Resumen Libro Abril Rojo
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Resumen Libro Abril Rojo
I
Obra: Abril Rojo N de pg. 14-22
Mircoles 8 del 2000, por su domicilio en la localidad de Quinua, Justino Mayta
Carazo de 31 aos de edad encontr un cadver.
Segn ha manifestado ante las autoridades, el declarante llevaba 3 das en el carnaval
del referido asentamiento, donde haba participado en el baile del pueblo. Esa versin
no ha podido ser ratificada por ninguno de los 1576 vecinos del pueblo. Fue vctima de
un repentino ataque de agotamiento y decidi volver a su domicilio a gozar de un
merecido reposo. Antes de llegar a su puerta, antes de retomar los 15 metros faltantes
hasta su puerta, el susodicho entro al domicilio de su vecino Nemesio Limanta
Huamn de 41 aos para descansar, al ingresar no noto nada sospechoso ni encontr a
nadie y se dirigi atreves del patio directamente al pajar, donde se recost 6 horas. Una
hora despus, a la 1pm el declarante manifiesta haber tocado un cuerpo spero y rgido
oculto a medias entre la paja. Aproximadamente a la 1:10 pm, procedi a retirar las
pajas que lo cubran
Encontrando una superficie irregular perforada por diversos agujeros constitua una
boca llena de dientes negros, y confundida con la piel y cenizas de un cuerpo
deformado por el fuego. Aproximadamente a la 1:15 pm los gritos de terror de Justino
Mayta Carazo despertaron a los otros 1575 vecinos de la localidad. As consiste el acta
del Fiscal Distrital Flix Chacaltana Saldivar.
El fiscal Chacaltana antes de ir a la comisaria, escribi una vez ms como todas las
maanas su solicitud de envi de material. Luego fue al hospital militar y busco el
pabelln de la morgue. Pregunto por el doctor Faustino Posadas, le dijeron
que no se encontraba. As que tuvo que esperarlo hasta que el doctor lo llamo por su
nombre y se present. El doctor Faustino P. mdico legista lo llevo por un pasadizo
lleno de dolores. Abri la puerta y entraron a la oficina.
En la oficina haba una mesa cubierta con una sbana, y bajo de esta un bulto.
Chacaltana rogo al cielo que fuese solo una mesa, y a su vez no poda dejar de quitar la
mirada de la sabana. El medico lo noto y le pregunto si lo haba visto, le dijo que
debera verlo y se acerc a la mesa, quito el velo. El cuerpo carbonizado no ola a
muerto, ola como lmparas de kerosene. Chacaltana sinti una arcada pero trato de
disimular un acto tan poco profesional. El doctor le pregunto si el llevara la
informacin. Chacaltana deca que le faltaba efectuar las verificaciones del caso, aun
podra tratarse de un accidente explico.
Busco calle por calle la direccin que llevaba anotada en un papel. Llego finalmente a
una casa estrecha que pareca tener solo un cuarto abajo y otro arriba, una anciana le
abri una rendija de la puerta, pidiendo su identificacin. Abri la puerta y lo invito a
pasar diciendo que no estaba Justino, el fiscal le pregunto si poda echar un vistazo,
mientras suba las gradas hacia el segundo piso, se escucho un golpe. La ventana
estaba abierta, se dio la vuelta para bajar, avanzo hasta la puerta y saco la cabeza. Llego
a ver un hombre doblando la esquina a toda velocidad. Antes de volver a la ciudad,
decidi visitar la pampa de Quinua, paso varios minutos respirando el aire limpio,
apenas empezaba a volverse cuando sinti un golpe de puo, directamente a su
mandbula y otro golpe con el mango de una pala, llego a ver un chullo rojo y un
hombre que corra atravesando la llanura. Despert cuando ya oscureca.
Por la tarde, tras salir de la fiscala, se acerc a la comisaria. Le dijeron que el capitn
no se encontraba, decidi esperarlo y se sent.
Finalmente a las 12:08 el ruido de una puerta lo despert. El capitn Pacheco sali de
una oficina, dirigiendo una mirada de odio al fiscal y contino su camino hasta el bao.
Despus hizo pasar a Chacaltana a su oficina, Le dijo que no le envi la respuesta ni se
la enviara, diciendo que no quera saber nada que tenga que ver con ese caso.
Le dijo que porque no mejor cerraba el caso, a lo que este respondi que no poda ya
que era ilegal. El capitn al final le dijo que tendra su informe al da siguiente a
primera hora en su despacho.
