Dewey, John - El Arte Como Experiencia PDF
Dewey, John - El Arte Como Experiencia PDF
Dewey, John - El Arte Como Experiencia PDF
El arte como
experiencia
.........
- - -..
,..
..
..
"
......., . . .; . _ . ,
iV7.
'lm-;.'.ih/'
Paids Esttica 45
.'
J{.
Arnhem
M. M. Roncayolc
La cindad
v, Kandtnskv y F Marc
Hljinetc azul
L \,,;ritt,genstl'in
Pai ds Esttica
15.
19,
21.
22.
J.
2.3
24.
V. Kandinsky
Oe lo esptruual en el arte
2"').
.1.
Qu cs UH dtscador
Costa
26.
l-a esquemlica
N. Potter
27
2H. E. Panofskv
Sobre cl estilo
31. A. C. Danto
La transfiuuractn dei usiar cOIJ/n
32. C. Geenberg
Arte y cultura
3,). P. Bourdtcu y A. Darbcl
E/ amor al arte
S. Dali
Carta ahierta a Sau-ador nal
3').
V. Van Gogh
Cartas ti 'tbeo
34.
36.
37.
L Shiner
La tnoencin dei ar/e
A. C. Damo
Fi abuso de la betleza
(l. Dtckc
40.
M. Rothko
,'>:.8.
41.
J. Dewcy
O. Caabrese
Btenguaje dei arfe
A. M'onegal
Poltica y tpotuca de las ungenes de la guerra
42
43.
/i4.
tj5,
john Dewey
PAIDS
Group (USA)
cultura Libre
ISBN,978-84-493-2118-4
Depsito legal: B. 10.551-2008
lmpreso cn Hurope. S. L.
Lima, 3 - 08030 Barcelona
Irnprcso cn Espana - Prirued in Spain
A Albert C. Banzes,
en agradecimiento
SUMARIO
405
397
277
307
337
369
119
151
183
211
241
67
93
41
23
XI
1
.................
..... . . . . . . . . . . . . . . . ..
........
de jordi Claramente . ..
La criatura viviente
La criatura viviente y las cosas etreas
Cmo se tiene una experienca
EI acto de expresin
EI objeto expresivo
Sustancia y forma
La historia natural de la forma .
La organizacin de las energias ..
La sustancia comn de las artes
La sustancia variada de las artes
La contrbucin humana
EI reto a la filosofia
Crtica y percepcin
Arte y cvlizacn
Prefacio
L
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9
10.
lI.
12.
13.
14.
IX
A MODO DE PRLOGO:
ALGUNAS IDEAS PARA LEER CON DEWEY
Leer a Dewey a princpios dei siglo XXI supone romper el cerco, salirse dei circuito cerrado que en las ltimas dcadas se ha
impuesto en el campo de la esttica y la teora de las artes. Las teoras hegcmncas, sobre todo co el contexto nortearnericano,
han funcionado como wrapper tbeories.' -teoras-envoltura- que
pretenden presentar transparentemente, contener y conservar su
objeto, sin cuestionarlo oi considerarlo en una dimensin evaluativa. Con ello se consigue quizs una buena descripcin de la
situacin de hecho y se renuncia por completo a indagar las hondas implicaciones antropolgicas, socales y polticas de las prcticas artsticas en tanto tales, aun de las ms -autnornas-. Slo
mediante ese orden terico se han podido asumir sin rubor definiciones que limitan el arte a aquello aceptado como tal por las
nstitucones deI gusto -por muy vaga que pueda ser tal categora- o sancionado por la historia establecida de determinada
prctica o escuela.
Este libro no engarza pues, y bueno es avisarlo, con ninguna
de esas tradiciones hegemnicas en el dominio de la esttica y la
teora de las artes. Se trata de un libro extrafio. No podemos limitamos a clasificarlo como una esttica pragmatista- sin ms,
cuando es obvio que el holismo y el organicismo que Dewey ar-
1. As define algunas tcortas de raz analtica Rchard Shusrerman en SlI muy recomendable Esttica pragamatista. Barcelona, Idca Books, 2002, pg. 50 Y ss.
XI
ticula a lo largo de todo el libro exceden el marco ms comnmente reconocido dei pragmatismo. No cabe duda, aderns, de
que dichos rasgos pueden haber dificultado la recepcin de su
esttica en el mundo intelectual norteamericano hasta el punto
de haber quedado -hasta la fecha- prcticamente fuera de las
principales corrientes de pensamiento esttico.
Podemos decir sin temor a exagerar que la esttica de Dewey, como la de Lukcs. que no queda tan lejos por otra parte,
ha sido consistentemente ignorada durante ms de cincuenta
anos,' aunquc quiz tanto con la de un autor como con la dei
otro nos encontremos co un huen momento para pensar por qu
pueden ahora sernos interesantes.
XII
denomino -autonoma relativa" 4 y para ello tuvo que aludir crticamente, como hacemos ahora nosotros, ai trabajo de Dewey.
Para dar salida a ese doble nters es imprescindible que emprendamos ajustes de envergadura en nuestros sistemas de pensamiento esttico. Y resulta que Dewey y 5U esttica son claves
imprescindibles precisamente para el replanteamiento relacional
de nuestra epistemologia y nuestra teoria de la praxis: El media
de expresion en el arte --dice Dewey- no es ni objetivo ni subjetivo, es la materia de una nueua experiencia en que ambos ban
cooperado de tal manera que ninguno tiene existencia por s mismo. En ese sentido los agentes que son relevantes co el arte no
pueden ser sino los "modos de relacin- que se proponen en
cada obra de arte, modos de relacn que afectan a la percepcin y
la rearman, que desde su especfica codficacin esttica son capaces de alcanzar la organizacin ms general de la experencia
infiltrndose desde lo ms extraordinario a lo ms cotidiano,
transformando el mundo --en tanto repertorio establecdo de
gramticas stuacionales- callada y discretamente, sin pretender
establecer nuevos catecismos que reemplacen a los ya existentes.
En ese sentido, cuando todo apunta a que la mente podra cemsiderarse como un repertorio de procedimientos para tratar las situ aciones en que nos encontramos, el pensamiento hegemnico
ha transformado la mente en una cosa y los modos de accn vivos y adaptativos en una sustancia subyacente que ejecuta, cem
ms o menos eficiencia, talo cual actividad.
Sin caer en ningn orden de determinismo, puesto que no se
abandona jams una concepcin fundamentalmente actva y generativa de la mente y el organismo, podemos advertir que uno
de los rasgos centrales deI pensamiento esttico de Dewey ser
una suerte de naturalismo somtico, que busca fundamentar sus
4. "Autonomia relativa" que mejor podrfa denomnarse -autonoma relaconal- o -autonoma moda!" en funcn de xu engrana]e con los "modos de relactn- que construycn
lo esttico.
XIII
'5. Y como es patente por la Iusrorta mtsma dei arte cannico, nt squera en tanto
-consecuencta- es dei todo ftable.
xv
la disciplina esttica desde la Ilustracin. As, por ejemplo, no podemos evitar recordar e! pape! que en la Crtica dei juicio de
Kant tienen la nocin de -espiritu- y la funcin vivificadora que
ejerce sobre nuestras facultades.
-Espiritu, en signiftcaciori esttica, se dice dei principio vivificante en el alma; pera aquello por media de lo cual ese principio
vivifica el alma, la materia que aplica a ello, es lo que pane a las
facultades dei espiritu con finalidad en mooimtento ... afirmo que
ese principio no es otra cosa que la facultad de exposicion de ideas estricas-v
Traduciendo estos trminos a los conceptos y las tesis de Dewey, podemos sostener que ali donde e! hombre est ms implicado en intensificar la vida [enbancing lifeF en vez de meramente
vivirla, podremos hablar de un comportamiento esttico. Es obvio
que nos seguimos alejando de las wrapper tbeories: los comportamientos estticos se estn definiendo en funcin de su rentabilidad antropolgica, una finalidad sin fin que tiene la virtualidad,
como las teorias insritucionalisras e hstoricistas, de adaptarse a las
circunstancias cambiantes de la produccin artstica -incluyendo
nuevas e rnprevsbles formas de la misma- sin perder por ello la
compacidad de una definicin operativa.
Eso si, aunque podamos dar por sentado que para Dewey la
elaboracin formal ser imprescindible y vendr dada ---<!e hecho- eo el proceso msmo de intensificacin de la experienca
que constituye la productividad artstica, no deja de ser evidente
que Dewey, como en su da senal Galvano della Volpe, no
aborda la cuestin especficamente esttica, o potica si se quierc: la correspondiente a la exce!encia de las formas necesarias
para poner en juego esta intensificacin de la experiencia.
La laxitud, seguramente intencionada, de Dewey en la prescripcin potica puede dar pie a algunas ambigedades, limitadas
XVI
XVII
fiadas de las gramticas culturales hegemnicas y vueltas a conectar en diferentes contextos y con diferentes lgicas como si de ready mades situacionales y conductuales se tratara. No tenemos
por qu coincidir con Rorty y su extrema estetizacin de la tica:
de hecho Rorty, buscando definir ese -arte de vivir-, acaba por
proyectar las condiciones de exclusividad y escasez que priman
en el mercado del arte contemporneo, de forma que se diria que
slo unos pocos escogidos pueden llevar una vida plenamente
cumplida en trminos estticos. lO
Nada ms lejos del planteamiento radicalmente democrtico
de Dewey. Planteamiento que nada tiene de retrico ni demaggico, puesto que se basa en la constatacin de las constantes rtmicas de nteraccin con el entorno vivo que nos rodea.
Por eso, hoy ms que nunca, Dewey requiere ser usado,
desplegado, asi sea para entender el alcance y las posibilidadcs
de prcticas artisticas tradicionalmente marginales como el bip
bop o el flamenco, o para darle toda su virtualidad y su potencia
antropolgica a artes sobre las que ya creiamos saber todo. Dirase que se abre aqui una via para superar la vieja y torpe distincin entre alta y baja cultura, lo que Dewey nos pide no es un
anlisis sociolgico, sino una constatacin esttica y antropolgica: rtmicamente, en trminos modales, tanto nos puede servir
Bach como Puhlic Enemy. En la medida en que ambos suponen
la indagacin y el despliegue de un modo de relacin que, en diferentes direcciones sin duda, intensifica y refuerza nuestra capacidad de obrar y comprender. En la medida en que ambos contrihuyen de un modo especficamente esttico a reforzar nuestra
agencialidad nos encontramos ante prcticas genuinamente artsticas.
Dichas prcticas artsticas, despus de Dewey, no pueden
sino ser concebidas como despliegues formalizados de modos de
relacin, enrendiendo que la experiencia esttica es la aprehen10. jnjusrtftcablementc. a nuesrro juicio, y proyectando condicionantes histricamente espurios de la prodncctn artstica Rorty exige que slo aquellos sujcros que sean
marcadamente originales y que no se limiten a ejecutar . vartacones elegantes" de anteriores snraxs modalcs pueden ser admitidos cn cl club de los estetas vvtentes.
XVIII
sn, la vivenda, de csos modos de relacin y la -incorporacinque de los rnismos hacemos en nuestra vida cotidiana.
En suma, Dewey nos interesa porque, en el sentido ms elevado de la expresin, hace inteligible el arte y la experiencia esttica siri por ello reducirlos a concepto. Dewey especifica la CCJnsistencia de la autonomia de lo esttico, no como un contrapeso
de la funcionalidad social del arte sino como su piedra de toque.
EI arte es tanto ms eficaz socialmente cuanto ms autnomo es y
cuanta ms autonomia modal produce. Nos interesa el arte que
aumenta nuestra capacidad de obrar y comprender, la agencialidad de nuestros modos de relacin.
En una coyuntura histrica en la que el mercado, mucho ms
que en la poca en que Dewey esribiera El arte como experiencia, ha invadido por completo la vida cotidiana y los campos de
definicin de la identidad misma de sus ciudadanos, no podemos
sino concluir esta invitacin a la lectura enfatizando la medida en
que la experiencia esttica, en tanto experiencia, es radicalmente
comn y radicalmente necesaria, como comunes y necesarias son
las herramentas conceptuales que Dewey nos propone para que
pensemos juntamente la esttica y las posibilidades de una vida
digna e inteligente.
XIX
PREFACIO
En el invierno y la primavera de 1931 fui invtado a la Universidad de Harvard a dar una serie de diez conferencias. El tema
elegido fue la Filosofia del Arte; estas conferencias fueron el origen dei presente volumen. Las conferencias se crearon en mernoria de William ]ames, y considero un gran honor que este libro se
asocie, aunque indirectamente, con este nambre distinguido. Es
tambin un placer recordar, en conexin con las conferencias, la
invariable amabilidad y hosptalidad de mis colegas en el Departamento de Filosofia de Harvard,
Me encuentro algo desconcertado en/por el esfuerzo de reconocer deudas a otros escritores sobre la materia. Algunos aspectos de este reconocimiento puedcn inferirse de los autores
mencionados o citados en el texto. Sin embargo, durante muchos
anos he ledo sobre el tema, ms o menos ampliamente en la literatura inglesa, algo menos en la francesa y an menos en la alemana, y he asmilado mucho de fuentes que no puedo recordar
ahora directamente. Adems, mi reconocimiento hacia un certo
nmero de escritores es mucho ms grande que las alusiones que
pueden reunirse de ellos en el volumen mismo.
Es ms fcil reconocer la deuda que tengo con los que me
han ayudado directamente: el doctor ]oseph Ratner me dio cierto
nmero de valiosas referencias, el doctor Meyer Schapiro tuvo
la bondad de leer los captulos xii y xiii, y me hizo sugerencias
que he adoptado libremente; Irwin Edman ley gran parte del libra manuscrito y deho mucho a 5US sugerencias y crticas; Sidney
l,
D,
1. LA CRIATURA VIVIENTE
Por una de esas irnicas perversidades que a menudo ocurren eo el curso de los acontecimientos, la existencia de obras de
arte de las que depende la formacin de una teora esttica, se ha
convertido en un obstculo para la teora misma no eo vano, estas obras son productos que existen fsica mente co lo externo. En
la concepcin comn, la obra de arte se identifica a menudo con
la existencia deI edificio, dei lbro, de la pintura o de la estatua,
independientemente de la experiencia humana que subyace en
ella. Puesto que la obra de arte real es lo que el producto hace
con la experiencia y en ella, eI resultado no favorece la comprensin. Adems, la perfeccin misma de esos productos, el prestigio que poseen a causa de una larga historia de indiscutible admiracin, crean convenciones que ohstruyen una visin fresca.
Cuando un producto de arte alcanza una categoria clsica se aisla de algn modo de las condiciones humanas de las cuales obtuvo su existencia, y de las consecuencias humanas que engendra
en la experiencia efectva.
Cuando los objetos artsticos se separan tanto de las condiciones que los originan, como de su operacin en la expcnenca,
se levanta un muro a su alrededor que vuelve opaca su significacn general, de la cual trata la teora esttica, EI arte se remite a
un reino separado, que aparece por completo desvinculado de
los materiales y aspiraciones de todas las otras formas dei esfuerzo humano, de sus padecimientos y logros, En esta tesitura, se
impone una primera tarea para el que pretende escribir sobre la
filosofia de las bellas artes. Esta tarea consiste en restaurar la continuidad entre las formas refinadas e intensas de la experiencia
que son las obras de arte, y los acontecimientos, hechos y sufrimientos diarios, que se reconocen universalmente corno constitutivos de la experiencia. Las cimas de las montanas no flotan sin
apoyo; ni siquiera descansan sobre la tierra, sino que son la tierra
en una de sus operaciones manifiestas. Es asunto de los que estn dedicados a la teoria de la tierra, gegrafos y gelogos, hacer
este hecho evidente con sus diferentes implicaciones. EI terico
que quiere tratar filosficamente de las hellas artes tiene que
cumplir una tarea semejante.
Si alguien est dispuesto a capitular, y a colocarse en esta posicin, aunque slo sea como experitnento temporal, ver que a
continuacin se sigue una conclusin a primera vista sorprendente.
A fin de entender la significacin de los productos artsticos, tendremos que olvidados por e! momento y hacernos a un lado, para
recurrir a las fuerzas y condiciones ordinarias de la experiencia
que no acosturnbramos a considerar corno esttica. Tenemos que
lIegar a la teoria de! arte por medio de un rodeo. Lateoria se ocupa de la comprensin, de la intuicin, no sin exclamaciones de
admracin y estimulo para esa explosin emocional que se lIama, a menudo, apreciacin. Es posible gozar de las flores por sus
formas, colores y por su delicada fragancia, sin saher nada sobre
la biologia de las plantas. No obstante, si uno trata de entendere!
proceso por el cuallas plantas florecen, tene que nvestigar algo
sobre las interacciones del suelo, el aire, el agua y la luz solar que
condconan el crecimiento de estas seres vivos.
Por convencin, el Partenn es una gran obra de arte. Sin embargo, slo tiene un rango esttico cuando la obra lIega a ser la experiencia de un ser humano. Y si vamos ms ali de! goce personal, hasta la formacin de una teoria sobre esta amplia repblica
deI arte de la que forma parte el edificio, dehemos aceptar desviar
la reflexin hacia los ciudadanos atenienses, bullciosos, razonadores, agudamente sensitivos, con el sentido civico identificado
con la religin civica, de cuya experiencia el templo era una expresin y que lo construyeron no como obra de arte, sino' como
4
conmemoracion ClVICa. Nos dirigimos a ellos como seres humanos con necesidades constitudas por una demanda de! edifcio en
el cual encuentran 5U satisfaccn, no es un examen tal como podria emprendedo un socilogo en busca de material adecuado a
su propsito. Quien se pane a teorizar sobre la experiencia esttica encarnada en el Partenn, dehe darse cuenta, ai pensar en
ello, de lo que tiene en comn la gente en cuya vida est aqul,
como creadora y como espectadora, con la gente de nuestras
propias casas y nuestras propias calles.
A fin de entender lo esttico en sus formas ltimas y aprobadas, se debe empezar con su materia prima; con los acontecimientos y escenas que atraen la atencin dei ojo y dei oido deI
hombre despertando su inters y proporcionndole goce mientras mira y escucha. Los espectculos que detienen a la muchedumbre: eI coche de bomberos que pasa veloz; las mquinas que
cavan enormes agujeros en la tierra; la mosca humana trepando
la torre; el hombre encaramado en la camisa, arrojando y atrapanda flechas encendidas. Las fuentes dei arte en la experiencia
humana sern conocidas por aquel que ve cmo la tensin graciosa dei jugador de pelota afecta a la multitud que lo mira; quien
nota el deleite dei ama de casa arreglando sus plantas y el profundo inters dei hombre que planta un manto de csped en e!
jardn de la casa; el gusto del espectador al atizar la lena ardiendo
en eI hogar mientras ohserva crepitar las lIamas y el desmoronarse de las brasas. S se pregunta a esta gente por la razn de sus
acciones dar, sin duda, respuestas razonables. El homhre que remueve los trozos de leria ardiendo dir que lo hace para que el
fuego arda mejor; no obstante, no permanece como un
tador fro, sino que observa, fascinado, e! drama colorido de los
camhios representados ante sus ojos, y de los que participa imaginativamente. Lo que Coleridge dice de!lector de poesia es cierto para todo e! que se zambulle feliz en las actividades de la mente o dei cuerpo: -El lector es estimulado, no slo o principalmente por la curiosidad, o por un incansable deseo de lIegar a
la solucin final, sino por la agradahle actividad de la excursin
misma-.
EI mecnico inteligente, comprometido con su trahajo, interesado en hacerlo bien y que encuentra satisfaccin en su labor
manual, tratando con afecto genuino sus materiales y herramientas, est comprometido artisticamente. La diferencia entre tal trabajador y eI chapucero inepto y descuidado, es tan grande en el
taller como lo es en eI estudio. Con frecuencia eI producto no
atrae el sentido esttico de los que lo usan. La culpa, sin embargo, no es con frecuencia tanto del trabajador como deI mercado
para eI cual se destina eI producto. Si las condiciones y oportunidades fueran diferentes, se harian cosas tan significativas para eI
ojo como las producidas por los artesanos primitivos.
Las ideas que colocan e! arte en un pedestal remoto, penetran
tan sutilmente y estn tan extendidas, que rnuchas personas sentirn repugnancia ms bien que agrado, si se les dice que gozan en
sus acostumbradas recreaciones, en parte ai menos, por su cualidad esttica. Las artes que hoy tienen mayor vitalidad para eI homhre de a pie son cosas que no considera como arte; por ejemplo,
eI cne, eI jazz, frecuentemente la pgina cmica, los relatos periodsticos de amores, asesinatos y correrias de bandidos. Porque
cuando lo que l conoce como arte se relega al museo o a la galeria, eI incontenible impulso hacia experiencias que se pueden gozar cn s msmas encuentra tantos escapes cuantos el ambiente
provee. Muchas personas que protestan contra la concepcn dei
arte como objeto de museo, sin embargo, comparten la falacia de la
que brota aquella concepcin. La nocin popular proviene de una
separacin dei arte de los objetos y escenas de la experiencia ordinaria, que muchos tericos se jactan de sostener y elaborar. En
e! momento en que los objetos selectos y distinguidos se conectan
estrechamente con el producto de vocaciones usuales, es cuando
la apreciacin de aqullos es ms madura y ms profunda. Cuando determinados objetos son reconocidos como obras de arte por
la gente cultivada, se revelan insustanciales a la masa de! pueblo
por su lejana; es en este momento en el que e! hambre esttica
est dispuesta a buscar lo barato y lo vulgar.
Los factores que han glorificado las bellas artes colocndolas
en un pedestal, no han aparecido en eI reino de! arte, ni su influen6
vendidas en el mercado. EI mecenazgo, dispensado por personas ricas y poderosas, en muchas pocas, ha desempenado un papel muy
importante, alentando la produccin artstica. Probablemente rnuchas tribus indgenas tienen sus Mecenas. Con todo, ahora ha perdido mucho de su ntima conexin social debido a la impersonalidad
dei mercado mundial. Objetos que en el pasado eran vlidos y significativos por su lugar en la vida de la comunidad, ahora funcionan
aisladamente respecto a las condiciones que se dieron cn su creacin. Por esto se colocan ahora aparte de la experiencia comn y
sirven como insignia de! gusto y acreditan una cultura especial.
A causa de los cambios en las condiciones industriales, el artista se ha puesto ai lado de las corrientes principales de! inters
activo. La industria se ha mecanizado y e! artista no puede trabajar rnccnicamente para la produccin en masa. Est menos integrado que antiguamente en la corriente normal de los servcos
sociales. Resulta de aqu un peculiar -individualismo- esttico.
Los artistas encuentran pertinente dedicarse a su trabajo como un
medio aislado de -autocxpresin-, y a fin de no participar en las
tendencias de las fuerzas econmicas, se sienten a menudo obligados a exagerar su separacin hasta la excentricidad; en conse-
10
11
13
Es un lugar comn la nocin de que no podemos dirigir, excepto accidentalmente, e! crecimiento y f1orecimiento de las plantas ms delicadas, sin entender sus condiciones causales. Podria
ser un lugar comn que la comprensin esttica, como distinta dei
puro goce personal, debe partir dei suelo, de! aire y de la luz de
donde nacen las cosas esteticamente admirables. Y estas condiciones son las condiciones y los factores que hacen completa la e-xperiencia ordinria. Cuanto ms reconocemos este hecho, ms
nos encontramos frente a un problema que a una solucin final. Si
la cualidad artstica y esttica est implicita en cada experiencia
normal, icmo explicaremos cmo y por qu generalmente no logra hacerse explicita? ,Por qu cl arte parece a las multitudes una
importacin trada de un lugar cxtrano a la expericncia, y por qu
lo esttico es sinnimo de artificial?
15
16
17
19
chadas, de consecuencias que qusramos no haber sufrido. Entonces, eI pasado oprime ai presente, en vez de ser un almacn de
recursos para marchar confiado hacia adelante. No obstante, la
criatura vivi ente adopta su pasado; puede reconciliarse incluso
con 5US errores y utilizarnos corno advertencias para mejorar 5U
inteligencia del presente. En vez de tratar de vivir sobre lo realizado en e! tiempo pretrito, usa los xitos pasados para informar ai
presente. Cada experiencia viviente debe su riqueza a lo que Santayana llama muy bien -rcvcrberacioncs qucdas-.'
Para el ser plenamente vivo, el futuro no es ominoso, sino
prometedor; rodea ai presente como un halo. Consiste en posibilidades que se sienten como una posesin de lo que est aqui y
ahora. En la vida como tal, todo se solapa y se funde. Pero todos
vivimos muy a menudo cem aprensiones de lo que e1 futuro pueda traer, y estamos divididos dentro de nosotros mismos. Aun
cuando no esternos muy ansiosos, no disfrutamos el presente porque lo subordinamos a lo que est ausente. A causa de este frecu ente abandono del presente por eI pasado y eI futuro, los perodos felices de una experiencia, ahora completa, porque absorbe
en si misma recuerdos del pasado y anticipaciones dei futuro, llegan a constituirse en un ideal esttico. Solamente cuando el pasado deja de perturbar y las anticipaciones dei futuro no trastornan,
el ser est enteramente unido con su ambiente v, co consecuencia, plenamente vivo. EI arte celebra con peculiar intensidad los
momentos en que el pasado refuerza eI presente y en los que eI
futuro es un acelerador de lo que ahora es.
Para captar las fuentes de la experiencia esttica, es necesario
recurrir a la vida animal que est debajo de la escala humana. Las ac1. "Estas flores familiares, estas bicn recordadas notas de los ptaros. este cielo co
su clartdad paroxstlca, estas campos hcrbosos y llcnos de surcos, cada uno con una cxpccie de personaldad dada por c! caprichoso seto, cosas como estas son la lcngua materna
de nuesrra tmagmactn, la lengua cargada con todas las asocacones suttles, mextrcables,
de las horas fugitivas en nuestra nnez que han quedado tras de dia. Nuestro deleite en el
sol, cn la espesa hierba, no podria ser ahora ms que una dbil percepcn ele almas cansadas si no fuera por el sol y la herba de anos lcjanos qlK' an viven en nosotros y rransforman nuestra percepcn cn amor." George Eliot, en Thc Mil! on the Ploss (trad. cast.: RI
molinojunto a Ptoss. Barcelona, Crculo de Lecrores, 1995).
20
tividades de la zorra, eI perro y eI tordo pueden ser, ai menos, eI recuerdo y eI smbolo de esa unidad de experiencia que fraccionamos
cuando el trabajo es labor, y e! pensamiento nos saca dei mundo. EI
animal vivo est plenamente presente cn todas sus acciones: en sus
miradas cautas, en sus agudos resuellos, en sus repentinos movimientos de orejas. Todos los sentidos estn igualmente alerta en el
quin vive(sic). AI ohservarlo se percbe que el movimiento se cemvierte en sensibilidad y la sensihilidad en movimento, y constituye
ese don de los animales con cl cual ai hombre le es tan difcil rivalizar. Lo que la criatura viva retiene dei pasado y lo que espera dei futuro, operan corno direcciones en el presente. El perro nunca es pedante ni acadmico; porque estas cosas surgen sola In ente cu ando
en la conciencia se separa el pasado de! presente y aqul se erige en
modelo o en almacn del cu al seleccionar. El pasado absorto en eI
presente marcha, empuja hacia adelante.
Hay mucho de extrano en la vida del salvaje, pero cu ando el
salvaje est ms vivo, es ms observador del mundo que lo rodea
y su energa es ms vivaz y astuta. AI observar lo que es incitante
en su entorno, tambin l resulta incitado. Su observacin es aI
mismo tiempo accin que se prepara y previsin para eI futuro.
Est en accin con todo su ser, tanto cu ando mira y escucha,
como cuando eamina orgul1oso o se retira furtivamente de su
enemigo. Sus sentidos son centnelas dei pensamiento inmediato
y puestos avanzados de la accin, y no como sucede a menudo
eon nosotros, meros pasillos por donde entra un material que
ser almacenado para una posibilidad diferida y remota.
Es, pues, mera ignorancia la que conduce a suponer que la conexin de! arte y la percepcin esttica con la experiencia, significa un descenso de su signficacin y dignidad. La experiencia, en
eI grado en que esexperiencia, es vitalidad elevada. En vez de significar encierro dentro de los propios sentimientos y sensaciones
privados, significa un intercarnbio activo y atento frente al mundo;
significa una completa interpenetracin dei yo y eI mundo de los
objetos y acontecimientos. En vez de significar rendicin ai capricho y al desorden, proporciona nuestra nica posibilidad de una
estabilidad que no es estancamiento, sino ritmo y desarrollo. Pues-
21
22
1. EI sol. la luna. la tierra Y SlIS contendos, sem matcralcs para formar cosas ms
grandes, es decir, cosas etreas; cosas ms grandes que las que lu hecho cl Creador. john
Keats.
23
espirituales, en materiales e ideales. Los intereses quedan relacionados uno con otro externa y mecncarnente, por mediu de un
sistema de frenos y contrapesos. As como la religin, la moral, la
poltica, los negocias, tienen cada uno su propio compartimento
en el cual es conveniente que permanezcan, el arte tambin debe
tener su reino peculiar y privado. La divisin de las ocupaciones
e intereses co compartimentos trae consigo la separacin de esa
actividad comnmente llamada -prctica- y la intuicin, de la imaginacin y el acto ejecutivo; del propsito significativo y el trabajo, de la emocin respecto al pensamiento y a la accin Se supone que cada uno de estas elementos tiene tambin su lugar
propio en el que debe permanecer. Los que describen la anatoma de la experiencia suponen entonces que estas divisiones suo
inherentes a la constitucin misma de la naturaleza humana.
Es cierto que estas separaciones existen co gran parte de nuestra experiencia tal como es vivida en la actualidad, bajo las condiciones de las instituciones econmicas y jurdicas. 5610 de manera
ocasional los sentidos se cargan, en la vida de muchos hombres,
con el sentimiento que proviene de la honda realizacin de los significados intrnsecos. Padecemos las sensaciones como estmulos
mecnicos o irritantes sin tener un sentido de la realidad que hay
en ellos y tras de ellos: en la mayor parte de nuestra experiencia los
diferentes sentidos no se unen para decirnos una historia comn y
ms amplia. Vemos sin sentir; oimos pero solamente informacin
de segunda mano, porque no est reforzado por la visin, Tocamos, pero el contacto permanece tangencial porque no se funde
con las cualidades sensibles que estn bajo la superfcie. Usamos
los sentidos para despertar la pasin, pero no para satisfacer el inters de la intuicin, no porque ese inters no est potencialmente
presente en el ejercicio de los sentidos, sino porque cedemos a
condiciones de vida que obligan a los sentidos a quedar como una
excitacin superficial. El prestigio llega a los que usan sus mentes
sin participacin del cuerpo y que actan, co compensacn, por
medio del control de los cuerpos y la labor de otros.
Bajo tales condiciones, los sentidos y la carne adquieren una
mala reputacin. El moralista, sin embargo, tiene un sentido ms
24
25
26
27
gan a ser agentes para la ejecucin de una idea. En estas operaciones un estimulo orgnico llega a ser portador de significados, y las
respuestas motoras se transforman en instrumentos de expresin
y comunicacin; ya no son meros medios de locomocin y reaccin directa. Entre tanto, el substratum orgnico queda como un
acelerador y un cimiento profundo. La concepcn y la nvencin
no podran efcctuarsc, separadas de las relaciones de causa y efecto en la naruraleza, la experiencia, separada de la relacin con procesos ritmicos de conflicto y satisfaccin en la vida animal, careceria de designio y modelo: la idea y el propsito, separados de los
rganos heredados de los ancestros animales, carecerian de un
mecanismo de realizacin, El arte primitivo de la naturaleza y de
la vida animal es el material y, a grandes rasgos, el modelo para
las realizaciones intencionales del hombre, a tal punto que la mente teleolgca ha imputado a la estructura de la naturaleza una intencin consciente: de manera semejante ai hornbre que, puesto
que comparte muchas actividades con el mono, cs llevado a pensar que ste imita sus propias ejecuciones.
La existencia del arte es la prueba concreta de lo que acabamos de afirmar ahstractamente. Es la prueba de que el hombre
usa los materiales y las energias de la naturaleza con la intencin
de ensanchar su propia vida, y que lo hace de acuerdo con la estructura de su organismo, cerebro, rganos de los sentimientos y
sistema muscular. EI arte es la prueba vivi ente y concreta de que
el hombre es capaz de restaurar conscientemente, en el plano de
la significacin, la unn de los sentidos, necesidades, impulsos y
acciones caractersticas de la criatura viviente. La intervencin de
la conciencia anade regulacn, poder de seleccin y redisposicn, As, se producen infinitas variaciones en el arte. Con todo,
su intervencin tambin conduce en su momento a la idea del
arte como una idea consciente: la ms grande conquista intelectual en la historia de la humanidad.
La variedad y la perfeccin en las artes en Grecia condujo a
los pensadores a forjar una concepcin general dei arte, y a proyectar el ideal de un arte de organizar las actividades humanas
como rales, el arte de la poltica y la moral tal como la concibieron
29
30
lo producido se usa como tazas, capas, adornos, armas, nos resulta, hablando intrinsecamente, dei todo indiferente. Desgraciadamente es cierto que hoy por hoy la mayor parte de los artculos y
utensilios hechos para ser usados no son genuinamente estticos.
Sin embargo, esto es as por razones extranas a la relacin de lo
-hermoso- y lo "til, como tales. Siempre que las condiciones sean
tales que impidan ai acto de produccin ser una experiencia en la
que toda la criatura est plenamente viva y en la que posea su
vida por medo de! goce, eI producto carecer de algo esttico.
Aun cu ando sea til para fines especiales y limitados, no lo ser
en ltimo grado, en el de contribuir directa y liberalmente a la expansin y enriquecimiento de la vida. La historia de la separacin
y de la aguda oposicin final entre lo til y lo bello es la historia
de! desarrollo industrial por e! que mucha produccin se ha convertido en una especie de vida diferida, y el consumo, en un goce
impuesto de los frutos de la labor de otros.
31
32
nicacin exttica, lo recuerda Hudson de su vida infantil. Est hablando dei efecto que le hace ver las acacias.
Emerson es a menudo considerado como un pensador austero, pero fue Emerson como adulto e! que dijo, casi con el espiritu
de! pasaje citado de Hudson: -Cruzando un prado, enlodado de
nieve, en e! crepsculo, bajo un cie!o nublado, sin tener en mi
pensamiento ninguna idea especial de buena fortuna, he gozado
de un perfecto regocijo. Estoy alegre hasta e! borde dei temor".
No veo otra manera de dar cuenta de la multiplicidad de las
experiencias de esta clase (encontrndose algo de la msma especie en toda respuesta esttica espontnea y sin coercin), excepto
sobre la base de que son resonancias de las disposiciones adquiridas en las primitivas relaciones dei ser vivo con su entorno, que se
ponen en actividad, pero no se pueden recobrar en la conciencia
intelectual. Experiencias como las mencionadas nos llevan a una
ulterior consideracin que atestigua la continuidad natural. No
hay lmite en la capacidad de las experiencias sensibles inmediatas para absorher en si mismas significados y valores que -cn lo
abstracto-- serian designados como -ideales- y -espirituales-. La
tensn animista de la experiencia religiosa, encarnada en el recuerdo de Hudson sobre su infancia, es un ejemplo en un grado
de la experiencia. Lo potico, en cualquier medio, est sempre
prximo al animismo. Y si nos dirigimos a un arte que est en e!
otro polo, la arquitectura, aprendemos cmo las ideas, quiz, embellecidas desde luego por un alto pensamiento tcnico como el
de las matemticas, son capaces de una directa incorporacin en
formas sensibles. La superficie sensible de las cosas no es nunca
33
psicologia que genera las obras de arte, que un esfuerzo de explicacin cientifica y filosfica. Aqulla intensifica la sacudida
emocional y jalona el inters que pertenece a todo lo que rompe
la rutina familiar. Si el mantenimiento de lo sobrenatural en el
pensamiento humano fuera exclusiva y principalmente un asunto
intelectual, seria insignificante. Las teologias y cosmogonas han
capturado la imaginacin porque se acompafan de procesiones
solemnes, de ncienso, de telas bordadas, de msica, de radiantes
luces de colores, de cuentos que maravillan e inducen a la admiracin hipntica. Esto es, han llegado aI hombre por mcdio de un
llamamiento directo a la sensihilidad y a la imaginacin sensual.
Muchas religiones han identificado sus sacramentos cem las ms
altas cimas dei arte, y la mayor parte de las creencias autorizadas
se han revestido de una indumentaria y una pompa espectacular
que deleita de inmediato ai ojo y aI oido y que evoca fuertes
emociones de incertidumbre, maravilla y temor. Los vuelos de los
fsicos y de los astrnomos de hoy responden a una necesidad
esttica de la imaginacin, ms bien que a una demanda estricta
de evidencia sin emocin para la interpretacin racional.
Henry Adams puso en claro que la teologia de la Edad Media
es una construccin realizada con la misma ntencin con la que
la que se edificaron las catedrales. En general, la Edad Media popularmente considerada como la expresin culminante de la fe
cristiana en el mundo occidental, es una demostracin dei poder
de lo sensible para absorher las ideas ms altamente espiritualizadas. La msica, la pintura, la escultura, la arquitectura, el drama,
el romance, fueron las madrinas de la religin, tanto como lo fueron la ciencia y el saber. Las artes apenas existian fuera de la iglesia, y los ritos y las ceremonias de la Iglesia eran artes representadas bajo unas condiciones que les daban la mxima posibilidad
de atraccin emocional e imaginativa. No s qu podria dar ai espectador y oyente de las artes una surnisin ms profunda, que la
conviccin de que estaban dotadas con los medias necesarios
para alcanzar la gloria y la beatitud eternas.
Las siguientes palahras de Pater merecen ser citadas a este
respecto:
35
36
La mayor parte de los hombres caminan de la misma forma instintiva, con la msma seguridad de visin de sus propsitos que eI
halcn. El halcn quiere una pareja, y tambin el hombre, mirad a
ambos, la buscan y se la procuran de la msma manera. Ambos quieren un nido y ambos lo buscan de la misma manera, ohtienen su alimento de la misma manera. EI noble animal hombre para divertirse
fuma su pipa; el halcn se balancea en las nubes: es la nica diferencia en sus diversiones. Esto es 10 que constituye la diversin de
la vida para una mente especulativa. Salgo ai campo y doy un vistazo a la comadreja o a la rata que corren apresuradas -l.para qu? La
criatura tiene un propsito que brilla en sus ojos-. Camino entre
los edifcios de la ciudad y veo un hornbre que se apresura-l.para
qu? La criatura tiene un propsito que brilla en sus ojos l...1
Aunquc yo prosigo el rnismo curso instintivo corno el ms verdadero de los animales humanos, puedo pensar y, aun cuando soy
joven, escriba de vez en cu ando para obtener partculas de luz en
mediu de la gran oscuridad, sin saber el significado de ninguna
asercin, de ninguna opinin. Sin embargo, l.no puedo por ello librarrne del pecado? iNo cxstirn seres superiores que puedan divertirse con alguna actitud graciosa, aunque instintiva, que venga a
mi mente, como yo me entretengo con la actitud alerta de la comadreja o la ansiedad del venado? Aunque sea odiosa una disputa callejera las energas que eo ella se despliegan son bellas, el hombre
ms vulgar tene grada en su disputa. Vistos por un ser sobrenatural nuestros razonamientos pueden adquirir el mismo tono, y aunque errneos, pueden ser bellos. Precisamente en eso consiste la
poesa. Puede haber razonamientos, pero cuando adquieren una
forma instintiva, como las formas y los movimientos del animal,
son poesia, son bellos, tienen grada.
37
3H
* Los versos dccn. "La belleza es vcrdad. la vcrdad cs bellcza. cso es todo / lo que
debes saber en la ticrra, y todo lo que nccestas saber-. (N. de! t.l
39
40
41
puesto que cada parte continua cem aquello que vena sucediendo,
cada una de ellas gana distincin por si misma. EI todo que est en
marcha se diversifica en fases sucesivas que hacen resaltar sus variados colores.
43
pensar, y sera completamente incapaz de distinguir eI pensamiento real dei espurio. El pensamiento marcha en series de ideas, pero
las deas forman una srie, solamente porque son mucho ms de lo
que la psicologa analtica llama ideas. Sem fases de una cualidad
en desarrollo, que se distinguen emocional y prcticamente. Son
5US variaciones mvles, no separadas e independientes, como las
llamadas ideas e impresones de Locke y Hume, sino matices surles de una tonalidad general en desarrollo.
Decimos de una experiencia de pensamiento que sacamos
una conclusin o llegamos a ella. La formulacin terica dei proceso se hace a menudo en tales trminos que ocultan la sernejanza de la -conclusin- con la fase en que se consuma toda experiencia integral en desarrollo. Estas formulaciones aparentemente
se siguen de las proposiciones separadas que son las premisas y la
proposicin que es la conclusin, corno aparecen en una pgina
impresa. La impresin se deriva de que hay primero dos entidades
independientes y ya hechas que se rnanipulan para dar nacimiento a una tercera. En efecto, en una experiencia de pensamiento las
premisas surgen slo cu ando se hace manifiesta una conclusin.
La experiencia como la de observar una tempestad, que alcanza
5U culminacin y gradualmente decae, es un continuo movirniento de los asuntos principales. Como en el ocano tempestuoso
hay una serie de olas, son sugestiones que se levantan y luego se
rompen de golpe, o son empujadas por la cooperacin de una
ola. Si se llega a una conclusn es que hay un movirniento de anticipacin y acumulacin que finalmente llega a completarse. Una
-conclusin- no es una cosa separada e independiente, sino la
consumacin de un movimiento.
Por lo tanto, una experiencia de pensamiento tiene su propia cualidad esttica. Dfiere de aquellas experiencias que son reconocidas como estticas, pero solamente cn 5U materia. La materia
de las bellas artes consiste en cualidades, la de la experiencia que
lleva a una conclusin intelectual sem signos o smbolos que no
poseen una intrnseca cualidad propa, pero que sustituyen a cosas que pueden, en otra experiencia, ser experimentadas cualitativamente. Esta diferencia es enorme. Es una razn por la cual el
44
45
46
47
racin y la fjacin son opuestos polares. La lucha y el conflicto pueden ser gozados en s mismos, aunque sean dolorosos, cuando suo
experimentados ('01110 lnedios para clesarrollar una experiencia;
suo parte de esta PC)f4UC la impulsan, no smplcmcntc porque estn
all. Como se ver ms tarde, hay en cada experiencia un elemento
de padecimiento, de sufrimiento co sentido amplio, de otra mancra
no habra incorporacin de lo precedente. Porque "incorporar" (taeing-in: es una experiencia vital, cs algo ms que colocar algo en la
cima de la concencia, sobre lo previamente conocido. Incorporar
implica una reconstruccin que puede ser dolorosa. Que la fase de
padccimiento necesario sea en s miSI11a placentera o dolorosa, es
una cucstin que depende de condiciones particulares. Esto es indifcrente a la cualidad esttica total, salvo que hay pocas experiencias
intensamente estticas que sean completamente placenteras. Cierta mente no se caracterizan corno dversin, pues corno pesan sobre
nosotros, provoca0 un sufrimiento, que no por eso deja de ser una
parte congruente con la pcrcepcin completa que gozamos.
