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EL
ACOMPAAMIENTO
COMO MTODO DE INTERVENCIN EN LOS PROCESOS DE INCLUSIN
FINANCIA
FUNDACIN EUROLAN
NDICE
1. PRESENTACIN............................................................................................................................................................................9
2. INTRODUCCIN.........................................................................................................................................................................11
3. DIAGNSTICO DE SITUACIN, DONDE SE ENCUENTRA
EL ACOMPAAMIENTO SOCIAL EN EL MARCO DE LA COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA......................13
3.1. EL ACOMPAAMIENTO SOCIAL EN EL MARCO
DE NUESTRAS POLTICAS SOCIALES Y DENTRO DEL SISTEMA DE SERVICIOS SOCIALES ACTUAL....................................................13
3.2. NUESTRO CONTEXTO DE TRABAjO, NADANDO ENTRE MUCHAS Y VARIADAS EXIGENCIAS...................................................14
3.2.1. DE LA EXCLUSIN A LA INCLUSIN; LOS PROCESOS DE INCORPORACIN SOCIAL ...................................................14
3.2.2. NO SOLO DE ACOMPAAMIENTO VIVEN LAS PERSONAS...............................................................................................18
3.2.3. EL DEBATE ENTRE LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL Y LAS CAUSAS ESTRUCTURALES.................................................19
4. CON qUIEN SE PUEDE TRABAjAR EN CLAVE DE ACOMPAAMIENTO................................................................21
5. EL OBjETO DEL ACOMPAAMIENTO..................................................................................................................................23
5.1. UNA DEFINICIN CONSENSUADA DE ACOMPAAMIENTO SOCIAL.......................................................................................25
5.2. DISECCIONANDO NUESTRA DEFINICIN; ELEMENTOS qUE HACEN qUE SEA ACOMPAAMIENTO......................................25
5.2.1. MTODO DE INTERVENCIN PROFESIONAL CON TIEMPOS E INTENSIDADES VARIABLES...............................................25
5.2.2. EL ACOMPAAMIENTO COMO DERECHO ......................................................................................................................26
5.2.3. NFASIS EN LAS POTENCIALIDADES Y LAS CAPACIDADES...............................................................................................27
5.2.4. LA AUTONOMA COMO GUA Y HORIZONTE, TOMANDO EL PROTAGONISMO DEL PROYECTO VITAL..........................27
5.2.5. GESTIN Y REDUCCIN DE DAOS....................................................................................................................................28
5.2.6. ATENCIN SOCIAL PERSONALIZADA E ITINERARIO INDIVIDUALIZADO DE INCORPORACIN..................................28
6. EL PLAN DE INTERVENCIN..................................................................................................................................................29
6.1. LOS PREVIOS.............................................................................................................................................................................29
6.2. LA ACOGIDA. COMENZANDO POR EL PRINCIPIO; MIRANDO CARA A CARA ........................................................................30
6.2.1.ALGUNAS ESTRATEGIAS EN EL PROCESO DE ACOGIDA..................................................................................................31
6.3. EL DIAGNSTICO, COMPRENDIENDO PARA ACTUAR CONjUNTAMENTE................................................................................32
6.3.1. EN PRIMER LUGAR, EL PROCESO DE ESTUDIO E INVESTIGACIN..................................................................................34
6.3.1.1. ALGUNAS ESTRATEGIAS EN EL PROCESO DE RECOGIDA DE DATOS...........................................................................34
6.3.1.2. DIMENSIONES..............................................................................................................................................................34
6.3.2. EN SEGUNDO LUGAR, LA VALORACIN DIAGNSTICA...............................................................................................35
6.4. ELABORACIN DEL PLAN DE CASO, TRABAjANDO CONjUNTAMENTE...................................................................................36
6.4.1. ALGUNAS ESTRATEGIAS EN EL PROCESO DE ELABORACIN DEL PLAN DE CASO........................................................36
6.5. LA EVALUACIN.......................................................................................................................................................................37
1. PRESENTACIN
cin del rea de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Pamplona, de Caritas y de Cruz Roja, que junto a la
Red han participado en el Equipo Supervisor.
Por ltimo, agradecer su disponibilidad a todas las Organizaciones que han posibilitado la participacin del
personal tcnico a lo largo de todo el proceso.
Todos y todas tenemos que felicitarnos por el trabajo realizado y continuar apostando por este tipo de iniciativas.
UBALDO GONZALEZ
PRESIDENTE DE LA RED NAVARRA DE LUCHA CONTRA LA POBREZA Y LA EXCLUSIN SOCIAL
10
2. INTRODUCCIN
Este documento pretende aportar una visin propia respecto al acompaamiento social, revisando claves metodolgicas y epistemolgicas y fijando las convicciones del grupo de personas que han participado en este
proceso.
Se ha llegado a este proceso de discusin sobre el Acompaamiento en un momento complicado. El conjunto
de profesionales de la incorporacin social y las personas usuarias de los servicios, estn incardinadas en un
sistema que est en riesgo de decrecimiento antes de que haya alcanzado su madurez.
En el mbito de la Comunidad Foral se han producido en los ltimos aos diversos procesos de cambio, reestructuracin y modificaciones legislativas. El Plan estratgico de Servicios Sociales1, la Cartera de Servicios Sociales2 o la Ley de Servicios Sociales de 20063 marcan la organizacin actual de nuestros dispositivos. Por otro
lado, si bien en el periodo 1998-2005 se cont con un Plan de Lucha contra la Exclusin Social, actualmente no
existe ningn documento institucional que marque las lneas de trabajo en relacin con la inclusin social y
por tanto tampoco con el Acompaamiento Social.
Por otro lado, la coyuntura de fuerte y profunda crisis econmica y poltica ha transformado y ampliado los perfiles y las necesidades de las personas demandantes de ayuda, en un escenario de adelgazamiento y saturacin de algunos servicios y prestaciones, cuestin que afecta indefectiblemente a las metodologas de trabajo
y en consecuencia, al Acompaamiento Social.
Tambin la propia configuracin del sistema de recursos y dispositivos en el mbito estatal, foral y local configura
la intervencin y dificulta en ocasiones itinerarios coherentes y eficientes, con una tendencia a la descoordinacin y a la multiplicacin de acciones y actores.
Y en medio de esta coyuntura, un conjunto de profesionales de la intervencin social se ha planteado reflexionar
sobre una metodologa que va ms all de un proceso de aprendizaje, ya que tiene que ver con un estilo y una
filosofa de actuacin determinada. Se trata tambin de una prctica que cuestiona algunas de las grietas del
diseo y configuracin de las organizaciones de servicios sociales, dado que el trabajo en clave de acompaamiento requiere de una apuesta y unas condiciones no siempre presentes en un sistema en ocasiones fragmentado, ambiguo, voltil y precario.
Aun as, este proceso es pertinente, ahora ms que nunca. Se ha apostado por expresar claramente cmo se
debe y se quiere trabajar. Ms all del mandato y del encargo social, el deber es acompaar a las personas que
voluntariamente lo exijan como derecho en sus procesos vitales. Y esta que aqu se presenta es la reflexin a la
que se ha llegado.
1 Plan Estratgico de Servicios Sociales. Gobierno de Navarra. Departamento de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte. 2009.
