El Diseño. Del Sentido A La Acción. Capítulo 1.4.
El Diseño. Del Sentido A La Acción. Capítulo 1.4.
El Diseño. Del Sentido A La Acción. Capítulo 1.4.
de
Ausencia de conocimiento
El primer tipo de ausencia de conocimiento se da en el razonamiento inductivo, es
decir, en aquel que se procede como si se conociesen todos los objetos que poseen
ciertas caractersticas. Dicho de otro modo, en aquel que se procede como si, de
una experiencia -siempre relativa- se estuviera autorizado a pasar a una
experiencia universal. En el segundo caso, estamos ante lo que Peirce va a llamar
hiptesis o abduccin, dndose como una inferencia en la que se procede como si
se conocieran todas las caractersticas necesarias a la determinacin de una cierta
clase de objetos.
Peirce, propone como ejemplo, para explicar estos dos casos -incompletos- de la
inferencia, el siguiente proceso argumental: contamos el nmero de apariciones de
diversas letras en un libro A, en ingls. Encontramos en l, los nmeros relativos de
e; t; a; s. Luego, hacemos lo mismo con otros libros en la misma lengua, B, C, D, E, F,
G; con el mismo resultado. Dadas las cosas de ste modo, inferimos (con una cierta
probabilidad) que en todo escrito ingls de cierta longitud, las letras e; t; a; s,
aparecen con aquella frecuencia relativa. En qu basamos la validez de este
argumento? Como dijimos arriba, en una ausencia de conocimiento. En una
ausencia de conocimiento de la frecuencia relativa de aparicin de estas mismas
letras, en otros textos en ingls, que no pertenezcan al conjunto formado por B, C, D,
E, F
O abducciones.
6 Platn por ejemplo, encuentra agradable a la razn que las distancias unas de otras de las
esferas celestes sean proporcionales a las diferentes longitudes de las cuerdas que producen
acuerdos armoniosos. [] est claro que otro puede encontrar como ms agradable a su razn la
teora de Kepler de que las esferas celestes son proporcionales a las esferas inscritas y
circunscritas de los diferentes slidos regulares. (1877 [1988, V.5.25., p.190]).
8 Cfr. Foucault, 1970, [pp.15 y ss.], en relacin a la separacin histricamente constituida entre
verdad y falsedad; y tambin [pp.38-39], tanto en relacin a la exclusin del juego y del comercio de
los sofistas cmo a la tica del conocimiento que no promete la verdad ms que al deseo de la
verdad misma.
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que hallamos cierta circunstancia muy curiosa; que podra explicarse a partir del
supuesto de que fuese un Caso de una determinada Regla general (ya codificada),
quedando as, indicado que el rendimiento especfico de la abduccin consiste
propiamente en la bsqueda y en el descubrimiento de una hiptesis apropiada que
nos permita inferir el Caso a partir del Resultado y de la Regla.
Entonces, la abduccin es un proceso inferencial (llamado tambin hiptesis o
retroduccin) que se diferencia u opone a la deduccin (formal, apriorstica, pura y
dura) en cuanto la deduccin parte de una Regla, considera un Caso de esa Regla e
infiere automticamente un resultado necesario. Otro buen ejemplo de deduccin
para reconocer en su estructura una abduccin es:
(1) Cuando un objeto (A) es concebido para ser manipulado, entonces su
envolvente (B) tiene un tamao de unos pocos decmetros cbicos.
(2) Sucede que el objeto (A) es concebido para ser manipulado.
(3) Entonces (B) tiene -efectivamente- un volumen de unos pocos
decmetros cbicos.
Supongamos ahora que no sepamos nada sobre las obligaciones del asunto y
veamos que la envolvente (B) no sobrepasa unos pocos decmetros cbicos. Me
sorprende ese curioso Resultado (3). Segn experiencias previas procedentes de
campos diferentes (por ejemplo, hemos visto manipular ladrillos, portafolios,
cacerolas, etc. y hemos visto que objetos mayores no pueden ser manipulados)
intentamos formular una Regla an desconocida (1). Si la Regla (1) valiera y si (3)
fuera el Resultado de un Caso (2), entonces (3) ya no sera sorprendente.
