Cardiologia Hoy 2014
Cardiologia Hoy 2014
Cardiologia Hoy 2014
Resumen anual de
los avances en investigacin y
cambios en la prctica clnica
Editores
Eduardo Alegra Ezquerra / Agustn Fernndez Cisnal
Ignacio Fernndez Lozano / Nekane Murga Eizagaetxebarria
Domingo Pascual Figal / Rafael Vidal Prez
Publicacin oficial
CONTENIDO
Prlogo
Comisin TIC de la SEC
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Prlogo
El libro electrnico Cardiologa hoy viene publicndose desde hace cinco aos
como recopilatorio de los artculos publicados en el periodo anterior de 12 meses en
el blog de la Sociedad Espaola de Cardiologa (SEC) del mismo ttulo. Es a la vez que
una tradicin una herramienta de formacin esperada y cada vez ms demandada
y utilizada por los socios. Tambin es tradicional que vaya precedido de un prlogo
en el que uno o varios de los responsables de la pgina web de la SEC, y en concreto
del blog, resumen alguno de sus contenidos, presumen de los logros durante ese
periodo y desvelan las mejoras que pretenden incorporar en aos sucesivos.
Conviene mantener las tradiciones; casi todas, pero en especial las que son tiles.
Brindamos, pues, a todos los socios esta nueva edicin del libro, que recoge los
artculos publicados en el blog de la SEC entre noviembre de 2013 y octubre 2014. Y
tambin le hemos puesto un prlogo. En el cual hay algo de satisfaccin por el indudable xito del blog. Y tambin una breve mencin de los cambios (mejor dicho,
mejoras) experimentados en el blog y en la nueva pgina web de la SEC, presentada en nuestro congreso anual en octubre. Y tambin alguna promesa y algn
ruego. En este caso este prlogo hemos decidido que sea colectivo para dar idea
precisamente de que los logros y fallos de esta iniciativa formativa de la SEC son
responsabilidad de un equipo de personas al servicio de todos los socios y de los
dems colegas de Espaa y del resto del mundo.
Vaya lo primero el agradecimiento a los colaboradores. Respecto de aos anteriores
ha aumentado notablemente el nmero de los colegas que dedican algo su tiempo, toda su experiencia y lo mejor de su esfuerzo para llenar de contenidos tiles e
interesantes la pgina. Este ao hemos llegado a 71 colaboradores, el triple que el
ao pasado! Vuestro entusiasmo y vuestra dedicacin se han notado. Vaya que s.
Gracias de todo corazn por parte de la comisin (abajo firmantes). Os animamos y
ayudaremos a que sigis en esa lnea de calidad y disponibilidad. Y a que difundis
entre quienes os rodean que esta tarea es una de las ms agradables y reconfortantes que podemos hacer por nuestra SEC y les animis a que se aadan a ella.
Nuestro equipo de profesionales de Tecnologas de Informacin y Comunicacin
(los de TIC como se llaman y los llamamos) merece una especial gratitud. Su trabajo mprobo, dedicado, constante y excelente no se ve, pues las TIC precisamente
Cardiologa hoy 2014
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son virtuales y no hay personas a la vista, pero estn detrs como columnas fiables
y poderosas. Tambin gracias porque habis hecho y hacis un trabajo fantstico.
Para terminar con la parte ditirmbica. Gracias finalmente a Bayer por su colaboracin
en este proyecto desde su inicio. Eso es un modelo de patrocinio irrestricto, amable e
incondicional con el que se trabaja con todo gusto y con nada de agobio ni presin.
En cuanto a los contenidos, hemos seguimos intentando -como se hizo siempreatender a las necesidades de formacin y actualizacin de nuestros colegas aportndoles contenidos de inters. Nos hemos esforzado en aumentar la cantidad
y la variedad de la informacin. Pero sobre todo de su calidad, de modo que los
contenidos cientficos sean reflejo no sesgado de los conocimientos y avances
que rodean a nuestra especialidad. Junto a los resmenes de artculos, reportajes
de los congresos ms importantes, entrevistas a lderes cientficos de la cardiologa o crticas de libros al uso tradicional, hemos incorporado foros de discusin,
pldoras informativas o artculos de opinin. Todo ello ha hecho posible ms interaccin, en calidad y en cantidad, con nuestros colegas. Los cuales, por cierto,
merecen tambin una gratitud especial por la acogida cariosa, el aliento positivo
y el uso provechoso que han hecho del contenido del blog. Sirva como dato que
el nmero de visitas ha aumentado en un 63% y van ya por las 850.000 pginas
vistas. A estos datos cabe aadir, que el tiempo de consumo de cada pgina es
superior a cuatro minutos, de lo cual extraemos una conclusin muy positiva: el
usuario que hace clic en un artculo del blog acaba leyndolo de principio a fin.
Algunos nmeros para que los responsables del blog podamos presumir de laureles (pero prometemos no dormirnos en ellos):
120 artculos cientficos
35 artculos de opinin
15 resmenes de congresos
Adems, se ha hecho gran esfuerzo en adaptar la legibilidad de los contenidos a
todos los formatos (tabletas, mviles, etc.), lo que a buen seguro se ha traducido
en mayor penetracin entre usuarios de este tipo de dispositivos.
La promesa y el ruego finales. Son fciles de imaginar. Podis tener la seguridad
de que seguiremos laborando en el tajo de las TIC y aprovechando sus extraordi-
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Coronariografa no invasiva en
asintomticos. Datos para el debate
Dr. Rafael Vidal Prez
1 de noviembre de 2013
33/110 (30%), dos vasos en 37/110 (33,6%) y tres vasos en 40/110 (36,3%) y que
implicaban al tronco comn en 33/110 casos. En 22/110 (20%), las PAe no estaban
calcificadas. En 13/110 casos (11,8%), se estim obstruccin luminal significativa
(70%), sin calcificacin en 2 de ellos. El grupo de pacientes con PAe present
una media de puntuacin de riesgo REGICOR del 7,74,4% frente al 4,53,3% del
grupo sin evidencia de PAe, por lo que la funcin de riesgo REGICOR se relacion
significativamente con la presencia de PAe (p=0,001) con un rea bajo la curva ROC de 0,75. El anlisis poblacional segn riesgos categorizados mostr que
presentaban PAe el 32,2% de los sujetos con REGICOR bajo, el 65,7% de aquellos
con riesgo moderado y el 75,6% de los de riesgo alto, con diferencias estadsticamente significativas entre los grupos. El 95,5% de los casos con placas no
calcificadas (21/22) se distribuy entre los riesgos REGICOR bajo y moderado.
En el seguimiento, el 1,5% de los sujetos sufrieron eventos coronarios (1 muerte
sbita por infarto, 2 anginas inestables, una de ellas con tratamiento percutneo). Todos los casos que tuvieron eventos en el seguimiento mostraron PAe no
obstructivas en la CNI-TCMD, uno de ellos sin presencia de calcio coronario, con
riesgo bajo un caso y riesgo moderado los otros dos.
Los autores concluyeron que los resultados obtenidos concuerdan con la evidencia
cientfica que destaca el importante papel pronstico de la presencia y la extensin de las PAe, incluidas las no obstructivas y no calcificadas (el 20% en nuestra
serie), como sustrato potencial de eventos coronarios agudo.
COMENTARIO
La aterosclerosis coronaria es una importante causa de muerte en los pases desarrollados y no es raro que se presente de forma fatal, de ah el inters en detectarla
en etapas subclnicas. En la prctica, para el cribado poblacional se utilizan escalas
de estratificacin de riesgo que permiten instaurar medidas de prevencin primaria. Aunque el objetivo principal de las funciones de riesgo es estimar los eventos
cardiovasculares a medio plazo, es reconocida su limitacin para conseguir una
mejor estratificacin del riesgo intermedio, que precisamente concentr la mayora de los eventos de nuestra serie.
Este estudio apoya la observacin previa de que en el grupo de riesgo intermedio
se concentra tambin el mayor nmero de eventos coronarios, lo que subraya la
necesidad de mejorar la estratificacin de los pacientes con ese riesgo. Como bien
afirman los autores la CNI-TCMD puede ser importante para este objetivo, ya que,
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a diferencia del estudio del calcio coronario, identifica hasta un 11% de pacientes con placas no calcificadas con potenciales implicaciones clnicas. No obstante
aaden los autores para la recomendacin sistemtica de la CNI-TCMD en este
grupo de riesgo, quedara por demostrar en posteriores estudios a escala poblacional el beneficio que produce en prevencin.
En una carta acompaante (comentario) se afirma que teniendo en cuenta la
importancia y la prevalencia de placa blanda en la enfermedad coronaria, que
son indetectables mediante score calcio, cabra la posibilidad de replantearnos
el valor aadido de la CNI en la deteccin de este tipo de lesiones. De hecho, los
autores de este comentario hablan de trabajos realizados en pacientes de riesgo
intermedio han mostrado mayor tasa de eventos clnicos sobre placas blandas, y
datos del CONFIRM (Circulation. 2012;126:304-13) muestran un potencial aadido al
estratificar la gravedad de la enfermedad coronaria mediante CNI sobre el score
de calcio nicamente en pacientes sintomticos.
En un editorial publicado posteriormente al artculo, los autores de la carta que
motiva este comentario del blog remarcan que actualmente hay varios estudios
multicntricos en curso para conocer la distribucin y las caractersticas de la ateromatosis coronaria por TCMD en la poblacin general, al igual que se hizo en su
da con el calcio coronario. De hecho en nuestro pas se va a iniciar el estudio multicntrico Secure Prevention with Imaging of the Coronary Arteries (SPICA), auspiciado
por la Seccin de Imagen Cardiaca de la Sociedad Espaola de Cardiologa y con
la participacin del IMIM (Institut Hospital del Mar dInvestigacions Mdiques),
con el objetivo de conocer, en una muestra representativa de la poblacin general
asintomtica con riesgo intermedio, la distribucin y el grado de obstruccin de
las lesiones coronarias con un seguimiento clnico de eventos a 5 aos.
Es probable que los resultados de estos estudios permitirn, con toda probabilidad, una mayor precisin en la clasificacin de los grupos de riesgo cardiovascular,
lo que repercutir en las estrategias de prevencin primaria, teniendo en cuenta
que hoy ya estn aceptadas en las guas la cuantificacin del calcio coronario y el
elevado valor predictivo negativo de eventos coronarios que tiene la ausencia de
lesiones en la CNI. Esperaremos dichos resultados para enriquece este debate.
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Referencia
Enfermedad coronaria subclnica por tomografa computarizada multidetector
en poblacin asintomtica estratificada por nivel de riesgo coronario
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Prevencin de eventos CV
en pacientes diabticos
seleccionados mediante NT-proBNP
Dra. Clara Gunturiz Beltrn
4 de noviembre de 2013
Estudio que analiza el efecto del ajuste ptimo del tratamiento con antagonistas
del sistema renina angiotensina (IECAS/ARA II) y betabloqueantes para la prevencin primaria de eventos cardiovasculares en el subgrupo de pacientes con
diabetes tipo 2, que presenten concentracin basal de NT-proBNP elevada, considerando a este como un potencial biomarcador de riesgo cardiovascular.
El estudio trata de evaluar el efecto preventivo principal de la terapia neurohormonal en los pacientes diabticos de alto riesgo seleccionado por el pptido natriurtico tipo B N-terminal (NT-proBNP ). As pues, la razn por la que surge este ensayo
clnico aleatorizado se basa en dos supuestos. Por una parte, se ha identificado el
NT-proBNP en estudios previos, como un potencial biomarcador para seleccionar a
los pacientes diabticos con mayor riesgo cardiovascular. Por otra parte, se pretende
evaluar la terapia combinada con bloqueo del sistema renina angiotensina y betabloqueantes para la prevencin primaria en este mismo grupo de pacientes.
Para este fin, el estudio parte de una muestra de 300 pacientes con diabetes tipo
2, sin historia de enfermedad cardiovascular previa (as como signos de posible
enfermedad cardiaca en ECG y ecocardiografa), quienes presentan un valor basal elevado de NT-proBNP (prefijado como umbral >125 pg/ml). Se llev a cabo
aleatorizacin simple 1:1 (n=150 en cada grupo). Ambos grupos fueron asignados
a 4 unidades de atencin de diabetes, y el grupo de intervencin adems recibi
un ajuste optimizado, lento pero sostenido, del tratamiento con betabloqueantes
y IECAS/ARA II mediante visitas sucesivas. A los 12 meses se alcanzaron diferencias estadsticamente significativas entre ambos grupos, en cuanto al nmero de
pacientes tratados, as como la dosis, tendiendo a la mxima recomendada en el
grupo de intervencin (p<0,0001).
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El objetivo primario fue la hospitalizacin y muerte por enfermedad cardiovascular despus de 2 aos de seguimiento. Los objetivos secundarios fueron hospitalizacin por todas las causas, muerte y hospitalizacin por causa cardiovascular no
planificada, y hospitalizacin por insuficiencia cardiaca. Un objetivo adicional fue
evaluar si se produca un descenso en la concentracin del NT-proBNP tras 1 ao
de tratamiento intensivo.
Se compararon las caractersticas basales de los pacientes de ambos grupos sin
encontrar diferencias estadsticamente significativas.
En cuanto a los resultados, se objetiv una reduccin significativa de la variable principal en el grupo de intervencin (razn de riesgo: 0,351, IC 95%: 0,127-0,975; p=0,044).
Tambin se obtuvieron diferencias en los endpoints secundarios (p<0,05 para todos).
Sin embargo, sorprendentemente, no hubo reduccin del biomarcador en el grupo
con tratamiento ptimo, respecto del grupo control, a pesar de objetivarse una disminucin del riesgo cardiovascular en los primeros. Por ello se decidi comparar ambos
grupos con un tercero que no haba participado inicialmente en el estudio, constituido
por pacientes diabticos sin historia de enfermedad cardiovascular y con NT-proBNP
<125 pg/ml. As, este anlisis fue quizs el de mayor relevancia, al mostrar como equivalentes en trminos de supervivencia al grupo con concentraciones normales del biomarcador, respecto del grupo con NT-proBNP elevado y tratamiento intensivo. A su
vez, ambos se mostraron superiores respecto al grupo control del estudio con biomarcador elevado y sin tratamiento preventivo adicional (p=0,0002).
Entre otros resultados obtenidos, la presin arterial se redujo significativamente
en ambos grupos (p<0,05), sin diferencias estadsticamente significativas entre
los mismos; la frecuencia cardiaca solo se redujo en el grupo intensivo (p=0,004).
Con estos datos se concluye que el ajuste acelerado de antagonistas del SRA y betabloqueantes a la dosis mxima tolerada es una intervencin efectiva y segura
para la prevencin primaria de eventos cardiovasculares en una poblacin de pacientes con diabetes mellitus tipo 2, preseleccionados utilizado NT-proBNP.
COMENTARIO
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En segundo lugar se deduce de este estudio que el tratamiento con betabloqueantes y antagonistas del SRA no solo es un buen tratamiento en prevencin
secundaria en muchos mbitos de la patologa cardiovascular como est establecido, sino que la terapia neurohumoral combinada (como se utiliza en este ensayo) tambin es una buena opcin en la prevencin primaria de enfermedades
cardiovasculares, al menos en el grupo de pacientes diabticos. Adems, la carencia de efectos secundarios graves que requieran hospitalizacin durante el ajuste
agresivo del tratamiento en el estudio, permite deducir no solo su eficacia sino
tambin su seguridad.
Por ltimo, este estudio no est exento de limitaciones, entre las que cabe destacar un bajo tamao muestral, o el anlisis estadstico basado en comparacin de
ambos grupos sin ajuste de covariables adicionales, ya que debido a la baja tasa
de eventos la validez de los anlisis de regresin s ajustados es limitada y es necesario interpretarla con cautela.
En conclusin, los resultados del estudio sugieren que el tratamiento preventivo
focalizado en la poblacin seleccionada con pptidos natriurticos puede significar un gran avance en las estrategias de prevencin primaria, como reflejo directo de un mayor conocimiento del campo de la biomedicina molecular; pudiendo
identificar estados cada vez ms precoces de la patologa cardiovascular. Sin
embargo, se requieren ms estudios para dar paso a la obtencin de una mayor
certeza sobre estos temas. As pues, considerando el uso del NT-proBNP como
predictor de riesgo en una poblacin de pacientes diabticos, como analiza el reciente estudio, restaran muchas cuestiones por resolver, como son, determinar
la poblacin objetivo que obtendra beneficio (seran aplicables los resultados
ms all de la poblacin diabtica?), cules seran las intervenciones ms eficaces
en este propsito, evaluar la coste-efectividad de dicha estrategia preventiva, o
establecer los puntos de corte ptimos del NT-proBNP para obtener una mayor
especificidad sin prdida de sensibilidad.
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Referencia
PONTIAC (NT-proBNP Selected PreventiOn of cardiac eveNts in a populaTion of
dIabetic patients without A history of Cardiac disease).A Prospective Randomized
Controlled Trial
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Metaanlisis para evaluar los datos actuales al respecto del resultado clnico de la
trombectoma por aspiracin o la trombectoma mecnica antes de intervencionismo
coronario percutneo (ICP) primario respecto al ICP primario convencional aislado.
El objetivo del estudio fue disear un metaanlisis para evaluar los datos actuales al
respecto del resultado clnico de la trombectoma por aspiracin o la trombectoma
mecnica antes de intervencionismo coronario percutneo (ICP) primario respecto
al ICP primario convencional aislado. El estudio nace de la incerteza al respecto de la
eficacia clnica de la trombectoma en el infarto agudo de miocardio (IAM).
La metodologa del metaanlisis fue la siguiente: se incluyeron los ensayos clnicos que aleatorizaron a pacientes con IAM a trombectoma por aspiracin (18 ensayos, n=3.936) o mecnica (7 ensayos, n=1.598) antes de ICP comparados con ICP
convencional aislado.
Los resultados comunicados fueron los siguientes:
El tiempo medio ponderado de seguimiento fue de 6 meses.
Trombectoma por aspiracin vs. ICP primario convencional (18 ensayos,
n=3.936): eventos adversos coronarios mayores (MACE en ingls) (riesgo relativo [RR]: 0,76; IC 95%: 0,63-0,92; p=0,006) y mortalidad por todas las causas
(RR: 0,71; IC 95%: 0,51-0,99; p=0,049) se vieron reducidas significativamente
con la trombectoma por aspiracin. Una tendencia al beneficio se observ para el infarto de miocardio recurrente (p=0,11) y la revascularizacin del
vaso diana (p=0,06). Tamao final del infarto (p=0,64) y fraccin de eyeccin
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tegia de trombectoma por aspiracin. Dada la presencia de mltiples dispositivos, seguro que el tema seguir a debate en los prximos meses o aos.
Referencia
Role of Aspiration and Mechanical Thrombectomy in Patients With Acute Myocardial Infarction Undergoing Primary Angioplasty. An Updated Meta-Analysis of
Randomized Trials
47
Anlisis retrospectivo que estudia la relacin entre los cambios en los niveles de
hemoglobina (Hb) antes y despus de un cateterismo cardiaco y su relacin con la
aparicin de insuficiencia renal aguda (IRA) inducida por contraste.
La relacin entre la IRA inducida por contraste y el sangrado en la actualidad es controvertida. Este estudio persegua evaluar la asociacin entre este tipo de IRA tras una
intervencin percutnea coronaria y la severidad del sangrado durante el mismo.
Se realiz un anlisis retrospectivo basado en un registro prospectivo multicntrico japons: base de datos para estudios cardiovasculares interhospitalaria Keio.
Se dividieron 2.646 a los que se les haba realizado una ACTP en 5 grupos segn
la variacin de los niveles de Hb antes y despus del procedimiento: pacientes sin
disminucin del nivel de Hb (grupo A), pacientes con disminucin del nivel de Hb
<1 gr/dl (grupo B), disminucin de 1 a <2 gr/dl (grupo C), disminucin de 2 a <3 gr/
dl (grupo D) y disminucin de >3 gr/dl (grupo E). La IRA inducida por contraste
se defini como un aumento en la creatinina (Cr) srica 0,5 mg/dl o 25% por
encima de los valores basales 48 horas antes de la administracin de contraste.
Se recogieron durante el seguimiento eventos como la aparicin de insuficiencia
cardiaca, shock y mortalidad por cualquier causa intrahospitalarios.
La edad media de los pacientes fue de 6711 aos. De los 2.646 pacientes, 315 (11,9%)
desarrollaron una IRA inducida por contraste. La incidencia segn los subgrupos
predefinidos segn la disminucin de Hb fue: 6,2%; 7,5%; 10,7%; 17,0% y 26,2% en
los grupos desde el A al E, respectivamente (p<0,01), mientras que la incidencia de
un sangrado mayor fue 0,7%; 1,3%; 2,0%; 4,1%; y 28,3%, respectivamente (p<0,01).
La IRA inducida por contraste se asoci a una tasa de mortalidad ms alta (5,4%
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vs. 0,6%; p<0,01) y una tasa mayor del evento combinado que inclua insuficiencia
cardiaca, shock cardiognico y muerte por cualquier causa (16,5% vs. 2,8%; p<0,01)
El estudio concluye que el sangrado periprocedimiento se asoci significativamente con la aparicin de IRA inducida por contraste y esta a su vez se correlacion significativamente con la severidad del sangrado.
COMENTARIO
La IRA inducida por contraste es uno de los efectos adversos ms frecuente tras una
revascularizacin percutnea coronaria que adems se asocia a un aumento en la
morbimortalidad a corto y largo plazo y un aumento importante en el gasto sanitario asociado a este proceso. Las variables relacionadas hasta el momento con la
aparicin de esta complicacin son: tipo de contraste utilizado, insuficiencia renal
previa, diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca, edad avanzada, presencia de anemia, inestabilidad hemodinmica y disminucin del volumen efectivo circulante.
Otras causas que podran estar relacionadas con la aparicin de IRA tras un cateterismo seran el shock cardiognico (inestabilidad hemodinmica), la ateroembolia,
la presencia de molculas de inflamacin/necrosis que se secretan durante la isquemia miocrdica, uso de frmacos nefrotxicos durante la hospitalizacin, etc. Para
evitar este tipo de sesgos los autores excluyeron a los pacientes con signos de shock
cardiognico e incluyeron variables como la presin arterial sistlica y diastlica en
su anlisis estadstico sin encontrar diferencias estadsticamente significativas en
cuanto a los valores de presin arterial en los 5 subgrupos definidos. En cuanto a las
otras causas posibles causantes de IRA no se podran descartar debido a que el estudio se realiz utilizando una base de datos en la que no se recogieron estas variables.
Segn los autores el hallazgo ms importante de este estudio es que la IRA inducida
por contraste y otras complicaciones durante la hospitalizacin durante un procedimiento percutneo coronario se correlacionan de forma significativa a la severidad
del sangrado periprocedimiento. Se confirmara, por lo tanto, la importancia del
volumen total de sangrado como un factor de riesgo para desarrollar este tipo de insuficiencia renal y otras complicaciones como mortalidad, aparicin de insuficiencia
cardiaca y shock cardiognico incluso con pequeos cambios en los niveles absolutos
de Hb. Por el momento, todas las estrategias preventivas para evitar la IRA inducida
por contraste incluyen medidas para mantener una correcta hidratacin y uso de
bicarbonato y de n-acetilcistena, todas ellas controvertidas.
50
Tras los hallazgos de estos autores se debera tener un especial cuidado para evitar
sangrados (incluso de escasa cantidad) durante un procedimiento percutneo y utilizar preferentemente una bordaje va radial. As mismo, sera interesante confirmar
si esta estrategia es til para evitar morbimortalidad en pacientes sometidos a un
cateterismo coronario y en especial riesgo de sufrir una IRA inducida por contraste.
Referencia
Impact of Periprocedural Bleeding on Incidence of Contrast-Induced Acute Kidney Injury in Patients Treated With Percutaneous Coronary Intervention
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El caf aumenta
el riesgo cardiovascular?
Dr. Juan Quiles Granado
11 de noviembre de 2013
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Con estos datos, los autores concluyen que el consumo moderado de caf se asocia inversamente y de forma significativa con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, siendo el riesgo cardiovascular ms bajo entre aquellos que consumen
entre 3 y 5 tazas de caf al da. El consumo excesivo de caf no se asoci con un
riesgo de enfermedad cardiovascular elevado.
COMENTARIO
Referencia
Long-Term Coffee Consumption and Risk of Cardiovascular Disease: A Systematic
Review and a Dose-Response Meta-Analysis of Prospective Cohort Studies
Ming Ding, Shilpa N. Bhupathiraju, Ambika Satija, Rob M. van Dam, Frank B. Hu.
doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.113.005925.
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Los autores concluyen que la edad y el sexo son los factores ms importantes que
determinan el consumo de frmacos. El estilo de vida y el nivel sociocultural afectan solo al uso de psicofrmacos. La diabetes mellitus se asocia a un mayor consumo de antihipertensivos, hipolipemiantes y antiinflamatorios no esteroideos.
COMENTARIO
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y los sujetos con DM conocida han utilizado mayor nmero de frmacos, y no solo
insulina o ADO, sino tambin antihipertensivos, hipolipemiantes y AINE.
Se puede ver una entrevista a una de sus autoras en: Natalia Colomo. Consumo de
frmacos relacionados con el tratamiento de la diabetes y otros factores de riesgo
cardiovascular en la poblacin espaola. Estudio Di@bet.es.
Referencia
Consumo de frmacos relacionados con el tratamiento de la diabetes mellitus y
otros factores de riesgo cardiovascular en la poblacin espaola. Estudio Di@bet.es
57
Estudio multicntrico, prospectivo, aleatorizado, abierto, controlado con reclutamiento de pacientes de un registro nacional con IAMEST que recibieron intervencionismo coronario percutneo (ICP) y fueron asignados aleatoriamente a
aspiracin manual de trombo seguida de ICP o a solo ICP, evalundose mortalidad
por todas las causas a los 30 das.
El estudio parte de que el efecto clnico de la aspiracin rutinaria de trombos intracoronarios antes de un intervencionismo coronario percutneo primario en pacientes con infarto agudo de miocardio con elevacin del segmento ST (IAMEST)
es incierto. Los autores se plantean evaluar si la aspiracin de trombos reduce
la mortalidad. El estudio responde al nombre de TASTE (Thrombus Aspiration in
ST-Elevation Myocardial Infarction in Scandinavia).
La metodologa empleada fue la siguiente: se plante un estudio multicntrico,
prospectivo, aleatorizado, controlado, en forma de ensayo abierto (open label), con
reclutamiento de pacientes de un registro nacional exhaustivo conocido como
Swedish Coronary Angiography and Angioplasty Registry (SCAAR) y los objetivos se
evaluaron a travs de los registros nacionales. Un total de 7.244 pacientes con IAMEST que recibieron ICP fueron asignados aleatoriamente a aspiracin manual
de trombo seguida de ICP o a solo ICP. El objetivo primario fue la mortalidad por
todas las causas a los 30 das.
Los resultados comunicados fueron los siguientes: no se perdieron pacientes durante el seguimiento. La muerte por cualquier caso ocurri en el 2,8% de los pacientes del grupo de aspiracin de trombo (103 de 3.621), comparados con el 3%
del grupo de ICP aislada (110 de 3.623) (hazard ratio 0,94; IC 95%: 0,72-1,22; P=0,63).
59
Las tasas de hospitalizacin por infarto de miocardio recurrente a los 30 das fueron de 0,5% y 0,9% en los 2 grupos, respectivamente (hazard ratio 0,61; IC 95%:
0,34-1,07; P=0,09), y las tasas de trombosis del stent fueron de 0,2% y 0,5%, respectivamente (hazard ratio 0,47; IC 95%: 0,20-1,02; P=0,06). No existieron diferencias significativas entre los grupos con respecto a la tasa de ictus o complicaciones
neurolgicas en el momento del alta (P=0,87). Los resultados fueron consistentes
en todos los subgrupos preespecificados ms importantes, incluyendo los subgrupos definidos de acuerdo a la carga trombtica y el flujo coronario antes del ICP.
Los autores concluyen que la aspiracin trombtica antes de la ICP comparada con
la ICP aislada no reduce la mortalidad a 30 das entre los pacientes con IAMEST.
COMENTARIO
Uno de los ms importantes retos teraputicos en el manejo del IAMEST es el establecimiento del flujo normal coronario tras un ICP. El flujo coronario reducido
se asocia de forma cercana con la lesin de reperfusin, la cual puede conducir
a arritmias, disfuncin contrctil, obstruccin microvascular y dao miocrdico
irreversible. La perfusin miocrdica reducida se asocia tambin con insuficiencia
cardiaca y muerte.
La aspiracin del trombo arterial coronario, una terapia adyuvante al ICP, simple
y que se realiza rpidamente con poco coste, podra mejorar el flujo sanguneo
coronario y resolver la elevacin del segmento-ST, aunque estos no son hallazgos
universales. Estudios previos sobre aspiracin de trombos no han tenido generalmente la potencia suficiente para evaluar objetivos clnicos duros. El estudio
TAPAS (Thrombus Aspiration during Percutaneous Coronary Intervention in Acute Myocardial Infarction Study), monocntrico de 1.071 pacientes, y donde la mortalidad
era un objetivo secundario nos sugiri que podra existir beneficio en la supervivencia tras la aspiracin trombtica, pero, por otro lado, un metaanlisis reciente
sealaba que poda tener el precio de incrementar el riesgo de ictus.
Un elemento de inters que mereci otro editorial es la forma en que se realiz
el estudio, que es dentro de un registro establecer una aleatorizacin para analizar nuevas hiptesis creando lo que se ha designado como randomized registry
trial (ensayo aleatorizado mediante registros), una frmula que humildemente
veremos que se extender como la plvora en los prximos aos dada la falta de
molculas a ensayar en el campo cardiovascular.
60
En un editorial acompaante al artculo, Robert A. Byrne y Adnan Kastrati, afirman que la pregunta clave que se debe responder al interpretar los resultados de
TASTE, es cmo podemos estar seguros de que no se est perdiendo un importante efecto clnico y adems destacan que no supone problemas de seguridad, y las
tasas de rehospitalizacin por infarto as como las de trombosis del stent parecen
reducirse en un 50%; adems los beneficios potenciales de la aspiracin en cuanto
a mejora del miocardio salvado y el remodelado favorable no se puede capturar a
los 30 das y puede manifestarse al ao del infarto, de hecho en TAPAS el beneficio
en la mortalidad no se manifest hasta los 12 meses.
No se puede estar ms de acuerdo en esperar a los resultados de los 12 meses de
seguimiento para verificar claramente la ausencia de beneficio o su presencia.
Tambin est en marcha otro estudio mayor que se conoce como TOTAL (ClinicalTrials.gov number, NCT01149044) y ser interesante conocer su resultado.
Referencia
Thrombus Aspiration during ST-Segment Elevation Myocardial Infarction
61
Artculo en el que se comunican los resultados a largo plazo (12 meses) de los pacientes incluidos en el estudio IABP-SHOCK II en el que se compar el tratamiento
estndar con el baln de contrapulsacin en pacientes con infarto en situacin de
shock cardiognico, sometidos a revascularizacin precoz.
El ensayo IABP-SHOCK II fue un estudio multicntrico y aleatorizado en el cual, los
pacientes con shock cardiognico postinfarto que iban a ser sometidos a angioplastia primaria y revascularizacin, fueron asignados aleatoriamente (1:1) para
colocacin de baln de contrapulsacin versus control. La variable principal de
eficacia fue la mortalidad por cualquier causa a los 30 das, en la cual no se observaron diferencias significativas.Dado que en estudios previos de mortalidad con
baln de contrapulsacin se haban observado beneficios en trminos de mortalidad nicamente en el largo plazo (a partir de los 30 das), se realiz un seguimiento a 6 y 12 meses as como una evaluacin de la calidad de vida de todos los
supervivientes con el cuestionario EuroQol-5D. Un comit central enmascarado
se encarg de la adjudicacin de los eventos clnicos, ya que ni los pacientes ni los
investigadores estaban cegados a la asignacin del tratamiento. El anlisis fue por
intencin de tratar.
En el estudio se incluyeron entre 2009 y 2012, 600 pacientes que fueron asignados a
tratamiento con baln de contrapulsacin (n=301) o control (n=299). De los 595 que
fueron seguidos hasta los 12 meses, 155 (52%) de 299 pacientes en el grupo de baln de
contrapulsacin y 152 (51%) de 296 pacientes en el grupo control haba muerto (RR 1,01;
IC 95%: 0,86-1,18; p=0,91). No hubo diferencias significativas en el reinfarto (RR 2,60,
IC 95%: 0,95-7,10; p=0,05), necesidad de nueva revascularizacin (RR 0,91, IC 95%:
0,58-1,41, p=0,77), o accidente cerebrovascular (RR 1,50, IC 95%: 0,25-8,84; p=1,00).
63
Para los sobrevivientes, las medidas de calidad de vida, incluyendo la movilidad, cuidado personal, actividades cotidianas, dolor o malestar y la ansiedad o la depresin no
difiri significativamente entre los grupos de estudio.
Con estos datos los autores concluyen que en los pacientes sometidos a revascularizacin precoz por infarto de miocardio complicado con shock cardiognico, el baln
de contrapulsacin no obtuvo a los 12 meses ningn beneficio sobre la mortalidad.
COMENTARIO
64
Referencia
Intra-Aortic Balloon Counterpulsation in Acute Myocardial Infarction Complicated by Cardiogenic Shock (IABP-SHOCK II): Final 12 Month Results of a Randomised, Open-Label Trial
Holger Thiele, Uwe Zeymer, Franz-Josef Neumann, Miroslaw Ferenc, HansGeorg Olbrich, Jrg Hausleiter, Antoinette de Waha, Gert Richardt, Marcus
Hennersdorf, Klaus Empen, Georg Fuernau, Steffen Desch, Ingo Eitel,
Rainer Hambrecht, Bernward Lauer, Michael Bhm, Henning Ebelt, Steffen
Schneider, Karl Werdan, Gerhard Schuler.
Lancet 2013;382:1638-1645.
65
Ensayo clnico aleatorizado, doble ciego, que evala el tratamiento con ivabradina en pacientes con insuficiencia cardiaca con fraccin de eyeccin conservada,
midiendo la capacidad funcional y parmetros hemodinmicos de llenado ventricular izquierdo, valorados mediante ergometra con consumo de gases y ecocardiografa en reposo y tras el ejercicio fsico.
La insuficiencia cardiaca con fraccin de eyeccin conservada cursa frecuentemente con disnea e intolerancia al ejercicio, que limitan la calidad de vida de
estos pacientes. Actualmente no existe ningn tratamiento especfico para
este trastorno, recomendndose un buen control de las comorbilidades, fundamentalmente hipertensin arterial, diabetes mellitus, enfermedad coronaria y
obesidad. Respecto a la insuficiencia cardiaca con fraccin de eyeccin deprimida, las ltimas guas de prctica clnica amplan las posibilidades teraputicas
incorporando la ivabradina1, un inhibidor selectivo de los canales If que acta
sobre el automatismo del nodo sinusal, reduciendo la frecuencia cardiaca sin
efectos inotrpicos negativos, y que demostr reducir la morbimortalidad de
estos pacientes en el ensayo clnico SHIFT2. Volviendo a la insuficiencia cardiaca
con fraccin de eyeccin conservada, desde el punto de vista fisiopatolgico,
existe una incapacidad para una adecuada relajacin miocrdica, por lo que el
incremento de la frecuencia cardiaca que se produce durante el ejercicio fsico
puede ser especialmente nocivo, ya que al acortarse la duracin de la distole
se incrementan las presiones de llenado ventricular izquierdo, lo que provoca
la intolerancia al ejercicio. Por ello, los tratamientos que prolongan la distole
pueden optimizar el flujo transmitral, reduciendo las presiones de llenado y la
disnea. Resulta, pues, atractivo desde el punto de vista terico, evaluar el efecto
de la ivabradina sobre estos pacientes, ya que permite controlar la frecuencia
cardiaca durante el ejercicio sin el efecto inotrpico negativo de los betabloqueantes. En este contexto se disea este trabajo, que tiene como objetivos
67
evaluar el efecto de la ivabradina sobre la capacidad de ejercicio y funcin ventricular izquierda, particularmente la respuesta al ejercicio de las presiones de
llenado, en pacientes con insuficiencia cardiaca y funcin sistlica conservada.
Se seleccionaron en dos laboratorios de ecocardiografa (Hospital Universitario
de Wroclaw, Polonia y Hospital Princess Alexandra en Brisbane, Australia), 114 pacientes con insuficiencia cardiaca con fraccin de eyeccin conservada. Para ser incluidos en el estudio, deban presentar signos o sntomas de insuficiencia cardiaca
(disnea, fatigabilidad, intolerancia al ejercicio), una fraccin de eyeccin conservada ( del 50%) y evidencia de disfuncin diastlica, presentando una capacidad
funcional menor del 80% de la prevista para su edad y sexo y un ratio entre la velocidad pico del flujo diastlico precoz y la velocidad pico del movimiento diastlico precoz del anillo mitral (e/e) mayor de 13 tras el ejercicio. Se excluy a aquellos
pacientes que no presentaban ritmo sinusal estable, los diagnosticados de cardiopata isqumica, enfermedad valvular moderada o severa, frecuencia cardiaca
en reposo menor de 60 latidos por minuto, sndrome del nodo sinusal enfermo,
bloqueo auriculoventricular de segundo o tercer grado, obesidad severa (ndice
de masa corporal mayor de 36 kg/m2), enfermedad pulmonar, hemoglobina 11 g/
dl o tratamiento concomitante con antagonistas del calcio no dihidropiridnicos,
antiarrtmicos de clase I, inhibidores potentes del citocromo P450 3A4 o frmacos
que prolongadores del intervalo QT. 61 pacientes que cumplieron todos los criterios de inclusin y ninguno de exclusin fueron aleatorizados a tomar ivabradina
5 mg cada 12 horas (n=30) o placebo (n=31) durante una semana, realizndose test
cardiopulmonares de ejercicio y ecocardiografas en reposo y tras el ejercicio al
inicio y al final del tratamiento. En el grupo de ivabradina se objetivo un incremento estadsticamente significativo, entre el inicio y el final del tratamiento, en
la capacidad funcional (4,21,8 METs frente a 5,71,9 METs, p=0,001) y el consumo
pico de oxgeno (14,06,1 ml/min/kg frente a 17,03,3 ml/min/kg, p=0,001), con una
reduccin simultnea en el incremento inducido por el ejercicio de la relacin e/e
(3,12,7 frente a 1,32,0, p=0,004). La respuesta cronotrpica corregida por la carga
de trabajo (diferencia en la frecuencia cardiaca con el mismo tiempo de ejercicio
al inicio y final del tratamiento) mostr un incremento inducido por el ejercicio de
la frecuencia cardiaca ms lento en el grupo de ivabradina que en el grupo placebo. El tratamiento con ivabradina ( = 0,34, p=0,04) y el incremento inducido
por el ejercicio de la relacin e/e ( = -0,30, p=0,02) se correlacionaron de forma
independiente con el incremento en la capacidad funcional, y el tratamiento con
ivabradina ( = 0,32, p=0,007) se correlacion de forma independiente con el incremento en el consumo pico de oxgeno.
68
Los autores concluyen que en pacientes con insuficiencia cardiaca con fraccin de
eyeccin conservada, el tratamiento con ivabradina durante un corto periodo de
tiempo increment la capacidad funcional, mediante una mejora en las presiones
de llenado ventricular izquierdo durante el ejercicio, como refleja el ratio entre la
velocidad pico del flujo diastlico precoz y la velocidad pico del movimiento diastlico precoz del anillo mitral.
COMENTARIO
69
que muestra un incremento en la capacidad funcional de los pacientes que se relaciona con una mejora en los parmetros ecocardiogrficos de funcin diastlica durante el ejercicio fsico. Estos datos podran ser un buen punto de partida
para el diseo de ensayos clnicos ms ambiciosos desde el punto de vista clnico
que evalen el efecto de este frmaco a ms largo plazo y sobre endpoints duros
como mortalidad o ingresos por insuficiencia cardiaca.
Referencia
Effect of If-Channel Inhibition on Hemodynamic Status and Exercise Tolerance in
Heart Failure With Preserved Ejection Fraction. A Randomized Trial
Bibliografa
1
McMurray JJ, Adamopoulos S, Anker SD, et al., for the ESC Committee for
Practice Guidelines. ESC guidelines for the diagnosis and treatment of
acute and chronic heart failure 2012: the Task Force for the Diagnosis and
Treatment of Acute and Chronic Heart Failure 2012 of the European Society
of Cardiology. Developed in collaboration with the Heart Failure Association
(HFA) of the ESC. Eur Heart J 2012;33:1787-847.
Swedberg K, Komajda M, Bhm M, et al. Ivabradine and outcomes in chronic
heart failure (SHIFT): a randomised placebo-controlled study. Lancet
2010;376:875-85.
Owan TE, Hodge DO, Herges RM, Jacobsen SJ, Roger VL, Redfield MM. Trends
in prevalence and outcome of heart failure with preserved ejection fraction.
N Engl J Med 2006;355:251-9.
70
Metaanlisis que evala la prevalencia y efecto sobre el pronstico de la enfermedad renal crnica (ERC) y el empeoramiento de la funcin renal (EFR) en pacientes
con insuficiencia cardiaca (IC).
El estudio parte de que la enfermedad renal crnica y el empeoramiento de la
funcin renal se han asociado con un pobre pronstico en insuficiencia cardiaca.
La metodologa planteada fue la siguiente, se identificaron los artculos mediante bsqueda bibliogrfica en MEDLINE (desde su creacin hasta 1 julio de 2012) y
Cochrane. Se incluyeron los estudios en pacientes con IC y riesgo de mortalidad
donde se recogieron ERC y/o EFR. En un anlisis secundario, se seleccionaron los
estudios que investigaban los predictores de EFR. Se encontraron 57 estudios
(1.076.104 pacientes) que investigaron ERC y 28 estudios (49.800 pacientes) que
investigaron EFR.
Los resultados comunicados fueron los siguientes: la prevalencia de ERC fue 32% y
la mortalidad por todas las causas asociada fue de odds ratio (OR) 2,34; intervalo
de confianza (IC) 95%: 2,20-2,50; P<0,001). El empeoramiento de la funcin renal
estaba presente en 23% y se asoci con un pronstico desfavorable (OR 1,81, IC
95%: 1,55-2,12, P<0,001). En el anlisis multivariado, la disfuncin moderada renal:
hazard ratio (HR) 1,59, IC 95%: 1,49-1,69; P<0,001, disfuncin renal severa HR 2,17;
IC 95%: 1,95-2,40; P<0,001; y EFR, HR 1,95; IC 95%: 1,45-2,62; P<0,001 fueron todos
predictores independientes de la mortalidad. A lo largo de los estudios la ERC basal, historia de hipertensin y diabetes, edad, y uso de diurtico son predictores
significativos para la aparicin de EFR.
71
Ante estos resultados lo autores concluyen que lo a largo de todos los subgrupos
de pacientes con IC, ERC y EFR son prevalentes y se asocian con un fuerte incremento del riesgo de mortalidad, especialmente ERC. Determinadas situaciones
van a predecir la aparicin de EFR y por tanto un peor pronstico.
COMENTARIO
72
Referencia
Renal Impairment, Worsening Renal Function, and Outcome in Patients With
Heart Failure: An Updated Meta-Analysis
73
75
La frecuencia anual del objetivo principal durante el tratamiento fue 1,50% con
warfarina (mediana de tiempo en rango teraputico, 68,4%) en comparacin con
1,18% con altas dosis de edoxabn (hazard ratio frente a warfarina 0,79; IC 97,5%:
0,63-0,99; p<0,001 para no-inferioridad y p=0,02 para superioridad) y 1,61% con
bajas dosis de edoxabn (hazard ratio 1,07; IC 97,5%: 0,87-1,31; p=0,005 para no
inferioridad y p=0,44 para superioridad). En el anlisis pre-especificado de superioridad que se realiz por intencin de tratar, la tasa anualizada del objetivo final
primario fue 1,80% en el grupo de warfarina, en comparacin con 1,57% en grupo de alta dosis de edoxabn (HR frente a la warfarina, 0,87, IC 97,5%: 0,73-1,04,
p=0,08) y de 2,04% en el grupo de dosis baja de edoxabn (HR frente a la warfarina, 1,13, IC 97,5%: 0,96-1,34, p=0,10).
La frecuencia anual de sangrado mayor fue 3,43% con warfarina vs. 2,75% con
altas dosis de edoxabn (hazard ratio, 0,80; IC 95%: 0,71-0,91; P<0,001) y 1,61%
con bajas dosis de edoxabn (hazard ratio, 0,47; IC 5%: 0,41-0,55; P<0,001). Las
correspondientes frecuencias anuales de mortalidad por causas cardiovasculares fueron 3,17% vs. 2,74% (hazard ratio, 0,86; IC 95%: 0,77-0,97; P=0,01), y 2,71%
(hazard ratio 0,85; IC 95%: 0,76-0,96; P=0,008), y las correspondientes frecuencias
del objetivo secundario (compuesto de ictus, embolia sistmica o muerte de causa cardiovascular) fueron 4,43% vs. 3,85% (hazard ratio, 0,87; IC 95%: 0,78-0,96;
P=0,005), y 4,23% (hazard ratio, 0,95; IC 95%: 0,86-1,05; P=0,32).
Con estos datos los autores concluyen que los dos regmenes de una dosis diaria de
edoxabn no fueron inferiores a warfarina con respecto a la prevencin de ictus o
embolia sistmica, y se asociaron con menos sangrados y muerte cardiovascular.
COMENTARIO
76
hemorragia grave, hemorragia intracraneal y hemorragia potencialmente mortal. La nica excepcin fue la hemorragia digestiva, que ocurri ms frecuentemente con altas dosis de edoxabn pero con menos frecuencia con edoxabn a
dosis bajas de lo que lo hizo con la warfarina.
Con este estudio se incluye en la lista de los nuevos anticoagulantes al edoxabn,
que al igual que los previos ha demostrado una eficacia similar a warfarina, con
mayor seguridad. Los cuatro agentes son ms similares que diferentes, y todos
ellos han demostrado ser mejores que la warfarina. Es imposible comparar los
cuatros anticoagulantes entre s para determinar si uno es mejor, porque no existe
ningn estudio que los compare, por lo que la eleccin del anticoagulante deber
realizarse en funcin de otros aspectos.
Referencia
Edoxaban Versus Warfarin in Patients With Atrial Fibrillation
77
79
La principal cuestin en este trabajo es poder demostrar el no aumento del riesgo cardiovascular en relacin con el uso de una terapia hormonal de fertilidad. El
tratamiento hormonal de fertilidad con estrgenos ha demostrado en anteriores
estudios, por ejemplo, aumentar el riesgo de diabetes gestacional y de hipertensin arterial y producir disfuncin endotelial. Teniendo en cuenta estos hallazgos
parecera lgico pensar que estos tratamiento se podran asociar a complicaciones cardiovasculares en un seguimiento a largo plazo.
El diseo de los estudios relacionados con el embarazo no es nada fcil, ya que no
es posible la aleatorizacin ni tampoco la realizacin de estudios de casos-controles. Es por ello que un estudio poblacional de estas caractersticas parece a priori una opcin muy correcta, y haber conseguido evaluar a ms de un milln de
mujeres gestantes es de una gran notoriedad. Ahora bien, las conclusiones que
podemos sacar de todos estos resultados no dejan de ser algo confusas. Un dato
importante a tener en cuenta es que el riesgo solo se evala en aquellos tratamientos que tuvieron xito en conseguir un embarazo, por lo que en este sentido
tenemos una prdida de datos notable.
La conclusin ms llamativa del estudio es que, aquellas mujeres que dan a luz despus de haber sido sometidas a una terapia hormonal de fertilidad van a tener aproximadamente un 50% menos de riesgo cardiovascular y riesgo de muerte en los
prximos diez aos, si se compara con aquellas mujeres que no han recibido dicho
tratamiento. Los mismos investigadores ofrecen varios argumentos para justificar
estos hallazgos. Uno de ellos sera que realmente el tratamiento hormonal de fertilidad tuviese algn tipo de efecto pleitrpico positivo cardiovascular, aunque atribuirle a esta terapia un efecto beneficioso sobre la salud cardiovascular de la mujer
es algo que no parece demasiado lgico. Otro argumento es que las mujeres que
han superado con xito un embarazo tras someterse a un tratamiento de fertilidad
posiblemente opten por un estilo de vida ms saludable y tengan menos factores
de riesgo cardiovascular. De la misma manera tambin se puede argumentar que,
las mujeres con unos hbitos de vida poco saludables optan en menor medida a un
tratamiento de fertilidad. Es decir, y esta opcin parece bastante plausible, aquellas
80
mujeres con un estilo de vida no tan sano son las que menos van a optar a este tratamiento hormonal de fertilidad y son las que mayor riesgo cardiovascular van tener a
largo plazo. Cul es el mensaje que los autores nos dan finalmente? Pues uno muy
claro: la terapia de fertilidad llevada con xito no se asocia a un aumento del riesgo
de enfermedad cardiovascular a lo largo de la vida.
Referencia
Long-Term Cardiovascular Risk in Women Prescribed Fertility Therapy
81
Estudio donde se aleatorizaron pacientes con insuficiencia mitral isqumica a realizar o bien reparacin valvular mitral o recambio con preservacin de cuerdas,
con el objetivo de evaluar la eficacia y seguridad.
Este estudio parte de la asociacin de la insuficiencia mitral isqumica con un riesgo sustancial de muerte. Las guas de prctica clnica recomiendan ciruga para
los pacientes con una forma severa de este cuadro pero reconocen que la evidencia que apoya reparacin o recambio es limitada.
La metodologa planteada fue la siguiente: se asignaron aleatoriamente 251
pacientes con insuficiencia mitral isqumica a realizar o bien reparacin valvular mitral o recambio con preservacin de cuerdas con el objetivo de evaluar la
eficacia y seguridad. El objetivo primario era el ndice de volumen telesistlico ventricular izquierdo (IVTSVI) a los 12 meses, valorado mediante el uso de la
prueba de suma de rangos de Wilcoxon donde las muertes eran categorizadas
segn el rango del IVTSVI ms bajo.
Los resultados comunicados fueron: a los 12 meses, la media del IVTSVI entre los
pacientes supervivientes era de 54,625,0 ml por metro cuadrado de rea de superficie corporal en el grupo de reparacin y 60,731,5 ml por metro cuadrado en
el grupo de recambio (media de cambio desde situacin basal, -6,6 y -6,8 ml por
metro cuadrado, respectivamente). La tasa de muerte fue 14,3% en el grupo de
reparacin y 17,6% en el grupo de recambio (hazard ratio con reparacin 0,79; intervalo de confianza 95% 0,42-1,47; P = 0,45 por el log-rank test). No hubo diferencias significativas entre grupos en el IVTSVI tras ajustar por muerte (z score 1,33;
P=0,18). La tasa de recurrencia de insuficiencia mitral moderada o severa a los
12 meses fue ms alta en el grupo de reparacin respecto al grupo de recambio
(32,6% vs. 2,3%; P<0,001). No hubo diferencias significativas entre grupos en la
83
tasa del combinado de eventos cardiacos adversos mayores o eventos cerebrovasculares, en el estado funcional, o en la calidad de vida a los 12 meses.
Ante estos hallazgos, los autores concluyen que no se observaron diferencias significativas en el remodelado inverso ventricular izquierdo o la supervivencia a los
12 meses entre pacientes sometidos a reparacin valvular mitral y aquellos que se
sometieron a recambio valvular mitral. El recambio proporcion una correccin
ms duradera de la insuficiencia mitral, pero no existieron diferencias significativas entre grupos en los resultados clnicos.
COMENTARIO
La insuficiencia mitral funcional isqumica afecta entre 1,6 a 2,8 millones de pacientes en Estados Unidos, y se asocia con el doble de mortalidad entre los pacientes con grados ligero o mayores de insuficiencia mitral tras un infarto de
miocardio. La insuficiencia mitral isqumica es consecuencia de remodelado ventricular izquierdo adverso tras la lesin miocrdica con dilatacin de la cmara
ventricular izquierda y el anillo mitral, migracin apical y lateral de los msculos
papilares, retraccin de los velos, y reduccin de fuerzas de cierre. Estos procesos
llevan a la mala coaptacin de los velos y variables grados de insuficiencia mitral
que pueden fluctuar dinmicamente en funcin del estado volumtrico, postcarga, ritmo cardiaco e isquemia residual. Los velos en s mismo son normales y la
enfermedad ocurre en el miocardio en lugar de en la vlvula en s misma. Debido
a todo esto, el tratamiento de la insuficiencia mitral isqumica funcional difiere
considerablemente de la primaria, insuficiencia mitral degenerativa.
Las guas de prctica clnica recomiendan considerar reparacin valvular mitral
o recambio con preservacin de cuerdas en los pacientes con insuficiencia mitral
isqumica severa que est causando sntomas a pesar del mejor tratamiento mdico disponible. Estas guas sin embargo, no especifican si reparar o recambiar la
vlvula mitral, porque no existe evidencia para decir qu intervencin es superior.
Estudios clnicos han sugerido que la reparacin es asociada una mortalidad perioperatoria menor, mientras que el recambio proporciona una mejor correccin a
largo plazo con un menor riesgo de recurrencia (una consideracin importante, ya
que la recurrencia de la insuficiencia mitral confiere una predisposicin a la insuficiencia cardiaca, fibrilacin auricular, y reingreso). Esta balanza percibida entre
una morbilidad operatoria y mortalidad reducida con la reparacin y una mejor
correccin a largo plazo de la insuficiencia mitral isqumica con el recambio ha
84
generado una sustancial variabilidad en la prctica clnica al ser un cuadro altamente prevalente.
Dentro de las limitaciones del estudio destacan que no se evala la estrategia de
revascularizacin aislada; el objetivo primario es una medida ecocardiogrfica y
no un pronstico clnico como la supervivencia, ya que para evaluar un objetivo de
mortalidad los autores calculan que se necesitan 4.000 pacientes lo que excede su
capacidad de reclutamiento, y el IVTSVI tena evidencias de relacionarse con tasas
de hospitalizacin y supervivencia; el uso de ecocardiograma transtorcico para
evaluar la recurrencia tras prtesis puede infraestimar las recurrencias del reemplazo. Otro elemento de crtica es el escaso periodo de seguimiento de 12 meses,
aunque los autores afirman que lo continuarn unos 24 meses.
Para concluir afirmara que los resultados aportados por este estudio son interesantes para continuar el debate sobre el mtodo quirrgico adecuado en esta situacin, pero probablemente es necesario continuar el seguimiento para conocer
si existen diferencias o no entre ambas tcnicas.
Referencia
Mitral-Valve Repair Versus Replacement for Severe Ischemic Mitral Regurgitation
85
Estudio de casos y controles en el que se comparan pacientes tomando formulaciones de un medicamento que contiene sodio y aquellos tomando el mismo
principio activo con otro tipo de formulacin.
Ciertas formulaciones de medicamentos como los efervescentes, dispersables y
las formulaciones solubles contienen una elevada cantidad de sodio que no est
presente en las formulaciones tradicionales del mismo medicamento, lo cual
combinado con la dieta puede provocar un consumo excesivo de sodio. El estudio
publicado esta semana en BMJ tiene como objetivo determinar si los pacientes
que toman formulaciones de medicamentos que contengan sodio tienen una mayor incidencia de eventos cardiovasculares en comparacin con los pacientes tratados con formulaciones no sdicas de los mismos medicamentos.
Para ello, se dise un estudio de casos y controles anidados con pacientes obtenidos de la base de datos de atencin primaria Reino Unido UK Clinical Practice
Research Datalink(CPRD). Se incluyeron todos los pacientes de 18 aos o ms que
recibieron prescripciones de al menos dos recetas de formulaciones que contienen sodio emparejados con pacientes que recibieron prescripciones con formulaciones estndar de la misma droga entre enero de 1987 y diciembre de 2010. El
objetivo primario compuesto de valoracin fue la combinacin de infarto de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular no mortal o muerte vascular. Para los
anlisis secundarios, los casos fueron pacientes con los componentes individuales
de la variable principal de estudio global as como la hipertensin arterial, insuficiencia cardiaca incidente, y mortalidad por cualquier causa.
Se incluyeron 1.292.337 pacientes en el estudio de cohortes. El tiempo medio de
seguimiento fue de 7,23 aos. Un total de 61.072 pacientes con un evento cardiovascular incidente fueron emparejados con los controles. Para el criterio de
87
valoracin principal de la combinacin de infarto de miocardio no mortal incidente, accidente cerebrovascular no mortal o muerte por causa vascular, el
odds ratio ajustado para la exposicin a las drogas que contienen sodio fue de
1,16 (IC 95%: 1,12-1,21). Los odds ratios ajustados para los objetivos secundarios
fueron 1,22 (1,16 a 1,29) para la incidencia de ictus no mortal, 1,28 (1,23 a 1,33) para
todas las causas de mortalidad, 7,18 (6,74-7,65) para la hipertensin, 0,98 (0,93 a
1,04) para la insuficiencia cardiaca, 0,94 (0,88 a 1,00) para el infarto al miocardio
no mortal, y 0,70 (0,31 a 1,59) para la muerte vascular. El tiempo medio desde la
fecha de la primera prescripcin hasta el primer evento fue 3,92 aos.
Con estos datos, los autores concluyen que la exposicin a las formulaciones de medicamentos efervescentes, dispersables y solubles que contienen sodio se asoci
con un aumento significativo de las probabilidades de los eventos cardiovasculares
adversos en comparacin con las formulaciones estndar de los mismos medicamentos, por lo que las formulaciones que contienen sodio deberan ser prescritas
con precaucin y nicamente si los beneficios percibidos superan a los riesgos.
COMENTARIO
88
sodio se debe hacer con precaucin y los pacientes vigilarse de cerca por la posibilidad de aparicin de hipertensin.
Referencia
Association Between Cardiovascular Events and Sodium-Containing Effervescent, Dispersible, and Soluble Drugs: Nested Case-Control Study
89
Rivaroxabn en pacientes
con fibrilacin auricular
e infarto previo. Es seguro su uso?
Dra. Mara Jos Bosch Campos
4 de diciembre de 2013
Nueva publicacin basada en los hallazgos del ensayo clnico ROCKET AF realizado en pacientes con FA no valvular randomizados a recibir tratamiento con warfarina o con el inhibidor del factor Xa rivaroxabn. Se investig la prevalencia de
infarto de miocardio (IM) previo y la incidencia de nuevos eventos cardiovasculares (CV) en estos pacientes.
En el ROCKET AF 14.264 pacientes con FA no valvular se randomizaron a rivaroxabn o warfarina. El evento principal de eficacia que se analiz fue la muerte CV,
IM y angor inestable (AI). Este anlisis preestablecido se realiz durante el ensayo
clnico mientras los pacientes estaban recibiendo uno de los dos tratamiento. Las
tasas mostradas son por 100 pacientes-ao.
De todos los pacientes, 2.468 (17%) haban tenido un IM en el momento de la inclusin. Comparados con los pacientes sin IM previo, estos pacientes eran con mayor
frecuencia varones (75% vs. 57%), tomaban aspirina basalmente (47% vs. 34%),
presentaban insuficiencia cardiaca previamente (78% vs. 59%), diabetes (47% vs.
39%), HTA (94% vs. 90%), presentaron una mayor puntuacin de CHADS 2 (3,64
vs. 3,43) y menor tasa de ictus previo o AIT (46% vs. 54%). Las tasas de muerte
CV, IM o AI tendieron a ser menores en los pacientes asignados a rivaroxabn en
comparacin con los pacientes que tomaron warfarina (2,7 vs. 3,15, HR 0,86; IC
95% 0,73-1,00, p = 0,0509). Las tasas de mortalidad CV, IM o AI fueron mayores en
aquellos pacientes con IM previo (6,68 vs. 2,19, HR 3,04; IC 95%: 2,59-3,59) con resultados congruentes para muerte CV, IM o AI para rivaroxabn comparados con
warfarina en pacientes con IM previo o sin IM previo (p para la interaccin: 0,10).
91
El estudio concluye que el IM previo era frecuente en los pacientes del ensayo
clnico y asociado con un riesgo mayor de sufrir eventos CV posteriormente. Los
pacientes con IM previo asignados al tratamiento con rivaroxabn comparados
con los que recibieron warfarina tuvieron una reduccin de eventos isqumicos
cardiacos del 14% no significativa.
COMENTARIO
92
un riesgo ms alto de eventos adversos futuros y, aunque no parece haber una diferencia significativa en cuanto a la eficacia del rivaroxabn basndonos en el este
anlisis por subgrupos, s que hay algunas diferencias en cuanto a los eventos de
sangrado siendo estos menores en el grupo de rivaroxabn.
Dadas las limitaciones de los anlisis de subgrupos ya conocidas (nmero de
eventos pequeo y utilizacin de comparaciones mltiples), se necesitan estudios
prospectivos para analizar la eficacia/seguridad del rivaroxabn en pacientes con
IM previo que confirmen los hallazgos de este estudio observacional.
Referencia
Ischemic Cardiac Outcomes in Patients With Atrial Fibrillation Treated With Vitamin K Antogonism or Factor Xa Inhibitors: Results from de ROCKET AF Trial
Mahaffey KW, Stevens SR, White HD, Nessel CC, Goodman SG, Piccini JP, Patel
MR, Becker RC, Halperin JL, Hacke W, Singer DE, Hankey GJ, Califf RM, Fox KA,
Breithardt G; for the ROCKET AF Investigators.
Eur Heart J 2013 Oct 15. Epub ahead of print.
93
La temperatura a alcanzar en
hipotermia importa? El valor de
prevenir la fiebre
Dr. Rafael Vidal Prez
6 de diciembre de 2013
95
nan una funcin neurolgica pobre segn escala CPC, comparada con el 52% de
los pacientes del grupo de 36 C (riesgo relativo 1,02; IC 95%: 0,88-1,16; P=0,78). En
el anlisis usando la escala de Rankin modificada, la tasa al comparar fue de 52%
en ambos grupos (riesgo relativo 1,01; IC 95%: 0,89-1,14; P=0,87). Los resultados de
los anlisis ajustados por los factores pronsticos conocidos fueron similares.
Los autores concluyeron que en supervivientes inconscientes de una parada
cardiaca extrahospitalaria de presumible causa cardiaca, la hipotermia a una
temperatura objetivo de 33 C no confiri un beneficio si se comparaba con una
temperatura objetivo de 36 C.
COMENTARIO
Dos ensayos previos que incluan pacientes que permanecan inconscientes tras
reanimacin tras parada cardiaca (de presumible causa cardiaca y con un ritmo
inicial desfibrilable) comparaban la hipotermia teraputica (32 C a 34 C durante
12 a 24 horas) versus tratamiento estndar en el ao 2002; estos ensayos mostraron una significativa mejora de la funcin neurolgica y la supervivencia con
hipotermia teraputica. Pero ms adelante surgi otro ensayo donde se mostraba
el desarrollo de fiebre en muchos de los pacientes del grupo estndar, y por ello
pasaba a no estar demasiado claro si el efecto del tratamiento se deba a la hipotermia o a la prevencin de la fiebre, la cual se asociaba con un pobre pronstico.
