LA HISTORIA DE LA DANZA ORIENTAL

La danza oriental nos llega como un legado de la evolucin de los bailes ms antiguos del
mundo. Hoy da es uno de los ms diversos; de hecho, detrs del trmino se encuentran
varios estilos, procedentes de diferentes pases, que a veces comparten algunos rasgos
comunes y que tienen orgenes tan remotos como exticos. Algunos investigadores
relacionan la danza oriental con los ritos religiosos prehistricos, ceremonias para
propiciar la fertilidad de los campos y las personas. Aunque hay abundantes estudios
acerca de la religin antigua y nos han quedado testimonios grficos que nos remiten a la
danza, al ser esta efmera por su propia naturaleza, no sabemos con certeza cmo eran
las danzas de la antigedad, y a lo mejor siempre quedarn como incgnitas sin
respuesta. Tampoco ha ayudado que durante mucho tiempo los historiadores evitaran
fijarse en el papel de las mujeres en estas sociedades. El desarrollo de la humanidad
pasaba, a ojos de estos acadmicos, por las gestas de los grandes guerreros y por los
logros de los cazadores y los lderes de las tribus. Sin embargo, algunos antroplogos y
arquelogos, comenzaron a cuestionar esta manera de mirar la historia en la que la mujer
era un elemento secundario. Y no lo hicieron slo por una cuestin ideolgica, sino que
las evidencias fsicas que hallaron empezaron a pintar un cuadro muy distinto de lo que
fueron las sociedades prehistricas.
Es extremadamente difcil imaginar que la sociedad en la Europa antigua no fuera
matriarcal y que en ella la madre o la abuela se veneraran como progenitoras de la
familia. Las mujeres eran quienes daban a luz, y las que alimentaban a los recin nacidos.
Era lgico pensar que si eran las nicas que tena en el poder de reproducir se creyera
que la magia flua por sus venas. Tan slo mirando las Venus prehistricas, como la de
Willemdorf (Austria) es fcil darse cuenta de la reverencia que generaban las mujeres
embarazadas. Muchas religiones antiguas estn repletas de diosas madres, capaces de
dar y quitar la vida, y de las que proviene el alimento de la humanidad, porque estas
diosas se enamoraban, perdan a sus amados, tenan hijos, se enfrentaban a los
enemigos y a la muerte
La magia, la religin, y por qu no, la danza reflejaban estas realidades. Segn La rama
dorada de Sir James Frazer -un apasionante estudio sobre la magia y las religiones
primitivas-la magia funciona a porque la gente que cree en ella propicia los resultados que
quiere conseguir. Por ejemplo, los solsticios se festejaban con hogueras, tal y como
todava hacemos la vspera del San Juan, porque se quera llamar a la luz solar. La
danza funcionaba exactamente igual: an en la actualidad, dentro y fuera de la danza
oriental, encontramos en muchos bailes de raz tradicional movimientos que recuerdan a
los de los astros, bailes que se hacen en crculo alrededor de un eje central (siguiendo el
movimiento de los planetas) o incluso bailes que imitan los movimientos naturales de la
procreacin o el parto.

