Criminalidad Juvenil
Criminalidad Juvenil
Criminalidad Juvenil
ISSN: 1405-7425
rpapeles@uaemex.mx
Universidad Autnoma del Estado de Mxico
Mxico
Abstract
CIEAP/UAEM
subordinar a todos los hombres de las regiones o zonas para hacerlos fieles
consumidores y abastecedores de materias primas.
La sociedad ha fomentado un excesivo individualismo y una consideracin
del individuo como mera unidad de consumo, pero escasamente ha brindado al
individuo un tipo de vida en comunidad o ha ofrecido una escasa influencia en
las decisiones de un entorno social.
En este fenmeno, los medios tienen un papel muy relevante, porque son los
encargados de llevar los mensajes a todo el mundo, a todo ser humano. Ellos son
en parte los responsables de unificar a la Tierra bajo los mismos parmetros
ideolgicos. Son los instrumentos socializantes ms fuertes en la actualidad,
pues han sustituido en gran medida la importancia que tenan los antiguos, tales
como la escuela, la familia o la Iglesia.
Buscan crear al hombre de un mismo pensamiento, voluntad, y accin. Con
esto, cabe decir que tal vez uno de los objetivos de los medios de comunicacin
(industria cultural) y de las industrias (empresas transnacionales) es hacer que
cada individuo se vea envuelto en la necesidad ideolgica de participar en el
consumo de productos, prctica que los idelogos denominan civilizacin y
modernizacin a la que los pueblos deben sumarse para dejar de pertenecer al
grupo de los marginados y pasar as a formar parte de los consumidores.
El consumo genera identidades; intercambiamos productos para satisfacer
necesidades que nos hemos fijado culturalmente, para integrarnos con otros y
para distinguirnos de ellos (Brito et al., 1985: 53).
Ante esta situacin, la violencia aparece como una forma de respuesta ante
una frustracin social. Este tipo de violencia puede ser tambin una consecuencia
del profundo deterioro al que se ha llegado en un tipo de sociedad que ha puesto
sus esperanzas en un mero crecimiento cuantitativo del consumo de bienes
materiales y que apenas ha tenido en cuenta al individuo en su dimensin como
persona socialmente integrada en una comunidad.
Esta problemtica obliga a reflexionar sobre el fenmeno de la violencia y
su relacin con la juventud. Esta ltima se resiste a las transformaciones sociales
de hoy, pues a lo movedizo que tiene de por s la personalidad del adolescente
en devenir, hay que aadir la incoherencia del mundo actual con sus propagandas,
disensiones polticas y religiosas, y las contradicciones de los intereses
econmicos. Todo esto crea confusin y desorientacin desbordante y trgica
en la juventud. En tales circunstancias no todos los jvenes son aptos para ver
el mundo tal como es y aceptarlo insertndose en l, ntegra y generosamente.
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ideales, a sus intereses. Por lo tanto, no puede llamarse violencia a cualquier uso de
la fuerza, sino slo a un uso injusto que lesione un derecho (Izquierdo, 1999: 19).
As pues, para que haya violencia, se requieren dos factores: uso de la fuerza
y violacin de un derecho.
La violencia es un fenmeno totalizador e indisolublemente relacionado con
la historia de la existencia humana, que consiste en el uso de una fuerza abierta
u oculta, con el fin de obtener de un individuo, o de un grupo, algo que no quiere
consentir libremente (Domenach, 1981: 36).
La violencia semeja la accin estratgica que orienta la fuerza fsica con la
intencin de someter o delimitar la eleccin de las posibilidades de actividad de
los dominados.
Etimolgicamente, la palabra violencia deriva del latn violentia, vis maior,
fuerza mayor, mpetu. Segn el diccionario, es la fuerza o energa desplegada
impetuosamente. En el origen, pues, el concepto de violencia denota una
realidad moralmente neutra; la calificacin que uno puede hacer de ella
depender del uso o abuso de esta fuerza.