De ah que este estudio buscando prevenir la fiebre haya sido relevante.
En un editorial acompaante al artculo, Jon C. Rittenberger y Clifton W. Callaway,
afirman que quizs el ms importante mensaje que podemos tomar de este ensayo es que el cuidado moderno y agresivo que incluye prestar atencin a la temperatura funciona, haciendo la supervivencia ms probable que la muerte cuando
un paciente es hospitalizado tras reanimacin cardiopulmonar (RCP). En comparacin con una dcada antes, la mitad en lugar de un tercio de los pacientes con
recuperacin de la circulacin espontnea tras RCP pueden esperar el sobrevivir a
la hospitalizacin; y pocas situaciones mdicas han disfrutado de tal mejora absoluta en el mismo periodo de tiempo.
Lo que est claro que sern necesarios futuros estudios para continuar refinando
los protocolos, definir subgrupos que se pueden beneficiar de terapias individuales, y clarificar como ajustar mejor la temperatura o aplicar otras intervenciones
segn la enfermedad de cada paciente.
96
Referencia
Targeted Temperature Management at 33C Versus 36C after Cardiac Arrest
97
99
dializada y enfermedad pulmonar obstructiva crnica dependiente de oxigenoterapia domiciliaria. De este modo, se recogieron datos de 2.093 pacientes mayores
de 18 aos que cumplan dichos criterios, de los que se excluyeron 1.605 por no tener
la informacin registrada, 40 por no tener un ecocardiograma realizado en los 40
das previos y 304 por presentar una FEVI >35%. Finalmente, tras aplicar los criterios estrictos de recomendacin de las guas, se obtuvo un grupo de 92 pacientes
elegibles para DAI de los que finalmente 12 fueron receptores.
Se observ que la gran mayora de no-receptores presentaban edades mayores de
forma estadsticamente significativa (67,1 vs. 58,5, p=0,05), no existiendo ningn
receptor de 80 aos o ms. Todos los receptores y la mayora de no-receptores
tenan historia clnica de insuficiencia cardiaca; el 83% de receptores reciban tratamiento diurtico para la insuficiencia sintomtica, y el 76% de los no receptores
tambin. Ms de dos tercios de todos ellos tenan como parte del tratamiento IECAS/ARA II y betabloqueantes. No se hallaron diferencias significativas en el sexo,
raza, historia de infarto de miocardio o revascularizacin previa a la muerte sbita, bien percutnea o quirrgica.
Entre los no receptores, un 14% presentaba demencia y un 12,5% estaba en dilisis
crnica. En aadidura, un 25% tenia insuficiencia arterial perifrica y un 11% sufra
diabetes mellitus con complicaciones. Durante el episodio de muerte sbita, los
receptores primarios de DAI presentaron con menos frecuencia TV /FV frente a la
actividad elctrica sin pulso o asistolia, que los no receptores (17% vs. 54%, p=0,02).
Los resultados hallados revelaron que la tasa de implantacin primaria de DAI
entre los casos de muerte sbita estudiados, era baja (13%). Los individuos candidatos pero no sometidos al implante del dispositivo constituyen un subgrupo
en el cual este evento podra haber sido prevenido. La mayor parte de los no receptores (89%) tena historia previa documentada de insuficiencia cardiaca, y en
muchos de ellos, el estudio ecocardiogrfico fue realizado en presencia de fallo
sintomtico. Esto sugiere un perfil definido por una peor clase funcional basal (CF
>II NYHA). La mayora tena edades mayores, lo cual asociado al deterioro de la
clase funcional, pudo ser determinante a la hora de decidir no colocar el DAI.
En cuanto a los sesgos inherentes al diseo del estudio, el ritmo registrado en el
momento de la muerte pudo influir en la interpretacin de los resultados. Los portadores de DAI fueron menos proclives a presentar TV/FV como ritmo desencadenante del evento fatal. Algunos estudios sugieren que el mecanismo dominante
de la MS en estos pacientes, puede ser mediante ritmos no desfibrilables como la
100
actividad elctrica sin pulso. Dado que los portadores que recibieron descargas
apropiadas para finalizar la TV/FV no se incluyeron en el presente estudio, esto
pudo dar lugar a una potencial sobrerrepresentacin de ritmos no desfibrilables
entre las vctimas de MS portadoras de DAI.
COMENTARIO
Referencia
Frequency and Determinants of Implantable Cardioverter Defibrillator Deployment Among Primary Prevention Candidates With Subsequent Sudden Cardiac
Arrest in the Community
101
102
104
105
tratados con TAVR, y atencin, los pacientes sometidos a SAVR con IM moderada
severa presentaban el doble de prevalencia de historia previa de tumores que los
pacientes con sin IM o IM ligera.
En conclusin, y contrariamente a los datos publicados hasta la fecha, el grado
de IM no debe condicionar la eleccin de TAVR frente a SAVR en pacientes con
estenosis artica severa. Esta afirmacin debe ser tomada con EXTREMA cautela
ya que, por protocolo, los pacientes con IM severa eran excluidos del PARTNER y
los pacientes estudiados en este subanlisis se incluyeron finalmente por discordancia en el grado de IM en diferentes momentos hemodinmicos (por ejemplo,
basal frente a momento de inclusin) o por discrepancia entre ecografistas (por
ejemplo, centro de reclutamiento frente a evaluador central del estudio).
Sin duda, la necesidad de otro ensayo prospectivo especficamente para este grupo
de pacientes con IM severa y estenosis artica de alto riesgo se ha hecho patente.
Referencia
Impact of Preoperative Moderate/Severe Mitral Regurgitation on 2-Year Outcome After Transcatheter and Surgical Aortic Valve Replacement: Insight from the
PARTNER (Placement of AoRTic TraNscathetER Valve) Trial Cohort A
106
Registro multicntrico nacional que describe los resultados de una amplia cohorte de pacientes tras implante de vlvula artica transcatter analizando los predictores de mortalidad hospitalaria y a medio plazo.
El estudio que comentamos parte de que el tratamiento de la estenosis artica
grave sintomtica se ha revolucionado con la tcnica de reemplazo valvular artico transcatter. El objetivo que se plantea es presentar la evolucin y los predictores de mortalidad de los pacientes incluidos entre 2010 y 2011 en el Registro
Nacional de Reemplazo Valvular Artico Transcatter.
La metodologa empleada fue la siguiente: se recogieron 131 variables previas al
procedimiento; 31 perioperatorias y 76 de seguimiento clnico. Se analiz el xito
inmediato del implante, la variable combinada de seguridad a los 30 das y la mortalidad por cualquier causa a 30 das y al seguimiento mximo (media, 244 das).
Los resultados comunicados fueron los siguientes: desde enero de 2010 hasta
diciembre de 2011, se incluyeron 1.416 pacientes: 806 vlvulas Edwards y 610 CoreValve. El xito del implante y la mortalidad hospitalaria fueron del 94 y el 9%
respectivamente, sin diferencias entre vlvulas y accesos. La variable combinada
de seguridad a 30 das y la mortalidad al seguimiento mximo fueron del 14 y el
16% del total respectivamente, tambin similares entre grupos de vlvulas y accesos. La presencia de comorbilidades (insuficiencia renal, enfermedad vascular
perifrica, fraccin de eyeccin y fibrilacin auricular), la necesidad de conversin
a ciruga y la insuficiencia artica al menos moderada tras el implante se identificaron como predictores independientes de mortalidad a medio plazo.
107
Ante estos resultados los autores concluyenque la seleccin del paciente teniendo
en cuenta su comorbilidad y la optimizacin del resultado para minimizar el grado
de insuficiencia artica residual puede mejorar el pronstico de estos pacientes.
COMENTARIO
El tratamiento de la estenosis artica grave sintomtica ha evolucionado notablemente en los ltimos aos gracias al desarrollo de la tcnica de implantacin
de vlvula artica transcatter (TAVI, transcatheter aortic valve implantation). Esta
tcnica se ha demostrado superior al tratamiento mdico conservador para los
pacientes no candidatos a ciruga y no inferior a la ciruga convencional para los
pacientes de alto riesgo quirrgico. En este sentido, las nuevas guas de tratamiento de la enfermedad valvular elaboradas conjuntamente por la Sociedad Europea
de Cardiologa y la Sociedad Europea de Ciruga Cardiotorcica proporcionan a la
TAVI un grado de recomendacin I/B para pacientes no quirrgicos y IIa/B para los
de alto riesgo quirrgico. Asimismo, estas guas inciden en la necesidad de indicar
la TAVI dentro del consenso de un Heart Teamy que el procedimiento se lleve a
cabo en un centro que cuente con un equipo de ciruga cardiaca.
Este estudio es relevante ya que aun siendo voluntario ha conseguido incluir el 80%
del total de vlvulas implantadas en Espaa desde la fecha de inicio del registro, lo que
nos da una visin bastante adecuada de qu tipos de pacientes se estn incluyendo, y
lo que es ms importante, cules son los resultados esperados en los mismos.
Dentro de las limitaciones hay que destacar que no se han recogido algunas variables clnicamente relevantes (como la insuficiencia mitral o la enfermedad pulmonar obstructiva crnica) en todos los pacientes, por lo que no se las ha incluido en
el anlisis multivariable final, lo que puede limitar un poco el valor predictivo del
estudio. Los eventos han sido reportados por los investigadores pero no han sido
adjudicados de manera independiente, lo que puede ser un sesgo importante del
estudio. Destaca que en el anlisis multivariable los tipos de vlvula y acceso empleado no aparecen en el modelo como predictores de eventos.
Como comentario final mencionar dos mensajes que nos transmite este estudio y
que pueden ser de gran importancia, el paso a ciruga tras realizar TAVI aumenta
5 veces el riesgo de eventos por lo que se debe seleccionar de forma cuidadosa
a los enfermos, y la presencia de insuficiencia artica moderada a severa tras el
procedimiento no va a ser nada anecdtico ya que triplicar el riesgo de eventos.
108
Referencia
Predictores de mortalidad hospitalaria y a medio plazo tras el reemplazo valvular
artico transcatter: datos del registro nacional TAVI 2010-2011
109
La prevalencia de enfermedad coronaria con indicacin de revascularizacin percutnea y de fibrilacin auricular es bastante alta en nuestro medio y ello nos
plantea a menudo la disyuntiva en cuanto al uso de doble antiagregacin (DAPT)
y anticoagulacin oral a medio plazo. Sin embargo, en pacientes con alto riesgo
de sangrado, es necesario valorar la necesidad de interrumpir la triple terapia (TT)
debido al riesgo de trombosis de stent e ictus.
El European Heart Journal publica esta excelente revisin en la que los autores abordan de una forma integral los riesgos a los que estos pacientes estn sometidos y
los beneficios de cada una de las opciones teraputicas. Analiza los ensayos clnicos en las diferentes estrategias antitrombticas (TT vs. DAPT, TT vs. monoantiagregacin) y los datos procedentes de metaanlisis y registros de una forma
concreta y prctica tras los que plantea una interesante pregunta: puede individualizarse el tratamiento antitrombtico?. Tras el anlisis de la evidencia disponible se concluye que sera sensato mantener la TT el menor tiempo posible.
Expone tambin cmo reflejan esta evidencia las guas clnicas de fibrilacin auricular de 2010 de la Sociedad Europea de Cardiologa (ESC) y la del American College
of Chest Physicians (ACCP) de 2012, as como un breve anlisis del estudio WOEST
publicado despus de estas.
Una vez finalizada la revisin propiamente dicha el autor presenta tres preguntas:
qu podemos hacer para reducir el sangrado? Respondiendo con medidas ajuste
de dosis de antitrombticos, duracin de la DAPT y otras medidas. Hay algn tipo
de stent preferido para la TT? Cul es el papel de los nuevos antitrombticos? Antagonistas de tercera generacin del P2Y12 y nuevos anticoagulantes.
111
Por ltimo se sugieren unas muy interesantes estrategias concretas para el manejo de los pacientes con fibrilacin auricular e implante de stents y para posibles
futuras investigaciones y que se resumen en:
Durante la TT los pacientes deben ser tratados con inhibidores de la bomba de
protones para prevenir sangrado intestinal.
Tras el implante de un stent convencional se debe mantener la TT un mes y
posteriormente anticoagulacin con o sin aspirina. En el caso de un stent frmacoactivo la TT se debe mantener el menor tiempo posible, y segn el ensayo WOEST a partir de los 6 meses podra prescindirse de la aspirina.
Concluida la TT se puede mantener clopidogrel hasta un ao manteniendo
INR entre 2,0 y 2,5.
Los nuevos anticoagulantes y nuevos antiagregantes no estn recomendados
para la TT por falta de evidencia.
En conclusin, Moser et al revisan la evidencia actual e intentan resolver de una
forma prctica y fcilmente aplicable las diferentes situaciones que nos podemos
encontrar en pacientes con fibrilacin auricular e implante de stents.
Referencia
Triple Antithrombotic Therapy in Cardiac Patients: More Questions than Answers
112
113
Referencia
Cardiovascular Events Associated With Smoking Cessation Pharmacotherapies: A
Network Meta-Analysis
114
Estudio prospectivo holands donde se analiza la relacin entre ejercicio durante o alrededor de 1 hora antes de la parada cardiaca extrahospitalaria(PCEH), su
pronstico y la incidencia de dicho cuadro en la poblacin general.
Aunque la actividad fsica regular ha mostrado efectos cardiovasculares beneficiosos, el ejercicio puede desencadenar una episodio cardiaco agudo. El objetivo
de los autores fue determinar la incidencia y el pronstico de la parada cardiaca
extrahospitalaria relacionada con el ejercicio en poblacin general.
La metodologa empleada fue la siguiente: se recogieron prospectivamente todas las PCEH en personas con edades entre 10-90 aos desde enero 2006 a enero 2009 en la provincia holandesa de North Holland. La relacin entre ejercicio
durante o alrededor de 1 hora antes de la PCEH y el pronstico fueron analizados mediante regresin logstica multivariable, ajustada por edad, sexo, localizacin, vista por testigos, reanimacin cardiopulmonar (RCP) por testigos, uso
de desfibrilador externo automtico (DEA), ritmo inicial, y tiempo de respuesta
del Sistema de Emergencias Mdicas.
Los resultados fueron los siguientes: de las 2.524 PCEHs, 143 (5,7%) fueron relacionadas con el ejercicio (7 35 aos, 93% hombres). La incidencia de PCEH relacionada con ejercicio fue de 2,1 por cada 100.000 personas-ao en total y de 0,3
por 100.000 personas-ao en aquellos 35 aos. La supervivencia tras PCEH relacionada con el ejercicio fue claramente mejor que tras la PCEH no relacionada
con ejercicio (46,2% vs. 17,2%) [odds ratio (OR) no ajustado 4,12; IC 95%: 2,92-5,82;
P<0,001], incluso tras el ajuste por las variables mencionadas previamente (OR
2,63; IC 95%: 1,23-5,54; P=0,01). En las 69 vctimas con edades 35 aos, el ejercicio
115
no estaba asociado con una mejor supervivencia: 14,3% vs. 17,7% en la PCEH no
relacionada con ejercicio (OR 0,77; IC 95%: 0,08-7,08; P=0,82).
Ante estos resultados, los autores concluyen que la PCEH relacionada con el ejercicio tiene baja incidencia, particularmente en los jvenes. Las paradas cardiacas
que ocurren durante o muy poco tiempo despus del ejercicio conllevan un pronstico marcadamente mejor que las paradas no relacionadas con el ejercicio en
mayores de 35 aos. Este estudio establece el favorable pronstico de la PCEH relacionada con el ejercicio y podra tener implicaciones directas en los programas
de salud pblica para prevenir la muerte sbita relacionada con el ejercicio.
COMENTARIO
116
informacin debe usarse para limitar la ansiedad en relacin con las emergencias
mortales relacionadas con el ejercicio. Por ello, se debe animar al pblico en general a realizar ejercicio a distintos niveles segn su preparacin fsica e insistir
que un reconocimiento precoz de una parada, pedir ayuda, y un inicio precoz de
la RCP por testigos mejora el pronstico. Citando a Sunde no existe una cadena
mejor que el eslabn ms dbil, el sistema y la supervivencia no van a ser mejores
mientras el eslabn ms dbil siga siendo dbil. Esto solo cambiar si las autoridades responsables identifican y entienden el problema, y si los proveedores son
capaces de centrarse y entrenar para convertirse en algo an mucho mejor.
Referencia
Exercise-Related Out-of-Hospital Cardiac Arrest in the General Population: Incidence and Prognosis
117
Anlisis retrospectivo de un grupo de pacientes con estenosis artica y otro prospectivo sobre los pacientes del ensayo SEAS (Simvastatin and Ezetimibe in Aortic Stenosis) para investigar la influencia de la correccin del rea valvular artica por
la superficie corporal en la prevalencia de estenosis artica severa, y la exactitud
predictiva en cuanto pronstico clnico.
Para tener en cuenta las diferencias de acuerdo al tamao corporal en pacientes
con estenosis artica, el rea valvular artica (AVA) se divide por el rea de superficie corporal (ASC) para calcular el AVA indexado (AVAindex). Los puntos de corte
para estenosis artica severa son <1,0 cm para AVA y <0,6 cm/m para AVAindex.
El objetivo que se planteaban los autores del estudio era investigar la influencia
de la correccin por dicho ndice en la prevalencia de estenosis artica severa y la
exactitud predictiva en cuanto pronstico clnico.
La metodologa planteada fue analizar retrospectivamente los datos ecocardiogrficos y antropomtricos de 2.843 pacientes con estenosis artica (velocidad del
chorro >2,5 m/s) y de 1.525 pacientes prospectivamente seguidos dentro del ensayo SEAS (Simvastatin and Ezetimibe in Aortic Stenosis).
Los resultados comunicados fueron los siguientes: la prevalencia de estenosis severa aumentaba empleando el criterio de AVAindex respecto a AVA pasando de
71% a 80% en la cohorte retrospectiva, y de 29% a 44% en la cohorte de SEAS
(ambos p<0,001). De forma global, la exactitud predictiva para episodios relacionados con la vlvula artica fue virtualmente idntica para AVA y AVAindex en la
poblacin de SEAS (media de seguimiento 46 meses: rea bajo la curva ROC: 0,67
[IC 95%: 0,64-0,70] vs. 0,68 [IC 95%: 0,65-0,71] (NS). Sin embargo, 213 pacientes que
fueron adicionalmente clasificados como severos por AVAindex experimentaron
119
significativamente menos episodios relacionadas con la vlvula que los que cumplan nicamente el criterio por AVA (p<0,001).
Ante estos resultados los autores concluyeron que la correccin del AVA por ASC
(AVAindex) incrementaba significativamente la prevalencia de pacientes con criterios para estenosis severa al incluir pacientes con un grado de enfermedad ms leve
sin mejor la precisin predictiva para episodios relacionados con la vlvula artica.
COMENTARIO
Indexar o corregir el valor del AVA por ASC representa un mtodo adoptado ampliamente e intuitivamente razonable para ajustar por diferencias en el tamao
corporal, mientras que las guas de American College of Cardiology/American Heart
Association para enfermedad valvular recomiendan indexar en todos los pacientes, en las guas de 2012 de la European Society of Cardiology (ESC) se afirma que indexar podra ayudarnos particularmente en pacientes con un ASC inusualmente
pequea. Los puntos de corte establecidos que se usan en este estudio han tenido escasos estudios clnicos o pronsticos que los apoyen. En teora el clculo del
AVAindex no debera cambiar el nmero total de pacientes con estenosis artica
en una poblacin dada, sino ms bien dar lugar a una disminucin en el porcentaje de pacientes con el diagnstico de estenosis severa en pacientes ms pequeos
y un aumento en pacientes ms grandes.
Indexar se ha recomendado especficamente cuando los pacientes presentan un
grado de afectacin valvular inconsistente (gradiente medio 40 mmHg, AVA
<1,0 cm o, inversamente, gradiente medio >40 mmHg y AVA 1,0 cm) para reducir las discrepancias en la valoracin de la severidad de la estenosis por gradientes
y AVA, sin embargo, en el estudio basndose en el punto de corte de AVAindex 0,6
cm2/m2 el nmero de pacientes graduados de forma inconsistente aument en
lugar de disminuir tras la indexacin.
Las implicaciones clnicas que proponen los autores son las siguientes: en el momento actual muchos estudios han mostrado que el AVA tiende a sobreestimar
la severidad de la estenosis en comparacin con la velocidad pico y el gradiente
de presin medio, el uso de AVAindex reduce la dependencia por superficie corporal del AVA; sin embargo el emplear el actual punto de corte de AVAindex<0,6
cm2/m2 resulta en un consiguiente incremento en el nmero de pacientes con
estenosis severa sobre el que proporciona AVA. Ante esto proponen reducir el
120
punto de corte en caucsicos <0,5 cm2/m2 que podra ser ms apropiado ya que
el previo podra ser inexacto.
En un editorial acompaante al artculo, los doctores Michelena, Pibarot y Enriquez-Sarano, indican que las observaciones actuales sugieren que corregir el
AVA exclusivamente por ASC es bastante insuficiente o inadecuado y la generalizacin de un coeficiente de particin para todo no es la respuesta; adems
AVAindex no parece proporcionar una informacin pronstica incremental
ms all de otros parmetros. Es de muy recomendable lectura de las lecciones
aprendidas y dudas pendientes que plantean.
Para finalizar este comentario, algo que debemos tener en cuenta y que se menciona en las actuales guas los puntos de corte absolutos no pueden utilizarse
por encima de la toma de decisiones clnicas y deben ser considerados en combinacin con tasa de flujo, gradientes de presin, funcin ventricular, tamao y
grosor de la pared, grado de calcificacin valvular y tensin arterial, como tambin la clase funcional.
Referencia
Indexing Aortic Valve Area by Body Surface Area Increases the Prevalence of Severe Aortic Stenosis
121
HORIZONS-AMI en la ambulancia.
Se mantiene el papel de la
bivalirudina en el SCACEST?
Dr. Agustn Fernndez Cisnal
30 de diciembre de 2013
Estudio aleatorizado en el que se compara el tratamiento prehospitalario con bivalirudina vs. heparina (no fraccionada o de bajo peso molecular) en pacientes con
infarto agudo de miocardio con elevacin del segmento ST(IAMCEST)que van a
someterse a angioplastia primaria.
La bivalirudina, comparada con heparina e inhibidores de la glicoproteina IIb/
IIIa, ya demostr en el estudio HORIZONS-AMI reducir las tasas de hemorragia y
muerte en pacientes sometidos a angioplastia primaria sin embargo, los cambios
en el escenario actual de la angioplastia primaria (inicio prehospitalario del tratamiento, uso opcional de inhibidores de GP IIb-IIIa, uso de inhibidores de P2Y12,
acceso radial) requieren validar estos resultados en este nuevo contexto.
Para ello se aleatorizaron 2.218 pacientes con infarto con elevacin del segmento ST en el momento del traslado en ambulancia para angioplastia primaria para
recibir bivalirudina o heparina no fraccionada-heparina de bajo peso molecular
(grupo control). El objetivo primario a 30 das fue un combinado de muerte o sangrado no asociado a ciruga de revascularizacin coronaria (CABG) y el objetivo
secundario principal muerte, reinserto o sangrado no asociado a CABG.
La bivalirudina, comparada con el grupo control:
Redujo el riesgo del objetivo primario (5,1% vs. 8,5%; riesgo relativo, 0,60; intervalo de confianza 95% [IC], 0,43-0,82; p=0,001) y del objetivo secundario
principal (6,6% vs. 9,2%; riesgo relativo, 0,72; IC 95%: 0,54-0,96; p=0,02).
123
Redujo el riesgo de sangrado mayor (2,6% vs. 6,0%; riesgo relativo 0,43; IC
95%: 0,26-0,66; p<0,001).
El riesgo de trombosis aguda del stent fue mayor con bivalirudina (1,1% vs.
0,2%; riesgo relativo, 6,11; IC 95%: 1,37-27,24; p=0,007).
No hubo diferencias significativas en mortalidad (2,9% vs. 3,1%), reinfarto
(1,7% vs. 0,9%).
Los resultados fueron consistentes en los subgrupos.
Con estos datos los autores concluyen que la bivalirudina, iniciada durante el traslado para angioplastia primaria, mejor los resultados clnicos a 30 das con una reduccin en el sangrado mejor pero con un incremento en trombosis aguda del stent.
COMENTARIO
124
125
Referencia
Bivalirudin Started During Emergency Transport for Primary PCI
126
Anlisis prospectivo realizado sobre los casos de muerte sbita durante la prctica deportiva declarados en Francia entre abril de 2005 y abril de 2010, para evaluar
las eventuales diferencias regionales en cuanto a la supervivencia, as como los
parmetros que se asocian con unos mejores resultados tanto de supervivencia
como de evolucin neurolgica favorable.
Los autores destacan que las caractersticas de una parada cardiaca durante la
prctica deportiva ofrecen un nuevo e inexplorado campo para evaluar los factores asociados a las diferencias en los resultados entre distintas regiones.
Se trata de un estudio prospectivo a 5 aos con datos de un registro francs basado en la comunidad en relacin con los casos de muerte sbita durante la prctica
deportiva en personas de entre 10 y 75 aos. Se evalu si los resultados diferan
significativamente entre las distintas regiones. Se determin la medida en que
las variaciones en las intervenciones tempranas relacionadas con la comunidad se
asociaron con variaciones regionales en la supervivencia.
Los resultados comunicados fueron los siguientes: entre 820 casos de muerte sbita estudiados, la supervivencia global al alta hospitalaria fue del 15,7% (intervalo de confianza del 95%: 13,2-18,2%), con importantes disparidades regionales (3,4
a 42,6%, P<0,001). Se observaron diferencias importantes en cuanto al inicio de la
reanimacin por parte de algn espectador (15,3 a 80,9%, P<0,001) y a la presencia
de ritmo inicial desfibrilable (28,6 a 79,1%, P 0,001), parmetros que parecen asociados ambos con mejores tasas de supervivencia. La proporcin de supervivientes con
evolucin neurolgica favorable al alta fue bastante uniforme entre los grupos de
supervivencia (CPC- 1/2 , variando desde 77,4 hasta 90,0%, P=0,83). No se observa-
127
Los casos de muerte sbita durante la prctica deportiva alcanzan una especial
trascendencia y son causa a menudo de alarma social. La evaluacin de las variaciones regionales en las tasas de supervivencia puede ser una herramienta til
para la identificacin de factores pronsticos, no solo en episodios vinculados a
la prctica deportiva sino tras una muerte sbita en cualquier mbito. Adquiere especial importancia el inicio precoz de reanimacin (RCP) por parte de algn
testigo. Las tasas ms altas de supervivencia se alcanzaron en las dos regiones
con ms programas de formacin en salud pblica y en las que se implantaron
los primeros desfibriladores automticos (DEA). Pese a que la presencia de ritmo
desfibrilable result uno de los principales factores pronsticos, la utilizacin de
DEA por parte de los testigos fue llamativamente baja (menor del 5% en todos los
grupos). Los autores destacan que la instalacin de estos dispositivos en espacios
deportivos no es an obligatoria en Francia.
En Espaa, la nueva Ley del Deporte aprobada en el presente ao recoge ya la obligatoriedad de su instalacin en todos los establecimientos deportivos. No obstante, se da en nuestro medio un escenario similar, puesto que legislacin al respecto
difiere en cada comunidad autnoma y por ahora solo Andaluca y Catalua han
regulado la obligatoriedad de la instalacin de DEA en el resto de espacios pblicos.
Como limitaciones del estudio cabe citar que solo participaron 66 de las 96 regiones del pas, si bien el posible sesgo de seleccin queda limitado por la presencia
de unas tasas de incidencia similares en los cuatro grupos. Por otra parte, aunque
cabe esperar que la efectividad y calidad de las maniobras de RCP tengan amplias
128
Referencia
Major Regional Disparities in Outcomes After Sudden Cardiac Arrest During Sports
129
131
La eficacia de ambas dosis de dabigatrn fue consistente con los resultados del
estudio principal, independientemente de la funcin renal. Sin embargo, con las
frmulas de CKD-EPI y MDRD ambas dosis de dabigatrn mostraron tasas de sangrado mayor significativamente menores en pacientes con TFG 80 ml/min.
COMENTARIO
132
Referencia
Efficacy and Safety of Dabigatran Compared With Warfarin in Relation to Baseline Renal Function in Patients With Atrial Fibrillation: A RE-LY Trial Analysis
133
135
fueron 1,37 (1,02-1,83) para mujer blanca, 1,49 (1,16-1,91) para hombre blanco, 1,63 (1,002,66) para mujer negra y 2,36 (1,30-4,29) para hombre negro. Las asociaciones mencionadas previamente se observaron a lo largo de todas las categoras en cuanto a grado
de fumador. Una obstruccin al flujo areo moderada/severa (FEV1/FVC <0,70 y FEV1
<80% del valor predicho) se asociaron tambin con una incidencia ms alta de FA.
Ante estos hallazgos los autores concluyeron que en este estudio basado en una
gran base poblacional con un seguimiento a largo plazo, un FEV1 reducido y la
enfermedad respiratoria obstructiva estaban inversamente asociados con una incidencia mayor de FA tras ajustar por los confusores evaluados.
COMENTARIO
Aunque valores lmite o elevados de los factores de riesgo tradicionales pueden explicar ms de la mitad del riesgo atribuible para FA, los estudios que examinen los
factores de riesgo no tradicionales o enfermedad subclnica son limitados. La FA y
la enfermedad pulmonar obstructiva crnica (COPD), definida por una obstruccin
persistente al flujo areo en una espirometra, frecuentemente coexisten en la cnica. La funcin pulmonar pobre indicada por un bajo FEV1 y la obstruccin al flujo
areo, estn asociados con un incremento de los factores de riesgos predictores de
FA, tales como enfermedad coronaria e insuficiencia cardiaca, as como con el ictus
(una complicacin comn de la FA). Debido a esto se podra pensar que una pobre
funcin pulmonar y la obstruccin al flujo areo podran potencialmente llevar a
un incremento del riesgo de FA. Hasta ahora pocos estudios haban examinado la
asociacin de las medidas de funcin pulmonar y la EPOC con la FA. Estos estudios,
como bien sealan los autores, deben tener en cuenta factores de confusin, as
como la raza, ya que en muchos solo se han tenido en cuenta a los caucsicos.
Es de muy recomendable lectura la discusin del artculo donde se explica la posible causalidad entre enfermedad pulmonar y aparicin de la FA.
La fortaleza de este estudio es el diseo que permiti un seguimiento de una amplia
poblacin y una de las limitaciones es la definicin de la aparicin de FA en base a revisiones, lo que pudo disminuir la deteccin de la misma, problema muy comn en
el diseo de estos estudios pero cuyo valor no debe ser disminuido a pesar de esto.
136
Lo que est claro es que este estudio abre las puertas a nuevos ensayos sobre esta
asociacin, y nos obliga a prestar ms atencin a una posible aparicin de FA en
individuos con afectacin de la funcin pulmonar y obstruccin al flujo areo.
Referencia
Airflow Obstruction, Lung Function, and Incidence of Atrial Fibrillation: The Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) Study
137
139
COMENTARIO
Referencia
Device-Detected Atrial Fibrillation and Risk for Stroke: An Analysis of >10 000 Patients from the SOS AF Project (Stroke preventiOn Strategies based on Atrial Fibrillation information from implanted devices)
140
141
Las sociedades americanas ACC y AHA han lanzado hace unos meses sus nuevas
guas sobre el control de la hipercolesterolemia con unas recomendaciones diferentes a las establecidas por las guas europeas de 2012.
Las diferencias ms importantes se basan en que los americanos proponen calcular el riesgo cardiovascular mediante una calculadora que, muchas voces expertas
han sealado, sobreestima el mismo. Adems debemos de tener en cuenta que
la poblacin europea, y muy especialmente la espaola, por su origen mediterrneo, tiene un riesgo terico inferior de enfermar en relacin a los americanos. Por
ello, el empleo de una calculadora americana de riesgo no puede tener sentido en
nuestro entorno ya que adems elevara el nmero de sujetos que precisaran tratamiento, especialmente en personas previamente sanas y sin an enfermedad
cardiovascular clnicamente diagnosticada.
Por otra parte, las guas americanas recomiendan que aquellos sujetos que ya
tengan enfermedad cardiovascular establecida, como son aquellos que ya han
presentado un ictus o un infarto de miocardio, reciban siempre estatinas a dosis
elevadas. Las guas europeas tambin recomiendan el empleo de estatinas, pero
nos van a sealar un colesterol objetivo a alcanzar (colesterol LDL inferior a 70 mg/
dl), para lo cual a veces las estatinas no van a ser suficientes y habr que utilizar
otros frmacos en combinacin, mientras que en otros casos una dosis ms moderada de estatinas podra ser completamente suficiente.
Tambin debemos sealar que otras sociedades cientficas americanas, como la
de endocrinologa, ya han mostrado reticencias a los criterios y frmulas empleados por las guas de la ACC/AHA, y no han querido apoyarlas.
143
En relacin a esta controversia generada recientemente, el Grupo de Riesgo Cardiovascular de la Sociedad Espaola de Cardiologa (SEC) se posiciona a favor de
seguir empleando las recomendaciones de la Sociedad Europea. La SEC desde
hace tiempo ya no elabora guas propias pues considera que debe suscribir las europeas, en cuya redaccin est implicada.
De todas formas, existen todava estudios en marcha que nos podran ayudar a
confirmar cul de las diferentes opiniones vertidas en las guas sera la correcta.
144
145
Todo ello ha justificado el planteamiento de varios estudios internacionales prospectivos. En nuestro pas el Estudio SPICA (Secure Prevention with Imaging of the
Coronary Arteries) se ha marcado el objetivo de conocer en una poblacin asintomtica con riesgo intermedio, la distribucin y el grado de obstruccin de las
lesiones coronarias encontradas con un seguimiento clnico de eventos a 5 aos.
Como el propio documento seala, la coronariografa no invasiva apunta a ser
una tcnica diagnstica revolucionaria en el contexto de la prevencin primaria.
COMENTARIO
Se trata de un muy interesante editorial que repasa el rpido desarrollo de la tomografa computarizada en el estudio coronario, centrndose en la utilidad demostrada del calcio score y la coronariografa no invasiva y destacando su alto
valor predictivo negativo. Los ltimos avances tecnolgicos han reducido enormemente las radiaciones utilizadas y los costes, algo que puede tener una gran
importancia en el contexto de las limitaciones actuales en la cuantificacin del
riesgo cardiovascular de los pacientes en base a las ya clsicas funciones de riesgo.
Y abre la puerta al uso de la tcnica en prevencin primaria.
El editorial sirve adems de presentacin para el lanzamiento del Estudio SPICA,
que se ha marcado el objetivo de conocer en una poblacin asintomtica con riesgo intermedio de nuestro pas, la distribucin y el grado de obstruccin de las lesiones coronarias con un seguimiento clnico de eventos a 5 aos.
Referencia
Impacto de la coronariografa no invasiva por tomografa computarizada con multidetectores en epidemiologa: hacia una evidencia directa del riesgo cardiovascular
146
Muchos hablan de ella pero no la conocen. La medida ms importante es la prohibicin de fumar en cualquier lugar de uso colectivo o abierto al pblico que no
est al aire libre. Tambin se prohbe en algunos espacios al aire libre de centros
educativos (excepto universitarios), recintos de centros sanitarios y las zonas acotadas en los parques infantiles.
En cuanto a las sanciones, fumar en zonas no permitidas se considera falta leve
(multa de 30 euros la primera vez). La acumulacin de tres infracciones leves se
considera falta grave. Tambin lo es por parte de los titulares de establecimientos
pblicos habilitar zonas para fumar o permitir hacerlo en lugares prohibidos. Las
multas para las faltas graves van de 601 a 10.000 euros y para las muy graves de
10.001 a 600.000 euros. Me gustara saber cunto se ha recaudado con estas sanciones. Alguien puede informarnos?
LO QUE HA PASADO
La ley ha sido bien aceptada, mayoritariamente. Es obvio que por parte de los no
fumadores, pero tambin de los fumadores. Unos y otros se han convencido de
que la situacin anterior -en la que los fumadores podan fumar dondequiera que
les apeteciera sin importar delante de quin y de qu- era un despropsito. Ello
147
ha conducido (en nfima medida, cierto, pero algo es algo) a una cierta cultura de
respeto a los dems que ojal se extendiera.
Se ha aplicado correctamente. Las personas sensatas han aprobado la ley y en
una gran mayora la han seguido. Baste como ejemplo la contestacin popular a
la propuesta de liberar de su aplicacin en un proyectado megacasino y el contento de muchos ante la comedia? de firmeza y ejemplaridad de las autoridades. De
todas maneras, no pensemos que el fracaso final de esta operacin se ha debido
a ello; el promotor apenas tard unas semanas en desistir tras el desdn del Comit Olmpico de relajarse (desde cundo el caf relaja?) en la Plaza Mayor de la
capital del Reino.
Se ha reducido el tabaquismo pasivo. Cualquiera que sea su importancia mdica
(que se ha exagerado en algunos casos pero que en otros era un verdadero problema, como camareros y dems), ha desaparecido virtualmente de las zonas pblicas. Solamente queda el de cnyuges e hijos en el hogar, sacrosanto lugar al que
la ley ni puede ni debe llegar. Aunque cada vez menos, porque el ejemplo cunde.
Se han eliminado las molestias ambientales causadas por el humo del tabaco
en lugares cerrados. Ya no hay olor a tabaco en los lugares de esparcimiento y de
trabajo. A muchos les parece estupendo y se ahorran en tintorera. Pero algunos
piensan que era preferible el olor a tabaco en bares y dems; al no estar este elemento ocultador, ahora se notan los olores reales, que son una mezcla de sobaquina, fritanga y leja en variables proporciones.
Como no todo va a ser positivo, ciertas mentes mercadotcnicas han inventado lo
del vapeo (que sera vaporizacin en castellano del de antes). En esto, como en
todo, hay mucho dinero en juego y hay quienes no quieren que se les escape. Ya
veremos por dnde sale, pero no parece que este mtodo se haya diseado para
ayudar a los fumadores a dejarlo, sino ms bien a mantenerles enganchados a
cualquier cosa. Agradecera opiniones al respecto.
Y, lo ms importante, ha disminuido el nmero de fumadores. Aunque lentamente, este s es un paso en la direccin correcta.
148
LO QUE NO HA PASADO
149
150
un DAI en <0,1%, 4% y 90% en el grupo control, grupo con EEF negativo y grupo
con EEF positivo, respectivamente. A los 3 aos de seguimiento la supervivencia
libre de arritmias/muerte fue el 91,8%3,2%, el 93,4%1,0% y el 62,7%7,5% del
grupo control, grupo con EEF negativo y grupo con EEF positivo, respectivamente.
La conclusin del estudio fue que los pacientes con disfuncin ventricular severa
tras un infarto revascularizado y EEF negativo tienen un pronstico favorable en
el seguimiento a largo plazo sin implante de DAI.
COMENTARIO
El valor pronstico del EEF positivo en pacientes con disfuncin ventricular est
establecido y se acepta que el resultado positivo aumenta el riesgo de arritmias
ventriculares y muerte sbita en el seguimiento. Sin embargo, en esta estratificacin de riesgo tambin resulta interesante el valor predictivo negativo del
EEF, y esto es lo que se evala en este estudio, cuyo principal hallazgo es que los
pacientes con disfuncin ventricular severa tras un infarto revascularizado presentan una tasa baja de arritmias ventriculares y mortalidad en el seguimiento
si el EEF es negativo.Sin embargo, la interpretacin de estos resultados debe
hacerse con cautela.
El tratamiento mdico que recibieron estos pacientes fue excelente (96% betabloqueantes, 87% IECAS/ARA-II y el 99% estatinas). Estos porcentajes fueron superiores a los obtenidos en los principales estudios (MADIT, MUSTT, MADITT II
y SCD-HeF) y esto podra contribuir a la baja tasa de eventos en el seguimiento.
Adems, en relacin a las caractersticas basales, destaca una media de edad ms
baja en los pacientes de este estudio (58 aos); es probable que existan tambin
otras diferencias en factores pronsticos importantes como la insuficiencia renal
o cardiaca. Por otra parte, el tiempo de seguimiento (mediana 3,5 aos) es un periodo relativamente corto. Hay estudios en los que las primeras terapias de DAI se
documentan a partir de los 5 aos, o incluso tras el primer recambio de generador,
por un mayor remodelado ventricular o por condiciones que faciliten la aparicin
de arritmias ventriculares como el desarrollo de isquemia o insuficiencia cardiaca.
La principal limitacin de este estudio es su carcter observacional. En la actualidad, la evidencia que disponemos para indicar el implante de un DAI como
prevencin primaria en cardiopata isqumica, y en la que se basan las guas de
prctica clnica, procede de grandes estudios randomizados (MADIT II, SCD-HeF)
152
que utilizan como nica herramienta de estratificacin de riesgo la FEVI, parmetro que probablemente no sea suficiente para estratificar el riesgo arrtmico.
Mientras no dispongamos de nuevas herramientas para la identificacin del riesgo de muerte sbita, habr pacientes con DAI que no se beneficien de su implante
y otros en riesgo a los que no se les implanta.
Referencia
Long-Term Arrhythmia-Free Survival in Patients with Severe Left Ventricular Dysfunction and No Inducible Ventricular Tachycardia Post Myocardial Infarction
153
Criterios electrocardiogrficos
discriminatorios de pericarditis y
SCACEST. Papel del QT y el QRS
Dr. Agustn Fernndez Cisnal
20 de enero de 2014
155
COMENTARIO
156
Referencia
New Electrocardiographic Criteria to Differentiate Acute Pericarditis and Myocardial Infarction
157
Se ha observado un incremento de la tasa de trombosis del dispositivo de asistencia ventricular HeartMate II en los ltimos aos, si se compara con los resultados
de los ensayos preaprobacin por la FDA y la experiencia inicial con el dispositivo.
Para comprobar si se trataba de un fenmeno aislado que comienza en la Cleveland Clinic, en el actual estudio se incluyeron 837 pacientes de 55 aos de edad
media, con un total de 895 dispositivos implantados desde enero de 2004 hasta
mayo de 2013, de tres instituciones con alta experiencia: Cleveland Clinic, Washington University Barnes-Jewish Hospital y Duke University Medical Center, con un
porcentaje similar de dispositivos implantados. Se determin con endpoint primario la confirmacin de la trombosis del dispositivo (visualizacin in situ de trombo
en la superficie del dispositivo) y como endpoints secundarios la confirmacin de
trombosis con sospecha clnica, su relacin con la subida de los niveles de LDH
en sangre y los resultados despus del manejo teraputico de la trombosis de la
bomba (trasplante, recambio de bomba, tratamiento mdico o nada).
Se confirmaron un total de 72 trombosis en 66 pacientes, pero es en marzo de 2011
cuando se observa el incremento brusco de casos de trombosis del dispositivo,
pasando de una incidencia previa a la fecha de 2,2% a 8,4% a los tres meses del
implante. Antes del 1 de marzo de 2011, el tiempo medio desde el implante a la
trombosis era de 18,6 meses y a partir de la misma fecha de 2,7 meses.
El aumento de casos de trombosis desde marzo de 2011 a su vez, fue acompaado por un incremento en sangre en los niveles de lactato deshidrogenasa (LDH),
que sirve como un indicador de la hemlisis causada por la formacin de trombos en la bomba. Los niveles de LDH subieron un promedio de 540 UI por litro a
1.490 UI por litro en las 6 semanas previas a un caso confirmado de la trombosis
159
El aumento brusco desde marzo de 2011 de la tasa de trombosis en los tres primeros meses, con pico al primer mes, asociada al dispositivo HeartMate II (en la cnula
de entrada en la mayor parte de los casos) se ha confirmado en tres centros de alta
experiencia y en la Universidad de Pensilvania. Las razones que justifican este incremento que se reafirm posteriormente por un anlisis de investigadores de la INTERMACS despus de que se informara del problema a la FDA, an no estn claras.
Por su parte Thoratec, a pesar de que ha habido un cambio en el modelo del dispositivo durante la fecha pero que no se haba asociado hasta el momento con trombosis, concluye que han podido ser muchos los factores predisponentes, como las
condiciones del paciente, la tcnica quirrgica o el manejo del dispositivo postimplante, sin identificar hasta el momento la razn que justifica el incremento brusco de la tasa de trombosis.
En vista de los acontecimientos, y mientras se investiga por parte de la industria si
el cambio en el modelo del dispositivo ha podido ser la responsable del fenmeno,
obliga a cambiar el manejo de estos pacientes, con seriacin peridica de los niveles de LDH postimplante para vigilar que haya un aumento que pudiera sugerir
trombosis, as como ser ms exhaustivos en cuanto al tratamiento antitrombtico
(INR 2-3 y AAS) y sera recomendable introducir adems otro elemento de forma
peridica en el seguimiento, el Ramp test, que se trata de un seguimiento ecocardiogrfico que valora el funcionamiento del dispositivo y sirve para optimizar los
parmetros del mismo basndose en el tamao del ventrculo izquierdo, la frecuencia de apertura de la vlvula artica, la presin arterial y si existe insuficiencia
artica y en la variacin de todos estos parmetros con respecto a las revoluciones
por minuto de la bomba.
160
Referencia
Unexpected Abrupt Increase in Left Ventricular Assist Device Thrombosis
161
En la dcada pasada muchos especialistas vivan satisfechos. Apenas tenan necesidad de pensar. Se limitaban a practicar, interpretar y basar todo su quehacer
asistencial en tcnicas de imagen. Mientras, el camino hacia la decisin clnica
(que muchos adems desdeaban como obsoleto) se lo allanaban las sacrosantas
guas de prctica clnica. En ellas encontraban con todo detalle lo que haba que
hacer en cada paciente y situacin, miel sobre hojuelas!
Pero desde hace unos aos las guas han dejado de serlo. Ya no cumplen su funcin, que es guiar (sealar el camino). Tambin han dejado de ser convincentes y,
por ello, confiables como directriz. Una de las razones es que han proliferado de tal
modo que es casi imposible que coincidan en muchas de las recomendaciones. Esto
es lgico. Si una sociedad cientfica se decide a publicar una gua es porque quiere
rectificar una previa, suya o de otra. Si las nuevas fueran iguales que las previas se
notara de inmediato que aqullas son innecesarias. Bien est que se actualicen las
recomendaciones en funcin de nuevos datos. Pero pocos trabajos son realmente
rompedores. Tampoco son demasiados los absolutamente irreprochables metodolgicamente hablando. Por qu, pues, tantas guas y tan cercanas en el tiempo?
Otra razn es la obviedad. Recuerda las guas sobre diabetes. Pginas y pginas
especulando sobre cul es el objetivo de HbA1c adecuado. Si el objetivo es demasiado estricto habr ms hipoglucemias, lo cual es malo. Si es demasiado laxo habr ms complicaciones diabticas, tambin malas. Para llegar a una conclusin
obvia y tpica para la que no hace falta ser muy sabio: lo mejor es individualizar el
objetivo. Menos estricto para los que tengan riesgo de hipoglucemia y ms riguroso para los ms jvenes, que se beneficiarn ms de una prevencin ms ajustada. Lo que hemos venido haciendo siempre! Para eso tantas guas?
La tercera razn es que, adems de demasiados barcos en el proceloso ocano de
las enfermedades cardiovasculares, de vez en cuando dan tremendos bandazos.
Y eso nos desorienta mucho. Un ejemplo en el campo de la hipertensin: no es un
163
despropsito que en ocho aos se hayan publicado tres versiones y una actualizacin intermedia de las guas europeas? Y en cada una de ellas se ha recomendado un dintel de presin arterial sistlica para los pacientes con diabetes distinto!
Primero fue <140 mmHg, luego <130 mmHg, despus entre 130 y 139 mmHg (sealando que convendra acercarse al lmite alto; cmo?) y ahora de nuevo <140
mm Hg. Y eso sin que haya habido nuevos estudios relevantes. Simplemente porque los expertos han reanalizado los datos previos con otros ojos. O porque han
impuesto sus opiniones otros diferentes a los que lideraron las guas anteriores.
Cmo fiarse de guas tan tornadizas?
Lo de las guas sobre terapia de las dislipidemias ya es el caos. A base de sucesivas guas y reactualizaciones de las mismas podemos darnos por contentos que
haya unas pocas ideas claras unnimes. Para el comn de los pacientes podemos
resumir este catecismo as: 1) fjate solo en el colesterol-LDL y pasa del resto; 2) no
intentes manejar farmacolgicamente las HDL (las que la naturaleza nos ha dado
procuremos conservarlas; si puedes, mejralas con dieta y ejercicio); 3) los triglicridos son un factor de riesgo indirecto (casi solo importan como marcador de
cmo cumplen los pacientes la dieta y el ejercicio indicados, pues muchas veces
mienten!); 4) aprende a manejar una o todo lo ms dos estatinas y pasa del resto;
5) limtate a conocer pero procura no prescribir el resto de hipolipemiantes (las
estatinas no tienen ningn frmaco alternativo aceptable, quiz algunos complementarios; los dems hipolipemiantes son txicos o peligrosos); 6) usa los fibratos
solo en hipertrigliceridemias con riesgo de pancreatitis. Y poco ms.
El resto est sumido en la incertidumbre por culpa de las nuevas guas estadounidenses. La razn: no dicen nada nuevo y lo que sabamos lo han enrevesado de tal
modo que el documento ya no es una gua. Ms bien parece un almacn de datos
sin catlogo. En prevencin secundaria sealan que hay que dar siempre una estatina. Eso es indiscutible, lo sabamos desde hace tiempo y ya lo hacemos de modo
sistemtico. Pero en prevencin primaria ay! Seguimos sin faro que nos seale
la direccin correcta. Estbamos muy cmodos con las directrices europeas, que
detallan en qu niveles de colesterol-LDL hay que fijarse y hasta dnde hay que
llegar segn el riesgo inicial, delimitando cuatro grupos bastante plausibles clnicamente. Ahora las estadounidenses han abolido el concepto de cifras objetivo y
sugieren un baremo de clculo del riesgo basado en un cctel de cohortes localista, anticuado, impreciso y poco validado. Lo dicho, un caos.
Esta nueva gua no va a mejorar los ndices de prescripcin de estatinas a pacientes a quienes les vendran bien. Ni lo contrario, tampoco disuadir a los que las
164
usan innecesariamente. En nuestro pas hay mucho de eso: todava hay muchos
facultativos que ante cualquier elevacin de colesterol total! prescriben atorvastatina genrica pensando que es barata, lo que no es cierto. Y de por vida. No soy
el nico al que han llamado para retirar estatinas en las unidades de paliativos.
La nica virtud reseable de la directriz estadounidense es que se atreve a poner
con todas sus letras que hay dos categoras en las estatinas: las potentes (vulgo,
las que valen la pena: rosuvastatina, atorvastatina, pitavastatina a la dosis mxima) y las menos potentes (vulgo, de medio pelo: el resto).
Por favor, reflexiona sobre cmo utilizas las estatinas y guate de las guas siempre
tamizadas por tu sensatez clnica. No se trata de que recetes una, maquilles la cifra de colesterol total para contentaros t y el paciente y la dejes para siempre. Se
trata de que controles el colesterol-LDL al nivel exigido segn el riesgo del paciente. Sube las dosis si es necesario o cambia a estatinas potentes hasta lograrlo. Y no
te desalientes y las quites de buenas a primeras si el paciente se queja de efectos
adversos musculares. No siempre son reales (los pacientes leen demasiadas cosas
escritas por demasiadas personas sin criterio).
Y, por favor, no transmitas al paciente la ms leve insinuacin directa, indirecta,
involuntaria ni sutil de que si toma estatinas puede ser algo ms liberal con la dieta. Lo tomar como un orculo y dejar del todo la dieta.
165
Anticoagulacin en hipertensin
pulmonar. Datos del registro
COMPERA
Dr. Rafael Vidal Prez
24 de enero de 2014
Anlisis de los datos prospectivos procedentes del registro COMPERA (Comparative, Prospective Registry of Newly Initiated Therapies for Pulmonary Hypertension), un
registro europeo sobre hipertensin pulmonar. Se comparan las tasas de supervivencia de los pacientes con formas idiopticas y otras formas de hipertensin
pulmonar en funcin del uso de anticoagulacin.
Este estudio se plantea desde la perspectiva que durante casi 30 aos la anticoagulacin se ha recomendado para los pacientes con hipertensin arterial pulmonar idiomtica (HAPI). La evidencia que lo apoyaba, sin embargo, es limitada, y no
est claro si esta recomendacin est todava justificada en el manejo de la era
moderna y si debera ser extendida a pacientes con otras formas de hipertensin
arterial pulmonar (HAP).
La metodologa planteada fue la siguiente: se analizaron datos procedentes del
registro COMPERA, un registro en marcha a nivel europeo sobre hipertensin pulmonar. Las tasas de supervivencia de los pacientes con HAPI y otras formas de
HAP fueron comparadas por el uso de anticoagulacin.
Los resultados comunicados fueron los siguientes: la muestra consisti en 1.283
pacientes reclutados consecutivamente por un nuevo diagnstico de HAP. La anticoagulacin se empleaba en 66% de los 800 pacientes con HAPI y en el 43% de
los 483 pacientes con otras formas de HAP. En los pacientes con HAPI, hubo una supervivencia a 3 aos significativamente mejor (P=0,006) en los pacientes con anticoagulacin comparados con los pacientes que nunca recibieron anticoagulacin, a
pesar de que los pacientes en el grupo de anticoagulacin tenan una enfermedad
ms grave en el momento basal. La diferencia de supervivencia a 3 aos permaneci
167
estadsticamente significativa (P=0,017) en un anlisis emparejado por pares (matched-pair analysis) de un grupo de 336 pacientes con HAPI. El efecto beneficioso de la
anticoagulacin sobre la supervivencia de los pacientes con HAPI se confirm por
anlisis de regresin multivariable de Cox (hazard ratio 0,79; intervalo de confianza
del 95%: 0,66-0,94). En cambio, el uso de anticoagulantes no se asoci con un beneficio sobre la supervivencia en pacientes con otras formas de HAP.
Ante estos resultados los autores concluyeron que los datos obtenidos en este
momento sugieren que el uso de la anticoagulacin se asocia con un beneficio
de la supervivencia en pacientes con HAPI, apoyando las recomendaciones actuales de tratamiento. La evidencia permanece no concluyente en lo que se refiere a
otras formas de HAP.
COMENTARIO
Ya en la dcada de los setenta del siglo pasado se publicaron los artculos clsicos
donde Wagenvoort describi la trombosis de las pequeas arterias pulmonares
como uno de los elementos histopatolgicos tpico de la HAPI. Esta observacin junto con los estudios que demostraban la hipercoagulabilidad en pacientes con importante HAP, llev a la hiptesis de que la trombosis in situ de los vasos pulmonares
alterados poda contribuir a la progresin de la enfermedad e inspir el concepto de
que la anticoagulacin teraputica podan tener un efecto beneficioso. Apoyando
esta hiptesis Fuster y colaboradores publicaron en 1984 los resultados de un estudio observacional, que confirmaba la presencia de lesiones pulmonares vasculares
trombticas en pacientes con hipertensin pulmonar primaria y demostraron, basndose en un anlisis retrospectivo de 120 pacientes, que el uso de anticoagulantes
se asociaba con una mejor supervivencia. Un estudio posterior de Rich tambin demostr una mejora de la supervivencia en pacientes que reciban anticoagulantes,
pero siendo prospectivo no era aleatorizado. En revisiones sistemticas de la literatura se encuentran 7 estudios, 5 de los cuales sugeran beneficio y 2 fueron negativos. Por tanto, se puede concluir que no existen estudios aleatorizados prospectivos
al respecto del uso de anticoagulacin en HAP hasta el momento actual.
Las ventajas del planteamiento de este estudio fueron el diseo prospectivo, un periodo de observacin relativamente largo, y un bajo nmero de prdidas durante el
seguimiento, y los autores afirman que es la mayor serie que ha evaluado el efecto
de la anticoagulacin en pacientes con HAP. En cuanto a las limitaciones: es un registro prospectivo, no un ensayo aleatorizado, por lo que no existe una aleatorizacin
168
Referencia
Anticoagulation and Survival in Pulmonary Arterial Hypertension: Results From
the Comparative, Prospective Registry of Newly Initiated Therapies for Pulmonary Hypertension (COMPERA)
169
Evaluacin de la utilidad de la cardiorresonancia magntica con contraste realizadapreviamente a un procedimiento de ablacin de arritmias ventriculares
no idiopticas para identificar el sustrato de origen de la misma y planificar el
abordaje necesario.
El origen epicrdico o endocrdico de una arritmia ventricular se puede deducir del
anlisis del electrocardiograma (ECG). Sin embargo a pesar de su utilidad clnica el
ECG tiene limitaciones. Alternativamente el tejido cicatricial que sustenta las arritmias ventriculares se puede identificar mediante la cardiorresonancia con contraste. El objetivo de este estudio era determinar el valor de analizar la presencia y el
patrn de distribucin del tejido cicatricial en los ventrculos para identificar el sitio
de origen de la arritmia ventricular y el abordaje requerido para la ablacin.
Se realiz una cardiorresonancia con contraste previamente al procedimiento de
ablacin en una cohorte de 80 pacientes con arritmias ventriculares no idiopticas. Lapresencia de realce en cada segmento se codific como ausente, subendocrdico,transmural, mesocrdico o epicrdico. El origen de la arritmia ventricular
comoendocrdica o epicrdica tambin se determin de acuerdo al abordaje necesariopara la ablacin. La arritmia clnica fue ablacionada con xito en 77 (96,3%)
de lospacientes, todos ellos mostrando la presencia de realce en la cardiorresonancia. En lossegmentos donde la ablacin de la taquicardia ventricular clnica
tuvo xito, el realceestuvo ausente en 3 (3,9%) pacientes, fue subendocrdico en
19 (24,7%), transmuralen 36 (46,7%), mesocrdico en 8 (10,4%) y subepicrdico en
11 (14,3%). La ablacinepicrdica de la arritmia ventricular fue necesaria en 3 (6,1%)
pacientes isqumicos y 12(42,9%) no isqumicos. La presencia de realce subepicrdico en el segmento en el quela ablacin fue exitosa tuvo una sensibilidad del
171
172
Referencia
Usefulness of Contrast-Enhanced Cardiac Magnetic Resonance in Identifying the
Ventricular Arrhythmia Substrate and the Approach Needed for Ablation
David Andreu, Jose Toms Ortiz-Prez, Tim Boussy, Juan FernndezArmenta, Teresa M. de Caralt, Rosario J. Perea, Susanna Prat-Gonzlez, Lluis
Mont,Josep Brugada, and Antonio Berruezo.
doi:10.1093/eurheartj/eht510.
173
Ensayo clnico multicntrico que compara la eficacia del tratamiento con frmacos antiarrtmicos frente a la ablacin con catter en pacientes con fibrilacin auricular (FA) persistente.
El papel de la ablacin en el manejo de la FA paroxstica est bien establecido mediante varios estudios aleatorizados, que han demostrado la superioridad frente a los
frmacos antiarrtmicos. Sin embargo, no existen estudios aleatorizados en pacientes
con FA persistente, siendo este el primero en tratar de resolver esta incgnita.
Se seleccionaron pacientes con FA persistente refractarios a frmacos antiarrtmicos
(excluyendo la FA persistente de >1 ao evolucin), los cuales se aleatorizaron 2:1 a
aislamiento circunferencial amplio de venas pulmonares (con posibilidad de ablacin
de lneas adicionales o CAFAEs) o a frmacos antiarrtmicos (Ic o III). Se realiz un seguimiento clnico y con Holter de 24 horas a los 6 y 12 meses de seguimiento. El objetivo primario era la recurrencia de FA/Taquicardia Auricular (TA) de >24 horas tras
un periodo de blanqueo de 3 meses. El objetivo secundario fue todo episodio de FA/
TA mayor de 30s tras el periodo de blanqueo, hospitalizacin, cardioversin y cambio
en la calidad de vida (AF-QoL). Se incluyeron 146 pacientes (559 aos, 77% hombres)
predominantemente sin cardiopata, 98 en el grupo de ablacin y 48 en el de frmacos. No se alcanz el nmero preestablecido de pacientes (208) por una baja tasa de
reclutamiento. En un anlisis por intencin de tratamiento, el objetivo primario se
consigui en el 70,4% del grupo de ablacin y en el 43,7% del de frmacos (p=0,002,
diferencia absoluta 26,6%, IC 95%: 10-43,3). El porcentaje de pacientes libre de recidivas >30s fue tambin mayor en el grupo de ablacin (60,2 vs. 29,2% p<0,001) as como
menor el porcentaje de cardioversiones (34,7 vs. 50% p=0,018). No hubo diferencias en
la tasa de hospitalizaciones ni en la calidad de vida. No hubo complicaciones mayores.
175
Los autores concluyen que la ablacin con catter es superior a los frmacos antiarrtmicos en pacientes con FA persistente a los 12 meses de seguimiento.
COMENTARIO
La FA sostenida provoca un remodelado elctrico y estructural que a su vez contribuyen al mantenimiento/perpetuacin de la FA, cobrando ms importancia
el sustrato mantenedor de la arritmia con el paso del tiempo. Por ello, es importante la divisin actual de la FA en paroxstica, persistente o persistente de larga
duracin (longstanding), intentando reflejar de un modo asequible el estadio de
la enfermedad, y teniendo repercusiones en el tratamiento y el pronstico del
mantenimiento del ritmo sinusal. As, los resultados de la ablacin de la FA son
generalmente peores conforme ms sostenida es la arritmia. En el caso de la FA
persistente, los trabajos que han evaluado la ablacin con catter frente a frmacos antiarrtmicos, son escasos y heterogneos tanto en la tcnica empleada
como en la poblacin seleccionada (incluyendo FA no paroxstica o FA de larga duracin). Por ello, este trabajo tiene la importancia de ser el primero en demostrar
la superioridad a frmacos con un mtodo adecuado.
Se evalu el aislamiento circunferencial amplio de las venas pulmonares, que es la
tcnica de ablacin ms extendida, dando libertad para realizar una modificacin
adicional del sustrato (que se realiz en el 44,7% de los pacientes). Los resultados
de la ablacin son mejores de lo habitualmente reportado (70,4% en recidivas >24
horas y 60,2% en recidivas >30s) y puede ser explicado tanto por la seleccin de una
poblacin con escasa cardiopata y poco remodelado auricular (pacientes jvenes,
FEVI conservada y AI poco dilatada), la utilizacin de frmacos en el grupo de ablacin y por un seguimiento poco intenso basado en la clnica y Holter de 24 horas
cada 6 meses. Por otro lado, no se demuestra la superioridad en cuanto hospitalizaciones o calidad de vida, que actualmente es el principal motivo para indicar la
ablacin de la FA, siendo tambin explicado por el tipo de poblacin analizada.
