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Veganismo de La Teoria A La Accion - Salvador Cotelo

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La

relacin y el trato del ser humano con el resto de animales a lo largo de la


historia se ha basado en las ideas de dominacin y explotacin por el simple
hecho de no pertenecer a nuestra especie. Granjas factora, laboratorios,
zoos o espectculos de entretenimiento son slo algunos ejemplos del papel
que les es asignado a los animales en la sociedad actual. Este es el fruto de
una concepcin cultural fundamentada en la idea de que los animales son
recursos para nuestro beneficio.
Veganismo: de la teora a la accin analiza desde una perspectiva tica
cuestiones vinculadas con los derechos animales as como las diversas
formas de explotacin que padecen los animales hoy en da, promoviendo al
mismo tiempo una alternativa hacia el veganismo. De igual modo, recoge las
distintas formas de activismo que se han empleado en el movimiento de
derechos animales a nivel global desde sus comienzos en los aos 70.

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Salvador Cotelo

Veganismo: de la teora a la accin


ePub r1.1
Titivillus 14.02.15

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Ttulo original: Veganismo: de la teora a la accin
Salvador Cotelo, 2011

Editor digital: Titivillus


ePub base r1.2

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Queda permitida y recomendada la reproduccin total o parcial de estos textos
nicamente para el debate y la difusin anticomercial.

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A las vctimas del especismo.

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Prlogo
Hace unos aos lleg por casualidad a mis manos un libro sobre el respeto a los
animales. Al principio no le prest mucho inters, pens que yo ya era un amante de
los animales y el libro no me podra aportar mucho. Desde nio haba sentido pasin
por ellos y me consideraba incapaz de hacerles ningn dao.
Sin embargo, el planteamiento de ese libro era totalmente contrario a la educacin
que haba recibido en mi familia y en la escuela. El autor afirmaba que para respetar a
los animales haba que dejar de utilizarlos como un recurso y para ello aportaba como
nica solucin una forma de vida libre de productos de origen animal. Segn l, yo, a
pesar de amar a los animales, los estaba explotando para mi beneficio.
Mi primera reaccin fue de rechazo e indignacin. Me sent insultado. Pero
afortunadamente segu leyendo. Me propuse valorar sus ideas desde una perspectiva
objetiva e intentar contraargumentar lo que esa persona deca. Poco a poco la idea
que me haban inculcado de que los animales existen para servirnos se fue
desvaneciendo. Empec a pensar que los cerdos, las gallinas, las vacas, las ovejas o
los peces merecan ser respetadas igual que mi perro o igual que yo. Me di cuenta de
que son individuos con intereses e inquietudes y que tienen capacidad de sufrir y
disfrutar de la vida.
Pens que, en el fondo, lo que el autor de aquel libro estaba diciendo era
razonable. No poda respetar a los animales y a la vez comrmelos o vestirme con sus
cuerpos. No poda hablar de derechos animales sin antes respetar su derecho a la vida
o a la libertad. Decid que progresivamente dejara de utilizar productos de origen
animal y adoptara una forma de vida vegana.
Las primeras semanas como vegano me supusieron un esfuerzo. No conoca a
nadie con estas inquietudes. Por aquel entonces en Internet haba muy poca
informacin sobre el tema y yo no saba prcticamente nada sobre nutricin y cocina,
as que pens que no lo aguantara. Echaba de menos la carne y, sobre todo, el queso.
Unos meses despus de hacerme vegano, un da caminando por la calle par
frente a m un camin cargado de cerdos que, sin ninguna duda, se diriga al
matadero. Fueron slo unos segundos pero la imagen me impact enormemente.
Pens en que dentro de unas pocas horas todos ellos estaran colgando de un gancho,
ms tarde seran descuartizados y envasados y dentro de unos das alguien se estara
comiendo sus cuerpos sin vida. Mir a m alrededor y observ que nadie mostraba el
ms mnimo inters por esa dramtica escena. Actuaban como si el camin estuviese
cargado con mercanca, en lugar de con animales a los que llevaban a una muerte
segura.
Aunque la imagen del camin de cerdos fue muy triste, para m tuvo un lado
positivo. Cuando el camin se alej me sent culpable por no haber sido capaz de

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hacer nada. Despus pens que yo, al menos, ya no tena nada que ver con esas
muertes. Afortunadamente ya no formaba parte de ese negocio. Desde entonces no he
vuelto a echar de menos la carne, el pescado, los huevos o la leche; ni tampoco el
cuero, la lana, los productos testados en animales, los circos o los zoolgicos. Ahora,
cuando veo un trozo de carne no pienso en su sabor. Pienso en cmo era la vaca, qu
vida habra llevado y cmo habra sido tratada para acabar ah.
Ha pasado mucho tiempo desde aquello y cada vez tengo ms claro que
cuestionarme el especismo y adoptar una forma de vida vegana es la mejor decisin
que he tomado en mi vida. Cada vez me interesa ms el tema y creo con ms firmeza
que todos los individuos con capacidad de sentir deben ser respetados por igual, sin
tener en cuenta la raza, el sexo o la especie a la que pertenecen.
Ahora me siento ms optimista con esta causa. Cada vez hay ms grupos por la
defensa animal que no luchan por jaulas ms grandes o muertes menos dolorosas.
Luchan para que los animales dejen de ser tratados como algo y pasen a ser
tratados como alguien. Organizaciones abolicionistas salen frecuentemente en la
prensa fomentando el veganismo. Ahora muchos supermercados venden leche de
origen vegetal, yogures de soja y muchos otros productos que hacen muy fcil llevar
una alimentacin totalmente vegetariana.
Es posible que estemos muy lejos de alcanzar una sociedad completamente libre
de explotacin animal. Pero cada vez que logramos que una sola persona se cuestione
el especismo y se haga vegana estamos logrando librar a cientos de individuos de una
vida de explotacin y privaciones. Una vida que acaba cuando su dueo lo
considera ms rentable. No podemos olvidar que aunque slo se consiguiese salvar
una vida entre un milln, para ese individuo es muy importante y para los que
creemos en los derechos animales tambin debera serlo.

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Introduccin
Segn los datos publicados por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino, en el ao 2010 murieron 798,2 millones de animales en los mataderos
espaoles. Esta cifra no incluye los peces asfixiados en las redes de los barcos de
pesca, las vctimas de los laboratorios, los animales cazados en la naturaleza o todos
aquellos que no llegaron al matadero porque no soportaron sus condiciones de vida
en las granjas.
La sociedad avanza y cada vez es ms habitual que se cuestionen las actitudes de
discriminacin hacia otros seres humanos, pero las muertes de los animales no
humanos son slo una cifra ms en una estadstica. En este sentido, esta lectura invita
a reflexionar sobre la manera en que tratamos a los animales por el hecho de no
pertenecen a nuestra especie, promoviendo el fin de su explotacin e informando a su
vez sobre las distintas formas de activismo en defensa de los animales.
Para ello, la obra est dividida en dos partes: La teora y La accin.
La primera analiza desde una perspectiva tica cuestiones vinculadas con los
derechos animales y con la discriminacin en base a la especie, comparndola con
otras formas de exclusin social como el racismo, el sexismo o la homofobia. De
igual modo, se muestran en profundidad diferentes formas de explotacin que se
llevan a cabo contra los animales, as como alternativas que promueven el
veganismo.
La segunda parte da un paso ms y se centra en el activismo por los animales,
exponiendo y analizando las distintas estrategias empleadas por aquellos que deciden
formar parte de la solucin.
No obstante, antes de entrar en materia conviene apuntar varias aclaraciones
terminolgicas. En este libro se utiliza en ocasiones el gnero masculino para
englobar a ambos sexos, sin por ello pretender dar una menor relevancia al femenino.
Por otro lado, cuando hablamos de los animales, muchas veces olvidamos que los
humanos tambin somos animales y que, como tales, formamos parte de lo que la
Biologa denomina reino animal. Resultara artificioso en esta lectura aunque no
por ello incorrecto recurrir siempre al trmino animales no humanos para
referirnos a los que comnmente denominamos animales. Por este motivo, en
algunos momentos se emplea aqu la palabra animal bajo el significado de animal
no humano, sin olvidar por ello que todos somos animales.

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La teora

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LAS DIFERENTES FORMAS DE DISCRIMINACIN
Con el paso del tiempo se hacen patentes los muchos prejuicios que tenemos hacia
otros y la injusticia que suponen. La homofobia, la xenofobia, el sexismo o el racismo
son cada vez ms cuestionados. Sin embargo, la discriminacin en base a la especie,
es decir, el especismo, pasa desapercibido y contina siendo un tema ignorado y
prcticamente indiscutible.
Uno de los hechos que ms evidencia la gravedad del especismo es comprobar su
similitud argumentativa con otras formas de opresin, como el sexismo o el racismo.
Con este mismo propsito, durante todo el libro se va a comparar el especismo con
las otras formas de exclusin arbitrarias. En todos los casos las ideas discriminatorias
se basan en dos pilares fundamentales: la discriminacin irracional o no argumentada
y la discriminacin argumentada.

La discriminacin irracional o no argumentada


La discriminacin irracional o no argumentada es ms un sentimiento de rechazo
a lo extrao que un argumento. Los humanos, al igual que el resto de animales,
tendemos a acercarnos en ocasiones a aquellos individuos que consideramos ms
parecidos a nosotros. Esta similitud puede basarse en una misma nacionalidad, una
misma raza, un mismo sexo o una misma orientacin sexual, entre otros.
As, si observramos las relaciones en una sociedad heterognea desde una
perspectiva racial, comprobaramos cmo la primera reaccin de los distintos
miembros sera la de vincularse con los de su misma etnia. Se ve reflejado, por
ejemplo, en los barrios chinos consolidados en las grandes ciudades. Otro ejemplo
incluso ms evidente es la exclusin social que ha sufrido y sigue sufriendo la
comunidad homosexual homofobia y, en especial, la transexual transfobia.
Esta reaccin de acercarse a quienes consideramos nuestros semejantes y rechazar
a los diferentes, por el simple hecho de ser diferentes, es irracional y responde
bsicamente a motivos instintivos y, en especial, a causas culturales y a una
educacin discriminatoria.
En ocasiones, esta actitud irracional lleva a algunas personas a ejercer un abuso
sobre aquellos a los que no consideran de su grupo, ya sea por ser de una raza,
orientacin sexual, nacionalidad diferente, etc. Para ellos, estas diferencias son en s

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mismas motivo suficiente para la discriminacin. Si se les pregunta, por ejemplo:
Por qu cree que un blanco merece un puesto de trabajo mejor que una persona de
raza negra?. Su primera respuesta ser: Porque es blanco!.
Este pilar de la discriminacin, al no estar asentado sobre una argumentacin real,
no se puede contraargumentar. Lo nico que se puede hacer es pedir a quienes
utilizan este criterio que expliquen por qu piensan que un color de piel, una
nacionalidad o una orientacin sexual diferente justifica un trato de menor
consideracin.
La discriminacin hacia los animales no humanos, es decir, el especismo, tambin
es apoyada irracionalmente de la misma manera que las restantes formas de exclusin
que se han mencionado. Al igual que en el ejemplo anterior, si se pregunta a un
especista: Por qu crees que un humano merece un mejor trato que un perro?. Su
primera respuesta, seguramente, ser: Porque es un ser humano!. Se recurre al
simple hecho de que los animales no humanos no pertenecen a nuestra especie para
avalar la discriminacin.
Una vez ms, al no estar argumentada esta postura discriminatoria, es imposible
rebatir la afirmacin. Lo nico que se puede hacer es tratar que esa persona justifique
su postura con argumentos para poder as responder.

La discriminacin argumentada
Las corrientes de pensamiento racista han basado su juicio en la idea de que su
raza es superior en inteligencia a las restantes. Por ejemplo, el Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemn consideraba a los judos una raza inferior y
subdesarrollada, hasta el punto de referirse a ellos como subhumanos o animales.
De igual modo, numerosos expertos y cientficos han llevado a cabo estudios para
demostrar la superioridad de su raza. Cuando los colonos europeos llegaron a
Amrica afirmaron que sus habitantes llevaban un modo de vida primitivo, con un
desarrollo tecnolgico muy inferior. Algunos lo utilizaron para sostener que eran
el eslabn perdido entre los animales y los humanos. Ese supuesto subdesarrollo
cultural, tecnolgico o intelectual les llev a justificar su exterminio o esclavitud.
Estos racistas s que argumentaban su actitud de la siguiente manera: somos ms
inteligentes, podemos disponer de ellos para nuestro beneficio, al igual que hacemos
con los animales.
Ante este razonamiento, el primer impulso de quienes se oponen al racismo es

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alegar que no est demostrada una correlacin entre raza e inteligencia. Sin embargo,
esta asercin es potencialmente racista ya que, y si hubiese una correspondencia
entre raza e inteligencia? Estara entonces justificada esa discriminacin en base a la
raza?
Desde una perspectiva antirracista se defiende que los derechos de un individuo
no estn relacionados con su capacidad intelectual o su raza, sino con su capacidad de
sufrir y de disfrutar. Es decir, que aun en el caso de que hubiese una relacin entre
raza y cociente intelectual, la explotacin no estara justificada. Se compartira el
rechazo unnime y tajante hacia el supuesto de que personas con discapacidad
intelectual se utilizaran como esclavas por el hecho de tener una capacidad cognitiva
inferior; al igual que se repudiara que los ms capacitados intelectualmente
explotasen al resto de la sociedad a su antojo. Si aplicamos este criterio a la cuestin
racial, debe estimarse aberrante que unos individuos abusen de otros por
considerarlos de etnia inferior.
El principio tico de igualdad afirma que los intereses de todos los individuos con
capacidad de sentir deben ser valorados por igual, independientemente de su raza,
sexo, religin, cociente intelectual, etc.
Desde el especismo, al igual que desde el racismo, se recurre tambin al
argumento de la superioridad intelectual para justificar las mayores atrocidades contra
individuos de otras especies.
Un defensor claro de esta postura discriminatoria es el filsofo y escritor
Fernando Savater. As lo afirmaba en una entrevista publicada por el diario El
Mundo[1] donde, al igual que lo ha sealado en multitud de publicaciones y
declaraciones, el filsofo apuntaba que los animales no tienen derechos por no tener
ciertas habilidades que, segn l, slo los humanos tenemos, como unas determinadas
capacidades cognitivas o asumir obligaciones[2].
Una vez ms, el argumento de podemos explotarlos porque somos superiores
queda anulado ante el principio tico de igualdad, que afirma que aun en el caso de
que los miembros de otras especies tengan unas menores capacidades intelectuales,
no est justificada su explotacin.