El violento puede serlo con los que conviven bajo su mismo techo. La
violencia est presente en las calles, estalla entre los conductores y los
transentes, entre los viajeros que usan un mismo transporte pblico, entre los
vecinos de la misma escalera. La violencia verbal o gestual brota a menudo en
la tienda, en el taller, en la oficina, en el despacho o en la escuela. Y en la mayora
de los casos, los motivos que desatan estos comportamientos violentos, si se
miran desapasionadamente, son mnimos, insignificantes, ridculos. Lo que
pasa es que son como chispas que encienden el ambiente tenso y crispado a que
nos aboca el ritmo trepidante y angustioso de nuestro tiempo.
Sin embargo, la violencia es un fenmeno que no est vinculado
exclusivamente a la obtencin de bienes o a la satisfaccin de necesidades, ms
bien involucra al propio ser del hombre y no significa necesariamente terror,
destruccin o aniquilacin fsica del otro, sino el despliegue de estrategias de
coercin para conseguir lo deseado.
Entre centenares de definiciones posibles, la violencia se perfila como la
actuacin contra una persona o un colectivo empleando la fuerza o la intimidacin.
De cualquier manera, las descripciones no son neutras, pues llevan consigo un
componente subjetivo que depende de los criterios utilizados, tanto jurdicos
como institucionales o personales. Por eso se puede afirmar que no hay un
criterio universal de la violencia; cada sociedad tiene los suyos propios. Una
visin histrica sobre la violencia demuestra que sta no se circunscribe
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Visto de esta manera, la juventud aparece como el lmite que impide a los
jvenes incorporarse, en igualdad de circunstancias, a las estructuras de poder
o de manera ms real, al mercado de trabajo. De esta forma se entiende mejor
por qu en la juventud recae un estigma, pues es indudable que esa etapa del
desarrollo individual parezca como una permisible irresponsabilidad provisional.
Por otra parte, resulta muy importante advertir que el choque generacional
no slo se refleja en el monopolio sobre los elementos materiales del poder,
como es el dominio que tienen los adultos en las actividades que permiten el
acceso a la toma de decisiones y al dinero. Son precisamente los adultos quienes
aparecen como sinodales en el proceso de socializacin de los jvenes, pues
sealan los estereotipos ideales que la sociedad espera de sus hombres y
mujeres.
Toda sociedad necesita construir y construye un determinado tipo de sujeto social,
el adecuado para el mantenimiento y reproduccin del sistema estructural que lo
forma, utilizando para ello las diferentes instituciones que confluyen hacia el
objetivo buscado (escuelas, iglesias, medios, etc.), cada una de las cuales adquiere
carcter hegemnico en distintos momentos del proceso histrico (Guinsberg, 1999:
14).
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En cualquier caso, resulta evidente que existen cada vez mayores dificultades
inerciales para que los jvenes accedan a una educacin de calidad y a la altura
de las exigencias formativas que impone la tecnificacin y la modernizacin
alcanzada por la estructura productiva actual.
Para la mayora de los jvenes expulsados del sistema educativo, su principal
expectativa es acceder a un empleo precario; y la mejor, el poder mantenerlo el
mayor tiempo posible bajo cualquier condicin.
Estos y otros elementos hacen que al referirnos a los jvenes se haga especial
mencin a la exclusin social, vista como una manifestacin de la violencia. Ser
joven ya no forma parte de un imaginario de prosperidad social o progreso
personal, sino que constituye una condicin que muy probablemente deriva en
una nueva forma de marginalidad e injusticia, ya que viola el derecho a una vida
digna.
Estos jvenes deben afrontar el desaliento o la imposibilidad de estudiar; a
la vez que deben responder a la presin de proveer ingresos familiares o asumir
responsabilidades domsticas.
Siguiendo esta trayectoria, son muchos y variados los testimonios que
muestran cmo los jvenes de los sectores populares hacen trabajos de cualquier
tipo con el nico objetivo de apoyar la mera supervivencia, sin otra perspectiva
ni oportunidad. Cuando pueden, recurren al grupo familiar con la esperanza de
seguir estudiando; la mayora de las veces no tienen alternativa y estn
obligados a dejar los estudios para aceptar cualquier trabajo; muy temprano
enfrentan el desempleo y luego el desaliento, y ms tarde o ms temprano se
encuentran ante las actividades ilegales que ofrece la marginalidad urbana como
nica posibilidad de movilidad social.
