Enfoques de Educación Sexual
Enfoques de Educación Sexual
Enfoques de Educación Sexual
la propuesta de la ESI
Estimados/as colegas:
Durante estas semanas estuvimos presentndonos en el primer Foro. Ello nos ha
permitido conocernos un poco ms en cada aula. Iniciamos as un ritmo de
intercambio que nos tendr comunicados/as entre mensajes, noticias, clases, foros,
lecturas y reflexiones.
La primera que nos interesa desarrollar hace parte a lo que cada uno y cada una de
nosotros/as hemos atravesado como estudiantes y tal vez como docentes-, ya sea
de modo explcito o implcito: los distintos enfoques sobre la educacin sexual,
anclados en distintas conceptualizaciones sobre la sexualidad.
El propsito de esta clase es analizar miradas sobre la sexualidad ligadas al mbito
educativo, es decir, articuladas con enfoques pedaggicos. No son solamente o
exclusivamente escolares: no pensamos a la escuela como una isla.
Consideramos que stas forman parte de una matriz social que junto con otras
instituciones e instancias morales, polticas, religiosas, sanitarias, producen efectos
en cada uno/a de nosotros/as, muchos de ellos referidos a cmo construimos
nuestra identidad, cmo nos percibimos varn o mujer, cmo vamos desarrollando
nuestra autoestima y cmo se nos acompaa en ese proceso.
Introduccin
Cuando se debata la ley de ESI N 26.150 en 2006, actores sociales de diversos
sectores de poder, como algunos representantes de confesiones religiosas,
plantearon sus puntos de vista, tanto en el debate pblico como en el
parlamentario. Algunos actores se oponan a la aprobacin de la ley, porque
pensaban que ensear educacin sexual a los/as nios/as del jardn de infantes, o a
las nias de la escuela primaria, era como una especie de corrupcin de la
inocencia infantil. Si nos preguntamos qu idea tenan esas personas sobre la
sexualidad?, diramos que pensaban que la sexualidad era slo acto sexual,
relacin genital, reproduccin. Y as, en todo caso, los nicos con derecho a
tener educacin sexual seran los/as adolescentes de la secundaria, porque ah es
cuando aparece el despertar sexual, las hormonas, y hay que hacer algo con
ese problema. Esa idea de sexualidad se corresponda con una pedagoga
supuesta: que los nios y las nias aprenden desde un estado de pureza a un
estado de corrupcin del que hay que salvarlos/as, y que la enseanza deba
plantearse exclusivamente segn esos ritmos hormonales o biolgicos. Adems,
haba all otro supuesto: la idea de que los/as nios/as le dan el mismo significado
a las palabras que utilizamos los/as adultos/as, palabras como sexo, acto
sexual, u otras como amor y amar. Es un hecho ya desmitificado por la
investigacin sociolgica y pedaggica: decir sexualidad no significa lo mismo
para todos/as.
En el debate parlamentario otro eje central gir en torno a definir quines son los
actores legtimos para elaborar los contenidos mnimos obligatorios de la ESI: por
un lado, algunos/as consideraban a la educacin sexual como derecho social y
del orden pblico, que deba ser garantizado por el Estado; otros/as, mientras
tanto, argumentaban que al formar parte de la esfera privada de los/as
ciudadanos/as, el Estado no deba tener ningn tipo de injerencia en su
elaboracin, quedando dicha responsabilidad a cargo de las familias. La resolucin
de la ley de ESI consensu la discusin a travs de la definicin de integralidad de
la educacin sexual -como veremos no lo reduce a un slo aspecto o dimensin- y
del enfoque de derechos, que plantea que: Todos los educandos tienen derecho a
recibir educacin sexual integral en los establecimientos educativos pblicos, de
gestin estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad
Autnoma de Buenos Aires y municipal, es decir, que es un derecho de nios/as y
adolescentes, y que como docentes debemos garantizarlo.
Los/as invitamos a ver el siguiente video, Educacin sexual
integral: sexualidad y escuela, para reflexionar luego con las
preguntas:
Qu ideas sobre la sexualidad estuvieron presentes en nuestro
recorrido por el jardn de infantes, la primaria, la secundaria, y
ahora en la formacin docente? Cul, nos parece, es la idea de
sexualidad que predomina en nuestra escuela? Qu enfoque de
educacin sexual se relaciona con la concepcin de sexualidad que
aparece en el video?
Disponible en: www.youtube.com/watch?v=Qj3Izfi8zRQ
Lectura sugerida: les proponemos leer el siguiente documento, que viene del
campo de estudios sobre la salud comunitaria, para profundizar la reflexin sobre
las diferencias entre prevencin y promocin. Dina Czeresnia: El concepto de salud
y la diferencia entre prevencin y promocin.