He hablado de la cualdad esttica que redondea una experiencia hasta completaria y darle unidad en trmnos emocionales.
Esta referencia pucde ocasionar difcultack-s, pues tendemos a
pensar que las emociones son cosas tan simples y compactas
corno las palabras con quc las nombrarnos. Alegria, tristeza, csperanza, temor, ira, curiosidad, son tratadas corno si cada una, en si
misma, fuera una especie ele cntidad que entra ya hecha en la escena, que pucdc durar largo o corto tiempo, pera cuya duracn,
crecimiento y desarrollo no afecta a su naturaleza. De hecho, sin
embargo, las emociones son cualidades cuanelo son significativas
de una experiencia cornpleja que se mueve y cambia, Digo cuando son significativas, porque de otra manera no son sino estallidos y erupciones de un nino perturbado. Todas las emociones
son calficativos de un drama y cambian ai desarrollarse el drama.
Se dice algunas veces que las persooas se enamoran a primera vista, pero lo que les pasa no es algo que ocurre en ese instante.
(Qu sera dd atTIorsi estuvicra reducido a un mornento en el que
no hay espacio para cultivarlo y cuidado? La naturaleza ntima de
sentacn en el teatro o en la de leer una novela. Se asiste ai desarrollo ele un argumento. y el argumento requierc un esccnaro, un
espacio donde desarrollarse y un tiempo para elesplegarse. La experiencia es emocional, pero no hay en dia cosas separadas 11,,madas emociones,
Las emociones estn unidas a acontecimientos y objetos en
su movimicnto. No son, salvo cn casos patolgicos, privadas. Incluso una emocn -sin objeto exige algo a lo que unirse ms all
de si misma y, por consiguiente, la falta de algo real pronto crea
una deslusin. La ernocin pertenece a una certeza dei yo, pcro
pertenece ai yo que se ocupa en el movimiento de los acontecimientos hacia un resultado deseado o no dcscado, Saltamos instantneameote cu ando nos asustamos, nus ruborizamos en el
instante en que nos avergonzamos. Sin embargo, cl tC1110r y la
vergenza no son, en este caso, estados ernoconales. Por s mismos no son nada ms que reflejos automticos. Para hacersc
emocionales deben convertirse en partes includas en una situacn duradera que implica ocuparse en los objetos y sus resultados. El salto de temor se hace temor emocional cuando se encu entra o se piensa que existe un objeto amenazantc al cual
debemos enfrentamos o escapar de l. El rubor se hace emocn
de vergenza cuando una persona relaciona, en SLl pensamiento,
una accin que ha ejccutado con una reaccin elesfavorablc de
otra persona.
Los objetos fsicos de confines lejanos de la tierra son fsicamente transportados y fisicamente dispuestos para actuar y reaccionar juntos en la construccn de un nuevo objeto. EI milagro
de la mente es que algo semejante sucede en la experiencia, sin
traslado y reunin fsica. La emocin es la fuerza mvil y cimentadora; selecciona lo congruente y tine con su color lo selcccionado, dando unidad cualitativa a materalcs exteriormente dispares y desemejantes. Proporciona, por lo tanto, unidad a las partes
variadas de una experiencia. Cuando la unidad es de la especie
que se acaba de describir, la experiencia tiene un carcter esttico, aun cuando no sea, de tuodo predOl1linante, una experiencia
esttica.
Dos hombrcs se cncucntran, uno es el solicitante de un empleo, y el otro es el que decidir si lo consigue o no. La entrevista puede ser mecnica y consistir en preguntas , cuyas rcspuestas
resuelvan el asunto de manera casual. No hay en la expericncia
de los dos hombres nada que no sea una rcpeticin, ya sea la
aceptacin o la negativa, de algo que ha sucedido muchas veces.
La situacin est dispuesta como si fucse un ejercicio de contabilidad; no obstante, puede interponerse algo que quz desarrolle
una nucva experiencia. iDnde podramos huscar una explicacin de tal experiencia? No en ellibro de contabilidad, ni tampoco en un tratado de economia o sociologa o de psicologa personal, sino cn el drama o en la novela. Su naturaleza c importancia
slo puede ser expresada por el arte, porque ahi hay una unidad
de experiencia que slo puede ser expresada como una experiencia. La experiencia es de un material fraguado con incertidumbres que se mueven hacia su propia consumacn a travs
de series conectadas de variados incidentes. Las primeras ernocioncs, por parte del solicitante, pueden ser, ai principio, esperanza o desesperacin, y altivez o desconcierto aI final. No ohstanto. puesto que la entrevista contina, aparece0 emociones
secundarias corno variaciooes de la emocin primaria. Es an posible que cada actitud y gesto, cada frase, casi cada palabra, produzca ms de una fluctuacin en la intensidad de la ernocn bsica; esto es. un cambio de matiz y de tirite en su cualidad. EI que
tiene en su poder la decisin de dar o no el empleo ai solicitante
ve por medio de sus propias reacciones cmocionales e1 carcter
de ste; lo provecta imaginativamente en el trabajo que deber hacer, y juzga su aptitud por la manera cn que los elementos de la
escena se renen, chocan o se acomodan entre si. O la presencia
y conducta del solicitante se armonizan con sus propas actitudes y
descos, o entran en conflicto y son discordantes. Tales factores,
con inherente cualidad esttica, son las fuerzas que conducen los
varios elementos de la entrevista a un resultado decisivo. Entran
en la composicin de toda situacin en que haya incertidumbre y
suspcnsin, cualquiera que sea su naturaleza dominante.
';0
51
rcpcticin de la vida, de los mismos incidentes que haban ocurrido en una corta existencia en la tierra, descubriendo continuamente las relaciones mplicadas entre estos incidentes.
La experiencia est limitada por todas las causas que nterferen con la percepcin de las relaciones entre padecer y haccr.
Puede haber interferencia a causa del exceso, ya sea del lado dei
hacer, ya sea del lado de la receptividad, del padecer, EI
librio de algn lado mancha la percepcin de las relaciones y deja
la experiencia incompleta, deformada con poco o falso significado, EI ceio de hacer, el anhelo de accin, deja a muchas personas,
cspccalmcnte cn este ambiente humano apresurado e
te co el que vivimos, con la cxperiencia superficial de una increihle pequenez. Ninguna cxpericncia tiene la oportunidad de completarse porque con demasiada rapidez se prescrita alguna otra
cosa que lo impide. Lo que se llama experiencia es una cosa tan
dispersa y mezclada que apenas merece este nombre. La resistencia se trata corno una obstruccin que debe evitarse, no corno una
invitacin a la reflexin. El individuo trata de buscar, inconscientemente ms que por reflcxn deliberada, situaciones en las cuales pucda hacer el mayor nmero de cosas en el menor tiempo,
EI exceso de receptividad corta la maduracin de la experieneia y lo que se aprecia entonces es el mero padecer de esto o de
aquello, sin importar la percepcin de algn significado, La acumulacn de la mayor cantidad posiblc de mpresiones se
dera que es la -vida-, aun cuando ninguna de ellas sea ms que un
aleteo o un sorbo. EI sentimental y el que suena despierto pueden
ver pasar por su conciencia ms fantasias e impresiones que las
que tiene el hombre animado por eI ansia de la accn. No obstante, su expcrcncia est igualmente deformada, porque nada
ga en la mente cuando no hay equilbrio entre el hacer y el recibir.
Se neccsita alguna accin decisiva a fin de establecer contacto con
las realidades dei mundo y a fin de que las impresiones se relacionen cem los hechos de maneta que podamos comprobar y organi2ar su valor.
Como la percepcin ue la relacin entre lo que se hace y lo
que se padece constituye el trabajo de la inteligencia, y como el
52
53
5'5
'56
tal como es percibdo y debe ser regulado por ellas. De esta manera, por otro lado, ver, oir y gustar se haccn estticos cuando la relacin a una distinta manera de actividad califica lo percibido.
Hay un elemento de pasn en toda pcrcepcin esttica, Sin
embargo, cuando estamos abrumados por la pasin, como en la
extrema ira, eI temor, los celas, la experiencia definitivamente no
es esttica. No se siente la relacin con las cualdades de la actividad que ha generado la pasin, Por consiguiente, el material de
la experiencia carece de los elementos de equilbrio y proporcin, los cuales slo pueden estar presentes cuando, aI igual que
en la conducta que tiene gracia o dignidad, el acto es controlado
por un sentido exquisto de las relaciones que el acto sostiene: su
conveniencia a la ocasin y a la situacin.
EI proceso del arte en la produccn se relaciona orgnieamente con 10 esttico en la percepcin, as como Dios en la creado reviso su ohra y la encontr buena Hasta que el artista no se
sicnte satisfecho en la percepcin de lo que ha realizado, continua
modelando y remodelando, La elaboracin llega a su fin cuando su resultado se experimenta como bueno, y esa experiencia no
proviene de un simple juicio intelectual y externo, sino de la percepci6n clirecta. lln artista, en comparacn con sus priimos, es
una persona no solamente dotada de poder para la ejecucn, sino
adems de una sensibilidad inusitada para las cualidades de las cosas, Esta sensibilidad tarnbin dirige sus actividades y trabajos.
Cu ando manipulamos, tocamos y sentimos; cuando miramos, vemos; cu ando escuchamos, omos. La mano se mueve con
un punzn de grabado o con un pincel; el ojo espera e informa
dei resultado de lo hecho. A causa de esta ntima conexion, los siguientes actos S011 acumulativos y no caprichosos ni rutinarios.
En una efectiva experiencia artstico-esttica, la relacin es tan
prxima que controla simultnearnentc cl acto y la percepcin.
Tal intimidad vital de conexin no pucde tenerse, si solarncntc
esto cOlnprOlneticlos la mana y eI ojn. Cuando alnhos no aetan
e01110 rganas de todo el ser, no hay sino una sccuencia mecnica deI sentido y dei lnovimiento, eOlno aI caminar automticalnente. Cuando la expericncia es esttica, la mano y el ajo s610
57
son instrumentos a travs de los cuales opera toda la criatura viviente, totalmente aetiva y en movimiento. En eonseeuencia la
cxpresin es emocional y est guiada por un propsito.
A causa de la relacin entre lo hecho y lo padecido, hay en la
perccpcn un sentido inmediato de las cosas corno perteneciendo
unas a las otras o COIno discordando, corno reforzndose o intcrfricndose. Las consecuendas del acto de hacer, rrasmitidas a la sensibilidad, muestran si lo que se hace promueve la ejecucin de la
idea, o supone una desviacin y una ruptura. En la medida en la
que el desarrollo de una expcricncia se controlapur 111Cdiu de la referenda a estas relaciones de orden y satisfaccn, inrnediaramente
sentidas, esta experiencia adquiere una naturaleza predominantemente esttica. La pulsn por la accin se convierte en la pulsin
por la c1ase de accin que da por resultado un objeto que satisface
en la perccpcin directa. EI alfarero modela eI barro para hacer un
boI que contenga cereal, pero 10 hace de una maneta tan regulada
por la serie de percepciones que ana los aetos seriales de elaboracin, que el bol queda marcado con una gracia y un encanto duracleros. La situacin general es la miS111a ai pintar un cu adro o modelar un busto. Adems, en cada estadio hay una anticipacinde lo
que va a venir, y esta anticipacn es un nexo que conecta cl acto siguiente con su resultado para los sentidos. Lo hecho o lo padecido
son entonees recproca, acumulativa y continuamente instrumentos uno del otro.
EI acto puede ser enrgico y el padccimiento, agudo e intenso. No obstante, a menos que estn relacionados entre s para
formar un todo en la percepcin, el resultado no es plenamente
esttico. La accn, por ejemplo, puede ser un despliegue de virtuosidad tcnica, y el padecimiento un chorro de sentimiento o de
ensueno. Si el artista no perfeeciona una nueva vsn en el proceso de elaboracin, aeta mecncarnente y repite algn viejo
modelo mpreso en su mente. La obra creadora de arte se caracteriza por un grado increble de observaci6n y dei tipo de inteligencia, que se ejcrce en la pereepcin de relaciones cualitativas.
Las relaciones deben ser notadas, no solalnente una respecto a
otra, de dos en dos, sino en conexin con el todo cn construc-
58
59
razn de que haya tantos cdificios feos. Los arquitectos estn obligados a completar su dea, antes de que la traduzcan en un objeto
acabado de pcrcepcn. La incapacidad para construir srnultneamente la idea y su encarnacin objetiva impone una desventaja.
Sin embargo, e110s tambin estn obligados a pensar sus deas, en
e! medio que concreta el objeto de la percepcin definitiva, a menos que trabajen mccncamente y como prcticos. Probablemente
la calidad esttica de las catedrales medevales se debe, en cierta
medida, aI hecho de que sus construcciones no fucron rnuy controladas por planes y especificaciones hechas de anternano, corno
ahora sucede, sino que se desarro11aban a medida que e! edifcio
creca. No obstante, incluso un producto scmejante a Minerva, si es
artstico, presupone un perodo de gestacin en el que los actos y
las perccpciones proyectadas en la imaginacin entran en interaccin y se modifican mutuamente. Toda obra de arte sigue el plan y
el modelo de una expericncia completa, hacindola sentir ms intensa y concentradamente.
No es tan fcil en e! caso de! espectador, entender la unin ntima entre el haccr y e! padecer, como en e! caso de! productor. Solemos suponer que cl espectador asimila tan slo lo que est concludo, y no advertimos que este asimilar implica actividades
comparables a las de! creador. Sin embargo, receptividad no es pasividad. Es tarnbin un proceso que consiste en una serie de actos
de respuesta que se acumulan, hasta 11egara la satisfaccn objetiva. De otra manera no es percepcin, sino reconocimiento, y la diferencia entre las dos es inmensa. FI reconocimiento es una percepcin detenda antes de que tenga oportundad para desarrollarse
libremente. En el reconocimiento hay el comienzo de un acto de
pcrcepcin, pero a este comicnzo no se le permite servir ai desarro110 pleno de la percepcin de la cosa reconocida. Se deticne en e!
punto en el que va a servir a algn otro propsito, como reconocemos a un hornbre en la ca11e a fn de saludarlo o evitado, no para
vedo con e! fin de ver lo que es.
En eI reconocimiento recaemos, corno en un estereotipo, sobre un esquema previamente formado. AIgn detalle o arreglo de
detalles sirvo como clave para una simple identificacin. Basta
60
61
otros asuntos, corno en el caso dei reconociTniento. La percepcn es un aeto que da salida a la energia a fin de rccibir, no una
retencn de energa. Para empapamos de un asunto pritnero tenemos que sumergirnos cn l. Cuando somos pasivos frente a
una escena, nos abruma, y por falta de actividad de respuesta no
pcrcibrnos lo que nos empuja con fuerza. Debernos reunir energa y lanzarla como una respuesta a fin de asimilar.
Todos sabemos que se requiere un aprendizaje para ver por
el mcroscopio o por el telcscopio. o para ver un paisaje C0l110 lo
ve un gelogo. La idea de que la percepcin esttica es una cuestin de momentos poco frecuentes, es una razn dcl atraso de las
artes en nuestro mundo. El rgano visual puede permanecer intacto, cl objeto puede estar ahi fscamente: la catedral de Notrc
Damc, o el retrato de Hendrik Stoeffel de Rcmbrandt. Este ltimo
puedc ser "visto" de un modo superficial: puede ser observado,
posiblernente reconocido, c incluso darle su nombre correcto.
Con todo, por falta de una continua interaccin entre el organismo total y los objetos, stos no se perciben ciertamente de modo
esttico. Por ejemplo, una multitud de visitantes, llevados a travs
de una galera de arte por un guia, con la arencin solicitada de
un lado a otro, no percben, sino que slo por accidente se in teresan en mirar un cuadro si es sentido con intensidad.
Para percibir, un contemplador debe crear su propia experiencia. Y esta creacin debe incluir relaciones comparables a las
que sinti el creador. No son las mismas en sentido literal. No
obstante, en el contemplador, como en cl artista, debe producirse un ordenamiento de los elementos del todo que cs, en su forma aunque no en los detalles, el mismo proceso de organizacin
dei creador de la obra experimentada conscientemente. Sin un
acto de recreacin, el objeto no es percibido corno obra de arte.
EI artista selecciona, simplifica, aclara, abrevia y condensa de
acuerdo con su nters; y el contemplador debe pasar por estas
operaciones, de acuerdo con su punto de vista y su inters. En
ambos tiene lugar un acto de abstraccin que es la extraccin de
lo significativo; cn atnhos hay comprensin en su significado literal, es decir, una reunin de los detalles y particularidades fsica-
62
mente dispersas cn un todo experimentado. Por parte del perceptor hay un trabajo que hacer como lo hay por parte dei artista. EI
que por pereza, vanidad o convencin rgida no haga este trabajo
no ver ni oir. Su -aprcciacn- ser una mezcla do jirones del saber, conforme a las normas de la admracn conyencional, y una
confusa, aun cuando pudiera ser genuna. excitacin emocional.
Las considcracones presentadas itnplican, tanto la semcjanza corno la diferencia entre una experiencia en sentido estricto, y
una experiencia esttica, a causa de un nfasis especfico. La primera tiene cierta cualidad esttica; de otra maneta su material no
se completaria en una expcriencia sencilla y coherente. No es posible dividir co una cxperiencia vital, lo prctico, lo emocional c
intelectual y enfrentar las propiedades de uno con las caractersticas de otros. La bse emocional liga a las partes cn un todo; "intelectual .. simplemente denomina eI hecho de que la experiencia
tiene un significado; -prctico- indica que el organismo est en
interaccin con los acontecitnientos y objetos que lo rodean. La
investigacin filosfica o cientfica ms elaborada, y la empresa
industrial o poltica ms ambiciosa tienen cualidad esttica cuando sus diferentes ingredientes constituyen una experiencia integral. En sta sus partes variadas se ligan unas con las otras, y no se
suceden meramente una a la otra. Las partes a travs de su unin
experimentada se mueven hacia una consumacin y no simplemente a su cese cn el tiempo. Esta consumacin, adernas, no espera en la conciencia a que toda la elTIpreSa quede terminada,
sino que se anticipa a cada momento y se saborea de modo recurrente, con especial intensidad.
Sin embargo, estas experiencias son predominantemente intelectuales o prcticas, ms que distiruiuamente estticas, a causa
dei inters y el propsito que las inican y las controlan. En una
experiencia intelectual, la conclusin tiene valor propio. Puede
ser extrada como frmula o como -verdad- y puede ser usada en
su totalidad independiente, como factor y gua en otras investigaciones. En una obra de arte no hay tal sedimento autosuficiente.
63
EI fin, el trmino, es significativo no por s mismo, sino corno integracin de las partes. No tiene otra existencia. Un drama o una
novela no son la frase final, aun cuando los personajes luego
tn dispuesros a vivir felizmente. En una experiencia distintamcnte esttica, determinadas caractersticas, que son subordinadas en
otras expercncias. son aqu dominantes; las que se subordinan
sirven de control, es decir, son las caractersticas cn virtud de las
cu ales la experiencia es una expericncia integrada y completa
por cuenta propia.
En toda experiencia integral hay una forma porque hay una
organizacin dinmica. Llamo dinmica a la organzacn porque
emplea tiempo para completarse, porque es un crecimiento. Hay
un principio, un desarro!lo, un cumplimiento. El material es ingerido y digerido por medio de la interaccin con csa organizacin
vital de los resultados de una experiencia anterior, que constituye
la mente de! que la ela hora. La incubacin prosigue hasta que lo
concebido es creado y se hace perceptible como parte dei mundo comn. Una experiencia esttica puede acumularse en un momento, solamente cuando el clmax dcllargo y duradero proceso
anterior llcga con un movimiento tan demarcable que lo absorbe
todo, haciendo olvidar e! resto. Lo que distingue a una expericnda como esttica es la conversin de la resistencia y la tensin,
de las excitaconcs que ticntan a la distraccn, co un movimien
to hacia un final satisfactorio e inclusivo.
Experimentar, como respirar, consiste cn un ritmo que alterna interiorizaciones y exteriorizaciones. Su sucesin forma un ritmo debido a la existencia de intervalos o perodos en los cuales
una fase cesa mientras la otra est latente y se prepara. william
jarnes compara con acierto el curso de una experiencia consciente con los vuelos y aterrizajes alternados de un pjaro. Los vuelos
y aterrizajes estn intimamente conectados uno con otro; no son
descansos sin relacin sucedidos por uo nmero de altos igualmente sin relacn, sino que cada descanso en la experienda es
un padccimento que ahsorbe y asitnila consecuencias de un acto
anterior, y a menos que cl acto sea cn extremo caprichoso o rutinario, cada uno !leva el significado que se ha extrado y conser-
64
65
4. EL ACTO DE EXPRESIN
67
68
69
lo provocado no es unicamente cuantitativo -no slo es ms eoerga-, sino cualitativo, es una transformacin de la energia co accin pensada, a travs de la asimilacin de los significados adquiridos deI fondo de experiencias pasadas. La unin de lo nuevo y
lo viejo no es una simple composicin de fuerzas, sino una recreacin en la que la impulsin presente t01113 forma y solidez; mientras que lo vejo, lo -almacenado-, es literalmente revivido, se le da
nueva vida y alma al encontrarse con una nueva situacin.
71
73
75
ble objetivo para alimentarse. A travs de la nteraccn de! combustible con e! material ya encendido el producto refinado y formado adquiere existencia. EI acto de cxpresn no es algo que
sobrevenga sobre una inspiracin ya completa, sino que es una
inspiracin impulsada hasta completarse por medio de un material objetivo de percepcin e imagnacn.'
Una impulsin no puede conducir a la expresin salvo cuando est cn conmocin, en agitacin. A menos que haya compresin, nada puede ser expresado. La agitacin marca eI lugar de
encuentro dei impulso interno con el ambiente, que hacen contacto de hecho o en idea, creando un fermento. La danza guerrera o la danza de la cosecha del indigena no viene de adentro, excepto cuando hay una propensin hostil o es eI momento de las
cosechas. Para producir la excitacin indispensable debe haber
algo ai frente, algo importante e incierto, como el resultado de
una hatalla o las perspectivas de una cosecha. Una cosa segura
no nos despierta emocin. Por lo tanto, no es slo la excitacin
lo que se exprcsa, sino la excitacin-acerca-de-algo; por lo tanto,
tarnbin, incluso la sola excitacin, carente de llI1 pnico completo, utilizar los canales de la accin a los que han recurrido anteriores actividades que tratan con objetos. Se limitar a simular la
expresin C01110 hacen los movimentos de un actor que interpreta
su papel automticamente. Aun una inquietud indefinida busca
una salida en el canto o en la pantomima, luchando por hacerse
articulada.
Casi todos los puntos de vista errneos sobre la naturaleza
dei acto de expresin tienen su fuente en la nocin de que la
emocin est completa dentro de xi misma, y slo cuando es
zada sobre un material externo tiene contacto con e1 mismo. Siri
1. En xu nrcrcsantc Teoria de la poesia. Mr. Lascelle, Alx-rcrombc oscila entre dos
maneras de ver la nspracn. Una de cllas cfrccc lo que me parece la intcrprctacin correcta. En el poema, la inspiracn "se define por si nsma, de manera completa y exqustta". Otras veces dicc que la inspracn es el poema; "algo que se conricne a s mismo y ex
autosufcente, un todo completo y entcro-. Dcc que "cada inspracin es algo que 00
existia oi podia existir originalmente co palabras-. Sin duda sre es el caso: ni aun una functn trgonomctrica existe smplemente en palabras. pcro si ya es :tutosuficiente y contenido en l mismo, i.por qu husca y encuentra palahras como medio de expresin?
76
77
efectiva que cualquier centinela que obrara deliberadamente. Lanza tentculos para lo que es ano. para las cosas que la alimentan
y la conducen a su cumplimiento. Solamente cuando la emociJn
muere o se rompe y se dispersa en fragmentos puede entrar co la
conciencia un material ajeno a ella. La opcracin selectiva de matcrialcs practicaJa podcrosamenre por una emocin al desarrollarse co una scrie de altos continuados, cxtrac matcria de multitud de objetos, numrica y espacialmente separados, y condens,
lo abstrado, cn un objeto que es resurnen ele los valores pcrtcnccientes a todos. Esta funcin crea la .universalidad- de una obra
de arte.
Si uno examina por qu razn ciertas obras de arte nos ofenden, es probable encontrar que la causa es que no hay una etllOcin personalmente sentida que guie, seleccione y rena los materiales presentes. Tenemos la rnpresin de que el artista, digamos
el autor de una novela, trata de regular con intencin consciente la
naturaleza de la emocin despertada. Nos irrita sentir que est manipulando materiales para asegurar un efccto decidido de antemano. Las facetas de la obra, su variedael tan indspensublc, se manticnen juntas por una fuerza externa. EI movimiento de las partes y
la conclusin no revelan una necesidad lgica. EI autor, no, cl
asunto principal, es e! rbitro.
AI leer una novela, aun la escrita por un experto, se pucde
tener pronto cl sentimiento de que el hroe o la herona del
cuento estn condenados, no por algo inherente a las situaciones
y ai personaje, sino por la intencin de! autor, que hace elel per
sonaje un titere, para sacar adclante su propia idea favorita. EI
sentmlenro penoso se lamenta no porque sca penoso, sino porque se nos impone por algo que sentimos provenir de fuera de!
movmiento dei asunto. Una obra puede ser l11UY trgica y, sin
embargo, dejarnos con la emocin de satisfaccin en vez de irritacin. Nos reconciliamos con la conclusin porque sentimos
que es inherente al movimiento elel asunto representado. El ncidente es trgico, pero eI mundo en que suceden esas cosas fatales no es arbitraria ni impuesto. La ernocin elel autor y la que se
despierta en nosotros son ocasionadas por escenas en este mun78
do, que se ligan con el asunto. Por razones semejantes, nos sentimos repelidos por la intrusin de un designio moral en la literatura, ya que aceptamos estticamente cierto grado de contenido
1110ral, si es sostenido por una emocin sincera que controle el
material. Una lIama blanca de piedad o inelignacin puedc cncontrar material que la alimente y pueele fundirlo en una totalelad vital.
Precisamente porque la emocin es esencial en el acto de
cxpresin que produce la obra de arte, es fcil con un anlisis inexacto concehir falsamente su modo de operacin y concluir
que la obra de arte posee la emocin corno su contenido significativo. Se puedc gritar con alegra o llorar cu ando se ve a un
amigo dei que se ha estaelo separado largo tiempo. El resultado
no es un objeto cxprcsivo, excepto para el contemplaelor. No
obstante, si la ernocin nos conduce a reunir material relacionaelo eon e! humor despertado, pucde resultar de aqu un poema.
En el cstallido elirecto, el estmulo, la causa de la emoein es una
stuacn objetiva. En el poema el material objetivo se hace eI
contenido y la matcria de la emocin, no limitndose a funcionar corno una ocasin evocadora.
En el desarrol1o de un aeto expresivo la emocn opera como
un imn que atrae el material apropiado, porque tiene una afinidael emocionalmente experimentada por el estado de nimo que
est en marcha. La seleecin y organizacin ele! material son, desele Iuego, una funcin y una pmeba de la calidael ele la cmocn
experimentada. AI ver un drama, contemplar un euadro o leer
una novela, podemos sentir que las partes no estn en mutua dependencia. O el autor no tuvo una experiencia de tono emocional o, aun cuanelo ai principio la haya tenido, no fue sostenda y
la obra rue dictada por una sucesin de emociones no relacionadas. En el caso ltimo la atcncn oscil y se movi, y resulto un
conjunto de partes incongruentes. El observador sensible o eI
lector se da cuenta de las junturas y las lagunas colmadas arbitrariamente. Si, la emocin elebe operar, pera acta para producir la
continuidael elel movimiento y la sngularidael dei cfecto en medo de la variedael. Es selectiva dei material y directiva de su oro
79
80
81
Oespus .made. -cuando el nuevo centro de energa se ha incubado inconscicntcrncntc el tiempo nccesario y est{l a punto de
floreccr, "por S1 nS1110 se conviertcn la nica norma para nosotros. cntonces pucdc floreccr sin ayuda-.
Seria difcil encontrar () dar una dcscripcin mcjor de la naturalcza de la cxprc-sin cspontnea. La prcsn antecede cl derrame dei zumo en la prensa dei vino. Las nuevas idcas vicncn con
comodidad y prontituc1 a la concicnca slo cuando previamente
se ha hecho un trabajo para abrir las puertas apropiadas para entrar. La rnaduracin inconscientc precede la producctn creadora
en cada direccin dcl esfuerzo humano. EI esfucrzo directo del
"ingenio y la voluntac}" por s miSlno nunca ha dado nacimiento a
algo que no sea tnccnico; SlI funcin es necesaria, pero debe
poner en libertad
que existen aI lnargen de SlI propsito.
En diferentes tienlpOs rnecHtanlos en cosas diferentes; mantenemos propsitos que, en lo que respecta a la conciencia, son independientes, sienelo apropado cada uno para su ocasin; ejecutaInos diferentes actos cada uno con su propio resultado particular.
Con todo. como todos eIlos proceden ele una criatura vivicnte,
estn unidos entre s por dcbajo deI nvel de la intencin. Operan
H3
juntos, y finalmente algo nace, casi a pesar de la personalidad consciente, y desde luego no a causa de su voluntad deliberada. Cuando la pacencia ha hecho su obra perfecta, e! hombre cs poscdo
por la musa apropiada, habla y canta como si le dictara un dios.
Las personas consideradas coovencionaltnente C01110 artistas,
"pensadores, cientficos, no operan con eI ingenio y la voluntad
conscientes de la maneta extensa que se supone vulgarmente,
sino que tienden tamhin hacia algn fio oscura e mprccisarncn
te prefigurado, tantcando su camino, atrados por la identidad de
un aura e11 la que floran sus ohservaciones y reflcxiones. Solamente la psico}oga que separa las cosas que co realidad se pertenecen entre si, sostiene que los cientficos y los filsofos picnsan,
mientras que los poetas y los pintores sigucn sus scntimientos. En
ambos, co la extensin y en e1 grado co que son de raogo C0111parable, existe 1.10 pensanliento ernrx-icmalizaclo, y hay sentimientos
cuya sustancia consiste co significacioncs o idcas. Como ya he dicho, la nica distincin significativa se rcfiere a la clase de marcria
a que se adhiere la imaginacin emocionalizac!a. Aquellos que se
llaman artistas tienen corno matcria las cualidadcs de las cosas de
la cxperiencia directa; los investigadores -nrelcctualcs- tratan con
las cualidades que se manejan por mcdio de simbolos que representan a las cualidades, pero que no son significativas cn su presencia inmediata. La diferencia definitiva es enorme en lo que respecta a la tcnica del pensamiento y la emocin. No obstante, no
hay diferencia co lo que concierne a la dcpendcncia de ideas
emocionalizadas y a la maduracin inconsciente. Pensar dircctamente en trminos de colores, tonos, itngenes, es tcncarncnte
una operacin diferente de la de pensar cn palabras. Sin embargo,
solo la supcrsticin sostendr que, como e1 significado de las pinturas y las sinfonias no puede ser traducido en palahras, o el de
poesa eo prosa, el pensamiento est 111onopolizado por stas ltifilas. Hay valores y significados que slo puedcn expresarse coo
cualidades inmediatamente visibles y audibles; y preguntar lo que
significan, en el sentido de algo que puede ser puesto en palabras,
es negar su existencia distintiva.
Las personas difieren cn el grado relativo de participacin en
H4
SUS actos de cxprcsn de! ingenio y la voluntad conscientes. Edgar AlIan Poe dej una relacn dei proceso de expresn tal
como es emprendida por aquellos que ticnen el tipo de mentalidad ms deliberada. Hablando de lo que sucedi cuando escribi
RI Cueruo, dice: "Raras veces se permite ai pblico atisbar detrs
de la esccna las crudczas vacilantes de! propsito verdadero captado en el ltimo momento, las ruedas dentadas, la maquinaria
para e! cambio de cscena, las escalerillas y trampas, la pintura
roja y los parches negros, que en el noventa y nueve por ciento
de los casos constituyen los domnios del bistrion literario f. .. l-.
No es necesario tornar la cifra numrica de Poe muv seriamente, pern la sustancia de lo que dice es una presentacin pintoresca de un hecho escudo. La materia prima de la expcricncia
necesita ser reelaborada a fin de obtener la cxpresn artstica.
Con frccucnca esta neccsidad cs rnayor cn casos de -inspiracinque cn otros casos, pucs en este proceso la cmocin provocada
por la marcria original se modifica a medida que se adhicre e!
material nucvo, Este hecho nos da la clave de la naturaleza de la
emocin esttica.
Con respecto a los matcralcs fsicos que entran cn la formacn de una obra de arte, todo el mundo sabe que deben sufrir
un cambio. EI mrmol debe ser tallado, los pigmentos deben ponerse en la tela, las palabras deben ponerse juntas. No se suele
reconocer que una rransforrnacin semejante ocurre con materiales interiores", irngenes. observacones, recuerdos y emociones.
stos son tambin progresivarnente rehechos, y deben tambin
ser administrados. Esta modificacin es la construccin de un
verdadero acto cxpresivo. La impulsin que hicrve corno una
coomocin que reclama expresin dehe sufrir un 111anejo tan cuidadoso para obtener una manifestacn elocuente, como ellnrmoi o el pigmento, como los colores y los sonidos. De hecho no
hay dos operaciones distintas: una ejecutada sobre el material externo y la otra sobre el Il1aterial interno y mental.
La ohra es artstica en la medida en que las dos funciones de
tranSfOfIllacin se efectao en una sola operacin. Mientras que
el pintor coloca el pigmento sobre la tela, o imagina que est
85
pucsto ah, sus ideas y scntimicntos se ordenan tarnbin, a medida que cl escritor compone por mcdio de palabras lo que quiere
decir, su idea toma, para xi mismo, una forma perceptihle.
EI escultor concibe su estatua , no en trminos mentales, sino
en los de barro, mrmol o bronce. Es relativamente de menor importancia que un msico, pintor o arquitecto trabajc su idca cmotiva original en trminos de imgenes auditivas o visuales o en eI
mcdio real. Porque las mgenes son el medio objetivo que sufre
un desarrollo. Los medios fsicos dcbcn ser ordenados cn la imaginacin o cn un material concreto. En cualquier caso, cl proceso
fsico desarrolla la maginacin, mientras que la maginacin cs
concebida cn trminos de un material concreto. Slo por una progresiva organizacin del matenal "interno" y "externo conectados
organicamente entre xi, es posible producir algo que no sea un
documento docto o la ilustracin de algo familiar.
EI surgitniento repentino corresponde a la aparicin dei material sobre cl umbral de la conciencia, no al proceso de su generacin. Si pudicscmos seguir tal manifcstacin hasta sus ruices y
remontar su histria, encontraramos al principio una emocin relativamente grande e indefinida. Encontraramos que asume una
forma definida hasta que se elabora cn material imaginado, t11('diante una serie de cambios. Lo que a muchos de nosotros nos
falta para ser artistas no cs la emocin primigenia, ni tampoco la
mera habilidad tcnica para la cjccucn, sino la capacidad para
elaborar una idea y una ernocin vagas, cn trminos de un medio
definido. Si la cxpresn fuera solo una especie de culcomana, o
el conjuro que saca ai conejo dcl lugar donde est escondido, la
exprcsin artstica seda una cuestin relativamente simple. Sin embargo, entre la concepcin y el naciIniento hay un largo perodo
de gestacin. Durante este perodo la materia interna de la elnocin y de la idea se transforma tanto por la accin y la reaccin
con la nlateria objetiva, como por la 1110dificacin que esta ltitna
sufre cuando llega a ser un medio ele expresin.
Es precisanlentc esta transfonnacin la que call1bia el carcter de la emocin original, alterando su cualidad, hasta cl punto
de hacerIa particularnlcnte esttica. Para una definicin fonnal, la
1'6
87
ca regulada cs una buena medicina. Se debe puner a trabajar aseando su cuarto, enderezando cuadros que estaban inclinados, separando papeles, arreglando cajones, en general poniendo las cosas en ordeno Usa su emocn, conectndola con canales
indirectos preparados para anteriores ocupaciones o intereses,
pero puesto que hay algo en la utilizacin de estos canales que
est prximo ernoconalmente a los medias por los cu ales su irritacin podria encontrar una descarga drecta, al poner los objetos
en orden su emocin se ordena.
Esta transfonnacin es la esencia misma del cambio que tiene
lugar en todas y cada una de las impulsiones emocionales originales cuando toman el camino indirecto de la expresin en vez dei
camino directo ele la descarga. Se puede dejar a la irritacin lanzarse como una flecha dirigida a un blanco y producir algn cambio
en el mundo exterior. Sin embargo, una cosa es obtener un efecto
externo y otra muy distinta hacer un uso ordenado de las condiciones objetivas a fn ele dar una satisfaccn objetiva a la ernocin.
Solamente esto ltimo es expresn, y la emocin que se adhiere o
es interpenetrada por esta ela como resultado un objeto esttico. Si
la persona en cuestn pone en orden su cuarto corno un asunto de
rutina, su conducta no es esttica, pero si su emocin original de impaciente irritacin se ordena y se tranquiliza con 10 hccho, el cuarto
ordenado refleja cl cambio que lia tenido lugar en l mismo. Siente
que no ha realizado una tarea necesaria, sino que ha hecho algo eniocionaltnente satisfactorio. Su emocin, as -objctivada-, es esttica.
H9
arte algo esotrico y que relegan las bellas artes a un reino separado por un abismo de la experiencia cotidiana. Por el otro lado. una
reaccin saludable contra este punto de vista lIega aI extremo de
sostener que no existe tal emocin esttica en forma distintiva. La
emocin de afeeto que opera no abicrtamente con carcias, sino
buscando la observacin o la imagen de un pjaro que vuela, la
emocin de energia irritada que no destruyc o injuria, sino que
pone los objetos en un orden satisfactorio, no es numericamente
idntica con su estado original y natural, pero est en continuidad
gentica con 01. La ernocin que finaltnente fue descrita por
Tennyson en la composcin in Memorian nci cs idntica a la pena
que se manifiesta en lgrimas y pesadumbre. la primera cs un acto
de expresin, la segunda de descarga. Sin embargo, la continuidad
de las dos emociones, eI hecho de que la cmocin esttica es una
emocn nativa transformada por el matcrial objetivo al que ha encomendado SlI desarrollo y consumacin, es evidente.
Samuel Johnson, con su preferencia filistea y tosca por la reproduccin de lo familiar, criticaba el Lycidas de Milton de la siguiente manera:
No debe ser considerado como la efusin de una pasln real,
porque Ia pasin no va detrs de remotas alusioncs y oscuras opiniones. La pasin no arranca frutos dcl mirto y de la hiedra, ni invoca a Arethusa ni a Mincius, ni habIa de stiros y faunos, groseros con
la pezuna hendida. Donde hay alegra por la ficcin hay roca pena.
90
nativo, aunque sea una cosa diferente de la literatura, dei mito elasico y antiguo. En todos los pueblos primitivos las larnentacioncs
asumen pronto una forma cerernonal, que queda lcjos de su manifestacin originaria.
En otras palabras, el arte no es naturaleza tal cual, sino que
es naturaleza transformada al entrar en nuevas relaciones que
provocan una nueva rcspuesta emocional. Muchos actorcs quedan fuera de la emocin particular que representan. Este hecho
es conocido como la -paradoja de Diderot-, puesto que l fue e1
primero que desarroll el tema. En efccro, solamente es paradoja
desde eI punto de vista implicado en la cita de Samuel J ohnson.
Investigaciones ms recientes han mostrado que hay dos tipos de
actores. Hay los que dicen que estn mejor cuando se -pierdenemocionalmente en sus papeles, pero este hecho no es una excepcin ai principio antes afirmado. Despus de todo, es un papei, una "parte" con la que los actores se identifican. EI papel est
concebido y tratado como parte de un todo; si hay parte en la representacin, eI papel est subordinado, hasta eI punto de ocupar la posicin de una parte en un todo. Y por esta es calificado
por la forma esttica. Incluso los que sienten ms profundamente
las emociones dei personaje representado, no pierdcn la conciencia de que estn en un eseenario donde hay otros actores, de que
estn ante un pblico y que deben, por consiguiente, cooperar
con otros actores eo la creacin de un cierto efecto. Estos hechos
demandan y significan una transformacin definitiva de la emocin primitiva. Representar a una persona en estado de embriaguez es un ardid comn en eI escenario cmico, pero uo hombre
verdaderamente horracho tendra que emplear el arte para ocultar Sll condicin, a fin de no disgustar a su pblico, o al menos
provocar una risa que difiera radicalmente de la excitada por la
embriaguez cuando es representada. La diferencia entre los dos
tipos de actores no es una diferencia entre la expresin controlada por las relaciones con la situacin a que pertenceo y la manifestacin cruda de la emocin, sino que es una diferencia cn los
mtodos para lIegar ai efecto deseado, una diferencia sin duda
conectada con eI temperamento personal.
91
Finalmente, lo dicho sita, aun cuando no resuelva, el vejado problema de la relacin de lo esttico o arte helio rcspecto a
otros modos de produccin tambin llamados arte. La diferencia
que existe de hecho no puede ser alia nada, como ya hemos visto,
deflniendo amhos en trminos de tcnica y hahilidad, pero tal diferencia tampoco puedc ser erigida al modo de una harrera infranqueahle, refiriendo la creacin de las bellas artes a un impulso nico, separado de las impulsiones que operan cn modos de
exprcsin que commnente no se colocan en las bellas artes. La
conducta puedc ser sublime y las maneras graciosas. Si la impulsin hacia la organizacin de la materia para presentar a esta ele
forma que directamente se cumpla en la expcricncia no tiene existencia fuera de las artes de la pintura, la poesia. la msica y la escul
tura, estas no existiran en ninguna parte; no habra bellas artes.
El problema de conferir cualidad esttica a todos los modos de
produccin cs un problema serio. Pera es un problema humano que
dehe solucionarse humanamente, no cs un problema sin solucin
por estar colocado en algn abismo infranqucable de la naturaleza
humana o de la naturaleza de las cosas. En una sociedad imperfecta
-y ninguna sociedad ser jams perfecta-las hellas artes sern hasta cierto plinto un escape, () una decoracin advcnticia, de las principales actividades de la vida, pero en una sociedad mejor ordenada
que en la que vvimos, una felicidad infinitamente mayor que la de
ahora podr acompanar todos los modos de produccin. Vivirnos en
un mundo cn el que hay una inmensa organizacin, pero se trata de
una organizacin externa, no la que podra afectar aI ordenamicnto
de una experiencia en marcha, hacia una conclusin satisfactoria y
que implica adems a la totalidad de la criatura viviente. Las obras de
arte que no estn alejadas de la vida comn, que son ampliamente
disfrutadas por la comuniclad, son signos de una vida colectiva unificada, pero son tamhin una ayuda maravillosa para la creacin de
esa vida. La reelaboracin del material de la experiencia en e! acto de
expresin no es un acontecimiento aislado confinado ai artista y a
una persona que de vez cn cuando goza la ohra. En la medida en que
el arte ejercita su oficio, es tarnbin una reelaboracin de la experiencia de la comunidad en la direccin de un mayor orden y unidad.
