Sobre Edmund Burke en Su Texto de Estética
Sobre Edmund Burke en Su Texto de Estética
Sobre Edmund Burke en Su Texto de Estética
La manera adecuada de transmitir las afecciones de la mente es el uso de las palabras; hay una gran
insuficiencia en todos los dems medios de comunicacin; y est tan lejos de ser absolutamente
necesaria una claridad de las imgenes para ejercer una influencia sobre las pasiones, que se puede
actuar considerablemente sobre ellas sin presentar ninguna imagen, slo con ciertos sonidos adaptados
para este fin. p.44-45
Las ideas de eternidad e infinidad se encuentran entre aquellas que ms nos afectan; y, sin embargo, tal
vez no haya nada que entendamos realmente tan poco como la infinidad y la eternidad. p.45
Aparte de aquellas cosas que sugieren directamente la idea de peligro y aquellas que producen un
efecto similar de una causa mecnica, no conozco nada sublime que no sea alguna modificacin del
poder. p. 48
La privacin
Todas las privaciones generales son grandes, porque todas son terribles; la Vacuidad, la Oscuridad, la
Soledad, y el Silencio. p.52
Otra fuente de lo sublime es la infinidad; si sta no pertenece ms bien a lo ltimo La infinidad tiene
una tendencia a llenar la mente con aquella especie de horror delicioso que es el efecto ms genuino y
la prueba ms verdadera de lo sublime. p.54
siempre que repetimos una idea, la mente, por una especie de mecanismo, la repite hasta mucho
despus que la primera causa ha cesado de operar. p.54
Colocad un nmero de seales uniformes y equidistantes, en esta lnea, y stas causarn el mismo
engao, pareciendo multiplicadas sin fin. p.55
Este es el motivo por el cual, con mucha frecuencia, los locos permanecen das y noches enteros, en
algunos casos, aos enteros, repitiendo constantemente algunas observaciones, quejas o cancin, que,
habiendo impresionado poderosamente su desordenada imaginacin al principio de su frenes, cada
repeticin la refuerza con nueva fuerza; y la prisa de sus espritus, no detenidos por el freno de la razn,
contina hasta el final de sus vidas. p.55
Una rpida transicin de la luz a la oscuridad, o de la oscuridad a la luz, tiene, sin embargo, un efecto
mayor. Pero la oscuridad es ms capaz de producir ideas sublimes que la luz. p.60
As dos ideas tan opuestas como se pueden imaginar reconciliadas en sus respectivos extremos; y
ambas, pese a su naturaleza opuesta, compiten el la produccin de lo sublime. Y ste no es el nico
ejemplo, en que los extremos opuestos actan igualmente a favor de lo sublime, que aborrece la
mediocridad en todas las cosas. p.55
Los colores vivos o alegres (salvo tal vez un rojo fuerte que es alegre) no son indicados para producir
grandes imgenes. p.61
Una montaa inmensa cubierta con csped verde resplandeciente no se puede comparar en este aspecto
con una oscura y lbrega; un cielo nublado es ms grandioso que uno azul; y la noche es ms sublime y
solemne que el da. p.61
Slo observar que ni los olores ni los gustos pueden producir una gran sensacin, salvo olores
penetrantes y hedores intolerables. 64
Las cosas terribles siempre son grandes; pero, cuando las cosas poseen cualidades desagradables, o
tales como las que efectivamente tienen algn grado de peligro, pero de un peligro fcilmente
superable, son meramente odiosas, como los sapos y las araas. p.65
Por belleza, entiendo aquella cualidad o aquellas cualidades de los cuerpos, por las que stos causan
amor o alguna pasin parecida a l. p.67
Puede que sintamos un fuerte deseo por una mujer no especialmente bella; mientras la mayor belleza en
hombres u otros animales, aunque cause amor, puede que no excite para nada el deseo. p. 67
Lo que muestra que la belleza, y la pasin causada por la belleza, que llamo amor, es diferente del