La promocin de la Salud
Las personas involucradas como sujetos de derecho
La atencin a lo complejo del hecho educativo
Finalmente, la integralidad del enfoque de la ESI y sus implicancias
A. La Promocin de la Salud
Existen distintas concepciones sobre la salud: es un estado de perfecto equilibrio?
Es ausencia de enfermedad? Es una situacin individual y personal de cada
uno/a?
sobre los Derechos del nio, de 1989. Estos dos tratados son significativos en tanto
visibilizan a las mujeres y a los/as nios/as y adolescentes como sectores
vulnerables, a la vez que los designa como sujetos de derecho. En el caso de la
infancia y la adolescencia, ello quiere decir que ya no son personas de menor
rango, menores, que el Estado debe tutelar y controlar, sino sujetos cuya voz
debe ser escuchada, buscando siempre el inters superior del nio/a, su bienestar
y mejores condiciones de crecimiento y desarrollo. Como todo derecho, iguala, es
decir, que todos/as los/as nios y nias y adolescentes son considerados en pie de
igualdad y con el mismo valor, como principio jurdico y de elaboracin de otras
leyes y polticas pblicas, estableciendo un lmite a cualquier tipo de discriminacin
(por ejemplo por condicin socio-econmica, etnia, gnero, territorio, etc.).
El antecedente ms directo e influyente de la ESI es mucho ms reciente: se trata
de la Ley N 25.673 sancionada en 2003 que crea el Programa Nacional de Salud
Sexual y Procreacin Responsable. La norma, que representa una conquista
fundamental de promotores de salud y los movimientos de mujeres en materia de
derechos sexuales y reproductivos, encomienda la tarea de desarrollar contenidos y
capacitar a los/as docentes para la tarea de informar, dentro de un contexto
sanitario, sobre cuidados integrales para la vida sexual.
En la ley de ESI, se establece la igualdad para todos/as los nios/as y adolescentes,
cuando dice: Todos los educandos tienen derecho a recibir educacin sexual
integral en los establecimientos educativos pblicos, de gestin estatal y privada de
las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires y
municipal. La obligatoriedad del derecho de los/as chicos/as nos ubica en un lugar
de mucha responsabilidad, para garantizar un autntico desarrollo pedaggico de la
educacin sexual integral. Adems se da una definicin amplia de la sexualidad que
abarca diferentes dimensiones y que nos gustara que lean completa en el siguiente
link: Ley Nacional N 26.150
Para ello consideramos elementos tales como la gradualidad, que respeta los
tiempos y las etapas de los chicos y chicas, as como la progresin de un proceso
de enseanza y aprendizaje; ello se vincula con todo lo que tiene que ver con
la programacin de la enseanza (cmo seleccionamos y vinculamos contenidos a
trabajar en cada momento, las prescripciones curriculares establecidas y los
lineamientos generales que orientan y modelan nuestra prctica; etc.), siempre
atenta a la diversidad (cultural, sexual, tnica, etc.) presente en todo grupo
social, que debe ser retomada como contexto y contenido en la enseanza, con la
particularidad de las historias y trayectorias de cada uno/a de nuestros/as
alumnos/as.
La complejidad tambin viene dada por el supuesto pedaggico y poltico del cual
partimos. Un sujeto de aprendizaje que se desprende de la concepcin integral de
la sexualidad:
A diferencia de la transmisin de conocimientos en materias como Historia o
Geografa, la educacin en sexualidad parte del reconocimiento del sujeto, de su
cuerpo y de sus sentimientos como base del trabajo pedaggico. Considera que el
cuerpo es mucho ms que una mquina que contiene nuestra razn, que el cuerpo
nutre nuestra experiencia cotidiana, es un espacio de experiencia y de expresin de
nuestros sentimientos y emociones, es tambin una fuente de sensaciones muy
distintas entre s -que van del dolor al placer- pero que son, todas ellas,
importantes en la construccin de nuestra subjetividad y de nuestra ciudadana, en
la medida que podamos comprenderlas. Educar en sexualidad es, por tanto, una
forma de apreciar que la vida sucede en un cuerpo y que, como seres humanos,
podemos tambin entender, analizar y cuidar lo que sucede con nuestros cuerpos,
como parte del desarrollo integral de nuestra ciudadana y nuestras relaciones.
De tal modo, educar en sexualidad implica tanto ofrecer conocimientos para la
prevencin de embarazos no deseados e infecciones de transmisin sexual, como
formar en valores, sentimientos y actitudes positivas frente a la sexualidad. Una
formacin as concebida deber incluir entre sus objetivos ofrecer informacin
adecuada y veraz sobre aspectos vitales de la sexualidad, como forma de relacin
entre las personas, as como tambin orientar hacia el acceso a los recursos de
salud pblica que permitan vivir la sexualidad de forma responsable, plena y
segura.
(Faur, E. La educacin en sexualidad. En El Monitor de la Educacin. N 11, 5
poca,
marzo/abril
2007,
pp.
26-29.