92
5. EL OBJETO EXPRESIVO
93
94
9S
pone las condiciones bajo las cuales puede obtenerse la expcrencia de un objeto o de una situacin. Es una huena enunciacin, es
dccir, efectiva, en la medida co que estas condiciones son enunciadas de tal manera que puedan ser utilizadas corno direcciones
que hacen posible llegar a la experiencia. Es una mala enunciacn, confusa y falsa, si pone estas condiciones de tal forma que
cuando se utilizan corno direcciones nos desvan o nos llcvan al
objeto de una forma inadecuada.
-Ciencia- significa iustamente el 1110do de enunciacin ms
til como dircccin. Tornando el viejo ejemplo tpico ------que la
ciencia parece ahora inclinada a modificar-, la afirmacin de
que el agua es H 20 es primariamente una enunciacin de las
condiciones bajo las cuales el agua l1ega a existir. Con todo, es
tarnbin, para aquellos que la cnticnden, una dreccin para producir agua pura y para verificar cualquier cosa que pueda ser tomada por agua. Es una enuncacin -mejor- que las populares y
precientficas, justamente porque ai afirmar de modo comprcnsvo y exacto las condiciones para la existencia de! agua, las pone
de manera que dan una direccin concerniente a la generacin
del agua. Tal es, sin embargo, la novedad de la enunciacin cientfica y su prestigio presente (debido en definitiva a su cficaca dircctiva) que a mcnudo se piensa que la cnunciacin cientfica
posee ms que una funcn de senal y que revela o es -cxpresivade la naturaleza interna de las cosas. Si lo fuera, entraria en competencia con el arte y tcndramos que tomar partido para decidir
cul de los dos promulga la revelacin ms genuina.
Lo potico corno distinto de lo prosaico, lo artstico corno
distinto de lo cientifico, la expresin como distinta de la enunciacn, hacc algo que no cs condueir a una expericncia, sino que
constituye una experiencia. Un viajero que sigue la enunciacin
o direccin de una serial se cncuentra en la ciudad que ha sido
apuntada. Entonces puede obteneren su propia expcriencia algo
de! significado que la cudad posee; puede obtenerlo en tal magnitud que la ciudad se exprese a l, como la Abada de Tintern se
expresaba a Wordsworth a travs de su poema. La ciudad podria
tratar de expresarse lnediante una celehracin eon gran pOlnpa y
96
Tengo una vista del Rdano, el puente de hicrro de Trinqueraille. en la que eI cielo y el rio tienen el color del ajenjo, los mueJk-s una sombra de lilas, las figuras que se apoyan en el parapeto
son negruzcas. el puente de hierro de un azul intenso con una nota
de anaranjado vivo cn cl fondo, y una nota de malaquita intensa.
97
privada dei pintor, algo que cl considera que est ahi potencialmente al alcance de los otros. Si algo toma cuerpo es la pintura.
Las palabras no pueden duplicar la expresividad dei objeto, pero
las palabras pueden indicar que la pintura no es "representativa
de un puente particular sobre el Rdano oi de un corazn desolado, oi alio de la propia emocin de desolacin de Van Gogh, que
tal vez fue primero excitada y luego absorbida por la escena (y
dentro de ella ). Con la prcscnracn pictrica de un material pretende que todo el que cstuvicra cn cl lugar pudicra ..observar.. lo
que miles han observado, prescntar un objeto nueuo cxperimcntado como teniendo su propio significado nico. EI torbcllino
emocional y UI1 episodo externo se funden en un objeto que no
cs -cxprcsivo- de ninguno de cllos, oi separados oi unidos mccncamentc, sino slo de lo que significa "lo en extremo descorazo-
Casi cada vuelta dei caleidoscopio de la naturaleza puede presentar al artista una visin esttica diferenciada, y al conremplar dicho
campo particular de visin, la contcmplacin catica y accidcnral (l'Stticamente) de las formas y colores, empieza a cristalizar armncamente; cuando esta annona se hace clara para el artista, su visin
efectiva se distorsiona por el nfasis dcl ritmo que se produce en l.
Cicrtas relaciones de lineas se hacen para l plenas de significado; las
aprchende ya no slo con curioxidad, sino apasionadamente, yestas
lneas se hacen tan fuertes y destacan tan claramentl' deI resto, que las
ve ms distintamente que a primera vista. De modo semejante los colores, que eo la naturaleza tienen casi siempre una cierta vaguedad y
fugacidad, se le hacen tan definidos y claros en virtud de su necesaria
relacin con otros colores, que si decide pintar Sll visim la pllec1erijar
definitivamente. En tal visin creadora los objetos como tales tienden
a desaparecer, perdiendo su unidad separada y tomando .'lU lugar
como otros tantos tr020s eo el mosaico total de visim.
98
Si estas consideraciones surgen cn la tnente, se acla1'an cicrtas ambigedades unidas ai pasaje citado. FIY sostiene que las lneas y sus relaciones estn l1enas de significado, pero nada de lo
enunciado explcitanlente indica que el Significado aI que se fenere pueda ser exclusivamente de las lncas cn sus relaciones
mutuas. Si as fuera, los significados de las lneas y los colores
99
lOO
101
105
de Tiziano, seria pertinente, pero llevara consigo una falta de satsfaccn esttica.
Giotto pintaba santos, pero sus caras son menos convenci 0nales; SOI1 ms individuales y, por lo tanto, estn retratadas con
111s naturalidad. AI nSl110 tiempo estn ms esteticamente presentadas. Ahora el artista usa la luz, el espacio, el color y la lnea,
los mcdios, para prcscntar un objeto que pertenceo al goce de
una experiencia de percepcin. EI significado religioso caractersricamente humano y el valor caracteristicamente esttico se interpcnetran y se funden; el objeto cs verdaderamente expresivo. Esta
parte de la pintura es un Giotto tan inconfundiblemente como los
santos de Masaccio son Masaccios. La beatitud no es un patrn
transferible de la obra de un pintor a la de otro, sino que lIeva el
sello de su creador individual, porque expresa su expcricncia as
COIno la que se preSUITIe pertenece a un santo cn general. EI significado se expresa ms plenamente an cn su naturaleza esencial,
en una forma individualizada ms que cn una reprcscntacn esquemtica o en una copia literal. Esta ltima contiene mucho de
irrelevante; la primera es demasiado indefinida. Una relacin artstica entre el color, la luz y el espacio cn un retrato no solamcnte
es ms agradable que cn un boceto, sino que dice ms. Ante un
retrato de Tiziano, Tintorctto, Rembrandt o Goya nos parece que
estamos en presencia del carcter esencial, pero el resultado se logra con medios estrctamente plsticos, en tanto que la manera
misrna en que esto tratados los fondos nos da algo ms que la
personalidad. La distorsin de las lineas y el apartamiento dei color verdadero pueden anadirse no solamcnte aI efecro esttico,
sino aumentar la expresividad, porque el material no est subordinado a un significado particular y preexistente que conoccmos cn
la persona cn cuestin (y una rcproduccin literal pucdc dar solaITICnte un momento particular), sino que est reconstruido y reorganizado de manera que expresa la visin imaginativa dcl artista
acerca de todo el ser de la persona.
No hay un equvoco ms comn en la pintura que el que se
refiere a la naturaleza de! dibujo. EI observador que ha aprendido
a reconocer, pera no a percibir estticalncote, puede estar ante
104
)i
105
2, TheArt In1'ainlill.!!,. p;g, 52. FI origl'n de la idt'<I l'S referido ai Doctor Bllcnnayel".
106
107
la referencia a las cualidades y estructura de las cosas en el ambiente. De otra rnanera el artista trabaja dentro de un esquema
mente privado de referencia y el resultado no ticnc sentido aun
cuando estn presentes colores vvidos y sonidos fucrtcs. La distancia entre las formas cientficas y los objetos concretos muestra la extensn a las que las diferentes artes pueden llevar sus transformaciones selectivas sin perder la referenda ai esqueI11a objetivo.
Los desnudos de Renoir producen placer sin ninguna sugestin
pornogrfica. Las cualidades voluptuosas de la carne se mantienen
e incluso se acentan, pero las condiciones de la exstcnca fsica de
los cuerpos desnudos se han abstrado. A travs de la abstraccin y
por I11Cdio dei calor, las asociaciones ordinrias que se refieren a los
cuerpos se transfieren a un nuevo reino, porque estas asociaciones
son estmulos prcticos que desapareceu en la obra de arte. Lo esttico expele a lo fsico, y la elevacin de las cualidades comunes a la
carne y a las flores desecha lo ertico. La concepcin de que los objetos tienen valores fijos e inaltcrables es precisamente el prejuicio
de que el arte nos emancipa. Las cualidades intrnsecas de las cosas
resaltan con sorprendentc vigor y frescura, precisamente porque las
asociaciones convencionales son desplazadas.
EI discutido problema dei lugar de lo feo en las obras de arte
me parece que obtiene solucn cu ando sus trmnos son vistos
en este contexto. La palabra -feo- se aplica al objeto cn sus asociaciones habituales, aquellas que han llegado a aparecer inhcrentes
a algn objeto determinado. No obstante, no se aplica a lo que
est presente en la pintura o en el drama, sino que aqui se produce una transformacin dei objeto aI mostrar propia expresividad,
a causa de una nueva situacin: exactamente como en el caso de
los desnudos de Renoir. Algo fco en otras condiciones, que son
las usuales, se extrac de las condiciones en las que era repulsivo y
se transfigura en cualidad ai hacerse parte de un todo expresivo.
En su nueva situacin c1 contraste rnismo con la primera fealdad
anade sabor, animacn, y en asuntos serios, aumenta la profundidad dei significado de manera increble.
El poder peculiar de la tragedia de dejarnos ai Iin cem un sentido de reconciliacin ms bicn que de horror, fonna el teIDa de
108
una de las ms viejas discusiones del arte Iterario.> Cito una teoria que es apropiada para la presente discusin, Sarnuel johnson
dijo: EI deleite de la tragedia procede de nuestra conciencia de la
ficcin; si pensramos que los asesinatos y las traiciones son reales, no nos gustaranJ>. Esta explicacin parece estar construida
sobre el modelo de la afirmacn de los ninos, de que los alfileres
han salvado la vida de muchas personas -tenendo en cuenta que
no se los han tragado". La ausencia de realdad en el acontecimiento dramtico es, en verdad, una condicin negativa dei efecto de la trageda, pero no por esta matar ficticiamente es agradable. EI hecho positivo es que ai quitar un asunto de su contexto
prctico ha entrado en un todo nuevo como parte integrante de
l. En su nueva relacin, adquiere una expresin nueva, se hacc
una parte eualitativa de un desgnio cualitativamente nuevo. Mr.
Colvin, despus de citar el pasaje de johnson, antes apuntado,
anade: -As nuestra peculiar concieneia dei placer aI mirar el duelo de esgrima en Como gustis depende de nuestra conciencia de
ficcin-. Aqu tamhin una condiein negativa es tratada COIDO
fuerza positiva. La conciencia de hallarnos ante una ficcin. es
una manera ambgua de expresar algo que en si misrno es intensamente positivo: la conciencia de un todo integral en el que un
incidente adquiere un nuevo valor cualitativo.
109
respucsra. preparados de antemano, en el caso de quien realmente ve la pintura li oye la msica. Esta preparacin motora es gran
parte ele la educacin esttica en cualquiera de sus direcciones
particulares. Saber a que mirar, cmo y para qu, es una cuestin
de preparacin dei equipo motor. Un cirujano hbil es quien
aprecia el arte de la ejccucn de otro cirujano; lo sigue crnptcamente, aunque no abiertamente, en su propio cuerpo. Quien sabe
algo sobre la relacin de los movimientos de! pianista cn la ejecucin de una pieza de msica, oir algo que el mero profano no
percibe, as COI110 el pianista experto -teclea- la msica mientras
lee una partitura. No tiene uno que saber mucho sobre la mezcla
de colores en la paleta o sobre las pinceladas que trasladan los
pigmentos a la tela para ver la pintura. Sin embargo, es necesario
que haya canales precisos listos para la respucsra motora, debidos, en parte, a la constituci6n nativa y, en parte, a la educacin
mediante la expericncia, La ernocin puedc despertarse pero ser
tan irrelevante para el acto de perccpcin corno lo es para un
zador poseido de la fiebre dei gamo. No cs rnucho decir que la
emocin que carece de lneas motoras de operacin apropiadas,
puede ser tan indirecta que confunda y deforme la percepcin.
Con todo, se necesita algo para cooperar con las lincas precisas de rcspuesta motora. Una persona sin "entrenarnicnto" para el
teatro puedc estar dispuesta a tornar parte aetiva en lo que sucede, ayudar ai hroe en burlar al villano, como lo hara en la vida
real, de modo que no ver la obra. Sin embargo, un crtico hastiado puede dejarse llevar por sus modos especializados de percepcin teatral, modos de rcspuesta siempre motora, hasta el extremo
de centrarse en percibir cmo esto hechas las cosas, sin que le
importe gran cosa lo que se expresa. El otro factor que se requiere
a fin de que una obra pueda ser expresiva para un perceptor, son
los significados y valores extrados de experiencias anteriores,
fundidos entre s y cem las cualidades presentes directamente en
la obra de arte. Si no equilihra las respucstas tcnicas con ese material secundario, aqlll1as soo tan puranleote tcnicas que litnitan
estrechamente la expresividad de! objeto. No obstante, si e! material de expcricncias anteriores no se comhina directanlente can
111
las cualidades de! poema o la pintura, dichas experiencias quedarn corno una sugestin extrana y no como parte de la exprcsividad de! objeto mismo.
He evitado e! uso de la palabra -asocacin- porque la psicologia tradicional supone que e! material asociado y el colar o sonido
inmediato que lo provoca permanecen separados entre si. No admite la posibilidad de una fusin tan completa que incorpore ambos membros co un solo todo. Esta psicologia sostiene que la cualidad drectamente sensible es una cosa, y la idea o imagen que
llama o sugiere es otro elemento mental distinto, La teoria esttica
basada en esta psicologia no puede admitir que quien sugiere y lo
sugerido puedan interpenetrarse y formar una unidad cn la que la
cualidad sensible presente confiere vida a la realizacin, mientras
que e! material evocado proporciona contenido y profundidad,
EI resultado impucsto tiene una mayor importanda para la
esttica de lo que parece a primera vista. La cuestin de la relado que existe entre la materia directamente sensible y lo que se
incorpora a ella a causa de expericncias anteriores, va aI corazn
de la expresividad de un objeto. La ncapacidad para ver que lo
que sucede no es una "3sociacin externa, sino una integracin
interna e intrnseca, ha conducido a dos concepciones opuestas e
igualmente falsas sobre la naturaleza de la exprcsin. De acuerdo
con una teoria, la expresividad esttica pertenece a las cualidades
drcctamentc sensblcs. y lo anadido por sugestin slo hace ai
objeto ms interesante pero sin formar parte de 5U ser esttico. La
otra teoria toma la posicin opuesta e imputa la expresividad enteramcnte al materiul asociado.
La expresividad de las lneas corno meras lneas se ofrcce
como prueba de que el valor esttico pertcnece a las cualidades
sensibles en y por s mismas; su estatuto puede servir corno piedra
de toque para esta teoria. Diferentes clases de lneas, rectas y curvas, y entre las rectas la horizontal y la vertical, yentre las curvas las
cerradas y las que dcclinan y suben, ticnen diferentes cualidades
estticas nmedatas. Sobre este hecho no hay duda. Sin embargo,
la teora que est en eonsideracin sostiene que su expresividad
peculiar puede explcarse sin ninguna referencia, ms all dei apa112
113
menudo esta cualidad tan estpida que Ilamamos obtusa. Es decir, que las lncas cxpresan las manetas como las cosas actan
entre s y sobre nosotros: las maneras eon las que se refuerzan e
interfieren, cuando los ohjetos actan entre s, Por esta razo las
lneas son ondulantes, verticales, oblicuas, torcidas, majestuosas;
por esta razo incluso parece0 tener expresividad moral co la
pcrcepcin directa. Estn ligadas a la tierra y parecen descosas;
ntimas y friamente lejanas; acariciadoras y repelentes. Llevan con
ellas las propiedades de los objetos.
No se puede prescindir de las propiedades habituales de las
lineas ni en e! experimento que trate de aislar la experiencia de las
lneas de toda otra cosa. Las propiedades de los objetos que defioco las lneas y los rnovimientox que ellas relacionan estn hondamentc trabados. Estas propicdades son resonancias de una
multirud de experiencias co las que, por nuestro inters co los objetos, oi siquiera nos damos cuenta de las lneas C01110 tales. Lneas
diferentes y diferentes relaciones de Ineas se han cargado inconscientemente con los valores resultantes de lo que ellas mismas producen en nuestra expcriencia, en nuestro contacto con el mundo
que nos rodea. La expresividad de las lneas y las relaciones espaciales en la pintura no puede entenderse sobre otras bases.
La otra teoria niega que las cualidades sensihles inmediatas
tengan expresividad; sostiene que lo sensible sirve sitnplclnente
C0010 un vehculo externo que nos trae otros significados. Vernem Lcc es un artista de indudable sensibilidad que ha desarrollado esta teora coherentemente y de manera tal que, aunque tenga
algo en comn con la teoria alemana dei Einfucblung o empatia,
evita la idea de que nuestra perccpcin esttica es una proyeccin en los objetos de una imitacin interna de sus propiedades,
que dramncamcntc ejecutamos cuando miramos a ellas, una
teora que, al contrario, es apenas una versin animista de la teora clsica de la representacin.
De acuerdo con Vernon Lee y algunos otros tericos en e1
campo de la esttica, mte' significa un grupo de actividades que
soo, respectivalnente, registradoras, constructivas, lgicas y comunicativas. No hay nada esttico co e1 arte mistno. Los productos dd
114
arte se hacen estticos "como respuesta a un dcseo totalrnente diferente que tiene sus propias razones, tipos e irnperativos-. Este deseo -rotalrncnte diferente es el deseo de formas Csbapes), y este
deseo se desperta por la necesidad de establecer relaciones congruentes entre nucstros modos de fantaseo motor. For lo tanto, las
cualidadcs sensibles dircctas como el color yel sondo son inadecuadas. Esta demanda de formas se satisface cuando nuestra maginacin motora repite las relaciones encarnadas en un objeto,
C01110 por ejemplo, -el arreglo en abanico de lneas convergentes y
los perfiles exquisitarnente fraseados de las colinas, que se levantan a intervalos en crestas agudas y que caen para clcvarse despus cri curvas ampliarnente cncavas-.
Se dice que las cualiclades sensiblcs no son estticas, porque
a diferencia de las relaciones que reproducmos uctivamentc, nos
son mpuestas y tienden a dominamos. Lo que cucnta es lo que
bacemos, no lo que rccbmos. Lo cscncal esteticamente es nuestra propia activdad mental de partir, viajar, regresar ai punto de
partida, retener el rasado, llevarIo en nuestra marcha; cl movimiento de atencn hacia atrs y hacia adelante, a medida que estos actos son cjccutados por el mecanismo dei fantaseo 1110tuf.
Las relaciones resultantes defnen la forma que es enteramente
una cuestin de relaciones. Aqullas -transforman lo que seran
de otra manera yuxtaposiciones sin sentido o secuencia de sensaciones, en entidades significativas que puedcn ser recordadas y
reconocidas aun cuando sus sensaciones constituyentes estn
completamente alteradas, precisamente en Iorrnas-. EI resultado
ele esto es la empatia en su vcrdadera sigrufcacin:
115
La teoria es significativa porque separa enteramente sensaciones y relaciones, materia y forma, lo activo y lo receptivo, las fases
de la experiencia, y porque enuncia lo que sucede lgicamente
cuando se separan. RI reconocimiento dei pape! de las relaciones
y de la actividad por nuestra parte (esta ltima fisiolgicamente
mediatizada, cem toda prohabilidad, por nuestros mecanismos motores) nos parece nteresante en cornparacin con las teoras que
slo reconocen cualidades sensibles cuando son rccibidas y padecidas pasivamente. No obstante, una teoria que considera el color
cn la pintura corno estticamente impropio, y que sostiene que
los sonidos cn la msica son algo sobre lo que se superponen las
relaciones estticas, apenas necesita refutacin.
Las dos teorias que se han criticado se complementan entre
si, pero la verdad no puedc ser alcanzada tericamente en esttica con la adicin mecnica de una teoria a la otra. La expresividad
de! objeto artstico se debe ai hecho de que prescrita una interpenetracin completa de los materiales de la percepcin y de la accin incluyendo en esta la reorganizacin de la materia que provene de nuestra cxperiencia pasada. Pues en la interpenetracin
dicha matcria no cs un material anadido por asociacin externa
ni por superposicin a las cualidades sensibles. La expresividad
dei objeto cs e1 informe y la realizacin de la fusn completa de
lo que experimentamos, de lo que nuestra actividad de percepcin
atenta lIeva a lo que recibimos mediante los sentidos.
Merece la pena observar a qu se refieren nuestras nccesidades
vtalcs y hbitos, para su satisfaccin. ,Son puramente formales estas necesidades vitales y estas hbitos? ,Pueden quedar satisfcchos
s610 por medo de relaciones, o necesitan alimentarse con la materia de! calor y el sonido? Esta parece admitrse implicitamente cuando Vernon Lee sigue cliciendo que -el arte, lejos de librarnos de! sentido de la vida real, intensifica y ampla aquellos estados de
serendad muy raros, pequenos y mezclados, de los cuales e! curso
de nuesrra vida prctica normal nos da apenas una muestra-. As es
116
117
mira por ellado equivocado dei te!escopio y disminuye la significacin poseida por los objetos en favor de una pretendida importancia de! yo. EI arte rompe eI caparazn que oculta la cxpresvdad
de las cosas experimentadas; nos sacude la pereza de la rutina y
nos permite olvidamos, de nosotros mismos para reencontrarnos
en el deleite dei mundo experimentado en sus variadas cualidades y formas. Intercepta toda sombra de exprcsvidad que se encuentra cn los objetos y los ordena co una nucva experiencia de
la vida.
Corno los objetos de arte son expresivos, se hacen comunicativos. Yo no digo que la comunicacin a otros sea la intcncin
deI artista, pefo cs una consecuencia de su obra --que en efecto
vive solamente en comunicacin cuando opera en la expericncia
de otros-s-. Si cl artista desea comunicar un mensaje especial, tender por ello a limitar la cxprcsivdad de su obra para otros, ya
sea que quiera comunicar una leccin moral o el sentido de SlI
propio ingenio. La indiferencia a la rcspuesta de! pblico inmediato es el rasgo necesario de todos los artistas que tienen algo
nuevo que decir. Con todo, estn animados por la profunda conviccin de que, puesto que 5610 pueden decir lo que tienen que
dccr, el problema no est en su obra, sino cn los que a pesar de
tener ojos no ven y a pesar de tener odos no oyen. La comunicabilidad no tiene nada que ver cem la popularidad.
No puedo menos que juzgar falso lo que dice Tolstoi sobre el
contagio inmediato como testde la cualidad artstica, y que lo que
dice sobre la nica clase de material que puede ser comunicado
resulta estrecho de miras. Sin embargo, si el lapso se extendera,
cs cierto que ningn hombre podra ser considerado elocuentc. si
en algn momento alguicn no se conmoviera ai escucharlo. Los
que se conrnueven sienten, como dice Tolstoi, que lo que la obra
expresa es, por decirlo as, algo que uno ha estado dcscando expresar. AI mismo tiempo, el artista trabaja para crear un pblico
con el cual comunicarse. AI cabo, las obras de arte son e! nico
medio de comunicacin completa y sin estorbos, entre hombre y
hombre, que hay en un mundo 11eno de abismos y muros que limitan la comunidad de la experiencia.
118
6. SUSTANCIA Y FORMA
119
121
de tal manera que puede entrar en las experiencias de otros y capacitados para tcner a su vez experiencias propias ms intensas y
ms plenas.
Esto es lo que se llama tener fonna. Es una manera de considerar, de sentir y de presentar una materia experimentada de
modo que rpida y efectivamente se convierta en material para la
construccin de una experiencia adccuada por parte de sujctos
menos dotados que el creador original. En consecuencia, no se
puedc trazar una distincin, excepto en la reflexin, entre forma
y sustancia. La obra misma es materia transformada en sustancia
esttica. Sin embargo, el crtico, el terico, como estdio reflexivo de! producto artistico, no solamente puede. sino que debe trazar una distincin entre aqullas. Algn observador hbil de un
pugilista o de un jugador de golf har distinciones, supongo, entre lo qu se hace y como se hace, entre el knock-out y la manera
de lanzar el golpe; entre la hola dirigida muchos metros hacia tal
o cual lnea, y la manera como se hizo la jugada. EI artista, comprometido en el hacer, efeetuar una distincin similar cuando le
interese corregir un errar habitual o aprender la mejor maneta de
asegurar un efecto dado. Con todo, el acto misrno es exactamente lo que es, a causa de como fue hecho. En el acto no hay distincin, sino integracin perfecta de la manera y el contenido, la
forma y la sustancia.
El autor ya citado, Mr. Bradley. en un ensayo, La Poesia por
la Poesia, traza una dstncn entre tema y sustancia que puede
ser muy bien el principio de nuestra siguiente dscusin. Pienso
que la distincin puede- ser parafraseada corno la distincn entre
la materia para, y la materia en la produccin artstica. El tema o
-materia para" es ca paz de ser senalado y descrito de distinta manera al del producto artstico mismo, La -rnateria en-, la sustancia
verdadera, es e! objeto de arte mismo y, por lo tanto, no puede
ser expresado de nnguna otra maneta. El tema de EI paratso perdido de Milton cs, como dice Bradley, la cada dei hombre, en conexin con la rebelin de los ngeles, un terna corriente cn los
crculos cristianos, y prontamente identificahle por cualqlliera
que est fanliliarizada eon la tradicin cristiana. La sustancia del
123
124
125
ra visiblc, constitua de algn modo una reflexin sobre las cualidades estticas de sta. Nade admitiria que su pcrcepcin de! Partenn se intluenciara con e1 hecho de no conocer la significacin
de la palabra con que se denornin e! edficio. An existe la falacia, especialmente co conexin con la pintura, de varias maneras
ms sutiles que la ilustrada por el incidente de la conferencia.
Los ttulos son, por asi decir1o, asuntos sociales. Identifican
objetos para una fcil referencia de manera que uno sabe lo que
127
ciente y econmica de las partes a la funcin dei todo. En algunos casos, la adecuacin es verdaderamente tan exquisita, que
constituye una gracia visible ndependentemente del pensamiento de cualquier utilidad, pero este caso especial indica la
manera en que coofiguracin y forma difieren genricamente.
Porque lo que hay en la gracia es slo falta de tosquedad, en el
sentido en que "tosco" significa ineficacia en la adaptacin para
un fin. En elmodelo como tal la adaptacin est intrinsecamente
limitada a un fin particular, como el de la cuchara para llevar lquidos a la boca. La cuchara, que adems tiene una forma esttica llamada grada, no tene esa limitacin.
Se ha hecho un gran esfuerzo intelectual tratando de identificar la eficacia para un fin particular con la -helleza- o cualidad esttica. Sin embargo, estos intentos estn destinados aI fracaso,
aun cuando por fortuna en algunos casos coinciden las dos y es
humanamente deseable que siempre lo hagan. Porque la adaptacin a un fin particular es a menudo (siempre en el caso de asuntos complicados) algo percibido por el pensamiento, mientras
que el efecto esttico se encuentra directamente en la percepcin
sensible. Una silla puedc servir ai propsito de proporcionar un
asiento confortable e higienicamente eficaz, sin servir aI mismo
tiempo a las necesidades dei ajo. Si ai contrario, en vez de promover el papel de la vsn en una experiencia, lo impide. ser
fea aun cuando est ben adaptada para su uso como asiento. No
hay una armona preestablecda que garantice que lo que satisfce a un grupo de rganos llenar la de todas las otras estructuras
y neccsidades que toman parte en la experienca, hasta el punto
de llevaria a su complecin como un complejo de todos los elementos. Todo lo que podemos decir es que en ausencia de contextos perturbadores, rales como la produccin de objetos para
un mximo de provecho privado, el equilbrio tiende a afectarse
de manera que los objetos sean satisfactorios -,tiles" en sentido
estricto-- ai yo como un todo, aunque en el proceso se sacrifique
alguna eficacia especfica. En este sentido hay una tendencia a
fundir la configuracn dinmica (como distinto de la mera figura
geomtrica) con la forma artstica.
129
131
132
Hay co nuestras mentes un vasto nmero de actitudcs emocionales, de scntimientos dispuestos a ser nuevamente excitados cuando llega el estmulo apropiado, y ms que otra cosa son estas formas, estc resduo de la cxperiencia las que constituyen el caudal
del artista, ms plenas y ms ricas que en la mente del hombre ordinario. Lo que se llama la magia de! artista reside en su habilidad
para transferir estos valores de un campo de la cxperiencia a otra,
para adhe-rirlos a los objetos de la vida comn y con su intuicin
imaginativa hacer estas objetos profundos e mportantcs.'
La materia o la forma no son los colores ni las cualidades sensibles corno tales, sino que se puedcn identificar con estas cualidades slo en la medida en que se hallan completamente imbuidas, impregnadas CDn los valores transferidos. Y entonces son
materia o son forma de acuerdo con la direccin de nuestro inters.
Mientras que algunos tericos estahlecen una distincin entre los valores sensibles, y los prestados a causa dei dualismo metafsico que se acaba de mencionar, otros la hacen por temor a
que la obra de arte se intelectualice indebidamente. Se interesan
por subrayar algo que, en efecto, es una necesidad esttica: la inmediatez de la experiencia esttica. Se puede afirmar enrgicamente que lo que no es inmediato no es esttico. EI errar est en
suponer que solamente ciertas cosas especiales -las que estn
2. vase cl capitulo sobre -Valorcs 'rransfcrtdos-, en cl volumcn lhe Att ofHenri Mausse: la cita cs de la pg. 31. En el capitulo, cl Doctor Barnes mucstra en qu medida el
efecto nmcdtato emocional de las pinturas ue Mansse es una transferenca inconsciente de
los valores emocionalcs primcros conectados con la tapceria. cartelcs. rosetas ttncluvendo
modelos de flores), tetas, barras y bandas, como de bandcras y muchos otros objetos.
133
relacionadas con los ojos, los odos, etc.- pueden ser cualitatva
e inrnecliatatnente cxpcrmenradas Si fuera cicrto que s610 las
cualidades que nos llegan a travs de los rganos de los sentidos
ai:..i lados sem directamcnte experimentadas, entonces, naturalmente, todo material relacional se considerara sobreanadido por
una asociacin extrana, o de acuerdo con algunos tericos, por
una accn -sintctica- deI pensamieoto. Desde este punto de vista
eI valor esttico estricto, digamos de una pintura, consiste simplemente en cicrtas relaciones y rdenes de relaciones que los colores mantienen entre sindependientemente de las relaciones con
los objetos. La expresividad que ganan estando presentes como
colores del agua, de las rocas, de las nubes, etc, se dcbera al
arte. Sobre esta base habra siempre una brecha entre lo esttico
y lo artstico. Serian de dos e1ases radicalmente diferentes.
La psicologa que sostiene esta hifurcacin Iue condenada de
anternano por William james cuando observo que hay scntlmicntos directos de relaciones tales como si", -entonces-, "Y", -pero-,
de", -con-. Mostro que no hay relacin tan <omprensiva que no
pueda hacerse matria de la experiencia inmcdiata. De hecho toda
obra de arte existente llava ticmpo contradiciendo la teoria en
cuestin. Es enteramcnte cierto que ciertas cosas, precisamente las
ideas, ejerccn una funcin mediadora, pero solarnente una lgica
torticera y abortada puede sostener que porque algo cs mediato no
puede, en consecuencia, ser experinlentado intnediatarnente. El
caso es a la inversa. No podemos captar ninguna idea, ningn rgano de tnediacin, no podemos poseerlo en su plena fucrza, hasta que lo hemos sentido Como si fuera un olor o un color.
Los que son especialmente adictos ai pensarniento COlnO una
ocupacin, se dan cuenta cu ando observan el proceso deI pensa111iento, en vez de dcterminar dialcticamente lo que debe ser,
que el sentimicnto innlediato no se da limitado en sus alcances.
ldeas diferentes tienen sus sentimientos diferentes, sus aspectos
cualitativos inmediatos, corno cualquier otra cosa. EI que est
pensando a un problema complicado, encuentra la direcciJn por
medio de la propiedad de sus ideas. Cuando toma un camino
equivocado lo detienen las cualidades de su idea, y cuando acier134
3. En conexitlO um esle asunto, que tOC,l no ,-;obl11ente este tpico particular, sino
todas las Cllestiorll's conecladas ("on Li intl'ligencia caractersliGI dei artista, fl'miro ai ensayo sohre Pensamil.'nto cualitativo". conlenido en cl volullIen Phi!oso!)h.l' alld CI'ilizatir)//.
13'5
Cita con aprobacin lo dicho por otro pintor, De!acroix: -Dadme ellodo de las calles, y si se me da poder para hacerlo a mi gusto, har de l una carne de mujer de tinte delicioso". La oposicin
entre la cualidad inmediata y sensual y la relacn como puramente mediara e intelectual, es falsa en teoria psicolgica y filosfica.
136
Es absurda en las bellas artes, puesto que la fuerza de un producto artistico depende de la completa interpenetracin de las dos.
La accin de cualquier sentido incluye actitudes y disposiciones que se deben a todo el organismo. Las energias que pertenceen a los rganos de los sentidos, entran causalmente en la cosa
percibida. Cuando algunos pintores introdujeron e! -puntillsmotcnico basndose en la capacidad dei aparato visual para fundir
puntos de color fisicamente separados en la tela, ejemplificaban,
pero no originaban una actividad orgnica que transforma la
existencia fsica cn un objeto percibido. Pero este tipo de modificacin es de lo ms elemental. Cuando abandonamos la rutina,
no es slo el aparato visual, sino todo el organismo, el que est
en interaccin con el ambiente en toda accin. EI ojo, el odo o lo
que sea, es solamcnte e! canal a travs del cual tiene lugar la experienca total. Un color visto es siempre calificado por reacciones implcitas de muchos rganos, los dei sistema simptico, as
como los dei tacro. Es un embudo para la energia total que se
pone cn juego, y no su fuente. Los colores son suntuosos y ricos
precisamente porque est profundamente implicada en ellos una
resonancia orgnica total.
Es an ms importante e! hecho de que el organismo que responde con la produccin dei objeto experimentado, es aqul cuyas tendencias de observacin, deseo y emocn, estn moldeadas por experiencias anteriores. Lleva consigo las cxperiencias
pasadas no en la mcmoria consciente, sino como carga directa.
Este hecho da cuenta de la existencia de cierto grado de expresividad en el objeto de cada experieneia consciente. Tal hecho ya ha
sido mostrado. Lo que es pertinente para la cuestin de la sustancia esttica gira en torno de la manera en que el material de la experiencia pasada, que carga a la actitud presente, opera en conexin con la materia proporcionada por los sentidos. En e!
recuerdo puro, por ejemplo, es esencial conservar las dos aparte;
de otro modo el recuerdo se deforma. En la accin automtica puramente adquirida el material de! pasado se subordina hasta el
punto de no aparecer en la conciencia. En otros casos, e1 material
de! pasado llega a la conciencia, pero se emplea conscientemente
137
como instrumento para tratar algn problema y dificultad presente. Se mantiene hajo la conciencia de manera que sirve a algn fio
especial. Si la experiencia es predominantemente de investigado, aqucl material est en situacin de dar evidencia o de sugerir hiprcsis, si es -prctica-, de proporcionar claves para la accin
presente.
En la cxpcricnca esttica, aI contrario, el material dei pasado
oi llena la atencin, COI110 co el recucrdo, oi est subordinado a
un propsito especial. Hay co verdad una restriccn impuesta aI
material admitido, cuya medida vcne dada por la contribucin a
la matcria inrncdata de una experiencia que se tiene ahora. EI
material no se emplea como un puente para alguna experiencia
posterior, sino COlHO un incremento e individualzacin de la expertencia presente. EI fin de una obra de arte se midc por el nmero y variedad de elementos que vienen de las experiencias pasadas orgnicamente absorhidos en la pcrcepcn aqui y ahora.
Le dan su cuerpo y su capacidad de sugestin. Vienen a menudo
de fuentes I1111Y escuras para ser identificadas de aIgn modo
consciente en la memoria y, en consecuenca, crean e1 aura y la
pem..imbra cn que se mueve la obra de arte.
VelHOS una pintura por medio de los ojos, y omos la msica
por medio de los odos. En la reflexin somos dados a suponer
que en la experiencia misma, las cualidades visuales o auditivas
corno tales, son centrales si DO exclusivas. Llevarlas a la experiencia primaria corno parte de su naturaleza inmediata, independcntemente de lo que el anlisis encuentre en ella, es una falacia, que
James llamaba la falcia psicolgica. AI ver una pintura, no es cicrto que las cualidades visuales sean como rales centrales conscientemente y que otras cualidades colocadas alrededor de dlas estn
de UDa manera accesoria o asociada. Nada puede estar ms Icjos
de la verdad. As como no es cierto de la pintura, tampoco lo es de
la lectura de un poema o un tratado de filosofa, en la que no nos
danl0s cuenta de una I11anera distinta de las formas visuales de las
letras y las palahras. stas son estimulos a los que respondemos
coo valores emocionales, itnaginativos e inteIectuales que sacamos de nosotros miSI110S y que se ordena0 por la interaccin con
131'
139
[cuando era] slo un animalito salvaje que corra cem sus patitas traseras interesado con pasmo por el mundo en eI que se encontraba,
140
me regocijaba en los colores, en los aromas, en el gusto y en eI tacto: el azul deI cieIo, el verde de la tierra. los destellos de la luz en e1
agua, e1 sabor de la leche. de la fruta, de la miel, e1 olor dcl suelo
seco o mojado, del vcnto y de la lluvia, de las hierbas y de las flores; el simple sentir un talIo de hierba me haca feliz; y haba ciertos
sonidos y perfumes, y sobre todo ciertos colores co las flores y en
e1 plumaje y los hucvos de los plaros. rales como el cascarn de
prpura brillante dei huevo de tinarnou , que me embriJgaban con
delicia. Cuando paseaba por la plancie. dcscubr una mata de verbenas escarlatas en pleno florecimiento, plantas rastreras que cubren un rea de vrios metros con un csped hmedo salpicado en
abundancia de flores brillantes. Me hubicra arrojado e1el cahallo
gritando de alegria para tenderme en el csped entre ellas y alegrar
mi vida con sus brillantes colores.
141
gre pierrot en un funeral chocaria a los dems. Cuando se introduce la figura de un bufn en el cuaelro de las exequias de su amo,
su rostro dcbe ai menos convenir con los requerimientos de! cemtexto. Un exceso de cualidad decorativa en una escena particular
tiene una expresivielad propia: como Goya que lleva algunos retratos de gente ele la corte de su poca a la exageracin, hasta e!
punto de que su pomposidad se hace ridcula. Peelir que todo e!
arte sea decorativo es una limitacin de la materia artstica, ai excluir la cxpresin de lo sombrio, como lo es la demanda puritana
de que e! arte sea seria.
La relacin especial de la expresividad ele la elecoracin con el
problema de la sustancia y la forma, raelica en que prueba el equvoco de las teorias que aslan las cualielades sensihles. Porque en la
medida en que cl efecto decorativo se logra por aislarniento, se conviertc en un embellecimiento vaco, en ornamentacin ficticia
----eonlO las figuras de azcar en un pastel-, en un adorno externo.
No necesito salr ele mi ruta para condenar la falta de sinceridad ele!
uso ele! aelorno para ocultar la debilidad y cubrir los defectos estructurales. No obstante, es necesario notar que con el apoyo de las teoras estticas que separan la sensacin y e! significado, no hay razn
artstica para esta condenacin. La falta de sincerielael en e! arte tiene
una fuente esttica, no solamente moral; se encuentra siempre que
la sustancia y la forma estn separadas. Esta afirmacin no significa
que todos los elementos estructuralmente necesarios deban ser evidentes a la percepcin, como algunos -funcionalistas- extremos en
arquitectura insisten. Esta proposcin confunde una concepcin
pobre de la moral con el arte." Porque en la arquitectura, como en la
pintura y la poesia. la materia prima, a travs de la interaccin cem e!
yo, se elabora para hacer placentera la experiencia.
Las flores puestas en un cuarto aumentan la expresividael ele
ste cuando armonizan con los muebles y se usan sin anadir una
nota ele falta de sinceridad, aun cuando cubran algo esrrucruralmente necesario.
143
Lo que es -forma- en una conexin es materia cn otra, y viceversa. El color que es materia con respecto a la expresividad de algunas cualidades y valores, es forma cu ando se usa para transmitir
la delicadeza. Ia brillantez, la alegria, y esta afirmacin no significa
que algunos colores tengan una funcin y otros colores otra. Podemos tomar como ejemplo la pintura de Velzquez de la infanta Maria Teresa. que ticne un vaso de flores a su derecha. Su gracia y delicadeza es insuperable, la delicadeza penetra por todas partes y
aspectos: trajes, joyas, cara, pelo, manos, flores. Sin embargo, exactamente los mismos colores expresan no solarnente la factura, sino,
como siernpre sucede con Vclzquez cuando logra xito, la dignidad inherente a un ser humano, una dignidad intrnseca incluso ai
personaje real, no slo debda a la indumentaria de la realeza.
