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Itinerario CFIVE 2anio

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ITINERARIO SEGUNDO AO CFIVE

JESS NOS INVITA A CELEBRAR Y VIVIR LA EUCARISTA


OBJETIVO GENERAL DEL SEGUNDO AO:
Vivir la celebracin de la Eucarista como experiencia de comunin con Jesucristo,
quien por el don de su Espritu, nos hace miembros de la Iglesia y partcipes de su vida y misin en el mundo.

TERCERA ETAPA: Jess nos invita a ser uno con l


El Misterio Pascual en nuestra vida: Familias enviadas por Cristo
Sexta celebracin:
Seguimos caminando
con Jess.

Objetivo: Encontrarse Texto bblico:


en el Seor para Lc 24,13-35. Los
iniciar el segundo ao discpulos de Emas.
del
proceso
de
Catequesis Familiar de
Iniciacin a la Vida
Eucarstica.

Camino catequstico: Cuando iniciamos este camino de


Catequesis Familiar descubrimos que era el Seor
resucitado quien sala a nuestro encuentro, para
ensearnos su Palabra y para compartir con nosotros el
Pan, es decir su propia vida de amor y entrega. Estamos
agradecidos porque hemos ido profundizando en esta
Buena Noticia. Durante este ao que iniciamos,
queremos conocer ms a Jess para descubrir cmo l ha
querido formar una comunidad de autnticos discpulos y
misioneros, que en la historia hicieran memoria viva de
su amor y entrega por todos los hombres.

UNIDAD 7: JESS NOS AM HASTA EL EXTREMO


Encuentros

Objetivos

19.- La ltima Cena:


Celebracin de la
Nueva Alianza.

Textos bblicos

Descubrir en la ltima Lucas 22,7-20: Relato


Cena el signo que de la institucin de la
anticipa, prepara y da Eucarista.
sentido
al

Camino catequstico
En la Catequesis Familiar descubrimos cmo la Eucarista
no es una invencin de la Iglesia, sino un don que Jess
ha regalado a su Iglesia. El Seor, antes de ser
entregado, quiso que sus discpulos comprendieran su
muerte y resurreccin como la pascua de una nueva

Material de apoyo para la Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida Eucarstica. Disponible en www.inpas.cl

alianza: como el paso de la esclavitud a la libertad, de la


muerte a la vida, del pecado al amor. Los gestos y
palabras que Jess esa noche ense a sus discpulos,
quedan as asociados a los grandes acontecimientos de la
historia del Pueblo de Dios: la liberacin de Egipto y la
alianza en el Sina. Ahora, Jess nos ensea que esta
salvacin y esta alianza sern llevadas hacia su plenitud,
por medio de su muerte (su cuerpo y sangre entregados)
y de su resurreccin.

acontecimiento de la
muerte y resurreccin
de Jess.

La En este proceso de Catequesis Familiar descubrimos el

20.- La Pasin y
Muerte de Jess.

Descubrir el amor de Juan 19,17-30:


Jess llevado hasta el pasin del Seor.
extremo, en fidelidad
a la misin recibida
del Padre.

21.- La Resurreccin
de Jess.

Comprender que, en Lc 24,1-12: Relato del


Jess Resucitado, Dios sepulcro vaco: Jess
ha
vencido
toda resucit.
muerte y nos abre a la
esperanza de una vida
plena.

En la Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida


Eucarstica, reconocemos con alegra que Jess vive, que
el Padre no abandon a su Hijo, que l lo ha resucitado
de entre los muertos. El destino de Jess no termin en
la cruz, sino en la vida que recibe del Padre y que es
fuente de esperanza de vida eterna para todos los
hombres.

Sptima celebracin:

Renovar el Bautismo,
entregar el Credo y
ofrecer la posibilidad
a los nios que no
hayan celebrado el
sacramento
del
Bautismo que puedan
recibirlo en el camino
a la recepcin del
sacramento
de
la
Eucarista.