Obviamente nuestra flamante hiptesis (interpretativa de un Resultado particular)
deber ser sometida a prueba para poder transformarse en una ley, pero hay (en la
semiosis no cientfica) numerosos casos en los que no se buscan leyes universales
(explicaciones), sino una interpretacin capaz de desambiguar un acontecimiento
semitico concreto. Observamos que un sector de la envolvente de un objeto ha
sido objeto de un tratamiento rugoso y no sabemos a qu bien o a qu se refiere.
Forjamos la hiptesis de esa rugosidad visualiza que dicha superficie ha sido
pensada para ser empuada. Algunos elementos del contexto propician esta
abduccin, por ejemplo las dimensiones y secciones adecuadas a la palma de la
mano semi-cerrada. Resumiendo: la abduccin es un procedimiento tpico
mediante el cual, en la semiosis, somos capaces de tomar opciones arriesgadas
cuando se estn siguiendo instrucciones (o reglas) ambiguas o inexistentes.
Peirce observa -y nosotros lo consideraremos adelante (cfr. infra.)- que la
abduccin funciona como un argumento tal vez dbil, pues conduce nuestro juicio
tan levemente hacia su conclusin, que no cabe decir que creamos que sta
ltima es verdadera, slo sospechamos que puede serlo. (1970, 2.1., [p.70]). En
ocasiones, en aquellas oportunidades o momentos creativos de la investigacin
cientfica (y del diseo si es que efectivamente participa de la ciencia de lo artificial)
en los que se producen modificaciones o cambios en los modos regulados de
entender el mundo, la abduccin va ms all de la mera obtencin del Caso a partir
de un Resultado y con la ayuda de una Regla vlida. Pareciera que en las instancias
ms creativas o revolucionarias la abduccin permite obtener el Caso con la ayuda
de una Regla que se imagina o figura como vlida a partir de un Resultado. Y si
esto ocurre, se da en funcin de que Peirce comprende (o confunde) bajo el trmino
abduccin, dos procedimientos distintos.
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automtica. Estara, como afirma Eco, ya codificada (1990, 4.). Estos casos; en los
que ya se cuenta con una Regla establecida que orienta y regula la bsqueda de un
Caso como causa de un Resultado, son muy similares con -y por que no podemos
decir que subsumen a- aquellos otros casos en los que el Resultado que se trata
de interpretar no es ya la realidad, sino la realidad de un signo o un texto. Para
estos casos, el signo-Resultado debe ser interpretado como un sentido-Caso de una
Regla semntica propia de un cdigo establecido en los lmites de algn lenguaje o
sistema semitico. Veamos:
Es importante dejar sentado que incluso la interpretacin a travs de cdigos
presupone un esfuerzo abductivo, aunque sea mnimo. Supongamos que yo sepa
que en castellano, /hombre/ significa macho humano adulto (un caso perfecto de
codificacin lingstica), y supongamos que yo crea or la expresin /hombre/; para
comprender el significado de la palabra tengo que admitir, en primer lugar, que se
trata de una ocurrencia (Token) de una palabra castellana (Type). (Eco, 1990,
4.2.I.3.(a)., [p.263]).