Naturalmente no se deriva de esto que todas las obras de arte.
incluso las de ms alta calidad, deban poseer una completa interpenetracin de lo decorativo y lo expresivo, corno se muestra a
mcnudo en Ttziano, Velzquez y Renoir. Los artistas puedcn ser
grandes en una u otra direccin y seguir siendo grandes. La pintura francesa casi desde su principio se ha caracterizado por un sentido viviente de lo decorativo. Lancret, Fragonard, Watteau, pueden ser delicados, a veces hasta la fragldad, pero casi nunca
exhiben la scparacn entre la expresividad y la ornamentacin
extrana que casi siempre senala a Boucher. Aqullos prefieren
asuntos que requieren delicadeza y una intima sutilidad para haccrse plenamente expresivos. Las pinturas de Renoir son las que
contienen ms sustancia de la vida C0111n, pera usa todos los 111edios plsticos ---color, luz, lneas y planos, en si mismos y en sus
interrelaciones- para trasmitir un sentido abundante de alegria
en el trato can las cosas comunes. Los amigos que conocieron a
los modelos que usaba, se quejaban a veces, segn cuentan, de
que los haca mucho ms bellos de lo que realmente eran. Con
todo, nadie que mire sus pinturas tiene la impresin de que han
sido -arreglados- o embellecidos. sino que lo que se expresa es la
experiencia que Renoir mismo tenia de la alegria ai percibir cl
mundo. Matisse no tiene rival entre los coloristas decorativos dcl
presente. En un primer momento, puede chocar ai contemplador,
144
145
ga son lIamadas hermosas: aun una cnfcrmedad puede ser tan tipica en su manifcstacin y sus relaciones caractersticas que puede llamarse hermosa. Ambos significados, eI de encanto sensual
y el de rnanifestacin de una annoniosa proporcin de las partes,
caracterizan la forma humana en sus mejores ejernplares. Los csfuerzos hechos por los tericos para reducr un significado ai
otro, ilustran la futilidad de abordar eI asunto por medo de conceptos acunados. Los hechos arrojan luz sobre la inmediata fusin de forma y materia y sobre la relatividad de lo que se toma
corno forma o corno sustancia en un caso particular, con el propsito de excitar el anlisis reflexivo.
El resumcn de la discusin es que las teorias que separan la
matcria y la forma, las teorias que tratan de encontrar, para cada
una, un lugar especial en la experiencia, a pesar de sus oposiciones mutuas, son casos de una misma falacia fundamental. Se apoyan en la separacin de la criatura viviente dei mcdio cn cl que
vive. Una escucla, que se convierte en la escuela "idealista" cn filosofa, cuando se formulan sus implicacioncs, realiza la separacin,
en intcrs de los significados y relaciones. La otra escue!a, la emprica-sensualista, realiza la separacin en favor de la primaca de
las cualidades sensihles. No se ha confiado en la experiencia esttica para que genere sus propios conceptos interpretativos dei
arte. stos se han impuesto trayndolos ya hechos de sistemas de
pensamicnto fraguados sin referenda ai arte.
En ninguna parte es ms desastroso cl resultado que con respecto ai problema de la materia y la forma. Hubiera sido fcilllenar las pginas de este captulo con citas de escritores de esttica
que afirman un dualismo original de mareria y forma, Yo citar
solame-nre un ejcmplo: ..l1amamos bella la fachada de un templo
griego con especial referencia a su admirable forma, cn tanto que
ai atribuir beJIeza a un castillo normando nos referimos ms bien
a lo que el castillo significa, a decto de imaginar Sll orglll1osa
fllerza pasada y Sll lenta decadencia por los golpes implacahles
dei tiempo...
Este escritor particular refiere la "forma directaInentc a los sentidos, y la 11lateria o "sustancia" a la significaci6n asociada. Podra ser
147
{/",'. dei ()
14H
149
.. 'L.1 algn canto filosfico / de la vcrdad que halaga nucstra vda dara.. (N. deI/.)
... -Vcntanas que se ahren sobre la espuma / de mares peligrosos perdidos co rtcrras
(N. de! t,)
cncanradas..
150
151
las que las cosas se modifkan. RI arte expresa, no afirma; se interesa por existencias co su cualidad percibida, no co concepcioncs simbolizadas por trminos. Una relacin social es un asunto
de afectos y obligaciones, de trato, de gencracn, influencia y
modificacin mutuas. En este sentido se debe entender -relacincuando se usa para definir la forma en el arte.
La adaptacin mutua de distintas partes distintas para constituir un todo es la relacin que, formalmente hablando, caracteriza
una obra de arte. Toda mquina, todo utensilio, tiene dentro de
ciertos limites una semejante adaptacin recproca. En cada caso
se cumple un fin. Lo que es meramente una utilidad, satisface, sin
embargo, un fin particular y limitado. La obra de arte satisface muchos fines, ninguno de los cuales se cstablcce de antemano. Sirve
a la vida ms que a la prescripcin de un modo definido y limitado de vivir. Este servicio seria imposible si las partes no estuvieran
ligadas co el objeto esttico de una maneta distintiva. (Cmo es
que cada parte es dmrnica, es decr, juega una parte activa aI
constituir esta especie de total' Tal es la cuestin a la que ahora
nos enfrentamos.
En su Goce de la poesia Max Eastman usa, para explicar la naturaleza de la experiencia esttica, el acertado ejemplo de un
hombre que cruza el rio; digamos que lIega a Nueva York en un
ferrv. Algunos hombres consideran esto como un smple viaje
para ir a donde quieren -media que hay que soportar-, quz
leyendo un peridico. Algn ocioso lanza una mirada a este u otro
edifcio idcntificndolo como la Torre Metropolitana, el edifcio
Chrysler, el Empire State, y asi sucesivamente. Algn otro, impaciente por llegar, se asoma ai muelle para juzgar si se acerca a su
destino; otro, que hace el viaje por primera vez, mira con vchemeneia, pero se dcsconcicrta con la multiplicidad de objetos dispersos que hay que ver. No ve ni el todo ni las partes; es como un
profano que va a una fbrica donde trabajan muchas mquinas. A
otra persona interesada en asuntos prcticos, ai mirar el perfil de
los edifcios, se le hace patente su altura, o puede considerar el
valor de los solares. O puede dejar que sus pensamientos se represcnten la congestn de un gran centro industrial o comercial.
152
Puede seguir pensando en la falta de plan, de diseno, como evidencia dei caos de una sociedad organizada sobre la base dei CClOflicto ms que de la cooperacin. Finalmente, la escena formada
por los edificios puede ser vista como volmenes pintados e iluminados, en relacin mutua adems, con cl cielo y con el ro.
Ahora ve estticamente como pucde ver 1.10 pintor.
La caracterstica de la visin ltima en contraste con las otras
es que se ocupa de un todo perceptivo, constituido por partes relacionadas. Ni una sola figura, aspecto o cualidad, es captada
como medo para algn resultado externo posterior, ni como
signo de una inferencia que pucde obtcnerse. EI Empire State
puede ser reconocido por si mismo, pera cuando se ve pictricamente, es visto como parte ligada un todo organizado perceptivamente. S1.1s valores, sus cualidades, tal corno se ven, son modificadas por las otras partes de la escena, y a su vez modiflcan c1
valor, como es percibido, de todas las otras partes dei todo. Aqui
hay ahora forma en el sentido artistico.
Matisse ha descrito el verdadero proceso de la pintura de la
siguiente maneta:
153
154
155
antemano.
157
159
C0010
co
161
163
164
165
167
no existia distincin entre arte y ciencia, sino que ambos eran llamados techn. La filosofa se escriba en verso, y bajo la influencia dei esfuerzo imaginativo eI mundo se hizo un cosmos. La primitiva filosofia griega relato la historia de la naturaleza y, puesto
que una histeria tiene comienzo, movimiento y clmax, la sustancia de la historia reclamaba una forma esttica. Dentro de la historia, los ritmos menores se hicieron parte del gran ritmo de generacin y destruccin, de llegar a ser y dejar de ser; de remisin
y concentracn, de agregacin y dispersin. de consoldacn y
disolucin. La idea de ley surgi con la idea de annona y surgieron concepciones que son ahora prosaicos lugares COlTIUneS,
como partes de! arte de la naturaleza, tal como los construa el
arte dellenguaje.
La existencia de una multitud de ilustraciones dei ritmo en la
naturaleza es un hecho familiar. Se cita a menudo eI subir y eI bajar de la marea, el ciclo de los cambios lunares, la pulsacin en la
circulacin de la sangre, e! anabolismo y catabolismo de todos
los procesos de la vida. Lo que no se percibc tan generalmente es
que toda uniformidad y regularidad de cambio en la naturaleza
es un ritmo. Los trminos -ley natural- y ritmo natural son sinnimos. En la medida en que la naturaleza cs para nosotros ms que
un flujo carente de orden, en la medida en que es ms que un
torbellino de confusiones, est marcada por el ritmo. Las frmulas de cstos ritmos consttuycn los cnones de la ciencia. La astronoma, la geologa, la dinmica y la cinemtica registran varios
ritmos que son ordenes de diferentes dases de cambio. Las cemcepciones mismas de molcula, tomo y electrn, surgen de la
necesidad de formular ritmos descubiertos ms pequenos y ms
sutiles, Las matemticas son los enunciados generales ms concebibles que corresponden a los ritmos ms universales obtenidos.
EI uno, dos, tres, cuatro, la construccin de lneas y ngulos en
moldes geomtricos, los vuelos ms altos del anlisis vectorial ,
son medios de registrar o de imponer ritmo.
La historia dei progreso de la ciencia natural es e! registro de
las opcraciones que rcfinan y hacen ms comprensiblc nuestra
aprchensin de los ritmos grandes y limitados que atrajeron pri168
169
y lograda. La suposicin de que e! inters en e! ritmo, que domina las bellas artes, puede ser simplemente explicado sobre la
base de los procesos ritmicos del cuerpo vivo, s610 ilustra otro
caso de la creencia en una separacin entre el organismo y su
ambiente. EI hombre atendia al ambiente mucho tempo antes de
que observara o pensara en sus propios procesos orgnicos, y
ciertamente mucho antes de que se desarrollara un inters atento
a sus propios estados mentales.
Naturalismo es una palabra de mltiplos significados tanto en
filosofia como cn arte. Como muchos -isrnos- --clasicismo y romanticismo, idealismo y realismo co cl arte- se ha convertido
en un trmino emocional, un grito de guerra de los partidos. Respecto ai arte, mucho ms que respecto a la filosofia, las definicioncs formales nos dejan fros. AI llegar a ellas, los elementos que
caldeaban la sangre y animaban la admiracin por lo concreto se
desvaneceu. En poesa, -naturaleza- se asocia a menudo con un
inters distinto, si no opuesto, a la materia derivada de la vida de!
hombre en socedad. Como para Wordsworth, la naturaleza es
entonces a lo que uno se vuelve en comunin para obtener el
consue!o y la paz.
l...] uiben tbefretful stir
Unprofuable, and tbefeuer 'i/lhe u.orld
Have bung upon lhe beatings oftbe beart:
En pintura, -naturalisrno- sugiere volver hacia lo ms incidental y, por decirlo de alguna rnanera, informal, a los aspectos ms
inmediatamente evidentes de la tierra, e! ciclo y e! agua, a diferencia de aquellos cuadros que atiendan a relaciones estructurales.
Sin embargo, el naturalismo, es su ms amplia y profunda conexin con la naturaleza, es una necesidad de todo gran arte, incluso de! ms religiosamente convencional, de la pintura abstracta y
del drama que trata de la accin humana en un marco urbano. La
discriminacin slo puede hacerse con referencia ai aspecto parti* "f".l cuando la agttacn colrica / no provcchosa. y la fiebre dei mundo / se ha
prendido en los latidos del corazn.. (N. de! n
170
cular y a la fase de la naturaleza en las que se despliegan los ritmos que marcan todas las relaciones de la vida y su marco.
Las condiciones naturales y objetivas deben usarse, en todo
caso, para llevar hasta su complecin la expresin de los valores
que pertenecen a una experiencia integrada en su cualidad inmediata. No obstante, e! naturalismo en arte significa algo ms que
la necesdad comn a todas las artes, de emplear medios naturales y sensuales; significa que todo lo que puede expresarse es algn aspecto de la relacin de! hombre y su ambiente, y que este
tema alcanza su ms pcrfecto maridaje con la forma, cuando dependemos de los ritmos bsicos que caracterizan la interaccin
de ambos y nos abandonamos con confianza. Se alega a menudo
que naturalismo significa desdn por todos los valores que no
pueden relucirse a lo fsico y animal, pero concebir as la naturaleza es aislar las condiciones ambientes como si fueran toda la
naturaleza, y excluir ai hombre de! esquema de las cosas. La existencia misma dei arte C0l110 fenmeno objetivo que usa materiales y medos naturales prueba que la naturaleza no significa menos que e! complejo total de los resultados de la interaccin del
hombre -Sl\S recuerdos y esperanzas, su inteligencia y su
deseo-- con este mundo al que una filosofia unilateral reduce la
-naturaleza-. La verdadera anttesis de la naturaleza no es e! arte,
sino el orgullo arbitrario, la fantasia y la convencin estereotipada.
Sin embargo, exsten convenciones que son vitales y naturales. Las artes en ciertos tiempos y lugares estn controladas por las
convenciones del rito y la ceremonia. Con todo, por ello no se hacen necesariamente estriles y no estticas, porque en las mismas
convenciones viven en la vida de la comunidad. Aun cu ando asumen formas prescritas, hierticas y litrgicas, pueden expresar lo
activo en la experiencia de! gmpo. Cuando Hegel afirmaba que el
primer estdio en e! arte es siempre "simblico" apuntaba, en trminos de su filosofia, ai hecho de que ciertas artes fueron una vez
libres de expresar solamente el aspecto de la experiencia que tena una sancin sacerdotal y real. Y an as lo que se expresaba
era tambin un aspecto de la experiencia. Por lo dems, como ge-
171
SLlS
173
variacin en un solo aspecto, sino una modulacin de todo el penetrante sustratum cualitativo y unificador.
Un gas que satura de modo homogneo un recipiente, una inundacin torrencial que barre toda resistencia, un estanque, un
manto ele arena sin quebraduras, un rugido montono, son totalidades, carentes de ritmo, Un estanque que se mueve en ondas,
una luz que cintila, las ramas mecidas por cl viento, el batir de las
alas de un pjaro, la corona (uiborl) de los spalos y ptalos, las
sombras cambiantes de las nubes cn un prado, son ritmos naturales simples.' En estos casos debe haber energas que se oponen
una a la otra. Cada una gana intcnsidad en un cierto perodo, pero
entonces comprime alguna energa opuesta hasta que esta ltima
puede superar a la otra que se rclaja ai extenderse. Entonces la
operacin se inverte, no oecesariamente en iguales perodos de
tiempo, sino de algn modo racional que se siente corno ordenado. La resistencia acumula energa; instituye la conservacin hasta
que la liberacin y la expansin se sigucn, Hay en el momento de
la nversin un intervalo, una pausa, un descanso que define la
nteraccn de las energas opuestas y las hace perceptbles. La
pausa es un equilbrio o simetra de fuerzas antagonistas. Tal es cl
esquema genrico dei cambio rtmico. pero el enunciado no torna
en cuenta los simultneos cambios menores de expansin y contraccn, que se suceden en cada fase y cada aspecto de un todo
organizado, ni eI hecho de que las ondas y pulsaeiones sucesvas
son acumulativas rcspecto a la consumacn final.
Con respecto a la ernocin humana, una descarga inmediata
sometida a los dictados de la expresin suele ser en detrimento
dei ritmo. No hay suficiente resistencia para creu una tensin y,
por consiguiente, una acumulacin y una liberacin peridicas.
Consideremos un sollozo o un chillido, un gesto, un ceno fruncdo, una contorsin, un puno golpeando salvajemcnte. Ellibro de
Darwin titulado Expresion de tas emociones -ms acertadamente
su descarga- est I!eno de ejemplos de lo que sucede euando
FI hccho de que lo designemos como UI1 u-bori indica que nos damos cucnta inconscientemente de la tensin de encrgas que implica.
175
Incluso en los procesos abstractos dei pensamiento, la conexin con el aparato motor primrio no queda enteramente cortada, y eI mecanismo motor se conecta con depsitos de energia
en el sistema simptico y endocrino. Una observacin, una idea
que se ilumina en la mente, inicia algo. EI resultado puede ser
una descarga demasiado directa para ser rtmica. Puede haber un
despliegue de fuerza ruda e indisciplinada. Puede darse una debilidad que deja disipar la energa cn un vano ensueno. Ciertos
canales pueden estar demasado abiertos debido a que los hhitos
se han convertido en rutinas ciegas, cuando la actividad toma la
forma de algo que se identifica exclusivamente cem la accn
-prctica-. Los temores inconscientes a un mundo hostil a nuestros
deseos inspiran la inhibicin de la accin o la confinan dentro de
canales familiares. Hay multitud de caminos, que varan entre los
extremos de la tbia apatia y la impaciencia ruda, en los que la
energa una vez despertada acierta a moverse en una re1acin ordenada de acumulacin, oposcin, suspensin y pausa, hacia la
consumacin final de una experiencia. Esta ltima es entonces
latente, mecnica o libre y difusa. Talcs casos definen por contraste la naturalcza dei ritmo y la cxpresin.
Fisicamente, si abrimos un grifo solamente un poco, la resistencia al chorro ohliga a una conservacn de la energia, hasta
que la resistenca es superada, cuando eI agua nega en gotas indivduales y a intervalos regulares. Si una corriente de agua cae de
suficiente altura, como en una catarata, la tensin superficial hace
177
ganismos, las personas interesadas resultan hasta cierto punto rehechas. El compositor, e! escritor, el pintor, e! escultor, trabajan
con un media ms extenso y a mayor distancia de! pblico que el
actor, el hailarn y e! intrprete musical. A diferencia de stos, reconfiguran un material externo que ofrece resistencias y provoca
tensiones internas, pero lo hacen lejos de la presin ejercida por
un pblico inmediaro. Esta diferencia es profunda. Se refiere a la
diferencia de temperamento y talento y a las diferentes modalidades de! pblico. La pintura y la arquitectura no pueden recihir
las aclamaciones simultneas directarnente excitadas, provocadas
por eI teatro, la danza y la ejecucin musical. El contacto personal directo establecido por la e!ocuencia, la msica y el drama representado es sui generis.
EI efecto nmediato de las artes plsticas y arquitectnicas no
es orgnico, sino que va ai mundo circundante y estahle. Es, a la
vez, ms indirecto y 111s permanente. EI canto y e1 drama impreso, la msica escrita, tienen su lugar entre las artes formativas. EI
efecto de las modificaciones objetivas producido por las artes formativas cs doble. Por un lado, hay un descenso directo de la tcnsin entre e! hornbre y el mundo, por lo que e! hombre se encu entra 111s en su casa, puesto que est en un Inundo en cuya
creacin ha participado; se habta y se sicnte relativamente cmodo. En algunos casos, y dentro de ciertos limites, la mejor acomodacin de! homhre con e! ambiente es desfavorable a la creacn esttica ulterior. Las cosas son ahora demasiado suaves: no
hay suficientes irregularidades que demanden una nueva oportundad para un nuevo ritmo. El arte se estereotipa y queda s.irisfccho con tocar variaciones menores sobre viejos ternas, estilos y
maneras, agradables porque son canales de recuerdos gratos. EI
ambiente queda exhausto, agotado, esttica mente hablando. La
recurrencia de 10 acadmico y de lo eclctico en las artes cs Ull
fenmeno que no puede ser ignorado, Y si general mente asociamos lo acadmico con la pintura y la escultura m.ix que con la
poesa o la novela, no es menos cierto que la rclacin de estas ltimas con el arsenal de csccnas -variaciones de las situacioncx
familiares e indumentria de tipos ele caracter faclmcnrc recorro-
179
cidos-s- tienen todos los rasgos que nos hacen llamar acadmica
a una pintura.
Con todo, a veces esta farniliaridad misma estahlece una resstenda en algunas mentes. Las cosas familiares se absorben y se
convierten en un depsito en el que las semillas o chispas de las
nuevas condiciones provocan una agitacin. Cuando lo viejo no
se incorpora, e1 resultado es una mera excentricidad. Los grandes
artistas originales asimilan la tradicin, no la evitan, sino que la incorporan cn su trabajo. Entonces el conflicto mismo entre la tradicin y lo nuevo de ellos mismos y de su ambiente crea la tensin
que demanda un nuevo modo de expresin. Shakespeare puede
haber aprendido 'poco Iatn y menos griego-, pero era un devorador tan insaciable de material accesible que hubiera sido un plagiario si el material no hubiera sido antagnico y cooperado inmediatamente con su visin personal, dotada de una curiosidad
igualmente insaciable por la vida que lo rodeaba. Los grandes innovadores en la pintura moderna eran estudiosos ms asiduos de
la pintura dei pasado que los imitadores que han establecido la
moda contempornea. Sin embargo, los materiales de 5U visin
personal operaban oponindose a las viejas tradiciones y a travs
dei cont1icto y el refuerzo recproco sobreviniesen nuevos ritmos.
En los hechos indicados esto los fundamentos de una teoria
esttica basada en el arte y no en preconceptos extranos. La teoria puede basarse solamente en la comprensin dei papel central
de la energa de su interaccin, que constituye la oposicin junto
con la acumulacn, la conservacn, la suspcnsin, el intervalo,
y el movimiento cooperativo hacia el cumplimiento en una expericncia ordenada rtmica. Entonces la energa interna encuentra
su liberacin en la expresin, y la corporeizacin externa de la
energia en la materia produce la forma. Aqui tenemos un caso
ms pleno y ms explcito de la relacin entre el hacer y padecer,
dei organismo y eI ambiente, cuyo producto es una experiencia.
El ritmo peculiar a diferentes relaciones entre hacer y padecer es
la fuente de la distribucin proporcional de elementos que conduce a la percepcin directa y unificada. La falta de una relacin
y una distribucin propias origina una confusin que obstruye la
180
181
182
183
1H5
se en trminos externos, aunque no se alcance sin el uso de materiales externos, observados o imaginados.
Puedo dar un ejemplo de csto con un fragmento de versos
seleccionado arbitrariamente, tomando a propsito lo que, aunque interesante, no es dei orden ms elevado. Algunas Iineas dei
Preludio de Wordsworth servrn para nuestro objetivo:
186
el paso relativamente lento mientras domnan los objetos, que cambian a un paso acelerado con los acontecimientos, con -el rudo
dei bosque y e! agua-, culminando en e! empuje de la niebla que
avanza implacablcmente. Esta variacin que afecta cada detalle es
la que constituye la diferencia entre tales versos y un couplet. No
obstante, el -orden- se mantiene, no como repeticin de sustancia
o de forma, sino activamente, puesto que cada elemento promueve la construccin de una situacin integramente experitnentada,
creada sin desperdcio y sin incongruencias que choquen y destruyan. El orden para propsitos estticos se define y se mde por rasgos
funcionales y operativos.
Comparemos estos versos con un hitnno evanglico de cuyo
ritmo y equilibrio han obtenido miles de personas una rudimentaria satisfaccin esttica. El caracter relativamente externo y fsico
de esta ltima se manfiesra por la tendencia a responder con un
ahorro fsico de tiempo; la pobreza deI sentmiento es debida a la
uniformidad que corresponde a la materia y a su tratarniento. Incluso en una balada, las letras no tienen en la experiencia la unformidad que poseen aisladamente, porque como entran en contextos cambiantes tienen un efecto variable que conduce a una
conservacin acumulativa. Es posible que un artista emplee algo
que externamente es simple repeticin, para despertar un sentimiento de destino inexorable, pero e! efecto depende de una
suma, que es ms que una adicin cuantitativa. As en msica una
frase repetida, quiz la que se nos lanza ai principio de una sinfona, gana fuerza porque los nuevos contextos en que se encuentra
la colorean y le dan un nuevo valor, aunque sea solamentc eI de la
enunciacin ms insistente, precisa y acumulativa del tema.
Por supuesto no hay ritmo sin recurrencia, peru el anlisis reflexivo de la ciencia fsica sustituye a la experiencia dei arte cuando la recurrencia se interpreta como repeticin literal, ya sea de!
material o de intervalos exactos. La recurrencia mecnica es la de
las unidades materiales. La recurrencia esttica es la de las relaciones que se suman y conducen hacia ade!ante. Las unidades materiales recurrentes corno tales atraen la atencin a s mismas como
partes aisladas y, por lo tanto, alejan de! todo. En consecuencia,
187
189
191
tar y todo despertar establece algo. Este estado de la cuestin define la organizacin de la energia.
La insistencia en la variacin del ritmo puedc parecer una
complicacin de lo evidente. Mi excusa no es solamente que las
teorias nfluyentes han soslayado esta propiedad, sino que hay
una tendencia a limitar el ritmo a alguna fase del producto de! arte:
por ejemplo, ai tempo en la msica, a las lneas en la pintura, ai
metro en la poesa, a las curvas aplastadas o suaves en la escultura. Tal limitacin tiende siempre a la direccin de lo que Bosanquet lIamaba -belleza fcil", y cuando se prosigue lgicamente, ya
sea en la teoria o en la prctica, da por resultado una materia sin
forma y una forma impuesta arbitrariamente sobre la materia
En la Primaveray el Nacimiento de Venusde Botticelli, el encanto de los arabescos y la lnea de los moldes rtmicos se sente fcilmente. Su encanto pucde inducir con facilidad a un espectador a
convertir esta fase dei ritmo, ms inconscientemente que explcitamente, eo una norma de juicio para la experiencia de otras pinturas. De aqui resultar entonces una sobreestimacin de Botticelli
en comparacin con otros pintores. sta es eo s misma una cuestin menor, puesto que vale ms ser sensible a un aspecto de la
forma, que juzgar las pinturas simplemente como ilustraciones. Lo
ms importante es que tiende a crear una insensibilidad por maneras de ritmos, desde luego ms slidas y ms sutiles: tales como las
relaciones de planos, de masas, de colores no delineados con precisin. Una vez ms la adecuacin de la escultura griega, como
rnedio de expresar la figura humana, con el uso de planos redondeados o achatados, merece la admracn atrada por las estatuas
de Fidias. No obstante, nos equivocamos, cuando este modo rtmco particular se erige en el nico modelo. Entonces se oscurece la
percepcin para lo caracterstico de la mejor escultura egipcia, obtenida por la relacin cem masas ms grandes; para la escultura negra con su angulosidad cortante; para obras como las de Epstein,
que dependeu en gran parte de ritmos de luz obtenidos con superfces que se rompen continuamente.
Los mismos ejemplos ilustran la separacin de la sustancia y la
forma que resulta cuando el ritmo se limita a la variacin y a la recu192
193
cornplecn, esta falta de presencia de un perfeccionamiento continuado, reacciona, por supuesto, para reducir los medios empleados ai estado de meros medios Se resuelven en condiciones
antecedentes indispensables, pero no en constituyentes intrnsecos del fin. En tales casos, en otras palabras, la organizacin de las
energas es fragmentaria, reemplazando una a la otra, mientras
que en el proceso artstico es acumulativa y conservadora. Y as
volvemos otra vez al ritmo, porque hay ritmo siempre que cada
paso ade!ante es al mismo tiempo la suma y el cumplimiento de lo
anterior y siernpre que cada consumacin proyecte las expectativas en su tensin hacia delante.
En la vida ordinaria, la mayor parte de tensiones hacia adelante es provocada por necesidades externas, en vez de ser un movimiento interno C0010 el de las olas dei mar. De manera semejante,
gran parte de nuestro descanso es la recuperacn de un estado de
agotamiento, rarnbin causado por algo externo. En el orden rtmico, cada conclusio y cada pausa, corno el silencio en la msica,
conecta a la vez que delimita e individualiza, Una pausa en msica
no es un vaco, sino un silencio rtmico que puotualiza lo hecho, y
que al mismo tiempo contiene el impulso de ir hacia adelante, en
vez de detenerse en e! punto que define, Cuando miramos una pintura o leernos un poema o un drama, consideramos una misma forma, a veces por su cualdad definitiva y concluyente, a veces por su
funcionalidad transitiva, Normalmente, la manera de consideraria
depende de la dreccin de nuestro inters en ese punto particular
de nuestra experiencia. Con todo, en alguoos productos artsticos,
hay un elemento que insiste en ser considerado slo de una manera. Entonces tenemos el tipo de restrccn caracteristico de la pintura que se encuentra en la exageracin de la lnea de la escuela
florentina; de la luz en Leonardo y en Rafael, bajo la influencia de
Leonardo; de la atmosfera en los impresionistas absolutos, Conseguir un equilbrio exacto de los factores que impulsan y las pausas
que acentan y definen, es extremadamente difcil. Aunque podemos ohtener una genuna satisfaccin esttica de objetos en los
cuales dicho equilibrio no se cump\e, tcndremos que conformarnos en esos casos con una organizacin parcial de la energa.
195
Lo activo como elemento diferenciador dei carcter morfolgico dei ritmo de las acciones y padecimientos, de las pausas que
definen las impulsiones, se hace claro en arte por el hecho de
que el artista emplea lo generalmente considerado como feo para
obtener un efecto esttico; los colores que chocan, los sonidos
discordantes, las cacofonias en poesia, los lugares aparentemente
sombrios y oscuros o aun los blancos puros -conlo en Matisseen la pintura. Lo que cuenta es la manera en la que el objeto est
relacionado. EI ejemplo de Shakespeare ai emplear lo cmico a la
mitad de la tragedia viene a punto. No solo alivia la tensin dei
espectador, sino que desempena una funcn ms intrnseca que
consiste en subrayar la cualidad trgica. Todo producto cuya cu alidad no es de la clase ms "fcil", exhibe dislocacones y disociaciones de lo que generalmente comparece conectado. La distorsin que se encuentra en la pintura sirve a la necesidad de algn
ritmo particular. Sin embargo, hace ms: define en la percepcin
valores que estn ocultos para la experiencia ordinaria a causa
dei hbito. Las preconcepciones ordinarias deben romperse para
excitar el grado de energa que requiere una experiencia esttica.
Desgraciadamente al escribir sobre teora esttica, se ve uno
obligado a hablar en trminos generales porque es imposible
presentar la obra en la que existe el material en su forma individualizada. Con todo, me ocupar de un ejemplo esquemtico tomado de una pintura real.' AI mirar este objeto particular que
tengo en mente, la atencin es primem atrada por los objetos en
que las masas apuntan hacia arriba: la primera impresin es la de
movimiento de abajo arriba. Esta declaracin no significa que el
espectador sea explicitamente consciente de ritmos directarnentc
verticales, sino que, si lo analiza, encuentra que la primera impresin dominante la determinan figuras constituidas por ritmos. AI
mismo tiempo, los ojos se mueven tambin a travs de la pintura,
aunque el inters permanece en las figuras que suben. Luego hay
un alto, una detencin, una pausa, cuando la visin llega a la es-
1. Barnes, 'lhe art in Panting, Frcnch Prmtioes and Their Forms. y Ar! q( Henri
Mausse, dan
196
quina inferior opuesta, a una masa definida que, en vez de acomodarse a las figuras verticales, transfiere la atencin ai peso de
las masas horizontalmente dispuestas. Si la pintura cstuvicra mal
cornpuesta, la variacin operara CalDO una interrupcin perturbadora, como un rompimiento en la experiencia, en vez de ser
una nueva direccin dei inters atencional que ensancha la significacin dei objeto. Siendo como es, la conclusin de una fase dei
orden ela una nueva direccin a la expectacin y sta se satisface
a medida que la visn se desliza hacia atrs, en una serie de
reas coloreadas de un carcter horizontal predominante. Entonces, cuando se completa esta fase de la percepcin, la atencin
se dirige a la variacin ordenada de color, caracteristica de estas
masas. Luego, cuando la atencin vuelve a dirigirse a las figuras
verticales -ai punto de donde partimos- se nos pierde eI dibujo constitudo por la variacin dei color y encontramos la atencin dirigida hacia los intervalos espaciales determinados por
una serie de planos que retroceden y se entrecruzan. La impresin de profundidad, implicita por su puesto ya en la primera percepcin, se hace explcita con este orden rtmico particular.
En la construccin de esta percepcin pictrica, cuatro clases
de energia orgnica, fundidas en la impresin total original, han
sido llamadas a una accin de particular intensidad y, sn embargo, no ha habido rompimiento en la experiencia. Tampoco acaba
la historia en este punto. Cuando uno se da cuenta de los factores
que constituyen la profundidad dei espacio, se presenta una escena a distancia. Esta escena, tomando en consideracin la distancia
que indica, se caracteriza por una marcada luminosidad. Entonces
la visin percbe ms definidamente los ritmos de luminosidad
que dan un valor relevante a la pintura como un todo. Aqu hay
unos cinco sistemas de ritmo. Cada uno de stos, si se examina
despus, puede mostrar en su interior ritmos menores. Cada ritmo, mayor o menor, est en interaccin con todos los dems para
comprometer diferentes sistemas de energia orgnica, pero tienen
tamhin que estar en interaccin mutua para organizar consistentemente y canalizar la energia. Algunas veces en un objeto de
nueva espece nos encontramos con una sorpresa desconcertante.
197
Esto sucede en objetos tan excntricos que son de poca consideracin: y sucede tarnbin, desde su primcra aparcn, con obras
de alto valor esttico. Se necesita tiempo para discernir si eI choque es causado por rompimentos inherentes a la organizacin
deI objeto, o por falta de preparacin en eI que percbe.
Lo dicho puede parecer que exagera el aspecto temporal de
la percepcin. Sin duda que he destacado elementos que generalmente se ven desde una distancia, pero en ningn caso puede
haber percepcion de un objeto, si no es en un proceso que se desarrolle en e1 tiempo. Meras excitaciones, si; pero no un objeto
C01no percibido, pertcnecente y no solamentc rcconocido corno
de una especie familiar. Si nuestra visin deI mundo consistiera
en una sucesin de vislumbres momentneas. no seria una visin
dei mundo ni de nada. Si el rugido y la corriente impetuosa deI
Nigara se limitaran a un rudo y a una mirada momentnea, no
se percihira cI sonido () la vista de nngn objeto, mucho t11enOS
dei objeto particular Ilamado Cataratas deI Nigara. No se captaria ni siquiera como un rudo, ni la simple continuidad aislada de
un rudo externo golpeando aI odo producira nada, excepto
una crcciente confusin. Nada se percihe excepto cuando diferentes sentidos trahajan relacionados, excepto cuando la energa
de un centro- se comunica a otros, y entonces se incitan nuevos
modos de respuesta motora, que a su vez excitan nuevas actividades sensorales. A menos que se coordinen estas variadas energas sensoriomotoras, no hay escena ni objeto percihido, pera
tampou> la hay cuando -por una condicin imposible de llenar
de hecho-> opera nica mente un solo sentido. Si el ojo es eI rgano primariamente actvo, entonces la cualidad de colar es afecta da por cualidades aportadas por otros sentidos activos en experiencias anteriores. De esta manera el objeto perdido cs afectado
por una histori. es un objeto cem un pasado. Y la impulsin de
los elementos motores implicados provoca una expansin hacia
eI futuro, puesto que estn listas para lo que viene y de algn
modo predicen lo que suceder.
La negacin dei ritmo en las pinturas, edifcios y estatuas, o la
asercn de que se encuentra en ellas slo metafrica mente, des198
cansa en la ignoranca de la naturaleza nherente a toda percepdo. Por supuesto que hay reconocimientos que son vrtualmente instantneos. Sin emhargo, esto slo sucede cuando, mediante
una secuenca de experiencias pasadas, el yo se ha hecho experto en ciertas dreccones, ya sea simplemente para ver de una mirada que un cierto objeto es una mesa, o que esa pintura es de un
artista particular, digamos Manet. Que la percepcin presente utilice una organizacin de energias elaborada de manera serial en
eI pasado, no es una razn para eliminar la cualidad temporal de
la percepcin. Y eo todo caso, si la percepcin es esttica, la
identificacin espontnea es slo su comenzo. No hay un valor
esttico inherente a la identificacin de una pintura, como talo
cua!. La identificacin pucde despertar la atencin fijndonos en
la pintura de tal manera que sus partes y relaciones lIegan a companer un todo.
Apenas tenemos conciencia de algo metafrico cuando dccimos de una pintura o de un relato que estn muertos, y de otros
que tienen vida. Explicar exactamente lo que significamos cuando decimos esto, no es fcil. Sin embargo dicha concienca de
que una cosa es dbil, de que otra tiene la inerca pesada de las
cosas inanimadas, o que otra parece rnoverse, surge espontneamente. Debe haber algo en el ohjeto que lo instiga dicha conciencia. Ahora lo que distingue lo viviente de lo muerto no es eI
bullicio y eI rudo, ni que una pintura se mueva literalmente. EI
ser viviente se caracteriza por tener un pasado y un presente, tenindolos como posesin en el presente, y no slo exteriormente. Sugiero que justo cuando obtenemos de un producto artstico
el sentimiento de habrnosla con una carrera, con una histeria,
percibida en un punto particular de su desarrollo, es cuando tenemos la impresin de la vida. Lo que est muerto no se extiende
ai pasado ni dcspierta ningn inters hacia lo que vendr luego.
EI elemento comem de todas las artes, tecnolgicas y tles, es
la organzacin de energias como medio para producir un resultado. En productos que nos impresionan como simplcmente tiles,
nuestro nico inters es por algo que est ms all de la cosa, y si
no estamos interesados en ese producto ulterior, entonces somos
199
ce de un gnero de conducta, especfico y limitado. La percepcin esttica, por otra parte, es e! nombre de la percepcin plena
y su correlato, un ohjeto o un acontecimiento. Tal percepcin se
acompana, o ms bien consiste en una liberacin de energa en
su ms pura forma; que como hemos visto es una energia organizada y, par lo tanto, rtmica.
No neccsitamos pensar, por consiguiente, que hablamos metafricamente, ni excusamos de! animismo, cuando hablamos de
una pintura y de sus figuras como vivas, de las formas arqutectnicas y de las esculrricas, corno manifestacin de movimiento. El
Entierro de Tiziano hace ms que sugerir la pesadumbre de una
depresin, la transmite o la expresa. Las bailarinas de Degas estn
realmente en puntillas; los ninos en las pinturas de Renoir estn atentos a su lectura o costura. En Constable. lo verde est hmedo; y en Courbet un valle gotea y las rocas brillan con una
humedad fra. Cuando los peces no nadan o se mecen perezosamente, cuando las nubes no flotan o son arrastradas por el viento,
cuando los rboles no reflejan luz, no se consigue evocar la energil apropiada para la realzacn de la plena energa de! objeto. Si
entonccs la percepcn se prolonga con remniscencias o asociaciones sentimentales derivadas de la literatura --como es en general e! caso en las pinturas consideradas popularmente como poticas- se produce una experiencia esttica simulada.
Las pinturas que parecen muertas en 51.1 conjunto o co parte
son aquellas en las que los intervalos nos detenen, en vez de impulsamos. Son -agujeros- blancos. Lo que llamamos lugares muertos son, por parte del que percibe, las cosas que obligan a una organizacin parcial o frustrada de la energia que se desgasta. Hay
obras de arte que simplemente excitan, y que despiertan la actvidad sin la compostura de la satisfaccin, sin cumplirla en trminos
dei medio. La energia se queda sin organizacin. Los dramas son
entonces melodramtcos, la pintura de desnudo es pornogrfica,
la novela que leemos nos deja descontentas con el mundo en que
estamos, iay!, obligados a vivir sin la oportunidad de aventuras romntcas y de gran herosmo, sugeridas por la trama dellibro. En
estas novelas, en las que los personajes sem tteres en manos de
201
203
Cerm ica de los ndi os pueblo , Nu cvo Mxico (Bamcx Founda tion).
UIS
.10ft'
(Barncs l-oundation l.
205
dos de volumen, que no debe confundirse con el bulto. Son esteticamente gruesos y delgados, slidos y huecos, bien cortados y
mal unidos. Esta propiedad de extensin, de variedad relacionada, es la fase cintica que marca la liberacin de energias, reprimidas en intervalos ordenados de descanso. No obstante, una
vez ms, eI orden de estas intervalos (que constituye la simetria
de la obra) no est regulado de acuerdo con las unidades de
tiempo o espacio. Cuando se determina asi, el efecto es mecnco, como eI sube y baja de un ritmo tintineante. En un producto
artstico los intervalos son regulares, siempre que estn determnados por eI mutuo retuerzo de las partes, en vista dei efecto de
unidad y totalidad. Esto es lo que se quere decir cuando se llama
a la simetria dinmica y funcional.
AI ver una pintura o un edifcio, hay la misma compresin por
la acumulacin en eI tiempo que la que hay ai oir msica, lcer un
poema o novela o ver representar un drama. Ninguna obra de arte
puede ser percibida instantneamente porque entonces no hay
oportunidad de conservar y aumentar la tensin y, por consiguiente, tarnpoco la hay para esa liberacin y desenvolvimiento
que da volumen a una obra de arte. En la mayor parte dei trabajo
intelectual, exceptuando sus momentos ms distintivamente estticos, tenernos que retroceder; tenernos que reconstruir conscientemente los pasos previos y recordar con distancia los hechos y
las ideas particulares. Ir ade!ante en el pensamiento depende de
estas excursiones conscientes de la memora aI pasado. Con todo,
slo cuando la percepcin esttica se interrumpe (por un lapso de
parte dei artista o dei espectador) tenemos que retroceder, por
ejemplo, aI ver una obra en la escena, para preguntarnos qu haba antes en el orden, para recuperar e! hilo dei movimiento. Lo
que se retiene dei pasado est incluido en lo percibido ahora, de
tal manera que su comprensin fuerza a la mente a proseguir hacia lo que viene. Cuanto ms comprimida est por la serie continua de percepciones anteriores, ms rica es la percepcin presente y ms intensa la impulsin hacia adelante. A causa de la
profundidad de concentracin, la Iiberacin de los materiales ai
desenvolverse da a las experiencias sgucntes un alcance ms
206
amplio, que consiste en un nmero mayor de particularidades definidas: lo que hc llamado extensin y volumen correspondiente a
la tensin de la energia ocasionada por mltiples resistencias.
Se desprende de aqu que la separacin de! ritmo y la simetria, y la divisn de las artes en temporales y espaciales, es ms
que una ingenuidad mal aplicada. Se basa en un princpio que
resulta destrucrvo, en la medida en que es advertido, para el entendimiento esttico. Un peso que, adernas, ha perdido ahora el
apoyo cientfico que alguna vez crey tener. Porque los fsicos se
han visto forzados a considerar, en virtud dei carcter de su propio tema, que sus unidades no son las de espacio y tiempo, sino
de espacio-tiempo. EI artista ha puesto en accin, si no en pensamiento consciente desde su comienzo. este tardio descubrimiento cientifico. Porque siempre ha tratado por fuerza con material
perceptivo, en vez de conceptual, y en lo percibido, lo espacial
y lo temporal van siempre juntos. Es interesante notar que eI descubrnnienro se hizo en la ciencia cu ando se hizo claro que eI proceso de la abstraccin conceptual no podia llevarse hasta eI extremo dei acto de observacin, sin destruir la posibilidad de
verificacin.
Por consiguicnte, cuando el investigador cientfico se via obligado a tornar en cuenta las consecuencias dei acto de percepcin
en conexin con su tema, pas dei espacio y tiempo a una unidad
que slo podia describir como espacio-tiempo. Lleg entonces a
un hecho ejemplificado en toda percepcin orclinaria. Porque la
extensin y volumen de un objeto, sus propiedades espaciales, no
pueden ser directamente experimentadas - o percibidas- en un
instante matemtico, ni pueden ser experimentadas las propiedades temporales de los acontecimientos, si la energia no se despliega de modo extensivo. As el artista slo hace respecto a las
cualidades temporales y espaciales deI material de percepcin, lo
msmo que respecto a todo e! contenido de la percepcin ordinaria. Selecciona, intensifica, y concentra por media de la forma, ya
que eI ritmo y la simetria son, por necesidad, la forma que toma el
material cuando sufre las operaciones clarificadoras y ordenadoras
dei arte.
