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Novena A San Cristobal

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Elaborada por el

Sr. Cura Jos de Jess Glvez


Amezcua

Totatiche, Jalisco
Enero del ao 2001

NOVENA EN HONOR DE SAN CRISTBAL


MAGALLANES JARA
PRIMER DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Puerta de Dios en el redil humano
fue Cristo, el Buen Pastor que al
mundo vino, glorioso va delante del
rebao,
guiando su marcar por buen camino.
Madero de la Cruz es su cayado,
su voz es la verdad que a todos
llama, su amor es el del Padre,
que le ha dado Espritu de Dios,
que a todos ama.
Pastores del Seor sus
elegidos, nuevos cristos de
Dios, son enviados a los
pueblos del mundo
redimidos; del nico Pastor,
siervos amados.
La cruz de su Seor es su
cayado, la voz de su
verdad es su llamada,
los pastos de su amor, fecundo
prado, son vida del Seor que nos
es dada, Amen.
SALMO 3
Seor, cuntos son mis enemigos, cuntos se levantan contra m; cuantos
dicen de mi: Ya no lo protege Dios. Pero t, Seor, eres mi escudo y mi gloria,
T mantienes alta mi cabeza.

Si grito invocando al Seor, l me escucha desde su monte santo. Puedo


apostarme y dormir y despertar; el Seor me sostiene. No temer al pueblo
innumerable que acampa a mi alrededor. Levntate, Seor, slvame, Dios mo:
T golpeaste a mis enemigos en la mejilla, rompiste los dientes de los
malvados, de ti, Seor, viene la salvacin y la bendicin de tu pueblo.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espritu Santo. Como era en un principio, ahora y


siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
LECTURA BIBLICA 2 Cor. 1,3-5
Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Seor Jesucristo, Padre de Misericordia y
Dios de todo consuelo; l nos consuela en todas nuestras luchas, para poder
nosotros consolar a los que estn en toda tribulacin, mediante el consuelo con
que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los
sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, tambin por Cristo rebosa
nuestro consuelo.
Momento de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
En el rancho, Llano de las Yeguas, hoy San Rafael, de la parroquia de
Totatiche, Jal. Naci San
Cristbal Magallanes Jara a las 2:00p.m. del da 30 de julio de 1869. Hijo
legtimo del Seor Rafael Magallanes y de la Seora Clara Jara; siendo estos
esposos de origen humilde, pero cristianos fervorosos.
Fue bautizado en la capilla de Guadalupe, que funga como parroquia, el 7 de
agosto de 1869, a los 8 das de nacido, sus padrinos fueron Brbaro Magallanes
y Josefa de Len, le toc administrarle este sacramento al Seor Cura Eduardo
Martel. La familia de San Cristbal vivi en la pobreza, esto lo deja ver el acta
de defuncin de su pap, el Sr. Rafael Magallanes, que muri el 29 de mayo de
1878, cuando San Cristbal contaba con 8 aos y 10 meses.
Yo el presbtero D. Ursino Snchez, cura propio de esta feligresa, di sepultura
eclesistica con entierro de limosna al cadver del adulto Rafael que muri de
gangrena en el rancho de San
Rafael.
El 2 de julio de 1879, a los 10 aos de edad, recibi el Sacramento de la
Confirmacin en la Parroquia de Totatiche, por el ministerio del Sr. Obispo de
Zacatecas, D. Jos Mara Refugio Guerra y Alba; siendo su padrino el Sr.
Francisco Rosales. De su infancia nos cuenta su hermano Gorgonio:
Su cuna fue pobre y humilde, cuando vea que se acercaban a l, sonrea, as
manifiesta su contento. El nio, manifiesta alegra y ternura por las cosas
divinas que le enseaba mi madre.
Se diverta con juguetes enteramente divinos; como imagencitas o de otras
cosas santas; formaba iglesitas con piedras y a la vez les haca como una
especie de torre y en ella pona una hebrita con una piedrecita atada en lugar
de campana; formaba un monito o de palo o de barro que representaba al
sacerdote y otro que representaba a su ayudante, diciendo el Santo Sacrificio
de la Misa.
Cuando pudo ayudar a mis padres, lo pusieron a cuidar un pequeo rebao de
ovejas que sacaba a pastar al campo y, sin faltar a sus tareas, les diriga la
palabra a los dems nios, haciendo ya sus veces de sacerdote.

Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo


Mrtir Cristbal
Magallanes. Terminamos nuestra splica con la oracin que Jess nos
ense: Padre Nuestro

Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara


ORACION FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

SEGUNDO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Oh Dios que eres el premio, la
corona y la suerte de todos
los soldados, lbranos de los
lazos de las culpas
por ste mrtir a quien hoy cantamos.
l conoci la hiel que est
encendida en la miel de los
goces de este suelo, y por no
haber cedido a sus encantos,
est gozando los del cielo
eterno.
l afront con nimo seguro
lo que sufri con varonil
coraje, y consigui los
celestiales dones
al derramar por Ti su nombre sangre.
Oh piadossimo Seor de
todo, te suplicamos con

humilde ruego que, por el


amor de este mrtir,
perdones los pecados de tus siervos.
Gloria eterna al Divino Jesucristo,

