Oratoria
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Indice
1. Prefacio.
2. Evolucion Historica De La Oratoria
3. Grandes oradores contemporaneos.
4. Clases de oratoria.
5. Guin Bibliogrfico
1. Prefacio.
En la presente ocacin, abordaremos unos de los temas ms fascinantes de la historia humana.
Consistente en aquel don de la oratoria, que ha estado sujeto a transformaciones, desde la Antiguedad,
hasta nuestros das.
La Oratoria ocupa un lugar especial, en la vida misma.
El poder de la conviccin, de representantes de cada pas, es menester en un mundo de transformacin.
Estas transformaciones si fuesen en su totalidad, colmadas de tica y moralidad, cun grande y
evolucionado sera la existencia de cada ser.
La Oratoria, es pues, unos de los elementos fundamentales en la unificacin de criterios, y la
comprensin y el estmulo de masas.
Su ntrinseca facultad de la oratoria, est inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una
de las metas de las personas que buscan un bienestar.
Al decir bienestar, no deseamos que se entienda como un bienestar propio y egosta, ms por el
contrario ha de entenderse, como la busqueda de un real bienestar colectivo y mancomunado, velando
los intereses de los valores trascendetes de una sociedad y no simplemente aquellos que constituyen
valores suntuosos y superfluos, de bienes materiales.
La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, se beneficiar de grandes satisfacciones
para su realizacin. La vida tendr un nuevo sentido si lo conjuga con lo excelso de la existencia.
Es as, que en la edad contempornea, se ha dado mayor soltura al aprendizage de la oratoria, ya se
nos es comn apreciar, hoy en das, las infinitas invitaciones a cursos de enseanza mediante folletos,
impulsados por grupos culturales.
Este factor de soltura, y de nuevas obciones, otorgan mayor desarrollo al mismo.
Han quedado olvidadas y en buena horas, aquellas costumbres de las pocas pasadas, que era
requisito fundamental dominar los gestos pintorscos, la modulacin estirilizada, la posiciones
acomodadas, las miradas precisas, etc....
Los cuales, el dao que realizaban eran muchas veces tremendas para el orador, quien se preocupaba
ms en los factores externos de visualizacin, olvidando los internos que nacen del corazn del
verdadero orador. Estos factores internos deben ser primero cultivados, los retantes vendrn de
aadidura. Si un orador, debe demostrar sinceridad, antes bien debe ser sincero consigo mismo y con
los dems.
Estas cualidades slo son obtenidas, en el tiempo; ganadas por las experiencias objetivas de la vida.
Todos estos aspectos, son tomados en cuenta en la actualidad. Hoy, no se busca ser engaado sino
comprendido, escuchado, valorado, orientado y legitimado.
Hablaremos de la triloga de la oratoria y sus cualidades de cada una de ellas.
Cuando ingresemos en la segunda parte, de este estudio, correspondientes a los grandes oradores
contemporneos; hemos querido nombar aquellos ms clebres, porque ciertamente sera imposible
hablar de todos, ms an sabiendo que cada poblacin por muy pequea que fuese, siempre posee uno
o varios oradores, por supuesto siendo diferentes unos de otros en calidad pero similares en el rol que
tratan de desempear
Entonces, recordaremos a individuos que marcaron poca, y nos interrogaremos Cual fue la clave de
su xito?, y la respuesta vendr anexa en sus origenes de cada uno de ellos, teniendo todos por punto
de armona una cualidad comn: LA CREENCIA A SU PROPIA CAUSA.
Hablaremos desde los comienzo de la Edad Contempornea, fines del siglo XVIII, retomando los hilos
de la historia en Robespierre, posteriormente realizaremos un viaje imaginario a la India, donde
encontramos la figura de la no-violencia, aquel Mahatma o alma grande, que lleva por nombre
caracterstico Gandhi.
Despus iremos a Amrica, encasillandonos en los Estados Unidos, para recoger de all a un gran
orador y presidente, que supo cumplir con su misin de dar libertad a los negros, y romper las cadenas
de la esclavitud y del abuso, para entonces.
Luego de ello, ingresaremos a nuestro pas, y trataremos de encajar los tiempos a la historia universal,
para extraer de lo recndito de la historia nacional, a un gran presidente orador que tuvo nuestra
Repblica, que es reconocido por los especialistas como el gran mago de la oratoria, hablamos de don
Mariano Baptista Caserta.
Todo esto ocurrir en la primera parte, ya en la segunda parte, nos abocaremos al estudio de las clases
de oratoria, en tres formas: oratoria poltica, didactica y forense, dejando esta ltima para posterior
estudio, por parte de otro componente del tema a tratarse. Ya que como sabemos, el siguiente punto
corresponde a la oratoria forense y su importancia en el foro.
Con todo ello, hemos deseado haber cumplido con las espectativas de estudio, pudiendo tomar enfasis
en los aspectos ms sobresalientes de la Oratoria.
Recordando siempre que la oratoria, es una virtud trascendente cuando se lo encamina en conseguir
logros de notable reelevancia en la sociedad, tanto fuese este para la enseanza educacional, como
para resolver conflictos espinudos de la vida civil, y en tanto fuese ella para la vida poltica donde se
dirige a una Nacin hacia un fin.
2. Evolucion Historica De La Oratoria
La oratoria en la edad contemporanea: grandes oradores contemporaneos.
Si la edad moderna comprende desde la toma de constantinopla hasta la Revolucin Francesa (Fines
del siglo XVIII), entonces diremos que la edad contemporanea corresponde a lo subsiguiente de la
anterior hasta nuestros das.
Dijimos en anteriores oportunidades que la oratoria es el arte de hablar con elocuencia; de deleitar y
persuadir por medio de la palabra.
Para aclarar lo dicho en pocas palabras, diremos que por elocuencia debemos entender aquella facultad
de hablar bien y de modo convincente, gracias a la fuerza expresiva poseda por el orador, en todos sus
aspectos tanto internos como externos; ahora bien debemos saber que, deleitar es causar placer o
agrado en el nimo o los sentidos de los oyentes y que persuadir significa convencer con razones a otra
persona, es decir es el hecho de inducir a uno a creer o hacer algo.
En cuanto a estos aspectos diremos que la oratoria, como arte y la elocuencia como fuerza expresiva,
van juntas, ya que no se posee el arte si no se tiene la fuerza vital de esta. Referente al deleite y a la
persuacin ambos son concecuencias de las primeras, y es en estas donde estriba el xito de los
oradores. La causa es la facultad del orador y el efecto es la atencin, entendimiento, comprensin,
convencimiento y los nimos conseguidos en los oyentes por parte del orador.
La oratoria se encuentra reflejada en el discurso, y el discurso en su conjunto ofrece una triloga, la cual
en el presente periodo, han sidos tomados con ms enfasis, ya que con ellos se pueden alcanzar los
objetivos trazados y los efectos deseados.