La danza oriental sigue el mismo diseo que los movimientos naturales que se
encuentran presentes en toda la creacin, como la curva y el crculo. En los dibujos de
las paredes de las cuevas, en las figurillas de barro que nos muestran diosas de formas
mucho ms amplias (y mucho ms naturales) que la esttica ideal de la actualidad,
encontramos las primeras muestras de que bailar era ya entonces una parte ms de la
vida religiosa. Estas imgenes abundan en el este de la cuenca mediterrnea, el lugar
donde se encuentra la cuna de la civilizacin y, en consecuencia, de la danza.
Sin embargo, en este punto hay que hacer una acotacin importante: el nombre de Raqs
Sharqi (danza oriental), el nombre con el que el idioma rabe designa este tipo de danza
a nivel profesional, parece indicar que estamos hablando de un arte que nace al Este. Tal
y como la conocemos hoy en da, la danza oriental fusiona muchos elementos, como los
propios de la inmigracin gitana que vino de india. Sabemos si esa fue la clave del
nombre de esta danza? Lo cierto es que no podemos estar seguros de ello. Otros opinan
que el trmino "danza oriental" no aparece hasta el siglo XX, como una forma de dar ms
dignidad a lo que eran los bailes tradicionales mas no nos adelantemos; la danza,
expresin corporal y emocional ya ha dado sus primeros pasos de la mano de la religin.
La llegada de la agricultura tambin supuso que los grupos sociales no se movieran de
sus emplazamientos o, dicho de un modo ms simple que se fundaron pueblos y
ciudades. El mundo estaba cambiando. En Oriente Medio empiezan a canalizarse los ros
para sacar el mximo partido al agua disponible. Aparecen los primeros cdigos de leyes
y la religin, todava muy unida a la danza. Se construyen templos y las creencias se
diversifican, al tiempo que los primeros mitos escritos se van codificando como en el caso
de la epopeya de Gilgamesh en Sumeria. De la antigedad nos quedan vestigios que
sugieren que bailar no era una simple muestra de alegra natural, sino que tena una
funcin trascendente que por su carcter eterno, podemos adaptar y recuperar en
nuestros das.
Por ejemplo, en el antiguo Egipto quedan algunas seales de las danzas que se llevaban
a cabo en tiempos faranicos. Parecan ser de carcter a veces algo acrobtico, pero
bastante variadas en cuanto a las poses y los movimientos sugeridos. Algunos estudiosos
sostienen que tambin se bailaba en honor a la diosa Isis, como un modo de representar
el rescate que hizo de su marido y hermano Osiris de la muerte, pero los relieves e
imgenes que han llegado a nuestros das nos muestran sobre todo danzas festivas. En
las tumbas de Saqara encontramos hermosas imgenes de bailarines que parecen estar
haciendo un movimiento acrobtico al unsono.

Antigua Grecia y Macedonia

Lilian Lawler, un eminente erudito griego, seal que los griegos, a lo largo de su historia,
han participado en ritos religiosos esotricos que incluyen la danza. Los ritos de Dionisos
y Baco, han sido los ms comentados, pero hay muchas deidades ms, especialmente
aquellas relacionadas con la fertilidad. En el sur de Grecia, en el santuario de la diosa
Artemisa, los coros de nias cantaron y bailaron en su honor. En Esparta, nias y
mujeres jvenes llegaron al santuario de Artemisa y realizaron danzas desenfrenadas en
su honor. En Ancira, Asia Menor, se dice que las mujeres realizaban danzas comparadas
con las "orgas bquicas", tanto en los cultos de Artemisa como en los de la diosa Atenea.
Tambin estaba Hcate, misteriosa diosa de las artes mgicas. Tena poder sobre los
muertos y era adorada en ritos secretos nocturnos que sin duda incluyeron el baile. Pan,
el dios antiguo de la naturaleza, tambin era venerado en ritos y bailes nocturnos en el
mundo griego. Tambin hubo cultos celebrados en honor de Afrodita, diosa del amor y la
fertilidad humana en la isla de Chipre.
Los griegos importaron muchos de estos cultos desde Siria, Frigia y Asia Menor en
general. Se caracterizaban a menudo por frenticos bailes nocturnos, gritos enloquecidos,
acompaados de flautas estridentes, cmbalos de metal, castauelas de madera o de
barro, cuernos y matracas. Algunos se llevaron a cabo de manera abierta y otros en
secreto. En estas situaciones, la msica y la danza se utilizaban de forma medicinal para
curar enfermedades del cuerpo y del espritu.
La transicin de lo religioso a lo puramente secular es un cambio importante para la danza
donde quiera que se produzca. Ciertamente, el entretenimiento favorito en las cortes de la
Grecia Clsica era el "simposia" o banquete. El simposia era una especie de fiesta donde
haba comida y bebida para celebrar. Generalmente se cantaba y haba vistosos
espectculos de danza. Existen vestigios de lo que eran estas reuniones en los jarrones
griegos, en los que existen grabados con imgenes de las cortesanas bailando
animosamente con la meloda de una flauta.

