
20
No se apartar el furor de Jehov hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los
pensamientos de su corazn; en los postreros das lo entenderis cumplidamente.
21
No envi yo aquellos profetas, pero ellos corran; yo no les habl, mas ellos profetizaban.
22
Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habran hecho or mis palabras a mi pueblo, y
lo habran hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
23
Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehov, y no Dios desde muy lejos?
24
Se ocultar alguno, dice Jehov, en escondrijos que yo no lo vea? No lleno yo, dice
Jehov, el cielo y la tierra?
25
Yo he odo lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo:
So, so.
26
Hasta cundo estar esto en el corazn de los profetas que profetizan mentira, y que
profetizan el engao de su corazn?
27
No piensan cmo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueos que cada
uno cuenta a su compaero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
28
El profeta que tuviere un sueo, cuente el sueo; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente
mi palabra verdadera. Qu tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehov.
29
No es mi palabra como fuego, dice Jehov, y como martillo que quebranta la piedra?
30
Por tanto, he aqu que yo estoy contra los profetas, dice Jehov, que hurtan mis palabras
cada uno de su ms cercano.
62
31
Dice Jehov: He aqu que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen:
El ha dicho.
32
He aqu, dice Jehov, yo estoy contra los que profetizan sueos mentirosos, y los cuentan,
y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envi ni les
mand; y ningn provecho hicieron a este pueblo, dice Jehov.
33
Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: Cul es la
profeca de Jehov? les dirs: Esta es la profeca: Os dejar, ha dicho Jehov.
34
Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Profeca de Jehov, yo enviar castigo
sobre tal hombre y sobre su casa.
35
As diris cada cual a su compaero, y cada cual a su hermano: Qu ha respondido
Jehov, y qu habl Jehov?
36
Y nunca ms os vendr a la memoria decir: Profeca de Jehov; porque la palabra de cada
uno le ser por profeca; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehov de los
ejrcitos, Dios nuestro.
37
As dirs al profeta: Qu te respondi Jehov, y qu habl Jehov?
38
Mas si dijereis: Profeca de Jehov; por eso Jehov dice as: Porque dijisteis esta palabra,
Profeca de Jehov, habiendo yo enviado a deciros: No digis: Profeca de Jehov,
39
por tanto, he aqu que yo os echar en olvido, y arrancar de mi presencia a vosotros y a
la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres;
40
y pondr sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusin que nunca borrar el olvido.
Jeremas 24
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2
Una cesta tena higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tena higos muy malos,
que de malos no se podan comer.
3
Y me dijo Jehov: Qu ves t, Jeremas? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y
malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.
4
Y vino a m palabra de Jehov, diciendo:
5
As ha dicho Jehov Dios de Israel: Como a estos higos buenos, as mirar a los
transportados de Jud, a los cuales ech de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien.
6
Porque pondr mis ojos sobre ellos para bien, y los volver a esta tierra, y los edificar, y
no los destruir; los plantar y no los arrancar.
7
Y les dar corazn para que me conozcan que yo soy Jehov; y me sern por pueblo, y yo
les ser a ellos por Dios; porque se volvern a m de todo su corazn.
8
Y como los higos malos, que de malos no se pueden comer, as ha dicho Jehov, pondr a
Sedequas rey de Jud, a sus prncipes y al resto de Jerusaln que qued en esta tierra, y a
los que moran en la tierra de Egipto.
9
Y los dar por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo,
por refrn y por maldicin a todos los lugares adonde yo los arroje.
10
Y enviar sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la
tierra que les di a ellos y a sus padres.
2
la cual habl el profeta Jeremas a todo el pueblo de Jud y a todos los moradores de
Jerusaln, diciendo:
3
Desde el ao trece de Josas hijo de Amn, rey de Jud, hasta este da, que son veintitrs
aos, ha venido a m palabra de Jehov, y he hablado desde temprano y sin cesar; pero no
osteis.
64
4
Y envi Jehov a vosotros todos sus siervos los profetas, envindoles desde temprano y
sin cesar; pero no osteis, ni inclinasteis vuestro odo para escuchar
5
cuando decan: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y
moraris en la tierra que os dio Jehov a vosotros y a vuestros padres para siempre;
6
y no vayis en pos de dioses ajenos, sirvindoles y adorndoles, ni me provoquis a ira
con la obra de vuestras manos; y no os har mal.
7
Pero no me habis odo, dice Jehov, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos
para mal vuestro.
8
Por tanto, as ha dicho Jehov de los ejrcitos: Por cuanto no habis odo mis palabras,
9
he aqu enviar y tomar a todas las tribus del norte, dice Jehov, y a Nabucodonosor rey
de Babilonia, mi siervo, y los traer contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas
estas naciones en derredor; y los destruir, y los pondr por escarnio y por burla y en
desolacin perpetua.