que naci de una virgen


impecable, y gloria eterna al
Santa Parclito
y gloria eterna al Sempiterno Padre. Amn.
SALMO 114
Amo al Seor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su odo hacia
m el da que lo invoco.
Me envolvan redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, ca en
tristeza y angustia.
Invoqu el nombre del Seor. Seor, salva mi vida. El Seor es benigno y
justo, nuestro Dios es compasivo, el Seor guarda a los sencillos: estando yo
sin fuerza, me salv. Alma ma, recobra tu calma que el Seor es bueno
contigo: arranc mi vida de la muerte, mis ojos de las lgrimas, mis pies de la
cada. Caminar en presencia del Seor en el pas de la vida.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en un principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
LECTURA BIBLICA Ap. 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Seor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque
T has creado el universo, porque por tu voluntad lo que no exista fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y por tu
sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nacin; y
has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes y reinas sobre la
Tierra. Digno es el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la
sabidura, la fuerza y el honor, la gloria y alabanza.
Momento de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
De la llamada que haya sentido en su corazn para abrazar la vida sacerdotal,
no sabemos nada; solo Dios y l supieron el momento de la invitacin Ven y
sgueme.
Fue el padre Cornelio de la Cruz, ministro entonces de la parroquia quien
recibi las confiables confidencias del joven Cristbal y quien descubri en l
las seales de una verdadera vocacin sacerdotal. Ya jovencito, el Padre
Cornelio lo puso en la escuela de don Crecencio Ventureo y despus con Don
Celso Martnez Snchez, de quienes por su buena memoria y aplicacin, recibi
buenas calificaciones y actos honorficos.
Esa etapa de su vida l mismo la narra con los siguientes versos:
Algunos das trabajando,
otros pocos en la escuela,
de este modo batallando
aprend primeras letras.

Con amplias recomendaciones, del Padre Cornelio, para el Sr. Rector del
Seminario Dr. Don Miguel Baz y despus con el Sr. Dr. Don. Homobono Anaya,
el joven Cristbal Magallanes entr al seminario.

Triste pues el corazn, mi pobrecita madre recib su bendicin y me dijo Dios te


guarde El once del mes de octubre de ochenta y ocho en carrera, tom mi maleta y
dije: Adis mi querida tierra.

En el seminario, por su piedad, honradez, dedicacin y aprovechamiento,


alcanz supremas calificaciones y cargos honorficos; como el Celador Mayor
en el Seminario y despus catedrtico de la Escuela de Artes del Espritu Santo.
Conquist la estimacin de sus superiores y la benevolencia de sus
compaeros.
Estudi Derecho Cannico y Filosofa, en la cual se gradu de bachiller; pero
cuyo ttulo no quiso admitir ni ante sus maestros. Despus de haber pasado
varios aos en el Seminario, el Sr. Rector Don Jos Homobono Anaya, el 14 de
mayo de 1895, dio el siguiente informe al Sr. Arzobispo Don Pedro Loza y
Pardav:
Con el debido respeto tengo la honra de informar a VS: que el joven D. Cristbal
Magallanes es un seminarista cumplido, virtuoso y estudiante muy distinguido por su
aplicacin, saber e inteligencia. Procede de humilde familia y al verlo se conoce que es
raza indgena, aunque mezclada, pero ha procurado el trato de personas de finas
maneras y correcta educacin en la buena sociedad. Jams, ni en el tiempo que vivi
como seglar, ni en el que lleva de colegial, que 1o es de gracia, ha merecido
reprensin y s es justamente estimado de sus superiores y de sus iguales, siendo un
dechado de virtudes. Protesto a VS, mi atencin y respeto. Muy ilustres seores:Jos Homobono. Rbrica.
El Sr. Arzobispo Don Pedro Loza y Pardav, le confiri las rdenes menores el 3 de
Noviembre de 1895, recibi el Subdiaconado el 15 de Noviembre de 1896, el
Diaconado lo recibi el 14 de Noviembre de 1897 en la capilla arzobispal de
Guadalajara a las 6:30 a.m.
Recibi la Ordenacin Sacerdotal el 17 de septiembre de 1899, en el Templo de Santa
Teresa, en Guadalajara, Jal. Por el ministerio del Sr. Obispo Don Atengenes Silva,
obispo de Colima, junto con 14 compaeros; fue padrino de ordenacin el Sr. Pbro.
Enrique morfn Silva.

Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo


Mrtir Cristbal
Magallanes. Terminamos nuestra splica con la oracin que Jess nos
ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

TERCER DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Palabra del Seor ya
rubricada es la vida del
mrtir ofrecida como
prueba fiel de que la
espada no puede ya
truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su
memoria, coraje para el justo
en la batalla
del bien, de la verdad siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.

Martirio es el dolor de cada da


Si en Cristo y con amor es aceptado,
Fuego lento de amor que en la alegra
De servir al Seor es consumado.
Concdenos, oh Padre, sin medida,
Y t Seor Jess Crucificado,
El fuego del Espritu de vida
Para vivir el don que nos has dado. Amen.
CANTICO DE DANIEL 3, 52-57
Bendito eres, Seor, Dios de Nuestros padres, a ti gloria y alabanza por los
siglos, bendito tu nombre y glorioso, a l gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en el Templo de tu Santa Gloria, a Ti gloria y alabanza por los
siglos. Bendito eres en tu trono real, a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito cuando cabalgas sobre querubines sondeando los abismo, a ti gloria y
alabanza por los siglos.

Bendito eres en la bveda del cielo, a ti gloria y alabanza por los siglos.
Criaturas todas del Seor, bendecid al Seor, ensalzadlo con himnos por los
siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo Amn.

