Espacios de Identidad-Tomaz Tadeu Da Silva
Espacios de Identidad-Tomaz Tadeu Da Silva
Espacios de Identidad-Tomaz Tadeu Da Silva
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OCTAEDRO
Mi.c1LoN11 c.MNAOA lUlNOS AllU'.S - M(XICO
OCTAEDRO
Teo1as poscrlticas
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23
especializado,
sobre l, aun
el trmino.
Pero las teoras educacivasy pedaggicas no son, hablando en
trminos estrictos, teoras sobre el currculum. Hay antecedentes
en la historia de la educacin occidental y moderna. instirucionalizada, de preocupaciones en corno a la organizacin de la actividad educativa e incluso de una atencin consciente a la cuestin de qu ensear, La Didctica magna, de Cornenio, es un ~
ejemplo. La propia creacin de la palabra curriculum, en el sentido quela modernidad atribuye al trmino, est ligada a preocu
paciones organizativas y m.ecodolgicas, como ponen de relieve
las investigaciones de David Hamilcon. El trmino currlculum, .e
sin embargo . en el sentidoque hoy le damos, slo pas a ser utilizado en pases europeos como Francia, Alemania, Portugal,
muyrecientemente, a par~:ir de la influencia de la literatura educativa norteamericana.
En esta literatura el ci~mino surgi para designar un campo
espe~falizado de estudios. Tal vez fueron las condiciones asociadas
con la. instirucionalizacin de la educacin de masas las que perrnirieron que el campo de estudios del currlculum surgiese, en
Esrados Unidos, como un campo profesional especializado.
Podemos enumerar entre esas condiciones las siguientes: la formacin de una burocracia estatal encargada de codo lo relativo a la
educacin; la i'nstituci6n de la educacin como un objeto propio
de estudio cientfico; la extensin de la educacin escolarizada en
niveles cada vez ms altos a segmenros cada vez mayores de la
poblacin; las preocupaciones acerca de la preservacin de una
identidad nacional, como resultado de las sucesivas olas de inmigracin; y el creciente proceso de industrializacin y urbanizacin. ,
En este contexto, Bobbitr escribi, en 1918, el libro que se -'(
considerara la definicin conceptual del currculum como
cuando no utilizaran
25
stas estaban dadas por la vida laboral adulea. Todo lo que era
preciso hacer era investigar y definir cules eran las habilidades
necesarias para las diversas ocupaciones. Con un esquema preciso de esas habilidades, era posible, organizar un currculum que
permitiese su aprendizaje. La tarea del especialista en curdcula
hab'i"Lici~d~s:
consistfa, pues, en descbrt~
Cst~bl~e~ u'nc~r~i-culum que permitiese desarrollarlas y, finalmente, elaborar instrumentos de medicin que permitieran evaluar con precisin si
stas realmente se aprendan.
Desde la perspectiva de Bobbin, la cuestin del currculum se
transforma en una cuestin de organizacin. El currculum es
simplemente una mecnica. La actividad supuestamente cientfica del especialista en currculums no pasa de ser una acdvidad
burocrrica, No es casual que desde esta ptica el concepto central sea el de desarrollo curricular, un concepto que dominada
la literatura estadounidense sobre el currculum hasta los aos
ochenta. En una perspectiva que considera que las finalidades de
la educacin esen dadas por las exigencias profesionales de la
vida adulea el currculum se reduce a una cuestin de desarrollo,
a una cuestin tcnica.
Segn Bobbir, aJ igual que en la industria, en la educacin es
fundamental que se establezcan patrones de referencia. El establecimiento de estos patrones es tan importante en la educacin
como, digamos, en una planea de fabricacin de acero, ya que,
segn Bobbicc: la educacin, tal como la planta de fabricacin
de acero, es un proceso de moldeados. El ejemplo dado por el
propio Bobbitt es esclarecedor. En una clase, segn dice, algunos
nios hacen sumas a un ritmo de 35 combinaciones pot minuto, mientras que otros suman a un ritmo medio de 105 combinaciones por minuto... Para Bobbitt el establecimiento de un
parrn permitira acabar con esa variadn. En las ltimas d~ca-
26
esas
. . j,
27
das, dice Bobbirc, los educadores llegaron a percibir que es posible establecer parrones definitivos para los diversos productos
educativos. La capacidad para sumar a una velocidad de 65 combinaciones por minuto [ ... ] es una especificacin tan definida
como la que se puede escablecer para cualquier aspecto del trabajo en una fbrica de acero.'
El modelo de currculum de Bobbitr encontrarla su consolidacin definiriva en un Libro de Ralph Tyler, publicado en 1949. jj
El paradigma inscicuido por Tyler dominara el campo dl currculum en Estados Unidos, con influencia en diversos pases
durante las siguientes cuatro dcadas. Con el libro de Tyler, los
estudios sobre el currculum se establecen decididamente en
corno a la idea de org:mici6n y desarrollo. A pesar de admitir la
filosofa y la sociedad c~.1~0 posibles fuentes de objetivos para el
currculum, el paradigm'~ formulado por Tyler se centra en cuesciones de organiz.aci6n y~desarrollo. AJ igual que en el modelo de
Bobbirc, el currculum es esencialmence una cuestin tcnica.
Ve';:mos, de forma sinttica, el modelo propuesto por Tyler.
La organizacin y el desarrollo del currculum deben responder, segn Tyler, cuatro preguncas bsicas: l. Qu objetivos
educativos debe alcanzar la escuela?; 2. qu experiencias educacivas pueden tener posibilidades de que se alcancen esos propsitos?; 3. cmo organizar eficientemente esas experiencias educativas?; 4. cmo Podemos tener la certeza de que esos objetivos se
alcanzan?. Las cuatro preguntas de Tyler corresponden a la divisin tradicional de la actividad educariva: currculum, enseanza e instruccin (2 y 3) y evaluacin (4).
En trminos estrictos, s6lo la primera pregunta se refiere al
currculum. A esta pregunta, Tyler dedica la mayor parce de su
libro. Tyler identifica eres fuentes en las cuales se deben buscar los
cbjerivcs de la educacin, afirmando que cada una de ellas debe
provenientes de la antigedad clsica, se establecieron en la educacin Universitaria de la Edad Media y del Renacimiento, bajo
la forma del trioium (gramtica, retrica, dialctica) y del quadri
30
la escolarizacin secundaria, que era el ncleo del currculum clsico humanista. El currculum clsico slo pudo sobrevivir en el
contexto de una escolarizacin secundaria de acceso restringido a
la clase dominante. La democratizacin de la escolarizacin
secundaria signific tambin el fin del currculum humanista clsico.
Los modelos ms tradicionales del currculum, canto los tcnicos como los progresistas de base psicolgica, sedan definitivamente refutados, a partir de los aos setenta, con el llamado
movimiento de reconcepcualizacin del currculum. Pero esa es
otra historia.
Lecturas
1iAMJLTON,
En
Nota
l. Para no sobrecargar el texto, !u fucntct de todas ess citas se especifican al final
del libro, en el seccin Referencias bibliogrficas
31
l ''
'l
La instruccin escolar en
la Amrica capitalista.
1976- William Pinar y Madalaine Grumer, Toward a Poor
Currculum.
1979- Michael Apple, Ideologa y currlculo.
1976- Sarnud Bowlcs y Hcrbert Gintis,
}4
l
J
35
bastante sumaria .. Esencialmente, argumenta Alrhusser, la perm~ericia de .la sociedad capitalista depende de la reproduccin
de si.is componentes econmicos (fuerza de trabajo, medios de
pr?d~c~in).y de la inculcacin de sus componentes ideolgicos.
Acle~ '<le Ia continuidad de las condiciones de su produccin
material, la ~ociedad capitalista no se sustentara si no hubiesen
mecanismos e instituciones encargadas de garantizar la permanen~ia y aceptacin del stattc (JtlO. Esto puede conseguirse
p~t~~
longado de tiempo.
Cmo transmite la escuela la ideologla? La escuela acta ideoIgicamente por medio del currculum, ya sea de forma directa, a
travs de materias m:s susceptibles para inculcar de las creencias
explcitas sobre la deseabilidad de las estructuras s9<:i?-1~s existences, como Estudios Sociales, Historia, Geografa. por ejemplo; ya
sea de una forma indirecta, a travs de disciplinas ms tcnicas,
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talisra.. Ese reflejo, a su vez, garantiza que, en un segundo movimiento, de rcrorno, los puestos de trabajo capitalistas reciban justamente aquel tipo de trabajador que se necesita.
La critica de la escuela capitalista, en este estadio inicial, no quedada limitada; sin embargo, al anlisis marxista. Los socilogos
franceses Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron desarrollaran
una crtica de la. educacin que, aunque centrada en el concepto de
reproducdns, se apartaba del anlisis nwxisti en varios aspccros, Adems del concepto de ~cproducci6n11, el anlisis de
Bourdieu y Passeron se desarrollaba a travs de conceptos que eran
deudores, aunque slo mecaf6ricameme, de conceptos econmicos. Sin embargo, contrariamente al anlisis marxista, el funcionamiento de la escuela y de las instiruciones culturales no deriva del
funcionamiento de la economla. En el anlsis de Bourdieu y
Passeron, que analiza el funcionamiento de la escuela y de la cultura a travs de metforas econmicas, la cultura no depende de la
economa: la cultura funciona como una economa; ~( lo demuestra, por ejemplo, la utilizacin del concepto de capital cultural.
Para Bourdieu y Passeron, la dinmica de la reproduccin
social se centra en el proceso de reproduccin cultural. A envs
de la reproduccin de la cultura dominante se garantiza la amplia
reproduccin de la sociedad. Justamente la cultura que tiene
prestigio y valor social es la cultura de las clases dominantes: sus
valores, sus gustos, sus costumbres, sus hbitos. En la medida en
que esa cultura tiene valor en trminos sociales; en la medida
en que val alguna cosa; en la medida en que hace que la persona
que la posee obtenga ventajas materiales y simblicas, se constituye en capital cultural. Este capital culcural existe en diversos
estados. Puede manifestarse en estado objetivado: las obras de
arte, las obras literarias, las obras teatrales, ere. La cultura puede
existir tambin en forma de ttulos, certificados y diplomas: es el
38 .
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39
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ra depende de una oprad6n de vasto alcance. Para que esa definicin 'teriga su mx.i~~. eficacia es necesario que no aparcz.ca
corno tal, que
apa~~~a como lo que es, una definicin arbicr'tf'fa~uda definicin que no tiene ninguna base objetiva, una
definicin slo basada en Ja fuerza (econmica) de la clase dominante: Esa f~d~i:a original permite que la clase dominante pueda
definir ;u c~ltura corno Ja cultura, pero en ese mismo acto de
definicin se oculta la fuena que hace posible que pueda imponerse esa definicin arbitraria. Operan, por lo canco, dos procesos: de un lado, la imposicin y, del otro, la ocultacin de que se
rrara 'de u~a imposicin, que ha~e que el hecho parezca natural:
A ese doble mecanismo, Bourdieu y Passeron lo llaman la doble
violmcin_dcl proceso de dominacin cultural.
Ahora bien, dnde.entran la escuela y la educacin en este
proceso? Segn Bourdieu y Passeron, contrariamente a~ot~O'~
capital
cultural instirucionalizado,
\.
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~ni~,~~,,
lisis crticos, la escuela no acta mediance la inculcacin de la cultura dominante a los nios y jvenes de las clases dominadas, sino
'a
l.
rrariamente
Lecturas
ALTiiUSSER. Louis, IJtolqja
Laia, 1977.
BoURDlEU, Pierre,
42
. 1
43
li 5
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c..
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. :.:.
46
47
primer orden de las experiencias directas, A lo sumo, las disciplinas y materias tradicionales aparecen como categoras que deben
cuestionarse, upuestas entre parntesis.