El discurso es el razonamiento extenso dirigido por una persona a otra u otras, es la exposicin oral de
alguna extensin hecha generalmente con el fin de persuadir, y que ella como dijimos se encuentra
conformada por tres aspectos que son:
Tema o contenido del discurso, Orador y Auditorio.
En primer lugar, tenemos el contenido del discurso, el cual debe ser tejido en el telar de las experiencias,
debe estar copado de detalles, ilustraciones, personificaciones, dramatismo y ejemplos en algunos
casos; y todos estos expresados con terminos familiares y concisos los cuales den la comprensin y el
entendimiento adecuado; en donde lo que se quiere decir sea entendidos por todos.
Luego est el orador, el cual debe reunir los atributos adecuados (mentales, fisicos y vocales), que
contribuyen a vigorizar el discurso. Para tal cometido debe elejir temas por los cuales se siente
convencido. Su atributo mental se refleja en copar toda la extensin de su disertacin y saber limitarlo
en los aspectos ms importantes y sobresalientes.
En cuanto al factor fsico, corresponde el hecho de dar mayor reelevancia en la acentuacin mediante
los gestos correctos, todos ellos diremos nacidos del corazon, los cuales deben ser realmentes sinceros
y no fingidos como algunos lo tienen por costumbre, para alcanzar sus apetitos propios, egoistas y
vanidosos.
La vocalizacin es otro atributo, debiendo ser este claro, seguro, vivz, determinante y conciso.
Aqu se puede agregar un atributo ms, el cual sera que todo orador debe estar preparado tanto
psiquica, moral y espiritualmente. No debe poseer en su interior el deseo del engao, ni beneficio
enteramente propio, sino que debe ser un inters colectivo, debe sentir el agrado de dar a sus oyentes,
en forma espontnea y verdadera las investigaciones realizadas.
Por ltimo nos encontraremos con el auditorio, el objetivo al que se dirige el discurso y el rbitro desicivo
del xito o el fracaso del orador.
El fin del orador es que sea entendido en sus anchas todo lo que desea otorgar al auditorio, para tal
cometido los terminos usados deben ser de inters de todos los reunidos en dicha oportunidad, debe
imperar un ambiente participativo y leal.
Al margen de esto, es necesario que el orador conozca a quienes tiene en frente, por tal motivo, a razn
de ejemplo, debe interrogarse cmo es mi auditorio?, el tema que deseo serles partcipes, llegar a
ellos y com lograr esto?, dichas interrogantes deben ser respondidas por l mismo realizando una
investigacin cuidadosa al respecto, pero no debiendo caer en una preocupacin desmedida al
respecto.
3. Grandes oradores contemporaneos.
La oratoria es un don especial para el que lo posee, y un preciado tesoro para quien lo obtuvo, con su
gran trabajo.
En esto sabemos que en cada pais del mundo, encontraremos muchos virtuosos oradores, los cuales
nombrarlos y contarlos uno por uno, sera realmente imposible, ya que muchos seres llevan en su
interior este especial dote, algunos de ellos inhatos en su ser, ms en otros obtenidos por propio
esfuerzo, pero impulsados por la voluntad y tenacidad.
Para hablar de los grandes oradores, nos limitaremos tan solo a los ms conocidos por la historia
universal, a razn de su variedad de los mismos.
Con el objetivo de copar todas las espectatitivas, nombraremos a oradores polticos, los cuales
marcaron pocas tanto en la historia del mundo, como en su pais perteneciente. Para lo cual, sern
expuestos un personaje de tres continentes; nos centraremos en Amrica, en sus tres aspectos: Sud
Amrica, Centro Amrica y North America.
Demos Inicio con:
A.- El Continente Europeo.
Empezamos en Europa, nos encontramos en la poca de la Revolucin Francesa.
All est Maximilien de Robespierre, ms conocido como el Incorruptible, abogado de profesin, nacido
en Arras, 1758. Sufrira la guillotina, conforme a sus daos causados, dando fin a su existencia el 28 de
julio de 1794.
Robespierre emergi de la oscuridad parlamentaria, estableci su preponderancia y habra de gobernar
a Francia por medio de la oratoria. Hablando de s mismo, deca que l haba sido hecho para la
revolucin, y luch por la revolucin casi exclusivamente con palabras. El amor a la justicia, a la
humanidad, a la libertad, dice, definiendo su natural inclinacin revolucionaria, es una pasin como
cualquier otra. Cuando nos domina, la sacrificamos todo. Sus habilidades oratorias ya eran evidentes
antes de la Revolucin, lo mismo que su uso de la oratoria como un instrumento de agitacin popular.
Durante los meses de excitacin prerrevolucionaria y actividades en Arrs haba habido quejas de que
Robespierre insultaba directamente a la oligarqua local, dirigiendose a quienes estaban fuera de su
esfera. Y sus mtodos de eleccin haban de suscitar el mismo cargo. Ya diputado, iba a ser acusado de
Demagogia.
La revolucin fue una grn poca oratoria y Robespierre comparta con sus contemporneos una
excepcional fe en las palabras.
Gozaba leyendo en voz alta a los clsicos franceses, una aficin que revela el amor a la msica de las
palabras y una mentalidad de carcter oratorio. De cuando en cuando se quejaba de que la oratoria
formal a la cual eran aficionados los diputados, y que imitaba conscientemente a los modelos romanos,
especialmente Cicern, ern menos valiosas que las efusiones espontneas que nacan de un corazn
simple y sincero, pero l, por su parte, era autor de esos discursos elaborados. Casi siempre lea un
texto que ya estaba preparado. Los pocos manuscritos de propia mano que nos han llegado muestran
docenas de correcciones que prueban esta actitud. Sus ideas eran compuestas, peinadas y empolvadas
tan meticulosamente como su persona, antes de ser presentada al mundo. En ambos casos se dejaba
ver el gusto del antiguo rgimen, que persista.
La oratoria revolucionaria en Francia era el producto de modelos clsicos, que en un tiempo haban sido
modificados para adecuarlos a las necesidades del plpito, el tribunal o el saln de conferencias, y que
ahora fueron modificados por la revolucin. Demstenes y Cicern, los mximos oradores de la
antigedad, eran estudiados minuciosamente, as como a los crticos y gramticos que haban analizado
y racionalizado lo que era ms escencial en la oratoria. Aparte de estas preocupaciones puramente
tcnicas, tantto Demstenes como Cicern haban sido opositores a los tiranos, el primero a Felipe de
Macedonia yu el segundo a Julio Csar. Y sus sentimientos y su pasin republicanos eran ms
apreciados por lo oradores revolucionarios. Ahora, por primera vez en la historia francesa, los temas de
la ciudadana, el patriotismo y el deber de resistir al rey eran predicados abiertamente. Cuando los
revolucionariosvolvan a las fuentes de la oratoria antigua, para encontrar en ella inspiracin e
instruccin, lo hacan en un nuevo espritu: la sustancia era por lo menos tan importante como el estilo.