Las mujeres, tempranamente embarazadas, sin dejar de atender la
reproduccin del hogar, se enfrentan a la obligacin de tener que aportar
ingresos, trabajar, mendigar o generar alguna actividad informal bajo condiciones
de alta autoexplotacin; sin ninguna expectativa de desarrollo personal. En el
mejor de los casos, estos jvenes suman mano de obra barata y flexible al
mercado. La mayora de los hogares de estos jvenes no pueden escapar de la
pobreza, y slo pueden sobrevivirla en el marco del asistencialismo pblico, de
la informalidad social y econmica o a travs de actividades no legales.
De esta manera, sin trabajo, sin redes de contencin, sin las habilitaciones
educativas y sociales exigidas por el mercado ni oportunidades para obtenerlas,
estos jvenes quedan fuera de la sociedad formal y se refugian en las estructuras
invisibles de la pobreza y la marginalidad. Finalmente, tanto el mercado como
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el orden social oficial sospecha de ellos, los persigue y los juzga, ejerciendo
violencia contra su persona y su identidad, etiquetndolos en el mayor de los
casos como posibles delincuentes o delincuentes.
Las inhabilitaciones que imponen la desigualdad social y la crisis de
oportunidades afectan especialmente a aquellos hogares de escasos recursos
materiales, afectados por la desocupacin y la descalificacin social, y en donde
las redes familiares, comunitarias e institucionales de integracin estn seriamente
debilitadas o son inexistentes.
Es en tales hogares donde se sufre ms directamente la desvalorizacin del
capital material, social y cultural acumulado por anteriores generaciones, y en
donde, finalmente, la posibilidad de delegar dicho capital a las nuevas
generaciones de jvenes se torna en un hecho prcticamente imposible. El hecho
genera as un efecto multiplicador: la reproduccin intergeneracional de la
exclusin como un fenmeno cada vez ms generalizado.
Al respecto, parece pertinente destacar que tanto las aspiraciones como las
posibilidades de integracin de los jvenes de hoy igual que para otros
sectores se ven socavadas por un proceso ms general de exclusin y
desigualdad cuyos componentes fundamentales merecen ser precisados:
1.
2.
3.
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en varios pases, lo que ocasiona una gran tensin entre los jvenes, agravando
directamente los procesos de integracin social, y en algunas situaciones
fomentando el aumento de la violencia y la criminalidad.
La situacin en Mxico
Desde una perspectiva estructural, el problema se expresa en mayores dificultades
para continuar en forma exitosa el sistema educativo y, por consiguiente, en los
crecientes obstculos para acceder al mercado de trabajo moderno, lo que entre
otros efectos termina complicando la formacin de ncleos familiares propios
y las probabilidades de movilidad social futura.
De esta manera, la heterogeneidad de la demanda conlleva a una oferta de
calificaciones y oportunidades segmentadas. Por lo mismo, la trayectoria
educativa y la experiencia del primer empleo han dejado de ser el camino
compartido que permita formar una identidad profesional y la garanta de una
movilidad social ascendente en la vida de los jvenes; es decir, tales instituciones
parecen haber perdido su centralidad como mbitos de integracin simblica y
real de los nuevos jvenes a la sociedad. Todo lo cual ha ayudado a generar una
heterognea estructura de opciones, intereses y estrategias alternativas, a la vez
que variadas y complejas cosmovisiones por parte de los jvenes.
El campo educacional ha perdido su funcin tradicional como ruta comn
hacia la identidad social en la vida de los jvenes; es decir, ha desaparecido su
centralidad como mbito de interpretacin e integracin simblica, de
estructuracin de proyectos y expectativas de vida.
Al respecto, estudios realizados muestran la validez emprica de los siguientes
argumentos:
1.
