Exorcismos Y Censura Inquisitorial
Exorcismos Y Censura Inquisitorial
Exorcismos Y Censura Inquisitorial
Sumario: I. Cristbal Lasterra. II. Licencias eclesisticas y civiles. III. San Cipriano y la magia. IV. La
denuncia. V. Recapitulacin.
Resumen: Se estudia la edicin y contenido polmico del pliego de cordel con la Oracin devotsima de San Cipriano tomada del Liber exorcismorum cum adversus tempestates et daemones,
impreso en Pamplona en 1631, cuyo autor es
Cristbal Lasterra, clrigo navarro y comisario
del Santo Oficio.
Abstract: The publication and controversial content of the sheet book are studied with the Devoted prayer of Saint Cipriano taken from the
Liber exorcismorum cum adversus tempestates
et daemones, printed in Pamplona in 1631, the
author of which is Cristbal Lasterra, Navarre cleric and commissioner of the Inquisition.
The publication in the format of a chapbook promoted the widespread distribution, at an affordable price for the loyal public, of a prayer linked to
a saint, such as Saint Cipriano, related to magic
and spells.
The content of the prayer, riddled with affirmations lacking in foundation and invocations of dubious orthodoxy, provoked the intervention of the
Inquisition which, having analysed its incongruencies, ordered the withdrawal of the copy in 1634.
The repeated occasions on which prayers to
Saint Cipriano were forbidden by the ecclesiastic
authorities displays how popular devotion to this
Saint took root, linked to heterodoxy and the poor
effect these repressive measures had.
Palabras clave: Archivo Histrico Nacional / Censura inquisitorial / Inquisicin / Pliego suelto /
Historia de la imprenta
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personas de la Trinidad estn referidas en la voz que fue oda del Padre en el cielo sonando, diciendo: Este es mi hijo escogido, muy amado, del cual a mi plugo y me place
mucho que todas las gentes le teman y finalmente en la venida del Espritu Santo.
Parece que esta relacin sagrada no es suficiente y San Cipriano invoca, adems,
personajes y situaciones a todas luces improcedentes como intermediarios ante la
voluntad divina, tal es el caso de los milagros de los ngeles, la hermosura de Eva,
el ro del Paraso Terrenal que dio lugar a otros cuatro, llamados Gin, Fisn, Tigris y
Efrates que regaron todo el mundo; Moiss es evocado en su nacimiento y en los
episodios de la zarza ardiente y de la piedra seca [que] fue abierta dio de s agua y de
ella bebieron los hijos de Israel. Las invocaciones mencionan, adems, la castidad de
Jons, la corona del santo rey David, la hermosura de San Jos, la excomunin de
San Pedro y San Pablo y las lenguas de los Evangelistas.
El texto, con sus apelaciones estrambticas, es en definitiva un conjuro que preserva al fiel del diablo maldito y de sus funestas acciones, entre las que se encuentran
los hechizos, como son el ojo malo de envidia y si es hecho en hierro, en oro o en plata
o en alambre o en plomo o en estao o en otro cualquier metal, todo sea destruido y
deshechizado y no apegue ni prenda cosa de aqu adelante. O si el hechizo es en l
algn hilo de oro, plata o de seda o de algodn o de lino o de lana, o de camo o en
cabello de cristiano o moro, judo, hereje, en huesos de ave o de pez, o si fuere hecho en
madero, en libro, en pez o en alguna figura o en piedra o en sepultura de moro, judo,
cristiano o hereje, o en fuente, o en puerto, o en mar, en ro, en casa, o en pared de yeso,
o de hueso, en campo o en via, o en rbol, en sepultura solitaria, en desierto, o en repartimiento de arroyos o de ros, encrucijada, o en rostro hecho de cera, o de hierro, plomo, o fuere dado a comer o beber, sean desatadas todas estas cosas de este tu siervo.
Adems de conjurar las asechanzas del Infierno, San Cipriano implora a Dios Todopoderoso que caiga la lluvia sobre la tierra, y la tierra d su fruto, y los rboles, y las
mujeres paran sus hijos sin ninguna lesin y mamen la leche de los pechos de sus madres,
y destense a su tiempo los peces del mar y todas las animalias que andan sobre la tierra.