Los revoluvionarios eran aficionados a la oratoria como se puede ser aficionado a la pera o el teatro.
La carrera de Robespierre era igualmente deudora de la oratotia y, aunque l distaba de ser uno de los
grandes oradores de su tiempo - sus contemporaneos Danton y Vergniaud, con temperamentos y
carreras muy distintas, compata ese honor- era muy admirado por sus colegas y poda sostenerse que
era el orador msd efecaz.
La forma y el fondo son inseparables. Aqu subrayo la forma, ya que el fondo de Robespierrees la base
de todo lo que sigue. Cuando el joven Robespierre dio los primeros pasos en la carrera legal, loscrticos
de lsa oratoria tribunalicia distinguan dos clases de discursos: los de los abogados, que sacrificaban el
estilo al deseo de ganar una causa, y los de los literatos, que utilizaban el estilo para revelar principios
bsicos racionales. Robespierre estaba dentro de estos ltimos. Robespierre estaba entre estos ltimo.
Sus casos legales, por la forma en que los defendi, eran ejemplos especficos de posiciones generales.
El caso Pags, que versaba sobre un dinero prestado, se convirti en una consideracin sobre la usura;
el caso de Mary Somerville, en torno a la herencia disputada, se transform en una exposicin de los
derechos de la mujer; el caso Dteuf, que tena que ver con una falsa acusacin de robo, hecha por un
monje que quera vengarse de una mujer que haba resistido sus intento de seduccin, se convirti en
un anlisis del lugar que debe ocupar el clero en la sociedad.
Ya hemos visto que el caso pararrayos y el caso Dupond llegaron a ser respectivamente una
confrontacin entre ciencia y supersticin y una diatribaen contra de la justicia arbitraria y el
encarcelamiento. Esta costumbre de generalizar liber a la oratoria de Robespierre, incluso antes de la
revolucin, de buena parte de la jerga legal y la estrechez profesional que perjudicaba a muchos de sus
contemporaneos, que tambin haban llegado a la revolucin desde una carrera en la jurisprudencia.
Robespierre rara vez opinaba sobre la oratoria y, cuando lo haca, no tomaba en cuenta los aspectos
tcnicos del arte. El consideraba la inspiracin, para s mismo y para cualquiera que hablara con
propsito y sentido, como fundamental.
Como orador, Robespierre inici la revolucin con ciertas desventajas tcnicas. hablaba comn un fuerte
acento regional artesiano; su voz, demasiado aguda para ser naturalmente agradable, era debil de
volumen y careca de variedad en los tonos. Su presencia fsica no era imponente: era un hombre bajo y
delgado, con una cabeza voluminosa. Su mala vista le exiga usar gafas, que habeces se levantaba
sobre la frente, cuando estaba hablando, para frotrase los ojos. Los gestos que haca en la tribuna eran
breves, un poco brusco y crispados. En otras palabras no tena la presencia de un orador importante y
dominador, y estas insuficiencias estaban agravadas por la costumbre de leer sus discursos, hundiendo
las narices en el texto escrito.
Robespierre era perfectamente conscientes de sus falencias, y procuraba vencerlas o lograr que sus
oyentes no las notaran. De todos modos, su importancia no radicaba en la perfeccin tcnica de su
oratoria, sino en lo que tena que decir. Lo que no poda aprenderse era lo que ms importaba, una
elocuencia que brota del corazn y sin la cual nada es conveniente. Y esta elocuencia l la posea y se
explayba en la revolucin. Incluso era capz de improvisar brillantemente, aunque lo haca pocas veces,
prefiriendo no entregarse a las pasiones del momento, atento a obtener esa presicin que slo la da la
pluma. En sus manuscritos encontamos dos clases de correcciones. A veces con la pasin de la
destruccin, tachaba pasajes enteros con una red de barras irregulares. En otras ocaciones sustitua
una que otra palabra, buscando cuidadosamente el vocablo justo.
Asimismo, los manuscritos de Robespierre revelan mucha atencin a los efectos. Insertaba con todo
cuidado pausas destinadas a impresionar a los oyentes con el horror o hacer que estallan en aplausos
entusiastas. Y como siempre hablaba para los que estaban ms all de las paredes de la Asamblea y
que tendran que leer o escuchar sus discursos dec segunda mano, se tomaba el trabajo de lograr que
sus palabras fueran repetidas exactamente. Elabor un estilo que consista en hacer pausas frecuentes,
como si estuviera dictando su discurso. Como el elocuente Robespieerre siempre se interrumpe, para
mojarse los labios, escribe un periodista, uno tiene tiempo para escribir.
Estos discursos cuidadosamente preparados, pronunciados con nitidez, con adecuadas citas de Bacon,
Leibniz, Condillac y Rosseau, entre los escritores modernos, con las alusiones clsicas favorecidas en
esos tiempos, con pausas para lograr efectos dramticos y nfasis para obtener aplausos, era el medio
por el cual Robespierre se revelaba, dictaba una autobiografa revolucionaria al mismo tiempo que
revelaba a la Revolucin. Haba adquirido ahora el hbito de pensar en voz alta ante sus oyentes, a
menos esta era la impresin que daba. Y lo lograba haciendo preguntas retricas que muchas veces
dejaba sin respuesta, con el propsito de sembrar una idea y tambin obtener un efecto retrico. Esta
afectacin molestaba e intrigaba a la vez. Que debemos hacer ahora?, Cul es la mejor manera de
asegurar la supervivencia de la Revolucin?, Fortalecer mi muerte los fundamentos de la virtud?.
Estas y otras preguntas semejantes era su manera de entablar con sus oyentes un dilogo moral y
pblico, compartiendo con ellos sus dudas y temores.
Robespierre, posea temores partculares, los cuales no lo incorporaba a su oratoria, y esto por razones
obvias; ya que unos de sus temores era previo ingreso a la tribuna, esto por su timidez, y as lo hace
saber l mismo a su amigo Etienne Dumont, pero cuando empezaba a hablar se vea libre de la
angustia y ya no era consciente de s mismo.
La mente de Robespierre tenda a un modo dialctico de pensamiento y expresin. El no buscaba el
reposo y la serenidad, aunque la forma de su discursos expresa orden y equilibrio en un grado extremo.
Buscaba el vigor, el trueno de los anatemas, como cuando denunci al general Dumouriez o conden al
despotismo como un mar sin orillas, que inunda al mundo y lo convierte en el patrimonio del crimen.
Este estilo tiene sus peligros. Robespierre, como Rousseau antes de l, sola ser arrastrado por sus
excesos retricos, se entregaba al tema rapsdico que l mismo compona, quedaba hechizado por los
sonidos de las palabras, que rodaban como olas sobre el temsa, enterrando el sentido bajo el sonido.
