Codicia Financiera Capitulo 1
Codicia Financiera Capitulo 1
Codicia Financiera Capitulo 1
Codicia Financiera
Como los abusos financieros han destrozado la economa real
editado por la Editorial Pearson
Codicia
financiera
Cmo los abusos financieros han
destrozado la economa real
Codicia financiera
Eduardo Olier
Eduardo Olier
Blog: www.geoeconomia.es
@geoeconomiaBlog
#Codiciafinanciera
E C O N O M A
ISBN: 978-84-9035-307-3
Imagen de cubierta:
Los siete pecados capitales: Avaricia
Pieter Bruegel el Viejo.
The Trustees of the British Museum
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Contenido
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El dinero
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VI
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Contenido
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El capital
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VII
Contenido
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Referencias229
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Introduccin
n principio, este libro estaba pensado con otro ttulo. Parecido, aunque distinto. El cambio nada tuvo que ver con motivos comerciales, sino con una
sugerencia recibida por una de las ejecutivos de la editorial Pearson que pens que era ms apropiado. Y al autor y al editor les pareci bien: refleja lo que
est detrs de las crisis econmicas, de la que todava sufrimos, y de las muchas
que sucedieron antes. Esto se ir viendo a lo largo de las pginas que siguen.
En lengua inglesa existen varias obras con ttulos similares, algunas referencias se dan aqu; si embargo, en todos los casos, sus autores ponen el nfasis en
los desmanes econmicos realizados por las personas que estuvieron o siguen
al mando de varias empresas. No es nuestro objetivo. Lo que aqu pretendemos es, primero, hacer el recorrido sobre la economa financiera y los porqus
de sus desviaciones y, luego, dar la voz de alarma sobre la economa poltica
que subyace detrs del afn de enriquecimiento y que, siguiendo tales teoras,
se viene realizando desde hace dcadas. Teoras econmicas de grandes economistas que pensaron que la codicia era una potente arma de creacin de riqueza, sin darse cuenta de que la creacin de riqueza no es tal si solo se aprovechan unos pocos de ella.
No codiciars los bienes ajenos, es el ltimo de los mandamientos de las Tablas de la Ley. Sin embargo, en este como en otros, el paso de los siglos y las
adaptaciones culturales los ha desvirtuado. Por lo que hoy, la codicia el afn
excesivo de riquezas, como se define en espaol no es algo que, en el fondo,
est mal visto. Tampoco lo es en su acepcin inglesa. Greed, ese deseo de adquirir o poseer, en lo material, ms de lo que uno necesita o merece, no es en absoluto negativo. Con frecuencia, es todo lo contrario: muchos apelan a l como
remedio de la pobreza. Pues segn dicen: quin no busca su propio beneficio?
Y es que la codicia, al igual que la avaricia que viene a ser lo mismo pero con
el deseo de atesorar, son trminos que estn en desuso. Y cuando una palabra sale del circuito natural de la comunicacin humana, se transforma tambin
el concepto que la acompaa. Y en caso de mantenerse su original acepcin,
se buscan caminos para desvirtuar los significados. De ah que se hagan esfuerzos por cambiar los trminos con el objetivo de modificar lo que significan. Este
sera el ejemplo de transmutar terrorismo por lucha armada o aborto por interrupcin del embarazo. Con las palabras se van los conceptos. Con ello, unos
tranquilizan sus conciencias y otros tratan de adaptar la realidad a sus intereses.
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Introduccin
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Introduccin
XI
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XII
Introduccin
Pero las prcticas de la economa financiera actual, como ya hemos apuntado, no seran posibles sin el concurso de los reguladores, es decir, de los responsables polticos. Hoy es la poltica la que condiciona los mercados. Y son
las clases polticas dominantes las que facilitan que los mercados financieros
ahoguen a la economa real. Nada del destrozo econmico que hemos visto, y
an sufrimos, habra sido posible si los reguladores no hubieran permitido la
expansin de productos financieros txicos, ni hubieran facilitado unas condiciones en los mercados que fueron el inicio de otros abusos. Tampoco habran
sido posible los problemas habidos en numerosas entidades financieras sin la
cohabitacin de polticos y gestores empresariales. Entidades que han tenido
que ser rescatadas a base de impuestos a los ciudadanos, mientras los responsables se otorgaron, en muchos casos, enormes sumas por su gestin al frente
de empresas quebradas.