2.
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3.
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2
Que se levant del 26 de septiembre al 30 de octubre del 2000, por la empresa ACNielsen, y que registr
delitos cometidos en el periodo de agosto de 1999 a agosto de 2000.
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18-30
31-45
46-60
M s de 60
10
15
20
25
GRFICA 1
PERCEPCIN DE LAS CAUSAS DE LA DELINCUENCIA,
POR GRUPOS DE EDAD
Desintegracin
familiar
Crisis econmica y
pobreza
Drogas y alcohol
15
Desintegracin
familiar
Crisis econmica y
pobreza
Drogas y alcohol
10
Falta de empleo
25
20
5
0
Bajo
Medio
Alto
GRFICA 3
PERCEPCIN DE LAS CAUSAS DE LA DELINCUENCIA,
POR ESCOLARIDAD
30
Desintegracin
familiar
25
Crisis econmica y
pobreza
20
Drogas y alcohol
15
Corrupcin de las
autoridades
10
5
0
Sin
escolaridad
Primaria
Secundaria Bachillerato
Estudios
Superiores
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La estructura ambiental
Ha sido frecuente considerar el fenmeno de la delincuencia como una realidad
exclusivamente individual; sin embargo, la delincuencia es un fenmeno
estrechamente vinculado a cada tipo de sociedad y es un reflejo de las
principales caractersticas de la misma, por lo que, si se quiere comprender el
fenmeno de la delincuencia, resulta imprescindible conocer los fundamentos
bsicos de cada clase de sociedad, con sus funciones y disfunciones.
Por ejemplo, si mejora la situacin econmica del pas, disminuye el ndice
de desempleo; al disminuir el ndice de desempleo, disminuye la delincuencia;
adems, la mejora de la situacin econmica a la larga incide positivamente en
el ndice de escolaridad, y esto trae como consecuencia una disminucin en la
delincuencia juvenil. Y viceversa, al aumentar la poblacin aumenta la
delincuencia juvenil y aumentan los centros de rehabilitacin. Al aumentar el
ndice de drogadiccin, aumenta la delincuencia juvenil.
Esto puede verse si se quiere de manera muy determinante, y lo es, en cierta
medida, pero lo importante aqu es sealar que los factores sociales determinan
en cierta medida la produccin de delincuentes y violencia en las sociedades.
En la lista siguiente se puede observar algunas de toda una serie de variables
ambientales que se relacionan y afectan el fenmeno de la delincuencia.
1.
2.
3.
4.
5.
El ndice de desempleo
La poblacin
La falta de impulso al deporte
ndice de integracin familiar
ndice de drogadiccin
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6.
7.
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ndice de escolaridad
Ineficiencia de las autoridades
GRFICA 4
Centros de
rehabilitacin
Poblacin
Nivel de
integracin
familiar
ndice de
desempleo
Producen:
Delincuencia
Juvenil
Ineficiencia de
las autoridades
ndice de
drogadiccin
ndice de
escolaridad
Falta de
impulso al
deporte
A grandes rasgos, puede sealarse que existen cuatro grandes teoras sobre
las variables asociadas con la delincuencia. La primera enfatiza los factores
relacionados con la posicin y situacin familiar y social de las personas (sexo,
edad, educacin, socializacin en la violencia, consumo de drogas y alcohol);
la segunda se interesa en los factores sociales, econmicos y culturales
(desempleo, pobreza, hacinamiento, desigualdad social, violencia en los medios
de comunicacin, cultura de la violencia); la tercera estudia los factores
relacionados con el contexto en el que ocurre el crimen (guerra, trfico de
drogas, corrupcin, disponibilidad de armas de fuego, festividades) y una
cuarta, de corte sobretodo psicolgico, que enfatiza los factores de personalidad
del delincuente.
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Ns/Nr/Nc
0.2
0.3
18.5
2.4
Medios de difusin
1
1.9
Falta de vigilancia
5
11.3
Falta de educacin
6.9
3.2
Desintegracin familiar
22.5
20.5
Corrupcin autoridades
7.5
0
10
15
20
25
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Delincuencia juvenil
Un anlisis profundo de la etiologa de la delincuencia juvenil nos indica que
este fenmeno es con frecuencia una respuesta personal a una agresin social.