Tenemos que admitir que se trata del Caso de una ocurrencia (Token) de una palabra
(Type) ya prevista por la Regla de la lengua castellana. En este caso, el sentido del
trmino es -en alguna medida- un Caso reglado por la lengua castellana (su Regla
establecida). Supongamos que el facultativo crea observar un sarpullido en la piel
del paciente (Resultado). Para comprender el significado de dicho sntoma tiene
que admitir, antes que nada, que se trata de un Caso reglado por la semiologa
mdica ya establecida, su Regla (la que dir, adems, por ser semntica, de que
enfermedad se trata). Supongamos que un apicultor crea distinguir un
determinado color en el lomo de una abeja reina (Resultado). Para comprender el
significado de dicho color tiene que abducir, antes que ninguna otra cosa, que se
trata de un Caso reglado por el sistema institucionalizado barva, que permite
establecer el ao de nacimiento del bicho, regulado por su Regla (la que dir,
adems, por ser semntica, cuantos aos tiene). Pero no siempre sucede que la
Regla est a nuestro alcance o siquiera, bien establecida; y es ms, nunca la Regla
est dispuesta automticamente de modo que simplemente nos reste identificar el
Resultado como uno de sus Casos. Volvamos a considerar el ejemplo recurrido por
Eco:
Parece que habitualmente realizamos esta labor interpretativa de manera
automtica, pero es suficiente vivir un ambiente internacional donde todos hablan
lenguas distintas para darnos cuenta que la eleccin [de la Regla en la cual
reconocer inscrito el Caso que produce el Resultado que interrogamos] no es
completamente automtica. El reconocimiento de un cierto fenmeno como la
ocurrencia de un tipo determinado presupone algunas hiptesis acerca del contexto
expresivo y del co-texto discursivo [a fin de apuntalar la seleccin de una Regla
determinada entre todas las posibles] (Eco, ibd.).
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necesita de los hechos para sostener la teora. La abduccin persigue una teora. La
induccin anda buscando los hechos. En la abduccin la consideracin de los
hechos sugiere la hiptesis. En la induccin el estudio de la hiptesis sugiere los
experimentos que sacarn a la luz los verdaderos hechos a los que la hiptesis ha
apuntado. (C.P.7.218.)
11 Y parece ser que este tipo de abduccin es el que ms interesa desde el punto de vista del diseo y
del progreso hacia una optimizacin ideal del medio ambiente. Este tipo de abduccin creativa- se
relaciona ms con una actitud heurstica, mientras que la abduccin hipercodificada (de la
subsuncin de un Resultado como un Caso de una Regla) pareciera ser ms bien hermenutica.
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propiedades deseadas constituyen buena parte del objetivo central del diseo como
actividad e inteligencia. Al diseador le interesa cmo deberan ser las cosas.
Adems, cmo deberan ser para funcionar y alcanzar determinados objetivos.
Cmo entender los mundos naturales y artificiales? Cuatro marcas nos ayudan
segn Simon (1969, I., [p.6]) a distinguir lo artificial de lo natural, ayudando a
establecer una cierta demarcacin entre las ciencias de lo natural y de lo artificial:
(i) Los objetos artificiales son sintetizados (no siempre con plena premeditacin)
por seres inteligentes. (ii) Los objetos artificiales pueden imitar las apariencias de
los objetos naturales sin reproducir o poseer, en uno o varios aspectos, la realidad
de stos. (iii) Los objetos artificiales pueden caracterizarse en trminos de
funciones, objetivos y adaptacin al entorno y a sus fines. (iiii) Los objetos
artificiales frecuentemente se discuten, sobre todo mientras se disean, tanto en
trminos imperativos como descriptivos.
Aclarmonos algo sobre el aspecto funcional y sobre la finalidad de los objetos
artificiales. El cumplimiento de su propsito o la adaptacin a su fin implica una
relacin entre tres trminos: 1. el objetivo o propsito, 2. el carcter o las
propiedades del artefacto, y 3. el entorno (o medio ambiente) en que ste se
desempea. Cuando hablamos de una cuchara, podemos hacerlo en trminos de
una finalidad respecto de su entorno humano: sirve para comer el postre de la
cena. Tambin podemos hacerlo en relacin a su contexto no humano: Se la
recorta de una lmina de metal. Luego, el extremo recipiente es pasado entre dos
aprisionadoras para producir una seccin ms delgada y a la vez cncava. La
seccin del mango tambin es aprisionada para producir el ancho requerido.
