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Testigos Ciegos Sordos y Mudos en Matrimonio

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Sentencia C-401/99

MATRIMONIO CIVIL-Pueden ser testigos los ciegos, sordos y mudos


Se restringe la posibilidad a un grupo de personas para que sean testigos de un
matrimonio, lo cual, a no dudarlo resulta discriminatorio, irrazonable, desproporcionado e
injustificado, contrario en ltimas al artculo 13 de la Carta, pues si bien es cierto que ellos
carecen o estn limitados de un rgano o sentido, ello no impide que perciban la
ocurrencia de los fenmenos naturales, sociales, econmicos, morales, ticos, etc.,
mediante otro sentido u rgano y que tales hechos del mundo externo, no pueden ser
expuestos o vertidos en forma cierta y verdica, o fidedigna ante un funcionario judicial,
para que ste se forme un juicio o una idea y pueda valorarla, y en consecuencia actuar
positiva o negativamente frente a la misma, mxime cuando hoy en da, los adelantos
cientficos y tecnolgicos permiten su completa realizacin personal y su total integracin
econmica, social y cultural el mundo contemporneo. Por lo tanto, para la Corte, no se
justifica la existencia en el ordenamiento jurdico de este tipo de normas. las personas
ciegas, sordas o mudas pueden ser testigos presenciales de la ceremonia nupcial, toda
vez que la audiencia se realiza en forma verbal y de la misma se deja constancia escrita
de todo lo que acontece, acta que es suscrita por el juez, el secretario, los contrayentes y
los testigos. Piensa esta Corte que el acta puede ser leida al invidente o conocida por los
sordos o mudos, siempre y cuando estn en capacidad stos ltimos de leerla por sus
propios medios para que puedan percatarse de lo ocurrido; en otros eventos, se acudir
al apoyo de un intrprete o traductor para facilitar la comunicacin entre el juez y los
testigos.
Referencia: Expediente D-2270
Accin pblica de inconstitucio-nalidad contra
los numerales 5, 6 y 7 del artculo 127 del
Cdigo Civil Colombiano.
Actor: Andres Alejandro Diaz Huertas
Magistrado Ponente:
Dr. FABIO MORON DIAZ

Santaf de Bogot D.C., junio dos (2) de mil novecientos noventa y nueve (1999).

I.

ANTECEDENTES

El ciudadano ANDRES ALEJANDRO DIAZ HUERTAS, en ejercicio de la accin publica


de inconstitucionalidad consagrada en los artculos 241 y 242 de la Constitucin
Poltica, present ante la Corte Constitucional, la demanda de la referencia, contra los
numerales 5, 6 y 7 del artculo 127 del Cdigo Civil Colombiano.
Mediante auto de fecha 9 de diciembre de 1998, el Magistrado ponente resolvi admitir
la demanda de inconstitucionalidad y orden la fijacin en lista y el traslado del
expediente al seor Procurador General de la Nacin para efectos de recibir el
concepto de su competencia y dispuso, adems, hacer las comunicaciones de rigor
constitucional y legal al seor Presidente de la Repblica y a los seores Ministros de
Justicia y del Derecho, Salud, al igual que a los representantes legales del Instituto
Nacional para sordos INSOR-, del Instituto Nacional para Ciegos INCI-, as como al
Decano de la Facultad de Fonoaudiologa de la Universidad Colegio Mayor del
Rosario.
Cumplidos como se encuentran todos y cada uno de los trmites que corresponde a
esta clase de actuaciones, esta Corporacin procede a adoptar su decisin.

II.

EL TEXTO DE LA DISPOSICION ACUSADA

El texto de la disposicin acusada es del siguiente tenor, en el cual se destacan las


partes acusadas:
CODIGO CIVIL
......
Testigos Inhbiles
Artculo 127. No podrn ser testigos para presenciar y autorizar un
matrimonio:
1.
Derogado Ley 8/22 art. 4
2.
Los menores de diez y ocho aos
3.
Los que se hallaren en interdiccin por causa de demencia.
4.
Todos los que actualmente se hallaren privados de la razn
5.
Los ciegos
6.
Los sordos
7.
Los mudos
8.
Los condenados a la pena de reclusin por ms de cuatro aos, y en
general los que por sentencia ejecutoriada estuvieren inhabilitados para ser
testigos.
9.
10.
Los extranjeros no domiciliados en la repblica
10. Las personas que no entiendan el idioma de los contrayentes

I.

LA DEMANDA

El demandante considera que los numerales 5, 6 y 7 del artculo 127 del Cdigo Civil
Colombiano transgreden los artculos 11 (sic), 13 y 239 (sic) de la Constitucin
Poltica. En criterio del demandante, el precepto, parcialmente acusado, vulnera el
principio de igualdad previsto en el artculo 13 superior, por cuanto consagra una
discriminacin en desventaja de las personas limitadas fsicamente como los ciegos,
sordos y mudos, al no aceptarlos el legislador como testigos vlidos de un matrimonio
civil. Advierte el demandante que las incapacidades se encuentran legalmente
consagradas en los artculos 1503 y 1504 del Cdigo Civil y dentro de tales
disposiciones no est prevista la incapacidad (absoluta o relativa) de estas personas,
sus actos pueden tener cierto valor, bajo las circunstancias determinadas en las leyes.
Finalmente, aduce el impugnante, que el matrimonio civil es un acto jurdico con
caractersticas de negocio jurdico que la doctrina califica de solemne, en razn a los
requisitos exigidos por la ley. Ahora bien, en su criterio, para que posea plena validez,
se requiere de la existencia de un funcionario del Estado que da fe del acto y la
posterior inscripcin en el registro civil pertinente. Por ello, carece de sentido la
prohibicin establecida por el legislador, en el artculo cuestionado, salvo la hiptesis
de los sordomudos que no puedan darse a entender por escrito.
II. INTERVENCIONES
Mediante informe de fecha 19 de enero de 1999, la Secretara General de esta
Corporacin hizo saber al Despacho del Magistrado ponente que, vencido el trmino
de fijacin en lista, no se present intervencin alguna, ni de las autoridades pblicas
ni de ciudadanos o personas privadas.