LECTURA BIBLICA. Rom 8, 35-39


Quin nos separa del amor de Cristo? Las pruebas o las angustias, la
persecucin o el hambre, la falta de ropa, los peligros o la espada? Como dice
la escritura:
Por tu causa, nos arrastran continuamente a la muerte; nos tratan como
ovejas destinadas a la matanza.
Pero, no, en todo esto triunfaremos gracias al que nos am. Estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni los ngeles, ni los poderes espirituales, ni el
presente, ni el futuro, ni las fuerzas del universo, sean de los cielos, sean de los
abismos, ni criatura alguna, podr apartarnos del amor de Dios, que
encontramos en Cristo Jess, nuestro Seor.
Momento de reflexin de la palabra de Dios.
NARRACIN
Despus de haber sido ordenado sacerdote y haber cantado su primera misa
en su tierra natal, Totatiche, Jal. El 1 de octubre de 1899, fue nombrado
capelln y subdirector de la Escuela de Artes del Espritu Santo, en la ciudad de
Guadalajara, cargo que desempe desde el 27 de septiembre de 1899, hasta
el 6 de julio de 1901.
Porque enferm, se le permiti que pasara un tiempo en su tierra natal, para
recuperar la salud, ese tiempo fue de julio a octubre de 1901. El 6 de octubre
de 1901 fue nombrado ministro de la parroquia de Totatiche, cargo que
desempe hasta el 6 de octubre de 1903.
De nuevo fue llamado por el Sr. Arzobispo y nombrado por segunda vez, el 5 de
octubre de 1903, capelln y subdirector de la Escuela de Artes del Espritu
Santo, en donde permaneci hasta abril de 1906.
El 4 de abril de 1906 lleg a la parroquia de Totatiche por segunda vez, como
ministro, pocos das tuvo ese cargo, pues el 29 de mayo del mismo ao fue
nombrado Cura coadjutor de la misma parroquia.
El 12 de agosto de 1909, al morir el Sr. Cura Don Regino Ramos Pedroza, fue
nombrado Cura interino, cargo que desempe hasta su muerte.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo
Mrtir Cristbal Magallanes. Terminamos nuestra splica con la
oracin que Jess nos ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.

Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

CUARTO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Oh Mrtir!
en sus arcanos al Seor le
plugo tus oraciones
escuchar propicio y te
liberta del feroz verdugo
que alimentaba tu dolor
suplicio.
Tiembla de gozo, redimido
Mrtir toma esas galas de
sin par belleza tu doloroso
sufrimiento acaba, tu
sempiterna libertad
empieza.
Mira el glorioso firmamento
abierto, de Dios la eterna
claridad desciende vibran cien
arpas en triunfal concierto
y el suave aroma del amor se enciende. Amn.
SALMO 32
Aclamad, justos, al Seor, que merece la alabanza de los buenos, Dad gracias
al Seor con la ctara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas, cantadle un
cntico nuevo, acompaando vuestra msica con aclamaciones. Que la palabra
del Seor es sincera, y todas sus acciones son leales, l ama la justicia y el
derecho, y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Seor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejrcitos, encierra
en un odre las aguas marinas, mete en un depsito el ocano. Tema al Seor la
tierra entera, tambin ante l los habitantes del orbe: Porque l lo dijo y
existi; l lo mand y surgi.

El Seor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los
pueblos; pero el plan del Seor subsiste por siempre, los proyectos de su
corazn, de edad en edad. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espritu Santo. Amn.
LECTURA BIBLICA 1Pe 2, 21b-24

Cristo padeci por nosotros, dejndonos un ejemplo para que sigamos sus
huellas, l no cometi pecado, ni encontraron engao en su boca; cuando le
insultaban, no devolva el insulto: en su pasin no profera amenazas; al
contrario, se pona en manos dl que juzga justamente. Cargado con nuestros
pecados subi al leo, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia.
Sus heridas nos han curado.
Momento de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
El Seor Cura Magallanes, era un hombre alto, de color moreno, de mirada
penetrante y la sonrisa a flor de labio. Dotado de un carcter firme, muy
agradable en su trato, de finos modales, su traje siempre negro, constante el
uso del alzacuello y de la corona clerical; cuando iba de calle, cubierto con una
capa dragona azul marino; si iba al campo usaba un cubre polvo muy clara,
casi blanco, con su sombrero de palma.
As era este sacerdote de quien el Seor Obispo Don Miguel M. de la Mora, dijo:
Es un sacerdote segn el corazn de Dios. De una manera admirable
transform la feligresa. Su lucha contra las malas costumbres tuvo un xito
completo; enfervoriz las almas y encendi los corazones en el fuego del amor
divino. Su lucha contra la embriaguez y la ociosidad, fue constante y coronada
con felices resultados. Estableci escuelas parroquiales para nios y nias,
fund, casi en todas las rancheras, centros de catecismo, levant muchas
capillas.
Tuvo gran preocupacin por los hurfanos y desvalidos. Fund un orfanato para
nios, facilit terrenos a los pobres, dndoles facilidades para que hicieran sus
casas. Construy presas de regado, ayud a los campesinos a cultivar de una
manera mejor la tierra. Tuvo mucha preocupacin por evangelizar a los indios
huicholes, a quienes visit en varias ocasiones.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo
Mrtir Cristbal Magallanes. Terminamos nuestra splica con la
oracin que Jess nos ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

QUINTO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.

OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.

Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para


cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Testigo de la
sangre con
sangre rubricada,
fruto de amor
cortado al golpe
de la espada.
Testigo del
amor en
sumisin
callada;
canto y cielo en los
labios al golpe de la
espada.
Testigo del
dolor de vida
enamorada;
diario placer de
muerte al golpe de
la espada.

Testigo
del
cansancio
de
una
vida
inmolada a golpe
de evangelio
y al golpe de la
espada.
Demos gracias al
Padre por la sangre
sagrada; pidamos ser
sus mrtires, y a
cada madrugada
poder morir la vida
al golpe de la espada.
Amn.

SALMO 5
Seor escucha mis palabras, atiende mis gemidos, haz caso de mis gritos de
socorro, Rey mo y Dios mo. A ti te suplico, Seor, por la maana escuchars
mi voz, por la maana te expongo mi causa y me quedo aguardando. T no
eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu husped, ni el arrogante
se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario
y traicionero lo aborrece el Seor. Pero yo, por tu gran bondad, entrar en tu
casa, me postrar ante tu templo santo, con toda controversia.
Seor, guame con tu justicia, porque tengo enemigos, allname tu camino.
En su boca no hay sinceridad, su corazn es perverso, su garganta es un
sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua. Castgalos, oh Dios, que
fracasen sus planes; explsalos por sus muchos crmenes, porque se revelan
junto a ti.
Que se alegren los que se acogen a ti, con jbilo eterno; protgelos, para que
se llenen de gozo los que aman tu nombre; Porque T, Seor, bendices al justo,
y como un escudo lo cubre tu favor.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo


LECTURA BIBLICA Sab. 3, 1-6
Las almas de los justos estn en manos de Dios, donde no los alcanzar ningn
tormento. Para los insensatos, ya no son ms que muertos; su salida de este
mundo es tenida como una desgracia, y su alejamiento de entre nosotros como
una calamidad, pero ellos estn gozando en la paz.

Aunque, segn piensa la gente, sufrieron muchos padecimientos, la otra vida


era preparada para recibirlos. Por unos pocos sacrificios recibirn una gran
recompensa, pues Dios los prob y los hall dignos de l.
Los prob, como se prueba el oro en el horno donde se funde el metal, y los
acept como vctimas consumidas por el fuego.
Momento de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
El Seminario Auxiliar de Nuestra Seora de Guadalupe, se estableci en
Totatiche, Jal. El 1 de Junio de 1915, en obediencia a una carta circular del
Arzobispado de Guadalajara, en donde se peda a los prrocos que estuvieran
pendientes de los seminaristas, por las difciles circunstancias que pasaba
nuestra patria por la persecucin religiosa.
En el Seminario de Colotln estudiaban tres jvenes de Totatiche, quienes
volvieron a sus casas a causa de la persecucin. El Santo Mrtir Cristbal,
llam a los tres jvenes para seguir ayudndolos en sus estudios, pero en
febrero, fue asaltada la poblacin por los revolucionarios que robaron y
destrozaron el curato y todos los sacerdotes huyeron por seis meses. Los tres
estudiantes eran: J. ngel Pinedo, J. Pilar Quezada y Pedro Nez. Dos de ellos
pronto abandonaron la empresa, solamente permaneci el joven J. Pilar
Quezada, quien con una constancia digna de aplauso, jams abandon a su
prroco.
Fue el primer maestro de este Seminario el joven Don Alejo Anaya, sacerdote
de Zacatecas, luego se invit al telogo Agustn Herrera. Se form un grupo.
Eran las 5:00p.m. del 20 de noviembre de 1916, los sacerdotes de la parroquia
de Totatiche no se encuentran en el pueblo. Se present a las puertas del
curato el Excmo. Sr. Arzobispo Don Francisco Orozco y Jimnez, acompaado
del joven sacerdote Don Jos Garibi Rivera quien regresaba del primer destierro
que le haba impuesto el Gobierno del Estado.
Conoca la grata noticia, el Santo Mrtir se traslad con la presteza que pudo al
lugar. El Sr. Arzobispo sali a recibirlo al zagun en donde le tendi sus brazos.
La parroquia ms humilde era la primera que reciba las bendiciones de su
pastor.
Pronto le present el Santo Mrtir, a los seminaristas a quienes el Seor
Arzobispo les dio todo su apoyo y le encomend al joven sacerdote Jos Garibi
Rivera que se encargara del pequeo grupo, a quien el Sr. Cura Magallanes
llamaba El Silvestre.
De este seminario han salido sacerdotes muy ejemplares, uno Santo, el Mrtir
San Agustn Caloca, un siervo de Dios, el primer alumno, el Obispo J. Pilar
Quezada Valds.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo
Mrtir Cristbal Magallanes. Terminamos nuestra splica con la
oracin que Jess nos ense: Padre Nuestro

Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara


ORACIN FINAL

Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida


apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

SEXTO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Testigo
de
amor
de
Cristo Seor,
Mrtir Santo.
Rosal en flor
de Cristo el
olor, Mrtir
Santo.
Palabras en
luz de Cristo
Jess, Mrtir
Santo.
Corona inmortal
de Cristo total,
Mrtir Santo.
Amn.
SALMO 4

Escchame cuando te invoco, Dios defensor mo, T que en el aprieto me


diste anchura, ten piedad de m y escucha mi oracin. Y vosotros, hasta
cundo ultrajaris mi honor, amaris la falsedad y buscaris el engao?
Sabedlo: el Seor hizo milagros en mi favor, y el Seor me escuchar cuando
lo invoque. Temblad y no pequis, reflexionad en el silenci de vuestro lecho;
Ofreced sacrificios legtimos y confiad en el Seor.