India
Muchas figurillas de arcilla con forma de bailarinas han sido encontradas en excavaciones
de las antiguas ciudades de Mohenjo-Daro y Harappa. Aunque es imposible determinar si
exista una conexin entre la danza y los ritos religiosos en la India antigua, lo cierto es
que en la actualidad constituye una parte importante de la religin
Hind.
Los siglos IX y X constituyen el perodo ms glorioso en la arquitectura de templos Indes,
y su belleza se complement con las devadasis (esclavas de Dios). Estas mujeres
contraan matrimonio con la deidad del templo, por lo tanto reciban entrenamiento

intensivo en la danza, la msica y otras tradiciones artsticas hindes para rendir culto a la
deidad.
En occidente, las devadasi son mejor conocidas como bayaderas este trmino se origin
cuando llegaron los navegantes portugueses a la India (s.XV-XVI) y las llamaron
bailadeiras.
Las chicas que eran elegidas para estos "matrimonios con deidades" se consideraban
afortunadas, ya que siempre estaran protegidas por la deidad. Su presencia, por lo tanto,
en ocasiones tales como bodas y nacimientos se consideraba auspiciosa.
Las devadasis fueron prohibidas en el siglo XIX por los britnicos con la intencin de
evitar los abusos del sistema, tales como los secuestros de nias para llenar los templos.
Sin embargo, las devadasis fueron responsables de la preservacin de la mayor parte de
la cultura y la danza india tal como existe hoy en da.
Curt Sachs atribuye el posible origen de los ritmos orientales a la India, ya que sta tiene
la historia ms antigua y el desarrollo rtmico ms sofisticado. El otro posible origen
considerado por Sachs es la antigua civilizacin Sumeria, que influy en la cultura fenicia
y sus alrededores.

Referencias Bblicas
Cualquier discusin sobre las referencias a la danza en que puedan encontrarse en la
Biblia ser objeto de controversia. Y cualquier "prueba" de que un investigador pueda
presentar sobre ello, una docena de personas la refutar.
La referencia ms controversial que se ha encontrado en la Biblia acerca de la danza fue
la conocida historia acerca de Salom y Juan el Bautista.
Salom fue una princesa idumea, hija de Herodes Filipo y Herodas, e hijastra de Herodes
Antipas. Segn se relata en el Nuevo Testamento (Mateo 14:6-12 y Marcos 6:21-29), su
madre, Herodas, la mujer de Herodes Filipo, se cas con el hermanastro de ste,
Herodes Antipas.
La actitud de Herodes Antipas y Herodas fue muy criticada por el pueblo, ya que se
consider pecaminosa, y uno de los que ms sobresalieron en su denuncia fue Juan el
Bautista, razn por la cual Herodes lo hizo apresar.
Segn la tradicin, Salom, mujer de gran belleza, bail para su padrastro, el cual,
entusiasmado, se ofreci a concederle el premio que ella deseara. Pidi, siguiendo las
instrucciones de su madre, la cabeza del Bautista, que le fue entregada en bandeja de
plata.
En el Nuevo Testamento, Salom no es mencionada por su nombre; slo se hace
referencia a ella como la "hija de Herodas".

Hacia finales del siglo XIX, se establece una relacin en el imaginario occidental entre
Salom y la danza del vientre. Esta asociacin surge como consecuencia del estreno de
las obras de Gustave Flaubert, "Herodias", y Oscar Wilde, "Salom". Tras el estreno de
esta ltima se desencaden la Salomana, moda que a comienzos del siglo XX populariz
las representaciones de la danza de Salom tanto en teatro como en cine por su estilo
extico y ertico.