La sociedad ha negado al joven algo que le era necesario. La culpa del delito
debe ser repartida entre la sociedad y el delincuente. La violencia viene a ser una
respuesta a ese vaco existencial que experimenta la juventud, es el efecto
personal y colectivo de una reproduccin social ms profunda y ms grave.
En algunos jvenes, la delincuencia es algo transitorio, utilizado para llamar
la atencin a falta de autodominio, mientras que para otros se convierte en norma
de vida. Cuanto ms joven sea el delincuente, ms probabilidades, habr de que
reincida, y los reincidentes, a su vez, son quienes tienen ms probabilidades de
convertirse en delincuentes adultos.
Un estudio realizado por Philip Feldman resea un anlisis sobre relacin
entre la delincuencia juvenil y la clase baja. Feldman concluye que la clase baja
tiene ms probabilidad de ser investigada, arrestada por sospechosa, permanecer
en prisin, ser llevada a juicio, ser hallada culpable y recibir castigo severo, que
cualquiera de las otras clases sociales. Pero aunque la delincuencia contina
ligada a la miseria, su prctica se ha extendido ltimamente a los grupos
socioeconmicos medios y altos.
La delincuencia juvenil alcanza, de ordinario, su punto mximo entre los 13
y 15 aos de edad; pues, es un periodo en el cual el menor tiende particularmente
a relacionarse con los otros chicos de su edad. Las actividades ilegales que
desarrollan jvenes se manifiestan ms agudamente en la adolescencia, cuando
el joven est ms capacitado para realizar acciones por cuenta propia.
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CUADRO 1
CASOS PUESTOS A DISPOSICIN DEL CONSEJO DE MENORES POR SEXO,
SEGN CAUSA DE INGRESO
Sexo
Total
1998
Hombres
Mujeres
1999
Hombres
Mujeres
2000
Hombres
Mujeres
2 556
2 323
233
2 623
2 391
232
2 516
2 235
281
Sexo
1998
Hombres
Mujeres
1999
Hombres
Mujeres
2000
Hombres
Mujeres
Violacin
91
90
1
108
106
2
101
100
1
Allanamiento
de morada
Daos en
propiedad
ajena
Robo
70
65
5
55
52
3
40
38
2
1 950
1 786
164
2 017
1 849
168
1 986
1 772
214
11
11
14
11
3
10
9
1
Tentativa de
violacin Intoxicacin
6
6
7
7
1
1
Tentativa
de robo
105
104
1
130
127
3
93
92
1
Privacin
ilegal de
Lesiones la libertad
21
15
6
27
20
1 017
20
18
2
150
108
42
125
93
32
129
81
48
8
5
3
11
8
3
4
3
1
Homicidio
69
66
3
55
49
6
39
32
7
Otras
causas
75
67
8
74
69
5
93
89
4
246
247
59.30%
50.30%
47.40%
54.40%
58.20%
Jvenes (16-25)
46 a 60 aos de edad
27.10%
28.90%
32.50%
25.70%
21.80%
6.60%
6.80%
9.10% 4.80%
8.40% 7.10%
9.30%
7.30%
3.60%
26 a 35 aos de edad
Ms de 60 aos de edad
Fuente: Elaborada por la Unidad de Anlisis sobre Violencia Social, a partir de los datos de la
Encuesta Nacional sobre Inseguridad 2002.