207
Aparte de la falta de una supuesta sancin cientfica, la separacn de lo temporal y lo espacial en las bellas artes siempre fue
una necedad. Como Croce dijo, somos especficamente(o separadamente) conscientes de la secuencia temporal co msica y poesia, y de la coexistencia espacial en la arquitectura y la pintura,
slo cuando pasamos de la percepcin a la reflexin analtica. La
suposicin de que dircctamente omos tonos musicales en el
tiempo y directamente vemos colores como estando en e! espacio, proyecta en la experiencia inrnediata una interpretacin posterior dehida a la reflexin. Vemos intervalos y direcciones co
pintura y omos distancias y volmenes eo msica. Si fuera percibido nicamente el movimiento en msica, y slo los intervalos
co pintura, la msica carecera completamente de estructura y la
pintura no tendra otra cosa sino huesos descarnados.
Sin embargo, aun cuando la distincin entre las artes espaciales y temporales es equivocada, puesto que todos los objetos
de arte son materia de percepcin y la percepcin no es nstantnea , la msica con su evidente nfasis temporal quiz ilustra mejor que cualquier otra arte e! sentido en que la forma es la integracin mvil de una experiencia. En la msica, la forma, para la
cuallo musical tiene que encontrar un lenguaje espacial que ve a
menudo como una estructura, se desarrolla al oir la msica. Cu alquer punto en el desarrollo musical, es decir, cualquier tono, es
lo que es, en ese objeto musical ---{) eo su percepcin- en virtud de! tono anterior y de! inminente o previsto. Una melodia se
establece con la nota tnica cuyo regreso esperado produce una
tensin de la atencin. La "forma.. de la msica se hace forma en
el transcurso de la audcin. Adernas. cualquier seccin de la msica y cualquiera de sus secciones transversales tiene precisamente equilibrio y simetria, en acordes y armonas, como la puede tener una pintura, estatua o edifcio. Una meloda es un acorde
desplegado en el tiempo.
EI trmino -cncrgia se ha usado muchas veces en esta discusin. Quiz la insistcncia en la idea de energa en conexin con
208
el arte bello parezca fuera de! lugar, pero hay ciertos lugares comunes que es propio enunciar cn conexin con el arte, que no
pueden ser inteligibles a menos que se haga central la cuestin
de la energa: su poder para conmover e inquietar, para calmar y
tranquilzar. Y seguramente o e! ritmo y e! equilibrio son caracteres extranos ai arte o bien el arte, por su pape! bsico, s lo es definible como organizacin de energas. Respecto a lo que la obra
de arte hace en y por nosotros, slo veo dos alternativas: o bien
opera porque alguna esenca trascendente (generalmente Ilarnada -belleza..) descicnde a la experiencia desde fuera, o ben el
efecto esttico se debe a la trascripcin nica que hace e! arte, de
la energia de las cosas de! mundo. Entre estas dos alternativas, yo
no s cmo un simple argumento puede determinar la eleccin,
pero ya es algo saber lo que implica bacer la eleccn,
Entonces, desde mi posicin respecto a la conexin dei efecto esttico con las cualidades de toda experiencia, en la medida
en que es unitaria, preguntara CIllO puede ser expresivo el arte
y, sin embargo, no ser imitativo o servilmente representativo, si
no es se!eccionando y ordenando las energas en virtud de las
cu ales las cosas actan en nosotros y nos interesan. Si el arte es
en algn sentido reproductor y, sin embargo, no reproduce ni
detalles ni figuras genricas, se sigue necesariamente que el arte
opera seleccionando aquellas potencias en las cosas, por las cuales una expercnca -cualquier experiencia- tiene significado y
valor. Con la eliminacin se deshace de las fuerzas que confunden, distraen y matan, El orden, e! ritmo y e! equilibrio significan
simplemcnre que las energias significativas para la experiencia
actan lo mejor que pueden.
FI trmino ..ideal.. se ha abaratado por el uso sentimental popular y por el uso en el discurso filosfico, cem propsitos apologticos para disfrazar discordas y crueldades en la existencia. Con
todo, hay un sentido definido cn que el arte es ideal, precisamente el sentido que se ha indicado. A travs de la seleccin y organizacin, las caractersticas que hacen a cualquier experiencia
digna de ser considerada como tal, sem elaboradas por el arte
para una pcrcepcin mesurada. Debe haber, a pesar de toda la
209
indiferencia y hostltdad de la naturaleza para los intereses humanos, alguna congruencia de la naturaleza cem el hombre o, de
otro modo, la vida no podra existir, En arte las fuerzas afines,
que no tienen esta o aquella mira especial, sino e! proceso de la
experiencia gozosa, se liheran y esta liberacin les da una cualidad ideal, Porque ,qu ideal puede el hombre sostener honradamente, excepto la idea de un ambiente cn el que todas las cosas
conspiran para el perfecconarniento y sostenimiento de los valores, ocasional y parcialmente experimentados?
Un escritor ingls, pienso que Galsworthy, ha definido e! arte
co algn lugar "como la expresin imaginativa de la cnerga que
mediante la concrecin tcnica de! sentimiento y la percepcin
tiende a reconciliar lo individual con lo universal excitando co el
individuo una emocin impersonal-. Las energas que constituyen los objetos y acontecimientos de! mundo y, por lo tanto, determinan nuestra experiencia, son lo -universal-, La "reconciliado" es e1 logro, de forma inmediata y sin argumentos, de
perodos de cooperacin armoniosa de! hombre y el mundo en
experiencias completas. La emocin resultante es -mpersonal-,
porque no est adherida a la fortuna personal, sino ai objeto para
la construccin dei cual el yo se ha rendido con devocn. La
apreciacin cs iguahnente impersonal en Sll cualidad emocional,
porque tambin implica la construccin y la organizacin de las
energias objetivas.
210
211
213
dad suficiente para servr como lustracin de una importante caracteristica de! arte: todo lo que estrecha las fronteras de! material
adecuado para su cmpleo en e! arte reprime tambin la sinceridad
artstica dei artista individual. No permite e! juego limpio y la expresin de! inters vital; fuerza sus pcrcepciones dentro de canales
previamente trazados y ata las alas de la imaginacin. Pienso que la
idea de que hay una obligacin moral dei artista para tratar de material -proletario-, o cualquier material sobre la base de su inlluencia en la fortuna y destino de los proletarios, cs un esfuerzo para regresara una posicin que e! arte ya ha superado. No obstante, en la
medida en que el inters en lo proletario senala una nueva direccin la atendn e implica la observacin de materiales que antes se
haban omitido, ciertamente provocar la actividad de personas a
quenes los viejos materiales no incitaban a la expresn, y descubrirn y ayudarn, por lo tanto, a romper barreras de las que no se
daban cucnta antcrionnente. Soy un poco escptico acerca dei supuesto sesgo arstocrtico personal de Shakespeare. Me imagino
que su limitacin fue convencional, familiar y, por consiguente,
pertinente para halagar ai patio lo mismo que a las platcas. pero
cualquiera que sea su fuente, limitaba su -unversalidad-.
La evidencia de que e! movimiento histrico dei arte ha abolido las restricciones relativas a su asunto, justificadas alguna vez
sobre pretendidas bases racionales, no prueba que haya algo comn en la materia de todas las artes, pero sugiere que con la vasta
extensin de sus perspectivas para apropiarse (potencialmente)
de cualquier cosa y de todo, e! arte habria perdido su unidad, disperso entre artes afines, de forma que los rboles ya no nos dejarn ver e! bosque ni las ramas nos dejarn ver un rbol si no hubiera un ncleo de sustancia comn. La rplica obvia a esta
inferencia es que la unidad de! arte reside en su forma comn. La
aceptacin de esta rplica nos conduce, sin embargo, a la idea de
que la matera y la forma estn separadas, y nos devuelve, por
consiguente, a la asercin de que un producto artstico es sustancia formada, y que lo que aparece a la rellexin como forma.
Independientemente de determinado inters especial, toda
obra de arte es materia y materia solamente, de manera que e! con-
215
217
No hay nombre que darle. Como vivifica y anima, es e! espritu de la obra de arte. Es su realidad, cuando sentimos que la obra
de arte es real por s msma y no como una exhibicin realista; es el
idioma en el que la obra particular est compuesta y exprcsada, y
que le imprime individualidad; es e! fondo que es ms que espacial, porque penetra y califica todo lo que enfoca la obra, todo lo
que se distingue como parte y miembro. Estamos acostumbrados a
pensar que los objetos fsicos tienen aristas limitadas; Cosas como
rocas, sllas, libros, casas, c-omerclos y la ciencia con su esfuerzo de
medir con precisin ha confinnadu aquella creencia. Luego inconscientemente transportamos esta creencia al carcter limitado
de todos los objetos de experiencia (una creencia fundada cn definitiva en las exigencias prcticas de nuestro trato con las cosas) a
nuestra concepcin de la experiencia msma. Suponernos que la
experiencia tiene los mismos limites definidos que las cosas por las
que estamos interesados, Sin embargo, toda experienca, incluso
la ms ordinaria, tiene un marco total indefinido. Las cosas, los objetos, son solarnente puntos focales de un aqu y ahora en el todo
que los circunda indefinidamente. Este tema es el -fondo- cualitativo que Se define y se hace consciente de un modo preciso en objetos particulares y en propiedadcs y cualidades especificas. Se asocia la palabra intuicin a algo mstico y toda experiencia se hace
mstica en la medida en que eI sentido, el sentimiento de su envoltura ilimitada, se intensifica, como puede suceder en la experiencia de un objeto de arte. Como dce Tennyson:
Experience is ari arch uiheretbro'
Gleams that u ntrauell 'ti world, whose margin fades
Forever andforeuer when J rnooe:
Porque aun cuando hay un horizonte que limite, ste se desplaza cuando nos movemos; porque nunca estamos totalme-nte libres de! sentido de que hay algo que est ms ali. Dentro de!
mundo limitado visto directamente hay un rbol con una roca a su
"La experenca cs un arco a travs dei cual / brlla ese mllndo inexplorado, ruyo
margen se desvanece / para siempre y para slempre cuando me muevo.. (N. del t.)
218
219
dei pasado y de sus recursos varios, slo opera a travs de U11 rnedia particular, el del ojo, aun cuando est en interaccin con el
ajo, cl odo y el tacto. Las bellas artes dependen de este hecho y lo
desarrollan hasta su mximo de significacin. En cualquier percepcin visual ordinaria, vemos por medio de la luz, distinguimos
por medio de los colores reflejados y refractados, esto es evidente.
No obstante, co las pereepciones ordinarias, este medio que es el
colar est mezclado, adulterado. Mientras vemos, tambin ornos,
sentimos presiones y calor o fro. En una pintura, el colar presenta la escena sin estas mezclas e impurezas. Son parte de la escoria
que se elimina y abandona en un acto de expresin intensificada.
EI media se hace solamente color, exaltando su expresividad y
energia, puesto que slo el color debe conducir ahora las cualidades del movimiento, tacto, sonido, etc., que estn fisicamente presentes por cuenta propia en la visin ordinria.
Se dice que las fotografias tienen para un pueblo primitivo una
cualidad mgica ternible. No es cuerdo que las cosas slidas y vivientes se presenten asi. Hay pruebas de que cuando toela especie
de representacin grfica hizo su primera aparicin, se les otorgaba un poder mgico. Su poder de representacin slo poda venir
de alguna fuente sobrenatural. Para quien no se ha curtido con el
contacto comn de representaciones pictricas, hay todavia algo
de milagroso en el poder de una cosa contrada, plana, uniforme
para describir el universo amplio y diversificado de las cosas animadas e inanimadas; por esta razn es posible que "arte" popularmente tienda a denotar la pintura, y "artista" ai que pinta. El hombre
primitivo tambin otorga a los sonidos, cuando se usan corno palabras, el poder de gobernar de modo sobrenatural los actos y secretos de los hombres y conjurar las fuerzas de la naturaleza siempre
que halle las palabras adecuadas. El poder de los simples sonidos
para expresar en literatura todos los acontecimientos y objetos, es
igualmente maravilloso.
Tales hechos me parece que sugieren el papel y la significacin de los medios en el arte. A primera vista no parece un hecho
digno de notarse que todo arte tiene un medio propio. ,Por qu escribir que la pintura no puede existir sin eI color, la msica sin el
221
223
225
227
ra no seran expresivas, ni podran poseer forma sin esta sustancia comn. Me referia antes a la definicin dei doctor Barnes de la
forma corno integracn a travs de relaciones de calor, luz, Inea
y espacio. El color es evidentemente el medo, pero las otras artes
no solamente tienen algo corrcspondente ai colar C0010 medio,
sino que tenen como propiedad de su sustancia algo que ejerce la
misma funcn que la lnea y cl espacio ejecutan en una pintura.
En la pintura la linea demarca, delimita, y e! resultado es la presentacin de distintos objetos, siendo la figura el medio por e!
cual una masa de utra manera indiscriminada se define cn objetos
identificahles, personas, montanas , csped. Todo arte tiene miembros individualizados, definidos; y todo arte usa su medio sustancial de maneta que da rnultitud de partes a la unidad de sus creaclones.
La funcin que probablemente asignamos a la linea, a primera vista, es la de la forma. Una lnea liga, conecta, es un medio integral de ritmo determinante. La reflexn mucstra, sin embargo.
que lo que proporciona la relacin justa, en una direccin, constituye la individualidad de partes en otra direccin. Supongamos
que esrarnos mirando a uo paisaje ordinrio. "natural", que consiste en rboles, arbustos, un claro en el calnpo cubierto de hierba, y algunas 1001as en el fondo. La escena consiste co estas partes, pera no cstn en huena cornposicin en lo que respecta a la
escena completa. Las lemas y algunos de los rboles no estn
bien colocados; queremos arreglarlos de nucvo, AIgunas de las
ramas no armonizan, y mientras que algunos de los arbustos estn bien arreglados, otras partes estn colocadas confusamente.
Fisicamente las cosas mencionadas son partes de la escena,
pcro no son partes de ella si la tomamos C0010 un todo esttico.
Ahora nuestra primera tendenca, mirando al asunto de manera
esttica, sera probablemente atribuir los defectos a la forma, bajo
el aspecto de una relacin inadecuada y perturbadora de! contorno, la masa y la situacin. No nos equvocaramos ai sentir que la
dscordancia y la interfcrcncia nacen de esta fuenre, pem si llevamos e! anliss adelante, vemos que e! defecto de las relaciones,
por un lado, es defecto de la estructura individual y de su claridad
22H
229
aldea.
2. La eXplGlCi6n dl'! hecho de que las cosas feas por s mis1l1as puedan contribuir
aI decto esttico de un todo, se dehe, sin duda, ai hecho dc que se llsan de ill;lDcra que
comribuycn a la individualizacin de las pal1es dentro de Ull todo.
231
La gran regia de oro dei arte, as como de la vida es sta. mientras la lnea limtrofe es ms distinta, cortante y flexiblc, cs ms perfecta la obra de arte, y mientras menos flexible y cortante, mayor cs
la evidencia de imaginacin dbil, plagio y chapucera L..] La falta
de esta forma determinada y limitante evidencia la falta de ideas cn
232
233
aspecto de este cambio cualitativo. Arriba y abajo, atrs y adelante, ir y venir, este y ese lado -r-r-O derecha e izquierda-i--, se sienten
de modo diferente. La razo es que no son puntos estticos, eo
algo en s mismo esttico, sino objetos en movirniento, cambies
cualitativos de valor. Porque -atrs- es la abreviatura de hacia
atrs, y -adelante-, de hacia adelanre. Sucede lo mismo con la velocdad. Matemticamente no hay cosas tales eomo rpido y lento, sino que senalan smplernente un ms o UI1 menos en una escala numerada. En tanto experiencias suo cualitativamente tan
diferentes como lo son el rudo y el silencio, lo caliente y lo frio.
Verse obligado a esperar largo tiempo un acontecitniento importante supone una duracin muy diferente a la que mide el movimiento de las manecillas de! reloj. Es algo cualitativo.
Hay otra involucin significativa de tempo y movimento en
el espacio. Est constituida no solamente por tendencias directivas -arriba y abajo, por cjcmplo-s-, sino por munias aproxima
clones y retiradas. Cerca y lejos, prximo y distante, son cualidades de importancia apremiante, a menudo trgica, es decr, tal
como son experimentadas, no solamente enunciadas matemticamente en la ciencia. Significa0 aflojar y aprctar, expandir y contraer,
separar y comprimir, remontar y descender, levantar y caer; lo que
se dispersa y se dsipa, lo que ronda y se asienta, la ligereza insustancial y e! golpe macizo. Tales acciones y reacciones son la
materia misma de la que estn hechos los objetos y los acontecimientos que experimentamos. Pueden ser descritos en la ciencia
porque son reducidos a relaciones que dificrcn slo matemticamente, puesto que la ciencia se interesa en lo remoto e idntico
o en las cosas que se repiten corno condiciones de la cxpericncia ordinaria y no con la condicin de la experiencia es por s
msma. Con todo, en la experiencia estn infinitamente diversificados y no pueden ser descritos, mientras que en las obras de
arte estn expresados. Porque el arte es una seleccin de lo significativo que conlleva el rechazo, por e! mismo impulso, de lo que
es irrelevante. Por eso lo significativo se comprime e intensifica.
La msica, por ejemplo, nos da la esenca misma de la cada
y de la elevacin exaltada, de! surgir y de! retirarse, de la acelera-
234
cn y dei retardo, de! apretar y dei aflojar, de la sbita ntroduccin y de la insinuacin gradual de las cosas. La expresin es abstracta porque est Iibre de la atadura a esta o a aquello, mientras
que al mismo tiempo es intensamente directa y concreta. Pienso
que seria posihle sostener la asercin de que, sin las artes, la experiencia de los volmenes, masas, figuras, distancias y direcciones de! cambio cualitativo, hubiera permanecido rudimentana,
como algo dblmente aprehendido y dificilmente capaz de comunicacin articulada.
Mientras que e1 nfasis de las artes plsticas se pone en los aspectos espaciales de! cambio, y el de la msica y la literatura en lo
temporal, la diferencia es solamente de nfasis dentro de una sustaneia C0111n. Cada una posee lo que la otra explota activamente y
su posesin es un fondo sin e! cuallas propiedades que el nfasis
pone ai frente estallaran en el vaco, evaporndose en una homogeneidad imperceptible. Se pucde instituir una correspondencia
casi punto por punto entre, digamos, los compases iniciales de la
Quinta Sinfonia de Beethoven y e! orden serial de pesos, de volmenes pesados, en los jugadores de Cartas de Czanne. A consecuencia de la cualidad de! volumcn que pertenece a ambas, la sinfonia y la pintura tienen poder, fuerza y solidez, como un macizo y
bien construido puente de pedra. Ambas expresan la dureza de lo
que es estructuralmente resistente. Dos artistas con medios dferentes ponen la cuahdad esencial de una roca en cosas tan diferentes como una pintura y una serie de sonidos complejos. Uno hace
su obra con colar ms espacio, el otro con sonido ms tiernpo, que
en este caso tiene e1 volumen macizo dei espacio.
El espacio y e! tiempo experimentados no son solamente
cualitativos, sino que estn infinitamente diversificados en cuaIidades. Podemos reducir la diferenciacin a tres temas generaleso Sitio, Extensin, Posicin -espaciosidad, espacialidad, espacianento- o en trminos de tiernpo -transicin, duracin y
datacin-s-. En la experiencia, estas rasgos se califican uno ai
otro en un solo efecto. Generalmente uno predomina sobre los
otros, y, sin embargo, aunque no tienen una existencia separada,
pucden ser distinguidos por e! pensamiento.
235
El espacio es sitio, Raum, y sitio es espaciosidad, una oportunidad para ser, vivir y moverse. El trmino mismo -espacio en el
que respirar", sugiere el bloqueo, la opresn que resulta cuando
las cosas estn constrenidas, La angustia aparece como una reaccin de protesta, contra la limitacin fija de movimiento. La falta
de espacio es negacin de la vida, y el espacio abierto la afirmacin de su potencialiclad. EI amontonamiento, aun cuando no impde la vida, es irritante. Lo que es cierto del espacio lo es dei
tiempo: necesitamos un -cspacio de tiempo- eo el que cumplir
cualquicr cosa que sea significativa. El indebido apresuramiento,
forzado por la presin de las circunstancias, es odioso. Nuestra
exclamacin constante cu ando se nos apremia es: iDadnos tiempo! El dominio, es cierto, se demuestra cuando se nos somete a
limitaciones, y un espacio literalmente infinito dentro dei cual actuar significaria una dispersin completa, pero las limitaciones
deben tener una relacin definida con cl poder; implican una
eleccn cooperativa y no pueden ser impuestas.
Las obras de arte expresan e! espacio como oportunidad
para el movimiento y la accin. Es una cuestin de proporciones
sentidas cualitativamente. Una oda lrica puede tenerlo, y a una
supuesta epopeya puede faltarle. Las pequenas pinturas lo manifiestan, en tanto que metros cuadrados de pintura nos dejan con
la impresn de estar ubicado y confinado. EI nfasis sobre la espaciosidad es una caracterstica de las pinturas chinas, pues en vez
de estar centradas como si rcquiriesen marcos, se mueven hacia
afuera, en tanto que pinturas panormicas presentan un mundo
en que las fronteras ordinarias se transforman en invitaciones
para proseguir. Sin embargo, con diferentes mdios, algunas pinturas occidentales, escrupulosamente centradas, producen la impresin de un todo extensivo que encierra una escena cuidadosamente definida. An un interior como el A rnolfin i y su mujer, de
Van Eyck, puede transmitir, dentro de un comps definido, el
sentido explcito de los exteriores allende las paredes. Tiziano
pinta el fondo dei retrato de un individuo de manera que e! espacio infinito, no slo la tela, est detrs de la figura.
El simple espacio -Ia oportunidad y la posibilidad plenamen-
236
te indeterminadas- estara, sin embargo, en blanco y vaco. EI espacio y el tiempo en la experiencia consisten tarnbin cn estar ocupados, llcnndose, y no como algo que se rellena desde fuera. La
espacialidad es masa y volumen, como la temporalidad es permanencia, no slo duracin abstracta. Los sonidos, al igual que los colores, se eneogen y se cxtienden, y los colores como los sonidos se
elevan y caen. Como he apuntado antes, William James hizo evidente la cualidad voluminosa de los sonidos, y no es metfora
cuando se dice que los tonos son altos y bajos, largos y cortos, tenues y macizos. En la msica, los sonidos regresan y prosiguen;
forman intervalos ai igual que progresiones. La razn es semejante
a la que se acaba de apuntar referente al esplendor u oscuridad de
los colores en la pintura. Sonidos y colores pertenecen a los objetos; no flotan ni estn aislados, y los objetos a los que pertenecen
existen en un mundo que posee extensin y volumen.
Murmurar es propiedad de los arroyos, cuchichear y rechinar
de las hajas, borbotcar de las alas, rugir de la resaca y e! trueno,
gemir y silbar de! viento ... y as indefinidamente. Con esta enunciacin no quiero decir que asociemos la dclgadez de la nota de
la nauta y el sonido macizo de! rgano directamente con objetos
naturales particulares, sino que estas tonos expresan cualidades
de extcnsin porque slo la abstraccn intelectual puede separar un aeontecilniento en el tiempo de un objeto extenso que inicia y sufre cambios. EI tiempo corno vaco o como una entidad
no existe. Lo que existe son cosas que actan y cambian, y una
cualidad constante de su conducta es temporal.
EI volumen como la espaciosidad es una cualidad indepcndiente de! simple tarnano y bulto. Hay pequenos paisajes que
transrniten toda la abundancia de la naturaleza. Una naturaleza
muerta de Czanne, eon una composicin de peras y manzanas,
transmite la esencia msma del volumen, en un equilbrio dinrnico consigo mismos, y tambin eon el espada circundante. Lo frgil no ticne por qu ser ejemplo de debilidad esttica, sino que
puede tambin encarnar e! volumen. Las novelas, los poemas, los
dramas, las estatuas, los edifcios, los personajes, los rnovimientos sociales, los argumentos, lo mismo que las pinturas y las so-
237
23H
239
240
* ,L..] recbrnos slo lo que damos, / y s610 cn nucstra vida vive [a naturalcza. / la
nucsrra.cs su atavio nupcial. la nuestra su morra]a .. LV. del1.)
241
242
243
244
tura, canto, instrumentacn musical, etc., etc., no puede pretender arrojar ninguna luz sobre la naturaleza intrnseca de las cosas
enumeradas. Deja que esta luz venga dei nico lugar de que puede venir: las obras indivduales de arte.
Las clasificaciones rgidas son inapropiadas (si se toman en
serio) porque distraen la atencin de lo esttcamente bsico:
eI carcter cualitativamente nico e integral de la experiencia de
un producto artstico. Sin embargo, para un estudiante de teora
esttica tambin son enganosas. Hay dos puntos importantes de
comprensin intelectual en que son confusas. Inevitablemente
desatienden los vnculos de transicin y de conexin y, en consecuencia, ponen obstculos insuperables para un seguimiento inteligente dei desarrollo histrico de todo arte.
Una clasificacin que ha tendo alguna boga cs la que se ha
hecho de acuerdo con los rganos de los sentidos. Veremos despus qu elemento de verdad puede haber en este modo de divisin. Sin embargo, tomada literal y rigdamente, no es posible que
d un resultado coherente. Algunos escritores actuales han tratado
adecuadamente eI esfuerzo de Kant para limitar el material de las
artes a los "ms altos" sentidos intelectuales, el ojo y el oido, y no repetir sus argumentos convincentes. No obstante, cu ando el rango
de los sentidos se extiende de la manera ms universal, sigue siendo cierto que un sentido particular funciona simplemente como la
avanzadilla de una actividad orgnica total, en que participan todos los rganos, incluyendo el funcionamiento dei sistema autnomo. Ojo, odo, tacto, lideran una particular iniciativa orgnica
pero no son exclusivos, ni son los agentes ms importantes, corno
no lo es un centinela en todo un cjrcito.
Un ejemplo particular de confusin producda por la divisin
en artes dei ojo y dei odo, se encuentra en eI caso de la poesa.
Los poemas eran antes la obra de los bardos. La poesia, hasta
donde sabemos, no tena existencia fuera de la voz hablada que
atraia ai odo. A vcces era cantada. Apenas es necesario decir
que, desde la invencin de la escritura y la mprenta, la gran
masa de la poesa se ha alejado dei canto. Hay an intentos en e1
presente para usar el artificio de figuras hechas con formas im-
245
246
247
248
En todo caso, la divisin de las artes en espaciales y temporales tiene que ser completada cem utra clasiflcacin. la de representativas y no representativas, divisin dentro de la cualla arquitcctura y la msica se adscriben al ltimo gnero. Aristteles, que dia
forma clsica a la concepcn de que el arte es representativo, al
menos evito el dualismo de esta dvsin. Tom el concepto de
imitacin ms anlpliamente y con ms inteligencia. As declara
que la msica es la ms representativa de todas las artes, siendo la
msica precisamente eI arte que algunos tericos modernos refieren a la elase de lo completamente no representativo. Nu queria
decir Aristteles algo tan estpido como que la msica representa
el gorjeo de los pjaros, elmugir de las vacas y e! murmullo de los
arroyos, sino que reproduce por media de los sonidos las afccciones, las mpresiones cmocionales producidas por objetos y escenas marcales, tristes, triunfantes, sexualmente orgsmicas. La
representacin en e! sentido de la cxpresin cubre las cualidades
y los valores de toda posible experiencia esttica.
La arquitectura no es representativa, si por este trmino entenclemos la reproduccin de formas naturales por su reproduccin. C0010 algunos suponen que las catedrales -representan- rboles altos en un bosque. Sin embargo, la arquitectura hace algo
ms que utilizar smplemente formas naturales -arcos, pilares, cilindros, rectngulos, porciones de esferas-, la arquitectura expresa su cfecto caracterstico en e1 observador. Lo que seria un
edficio que no usara y representara las energas naturales de la
249
250
251
nas cosas sobre lo sublime, lo elocuente, lo potico, lo humorstico, que exaltan y clarifican la pcrcepcin de determinados objetos
en concreto. A la hora de ver la pintura de Giorgione, puede venrnos bien poseer de antemano un sentido definido de lo lrico:
de! mismo modo que para or el tema principal de la Quinta Sinfonia de Beethoven puede convenirnos dsponer de una clara concepcin de lo que es y no es la fuerza en las artes. Con todo, desgraciadarnente la teora esttica no se ha contentado con aclarar
cualidades como una sucesin de nfasts en totalidades individuales, sino que convierte los adjetivos en sustantivos y hace juegos
dialcticos con los conceptos fijos que forma. Puesto que la conceptuacn rgida se hace sobre la base de principios e ideas fraguadas fuera de la directa experiencia esttica, todas estas prcticas proporcionan buenos ejcmplos de -cnsueno cerebral".
Sin embargo, si trmrnos rales como pntoresco, sublime, potico, feo, trgico, se consideran como tendencias orientatiuas, entonces como son adjetivos sernejantes a los trminos de bonito,
dulce, convincente; volvemos ai hecho de que el arte es la cualidad de una actividad, y como modo de actividad se caracteriza
por eI mouimiento en esta o aquella direccin. Estas movimientos pueden definrse de manera tal que nuestra relacin con la
actividad en cuestn se haga ms inteligente. Una tendencia, un
movimiento se produce dentro de ciertos limites que definen su
direccin, pera las tendencias de la experiencia no tienen unos lmires fijos exactamente, ni son lneas rnatemtcas sin volumen ni
cuerpo. La experiencia es demasiado rica y compleja para permitir una limitacin tan precisa. Las dclimiracioncs de las tendencias
estn formadas por bandas, no por lneas, y las cualidades que
las caracterizan fonnan un espectro en vez de distribuirse en
compartimentos separados.
As cualquiera puede seleccionar pasajes de literatura y decir
sin vacilacn, esta es potico, esta es prosaico. Sin embargo, esta
atribucin de cualidades no implica que haya una entidad Ilamada poesia y otra llarnada prosa, sino que implica, una vez ms, una
cualidad sentida, de movimiento hacia un Imtc. En consecuencia, la cualidad existe en muchos grados y formas. Algunos de sus
252
253
dor en situaciones reales, Estas instancias funcionarn iguahnente en los casos en los que una cualidad adjetiva, una tendencia,
est bajo observacin. Con todo, hay esfuerzos complicados y
penosos para establecer una definicin rgida, que se ilustra con
una coleccin de casos. (Cmo podra una clasificacin de gneros y especies reducir a una unidad conceptual una variedad de
tcndencias tales corno las indicadas por algunos trmnos cn uso:
risible, ridculo, obsceno, divertido, chistoso, jovial, burlesco, entretenido, ngcnioso, hilarante, brornista, bobo, burlarse de, jugar
con, mofarse? Naturalmente, con mucha ingenuidad se pucde
partir de una definicin incongruente o de un sentido de la lgica y proporcin que trabaja al revs, y entonces encontrar una diferencia especfica para cada variedad. No obstante, sera evidente que estaramos haciendo un juego dialctico.
Si nos limitamos a un solo aspecto, lo ridculo, le rire, lo cmico es de lo que nos remos, pero tambin nos remos con, nos reimos de soberbia, de smple buen humor, de alegra, de lo festivo,
con desprecio, por desconcierto. ;.Por qu confinar todas estas
variantes de tendencia a uo solo concepto duro y rgido? No es
que los concertos no sea e1 corazn del pensamiento, sino que su
oficio real es servir de instrumento para acercarse al juego cambiante dei material concreto, no atar este material dentro de una
inmovilidad rgida. Puesto que el material incidental, ms que las
definicones formales, es el que acta para reforzar la percepcin
en la experiencia particular, las observaciones laterales ejercen el
oficio real de la conceptuacin.
Finalmente, elases fijas y regIas fijas van siempre juntas inevitablemente. Si, por ejemplo, hay muchos gneros separados en literatura, entonces hay algn principio inmutable que divide cada
elase y define una esencia inherente que hace a cada espece lo
que es. Hay que conformarse, entonces, a este principio, pues de
otra manera se violara la -naturaleza- que pertenceo al arte y el resultado seria arte "maio". El artista, en vez de ser libre de hacer lo
que pueda con el material que ticne a mano y con los mdios que
controla, est obligado, so pena de ser rcprenddo por el crtico
que sabe las regias, a seguir los preceptos que emanan de este
254
255
SlI
256
257
sente que cl material no es el medio, salvo cu ando se usa como rgano de expresin. Los materiales de la naturaleza y de la sociedad
humana sem mltiples hasta lo infinito. Cuando algn material encuentra un medio que expresa su valor cn la experiencia -------es decir, su valor imaginativo y emocional-, se hace sustancia de una
obra de arte. La lucha permanente del arte consiste en convertir
materiales tartamudos o mudos en la expcriencia ordinria. en medios elocuentes. Recordando que el arte denota una cualidad de la
accin y de las cosas hechas, toda autentica obra nueva de arte es,
en cierto grado, por s misma, el nacimiento ele un arte nuevo.
Diria entonces que hay dos falacias de interpretacin en conexin con el asunto que se discute. Una es conservar las artes enteramente separadas, la otra es rcducirlas todas a una. Esta ltima
falacia se encuentra a menudo en la interpretacin dada por los
crticos que se contentan con citar a Pater diciendo que -todas las
artes aspran constantemente a la condicin de la msica". Digo
que son interpretaciones ms que la idea misma de Pater, porque
el pasaje completo muestra que ste no queria decir que todo arte
se desarrolla hasta dar el mismo efecto que la msica, sino que
pensaba que la msica "realiza ms perfectamente el ideal artstico
de la completa unn de forma y materia-. Esta unin es la "condicin- a la que otras artes aspiran. Est o no en lo justo al sostener
que la msica realiza con mayor perfeccn esta interfusin de la
sustancia y la forma, no se le debe imputar la otra idea, porque,
entre orras cosas, es plenamente falsa, ya que escribi que la pintura y la msica se han movido en la direccin de lo arquitectnco y se han alejado de lo musical- en su sentido limitado, pero es
que asi tambin lo han hecho, en una extensin considerable, la
poesia al igual que la pntura. Y es digno de notar que Pater habla
de que todo arte pasa a la condicin de otro, teniendo la msica
figuras, -curvas, formas geomtricas, ondulacin-.
En suma, lo que yo quisiera mostrar es que palabras rales
como potico, arquitectnico, dramtico, escultrico, pictrico, literario
el sentido de designar la cualidad mejor realizada por
la literatura- senalan tendencias que pertenecen, en cierto grado, a todo arte, porque califican cualquier experiencia completa,
258
259
que ningn otro arte las aeciones genricas de nuestra eomn vida
humana. Hay quienes, hajo la influencia de preconcepciones teconsideran los valores humanos que expresa la arquitectura
esteticamente impropos, como una sitnple concesn inevitable a
la utilidad. No est tan claro que los edificios sean esteticamente lo
tan slo porque expresan la pompa dei poder, la majestad del
gobierno, los dulces afectos de las relaciones domsticas, el trfico
de los .negocios en las ciudades, la adoracin de los creyentes. Que
estos fines entran orgncamentc en la estructura de los edifcios
parece demasiado evidente para someterlo a discusin. Que
bien de algn uso especial, pueda darle una degradacin de lo artistico, es igualmente claro. Pero la razn de esto es la hajeza dei fin
o el hecho de que los materiales no se emplean para expresar con
equilibrio la adaptacin a las condiciones naturales y humanas.
La completa eliminacin dei uso humano (como en Schopenhauer) ilustra la limitacin del "uso" a fines estrechos, y depende
de la ignorancia de que el arte bello es siempre el producto en la
experiencia, de una interaccin de seres humanos eon su ambiente. La arquitectura cs un ejemplo notablc de la reciprocidad de
los resultados de esta interaccin. Los materiales se transforman
de manera que se convierten en medios para los propsitos humanos de defensa, habitacin y culto. No obstante, la vida humana rnisma se hace diferente, mucho ms all de la intencin o de
la capacidad de previsin de los que construyeron los edifcios. La
reforma que producen las obras arquiteetnicas en la experiencia
posterior es ms directa y ms extensa que en el caso de cualquier
otro arte, excepto quiz en la literatura. No solamente influyen en
el futuro, sino que registran y transmiten el pasado. Templos, colegios, palacios, casas, aI igual que las runas, dicen lo que el hombre ha esperado y luchado, lo que ha realizado y sufrido. EI desco
dei hornhre de vivir por sus hechos, caracterstico de la ereccn
d,e pirmides. se encuentra en menor grado en toda obra arquitectOn1::a: Esta cualidad no se confina a los edificios, pues algo arquitectoruco se encuentra en toda ohra de arte cuando se manifiesta
en amplia escala la mutua adaptacin armoniosa de las fuerzas
permanentes de la naturaleza con las necesidades y propsitos
260
humanos. EI sentido de estructura no puede disociarse de lo arquitectnico, y lo arquitectnico existe en toda obra de arte, ya
sea msica, literatura, pintura o arquitectura, en su significado especfico, que se manifiesta fuerternente en sus propiedades estructurales. Con todo, la estructura tiene que ser algo ms que fsica y matemtica para tener valor esttico. Tiene que usarse con el
apoyo, el refuerzo y la extensin de los valores humanos a travs
dei tiempo. La hiedra colgante muy apropiada en algunos edificios, ilustra esa undad intrnseca dei efeeto arquitectnico con la
naturaleza, y se manifiesta en mayor escala, en la necesidad de
que los edifcios armonicen naturalmente eon sus alrededores
para lograr un efecto esttico pleno. No obstante, esta inconsciente unin vital debe ser paralela a una absorcin igual de los valores humanos, en eI efecto completo dei edifcio experimentado.
La fealdad, por ejemplo, de muchas fbricas y lo horrendo de los
bancos ordinarios, aunque depende de defectos estructurales en
el aspecto tcnicamente fsico, refleja tambin una distorsin de
los valores humanos, incorporada en la experiencia de los edificios. La mera habilidad tcnica no los puede hacer bellos, como
eran los templos. Primero debe producirse una transformacin
humana, de manera que esas cstructuras expresen espontneamente una armona de deseos y necesidades, que ahora no existe.
La escultura, como ya hemos notado, est estrechamente aliada
con la arquitectura. Pienso que es dudoso que lo escultrico disociado de lo arquitectnico puede Ilegar alguna vez a una gran elevacin esttica. No es difcil sentir algo incongruente en la estatua
simple y aislada en la plaza pblica o en el parque. Seguramente
las estatuas logran xito cuando son grandes, monumentales y tenen algo que se aproxima ai contexto arquitectnico, aunque sea
un extenso banco para sentamos. La escultura puede comprender
un gran nmero de figuras diferentes, como en los mrmoles de
Elgin. Sin embargo, si imaginamos que estas figuras tratan de representar colectivamente una sola accin, pero estn separadas
una de otra, surge una itnagen que provoca una sonrisa. No obstante, hay diferencias que dstinguen el efecto escultrico dei arquitectnico.
261
La escultura pone de relieve el aspecto conmcmoratvo y monumental de la arquitectura. Se especializa, por decirlo as, en la
conmemoracin. Los edifcios participan y ayudan directamente a
formar y a guiar la vida; las esratuas y los monumentos nos recue rdan el heroismo, la devocin y ellogro deI pasado. La columna de
granito, la pirmide, el obelisco, son csculturalcs, son testimonio
del pasado, no cn cuanto a que est sujcto a las vicisitudes deI
tiempo, sino bajo cl aspecto dcl poder que tiene para durar y levantarse por encima dei tiempo -manifestaciones nob!es o patticas de la nrnortaldad, tal como pertenece a los mortales-s-. La otra
caracterstica senala una diferencia ms decisiva. Tanto la escultura como la arquitectura deben poseer y expresar unidad, pero la
unidad de un todo arquitectnico es la convergencia de una vasta
multitud de elementos. La unidad de la escultura es ms sencilla y
definida: se ve obligada a tenerla solamente en virtud de! espacio.
Unicamente la escultura de los negros ha intentado, sacrificando
todos los valores directamente asociados, ofrecer dentro de un
comps estrecho, el carcter del dihujo, inherente a un edificio
verdadero, realizndolo mediante cl ritmo de Iineas, masas y formas. No obstante, incluso la escultura negra se ha visto obligada a
observar e! principio de la sencillez; el dibujo surge de las partes
conectadas del cucrpo humano: cabeza, brazos, piernas y tronco.
La sencillez de! material y de! propsito (pues aun una estructura especializada, como el templo, sirve a un complejo de miras)
hace necesario que la escultura se limite a la expresin de matriales que tienen una undad propa significativa y dispuesta para la
percepcin. Slo los seres vivos tienen esta condicin: los animales
ye! hombre, o cuando se adhieren directamente a los edifcios, las
flores, los frutos, las vidcs y otras formas vegetales. La arqutectura
expresa la vida colcctiva dei hornbre --el ermitano, e! alma solitria
no construye, sino que busca una fosa-. La escultura expresa la
vida en sus formas individualizadas. Los efectos emocionales respectivos de las dos artes corresponden a este principio. Se dice que
la arquitectura es "msica congelada, pero emocionalmente csto
vale solamente para su estructura dinmica, no para el efecto de su
sustancia. Respecto a la totalidad, su efecto emocional depende o
262
263
guras danzantes griegas y la Vicio ria alada--. Sin embargo, se trata de un movimento detenido en una postura singular y duradera
--como se celebra cn los versos de Keats-, no de las vicisitudes
del movimiento para las cuales la msica es un medio incomparable. Un sentido del tiempo es parte inalienable de la naturaleza
del efecto escultrico en su derecho formal o propio, pero es un
sentido de! tiempo suspendido, no en sucesin e interrupcin. En
breve, las emociones ms adecuadas ai medio son la gravedad, el
reposo, el equilbrio, la paz. La escultura griega debe mucho de su
efecto ai hecho de expresar la forma humana idealizada, tanto es
as que su influencia sobre la escultura posterior no ha sido completamente afortunada, puesto que recarga las esttuas y bustos
europeos hasta muy recienterncnte, con la tendencia a expresar
idealizaciones, las cuales, excepto co manos de maestros y co
condiciones ben precisas (como las de Grecia), tiende a lo bonito, a lo trivial y a ilustrar la satisfaccin ele deseos. La representado de la forma humana co la apariencia de dioses o hroes semidivinos no es una empresa que pueda ser emprendida a la ligera.