2 Cartera de Servicios Sociales. Gobierno de Navarra. Departamento de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deporte. 2009.
3 Ley Foral 15/2006, de 14 de Diciembre, de Servicios Sociales.
11
Este proceso es ambicioso, ya que se pretende concretar una prctica compleja por definicin, referida a procesos, a integralidad y a transversalidad.
Se trata de una metodologa joven, aunque son ya muchos los aos transcurridos desde las primeras experiencias. Por tanto, se parte de aos de experiencia desde distintos programas y recursos. Algunos de ellos, ya
desaparecidos, supusieron en su da un hito en la incorporacin sociolaboral centrada en la persona en la Comunidad Foral. Otros continan, adaptados y evolucionados. Hay un elemento que une a casi todos estos programas y a las profesionales que los componen; la escasez de produccin de literatura al respecto, la dificultad
para teorizar y para sistematizar la prctica. Por eso, entre otras cosas, este documento es necesario. Porque
este es el momento de poner en valor la prctica y el conocimiento generado por un importante conjunto
de profesionales de Navarra.
No el momento ptimo, pero si es posible. Existen muchos obstculos, pero hay espacio para trabajar desde la
opcin que se defiende.
Se parte tambin de un valor aadido, que resulta novedoso; la discusin de igual a igual y el trabajo cooperativo entre profesionales del mbito pblico y del mbito del tercer sector. Siempre se ha trabajado desde
la coordinacin entre profesionales de ambos sectores, siempre, a nivel micro, se ha intentado trabajar conjuntamente, pero casi nunca de forma institucionalizada, estable ni sistematizada. Casi nunca dando un valor aadido a esta colaboracin, ni aprendiendo de las distintas metodologas, ni de las fortalezas y debilidades de
unos y otros servicios y entidades.
As pues, a pesar del espacio cambiante en el que nos movemos, a pesar de la complejidad del objeto de reflexin, existen varias certezas, y de ellas se parte para construir este discurso sobre el acompaamiento social.
12
COMUNIDAD FORAL.
3. DIAGNSTICO DE SITUACIN,
DNDE SE ENCUENTRA EL ACOMPAAMIENTO SOCIAL EN EL MARCO DE LA COMUNIDAD FORAL
Desde esta perspectiva, configuran el sistema de Servicios Sociales aquellos prestados directamente desde el
sistema pblico y otros servicios prestados a travs de entidades de iniciativa privada. Y en estos dos grandes
grupos encontramos por un lado a las entidades del Tercer Sector, muchas de ellas agrupadas en la Red Navarra
de Lucha contra la Pobreza y la Exclusin y por otro, al conjunto de profesionales de los servicios pblicos que
estn participando en este proceso.
En el campo del acompaamiento, y partiendo de esta definicin, aparece una dificultad para definir las responsabilidades de cada actor implicado. Puede ocurrir que en un escenario de escasez de recursos en el que
los y las profesionales no dan abasto, algunas personas se encuentren inmersas en procesos de acompaamiento en varios servicios. O puede ocurrir que una persona se encuentre en lista de espera a pesar de encontrarse en un momento vital ptimo para el cambio, y ningn recurso tenga capacidad para atenderle.
Desde la ptica del Acompaamiento, es obvia la necesidad de trabajo conjunto entre lo pblico y lo privado,
empresas y tercer sector. Adems, es positivo, siempre que lo hagamos desde una perspectiva cooperativa y
de defensa de la responsabilidad pblica. Se impone no obstante, una clarificacin del mapa de recursos y el
establecimiento de verdaderos protocolos de coordinacin y trabajo en red.
13
NECESIDAD DE UN CONSENSO EN
LA PERSPECTIVA DE LA DEFENSA DE LA
DERECHO AL ACOMPAAMIENTO.
RESPONSABILIDAD PBLICA.
14
mal; una zona de vulnerabilidad, caracterizada por la precariedad del trabajo y la fragilidad de los soportes relacionales; y una zona de exclusin, de gran marginalidad y desafiliacin. Esta clasificacin ha sido utilizada por
diversos agentes que trabajan en torno a la incorporacin social como gua para el anlisis y la comprensin
de la lgica de la exclusin social6, y contina resultando una referencia. En este caso, se ha plasmado a modo
de cuadro, incluyendo, adems de las zonas antes citadas, las tipologas de situaciones que caracterizan cada
zona y el lugar que ocupa el Acompaamiento. Pretende plasmar algunas de las situaciones que confluyen en
las personas con las que trabajamos en clave de acompaamiento.
CUADRO 1 ZONAS DE ORGANIZACIN Y/O COHESIN SOCIAL, SITUACIONES Y DISPOSITIVOS:
ZONA DE VULNERABILIDAD
ZONA DE EXCLUSIN
ZONA DE INTEGRACIN
- EMPLEO ESTABLE.
- DESCONFIANZA, INSEGURIDAD,
- IDENTIDADES NEGATIVAS
(PERSONAS VISUALIZADAS
DISCAPACIDAD.
- DEPENDENCIA DE SISTEMAS.
- DESESPERACIN, ANOMIA,
FATALISMO, PROBLEMAS DE SALUD MENTAL, VIOLENCIA.
- POSIBILIDAD DE CAMBIO
- BAjO EMPODERAMIENTO Y
BAjA AUTONOMA.
- NECESIDAD DE APOYOS DE
LOS SISTEMAS DE BIENESTAR.
- EMPODERAMIENTO
- AUTONOMA
- PARTICIPACIN SOCIAL.
- PLENO EjERCICIO
DE DERECHOS.
- RELACIONES FAMILIARES
Y SOCIALES SLIDAS
DIMENSIONES
- DESEMPLEO O INEMPLEABILIDAD.
- AUSENCIA DE INTERCAMBIO.
- INCAPACIDAD PARA EjERCER
DERECHOS DE CIUDADANA.
6 Departamento de Justicia, Trabajo y Seguridad Social. Direccin de Bienestar Social Gobierno Vasco. (2001): El acompaamiento y los procesos
de incorporacin social. Gua para su prctica. Departamento de Justicia, Trabajo y Seguridad Social. Direccin de Bienestar Social Gobierno Vasco.
15
En opinin de Castel7 una caracterstica importante de la coyuntura actual es la ascensin de la vulnerabilidad, el ensanchamiento de esa zona de frontera entre la integracin y la exclusin, provocado como hemos dicho por la precarizacin y la destruccin del empleo y que provoca a su vez, la inestabilizacin de determinadas categoras sociales,
como los y las jvenes, personas con escasa formacin, mayores de 40 aos, minoras tnicas, poblacin migrada, y
especialmente las mujeres pertenecientes a las anteriores categoras. Pero tambin se produce la desestabilizacin
de los y las estables, ante la entrada en una situacin de precariedad de una parte de personas, cada vez ms masiva,
que haban estado perfectamente integrados en el orden del trabajo. Si bien la relacin entre la ausencia de empleo
y la exclusin no es directa, la falta de empleo o la precariedad del mismo favorecen la entrada en zonas de
riesgo de exclusin o vulnerabilidad, derivadas por ejemplo de prdidas de viviendas por no poder hacer frente
a los pagos, dificultades de subsistencia, deterioros de las redes sociales o de la autoestima, etc.
