Aristóteles y La Lluvia
Aristóteles y La Lluvia
Aristóteles y La Lluvia
G ABRIELA R OSSI
Consejo Nacional de Investigaciones Cientcas y Tecnolgicas
CONICET
rossigabriela@gmail.com
Resumen: El texto de Fsica II 8 ha constituido recientemente ocasin para
rehabilitar la tesis segn la cual Aristteles sostendra la vigencia de una
teleologa natural externa, e incluso antropocntrica, sobre todo a partir del
trabajo de D. Furley y especialmente de D. Sedley. En este trabajo ofrezco una
serie de argumentos en contra de esta interpretacin del texto de la Fsica.
De este modo, defender la lectura segn la cual Aristteles no sostiene, en
este captulo, que llueve con vistas al crecimiento del grano, en contra de lo
que hoy constituye una opinin un tanto extendida.
Palabras clave: Fsica II 8, teleologa inmanente, teleologa externa, antropocentrismo
Abstract: The text of Physics 2.8 has been recently interpreted so as to restore
the reading that Aristotle holds an external, and even an anthropocentric,
natural teleology. This reading has been defended by D. Furley, and especially by D. Sedley. In this paper I present several arguments against this
interpretation of the text. Thus, I will argue that Aristotle does not claim, in
this chapter, that it rains for the sake of the growing of the crop, against an
opinion which is currently somewhat extended among interpreters.
Key words: Physics 2.8, immanent teleology, external teleology, anthropocentrism
I
En Fsica (Fs.) II 8 Aristteles hace algunas armaciones que recientemente han constituido ocasin para rehabilitar la tesis segn la cual
este lsofo sostendra la vigencia de cierto tipo de teleologa natural
interactiva o de segundo orden.1 Se trata de lecturas formuladas por algunos autores provenientes de la tradicin interpretativa anglosajona,
segn las cuales Aristteles sostendra que llueve con vistas al crecimiento del grano sembrado, en el marco de su primera lnea de argumentacin dirigida a defender la tesis de que la naturaleza es una causa
como aquello con vistas a lo cual en Fs. II 8. Esta armacin acerca
del n de la lluvia, en caso de ser atribuible a Aristteles, constituye
una de las bases sobre las que se apoya la interpretacin segn la cual
1
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Berti 19891990. Por su parte, en una monografa reciente acerca de la teleologa aristotlica, M. Johnson ha vuelto ha rechazar enfticamente la posibilidad de
una teleologa externa en todas sus versiones (especialmente la antropocntrica),
con menos matices, por cierto, que Berti; aunque no por ello deja de reconocer que
existe algn tipo de orden o acuerdo intersustancial en la naturaleza, un orden que
no respondera, segn Johnson, a una causa nal externa a las sustancias mismas
(Johnson 2005, p. 283).
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(a) tal como Zeus llueve;13 i.e., no para que crezca el grano, sino por necesidad (pues es necesario que lo que se ha elevado se enfre, y habindose
enfriado, al convertirse en agua es necesario que caiga; en cambio, acaece [ ] que cuando ocurre lo anterior crece el grano). Del mismo
modo, si el grano se le arruina a uno en el sembrado, no llueve con vistas
a esto; v.gr., para que se arruine el grano, sino que ello acaeci. De modo
que (b) qu impide que, en la naturaleza, ocurra de este mismo modo con
las partes de los seres vivos? Por ejemplo, qu impide que los dientes
incisivos crezcan por necesidad en la parte delantera y sean losos y aptos para cortar, mientras que las muelas en cambio sean planas y aptas para
triturar el alimento, cuando no se generan as con vistas a esto [sc. con
vistas a cumplir esa funcin], sino que ello resulta una mera coincidencia?
Y de modo semejante ocurre en lo que respecta a las dems partes de los
animales, en las cuales parece darse lo con vistas a algo. (c) En resumen:
all donde todas las cosas resultan tal como si se hubieran generado con
)
vistas a algo, stas en realidad perduran por azar (
al estar constituidas de modo favorable;14 en cambio, las que no estn
constituidas de este modo, perecieron y perecen, tal como arma Empdocles acerca de los bueyes con rostro de hombre. Pues bien, el argumento
a raz del cual uno podra encontrarse en dicultades es ste, u otro de este
tipo, si es que lo hay.