Disponible
en: www.me.gov.ar/monitor/nro11/dossier1.htm)
Con todos estos elementos podemos resumir diciendo que la ESI implica:
veces de forma explcita y a veces no tanto, cmo deben ser los y las
estudiantes y tambin los y las docentes- en relacin con su masculinidad
o su femineidad. Cuantas veces habremos escuchado, o dicho, frases del
estilo eso no es un juego de nenas o ese no es modo de comportarse para
un varno las carreras humansticas son ms apropiadas para las mujeres
y las tcnicas para los varones? En la vida cotidiana de las instituciones
escolares parecera quedar claro cules son las expectativas diferentes que
recaen sobre mujeres y varones, sobre sus modos de andar, vestir y hablar,
as como sobre su potencialidad para aprender, sus posibles proyectos de
vida, sus relaciones afectivas y, tambin, sexuales. Muchas veces podemos
perder de vista las situaciones de injusticia que reforzamos cuando
esperamos, por ejemplo, que los nios varones aprendan algo porque
suponemos que son as por naturaleza y las nias aprendan otra cosa,
porque as fue siempre. Si bien ha habido grandes cambios, las mujeres
siguen estando en desventaja en varias dimensiones que hacen a la vida
social, y tambin escolar, tal como se plantea en numerosas investigaciones.
El enfoque de gnero sobre el que trabajaremos, nos permitir reflexionar
sobre estas injusticias e imaginar cmo podemos hacer para que nuestra
escuela, nuestra enseanza, nuestros vnculos en el espacio escolar
promuevan igualdad de condiciones para el desarrollo de una trayectoria
educativa plena y respetuosa, para todos y todas. Y por ello mismo, habrn
notado, aqu estamos hablando de mujeres y varones, los y las: es que
nuestros genricos del habla cotidiana son masculinos y si no nombramos la
diversidad, se hace mucho ms difcil reconocerla y valorarla. Esto nos lleva
al siguiente eje.
El Respeto por la diversidad: la ESI se sustenta en laenseanza del
respeto por todas las formas de identidad, su reconocimiento y valoracin y
ms especficamente sobre la diversidad sexual. Los avances en los mbitos
acadmicos, como son los estudios de gnero y sexualidades, mostraron
que existen diversas formas de ser un sujeto sexuado y las luchas de las
organizaciones sociales, el movimiento feminista y de disidencia sexual (o
ms conocido como LGTB, lesbianas, gays, trans y bisexuales), han puesto
sobre la escena pblica el llamado tico, poltico y ahora tambin normativo,
de garantizar una experiencia escolar de reconocimiento y respeto de esta
diversidad. El concepto de diversidad que estamos empleando no implica
que exista un uno frente al cual el resto sea lo diverso. Tal como
venimos diciendo en el eje anterior, el respeto por la diversidad incluye
tanto a quienes expresan su masculinidad o femineidad de la forma en que
est establecido, como a quienes desean y viven su gnero y su
sexualidad de modos socialmente no hegemnicos, alejados de los modelos
establecidos. Seguramente hemos visto videos, o hemos ledo notas
periodsticas o testimonios de jvenes o adultos/as lesbianas o gays que dan
cuenta de una experiencia escolar atravesada por el hostigamiento o la
invisibilizacin, la imposibilidad de contar con espacios de reconocimiento y
valoracin, y finalmente, en muchos casos, la expulsin. Sin embargo, no
hay que perder de vista que en otros casos la escuela representa para
algunos nios y adolescentes un espacio de afecto, contencin y referencia
que puede ser difcil de encontrar en otros mbitos. Por eso los ejes de la
ESI nos proponen un enfoque integral que considere el respeto a la
diversidad: que una escuela sea una experiencia positiva para todos y todas.
La valoracin de la afectividad: a lo largo de nuestra prctica docente, tal
vez nos hayamos encontrado con alguna situacin, un estudiante, una
lectura o un recuerdo, vinculado a la sexualidad, que nos haya movilizado.
La propuesta que aqu hacemos parte de reconocer que somos sujetos,
personas que sentimos, atravesados/as por emociones: es fundamental, en
este tema, empezar a reflexionar sobre lo que nos pasa, lo que sentimos,
Actividades
Compartimos en el FORO:
Les pedimos que relaten una escena vinculada a la educacin
sexual (ya sea una que hayan vivido como estudiantes o
desarrollado como docentes) y que puedan identificarla en alguno
de los enfoques que hemos presentado en esta clase. Comparen
esta experiencia y sus supuestos (quien educa, de qu se habla
o no se habla, cul es el sentido que se la da a esos discursos,
cul es la concepcin implcita o explcita sobre sexualidad, etc.),
con la propuesta de la ESI, explicando en qu consiste la
diferencia.
El posteo (la publicacin que realicen en el foro) debe contener,
Lecturas obligatorias
Lecturas sugeridas