III.

EL MINISTERIO PUBLICO

El seor Procurador General de la Nacin, rindi en el trmino legal, el concepto de su


competencia, mediante oficio de fecha 15 de febrero de 1999, en el cual solicit a esta
Corporacin la declaratoria de inexequibilidad de los numerales 5, 6 y 7 del artculo
127 del Cdigo Civil Colombiano.

El Despacho del Procurador General de la Nacin fundamenta su solicitud, dentro de


este proceso en las consideraciones que se resumen entre otras, en las siguientes:
Recuerda el Jefe del Ministerio Pblico que el artculo 128 del Cdigo Civil dispone
que los ciudadanos que quieran contraer matrimonio civil, deben elevar solicitud
(verbal o escrita), ante el Juez Civil Municipal (art, 126 ib) o ante notario (Dto 2668 de
1988) del domicilio de la mujer y manifestar su deseo de contraer nupcias, peticin
que debe reunir, entre otras exigencias formales la de: expresar el nombre de los
testigos que debern declarar sobre las cualidades necesarias en los contrayentes
para poder unirse en matrimonio...; admitida la solicitud, y obtenido el permiso de que
trata el artculo 117 del C.C., en los eventos requeridos, el funcionario proceder a
interrogar a los testigos con las formalidades de ley y los examinar sobre las
cualidades requeridas en los contrayentes para unirse en matrimonio, a cuyo efecto
les leer el artculo 140 del Estatuto Civil (nulidad del matrimonio civil y sus causales y
efectos), igualmente los examinar, tambin, sobre los dems hechos que estime
necesarios para ilustrar su juicio; luego proceder a finalizar el trmite notarial o
judicial previsto en la ley, dando cumplimiento a los artculos 114 y 135 del Cdigo
Civil.
De otra parte, indic el Jefe del Ministerio Pblico, que en relacin con el artculo 127
cuestionado, parcialmente, ste prev que no podrn ser testigos para presenciar y
autorizar el matrimonio, los ciegos, sordos y mudos, entre otras personas inhbiles, lo
cual estima discriminatorio respecto de un grupo de personas con limitaciones fsicas
(invidentes, sordos y mudos), a quienes el legislador inhabilita para autorizar como
testigos en el trmite previo y presenciar la celebracin del matrimonio civil.
A juicio del Procurador General de la Nacin, la prueba testimonial que se practica
antes de la realizacin de la ceremonia matrimonial, tiene por objeto establecer,
nicamente, las cualidades necesarias en los contrayentes para unirse o,
eventualmente, para impedir dicho contrato, cuando concurran las causales o vicios de
nulidad, taxativamente, previstos en el artculo 140 del Estatuto Civil.
En opinin del Jefe del Ministerio Pblico, las personas discriminadas por la norma
estn en condiciones y en capacidad para conocer y deponer sobre los hechos
relacionados con el matrimonio, esto es, decir sobre la identidad, edad, estado civil,
ausencia de vicios en el consentimiento, parentesco, condiciones fsicas, mentales,
morales, sociales y dems aspectos vinculados con la posibilidad de llevar
normalmente vida en pareja; situacin que incide de manera directa en la crianza,
educacin, sostenimiento y formacin de los hijos, en el caso que los haya, e
igualmente, podrn declarar respecto de otros hechos que pueden afectar la validez
del vnculo matrimonial.
Con base en las anteriores consideraciones concluy el Procurador General de la
Nacin, que restringir la posibilidad a este grupo de personas para que sean testigos
de un matrimonio resulta discriminatorio y, por lo tanto, contrario al artculo 13 de la
Carta y a la jurisprudencia de la Corte Constitucional, pues si bien es cierto que ellos
carecen o estn afectados o limitadas de un rgano o sentido, esto no les impide que
perciban la ocurrencia de los hechos a travs de otro sentido o medio, situacin que
puede ser igualmente explicitada o expuesta al funcionario judicial o notario, pero su
valoracin corresponde a ste, dadas las circunstancias de cada caso en particular,
mxime cuando los adelantos cientficos y tecnolgicos, logrados en los ltimos
tiempos, habilitan a estas personas, quienes obtienen hoy una gran rehabilitacin
bastante considerable, situacin que no era posible en el siglo pasado, poca en la
que fue redactada la norma cuestionada, por lo tanto, en criterio del Procurador
General de la Nacin, la disposicin parcialmente acusada es inexequible porque
impone un trato injusto, desproporcionado e irrazonable, a un grupo de personas que
son capaces para exponer algunos hechos de los cuales tienen conocimiento.
Finalmente, estim el Jefe del Ministerio Pblico que la disposicin acusada
desconoce tambin el principio constitucional de la buena fe, toda vez que el legislador
en forma caprichosa limita o desconoce el contenido de las declaraciones vertidas,

pues es claro que las personas limitadas fsicamente pueden deponer, en las
diligencias que se desarrollan ante las autoridades pblicas; por lo tanto, sus
declaraciones estn cobijadas por el principio previsto en el artculo 93 superior.