Incluso los ninos advierten a temprana edad que es mediante la
luz como el mundo se hace visible. Lo aprendeu tan pronto como
conectan el acto de cerrar los ojos con la desaparicin de las escenas ante ellos, Sin embargo, esta nocin evidente, cuando se capta
su fuerza, dice ms sobre el efecto peculiar del color como medio
especfico de la pintura que lo que podran contar gmesos volmenes de exposicin verbal. Porque la pintura expresa la escena humana y natural como un espectculo y los espectculos existen por
la interaccin del ser viviente, centrado en los ojos, con la luz, pura,
reflejada y refractada en colores. Lo pictrico (en este sentido) existe en las obras de muchas artes. El juego de luz y sombra es un factor vital en la arquitectura, en la escultura que no se ha esclavizado
mucho a los modelos griegos. Quiz la coloracin que los griegos
daban a sus estatuas era una compensacin. La prosa y el drama a
menudo logran lo pintoresco, y la poesa lo genuinamente pictrico, es decr, la comunicacin de la escena visible de las cosas. No
obstante, en estas artes lo pictrico est sojuzgado y es secundario.
El esfuerzo por hacerlo primrio, como en el -imaginismo-, sin duda
264
ensera a los poetas algo nuevo, pero este modo de forzar el medio
slo se pudo suportar como un nfasis, no como un valor dominante. La verdad inversa es el hecho de que, cuando la pintura rebasa la
escena y el espectculo para contar una historia se hace -lltcraria-.
Como la pintura se ocupa directamente del mundo como una
vista", corno un mundo drectamente mirado, es incluso menos posible discutir sus productos que los de otras artes cn ausencia de objetos. Las pinturas pueden expresar todo objeto y situacin capaz
de presentarse como una escena. Puedcn expresar cl significado de
los acontecimientos cuando stos forman una escena cn la que se
resume el pasado y se indica un futuro, siempre que la escena sea
suficientemente simple y coherente. De otra manera -como por
ejemplo en las pinturas de Abbey en la Biblioteca Pblica de Boston- se convierte en un documento. Decir que la pintura puede
prescntar aspectos y situaciones es, sin embargo, decir poco de su
poder, y nos conduce ai equvoco si no inclumos su habilidad sin
rival para transmitir mediante e1 ojo las cualidades que distinguen a
los objetos y los aspectos de su naturaleza y constitucin que la percepcin establece: la fluidez dei agua, la solidez de las rocas, la
combinada fragilidad y resistencia de los rboles, la textura de las
nubes, y esto mediante todos los aspectos variados con que gozamos la naturaleza como un espectculo y una cxpresin. En virtud
del alcance de la pintura, el intento de establecer el orden de materiales que utiliza xignificaria verse envuelto en una catalogacin intermnable. Es bastante con que los aspectos dei espectculo de la
naturaleza sean inagotables, y que cada nuevo movimento significativo en la pintura sea el descuhrimiento y explotacin de alguna
posibilidad de visin no desarrollada antes. Asi es como los pintores holandeses captarem la cualidad ntima de los interiores, formando un dibujo cn los muebles y perspectivas; como el aduanero
Rousseau expres el ritmo espacial de escenas domsticas ai igual
que exticas; como Czanne volvi a ver eI volumen de las fuerzas
naturales en sus relaciones dnrmcas, la estabilidad de totalidades
compuestas por adaptaciones mutuas de partes inestables.
El ojo y el odo se complementan entre si. EI ojo da la escena
en que las cosas marchan y cn que se proyectan los cambias, in-
265
266
yen gran parte del ccrebro, mayor que las de cualquier otro sentido. Si se recurre a la vida animal y de! indgena, la importancia de
este hecho no es difcil de encontrar. Es obvio que la escena visible es evidente; la idea de ser claro, llano, es 10 mismo que estar a
la vista -a ojos vistas C01110 se dice-. Las cosas a ajas vistas no
son dificultosas por si mismas; lo llano es lo que se "ex-plana", trmino que connota seguridad, confianza, y que proporciona la
condicin favora blc a la formacin y ejecucin de planes. EI ojo
es e! sentido de la distancia, no slo porque la luz viene de lejos,
sino porque mediante la visin nos conectamos con 10 distante, y
as nos prevenimos de lo que est por llegar. La visin presenta la
escena desplegada, aqulla en la que y sobre la cual, como he dicho, tiene lugar el cambio. El animal es vigilante, cauto en la percepcin visual, pero est listo, preparado. Slo en e! pnico se ve
profundamente alterado.
FI material con e! que e! odo se relaciona a travs dei sonido es
opuesto en todo punto. Los sonidos uienen deI exterior a nuestro
cuerpo, pero el sonido mismo es prximo, intimo, es una excitacin de! organismo. Sentimos e! choque de las vibraciones por
todo nuestro cuerpo. EI sonido estimula dircctamentc el cambio
inmediato porque nos informa ele un cambio. Un traspi, e! rompimiento de una varilla, e! ruido de la hierba, puedcn significar
el ataque -potencialmente letal-, de un animal o un hombre
hostil. Su importancia se midc por e! cuidado que pone el animal
o el indgena cn no hacer ruido cu ando se mueven. El sondo es
un aviso de lo que arncnaza o de lo que sucede, como indicacin
ele lo que probablemente va a ocurrir. Est mucho ms cargado
que la visin con el sentido de los acontecimientos; sobre lo inminente hay siempre un aura de indeterrninacin c ncerudumbre,
que son condiciones favorables para una intensa excitacin emocional. La visin dcsperta la emocin bajo la forma de! inters, la
curiosdad solicita uo exarnen posterior, pera atrac o instituye un
equilibrio entre la accin de escapar o de ir adelante. Son los sondos justamente los que nos hacen saltar.
Hablando en general, lo que se ve excita la emocin indirectarnente, mediante una interpretacin y determinadas ideas aso-
267
dadas. El sonido agita direcramente como una conmocn del organismo mismo. Or y ver se clasifican a mcnudo como los dos
sentidos -intclecrualcs., En realidad, el rango intelectual de la audicin, aun cuando sea enorme, es adquirido, en s mismo el
odo es un sentido emocional. Su fin y su profundidad intelectual
vienen de su conexin con el habla; cs una rcalizacin secundaria y, por decido as, artificial debido a la institucin de la lengua
y de los medios convencionales de cornunicacin. La visin obtiene la extensin directa de significado, por su conexn con
otras sentidos, especialmente con el tacto. La diferencia opera en
ambos sentidos. Lo que es cierto de la audicin en el aspecto intelectual, es cierto de la vista en el emocional. La arquitectura, la
escultura y la pintura pueden excitar la cmocin profundamente.
Cuando vemos la casa de campo -adecuada- en cierto estado de
nmo, se nos puedc anudar la garganta y empanar los ojos C01110
ante un pasaje potico. No obstante, el efecto se debe a un espritu y a una atmosfera que se asocia con la vida humana. Independientemente del efecto emocional de las relaciones fonnales.
las artes plsticas despiertan emocin con lo que expresan. Los
sorridos tienen el poder de la exprcsin dircctamente emocional.
El sondo es por s mismo y sus propias cualidades amenazante,
acariciante, depresivo, fiero, terno, soporfero...
A causa de la iruncdiatez de su efecto emocional, la msica se
ha c1asificado como la ms baja y la ms alta de las artes. Para algunos su dependeocia y sus resonancias direcramente orgnicas
parecen una evidencia de su proximidad a la vida de los animales;
pueden citar el hecho de que msica de un considerable grado de
complejidad la han ejecutado cem xito personas de una inteligencia subnormal. La atraccin de la msica ---De ciertos tiposest mucho ms extendda, es mucho ms independiente de una
formacin especial, que la de cualquier otro arte. Y slo hay que
observar algunos entusiastas de la msica de cierta clase eo un
concierto, para ver que gozan de una orga emocional, de una liberacin de las inhibiciones ordinarias y de un reino donde se da
rienda suelta a las excitaciones. Havelock Ellis observa que algunos recurren a las ejecuciones musicales para obtener un orgasmo
268
sexual. Por otro lado, hay tipos de msica, los ms apreciados por
los conocedores, que requieren una preparacin especial para ser
percibidos y gozados, y SllS devotos forman un culto, de manera
que su arte es la ms esotrica de todas las artes.
A causa de las conexiones de la audicin con todas las partes
dei organismo, el sonido tiene ms reverberaciones y resonancias
que ningn otro sentido. Es mllY probable que las causas orgnicas que hacen a algunas personas insensibles a la msica, se deban
a rompirnientos en estas condiciones ms bien que a defectos inherentes al aparato auditivo mismo. Lo que se ha dicho en general
sobre el poder de un arte para tomar un material natural en bruto y
convertirlo, mediante seleccin y organizacin, en un medo intenso y concentrado para construir una experiencia, se aplica con
una fuerza particular a la msica. Mediante el uso de instrumentos,
el sonido se libra de los rasgos adquiridos por su asociacin con el
habla. As recobra su cualidad pasional primitiva. Alcanza la generalidad, distancindose de objetos y acontecimientos particulares.
AI mismo tiempo, la organizacin de! sonido efectuada mediante
la multitud de mdios puestos a disposicin de los artistas -quiz
tcnicamente ms amplia que en cualquier otro arte, excepto la arquitectura- despoja ai sonido de su inmediata tendencia a estimular una accin particular. Las respuestas se hacen internas e implcitas, cnriquecicndo as el contenido de la percepcin en vez de
dispersarsc en una descarga franca. -Nosotros somos los torturados por las cuerdas-, como dice Schopenhauer.
La peculiaridad de la msica, y tambin su gloria, es que
puede tomar la cualidad del sentido ms inmediata e intensamente prctico de todos los rganos corporales (puesto que ncita
ms fuertemente a la accin impulsiva), y con el uso de relaciones
formales transforma la materia en e! arte ms remoto de las preocupaciones prcticas. Retiene el poder primitivo dei sonido para
denotar el encuentro de fuerzas que atacan y ressten y todas las
fases que acompafan el movimiento emocional. No obstante,
con el uso de la arrnona y la melodia, introduce una incrcble
variedad de complejas interrogaciones, incertidumbrcs Y suspcnsiones en que cada tono se ordena con referenda a los otros, de
269
pala bras Ilevan una carga casi infinita ele supertonos y resonancas. "Los valores transferidos" de las emociones experimentadas
en una infancia que no puede ser conscientemente recuperada,
pertenecen a dias. La lengua es verelaeleramente la lengua materna. Est informada por el temperamento y las maneras de ver e
interpretar la viela caracterstica de la cultura y ele un grupo social
an activo. Puesto que la ciencia pretende hablar una lengua que
elimina estos rasgos, s610 la literatura cientfica es completamente traducble. Todos nosotros participamos en certo graelo elel
privilegio de los poetas, quienes
la fe y la moral/que
271
Aunque no hay ninguna diferencia que pueda definirse exactamente entre prosa y poesia, hay una gran distancia entre lo prosaico y lo potico como lmites extremos de tendencias en la experiencia. Uno de ellos realiza cl poder de las palabras para
expresar lo que est en los cie!os, en la tierra y bajo los mares
mediante la extcnsin, el otro por la intensin. Lo prosaico es
una cuestin de descripcin y narracin de detalles acumulados
y relaciones elaboradas. Se desarrolla como un documento legal
o un catlogo. Lo potico invierte el proceso. Condensa y abrevia, dando as a las palabras una energa de expansin casi explosiva. Un poema presenta su material convirtindolo en un universo por s mismo, y aun cu ando sca un todo en miniatura, no
es un embrin, oi tampoco est elaborado con argumentacones.
Hay cn un poema algo encerrado dentro de si msmo y que se
autolimita, y esta autosuficiencia, as como la armona y e1 ritmo
de los sonidos, es la razn de que la poesia, despus de la msica, sea la ms hipntica de las artes.
Cada palabra en la poesa es imaginativa, como lo era en la
prosa, hasta que las palabras se gastaron por e1 uso para convcrtirse en meros signos. Porque cuando una palahra no es puramente emocional, se refiere a algo ausente cuya presencia sustituye. Cuando las cosas estn presentes, basta ignorarias, usarias o
senalarlas. Probablemente ni las palabras puramente emocionales son una excepcin a este principio; la ernocin que expresan
puede referirse a objetos ausentes tan agrupados que han perdido su individualidad. La fuerza imaginativa de la literatura cs una
intensificacin del oficio idealizador desempenado por las palabras en el habla ordinaria. La presentacin ms realista de una escena en palabras coloca frente a nosotros, despus de todo, cosas que no son sino posibilidades de un contacto directo. Toda
idea es, por naturaleza, indicativa de una posibilidad, no de una
actualidad. EI significado que transmite puede ser actual en algn
tiempo y lugar, pero mientras es una idea, su significado para la
experiencia es una posibilidad; es ideal en e! sentido estricto de
la palabra, sentido cstrcto porque ideal- se usa tarnbn para denotar lo fantstico y utpico, la posibilidad que es imposible.
272
273
Las palabras corno mcdio no se agotan en su poder de transmitir la posibilidad, Nombres, verbos, adjetivos, expresan condiciones generales, es decir, e! caracter. Incluso cl nombre propio
00 pucde menos que denotar carcter por su limitacio a un
ejernplo individual. Las palabras tratan de transmitir la naruraleza de las cosas y acontecimientos. En verdad, es mediante el lenguaje corno stos tienen una naturaleza por cncima del flujo de la
existencia. Que las palabras pueden transmitir e! carcter, la naturaleza, no en su forma abstracta y conceptual, sino como se manifiesta y opera en indivduos. se hace evidente en la novela y en
el drama, cuya funcin es explorar esta funcin particular del lcnguajc, porque los personajes se prescntan en situaciones que
evocan sus naturalezas, dando la particularidad de la existencia a
la generalidad de la potencialidad. AI mismo tiempo las situacioncs se definen y se hacen concretas, porque todo lo que sabemos
de cualquer situacin es lo que hacc ele nosotros y a nosotros:
sa es su naturaleza. Nuestra concepcin de los tipos de carcter
y la multtud de varacones de estos tipos es debida principalmente a la literatura, incluyendo naturalmente la biografia y la
historia en la novela y el drama. Los tratados de tica en el pasado eran relativamente impotentes para retratar caracteres de
modo que stos permanecieran en la conciencia de la humandado La correspondencia de! personaje y la situacin se ilustra
con cl hecho de que, siempre que las situaciones son vagas e indefinidas tambin lo sem los caracteres, algo que hay que imaginar, no encarnados; es decir, sin caracterizar.
En lo dicho he tocado temas a los que se han consagrado volmenes porque me he ocupado de las artes diversas solarncnte
en un sentido. Hc querido indicar que as como construmos
puentes de piedra, de acero o cemento, axi tambin cada media
tene su propio poder, activo y pasivo, agresivo y receptivo y que
la base para distinguir los diferentes rasgos de las artes es la explotacin de la energia caracterstica dei material usado como medio. Mucho de lo que se ha escrito sobre la diferencia de las artes
274
275
Con la frase -contribucin humana', me refero a aquellos aspectos y elementos de la experiencia esttica que generalmente se
Ilaman psicolgicos, Es tericamente concebible que la discusin
de los factores psicolgicos no sea uo ingrediente necesario de la
filosofia dei arte; pero prcticamente cs indispensablc. Las teorias
histricas cstn llenas de trminos psicolgicos que no se usan con
un sentido neutro, sino que esto cargados de interpretaciones
que han puesta co ellos las teoras psicolgicas vigentes. Borremos los significados especiales dados a trminos tales como sensado, intuicin, contemplacin, voluntad, asocacn, emocin y
una gran parte de la filosofia dei arte desaparecer. Aderns, cada
uno de estos trminos tiene diferentes significados dados por diferentes escuelas de psicologia. La -sensacin- por ejemplo, ha sido
tratada de maneras muy diferentes, tan distantes entre si como la
nocin de que es e1 nico constitutivo original de la experiencia
humana o la idea que sostiene que la sensacin es una herencia de
la forma ms baja de vida animal y que, portanto, debe ser minimizada ai considerar especficamente la experiencia humana. Las
teorias estticas estn llcnas de fsiles procedentes de tendencias
psicolgicas pasadas y cargadas de desechos de controversias que
se han dado a lo largo de la historia de la psicologia. La discusin
dei aspecto psicolgico de la esttica es inevitable.
Naturalmente, la discusin debe confinarse a los hechos ms
genricos de la conrrbucn humana. A causa dei inters y actitud
individual dei artista, y dei carcter individual de cada obra de arte
277
278
Este concepto de la produccn de la estrucrura de una experiencia es entonces cl criterio que se usar para interpretar y juzgar
las concepciones psicolgicas que han desempenado un pape! en
las teorias estticas. Digo -juzgar-, o criticar, porque muchas de estas concepciones tienen su fuente en la separacin dei organismo
y el ambiente; separacn que se alega que es nativa y original. Se
supone que la experiencia es algo que ocurre exclusivamente dentro del yo, la mente () la conciencia, algo autoconrenido, y que sostiene solarncnte relaciones externas con la escena objetiva en que
est colocada. Entonces, todos los estados y procesos psicolgicos
no son pensados como funciones de una criatura viviente que vive
en su ambiente natural. Cuando e! vnculo de! yo con su mundo se
rompe, entunces tambin las diversas maneras como el yo interacciona con el mundo dejan de tener una conexin imitaria entre s.
Caen en fragmentos separados que se llaman scnsacin, sentimicnto, deseo, propsito, conocimiento, volicin. La conexin intrnseca de! yo con el mundo mediante la reciprocidad de padecirniento y accin; y el hecho de que todas las distinciones que
puede dar e1 anlisis en el factor psicolgico no son sino diferentes
aspectos y fases de una nteraccn continua, aunque variada, de!
yo y el ambiente, son las dos principales consideracones que sero llevadas a la siguiente discusin.
Antes de entrar en una discusin detallada, me referire a la manera como se han originado historicamente las distinciones psicolgicas ms tajantes. Fueron ai principio formulaciones de diferencias que se encontraban entre porciones y clases de la sociedad.
Platn proporciona un ejemplo casi perfecto de este hecho. Deriv claramente su divisin tripartta del alma de lo que observaba
en la vida comunal de su tiempo. Hizo conscientemente lo que
muchos psiclogos han hecho en sus clasificaciones, sin darse
cuenta de su fuente, surgida de diferencias sociales observables,
pensando que les viene de la pura introspeccin, En la mente, tal
como se manificsta con caracteres maysculos en la comunielad,
Platn distinguia la faculrad sensible, apetitiva y adquisitiva, manifiesta en la clase de los mercaderes; la facultad ..espiritual, la deI
impulso y voluntad generosos, la derivaba de los ciudadanos-sol-
279
dados leales a la ley y a la creencia recta, aun a expensas de su existenda personal. la facultad racional la encontraba en los aptos para
hacer las leyes. Encontraba estas mismas diferencias, dominantes
en diferentes grupos raciales, e! oriental, los brbaros de! norte y
los griegos atenienses.
No hay divisones psicolgicas intrnsecas entre el aspecto
intelectual y e! sensorial; e! emocional e -idcatorio-: entre las fases imaginativas y prcticas de la naturalcza humana. No obstante, hay indivduos e incluso clases de indivduos que son predominantemente ejecutivos o reflexivos; senadores o idealistas y
activos, sensualistas y humanamente racionales, egostas y desinteresados; los que se dedican a una actividad corporal rutinaria y
los que se cspecalzan cn la nvestigacin intelectual. En una 50ciedad mal ordenada, las divisiones como estas se exageran. EI
hombre y la mujer bien definidos son la excepcin. Sin embargo,
puesto que la funcin dei arte considera unificar -rolnpcr distindanes convencionales que estn bajo los elementos comunes dei
mundo experimentado, desarrollando la individualidad como la
manera de ver y cxpresar estos elementos, esa funcin del arte
en la persona individual consiste a su vez en organizar las diferencias -eliminar el aislamiento y los conflictos entre los elementos de nuestro ser, utilizando las oposiciones entre ellos para
construir una personalidad ms rica-i-. De aqui la cxtraordinaria
ineptitud de una psicologia compartimentada para servir de instrumento a la teora deI arte.
gestiones e hptess, y la influencia de un deseo personal de dertos resultados y las propiedades dei objeto investigado. Los progresos de la tcnica cientfka estn concebidos con el propsito
expreso de facilitar esta distincin. Los prcjucios, las preconcepdanes y los deseos int1uyen en las tendencias de juicio espontneas
en tal medida, que se deben tomar prescrpciones especiales para
darse cuenta de cllas de manera que puedan ser eliminadas.
Una oblgacin semejante se impone a los que estn comprometidos en la manipulacin de materiales y en la cjecucn de
proyectos. Necesitan mantener la actitud de decir ..esto me pertenece mientras que aquello es inherente a los objetos con los que
trato . De otra manera no podrn sostener su mirada ..en e! objetivo". EI sentimental jactancioso es e! que permite que sus propios
sentimientos y deseos tinan lo que l considera como objeto. Una
actitud indspcnsable para el xito en e! pcnsarniento y la planificacin prctica se convertc en hbito profundamente arraigado.
Una persona apenas podr cruzar una calle de trfico rpido e intenso si no conserva en la mente las diferencias que los filsofos
formulan en trminos de ..sujeto.. y -objeto-. El pensador profesional (y naturalmente es el que cscribe tratados de esttica) es ai
que asalta ms constantemente la diferencia entre cl yo y e! mundo. Dicho pensador aborda la discusn sobre el arte con una idea
preconcebida, que desgraciadamente es la ms fatal para e! entendimento esttico. Porque la nica caracterstica distintiva de la experiencia esttica es el hecho de que no existe en si tal dstincin
deI yo y el objeto, puesto que es esttico en el grado en que e! organismo y el ambiente cooperan para instituir una experiencia en
que los dos se integran tan plenamente que desaparecen.
Una vez que la cxperiencia se reconoce causalmente dependiente de la manera cn que el yo y los objetos interaccionan,
no hay misterio en lo que se 11ama-proyeccin . Cuando un paisaje se ve arnarillo con gafas con cristales amarillos o con ojos de ictericia, el yo no lanza lo amarillo como un proyectil sobre el paisaje. EI facto r orgnico en la interaccin causal con el ambiente,
produce lo amarillo deI paisaje, de la misma manera que el hidrgeno y cl oxgeno en interaccin producen agua. Un escritor de
281
psiquiatria cuenta la hstoria de un hombre que se quejaba de! sonido discordante de las campanas de la iglesia, cu ando de hecbo
el sonido era musical. EI examen mostr que su prometida lo haba dejado para casarse con un clrigo. Aqu haba la -proycccnde una venganza, No porque algo psquico se extrajera milagrosamente dei yo y se disparara en e! objeto fsico, sino porque la experiencia del sonido de las campanas dependia de un organismo
danado hasta el punto de actuar anormalmente como factor en
cierta situacin. En efecto, la proyeccin es un caso de valores
transferidos, siendo realizada la -transferenca- mediante la particpacn orgnica de un ser que es como es y que acta a travs de
modificaciones orgnicas debidas a experiencias anteriores.
Es un hecho familiar que los colores de un paisajc se hacen
ms vvidos cuando se ven con la cabeza hacia abajo. EI cambio
de posicin fsica no introduce un nuevo elemento fsico, pero
significa que est en accin un organismo diferente de algn
modo, y que la diferencia en la causa determina una diferencia
en el efecto. Los profesores de dibujo luchan para lograr la reCuperacin de la inocencia originaria de! ojo. Se trata de efectuar
una disociacin de elementos vinculados en anteriores expcriencias que producan una experiencia contraria a la rcprescntacn
en una superfcie de dos dimensiones. EI organismo que expcrimenta en funcin dei tacto tiene que reacondicionarse para experimentar las condciones espaciales, hasta donde es posible, en
funcin de la vista. La especie de proyeccin generalmente implcita en la visin esttica, implica un re1ajamiento anlogo de la
tensin provocada por la bsqueda de fines especiales, de manera que toda la personalidad pueda entrar libremente en interaccin, sin desvo ni restriccin, para alcanzar un resultado particular y preconcebido. Las primeras reaccones hostiles a un nuevo
modo en e1 arte son generalmente debidas a la falta de voluntad
para ejecutar alguna disociacin necesaria.
EI equvoco sobre lo que sucede en la lIamada proyeccin, en
suma, depende totalmente dei fracaso en ver que e! yo, el organsmo, eI sujeto, la mente
que sea e! trmno usado-sdenota un factor que interacciona causalmente con los agentes
2H2
Lo que pasa inadvertido cs que no es la pintura como pintura (cs decir, e1 objeto en la experiencia esttica) lo que causa ciertos efectos -en nosotros-. La pintura corno pintura es ella misma
un efecto total determinado por la interaccin de causas externas
y orgnicas. E1 factor causal externo son vibraciones de luz, de
pigmentos puestos en tela, reflejados y refractados variadamente.
Es en definitiva lo que descubre la cienca fsica: tomos, electrones, protones. La pintura es e1 resultado integral de su interaccin, la contrbucin de la mente a travs dei organismo. Su -belleza- que, estoy de aeuerdo con Mr. Richards, es simplemente un
trmno breve para ciertas cualidades valiosas que son parte intrnseca de! efecto total, pertenece a la pintura aI igual que e1 resto de sus propiedades.
La rcferencia -en nosotros- cs una abstraccin de la experiencia total, tanto como lo seria, por otro lado, resolver la pintura en
283
285
287
2, El lector notar que estov dic-icndo aqui. cn trminos dfcrcnrcs, lo que se en-
289
cabeza se absorbe en multitud de otros impulsos y aqulla y stos se convierten en partes de un solo acto, todos los impulsos se
mantienen en un estado de equilbrio. Entonces se produce la
percepcn en vez de una rcaccin especializada, y lo percibido
est cargado de valor.
Este estado puede ser descrito como de contemplacin. No es
prctico, si por -prcuco- se quiere decir una accin emprendida
para un fin particular y especializado, fuera de la pcrcepcn, o en
pos de alguna consecuencia externa." En el ltimo caso, la percepcin no existe para s misrna, sino que se limita al reconocimiento ejercitado en favor de ulteriores consideraciooes. Sin embargo, esta concepcn de lo -prctico- es una limitacin de SlI
significado. No solamente es el arte mismo una operacin de hacer y elaborar -una poiesis expresada en la misma palabra
poesa-, sino que la perccpcn esttica demanda, como hemos
visto, un eucrro organizado de actvidadcs, incluycndo los elemenros motores necesarios para la percepcin plena.
La principal objecin a las asociaciones generalmente conectadas con el trmino -contemplacn- es su aparente alejamiento de
la emocin apasionada. He hablado de cierto equilbrio interno
de los impulsos que se encuentra en el acto de percepcin, pero
incluso la palabra -equilibrio- puede dar lugar a una falsa concepcin. Puede sugerir un equilibrio tranquilo y sedante que excluye
el rapto determinado por un objeto absorbente. En efecto, significa slo que diferentes impulsos se excitan y refuerzan mutuamente de manera que excluyen la accn franca que se aparta de la
percepcin marcada por la emocn, Psicolgicamente las necesidades hondamente arraigadas no pueden ser estimuladas para encontrar satisfaccin en la percepcin, sino una emocin y afeccn que ai fn constituye la unidad de la experiencia. Y como hc
notado en otro aspecto, la emocin que se despierta acompana ai
asunto percibdo, que difiere as de la emocin en bruto, porque
se adhiere al movimiento dei asunto hacia su consumacin. Limij. Comprese lo que se ha dicho sobre la diferencia entre mcdios externos y un
mdum, pgs. 2')2-25."1.
290
tar la emocin esttica al placer que acompana al aeto de eontemplacin es excluir todo lo ms caracterstico de aqulla.
Vale la pena citar un pasaje de Keats ya trascrito en parte:
Respccto ai caracter potico mismo l...1 no es l mismo, no ticne mismidacl. Es todo y nada, goza la luz y la sombra; vive en el gusto, sca limpio o sucio,alto () hajo, rico o pobre, pequeno o elevado.
Siente tanto deleite en concebir un Vago como un Imogeo. Lo que
choca ai filsofo virtuoso deleita al poeta camalen. No dana con su
gusto por el aspecto brillante, porque ambos acaban cn la especlltacin (pcrcepcin imaginativa). Un poeta es lo ms apotico que
existe, porque no tienc dentdad. est continuamente dentro y fuera ocupando algn otro cuerpo L,,] Cuando estoy en un cuarto con
gente, si acaso tengo libertad para especular sobre las creaciones de
m propia mente, cntonces no soy yo mismo quen se familiariza
consigo msmo, sino que la identidacl de los que estn en el cuarto
empieza a oprimirme de maneta que en poco rato quedo aniquilado, no s610 entre hombres; seria lo mismo en una sala con ninos.
291
de una participacin tan ntima y equilibrada, que no opera ningn impulso particular para hacer huir a la persooa de una sumisin completa a la percepcin. La persona que disfruta de una
tempcstad en el mar, une sus impulsos CDO el drama dei mar impetuoso, e! huracn rugiente y e! barco que se hunde. La -paradoja de Diderot- ejemplifica una situacin semejante. lln actor cn la
escena no es frio e inconmovible en su papel, pero los impulsos
que scran dominantes si cstuvcra realmente co la csccna que representa se transforman en coorclinacin CDO los intereses que
pertenccen a l corno artista. Desinters, desprenditniento, distancia psquica. expresan deas que se aplican aI deseo y aI impulso
primitivo, pero que sem inapropiadas a la materia de la experiencia artisticamente organizada.
Las concepciones psicolgicas implicadas en las filosofias dei
arte racionalistas estn todas asociadas coo scparaciones fijas de
los sentidos y la razo. La obra de arte es tan obviamente sensible y,
sin embargo, contiene tal riqueza de significado que se define como
una supresin de la separacin y como una encarnacn de la estructura lgica deI universo mediante los sentidos. De acuerdo con
la teoria, ordinariamente y fuera de las bellas artes, lo sensible oculta y deforma una sustancia racional que es la realidad tras de las apariencias, a las cuales se limita la percepcin sensible. La imaginacin
por media del arte hace una concesin a lo sensible empleando sus
materales, pero sin embargo, usa lo sensible para sugerir la verdad
ideal que est debajo. EI arte es asi una manera de obtener e! pastel
sustancial de la razn, ai mismo tiempo que goza cl placer sensual
de comerlo.
En efecto, la distincin de la cualidad como sensual, y de!
significado como ideacin, no es primaria, sino secundaria y metodolgica. Cuando una stuacn se consrruye como si fuera o
contuviera un problema, colocamos los hechos dados en la percepcin de un lado y los significados posibles ele estes hechos en
el otro. Tal distincin es un instrumento necesario para la reflexin. La distincin entre algunos elementos dei asunto como racionales y otros C0010 sensibles es siempre intermediaria y transitiva. Su funcn es conducir hacia una cxpcriencia perceptiva en
292
La experiencia ordinria est a menudo infectada por la apatia, la lastud y e! estereotipo. No recibimos ni e! impacto de la
cualidad a travs de los sentidos, ni c1 significado de las cosas a
293
travs dcl pensamiento. El Inundo" es en gran medida para nosotros una carga o una distraccn. No vivimos suficientemente
para sentir el golpe de los sentidos, ni siquiera para que nos mueva el pensamiento. Nos oprimen nuestras circunstancias o SOlDOS
insensibles a ellas. Aceptar corno normal esta clase de experieneia, es la causa principal de aceptar la idea de que cl arte suprime
las separaciones inherentcs a la cstructura de la cxpcriencia ordinaria. Si no fuera por las opresiones y monotonias de la experiencia diaria, el reino dei sueno y del ensueno no seria atractivo. No
es posible una supresin completa y permanente de la emocin.
Repelidos por la tristeza e indiferencia de las cosas que, un enrorno mal ajustado nos impone. la ernocin huye y se alimenta de
las cosas de la fantasia. Estas cosas se construyen con una energia
impulsiva que no puede encontrar salida en las ocupaciones
usuales de la existencia. Bien puec.le ser que en tales circunstancias las multitudes recurran a la msica, e! teatro y la novela, para
encontrar una entrada fcil al reino de las emociones que flotan
Iibremente. Con todo, este hecho no es base para afirmar filosficamente que hay una separacin psicolgica inherente de los
sentidos y la razn, de! deseo y la perccpcin.
Sin embargo, cuando la teora concibe la experiencia de situaciones que conducen a muchas personas a encontrar descanso y cxcitacin en lo puramente fantstico, cs inevitable que la
idea de lo -prctico- permanezea en oposicn a las propiedades
pertenecientes a la obra de arte. Gran parte de la oposiein corrienre entre los objetos bellos y de uso -para emplear la anttesis I11s frecuente- se dehe a dislocaciones que tienen su origen
en el sistema econmico. Los templos tienen su USo; las pinturas
que hay en dlos tienen su uso; los herrnosos ayuntamientos que
se encueotran en muchas ciudades europeas se usan para manejar los asuntos pblicos, y no es neeesario repetir la rnultitud de
cosas producidas por pucblos que llamarnos salvajes y campesinos, que encantan la vista y el tacto, al igual que sirven a la utilidad de compartir el alimento y la proteccin. El plato y la taza
rn:lS coIllunes y baratos, hechos por un alfarero mexicano para el
uso dOlnstico, tienen su propio encanto no estereotipado.
294
Sin embargo, se ha pretendido que hay una oposcin pscolgica entre los objetos empleados para propsitos prcticos y los que
contribuyen a la intensidad y unidad directa de la experiencia. Se ha
sostenido que hay una anttesis en la estructura misma de nuestro
ser, entre la accin fluycnte de la prctica y la conciencia vvida de la
experiencia esttica. Se dice que la produccin y e! uso de bienes
envuelven al operario y al usuario en una accin tluyente, mecnica
y automtica hasta donde es posible, mentras que la conciencia intensa y robusta de una obra de arte exige la presencia de resistencias que inhiben tal accin.! Sobre esta ltima euestin no hay duda.
Se afirma que los utenslios solo mediante un esfuerzo ceremonial, o cuando son trados de un tiempo o de un pas lejanos,
se hacen la fucnte de una elevada conciencia porque nos deslizamos suavemente del utenslio a la accin a que est destinada.
Por lo que respeeta ai productor de utenslios, e! hecho de que
muchos artesanos en todos los tiempos y lugares hayan tenido un
momento para hacer sus productos estticamente agradables me
parece una respuesta suficiente. No comprendo cmo podra haber mejor prueba de que las condiciones socales existentes, bajo
las cuales marcha la industra, sem los factores que determinan la
cualidad artistiea o no artstica de los utenslios, ms que algo nherente a la naturaleza de las cosas. En lo que respecta a quien usa el
utensilio, no comprendo por qu ai beber t de una taza se nos
deniegue la posibilidad a gozar de su forma y de la delicadeza de
su material. No todos engullen su alimento y bebida en cl menor
tiempo posiblc para obedecer a una ley psicolgica necesaria.
As como hay muchos mecnicos. en las presentes condiciones industriales, que se detienen a admirar el fruto de su labor,
contemplando su forma y textura, no smplemente rara examinar
su eficacia prctica; as como hay muchas modistas y sastres muy
embebidos en su trabajo, porque apreeian sus cualidades estticas, as tambin quienes no estn abrumados por la presin eco-
.r. La dvtstn entre :.ll1c bcllo y til tiene Illllchos partida rios. FI argumento psicolgico ai qlle se reflere el texto cs de Max
cn SLI Li/em!J' Milld. pg's. 20S, 206. Respecto a la natur:llcz;l de la experienc\a esttica, me COl11placc enconlrarmc en ;lcllcrdo
eercano eOI1 lo que l dice.
1l1tly
295
nmca o quienes no ceden completamente a los hbitos formados trabajando cn una industria veloz, tienen una vvida conciencia en el proceso mismo de usar los utensilios. Supongo que todos hemos odo a alguicn que se jacta de la belleza de sus coches
o de las cualidades estticas de su ejecucin, aun cuando son
menor en nmero de los que se jactan de la cantidad de millas
que pueden correr en un tiempo dado.
La psicologa "de compartimentos que sostiene la separacin
intrnseca de la experiencia perceptiva completa conlleva una retlexin sobre las instituciones sociales dominantes que han afectado hondamentc tanto la produccin como el consumo o el uso.
Donde el trabajador producc cn condiciones industriales diferentes de las que prevalecen, incluso sus propios impulsos ticnden a crear artculos de uso que satisfagan su anhelo de una genuina experiencia en eI trabajo. Me parece absurdo suponer que
la preferencia por la ejecucin mecnicarnente efectiva, mediante
automatismos mentales que trabajan fcilmente y a expensas de
una concienca rpida de lo que se persgue, est engranada en la
estructura psicolgica. Y si nuestro ambiente, constituido por ohjetos de uso, consisticra en cosas que contrbuyen a una elevada
conciencia de la vista y el tacto, no penso que nadie supondria
que el acto de uso fuera no esttico.
Una refutacin suficiente de la idca en cucstin la ofrece la accin del artista mismo. Si el pintor y el escultor tienen una expercnca en que la accin no es automtica, sino teruda emocional e
imaginativamente, este hecho prueba que no vale la nocin de
que la accin es tan fluida que excluye los elementos de resistencia
e inhibicin nccesarios para una conciencia elevada. Debe haber
existido un tiempo en que el investigador cientfico se sentaba
quetamente en su silla para cscoger su ciencia. Ahora su accin
ocurre en un lugar llarnado, significativa mente , laboratorio. Si la
accin de un profesor es tan fluida que <;,xcluye la percepcin
emocional e imaginativa de lo que hace, puede con tranquilidad
qucdarse sentado como un pedagogo insensible y negligente, Esto
mismo es cierto de cualquier profesional, de un abogado o de un
mdico, No solamente tales acciones demuestran la falsedad dei
296
297
29H
299
te de un artista. La peculiar sensibilidad a ciertos aspectos de la naturaleza se transforma por eso en un poder.
Las -cscuelas- de arte estn ms marcadas cn escultura, arquitectura y pintura que en las artes literrias. Sin embargo, no ha
habido un gran literato que no se haya alimentado con las obras
de los maestros de! drama, la poesia y la e!ocuencia. En esta dependencia respecto de la tradicin no hay nada peculiar en eI
arte. EI investigador cientfico, el filsofo, e! tecnlogo, tambn
derivan su sustancia de la corriente de la cultura. Esta dependeucia es un factor esencial para la visin original y la expresin
creadora. Lo maIo de! imitador acadmico no cs que dependa de
la tradicin, sino que sta no ha penetrado en su mente, en la estructura de sus propias maneras de ver y de ohrar. Permanece en
la superfcie como un ardd de la tcnica () como una sugestin y
una convencn extranas a la cosa que dehe hacer propiamente.
La mente es ms que la conciencia, porque es lo que pcrnlanece aun cuando sea un fondo cambiante del cualla conciencia
es el plano de!antero. La mente cambia lentamente mediante la tuteia conjunta dei inters y la circunstancia. La conciencia est
siempre en cambio rpido, porque marca ellugar en donde se tocan e interaccionan la dsposicin formada y la stuacin in mediata. Es e! reajuste continuo dei yo y dei mundo en la experiencia.
La -concicncia- es el grado ms agudo e intenso de los reajustes
requeridos, aproximndose a la nada cuando el contacto es sin
friccin y la interaccin fluida, es turbia cuando los significados
sufren una reconstruccin en una direccin indeterminada, y se
hace clara cu ando emerge un significado decisivo.
La -intuicin- es cl encuentro de lo viejo y lo nuevo en que e!
reajuste que implica cada forma de la conciencia se efecta repentinamente, mediante una arrnona rpida e inesperada que, en su
brusquedad brillante, es como un relmpago de revelacin; aun
cuando de hccho se prepara mediante una ncubacn prolongada
y lenta. A menudo la unn de lo viejo y lo nuevo, dei plano delantero y dei fondo, se cumple nicamente por e! esfuerzo, quiz prolongado hasta el dolor. En todo caso, slo e! fomlo de significados
organizados puede transformar la nueva situacin de oscura en
300
301
303
cl automatismo. Si su secuencia casi mecnica no es muy prosaica, un escritor obtiene la reputacin de ser claro, simplemcntc
porque los significados que expresa son tan familiares que no hacen pensar ai lector. El resultado de esto es lo acadmico y lo
eclctico en todo arte: La cualidad peculiar de lo imaginativo se
cnticnde mejor cuando se opone a la estrcchez de miras propiciada por e1 hbito. EI tiempo discrimina lo imaginativo de lo
itnaginario.Este ltimo rasa porque cs arbitrrio. Lo itnaginativo
pennanecc, porque aunque ai principio nos extrana, dcmucstra
tener una familiaridad de gran alcance respecto a la naruraleza de
las cosas.
La histori de la cicncia y la filosofia, ai igual que la de las he!las artes, registra el hecho ele que el producto imaginativo es primero condenado por el pblico, en proporcin a su rango y profundidad. No slo es en la rcligin donde e! profeta es primero
apcdreado (mctafricamente al menos), mientras que las generaclones posteriores construyen su monumento conmernorativo.
Respecto a la pintura Constable enunciaba con una modcracin
cas indebida, este hecho universal, cuando deca:
Hay dos modos cn cl arte con los que los hombres axpiran a la
distincin. En uno de ellos, con una cuidadosa aplicacin de lo que
otros han realizado, e1 artista imita sus obras o sclccciona y combina sus bclczas variadas; cn la otra busca la excelencia en su fuente
natural, primitiva. En el prmcro, forma un estilo, estudiando las
pinturas, y producc, ya sca un arte imitativo o cclctico: cn cl segundo, por una obscrvacin de la naturaleza, descuhre cualidacles
que existen en ella y que nunca han sido retratadas, y as forma un
estilo original. E1 resultado delmodo que repite lo ya familiar para
cl ojo, cs que se reconoce y estima pronto, mientras que e1 avance
dei artista por un nuevo sendero c1ebc ser necesariamente lento,
porque pocos son capaces de juzgar lo que se desva cid curso habitual, o cstn calificados para juzgar estudios originales.)
'5. PUl'de ser qUl' Conslahk' use aqu b palahra "n:Hurakz;l" cn tln sentido algo limi
tado, correspondiendo ,1 Sll intl'rl's como pais:ljista. 1'\0 ohstanre. d contraste entre la l'Xpericncia de priml'ra mano y de segunda mano e imitativa se mantiene cuando cI t('rmino
"Juturaleza" se ampla para incluir todas las fases, aSpl'c10S y l'slruCTuras de la existencia
304
305
sin del poder de los ritos y ceremonias que unen a los hombres,
en una celebracin compartida, a todos los incidentes y escenas
de la vida. Esta funcin es la recompensa y e! sello de! arte. Que el
arte une ai hombre y a la naturaleza, es un hecho familiar. EI arte
hace tambin a los hombres conscientes de su comunidad de origen y destino.
306
La cxperiencia esttica es imaginativa. Este hecho, co conexin eon una bisa idea de la naturaleza de la imaginacin, ha
oscurecido una cuestin ms amplia, a saber, que toda experiencia consciente tiene por necesidad cierto grado de la cualidad
imaginativa. Porque si las races de toda experiencia se encuentran co la interaccn de la criatura viviente con su circunstancia.
esa experiencia solo se hace consciente, materia de percepcn.
cu ando entran co dia significados derivados de expcriencas anteriores. La imaginacin es la nica puerta por donde esos significados pueden encontrar su camino hacia la intcraccin co curso;
() ms bico, como acabamos de ver, la imaginacn es el ajuste
consciente de lo nuevo y lo viejo. La interaccin de un ser viviente con su circunstancia se cncuentra en la vida vegetativa y animal. No obstante, la expericncia s610 es humana y consciente
cuando lo dado aqui y ahora se amplia con significados y valores
extrados de lo ausente cuya presencia cs slo imaginativa.'
