Este documento presenta un resumen del pensamiento de Louis Althusser, filósofo marxista francés. Explica el contexto histórico en el que se desarrolló su pensamiento, destacando la derrota del movimiento obrero en Europa luego de la Primera Guerra Mundial y la escisión entre teoría y práctica política que esto generó. También describe las características principales de la obra de Althusser, como su carácter polémico y su influencia en el marxismo contemporáneo. Finalmente, contextualiza a
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Este documento presenta un resumen del pensamiento de Louis Althusser, filósofo marxista francés. Explica el contexto histórico en el que se desarrolló su pensamiento, destacando la derrota del movimiento obrero en Europa luego de la Primera Guerra Mundial y la escisión entre teoría y práctica política que esto generó. También describe las características principales de la obra de Althusser, como su carácter polémico y su influencia en el marxismo contemporáneo. Finalmente, contextualiza a
Este documento presenta un resumen del pensamiento de Louis Althusser, filósofo marxista francés. Explica el contexto histórico en el que se desarrolló su pensamiento, destacando la derrota del movimiento obrero en Europa luego de la Primera Guerra Mundial y la escisión entre teoría y práctica política que esto generó. También describe las características principales de la obra de Althusser, como su carácter polémico y su influencia en el marxismo contemporáneo. Finalmente, contextualiza a
Este documento presenta un resumen del pensamiento de Louis Althusser, filósofo marxista francés. Explica el contexto histórico en el que se desarrolló su pensamiento, destacando la derrota del movimiento obrero en Europa luego de la Primera Guerra Mundial y la escisión entre teoría y práctica política que esto generó. También describe las características principales de la obra de Althusser, como su carácter polémico y su influencia en el marxismo contemporáneo. Finalmente, contextualiza a
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Althusser, la sociologa y la educacin*
Felipe Campusano Volpe I. Contextualizacin histrica del pensamiento de Louis Althusser Este ensayo pretende presentar de manera ms o menos amplia y general el pensamiento de Louis Althusser, comenzando por un esbozo general de su biografa intelectual y poltica, para pasar despus al anlisis de algunos conceptos fundamentales en tomo a su concepcin de la filosofa. O sea, su concepcin epistemolgica del marxismo, y de la teora marxista. Todo ello para llegar al punto central de este escrito que es el tema de la teora de la ideologa desarrollada por Althusser y sus conexiones con el problema de la educacin y la sociologa educativa. En cuanto a su ubicacin inmediata y personal, habra que sealar que Althusser es un personaje del pensamiento marxista francs que constituye una parte de la generacin que madura en el periodo de entre guerras y que logra su madurez intelectual, poltica y filosfica en el periodo posterior a la segunda guerra mundial, mientras que su consolidacin propiamente terica aparece entre 1970 y 1975. Otro rasgo fundamental de Althusser, en trminos personales, sera su clara aficin por un marxismo bastante acadmico y particularmente filosfico, caracterstica que comparte, en buena medida, con toda su generacin. Habra que sealar tambin que sus intereses provienen de una formacin doctoral, la cual se ubica dentro de la corriente epistemolgica de Bachelard y de un historiador de la ciencia como Candilef, que constituyen las influencias inmediatas y ms fuertes con relacin a sus posiciones polticas. Otro punto importante, es el hecho de que Althusser se radicaliza, [228] o toma partido en trminos polticos, a partir de la guerra civil espaola y, posteriormente, con la ocupacin de Francia por los nazis en 1940-44 para llegar a afiliarse al Partido Comunista Francs a los 30 aos, en 1948. Es decir, Althusser ingresa al partido comunista en un periodo de franca madurez. Su obra fundamental aparece entre 1962-1965, y marca un gran hito en la teora marxista; en primer lugar, porque constituye ** Transcripcin de la cinta magnetofnica grabada durante la conferencia dictada para el seminario de "Corrientes Contemporneas en Sociologa de la Educacin". Mxico, mayo de 1980.
el primer gran sistema terico que se consolida dentro del
contexto marxista francs, el cual contaba con un desarrollo terico bastante pobre dentro de la corriente marxista. Hay algunas otras caractersticas importantes en la aportacin terica del pensamiento de Althusser. Entre ellas, su carcter profundamente polmico, fuertemente controvertido, basado en la radicalidad de su interpretacin de la obra de Marx y del movimiento marxista en general. A su vez, el carcter polmico de su obra tiene tambin races en la forma del lenguaje tpico que utiliza toda su corriente, la cual se encuentra, en parte, permeada por una serie de corrientes tericas que vienen a confundirse dentro de la gran tradicin terica del marxismo; se trata de un lenguaje epistemolgico, un lenguaje profundamente filosfico, embebido de las categoras del psicoanlisis. Por otra parte, un elemento ms en que destaca la importancia de su pensamiento, es que Althusser ha tenido una evolucin y un desarrollo terico muy "contrastantes", es decir, ha pasado de etapas muy agresivas en lo que a la definicin de sus tesis principales se refiere, a posiciones autocriticas igualmente radicales; ello hace que su obra este caracterizada por una serie de etapas y de "zig-zags" ms o menos fuertes. Todo ello ha hecho que la obra de Althusser cobre una gran relevancia dentro del desarrollo del marxismo contemporneo y que se pueda decir que su influencia se registra prcticamente en todos los niveles del pensamiento marxista de los aos '60 a la fecha. En cuanto a lo que correspondera a una contextualizacin histrica ms amplia, podemos empezar sealando que Althusser representa, de alguna manera, la culminacin de una breve, pero muy substancial corriente terica en el marxismo que Perry Anderson ha caracterizado en trminos muy especficos como el marxismo occidental, tratando de distinguirlo de toda la corriente terica que viene desde los clsicos hasta nuestros das. De esta manera, se concibe al marxismo occidental y en especial a la generacin de Althusser como una forma particular y una etapa especifica de la teora marxista. Quiz los antecedentes inmediatos de esta generacin de marxistas, serian precisamente tres grandes pensadores marxistas inmediatamente anteriores: Lukacs, Korsch y Gramsci, quienes no obstante [229] ser sus antecesores, se distinguen radicalmente de los marxistas occidentales que, al mismo tiempo que eran los grandes tericos y filsofos marxistas de su tiempo, se encontraban comprometidos e insertos en la prctica poltica. A partir de esta, que constituye ya la tercera o cuarta generacin del pensamiento marxista, se da un proceso de trnsito del marxismo de !as zonas germanas y orientales a los pases