Las familias de la Catequesis Familiar son invitadas a


renovar junto a toda la comunidad las promesas
bautismales. Al mismo tiempo reciben y confiesan su fe
acogiendo el Credo. Finalmente, es posible que algunos
de nuestros hijos e hijas no hayan recibido el
sacramento del Bautismo. Por ello, antes de que
participen del sacramento de la Eucarista ser
importante que, purificados por el agua bautismal y por
el don del Espritu Santo, participen ms plenamente de
la vida en Cristo y en su Iglesia.

Renovacin del
Bautismo, entrega
del Credo y Bautismo
de nios.

Mt 19,13-15: Dejen
que los nios se
acerquen a m y no se
lo impidan.

gran amor que Jess ha tenido por nosotros. Aquello que


l haba celebrado con sus discpulos no fueron slo
palabras bonitas, sino un anticipo de su entrega hasta la
muerte. En este proceso vamos descubriendo el sentido
de sus padecimientos y de su muerte por todos.

Material de apoyo para la Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida Eucarstica. Disponible en www.inpas.cl

UNIDAD 8: JESS NOS INVITA A PARTICIPAR DE SU VIDA


Encuentros

Objetivos

Textos bblicos

Camino catequstico

22.- Hagan esto en


memoria ma.

Agradecer
la 1Co 11,23-25: La
invitacin de Jess a tradicin de la Cena
vivir
la
Eucarista del Seor.
como actualizacin de
su entrega en favor de
toda la humanidad.

La Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida Eucarista


nos ayuda a comprender que la Eucarista no es un hecho
del pasado, sino que los creyentes estamos llamados a
actualizarlo hasta que el Seor vuelva. As, el don se
transforma tambin en una misin: estamos llamados a
prolongar en la historia el acontecimiento de la
salvacin de Cristo. Esto implica tanto la celebracin de
la Eucarista, como el vivir de acuerdo a lo que en ella
celebramos: la vida entregada por amor.

23.- El Espritu Santo


hace presente la
salvacin.

Descubrir que, gracias


a
la
accin
del
Espritu, el pan y el
vino se transforman en
el Cuerpo y la Sangre
de Cristo, y nuestra
propia
vida
es
transformada tambin
por l.

Qu hace posible que el pan y el vino se transformen en


el Cuerpo y la Sangre de Cristo? Cmo podramos
nosotros transformarnos en testigos de Cristo? Sin duda
que esto es imposible para nosotros. En este proceso de
Catequesis Familiar hemos aprendido a mirar con verdad
nuestra vida: con humildad, nos reconocemos dbiles y
pecadores. Sin embargo, tambin hemos ido
experimentando el gran amor que Cristo nos tiene y el
gran regalo que l nos dej: el Espritu Santo. Es este
Espritu el que hace posible que el acontecimiento de la
muerte y resurreccin de Cristo se siga haciendo
presente en la vida de la Iglesia, en la vida de cada uno
de nosotros.

24.- Nos hacemos uno


con Cristo y su
misin.

Acoger la invitacin a Juan 15,1-2.4-5. La


hacerse
uno
con Vid y los Sarmientos.
Cristo, para as vivir
en
plenitud
y
contribuir a la vida del
mundo.

Jn 14,15-17a.23b-26:
El Espritu de la
verdad les ensear
todo.

La Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida Eucarstica


nos ayuda a acoger con gratitud y alegra la invitacin
que Jess nos ha hecho a hacernos uno con l. Al
invitarnos a su mesa, al entregarnos su propio cuerpo y
sangre, nos est entregando su propia vida. Jess quiere
habitar en nuestra casa, quiere quedarse con nosotros,
quiere vivir en nosotros. Cuando nos preparamos y
acercamos a comulgar, estamos acogiendo esta
invitacin que Jess nos ha hecho y, con l, queremos
comunicar al mundo la vida en plenitud.

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UNIDAD 9: LA IGLESIA VIVE DE LA EUCARISTA


Encuentros

Objetivos

Textos bblicos

25.- Jess es Pan de


Vida.

Agradecer a Jess que Jn 6,30-35: El que


se ha hecho alimento viene a m no pasar
para que tengamos hambre.
vida en plenitud.

26.- Iglesia que vive


de la Eucarista.