Por tanto, estamos ante un trabajo pionero que seguro establecer las bases para
nuevas investigaciones que consoliden el papel de la ablacin en la FA persistente.
176
Referencia
Catheter Ablation Versus Antiarrhythmic Drug Treatment of Persistent Atrial Fibrillation: A Multicentre, Randomized, Controlled Trial (SARA Study)
177
Registro observacional de pacientes atendidos por parada cardiaca extrahospitalaria de causa cardiolgica, que estudi las variaciones temporales en su presentacin y la relacin con la supervivencia al alta del hospital.
Se evalu la variabilidad temporal en la incidencia y supervivencia en el momento
del alta hospitalaria de 18.588 paradas cardiacas extrahospitalarias (PCEH) aparentemente de origen cardiaco en pacientes mayores de 18 aos quienes fueron
atendidos por ms de 70 servicios mdicos de emergencias y 340 hospitales en todos los Estados Unidos. Los pacientes en PCEH en los que se realizaron maniobras
de reanimacin, fueron incluidos en el registro de paradas cardiacas para mejorar
la supervivencia (CARES) que se realiz de enero de 2005 a diciembre de 2010.
Hubo diferencias significativas en la presentacin temporal, evaluando la hora
del evento, el da de la semana, y el mes del ao. La mayor incidencia de las PCEH
ocurra durante las horas diurnas, de viernes a domingo y en el mes de diciembre.
En cuanto a la supervivencia al alta del hospital fue menor cuando la PCEH ocurra
en horario nocturno (23:00 a 07:00 horas) comparado con otras franjas horarias.
As mismo la supervivencia fue superior en primavera y verano frente a otoo e
invierno. La supervivencia no mostr diferencias entre las PCEH ocurridas en da
laborable o fin de semana.Estas diferencias observadas en cuanto a incidencia y
supervivencia se mantenan una vez ajustado el estudio a la edad, gnero, raza,
nivel social o primer ritmo electrocardiogrfico observado.
179
A pesar de que en los ltimos 30 aos se ha observado un descenso en la incidencia de PCEH en los pases desarrollados, probablemente atribuible a la mejor prevencin primaria y secundaria de la enfermedad coronaria, la supervivencia sigue
mantenindose muy baja, prxima al 6,4% al alta del hospital, segn diferentes
registros y mostrando una elevada variabilidad entre centros y regiones.
Esta publicacin describe lo observado en el registro CARES (Cardiac Arrest Registry
to Enhance Survival) que se realiza en Estados Unidos por determinados centros, ya
que no existe un registro a nivel nacional, pero que ha alcanzado un elevado nmero de pacientes por un tiempo de 5 aos, superior a lo publicado hasta ahora.
Ya en el ao 2010, Brooks y Colls describieron la variabilidad temporal de la PCEH,
con una mayor frecuencia en la maana y en el invierno. Este patrn de presentacin haba sido atribuido a factores ambientales, a la inestabilidad elctrica ante
un mayor tono simptico, por ser encontrados o presenciados por familiares o en
lugares pblicos, etc. Las diferencias pronsticas observadas se justificaba por
factores independientes del evento (persona y tiempo del primer interviniente,
protocolo del equipo que atendiera, patologa previa del paciente, etc.).
Este trabajo es el primero en el que se describe que existe relacin entre el momento en que se produce la parada con la supervivencia, de forma independiente
a otros factores como la edad, gnero, ritmo o patologa del paciente previa.Los
factores que determinan estas variaciones temporales en el momento actual se
mantienen desconocidos. Pero lo que resulta realmente novedoso es que a partir
de este registro sabemos que la variabilidad del pronstico observada no se puede justificar, como hasta ahora, exclusivamente por variables como las diferencias
en los protocolos de actuacin entre centros, la utilizacin de neuroproteccin, la
actitud del primer interviniente, las diferencias en dispositivos en las descargas o
la calidad del masaje, etc. Este trabajo nos aporta que la temporalidad juega un
papel independiente pronstico que no estamos teniendo en cuenta a la hora de
la prevencin o al tratar a los pacientes en riesgo de PCEH.
180
Como menciona el propio autor del trabajo, entender estas diferencias temporales en la incidencia y en su repercusin pronstica en la PCEH tiene importancia para desarrollar estrategias preventivas que permitan optimizar la atencin
de estos pacientes.
Referencia
Temporal Differences in Out-of-Hospital Cardiac Arrest Incidence and Suvival
181
183
FV no se asocia con una mayor mortalidad a largo plazo por cualquier causa o
muerte sbita cardiaca.
COMENTARIO
184
Referencia
Incidence of Sudden Cardiac Death After Ventricular Fibrillation Complicating
Acute Myocardial Infarction: A 5-Year Cause-of-Death Analysis of the FAST-MI
2005 Registry
185
Anlisis prospectivo que analiza la influencia del ndice de masa corporal (IMC)
en la mortalidad por cualquier causa de los pacientes ingresados por insuficiencia
cardiaca (IC) descompensada.
Se estudi a 6.142 pacientes ingresados por IC descompensada, ya fuera por descompensacin de IC previa o IC de nueva aparicin. Se clasificaron los pacientes
en normopeso (IMC entre 18,5 y 25 kg/m), sobrepeso (IMC entre 25 y 30 kg/m) y
obesidad (IMC mayor de 30 kg/m), y se realiz seguimiento analizando la mortalidad por cualquier causa a los 30 das y al ao.
El IMC se relacion con la mortalidad a 30 das (HR=0,89 por cada incremento en
el IMC de 5 kg/m, con un IC al 95%: 0,80-0,98; p=0,02), aunque esta asociacin no
se mantena tras ajustar por diferentes variables. Asimismo, el IMC se relacion
con la mortalidad al ao, mantenindose dicha asociacin tambin en el anlisis
ajustado (HR=0,91 por cada incremento en el IMC de 5 kg/m, con un IC al 95%:
0,87-0,96; p<0,001).
En el anlisis por subgrupos la supervivencia tanto a los 30 das como al ao fue
mayor en los obesos, seguido de los pacientes con sobrepeso y con normopeso.
Adems, se vio una asociacin entre un mayor IMC y una mayor supervivencia a 1
ao en determinados subgrupos, como aquellos con edad mayor de 75 aos, FEVI
<0,50 o diabticos. El papel protector del IMC se mantena en los pacientes con IC
de nueva aparicin, no as en los que ingresaban con IC descompensada.
La conclusin de los autores es que la paradoja de la obesidad se cumple tambin
en los pacientes con IC descompensada. As, los pacientes con mayor IMC tienen
187
una menor mortalidad a 30 das y a 1 ao con respecto a los que tienen un IMC
ms bajo. Tras ajustar por distintas variables, se mantiene dicha asociacin al ao,
lo que sugiere que el IMC es un marcador de riesgo de eventos a largo plazo.
COMENTARIO
188
Referencia
Body Mass Index and Mortality in Acutely Decompensated Heart Failure Across
the World: A Global Obesity Paradox
Ravi Shah, Etienne Gayat, James L. Januzzi, Naoki Sato, Alain Cohen-Solal,
Salvatore diSomma, Enrique Fairman, Veli-Pekka Harjola, Shiro Ishihara,
Johan Lassus, Aldo Maggioni, Marco Metra, Christian Mueller, Thomas
Mueller, Jiri Parenica, Domingo Pascual-Figal, Frank Peacock, Jindrich Spinar,
Roland van Kimmenade, Alexandre Mebazaa.
J Am Coll Cardiol. 2014;63(8):778-785.
189
Interesante estudio que pretende comparar los resultados clnicos y ecocardiogrficos de la implantacin de MitraClip en la insuficiencia mitral degenerativa
(IMd) central respecto a la no central, con vistas a evaluar la seguridad y efectividad del procedimiento en la IMd no central.
Los autores de este trabajo analizaron un registro multicntrico (Royal Brompton Hospital [Reino Unido], Rigshospitalet [Dinamarca], y Karolinska University
Hospital [Suecia]) de 173 pacientes tratados con MitraClip (Abbot Vascular, Menlo Park, California), comparando los resultados clnicos y ecocardiogrficos entre
aquellos que tenan IMd de origen central vs. no central.
Del total de 173 pacientes, en 79 (edad media de 79,28,0 aos, 58,2% hombres) el
origen de la IM era degenerativo (IMd). En 49 de estos (62%) la IMd era central; en
los restantes (30 pacientes, 38%), era no central. En los sujetos con IMd no central
la anchura de la vena contracta en el pre-procedimiento era significativamente
mayor (8,52,0 mm vs. 6,92,2 mm, p=0,039), y tambin era mayor la presin sistlica de la arteria pulmonar (57,918,0 mmHg vs. 47,313,0 mmHg, p=0,019) respecto al grupo con IMd central. El resto de parmetros ecocardiogrficos evaluados
(ORE, volumen regurgitante, dimetros y volmenes del ventrculo izquierdo,
fraccin de eyeccin, gradiente medio mitral) no diferan entre ambos grupos.
El xito del procedimiento fue similar en los dos grupos (95,5% en la IMd central
vs. 96,7% en la no central, p=0,866). La IM postprocedimiento y la clase funcional
de la New York Heart Association (NYHA) no difirieron entre los grupos al mes de la
intervencin (IM 2: 96,0% vs. 96,6%, p=0,866; clase funcional NYHA II: 81,6%
191
vs. 90,0%, p=0,335), ni tampoco a los 6 meses de la misma (95,2% central vs. 91,7%
no central, p=0,679; clase funcional NYHA > II: 21,1% vs. 0%, p=0,128).
Asimismo, tampoco hubo diferencias entre los dos grupos en cuanto a la aparicin de eventos adversos graves tras el procedimiento: desinsercin parcial del
clip (central n=1 [2,0%] vs. no central n=1 [3,3%], p=1.000), muerte (5,4% central
vs. 13,0% no central, p=0,298), o ingreso hospitalario por insuficiencia cardiaca
(10,8% central vs. 8,7% no central, p=0,791).
COMENTARIO
192
Como limitaciones del trabajo, destacar el pequeo nmero de pacientes incluidos, las prdidas de seguimiento a los 6 meses, y el hecho de que los pacientes se
recogieron de centros y operadores con una muy alta experiencia en el implante
del dispositivo. Por otra parte, el grado de IM fue informado desde cada centro
participante, no desde un laboratorio de ecocardiografa independiente.
Harn falta sin duda ms estudios sobre distintas subpoblaciones de pacientes no
operables que validen nuevas indicaciones de MitraClip, sin olvidar la curva de
aprendizaje necesaria para poder afrontar anatomas valvulares ms complejas
que las que se establecieron en los ensayos EVEREST I y II.
Referencia
Echocardiographic and Clinical Outcomes of Central Versus Noncentral Percutaneous Edge-to-Edge Repair of Degenerative Mitral Regurgitation
193
Adems, los pacientes que acaban de padecer una complicacin cardiaca quiz (aqu
el adverbio debera ser probablemente, pero por desgracia an no lo es en muchas
zonas del pas) sigan un programa de rehabilitacin y, en cualquier caso, al principio
se toman muy en serio el estilo de vida. Luego se van relajando. Y los mdicos descorazonando de predicar en el desierto. Lo que a su vez se transmite en forma de desnimo a los pacientes. Estos van desistiendo paulatinamente de hacer lo que deben,
van engordando poco a poco (a veces de golpe al dejar de fumar, y les consolamos diciendo que es mejor ganar algo de peso que seguir fumando; seguramente lo es, pero
esa complacencia no va a ningn sitio bueno) y al final estamos como al principio, con
el mdico desencantado y el paciente resignado.
Hay tambin algunos obstculos para que el cardilogo se haga cargo de tratar la
diabetes de sus pacientes. El principal es la autocomplacencia, vicio ms prevalente en los superespecialistas. Dejan las arterias coronarias tan niqueladas, hacen
unos estudios o unas tcnicas instrumentales tan brillantes que creen que todo
acaba ah; y detalles como tratar la diabetes los consideran aspectos engorrosos
que deben torear otros profesionales de menor rango. Sin caer en ello, puede que
los diferentes especialistas que intervienen en el proceso de atencin a los pacientes cardiolgicos, sobre todo con complicaciones agudas, piensen que lo har el
otro (el uno por el otro, la casa sin barrer). Se diluye la responsabilidad entre intensivistas, angioplastas, los de planta, electrofisilogos, cardilogos extrahospitalarios, mdicos de atencin primaria, etc.
Otro obstculo es que algunos todava se sienten poco familiarizados con las terapias antihiperglucemiantes. Ciertamente no son tan sencillas como los hipolipemiantes: un anlisis sencillo, un puado de estatinas y apenas nada ms. Pero
recuerda los antihipertensivos al principio. Haba largas listas de escenarios en
los que eran ms aconsejables unos que otros por detalles que hoy nos parecen
nimios. Ahora hay dos variables de control, la presin de consultorio y la domiciliaria, cinco familias principales que conocemos bien y unos pocos principios generales de indicacin. A pesar de las farragosas y tornadizas guas, dicho sea de paso.
Con los antidiabticos pasa algo parecido. A nada que nos empeemos, conoceremos enseguida las distintas familias (tampoco son tantas) y cmo usarlas. Los parmetros de control, por suerte, son tambin simples: la glucohemoglobina y, en los
que llevan insulina, algunos perfiles de glucemia peridicos. Las directrices clnicas
nos aconsejan adems guiarnos del sentido comn en cuanto a los objetivos.
196
El ltimo obstculo que a veces nos frena es el desdn por la hiperglucemia como
factor de riesgo macrovascular. Desde hace aos nos han repetido machaconamente (ciertos malpensados lo atribuyen a los propios endocrinlogos, para que
no nos metiramos en este terreno) que el control de la glucemia previene las
complicaciones microvasculares y apenas las macrovasculares. Esta falacia es la
misma que hace aos se defendi para la hipertensin: bajar la presin reduca
los ictus y apenas los infartos. Luego se vio, lgicamente, que aunque el riesgo
relativo se reduzca cuantitativamente ms en el ictus, no deja de ser rentable bajar la presin para prevenir infartos. Lo mismo pasa en la diabetes. En el paciente
con complicaciones vasculares avanzadas poco se puede hacer ya para prevenirlas significativamente, pero eso no quiere decir que no haya que hacerlo. Pero sin
pasarse. En otra ocasin igual hablamos de la curva en J.
En conclusin, ten muy en cuenta la diabetes y procura saber todo lo que puedas
de su fisiopatologa y de su tratamiento. Piensa que va a ser el factor de riesgo cardiovascular preponderante en los prximos decenios. Si vas a seguir atendiendo
a pacientes con cardiopatas, no olvides que por lo menos la mitad de ellos tienen
ya o tendrn diabetes. Vas a pasar de ellos?
197
En el momento del reclutamiento militar un 5,7% (62.868 personas) fueron diagnosticadas de algn tipo de EM. Durante un seguimiento de 22,6 aos experimentaron 12.357 casos de EC, 1.440 de ellos fatales. El hazard ratio (HR) para el
conjunto de todas las enfermedades mentales, ajustado por aquellas covariables
relevantes, nivel socioeconmico y educacional, fue de 1,28 (1,21-1,35), variando
desde 1,16 de la esquizofrenia y trastorno bipolar, hasta 1,37 en aquellos trastornos
relacionados con el consumo de alcohol. Al analizar los ingresos psiquitricos en el
seguimiento (5% de la muestra, correlacin con el reclutamiento 0,12; p<0,0001),
el HR global fue 2,04 (1,92-2,15).
Los autores concluyen que existe un riesgo incrementado de EC en todos los tipos de EM y que este es apreciable incluso cuando el diagnstico de EM se realiza en la juventud.
COMENTARIO
El presente trabajo realiza un exhaustivo trabajo epidemiolgico en una muestra de gran tamao para demostrar la existencia de una relacin fehaciente entre
ambas enfermedades, mental y coronaria. La lectura se torna en algunos momentos complicada debido a lo complejo del diseo de la cohorte o por los mltiples
ajustes realizados, sin embargo, la conclusin se muestra clara en todo momento.
Tanto los propios autores como el editorial acompaante a este trabajo, revelan
una serie de limitaciones a la hora de extrapolar los datos de esta serie. Caben
destacar: 1) Al ser nicamente hombres resulta imposible inferenciar al sexo femenino, ms an cuando ciertos trabajos han mostrado mayor importancia de la
depresin en la gnesis de EC ligado a mujeres. 2) Todos los integrantes eran suecos, pas que presenta una mayor prevalencia de EC que Espaa, y como se seala
en el editorial tiene un sistema pblico de salud, distinto al de Estados Unidos. 3)
La recogida del hbito tabquico y alcohol se circunscribe a dos aos dentro de la
cohorte. No se recogieron datos sobre dieta ni ejercicio fsico.
Entre las explicaciones para la asociacin entre EM y EC, los autores postulan varias teoras. Los pacientes con EM muestran una peor dieta, suelen realizar menos
ejercicio fsico y tienen un mayor consumo de sustancias adictivas. Por otra parte,
suelen presentar un menor nivel socio-econmico, educacional y/o de coeficiente
intelectual que dificulta su acceso en igualdad de circunstancias a la atencin mdica, el cumplimiento de las medidas de prevencin y la adherencia teraputica.
200
Tambin hay que tener en cuenta que muchos de los tratamientos psiquitricos
administrados muestran efectos cardiovasculares y metablicos negativos. Finalmente, existen algunos datos que apuntan como personalidades con altos niveles
de estrs favorecen un estado proinflamatorio, y este la aparicin de arterioesclerosis. En el editorial acompaante tambin se incluyen las patologas del sueofrecuentesen estos pacientes como una posible causa.
Como conclusin final, los resultados aqu enumerados deben aumentar nuestra
atencin a la hora de valorar y tratar a un paciente con algn tipo de EM que acude
a nosotros con sntomas sugestivos de EC.
Referencia
Mental Disorders Across the Adult Life Course and Future Coronary Heart Disease
Evidence for General Susceptibility
Catharine R. Gale, G. David Batty, David P. J. Osborn, Per Tynelius, Finn Rasmussen.
Circulation. 2014;129:186-193.
201
Revisin actualizada del espasmo coronario, que analiza desde la patogenia del
cuadro hasta la farmacologa empleada en lostest de provocacin (TP) y el manejo del mismo.
El espasmo coronario es una causa de dolor torcico importante y que a menudo
pasa desapercibida. Aunque el espasmo coronario o angina variante de Prinzmetal ha sido considerado clsicamente como una entidad benigna, estudios actuales han demostrado una fuerte correlacin con eventos adversos como sndromes
coronarios agudos, arritmias o muerte. Histricamente se han descrito numerosos agentes empleados para los TP.
Los autores llevan a cabo una revisin de los datos publicados sobre el papel de los
TP en el diagnstico del espasmo coronario. Se revisan los TP actuales, evaluando la seguridad y las evidencias a favor y en contra existentes tanto en los invasivos (test intracoronarios e intravenosos farmacolgicos) como en los no invasivos
(ECG, monitorizacin electrocardiogrfica ambulatoria, ergometra y test de hiperventilacin). Asimismo, proponen un interesante algoritmo enfocado al manejo de la angina de Prinzmetal, estratificando inicialmente la sospecha diagnstica
en funcin de factores clnicos (predominio nocturno, de reposo, tolerancia variable al ejercicio diurno, mejora con nitratos, supresin con calcioantagonistas)
para posteriormente indicar la actitud diagnstico-teraputica a seguir.
203
COMENTARIO
El espasmo coronario es una causa de angina con importantes implicaciones desde el punto de vista clnico, dada su reciente asociacin con isquemia, sndrome
coronario agudo, arritmias y muerte sbita. Debido a la fugacidad del cuadro,
supone un reto diagnstico para el cardilogo, de ah la necesidad de los TP, empleando numerosos frmacos, desde los ms habituales como la ergonovina o la
acetilcolina, a otros menos extendidos como el neuropptido Y o la dopamina.
Cabe destacar la reduccin drstica de las indicaciones reflejadas en las ltimas
Guas Americanas de Intervencionismo Coronario (2011), Cardiopata Isqumica
Crnica (2012) y AI/SCASEST (2012) para la realizacin de los TP. Partamos de una
indicacin clase IIb nivel de evidencia C, limitada a aquellos casos con anatoma
coronaria conocida y fracaso del tratamiento emprico en los que, ante la gravedad de la clnica, se requera la verificacin del espasmo coronario (Guas Americanas de AI/SCASEST publicadas en 2011). La actualizacin de dichas guas no hacen
referencia alguna al TP, lo cual probablemente refleje una tendencia generalizada
al abandono progresivo de esta tcnica en los laboratorios de hemodinmica. Asimismo, pese a que el artculo en cuestin no refleja las ltimas Guas Europeas
de Angina Estable publicadas el pasado ao, estas tambin rebajan el nivel de
evidencia (de B a C), recomendando su realizacin exclusivamente en casos seleccionados con clnica sugerente y coronariografa sin lesiones significativas angiogrficas, con el fin de diagnosticar el lugar y el tipo de vasoespasmo.
Con todo ello, y en previsin de un abandono progresivo de esta tcnica, sern
necesarios nuevos estudios de mayor tamao, con mayor diversidad tnica y mayor nmero de mujeres para evaluar la seguridad y efectividad de esta tcnica, y
poder as actualizar las guas de prctica clnica.
Referencia
Provocative Testing for Coronary Reactivity and Spasm
Estudio prospectivo randomizado, subanlisis del MI FREE (Full Coverage for Preventive Medications After Myocardial Infarction), en el que se valor la adherencia al tratamiento en prevencin secundaria postinfarto agudo de miocardio (post-IAM).
La investigacin estudi la adherencia de cada uno de los frmacos (inhibidores de la
enzima convertidora de angiotensina [IECA], antagonistas del receptor de la angiotensina-II [ARA-II], betabloqueantes y estatinas), en funcin de la cobertura sanitaria. Dicha adherencia se asoci a la aparicin de eventos cardiovasculares mayores
y revascularizacin a partir de los 6 meses, con una mediana de seguimiento de 394
das (rango intercuartlico de 201 a 663 das). Adems se estudi si la asociacin entre
los frmacos o de manera individual se relacion con mejores resultados, teniendo
en cuenta el estado de salud y las comorbilidades de los pacientes.
El estudio evalu un total de 4.117 pacientes (un 70% de los que existan previamente al inicio del estudio MI FRREE, 5.855), 1.881 pacientes en la cobertura habitual y 1.803 en la cobertura total (919 con adherencia al tratamiento y 884 sin
adherencia). La adherencia al tratamiento se defini como la proporcin de das
cubiertos para cada frmaco prescrito (definiendo la adherencia como 80%, la
adherencia parcial entre el 60 y el 79% y la no adherencia <60%). Tanto en los pacientes con una cobertura sanitaria total, como en los que no la tienen, no se observ diferencias en la aparicin de eventos cardiovasculares (hazard ratio [HZ]
0,93, IC 95%: 0,82-1,04, p=0,21); pero s se observ un mayor nmero de eventos en
los pacientes con cobertura total y sin adherencia al tratamiento respecto al grupo control (p<0,01), con resultados similares en el grupo con adherencia parcial.
Se demostr un beneficio lineal con cada uno de los frmacos en el grupo con adherencia frente a la no adherencia (estatinas p<0,023, betabloqueantes p<0,004,
205
206
Referencias
Untangling the Relationship Between Medication Adherence and Post-Myocardial Infarction Outcomes: Medication Adherence and Clinical Outcomes
207
Ha muerto la exploracin
cardiaca clsica?
Dr. Miguel ngel Garca Fernndez
13 de febrero de 2014
Es una evidencia real la triste agona de la exploracin cardiaca. Ya s que hay cardilogos que exploran extraordinariamente bien, pero miremos a nuestro alrededor y analicemos la realidad del da a da: hace bastante que se perdi el arte de
la exploracin del enfermo cardiaco.
Si comentsemos a los residentes como utilizbamos, hace no tantos aos, nuestros odos (auscultando), nuestras manos (palpando) o nuestra vista (identificando ondas en un pulso venoso), pensaran que hemos enloquecido y que es una
batalla ms de los abuelos. Porque es un hecho cierto, o mejor dicho, tristemente cierto, que la exploracin cardiaca clsica ha muerto para casi todos nuestros
residentes, ha quedado desfasada. A esta situacin se ha llegado por una diversa
combinacin de elementos:
1. Falta de tiempo en la enseanza. El tiempo que se le dedicaba a la enseanza
de la exploracin cardiaca ha disminuido notablemente. Esto es as por el ritmo al que vivimos en nuestros hospitales y por la falta de enseantes. Es difcil
transmitir lo que se desconoce.
2. Rendimiento rpido de las tcnicas no invasivas. Un ejemplo, merece la
pena estar discutiendo si el retumbo que se ausculta es el de una estenosis
mitral o corresponde a un retumbo de Austin Flint cuando un ecocardiograma te va a dar la solucin en 5 segundos? Saltamos de lo acadmico a lo
prctico. No s si es bueno o malo, pero s estoy convencido de que as es el
mundo que nos invade.
3. Falta el enfermo ideal. El paciente rota en el hospital a una velocidad endiablada, de tal manera que aquel knock pericrdico que escuchbamos
todos los residentes de cardiloga y alrededores en el enfermo de la cama
209
210
211
Estudio que evala la prevalencia de estrechamiento aterosclertico difuso, estenosis focal y disfuncin microcirculatoria en estenosis coronarias intermedias
empleando medidas intracoronarias como reserva fraccional de flujo, reserva de
flujo coronario e ndice de resistencia microcirculatoria.
El estudio parte de que en la cardiopata isqumica crnica, la estenosis focal, los
estrechamientos aterosclerticos difusos, y la disfuncin microcirculatoria (DMC)
contribuyen a limitar el flujo miocrdico. La prevalencia de estos niveles de enfermedad isqumica en vasos interrogados mediante reserva fraccional de flujo
(RFF) ha permanecido ampliamente desconocida.
La metodologa fue la siguiente, usando medidas intracoronarias, 91 coronarias
(78 pacientes) con estenosis intermedias fueron clasificadas en 4 grupos de acuerdo a los valores de RFF y reserva de flujo coronario (RFC), empleando como puntos
de corte RFF >0,80 y RFC <2. El ndice de resistencia microcirculatoria (IRM) y la
carga aterosclertica (Gensini score) fueron tambin valoradas. La DMC se consideraba cuando IRM 29,1 (percentil 75th).
Los resultados comunicados fueron los siguientes: 54 vasos (59,3%) tenan una RFF normal, de los cuales nicamente 20 (27%) presentaron ambos RFC y IRM normales. Entre los vasos con RFF >0,80, muchos (63%) presentaron hemodinmica alterada: RFC
anormal en 28 (52%) y DMC en 18 (33%). Los vasos con RFF >0,80 presentaban una IRM
mayor [media ajustada 27,6 (intervalo de confianza 95%: 23,4-31,8)] que aquellos con
RFF 0,80 [17,3 (intervalo de confianza 95%: 13,0-21,7); p=0,001]. La carga aterosclertica se correlacion inversamente con RFC (r=0,207; P=0,055), y en vasos con RFF>0,80
y RFC<2 (n=28, 39%), IRM tena una dispersin amplia (7-72,7 U), sugiriendo una combinacin de estrecheces aterosclerticas difusas y DMC. Los vasos con RFF 0,80 y RFC
normal presentaron el IRM ms bajo, sugiriendo una microcirculacin preservada.
213
Ante estos resultados, los autores concluyen que un nmero sustancial de arterias coronarias con estenosis mostrando un RFF >0,80 presentan hemodinmica
alterada. La integracin de RFF, RFC, e IRM apoya la existencia de patrones diferenciados de cardiopata isqumica que combinan estrecheces focales y difusas
con grados variables de DMC.
COMENTARIO
La cardiopata isqumica crnica es una entidad multifactorial que se produce tanto en la presencia o ausencia de enfermedad arterial coronaria (EAC) obstructiva.
La RFF se ha convertido en el mtodo estndar para evaluar la EAC obstructiva en
el laboratorio de hemodinmica tras la demostracin de que la toma de decisiones
basada en RFF resulta en un mejor pronstico para los pacientes que la revascularizacin guida por angiografa. Sin embargo, la identificacin de otros factores que
contribuyen a la cardiopata isqumica, tales como el estrechamiento aterosclertico difuso (EAD) y DMC, siguen siendo difciles de incluir en gran medida en un modelo simplificado de evaluacin fisiolgica que nos viene proporcionando la RFF.
Esta brecha de diagnstico es importante, ya que sigue siendo plausible que los
pacientes con valores normales de RFF y DMC puedan tener un pronstico peor. Lo
mismo se aplica a la presencia de EAD, con frecuencia pasada por alto durante la
angiografa, la cual puede causar isquemia miocrdica e influir en el pronstico a
largo plazo. Cuando se combina con la RFF, la reserva de flujo coronario (RFC) y la
resistencia de la microcirculacin podran proporcionar puntos de vista adicionales
sobre la contribucin de la EAC obstructiva, EAD y DMC a la cardiopata isqumica.
Los autores de este estudio pretendieron realizar una exhaustiva evaluacin de la
hemodinmica en los vasos coronarios con estenosis intermedia, utilizando RFF,
RFC y el ndice de la resistencia microcirculatoria. Los datos obtenidos se combinaron para delinear 3 patrones separados de afeccin aterosclertica en cardiopata
isqumica: estenosis epicrdicas focales, EAD y DMC. Se recomienda observar la
excelente iconografa del artculo, especialmente la figura 3, como esquema general, y las figuras 4 y 5, como ejemplos del registro de las diferentes situaciones.
Como es sabido un valor de RFF en rango no isqumico (>0,8) excluye una aterosclerosis epicrdica significativa, pero no excluye el potencial para isquemia que ocurre en la microvasculatura. Durante muchos aos se ha reconocido que la isquemia
puede deberse a otras patologas coronarias distintas de la estenosis epicrdica,
214
siendo uno de estos mecanismos la DMC, donde el IRM va a ser de gran utilidad,
siendo uno de los parmetros que se evala en este estudio
En un editorial acompaante al artculo, William F. Fearon, afirma con gran acierto que cuando se valora invasivamente una lesin coronaria intermedia, siempre
hay mucho ms que lo que encuentra el ojo, y por tanto la interpretacin visual
de la coronariografa es insuficiente, y aade que determinar la RFF nos proporcionar informacin al respecto de la contribucin de la enfermedad coronaria
epicrdica a la isquemia miocrdica mientras que el IRM y otras medidas de la
funcin microvascular nos proporcionarn una informacin adicional, particularmente cuando la RFF est en un rango no isqumico.
El valor de este trabajo liderado por mdicos espaoles es que se puede considerar como un estudio generador de hiptesis, suponiendo un importante aporte
para la caracterizacin de las lesiones intermedias y que abre el campo de la investigacin en estos aspectos de la hemodinmica coronaria.
Referencia
Disturbed Coronary Hemodynamics in Vessels With Intermediate Stenoses Evaluated With Fractional Flow Reserve. A Combined Analysis of Epicardial and Microcirculatory Involvement in Ischemic Heart Disease
215
Importancia de la enfermedad
pulmonar crnica en los pacientes del
estudio PARTNER
Dr. Rubn Fandio Vaquero
17 de febrero de 2014
Hasta la fecha, el pronstico de los pacientes con EPC tratados mediante TAVI
(transcatheter aortic valve implantation) no ha sido sistemticamente evaluado.
El propsito de este estudio es evaluar el impacto pronstico de la enfermedad
pulmonar crnica (EPC) en los pacientes con estenosis artica severa sintomtica
que han sido sometidos a las diferentes modalidades de tratamiento disponibles
(TAVI, SVAo y tratamiento convencional), e identificar predictores de mal pronstico en pacientes con enfermedad pulmonar crnica sometidos a TAVI.
Todos los pacientes del estudio PARTNER incluyendo aquellos del registro continuado no aleatorizado (n=2.553; 1.108 con EPC), fueron evaluados segn la severidad clnica de su condicin pulmonar. Adems, se compar el pronstico de
los pacientes con EPC incluidos en los distintos brazos aleatorizados del estudio
PARTNER: cohorte A (operables de alto riesgo) tratados mediante TAVI (n=149) o
sustitucin valvular artica (SVAo) (n=138); y cohorte B (inoperables) tratados mediante TAVI (n=72) o tratamiento convencional (n=95).
Entre todos los pacientes sometidos a TAVI a 1 ao de seguimiento, aquellos con
EPC presentaron mayor mortalidad que aquellos sin esta condicin (23,4% vs.
19,6%, p=0,02). Las caractersticas basales de los pacientes con EPC sometidos a
TAVI fueron similares a sus respectivos controles. En la cohorte A, la mortalidad
total a 2 aos fue similar entre ambos grupos (TAVI 35,2% y SVAo 33,6%, p=0,92),
mientras que en la cohorte B, la mortalidad total fue menor tras TAVI que tras
tratamiento convencional (52% vs. 69,6%, p=0,04). Entre los predictores independientes de mortalidad en pacientes con EPC sometidos a TAVI se incluyeron:
pobre movilidad (test de la marcha de los 6 minutos <50m; RR: 1,67, p=0,0009) y
217
O2-domiciliario (RR: 1,44, p=0,02). Aunque los pacientes con EPC sometidos a TAVI
tienen peor pronstico que los pacientes sin esta condicin, la TAVI resulta mejor
en ellos que el tratamiento convencional y es similar a la SVAo.
Los autores concluyen que aunque los pacientes con enfermedad pulmonar crnica sometidos a TAVI tuvieron peor pronstico que los pacientes sin EPC, el comportamiento de la TAVI en los pacientes con EPC fue mejor que el tratamiento
convencional y similar a la SVAo. Sin embargo, los pacientes con EPC que adems
tienen movilidad reducida o son O2-dependientes tuvieron peor pronstico.
COMENTARIO
218
con EPC. En los pacientes con EPC de riesgo quirrgico inasumible, un PBOSS risk
score elevado podra cuestionar la decisin de implantar una prtesis artica percutnea para evitar futilidad.
Referencia
Outcomes of Patients With Chronic Lung Disease and Severe Aortic Stenosis Treated With Transcatheter Versus Surgical Aortic Valve Replacement or Standard Therapy. Insights from the PARTNER Trial (Placement of AoRTic TraNscathetER Valve)
219
221
Los principales hallazgos de este anlisis post hoc han sido: 1) a pesar de similar incidencia de ARC ST y ARC like GO a 5 aos, el impacto clnico en cuanto a mortalidad
parece ser mayor en los casos de ARC ST; 2) los predictores independientes de ST
y GO fueron diversos y relacionados con factores anatmicos, factores derivados
del procedimiento realizado y factores clnicos.
En cuanto a las ST, tanto la precoz (<30 das) como la tarda (30 das-1 ao) y muy
tarda (>1 ao) fueron asociadas con mortalidad a corto y largo plazo. Hay que
enfatizar que las causas de dichas muertes son multifactoriales y no es fcil atribuirlas directamente a las ST. Por ejemplo, el abandono de la doble terapia antiagregante es un potente factor causal de ST, segn un reciente subestudio del
ensayo SYNTAX, pero dicho abandono puede tener diferentes causas y estas a su
vez diferente impacto clnico sobre el paciente: sangrado gastrointestinal, sangrado peritoneal debido a la puncin femoral, perforacin coronaria o ciruga de
rescate tras una complicacin del ICP. De igual modo, se ha observado que la ST
222
223
Referencia
Short-Term and Long-Term Clinical Impact of Stent Thrombosis and Graft Occlusion in the SYNTAX Trial at 5 Years. Synergy Between Percutaneous Coronary Intervention With Taxus and Cardiac Surgery Trial
224
No es bueno que los pacientes sean tratados como consumidores. Peor an es que
lo sean los mdicos. Mucho peor todava que a los pacientes presentes o presuntos se les embauque con propaganda. Y catastrfico que pase eso con los mdicos. No te dejes.
La propaganda para los pacientes (o consumidores) est sujeta a las reglas de la
mercadotecnia. La principal de ellas es dar un mensaje claro, rotundo, atrayente
y que sea o parezca cierto aunque no sea verdad. Un ejemplo paradigmtico:
los productos naturales que bajan el colesterol. Fjate en la secuencia. Se empieza informando o recordando que el colesterol est relacionado con las enfermedades cardiovasculares, lo cual es verdad. Luego se afirma que bajar el colesterol
las evita, lo cual tambin es verdad (en determinados casos, no en todos). Y se
acaba divulgando que el yogur X ha demostrado que baja el colesterol (si adems lo anuncian personas a quienes todos respetamos por su categora personal,
como Indurain sin ir ms lejos, mucho mejor). Ergo, tmalo y vivirs. A la vez se
presentan estudios serios -cuando lo son- en los que las cifras de colesterol bajan
de hecho al cabo de pocas semanas. Esto ltimo es verdad, a medias. Tampoco
es mentira, y ah est el quid y el mrito de la mercadotecnia. Las sustancias que
reducen la absorcin del colesterol ciertamente rebajan el colesterol en sangre
al disminuir la fraccin de este dependiente de la va exgena, pero durante un
periodo limitado (solo ligeramente superior al de la duracin de los estudios). Con
el tiempo, los mecanismos de retroalimentacin de nuestro organismo, que sigue
siendo ms sabio que todos nosotros, captan la seal de que est entrando menos
colesterol por el intestino y cmo responden? Pues, como es natural, estimulando
la va endgena de sntesis de colesterol para compensarlo. Al final, nos quedamos como antes. Y si a la afirmacin real X baja el colesterol temporalmente se
le recorta este ltimo adverbio, queda como una frase propagandstica X baja el
colesterol que no es mentira, pero tampoco toda la verdad.
225
Contra lo que tenemos que rebelarnos con bro es contra la propaganda dirigida
a los mdicos. Aqu los sesudos expertos lo hacen ms sutilmente. Recuerda el
caso de un producto que se promocion para la eyaculacin precoz. Se comenz con campanudos estudios estadsticos que afirmaban que este problema lo
padece un altsimo porcentaje de la poblacin masculina. Pero haba que leer
la letra pequea. En concreto, el dintel de normalidad que se tom para llegar a esa conclusin. Arbitrario totalmente y desmesurado (creo que eran algo
as como 20 minutos de denuedo infatigable). Muchos no llegan (llegamos) a
prestaciones tan esplendorosas, pero no hay de qu preocuparse. No estamos
enfermos. Ni mucho menos necesitamos tomar un medicamento no inocuo que
mejora solo levemente el desempeo. Menos mal que el despropsito no cundi demasiado, hasta donde tengo noticias, lo que demuestra que el sentido
comn no se ha perdido del todo.
De hecho, casi los nicos principios inclumes en toda la historia de la medicina son el afn de servir, la historia clnica, la observacin y la sensatez. Bsate,
pues, en ellos. Fortalcelos con estudios cientficamente irreprochables. Confa
comedidamente en las directrices de prctica clnica cuando sus recomendaciones no sean antagnicas. Y, por ltimo, empate en destapar lo que es propaganda con sano escepticismo.
226
Ante estos resultados los autores concluyen que la relacin inversa del colesterol
HDL con la mortalidad cardiovascular se debilita en los pacientes con EAC. La utilidad de considerar el colesterol HDL para la estratificacin del riesgo cardiovascular parece limitada en esos pacientes.
COMENTARIO
228
Referencia
High-Density Lipoprotein Cholesterol, Coronary Artery Disease, and Cardiovascular Mortality
229
La explicacin fisiopatolgica a este hallazgo radica en una secuencia de acontecimientos que ocurren desde que la exposicin al contraste yodado hasta la activacin de radicales libres procedentes del estrs oxidativo. El contacto del contraste
yodado con el sistema vascular renal produce una vasodilatacin transitoria independiente del endotelio. Secundario a ello, se produce la liberacin de endotelina
y prostaglandinas vasoconstrictoras, disminuyendo los niveles de xido ntrico. Esa
vasoconstriccin intrarrenal sostenida supone una hipoxia de las clulas medulares renal, lo que supone una mayor tasa de apoptosis celular, ligado a liberacin de
marcadores de estrs oxidativo e inflamacin. Estos potenciarn toda esa cadena de eventos desde el punto de vista bioqumico, aumentando el dao celular y
la disfuncin renal secundaria. Aqu se han focalizado muchas de las intervenciones teraputicas para la profilaxis de NIC. Tradicionalmente dichas actuaciones se
haban focalizado en optimizar la hidratacin del paciente y disminuir la dosis de
contraste, escogiendo aquellos de muy baja osmolaridad. Otras ms recientes se
fundamentaron en minimizar las consecuencias de la actividad proinflamatoria y
el estrs oxidativo. Aqu destacan los efectos de los inhibidores de la coenzima 3-hidroxi-3-metil-glutaril reductasa o estatinas, por su propiedad antiinflamatoria y por
su capacidad para mejorar la funcin endotelial, con un poder antiapopttico. El trabajo de Leoncini et al. viene a reforzar esta hiptesis fisiopatolgica.
Referencia
Early High-Dose Rosuvastatin for Contrast-Induced Nephropathy Prevention in
Acute Coronary Syndrome: Results From the PRATO-ACS Study (Protective Effect
of Rosuvastatin and Antiplatelet Therapy On Contrast-Induced Acute Kidney Injury and Myocardial Damage in Patients With Acute Coronary Syndrome)
232
233
El tratamiento contemporneo de la ICC consiste, por una parte, en la consecucin de un tratamiento mdico ptimo, y por otra, en el empleo de dispositivos
intracardiacos. El concepto de terapia mdica ptima hace referencia a la mxima dosis tolerada por el paciente. Varios tipos de frmacos han demostrado incremento de supervivencia y disminucin de morbilidad en estudios a gran escala,
incluyendo IECA, ARA-II, betabloqueantes y antialdosternicos. Estos frmacos
son empleados de forma rutinaria en la ICC. Sin embargo, la CRT ha demostrado
nicamente mejoras en morbimortalidad en pacientes con terapia mdica ptima en los que persistan datos de congestin, portadores de QRS ancho y disfuncin ventricular izquierda severa.
Una vez que se ha implantado la CRT, la mxima dosis tolerada por el paciente
puede variar, particularmente en aquellos individuos que manifiesten un aumento considerable en la funcin sistlica de VI. En relacin con este hecho, el estudio
IMPROVE-HF ha demostrado recientemente que las dosis de frmacos neurohormonales empleadas de forma habitual tras el implante de TRC son significativamente menores con respecto a las usadas en grandes ensayos clnicos.
El presente estudio, ha sido el primero en analizar el efecto de las distintas dosis de frmacos neurohormonales en la supervivencia y morbilidad de pacientes
portadores de CRT, concluyendo que el uso de mayores dosis de dichos frmacos
y menores dosis de diurticos se asocia fuertemente a una reduccin en la morbimortalidad en el seguimiento.
234
Referencia
Treatment With Higher Dosages of Heart Failure Medication is Associated With
Improved Outcome Following Cardiac Resynchronization Therapy
235
Este signo es muy especifico (100%) pero es menos sensible, porque la cara lateral, sobre todo su porcin basal, se despolariza muy tardamente y por ello no se
producen a menudo modificaciones en la primera parte del QRS.
Este hecho no solo representa un cambio de terminologa, sino sobre todo de localizacin del infarto (lateral en vez de posterior), lo que tiene importantes implicaciones clnicas: estos infartos laterales con onda R en V1 son de mayor tamao y
ms transmurales, pero en cambio presentan menos arritmias ventriculares malignas que los infartos posteriores clsicos.
A pesar de todas estas evidencias recogidas en un consensus publicado en Circulation6, y de la cada vez mayor aceptacin de esta terminologa, todava este cambio
de nomenclatura no se ha incorporado de forma definitiva en todas las guas. Pienso que esto debera ocurrir, dadas las evidencias acumuladas, muy prximamente.
237
Referencias
1
238
Revisin actual sobre el valor pronstico y estratificacin de riesgo de las pruebas de esfuerzo en los pacientes asintomticos portadores de estenosis artica de
grado severo. Se apunta un papel adicional de la ecocardiografa de ejercicio que
no se tiene en cuenta en muchas ocasiones.
El manejo y la toma de decisiones clnicas en pacientes asintomticos con estenosis artica suponen un reto. Un manejo agresivo, incluyendo un recambio valvular
artico temprano, es algo discutido en estos pacientes. Sin embargo, el momento
ptimo de la ciruga permanece como algo controvertido debido a la falta de datos
prospectivos al respecto de los determinantes de la progresin de la estenosis artica, estudios multicntricos sobre estratificacin del riesgo, y estudios aleatorizados
sobre el manejo de los pacientes. Las pruebas de esfuerzo con o sin imagen estn
estrictamente contraindicadas en los pacientes sintomticos con estenosis artica
severa. Las pruebas de esfuerzo se recomiendan en las guas actuales en pacientes
asintomticos y pueden proporcionar un valor pronstico incrementado. De hecho,
el desarrollo de sntomas durante el ejercicio o una respuesta anormal de la presin
arterial se asocian con un peor pronstico y deben considerarse como una indicacin para ciruga, como se sugiere en las guas recientemente actualizadas de 2012
de la European Society of Cardiology para enfermedades valvulares.
La ecocardiografa de ejercicio puede tambin mejorar la estratificacin del riesgo e identificar a los pacientes asintomticos que tienen un mayor riesgo de sufrir
un evento cardiaco. Cuando la prueba se combina con imagen, la ecocardiografa
durante el ejercicio debe de recomendarse ms que la ecocardiografa post-ejercicio. Durante el ejercicio, un incremento >18 a 20 mmHg en gradiente de presin
medio, ausencia de mejora en la fraccin de eyeccin de ventrculo izquierdo (por
239
ejemplo, ausencia de reserva contrctil), y/o una presin sistlica de arteria pulmonar >60 mmHg (por ejemplo, hipertensin pulmonar por ejercicio) son sugestivos de estados avanzados de la enfermedad y un pronstico afectado. Por tanto,
la prueba de esfuerzo podra identificar a pacientes asintomticos en reposo que
desarrollan anormalidades con el ejercicio y en los cuales la ciruga estara recomendada de acuerdo con las guas actuales. La ecocardiografa de esfuerzo podra ir ms all desenmascarando a un subgrupo de pacientes asintomticos (por
ejemplo, aquellos sin anormalidades en la prueba de esfuerzo) que tendran un
alto riesgo de supervivencia reducida libre de eventos. En estos pacientes, la ciruga temprana podra ser beneficiosa, mientras que un seguimiento regular podra
ser ms apropiado para los pacientes sin anormalidades durante el ejercicio.
COMENTARIO
La mayora de los pacientes con estenosis artica (EA) son asintomticos pero tiene un riesgo aumentado de eventos adversos tales como disfuncin ventricular,
deterioro sintomtico, insuficiencia cardiaca, e incluso muerte en una proporcin
significativa de ellos. En dos estudios reciente que incluyeron pacientes asintomticos con al menos EA moderada, la tasa media de muerte cardiovascular y
de muerte sbita de 3,7% y 1,55% respectivamente, fue publicada durante una
seguimiento mediano de 16 a 18 meses.Por ello, las pruebas de esfuerzo pueden
ser tiles para desenmascarar sntomas en pacientes con EA severa que dicen ser
asintomticos o aquellos que presentan sntomas equvocos.
Un metaanlisis reciente confirm que una prueba esfuerzo limitada por sntomas es segura y tiene un importante valor pronstico (Meta-analysis of prognostic
value of stress testing in patients with asymptomatic severe aortic stenosis. Am J Cardiol
2009;104:972-7).Segn los autores de la revisin debe realizarse una prueba de
esfuerzo gradual limitada por sntomas, y se debe alcanzar al menos un 80% de
la frecuencia cardiaca predicha para la edad en ausencia de sntomas. La prueba
debe ser adaptada a las condiciones clnicas y debe ser realizada bajo la supervisin de una persona con experiencia. La prueba de esfuerzo debe ser interrumpida inmediatamente cuando se alcanza la frecuencia cardiaca objetivo o en caso
de dolor torcico tpico, falta de respiracin limitante, mareo, agotamiento muscular, hipotensin (cada de la presin arterial sistlica >=20 mmHg) o arritmias
ventricular significativas. Los autores tambin sealan que debe observarse qu
anomalas aisladas en el segmento ST (>2 mm de depresin del ST, horizontal, o
descendente) rara vez son una razn para detener la prueba de esfuerzo en pa-
240
cientes con EA. La prueba se considera como anormal si el paciente presenta uno
o ms de los siguientes criterios: angina, evidencia de disnea, mareo, sncope o
presncope, >=2 mm depresin del segmento ST en comparacin con el nivel basal, cada de la presin arterial sistlica >=20 mmHg o por debajo del valor de inicio, y arritmia ventricular compleja (taquicardia ventricular, ms de 3 complejos
prematuros ventriculares seguidos).
La figura 5 de este artculo es de gran inters ya que nos muestra un rbol de decisin muy til que incluye el valor de las tcnicas de imagen en estos pacientes. As,
la presencia en dicha prueba de situaciones como un incremento >20 mmHg en
gradiente de presin medio artico, ausencia de mejora en la fraccin de eyeccin
de ventrculo izquierdo (por ejemplo, ausencia de reserva contrctil), y/o aparicin
de una presin sistlica de arteria pulmonar >60 mmHg (por ejemplo, hipertensin pulmonar por ejercicio) va a orientarnos a una actitud de reemplazo valvular
a pesar de encontrarnos ante un paciente asintomtico.
No quiero finalizar este comentario sin invitaros a la lectura del artculo completo,
as como a reflexionar al respecto al manejo de estos pacientes asintomticos en los
que muchas veces no nos atrevemos a realizar una prueba de esfuerzo y no digamos
una prueba de esfuerzo con imagen, actitud que puede estar privando al paciente
del beneficio de una ciruga que pudiera necesitar para mejorar su pronstico.
Referencia
Exercise Testing in Asymptomatic Severe Aortic Stenosis
241
243
Es evidente que el sndrome de ICFEp es algo ms complejo que la simple presencia de disfuncin diastlica y sntomas. Existen en la actualidad evidencias de la
contribucin de otros factores en su gnesis como son la edad, la disfuncin sistlica, neuroendocrina, autonmica y vascular, o presencia de comorbilidades tales
como la obesidad, HTA, anemia y FA. Por ello, es por lo que se plantea en este estudio dilucidar el impacto de la disfuncin sistlica concomitante en este sndrome
y poder definir subfenotipos en esta poblacin tan heterognea.
Sin lugar a dudas, como apunta Kitzman en el editorial del mismo nmero, se trata
de un estudio bien diseado, detallado y realizado por grupos de amplia experiencia
ecocardiogrfica, que pone de manifiesto como una nueva herramienta, el Strain
2D longitudinal y circunferencial, evidencia valores reducidos hasta en un 50% de
los pacientes con IC con FE >55%. Adems el estudio cuenta con la solidez de dos
grupos controles que refutan los resultados. La demostracin de la asociacin entre
la reduccin del strain y hospitalizacin aguda y niveles ms altos de NT-proBNP, indican el posible papel de la disfuncin sistlica en la ICFEp y sus pobres resultados.
El estudio plantea un nuevo paradigma relacionado con la ausencia, en muchos
de estos casos, de HVI, remodelado concntrico, llenado diastlico anmalo o
presin de AI elevada, y sin embargo, s presentan dilatacin del VI y reduccin
de la funcin sistlica, lo que abre la puerta a considerar a la IC como una enfermedad sistmica influenciada por mltiples factores y comorbilidades tpicas de
pacientes ancianos. Esta consideracin es la que hace que los autores crean necesario la bsqueda de puntos comunes entre la ICFEp y diferentes patologas del
anciano, que permitan un conocimiento ms profundo de la fisiopatologa de la
ICFEp y el desarrollo de nuevas estrategias de prevencin y tratamiento.
Entre las limitaciones del estudio, caben destacar la variabilidad resultante del
uso de diferentes marcas comerciales en la adquisicin ecocardiogrfica, aunque
244
el anlisis se llev a cabo de forma ciega en un laboratorio central independiente. Los hallazgos de disfuncin sistlica no fueron evaluados con el esfuerzo o en
situacin de edema pulmonar, las dos manifestaciones claves de la ICFEp. Adems, los pacientes incluidos no eran representativos de la poblacin general, ya
que formaban parte de un ensayo clnico con criterios de inclusin y exclusin, e
igualmente no a todos ellos se les pudo realizar el anlisis con strain.
Referencia
Impaired Systolic Function by Strain Imaging in Heart Failure With Preserved
Ejection Fraction
245
Las funciones de riesgo cardiovascular clsicas (Framinghan)definieron la probabilidad de presentar unacontecimiento coronario a 10 aos, desde entonces han
idoapareciendo escalas, ajustadas para diferentes poblacionesen funcin de la
prevalencia de las enfermedades CV y defactores de riesgo de la zona. Este trabajo intentacomparar diferentes escalas aplicadas en la poblacin espaola.
Se trata de un estudio trasversal realizado en dos centros de salud de Barcelona.
Se seleccionaron a sujetos entre 40 y 65 aos de edad que haban visitado los
centros de salud entre marzo de 2010 y marzo de 2012 y que contaran con un
registro de tensin arterial y colesterol total. Se excluyeron a todos los pacientes
con antecedentes de diabetes mellitus o enfermedad cardiovascular conocida.
A todos los pacientes seleccionados (n=3.716) se les calcul el riesgo cardiovascular con las tablas de SCORE para pases de bajo riesgo, tablas SCORE con colesterol unido a lipoprotenas de alta densidad (SCORE-HDLc) y tablas SCORE
calibrado para la poblacin espaola, a partir de ellas se calcul el porcentaje
de pacientes que alcanzaban los objetivos teraputicos y los que estaban en tratamiento hipolipemiante. Se encontraron diferencias significativas en cuanto
al porcentaje de pacientes que pertenecan al grupo de alto y muy alto riesgo,
1,24% con SCORE-HDLc, 4,73% con SCORE para pases de bajo riesgo y 15,4% con
SCORE calibrado (p<0,001) Por tanto, el porcentaje de pacientes que deberan
estar tratados con hipolipemiantes seran 0,67% segn el SCORE-HDLc, 3,12%
segn el SCORE para pases de bajo riesgo y 10,23% segn SCORE calibrado.
Pudieron observar que entre el 80-90% (en funcin del SCORE utilizado) no alcanzaron el objetivo teraputico, de estos un 75-80% no tenan tratamiento hipolipemiante. Los autores concluyeron que la tabla SCORE calibrado identifica a
ms pacientes de alto riesgo que las otras funciones de riesgo, por lo que su utilizacin implicara tratar a ms pacientes con estatinas, aunque seran necesarios
estudios de validacin en nuestro pas para valorar la tabla ms adecuada.
247
COMENTARIO
248
Referencia
Impacto de la utilizacin de las diferentes tablas SCORE en el clculo del riesgo
cardiovascular
Carlos Brotons, Irene Moral, Nuria Soriano, Lluis Cuixart, Dmelas Osorio,
David Botarro, Mireia Puig, Xavier Joaniquet, Albert Marcos y Albert Casasa.
Rev Esp Cardiol. 2014. 67:77-9.
249
la exploracin fsica, tocar al paciente, es un acto esencial en la relacin mdico-paciente. La forma de acercarse al paciente, con respeto, incluso con cario, la forma
de buscarle los pulsos, de palpar la regin apical, el cuello, de auscultar, todo ello
establece un vnculo especial. Este es un beneficio intangible, pero en esta poca
en la que nos invade un mundo en lo que interesa lo prctico, lo expresar de otra
manera. La realizacin del ecocardiograma en vez de la exploracin fsica incurre
en un coste de oportunidad, que no es ms que la prdida del valor de la accin no
realizada, en este caso la exploracin fsica Confiar el paciente en el mdico que
no le explora y le hace un ecocardiograma de la misma manera que en el mdico
que le explora (con o sin ecocardiograma acompaante)? Seguir sus indicaciones de la misma manera?
Seguramente me estoy haciendo viejo y esto no son ms que batallitas. Pero,
mientras tenga una mnima responsabilidad sobre estudiantes y residentes, tendrn que aprender esas batallitas. S que en muchos otros centros la exploracin
cardiaca tambin sigue viva.
252
253
sncope arritmognico o de cualquier causa, y el sncope causado por taquicardias ventriculares lentas (<200 lpm) es un evento raro. Los factores de riesgo
clnicos asociados con sncope se relacionan con un perfil de riesgo cardiovascular elevado y el sncope est asociado con un incremento de la mortalidad
independientemente de su causa.
COMENTARIO
254
nica zona de frecuencia elevada y con inicio de terapia retrasado es segura y podra
reducir el nmero de choques innecesarios dado que las arritmias ventriculares lentas producen raramente sncope y algunas rpidas son autolimitadas.
Referencia
Syncope in High-Risk Cardiomyopathy Patients With Implantable Defibrillators:
Frequency, Risk Factors, Mechanisms, and Association With Mortality. Results
From the Multicenter Automatic Defibrillator Implantation Trial-Reduce Inappropiate Therapy (MADIT-RIT) Study
255
Antiplaquetarios y anticoagulantes
en fibrilacin auricular y enfermedad
coronaria estable
Dra. Miriam Marn Torres
10 de marzo de 2014
257
COMENTARIO
Existe una alta prevalencia de EACE en pacientes con FA, en parte debido a que tienen
factores de riesgo comunes (edad avanzada, HTA, DM). En los pacientes que presentan FA y EACE, la eleccin de una terapia antitrombtica ptima a largo plazo para
prevenir eventos tromboemblicos y coronarios al mismo tiempo, es difcil porque el
potencial beneficio de una terapia combinada conlleva un aumento del riesgo de hemorragia, siendo el tratamiento a largo plazo un dilema para los clnicos.
Por desgracia, no hay grandes ensayos clnicos aleatorizados para ayudar a los mdicos. Las recomendaciones de las guas actuales se han basado principalmente en
hallazgos de estudios retrospectivos, observacionales, ensayos no aleatorizados o
extrapolaciones lgicas de los ensayos clnicos aleatorizados en FA y en EACE.
Para los pacientes con EACE y FA con CHA2DS2 -VASc = 0-1, dosis bajas de aspirina sola es eficaz y segura para la prevencin de eventos coronarios y cerebrovasculares, mientras que para los pacientes con CHA2DS2-VASc = o > 2, los AVK han
demostrado ser ms eficaces en la prevencin de eventos tromboemblicos que
los antiplaquetarios.
Las guas europeas de FA de 2012 recomiendan que los pacientes con FA y EACE se
traten con AVK o bien con nuevos anticoagulantes orales (NACOs) sin necesidad de
aspirina concomitante, por aumentar la tasa de hemorragias. Por el contrario, las
guas americanas de FA de 2011 recomiendan el uso concomitante de AVK y aspirina
a bajas dosis (75-81 mg/da). Esta discordancia se debe a la ausencia de evidencia
consistente. En la prctica clnica diaria, se prescribe con frecuencia un AVK y antiagregante plaquetario conjuntamente.En el presente estudio se sugiere que el uso
de AVK en monoterapia en pacientes con FA y cardiopata isqumica estable es una
opcin vlida. Pero se trata de un estudio observacional, con las limitaciones implcitas que conlleva.
En el momento actual, y as lo recomienda la ltima actualizacin de las guas americanas de FA de 2013, se deben identificar los pacientes con FA con alto riesgo de
accidente cerebrovascular y los pacientes con EACE de alto riesgo de eventos coronarios (definido en las ltimas guas de enfermedad coronaria estable de la Sociedad Europea de Cardiologa como un riesgo >3% de muerte cardiovascular al ao)
para determinar la terapia antitrombtica ptima. Adems se debe valorar el riesgo
de sangrado con la escala HAS-BLED (ampliamente utilizada en FA) o CRUSADE usada en sndrome coronario agudo y extendida a cardiopata isqumica estable.
258
Referencia
Antiplatelet Therapy for Stable Coronary Artery Disease in Atrial Fibrillation Patients on Oral Anticoagulant: A Nationwide Cohort Study
259
La nefropata inducida por contraste (NIC) es, junto con el sangrado, la complicacin no isqumica ms frecuente de los pacientes con sndrome coronario agudo
(SCA). Aunque inicialmente no se le prest mucha importancia, hoy en da son de
sobra conocidas sus implicaciones pronsticas.
En este estudio los autores realizan una validacin externa de una nueva escala
de riesgo para la prediccin del desarrollo de NIC, que inclua como variables la
existencia de insuficiencia renal [2 puntos], la presencia de arteriopata perifrica
[2 puntos], la realizacin previa de intervencionismo coronario percutneo (ICP)
[1 punto], el uso de metformina [2 puntos] y el empleo de 300 o ms mililitros de
contraste [1 punto]. Para ello utilizan los datos de una cohorte de pacientes de origen multicntrico, con un total de 2.882 individuos sometidos a ICP. Se defini NIC
como un aumento absoluto de la creatinina srica 0,5 mg/dL o relativo 25% del
valor basal, dentro de las primeras 48 horas tras ICP.
En este estudio 15,7% de los pacientes presentaron NIC. La capacidad predictiva
del score fue ptima, con buena discriminacin (estadstico C 0,741; IC 95%: 0,7130,769) y calibracin (p Hosmer-Lemeshow 0,184), siendo el valor del score 3 como
el mejor punto de corte para identificar pacientes con alto riesgo de NIC, con un
valor predictivo negativo del 93%. La capacidad discriminativa de este risk score fue
superior a la de los score de NIC ms empleados en la actualidad, como son el de
Mehran (con un estadstico C de 0,594 en la poblacin del estudio) o el de Bartholomew (estadstico C 0,589), con un beneficio neto en el anlisis de reclasificacin.
En el anlisis por subgrupos, el nuevo score mantuvo su capacidad discriminativa
tanto en pacientes con SCA como en ICP electiva, as como con independencia del
tipo de contraste o el empleo previo de hidratacin con sueroterapia. Tambin
261
Se trata de un trabajo interesante en el que se realiza una validacin comparativa de un nuevo score de riesgo para la prediccin de NIC, descrito en febrero de
2013.Como puntos fuertes, a mi entender, destaco los siguientes:
1. La buena capacidad discriminativa del nuevo score (estadstico C superior a
0,70 en todos los subgrupos analizados).
2. La validacin comparativa de este score con los previos (caso del score de Mehran o el de Bartholomew), demostrando su superioridad.
3. La confirmacin de la capacidad predictiva con independencia de la definicin de
NIC, empleando tanto valores absolutos (de mayor precisin en pacientes con funcin renal normal) como relativos (de utilidad en pacientes con disfuncin renal).
4. Sin embargo, en relacin con dicho score de riesgo, hay que considerar algunas cuestiones relacionadas tanto con su descripcin como con su validacin.
Principalmente destaco que en ambas poblaciones nicamente un 18% de los
pacientes tena un filtrado por debajo de 60 ml/min/1,73 m2, lo cual es sensiblemente inferior a lo reportado previamente. Quedara la duda de su utilidad
en aquellos pacientes con disfuncin renal significativa (se echa en falta en el
anlisis por subgrupos este matiz).