En esta lnea pero con un carcter ms reciente y tambin desde una concepcin de la exclusin social como
multidimensional y procesual, se encuentra el texto elaborado por Laparra, Prez Eransus y otros. Resume en
forma de tabla los tres grandes ejes de la exclusin: el eje econmico (la produccin y la distribucin), el eje
poltico (la ciudadana poltica y la ciudadana social) y el eje relacional (la ausencia de lazos sociales y las relaciones sociales perversas)8.
LOS TRES EjES DE LA EXCLUSIN SOCIAL
EjES
DIMENSIONES
ASPECTOS
PARTICIPACIN EN LA PRODUCCIN.
PARTICIPACIN EN EL CONSUMO.
CIUDADANA POLTICA.
CIUDADANA SOCIAL.
ECOMMICO
POLTICO
SOCIAL
(RELACIONAL)
RELACIONES SOCIALES PERVERSAS
AISLAMIENTO SOCIAL,
FALTA DE APOYOS SOCIALES.
Un sistema de indicadores que permita identificar a las personas excluidas y cuantificar las dimensiones de los procesos de exclusin.
7 Informe final Observatorio 2002-2006. Observatorio de Procesos de Exclusin y de Incorporacin Social. Fundacin Sartu. 2006.
8 Un sistema de indicadores que permita identificar a las personas excluidas y cuantificar las dimensiones de los procesos de exclusin. (pg 207)
La exclusin social en Espaa: un espacio diverso y disperso en intensa transformacin. Coordinadores: Miguel Laparra y Begoa Prez Eransus.
Autores: ngel Garca Garca, Fco. Javier Gimnez Marn, Miguel Laparra, Anna Obrador, Begoa Prez Eransus, Manuel Prez Yruela, Vctor Renes,
Ral Ruiz Villafranca, Sebastin Sarasa, Joan Subirats, Manuel Trujillo, Gabriela del Valle, Cristina Villar Herrnz, Thomas Ubrich.
16
Entre las zonas anteriormente aludidas, existen espacios indefinidos y permeables que hacen posible tanto
el paso hacia la exclusin como el paso hacia la inclusin. Por tanto, ese paso no es unidireccional, sino que
puede ser un camino de ida como de vuelta. Este camino puede entenderse como un itinerario de reincorporacin a los mbitos de proteccin dejados atrs, itinerario que se ha dado en denominar incorporacin social, y que en muchos casos, se desarrolla en parte o totalmente en el contexto de un programa que trabaja
en clave de acompaamiento. En este sentido, resulta adecuada la siguiente definicin de incorporacin social,
que encontramos en el Informe final 2002-2006 del Observatorio de Procesos de Exclusin y de Incorporacin
social (2006).
ENTENDEMOS POR PROCESO DE incorporacin social EL PROCESO qUE EMPRENDE UNA PERSONA por propia
iniciativa o a propuesta de los sistemas de proteccin social CON LA FINALIDAD DE OBTENER UN
CAMBIO DE POSICIN SOCIAL, qUE LE PERMITA PASAR DE UNA POSICIN DE SITUACIN O RIESGO DE EXCLUSIN HACIA
POSICIONES DE INTEGRACIN
().
Desde esta perspectiva, la incorporacin social es procesual, en la medida en que la exclusin social y la inclusin social son estados a los que se llega a travs de un itinerario formado por diferentes fases y momentos,
siendo necesario trabajar en clave de proceso personalizado. Se torna tambin multidimensional por cuanto
al igual que la exclusin, no puede circunscribirse a un mbito exclusivo de la vida, ya que incidir en aquellos
mbitos ms afectados, tendr su correlacin en el resto de ellos, requiriendo una intervencin integral. En
sntesis, el proceso de Incorporacin Social, puede suponer el trnsito de la zona de exclusin a la de vulnerabilidad, y de la vulnerabilidad a la inclusin, y es en estos pasos donde podemos incluir mayoritariamente los
mecanismos que permiten trabajar en clave de acompaamiento.
Hay que sealar tambin, aunque pueda resultar obvio, que los tiempos de crisis econmica, golpean especialmente a las personas con ms dificultades de acceso al empleo, con sobrecarga de responsabilidades domsticas y de cuidados o con mayor precariedad relacional entre otras dificultades. Entre estas personas, se
encuentran mayoritariamente mujeres que se mueven en las fronteras entre la vulnerabilidad y la exclusin y
que sufren de discriminaciones directas e indirectas9, por lo que requerirn de polticas transversales de gnero10 y en ocasiones tambin de acciones positivas11 para fomentar la igualdad de oportunidades y de
dispositivos de apoyatura especficos para revertir estos procesos de exclusin.
En esos momentos, la destruccin del empleo, hace que los programas de orientacin y asesoramiento tradicionales para la bsqueda de empleo disminuyan su eficacia, ya que no hay empleo hacia el que enfocar las
acciones de mejora de empleabilidad. Los programas fragmentados, que tienen como objeto dar respuesta a
un tipo de necesidad concreto pierden su eficiencia, y son las acciones y programas de metodologa integral,
a medio plazo, basados en el acompaamiento, los que tal vez puedan garantizar un desarrollo personal
que incida en todos los ejes de la exclusin, y que site a las personas participantes en una posicin ms
ventajosa cuando se vuelva a crear empleo, unido siempre al trabajo comunitario. Adems, hace que se pueda
trabajar desde una perspectiva de proceso, y abordar a la persona y su contexto de forma multidimensional.
9 Tipos de Discriminacin:
Directa: Tratamiento legal discriminatorio por el hecho de ser mujer.
Indirecta: No hay una discriminacin explcita. Ocurre cuando un criterio, una prctica o una disposicin es aparentemente neutra, pero se produce
un resultado desigual que perjudica especialmente a uno de los dos sexos.
10 Transversalidad o Mainstreaming de gnero: Integracin de las polticas especficas en las polticas generales. Garantizar la igualdad de oportunidades desde todas las polticas (Empleo, Salud, Educacin, etc.) incorporando perspectiva de gnero desde lo cuantitativo y desde lo cuantitativo.
11 Acciones positivas: eliminacin de desequilibrios sociales a travs de acciones concretas a favor de un grupo social, en este caso de las mujeres.
17
VULNERABILIDAD E INESTABILIZACIN DE
SU EFECTIVIDAD.
18
13 En este sentido, en el caso de las mujeres es necesario tener en cuenta las barreras especficas a las que se enfrentan las mujeres:
Menor tasa de actividad laboral y mayor incidencia del desempleo, tambin en momentos de crisis.
Segregacin ocupacional en su doble vertiente: Horizontal (concentracin de las mujeres a aquellas ocupaciones o familias profesionales
consideradas tradicionalmente como femeninas que guardan correspondencia con el rol de gnero: educacin y servicios sociales, sanidad,
administracin), con menor prestigio social, menor valoracin econmica y con mayor saturacin en el mercado y Vertical: mujeres en los tramos
ms bajos de la escala jerrquica, encontrando mayores barreras que los varones en el acceso a los puestos de responsabilidad y toma de decisiones, as como en la promocin y la carrera profesional.