Desaten todas las nubes del cielo y todas las otras cosas y todos los hombres y todas las
mujeres a quienes fueren hechos los hechizos de da y de noche, todos sean desatados
por el tu santo nombre. Tambin suplica para el que recita la oracin que no le daen
ni le empezcan las setenta y dos lenguas que estn repartidas por el mundo.
La plegaria, concluye con el Gloria a la Trinidad y remata con un Laus Deo, frmulas ortodoxas que no consiguen disipar el desconcierto que en el presente suscita la
lectura de un texto en el que se invocan prcticas de brujera, como son los maleficios,
hechizos, enlazamientos y mal de ojo. Para erradicarlos se recurre a la mediacin de
personajes y hechos que, en buena parte, carecen de fundamento en las Sagradas Escrituras y en la doctrina de la Iglesia.
I. Cristbal Lasterra
En las primeras lneas del pliego figura como traductor de la oracin Cristbal Lausterra [sic] y Santisteban, del que se precisa que es licenciado en Sagrada Teologa,
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3. J. L. Sales, Catlogo del Archivo Diocesano de Pamplona. Seccin Procesos, 7, Pamplona, Gobierno de
Navarra, 1989. 492.
4. Op. cit., Seccin Procesos, 4, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1989. 1361.
5. Op. cit., Seccin Procesos, 5, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1989. 223.
6. J. M. Jimeno Juro, Historia y leyenda en torno a la Virgen de Jerusaln de Artajona, en Prncipe
de Viana, 1966, n. 102-103, p. 85.
7.A. Muerza Chocarro, San Adrin, siglo XVII. San Adrin, Amigos de la Historia de San Adrin,
2009, p. 73; J. L. Sales, Catlogo del Archivo Diocesano de Pamplona. Seccin Procesos, 7, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1989. 1067; op. cit., Seccin Procesos, 5, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1989. 1195 y 1316;
op. cit., Seccin Procesos, 11, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1994. 893.
8.C. Lasterra y Santisteban, Liber exorcismorum [...], Pamplona, Martn Labayen, 1631. UPNA.
Biblioteca, Fondo Antiguo, 4-7-7 (26).
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editor sera conseguir la mxima difusin y obtener ingresos gracias a una tirada de bajo
coste y venta masiva, tal y como corresponde a este gnero que Caro Baroja califica
como prosa de cordel9.
El libro de exorcismos de Lasterra no es el nico de este gnero en las imprentas
navarras de la poca, ya que dos aos despus de su aparicin, en 1633, ve la luz el Libro
de conjuros contra tempestades, contra oruga y arauela [...] escrito por Diego de Cspedes,
monje bernardo, lector de Teologa y prior del monasterio de Marcilla, que lo destina
para uso de los clrigos, por lo que, a pesar de lo que puede sugerir el ttulo, los textos
rituales estn en latn. Es posible que el xito alcanzado por Lasterra le animara a llevar
a la imprenta su tratado, que como su predecesor, se condensa en un librito, en octavo,
de 118 pginas, impreso en el taller de la heredera de Carlos Labayen, la segunda imprenta en funcionamiento por aquellas fechas en la capital navarra10. La obra de Cspedes se public en otras dos ocasiones, en 1641 como emisin, en la que se actualiza la
portada aunque aprovechando los pliegos de la primera edicin11 y 166612. En ambas
ocasiones la publicacin debi de hacerse de manera subrepticia, ilegal, ya que se repite la portada de la primera edicin, donde se atribuye la impresin a la Heredera de
Carlos Labayen, un dato incorrecto puesto que haba fallecido en 163713.
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solicit el informe y Ciriza, que le sucedi en ese puesto, quien concedi la licencia
eclesistica.
Como era preceptivo, el impreso seala que el libro est aprobado por mandado
del Real Consejo de Navarra, que, para ello, ha recabado la aprobacin del doctor
Martn de Igoa e Ibarra, a la sazn cannigo de la catedral desde 1611, el cual haba desempeado los cargos de rector del Colegio de Oviedo en la Universidad de Salamanca
y prroco de San Saturnino de Pamplona16.