Comprender que la Jn 6,1-14: Jess da


celebracin
de
la de comer a una
Eucarista nos conduce muchedumbre.
a una vida eucarstica.

27.- Miren cmo se


aman: la fraternidad.

Reconocer que la
celebracin
de
la
Eucarista implica vivir
aquello
que
celebramos:
la
comunin con Dios,
con los dems y con
toda la creacin.

Octava celebracin:

Apreciar y agradecer Lc 1,43-56: El


cmo la Virgen Mara Magnificat.
ha
sido
hecha
partcipe
de
la
salvacin de Dios,

Mara, la primera
testigo y
colaboradora en la

Hch 2,42-47:
Escuchaban la
enseanza de los
apstoles, vivan la
unin fraterna,
partan el pan y
oraban en comunidad.

Camino catequstico
En este camino de Catequesis Familiar hemos ido
descubriendo que nuestras ms profundas esperanzas y
nuestros ms profundos anhelos de vivir, no se sacian
con cualquier cosa. A veces buscamos sustitutos, pero
muy pronto ellos se han mostrado insuficientes para
hacernos felices. Hemos ido descubriendo que slo Jess
es capaz de saciar nuestra sed y nuestra hambre, que
slo l nos puede regalar la vida y la felicidad en
plenitud.
Cmo podra vivir la Iglesia sin la Eucarista? Cmo
podramos celebrar el sacramento de la Eucarista sin
vivir eucarsticamente? Sabemos que ninguna de las dos
cosas es posible. La Iglesia vive gracias al pan de vida
que ha bajado del cielo. Al mismo tiempo, la Iglesia
prolonga en sus palabras y en sus hechos, la entrega de
Cristo a todos los hombres. Por ello, la Eucarista no es
slo un momento de nuestra vida, sino que ella es
principio y culmen de la vida de la Iglesia (LG 11).
La Catequesis Familiar nos ha ido enseando que la
Eucarista es una celebracin y una vida con un fuerte
sentido comunitario. La Eucarista es el sacramento de la
comunin con el Dios Trino y, de este modo, es
sacramento de la comunin con todos los hombres, por
cuanto Jess quiso que toda la creacin de Dios
participara de su salvacin. De este modo, en este
proceso
vamos
descubriendo
las
importantes
consecuencias que tiene la Eucarista tanto para nuestra
vida comunitaria, como para nuestra vida social.
Este proceso de Catequesis Familiar de Iniciacin a la
Vida Eucarstica ha estado siempre al amparo de la
proteccin maternal de Mara, de la Madre del Seor. La
Virgen Mara, por la gracia del Espritu Santo, concibi a
Jess en su propio vientre y nos ensea de manera
extraordinaria
aquello
que
significa
vivir

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obra de Dios.

eucarsticamente: acoger al Espritu Santo, para


colaborar agradecidamente en la obra de la redencin,
para ser testigos de las maravillas que Dios hace en
nosotros y en el mundo. Queremos celebrar la
extraordinaria colaboracin que la Virgen Mara ha
prestado a la obra de la salvacin de su Hijo Jess, el
Cristo. Nos queremos poner bajo la proteccin de quien
por ser la Madre del Seor, es tambin nuestra propia
Madre.

cmo ella nos ayuda a


acoger y a seguir a su
hijo Jess, cmo ella
ha sido constituida en
Madre de la Iglesia.

CUARTA ETAPA: El Seor nos regala su Espritu y nos enva


La vivencia de la fe en la misin: Familias servidoras del Reino
UNIDAD 10: El ESPRITU SANTO SANTIFICA A LA IGLESIA
Encuentros

Objetivos

28.- Jess nos regala


su Espritu.

29.- Un solo cuerpo y


muchos carismas.