Brecha salarial (desigual retribucin por trabajos de igual valor)
Mayores tasas de temporalidad y precariedad. Los varones protagonizan las contrataciones ms estables y de mayor duracin (indeterminada, indefinida).
Mayor incidencia de la economa sumergida con la falta de acceso a prestaciones contributivas y de desempleo que entre otras cosas esto
supone.
Desigual uso del tiempo de varones y mujeres y sobrecarga de responsabilidades: Las mujeres en general emplean mucho ms tiempo
que los varones en trabajos no remunerados (bsicamente, dedicadas a las tareas domsticas y de cuidados), mientras que estos ltimos se
dedican con intensidad al trabajo remunerado (o empleo). El resultado es una gran dificultad para el empleo y la promocin profesional de las
mujeres (en este modelo de Mercado).
19
20
A la hora de identificar con quien se debe trabajar en procesos de incorporacin social en clave de acompaamiento, no se pretende entrar en la enumeracin de una retahla de grupos sociales ni de perfiles susceptibles
de ser atendidos. Consideramos que existen personas especialmente vulnerables al desenganche social, personas en situacin de dificultad que requieren de una actuacin integral, acompaada y prolongada en el
tiempo, y es con ellas con quienes debemos trabajar.
No obstante, en el plano de una realidad de recursos limitados, se debe encontrar algn criterio para focalizar
de forma efectiva las acciones.
El grupo de trabajo que ha elaborado este documento ha consensuado los siguientes criterios:
qUE EXISTA POR LO MENOS UNA DEFICIENCIA O DIFICULTAD EN EL REA PERSONAL qUE RECOMIENDE
TRABAjAR EN CLAVE DE ACOMPAAMIENTO.
21
Adems es necesario reivindicar que para poder avanzar en los objetivos de la intervencin, la persona debe
tener cubiertas unas necesidades bsicas. No obstante, nunca se considerar como criterio excluyente que esta
premisa no se cumpla.
Deben existir tambin ms recursos comunitarios de cuidados y apoyatura (Centros de da, ludotecas, guarderas, etc.), para que las personas con responsabilidades familiares puedan participar en los procesos propuestos.
Por otro lado, resulta incuestionable que no solo se debe trabajar en clave de Acompaamiento con personas perceptoras de prestaciones econmicas que hayan firmado un acuerdo de incorporacin, sino que
el abanico de personas y/o unidades familiares que pueden acogerse a este derecho es mucho ms amplio. Es
ms, se considera que las ayudas o prestaciones econmicas, fundamentalmente las que garantizan unos
ingresos mnimos ( Renta Bsica, Renta de Inclusin o Renta Mnima), no debieran estar vinculadas a la aceptacin de la intervencin en clave de acompaamiento social.
Es obvio que se trata de dos lgicas y dos derechos diferentes; por un lado el derecho a unos ingresos de
subsistencia, y por otro lado el derecho a una atencin social individualizada. El control e inspeccin sobre el
uso de las prestaciones deben realizarse desde otro cauce diferenciado al del acompaamiento social. Esta condicin no resulta un inconveniente para que la profesional, partiendo de los acuerdos alcanzados y de las reglas
del juego acordadas al inicio de la relacin, deba ejercer un control legitimado sobre el cumplimiento de los
objetivos acordados, que conduzca al posible replanteamiento de las actuaciones.
22
Conseguir el bienestar soCial de la poblaCin, en el mbito de la Comunidad Foral de navarra, garantizando el dereCho universal de aCCeso a los serviCios soCiales.
tambin
ley Foral
Comunidad Foral de
es objeto de esta
navarra que garantiCe que los serviCios que se presten Cuenten Con
las CondiCiones ptimas para asegurar la autonoma, dignidad y Calidad de vida de las personas.
Esta definicin remite a los conceptos de derecho, de universalidad y, siguiendo literalmente la definicin, a
la existencia de condiciones ptimas para asegurar autonoma, dignidad y calidad de vida. Obviamente, estos
son elementos tambin constitutivos del estilo de trabajo basado en el acompaamiento.
23
Se ha concluido que los procesos de exclusin son multidimensionales y multicausales, y que por tanto, trabajar
sobre la exclusin requiere de dos patas estrechamente relacionadas: Un sistema de proteccin (prestaciones
garantizadas, polticas activas, recursos de apoyo en los cuidados, etc.) y metodologas y tcnicas de intervencin
basadas en la persona. Es ah donde el trabajo basado en la gestin de casos y en clave de Acompaamiento
aparece como una herramienta fundamental.
Al hablar de acompaamiento, el discurso se impregna tambin de algunas de las contradicciones e indefiniciones presentes en el sistema de servicios sociales en el que se enmarca. De qu se ocupa exactamente
el Sistema de Servicios Sociales? Cules son las poblaciones dianas? Hasta donde se debe llegar?, De qu
parte de las necesidades de las personas se ocupa el Sistema?14 .
El acompaamiento es una metodologa que se engloba dentro de la gestin de casos. No es una relacin basada en el control ni en la tutela, ni siquiera un seguimiento administrativo, ya que en su esencia est diferenciada de la lgica del control de las prestaciones sociales, tal y como ya se ha sealado. Tampoco es una
relacin teraputica en s misma aunque pueda tener efectos teraputicos.
Partiendo de la definicin elaborada por Gobierno de Navarra en 201115 y de la revisin de otras fuentes documentales, se ha optado por una definicin de Acompaamiento, que pretende incluir los elementos epistemolgicos, filosficos y conceptuales que han sido consensuados a partir de la reflexin.
14 Planteamos esta reflexin en el sentido en el que lo hace Manuel Aguilar en La huella de la beneficencia en los servicios sociales. Manuel Aguilar
Hendrickson. Universitat de Barcelona. El autor seala que La realidad de los servicios sociales modernos se ha situado en un espacio confuso
entre la atencin de la mayor parte de las necesidades de las personas de bajos ingresos (funcin de la beneficencia y del nivel asistencial o no contributivo de proteccin) y la atencin de una parte de las necesidades (apoyo personal en las actividades de la vida diaria, acompaamiento de la insercin social, proteccin de menores) del conjunto de las personas (funcin sta de los servicios sociales). Por un lado continan recibiendo un
cierto mandato social de atender a los pobres (y de ofrecer prestaciones con esta finalidad, como las rentas mnimas, las pensiones no contributivas
y otras ayudas econmicas). Por otro, reciben un mandato de atencin social en sentido especfico, que con frecuencia dirigen, probablemente por
insuficiencia de medios, a los sectores con ingresos ms bajos y sin reconocer derechos. Todo ello sita a los servicios sociales pblicos, a pesar de
la importante modernizacin y expansin de los mismos, en un espacio que se asemeja bastante al de la antigua beneficencia no sanitaria.
15 En el documento elaborado por el Grupo de Trabajo de Acompaamiento Social de Gobierno de Navarra, se haca referencia a la siguiente definicin: Mtodo de intervencin profesional temporal, de intensidad variable, basado en una relacin personal de confianza y proactiva entre el profesional de referencia y la persona que mediante el diseo conjunto de un itinerario individualizado de insercin basado en objetivos acordes a las
necesidades y caractersticas de estas personas pretende mantener o desarrollar sus potencialidades y capacidades hacindole protagonista de su
propio proyecto vital.