A la maana siguiente el informe policial estaba en su escritorio. El fiscal lo abri y lo
reviso, estaba mal escrito, pero el contenido era sencillo y legalmente valido. Llamo a la
comisaria, donde le contesto personalmente el capitn Pacheco, quien ofreci toda la
colaboracin que estuviese en sus manos. Dio por valido el informe policial y decidi
cerrar el caso con la informacin disponible.
El martes 7 de marzo del 2000, en circunstancias en que se desarrollaban las
festividades del carnaval, una corriente elctrica se verifico en las alturas de
Huancavelica, que se movilizo en direccin a la provincia de Huamanga; un hombre
manco viajero y forastero turstico, debido a las condiciones climticas, se apersono a
pernoctar en el domicilio de Nemesio Limanta Huamn (41), que neg el permiso, el
hombre entro a dormir a la casa sin que Nemesio se de cuenta, llegando al pajar , en
circunstancias en que el inmueble serva tambin de deposito de kerosene y otros
lquidos combustibles.
El hombre permaneci 2 das en el pajar. El 8 de marzo del 2000 en horas de la
madrugada, una descarga elctrica producida por las desfavorables condiciones
climticas, produjo en forma de relmpago, precisamente en la localizacin del pajar
donde pernoctaba el hombre. Alcanzado en el hombro, donde su herida se apertura,
muerte a los vende patrias. Luego vio policas, que caminaban pesadamente llevando
escaleras para descolgar a los perros.
El fiscal saludo: buenos das. Busco al teniente Aramayo. Luego se presento ante
Aramayo, quien le pregunto quien lo mandaba. El fiscal respondi: el comandante
Carrin. Lo invito a desayunar.
Chacaltana dijo que no sabia que Sendero segua operando en la zona. El teniente se
rio y dijo molestando mas bien. Le dijo que buscara a Yupanqui, el que estaba con los
perros, lo ayudara. Poco despus Chacaltana encontr a Yupanqui a pocas calles, La
Oficina Nacional de Procesos Electorales, segn le informaron en la delegacin se
haba instalado en la casa de Johnatan Cahuide Alosilla.
El fical le pregunto a Jhonatan cuantas personas votaran, este respondi que serian
3000. Despus de almorzar con el, el fiscal fue a ver la escuela Alberto Fujimori en la
que se instalaran las mesas.
Por la noche regreso a su alojamiento, estaba muy cansado. Escucho una explosin,
supuso que haba sido parte de su sueo.
Volteo hacia la pared y trato de volver a dormir, pero escucho rumores, gritos, entonces
escucho una segunda explosin. Pregunto a la familia con la que se alojo que estaba
pasando, nadie le respondi y se acerco a la ventana. Haba fuego en las montaas. El
fiscal corri hacia la delegacin policial, las casas parecan sepulcros colectivos, ciegas,
sordas y mudas. Se escuchaba cada vez mas fuerte: Viva el Partido Comunista!.
Despus de tanto tocar la puerta, los 5 policas le abrieron.
Chacaltana pregunto si siempre era as, a lo que le respondieron que hoy estaban
tranquilos. Aramayo le dijo que ah mandaba Lima y no se enteraran que hay una
guerra hasta que les metan una bala. Pero tarde o temprano se darn cuenta. El nico
problema es que, para que eso no pase, ellos tendran que estar muertos. El fiscal se
quedo dormido. Cuando abri los ojos la comisaria estaba vaca.
Chacaltana dijo que alguien tena que decirle al comandante Carrin lo que haba
pasado, Busco a Carrin. Su presencia se senta por la cantidad de soldados armados
que circulaban por las calles. Le dijo que tenan que hablar. Carrin le puso al corriente
de todo, Chacaltana no entenda cual era su funcin ah. El comandante le respondi
que vendran periodistas y que el estaba ah para defenderlos. Le menciono que
maana era un da importante y que no quera que lo defraude.
Al medio da fueron a almorzar en casa de Cahuide. Oyeron el ruido de motores y
gritos en las calles. Cahuide cerr la ventana. El fiscal sali de la casa, seguido por
Cahuide. En las calles varios jvenes corran perseguidos por los militares a garrotazos.
Mas all 2 soldados rompieron la puerta de una casa, llevndose a 2 chicos de unos 15
aos.
