Mörike (Mayer)
Mörike (Mayer)
Mörike (Mayer)
poco despus comparti con Mrike el resultado de su lectura: ...un fragmento de poesa, tal como
el que tenas en mente, habra sido mil veces ms satisfactorio (carta del 8 de abril de 1847; publ.
por primera vez en B. Mayer, 1985, p. 245). De aqu pueden inferirse dos cosas: por un lado, que ya
en 1847 llevaba Mrike largo tiempo planeando escribir sobre Mozart, y sus amigos lo saban; por
otro, que ya entonces exista el concepto, ejecutado luego, de crear una narracin cuya materia
[fuera] ficcional, pero el hombre, segn [l] espera, autntico, y sin incluir en ella nada de eso que
siempre buscan en primera instancias nuestros espritus menores, aunque a stos la narracin slo
les guste a medias.3 A pesar de todo, la biografa de Oulibicheff fue publicada, para Mrike aun
cuando ste no admite explcitamente conocerla, en el tiempo indicado: como para confirmar su
propia imagen de Mozart (de la que se ocupar detalladamente el anlisis de la novela corta en las
pginas siguientes) y como el ltimo estmulo que necesitaba a fin de ponerse, finalmente, en
prctica y llevar a cabo plenamente lo que haca tiempo vena planeando.
Desde la decisin al comienzo de la primera impresin de esta obra en prosa haba, sin embargo,
an un largo trecho; y aun cuando Mrike, a ms tardar, en 1852, posea ideas precisas acerca de la
ndole y la envergadura de la narracin, sta slo estuvo lista como manuscrito en julio de 1855. A
propsito de esto le escribi a su amigo Hartlaub:
T y otros han lamentado que haya descartado tantas cosas de la novela corta, y sin embargo preveo que
no desears que sea diferente, ni ms extensa, de lo que es ahora. Por lo dems, es una suerte, que slo ha
de atribuirse al fuerte poder de atraccin del objeto, que en este pequeo trabajo no se adviertan aquellas
frecuentes y prolongadas interrupciones durante las cuales, en ms de una oportunidad, fue prcticamente
abandonada.4
De acuerdo con las propias palabras de Mrike, la materia de la novela corta ha de ser ficcional; el
hombre, en cambio (Mozart), autntico. A fin de conseguir esto, el escritor concibi la idea de
tomar, como disparador y punto de partida, un acontecimiento comprobado de la biografa de
Mozart: el viaje que el compositor y su mujer realizaron en septiembre de 1787 a Praga, donde
Mozart deba preparar y dirigir el estreno de su pera Don Juan.
Aqu se inicia la narracin de Mrike. ste representa en ella veinticuatro horas puramente
ficcionales, pero totalmente imaginables, de ese viaje, comenzando con la primera parada:
Antes del almuerzo en una hostera de pueblo, Mozart aprovecha la oportunidad para realizar un
paseo por los jardines abiertos al pblico del conde vernculo. La contemplacin de un naranjo, con
el que se topa sbitamente, evoca reminiscencias de un acontecimiento de la juventud. En efecto,
esas frutas haban ofrecido, antao, el estmulo esttico para una ejecucin intensamente vivida.
Pasado y presente interactan, aos despus; se conjugan sbitamente, para el compositor, en la
inspiracin musical actual. Entretanto, ha arrancado y cortado inconscientemente una de las
naranjas. De inmediato, es sorprendido y severamente reprendido por el jardinero del conde: los
frutos estaban contados, el rbol mismo es uno de los ms valiosos regalos de compromiso para
Eugenie, la sobrina del conde. El ms caro regalo ser ahora la presencia de Mozart, que, luego de
la disculpa, es invitado a la fiesta en compaa de su mujer. Como gota de mal augurio cae, poco
despus, en este momento feliz, el anuncio de la muerte temprana del compositor.
La estructura interna, conceptual de la novela corta ha ocupado a la germanstica casi ms que el
contenido. Durante mucho tiempo, una parte de la bibliografa sobre Mrike objet la acumulacin
de injertos y episodios y deneg al relato, en consecuencia, toda clase de composicin, de estructura
planeada o meditada. Al menos, muchos, como por ejemplo Karl Adrian y Harry Maync,
encontraron molesta la configuracin laxa de los episodios. Otros se forjaron ms o menos
laboriosamente un sentido. Fritz Gundolf, por ejemplo, fue el primero que puso en juego el
concepto de arabesco, en cuanto unin de fenmenos singulares en una serie infinita, en cuanto
juego libre de la fantasa, sin relacin con un centro. 5 Tambin Hermann Pongs y, ms tarde,
Benno von Wiese emplearon el concepto de arabesco, aunque en otro contexto. Sealaban el
hurto de la naranja como punto medio de la novela corta, por el que trepan todos los dems
detalles. A pesar de la estructura aparentemente malograda, con ello se hizo justicia, en opinin de
tales crticos, tanto a la estructura cuanto a la meta de una novela corta.