Hay muchos que dicen: Quin nos har ver la dicha, si la luz de tu rostro ha
huido de nosotros?
Pero t, Seor, has puesto en mi corazn ms alegra que si abundara en trigo
y en vino. En paz me acuesto y enseguida me duermo, porqu t solo, Seor,
me haces vivir tranquilo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu SantoAmn.
LECTURA BIBLICA Ap. 7, 13-17
En este momento, uno de los ancianos tom la palabra y me dijo: Estos que
visten ropas blancas, Quines son y de dnde vienen? Yo contest: Seor, t
eres el que lo sabe.
El anciano replic: Son los que llegan de la gran persecucin, lavaron y
blanquearon sus vestiduras de la sangre del Cordero. Por eso estn ante el
trono de Dios y le sirven de da y noche en su templo.
El que se sienta en el trono extender su tienda sobre ellos. Ya nunca ms
sufrirn ni hambre, ni sed, ni se vern agobiados ni por el sol, ni por ningn
viento abrasador. Porque el cordero que est junto al trono ser su Pastor y los
llevar a las fuentes de las aguas de la vida y Dios enjuagar sus lgrimas.
Momento de reflexin de la Palabra de Dios
NARRACIN
El Santo Mrtir tena un gran amor por los nios. No perda la oportunidad de
inculcar en los nios el amor a la virtud, al trabajo, exhortndolos a huir de los
vicios y del pecado.
Una de sus grandes tareas que se propuso, fue la educacin de los nios, as el
1 de enero de 1903, en el Santuario de Nuestra Seora de Guadalupe, bajo la
direccin del Sr. Don Higinio Prez, inaugur la Escuela Parroquial de Nios. En
esa ocasin pronunci las siguientes palabras:
Oid atentos la voz autorizada del Vicario de Jesucristo, nuestro anciano
Pontficie, el Sr. Len XIII, quien anuncia que sern gravsimas las
consecuencias de la educacin sin Dios, en la niez, en la juventud, en la
familia y en la sociedad Od la voz de ms de 50 obispos reunidos en Roma,
os amonestan gravemente a vosotros Padres de Familia; en la obligacin que
os incumbe de dar educacin catlica a vuestros hijos, para que los arrebatis
al torrente de errores y de vicios que se desborda impetuoso, arrasndolo
todo.
Nios que me escuchis: las miradas de la sociedad estn fijas en vosotros,
esperan confiadas en las doctrinas santas de Jesucristo, que sigis
denodadamente y sin vacilar la ruta de la verdad de la virtud, lejos de los
vicios que carcomen y consumen las justas y legtimas aspiraciones del
corazn humano.
La Patria, invadida por los errores y los vicios que la debilitan, necesita
ciudadanos honrados y generosos, unidos por la misma fe, informados por las
sanas costumbres cristianas, con ideales y aspiraciones nobles que le den
auxilio en sus angustias y favorezcan el legtimo progreso.

Vuestros padres se desvelan, trabajan y sufren incesantemente por vuestro


bien. Entrad al santuario de las letras a ennoblecer vuestro espritu con el
saber, llevando a Dios a vuestra inteligencia, en vuestro corazn, a la
protectora de la niez y Reina de Mxico, Santa Mara de

Guadalupe y en vuestra alma, el deseo de cooperar al engrandecimiento de


este pueblo que os ha mecido su cuna.
La escuela sigui trabajando; San Cristbal fue llevado a Guadalajara a
encargarse de la direccin de la Escuela de Artes del Espritu Santo; pero en
1906, fue nombrado Prroco Coadjutor de la Parroquia de Totatiche y as
emprendi con entusiasmo la fundacin de la Escuela Parroquial para nias,
que se fund el 3 de diciembre de 1906. Al inaugurar el saln de actos en
1908, en Escuela Parroquial de Nias, pronunci estas palabras:
Niez amada, nunca te olvides de que a ti te he consagrado los aos de mi
vida ten presente que tu felicidad ser la ma y t, niez querida,
esperanza de la Religin y de la Patria, tu sers el objeto de mis desvelos y de
mis fatigas; a ti dedicar los aos de mi vida; y cuando baje a la tumba, quiero
llevar el consuelo de saber que eres feliz.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo
Mrtir Cristbal
Magallanes. Terminamos nuestra splica con la oracin que Jess nos
ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

SPTIMO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO

Espritu sublime,
Oh Mrtir
Glorioso! Feliz
morador
de la inmoral Sin
ruega por los que
luchan

en las batallas
recias, que
alcancen la
victoria y eterno
galardn.
Oh Mrtir
Glorioso de rojas
vestiduras que
brillas con eternos
fulgores ante
Dios! con tu riego
crezca
de Cristo la semilla,
y del campo de las
mieses se cubra ya en
sazn. Amn.
SALMO 21, 1-12
Dios mo, Dios mo, Por qu me has abandonado? A pesar de mis gritos, mi
oracin no te alcanza. Dios mo, de da te grito, y no respondes de noche, y no
me haces caso: Aunque t habitas en el santuario, esperanza de Israel. En ti
confiaban nuestros padres, confiaban y ponan a salvo; a ti gritaban y
quedaban libres, en ti confiaban y no los defraudaste. Pero yo soy un gusano,
no un hombre, vergenza de la gente, desprecio del pueblo; al verme se burlan
de m, hacen visajes, menean la cabeza: Acudi al Seor, que lo ponga a
salvo; que lo libre si tanto quiere.
T eres quien me sac del vientre, me tenas confiado en los pechos de mi
madre; desde el seno pas a tus manos, desde el vientre materno T eres mi
Dios. No te quedes lejos, que el peligro est cerca y nadie me socorre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu SantoAmn.
LECTURA BIBLICA 1. Pe 5, 10-11
Tras un breve padecer, el Dios de toda gracia, que os ha llamado a su eterna
gloria en Cristo Jess, l mismo os reestablecer, os afianzar, os robustecer.
A l la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Amn.
Momento de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
Recomendaciones que daba a los jvenes San Cristbal Magallanes:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.