propiamente occidentales de Europa; este giro geogrfico del
marxismo se da a partir de 1945, en el periodo inmediato posterior a la Segunda Guerra Mundial. Este giro, no slo constituye un cambio de escenario nacional y cultura, sino que significa un cambio sustancial, cualitativo de las relaciones entre la teora marxista y la prctica social y poltica; cambio que consiste, en lo fundamental, en una ruptura, en una escisin radical entre el desarrollo de la teora marxista y su prctica social. Es evidente, por ejemplo, que en la generacin de Trotsky o en el marxismo austraco y sovitico, la unidad entre teora y prctica del movimiento marxista y socialista era mucho ms estrecha y que, a partir de esta generacin que estamos considerando como la que propiamente consolida al marxismo occidental, se da una ruptura cada vez ms tajante entre la teora y la practica socialista. Dicha ruptura se genera a partir de 1918 y viene a extenderse por un largo periodo que abarca hasta 1968 (por sealar una fecha convencional) aproximadamente. Esto ha tenido una consecuencia inmediata que afecta el carcter y naturaleza mismos de la teora marxista de estas escuelas que se desarrollan: tanto los pensadores de la escuela de Frankfurt con Marcusse y Adorno, como la generacin de Althusser, es decir, Lefevre, Sartre, Goldman y hasta Coletti, todos ellos pensadores occidentales, practican un marxismo alejado de la prctica poltica, enclaustrado en !as universidades y centros de estudios y que adquiere un corte acadmico y filosfico muy particular. Todo ello, valga la aclaracin, no es gratuito, sino que tiene una explicacin concreta e histrica cuya base fundamental es, en primer lugar, la derrota de todos los movimientos obreros y de la social democracia occidental europea a partir de 1920. Este grave descalabro del movimiento socialista europeo marca, de forma definitiva, al desarrollo terico del marxismo occidental. Al mismo tiempo, o como consecuencia de la derrota del movimiento socialista europeo, surgen una serie de regmenes dictatoriales, procedentes del fascismo, que capitalizan las derrotas del movimiento obrero y, por tanto, cambian el panorama poltico de Europa occidental. Ello tiene como base, tambin, el trnsito a una nueva etapa del desarrollo capitalista: la etapa propiamente imperialista en la que se consolida el capital monoplico. [230] A este panorama poltico que se dibuja en Europa occidental, viene a sumarse otro problema de gran envergadura y que plantea tambin una grave crisis para el desarrollo de la teora marxista: la deformacin del socialismo sovitico en su modalidad stalinista a partir de la muerte de Lenin y el acceso de Stalin al poder. Ello constituye una especie de "camisa de fuerza", una
deformacin poltica inaceptable para muchos regmenes y
partidos comunistas europeos. Las deformaciones que empiezan a consolidarse bajo el mando de Stalin, y que encuentran su punto ms lgido en 1934 con !as purgas bolcheviques en el interior del partido y del aparato burocrtico sovitico, pasando por la poltica de socializacin de la produccin agrcola, trajeron como consecuencias inevitables las deformaciones subsecuentes de la lnea poltica del socialismo en todos los partidos comunistas occidentales. Todo esto form un cuadro sumamente desalentador y crtico para todos aquellos que se formaron precisamente en esta generacin; es decir, tanto la escuela de Frankfurt como los pensadores franceses: Sartre, Goldman, Lefevre, adems de Coletti, en el pensamiento italiano. Todos ellos nacieron bajo el signa de la derrota de los movimientos ante el fascismo y la degeneracin del rgimen sovitico. Esta situaci6n general, adems de condicionar lo que ya mencionamos como una transformacin del marxismo en una disciplina un tanto acadmica, fundamentalmente filosfica y enclaustrada en las universidades, tambin propici la creacin de un clima de pesimismo radical, de desesperacin poltica que es una caracterstica de todos los autores arriba mencionados: esto favoreci una situacin de tensin constante de las relaciones entre los partidos comunistas y sus intelectuales. Todo esto constituye un proceso largo que va desde los aos veintes (donde se ubica el principio de las derrotas del movimiento obrero) hasta el vigsimo congreso en 1956. A partir de esa fecha se produce, tanto en el interior como en el exterior de la Unin Sovitica, una reaccin contra el stalinismo, una crtica y autocritica del proceso sovitico y, consecuentemente, una ruptura de la hegemona sovitica sobre los movimientos comunistas europeos. Paralelamente, se produce tambin la ruptura del bloque socialista, que se constituye fundamentalmente por el fenmeno de la revolucin china y su subsecuente revolucin cultural (lo que constituye otro elemento en la obra de Althusser). Otro cambio favorable para la apertura y enriquecimiento del campo problemtico del marxismo, est marcado por las revueltas estudiantiles, tanto estadounidenses como europeas, de los aos '60. No obstante, los elementos fundamentales que he destacado persistieron: un pesimismo crnico respecto [231] de la prctica poltica marxista, un divorcio radical entre teora y prctica socialistas y un carcter eminentemente acadmico de la teora marxista.