Y este es el contexto del libro que el lector tiene en sus manos. Si bien nuestro objetivo no es, nicamente, resaltar los defectos, sino poner en perspectiva
los contextos y proponer un urgente cambio de rumbo. Cambio de rumbo que
no debiera basarse como nica solucin en llevar a cabo polticas econmicas
restrictivas y ajustes excesivos que, al final, sufren los que menos tienen. Esto
solo llevar a un retroceso de muchos de los derechos hasta ahora adquiridos.
Con ello, el Estado de bienestar ir poco a poco desapareciendo. Y cul es ese
nuevo rumbo? Simplemente, estructuras polticas ms democrticas, clases polticas ms honradas, ms separacin de poderes y una justicia efectiva e independiente. Todo ello con el esfuerzo de trasladar a los mercados globalizados
los mismos mecanismos. Lo irn viendo en lo que sigue.
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CAPTULO
El apetito inmobiliario
Regent Street es la calle ms comercial de Londres, transcurre entre Picadilly Circus y Oxford Circus. Son unos dos kilmetros de longitud con una pronunciada curva en el arranque con Picadilly. Recibe cerca de ocho millones
de turistas todos los aos y sus tiendas emplean a unas 10.000 personas. Fue
la primera calle construida en la ciudad con carcter comercial. La dise el
arquitecto John Nash y se termin en 1825. Conectaba la residencia del rey
Jorge IV en Carlton House con Saint James y Regents Park. Las fachadas de
los edificios representan lo ms caracterstico de la arquitectura londinense.
Los precios del metro cuadrado son exorbitantes, de acuerdo con el valor de los
edificios, que se estimaba en unos 2.500 millones de euros en 2011. Y encima
de los comercios, en los edificios, aparecen lujosas oficinas y no menos exclusivos apartamentos. Los precios de los alquileres estn por las nubes, acordes
con la exclusividad de la zona: por un local de unos dos mil metros cuadrados se puede llegar a pagar por encima de los tres millones de euros mensuales.
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En 1933, Franklin Delano Roosevelt fue elegido trigsimo segundo presidente de Estados Unidos. Gan las elecciones a Herbert Hoover al hilo de la
cancin entonces de moda: Happy Days Are Here Again, que populariz Leo
Reisman con su orquesta. Su mandato se extendi hasta abril de 1945. Roosevelt fue un presidente carismtico. Y su mujer, Eleanor, no lo fue menos: gran
defensora de los derechos civiles, lleg a ser la representante de Estados Unidos ante la Asamblea General de la ONU, y en esa funcin presidi el Comit
que elabor y aprob la Declaracin Universal de los Derechos Humanos en
diciembre de 1948.
Cuando Roosevelt lleg al poder, los Estados Unidos estaban inmersos en
lo ms crudo de la depresin econmica. De ah que, en los primeros cien das
de gobierno, se lanzara con entusiasmo a promover el programa del New Deal,
tratando as de estimular la economa con una serie de acciones dirigidas a crear
empleo con contrataciones desde el sector pblico. Adicionalmente, se introdujeron reformas en la regulacin financiera y otros sectores como el transporte.
El New Deal trajo consigo un nuevo programa social que atenda en sus objetivos a democratizar las propiedades. Un concepto revolucionario sin duda.
Ya no solo los ricos, sino las clases ms desfavorecidas, podran optar a una
vivienda en propiedad. Se trataba de terminar con las chabolas, que entonces
como hoy en muchos lugares se construan con cualquier cosa que sirviera para
poner unas paredes y un techo. Fue el signo de la incipiente clase media estadounidense, que al correr de los aos se hara universal: tener una vivienda en
propiedad era el sueo de la mayora de la gente.
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Las ventas bajaron de tal manera que los despidos masivos no se hicieron esperar. En Detroit, cuna de esta industria, no quedaban en 1933 ni la mitad de
los obreros que se ocupaban en la fabricacin de automviles cuatro aos antes. La miseria se vea por todas partes y era imposible encontrar trabajo. Empezaron las manifestaciones por todos los lugares de Estados Unidos, con explosiones de rabia popular que a veces acabaron en tragedia, como la sucedida
en Detroit en marzo de 1932, que termin con disparos de la polica y varios
obreros muertos en las calles. A los pocos das, decenas de miles salieron nuevamente a la calle cantando La Internacional.
