El Poder Del Espíritu Santo
El Poder Del Espíritu Santo
El Poder Del Espíritu Santo
El Espritu Santo
El Espritu Santo da a conocer a Jesucristo y lo glorifica; persuade de pecado,
de justicia y de juicio a los seres humanos; e imparte nueva vida a aquellos que
ponen su fe en Jesucristo. l mora permanentemente en todos los creyentes; y
desde el mismo momento en que ocurre el nacimiento espiritual los bautiza para
hacerlos miembros del Cuerpo de Cristo; y los sella como garanta de su salvacin
eterna.
El Espritu Santo da el poder para el crecimiento en santidad. Tambin, segn la
soberana voluntad de Dios, el Espritu Santo reparte a cada creyente diferentes
dones espirituales para la edificacin mutua, y para el servicio cristiano en general.
Algunos de los dones del Espritu Santo no tienen base bblica para su pertinencia
o necesidad en la actualidad, pues cumplieron su propsito durante el perodo de
la fundacin y establecimiento de la Iglesia.
Jn. 16:7-11, Ro. 8:9, 1 Co. 12:13, G. 5:16, Ef. 4:30
El poder del Espritu Santo
1. Neumatologa: Parte de la Teologa Sistemtica que estudia la persona y la
obra del Espritu Santo en las diferentes pocas de la historia humana, incluyendo
adems temas como su relacin con Jesucristo, con la iglesia, y con el cristiano.
2. Exposicin.
2.1. El Espritu Santo da a conocer a Jesucristo y lo glorifica;
2.1.1. El Espritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. Su obra divina es
evidente en el Antiguo Testamento en la Creacin (G. 1:2), en la Providencia (Ex.
31:3 y 35:30-35, Nm. 11:17, 25, Sal. 104:29-30, Job 26:13, Is. 28:26), y en la
Revelacin (2 S. 23:2, Ez. 2:2, 8:3, 11:1 y 24, Hch. 28:25, 2 P. 1:21). Aunque el
Antiguo Testamento no revela completamente toda la obra que el Espritu Santo
realizaba en esos tiempos, si encontramos abundante informacin acerca de ella.
Hay informacin, incluso, acerca de la obra que el Espritu Santo habra de
hacer en los tiempos futuros, con relacin al Mesas y al reino mesinico, asuntos
que el propio Jesucristo cita durante su ministerio terrenal. El Nuevo Testamento
abunda mucho ms en mostrarnos la Deidad y la obra del Espritu Santo.
2.1.2. El Espritu Santo da a conocer a Jesucristo enseando y recordando a
los cristianos acerca de las enseanzas de Cristo (Jn. 14:25-26). Por ese
ministerio docente del Espritu, es que la produccin del Nuevo Testamento
estaba predicha y garantizada (Jn. 15:26; 16:12-15).
Jess les hizo tres promesas equiparables a sus discpulos. Prometi que estara
entre aquellos que se reunieran en Su nombre (Mt. 18:20). Prometi que no los
dejara hurfanos (Jn. 14:16-20). Prometi estar con ellos en todo lugar y en todo
momento (Mt. 28:20). Cmo se cumplen esas promesas en nosotros? Parece
evidente que ocurre a travs de la presencia y obra del Espritu Santo en hacer
realidad en nosotros la gloria de Jesucristo (Ver 2 Co. 3:17-18).
Tener la presencia del Espritu Santo es tener la presencia espiritual permanente
del Jess resucitado, ascendido y glorificado. El Espritu Santo vino, por lo tanto, a
tomar el lugar de Jess como la Palabra encarnada o el Hijo de Dios. Pero el
Espritu no vino a reemplazar o a desplazar a Jess. Cuando decimos, entonces,
que el Espritu Santo da a conocer a Jesucristo, queremos decir que lo muestra,
es decir, que lo hace efectivamente presente en, y con nosotros.
2.1.3. La glorificacin de Jess por medio del Espritu Santo est estrechamente
relacionada con el testimonio del Espritu acerca de Jess (Jn. 16:14). As, el
Espritu Santo no solamente da a conocer al Jess resucitado, sino que tambin lo
honra y lo glorifica.