La relacin entre la discriminacin irracional y la


discriminacin argumentada

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Analizadas ya las dos vas habituales de amparar la discriminacin, veamos a
travs de una experiencia personal cmo es habitual toparse con casos de
justificacin del especismo y cmo la argumentacin de los mismos queda
invalidada.
Hace unos aos mantuve un debate sobre viviseccin con un catedrtico de
Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid que llevaba a cabo
experimentos de toxicologa con animales no humanos. Le pregunt por qu estaba
de acuerdo con utilizar animales y desaprobaba emplear humanos. l me respondi:
nosotros somos humanos y ellos no. Obviamente, estaba utilizando el simple hecho
de pertenecer a una especie como justificacin. En otras palabras, estaba utilizando el
especismo irracional.
Para que yo pudiese rebatir su mxima, el vivisector primero tena que empezar a
argumentar, as que trat de que pasase del especismo irracional al especismo
argumentado. Para ello le pregunt si, adems del simple hecho de pertenecer a
diferentes especies, exista alguna caracterstica propia de los humanos que no tuviese
el resto de animales y que nos eximiese de ser utilizados en sus experimentos.
Comenz a departir sobre distintas habilidades relacionadas con la capacidad
intelectual conciencia de s mismo, planeamiento del futuro, utilizacin del
lenguaje, etc. Le respond que, segn su propia lnea argumental, muchos humanos
discapacitados quedaran fuera de la comunidad moral y, por tanto, podan ser
destinados a la experimentacin.
Delante del resto de alumnos me dijo que apoyar la experimentacin en
discapacitados, era de nazi y de hijo de puta, dando a entender que era yo quien
estaba apoyando esa explotacin. Dej claro que haba sido l y no yo quien haba
utilizado el argumento de la superioridad intelectual para justificar la viviseccin.
Desde el principio yo haba centrado la consideracin moral de un individuo en su
capacidad de sentir. Haba sido l quien haba recurrido a ese argumento. En ese
momento aquel profesor se estaba dando cuenta de que al utilizarlo, por lgica, estaba
excluyendo del crculo moral a muchos humanos que no tenan ciertas capacidades
intelectuales.
Al percatarse de que sus argumentos para justificar la explotacin animal
englobaban a algunos humanos, en lugar de llegar a la conclusin de que si no eran
vlidos para los humanos tampoco lo eran para el resto de animales, regres al
especismo irracional: no podemos comparar a los animales con los humanos.
Cmo hubiese reaccionado la audiencia si su afirmacin hubiese sido no
podemos comparar las otras razas con la raza blanca?

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No puede compararse.
Aunque todas las formas de discriminacin se basan en los mismos argumentos,
es frecuente que la gente se niegue a equiparar la lucha contra el especismo con otras
luchas como el antirracismo. El movimiento por la liberacin animal es generalmente
considerado como un movimiento de segunda categora, una causa para amantes de
los animales a la que no se le debe destinar los mismos recursos que a las causas
serias.
El hecho de que haya muchas personas que se nieguen a equiparar la lucha contra
la esclavitud animal con otras luchas de liberacin, no implica que no sean iguales. El
movimiento antirracista surgi durante los aos sesenta en los barrios negros
musulmanes de EE.UU.. Entre quienes originaron el movimiento contra el racismo
era comn que se despreciase a los grupos feministas que trataban de equiparar a las
personas independientemente de su sexo. Haban sido educados bajo la idea de que la
mujer estaba al servicio del hombre y no podan equiparar la lucha por la igualdad
sexual con la lucha contra la discriminacin racial.

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EL ESPECISMO ARGUMENTADO EN
PROFUNDIDAD

Las bestias, por carecer de inteligencia y, por tanto, no siendo personas, no


pueden tener derechos de ninguna clase (). No tenemos pues para con ellos
deberes de caridad ni de ningn otro tipo (), como no los tenemos con los rboles o
las piedras.
Po IX

No se puede analizar en profundidad el especismo irracional porque, como se ha


sealado, carece de argumentos. Sin embargo, el especismo argumentado ha utilizado
diferentes caractersticas que poseemos los humanos y que supuestamente no poseen
los individuos de las especies restantes para justificar la explotacin. A continuacin
se analizan algunas de ellas.

El uso de herramientas
Muchos etlogos o investigadores del comportamiento animal vinculan la
fabricacin y el uso de herramientas con la posesin de un particular equipamiento
biolgico y con habilidades intelectuales avanzadas[3]. De hecho, la ignorancia del ser
humano llev a pensar que ramos los nicos animales capaces de fabricar y utilizar
herramientas.
Esta supuesta diferencia entre humanos y el resto de animales fue utilizada
durante siglos para justificar una explotacin de nuestra especie sobre las restantes.
Pero se desvaneci en el ao 1960 cuando la primatloga Jane Goodall observ en el
Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, cmo los chimpancs construyen y utilizan
herramientas para capturar termitas que forman parte de su dieta.
Desde entonces se ha comprobado que el uso de herramientas es habitual en todos
los grandes simios. Pero conforme los etlogos avanzan en sus investigaciones
demuestran que no slo los primates utilizamos herramientas. Se ha observado cmo
las nutrias marinas emplean piedras para romper almejas. El pinzn de las islas

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Galpagos (Cactospiza pallida) utiliza de forma habitual una pa de cacto o de
opunctia para clavar en ella insectos xilfagos que se esconden bajo la corteza de los
rboles[4]. H. Van Lawick[5] describi en 1966 cmo el alimoche (Neophron
percnopterus) utiliza piedras para romper huevos de cscara dura que no puede
romper con su pico.
Pero el uso de herramientas se extiende tambin a los invertebrados. Insectos
como las hormigas Aphaenogaster rudis utilizan herramientas. Fellers comprob en
1976 que al colocar un recipiente de agua azucarada cerca de estos hormigueros la
primera que lo encuentra se dirige al hormiguero y lo comunica a las dems. Despus
se aproximan en grupo y comienzan a tirar al agua palos y hojas. Posteriormente se
llevarn esos objetos embadurnados de la disolucin para ms tarde utilizar el azcar
como alimento.

Los animales no tienen sentimientos ni emociones


A menudo escuchamos la afirmacin de que no se puede equiparar el resto de
especies animales con los humanos porque sus miembros carecen de emociones y
sentimientos.
Sin embargo, quienes han convivido con un perro podrn reconocer cmo
exterioriza su alegra al ver a las personas con quienes vive cuando llegan a casa.
Mueve la cola de lado a lado, salta, ladra e incluso puede llegar orinarse de la
emocin. Estas manifestaciones externas de su estado anmico son comunes en la
mayora de los perros y se repiten prcticamente siempre, incluso cuando la persona
slo ha permanecido ausente durante unas pocas horas.
Charles Darwin[6] considerado errneamente por muchos el padre de la
biologa en su obra El origen del hombre y la seleccin en relacin al sexo,
defiende que los animales, al igual que el hombre, sienten placer, dolor, felicidad y
miseria. La felicidad nunca se exhibe tan claramente como cuando juegan juntos
animales jvenes, tales como los gatitos, los cachorros, los corderos, etc, al igual que
nuestros propios hijos. El mismo argumento sostuvo ante las negativas
antropocentristas, que quedaron refutadas un ao ms tarde a travs de la publicacin
de La expresin de las emociones en hombres y animales. Darwin mostraba en esta
obra detalladas observaciones sobre las distintas formas en que los animales
expresamos nuestras emociones. Dice: las emociones de los dems animales son en
parte transparentes y podemos detectarlas sin dificultad si sabemos distinguir sus

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expresiones faciales y corporales[7].
La Etologa y la Neurologa han abierto la puerta al estudio del amplio mundo de
las manifestaciones emocionales en animales no humanos. Muestras de todos estos
tipos de emociones se encuentran en The emotional lives of animals, donde el etlogo
estadounidense Bekoff[8] relata conmovedoras ancdotas en el reino animal.
Emotiva tambin result en los aos 20 la historia de Hachiko, un perro de raza
Akita nacido en la ciudad japonesa de Odate. Recientemente llevada por segunda vez
a la gran pantalla[9], Hachiko se despeda todos los das de su cuidador desde la
puerta de la estacin de tren de Shibuya y lo esperaba tras la vuelta del trabajo. En
1925 falleca su cuidador, el doctor Hidesaburo Ueno. Hachiko continu acudiendo a
la puerta de la estacin durante das, meses y aos a la hora en que llegaba su tren con
el deseo de volver a verlo. Hasta que lleg el da de su propio fallecimiento en 1934.

Los animales no son altruistas


El 6 de marzo de 2009, el diario 20 minutos en su edicin digital publicaba una
lista titulada Animales que han sido hroes. La primera posicin de la lista la
ocupaba un perro callejero que salv a otro de una muerte segura. La historia tuvo
lugar en el ao 2008 en una autopista chilena muy concurrida. El primer perro fue
atropellado y agonizaba entre dos carriles. El otro perro, sin importarle las decenas de
vehculos que pasaban a ms de 100 kilmetros por hora, se lanz a la va y arrastr a
su compaero hasta el arcn. El hecho fue captado por las cmaras de vigilancia de la
autopista Vespucio Norte, una de las ms circuladas de Santiago de Chile, y
reproducido ms tarde por diferentes cadenas de televisin de todo el mundo. Las
cmaras mostraron al perro arrastrando al herido y detenindose para mirar a ambos
lados antes de cruzar.
Estas situaciones no son hechos aislados. Un internauta colgaba en la Red un
vdeo titulado Wake up please, wake up! Heart breaking. En l se muestra a un perro
que ha sido atropellado agonizando en una calle. A su lado otro perro trata de
socorrerlo. Mientras tanto, los viandantes, los nicos que podan salvarle la vida,
ignoran la escena y pasan de largo.
Joan Dunayer comenta en su artculo Los peces: sensibilidad ms all de la
comprensin del captor[10] una noticia aparecida en un peridico sudafricano en
1985. Blackie era una carpa dorada con una minusvala que le dificultaba

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notablemente nadar. Pero Big Red, otra carpa de mayor tamao, se encarg con sus
cuidados de suplir sus necesidades. Cuando el propietario del acuario esparca
comida sobre la superficie del agua, Big Red empujaba a Blackie hasta arriba para
que pudiese comer.
Estas actuaciones altruistas por parte de los animales muchas veces son refutadas
con la idea de que el comportamiento animal siempre es instintivo. Se alude a que
todos los animales, salvo los humanos, se mueven por impulsos internos sin ser
capaces de dirigir su comportamiento como si fuesen autmatas. Partiendo de esta
premisa, nada de lo que hagan les puede llevar a la conclusin de que el altruismo no
es monopolio de los seres humanos.
La Neurologa an est muy lejos de explicar con exactitud cmo funcionan las
mentes, pero la Etologa, la ciencia que estudia el comportamiento animal, se asienta
sobre la base de que dos comportamientos similares de dos individuos pertenecientes
a especies distintas deben ser evaluados por igual. Por tanto, si un comportamiento en
un humano es calificado de altruista, el mismo comportamiento realizado por un
animal de otra especie tambin debera serlo.

Los animales no son personas


Los filsofos han discutido mucho sobre quin merece ser englobado dentro del
grupo de las personas.
A pesar de la definicin antropocentrista de la vigsima segunda edicin de la
Real Academia Espaola, segn la cual persona es un individuo de la especie
humana, lo ms adecuado sera incluir en el trmino persona a todo aquel individuo
que merezca consideracin moral[11] o a todo individuo con personalidad.
Todo individuo con capacidad de sentir tiene unos intereses en no sufrir y en
disfrutar de la vida y, por lo tanto, merece unos derechos que protejan esos intereses.
Adems, salvo excepciones, todo animal humano o no humano tiene una
personalidad. Hay perros con carcter amigable, vital, poco dominantes o
desconfiados. Otros perros son tmidos, territoriales, miedosos. Lo mismo ocurre con
el resto de animales.
Por tanto, si tomamos como referencia la definicin antropocentrista y especista
de la RAE sin cuestionarla, obviamente slo los humanos son personas. De hecho,
como explica Evelin Pluhar en su citada obra, Beyond prejudice. The moral
significance of human and nonhuman animals (Ms all de los prejuicios: la

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importancia moral de los animales humanos y no humanos), con esta definicin
podramos incluso considerar persona a la clula huevo humana inmediatamente
despus de la fecundacin. Pero si hablamos de persona como todo individuo con
personalidad o como sujeto de derecho, todos los individuos con capacidad de
sentir son personas.

La autoconciencia
Kant afirmaba que los animales no merecen ninguna consideracin moral por no
poseer conciencia de s mismos y ser irracionales. El argumento de la autoconciencia
para negar los derechos animales sigue en vigor siglos despus de la muerte de Kant
para algunos como Fernando Savater.
Esta postura ha sido aclamada incluso por ciertas personas que se declaran
defensoras de los animales, como es el caso de Richard OBarry, conocido por
capturar y entrenar a cinco delfines hembra para la famosa serie de televisin Flipper.
Tras arrepentirse de lo que hizo con aquellos delfines y convertirse en un activista
contra la caza de estos animales, sealaba en el documental The Cove (La cala) que
no es comparable matar a un delfn con otros animales porque los delfines tienen
autoconciencia[12].
Un mtodo habitual al que recurren los psiclogos para saber si un individuo tiene
conciencia de su propia existencia es situarlo frente a un espejo y estudiar su
reaccin. Generalmente se marca con un rotulador la cara del sujeto y se le coloca
frente al espejo. Si el individuo se toca el lugar donde tiene la marca, los expertos
reconocen que es consciente de su propia figura reflejada y, por lo tanto, dicho
individuo tiene conciencia de su propia existencia. En el caso contrario, se apunta a
que el sujeto carece de autoconciencia.
Es muy discutible que tenga sentido aplicar el experimento del espejo en todos los
animales y determinar as si poseen o no autoconciencia. De hecho, los psiclogos
reconocen que no funciona en todos los humanos. El hecho de no reconocerse en un
espejo no significa necesariamente que no se tenga conciencia de uno mismo. Puede
deberse a una falta de atencin, a la situacin extraa del experimento, a la falta de
inters por el espejo o a la falta de inters hacia la imagen que refleja el espejo. Sin
embargo, determinados humanos que no se reconocen muestran otros
comportamientos que llevan a los psiclogos a deducir que s tienen conciencia de s
mismos.

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Del mismo modo, algunos comportamientos de otros animales tambin nos
pueden llevar a la conclusin de que son conscientes de su existencia. Las peleas por
el territorio de algunos peces de la familia Cichlidae son muy comunes. Antes de que
dos ejemplares comiencen la pelea se acercan entre s y abren la boca al mximo, si
uno tiene la boca de mayor tamao, el otro, consciente de su inferioridad fsica, se
retira sin comenzar la batalla. Tambin percibimos actuaciones similares en osos,
ciervos, gallos o gacelas, quienes antes de la pelea tratan de impresionar a sus
oponentes de diversas formas al tiempo que comprueban las capacidades fsicas del
adversario. Evaluar sus propias capacidades fsicas y compararlas con las de su rival
implica necesariamente una conciencia de su propia existencia.
Pero Gary Francione va ms all en su razonamiento al afirmar que todos los
individuos sintientes tienen un cierto grado de conciencia de su propia existencia, y
cuando un animal huye o se acerca a una fuente de estmulos, lo hace porque
relaciona dicha fuente con unas circunstancias que le perjudican o le benefician y, por
tanto, la relaciona consigo mismo siendo consciente de su existencia[13].
El hecho de que algunos investigadores apliquen el experimento del espejo al
resto de animales es un claro ejemplo de antropizacin cientfica. Que un animal no
se reconozca en un espejo no tiene por qu indicar que no es autoconsciente, sino que
puede mostrar que el experimento utilizado para humanos no es vlido para otros
animales.
Pero supongamos que es cierta la afirmacin de que los humanos adultos con un
desarrollo intelectual normal sean los nicos que tengan conciencia y que el resto no
tenga nada en absoluto. Aun en ese caso es realmente difcil decir por qu eso los
hace merecedores de ms derechos que a los dems. Mereceran los psiclogos
mayor derecho a la vida que otro humano si se demostrase que se conocen mejor a s
mismos? Merecera un humano adulto con un desarrollo intelectual normal mayores
derechos que un nio menor de dos aos?