Algunos intrpretes percibieron, en cambio, la estructura cerrada de la novela corta, y se ocuparon
de sealarla en el texto. Bernhard Seuffert fund su juicio, por ejemplo, en la constatacin,
lamentablemente muy poco atendida, de que el tema principal es Mozart, la vida y la obra de ste,
y as, todo lo que el poeta afirmaba como atributo de Mozart fue traspuesto en acciones, cuya laxa
sucesin fue escogida y tramada con vistas al fin planeado.6
A partir de consideraciones anlogas, Karl K. Pohlheim concluy luego que todas las dificultades de
sus predecesores se basaban en el error de partir de la novela corta tradicional, fundada en la accin.
Como alternativa, cre el constructo novela corta de personajes. A pesar de la vitalidad que
mostr la discusin al comienzo, el concepto no consigui arraigarse. Otros han buscado ya hace
tiempo abordar la estructura de la novela corta a partir de la msica, apoyados en una observacin
del amigo y admirador de Mrike Hermann Kurz, que design la obra como una sinfona
poetizada.7
Todos los que, con el correr del tiempo, se ocuparon de esta novela corta, tomaron, para sus
investigaciones y reflexiones, como base textual, de modo natural y muy lgico, la primera edicin
como libro del relato. Pero, al hacerlo, se cerraron el camino para la solucin del enigma. Con toda
claridad dio a entender Mrike lo que quera expresar, y cmo haba estructurado conscientemente
su novela corta con ese fin, a travs de los cinco epgrafes (y no tan slo uno, segn lo instituy
Maync, de un modo errneo y engaoso, en los estudios germnicos), en la preimpresin publicada,
con su participacin, en Morgenblatt.
Las relaciones y conexiones entre el epgrafe y el texto subsiguiente merecen ser expuestas y
discutidas nuevamente (v. nota 1).
La preimpresin de la novela corta tuvo lugar en Morgenblatt fr gebildete Leser en los
nmeros 30-33, entre el 22 de julio y el 12 de agosto de 1855. La primera edicin como libro
apareci en noviembre del mismo ao, por cierto que predatada en 1856. El primer segmento de la
narracin en Morgenblatt (N 30) del 22 de julio de 1855 se extendi desde En el otoo de 1787
hasta del que, lateralmente, una alameda... conduca al majestuoso jardn*. El segmento iba
precedido por el epgrafe:
Si Mozart, en lugar de poner continuamente la mesa y la bolsa siempre a disposicin de sus amigos,
hubiera mantenido una alcanca segura; si hubiera hablado con sus allegados como lo hace un predicador
desde el plpito; si slo hubiera tomado agua, y no hubiese hecho la corte a ninguna mujer excepto la
suya, se habra encontrado en mejor situacin, y lo mismo habra ocurrido con su familia. Quin duda
de eso?; pero de un filisteo semejante no se hubiera podido esperar un Don Juan, a tal punto se hubiera
convertido en un excelente padre de familia. Oulibicheff
A decir verdad, Oulibicheff no dijo exactamente esto. Se trata aqu de un texto que Mrike sintetiz
de un modo tan escueto sobre la base de un contexto ms extenso del libro de Oulibicheff. ste se
haba referido, en ese pasaje, a la manera en que habra procedido un bigrafo corriente, y no l:
Mozart se habra dicho, por ejemplo era el ms generoso y el mejor de los hombres [...] Por lo
dems, aadira el bigrafo, nuestra imparcialidad nos lleva a explicar que tambin se mezclaban
algunas fallas considerables con esas buenas cualidades. [...] El lector debera admitir, en
concordancia con el libro, que, si Mozart, en lugar de poner continuamente la mesa y la bolsa a
disposicin de sus amigos... (v. II, pp. 6-7). En la base del primer segmento narrativo de Mrike se
encuentra la voluntad de orientar el pensamiento del lector en este mismo sentido. A una breve
Tambin estos versos de Goethe han sido extrados de un contexto ms amplio. Corresponden al
poema festivo Oda festiva en ocasin del septuagsimo cumpleaos de Zelter (v. Werke letzter
Hand, v. 47, Stuttgart y Tbingen, 1833). Mrike veneraba a Goethe. Los versos citados son parte
de lo que suele llamarse versos de ocasin; es decir, una lrica prctica que era compuesta para
determinadas ocasiones de carcter sumamente personal. La propia obra de Mrike muestra un buen
nmero de tales poemas. Pero lo que lo movi a colocar en ese pasaje precisamente estos versos de
Goethe, es el mero hecho de que ellos, en el nuevo contexto en que los coloc el escritor, pueden
ser ledos, nuevamente, como derivacin del segmento narrativo que encabezan: gravedad (el
delito de Mozart, el canto obtenido gracias a l, as como el compromiso de Eugenie) y jbilo (el
nimo alegre, festivo de todos los huspedes, as como los recuerdos de juventud de Mozart, junto
con el jovial informe que ste realiza acerca de esos recuerdos) se unen, en la novela corta, en un
todo indisociable.