Como rasgos positivos, quiz pudieran destacarse el hecho de
que todos estos autores se caracterizan, fundamentalmente, por realizar una serie de bsquedas temticas que haban estado ausentes del pensamiento marxista anterior; que todos estos autores se preocupan por buscar campos complementarios al desarrollo clsico de la economa poltica marxista, desde Lukacs, que se interesa por la esttica, Gramsci, que se interesa por los problemas de la superestructura y el estado, y Korsch, que se interesa por las relaciones entre filosofa la y economa. Por otro lado, la escuela de Frankfurt tambin contempla una diversificacin de temas, por ejemplo, Adorno con la msica y Marcuse con la teora psicoanaltica. De igual manera, podemos localizar en Althusser esta bsqueda de nuevos temas para el desarrollo poltico e ideolgico de la teora marxista. Con relacin al concepto terico ms especfico de Althusser, habra que sealar que el marxismo en Francia se encontraba prcticamente ausente, ya que antes de Althusser podemos encontrar muy pocos elementos tericos que caractericen al pensamiento francs como una fuente de aportes al desarrollo del marxismo. Se podra decir que hasta antes de 1918 el panorama del pensamiento marxista en Francia era prcticamente nulo (aunque con algunas excepciones); an mas, podra afirmarse que el marxismo en Francia no haba tenido ninguna penetracin substancial; la obra de Marx haba sido traducida al francs slo en una mnima parte, y los crculos intelectuales de marxistas que haba deban su existencia a la supervivencia de doctrinas premarxistas tpicamente francesas y a un jacobinismo de corte burgus que penetraba en las capas proletarias francesas. A partir de 1918 se produce un primer acercamiento entre los intelectuales y el Partido Comunista Francs; sin embargo, esta aproximaci6n se vera inmediatamente empapada por las deformaciones y los problemas que ocasion el desarrollo del socialismo sovitico. Estas contradicciones desgarraron, en buena medida, a todos los intelectuales franceses de la poca, como por ejemplo al mismo Lefevre. No es sino basta 1944, despus de la ocupacin nazi en Francia, durante su liberacin, cuando el Partido Comunista Francs resurge y se desarrolla como una gran fuerza poltica, ya que, a lo largo de la resistencia, haba logrado penetrar en amplias masas de la poblacin. En ese momento se da una verdadera aproximacin entre los intelectuales franceses y el marxismo. Althusser constituye uno de los [232] ejemplos tpicos de este marxismo occidental y de los intelectuales franceses que a partir
de los aos '40 y en particular de 1948 se afilian ya de manera
definitiva al Partido Comunista Francs. Althusser es, sin duda, un tpico filsofo acadmico en el sentido de que es todo menos un poltico y un militante critico; por otra parte, tambin en cuanto a su formacin intelectual, en Althusser encontramos muchas influencias de corte idealista muy acentuadas: toda la corriente psicoanaltica (particularmente Freud mismo) y la lectura lacaniana de Freud, que es quiz una de las fuentes ms importantes del pensamiento de Althusser; adems y paradjicamente aunque muy lejano, Spinoza. Todas ellas consolidan el pensamiento de Althusser quien, como dijimos anteriormente, se sita como un gran hito en el pensamiento marxista a partir del periodo 60-65, cuando aparecen sus principales ensayos que son recopilados despus (1965) en sus dos obras principales. En trminos generales, podramos decir que la tarea fundamental que se propone Althusser es lograr una reconstruccin filosfica y epistemolgica de la obra de Marx. Althusser propone un retorno a Marx, pero dicho retorno supone un cuestionamiento radical de la obra de Marx que implica una reconstruccin cientfica del materialismo histrico como ciencia de la historia y como ciencia de las formaciones sociales; su filosofa en particular se ha caracterizado con frecuencia como un antihumanismo en el sentido de que se polemiz sistemticamente con el humanismo socialista adems de elaborar una serie de crticas tajantes con respecto al historicismo y a las versiones historicistas del marxismo. Por ltimo, otra de las grandes caractersticas del pensamiento de Althusser sera la bsqueda y desarrollo de un nuevo tema. Althusser insiste con frecuencia en estas obras iniciales y en el hecho de que Marx, en El Capital, desarroll lo que sera el anlisis econmicopoltico, del modo de produccin capitalista, aunque se considera que la obra de Marx adolece de deficiencias y grandes omisiones y apunta hacia el desarrollo de una filosofa marxista, de una epistemologa marxista. Estos temas, sin embargo, haban quedado al margen de la produccin del marxismo clsico; a partir de la obra de Althusser se plantea como tarea prioritaria del pensamiento marxista occidental el desarrollo de estos temas. Esta preocupacin constituye un denominador comn a todo el marxismo occidental, ya que casi todos sus representantes son predominantemente filsofos, epistemlogos abocados al desarrollo de la teora poltica marxista. Una de las obras paralelas a la de Althusser es la obra de Nicos Poulantzas, que se ocupa precisamente de la teora del Estado y de la teora poltica marxista.