Finalmente es pulida. Pero si fijamos nuestra atencin en la propia artefactualidad
de la cuchara, podemos describirla en trminos de la interpretacin geomtrica de
sus curvaturas tridimensionales. Las ciencias naturales inciden en un artefacto
diseado a travs de dos de los tres aspectos de la relacin que lo caracteriza: 2. la
estructura interna del propio artefacto y 3. el ambiente en el que opera. Por lo
tanto, podemos tomar en consideracin al artefacto de forma simtrica: puede ser
concebido como punto de encuentro suele hablarse de una interfaz, entre un
entorno interno (o texto), esto es, la materia y la configuracin del artefacto en s
mismo, y un entorno externo (o contexto), vale decir, el entorno en el que opera o
funciona.
El mundo artificial est centrado exactamente en esta relacin entre los entornos
internos y externos; se encarga de lograr objetivos adaptando el primero al
segundo. El estudio apropiado de aquello que es perteneciente a lo artificial es el
camino por el cual esa adaptacin de medios a entornos es llevada a cabo - y central
a esto es el proceso de diseo en s mismo. Si el ambiente interno se ajusta al
ambiente externo y viceversa, el artefacto cumplir el propsito deseado. As, si la
cuchara es demasiado plana servir para manipular helado o arroz compacto pero
no sopa. Este modo simtrico de contemplar los artilugios en general, es tambin
aplicable a cosas que no estn hechas por el hombre pero que han sido adaptadas
por ste a cierta situacin, por ejemplo la piedra que sirve para cascar nueces sin
aplastarla y molerla por su excesiva inercia. Tambin es aplicable a los sistemas
vivos que han evolucionado a travs de las fuerzas de la evolucin biolgica. Una
teora de las ruedas para un rover lunar14 toma de las ciencias naturales una
explicacin de su ambiente interno (de su construccin no neumtica, sino de
llanta de aluminio y una malla de zinc), de su ambiente externo (La enorme
variabilidad de temperatura luz-sombra y la radiacin solar directa [sin filtro
atmosfrico]) y de la relacin entre su ambiente interno y externo (los chevrons
[jinetas] de titanio que tachonaban la rueda por fuera de la malla favorecan la
traccin). Por otra parte, una generalizacin de este argumento de separacin entre
ambiente interno y externo aqu referido implica que deberamos buscar tal
separabilidad, en algn grado, en todos los sistemas complejos de gran escala, ya
sean naturales o artificiales. Entindase, vale para todo diseo.
El Lunar Roving Vehicle que construyeron las empresas Boeing y General Motors para las
misiones Apollo 15/17, de la NASA, a comienzos de los aos setenta.
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18
I. [p.14])
El objetivo bsico del de ingeniera de obras civiles es, en principio, resolver
satisfactoriamente todas las fuerzas de un edificio y sus apoyos en un estado de
equilibrio. Sin embargo, buena parte de los desafos de la ingeniera de estructuras
han sido resueltos en asociacin con otras disciplinas tambin ingenieriles y
prximas a la hidrologa o bien, a la aeronutica. El programa de ordenador digital
utilizado para analizar el comportamiento de la estructura del Guggenheim de
Bilbo ya haba sido probado para disear el avin de caza Mirage 2000 o el
transporte aerocomercial Boeing 777. Estos programas de diseo liberan al
ingeniero humano del arduo trabajo que supone realizar clculos e ir probando los
rendimientos de las estructuras, y hacen posible imaginar edificios que, antes de
que existiesen los ordenadores digitales y los programas de diseo, hubiese sido
imposible siquiera imaginar, o imaginar con sensatez. An as, el grueso del curso
del anlisis de la ingeniera de estructuras se realiza sobre edificios aburridos,
convencionales, repetitivos y poco imaginativos; porque la ingeniera es por
costumbre- cuidadosa y poco atrevida, pues su principal tarea consiste en que nada
vaya mal y no en producir nuevos conocimientos acerca del comportamiento del
mundo. Slo parte de la historia de la ingeniera, la ms interesante desde el punto
de vista cientfico puro, ha estado orientada a comprometerse con grandes riesgos
