Fundador 2010
Fundador 2010
Fundador 2010
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Capítulo 1:
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berga la esperanza de casarlo
en un futuro con su hija Rosa-
rio pero su tía, que conocía me-
jor al chico, descubre su verda-
dero anhelo: ser sacerdote.
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Oratorio de San Felipe Neri (Sevilla)
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Es gracias a D. José María que Francisco se encuentra con el
Oratorio, y con él el tesoro de vivir su sacerdocio en comuni-
dad, una comunidad no de religiosos que hiciera posible
la contemplación y la acción, la oración y la entrega
apostólica: “¡Ya tengo satisfechas todas mis aspiraciones!”
Aunque pobre, a nada he querido aspirar, y nada tengo por
más honra que firmarme padre del Oratorio. Aquí moriré, an-
tes de separarme del bien que Dios me ha concedido”.
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Capítulo 2:
ABRIENDO CAMINOS
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El cura de los corrales
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Nace la Congregación de las Religiosas
Filipenses Hijas de María Dolorosa
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Gracias a la nueva morada las 16 religiosas y las más de 50
jóvenes contaban ahora con espacio suficiente, abriendo
además una escuela para niñas pobres en el mismo convento.
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dad fraterna”: todas las hermanas compartían el trabajo de la
casa, la cocina, la compra… y todas salían durante el día y al
atardecer a los barrios y casas de vecinos para realizar su mi-
sión.
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Era prelado de la diócesis fray
Ceferino González, protector de la
nueva congregación. Éste alentó y
animó a Mercedes para que lleva-
ra adelante su obra y ordenó que
enviasen a la “Doctrina Cristiana”
toda la comida sobrante del semi-
nario. Lo mismo hacían los Her-
manos Hospitalarios de San Juan
de Dios.
El restaurador de la Congregación
de San Felipe Neri en Sevilla
El padre Tejero era un hombre completamente centrado en
su vocación. Decía: “Si cien veces naciera, cien veces volvería a
ser sacerdote filipense”. Amó la Congregación del Oratorio en-
trañablemente, y lo demostró porque supo sacrificarse por
ella.
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zando a lo largo de su vida, y “gritos” que surgen de la histo-
ria y del dolor de quienes sufren.
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Capítulo 3:
SU OBRA CONTINÚA
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Para llevar a cabo esta misión cuentan con:
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Colegio Santa Clara (Cazalla, Sevilla)
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10 comunidades en América Latina y África
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Abriendo nuevos caminos, en 1978 se comienzan nuevos
proyectos en el continente africano y, hoy, dos comunidades
en Togo (pequeño y pobre país de África Occidental) y Burki-
na Faso, viven junto a los más pobres de la tierra, colaboran-
do en la lucha por la justicia y en la promoción y liberación de
todas las personas: menores maltratados, abandonados, ex-
plotados, huérfanos, enfermos…, se realizan labores de pro-
moción de la mujer, tan marginada y explotada en este conti-
nente, a través de talleres ocupacionales, se mantienen guar-
derías, un centro ocupacional, un pequeño dispensario, se
realizan labores de formación y catequesis y se siguen imple-
mentando proyectos continuamente.
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Capítulo 4:
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"Ni el que planta ni el que riega da el incremento,
sino Dios". Plantemos y reguemos”
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“Se ha dicho con verdad que la vida de perfección
es como la vida de las plantas. Principian por po-
co, insensiblemente crecen, tienen sus alternati-
vas y a fuerza de tiempo llegan a la perfección y
dan sus frutos”.
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“Señor, aunque tenga que mendigar de puerta en
puerta durante toda mi vida, lo haré gustoso,
buscando casa y pan para estas jóvenes”
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“En casa no hay novedad particular. Mucho au-
mento de familia y todas de buena índole. Pero
creo que va a ser preciso vender un día hasta mis
breviarios, para dar de comer a tanta criatura.
Confianza en Dios y poner los medios. El que nos
las manda no es para que se mueran de hambre,
ni para tenerlas desnudas”
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Capítulo 5:
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Capítulo 6:
Alumnos de 1º de ESO
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Paula Mª Molina: Nosotros somos quienes tenemos el testi-
go que nos ha entregado el Padre Francisco García Tejero.
Por eso tenemos que seguir haciendo todo lo que él empezó y
luchar por un mundo mejor.
Alumnos de 2º de ESO
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hayan seguido con su obra y quiero aprender de él y ser más
solidaria y ayudar a quien me necesite.
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muerte, el Padre Francisco García Tejero, a pesar de que su
vida no fue fácil, hizo el bien y muchas cosas importantes.
Gastó su vida catequizando, ayudando, buscando colaborado-
res y creando dos congregaciones religiosas, luego su vida
fue especial. Todos los años le recordamos cuando celebra-
mos su fiesta y se lo merece pues este gran hombre ha dejado
algo entre nosotros.
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Marta Garrido: Me ha llamado mucho la atención la actitud
ante la vida del Padre Francisco Tejero por su perseverancia
en realizar su sueño a pesar de las dificultades. Quería un
mundo mejor y yo quiero parecerme a él. A partir de ahora
colaboraré con Cáritas.
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Carmen Mayorga: Yo creo que el Padre Francisco García Te-
jero tuvo, hasta su muerte, una vida muy atareada y muy in-
teresante. Tuvo que vencer muchos obstáculos pero mereció
la pena. Yo quiero seguir sus pasos ayudando más a las per-
sonas y no haciendo sufrir a nadie.
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