Textos bblicos

Camino catequstico

Agradecer el don del Hechos 2, 1-8.11b: La En este proceso catequstico de iniciacin a la vida
eucarstica ya hemos ido descubriendo la importancia
Espritu
Santo venida del Espritu
que tuvo el Espritu Santo en la vida y prctica de Jess.
prometido, quien con prometido.
Desde su concepcin en el seno virginal de Mara hasta
su presencia y sus
su muerte en la cruz, el Espritu Santo est activamente
dones lleva a plenitud
presente en la obra salvfica de Cristo. Desde antiguo
Dios haba prometido el envo del Espritu y Jess reiter
la obra iniciada por
esta promesa a sus discpulos. Ella se cumpli despus
Jess.

Valorar las diferentes


vocaciones
y
espiritualidades
a
travs de las cuales el
Espritu edifica
la
Iglesia.

1Co 12,4-12.14.27:
Diversos dones y
muchos miembros,
pero un solo cuerpo en
Cristo.

de la resurreccin de Jess, en Pentecosts. De esta


manera, Jess no nos ha dejado solos sino que nos ha
enviado su propio Espritu, el Espritu Santo que es
fuente de vida y de amor, el Espritu en el que l mismo
pas entre nosotros haciendo el bien.
En el camino de la Catequesis Familiar vamos
reconociendo cmo el Espritu Santo ha suscitado en la
Iglesia y en el mundo diversas vocaciones,
espiritualidades y carismas. Como esta diversidad
proviene de un mismo Espritu, entonces ellas tambin
contribuyen a formar un mismo Cuerpo, el Cuerpo
mstico de Cristo, su Iglesia. Para la Iglesia, por tanto, la
diversidad no es un problema, sino que la

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30.- El Espritu Santo


nos santifica.

Reconocer los modos


en que el Espritu de
Cristo santifica hoy su
Iglesia y nos invita a
todos a ser un pueblo
santo.

Glatas 5,13.14.16a.
22-23a.25: Djense
conducir por el
Espritu.

experimentamos como un gran regalo del Espritu, quien


de muchos modos muchas veces por nosotros ni siquiera
sospechados- va llevando la historia hacia su
consumacin plena en el Reino del Padre.
Si el Espritu Santo est presente en la Iglesia, entonces
en este proceso de Catequesis Familiar de Iniciacin a la
Vida Eucarstica vamos reconociendo los modos
concretos en que l hoy va ayudando a la Iglesia a vivir
de acuerdo al Evangelio de Jesucristo. Con gratitud
reconocemos cmo l se hace presente en nuestras
familias -tanto en sus luces como en sus sombras, en los
momentos buenos como en los malos-, cmo irrumpe en
nuestra vida personal y comunitaria para ayudarnos a ser
ms fieles al amor recibido de Dios, cmo l nos permite
confesar con verdad la santidad de la Iglesia.

UNIDAD 11: El ESPRITU SANTO ANIMA LA MISIN DE LA IGLESIA


Encuentros

Objetivos

Textos bblicos

31.- Comunidad que


Reconocer que hemos Hch 10,34-43.
da testimonio de la fe llegado a creer por el Segundo discurso
recibida.
testimonio de otros y kerygmtico de Pedro.
que, por la fuerza del
Espritu Santo, todos
hemos sido llamados a
proclamar el Evangelio
de Jesucristo.

32.- Comunidad que


celebra la fe.

Agradecer las diversas Ef 5,19-20: Entonen


oportunidades que el salmos y den gracias a
Espritu Santo nos Dios Padre.
regala
para
experimentar
la
presencia salvadora de

Camino catequstico
Animada por el Espritu Santo, la Iglesia de los discpulos
y discpulas de Jess ha sido llamada a dar testimonio
del amor de Dios por nosotros. Si estamos en este
proceso de Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida
Eucarstica, es porque a lo largo de la historia ha habido
muchos hombres y mujeres que han posibilitado que la
fe en Jess llegara hasta nosotros. La Iglesia de Cristo no
puede guardar para s el don recibido. El Evangelio no se
puede callar. Los cristianos lo debemos proclamar en
nuestras familias, en el trabajo, en el barrio, en nuestra
cultura, etc. La Iglesia existe para evangelizar. Anunciar
con hechos y palabras la Buena Nueva del Amor de Dios
es una tarea que nos compete a todos.
La Catequesis Familiar de Iniciacin a la Vida Eucarstica
nos ha ido enseando a celebrar nuestra fe, porque
sabemos que existe un profundo nexo entre celebracin
y vida. A travs de la liturgia y de los sacramentos,
Cristo nos ha regalado la posibilidad de experimentar de
un modo especial su gracia y su amor, su presencia viva
en medio nuestro. Cada vez con mayor claridad, hemos

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33.- Comunidad que


est al servicio de los
dems.