El tercer segmento narrativo del Morgenblatt (N 32), del 5 de agosto de 1855, va de
Transcurrieron diecisiete aos... hasta acto seguido tom el sombrero... que haba pasado su
poca*; el pasaje tiene la particularidad de estar precedido por dos epgrafes:
El ojo del poeta, girando en un fino frenes,
mira del cielo a la tierra, de la tierra al cielo;
y, en la imaginacin, proporciona cuerpo
a las formas de las cosas desconocidas, la pluma del poeta
les concede contornos, y otorga a la area nada
una habitacin local, y un nombre.
Shakespeare8
Dulce est desipere in loco.
Horacio
Los versos de Shakespeare merecen especial atencin, por su funcin en cuanto recursos
destinados a orientar la comprensin del lector. Proceden del Sueo de una noche de verano (acto 5,
escena 1). Mrike los conoca en la traduccin de August Wilhelm Schlegel, que sucede al epgrafe
en ingls:
Des Dichters Auge, in schnen Wahninn rollend,
blitzt auf zum Himmel, blitzt zur Erd hinab,
und wie die starke Phantasie Gebilde
von unerhrten Dingen ausgebiert,
gestaltet sie des Dichters Wort, benennt
Sera errneo ver en esta cita una mera remisin al contenido, es decir, al trabajo creador de Mozart.
Estos versos remiten, en cuanto motto, ms all de la novela corta, al autor Mrike y a su modo de
proceder. Mrike, quien originariamente planeaba para esta materia, este trabajo, una sinestesia
poco usual en la literatura, al menos en una medida semejante de prosa, lrica y aparato de notas y
material grfico (sinestesia que, sin embargo, no pudo llevar a cabo), se atiene, en cierto modo, a la
indicacin prctica para los poetas que proporciona Shakespeare: hace que las figuras histricas
(el matrimonio Mozart) vivan y acten en situaciones en parte ficcionales, pero en todo caso
imaginables.
El segundo motto el texto de Horacio podra traducirse como hace bien apartarse, de vez en
cuando, del orden habitual retrotrae igualmente, e incluso con mayor claridad, en lo que respecta
puramente al contenido, a lo narrado y al personaje de Mozart.
El cuarto y ltimo segmento narrativo, que apareci en el Morgenblatt (N 33) del 12 de agosto
de 1855, abarcaba desde Hasta aqu hemos hemos disuelto a la Seora Constanze en la
narracin... hasta la ltima lnea del poema y, con ello, de la novela corta. Hay que subrayar
expresamente que tambin este pasaje textual est precedido por un motto; una cita, esta vez incluso
literal, de la biografa mozartiana de Oulibicheff:
Una sensibilidad fcilmente excitable y un espritu filosfico, un corazn rebosante de ternura y una
mente maravillosamente organizada para el clculo; por un lado, inclinacin al placer, una multiplicidad
de aficiones e inclinaciones que caracterizan a un temperamento sanguneo; por otro, esta tirana de una
pasin excluyente, esta criminal exageracin del trabajo espiritual, que son los atributos del
temperamento melanclico. As era, poco ms o menos, Mozart, el hombre inexplicable, ya que era el
msico universal que, en todo lo que no fuera su arte, se mostraba como la contradiccin viva y la
debilidad personificada.