2.2. persuade de pecado, de justicia y de juicio a los seres humanos;
2.2.1. Juan 16:8-11 ensea que el Espritu Santo convence al mundo de pecado,
de justicia, y de juicio. El verbo convencer en ese pasaje significa dar clara
evidencia de un acto criminal con el propsito de producir arrepentimiento. El
sustantivo que aparece en He. 11:1, traducido por muchas versiones como
conviccin, se refiere a una persona que sabe y entiende lo que cree. El Espritu
Santo convence de pecado porque el mundo es incrdulo. Esta incredulidad es
la base sobre la cual se convence, se acusa, o se saca la evidencia. El Espritu
Santo convence de justicia porque durante su vida y ministerio, Cristo fue el
mximo testimonio de justicia. Hoy en da, puesto que Cristo ya no est presente
en cuerpo en la Tierra, para convencer al mundo de justicia se hace necesario el
convencimiento por parte del Espritu enviado por Cristo. El Espritu Santo
convence de juicio pues el juicio mismo de Satans provee la base para dar por
sentado que con seguridad vendr juicio para el mundo.
2.3. e imparte nueva vida a aquellos que ponen su fe en Jesucristo.
2.3.1. La regeneracin por el Espritu Santo.
2.3.1.1. La regeneracin es el acto divino que produce nueva vida en el creyente.
Sin regeneracin no hay salvacin. Esto es fundamental. Es el principio del
proceso de santificacin en la vida del creyente. Un proceso que se observar
durante toda la vida de crecimiento espiritual.
2.3.1.2. Del texto en Juan 3:1-13 aprendemos tres aspectos relacionados con la
regeneracin. Lo primero es que para entrar al reino de Dios necesitamos haber
nacido de nuevo (vrs. 1-4). Los pasajes claves del Antiguo Testamento para
explicar y entender Juan 3 son Isaas 44:3 y Ezequiel 36:25-27.
Lo segundo es que es el Espritu Santo el que hace que nazcamos de nuevo (vrs.
5-8). Dios es quien proporciona la revelacin necesaria para alimentar y dar base
firme a la fe, por medio de la cual el hombre ser regenerado. As, la Palabra de
Dios da base suficiente para creer, y por consiguiente, para que el Espritu Santo
ejecute la obra de la regeneracin en el que cree. (Compare la declaracin de
Jess en este texto en Juan con Stg. 1:18 y 1 P. 1:23.) Nacer de nuevo significa
nacer de arriba (Cf. Juan 1:13). No es un proceso, sino un acto instantneo
irrepetible e irreversible (semejante al nacimiento fsico), donde la experiencia y
los sentimientos no determinan si la persona ha nacido de nuevo o no. La
regeneracin, por lo tanto, se basa en la fe y en el acto del Espritu Santo. Nacer
de agua significa limpieza (el nuevo nacimiento limpia al pecador). Nacer del
Espritu significa que es obra del Espritu Santo, quien es el agente que efecta el
nuevo nacimiento. En otras palabras, no hay regeneracin sin el Espritu Santo
(Compare Jn. 3:5 con Ez. 36:25-27; y Jn. 3:8 con Ez. 37:10,14). La regeneracin
se lleva a cabo por medio de un mtodo que la mente humana no es capaz de
discernir a cabalidad. Este mtodo es misterioso, invisible, sin la posibilidad de
que la experiencia juegue un papel importante a la hora de tener la conviccin de
haber nacido de nuevo. En otras palabras, ni lo sentimos ni lo percibimos... lo
creemos!
Lo tercero que ensea Juan 3 es que slo los que hemos nacido de nuevo
podemos entender la esperanza de una nueva y maravillosa vida (9-13). Los
creyentes del Antiguo Testamento no tenan toda la revelacin sobre la
regeneracin. Pero segn Jess, Nicodemo, como maestro de Israel, debera
haber sabido algo acerca de la regeneracin . El hecho de que el Antiguo
Testamento no ensee explcitamente sobre la regeneracin, no quiere decir que
el Espritu Santo no la efectuaba. Por cierto, s la ensea implcitamente con la
figura del corazn circuncidado, limpio, y nuevo con que se daba a entender
una nueva vida (Dt. 10:16, 30:6; Sal. 24:4, 73:1, Cf. Sal. 73:13; Pr. 20:9; Jer. 4:4,
4:14, 24:7; Ez. 11:19, 18:31, 36:26). Puesto que desde Adn todos somos
pecadores, Nicodemo debi haber entendido que para entrar en el Reino de Dios
siempre ha sido necesario nacer de nuevo. De lo contrario, nadie de tiempos del
Antiguo Testamento se habra salvado.