La danza de Salom en Flaubert

Fragmento:
..."Una adolescente acaba de entrar. En lo alto del estrado se despoj del velo. Despus
comenz a danzar. Sus pies pasaban, uno delante del otro, al ritmo de una flauta y un par
de crtalos. Sus brazos torneados llamaban a alguien que hua siempre. Sus actitudes
expresaban suspiros, y toda su persona mostraba tal languidez que no se saba si lloraba
a un Dios o si mora entre sus caricias. Con los prpados entreabiertos, torca la cintura,
balanceaba su vientre con ondulaciones de brisa, haca temblar sus dos pechos, su cara
permaneca inmvil y los pies no se detenan. Despus fu la pasin del amor que quiere
ser saciado. Danz como las sacerdotisas de la India, como las Nubias de las cataratas,
como las Bacantes de Lidia. Se inclinaba hacia todos los lados, semejante a una flor
agitada por la tempestad. Ella se lanz hacia delante, con los talones en el aire,
recorriendo as el estrado como un grueso escarabajo. Se detuvo bruscamente, su nuca y
sus vrtebras formaban un ngulo. Un chasquido de dedos se oy en la tribuna... Subi,
reapareci y, titubeando un poco, pronunci estas palabras con aire infantil: "Quiero que
me des en una bandeja.." Haba olvidado el nombre pero continu sonriendo: "la cabeza
de Iaokanam"..."
Esta detallada descripcin de la danza, fue tomada por Flaubert luego de sus encuentros
con las Awalim (bailarinas refinadas del medio Oriente). El acercamiento melanclico al
personaje de la bailarina en Flaubert es propio de la literatura romntica, con su
fascinacin por las prostitutas, ensalzando el mito de la trgica cortesana aqu
personalizado en la bailarina oriental. Su Salom, ingenua y sensual, simboliza ese
Oriente construido, ese otro que ha ayudado a definir Occidente y que an est vigente.

La danza de los siete velos en Wilde

Salom es el ttulo de una tragedia de Oscar Wilde (1891), que muestra, en un solo acto,
una versin muy personal de la historia bblica de Salom.
La Salom de Wilde aparece como una femme faltal y su danza consigui incitar la
imaginacin y la lascivia en las sociedades puritanas occidentales del momento. Wilde
tuvo una clara intencin al llamar a esta danza la "Danza de los Siete Velos", ya que con

ello sugera una mujer desvelndose mientras bailaba. Este hecho provoc el escndalo,
dado que relacion en su obra el deseo sexual y los textos sagrados.
Otra versin para el origen de la llamada "Danza de los siete velos" es aquella en la cual
Ishtar (diosa babilnica del amor, la guerra y la fertilidad) perdi a su amado Tammuz y su
amor por l era tan grande que decidi ir a buscarlo al reino de Ereshkigal. Con pasin y
determinacin, cruz los siete vestbulos del submundo, y en cada uno de ellos era
despojada de una de sus pertenencias: un velo o una joya. En esta historia el velo
representa lo oculto, las cosas que ocultamos de los otros y de nosotros mismos. Al dejar
el velo, Isthar revela sus verdades, y entonces consigue reunirse con su amor.

Otros orgenes
En la Edad Media, a orillas del Mediterrneo, existan ya danzas en las que el movimiento
de las caderas era un elemento importante, podemos adivinarlo por las estatuillas y
dibujos que han perdurado. Sin embargo, tambin en ambas riberas haba presiones
sociales que hacan que estos tipos de bailes no estuvieran bien vistos, sobre todo porque
se perciba como un canto a la libertad sexual que ya no se corresponda con el papel de
las mujeres en estas sociedades. Pero hay una amplsima rea que tiene bailes con
muchos puntos en comn con la danza oriental. Se extiende desde la India hasta
Marruecos, abarca la mitad oeste de la Ruta de la Seda, la cuenca mediterrnea, e
incluso Europa del este y el sur de la ex Unin Sovitica.
Cien regiones se atribuyen la maternidad de la danza del vientre, pero lo nico claro es
que esta danza mestiza tiene movimientos esenciales y primarios que encontramos en
una multitud de culturas distintas. Esta mezcla es muy antigua: una bailarina que actuara
en la Roma republicana podra ser tanto una bera, como haberse criado en Siria o
Anatolia. En este contexto, se produce una de las ms importantes emigraciones que
haba visto hasta entonces la historia de la humanidad y de la que se podra decir que no
concluy hasta el siglo XIX. Hacia el siglo XI (segn algunos historiadores) o desde el
siglo V (segn otros) un grupo muy variado de pueblos al norte de india, y especialmente
de Rajastan, algunos de ellos ya nmadas, iniciaron una singular emigracin hacia el
oeste. Probablemente los impulsaba la reciente expansin del islam (si aceptamos la
teora de que salieron en el siglo XI) en aquellas tierras, as como la pobreza, las
hambrunas y las persecuciones sociales. Llevando a cuestas sus escasas posesiones, su
trayecto sigui la Ruta de la Seda hasta el imperio Bizantino, y se expandi por ambas
orillas del Mediterrneo. Sobrevivieron gracias a sus buenos oficios como artesanos
(particularmente en todo lo relacionado con el metal y la forja) y a su habilidad para la
danza y la msica. Segn un poeta persa llamado Firdusi, en el ao 420 a.C., mil msicos
indios fueron reclutados para actuar en la corte del prncipe Bahran de Persia. En el
idioma moderno, a los msicos ambulantes se les conoce como "dom" el mismo trmino
con el que se designa a los gitanos (en otras partes del mundo a los gitanos se les conoce
como"lom" y "rom").