Dios en nuestra vida,


especialmente
a
travs
de
los
sacramentos.
Descubrir que, para la
comunidad
de
los
discpulos de Jess,
hay
una
profunda
relacin entre el amor
a Dios y el amor al
hermano.

Mt 25,31-46:
Vengan, benditos de
mi Padre porque
tuve hambre y me
dieron de comer.

ido descubriendo que aquello que hemos vivido en la


liturgia y en los sacramentos se debe prolongar en
nuestra vida cotidiana. Nuestra propia existencia
personal y social nos exige vivir aquello que celebramos,
y tambin nos impulsa a celebrar aquello que vivimos.
Otra dimensin ineludible de nuestra vida cristiana la
constituye el amor y el servicio a los dems. En este
proceso de iniciacin a la vida eucarstica, hemos visto
cmo Jess se hizo servidor de todos, tanto por medio
de sus palabras, como por medio de sus hechos. l nos
ha enseado que no hay mayor amor que el dar la vida
por los dems, que el que quiera salvar su vida la
perder, pero el que pierda su vida por l y por su
evangelio la salvar (Mc 8,35); en definitiva, Jess nos
ha enseado con su propia vida que en el amor a Dios
por sobre todas las cosas y en el amor al prjimo como a
s mismo se resume toda la ley y los profetas (Mt
22,40). En la Eucarista justamente damos gracias
porque se nos invita a participar de la expresin ms
radical de esta profunda unidad entre amor a Dios y
amor a los dems.

UNIDAD 12: UNA IGLESIA QUE PEREGRINA EN LA ESPERANZA


Encuentros
34.- Ven, Seor
Jess.

Objetivos

Textos bblicos

Descubrir
cmo Ap 21,1-7. Un cielo
nuestra
existencia nuevo y una tierra
humana vive en la nueva.
esperanza
de
la
segunda venida del
Seor.

Camino catequstico
En este proceso de Catequesis Familiar de Iniciacin a la
Vida Eucarstica hemos experimentado que Jess no es
slo un hecho de la historia, que su muerte y
resurreccin no es un mero hecho del pasado.
Justamente por la celebracin de la Eucarista, y por la
vida vivida eucarsticamente, este acontecimiento de
Cristo se actualiza permanentemente en la historia y va
haciendo que ella se prepare para alcanzar su plenitud y
consumacin, cuando l vuelva, a juzgar a vivos y
muertos. Por ello, los cristianos y cristianas vivimos en la
esperanza de la venida del Seor, en la esperanza de
que la obra de la salvacin ya iniciada en Cristo y
continuada en la historia por la accin del Espritu en la
Iglesia, llegar a su realizacin plena aquel da en que l

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35.- Mara nos


precede y acompaa.

Valorar la presencia y
compaa de Mara en
el caminar de la
Iglesia
hacia
la
plenitud de la vida en
Cristo.

36.- Lo reconocemos
al partir el pan.

Agradecer
la Lc 24,13-35: Los
presencia siempre viva discpulos de Emas.
de Jess, quien nos
convoca a celebrar la
Eucarista
y
a
participar desde ya en
el banquete del Reino
prometido.