Hay siempre una brecha entre el aqui y eI ahora de la internecin directa y las nteracconcs pasadas cuyo resultado conjunto
constituye los significados con que captamos y entendemos lo
que ahora ocurre. Debido a esta brecha, toda perccpcion consciente envuelve un resgo: es una aventura en lo desconocdo,
307
30H
que pertenecen a cualquier otro objeto fsico. El vapor hizo eI trabajo fsico y produjo las consecuencias que acompaflan a todo gas .
expansivo haja condiciones fsicas definidas. La nica diferencia
cs que las condiciones en que opera han sido arregladas por el
designio humano.
Sin embargo, la obra de arte, a diferencia de la mquina, no
s610 es el resultado de la imagmacn, sino que opera imagnatvarnente, en vez de hacerlo en el reino de las exstencias fsicas.
Lo que hace es concentrar y ampliar la experiencia inmediata. La
materia formada de la experieocia esttica expresa directamente,
cn otras palabras, los significados que se evocan imaginativamente; no limitndose a proporcionar, como e! material que entabla
nuevas relaciones en una mquina, medias que pueden ejecutar
propsitos que van ms all de la existenca dei objeto. Y, sin embargo, los significados atrados, reunidos e integrados imagmativamente, se incorporar; en la existencia material que aqui y ahora
interacciona con el yo. La obra de arte nos propone el reto de ejecutar uo acto de evocacin y organizacin mediante la imaginado dcl que la experimenta. No se limta por tanto a ser meramente un estmulo y un medio para un curso franco de la accin.
Este hecho constituye la singularidad de la experiencia esttica y esta singulardad es a su vez un desafo aI pcnsarniento. Es
particularmente un reto a esc pensamiento sistemtico llamado
filosofia. Porque la experiencia esttica es experiencia eo su integrdad. Si la literatura filosfica no hubiera abusado tanto de! trmino "puro" para sugerir que hay algo mczclado e impuro en la
naturalcza misma de la experiencia, y para denotar algo ms all
de esta, podramos decir que la experiencia esttica es cxperiencia pura. Porque es la experiencia librc ele las fuerzas que impidcn y confunden su desarrollo como experiencia; cs decr, librc
de factores que subordinan la cxperiencia tal como se tiene, a
algo que est ms all ele ella misma. Entonces el filso!,) debe ir
a la experiencia esttica para entender lo que es la experiencia.
Por esta razn, la teora esttica establecida por un filso!,) es
incidentalmente una prueba de la capacidad de su autor para tener la experiencia que cs asunto de su anlisis, pero talnbio es
309
Puesto que la experiencia se hace consciente mediante la fusin de viejos significados y situaciones nuevas que transfigura a
ambos (transformacin que define a la imaginacin). la teoria dei
arte corno forma de ilusin se nos presenta, de modo natural,
como un buen punto por donde empezar. La teoria se desarrolla
310
por y depende dei contraste entre la obra de arte como experiencia y la experiencia de lo "real". Entonces no hay duda de que
dado eI dominio de la cualidad imaginativa en la experiencia esttica, sta existe cn un medio luminoso que nunca estuvo en la
tierra o en el mar. Incluso la ohra ms realista, si es artstica, no
es la rcproduccin imitativa de algunas de esas cosas familiares,
tan regulares y tan inoportunas que llamamos reales. Lejos de las
teorias de! arte que lo definen como "imitativo" y que conciben el
placer que lo acornpana corno puro reconocimiento, la teora de
la ilusin ha mantenido una genuna tendencia de la esttica.
Adems no creo que pueda negarse que intervenga un elemento de ensuefio, de aproximacn al estado de sueno, en la creacin de una obra de arte, ni que cuando la experiencia de la obra
es intensa, nos proyecte con frecuencia a un estado similar. En
efecto, podemos decir con seguridad que las concepciones -creadotas- en la filosofia y en la ciencia slo llegan a persooas que se
hallan en cierto estado de laxrud, casi sumidos cn un ensueno.
El fondo inconsciente de significados que se altnacenan en nuestras actitudes 00 tiene oportunidad de libcrarse cuando estamos
en tcnsin prctica o intelectual. La mayor parte de este caudal
est entonces detenido, porque las exigencias de un problema y
un propsito particulares inhiben todo, excepto los elementos directamente tiles. Las imgenes y las ideas no nos vienen a propsito, sino en relmpagos intensos y luminosos, que slo nos
inflaman cuando estamos lbres de preocupaciones cspeciales.
El error de la teoria ilusionista de! arte no procede entonces de
que la experiencia esttica carezca de los elementos que constituyen dicha teoria. Su falsedad proviene de que, aislando determinado elemento constitutivo, niega explcita o implicitamente otros
elementos igualmente esenciales. Cualquiera que sea e! grado imaginativo de! material para una obra de arte, pasa del estado de ensueno y llega a ser materia deuna obra de arte slo cuando se ordena y organiza, y este efecto se produce nicamente cuando el
propsito gobierna la seleccin y el desarrollo dei material.
Lo caracteristico dei sueno y el ensueno es la ausencia de
control mediante un propsito. Las imgenes y las ideas se suce-
311
312
AI mismo tiempo, el propsito implica de la manera ms orgnica un yo individual. En los propsitos quc mantiene y pone en
prctica es donde el individuo exhibe y se ela cuenta ms completamente de su yo ntimo. El control de material por un yo es control
por algo ms que una -rnente-, es el control por la personaldad
que ticne una mente incorporada a ella. Todo inters es una identificacin dei yo cem algn aspecto material del mundo objetivo,
de la naturaleza que incluye aI hombre. El propsito es esta idcntificacin en accin. Su operacin en las condiciones objetivas, a
travs ele cllas, es una prueba de su autenticidad, la capacidael dei
propsito para superar y utilizar la resistcncia, para administrar
matcriales, es una revelacin ele la cstrucrura y cualielad dei propsito. Porque como ya he dicho, el objeto creado finalmente cs
eI propsito objetivamente consciente y como actualidad cumplida. La completa intcgracin de lo que la filosofa distingue como
-sujeto y -objeto- (cn un lenguaje ms directo, organismo y ambiente) es lo caractcrstico ele toda obra de arte. La perfeccim de la
integracin es la medida dei estado esttico. Porque cl defecto de
una obra siempre se puede referir, cri definitiva, a un exceso en un
sentido u otro, que dana la integracin de la materia y la forma. La
crtica minuciosa de la teora de la ilusin es innecesaria porque se
basa cn la violacin ele la integridad de la obra de arte, expresamente niega, o virtualmente ignora, esta identiflcacin con el
material objetivo y la operacr: constructiva que constituye la
csencia misma dei arte.
La teoria de que el arte es un juego no queda lejos de la teora del arte como ilusin, pero da un paso que la aproxima a la
actualidad ele la expericncia esttica, reconocienelo la necesidad
de la accin, de hacer algo. Se dice a mcnudo que los ninos suenan euaneJo juegan, pero los niflos que jucgan estn aI menos
comprometidos eo aeciones que dan a su itnaginacin una manifestacin externa; en su juego, la idea y eI acto estn completamente fundidos. Los elemcntos de fuerza y dcbilidael dc esta teora pueden verse cuanuo se establecc un orden de progresin
quc distingue las formas e1e1 juego. Un gatito juega COrl un hueso
o una pelota. EI juego no es cnteramente caprichoso porque est
313
teora del arte COI110 juego, es 5U nfasis sobre el carcter no constrcndo de la experiencia esttica, y no en su insinuacin de una
cualidad no regulada objetivamente puesta en accin. Su falscdad
radica en su fracaso para reconocer que la experiencia esttica implica una reconstruccin definida de rnaterialcs objetivos; una reconstruccn que distingue las artes de la danza y el canto as
como las artes figurativas. La danza por ejemplo, implica eI uso
dei cuerpo y sus movimientos, de maneta que transfonna su estado "natural". EI artista se ocupa en e! ejercicio de actividades que
tienen una referencia objetiva definida; acta sobre el material
cem eI objeto de convertido en un medio de expresin. El juego es
eI referente de una actitud de libertad respecto a la subordinacin
a un fin impuesto por la necesidad externa, es decir, como opuesto a una labor onerosa; pero se transforma cn trahajo, puesto que
esa actvidad se subordina a la produccion de un resultado objetivo. Nadie ha observado la dsposcin de un nino en su [uego sin
darse cuenta de la completa fusin del juego cem la serieclad.
Las implicaciones filosficas ele la teoria de! juego se encuentran en la contraposicin que plantea entre la libertad y la necesidad, la espontaneidad y el ordeno Esta oposcn vuelve al mismo
dualismo entre sujeto y objeto que afecta la teoria de la ilusin. Su
aportacin subyacente es la idea de que la experiencia esttica es
una liberacin y un escape ele la presin de la -realdad-, Se afirma
que la libertad slo puede encontrarse cuando la actividad personal se libera de! control de los factores objetivos. La existencia misma de la obra de arte es la prueba de que no hay tal oposicin entre
la espontaneidad dei yo, eI orden y la ley objetiva. En arte, la actitud de juego se convierte en inters por la transformacin de! material para servir al propsito de una experiencia en desarrollo. EI deseo y la necesidad slo pueden satisfacerse mediante materiales
objetivos y, por lo tanto, e! juego es tambin inters en un objeto.
Una forma de la teora dei arte como juego atribuye eI juego a
la existencia de uo excedente de energa en el organislllo, que
piele salida, pero la idea pasa por alto una cuestin que es preciso
contestar. iCn10 se Inide e1 exceso de cnerga? ;.Respccto a qu
cantidad hay un excedente' La teora dei juego sostiene que la
315
317
31R
319
as usualmente, C0010 regIa, por 10 general. Ambas clases son universales, puesto que son lo que son en virtud de una esencia metafsica inhcrcnte. Asi Aristteles completa el pasaje citado diciendo
lo universal es la clase de cosa que una persooa de cierto -carcterharia o diria necesaria o probablemente. Y esto es a lo que aspira la
poesia aun cu ando da nombres propios a las personas. Lo particular, por ejemplo, es lo que A1cibiades hizo o padec-.
Ahora bicn, el trmino -carcter- aqui traducido, probablemente da allector moderno una impresin totalmente equivocada.
nicho lcctor estaria de acuerdo cn que los hechos y dichos atribuidos a un carcter co la novela, el drama o la poesia, serian rales que
flutran, nccesariamente o con gran probabilidad, de ese personaje
individual, pero pensara que el caracter es intimamente individuai, mientras que -carcter- en el pasaje citado significa una naturaleza o esencia universal. Para Aristteles la sgnificacin esttica
de! personaje de Macbeth, Pendennis o Felix Holt, consistiria en la
fidelidad a la naturaleza que se encuentra en una clase o espccie;
para cllector moderno significa fidelidad al individuo cuya historia
se mucstra: las cosas hechas, padecidas y dichas pertenecen a l,
en su individualidad nica. La diferencia cs radical.
La influencia de Aristteles sobre las ideas posteriores sobre
el arte, puede encontrarse en una breve cita de las conferencias
de sir ]oshua Reynolds. Dijo de la pintura que su funcin es la
-exhibicin de las formas generales de las cosas", porque -en cada
clase de objetos hay una idea comn y una forma central que es
lo abstracto de varias formas individualcs que pertcnecen a la
clase-. Esta fonna general, que existe antes en la naturaleza que
es verdacleramente naturalcza, cuando la naturalcza es verdadera
para si misma, es reproducida o "imitada en el arte. "La idea de
helleza en cada especie de cosas es invariable.
La debilidad, en un sentido relativo, de las pinturas de sir ]oshua Reynolds debe atrbursc, sin duda, a los defectos de su propia ca pacidad artistica ms que a la aceptacin de la teoria que
expone. Muchas personas en las artes plsticas y literarias sostienen la misma teoria y produjeron una obra superior. Y hasta cierto punto, la teora es una reflexin justa deI estado real de ciertas
321
322
323
La idca de aumentar la comprensin, de profundizar la intcligibilidad de los objetos de la naruraleza y dei hombre, resultante
de la experiencia esttica, ha conducido a los filsofos a tratar cl
arte corno un modo de conocimcnto, y ha inducido a los artistas,
especialmente a los poetas, a considerar el arte como un modo
de revelacn de la naturaleza interna de las cosas, que no puecle
obtenerse de ninguna otra manera. Ha conducido a tratar el arte
como un modo de conocitniento no solamcnte superior ai de la
vida ordinaria, sino aI de la ciencia rnsma. La nocin de que el
arte es una forma de conocimiento Caunque no superior ai centi-
325
fico), est implcita en la afirmacin de Aristteles de que la poesia es ms filosfica que la histeria. La asercin ha sido hecha expresamente por muchos filsofos, Una lectura de estos filsofos
en conexin mutua sugcre, sin embargo. o que no han rcndo
una experiencia esttica, o que han permitido que su interpretado se determine por preconcepciones. Porque el pretendido
cooocimicnto dificilmente puede ser aI mismo tiernpo el de las
especies fijas, como en Aristteles; cl de las Ideas platnicas
como co Schoopenhauer; el de la estructura racional dei universo
como en Hegel; el de los estados dei espiritu, como co Croce, o
el de las sensaciones C011 imgenes asociadas, C01110 en la escuela sensualista; para mencionar algunos de los ejemplos filosficos
ms sobresalientes. Las variedades propuestas de concepciones
incompatihles pruehan que los filsofos en cuestin estahan impacientes por desarrollar dialcticamente concepciones fraguadas sin tener en cucnta al arte en la experiencia esttica, co vez
de permitir que esta expericnca hablara por si msma.
Sin embargo, el sentido de la revelacin y de la exaltada inteligibilidad dei mundo debe ser explicada. Que este conocimiento
penetra honda e intimamente en la produccin de una obra, lo
prueban las obras mismas. En teoria dicho elemento cognitivo se
deduce necesariamente de! pape! que desempena la mente, asi
corno de los significados que se fundan cn anteriores experiendas, y que han sido activarnente incorporados en la produccin y
pcrcepcin estticas, Hay artistas influenciados definitivamente
en su obra por la dencia de su ticmpo, como Lucrecio, Dante, Milton, Shelley, y aun cuando no en provecho de su pintura, Leonardo y Durero en sus ms grandes cornposiciones. Sin embargo, hay
una gran diferencia entre la transformadn del conocimiento
efectuada por la visin imaginativa y emocional y su expresin
mediante la unin del material sensible y el conocimiento. Wordsworth declaro que "Ia poesia es el aliento y e! espritu ms fino de
todo conocimiento; es la expresin apasionada que est en la faz
de toda la ciencia-. Shelley dijo: "Ia poesia L..] es desde luego el
centro y la circunferencia de todo conocimiento; es lo que contene toda la ciencia y a lo cual toda ciencia debe refenrse-.
326
Con todo, estos hombres eran poetas y hahlaban imaginativamente. EI -alento y cspritu ms fino" dei conocimiento est lejos
de ser el conocimiento, en su sentido literal, y Wordsworth sigue
diciendo que la poesia -llcva la sensacin a los objetos de la ciencia-. Y Shelley tambin dice, "Ia poesia despierta y ensancha la
mente convirtindola en receptculo de miles de inaprehcnsibles
combinaciones del pensamiento-. No encuentro en observaciones
tales como estas ninguna intencin de afirmar que la experiencia
esttica debe d'!finirsecomo un modo de conocimiento. Lo que se
insina en mi opinin es que en la produccin y en la percepcin
placentera de las obras de arte el conocimiento se transforma; se
hace algo ms que conocirniento, porque se mezcla con elementos no intelectuales para formar una experiencia que vale la pena
como expcriencia en s misma. He propuesto a veces una concepcin deI conocimiento como -nstrumental-. La crtica ha atrbuido
significados extranos a esta conccpcin. Su enunciado verdadcro
es simple: el conocimiento es instrumental para enriquecer la experiencia inmediata mediante el control de la accin que ejercita.
No quisiera imitar a los filsofos que he criticado y forzar esta interpretacn en las ideas propuestas por Wordsworth y Shelley,
pel'o una idea semejante a la que acabo de enunciar me parece
que es la traduccin ms natural de su intencin.
Las escenas embrolladas de la vida se hacen ms inteligibles
en la experiencia esttica: no empero de! modo en que la reflexin
y la ciencia hacen las cosas ms inteligibles, rcducindolas a una
fonna conceptual, sino presentando 5US significados corno materia
de una experiencia clarificada, coherente e intensa o -apasionada-.
La dfcultad que encuentro en las teorias representativas y cognoscitivas de la esttica esque, como las teorias dei juego y la ilusin,
aslan una capa en la cxpercncia total, que adems es lo que es, cn
virtuc1 dei modelo ai que contribuye y en e! que se ahsorbe. A esta
parte la consideran corno si fuera el todo. Tales teorias, o determinan una interrupcin de la experiencia esttica compensada mediante varias ensonacones, o son prueba de que se est olvidando
la naturaleza de la experiencia real, apoyndose en alguna concepcin filosfica anterior, a la cuaI se han entregado sus autores.
327
328
Siguiendo a Platn en una poca, bicn caracterizada por Gilbcrt Murray como -un fracaso del vigor", Plotino llev adelante las
nplicaciones lgicas de la ltima clusula. La proporcn, la simctra y la adaptacin annoniosa de las partes, ya no constituyen
la belleza de los objetos naturalcs y artsticos, como tampoco la
constituye su encanto posible. La belleza de estas cosas les es conferida por la esencia eterna o caracter, que brilla a travs de cllas.
EJ Crcador de todas las cosas es eI artista supremo que -confiere a
las criaturas" lo que las bace ser bellas. Plotino penso que era indigno del ser absoluto concebirlo como personal. La cristandad
no comparto este escrpulo y en su versin del neoplatonismo, la
bellcza de la naturaleza y el arte se conciben como manifestacioncs dentro de los limites dei mundo perceptble dei Esprtu, que
est por encima de la naturaleza y ms all de la perccpcin,
Un eco de esta filosofia se encuentra en Carlyle, cuando dice
que cn e! arte -lo infinito se liga con lo finito, para hacerse visble
como si fuera alcanzahle alli. De esta clase son todas las verdaderas obras de arte; cn stas (si distinguimos la verdadcra obra,
de la manchada con eI artifcio), discernimos la eternidad que
aparece a travs de! ticmpo, lo semejante a Dios hecho vsblc-.
Esto es casi definitivamente afirmado por Bosanquct, un idealista
de la tradicin germana, cu ando sostiene que e! espritu del arte:
es la fe en la "vida y la divinidad por la que el mundo externo es
instinto e inspiracn. de manera que las "idealizacioncs" caractersticas del arte no son tanto el producto de una imaginacin que
parte de la realidad, como revelaciones de la vida y la divinidad
que, en definitiva, es lo nico real".
Los metafsicos conten1porneos que han abandonado la tradicin teolgica, han visto que las esencias lgicas pueden sostenerse solas y no necesitan el soporte que, segn se supona, les
daha su residencia en algul1<l 111ente o espritu. Un filsofo contelnporneo, Santayana, escribe:
329
Y otra vez: "La cosa ms material tan pronto como se cree bella se inrnatcrialza ai instante, se eleva sobre las relaciones externas personalcs, concentrada y profundizada en SlI propio ser, en
una palahra, sublimada en una esencia-. Las implicaciones de
esta manera de ver se contienen en la esencia que dice: -El valor
radica en el significado. no en la sustancia, en lo ideal a que se
aproximan las cosas, no en la energia que ellas corporizan-. (La
cursiva no est en el original.)
Pienso que hay un hecho emprico implicito en esta concepcin de la experiencia esttica. He tenido ocasin de hablar ms de
una vez de la cualidad de una intensa experienca esttica tan inmediara que es nefable y mstica. Una cnunciacn ntelectualizada de esta cualidad inmediata de la experiencia la traduce en trminos de una metafsica elel ensueno. En todo caso, cuando esta
concepcin de la esencia ltima se compara con la expericnca esttica concreta, se ve que padece de dos defectos fatales. Toda expertencia directa es cualitativa, y las cualidades sem lo que hacen
elirectamcnte valiosa a la experiencia de la viela misma. Sin ernbargo.Ia reflexin va tras de las cualidades inmedatas porque se interesa cn las relaciones y desdena eI aparato cualitativo. La reflexin
filosfica ha conducdo esta indiferencia por las cualidades hasta
el grado de la aversin. Las ha tratado como un oscurecimiento de
la verdad, como veios arrojados por los sentidos sobre la realiclad.
Fi deseo de derogar las cualidades sensihles inmediatas, y toelas las
cualielades estn mediatizaelas a travs de alguna forma de la sensi-
330
331
sofos, pero su versin de la intuicin esttica es digna de ser senalada como otro ejemplo dei completo fracaso de la filosofia
para afrontar e! reto que e! arte hace ai pensarniento ret1exivo.
Schopenhauer escrib su obra cu ando Kant habia planteado el
problema de la filosofia, instituyendo una aguda separacin entre
lo sensble y el fenmeno, la razn y el nomeno: y plantear un
problema es la manera ms efectiva de int1uir en el pensarniento
posterior. La teora dei arte de Schopcnhauer, no obstante muchas observaciones agudas, no es sino el desarrollo dialctico de
su solucin ai problema kantiano de la relacin dei conocimiento
cem la rcalidad, y de los fenmenos con la realdad ltima.
Kant habia considerado que la voluntad moral controlada por
la concencia dei deber que trasciende lo scnsible y la experiencia, es la nica puerta de entrada a la realdad ltima. Para Schopenhauer, un principio activo que denomino -Voluntad- es la
fuente creadora de todos los fenmenos de la naturaleza y de la
vida moral, mientras que la voluntad es una forma de la aspiracin
sin descanso e nsacable, destinada a una eterna frustracin. EI
nico camino para la paz y la satisfaccn duradera es escapar de
la voluntad y sus obras. Kant ya haba identificado la expcriencia
esttica cem la conternplacin. Schopenhauer declaro que la conternplacin es el nico modo de escapar y que en las obras de arte
contemplamos las objetivaciones de la Voluntad y nos libramos
dei dominio que la voluntad tiene en todos nuestros otros modos
de la experiencia. Las ohjetivaciones de la voluntad son unversales, son como las formas y modelos eternos de Platn. En la conternplacin pura de sras, nos perdemos por consiguiente en lo
universal y obtenemos la -dicha de la percepcin sin voluntad-.
La critica ms cfectiva de la teoria de Schopcnhauer se encu entra en e! propio desarrollo de su teoria. Expulsa el encanto
del arte, porque encanto significa atraccin, y la atraccin es un
modo de respuesta de la voluntad, que es, en cfecto, el aspecto
positivo de la rclacin de! deseo cem el ohjeto, cuyo aspecto negativo se expresa en el disgusto. Lo ms importante es e! arreglo jerrquico fijo que instituyc. No sc,Iamente las be\lezas de la naturaleza son ms hajas que las dei arte, puesto que la voluntad logra
333
un grado ms alto de objetivacin cn el hombre que en la naturaleza, sino que hay un ordcn de lo inferior a lo superior que se extiende a travs de la naturaleza y el arte. La emancipacin que ohtcnernos contemplando la verdura, rboles, flores, es ms dbil
que la que obtenemos contemplando las formas de la vida animal,
micntras que la helleza de los seres humanos es la ms alta, puesto que la Voluntad se libera de la esclavitud en los ltimos modos
de sus manifestaciones.
En las obras de arte, la arquitcctura se ordena COll10 la ms
haja. La razn de ello es una deduccin lgica de su sistema. Las
fuerzas de la Voluntad de las que depende son dei ordcn ms hajo,
a saber: cohesin y gravedad tal COll10 se manifiestan cn la rigidez
slida y el peso. Por lo tanto, ningn edificio hecho de madera
puede ser verdaderamente hermoso, y todos los accesorios hU111anos deben carecer de efecto esttico porque estn destinados aI
deseo, La escultura es ms alta que la arquitectura, porque aun
cu ando est destinada a las formas bajas de la fuerza de la Volunrad, las trata tal como se manifiestan en la figura humana. La pintura trata con formas y figuras y asi se acerca a las formas metafsicas.
En la literatura, especialmente la poesia, nos elevamos a la Idca
esencial dei hombre mismo, y asi Ilegamos a la cima de los resultados de la Voluntad.
La msica es la ms alta de las artes, porque no nos da meramente las objetivaciones externas de la Voluntad, sino que tarnbin pone ante nuestra contcrnplacn los procesos mismos de la
Voluntad. Adcms, los intervalos definidos de la escala son paralelos a los grados definidos de la objetivacin de la Voluntad, correspondiente a las espccies definidas en la naturaleza-. Las notas
hajas represcntan la accin de las fuerzas ms bajas, mientras que
las notas ms altas representan para el conocimiento las fuerzas
de la vida animal, y la melodia presenta la vida intelectual deI
hombre, la cosa ms alta en la existcncia objetiva.
Incluso para el solo propsito de informar mi resumen es parco, y como ya he dicho, muchas obscrvaciones incidentales de
Schopenhauer son justas y Incidas. Sin ernbargo, el hccho mismo
de que proporciona muchos ejemplos de apreciacin genuina y
334
personal es la mejor prucba de 10 que sucede cu ando las reflexioncs de UI1 pensador filosfico no son proyecdones en el pensamiento deI asunto cfcctivo dcl arte como experiencia, sino que se
desarrollan sin respcto por el arte y tratan entonces de sustituirlo.
Mi intencin cn todo este captulo no ha sido criticar las diversas
filosofias del arte C0I110 tales, sino exponer la significacin que tiene cl arte para la filosofa en su dimensin I11s amplia. Porque la
filosofia, al igual que cl arte. se mueve en cl medio de la mente
imaginativa y, puesto que el arte cs la ms directa y completa 111anifestacin de la experiencia C01110 experiencia. ofrece un control
nico para las aventuras imaginativas de la filosofia.
En cl arte como experiencia, la actualidad y la posibilidad o
dcaldad, lo nuevo y lo viejo, el material objetivo y la rcspuesta
personal, lo individual y lo universal, lo superficial y lo profundo,
lo sensiblc y la significacin, se integran en una cxperiencia que
transfigura la significacin que tienen cuando la reflexin las asla.
"La naturalcza, dice Gocthe, no tiene ncleo ni cscara. Slo en la
expcriencia esttica es completamente cierta esta afirmacin. Del
arte C01l10 experiencia es tambin cierto que la naturalcza no ticne ni ser subjetivo ni objetivo, no es oi individual ni universal, oi
sensihle ni racional. La significacin del arte como experiencia cs,
por consiguiente, ncomparable cn la aventura deI pcnsamiento
filosfico,
335
337
jan en las teorias de la crtica, dcl mismo modo que las diversas
tcndencias entre las artes han dado nacimiento a teoras opucstas,
desarrolladas y afirmadas a fin de justificar un movimiento y condenar a otro. En efecto hay razn para sostener que las cuestiones
ms vitales en la teoria esttica se encuentran generalmente en las
controversias rcspccto a movimientos cspeciales en algn arte,
corno e1 -funcionalsmo- en arquitectura, la poesia "pura o el verso libre en literatura, el -expresionismo- en el drama, la "corriente
de la concicncia- en la novela, e! -artc proletrio- y la relacin de!
artista con las condiciones econmicas y las activdades sociales
revolucionarias. Tales controversias pueden ser acaloradas y
acompanarse de prejuicios, pero es ms probable que se desarrollcn eon la vista dirigida a las obras concretas de arte, que a las
elucubraciones sobre teoria esttica en abstracto. Sin embargo, tales controversias complican la teoria de la crtica eon ideas y aspiraciones derivadas de los movimientos externos partidistas.
En principio, no pucde afirmarse con seguridad que el juicio es
un acto de la intcligencia ejecutado sobre la matera de la percepcin directa en inters de una percepcin ms adecuada. Porque
cl juicio tene tambin un significado e irnportancia legales, como
en la frase de Shakespeare, -un crtico, ms an, un centinela nocturno. Siguiendo la significacin proporcionada por la prctica de
la ley, un juez, un crtico, es quien pronuncia una sentencia autoritaria. Omos hablar constantemente dei veredicto de la crtica, y
deI veredicto de la histori pronunciado sobre las obras de arte. La
crtica se piensa no como si su asunto fuera la explicacin dei contenido de un objeto, tal como la sustanda y la forma, sino COIno
un proceso de absolucin o condena sobre la base de los mritos
y los demritos.
E\ juez --en el sentido judicial- ocupa una posicin de autoridad social. Su sentencia determina la suerte de un individuo,
quiz de una causa, y cn ocasiones arregla la legtmdad del curso futuro de la accin. EI deseo de autoridad (y el deseo de ser
juzgado por dia) anima e! pecho humano. Gran parte de nuestra
existencia depende de la nota de ala banza y censura, de disculpa
y desaprobacin. De aqu ha surgido en la teora, rellejando una
33R
tendencia muy extendida en la prctica, una dsposcin para erigir la crtica en algo -judicial-. No se pucden leer muchas de las
manfestaciones de esta escuela de crtica sin advertir que gran
parte de ella es de! tipo compensatorio, hecho que ha dado nacimiento a la burla de que los crticos son los que han fracasado
como creadores. Gran parte de la crtica de tipo legalista procede
de la desconfianza inconsciente en si misma, y de una consecuente apelacin a la autoridad para ser protegida. La percepcin se
ohstruye y se interrumpe por cl recuerdo de una regia intluyente,
y por la susttucin, experiencia directa, por e! precedente y eI
prestigio. EI deseo de una posicin autoritaria conduce al crtico a
hahlar como si fuera el abogado de princpios establecidos que
tiencn una soberania incuestionable.
Desgraciadamente, rales actividades han infectado la concepcin misma de la crtica. Un jucio definitivo, que arregla un asunto,
es lTIS afn con la naturaleza humana incorregiblc, que e1 jucio
como desarrollo en e! pcnsamiento de una percepcin hondamente
sentida. La experiencia adecuada original no es fcil de a1canzar; su
rcalizacin es una prueba de sensibilidad nativa y de una cxpcriencia madurada mediante amplies contactos, Un juicio COIno acto de
invcstigacin controlada, exige un trasfondo rico y una visin disciplinada. Es ms fcil -decir- a la gente lo que debe creer. que discriminar y unificar. Ya un pblico habituado a que se le diga tal cosa
ms bien que a ser educado en la investigacin dei pensamiento, le
gusta efectivamente que se le diga con clarielad a qu arenersc.
La decisin judicial slo pucde hacerse sobre la base de las
regias generales que se supone pucden aplicarse a todos los casos. EI dano hecho cem ejemplos particulares de sentencias judiciales, como particulares, es mucho menos seria que e1 resultado
obtendo ai desarrollar la nocin de las normas autoritarias; antecedentes y precedentes de que se dispone para juzgar. Elllamado
clasicismo del sigloxvIlI alegaba que los antiguos proporcionaron
modelos ele los cuales podian derivarsc regIas. La intluencia de
esta creencia se extendi de la literatura a otras ramas deI arte.
Reynolds recomendaba a los estudiantes de arte la observancia de
las formas artsticas de los pintores rOlnanos y u111bros, y los pre-
339
tros-. As de hecho alientan la imitacin. Los maestros msrnos generalmente se sujetan a un aprendizaje, pcro cuando maduran incorporan lo aprendido a su propia experiencia individual, visin y
estilo. Son maestros precisamente porque no siguen ni modelos ni
regias, sino que subordinan ambas cosas para servir a la ampliacin de su experiencia personal. Tolstoi habl como un artista
cuando dijo que "nada contribuye tanto a la perversin del arte
como esas autoridades establecidas por la critica". Una vez que un
artista es declarado grande -todas sus obras se consideran admirablcs y dignas de imitacin L..] Toda obra falsa, alabada, es una
puerta por la que se deslizan los hipcritas dcl arte".
Si la crtica judicial no aprende Ieccioncs de modestia de! pasado al que profesa estirnacin, no es por falta de material. Su historia
es en general e1 registro de grandes desatinos. La exposicin conmemorativa de la pintura de Renoir, en Paris, cn el verano de 1933,
fue la ocasin de exhumar algunas de las producciones de la crtica
oficial de cincuenta anos antes. Las afinnaciones varan desde que
las pinturas causan nuseas como las produddas por el mareo de
los barcos, o que son producto de mentes enfennas -una afirmacin favorita- que mezclan a capricho los colores ms violentos,
hasta la asercin de que -son negaciones de todo lo permisible (palabra caracterstica) en la pintura, de todo lo lIamado luz, transparencia y sombra, c1aridad y dibujo-. En 1897, un grupo de acadmicos (siempre los favoritos de la crtica judicial) protestaron contra el
Museo de Luxemburgo por haber aceptado una coleccin de pinturas de Renoir, Czanne y Monet, y uno de cllos afirmo que el Instituto no podia callar en presencia de tal escndalo, como era recibir
una coleccin de locuras, puesto que dieha nstitucin es el guardin de la tradicn, otra idea caracterstica de la crtica judicial.'
Hay, sin embargo, una cierta suavidad de tacto generalmente
asociada a la crtica francesa. Para una dedaracin pronunciada
con rnajestad real, debernos dirigirnos a las exprcsiones de un crtico americano eon ocasin de la exposicin Armory en Nueva
341
Agradecemos este fragmento concreto que hace evidente la falacia que ms que otra, amenaza extraviar y ofuscar completamente a los observadores demasiado confiados. Ir a esta exposicin solicitando Significado.. y "vida. a expensas de los asuntos de tcnica
342
no es simplemente errar la cuestin. es dcspedirla con ambas manos. En arte, los elementos de significado.. y vida.. no existen, hasta que el artista ha dominado los procesos tcnicos con los cuales
puede () no puede tener genio para clarles Csic) el ser.
La falta de limpieza ai dar por hecho que eI autor dei comentario trataba de excluir asuntos de tcnica, es caracterstica de la pretendida crtica judicial, y es significativa porque indica que e! crtico slo pucde pensar en la tcnica cuando se identifica con un
modelo de procedimiento. Y este hechu es profundamente significativo, pues indica la fuente de! fracaso aun de la mejor crtica judicial: su inhabilidad para enfrentarse con la aparicin de nuevos
modos de vida, de experiencias que demandan nuevos modos de
cxpresn, Todos los pintores postimpresionistas (con la excepcin parcial de Czanne) han mostrado en sus prmeras obras que
tenan domnio de la tcnica de los maestros que los preccdieron
inmediatamente. La influencia de Courbet, Delacroix, aun de Ingres, los penetra, pero las tcnicas de estos maestros eran apropadas para exponer viejos ternas. Cuando estos pintores maduraron
tenan nuevas visiones; vieron el mundo en modos a los que fueron insensibles los viejos pintores. Su nucvo asunto reclamaba una
nueva forma. Y en virtud de la relatividad de la tcnica respecto a
la forma, se vieron obligados a experimentar, desarrollando nuevos proccdimienros tcncos.' Un ambiente que ha cambiado fsica y espiritualmente reclama nuevas formas de expresin.
Repito que aqu hemos expuesto el detecto inherente de la
mejor crtica judicial. EI significado mismo de un nuevo movimiento importante en todo arte es que expresa algo nuevo en
la experiencia humana, algn modo nuevo de interaccin de la
criatura viviente con su entorno, y la liberacin de poderes anteriormente agarrotados o inertes. Las manifestaciones de este movmiento no pueden ser juzgadas, correctamente, cuando la forma se identifica con una tcnica ya conocida. A menos que el
crtico sea sensible, primero que nada ai -significado y a la vida
2. Vasc ante, pg. 190.
343
La ineptitud desatinada de la mayor parte de la autodenominada crtica judicial ha provocado una reaccin bacia cl extremo
opuesto. La protesta toma la forma de crtica -impresionisra-. sta
sostiene, de hccho, que la crtica como juicio no es posible, y
asume que cl jucio debe rcemplazarsc por e! enunciado de las
respuestas de! sentimicnto y la imaginacin que provoca el objeto de arte. En teora, aunque no sicmpre en la prctica, tal crtica
reacciona contra la -objetividad- estandarizada de las regias y de
los precedentes establecidos, para llegar ai caos de una subjetividad que carece de control objetivo, y que producira, si fuera seguida lgicamente, una mezcla de impropiedades, cosa que a veces sucede. Jules Lemaitre ha dado una formulacin casi
cannica dei punto de vista ilnpresionista. Dice: "La crtica, cualquiera que sean sus pretensiones, nunca puede ir ms all de definir la impresn, que cn un momento dado nos produce una
obra de arte, en la que el artista mismo ha registrado la imprcsin
que recibi de! mundo en un instante concreto".
EI enunciado comprende una implicacn que, ai hacerse explicita, va ms all de la intencin de la teoria impresionista. Definir una impresin significa mucho ms que cxpresarla simplemente. Las impresiones, efectos cualitativos totales no analticos,
que nos producen las cosas y acontecimientos, son los antecedentes de todos los juicios.> RI comenzo de una nueva idca, que
termina quiz cn un juicio elaborado, despus de una investiga-
344
345
tiempo. Esta implicacin es la falacia fundamental de la critica impresionista. Toda experiencia, aun la que cootiene una conclusin debida a uo largo proceso de investigacn y rcflexin, existe
en un -mornento dado-. Inferir de este hccho que su importanca y
valiclez suo asuntos del momento pasajero, es reducir toda expcriencia a un caleidoscopio movedizo de incidentes sin sentido.
Adems, la comparacin de la actitud de un critico frente a la
obra de arte con la dei artista frente a su asunto, resulta fatal para
la teoria impresionisra. Porque la impresin dcl artista no consiste co
impresiones. consiste co un material objetivo elaborado por medio
de la vsin imaginativa. EI asunto est cargaclo de los significados
que resultar, dei intercambio con e! mundo comn. EI artista en la
ms librc expresin de sus propias respuestas, est bajo fucrtes compulsiones objetivas. La dificultad de gran parte de la crtica, sin la etiqueta impresionista, es que cl crtico no torna una actitud frente a la
obra criticada scmejantc a la que eI artista torna frente a las -impresoncs que ha recibido dei mundo . EI critico puedc caer en impropiedades y dichos arbitrarios mucho ms pronto que e! artista. Todo
desajuste entre el artista y su asunto es rpidamcnte percibido por el
ojo y el oido, mientras que un desajuste similar en el terreno de la crtica puede, ms fcilrnente, pasar desapercibido. La tcndencia dei
crtico a permanecer en un mundo aparte cs rnuy grande en todos
los casos, sin que la sancione ninguna teoria especial.
Si no fuera por los desatinos de la critica judicial, desatinos
que proceden de la teoria que sostiene, dificilmente se hubiera
producido la reaccin de la teoria imprcsionsra. Como la primem
establece nocioncs falsas de los valores y normas objetivos (estndares) fue fcil ai critico impresionista alegar que no hay en absoluto valores objetivos. Como la primera adopta virtualmente una
concepcn de las normas (estndares) externas, que se deriva dei
uso prctico de las normas legalmente definidas, la ltima afirma
que no hay criterios de ninguna espece En su significacin precsa,una norma externa (estndar) no es ambgua, sino una medida
cuantitativa EI metro, como undad de longitud, cl litro, como
medida de una capacidad liquida, son precisas en lo posble mediante definiciones legales. La norma de medida lquida para Gran
346
347
co que cree en un estndar fijo para las obras de arte: -su procedimiento es ir de excursin en busca de palabras y nociones para
apoyar sus demandas, donde quiera que las pueda encontrar; y
tiene que atenerse a los significados que encuentra en las rarezas
y los fines pertenecientes a varios campos y que rene co una
psima doctrina crtica". Y esto, anade con severidad, aunque no
demasiada, es el procedimicnto usual seguido por los crticos lireraros.
la crtica
No obstante, de la ausencia de un objeto exterior determinado, uniforme y pblico, no se sigue que la crtica objetiva de arte
sea imposible, sino que la crtica es juicio y que, como todo juicio, implica una aventura, un elemento hipottico que se aplica a
las cualidades de un objeto, y se ocupa de un objeto individual
que no se presta a comparaciones con cosas diferentes, mediante
una regla externa preestablecida. FI crtico se revela a si mismo
en su crtica por los elementos de aventura que despliega. Vaga
en otro campo y confunde los valores, cuando se aparta del objeto que est juzgando. En ninguna parte son tan odiosas las comparaciones como en las bellas artes.
Se dice que la estimacin se hace respecto a los valores, y se
supone corrientemcnte que la crtica es un proceso de valoracin.
Por supuesta, hay verdad en esta concepcin. No obstante, en la
intcrpretacn corriente dicha verdad va acompanada por un cmulo de equvocos. Despus de todo, nos ocupamos de los valores de un poema, una pieza de teatro, una pintura. Nos damos
cuenta de ellos como cualidades-en-re!aciones-cualitativas. No las
categorizamos como valores. Podemos declarar que una pieza de
teatro es bella o -un asco". Sin embargo, si llamamos valorar a tal
caracterizacin directa, entonces
cosa muy diferente de una jaculatoria directa. La crtica es una investigacin de las propiedades dei objeto, que puedan justificar la
reaccin directa. Y, sin embargo, si la bsqueda es sincera y posee
informacin, no se ocupa de valores, sino de las propiedades objetivas del objeto considerado; si es una pintura, se ocupa de suo
colores, luces, colocaciones, volmenes en 5US mutuas relaciones.
Es una inspeccin. FI crtico, al final, puede o no pronuncarse de-
34R
finitivamente sobre el "valor" total de! objeto. Si as lo hace, su pronunciacin ser ms inteligente que de otro modo, en virtud de
que su estimacin perceptiva ha sido convenientemente instruida.
Sin embargo, cuando resume su juicio del objeto, si es prudente,
debe hacerlo de manera que sea un sumario dei resultado de su
examen objetivo. Se dar cuenta de que su asercin de -bueno- o
-malo- en este o aquel grado es algo cuya bondad o maldad debe
ser verificada por otras personas en su comercio perceptivo directo con e! objeto. Su crtica aparece como un documento social y
puede ser comprobada por otras personas que disponen dei mismo material objetivo. Por lo tanto, si el crtico es sabio, incluso
para pronunciarse acerca de lo bueno y lo mala, de lo grande y lo
pequeno en valor, pondr ms nfasis en los rasgos objetivos que
sostienen su juicio que en los valores, en el sentido de excelencia
o pobreza. Entonces su revisin puedc ser un auxilio para otros
en la experiencia directa, corno el informe sobre un pas ayuda aI
que viaja a travs de l, mientras que los dictados sobre el valor limitan la experiencia personal.