As mismo, en la construccin del modelo se generan algunas dudas: la variable tratamiento previo con metformina podra ser un marcador indirecto de
la presencia de diabetes (variable con valor predictivo para NIC sobradamente
contrastado), y uno podra esperar un mayor valor predictivo con un marcador
cuantitativo de funcin renal (caso del filtrado glomerular) que con una variable
cualitativa (insuficiencia renal crnica). Con independencia de todo ello, no hay
duda que la capacidad predictiva del nuevo score es muy buena, y supone un paso
adelante a la hora de identificar aquellos individuos en alto riesgo de NIC.
262
Referencia
Validation of a New Risk Score to Predict Contrast-Induced Nephropathy After
Percutaneous Coronary Intervention
263
266
Estudio observacional multicntrico en el que los autores tratan de valorar el riesgo de presentacin de muerte sbita y el pronstico en los pacientes diagnosticados de miocardiopata hipertrfica (MCH), que carecen de los factores de riesgo
clsicos y que por tanto eran considerados hasta el momento de bajo riesgo.
Se ha descrito una tasa de mortalidad anual del 1% en los pacientes con MCH. En
aquellos pacientes sin factores de riesgo de muerte sbita (MS), asintomticos o
con sntomas leves, se ha considerado generalmente que tienen una presentacin
clnica benigna. Sin embargo, el riesgo de MS y el pronstico en este subgrupo no
han sido investigados de forma sistemtica y son an desconocidos.
El estudio que comentamos evalu el riesgo de MS y el pronstico en 653 pacientes
consecutivos con MCH, sin factores de riesgo y asintomticos o con sntomas leves.
Durante una mediana de seguimiento de 5,3 aos, 35 pacientes (5,4%) fallecieron
por causas relacionadas con su MCH. La edad media al fallecimiento fue de 46
20 aos en los pacientes que fallecieron sbitamente y 6615 y 729 aos, respectivamente, en los pacientes que fallecieron por insuficiencia cardiaca o accidente
cerebrovascular (ACV) emblico. La tasa de eventos fue del 0,6% anual para MS,
0,2% anual para muerte por insuficiencia cardiaca, y 0,1 para fallecimiento por
ACV. El riesgo de MS fue independiente e inversamente relacionado con la edad, y
el riesgo de fallecimiento por insuficiencia cardiaca estuvo directamente relacionado con la edad (p=0,02). A los 10 aos de la evaluacin inicial, el riesgo de MS
fue del 5,9%, con una tasa mnima anual del 0,3% en los pacientes con aurcula
izquierda de dimensiones normales (40 mm).
267
Los autores concluyen que, en pacientes con MCH, sin factores de riesgo clsicos, y
asintomticos o con leve sintomatologa, el riesgo de MS no fue despreciable, con
una tasa de eventos del 0,6% anual. El fallecimiento por insuficiencia cardiaca o
ACV fue menos comn y generalmente restringido a los pacientes de mayor edad.
Estos resultados subrayan la necesidad de una evaluacin ms precisa del riesgo
de MS en pacientes con MCH.
COMENTARIO
268
Estos resultados hacen cuestionarse si los llamados factores de riesgo de MS reflejan realmente ese potencial riesgo y si estamos infraestimando el riesgo real
de los pacientes con MCH. Los datos actuales son insuficientes para valorar adecuadamente el pronstico de una poblacin probablemente ms heterognea de
lo que se pensaba hasta el momento y necesitamos ms estudios que permitan
caracterizar mejor a los pacientes y fenotipos con mayor riesgo, que pudieran beneficiarse del implante de DAI u otras tcnicas teraputicas de forma precoz.
Como limitacin de los resultados, el nmero absoluto para algunos eventos parece ser insuficiente para asumir algunas conclusiones, especialmente en cuanto
a la presentacin de ACV durante la evolucin.
Referencia
Risk of Sudden Death and Outcome in Patients With Hypertrophic CardiomyopathyWith Benign Presentation andWithout Risk Factors
269
Miocardiopata hipertrfica
obstructiva: supervivencia a largo
plazo tras ablacin septal con alcohol
Dr. Francisco Manuel Zafra Cobo
17 de marzo de 2014
271
fue comparable con la esperada en la poblacin general para similar edad y sexo
(p=0,34). En al anlisis multivariante, el nico predictor independiente de mortalidad por cualquier causa fue la edad a la que se realiz la ASA (hazard ratio 1,09,
IC 95%: 1,04-1,14; p<0,01).
Los autores concluyen que en pacientes con MCHO e importantes sntomas sometidos a ASA, la supervivencia a largo plazo tras el procedimiento no difiere significativamente de la esperada para la poblacin general de similar edad y sexo.
COMENTARIO
Numerosos trabajos publicados en los ltimos aos han demostrado que la reduccin de la obstruccin en pacientes con MCHO y mala clase funcional, puede
producir un alivio sintomtico, sin embargo, est an por demostrar que dicho beneficio conduzca a una mejora real del pronstico de estos pacientes.
El aspecto ms controvertido en relacin a la ASA es el potencial incremento del
riesgo de arritmia ventricular y muerte sbita. Hay que destacar que en el presente estudio, las principales causas de mortalidad fueron de origen no cardiaco
(42% por accidente cerebrovacular [ACV] y 21% por cncer). Este hecho pone de
manifiesto que quizs el riesgo de arritmia ventricular y muerte sbita en estos
pacientes est sobrevalorado. Solo seis pacientes presentaron arritmias ventriculares precoces postprocedimiento y ninguno de ellos present una evolucin
adversa durante el resto del seguimiento. Se debera por tanto prestar ms atencin a otros aspectos teraputicos de la enfermedad, como la deteccin precoz y
tratamiento de episodios de fibrilacin auricular (FA) que conducen a una mayor
incidencia de fallo cardiaco y ACV. Tambin identificar a aquellos pacientes con
alteraciones a nivel de msculos papilares o valvas mitrales extremadamente redundantes, que condicionan en gran medida el grado de obstruccin a nivel de
TSVI y que se beneficiaran ms de un abordaje quirrgico.
Parece que el factor que ms influye en la supervivencia a largo plazo de pacientes sometidos a ASA es la buena seleccin del caso en lo que se refiere a edad y
comorbilidad. De hecho, en el presente estudio, el nico predictor independiente
de mortalidad fue la edad a la que se realiz el procedimiento. Recientemente,
en un trabajo de Maron et al, se ha observado que el pronstico de pacientes con
MCHO mayores de 60 aos depende fundamentalmente de la presencia de otras
comorbilidades como FA o ACV, ms que de la MCHO per se.
272
Referencia
Long-Term Survival After Alcohol Septal Ablation for Hypertrophic Obstructive
Cardiomyopathy: A Comparison With General Population
273
275
Si bien no se observ interaccin entre el tipo de dispositivo y la mayora de los predictores de RA moderada/severa post-TAVI, se observ una relacin entre el tipo
de dispositivo y el anillo artico (p=0,04) y el dimetro de la prtesis (p=0,003).
Durante el seguimiento, se produjeron 312 muertes (11,3%), incluyendo 175 (6,3%)
de causas cardiovasculares. Cuando comparamos los pacientes que no tenan RA
frente a aquellos que presentaron RA moderada/severa post-TAVI, pudimos observar un aumento de mortalidad global (HR: 2,33, (1,82-2,99); p<0,00001) y mortalidad cardiovascular (HR: 2,36, (1,70-3,29); p<0,0001).
Los autores del estudio manifiestan que exista un impacto mnimo sobre la supervivencia en aquellos pacientes con RA significativa previa a TAVI, lo que podra
sugerir que los pacientes con RA basal tenan un ventrculo izquierdo adaptado
a una sobrecarga volumtrica y que podra ser mejor tolerada, frente a aquellos
pacientes sin RA previa donde el engrosamiento concntrico y el tamao reducido
de la cavidad ventricular con una disminucin de la distensibilidad y un llenado
restrictivo, podran tolerar peor una RA post-TAVI.
En relacin a la diferencia de presentacin de RA post-TAVI con respecto a la va
de abordaje femoral frente a no-femoral, los autores sugieren que el control del
catter durante la liberacin de la prtesis es ms difcil en la va femoral que en
la va no-femoral, y que es muy importante intentar minimizar el riesgo de RA con
la prtesis AE; esta observacin, en combinacin con la forma trapezoidal del extremo inferior del dispositivo AE, tambin nos podra hacer sospechar la dificultad
de posicionar el verdadero dimetro de la prtesis a nivel del anillo artico lo que
podra incrementar el riesgo de RA. Esto sugiere adems que para poder reducir
276
Referencia
Post-Procedural Aortic Regurgitation in Balloon-expandable and Self-Expandable TAVR Procedures: Analysis of Predictors and Impact on Long-Term Mortality:
Insights from the FRANCE2 Registry
Eric Van Belle, Franis Juthier, Sophie Susen, Andr Vincentelli, Bernard Iung,
Jean Dallongeville, Hlne Eltchaninoff, Marc Laskar, Pascal Leprince, Michel
Lievre, Carlo Banfi, Jean-Luc Auffray, Cedric Delhaye, Patrick Donzeau-Gouge,
Karine Chevreul, Jean Fajadet, Alain Leguerrier, Alain Prat, Martine Gilard,
Emmanuel Teiger, for the FRANCE 2 Investigators.
doi: 10.1161/ CIRCULATIONAHA.113.002677.
277
La inevitable curva en J
Dr. Eduardo Alegra Ezquerra
20 de marzo de 2014
280
281
282
curvas de caractersticas operativas del receptor (curvas COR). El punto de corte establecido determina la sensibilidad y especificidad de la prueba utilizada para este
propsito (siendo ambos, valores interdependientes). Establecieron como punto de
corte ptimo para la poblacin masculina, un valor de 7,0 pg/mL con una sensibilidad
(S) de 39,1 (34,9-43,4) y especificidad (E) de 81,8 (80,8-82,8). Para la poblacin femenina un valor menor (4,7 pg/mL) con una S de 52,4% (46,5-58,3) y E de 68,6 (67,4-69,7).
Validaron posteriormente estos resultados con el estudio FINRISK. A continuacin,
se aplicaron puntos de corte especficos de gnero en SHHEC y se calcul la mejora
en la prediccin del RCV. Esto result en un NRI (mejora de reclasificacin neta) de
13,4% (P<0,0001) en los hombres y 13,1% (P<0,0001) en las mujeres.
Con estos datos los autores concluyen que la determinacin de troponina I mediante test de alta sensibilidad, con resultados medibles en el 75% de la cohorte
participante, predice enfermedad cardiovascular en un periodo de tiempo de 20
aos en poblacin general de mediana edad tanto en hombres como en mujeres.
As pues, los resultados proporcionan evidencia de que hs-TnI es un marcador especfico de RCV global y que podra ser considerado en un futuro para su incorporacin en los scores de RCV en el mbito de la prevencin primaria.
COMENTARIO
Los test de deteccin de troponinas de alta sensibilidad han permitido el diagnstico ms precoz del infarto agudo de miocardio. Esto es debido a que se obtienen
valores ms bajos de troponina, y por tanto hay un mayor nmero de pacientes
detectados. Sin embargo, este avance supone un arma de doble filo, ya que el aumento de sensibilidad de la deteccin de troponina se contrarresta con una disminucin de la especificidad. Con ello, ha aumentado la duda acerca de la seguridad
diagnstica del infarto, promoviendo una necesidad de aumentar el nmero de
pruebas no invasivas e invasivas adicionales, para completar el estudio de sndrome coronario agudo, con tal de confirmar o descartar su existencia real.
En la prctica clnica nos hemos encontrado con un porcentaje relevante de pacientes que, aun a pesar de presentar niveles detectables de troponinas (hs-Tn),
estas no se corresponden con el diagnstico de infarto; atribuyndose a otras muchas etiologas tanto de origen cardiolgico (miocarditis, insuficiencia cardiaca,
taquiarritmias, crisis HTA, hipertrofia ventricular izquierda, disfuncin ventricular
izquierda o dilatacin aurcula izquierda, etc.), como otros trastornos no cardiacos
283
(insuficiencia renal, hipertensin pulmonar, tromboembolismo pulmonar, corredores de maratn-deportistas, edad avanzada o incluso en poblacin sana).
Derivado de este hecho cabe plantearse la importancia clnica real que puede suponer la deteccin de estas bajas concentraciones de troponina. Es por ello que
se introduce progresivamente una nueva perspectiva del valor de las troponinas;
en este caso medidas con el fin de establecer su posible papel en la prediccin
del riesgo cardiovascular general, en una poblacin inicialmente sana. Es decir,
su utilidad como screening en prevencin primaria. En este contexto, hay numerosos estudios sumergidos en la bsqueda de biomarcadores ptimos y eficientes
que sean capaces de estratificar la poblacin segn su riesgo cardiovascular. La
contribucin independiente significativa de los biomarcadores circulantes para la
evaluacin del RCV es de considerable inters. En este sentido, se representa la
troponina de alta sensibilidad en comparacin con un iceberg, del que todava se
desconoce su potencial futuro real.
En el presente estudio, es destacable el importante porcentaje de poblacin en la
que se detectan niveles de hs-TnI (75%). Esto es debido al uso de hs-TnI de ltima
generacin (se han establecido 4 niveles de hs-Tn, segn su sensibilidad). Se demuestra el valor predictivo a travs de una amplia gama de edades en los hombres y mujeres para los eventos cardiovasculares fatales y no fatales, y mortalidad
coronaria. Como es de esperar, la mejora en la discriminacin del riesgo se da en
hs-TnI por encima de TnI convencional, porque en esta ltima no se detectan bajos niveles de TnI.Sin embargo, se especifica en el mismo estudio que la mejora
absoluta de la evaluacin del RCV es ms modesta que la encontrada cuando se
combinan los 3 biomarcadores hs-PCR, NT-proBNP y TnI convencional. Adems,
en comn a otros estudios realizados se observa que las troponinas medidas mediante test de alta sensibilidad no llevaron a una prediccin de riesgo superior a
la del BNP. En este estudio se obtuvo el valor de BNP aunque hubo un nmero
limitado de medidas porque la disponibilidad de plasma EDTA en muestras almacenadas a largo plazo a -40C fue limitada.
Tambin de inters considerable es que, segn se deduce de los resultados de este
estudio, los biomarcadores podran predecir el RCV con diferencias segn el sexo.
Aunque se precisan muchos ms datos para llegar a una conclusin fidedigna
acerca de este hecho.
Por ltimo, en cuanto a la aplicacin clnica de estos hallazgos, en un futuro, sera necesario establecer o identificar los umbrales diagnsticos o puntos de corte
284
Referencia
High Population Prevalence of Cardiac Troponin I Measured by a High-Sensitivity Assay and Cardiovascular Risk Estimation: the MORGAM Biomarker Project
Scottish Cohort
285
Registro prospectivo llevado a cabo en 72 centros hospitalarios de 10 pases europeos con el objetivo de analizar la epidemiologa, las tcnicas diagnsticas y teraputicas empleadas, as comolos resultados obtenidos en individuos europeos
sometidos a una primera ablacin de fibrilacin auricular (FA).
El Estudio Piloto en Ablacin de FA es un registro prospectivo diseado con la intencin de describir la epidemiologa de los pacientes sometidos a ablacin de FA
y los procedimientos diagnstico-teraputicos empleados a lo largo de Europa.
El seguimiento a un ao de estos pacientes tuvo como objetivo, en primer lugar,
analizar el mtodo empleado por los centros en la prctica clnica diaria en la evaluacin de resultados, as como el anlisis de las tasas de xito y de la magnitud de
la relacin seguridad-complicaciones del procedimiento a largo plazo.
Se propuso a un total de 72 centros de 10 pases europeos la inclusin por centro de 20 pacientes sometidos a una primera ablacin de FA. La informacin de
cada caso correspondiente a las etapas pre-procedimiento, procedimiento y seguimiento a un ao, fue recogida mediante un formulario online. Entre octubre
de 2010 y mayo de 2011 se incluyeron a un total de 1.410 pacientes, de los cuales
en 1.391 (98,7%) se llev a cabo ablacin. De estos, 1.300 pacientes (93,5%) completaron un tiempo de seguimiento de 26742 das tras la ablacin. La arritmia
fue detectada en el 76% de los casos mediante un electrocardiograma. Otras formas de deteccin fueron: Holter (52%), consulta telefnica (8%) y/o dispositivos
implantados (4,5%). Un 50% de los pacientes referan encontrarse asintomticos.
El porcentaje de recurrencia de arritmias tras la ablacin fue de un 21%. El xito, sin empleo de frmacos antiarritmicos, se logr en un 40,7% de los pacientes
(43,7% en FA paroxstica; 30,2% en FA persistente; 36,7% en FA persistente de larga evolucin). Una segunda ablacin de FA fue precisa en un 18% de los casos y un
43,4% recibieron antiarrtmicos. Del total de pacientes sometidos a ablacin, 33
287
288
Por otra parte, este registro corrobora el hecho de que el tipo de procedimiento
empleado y el dimetro de la aurcula izquierda son factores determinantes en
el xito de la ablacin. Cabe destacar adems, que el ndice de complicaciones registrado fue similar al observado en otros estudios multicntricos, aunque mayor
que en centros aislados.
El presente registro, es por tanto, un importante indicador del estado de desarrollo actual de la tcnica de ablacin de FA por catter en el conjunto de Europa.
Referencia
The Atrial Fibrillation Ablation Pilot Study: An European Survey on Methodology
and Results of Catheter Ablation for Atrial Fibrillation: Conducted by the European Heart Rhythm Association
289
291
COMENTARIO
292
Referencia
Insomnia and Risk of Cardiovascular Disease: A Meta-Analysis
293
295
296
297
COMENTARIO
Ciertamente, la TRC ha revolucionado el tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardiaca, disfuncin ventricular severa y QRS ancho. Son muchos los
ensayos clnicos que muestran el aumento de la supervivencia, la reduccin de
hospitalizaciones, la mejora de sntomas, capacidad de ejercicio y calidad de vida
gracias a la TRC. Son varios los predictores de respuesta tras la TRC propuestos,
pero la duracin del QRS sigue siendo la medida ms simple y potente. Las guas
de prctica clnica nos indican un punto de corte de 120-150 ms en base principalmente de la morfologa, a partir del cual estara indicada la TRC. Sin embargo,
influye esta duracin del QRS basal en la supervivencia global a largo plazo?
A esta pregunta de gran importancia clnica responden los autores con este gran
estudio en tamao muestral y seguimiento. As pues, demuestran que pacientes
con un QRS de 120-149 ms o un QRS de 150-199 ms tienen una supervivencia global
tras la TRC similar y que por el contrario, los pacientes con un QRS >200ms tienen
una supervivencia media menor de dos aos, independientemente de factores de
confusin conocidos. Adems muestran cmo la tasa de mortalidad cardiaca se
incrementa por cada 10 ms en la duracin del QRS y que esta tasa es mucho mayor
en pacientes en el extremo superior en la duracin del QRS. Es decir, pequeas variaciones en la duracin del QRS en paciente del grupo de QRS >200 ms, conllevan
un dramtico aumento en la mortalidad cardiaca (del 16% por cada 10 ms). Estos
hallazgos no deben chocar con el dato ya conocido del aumento del beneficio relativo de la TRC proporcional a la duracin del QRS.
Referencia
Absolute Survival After Cardiac Resynchronization Therapy According to Baseline
QRS Duration: A multinational 10-Year Experience: Data from the Multicenter International CRT Study
298
Estudio que evala la situacin contempornea del uso y tipo de terapia en pacientes ingresados con infarto agudo de miocardio con elevacin del segmento ST
en los pases miembros de la European Society of Cardiology (ESC), aportando datos
sobre poblacin atendida y mortalidad.
Este registro parte de que la terapia de reperfusin de eleccin en infarto agudo de
miocardio con elevacin del segmento ST (IAMCEST) es el intervencionismo coronario
percutneo primario (ICPP). Los autores decidieron realizar este estudio para evaluar
la situacin contempornea sobre el uso y tipo de terapia en pacientes ingresados con
IAMCEST en los pases miembros de la European Society of Cardiology (ESC)
La metodologa empleada fue la siguiente: estudio transversal descriptivo basado
en datos agregados a nivel de pases sobre el uso de terapia de reperfusin en
pacientes ingresados por IAMCEST durante 2010 o 2011. Treinta y siete pases de
la ESC fueron capaces de proporcionar datos de registros existentes nacionales
o regionales. En los pases donde no existan tales registros, los datos se basaron
en las estimaciones de los mejores expertos. Los datos recogidos fueron uso de
tratamiento de reperfusin en IAMCEST y mortalidad, el nmero de cardilogos,
y la disponibilidad de instalaciones para ICPP en cada pas.
En cuanto a los resultados, esta encuesta proporciona un resumen de datos breve
sobre el grado de variacin en la terapia de reperfusin a lo largo de Europa. El
nmero de procedimientos de ICPP vari entre pases, oscilando desde 23 a 884
por milln de habitantes. La intervencin coronaria percutnea primaria y trombolisis fueron la estrategia de reperfusin predominante en 33 y 4 pases, respectivamente. La poblacin media atendida por un centro de ICPP sencillo con servicio
299
24 horas, los 7 das de la semana oscilaba desde 31.300 habitantes por centro a
6.533.000 habitantes por centro. Veintisiete del total de 37 pases participantes
formaron parte de una encuesta previa de 2007, y los mayores incrementos en la
utilizacin de ICPP se observaron en 13 de estos pases.
Ante estos resultados los autores concluyeron que existen todava grandes variaciones en el tratamiento de reperfusin a lo largo de Europa. Pases del Este y del Sur de
Europa informaron que un nmero sustancial de pacientes con IAMCEST no estn
recibiendo ninguna terapia de reperfusin. La implementacin de la mejor terapia
de reperfusin como recomiendan las guas debe estimularse con firmeza.
COMENTARIO
300
el objetivo al fin y al cabo debe ser el conocer qu hacen tus vecinos y sus resultados, lo que suele suponer un estmulo para la mejora.
La mejor forma de finalizar este comentario es invitaros a su lectura con una mente
abierta en todos los aspectos, lo hacemos bien o lo hacemos mal en nuestro pas?,
sobran o faltan salas?, todo se arregla con redes colaborativas o no?, debemos generalizar los registros para impulsar la mejora de nuestros resultados? Estoy seguro
de que la respuesta debe ser afirmativa a esta ltima pregunta, de las dems cuestiones creo que nadie es capaz de dar una respuesta realmente objetiva.
Referencia
Reperfusion Therapy for ST Elevation Acute Myocardial Infarction 2010/2011: Current Status in 37 ESC Countries
301
303
304
305
Referencia
Third-Generation Zotarolimus-Eluting and Everolimus-Eluting Stents in All-Comer Patients Requiring a Percutaneous Coronary Intervention (DUTCH PEERS): a
Randomised, Single-Blind, Multicentre, Non-Inferiority Trial
Clemens von Birgelen, Hanim Sen, Ming Kai Lam, Peter W Danse, Gillian A
J Jessurun, Raymond W M Hautvast, Gert K van Houwelingen, Alexander
R Schramm, R Melvyn Tjon Joe Gin, Johannes W Louwerenburg, Frits H A
F de Man, Martin G Stoel, Marije M Lwik, Gerard C M Linssen, Salah A M
Sad, Mark B Nienhuis, Patrick M J Verhorst, Mounir W Z Basalus, Carine J M
Doggen, Kenneth Tandjung.
Lancet. 2014;383(9915):413-23.
306
Nunca hasta hace poco la evidencia haba sido la base de la medicina. Antao
eran otras: la caridad, la experiencia, el magisterio, la patoanatoma, la fisiopatologa. Generaciones de mdicos se han manejado con ellas y han hecho progresar
a la medicina hasta hace pocos lustros.
Las ltimas generaciones de mdicos solo han mamado la medicina basada en la
evidencia. Que tambin ha hecho progresar a la medicina. Y sin duda tiene aspectos positivos. Muchos y relevantes. Nos ha recordado que en medicina las cosas
no siempre son como parecen. Un ejemplo: las extrasstoles ventriculares tras el
infarto. Cuanto ms hay peor es el pronstico; pero eliminarlas con algunos frmacos antiarrtmicos no solo no es bueno, sino claramente perjudicial. Lo mismo
pasa con el colesterol-HDL: tenerlo alto de modo natural es estupendo, pero elevarlo farmacolgicamente es intil o hasta malo.
Que glosen quienes lo deseen los aspectos positivos. Ahora solo nos vamos a
referir a los criticables. Empecemos por una crtica terminolgica. Es sorprendente y desolador que los popes de la medicina hispanohablante adolezcan de
sensibilidad, gusto y criterio. Si tal no fuera, no habran traducido directamente
la Evidence-based Medicine por medicina basada en la evidencia. Qu horror! Esta
expresin es tan vacua como las declaraciones de los polticos. Para empezar, no
es la medicina la que se basa en la evidencia, sino la actuacin mdica, que no es
lo mismo. Adems, la palabra evidencia parece sugerir que basamos nuestra actuacin en cosas evidentes (que no necesitan demostrarse), obvias o elementales,
que es lo contrario de lo que el concepto quiere expresar.
La crtica ms reiterada a la medicina basada en la evidencia es su poca aplicabilidad a la prctica real. Los ensayos clnicos en los que se fundamenta se realizan en
condiciones inhabituales: en grupos de pacientes muy seleccionados de los que se
307
excluyen los ms difciles; rgidamente tratados y estrechamente vigilados; durante periodos de tiempo no tan largos como quisiramos; por parte de profesionales
reconocidos policialmente supervisados, etc. Muchos no reconocen entre sus pacientes condiciones similares a las de los que se emplearon para demostrar alguna
virtud teraputica. O hay muchas situaciones para las que no hay evidencia y tenemos que manejarnos con la experiencia y la sensatez. Que se supone son el fundamento de lo que se ha dado en llamar opinin de expertos. Y que ahora se desprecia
adjudicndole la categora ms baja de fiabilidad. Otro despropsito!
La escasa fiabilidad es otra desventaja, para los ms escpticos sobre todo. No
ahondemos en la llaga de la endeblez de la estadstica. Hay cientos de frases ocurrentes al respecto, irnicas la mayora. Quiz de las ms mordaces y atinadas es
de Winston Churchill, que seal que las estadsticas son como las mujeres (aqu
habra que aadir o los hombres, cada cual/a segn sus gustos) en traje de bao:
lo que ensean es muy interesante, pero lo es mucho ms lo que ocultan. El caso
es que la evidencia demostrada estadsticamente a muchos les parece artificial,
mutable, sujeta a interpretaciones diversas y a veces antagnicas, obtenida por
laboriosos y abstrusos mtodos estadsticos que todo lo soportan.
Quiz la medicina basada en la evidencia en sus inicios era de fiar. Pero ha durado
poco. Muchos piensan que, tal como est planteada, est dando sus ltimas boqueadas. Se acerca el fin. Las condiciones de los ensayos clnicos en los que se basa
cada vez son ms difciles de cumplir ahora. Hay que probar las nuevas terapias o
los nuevos procedimientos frente a todo lo que previamente ha demostrado que
funciona. Y as es difcil demostrar mejoras estadsticamente significativas.
Ello ha llevado a los diseadores a discurrir alternativas. Casi todas falaces: anlisis de
subgrupos (sin potencia estadstica real pero que subrepticiamente se introducen en
la prctica); variables de anlisis combinadas (para que el conjunto salga significativo
a expensas del componente ms dbil); estudios de no inferioridad (que es como salir
a empatar el partido y conformarse con ello); tendencias estadsticas (que no son demostracin de nada pero que se insinan como ciertas); inclusin en los estudios de
pases de caractersticas demogrficas y sociosanitarias muy dispares (para aumentar
el nmero de pacientes incluidos, aun a sabiendas que la fiabilidad de sus resultados
puede estar lastrada por la codicia); metaanlisis cada vez ms sofisticados, metarregresiones, etc. No es de extraar que cada vez haya ms ensayos negativos. De
terapias que a lo mejor seran adecuadas en ciertos casos pero que no pueden demostrarlo. Y algunos estudios aparentemente positivos demuestran eficacia de terapias
en realidad intiles o beneficios irrelevantes en trminos clnicos.
308
309
Intervalo PR largo en
electrocardiograma, qu implica?
Dra. Ana Rodrguez-Argeso Prez
4 de abril de 2014
Estudio observacional, prospectivo con un gran nmero de sujetos y un largo periodo de seguimiento, que trata de dilucidar el significado clnico del PR alargado
en sujetos sanos.
Los autores de este estudio siguieron a unos 11.000 finlandeses de ambos sexos,
de edades comprendidas entre los 30 y 60 aos que aceptaron participar en el
Estudio de Enfermedad coronaria de la Seguridad Social Finlandesa (CHD study).
Todos los sujetos fueron seguidos durante unos 30 aos hasta finales de 2007. La
adherencia al seguimiento fue alta con tan solo un 2% de prdidas de seguimiento por migracin. Fueron excluidos de la seleccin inicial aquellos de los que no
se disponan electrocardiogramas legibles (58 sujetos), aquellos que presentaban
bloqueo de rama, preexcitacin o BAV de alto grado (77 sujetos) y aquellos con
FA (37 sujetos). Quedaron 10.785 participantes de los cuales un 2,1% tena un PR
>200 mseg (222 individuos), un 0,2% presentaba un PR >240 mseg (20 individuos)
y solo uno tena el intervalo mayor de 300 mseg.
Analizando a las caractersticas basales, los sujetos con PR largo eran mayores,
predominaban los varones, tenan mayor IMC, menor FC, tomaban ms medicacin cronotrpica y presentaban ms enfermedad cardiovascular. En cuanto a la
duracin del PR, en los electrocardiogramas realizados 6 aos ms tarde, tan solo
un 71% mantenan el PR alargado. El 29% restante lo haba normalizado.
En el seguimiento (30-40 aos), en esta cohorte poblacional, el PR >200 mseg
no se asoci a ninguna causa de muerte tras ser ajustado con el anlisis multivariado. Los eventos analizados como mortalidad por todas las causas, por
causa cardiovascular o por muerte cardiaca sbita, no presentaron cambios en
relacin a la duracin del segmento PR en los anlisis posteriores. Las curvas de
supervivencia resultaron prcticamente superponibles. En cuanto al riesgo de
311
hospitalizacin de estos sujetos (PR >200 mseg) por distintas causas, no diferan del resto de la poblacin.
Se analizaron los ingresos por fallo cardiaco, enfermedad coronaria, fibrilacin
auricular y accidente cerebrovascular. Los resultados permanecieron invariables
tras ajustar los datos por edad, sexo, ndice de masa corporal, medicacin cronotrpica y enfermedad cardiovascular previa. El anlisis estadstico result no
significativo para todos los endpoints. Adems, se analizaron los resultados con un
segundo punto de corte, (PR 220 mseg), siendo todas los anlisis estadsticos de
nuevo no significativos.
COMENTARIO
312
Referencia
Prognostic Significance of Prolonged PR Interval in the General Population
313
315
del IAM, grado Killip al ingreso, infarto anterior, infarto previo, ciruga de bypass previa y diabetes. Tras el ajuste de factores de confusin, la insuficiencia mitral moderada o severa permaneci como un predictor independiente del endpoint primario
combinado (HR ajustado 3,14, IC 95%: 1,57-6,27) y de cada evento (muerte e ingreso por insuficiencia cardiaca) por separado. La edad, el sexo femenino y la fraccin
de eyeccin ventricular izquierda fueron otros factores de riesgo independientes
para el endpoint combinado. La supervivencia libre de ambos eventos al final del
seguimiento para pacientes sin regurgitacin mitral, con regurgitacin mitral ligera y con regurgitacin mitral de grados moderado o severo fue del 95%, 90% y
70%, respectivamente (p<0,001).
En conclusin, la regurgitacin mitral de grado moderado o severo detectada
precozmente por ecocardiografa se asoci de manera independiente con un peor
pronstico a largo plazo en los pacientes con IAMCEST tratados mediante angioplastia primaria.
COMENTARIO
La implicacin pronstica de la insuficiencia mitral funcional en pacientes con cardiopata isqumica se ha evaluado previamente en pacientes con infarto previo,
o en aquellos pacientes que se han sometido a intervencionismo coronario percutneo o a ciruga de revascularizacin miocrdica. Sin embargo, el subgrupo de
pacientes con IAMCEST sometidos a angioplastia primaria ha tenido poca representacin en los trabajos realizados hasta la fecha, haciendo difcil la obtencin
de conclusiones. En estudios previos centrados en estos pacientes, se han obtenido resultados contradictorios: desde la conclusin de que la regurgitacin mitral
(tras corregir por factores de confusin) no implica mayor mortalidad, hasta un
subanlisis del CADILLAC que sugera que cualquier grado de regurgitacin mitral
registrado en la ventriculografa constitua un factor de riesgo independiente de
mortalidad a 1 ao (conclusin que se justifica en parte por la baja sensibilidad
de la ventriculografa para detectar regurgitacin mitral, recogindose por tanto
casos en los que la insuficiencia era de entidad).
La relacin entre la regurgitacin mitral en la cardiopata isqumica y la existencia
de eventos cardiovasculares se explica, en primer lugar, porque esta valvulopata se
asocia a alteracin de la geometra ventricular y disfuncin sistlica, as como a elevacin de presiones de llenado. Por otra parte, la regurgitacin mitral contribuye a
316
Referencia
Long-Term Prognostic Value of Mitral Regurgitation in Patients With ST-Segment Elevation Myocardial Infarction Treated by Primary Percutaneous Coronary Intervention
317
COMENTARIO
Referencia
Implantable Cardioverter-Defibrillator Therapy Before Death. High Risk for Painful Shocks at End of Life
320
No creo ser diferente a vosotros en la responsabilidad que para m supone ser mdico, ser cardilogo; mucho ms que una simple forma de ganarme la vida, es la
oportunidad de aportar capacidad y energa para una sociedad mejor.
Me gustara compartir con vosotros una reflexin propia que me sirve de impulso
profesional aunque, como todo lo bueno, a veces representa un pequeo tormento, si solo quieres ser mdico, si solo quieres ser cardilogo, ya ests amortizado;
debes ser cardilogo y gestor!.
DIFICULTADES DEL SISTEMA SANITARIO PBLICO
321
Nuestro papel como gestores est en la microgestin: la gestin que hace cada
profesional en su puesto de trabajo con cada paciente, en cada decisin clnica
que toma, en cmo organiza su trabajo diario, la que se desarrolla en cada unidad
funcional, la que afecta hasta el 70% del gasto sanitario. Por numerosas, acertadas y relevantes medidas que tomen las autoridades sanitarias (macrogestin) y
los equipos directivos (mesogestin), nuestra sanidad no ser sostenible, excelente y equitativa sin la microgestin, sin el papel absolutamente determinante del
mdico como gestor; en definitiva, sin la gestin clnica.
UNIDADES DE GESTIN CLNICA COMO ALTERNATIVA ORGANIZATIVA
Pasado: demasiado se ha hablado de gestin clnica en los ltimos aos con pocas
experiencias prcticas, la mayora de las cuales han quedado en sucedneo de gestin clnica. La ausencia de autonoma real de gestin, as como una excesiva injerencia sindical y poltica, han impedido el progreso de este modelo organizativo.
CARDILOGO GESTOR
322
323
El proceso asistencial debe centrase en la generacin de valor, obteniendo los mejores resultados en salud con el menor consumo de recursos posible. La optimizacin de los recursos utilizados en los actos mdicos (eficiencia productiva), debe
acompaarse de la adecuacin en la indicacin clnica (eficiencia de asignacin),
pues hacer con eficiencia algo innecesario es despilfarrar.
Es preciso un cambio de cultura e incorporar el concepto coste-oportunidad a
nuestra toma de decisiones, pues la utilizacin de los recursos finitos del sistema
en pacientes concretos, puede afectar negativamente a los recursos que permiten
la asistencia de otros cientos o miles de pacientes.
Alianzas
Esencial ser el desarrollo de alianzas reales con: (1) la sociedad civil (pacientes,
poblacin sana), con (2) otros profesionales (sociedades cientficas, hospitales,
atencin primaria, atencin sociosanitaria) para promover el trabajo en red, y con
(3) los equipos directivos de nuestras organizaciones. Adems, deberemos relacionarnos con la industria como socios estratgicos con los que compartimos intereses que pivotan entorno al paciente.
No quieras ser solo mdico, no quieras ser solo cardilogo
El gran activo de nuestra sanidad son sus profesionales, piedra angular para la
sostenibilidad, la excelencia y la equidad del sistema y para cualquier estrategia
de gestin.
Esta caricatura del cardilogo amortizado nicamente pretende animaros a la
reflexin, a estar preparados para el futuro y a seguir siendo punta de lanza en
nuestra sociedad, marcando el camino de la cardiologa del futuro y del sistema
sanitario pblico; por cierto: si nosotros no lo hacemos, otros lo harn amablemente por nosotros; y seguramente, peor.
324
Estudio transversal y observacional que busca caracterizar las variaciones interhospitalarias en el uso de determinadas pruebas de imagen y su relacin con el
intervencionismo posterior, as como los eventos a corto plazo.
Las guas de prctica clnica actuales aceptan el uso extendido de pruebas de imagen no invasiva en el estudio del dolor torcico en pacientes sin infarto agudo a los
que se evala por posible isquemia. Sin embargo, el uso indiscriminado de estas podra aumentar el nmero de pruebas secundarias realizadas sin lograr cambios en
el manejo posterior. Para ello, se dise este estudio observacional usando datos de
pacientes con sospecha de isquemia en la evaluacin inicial tras ser atendidos en el
servicio de Urgencias, en las unidades de Observacin o las unidades de preingreso.
Como criterios de inclusin deba de haberse solicitado al menos un biomarcador de
dao miocrdico en el da 0 o 1 del ingreso, y deban presentar un diagnstico inicial
al ingreso de dolor torcico, signos o sntomas de isquemia cardiaca y/o comorbilidad asociada a enfermedad coronaria. Fueron excluidos directamente los pacientes
con IAM no Q o sndrome coronario agudo con elevacin del ST.
Como objetivos del estudio se midieron en cada uno de los hospitales la proporcin de pacientes que reciban tcnicas de imagen para identificar isquemia
miocrdica (nmero y tipo de cada una de ellas). Asimismo fueron analizados los
datos de las subsiguientes tasas de reingreso de cada uno de ellos en el hospital
en el que fueron atendidos, las angiografas coronarias realizadas y los procedimientos intervencionistas de revascularizacin en cada paciente.
Finalmente, se recogieron datos de 549.078 pacientes de 224 hospitales distintos
en los Estados Unidos y se dividieron en cuartiles segn el nmero de pruebas solicitadas. La media de realizacin de tests de imagen no invasivos fue del 19,8%: Q1:
6%, Q2: 15,9%, Q3: 23,5%, Q4: 34,8%. Tras comparar los hospitales entre cuartiles
325
extremos (Q1 vs. Q4), se observ que aquellos en el mayor cuartil (mayor nmero
de pruebas de imagen por paciente) presentaban mayores tasas de reingresos (Q1:
32,1% vs. Q4: 34,8%), en ellos se solicitaba mayor nmero de pruebas complementarias a las de imagen inicialmente solicitadas (Q1: 1,2% vs. Q4: 1,9%), y sometan
a sus pacientes a un mayor nmero de procedimientos de revascularizacin (Q1:
0,5% vs. Q4: 1,9%), obteniendo todos los resultados estadsticamente significativos (P<0,001 en todas las comparaciones). En cuanto a las tasas de reingreso por
infarto en el mismo hospital en los dos meses subsiguientes, no hubo diferencias
significativas entre los distintos cuartiles (p=0,51). En los anlisis posteriores por
subgrupos, se observ que aproximadamente un 23% de la variacin de uso en
las pruebas de imagen solicitadas inicialmente, era atribuible al comportamiento
individual de cada hospital y sus protocolos.
Con diferencias significativas se comprob que la localizacin geogrfica tena
relacin con el nmero de tests solicitados. Los hospitales localizados en el medio-oeste y noreste pedan ms pruebas, mientras que no se obtuvo ninguna relacin en funcin del tamao del centro (nmero de camas), la existencia o no de
unidades de observacin, el tipo de poblacin atendida (rural vs. urbana) ni el estado de docencia de cada centro (universitario o no docente).
COMENTARIO
Cul sera la relevancia de los resultados obtenidos en este estudio? Est claro
que en un sistema sanitario que se enfrenta a unas reducciones constantes en los
presupuestos, es de vital importancia ajustar los costes de las intervenciones sanitarias a los resultados y evidencias presentes para optimizar el uso de recursos.
En este trabajo se observaron diferencias sustanciales en el uso de pruebas de
imagen costosas para realizar una evaluacin inicial de posible isquemia cardiaca,
pero pocas diferencias en el tratamiento intervencionista ulterior, y ninguna diferencia en la tasa de reingresos por infarto a corto plazo.
Por tanto, sera importante determinar en qu situaciones deberan solicitarse dichas pruebas, y que el mayor uso de estas no atendiera simplemente al hospital
concreto en que el paciente fue estudiado.
326
Referencia
Hospital Variation in the Use of Noninvasive Cardiac Imaging and Its Association
With Downstream Testing, Interventions, and Outcomes
327
Este anlisis publicado en Circulation presenta los resultados del estudio SYNTAX
en pacientes con enfermedad de tronco a 5 aos.
Las actuales guas de prctica clnica recomiendan ciruga de revascularizacin
coronaria (CABG) para el tratamiento de estenosis de novo de tronco coronario
izquierdo (TCI), sin embargo, el intervencionismo coronario (PCI) tiene una indicacin IIa para TCI no protegido en pacientes seleccionados. Este estudio compara
los resultados a 5 aos en el tratamiento de TCI con PCI y CABG en el estudio SYNTAX, el de mayor tamao muestral en este grupo hasta la fecha.
El estudio SYNTAX randomiz a 1.800 pacientes con TCI o enfermedad de tres vasos para recibir PCI (con stent liberador de Paclitaxel TAXUS Express) o CABG. La
cohorte de TCI no protegido estaba predefinida para el ajuste del poder estadstico. La tasa de MACCE a 5 aos fue 36,9% en el grupo de PCI y 31,0% en el de CABG
(RR 1,23 [0,95,1,59]; P=0,12). El grupo de CABG present una tasa de ictus significativamente mayor (PCI 1,5% vs. CABG 4,3%, RR 0,33 [0,12, 0,92], P=0,03) y el de PCI
una mayor de revascularizacin (26,7% vs. 15,5%, RR 1,82 [1,28, 2,57], P33).
A 5 aos no se encontraron diferencias en MACCE entre los dos grupos de tratamiento. Los pacientes tratados con PCI tuvieron menos ictus pero mayores tasas
de revascularizacin frente a CABG. Estos resultados sugieren que los dos tratamientos son opciones vlidas para pacientes con enfermedad de TCI. La extensin
de la enfermedad debe ser valorada para elegir entre ciruga y CABG y los pacientes con scores SYNTAX elevados parecen beneficiarse ms de la ciruga cuando
son comparados con los terciles ms bajos.
329
COMENTARIO
El tratamiento del TCI sigue siendo objeto de debate en cuanto al uso de intervencionismo percutneo o ciruga de derivacin aortocoronaria ya que diferentes estudios, tanto aleatorizados como registros y metaanlisis, han arrojado resultados
contradictorios. Tambin el uso de stents farmacoactivos tanto de segunda como
de tercera generacin ha supuesto un cambio en el tratamiento de esta patologa.
Este anlisis nos presenta los resultados a largo plazo del que puede ser un estudio
clsico en el tratamiento de la cardiopata isqumica, comparando los resultados de
ciruga e intervencionismo para la enfermedad de tronco coronario izquierdo, siendo el mayor estudio aleatorizado publicado hasta el momento en esta patologa.
En el anlisis bruto no se observan diferencias en cuanto a eventos MACCE (muerte
por todas las causas, infarto de miocardio, ictus y revascularizacin) no se obtuvieron
diferencias. Analizando cada uno de los componentes, el ictus fue ms frecuente en
el grupo de ciruga, fundamentalmente aquellos que ocurrieron en los 30 primeros
das, discurriendo las curvas Kaplan-Meier paralelas desde un ao hasta los 5 aos.
En el grupo de PCI, la revascularizacin fue mayor, mantenindose la tendencia de
los resultados presentados a uno y tres aos, y similar a la de estudios previos.
El subanlisis por complejidad de las lesiones coronarias (score SYNTAX) revela
que en los pacientes de baja complejidad (SYNTAX 0-32) no existieron diferencias
en MACCE ni en ninguno de sus componentes, pero en cambio, en aquellos con
alta complejidad tanto la mortalidad cardiaca como MACCE fue superior en el
grupo de PCI, a expensas fundamentalmente de revascularizacin.
El estudio presenta tambin un anlisis comparando los pacientes diabticos con
los no diabticos, aunque los resultados por el tamao muestral bajo (pacientes
diabticos n=75) no son concluyentes y deberan ser tenidos en cuenta solo como
generadores de hiptesis.
Como conclusin fundamental, los pacientes con enfermedad de tronco de baja
complejidad (SYNTAX score <33) podran ser tratados de forma segura mediante
intervencionismo percutneo con resultados similares a la ciruga, aunque tanto el
mdico como el paciente deben ser conscientes de que el intervencionismo presenta tasas de mortalidad similares y disminucin de ictus perioperatorio a expensas
de una mayor revascularizacin. Debe ser labor del cardilogo clnico, junto a inter-
330
Referencia
Five-Year Outcomes in Patients With Left Main Disease Treated With Either Percutaneous Coronary Intervention or Coronary Artery Bypass Grafting in the SYNTAX Trial
331
Estudio retrospectivo entrecruzado que pretende discernir hasta cunto se extiende el incremento sustancial del riesgo de trombosis en el periodo postparto,
ya que se consideraba incierto hasta qu punto esa elevacin del riesgo persista
ms all del definidoperiodode 6 semanas.
El mtodo empleado para esta investigacin fue utilizar todos los datos de altas
procedentes de los departamentos de emergencias no federales y hospitales de
cuidados agudos en California, identificndose las mujeres que fueron hospitalizadas para el trabajo de parto y el parto propiamente dicho, entre el 1 de enero de
2005 y el 30 de junio de 2010.
Se usaron cdigos de diagnstico validados para identificar el objetivo primario
compuesto formado por ictus isqumico, infarto agudo de miocardio o tromboembolismo venoso. Luego emple la regresin logstica condicional para
evaluar la probabilidad de cada paciente de sufrir su primer evento trombtico
durante periodos secuenciales de 6 semanas tras el parto, comparada con el periodo correspondiente de 6 semanas un ao antes.
Los resultados comunicados fueron los siguientes: entre las 1.687.930 mujeres con
un primer embarazo registrado, 1.015 tuvieron un evento trombtico (248 casos
de ictus, 47 casos de infarto de miocardio, y 720 casos de tromboembolismo venoso) en el periodo de 1 ao hasta 24 semanas despus del parto. El riesgo de un
evento trombtico primario fue marcadamente mayor dentro de las 6 semanas
posteriores al parto respecto al mismo periodo un ao despus, con 411 eventos
versus 38 eventos, para una diferencia de riesgo absoluto de 22,1 eventos (intervalo de confianza [IC] del 95%: 19,6-24,6) por cada 100.000 partos y un odds ratio de
10,8 (IC 95%: 7,8-15,1). Existi tambin un modesto pero significativo incremento
en el riesgo durante el periodo de 7 a 12 semanas tras el parto si se comparaba
333
334
Referencia
Risk of a Thrombotic Event After the 6-Week Postpartum Period
335
metformina (rango intercuartlico (RIC, 65-393 ng/L) y 167 ng/L en el grupo placebo (RIC, 74-383 ng/L) (P=.66). Se registraron eventos MACE en 6 pacientes (3,1%)
en el grupo de metformina y en 2 pacientes (1,1%) en el grupo placebo (P=.16). No
se observaron diferencias en la concentracin de creatinina (79 mol/L [RIC, 7087 mol/L] vs 79 mol/L [RIC, 72-89 mol/L], P=.61) ni de hemoglobina glicosilada
(5,9% [RIC, 5,6%-6,1%] vs. 5,9% [IQR, 5,7%-6,1%], P=.15). No se observ ningn
caso de acidosis lctica.
En pacientes no diabticos con STEMI sometidos a angioplastia primaria el uso de
metformina comparado con placebo no mejora la FEVI tras 4 meses. Estos resultados no apoyan el uso de metformina en este contexto.
COMENTARIO
Puede parecer sorprendente el uso de un frmaco que habitualmente es utilizado en pacientes diabticos de forma crnica para una situacin aguda como es el
STEMI y para pacientes que no presentan diabetes. Los autores se basan en varios
estudios previos en los que la metformina pareca preservar la FEVI en diabticos,
en el efecto en el metabolismo mitocondrial de la metformina, en ensayos observacionales donde pareca que disminua el tamao del infarto en diabticos y en
ensayos en animales en los que la metformina pareca tener efectos beneficiosos
en el dao por isquemia reperfusin.
Teniendo estos resultados en mente puede parecer arriesgado el diseo de este
estudio ya que los datos previos presentan una evidencia dbil y la probabilidad
de un resultado negativo, tanto por ello como por los mecanismos fisiopatolgicos implicados, no era desdeable. Aun as ciertas limitaciones de este estudio
nos invitan a seguir estudiando la metformina en este subgrupo de pacientes. La
limitacin ms robusta es el momento de administracin de la metformina: 101
minutos tras la revascularizacin y teniendo en cuenta que el pico en plasma de
este frmaco se alcanza a los 180 minutos. A las cuatro horas y media del inicio
de la reperfusin seguramente las vas metablicas donde acta la metformina,
donde podra ser efectiva para disminuir el dao por reperfusin, ya estn agotadas y el dao establecido. Adems de ello se utilizaron dosis relativamente bajas
de metformina (500 mg cada 12 horas) por causas de seguridad y quiz esta dosis
sea insuficiente para demostrar diferencias.
338
Referencia
Effect of Metformin on Left Ventricular Function After Acute Myocardial Infarction in Patients Without DiabetesThe GIPS-III Randomized Clinical Trial
339
Este estudio parte de que el manejo ptimo a largo plazo mediante tratamiento antitrombtico de los pacientes con coexistencia de fibrilacin auricular y enfermedad
coronaria estable permanece sin resolver, y comnmente, un agente antiplaquetario aislado se aade a la anticoagulacin oral. Los autores investigaron la efectividad
y seguridad de aadir tratamiento antiplaquetario a un antagonista de la vitamina
K (AVK) en pacientes en fibrilacin auricular con enfermedad coronaria estable.
La metodologa planteada fue la siguiente: se identificaron pacientes entre 2002
y 2011 con fibrilacin auricular y enfermedad coronaria estable (definida a parte
de 12 meses de haber sufrido el episodio coronario agudo). El subsiguiente riesgo
de episodios cardiovasculares y episodios de sangrado importante (aquellos que
requieren hospitalizacin) fue examinado mediante modelos de regresin de Cox
ajustados de acuerdo al tratamiento antitrombtico en curso.
Un total de 8.700 pacientes fueron incluidos (edad media 74,2 aos, 38% mujeres).
Durante una media de seguimiento de 3,3 aos, las tasas de incidencia cruda fueron
7,2; 3,8 y 4,0 episodios por 100 persona-aos para infarto de miocardio/muerte coronaria; tromboembolismo, y sangrado importante, respectivamente. En relacin
con la monoterapia con AVK, el riesgo de infarto de miocardio/muerte coronaria fue
similar al de AVK ms aspirina (hazard ratio 1,12 [intervalo de confianza 95%: 0,941,34]) y AVK ms clopidogrel (hazard ratio, 1,53 [intervalo de confianza 95%: 0,932,52]). El riesgo de tromboembolismo fue comparable en todos los regmenes que
incluyeron AVK, mientras que el riesgo de sangrado se increment cuando la aspirina (hazard ratio 1,50 [intervalo de confianza 95%: 1,23-1,82]) o el clopidogrel (hazard
ratio 1,84 [intervalo de confianza 95%: 1,11-3,06]) se aadan a los AVK.
Ante estos resultados los autores concluyeron que en pacientes con fibrilacin
auricular asociada a enfermedad coronaria estable, el aadir un tratamiento
341
antiplaquetario al tratamiento AVK no se asociaba con una reduccin en el riesgo de episodios coronarios recurrentes o tromboembolismo, mientras que el
riesgo de sangrado se incrementaba significativamente. La tan comn prctica
de aadir tratamiento antiplaquetario a los AVK orales precisa una reevaluacin
tras este estudio, segn los autores del mismo.
COMENTARIO
Est claro en el momento actual que la base del tratamiento de la fibrilacin auricular (FA) es la anticoagulacin oral si 1 o ms factores de riesgo para ictus (como
la enfermedad vascular) estn presentes, mientras que el tratamiento preventivo
inicial tras un infarto de miocardio o un intervencionismo coronario percutneo
consiste en frmacos antiagregantes plaquetarios. Tanto el documento de consenso (nivel de evidencia C) americano (Antithrombotic Therapy in Patients With
Atrial Fibrillation Undergoing Coronary Stenting) como el europeo (Antithrombotic Management of Atrial Fibrillation Patients Presenting With Acute Coronary Syndrome and/or
Undergoing Coronary Stending) recomiendan el aadir dos frmacos antiplaquetarios a AVK arbitrariamente desde 1 mes a un ao tras un episodio coronario agudo
dependiendo del grado de severidad, tipo de stent implantado y el presumible
riesgo de sangrado.
El riesgo de sangrado obviamente se incrementa sustancialmente al usar varios
antitrombticos incluso si es durante poco tiempo; por esa razn, un frmaco antiplaquetario debe ser retirado cuando el riesgo de un episodio coronario recurrente y de trombosis del stent ha comenzado a disminuir, y un AVK aislado es lo
que se recomienda ahora para aquellos pacientes en los que ha transcurrido ms
de un ao del episodio coronario o revascularizacin. Adems existen datos en
el estudio WOEST que sugieren que el riesgo de infarto de miocardio podra de
hecho incrementarse con la adicin de mltiples antiplaquetarios al tratamiento
anticoagulante oral. Partiendo de estas incertezas, es preciso aclarar la necesidad
de un antiplaquetario adicional tras el periodo vulnerable y el momento de mantener exclusivamente una monoterapia con AVK.
De nuevo estamos ante un estudio a nivel nacional, realizado gracias a la disponibilidad de registros en los pases nrdicos, estrategia que estamos tardando en
adoptar en nuestro pas, probablemente debido a alguna legislacin muy proteccionista a nivel individual que impide aportaciones annimas colectivas.
342
Una de las fortalezas de este estudio es que emplea pacientes de la vida diaria,
una cohorte no seleccionada, que presenta un riesgo mayor de efectos adversos
respecto a los ensayos clnicos, gracias a la calidad de los registros se conoce el
tratamiento dado da a da as como los cambios en el mismo. Se realiz un buen
ajuste por factores de confusin, pero como en todo estudio observacional, pueden existir elementos no considerados que pueden estar influyendo en el resultado, aunque los autores consideran que sera una situacin con poca posibilidad de
modificar el resultado. Uno de los fallos del registro es que no existen datos al respecto del stent implantado, y luego puede ser posible que la aspirina se tomara de
forma no registrada pero es poco probable ya que en Dinamarca a los pacientes se
les financia dicho frmaco y se sabe que all los pacientes con infarto de miocardio
son muy cumplidores.
Obviamente estamos ante un estudio observacional y no debemos establecer
causalidad en sus hallazgos, pero son concordantes con resultados de ensayos
actuales y clsicos como WARIS II, ACTIVE W o WOEST. Lo que est claro, como
afirman los autores, con los limitados datos que tenemos de los ensayos aleatorizados, estos hallazgos proporcionan nueva informacin al respecto de las preocupaciones que poda haber por seguridad pero tambin sobre la efectividad
antitrombtica en pacientes reales (entendido como fuera de ensayos) lo que
probablemente nos ayude en la toma de decisiones con mayor seguridad, ya que
las recomendaciones son de nivel de evidencia C (consenso expertos). Segn este
registro, ante la pregunta de solo anticoagular pasado el primer ao podramos
apuntar que es seguro.
Referencia
Antiplatelet Therapy for Stable Coronary Artery Disease in Atrial Fibrillation Patients Taking an Oral Anticoagulant. A Nationwide Cohort Study
Morten Lamberts, Gunnar H. Gislason, Gregory Y.H. Lip, Jens Flensted Lassen,
Jonas Bjerring Olesen, Anders P. Mikkelsen, Rikke Srensen, Lars Kber,
Christian Torp-Pedersen, Morten Lock Hansen.
Circulation. 2014;129:1577-1585.
343
Fervor rehabilitador
Dr. Eduardo Alegra Ezquerra
24 de abril de 2014
345
Y luego la contricin. Estamos convencidos de las consecuencias de nuestra desidia? Seguro que sabes que el efecto preventivo de complicaciones y mortalidad
cardiovascular de la rehabilitacin cardiaca es de rango igual o superior al del
cido acetilsaliclico, los betabloqueantes y las estatinas en pacientes infartados.
Estos frmacos los recetas cada da convencido de su eficacia. Pero, prescribes la
rehabilitacin con el mismo convencimiento? O la consideras un trmite engorroso que procuras cumplir rutinariamente (en el peor y real sentido de la palabra,
hbito adquirido de hacer las cosas sin pensarlas)?
Finalmente, el propsito de la enmienda. Vas a hacer algo por mejorar tus ndices
de rehabilitacin a tus pacientes cardipatas? Buscars la ayuda de los expertos
si los tienes cerca? Porfiars para montar la rehabilitacin cardiaca en tu entorno
si no la hay? Aprovechars las diversas modalidades simples de la rehabilitacin
cardiaca, que no necesita a veces sofisticados programas completos hospitalarios
sino actividades domiciliarias ms sencillas, pero supervisadas?
Preguntas y ms preguntas. Que ojal se traduzcan en respuestas positivas. Y que
las tasas de empleo de la rehabilitacin cardiaca se hagan europeas como muchas otras cosas.
346
347
COMENTARIO
Los marcapasos convencionales conllevan un 10% de complicaciones a corto plazo motivado por su implante por va transvenosa o la localizacin subcutnea del
generador tales como hematoma, infeccin de bolsa, pneumotrax, taponamiento cardiaco, etc. El uso de un marcapasos autnomo sin electrodos y sin generador subcutneo podra reducir esta tasa de complicaciones que conllevan una alta
morbimortalidad para los pacientes.
El implante de este nuevo dispositivo se realiza a travs de la vena femoral y se
posiciona en el ventrculo derecho. El tiempo medio de implante fue de 28 minutos y la estancia hospitalaria media de 31 horas. Se miden amplitud de onda
R, umbral de estimulacin e impedancia en el momento del implante, al alta y a
las 2, 6 y 12 semanas de seguimiento. Se observa una mejora significativa a las
12 semanas con respecto al implante de la deteccin de la onda R, el umbral de
estimulacin y la impedancia.
Aunque el procedimiento parece seguro, con una tasa libre de complicaciones del
94%, los autores comunican tres complicaciones reseables:
1. Un taponamiento pericrdico por rotura del ventrculo derecho en el momento del implante tratado con pericardiocentesis y sutura quirrgica del defecto
pero falleciendo a los 18 das por un ictus.
2. Implante de un dispositivo en ventrculo izquierdo a travs de un foramen oval
permeable con retirada sencilla y sustitucin por uno nuevo en ventrculo derecho sin ms incidencias.
3. Aparicin de una taquicardia sincopal al parecer no en relacin con el implante del dispositivo sino de un infarto silente con realce tardo en pared posterior
de ventrculo izquierdo y arterias coronarias normales, resuelta con la retirada
del dispositivo e implantando un desfibrilador automtico implantable.
Aunque no se hayan objetivado en esta serie otras complicaciones a nivel vascular
o la dislocacin del dispositivo podran ser posibles. Por ello, sera necesario un estudio comparativo con marcapasos convencionales, con mayor tamao muestral
y mayor seguimiento. A pesar de esto, este nuevo dispositivo podra revolucionar
el mundo de la estimulacin cardiaca y el avance y desarrollo de este mecanismo
de estimulacin parece prometedor.
348
Referencia
Permanent Leadless Cardiac Pacing. Results of the LEADLESS Trial
Reddy VY, Knops RE, Sperzel J, Miller MA, Petru J, Simon J, Sediva L, de Groot
JR, Tjong FVY, Jacobson P, Ostroff A, Dukkipati SR, Koruth JS, Wilde AAM,
Kautzner J, Neuzil P.
Circulation. 2014;129:1466-1471.
349
351
Los resultaron mostraron que 44 pacientes (72,1%) en el grupo de frmacos antiarrtmicos y 36 pacientes (54,5%) en el grupo de ablacin presentaron el objetivo
principal (HR 0,56; IC 95%: 0,35-0,90; p= 0,02). Para el objetivo secundario, 59% en
el grupo farmacolgico y 47% en el grupo de ablacin tuvieron la primera recurrencia de FA sintomtica, flutter auricular o taquicardia auricular (HR 0,56; IC 95%
0,33-0,95; p=0,03). No hubo muertes ni ictus en ninguno de los grupos. Cuatro pacientes sufrieron taponamiento pericrdico en el grupo de ablacin. En el grupo
de tratamiento farmacolgico, 26 pacientes (43%) fueron remitidos a ablacin
tras un ao de seguimiento. En relacin a calidad de vida, estaba moderadamente
afectada al inicio del estudio en ambos grupos y mejor al ao de seguimiento. No
obstante, esta mejora no fue significativamente diferente entre los dos grupos.
Los autores concluyeron que entre los pacientes con FA paroxstica sin tratamiento antiarrtmico previo, la ablacin con RF comparada con frmacos antiarrtmicos result en una menor tasa de recurrencia de arritmias auriculares a los dos
aos de seguimiento. No obstante, la recurrencia fue frecuente en ambos grupos.
COMENTARIO
El Radiofrequency Ablation vs Antiarrhythmic Drugs as First-Line Therapy of Atrial Fibrillation (RAAFT 2) trial concluye que la ablacin con RF de la FA puede ser una
alternativa de primera lnea para pacientes con dicha arritmia. Un 54,4% de los
pacientes con FA sometidos a ablacin de FA como primera estrategia teraputica
experimentaron taquicardia auricular documentada de ms de 30 segundos de
duracin durante un periodo de seguimiento de 24 meses. En comparacin, 72,1%
de los pacientes tratados con frmacos antiarrtmicos (flecainida principalmente)
sufrieron recurrencias de taquicardias auriculares. Respecto al objetivo secundario, de los 127 pacientes incluidos, 59% de los individuos tratados con frmacos
antiarrtmicos presentaron recurrencia sintomtica de FA, flutter o taquicardia
auricular al cabo de dos aos comparado con 47% de los pacientes remitidos a
ablacin de FA como estrategia de primera lnea. La calidad de vida mejor en
ambos grupos, sin bien es cierto, como apuntan en la discusin, que la ausencia de
diferencias entre ambos grupos podra deberse a la baja especificidad de los test
utilizados para evaluarlo, el modesto deterioro de la calidad de vida al inicio del
estudio y la inclusin de pacientes sin tratamiento antiarrtmico previo.