El primer Gobierno de Roosevelt trat de impulsar polticas sociales concentrndose en proporcionar viviendas a aquellos que no disponan de bienes
y vivan malamente en chabolas. Era el antdoto contra una revolucin socialista en ciernes. El Ministerio de Obras Pblicas fue el primero en reaccionar dedicando un 15% de su presupuesto a viviendas baratas. En paralelo, se abri
un mercado hipotecario con condiciones muy asumibles para facilitar el acceso al crdito. De ello se ocup en primera instancia un nuevo banco federal, la Home Owners Loan Corporation, que daba prstamos hipotecarios a pagar en 15 aos. Adems, en 1932, se cre un Consejo Federal (el Federal Home
Loan Bank Board) para estimular que las cajas locales de emprstito (Savings &
Loans) dieran prstamos para la compra de viviendas. Estas cajas reciban depsitos de particulares que eran prestados a los compradores de casas. Adems, a fin de evitar que los impositores perdieran su dinero en caso de quiebra, el Gobierno habilit una garanta federal para tales depsitos. La pelcula
de 1946, Qu bello es vivir, dirigida por Frank Capra, cuenta bien cmo operaban las cajas locales de entonces.
Otra novedad de la Administracin Roosevelt vino de la mano del Ministerio de la Vivienda (la Federal Housing Administration) que, para estimular los
prstamos en el largo plazo (hasta veinte aos), ofreca garantas por el 80% del
valor de la vivienda. Un hecho que ayud a la creacin en 1938 de un mercado secundario de hipotecas. Su nombre es bien conocido tambin en nuestros
das: Fannie Mae, la Federal National Mortgage Association. Una organizacin
que emita obligaciones hipotecarias, es decir, ttulos de renta fija que se utilizaban para la recompra de prstamos otorgados por las cajas locales. De ah nacieron tantos suburbios de tantas ciudades americanas.
En 1968 Fannie Mae se separ en dos entidades. Eran los tiempos del presidente Lyndon B. Johnson, del movimiento hippie, del Ku Klux Klan y de la
cuerra de Vietnam. Pero tambin, un nuevo tiempo de la lucha contra la pobreza emprendida por este presidente, que haca el nmero cuarenta y cinco de la historia de Estados Unidos, y que haba sucedido a John Fitzgerald
Kennedy, brutalmente asesinado en Dallas a finales de 1963. Por el impulso de Johnson se cre la Government National Mortgage Association, Ginnie
Mae, una entidad destinada a dar prstamos a las clases ms pobres, entre
las que se encontraban antiguos combatientes de la guerra de Vietnam. En
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paralelo Fannie Mae se transform en una empresa privada con garantas del
Estado. Adems, dos aos despus, en 1970, ya en poca del presidente Nixon, se cre otra nueva entidad pblica: Freddie Mac, la Federal Home Loan
Mortgage Corporation, que entraba a competir en el mercado secundario de
las hipotecas. Su primer objetivo: bajar los intereses de estas. Con tales decisiones, la poltica del New Deal de facilitar casas a los pobres se mantena
con los aos, y el mercado secundario de hipotecas continuaba boyante con
el paso del tiempo.
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poco conocida pero, sin duda, la mayor despus de la Gran Depresin antes de
que llegara la actual. Y es aqu donde aparece por primera vez la malsana combinacin entre los productos financieros y las hipotecas.
Con la debacle de las cajas americanas, y la cada definitiva de la poltica
del New Deal, un banco de inversiones de Nueva York, Salomon Brothers, entr en accin a principios de los aos ochenta saliendo a comprar paquetes de
hipotecas de aquellas cajas que pretendan refinanciar sus prstamos para mejorar sus baremos de solvencia. El mecanismo fue el anticipo de las conocidas
hipotecas subprime. Se procedi a reagrupar un nmero de ttulos hipotecarios
y aportarlos como garanta de nuevas hipotecas que se soportaban con garantas del Estado. De esta manera, los crditos hipotecarios se convertan en una
suerte de obligaciones cuyos intereses se dividan en niveles de acuerdo con los
vencimientos y riesgos de las hipotecas originales. El primero de esos productos vea la luz en 1983, y con ello naca una nueva era: la ingeniera financiera basada en la titulizacin de crditos. Adems, desapareca la cercana entre
inversores y emisores de productos financieros, y los riesgos se hacan opacos
detrs de intereses muy atractivos. Unos crditos que, en este caso, siempre tenan los mayores ratings de las agencias de calificacin, pues seguan existiendo las garantas del Estado mediante sus conocidos instrumentos: Fannie Mae,
Ginnie Mae y Freddie Mac.