A persona2.00%
Comercio 3.90%
De vehculo1.60%
Otros 3.60%
GRFICA 6
RELACIN ENTRE LA EDAD DEL DELINCUENTE Y EL TIPO DE ROBO
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CIEAP/UAEM
Edad
Total
16-17
18-19
20-24
1
2 006
4 475
Presuntos delincuentes
Comn
Edad
1
1 920
4 181
Delincuentes sentenciados
Total
Comn
16-17
18-19
20-24
1 870
4 120
1 790
3 832
Federal
86
294
Federal
80
288
248
26
26 a 35 aos
8.2
36 a 45 aos
2.7
46 a 60 aos
0.4
M s de 60 aos
5.4
Varias edades
3
54.3
10
249
20
30
40
50
60
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CIEAP/UAEM
Las edades de estos menores oscilan entre los 12 y 17 aos, y los delitos en
los que ms participan van desde asalto a automovilistas y taxistas, hasta robo
de vehculos y secuestro.
Ms alarmante resulta an que de las 88 bandas reportadas y desmanteladas
por la PGJDF, 9.9 por ciento son encabezadas y operadas por menores en su
totalidad, y en 33 de ellas participaban jvenes de 12 a 17 aos. De los 578
menores detenidos en ese primer trimestre, 80 por ciento tenan entre 15 y 17
aos de edad.
Hasta el momento se ha considerado a los jvenes como generadores de
violencia, sin embargo, debemos reconocer que este grupo tambin ha sido
vctima de esta problemtica. De esta manera los jvenes no slo deben ser
vistos como victimarios sino tambin como victimas.
Como se ha mencionado anteriormente, existen factores que dejan a los
jvenes excluidos de las estructuras formales (empleo, educacin, servicios de
salud, familia, etc), lo que trae consigo otros problemas para la sociedad y para
los jvenes mismos. Tal es el caso de aquellos jvenes que son orillados a
recurrir a prcticas ilegales para resolver sus problemas econmicos (robos,
secuestros, narcotrfico, prostitucin, etctera.)
Sin embargo, existen otra serie de factores que se relacionan con la
delincuencia juvenil y que son vistos de cierta manera tambin como factores
de riesgo, algunos de los cuales ya se mencionaron lneas arriba, pero que valdra
la pena ver con mayor profundidad.
Entendido el factor de riesgo como una caracterstica o circunstancia cuya
presencia aumenta la posibilidad de que se produzca un dao o resultados no
deseados, las y los jvenes, por diversas circunstancias ambientales, familiares
e individuales, frecuentemente desarrollan conductas que son vistas como
factores de riesgo.
Las conductas de riesgo, que a su vez pueden constituir daos ms comunes
son: adicciones, (tabaquismo, alcoholismo y drogadiccin), exposicin a
ambientes peligrosos y violentos, que asociados potencializan la probabilidad
de que las y los adolescentes sufran accidentes, suicidios y homicidios, entre
otros. Otras conductas de riesgo importantes son las relaciones sexuales sin
proteccin, que pueden llevar a infecciones de transmisin sexual como el VIH/
sida, y tambin a embarazos no planeados. Tambin la mala alimentacin, que
predispone la desnutricin u obesidad.
250
Adicciones
Son muchas las vidas que se pierden en nuestro pas todos los das motivadas
por efecto del consumo de productos adictivos y por las enfermedades y la
violencia que se genera en torno a ello. Accidentes, padecimientos crnicos,
incapacidad fsica y mental, desintegracin familiar, delitos sexuales, corrupcin,
todo repercute directamente en la salud integral de la sociedad.
La adiccin es la actividad compulsiva y la implicacin excesiva en una
actividad especfica. La actividad puede ser el juego o puede referirse al uso de
casi cualquier sustancia como una droga. Las adicciones pueden causar
dependencia psicolgica, o bien, dependencia psicolgica y fsica.
El desarrollo de la adiccin se facilita por factores sociales que modifican su
aparicin. Tambin existen aspectos sociales en los grupos de uso y adiccin
especficos.
La adiccin impacta de tal manera la vida del adicto que sus sistemas de
valores cambian para convertirse en toda una cultura diferente, con sus propias
creencias y rituales. Para los adictos, la actividad relacionada con las drogas
llega a ser una parte tan grande de la vida diaria que la adiccin interfiere
generalmente con la capacidad de trabajar, estudiar o de relacionarse normalmente
con la familia y amigos. En la dependencia grave, los pensamientos y las
actividades del adicto estn dirigidas predominantemente a obtener y tomar la
droga, llegando a un punto tal que el adicto puede manipular, mentir y robar para
satisfacer su adiccin.