Las levas son ilegales, a dnde los llevan? dijo Chacaltana. Harn el servicio militar
obligatorio. Chacaltana empez a correr hacia la delegacin. A los que se negaban a
subir los obligaban con garrotazos en la cara, le cerraron el paso; mas all pudo ver al
comandante con el funcionario de corbata celeste y el teniente Aramayo. Comandante
hay que detener este operativo, este le dijo que se tranquilizara que estaban levantando
indocumentados y requisitoriados. El fiscal volvi a casa de Cahuide pero nadie le
abri la puerta. Se acerco a la ventana y Cahuide le devolvi una mirada en que se
mezclaba lastima y miedo. Tampoco le abrieron la puerta en la casa en que se alojaba.
Se fue a dar un paseo y se detuvo junto a un riachuelo. Despus de un rato decidi
emprender el camino de vuelta. Escucho el rumor de las ramas agitarse. Trato de
acelerar el tambin para llegar al pueblo. En ese momento recibi encima la cada de
un cuerpo sobre su cuello.
Chacaltana reconoci la silueta enana que haba vislumbrado en la entrada del pueblo
el da anterior. Mientras trataba de levantarse, alcanzo a ver las chanclas de llanta y el
mismo chullo rojo que haba perseguido das antes, en Quinua. Justino Mayta Carazo.
El fiscal logro golpearle la cara con una rama y correr. Se encontr con una pared de
piedra, empez a trepar. El fiscal tardo varios segundos en alcanzas la cima, pero ya
arriba, se extenda ante el una larga llanura. Justino haba trepado a gran velocidad,
pero pareca cojear por el golpe al caer del rbol. El campesino lo alcanzo y lo empotro
contra la pared. El fiscal le dijo que levantara una denuncia por atentado contra su
integridad fsica. Con la mano derecha, alcanz una piedra y el fiscal lo golpeo contra la
cara de Mayta. El campesino empez a llorar diciendo que el no haba hecho nada, su
hermano hacia todo. Luego Justino se le escapo a el fiscal. Fue a la comisaria, pero
nadie le hizo caso.
Al da siguiente, sobre el medioda, un helicptero del servicio civil apareci en el cielo
y aterrizo a un lado del pueblo. Los periodistas civiles bajaron del aparato con cmaras
y grabadoras. Hablaron con los 2 miembros de mesa que saban espaol. El fiscal
cuando se quedo solo con el periodista, le pregunto si todo estaba tranquilo. Lo
interrumpi el teniente Aramayo diciendo que haba buen clima, la tranquilidad, la
gente ejerciendo libremente su derecho al voto. El fiscal Chacaltana no dijo nada, los
periodistas volvieron a su helicptero y partieron. A las 4pm, hora de cierre de las
mesas de votacin, las encuestas daban ganador al candidato opositor.
El 8 de marzo de 1990, un destacamento de las Fuerzas Armadas se apersono en el
domicilio de la familia Mayta Carazo referente al sospechoso de terrorismo Edwin
Mayta Carazo, en circunstancias en que este contaba con 23 aos.
Irrumpi en la citada vivienda sin aviso previo, encapuchados y armados. Por orden
del teniente Cceres Salazar, los efectivos procedieron a registrar el domicilio en busca
de explosivos o propaganda senderista. El teniente Cceres sostuvo, que los terroristas
que no parecen terroristas son los que revisten mayor peligrosidad para la seguridad
nacional. Terminado el operativo, el sospechoso Edwin Mayta Carazo fue conducido en
vehculo militar a la base militar de Vischongo, donde le fue practicado el
interrogatorio de rigor. El detenido neg la existencia de cualquier vinculo con Sendero
Luminoso, lo cual venci mas aun al teniente Cceres Salazar de su implicacin en los
atentados. Finalmente, ante la repetida negatividad de Edwin Mayta, el teniente
Cceres decidi dejarlo en libertad, procediendo a su excarcelacin al da siguiente. Se
encuentra desaparecido desde ese da.
El fiscal desde su regreso nadie le encargo ningn trabajo.
No quiso almorzar con Edith, al menos mientras no tuviese seal de apoyo o ascenso,
sinti que la defraudara.
El mircoles 12 a las 9:35, tomo la decisin de buscar el apellido de Justino entre los
archivos de la fiscala. El archivo estaba en una enorme sala llena de papeles y cajones,
el fiscal paso toda la maana buscando. Decidi buscar entre los casos descontinuados,
encontr la denuncia puesta por la madre de Edwin. Con la informacin de la
denuncia, pudo buscar los antecedentes de Edwin Mayta, el hermano de Justino haba
sido sealado una vez como miembro de una clula que operaba cerca de Huanta, pero
nunca pudieron probar nada.