El islam y la danza rabe

ste es un tema que se presta a polmica y que a veces se mezcla en la imaginacin
popular con estereotipos que nada tienen que ver con la religin, poco con la cultura y s
bastante con los prejuicios. La danza oriental florece en muchos pases de cultura rabe y
religin musulmana, aunque tambin es cierto que podemos encontrarla en lugares donde
una u otra caracterstica no se da. Por ejemplo, ni Turqua ni Irn son de cultura rabe
(unos descienden de otomanos y otros de persas); y en Grecia y los Balcanes la religin
dominante ha sido desde hace mucho tiempo la cristiana ortodoxa. Todos estos pases
tienen bailes folclricos con similitudes a la danza oriental. Hay que sealar, sin embargo,
que el islam prohbe como tal la msica (la llamada a la plegaria no se considera tal, sino
un modo de recitacin). Por lo tanto, la msica y la danza quedan en el terreno de lo laico,
y en regmenes ms fundamentalistas, en el de lo prohibido. La danza ha sido algo que
gobiernos e iglesias han considerado subversivo. Porque Que y ms liberador que
moverse y expresarse al ritmo de la msica?
Afortunadamente, el control no siempre fue estricto sobre aquellos que se dedicaban a
bailar. Irnicamente, la expansin del islam contribuy a llevar y mezclar estilos, dejando
su marca en todas las artes.
En Turqua, el islam se instal en 1453 despus de que el sultn Mehmet tomara
Constantinopla (la actual Estambul) y se promulg a la separacin de sexos, que
obviamente tambin se aplic a los espectculos y actos pblicos.
Los siglos que une la antigedad con la edad contempornea son de grandes
movimientos humanos en la zona en la que se origina la danza oriental. La expansin del
islam, las cruzadas, la hegemona poltica de las potencias mediterrneas (primero la
corona de Aragn y Gnova, luego Venecia y el imperio otomano), los intercambios
comerciales y an posteriormente el expansionismo imperialista de las potencias
europeas en frica llevaron los estilos locales de cada danza de un sitio a otro, a veces no
sin una buena dosis de violencia.

Los Orientalistas
Hacia el siglo XVIII, comienza a ponerse de moda un cierto gusto por lo extico y lo
oriental, que se convertir casi en un fenmeno despus de que Napolen conquiste
Egipto. Pintores, poetas, periodistas y msicos se adentran en un mundo que ellos
consideran salvaje y extico.
El gran tour, una especie de viaje que hacan los
jvenes ricos para conocer el arte y la cultura de pases exticos (a los ojos de un ingls o
un francs de la poca cierra parntesis se convierte en una moda para aquellos que
podan permitrselo.

Otros muchos artistas como los pintores Eugne Delacroix, Jean Auguste Dominique
Ingres o, posteriormente John Singer Sargent, se adentrarn en Egipto, el Imprerio
Otomano, Marruecos, Grecia Y no todos presentarn la cultura de oriente de modo
correcto. Tal y como firma del autor en su libro The Orient in Western Art: (Taschen,
2011):
"() generalmente, Oriente se ha presentado en trminos de un mundo imaginario, el
carcter del cual estaba basado en festivales y mascaradas, ms que en hechos", la
representacin de la figura humana est prohibida por el islam, el arte de los orientalistas
supona el primer testimonio a ojos de occidente de la vida en el mundo rabe. Un
testimonio a veces filtrado por los condicionamientos culturales de los artistas.