Instruirse en la Doctrina Cristiana.


Respetar a los mayores.
Huir de la ociosidad y compaas sospechosas.
No salir a deshora de la noche.
Evitar las diversiones peligrosas.
Mortificar el propio cuerpo.
Evitar la familiaridad con personas de distinto sexo, bailes, etc.
No tomar ninguna cosa ocultamente, aunque sea de su propia casa.

9. Rogar a Dios y tomar consejo de hombres prudentes, para acertar el


estado que se debe tomar.
Para con sus padres y superiores,
recomendaba:

1. Mirar y considerar a los padres y superiores como representantes de


Dios.
2. Amarlos de corazn.
3. Respetarlos debidamente y hablar bien de ellos, tanto en su
presencia como estando ausentes.
4. Obedecerlos con prontitud.
5. Servirlos con fidelidad.
6. Socorrerlos en sus necesidades.
7. Sufrir sus defectos callando siempre.
8. Rogar a Dios por ellos.
9. Tener cuidado de las cosas de la casa.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del
Santo Mrtir Cristbal Magallanes. Terminamos nuestra splica con
la oracin que Jess nos ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

OCTAVO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.
OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Cristo cabeza, rey de los mrtires
el pueblo entero, madrugando a
la fiesta, canta a la gloria de tu
mrtir
himnos sagrados.
Con abundancia de sagrado crisma,

la uncin profunda de tu Santo


Espritu lo arm guerrero y lo
nombr

en la Iglesia jefe del pueblo.


l fue pastor y forma del
rebao, luz para el ciego,
bculo del pobre, padre
comn, presencia
providente, todo de todos.
T que coronas sus
merecidos, danos la
gracia e imitar su vida y
al fin, sumisos a su
magisterio, danos la
gloria. Amn.
SALMO 40, 5-14
Yo dije, Seor, ten misericordia, sname, porque he pecado contra Ti Mis
enemigos me desean lo peor: A ver si se mure y se acaba su apellido. El que
viene a verme habla con fingimiento, disimula su mala intencin, y cuando sale
afuera, la dice. Mis adversarios se renen a murmurar contra m, hacen
clculos siniestros: Padece un mal sin remedio, se acost para no levantarse.
Incluso mi amigo de quien yo me fiaba, y que comparta mi pan, es el
primero en traicionarme. Pero T, Seor, apidate de m, haz que pueda
levantarme, para que yo les d su merecido.
En esto conozco que me amas: en que mi enemigo no triunfa de m. A m, en
cambio, me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia.
Bendito el Seor, Dios de Israel. Ahora y por siempre. Amn.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
LECTURA BIBLICA Heb. 12, 1-2
Por tanto, tambin nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de
testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con
fortaleza la prueba que se nos propone. Fijos los ojos en Jess, el que inicia y
consuma la fe, el cual, en lugar de gozo que se propona, soport la cruz sin
miedo a la ignominia y est sentado a la diestra del trono de Dios.
Momento de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
Llegaron los tiempos difciles para la iglesia, la persecucin es un hecho, el que
culta est suspendido, los sagrarios vacos, los templos cerrados y los
sacerdotes huyendo de la persecucin, viviendo ocultamente para poder
atender a los feligreses que se les ha confiado.
San Cristbal Magallanes, no abandon su parroquia, ahora en este rancho,
maana en otro ligar, para su tiempo por el monte, visitando a todos sus
feligreses que le abren las puertas de sus casa para que se pase la noche, para
darle los alimentos para celebrar la Santa Misa, todos los habitantes de esta
parroquia saben quien es su Seor Cura, lo conocen, estn enterados del

trabajo que realiza y de cmo se preocupa por cada uno de ellos, que conoce
por su nombres y apellidos, todos lo cuidan por eso escribi en una carta:

Mi vida desde hace ya cuatro meses, ha sido andar por cerros y barrancas,
huyendo de la persecucin gratuita de nuestros enemigos, y de los rebeldes,
entre quienes se les ha puesto el gobierno que andamos, noms porque nos ha
tocado vivir en la regin de los alzados.
Sin embargo miles y miles de habitantes de estos pueblos, que estn mirando
y nos conoces desde hace muchos aos, saben que somos inocentes y se nos
calumnia infamemente. Se est cumpliendo en nosotros la palabra del Divino
Maestro Jesucristo: No es el discpulo ms que el maestro; y si a m me
persiguen tambin os perseguirn a vosotros. Dios les perdone tanta infamia y
nos vuelva la deseada paz, para que todos los mexicanos nos veamos como
hermanos
Estando as las cosas, el 20 de mayo de 1927, durmi en el rancho de Santa
Cruz, una regin montaosa al norte de la feligresa. Al da siguiente 21 de
mayo, celebr la Santa Misa, tom algn alimento y emprendi el camino hacia
el rancho de Santa Rita, con el objetivo de llegar a celebrar al da siguiente, 22
de mayo, la fiesta de la Santa. Atraves los lomeros de Charco Hondo y el
Salitrillo, buscando el bajo de las Paulas. El General Francisco Goi se diriga
con sus tropas federales, desde Atolinga, Zac.
De sur a norte, hacia Totatiche, el Sr. Cura Magallanes caminaba de su macho,
de oriente a poniente, por el camino salud a varios feligreses, platico con
ellos. Al emparejar a Santa Mara al poniente de Totatiche, el Sr. Cura
Magallanes oy la balacera producida en Totatiche entre Cristeros y federales,
apresur a su macho para ocultarse hacia el poniente en los montes de
Acaspulquillo. De pronto lo imprevisto, aquel macho que saba brincar las
cercas con habilidad se encaprich, no quiso brincar un portillo por ms que le
hizo la lucha el Sr. Cura. Al verse rodeado de federales, baj de su macho y se
puso a rezar el Rosario.
Si era un ranchero, sobre amplio, ropa de trabajo, no saban los federales quien
era. Se acercan y le preguntaron quin es usted? no ocult su identidad, no
dijo su nombre de pila sino dijo.soy el Cura de Totatiche, ah estaba la presa, pronto lo amarraron manos
hacia atrs como a un bandido, lo subieron a su macho y emprendieron el
camino hacia Totatiche.
Grande fue la sorpresa al encontrarse en la crcel a su Vicario, el Padre Agustn
Caloca y a cuatro cristeros ms.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del
Santo Mrtir Cristbal Magallanes. Terminamos nuestra splica con
la oracin que Jess nos ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y
de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su
intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

NOVENO DA
Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos lbranos Seor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espritu Santo. Amn.

OFRECIMIENTO
Seor Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, que por amor a los hombres viniste
al mundo para ensearnos el camino de la vida y as llegar con facilidad a la
casa del Padre Celestial.
Te pedimos que concedas la gracia de reconocer todos nuestros pecados para
cambiar nuestra vida y, ya limpios, sin mancha, podamos encontrarnos con
Dios nuestro Padre y con nuestros hermanos, pues queremos construir en este
mundo el Reino de Dios. Un reino de justicia, de paz, de amor, de verdad y
santidad.
Te lo pedimos por la intercesin de San Cristbal Magallanes y con l te
adoramos y te bendecimos por los siglos de los siglos. Amn.
HIMNO
Cruz de
Cristo,
cuyos
brazos
todo el mundo han acogido.
Cruz de
Cristo,
cuya
sangre
todo el mundo ha redimido.
Cruz de
Cristo, luz
que brilla
en la noche del camino.
Cruz de Cristo,
Cruz del hombre, su bastn del peregrino.
Cruz de
Cristo,
rbol de
vida,
vida nuestra don eximio.
Cruz de
Cristo, altar
divino,
de Dios-hombre su sacrificio. Amn.
CANTICO Fil. 2.6-11

Cristo a pesar de su condicin divina, no se aferr a su categora de Dios; al


contrario, se despoj de su rango y tom la condicin de esclavo, hacindose
uno de tantos. As prestndose como simple hombre, se abaj, obedeciendo
hasta la muerte y muerte de cruz. Por eso Dios lo encumbro sobre todo y le
concedi el titulo que sobrepasa todo titulo; de modo que a ese ttulo de Jess
toda rodilla se doble- en el cielo en la tierra, en el abismo- y toda boca
proclame que Jess, el Mesas, es Seor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espritu Santo

LECTURA BIBLICA Ap. 11, 17-18; 12, 10 b-12a


Gracias, Seor Dios, soberano de todo, el que eres y eras por haber
asumido tu gran potencia y haber empezado a reinar!
Montaron en clera las naciones, pero tu clera ha llegado: el momento de
juzgar a los muertos, pequeos y grandes: para recompensar a tus siervos los
profetas, a los consagrados ya osos que respetan tu nombre, para destruir a los
que destruyen la tierra. Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su
podero y de su reinado y de la potestad de su Mesas. Porque han derribado al
acusador de nuestros hermanos, al que los acusaba da y noche ante nuestro
Dios.
Ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y con el testimonio que
pronunciaron sin preferir la vida a la muerte. Regocijaos por eso, cielos y los
que en ellos habitis.
Momentos de reflexin de la palabra de Dios
NARRACIN
All, en la crcel, se encontraron el Prroco y el Ministro; el padre y el hijo, el
alumno y ahora el prefecto del Seminario. All en la crcel, se confesaron el uno
al otro y se pusieron en las manos de Dios, ah pasaron la noche, con el debido
permiso, se les hizo llegar alimentos, enviados por varias familias, lo mismo
que camas de tablas, banquillos y colchones.
El pueblo era un revoloteo, todos angustiados, una inmensa tristeza viva toda
la comunidad que iba trasmitiendo la triste noticia a todos los habitantes de la
parroquia; oraciones, penitencias, caminar de rodillas, llanto, suplicas, por los
presos. Gente importante del pueblo, seoras y seores, intercediendo por los
Sacerdotes. Todo intil. El da 23 de mayo; fueron conducidos a Momax, Zac. A
media maana, todos viendo partir a tan grandes benefactores del pueblo el Sr.
Cura en su macho, el Padre en su caballejo y montura de ntima categora.
Desde el cerrito de las cruces, ah el Sr. Cura pidi permiso y bendijo, por
ltima vez, su amada parroquia. En cuanto los soldados se perdieron a la vista
del pueblo, los muchachos corrieron a la crcel y encontraron tres recados. En
un tabla que le sirvi de cama, el Sr. Cura dej escrito; Debo como sesenta
misas
C.M. y su firma.
Mi pap ordena que se enven papeles a Sebastin Valdez, Mxico . El pap
era el Sr. Cura y los papeles, se entenda ejemplares de hojas pacifistas que el
Sr. Cura haba publicado.
La noche del 23 durmieron, en Momax con centinela de vista, todo el tiempo. Al
da siguiente, 24 de mayo, marcharon ya no en caballo; sino en troca y llegaron