Esa tarde despus de almorzar en un puesto de la calle, se dirigi hacia la prisin.
Pensaba que, si al menos cerraba el caso para si mismo, sus pesadillas nocturnas
terminaras. El vigilante le dijo que no era da de visitas. El fiscal mostro su
identificacin. El guardia ni la miro. Entendi que nadie le dara esa cita.
Autor: Santiago Roncagliolo Cap. IV
Obra: Abril Rojo N de pg. 139-148
Luego el fiscal le exigi al guardia que llamara al coronel Olazabal. El guardia lo miro
con odio, se levanto y sali de su cabina. Volvi 15 minutos despus. Con un gesto lo
ordeno al fiscal que lo siguiese. Subieron al 2do piso del edificio, los esperaba un oficial
alto, blanco y casi sin pelo pero joven aun. Lo llamo coronel Olazabal. El fiscal le dijo
que quera hablar con el recluso Hernn Durango. Llame al comandante Carrin, el le
dir lo que quiere saber. Pero no le gustara que discutan su autoridad dijo el fiscal. El
coronel le dijo que sus puertas siempre estn abiertas para el comandante. Los llevo a
una oficina en la torre de entrada. El fiscal le dijo a Hernn D. si conoci a Edwin M.,
dijo que no hablara. A pesar de la sonrisa que se le formo, mantena una mirada de
acero. El fiscal dijo que el era el que hara las preguntas, a lo que Durango respondi
que se le haba olvidado para quien trabajaba el. El fiscal le dijo que simplemente
estaba ah para preguntarle por Edwin Mayta, no a escuchar discursos.
Hernn D. le dijo que debera pasearse un poco entre las celdas, vera cosas
interesantes. Cuando iba a dar la entrevista por terminada, el terrorista pregunto como
estaba su mama. Flix sinti que cada musculo del cuerpo se le contraa en una nusea
pesada y gris. Durango le dijo que sabia que la tenia muy presente y que sabia que ella
haba muerto cuando el era pequeo. El fiscal le pregunto como sabia eso, a lo que este
respondi que el partido tiene mil ojos y mil odos. Chacaltana abandono la oficina
mareado y con un nudo en la garganta. De repente sinti que el caso del muerto de
Quinua tenia algo que ver con el. El fiscal empez a bajar hacia la salida. El polica lo
segua de cerca y le dijo que si crea que poda hablarle al comandante Carrin sobre un
traslado, ya que tena 10 aos en el penal de mxima seguridad. Prometi que hara lo
que pudiese y abandono el edificio. De regreso a la fiscala escribi el informe.
Todo el problema se limita a un cadver y ya esta resuelto. Guardo el informe en un
cajn. Tomo sus cosas y sali puntual. El fiscal decidi pasar por donde Edith, en el
restaurante estaba ella sola, pero Edith no pareca de buen animo. Le comento que se
haba comprado un vestido para la fiesta. Chacaltana le revelo que no era importante,
no lo invitaran a las fiestas de altas autoridades. Cuando trata de hablar nadie lo
escucha. Le daba vergenza decirle a una mujer que tenia miedo. Cuando los turistas
se fueron Edith cerro la puerta, guardo el plato del fiscal en la refrigeradora y los 2
salieron juntos a la calle.
Esa noche tenia ganas de hablar con ella, fueron a su casa y decidi mostrarle lo que
nunca antes le haba mostrado a nadie. La tomo de la mano y la llevo hacia la
habitacin del fondo. Ella paseo por el cuarto tocando todo suavemente, como si fuera
reconociendo la presencia de la madre. El fiscal le conto que su casa se incendio
cuando era nio.
Y a su regreso reconstruyo tal y como era antes. Ella dijo que era importante recordar.
El fiscal supo que a su madre le gustaba esa chica.
Se acerc y la beso.
A la maana siguiente el fiscal se senta alegre, por primera vez en mucho tiempo.