Planear el futuro
Peter Singer es uno de los filsofos ms conocidos por sus aportaciones en el
debate de la consideracin tica de los animales. Hay quienes ven en l un smbolo de
los defensores de los animales. Paradjicamente, Singer, en su conocida obra
Liberacin Animal, opina que un animal sin autoconciencia que no hace planes para
el futuro no tiene inters por su propia vida[14]. Como consecuencia, y desde su punto

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de vista, no hay ningn mal moral en matar a los animales que poseen estas
caractersticas si esa muerte se produce de forma indolora.
El autor opina, por ejemplo, que los peces y algunos humanos con deficiencias
cognitivas no tienen conciencia de s mismos y no hacen planes para el futuro. En
este sentido, Singer no estara en contra de que en una granja se criasen como
alimento, siempre y cuando no sufriesen durante sus vidas ni en el momento de ser
sacrificados.
Singer reconoce que los mamferos en condiciones normales planeamos el futuro.
Un caso claro es el del perro que encuentra algo de comida y la entierra para poder
recogerla das ms tarde. Pero exactamente lo mismo hacen las hormigas. Emplean
los das meteorolgicamente favorables para recoger comida y as poder afrontar el
invierno.
Muchos peces de diferentes especies se esconden entre las rocas esperando a que
su presa aparezca para lanzarse sobre ella. Pueden estar horas esperando. Pero lo que
es innegable es que el pez, en el momento en el que se esconde lo hace con el fin de
lograr alimentarse en el futuro, por lo que difcilmente puede decirse que los peces no
son capaces de planear el futuro.
Una vez ms, supongamos que determinados animales no tienen ninguna visin
de futuro en absoluto. Singer reconoce que aun en esos casos merecen una
consideracin ante actos de sufrimiento. Pero al no poseer la capacidad de pensar en
el futuro, segn l, no puede decirse que tengan inters en vivir, por lo que no hay
mal moral en acabar con sus vidas si se hace de forma indolora.
En realidad, todos los individuos con capacidad de sentir no slo tenemos inters
en no sufrir, sino que tambin tenemos inters en disfrutar de la vida. Todas esas
experiencias positivas que le quedan por vivir a un individuo le son negadas en el
momento en el que se le mata. As, aun en el caso de que un animal no tuviese
capacidad para planear el futuro, no podra negrsele su inters en disfrutar de la vida
y, por consiguiente, su vida.

Los animales no tienen lenguaje


Uno de los puntos en los que Descartes bas su apoyo y participacin en la
explotacin animal fue en el supuesto hecho de que los animales no tienen lenguaje.
Lo cierto es que todos los animales poseen un sistema de comunicacin a travs de
gestos, sonidos, olores, etc.

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En 1788 el apicultor E. Spitzner observ que cuando una abeja obrera regresaba
cargada a la colmena realizaba unos movimientos con los que pareca comunicarse
con el resto del enjambre. El zologo austriaco Karl von Frisch, Premio Nobel de
Medicina en 1973, estudi este comportamiento y demostr que los movimientos no
eran aleatorios. La abeja con esta danza transmita al resto una informacin: el lugar
exacto en el que se encontraba el alimento tomando como referencia el Sol[15].
Pero tambin encontramos signos lingsticos en la rana macho, que croa para
atraer a la hembra, al igual que los burros rebuznan, las ovejas balan, los caballos
relinchan o las vacas mugen. Todos estos sonidos se acompaan de un lenguaje
gestual que nos permiten indagar a la hora de conocer su significado.
A pesar de que la capacidad comunicativa en el reino animal es ms que evidente,
sigue habiendo quienes se aferran a la idea de que el lenguaje es exclusivamente
humano y que los ejemplos citados anteriormente no constituyen un lenguaje
propiamente dicho. Sin embargo, incluso limitando el trmino lenguaje al lenguaje
verbal podemos encontrar ejemplos de humanos que no lo poseen y animales no
humanos que s. El libro El proyecto Gran Simio, dirigido por Paola Cavalieri y Peter
Singer[16], recoge artculos de autores que ensearon el lenguaje de signos a
chimpancs, orangutanes y gorilas. Roger S. Fouts, a travs de estudios de muy
dudosa moralidad, consigui por primera vez en la historia que la chimpanc Washoe
aprendiera el lenguaje de los signos utilizado por personas sordas. Con esos signos se
comunic con los investigadores humanos, y ms tarde lo hizo con otros chimpancs
a los que ense el lenguaje. Los chimpancs no slo hablaban de cosas tangibles,
sino tambin de sentimientos y pensamientos, creando a su vez palabras nuevas para
describir objetos cuyo smbolo no haban aprendido. Los chimpancs hablaban en
solitario, interpretado por los psiclogos como un claro indicio de que pensaban en
voz alta. De esta forma no slo se demostr que los animales podan utilizar
palabras, sino que tambin piensan, algo que muchos no estn dispuestos a reconocer
a pesar de las innumerables evidencias.
Los humanos hemos evidenciado nuestra limitacin para comprender la
informacin que se transmiten otros animales entre s y por ello nos hemos atrevido a
afirmar que no se comunican. Los chimpancs, gorilas, bonobos y orangutanes no son
capaces de vocalizar como los humanos por diferencias en la mandbula y en las
cuerdas vocales. Sin embargo, individuos de todas estas especies han sido capaces de
aprender el lenguaje de signos con una riqueza de vocabulario de ms de mil palabras
en ciertos casos y de comprender el lenguaje oral que nosotros utilizamos.
A pesar de que muchos etlogos no dudan en utilizar el trmino lenguaje como
sinnimo de comunicacin[17], otros investigadores se resisten a aceptarlo y
prefieren reservar el segundo trmino exclusvamente para los humanos. Suelen
basarse en los descubrimientos que Avram Noam Chomsky revel en su libro
Estructuras sintcticas en 1957 en el campo de la lingstica. Chomsky defenda la
idea de que los humanos tenemos una forma nica de comunicacin[18]. Como suele

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ocurrir, hay quines utilizan esta diferencia para sostener que merecemos una mayor
relevancia moral. Pero esto, a su vez, genera varias preguntas. Dentro del mundo
animal son muchas las especies que se comunican de forma diferente a las
restantes[19], por qu casualmente la comunicacin humana debe ser la nica
merecedora del trmino lenguaje? Qu ocurre con todos aquellos humanos que no
tienen capacidad de usar lenguaje? Por qu debe tenerse en cuenta este criterio a
la hora de determinar aspectos como los derechos morales bsicos?

Los animales no tienen cultura


Michael Krtzen public en junio de 2005 un artculo en la revista Proceedings of
the Natural Academy of Sciences (PNAS) donde indicaba que los delfines mulares
que habitualmente nadan en las aguas de la baha de Tiburones, al oeste de Australia,
utilizan esponjas marinas como herramientas para rebuscar el fondo y atrapar comida.
Demostr que no lo hacen todos los individuos ni es gentico, sino que es un
comportamiento complejo que ha sido enseado de madres a hijas durante aos.
La primatloga Goodall no slo prob que los chimpancs utilizan herramientas.
Estudi tambin diferentes poblaciones de chimpancs y comprob que el tipo de
herramienta utilizada dependa de la poblacin analizada. Observ cmo las madres
enseaban a sus cras el manejo de estos instrumentos, transmitiendo la informacin
de generacin en generacin como parte de su cultura[20].

Conclusin
Todos estos ejemplos son utilizados desde el especismo para justificar la
explotacin sobre animales de otras especies, tomando cualquier diferencia entre
humanos y no humanos como argumento para respaldar la dominacin. No obstante,
tal y como se ha manifestado, muchas de estas diferencias no son reales, sino fruto

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del desconocimiento.
El problema fundamental con el que se ha topado el especismo argumentado es lo
que el doctor en Filosofa Moral scar Horta llama argumento de la superposicin de
especies[21]. Independientemente de la habilidad escogida para justificar la
explotacin animal, siempre hay algunos humanos que no poseen dicha destreza. Por
retomar los casos antes mencionados, hay humanos que por ser recin nacidos o por
tener sus habilidades fsicas o cognitivas mermadas no poseen ninguna capacidad
para utilizar herramientas, lenguaje o habilidades artsticas, entre otros ejemplos. Sin
embargo, esa ausencia de habilidades no implica que deban recibir un trato
desfavorable respecto a los individuos que s las tienen. A pesar de ello, el especismo
recurre a esas mismas carencias para justificar la explotacin de individuos que no
pertenecen a su propia especie.
Al igual que con el ser humano, para la consideracin moral de un animal no
humano no es relevante su cociente intelectual, su uso del lenguaje, su
autoconciencia, su capacidad para emplear herramientas, la raza, el sexo o la especie.
Como veremos a continuacin, lo nico verdaderamente relevante es su capacidad de
sentir.

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LOS DERECHOS ANIMALES

Tienen los animales derechos?, tenemos respecto a ellos () obligaciones que


puedan ser llamadas sin abuso ticas? () Yo lo niego, pues considero el deber
tico como especfico y recproco, y afirmo que nuestra conducta hacia los restantes
seres vivos se rige por criterios de pragmatismo, esttica y piedad, no de moral.
Fernando Savater[22].

Antes de empezar a desarrollar este apartado es importante aclarar qu son los


derechos desde una perspectiva tica. En este contexto, la palabra derecho ha sido
definida como una forma de proteger unos intereses[23][24]. A partir de aqu se puede
debatir quines merecen unos derechos y qu derechos merecen.
Por la propia definicin del trmino derecho, slo pueden merecerlos aquellos
individuos que tienen intereses. En principio, todos los individuos con sistema
nervioso tienen una capacidad de sentir y, por tanto, un inters en no sufrir y en
disfrutar. Dado que, salvo excepciones muy concretas, todos los animales tenemos
capacidad de sentir, todos los animales merecemos unos derechos.
Pero no slo es relevante reflexionar sobre quines somos sujetos de derecho,
sino tambin sobre cules son esos derechos. El autor Gary Francione distingue en su
libro Rain without thunder: The ideology of the animal rights movement (Lluvia sin
truenos: la ideologa del movimiento por los derechos animales[25]) unos derechos
primarios y unos secundarios.
El autor explica que para que a un individuo se le reconozcan unos derechos, en
primer lugar se le deben reconocer unos derechos fundamentales: derecho a la
libertad, derecho a la vida y derecho a no ser torturado. Segn Francione, un
individuo que es propiedad de otro no podr disfrutar de otros derechos. As, el
norteamericano resume estos tres derechos primarios en uno solo: el derecho a no ser
utilizado como un recurso o propiedad. De este modo, alguien que no reconoce el
derecho de un individuo a la vida no puede afirmar que respeta sus derechos por
apoyar, por ejemplo, una muerte menos cruel.
Por tanto, toda aquella persona que respeta los derechos humanos debe respetar
esos derechos fundamentales para los humanos; al igual que toda persona que respeta
los derechos animales debe respetar esos derechos para los animales humanos y no
humanos.
El concepto igualdad animal engloba esos derechos primarios, pero tambin
hace referencia a la consideracin de cualquier otro inters del individuo, por muy
trivial que sea. Ser antiespecista no slo implica reconocer a los animales el derecho a
la vida, a la libertad o a no ser torturado, sino tambin considerar todos sus intereses

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independientemente de la especie a la que pertenezca.
Del hecho de considerar los intereses de dos individuos de forma equitativa no se
infiere que ambos sujetos tengan los mismos intereses. Imaginemos una pareja
formada por un hombre y una mujer donde el hombre tiene inters en jugar a tenis
todos los domingos y la mujer prefiere ir a nadar. Aunque sus intereses no son los
mismos, si creemos en la igualdad sexual, consideraremos iguales a los dos
individuos y, por ello, valoraremos sus intereses independientemente de que uno sea
hombre y la otra mujer.
Supongamos que en esa misma familia adems hay un perro. Aunque en los
intereses primarios o fundamentales coincidirn, en los intereses secundarios puede
haber diferencias ms relevantes. Pensemos, por ejemplo, que a ese perro le gusta un
parque concreto en el que hay un lago donde suele nadar y donde tiene un grupo de
amigos. Si creemos en la igualdad animal, valoraremos esos intereses como los de
cualquier otro miembro de la familia, sin tener en cuenta que no pertenezca a nuestra
especie.
Otros conceptos interesantes en este contexto son los derechos negativos y
derechos positivos. Como explica el filsofo ya mencionado scar Horta en su
blog tica ms all de la especie. La consideracin moral de los animales no
humanos, los derechos negativos son formas de proteger a un individuo de no sufrir
un dao. Sin embargo, derechos positivos son aquellos que poseemos para que se
nos haga un bien[26]. Por ejemplo, un derecho negativo de un ciudadano puede ser
que no se le mate y un derecho positivo puede ser que reciba atencin mdica si
enferma.
Aunque esta lectura defiende el principio de igualdad animal, hay que sealar que
la exposicin se centra en los derechos negativos. En otras palabras, se invita al lector
a reflexionar sobre los perjuicios que los humanos causamos al resto de animales.

La importancia de la vida
Una de las preguntas ms habituales que surge cuando se defiende el
antiespecismo es: Entonces, a ti te importa lo mismo la vida de un cerdo que la de
un humano?. La pregunta en s misma encierra una importante connotacin
especista. Al igual que la siguiente cuestin implica una clara connotacin racista:
Entonces, a ti te importa lo mismo la vida de una persona negra que la de una
blanca?

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Ni la raza ni la especie son determinantes a la hora de valorar la vida de un
individuo. Para evaluar la importancia de una vida hay que tener en cuenta otras
referencias. Comparemos una oveja anciana con problemas en las articulaciones a la
que le quedan unos pocos meses de vida de dolor con un nio de pocos aos que
tiene por delante una larga vida feliz. Si considersemos y respetsemos los intereses
de ambos individuos por igual, salvaramos al nio.
Ahora plantemonos la situacin inversa. Tenemos que escoger entre salvar a un
anciano sin inters por la vida y al que le quedan pocas experiencias positivas por
vivir, o a un cordero con una larga y feliz vida por delante. Si no se tienen prejuicios
especistas, se salvara al cordero.
La importancia de la vida no puede ser valorada por la especie, raza o sexo al que
pertenece un individuo. Una vida puede merecer una mayor consideracin que otra en
funcin de lo que le queda por disfrutar o sufrir al individuo; pero ello, en ningn
caso, justifica acabar con la vida que merezca menor consideracin en beneficio de la
otra.

La eutanasia
No hay que confundir derechos con obligaciones. El tener derecho a la vida no
implica tener la obligacin de vivir, a pesar de lo que pretende hacernos creer la
Iglesia catlica. Si un individuo quiere dejar de vivir, tiene derecho moral a hacerlo.
Citando al filsofo Albert Camus, el quitarnos la vida es la nica libertad que el
Estado no nos puede negar.
Al igual que ocurre en los humanos, existen casos de suicidios en otras especies
del reino animal. Un ejemplo claro son los tarseros. Segn el periodista Eric San
Juan, estos pequeos primates acaban con su propia vida cuando estn en cautiverio.
As, se han observado tarseros golpeando su cabeza contra los barrotes o
sumergindola en el agua para quitarse la vida[27]. De esta forma, estos animales
optan por su nica va para escapar de las jaulas.
Pero hay alguna ocasin en la que sea ticamente aceptable quitarle la vida a un
animal? Aparte de la defensa propia ante un ataque grave por parte de dicho animal,
la nica circunstancia en la que se puede justificar es cuando se hace en su propio
beneficio.
Supongamos que un familiar ha perdido ciertas facultades cognitivas de forma
que no es capaz de valorar lo que ms le conviene, pero sus capacidades sensitivas

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permanecen intactas. El mdico indica que morir en poco ms de un mes y que la
enfermedad que padece va a hacer que lo poco que le queda de vida sea un
sufrimiento constante. En ese caso, la eutanasia sera justificable. Lo contrario sera
cruel hacia nuestro familiar.
Y si vivimos con un gato y sabemos que tiene cncer y que le queda un mes de
vida de absoluta agona? Igual que en el ejemplo anterior, este caso justificara la
muerte asistida.

Quien no tiene obligaciones, no tiene derechos


sta es una sentencia muy habitual desde posturas especistas y merece la pena
analizar su significado. Para ello podemos recurrir a mltiples ejemplos de animales
no humanos con obligaciones y animales humanos sin ellas.
Al igual que una leona tiene la responsabilidad de proteger y alimentar a sus cras,
un beb recin nacido no tiene ninguna obligacin. Acaso alguien le negara sus
derechos por ese motivo? De igual modo, el argumento de que los animales desde
nuestra percepcin carezcan de obligaciones no puede ser utilizado para negarles
sus derechos. Volveramos de nuevo a recurrir al argumento de la superposicin de
especies ya citado.