Oulibicheff
Es este el intento de concebir y explicar, a la vez, la esencia de Mozart. Y el hecho de que Mrike
reproduzca casi literalmente esta caracterizacin del artista que realiza Oulibicheff antes de su
propia prosa ficcional, revela la aceptacin de una imagen de Mozart con la que el poeta coincide.
Una confirmacin de esta tesis la proporcionan tambin los episodios vertiginosamente narrados en
la novela corta de Mrike: la espontnea complacencia de Mozart para con la joven camarera; la
inclinacin al placer, que se impone por encima de toda la nostalgia por la vida simple y
tranquila; la criminal exageracin del trabajo espiritual. Donde ms evidente se hace la
coincidencia entre el bigrafo y el poeta es en las formulaciones de Mrike hacie el final de la
novela corta. Por ejemplo, cuando Mrike describe cmo Eugenia, despus de la partida de Mozart,
reflexiona sobre los acontecimientos que acaba de experimentar: Era tan incierto para ella, tan
completamente incierto, que ese hombre se consumiera rpida e inexorablemente, que slo pudiera
ser una aparicin fugaz sobre la tierra, ya que sta, en verdad, no podra tolerar la exuberancia que
prodigara aquel hombre*.
Mrike ha antepuesto, pues, cinco epgrafes a las cuatro entregas de la preimpresin en
Morgenblatt. Como pudo demostrarse, la relacin entre motto y narracin va mucho ms all de una
analoga superficial. Por el contrario, podramos, incluso, atrevernos a describir esa relacin como
una suerte de sumario de lo que ha de narrarse. El primer moto y el quinto citan, pues, al bigrafo, y
remiten, por ende, a la persona histrica del compositor. A l corresponde el anclaje de la novela
corta en un suceso histrico, el viaje de Mozart a Praga. En el curso de ste tiene lugar la ficcin de
Mrike, para la cual han sido escogidos epgrafes sintomticos que proceden de poetas. En el caso
de Shakespeare, incluso, el epgrafe refleja el trabajo y el modo de proceder del poeta. La novela
corta de Mrike ha sido, pues, compuesta de un modo muy consciente y escrupuloso: comienza y
termina con la figura de Mozart. Precisamente a travs de ello consigue representar Mrike todas
aquellas ancdotas y episodios que le inspir su fantasa; y de tal modo, que es posible tomarlos por
hechos biogrficos. Era su propsito, su finalidad no declarada (pero revelada, sin embargo, en
clave) concebir, como un bigrafo, del modo ms preciso posible el carcter y la personalidad de
Mozart, pero mostrarlos, tambin, en situaciones puramente ficcionales; otorga, pues, en analoga
con la cita de Shakespeare, un nombre a la area nada, y le da una habitacin local en los datos
y hechos histricamente dados. De esa manera, Mrike estaba seguro de conseguir aquello que se le
haba ocurrido desde el comienzo: crear una novela corta cuya materia fuera ficcional, pero cuyo
protagonista, el ser humano, fuera, sin embargo, autntico.
El juego malicioso, tal como fuera fijado ya en cuanto fuerza impulsora del contenido de la
novela corta, que oscila entre la apariencia y el ser, deba extenderse, incluso, inicialmente, al marco
editorial. Mrike haba planeado convertir su ficcin, a travs de diversos aadidos, en un todo
cerrado. Para eso quiso emplear fotografas el matrimonio Mozart, ambos rostros de perfil,
colocados uno detrs del otro como en un medalln; en realidad, no [una] composicin existente
del maestro (que se deba relacionar con la oda, espontneamente inventada, del conde; oda que
Mozart promete ejecutar expresamente para la sociedad, de acuerdo con las leyes del arte*);
eventualmente, incluso, un facsmil de un manuscrito. 9 Una vez ms escogi Mrike como
receptor, a pesar de todas su sulteriores estilizaciones como poeta popular, al lector refinado, 10
que, a semejanza de l, encuentra su diversin en tales juegos. Pero, en vista de que ninguno de los
amigos de Mrike quiso entregar la composicin y el editor quera acelerar la publicacin, nada de
esto lleg a realizarse. Afortunadamente, tal exceso slo habra conseguido daar la forma y la
recepcin de la novela corta. Ya la sucesin de ancdotas, historias y recuerdos, ricas en aspectos y
relaciones, que se cristalizan en imgenes, en atributos de Mozart tan plausibles como verosmiles,
ha dado ocasin a las ms veriadas interpretaciones. Querer colocar en el medio slo una, ya sea en
el centro de la narracin o de la intencin potica, va ms all de lo permitido para la interpretacin.