.en
49
50
51
intelectual y profesional,
el conocimiento
de las ciencias
formas racionalistas
propio
. . . . ,. .' . .,, .
el currcu-
recordamos,
yo y
en el proceso
autobiogrfica
sera extremadamente
importante
del mtodo
Es posible
como recurso
como un
La crcica
del
el cuesrionarnienro
currculum y
el conoci-
de la teorizacin
amplio
(Raymond Williams por ejemplo) para elaborar un anlisis crtico del currculum
que sera
muy influyente
siguientes. .
en las dcadas
Lecturas
dinmica de
lvlARTINS,
La
la
sociedad '
de clase, a la domina-
su
54
La
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55
mientes y no otros? Por qu ese conocimienco se juzga importante y no orcos? Y para evitar que ese por qu sea respondido
simplemente por criterios de verdad y falsedad, es extremada
>.
menee importante preguntar: de quin es ese conocirmento>.
Qu intereses guiaron la seleccin de ese conocimiento particular? Cules son las relaciones de poder implicadas en el .proceso
de seleccin que dio como resultado ese currculum particular?
En lo que concierne al papel del currlculum en el proceso de
reproduccin cultural y social. la crdca.nical a menudo postulaba dos criterios distintos. Por un lado, estaban las crticas que
hadan hincapi en el papel del llamado currculum oculto en
esa reproduccin. Es el caso, por ejemplo. de Bowles y Gintis,
que llamaron la atencin sobre el papel ejercido por las relaciones
sociales de la escuela d;1 el proceso de reproduccin social. Es el
caso tambin de Bernstein, que centr su anlisis no canco en
aquello que se transmite como en la forma en que se transmite.
Del otro lado, se situaron las crticas que daban ms importancia
\i" currculum explcito, oficial, al contenido del currculum.
Este fue el caso de Alrhusser, al menos en la primera parre de su
ensayo sobre la ideologa y los apararos ideolgicos del estado.
Apple procura realizar un anlisis que d igual importancia a
los dos aspeccos del currculum, aunque se pueda notar un nfasis ligeramente mayor en su contenido explicito, en aquello que
l llama el Currculum oficial. Este autor considera necesario
examinar tanto aquello que l llama la regularidad de la cotidianidad escolar como el currculum explicito: canto la enseanza
implcita de las normas, valores y disposiciones como 'los pr~f~;:._
puestos ideolgicos y epistemolgicos de las disciplinas que constituyen el currculum oficial.
,..,.
~~~~1;
58
Lecturas
Al'PLE, Michacl, ldeologr J am1culo, Madrid, Ahl, 1986.
APrLE, Michael, -Vendo a educa~5o de forma relacional: classc e cultura na
sociologa do conhccimcnto ucofa,.., .&1111arafJ 1 rrali"'41, 11 (1), 1986:
p. 19-34.
APrLE, Michacl, Currculo e poder, Educa~io e realidade, 14(2), 1989,
p. 46-57.
APl'l..f, Michacl, Etl11(ar411 e poder, Porro Alegre, Artes Mdicas, 1989.
MOREIAA, Antonio 'Flavio 8., A contribui~lo de Michcl Applc para o desenvolvimcmo de uma teora curricular critica no Brasil, FtJnnn "'"'"dfJnA~
59
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Encre los autores norteamericanos que contribuyeron a desarrollar una teorizacin crtica sobre el currculum, se destaca Henry
Giroux. Aunque su trabajo se inicia u~ poco ms tarde que el de
Michael Apple, Giroux concribuy de forma decisiva a trazar los
perfiles de una reorizacncrdca que Acrecera de modo ral va.
inesperado. Tal como hicimos con Michael Applc, vamos a limitarnos a hacer una sntesis. de las teorizaciones y conceptos desarrollados en su primera etapa. Giroux se ha volcado, desde entonces,
en rernticas y direcciones que algunas veces parecen un canco
distantes de las iniciales, a diferencia de Apple. En sus ltimos
libros, Girouic se ha preocupado cada vez ms por la problemtica
de la cultura popular cal como aparece en el cinc, en la msica y
en la rclcvisi6n. Aunque siempre en conexin con la cuestin
pedaggica y curricular, sus anlisis parecen haberse vuelco ms
culturales que propiamence educativos. Adems de.eso, sus ltimos cscricos incorporan, aunque de forma limitada y contenida,
las recientes contribuciones del posmodernismo y del postcscruccu ralismo. La snresis que sigue se basa, pues, en sus primeros
62
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Srudies, de la Universidad de Birminghan, Paul Willis sera conocido por 1~ .~~v~-~i~cinrelatada. en el libro Aprendiendo a tra
baja.r:Tambin insatisfecho con el determinismo econmico de
las reorfas de la reproduccin, Willis quera saber qu llevaba a
los jvenes de las clases trabajadoras a escoger voluntariamente
empleos manuales. Para eso, Willis acompa a un grupo de
jv~n~ de clase trabajadora de una escuela secundaria en sus actividades tanto en la-escuela como en el trabajo, Bsicamente, lo
que 'W,illi$ argumentaba es que la disposicin de esos jvenes para .
ocupaciones manuales no era el simple resultado pasivo de una
ley econmica o social. Ese destino estaba activamente creado en
la propia cultura juvenil trabajadora a travs, sobre rodo, de la
celebracin, en esta cultura, de una masculinidad fuertemente
asociada con la cultura trabajadora del espacio de la fbrica. Por
desgracia, el resultado fanal es el mismo, pero lo que Willis vislumbra. ~qui, en esa cultura, es un momento y un espacio de creaci11 autnoma yactiva que podra ser explotado para una resistencia ms orientada en trminos polticos.
Esa posibilidad de resistencia, Giroux la desarrollar en sus
primeros trabajos, Crea que es posible canalizar el potencial de
resistencia demostrado por estudiantes y profesores para desarrollar una pedagogla y un currculum que tengan un contenido claramente poltico y que sea crtico con las creencias y con los
acuerdos sociales dominantes. AJ menos en esca etapa, Giroux
comprende el currculum fundamentalmente a travs de los conceptos de emancipacin y liberacin. Nuevamente, bajo la fuerte influencia
de los tericos de la Escuela de Frankfim, ~I ve el
,
proceso de emancipacin como uno de los objetivos centrales de
una accin social politizada. A travs de un proceso pedaggico
que permita a las personas tomar conciencia del papel del control
y del poder ejercido por las instituciones y las estructuras socia-
66
rural,
Lecturas
GIROUX, Henry, Escola critica t pollti<4 cultural, Sfo Paulo, Cortez, 1987.
GIR.OUX, Hcrnry, Pedagoga radical. S11b11io1, Sao Paulo, Correr,
1983.
67
'
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1(:.
...
de la llamada ideologa del desarrollo, que caracterizaba al pensamiento de izquierda de aquella poca. En su primer libro, la
palabra clave es, precisamente, desarrollo. En el segundo, el
concepto central es el de 11revolucin11. Adems, los elementos
propiamente pedaggicos del pensamiento de Preire es~n ah
poco d.esarrollados; la mitad del libro se dedica a un anlisis de la
formacin social brasilea.
Pedagoga del oprimido,por otro lado, difiere en aspectos fundamentales de las otras teorizaciones que consciruiran las bases
de una teora educativa cr cica (Althusser, Bourdieu y Passeron,
Bowles y Ginris). En primer lugar, a diferencia de aqullas, su
anlisis le debe mucho ms a la filosofla que a la sociologa Y a la
economa pol cica. Es verdad que el anlisis que Freire hace de la
formacin social brasilea en la primera parte de la Educacin
como prctica de la. libertad es profundamente histrico Y sociolgico. El anlisis que Freire hace del proceso de dominacin en
Pedagoga del oprimitJ se basa en una dialctica hegclial_!!. de las
relaciones entre el seor y el esclavo, ampliada y modificada por
la lectura del primer Mane, del marxismo humanista de Erich
Fromm, de la fenomenologa cxiscencialista y cristiana Y de los
crlcicos del proceso de dominacin colonial (Memmi, Fanon). La
clave es sta; no tanto la dominacin como reflejo de las relaciones econmicas, sino la propia dinmica del proceso de dominacin.
En segundo lugar, las crfricas sociolgicas de la educacin
toman como base la estructura y el funcionamiento de la educacin insritucion.alizada en los pases desarrollados. En el anlisis
de Freir, est cambin implcita una crtica a la escuda tradicional, pero su preocupacin es el desarrollo de la educacin de los
adultos en los pases subordinados en el orden mundial. En verdad, en Pedagoga del oprimido, Freire aplaza la cransformaci6n de
70
..
L
71
la educacin, el educador ejerce siempre un papel activo, mientras que el educando est limitado a una recepcin asiva.
A travs del concepto de;ducaci6n problemaciudora,
Freire busca desarrollar una concepcin que pueda. constituirse
en una alternativa a la concepcin bancaria que l critica. En la
base de esa ~ducaci6n prcblemarizadora existe una comprensin radicalmente distinta de lo que significa Conocer. Aquf, la
perspectiva de Freire es claramente fenomenolgica . .fara l. d.
<conocimiento es siempre conocimiento t algo~Eso significa que
no existe separacin entre el acto de w11oeer y o que se conoce.
Utilizando el concepto .fcru>roenolgtco de imenci6 el conocimiento, para Freir, es siempr in en n
siempre orientado a al$.
El mundo, pues, n<j' existe a no ser como mundo para nosorross, como mundo para nuescra conciencia. Freire esc lejos de
las C.?.~cepciones po~r~uucturaliscas recientes que creen que el
conoc~ienco est escechamente relacionado con sus formas de
representacin en el texto y en el discurso. La representacin que
est. en juego en la perspectiva de Freire es la del mundo de la
conci~ncia. El acto de conocer implica fundamentalmence hace/
prcscnrc:a el mundo a la conciencia.
.__!
.Sin .embargo . el acto de conocer no es para Freire un acto aislado, individual. Conocer implica incercomunicaci6n, inrersubjecividad. Esca intercomunicacin es mediada por los objetos que
deben conocerse. En la concepcin de Freir, a travs de esta
inrercomunicacin los hombres se educan, intermediados por el
mundo cognocible. Esca intersubjetividad del conoo.mienro
mite aFreire concebir el acto pedaggico como un acto dialgico. La educacin bancaria vuelve innecesario el dilogo. en la
medida en que el educador slo ejerce un papel activo con relacin al conocimiento. Si conocer es una cuestin de depsito y
Per-
est
73
74
75
el currculum. Como se sabe, la perspectiva poscoloniaiista, desarrollada sobre todo en los estudios literarios, busca problemarizar
las .relaclones de poder entre los pases colonizadores
y los que
perspecciva
e~~~ .. colonizados. Esta perspectiva privilegia la
epistemolgica de los pueblos dominados, sobre rodo la forma en
que se manifiesta en su literatura. AJ centrarse en la perspectiva
de los grupos dominados de Amrica Latina, y ms tarde, en los
pases que se Independizaban del dominio portugus, Paulo
Freir anticipa, en la pedagoga y en el currculum, algunos de los
remas que serian centrales en la recra poscolonialista, Ya en
Pu!agog,~ del oprimido, J'! perspectiva de Freire era claramente
pcscolonialista, sobre codo en su insistencia en la situacin episccmol6gi~ p~ivilcgiada
de los grupos dominados; por estar en
1
':.(.
posicin dominada en la estructura que divide a la sociedad entre
do0!~~~tes y d5)mina~?s, esos grupos tenan un conocimiento
de la dominacin que, los grupos dominantes no podan tener.