Resuelto a no perder tiempo, desenterr el informe sobre Edwin M. y volvi a darle
una mirada. El viernes 14, a las 5:30, el fiscal distrital abri los ojos al or golpes. Sin
abrir, anuncio que se cambiaria de ropa y saldra, pero los soldados insistieron, el fiscal
les abri; eran 3. Le dijeron que por Ordenes del comandante Carrin Tenia que
acompaarlos, subi a un jeep. Quiso saber a donde se lo llevaban, pero le dijeron que
no tena autorizacin de hablar.
a saber, el teniente del Ejercito Peruano Alfredo Cceres Salazar y ciudadano Edwin
Mayta quienes pueden arrojar indicios sobre la vinculacin del fallecido. Y al teniente
Cceres lo vio hace 38 das, cuando se encontr su cuerpo carbonizado en Quinua. A
Cceres lo reportaron desaparecido en Jan un mes antes del hallazgo del cuerpo. Le
deca el perro. Era un sinchi. Toda la fosa lo hizo el casi solito. Edwin M. cay en sus
operativos.
El comandante conto que cuando las cosas se pusieron difciles, los cuerpos fueron
retirados y amontonados en la fosa que vio el fiscal, aparece la madre de Edwin M.
para buscar el cuerpo, a los cuerpos se les arrancaba la cabeza para dificultar su
identificacin, pero esa mujer poda distinguir que no era su hijo. El fiscal pregunto
porque mataron a Justino, el comandante dijo que crea que la razn era el , ya que
segn su informe el hablo con el.
Lo que hacia Cceres cuando encontraba a un terrorista en un poblado, convocaba a
todo el pueblo que le haba dado refugio, lo acostaba en la plaza y le cortaba un brazo o
pierna con una sierra de campana. Mientras el estaba vivo.
Luego enterraban las partes del cuerpo separadas. En esa poca el comandante dijo
que el era capitn, y segn las seales la prxima victima seria el. Luego saco una
cartuchera de cuero con una pistola adentro. Le dijo al fiscal que desde ese momento el
se ocupara de la investigacin.
Autor: Santiago Roncagliolo Cap. V
Obra: Abril Rojo N de pg. 189-200
El fiscal recibi el sbado bailando, Edith lo llevo a un concierto de grupos
vernaculares en un campo ferial. A la maana siguiente los fieles recorran la ciudad
llevando su retama para el Domingo de Ramos. El fiscal distrital adjunto se apersono
en la iglesia del Corazn de Cristo a las 11:35. Fue a buscar al padre y este le dijo que
esperaba a que sea breve, este le respondi que tenia a Justino M., el padre le pregunto
que paso con el, este le cont que lo encontraron pero muerto, el padre le dijo que el
asesino aprecia un hombre muy devoto, la cremacin, los gallinazos. Parece que trata
de destruir el cuerpo para que no vuelva a resucitar, dijo tambin que queremos vivir
para siempre. Por eso guardamos los cuerpos para la resurreccin. Enterrarlos es
guardarlos. El fiscal record el significado de Ayacucho el rincn de los muertos y le
comento tambin que el cuerpo fue encontrado sin sangre.
El padre le dijo que lo de la sangre quiz tena un significado mas bien pagano. Podra
ser la sangre del sacrificio. Y los 7 puales en el pecho de la virgen dolorosa. Las 2
muertes tienen algo que ver con las Semana Santa. El fiscal pregunto que significado le
atribuyen los campesinos a la semana santa. El padre respondi que solo disfrazan a la
Carrin. Decidi dejar el informe en la recepcin y sigui de largo hasta la iglesia del
Corazn de Cristo.
El fiscal dijo que fue a confesarse, hay un nuevo cadver. El padre lo sinti y le
pregunto como muri.
Chacaltana le dijo que el sabia quien los haba matado a todos. Fui yo, el sacerdote
palideci. Quiroz se lo llevo aun confesionario. El fiscal dijo que todas las personas con
las que hablaba moran, tenia miedo. El padre le explico que haba una razn, el mito
de Inkari. Los campesinos andinos creen que las partes de Tpac Amaru fueron
enterradas en distintos puntos del imperio, para que su cuerpo nunca se volviese a
unir. Segn ellos, esas partes estn creciendo hasta unirse. Y cuando encuentren la
cabeza, el inca volver a levantarse. Sendero se presento como ese surgimiento. Le
agradeci al padre y sali de la iglesia. El fiscal le dijo que haba hablado con gente que
no confiaba mucho en el, pero hay otras que si, El padre le pregunt quien hablaba
bien, este respondi Edith, el padre dijo q si la conoca y que sufri mucho con la
muerte de sus padres, eran terroristas y murieron en el asalto al cuartel policial.
