Catecismo de Heidelberg Domingo 27
Catecismo de Heidelberg Domingo 27
Catecismo de Heidelberg Domingo 27
Bautismo cristiano.
Domingo 27.
72. Pregunta: Es el lavamiento, la purificacin misma de los pecados?
Respuesta: No (a): porque slo la sangre de Jesucristo y el Espritu Santo nos
limpia y purifica de todo pecado (b).
a. Mateo 3:11; 1 Pedro 3:21; Efes. 5:26.
b. 1 Juan 1:7; 1 Cor. 6:11.
a. Gn. 17:7.
b. Mateo 19:14.
c. Luc. 1:15; Salmo 22:10; Isaas 44:1-3; Hechos 2:39.
d. Hechos 10:47.
e Gn.17:14.-f. Col. 2:11-13.
Pregunta 72.
La respuesta simple y llana a la primera pregunta es: no. El bautismo en agua no
es aquello que nos limpia espiritualmente. La Biblia nos dice que somos
justificados por la fe (Romanos 5:1). La regeneracin es efectuada
soberanamente por Dios por Su gracia, por medio de la fe y por la accin del
Espritu Santo. Cuando Juan bautizaba en el Jordn era muy cuidadoso en llevar
a sus oyentes a esperar el bautismo del Espritu de Cristo, vamos a Mat 3:11:
Mat 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el
que viene tras m, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es ms
poderoso que yo; l os bautizar en Espritu Santo y fuego.
El asunto es que tal como vimos la clase anterior, la aspersin del agua es un
smbolo de la obra que Cristo hace en nuestro interior cuando lo recibimos por
medio de la fe, sea, el lavamiento, la purificacin de nuestros pecados. Es una
forma visible de recibir la Palabra del evangelio porque en resumidas cuentas nos
dice que estamos sucios, y necesitamos ser lavados, en atencin a las promesas
dadas en Eze 36:25 Esparcir sobre vosotros agua limpia, y seris limpiados de
todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros dolos os limpiar y en Isa 44:34 Porque yo derramar aguas sobre el sequedal, y ros sobre la tierra rida; mi
Espritu derramar sobre tu generacin, y mi bendicin sobre tus renuevos; y
brotarn entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. La realidad
de estas promesas es el lavamiento de nuestros pecados por la sangre del Seor y
Su Santo Espritu:
a) 1Jn 1:6-7 Si decimos que tenemos comunin con l, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz,
como l est en luz, tenemos comunin unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1Co 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habis sido lavados, ya habis sido
santificados, ya habis sido justificados en el nombre del Seor Jess, y
por el Espritu de nuestro Dios.
Para zanjar este punto, cito lo que dice Calvino en la Institucin de la religin
cristiana al respecto: Lo primero que el Seor nos propone en l [bautismo] es
que nos sirva de signo y documento de nuestra purificacin; o para explicarlo
mejor, que nos sirva de carta patentada, que nos confirme que todos nuestros
pecados de tal manera nos son perdonados, deshechos, olvidados y borrados ni
nos sern recordados o imputados. Porque l quiere que todos los que creyeren
sean bautizados para la remisin de los pecados. Por eso, los que opinan que el
bautismo no es otra cosa que una seal o marca, con la que confesamos ante los
hombres nuestra religin estos no tienen presente lo principal del bautismo, es
decir, que debemos recibirlo con la promesa de que todo el que creyere y fuere
bautizado, ser salvo(Mc 16:16).
Pregunta 73.
Cuando el bautismo se menciona en las Escrituras como el lavamiento de la
regeneracin y el lavamiento de los pecados, se hace porque Dios nos ensea por
medio del smbolo del elemento visible y externo del agua lo que ocurre en el
alma, mostrando ante nuestros ojos una aproximacin de lo que es ese proceso
invisible de la purificacin del pecado que se lleva a cabo de manera efectiva en
nosotros, si recibimos el sacramento por medio de la fe. La declaracin del
catecismo, por tanto es: verdaderamente somos limpiados por el lavamiento
interior y espiritual de nuestros pecados, de la misma manera que somos lavados
exteriormente por el agua visible, y no: "as como somos lavados por el agua,
somos limpiados por la sangre y el Espritu de Cristo".
1) Mar 16:16 El que creyere y fuere bautizado, ser salvo; mas el que no
creyere, ser condenado.
2) Apo 7:14 Yo le dije: Seor, t lo sabes. Y l me dijo: Estos son los que
han salido de la gran tribulacin, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero.
Representmoslo con un ejemplo: Cuando vamos por una zona escolar
manejando un carro vemos un aviso que nos advierte que disminuyamos la
velocidad: Significa ese aviso que todo carro que pase por ah, a cualquier hora,