Robespierre, cuando pierde el control de su verborrea, cuando se aleja de lo concreto y los detalles,
flota patticamente, acumulando imgenes y abstracciones.
La voz nica de Robespierre, tanto tiempo aislada y temida en la Constituyente, se convirti en la voz de
los Jacobinos y despus en la de Francia revolucionaria.
B.- Continente Asiatico.
Hablaremos en esta ocacin, de un clebre ser, el cual es recordado muy afectivamente en la India, con
el seudnimo el Mahatma, es decir, el Alma Grande.
Debido a su escaza documentacin, en cuanto a su oratoria, es preciso dar una breve resea
bibliogrfica de su persona, para llegar a comprender los alcances de su oratoria y los frutos
conseguidos.
Mohandas Karamchand Gandhi, naci el 2 de octubre de 1869 en Pobandar, capital del principado
independiente del mismo nombre y pequeo puerto de la casi isla de Kathiyavar, en la costa noreste de
la India. Era el cuarto hijo de Karamchand y Putlibai Gandhi, de la casta de los vaishya y sub csata de
los Modh Baniya. Segn la tradicin de los vaishya o vaiya deban dedicarse a la agricultura, la
artesana o al comercio y durante mucho tiempo los Gandhi, como lo atestigua su patronmico, que
significa comerciante de especias, haban mantenido la tradicin. Despus, por favor del prncipe o
mritos personalse, el abuelo y el padre de Mohandas fueron diwan (Primer ministro) de Porbandar.
Aunque el ttulo era pomposo, el cargo era relativamente modesto en tan pequeo estado. Pero
proporcionaba al menos, teniendo en cuenta los hbitos locales, vida desahogada y consideracin.
Gandhi, tuvo una infancia tranquila; la gran piedad de Putlibai influa vivamente en el entorno. Esta mujer
sencilla e inteligente, a la que se le peda consejo incluso para los asuntos del Estado, era ante todo una
ferviente vishnuita. Muy debota a sus principios, llevaba con ella a los nios, al templo, con el nombre
de Rama en los labios, cumpla con los ritos y los severos ayunos a los que ni siquiera por enfermedad
faltaba.
Por su parte su padre, Karamchand, era a pesar de sus errores, un hombre leal, generoso y de trato facil
a pesar de su temperamento irascible. Poco instruido como la mayor parte de los indios de aquella
generacin, posea una mericida reputacin por su estricta imparcialidad y su experiencia, que le
permita resolver con facilidad los problemas ms complejos. Al igual que su esposa era tambin
vishnuita y un vegetariano consumado.
Es as, que en Mohandas, empezaba a arraigar, la conviccin de que la moral es el fundamento de todo
y de que la verdad es la sustancia de toda moral
Contrajo matrimonio, conforme a la costumbre, a la edad de 14 aos. La cual fue para l una pesadilla, a
tal motivo, aos despus, combatira en contra a dicha costumbre.
En la escuela su situacin era tambin tensa. La enseanza, en ingles desde la promulgacin de la ley
Macaulay (1835), sembraba el desarrollo en el espritu de los jvenes. Se les inculcaba el dogma de la
superioridad absoluta de todo lo que proceda de Inglaterra, es lo impregnaba de admiracin por la gloria
de Inglaterra, por su alta civilizacin, sus conquistas cientficas, su organizacin poltica, su invencible
podero. En contrapartida, se trazaba el cuadro de todas las deficiencias pasadas y presentes de la
India. De forma que ignorando la grandeza de su pas, aquellos adolescentes estaban persuadidos que
no se convertiran en hombres ms que a condicin de romper con sus tradiciones, creencias,
costumbre, y copiando civilmente a sus maestros.
Mohandas al igual que sus compatriotas soaba con sacudir el yugo: Deseaba ser fuerte y audaz, y
quera lo mismo para sus compatriotas, a fin de poder vencer a Inglaterra y liberar a la India.
El pensaba muchas cosas, algunas de ellas absurdas propias de su adolescencia.
Cuando al acabar la High School de Rajkot, se inscribi en la Universidad de Bhavnagar descubri que
era extraordinariamente inculto, y al sentirse incapaz de seguir los cursos, acudi descorazonado junto a
su madre.
Pareca que no tena solucin, ya que su padre ya haba muerto; pero tuvo por fortuna un brahmn
erudito y amigo de la familia, quien sugiri que le enviasen a Londresa cursar los estudios de Derecho.
Gandhi, pensaba las maravillosas perspectivas, afirmando: ver a Inglaterra, la tierra de los filsofos y
los poetas, el corazn mismo de la civilizacin pensaba en ella todo, el tiempo. Habra partido ese
mismo instante si hubiera estado en sus manos la desicin. A pesar de todas las prohiviciones, Gandhi
convenci a su madre, y con desbordante sentimiento embarc el 4 de septiembre de 1888, dejando a
su hermano el cuidado de su mujer y a su hijo recin nacido.
Otras dificultades esperaban a Gandhi, en Londres. Aunque perdidamente admirado de la civilizacin
occidental, ignoraba todo sobre ella, hasta el uso de la cuchara y el tenedor.
La pronunciacin del ingls era un suplicio. Para el colmo, estaba l inmerso en vanidades, nada ms al
llegar, emprendi una tarea sobrehumana, desaba convertirse en un Gentleman. Al cabo de tres
meses, sin embargo, haba ya sentado cabeza. Y se hizo una promesa consigo mismo: no tacara el
vino, las mujeres, ni la carne.
Terminado su curso, en sus tres aos de estada en Londres; despus de pasar la prueba final en la
Universidad, la cual fue muy dificil, teniendo por logro el dominio de la lengua inglesa. Parti de regreso
a su tierra natal. Pero all se di cuenta de su situacin, una timidez enfermiza, unida a una ambicin sin
empleo, le paralizaba le paralizaba e incapacitaba para hablar en pblico e incluso para leer lo que
haba redactado. Adems qu es lo que haba adquirido en Londres? Unas vagas nociones de derecho
ingls, mientras que careca de cualquier nocin de Derecho indio o de la prctica procesal.
Abri, su buffete con la ayuda de su hermano Laxmidas, pensaba en un exitoso vakls (abogado) de
renombre. Pero no tuvo xito en su cometido, cerrando su oficina.
Pero la necesidad le era apremiante deba buscar alimento para su esposa e hijo. Un da el destino le
concedera una oportunidad, la firma Dada Abdulla y Ca, le ofreci la propuesta de viajar a Africa del
sur, ya que necesitaban un empleado que supiera ingls perfectamente.
Acept la propuesta, a sus 24 aos sin porvenir aparente.