IV.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Primera. La Competencia
Esta Corporacin es competente para conocer de la demanda de inconstitucionalidad
presentada contra los numerales 5, 6 y 7 del artculo 127 del Cdigo Civil en atencin
a lo dispuesto por el artculo 241 numeral 5 de la Constitucin Poltica en concordancia
con el decreto 2067 de 1991.
Segunda. Asunto Materia de Debate
Pretende el actor que se declaren como inexequibles los numerales 5, 6 y 7 del
artculo 127 del Cdigo Civil, por cuanto considera que los referidos apartes de la
disposicin acusada, vulneran el principio de igualdad previsto en el artculo 13
superior, por cuanto consagran una discriminacin odiosa en desventaja de las
personas ciegas, sordas y mudas, al no aceptarlos, el legislador, como testigos vlidos
de un matrimonio civil; advirtiendo el demandante que las incapacitadas se encuentran
legalmente consagrados en los artculos 1503 y 1504 del Estatuto Civil, y dentro de
tales disposiciones, no est prevista la incapacidad absoluta ni relativa de estas
personas; por lo que a la luz del ordenamiento civil colombiano, sus actos pueden
tener cierto valor, bajo las circunstancias determinadas en las leyes. Agrega el
impugnante que el matrimonio civil en un acto jurdico con caractersticas de negocio
solemne en razn a los requisitos exigidos por la ley, para que tenga plena validez, se
requiere la existencia de un funcionario del Estado que da fe del acto y la posterior
inscripcin en el registro civil, por ello, carece de sentido la prohibicin demandada,
salvo el evento de los sordomudos que no pueden darse a entender por escrito.
Por su parte, la Procuradura General de la Nacin estima que la norma acusada
quebranta los artculos 13 y 83 superiores, pues el legislador est desconociendo los
principios de igualdad y buena fe, toda vez que en forma caprichosa discrimina a las
personas que carecen de vista, odo o son mudas, ignorando que dados los adelantos
cientficos, existen hoy suficientes medios que las rehabilitan y permiten que puedan
desarrollar una vida normal, acudiendo a todo tipo de informacin y conocimiento;
adems, aduce el Procurador, este segmento de la poblacin tiene mltiples formas
para interactuar en el campo de las relaciones personales, sociales y judiciales; por lo
tanto, son plenamente capaces para ser testigos y presenciar y autorizar un
matrimonio civil, pues se hallan en condiciones de deponer ante el funcionario notarial
o judicial, sobre los hechos relacionados con los futuros contrayentes, tales como la
edad, el estado de salud, ausencia de vicios en la voluntad de los contrayentes,
afinidad y en general sobre las condiciones y cualidades necesarias en los futuros
cnyuges para poderse unir en matrimonio.
Tercera. Cuestin Preliminar
En efecto, en materia de matrimonio esta Corte se ha pronunciado abundantemente y
ha estimado que el principio que contempla la Carta Poltica de 1991, es que el
hombre y la mujer tienen derecho a contraer nupcias con plena igualdad jurdica, y
adems, que es competencia del legislador establecer las formas del matrimonio, la
edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cnyuges; las causas
de separacin y disolucin y sus efectos (art. 42 C.P.).
Ahora bien, el Cdigo Civil colombiano, dispone en el artculo 113 que el matrimonio
es un acto solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de convivir
juntos de procrear y de auxiliarse mutuamente; que el mismo se constituye y
perfecciona por el libre y mutuo consentimiento de los contrayentes, expresando ante
el funcionario competente, en la forma y con las solemnidades y requisitos

establecidos en este cdigo y no producir efectos civiles y polticos, si en su


celebracin se contraviene a tales formas, solemnidades y requisitos.
En este orden de ideas, segn nuestro ordenamiento constitucional, la forma del
matrimonio se rige por la ley y por consiguiente sus efectos son sealados por las
normas respectivas, es decir, la civil, para el caso previsto en el Cdigo objeto de
cuestionamiento, pero lo anterior no equivale a afirmar que para el Estado el nico
matrimonio sea el civil, prueba de ello es que el inciso 7 del artculo 42 superior, hace
referencia a la existencia del matrimonio religioso, con efectos civiles iguales a los de
cualquier otro matrimonio, lo que es corroborado por el inciso 8 del mismo artculo,
cuando reconoce efectos civiles a las sentencias civiles proferidas por autoridades
religiosas.
En efecto, esta Corte dijo en la sentencia C-456 de 1993, lo siguiente, a propsito de
los diversos vnculos matrimoniales que protege y garantiza la Carta de 1991:
El pluralismo no puede consistir en desconocer tradiciones o preceptos
religiosos y en imponer un nico matrimonio, el civil. Por el contrario, consiste
en igualar las diversas tradiciones ante la ley, que, al ser general, no puede
establecer desigualdad alguna. Aceptar slo un matrimonio sera una
discriminacin contra las otras concepciones que prevn maneras distintas de
asumir este vnculo, conforme a su libertad de conciencia. Hay quienes
sostienen una forma de pluralismo errado, que consiste en pretender que la
diferencia es equivalente a la discriminacin y que, por tanto, debe haber una
identidad absoluta. Esto no es pluralismo porque al negar la diferencia,
establece la premisa de lo idntico; es ms: al pretender eliminar la diversidad
de matrimonios, en nuestro caso slo quedara uno, el civil, con lo cual la
pluralidad desaparecera. Se vuelve a insistir en que la igualdad se basa en lo
plural: se igualan cosas distintas; en este caso se da el mismo efecto civil al
matrimonio religioso y a cualquier otro tipo de matrimonio. Esto s significa
tolerancia, porque se ha fundamentado en la comunidad de lo diverso, es
decir, en la unidad de lo plural. Se tiene as pluralidad de concepciones
doctrinarias acerca del matrimonio, pero unidad en sus efectos civiles. (M.P.
Dr. Vladimiro Naranjo Mesa)
De otra parte, la Corte tambin tiene que anotar que, luego de la vigencia del decreto
2668 de 1988, (artculos 2, 3 y 6) para la celebracin ante notario del matrimonio civil,
el cual se solemnizar mediante escritura pblica con el lleno de las formalidades que
tal instrumento contempla, no se requiere, la presencia de testigos, pues as se
desprende de la lectura del artculo 2 que dispone sobre los requisitos de la solicitud y
sus anexos, los cuales deben presentar los futuros cnyuges que debe formularse por
escrito ante el funcionario notarial. En efecto, el decreto en mencin dice: en la
solicitud que deben presentar los interesados o sus apoderados se indicarn a)
nombres, apellidos, documentos de identidad, lugar de nacimiento, edad, ocupacin y
domicilio de los contrayentes y nombre de sus padres; b) que no tienen impedimento
legal para celebrar matrimonio y que es de su libre y espontnea voluntad unirse en
matrimonio, igualmente debern acompaar los pretendientes los registros civiles de
nacimiento vlidos para acreditar parentesco y en caso de segundas nupcias, se
acompaarn adems el registro civil de defuncin del cnyuge con que se estuvo
casado los registros civiles donde consta la sentencia de divorcio o de nulidad o de
dispensa pontificia debidamente registrada y un inventario solemne, en caso de existir
hijos de precedente matrimonio en la forma prevista en la ley.
Tngase presente entonces, que el artculo 127, cuestionado parcialmente slo se
refiere o aplica a los eventos del matrimonio civil que se celebra por va judicial, por lo
tanto, la sentencia de constitucionalidad slo producir efectos, nicamente, en cuanto
a esta forma de celebracin y autorizacin matrimonial, vale decir la que se desarrolle
en presencia de un juez de la Repblica, con facultad plena para autorizar y celebrar
plenamente esta diligencia civil.
Ahora bien, el artculo 128 del Cdigo Civil establece que los que quieran contraer
matrimonio concurrirn al juez competente, verbalmente o por escrito manifestando su