[233] Resumiendo, diremos que el predominio filosfico en el
marxismo occidental y la preocupacin por una nueva temtica plantean, de alguna manera, un enriquecimiento muy grande de la temtica marxista, ya que todos sus representantes, como ya se dijo, se ocupan de temas como la esttica, la literatura, la msica; es decir, incursionan en reas del saber que haban quedado al margen del marxismo clsico y que haban sido obstaculizadas por las consecuencias tericas del dogmatismo stalinista. Ahora bien, con relacin a la bibliografa bsica de Althusser, vale la pena mencionar una mnima periodizacin general para poder ubicar los diferentes cambios o transformaciones de su obra. En primer lugar, fue entre 1960 y 1965 cuando se publicaron las obras principales de Althusser, que son fundamentalmente: La revolucin terica de Marx y Para leer EI Capital. Es importante mencionar una tercera obra: Problemas estudiantiles en tanto que es relevante para el tema de la sociologa educativa. A partir de 1967, empieza a operarse un viraje y una transformaci6n en la obra de Althusser; transformacin que se encuentra plasmada en tres obras fundamentales: el Curso de filosofa para cientficos, el texto Cultura, Lenin y la filosofa y finalmente el conocido texto titulado, Ideologa y aparatos ideolgicos de Estado (1970). Por ltimo, restara destacar otra etapa que va de 1973 a la fecha, y que se inaugura con lo que se conoce como la Respuesta de Lewis y que contina con los elementos de autocrtica. Evidentemente la obra de Althusser es mucho ms amplia, pero lo que nos ha interesado es anotar aquellas partes de la misma que marcan los virajes ms importantes de su pensamiento. Ahora bien, hablando de lo que seran algunos conceptos fundamentales de la visin althusseriana del marxismo, hay que plantear el retorno a Marx que Althusser propone. Para l, resulta fundamental la necesidad de realizar una reconstruccin crtica, cientfica del pensamiento marxista que, a su modo de ver, se ha visto contaminado de demasiados elementos ideolgicos, de distorsiones provocadas por el proceso que ha seguido la practica socialista. Por ello, el objetivo inaplazabIe para volver a Marx es plantearse una reconstruccin epistemolgica del marxismo que rescate lo realmente cientfico, lo fundamental de la obra de Marx y que, por lo tanto, defina de manera rigurosa al materialismo histrico como ciencia e historia y al materialismo dialctico como filosofa. Lo que Althusser propone es lo que l llama una lectura sintomal de la obra de Marx que se opone, de manera antagnica,
a lo que sera una lectura literal. No se trata, pues, de extraer de
Marx una serie de pasajes que afirmen o nieguen aspectos, sino, por el contrario, de [234] realizar una lectura estructural de Marx que nos remita, no a la serie de afirmaciones sueltas, yuxtapuestas, que normalmente configuran el sentido general del marxismo, sino que nos defina un nuevo cuerpo sistemtico de problemas, donde radican precisamente el descubrimiento y la revolucin terica de Marx. Esta lectura sintomal tratara de destacar o demostrar lo que Althusser ha llamado, adoptando una terminologa bachelardiana, una ruptura epistemolgica que se caracteriza por la construccin de un nuevo continente cientfico y problemtico, constituido precisamente por la ciencia de la historia o la ciencia de las formaciones sociales. No se trata, pues, de una evolucin continua, sino de una ruptura radical en el desarrollo de las ciencias sociales lo que lleva a la definicin de este nuevo espacio terico que es el materialismo histrico y que produce un nuevo objeto de conocimiento: el modelo de produccin capitalista y las formaciones sociales capitalistas. Son dos los puntos centrales para entender en qu sentido habla Althusser de la revolucin terica: en primer lugar, la definicin de la dialctica de Marx y su contraste o diferencia respecto de la dialctica hegeliana de la cual proviene; es decir, las categoras de la dialctica y de la contradiccin. El segundo punto (que ser tratado ms adelante) se refiere a las definiciones que Althusser hace de dos categoras centrales en su obra: la de ciencia y la de ideologa, y las diferencias que establece entre una y otra. Con relacin al primer punto, la crtica de Althusser a las concepciones convencionales de la dialctica marxista es muy radical. Apoyndose en lo que el defini como una lectura estructural y problemtica de la obra de Marx, Althusser nos enfrenta, de manera radical, con la famosa afirmacin de Marx en tomo a la inversin de la dialctica hegeliana (posfacio a la segunda edicin de El Capital). Marx habla all de cmo, a travs de su obra, se realiza una inversin de la dialctica hegeliana, despojndola de los elementos idealistas de la filosofa hegeliana y recuperando su ncleo esencial. Althusser se pronuncia radicalmente en contra de esta formulacin ms bien superficial del mismo Marx y plantea que la dialctica marxiana no es, de ningn modo, una simple inversin de la dialctica hegeliana. Por el contrario, dice Althusser, la dialctica marxista supone una diferencia radical del mtodo cientfico y tambin una definicin nueva del objeto de la ciencia y de la filosofa marxista. Entra entonces el anlisis de la teora de la contradiccin en Hegel
y Marx para afirmar, dicho de manera esquemtica, lo siguiente:
para Hegel, la contradiccin es simple, en el sentido de que se trata de una dialctica unvoca y bipolar, de contradicciones radicales entre dos polos [235] fundamentales que se dan en trminos lgicos en la mayora de los casos (el ser y el no ser; la plenitud o la determinacin, la idea del espritu y la enajenacin). La existencia de dos polos fundamentales constituye la esencia de la dialctica de Hegel en donde, nos dice Althusser, la totalidad se enajena, se niega en las determinaciones especficas y se recupera como tal de nuevo, haciendo equivalentes el principio y el fin de este proceso dialctico; se trata, por tanto, de una lgica bipolar y simple. En el caso de la dialctica de Marx, por el contrario, se trata de una dialctica y de una teora de la contradiccin compleja, en el sentido de que ha cambiado radicalmente el objeto de anlisis que se proponen, ste no es ya, como en el caso de la filosofa hegeliana, la filosofa de la historia, sino la totalidad social, entendida como una totalidad compleja, articulada de instancias de la practica social. Fue precisamente con objeto de explicar la dinmica de esa totalidad, que Marx redefini la dialctica de la contradiccin. En el centro de todo esto, el aporte ms importante de la