Para el Dr. Hugh Calkins (Johns Hopkins University Medical Center, Baltimore, MD),
que escribe el editorial acompaante del estudio, los resultados son relevantes a la
352
Referencia
Radiofrequency Ablation vs Antiarrhythmic Drugs as First-Line Treatment of Paroxysmal Atrial Fibrillation (RAAFT-2) A Randomized Trial
Morillo CA, Verma A, Connolly SJ, Kuck KH, Nair GM, Champagne J, Sterns LD,
Beresh H, Healey JS, Natale A; RAAFT-2 Investigators.
JAMA. 2014 Feb 19;311(7):692-700.
353
A nadie escapa que el mercado de las aplicaciones para telfonos inteligentes y tabletas, comnmente conocidas como apps, viene experimentando un progresivo crecimiento en los ltimos aos. El mbito de la salud no es ajeno a esta tendencia, ms bien
al contrario, constituye uno de los sectores donde el desarrollo es ms sobresaliente.
UNA REALIDAD EN CRECIMIENTO
Segn el IMS Institute for Healthcare Informatics, los profesionales de la salud presentan diferentes tipos de reacciones cuando se les pregunta por los beneficios y
la aplicacin a nivel mdico de la mHealth: frente a quienes reciben positivamente
la aparicin de aplicaciones que estimulan el inters de los pacientes por el cuidado de su salud, otros precisan ayuda especializada, reclaman ms evidencia clnica
sobre sus beneficios, solicitan a las organizaciones profesionales directrices al respecto o les preocupa garantizar la seguridad y confidencialidad de la informacin.
Como es lgico, la asimilacin de esta prctica resulta marcadamente desigual
en los mdicos. Entre los early adopters que estn abriendo camino a favor de la
mHealth podemos destacar al clebre cardilogo, genetista e investigador estadounidense Eric Topol (@EricTopol), quien no duda en reconocer que prescribe
apps para los dispositivos inteligentes. Al doctor Topol le interesa ms curar a sus
pacientes con aplicaciones y dispositivos. No importa el diagnstico, este especialista intentar buscar un dispositivo que lo ayude a llevar un control desde casa,
podamos leer hace escasas fechas en un revelador artculo publicado en la versin digital de la BBC.
LAS APPS EN LA SEC
Al margen de las apps desarrolladas con motivo de Congresos y Reuniones Anuales de nuestras Secciones Cientficas, las incursiones de la Sociedad Espaola de
Cardiologa (SEC) en este campo ya empiezan a ser visibles:
iSEC
Revista Espaola de Cardiologa
Habilidades en Cardiologa (iTunes y Google Play)
Gestin de pacientes ambulatorios en Cardiologa (iTunesy Google Play)
SmokerSafe
Ms all de estas incursiones iniciales, la SEC incluir prximamente en su pgina
web una biblioteca de apps donde iremos incorporando aplicaciones tiles para
pacientes y profesionales en relacin con la medicina cardiovascular.
356
Consideramos esta rea como estratgica y del mximo inters para nuestra Sociedad,
que siempre se ha destacado por situar a sus socios en la vanguardia de los cambios y la
tecnologa, con la certeza de que nos encontramos ante el inicio de un cambio de ciclo
en la forma de impartir y recibir docencia, as como en la propia prctica mdica.
ENVA TUSAPPS AL CONGRESO SEC
Referencias
Mobile Health Market Report 2011-2016. The impact of smarthphone applications
on the Mobile Health Industry (Vol.2)
Patient Apps for Improved Healthcare: From Novelty to Mainstream
El cardilogo que receta apps a sus pacientes
Informe 50 mejores apps de salud en espaol
Cardiologa hoy 2014
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360
Referencia
Post-Mortem Cardiovascular Magnetic Resonance Imaging in Fetuses and Children: A Masked Comparison Study with Conventional Autopsy
Taylor AM, Sebire NJ, Ashworth MT, Schievano S, Scott RJ, Wade A, Chitty LS,
Robertson N, Thayyil S; and the Magnetic Resonance Imaging Autopsy Study
(MaRIAS) Collaborative Group.
doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.113.005641
361
El objetivo de este subanlisis del ensayo clnico ROCKET AF fue investigar la prevalencia de infarto de miocardio (IM) previo y la incidencia de episodios isqumicos cardiovasculares (CV) entre los pacientes con fibrilacin auricular (FA).
En el ensayo ROCKET AF, se incluyeron 14.264 pacientes con FA no valvular que se
aleatorizaron a rivaroxabn o warfarina. El objetivo de eficacia clave para estos
anlisis fue muerte CV, IM, y angina inestable (AI). Este anlisis preespecificado
fue realizado en los pacientes mientras estaba en tratamiento. Las tasas se expresan por 100 paciente-aos.
Del total, solo 2.468 pacientes (17%) haban tenido un IM antes del reclutamiento.
Comparados con los paciente sin IM previo, estos pacientes eran ms probablemente hombres (75 vs. 57%), reciben aspirina al inicio (47 vs. 34%), tienen insuficiencia cardiaca previa (78 vs. 59%), diabetes (47 vs. 39%), hipertensin (94 vs.
90%), un score CHADS2 medio ms alto (3,64 vs. 3,43), y un nmero menor de ictus
previo o AITs (46 vs. 54%). Las tasas de muerte CV, IM, o AI tendieron a ser ms
bajas en los paciente que se asignaron a rivaroxabn comparados con warfarina
[2,70 vs. 3,15; hazard ratio (HR) 0,86; intervalo de confianza (IC) 95%: 0,73-1,00;
P=0,0509]. Las tasas de muerte CV, IM, o AI fueron mayores en aquellos con IM
previo comparados con los que no tuvieron IM previo (6,68 vs. 2,19; HR 3,04; IC
95%: 2,59-3,56) con resultados consistentes para muerte CV, IM, o AI para rivaroxabn comparado con warfarina en IM previo comparado con los que no tenan
IM previo (P para interaccin = 0,10).
Ante estos resultados los autores concluyeron que el IM previo era comn y se
asociaba con un riesgo sustancial para episodios cardiacos subsiguiente. Los pa-
363
364
Como conclusin final a este trabajo dira que si ya la combinacin de antiagregantes con anticoagulacion mediante dicumarnicos no acaba de estar clara en
los primeros doce meses tras un IM, an queda mucho camino para evaluar si el
anticoagulante en estas situaciones de cardiopata isqumica deba ser uno de los
nuevos, y cul de los tres comercializados actualmente sera el ms adecuado en
la cardiopata isqumica. Supongo que en unos aos tendremos ms datos, pero
probablemente desde el campo de los registros y no por ensayos clnicos aleatorizados, mientras tanto nos enfrentaremos a un reto teraputico con escasas evidencias y pocas recomendaciones claras.
Referencia
Ischaemic Cardiac Outcomes in Patients With Atrial Fibrillation Treated With Vitamin K Antagonism or Factor Xa Inhibition: Results from the ROCKET AF Trial
365
367
368
COMENTARIO
En este estudio destaca el amplio uso actual, en nuestro medio, de la anticoagulacin oral en FA, especialmente la asociada a cardiopata. Existe la tendencia a una
menor anticoagulacin en pacientes jvenes y muy ancianos, empleando principalmente antiagregantes. Sin embargo, en los ensayos llevados a cabo en poblaciones de edades avanzadas, la anticoagulacin oral supuso una mayor reduccin del
tromboembolismo junto con similares tasas de sangrado mayor, en comparacin
con aspirina. Por ello, las guas europeas y norteamericanas destacan ya las limitaciones en eficacia y seguridad de la aspirina en la prevencin del tromboembolismo.
La prescripcin de antiplaquetarios en FA es frecuente, habitualmente en presencia de enfermedad coronaria. Un tema controvertido es cmo anticoagular a pacientes con FA que hayan sufrido un sndrome coronario agudo y/o en los cuales
se haya llevado a cabo angioplastia o implante de stent. Las guas actuales recomiendan mantener un periodo de triple terapia, seguido de anticoagulacin oral
ms antiagregacin simple, o bien, nicamente anticoagulacin. Recientemente,
un pequeo estudio randomizado sugiere que la combinacin de anticoagulante
oral y clopidogrel podra ser ptima en estos casos.
El presente estudio es, por tanto, un buen indicador de la prctica clnica actual y
del seguimiento de las recomendaciones establecidas.
Referencia
Real-World Antithrombotic Treatment in Atrial Fibrillation: the EURObservational Research Programme Atrial Fibrillation General Pilot Survey
Lip GY, Laroche C, Dan GA, Santini M, Kalarus Z, Rasmussen LH, Ioachim PM, Tica
O, Boriani G, Cimaglia P, Diemberger I, Hellum CF, Mortensen B, Maggioni AP.
doi: 10.1016/j.amjmed.2013.12.022.
369
Ensayo aleatorizado, doble ciego, prospectivo y controlado con placebo, que estudia la eficacia a los 6 meses de la denervacin renal (DR) en pacientes con hipertensin arterial (HTA) refractaria.
En este estudio se incluyeron 535 pacientes: 363 en el grupo de DR con catter Medtronic y 171 en el grupo placebo, consistente en angiografa renal sin DR. Los criterios de inclusin comprendan tres fases. Inicialmente se seleccion a pacientes
con tratamiento mdico ptimo en las ltimas 2 semanas (al menos 3 frmacos
a dosis mximas toleradas de los cuales uno era un diurtico) y con presin arterial sistlica (PAS) en consulta 160 mmHg tras 3 mediciones. Posteriormente, se
les indicaba la realizacin de una AMPA (automedida de la presin arterial en el
domicilio) durante 2 semanas con 2 mediciones diarias, comprobando adems la
adherencia teraputica mediante seguimiento y encuestas. Aquellos con una PAS
media 160 mmHg se les colocaba una MAPA de 24 horas, seleccionando a aquellos con PAS media 135 mmHg.
Se excluy a los pacientes con HTA secundaria, ingresos por emergencia hipertensiva en el ltimo ao y aquellos con contraindicaciones anatmicas: aneurisma arteria renal (AR), estenosis AR (>50%), intervencin previa en AR, dimetro
AR<4 mm y segmentos tratables <20 mm longitud. El ensayo fue doble ciego (ni
el paciente ni los asesores clnicos saban si la DR se haba realizado). Durante
los 6 meses siguientes no se hicieron cambios en el tratamiento a no ser que
fuera imprescindible.
Los objetivos del estudio eran: cambio en la PAS a los 6 meses, con una diferencia
entre grupos de al menos 5 mmHg en las cifras en consulta y 2 mmHg en la MAPA,
371
as como la evaluacin de criterios de seguridad: muerte, insuficiencia renal avanzada, embolismo, complicaciones renovasculares, crisis hipertensivas al mes y
nueva estenosis de la arteria renal (>70%) a los 6 meses.
Los dos grupos eran comparables en cuanto a las caractersticas basales y al tratamiento farmacolgico. Los resultados de PAS en consulta a los 6 meses fueron:
-14,1323,93 mmHg en el grupo DR frente a -11,7425,94 mmHg en el grupo placebo,
con una diferencia de -2,39 mmHg; IC 95%: -6,89 a 2,12; p=0,26. Los resultados de PAS
en MAPA a los 6 meses fueron: -6,755,11 mmHg en el grupo DR frente a -4,7917,15
mmHg en el grupo placebo, con una diferencia de -1,96 mmHg; IC 95%: -4,97 a 1,06;
p=0,98. En el anlisis por subgrupos tampoco se encontraron diferencias estadsticamente significativas. Se cumplieron los criterios de seguridad comentados.
Los autores concluyen que, al contrario de otros estudios previos publicados, en
este primer ensayo doble ciego, aleatorizado y comparado con placebo simulado,
la DR es segura, pero no consigue disminuir la PAS significativamente en pacientes con HTA refractaria.
COMENTARIO
Los resultados del SIMPLYCITY HTN-3 contradicen frontalmente los estudios previos en el campo de la DR, y lo hace con un estudio de mayor potencia estadstica
que los publicados hasta ahora y con unos criterios de inclusin muy estrictos confirmados mediante triple tcnica (consulta, AMPA y MAPA), lo que permite apoyar
el diagnstico de HTA refractaria y descartar factores confusores (HTA de bata
blanca, HTA enmascarada), algo que no se haca en otros estudios previos. Adems, aade el factor de la comprobacin (aunque no sea absoluta) de la adherencia teraputica, primera causa del mal control de la HTA, algo que da an mayor
consistencia a los resultados obtenidos.
Los pacientes incluidos cumplan los criterios de HTA refractaria tomando una
media de 5 frmacos diarios, aunque <30% tomaba antagonistas del receptor
mineralcorticoide. En este sentido, y aunque la HTA secundaria era un criterio de
exclusin, muchos expertos consideran que estos frmacos deben ser de uso obligado en el tratamiento de los pacientes con HTA refractaria. Otros factores que
podran interferir en el control de la PA son la obesidad (el 100% de los pacientes
eran obesos por IMC) y el SAHOS (25% de los pacientes), aunque no se encontraron diferencias en el anlisis por subgrupos.
372
Por otro lado, una de las cosas ms interesantes de este ensayo, es que se elimina
el efecto placebo que poda suponer el someterse a un procedimiento invasivo
como la DR, ya que todos los pacientes sufran un procedimiento de estas caractersticas, hecho en el que inciden muy especialmente los editorialistas de New
England al referirse a este ensayo. Adems, el seguimiento se realiza con doble
tcnica (consulta y MAPA), lo que da gran consistencia a los resultados por ser la
forma ms fiable de determinar las cifras reales de PA.
En cuanto a los objetivos planteados, se pueden considerar suficientemente laxos,
y a pesar de la evidencia que aportan los autores al respecto, no parecen clnicamente muy relevantes incluso al hablar de HTA refractaria (descenso de 5 mmHg
y 2 mmHg de media, respectivamente), especialmente cuando en ocasiones esta
precisin no puede alcanzarse ni por los aparatos de medida ni por los profesionales sanitarios. Sin embargo, y a pesar de ello, la DR no es superior al placebo en la
reduccin de las cifras de PAS, aunque se muestra que es una tcnica segura
Este ensayo tiene una metodologa muy cuidada, pero quiz debera haber tenido
en cuenta el patrn circadiano de la PA en el momento de la inclusin (La HTA refractaria con patrones non dipper es ms compleja de tratar y tiene peor pronstico). Tampoco se tiene en cuenta la presin arterial diastlica ni en el momento de
la inclusin ni en el seguimiento, y sera interesante disponer de estos datos para
completar la visin global del estudio. Por ltimo, tampoco podemos determinar
la importancia que tiene en los resultados el tipo de catter usado en la DR, con
respecto a otros disponibles en el mercado.
En conclusin, los resultados de este ensayo aportan una evidencia muy slida
que cuestiona enormemente la eficacia de la DR en la HTA refractaria, a pesar de
lo cual, no se puede desterrar definitivamente a la DR del algoritmo teraputico
de la HTA refractaria. Posiblemente, debera considerarse como alternativa ltima, siempre dentro de unidades especializadas y realizada por manos expertas,
abandonndose, sin embargo, la idea utpica de que la DR acabara extendindose a todos los hipertensos. Adems, resultan obligados nuevos estudios que nos
permitan conocer mejor la fisiopatologa de la HTA y poder as determinar qu
pacientes hipertensos podran beneficiarse ms de esta tcnica.
373
Referencia
A Controlled Trial of Renal Denervation for Resistant Hypertension
374
Uno de los valores ms preciados para cualquier mdico es su reputacin profesional, la opinin que tienen de nosotros como profesionales nuestros pacientes y
compaeros. Trabajamos muy duro todos los das para conseguir que nos consideren buenos mdicos!
La reputacin profesional se construye poco a poco con la suma de todas nuestras
actividades. La atencin que le damos a nuestros pacientes. La opinin de nuestros
compaeros. La actividad en la privada, investigacin, docencia, sociedades profesionales... Las personas que todos identificamos con una slida reputacin profesional han tenido que trabajar muy duro y muchos aos para llegar a donde estn!
Sin embargo, las cosas estn cambiando. O mejor dicho, han cambiado ya. La culpa la tiene Internet, que revoluciona todo lo que toca. Empez por la msica y las
pelculas. Luego fueron los libros. Ahora va a volver locos a los taxis. Y nosotros
vamos a ir detrs antes o despus. No sabemos lo que significa una palabra? Buscamos en Google Queremos comprar una cmara de fotos? Buscamos en Google.
Un bar de moda? Otra vez a Google! Internet y Google se han convertido en nuestra principal fuente de informacin, camino de ser la nica. Y con los telfonos
mviles estamos conectados 24 horas al da. Conclusin? Lo que no est en Internet a da de hoy sencillamente no existe.
Internet se ha convertido en la principal fuente de informacin tambin en medicina. Segn el Instituto Nacional de Estadstica la bsqueda de informacin sobre temas de salud est en el nmero 6 en el listado de usos ms frecuentes de Internet en
Espaa, no muy lejos del uso de las redes sociales! Y la gente usa Internet tambin
para buscar informacin sobre sus mdicos y hospitales. La consecuencia? Pues que
sin darnos cuenta, una buena parte de nuestra reputacin profesional est pasando
a lo que se ve de nosotros en Internet, a nuestra reputacin online.
375
La prueba es muy sencilla. Vete a Google y pon tu nombre en el buscador. Es probable que te lleves una sorpresa. Todos tenemos una imagen digital en Google.
Aunque no queramos. La imagen digital est formada por el conjunto de la informacin disponible sobre nosotros en Internet, que es todo lo que otros han escrito
sobre nosotros por el motivo que sea, desde una resea de una publicacin al registro de una multa impagada. Esto es lo que ver de ti un paciente que te busque
antes de ir a tu consulta o la persona a la que le has mandado un currculum porque buscas trabajo. Y es posible que no te guste. Y si no sales en Google casi peor.
En los ltimos aos est tomando mucha fuerza el concepto de marca personal
como la gestin activa de la presencia en Internet. La marca personal sera ms o
menos una estrategia de marketing personal para construir una imagen de nosotros atractiva para empleadores y clientes. Apple se lo ha currado y mucho para
asociar su imagen con la de productos innovadores. No te gustara a ti aparecer
en Internet como el mdico que ms sabe en tu especialidad profesional?
La marca personal es la forma digital de promocionar nuestro prestigio profesional; es la forma de dar visibilidad a nuestros puntos fuertes y de llamar la atencin
de los dems; una buena marca personal har ms sencillo que los pacientes nos
encuentren, que tengan una buena impresin de nosotros incluso antes de habernos conocido y nos dar ms oportunidades para participar en todo tipo de
proyectos. Como dice Enrique Dans: Algunos todava piensan que el curriculum
vitae es algo que se escribe, se imprime y se manda por carta. NO, tu curriculum
vitae est en la red y quien quiera contratarte o quien quiera pensar en ti para una
oportunidad profesional de algn tipo se va a meter en la red y mirar qu has hecho, sobre qu has escrito, dnde est esa marca en la red. Esta es la inversin que
realmente vale la pena hacer.
La base de la creacin de una marca personal es tener una actitud activa y publicar contenidos propios para que cuando alguien te busque en Google lo que
encuentre sea algo que has escrito t, que has tenido buen cuidado de poner la
informacin que a ti te pareca importante bien colocadita, en orden y fcilmente
accesible. Los expertos sugieren como posibles herramientas tiles sencillas:
Crear un perfil de Linkedin, que es la red social profesional ms importante,
donde puedes colgar tu currculum y que siempre sale en los primeros resultados de bsqueda de Google.
376
377
379
COMENTARIO
380
381
Referencia
Updated Clinical Classification of Pulmonary Hypertension
382
El estudio RE-LY estableci la eficacia y seguridad del dabigatrn frente a warfarina en pacientes con fibrilacin auricular (FA) no valvular e indicacin de anticoagulacin. Sucesivos anlisis han establecido una probabilidad ms alta de sangrado
mayor con la dosis de 150 mg que con la de 110 mg, as como en pacientes mayores
de 75 aos o con aclaramiento de creatinina disminuido.
El presente subanlisis del RE-LY trata de establecer los factores que influyen en los niveles plasmticos del frmaco y la relacin entre dichos niveles y los eventos adversos
(ictus/embolia sistmica/sangrado mayor), aspectos no esclarecidos hasta la fecha.
Se incluy a 9.183 pacientes del RE-LY con muestras de sangre adecuadas, as
como todos los eventos presentados (ictus/embolia sistmica/sangrado mayor)
siempre que los mismos hubieran tenido lugar bajo tratamiento con dabigatrn
independientemente de la relacin cronolgica entre la extraccin analtica y el
acontecimiento antes mencionado. Para la concentracin pico se usaron muestras extradas 1-3 horas tras la ltima dosis y para las concentraciones valle las
obtenidas 10-16 horas despus. Se determin la concentracin total de dabigatrn en todas las muestras, y se estableci la relacin entre los sucesos de inters
(ictus/embolia sistmica/sangrado mayor) y concentracin valle del frmaco (las
concentraciones pico no aportaron nada), teniendo adems en cuenta mltiples
variables (CHADS2 score, edad, sexo, ndice de masa corporal, aclaramiento de
creatinina, enfermedad coronaria, diabetes mellitus, accidente isqumico transitorio o ictus previo, uso concomitante de aspirina (AAS) o clopidogrel). El modelo
de regresin logstica elaborado se aplic para predecir eventos en el grupo de
pacientes sin determinacin de los niveles del frmaco (3.584 pacientes).
Se dispuso de concentraciones valle de 8.449 pacientes, siendo la concentracin media de 64,7 ng/ml (dosis de 110 mg) y 91,0 ng/ml (dosis de 150 mg). Las concentracin
383
En este estudio, el riesgo de sangrado mayor, ictus y embolia sistmica en los pacientes que recibieron dagibatrn dependi de la concentracin valle del mismo.
A su vez la concentracin dependi de edad, funcin renal, sexo y peso. No hay
que olvidar que, por otra parte, todos estos factores salvo el peso son factores de
riesgo de ictus y hemorragia en la FA.
La edad es el factor demogrfico que predijo con ms fuerza el riesgo de eventos
para una concentracin de dabigatrn dada, teniendo adems en cuenta que es
factor de riesgo en s mismo para eventos adversos en la FA y que lleva aparejada
una disfuncin renal que contribuye a aumentar los niveles del frmaco.
Como limitaciones del presente subanlisis estn: sesgos por la falta de muestras de
sangre en algunos pacientes (aunque la informacin obtenida parece extrapolable a
ellos); la ausencia de relacin temporal entre la obtencin de la muestra y el evento
en muchos casos; y la prdida de pacientes con eventos muy inmediatos al inicio del
tratamiento y que rpidamente lo interrumpieron, al no disponer de muestras de
los mismos. Tampoco se tuvo en cuenta el grado de adherencia al tratamiento.
El inters del presente anlisis radica en sugerir que en ciertos pacientes con caractersticas demogrficas determinadas (especialmente en lo que se refiere a edad y funcin
renal), que implican un alto riesgo de eventos clnicos adversos, podra estar indicado
el ajuste de la dosis oral de dabigatrn en los casos en que se alcanzaran concentraciones plasmticas extremas, aunque hacen falta ms ensayos en este sentido.
384
Referencia
The Effect of Dabigatran Plasma Concentrations and Patient Characteristics on
the Frequency of Ischemic Stroke and Major Bleeding in Atrial Fibrillation Patients.
The RE-LY Trial (Randomized Evaluation of Long-Term Anticoagulation Therapy)
385
La estenosis valvular artica es la enfermedad valvular degenerativa ms frecuente, que conlleva un mal pronstico tras la aparicin de sntomas. ElUS Corevalve Pivotal Trial,ensayo clnico aleatorizado, multicntrico realizado en 45 hospitales de
Estado Unidos,compar la sustitucin valvular artica con el implante de prtesis
percutnea autoexpandible (Corevalve).
El objetivo primario fue la mortalidad por cualquier causa a 1 ao de los pacientes con estenosis valvular artica severa sintomtica ( NYHA 2) y elevado riesgo
quirrgico. Los objetivos secundarios incluyeron el compuesto de eventos cardiovasculares y cerebrovasculares mayores (muerte por cualquier causa, infarto de
miocardio, ictus o reintervencin). La edad media de los pacientes (n=795) fue de
83,27,1 aos y el 52,7% de los pacientes fueron varones. El riesgo quirrgico por
LogEuroSCORE fue >17,6% en ambos grupos, con una mortalidad estimada a 30
das del 7,4% por STS PROM. La mayora de pacientes presentaban un elevado nmero de comorbilidades. La tasa de xito del implante fue del 99,7% (n=389) en
el grupo de TAVR (transfemoral, transubclavia o va artica directa) y del 98,8%
(n=353) en el grupo quirrgico.
La mortalidad por cualquier causa fue significativamente menor en el grupo tratado por va percutnea frente al acceso quirrgico (14,2% vs. 19,1%, p=0,04). La
reduccin de gradientes transarticos, mejora de clase funcional NYHA y calidad
de vida fueron similares en ambos grupos. La tasa de eventos cardiovasculares y
cerebrovasculares a 1 ao fue significativamente menor en el grupo TAVR frente
al quirrgico (20,4% vs. 27,3%, p=0,03). La tasa de ictus en el grupo de TAVR vs. Qx
fue 4,9% vs. 6,2% a 30 das (p=0,46) y 8,8% vs. 12,6% a 1 ao (p=0,10).
La tasa de complicaciones vasculares mayores a 30 das (5,9% vs. 1,7%, p= 0,003) y la
necesidad de marcapasos definitivo (19,8% vs. 7,1%, p<0,001) fue significativamente
387
mayor en el grupo de tratamiento percutneo. Por el contrario, la tasa de hemorragias graves (13,6% vs. 35%, p<0,001), insuficiencia renal aguda (6% vs. 15,1%, p<0,001)
e incidencia de fibrilacin auricular (11,7% vs. 30,5%, p<0,001) fue significativamente
mayor en el grupo quirrgico. Asimismo, se documentaron 5 casos de perforacin
cardiaca en el grupo de tratamiento percutneo (1,3% vs. 0%, p=0,03).
Se trata del primer ensayo clnico que compara la implantacin percutnea de
una prtesis valvular autoexpandible artica con la ciruga de sustitucin valvular
artica, demostrando una mayor supervivencia de los pacientes tratados por va
percutnea a 1 ao.
COMENTARIO
En los pacientes con estenosis valvular artica severa con elevado riesgo quirrgico, el implante percutneo de una bioprtesis valvular autoexpandible se asoci
con una mayor supervivencia a 1 ao comparado con la sustitucin valvular quirrgica. Esta mejor supervivencia se acompaa de una reduccin de los eventos
cardiovasculares y cerebrovasculares.
Los pacientes que recibieron una prtesis artica por va percutnea presentaron
una mayor tasa de complicaciones vasculares, necesidad de marcapasos definitivo y perforacin cardiaca. Por el contrario, las tasas de hemorragias, insuficiencia
renal aguda y fibrilacin auricular fueron menores.
La reduccin de la mortalidad y de eventos cardiovasculares en los pacientes tratados por va percutnea supone un hallazgo de gran relevancia clnica que cambiar en el paradigma del tratamiento de la estenosis artica en pacientes de alto
riesgo quirrgico.
388
Referencia
Transcatheter Aortic-Valve Replacement With a Self-Expanding Prosthesis
Adams DH, Popma JJ, Reardon MJ, Yakubov SJ, Coselli JS, Deeb GM, Gleason
TG, Buchbinder M, Hermiller J, Kleiman NS, Chetcuti S, Heiser J, Merhi W,
Zorn G, Tadros P, Robinson N, Petrossian G, Hughes GC, Harrison JK, Conte
J, Maini B, Mumtaz M, Chenoweth S, Oh JK for the U.S. CoreValve Clinical
Investigators.
N Engl J Med 2014; 370:1790-1798.
389
Los desfibriladores automticos implantables (a quienes familiarmente todos llamamos DAI) han sido un formidable avance en la cardiologa. Un verdadero salto
de gigante. Cada vez funcionan ms fiablemente detectando las arritmias letales
y tratndolas de inmediato. Sofisticada y finamente (la sobrestimulacin, porque
la descarga sigue siendo algo ms brutal segn los que lo experimentan).
Los colegas electrofisilogos los implantan con fervor y eficacia. Se sienten felices
porque salvan vidas. Y los fabricantes tambin, porque se estn forrando. Legtimamente. Los clnicos, por nuestra parte, lo tenemos muy fcil. Las guas nos
sealan con toda claridad a qu pacientes debemos indicarlo. Y de forma tan sencilla que solo tenemos que ponderar tres variables: la etiologa de la disfuncin
ventricular, la fraccin de eyeccin y los antecedentes de arritmia letal. Todo clnico. Sin tcnicas de imagen complejas ni anlisis especiales. Estupendo.
Por cierto y entre parntesis, un inciso. A ver si de una vez dejamos de referirnos a
los antecedentes de muerte sbita. Por favor, menos papanatismo con traducir del
ingls sin pensar. Se trata de pacientes reanimados (mejor que resucitados) de una
arritmia letal. No padecieron una muerte sbita. Si hubiera sido as, no estaran pasendose despus con su DAI. No puede decirse de un paciente que tiene antecedentes de muerte sbita o ha sufrido una muerte sbita (o varias!) abortada. Muerte en
castellano es cese de la vida. Es, por tanto, irreversible, final, fatal, terminal, kaputt! Si
fue sbita es que el paciente falleci de forma repentina. Pero ni el equipo mdico lo
salv ni el paciente vivi despus; si fue as es que no estaba muerto. Solamente haba
sufrido un paro cardiaco, un colapso cardiovascular o una arritmia letal, que s pueden
reanimarse y eventualmente luego prevenirse con nuestros DAI.
Algn pero tena que haber en el idlico paisaje de los DAI. Dos son claros. El primero de carcter cientfico. Las indicaciones vigentes son demasiado liberales
porque de intento prefieren pasarse que quedarse cortas. Lo que lleva a que muchos DAI implantados nunca llegan a descargar; ni siquiera a aplicar terapia de
391
sobrestimulacin. Es decir, que los pacientes que los llevan no presentan arritmias
subsidiarias de esta terapia. En esta poca de restricciones econmicas, mucho
ganaramos detectndolos de antemano. Ah hay un posible nicho de ahorro importante. Adems, libraramos a estos pacientes de llevar el DAI. Que no siempre
es un lecho de rosas ni fsica- ni psicolgicamente. Pero parece que los implantadores estn poco -y los fabricantes nada- interesados en restringir las indicaciones. Se han limitado a fabricar DAI ms sencillos (un poco ms baratos) para los
pacientes en quienes verosmilmente descargarn poco o nada.
El otro pero es ms de la prctica cotidiana. Tiene que ver con la informacin que
damos a los pacientes candidatos a DAI. Los cardilogos no somos los fontaneros
de nuestros pacientes (o no solo eso); somos y debemos seguir siendo sus consejeros. Y aqu ni los estudios (la evidencia) ni las guas no nos lo aclaran todo. A
muchos pacientes se les plantea simplemente la implantacin del DAI como una
terapia que les va a resucitar y salvarles la vida. Lgico que se apunten sin rechistar. Otras veces se les dice con cierto tonillo de suficiencia que est en el protocolo, mgica frase que creemos explica todo, que no significa en realidad nada pero
ante la que los pacientes no se ven en situacin de argumentar. Y nos quedamos
satisfechos y convencidos de que estamos salvando otra vida.
Pero en otros casos hay que ir ms all. Algunos pacientes agradeceran que les
dijramos con todo cario -pero tambin con toda claridad- que en las fases
avanzadas de la insuficiencia cardiaca sistlica la muerte les puede venir de tres
formas principales: 1) sbitamente; 2) por progresin de la insuficiencia cardiaca
hasta fases terminales; y 3) de cncer (algo cnicamente podramos decir que tal
sera nuestro objetivo como cardilogos: que el paciente se muera lo ms tarde
posible y no del corazn; y la otra alternativa ms probable es el cncer). De esos
tres tipos, los DAI evitan la primera, por lo que quedan las otras dos. Y hay pacientes que elegiran la muerte repentina porque creen que es misericordiosa (la familia y los mdicos no tanto). Las otras alternativas son muy penosas a veces y los
pacientes las temen. Inclusive hay cada vez ms preocupacin y, claro, directrices
sobre a quines y en qu momento hay que desconectar los DAI.
392
Manejamos adecuadamente la
anticoagulacin en pacientes con
fibrilacin auricular y angioplastia?
Dr. Jos Antonio Fernndez Daz
16 de mayo de 2014
Estudio observacional de pacientes con fibrilacin auricular (FA) a los que se les
realiz angioplastia por primera vez, y que fueron seleccionados dentro de un registro japons de ms de doce mil personas. Se evalu el riesgo de ictus y hemorragia, y su relacin con el tratamiento anticoagulante y antiagregante.
Se utiliz el registro CREDO-Kyoto cohorte 2 de 12.716 pacientes a los que se les
haba realizado una intervencin coronaria de enero de 2005 a diciembre de 2007,
en 26 centros en Japn. De estos pacientes 1.057 (8,3%) presentaban FA en el momento del procedimiento y son la cohorte del estudio.
Como era de esperar se observ que la tasa de ictus era significativamente mucho mayor en pacientes con FA con respecto a la cohorte sin FA (12,8 % vs. 5,8%
p<0,0001). Centrndonos en la poblacin en FA, se observ que aunque la mayora de los pacientes tenan indicacin de anticoagulacin por presentar un score
CHADS2 2 (75,2%), solo el 47,9% de los pacientes fueron dados de alta con anticoagulantes orales (ACO). Sin embargo, no se evidenci diferencia significativa en
la tasa de ictus a los cinco aos entre los pacientes anticoagulados y los no anticoagulados (13,8% vs. 11,8% p=0,49). El tratamiento anticoagulante fue subptimo ya
que el tiempo en rango teraputico (TRT) (considerado en el registro como un INR
1,6-2,6) fue solo del 52,6% de todo el seguimiento en la cohorte. nicamente un
37,7% de los paciente presentaban un TRT 65%. De hecho en los pacientes con
TRT 65% la tasa de ictus a los cinco aos era marcadamente inferior que con el
resto de los pacientes (6,9% vs. 15,1% p=0,01). En cuanto a la influencia de la doble
antiagregacin (DAG), se compar la poblacin de pacientes que a los 4 meses de
la angioplastia seguan con DAG respecto a los que la haban suspendido. Es destacable que a los 5 aos de seguimiento los pacientes con DAG superior a 4 meses,
393
tenan una tendencia hacia una mayor tasa de ictus y hemorragias mayores que
los que no estaban en tratamiento con DAG (15,1% vs. 6,7%, p=0,052; 14,7% vs.
8,7%, p=0,10, respectivamente).
Los autores concluyen que existe claramente un inadecuado manejo de la anticoagulacin en pacientes con FA a los que se les realiza intervencionismo coronario y esto se traduce en una inadecuada prevencin del ictus. El tratamiento con
DAG ms all de 4 meses no se traduce en una disminucin de la tasa de ictus e
incluso se observa una tendencia hacia una mayor tasa de hemorragias mayores.
COMENTARIO
394
Referencia
Anticoagulant and Antiplatelet Therapy in Patients With Atrial Fibrillation Undergoing Percutaneous Coronary Intervention
Koji Goto, Kentaro Nakai, Satoshi Shizuta, Takeshi Morimoto, Hiroki Shiomi,
Masahiro Natsuaki, Mitsuhiko Yahata, et al. CREDO-Kyoto registry cohort-2.
doi:10.1016/j.amjcard.2014.03.060.
395
La adopcin de la va radial en los Estados Unidos es baja y esto puede tener relacin con las dificultades en el aprendizaje de la tcnica.Este estudio retrospectivo, basado en el CathPCI (National Cardiovascular Data Registry), analiza la curva
de aprendizaje de la va radial en el intervencionismo coronario percutneo (ICP),
la duracin del procedimiento, el uso de contraste y resultados.
Se utilizaron los datos del registro CathPCI (National Cardiovascular Data Registry)desde julio de 2009 a diciembre de 2012 para identificar los nuevos operadores por va radial, definido como acceso radial exclusivo desde la primera inclusin
de un casoen la base de datos y al menos ms de 15 ICP tras ello. Se eligieron como
marcadores de competencia de la tcnica el tiempo de fluoroscopia, el volumen
de contraste y el xito del procedimiento. Los endpoint secundarios incluyeron
muerte intrahospitalaria, mortalidad, sangrado y complicaciones vasculares. Se
analizaron los resultados utilizando la experiencia del operador como unas variables continuas en los modelos de correlacin lineal mixtos.
De los 54.561 procedimientos realizados en 704 centros, 942 operadores realizaron
1-10 casos; 942 entre 11-50 casos, 375 entre 51-100 casos y 148 entre 101-200 casos. A
medida que aumentaba la experiencia del operador en la va radial se realizaron
ms ICP en mujeres, SCACEST y situaciones de emergencia. Un bajo tiempo de
fluoroscopia y de uso de contraste se asoci no linealmente con una mayor experiencia del operador, con reducciones ms rpidas en los novatos (<30-50 casos) y
mayores en los expertos (>30-50 casos). El xito del procedimiento fue alto, mientras que la mortalidad, el sangrado y las complicaciones vascular se mantuvieron
bajas en todos los niveles de experiencia.
Los autores concluyen que a medida que aumenta la experiencia del operador
en la va radial se eligen pacientes de ms riesgo para esta tcnica. Asimismo, la
397
Aunque la primera coronariografa por va radial fue realizada por primera vez en
1989 por el Dr. Campeau y descrita para ICP en 1994 por el Dr. Kiemeneij, su extensin parece que ha estado limitada a los pases fuera de los Estados Unidos. Aunque la va de acceso radial, comparada con la femoral, ha demostrado disminuir el
sangrado, las complicaciones vasculares, tener un mejor perfil de coste-efectividad e incluso una tendencia en la disminucin de la mortalidad en pacientes con
SCACEST, su uso en este pas sigue siendo bajo.
Esta baja penetracin de la va radial en los Estados Unidos puede estar relacionada con la dificultad en el aprendizaje de esta tcnica en los operadores acostumbrados a la va femoral. Este estudio pretende establecer un umbral a partir
del cual pudiera decirse que un operador tiene la competencia o las habilidades
tcnicas necesarias para poder realizar un procedimiento de forma segura y con
unos resultados similares tanto por va radial como femoral, y demostrar que conforme aumenta la experiencia, la utilizacin de la va radial para los casos ms
agudos es segura.
Un umbral de 30-50 procedimientos utilizando la va radial parece sensato, y aunque puede cambiar entre cada uno de los operadores, debera implementarse en
las guas de prctica clnica y en las directivas de formacin de fellows en cardiologa intervencionista, acreditaciones y reacreditaciones.
Estos datos pueden animar a los pocos centros y operadores que an utilizan la va
femoral como preferencial. Es interesante el anlisis que hacen los autores sobre
las posibles causas de no adoptar esta tcnica y que son comunes a los femoralistas en Europa: ausencia de formacin de fellows en esta tcnica, ausencia en el
centro de operadores experimentados y el abandono de la tcnica tras los primeros procedimientos sin continuar la formacin.
398
Referencia
The Learning Curve for Transradial Percutaneous Coronary Intervention among Operators in the United States: A Study from the National Cardiovascular Data Registry
399
Recndita desarmona
Dr. Eduardo Alegra Ezquerra
22 de mayo de 2014
Poco podran imaginar los sesudos redactores de las guas europeas y los dirigentes de la Agencia Europea del Medicamento que en el extremo sur iban a brotar
unos solistas seudoilustrados que les iban a enmendar la plana. Me estoy refiriendo a las guas sobre las indicaciones de los nuevos anticoagulantes orales (los
NAO como les llamamos familiarmente) para la prevencin de las embolias en la
fibrilacin auricular y a las peculiaridades de su aplicacin en nuestro pas.
Y a nuestros dirigentes sanitarios, los cuales, a imitacin de los dems rectores de
este pas que merece algo mejor, con demasiada frecuencia vacan la vejiga fuera
del receptculo para flores (por traducir en fino la expresin castiza). En el campo
de los NAO se ha notado bastante. Su ignorancia se ha hecho patente en cuanto
han tenido ocasin de exhibirla.
La historia es bien conocida. Tras muchos aos lamentndonos de las deficiencias,
incomodidades y riesgos de las dicumarinas y de la sujecin que exigen los abundantes controles y las interacciones, disponemos ahora de varios NAO, alternativas ms cmodas que supuestamente esperbamos con afn. Pero resulta que
apenas los aprovechamos (aparte de que les echamos en cara lo que abominbamos de las dicumarinas), en parte porque an hay quienes recelan de los NAO
aduciendo que hay poca experiencia (algunos hematlogos destacan al respecto)
y sobre todo por las restricciones impuestas por los rectores de la sanidad pblica.
Adems de las razones comunes a los europeos tenemos nuestras propias barreras. Spain is dif ferent. A nuestros dirigentes sanitarios se les ha ocurrido poner
filtros a la indicacin de los NAO en el sistema pblico. Bien hecho en principio,
pues deben contener el gasto. Lo que no est tan bien es que se inventen requisitos bizarros y normas peculiares que no figuran en las directrices ni en las
fichas tcnicas de los frmacos citados (que ellos mismos aprobaron!). Y que
adems son notablemente diferentes entre comunidades, provincias e incluso
regiones de la misma provincia.
401
Ser para ahorrar? Quiz al principio haya un ahorro digamos contable, pero hay
ya al menos un estudio farmacoeconmico con uno de los NAO en nuestro entorno (Gonzlez-Juanatey et al. Rev Esp Cardiol 2012;65:901-10) en el que se demuestra su rentabilidad (costo-eficacia). Estas restricciones economicistas contrastan
ademscon la resonante ausencia de ellas respecto a gran cantidad de nuevos
frmacos en las reas neuropsiquitrica y oncolgica, mucho ms caros y que los
especialistas prescriben a su criterio sin limitacin alguna.
Ser para evitar un uso inadecuado? Gracias, pero los clnicos no somos tan inconscientes. Y no parece sensato prevenir la sobreutilizacin de un grupo de frmacos
promocionando su infrautilizacin. Porque, qu es sino eso desalentar los tratamientos de novo? Una de las condiciones ms repetidas en ese batiburrillo de restricciones regionales es la documentacin de mal control con dicumarina durante
seis meses! U obligar a prescribir sistemticamente acenocumarol y esperar a si hay
complicaciones, intolerancias o dificultades para autorizar el cambio a un NAO.
Ser para proteger a los pacientes de eventuales complicaciones hemorrgicas?
De nuevo gracias por el intento, pero esta es responsabilidad nuestra, de los clnicos, no de los gestores. Pero, tras numerosos estudios, anlisis, metaanlisis, revisiones y guas, los mdicos de a pie por fin hemos comprendido algunos mensajes
clave sobre los NAO: 1) en cuanto a eficacia preventiva frente a las embolias, todos
los NAO (ahora hay tres diferentes en el mercado y otro en camino) han salido a
empatar el partido contra el campen (Warfarin Rats C.F.) y lo han conseguido, es
decir, son alternativas equiparables a las dicumarinas en esta indicacin; 2) como
no se han enfrentado entre s, no cabe afirmar que cualquiera de los NAO es mejor
que los dems; 3) las complicaciones hemorrgicas tambin son similares entre
todos ellos y warfarina, con una notable excepcin, las hemorragias intracraneales (que con todos los NAO son alrededor de 40-50% menos frecuentes que con
warfarina, de forma evidente y homognea). Este ltimo aspecto es, a mi juicio,
decisivo para inclinar las preferencias hacia los NAO. Algunos gestores, ms perspicaces que sus colegas, han decidido por ello autorizar los NAO para pacientes
con mayor riesgo de hemorragia cerebral exigiendo demostrar mediante una radiotomografa cerebral la presencia de leucoaraiosis. Cosa que ninguna gua dice
ni tampoco es barata precisamente. En fin, otro despropsito ms.
Entonces? Si no hay justificacin por criterios de costo, clnicos ni de calidad, cules son? Parece que el asunto se limita a aplicar el viejo (y sabio) proverbio sajn:
El que paga al gaitero elige la tonada. Pero aqu eso no debera valer.
402
403
Estudio prospectivo multicntrico que valora el pronstico a largo plazo y el manejo de la endocarditis infecciosa (EI) de cmaras izquierdas en situacin crtica, y
evaluar el impacto de la ciruga en dicha situacin.
La metodologa empleada por los autores fue la inclusin prospectiva de pacientes con EI a lo largo de las unidades de cuidados intensivos (UCI) de Francia desde
el 1 de abril 2007 al 1 de octubre de 2008.
Los resultados comunicados fueron los siguientes: de los 198 incluidos de forma
prospectiva 137 (69%) fallecieron en una mediana de tiempo de seguimiento de
59,5 meses. Las caractersticas que se asociaron significativamente con la mortalidad fueron: Sepsis-related Organ-Failure Assessment (SOFA) score en el momento del ingreso en UCI [hazard ratio (HR), intervalo de confianza (IC) 95% de
1,43 (0,79-2,59) para SOFA 5-9; 2,01 (1,05-3,85) para SOFA 10-14; 3,53 (1,75-7,11) para
SOFA 15-20; categora de referencia SOFA 0-4; P=0,003]; EI sobre vlvula protsica
mecnica [HR 2,01; IC 95%: 1,09-3,69; P=0,025]; tamao de la vegetacin 15 mm
[HR 1,64; IC 95%: 1,03-2,63, P=0,038]; y ciruga cardiaca [HR (IC 95%) 0,33 (0,16-0,67)
para ciruga 1 da despus del diagnstico de EI; 0,61 (0,29-1,26) para ciruga 2-7
das despus del diagnstico de EI; 0,42 (0,21-0,83) para ciruga >7 das tras el diagnstico de EI; categora de referencia NO ciruga; P=0,005]. A 103 de los pacientes
(52%) se les realiz una ciruga cardiaca tras una mediana de tiempo de 6 (16) das.
Los predictores independientes para realizar una intervencin quirrgica en el
anlisis multivariado fueron: edad 60 aos [odds ratio (OR) 5,30; IC 95%: 2,4611,41; P<0,01], insuficiencia cardiaca [OR 3,27; IC 95%: 1,03-10,35; P=0,04], shock
cardiognico [OR 3,31; IC 95%: 1,47-7,46, P=0,004], shock sptico [OR 0,25; IC 95%:
405
La EI es una enfermedad infrecuente pero grave que todava conlleva unas altas
tasas de mortalidad que se aproximan a un 30% al ao. En los ltimos aos la epidemiologa de la EI ha cambiado significativamente en los pases occidentales volvindose el caso tpico el paciente envejecido que presenta comorbilidades. La EI es
ahora a menudo aguda, asociada con infeccin por Staphylococcus aureus, y caracterizada por complicaciones cardiacas y eventos emblicos. Ha habido incremento importante en el nmero de pacientes que requiere un ingreso en UCI (conocida como
EI crtica). El pronstico por tanto no solo va a depender de la gravedad de la EI, sino
tambin del estado de salud subyacente de los pacientes. Sin embargo, muy pocos
estudios se han centrado en los pacientes con EI crtica y mltiples complicaciones.
Ha existido un incremento en el nmero de trabajos que abogan por la ciruga
temprana en EI complicada en la pasada dcada. La ciruga temprana se ha convertido en el pilar fundamental de la terapia de la EI complicada. Sin embargo,
los estudios que informan sobre el impacto de la ciruga sobre el pronstico en
406
pacientes que estn crticamente enfermos son escasos. Adems, en tales pacientes, existe a menudo la necesidad de sopesar los coexistentes riesgos y beneficios.
Aqu tenemos la mayor serie contempornea de pacientes con EI crtica con un
mayor seguimiento hasta la fecha en una poblacin de estas caractersticas. Este
estudio subraya la importancia de las escalas que valoran el fallo de rganos para
decidir la ciruga. Obviamente presenta las limitaciones de un estudio observacional, incluyendo diferentes tipos de centros que probablemente haya llevado a
distintas estrategias en relacin con la ciruga, as como que no se puede excluir
la posibilidad de que algunos de los pacientes hayan desarrollado complicaciones
que podran haber sido previstas con una intervencin a tiempo. Es destacable
que al tener pocos pacientes no hayan recurrido al uso de propensity score, por otro
lado, el uso del modelo de Cox para el anlisis limit que existiera un sesgo de
seleccin en base a sobrevivir al tratamiento.
Este es un trabajo de inters ya que plantea dudas al respecto de si todo se limita a
realizar la ciruga cuanto antes o si es preciso estratificar el riesgo para decidir si la
ciruga puede ser beneficiosa o no, destacando la importancia de las escalas para
valorar dao multiorgnico como la SOFA empleada aqu.
Referencia
Long-Term Outcomes and Cardiac Surgery in Critically ill Patients With Infective
Endocarditis
407
COMENTARIO
410
ciona una forma ms fcil de interpretar la respuesta del paciente a los diurticos.
No obstante, se necesitan ms investigaciones para confirmar este hallazgo.
Referencia
Diuretic Response in Acute Heart Failure: Clinical Characteristics and Prognostic
Significance
411
Publicar no es investigar
Dr. Domingo Pascual Figal
29 de mayo de 2014
En los ltimos aos hemos asistido a un auge enorme de publicaciones y de revistas cientficas. Publicar se ha convertido en un objetivo prioritario dentro de la
bsqueda de notoriedad profesional y de currculum en la competitividad por un
empleo. Esta fiebre publicadora sigue en aumento y sus efectos se dejan ver.
Despus de aos creyndolo y de que las guas recomendaran el uso de betabloqueantes para disminuir el riesgo de complicaciones cardiovasculares en la ciruga
no cardiaca, este beneficio est en serio debate tras la acusacin de manipulacin
de los datos por su principal publicador, Don Poldermans1. En marzo de este ao
2014, un metaanlisis excluyendo los datos publicados por Poldermans mostraba al
contrario un aumento de la mortalidad significativo con el uso de betabloqueantes,
llevando a exigir la inmediata revisin de las guas2. De ser as, las consecuencias del
sesgo en la publicacin podran haber afectado a miles de pacientes1. En febrero de
este ao 2014 tambin conocamos la existencia de una investigacin y evidencias
de mala conducta cientfica en un pionero y reconocido publicador, Bodo-Eckehard
Strauer, en el uso de clulas madre en el infarto de miocardio3. Siendo esta un rea
especialmente sensible en la que en los ltimos meses no dejan de conocerse escndalos que afectan incluso a publicaciones en revistas del nivel de Nature4. Pero
es en revistas de mucho menor impacto, donde es ms que probable que el sesgo
publicador sea mucho ms frecuente aunque menos trascendente.
Publicar se puede hacer en cualquier revista o en panfleto, pero por desgracia en
muchos casos no es investigar. Lo primero para un buen profesional de la medicina
no es publicar, sino investigar: el principio y lo ms importante. La hiptesis generada desde el paciente o desde el laboratorio y un mtodo cientfico correcto para
probarla son el principio de todo, de la investigacin. Los resultados son lo menos
importante cuando hiptesis y mtodos son correctos; si respondemos de forma correcta a una pregunta bien sustentada y con trascendencia, el resultado siempre es
investigacin. En este sentido, el sesgo hacia resultados positivos es evidente en la
literatura y en el publicador, atrado por una p significativa, frente al investigador,
413
Con el paso del tiempo deberamos reflexionar sobre una pregunta: de todo lo
que he publicado, cunto ha supuesto un cambio para el paciente, ha generado
nuevo conocimiento para otros profesionales o investigadores o ha permitido generar nuevas lneas o plataformas de investigacin de futuro? La respuesta a esa
pregunta es lo que investigue, el resto fue solo publicar. La respuesta debera
llevarnos a la reflexin y al cambio.
En mi opinin, es el momento de que las sociedades cientficas, las instituciones
sanitarias y universitarias, y sobre todo los investigadores principales y las revistas
cientficas, todos, reenfoquemos el sentido de las publicaciones y se le d valor
al mtodo cientfico por encima de los resultados y de la posibilidad de citas. La
traslacin de los resultados al paciente y a la sociedad debe ser la prioridad. La
estadstica sobre datos retrospectivos debe pasar a un segundo plano. Son necesarias plataformas y modelos, multidisciplinares y/o compartidos, que de verdad
permitan esta traslacin. De esta manera publicar ser, de verdad, investigar y
podremos seguir confiando en la evidencia.
414
Referencias
1
415
417
COMENTARIO
Referencia
Complications After Cardiac Implantable Electronic Device Implantations: An
Analysis of a Complete, Nationwide Cohort in Denmark
Kirkfeldt RE, Johansen JB, Nohr EA, Jrgensen OD, Nielsen JC.
Eur Heart J (2014) 35 (18): 1186-1194.
418
Subanlisis del estudio ARISTOTLE (Apixaban for Reduction in Stroke and Other
Thromboembolic events in Atriall Fibrillation), que compara la tasa de sangrado mayor en pacientes tratados con warfarina y apixabn.
Es ampliamente conocida la potente capacidad emblica de la fibrilacin auricular (FA), y en particular en la etiopatognesis del ictus, y la gran eficacia de la
warfarina en la reduccin de dicho riesgo. Entre los inconvenientes de este frmaco se encuentran la variabilidad de la respuesta interindividual, la necesidad de
monitorizacin frecuente y el elevado riesgo hemorrgico asociado. La warfarina
constituye hoy en da el frmaco que con mayor frecuencia causa asistencias a
urgencias, derivadas de sus efectos adversos. De este modo, se han desarrollado
nuevos frmacos anticoagulantes, como el apixabn, un inhibidor del factor Xa,
que ha mostrado una reduccin muy importante del riesgo de hemorragia en el
tratamiento de FA, con respecto a warfarina en el estudio ARISTOTLE.
El presente artculo analiza la tasa de sangrado mayor, la localizacin de la hemorragia, la mortalidad a los 30 das tras un sangrado mayor, y la presencia de
factores diferenciales entre warfarina y apixabn.
Se incluyeron los datos de 18.140 pacientes seguidos durante 20,5 meses consecutivos que recibieron, al menos, una dosis de los frmacos estudiados. La definicin
de sangrado mayor incluy los criterios establecidos por la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia. Mediante anlisis multivariado de Cox se identificaron los factores asociados al sangrado.
La tasa de hemorragia mayor entre el grupo de pacientes tratados con apixabn fue del 2,13%, en comparacin con el 3,09% anual del grupo de warfarina
(Hazard Ratio {HR} 0,69, intervalo de confianza [IC] de 0,60-0,80; p<0,001). En
419
comparacin con warfarina, el apixabn se asoci a una reduccin significativa de la hospitalizacin, de la necesidad de intervencin mdico-quirrgica,
transfusin o cambio de terapia antitrombtica en pacientes que han sufrido
una hemorragia mayor extracraneal. La mortalidad registrada en los primeros 30 das tras un sangrado mayor en pacientes tratados con apixabn result ser la mitad, respecto a warfarina (HR 0,50, IC 95%: 0,33-0,74, p<0,001).
Por otra parte, edad avanzada, hemorragia previa, antecedente de ictus o AIT,
diabetes, disfuncin renal, anemia, terapia antiagregante o con antiinflamatorios no esteroideos se asociaron de forma independiente a incremento en el
riesgo de sangrado en ambos grupos.
De este estudio se concluye que apixabn, en comparacin con warfarina, se
asocia a menor tasa de hemorragia intracraneal, de consecuencias adversas tras
sangrado extracraneal, incluso una menor proporcin de sangrado secundario a
traumatismos, junto con una reduccin del 50% en la mortalidad a los 30 das.
COMENTARIO
420
Por tanto, en base a la evidencia actual podemos afirmar que el apixabn supone
una muy buena opcin como tratamiento anticoagulante de pacientes con FA, en
base a la menor tasa de complicaciones hemorrgicas.
Referencia
Major Bleeding in Patients With Atrial Fibrillation Receiving Apixaban or Warfarin:
The ARISTOTLE Trial (Apixaban for Reduction in Stroke and Other Thromboembolic Events in Atrial Fibrillation): Predictors, Characteristics, and Clinical Outcomes
421
423
COMENTARIO
Referencia
The Prevalence, Incidence, Progression, and Risks of Aortic Valve Sclerosis: A Systematic Review and Meta-Analysis
424
425
La necesidad de trabajar en equipo, el llamado Heart Valve Team, se constituye en una indicacin grado I siempre que un paciente valvular se enfrente a una
intervencin quirrgica. Este trabajo en equipo puede ser desde muy bsico (cirujano-clnico) hasta ms complejo y pluridisciplinar especialmente cuando nos
enfrentamos a decisiones de intervencin en pacientes asintomticos, en pacientes pluripatolgicos o en pacientes en los que se discute la mejor forma de tratamiento (quirrgico, percutneo o mdico).
En cuanto a las tcnicas de estudio de los pacientes sigue siendo el eco-Doppler
la tcnica fundamental tanto en el diagnstico como en el seguimiento de los
pacientes. Se enfatiza el rol de los test de esfuerzo, al igual que en las guas europeas, para la correcta valoracin del estado sintomtico en casos de duda y la
respuesta hemodinmica al esfuerzo.
Dentro del captulo de la estenosis artica se comenta el importante papel del test
de esfuerzo en los pacientes asintomticos, y por otra parte se alerta (indicacin
III) del riesgo de realizarlos en pacientes sintomticos. Se incluyen dentro del grupo D (estenosis aortica severa sintomtica) dos apartados ms el D2 (low flow-low
gradient con funcin ventricular deprimida) y D3 (low flow-low gradient con funcin
ventricular conservada. En cuanto a las indicaciones de ciruga se acepta, adems
de las indicaciones clsicas, la ciruga en asintomtico con grados muy severos de
estenosis (velocidad 5 m/seg o gradiente medio >60 mmHg). El los pacientes del
grupo D2 se aconseja ciruga en funcin de la respuesta al test de dobutamina. En
el grupo D3 se es muy cauto en la recomendacin de ciruga, exigiendo la existencia de una vlvula calcificada y la toma de datos Doppler con el paciente en situacin de normotensin. En cuanto a la TAVI se aconseja a los pacientes con riesgo
quirrgico prohibitivo y esperanza de vida >12 meses. Se habla tambin de la posibilidad de valvuloplastia artica como tcnica puente para la TAVI (indicacin II b).
En el captulo de insuficiencia artica se siguen utilizando los puntos de corte clsicos (FE <50% y DTS >50 mm o >25 mm/m2) para indicar la ciruga en los pacientes asintomticos. En los casos de vlvula bicspide se recomienda el seguimiento
de la imagen de la aorta con RMN o TAC y los puntos de corte para realizar ciruga
de la aorta son iguales a los recomendados en las guas europeas (55 mm, 50 mm
si existe historia familiar de diseccin o evidencia de progresin en la dilatacin y
45 mm si el paciente requiere ciruga valvular).
En la insuficiencia mitral primaria las guas Americanas, al igual que las europeas, adelantan la indicacin quirrgica en el paciente asintomtico con fun-
426
427
Referencia
2014 AHA/ACC Guideline for the Management of Patients With Valvular Heart Disease: Executive Summary. A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines
428
429
430
Referencia
Sudden Cardiac Death Risk Stratification in Patients With Nonischemic Dilated
Cardiomyopathy
431
Anlisis retrospectivo de las causas de muerte de los pacientes sometidos a revascularizacin percutnea comparando tres periodos de las ltimas dos dcadas.
El impacto de los cambios demogrficos en las causas de muerte a largo plazo tras
intervencionismo coronario percutneo (PCI) se encuentra en la actualidad sin definir.
En este estudio se evaluaron las tendencias en la causa de muerte a largo plazo
tras PCI realizada en un centro nico desde 1991 a 2008. Las muertes se determinaron a travs de un programa prospectivo de seguimiento. La causa de la muerte se estableci mediante entrevistas telefnicas, registros mdicos, informes de
autopsia y certificados de fallecimiento. Se realizaron anlisis de riesgos competitivos en tres periodos (1991-1996, 1997-2002, 2003-2008). El seguimiento finaliz el
31 de diciembre de 2012.
Un total de 19.077 sobrevivieron al alta tras PCI, de los cuales 6.988 fallecieron
ms adelante (37%, 4,48 por 100 personas-ao). La causa de muerte se determin en 6.857 (98,1%). A lo largo de los tres periodos se detect un 33% de disminucin de las muertes de causa cardiaca a los 5 aos tras PCI (incidencia: 9,8%,
7,4% y 6,6%) pero hubo un 57% de incremento en muertes de causa no cardiaca
(7,1%, 8,5%, y 11,2%). Solo el 36,8% de las muertes en el periodo ms reciente
fueron de causa cardiaca. Se observaron tendencias similares con independencia de la edad, extensin de enfermedad coronaria o la indicacin de PCI. Tras
ajuste por las variables basales hubo una disminucin del 50% de la mortalidad cardiaca pero no existieron cambios en la mortalidad de causa no cardiaca.
La disminucin en la mortalidad cardiaca fue principalmente a costa de menos
mortalidad por infarto de miocardio o muerte sbita (P>0,001) pero no por in-
433
suficiencia cardiaca (P=0,85). El incremento en la mortalidad no cardiaca es atribuible a enfermedades crnicas y cncer (P<0,001).
COMENTARIO
La angioplastia coronaria ha revolucionado el tratamiento de la cardiopata isqumica, y aunque en el sndrome coronario agudo parece que la evidencia es clara
en la reduccin de mortalidad, nuevos eventos y sintomatologa, en la cardiopata
isqumica estable an existen dudas en cuanto a la mejora de la supervivencia.
Segn este estudio realizado en la Clnica Mayo, en las ltimas dos dcadas ms
pacientes con enfermedad coronaria estable revascularizada percutneamente
mueren por otras causas (como cncer o enfermedades neurolgicas) que por su
cardiopata, incluso a pesar de que los pacientes ms recientes son mayores, con
enfermedad coronaria ms compleja y ms factores de riesgo cardiovascular.
Es llamativo que la reduccin de mortalidad de causa cardiaca sea solamente a
expensas de infarto (IAM) y muerte sbita y la insuficiencia cardiaca (IC) como
causa de muerte, a pesar de los grandes avances farmacolgicos y en dispositivos
realizados en esta rea, permanezca estable a lo largo de los aos. Esta disminucin de IAM y muerte sbita puede estar relacionada con dos grandes avances de
la cardiologa que hacen que los pacientes sobrevivan a estos eventos y prosiga la
evolucin natural de la enfermedad hacia la IC: el desarrollo de los programas de
angioplastia primaria y los desfibriladores automticos implantables (DAIs). Por
lo tanto, hace que la IC sea unos de nuestros principales objetivos a batir para aumentar la supervivencia de los pacientes con cardiopata isqumica.
Los datos que nos ofrece este estudio difieren de los presentados en la mayora
de ensayos clnicos (mortalidad no cardiaca del 11,2%) ya que en estos suelen excluirse aquellos pacientes con alta comorbilidad y por tanto, aquellos con ms
probabilidad de muerte de causa no cardiaca. Es por ello que estos resultados nos
aportan datos muy valiosos y que nos permiten tener mayor conciencia de las causas reales de muerte en estos pacientes.