Entre 1980 y 2007 el volumen de dichos ttulos pas de los 200 millones
de dlares a los 4 billones1. Y si en 1980 solo el 10% del mercado inmobiliario estaba titulizado, en 2007 llegaba al 60%. Titulizacin conocida tambin como securitizacin, un trmino que encerraba tras de s un arcano
financiero incomprensible para muchos inversores que caan en sus redes al
hilo del pago de unos intereses muy atractivos. Una explosiva combinacin
de codicia, avaricia y usura, al igual que ha ido sucediendo despus con tantos otros inventos financieros de sugerentes nombres como las ya hoy famosas preferentes.
De esta manera, se abra un inmenso campo para hacerse rico: promover la construccin de viviendas y usar los prstamos hipotecarios como productos financieros de altas remuneraciones, con respaldo de las garantas del
Estado. Solo un dato: aquellas personas que hubieran invertido en el mercado inmobiliario americano a finales de los aos ochenta, habran triplicado el valor de la inversin veinte aos despus, descontado el efecto de la
inflacin, con unos dividendos pagados en el perodo que habran supuesto
ms de siete veces esa inversin. Todo un negocio. Algo mucho ms atractivo en Inglaterra, donde el valor inmobiliario se haba multiplicado por cuatro, y el valor de la inversin en Bolsa de los productos financieros se multiplicaba casi por diez.
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ba su peso respecto del PIB, pasando del 5% al 10%, siendo el perodo 20032006 el ms intenso en construccin de casas: 650.000 viviendas construidas en
2003 y unas 900.000 en 2006. Todo ello bajo el manto de una financiacin barata y muy accesible, y unos criterios de recalificacin de suelo muy permisibles,
al hilo, muchas veces, de la corrupcin poltica. Una circunstancia que puso de
relieve las carencias del sistema econmico espaol de forma abrupta y que ha
obligado a los enormes ajustes ya conocidos.
De manera similar, Irlanda se embarc en la enfermedad de la construccin.
O por decirlo en palabras Morgan Kelly, profesor de economa del University College de Dubln, primero en levantar la voz para alertar de lo que se avecinaba:
La causa primera del boom y la cada de Irlanda desde el ao 2000 es bien
conocida: la construccin.
Irlanda pas de dedicar el 5% de su PIB a la construccin de viviendas en
los aos noventa, al 15% en el pico de la burbuja, es decir durante el perodo
2006-2007. Lgicamente, la actividad del sector de la construccin trajo en aquellas tierras un enorme aumento del empleo y de la inmigracin, lo que dej olvidados otros sectores, a la vez que los importantes ingresos derivados de los
impuestos de la construccin desbocaban el gasto pblico. Todo bajo un esquema de enorme endeudamiento privado, y tambin pblico. La foto exacta
de lo sucedido en Espaa.
Y por qu este aumento sin control en un sector de tan poco valor aadido?
Simplemente, por la existencia de crditos bancarios casi universales con tipos
de inters muy bajos, unidos a una relajacin poltica desmedida en la concesin de licencias para construir cualquier cosa en cualquier lugar. Y en la trastienda, el apetito de todos por tener una casa en propiedad y, en muchos casos,
una segunda para disfrutar las vacaciones en zonas costeras o para especular
con ella. Lo que fue un perfecto caldo de cultivo para la aparicin de unos sofisticados productos financieros opacos que, al hilo del apetito inmobiliario, enfermaron todo el sistema, incluida la debilidad estructural econmica y poltica
de la moneda nica europea, el euro. La conclusin de todo ello fue que economas como la espaola o la irlandesa quedaron destrozadas, el entramado financiero de estos pases en grave crisis, surgieron enormes deudas pblicas y
la necesidad de ajustar gastos e ingresos en unos momentos de serias dificultades econmicas a nivel global. Todo un drama de dolorosa salida donde la codicia tuvo un importante papel. Quizs el ms relevante.
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