obra de Althusser consiste quiz en la definicin de lo que l mismo ha denominado una "casualidad estructural", mientras que la casualidad y la dialctica en Hegel no pasan de ser lineales. Para Marx, la contradiccin y la dialctica vienen a definir una nueva forma de casualidad, que sera de tipo estructural y que nosotros podemos comprender y ejemplificar si consideramos la forma en que Althusser analiza la articulacin de los diferentes niveles de la totalidad social. Estos niveles, definidos de manera ms o menos convencional en trminos de estructura econmica, estructura poltica y superestructura ideolgica, se relacionan y articulan a travs de una causalidad estructural, que Althusser gusta de denominar "causalidad sobredeterminada". Se trata, pues, de ver cmo se articulan estos tres niveles de la totalidad social, y para ello Althusser define tres modalidades de esta articulacin: en primer lugar, la ya muy conocida "determinacin en ltima instancia" de lo econmico (la estructura) sobre la superestructura poltica e ideolgica; una segunda forma de articulacin entre las tres instancias seria la que Althusser denomina "posicin dominante", y por ultimo estara la "posicin decisiva o coyuntural". Se trata, pues, de abolir una causalidad expresiva lineal para hablar de una causalidad estructural en donde el todo causal es determinado por sus efectos y donde, de alguna manera, existe
una determinacin articulada de todas estas instancias. Esto
constituye, desde el punto de vista de este trabajo, un punto fundamental de la reformulacin althusseriana del materialismo histrico. [236] II. La ideologa en Althusser Con relacin a la concepcin althusseriana de ideologa, debemos referimos, en primer lugar, a un elemento fundamental en los antecedentes de Althusser, partiendo de una simplificacin de Gramsci. Gramsci se preocup por desarrollar al mximo un rea que estaba muy descuidada dentro del marxismo clsico y aun del posterior. Su obra gira bsicamente en tomo al anlisis y definicin del Estado como el conjunto del aparato estatal y la sociedad civil, en el seno del cual se dan fenmenos de gran importancia para los que constituira una teora de la ideologa, tales como las relaciones de consenso y hegemona. Todos estos conceptos, que son fundamentales en el desarrollo del marxismo, son retomados por Althusser y de hecho este nuevo horizonte que le plantea el marxismo en la obra de Gramsci constituye, en cierto sentido, su punto de partida. La teora de la superestructura el consenso, la hegemona, el funcionamiento del Estado, son los temas centrales que Althusser asimila de Gramsci, y que conforman el punto de partida de su anlisis. El inters de Althusser por temas como la ideologa, por otro lado, no es gratuito, sino que se remite a un contexto histrico particular; en primer lugar, porque el fascismo represent un fenmeno que result absolutamente inexplicable e irracional para todos los marxistas dentro de la concepcin economicista que prevaleca. Pareca inexplicable que dada la madurez que haban logrado los partidos obreros, comunistas y socialdemcratas en occidente, surgiera de pronto una reaccin autoritaria y fascista que echara por tierra los logros de las organizaciones proletarias e incluso invirtiera el sentido del proceso poltico. En segundo lugar, hay que destacar el hecho de que en el capitalismo contemporneo se acenta de manera definitiva la relevancia poltica de la lucha ideolgica en muchas instancias de la totalidad social occidental; la aparicin de los medios masivos de comunicacin, el papel de la escuela, el papel creciente del Estado, etc. Habra, pues, una clara evidencia de que la lucha ideolgica cobra una mayor relevancia poltica en el desarrollo de la produccin capitalista y de su proyecto histrico; y esto queda aun ms claro si tomamos en cuenta que tanto la revuelta estudiantil como la revolucin cultural china (elementos que ya hemos
mencionado), hacen nfasis particularmente en la crisis y en la
relevancia poltica de los factores ideolgicos para el desarrollo de la crtica del capitalismo y el desarrollo consecuente y slido de una revolucin socialista. Ahora bien, pasando a la propia teora de la ideologa elaborada por Althusser, podemos decir que en una buena medida esta parte de uno de los elementos ms criticados de su obra, que es el que se re-[237]-fiere a la radical distincin epistemolgica que sustenta, de manera definitiva, entre dos grandes procesos: el de la produccin intelectual y el de los fenmenos ideolgicos; es decir, distingue por una parte a la ciencia y por otro a la ideologa como dos trminos radicalmente antagnicos y tajantemente diferenciados en el sentido epistemolgico. Esta diferencia est fundamentada en una concepcin de la teora con carcter autnomo (como la construccin de objetos del conocimiento cientfico), tema que Althusser acenta particularmente tanto en sus obras iniciales como en sus obras posteriores. Esta oposicin radical, esta diferencia tajante entre ciencia e ideologa, se plantea en los trminos siguientes: Althusser distingue dos tipos de ideologa: las ideologas tericas y las ideologas prcticas, lo cual hace la diferenciacin radical de ciencias e ideologas. Por un lado, las primeras vendran a ser aquel conjunto de cuerpos cientficos ya anacrnicos en los cuales se basa el desarrollo y el trabajo de la ciencia y a partir de los cuales se produce una nueva problemtica y un nuevo objeto de conocimiento y, por tanto, una revolucin terica. Es decir, que las ideologas tericas constituyen el punto de partida de la des construccin y construccin de una nueva ciencia. Toda ciencia tiene su ideologa terica correspondiente contra la cual debe construir su objeto y su mtodo y desarrollar una nueva concepcin. Por otro lado, y de manera diferenciada, estaran las ideologas prcticas, que se definiran como la secrecin natural de la vida practica misma, de la practica social en todas sus mltiples diferencias: econmica, poltica e ideolgica, y que estaran constituidas fundamentalmente por un sistema de representaciones falsas. Para Althusser, la ideologa es, en trminos genricos, una concepcin falsa, deformada, primero de la relacin cientfica o del objeto cientfico propiamente dicho, as como la realidad social misma. En este sentido, Althusser adopta una definicin global genrica de ideologa como conciencia falsa, siguiendo algunas de las definiciones principales del concepto marxista de ideologa. Ahora bien, es necesario profundizar en algunos puntos con el fin de aclarar el concepto aIthusseriano de ideologa.
