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Contexto de La Practica Pedagogica Social

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Contextos de la prctica pedaggica social

Alfredo Ghiso C.

Toda prctica pedagoga implcita o explcitamente se pregunta sobre la naturaleza,


identidad y contextos del proceso educativo. En toda prctica de pedagoga social se
expresa (consciente o inconscientemente) una concepcin de los sujetos, del conocimiento
y de las formas de socializarlo. En algunas prcticas de pedagoga social se reflexionan y
analizan las claves antropolgicas, teleolgicas, polticas y metodolgcas que caracterizan
el quehacer educativo.
En este texto vamos a hacer explcitas las caractersticas del contexto que condiciona y
determina la prctica educativa. Es importante sealar que no slo los hechos, los
fenmenos econmicos o los acontecimientos polticos constituyen el contexto de la accin
educativa, sino que tambin las percepciones, las miradas y discursos sobre la realidad
configuran ese contexto.
.
Figura 1.
REALIDAD SOCIAL
HECHOS

PERCEPCIONES

Por ello, es importante que tanto los hechos que son narrados y objetivados de mltiples
maneras - cualitativa y cuantitativamente- como las percepciones que los sujetos tienen de
ellos, pasen por un proceso de anlisis e interpretacin crtica, que sera lo mismo que decir
por un proceso de deconstruccin terica, ideolgica y experiencial; pues es desde aqu que
se imprimen los sesgos y se imponen intereses que es necesario develar y hacer expresos.
Esto exige considerar de forma abierta y crtica cada aspecto de la realidad, as como su
relacin con los dems aspectos que la integran; esto es observarla y describirla sin
pretender encuadrarla dentro de un esquema terico que supone relaciones a priori 1

Subrayado para resaltar este apunte que rompe con los procesos tradicionales propios de paradigmas
positivistas y estilos emprico/analticos de hacer ciencias sociales.

Figura 2.
REALIDAD SOCIAL
HECHOS

SE NARRAN, DESCRIBEN, RELATAN

PERCEPCIONES

SE RECONOCEN, DEVELAN, COMUNICAN

SE ANALIZAN, DECONSTRUYEN, INTERPRETAN, ARTICULAN, REFERENCIAN

Por su parte, Paulo Freire sealaba que la lectura del contexto preceda a la lectura y el
pronunciamiento del texto, en este caso del texto pedaggico, porque el quehacer educativo
est anclado en la historia y se genera en permanente relacin con las formas de entender y
de actuar en la construccin de lo que llamamos: sociedad; proceso en el que se articulan
y se ponen en juego intereses, intenciones y acciones marcadas histricamente por
tensiones, conflictos, luchas y por las diferentes formas de ejercer el poder o sea modos
de ejercer dominios y coordinaciones en las relaciones entre los humanos y de estos con la
naturalezaLas reconfiguraciones de lo humano hoy son mltiples, y parecera que se levantan sobre
los escombros de las viejas certezas. Por ejemplo, tenamos la sensacin de que las normas
sociales y las instituciones nos servan y ayudaban a conquistar nuestro lugar como
personas, pero no es as, la corrupcin, el trfico de influencias y otras patologas
institucionales demuestran lo contrario. Por otro lado, hoy reconocemos, casi sin problema,
que hacerse personas es tambin una cuestin que tiene que ver con condiciones, recursos,
capacidades, derechos y responsabilidades, pero no somos lo suficientemente conscientes
de que stos estn distribuidos en forma desigual. Actualmente, hasta los fenmenos
naturales ponen en evidencia que lo humano y las posibilidades de constituirse y ser
tratados como tales, vienen siendo reconfiguradas a la luz de nuevas formas de justificar la
desigualdad y exclusin.
Alberto Melucci seala: hoy nacen nuevas desigualdades que se basan precisamente en
el modo en que se distribuyen estas potencialidades. No se trata ya slo de disparidades