El fiscal Chacaltana fue donde Carrin, quien al llegar le extendi una hoja que tena en
la mano. Era una carta de Lima con el membrete del comando conjunto de las Fuerzas
Armadas. Le anunciaba a Carrin su pase a retiro. Le pregunto qu hara, este
respondi que se ira al norte, a un lugar tranquilo y lejos de ah .El fiscal le dijo que
tena razones para pensar que los siguientes atentados serian en esos das. Quera
redoblar la vigilancia. Usted es aun la autoridad. Es el ultimo favor que le hago
respondi. El fiscal se dirigi con la orden firmada, entro a la oficina de Pacheco y
abri la puerta, dejo la hoja sobre su escritorio. Pacheco dijo que el comandante ya no
mandaba aqu, ahora era el que decida que medidas de seguridad necesitaba.
Chacaltana: ustedes no entienden, hay un asesino suelto!, se acerco a la salida, y
abandono la oficina dando un portazo. Volvi a su casa, saludo a su madre, se hizo una
sopa de pollo y se recost. Estaba triste y cansado, de no poder hacer nada. A las 2am
lo asalto una pesadilla.
Despert de golpe, sudando, trato de volver a dormir. No lo consigui se levanto, se
visti, saco la pistola del estuche, sali a la iglesia del Corazn de Cristo. Eran las
2:30am cuando el fiscal llego a la casa parroquial. Antes de tocar, se pregunto cmo
justificara su vida a esas horas. Toco el timbre sin vacilar. Una voz respondi diciendo
quien era, el fiscal respondi que solo venia a ver si todo estaba bien, nadie le
respondi. Le llamo la atencin el ruido de un golpe, no haba venido de adentro de la
casa, sino de su costado. Volvi a tocar el timbre. El fiscal e acerco al callejn que
separaba la casa del templo. Un gemido sordo sala detrs de un recodo de la iglesia.
Tena la mano pegada a la culata de la pistola, le pareci que lo que oa eran las
respiraciones agitadas de 2 personas. Se pregunto si estaran armados. Luego el fiscal
descubri que solo una estaba de espaldas en realidad, la de un rubio alto, mientras
abrazaba a una mujer.
Autor: Santiago Roncagliolo Cap. VII
Obra: Abril Rojo N de pg. 257-266
Su mirada se cruzo con la de los otros 2, el fiscal volvi a tocar el timbre. Quiz el padre
ni siquiera estaba adentro, llevo la mano a la perrilla de la puerta, la puerta cedi ante
su empuje. Lo oy claramente. Era el sonido de algo arrastrndose por el suelo, la
pesada puerta del stano estaba abierta, llego a la puerta y empez a bajar por las
escaleras, siempre pegado a la pared. Reconoci el olor de incienso y humedad, al
llegar abajo, trato de recordar donde estaba el interruptor. Cambio el arma de mano y
encendi, el parpadeo de la luz le sugiri que haba alguien ms en la habitacin.
Levanto el arma hacia l y grito que estaba armado. Cuando la luz dejo de temblar,
pudo fijarse bien, el medio cuerpo que sobresala del horno, era el del padre Quiroz. Al
llegar a su lado, el fiscal descubri la empuadura de un cuchillo atravesando su
garganta hasta la nuca. La muerte era muy reciente, el asesino haba vertido acido
sobre la cara y los brazos.
Las botellas aun estaban abiertas a un costado. Adentro del horno, el fiscal percibi
que le haban separado la pierna del tronco; el fiscal oy un sonido arriba, reacciono a
tiempo dio la vuelta y disparo. Calculo que la pareja de afuera lo habran escuchado,
quiz llamaran a la polica. Supo que el asesino no tena un arma de fuego, estaba
huyendo. Corri tras l. Se abalanzo a las escaleras justo a tiempo de ver como se
cerraba la puerta del stano. Antes de llegar arriba oy la llave dando vueltas en la
cerradura. Pens que lo encontraran encerrado con un cadver, llevando un arma sin
licencia, cada una de las ultimas 3 vctimas haba hablado con el poco antes de morir.
Ni siquiera poda deshacerse del arma en ese lugar. Subi a la puerta y clculo el
ngulo ms alejado desde el que podra darle a la cerradura. El segundo tiro le dio casi
de lleno. Tuvo que patearla un poco y jalarla con la mano hasta romperla y abrir la
puerta. Sali, la pareja que haba sorprendido, estaba a pocos metros de la puerta. Se
quedaron petrificados, dieron la vuelta y se echaron a correr.