Aunque el estudio refleja la experiencia de un solo centro estadounidense podra
ser extrapolable a nuestra poblacin y esto nos lleva a pensar que quiz los cardilogos debemos comenzar a tener ms contacto con el resto de especialistas que
434
Referencia
Trends in Cause of Death After Percutaneous Coronary Intervention
Daniel B. Spoon, Peter J. Psaltis, Mandeep Singh, David R. Holmes, Jr, Bernard
J. Gersh, Charanjit S. Rihal, Ryan J. Lennon, Issam D. Moussa, Robert D. Simari,
and Rajiv Gulati.
Circulation.2014; 129: 1286-1294.
435
La estenosis artica severa es considerada un factor de riesgo mayor para la mortalidad en ciruga no cardiaca, pero esta afirmacin se basa en la evidencia a partir
de anlisis realizados hace ms de una dcada. Este estudio evala el riesgo en la
prctica clnica actual.
Los pacientes con estenosis artica severa (EAS), considerados aquellos con un
rea valvular 1 cm2, un gradiente medio transvalvular 40 mmHg o una velocidad mxima 4 m/s), que fueron sometidos a procedimientos quirrgicos de
riesgo alto o intermedio, fueron identificados a partir de la base de datos del laboratorio de ecocardiografa durante la dcada 2000-2010. Los controles seleccionados coincidan en edad, sexo, procedimiento quirrgico y ao de ciruga.
Los autores revisan a 30 das de la ciruga la mortalidad y los eventos cardiovasculares mayores (MACE), incluyendo fallecimiento, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, taquicardia o fibrilacin ventricular, e insuficiencia cardiaca
(nueva aparicin o agravamiento), as como la supervivencia a un ao.Se analizan
datos de 256 pacientes con EAS frente a 256 controles, con una edad media de
7611 aos y el 54,3% fueron varones.
En los resultados destaca que no se observan diferencias significativas en la mortalidad a 30 das (5,9% vs. 3,1%, P=0,13). Los pacientes con valvulopata artica presentaron mayor proporcin de eventos cardiovasculares mayores MACE (18,8%
vs. 10,5%, P=0,01), identificando la insuficiencia cardiaca como el que con ms
frecuencia complic la evolucin. En las cirugas urgentes, en el anlisis multivariante, la fibrilacin auricular y la presencia de un valor elevado de creatinina (>2
mg/dL) fueron predictores de mayor probabilidad de muerte postoperatoria [rea
437
bajo la curva: 0,81, 95% con un intervalo de confianza: 0,71-0,91]; la ciruga urgente
fue el predictor ms potente de mortalidad a 30 das en ambos grupos, tanto en
los controles como en los pacientes con EAS. La presencia de SAS fue predictor de
mortalidad a un ao frente al grupo control.
La EAS se asociada con un riesgo elevado de eventos cardiovasculares en el
postoperatorio de ciruga no cardiaca. En la prctica clnica actual, la mortalidad
perioperatoria de estos pacientes es menor que la previamente descrita por la
bibliografa, incluso en este estudio no llega a alcanzar diferencias estadsticamente significativas con el grupo control de similar edad. La ciruga urgente es un
predictor potente de muerte, aunque tambin a tener en cuenta en pacientes sin
enfermedad valvular.
COMENTARIO
Tradicionalmente los pacientes con estenosis artica severa ante una ciruga no
cardiaca programada, eran remitidos a reemplazo valvular artico previo a la intervencin por considerarse el riesgo no asumible. La EAS ante una ciruga no cardiaca tiene menor reserva funcional para incrementar el gasto cardiaco, parte de
presiones de llenado superiores por la hipertrofia ventricular izquierda y predispone a la isquemia miocrdica. Este estudio muestra que probablemente el riesgo de
mortalidad puede estar sobreestimado en las condiciones actuales. Los avances en
el manejo perioperatorio introducidos en los ltimos aos, como la utilizacin de
frmacos con menor repercusin hemodinmica, el seguimiento no invasivo de parmetros como el gasto cardiaco y los cuidados intermedios postoperatorios entre
otros, han mejorado los resultados de la ciruga en los pacientes con EAS, aunque
siguen presentando un mayor riesgo de eventos cardiovasculares. La ciruga realizada de forma urgente es un determinante de mortalidad en todos los pacientes.
Por otra parte, tambin se han reducido los riesgos de la ciruga valvular y contamos con procedimientos percutneos, lo que est mejorando el pronstico del
recambio valvular, aspecto a tener en cuenta a la hora de asumir los riesgos que
supone una ciruga sin la correccin valvular.
Teniendo en cuenta el nuevo escenario en el balance riesgo-beneficio que supone
para el paciente con EAS el enfrentarse a una ciruga no cardiaca, el cardilogo
clnico debe individualizar y junto al paciente, decidir la estrategia que puede resultarle ms beneficiosa.
438
Referencia
Perioperative Risk of Major Non-Cardiac Surgery in Patients With Severe Aortic
Stenosis: A Reappraisal in Contemporary Practice
439
442
Artculo de revisin que repasa el conocimiento actual sobre los puentes intramiocrdicos (PIM), centrndose en la comprensin de su fisiopatologa para establecer las estrategias diagnsticas y teraputicas ms apropiadas.
Los PIM son muy prevalentes en la poblacin, habindose encontrado en un 4080% de los casos de series necrpsicas. Sin embargo, los PIM con repercusin funcional se documentan de forma mucho ms infrecuente, describindose en un
0,5-16% de coronariografas. La mayora de ellos se encuentran en el trayecto de
la descendente anterior, y se clasifican clsicamente en superficiales o profundos.
El impacto hemodinmico que causan depende de su profundidad y longitud, su
orientacin relativa a las fibras miocrdicas, y de la presencia de tejido conectivo
o adiposo alrededor del segmento tunelizado.
La fisiopatologa del PIM deriva de las diferentes fuerzas biomecnicas que se generan en su seno y que repercuten en los segmentos adyacentes. As, las manifestaciones histopatolgicas encontradas difieren entre el segmento tunelizado, y
aquellos que se sitan proximal y distal al mismo. En el segmento proximal, existe
una propensin al desarrollo de arteriosclerosis que se atribuye principalmente a
alteraciones en la dinmica de fluidos como es la baja tensin de cizallamiento
que genera el PIM a este nivel, si bien, tambin podra influir el estrs mecnico
proximal generado por la compresin arterial dentro del PIM y la angulacin con
la que el vaso se introduce en el miocardio. En el segmento tunelizado, es habitual
observar un remodelado vascular constrictivo, pero sin enfermedad ateromatosa
asociada. En cuanto a la obstruccin dinmica, se ha documentado que la isquemia miocrdica no se relaciona exclusivamente con la compresin vascular sistlica, sino que esta persiste en meso-teledistole.
443
444
percutnea (ICP), si bien los resultados de implante de stents en PIM sin sensiblemente peores que sobre lesiones arteriosclerticas, y los datos sugieren su inferioridad respecto al tratamiento mdico. Por tanto, solo se recomendara ICP con
stent farmacoactivo en pacientes con isquemia objetivada, refractariedad al tratamiento mdico y que sean malos candidatos a ciruga.
COMENTARIO
Pese a que no se conoce su prevalencia con exactitud, los PIM suponen una anomala coronaria muy frecuente, y que bien merece una revisin como la expuesta.
Su significado clnico es controvertido, y por tanto no existe un protocolo estandarizado que establezca su diagnstico y manejo, cuya elaboracin parecera pertinente. En esta lnea, considero que la Sociedad Europea de Cardiologa dej pasar
una buena oportunidad para incluir esta entidad en las Guas de Manejo de la
Enfermedad Coronaria Estable de 2013, donde s trataron otras causas de angina
no arteriosclertica como la enfermedad microvascular o el vasoespasmo. As, los
autores mencionan una batera de tests diagnsticos sin jerarquizar su uso, y con
diferentes grados de accesibilidad en la prctica habitual. En nuestra opinin, la
irrupcin en los ltimos aos de la TCMD, tcnica no invasiva y con una sensibilidad muy superior a la coronariografa convencional para detectar los PIM, debera
destacarse como piedra angular de su diagnstico anatmico una vez objetivada
isquemia miocrdica en ausencia de lesiones coronarias arteriosclerticas, si bien
esta estrategia habra de ser convenientemente explorada en estudios clnicos.
En cuanto al tratamiento, los autores se basan en la clasificacin de Schwarz, segn la cual, un paciente sintomtico con hemodinmica coronaria alterada (por
ejemplo, efecto milking en coronariografa) y refractariedad a frmacos sera considerado para ciruga. A priori, y hablando de una patologa de buen pronstico,
nos parecera una opcin quiz extrema para conseguir un control de los sntomas,
y que personalmente nunca hemos vivido en nuestra prctica clnica habitual. Es
remarcable que todos los datos y recomendaciones expuestos en la revisin sobre
revascularizacin se basan en estudios con bajo nivel de evidencia cientfica, ante
la ausencia de ensayos clnicos aleatorizados.
Por tanto, los aspectos referidos al manejo de esta entidad deben ser recibidos con
cautela. S nos resulta de inters la referencia que hacen los autores, sin sustento
bibliogrfico actual, a la potencial utilidad de las nuevas prtesis coronarias bioabsorbibles en el tratamiento de los PIM, aspecto en el que merece profundizar.
445
Referencia
Myocardial Bridging: Contemporary Understanding of Pathophysiology With Implications for Diagnostic and Therapeutic Strategies
446
447
COMENTARIO
448
Referencia
Atrial Antitachycardia Pacing and Managed Ventricular Pacing in Bradycardia Patients With Paroxysmal or Persistent Atrial Tachyarrhythmias: the MINERVA Randomized Multicentre International Trial
449
451
pacientes que se realizaban dilisis peritoneal no haba ninguna relacin temporal con la realizacin de la dilisis.
COMENTARIO
Referencia
The Dialysis Procedure as a Trigger for Atrial Fibrillation: New Insights in the Development of Atrial Fibrillation in Dialysis Patients
452
No te excites, corazn
Dr. Eduardo Alegra Ezquerra
19 de junio de 2014
Cada vez hay ms personas jvenes amedrentadas porque presentan los sntomas citados. Y no acaban de creernos cuando les aseguramos que el corazn es
normal pero est sometido a un exceso de estmulos externos por ese tipo de bebidas. Aparte el alcohol, que tambin es una causa frecuente, aislada o combinada. Hay jvenes que abusan de estos excitantes de forma espeluznante: litros de
bebidas con cola, varias con cafena a dosis altsimas, adems de cocana, pastillas
anfetamnicas y qu s yo qu ms. Un verdadero cctel molotov. No te extrae
que se te acelere el corazn, majo/a, lo raro es que no reviente.
Lo peor es que estas bebidas tienen buena prensa. Una de las ms poderosas -o
dainas, segn se mire- patrocina varios equipos automovilsticos (bajo diversos
nombres en ingls o italiano que publicitan subliminalmente que te dan una fuerza de toro). Otras mueven un negocio mundial de incontables ceros. Adems, al
estar prohibida la publicidad de bebidas alcohlicas, parece que se han anatematizado estas y se han bendecido las no alcohlicas con una ptina de benignidad que las hace parecer inocuas en cualquier cantidad. Bastantes deportistas
famosos confiesan sin rubor y hasta con cierto orgullo que consumen latas y latas
diarias como la cosa ms normal. Todo el mundo conoce y alardea de sus aspectos positivos y nadie se para a pensar en los negativos.Que son bastantes. Para el
453
corazn son dos las consecuencias principales. Una es la relativa a los trastornos
metablicos por los edulcorantes, que dejamos para otra ocasin. La otra es el
efecto taquicardizante. Para el cual hay, como para todo, una cierta singularidad
o idiosincrasia, pero que en mayor o menor grado a todos afecta.
No es cuestin de demonizar a nadie ni de emprender campaas anti-nada. Con
el caf el problema es menor. El consumo razonable es bueno, como con casi todo
(menos con el tabaco, una vez ms). Pero hay dos problemas: el dintel de consumo
no perjudicial es muy variable y est por definir; y hay muchos que no son capaces de
limitarse a dosis tan moderadas. Con el resto de excitantes el problema es que muchos los consumen brutal o agudamente en ciertos momentos, fiestas o requisitos,
pero no de forma habitual y morigeradamente. Hoy parece que prima el exceso y lo
moderado se tilda de anticuado, cateto, aburrido, rancio o carca. Y as nos va con los
sndromes hiperadrenrgicos y los tratamientos sintomticos que muchas veces se
les prescriben a los pacientes que los cuentan a base de sedantes!
Por tanto, ante el paciente que acuda con este tipo de sntomas, aparte de investigar si
hay otro problema de los antes citados, indguese la cantidad y la pauta de consumo
de bebidas excitantes y aconsjese firme y razonadamente su abandono o limitacin.
No simplifiquemos la cuestin informando al paciente con brevedad y al desgaire que
el corazn es normal, que los sntomas son banales (pero estn y preocupan al sujeto!), que se cuide lo que pueda y que la causa es el estrs. De este modo es posible que
estemos generando un sndrome de Ulises. Otro da hablaremos de l.
454
Estudio prospectivo de pacientes con insuficiencia cardiaca (IC)divididos en tres grupos, segn su fraccin de eyeccin del ventrculoizquierdo (FEVI) por ecocardiograma.
Entre 2003 y 2012 se estudi una cohorte prospectiva de 1.821 pacientes referidos a
tres unidades de IC de centros terciarios, con la hiptesis de que los que normalizan
la FEVI tienen tanto un fenotipo clnico y biolgico como un pronstico distinto de
los pacientes con FEVI deprimida (IC-FED) y FEVI preservada (IC-FEP). Un ecocardiograma basal determin tres grupos: IC-FED (FEVI <50%, media: 27%, n: 1523), IC-FEP
(FEVI 50%, media: 62%, n: 122) e IC con FEVI recuperada (IC-rec; FEVI 50%, media:
57% pero previamente <50%, media: 28%; n=176). Se excluyeron los pacientes con
miocardiopata hipertrfica o infiltrativa y aquellos con informacin basal incompleta. Se determinaron biomarcadores pronsticos basales: pptido natriurtico
cerebral (BNP), troponina I, protena C-reactiva ultrasensible, cido rico, creatinina, factor de crecimiento placentario, tirosinakinasa 1 similar a fms soluble (sFlt-1),
mieloperoxidasa y ST2 (Soluble toll-like receptor-2). Se analiz la evolucin clnica (hospitalizacin por causa cardiaca, muerte por cualquier causa, trasplante cardiaco o
implantacin de asistencia ventricular) en los distintos grupos.
Independiente de la FEVI, la mayora de los pacientes reciban antagonistas neurohormonales y diurticos, aunque betabloqueantes, inhibidores del enzima conversor de la angiotensina y antagonistas de la angiotensina eran ms comunes en los
grupos de IC-FED e IC-rec. Los pacientes con IC-rec mostraban caractersticas diferenciales: eran ms jvenes y con menos prevalencia de insuficiencia renal crnica.
La causa isqumica era menos comn que en el grupo de IC-FED y la hipertensin
arterial era ms infrecuente que en los pacientes con IC-FEP. Desde un punto de vista
clnico, estaban menos sintomticos (clase I-II: 77%, 60% en IC-FED, 68% en IC-FEP,
455
456
PET-scan), la metabolmica, el estudio de la expresin gnica y el anlisis de microRNA. Esta informacin permitira detectar con ms precisin a los pacientes con peor
pronstico y que podran beneficiarse de un seguimiento ms estrecho, idealmente en unidades de IC.Los autores reconocen varias limitaciones en el trabajo: uso
de la FEVI como marcador de funcin cardiaca, diferentes proporciones de IC-FED
e IC-FEP que en la poblacin general (mayor y menor, respectivamente, al tratarse
de pacientes remitidos a centros terciarios), falta de anlisis del efecto de la dosis de
frmacos y de la terapia de resincronizacin y escasa representacin de pacientes
con IC-rec portadores de resincronizadores. No obstante, y en conclusin, la IC-rec
muestra un patrn clnico, un perfil de biomarcadores y una evolucin diferentes a
los de la IC-FED e IC-FEP, con un nmero significativo de ingresos por IC. Ser necesario en el futuro caracterizar mejor la fisiopatologa de esta entidad y as definir la
recuperacin miocrdica y el remodelado inverso, instaurar un tratamiento especfico y mejorar su pronstico.
Referencia
Heart Failure With Recovered Ejection Fraction: Clinical Description, Biomarkers,
and Outcomes
Anupam Basuray; Benjamin French; Bonnie Ky; Esther Vorovich; Caroline Olt;
Nancy K. Sweitzer; Thomas P. Cappola; James C. Fang.
doi: 10.1161/ CIRCULATIONAHA.113.006855.
457
459
(OR 0,53 [0,32-0,88] ;p=0,01) fueron factores independientes asociados a una menor
posibilidad de ser clasificado como persistente para una misma carga de FA.
Los autores concluyen que la clasificacin clnica de FA actual refleja pobremente
la persistencia real de la FA. Las caractersticas clnicas de los pacientes influyen
en la decisin del mdico al clasificar la FA. Los pacientes clasificados en la misma
categora se comprueba que son muy heterogneos en cuanto a la persistencia
real de FA. Es necesario ms estudios para determinar si una clasificacin derivada de una monitorizacin rigurosa de la FA puede identificar los respondedores a
las terapias y mejorar as los resultados.
COMENTARIO
El esquema de clasificacin clnica de la FA actualmente recomendado por las sociedades americana y europea de cardiologa se basa en el patrn temporal de
la arritmia y pretende ser simple (FA paroxstica, persistente, persistente de larga
duracin y permanente), valorando al paciente en un momento concreto. Su objetivo es unificar criterios y actuaciones a la hora del diagnstico y tratamiento. Los
dispositivos implantables actuales (desfibriladores y marcapasos con electrodo
auricular y los Holter insertables) nos permiten realizar una monitorizacin continua del ritmo del paciente, pudiendo saber el porcentaje real de tiempo en FA y
el patrn temporal de esta. Es esperable que esta informacin real e individual
de la situacin de la arritmia se ajuste pobremente a la clasificacin clnica puntual determinada en una visita mdica, como demuestran los autores. La FA debe
encuadrarse en un continuo, donde el mismo paciente puede tener periodos de
tiempo con ms o menos episodios y un mismo paciente puede presentar episodios paroxsticos y persistentes. La presentacin en racimos hace que en una visita
puntual se pueda clasificar como que presenta ms o menos episodios de los que
realmente tiene. As, un paciente con baja carga puede ser etiquetado como xito
de tratamiento y simplemente estar en un periodo de inactividad de la FA. La medida individual de la carga de FA antes y despus de la ablacin se ha demostrado
como el mejor mtodo a la hora de valorar la respuesta a la ablacin de FA. Aunque los datos de este estudio no son extrapolables a una poblacin general (todos
tenan implantado un marcapasos o DAI), s reflejan las limitaciones de la clasificacin clnica de FA. Adems, abre una puerta a las nuevas tecnologas a la hora
de valorar un paciente con FA, sobre todo para definir poblaciones homogneas
en estudios clnicos y valorar el resultado de distintas terapias.
460
Referencia
Clinical Classifications of Atrial Fibrillation Poorly Reflect its Temporal Persistence: Insights From 1195 Patients Continuously Monitored with Implantable Devices
461
visin realizada por los autores, en 64% de las pginas web que promocionan e-cig
encontraron aseveraciones directas o indirectas de que el dispositivo ayuda a dejar
de fumar, cuando en realidad no hay evidencia slida que lo apoye. Despus de varios aos sin ver publicidad directa de tabaco en la televisin y radio, hemos asistido
a una invasin de anuncios publicitarios de e-cig que nos producen una sensacin
de dj-vu. En un estudio reciente se constat que la visin de un anuncio de e-cig
aumentaba las ganas de fumar en fumadores habituales. Ante este fenmeno de
marketing, es inevitable percibir con cierta preocupacin el avance de este producto
que puede constituir una nueva puerta de entrada a la adiccin a la nicotina, especialmente en jvenes atrados por un producto de moda.
Los autores revisan los principales puntos de inters relativos al cigarrillo electrnico:
Prevalencia de consumo: se estima que se ha duplicado tanto en adultos como
adolescentes entre 2008 y 2012, situndose en torno al 7% en Estados Unidos en
2012 (6,8% en adolescentes), con cifras crecientes. Es bastante comn el consumo
dual de e-cig y cigarrillo convencional, lo que favorece la bi-direccionalidad de las
dos formas de consumo de nicotina.
Seguridad del e-cig: los umbrales para la toxicidad de las sustancias potencialmente txicas del e-cig se desconocen. La exposicin a propilenglicol puede causar irritacin ocular y respiratoria. Existen escasos estudios sobre los efectos biolgicos de
la exposicin a e-cig, algunos apuntan a que puede causar aumento de la resistencia
de la va area. Los efectos a largo plazo se desconocen, dado que no se ha acumulado suficiente evidencia. En cualquier caso no hay que olvidar que la nicotina es una
potente sustancia psicoactiva adems de un potencial txico cardiovascular.
Vapeo de segunda mano: en estudios experimentales, se han encontrado trazas de nicotina y algunas toxinas aunque en cantidades menores que en las emitidas por el consumo de tabaco. En cambio al no mediar combustin, no se produce emisin de CO.
Eficacia del e-cig para dejar de fumar: en un metaanlisis de 4 estudios poblacionales longitudinales y un estudio transversal el uso del e-cig en fumadores se asoci a
una menor tasa de abstinencia (OR 0,61, IC 95% 0,50-0,75). Existen 4 ensayos clnicos
publicados hasta la fecha, con escasos pacientes, algunos sin grupo control y otras
deficiencias metodolgicas, y con resultados a veces discordantes. Las tasas de abstinencia son en general bajas, y un estudio no encontr diferencias significativas entre el e-cig y el parche de nicotina. Los autores concluyen que hasta la fecha no existe
evidencia slida que apoye el uso de e-cig como herramienta para dejar de fumar.
464
Sobre el uso del e-cig como estrategia de reduccin de riesgos, los autores resaltan
que la tendencia al consumo dual en usuarios de cigarrillo electrnico difcilmente
conduce al cese total, que debera ser el objetivo prioritario tanto en la prevencin
cardiovascular como en la de la patologa cancerosa relacionada con el tabaco.
Finalmente los autores hacen un repaso de los intentos de regulacin del cigarrillo electrnico a nivel internacional, resaltando que en la revisin de la Directiva
Europea de Productos de Tabaco, recientemente ratificada, se ha regulado la cantidad mxima de nicotina de estos dispositivos (20 mg/mL, cantidad similar a la
de un paquete de cigarrillos), y se han aprobado restricciones a la publicidad y promocin equiparables a las del tabaco. Los Estados Miembro tienen dos aos para
aplicar las medidas. Los autores establecen unas recomendaciones regulatorias
para evitar un crecimiento descontrolado de un producto que an no ha demostrado su seguridad y eficacia, y que pone en peligro la tendencia a la desnormalizacin del consumo de tabaco, abriendo un nuevo espacio de permisividad y una
nueva puerta de entrada a la adiccin a la nicotina.
El cigarrillo electrnico est suscitando un gran debate social, creando divisin de
opiniones incluso entre profesionales sanitarios. Lo que para algunos supone una
amenaza, para otros supone una oportunidad. Recientemente, 129 autoridades
de salud pblica a nivel mundial, han solicitado a Margaret Chan, directora general de la Organizacin Mundial de la Salud, un posicionamiento ms contundente
que ponga en alerta a las autoridades sanitarias sobre lo que consideran un paso
atrs en la prevencin del tabaquismo.
Referencia
E-Cigarettes: A Scientific Review
Carta abierta dirigida a la OMS y publicada en el blog Center for Tobacco Control
Research & Education, UCSF.
465
468
Que doblen las campanas por la muerte sbita, que repiquen alto y claro, que remuevan conciencias, que llamen a la accin. Si queremos mejorar la situacin en
nuestro pas os necesitamos a todos.
469
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Identificaron a 714 pacientes, de los cuales 206 (29%) tenan diagnstico de EAR;
163 (79%) EAR unilateral y 43 (21%) bilateral. La EAR se asoci significativamente
con enfermedad vascular perifrica (p=0,004) y niveles bajos de HDL (p=0,04);
por otro lado, la cada significativa del FGR postoperatorio se asoci a edad avanzada (p=0,01) y ciruga de aorta torcica descendente (p=0,004). El anlisis multivariante encontr una tendencia no significativa entre la existencia de EAR y la
cada del FGR (p=0,09). La EAR no se asoci con una mayor necesidad de tcnicas
de depuracin extrarrenal continua (TDEC), estancia postoperatoria prolongada
o mortalidad postoperatoria. Al igual que en la bibliografa previa, el FGR bajo
preoperatorio fue un potente predictor de mortalidad a largo plazo.
Finalmente, los autores concluyen que la existencia de EAR no se asocia con los cambios postoperatorios en FGR, necesidad de TDEC, duracin del ingreso o mortalidad.
COMENTARIO
472
ron EAR severa el 29%. Al igual que en publicaciones previas, ya que la patognesis
de la EAR y de la enfermedad cardiaca comparten los mismos factores de riesgo,
la prevalencia de EAR en los pacientes cardipatas es muy elevada. A diferencia
de estudios previos (Renal failure. 2005;27(1):81-6 y PloS one. 2013;8(5):e64104),
este estudio emplea el FGR en vez de la creatinina plasmtica, ya que el FGR es
un parmetro ms robusto y fiable para valorar el grado de disfuncin renal y con
una mejor correlacin con el pronstico postoperatorio.
Lamentablemente los autores no encontraron una asociacin significativa entre
la existencia de EAR con ninguno los parmetros analizados, ni si quiera en casos de EAR bilateral. La curva de FGR tras ciruga cardiaca presenta un descenso
tras la intervencin, con un paulatino retorno a los valores basales. nicamente se
encontr una tendencia no significativa a una recuperacin ms lenta de la funcin renal basal en los pacientes con EAR, posiblemente correlacionado con una
menor capacidad de recuperacin del rin afecto. Este hallazgo coincide con un
estudio previo (Renal failure. 2005;27(1):81-6) que tampoco encuentra asociacin
de la elevacin de la creatinina plasmtica con la existencia de EAR. Yang J et al
(PloS one. 2013;8(5):e64104), en un estudio publicado en el 2013 s encuentran la
existencia de asociacin entre la EAR y la elevacin de la creatinina, pero se trata
de un estudio metodolgicamente ms limitado. Por otro lado, estudios previos
(NEJM 2009;361(20):1953-62) sugieren que el tratamiento mediante dilatacin de
la EAR no previene de la aparicin insuficiencia renal.
Posiblemente la falta de asociacin entre la EAR y la IRA se deba a una concepcin demasiado simplista de la patognesis de la IRA postoperatoria. Esta
no es debida nicamente a isquemia renal, si no que parecen implicados principalmente en su patogenia los ateroembolismos y tromboembolismos tras la
manipulacin quirrgica.
Como conclusin, los autores sugieren que el hallazgo de EAR en el preoperatorio
de ciruga cardiaca debe ser manejada de manera conservadora.
473
Referencia
The Impact of Renal Artery Stenosis on Outcomes After Open-Heart Surgery
474
El modelo mostr una buena discriminacin tanto en el conjunto de datos del desarrollo como en el de validacin (valores del estadstico C 0,73 y 0,71, respectivamente).
Esta escala de riesgo en el conjunto de datos de validacin y en comparacin con
su homnima para la valoracin del riesgo en los pacientes sometidos a ciruga
cardiaca (EUROSCORE) ha demostrado mejor discriminacin (valores del estadstico C 0,71 vs. 0,66), bondad de ajuste (test de Hosmer-Lemeshow, p 0,81 vs. 0,00)
y precisin global (Brier score 0,054 vs. 0,073).
COMENTARIO
476
Referencia
A Simple Risk Tool (the OBSERVANT Score) for Prediction of 30-Day Mortality After Transcatheter Aortic Valve Replacement
477
Los autores disean un estudio aleatorizado, simple ciego con controles sham
(simulacin) en pacientes con hipertensin arterial resistente aleatorizados 2:1 a
denervacin simptica renal mediante catter de ondas de radiofrecuencia SYMPLICITY o a procedimiento de simulacin (angiografa).
Antes de la aleatorizacin los pacientes reciban de forma estable un tratamiento
antihipertensivo a las mximas dosis toleradas de al menos tres frmacos incluyendo un diurtico. El objetivo primario de eficacia fue el cambio de la presin
arterial sistlica en la consulta a los 6 meses. El objetivo secundario de eficacia
el cambio de la presin arterial sistlica en el MAPA de 24 horas. El objetivo primario de seguridad compuesto; muerte, enfermedad renal en estadios finales,
eventos emblicos que daban lugar a lesin de rgano diana, complicaciones renovasculares o crisis hipertensivas al mes o estenosis renales nuevas de las arterias renales de ms del 70% a los 6 meses.535 pacientes fueron aleatorizados. El
cambio de presin arterial sistlica a los 6 meses fue de 14,1323,93 mmHg en el
grupo de denervacin comparado con 11,7425,94 mmHg en el grupo de simulacin (P<0,001 para ambas comparaciones de cambio desde el nivel basal) para
una diferencia de 2,39 mmHg (IC al 95%, 6,89 to 2,12; P = 0,26 para superioridad
con un margen de 5 mmHg. El cambio en la presin sistlica ambulatoria fue de
6,7515,11 mmHg en el grupo de denervacin y 4,7917,25 mmHg en el grupo
de simulacin, diferencia de 1,96 mm Hg (IC al 95%, 4,97 - 1,06; P = 0,98 para
superioridad con un margen de 2 mmHg). No hubo diferencias significativas en el
objetivo de seguridad entre los dos grupos.
Los autores concluyen que en este estudio simple ciego en pacientes con hipertensin resistente tratados mediante denervacin, la reduccin de la presin
arterial sistlica no es significativa a los 6 meses comparados con un grupo de
simulacin (control).
479
COMENTARIO
El ensayo es muy pertinente dados los resultados de los estudios previos realizados
con una metodologa bien diferente que demostraban que la denervacin simptica renal produca importantes descensos de la presin arterial sistlica en pacientes
con aparente hipertensin resistente. Por tanto, se concluye en este estudio que la
respuesta a la pregunta de si los pacientes con hipertensin resistente pueden obtener reducciones significativas de la presin arterial es no. Sin embargo, la respuesta
definitiva, en mi opinin, no est dada.Cules son los motivos? Con relacin al ensayo, el 20% de los pacientes requirieron cambios en el rgimen antihipertensivo y
la tercera parte de los pacientes eran afroamericanos. En los no afroamericanos se
observ un descenso significativamente mayor de la presin arterial sistlica en los
pacientes del grupo de denervacin que en los simulados, hubo diferencias en la reduccin de la presin arterial en relacin al nmero de aplicaciones (ablaciones). Los
que recibieron ms de 15-16 ablaciones disminuyeron la presin sistlica ambulatoria -14,3 a -21,1 mmHg. Los que recibieron 8-9 ablaciones, -6 mmHg. Por otra parte,
los centros en los que se realiz la denervacin eran centros con poca experiencia
aunque se realizaron con proctor y no hubo forma de conocer si la ablacin fue efectiva o no, entre otras razones porque no hay prueba que nos diga si la ablacin es
efectiva o no. Adems el ensayo se realiz con un catter determinado y los resultados no pueden hacerse extensibles a otro tipo de catteres. Lo que s confirma el
ensayo es que el procedimiento es seguro.
Todo esto nos obliga a repensar en multitud de aspectos relacionados con la hipertensin resistente y su tratamiento. La hipertensin resistente se define como aquella que mantiene cifras de presin arterial superiores a 140/90 mmHg en pacientes
tratados con tres frmacos antihipertensivos, siendo uno de ellos diurtico o hipertensos tratados con 4 o ms frmacos antihipertensivos, sean cuales sean las cifras
de presin arterial que cumplan adecuadamente las medidas higinico dietticas y
sean adherentes al tratamiento a las mximas dosis toleradas. En el ensayo comentado no se valor la adherencia al tratamiento. Para la definicin de hipertensin
resistente se debera exigir un estudio MAPA de 24 horas para evitar las hipertensiones pseudo-refractarias. Se debera exigir la utilizacin de antialdosternicos (en
el SIMPLICITY-3 solo una cuarta parte los utilizaba). Por tanto, existen importantes
lagunas en el conocimiento y campos de mejora a la hora de seleccionar los candidatos ideales para un ensayo de denervacin renal, de cuestiones tcnicas como las
caractersticas del operador(experiencia, curva de aprendizaje) o las tcnicas empleadas (tipo de catter, tipo de energa a aplicar, cantidad de la misma), avanzar en
el conocimiento de los predictores de respuesta y tratar de conocer los resultados
480
a largo plazo y la influencia de las modificaciones de la presin arterial en la morbimortalidad cardiovascular.Por tanto, nos queda un largo camino por recorrer y
son necesarios ms estudios preclnicos y ensayos rigurosos para abrazar o desechar
esta forma de abordar la hipertensin resistente. La ltima palabra no est dicha.
Referencia
Controlled Trial of Renal Denervation for Resistant Hypertension
481
Resultados de un anlisis del REGARDS (REasons for Geographic And Racial Differences in Stroke), estudio epidemiolgico de cohortes formado por adultos de Estados
Unidos, en el que se evala el nivel alcanzado en los objetivos de prevencin secundaria en pacientes con enfermedad coronaria estable.
REGARDS es un estudio de cohorte prospectiva de 30.239 individuos afroamericanos y caucsicos mayores de 45 aos que fueron reclutados entre los aos
2003-2007. De estos, se incluyeron para este anlisis que comentamos 3.167, con
enfermedad coronaria autoreportada. Los objetivos de control de factores de
riesgo en prevencin secundaria se basaron en el ensayo COURAGE y fueron: uso
de aspirina, tensin sistlica <130 y diastlica <85 mmHg (80 mmHg si eran diabticos), LDL <8 5, HDL >40, triglicridos <150, glucemia basal <126, no-fumador,
IMC <25, ejercicio >3 das a la semana. La mediana de edad de los participantes fue
69+/-9 aos. El 33% eran afroamericanos y el 35% eran mujeres. La media poblacional de objetivos alcanzada fue de 4. Se realiz un anlisis secundario sobre tres
de ellos: aspirina, tensin arterial y LDL para el que se emplearon los datos obtenidos de 3.791 individuos (aqu se incluyeron los 3.167 previos ms 624 en los que
no se dispona del anlisis de glucosa en ayunas). En este caso se alcanzaron los
mismos en el 16% de los sujetos. La edad avanzada, mayor nivel de ingresos, mayor nivel educativo, una mayor actividad fsica y la raza caucsica se asociaron de
manera independiente con un mejor resultado en el anlisis multivariante [coeficientes de correlacin de 0,27 (-0,37 -0,18), 0,29 (0,12 a -0,46), -0,10(-0,21 a -0,01),
0,17(0,13 a 0,21), respectivamente para cada uno de ellos y -0,36(-0,45 a -0,26) para
la raza afroamericana en comparacin con la raza caucsica]. Respecto al anlisis
secundario, una menor edad se asociaba a mejores resultados.
483
Los autores concluyen que hay un amplio margen de mejora en los objetivos de prevencin secundaria en los pacientes con enfermedad coronaria en los Estados Unidos.
COMENTARIO
Esta publicacin sobre el estudio REGARDS plantea una realidad bien conocida
pero no por ello fcil de abordar. De hecho la redaccin en algunas partes del texto resulta un poco confusa. Lo cierto es que en pacientes con enfermedad coronaria estable/en rgimen ambulatorio, raramente se consiguen en su totalidad los
niveles objetivos marcados por las guas de prevencin secundaria. No obstante,
hay varios aspectos en la misma que merecen un comentario. En primer lugar,
REGARDS inicialmente se dise para conocer las causas de las diferencias geogrficas y tnicas de ictus en Estados Unidos. En ese sentido, se reclutaron mayoritariamente pacientes del conocido como Stroke Belt (que incluye la zona con
mayor tasa de enfermedad cerebrovascular de dicho pas) y restndole validez a
cualquier anlisis incluso dentro de los Estados Unidos. Por esa parte se aadira un
sesgo, pues tendran en promedio una tasa de enfermedad vascular muy elevada
en cualquiera de sus formas por una acumulacin de factores de riesgo -no controlados- tambin reconocida en dicha rea. En segundo lugar, los autores incluyen
individuos con enfermedad coronaria autoreportada, con lo que es posible que hubiese pacientes con enfermedad coronaria no comunicada y por tanto excluidos,
as como sujetos con enfermedad coronaria silente que quedaron fuera del anlisis. Tampoco disponemos de informacin acerca del grado de sntomas u otros parmetros asociados a la enfermedad coronaria, lo que tambin limita los anlisis.
Tercero: considerar como punto de partida los criterios COURAGE e incluso ser ms
exigente que ellos, hace que se sobreestime el nivel de no adecuacin del control
de los factores de riesgo. Por otra parte, comparando con los pacientes COURAGE,
REGARDS presentaba menor porcentaje de antiagregados (77% vs. 96%), menor
actividad fsica (25 vs. 66%), y menor control TA (50 vs. 60%), lo que redunda en
que se obtengan los resultados descritos. Cuarto: aunque los autores hablen de 7
criterios, lo cierto es que en realidad son 10 (uso de aspirina, tensin sistlica y diastlica, LDL, HDL, triglicridos, glucemia basal, no-fumador, IMC, ejercicio), lo que
explica por qu menos del 1% cumpla con la totalidad de los mismos. Por ltimo,
parece poco prudente dar el mismo valor al control de HDL y triglicridos que al
resto de los parmetros, a la luz de las ltimas guas de prevencin secundaria.
Por tanto, un artculo para estimularnos sobre las posibilidades de mejora, pero
con las limitaciones expresadas y que los autores resumen en pocas palabras:
484
Referencia
Achievement of Optimal Medical Therapy Goals for U.S. Adults With Coronary
Artery Disease. Results From the REGARDS Study (Reasons for Geographic And
Racial Differences in Stroke)
485
Cualquier cardilogo que lleve algunos aos visitando pacientes, sea cual sea el
mbito en el que se desenvuelva (UCI, urgencias, consulta, planta), se habr dado
cuenta de que cada vez hay ms casos de fibrilacin auricular. La que llamamos
familiarmente FA (unos pronuncindola efe a y otros simplemente fa).
quin? Esto va por barrios: en algunos el estudio lo hacen los neumlogos, en otros
casos queda a cargo de los neurlogos, otorrinos u otros especialistas. Y en otros
ni se sabe. Adems, las listas de espera en el sistema pblico son largusimas, pese
a que ya no es necesario como antao pasar una noche toledana en el hospital rodeado de tubos. La polisomnografa se practica hoy a domicilio con bastante menos incomodidad que antes, pero an as las posibilidades de atender la demanda
que desde cardiologa podramos generar son escasas. No parece que los especialistas en ese campo hayan hecho como nosotros, que ante la ingente demanda de
ecocardiogramas por parte de innmeros profesionales nos hemos puesto al tajo
y parece que hemos conseguimos atajar razonablemente las esperas.
Y en cuanto al tratamiento? Tambin aqu dependemos de otros. Los cuales aprovechan la utilidad teraputica de la presin positiva continua quiz para tratar las consecuencias evidentes de la apnea del sueo (ronquido perturbador, somnolencia diurna).
Pero quiz no piensan en otras ventajas, una de las cuales sin duda es la prevencin
de la fibrilacin auricular paroxstica o persistente. Adems, hay apneas del sueo en
personas delgadas cuyo tratamiento puede ser diferente y hasta quirrgico.
Esperemos que pronto cambie el panorama. Y mientras? No sera bueno circunscribirnos a la propia FA y soslayar los mecanismos que la sustentan aduciendo que
son responsabilidad de otros profesionales. Es nuestra. Y como tal debemos perseguir que los estudios diagnsticos y la terapia especfica de la apnea del sueo
estn disponibles en plazo razonable para los que los necesitan. Y mientras, insistir en la extrema importancia de la prdida de peso. Es una partitura difcil pero
tocable. Y evitar muchos conciertos nocturnos insoportables.
488
El estudio OPTIMIZE se ha fijado como objetivo investigar las implicaciones clnicas del empleo de doble antiagregacin durante 3 meses frente a 12 meses, en
aquellos pacientes con enfermedad coronaria que se someten a intervencionismo
coronario percutneo con stent liberador de zotarolimus.
Se trata de un ensayo clnico multicntrico, abierto y aleatorizado que se llev
a cabo en 33 centros sanitarios de Brasil. Es un estudio de no inferioridad con
intencin de tratar en el que se incluyeron un total de 3.119 pacientes que se
aleatorizaron 1:1 en dos ramas de estudio, en funcin de la duracin de la doble antiagregacin (3 meses o 12 meses). No hubo diferencias estadsticamente
significativas en las caractersticas de ambos grupos, ni en lo referente a la composicin, ni en cuanto al procedimiento realizado. Los pacientes incluidos fueron
aquellos que presentaban sintomatologa de angina estable con indicacin clnica
de intervencionismo percutneo; as como aquellos que presentaban isquemia silente o sndrome coronario agudo de bajo riesgo (angina inestable o infarto de miocardio reciente). Se excluyeron del estudio los SCACEST, las reestenosis de stent y los
pacientes portadores de DES (stent farmacoactivo).
Como terapia antiagregante se emplearon el cido acetilsaliclico (AAS) y el clopidogrel a dosis de 100-200 mg y 75 mg respectivamente, administrndose dosis de carga de 300-500 mg de AAS y 300 o 600 mg (segn el tiempo estimado para realizar el
intervencionismo) en aquellos pacientes que no reciban previamente la medicacin.
El objetivo primario del estudio engloba un conjunto de eventos clnicos adversos (NACCE) que incluye muerte por cualquier causa, infarto de miocardio, ictus
y hemorragias mayores, con un seguimiento a 12 meses. Por su parte, entre los
489
Nos encontramos ante un estudio que aborda un tema de gran relevancia clnica
dentro de la cardiologa, como es la duracin ptima de la doble antiagregacin en
pacientes sometidos a angioplastia con implantacin de stent. En la actualidad, la
FDA recomienda, en base a resultados de diversos estudios observacionales que han
demostrado una reduccin significativa de la mortalidad y los infartos de miocardio,
el empleo de doble terapia antiagregante prolongada (mnimo de 12 meses) en todos
los pacientes tratados con DES. Sin embargo, el empleo prolongado de doble antiagregacin presenta varias limitaciones, entre las que destacan las hemorragias (ms
frecuentes an si el paciente debe adems permanecer anticoagulado), la adherencia
al tratamiento por parte de los pacientes y los costes farmacuticos. En este sentido,
y pese a haberse demostrado que los DES de segunda generacin presentan perfiles
de seguridad mayores que los de primera generacin, la duracin optima de la doble
antiagregacin en cada tipo especfico de DES continua siendo desconocida.
En el momento actual hay diferentes estudios que evalan la duracin de la doble
antiagregacin tras la implantacin de un DES. Sin embargo, OPTIMIZE es el nico
ensayo clnico disponible que compara 3 meses de doble antiagregacin en un nico
tipo de stent de segunda generacin; incluyendo dentro de los grupos del estudio una
importante representacin de factores de riesgo cardiovascular (hipertensin arterial,
diabetes mellitus y dislipemia). En este sentido, cabe destacar que, en ambos grupos,
el porcentaje de fumadores se situ en el 17-18 %, cifras que se corresponden con la
proporcin de fumadores de Brasil facilitadas por la OMS (17% de la poblacin mayor
de 15 aos, 22% varones y 13% mujeres), pero que se encuentran algo alejadas de la
de muchos pases europeos (29% de la poblacin adulta). Tambin se debe mencio-
490
nar la exclusin de la trombosis del stent dentro del objetivo primario, ya que, si bien
se encuentra fuertemente relacionado con la muerte o el infarto de miocardio, y se
considera un objetivo clave de la seguridad de los DES, su definicin permanece poco
aclarada. De esta forma, y pese al empleo de la definicin propuesta por la ARC (Academic Research Consortium), entre el 50-60% de las trombosis del stent se definen como
probables o posibles dentro del estudio.
Por otro lado, como principal limitacin del estudio a la hora de interpretar resultados,
los propios autores reconocen una tasa relativamente baja de eventos (5,8% en el grupo de corta duracin y 6% en el de larga duracin frente al 9% previsto en el diseo
del estudio), lo que puede dar lugar a un bajo poder estadstico a la hora de detectar
pequeas diferencias en eventos isqumicos y hemorrgicos a partir del tercer mes.
En conclusin, debemos considerar que si bien el estudio no posee la capacidad
per se de modificar las recomendaciones actuales emitidas en cuanto a la duracin de la doble antiagregacin tras implantacin de DES (no olvidemos que nos
encontramos ante un estudio de no inferioridad), OPTIMIZE aporta evidencia en
cuanto a la posibilidad de reducir el tiempo de doble antiagregacin, pudiendo
servir de punto de partida para el desarrollo de otros estudios en este sentido que
permitan una mejora en el tratamiento de la cardiopata isqumica.
Referencia
Three vs Twelve Months of Dual Antiplatelet Therapy After Zotarolimus-Eluting
Stents. The OPTIMIZE Randomized Trial
491
La disfuncin ventricular izquierda es relativamente frecuente en pacientes oncolgicos. Sin embargo, la historia natural y el pronstico de la disminucin de la
fraccin de eyeccin en este grupo de pacientes es poco conocida.
En este estudio observacional retrospectivo estudiaron a pacientes con cncer
avanzado (grado III-IV) tratados entre enero-diciembre de 2009. Se incluyeron
104 pacientes que presentaron una disminucin de la FEVI por debajo del 50% no
objetivada en el estudio basal mediante ecocardiograma 2D (mtodo Simpson).
El tratamiento oncolgico consisti en antraciclinas (48%), ciclofosfamida (35%), inhibidores de crecimiento del endotelio vascular (26%) y trastuzumab (7%). En esta
cohorte 25 pacientes recibieron radioterapia en el trax y 60 pacientes frmacos cardiotxicos, considerando terapia cardiotxica aquella con un riesgo mayor del 5%
de ocasionar disfuncin ventricular izquierda (antraciciclinas y trastuzumab).
La disfuncin ventricular se asoci a cardiotoxicidad en 53 pacientes (55%), a sepsis y
arritmias en 36 pacientes (35%) y de causa no conocida en 15 pacientes (14%). Se evalu la presencia de lesiones coronarias en 38 pacientes (35%) sin que ningn paciente presentara lesiones coronarias severas que pudieran justificar su miocardiopata.
Se observ recuperacin de la funcin ventricular en 57 pacientes (55%). Se defini recuperacin de la funcin ventricular al aumento de 10 puntos respecto a la
funcin ventricular ms baja. Se realiz un anlisis uni y multivariable para determinar predictores de recuperacin de la FEVI. El anlisis multivariable demostr
que la edad, el volumen de la aurcula izquierda y el proBNP fueron predictores
independientes de recuperacin de la funcin ventricular.
493
En el seguimiento hasta noviembre de 2011 fallecieron 69 pacientes (66%): 33 pacientes (48%) por progresin del cncer; 29 pacientes (42%) por complicaciones
del tratamiento; 25 pacientes (24%) por sepsis, 4 pacientes (4%) por hemorragia
intracraneal, 1 paciente (1%) por insuficiencia cardiaca y 6 pacientes (9%) de causa
no conocida. Los pacientes que recuperaron la FEVI presentaron una supervivencia 20% mayor a los 2 aos que los que continuaron con disfuncin ventricular.
COMENTARIO
Se trata de un estudio interesante que analiza la presencia de disfuncin ventricular en una cohorte de pacientes con cncer en fase avanzada. Los autores concluyen que la disfuncin ventricular se debe solo en la mitad de los casos a la terapia
cardiotxica, que se produce recuperacin de la funcin ventricular en el 55% de
los pacientes y que esta recuperacin conlleva un aumento de la supervivencia.
Como limitaciones destacar que se trata de un estudio observacional con un nmero pequeo de pacientes y muy heterogneo (diferentes tipos de cncer y diferentes tratamientos). Otra limitacin es que solo en la mitad de los pacientes
asocian la disfuncin ventricular al uso previo de terapia potencialmente cardiotxica, sin quedar claro el nmero real de pacientes que la recibieron. De hecho,
los autores puntualizan en la discusin, que dado que no han documentado las
dosis ni temporalidad de las terapias, no se puede definir adecuadamente una
relacin temporal entre la administracin de los frmacos cardiotxicos y el desarrollo de la disfuncin ventricular.
Independientemente de la causa de la disfuncin ventricular, en este estudio los
pacientes que recuperan la funcin ventricular viven ms, en parte probablemente por la posibilidad de tratar su proceso oncolgico de forma ms agresiva y sin
interrupciones. Por tanto, resulta fundamental la necesidad de una valoracin
cardiolgica de forma previa, durante y tras la finalizacin de las terapias oncolgicas, si bien no sera posible a todos los pacientes, al menos en aquellos que
reciben frmacos o tratamientos potencialmente cardiotxicos.
494
Referencia
Incidence, Predictors, and Impact on Survival of Left Ventricular Systolic Dysfunction
and Recovery in Advanced Cancer Patients
495
Metaanlisis que analiza la efectividad del tratamiento guiado por pptido natriurtico tipo B (BNP) en pacientes con insuficiencia cardiaca crnica, en cuanto a
mortalidad total y hospitalizacin.
Los autores combinan la evidencia disponible en 11 ensayos clnicos aleatorizados
publicados en el periodo 2000-2012, sumando 2.000 pacientes en total. De todos
ellos, 8 estudios proporcionan datos individuales de cada paciente respecto a las variables estudiadas. La edad media de la cohorte conjunta fue de 72 aos, siendo un
68% varones, con una fraccin de eyeccin del ventrculo izquierdo (FEVI) disminuida en la mayora de los participantes (menor a 45% en un 90% de los sujetos).
Como variable objetivo primaria se analiza la mortalidad por cualquier causa durante el seguimiento, mientras que de manera secundaria se consideran las hospitalizaciones por IC. Se utiliz un modelo de regresin de Cox, incluyendo la edad (<75 o >75
aos), el estudio de origen y la FEVI (<45% y >45%) como covariables de la ecuacin.
En el periodo observado se encuentra una diferencia en la mortalidad total de un
38% [HR=0,62 (IC 0,45-0,86); P=0,004] entre ambos grupos a favor del tratamiento guiado por BNP, sin notarse influencia significativa de la FEVI en este resultado.
Sin embargo, s se puso de manifiesto una interaccin significativa entre la edad y
la eficacia de la intervencin. As, este beneficio solo se constat en el grupo ms
joven (<75 aos), mientras que en el grupo de mayor edad (>75 aos), el tratamiento guiado por BNP no mostr ningn beneficio en trminos de mortalidad total
[HR=0,98 (0,75-1,3); P=0,96].
En cuanto a las variables secundarias estudiadas, el grupo de tratamiento guiado
por BNP mostro una reduccin de los ingresos hospitalarios por IC [HR=0,80 (0,670,94); P=0,009], sin encontrarse interaccin por edad o FEVI.
497
COMENTARIO
498
Referencia
Effect of B-type Natriuretic Peptide-Guided Treatment of Chronic Heart Failure
on Total Mortality and Hospitalization: An Individual Patient Meta-Analysis
499
Hemos visto muchas veces la misma secuencia de acontecimientos. Ya no nos sorprende. Ahora lo contemplamos con el cigarrillo electrnico desde el palco de
autoridades, en primera fila de butacas y en barrera de sombra.
Lo primero es inventar un nombre que suene a moderno y progresista, aunque no
sea cierto lo uno ni lo otro. Para empezar no es un cigarrillo. Sino un artilugio humeante inhalatorio con forma de boquilla de vampiresa. Pero electrnico suena
bien, a alta tecnologa. Y vapear, que es lo que se hace con el mentado artilugio
(podra haberse llamado vaporizar, que es exactamente lo mismo) tambin suena
bien. Es un nombre ms corto, ms sonoro y parece referirse a un invento maravilloso que abre una nueva dimensin. Mucho saben los expertos en mercadotecnia.
Lo segundo es plantear una masiva campaa pblica resaltando una serie de virtudes incontestables. Pero en este caso no las hay. La mayora de las pretendidas son
supuestas y se basan en insinuaciones, medias verdades, oscuras referencias a trabajos seudocientficos y, a veces, con el apoyo personal de autoproclamados expertos (insustanciales muchas veces). La principal razn por la que se usan los cigarrillos
electrnicos es para ayudar a los fumadores a dejar de serlo. Lo cual no est ni por
asomo demostrado. As lo resalt la propia Sociedad Espaola de Cardiologa en un
documento de toma de postura publicado el 05.03.2014. E ilustr brillantemente en
esta misma seccin el 25.06.2014 una experta de verdad como es la doctora Regina
Dalmauen su artculo Luces y sombras del cigarrillo electrnico.
Y ya estamos en la tercera fase, que tiene a su vez varios componentes. Uno es
fidelizar a los crdulos -que tras la campaa previa hicieron ms caso a los charlatanes que a sus mdicos- y procurar que aumente su nmero. El segundo es aparecer como una solucin hasta ahora inexistente, que cubre una laguna decisiva
y que contribuye poco menos que a hacer feliz a la media humanidad que ha en501
tendido su mensaje y que podra hacerlo con la otra mitad cuando lo comprenda.
Y, en tercer lugar, montar una campaa de encendida y ofendida defensa frente
a las voces cientficas que dicen las cosas por su nombre (porque de las autoridades mejor no mencionar su cobarde debilidad disfrazada de prudencia). En la
cual campaa defensiva, aparte de adoptar una actitud de modernidad frente al
oscurantismo retrgrado de los cientficos, acusan a estos de plegarse a intereses
comerciales (de quin?, de las compaas tabaqueras?, de las casas comerciales
de frmacos antitabaco?). Y as nos va. Al pueblo, porque a los expertos en nadar
en aguas turbias estupendamente.
No puede expresarse con ms claridad lo que el pblico debe saber sobre esta
chapuza que lo que la SEC y la Dra. Dalmau expresaron en los documentos antes
citados. Quiz puedan resaltarse tres aspectos. El primero es que no est demostrado que estos artilugios ayuden a dejar de fumar ni que supongan efecto positivo alguno sobre la salud. De hecho, el mensaje engaoso de que se trata de una
herramienta eficaz y novedosa para la superacin del tabaquismo crea una falsa
confianza que no ayuda nada a acabar con el vicio. Ms bien contribuye a minimizar la importancia del tabaquismo y banalizar el proceso de dejarlo.
En segundo lugar, la seguridad del cigarrillo electrnico es muy dudosa. Por no decir
que hay atisbos de que puede causar dao. Adems, la informacin sobre la composicin exacta de los lquidos vaporizados no es completa, lo que hace surgir la sospecha
de que pueda haber zonas oscuras. Y tampoco ha habido tiempo suficiente de uso
como para que hayan aparecido complicaciones serias, pero ya las est habiendo.
La tercera observacin es que debe acabarse con rotundidad con el vaco legal que an
rodea a estos artilugios. Ello no hace sino despistar a los pobres usuarios, que creen lo
que no es y esperan lo que no cabe concebir. Y, evidentemente, favorece a los comerciantes que se estn lucrando con ellos. Lo cual no es malo si se hace leal y honradamente. Pero lo es y mucho si se juega con la salud y la credulidad del pblico.
502
Influencia de la dominancia
coronaria tras IAMCEST: un nuevo
parmetro pronstico
Dr. Agustn Fernndez Cisnal
29 de julio de 2014
503
COMENTARIO
La dominancia coronaria se define por la arteria coronaria de la que nace la arteria descendente posterior y las ramas posterolaterales, siendo ms frecuente la
dominancia derecha. Dado en que los pacientes con DI, mayor cantidad de miocardio depende de la coronaria izquierda, el impacto de una oclusin trombtica
aguda de estas ramas podra tener mayor repercusin. Algo que, hasta la publicacin de este artculo de Veltman et. al. era desconocido, aunque sospechado, y que
parece demostrado en este estudio.
La DI se asoci a una mayor mortalidad precoz (a los 30 das del IAMCEST), algo
que, adems de por la mayor cantidad de miocardio irrigado por la coronaria izquierda, puede ser explicado por la ausencia de circulacin colateral por una ACD
hipoplsica. Sin embargo, el pronstico a largo plazo, expresado en mortalidad
cardaca y reinfarto no se vio afectado por la dominancia, aunque slo se analizaron aquellos pacientes que sobrevivieron a los 30 das post-IAM, y por ello, aquellos en los que la repercusin de ste haba sido menor.
Este estudio identifica un nuevo parmetro para establecer el pronstico de pacientes con IAMCEST, el cual, en caso de confirmarse con ulteriores estudios, podra incorporarse a nuevos scores de estimacin riesgo. Asimismo, deberamos
tener una especial atencin en pacientes con DI e IAMCEST con lesiones graves
en la coronaria izquierda, ya que presentan dos veces ms de probabilidades de
muerte que los pacientes con DD.
Referencia
Influence of Coronary Vessel Dominance on Short-and Long-Term Outcome in Patients After ST-Segment Elevation Myocardial Infarction
504
En los grandes ensayos clnicos sobre el uso de DAI profilctico (MADIT, MADIT
II, MUST, SCD-HeFT), la representacin del grupo de pacientes con FEVI entre el
30-35% es relativamente baja. En un reciente metaanlisis de Al-Khatib et al que
incluye pacientes de 5 ensayos clnicos sobre DAI profilctico, solo el 11% tenan
una FEVI del 30-35% y de estos solo el 47% eran portadores de DAI. En ese trabajo
no encuentran una diferencia estadsticamente significativa en la supervivencia
entre los portadores y no portadores de DAI en este subgrupo de pacientes probablemente en relacin al pequeo tamao muestral.
El presente estudio presenta dos limitaciones claras como son la seleccin de
pacientes beneficiarios de un sistema nico (Medicare) y la falta de potenciales
factores confusores no recogidos en las historias y registros utilizados. A pesar
de ello, su aceptable tamao muestral y su cuidada metodologa, hacen de este
estudio un apoyo ms para el uso de DAI en prevencin primaria en pacientes con
FEVI del 35% o menor como recomiendan las guas de prctica clnica actuales.
506
Referencia
Association Between Prophylactic Implantable Cardioverter-Defibrillators and
Survival in Patients With Left Ventricular Ejection Fraction Between 30% and 35%
Al-Khatib SM, Hellkamp AS, Fonarow GC, Mark DB, Curtis LH, Hernndez
AF, Anstrom KJ, Peterson ED, Sanders GD, Al-Khalidi HR, Hammil BG,
Heidenreich PA, Hammill SC.
JAMA.2014;311:2209-15.
507
509
En su conclusin, los autores destacan el haber desarrollado y validado unos modelos predictivos capaces identificar pacientes con alto riesgo de pobre resultado
en salud tras TAVR, si bien con moderada capacidad de discriminacin, que potencialmente podran ayudar a guiar las decisiones teraputicas y a ofrecer a los
pacientes expectativas reales individualizadas de su posible evolucin.
COMENTARIO
En poblaciones de pacientes con EAo severa inoperables o de alto riesgo quirrgico, el TAVR ha demostrado mejorar globalmente tanto la supervivencia como
el estado general de salud. No obstante, su aplicacin en pacientes muy ancianos con mltiples comorbilidades o de especial fragilidad hace que en un nmero
significativo de casos, el procedimiento no obtenga el xito clnico esperado. Los
autores del estudio detectan acertadamente una necesidad clnica no cubierta en
poder predecir en qu pacientes individuales no es previsible conseguir un resultado satisfactorio. Con este objeto, elaboran un modelo predictivo prospectivo
que, de forma relevante para la poblacin estudiada, integra tanto mortalidad
como calidad de vida en los resultados medidos, y que, pese a una capacidad de
discriminacin moderada, es capaz de identificar a un subgrupo con un riesgo del
70% de pobre resultado al ao. En un editorial acompaante, y tras exponer las
fortalezas anteriormente mencionadas, se plantea la pregunta clnica clave: es
este modelo de riesgo til, es prctico? Para ello, el modelo debera amoldarse
a las tres es: integracin sencilla con la rutina clnica de trabajo; interpretacin
correcta de sus resultados y de las limitaciones de sus predicciones; e interaccin
apropiada en la toma de decisin junto con el paciente y familia. Estas cuestiones
permanecen an abiertas, y su desarrollo se antoja necesario para que el modelo
de Arnold pase de un mbito estrictamente acadmico, a su engranaje en el manejo de los pacientes con EAo severa candidatos a TAVR.
Referencia
Predictors of Poor Outcomes After Transcatheter Aortic Valve Replacement: Results from the PARTNER (Placement of Aortic Transcatheter Valve) Trial
Arnold SV, Reynolds MR, Lei Y, Magnuson EA, Kirtane AJ, Kodali SK, Zajarias
A, Thourani VH, Green P, Rods-Cabau J, Beohar N, Mack MJ, Leon MB, Cohen
BJ, on behalf of the PARTNER investigators.
Circulation 2014;129(25):2682-2690.
511
Subanlisis del estudio STREAM en el que se examina el infarto abortado en funcin de la estrategia de reperfusin utilizada (angioplastia primaria o fibrinlisis)
y el pronstico de estos pacientes.
Se evalu el endpoint preespecificado infarto de miocardio abortado (AbMI), segn
el uso de una estrategia farmacoinvasiva (PI) versus angioplastia primaria (PPCI)
en 1754 pacientes aleatorizados en las tres primeras horas del inicio de los sntomas del ensayo STrategic Reperfusion Early After Myocardial infarction (STREAM).
Basndose en electrocardiogramas (ECG) seriados y biomarcadores, se defini el
AbMI como una resolucin del ST 50% (90 min tras tecnecteplase (TNK) en el
brazo de PI o 30 min post PPCI) y un ascenso mnimo de biomarcadores.
Se registraron 11,1% (n=99) AbMI en el brazo de PI versus 6,9% (n=59) en el de PPCI
(p<0,01). En el modelo multivariante, los pacientes con AbMI tenan un sumatorio de
desviacin del ST menor, menos ondas Q basales y menores tiempos de isquemia. Los
pacientes con AbMI en el brazo de PI presentaron un tiempo a TNK menor (90 vs 100
min, p=0,015) con un tiempo de isquemia 100 mayor en los pacientes con PPCI y AbMI,
pero sin diferencias entre AbMI y no-AbMI. Sin embargo, no se obtuvieron diferencias
significativas entre ambos tratamientos y AbMI en el endpoint compuesto de muerte/
shock/insuficiencia cardiaca/reinfarto (p=0,292). Los pacientes con AbMI del brazo PI
tuvieron una menor incidencia de este endpoint que los no-AbMI (5,1 vs. 12%, p=0,038),
que no se present en los pacientes del brazo PPCI. 45 pacientes (2,5%) tuvieron IAM
enmascarado con mnima elevacin de biomarcadores y sin evolucin del ST basal.