En primer lugar, se podra plantear el problema de cul es el
origen fundamental del fenmeno ideolgico: la raz bsica del fenmeno ideolgico radica en lo que Althusser ha definido como la opacidad general de las relaciones sociales; es decir, que los mecanismos fundamentales de una totalidad social no se presentan a la intuicin inmediata. En general, toda totalidad social, toda formacin social, es opaca en una primera observacin y, por tanto, los factores fundamentales de su funcionamiento en lo econmico, en lo poltico y en lo ideolgico quedan ocultos. En este sentido, habra que subrayar lo [238] siguiente: esta opacidad general es tanto preclasista como postclasista; es decir, no est condicionada ni determinada, ni tiene su origen en la lucha de clases, sino que es anterior y ms fundamental, en el sentido de que es un fenmeno que encontramos antes y despus de la constitucin de una sociedad dividida en clases. Un segundo elemento que determinara la definicin de ideologa sera el fenmeno especfico de la lucha de clases, particularmente en el caso del capitalismo, con la definicin de las contradicciones fundamentales basadas en el capital y el trabajo. Esto determinara la aparicin de lo que Althusser denomina "fenmeno ideolgico" como un conjunto o sistema de representaciones falsas que deforman el conocimiento y la realidad social. La opacidad general y la lucha de clases seran, pues, los elementos fundamentales para la explicacin de la ideologa en trminos generales. El resultado del fenmeno ideolgico es, en primer lugar, un sistema de representaciones que oculta y deforma el conocimiento de la realidad en todas sus instancias; y, por ltimo, su resultado o funcin bsica en todas las sociedades estara dado por el fenmeno de cohesin general. En efecto, encontramos que la ideologa penetra todos los niveles de la realidad social y produce, como fenmeno fundamental, una cohesin general del sistema, que invade, incluso, el proceso productivo mismo, para no hablar de las otras esferas de la realidad social; es un fenmeno de lo que Marx mismo ha denominado como "cemento del edificio social". Ahora bien, cmo funciona la ideologa en trminos ms particulares? La ideologa nos dice Althusser, funciona como una interpelacin, como una especie de llamado de atencin que reclama la atencin del sujeto y lo captura de alguna manera; como el mismo ejemplifica, es el simple llamado de una autoridad policiaca, la pura interpelacin al individuo, lo que constituye el funcionamiento bsico de la ideologa. A travs de esta interpelacin se constituye de manera imaginaria el sujeto. Resulta pertinente aclarar, en este momento, que Althusser hace una diferenciacin entre individuo y sujeto en trminos de que el individuo simple se constituye en sujeto a partir de esta
interpelacin de la ideologa, y esto quiere decir que el individuo
va a tener aqu ya una representacin imaginaria de su relacin con su circunstancia social; que se va a constituir en un sujeto libre, un sujeto que cree dominar, controlar, comprender y transformar su circunstancia social, lo que lo rodea en el orden econmico, poltico y social. As, pues, esta interpelacin tiene como consecuencia la constitucin imaginaria del sujeto; ste se considera como tal en tanto que se concibe libre y autnomo respecto a su comportamiento y a su dominio sobre [239] las relaciones sociales. Se trata, por tanto de una constitucin imaginaria y por consiguiente ideolgica del sujeto en tanto que esta deformando su verdadera relacin con su contexto o con lo que lo rodea socialmente. Es aqu, precisamente, donde tendramos que considerar el papel tan importante que juega la escuela en la constitucin del sujeto. La escuela se ubica detrs de todo este modelo de la ideologa de Althusser y es quiz el prototipo del mecanismo ideolgico fundamental de la interpelacin y constitucin imaginaria del sujeto. Esto conlleva necesariamente la imposicin de la ideologa dominante, la cual esta evidentemente relacionada con la articulacin o la diferenciacin de las clases sociales y que, por tanto, plantea el dominio ideolgico de la clase econmicamente dominada, as como el sometimiento del sujeto a esta ideologa y a la reproduccin ideolgica del sistema fundamental del proceso productivo que da lugar a la lucha de clases. Ahora bien, este sometimiento y el desarrollo de la ideologa del sistema se dan en trminos materiales, es decir, no constituyen fenmenos espirituales, evanescentes, que no se pueden precisar con detalle, sino que, para Althusser, la ideologa tiene una forma de operacin material, una realidad sensible, concreta, perceptible que est constituida por el conjunto de aparatos ideolgicos de Estado que el mismo ha definido y que son: la familia, la iglesia, la escuela, los medios de comunicacin, la alta cultura, y otros; esto representa el aspecto material especfico y concreto a travs del cual la ideologa opera. Un aspecto ms que resulta importante destacar dentro de los aportes de Althusser, es el hecho de que borra la diferencia entre lo pblico y lo privado, y hace notar que la familia, la iglesia y la escuela, aun cuando aparentemente forman parte del sector privado y estn jurdicamente definidos en la esfera de lo privado, en realidad forman parte de lo pblico y de la reproduccin ideolgica del modo de produccin capitalista, ya que forman parte del escenario de la lucha ideolgica. Todo lo anterior constituye uno de los aportes bsicos y fundamentales altamente apreciables en la obra de Althusser, ya que,
de alguna manera, este anlisis del fenmeno ideolgico est en