En Africa del sur, se haba establecido una colonia India de cerca de 10.000 hombres, en virtud del
llamado de los residentes ingleses de Natal, como mano de obra barata, para el cultivo de caa de
azucar, t y legumbres. Una contrato de inmigracin, cuyas clusulas haban sido fijados por la India y la
colonia Natal, los ligaba por cinco aos y en condiciones miserables, prestar servicios con el mismo
patrn.
Aquel lugar estaba colmado de racismo, haciendo estragos por doquier; eran considerados como La
plaga negra, y otros como la basura asitica. Los cdigos los designaban como personas
pertenecientes a las pueblos salvajes, y las constituciones afirmaban que no seran admitida ningula
igualdad civil, frente a hombres de color.
Por todas partes se aplicaba una segregacin brutal: los indios, cualesquiera fuesen sus mritos o la
situacin adquirida, no eran ms que collies(criados, mozos de cuerda), un collie no es un hombre. No
podan andar por la noche, si no era con un salvoconducto.
A Gandhi, se le previno lo dicho, pero no lo crea, pensaba que tenia una profesin, y que era un
ciudadano britnico; pero nada ms al llegar aprendi que solo era un abogado collie. Se encontr
rechazado por todos, descubri que por ser indio, no tena ninguno de los derechos humanos. Con
semejante golpe, Gandhi, se puso firme, y estaba dispuesto a luchar contra el miedo. En Pretoria realiz
su trabajo, y al mismo tiempo se cultivo del derecho procesal de su pais. Cambiando sus perspectiva, no
soaba ms que en volver a la India. No vea ningn futuro en Africa del Sur, en donde vivir le resultaba
intolerable. Pero el hombre propone y Dios dispone, porque al leer un peridico local dias antes de su
regreso, ley la noticia, de la creacin de un proyecto para suprimir el derecho que tenan ciertos indios
de elegir representantes en la Asamblea legislativa de Natal. A tal motivo envi informacin de guardia a
los de su terrunio, pero ellos les pidieron que l se haga cargo, ya que ellos eran iletrados para esos
asuntos, y tan solo miraban, el peridico para saber las cotizaciones de la Bolsa..
Gandhi haciendo gala de una perspicacia, se situ inmediatamente sobre el slido terreno de los
derechos y deberes que conferan a los partidos la ciudadana britnica de los indios. Mediante una
peticin dirigida a Lord Ripon, secretario de Estado para las colonias, para la cual, como demostracin
de su ascendiente, recogi en pocos das, diez mil firmas, obtuvo la suspensin del proyecto.
Pero el gobierno de Natal por otros medios, buscaba sus fines. Los cuales tambin fueron truncados por
la intervencin de Gandhi, ya que l asegur y concretiz: Asambleas, conferencias, debates, cursos
nocturnos, creacin de Asociacin de Indios del Cabo y de Transvaal, Congreso Indio de Natal,
Asociacin cultural de indios originarios de la colonia, etc... Por otra parte, como preludio a sun intensa
produccin como periodista, Gandhi alertaba a la opinin pblica, desde el Africa del Sur hasta Inglaterra
y la India, mediante la Llamada a todos los ingleses y el derecho al voto de los indios, dos folletos
repletos de hechos, cifras y argumentos escrupulasamente expuestos.
En unos pocos meses bajo el peso de la responsabilidad, el futuro jefe de la India es revelaba como
maestro de sus excepcionales dones: jurista tan sutil en el manejo de las leyes como consciente de la
importancia de los hechos, orador de palabra clara, convincente(se acab la timidez balbuciente de
otros tiempos!), habil en el manejo de los hombres, trabajador infatigable, eficaz en el presente al tiempo
que preparaba el porvenir con un coraje que ninguna vejacin dismua. Desde un principio se atrajo el
respeto. Sus mismos adversarios, los diarios locales, le rindieron homenaje alabando su moderacin,
imparcialidad y entrega desinteresada.
Qu lejos estaban sus primeros das en Africa del Sur!. El pequeo empleado de Abdulla se convirti en
un poltico influyente y en un abogado extraordinariamente capaz, a que las firmas importantes
musulmanas le retribuyen ampliamente sus servicios. En Durban ya ganaba la considerble suma de
2.000 libras al ao; en Johannesburg sus ganacias alcanzaron al ms del triple. Siendo para el un
resultado no esperado, pero por supuesto bien recibido.
Es aqu cuando nace en su interior la idea de abocarse ntegramente a la vida espiritual, ya que l
segua percibiendo el racismo, la violencia, etc., por todas partes. Es as que, se cultiva de numerosos
escritores como Blavatsky, Upanishad, Brahmana, Bhagavad Gt, Tolstoi, Carlyle, las vida de Mahoma,
Scrates, el Coran, los Proverbios de Zaratustra. Consumandose ms trade en un tesofo eminente.
Deseando convertirse en un poltico esforzado en hacerse santo.
De aqu en adelante ser el artfice de la independencia de la India que se propuso conseguir
pacificamente de Gran Bretaa, gracias a su formula la no-violencia; sera arrestado y perseguido; ser
artfice del boicot a los productos importados de Gran Bretaa, huelga de hambre, etc. Enemigo de la
divisin de castas; tuvo muchos atentados contra su integridad fsica, hasta que fue asesinado por un
fantico, en Nueva Delhi, el 30 de enero de 1948.
C.- America, nuestro Continente.
Para hablar de los oradores de Amrica, empezaremos por North Amrica, pasando por centro amrica
y dando por broche de oro Sud Amrica, otorgando por exponente a un representante nuestro.
Al hablar de E.E.U.U., no existe duda de nombrar a su gran exponente de todos los tiempos, de la
historia norteamericana. Para mejor comprensin nos situaremos en los aos 1809, en el estado de
Kentucky ( en una poblacin cerca a Hodgenville), correspondiente al ao y lugar de nacimiento de este
clebre personaje.
Los primeros aos de su niez, estuvo inmerso en la vida del campo, ya que provena de una familia
que posea como fuente de ingreso: la labranza.
Este factor, fue fundamental en su preparacin tanto fsica, psiquica como moral. Se cultiv de muchos
dones, los cuales di florecimiento, gracias a su gran apego a la lectura de libros.
Alrededor de los doce aos de edad, expuso su primer discurso, en una pequea parcela, la cual atrajo
a los tranceuntes, a quienes cautiv con sus palabras colmadas de veracidad y nfasis. Causando gran
impacto en los escuchas, ya que en forma involuntaria dieron a relucir su aprecio y, comprensin al
discurso, proporcionando aplausos, que en esos momentos era todava exteriorizacin de sentimientos
sinceros de un auditorio que encontr el entendimientos de sus cotianas actividades, pero ms que esto,
fu el recibimiento a un nuevo estandarte de Norteamrica, que encontrar su realizacin aos ms
tardes.