El argumento de la potencialidad
Siguiendo en el mismo debate sobre derechos y obligaciones, cuando se recurre al
beb para ejemplificar su ausencia de obligaciones se tiende a sealar que el beb
humano en un futuro tendr unas capacidades que lo harn merecedor de derechos.
Sin embargo, del mismo modo podemos aludir a aquellos humanos que no tienen
una capacidad potencial para adquirir esas habilidades con las que se pretende
justificar la discriminacin. Es el caso de un ser humano con capacidad de sentir y

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con profundos daos cerebrales irreparables. Obviamente, merece ste unos derechos
aunque no tenga obligaciones ni las pueda tener en el futuro. A alguien se le
ocurrira decir que podemos utilizar a estas personas para nuestro beneficio?
Entonces, por qu con los animales s es aceptable?
En realidad, lo justo es tratar a los dems segn sus necesidades en el presente y
no segn sus posibles capacidades en el futuro.

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ALIMENTACIN

En general, a la gente no le gusta cambiar su forma de pensar y menos an sus


hbitos, por ello siempre hay una tendencia en favor de aquellas teoras y
argumentos que refuerzan las ideas que ya se tienen.
(). Esto es particularmente cierto en el caso de la tica animal porque nuestra
relacin y nuestro trato a los animales est estrechamente ligado a nuestra vida
cotidiana ().
August Taylor[28]

El veganismo no es slo una forma de alimentacin libre de cualquier producto de


origen animal, sino ms bien una forma de vida que rechaza la explotacin de los
animales en todos los mbitos. Sin embargo, lo cierto es que la industria alimenticia
es la que ms vctimas genera. Cada ao se sacrifican cientos de millones de cerdos,
peces, pollos, vacas, ovejas, etc. Animales todos ellos utilizados como recursos para
satisfacer el gusto gastronmico de la poblacin humana. De hecho, la mayor parte de
las veces en que la sociedad entra en contacto con un animal en su vida diaria es
cuando ya est muerto y servido en un plato.
Existen dos motivos determinantes por los que en este libro se ha optado por
poner en primer lugar esta forma de explotacin animal antes que las restantes. Por
un lado, porque como se ha dicho es la que ms vctimas genera. Y en segundo lugar,
porque, a pesar de ello, muchas organizaciones declaradas en defensa de los animales
tratan de eludir el tema del veganismo y la alimentacin por miedo a generar rechazo
por parte de su pblico objetivo, lo cual despierta una fuerte contradiccin entre los
intereses de la organizacin y el respeto a los animales.

Nuestra naturaleza
El ser humano es un animal omnvoro, lo cual le permite alimentarse con
productos de origen animal, vegetal o ambos. El hecho de que el ser humano es
omnvoro y come animales por naturaleza es un argumento recurrente por parte de las

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personas que se alimentan de animales.
Conviene entonces marcar la diferencia entre una actitud natural y que dicha
actitud sea ticamente aceptable. De lo contrario, se incurre en identificar lo bueno
con lo que es natural. Dicho de otro modo: justificar el maltrato hacia los animales
en granjas y mataderos con el hecho de que somos omnvoros por naturaleza.
La naturaleza humana da buenos ejemplos de cmo nuestra cultura ha modificado
muchos impulsos denominados naturales por no considerarlos ticamente
aceptables. No se puede afirmar desde el punto de vista tico que algo sea bueno por
ser natural, sino por el efecto que dicha accin tiene sobre los individuos en que
recae, en este caso, sobre los animales.

Salud
En verano del ao 2005 se celebr en Inglaterra un encuentro internacional por la
liberacin animal donde, entre otras actividades, tuvo lugar una conferencia sobre
nutricin. Haba presentes ms de trescientas personas, todas ellas veganas. El
ponente comenz su intervencin pidiendo que alzasen la mano aquellos que
hubiesen tenido un problema nutricional a causa de su dieta. Tan slo una joven
levant la mano. El ponente, licenciado en Medicina y especialista en Endocrinologa
y Nutricin, le pregunt sobre su dolencia, a lo que la asistente respondi: falta de
hierro. El mdico le pregunt que desde haca cunto tena esa carencia, y ella le
contest que desde los 14 aos. A continuacin, quiso saber cunto tiempo haca que
era vegana, y ella indic que desde haca slo dos aos.
La falta de hierro era mucho anterior a su dieta. Sin embargo, su mdico habitual
haba asociado este problema de salud con su alimentacin vegana. Finalmente, el
conferenciante le dio unos consejos para solucionar la carencia de hierro con una
alimentacin vegana.
La American Dietetic Association (Asociacin Americana de Diettica)
reafirmaba en el ao 2009 su postura oficial[29] sobre las dietas vegetarianas. Citaba
textualmente: Las dietas totalmente vegetarianas o veganas son saludables,
nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud en la
prevencin y tratamiento de ciertas enfermedades. Las dietas vegetarianas son
apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia,
la infancia, la niez y la adolescencia, as como para deportistas.
Son muchos los rumores y descrditos que despierta la dieta vegetariana estricta.

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Lo cierto es que hoy en da est ms que demostrado que una dieta equilibrada a base
de productos de origen vegetal no tiene carencias y que un vegetariano que no come
ni leche ni huevos puede conseguir protenas de tan alta calidad como las que
proceden de los animales. Tal y como reconoce el Dr. Aguilar, los expertos en
nutricin que siguen afirmando que las protenas vegetales son de baja calidad viven
con los conocimientos de nutricin de principios del siglo XX[30]. No obstante, sigue
existiendo cierta controversia en torno a la escasa presencia de la vitamina B12 en
alimentos de origen vegetal. En este sentido, y dados los riesgos para la salud que
podra conllevar la falta de dicha vitamina, los expertos recomiendan combinar la
dieta vegana con suplementos vitamnicos de B12 as como consumir alimentos
enriquecidos con B12, tales como algunos cereales de desayuno, leche o yogures de
soja, etc.
Por otro lado, estudios epidemiolgicos apoyan la asociacin entre la ingesta de
vegetales y frutas y el bajo riesgo de padecer enfermedades crnicas en personas que
llevan una dieta vegetariana estricta. Pablo Saz, doctor en Medicina y Ciruga y
especializado en medicina naturista entre otros mbitos, recoge los efectos
identificados en estudios dietticos humanos con este tipo de dieta[31], entre los que
destaca la reduccin de la presin sangunea, la actividad antioxidante, la
estimulacin del sistema inmunitario o la alteracin del metabolismo del colesterol,
entre otros.
Las alergias a determinados alimentos de origen vegetal o la falta de tiempo
debido a motivos laborales se utilizan con frecuencia como barrera al veganismo. Sin
embargo, la dieta vegana ofrece un abanico de posibilidades tan amplio que, tal y
como demuestran los especialistas antes citados, permite a cualquier persona
prescindir de los productos animales.

El veganismo es radical
Existen perspectivas, incluso de aquellos que tericamente rechazan el especismo,
que consideran el veganismo demasiado radical y lo evitan por ello. Es decir, se
declaran a favor de los derechos animales pero, mientras tanto, eluden adoptar una
forma de vida vegana o, simplemente, disminuyen una parte de su consumo de
productos de origen animal.
Incluso dentro de algunas organizaciones llamadas por s mismas defensoras de

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los derechos animales hay activistas veteranos representndolas que afirman
abiertamente que no llevan intencin de adoptar un modo de vida vegano en el futuro.
Tampoco es raro encontrar veganos que cuando son invitados por amigos y
familiares a comer hacen una excepcin argumentando ser veganos flexibles. O
veganos que de vez en cuando compran alguna prenda con alguna pieza de cuero
escudndose en la idea de que por un poco, no pasa nada.
En ninguna organizacin antisexista se aceptara la participacin de un hombre
que afirma creer en la igualdad sexual, pero que no le gustan las posturas radicales y
que una vez al ao aproximadamente ejerce la violencia contra su pareja. Tampoco se
aceptara en una organizacin antirracista a un miembro al que no le gustan las
posiciones extremas antirracistas y que, por ello, no tiene problema en agredir
puntualmente a un inmigrante por el nico hecho de no pertenecer a su raza.
Los veganos deben ser siempre respetuosos con los especistas y no olvidar nunca
que ellos tambin compartieron esas ideas en un periodo de sus vidas. Pero a la vez
que se muestra el mximo respeto a las personas hay que transmitir una oposicin
mxima a las actitudes e ideas discriminatorias. Igual que con el racismo o el
machismo no se aceptan gamas de grises, con el especismo las posiciones deben ser
igual de firmes.
Si se considera radical no llevar a cabo ninguna prctica especista, tambin debe
considerarse radical no llevar a cabo ninguna prctica racista, homfoba, o sexista.
Del mismo modo, si la intolerancia al racismo, la homofobia o el sexismo se
consideran positivas, la intolerancia al especismo tambin debera considerarse
positiva.
Una posicin radical es aquella que va a la raz del problema. Para acabar con
cualquier forma de discriminacin debemos dirigirnos a esa raz. Por ello, la lucha
contra el especismo, al igual que contra cualquier otra forma de discriminacin es
radical.

Los veganos son fundamentalistas y fanticos


Otra crtica habitual es tachar el veganismo de fundamentalismo. En el libro El
espejismo de Dios, de Richard Dawkins[32], se trata de forma explcita esta cuestin.
Las personas fanticas o fundamentalistas son aquellas que creen en algo sin
posibilidad de cuestionamiento. El autor pone acertadamente el ejemplo de los
religiosos que creen a ciegas todo lo que dice su libro sagrado, pese a que se

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muestren evidencias de que lo que se dice ah no es cierto. As, los creacionistas
estiman que las diferentes especies que pueblan nuestro planeta son elementos fijos e
inconexos. A pesar de que la ciencia ha aportado pruebas embriolgicas,
biogeogrficas, genticas, paleontolgicas, bioqumicas, taxonmicas y anatmicas
que se complementan y refuerzan unas a otras demostrando la realidad de la
evolucin, sigue habiendo personas que se niegan a ver la realidad porque sera
cuestionar las escrituras sagradas. Eso es fundamentalismo y fanatismo.
Por el contrario, la mayor parte de las personas que creen en los derechos
animales han sido educadas bajo la idea de que los animales pueden ser explotados
para el beneficio de los humanos. Desde su nacimiento se les ha enseado que el
hecho de que un individuo pertenezca a la especie humana le dota de unos privilegios
sobre otros animales tan exagerados como privarlos de libertad, matarlos y
alimentarse de ellos. Sin embargo, los veganos, en un momento determinado de sus
vidas, han valorado otras posturas que les han llevado a cuestionar las ideas con que
fueron educados y cambiar su consideracin hacia los animales de otras especies.
Por ltimo, es habitual que se confundan los trminos fundamentalismo y
fanatismo con pasin. Ser apasionado no es lo mismo que ser fantico. De
forma habitual, las personas que se oponen al maltrato animal tratan de divulgar las
ideas antiespecistas con una dedicacin apasionada. Qu hay de malo en ello?

Es muy difcil
Otro de los motivos que dificulta la predisposicin al cambio es precisamente
pensar que dicho cambio va a suponer un sacrificio.
Lo difcil no es adoptar una forma de vida vegana, lo realmente complicado es
dejar atrs la mentalidad especista. Si tenemos en cuenta que desde que nacemos nos
han inculcado que el resto de animales son recursos y que estn en este mundo para
satisfacernos, es difcil cuestionarse todos esos valores. Pero cuando se consigue
eliminar el especismo de la mente y ver a todos los animales como individuos con
intereses y derechos, llevar una forma de vida vegana no supone un sacrificio.
Si en lugar de pensar qu comemos nos detuviramos a pensar a quin nos
comemos, habra muchos ms veganos en el mundo. Se trata de reflexionar sobre qu
hay detrs de la carne, los peces, los huevos o la leche. Cunto han sufrido los
animales para llegar a ser un alimento y las experiencias positivas que se les han
negado al ser considerados un producto alimenticio ms.

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En el momento en que la persona deja de ver un trozo de carne para pasar a ver
un trozo de vaca y comienza a considerar a esa vaca como un individuo, entonces
comrsela y participar en la industria que la explota es lo costoso.

Se producir una catstrofe ecolgica


Uno de los recursos que utilizan las personas para cuestionar la viabilidad del
veganismo es afirmar que esta forma de vida tendra un impacto ambiental negativo
muy importante. En primer lugar afirman que si toda la sociedad se hiciese vegana de
la noche a la maana, no habra lugar para mantener a los millones de animales que
en estos momentos estn enjaulados.
Ningn cambio cultural ha ocurrido de forma brusca. La asimilacin de nuevas
ideas por parte de una sociedad supone un proceso lento. El rechazo al especismo est
ocurriendo de forma ms paulatina que el rechazo a otras formas de discriminacin
por dos motivos fundamentales. En primer lugar, los animales no humanos tienen una
capacidad de defenderse de nuestras agresiones muy limitada y objetivamente
insuficiente. Incluso los animales considerados ms peligrosos son vulnerables a
nuestros ataques. Las ballenas son aniquiladas por las flotas balleneras, los leones son
capturados y humillados en crceles zoolgicas, los toros son torturados y asesinados
en las plazas y los rinocerontes son masacrados para arrancarles sus cuernos. Por
desgracia, el ser humano ha diseado la forma de dominar a todos los animales del
planeta.
En segundo lugar, la gran mayora de la sociedad participa y obtiene beneficio de
la explotacin animal y no est dispuesta a renunciar a ella. Si recordamos, por citar
un ejemplo, cmo la sociedad norteamericana dej atrs la esclavitud, vemos que
eran pocos los propietarios de esclavos y para el resto de los ciudadanos la abolicin
de las leyes racistas no supuso grandes cambios en su vida cotidiana. El rechazo del
especismo, aunque permite llevar una vida absolutamente normalizada, implica un
cambio en la alimentacin que despierta reticencias por los beneficios personales que
supuestamente aporta.
No es necesario tener unos conocimientos econmicos profundos para saber que
la oferta est muy relacionada con la demanda. Por ello, el incremento de veganos
est aumentando en el mercado la oferta de productos libres de explotacin animal, al
tiempo que disminuye progresivamente la presencia de artculos de origen animal.
Del mismo modo, el nmero de granjas, circos, crceles zoolgicas, plazas de toros o

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laboratorios de viviseccin, disminuir y el nmero de animales explotados se
reducir de forma progresiva.
Otra objecin desde una perspectiva ecologista al veganismo es que si toda la
sociedad se hiciese vegana, un gran nmero de especies y razas animales
desaparecera.
Muchas de las especies que conocemos hoy en da son el producto de una
evolucin antropizada. Desde que surgi la ganadera hace aproximadamente 10.000
aos en el Neoltico[33], los individuos que conseguan reproducirse no eran los que
mayor capacidad tenan de sobrevivir a las condiciones naturales, sino que eran
aquellos que mayores beneficios aportaban al ser humano. As, el criterio que se
empleaba para decidir qu cerdos se utilizaban como sementales era su capacidad de
engorde y no su capacidad de huda o defensa ante los depredadores. Por ello,
algunas de las subespecies que vemos hoy en da como algo habitual desapareceran a
la vez que la explotacin animal.
Sin embargo, hay que remarcar que estas variedades no son el resultado de una
transformacin natural sino que son el resultado de la seleccin forzada de lo que en
biologa se denominan organismos aberrantes, por lo que no aportan nada al
equilibrio ecolgico. De sta forma la ecologa indica que su desaparicin, en
principio, no causara un impacto negativo en los ecosistemas. Adems, es muy
importante recordar que las especies como tales no tienen capacidad de sentir y, en
consecuencia, no tienen intereses. Quienes s tienen capacidad de sentir son los
individuos que las componen, de ah que sean sus intereses y sus derechos los nicos
que pueden ser considerados.