propsito. En este acto o en el memorial respectivo expresarn los nombres de sus


padres o curadores, segn el caso y los de los testigos que deban declarar sobre las
cualidades necesarias en los contrayentes para poderse unir en matrimonio, debiendo
en todo caso dar a conocer el lugar de la vecindad de todos aquellos personas.
Cabe destacar, de otra parte, que en primer lugar, con la expedicin del artculo 7 del
decreto 2271 de 1989, debe entenderse modificado el artculo 126 del CC, en lo
relativo a la competencia territorial que para la celebracin del matrimonio fij el
Cdigo Civil, la cual estaba expresamente atribuda al juez del Distrito Judicial de la
vecindad de la mujer; de conformidad con la sentencia de agosto 3 de 1982, proferida
por la H. Corte Suprema de Justicia, la misma alta Corporacin estableci que el
matrimonio civil deba celebrarse ante el juez civil municipal.
Por lo dems, en los artculos 129, 130, 131, 132, 133, 134, 135 y 136 del Cdigo Civil
Colombiano, el legislador estableci la mecnica y algunas etapas que el juez debe
desarrollar para la celebracin del matrimonio civil, disponiendo entre otros aspectos,
lo relativo a las diligencias previas, la declaracin de los testigos nupciales, el edicto
emplazatorio, para que los terceros y la sociedad conozcan del acto, la diferencia de
domicilios en los contrayentes, las oposiciones al matrimonio, el fallo sobre la
oposicin, el trmino para la celebracin, la celebracin propiamente dicha, el
fenmeno del matrimonio in extremis, etc.. Tngase presente igualmente, debe la
Corte recordar, que mediante el decreto 2668, el legislador extraordinario de la poca,
fij el trmite y los requisitos para la celebracin y el perfeccionamiento del matrimonio
civil en cabeza de los cuales solemnizarn dicho acto civil, mediante escritura pblica,
con el lleno de todos las formalidades que tal instrumento requiere e igualmente la ley
266 de 1938, permiti la validez en Colombia de los matrimonios celebrados ante
agentes diplomticos o cnsules de pases extranjeros, siempre que se renan
algunos requisitos sealados en el artculo 1. de la referida ley, esto es: a) que la ley
nacional de los contrayentes autorice esta clase de matrimonio, b) Que ninguno de los
contrayentes sea colombiano, c) Que el matrimonio celebrado no contrare las
disposiciones de los ordinales 7, 8, 9 y 12 del artculo 140 del Cdigo Civil y la del
ordinal 2 del artculo 13 de la ley 57 de 1887 y d) Que el matrimonio se inscriba en el
registro del Estado Civil, dentro de los cinco (5) das siguientes a la fecha de su
celebracin.
Finalmente, debe tenerse presente, que el decreto 1260 de 1970, derog los artculos
346 a 395 del Cdigo Civil y estableci el carcter pblico del registro del Estado Civil
de las personas en Colombia; por lo tanto, el artculo 105 del prenombrado decreto,
dispone que los hechos y actos relacionados con el Estado Civil de las personas,
ocurridos con posterioridad a la vigencia de la ley 92 de 1938, se probarn nicamente
con copia de las correspondientes partidas o folio, o con certificados expedidos con
base en las mismas, por lo que el decreto 1260 de 1970, en su artculo 106 otorg
plenos efectos probatorios a este documento al establecer que: Ninguno de los
hechos, actos y providencias relativos al estado civil y la capacidad de las personas,
sujetas a registro, hace fe en proceso ni ante ninguna autoridad, empleado o
funcionario pblico, si no ha sido inscrito o registrado en la respectiva oficina,
conforme a lo dispuesto en la presente ordenacin, salvo en cuanto a los hechos para
cuya demostracin no se requiera legalmente la formalidad del registro.
De conformidad con lo expuesto, en opinin de la Corte, el estado civil de las
personas, vale decir los hechos, actos o providencias que determinan una precisa
situacin jurdica en la familia y en la sociedad y la capacitan para ejercer ciertos
derechos o contraer obligaciones, surge una vez se realicen los hechos constitutivos
del mismo, por lo que una cosa es el Estado Civil de las personas y otra su prueba. En
efecto, en sentencia de marzo 22 de 1979 la H. Corte Suprema de Justicia Sala de
Casacin Civil dijo:
Diferencia entre la fuente del estado civil y la prueba del estado civil. Una
cosa es el estado civil de las personas y otra su prueba. Los hechos, actos o
providencias que determinan el estado civil, otorgan a la persona a quien se
refieren, una precisa situacin jurdica en la familia y la sociedad y la capacitan
para ejercer ciertos derechos y contraer ciertas obligaciones. El estado civil,
pues, surge una vez se realicen los hechos constitutivos del mismo, como nacer