10
Y har que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegra, la voz de
desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lmpara.
11
Toda esta tierra ser puesta en ruinas y en espanto; y servirn estas naciones al rey de
Babilonia setenta aos.
12
Y cuando sean cumplidos los setenta aos, castigar al rey de Babilonia y a aquella
nacin por su maldad, ha dicho Jehov, y a la tierra de los caldeos; y la convertir en
desiertos para siempre.
13
Y traer sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo
que est escrito en este libro, profetizado por Jeremas contra todas las naciones.
14
Porque tambin ellas sern sojuzgadas por muchas naciones y grandes reyes; y yo les
pagar conforme a sus hechos, y conforme a la obra de sus manos.
16
Y bebern, y temblarn y enloquecern, a causa de la espada que yo envo entre ellas.
65
17
Y tom la copa de la mano de Jehov, y di de beber a todas las naciones, a las cuales me
envi Jehov:
18
a Jerusaln, a las ciudades de Jud y a sus reyes, y a sus prncipes, para ponerlos en
ruinas, en escarnio y en burla y en maldicin, como hasta hoy;
19
a Faran rey de Egipto, a sus siervos, a sus prncipes y a todo su pueblo;
20
y a toda la mezcla de naciones, a todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la
tierra de Filistea, a Ascaln, a Gaza, a Ecrn y al remanente de Asdod;
21
a Edom, a Moab y a los hijos de Amn;
22
a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidn, a los reyes de las costas que estn de
ese lado del mar;
23
a Dedn, a Tema y a Buz, y a todos los que se rapan las sienes;
24
a todos los reyes de Arabia, a todos los reyes de pueblos mezclados que habitan en el
desierto;
25
a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media;
26
a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los
reinos del mundo que estn sobre la faz de la tierra; y el rey de Babilonia beber despus de
ellos.
27
Les dirs, pues: As ha dicho Jehov de los ejrcitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos,
y vomitad, y caed, y no os levantis, a causa de la espada que yo envo entre vosotros.
28
Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber, les dirs t: As ha dicho Jehov de
los ejrcitos: Tenis que beber.
29
Porque he aqu que a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer
mal; y vosotros seris absueltos? No seris absueltos; porque espada traigo sobre todos los
moradores de la tierra, dice Jehov de los ejrcitos.
30
T, pues, profetizars contra ellos todas estas palabras y les dirs: Jehov rugir desde lo
alto, y desde su morada santa dar su voz; rugir fuertemente contra su morada; cancin de
lagareros cantar contra todos los moradores de la tierra.
66
31
Llegar el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehov tiene juicio contra las
naciones; l es el Juez de toda carne; entregar los impos a espada, dice Jehov.
32
As ha dicho Jehov de los ejrcitos: He aqu que el mal ir de nacin en nacin, y grande
tempestad se levantar de los fines de la tierra.
33
Y yacern los muertos de Jehov en aquel da desde un extremo de la tierra hasta el otro;
no se endecharn ni se recogern ni sern enterrados; como estircol quedarn sobre la faz
de la tierra.
34
Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebao; porque
cumplidos son vuestros das para que seis degollados y esparcidos, y caeris como vaso
precioso.
35
Y se acabar la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebao.
36
!!Voz de la gritera de los pastores, y aullido de los mayorales del rebao! porque Jehov
asol sus pastos.
37
Y los pastos delicados sern destruidos por el ardor de la ira de Jehov.
38
Dej cual leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y
por el furor de su saa.
EXTRAS
LIBRO DE JEREMAS
El ms extenso de los libros profticos del AT.
67
Autor y fecha. El autor es el profeta Jeremas. Es evidente que los primeros orculos
fueron puestos por escritos aproximadamente en el cuarto ao de Joacim (604 a.C.).
Baruc dijo: El me dictaba de su boca estas palabras, y yo escriba con tinta en el libro
(Jer. 36:18).
Circunstancias histricas. Se estima que Jeremas naci alrededor del ao 639
a.C., en la poca en que Josas subi al trono. La reforma religiosa de este rey
comenz a los ocho aos de su reinado. Al poco tiempo muri el rey asirio Asurbanipal
y Josas aprovech un momento de debilidad en el imperio asirio para conseguir la
independencia de Jud. Los caldeos emergan como una gran potencia, mientras los
medos causaban dificultades a los asirios. Finalmente, el caldeo Nabopolasar (626605
a.C.) logr romper la hegemona asiria. Al mismo tiempo, el faran Psamtico (664610
a.C.) consigui librar a Egipto de la influencia asiria. Ms o menos en ese tiempo
Jeremas comenz a anunciar en Jerusaln sobre las maldades de Jerusaln y el
peligro que vendra del N.