El animal ya est muerto


Los economistas utilizan el modelo de la oferta y la demanda para analizar los
mercados competitivos[34]. La conducta de los ciudadanos como compradores
determina qu bienes tienen mayor o menor demanda as como la oferta y produccin
de los mismos.
Por no comer animales no les vamos a devolver la vida a los que ya se han
matado. Pero si se deja de comprar y demandar productos de origen animal, esa
industria disminuir sus ganancias, habr menos personas obteniendo beneficio de
ella y menos animales enjaulados esperando a morir para satisfacer los gustos
culinarios de la poblacin. Se trata de una forma de boicot que, como se ha podido

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comprobar en otros mbitos de consumo, ha demostrado su eficacia en innumerables
ocasiones.
La industria peletera es una buena muestra de este descenso de demanda con su
consecuente disminucin en la oferta. Una ardua labor de concienciacin, unida a
otro tipo de actos que se detallan ms adelante, ha ocasionado un descenso de
animales criados, enjaulados y matados para confeccionar prendas de piel. La fuerza
del consumidor es crucial para frenar la cra de animales como productos.

La importancia del individuo


Diferentes organizaciones apuntan que por cada persona que se hace vegana se
evita que cada ao entre 80 y 95 animales padezcan una vida y una muerte de
sufrimiento. Si comparamos este nmero con la cifra total de animales explotados
puede resultar casi insignificante. Pero para esos animales que se libran de una vida
de esclavitud lo es todo.
El cuento de Canfield y Hansen[35], titulado De uno en uno, transmite una genial
respuesta a la pregunta: de qu sirve hacerse vegano si millones de animales van a
seguir siendo explotados?

En una puesta de sol, un joven iba caminando por una desierta playa. Mientras
andaba empez a ver que en la distancia, otro hombre se acercaba. A medida que
avanzaba, advirti que iba inclinndose para recoger algo que luego arrojaba al agua.
Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al ocano.
Al aproximarse ms, el joven observ que el hombre estaba recogiendo estrellas
de mar que la marea haba dejado en la playa y que, una por una, volva a arrojar al
agua.
Intrigado, el paseante se aproxim al hombre para saludarlo:
Buenas tardes, amigo. Vena preguntndome qu es lo que hace.
Estoy devolviendo estrellas de mar al ocano. Ahora la marea est baja y ha
dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar se
morirn por falta de oxgeno.
Ya entiendo replic el muchacho pero sobre esta playa debe de haber
miles de estrellas de mar. Son demasiadas simplemente. Y lo ms probable es que
esto est sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. No se da

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cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sirva para algo y sea de
verdad importante?
El nativo sonri, se inclin a recoger otra estrella de mar y, mientras volva a
arrojarla al mar, contest:
Para sta s que es importante!

Las plantas como individuos


Una de las ideas principales de este libro es que todo individuo con capacidad de
sentir tiene unos intereses y unos derechos. Entre los derechos fundamentales
encontramos el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho a no ser
torturado.
Las plantas, al igual que los organismos de los reinos fungi, monera o protista, no
tienen capacidad de sufrir o disfrutar. En este sentido, no tienen ningn inters ni da
lugar a apuntar que tengan unos derechos que protejan esos inexistentes intereses. En
otras palabras, al no poder disfrutar de la vida, carece de lgica sealar que detenten
inters por seguir viviendo.
Hay tres criterios que nos pueden indicar si un ser vivo es capaz de sentir o no.
Todos ellos nos indican que las plantas carecen de esta capacidad. El primer criterio
es de carcter anatmico: los vegetales no tienen sistema nervioso. De los cinco
reinos en que se dividen los seres vivos, los nicos individuos que poseen sistema
nervioso pertenecen al reino animal. Por ello, los nicos organismos que pueden
sentir pertenecen a este reino.
La segunda forma de saber si un ser vivo es capaz de sentir es mediante el estudio
de su comportamiento. As, por ejemplo, podemos deducir que un humano est
sufriendo si le vemos llorando y chillando tras entrar en contacto con una fuente de
dolor. Los animales no humanos reaccionan de maneras similares: escapan de las
fuentes de dolor, gritan o se retuercen cuando ste ya se ha producido. Sin embargo,
ningn vegetal reacciona as ante una agresin.
Cuando se comenta esta habilidad que poseemos los animales y no las plantas,
hay quien afirma que las plantas tambin reaccionan ante estmulos. Y es cierto. Se
suelen utilizar como ejemplo plantas carnvoras como la Dionaea muscipula, que al
detectar un insecto cierra sus trampas atrapndolo; tambin los girasoles, as como
otras plantas que mueven sus hojas o flores hacia el lugar de procedencia de la luz.
Estos movimientos son conocidos como tropismos y nastias.

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Pero hay que aclarar que, aunque las plantas se mueven, este movimiento no tiene
nada que ver con el de los animales. Los movimientos de los animales estn
fundamentalmente controlados por el sistema nervioso, mientras que los de los
vegetales estn exclusivamente regulados por el sistema endocrino[36].
La ltima prueba es de carcter evolutivo. El dolor y la capacidad de sentir en
general es en realidad una defensa creada como resultado de la integracin de
sistemas complejos para aumentar la probabilidad de supervivencia en la
naturaleza[37]. Gracias a la capacidad de sentir los animales huyen de situaciones
adversas y en la medida de lo posible atienden a sus problemas de salud. Por ejemplo,
una cabra con la pata rota no apoya su pata fracturada porque siente dolor, lo que
facilita que se suelden las piezas del hueso fracturado. La evolucin jams hubiese
dotado de esta capacidad a los vegetales, pues al no desplazarse no pueden huir de la
agresin y el dolor slo les proporcionara un perjuicio en la naturaleza.
A pesar de que est demostrado cientficamente que las plantas no tienen
capacidad de sentir, hay quienes se resisten a aceptarlo y lo utilizan como arma para
cuestionar a quienes no utilizan productos de origen animal. Si de verdad piensan que
los vegetales sienten, deberan actuar en consecuencia y dejar de consumir plantas
para alimentarse exclusivamente de frutos recolectados del suelo, algas y hongos,
adems de vestirse con tejidos sintticos.

Todos explotamos
Desde determinados crculos sociales se acusa a los veganos de no ser coherentes
apuntando que su modo de vida tambin causa explotacin. Recurren a ejemplos
como que al consumir productos en una sociedad capitalista se est financiando
indirectamente a empresas que explotan a sus trabajadores.
Ahora tratemos de evaluar lo que ocurre con los animales. Para ello imaginemos
por un momento que en las granjas, en lugar de haber animales no humanos, hubiese
animales humanos. Pensemos que a escasos kilmetros de nuestras casas existieran
naves en las que cientos o miles de personas estn encerradas contra su voluntad, se
les est engordando y, una vez alcanzado un cierto peso, estas personas son enviadas
en camiones al matadero. Ah sus cuerpos ya sin vida son descuartizados, envasados
y enviados a supermercados. Es difcil de imaginar un caso tan extremo porque
afortunadamente a da de hoy estamos muy lejos de ello. Pero esa situacin es una
realidad para los animales.

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Continuemos con el ejercicio. Supongamos que vivimos en esa sociedad en la que
algunos humanos son considerados como recurso alimenticio y que en esa misma
sociedad hay un grupo de gente que se niega a comrselos. Qu pensaran si alguien
les dice t no comes humanos, pero financias indirectamente empresas que explotan
a sus trabajadores?
Evidentemente, los veganos, al igual que el resto, han de tener en cuenta y ser
conscientes de que ciertos productos proceden de la explotacin laboral. Lo que no es
admisible es que se utilice este hecho como excusa para seguir financiando la
explotacin animal.

Todos matamos
Otra de las afirmaciones comunes para cuestionar la coherencia del veganismo es
el hecho de que los veganos, por el simple hecho de existir, tambin causan muertes.
Suele decirse que al caminar todos matamos hormigas y al ir en coche es fcil
atropellar a un animal.
En este sentido, es importante marcar la diferenciacin entre las muertes o el
sufrimiento causado de manera voluntaria y directa de las muertes causadas de forma
involuntaria e indirecta.
Es cierto que quienes utilizan el coche pueden atropellar accidentalmente a un
conejo. Pero no es equiparable este caso con el de otra persona que acaba
voluntariamente con la vida de ese individuo para obtener un beneficio de esa muerte.
Del mismo modo, no se puede comparar a un conductor que involuntariamente
atropella a un humano con una persona que mata intencionadamente a un humano
para obtener un beneficio de esa muerte.

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VIVISECCIN
La experimentacin con animales es uno de los campos de la explotacin animal ms
criticados por los activistas por los derechos animales. Los vivisectores utilizan los
animales como instrumental que desechan cuando dejan de serles tiles. Las paredes
de los laboratorios evitan que la sociedad conozca las atrocidades que ocurren en
nombre de la ciencia.
Los vivisectores usan todo tipo de animales: gatos, peces, ratones, primates, ratas,
conejos, gallinas, caballos, vacas, ovejas, moscas de la fruta, hurones, etc. En
principio, cualquier animal puede ser til para probar un nuevo medicamento, un
producto de limpieza o un carmn de labios. Aunque ningn animal est libre de
entrar a un laboratorio, prefieren recurrir a animales indefensos que se sometan
rpidamente a la dominacin humana y que supongan poco riesgo para el vivisector.
Por ese motivo, por citar un ejemplo, se recurre habitualmente a perros de raza
beagle. Estos perros cuando son agredidos raras veces responden con agresividad. Se
tiran al suelo como sea de sumisin para que el agresor se apiade de ellos.
Desgraciadamente, esta estrategia no les funciona en los laboratorios.

El avance cientfico
Tal y como apunta Patterson, los nazis basaron el genocidio en la idea de que los
judos, desde una perspectiva evolutiva, se encontraban en un punto intermedio entre
los humanos y el resto de animales[38]. El mismo autor muestra en su libro cmo los
campos de exterminio estaban diseados de la misma forma que los mataderos con el
fin de maximizar su eficiencia. En algunos de sus experimentos los nazis dejaron de
utilizar animales no humanos y pasaron a utilizar judos. Biolgicamente, no podan
negar que los judos eran ms cercanos a los alemanes arios que los conejos o las
ratas. Si no haba ningn problema en utilizar perros y ratas en beneficio del avance
cientfico, por qu no iban a utilizar a otros individuos que consideraban inferiores?
No se puede discutir que el uso de humanos en experimentos gener importantes
avances mdicos durante aquel periodo. De hecho, muchas de las grandes
multinacionales farmacuticas con base en Alemania alcanzaron su reputacin
gracias a los experimentos que desarrollaron en ese pas durante la dcada de los aos
30 y 40. Lo que s se puede debatir es si el fin justifica los medios.

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La mayor parte de los opositores a la viviseccin basan su argumentacin en que
los resultados obtenidos en un estudio con animales no pueden extrapolarse a los
humanos por pertenecer a otra especie. La Aspirina, por ejemplo, puede causar la
muerte en gatos. La Talidomida, por hacer alusin a otro frmaco, fue testada en
animales sin observarse ningn efecto nocivo; y cuando se aplic a humanos gener
muertes y miles de bebs padecieron deformaciones.
Por el contrario, existen a su vez estudios cientficos que han demostrado la
utilidad de los animales como herramientas de laboratorio. Desde el movimiento de
derechos animales son muchas las organizaciones y activistas que se niegan a
reconocer estos resultados. Sin embargo, son cada vez ms las voces que s los
aceptan sin diluir por ello su mensaje contra la viviseccin. Un ejemplo claro es el
documental One small step. The story of the space chimps (Un pequeo paso. La
historia de los chimpancs del espacio[39]). En l se evidencia el importante papel que
jug un grupo de chimpancs en la carrera por conquistar el espacio; pero se muestra
al mismo tiempo el sufrimiento fsico y psicolgico al que fueron sometidos los
animales utilizados, ayudando as al espectador a empatizar con las vctimas de los
experimentos.
Como vemos, el argumento de que no es adecuado extrapolar los resultados de
los estudios obtenidos en una especie a otra queda anulado en el campo de la
investigacin astronmica y adems parte de los cientficos pertenecientes al campo
de la Medicina se muestra en contra. Por otro lado, tampoco sirve en otros mbitos,
como en las pruebas realizadas con fines veterinarios, en las cuales no se extrapolan
resultados entre especies por ejemplo, si se utilizan cerdos para desarrollar
frmacos para otros cerdos.
La viviseccin ha de ser criticada desde un punto de vista tico. Para que el
pblico comprenda la oposicin a esta prctica no se puede argumentar que no es un
procedimiento cientfico adecuado. El verdadero argumento es que debemos respetar
los derechos de los animales que son utilizados con estos fines exactamente igual que
respetamos los de cualquier humano. Las ratas, monos, perros, gatos o conejos tienen
capacidad de sufrir y disfrutar y, por ello, deben ser respetados.
Si hoy resultan inaceptables los argumentos racistas a los que recurran los nazis
para justificar la viviseccin con judos, habra que oponerse con la misma firmeza a
los argumentos especistas que se utilizan en la actualidad para respaldar los
experimentos con animales, independientemente de si es cierto que favorecen o no el
avance de la ciencia.

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Alternativas a la viviseccin
En una ponencia un profesor universitario relat orgulloso los experimentos que
haba llevado a cabo con ranas y los resultados que haba logrado quitndoles los ojos
para estudiar sus clulas. Haba casi cien personas en el aula y me pareci una
desconsideracin hacia sus vctimas no intervenir y mostrar mi opinin. No recuerdo
bien cmo fue el inicio del debate, lo que s recuerdo es que se sorprendi
doblemente con mi planteamiento.
Tras escuchar mi postura, en primer lugar, aquel profesor afirm que antes de
realizar los experimentos anestesiaba a las ranas igual que hubiese hecho con un
humano. Yo le respond que cuando un cirujano amputa los ojos a un paciente
humano lo hace para beneficiar al paciente. Sin embargo, aquel profesor estaba
amputando los ojos de las ranas para beneficiar a otros. Por tanto, el hecho de que
anestesiase a las ranas no haca comparables las dos intervenciones quirrgicas.
Le pregunt si le hubiese parecido bien coger al azar a un grupo de humanos,
anestesiarlos y amputarles los ojos en beneficio de la ciencia. Se hizo un silencio en
clase y el profesor me contest un no rotundo como si hubiese dicho algo absurdo.
Tras el silencio, el profesor, dirigindose a m como a un nio de dos aos y con
una sonrisa en la boca, me dijo que l tambin se opona a la experimentacin animal
cuando haba alternativas a ella y me pidi que le sugiriese una alternativa para su
experimento. Obviamente, pretenda llevar el debate al terreno cientfico. Para m la
viviseccin es una cuestin moral, le respond. Estoy en contra de la viviseccin
independientemente de si hay alternativas o no.
En la inmensa mayora de los casos hay otras opciones a la viviseccin, pero no
es positivo que en un debate sobre este tema nos limitemos a nombrar las mltiples
alternativas. Si caemos en ello parece que en el caso de que no las hubiese
apoyaramos esos experimentos.
Tratar el tema desde un punto de vista cientfico supone dejar en un segundo
plano a los animales que da a da estn muriendo y siendo torturados en los
laboratorios. Hay que centrarse en su sufrimiento, sus intereses y sus derechos, no en
los avances cientficos que aporta o no su explotacin.