(II) Pero es imposible que sea de ese modo, pues (i) estas cosas15 y
todas las que son por naturaleza se generan siempre, o la mayora de las
veces, del mismo modo, mientras que ello no ocurre con ninguna de las
que son por fortuna o por espontaneidad. (ii) En efecto, no parece que
sea por fortuna ni por coincidencia que llueva con frecuencia en invierno,
sino que parece ser por azar cuando ello sucede en verano. Y tampoco
parece ser por azar que haga calor en verano, sino que parece serlo
cuando ocurre en invierno. (iii) Por tanto, como parece que estas cosas
son o bien por coincidencia o bien con vistas a algo, y si no es posible que
ellas sean ni por coincidencia ni por espontaneidad, entonces sern con
vistas a algo. Pero todas estas cosas son ciertamente por naturaleza, tal
13
El verbo llover ( ) es usado por Homero de modo personal, tal que Zeus
es el sujeto que realiza la accin de llover (Ilada XII.25; Odisea XIV.457), despus
de Homero comienza a ser usado tambin de modo impersonal (cfr. LSJ s.v.).
D. Sedley (1991, pp. 185186) toma la utilizacin de esta expresin por parte
de Aristteles como un signo de que nuestro lsofo est aqu pensando en una
teleologa con rasgos antropocntricos. R. Wardy (1993, p. 20) considera que esto
es una exageracin de Sedley, y por mi parte coincido en que es, por lo menos, una
sobreinterpretacin.
14
Esto es: favorable para la supervivencia y probablemente para la reproduccin.
15
El antecedente del
no es inmediatamente claro, pero a mi juicio todo
indica que se trata de los seres vivos (con sus partes), es decir, aquello que ha
mencionado en ltimo trmino en el argumento anterior, y que est en discusin
precisamente; lo mismo opinan D. Furley (1985) y L. Judson (2005).
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independencia de la causa por la cual los dientes/la lluvia se producen. Acorde a un modelo explicativo de tipo materialista, entonces, la
nalidad en la naturaleza resultara meramente de una confusin en la
consideracin de los procesos naturales de generacin, confusin segn
la cual lo que en realidad sera la mera concomitancia entre el resultado de un proceso y el hecho de que el mismo resulte benecioso para
cierta entidad, se entiende como una relacin causal de dependencia
en sentido nal. Segn esta postura, tal como la describe Aristteles,
los procesos naturales no estaran real e intrnsecamente causados por
un n, sino que en todo caso ellos, teniendo por causa la mera necesidad material, culminan en resultados ms o menos tiles o favorables
considerados desde un punto de vista que es, por as decir, externo a los
procesos mismos, y por lo tanto accidental respecto del proceso considerado en s mismo.
IV
Como he dicho, las consideraciones generales que he ofrecido en la seccin anterior no son conclusivas. Entre otras cosas, se me podra objetar
que el trmino inicial de la comparacin (a) es falso pero plausible, y
por ello implica una dicultad, con lo cual, Aristteles todava creera
verdadero (aunque implausible) que llueve con vistas a que el grano
sembrado crezca.
A los argumentos que ya han dado otros intrpretes sumar, pues,
otros cinco que agregan peso en contra de la idea de que Aristteles
est defendiendo aqu una teleologa natural de tipo cosmolgico, o
incluso antropocntrico.25 Estos argumentos abonaran en cambio a la
idea de que Aristteles no sostiene en este texto que llueve con vistas
al crecimiento del grano, ni del grano sembrado, o al menos no en un
sentido causalmente relevante, si se entiende por tal el tipo de causa
que constituye la
tal como es entendida en el contexto de Fs. II
respecto de los procesos naturales.
1. Mi primer argumento se reere al contexto temtico en que encontramos la dicultad (I). La discusin acerca de la naturaleza llevada a
cabo a lo largo de todo el libro II conduce a inclinarse en contra de
la idea de que Aristteles pudiera defender aqu la vigencia de una teleologa interactiva o de segundo orden, en cuanto que en el contexto
25
Cfr. Wardy 1993, y ahora Judson 2005, Johnson 2005, pp. 149157; Scharle
2008. Johansen (2006) ha criticado, a su vez, los argumentos de Johnson contra
Sedley.
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Si bien no puedo detenerme en la discusin de este pasaje con la extensin que merecera, por una cuestin de espacio,30 vale la pena dedicar
en efecto, considera que la explicacin teleolgica del movimiento de los cuerpos
simples no se identica con la explicacin teleolgica de los seres vivos compuestos
a partir de ellos; por mi parte, tiendo a estar de acuerdo con quienes entienden
que sta es la opinin de Aristteles (vase, por ejemplo, el texto de Meteorolgicos
IV 12, 390b214). Dicho de otro modo: los cuerpos simples y su capacidad de
combinarse y ser afectados, si bien son con vistas a algo, no son con vistas al ser
vivo; Cooper 1987, pp. 261262; cfr. Johnson 2005, pp. 143144, Scharle 2008 y
supra nota 11. En este registro, el caso del proceso circular de la lluvia y su relacin
con el crecimiento del grano no sera diferente del caso de la materia elemental y
su relacin con los seres vivos.