a Colotln. Pasaron la noche y amaneci el 25, era el medio da, se dio la orden
de partir, no para la ciudad de Mxico, como les haban prometido.
Al frente de la salida estaba la troca que los haba trado un da antes, a ella se
dirigi el Padre Caloca, pero al momento de poner el pie en el estribo, un
soldado lo tironeo violentamente, diciendo:-ah no. Luego, colocados en
medio de un piquete de soldados, caminaron por media

calle rumbo a la cas municipal quemada. Todo Colotln estaba angustiado,


todos conocan a los sacerdotes por la cercana de las poblaciones y por la
fama que tena el Sr. Cura Magallanes. Pasaron el zagun, los desviaron hacia
el corral, era el momento del sacrificio, de dar la vida por las ovejas. Apenas
dieron la orden, Alto!, el Sr. Cura se hinc para recibir del Padre Caloca la
Absolucin, y enseguida, l se la dio al Padre.
Los colocaron frente a un resto de pared de adobe, como de dos metros de
altura. Militares, jefes y pocos civiles iban llegando el c al corral para presenciar
la ejecucin. Por unos momentos el Sr.
Cura, de rodillas, hace oracin, se levanta, pide permiso para hablar, se le
concede y dice Soy inocente, perdono de corazn a los autores de mi muerte
y pido a Dios que mi sangre sirva para la unin de todos los mexicanos. Al
Padre Caloca le fue negado el permiso de hablar y slo alcanzo a decir Por
Dios vivimos y por Dios morimos.
Luego se oyeron las voces de preparen!... apunten! Y ante la ltima orden
sucedi lo inesperado: el Padre Caloca sufri choque de nervios, y al ver
tendidos los rifles hacia l, se movi como en ademn de esquivar la descarga.
Entonces el militar que estaba dando las rdenes se arrim injurindolo y le
pego en una mejilla con la cacha de la pistola. El Sr. Cura intervino dicindole al
Padre Un momento Padre, y estaremos en el cielo, Dios quiere mrtires!...
luego la explosin y tiro de gracia. Finalmente los cadveres, todava
palpitantes, fueron arrastrados hasta el zagun, y un oficial o jefe grit a la
multitud aglomerada en la puerta Ah estn!
Trguenselos las gentes se acercaron, limpiaban la sangre con algodones,
rezaban, lloraban y desde ese momento los reconocieron como mrtires.
Todo termin entre las 5 de la tarde en que los propios soldados los sepultaron.
La Santa Iglesia reconoci su martirio el 22 de Noviembre de 1992 y los
present como modelo de santidad el domingo 21 de mayo del 2000 por la voz
autorizada del Vicario de Jesucristo, Juan Pablo II, desde la plaza del Vaticano, a
las 3:00 am de Mxico.
Pedimos la gracia que deseamos obtener por la intercesin del Santo
Mrtir Cristbal
Magallanes. Terminamos nuestra splica con la oracin que Jess nos
ense: Padre Nuestro
Invocamos a Mara Reina de los mrtires: Dios te salve Mara
ORACIN FINAL
Oh Dios, que concediste al Santo Mrtir, Cristbal Magallanes, una vida
apostlica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su
vida por la unin de los mexicanos, concdenos, Seor, ese espritu de unin y

de paz que l tanto anhelaba y la gracia que te estamos pidiendo por su


intercesin.
Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

HIMNO A SAN CRISTOBAL MAGALLANES


Compuesto por el Sr. Cura D. Jos Tiscareo Ruiz
BENDIGAMOS AL PADRE DEL CIELO POR LA DICHA QUE DIO SIN
IGUAL
A ESTE PUEBLO QUE BUSCA CONSUELO EN CRISTBAL PASTOR
INMORLTAL (BIS)
1.-Padre insigne jams
olvidamos, el caudal de tu
rica cultura y el perfil de tu
humilde figura vivo
ejemplo para tus
hermanos.
2.- Como Cristo enseaste
el camino la verdad y la
vida de Dios con tu verbo le
diste el destino
al pequeo y grande amor.

3.- Ser testigo de bien en


la tierra en tu alma por
siempre vibr
no violencia, ni envidia, ni
guerra con tu sangre el
Seor escribi.
4.- Tu martirio tio los
ocasos como el sol cuando
se hunde en el mar para
unir de tus hijos los brazos
y volverle el terruo la paz.
5.- El Silvestre se llen de
gloria, sobre rocas naci
el Seminario, y los sauces
veneran la historia en la
Virgen del Santo Rosario.
6.- Viva Dios por tan rica
cosecha viva Cristo quien
lo fecund

est bien, es obra bien


hecha que el Espritu
Santo nos dio.
7.- Seor Cura Cristbal
bendice la parroquia que
te vio nacer dichas miles
que bajen te dicen que le
acoja piadoso tu ser.

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