Esquivando el argumento de la superposicin de


especies

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Uno de los trabajos ms utilizados por los vivisectores para defender sus prcticas
es el artculo de Carl Cohen The Case for the Use of Animals in Biomedical Research
(Los argumentos para el uso de animales en la investigacin biomdica[40]). En
primer lugar, el autor sostiene que los animales no son sujetos de derecho porque no
poseen ciertas capacidades intelectuales que s tienen los humanos. Dado que no
tienen derechos concluye que pueden y deben ser utilizados en experimentos que
beneficien a los humanos.
Por supuesto Cohen se tropieza con el obstculo del argumento de la
superposicin de especies tambin conocido como el argumento de los casos
marginales. Responde entonces con la idea de que aunque hay seres humanos que
carecen de estas capacidades se les debe tratar como si las tuviesen porque pertenecen
al grupo de los humanos que, en trminos generales, s poseen dichas capacidades.
Del mismo modo, aunque hubiese animales no humanos que las tuviesen debera
tratrseles como si careciesen de ellas. De esta forma el autor trata de sortear el
obstculo para poder justificar la experimentacin en cualquier animal no humano y
oponerse a la experimentacin en cualquier animal humano.
El problema de tratar a los individuos en funcin de las caractersticas generales
del grupo al que pertenecen, como indica Taylor[41], es que conduce a toda clase de
comportamientos absurdos. Supongamos que estamos enseando a leer a un grupo de
nios y uno presenta ms dificultades que el resto. Desde este planteamiento no se le
debera prestar mayor atencin porque la mayora ya ha alcanzado el nivel de lectura
adecuado.
Adems, el grupo en el que nos basemos para establecer el trato puede ser muy
subjetivo. Cohen plantea para defender la viviseccin que debemos basarnos en la
agrupacin especie, y defiende as que los seres humanos con discapacidades
intelectuales, dado que pertenecen a la especie humana, merecen el mismo respeto
ante la viviseccin. Pero otros pueden utilizar su razonamiento basndose en la
agrupacin reino. De esta forma, como pertenecemos al reino animal y segn
Cohen los animales suelen carecer de esas capacidades intelectuales, todos los
animales incluidos los humanos podramos ser vctimas de la experimentacin
animal. O podramos ir incluso ms all; todos los animales somos seres vivos y entre
ellos predominan en nmero las bacterias, deberamos tratarnos los unos a los otros
como bacterias?
Por supuesto Cohen no utiliza su razonamiento para defender esas otras
conclusiones que de l se derivan, sino que lo utiliza nicamente para alcanzar la
conclusin a la que previamente ha llegado: que la viviseccin en animales no
humanos es ticamente aceptable y la viviseccin en humanos es ticamente
deplorable.
Lo lgico es tratar a cada uno segn sus caractersticas personales, no segn las
caractersticas generales del grupo al que pertenece[42]. Los animales tenemos un
cierto grado de similitud con otros, pero tambin tenemos unas inquietudes,

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capacidades e intereses que nos hacen nicos y que deben ser tenidos en cuenta a la
hora de tratarnos.

El utilitarismo
En noviembre de 2007 la cadena de televisin britnica BBC emita un
documental dirigido por Adam Wishart bajo el ttulo Monkeys, rats and me: animal
testing (Monos, ratas y yo: experimentacin animal[43]). El escritor y documentalista
pretenda, en teora, recoger de forma objetiva la postura de los partidarios de la
experimentacin animal y de los detractores, aunque en la prctica result ser
bastante parcial. Como ejemplo, el autor recurri a la campaa de SPEAK (The Voice
for the Rights of Animals / La voz para los derechos de los animales), que se opona a
la construccin de un centro de viviseccin de primates en la prestigiosa Universidad
de Oxford, en Inglaterra. Vivisectores y activistas de la campaa, entre ellos, Mel
Broughton, mostraban sus puntos de vista en el documental.
En la recta final del reportaje, el filsofo Peter Singer, presentado por Wishart
como un smbolo del movimiento por los derechos animales, apareca dando una
charla a los promotores del centro de viviseccin. Es entonces cuando Tipu Aziz, uno
de los vivisectores, se identifica ante Singer como neurocirujano especializado en la
enfermedad de Parkinson y le indica que, gracias a experimentos que ha realizado
junto con otros colegas en aproximadamente cien primates, ms de cuarenta mil
pacientes se han visto beneficiados. Singer le responde que l no es cientfico, pero
que si efectivamente esos datos son ciertos, s apoya los citados experimentos.
El documental finaliza acto seguido con uno de los pacientes del vivisector
levantndose de una silla de ruedas tras estar postrado en ella durante tres aos,
presuntamente gracias a los avances obtenidos con estos experimentos. El vivisector
le explica que si puede andar de nuevo es gracias a la experimentacin en primates, y
el paciente, un adolescente, muestra su apoyo a la viviseccin. Por ltimo, se oye la
voz en off de Adam Wishart afirmando que si Peter Singer, uno de los smbolos del
movimiento por los derechos animales, apoya esos experimentos, todos deberamos
hacerlo.
A pesar de que Singer ha influido a muchos de los activistas que defienden la
liberacin animal, no puede decirse que sea partidario de los derechos animales. El
filsofo, como muestra el documental, no respeta el derecho a la vida, el derecho a no
ser torturado o el derecho a ser libre.

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Peter Singer es utilitarista. De sus numerosas declaraciones y textos se extrae que
apoya prcticas que de forma global generan una disminucin de sufrimiento o
aumentan las sensaciones positivas, aunque para ello sea necesario utilizar individuos
con capacidad de sentir como un recurso. Por eso, Singer aprueba la muerte de
aquellos primates si salvaron un mayor nmero de vidas. Lo que no se dice en el
documental es que segn esta visin Singer tambin apoyara los experimentos en
humanos si se demostrase que salvan a ms personas de las utilizadas en dichos
experimentos.
Pero la postura de los derechos animales es clara: cualquier individuo con
capacidad de sentir tiene derecho a no ser utilizado como un instrumento para lograr
unos objetivos. Por ello, a pesar de los beneficios que otros individuos obtengan, ese
derecho no puede ser negado a ningn animal, sea humano o no humano.

Ponte en su lugar
Cuando surge el debate sobre la viviseccin hay una pregunta casi obligada: Y si
tu vida dependiera de un experimento con animales, tambin estaras en contra?.
De esta forma, quienes apoyan la experimentacin en animales tratan de que quienes
no lo hacen se pongan en lugar de los posibles beneficiados de esas prcticas. Pero se
olvidan de que hay otros individuos sufriendo adems de aquellos que esperan una
cura a una determinada enfermedad. Por ello, esa pregunta puede ser respondida con
otra: Y si t fueras el animal que va a ser envenenado y diseccionado, te parecera
justo?.
Si la vida de uno est en juego, esa persona puede apoyar prcticas como la
viviseccin en animales. Tambin se han dado casos en los que personas ricas han
pagado a sicarios para secuestrar a otros y robarles un rin. La desesperacin de una
persona que teme por su vida puede llevarle a hacer muchas cosas por salvarla, pero
no por ello esas acciones son ticamente justificables.

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La solucin
Prcticamente todos los productos que se utilizan han sido testados en animales.
Se han realizado experimentos con multitud de animales de diferentes especies para
ver qu voltaje elctrico eran capaces de resistir sin morir. Se ha testado el agua, los
tintes de ropa y cualquier alimento que podamos imaginar. Los investigadores ganan
reputacin en funcin del nmero de artculos cientficos publicados. Por este motivo,
en muchas ocasiones su objetivo no es obtener un resultado aplicable, sino lograr que
alguna revista publique el artculo para engordar el currculum del autor.
El hecho de que alguien haya experimentado en ratas los efectos de una dieta
basada exclusivamente en tomates, no implica que quienes comen tomates estn
fomentando la experimentacin animal. Del mismo modo, que el tabaco haya sido
experimentado en animales, no implica necesariamente que al fumar se est
propiciando la experimentacin de tabaco en animales.
Como vemos, la relacin entre consumo y animales explotados en la viviseccin
es muy compleja, de forma que no se da una relacin tan directa como en el campo
de la alimentacin o la vestimenta. En cualquier caso, s que se estar fomentando la
experimentacin animal si quienes reciben el dinero son quienes llevan a cabo dichas
investigaciones y si el consumo de esos productos implica un aumento de los
experimentos como puede ocurrir en el sector de la cosmtica. Por ello, en
general, la mejor forma de rechazar la viviseccin es no comprar productos de marcas
que experimentan con animales y hacerles saber el motivo del boicot.

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ZOOLGICOS
A la conquista de territorios durante el siglo XIX sobrevinieron exhibiciones pblicas
de indgenas por motivos cientficos y de ocio. El pionero sera el comerciante de
animales salvajes y futuro empresario de zoolgicos Karl Hagenbeck, que en 1874
exhibira novedosamente a seres humanos de Samoa y Saamis. Comprobado el xito,
este alemn gestionara a partir de entonces los llamados zoolgicos humanos,
ubicados en ciudades como Hamburgo, Londres, Miln, Nueva York o Barcelona.
Algunos de los indgenas exhibidos falleceran ante la imposibilidad de adaptarse a
las condiciones climticas. Lo mismo hara Geoffroy de Saint-Hilaire, director del
Jardn Parisino de Aclimatacin a travs de sus exhibiciones etnolgicas,
mostrando tambin a seres humanos desnudos o semidesnudos en jaulas[44].
De igual modo, en 1906 el director de la Sociedad Zoolgica de Nueva York
expuso al pigmeo Ota Benga en el Zoolgico de Bronx junto con simios y otros
animales y lo denomin el eslabn perdido.
Todos estos hechos resultaron claves, no slo para aumentar la rivalidad por la
colonizacin africana, sino tambin para fomentar y extender una ideologa racista y
discriminatoria presente incluso en las tiras de Herg, como por ejemplo en Tintn en
el Congo, en 1931.
Vemos, por tanto, cmo en una poca en la que la esclavitud humana era
aceptada, pocas voces se alzaban contra este espectculo degradante. Ante las crticas
de los defensores de los derechos humanos, propietarios de zoos, cuidadores y
algunos socilogos afirmaban que estaban mejor ah que en libertad, ya que en las
condiciones salvajes en las que vivan no era sencillo obtener alimentos. Afirmaban
tambin que en sus poblados natales apenas tenan recursos mdicos y la higiene
dejaba mucho que desear. Por el contrario, all les proporcionaban comida diaria y
atencin mdica. Defendan adems los beneficios de su cautiverio como forma de
preservar dichas tribus, que fcilmente podan desaparecer por una epidemia o por
una hambruna. Los defensores de esta prctica declaraban ser los ms interesados en
su bienestar y manifestaban su profunda preocupacin hacia ellos.
Afortunadamente hoy en da nadie se atrevera a defender una prctica como sta.
Sin embargo, las jaulas de los zoos no estn vacas. Los humanos de otras razas han
dejado de ocupar las jaulas, pero los animales de otras especies siguen ah y los
argumentos empleados para mantenerlos en esas condiciones no han cambiado.

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Los zoos como recurso conservacionista
El conservacionista y presentador de televisin britnico Gerald Durrell pas su
infancia cazando, capturando y matando animales para crear una gran coleccin.
Desde joven facilitaba animales para diferentes zoos. Su trabajo culmin en 1958 con
la creacin de su propio zoolgico, el zoo de Jersey (Inglaterra).
Por aquella poca, Durrell comenz a plantear la necesidad de transformar los
zoos en reservas para especies en peligro. Para financiar el zoo como proyecto
conservacionista cre en 1963 la Jersey Wildlife Preservation Trust, incrementando
notablemente sus ingresos y el nmero de animales enjaulados. Este innovador
planteamiento lograra mejorar la opinin pblica de los zoos en una sociedad que
comenzaba a cuestionarse estos negocios desde una perspectiva tica.
En el ao 2009 mantuve un debate con algunos de los trabajadores del zoo de
Madrid para mostrar mi postura. Uno de ellos me respondi que gracias a los zoos se
estaban repoblando zonas con especies en peligro de extincin. Pregunt qu
programas de reintroduccin llevaba a cabo ese zoolgico, qu animales estaban
liberando y dnde. No supieron recurrir a ningn ejemplo. Sin embargo, el zoo de
Madrid es uno de los zoos ms prestigiosos de Espaa.
Los centros que realmente tienen como objetivo la liberacin de su descendencia
se encuentran siempre en lugares alejados de la influencia humana para que no se
acostumbren a su presencia. Las condiciones de aislamiento son tan importantes para
la supervivencia del animal que en estos centros los animales slo ven a humanos
cuando requieren asistencia veterinaria. El alimento se lo proporcionan a travs de
agujeros para que no relacionen a los humanos con la comida y se acerquen a los
poblados cuando en el futuro estn hambrientos.
La realidad de los zoos es exactamente la contraria. Los animales estn en
continuo contacto con los humanos desde el momento de apertura hasta la hora de
cierre al pblico. Los propietarios de estos museos de animales facilitan este contacto
eliminando los lugares donde los animales pueden esconderse. Por ejemplo, las
serpientes pitn suelen estresarse fcilmente con la presencia humana, y en la
naturaleza pasan das escondidas en oquedades de rboles. Para evitar que el visitante
se quede sin ver a la serpiente los zoolgicos, al igual que las tiendas de animales,
eliminan cualquier lugar donde la pitn pueda esconderse.
Otro ejemplo claro lo constituye la historia del famoso gorila albino Copito de
Nieve. Fue capturado en su frica natal tras el asesinato de toda su familia.
Posteriormente se vendi en un mercado por una cantidad equivalente a 91 euros. En
1966, cuando tena dos aos, fue introducido en una jaula del zoo de Barcelona donde
se le conden a cadena perpetua. El hecho de ser el nico gorila albino conocido
logr atraer a miles de visitantes y engordar las arcas del zoo.
Su falta de pigmentacin, la intensidad del sol espaol y la ausencia de la sombra
selvtica auguraban un cncer de piel para Copito de Nieve. Pero sus llamados

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cuidadores lo mantenan en el exterior para que nadie se fuese sin ver al principal
reclamo del zoo, pese a que manifest problemas cutneos e irritacin ocular ya
desde edades incipientes.
En el ao 2001 el cncer acab con su vida. Pero los propietarios del zoo s que
haban utilizado a Copito de Nieve para un intenso programa de cra. Este programa
no pretenda devolver a la libertad a su descendencia. El objetivo era obtener nuevos
gorilas albinos para aumentar las ganancias del zoo. Fue padre de un total de veintin
hijos, de los cuales en marzo de 2009 slo sobrevivan ocho. Ninguno de sus hijos ha
visto jams la selva africana, todos han nacido, han muerto o morirn tras las rejas.
En casos muy concretos los zoos s que tratan de ganar el apoyo del pblico
llevando a cabo algn programa de recuperacin, pero incluso en esos casos,
mantener a esos individuos privados de libertad es moralmente injustificable. Es
curioso que la gente se muestre muy concienciada con temas ambientales y a pocos
les parezca mal mantener animales enjaulados si es por el bien del planeta. Pero
habra que ver cuntos de ellos estaran dispuestos a pasar el resto de sus vidas en una
celda, teniendo ah a su descendencia para preservar el equilibrio ecolgico. Es muy
fcil sacrificar la libertad por una buena causa cuando esa libertad es la de otros.
Sin embargo, para quienes defienden los derechos animales, estos no deben ser
utilizados como un recurso, ni para beneficiar a los humanos ni al planeta.