Valga en esta oportunidad, hacer la aclaracin, de que el contenido del discurso expuesto por el
personaje en estudio, era una repeticin de un texto que haba leido en sus momentos de osceo, en
donde se comentaba la ubicacin fundamental del campesino en la sociedad; llegando a agradar en
demasa a dicho lector, quin no dudo en hacerlo pblico, representandolo con palabras entendibles
para su corta edad, con la cual no existi oyente alguno que no entendiera.
Con el transcurrir del tiempo, fue creciendo en estatura y conocimiento. Acabados sus aos de estudios
bsicos en su terrunio, se decidi ingresar en la profesin de la abogaca. Aquella profesin que le
otorgara grandes satisfacciones, llegando a comprender la situacin de los Estados, tanto negociales
como polticas.
Dolido por el maltrato, que reciban los esclavos negros, quienes eran considerados en una escala de
valores reducidsima, inclusive llegando a la absurdz de confundirlos con animales.
Tremendo fue el impacto recibido, ms an cuando se di cuenta que tambin los campesinos, fueron
reducidos a simples productores de la canasta familiar, sin ninguna intervencin en los asuntos del
Estado, ya que pocos eran los privilegiados en poder culminar sus estudios profesionales debido al
desinteres de culturacuin al campesino, y ms an que los textos de estudios en las escuelas rurales
no eran los apropiados en su totalidad. Por esto es que se propuso fiacentemente destruir con esas
vanas convicciones, que lo nico que causaban eran la desunin interna de cada Estrado.
Hasta aqu hemos comentado sobre las raices del clebre personaje de los Estados Unidos.
Es momento de dar su completa identidad, con motivo, que desde el momento de su egreso como
Abogado en 1837, empieza su nombre a quedar gravado en el recuerdo, como aqul quien marc una
poca en la historia universal, llegando a ser conocidos incluisve fuera de sus latitiues hasta hoy en da,
como en esta oportunidad, lo hacemos nosotros.
Es as, que Abraham Lincoln, posterior a su egreso profesional, comienza a dar cumplimiento a su
promesa realizada en su fuero interno. Comienza a defender las causas antiesclavistas.
Ganando, el reconocimiento por parte de los Estados Unidos, por su preparacin tanto jurdica como
formativa de su ser.
En el ao 1856, es adhiere al Partido Republicano. Constituyendo su eleccin la detonante de la guerra
de Secesin, culminado durante el ao 1863, con la abolicin total de la esclavitud.
Abraham Lincoln, fue conocido por todos los de su poca, como un individuo sincero, sencillo, correcto
y dotado de claridad en su expresin.
Todos se preguntaban cual era la formula magica, con la cual Lincoln converta o produca un pequeo
discurso en accin. Ciertamente, el posea el don de la persuasin, es decir obtener accin por parte de
su auditorio, as como lo consigui, en los aos de su juventud en aquel primer auditorio ameno
constitudos por labradores.
Aquella anecdota, era recordado por siempre por Lincoln. En algunos discursos l comentaba a su
auditorio sus propias experiencias, junto con otras ajenas, nombrando primero al sujeto que recordaba
en ese momento, para luego dar inicio al comentario del mismo. De esta manera l informaba,
convenca e impresionaba, todo ello como consecuencia a las reales verdades y sinceras palabras que
emergan de su interior, ya que l viva el momento de su discurso como si fuese un pobre, esclavo,
negro, campesino, o industrial, dependiendo las circunstancias en que se encontraba.
As nos lo demuestra, en su declaracin: Mi modo de comenzar un alegato y conseguir el triunfo,
consiste, deca Lincoln, primeramente, en hallar un punto de coincidencia.
Esto lo realizaba siempre, inclusive cuando hiva a abordar el candente problema de la esclavitud.
El Espejo, nombre del peridico neutral, realiz una crnica a una de las charlas de Lincoln: sus
oponentes no podan estar en desacuerdo con ninguna de sus palabras. Desde all comenz a
conducirlos, poco a poco, apartndose hasta dar la impresin de que habra logrado convertirlos a todos
en sus partidarios. De esta manera Lincoln, al comenzar su discurso, no mencionaba o trazaba los
desacuerdos de las partes, sino que buscaba la unidad entre ellas al fin que se deseaba alcanzar. Si sus
discursos fueran a atacar y destruir, no tendra sentido el consenso al que deseaba llegar.
Lincoln, ante los jurados, trataba de obtener desiciones favorables. En sus discursos polticos, trataba de
obtener votos. Su propsito por consiguiente se diriga a obtener accin.
Antes de proseguir, se debe tener encuenta que la existencia de Lincoln, como de cualquier otro, no fue
un compendio de xito por doquier.
Lincoln, tuvo que saborear el fracaso, para conocerse ms a s mismo, porque gracias a ella, comenz a
comprender sus cualidades y el enfoque a la que debera dirigirlas.
Como ejemplo, de caidas, recordemos uno de sus errores:
Dos aos antes de ser elegido presidente, Lincoln prepar una conferencia sobre invenciones. Su
propsito era entretener . A menos, ese haba sido su objetivo, pero no tuvo mucho xito en este
sentido. En realidad su carrera como conferenciante entretenedor popular fue un fracaso.
Pero en contrapartida, tuvo un xito extraordinario en sus otras disertaciones; algunos de ellos han
llegado a ser ejemplo clsico de exclusividad. Por qu? En gran parte, porque en dichos ejemplos
conoca perfectamente su objetivo, y saba cmo llevarlo a cabo.
Muchos oradores no logran coordinar sus propsitos con el de las personas que concurren a
escucharlos. Se equivocan y se afligen profundamente.
Al comprender esto Lincoln, se aboc ms a los asuntos de dominio propio, a los cuales tena pasin y
senta convencimiento por ellos ya que constituan el futuro de su Nacin.
Otras de las cualidades que posea, era su uso frecuente de terminos familiares y concisos que creaban
imgenes.
Como ejemplo recordemos a Hebert Spencer, en su famoso ensayo Filosofa del estilo, en donde nos
exhorta al uso de imgenes de la siguiente manera:
Deberamos siempre evita (dice Spencer) una frase como esta:
En la misma medida en que los usos y las costumbres y diversiones de un pueblo sean crueles y
brabaros sern severas las reglamentaciones de su cdigo penal
Y en su lugar, deberamos escribir:
En la misma medida en que los hombres gozan con la batalla, en las corridas de toros y los combates
de gladiadores, castigarn los crimines con la horca, la hoguera y el tormento.
Todas estas frases de mayor brillo, actualidad y comprensin son necesarias para que el auditorio no se
torne aburrido y se retire a razn del uso excesivo de tecnicismos, que no hacen sino otra cosa que
confundir y divagar en asuntos fuera de lugar muchas veces.
Lincoln, utilizaba continuamente terminologa visual.