consonancia con una serie de transformaciones reales, concretas y muy importantes del capitalismo contemporneo; en primer lugar, porque destaca todas las formas sutiles de reproduccin y de control ideolgico que se dan como parte fundamental de la reproduccin general del sistema capitalista, y ello se refiere, de alguna manera, al descubrimiento de cmo se nos introduce ese polica que llevamos en la [240] cabeza y que resulta ms importante que la represin tpica de los aparatos propiamente represivos del Estado en cuanto tal (la polica, el ejercito). En segundo lugar, inaugura todo un campo de anlisis (que sera desarrollado paralelamente por otros autores). Resulta importante, tomando como base todo lo anteriormente expuesto, enunciar brevemente algunas crticas a la obra de Althusser, si bien salvando los elementos crticos y autocrticos que el mismo ha desarrollado. En primer lugar, me parece que lo ms criticable y lo que constituye el centro de las deformaciones generales de las que adolece la obra de Althusser, est en la separacin epistemolgica radical entre ciencia e ideologa, en esa pretendida autonoma de la prctica terica y la consecuente subordinacin sistemtica de la prctica poltica y de la lucha de clases. Es decir, que para Althusser la esfera de la prctica terica y de la ciencia se define con radical autonoma en su mtodo, en su desarrollo y en su historia respecto de la prctica poltica de lucha de clases. Sin embargo, esto ha sido rectificado por el mismo Althusser, quien en sus elementos de autocritica ha sealado esta diferencia un tanto metafsica como una deformacin teoricista, como una polarizacin especulativa. Pero no cabe duda de que sigue siendo una de las coordenadas fundamentales de su obra y que constituye el centro de la critica que se ha desarrollado ya de manera convencional en Francia, sobre todo con Rancire, que es quien ha penetrado con mayor agudeza este problema y ha sealado puntos de vista muy importantes respecto de la critica que anotbamos. Hay que sealar tambin la obra de Adolfo Snchez Vzquez, Ciencia y Revolucin, que constituye un anlisis de la obra de Althusser, en la que la crtica se centra, igualmente, en la separacin epistemolgica radical entre ciencia e ideologa. Habra que sealar, adems, que como consecuencia de la separacin que mencionbamos (y tambin como consecuencia del contexto histrico generacional en el que Althusser se desarroll como marxista occidental) su marxismo est contaminado por la obsesin de hacer de l una ciencia respetable, una ciencia acadmica "asptica", por ello consider excesiva la cantidad de simplificaciones polticas que este cientificismo de
Althusser comporta, y esto se manifiesta de una manera explcita
precisamente en el texto que se titula Problemas estudiantiles, en el que hace una sorprendente defensa del saber acadmico y sus formas (el respeto al maestro y a su autoridad, las distancias entre "saber" y "no saber", etc.), pero, al mismo tiempo, su conservadorismo no le permite distinguir entre el contenido y la forma de desarrollo del proceso educativo, ya que para l esta ltima no tiene importancia, en contraposicin con Rancire, quien haba [241] hecho la crtica fundamental de que es el saber no la ciencia el que se transmite a travs de una serie de ritos, de criterios de autoridad, de formalizaciones, que afectan el contenido mismo del saber acadmico. Todo ello me parece substancial porque definitivamente apunta a la crtica del conservadorismo acadmico de Althusser, el cual constituye un obstculo para la transformacin crtica de la escuela y del saber acadmico. Por otra parte, refirindose ya a la crtica en un sentido poltico ms substancial, habra que anotar que no obstante que la obra inicial de Althusser se define como una intervencin poltica, es decir que no pretende quedarse al margen del curso poltico de su tiempo; en su obra slo encontramos una o dos menciones superficiales y banales sobre el stalinismo; este es reducido a un fenmeno de culto a la personalidad, lo cual resulta sorprendente en un autor que ha hecho la crtica del sujeto en la historia y de la importancia de !as voluntades individuales en el desarrollo histrico. EI stalinismo, a pesar de que constituye uno de los grandes escenarios de su desarrollo terico, resulta criticado por Althusser apenas en forma superficial y mnima, y esto tiene que ver con su militancia y particular adscripcin poltica al Partido Comunista Francs; no hay en l a lo largo de toda su obra (incluyendo sus etapas crticas y autocrticas) ningn anlisis substancial y crtico del stalinismo y de la burocratizacin posterior del sistema socialista sovitico. Esto me parece sumamente lamentable, porque marca un lmite ideolgico definitivo en el desarrollo terico de la obra de Althusser. Slo restara anotar que en la teora althusseriana de la ideologa encontramos una distorsin de la misma en tanto que constituye una versin conservadora y polticamente cuestionable en el sentido de que la ideologa es considerada como un fenmeno ahistrico, preclasista y postclasista, cuyo origen no radica en la lucha de clases sino en la opacidad de las relaciones sociales; todo ello apunta hacia una visin no poltica, no clasista del fenmeno ideolgico que, desde mi punto de vista, resulta muy cuestionable no slo por la poltica y por las afirmaciones de Althusser, sino precisamente por sus omisiones. EI anlisis que l propone de los aparatos ideolgicos de Estado tiene una fuerte carga reformista en el sentido de que en sus anlisis casualmente
est ausente, de manera definitiva, el problema fundamental de
los aparatos represivos del Estado, que en realidad son los elementos que articulan la totalidad de la gestin poltica estatal: los aparatos de represin directa, fsica y violenta. Casualmente, este fenmeno es echado a un lado por Althusser, y decimos esto porque en su obra no analiza ni enfatiza con suficiente rigor el papel estructural y articulador de los aparatos represivos del [242] Estado y, en contraposicin, todo su inters se centra en el problema de los aparatos ideolgicos del Estado. Esto me parece definitivamente reprobable, ya que la instancia que articula la gestin del Estado est constituida, definitivamente, por los elementos represivos del Estado. Por otro lado, habra que mencionar otra gran omisin en la obra de Althusser: no platea nunca, quiz por pesimismo crnico, el proyecto de la extincin del Estado burgus, del Estado clasista. Este es un problema de gran importancia y que, sin embargo, Althusser soslaya, dando toda la importancia a las formas de sometimiento ideolgico del Estado, hacindonos ver de esta manera que el problema principal de la reproduccin del aparato poltico e ideolgico del Estado burgus esta en aquellos y no en el Estado mismo. En tanto no se plantea el problema de la evolucin del Estado, no se plantea tampoco el problema de los aparatos represivos, y por ello los aparatos ideolgicos aparecen como el frente fundamental de la lucha ideolgica, lo cual lleva a una omisin de los problemas tericos.