24
16 La Cartera de Servicios Sociales de mbito general de la Comunidad Foral seala una intensidad de 40 horas a lo largo de un semestre en el
caso del Programa de Incorporacin Social.
25
el itinerario
dos
de relaCiones de dependenCia.
ConCretando:
con carcter general
duraCin de los proCesos: Como mnimo, Cuatro meses y, Como mximo, dos aos,
teniendo en Cuenta posibles entradas y salidas en FunCin del momento vital
de la persona.
5.2.4. la autonoma Como gua y horizonte, tomando el protagonista del proyeCto vital:
Nunca en trabajo social, y menos an en la intervencin basada en el acompaamiento, se debe olvidar que
las personas en situacin o riesgo de exclusin tienen derechos, y que hasta en las situaciones ms complicadas y de fuerte exclusin, el objetivo y al mismo tiempo el mandato tico es ayudar a las personas a mantener la capacidad de eleccin y decisin. Esto parece una obviedad, pero en la prctica, conviene recordarlo.
En la tica contempornea18 hay dos valores que se consideran muy importantes: el respeto a la autonoma
de las personas y la necesidad de dilogo. Y la definicin de acompaamiento, precisamente, nos remite a
estas dos ideas; protagonismo, es decir, autonoma, y dilogo, es decir, diseo conjunto, consenso. Estos
dos valores van juntos por dos razones. La primera es que donde no hay reconocimiento y respecto a la autonoma de las personas no cabe el dilogo, pues impera la imposicin. La segunda es que el reconocimiento de la autonoma de las personas obliga al dilogo. Sin embargo, los y las profesionales se mueven
en relaciones en las que el cometido consiste en ocasiones en ayudar a las personas a tomar decisiones; incluso
en colaborar a que cambien y transformen sus ideas, valores, visiones o prcticas para lograr entrar en zonas
de inclusin. Es por ello que resulta sumamente importante que desde una reflexin continua de la labor profesional, se cuestione la tica de la profesin y el valor de la autonoma, que no solo tiene que ver con las grandes decisiones morales de la persona, sino tambin con el respeto de las pequeas decisiones que las personas
pueden y deben tomar en el marco de un acuerdo de incorporacin y de una relacin basada en el acompaamiento. La funcin es acompaar, estimular la conciencia, ayudar a contrastar posibilidades, a valorar resultados y consecuencias, nunca decidir por la persona.
neCesidad de Cuestionar Continuamente la tiCa de la proFesin
y el valor de la autonoma
el reConoCimiento de la
autonoma de las personas
obliga al dilogo.
27
28
6. EL PLAN DE INTERVENCIN
CarCter
abierto y
dinmiCo de
las Fases
acogida
revisin
Constante
estUdio/
diagnstico
unidad
simultaneidad
proCeso.
perspeCtiva de
CiClo.
planificacin
intervencin
evalUacin
ComuniCaCin
Constante
redefinicin de
la intervencin
o cierre
Se comienza tambin, y con carcter nuclear, un proceso de comunicacin interpersonal entre dos personas,
una que necesita ayuda y otra que intenta ayudarle. La comunicacin, desarrollada tomando como soporte
diversas herramientas, entrevistas en despacho, visitas domiciliarias, acompaamientos fsicos, etc., es nuestra
principal herramienta de trabajo, dado que la persona es un ser esencialmente comunicativo19 (Madrid
Soriano: 2005). En este sentido, debemos ser tambin conscientes de que cualquier proceso comunicativo, implica una influencia en la conducta de la otra persona (Madrid Soriano: 1996) y de que, siguiendo a Watzlawich
(1967), no es posible no comunicarse20.
No obstante, volviendo a las fases de nuestro proceso, una vez se ha producido la derivacin se llevarn a cabo
las siguientes fases:
30
31
u Enfoque de intervencin integrador: Comenzar a conocer la situacin y la evolucin psicosocial de la persona nos conduce a la aplicacin de un enfoque de intervencin integrador que nos obliga a contemplar a la
persona en la totalidad de sus dimensiones y a atender a los factores personales y sociales de una manera no
fragmentada. En este sentido, este enfoque debe ir consustancialmente unido a la incorporacin de perspectiva
intercultural y de enfoque de gnero, que nos alerte sobre las posibles diferencias en las condiciones de partida,
situaciones y necesidades entre personas de diferentes etnias u orgenes por un lado y entre mujeres y hombres
por otro.
u Apertura. Ms all de la necesidad de recabar informacin, la acogida conlleva una actitud de apertura
ante la persona que acude por primera vez al recurso. Debe primar la escucha, la empata frente a la necesidad
de hacer un diagnstico de su situacin. Aqu debemos hacer un esfuerzo por eliminar la carga de prejuicios y
estereotipos que todas las personas tenemos y de la que los y las profesionales tampoco estamos libres para
no prejuzgar a la persona e interactuar con ella desde la globalidad que ella representa y trasmite, no slo desde
los problemas que se aprecian. Nuevamente, ser importante mostrar atencin a posibles componentes de gnero y tambin interculturales que nos puedan dar claves para la comprensin de la situacin y para la posterior
estrategia de intervencin.
u Cercana y ausencia de rigidez. El acompaamiento requiere de una relacin de cercana y proximidad,
eliminando rigideces mentales que dificultan la relacin. Es vital contar con un espacio y tiempo donde la persona se encuentre tranquila y confiada.
u Apostar por las personas. Debemos creer que el cambio es posible. No slo en esta fase sino en el conjunto
de la intervencin es importante arriesgar en las intervenciones que realizamos. No podemos quedarnos en
actuar desde la duda o la realidad de fracasos anteriores de la persona o de otras con perfiles similares.
u Coherencia e informacin clara: El discurso de la profesional debe resultar coherente, estable y sin contradicciones. A la persona le debe quedar claro qu es lo que el dispositivo le ofrece y cuales son los requisitos,
limites, compromisos y consecuencias en el caso de que haya algn tipo de acuerdo de incorporacin. Ms importante aun resulta la coherencia si en la acogida participan otros profesionales del equipo.
32
herramientas que en estos momentos estn siendo testadas, validadas y reconocidas por diversos organismos
e instituciones como herramientas adecuadas. En este sentido, el objetivo propuesto ha sido conocerlas y en
su caso, reconocerlas como herramientas tiles y posteriormente trabajar para que sean implantadas de modo
homogneo en los dispositivos desde los que se desarrolla la intervencin.
Dentro del conjunto de la produccin literaria que podemos encontrar, existen algunos documentos que pueden
resultar especialmente interesantes desde una perspectiva de acompaamiento, y que pasamos a sealar. El Manual de Indicadores para el Diagnstico Social de Maite Martn22, ampliamente conocido, supone una propuesta
de protocolo especfico que pretende homogeneizar el diagnstico que se realiza desde la atencin primaria.
Gobierno Vasco, a travs de su Direccin de Insercin Social del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad
Social, public en 2006 la herramienta Diagnstico social e intervencin: Herramienta informtica para el
Trabajo Social23 que resulta una interesante propuesta prctica a partir de una revisin terica de las bases y
fundamentos del Trabajo Social.