E.i;i:~ti"1. era en que el r~~a del rnulriculruralisrno est tomando
ta~t~J~.l.eyancia, esa dimensin de la obra de Paulo Freire puede
ta~~t::f servir de inspiracin para el desarrollo de un currculum
poscolonialista que responda a las nuevas condiciones de dominacin que caracterizan al nueve orden mundial,
_El predominio de Paulo Freire en el campo educativo brasileo sera puesto en cuestin, a principios de los aos ochenta,
por' llamada pedagoga histrico-crticas o pedagoga crrico-sccial de los contenidos, desarrollada por bermeval
S~via~i. Al igual que Freire, Saviani no pretenda elaborar propiamenre una teora del currculum, si bien su ceJ~izadn se
ocupa de cuestiones que percenecen al campo de los estudios
curriculares. En oposicin a Paulo Freirc, Saviani hace una nrida separacin entre educacin y poltica. Para l, una prctica
educativa que no consiga discinguirse de la polrica pierde su
0
!a
77
Lecturas
FR.EIU,
Esrola
1 programas
no Brasil; Campinas,
en
la
la
78
79
cipal crCrica que la NSE hada a esa sociologa aritmtica era que
slo se preocupaba de las variables de entrada {clase social, renta,
situacin familiar) y de las variables de salida (resultado de los
exmenes, xito o fracaso escolar), sin plantearse lo que ocurra
entre esos dos puntos. En concreto, la antigua sociologa no cuestionaba la naruraleza del conocimiento escolar o el papel del propio currculum en la generacin de aquellas desigualdades. El
currculum rradicional se tomaba como un hecho incuescionado y, por lo tanto, aceptable. Lo que imporcaba era saber si los
nios y jvenes cenfan xito o no con ese currculum. En los trminos de la NSE, la preocupacin era el procesamiento de personas y no el procesamiento del conocimiento.
La NSE, sin embargo, implkicamence tambin desafiaba otra
tradicin del pensamienro educativo britnico, la cepresencada
por la filosofla educativa analtica de autores como P. H. Hirst y
R. S. Perers. Estos autores defendan una posicin bsicamente
racionalista del currculum, y postulaban un currfculum centrado en el desarrollo del pensamiento conceptual. Para tal fin, el
currculum deberla basarse en cformas de cornprensins que,
aunque no se definiesen exactamente como disciplinas acadmicas, coincidan, en graz:i parce. con ellas. La perspectiva de Hirst
y Petera se fundamentaba en un conocimiento universalista, conceptual y abstracto. AJ subrayar el carcter arbitrario de aquello
que p111a por conocimiento, la NSE pona en cuesein tambin
esa concepcin filosfica de la educacin y del currculum.
El programa de la NSE, tal como lo formul Michacl Young
en la introduccin del libro Knowltdgt and Control; tomaba
como punto de partida el desarrollo de una sociologa del conocimiento. La carca consista en destacar el carcter scialmenre
construido de las formas de conciencia y de conocimienro, as(
como sus estrechas relaciones con las estructuras sociales, insritu-
80
81
82
caracterizan por una rgida separacin entre las diversas disciplinas mientras que otros permiten una mayor integracin? Cules
son las relaciones entre esos principios de organizacin y los principios del poder? Qu intereses de clase, profesionales e institucionales, estn implicados en esas diferentes formas de estrucruracin y organizacin? Cuestionar esta organizacin significa
cuestionar el poder. Es esa estrecha relacin entre organizacin
curricular y poder lo que hace que cualquier cambio implique
tambin un cambio en los principios de poder.
En oposicin al anlisis estructural de Young, los ensayos de
.c.offrcy Esland y Ndl Kcddie adoptan una postura ms fenomenolgica. De acuerdo con la tradicin fenomenolgica,
/ EsJand ataca la visin objeuvisra del conocimiento que se presupone en las perspectivas tradicionales sobre el currculurn. Para la
perspectiva objerivista, en la cual se basa la divisin del currcu. lum en materias o disciplinas, el conocimiento se organiza en
zonas que corresponden a tipos diferentes de objetos que tendran existencia independientemente de los individuos cognos~tes. En el anlisis Fenomenolgico de Esland, esa visin igno-1
ra la cintencionalidad y la expresividad de la accin humana y
todo el complejo proceso de negociacin intersubjetiva de los
significados; clis&az.a como dado un mundo .que tiene que ser
continuamente interpretado.
Eslaod des~lla el argumento de que el currculum no puede
separarse de la enseanza y de la evaluacin. Fundamentndose
en la sociologa fenomenolgica de Mead, Schutt y Luckmao,
EsJand estudia cmo se construye el conocimiento en la interaccin entre profesor y alumnos. Tal como ocurre en otros espados, la .. realidad. est constituida por aquellos significados que
se construyen inrersubjerivameteen la interaccin social. Por eso,
una persona de Uerv se siente como un extranjero. A.d, en la
83
rior, es decir, la perspectiva epistemolgica central del conocimiento implicado en el currculum debera basarse en la idea de
construccin social.
El prcstigloy la influencia de la NSE, que fueron muy grandes hasta el inicio de los aos ochenta, disminuyeron bastante a
partir de ah. Por un lado, el programa ms. fuerte de una
pura sociologa del currculum cedi su lugar a. perspectivas
ms eclcticas que combinaban anlisis sociolgicos con teorizacienes ms propiamente pedaggicas. Por el otro, la teorizacin
crtica de la educacin que.en ese momento 'Se consolidaba en
torno a la NSE se disolvera en una variedad de perspectivas arialricas y tericas: feminismo; estudios sobre el sexo, raza y etnia;
estudios culturales: posmodernismo; poscesrructuralismo ...
Adems, el contexto social de la reforma educativa y de dernocrarizacin de la educacin que haba constituido la inspiracin
de la NSE se transform radicalmente con el criunfo de las polticas neoliberales de Ronald Reagan en Estados Unidos y de
Margarer Tharcher en Gran Bretaa. En verdad, incluso el rerico principal de la NSE, Michacl Young, abandonara gradualmente sus pretensiones sociolgicas anteriores para adoptar una
posicin cada vez ms tcnica y burocrtica. La idea inicial de la
NSE, representada por la nocin de construccin social .. sigue
siendo, sin embargo, vigente y ha enconreado continuidad, por
ejemplo, en los anlisis del currculum que hoy hacen los estudios culturales y en el posresrrucruralisrno.
Lecturas
Escol t cultur. .As baus tociais t tpiswnol6gi,11s do
conhecimenro escolar, Porro Alegre, Arces Mdicas, l993.
FORQUIN, jean-Claude,
l<J!DDI!,
lo~1.~JC:'
86
87
centraran en el currculum, ste no es. sin embargo, su preocupacin central. En verdad, Bernscein fue dejando de mencionar
el crmi~o currculum, si bien el mismo esr Implcito en varias
fases de su ccorla de los cdigos.
Sin embargo, su teora es, al menos en parte, una teora
sociol6gica del currculum. Pero Bernsrein ~sc interesado
por el contenido
ro iamcnte dicho del currlculum. No regunca por qu e ensea ese ti o es edfico de conocimiento
no otro, ni tampoco por qu ese conocimiento particular se
nst era v 1 o y aque otro, no.
t ms interesado por las
re ac1
ra es entre los diferentes cipos de conocimientos "" constituyen el currf~ulum~ernstein quiere sa~ 1
cmo esta tstrum1ralmeritt organiz.ado el currculum. Adems,
se pregunta cmo os i erentes cipos de organizacin del curr
culum se vinculan con p1:incipios diferentes de poder y de control: Por ejemplo, en slJs primeros ardculos, Bernstein dist~' ngua dos tipos fundamcn.talcs de organizacin estructural del
currculum: el currculum tipo ~ICc~
y el currfculum
l(lntegra O En el currculum tipo coleccin, las reas y campos
el conocimiento se mantienen aislados, separados. No hay permeabilidad entre las diferentes reas del conocimiento. En el
currkulum jmegrado ls distinciones entre las diferentes reas del
conocimiento son mucho menos ntidas, mucho menos marcadas. La organizacin del currkulum obedece a un principio
englobador al cual se subordinan todas las reas que lo componen.
Bernsrein acu un trmino para referirse al mayor o me'OC
gra.do de aislamiento y separacin entre las diversas. ircas del
conocimiento que constituyen el currculum: clasificaclm.
Cuanto mayor es el aislamiento, mayor la clasificacin. La clasificacin es una cuestin de fronteras. La clasificacin responde,
bsicamente, a la pregunta: qu cosas pueden permanecer jun-
",...
tas? Un currculum de cipo tradicional, marcadamente organizado en corno a las disciplinas acadmicas tradicionales, seda, en la
jerga de Bernstein, muy clasificado. Un currculum interdisclplinar, sera, por contra, poco clasificado.
Sin embargo, Bernstein insiste en que no se pueden separar las
cuestiones del currculum de las cuestiones de la pedagoga y de
la evaluacin. No se puede separar, en otras palabras, el anlisis
de lo que forma una organizacin vlida del conocimiento de
aquello que constituyen las formas vlidas de transmisin y evaluacin del conocimiento. Este autor concede particular atencin
a la cuestin de la pedagoga, a la cuestin de la transmisin.
Independiencemence de la forma en que se organice el conocimiento -ms o menos cJ:15iflcada- hay variaciones en cmo se
cransrnite. El estudiante, por ejemplo, puede tener mayor o
menor control sobre el ritmo de la transmisin. Los objetivos
pueden ser ms o menos explfciros. La divisin del espacio puede
ser mis o menos dgida. Los criterios de evaluacin pueden ser
ms o menos explcitos. Podemos, por ejemplo, imaginar una
clase i:radicional: el profesor decide qu ensear, cundo ensefar,
con.qu ri~mo; decide los criterios por los que se puede decjr si
el es~udiante ha aprendido o no. El espacio de transmisin es
~ambi11 rgidameJ\te limirado. Comparemos esa situacin con
una clase centrada en d alumno, con una clase construcrivisra: la
organizacin del espacio es mucho m libre. Los estudiantes tie-
nen un. grado mucho mayor de control sobre el tiempo y el ritmo
de aprendizaje. En compensacin, los objetivos y los criterios
para saber si esos objetivos se alcanzan son muchos menos explcitos. Esta caracrersrlca del proceso de transmisin, Bernstcin la
designa con el trmino [!enmarcami~
Cuanto mayor es el
control del proceso de transmisin por parte del profesor. mayor
es el enmarcamienro. De este modo, la enseanza tradicional
""
90
91
especializada o menos especializada, si est. ms o menos relacionada con la produccin material o la produccin simblica ...
Pero lo importante es que la posicin ocupada en la divisin
social determina, el cipo de cdigo aprendido. El cipo de c6digo
determina por su parre, la conciencia de la persona, lo que piensa. y, por lo canco, los significados que produce en la interaccin
social. Con esca base, Bernstein distingue entre dos cipos de cdigos: el cdigo elaborado y el cdigo restringido. En el cdigo elaborado. los significados realizados por la persona d textoit que
produce- son relarivamenre independientes del contexto local.
Al contrario, en el cdigo restringido. el cexcoit producido en la
interaccin social es muy dependiente del contexto.
Podemos imaginar, por ejemplo, dos grupos de nios describiendo un grabado cualquiera. Un grupo de nios tiende a darle
descripciones que dependen del hecho de que d grabado est
presente para serles inteligible. Pueden decir, por ejemplo, que
.-. ..el nio est all abajo .. l est al lado de ella. Otro grupo, sin
embargo, tiende a describir el grabado de una forma en que
puede prescindir de su presencia. Pueden decir, por ejemplo, que
el nio est debajo de un gran rbol o el nio mayor est al
lado del nio ms pequeo. En los trminos de Bernstein, el
primer grupo de nios esc utilizando un cdigo restringido,
mientras que el segundo est utilizando un cdigo elaborado. No
existe, en la argumentacin de Bernstein, ninguna jerarqua entre
los dos cdigos. Son, simplemente, cdigos culturales diferentes.
Cmo se relaciona esto con el currculum y la pedagog:l? En
La perspectiva de Bernsrein, el cdigo se aprende en diversas scri- '
vidades sociales, dentro de las familias y en la escuela. Sin
embargo, siempre se aprende el cdigo, de forma implcita,
viviendo en las estructuras sociales en las que el cdigo se expresa. En el caso de la educacin, esas estructuras se expresan por
penetrar
en esa aparente
impenetrabilidad
de ella. Contina
mostrndonos,
Si
hay
sobre
(y la pedago-
Lecturas
DOMINGOS, Ana M. et alii., A teora de Bernstein em sociologa da educadio,
Lisboa, Fundaco Calouste Gulbenkian, 1986.
BERNSTEIN, Basil, Classes e pedagoga: vivvel e invisvel, Cadernos de pes
quisa, 49, 1984, p. 26-42.
BERNSTEIN, Basil, Poder, educacin y conciencia, Barcelona, El Roure, 1990.