No se dio cuenta que el arma la tena en la mano, la guardo en su estuche, corri hacia
la casa de Edith, puso el dedo en el timbre, se dio cuenta que estaba llorando, se abri
la puerta. Edith estaba ah, adormitada. Era un viejo edificio de tres pisos subdividido,
el mismo timbre se escuchaba en todos lados. Flix y Edith subieron al 3er piso, la
abrazo muy fuerte, paso un largo rato aferrado a ella, antes de darse cuenta que se le
seguan escapando las lgrimas. Edith le pregunto que le paso y Felix empez a
contarle todo terminando en el amanecer. Se quedo dormido. Despert a las 8am, ella
estaba ah de pie de frente a l. Gracias por ayudarme dijo Chacaltana, no vayas a
trabajar, a mi madre le caes bien, no le importara que me casase contigo le dijo. Edith
le dijo que lo quera mucho, pero para casarse con el necesitara que ella no estuviese
ah, no poda vivir en una casa que era de otra persona y menos de una que no estaba
ah en realidad.
El fiscal en un ataque de querer poseer a Edith, la violo teniendo relaciones con ella a la
fuerza. Despus de el hecho, le conto que disparo a un hombre pero no saba si le haba
dado o no. Le comento tambin que todas las personas con las que hablaba moran.
Edith le grito: Vete hijo del diablo!. Mientras cerraba la puerta alcanzo a verla
sollozando desde su cama. Dirigi sus pasos hacia la comisaria, decidi entregarse. El
capitn Pacheco lo estaba esperando, este dijo que haban matado al padre Quiroz,
tenia que verlo. Le pidieron disculpas por lo de ayer y que el tenia razn. El fiscal le
dijo que no se preocupara, el fiscal se lo conto lenta y detalladamente. No menciono el
detalle que todas las personas que saban de su investigacin haban sido asesinadas.
Cuando termino su relato, el capitn le dijo que vaya donde el forense y prepare un
informe para abrir el caso.
El 21 de abril del 2000, el prroco de la iglesia Corazn de Cristo, fue encontrado
cadver en las inmediaciones de su stano. Segn la reconstruccin practicada por el
mdico legista, el susodicho fue primero arrancado de pies y manos y amordazado,
para proceder posteriormente al desmembramiento en vida de su extremidad inferior
izquierda. Se le practicaron heridas de gravedad con acido y se le perforo la trquea y
laringe con instrumento punzocortante. No pudo ser perpetuado por una persona
mayor de 40 aos.
El fiscal dio por concluido su informe, la noche anterior ni siquiera se haba cuidado de
no dejar sus huellas en el stano. Las huellas tendran que ir al laboratorio de Lima,
tardaran un poco, quiz el tiempo suficiente para encontrara al verdadero asesino.
Empez a buscar entre los papeles pero no figuraba Quiroz, sin darse cuenta estaba
buscando en los archivos el nombre de Edith.
Busco los padres de Edith, Ronaldo Ayala y Clara Mungia, lo encontr en los reportes
bajas en combate. El asalto al puesto policial que haban liberado haba sido una
maniobra desesperada. El archivo inclua un anexo que hablaba de Edith, haba
sindicado como miembro del aparato logstico del partido. Se dedico durante 2 aos a
llevar ayuda mdica y comida a los presos por terrorismo en el penal de mxima
seguridad de Ayacucho. El fiscal llamo por telfono a coronel Olazabal, le pidi la lista
de visitas que reciba Hernn Durando, le dijo que los padres del reo, una hermana
llamada Agripina y una ms que aprecia su novia, pronuncio un nombre de mujer. El
fiscal colg el telfono y corri a la calle. Chacaltana se dirigi y entro al restaurante
Huamanguino, Se acerco a Edith la tomo del brazo diciendo que tena que hablar con
ella. Edith pidi permiso al dueo y acepto. El fiscal estaba furioso.
Autor: Santiago Roncagliolo Cap. VIII-IX
mismos policas hasta la puerta. Camino hasta su casa, le dola todo el cuerpo, le dijo a
su mamacita que al dia siguiente seria Domingo de Resurreccin y faltaba la cabeza,
me van a matar exclamo. Todos los que conoca estn muertos dijo Chacaltana, tomo
una decisin, sali de su casa y toco el intercomunicador, el comandante le abri desde
su oficina. Cuando llego entro sin golpear. El comandante estaba adentro, preparando
una maleta. Le dijo Chacaltana, mi retiro ha roto records de velocidad, el fiscal se vio
en un espejo, estaba horroroso. Quien dijo que lo haban acusado de los asesinatos y
que luego lo soltaron. Le dijo tambin que no era Sendero el de los asesinatos, el
comandante dijo que se lo tema, y le pregunto de quien sospechaba. Este respondi de
usted.