No puede ser correcto a causa de la integridad de la novela corta, realizable de un modo
aparentemente necesario atribuir a una de sus partes la funcin del halcn, el papel del
acontecimiento inaudito, tal como lo intentaron muchos precisamente a propsito del llamado
hurto de la naranja. La novela corta de Mrike no necesita realmente esto. Vive de s misma, de la
riqueza de su materia. Pero no se encuentra en absoluto desprovista de forma y, finalmente, Mrike
no tena en lo ms mnimo ese propsito. Una de sus reflexiones poticas, que pone esto en claro, se
cierra de este modo: [...] buenos pensamientos, imgenes graciosas: devolvernos todo esto,
gratamente, en una forma armnica, firmemente cerrada, ste es el mrito del poeta; esto determina
esencialmente su carcter, su mrito para todas las pocas.11
La forma de la novela corta sobre Mozart es, en lo que respecta al contenido, el viaje del msico en
direccin a una muerte prxima. Esto lo ha reconocido nicamente, a pesar de las
sobreinterpretaciones en parte cuestionables, Wolfgang Wittkowski. Como anttesis de la muerte o
de las graves sombras12 del memento mori realza Mrike, con amplitud pica y con una plenitud
de detalles realistas, el segmento, en s tan breve, del viaje de la vida que realiza el compositor. Pero
tambin a Wittkowski se le escap un aspecto importante, si no el ms importante incluso, para
Mrike: el hecho de que la fuerza impulsora para la creacin sobresaliente de Mozart reside, segn
Mrike, en el memento mori. A l, como ya para los receptores contemporneos, debi de pasarle
desapercibido cun refinadamente procur el poeta dar a conocer esta conviccin a sus lectores: a
travs de la serena melancola que, desde el comienzo, se percibe incluso en los pasajes ms alegres
y que, en el ulterior transcurso de la narracin, se intensifica constantemente, hasta que se torna por
completo evidente cuando se la subraya como tristeza a travs del tono oracularmente lrico del
poema colocado al final: Pinsalo, oh alma.
1 Antriebskraft Tod. Eduard Mrike: Mozart auf der Reise nach Prag. En: Freund, Winfried (ed.), Deutsche Novellen:
von der Klassik bis zur Gegenwart. Mnich: Fink, 1993, pp. 145-154.
2 Ms detalles en: Mayer, Birgitt, Eduard Mrikes Prosaerzhlungen. Frankfurt/M, etc., 1985, pp. 244-276. Stuttgart 1987,
pp. 88-96.
3 Carta del 21 de mayo de 1855 a Karl Mayer. En: Mrike, E., Briefe. Ed. de K. Fischer y R. Krauss. 2. vols. Berln, 1914,
pp. 253 y s.
4 Carta del 19 de junio de 1855. En: Ibd.
5 Gundolf, Fritz, Eduard Mrike. En: Romantiker. Nueva serie. Berln, 1931.
6 Seuffert, Bernhard, Mrikes Maler Nolten und Mozart. Graz, etc., 1924, p. 36.
7 Cf. Vorwort zur Novelle. En: Deutscher Novellenschatz. v. IV. Ed. de P. Hayse y H. Kurz. Mnich, p. 267.
8 The poets eye, in a fine frenzy rolling, / doth glance from heaven to earth, from earth to heaven; / and, as imagination
bodies forth / the forms of things unknown, the poets pen / turns them to shapes, and gives to airy nothing / a local
habitation, and a name.
9 Carta del 6 de mayo de 1855 a Cotta. En: Briefe. Ed. de F. Seebass. Tbingen, 1939, p. 731.
10 Carta de primavera de 1855 a Hartlaub. En: E.M., Briefe. Ed. de Fischer/Krauss, vol. 2, pp. 248 y s.
11 Citado slo en las Briefe editadas por Seebas, p. XIX, como fragmento que luego no es ordenado de forma ms precisa.
12 Wittkowski, Wolfgang, Von der alten schnen Zeit. Eichendorffs Cupido und Mrikes Mozart. En: Eichendorff und
die Sptromantik. Paderborn, 1985, pp. 133-155; aqu, p. 138.