Literaturas Postautónomas - Ludmer
Literaturas Postautónomas - Ludmer
Literaturas Postautónomas - Ludmer
Josefina Ludmer
Yale University
Estoy buscando territorios del presente y pienso en un tipo de escrituras actuales de la realidad
cotidiana que se sitan en islas urbanas [en zonas sociales] de la ciudad de Buenos Aires: por
ejemplo,
densidad, sin paradoja, sin indecidibilidad, sin metfora, y es ocupado totalmente por la
ambivalencia: son y no son literatura al mismo tiempo, son ficcin y realidad.
Representaran a la literatura en el fin del ciclo de la autonoma literaria, en la poca de las
empresas transnacionales del libro o de las oficinas del libro en las grandes cadenas de diarios, radios,
TV y otros medios. Ese fin de ciclo implica nuevas condiciones de produccin y circulacin del libro
que modifican los modos de leer.
Podramos llamarlas escrituras o literaturas postautnomas.
II.
Las literaturas posautnomas [esas prcticas literarias territoriales de lo cotidiano] se fundaran en
dos [repetidos, evidentes] postulados sobre el mundo de hoy. El primero es que todo lo cultural [y
literario] es econmico y todo lo econmico es cultural [y literario]. Y el segundo postulado de esas
escrituras sera que la realidad [si se la piensa desde los medios, que la constituiran constantemente]
es ficcin y que la ficcin es la realidad.
III.
Porque estas escrituras diaspricas no solo atraviesan la frontera de la literatura sino tambin la
de la ficcin [y quedan afuera-adentro en las dos fronteras]. Y esto ocurre porque reformulan la
categora de realidad: no se las puede leer como mero realismo, en relaciones referenciales o
verosimilizantes. Toman la forma del testimonio, la autobiografa, el reportaje periodstico, la crnica,
el diario ntimo, y hasta de la etnografa (muchas veces con algn gnero literario injertado en su
interior: policial o ciencia ficcin por ejemplo). Salen de la literatura y entran a la realidad y a lo
cotidiano, a la realidad de lo cotidiano [y lo cotidiano es la TV y los medios, los blogs, el email,
internet, etc]. Fabrican presente con la realidad cotidiana y esa es una de sus polticas. La realidad
cotidiana no es la realidad histrica referencial y verosmil del pensamiento realista y de su historia
poltica y social [la realidad separada de la ficcin], sino una realidad producida y construida por los
medios, las tecnologas y las ciencias. Es una realidad que no quiere ser representada porque ya es
pura representacin: un tejido de palabras e imgenes de diferentes velocidades, grados y densidades,
interiores-exteriores a un sujeto, que incluye el acontecimiento pero tambin lo virtual, lo potencial,
lo mgico y lo fantasmtico.
La realidad cotidiana de las escrituras postautnomas exhibe, como en una exposicin universal o
en un muestrario global de una web, todos los realismos histricos, sociales, mgicos, los
costumbrismos, los surrealismos y los naturalismos. Absorbe y fusiona toda la mmesis del pasado
para constituir la ficcin o las ficciones del presente. Una ficcin que es la realidad. Los diferentes
hiperrealismos, naturalismos y surrealismos, todos fundidos en esa realidad desdiferenciadora, se
distancian abiertamente de la ficcin clsica y moderna.
VI.
En algunas escrituras del presente que han atravesado la frontera literaria [y que llamamos
posautnomas] puede verse ntidamente el proceso de prdida de autonoma de la literatura y las
transformaciones que produce. Se terminan formalmente las clasificaciones literarias; es el fin de las
guerras y divisiones y oposiciones tradicionales entre formas nacionales o cosmopolitas, formas del
realismo o de la vanguardia, de la "literatura pura" o la "literatura social" o comprometida, de la
literatura rural y la urbana, y tambin se termina la diferenciacin literaria entre realidad [histrica] y
ficcin. No se pueden leer estas escrituras con o en esos trminos; son las dos cosas, oscilan entre las
dos o las desdiferencian .