Con estas credenciales, procedentes del Liber exorcismorum de Cristbal Lasterra,
el editor del pliego con la oracin de San Cipriano deja sentado que cuenta con las
debidas autorizaciones y, en consecuencia, se puede distribuir, vender, comprar y rezar
sin problemas.
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la imprenta vino a multiplicar las copias y divulgar la figura del santo. Cabe recordar
que Caldern de la Barca, en 1637, por las fechas en que ve la luz el pliego de cordel
comentado, escribi el drama devoto El mgico prodigioso en torno a las figuras de San
Cipriano y Santa Justina.
La fantasa popular dio en creer en la existencia del llamado Libro de San Cipriano, comnmente llamado el Ciprianillo, cuyos ejemplares se buscaban afanosamente. Se trataba, en definitiva de un grimorio libro de frmulas mgicas que,
adems de conjuros y oraciones, indicaba la situacin de tesoros ocultos que permitiran a sus fieles hacerse inmensamente ricos19. Esta creencia tuvo especial arraigo en
Galicia y Portugal, ya que el libro inclua referencias a numerosos tesoros escondidos
en aquellas tierras en el caso de Galicia citaba un centenar y medio. Cabe sealar
que de Portugal la devocin lleg a Brasil donde se fusion con religiones autctonas
conformando una personalidad sincretista, a medio camino entre el cristianismo y los
ritos africanos umbanda20.
IV. La denuncia
El pliego con la oracin de San Cipriano acab en manos de la Inquisicin y, de acuerdo
con el procedimiento sealado, lo remiti a los calificadores, que en este caso fueron
jesuitas del Colegio Imperial de Madrid, pertenecientes a la orden con creciente influencia espiritual y poltica en la Espaa del barroco.
Los padres Juan de Montalvo, Juan de Robledo, Francisco Pimentel, Agustn de
Castro y Luis Torres21 examinaron el texto y de manera unnime, en un informe fechado el 22 de diciembre de 1634, dejaron sentado que la oracin era indigna y que de
ninguna manera se poda atribuir a San Cipriano pues contena una mencin anacrnica
a los moros, inexistentes en vida del santo ya que vino esa mala secta despus. La
cita se refiere al hechizo con cabello de cristiano o moro, judo, hereje.
Sealan que huele conocidamente a supersticin el requisito de que la oracin se
rece en tres domingos consecutivos as como la invocacin que se hace a San Cipriano
para absolver de hechizos por el poder que le confiri Dios. Consideran ignorancia
supersticiosa alegar ttulos no santos para obtener beneficios celestiales tal y como se
lee en el pliego cuando invoca la hermosura de Eva y de San Jos, el nacimiento de
Moiss, la zarza ardiente que descubri en el desierto, o la corona de David. Aaden
que es impertinente pedir que no le empezcan las 72 lenguas repartidas por todo el
19.B. Barreiro de Vzquez Varela, Brujos y astrlogos de la Inquisicin de Galicia y el famoso Libro
de San Cipriano. La Corua, 1885.
F. F. Castro Vicente, El libro de San Cipriano, en Hibris. Revista de Bibliofilia, 2005, n. 27 y 28,
pp. 15-25 y 32-41.
20.J. Pires Ferreira, O livro de Sao Cipriano: uma legenda de massas. Perspectiva, 1985, apud F. F.
Castro Vicente, El libro de San Cipriano, en Hibris. Revista de Bibliofilia, 2005, n. 28, p. 22.
21. El nombre es ilegible, pero, gracias a Ignacio Panizo, archivero del AHN, se ha identificado con
base en su informe genealgico custodiado en AHN. Inquisicin, leg. 1513, exp. 13.
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mundo y que es ignorancia decir que el diablo sea excomulgado con la excomunin
de San Pedro y San Pablo.
Advierten que es contrario al precepto evanglico reclamar que nuestros contrarios sean malditos y excomulgados, pues Jess mand que orsemos por nuestros
enemigos y que es cosa poco devota pedir a Dios mercedes por ttulos incgnitos
como la bondad del profeta Jafet, la castidad de Jons y la voz que dio Dios cuando
buscaba a Adn en el Paraso tras haber pecado.