Hch 1,12-14: Los


discpulos
permanecan unidos
con Mara.

mismo separar el trigo de la cizaa, en el que


resplandecer todo aquello que por la gracia del Espritu
hemos ido realizando en esta vida y en esta historia.
En el proceso de Catequesis Familiar hemos descubierto
cmo la Virgen Mara ha contribuido admirablemente en
la obra de la redencin, siendo ella constituida Madre de
Dios y Madre nuestra. Como la llena de gracia, como
la Madre de Dios, Mara ya participa de la plenitud de la
salvacin y, como Madre nuestra, ella nos acompaa y
nos precede en el camino de la fe. Por ello en nuestras
familias y en nuestras comunidades, de un modo
semejante a como lo hicieron las primeras comunidades
cristianas, cultivamos una relacin de amor hacia Mara,
quien por medio de su testimonio y de su intercesin nos
conducir siempre con amor hacia su Hijo Jess.
Al iniciar nuestro proceso de Catequesis Familiar de
Iniciacin a la Vida Eucarstica lemos y reflexionamos
este texto que narra el encuentro de Jess con sus
discpulos del pueblo de Emas. Al finalizar este proceso
quisiramos volver a leerlo, para descubrir ahora en l el
camino recorrido. Damos gracias al Seor porque l ha
salido a nuestro encuentro en el camino de nuestra vida,
en el que quizs bamos cabizbajos, masticando nuestras
penas, desilusiones y sufrimientos. Damos gracias al
Seor, porque l nos ha enseado a mirar la vida con sus
propios ojos, nos ha enseado a descubrir su presencia
all donde quizs no lo habamos reconocido. Damos
gracias al Seor, porque nos ha ayudado a interpretar las
Escrituras, nos ha enseado Palabras que han sido fuente
de vida para nuestras familias, ambientes de trabajo,
nuestros colegios, para nuestra sociedad. Principalmente
damos gracias al Seor, porque l se ha querido quedar
con nosotros en la Eucarista, nos ha querido seguir
invitando a su mesa para compartir todo el Pan de Vida.

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Retiro
Agradecimiento y
llamado.

Novena celebracin:
Discpulos
misioneros.

Mt 11,25-27:
Alabanza por la
revelacin hecha a los
sencillos.

Nos queremos retirar para mirar en el Seor este camino


que hemos recorrido. Ha sido un camino en el que hemos
ido conociendo cada da ms a Jess. Ahora sabemos que
l nos invita a ser sus amigos, que siempre nos ofrece su
misericordia y perdn, que l es el Camino, la Verdad y
la Vida, que nos invita a formar parte de su comunidad
de discpulos y discpulas, que nos regala su Espritu, que
nos llama a ser testigos de su Evangelio a todos los
hombres, que nos invita celebrar con otros la fe, por
medio de la liturgia y de los sacramentos, que nos invita
a vivir aquello que celebramos, especialmente a travs
del amor y la solidaridad hacia los ms pobres y hacia
todos cuantos sufren. Queremos agradecer todo esto que
ahora sabemos, porque nosotros mismos lo hemos
experimentado y ahora, por la gracia del Espritu,
podemos dar testimonio de ello. Durante este camino,
ciertamente, hay otros muchos dones y gracias
recibidas. En este retiro queremos reconocer aquello
que Dios ha ido haciendo en nosotros, especialmente en
nuestras familias y comunidades.

Agradecer a Dios el Mt 28,16-20: Vayan y


proceso de Catequesis hagan discpulos en
Familiar de Iniciacin todos los pueblos.
a la Vida Eucarstica
que hemos vivido y
asumir el compromiso
de
ser
discpulos
misioneros
de
Jesucristo.

Queremos culminar nuestro proceso de Catequesis


Familiar eucarsticamente, es decir, agradecidamente.
Queremos agradecer al Seor tantos bienes y gracias que
durante estos dos aos hemos recibido. Conocindolo
ms a l y a la comunidad de sus discpulos, tambin nos
hemos ido conociendo ms a nosotros mismos, hemos
aprendido a ser mejores padres, esposos, hijos e hijas.
Sabemos que el camino no termina aqu. Queremos que
la Eucarista sea realmente la fuente y culmen de
nuestra vida. En el Espritu de Jess, a quien hemos
conocido y amado, queremos expresar nuestra sincera
voluntad de ser en su Iglesia autnticos discpulos y
misioneros.

Agradecer
a
Dios
todos los dones y
beneficios recibidos en
este
proceso
de
iniciacin a la vida
eucarstica y discernir
el llamado particular
que Jess hace a cada
uno de los miembros
de la familia.

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