l dijo que no comprenda, el fiscal l respondi diciendo que pensaba que l se lo
explicara. Dijo que l era el nico que conoca todos sus movimientos. Carrin dijo
que todo fue un desastre desde el principio, el horno estaba tan viejo que se malogro a
la mitad de quema. Todo iba a salir bien pero aprecio l. No haba modo de saber que
hablaba con Durango y su amiga la terruca, el fiscal respondi que Edith no era una
terruca, la mirada del comandante no era de arrepentimiento sino de desafo, es usted
un monstruo dijo el fiscal, no le bastaba con un tiro en la nuca? El comandante dijo
que haba escrito explicndolo todo. Record a Edith y dijo que no haba ninguna
explicacin para lo que haba hecho. El fiscal acerco la mano al arma. Carrin dijo que
ellos lo haban obligado, solo falta uno para que la tierra se estremezca, desapareci
detrs de su escritorio, el fiscal saco la pistola y le dijo que se alejara del escritorio.
Carrin el dijo que vea que estaba usando su arma, quera que le diga quienes eran sus
cmplices, este respondi que su mejor cmplice fue usted. En ese momento se apago
la luz de la oficina. En la penumbra oy la voz del militar, abrir y cerrar un cajn, luego
se dio cuenta que estaba atravesando una puerta. Carrin deca que por que nunca
hablaba de su padre, el lo conoca, el fiscal disparo. Supuso que estaban fuera de la
oficina, Carrin dijo que su papa era militar tambin, era guapo y blanco. Chacaltana
grito que se callara. El fiscal tropez con un escaln y cayo 4 escalones. Carrin segua
diciendo que era un poco bestia, ese joven. Un buen chico, salvo cuando beba. No era
tan pequeo como para haberlo olvidado le dijo a Chacaltana. Su madre sufra mucho
porque le daba una borrachera violenta. A su madre llego romperle el brazo 2 veces. El
fiscal respondi diciendo que el ya no exista, no saba de dnde vena la voz del
comandante.
Autor: Santiago Roncagliolo Cap. X
Obra: Abril Rojo N de pg. 319-328
Carrin segua hablando que el estaba demasiado ocupado patendola, ni siquiera
volvi a or los gritos de su madre, ni siquiera por ella se arriesg. Solo corri y llego
hasta Lima. Chacaltana se dio la vuelta sin dejar de gritar y vaci el cargador de la
pistola contra el cuerpo que sinti ms cercano. Una y otra vez, tiro el gatillo. El fiscal
respiraba pesadamente y no escuchaba otra respiracin en el aire. Tanteo la pared
hasta alcanzar una de las ventanas y la abri. Co la luz alcanzo a ver a Carrin, los
disparos le haban atravesado un pulmn, la frente, un rin y una pierna. Secndose
las lagrimas de los ojos, el fiscal sali a la calle. Los casquillos de bala encontrados en el
cuerpo de Carrion pertenecan a la misma arma que haba disparado en la casa
parroquial. La cuarta sala penal del Poder Judicial ha aperturado un proceso en contra
por asesinato mltiple con agravantes a el fiscal.
El coronel Olazabal, fue ascendido al grado de general, se ocupa del aprovisionamiento
logstico de la segunda Regin Policial.
El capitn Pacheco, fue trasladado a la zona de Mancora, juez Briseo es miembro
titular adscrito al Juzgado de Familia de Iquitos, el acusado Flix Chacaltana se
encuentra en paradero desconocido. Las fuerzas armadas han conseguido mantener los
hechos al margen de la opinin pblica. Los documentos faltantes en los expedientes,
los informes suscritos por el fiscal Flix Chacaltana Saldivar y las notas en minsculo
de puo y letra del comandante Alejandro Carrin, se envan adjuntos al presente
informe. Recientemente, nuevos servicios del informe del servicio de inteligencia del
Ejercito sealan que el acusado, Felix ha sido visto en las inmediaciones de las
localidades Ayacuchanas, en circunstancias en que trataba de organizar milicias de
defensa afirman que el fiscal mostraba seales de deterioro psicolgico, el comando ha
ordenado que no se efectu su detencin .As consta el acta firmada el 3 de mayo del
2000 por Carlos Martin, Agente del Servicio Nacional de Inteligencia.