El anlisis de los cinco jesuitas denuncia que en la oracin se pide la ayuda divina
para los nombres recogidos en ella entre los que se cita varias veces al diablo, lo cual
constituye una contradiccin insalvable. Subraya la ignorancia del autor al incluir al
evangelista San Marcos entre los discpulos de Jess y echa en falta la invocacin a
Mara o a la Pasin de Jess, que la Iglesia emplea sistemticamente en sus plegarias,
mientras se citan hechos y personajes inadecuados. A la vista de la objeciones presentadas, la conclusin de los calificadores no puede ser ms rotunda: Otras muchas
menudencias tiene esta oracin que no se deben tolerar en ella ni en ninguna otra con
que hablamos con Majestad tan sagrada y grande y, as, debe ser recogida.
En el expediente inquisitorial no hay informacin sobre la decisin finalmente
adoptada, aunque en la primera pgina se indica que carece de resolucin, lo que
equivale a decir que no tuvo sentencia. Sin embargo, todo hace pensar que se opt por
el secuestro de la tirada, una medida poco eficaz si se tiene en cuenta el tiempo transcurrido desde la impresin y la gran difusin que tenan los pliegos de cordel.
La retirada de esta impresin de la oracin de San Cipriano, en cualquier caso,
no es ms que un eslabn de la larga cadena de prohibiciones que el texto, en sus
diferentes versiones, haba recibido desde la aparicin del ndice espaol de libros
prohibidos y expurgados. As figura, al menos, en los de 1559 y 1583 y se vuelve a
encontrar en el de 1612, en este caso bajo la frmula genrica otras oraciones con
ttulo de diversos santos que por otros ndices se prohibieron y de su uso no se tiene
ya noticia se dejan [prohibidas], quedndose la prohibicin, contra quienes los tuvieren o usaren, en la misma fuerza. En este apartado cabra incluir, adems de la
oracin de San Cipriano, las tambin reiteradamente prohibidas de los ngeles, de
la Emparedada, de Santa Marina, San Cristbal, San Len Papa, de la Emperatriz,
del Conde, del Justo Juez o del testamento de Jesucristo. La piedad popular y la
supersticin pudieron ms que la voluntad de los inquisidores, ya que la prohibicin
expresa de la oracin de San Cipriano se repiti en los ndices de 1632, 1640, 1707,
llegando hasta el de 1844.
De poco vali a Cristbal Lasterra su oficio de comisario de la Inquisicin, ya que
su Liber exorcismorum, origen de la oracin a San Cipriano aqu estudiada, acab expurgado, tal y como se constata en los ndices de 1707, 1747 y 1844. Con anterioridad, en
1654, ya haba sido condenado por el tribunal inquisitorial de Lima22.
22.P.M. Guibovich Prez, Censura, libros e inquisicin en el Per colonial, 1570-1754, Sevilla, Universidad, 2033, n. 281. Da 1643 como fecha de publicacin del Liber exorcismorum, lo que parece error de los
autores del expediente inquisitorial.
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V. Recapitulacin
El pliego de cordel publicado entre 1631 y 1634, con la oracin de San Cipriano extrada
del Liber exorcismorum de Cristbal Lasterra, impreso en Pamplona en 1631, constituye
una manifestacin ms de la generalizada devocin a este santo, en la que tiene especial significado su dimensin supersticiosa, con la presencia de conjuros y maleficios.
El formato de pliego de cordel utilizado para la distribucin de la oracin de San
Cipriano es el ms adecuado para la comercializacin, entre el pueblo fiel del barroco
espaol, por su venta a travs de vendedores ambulantes y precio asequible.
La prohibicin del impreso por parte de la Inquisicin muestra el inters de las
autoridades eclesisticas, entre las que los jesuitas ejercen una autoridad creciente, en
depurar la piedad popular de adherencias heterodoxas, prximas a la brujera.
Sin embargo, la reiteracin de las prohibiciones de oraciones populares, como la de
San Cipriano, prueba el arraigo de este tipo de manifestaciones de piedad y explica su
pervivencia.
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