Los animales estn ms seguros en el zoo


Es habitual que los defensores de los zoolgicos afirmen que los animales estn
ms seguros en esos centros que en libertad. Es cierto que, por lo general, tienen
comida y no son vctimas de depredadores que podran atacarles en su hbitat natural.
Sin embargo, son vctimas de otro depredador muy agresivo, el ser humano.
La organizacin britnica The Captive Animals Protection Society (Sociedad para
la Proteccin de Animales en Cautividad) es una fuente veraz y objetiva sobre este
tema, ya que su activismo se basa en la lucha contra los zoos y los circos. Para
documentar esta cuestin CAPS dispone de un listado de agresiones a animales
enjaulados en zoolgicos ingleses en los ltimos aos.
En febrero de 2001[45] varias personas penetraron en el zoo de Belfast con barras
de hierro, asaltaron diferentes jaulas de aves y las golpearon. Antes de salir cogieron
un pingino y lo lanzaron a la jaula de los leones, donde fue devorado. En el lugar
encontraron varias latas de cerveza vacas. Pero ste no fue el primer acto similar en

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la zona. Esa misma semana en un centro de rehabilitacin para discapacitados una
ardilla listada fue decapitada.
El 11 de mayo de 2004[46] en el zoo de Dudley tres jvenes de entre 8 y 11 aos
mataron a patadas a un walab.
La noche del 26 de julio de 2006[47] alguien entr al zoo de Glasgow y mat
varios ratones utilizados por el zoo como alimento para otros animales. Tambin se
llevaron varias cras de conejo que aun estaban en periodo lactante y, por tanto, no
podran sobrevivir, y golpearon a un pato rompindole el pico y rompiendo su globo
ocular.
El 9 de agosto de 2007[48] tres adolescentes fueron arrestados y acusados de ser
responsables de un ataque en el zoo de Dundee. Entre las vctimas se encontraban dos
tortugas que perdieron la vida y un cervatillo al que acuchillaron. En total, veinticinco
animales fueron heridos.
El 28 de abril de 2009[49] unos desconocidos asaltaron un zoo para nios situado
en Lowestoft, Suffolk. Mataron alrededor de treinta conejos y veinte gallinas.
Estas noticias no recogen las agresiones que los animales sufren por parte de sus
paradjicamente llamados cuidadores y que han sido documentadas en diferentes
ocasiones por activistas por la liberacin animal, tanto en zoos como en circos.
Algunas de estas historias quedan reflejadas en el conmovedor libro Fear of the
Animal Planet: The Hidden History of Animal Resistance (Miedo al planeta animal:
la historia oculta de la resistencia animal[50]).
Es posible que en ocasiones concretas los animales no humanos estn ms
seguros en las jaulas. Tambin es cierto que los humanos estaramos ms seguros
por ejemplo, ante la posibilidad de ser atropellados si nos mantuviesen enjaulados
el resto de nuestras vidas. Pero ni un caso ni otro justifican la privacin de libertad a
un individuo que tiene capacidad de disfrutar de su libertad.

No todos los animales estn mal en los zoos


En el debate que mantuve con los cuidadores de zoos alguien reconoci que
aunque algunos animales nunca deberan estar all, no todos estn mal. Incluso habl
de fomentar los zoos-ticos, como si esas palabras pudiesen ir unidas.
Unos animales estarn mal y otros estarn peor. Por ejemplo, los elefantes o los
delfines, animales nmadas por naturaleza, ven sus desplazamientos limitados a una

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jaula de tamao variable. Ciertos reptiles, por su parte, pueden aceptar mejor las
condiciones de cautividad. Pero todos los animales tienen un espacio de movimiento
limitado a su jaula que les impide ser libres. Todos ellos han sido capturados de la
naturaleza y encerrados, o han nacido tras los barrotes sin haber podido disfrutar
nunca de la libertad. Todos ellos se ven forzados a mantener un intenso contacto con
el ser humano, algo que nunca ocurrira en la naturaleza. Y, finalmente, todos son
tratados como piezas de museo.
Tal y como se ha sealado, Francione[51] resume los derechos primarios de los
animales derecho a la libertad, a la vida y a no ser torturados en uno solo: el
derecho a no ser considerado como propiedad o recurso de nadie. En las crceles
zoolgicas, los animales enjaulados son considerados propiedad del zoolgico. Si
alguien es considerado propiedad de otro, sus intereses nunca sern valorados al
mismo nivel que los de su propietario. En consecuencia, en un zoolgico los intereses
de los animales por ejemplo, ser libres, no pueden ser valorados al nivel que los
del zoo ganar dinero.

Los trabajadores de los zoolgicos como cuidadores


Una trabajadora del zoo de Madrid comentaba tambin que ellos hacan un buen
trabajo por los animales y que los animales les tendran que estar agradecidos. Yo le
dije que no consideraba que su trabajo pudiese ser calificado como cuidadora. Ella
contest: limpiamos sus cobijos, preparamos sus dietas, vigilamos su salud,
enriquecemos sus jaulas y les tratamos cuando estn enfermos.
A los zoos les interesa mostrar a los animales que mantienen enjaulados con
buena salud y con las jaulas limpias para que el visitante salga contento. Si el cliente
ve las jaulas llenas de excrementos, con animales famlicos y movimientos
estereotipados, no volver a un zoo nunca ms.
Los propietarios de esclavos de Norteamrica tambin cuidaban las dietas,
vigilaban la salud de sus esclavos y les trataban cuando estaban enfermos. Les
interesaba que estuviesen sanos para que trabajasen al mximo en las plantaciones de
algodn o tabaco. No por eso tenan que estar agradecidos a su propietario ni
calificarlo como cuidador.
Quienes se dedican a limpiar las jaulas de los zoolgicos obtienen un salario que
proviene de la explotacin animal y, por ello, son explotadores de animales, no sus
cuidadores, como se autodenominan. Tambin sera correcto llamarles carceleros,

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pues trabajan en una crcel de animales no humanos e impiden que quienes
permanecen encerrados se escapen. Por ese mismo motivo en el entorno de los
derechos animales a los zoos se les suele denominar crceles zoolgicas.

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TAUROMAQUIA
La tauromaquia es una de las formas ms extremas de trato aberrante a un animal que
permanece hoy en da en nuestra sociedad. Cientos y a veces miles de aficionados
observan cmo un toro sale al ruedo, es engaado, torturado, desangrado y asfixiado
hasta la muerte.
Slo en las grandes ciudades espaolas se asesina a ms de cuatrocientos toros al
ao. Es difcil decir cuntos mueren en total, y mucho ms cuntas vaquillas y toros
participan en los llamados festejos sin muerte.
Los asistentes a esta demostracin de sadismo aplauden al unsono cuando el toro
es derrotado, dobla las rodillas y cae al suelo vomitando sangre por la nariz y por la
boca. Esta realidad permitida y normalizada en la sociedad es una muestra clara de la
magnitud del problema de la explotacin animal y del especismo.
Aunque cada vez hay ms gente que se opone a esta tradicin, prcticamente en
todas las localidades grandes hay peas taurinas y los polticos no se atreven a
mencionar la abolicin de una fiesta en la que la muerte es el objetivo y el
sufrimiento es el centro de atencin.

Arte, cultura y tradicin


El argumento ms utilizado por los partidarios de la tauromaquia es que se trata
de una fiesta tradicional, cultural, y artstica. No se puede decir que para todos los
implicados sea una fiesta. Para el toro, desde luego, no lo es.
La lapidacin y la ablacin de cltoris forma parte de la cultura y de la tradicin
de lugares de Asia, frica y Oriente Medio, pero cada vez son ms los pases que
estn acabando con estas antiqusimas costumbres. La cultura de las distintas
sociedades est en continua evolucin. Tenemos que intentar prescindir de aquellas
tradiciones que causen sufrimiento e incorporar a nuestra cultura aquellas que sean
respetuosas y solidarias.
La visin artstica de los toreros y sus seguidores es muy similar a la del
costarricense Guillermo Vargas, conocido en el mundo del arte como Habacus. En el
ao 2007 realiz su obra ms conocida. Cogi a un perro de la calle, lo at a la
pared de la galera de arte Cdice (en Nicaragua) y lo dej morir de hambre y de sed.
Para hacer ms dantesca la muerte, el autor peg granos de pienso de perro en la

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pared de la sala donde mantena a su vctima y escribi con ellas el mensaje Eres lo
que lees.
Quienes presenciaban la obra observaban la escena indiferentes ante el
sufrimiento de un animal agnico que mora frente a ellos. La sociedad respondi
ante la atrocidad, pero numerosos artistas salieron en defensa de Habacus, afirmando
que slo un ignorante que no entiende el arte poda protestar ante esa obra. Por su
parte, Juanita Bermdez, directora de la galera y cmplice de la muerte, afirm ante
las crticas recibidas que el perro haba muerto por causas naturales y no por
inanicin. Obviamente, era falso.
Los aficionados a estas formas de arte afirman que la incultura impide a quienes
se oponen a la tauromaquia apreciar el arte que encierra la fiesta. Pero lo relevante
no es si debe o no debe ser calificado como arte un acto donde se mata a un individuo
que quera seguir viviendo. Ser o no ser una expresin artstica no es un argumento
suficiente para justificar la tortura y el asesinato de nadie. Una vez ms, el fin no
justifica los medios.

Respeto muto
Es habitual escuchar a quienes apoyan el espectculo de la tortura y asesinato de
toros pedir respeto y tolerancia. Quieren que respeten sus ideas igual que ellos dicen
respetar las otras. Pero olvidan que en este debate hay un tercer sujeto que es el ms
afectado y por el que ellos no muestran ni la ms mnima consideracin.
Los partidarios de la liberacin animal no deben ignorar nunca que para
convencer a alguien de algo hay que respetarlo. Pero tratar con respeto a alguien no
implica observar pasivamente cmo esa persona comete o apoya asesinatos. Se puede
respetar a los tauricidas, pero no se puede respetar las muertes que promueven. Por
ello, es fundamental oponerse enrgicamente a estas costumbres. Quienes creen en
los derechos animales slo se oponen a toda aquella diversin que conlleve la muerte
o sufrimiento de un tercero. Resulta contradictorio que gente que no respeta ni
siquiera los derechos fundamentales del toro pida respeto para llevar a cabo sus
asesinatos. Cuando respeten a los toros, podrn pedir que se respeten sus maneras de
divertirse.

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Encuestas
Es imposible que se logre una sociedad acorde con el principio de igualdad
animal mientras permanezcan espectculos como estos. Pero hay signos claros de que
la oposicin al tauricidio est aumentando.
En abril de 2008 diversos medios de comunicacin nacionales se hacan eco de
los resultados publicados por el etlogo y profesor de investigacin del CSIC,
Fernando lvarez, tras realizar varias investigaciones vinculadas con el apoyo social
a la tauromaquia. Si en 1970 una encuesta reflejaba que el 55% de los espaoles no
tena ningn inters en los espectculos taurinos, la cifra en 2008 haba aumentado
hasta un 72%. El hecho de que entre los jvenes el porcentaje ascendiera hasta el
82% supone un dato muy esperanzador.
Esperanzadoras resultan tambin otras mltiples encuestas que se han publicado
sobre el tema. Se pueden citar los datos de varios estudios llevados a cabo por medios
de comunicacin de ndole diversa durante diciembre de 2009, cuando todava el
Parlamento cataln no haba ni admitido a trmite una Iniciativa Legislativa Popular,
avalada por 180.000 firmas, para prohibir las corridas de toros en Catalua.
En el estudio publicado por el diario El Pas, el 73% de los encuestados se
mostraba partidario de prohibir las corridas de toros, frente al 27%, que se negaba a
su prohibicin. Ms halagadoras eran las cifras de la encuesta llevada a cabo por
Antena 3, donde los partidarios de la abolicin ascendan al 81% frente al 19% de
detractores. En Radio Televisin Espaola, el 84,2% de los interpelados consideraba
la tauromaquia un maltrato inaceptable de los animales, frente al 15,8%, que optaba
por considerarlo un arte y una tradicin arraigada. Ninguna de estas tres encuestas
puede considerarse representativa por completo de la opinin pblica espaola, pero
lo cierto es que s son orientativas sobre la consideracin del asunto. Los resultados
son aplastantes.
Aunque no hay duda de que los aficionados a la tauromaquia son minora, estas
cifras tampoco son un argumento relevante. Si se utiliza como argumento el que son
ms los que se oponen, se estara afirmando implcitamente que, si quienes lo
apoyan fuesen ms, daramos el visto bueno a la tauromaquia. El problema de la
tauromaquia no es que lo apoye poca gente, sino que est mal per se.
Hitler alcanz el poder por mayora absoluta, pero eso no convierte la masacre de
judos que llev a cabo en algo menos reprochable. Del mismo modo, los toros tienen
derecho a la vida y a no ser torturados indistintamente del porcentaje de humanos que
les nieguen esos derechos fundamentales.

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Subvenciones
Los grandes partidos polticos apoyan la tauromaquia abiertamente y autorizan la
subvencin de esta prctica con dinero pblico. Sin embargo, algunos polticos
locales han decidido tomar medidas ante el creciente rechazo social a este despiadado
espectculo.
La fiesta nacional en Canarias est prohibida desde 1991 y en Catalunya se
prohibi en julio de 2010, aunque su aplicacin comenzara dos aos despus. En
1989 Tossa de Mar se convirti en el primer municipio en prohibir la tauromaquia; y
a comienzos de 2009, al menos 56 municipios espaoles se haban declarado libres de
espectculos taurinos. No obstante, en la prctica son muchos ms.
Es posible que algunos de los polticos que han tomado esta iniciativa lo hayan
hecho por conciencia, pero sin duda, otros lo han hecho simplemente por el enorme
gasto que supone a las arcas pblicas patrocinar estos festejos. Algunos de los
opositores utilizan este hecho como argumento. Alejandra Garca, de la plataforma
Stop Our Shame, revelaba que en el ao 2008 el Estado espaol destin
aproximadamente 600 millones de euros para financiar unos actos que pierden
espectadores da a da. El dinero se asign a la promocin de pginas web de toreros,
escuelas taurinas, plazas de toros, etc. De igual modo, los ganaderos de toros bravos
reciben de la Unin Europea una ayuda de 220 euros por animal bajo el concepto de
productores de carne para el consumo.
Aunque es vergonzoso que parte del dinero pblico vaya destinado a financiar un
acto de mxima crueldad, es fundamental tener en cuenta que aunque retirar estas
subvenciones disminuira el nmero de animales vctimas de esta tradicin, no lo
erradicara por completo. Es necesario dejar claro al pblico que aunque nuestro
dinero no se destinase a la tauromaquia seguira la lucha contra ella hasta el final.

Beneficios econmicos
Uno de los argumentos a favor de esta costumbre es que muchas familias
dependen de ello. En realidad, este espectculo no es rentable, y prueba de ello es que
en prcticamente todos los municipios que deja de subvencionarse desaparece. Si los
600 millones de euros que se pagan al ao para financiar una diversin como sta se
destinasen a los sectores productivos, la situacin econmica sera ms favorable.

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Cualquier economista sabe que una sociedad no est realizando una buena inversin
si se dedica a ayudar sistemticamente a un sector en crisis.
Y una vez ms hay que incidir en la idea de que aun en el supuesto de que
generase empleo, no sera una justificacin moral aceptable. Alemania se vio sumida
en una situacin financiera nefasta a raz de su derrota en la I Guerra Mundial. El
Partido Nazi llev a Alemania en pocos aos de una situacin econmica pauprrima
a la mejor situacin econmica que haya visto el pas en su historia. Lo consigui a
costa de expropiar a los judos de todas sus pertenencias y obligarlos a trabajar en
fbricas en condiciones de esclavitud. Si los beneficios econmicos no sirven para
justificar la esclavitud racista, tampoco deberan servir para justificar la explotacin
especista.