Cuando se aburria de ver llegar extensos y complicados expedientes a su despacho de la casa blanca,
los rechazaba, no con una descolorda fraseologa, sino con una pintoresca expresin que es imposible
olvidar para un norteamericano lector: CUANDO envi a alguien a comprar caballo, no quiero que me
diga cuntas crines tiene su cola; solo me interesan sus caracterticas escenciales.
Mariano Baptista Caserta, fue ganando prestigio, tanto por sus altas funciones a las que representaba,
como ser diplomtico que realiz misiones en la Repblica de Argentina, Paraguay, como Ministro de
Relaciones Exteriores en el Gobierno de Arce, realiz consideradas representacin.
Su fama de gran orador contribua grandemente a consolidar su prestigio, en un pais donde las galas
verbales lo pueden todo en la poltica.
No tardo mucho tiempo en colocarle por parte de sus conversos y opositores el sobrenombre de el
mago, tanto por el poder seductor de sus palabras cuanto por su habilidad en el manejo de las artes
polticas.
A tal motivo no era facil medirse en las elecciones con Baptista.
La violencia desatada por Arce contra los parlamentarios del Partido Liberal, en las postrimeras se su
gobierno, permiti que el Congreso reunido en oruro, el 5 de agosto de 1892, eligiera a don Mariano
Baptista como presidente constitucional de la Repblica.
El 10 de agosto de 1892 se produjo la transmisin de mando, una vez que el Congreso verific los votos
presidenciales. Aniceto Arce entreg las insignias de la alta investidura a don Mariano Baptista,
mostrando as que por convenir sus intereses y a los del Partido Conservador impona al pas este
gobernante.
Vendra ha ser correspondientemente, uno de los cuatro gobiernos conservadores de la poca,
denominados esos aos la edad de la plata, por ser los presidentes potentados mineros, a excepcin
de Mariano Baptista, quien no guardaba relacin con ellos. Por tener campos de accin totalmente
distintos a los otros. Baptista era abogado, y tanto Gregorio Pacheco como Aniceto Arce, eran mineros y
don Severo Fernndez Alonso pese a no ser minero (abogado) sera impulsado por ellos.
Es momento de dejar el relato de Mariano Baptista, ya que desde el momento de su investidura
presidencial, mantiene su dotes de orador, pero ellos aparentemente no encajan en la prctica del
manejo de un Estado.
Hay quienes afirman: Todos los historiadores coinciden en sealar que el perido de gobierno de
Baptista no hizo ningn aporte positivo en beneficio del pas. Al orador de la palabra convincente le falt
sentido prctico para encarar los diversos problemas.
Pero, antes de dar una crtica debemos remotarnos a los tiempos de conmocin en que Bolivia viva en
la post-guerra del Pacfico, ya que en esos momentos el pas buscaba las riendas de la historia para
poder equilibrar tanto su economa como sus problemas limtrofes que se agravaban ms con el tiempo.
Mariano Baptista, tuvo que luchar contra las adversidades, si bien no realiz actos de cauntisa
reelevancia externa, exceptuando los acuerdos conseguidos que en algo benefici a Bolivia. No es de
desmerecer los pequeos cimientos a los que se centr en edificar, como ser el impulso en el campo de
la educacin, las artes y el conomiento, factores vitales de una Repblica y ms an si sabemos que
para alcanzar la armona deseada de un pas es absurdo pensar en conseguirlo en cuatro aos de
presidencia.
Y la historia as lo demuestra, porque la enfermedad de Bolivia an no estaba curada y las combulsiones
no tradaran en llegar, llegando a exteriorizarse lo que se tema, la funesta Guerra con Paraguay, hecho
que contribuy en la limpieza de los ojos oscurecidos de Bolivia. A pensar ms en su gente y buscar
medidas de formacin a todo nivel, que hoy en da no se ha concretizado enteramente, sin desmerecer
algunos pasos realizados que ayudan a la mejor visualizacin de hoy.
Evitando caer en la posicin de crtica, la cual es muy comoda para cualquiera.
A tal motivo recordaremos aquellas composiciones realizada en 1852, 1857, y 1872, por Mariano
Baptista Caserta, extractadas de la biblioteca pedaggica:
4. Clases de oratoria.
Introduccin.- En esta ocacin, hablaremos sobre las clases de oratoria, para dicho cometido,
tendremos como base y fundamento de investigacin la Enciclopedia Universal Europea Espada-Calpe,
Diccionarios Juridicos de Manuel Ossorio, Cabanellas, y otros, los cuales sern nombrados en su
momento.
Oratoria Poltica.
Por razn de la gran variedad de asuntos que comprende, es el genero que ms transformaciones
recibe segn las pocas, el auditorio y las circunstancias, y por lo mismo la que goza de una mayor
libertad de forma y la que menos puede sujetarse a reglas.
En ningn otro gnero ofrece el discurso oratorio caracteres tan distintivos, porque las oraciones del
plpito se acercan ya ms a las composiciones poticas, como ya hemos apreciado en anteriores casos,
como Roberspierre, Lincoln, y otros; mientras que la oratoria forense pertenece a las obras cientficas.
En los encarnizados combates de los partidos y en las graves cuestiones de cuya resolucin dependen
la dignidad o la vida de las naciones, es donde se manifiesta con ms evidencia el carcter apasionado
de la oratoria poltica, pues nunca es ms dificil, variables e inconstante el pblico que en las asambleas
polticas.
La oratoria poltica exige conocimientos vastos y profundos, y ms en los tiempos en que la ilustracin y
cultura se encuentran extendidas.
Adems de un perfecto estudio de las cuestiones de poltica general y conocimientos tcnicos en las
diversas y complicadas ramas de las ciencias administrativas, debe el orador poltico conocer a fondo la
historia, el modo de ser y sentir del pueblo a que se dirige la palabra.
La historia por tanto, cumple un factor determinante en la oratoria poltica, ya que el orador que frage
planes para el porvenir, debe fundar su experiencia en la segura escuela de lo pasado.
Preparacin Del Discurso.
En cuanto a su preparacin, el discurso poltico difiere en muchos casos de todo otro linaje de discursos.
No siempre es el mejor discurso poltico el que se prepara con mucho tiempo en la soledad del gabinete;
pues sucede con frecuencia que donde lucen con mayor brillo las cualidades del orador es en las
rectificaciones, o sea en los dicurso que apenas han sido objeto de preparacin, verdaderas
improvisaciones en que se contesta y refutan las afirmaciones del contrario.
Claro est, que nos referimos a la falta de preparacin de forma, pues para conseguir el triunfo oratorio
en una rectificacin es preciso un profundo conocimiento del asunto y haber pasado horas enteras
examinndolo desde todos los puntos de vista.
Elocucin.
Varia mucho segn el auditorio, pues tendr que revestir formas templadas si se dirige a una asamblea
de personas respetables, por ejemplo en el Senado; ms necesitar mayor vehemencia y fogosidad si
se trata de un tribuno que se dirige a masas populares.
