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Reseña - La Condición Humana.

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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOS DE CALDAS.

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIN.


L.E.B.E.C.S.
TICA CIUDADANA.
HUMBERTO ALARCN.
LADY BELTRN BERMEO.
COD. 20062155005.
Resea: La Condicin Humana, Hannah Arendt

La autora inicia el texto posicionando la pluralidad humana como una


condicin fundamental tanto de la accin como del discurso, en tanto que le
atribuye las caractersticas de igualdad y distincin, sin las cuales no sera
posible por un lado proyectar un futuro comn y por el otro el desarrollo del
discurso ni la comunicacin para el entendimiento, en tanto que no seran
necesarios; el discurso y la accin aparecen entonces como una
manifestacin de esa cualidad de ser distintos, como el medio de
diferenciarse como hombres, sin los cuales no es posible hablar de vida
humana.
Es as como el acto aparece en el momento de iniciar algo y ponerlo en
movimiento, y el discurso entendido como indispensable para la accin,
siendo realizaciones humanas que estn en permanente y estrecha relacin,
se configuran como la puerta de acceso al mundo de lo humano, en el que
la capacidad de accin y la condicin de diferencia hace que el ser humano
sea imprevisible, en el que solo por medio de la accin y el discurso las
personas revelan su identidad cuando se encuentran en contigidad.
En este punto Arendt ubica accin y discurso en el mundo de cosas en que
se mueven las personas, el cual se dinamiza por intereses, entendidos
como aquello que se encuentra entre las personas, que las relaciona, que
las une; en este mundo de cosas las palabras y los actos pueden no dejar
resultado alguno, es decir no hacerse tangibles, a esta realidad se
denominara en el texto trama de relaciones humanas, la esfera de los
asuntos humanos que aparece en el momento en que los hombre viven
juntos, aqu la autora hace una crtica a la visin cientfica que explica a los
hombres como algo que no son, eliminando su naturaleza de individuos
distintos y nicos.
En este punto se plantea entonces que a pesar de que las personas inician
su vida en el mundo humano a travs de la accin y el discurso, que es a la
vez el medio por el que se revelan, los mismos seres humanos no pueden
ser autores o productores de la historia de su propia vida, esto se debe a la
trama de relaciones humanas mencionadas anteriormente. Sin embargo al
tratar de definir el ser humano suele eliminarse esa unicidad caracterstica
del hombre mismo, borrando de esta manera la accin misma, la

contigidad y la comunicacin entre los hombres y poniendo en riesgo la


pertinencia humana de la accin y el discurso. Reivindica el papel activo de
la cultura desde las relaciones intersubjetivas expresadas en discursos y
acciones en el marco de un mundo dado y critica las mltiples explicaciones
que se han dado a travs de la historia acerca de la manera en que se
construye esa trama de relaciones, pasando por todo tipo de causas, desde
lo divino, pasando por el mercado y hasta por la lucha de clases, por lo que
podemos decir que se plantea la filosofa occidental como una manera
explicativa de esa trama de relaciones en relacin con un algo previo y
externo al hombre mismo.
De esta manera la accin y el discurso existen gracias a la unicidad y la
diferencia de los individuos en tanto conviven con los dems, se posicionan
y manifiestan en el momento que pasan a la esfera de lo pblico, sin
embargo en este punto los significados iniciales de accin pueden
apartarse, teniendo en cuenta de manera prioritaria la accin en tanto
resultado y dejando de lado la accin como inicio de la misma. Aqu aparece
el historiador como quien puede dar cuenta de la trama, quien puede
dilucidar ese tejido en el que estn inmersos los individuos, en el que la
historia es el resultado de la accin pero no como autora del individuo.
Aquel espacio en el cual el hombre coordina sus acciones y discursos con
otros da lugar a la esfera poltica, estableciendo la accin como la actividad
que constituye la parte pblica, materializndose en la polis entendida no
como el puro espacio fsico, sino como organizacin en la que el individuo
aparece ante los otros y viceversa; es el poder lo que mantiene la existencia
de dicha esfera pblica, el poder que solo se da cuando hay accin conjunta
y que desaparece cuando los hombres se dispersan o cuando media el uso
de la fuerza, que aun as puede destruirlo pero no sustituirlo.
Consecuentemente se plantea que lo ms grande que puede lograr el
hombre es su aparicin y realizacin, frente a lo que aparecen la visin del
homo faber y la visin del animal laborans, que plantean que los productos
del hombre pueden trascender al propio hombre y que la vida es el ms
elevado de todos los bienes respectivamente, visiones que a pesar de dejar
de lado el papel de la accin y el discurso tampoco pueden prescindir de la
esfera pblica en tanto espacio de aparicin, se presenta ms bien la
alienacin como una atrofia del mismo, como una falta de accin y de
discurso.
En esta medida, desde la historicidad Arendt posiciona el aislamiento como
un requerimiento de la actividad del trabajo, en la que el hombre no est
junto al mundo ni con los dems, vive en una cercana fsica pero con una
contigidad que no es precisamente la de su pluralidad caracterstica, en
donde se pierde su unicidad, su identidad, configurando as una unin
apoltica en la que la igualdad es una igualdad de desiguales que son
igualados solo en aspectos definidos y con fines especficos. En la poca
moderna el nfasis intersubjetivo caracterstico de la accin en el marco de

la poltica se encuentra negado, situacin que para la autora es la causa de


las expresiones totalitarias.
Finalmente en un acto reflexivo podemos encontrar en la elaboracin de
Arendt un cuestionamiento acerca de cul es el punto en el que situamos
nuestra propia existencia como seres humanos, acerca de la manera en que
orientamos nuestra accin y por tanto la manera en que nosotros mismos
nos revelamos al mundo.

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