Tambin en Pas Vasco, partiendo de una experiencia de trabajo consensuado entre profesionales del Trabajo
Social, se ha presentado una propuesta de Instrumento Tcnico Comn de Valoracin de la Exclusin, que
pretende construir un modelo de Diagnstico Social, aplicable al contexto social y econmico del territorio en
el que se intervenga24.
Desde una perspectiva sociolgica, pero tambin con aplicabilidad, aparece la Propuesta de Indicadores
para la deteccin de hogares afectados por procesos de exclusin social25 .
En este sentido, un futuro objetivo, ambicioso pero posible, puede ser adaptar y validar una herramienta propia,
y por tanto, consensuar tambin un conjunto de factores y dimensiones a analizar, y su consiguiente batera
de indicadores. A modo de pequea reflexin, sealar tambin la importancia de introducir perspectiva de gnero en el diagnstico para visibilizar las posibles diferencias en cuanto a las situaciones, potencialidades o debilidades que se puedan explicar en clave de gnero de la persona y de su entorno.
Sealar tambin que partiendo de la importancia de trabajar desde el consenso y la coparticipacin en los procesos, la introduccin de instrumentos de autodiagnstico y/o autopercepcin a travs de los cuales las personas puedan elaborar de forma sistematizada su propio diagnstico, complementario al profesional, podra
suponer una buena prctica.
Dicho esto, son objetivos fundamentales del diagnstico social:
u Conocer en la complejidad. Para trabajar en clave de acompaamiento hemos de llegar al conocimiento
de los datos vitales significativos de la persona con la que trabajamos y a la definicin y caracterizacin de su
situacin de partida, integrando sus particularidades y las de su entorno para dar lugar a un juicio profesional
valorativo que oriente la intervencin.
u Entender y Comprender a la persona en su situacin concreta, sin juzgar ni utilizar etiquetas que estigmatizan y paralizan procesos.
22 Martn Muoz, M, Miranda Barandalla, MF y Vegas Andalur, A. Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales de la
Comunidad Autnoma Vasca. (1996): Manual de Indicadores para el diagnstico social, http://www.diagnosticosocial.com/index.php
23 Gobierno Vasco. Departamento de justicia empleo y seguridad social. Viceconsejera de insercin social. Direccin de insercin social. Servicio
central de publicaciones. (2006): Diagnstico e intervencin social. Herramienta informtica para el trabajo social. Vitoria-Gasteiz.
24 Departamento de Empleo y Asuntos Sociales. Viceconsejera de Asuntos Sociales. Direccin de Servicios Sociales. Gobierno Vasco. (2012): Instrumento Tcnico Comn de Valoracin de la Exclusin Social. http://www.gizartelan.ejgv.euskadi.net/r45contss/es/contenidos/informacion/instrumento_valoracion/es_instrume/adjuntos/Instrumento%20valoraci%C3%B3n%20exclusi%C3%B3n%20social-junio%202012.pdf
25 Laparra, Obradors, Prez Eransus, Sarasa, Subirach, Prez Yruela, Trujillo y Renes. Revista Espaola del Tercer Sector /n 5 (2007): Una propuesta
de consenso sobre el concepto de exclusin. Implicaciones metodolgicas.
33
6.3.1.2. dimensiones:
Dada la reiterada importancia que un Diagnstico integral tiene en el modelo de trabajo defendido, resulta necesario establecer un consenso sobre cules son las dimensiones imprescindibles a tener en cuenta. En este
sentido, se ha tomado como referencia las recogidas por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales de
Gobierno Vasco en el documento anteriormente citado Instrumento Tcnico Comn de Valoracin de la Exclusin Social26 .
En ellas, se hace referencia a los siguientes mbitos: econmico-laboral y residencial, convivencial, sociosanitario,
social y personal, situado este ltimo como eje central en un diagnstico orientado hacia el cambio, y siempre
26 Se trata de un conjunto de escritos sobre Diagnstico Social sobre el que las personas participantes en este documento han venido trabajando en
jornadas formativas con la tcnica Izaskun Ormaetxea paralelamente al proceso de elaboracin del mismo. Concretamente, las dimensiones aqu
volcadas surgen del Documento Instrumento Tcnico Comn de Valoracin de la Exclusin Social. Gobierno Vasco. Departamento de Empleo y
Asuntos Sociales. Viceconsejera de Asuntos Sociales. Direccin de Servicios Sociales. Junio de 2012.
34
de forma interrelacionada y con un carcter integral. A su vez, cada dimensin define una serie de factores a
analizar.
Todas estas dimensiones deben ser observadas tambin desde perspectiva de gnero, analizando el peso de
esta variable en las situaciones personales.
personal
competencias y
convivencial
sitUacin de
alojamiento
econmico-laboral-
y vivienda.
residencial
-sitUacin econmica.
-ocUpacin-trabajo.
- sitUacin residencial.
disponibilidad de
relaciones,
habilidades sociales.
social
CompetenCia soCial.
CompetenCia Cognitiva.
aceptacin social
- CompetenCia instrumental.
y convivencia
Compendio de Competencotidiana comUnitaria.
Cias.
vncUlos afectivos y
edUcacin-formacininformacin-capacita-
recepcin de apoyo
cin
social para la
convivencia personal,
familiar,
dinamismos vitales.
proveniente de
redes primarias
y secUndarias.
disponibilidad al cambio,
sitUacin de la
relacin con el
medio social y
normativo.
disponibilidad de
relaciones sociales
y ejercicio de la
participacin social.
sociosanitario
sitUacin de la salUd.
- salud FsiCa.
- salud mental.
- drogodependenCias/
adiCCiones.
sitUacin de
discapacidad e
incapacidad
laboral
sitUacin de la
aUtonoma fUncional
para la vida cotidiana
Fuente: Instrumento Tcnico Comn de Valoracin de la Exclusin Social. Gobierno Vasco. Departamento de Empleo y Asuntos Sociales. Viceconsejera de Asuntos Sociales. Direccin de Servicios Sociales.
Tcnicas: En este proceso se partir de la entrevista y se tendrn en cuenta otras tcnicas y fuentes de datos:
observacin, anlisis documental, visitas domiciliarias, informes de derivacin, informantes claves, coordinacin
con otros equipos profesionales que hayan intervenido en torno al caso, etc.
teniendo en cuenta las responsabilidades familiares, domsticas y personales. Calendarizar dota de realismo a
las acciones, y compromete a las partes. Adems, es la nica forma de que se puedan evaluar los resultados.
u La negociacin y el acuerdo: Los acuerdos alcanzados deben partir del diagnstico participado que se ha
realizado previamente. Se trata de una estrategia bsica en un proceso de acompaamiento, que garantiza la
participacin de ambas partes desde una relacin constructiva. As, la transparencia del acuerdo posibilita a
ambas partes ajustar expectativas, aclararse, planificar mejor y poder revisar posteriormente. Se debe informar
de contenidos como los objetivos, las prestaciones y apoyos que se van a implementar, la duracin e intensidad
del acompaamiento, las actividades, etc. Puede tomar forma de Acuerdo de Incorporacin oficial, o puede ser
un acuerdo informal tomado nicamente entre las dos partes, que fije las caractersticas de la relacin, los objetivos del plan de trabajo y las medidas que se van a poner en marcha para conseguir cada uno de ellos, los
compromisos mutuos y una manera de evaluar los avances del plan y el grado de cumplimiento del compromiso
por ambas partes. Por tanto, la formalizacin del acuerdo puede tener dependiendo de las intervenciones, un
carcter nicamente simblico y de vinculacin y compromiso entre las partes.