de padres casados, o inmediatamente ocurre el acto que lo constituye como el


celebrar matrimonio, o, en fin cuando queda en firme la sentencia que lo
determina, como en el caso de la declaracin judicial de paternidad natural. Un
determinado estado civil se tiene, entonces, por la ocurrencia de los hechos o
actos que lo constituyen o por el proferimiento de la respectiva providencia
judicial que lo declara o decreta. Pero estos hechos, actos o providencias que
son la fuente del estado civil, sin embargo no son prueba del mismo, porque de
manera expresa el legislador dispuso que el estado civil debe constar en el
registro del estado civil y que los hechos y actos relacionados con el estado civil
de las personas ocurridos con posterioridad a la vigencia de la ley 92 de 1938,
se probarn con copia de la correspondiente partida o folio, o con certificados
expedidos con base en los mismos (artculos 101 y 105 del Decreto 1260 de
1970). De consiguiente, el estado civil de hijo natural no se demuestra con copia
de la escritura pblica en que el padre reconoci al hijo, ni en su caso, con copia
de la sentencia judicial que declare la paternidad natural; este estado civil se
demuestra con la copia del acta del estado civil que, una vez definida legalmente
la paternidad natural, debe asentar el notario, de la manera como se indica en el
artculo 60 del decreto precitado,
Resumiendo: la prueba del estado civil es la copia del acta o folio del respectivo
registro civil y no la providencia judicial o los actos o hechos que lo determinen.
(CSJ, Cas. Civil, Sent. Mar. 22/79)
En este orden de ideas para efectos de la plena validez del matrimonio civil, el
elemento sustancial es la plena capacidad civil de los contrayentes, la cual se prueba
naturalmente, con la copia de los registros civiles de nacimiento, vlidos para acreditar
parentesco y que de los mismos surgen plenamente para el funcionario competente
que los contrayentes no poseen impedimento legal alguno para celebrar el rito
nupcial, que es de su libre y espontnea voluntad contraerlo.
En conclusin, para el caso colombiano existen diferentes competencias y autoridades
con vocacin constitucional para celebrar y autorizar el matrimonio civil.
Cuarta. El artculo 127 del Cdigo Civil
El artculo 130 del Cdigo Civil regula lo concerniente a los efectos de las
declaraciones de los testigos y su importancia en la celebracin del matrimonio civil;
en efecto, dispone la norma en comento que El juez interrogar a los testigos, con las
formalidades legales y los examinar sobre las cualidades requeridas en los
contrayentes para unirse en matrimonio, a cuyo efecto les leer el artculo 140 de este
Cdigo, los examinar tambin sobre los dems hechos que crea necesarios para
ilustrar su juicio
De conformidad con lo expuesto, en opinin de la Corte, la prueba que se practica en
la celebracin de la ceremonia matrimonial, tiene por propsito establecer las
cualidades necesarias de los contrayentes para unirse e impedir que dicho contrato
quede viciado de nulidad al concurrir cualquiera de las causales taxativamente
previstas en el artculo 140 del Cdigo Civil, esto es, cuando ha habido error acerca
de las personas de ambos contrayentes o de uno cualquiera de ellos; cuando se ha
contrado entre un varn menor de catorce aos y una mujer menor de doce, o cuando
cualquiera de ellos sea respectivamente menor de edad; o cuando para celebrarlo
haya faltado el consentimiento de alguno de los contrayentes o de ambos; la ley
presume falta de consentimiento en los furiosos locos, mientras permanecieren en la
locura, y en los mentecatos a quienes se haya impuesto interdiccin judicial para el
manejo de sus bienes. Pero los sordomudos, si pueden expresar con claridad su
consentimiento por signos manifiestos, contraern vlidamente matrimonio; o cuando
se ha contrado por fuerza o miedo, que sean suficientes para obligar a alguno a obrar
sin libertad; bien sea que la fuerza se cause por el que quiere contraer matrimonio o
por otra persona.

La fuerza o miedo no ser causa de nulidad del matrimonio, si despus de disipada la