materiales, sino de las desigualdades en las posibilidades que tiene todo individuo de
realizarse como ser humano con plenos derechos.2
En nuestros das, lo humano y la sociedad, como nicho ecolgico configurado y a la vez
configurador, se hacen ilegibles para muchos hombres y mujeres, por el quiebre y la
alienacin de sus referentes culturales, ticos y religiosos, y debido a la enajenacin y
ruptura de los lazos constituyentes de pertenencia y solidaridad que algunos cientficos
sociales en resonancia con la ideologa vigente los han denominado: capital social-. Por
ello la experiencia de lo humano y el compromiso por construir condiciones de vida ms
humanas y humanizantes son entendidos por muchos, como asuntos de orden privado y
personal.
Muchos discursos neoliberales proclaman un nuevo estilo de ser humano en un mundo
transnacionalizado financieramente y globalizado tecnolgicamente; en ellos se enmascaran
las situaciones de exclusin, donde la vida, la sobrevivencia es negada para muchos
pueblos; a la vez que se encubren las condiciones de opresin, ocultando as, cmo la
trascendencia humana de amplios sectores de poblacin es sistemticamente clausurada. Lo
humano parece reducirse a vanos discursos, que no cuestionan, ni asumen las realidades
concretas en donde estos tendran que insertarse.
La negacin de la sobrevivencia y la clausura de la trascendencia slo pueden ser
mantenidas por mecanismos de represin, control social y de restricciones en el
conocimiento, la informacin y la participacin poltica; esto se sostiene silenciando lo
diferente y encubriendo la desigualdad social. Podemos constatar como en pases del
Norte y del Sur se desarrollan prcticas sistemticas de silenciamiento de los excluidos,
implementando mecanismos y dispositivos comunicacionales que convierten a los sujetos
y a las condiciones de injusticia en algo grotesco o ridculo 3, donde los victimarios se
convierten en victimas, y donde los que sufren aparecen ante la opinin pblica como
causantes de sus propias adversidades.
El sistema que niega la vida y la sobrevivencia y que clausura la trascendencia de amplios
sectores de la poblacin mundial necesita, ms que nunca, anclarse en la vida cotidiana
para poder cooptarla, controlarla y as neutralizar toda esperanza, creatividad, indignacin
y atisbo de resistencia. Es parasitando las dinmicas de socializacin primaria y sus
contenidos, donde se destruyen, desfiguran y reconstruyen individuos hombres, mujeresportadores de miedos a perder los bienes, a quedar sin trabajo y a que se vulneren o
pongan, en mayores riesgos, sus condiciones de vida. Seres sometidos a exclusiones y
convencidos de que nada puede ser y hacerse distinto, persuadidos de que las cosas son y
sern as o peor; seres que adoptan la actitud de no alterar el actual estado de cosas, el
modo de funcionar de las sociedades, bien porque creen que ste es el mejor mundo de los
posibles o bien porque consideran que es lo nico que les toco vivir.
2

MELUCCI ALBERTO : (2001) Vivencia y convivencia teora social para una era de la informacin.
Madrid; Trota p.43
3
Torres Jurjo Educacin en tiempos de neoliberalismo. Madrid Morata. 2001. p.164

Como dira Freire, en el sociedad actual se desproblematiza el futuro en una comprensin


mecanisista de la historia, de derechas o de izquierdas, que lleva necesariamente a la
muerte o a la negacin autoritaria del sueo, de la utopa, de la esperanza. En una
comprensin mecanicista y por tanto determinista de la historia, el futuro ya se conoce. La
lucha por el futuro ya conocido a priori prescinde de la esperanza. La desproblematizacin
del futuro, es una ruptura con la naturaleza humana que se construye social e
histricamente.4
Es as como en esta cotidianidad invadida y conquistada, se socializa en un pensamiento
nico y con un lenguaje que aparenta ser globalizado, estandardizado. Pensamiento y
lenguaje que llevan a naturalizar las exclusiones, a perder la capacidad de indignarse y a
admitir la injusticia social como el medio para generar riquezas. Pensamiento y lenguaje
sin tica, que construye discursos en torno a la competencia, la eficacia, los estndares de
calidad, la ganancia, la adaptabilidad, la privatizacin y el libre mercado.
Un pensamiento y un lenguaje que no busca desarrollar poderes en las personas.
Pensamiento y lenguaje que no son recursos para enfrentar el desencanto, la paralizacin,
la dominacin, la opresin. Pensamiento y lenguaje que sita a las personas en una
relacin de dependencia, de marginalidad, de indignidad y silencio. Pensamiento y
lenguaje que disocia, que lleva a sentir al otro como amenaza, como competidor y no como
posibilidad u oportunidad. Pensamiento y lenguaje que vuelve mercanca la vida, la salud,
la sexualidad, la honra, la lealtad, la amistad, la dignidad. Pensamiento y lenguaje que
cosifica la cultura, los ideales y las personas.
Como vemos, no se busca desarrollar poderes humanos en las personas, porque no se los
impulsa a la esperanza, no se los mueve a la autonoma, no se les repone la condicin y
necesidad de indignarse, no se los convoca al encuentro dialgico empoderador (en el buen
sentido de la palabra)
Actualmente, la historia no conjuga con las esperanzas; tampoco los sentidos concuerdan
con las acciones, las palabras desconocen y niegan los hechos. El cinismo parece haberse
instalado como recurso, sin el cual no es posible considerarse humano.
Todo ello configura un tipo de personalidad con una disposicin a la sumisin, a la
credulidad, a la insignificancia, al autoritarismo, al conformismo, a la desesperanza; lo que
lleva a concebir la realidad social, no como algo a transformar, sino como una realidad
dentro de la cual tenemos que actuar sin pretender nada; cosificando y paralizando, nuestras
ansias de ser humanos.
Ante esta realidad, algunos pedagogos sociales se preguntan: tenemos que aceptar este
estado de cosas? Qu hacer ante una poblacin desempleada, ante las nuevas pobrezas,
ante la destruccin de las solidaridades, identidades y pertenencias? Tendr la pedagoga
social y el quehacer del pedagogo social algo que ver con la recreacin de la democracia,
4