Como se ha sealado anteriormente, el acuerdo en el marco del trabajo en clave de acompaamiento no debe
tener una finalidad de control de prestaciones, sino que debe partir de la libertad y ser una herramienta de trabajo hacia el cumplimiento de los objetivos planteados entre las dos partes.
Por ltimo, recordar que los acuerdos deben tener un carcter dinmico y deben poder ser modificados en funcin de los resultados de las evaluaciones del proceso que se lleven a cabo.
6.5. la evalUacin
La evaluacin es uno de los momentos del proceso metodolgico menos desarrollado en la literatura de trabajo
social e intervencin social y probablemente tambin en la prctica. Sin embargo, es fundamental para medir
resultados, reorientar los acuerdos y los procesos y establecer acciones de mejora en la intervencin. Desde
una perspectiva de evaluacin continua, la evaluacin de un plan debe ser un proceso continuo de revisin del
trabajo desarrollado, de los acuerdos alcanzados, de las tareas acometidas por ambas partes, y debe ser entendida como un proceso crtico que tiene como finalidad identificar los cambios, metas o progresos obtenidos
en la persona o unidad familiar a partir de la ejecucin del plan propuesto, para as poder introducir las modificaciones o mejoras necesarias. Para que sea efectivo, se deben establecer indicadores de evaluacin, entendidos como elementos objetivos sobre los que establecer el juicio profesional valorativo.
La definicin de indicadores se debe realizar en la fase de diseo de la intervencin, y fundamentalmente, tiene
que basarse en una serie de propiedades:
u Relevancia: Deben responder fundamentalmente a los aspectos claves y relevantes, y no a la informacin superflua o circunstancial.
u Pertinencia: Deben adaptarse y ajustarse a los objetivos, magnitud y dimensiones del plan acometido.
u Objetividad:Deben mantenerse inalterables a pesar de que cambien las circunstancias de cada profesional o equipo que los elabore, deben ser viables y alcanzables y estar bien concretados.
u Sencillez: La informacin que aporten no debe ser complicada ni de difcil interpretacin, contando con
una redaccin clara.
u Verificables: La informacin que aportan se debe poder verificar y comprobar fcilmente y a lo largo
del tiempo.
37
38
Partiendo de esta idea, el trabajo en red es consustancial al trabajo en clave de acompaamiento, ms aun en
momentos de escasez de recursos y de profesionales, ya que permite compartir informacin, aprender de la
experiencia de otras entidades y profesionales, y racionalizar los recursos.
Para creer en la bondad del trabajo en red, se debe compartir un corpus terico, un estilo, una visin de la
intervencin y sobre todo una meta, dado que puede ocurrir que desde diversos dispositivos se estn trabajando objetivos contradictorios con la misma persona. Debe tambin existir un buen conocimiento previo de
los recursos y los dispositivos, para saber en qu se puede cooperar y plantear colaboraciones viables, ajustadas
a las posibilidades.
En este sentido, desde los y las profesionales implicadas en este foro, se apuesta por establecer lneas de trabajo
conjunto a nivel institucional. Una prctica interesante la constituira la firma de Compromisos o Acuerdos de
Colaboracin Interinstitucionales que establezcan las bases de un trabajo coordinado y en red que tenga en el
centro de las intervenciones a las personas atendidas.
Por otro lado, a nivel interno, las estructuras de las organizaciones deben ser propicias al trabajo en red,
deben incorporar la coordinacin como una funcin ms del personal tcnico y deben facilitar el establecimiento de reuniones y estructuras de coordinacin, para que no quede a expensas de la voluntariedad de cada
tcnico o tcnica. Adems, deben partir de la confianza entre los agentes, tanto a nivel de las figuras de gestin
o direccin como en el nivel tcnico. Debe pues existir una apuesta real de todos los niveles implicados, que
parta de una lgica de paridad y de reconocimiento entre agentes pblicos y privados, entre niveles tcnicos,
directivos, etc., y entre diferentes disciplinas profesionales; trabajo social, educacin social, psicologa, etc.
Desde el plano de la organizacin de los y las profesionales, es fundamental eliminar posibles desencuentros
entre servicios (Este usuario es tuyo o mo?, lo incluyo yo en mi base de datos o t en la tuya?), y que realmente
el centro de la actuacin sea la persona desde una perspectiva global, entendiendo que la intervencin es parte
de un proceso ms amplio que requiere de una actuacin coherente y conexa.
6.7.1.2. CoordinaCin:
Desde el enfoque de la gestin de casos, acompaar significa potenciar las capacidades de las personas y tambin poner en valor y en funcionamiento de forma coordinada el conjunto de recursos sociales que actan en
torno a la persona, tanto del mbito del sistema de servicios sociales como de otros sistemas de proteccin social. Por tanto, la labor de coordinacin es intrnseca al trabajo en clave de acompaamiento. Para que la
coordinacin de casos se realice de forma satisfactoria, se debe tener disposicin para compartir la informacin pertinente (no la accesoria), con otros servicios, siempre bajo principio de confidencialidad y el secreto
profesional, y disposicin tambin para invertir tiempo y esfuerzos en esta labor que no siempre da resultados
inmediatos.
En la coordinacin de casos, es imprescindible que se parta del conocimiento mutuo entre los servicios, y de
una planificacin conjunta de las actuaciones29 en la que se establezcan objetivos comunes y las actuaciones
a llevar a cabo por cada uno de los servicios pblicos o entidades sociales que intervengan en torno a la persona.
Partiendo de estas premisas, se puede realizar una coordinacin a travs de la simple utilizacin del telfono o
el correo electrnico, dejando los encuentros presenciales para situaciones excepcionales.
No obstante, dada la importancia de una gestin integral y de una mirada y una actuacin global, es necesario
29 Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Madrid. (2003): Manual para el trabajo social de acompaamiento en los itinerarios de insercin. (pg 106).
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que nos dotemos de instrumentos que nos ayuden a trabajar de forma coordinada. Existen diversos protocolos
y procedimientos pero no siempre se utilizan. Es necesario que sean sencillos, depurados y efectivos, que no
resulten un incordio ni un instrumento farragoso, sino que cumplan con el objetivo. En este sentido, instrumentos como los modelos de Informes Sociales30 recogidos en el Boletn de Informacin de Poltica social del Departamento de Poltica Social, Igualdad, Deporte y Juventud de Gobierno de Navarra, pueden resultar
suficientes.
Por ltimo, podemos tambin diferenciar diferentes momentos en la intervencin en los que se hace necesaria
la coordinacin.