BERNSTEIN, Basil, A estructuracdo do discurso pedaggico, Petrpolis, Vozes,
1996.
BERNSTE!N, Basil, Pedagoga, control simblico e identidad, Madrid, Morara,
1998.
94
Aun
95
La ideologa se aprenda a travs de esas prcticas: una definicin que se aproxima bastante a la definicin
oculto. En la teorizacin
de clase se aprendan
de Bernstein,
del currculum
de currculum
y de
oculto se extendi
en su perodo inicial.
tiene su origen
El
concepto fue tal vez utilizado por primera vez por Philip Jackson,
en 1968, en el libro Life in Classrooms.En palabras de Jackson,
96
porciona, ensea la nocin de universalismo necesaria para el perfecto funcionamiento de las sociedades avanzadas. Por el contrario, en los anlisis crticos, las actitudes y comportamientos
transmitidos a travs del currculum oculto se consideran indeseables, una distorsin de los autnticos objetivos de la educacin, en
la medida en que moldean a los nios y jvenes para adaptarse a
las injustas estructuras de las sociedad capitalista. El ejemplo ms
claro lo proporciona tal vez el anlisis de Bowles y Gintis. Para
ellos, la escuela, a travs de la correspondencia entre las relaciones
sociales que enfatiza y las relaciones sociales predominantes en el
lugar de trabajo, ensea a los nios y jvenes de las clases subordinadas a conformarse a las exigencias de su papel subalterno en
las relaciones sociales de produccin.
Pero qu es, al final, el currculum oculto? El currculum
oculto est constituido por todos aquellos aspectos del ambiente
escolar que, sin formar parte del currculum oficial, explcito,
contribuyen, de forma implcita, a los aprendizajes sociales relevantes. Y ahora concretaremos cules son esos aspectos y aprendi
zajes, esto es, qu se aprende en el currculum oculto y a travs
de qu medios. Para la perspectiva crtica, lo que se aprende en
el currculum oculto son fundamentalmente actitudes, comportamientos, valores y orientaciones que permiten que nios y
jvenes se ajusten de la forma ms conveniente a las estructuras
y a las pautas de funcionamiento, consideradas injustas y antidemocrticas y, por lo tanto, indeseables, de la sociedad capitalista.
Entre otras cosas, el currculum oculto ensea el conformismo, la
obediencia, el individualismo. En particular, los nios de las clases trabajadoras aprenden las actitudes propias de su papel de
subordinacin, mientras que los nios de las clases propietarias
aprenden los rasgos sociales apropiados a su papel de dominacin. Desde una perspectiva ms amplia,
se aprenden,
a travs
,,..
..
-
..
97
del currculum,
Ms recien-
raza
o etnia.
Ahora bien, cules son los elementos
escolar, contribuyen
que, en el ambiente
oculto, la constituyen
las relaciones
de la clase tradicional
estructurado
organizado
Algo similar ocurre con la enseanza del tiempo, a travs del cual
se aprende la puntualidad,
reglamentos,
divisiones y categorizaciones
experiencia escolar: entre los ms capaces y los menos capaces, entre chicos y chicas, entre un currculum
currculum
profesional.
Finalmente,
es importante
del currculum
98
acadmico y un
crtica, la
de tener un
una determinada
oculto. La idea es
99
perspectivas crticas. Si las caractersticas estructurales del currculum oculto eran tan determinantes,
que adjetiva-
abstracta, estructural.
Lecturas
SANTOM, Jurjo T., El currculum oculto, Madrid, Morata, 1995.
SILVA, Tomaz T. da., A economia poltica do currculo oculto. En Tomaz T.
da Silva, O que produz e o que reprouz em educacdo, Porto alegre, Artes
Mdicas, 1992.
100
101
hay
sobre
todo, que es imposible comprender el currculum (y la pedagoga) sin una perspectiva sociolgica. Finalmente, una teorizacin
crtica de la educacin no puede dejar de preguntarse cul es el
papel de la escuela en el proceso de reproduccin
cultural y
Lecturas
DOMINGOS, Ana M. et alii., A teoria de Bernstein em sociologia da educadio,
Lisboa, Fundaco Calouste Gulbenkian, 1986.
BERNSTEIN, Basil, Classes e pedagoga: vivvel e invisfvel, Cadernos de pes
quisa, 49, 1984, p. 26-42.
BERNSTEIN, Basil, Poder, educacin y conciencia, Barcelona, El Roure, 1990.
BERNSTEIN, Basil, A estructuracdo do discurso pedaggico, Petrpolis, Vozes,
1996.
BERNSTEIN, Basil, Pedagoga, control simblico e identidad, Madrid, Morara,
1998.
94
Aun
95
La ideologa se aprenda a travs de esas prcticas: una definicin que se aproxima bastante a la definicin del currculum
oculto. En la teorizacin de Bernstein, por ejemplo, los cdigos
de clase se aprendan a travs de la estructura del currculum y de
la pedagoga. Pero el concepto de currculum oculto se extendi
mucho ms all de estos ejemplos, siendo utilizado por casi todas
las perspectivas crticas del currculum en su perodo inicial.
A pesar de esa utilizacin crtica, el concepto tiene su origen
en el campo ms conservador de la sociologa funcionalista. El
concepto fue tal vez utilizado por primera vez por Philip Jackson,
en 1968, en el libro Life in Classrooms. En palabras de Jackson,
96
porciona, ensea la nocin de universalismonecesariapara el perfecto funcionamiento de las sociedades avanzadas. Por el contrario, en los anlisis crticos, las actitudes y comportamientos
transmitidos a travs del currculum oculto se consideran indeseables, una distorsin de los autnticos objetivos de la educacin, en
la medida en que moldean a los nios y jvenes para adaptarse a
las injustas estructuras de las sociedad capitalista. El ejemplo ms
claro lo proporciona tal vez el anlisis de Bowles y Gintis. Para
ellos, la escuela, a travs de la correspondencia entre las relaciones
socialesque enfatiza y las relaciones socialespredominantes en el
lugar de trabajo, ensea a los nios y jvenes de las clasessubordinadas a conformarse a las exigenciasde su papel subalterno en
las relacionessocialesde produccin.
Pero qu es, al final, el currculum oculto? El currculum
oculto est constituido por todos aquellos aspectos del ambiente
escolar que, sin formar parte del currculum oficial, explcito,
contribuyen, de forma implcita, a los aprendizajes sociales relevantes. Y ahora concretaremos cules son esos aspectos y aprendi
zajes, esto es, quse aprende en el currculum oculto y a travs
de qu medios. Para la perspectiva crtica, lo que se aprende en
el currculum oculto son fundamentalmente actitudes, comportamientos, valores y orientaciones que permiten que nios y
jvenes se ajusten de la forma ms conveniente a las estructuras
y a las pautas de funcionamiento, consideradas injustas y antidemocrticas y, por lo tanto, indeseables, de la sociedad capitalista.
Entre otras cosas, el currculum oculto ensea el conformismo, la
obediencia, el individualismo. En particular, los nios de las clases trabajadoras aprenden las actitudes propias de su papel de
subordinacin, mientras que los nios de las clases propietarias
aprenden los rasgos sociales apropiados a su papel de dominacin. Desde una perspectiva ms amplja, se aprenden, a travs
97
del currculum,
Ms recien-
raza
o etrua,
98
99
perspectivas crticas. Si las caractersticas estructurales del currculum oculto eran tan determinantes,
para transformarlo. El participio pasado -oculto- que adjetivaba la palabra currculum indicaba que el acto de ocultacin era
el resultado de una accin impersonal,
abstracta, estructural.
Lecturas
SANTOM, ]urjo T., El currculum oculto, Madrid, Morata, 1995.
SILVA, Tomaz T. da., A economia poltica do currculo oculto. En Tomaz T.
da Silva, O que produz e o que reprouz em educacdo, Porto alegre, Artes
Mdicas, 1992.
100
101
Diferencia e identidad:
el currculum multiculturalista
103
El llamado multiculturalismo
es
de reivindicacin
dominados para conseguir que sus formas culturales sean reconocidas y representadas en la cultura nacional. El multiculturalismo puede ser visto, sin embargo, como una solucin para los
problemas que la presencia de los grupos raciales y tnicos
plantea para la cultura nacional dominante. De una forma u
otra,
de poder que obligaron a esas diferentes culturas raciales, tnicas y nacionales a vivir en el mismo espacio. Finalmente, el
enorme flujo migratorio en direccin a los pases ricos no puede
separarse de las relaciones de explotacin, que son responsables
de las profundas diferencias entre las naciones del mundo. La
leyenda que se lea en el cartel que llevaba un inmigrante en un
metro de Londres, aunque se refiriese especficamente slo a las
relaciones de explotacin coloniales, expresa bien esa conexin:
Nosotros estamos ac porque ustedes estuvieron all.
104
105
sos lingsticos de la significacin. La diferencia no es una caracterstica natural; se produce en el discurso. Adems, la diferencia
es siempre una relacin; no se puede ser diferente
de forma
absoluta: se es diferente con relacin a otra cosa considerada nodiferente. Pero esa otra cosa no es ningn referente absoluto,
que exista fuera del proceso discursivo de significacin: esa otra
cosa,
lo no-diferente,
relacin de diferencia
slo existe, en la
En la
se evale negativamente
(lo no diferente) y el
de la diferencia
por su hincapi en
los procesos discursivos que producen las diferencias. Una perspectiva ms materialista,
econmicos,
estructurales
que estaran en la base de la produccin de los procesos de discriminacin y desigualdad basados en la diferencia cultural. As,
por ejemplo, el anlisis del racismo no puede limitarse a procesos
exclusivamente
106
107
presiden su produccin.
Un currculum
En un currculum
multi-
Unidos,
en cuestin.
la posicin
multiculturalista
ha sido
En la versin ms conservadora de la
representa un ataque a los valores de
preten-
valores de la civilizacin occidental, por otro lado, estn en riesgo cuando el estilo de vida de los homosexuales, por ejemplo, se
vuelve materia curricular. En una versin ms progresista de la
crtica, el multiculturalismo,
al privilegiar la manifestacin
de
exclusin terminan por seleccionar y nominar una cultura especfica, particular, como la cultural nacional comn.
108
Desde un punto de vista ms epistemolgico, el multiculturalismo ha sido criticado por su supuesto relativismo. Desde la
ptica de esa crtica existen ciertos valores e instituciones que son
universales, que trascienden las caractersticas culturales especficas de los grupos particulares. Curiosamente, sin embargo, esos
valores e instituciones considerados universales terminan coincidiendo con los valores e instituciones de las llamadas democracias representativas occidentales, concebidos durante la Ilustracin y consolidados en el perodo llamado moderno. Cualquier
posicin que cuestione esos valores y esas instituciones se juzga
relativista. Para la perspectiva multiculturalista crtica no existe
ninguna posicin trascendental, privilegiada, a partir de la cual
puedan definirse ciertos valores o instituciones como universales.
Esa posicin es siempre enunciativa, esto es, depende de la posicin de poder de quien afirma, de quien enuncia. La cuestin del
universalismo y del relativismo deja, as, de ser epistemolgica
para ser poltica.
Parece haber una evidente continuidad entre la perspectiva
multiculturalista y la tradicin crtica del currculum. Al ampliar
y radicalizar la pregunta crtica fundamental relativa al currculum (qu es lo que cuenta como conocimiento?), el multiculturalismo aument nuestra comprensin sobre las bases sociales de
la epistemologa. La tradicin crtica inicial llam nuestra atencin sobre las determinaciones de clase del currculum. El multiculturalismo muestra que la desigualdad en materia de educacin
y de currculum est en funcin de otras dinmicas, como las de
sexo, raza y opcin sexual, por ejemplo, que no pueden reducirse a la dinmica de clase. Adems, el multiculturaiismo nos
recuerda que la igualdad no puede obtenerse simplemente a travs de la igualdad en el acceso al currculum hegemnico existente, como sostenan las reivindicaciones progresistas anteriores.
109
La obtencin
existente.
sus-
utilizando una expresin de Robert Connell, si el canon curricular no se modifica y rechaza las formas por las cuales las relaciones sociales de asimetra producen las diferencias.