Freire, Paulo Pedagoga de la indignacin Madrid, Morata 2001, p. 67

la equidad social y la solidaridad? Cmo afectar desde nuestras practicas educativas el


tiempo de angustia y desespero del joven desempleado, del adulto mayor y de aquellos que
habitan la calle? Qu hacer frente a la desconfianza creciente, a la pasividad de las
gentes en nuestras ciudades y comunidades? Cmo promover la recuperacin y la
apropiacin cultural crtica? Es posible desde los procesos pedaggicos sociales aportar a
un modelo de desarrollo humano, dignificante, plural, innovador y solidario?

POSIBLES REAS DE RESPUESTA DE UNA PEDAGOGA SOCIAL QUE ASUME


LOS DESAFOS DEL CONTEXTO.
Cuadro 1. Contexto social condicionante del quehacer en Pedagoga Social.
Factores desencadenantes
Crisis de las instituciones polticas,
sociales y culturales.

Desigualdad y exclusin.

Alienacin y enajenacin cultural

Transnacionalizacin financiera
globalizacin tecnolgica.

Concentracin urbana

Desarrollo de las tecnologas de la


informacin y comunicacin

Consecuencias
Corrupcin, trfico de influencias,
deslegitimacin de la escuela, la
iglesia y la familia.
Disposicin a la sumisin, a la
credulidad, a la insignificancia, al
autoritarismo, al conformismo, a la
desesperanza
Acceso desigual a los bienes
socioculturales.
Condiciones, recursos, capacidades,
derechos y responsabilidades
distribuidos inequitativamente.

Desafos para una Pedagoga Social

Quiebre de referentes culturales,


ticos y religiosos.
Ruptura de los lazos constituyentes de
pertenencia y solidaridad
Afecta la vida cotidiana, la coopta,
controla. Neutralizacin de la
esperanza, creatividad, indignacin y
resistencia.
Prdida de las dinmicas de
socializacin primaria, de sus
contenidos,
Se
destruyen,
desfiguran
y
reconstruyen subjetividades.
Desempleo, aumento de tiempos
libres, transformacin de las ofertas de
trabajo.
Desencanto, paralizacin, dominacin,
opresin.
Afianzamiento
de
relaciones de dependencia,
de
marginalidad, de indignidad y
silencio.
Desarraigo, masificacin, soledad e
incomunicacin.
Pasividad,
dependencia,
sobreinformacin.
Se
vuelve
mercanca la vida, la salud, la honra,
la lealtad, la amistad, la dignidad. Se

Identidad
Comunicacin
Redes sociales

Protagonismo del sujeto.


Democracia
Veeduras ciudadanas

Derechos humanos
Dignidad de la persona

Vida cotidiana
Comunicacin
Redes sociales
Proyectos socioeconmicos

Participacin social
Comunicacin
Redes sociales

Creatividad y Participacin social


Comunicacin
Redes sociales

cosifican la cultura, los ideales y las


personas.

La crisis, transformaciones y cambios en las instituciones de acogida, la alteracin de los


valores familiares, la extensin y a la vez restricciones para ejercer los derechos como
personas, la multiplicacin de oportunidades culturales, as como la exclusin de amplios
grupos humanos de stas, crean al tiempo una serie de necesidades, potencialidades y
satisfactores que hacen de los seres humanos seres de respuesta, que enfrentan los
problemas recuperando sus historias, recreando sus energas individuales y colectivas, para
crear, resistir y buscar la redefinicin constante del si. Las personas, entendidas como
procesos, trabajan constantemente por construirse a si mismas preservando sus races
biolgicas y socioculturales.
En estos contextos, buscando contrarrestar la masificacin de los procesos sociales,
intentando revertir los sistemas contemporneos de exclusin, despersonalizacin,
manipulacin, consumismo, conformismo y apata se desarrollan las prcticas de
pedagoga social que buscar recrear autonomas, indignaciones, solidaridades y confianzas;
restableciendo la creatividad y la participacin de las personas en la construccin humana y
digna de social.
Medelln, Enero 2006

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