Y con esas clasificaciones formales parecen terminarse los enfrentamientos entre escritores y
corrientes; es el fin de las luchas por el poder en el interior de la literatura. El fin del campo de
Bourdieu, que supone la autonoma de la esfera [o el pensamiento de las esferas]. Porque se borran,
formalmente y en la realidad, las identidades literarias, que tambin eran identidades polticas.Y
entonces puede verse claramente que esas formas, clasificaciones, identidades, divisiones y guerras
solo podan funcionar en una literatura concebida como esfera autnoma o como campo. Porque lo
que dramatizaban era la lucha por el poder literario y por la definicin del poder de la literatura.
Se borran las identidades literarias, formalmente y en la realidad, y esto es lo que diferencia
ntidamente la literatura de los 60 y 70 de las escrituras de hoy. En los textos que estoy leyendo las
clasificaciones responderan a otra lgica y a otras polticas .
VII.
Al perder voluntariamente especificidad y atributos literarios, al perder el valor literario [y al
perder la ficcin] la literatura posautnoma perdera el poder crtico, emancipador y hasta
subversivo que le asign la autonoma a la literatura como poltica propia, especfica. La literatura
pierde poder o ya no puede ejercer ese poder.
VIII.
Las escrituras posautnomas pueden exhibir o no sus marcas de pertenencia a la literatura y los
tpicos de la autorreferencialidad que marcaron la era de la literatura autnoma : el marco, las
relaciones especulares, el libro en el libro, el narrador como escritor y lector, las duplicaciones
internas, recursividades, isomofirmos, paralelismos, paradojas, citas y referencias a autores y
lecturas (aunque sea en tono burlesco, como en la literatura de Roberto Bolao). Pueden ponerse o no
simblicamente adentro de la literatura y seguir ostentando los atributos que la definan antes,
cuando eran totalmente literatura. O pueden ponerse como Basura [Hctor Abad Faciolince.
Basura. I Premio Casa de Amrica de Narrativa Americana Innovadora. Madrid, Lengua de Trapo,
2000] o Trash [Daniel Link. La ansiedad (novela trash). Buenos Aires, El cuenco de plata, 2004].
Eso no cambia su estatuto de literaturas posautnomas.
En las dos posiciones o en sus matices, estas escrituras plantean el problema del valor literario . A
m me gustan y no me importa si son buenas o malas en tanto literatura. Todo depende de cmo se
lea la literatura hoy. O desde dnde se la lea.
O se lee este proceso de transformacin de las esferas [o prdida de la autonoma o de
literaturidad y sus atributos] y se cambia la lectura, o se sigue sosteniendo una lectura interior a la
literatura autnoma y a la literaturidad, y entonces aparece el valor literario en primer plano.
Dicho de otro modo: o se ve el cambio en el estatuto de la literatura, y entonces aparece otra
episteme y otros modos de leer. O no se lo ve o se lo niega, y entonces seguira habiendo literatura y
no literatura, o mala y buena literatura.
IX.
Las literaturas postautnomas del presente saldran de la literatura, atravesaran la frontera, y
entraran en un medio [en una materia] real-virtual, sin afueras, la imaginacin pblica: en todo lo
que se produce y circula y nos penetra y es social y privado y pblico y 'real'. Es decir, entraran en un
tipo de materia y en un trabajo social [la realidad cotidiana] donde no hay ndice de realidad o de
ficcin y que construye presente. Entraran en la fbrica de presente que es la imaginacin pblica
para contar algunas vidas cotidianas en alguna isla urbana latinoamericana. Las experiencias de la
migracin y del subsuelo de ciertos sujetos que se definen afuera y adentro de ciertos territorios.
X.
As, postulo un territorio, la imaginacin pblica o fbrica de presente, donde sito mi lectura o
donde yo misma me sito. En ese lugar no hay realidad opuesta a ficcin, no hay autor y tampoco
hay demasiado sentido. Desde la imaginacin pblica leo la literatura actual como si fuera una
noticia o un llamado de Amelia de Constitucin o de Ivn de Colegiales.