Los caldeos se unieron a los medos, y Asira cay definitivamente en el ao 616 a.C.
A los egipcios les interesaba mantener a Asira como un estado amortiguador frente a
los caldeos. Necao, el sucesor de Psamtico hizo una expedicin al N, para auxiliar a
los asirios en su lucha. Josas, que vea en los asirios el gran enemigo, intent detener a
Necao, pero muri en una batalla en Meguido. Jud pas a ser vasallo de Egipto. Pero
poco despus Necao fue derrotado por los caldeos, al mando de Nabucodonosor II, en
la batalla de Carquemis (605 a.C.). Los caldeos siguieron hacia el S, y tomaron Ascaln
y otros lugares en la zona costera. Muchos de los habitantes fueron llevados cautivos a
Babilonia. Ante el peligro, el rey Joacim decidi pactar con Nabucodonosor, pero ms
tarde, ante un retroceso momentneo de los caldeos en la frontera egipcia, Joacim
crey que stos se haban debilitado e intent aliarse a los egipcios para librarse del
yugo caldeo.
En el ao 598 a.C. los caldeos invadieron de nuevo en firme a Jud y Jerusaln fue
tomada por Nabucodonosor. La familia real fue exiliada a Babilonia, y el gobierno fue
dado a Sedequas para que lo ejerciera en nombre de los caldeos. Este rey, sin
embargo, intent hacer una alianza de varios pases dominados por Babilonia para
rebelarse contra ella. Aunque esta alianza no lleg a grandes consecuencias,
Sedequas negoci con el faran Ofra, buscando apoyo egipcio. Esto trajo como
resultado otra invasin caldea, que termina con la toma de nuevo de Jerusaln en el
587 a.C. La ciudad fue saqueada y el templo destruido.
Jeremas qued en Mizpa con el gobernador Gedalas. Pero ste fue asesinado y el
pueblo, temeroso de la venganza de los caldeos, decidi emigrar a Egipto, adonde
llevaron tambin al profeta.
Caractersticas. Como otros libros profticos, el de Jeremas se considera una
antologa de los orculos que emiti ese siervo de Dios. Estos orculos se presentan en
una gran variedad de estilos y formas literarias. Algunos son poemas que adquieren un
sentido pico, o un tono pattico cuando lamenta los pecados de Jud y su triste fin.
Otros aparecen en prosa. Hay casos de lecciones objetivas, en los cuales el profeta
hace algo que tiene una significacin especial. Se incluyen tambin visiones, as como
68
datos biogrficos. A pesar de toda esta variedad, sin embargo, es evidente una
coherencia en el estilo general del libro, lo cual apunta a la autora de una misma
persona. Algunos eruditos han sugerido que originalmente la obra estaba dividida en
dos o tres volmenes o colecciones. El orden en que aparecen los orculos no es
cronolgico, lo cual dificulta un poco la deseada coordinacin de stos con los eventos
histricos conocidos. Se desconoce cul fue el criterio que se utiliz para la distribucin.
R. K. Harrison prefiere colocar las profecas de J. en los siguientes perodos histricos:
a. Bajo el reinado de Josas:
1:119; 2:13, 5; 3:66:30; 7:110:25; 18:120:18.
b. Bajo el reinado de Joacim:
11:113:14; 14:115:21; 16:117:27; 22:130; 23:18, 940; 25:114, 1538; 47:1
7; 48:147.
c. Bajo el reinado de Joaqun:
31:1527.
d. Bajo el reinado de Sedequas:
21:122:30; 24:110; 27:122; 28:117; 29:132; 30:124; 32:144; 33:126; 34:1
7, 811, 1222; 37:121; 38:128; 39:118.
Un bosquejo del libro de Jeremas podra plantearse de la siguiente manera:
Primer manuscrito dictado a Baruc
1:119 Llamamiento de Jeremas
2:14:4 Declaraciones sobre el pecado del pueblo
4:56:30 Anuncio del juicio que viene
Adicin a lo dictado a Baruc
7:18:3 Sermn en el templo y otros
8:49:21 Persistencia del pecado del pueblo y su inevitable destruccin
9:2210:16 Diversos orculos
10:1725 Persistencia del pecado del pueblo y su inevitable destruccin
Segunda adicin a lo dictado a Baruc
11:117 Reclamo por la ruptura del pacto de Jehov
11:1812:6 Jeremas es perseguido por sus coterrneos
12:717 El lamento de Dios por la infidelidad de su pueblo y su triste fin
13:127 Parbola del cinto de lino. Diversos orculos
14:115:4 La gran sequa y los problemas del pueblo
15:516:21 Confesiones y lamentos
17:127 Orculos diversos
18:123 En la casa del alfarero
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