Los autores concluyen que una estrategia PI con fibrinlisis precoz aborta ms IAM
que la angioplastia primaria. As, los pacientes del brazo PI presentaron mejores
513
514
Referencia
Aborted Myocardial Infarction in ST-Elevation Myocardial Infarction: Insights
from the STrategic Reperfusion Early After Myocardial infarction trial
515
No son pocos los que han sugerido que dediquemos una entrada de este foro a
un asunto que se ve mucho. Cada vez ms y parece que sin freno. Se trata del paciente atragantado de informacin que quiere saberlo todo y que le expliquemos
todo. El motivo de tantas preguntas? Internet.
Casi todos los pacientes que atendemos vienen en buena disposicin, escuchan lo
que les decimos acerca de su diagnstico y pronstico y aceptan las medidas teraputicas que les proponemos tras unas cuantas preguntas razonables, esperables
y de fcil contestacin. Pero hay otros -unas veces el propio paciente con estudios
y otras veces los hijos/as, parejas o amigos- que quieren saberlo todo. Y preguntan
incesantemente aspectos que casi nunca son relevantes, siempre con el sonsonete me han dicho, he ledo, tengo entendido que, pues aqu dice o expresiones similares. Ah se les pilla: Internet.
Hay cada vez ms personas que contraponen los consejos de cualquier especialista, no solo en el campo mdico, con lo que han ledo en Internet, como si fuera la
fuente de la eterna sabidura y ms experta que nadie. Y no lo es en modo alguno
aunque muchos as lo crean. Es el tpico deslumbramiento ante lo desconocido
que se desvela por primera vez. Cuando no se domina o no se sabe nada de un
tema es fcil que el ingente caudal de informacin -que tan fcil es hoy de recogerabrume, abra un mundo de perspectivas nuevas y brille cegadoramente como si
fuera la verdad absoluta. Pero hay dos problemas que a veces se olvidan. Uno es
que en Internet plasman su comentario, opinin, idea o doctrina todo tipo de
personas. Pocas veces se sabe quines y las hay desde sabios (poqusimos) hasta
idiotas (no pocos); la mayora son anodinas y prescindibles. Y cada una de ellas
coloca su aportacin por motivos diferentes, que en una minora es para contribuir al conocimiento y bienestar generales y en su mayora por motivos espurios
y mezquinos, crematsticos o personales de toda ndole. Solo cuando se sabe algo
de un tema se hace evidente la cantidad de errores que circulan y se repiten ad infinitum. El otro problema es que, aun suponiendo que la informacin recabada sea
517
veraz, sin unas bases de conocimiento que solo dan el estudio de una materia y la
experiencia en su ejercicio no es posible asimilarla de forma adecuada. Entonces
la informacin se limita a una serie de datos inconexos que ms que aclarar un
problema lo emborronan y en vez de ayudar a tomar una direccin confunden el
panorama y eternizan la solucin.
No est claro qu nombre darles a estas personas que entran en la consulta con
un rimero de hojas impresas de procedencia variopinta. O que traen en su alforja mental las opiniones de varios especialistas, amigos, vecinas y dems y tienen
toda una cocina (ensalada ilustrada, empanada, entremeses variados) mental. El
que se empieza a or como calco del ingls, empoderados, es horroroso. Algunos
les llaman pacientes enterados (quiz an mejor enteradillos); a ver si entre todos podemos dar nombre a este sndrome (que lo es, pues no es sino un conjunto
de manifestaciones por la misma causa). Podra ser el de atragantamiento o intoxicacin de informacin. Se aceptan sugerencias.
Pero hay que tomar postura frente a este fenmeno. Hay que reconocer que es
un desafo incmodo y fatigoso sea cual sea el modo como se afronte. Algunos directamente pasan de todo esto, dan su dictamen y no entran a discutir lo que con
razn consideran informacin redundante o sesgada, deficitaria e innecesaria en
cualquier caso. Hay otros que se escudan en esa cosa horrorosa del consentimiento informado, lo presentan, lo recaban y a otra cosa, evitando complicaciones.
Mi opinin particular es que nunca sobra que el paciente est bien enterado de todos los aspectos relativos a su enfermedad, de las razones que llevan al especialista a aconsejar determinadas soluciones y de las diversas opciones y sus desenlaces
previsibles. Pero para ello se necesita que el paciente tenga la mente abierta para
asimilar la informacin y que su bagaje cultural y sus cualidades intelectuales lo
permitan. Condiciones ambas que no suelen darse juntas en el caso del enteradillo. Puede que tenga cualidades o cultura, pero en el campo mdico trae una
montaa de ideas preconcebidas y falsa informacin que le bloquea el raciocinio.
Y que le hace creer que est a la altura o por encima del especialista y por tanto le
impide aceptar sin ms su dictamen. Pobres, en el fondo dan pena porque todo el
trabajo que se han tomado recogiendo datos y ms datos les ha servido de muy
poco. Es ms, casi seguro que ha contribuido a empeorar su problema en lugar
de a solucionarlo. Pero hay que hacrselo ver. Y podar comprensiva pero enrgicamente hasta encontrar las ideas bsicas y la informacin relevante. Eso exige
mucho tiempo y muchsima paciencia.
518
Ensear al que no sabe, dar consejo al que lo haya menester y corregir al que yerra eran
las tres primeras obras de misericordia del catecismo clsico. Pues ms o menos eso es
lo que tenemos que hacer con los pacientes o familiares enteradillos. Dios nos d paciencia para afrontarlo y nuestra bendita organizacin sanitaria tiempo para hacerlo.
519
Esta revisin del grupo de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur, resume las directrices actuales publicadas por varias sociedades profesionales para la
gestin de las lipoprotenas de baja densidad (LDL) para reducir el riesgo cardiovascular y analiza sus principales similitudes y diferencias acerca del tratamiento
de pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclertica (ASCVD).
En concreto, se analizan las directrices de Colegio Americano de Cardiologa (ACC)
y la Asociacin Americana del Corazn (ACC/AHA), la Sociedad Europea de Cardiologa/Sociedad Europea de Aterosclerosis (ESC/EAS), la Sociedad Cardiovascular Canadiense (CCS), y la Sociedad Internacional de Aterosclerosis (IAS), as como
las directrices para el manejo de los lpidos en las mujeres, los nios, los adolescentes y las personas con diabetes o enfermedad renal crnica (ERC).
El pasado noviembre de 2013, el ACC/AHA, cuando se publicaron las nuevas directrices clnicas para el manejo del colesterol elevado desde el antiguo ATP III
NCEP (National Cholesterol Adult Treatment Panel III Panel Educacin), lo ms
sorprendente fue que se abandonaron los objetivos de colesterol LDL, en favor de
la identificacin de cuatro grupos especficos de pacientes que se benefician con
tratamiento con estatinas a moderadas o altas dosis.
Se puede dar el caso de corresponder directrices de varias guas, como las indicaciones de la AHA para la mujer, o las de enfermedad renal crnica (ERC) si coinciden las dos situaciones clnicas, o bien las de ACC/AHA. Unas respecto a otras
pueden dar una atencin subptima de los riesgos relacionados con el colesterol
LDL. El panorama se complica porque otras guas, incluyendo la de Europa y Canad, presentan diferencias en sus recomendaciones
521
Las directrices de la ACC / AHA del 2013 recomiendan tratar a cuatro grandes grupos de pacientes de prevencin primaria y secundaria con estatinas, utilizando
una aplicacin para el clculo del riesgo cardiovascular:
Individuos con enfermedad cardiovascular aterosclertica clnica.
Individuos con niveles de colesterol LDL190 mg/dL, tales como aquellos con
hipercolesterolemia familiar.
Individuos con diabetes de entre 40 a 75 aos de edad con niveles de colesterol
LDL entre 70 y 189 mg / dl y sin evidencia de enfermedad cardiovascular aterosclertica.
Individuos sin evidencia de enfermedad cardiovascular o diabetes, pero que
tienen niveles de colesterol LDL entre 70 y 189 mg/dL y un riesgo a 10 aos de
enfermedad cardiovascular aterosclertica 7,5%.
Recomiendan terapia con estatinas a moderada o altas dosis, segn el riesgo.
Aquellos pacientes con ASCVD, por ejemplo, deben ser tratados con una estatina
en dosis altas, como atorvastatina 80 mg o rosuvastatina 40 mg, para una reduccin del 50% en los niveles de colesterol LDL.
COMENTARIO
Si bien las nuevas guas de prctica ACC / AHA abandonan las metas especficas
de tratamiento, el colesterol LDL sigue siendo el objetivo de la terapia, algo que
tiene en comn con el resto de las guas clnicas. La mayora de las otras guas de
prctica siguen tratando con objetivos especficos de colesterol LDL en funcin
de riesgo del paciente y utilizando la terapia con estatinas a dosis bajas en ciertos
pacientes. Las directrices americanas recomiendan estatinas a dosis bajas slo en
aquellos pacientes con un alto riesgo de reacciones adversas relacionadas con estatinas. El LDL-colesterol sigue siendo la lipoprotena de inters de las guas de la
ACC / AHA 2013. La gran diferencia es que ahora no hay metas teraputicas. Esto
se refleja tambin en las nuevas directrices de ERC, la gua KDIGO (Kidney Disease Improving Global Outcomes) inicia el tratamiento con estatinas a dosis fija y no
hay una meta de LDL-colesterol.
522
La calculadora de riesgo se bas en la puntuacin de riesgo de Framingham (FRS) Investigadores independientes informaron que el algoritmo utilizado para evaluar el
riesgo a 10 aos de ASCVD sobreestim el riesgo en un 75% a un 150% y se reproch
a las directrices de la ACC / AHA una tendencia a tratar ms individuos con estatinas,
especialmente aquellos sin ASCVD. Una nueva herramienta de evaluacin de riesgos, aportar las correcciones oportunas a las que habr que esperar
Los autores sugieren la necesidad de estrategias ms uniformes y evitar inconsistencias en la prctica clnica. En nuestro medio, la tendencia es continuar con las
guas europeas, pero este artculo ayuda a entender tanto las pautas en nuestro
medio vigentes y por qu se formulan esas nuevas directrices.
Referencia
Review of Clinical Practice Guidelines for the Management of LDL-Related Risk
523
525
en la prueba de esfuerzo cardiopulmonar, mejor supervivencia, con independencia del reemplazo valvular.
COMENTARIO
Existen pocos trabajos que analicen la utilidad de la prueba de esfuerzo cardiopulmonar en la estenosis artica moderada-severa, este estudio nos aporta informacin sobre una pequea cohorte de pacientes que ha sido sometida a esta prueba,
observndose como el VO2 pico y el pulso de O2 podran ser predictores independientes de supervivencia, al igual que ocurre en otras enfermedades cardiacas.
La toma de decisiones teraputicas en esta patologa viene dada por la aparicin
de sntomas en la mayora de las ocasiones, hecho que no deja de ser una apreciacin subjetiva de cada paciente, incluso los pacientes pueden reducir su actividad
para reducir sntomas. La prueba de esfuerzo convencional ya es considerada en
las guas de prctica clnica de la Sociedad Europea de Cardiologa para desenmascarar sntomas. Trabajos como este nos demuestran que el VO2 pico obtenido
de la prueba de esfuerzo cardiopulmonar puede ser un valor objetivo y fuerte predictor pronstico en la estenosis artica moderada-severa, que podra colaborar
en la toma de decisiones teraputicas en estos pacientes.
La limitacin principal del trabajo es que se trata de un estudio retrospectivo, con
los sesgos de seleccin que esto conlleva. Adems, los pacientes derivados a la
prueba de esfuerzo cardiopulmonar fueron aquellos con sintomatologa ambigua
o asintomticos, no realizndose en aquellos con sintomatologa clara y con contraindicacin absoluta para el ejercicio.
Cada vez la prueba de esfuerzo cardiopulmonar est siendo ms utilizada en
nuestra prctica clnica, y aunque en la estenosis artica los trabajos publicados
hasta ahora son pocos y con pequeo nmero de pacientes, los datos obtenidos
nos muestran que esta prueba, y fundamentalmente el VO2, podran ayudarnos
a la estratificacin pronstica de estos pacientes con seguridad, al igual que en
otras patologas cardiacas.
526
Referencia
Cardiopulmonary Responses to Exercise and Its Utility in PatientsWith Aortic Stenosis
527
Caractersticas anatmicas
de la inervacin renal
en los pacientes hipertensos
Dr. Iaki Lekuona Goya
14 de agosto de 2014
529
seccin y 39,9-13,9 por seccin), mientras que a nivel de los segmentos distales se
encontraban menos nervios (33,6-13,1 por seccin) (p 0,01).
La media de la distancia a la luz arterial fue mayor en los segmentos proximales (3,40- 0,78 mm), seguido por los segmentos mediales (3,10-0,69 mm), y menor
en los segmentos distales (2,60-0,77 mm) (p<0,001). El nmero medio de nervios
en la regin ventral (11,0-3,5 por seccin) fue mayor comparado con la regin
dorsal (6,2-3,0 por seccin) (p<0,001). Las fibras nerviosas eferentes fueron predominantes (pptido relacionado tirosina hidroxilasa/calcitonina gen25,1-33,4;
p<0,0001).La anatoma de los nervios en pacientes hipertensos no fue diferente
de forma considerable comparada con los no hipertensos.
El estudio concluye que la densidad de las fibras nerviosas simpticas periarteriales renales es menor en los segmentos distales y dorsales de las arterias. Y que
existe una claro predominio de fibras eferentes con una disminucin en la prevalencia de fibras aferentes periarteriales desde la parte proximal a la distal del
parnquima renal. Los autores sealan que estos datos acerca de los patrones
anatmicos de la inervacin simptica de las arteriales renales pueden ayudar a
mejorar los procedimientos y tcnicas de denervacin renal.
COMENTARIO
Todos estos datos sugieren que tal vez se precisa un abordaje asimtrico para conseguir una denervacin efectiva de los nervios tanto aferentes como eferentes y
que la variabilidad anatmica puede condicionar los resultados de la denervacin.
Como bien sealan los editorialistas de la revista todos estos hallazgos son muy
importantes y deben estimular a los investigadores en este campo y a las empresas de catteres de denervacin a realizar estudios preclnicos y clnicos rigurosos
que puedan resolver las preguntas esenciales todava no contestadas y poder anticipar la respuesta.
Referencia
Anatomic Assessment of Sympathetic Peri-Arterial Renal Nerves in Man
531
534
Referencia
Resting Heart Rate as Predictor for Left Ventricular Dysfunction and Heart Failure. MESA (Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis)
535
Lo que nos faltaba. Adems de tener que estudiar cada da para asimilar los rapidsimos y continuos avances que experimentan la cardiologa o la medicina, ahora
tenemos que estar empollados tambin de los remedios extracientficos.
Qu hacer si no ante el paciente que planta en la mesa de la consulta una ristra
de botes con pastillas de diversos colores cuyos nombres no nos suenan y cuyas
utilidades desconocemos? En algunas zonas del pas es muy habitual que los
pacientes -antes de acudir a las consultas de los especialistas, a la vez o incluso
despus- recurran a profesionales y terapias sin fundamento cientfico: herboristas, homepatas, naturpatas y similares. Algunos de estos son profesionales preparados y actan lealmente. Y algunos de sus remedios poseen en cierta
medida las propiedades que sealan. Pero hay muchos intrusos, impreparados,
charlatanes y engaadores. Los/as que antes se llamaban -y algunos/as ahora
tambin- brujos/as. Y los pacientes acuden a las consultas de estos seudoprofesionales con gran asiduidad. Y tambin, todo hay que decirlo, con gran fe. O
bien compran directamente por internet o en tiendas especializadas innumerables y variopintos remedios naturales.
Las razones por las que los pacientes recurren a estos falsos remedios son muy
diversas. Unos piensan que los remedios naturales son ms suaves, no meten
qumica al organismo y no son txicos. Hay quienes los usan para problemas funcionales que exigen que la persona se equilibre. Otros recurren a estos mtodos
de eficacia cuestionable cuando la medicina tradicional no les cura. O complementan esta con las medicinas alternativas. O bien alternan ambas a temporadas para desintoxicarse. Los hay que no se fan de los mdicos y recurren a lo que
sea para no vernos. Y mil y una razones ms.
537
Casi todas equivocadas. Es comprensible recurrir a remedios caseros para patologas banales, ante las que no conviene sobremedicar y para las que siglos de experiencia y tradicin algo tendran que servir. De hecho, muchos medicamentos no
son sino remedios vegetales tradicionales pasados por un procesado industrial,
sistemas de purificacin y controles de calidad.
Pero otra cosa es contraponer los remedios naturales con los medicamentos. El que
sean naturales no significa que sean inocuos o atxicos. Ni que estn desprovistos
de efectos indeseados y de interacciones con alimentos, frmacos u otras sustancias. Y tampoco tienen nada que ver en cuanto a eficacia frente a la enfermedad o
sntoma para los que se prescriben. Debe decirse con la misma rotundidad que respeto que casi ninguno de los remedios naturales ha demostrado fehacientemente
sus pretendidas virtudes. Poqusimos han sido ensayados con el mtodo cientfico
(s, ese al que debemos todo el progreso material de los ltimos tres o cuatro siglos
por lo menos). Y desde luego la vigilancia y el control por parte de las autoridades
sobre sus canales de difusin y propaganda dejan mucho que desear.
No sirve ante estos casos desdear el asunto. Aunque estemos convencidos de
la inutilidad de casi todas estas terapias, los pacientes las seguirn tomando. Y
nosotros no tendremos ms remedio que aprender algo ms sobre ellas para
aconsejarles cabalmente y para asegurarnos de que no hay interacciones con los
frmacos que correctamente hemos recetado.
Los pacientes tienen derecho a beneficiarse de lo que cientficamente ha demostrado eficacia, que hasta ahora solo son los frmacos recomendados para cada
indicacin. Tambin tienen derecho a saber las cosas y a que se les asegure sin ambages la inutilidad de los remedios naturales. En los cuales, por cierto, se gastan
una buena cantidad de dinero, que sin embargo escatiman cuando se les pide un
mnimo esfuerzo en las medicinas que realmente curan.
538
Metaanlisis que analiza la prevalencia, causas y pronstico de los pacientes jvenes con insuficiencia cardiaca (IC).
Se consideraron 31 estudios prospectivos incluyendo 41.926 pacientes diagnosticados de IC, independientemente de la FEVI. Se recogieron sus caractersticas basales, historia cardiolgica y factores de riesgo cardiovascular (FRCV), la etiologa de
la IC, los signos y sntomas de IC, el tratamiento que reciban y los eventos durante
el seguimiento, considerando la mortalidad por todas las causas. Los pacientes se
estratificaron en funcin de la FEVI (deprimida FEVI <0,50) y de la edad: <40 aos,
40-49 aos, 50-59 aos, 60-69 aos, 70-79 aos y 80 aos.
El perfil de paciente joven con IC es un varn, con pocas comorbilidades y frecuentemente miocardiopata dilatada (MD), que suele presentar FEVI deprimida
y buena clase funcional. Por el contrario, a medida que avanza la edad, aumenta
el nmero de mujeres con IC, la prevalencia de FRCV y las causas isqumica e hipertensiva. Asimismo, a mayor edad, los pacientes presentan peor clase funcional
y la FEVI tiende a estar conservada en una parte importante de los casos.
Respecto al tratamiento, los pacientes jvenes reciben un mayor nmero de frmacos especficos para IC que las personas de mayor edad (especialmente de
aquellos que mejoran la supervivencia), independientemente de la FEVI. Adems,
reciben de forma notable ms digoxina, al contrario que los pacientes de mayor
edad, que toman una mayor cantidad de diurticos.
Durante el seguimiento fallecieron 10.747 pacientes, siendo la tasa de mortalidad mayor a medida que aumenta la edad (supervivencia a 1 ao: 6,7% en <40 aos vs. 28,2%
539
en 80 aos; supervivencia a 3 aos: 16,5% en <40 aos vs. 57,2% en 80 aos), independientemente del sexo. La mortalidad en jvenes con FEVI normal es la mitad que
la de aquellos con FEVI deprimida. Tras ajustar por sexo, FA, HTA, DM y causa isqumica, la mortalidad en <60 aos era similar, independientemente de la FEVI.
COMENTARIO
Interesante metaanlisis que nos permite conocer mejor las caractersticas de los
pacientes con IC en las diferentes edades, adems de aportar datos relevantes
respecto al pronstico de la IC, especialmente en pacientes jvenes.
En primer lugar, y como es conocido, a mayor edad, los pacientes presentan un
mayor nmero de FRCV, y por lo tanto, presentan con mayor frecuencia IC por
causa isqumica o hipertensiva, en detrimento de la dilatada, que es ms frecuente en jvenes. No obstante, en los estudios incluidos en el MAGGIC, hay un
infrauso de la coronariografa o de otras tcnicas (como la RM) en el estudio de
la IC, realizndose el diagnstico de MD (idioptica) en ocasiones sin descartar
otras causas. Por ello, debera intensificarse el estudio etiolgico de la IC, especialmente en jvenes, y potenciar el uso de tcnicas como la RM que ayudasen
a su mejor caracterizacin.
En este metaanlisis tambin existe una baja representacin de otras causas de
IC, como la miocardiopata periparto (suelen ser pacientes excluidos de registros y/o ensayos).
En segundo lugar, los varones jvenes tienen una mayor prevalencia de IC que las
mujeres, como ya se haba sugerido en estudios previos. La explicacin para esta
asimetra puede estar en que los varones consumen ms alcohol y presentan con
mayor frecuencia enfermedad coronaria, adems de presentar algunas miocardiopatas ms prevalentes en adultos jvenes (miocardiopata arritmognica del
VD, miocardiopata hipertrfica, laminopatas).
Respecto a las diferencias en el tratamiento farmacolgico entre pacientes jvenes y mayores, la explicacin ms plausible es que los pacientes jvenes son ms
frecuentemente seguidos en unidades especializadas de cardiologa, y presentan
menos comorbilidades que limiten el uso de frmacos. La razn por la que toman
ms digoxina, estando menos sintomticos y presentando menos FA, es desconocida. Asimismo, el hecho de que los pacientes de mayor edad tomen ms diur-
540
ticos puede deberse a que presentan una peor clase funcional y a la existencia de
comorbilidades, como el deterioro de la funcin renal.
En cuanto a la mortalidad por todas las causas, los estudios previos mostraban
una mayor mortalidad en grupos de menor edad que los reportados en este metaanlisis. La razn para esta discrepancia puede estar en que algunos registros
son antiguos, y en aquel momento las indicaciones de frmacos (como el uso de
eplerenona a raz del EMPHASIS-HF) o dispositivos (como la resincronizacin tras
el MADIT-CRT) eran diferentes a las actuales. Adems, el menor uso de frmacos
que aumentan la supervivencia en los pacientes ms mayores puede contribuir
tambin a estas diferencias, siendo este un punto a mejorar en la prctica clnica
habitual.
En conclusin, el conocimiento de las caractersticas y pronstico de los pacientes
con IC, es esencial para individualizar su manejo y tratamiento. La informacin
del MAGGIC confirma algunos datos epidemiolgicos ya conocidos, y aporta datos novedosos respecto al mejor pronstico de los pacientes jvenes.
Referencia
Heart failure in younger patients: the Meta-analysis Global Group in Chronic Heart
Failure (MAGGIC)
541
Estudio que revisa la supervivencia de los pacientes diagnosticados de insuficiencia mitral isqumica moderada o severaentre los aos 1990 y 2009,en funcin de
la estrategia de tratamiento.
En ms del 50% de los pacientes que padecen un infarto agudo de miocardio
(IAM) se asocia insuficiencia mitral (IM) de etiologa isqumica, siendo esta una
entidad clnica distinta respecto a otras causas de IM estructural degenerativa,
caracterizada por el remodelado de VI secundario a la isquemia, que ocasiona el
desplazamiento de los msculos papilares y la dilatacin del anillo mitral. En definitiva cambios geomtricos del VI, cuya combinacin deriva en una restriccin
de los velos mitrales que favorece la regurgitacin. La presencia de IM se asocia
a peor pronstico y existe una clara correlacin entre la severidad de la IM y el
ensombrecimiento del pronstico. Incluso la IM de grado moderado incrementa
significativamente el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) y muerte.
Este estudio revisa de forma retrospectiva, observacional, la supervivencia de pacientes diagnosticados de EAC significativa (lesin 75% en 1 arteria coronaria) e
insuficiencia mitral isqumica moderada o severa (grado 2+) entre los aos 1990
y 2009, siendo clasificados en funcin de la estrategia de tratamiento que se llev
a cabo con cada uno de ellos, resultando 4 grupos de tratamiento: terapia mdica, intervencionismo coronario percutneo (ICP), revascularizacin quirrgica
(CABG) o CABG + reparacin/recambio de la vlvula mitral.
Un total de 4.989 pacientes fueron incluidos en el estudio. El 36% recibi tratamiento mdico exclusivo, siendo un grupo con diferencias significativas en cuanto
a la edad (ms anciano) y comorbilidades (DM, EPOC, vasculopata perifrica, IRC,
FEVI) respecto al resto. El grupo de tratamiento mediante ICP (25%) destacaba por
una clara propensin a incluir pacientes con EAC de 1 o 2 vasos mientras que los
543
tratados con CABG (36%) eran predominantemente pacientes con EAC de 3 vasos
e IM moderada (grado 2+). Por ltimo, los pacientes tratados mediante CABG + reparacin/recambio mitral (5%) eran ms propensos a tener IM ms importantes
(grado >2+) y peor clase funcional (NYHA II/IV). La mediana de seguimiento fue de
5,37 aos. Comparado con la terapia mdica (mediana ajustada de supervivencia
5,6 aos) se observ disminucin significativa de la mortalidad en pacientes tratados con ICP (6,8 aos) (HR: 0,83; IC 95%: 0,76-0,92; P=0,0002), CABG (9,7 aos) (HR:
0,56; IC 95%: 0,51-0,62; P<0,0002) y CABG + reparacin o recambio mitral (8,1 aos)
(HR: 0,69; IC 95%: 0,57-0,82; P<0,0001). No hubo diferencias significativas en estos
resultados basados en el grado de severidad de la regurgitacin mitral.
Los autores concluyen que en pacientes con EAC significativa e IM isqumica moderada o severa la terapia exclusiva con CABG demostr el menor riesgo de mortalidad. CABG con o sin reparacin/recambio mitral se asoci a menor mortalidad
que ICP o tratamiento mdico exclusivo.
COMENTARIO
544
545
patologa en la actualidad, a pesar de que debido a la escasez de pacientes, difcilmente alcanzarn la potencia estadstica lograda en el presente trabajo, por
lo que el nivel de evidencia B probablemente ser la norma en la literatura que
marque las pautas de actuacin en la insuficiencia mitral isqumica.
Referencia
Surgical Revascularization Is Associated With Maximal Survival in Patients With
Ischemic Mitral Regurgitation. A 20-Year Experience
546
Siguiendo una regla no escrita, pero que desgraciadamente parece cada vez ms
frecuente, se ha aprobado en pleno verano el real decreto que recoge el proyecto
de troncalidad en la formacin MIR. Este real decreto va a causar un terremoto en
el sistema de formacin de mdicos especialistas y va a afectar a la actividad de
casi todos nosotros, residentes actuales y futuros, y especialistas en ejercicio. La
referencia oficial es el BOE del 6 de agosto de 2014.
El concepto de troncalidad es algo que viene rondando ya desde la publicacin
en 2003 de la Ley de Ordenacin de las Profesiones Sanitarias (tambin conocida
como la LOPS), que ya haca en su artculo 19 la primera alusin al concepto de que
la formacin de los mdicos especialistas deba estar conformada por una parte
comn (el famoso tronco) compartida por especialidades similares y una parte
especfica para cada especialidad: Las especialidades en Ciencias de la Salud se
agruparn, cuando ello proceda, atendiendo a criterios de troncalidad. Las especialidades del mismo tronco tendrn un periodo de formacin comn de una duracin mnima de dos aos.
Han pasado once aos en los cuales el proyecto de troncalidad ha estado dando
vueltas entre comisiones, comits de especialidad y ministerios. Si quieres conocer ms detalles del proceso hay un resumen estupendo en el artculo Troncalidad: la reforma MIR que lleva una dcada yndose por las ramas, publicado en
Redaccin Mdica.
El proceso visto desde la Comisin Nacional de la Especialidad de Cardiologa ha
pasado bastante de puntillas por lo menos hace unos aos, segn nos consta, nicamente a travs de una encuesta (documento excel - sistema DELPHI) donde se
preguntaba por las especialidades que podran ser afines a la cardiologa, y de una
consulta en la que se coment por iniciativa de Anestesia, la posibilidad de crear
547
un tronco de crticos, que al final no tuvo aceptacin. A todo esto, y como buena
muestra de la lentitud administrativa y de la desorganizacin que hay con este
tipo de cosas, en este periodo se aprob el programa actual de formacin de residentes que haba sido elaborado por una comisin anterior.
Queremos destacar en esta historia el papel de la Comisin Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) que consigui poner algo de orden en borradores iniciales
donde el valor de la nota del MIR se esfumaba parcialmente ya que haba que volver a evaluarse a los dos aos en cada unidad troncal para escoger la especialidad,
lo que abra la caja de Pandora a amiguismos en cada centro. Luego cada especialidad ha ido por su lado y muchas se han desligado de los troncos, lo se puede
considerar un xito o un fracaso segn quin lo valore.
TRONCALIDAD: EN QU CONSISTE EN POCAS PALABRAS
El proyecto de troncalidad tiene dos objetivos: conseguir una formacin ms integral de los mdicos y hacer que los programas de formacin sean ms parecidos a los de otros pases europeos. En la prctica, lo que hace bsicamente el
proyecto de troncalidad es dividir las especialidades mdicas en troncos y dividir
la formacin MIR en dos periodos bien diferenciados.
Con el nuevo sistema, para acceder a la formacin especializada, los recin licenciados debern enfrentarse a una prueba selectiva (que se supone ser algo similar al MIR actual) con una prueba objetiva que supondr no menos del 90% de
la puntuacin. El primer cambio gordo viene aqu. Con la nota lo que harn ser
elegir el tronco y la unidad docente (es decir, el Hospital) donde harn un periodo
de formacin troncal de dos aos de duracin. Es decir, se elegir el tronco de mdicas en vez de escoger directamente cardiologa.
Al final del periodo de formacin troncal habr una nueva evaluacin (con formato a determinar) que debe ser superada de forma obligatoria para poder acceder
al periodo de formacin especializada.
Una vez conseguido el aprobado en el periodo troncal, los mdicos residentes debern pasar un segundo proceso de seleccin (se supone que basado en la nota
que sacaron en el MIR) para elegir una plaza de formacin especializada. Y aqu
viene otro cambio importante. Solo se puede elegir dentro de las especialidades
que forman el tronco (si optaste por mdicas para hacer cardiologa olvdate de
548
tener ciruga cardiaca o rayos como segunda opcin). Y se puede elegir hacer la
formacin especializada en una unidad docente distinta a la que se tuvo para la
formacin troncal. El tiempo que dura este periodo de formacin especfica tampoco acaba de quedar demasiado claro, pero parece que correspondera a los tres
aos que faltan para completar los programas de cinco aos actuales.
El real decreto regula tambin la posibilidad de que un mdico decida hacer una nueva especialidad; hace falta que hayan pasado cinco aos desde la primera especializacin, pero en el caso de que se busque una segunda especialidad que est dentro del
mismo tronco solo hace falta hacer el periodo de formacin especializada.
REACCIONES AL PROYECTO DE TRONCALIDAD
549
550
Revisin sistemtica y metaanlisis de ensayos controlados aleatorizados realizados sobre el efecto de la terapia con clulas de mdula sea (CMO) intracoronarias
en la funcin ventricular izquierda tras un infarto de miocardio con elevacin del
segmento ST (IMCEST) en varios subgrupos de pacientes.
Se identificaron todos los ensayos controlados randomizados comparando la
infusin intracoronaria de CMO como tratamiento del IMCEST. Se contact con
el investigador principal de cada ensayo analizado para obtener datos sobre los
diferentes subgrupos especificados (edad, diabetes mellitus, tiempo desde los
sntomas hasta la intervencin percutnea coronaria, arteria culpable del infarto, volumen telediastlico de ventrculo izquierdo (VTDVI) indexado, fraccin de
eyeccin del ventrculo izquierdo (FEVI), tamao del infarto, presencia de obstruccin microvascular, momento de la infusin de las clulas y nmero de clulas
inyectadas) y tres objetivos diferentes (cambios en la FEVI, VTDVI indexado y volumen telesistlico de ventrculo izquierdo (VTSVI) indexado). Se combinaron datos
de 16 estudios incluyendo 1.641 pacientes (984 con terapia celular, 657 controles).
La mejora absoluta en la FEVI fue mayor en los pacientes tratados con CMO comparados con los controles: [2,55% de incremento, IC 95%: 1,83-3,26, p<0,001]. La
terapia celular redujo significativamente el DTDVI y el DTSVI (-3,17 mL/m2, IC
95%: -4,86 a -1,47, p<0,001; -2,6 mL/m2, IC 95%: -3,84 a -1,35, p<0,001, respectivamente). El beneficio del tratamiento en trminos de mejora de FEVI fue ms pronunciado en pacientes jvenes (edad <55, 3,38%, IC 95%: 2,36-4,39) comparados
con pacientes mayores (edad >55 aos, 1,77% IC 95%: 0,80-2,74, p=0,03). Esta heterogeneidad en el efecto del tratamiento tambin fue observada con respecto
a la reduccin en el VTDVI y VTSVI. Adems, los pacientes con FEVI basal <40%
obtuvieron mayor beneficio de la terapia intracoronaria con CMO. La mejora de
la FEVI fue 5,3%, IC 95%: 4,27-6,33 en pacientes con FEVI <40% comparados con
551
Aunque los estudios publicados sobre terapia celular intracoronaria con CMO en
el contexto del IMCEST tienden a informar un moderado efecto beneficioso de la
misma, por su escaso nmero de pacientes, quedara por conocer si existe un mayor beneficio en algn subgrupo de pacientes. Se han realizado otros metaanlisis
sobre este tema. Sin embargo, este metaanlisis es el primero basado en datos
originales aportados por los investigadores principales de los mismos.
1. Los datos de subgrupo ms interesantes son:
2. Los pacientes jvenes se benefician en mayor medida con esta terapia: tanto
en modelos humanos se ha comprobado como las clulas madre de individuos jvenes se observan en mayor nmero y con una mayor capacidad regenerativa que en individuos mayores.
Los pacientes con FEVI severamente deprimida tienen mayor beneficio con este terapia: de hecho, los pacientes con FEVI >40% a penas observan beneficio. En los pacientes con FEVI <40% se objetiv una mejora de la FEVI del 5%, dato no despreciable que
tendra importantes implicaciones pronsticas en este subgrupo de pacientes.
En este metaanlisis no se encuentran diferencias con respecto a la presencia de
obstruccin microvascular, el tamao del infarto (parmetro por resonancia presente en menos del 37% de los pacientes) y la diabetes mellitus (menos del 16% de
la muestra era diabtica).
Con los prximos resultados del estudio BAMI veremos si estos beneficios modestos a nivel de la FEVI se acompaan de beneficios clnicos.
552
Referencia
Impact of Intracoronary Bone Marrow Cell Therapy on Left Ventricular Function
in the Setting of ST-Segment Elevation Myocardial Infarction: A Collaborative Meta-Analysis
553
Administracin de ticagrelor en el
IAMCEST: cuanto antes mejor?
Dr. Agustn Fernndez Cisnal
8 de septiembre de 2014
Ensayo clnico aleatorizado que compara la administracin de ticagrelor prehospitalaria o en sala de hemodinmica para el tratamiento del infarto agudo de miocardio con elevacin del segmento ST.
El antagonista directo del receptor plaquetario P2Y12 puede reducir la incidencia
de eventos cardiovasculares mayores adversos (MACE) administrado al ingreso
hospitalario en pacientes con infarto agudo de miocardio con elevacin del segmento ST (IAMCEST). Se desconoce si la administracin prehospitalaria de ticagrelor puede mejorar la reperfusin coronaria y los resultados clnicos.
Se desarroll un estudio internacional, multicntrico, aleatorizado, doble ciego
con reclutamiento de 1.862 pacientes con IAMCEST en curso de menos de 6 horas
de evolucin, comparando tratamiento con ticagrelor prehospitalario (en la ambulancia) vs. intrahospitalario (en sala de hemodinmica). Los objetivos primarios
fueron la proporcin de pacientes sin resolucin del segmento ST (STR) superior
al 70% antes de intervencionismo percutneo (ICP) y la proporcin de pacientes
con flujo TIMI <3 en la arteria responsable del IAM en la angiografa inicial. Los
objetivos secundarios fueron las tasas de MACE y trombosis de stent a 30 das.
La mediana de tiempo desde la aleatorizacin a la angiografa fue de 48 minutos y
la mediana de la diferencia de tiempo entre ambas estrategias fue de 31 minutos.
No se encontraron diferencias entre los grupos de tratamiento prehospitalario
e intrahospitalario en los objetivos primarios. La ausencia de STR >70% despus
de la ICP (objetivo secundario) fue del 42,5% y 47,5% de los pacientes respectivamente. Las tasas de MACE no fueron significativamente distintas entre los dos
grupos del estudio. Las tasas de trombosis de stent fueron menores en el grupo
de tratamiento prehospitalario que en el grupo intrahospitalario (0% vs. 0,8% en
las primeras 24 horas; 0,2% vs. 1,2% a los 30 das). Las tasas de sangrado mayor
555
556
Referencia
Prehospital Ticagrelor in ST-Segment Elevation Myocardial Infarction
557
Impacto angiogrfico de la
rehabilitacin cardiaca en lesiones
coronarias complejas revascularizadas
Dra. Miren Morillas Bueno
10 de septiembre de 2014
559
Se dispone de abundante evidencia para justificar las intervenciones preventivas en programas estructurados o RC, tras un episodio coronario agudo, y se
considera una intervencin costo efectiva, al mejorar el pronstico y reducir las
hospitalizaciones y los gastos de atencin mdica. Por otro lado, los tratamientos farmacolgicos, intervencionistas o quirrgicos son ms susceptibles de ser
evaluados mediante ensayos clnicos que las intervenciones dirigidas a modificar
estilos de vida, sean individuales o poblacionales.
La aplicacin de la evidencia que defiende el ensayo clnico, apoya que la prescripcin de RC es fundamental en el pronstico ulterior de pacientes sometidos
a revascularizacin percutnea con stents farmacoactivos en lesiones complejas
y, por lo tanto, se debe indicar siguiendo las directrices de las guas de prctica
clnica a todos los pacientes que han sido sometidos a revascularizacin coronaria
(quirrgica o percutnea. En este estudio, la asociacin de RC, a el intervencionismo con stents farmacoactivos de lesiones complejas, mejora la evolucin de las
mismas. De esto de desprende que la rehabilitacin cardiaca puede ayudar a controlar la reestenosis angiogrfica tarda de las lesiones complejas, largas tratadas
con stents liberadores de frmacos.
560
Referencia
Impact of Cardiac Rehabilitation on Angiographic Outcomes After Drug-Eluting
Stents in Patients With De Novo Long Coronary Artery Lesions
561
Malhablados electrofisilogos
Dr. Eduardo Alegra Ezquerra
11 de septiembre de 2014
Muchas arritmias se pueden curar definitivamente mediante la ablacin intracardiaca de vas o focos elctricos anormales. Lo hacen los colegas electrofisilogos
con gran eficacia, limpieza y seguridad. Pero muchas veces la indicacin surge del
cardilogo clnico, al cual muchos pacientes acuden inicialmente.
Y hacen bien, porque lo primero es sospechar el diagnstico y poner el tratamiento farmacolgico si procede. Despus cabr plantear al paciente la opcin
de ablacin si se piensa que est o puede estar indicada. No hay que olvidar que
la mayora de las indicaciones de la ablacin son clnicas: duracin, gravedad y
frecuencia de las crisis; o respuesta inadecuada, intolerancia o impropiedad del
tratamiento farmacolgico.
Pero aqu viene el problema. Cuando contamos al paciente que debe o quiz deba
practicarse una ablacin, lo primero que hace es horripilarse. La verdad es que la
palabreja suena fatal. A casi todos les viene a la cabeza una salvajada en el rea
genital femenina que -para indignidad de ellos y tambin nuestra- se practica
an en algunos pases o colectivos. Y nos obliga a explicarles que no es en modo
alguno un procedimiento salvaje. Ms bien todo lo contrario. Nuestros expertos
electrofisilogos en realidad hacen una fina virguera: destruir delicada, limpia y
selectivamente determinadas zonas del endocardio donde asientan las causas o
los mecanismos de las arritmias mediante corrientes de radiofrecuencia u otras
fuentes de energa limpias aplicadas desde el exterior a travs de un fino catter. Por qu, entonces, si el mtodo es tan fino le dan un nombre que suena tan
horrible? Y por qu es el cardilogo clnico el encargado de explicar esta discrepancia?Ablacin segn el diccionario de la Real Academia Espaola es un procedimiento quirrgico de extirpacin, mutilacin o separacin de cualquier parte
del cuerpo. Que es lo contrario realmente de la ablacin de los electrofisilogos.
Por dos razones. No es una tcnica quirrgica, sino justamente su anttesis, la va
percutnea. Ni tampoco extirpan nada, solo queman un rea minscula. Segn
ellos la ablacionan, que an suena peor. O sea que adems de feo, el nombre de
563
ablacin es impropio. Para evitarnos el sofoco de mandar a nuestros/as pacientes a que les hagan una ablacin, los colegas electrofisilogos tendrn que buscar
un nombre mejor. Mientras discurren, permtanme una sugerencia. Ya que ponen
desfibriladores automticos implantados (DAI), quiz deberan tambin practicar
la desconexin elctrica intracardiaca (DEI). No suena mejor? O, al menos, que
usen el trmino radioablacin, que disimula el segundo componente y tiene un
cierto tono de tecnologa punta que atrae ms. El excelente rendimiento del procedimiento merece un nombre que le haga justicia.
564
565
para muerte por cualquier causa 0,84; IC 95%: 0,76-0,93; P<0,001); de estos pacientes, 558 (13,3%) y 693 (16,5%) respectivamente, murieron por causas cardiovasculares (hazard ratio 0,80; IC 95%: 0,71-0,89; P<0,001). Si se comparaba con enalapril,
LCZ696 tambin redujo el riesgo de hospitalizacin por insuficiencia cardiaca por
21% (P<0,001) y disminuy los sntomas y las limitaciones fsicas por insuficiencia
cardiaca (P=0,001). El grupo de LCZ696 tuvo mayores proporciones de pacientes con
hipotensin y angioedema no importante, pero menores proporciones de empeoramiento renal, hiperpotasemia y tos, en comparacin con el grupo de enalapril.
Ante estos resultados los autores concluyeron que el LCZ696 fue superior al enalapril
en la reduccin del riesgo de muerte y de hospitalizacin por insuficiencia cardiaca.
COMENTARIO
566
e insuficiencia cardiaca preservada, se haba visto que LCZ696 tena efectos hemodinmicos y neurohormonales que eran mayores que los del ARAII solo. Como
se refiere en el texto del artculo, estamos ante un frmaco similar al omapatrilat
pero esta vez con resultados favorables al inhibir distintas molculas y emplear
una posologa ms adecuada de dos dosis diarias.
En un editorial acompaante al artculo, Mariell Jessup, dice que este ensayo PARADIGM-HF bien puede representar un nuevo umbral para la esperanza en los
pacientes con insuficiencia cardiaca; y que los esfuerzos para disear nuevas farmacoteraputicas, que explotan nuestro conocimiento en aumento al respecto de las
vas fisiopatolgicas, estn llevando a un incremento de usos en el campo clnico.
Otro elemento a destacar de este estudio es su propia difusin, bastante curiosa.
Frmaco misterioso sin nombre comercial an, hotline del congreso europeo 2014
(domingo 31 de agosto), que se presenta a la prensa un da antes (sbado 30 de
agosto) de su presentacin en el congreso. La prepublicacin en NEJM un da antes
de la sesin de hotline, se presenta con 3 elementos online: artculo gratis en PDF,
editorial, una perspectiva del uso tratamientos en insuficiencia cardiaca y, por ltimo, el domingo ya tenemos un vdeo de 5 expertos grabado durante el congreso
(PARADIGM-HF The Experts Discussion); no contentos con ello, el jueves 4 de
septiembre los autores del ensayo participan en un chat en Twitter organizado
por @NEJM bajo el hashtag #NEJMchat. An habr quien diga que esto no est
cambiando Como dira alguien: yo me bajo del tren o mejor nos subimos todos.
Mucho futuro y discusin nos espera con este frmaco, esperando que su administracin no sea tan compleja como est resultando con otros frmacos. Vamos
a dejar de ofrecer un beneficio de reduccin del 20% en mortalidad en una poblacin como esta? Me costar creer que tengamos problemas para su administracin, pero ya veremos.
567
Referencia
AngiotensinNeprilysin Inhibition versus Enalapril in Heart Failure
John J.V. McMurray, Milton Packer, Akshay S. Desai, Jianjian Gong, Martin P.
Lefkowitz, Adel R. Rizkala, Jean L. Rouleau, Victor C. Shi, Scott D. Solomon, Karl
Swedberg, Michael R. Zile, for the PARADIGM-HF Investigators and Committees.
N Engl J Med 2014; 371:993-1004.
568
569
en el grupo de ICP que en el tratamiento mdico aislado (4,6% vs. 8,0%, P=0,04). En
los pacientes incluidos en el registro en objetivo primario se alcanz en un 9%.
En pacientes con ECE, el ICP guiado por FFR, comparado con tratamiento mdico
aislado, mejor los resultado. Los pacientes sin isqumica tuvieron unos resultados favorables solo con tratamiento mdico.
COMENTARIO
La reserva fraccional de flujo permite medir la magnitud funcional de una estenosis y si esta determina isquemia, establecindose un umbral de 0,80 (una cada
mxima de presin intracoronaria del 20%) como sugestivo de isquemia. Mltiples estudios previos han comparado ICP vs. tratamiento mdico en ECE pero ninguno de ellos fue guiado por FFR.
El estudio FAME-2 fue interrumpido prematuramente por un aumento de las revascularizaciones urgentes, pero no de endpoints duros, en el grupo de ICP y sus
datos con un seguimiento a 7 meses fueron publicados en 2012, siendo los autores criticados por ello, ya que el conocimiento de lesiones con FFR >0,8 podra aumentar el nmero de revascularizaciones urgentes. Sin embargo, los resultados
presentados en el congreso de la ESC 2014 en Barcelona, confirman los resultados
preliminares y mantienen las diferencias en revascularizaciones urgentes, pero no
en mortalidad o infarto.
Las revascularizaciones urgentes fueron a expensas, en su mayora, de caractersticas clnicas (60%) en pacientes con anatoma conocida (en el grupo de tratamiento mdico, con lesiones que producan isquemia) y, por tanto, es lgico
encontrar una mayor tasa de revascularizacin urgente. Sin embargo, se encontraron tambin diferencias en revascularizaciones provocadas por cambios elctricos y movilizacin enzimtica (3,4% vs. 7,0%) dato que puede estar en relacin
con la pasivizacin de placas no crticas mediante el implante precoz de stent.
Esta hiptesis nos hace pensar que quiz para evitar sndromes coronarios agudos
en pacientes con ECE la cuantificacin de la placa e identificacin de su vulnerabilidad mediante tcnicas de imagen intracoronaria pueda ser ms importante que
la isquemia producida por la estenosis, o al menos complementarla.
Es remarcable tambin la baja mortalidad de los pacientes en los 3 grupos (ICP,
tratamiento mdico y FFR >0,80) que est en torno al 1,4% y que a dos aos, la
570
mortalidad en los pacientes del registro fue similar a la del grupo de ICP pareciendo por tanto que es seguro no revascularizar una lesin con un FFR >0,80.
En conclusin, los resultados del ensayo FAME-2 parecen mostrar que la revascularizacin temprana guidada por FFR en pacientes con ECE mejora las tasas de
revascularizacin urgente y podra ser que en un futuro, con la mejora en las tcnicas de intervencionismo percutneo, pudiese mejorar tambin endpoints duros
como mortalidad. Sin embargo, el abordaje solo por criterios de isquemia de las
lesiones coronarias parece insuficiente y debera complementarse con tcnicas
de imagen intracoronaria y con la caracterizacin de la vulnerabilidad de la placa.
Quizs los resultados del estudio ISCHEMIA, actualmente en curso, aporten ms
datos en cuanto a la importancia de revascularizacin en funcin de la isquemia
que producen las lesiones, aunque tendremos que esperar al menos hasta el ao
2019 para conocer sus resultados.
Referencia
Fractional Flow ReserveGuided PCI for Stable Coronary Artery Disease
571
Ivabradina en el tratamiento de la
cardiopata isquemica crnica estable.
Estudio SIGNIFY
Dr. Xavier Garca-Moll
17 de septiembre de 2014
573
El estudio merece una serie de consideraciones. En primer lugar, tanto las dosis
iniciales como las promedio no son las que se utilizan habitualmente en la prctica clnica habitual. En segundo lugar, la proporcin de pacientes tratados con
frmacos que en ficha tcnica se desaconsejan de forma concomitante con ivabradina era claramente superior a la que se observa en nuestro pas. De hecho, en
anlisis post-hoc, al retirar dichos pacientes (aproximadamente un 5% en ambos
brazos de tratamiento), ivabradina no es significativamente peor que placebo en
cuanto al objetivo principal en el grupo de pacientes con angina. De hecho, las
recomendaciones actuales de la EMA (European Medicines Agency) respecto ivabradina se mantienen sin cambios. Tendremos que esperar al dictamen que realice el Comit farmacovigilancia y valoracin de riesgo, (Pharmacovigilance Risk
Assessment Committee, PRAC) de la EMA, para ver cmo quedan finalmente las
indicaciones de ivabradina. Una de las consideraciones probables es que se modifique la ficha tcnica para considerar frmacos como diltiazem y verapamil como
contraindicacin para su uso concomitante con ivabradina (en lugar de desaconsejar su uso simultneo como hasta ahora).
574
Referencias
Ivabradine in Stable Coronary Artery Disease Without Clinical Heart Failure
Kim Fox, Ian Ford, Philippe Gabriel Steg, Jean-Claude Tardif, Michal Tendera
and Roberto Ferrari, for the SIGNIFY Investigators.
doi: 10.1056/NEJMoa1406430.
575
Las nuevas guas de manejo y valoracin del riesgo preoperatorio en ciruga no cardiaca, recientemente presentadas en el congreso europeo de cardiologa, evalan el
manejo perioperatorio de pacientes en los que la patologa cardiaca puede ser un condicionante de complicaciones durante la ciruga y en el post-operatorio inmediato.
Estas guas son el resultado de la colaboracin entre las Sociedades Europeas de
Cardiologa y Anestesiologa (ESC y ESA), con la participacin de varios de asociaciones y grupos de trabajo.
El riesgo de complicaciones perioperatorias depende de la condicin del paciente
antes de la ciruga, la presencia de comorbilidad, la magnitud y la duracin del
procedimiento quirrgico, as como de las circunstancias en las que tiene lugar.
Ms especficamente, el riesgo de complicaciones cardiacas se concentra fundamentalmente en aquellos pacientes con cardiopata isqumica, disfuncin ventricular izquierda y enfermedad valvular que se someten a procedimientos de alto
estrs hemodinmico.
Si bien la mayora de los pacientes sometidos a intervenciones quirrgicas lo hacen con un riesgo cardiovascular mnimo, se estima que un 30% lo hacen en presencia de comorbilidad cardiovascular. La aceleracin en el envejecimiento de la
poblacin en los prximos 20 aos aumentar este porcentaje, lo que refleja el
importante impacto que tendr la valoracin del riesgo y el manejo perioperatorio del paciente en los prximos aos.
Las nuevas directrices recomiendan una evaluacin prctica y secuencial del
paciente, que integra factores de riesgo clnicos con los resultados de pruebas
complementarias. Se trata de realizar una evaluacin individualizada del riesgo
cardiaco, con la oportunidad de iniciar la terapia mdica o proceder a la revascula577
578
Referencia
2014 ESC/ESA Guidelines on Non-Cardiac Surgery: Cardiovascular Assessment
and Management
Steen Dalby Kristensen, Juhani Knuuti, Antti Saraste, Stefan Anker, Hans Erik
Btker, Stefan De Hert, Ian Ford, Jose Ramn Gonzalez-Juanatey, , Bulent
Gorenek, Guy Robert Heyndrickx, Andreas Hoeft, Kurt Huber, Bernard Iung,
Keld Per Kjeldsen, Dan Longrois, Thomas F. Lscher, Luc Pierard, Stuart
Pocock, Susanna Price, Marco Roffi, Per Anton Sirnes, Miguel Sousa-Uva,
Vasilis Voudris and Christian Funck-Brentano.
Eur Heart J (2014) 35 (35): 2383-2431.
Enlace
Vdeo comentario sobre la gua europea sobre riesgo preoperatorio
579
X-VeRT (eXplore the efficacy and safety of once-daily oral riVaroxaban for the prevention of caRdiovascular events in patients with nonvalvular aTrial fibrillation scheduled for
cardioversion) es el primer estudio prospectivo aleatorizado de un nuevo anticoagulante oral en pacientes con fibrilacin auricular que van a ser sometidos a cardioversin electiva, comparado con antagonistas de la vitamina K.
La metodologa planteada fue la siguiente: se asignaron 1.504 pacientes a rivaroxabn (20 mg una vez al da, 15 mg si el aclaramiento de creatinina estaba entre 30 y 49 mL/min) o a una dosis ajustada de antagonistas de vitamina K (AVKs)
en una proporcin 2:1. Los investigadores seleccionaron o bien una estrategia de
cardioversin temprana (periodo objetivo de 1-5 das tras la aleatorizacin) o retrasada (3-8 semanas). El objetivo primario de eficacia fue un compuesto de ictus,
ataque isqumico transitorio, embolismo perifrico, infarto de miocardio, y muerte cardiovascular. El objetivo primario de seguridad fue el sangrado mayor.
En cuanto a los resultados comunicados, el objetivo primario de eficacia ocurri
en 5 (dos ictus) de 978 pacientes (0,51%) en el grupo de rivaroxabn y en 5 (dos
ictus) de 492 pacientes (1,02%) en el grupo de AVK [riesgo relativo 0,50; intervalo de confianza (IC) 95%: 0,15-1-73]. En el grupo rivaroxabn, cuatro pacientes experimentaron los eventos del objetivo primario de eficacia tras la cardioversin
temprana (0,71%) y uno tras la cardioversin retrasada (0,24%). En el grupo de
AVK, tres pacientes tuvieron los eventos de objetivo primario de eficacia tras la
cardioversin temprana (1,08%) y dos tras la cardioversin retrasada (0,93%). El
rivaroxabn se asoci con un tiempo significativamente reducido para realizar la
cardioversin comparado con AVKs (P>0,001). El sangrado mayor ocurri en seis
pacientes (0,6%) en el grupo rivaroxabn y en cuatro pacientes (0,8%) en el grupo
AVK (riesgo relativo 0,76; IC 95%: 0,21-2,67).
581
Ante estos resultados los autores concluyen que el rivaroxabn oral parece ser
una alternativa efectiva y segura a los AVKs y que podra permitir una cardioversin inmediata.
COMENTARIO
Es sabido que en pacientes sintomticos, la cardioversin elctrica o farmacolgica puede usarse para restaurar rpidamente el ritmo sinusal. Sin embargo, existe
un riesgo periprocedimiento de episodios tromboemblicos asociados a la cardioversin, con tasas de ictus del 5 al 7% en pacientes sin anticoagular. La terapia con
AVK, aunque nunca ha sido validada con ensayos clnicos aleatorizados, reduce la
incidencia de episodios tromboemblicos a entre 0,5 y 1,6%.
El mayor problema que acompaa a los AVK es que se observa habitualmente que
se precisan ms de 3 semanas para alcanzar valores estables de INR en un rango
teraputico, dato que tambin se produjo en X-VeRT. Las caractersticas farmacolgicas de los nuevos anticoagulantes orales claramente los posicionan en una
situacin de gran utilidad para la cardioversin electiva. Su rpido inicio de accin
(2-4h), vida media corta, farmacocintica y farmacodinamia ms predecible, nos
permite una estrategia de cardioversin ms rpida.
Este estudio X-VeRT se suma a otros anlisis post-hoc en fase 3 con dabigatrn,
rivaroxabn o apixabn, completando la evidencia a este respecto. El estudio
muestra que no hay diferencias significativas en el objetivo primario, tambin hay
que tener en cuenta que el estudio tiene un escaso poder estadstico por lo que
algunos de los hallazgos no se pueden confirmar estadsticamente con firmeza
como una reduccin de casi la mitad de los eventos del objetivo primario en el
grupo de rivaroxabn, y sus autores reconocen su naturaleza exploratoria de los
hallazgos en el propio artculo.
Ahora bien, este estudio puede tener importantes implicaciones en la prctica clnica como que se podra facilitar muchsimo el manejo de estos pacientes al usar
nuevos anticoagulantes como rivaroxabn, ya que como sabemos programar las
cardioversiones bajo AVK puede ser engorroso en ocasiones por mal control de
INR, y adems se reducira el tiempo en que se realizara la cardioversin, lo que finalmente acabara suponiendo un ahorro de recursos y una mayor calidad de vida
para el paciente (menos analticas, visitas a centros sanitarios). Probablemente
582
los nuevos anticoagulantes nos conduzcan a nuevas estrategias para la realizacin de cardioversiones en el futuro inmediato.
Referencia
Rivaroxaban vs. Vitamin K Antagonists for Cardioversion in Atrial Fibrillation
Riccardo Cappato, Michael D. Ezekowitz, Allan L. Klein, A. John Camm, ChangSheng Ma, Jean-Yves Le Heuzey, Mario Talajic, Maurcio Scanavacca, Panos
E. Vardas, Paulus Kirchhof, Melanie Hemmrich, Vivian Lanius, Isabelle Ling
Meng, Peter Wildgoose, Martin van Eickels and Stefan H. Hohnloser, on
behalf of the X-VeRT Investigators.
doi: 10.1093/eurheartj/ehu367.
Ms informacin
El Dr. Llus Mont Girbau, coordinador nacional de X-VERT, analiza en este vdeo de
CardioTV los resultados de este estudio con rivaroxabn, presentados en el transcurso del ESC Congress 2014, celebrado en Barcelona.
583
COMENTARIO
586
Referencia
WPW Syndrome in the Era of Catheter Ablation: Insights from a Registry Study of
2169 Patients
587
A pesar de que los ensayos realizados con digoxina muestran resultados contradictorios, que en la prctica clnica todos reconocemos su estrecho rango teraputico, as como el riesgo de intoxicacin y que el tratamiento con digoxina es
considerado de primera lnea exclusivamente en los pacientes con fibrilacin auricular e insuficiencia cardiaca, la realidad es que la seguimos utilizndolo en ms
de un 20% de los nuevos diagnsticos de fibrilacin auricular.
Segn los resultados de este estudio, los pacientes tratados con digoxina tienen 1,2
ms probabilidad de fallecer frente a los pacientes a los que se les prescriben otros
589
frmacos. Quiero resaltar como aspecto positivo, el que sea un registro observacional y realizado a partir de un gran nmero de historias (>100.000) de pacientes
ambulatorios, con un elevado nmero de profesionales prescriptores, lo que hace
que los resultados puedan ser ms superponible a nuestra prctica clnica que
otros ensayos con pacientes muy concretos y en centros seleccionados.Por otra
parte, echo de menos en el estudio que no se haya valorado la digoxinemia y las
causas de mortalidad (muerte sbita, cardiovascular, etc.). Aunque estudios previos relacionan la mortalidad en los pacientes tratados con digoxina con la digoxinemia y con la muerte sbita probablemente arrtmica, en el estudio TREAT-AF
al ser retrospectivo no se determinan los niveles en sangre ni la causa de mortalidad. S describen que la mortalidad es independientes de la disfuncin renal, lo
que hace poco probable que los niveles de digoxina en sangre ms elevados en
pacientes con insuficiencia renal pudieran estar relacionados con la mortalidad.
En el estudio DIG fue descrita una mayor mortalidad en las mujeres tratadas con
digoxina, pero en este estudio nicamente un 2% de los incluidos son mujeres, lo
que no ha podido confirmar esta relacin.
Quiz es el momento de dejar los debates sobre la digoxina y a partir de estos hallazgos el mensaje que debemos trasladar a nuestra prctica clnica es que tenemos evidencia suficiente de que la digoxina no debe ser el tratamiento de eleccin
para el control de la frecuencia cardiaca en fibrilacin auricular no valvular.
Referencia
Increased Mortality Associated With DIgoxin in Contemporary Patients With
Atrial Fibrillation. Findings From the TREAT-AF Study
590
El caso es comer
Dr. Eduardo Alegra Ezquerra
25 de septiembre de 2014
No son muchos los cardilogos que dedican tiempo a aconsejar a sus pacientes
cardipatas sobre la alimentacin. Creen que sus responsabilidades son mucho
ms importantes. Y que para esos menesteres hay otros profesionales de menor
categora que tienen ms tiempo que perder en esas minucias. Que adems consideran como tiempo perdido, pues estn convencidos de que raro es el paciente
que cumple las indicaciones dietticas.
Adems, entre los pocos colegas que se preocupan de la alimentacin de sus pacientes no todos estn adecuadamente informados de algunos aspectos bsicos.
O al menos lo parece a juzgar los sus preguntas, sus declaraciones o sus escritos.
Por eso quiz valga la pena recordar algunos conceptos bsicos sobre los alimentos y la salud cardiovascular.
El consejo diettico al paciente debe referirse a tres aspectos diferentes. El primero se refiere a los alimentos simples, sean naturales o procesados. De esto poco
hay que decir pues todo se resume en lo que todo el mundo llama dieta mediterrnea tradicional. Recordmosla brevemente. Consiste en limitar el consumo de
los alimentos con alto contenido en grasas saturadas y trans: bollera industrial,
lcteos enteros (que deben sustituirse por los desgrasados o semidesnatados),
carne de vacuno o cerdo, aceites saturados, pan blanco. En su lugar se recomienda
utilizar aceites polinsaturados (oliva) y consumir preferentemente frutas y hortalizas (cuatro o cinco piezas/raciones todos los das), pescado (al menos dos das
por semana, de preferencia azul) y carnes magras. Los granos no descascarillados,
el pan integral (preferiblemente en el desayuno), las legumbres (uno o dos das a
la semana como plato nico) y los frutos secos (tres o cuatro al da) tambin son
aconsejables, cuidando la cantidad en el caso de sobrepeso pues tienen alto contenido calrico. Tambin deben evitarse los hidratos de carbono refinados (azcar,
dulces, pastelera, bebidas edulcoradas) y el consumo excesivo de alimentos ricos
en ellos (pasta, patatas, etc.). Ya puestos, hagamos algo de autopropaganda: en la
591
pgina oficial de la Fundacin Espaola del Coraznpuede encontrarse informacin muy completa y prctica sobre dietas y mens adecuados para el corazn.