fuerza, se ratifica el matrimonio con palabras expresas o por la sola cohabitacin de
los consortes; o cuando no habiendo libertad en el consentimiento de la mujer, por
haber sido sta robada violentamente, a menos que consienta en l, estando fuera del
poder del raptor; o cuando uno de los contrayentes ha matado o hecho matar al
cnyuge con quien estaba unido en matrimonio anterior; o cuando los contrayentes
estn en la misma lnea de ascendientes y descendientes o sean hermanos; o cuando
se ha contrado por personas que estn entre s en el primer grado de lnea recta de
afinidad legtima; o cuando se ha contrado entre el padre adoptante, y la hija adoptiva,
o entre le hijo adoptivo y la madre adoptante, o la mujer que fue esposa del adoptante;
o cuando respecto del hombre o la mujer, o de ambos estuviere vigente un vnculo de
un matrimonio anterior. En todas estas hiptesis legales, los ciegos sordos o mudos,
en criterio de la Corte, pueden deponer e ilustrar el juicio del funcionario, a quien en
ltimas le corresponder valorar, crticamente, el contenido de las afirmaciones y
dichos de estas personas limitadas fsicamente, y proceder, en consecuencia para
autorizar y dar curso a la celebracin del matrimonio, pues todas las situaciones
enunciadas en el artculo 140 del Cdigo Civil, pueden ser conocidas por un limitado
fsico y pueden ser expuestas ante el funcionario que debe celebrar el evento
matrimonial, el cual dirige la audiencia y a su vez es a quien le corresponde practicar
las pruebas, y conocer a los declarantes; as mismo, estima la Corporacin, que en los
eventos en que haya dificultad en la comunicacin o en el dicho del testigo; el juez
podr apoyarse en un intrprete para facilitar la exposicin del limitado fsico, y en
caso de que no sea posible, por parte de ste de emitir su expresin o dicho, podr
descartar ese testimonio y proceder a reemplazar al testigo; por lo tanto esta Corte
concluye, que las personas limitadas fsicamente pueden ser testigos presenciales de
la ceremonia matrimonial ya que esta audiencia, segn se desprende de los artculos
129 a 136 del CC, se realiza en forma verbal y siempre, de la misma se dejar
constancia por escrito de lo que acontece, acta que se suscribe por el funcionario
judicial, el Secretario y los testigos, adems puede ser leda y dada a conocer a los
limitados fsicos por sus propios medios o a travs de los intrpretes para que
conozcan de los hechos de la celebracin del matrimonio.
En opinin de la Corte, al confrontar el artculo 127 del Cdigo Civil con la normativa
superior, encuentra la Corporacin que el legislador ha consagrado una discriminacin
respecto a un grupo de personas con limitaciones fsicas (invidentes, sordos y mudos),
a quienes inhabilitan para declarar como testigos en el trmite previo e impedir que
presencien la celebracin del matrimonio civil. As pues, encuentra la Corte que
descartar a priori como se ha dicho, a los sordos, mudos e invidentes de la calidad de
testigos hbiles, es aceptar una discriminacin ms aberrante, an si se tiene en
cuenta su propia naturaleza, que adems, como toda discriminacin, abrira el paso a
otras nuevas ms sofisticadas, pero de toda suerte contrarias a la igualdad de todas
las personas protegidas por la Constitucin Poltica.
Para la Corte es evidente que las personas discriminadas por la norma demandada
estn en condiciones y en capacidad para conocer y deponer sobre los hechos
relacionados con la solicitud presentada por los futuros contrayentes en cuanto a la
identidad, estado civil, ausencia de vicios en el consentimiento de los mismos,
parentesco, condiciones fsicas, mentales sociales y dems aspectos, as como
atestiguar sobre otros hechos tendientes a ilustrar el juicio de la autoridad pblica
celebrante.
En este orden de ideas, el artculo 127 de la Carta, a juicio de la Corte, restringe la
posibilidad a un grupo de personas para que sean testigos de un matrimonio, lo cual, a
no dudarlo resulta discriminatorio, irrazonable, desproporcionado e injustificado,
contrario en ltimas al artculo 13 de la Carta, pues si bien es cierto que ellos carecen
o estn limitados de un rgano o sentido, ello no impide que perciban la ocurrencia
de los fenmenos naturales, sociales, econmicos, morales, ticos, etc., mediante otro
sentido u rgano y que tales hechos del mundo externo, no pueden ser expuestos o
vertidos en forma cierta y verdica, o fidedigna ante un funcionario judicial, para que
ste se forme un juicio o una idea y pueda valorarla, y en consecuencia actuar positiva
o negativamente frente a la misma, mxime cuando hoy en da, los adelantos
cientficos y tecnolgicos permiten su completa realizacin personal y su total
integracin econmica, social y cultural el mundo contemporneo.

Por lo tanto, para la Corte, no se justifica la existencia en el ordenamiento jurdico de


este tipo de normas, que consagran un trato diferenciado para los ciegos, sordos y
mudos en relacin con otras personas, ms an cuando el ordenamiento jurdico no
los discrimina, en otras reas de la vida jurdica, como ocurre en algunos asuntos
civiles, penales, laborales, administrativos, etc., los cuales consideran hbiles a este
segmento de la poblacin para declarar o deponer, ms si se tiene en cuenta que el
Estado Colombiano debe buscar la normalizacin social plena y la total integracin de
las personas con limitaciones fsicas, pues as lo ordena entre otros instrumentos
internacionales la Declaracin de los Derechos Humanos, proclamada por las
Naciones Unidas en el ao de 1948, y la declaracin de los derechos de las personas
con limitaciones fsicas, aprobada por la resolucin 3447 de la ONU, del 9 de
diciembre de 1975, y el convenio 159 de la OIT, o la Declaracin de Soun Berp de
Torremolinos, UNESCO 1981, o la Declaracin de las Naciones Unidas, concerniente
a las personas con limitaciones de 1983 y en la recomendacin 168 de la OIT de 1993,
y en la ley 361 de 1997 por la cual se establecen mecanismos de integracin social
de las personas con limitaciones fsicas y se dictan otras disposiciones, la cual
desarrolla los principios constitucionales del Estado Social de Derecho, especialmente
los artculos 13, 47, 54 superiores del ordenamiento colombiano.
As pues, no entiende esta Corte, cmo el artculo 127 del Estatuto Civil, discrimina,
en razn de una condicin fsica (carencia de los rganos de la vista y el odo), cuando
desde el punto de vista de la capacidad civil, el legislador no discrimina a los ciegos,
sordos y mudos, para desarrollar actos civiles como el matrimonio, el cual modifica el
estado civil de las personas o para ejercer comportamientos de disposicin de
intereses patrimoniales, o para contraer derechos y adquirir obligaciones e inclusive
para ocupar cargos pblicos de diferente ndole. En efecto, con ponencia del
Magistrado Ricardo Medina Moyano, la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia,
mediante sentencia de marzo 7 de 1985, esa Corporacin declar inexequible el
artculo 16 del Decreto 250 de 1970 Por el cual se expidi el estatuto de la Carrera
Judicial y del Ministerio Pblico, a propsito de la prohibicin para ser designado y
desempear cargo alguno en la Rama Jurisdiccional y en el Ministerio Pblico; es as
como en su oportunidad dijo la Corte Suprema lo siguiente:
Por el contrario, piensa la Corte que si un individuo en tales condiciones ha
realizado en forma satisfactoria sus estudios de Derecho, haya o no
desarrollado como por otra parte lo reconoce universalmente la Medicina y la
Psicologa, otras facultades intelectivas, puede encontrarse en condiciones
para desempear las actividades propias de Juez de la Repblica, en
ocasiones posiblemente con mayor consagracin y laboriosidad que aquellos
que se encuentran en distinta situacin humana. Todo lo anterior sin que sea
necesario aludir a los adelantos tcnicos ofrecidos por la ciencia, y que
ponen al alcance de invidentes, sordos y mudos, elementos que les permiten
superar ampliamente las restricciones impuestas por la naturaleza o por las
enfermedades. En otras palabras, y atendidas adems las formas
especiales en que se desenvuelve en general la actividad de juzgar, no puede
el invidente ser eliminado ab initio por ese mero hecho, y sin que existan por
lo tanto otras razones que as lo determinen de la actividades en cuestin.
Afirmar pues lo anterior en forma general, puede resultar tan inexacto como
decir que un abogado en uso de sus facultades visuales, pero sin las dems
virtudes que deben acompaar al sagrado ministerio de administrar justicia,
por ese mero hecho pueda ser designado para hacerlo. Ser pues, la
entidad nominadora la cual estudiando en su oportunidad cada caso concreto
y teniendo en cuenta desde luego la clase de juzgado por proveer, la que
deber tomar la decisin correspondiente.
En este orden de ideas, el legislador autoriza tratamientos diferentes para los actos y
hechos que se encuentren cobijados bajo una misma hiptesis y una distinta
regulacin, respecto de los que presentan caractersticas desiguales, bien por las
condiciones en medio de las cuales actan, ya por las circunstancias particulares que
afectan a los limitados fsicos que no se compadece con los adelantos reconocidos por
otras ciencias como la psicologa y la medicina.