HALL,
110
1 nicialmente,
la teorizacin crtica sobre la educacin y el currculum se centr en el anlisis de la dinmica de las clases sociales en el proceso de reproduccin cultural de la desigualdad y de
las relaciones jerrquicas en la sociedad capitalista. Sin embargo,
la creciente importancia del movimiento y de la teorizacin feminista forz a las perspectivas crticas de la educacin a conceder
una mayor relevancia al papel del gnero en la produccin de la
desigualdad.
El concepto de gnero tiene una historia relativamente
reciente. En apariencia, la palabra gnero fue utilizada por primera vez en un sentido prximo al actual por el bilogo estadounidense John Money, en 1955, para explicar los aspectos
sociales del sexo. Antes de eso, la palabra gnero, en ingls,
estaba restringida a la gramtica, para designar el sexo de los
sustantivos. Posteriormente, su definicin se fue volviendo ms
compleja. Gnero se opone, de este modo, a sexo: mientras
que este ltimo trmino queda reservado a los aspectos estrictamente biolgicos de la identidad sexual, el trmino gnero se
refiere a los aspectos socialmente inculcados del proceso de iden-
111
por algunas
sexual que no sea discursiva y socialmente inculcada, pero la distincin conserva su utilidad.
En la crtica del currculum,
la utilizacin
del concepto
de
del
concepto de clase social. Las perspectivas crticas sobre el currculum fueron crecientemente
otras dimensiones
cuestionadas
de la desigualdad
y reproduccin
de la desigualdad.
sino tambin
esta teorizacin
feminista,
El
por el patriarcado.
De acuerdo con
desigualdad
que
y simblicos
desproporciona!
de la sociedad.
de los recursos
Este reparto
social se
inicialmente,
masculinas mientras que otras se juzgaban propiamente femeninas. De la misma forma, ciertas carreras y profesiones eran
monopolios masculinos, pues estaban prcticamente vedadas a
las mujeres.
En este tipo de anlisis, se consideraba que el acceso diferencial de las mujeres a la educacin se deba a las creencias y actitudes profundamente arraigadas en las personas y en las instituciones. De manera particular, se cuestionaban los estereotipos
ligados al gnero como responsables de la relegacin de las mujeres a ciertos tipos inferiores de currcula o profesiones. Los estereotipos de gnero estaban no slo muy extendidos, sino que
eran parte integrante de la formacin que se daba en las propias
instituciones educativas. El currculum educativo reflejaba y
reproduca los estereotipos de la sociedad. La literatura crtica se
dedic a analizar, por ejemplo, los materiales curriculares, tales
como los libros didcticos, que propagaban y perpetuaban esos
estereotipos. Un libro didctico que sistemticamente presentase
a las mujeres como enfermeras y a los hombres como mdicos,
por ejemplo, estaba contribuyendo claramente a reforzar ese estereotipo y, consecuentemente, dificultando que las mujeres llegasen a las facultades de medicina. De forma similar, los estereotipos y los preconceptos de gnero eran asumidos por los propios
profesores y profesoras, que, inconcientemente, esperaban cosas
diferentes de los chicos y de las chicas. Esas expectativas determinaban la carrera educativa de esos chicos y de esas chicas, con
lo que se reproducan y perpetuaban las desigualdades de gnero.
El anlisis de los estereotipos de gnero ya anunciaba, sin
embargo, una cuestin que ira a dominar lo que se podra llamar
la segunda fase del anlisis del gnero en el currculum. En esta
segunda fase, el nfasis se desplaza del acceso hacia el contenido de
a lo que se accede. No se trata ya, simplemente, de acceder a las
"'
112
..
'
!t
113
instituciones
transformarlas
y formas de conocimiento
radicalmente
del patriarcado,
sino de
riencias de las mujeres. El simple acceso puede volver a las mujeres iguales a los hombres, pero en un mundo todava
definido por
los hombres.
Los anlisis feministas ms recientes subrayan, de forma creciente, que el mundo social est hecho conforme a los intereses y
a las formas masculinas de pensamiento y de conocimiento.
Podemos utilizar una comparacin para ayudarnos a comprender
el cambio radical que se est operando en este desplazamiento.
Vamos a transferir, por un momento, la cuestin de la divisin
entre los gneros hacia una hipottica divisin en trminos de
altura. Vamos a suponer que el mundo estuviese dividido en dos
mitades: una mitad de personas altas y la otra mitad de personas
extremadamente bajas. Vamos a suponer incluso que el mundo
estuviese hecho a la escala de las personas altas, es decir, que todo
estuviese construido teniendo en cuenta su altura. En tal situacin, parece evidente que cualquier reivindicacin de igualdad
por parte de las personas bajas no podra limitarse a tener acceso
a ese mundo construido a medida de las personas altas, sino que
debera intentar modificar ese mismo mundo para que reflejase
tambin la experiencia de las personas ms bajas.
Las dinmicas sociales y las formas de conocimiento existentes son slo aparentemente humanas: reflejan la historia y la
experiencia del ser humano en general, sin distincin de gnero.
Lo que el anlisis feminista va a cuestionar es precisamente esa
aparente neutralidad -en trminos de gnero- del mundo social.
La sociedad est hecha segn las caractersticas del gnero dominante, esto es, el masculino. En el anlisis feminista, no existe
nada ms masculino, por ejemplo, que la propia ciencia. La ciencia refleja una perspectiva eminentemente masculina. Expresa
114
115
esttica, el comunitarismo
y la cooperacin;
caractersticas que
en una inver-
claramente
ra a las mujeres, por ejemplo, a enfatizar las conexiones personales o, de forma ms general, una conexin con el mundo que
no forma parte de la experiencia de los hombres, a no ser de
forma indirecta. Esa necesidad de conexin es una cualidad ms
deseable que la de, por ejemplo, la necesidad de control y dominio, caracterstica eminentemente masculina. Otros anlisis argumentan que hacer hincapi en esas caractersticas supuestamente femeninas significa simplemente reforzar estereotipos que
relegan a las mujeres a papeles considerados socialmente inferiores. Las defensoras de la primera posicin argumentaran, tal vez,
que ellas no estn afirmando que las mujeres deberan limitarse a
los papeles que tradicionalmente les han sido atribuidos, sino
que deberan transformar todas las instituciones en que trabajan
o viven para que reflejen las cualidades y experiencias considera-
116
117
Al mismo tiempo en que la teora educativa y curricular reconoca la importancia de las cuestiones de gnero, se desarrollaba,
en el rea originalmente conocida como estudios de la mujer
(Womens Studies), en especial en Estados Unidos, una preocupacin por una pedagoga feminista. La llamada pedagoga feminista tiene una historia que es bastante independiente de la historia de las preocupaciones por el gnero en la teora educativa.
En primer lugar, estando localizada principalmente en la universidad, sobre todo en los recientemente creados departamentos de
estudios de la mujer, la pedagoga feminista se centraba precisamente en cuestiones pedaggicas ligadas a la enseanza universi
taria de temas feministas y de gnero, dedicando poca o ninguna
atencin a las cuestiones pedaggicas de los otros niveles de la
enseanza. En segundo lugar, como una prctica que se desarrollaba precisamente en los cursos y clases dedicadas al feminismo y
al gnero, la pedagoga feminista se centraba ms en la cuestin de
la pedagoga que en la cuestin de un currculum que fuese inclusivo en trminos de gnero. De cierta forma, el gnero ya estaba
ah, por definicin. As, la pedagoga feminista se ocup, sobre
todo, de desarrollar unas formas de enseanza que reflejasen los
valores feministas y que pudiesen ser un contrapunto a las prcti-
Lecturas
LOURAO, Guacira
GoRE, Jennifer M., Controversias entre las pedagogas. Discursos crticos y femi
nistas como regmenes de verdad, Madrid, Morata, 1996.
WALKERDINE, Valerie, raciocnio em tempos modernos,
Educadio e reali
cas pedaggicas tradicionales, que se juzgaban expresin de valores masculinos y patriarcales. La pedagoga feminista intentaba
construir un entorno de aprendizaje que valorase el trabajo colectivo, comunitario y cooperativo, facilitando el desarrollo de una
solidaridad femenina, en oposicin al espritu de competicin y al
individualismo dominante en la clase tradicional. Aun cuando no
se centre especficamente en cuestiones curriculares, la pedagoga
feminista puede servir de inspiracin para una perspectiva curricular atenta a las cuestiones de gnero, en la medida en que el
currculum no puede separarse de la pedagoga.
118
119
La teorizacin
ese fracaso, stos, en general, no cuestionaban el tipo de conocimiento que estaba en el centro del currculum que se ofreca a los
~ios Y jvenes pertenecientes a esos grupos. Para estas perspectivas, no haba nada errneo en el currculum, con lo que ste
no se estudiaba. Slo en una segunda etapa, surgida sobre todo a
partir de los anlisis postestructuralistas y de los estudios culturales, el propio currculum pas a ser considerado y estudiado
como algo racialmente sesgado. Y tambin hay que sealar que
los anlisis ms recientes se plantean crticamente los propios
conceptos de etnia y raza.
En el inicio de un debate publicado en la revista estadounidense Harper's Magazine, entre Cornel West, un intelectual
negro, Y Jorge Klor de Alva, un antroplogo de origen mexicano,
ambos estadounidenses, leemos el siguiente dilogo: (Earl
Shorris es el coordinador del debate):
EARL SHORRIS: Para comenzar, me gustara preguntar: Cornel, usted es
un hombre negro?
CORNEL WEST: S.
Seguidamente, ambos pasan a exponer las razones de sus respectivas respuestas. Al final del debate, el coordinador vuelve a
repetir la misma pregunta:
EARL SHORRIS: Vamos a ver si ha cambiado algo a raz de nuestra charla.
122
social contempornea,
En la teora
depende de lo que no es (la diferencia), y viceversa. Por eso la teora social contempornea
resiste a la simple descripcin o celebracin de la diversidad cultural. La diversidad tampoco es un hecho o una cosa. Es el resultado de un proceso relacional -histrico y discursivo- de construccin de la diferencia.
A travs del vnculo entre conocimiento,
identidad y poder
los trminos de raza y de etnia ganan su lugar en la teora curricular. El texto curricular, entendido
libro didctico y paradidctico,
124
125
a una cuestin de
informacin.
Un currculum multiculturalista
poltico.
cuestionan la construccin
evitara tratar la cuestin del racismo de forma simplista. En primer lugar, desde esta perspectiva, el racismo no puede concebirse simplemente como una cuestin de preconcepto individual. El
racismo es parte de una matriz ms amplia de estructuras institucionales y discursivas que no pueden reducirse a las actitudes
individuales. Tratar el racismo como cuestin individual lleva a
una pedagoga y a un currculum centrado en una simple teraputica de actitudes individuales consideradas errneas. El foco
de una estrategia semejante pasa a ser el racista y no el racismo. Un currculum debera, por el contrario, centrarse en la discusin de las causas institucionales,
dinmica psquica.
miedos, ansiedades,
como
contradictoria,
fragmentada,
informacio-
126
En el anlisis cultural contemporneo, la cuestin del racismo no puede analizarse sin recurrir al concepto de representacin. En los anlisis tradicionales sobre el racismo, lo que se
contrapone al racismo es una imagen verdadera de la identidad inferiorizada por el racismo. El racismo es, fundamentalmente, desde esta perspectiva, una descripcin falsa de la verdadera. En la crtica cultural reciente no se trata de una cuestin
de verdad o falsedad, sino de una cuestin de representacin que
no puede desligarse de las cuestiones de poder. La representacin es siempre inscripcin, es siempre una construccin lingstica y discursiva dependiente de las relaciones de poder. Lo
opuesto de la representacin racista de una determinada identidad racial no es simplemente una identidad verdadera, sino
otra representacin, hecha a partir de otra posicin enunciativa
en la jerarqua de las relaciones de poder. Un currculum crtico
que se preocupara por la cuestin del racismo podra colocar en
el centro de sus estrategias pedaggicas la nocin de representacin tal como la definen los estudios culturales. Esta nocin permitira desplazar el nfasis de una preocupacin realista sobre la
verdad hacia una preocupacin poltica por cmo la representacin construye la identidad.
