Carl Rogers
Carl Rogers
Carl Rogers
LA TERAPIA ROGERIANA
Parafraseando a Claudio Naranjo (1991) cuando habla de la terapia gestltica, la
psicoterapia centrada en el cliente no est conformada bsicamente por tcnicas sino,
esencialmente, por actitudes del terapeuta, las mismas que pueden ser
instrumentalizadas de diversa manera.
Se consideran as dos factores:
1) La actitud que tiene el terapeuta, su filosofa operacional bsica frente a la dignidad
y la significacin del individuo (hiptesis bsica).
2) Su instrumentalizacin a travs de mtodos adecuados.
Las actitudes del terapeuta deben ser trasmitidas de manera indirecta, impregnadas en
las comunicaciones pero no formuladas abiertamente en ninguna de ellas. A veces esto
no es comprendido planamente y por esta razn algunos asumen que la actitud
centrada en el cliente consiste en ser pasivos e indiferentes, en "no entrometerse".
Pero ello de plano es incorrecto y, ms an, es nocivo, porque la pasividad de hecho es
asumida como rechazo; adems, suele terminar por aburrir al sujeto al ver que no
recibe nada.
El enfoque plantea ms bien que el terapeuta debe ayudar a clarificar las emociones
del cliente, ser un facilitador en el proceso de hacerlas concientes, y por ello
manejables y no patolgicas. Pero no asumiendo un rol de omnisapiente y
todopoderoso, que lleva al cliente de la mano dicindole "Yo te acepto" y devolvindole
"masticadito" el material que ste le proporciona.
Si hay respeto sincero y absoluto, procurar ms bien que sea el cliente quien dirija el
proceso. En este caso las intervenciones del terapeuta se plantearn como
posibilidades, casi como ecos del material expuesto, y no como juicios de valor,
afirmaciones o interpretaciones.
La imagen del eco puede servir para comprender el fenmeno: un eco es una
reproduccin amplificada y modulada (que implica una adecuada percepcin y una
buena dosis de empata frente a lo reproducido), algo que suena igual y diferente al
mismo tiempo, y que permite al emisor una recaptacin novedosa y ms completa del
mensaje emitido (ahora es a la vez emisor y receptor de s mismo, y ya no slo
emisor). Adems, el eco supone un "algo" en comunidad con nosotros, otra persona
(un alter-ego) que nos escucha y reproduce y/o reformula nuestros mensajes en un
ambiente de aceptacin.
En este dilogo con el terapeuta (que es en esencia un dilogo conmigo mismo)
empiezo a sentirme aceptado, puesto que diga lo que diga, haga lo que haga, slo
recibo como eco empata y calidez, en lugar de consejos, diagnsticos o
interpretaciones; as, me doy cuenta paulatinamente que no soy tan malo, tan raro o
diferente como crea, y empiezo a permitir que mi capacidad de crecer se vaya
abriendo paso.
A semejanza de la dicotoma gestltica figura-fondo, en esta psicoterapia se persigue
que el fondo (el campo experiencial no conciente, lo oculto, lo temido) pase a ser
figura (conciencia, parte del self, del s mismo). El Yo "engorda", se vuelve ms eficaz
La segunda fase hace nfasis en las tcnicas una vez que se han aclarado las actitudes
del estudiante. La tercera fase considera justo proporcionar al estudiante una
experiencia propia de la terapia, si es posible haciendo que l mismo se someta a ella
en condicin de cliente.
La cuarta fase seala que el estudiante debe ejercer la prctica psicoteraputica desde
el momento mismo en que sta sea practicable.
APLICABILIDAD DEL ENFOQUE ROGERIANO
Las experiencias teraputicas, de consejera y orientacin, desde la perspectiva
rogeriana, abarcan una amplia gama que va del trato de personas normales, en
condiciones pedaggicas o vocacionales, hasta la psicoterapia en psicticos
esquizofrnicos (Rogers y otros, 1980).
Hay aplicaciones de esta concepcin en diversas reas como la clnica, la educacin,
las relaciones de pareja, la ludo terapia, la dinmica de grupos (los famosos grupos de
encuentro), etc. Cubre un amplio espectro de edades, desde nios de dos aos hasta
ancianos. Y esto es posible, creemos, porque el enfoque no directivo o centrado en el
cliente constituye adems de una tcnica, aplicable a tal o cual problema, una
concepcin del ser humano y de las relaciones interpersonales. Por ello trasciende los
linderos del consultorio para conformar una teora sobre el "buen vivir", esto es, sobre
el vivir plenamente, en constante superacin, abiertos a todas las experiencias, sin
miedo, con capacidad de eleccin y de responsabilizarnos por lo elegido.