respecto a la estructura y la construccin. Adems estos riesgos no siempre se han
resuelto con xito. Una parte significativa de la historia de la ingeniera se
caracteriza por el hundimiento y el derrumbe de cpulas, catedrales, puentes,
presas, etc. Cada uno de estos fracasos compensa con el hecho de que se aprende
mucho ms de ellos que de las estructuras que se mantienen estables (que
consiguen cierto xito como interfaz entre sus entornos interno y externo). Si bien
la ingeniera requiere la realizacin de numerosos y grandes clculos en un marco
de respeto mximo por la seguridad, en ltimo extremo, se trata de una actividad
experimental cuyos fracasos siguen aumentando el conocimiento sobre los lmites
de ese arte y sobre la resistencia del mundo (Peirce). Por supuesto que, este aporte
(colectivo) al conocimiento no es, precisamente lo que privada e interesadamente
se valora en cada proyecto de diseo. Por el contrario, stos adquieren valor para
los sujetos interesados cada vez que tienen xito y no cuando fracasan. De la
relacin especfica- entre lo pblico y lo privado, en su sentido filosfico y terico
crtico, nos ocuparemos en 2.2. y finalmente en 4.1. En estas secciones aclararemos
la diferencia entre lo que es un fin o un inters pblico (del gnero humano en un
sentido irrestricto) y lo que son intereses o fines privados. Pus bien, el progreso en
el conocimiento que se obtiene en el aprendizaje asociado a cada fracaso o falsacin
emprica de la Regla abducida en el proceso de diseo de la interfaz de diseo
pertenece al primero de los intereses, el que responde a la humanidad entera;
motivo por el cual, cuando el Millenium Bridge de London, una muy innovadora
estructura colgante cuasi horizontal, diseada por Lord Norman Foster
(arquitecto), Sir Anthony Caro (escultor) y Cristopher Mark Wise (ingeniero de la
compaa fundada por Sir Ove Nyquist Arup), comenz a oscilar de manera
alarmante durante la misma inauguracin, el arquitecto, que haba estado al frente
de la campaa de promocin, desapareci de la escena y se inform como quin
no quiere la cosa- que el problema derivaba de una cuestin de ingeniera. Por
fortuna, Cristopher Wise, el autntico creador de la obra, por ser un ingeniero
dependiente no del todo reconocido como autor del proyecto, no fue
responsabilizado del fallo. Durante un tiempo, a travs de la pgina web y de una
serie de comunicados, la firma Ove Arup & Partners16 intent sugerir que Marc
16 Una empresa que hoy es propiedad de sus empleados y su gestin es ajena a la intromisin de los
accionistas o a la influencia de los intereses de agentes externos, manteniendo en lo posible, un
espritu libre para tomar las decisiones ms convenientes para cada proyecto. La empresa fue
fundada en la postguerra por Sir Ove Nyquist Arup. El mismo Sir Ove dise una empresa donde
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Maurice Mimram, ingeniero creador del nuevo puente de Solfrino (Paris, 1999)
que tambin haba oscilado, debera haber informado al mundo de la ingeniera
sobre las causas de su movimiento y sobre las soluciones implementadas.
Reclamaban que quienes lo saban, no hicieron pblicos los sucesos o bien, los
mtodos considerados para informar y compartir los datos acerca del fallo con los
dems fueron insuficientes y no emplearon las vas normales para comunicar los
fracasos a la comunidad de la profesin. En ninguna de las crnicas sobre el da de
la inauguracin del puente Solfrino se sugiri que las vibraciones podran ser
parte de un problema genrico que podra afectar a otros puentes. Los voceros de
Ove Arup & Partners reclamaron que los artculos cientficos que se escribieron
sobre el puente fueron incoherentes e inexactos acerca de la razn del movimiento
y el cierre temporario del puente para reparaciones y ajustes. Los diseadores del
Solfrino [deca, ms o menos la reclamacin] no publicaron un informe tcnico
claro en el que se describiese el problema. Luego, las reglas de la arquitectura de
puentes han quedado definitivamente modificadas a partir de los fallos de estas
esplndidas pasarelas peatonales en los centros de London y Paris.