Lo que un currculum crtico debera evitar, a toda costa, sera
un enfoque esencialista de la cuestin de la identidad tnica y
racial. No es suficiente con evitar las formas ms evidentes de
esencialismo, como las fundamentadas en la biologa. Es preciso
cuestionar tambin las formas ms sutiles del esencialismo, como
las que se manifiestan a travs del esencialismo cultural. Aunque
no reduzca la identidad tnica y racial a sus aspectos biolgicos,
el esencialismo cultural concibe la "'identidad
slo...como
~
. .. expresin
127
de alguna propiedad
la identidad,
aunque cul-
de la ideny relacional.
Lecturas
KING, Joyce E., A passagem mdia revisitada: a educaco para a liberdade
RMO,
1998.
MEYER, Dagmar E., Alguns sao mais iguais que os outros: etnia, ras;a e naco
em aco no currculo escolar. En SILVA, Luiz H. da (ed.), A escala cidad
no contexto da globalizaro, Petrpolis, Vozes, 1998, p. 369-380.
SILVA, Luiz H. da (ed.), A escala cidad no contexto da globalizaro, Petrpolis,
Vozes, 1998, p. 381-396.
SILVA, Petronilha G. e., Espacos para educaco das relaces intertnicas: contribuices da produco cientfica e da prtica docente, entre gachos,
sobre negro e educaco. En WEST, Cornel, Questo de rara, So Paulo,
Cia. das Letras, 1994.
128
129
rosexualidad.
La teora queer, sin embargo, quiere ir ms all de la hiptesis
de la construccin social de la identidad. Quiere radicalizar la posibilidad de libre trnsito entre las fronteras de la identidad, la
posibilidad de cruce de fronteras. En la hiptesis de la construccin social, la identidad termina, al final, siendo fijada, estabilizada, por la significacin, por el lenguaje, por el discurso. Con la
introduccin del concepto de performatividad, la terica queer
Judith Buttler quiere subrayar el hecho de que la definicin de la
identidad sexual no queda contenida por los procesos discursivos
que buscan fijarla. En esta concepcin, aunque provisionalmente, precariamente, nosotros somq_s aquello que nue~:ra supuesta
dependiente
dimensin
mismas concepciones
biolgicas.
a la biologa,
La
como hom-
biol-
juego de la significacin.
masculina
Es suficiente
130
131
~.~
identidad define que somos. Sin embargo, si la identidad se define tambin como una perJOmance, como aquello que hacemos, su
definicin es mucho menos dependiente de un ncleo, incluso si
ese ncleo se define a travs de un proceso discursivo de significacin. Lo que hago en un determinado momento puede ser
enteramente diferente, incluso lo opuesto, de aquello que hago
en el momento siguiente. De ah que el travestismo, la mascarada, los dragqueens se tornan metforas de la posibilidad de subvertir el confort, la ilusin y la prisin de la identidad fija. La
identidad, incluida, la identidad sexual, se torna un viaje entre
fronteras.
No obtante, la teora queer no se reduce a la afirmacin de la
identidad homosexual, por ms importante que ese objetivo
pueda parecer. Al igual que el feminismo, la teora queer efecta
un verdadero giro epistemolgico. La teora queer quiere hacernos pensar queer (homosexual, pero tambin diferente), no
straight (heterosexual, pero tambin cuadrado): ella nos obliga
a considerar lo impensable, lo que est prohibido pensar, en
lugar de considerar simplemente lo pensable, lo que est permitido pensar. Y aqu entra la connotacin ambigua del trmino
queer en ingls. Lo homosexual es lo queer, lo raro de la sexualidad, pero esa rareza se vuelve contra la cultura dominante, hegemnica, para penetrar en territorios prohibidos del conocimiento y la identidad. Lo queer se vuelve, as, una actitud
epistemolgica que no se limita a la identidad y al conocimiento sexual, sino que se extiende hacia el conocimiento y la identidad de modo general. Pensar queer significa cuestionar, problematizar, rechazar todas las formas del buen comportamiento del
conocimiento y la identidad. La epistemologa queer es, en este
sentido, perversa, subversiva, impertinente, irreverente, profana,
irrespetuosa.
132
133
est en la informacin,
de anlisis y
del conocimiento
Lecturas
BRJTZMAN, Deborah, que esta coisa chamada amor?, Educacdo e reali
dade, 21 (1), 1996, p. 71-96.
LOURO, Guacita
El llamado
134
135
indisolublemente
criti-
ca las nociones de pureza, abstraccin y funcionalidad que caracterizaron al modernismo en la literatura y en las artes.
Al efectuar un giro respecto a las nociones epistemolgicas de
la modernidad y de las ideas que la acompaan, el posmodernismo tiene importantes implicaciones curriculares. Nuestras ideas
sobre la educacin,
hoy es la institucin
Su
racional y autnomo, y en
moldear a los ciudadanos de la moderna democracia representativa. A travs de ese sujeto racional, autnomo
y democrtico
puede llegarse al ideal moderno de una sociedad racional, progresista y democrtica. En este sentido, el cuestionamiento
pos-
que
mo tiene una desconfianza profunda por las pretensiones totalizadoras del saber del pensamiento
orden y control, la perspectiva
moderno.
En su ansia de
el pensamiento
moderno
es adepto a las
136
137
arbitrarios
posmodernismo
es radicalmente
El posmodernismo
sujeto
racional,
modernidad.
e histricos
en detri-
trascendentales,
son tan
como cualquier
otro. El
antifundacional.
libre, autnomo,
centrado
ataques al
y soberano
de la
por la modernidad
al dominio
En el cuadro epistemolgico
de la razn y de la racionalidad.
moder-
su razn y su
centrado,
es unitario,
Adems de
Aprovechndose
su centralidad
siguiendo
fragmentado,
rada en los
Adems,
y su sobera-
a Freud y a Lacan, el
el posmoder-
coincidente
inspi-
de la accin social. No piensa, habla y produce, sino que es pensado, hablado y producido. Es dirigido por las estructuras, por las
instituciones, por el discurso. En fin, para el posmodernismo, el
sujeto moderno es una ficcin.
No obstante, el posmodernismo no se limita a atacar los fundamentos del pensamiento moderno. Inspirado por su vertiente
138
..
139
de informaciones
a minar
los slidos criterios en los que se basaba la autoridad y la legitimidad de la epistemologa oficial. La ciencia y la tecnologa ya no
encuentran en s mismas la justificacin de la que antes gozaban.
El escenario resultante es de incertidumbre,
duda e indetermina-
El currculum
entre el currcuexistente es la
des teoras de la ciencia, del trabajo capitalista y del Estadonacin. En el centro del currculum existente est el sujeto racional, centrado y autnomo de la modernidad.
Desde la perspectiva
Lecturas
MREIRA, Antonio Flavio B., Currculum, utopia e ps-modernidade. En
Antonio F. B. Moreira (ed.), Currculo: questes atuais, Campinas, Papirus,
1997, p. 9-28.
SILVA, Tomaz T. da (ed.), Teora educacional crtica em tempos psmodernos,
Porto Alegre: Artes Mdicas, 1993.
SILVA, Tomaz T. da, Identidades eterminais, Petrpolis, Vozes, 1996.
do. El posmodernismo
emancipadores
emancipado,
libera-
140
141
143
del modernismo
y del
y el posmodernismo
perte-
versacin tribal.
En su concepcin ms general, el estructuralismo se define,
obviamente, por el privilegio que concede a la nocin de estructura. En el anlisis terico estructuralista, la estructura no es una
caracterstica de los elementos individuales de un fenmeno u
objeto sino de las relaciones entre esos elementos. La estructura, al igual que en la arquitectura, es aquello que mantiene, de
forma subyacente, los elementos individuales en su lugar, aquello que hace que el conjunto se sostenga. El estructuralismo parte
de las investigaciones lingsticas de Saussure, que enfatizaba las
reglas de formacin estructural del lenguaje. Es fundamental en
su concepcin del lenguaje la oposicin entre lengua (langue) y
habla (parole). La lengua es el sistema abstracto de un nmero
bastante limitado de reglas sintcticas y gramaticales que determina qu combinaciones y permutaciones son vlidas en cualquier lengua particular. La lengua es la estructura. El habla es la
utilizacin concreta, por los hablantes de una lengua particular,
de ese conjunto limitado de reglas. Saussure no estaba interesado
en el estudio del habla, sino en el estudio de la lengua. Esta distincin entre lengua y habla se volvera fundamental en los anlisis que, en campos como la antropologa y la teora literaria, se
inspiraran ms tarde en el estructuralismo lingstico de
Saussure. As, por ejemplo, esta distincin encuentra un paralelo
en el anlisis que Lvi-Strauss hace de los mitos. Para LviStrauss, la caracterstica clara de los mitos es que se muestran de
formas muy variables, pero todos obedecen a un esquema bsico.
Superficialmente son diversos, pero si los examinamos en profundidad, en su estructura, se reducen a una misma frmula.
Encontramos una operacin semejante en los anlisis que
Roman Jakobson hizo de la narrativa literaria o en los anlisis
el postestructuralismo
el posmodernismo
que constituye la
una poca, es mucho ms incluyente que el trmino estructuralismo, que se refiere de forma mucho ms particular a un gnero de teorizacin social. Lo interesante es que, aunque muchas
personas confundan el posmodernismo
con el postestructuralis-
del estructuralismo.
fue un movimiento
terico
lingstico de Ferdinand de
la filosofa y el
144
145
146
luto: es lo que es en la medida en que es diferente de otros significantes. El postestructuralismo extiende el alcance del concepto
de diferencia casi hasta el extremo de afirmar que no existe nada
que no sea diferencia.
El postestructuralismo tambin contina y, al mismo tiempo,
radicaliza la crtica del sujeto del humanismo y de la filosofa de
la conciencia, hecha por el estructuralismo. Para el postestructuralismo, as como para el estructuralismo, ese sujeto no pasa de
ser una invencin cultural, social e histrica, que no tiene ninguna propiedad esencial u originaria. El postestructuralismo, sin
embargo, radicaliza el carcter inventado del sujeto. En el estructuralismo marxista de Althusser, el sujeto era un producto de la
ideologa, pero se poda vislumbrar la emergencia de otro sujeto,
una vez apartados los obstculos, sobre todo la estructura capitalista, que estaban en el origen de ese sujeto espurio. En cambio,
para el postestructuralismo -podemos, por ejemplo, tomar a
Foucault- no existe sujeto a no ser como el simple y puro resultado de un proceso de produccin cultural y social.
Aquello que se entiende hoy por postestructuralismo debe
su definicin principalmente a los trabajos de Foucault y
Derrida. La contribucin fundamental de Foucault puede resumirse en la transformacin que efectu de la nocin de poder. En
oposicin al marxismo, extremadamente influyente en la poca
en la que escriba, Foucault concibi al poder no como algo que
se posee, ni como algo fijo, ni tampoco como situado en uncentro, sino como una relacin, como mvil y fluido, como capilar
y ubicuo. Incluso en oposicin al marxismo, para Foucault el
saber no es lo opuesto del poder, no es externo al poder. Poder y
saber son mutuamente dependientes. No existe saber que no sea
la expresin de una voluntad de poder. Al mismo tiempo, no
existe poder que no se valga del saber, sobre todo de un saber que
147
el homo-
que los definen como tales. El sujeto es el resultado de los dispositivos que lo construyen.
Si bien Foucault
postestructuralista,
la edicin norteamericana
edipo, constituan una especie de manifiesto mnimo del postestructuralisrno, al cual no le faltaba ni siquiera el tono de convocatoria de la segunda persona del plural del Manifiesto comunista:
Liberad la accin poltica de toda forma de paranoia unitaria y
totalizante. Haced crecer la accin, el pensamiento y los deseos
por proliferacin, yuxtaposicin y disyuncin, y no por subdivisin y jerarquizacin piramidal. Abandonad la obediencia a las
viejas categoras de lo Negativo Preferid lo que es positivo y mltiple, la diferencia a la uniformidad, lo cambiante a las unidades,
los dispositivos mviles a los sistemas. Considerad que lo productivo no es sedentario sino nmada. No exijis de la poltica
que restablezca los 'derechos' del individuo tal como la filosofa
los ha definido. El individuo es el producto del poder.