deseo, aunque el deseo puede actuar a veces al mismo tiempo que aquella; pero a esta ltima debemos
atribuir aquella pasiones violentas y tempestuosas, y las consiguientes emociones del cuerpo que
acompaan lo que se denomina amor, en algunas de sus acepciones ordinarias, y no a los efectos de la
belleza meramente como tal. p.67
El cisne, reconocido como un ave hermosa, tiene un cuello mas largo que el resto de su cuerpo, pero
una cola muy corta: es sta una bella proporcin? p.70
Se dice que la idea de utilidad, o de una parte bien adaptada para responder a su objeto, es la causa de
la belleza, o efectivamente a belleza misma. Si no fuera por pensar esto, habra sido imposible que la
doctrina de la proporcin hubiera mantenido su vigencia durante mucho tiempo; p.77
La belleza es una cosa que afecta demasiado para no depender de algunas cualidades positivas. Y, en la
medida en que no es hija de nuestra razn, por cuanto nos sorprende sin ninguna referencia a su uso, e
incluso cuando no se puede discernir ningn uso, por cuanto el orden y mtodo de la naturaleza
generalmente es muy diferente de nuestras medidas y proporciones, debemos concluir que la belleza es,
en su mayor parte, alguna cualidad de los cuerpos que acta mecnicamente sobre la mente humana
mediante la intervencin de los sentidos. Por consiguiente, debemos considerar atentamente, de qu
manera se hallan dispuestas aquellas cualidades sensitivas, en cosas como las que encontramos bellas
mediante la experiencia, o que excitan en nosotros la pasin del amor, o algn afecto correspondiente.
p. 83-84
En efecto, son ideas de naturaleza muy diferente, ya que una se funda en el dolor, y la otra en el placer;
y por mucho que despus varen con respecto a la naturaleza directa de sus causas, estas causas siguen
manteniendo una distincin eterna entre ellas, una distincin que nunca ha de ser olvidada por nada
cuya funcin sea afectar las pasiones. p.94
No pretendo poder explicar, por qu ciertas afecciones del cuerpo producen semejante emocin de la
mente, diferenciada, y no otras; o por qu el cuerpo se ve afectado por la mente, o la mente por el
cuerpo. Si pensamos un poco, nos daremos cuenta de que esto es imposible. p.95
Es probable que no slo las partes inferiores del alma, como se llama a las pasiones, sino el propio
entendimiento, hagan uso de algunos instrumentos corporales finos al actuar, pese a que puede ser
difcil saber cules son y dnde estn. p. 100
En todos estos casos, si el dolor y el terror se modifican de tal modo que no son realmente nocivos; si el
dolor no conduce a la violencia, y el terror no acarrea la destruccin d la persona, en la medida en que
estas emociones alejan las partes, sean finas o toscas, de un estorbo peligroso y perturbador, son
capaces de producir deleite; no placer, sino una especie de horror delicioso, una especie de tranquilidad
con un matiz de terror; que, por su pertenencia a la autoconservacin, es una de las pasiones ms
fuertes de todas. Su objeto es lo sublime. Llamo asombro al grado ms alto; los grados inferiores son
pavor, reverencia y respeto, que, a travs de la etimologa de las palabras se ve de qu raz derivan y
cmo permanecen diferenciadas del placer positivo. p.101
Un modo de terror o dolor siempre es la causa de lo sublime. Por cuanto al terror o al peligro asociado,
creo que basta la explicacin precedente. Pero se requerir ms atencin para mostrar, que tales
ejemplos, como los que he dado de lo sublime en al segunda parte, son capaces de producir un modo de
dolor, de estar as aliados al terror, y de ser explicados por la base de los mismos principios. Y, primero,
se tratar de los objetos grandes en cuanto a sus dimensiones. Me refiero a los objetos visuales. p. 101