20
Llevando este ejemplo al diseo, podramos pensar que ste, a la larga actuar en
su conjunto- como una tcnica poderosa capaz de derivar, a partir de nuestro
conocimiento siempre imperfecto e incompleto- de los mecanismos que
gobiernan el mundo natural y social, una teora sobre el medio ambiente ideal. La
idea es que ya conocemos algunos de los presupuestos bsicos correctos, pero
necesitamos que la experiencia heurstica del diseo obtenga por abduccin las
implicaciones hipotticas resultantes de una interfaz que interacta con un gran
nmero de variables, para luego corroborarlas o falsarlas a travs de la induccin.
La segunda y principal de las vas en las que el diseo o la simulacin pueden
ensearnos cosas sobre el mundo que desconocemos es la de proporcionar ayuda
cuando de entrada, sabemos muy poco o casi nada acerca de las leyes naturales que
gobiernan el comportamiento del entorno interno. Esto es as porque explicar o
predecir fenmenos en sus detalles ms mnimos es algo que ninguna o rara vez
nos interesa en un sentido prctico. Habitualmente, son slo unas pocas
propiedades, extradas o separadas de la compleja realidad de aquellos fenmenos,
las que nos interesan. Cuanto ms dispuestos estemos a hacer abstraccin respecto
de los detalles de un conjunto de fenmenos, tanto ms fcil resultar simular o
21
As se lo haban solicitado.
22
Fallecido en 1994.
Vase sobre esta hiptesis de diseo tipogrfico infra. 2.2.1., donde se menciona en el cuerpo del
texto y en dos extensas notas la obra del diseador Gerard Unger.
20
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Segn lo dicho, Peirce entiende que nos vemos forzados a concebir una realidad
como correlato del proceso de investigacin, de sus resultados a largo plazo y que
esto, nos aproximara a la seguridad de una cierta validez efectiva de la
argumentacin sinttica. Pero en favor de su validez, Peirce no expone sino la
conviccin fundamental de que ha existido un proceso acumulativo de aprendizaje
que de continuarse con el mtodo adecuado, durante suficiente tiempo, conducira
a un conocimiento de la realidad.
El ensayo durante estos tres siglos de este mtodo emprico en la ciencia natural aunque abominado duramente por la mayora de los hombres- nos estimula a
confiar en que estamos acercndonos ms y ms hacia una opinin que no est
destinada a ser destruida, an cuando no podemos esperar nunca alcanzar por
completo este objetivo ideal. (1877 [1988, V.5.27., n.22., p.l96]).
25
26
23 Lo que en Peirce, segn su propia declaracin, cumple la doble funcin de mostrar que habla de
significado en el mero aspecto de intencin intelectual; y de evitar que se le entienda como
queriendo explicar un concepto por medio de algn percepto, imagen, u otra cosa que no sea un
concepto (cfr. 1877 [1988, V.I.2., n.6., p.212]).
24
27
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significado como hecho particular. Este algo sera una suerte plus de significacin
que apunta a una regularizacin general ocupando, por tanto, un papel
fundamental en la respuesta dada por el pragmatismo de frente al problema de la
argumentacin sinttica. Con cada experimento particular se consigue un cierto
grado de seguridad respecto de una relacin generalizada, la cual, tiende a ser
confirmada en las repeticiones futuras del mismo experimento. Este es el motivo
por el cual reconocemos que un experimento no es meramente algo que se refiere a
un hecho ya sucedido en el pasado (muerto, y sin consecuencias futuras). Sino que
se refiere -ms bien- a hechos que sucedern (nuevamente) en el futuro (de
repetirse las condiciones en que originalmente se produjo).