El segundo consejo se refiere a los alimentos funcionales. Se llaman alimentos
funcionales a todos aquellos que, aparte de su papel nutritivo bsico desde el
punto de vista material y energtico, son capaces de proporcionar un beneficio
demostrado para la salud en general o algunos de sus aspectos en particular, en
este caso cardiovascular. Pueden ser naturales (el aceite de oliva por ejemplo),
modificados (la leche desnatada es el ejemplo ms corriente) o enriquecidos artificialmente con algunos componentes protectores (caso de las margarinas o
yogures suplementados con esteroles). De todos estos alimentos, los nicos que
realmente han documentado su eficacia, hasta donde llegan mis conocimientos,
son: alimentos ricos en fibra, fitosteroles, protenas de soja y arroz rojo fermentado para reducir el colesterol-LDL; alimentos ricos en cidos grasos -3 para reducir los triglicridos; y alcohol en cantidad moderada y frutos secos para aumentar
el colesterol-HDL funcional.
Por ltimo, el resbaladizo campo de los nutracuticos. Se llaman as a los suplementos dietticos que se presentan en un formato no alimenticio (pldoras, cpsulas, polvo, etc.), compuestos de una sustancia natural bioactiva concentrada
presente usualmente en los alimentos y que tomada en dosis superior a la existente en ellos tiene un efecto favorable sobre la salud mayor que el que podra tener
el alimento normal. Esta definicin es rimbombante, sin duda. Son innumerables
los productos a la venta que encajan en la primera parte. Pero creo que ninguno
cumple la segunda parte de la definicin en lo que a las cardiopatas se refiere. Es
decir, que no hay ninguna indicacin para prescribir ninguno de ellos en ninguna
cardiopata en ninguna circunstancia. O no es as? Agradecer a los ms sabios
en este campo que aporten las indicaciones probadas de algn nutracutico en
alguna patologa cardiaca o situacin de riesgo en alguna circunstancia o en algn
grupo particular. As aprenderemos todos. Y si no las hay, haremos ahorrar bastante dinero a los pacientes, que lo gastan a manos llenas intilmente.
592
593
El RVA est indicado en la mayora de los pacientes con enfermedad valvular artica sintomtica. Tanto se puede realizar con prtesis mecnicas como con bioprtesis. Es sabido que las vlvulas mecnicas van a tener una excelente durabilidad
pero suponen una anticoagulacin de por vida; en cambio las bioprtesis no van a
requerir un tratamiento anticoagulante continuo, pero esos pacientes van a presentar un mayor riesgo de reoperacin por el deterioro estructural de la vlvula.
De acuerdo con Agency for Healthcare Research and Quality, 64.262 RVA se realizaron en Estados Unidos solo en 2010; de estos casi un 70% se hicieron entre los
mayores de 65 aos. Las guas AHA recomiendan las bioprtesis para los mayores
de 65 aos basndose en un consenso de expertos. Desde la primera ciruga de
RVA de 1960, solo 2 ensayos aleatorizados han sido realizados para comparar a largo plazo los resultados entre pacientes con vlvula mecnica o bioprotsica. Dados los pequeos tamaos muestrales, una evaluacin de la mortalidad temprana
en estos ensayos clnicos era imposible. Adems la mayora de los participantes en
594
estos ensayos eran ms jvenes de 65 aos. Debido a esto, la informacin emprica en poblaciones ancianas es muy limitada lo que no nos orienta claramente
en como escoger el tipo de prtesis en mayores de 65 aos; en este escenario es
donde surge este estudio.
Los resultados sugieren un mayor riesgo de muerte para las vlvulas mecnicas en
el momento de la ciruga y en el periodo inmediatamente posterior y que los pacientes en ambas cohortes se enfrentan al mismo riesgo de muerte durante el corto
periodo tras el alta hospitalaria. Si se profundiza los anlisis de subgrupos muestran
que la diferencia de mortalidad entre los dos grupos en la poblacin global era debida en gran parte a pacientes de alto riesgo que se sometan a una revascularizacin coronaria quirrgica concurrente; en cambio el RVA aislado supona muy poco
o ausencia de riesgo de muerte temprana por RVA entre los dos tipos de vlvula. No
existiendo realmente un motivo plausible que explique por qu la vlvula mecnica
en s misma asocia mayor mortalidad en determinadas situaciones.
Obviamente el estudio tiene limitaciones, siendo la primera procedente de la metodologa observacional y la falta de mucha informacin en las bases de Medicare, puede
existir sesgo de confusin a pesar de emplear propensity score matching, luego tampoco
se han podido analizar los distintos tipos de bioprtesis y vlvulas metlicas.
Estamos ante un estudio interesante que emplea una gran base de datos de informacin sanitaria (difcil de realizar en nuestro pas por falta de estandarizacin
en recogida interautonmica). Este hallazgo de mayor mortalidad con uno de
los tipos de vlvulas al combinar con ciruga de revascularizacin conllevar con
seguridad realizar ms estudios prximamente.
Referencia
Early Mortality After Aortic Valve Replacement With Mechanical Prosthetic vs
Bioprosthetic Valves Among Medicare Beneficiaries A Population-Based Cohort Study
595
596
597
COMENTARIO
El IAMCEST se produce por la rotura de la placa de ateroma y la consecuente agregacin plaquetaria y activacin de la coagulacin que resulta en un trombo que
ocluye la arteria epicrdica. El tratamiento de este trombo con baln y/o con un
stent puede romperlo y producir microembolizacin distal por lo que pareca evidente que la extraccin del material trombtico antes de manipular la arteria sera beneficioso para estos pacientes.
Los resultados del estudio TAPAS as parecan confirmarlo, tanto en sus objetivos
primarios de flujo coronario (flujo TIMI, blush miocrdico) como en el secundario
de mortalidad a un ao. Los resultados a 30 das del ensayo TASTE fueron similares
a los del TAPAS por lo que se esperaba que se confirmasen a un ao, sin embargo,
en el ensayo TASTE parecen no confirmarse a un ao, sin haberse encontrado diferencias ni en mortalidad ni en el endpoint combinado de muerte-reinfarto-trombosis de stent. El estudio TAPAS no fue diseado para detectar diferencias en
endpoints clnicos y las diferencias de mortalidad se encontraron justo tras la randomizacin sin que las curvas se separasen durante el ao siguiente y la randomizacin se realiz antes de la angiografa. En cambio, en este trabajo de Lagerqvist,
el tamao muestral fue mucho mayor (n=7.244) y la randomizacin se realiz tras
la angiografa y el endpoint primario fue clnico.
Es llamativo tambin que en el anlisis de subgrupos la ausencia de diferencias
se mantenga tambin en pacientes con alta carga de trombo y en aquellos con
escaso flujo coronario (TIMI 0-1).
Hay que tener en cuenta que este ensayo se dise para detectar diferencias en
el riesgo de muerte de hasta 1,5 con una potencia estadstica del 80%, es decir,
tiene un 80% de probabilidades de encontrar diferencias de mortalidad del 50%
o ms entre ambos grupos. Quiz el efecto de la trombectoma no sea tan grande
y especialmente si se tiene en cuenta que con una mortalidad en torno al 3,5% ya
es difcil encontrar diferencias y que se incluyeron pacientes con flujo TIMI 3 y cargas de trombo bajas (casi la mitad de los pacientes, (46,4%) tenan una carga de
trombo grado 2 o inferior, es decir, trombo inferior al 50% del dimetro del vaso,
posible trombo o ausencia de trombo).
Los resultados de este estudio se han reflejado en la guas nuevas guas de revascularizacin miocrdica, que ha bajado el grado de recomendacin de IIa B (debe
ser considerado) a IIb A (podra ser considerado).
598
Referencia
Outcomes 1 Year After Thrombus Aspiration for Myocardial Infarction
599
601
de CAC fue ms pronunciado en sujetos con bajo ndice de masa corporal (IMC),
y disminuy con el grado de adiposidad (IMC <25 kg/m2: 19,8% [IC 95%: 9,2%31,4%]; p=0,0001, IMC >40 kg/m2: 0,8% [IC 95%: -26,7%-38,9%]; p=0,96).
En conclusin, el EAT se asocia con la progresin de la CAC, especialmente en sujetos jvenes y sujetos con bajo score CAC, lo que sugiere que el EAT puede promover el desarrollo precoz de aterosclerosis.
COMENTARIO
En trabajos previos, ya se haba insinuado la relacin entre el tejido adiposo epicrdico (EAT) y los factores de riesgo cardiovascular, la carga de placa aterosclertica e
incluso con la enfermedad cardiovascular manifiesta. El objetivo de este estudio fue
determinar si el EAT predice la progresin de calcificacin coronaria en una cohorte
basada en un estudio poblacional europeo durante un seguimiento de 5 aos.
As se ha demostrado la asociacin entre el volumen de EAT y la calcificacin coronaria, especialmente en pacientes jvenes (menores de 55 aos) y con baja o nula
carga de calcio coronario al inicio del estudio (score de calcio menor de 100) independientemente de los factores de riesgo tradicionales. Ello anima a la hiptesis
de que la presencia de tejido adiposo epicrdico no sea un mero espectador del
proceso aterosclertico sino que adems pueda jugar un efecto promotor de la
calcificacin coronaria en la fase precoz de la aterosclerosis. Tal como se explica en
el editorial que acompaa a este estudio el EAT pudiera jugar un efecto paracrino
o inflamatorio local. El EAT est repleto de clulas inflamatorias y de mediadores
serolgicos de inflamacin. Existira, por tanto, relacin entre la grasa periarterial
y la aterosclerosis de la pared arterial.
Es interesante, adems, conocer que el control de factores de riesgo tales como la
reduccin de peso o del LDL colesterol con estatinas reducen el volumen de EAT.
Evidentemente, y como los propios autores reconocen, falta mucho por conocer y
explicar. Est claro que no se debe, por tanto, practicar un estudio con TAC coronario como screening general de la poblacin, pero quizs nos deberamos plantear
medir tambin el EAT cuando realicemos estudio de score de calcio por el motivo
que sea en los pacientes menores de 55 aos con score de calcio menor de 100.
602
Referencia
Association of Epicardial Adipose Tissue With Progression of Coronary Artery Calcification is More Pronounced in the Early Phase of Aterosclerosis
Amir A. Mahabadi, Nils Lehmann, Hagen Klsch, Tim Robens, Marcus Bauer,
Iryna Dykun, Thomas Budde, Susanne Moebus, Karl-Heinz Jckel, Raimund
Erbel, Stefan Mhlenkamp.
J Am Coll Cardiol Img. 2014;7(9):909-916.
603
605
rar que crea obstculos a la libre circulacin de productos entre pases europeos. El
Comit Nacional para la Prevencin del Tabaquismo (CNPT), como representante
de 32 sociedades cientficas y consejos sanitarios implicados en la prevencin del
tabaquismo, le ha remitido una carta a la ministra de Sanidad expresando su malestar por el hecho de que Espaa se oponga a que otros pases decidan apostar
por esta medida de efecto en la prevencin del tabaquismo.
Recientemente, el gobierno francs ha anunciado un amplio programa de lucha contra el tabaco en el que, adems de introducir los paquetes neutros, prohbe fumar en
los coches en presencia de menores, prohbe el uso del cigarrillo electrnico en lugares pblicos cerrados, y adquiere un compromiso de aumentar las ayudas estatales
a los programas de deshabituacin tabquica. El objetivo: reducir la prevalencia de
tabaquismo desde el 30% actual a un 20% en 5 aos. La ministra Marisol Touraine se
propone adems un objetivo an mas tangible: que los nios que nazcan ahora sean
la primera generacin de adultos no fumadores. Nos alegramos de que en el pas vecino se haga una apuesta tan valiente y responsable por la salud, y esperamos que los
logros en prevencin sirvan de modelo para otros pases, incluido el nuestro.
En Espaa hemos comprobado como la Ley de Tabaco, en sus dos etapas, ha contribuido a reducir la prevalencia de fumadores, a reducir los ingresos por infarto de
miocardio y las reagudizaciones de asma, tanto en nios como en adultos. Es cierto que hemos avanzado ms que otros pases europeos, pero no por ello debemos
conformarnos con un estatus quo en las medidas de prevencin y control del tabaquismo, debemos intentar seguir en la cabeza del pelotn de esta carrera de fondo.
Se estima que 55.000 espaoles mueren anualmente por causas relacionadas con
el tabaquismo, quedan muchos kilmetros por recorrer.
Ms informacin
Carta del CNPT al presidente de Francia, Franois Hollande
Carta delCNPT ala ministra de Sanidad de Francia, Marisol Touraine
606
607
COMENTARIO
El algoritmo de estimulacin SafeR se desarroll para adaptar la EV individualmente a la conduccin AV variable del paciente (reduciendo la EV derecha en lo
posible) y combinar as los beneficios del AAI con la seguridad del DDD. Esta reduccin de la EV se observ en el estudio SaveR con pacientes con la conduccin
AV conservada o ligeramente alterada pero no haba datos en pacientes con BAV.
Para ello se dise el estudio ANSWER.
La programacin en los pacientes con BAV siempre nos posiciona en un lugar
complicado. Por un lado, queremos reducir el AV para mejorar el llenado ventricular, y por otro, intentamos reducir al mnimo la EV derecha para evitar sus efectos
deletreos que conlleva la asincrona. En este sentido el cambio de modo SafeR
muestra una disminucin muy llamativa de la EV de una forma segura para el paciente. Si bien es verdad que no hay diferencias en el objetivo primario entre los
dos grupos, s que parece haber una reduccin en el combinado de muerte cardiaca y hospitalizacin por IC y en hospitalizaciones cardiovasculares en el grupo
SafeR, con menor estancia hospitalaria durante estos ingresos observada en este
subgrupo. La principal limitacin del estudio es la escasa tasa de eventos observados durante el seguimiento que hacen el tamao muestral insuficiente para alcanzar potencia estadstica en algunos objetivos.
No obstante, estos hallazgos animan y justifican continuar estudios sobre la supuesta prevencin de IC mediada por el SafeR.
Referencias
Long-Term Clinical Effects of Ventricular Pacing Reduction With a Changeover
Mode to Minimize Ventricular Pacing in a General Pacemaker Population
608
609
Estudio que evala mediante resonancia magntica cardiaca (RMC) a los pacientes tras infarto agudo de miocardio con elevacin del segmento ST (IAMCEST) sometidos a angioplastia primaria y analiza su valor pronstico.
Aunque el valor pronstico de los hallazgos de la RMC ha sido establecido en estudios monocntricos en pacientes con IAMCEST, faltaba un gran estudio multicntrico para evaluar el significado pronstico del dao miocrdico y de la lesin
por reperfusin.
El objetivo de este estudio fue establecer el impacto pronstico de la RMC en un
estudio multicntrico con un poder estadstico adecuado y evaluar el predictor
ms potente de eventos clnicos duros en una poblacin con IAMCEST tratados
con angioplastia primaria.
Se reclutaron 738 pacientes con IAMCEST en 8 centros. Los pacientes fueron reperfundidos mediante angioplastia primaria en menos de 12 horas desde el inicio
de los sntomas. Se realizaron en el laboratorio central anlisis de funcin ventricular, tamao de infarto, obstruccin microvascular y miocardio salvado. El objetivo primario del estudio fue la aparicin de eventos cardiacos mayores adversos.
Los pacientes con eventos cardiovasculares tuvieron infartos significativamente
mayores (p<0,001), menos miocardio salvado (p=0,01), obstruccin microvascular
ms extensa (p=0,009) y mayor disfuncin ventricular (p<0,001). En un modelo multivariante que incluy parmetros clnicos y variables pronsticas ya establecidas, la
obstruccin microvascular persisti como el nico predictor significativo adems
de la escala de riesgo TIMI. El tamao del infarto y la obstruccin microvascular
611
proporcionaron un valor pronstico incremental sobre el riesgo establecido por la clnica y la fraccin de eyeccin (incremento del estadstico C de 0,761 a 0,801; p=0,036).
En este gran estudio, multicntrico en una poblacin con IAMCEST reperfundido
con angioplastia primaria, los marcadores de dao miocrdico medidos con RMC
(tamao del infarto y obstruccin microvascular) proporcionan informacin pronstica e independiente adems de las escalas clnicas y la fraccin de eyeccin.
COMENTARIO
Los programas de angioplastia primaria han reducido de una forma muy importante la mortalidad en el IAMCEST, sin embargo, dos factores permanecen sin tener
una solucin viable: el dao por reperfusin y la obstruccin microvascular, los cuales han sido relacionados con mayor mortalidad y eventos MACE en pequeos estudios previos. Estos dos factores son medibles por los mtodos tradicionales aunque
presentan dificultades tcnicas y escasa reproductibilidad. La RMC se ha convertido
en el gold-standard para la valoracin de estos parmetros y permite adems la medicin ms precisa de parmetros clsicos como la fraccin de eyeccin o lo volmenes ventriculares y la caracterizacin del tejido miocrdico y de la inflamacin.
Este estudio demuestra que la obstruccin microvascular y el tamao del infarto
(medidos por RMC) dan informacin pronstica adicional la obtenida por variables clnicas, angiogrficas o ecocardiogrficas en cuando a eventos cardiovasculares adversos.
Varias conclusiones pueden extraerse de este estudio. La primera es que la RMC
permite una mejor estratificacin de riesgo tras un IAMCEST y podra generalizarse como una prueba rutinaria. Sin embargo, an queda sin resolver cual es el
momento ptimo postinfarto para su realizacin ya que el infarto y la obstruccin
de la microcirculacin son fenmenos dinmicos y la logstica intrahospitalaria
puede dificultar que una ventana de tiempo pequea dificulte su realizacin. Por
otro lado, el carcter multicntrico de este estudio ha permitido la realizacin de
la RMC con equipos de diferentes marcas y modelos lo que supone una ventaja en
la validez externa de sus resultados.
Por otro lado, los datos de obstruccin microvascular y tamao del infarto permiten, junto a la valoracin tradicional, solo un 4% ms de fiabilidad en la prediccin del riesgo, que si bien es significativa, no tiene una relevancia clnica excesiva,
612
Referencia
Comprehensive Prognosis Assessment by CMR Imaging After ST-Segment Elevation Myocardial Infarction
613
En el estudio BIOSCIENCE, Pilgrim et al, tuvieron como objetivo comparar la eficacia y seguridad de los nuevos stents liberadores de sirolimus (SLS) con strut ultradelgado y polmero biodegradable, versus stents liberadores de everolimus (SLE)
con strut delgado y polmero duradero.
Con este objetivo realizaron un ensayo clnico aleatorizado, ciego, de no inferioridad, con criterios de exclusin laxos. Aleatoriamente asignaron (1:1), pacientes con
enfermedad coronaria estable o sndromes coronarios agudos a los cuales se les
realiz intervencin coronaria percutnea, a la implantacin de SLS con strut ultradelgado y polmero biodegradable o la implantacin de SLE con strut delgado y
polmero duradero. La aleatorizacin se realiz de forma centralizada usando el sistema web-based y estratificada segn centro e infarto con elevacin del segmento ST
(IAMCEST). Los pacientes y asesores de eventos eran ciegos a la asignacin del tratamiento, mientras que los mdicos tratantes no. La variable principal del estudio fue
fallo de la lesin tratada a 12 meses de seguimiento, la cual estaba compuesta de las
variables: muerte cardiaca, infarto de miocardio relacionado al vaso tratado y revascularizacin por indicacin clnica de la lesin tratada. Se defini un margen del
3,5% como rango de no inferioridad, de los de SLS con strut ultradelgado y polmero
biodegradable comparado con SLE con strut delgado y polmero duradero. El anlisis de los datos se realiz por intencin de tratar (ClinicalTrials.gov: NCT01443104).
Entre febrero de 2012 y mayo de 2013, se asignaron aleatoriamente 2.119 pacientes con 3.139 lesiones a tratamiento con SLS (1.063 pacientes, 1.594 lesiones) o SLE
(1.056 pacientes, 1.545 lesiones). 407 (19%) pacientes se presentaron con IAMCEST.
A 12 meses de seguimiento, la frecuencia de fallo de la lesin tratada con los SLS
con strut ultradelgado y polmero biodegradable (69 casos; 6,5%) no fue inferior
615
a la de los SLE con strut delgado y polmero duradero (70 casos, 6,6%) (diferencia
riesgo absoluto -0,14%, lmite superior del intervalo de confianza (IC) de 95%, de
una cola: 1,97%, p para no inferioridad <0,0004). No se encontraron diferencias
significativas en las tasas de trombosis definitiva del stent (9 [0,9%] vs. 4 [0,4%],
riesgo relativo [RR] 2,26, IC 95%: 0,70-7,33, p=0,16). En un anlisis estratificado y
preestablecido de la variable principal, en el subgrupo de pacientes con IAMCEST,
los SLS con polmero biodegradable fueron asociados a una mejora de los resultados comparado con los SLE con polmero duradero (7 [3,3%] vs. 17 [8,7%], RR
0,38, IC 95%: 0,16-0,91, p=0,024, p para interaccin =0,014).
Los autores concluyen que en esta poblacin de pacientes, con criterios de exclusin laxos y alta adherencia a la doble terapia antiplaquetaria, los SLS con polmero biodegradable fueron no inferiores a los SLE con polmero duradero, con
respecto a la variable fallo de la lesin tratada a 12 meses de seguimiento. Resaltan que el beneficio que se encontr en el subgrupo de paciente con IAMCEST,
necesita de mayor estudio.
COMENTARIO
616
Referencia
Ultrathin Strut Biodegradable Polymer Sirolimus-Eluting Stent Versus Durable
Polymer Everolimus-Eluting Stent for Percutaneous Coronary Revascularisation
(BIOSCIENCE): A Randomised, Single-Blind, Non-Inferiority Trial
Thomas Pilgrim, Dik Heg, Marco Roffi , David Tller, Olivier Muller, Andr
Vuilliomenet, Stphane Cook, Daniel Weilenmann, Christoph Kaiser, Peiman
Jamshidi, Therese Fahrni, Aris Moschovitis, Stphane Noble, Franz R Eberli,
Peter Wenaweser, Peter Jni, Stephan Windecker.
doi:10.1016/S0140-6736(14)61038-2.
617
En el ltimo congreso de la ESC celebrado recientemente en Barcelona se ha presentado la Gua de Miocardiopata Hipertrfica de la Sociedad Europea de Cardiologa. Este documento era altamente esperado pues desde el ao 2003 no se
haban renovado las recomendaciones de la ESC con respecto a esta enfermedad.
Adems, a finales del ao 2011 el American College of Cardiology y el American Heart
Association haban publicado una gua sobre la enfermedad que recoga algunos
puntos que diferan substancialmente con respecto a la prctica cardiolgica que
se lleva a cabo en Europa en torno a esta enfermedad.
La miocardiopata hipertrfica es la enfermedad gentica cardiaca ms frecuente y
afecta a 1 de cada 500 personas de la poblacin general. Dada su gran frecuencia, y
aunque existen unidades de cardiopatas familiares que atienden a estos enfermos
y sus familias, la gran mayora de pacientes con MCH en Europa son atendidos por
cardilogos generales. Por este motivo la gua est concebida para dar respuesta
al manejo de los pacientes por parte de un cardilogo no especialista en la patologa. Pese a este enfoque, cabe destacar que el documento tambin recomienda la
atencin protocolizada y en centros de referencia para determinados aspectos de la
patologa como son, por ejemplo, la realizacin de estudios genticos o las intervenciones de reduccin de la obstruccin del tracto de salida del ventrculo izquierdo.
Las mayores novedades que ofrece la gua se concentran en los siguientes 4 puntos:
Abordaje sistemtico de la valoracin y la etiologa de la enfermedad.La gua
recoge con detalle los diversos sndromes y genes que pueden dar lugar a la enfermedad con nfasis en las caractersticas extracardiacas y los hallazgos cardiacos
que pueden orientar al cardilogo a considerar el tipo especfico de miocardiopata hipertrfica que padece el paciente. Asimismo, la gua recoge de forma
619
extensa la periodicidad y utilidad de cada prueba diagnstica (Holter, ecocardiograma, RM, etc.) en la valoracin de estos pacientes.
Estudios genticos. Por primera vez se recomienda la realizacin de estudio gentico a todo paciente con miocardiopata hipertrfica. La justificacin de esta
recomendacin se sustenta en que documentar el defecto causal de la enfermedad permitir estudiar a los familiares del paciente y conocer quien ha heredado
el defecto y quien no (que podrn cesar el seguimiento). A todos los portadores y
no portadores se les podr brindar consejo profesional y reproductivo.
Aproximacin sistemtica al manejo de la obstruccin del tracto de salida
del ventrculo izquierdo. Sin aportar grandes novedades referentes a este
apartado, la gua presenta una aproximacin sistemtica a la valoracin y el
tratamiento de esta complicacin de la enfermedad. Establece una sistemtica secuencial de tratamiento que comienza con el tratamiento farmacolgico
y donde los betabloqueantes son el primer escaln para luego aparecer la disopiramida. Como ltima opcin se sita el verapamilo en solitario o asociado
a disopiramida. Para aquellos pacientes con gradientes >50 mmHg y NYHA
III-IV pese a frmacos, la gua recomienda las terapias invasivas. Por primera vez la ablacin septal con alcohol y la miectoma quirrgica alcanzan igual
grado de recomendacin en una gua aunque en el documento se especifica
claramente qu pacientes son ms proclives a un tipo de intervencin u otra.
Destacar que la gua fija en 10 intervenciones el volumen mnimo aconsejable
de procedimientos por operador y ao para considerar que el operador puede
proceder con garantas.
Prediccin del riesgo de muerte sbita. Este es el apartado de las guas que es
ms novedoso y que supone un avance mayor con respecto a los documentos
previos. Se adopta el modelo de prediccin de riesgo HCM Risk-SCD donde se
demostr que diversos factores influan de forma diferente en la prediccin de
esta terrible complicacin. El modelo est basado en un trabajo multicntrico
europeo con ms de 3.000 pacientes y utiliza la edad, el gradiente obstructivo
en reposo o con maniobra de Valsalva, la presencia de TVNS en el holter, el
mximo grosor ventricular, el dimetro anteroposterior de la aurcula izquierda y la presencia de sncope inexplicado para establecer el riesgo individual de
un paciente para presentar una muerte sbita en los prximos 5 aos. La gua
propone un riesgo en los prximos 5 aos superior al 6% como dintel en el que
se debe considerar implantar un DAI en estos pacientes (recomendacin clase
IIa) mientras que en un riesgo del 4 al 6% se recomienda evaluar la implanta-
620
cin de DAI de forma individual (clase IIb). Este modelo ya ha mostrado mejor capacidad predictora que los modelos predictivos de la gua de 2003 y la
americana de 2011 y sin duda tendr gran aceptacin en la practica asistencial
habitual. Para su adopcin en el da a da se ha desarrollado una pgina web
donde se puede consultar el modelo (www.doc2do.com/hcm/webHCM.html).
Destacar que el modelo no es vlido para menores de 16 aos, enfermedades
sindrmicas (Noonan) o metablicas (Fabry), atletas y pacientes sometidos a
miectoma o ablacin septal. Adems debe tenerse en cuenta que el nmero
de pacientes >65 aos incluidos en el trabajo que dio lugar a la ecuacin predictiva es reducido y que los datos deben tomarse con cautela para pacientes
cuyo mximo grosor ventricular sea superior a 35 mm.
En definitiva, la publicacin de esta gua es un motivo de alegra y es fcil aventurar que el documento tendr un gran impacto en el manejo de esta patologa en
los prximos aos. Debemos felicitar sin duda a los autores del documento por el
gran esfuerzo realizado y el resultado alcanzado.
Ms informacin
Los doctores Pablo Garca Pava y M Jess Salvador Taboada comentan en este
vdeo de CardioTV la vueva Gua Europea de Miocardiopata Hipertrficapresentada en el transcurso del ESC Congress 2014, celebrado en Barcelona.
621
En pacientes con un primer episodio de tromboembolismo venoso(TEV)no provocado, el riesgo de una recurrencia permanece elevado tras la discontinuacin
del tratamiento anticoagulante.Los ensayos WARFASA y ASPIREya haban mostrado que la aspirina reduca este riesgo, pero no tenan potencia para detectar
efectos del tratamiento. El INSPIRE trata de aclarar esto.
La metodologa planteada fue la siguiente: un anlisis de los datos individuales
de los pacientes de estos 2 ensayos (WARFASA y ASPIRE) se plane antes de que
sus resultados fueran conocidos, para conocer el efecto de aspirina versus placebo sobre TEV recurrente, eventos vasculares mayores (TEV recurrente, infarto de
miocardio, ictus y muerte de origen cardiovascular) y sangrado, de forma global y
dentro de los subgrupos predefinidos. El anlisis primario, para TEV, se realiz por
intencin de tratar empleando datos de tiempo al evento.
En cuanto a los resultados comunicados, de los 1.224 pacientes, 193 sufrieron un TEV
recurrente en un periodo de mediana de seguimiento de 30,4 meses. La aspirina redujo el TEV recurrente (7,5%/ao vs. 5,1%/ao; hazard ratio (HR) 0,68; IC 95%: 0,510,90; P=0,008), incluyendo tanto la trombosis venosa profunda (HR 0,66; IC 95%:
0,47-0,92; P=0,01) y embolia pulmonar (HR 0,66; IC 95%: 0,41-1,06; P=0,08). La aspirina redujo los eventos vasculares mayores (8,7%/ao vs. 5,7%/ao; HR 0,66; IC 95%:
0,50-0,86; P=0,002). La tasa de sangrado mayor fue baja (0,4%/ao para placebo y
0,5%/ao para aspirina). Tras ajustar por la adherencia al tratamiento, el TEV recurrente se redujo por un 42% (HR 0,58; IC 95%: 0,40-0,85; P=0,005). Los anlisis de
subgrupos preespecificados indican unas reducciones de riesgo relativas, pero mayores de forma absoluta, en pacientes mayores y en hombres.
623
Ante estos hallazgos los autores concluyeron que la aspirina tras tratamiento anticoagulante reduce el riesgo global de recurrencia en ms de un tercio en una
amplia muestra representativa de pacientes con un primer TEV no provocado, sin
aumentar significativamente el riesgo de hemorragia.
COMENTARIO
624
Ahora bien, este estudio deja mltiples interrogantes abiertos, hasta 7, como seala el editorialista (muy recomendable su lectura si tenis la oportunidad) y yo
me quedara con el ltimo, se puede cambiar el uso clnico del da a da con una
muestra de unos 1.200 pacientes nicamente? Probablemente no. Con toda seguridad sern tiles ms estudios en este campo.
Referencia
Aspirin for the Prevention of Recurrent Venous Thromboembolism: The INSPIRE
Collaboration
625
COMENTARIO
Este gran estudio con un tamao muestral importante nos informa sobre la tasa
de aparicin de infecciones tras el implante de un DAI en pacientes beneficiarios de
Medicare, as como los factores asociados a esta infeccin.Con respecto a la incidencia del 1,7% de infecciones tras implante en los 6 primeros meses tras el procedimiento, es coincidente con otras publicaciones. El importante tamao muestral
permite la asociacin de muchos factores a este hallazgo. Algunos tienen a priori
poca explicacin directa con la infeccin de la bolsa del dispositivo, como el mayor
riesgo en pacientes con valvulopatas intervenidas, enfermedad respiratoria y enfermedad cerebrovascular. Sin embargo, los factores de mayor peso son:
1. La reintervencin por otra causa distinta al recambio de batera, muy probablemente relacionada con el tiempo (dato no disponible en el estudio) y complejidad de la intervencin.
2. Pacientes bajo tratamiento con warfarina, dato muy relacionado con el desarrollo de hematoma en la bolsa que conllevara a un mayor crecimiento bacteriano o la necesidad de drenaje.
3. Los pacientes con insuficiencia renal en dilisis, por su alteracin en la inmunidad o el riesgo incrementado de bacteriemia por sus dispositivos vasculares.
Sin lugar a duda los esfuerzos deben ir encaminados a evitar en la medida de lo
posible la reapertura de la bolsa del dispositivo en la fase temprana del postimplante, teniendo especial cuidado en los pacientes con alta comorbilidad como
son los enfermos con insuficiencia renal en dilisis y los anticoagulados.
Referencia
Rates of and Factors Associated With Infection in 200,909 Medicare Implantable
Cardioverter-Defibrillator Implants: Results from the NCDR
Prutkin JM, Reynolds MR, Bao H, Curtis JP, Al-Khatib SM, Aggarwal S, Uslan DZ.
doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.114.009081.
Estudio que pretende establecer la percepcin del paciente con enfermedad coronaria estable sobre la urgencia y el beneficio del intervencionismo coronario
percutneo (ICP), y cmo cambia segn el centro o el profesional que lo realiza.
Se trata de un estudio descriptivo transversal realizado en 10 hospitales (centros
universitarios o comarcales) de 9 estados de los Estados Unidos, que realizan procedimientos de revascularizacin percutnea entre 2009 y 2011. Participaron 991
pacientes con enfermedad coronaria sometidos a procedimientos de ICP programados por 135 hemodinamistas diferentes.
La medida de percepcin del paciente se realiz mediante una entrevista estructurada llevada a cabo por un investigador entrenado, de 4 a 6 horas del procedimiento, y los resultados se analizaron por un modelo de regresin logstica
ajustado a las caractersticas clnicas y socioeconmicas del paciente.
Los resultaron mostraron que un 20% de los pacientes consideraban su procedimiento como urgente. El beneficio del ICP que con mayor frecuencia fue sealado
por los pacientes fue que prolongaba la vida (90%, n=892) y que prevena futuros ataques cardiacos (88%, n=872). Aunque cerca de dos tercios de los pacientes
(n=661) sealaron la mejora de la sintomatologa como un beneficio del ICP, solo
un 1% (n=9) identificaron este como posible nico beneficio.
Se observaron marcadas diferencias en cmo se obtena el consentimiento informado en cada centro, pudiendo ser realizados por mdicos o enfermeras, en horas
o semanas antes del procedimiento y en algunos casos acompaados de material
informativo. Tras realizar un ajuste segn las caractersticas del mdico y del paciente, las diferencias en la percepcin del paciente sometido a ICP eran significativas en
funcin del centro (range 1,4-3,1), pero no entre mdicos del mismo centro.
629
Los autores concluyen que los paciente tienen un bajo entendimiento de los beneficios de los procedimientos coronarios realizados de forma electiva, con variaciones significativas segn los centros. Ningn centro tiene un porcentaje elevado de
pacientes que entiendan los beneficios del procedimiento al que son sometidos.
Existe una amplia variabilidad en el modo en que el consentimiento informado es
obtenido en cada hospital y de lo que percibe el paciente dependiendo de cada
organizacin y estructura. En consecuencia, existen importantes oportunidades
de mejora de los procesos de peticin del consentimiento informado.
COMENTARIO
Todos coincidimos en que el paciente debe ser informado y participar en las decisiones sobre el tratamiento de su enfermedad, para lo que es imprescindible que
comprendan las alternativas, los posibles beneficios que pueden obtener y qu
riesgos debe asumir.
Este es el estudio multicntrico ms amplio publicado sobre la percepcin del
paciente en enfermedad coronaria estable, que aunque aspectos del mtodo
pueden ser discutidos (objetividad de la encuesta, diferentes entrevistadores segn los centros, etc.), los resultados deben hacer que revisemos qu informacin
transmitimos al paciente cuando le proponemos un cateterismo en presencia de
cardiopata isqumica crnica estable, ya que muestra que en la mayora de las
ocasiones, la percepcin y conocimientos del paciente no se ajustan a la realidad.
En este trabajo se observa como una mayora de los pacientes que acuden a procedimientos de revascularizacin programados por enfermedad coronaria estable, sobreestiman los beneficios que van a obtener, sobrevaloran la necesidad
de realizar el procedimiento, sin comprender que la mejora de los sntomas es
el motivo principal por el que el ICP se lleva a cabo. Lo ms frecuente es que el
paciente crea que el tratamiento de su cardiopata isqumica crnica estable con
la revascularizacin coronaria, va a alargar la vida y prevenir un infarto. Por otra
parte, un aspecto a tener en cuenta, es como ha cambiado la percepcin sobre la
informacin dada a lo largo del tiempo en el paciente, antes y despus del ICP, ya
que una vez realizada la revascularizacin puede que en la entrevista el paciente
responda centrndose en lo que desea obtener del procedimiento realizado ms
que en la informacin recibida.
630
Los resultados de este estudio deben ser valorados teniendo en cuenta las fechas
de realizacin, ya que coincide con la publicacin del estudio COURAGE, y por lo
tanto, en un momento en que la evidencia sobre la aportacin de la revascularizacin en la enfermedad coronaria estable frente al tratamiento mdico se centraba
en mejorar la sintomatologa y no en alargar la vida.
Por otra parte, en este estudio no se valora la percepcin de los mdicos que solicitan la revascularizacin o de los hemodinamistas que llevan a cabo el procedimiento. Sera muy interesante conocer el beneficio que creen pueden aportar
al paciente. Probablemente en muchas ocasiones los profesionales que atendemos al paciente sobreestimemos los beneficios que le aportamos con el ICP y se
lo transmitimos.
Las diferencias objetivadas en el procedimiento de recoger el consentimiento y
en la percepcin del paciente sobre la necesidad del ICP, que son ms marcadas
entre los diferentes hospitales que entre los profesionales de un mismo centro,
apoyan una cultura y forma de trabajar de cada hospital, una idiosincrasia en
aspectos de relacin mdico-paciente difcil de reconocer por los profesionales
que trabajamos en cada centro.
Referencia
Variation in Patients Perceptions of Elective Percutaneous Coronary Intervention
in Stable Coronary Artery Disease: Cross Sectional Study
631
No cabe duda de que nuestra sanidad pblica es una de las grandes conquistas
sociales del siglo X X en Espaa. El presidente de nuestra Sociedad Espaola de
Cardiologa (SEC), el doctor Jos Ramn Gonzlez-Juanatey, gusta de repetirlo
siempre que puede (y puede siempre, encarte o no).
Y adems es completamente cierto. La indudable calidad tcnica de la asistencia
mdica en nuestro pas se debe en gran parte a la excelente preparacin del personal facultativo (mdicos generalistas y especialistas). Y tambin del personal auxiliar
-lo que no quiere decir menos importante-: enfermera, nutricionistas, fisioterapeutas, tcnicos de laboratorio o de imagen, transporte sanitario, etctera. En el caso de
los mdicos gran parte del mrito cabe atribuirlo a la formacin especializada con
el sistema tutorial MIR. Y, dicho sea de paso, a la contribucin de otras entidades no
oficiales a la formacin continuada, mal resuelta por el sistema pblico.
Pero hay algunas deficiencias. Segn algunos bastantes o muchas. Atribuibles en
su mayora a aspectos organizativos, no mdicos. Segn la opinin mayoritaria se
deben casi siempre a las diferencias de nivel, calidad o cualificacin de algunos
de los que gobiernan la sanidad pblica, en sus diferentes estratos de autoridad,
respecto de los profesionales.
Ante la pregunta de qu pienso de los dirigentes sanitarios no cabe otra respuesta
que la de Winston Churchill: no puedo opinar porque no los conozco a todos. Pero
por sus obras los conoceris. Para no convertir este texto en un rosario inacabable de lamentos, en esta ocasin vamos a circunscribirnos a las terapias farmacolgicas en cardiologa.
Da que pensar que Espaa est a la cola de Europa en disponibilidad y factibilidad
de muchos tratamientos farmacolgicos cardioactivos. Lo cual contrasta con la ca633
rencia de restricciones y limitaciones para la aprobacin y el uso de frmacos (mucho ms caros) en otras reas de la medicina, oncologa o psiquiatra, por ejemplo.
Vienen a la mente algunos ejemplos. Hay varios frmacos que llegan a nuestro
pas con excesivo retraso comparativamente con otros. Rosuvastatina, la estatina
ms potente y con datos clnicos positivos abrumadores, solo se comercializ en
Espaa siete aos despus que en el resto de Europa, seguramente por problemas
de precio. Al parecer por el mismo argumento nos vamos a ver privados (y nuestros pacientes tambin) de azilsartn, el bloqueante angiotensnico con mayor
efecto hipotensor. Ni veremos la insulina degludec, la insulina basal con menores
tasas de hipoglucemias, sobre todo nocturnas.
Tampoco con los frmacos aprobados tenemos facilidades para utilizarlos. Ms bien
obstculos de todo tipo. En los sndromes coronarios agudos las guas de prctica
clnica tanto europeas como estadounidenses son cada vez ms rotundas en recomendar los antiagregantes potentes (prasugrel y ticagrelor) de preferencia a clopidogrel. De hecho se indica que este ltimo solamente est indicado si no se dispone
de los otros. Pero somos diferentes. Los protocolos y directrices nacionales, regionales o locales estn pensados ms para disuadir que para favorecer su uso. Y su
aplicacin real es anecdtica cuando debiera ser paritaria, por lo menos.
Lo mismo cabe sealar de los nuevos anticoagulantes en la fibrilacin auricular.
Estamos a la cola de Europa en utilizar unos frmacos que, respecto de las dicumarinas tradicionales, consiguen resultados similares excepto un detalle clave:
reducen a la mitad las hemorragias cerebrales. Y todo ello bajo el chusco argumento de un ahorro que ni est demostrado ni es real en la mayora de los casos.
Lo dicho. Con marineros tan experimentados y entregados, qu no haramos con
los contramaestres adecuados. No desesperemos.
634
Subanlisis del estudio ARISTOTLE que evala si hay asociacin entre la presencia
de eventos tromboemblicos y hemorragias, y el tratamiento con amiodarona,
teniendo en cuenta que este frmaco altera el metabolismo de la warfarina.
En el estudio ARISTOTLE (Apixaban for Reduction in Stroke and Other Thromboembolic Events in Atrial Fibrillation) pacientes con fibrilacin auricular (FA) y al menos un
factor de riesgo de ictus, fueron randomizados a apixabn (antincoagulante oral
inhibidor del factor Xa) o warfarina. El objetivo primario fue la presencia de ictus.
El objetivo primario de seguridad fue la presencia de sangrado mayor (de acuerdo
a la definicin de la Cardiovascular International Society of Thrombosis).
En cuanto a los resultados, destacar que el 11% (2.051) de los pacientes del estudio reciban amiodarona en el momento de la aleatorizacin al frmaco anticogulante (sin que el tratamiento con amiodarona fuese aleatorizado). Hubo claras
diferencias geogrficas en cuanto a la prescripcin de amiodarona, siendo ms
usada en Amrica Latina (17,9%) y Europa (12%) y menos en Asia (9,5%) y Amrica del Norte (6,6%). Los pacientes tratados con amiodarona eran ms jvenes (68
vs. 70 aos, p<0,05), tenan con ms frecuencia insuficiencia cardiaca o disfuncin
sistlica (21,8% vs. 25,6%; p<0,05) y tenan con menor frecuencia antecedente de
embolia (15,7% vs. 19,9%; p<0,05). En los pacientes asignados a tratamiento con
warfarina, el TTR (tiempo en rango teraputico) fue de 56,5% en los casos que
reciban amiodarona y de 63,0% en los no tratados con amiodarona (p<0,001).
En cuanto a la tasa de eventos, de forma resumida, los pacientes tratados con
amiodarona mostraron una mayor incidencia de ictus o embolia sistmica (1,58%/
ao vs. 1,19%/ao; HR:1,47, IC 95% 1,03-2,10; p=0,032). El tratamiento con amiodarona no aument la mortalidad, ni la tasa de sangrados. Finalmente, no se objetiv una interaccin entre el uso de amiodarona y los efectos derivados del uso de
635
apixabn. Con estos resultados, los autores concluyen que los pacientes tratados
con amiodarona tuvieron un riesgo aumentado de ictus y embolias sistmicas y
un TTR inferior al ser tratados con warfarina. Los efectos beneficiosos de apixabn
no se vieron afectados por el uso de amiodarona.
COMENTARIO
Por un lado, destacar que la amiodarona se sigue utilizando a pesar de sus efectos
adversos (de hecho en le estudio AFFIRM era el frmaco antiarrtmico ms utilizado), sobre todo, en personas jvenes en la que se persigue mantener el ritmo
sinusal. Esto se debe probablemente a la falta de nuevas alternativas. Lo que no
es fcil de explicar son las diferencias geogrficas en su uso.
Aunque el diseo del estudio no permite saber el mecanismo exacto de por qu
aumenta el riesgo emblico en pacientes tratados con amiodarona, podra estar
relacionado con el hecho de que el tiempo con INR en rango teraputico fue inferior en los que recibieron amiodarona y warfarina (lo cual se explicara por la
interferencia en el metabolismo de la warfarina por parte de la amiodarona). De
esta manera, en pacientes tratados con amiodarona, sera aconsejable (si cabe,
ms que en el resto de casos) el uso de apixabn como anticoagulante. Esta recomendacin sera probablemente extensible a otros nuevos anticoagulantes orales
(aunque sera interesante conocer los datos en funcin del uso de antiarrtmicos
en sus ensayos clnicos respectivos). Si, de todas maneras, se optase por el uso de
warfarina, debera estrecharse ms el control de INR cuando se utilice amiodarona.En este estudio, a diferencia de en publicaciones previas, el uso de amiodarona no se relacion con un incremento en la mortalidad. La nica forma de
responder a esta pregunta de forma ms contundente sera realizar un estudio en
el que se aleatorizara el tratamiento con amiodarona (aunque es poco probable
esperar hoy da dicho estudio).
Dentro de las limitaciones de este estudio hay que destacar que en el ensayo ARISTOTLE la FA se clasific como paroxstica o persistente (sin distinguir los sujetos con
FA de larga duracin o permanente, en los cuales no debera usarse la amiodarona).
Por otro lado, lo nico que se sabe es que el paciente reciba amiodarona al ser incluido, pero no sabemos cunto tiempo llevaba con dicho tratamiento, ni si se suspendi en el seguimiento, lo cual podra alterar los resultados obtenidos. Por ltimo,
el anlisis no se ajust en funcin de la funcin ventricular, ni de la funcin renal, ni
heptica, factores claramente relacionados con el riesgo emblico y hemorrgico.
636
Referencia
Amiodarone, Anticoagulation, and Clinical Events in Patients With Atrial Fibrillation: Insights from the ARISTOTLE Trial
Greg Flaker, Renato D. Lopes, Elaine Hylek, Daniel M. Wojdyla, Laine Thomas,
Sana M. Al-Khatib, Renee M. Sullivan, Stefan H. Hohnloser, David Garcia,
Michael Hanna, John Amerena, Veli-Pekka Harjola, Paul Dorian, Alvaro
Avezum, Matyas Keltai, Lars Wallentin, Christopher B. Granger, for the
ARISTOTLE Committees and Investigators.
J Am Coll Cardiol 2014;64:1541-50.
637
DES de segunda generacin parece estar aceptada teniendo en cuenta la incidencia de muerte cardiaca, infarto de miocardio, trombosis de stent definitiva o probable o sangrado BARC tipo 3 o 5 a 12 meses.
COMENTARIO
640
Estos resultados nos permiten reducir el tiempo de doble antiagregacin a 6 meses, de forma segura, en pacientes con bajo riesgo aunque debemos individualizar
a los pacientes y tener en cuenta mltiples factores como el nmero y tamao
de stents implantados, el resultado del procedimiento, el riesgo de sangrado del
paciente, la necesidad de posibles cirugas
En conclusin, estos datos nos ayudan a poder disminuir los efectos secundarios
de la doble antiagregacin pero siempre tendremos que tener en cuenta que no
todos los pacientes son iguales y por tanto sern el cardilogo clnico y el hemodinamista los deban optimizar el tiempo de doble antiagregacin en funcin de
mltiples individualidades del paciente.
Referencia
Second Generation Drug-Eluting Stents Implantation Followed by Six Versus Twelve-Month - Dual Antiplatelet Therapy- The SECURITY Randomized Clinical Trial
641
Anlisis pronstico del seguimiento a tres aos en pacientes incluidos en la cohorte PARTNER-B, con estenosis artica severa inoperable, que compara el implante
de prtesis artica transcatter versus el tratamiento mdico.
Los autores parten de que el pronstico a largo plazo del reemplazo valvular artico transcatter (a partir de aqu mencionado como TAVI) en pacientes con estenosis artica severa inoperable no se conoca hasta ahora.
La metodologa planteada fue la siguiente: en el ensayo clnico PARTNER (Placement
of Aortic Transcatheter Valves), se aleatorizaron 358 pacientes al grupo de TAVI o tratamiento estndar. Se informa en este artculo de los resultados a 3 aos en estos
pacientes, y de los resultados acumulados para todos los pacientes que se asignaron
aleatoriamente al grupo inoperable de PARTNER cohorte B (n=449), que tambin
incluyen a porcin aleatorizada del estudio de acceso continuado (n=91).
Los resultados fueron los siguientes: la tasa de mortalidad a 3 aos para TAVI y manejo teraputico estndar fue de 54,1% y 80,9% respectivamente (P<0,001; hazard
ratio 0,53; intevalo de confianza [IC] 95%: 0,41-0,68; P<0,001). En los supervivientes,
hubo una mejora significativa en la clase funcional de la NYHA mantenida a los 3
aos. La incidencia acumulada de ictus en el seguimiento a 3 aos fue de 15,7% en
los pacientes con TAVI versus el 5,5% de los pacientes tratados con terapia estndar
(hazard ratio 2,81; IC 95%: 1,26-6,26; P=0,012); sin embargo, el compuesto de muerte
o ictus fue significativamente bajo tras TAVI versus terapia estndar (57,4% versus
80,9% P<0.001; hazard ratio 0,60; IC 95%: 0,46-0,77; P<0,001). Ecocardiografa mostr un incremento sostenido del rea valvular artica y disminucin en el gradiente transvalvular tras TAVI. El anlisis de los 449 casos acumulados aleatoriamente
643
(TAVI n=220, terapia estndar n=229) demostr mejoras en la mortalidad por todas
las causas y en la situacin funcional tanto tempranamente como en el seguimiento
a 3 aos. Los resultados de esta cohorte agrupada fueron similares a los del ensayo
pivotal de PARTNER.
Ante estos resultados, los autores concluyen que la TAVI result en una mejor supervivencia y estado funcional en pacientes inoperables con estenosis artica severa con un beneficio hemodinmico perdurable en el seguimiento a largo plazo.
Sin embargo, la mortalidad residual elevada, incluso en pacientes tratados satisfactoriamente con TAVI nos subraya la necesidad de una seleccin de pacientes
ms estratgica
COMENTARIO
Estamos ante un anlisis pertinente de los datos de PARTNER a largo plazo. Debemos recordar que este ensayo est hecho con las vlvulas de Edwards-Sapien de
caractersticas diferentes a las Medtronic Corevalve.
Hay elementos de gran inters en este estudio. Por un lado se confirma la historia
natural de la estenosis artica ya definida hace 50 aos, que afirmaba que estbamos ante una enfermedad terminal del anciano con una progresin de sntomas a
la muerte en un periodo alrededor de 3 aos. El seguimiento a 3 aos de la cohorte
B de PARTNER confirma esa historia natural catastrfica, en los no sometidos a
TAVI la mortalidad despus de 3 aos era del 81% en cambio el uso de TAVI va
a altera esa historia natural significativamente al proporcionar un reduccin del
47% en ese riesgo de muerte a 3 aos.
Como bien afirma en un editorial acompaante al artculo, Harold L. Dauerman,
la estudios sobre la historia natural de la estenosis artica severa no tratada ya
quedan completos. Dicho editorial es de obligada lectura ya que establece paralelismos muy interesantes entre el ensayo SHOCK que propugn la revascularizacin temprana en el paciente con shock cardiognico y este ensayo PARTNER-B.
Yo destacara 2 frases muy elocuentes de este editorial, por un lado incluso implementando una nueva tecnologa excitante, seguiremos todava enfrentndonos con la muerte, y por otro lado, de forma ms optimista las conclusiones de
PARTNER B son claras y poderosas: TAVI salva vidas en pacientes de riesgo extremo con estenosis artica severa sintomtica.
644
Lo que s es muy importante es que los autores del artculo tratan de justificar una
alta mortalidad por la seleccin de pacientes e intentan clasificar a los pacientes
por su riesgo quirrgico con la escala STS y otros parmetros pero probablemente
metodolgicamente no sea muy adecuado, ya que el nmero de pacientes incluidos no otorga un poder estadstico adecuado para dichas inferencias. Ahora bien,
lo que es muy importante es que este ensayo cierra por un lado las dudas al respecto del beneficio claro de la tcnica y abre paso a los estudios en que aprenderemos a seleccionar pacientes para conseguir una mejora en los resultados.
Referencia
Long-Term Outcomes of Inoperable Patients With Aortic Stenosis Randomly Assigned to Transcatheter Aortic Valve Replacement or Standard Therapy
645
Metaanlisis de ensayos clnicos randomizados que compara la eficacia y seguridad del tratamiento con betabloqueantes (BB) en pacientes con insuficiencia cardiaca (IC), con y sin fibrilacin auricular (FA).
Se seleccionaron todos los ensayos clnicos randomizados en los que se comparaban
BB frente a placebo en IC, y que recogan el ritmo basal en el ECG: ritmo sinusal (RS) o
FA/flter. El objetivo primario era la mortalidad por cualquier causa y el seguimiento
mnimo de 6 meses. Se consideraron como eventos secundarios: muerte por causa cardiovascular (CV), ictus no fatal y el objetivo compuesto de muerte por cualquier causa
y hospitalizacin por causa CV. Asimismo, se evalu la seguridad de los BB, considerando la discontinuacin del tratamiento, la hipotensin, la bradicardia, el deterioro
de la funcin renal, la descompensacin de la IC y cualquier otro evento relacionado.
Se incluyeron 18.254 pacientes, 13.946 (76%) en RS y 3.066 (17%) en FA, siendo ambos grupos comparables. El seguimiento medio fue de 1,51,1 aos, con una tasa
de mortalidad del 16% en el grupo de RS y 21% en el de FA. La toma de BB redujo
la mortalidad en el grupo de RS (HR 0,73; 0,67-0,80; p<0,01), pero no en el grupo
de FA (HR 0,97; 0,83-1,14; p=0,73), con una p de interaccin entre ambos grupos de
0,002. Tras el anlisis por subgrupos en la cohorte de FA, no se encontraron variables que interaccionaran de forma significativa.
Las principales causas de muerte en ambos grupos fueron la muerte sbita y la IC.
Se objetiv una baja incidencia de ictus, mayor en el grupo de FA, sin encontrarse
un efecto protector de los BB en ninguno de los grupos.
La incidencia de FA en el grupo de RS fue del 5%, asocindose de forma independiente para su aparicin la edad avanzada, el sexo femenino, el IMC 30 kg/
m y el grado funcional avanzado. Los pacientes en RS en tratamiento con BB
647
desarrollaron menos FA que aquellos asignados de manera basal al grupo placebo (4% frente a 6%).
El 15% de los pacientes (considerando los randomizados a placebo y a BB) discontinuaron el tratamiento por efectos adversos, sin encontrarse diferencias entre los
que tenan RS o FA. La incidencia de efectos adversos especficos de BB (por ejemplo, bradicardia) fue del 1-2%.
Los autores concluyen que, segn este metaanlisis, los BB no son superiores a
otros frmacos utilizados para el control de la frecuencia (FC) en pacientes con IC
y FA, ya que no mejoran su pronstico.
ComentarioLa evidencia actual, basada en ensayos como el COPERNICUS, MERIT
HF o CIBIS II, respalda el uso de BB en pacientes con IC, reduciendo su morbimortalidad. Por otro lado, las guas de prctica clnica, recomiendan su uso como frmaco de primera lnea para el control de la FC en pacientes con IC y FA (indicacin
IA), algo que coexiste en el 14-50% de los pacientes.
Segn los resultados de este metaanlisis, el uso de BB para el control de la FC
en pacientes con IC, no reduce la mortalidad ni los ingresos hospitalarios, por lo
parece que el beneficio que aportan en pacientes con IC desaparece cuando estos
desarrollan FA. Por otro lado, el uso de BB fue seguro, con una baja tasa de efectos
secundarios y sin aumentar la mortalidad ni la tasa de rehospitalizaciones.
Sin duda, estos resultados contradicen las recomendaciones actuales, especialmente con un frmaco que cuenta con una slida evidencia en el campo de la IC.
La razn por la cual los BB podran perder su efecto beneficioso en pacientes con
FA se desconoce, y los autores sugieren razones fisiopatolgicas an no estudiadas. Tampoco se conocen los mecanismos por los que, como se observa en este
metaanlisis, el uso de BB en pacientes con IC y RS, aparte de mejorar el pronstico, reduce la incidencia de FA.
Un dato secundario (y preocupante) que nos muestra este anlisis, es que solo el
58% de los pacientes con FA e IC estaban anticoagulados, algo que, an sin conocer el
CHADS2 de los pacientes, sugiere un infratratamiento de estas personas. Otro dato
interesante es que solo el 8% de los pacientes en el grupo de RS y el 17% en el grupo
de FA (a pesar de que ms de la mitad estaban en grado III y IV de la NYHA) llevaba
tratamiento con antagonistas del receptor mineralcorticoide, aunque es cierto que
algunos de estos ensayos son previos al EPHESUS y por supuesto al EMPHASIS-HF.
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Referencia
Efficacy of Blockers in Patients with Heart Failure Plus Atrial Fibrillation: an Individual-Patient Data Meta-Analysis
Kotecha D, Holmes J, Krum H, Altman DG, Manzano L, Cleland JG, Lip GY,
Coats AJ, Andersson B, Kirchhof P, von Lueder TG, Wedel H, Rosano G, Shibata
MC, Rigby A, Flather MD, on behalf of the Beta-Bloquers in Heart Failure
Collaborative Group.
doi: 10.1016/S0140-6736(14)61373-8
649
Anlisis de subgrupos del estudio FREEDOM que examina la asociacin de los resultados a largo plazo despus de la revascularizacin en los pacientes diabticos
tratados con insulina (ITDM) comparado con los no tratados con insulina (no-ITDM).
El ensayo clnico aleatorizado FREEDOM (comparacin de dos tratamientos para
enfermedad coronaria multivaso en pacientes con diabetes), encontr que la ciruga de bypass coronario (CABG) se asoci con mejores resultados clnicos comparado con la intervencin coronaria percutnea (ICP) en los pacientes con diabetes
mellitus (DM) y enfermedad coronaria multivaso, tratados o no con insulina.
Un total de 1.850 sujetos del FREEDOOM tuvieron un procedimiento de revascularizacin ndice: 956 se sometieron a ICP con stent liberadores de frmacos (DES)
y 894 se sometieron a CABG. Un total de 602 pacientes (32,5%) eran ITDM (ICP/
DES n=325, [34%]; CABG n=277 [31%]). Los sujetos fueron clasificados segn ITDM
vs. no-ITDM, se realiz una comparacin de ICP/DES versus CABG, en cada grupo.
Un anlisis de interaccin fue realizado para el tratamiento de revascularizacin
segn estatus de DM nicamente y otro anlisis del tratamiento segn estatus de
DM y complejidad de lesiones coronarias. El anlisis fue realizado para la variable principal que estaba compuesta de las variables: muerte, accidente cerebrovascular (ACV) e infarto de miocardio (IM), se usaron todos los datos disponible
del seguimiento. El anlisis fue realizado mediante la estrategia de anlisis por
protocolo.La tasa total de eventos para la variable principal (muerte/ACV/MI) a
5 aos de seguimiento fue significativamente mayor en los pacientes ITDM comparado con los no-ITDM (28,7% vs. 19,5%, p<0,001), esta diferencia persisti incluso luego de ajustar segn mltiples variables basales, complejidad angiogrfica
y grupo de tratamiento de revascularizacin (muerte/ACV/MI hazard ratio [HR]:
1,35, intervalo de confianza de 95% (IC 95%): 1,06-1,73, p=0,014). Con respecto a
la variable principal, CABG fue superior a ICP/DES en ambos estatus de DM y la
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magnitud del efecto del tratamiento fue similar (interaccin p=0,40) para ITDM
(PCI vs. CABG, HR: 1,21; IC 95%: 0,87-1,69) y pacientes no-ITDM (PCI vs. CABG, HR:
1,46; IC 95%: 1,10-1,94), incluso luego de ajustar por el nivel de la puntuacin angiogrfica SYNTAX. Basado en la tasa de eventos a 5 aos de seguimiento, el nmero
necesario para tratar de CABG vs. ICP para prevenir un evento fue 12,7 en ITDM y
13,2 en no-ITDM.
Los autores concluyeron que en pacientes con DM y enfermedad coronaria multivaso, la tasa de eventos cardiovasculares adversos mayores (muerte/ACV/MI) fue
mayor en pacientes diabticos tratados con insulina comparado con aquellos pacientes diabticos no tratados con insulina. Adems, no fueron capaces de detectar diferencias significativas en la magnitud del efecto del tratamiento con ICP vs.
CABG para los pacientes tratados con insulina y aquellos no tratados con insulina.
FREEDOM trial (ClinicalTrials.gov: NCT00086450).
COMENTARIO
Mltiples ensayos clnicos (BARI [ao 1993], SYNTAX, CARDIA, VA CARDS, etc.) han
evaluado cual es la mejor estrategia de revascularizacin coronaria en los pacientes
con DM. FREEDOM, es el ensayo clnico ms reciente en esta rea (ao 2012), y fue
especficamente diseado y potenciado con muestra suficiente para responder la
pregunta clnica: es superior el CABG a ICP/DES como estrategia de revascularizacin coronaria en pacientes con DM? Los autores concluyeron: que para los pacientes
con DM y enfermedad coronaria avanzada, CABG fue superior a la ICP en el que redujo significativamente las tasas de muerte/IM, con una mayor tasa de ACV.
Dangas et at., presentan un anlisis secundario, no contemplado, del FREEDOM, en
el cual los autores dividen la poblacin en dos grupos, ITDM y no-IDTM y contrastan
la hiptesis, si el tratamiento con insulina previo a la revascularizacin coronaria
podra explicar el peor pronstico de los pacientes ITDM comparado con los noITDM, independientemente de si fueron tratados con CABG o ICP/DES; puntuacin
de SYNTAX, duracin de DM y variables de base. Esta hiptesis es fundamentada
en reportes que describen que la hiperinsuliemia iatrognica promueve una respuesta proinflamatoria y sobre estimulacin hormonal; que podran inducir aterognesis. Es imprescindible resaltar que para este anlisis secundario la muestra no
est potenciada para ser capaz de contrastar la hiptesis que los autores proponen.
Para detectar en el subgrupo ITDM un HR de 1,2, a favor de CABG vs ICP/DES, con un
poder estadstico de 85% y significancia estadstica estndar; la cohorte requerida
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Referencia
Long-Term Outcome of PCI Versus CABG in Insulin and NonInsulin-Treated Diabetic Patients. Results From the FREEDOM Trial
Dangas GD, Farkouh ME, Sleeper LA, Yang M, Schoos MM, Macaya C, Abizaid
A, Buller CE, Devlin G, Rodriguez AE, Lansky AJ, Siami FS, Domanski M, Fuster
V; FREEDOM Investigators.
J Am Coll Cardiol 2014;64:1189-97.
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