Esta Corporacin ha estimado mltiples veces que cuando la Carta Poltica autoriza
tratamientos diferentes, ella lo hace con la finalidad de que el Estado brinde a
determinado grupo de personas una proteccin especial, ms no con el insano
propsito de marginarlos del mundo jurdico, situacin que s hace el artculo 127
demandado, con los ciegos, sordos y mudos, lo cual quebranta las normas superiores
del ordenamiento constitucional colombiano.
De otra parte, la Corte observa como en los cdigos civiles del mundo occidental
contemporneo, la tendencia actual es la de eliminar la presencia de testigos para el
trmite de la celebracin matrimonial o la de suprimir la presencia de testigos y la de
eliminar ese tipo de discriminaciones odiosas, desproporcionadas, irrazonables que
carecen de justificacin objetiva. En efecto, ni en el Cdigo Civil Francs (artculo 75),
ni en el nuevo Cdigo Civil Espaol (art. 51 a 63), ni en el venezolano (116), ni en el
recientemente expedido en el Per (art. 248), se contemplan esas limitaciones para
obrar como testigo en la celebracin o autorizacin de un matrimonio civil;
simplemente, la mayora de legislaciones comparadas, exigen la presencia de testigos
mayores de edad, de acuerdo a cada legislacin interna, quienes depondrn bajo
juramento, acerca de si existe o no algn impedimento, y en los eventos de
declaracin oral de la ceremonia nupcial, se extender un acta que ser firmada por el
funcionario competente, las personas que hubiesen prestado su consentimiento y los
testigos, en la cual se dejar memoria de lo ocurrido o acontecido en la audiencia,
como desarrollo del principio de la inmediacin de la prueba.
Lo anterior lleva a concluir que los hechos naturales con efectos y relevancia jurdica,
tales como la identidad de las personas, edad, estado civil, ausencia de vicios en el
consentimiento, parentesco, condiciones fsicas, mentales, morales, sociales y en fin
otros aspectos vinculados con la posibilidad de llevar normalmente vida en pareja,
pueden ser expuestos y conocidos por un limitado fsico y narrados mediante
lenguajes alternativos o simblicos ante los funcionarios competentes, a los cuales en
ltimas corresponde su valoracin, mxime cuando en virtud del principio de
inmediacin de la audiencia, es este ltimo, quien practica la prueba y tiene la
oportunidad de conocer al declarante por lo que en los eventos en que haya dificultad,
entre l y el testigo, el juez podr apoyarse en un intrprete o traductor para facilitar la
exposicin; ahora bien, en caso de que ello no sea posible, puede el funcionario
judicial descartar el testimonio y proceder a reemplazar al testigo, por otro que pueda
declarar sobre las calidades requeridas en los contrayentes para unirse en matrimonio
y sobre los dems hechos pertinentes para ilustrar el juicio del criterio del funcionario
judicial.
Por lo dems, las personas ciegas, sordas o mudas pueden ser testigos presenciales
de la ceremonia nupcial, toda vez que la audiencia se realiza en forma verbal y de la
misma se deja constancia escrita de todo lo que acontece, acta que es suscrita por el
juez, el secretario, los contrayentes y los testigos. Piensa esta Corte que el acta puede
ser leida al invidente o conocida por los sordos o mudos, siempre y cuando estn en
capacidad stos ltimos de leerla por sus propios medios para que puedan percatarse
de lo ocurrido; en otros eventos, se acudir al apoyo de un intrprete o traductor para
facilitar la comunicacin entre el juez y los testigos.
De otra parte, para la Corporacin resulta claro tambin que el artculo 127,
parcialmente cuestionado, desconoce el postulado constitucional de la buena fe, el
cual, ha dicho esta Corte se erige en marco toral de las instituciones colombianas,
dado el especial inters que en esta materia introdujo la Carta de 1991, a tal grado que
las relaciones jurdicas que surjan a su amparo no podrn partir de supuestos que lo
desconozcan. En efecto en la sentencia T-460 de 1992 (M.P. Dr. Jos Gregorio
Hernndez), dijo la Corte lo siguiente:
En el diario acontecer de la actividad privada, las personas que negocian entre
s suponen ciertas premisas, entre las cuales est precisamente el postulado
que se enuncia, pues pensar desde el comienzo en la mala fe del otro sera dar
vida a una relacin viciada.