En otras palabras, los resultados obtenidos en esta suerte de accin experimental
son los efectos de una accin singular, pero constatan una regla general. Un
acontecimiento singular se vuelve hacia un fenmeno general en la medida en que
forma parte de aquello que garantiza la repeticin futura del experimento desde
sus condiciones hasta sus efectos. Pero esta repeticin futura positiva de la que se
habla, no puede ser concebida como parte de la experiencia, sino -ms bien- de una
cierta necesidad a priori. Pues, la accin experimental se definira -entre otras
cosas- porque permitira un nmero indefinido de repeticiones, presupuesto que
justifica el uso del experimentos a propsito de intentar una refutacin
intersubjetiva y constrictiva (cfr. Habermas, op.cit., [p.136]). Este a priori del que
hablamos, es una propiedad de la accin instrumental en general de la cual, la
actividad experimental -como dijimos- es slo una forma de darse: la ms precisa,
la mejor cuantificada. Peirce toma en consideracin como parte importante de la
fundamentacin de su pragmatismo la importancia de esta relacin observada
entre fenmenos experimentales particulares y efectos generales. Sigamos ahora el
texto de Peirce en el que se intenta fundamentar lo que hemos dicho arriba:
La justificacin para creer que una teora experiencial que ha sido sometida a un
determinado nmero de tests experimentales quedar tambin corroborada en el
futuro cercano como lo ha sido hasta ahora por otros tests como stos, es la de que
mediante la prosecucin constante de este mtodo a la larga tenemos que averiguar
el estado real de la cuestin. (1903 [1988, IV.3.20., p.135]).
30
Por ejemplo, abandonar los crculos, para pasar a calcular las rbitas planetarias con una
restriccin elptica.
31
31
lenguaje ordinario. Puede ser este, el sentido en el que Umberto Eco (1985) destaca
la acepcin de abduccin como sustraccin ilcita de otro mbito; en este caso, del
lenguaje ordinario o de un sistema coherente o teora diversos:
Peirce ha dado a la hiptesis el nombre de abduccin, y abduction en ingls
significa, entre otras cosa, 'rapto', robo. Es cierto que Peirce acu el trmino por
analoga con 'induccin' y 'deduccin'. Pero la abduccin es en verdad un acto de
saqueo, un hurto, una substraccin ilcita de otro mbito. Porque la ley que se debe
conjeturar por hiptesis debe haberse formulado en alguna parte y, si no se ha
formulado (como en el caso de algunas hiptesis absolutamente creativas), debe
haber en alguna otra parte, otro sistema de leyes que incite a su formulacin. (Eco,
1985, 5. [p.345]).
Eco explica que esta interpretacin de Peirce, constituye en realidad una serie de
dos inferencias (1989, [p.28l]). La primera se trata de un claro ejemplo de
abduccin explicativa o hipercodificada, pues conoca -segn dice Peirce y segn
interpreta Eco- la Regla: todo hombre que en Turqua tenga un dosel sobre su
cabeza es una autoridad [premisa mayor, x (Fx Gx)]. El Resultado que debe
ser interpretado es: este hombre que veo es una autoridad [ x (Hx Gx)]. y
debe ser interpretado como un Caso de la Regla conocida: este hombre es uno de
esos que se desplaza con un dosel sobre su cabeza [premisa menor, x (Hx Fx)].
A partir de ah, Peirce abduce nuevamente. Como autoridades, las hay diversas
(ministros, autoridades metropolitanas de visita, etc.), la situacin requiere un
32
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Todo texto significa todos los textos posibles que podran derivar de el, todos los
que podra subsumir, o todos aquellos en los que podra estar inserto. Sin embargo,
en oposicin a esta multiplicidad potencial, el trabajo de interpretacin exige la
imposicin de ciertos lmites, al menos, de frente a una necesaria accin
instrumental enclavada en un entorno. Es muy adecuado a la supervivencia leer
como 'pare' el color rojo del semforo. La insercin contextual del signo en sus
entornos textuales (arriba del disco amarillo) y no-textuales (en el poste enclavado
cerca del cruce de calles)34 recorta y vuelve manejable en la prctica a la semiosis
ilimitada. Y todo esto, como parte de una operacin abductiva que frente al signo
como Resultado inesperado y todava no interpretado, lo reconoce como el Caso de
aplicacin de una Regla.
33 Ya sabemos que el producto diseado no limita su significado al que postula o pretende su autor
intencionalmente. Tambin significa por sus aspectos inintencionales y, si se quiere, naturales.
Y adems, del entorno inter-textual: de igual manera que todos los semforos conocidos, todas
las esquinas, todas las ciudades, etc.
34
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