Los adolescentes pueden estar involucrados de varias formas con el alcohol
y las drogas legales o ilegales. Es comn experimentar con el alcohol y las
drogas durante la adolescencia, desgraciadamente, con frecuencia los
adolescentes no ven la relacin entre sus acciones en el presente y las
consecuencias del maana. Los jvenes tienen la tendencia a sentirse
indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros experimentan. El uso
del alcohol o del tabaco a una temprana edad aumenta el riesgo del uso de otras
drogas posteriormente. Algunos adolescentes experimentan un poco y dejan de
usarlas, o continan usndolas ocasionalmente sin tener problemas significativos.
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CIEAP/UAEM
No.
Tasa
1 895
1 638
17.1
15.2
252
253
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CIEAP/UAEM
Causa
Accidentes vehculo y trnsito
Agresiones y suicidios
No.
Tasa
4 544
6 709
43.2
63.8
254
3
Realizada por el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad A. C del 2 al 24 de marzo de
2002, con un nivel de confianza de 95 por ciento y un margen de error del +/- uno por ciento,
representatividad nacional y estatal con 35 001 cuestionarios.
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CIEAP/UAEM
GRFICA 8
MEDIDAS PARA REDUCIR LA DELINCUENCIA
Principales medidas
Participacin ciudadana
Medidas represivas
Aumentar salarios
y empleos
Capacitacin
a autoridades
40
20
60
Porcentaje
256
guen hacia formas de vida en favor de una sociedad comunitaria, que viva
en armona y paz.
Reflexiones finales
En la actualidad, la globalizacin genera una paradoja, toda vez que establece
una identidad mundial por el reconocimiento de valores universales, pero
tambin crea antivalores comerciales consumistas, basados en gran medida en
la violencia y el sexo, con lo cual permea las formas de vida de las diferentes
sociedades.
A nadie se le oculta que en los ltimos aos se han ido abandonando las tareas
de formacin de la juventud. Lo lamentable es que el esfuerzo que se precisa
limita a los educandos y por eso padres y educadores se acomodan a un antiguo
patrimonio intelectual y tico, normalmente recibido, reelaborado y ampliado.
Desde este nivel nfimo desarrollan su labor educativa y la poca formacin que
el joven recibe en este terreno est viciada y arrastra una carga negativa de
errores y simplezas de la sociedad actual.
De esta manera, la sociedad actual se convierte en la sociedad de la tentacin
para los jvenes, potencia una sutil ideologizacin hbilmente dirigida desde el
poder, con lo que los jvenes han perdido el sentido real de la vida y se han
precipitado en un ambiente donde se palpa el desencanto, la decepcin, la
desorientacin y el absurdo. Por ende, parte de la juventud ha perdido la
confianza en el futuro, en el Estado y en la sociedad. Y una juventud sin futuro
es una generacin que nace muerta, sin porvenir, sin esperanza. La droga, el
alcohol, la delincuencia y el vandalismo callejero son sntomas muy expresivos.
Hoy, el fenmeno juvenil sigue inquietando, al mismo tiempo que la
incomprensin de los adultos alcanza grados mayores. Aunque la juventud es
ms crtica y menos ilusionada; pareciera no tener proyectos ni alternativas
claras. Desea cambios, pero no ve caminos, debido a que estn vedados por el
sistema econmico, poltico y social en el que se encuentran inmersos.
Se ha llegado a despreciar a los jvenes hasta el extremo de quererlos
eliminar y excluir de los marcos de influencia y de las decisiones importantes
de su entorno. Sin embargo, los jvenes reclaman su derecho a la diferencia, a
la discordancia y a la discrepancia; es decir, con su praxis, los jvenes reclaman
el reconocimiento de su existencia autnoma, el respeto a sus formas y estilos
de vida; as como el derecho a la interlocucin, a ser tomados en cuenta y a la
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