LO QUE VIENE DESPUS
Josefina Ludmer
1
Hoy concibo la crtica como una forma de de activismo cultural y necesito definir el
presente para poder actuar. Uso algunos instrumentos conceptuales; uno de ellos es lo
que llamo imaginacin pblica, que me permite leer sin categoras de autor y de obra,
y fuera de las divisiones individual-social y real-virtual. La imaginacin pblica sera
todo lo que circula en forma de imgenes y discursos; una red que tejemos y que nos
envuelve, nos penetra y nos constituye. Y tambin una fuerza y un trabajo colectivo,
que fabrica realidad. Para definir el presente, para poder hacer activismo cultural,
pongo la literatura en lo pblico y la uso para ver algunas formas y movimientos de la
imaginacin pblica, alguno de sus modos y formas de significar. Uso la literatura, que
es lo que he aprendido a leer, para ver algo del presente y poder insertar all mis
acciones culturales.
Lo que viene despus podra ser un instrumento conceptual para pensar un presente
porque recorre todas las divisiones (econmicas, polticas, histricas, culturales,
literarias: el despus est en todas partes). El despus es un movimiento de
historizacin del presente, un modo de periodizar y un modo de imaginar el cambio
porque traza una secuencia, se pone en un devenir, e implica una concepcin
dinmica de la reflexin. Me gusta hablar de lo que viene despus porque es hablar de
la moda donde se suceden los estilos.
Lo que viene despus forma series, como si dijrmos after post y como dice alguien
en la novela Los topos de Flix Bruzzone (2008):
Ya
imaginaba
al
tipo
[]
hablando
sobre
los
neodesaparecidos
los
dominante, la isla urbana, que podra ser pensado como diferente de la nacin. La
imagen es la de un territorio con lmites y con un subsuelo, habitado por personajes
que forman comunidades diferentes de las nacionales (migrantes, freaks, travestis y
muchos ms).
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Lo que viene depus (el presente que va saliendo de la cultura del libro y de la
biblioteca) borra o atraviesa fronteras y desdiferencia oposiciones. No cierra el ciclo
que se abri en el siglo XVIII, cuando cada esfera (lo poltico, lo literario, lo econmico)
se defina en su especificidad, pero lo altera y lo pone en cuestin. La tendencia
general actual, y no solo en la cultura, es atravesar fronteras disciplinarias (que est
en paralelo con la posicin liminar, adentro-afuera de los sujetos). No es que las
literaturas se confundan con otras escrituras ni que desaparezcan: todava existen las
instituciones literarias, las academias, las carreras de letras, las libreras, los premios,
los escritores Todava existen, pero la imagen es la de algo abierto y agujereado.
Las esferas se abren, las prcticas cruzan fronteras y quedan en la posicin de xodo,
desterritorializadas. La literatura es tambin otra cosa: crnica (como Desubicados de
Mara Sonia Cristoff o Banco a la sombra de Mara Moreno); testimonio (como Historia
del llanto. Un testimonio de Alan Pauls); biografa (como la Biografa de Osvaldo
Lamborghini de Ricardo Straface); diarios como Intemperie de Gabriela Massuh. O un
post de twiter, de blog, o una escritura en cualquier calle
En sntesis, la literatura a la vez sale y no sale de la literatura. El movimiento central
de xodo, de desterritorializacin, de atravesar fronteras y de oscilar en la frontera,
puede entenderse como un movimiento trans, segn la distincin de Brian Holmes
entre transdisciplinario y antidisciplinario. Esto ltimo, lo anti, era dominante en los
aos 60 y 70.
La literatura tambin atraviesa la frontera entre realidad y ficcin. En los clsicos, en la
cultura del libro y de la biblioteca, la ficcin aparece como tensin entre una realidad
histrica y algn tipo de personaje, subjetividad, familia o rbol genealgico. La historia
es la realidad, y las escrituras diferencian esa realidad real (para decirlo de algun
modo) de la ficcin de personajes, o familias, que pueden representar la sociedad.
Para los clsicos del XX, la realidad es casi siempre la realidad histrica nacional.