Tampoco tenan toda la revelacin sobre otras enseanzas tales como la
resurreccin y la Trinidad. A travs de toda la historia bblica, Dios fue revelando
Su Palabra poco a poco. Eso es lo que en la seccin sobre Las Sagradas
Escrituras (Bibliologa) llamamos revelacin progresiva.
2.3.1.3. La regeneracin que el Espritu Santo efecta en los que creen en Cristo
produce frutos: Produce una nueva vida (Jn. 1:12, 1 Jn. 5:1). Produce una nueva
naturaleza (2 Co. 5:17). Produce una capacidad para servir a la justicia y buscar el
bien (Ro. 6:13). Produce una nueva esperanza (Ef. 2:1,4-7, Ro. 15:13).
2.4. l mora permanentemente en todos los creyentes; y desde el mismo
momento en que ocurre el nacimiento espiritual los bautiza para hacerlos
miembros del Cuerpo de Cristo; y los sella como garanta de su salvacin eterna.
que dejaron los apstoles de Cristo, siendo Juan el ltimo de ellos. Pensamos que
esto es argumento con el suficiente peso teolgico en lugar de pensar que lo
perfecto se refiera a la segunda venida de Cristo, que si fuera as, obviamente
todos los dones estaran hoy vigentes y hasta que Cristo venga. Acaso ms bien
no esperamos que con la venida de Cristo recibiremos dones nunca antes
imaginados? Cmo estaramos pensando en cesacin hasta entonces? Es ms
natural aceptar la temporalidad que tuvieron aquellos cumpliendo su propsito.
2.7.3. Dios siempre puede hacer milagros. Eso es diferente a que otorgue dones
milagrosos todo el tiempo. Definitivamente que hay pocas caracterizadas por
muchos milagros espectaculares: el tiempo de Moiss y Josu, la poca de varios
jueces, de Elas y Eliseo, y sobre todo, la poca del ministerio de Jesucristo. La
historia de la iglesia, an en el primer siglo, parece indicar que las seales
milagrosas fueron perdiendo importancia y frecuencia con el correr del tiempo. Por
ejemplo, hay un contraste muy marcado entre el libro de los Hechos, que nos
habla de los primeros aos de la iglesia, y la epstola a los Efesios, unos treinta
aos despus. En el primero sobresalen los hechos milagrosos; en el segundo, ni
siquiera se mencionan.
3. Reflexin.
3.1. En una conocida Teologa Sistemtica, su autor ensea que la
regeneracin y la morada del Espritu Santo
es una obra que es real para los creyentes del Nuevo Testamento, pero no para
los del Antiguo Testamento. Pero, preguntmonos: Saban los israelitas que el
Espritu Santo moraba en ellos basndose en su propia experiencia? No. (Cf. Is.
63:9-10). Sabramos nosotros por nuestra propia experiencia? Tampoco! No
haba revelacin completa en cuanto a este asunto como tampoco a otros en el
Antiguo Testamento. Nosotros tampoco sabramos que el Espritu Santo mora en
nosotros si el Nuevo Testamento no lo hubiera revelado. En todo tiempo ha sido
necesario ser hijo de Dios, para hacer la obra de Dios, en el poder del Espritu de
Dios (ver, por ejemplo, Zac. 4:6). Las idas y venidas con las que se hace
referencia a la morada temporal del Espritu Santo en los santos del Antiguo
Testamento, podemos entenderlas como que ms bien significan que se trataba
de recibir capacitacin oficial de parte de Dios para una obra especial
(principalmente de revelacin, de profeca, de capacidad para gobernar) a ciertos
individuos escogidos (profetas y reyes). Esta capacidad y no morada , sera
condicionada, explicndose as esa temporalidad. Cul piensas que sera el
factor condicionante?
3.2. Con respecto a los dones espirituales que creemos que no estn vigentes,
quizs debemos reconocer que hay personas, creyentes o no, que parecen
necesitar ser estimulados por medio de experiencias como el hablar en lenguas, o
tener visiones. A muchas de ellas les da una sensacin de seguridad, realizacin,
satisfaccin, o utilidad. En casos as, una postura prudente es aceptar, como
alguien ha dicho, que no tenemos el derecho a quitarles esas experiencias, pero
si tenemos el derecho a evitar que esas experiencias sean consideradas
autoritativas y necesarias para todo creyente. Cmo podras expresarles a estas
personas tu amor y respeto?