6.7.1.3. derivaCin:
Como ya se ha sealado, en los casos de derivacin de personas a otros servicios en el que un/una profesional
se va a convertir en referente y/o gestora de casos, se considera que una buena prctica resulta siempre el establecimiento de un encuentro a tres bandas. La presencia de la persona o unidad familiar implicada, del profesional que va a finalizar la intervencin y de aquel que la va a comenzar, puede evitar distorsiones o retrocesos
en el plan de intervencin. En estos encuentros, se debern ajustar y revisar las razones de esa derivacin y los
objetivos que se buscan con la misma, si es posible por escrito.
40
La relacin en clave de acompaamiento requiere de la puesta en prctica de un buen repertorio de competencias profesionales. La descripcin y el anlisis de cada una de estas competencias pudieran ocupar en s
misma un manual de trabajo social. Por eso, trataremos aqu nicamente de sealar los aspectos bsicos que
no deben faltar en un o una profesional del acompaamiento, sea cual sea su formacin de partida o el dispositivo desde el que intervenga. Las agruparemos en tres bloques; competencias cognitivas, actitudinales y estratgicas31.
41
en este contexto legislativo. No se trata tanto de manejar al dedillo toda la legislacin que nos concierne, objetivo que por otra parte resulta inalcanzable, sino de saber manejarnos en el entramado jurdico administrativo, de saber buscar e interpretar la legislacin, para as apoyarnos en ella en nuestro trabajo.
43
Aplicar el enfoque de gnero va ms all de incluir la variable sexo en nuestras intervenciones o en nuestro lenguaje. Si se opta por integrar la perspectiva de gnero como parte diaria del trabajo, estamos obligndonos a considerar sistemticamente las posibles diferencias en cuanto a las necesidades de mujeres y hombres, y sus diversos
puntos de partida, considerando que existen procesos, debilidades, potencialidades y tambin respuestas en las
personas que pueden tener explicacin en clave de gnero. Nos obligamos tambin a no perpetuar los estereotipos de gnero, reflexionando y no planteando intervenciones que refuercen los roles de gnero asignados a las
personas (mujeres en tareas reproductivas33 y de cuidado el mbito privado familiar, y hombres en el mbito pblico y de trabajo productivo34). Resulta tambin imprescindible conocer qu significan la transversalidad de gnero y las acciones positivas, o los tipos de discriminacin a los que se enfrentan las mujeres.
u EL ENFOQUE INTERCULTURAL:
Trabajar desde Enfoque intercultural no significa implementar itinerarios ad hoc especficos y/o paralelos para
las poblaciones migrantes o para las minoras tnicas, aunque en ocasiones sean necesarias acciones especficas
de discriminacin positiva. Al contrario, se trata de incorporar de manera integral las variables de esta poblacin
en la corriente principal de nuestra accin. Por tanto, podemos decir que se trata de incorporar la perspectiva
intercultural en dos niveles:
En la revisin de la mirada o los imaginarios sociales que tenemos sobre las migraciones y sobre las minoras, nuestras percepciones, nuestros posicionamientos sociopolticos, nuestras actitudes de relacin con otras culturas, etc.
En el acercamiento a la realidad de la poblacin migrante donde es imprescindible la adquisicin de algunas
herramientas bsicas en cuanto al acompaamiento en la superacin de barreras especificas (leyes de extranjera, requisitos administrativos, burocrticos, etc.).
competencias
cognitivas
competencias
actitUdinales
competencias
estratgicas
ConoCimiento de
CapaCidad de anlisis
reCursos
ConoCimiento de los
de Forma eFiCaz
Claridad y transparenCia
proCesos soCiales
asertividad
empata y CapaCidad
legal y administrativo
de esCuCha
ConFianza y seguridad
CapaCidad de trabajo
en equipo
Creatividad y Flexibilidad
perspeCtiva de gnero
enFoque interCultural
autentiCidad
33 Trabajo reproductivo: El trabajo que se realiza dentro de casa y que se ocupa del mantenimiento y supervivencia de las personas se le llama
trabajo reproductivo.
34 Trabajo productivo: El trabajo que se realiza fuera de casa, que es intercambiable en el mercado y por el que se recibe un salario. El trabajo reproductivo es la base sobre la cual se realiza el trabajo productivo. Si el primero no se hiciese, el segundo no podra realizarse.
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Este ltimo epgrafe podra haber sido redactado en negativo, es decir, sealando dificultades para trabajar en
clave de acompaamiento. Pero se ha optado por un estilo propositivo, que d cuenta de las condiciones necesarias para poder trabajar eficazmente.
En el mbito de los Servicios:
u Organizacin: existen estructuras organizativas que invitan a trabajar en clave de acompaamiento, y otras
que inhiben cualquier voluntad por hacerlo. Las estructuras que facilitan el trabajo en clave de acompaamiento
parten de un diseo centrado en las personas y no en los problemas sociales.
La burocracia, aun siendo siempre necesaria en un sistema ya complejo como el de los Servicios Sociales, debe
tender a depurarse en lugar de acrecentarse. En este sentido, cualquier implantacin de sistemas de calidad
que actualmente se estn desarrollando en buena parte de las entidades sociales y tambin en algunos servicios
pblicos, debe tender hacia la depuracin de la burocracia, y hacia el establecimiento de procesos, procedimientos y protocolos sencillos y eficaces.
Como se ha dicho, las estructuras deben fomentar y exigir el trabajo en red y deben procurar flexibilizar las
formas de acceso y utilizacin de recursos disponibles.
u Tiempos de atencin suficientes. Las personas deben saber que cuentan con unos tiempos de atencin
mnimos para poder trabajar conjuntamente sus objetivos con su profesional de referencia. Para ello, el/la profesional debe tener un margen de maniobra sobre su agenda, para poder flexibilizar tiempos en funcin a las
necesidades de cada persona en cada momento.
u Acceso a recursos de forma gil. Apostamos por recursos, servicios y dispositivos que estn diseados en
torno a las necesidades de las personas, no por recursos en los que ir encajando problemas o dificultades. Hay
que apostar por recuperar un trmino ya olvidado, que nos llevaba a hablar de itinerarios a la carta. Desde
esta perspectiva, las y los profesionales de referencia tendran que poder acceder a algunos recursos, prestaciones y servicios con cierta agilidad, de modo que se puedan dar algunas primeras respuestas a las personas
(reserva de plazas en recursos de apoyo y/o de cuidados, ayudas extraordinarias, reservas de plazas en recursos
formativos o de insercin laboral, etc.), para consolidar los planes de intervencin.
u Sistemas de recogida de informacin, diagnstico y registro de la informacin testados y estandarizados. En algunos dispositivos, la inexistencia de herramientas, bases de datos, etc. adecuadas impiden la
sistematizacin de la intervencin, perdindose informacin relevante de los procesos, de forma que si se produce un cambio de referente o de servicio, la informacin sobre el proceso llevado a cabo se pierde. Es fundamental contar con buenos soportes de registro que permitan recopilar la informacin de las actuaciones y
45
sistematizar la informacin de cara al seguimiento y evaluacin de los casos, as como hacer ms eficaz la generacin de informes, etc.
u Nmero de casos abarcable, que tenga en cuenta las diferentes intensidades de los casos, y que compense
la tipologa de los casos en funcin a su gravedad o complejidad.
46
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48
la
49
EL
ACOMPAAMIENTO
COMO MTODO DE INTERVENCIN EN LOS PROCESOS DE INCLUSIN
FINANCIA