Voloshinov Subjetividad
Voloshinov Subjetividad
Voloshinov Subjetividad
lenguaje"
Publicado en Texturas 14. CEDeS Universidad Nacional del Litoral. Santa
Fe, 2014 ISSN: 1666-8367
Alejandro Raiter
Universidad de Buenos Aires
a.raiter@hotmail.com
Resumen
En este pequeo ensayo pretendemos resear muy brevemente la obra El
marxismo
la
filosofa
del
lenguaje,
de
Valentn
Voloshinov
para
el
debate
acadmico
de
la
lingstica
occidental.
Existiran
la
califica el
funciones
esencialmente
humanas y
de Saussure vacila
del
capitalismo.
Ms
tarde
F.
Engels
haba
desarrollado
el
propone
seguir
el
mtodo
propuesto,
asumiendo
las
contradicciones que el lenguaje tiene: las lenguas tienen una historia, estn
siempre dadas dentro de una comunidad, pero estn cambiando; la lengua
de una comunidad es nica, pero dentro de esa lengua se lucha por la
imposicin de valores, el significado no garantiza el sentido de lo enunciado,
el contexto, el momento histrico de la enunciacin junto con otros
elementos para verbales tambin contribuyen al sentido; la comprensin es
el principio de la produccin de otro enunciado como respuesta, los signos
lingsticos son utilizados en la comunicacin interindividual pero tambin
en el pensamiento individual, etctera.
Signos e ideologa
Para Saussure el signo lingstico es arbitrario; no slo es arbitraria la
relacin entre el significado y el significante las dos caras del signo sino
la relacin entre el signo y el entorno material y social. Los signos existen
en el sistema de la lengua, que se sostiene por s mismo.
Para Voloshinov no tendra no tiene sentido pensar en un signo
arbitrario; ni siquiera discute directamente este problema. En efecto,
ninguna creacin humana, ninguna de las expresiones de su cultura, de su
capacidad intelectual, de su vida en sociedades concretas puede serlo. Los
signos, como elementos concretos y materiales, responden a una necesidad
social y por esa necesidad son creados. Los signos tienen un referente
propiedades
o atributos
que
el hablante
dentro de
la
una cosa que est all debido a un proceso geolgico sino una cosa que
usan los humanos; con su conciencia, expresada en signos, la humanidad
se ha apropiado de la {piedra}, la humanidad modifica la naturaleza.
Como parte del mismo proceso quienes utilizan el signo /piedra/ lo
internalizan, con lo cual sufren un cambio en sus conciencias: ahora
disponen del signo /piedra-herramienta/ que antes no tenan. El objeto y los
sujetos la conciencia individual de los sujetos - han cambiado.
Dijimos que los signos son creados por una necesidad ideolgica pero
hemos ejemplificado con dos referentes ya presentes en la naturaleza.
Aunque hayamos mostrado que los objetos han cambiado por el hecho de
nombrarlos, tambin debemos dar cuenta de aquellos referentes que no son
preexistentes a los seres humanos, al lenguaje.
Las interacciones cotidianas
Voloshinov propone comenzar los estudios del lenguaje tomando las
interacciones cotidianas como foco de inters y unidad. Es aqu donde
veremos la tarea de creacin ideolgica, la potencia del lenguaje. Los signos
no se presentan nunca aislados; los signos se presentan dentro de
enunciados aunque, en ocasiones, un signo pueda constituir un enunciado
- que son la unidad de sentido de la interaccin lingstica. El sentido de un
enunciado es nico e irrepetible, como tal es una creacin nica ligada a las
condiciones concretas, sociales e histricas de produccin las que, junto con
otros aspectos no verbales forman parte del sentido del enunciado. Para
producir un enunciado un hablante cualquiera no necesita de ningn tipo de
aporte del exterior ya que los signos, palabras, formas gramaticales,
etctera ya estn en su conciencia; cuando se emite un enunciado no puede
emitirse otra cosa que lo que ya est de algn modo en la conciencia. Es as
que afirma que el lenguaje es el soporte material de la conciencia. Sin
embargo, el habla individual, el acto de enunciar, siempre tiene un
horizonte social definido, siempre est dirigido a un interlocutor real o
supuesto, pero concreto.
Cuando afirma Voloshinov que todos los signos son ideolgicos y que no hay
ideologa sin signos, afirma tambin que lo ideolgico constituye un todo,
que no podemos analizar un signo aislado (de ah la pobreza de nuestros
ejemplos anteriores) porque nunca se presentan de ese modo. Si nos
topamos con un signo como /bolsa/, no tendra sentido intentar establecer
si pertenece a tal o cual ideologa, pero s podemos afirmar que es
ideolgico, que pertenece a una superestructura ideolgica, determinada en
ltima instancia por las condiciones econmicas. Por eso hacer una historia
de la vida social de los signos ser hacer una historia de las ideologas. En
el caso de los signos podemos decir de dnde vienen, cul es su origen.