Divisin de la oratoria politica .
La oratoria poltica puede dividirse a su vez en varios gneros:
a) Oratoria Parlamentaria.- es decir los discursos que se pronuncian en las Cmaras para formar y
discutir leyes, y censurar o defender la conducta de los gobernantes.
b) Oratoria Popular.- Discursos dirigido al pueblo para formar o dirigir su conciencia poltica, ilustrandose
acerca de sus derechos y encauzando sus voluntades para conseguir el completo reconocimiento de
stos; claro es quer hablamos en el supuesto de tratarse de un orador honrado.
c) Oratoria Periodstica.Esta oratoria, es agregada a esta especie, por parte de COLL y VEH.
Considerando la oratoria escrita, por adoptar muchos de los artculos de los peridicos formas
completamente oratrorias, sobre todo los artculos de fondo que solan y suelen caracterizar a parte de
la prensa espaola.
d) Oratoria Militar.- Discursos o arengas pronunciados por los generales o caudillos en momentos
crticos para exaltar el nimo de los soldados con palabras enrgicas, sin artificio alguno, y dejando que
el corazn hable en lugar de los labios.
Por tanto diremos, que tiene por objeto animar a las tropas enardecidas al combate o felicitarles por la
victoria, o tambin instruirlas en algun asunto, e inclusive en ocasiones contener sus mpetus y
reprenderlas.
Al respecto de pertenecer como especie de la Oratoria Poltica, existe muchas contradicciones, ya que
se distinguen de aquellas, tanto por su finalidad, como porque las masas militares, a diferencia de los
politico-populares, est organizadas y dirigidas por la disciplina, cuya base es la obediencia y el respeto
a los que mandan.
Cualidades del orador.
El orador militar debe reunir las cualidades especiales, adems de las precisas al orador en general.
Primero debe ser verdaderamente militar, es decir tener profunda y voluntaria inclinacin a la carrera de
las arma, y ser denodado, entendiendo por denuedo no la temeridad, sino el valor juicioso, la intrepidz
serena e ilustrada, para inspirar confianza al soldado.
Su principal estudio ser la historia de la antigedad y de su propio pas, profundizando en la del arte de
la guerra (si es que se puede llamar arte, lo concerniente a la guerra) y en la de los hechos militares:
porque los nombres de los lugares clebres y de los hroes y el recuerdo de sus hazaas le
proporcionarn imitaciones y comparaciones seductoras a las cuales puede hacerlas suyas, en su vida
objetiva; pero de debiendo abusarse de estos recursos y menos de las citas.
Finalmente, deber conocer al soldado para apreciar sus cualidades y sus necesidades y defectos, que
ha de tener muy en cuenta en sus discursos, y estar presto a dar ejemplo de paciencia en las fatigas,
de constancia en las privaciones y poder as imponer silencio a las quejas y ahogar a las amenazas.
-- Soldats, songez que, du haut de ces Pyramides, quarante sicles vous contemplent ! Soldados,
recordad! Que desde lo alto de esas pirmides cuarenta siglos contemplan vuestro valor! (Frase
pronunciada por Napolen Bonaparte el 19 de julio de 1798 ante su ejrcito vencidoi y desmoralizado,
momentos antes de empezar la batalla de Las Pirmides)
-- La sangre de Danton te ahoga !!.
(Palabras de Garnier de lAube a Robespierre, en la memorable sesin de la Convencin que derroc a
ste).
-- Soldados ese es el sol de Austerlitz !! (Napolen, en la batalla de Moskowa).
Oratoria Didctica o Acadmica.Este gnero, comprende los discursos encaminados a persuadir a los hombres de las verdades
cientficas, tiene su origen en la creciente necesidad de expansin y propagacin que la ciencia
moderna va experimentando, y abarca todos los asuntos puramente cientficos o de algn modo
relacionado con la ciencia, de donde se deduce cuan extenso y general es su objeto, puesto que en
nuestros das apenas queda aspecto de la realidad que no sea estudiada por la ciencia.
Navarro y Ledesma dice, que esto podra justificar el criterio de los que reputan como
forma didctica este gnero de oratoria; ms para comprender la razn de nuestro concepto, basta
fijarse en que el propsito del orador acadmico no es tanto ensear o exponer teoras cientficas como
convencer o persuadir de la verdad de sta al pblico, empleando para ello la forma de oratoria.
El orador didactico tiene que reunir cualidades especiales, pues no le basta un conocimiento completo
de la cuestin sobre la que va hablar, es preciso que posea, adems, lo que se llama talento expositivo,
o facultad de hacer llano, agradable y accesible a todas las inteligencias lo que de por s es abstracto y
dificil.
Los Discursos
Entre las varias especies de discursos didcticos debemos sealar los que se llaman con toda
propiedad discursos acadmicos, porque se leen o pronuncian en las Academias cientficas y literarias.
Los de Exposicin Cientfica, en los cuales el orador ilustra a sus oyentes respecto de un punto por el
investigado.
Los de Vulgarizacin, destinados a exponer teoras o descubrimientos modernos, poniendolo al alcance
del pblico profano.
Y los de Controversia o discursos de puntos opinables de olas nuevas investigaciones.
Oratoria Forense.Es la que tiene por objeto ilustrar la inteligencia y mover la voluntad de los jueces para decidir si un
hecho se ha realizado o no, si una persona es o no culpable, si ha de apliacarse tal o cual regla jurdica
o si sta ha de interpretarse en uno u otro sentido.
Esta finalidad especial de la oratoria forense requiere 3 reglas especiales, primero las Cualidades del
Orador, segundo la Materia del Discurso, y tercero el estilo.
Todos ellos llevan conocido grandes valorizaciones, las cuales son reflejadas en el foro.
Estos aspectos sern expuestos en los siguientes trabajos posteriores, dejando al siguiente (estudiante)
en orden al tema de exposicin la correlativa explicacin.
5. Guin Bibliogrfico
Dale Carnegie
El Camino fcil para la eficacia. - Ed. Sudamericana.- Buenos Aires, Argentina, 1992.
David p. Jordan
Robespierre, El primer Revolucionario.- Ed. Vergara.- Buenos Aires, Argentina, 1986.
Suzanne Lassier
Gandhi y la no-violencia.- Ed. Paulinas.- Madrid, Espaa, 1978.
Enrique Finot y Mariano Baptista
Nueva Historia de Bolivia, Historia Contempornea de Bolivia.- Ed. Gisbert.- La Paz, Bolivia, 1978.
Gumucio.
Segundo T. Maida R.
Bolivia, Forjadores de la Historia.- Ed. Amrica Ltda.- Santa Cruz, Bolivia, 1980.
Biblioteca
El Saber de un Pueblo.- Ed. Ministerio de Educacin y Cultura.Pedagogica
La Paz, Bolivia, 1990.
Enciclopedia Europea Universal Espada-Calpe