La contribucin de Derrida puede resumirse a travs del concepto de differance. Derrida acu este trmino para extender y
radicalizar el alcance del concepto de diferencia que, como
vimos, es tan central en el estructuralismo. No existe, en francs,
ninguna diferencia de pronunciacin entre las palabras differan
ce y difference. La palabra difference remite a la idea de diferir,
de aplazar. Al combinar en una sola palabra los significados de
148
...
..
145
ciencia y lenguaje oral. Para l, el lenguaje oral no es la conciencia en estado puro: el lenguaje oral es ya y siempre, exactamente
como la escritura, significante.
No existe ninguna
diferencia
y de la filosofa de la conciencia. En
y la filosofa de la conciencia,
deja de existir.
No se puede hablar propiamente
ralista del currculum,
al
en
muchas de las perspectivas actuales sobre el currculum. El estadounidense Cleo Cherryholmes fue uno de los primeros en desarrollar de forma explcita una perspectiva
postestructuralista
slo han
150
Cmo se podra caracterizar esta perspectiva postestructuralista ms general en los estudios sobre el currculum? En primer
lugar, como la concepcin postestructuralista ve el proceso de
significacin como bsicamente indeterminado e inestable, la
actitud postestructuralista enfatiza la indeterminacin y la incertidumbre tambin en cuestiones de conocimiento. El significado
no es, para la perspectiva postestructuralista, preexistente: es producido cultural y socialmente. Como tal, ms que su fidelidad a
un supuesto referente, lo importante es examinar las relaciones
de poder implicadas en su produccin. Un determinado significado es lo que es, no porque corresponda a un objeto que exista fuera del campo de la significacin, sino porque socialmente
fue definido as. Un anlisis derridiano del proceso de significacin se combina, aqu, con un anlisis foucaultiano de las conexiones entre poder y saber, para caracterizar el proceso de significacin como no slo inestable sino tambin dependiente de las
relaciones de poder. Como campos de significacin, el conocimiento y el currculum se caracterizan, pues, tambin por su
indeterminacin y por su conexin con las relaciones de poder.
En segundo lugar, este nfasis en los procesos de significacin
es ampliado para centrarse en las nociones corrientes de verdad. Siguiendo a Foucault, una perspectiva postestructuralista
sobre el currculum desconfa de las definiciones filosficas de la
verdad. Esas nociones estn en la base de las concepciones del
conocimiento que moldean el currculum contemporneo. En
esta visin, la verdad es slo una cuestin de verificacin emprica; una cuestin de correspondencia con una supuesta realidad.
La perspectiva postestructuralista no slo cuestiona esta nocin
de verdad; abandona de modo radical el nfasis en la verdad
para destacar el proceso por el cual algo se considera la verdad. La
cuestin no es, pues, la de saber si algo es verdadero, sino saber
151
152
Lecturas
SILVA, Tomaz T. (ed.), O sujeito da educacado. Estudosfoucau!tianos, Ria, Vozes,
1994.
VEIGA-NETO, Alfredo J. (ed.), Crtica psestructuralista e educacdo, Porto
Alegre, Sulina, 1995.
153
del currculum
155
econmica y en el imperia-
se muestra particularmente
fuerte en la
teora y en los anlisis literarios. En esos campos, el anlisis poscolonial busca examinar tanto las obras literarias escritas desde el
punto de vista de la cultura dominante como las escritas por personas pertenecientes
subalterno.
son vistas
en contraposicin
a las formas
literarias
En una con-
debera centrarse
subyugados, vistas como expresin de su experiencia de la opresin colonial y poscolonial. En este sentido, la teora poscolonial
es un importante elemento en el cuestionamiento
de los currcu-
de las grandes
occidental
y las teorizaciones
mientos sociales, como el movimiento negro, reivindica la inclusin de formas culturales que tengan en cuenta la experiencia de
grupos cuyas identidades culturales y sociales han sido y son marginadas por la identidad europea dominante. En este cuestionamiento del canon occidental hay un desplazamiento
de la estti-
156
el anlisis esttico del anlisis de las relaciones de poder. La esttica encarna, siempre, alguna forma de poder. No hay potica
que no sea al mismo tiempo una poltica.
Como ocurre con el posmodernismo, hay versiones contradictorias sobre los orgenes de la teora poscolonial. Algunos anlisis se remontan a la teora poscolonial de autores como Frantz
Fanon, Aim Csaire y Albert Memmi, que escribieron en el contexto de las luchas de liberacin colonial de los aos cincuenta y
sesenta. Los libros de Fanon, nacido en la entonces colonia francesa de la Martinica, Piel negra, mscaras blancas, publicado en
1952, y Los condenados de la tierra, publicado en 1961, se consideran precursores muy importantes de la actual teora poscolonial. Influyentes autores poscoloniales contemporneos, como
Homi Bhabha, por ejemplo, renuevan los anlisis de la situacin
colonial de aquellos aos hechos por Fanon. En Brasil, la obra
inicial de Paulo Freire, que puede considerarse una especie de
teorizacin poscolonial en el campo educativo, se fundamenta en
parte en los libros de Fanon y Memmi. Sin embargo, el libro
Orientalismo, escrito por Edward Said, es la obra a la que, por lo
general, se atribuye el papel definidor de los estudios poscoloniales contemporneos. En este libro, Said, tomando como base,
sobre todo, la teorizacin foucaltiana, argumenta que Oriente es
una invencin de Occidente. La literatura orientalista no es, en
la perspectiva desarrollada por Said, una descripcin objetiva
de una regin que podra llamarse Oriente, sino una narrativa
que construy el objeto del cual habla. Ms que un inters simplemente cientfico o epistemolgico, lo que mueve a esa narrativa es la curiosidad y fascinacin por el Otro, visto como extrao, extico, y el impulso para fijarlo y dominarlo como objeto de
saber y de poder. El Otro es, pues, no tanto un dato objetivo
como una criatura imaginaria del poder.
..
157
El anlisis poscolonial
y postestructuralistas,
formas de conocimiento
eu-
el objetivo fundamental
de la teori-
zacin poscolonial
El poscolonialismo
que Occidente
mismo. La teora poscolonial hace hincapi en las complejas relaciones entre, por un lado, la explotacin
econmica
y la ocupa-
y poder, establecidas
entre saber,
a lo largo de la historia de la
dominacin colonial.
Tal como ocurre en los estudios culturales,
representacin
te postestructuralista,
A diferencia
materialista
de
al Otro.
el concepto
de las concepciones
el anlisis
se entiende como
poscolonial
de la representacin,
psicologistas
de la
La representacin
de la
identidad
sobre
todo, construimos
nuestra
158
propia
la identidad
identidad.
Por medio
tiempo,
de la representacin,
159
adaptada
sometidas
al estadio
de desarrollo
al poder colonial.
El proyecto
dimensin
de las
colonial
educativa
pedaggica y cultural el
cultural
enfatiza conceptos
como hibrida-
como el resultado
de
una compleja relacin de poder en la que tanto la cultura dominante como la cultura dominada se ven profundamente modificadas. Conceptos
cesos de dominacin
cultural
Obviamente,
el resultado final
nunca tan
como se deseara. Lo
hbrido acarrea las marcas del poder, pero tambin las marcas de
la resistencia.
Una teora poscolonial
del currculum
debera centrarse en el
epistemolgica
de nacionalidad
y la expansin
en los mecanismos
cultural y de la subjetividad
est todava
colonial?
En qu
y raza, forjadas en el
colonial, siguen siendo
de formacin
de la identidad
160
con-
161
Lecturas
BHABHA, Homi, O local da cultura, Belo Horizonte, editora da UFM G, 1999
BoSI, Alfredo, Dialctica da colonizacdo, Sao Paulo, Cornpanhia das Letras,
1995.
FANON, Frantz,
FANON, Frantz,
El
162
163
Thompson,
en 1963.
La concepcin de cultura desarrollada por Raymond Williams
en Culture and society y en libros posteriores dara al centro las
bases de su teorizacin y de su metodologa. Para Williams, en
contraste con la tradicin literaria britnica, la cultura deba
entenderse como el modo de vida global de una sociedad, como
la experiencia vivida de cualquier grupo humano. En esta visin,
no hay ninguna diferencia cualitativa entre, por un lado, las
grandes obras de la literatura y, por el otro, las variadas formas
por las cuales cualquier grupo humano resuelve sus necesidades
de supervivencia. Inicialmente limitada a las manifestaciones culturales autnticas de los grupos sociales subordinados, -como
la clase trabajadora inglesa analizada en el libro de Richard
Hoggart, Uses of Literacy, esa definicin inclusiva de la cultura
sera posteriormente ampliada para abarcar tambin lo que en la
literatura anglosajona se conoce como cultura popular, esto es,
las manifestaciones de la cultura de masas: libros populares,
peridicos, radio, televisin, los medios en general.
Temticamente, los esfuerzos iniciales del centro se concentraban en el estudio de las formas culturales urbanas, sobre todo
de las llamadas subculturas. Dos de los libros ms importantes
de este perodo inicial son Resistance through Rituals: Youth
Subcultures in Posttoar Britain, una coleccin de artculos de
varios autores sobre las culturas juveniles britnicas; y Subculture:
tbe Meaning of Style, el relato de una investigacin sobre los grupos culturales juveniles realizada por Dick Hebdige. Como resultado de su preocupacin por las cuestiones ideolgicas, las investigaciones y teorizaciones iniciales del centro tambin se
preocupaban por el papel de los medios, sobre todo de la televisin, en la formacin del consenso y del conformismo. poltico.
164
En trminos tericos, el centro adoptar gradualmente referencias claramente marxistas. Despus de un inicio relativamente poco marxista, la teorizacin del centro se apoyar en interpretaciones contemporneas de Marx, como la de Althusser y,
ms tarde, tambin la de Gramsci, hecho visible en la importancia que los conceptos de ideologa y de hegemona adquiriran en
los estudios posteriores realizados bajo la gida de este centro. En
los aos ochenta, este predominio del marxismo en los estudios
culturales, muy perceptible en el Centro de Birminghan, cedera
su lugar al postestructuralismo de autores como Foucault y
Derrida.
Metodolgicamente, el centro se dividira en dos tendencias
que an impregnan los estudios culturales contemporneos: por
un lado, las investigaciones de campo, sobre todo etnogrficas y,
por el otro, las interpretaciones textuales. Estas dos tendencias
reflejan, de cierta forma, los orgenes disciplinares de los estudios
culturales: la sociologa, por un lado, y los estudios literarios, por
el otro. Varios de los estudios iniciales del grupo utilizan la etnografa como metodologa preferente, pero otros optan por la
interpretacin de textos, entendidos de forma amplia. La etnografa se utiliza en particular en los estudios de las llamadas subculturas urbanas, mientras que la interpretacin textual se reserva al anlisis de los programas de televisin y de los textos de
ciertas obras literarias consideradas populares.
A partir de un modesto anexo de un departamento de Lengua
Inglesa, contando siempre con un nmero reducido de personas,
el campo de los estudios culturales se ampli para ganar una fuerza y una influencia enormes en la teorizacin social contempornea. Los estudios culturales se diversificaron tanto en su difusin
por varios pases que puede decirse que su variante britnica es
slo una ms dentro de las diversas versiones nacionales. Incluso
Mientras
marcadamente
marxistas,
otras abandonaron
el marxismo
siendo
en
De forma
en la perspectiva
aunque
existan,
se pueden
evidentemente,
vislumbrar
intersecciones
en esta heterogeneidad
ha habido varios
esfuerzos de definicin de los estudios culturales buscando, esencialmente, responder -frente a un determinado
estudio- la cues-
autnomo
de la
vida social, como un campo que tiene una dinmica y que es, en
cierta medida, independiente
derarse determinantes.
les se oponen
En esta perspectiva,
a las implicaciones
deterministas
de la famosa
y superes-
social a la
166
cacin social. La cultura es un campo de produccin de significados en el cual los diferentes grupos sociales, situados en posiciones diferentes de poder, luchan por imponer sus significados
en la sociedad. La cultura es, en esta concepcin, un campo conflictivo de significacin. Lo bsico de este juego es la definicin
de la identidad cultural y social de los diferentes grupos. La cultura es un campo donde se define no slo la forma que el mundo
debe tener, sino tambin cmo deben ser las personas y los grupos. La cultura es un juego de poder. Los estudios culturales son
particularmente sensibles a las relaciones de poder que definen el
campo cultural. En una definicin sinttica, podra decirse que
los estudios culturales se preocupan por cuestiones relativas a la
conexin entre cultura, significacin, identidad y poder.