Como dijimos, los signos se crean por una necesidad ideolgica. En la
Argentina se acaba de promulgar la ley de matrimonio igualitario, tambin
llamada de matrimonio gay o matrimonio homosexual; son signos nuevos:
calificar al matrimonio como igualitario, gay u homosexual seran oxmoron
dentro de un horizonte ideolgico de nobleza feudal. En la actualidad es una
realidad. Una necesidad ideolgica es una necesidad de las personas dentro
de una formacin econmico social concreta.
Precisamente por su carcter ideolgico los signos no son unvocos. Ya
dijimos que un sentido determinado nico e irrepetible es propio de un
enunciado, no de un signo. Los signos tienen la posibilidad de la
multiacentuacin, tienen acentos valorativos. Los acentos valorativos no
estn en el sistema, estn en el uso. Los enunciados son producidos en
momentos histricos concretos e irrepetibles. En una afirmacin como tengo
hambre, el signo /hambre/ no tendr el mismo valor si el que afirma es una
empleada que est esperando la hora del almuerzo, una desocupada
despus de diez das de piquete, una modelo que hace un rgimen de
comidas para no engordar o una nia caprichosa que no quiere ir a dormir
cuando se lo indican.
Las diferencias de valoracin pueden llegar a otorgar sentidos opuestos a
enunciados que tienen los mismos significados.
Alrededor de los ndices valorativos se expresa la lucha de clases. Las clases
dominantes la organizada ideologa dominante intenta otorgar un
carcter monoacentuado e inconmovible a los signos e imponer un valor
nico al resto de la poblacin de una comunidad. Ejemplos de esta actividad
10
en
enunciados
para
ser
transmitidos,
sino
que
es
la
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sujetos
biolgicos
para
constituirlos
como
sujetos
sociales.
En
12
13
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impone las condiciones para el cambio; forma parte del momento histrico
de produccin del enunciado.
En el trabajo de Voloshinov lenguaje, palabra, signo, hablantes, conciencia,
ideologa y formacin econmico social forman un todo indivisible ya que
son los elementos principales del proceso de significacin y de creacin
cotidianas. Proceso que no termina nunca. Un signo ideolgico, dijimos, se
crea por una necesidad ideolgica pero [] es dentro de una ideologa
dominante
algo
reaccionario
trata
de
estabilizar
el
momento
miembros
de
su
comunidad.
De
esta
forma
se
forman
las
no
coinciden
necesariamente
con
la
divisin
en
clases,
instancia
la
determinacin
es
econmica.
Por
otro
lado
la
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como sabemos
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multiacentuadas. Es
cierto que esto nos plantea un problema, ya que Habermas sigue a Piaget
(1967) quien separa el razonamiento del lenguaje. Sin embargo creemos
que lo presentado de Voloshinov y las eferencias a Vygotski y Luria nos
eximen de dar la discusin aqu, discusin que ya dimos (ver Raiter, 2003):
aceptamos que se piensa con lenguaje. Rescatamos sin embargo el lugar
otorgado a la comunicacin para superar una necesidad.
Fue la necesidad la que hizo que el rey Luis XVI no fuera considerado divino
y fuera decapitado; se produjo un cambio ideolgico y ya el signo /rey/ ya
no remitiera a un orden natural celestial, sino a un opresor; la necesidad de
ejecuciones
masivas
la
invencin
utilizacin
de
la
guillotina.
de ganancias de
la
burguesa tambin nos lleva a inventar pastas dentales con sabor a frutilla o
con rayas antispticas pintadas.
En cuanto a la subjetividad individual, el proceso es parecido: pensamos
con lenguaje y pensamos en interacciones con otros miembros de la
comunidad. Los signos y la multivaloracin de los signos nos son dados,
pero el mismo lenguaje nos permite combinacin de otros valores y an la
creacin de signos. Creemos que Voloshinov es tremendamente optimista
acerca de las posibilidades de refraccin del ser al utilizar los signos en
nuevos e irrepetibles enunciados. En la interaccin dialgica, en una
sociedad
concreta
es
posible
necesario,
gracias
al
lenguaje,
la
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cambiado? Tal vez nunca se le ocurri pensar que todava faltaba (falta)
mucho para el socialismo.
Conclusiones
Es un hecho bastante comn plantear que para el marxismo las identidades
ya estn dadas y slo pueden cambiar si cambian las relaciones de
produccin. Tambin plantear que la conciencia individual es un hecho
subjetivo y no puede cientficamente: o se hace la revolucin o la clase
obrera est alienada por la ideologa dominante. Creemos que hemos
presentado
un
terico
marxista
que
opina
algo
diferente,
que
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