Los gitanos y las danzas de Espaa

Desgraciadamente, no conocemos la historia este pueblo ms que por testimonios
indirectos, porque hasta pocas recientes no ha habido testimonios escritos. Los
lingistas han estudiado el idioma Roman y han llegado a conjeturar cuales debieron ser
algunas de sus rutas, basndose en los prstamos lingsticos que se pueden observar
todava. Del mismo modo, su legado musical y de danza nos ha aportado buenas pistas.
Su patrimonio cultural es profundo y duradero, y su capacidad para mantener la propia
identidad pese a los embates de la cultura dominante, legendaria. En Andaluca, su
impronta va unida al flamenco, si bien hasta mediados del siglo XIX no encontramos por
escrito este trmino. Los estudiosos del tema afirman que las dos bases principales del
flamenco son el estilo de hacer msica heredado de los rabes y la influencia de las
melodas tradicionales gitanas, tal como en el caso de la danza oriental. Pero el flamenco
bebe tambin de otras fuentes que le son exclusivas, como un definitivo influjo que viene
de ms al norte, de los romances y poemas de finales de la poca medieval. Eran algo as
como el servicio de noticias del momento. Todo esto sin mencionar el importante peso de
la comunidad juda, que en aquel momento era tan importante como las dems en
Espaa y que dej sin duda tambin su marca en la msica y la danza de Andaluca. Esta
influencia gitana tambin se dio en los pases de religin no cristiana y tiene un impacto
especial en Egipto (de hecho, el trmino ingls que designa a los gitanos, gypsies, es una
corrupcin del nombre de ese pas all se los denomina "nawar").
Una tribu que se supone relacionada con estos gitanos egipcios son los "ghawasi", (quiere
decir "forasteros" o "invasores"), de los que se cree que se instalaron en la periferia de las
ciudades egipcias y comenzaron a ganar dinero regularmente gracias a sus espectculos
y danzas. Hoy en da, el trmino "ghaziya" (singular de "hawazi) significa "bailarinas", y
va a cobrar singular importancia en el Egipto de los siglos XVIII y XIX, porque encarnar a
ojos de los viajeros europeos el ideal de la bailarina seductora.

Si en la danza oriental hay multitud de teoras acerca de su origen, cuando hablamos del
flamenco la cosa no se vuelve ni mucho menos ms clara. Comienza por la propia
etimologa de la palabra, muy polmica. Se ha dicho de todo: desde que el porte y la ropa
de los que cantaban de este modo les haca recordar a las aves sancudas del mismo
nombre, hasta que el trmino est relacionado con los pases bajos, bien por influencia de
los gitanos que de all vinieron, bien incluso porque la situacin poltica durante el reinado
de Carlos V hiciera que "flamenco" y "rebeldes" se convirtieran en sinnimo. Tambin hay
una teora que relaciona "flamenco" con "flamma", la palabra latina que designa las
llamas, pero por lo animado este baile. Una de las explicaciones ms verosmiles dice que
viene de "felah mengu" (campesino huido, en rabe), en referencia a los moriscos
expulsados de Espaa. Seran ellos quienes elaboraran, a travs de su msica
tradicional y la que encontraran en sus lugares de exilio, el canto jondo que tanto nos
recuerde a l "Mawal", una tcnica de canto improvisado de solista, muy escuchado hasta
el da de hoy en el mundo rabe.

BIBLIOGRAFIA

MOHAMED, Shokry. La mgica danza del vientre. Ediciones Mandala. Madrid, 1995
BUONAVENTURA, Wendy. Bellydancing. Virago, Londres, 1983.
RICHARDS, Tazz. The Bellydance Book: Rediscovering the Oldest Dance. BackBeat
Press, Concord, 2000.