De alguna manera, la idea de construccin social ha funcionado como un concepto unificador de los estudios culturales. En
muchos de los anlisis hechos en los estudios culturales se busca,
fundamentalmente, caracterizar el objeto analizado como un
mecanismo cultural, esto es, como el resultado de un proceso de
construccin social. El anlisis cultural parte de la concepcin de
que el mundo cultural y social se vuelve, en la interaccin social,
naturalizado: su origen social se olvida. La tarea del anlisis cultural consiste en deconstruir, en revelar ese proceso de naturalizacin. Una proposicin frecuente en los anlisis realizados por
los estudios culturales puede sintetizarse en la frmula X es una
invencin, en la cual X puede ser una institucin, una prctica, un objeto, un concepto ... El anlisis consiste en mostrar los
orgenes de esa invencin y los procesos por lo cuales se torn
naturalizada.
Lo que distingue los estudios culturales de las disciplinas acadmicas tradicionales es su compromiso explcitamente poltico.
Los anlisis realizados en los estudios culturales nunca pretenden
,..
'
..
167
168
..
169
Lecturas
propiamente
explcita o implcita-
el punto de vista de los estudios culturales, ambos expresan significados social y culturalmente
construidos,
el postestructuralis-
en la elaboracin de las polticas del currculum y en la aplicacin cotidiana de ste en clase es mnima. La concepcin
del
currculum que est en juego en la idea de los estudios culturales choca tanto con la comprensin
con las concepciones
domi-
en revelarlo.
un espacio
170
171
173
otras actividades
culturales
tambin
son pedaggicas,
tambin
sos de transformacin
la equiparacin
en proce-
de la identidad y de la subjetividad.
est completa;
Ahora
al
mismo tiempo que la cultura en general es vista como una pedagoga, la pedagoga es vista como una forma cultural: lo cultural
se vuelve pedaggico y la pedagoga se vuelve cultural. Desde esta
ptica los procesos escolares son comparables
sistemas culturales
extraescolares,
de televi-
actividades opuestas.
Desde la perspectiva
que las instituciones
a los procesos de
de la teora curricular,
y actividades
culturales
podramos
decir
ms amplias tam-
el sentido ms restringido,
to cuerpo de conocimientos,
como en los programas
en
museos, por ejemplo. En la medida en que no tienen un currculum explcito, tampoco podramos decir que tengan un currculum
oculto. Pese a no tener el objetivo explcito de ensear, es obvio
que ensean alguna cosa, que transmiten
de conocimiento
que, aunque
anotar
no sean reconocidas
de la identidad
lo que se aprende
o un anuncio
publicitario
como tales,
y de la subjetividad.
viendo,
por ejemplo,
en la televisin.
Desde el
o entretenimiento:
mas de conocimiento
un
de
de las
174
turales ms amplias difieren de la pedagoga y el currculum escolares en un aspecto importante. Por los inmensos recursos econmicos y tecnolgicos que movilizan, por sus objetivos -en
general comerciales- se presentan, al contrario que el currculum
acadmico y escolar, de una forma seductora e irresistible. Apelan
a la emocin y a la fantasa, al sueo y a la imaginacin: movilizan una economa afectiva que es tanto ms eficaz cuanto ms
inconsciente es. Precisamente el hincapi de las pedagogas culturales en el afecto y en la emocin es lo que hace que su currculum sea un objeto tan fascinante de anlisis para la teora crtica
del currculum. La forma envolvente por la cual la pedagoga cultural est presente en las vidas de los nios y jvenes no puede ser
desdeada por ninguna teora contempornea del currculum.
Hacia el anlisis de esta pedagoga o de este currculum se han
volcado autoras y autores que, en cierto modo, inauguran lo que
podra llamarse la crtica cultural del currculum. Es el caso de
Roger Simon, Henry Giroux, Joe Kincheloe y Shirley Steinberg,
entre otros. Henry Giroux, particularmente, se ha volcado cada
vez ms en el anlisis de la pedagoga de los medios. Sus anlisis
de los filmes producidos por Disney, por ejemplo, cuestionan la
supuesta inocencia y el carcter aparentemente inofensivo y hasta benigno de las producciones culturales de Disney para el pblico infantil. En filmes como La Sirenita o Aladn por ejemplo, Giroux ve una pauta pedaggica cargada de presupuestos
etnocntricos y sexistas que, lejos de ser inocentes, moldean las
identidades infantiles y juveniles de modo muy particular.
Joe Kincheloe analiza de forma similar la propaganda de
Me Donald's, y observa en ella imgenes y representaciones que
celebran los valores ms conservadores de la supuesta y tradicional familia norteamericana. Shirley Steinberg analiza los valores morales y sociales contenidos en el currculum cultural de un
175
mecanismo
an ms insospechado:
ra llama kindercultura
a esa industria
cultural
volcada en el
pblico infantil.
Es curioso observar que la permeabilidad
y la interpenetracin
entre las pedagogas culturales ms amplias y la pedagoga propiamente escolar han sido exploradas por las propias industrias
turales que extienden, cada vez ms, su currculum
el currculum
propiamente
cul-
cultural hacia
Lecturas
de la historia
a travs -de
tambin
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una teora crtica y una teora poscrtica del currculum ha sido descrita como una disyuncin
entre un anlisis fundamentado en una economa poltica del
poder y una teorizacin basada en las formas textuales y discursivas del anlisis. O ms an, entre un anlisis materialista, en
sentido marxista, y un anlisis textualista. La escisin puede describirse tambin como una escisin entre la hiptesis de la determinacin econmica y la hiptesis de la construccin discursiva;
o entre, por un lado, el marxismo y, por el otro, el postestructuralismo y el posmodernismo. La tensin entre los conceptos de
ideologa y de discurso, aun cuando se combinan en algunos anlisis, es una demostracin de esta fractura en el campo de la teora social crtica.
Es preciso reconocer que el llamado giro lingstico puede
habernos llevado a ver con negligencia ciertos mecanismos de
dominacin y poder que haban sido detalladamente analizados
por la teora crtica. Aunque sea evidente que estamos cada vez
ms gobernados por mecanismos -~uriles de poder, como los ana-
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econmico
y estructuras de poder
de las . grandes
corporaciones
El
industriales,
comerciales y financieras no puede equipararse a las formas capilares de poder tan bien descritas por Foucault. De forma similar,
el poder
poltico
y militar
de naciones
imperialistas
como
cuestionamiento
de las pretensiones
relatos conceptuales,
por ejemplo,
totalizantes
el
de los grandes
educativo,
los cuestionamientos
de
del retorno de un
nuestra compren-
etnia, raza y
sexualidad nos ofrece un mapa mucho ms completo y complejo de las relaciones sociales de dominacin
nos ha permitido
extender
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habernos
enseado
que el poder
que otras.
de la teora crtica
un claro elemento
debe
los
de dife-
se
tcnicos como los de enseanza y eficiencia, o de categoras psicolgicas como las de aprendizaje y desarrollo, o incluso de imgenes estticas como las de itinerario curricular y lista de contenidos. En un escenario poscrtico,
el currculum
esas cosas, pues tambin es aquello que con l se hace, pero nuestra imaginacin
metforas, para concebirlo de otras formas, para verlo desde perspectivas que no se limitan a aqullas que nos fueran legadas por
las estrechas categoras de la tradicin.
Con las teoras crticas aprendemos
es, en
definitiva,
currculum
de poder. El currculum
-culturalmente-
184
que el currculum
alojado en el
es capitalista. El currculum
las estructuras
sociales. El currculum
reproduce
tiene un
185
Sin embargo,
el poder se
descentra. El poder no tiene ya un nico centro, como por ejemplo, el Estado. El poder est esparcido por toda la red social. Las
teoras poscrticas desconfan de todo postulado que tenga como
presupuesto
el conocimiento
no es exterior al poder, el
no es aque-
del
centrados en la
del currculum.
es una
capitalismo, el conocimiento
un conocimiento
tructuralista
distorsionado
Las teoras poscrticas continan enfatizando el papel formativo del currculum. A diferencia de las teoras crticas, sin
embargo, las teoras poscrticas rechazan la hiptesis de una conciencia coherente, centrada, unitaria. Las teoras poscrticas
rechazan, en verdad, la propia nocin de conciencia, con sus connotaciones racionalistas y cartesianas. Desconfan tambin de la
tendencia de las teoras crticas al postular la existencia de un
ncleo subjetivo presocial que habra sido contaminado por las
relaciones de poder del capitalismo y que sera liberado por los
procedimientos de una pedagoga crtica. Para las teoras poscrticas, la subjetividad es y ha sido siempre social. No existe, por
por lo tanto, ningn proceso de liberacin que haga posible que
emerja finalmente un yo libre y autnomo. Las teoras poscrticas miran con desconfianza conceptos tales como alienacin,
emancipacin, autonoma, por suponer todos ellos una esencia
subjetiva que fue alterada y precisa ser restaurada.
En suma, despus de las teoras crticas y poscrticas, no podemos mirar el currculum con la misma inocencia de antes. El
currculum tiene significados que van mucho ms all de aquellos a los que las teoras tradicionales nos confinaron. El currculum es lugar, espacio, territorio. El currculum es relacin de
poder. El currculum es trayectoria, viaje, recorrido. El currculum es autobiografa, nuestra vida, currculum vitae. en el currculum se forja nuestra identidad. El currculum es texto, discurso, documento. El currculum es documento de identidad.
las
socialmente
construido
Todo
186
del currculum.
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Referencias bibliogrficas
Para no sobrecargar el texto con demasiadas referencias acadmicas, las fuentes de las citas aparecen aqu reunidas, en el orden en que se presentan en los
respectivos captulos:
La cita de Bobbitt en el apartado sobre las teoras tradicionales est en
Callaban, 1962, p. 81. Las preguntas de Tyler en el mismo apartado estn en
Tyler, 1974, p. I. Los textos de anlisis fenomenolgico de la educacin compilados por Max van Manen, mencionados en el apartado sobre los reconceptualistas, pueden ser encontrados en la pgina de van Manen en Internet, referenciada abajo. La cita de Paulo Freire sobre Contenidos programticos en el
apartado sobre Freire y Saviani, ha sido extrada de Freire, 1973, p. III (con
supresin de una pequea parte, ya indicada). La cita de Schaffer en el apartado sobre la Nueva Sociologa de la Educacin est hecha por Michael
Young en Young, 1971, p. 27. La cita de Geoffrey Esland en el mismo apartado est sacada de Esland, 1971, p. 75. La cita de Bernstein, en el apartado
que se refiere a l, est sacada de Bernstein, 1975, p. 85. El concepto de justicia curricular de Connell, mencionado en el apartado sobre rnulticulturalismo, aparece en Connell, 1992, 1995. El origen de la palabra gnero tal
como la utiliza la literatura feminista est descrito en Frank y Treichler, 1989,
p. 11. El dilogo entre Come! West y Jorge K. de Alba aparece en West y Alba,
1996. Las citas de Deborah Britzman en el apartado sobre pedagoga queer
son extradas de Britzman, 1995, p. 160, p. 156 y p. 159, respectivamente. La
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est sacada de
-vanmanen/texrorium.html.
PETERS, Michael, Poststructuralism,
190
berween blacks and Latinos, Harper's, abril 1996, 292 (1751), p. 55-63.
WILLIS, Paul, Aprendendo a ser trabalhador. Escola, resistencia e reproducdo
1974.
WEST, Come! y ALBA, Jorge K. de, Our next race question. The uneasiness
knowledge.
En Michael
Young,