Los Árboles en El Corán y en La Biblia
Los Árboles en El Corán y en La Biblia
Los Árboles en El Corán y en La Biblia
Biblia
L.J. Musselman
Lytton John Musselman es profesor Mary Payne Hogan de Botnica y presidente del
Departamento de Ciencias Biolgicas, Old Dominion University, Norfolk, Virginia, Estados
Unidos.
Textos religiosos como los Hadiths islmicos, los Mishnah judaicos y los escritos
de los antiguos padres de la Iglesia cristiana contienen tambin mucha
informacin sobre tradiciones y leyendas relativas a plantas. Algunas
referencias a plantas en los primeros escritos cristianos han llegado incluso a
hacerse tan familiares que se las supone procedentes de los textos sagrados. Por
ejemplo, la tradicin judeocristiana sostiene generalmente que en el Jardn de
Edn Eva tent a Adn con una manzana del rbol prohibido. Sin embargo, en
el libro del Gnesis del Antiguo Testamento, el rbol relacionado con la
desobediencia de Adn y Eva no se identifica como un manzano.
Por qu una manzana?
La tradicin europea presenta a
Eva tentando a Adn con una
manzana (como en este cuadro
de Hugo van der Goes, c. 1467),
pero en el Antiguo Testamento
El rey Ajaz] ofreca sacrificios y quemaba incienso ... bajo todo rbol
frondoso.
II Crnicas, 28:4
Tamao, edad, belleza y utilidad son las caractersticas de los rboles que
suscitan la admiracin de los hombres. Muchos rboles son impresionantes por
su tamao, entre los mayores seres vivientes. Probablemente causan mayor
impresin en el Cercano Oriente, donde la distribucin de los rboles es a
menudo limitada. Con su altura muy superior a la de una persona, brotando del
terreno y proyectndose a lo alto, los rboles han sido reverenciados como un
vnculo entre el cielo y la tierra.
Los rboles son tambin los organismos ms viejos que puede contemplar la
mayora de la gente. rboles de aldea en plazas pblicas, por ejemplo junto a un
pozo, pasan de generacin en generacin y a menudo son protegidos. Con
frecuencia nudosos y retorcidos por la edad, tales rboles antiguos parecen sin
embargo renacer cada primavera. Siendo su ciclo vital ms largo que el de
una persona, pueden ser vistos como eternos.
Los rboles dan sombra, alimento y fibra, y tienen muchos otros usos. Tanto el
Corn como la Biblia abundan en referencias a los rboles como un don de la
divinidad. Junto con las caractersticas de tamao, longevidad y belleza, la
utilidad de los rboles contribuye a la tendencia a otorgarles atributos divinos.
IMAGINERA SIMBLICA
Ms all de la mencin de su utilidad, los rboles son importantes en ambos
libros sagrados como smbolo y metfora.
En ambos libros, el rbol bueno se equipara a una persona buena, y el rbol
malo a una persona mala. Por ejemplo, en el Corn:
No ves que Dios compara una buena palabra a un buen rbol? Su raz es
firme y sus ramas se elevan al cielo; da fruto en todas las estaciones por la
gracia de Dios. Dios habla en parbolas a los hombres para que ellos atiendan.
Pero una palabra mala es como un rbol malo, arrancado de la tierra y
despojado de todas sus races.
Sura 14:24-25
Y en la Biblia:
Es como un rbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el
fruto, y jams se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.
Salmos, 1:3
REFLEXIONES CULTURALES
El Corn y la Biblia tuvieron una significacin cultural para sus lectores
originales. Las plantas que eran familiares en las culturas en las que se
originaron esos libros influyeron sobre su imaginera arbrea. A lo largo de los
siglos, estos textos han influido sobre los pueblos que los han adoptado como
sagrados.
Un buen ejemplo de influencia cultural es la inclusin de la botnica popular
griega en el Nuevo Testamento, fuertemente influido por la cultura griega y
escrito en griego; algunas de las plantas citadas no eran comunes en las tierras
del Antiguo Testamento. Por ejemplo, en 1 Pedro, 5:4, un ganador en una
competicin deportiva es coronado con hojas de Laurus nobilis, la corona de
gloria que no se marchita. El Laurus nobilis es uno de los pocos ejemplos de
planta mencionada en el Nuevo Testamento pero no en el Antiguo Testamento.