III. Althusser y la educacin
Finalmente, con respecto a la ideologa y sus conexiones con la educacin, es menester presentar algunos supuestos e implicaciones generales de esta relacin. La reconstruccin del marxismo propuesta por Althusser y su particular nfasis en el anlisis de la ideologa tiene una relacin estrecha y articulada con respecto al problema de la educacin y de la sociologa de la educacin en particular. La educacin y la escuela (haciendo equivalentes escuela y sistema educativo) funcionan en trminos de lo que podramos llamar el proceso de reproduccin. En efecto, como un aparato de reproduccin ideolgica que tiene penetracin en el mismo proceso productivo de un sistema dominante (como es el sistema capitalista), fundamentndolo y reproducindolo, la escuela funciona como un proceso de introduccin ideolgica, como un aparato de represin, como una disciplina de normalizacin y como una relacin de
poder que se da en el saber frente al no saber con base en el
conocimiento cientfico, en las formas, ritos y ceremonias del proceso educativo. Creo que para analizar el proceso educativo la institucin educativa es indispensable partir de una concepcin global de lo que sera, en trminos marxistas, el problema de la ideologa, y me parecen demasiado escpticas las posiciones que se niegan a abordar este tema; la relacin entre el fenmeno educativo y el ideolgico es evidente, as como la vinculacin articulada entre el [243] nivel de anlisis de la escuela como aparato de reproduccin y como elemento de la relacin de poder que normaliza, disciplina e incluso discrimina socialmente. Siguiendo esta lnea de razonamiento, podemos decir que la escuela, en su imagen ideolgica dentro de la ideologa pequeo burguesa aparenta ser un canal de democratizacin, un canal de igualitarismo y de movilidad social; considero, pues, que todo esto constituye la ideologa de la escuela. Sin embargo, lo que no podemos afirmar es precisamente el hecho de que la escuela es este canal de movilidad e igualitarismo, ya que, por el contrario, es un aparato de poder, de represin ideolgica y de una disciplina normalizadora; por otro lado, este aparato no slo reprime y normaliza ideolgicamente, sino que tambin discrimina socialmente. La ideologa no viene a subsanar las diferencias de clase sino que las acen-ta y lleva a un extremo mayor; es decir, es precisamente el rendimiento escolar el que finalmente determina esta discriminacin social ms radical discriminacin que desde luego tiene su base en la diferenciacin de las clases sociales; por lo tanto, a mi modo de ver, esta crtica de la ideologa es, a su vez, una crtica de la escuela. Asimismo, sera necesario poner nfasis en las funciones reales de la escuela dentro de este proceso de reproduccin del sistema capitalista y de las clases. Por una parte, con respecto al problema de la escuela y la superestructura ideolgica (independientemente de que este concepto provenga o no de Marx o de Engels o se haya desarrollado con tales y cuales deformaciones), a pesar de sus limitaciones descriptivas y topolgicas, ha tenido una operatividad y un funcionamiento crtico importantes en el desarrollo de la teora marxista. En este sentido, la labor de Althusser consisti en enriquecerlo y en darle un contenido especifico como instrumento terico fundamental para el anlisis de los procesos ideolgico y estructural; ahora bien, sera posible confirmar o reanudar la proposicin de Althusser en el sentido de que la escuela, en la sociedad burguesa moderna, ha venido a constituir (aunque con menos nfasis en la sociedad tecnolgica contempornea) el aparato ideolgico predominante dentro del funcionamiento de reproduccin del sistema social.
Sin embargo, hacia los aos '70, esto ha pasado a segundo
trmino en funcin precisamente de los medios de comunicacin masiva y de otros elementos y procedimientos de comunicacin que funcionan predominantemente como elementos de transmisin e introduccin de la ideologa. Pero, de cualquier manera, la escuela, actualmente (en el capitalismo monoplico), sigue funcionando como el instrumento bsico del proceso ideolgico en el sentido de que no slo acta en favor de la reproduccin ideolgica general de la sociedad y [244] de las relaciones de produccin, sino ms particularmente en favor de la intima relacin entre la escuela y el Estado. Es decir que la escuela aparece como el instrumento fundamental a travs del cual se introduce y se estructura aquello que es considerado el fundamento de la concepcin del Estado y de la sociedad civil contempornea: la divisin social del trabajo, a travs de la cual se diferencia radicalmente el trabajo manual del trabajo intelectual; diferencia que, a su vez, alimenta la posibilidad misma del funcionamiento del Estado y del proceso productivo. En este sentido es que la escuela sigue jugando un papel fundamental en cuanto a la reproduccin general de las relaciones de produccin y en cuanto al funcionamiento del Estado mismo; es decir, nos referimos a la esfera de los intelectuales y del trabajo intelectual en general. En resumen, es importante destacar el punto de la divisin social del trabajo y su accin sobre la escuela como base de las relaciones entre Estado y sociedad civil, por un lado, y el proceso de reproduccin por otro; ms aun, en un sentido general (siguiendo los planteamientos de Santiago Ramrez), habra que destacar el hecho de que sin duda alguna la escuela es tambin uno de los procesos prototpicos en donde se da una relacin de poder entre "saber" y "no saber", del saber como instrumento de poder coercitivo, discriminatorio, normalizador, que favorece la supervivencia de la ideologa dominante; es decir, el anlisis de la relacin de poder que se encuentra en la escuela (y no slo en ella, sino tambin en otros tipos de relacin como por ejemplo entre hombre y mujer) y que estn al margen de la lucha de clases aunque polticamente articulados a ella. AI respecto, considero meritorios los anlisis de Michel Foucault en torno a las microsituaciones de poder, entre !as que se encuentra ubicada la escuela. Por ltimo, quisiera hacer algunas reflexiones sobre la cuestin de la sociologa educativa y el anlisis althusseriano del proceso educativo. Si bien es cierto que ni en Marx ni en Althusser podemos localizar de manera explcita y desarrollada una teora de la educacin, y menos aun una sociologa de la educacin, el
hecho de que no exista con claridad terica una definicin del
problema de que es sociologa y que es educacin, no basta para entender y constatar, de manera inmediata, que el proceso educativo es una de las realidades mas omnipresentes a lo largo de nuestra vida cotidiana y de la vida tanto de la esfera privada como de la esfera pblica; por ello, a partir de !as bases tericas del marxismo y de la visin althusseriana, puede desarrollarse una concepcin crtica del proceso educativo. Los elementos centrales para esta concepcin partiran de la base de la caracteriza-[245]cin del proceso educativo como una institucin de poder y de reproduccin de una disciplina normalizadora. Debemos sealar que, independientemente de que en la escuela se transmita el saber cientfico o de que el contenido de la educacin burguesa pueda tener cierta fundamentacin cientfica, es en el problema de la forma del proceso educativo y los ritos y ceremonias de la educacin, para llegar, finalmente, al anlisis del ejercicio discriminatorio de clase (y de poder) que se ejerce en el interior del proceso educativo. En conclusin, parece importante analizar esos procesos en la medida en que, a travs de este anlisis, surge la posibilidad de desarrollar una concepcin alternativa del proceso educativo que siente las bases para la conformacin de una contraideologa, de una concepcin revolucionaria de las ciencias y de la transmisin del conocimiento y, por tanto, de una concepcin revolucionaria del funcionamiento del proceso educativo o de los aparatos ideolgicos del Estado.