Si este principio es fundamental en las relaciones entre particulares, con mayor


razn tiene validez cuando ellos actan ante las autoridades pblicas, bien en
demanda de sus derechos, ya en el cumplimiento de sus deberes y
obligaciones, toda vez que el Estado y quienes lo representan deben sujetar su
actividad al objetivo de realizar el bien comn, sobre la base de las previsiones
trazadas por el legislador, en vez de crear dificultades a los gobernados y
entrabar innecesariamente el desenvolvimiento de las mltiples relaciones que
con ellos deben forzosamente establecerse.
....
De todo lo cual se desprende sin mayores esfuerzos del intelecto que el
principio es la confianza, expresada en la presuncin de buena fe, mientras que
las excepciones al mismo, es decir, aquellas ocasiones en las cuales pueda
partir el Estado del supuesto contrario para invertir la carga de la prueba,
haciendo que los particulares aporten documentos o requisitos tendientes a
demostrar algo, deben estar expresa, indudable y taxativamente sealadas en
la ley. De tal modo que el servidor pblico que formule exigencias adicionales
a las que han sido legalmente establecidas, vulnera abiertamente la
Constitucin e incurre en abuso y extralimitacin en el ejercicio de sus
atribuciones.
Desde luego, lo dicho implica que el mencionado principio tambin tiene sus
lmites y condicionamientos, derivados de otro postulado fundamental como es
el de la prevalencia del inters comn. En modo alguno puede pensarse que el
principio de la buena fe se levante como barrera infranqueable que impida a las
autoridades el cumplimiento de su funcin, pues, mientras la ley las faculte
para hacerlo, pueden y deben exigir los requisitos en ella indicados para
determinados fines, sin que tal actitud se oponga a la preceptiva constitucional.
En nuestro Estado de Derecho, las leyes gozan de aptitud constitucional para
imponer a la administracin o a los jueces la obligacin de verificar lo
manifestado por los particulares y para establecer procedimientos con arreglo a
los cuales pueda desvirtuarse en casos concretos la presuncin de la buena fe,
de tal manera que si as ocurre con sujecin a sus preceptos se haga
responder al particular implicado tanto desde el punto de vista del proceso o
actuacin de que se trata, como en el campo penal, si fuere del caso.
De lo anterior se desprende que las actuaciones desarrolladas por los invidentes,
sordos y mudos deben estar amparados por la prctica de esta presuncin, ms an
cuando se tramitan ante las autoridades pblicas, por lo tanto, la declaracin que
rindan como testigos para autorizar o presenciar un matrimonio civil, quedan cobijadas
por el mismo principio, y por ende, el legislador no puede discriminarlos e imposibilitar
ser escuchados como testigos en tales diligencias nupciales de orden judicial, pues su
deposicin al igual que la de cualquier otro ciudadano, debe ceirse a la honestidad, la
lealtad y por supuesto estar siempre acorde con el comportamiento que puede
esperarse de una persona correcta, por lo que la buena fe supone la existencia de una
relacin entre personas y se refiere fundamentalmente a la confianza, seguridad y
credibilidad que otorga la palabra dada.
Para la Corte, resulta acorde con el ordenamiento superior, que las autoridades
judiciales permitan a los limitados fsicos, invidentes, sordos y mudos, actuar como
testigos en el trmite y autorizacin de un matrimonio civil por va judicial, mxime
cuando estas personas poseen plena capacidad civil para contraer libremente
matrimonio, claro est, si renen los requisitos exigidos por la legislacin nacional, no
obstante la existencia de las limitaciones fsicas.
En criterio de la Corte, con la norma acusada parcialmente el legislador est
desconociendo los artculos 13 y 83 superiores, toda vez que en forma arbitraria,
injusta, desproporcionada y caprichosa discriminan a las personas que carecen de un
rgano como la vista, el odo o son mudas, sin justificacin racional, quizs por la
poca de redaccin de la misma, desconociendo los modernos adelantos cientficos
existentes, que rehabilitan a este importante grupo de personas, las cuales hoy en da

desarrollan una vida normal, accediendo a todo conjunto de informacin, educacin y


conocimiento, adems de desarrollar mltiples y variadas formas de interelacin en el
diario acontecer de la actividad pblica y privada y de las relaciones jurdicas,
personales, sociales, econmicas y judiciales, por lo que, en criterio de esta Corte, no
se les puede marginar del mundo jurdico, como ocurre con la vigencia de los
numerales 5, 6 y 7 del artculo 127 del Cdigo Civil Colombiano, los cuales, sern
retirados del orden jurdico nacional.
En mrito de lo expuesto, la Sala Plena de la Corte Constitucional, odo el concepto
del seor Procurador General de la Nacin, administrando justicia en nombre del
Pueblo y por mandato de la Constitucin,
R E S U E L V E:
Declarar INEXEQUIBLES los numerales 5, 6 y 7 del artculo 127 del Cdigo Civil
Colombiano.
Cpiese, notifquese, comunquese, cmplase, insrtese en la Gaceta de la Corte
Constitucional y archvese el expediente.
EDUARDO CIFUENTES MUOZ
Presidente

ANTONIO BARRERA CARBONELL

Magistrado
ALFREDO BELTRAN SIERRA
Magistrado

CARLOS GAVIRIA DIAZ


Magistrado
JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO
Magistrado
ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO
Magistrado
FABIO MORON DIAZ
Magistrado
VLADIMIRO NARANJO MESA
Magistrado
MARTHA VICTORIA SACHICA DE MONCALEANO
Magistrada
PABLO ENRIQUE LEAL RUIZ
Secretario General

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