Si no hay estndares para las obras de arte y, por lo tanto,
para la crtica (en e! sentido en que hay estndares para la medicn), hay, sin embargo, criterios de juicio, de manera que la crtica no cae en el terreno dei mero mpresionismo. La dscusin de
la forma en re!acin con la materia, de! significado del medio en
el arte, de la naturaleza de! objeto expresivo. ha sido un intento
de! autor para descubrir alguno de estos criterioso No obstante,
rales criterios no son regias o prescripciones, sino e! resultado de
una aspiracin a descubrir lo que es una obra de arte en la experiencia: el tipo de experiencia que la constituye. Las conc1usiones
hasta donde son vlidas se usan como instrumentos de la experiencia personal, no como dictados sobre lo que debe ser la actitud de todos. Si exponemos lo que una obra de arte es como experiencia, las experiencias particulares de obras particulares de
arte pueden ser ms pertinentes al objeto experimentado, ms
conscientes de su propio contenido e intencin. Esta es todo lo
que puede hacer cualquier criterio; y si estas conclusiones resultaran insuficientes, deheramos entonces establecer mejores crite-
349
rios examinando mejor la naturalcza de las obras de arte en general como modos de la experiencia humana.
350
de arte. El crtico permanecer fuera de ella. Sn embargo, a menos que e! afecto est informado por la ntuicin que produce
una experiencia rica y plena, e! juicio ser unilateral y no se elevar sobre e! nvel de un sentimentalismo rebosante. El saber
debe ser el combustible de! interes ardiente, porque en e! campo
dei arte este intcrcs informado significa para e! critico familiaridad con la tradicin de su arte particular; una familiaridad que es
ms que conocimiento sobre l, puesto que se deriva de la intimidad personal con los objetos que han formado la tradicin. En
este sentido la familiaridad con las obras maestras, y cem las que
lo son menos, es una ..piedra de toque.. de la sensibilidad. aun
cu ando no una dctadora de las estmaciones. Porque las obras
maestras slo pueden ser estimadas crtcamente cuando se colocan en la tradicin a la que pertenecen.
No hay arte en e! que haya solamente una nica tradicin. El
crtico que no se da cuenta intimamente de las tradiciones es lirnitado y sus crticas sern unilaterales hasta la deformadn. Las crticas de la pintura postimpresionista que se han citado, vienen de
personas que pensaban ser expertas en vrtud de una iniciacin
exclusiva en una sola tradicin En las artes plsticas hay la tradicin dei arte negro, de! persa, de! egpcio. de! chino y de! japons,
as corno las tradicioncs dei arte t1orentino y venedano, para mencionar algunas sobresalientes. Es por la falta de! sentido de la variedad de rradiciones por lo que la actitud de diferentes perodos
frente a las obras de arte parece venir por csas nestables variaciones de las modas: la sobreestmacin de Rafae! y de la escuela romana, por cjemplo, a expensas de Tntoretto y de! Greco antes en
baga. La mayor parte de las controversias interminables y estriles
de los crticos que se adhieren exclusivamente al -clasicismo- o ai
..romanticismo.. , tienen la misma fuente. En e! campo dei arte hay
muchas mansiones que los artistas han construido.
A travs del conocirniento de cierta variedad de condiciones,
e! crtico se da cuenta de la gran variedad de materiales que se pueden usar (puesto que se han usado) en e! arte. Se salva dei juicio rpido de que esta o aquella obra es deficiente esteticamente porque
es de una materia no acostUlnbrada y cuando revisa una obra cuya
3')1
ra de 5US obras. La posesin de esta cornprensin ensancha y refina la base sin la cual eI juicio es ciego y arbitrrio. Las palabras
de Czanne sobre la rclacin de los ejcmplares ele la tradicin
con cl artista son aplicables aI crtico.
Sl'-
4_ Mcnrras que los dos elemplos de arte animal son dados prmariamcnrc para
nalar [,1 naruralcza de la .cscncia- co cl arte, tamlun ctcmpltfcan es!os dos mtodos
3')3
354
355
baja hasta la cima de mi comps, y hay mucha msica, una voz excelente en este pequeno rgano. pero no puedes haccrlo hablar.
[Ah', I.t picnsas que es ms fcil tocarme a m que a una flauta?
Es costumbre tratar e1 juicio y las falacias en ntima concxin.
Las dos grandes falacias de la crtica esttica son la reduccin, y la
confusin de categoras. La falacia reductiva provienc de la excesiva simplificacin. Se procluce cuando algn elemento constituyente de la obra de arte se aisla y, entonces, e! todo se reduce a los
trminos de este simple elemento aislado. Algunos ejemplos generales de esta falaoia se han considerado en captulos anteriores:
por ejemplo, en e! aislamiento de la cualidad sensiblc, como e! color Y el tono, de sus relaciones; el aislamiento dei elemento puramente formal; o bien cuando una obra de arte se reducc a los valores exclusivamente representativos. El mismo principio se
aplica cuando se t0111a a la tcnica separadamente de su conexin
con la forma Un ejemplo ms especfico se encuentra en la crtica
hecha desde cl punto de vista histrico, poltico o econmico. No
cabe duda de que el mdio cultural est dentro y fuera de las
obras de arte. Interviene como constituyente genuino, y su reconocimiento cs parte de una discriminacin justa. La suntuosidad
de la aristocracia veneciana y la riqueza comercial son constituventes genuinos de la pintura de Tiziano. Con todo, la falacia de
rcducir sus pinturas a documentos econmicos, C01110 lo o una
vez de un gua -proletario- en e1 Ermtage de Leningrado, es demasiado evidente para requerir una mencin, si no fuera porque es
un caso que a menudo sucede, en modos tan sutiles que no son
fc-ilrnente perceptibles. Por otro lado, la simplicidad y austeridad
religiosas de las estatuas y pinturas francesas dei siglo XII, que provienen de su mcdio cultural, son consideradas, independientemente de las cualidades estrictamente plsticas de los objetos en
cuestn, corno sus cualidades estticas esenciales.
Una forma ms extrema de la falacia reductiva existe cuando
las obras de arte son "explicadas" o "interpretadas" basndose en
los factores que cstn incidentalmente dentro de ellas, La mayor
parte de la llamada "critica" psicoanalitica es de esta naturaleza.
556
Factores que pucden --{) no-- haber desempenado parte en la generacin causal de una obra de arte, son tratados como si explicaran- el contendo esttico de la obra de arte misma. Sin embargo,
sta es lo que es, ya sea que una fijacin paterna o materna, o una
referencia especial a las susceptibilidades de una esposa, entren
en su produccin. Si los factores mencionados son reales y no especulatvos, son relevantes quizs para la biografia, pero completamente impertinentes respecto al carcter de la obra misma. Si
sta tiene defectos, son faltas que deben descubrrse en la construccin del objeto mismo. Si un complejo de Edipo es parte de la
obra de arte, puedc ser descubierto por si mismo. No obstante, la
crtica psicoanaltica no es la nica espcie que cae dentro de esta
falada, que comparece siempre que algn evento ocasional en la
vida dei artista, algn incidente biogrfico, se t<H11a COInO si fuera
una especie de sustituto para apreciar eI poelna resultante."
La otra forma principal en que prevalece este tipo de falacia
reductiva es la llamada crtica sociolgica. Tbe House of Seuen
Gahles de Hawthorne. Walden de Thoreau, los Ensayos de Emerson, Huckleherry Finn de Mark Twain, tienen una relacin indudable cem los entornos respectivos en que se produjeron. La informacin histrica y cultural puede arrojar luz sobre las causas
de su produccin, pero cuando todo esto est dicho y hecho,
cada ohra cs slo lo que es artisticamente, y sus mritos y dernritos estticos estn dentro de ella. EI conocimiento de las condiciones sociales de produccin, cuando es conocimiento renlmente, tiene un valor genuino. Sin embargo, no es un susrituto para la
comprcnsn de! objeto en sus propias cualidades y relaciones.
EI dolor de cabeza, el cansancio de los ojos, la indigestin, pueden haber desempenado parte en la produccin de algunas obras
de literatura; puedcn an dar cuenta, desde el punto de vista causal, de algunas de las cualidades de la literatura producida, pero
el conocimiento de ellas debe considerarse parte del conocimiento mdico de las causas y efectos, no de! juicio de lo producido,
". Marn Schuetze, e-n S\lS Academtc tttusions. da cjcmplos detallados pertinentes a
esta clase de falada y los' muestra como cl caudal circulante de rodas las cscuclas de interprctacn esttica
557
clt.:
aun cuando su c-onocirnlonto induzca una cspccie de piedad 1110ral haca e1 autor, que de otro modo no hubiramos compartido.
As l1egamos a la (ma gran falacia del juicio esttico que, cn
verdad, se mezcla con la falacia reductiva: la confusin de categorias. FI historiador, el fisilogo, el bigrafo y el psiclogo tienen
sus propios problemas y sus propias concepciones directivas que
controlan las investigaciones que emprendcn. Las obras de arte
los proveen de da tos apropiados para la prosccucin de sus investigaciones especiales. FI historiador de la vida griega no puede
construir SlI relacin de la vida griega si no cs tornando en cuenta
los monumentos dei arte grcgo, son tan adecuados y tan preciosos para su propsito, corno las instituciones polticas de Atenas y
Esparta. Las interpretacione.s filosficas de las artes proporcionadas por Platn y Aristteles son documentos indispensables para
cl historiador de la vida intelectual de Atenas. No obstante, cl juicio histrico no cs juicio esttico. Hav catcgoras -es decir, concepciones que controlan la investigacin- apropiadas a la historia y slo producen confuson cuando se usan para controlar la
investigacin en el arte, que tambin ticnc sus propias ideas.
Lo que es cierto acerca de las referencas histricas, lo es tambin acerca de otros modos de tratar cl arte. Existen aspectos matemricos de la escultura y la pintura, as como de la arquitectura. ]ay
Hambidge ha escrito un tratado sobre las matemticas de los vasos
griegos. Se ha escrito una obra ingeniosa sobre los elementos matemticamente formales de la poesa. EI bigrafo de Goethe o Mclville
iria a la deriva si no usara SLIS productos literarios, cuando construvc
un retrato de sus vidas. Los procesos personalcs que acompanaron
la construccin de las obras de arte SOI1 datos preciosos para el estudio de ciertos proccsos mentales, COI110 tambn cl registro de los
proccdimientos usados por los investigadores cientficos, es significativo para eI estudio de las operaciones intelectuales,
La frase -confusin de categorias- suena de modo intelcctualista. Su contrapartida prctica es la confusin de valores." Tanto
6. Hay un captulo significativo coo este ttulo eo La E\jJerienciu
mcycr.
35H
los crticos como los tericos son dados a intentar traducir lo caractersticamente esttico en trminos de algn otro tipo de experiencia, La forma ms comn de esta falada es sostener que cl artista comienza a trabajar cem un material que ya tiene un estado
rcconocido, moral, filosfico, histrico o lo que sea, y que lu ego
lo hace ms paladeable sazonndolo emocionalmente y adornndolo con la imagnacin. Se trata a la obra de arte corno si fuera
una rcedicin de valores ya corrientes en otros campos de la expericncia.
No puede haber duda, por ejemplo, de que los valores religiosos han ejercido una influencia sobre el arte. cas incomparable. Por un largo perodo en la historia europea, las leyendas
hebreas y cristianas forman cl material de todas las artes. Sin e111bargo, este hecho por s mismo no nos dice nada sohre los valores
caractersticamente estticos. La pintura bizantina, rusa, gtica e
italiana primitiva, es toda igualmente religiosa. No obstante, cada
una tiene sus propias cualidadcs estticas. Sin duda que las diferentes formas estn conectadas con las diferencias de pensarniento y prctica religiosos, pero estticamente la influencia de la forma en mosaico es una consideracin ms pertinente. La cuestin
que se implica es relativa a la diferencia entre el material y la materia a que nos hemos referido frecuentcmcntc en dscusiones anteriores. RI mcdo y el efecto son las cuestiones importantes. Por
esta razn obras de arte recientes que no tienen contenido religioso producen un profundo efecro religioso. Me imagino que el arte
majestuoso dei Paraso Perdido ser ms admitido y el poema
ser ledo ms ampliamcnte. cuando esas cuestioncs especficas
de teologa protestante hayan cado en la indiferencia y el olvido.
Y esta opinin no implica que la forma sca independiente de la
matcria, sino que la sustancia artistica no es idntica con e1 tema,
as corno la forma dei Antiguo Marinero no es idntica con la hstoria que es su tema. La mise-en-scneiie la representacin de Milton sobre la accn dramtica de las grandes fuerzas no es por necesidad estticamente difcil, como no lo es la de la Iliada. para el
lector moderno. Hay una diferencia profunda entre el vehculo de
una obra de arte, cl porteador intelectual mediante el cual un ar-
359
1. ..] si la labor de los hombres de cicnca crca alguna vez alguna rcvolucin material directa o ndirccta, en nuextra condicin o en las
mprcsoncs que recibimos habitualmente, el Poeta no podra quedarse ai margen como cn cl presente l...] estar a su lado, llevando
la sensacin a los objetos ele la cicricia misma. Los descubrimientos
ms remotos dei qumico, dei botnico deI gelogo scrn objetos
tan proptos para el arte dcl Poeta C0l110 cualqutera de los que CI11plea, si alguna vez llega la cpoca cn que estas cosas nos sean familiares, y las relaciones bajo las que las contemplan los seguidores
de las ciencias respectivas, llcguen a ser manifiesta y palpablemente tan materialcs para nosotros como los seres que gozan y sufren.
Con todo, la poesa no ser a este respecto una popularizacin
de la ciencia, ni sern sus valores caractersticos los de la ciencia.
Hay crticos que confunden los valores estticos con los valores filosficos, especialmente con los establecidos por los filsofos moralistas. T. S. Eliot, por ejemplo, dice que -la ms verdadera
filosofa es el mejor material para el ms grande de los poetas", e
implica que e! poeta hace ms accesible el contcnido filosfico.
aiadindok cualidades sensibles y emocionales. Lo que sea la "filosofa ms verdadera- es una cuestin en disputa, pero los crticos de esta escuela no carecen, sobre este punto, de convicciones
definidas, por no decir dogmticas. Sin ninguna competencia particular y especial en e! pensamiento filosfico, estn dispuestos a
pronunciar [uicios ex cathedra, porque son los representantes de
alguna concepcin de la relacin de! hombre con e! universo, que
florec en alguna poca pasada. Consideran su restauracin
como esencial a la redencn de la sociedad de su mal estado pre360
IV.
(Trad.
361
palabras, que son ya eI produclo dei arte social y estn ya cargadas con significados morales, eI literato recibe ms a menudo la
influencia de una filosofia, que los artistas que trabajan con un
medio plstico. Santayana es un poeta que es tambn filsofo y
crtico. Adernas, ha enunciado cl criterio que emplea en la crtica,
y el criterio es precisamente lo que muchos crticos no enuncian
y aparentemente no advicrtcn. De Shakespcarc dice: . [...] el cosmos le elude, no parece sentir la necesidad de construir esa idea.
Pinta la vida humana en toda su riqueza y varicdad, pero deja esa
vida sin un marco, co consecuencia, sin un significado- Puesto
que las diversas cscenas y caracteres prescntadas por Shakespcare tienen cada una su propio marco, e1 pasaje evidentemente implica la falta de un marco particular. a saber, el marco csmico total. Lo que supooc esta ausencia no es una cuestn ahierta a la
conjetura; ai contrario, est claramente enunciada. "No hay una
concepcinjijade ninguna fuerza, natural o moral, que domine v
trascienda nuestras energias mortales.. La queja de Santayana eS
por falta de -totalidad... ; y plenitud no es totalidad. "Lo que se requicrc para la totalidad terica no es este o aquel sistema determinado, sino algn sistemaEn contraste con Shakespeare, Homero y Dante, tcnan una
fe que -ha envuelto al mundo de la experiencia en un mundo de
imaginacin en que los ideales de la razon, de la fantasia y del
corazn, tienen una expresin natural", (La cursiva es ma.) Su
punto de vista filosfico est quiz mcjor resumido cn una frase
que escrihe co una crtica sobre Browning: -el valor de la experiencia no est cn la experiencia, sino co los ideales que revela. Y
se dice de Browning que su mtodo es penetrar por simpatia ms
bien que representar mediante la ntelgcnca-, una frase que, podramos suponer, es una admirable dcscripcin de un poeta dramtico, 111s que la crtica adversa que trata de ser.
Hay filosofias y filosofias, como hay tambin criticas y criticas. Hay puntos de vista desde los cuales Shakespeare tiene una
filosofia ms pertinente para la obra de cualquier artista, que la
que sostiene que el ideal de la filosofia, se enclaustrar la experienda y dominar su plenitud variada con un ideal trasceodente que
362
363
las relaciones que mantienen entre si, no un principio antecedente. En el ensayo de Browning sobre Shelley se encuentra algo
que me parece se acerca, hasta donde la crtica pucde acercarse,
a una justa enunciacin de las relaciones entre lo unificado y lo
-total-: entre lo variado y lo mvil, lo "individual" y lo "universal",
as que lo citar extensamente.
364
el proceso inevtable. su misma aurosuflciencia requiera ai fin manifestar su afinidad con algo ms alto- cuando los hechos positivos y en conflicto vueIvan a precpirarsc bajo una ley que los armonice l...] Se encontrar que toda la mala poesia en el mundo (la
poesia reconocida, por sus afinidades) resulta de alguno de los infinitos grados de discrepancia entre los atributos dei alma del poeta, que ocasiona una falta de correspondencia entre su obra y las
variaciones de la naturaleza, y que genera una poesia falsa de cualquier manera, ya que muestra una cosa no como es para la humanidad en general, ni como para eI que la describc en particular,
sino como se supone que es para algn estado irreal y neutral, a
mecHo camino entre ambos y sin valor para ninguno, y que vive su
hreve instante, simplemente por la indolencia dei que lo acepta por
su mcapacidad para denunciar un fraude.
365
puesta cristalcc cn un molde fijo, se torna incapaz de juzgar incluso las cosas a las que le predispone su propensin. Porque todas las cosas dehen verse cn la perspectiva de un mundo multiforme y pleno que contienc una variedad infinita ele otras
cualidades atractivas y de otras maneras de respuesta. Aun los aspectos sorprendentcs dei mundo en que vivimos son marerales
para el arte cu ando se encucntra la forma cn que cstn expresados realmente. Una filosofia de la cxpcricncia, profundamente
sensitiva a las innumerables interacciones que son materia de la
cxpcricncia, es la filosofa de la que cl crtico puede obtener con
mayor seguridad su inspiracin. t.Cmo podra un crtico tener de
otra manera esa sensibilidad para los movimentos variados, que se
dirigcn a la pcrfeccn de diferentes experiencias totaIes, y que le
permiten orientar la percepcin de otros bacia una apreciacin
ms plena y ms ordenada de los contenidos objetivos de las
obras de arte?
Porque el juicio crtico no solamente proviene de la experencia del crtico sobre la materia objetiva, y su validez no depende solamente de esto, sino que su funcin es precisamente
abondar la vivencia de esa misma experiencia en otras personas.
Los juicios cientficos no slo produeen un aumento dei control,
sino que para los que los entienden, anaden significados ms arnplios a las cosas percibidas y consideradas en su dirio contacto
cem el mundo. La funcn de la critica es la reeducacin de la
percepcin de las obras de arte, es un auxiliar en e! proceso difcil de aprender a ver y a oir. El concepto de que su funcin es
apreciar, juzgar, en un sentido legal y moral, obstruye la percepcin de los que estn influidos por esta critica. La funcin moral
de la crtica se realiza indirectamente. EI individuo que ohtiene
una experiencia amplia y acelerada es el que debe apreciar por si
mismo. La manera de ayudarlo es mediante la expansin de su
propia cxperiencia con la obra de arte de la cual es subsidiaria la
crtica. La funcn moral deI arte es eliminar los prejuicios, apartar las escalas que impiden ver, romper los veios de la rutna y la
costumbre, perfeccionar el poder de percibir. El oficio de! crtico
es proseguir esta obra ejecutada por e! objeto de arte. La obstruc-
366
cin que causan aprobaciones, condenas, apreciaciones y c1asificaciones, es un signo de su incapacidad para aprehender y para
convertirse en un factor en el desarrollo de la experiencia personal sincera. Slo captamos la plena importancia de una obra de
arte cuando reproducimos en nuestros propios proeesos vitales
los procesos del artista ai producir la obra, Es el privilegio dei critico participar en la promocin de estos procesos activos. Su condena es que muy a menudo los obstaculiza.
367
369
cen parte dei ambiente, y la interaccn con esta fase del ambientc es el eje de la continuidad en la vida de la civilizacin. Las ordenanzas de la religi6n y el poder de la ley son efcaces cuando se
revisten de pompa, de dignidad y majestad, que son la ohra de la
iInaginaci6n. Si las costurnbres sociales son ms que modos externos uniformes de la accin, es porque estn saturadas por la historia y cl significado transmudo Todo arte es de alguna manera un
medio de esta transmisin, en tanto que sus productos no son parte poco considerahle de la materia saturada.
-La gloria de Grecia y la grandeza de Roma, para muchos de
nosotros, prohahlemente para todos, excepto para eI estudiante
de historia, resume aqucllas civilizaciones; gloria y grandeza sem
estticas. Para todos, excepto para el anticuario, el antiguo Egipto
es sus monumentos, templos y literatura. La continuidad de la cultura en el raso de una civilizacin a otra, as C01no dentro de la cultura, est condicionada por el arte ms que por cualquicra otra
cosa. Troya vive para nosotros solamente en la poesia y co los objetos de arte que se han recuperado de sus ruinas. La civilizaci6n
minoana e.s ahora sus productos de arte. Los dioses y los ritos paganos pasaron y se han ido y, sin embargo, perduran en el incienso,
las luces, el vestuario y los dias de fiesta dei presente. Si cl alfabeto
posiblemente urdido para facilitar las transacciones comerciales no
se hubiera desarrallado como literatura seria an una dotacin tcnica, y nosotros podramos vivir en una cultura apenas ms elevada que la de nuestros antepasados salvajes. Sin los ritos y ceremomas de la pantomima y la danza, y dei drama que se desarroll a
partir de esta, de la danza, el canto y los instrumentos musicales
acompanantes. de los utensilios y artculos de la vida diaria hechos
de acuerdo con modelos, y estampados con las insignias de la vida
comunal semejantes a los que se manifiestan co otras artes, los incidentes dei pasado lejano estarian ahora hundidos en el olvido.
No pretendo aqu ms que sugerir a grandes rasgos la funcin
ele las artes cn las ms viejas civilizaciones. No obstante, las artes
con las cuales los pueblos primitivos conrnemoraban y transmtan
costumbres e instituciones, artes que eran cornunales, son las
fuentes de las que se han desarrollado las bellas artes. Los modelos
370
caractersticos de armas, tapetes, cohijas, canastas y jarros eran signos de la unin tribal. Ahora el antroplogo se detiene en eI motivo grabada en un bastn o pintado en una taza para determinar su
origen. El rito y la ccremonia, as COI110 la 1cyenda, ligaban lo vivo
y lo muerto en una camaradera comn. Eran estticos, pero ms
que estticos. Los ritos de lamentacin expresaban ms que la
pena; las elanzas guerreras y de la cosecha eran ms que una acumulacin de la energa para tareas que deban ejecutarse; la magia
era ms que una manera de dominar las fuerzas de la naturaleza,
para hacer la ofrenda dei hombre; las fiesras eran ms que una satisfacci6n dei hamhre. Cada uno de estas modos cornunales de actvdad unia lo prctico, lo social y lo educativo en un todo integral
con forma esttica. Introducan los valores sociales en la experiencia, de la manera 111s impresionante. Conectaban las cosas francamente importantes y francamente hechas con la vida sustaneial de
la comunidacl. FI arte estaba en ellas, porque estas actividades se
conformaban a las nccesidades y condiciones de la ms intensa expcrienca, ms prontamente comprendida y recordada ms largo
tiempo. Pero eran ms que arte, aun cuando su propiedad esttica
era uhicua.
En Atenas, que consideramos COI110 el hogar por excelencia
de la poesia pica y lirica, de las artes dei drama, de la arquitectura y la escultura, la idea dei arte por eI arte no se habra comprendido como ya he observado. La aspereza de Platn hacia Homero y lIesodo, parece dura, pera eran los maestros morales del
pueblo. Sus ataques a los poetas eran como los de algunos criticas dei presente contra partes de las escrituras cristianas, por la
mala influencia moral que se atribuye a ellas. La exigencia de Plato de censurar la poesa y la msica es un tributo a la influencia
social y aun poltica ejercida por aquellas artes. EI drama se representaba en dias santos y la asstencia tena el carcter de un
acto de culto cvico. La arquitectura en todas sus formas significativas era pblica, no domstica, 11111cho menos consagrada a la industria, a la hanca o aI comercio.
La decadencia dei arte en el perodo alejandrino, su degeneracin en pobres ilnitaciones de los 1110delos arcaicos, es uo signo
371
1. Citado de [In prefacio a la moral. de Lppmann, pg. 98. EI texto dei capitulo de
donde se cita el pasa]e da cjernplos de regias especficas que regulaban la obra dei pintor.
La dscusn entre -artc- y -sustanca- cs semejaruc a la de algunos adeptos a la dctadura
proletria dei arte, entre tcnica y artcsana que pcrtenecc al artista, y el asunto dictado
por las ncccstdades de la -linea dcl partido" para mpuisar la causa. Se csrablece un doble
csrndar. Hav literatura que es buena o mala como smple literatura, y literatura que es
bucna ()
de acuerdo con su refercnca a la revolucn econmca y poltica,
373
forma en eI arte. La utilizacin de la sustancia de los asuntos bblicos y de las vidas de los santos para representar las escenas de
la mitologia griega y luego los espectculos de la vida contempornea, que eran socialmente impresionantcs, fue un hecho que se
sigu inevitablemcnre.?
Estas ohservaciones pretendeu sirnplemente ser una ilustracin escueta del hecho de que toda cultura tiene su propia individualidad colectiva. Como la individualidad de la persona, de la
que proviene la obra de arte, esta individualidad colectiva deja su
impresin indeleble en cl arte que produce. Frases tales como d
arte de las islas de los Mares dei Sur, de los ndios norteamericanos, de los negros, chinos, cretenses, egipcios, griegos, o trminos corno helenstico, bizantino, musulmn, gtco, renacentista,
tienen en eI arte una significacim verdica. EI hecho innegable de
un origen y un valor cultural colectivo de las obras ilustra cl hecho, previamente mencionado, de que el arte es un estilo en la
experiencia, ms que una entidad en s mismo, Sin embargo, una
reciente escucla de pensamiento ha planteado un problema sobre este asunto. Puesto que no podemos reproducir de hecho la
experiencia de un pueblo remoto en eI tiempo y extrano en cultura, se discute que podamos tener una apreciacin genuina del
arte que produce. An se afirma dei arte griego que la actitud helnica hacia la vicia y el mundo era tan diferente de la nuestra,
que el producto artstico de la cultura griega debe ser estticamente un lihro sellado para nosotros.
En parte ya se ha dado una respuesta a este debate. Sin duda
es cierto que la experiencia total de los griegos en presencia, digamos, de la arquitectura, la estatuaria y la pintura est lejos de ser
idntica a la nuestra. Las formas de su cultura fueron rransitorias.
no existen ahora, y esas formas tomaron cuerpo en su experiencia
de las obras de arte. Pero la experiencia es la interaccin dei producto artstico con el yo. Por consiguiente, no es dos veces igual para di-
374
375
376
377
378
379
mero intercamhio. A fin de justificar la continuidad, los historiadores han apelado con frecuencia a un mtodo falsamente llamado "gentico", cuando no hay autntica gnesis, pucsto que todo
se resuelve en funcin de lo que le precede. Con todo, la civilizacin y el arte egipcios no eran slo una preparacin para los griegos, ni el pensamiento y el arte griegos eran simples versiones repetidas de las civilizaciones de las que lihremente tomaron
elementos. Cada cultura tiene su propia individualidad y un modo especifico de relacin que liga sus partes entre si.
Sin emhargo, cuando el arte de otra cultura penetra en las actitudes que determinan nuestra experiencia, se produce una continuidad genuina. No por esto pierde su individualidad nuestra
propia experiencia, sino que incorpora y conecta elementos que
extienden su signifcacn. Se crea una comunidad y continuidad
que no existe fsicamente. EI intento de establecer la continuidad por mtodos que resuelven una serie de acontecimientos y
de instituciones en las precedentes en el tiempo, est destinado
aI fracaso. Slo una expansin de la experiencia que absorhe en
s misma los valores experimentados en virtud de actitudes vitales, distintas de las de nuestro propio amhiente humano, disuelve
el efecto de la discontinuidad.
EI problema en cuestin no es distinto deI que padecemos diariamente en el esfuerzo de entender a otra persona con la que nos
relacionamos habitualmente, Toda amistad es una solucin del
prohlema. La amistad y el afecto intimo no son el resultado de la informacin sobre la otra persona, aun cuando el conocimiento pueda impulsar su formacin. Slo sucede esto cuando el conocimiento se convierte en una parte integrante de la empata a travs de la
imaginacin, slo cuando los deseos y aspiraciones, los intereses y
modos de respuesta dei otro se hacen una expansin de nuestro
propio ser, podemos entenderlo. Aprendemos a ver con sus ojos, a
or con sus odos, y sus resultados proporcionan verdadera ensenanza, porque se construyen dentro de nuestra propia estructura.
Encuentro que incluso el diccionario evita definir el trmino "civilizacn-, Define la civilizacin como el estado de ser civilizado, y
"civilizado como "serco un estado de civilzacn-. Sin embargo, el
380
381
se corno un fenrneno nico. Es una manifestacin de la incoherencia de nuestra civilizacin producda por nuevas fuerzas, tan
nuevas que las actitudes que les pertenecen y las consecuencias
que resultan de ellas no se han incorporado y digerido como elementos integrales de la expcricnca.
La ciencia ha trado una conccpcin radicalmente nueva de
la naturaleza fsica y de nuestra relacn con ella. Esta nueva concepcin queda aI margen de la concepcin dei mundo y deI
hombre que heredamos dei pasado, especialmente de la tradicn cristiana a travs de la cual se ha formado la imaginacin social tipicamente europea. Las cosas dei mundo fsico y dei reino
moral han quedado separadas, rnientras que la tradicin griega y
la de la Edad Media las mantenan en ntima unin, aun cuando
fuera una unin realizada por diferentes medios en ambos perodos. La oposicin que ahora existe entre los elementos espirituales e deales de nuestra hercncia histrica y la estructura de la naturaleza fsica descubierta por la ciencia, es la ltima fuente de los
dualismos formulados por la filosofia desde Descartes y Locke.
Estas formulaciones a Sl1 vez reflejan un conflcto aetivo por doquier en la moderna civilizacin, Desde cierto punto de vista, el
problema de recobrar un lugar orgnico para eI arte en la civilizacin, es como eI problema de reorganizar nuestra herencia dei
pasado y las visiones dei conociInicnto presente en una unn
imaginativa eoherente e integrada.
El problema es tan agudo y tan ampliamente influyentc que
cualquier solucin propuesta es una antcpacn, que en el mejor de los casos slo puede realizarse en eI curso de los acontecimientos. El mtodo cientfico COIno se practica ahora es demasiado nuevo para que se naturalice en la experiencia. Pasar largo
tiempo antes de que se hunda en eI subsuelo de la mente hasta
convertirse en una parte integra de una creencia y actitud ampliamente compartida. Hasta que eso suceda, tanto el mtodo corno
las conc1usiones permanecern COIno exclusivo de expertos especializados y ejercern su influencia general slo por medio dei
impacto externo y I11s o menos desintegrante sobre las creencias
y por su aplicacin prctica igualmente externa. Con todo, inclu-
3HZ
3H3
3H4
tempornea, sem despus de todo, algo ms que objetos meramente difusos e inconexos. Suo los frutos de una nueva vsin.'
Supongo que a lo largo dei tiernpo gran porcin de! 'arte' ha
sido trivial y anecdtico. La mano dei tiempo ha barrido mucho
de este arte, mientras que en una exposicin hoy dia nos encontramos con l en masa. Sin embargo, la ampliacin de la pintura
y otras artes cem eI objeto de incluir una materia considerada antes como demasiado comn o fuera de sitio para merecer reconocimiento artstico, es una ganancia a conservar. Esta ampliacin
no es directamente e1 efecto de la elevacin de la ciencia, pero es
un producto de las mismas condiciones que condujeron a la revolucin en los procedimientos cientficos.
La confusin e incoherencia tal como existe en el arte de
hoy da es la manifestacin de la ruptura del consenso de las
creencias. Una integracin mayor de la materia y la forma de las
artes depende, consecuentemente, de un cambio general de la
cultura en las actitudes consideradas incuestionables como base
de la civilizacin, y que forman e! subsuelo de las creencias y esfuerzos conscientes. Una cosa es segura: la unidad no puede ser
lograda predicando la necesidad de volver aI pasado. La ciencia
est aqui y una nueva integracin debe tenerla en cuenta e incluirla.
La presencia ms directa y extendida de la ciencia en la civilizacin presente se encuentra en sus aplicaciones en e1 campo de la
industria. Aqui encontramos un problema ms serio que en el caso
de la ciencia misma, concerniente a la relacin dei arte cem la civilizacin presente y su visin. El divorcio de lo til y e! arte bello significa mucho ms que e! apartamiento de la ciencia de las tradiciones deI pasado. La diferencia entre ellas no fue instituida en los
385
386
para un buen funconamiento de las mquinas, es intrnsccarncnte agradable la percepcn. Si uno compara los productos comerciales dei presente con los de hace vcinte anos, se sorprende de la
gran ventaja en forma y coloro EI cambio de los vcios carros Pullman con sus ornamentaciones tontas y engorrosas, a los carros de
acero de! presente, es tpico de lo que quiero decir. La arqutectura externa de los apartamentos de la ciudad sigue parccindose a
los cajoncs, pero interiormente hay casi una revolucin esttica
en su mejor adaptacn a las nccesidades.
Una consideracn ms importante es que el ambiente industrial opera creanc.lo esa expericncia 111s amplia, en la que los produetos particulares se adaptan de tal manera que obtenen una
cualidad esttica. Naturalmente, esta ohservacin no se refiere a la
destruccin de las bellezas naturales de! paisaje por feas fbricas y
sus alredcdores ennegrecdos, ni a las callejue!as de la ciudad que
han surgido ai despertar la produccn mecnica. Quiero decr que
los hbitos de la vista como medio de percepcin se han alterado
lentamente, aI acostumbrarse a las formas tpicas de los productos
industriales y a los objetos urbanos distintos de los de la vida rural.
Los colores y los planos a que responde habitualmente el organismo, desarrollan un nuevo material de inters. EI arroyo que corre,
el prado verde, las formas asociadas con un ambiente rural, estn
perdicndo su lugar como material primrio de la experiencia. AI
menos una parte dei cambio de actitud de los ltimos anos, hacia
las figuras -modernistas- en la pintura, es e! resultado de dicho
cambio. Incluso los objetos dei paisaje naturalllegan a ser -apercibidos- en trminos de las relaciones espaciales caractersticas de
los objetos cuyo dibujo se dcbe a los modos mecncos de produccin; edifcios. mohiliario, ropa. Dentro de una cxperienca saturada con estos valores, los objetos con sus propias adaptaciones
funcionales internas se adaptarn de tal manera que produzcan resultados estticos.
No obstante, puesto que el organismo apetece naturalmente
e! material de la experiencia para su satisfaccin, y puesto que e!
ambiente que el hombre ha creado bajo la influencia de la ndustria moderna. proporciona menos satisfaccin y Ins repulsin
387
que e! de cualquier poca anterior, hay evidentemente un problema que est an sin resolver. La apetencia dei organismo para obtener satisfaccin a travs de los ojos es apenas menor que 5U impulso urgente de alimentacin. En efecto, muchos campesinos
ponen mayor cuidado en cultivar una planta con flores que en
producir verduras para su alimentacin. Debe haber fuerzas activas que afectan a los medos mecnicos de produccin, y que SOO,
no obstante, extranas a la operacin de la mquina misma, Naturalmente, estas fuerzas se encuentran en e1 sistema econmico de
produccin para la ganancia privada.
EI problema de! trabajo y dei empleo del que tenemos una
conciencia tan viva no puede ser resue!to por simples cambios
de salario, horas de trabajo y condiciones sanitarias. Ninguna 50lucin permanente es posble excepto mediante una radical alteracin social, que afecte el grado y la clase de participacin dei
trabajador en su produccin y la disposicin social de las mercancias que produce. Slo un cambio tal modificar seriamente el
contenido de la experiencia en que entra la creacin de objetos
de uso. Y esta modificacin de la naturaleza de la experiencia es
el elemento finalmente determinante en la cualidad esttica de la
experiencia de las cosas producidas. La idea de que el problema
bsico puede resolverse simplemente aumentando las horas de
ocio es absurda. Tal idea conserva la vieja divisin dualista entre
trabajo y ocio.
La cuestin importante es un cambio que reduzca la fuerza
de la prcsin externa y aumente el sentido de la libertad e inters
personal en las operaciones de produccin. El control oligrquico desde fuera de los procesos y los productos dei trabajo, es la
fuerza principal que impide ai trabajador tener ese inters intimo
por lo que hace, que es un prerrequisito esencial para la satisfaccin esttica. No hay nada en la naturaleza de la produccin mecnica per se que sea un obstculo insuperable para que e! trabajador tenga la conciencia dcl significado de lo que hace y e! goce
de las satisfacciones de la camaradera y e! trabajo til bien hecho. Las condiciones psicolgicas que resultan de! control privado de! trabajo de otros hornbres en favor de la ganancia privada,
388
389
390
Las teorias que atribuyen un efecto e intencin moral directos ai arte fallan porque no toman en cuenta la civilzacin colectiva, que es e! contexto en el que las obras de arte se producen y
se gozan. No diria que tienden a tratar las obras de arte como una
especie de fbulas de Esopo sublimadas, pera todas tienden a extraer de su lnedio a las obras particulares, consideradas como especialmente edificantes, y a pensar la funcin moral de! arte eo
trminos de una relacin estrictamente personal entre determinadas obras selectas y los indivduos particulares. Toda su concepcn de la moral es tan individualista que pierden e! sentido de la
manera eon que el arte ejerce su funcin humana.
391
393
ferenca a la ala banza y a la censura en su preocupacin por la experiencia imaginativa. constituye el ncleo de la potencia moral
dei arte. De sta procede su poder de [iberacin y unificacin.
xhelley dijo: "EI gran secreto de la moral cs e! amor, o el salir
de nuestra naturaleza para identificamos cem lo be110 que existe
en cl pensamiento, la accin o la persona, que no es la nuestra.
Para que un hombrc sca bueno con grandeza dcbe imaginar intensa y comprensivamentl>. Lo que es cierto de los indivduos es
cierto de todo el sistema de la moral en el pensamiento y en la
accin. Mientras que la percepcin de la unin de 10 posible con
lo actualizado en una obra de at1e es un gran hen, el bicn no termina con la ocasin nmediata y particular en que se rene. La
unin presente en la percepcin persiste en la reelaboracin de
la impulsin y dei pensarnicnto. Las primeras insinuaciones de
amplios y grandes cambias de direccin en e! deseo y e! propsito son por necesidad imaginativas. El arte es un modo de prcdiccin que no se encuentra en planos y estadsticas y que insina
posibilidades de relaciones humanas que no se encucntran cn reglas y preccptos, admonicioncs y administraciones.
.En cl arte. el hombre no habla con sabduria a otro hombre/ sino slo ;1 la humandacl, c! arte puedc <leeir una verdad / oblcuamcnre, suscitJf una prctica que alimenta1':1 ai
395
'ir
397
)9,
305, 323,
398
Darwin, 175
Daumier, 212
"decoro y -propicdad-, 224
Degas, 201, 212
Deiacroix, 15(" 163,226,319
Descartes y Locke, 3H2
designio, 151, 136
desnudo, el, y lo pornogrfico,
IOK, 201
2'56
destreza rrnk-a,
vase tcnica
Dewey, john, 155n, 307n, 361n
Dielerot, 91, 212, 292
discriminacin, 170
disociac-n. en cl arte, 282
dtspostcioncs motoras, 110, 115
Durero,32
399
Guardi, 145
Guercino, 160
hacer y padecer, 51-58, 59-65
vase interaccin
Hambidge, jay, 358
Hamlet, 355
Hazlitt, William, 319
Hegel, 171, 326
Hesodo, 371
historia natural de la forma, 151-182
holandesa, escuela, 265
hombre y naturaleza, 305-306
Housman, 212, 243
Hudson, W. H., 32, 140
Hulme, T. E., 87, 375-376
Ibsen, 212
ideales y material, 20, 32, 272273, 328
iglesia catlica, 372, 373
ilusin en el arte, 226-227, 310313
i1usin, teoria de la, 310-313
imaginacin, 300-304, 307-310
imitacin, 8, 320
vase representacin
impulso, 67, 289
individualizacin, 77 y sigs., 93,
228-233, 313, 320, 325
industrialismo en el arte, 10, 11,
Lucrecio, 326
Lucy Grav (Wordsworth), 148
Luxemburgo, museo de, 341
401
Molire, 270
Mone!,342
moral, 23, 25, 29-30, 45-46
funcin dei arte, 389-394
movimiento en la experiencia directa, 233
Murillo, 103
Murray, Gilbert. 329
museo de arte, 7-10
msica, H, H4, 17H-179, 251, 266269, 331
musicales, formas, 257
Notre Dame, 62
ca, 277
-punullismo-,
Rafael. 195
razn, 38, 28(),
oase tnrc-ligenr-ia e inteligibilidali
Pura, 2HS
receptividad, 61,174-175
roconciliacin-, significado de la,
210
reconocimiento, 27, 60, 128, 293
rccurrcncia esttica, 191 y sigs.
reflcxin, 16, HO, 128,228,330
regias y asunto, 254
miento, 23
religiosas, pinturas, 3S9
religioso, xcntimicnto, 220
sentimiento, 234
uase emociones
serenidad en el arte, 181
Shakespcarc. 38, 139, 161, lHO,
215,232
sbape, y forma, 115, 12H Ysigs,
Shellcy, 124, 526, 393-395
smbolos, 34, 95, 169
simetria
sobrenatural, 34
sociales, condiciones, y arte, 33 y
403
404
Tintern, Abadia, 96
Tintoretto, 104, 160,351-353
Tiziano, 104, 126, 144, 160, 201,
236, 356
Tolstoi, 118, 214, 225
tradicin, 180, 300, 350-353, 382
tragedia, 108-109
umbrios y romanos, pintores,
339-340
unidad, 42,180-181,207
Utrillo, 331
valores, 348-349
estticos, inmediatez de los,
133-134, 330-331
transferidos, 133, 253
Van Eyck, 236
VanGogh,80, 82, 97, 342
variacin, 189-192, 365
variedad, 26
Velzquez, 144
veneciana, escuela, 160, 212, 232
Verdad, y el Bien, 285
Victoria alada, 264
148,
(Keats),
LISTA DE lLUSTRACIONES
Poundation).
Escultura negra (Barnes Foundation).
405