Es frecuente utilizar nombres bblicos o cornicos fuera del Cercano Oriente
para plantas indgenas que nunca han crecido en las tierras originarias de esos
libros. La flora de la parte atlntica de Amrica del Norte, por ejemplo, cuenta
con muchos cedros que no tienen relacin con el cedro del Lbano (Cedrus
libani) de la Biblia. Tal vez por ser el cedro del Lbano un smbolo bblico tan
conocido, los primeros colonos cristianos de Amrica del Norte dieron este
nombre a muchos rboles diferentes (e incluso a muchas plantas herbceas),
fueran o no verdaderos cedros o incluso miembros de la misma familia botnica.
Por ejemplo, el extendido cedro rojo del nordeste de Amrica (Juniperus
virginiana), como el Cedrus libani, es un rbol de hoja perenne y tiene una
fragancia agradable y duradera, pero su pia es carnosa y redondeada, a
diferencia de la gran pia afilada del cedro del Lbano.
Anlogamente, en Sudn oriental el pueblo Beja da al gran cactus
arborescente Euphorbia abyssinica el nombre de zaqqm, por el rbol del
Infierno mencionado en el Corn. Es improbable que el concepto del zaqqm en
el Corn se base en esta planta suculenta, ya que el fruto del zaqqm se describe
como parecido a la cabeza de un demonio. Tal vez por su savia amarga se ha
equiparado la Euphorbia abyssinica al zaqqm.
L. MUSSELMAN
L. MUSSELMAN
las tumbas de santos o santas a las que los visitantes van a hacer rogativas.
Prometen hacer buenas obras si sus peticiones son escuchadas, y atan paos,
tiras de tela o trapos a los rboles como indicacin solemne de su promesa de
cumplir sus votos (Dafni, 2003).
Del bosque original de cedros del Lbano que antao cubra la ladera occidental
del monte del Lbano, queda menos del 3 por ciento. Casi todo este bosque est
protegido. Una de las reservas, llamada Los Cedros del Seor (Arz el-Rab),
un resto de pocos centenares de hectreas en el monte del Lbano, ha sido
considerada sagrada por los cristianos maronitas que han vivido durante un
milenio en la regin.
CONCLUSIN
Los rboles aparecen frecuentemente en la Biblia y destacan tanto que los
principales mensajes bblicos pueden resumirse en cuatro rboles. En el Corn,
los rboles se citan casi siempre como dones de un Creador benfico, con la
notable excepcin del rbol del Infierno, zaqqm. En ambas escrituras, los frutos
de los rboles son muy valorados.
El estudio de los rboles de las Sagradas Escrituras del islam, el judaismo y el
cristianismo, y la observacin de que los rboles se presentan como un recurso
recibido de Dios, plantea la cuestin de cmo aquellos que veneran las sagradas
escrituras tratan a los rboles. Sayeed Hossein Nasr (1996), en un profundo
volumen sobre la relacin entre la religin y la crisis ecolgica, sostiene que lo
que se necesita en un mundo moderno en el que los humanos se desvan cada
vez ms de la naturaleza es la recuperacin de la verdad de la que dan
testimonio todas las religiones perdurables importantes, a saber, que la
naturaleza es sagrada.
Escultura de Cristo crucificado por el artista
Rudy Rahme, situada en el bosque de cedros
por encima de la ciudad cristiana maronita de
Bsherri en el Monte del Lbano, Lbano
L. MUSSELMAN
Bibliografa
Baumann, H. 1993. The Greek plant world in myth, art and
literature. Traducido y aumentado por W. T. Stearn y E. R. Stearn. Timber
Press, Portland, Oregon, Estados Unidos.
Bikai, P. M. 1991. The cedar of Lebanon: archaeological and
dendrochronological perspectives. Berkeley, California, University of
California. Tesis de doctorado.
Dafni, A. 2003. Why are rags tied to the sacred trees of the holy
land? Economic Botany, 56(4): 315-327.
Dawood, N.J., trad. 1997. The Koran with parallel Arabic text. Londres,
Reino Unido, Penguin.
Hodder and Stoughton Publishers. 1986. The Bible new international
version. Londres, Reino Unido.
Nasr, S.H. 1996. Religion and the order of nature. Nueva York, Estados
Unidos, Oxford University Press.