29
En los puntos fundamentales sigo la traduccin del texto al ingls propuesta
por D. Sedley (2000) y su divisin del mismo para facilitar la discusin. Respecto
de la expresin la naturaleza de la totalidad (
) en [1], se ha
sugerido que puede entenderse de modo deacionario como una forma de referirse
simplemente al todo. A partir de [6], no obstante, Sedley argumenta convincentemente que hay que tomar en serio aqu la referencia a una naturaleza del todo, y
que ella no sera sino el primer motor inmvil (cfr. Sedley 2000, pp. 329330).
30
A ello se agrega que otros autores han dado ya argumentos muy convincenDinoia, vol. LV, no. 65 (Noviembre 2010).
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Sedley 2000, pp. 332333. En esta medida, puede entenderse el papel causal
del primer motor como el de una causa nal; para una buena discusin de este
punto, en el que no puedo detenerme, vase J.A. Ross 2007, pp. 190219.
33
Sedley 2000, p. 333.
34
Cfr. Sobre el alma II 4, 415a26b7; Sobre la generacin de los animales II 1,
731b2435.
35
Cfr. Sobre la generacin y la corrupcin II 10, 337a17.
36
Para la lectura segn la cual la teleologa en juego en Fs. II 8 sera exclusivamente la teleologa elemental, vase Scharle 2008.
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Investigacin sobre los animales VIII 18, 601a26 ss.; VIII 19, 601b32602a3.
Por el contrario, y de modo acorde con lo sealado en el punto anterior, Aristteles
no explica los fenmenos climticos estacionales en funcin de la naturaleza de los
seres vivos, sino que ms bien explica ciertas conductas de los seres vivos en funcin
de las variaciones climticas estacionales. Es el caso de las conductas migratorias
en invierno (cfr. Investigacin sobre los animales VIII 12, 596b2028), por citar un
ejemplo.
41
Se dara en este caso un modo de operar de la causa nal que, curiosamente,
resultara inverso al que se verica en el caso de los organismos individuales. En el
desarrollo de estos ltimos, una multiplicidad de potencialidades pertenecientes a
la materia conuye en la unidad de un n (causa) consistente en la potencialidad de
la forma de ese organismo. En el caso de la lluvia o de otros fenmenos climticos,
en cambio, una nica potencialidad perteneciente a la materia se ramicara en
una multitud de causas nales.
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, 194a3435. A pesar de que el
modo en que traduzco este pasaje es el ms natural y extendido, Sedley (1991,
p. 189) arma que el
ante el genitivo absoluto no debe traducirse por como si,
sino con sentido causal. No obstante, LSJ (s.v., C.I.3) da el sentido como o como
si para
con genitivo absoluto. Goodwin 1892, 1574, da el sentido causal
de
pero con el acusativo absoluto. Como quiera que sea, esto ltimo expresa
las razones subjetivas del agente para actuar, y no la causa en sentido objetivo
(siempre siguiendo a Goodwin), de modo tal que tampoco sirve de fundamento
para la lectura de Sedley.
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interesante si se entiende esta tesis en un sentido instrumental o externo; es decir, en el otro sentido de con vistas a algo: el hombre
tiene la capacidad de subsumir o subordinar creativamente, con vistas
a sus propios nes, las cosas y los procesos que se dan en la naturaleza
con regularidad. En ello consistira, poco ms o menos, la invencin y
el desarrollo de las tcnicas que se sirven de la materia (en sentido amplio) natural. Ahora bien, es cierto que estas tcnicas no podran desarrollarse si la materia no estuviera all como para ser usada. El hecho
de que Aristteles reconozca que nosotros, es decir, los seres humanos,
tambin somos un n, parece hacer justicia as a la experiencia segn
la cual la naturaleza se nos aparece como una totalidad organizada (y
cuya organizacin es posible conocer) tal que est ah como para ser
usada para nuestros nes. Ello por s mismo no implica, no obstante,
que las condiciones de posibilidad de este fenmeno estn dadas por
la organizacin teleolgico-antropocntrica de la naturaleza misma. La
otra posibilidad es que esas condiciones estn dadas ms bien por el
modo en que el ser humano accede a, o se dirige a, las regularidades que exhibe la naturaleza. Explorar hasta qu punto tal idea puede
reconstruirse a partir de los textos de Aristteles sera sin duda una
tarea interesante, aunque no es posible acometerla aqu. Como sea, lo
dicho no permite atribuir a Aristteles la tesis segn la cual los procesos
naturales, teleolgicamente orientados, estn adems direccionados intrnsecamente al cumplimiento de los nes que los seres humanos deciden darse a s mismos y que se expresan subsidiariamente en los nes
de las tcnicas particulares. La lectura que intento defender tendra
como resultado de largo alcance, en denitiva, rescatar la distincin y
la discontinuidad a nivel causal-teleolgico entre el orden prctico y el
natural como algo propio de la losofa aristotlica.
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Recibido el 22 de julio de 2009; aceptado el 3 de mayo de 2010.
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