Hoy realidad y ficcin se fusionan en la realidad cotidiana y en experiencias opacas y
ambivalentes. En muchas escrituras se borra la separacin: no se sabe si lo que se
cuenta ocurri o no, si los personajes son reales o no. Esta borradura forma parte del
proceso general que afecta a las oposiciones binarias, un fenmeno de
desdiferenciacin general que se ve ntidamente en la literatura. Tienden a
desaparecer oposiciones como las de literatura realista o fantstica, social o pura, rural
una poca en que la imagen cada vez gana ms terreno a la palabra como elemento
de comunicacin.
Ya rige un desinters por la autora como horizonte de coherencia conceptual, y
tambin existen experiencias de autoras colectivas como la de Wikipedia, Wu Ming, y
las novelas colaborativas de los blogs. En la realidadficcin y en la red habra otra
propiedad y otra juridicidad para la literatura.
6
Pero lo que me interesa ms es el cambio en los regmenes de sentido. Entre los aos
50 y los 80 puede verse cierta experimentacin temporal y narrativa: era difcil leerlos
cuando aparecieron por primera vez, y hoy todava es difcil leer Pedro Pramo de
Rulfo, La ciudad y los perros de Vargas Llosa, o La vida breve de Onetti. La
experimentacin haca difcil el sentido: haba que descifrarlo. Un sentido denso o que
se densifica con juegos temporales y narrativos: en Conversacin en la catedral se
superponen a veces cuatro dilogos diferentes, de diferentes tiempos y personajes; en
Pedro Pramo hay que descifrar las situaciones, no se sabe quin habla.
Ese regimen de sentido contrasta con el de las escrituras que vienen despus: hoy se
leen escrituras sin metforas. El lenguaje se hace transparente, visual y espectacular.
Pierde toda densidad para ir directamente a las cosas y los actos. La escritura trata de
producir imagen visual porque la imagen es la ley: la sight machine domina la
imaginacin pblica. La imaginarizacin de la lengua parece ser un fenmeno
totalmente diferente de las formaciones clsicas como la comparacin, la metfora, la
alegora y el simbolismo. No es un fenmeno retrico, pero aparece como otra
dimensin que se le aadira al significante, al significado y al referente, precisamente
su capacidad o facultad de hacerse transparente y hacer imagen visual o realidad.
Csar Aira ve claramente esa tendencia en su ciencia ficcin del 2000 El juego de los
mundos: en el futuro desaparece la literatura para ser totalmente traducida a imagen.
La construccin de imagen termina con la diferencia entre buena y mala literatura y
ahora, dice el Aira futuro, leer es ver pasar imgenes.
La transparencia verbal produce un sentido que hace ver, rpido y accesible a todos, a
veces engaosamente simple. Una lengua transparente, pura superficie sin adjetivos,
como en Varadero-Habana maravillosa de Hernn Vanoli (Buenos Aires, Tamarisco,
2009), y un sentido plano, directo y sin metfora, como dice Tamara Kamenszain en
La boca del testimonio. Lo que dice la poesa (Buenos Aires, Norma, 2007), pero
totalmente ambivalente. Puede ser usado en una u otra direccin: puede ser dado
vuelta. La comunicacin transparente y el sentido ambivalente son algunos rasgos de
estas escrituras del presente que llamo postautnomas y que trato de entender para
poder imaginar alguna accin cultural. Pero insisto en esto porque es crucial para esta
reflexin: las formas del pasado estn en el presente.
En la imaginacin pblica y en la literatura, lo que viene despus es un instrumento
conceptual que nos permite pensar un regimen literario, un regimen de ficcin (o de
realidad), un regimen de sentido, y un regimen de produccion de literatura. Exhibe el
funcionamiento de la literatura en la era de los medios, las redes y de la industria de la
lengua, cuando los lmites entre las esferas se perturban porque se producen todo tipo
de xodos y fusiones. En estas escrituras la literatura pondra en escena otros modos
de leer, de pensar, de imaginar y otras polticas: en realidadficcin, adentroafuera, en
transparencia y en ambivalencia.
Y esos otros modos son necesarios para poder hacer activismo cultural