Los ecosistemas
Hay defensores de la tauromaquia que se apoyan en la defensa de los ecosistemas
para continuar con esta prctica.
Es cierto que las dehesas en las que viven las vacas y los toros, aunque sean
ambientes antrpicos, son unos ecosistemas que deben ser respetados. Pero tambin
es cierto que se cuenta con suficientes medios de ordenacin del territorio para poder
garantizar su conservacin. Es tan sencillo como no clasificar las dehesas como zonas
urbanizables y subvencionar los terrenos igual que se est haciendo con el trigo, el
maz, los olivares y otros muchos cultivos. Adems, actualmente se dispone de
diferentes rangos de proteccin de reas cuyos ecosistemas merecen una especial
proteccin por motivos ambientales, tales como Parque Regional, Reserva Natural o
Paisaje Protegido.
La afirmacin de algunos aficionados de que si desaparece la fiesta
desaparecern las dehesas es sin duda un intento demaggico de convencer a los
ecologistas especistas. Pero aunque la afirmacin fuese cierta, la defensa de los
ecosistemas no justificara la tortura y muerte de toros y vacas.

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La desaparicin de la especie
Muy relacionado con el punto anterior se encuentra el argumento de aquellos que
afirman que si se acabase con la tauromaquia se extinguira la especie del toro bravo.
En realidad, el toro bravo no es una especie propia, sino que pertenece a la
especie Bos taurus, que cuenta con millones de ejemplares por todos los continentes.
Por lo tanto, bajo ningn concepto puede decirse que la desaparicin de la
tauromaquia implicara la extincin de la especie.
El toro bravo ha sido seleccionado artificialmente por los seres humanos para su
explotacin. Dado que no ha seguido los parmetros naturales por los que aparecen
nuevas especies y subespecies, esta variedad de Bos taurus en s misma no aporta
beneficio a los ecosistemas, sino a sus explotadores.
Pero es importante recordar, tal y como se seala ms adelante, que las especies
como tales no sufren por su desaparicin, sino que sufren sus miembros al ser
matados. Por lo tanto, el debate debe girar en torno al toro como individuo, pues es l
y no la especie a la que pertenece quien sufre y muere en la plaza.

Los tauricidas como amantes del toro

Los aficionados a la tauromaquia y los toreros suelen afirmar ser los mayores
amantes del toro. Es difcil evaluar si es cierta esta afirmacin, pero es evidente que
no tienen ningn problema en torturar y asesinar en pblico a un animal que quera
seguir viviendo sin que le molestase nadie.
Los maltratadores machistas, despus de asesinar a su pareja, afirman que la
mataron por amor. Si ese argumento no nos parece convincente para justificar el
maltrato a la mujer, tampoco debera parecernos suficiente para justificar el maltrato
animal.

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El toro no sufre
Prcticamente desde el momento en que sale a la plaza el toro empieza a ser
atacado con banderillas y puyas que desgarran su carne, atraviesan sus msculos,
fracturan sus huesos y producen importantes hemorragias. Cuando el toro se mueve,
el balanceo de las banderillas hace que el arpn contine desgarrando los msculos
de su espalda. De esta forma la cuadrilla logra que a travs del dolor y la prdida de
sangre el toro pierda agresividad y lentamente vaya dndose por vencido.
La muerte del toro suele producirse por encharcamiento pulmonar que
desencadena en asfixia. Se trata de una de las muertes ms angustiosas. Quien quiera
saber lo amarga que es esta forma de morir slo tiene que ver en televisin una
corrida de toros y observar cmo el animal expulsa sangre por la nariz y la boca, al
tiempo que abre la boca en busca de oxgeno.
A todo esto se aaden las lesiones del mediador neurolgico y del eje
hipotalmico-hipofisario-adrenal, la insuficiencia adrenal, hipoxia, parlisis y estrs
(alarma, resistencia, agotamiento), que afectarn al animal durante la captura,
transporte, estabulacin, manipulacin y lidia.
El sufrimiento psicolgico del toro no puede ser ninguneado. Desde el momento
en que se saca del prado y es introducido en los camiones, sufre estrs.
Tambin cabe sealar que las plazas de toros no son circulares por casualidad. Se
escogi esta forma al ver que en plazas cuadradas los toros, asustados y moribundos,
siempre se dirigan a una esquina para refugiarse. El crculo, al carecer de esquinas,
impide que el toro pueda sentirse seguro y se vea obligado a continuar embistiendo
para defender su vida en sus ltimos momentos.
Es normal que sientan miedo. Despus de haber pasado su vida en el campo con
su manada son introducidos en un recinto extrao donde son atacados sin posibilidad
de huida. En ocasiones, su desesperacin hace que el toro o las vacas salten el
burladero en busca de una salida que, por desgracia, nunca encuentran. Tampoco es
de extraar que el toro siempre muera cerca de la barrera. Esa pared es lo ms
cercano que puede encontrar a una proteccin.
Cualquier persona con una capacidad mnima de empata que vea una corrida de
toros y trate de ponerse en el lugar del animal que va a morir, al observar sus gestos y
su conducta, comprender que sufre. Pero aunque no sufriera hecho que es
imposible, aunque se tratase de una muerte absolutamente indolora, a ese animal se
le est privando su derecho de disfrutar de lo que le quedaba de vida.

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Bous al carrer
En el ao 2008 una asociacin antitaurina pidi a la cantante Olvido Gara, ms
conocida como Alaska, que posase desnuda contra las corridas de toros. La artista
acept y la protesta fue transmitida por la prensa. Alaska, ante las cmaras de
televisin declar su rechazo a la muerte de los toros en la plaza y mostr su apoyo a
otras ramas de la tauromaquia como los recortadores de toros.
En la mayor parte de los espectculos taurinos no se acaba con la vida del toro o
de la vaca. En muchos de ellos la vctima ni siquiera sufre daos fsicos, pero siempre
sufre un estrs psicolgico importante. Quienes han ido a ver los encierros de los
pueblos comprobarn que lo primero que hace la vaca al salir es orinarse de miedo.
Su agresividad en un entorno extrao es una defensa, no un ataque. Si estuviesen en
el campo abierto huiran al verse acorralados por los corredores que se divierten a su
costa. Al estar encerradas y acorraladas, la nica alternativa que les queda es
defenderse.
No es lamentable que una persona, tal y como hizo la cantante Alaska, defienda
a unos animales al tiempo que muestre su apoyo a este otro tipo de actos? Respaldar
los bous al carrer, los encierros callejeros de vaquillas o los recortes de toros supone
justificar un entretenimiento basado en la degradacin y el sufrimiento del toro o la
vaca.
La misma contradiccin la encontramos ao tras ao en la localidad vallisoletana
de Tordesillas. Miles de personas acuden a presenciar la suelta de un toro al que
persiguen en el campo hasta matarlo con lanzas, considerado as este festejo como
una de las fiestas taurinas ms antiguas y tradicionales que permanecen activas.
Varios toreros han expresado su rechazo a esta costumbre ancestral por considerarla
excesivamente cruel. Son por ello antitaurinos? Ni Alaska ni estos toreros pueden
ser considerados antitaurinos ni defensores de los animales por tratar de hacer menos
sangriento el espectculo.

La vida en el campo lo justifica

El ganadero ve al toro bravo como un recurso econmico y lo trata como una


propiedad. Si enferma, su propietario valorar si curarlo le resulta o no rentable desde
el punto de vista econmico. En su juventud, el ganadero marcar su piel a fuego, y

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lo molestar para poner a prueba su bravura con el fin de determinar si merece morir
en la plaza o debera matarlo de inmediato.
Aunque la muerte del toro bravo sea una de las ms horribles que se pueda
imaginar, su vida en comparacin con la de otros animales criados industrialmente
para el consumo alimenticio es, seguramente, mejor. A diferencia de los cerdos o
pollos, explotados por la industria de la alimentacin, los toros y vacas destinados a
la lidia al menos pueden ver la luz del sol y disfrutan de un cierto grado de libertad de
movimiento.
En los debates entre aficionados y detractores de esta desigual batalla, los que la
apoyan suelen argumentar que en las granjas otros animales reciben un peor trato,
tratando de mostrarlo como un mal menor. La solucin coherente es no llevar a cabo
ninguna de estas prcticas. Eliminar la tauromaquia de nuestras vidas no es
incompatible con eliminar a los animales de nuestros mens.

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CAZA Y PESCA
Segn el Anuario Estadstico de Espaa, elaborado por el Instituto Nacional de
Estadstica, en el ao 2007 los espaoles aficionados a matar animales fueron
responsables del asesinato de 60.000 ciervos, 120.000 jabales, un milln de liebres,
cuatro millones de conejos, 140.000 zorros y otros 30.000 mamferos, sin contar entre
ellos a ms de tres millones de perdices, as como un milln de codornices y cinco
millones de patos, gansos, faisanes y palomas. Fue aquel el ltimo ao que dicho
anuario contabiliz el nmero de vctimas, limitndose en la actualidad nicamente a
facilitar los datos referentes a las licencias expedidas.
Sin embargo, estas cifras no incluyen a los animales que, aunque lograron huir,
sufrieron heridas por disparo, infectadas o gangrenadas, as como fracturas que los
llevaron a la muerte tras un terrible sufrimiento. Tampoco figuran en las estadsticas
los animales asesinados ilegalmente o las cras que mueren de hambre en las
madrigueras porque los cazadores han matado a sus madres. Los peces ni siquiera son
numerados, sino computados por toneladas de cadveres, por lo que es incluso ms
difcil cuantificar la masacre.
En realidad, al hablar de cifras corremos el riesgo de despersonalizar a las
vctimas. Para hacernos una idea de la gravedad del problema lo mejor que podemos
hacer es tratar de ponernos en el lugar de una de las vctimas de esta aficin.
Imaginarnos su cara, su personalidad, lo que ha sentido, lo que ha sufrido y lo que no
va a poder disfrutar simplemente porque un ser humano ha decidido quitarle la vida.
Y a continuacin, multiplicar todo ello por el nmero de individuos asesinados.
Pero en realidad estas cifras no son lo que indigna a muchos activistas por la
liberacin animal, dado que el nmero de vctimas es muy inferior a las que causa la
industria alimentaria. La diferencia estriba en que al objetivo de obtener alimento de
la caza, se suma el placer de matar a un individuo cuyo nico delito es no pertenecer
a la especie humana.

Instrumentos para matar

Los cazadores, en general, sienten el mismo respeto por los perros que por sus
objetivos. No los ven como individuos cuyos intereses deben ser respetados como
los suyos propios. Los ven simplemente como instrumentos para matar, y cuando una

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herramienta no sirve, hay que deshacerse de ella. Por eso es tan raro ver a un cazador
con un perro de caza viejo.
Es habitual ver en las carreteras nacionales un coche con un vagn detrs lleno de
perros de caza hacinados. En los caminos rurales es frecuente encontrar pequeas
fincas con ms perros utilizados para cazar en condiciones lamentables, expuestos a
la intemperie, con el suelo cubierto de excrementos.
Los medios de comunicacin se hacen eco con frecuencia de las prcticas de los
llamados galgueros con sus perros. A los siete aos, el galgo deja de ser til para
cazar, ya que pierde velocidad en la persecucin de la liebre. Cuando acaba su ltima
temporada, los cazadores se los llevan a un bosque y los cuelgan de un rbol. Pero a
la cuerda no le hacen un nudo corredizo para evitar su estrangulamiento. Les desean
una muerte larga.
Dejan colgado al perro de forma que con las patas traseras pueda apoyarse
ligeramente en el suelo, mientras que las delanteras quedan suspendidas en el aire. El
perro permanece das enteros hasta que muere, mientras la cuerda se va incrustando
en su cuello lentamente. Durante todo este tiempo, el galgo agita las patas delanteras
buscando apoyo en el suelo, de ah que este desesperado movimiento sea denominado
por los galgueros irnicamente tocar el piano.
Los cazadores han ideado otros muchos mtodos de deshacerse de sus obsoletas
herramientas para matar. En marzo de 2008 varias protectoras de galgos dieron una
rueda de prensa conjunta para poner en evidencia lo que est ocurriendo con estos
perros. Unos das antes haban encontrado en un vertedero los cuerpos sin vida de
ms de cien perros de caza. Los cadveres recientes aun conservaban evidencias de la
forma en la que haban sido matados: unos haban sido enterrados con vida, otros
simplemente haban sido atados a un electrodomstico del vertedero y los haban
dejado morir de hambre y de sed, otros haban sido asesinados a pedradas.
La presidenta de la asociacin SOS Galgos, Ana Clemens, afirmaba en un
artculo publicado en el diario 20 Minutos que cada ao son asesinados unos 50.000
galgos y que los cazadores tienen censados 400.000. Esta asociacin rescata
anualmente 200 galgos. La mayora se encuentran colgados. Pero la Federacin de
Asociaciones de Proteccin Animal (FAPA) habla de otras formas de matar: los
cazadores los tiran a los pozos, les ponen inyecciones de leja o los queman vivos.
Pero una vez ms el problema real no son las condiciones en las que los cazadores
mantienen a los perros. El problema de fondo es el hecho de que los consideran unas
herramientas para satisfacer sus necesidades. Esa consideracin del resto de animales
es la que genera un trato discriminatorio.

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La caza para regular los ecosistemas
Uno de los argumentos que utilizan los cazadores de zorros ingleses para evitar
que se prohba su aficin a matar es que la caza es necesaria para controlar las
poblaciones de zorros. Resulta sospechoso este inters de los cazadores de zorros por
conservar los ecosistemas. Sobre todo teniendo en cuenta su pasado.
A finales del siglo XIX Australia era colonia inglesa. Parte de la burguesa inglesa
se fue a vivir a ese pas, pero se resista a abandonar la caza del zorro. Su solucin fue
capturar zorros en Inglaterra y soltarlos en Australia para perseguirlos con sus jauras
y matarlos. Para que los zorros tuviesen alimento, los cazadores tambin llevaron
conejos. Pero los zorros, en lugar de cazar conejos, se especializaron en los
marsupiales al no estar preparados para hacer frente a un depredador con sus
caractersticas. Actualmente en Australia la poblacin de zorros y conejos sigue
creciendo, mientras que muchas especies de marsupiales han desaparecido.
La aficin por matar animales es la causante de la introduccin de un gran
nmero de especies alctonas en los ecosistemas de la pennsula Ibrica. En 2008
existan en Espaa unas cincuenta y nueve especies pisccolas[52], de las cuales
veintitrs eran endmicas y veintiuna, introducidas. La situacin en la caza no es
diferente, resultando adems costoso realizar un seguimiento continuo de las nuevas
especies y de las que caen en la amenaza.
Una de las estrategias de los cazadores es eliminar con venenos, cepos o disparos
a los depredadores de las presas que ellos quieren matar. Por ejemplo, han perseguido
a lobos, osos o zorros para lograr que las poblaciones de conejos, perdices o ciervos
aumenten sin control de forma que ellos tengan garantizados varios trofeos.
Aunque generalmente tanto cazadores como pescadores utilizan este argumento
como excusa para salir al campo y a los ros a acabar con la vida de miles de
animales, s que hay algunos que toman en serio el equilibrio en los ecosistemas. Un
grupo de pescadores espaoles se uni para proteger los ros y crearon una
asociacin ecologista. Los miembros tuvieron el mal gusto de bautizar la asociacin
como AEMS-Ros con vida. Estos ecologistas imparten cursos y conferencias,
publican una revista tambin llamada Ros con vida as como guas sobre qu
peces matar para equilibrar los ecosistemas.
Lo paradjico es que no se dan cuenta de que si hay una especie que destruye el
medio ambiente, esa es la humana. Los pescadores s reconocen el derecho a la vida
de los individuos que pertenecen a la especie humana, casualmente la suya, a pesar de
ser los ms destructores. Desde una perspectiva no especista, si no es correcto matar
humanos en beneficio del equilibrio de los ecosistemas, tampoco lo es matar a ningn
otro animal.
Ecologistas o no, todos los cazadores son personas que se divierten matando
animales que queran seguir viviendo y no respetan un derecho animal bsico como el

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derecho a la vida. A los animales que matan no les importan los motivos que hay
detrs.

La caza de focas
En abril de 2009 escrib una carta a la embajada de Canad para protestar por la
caza de focas. No es que pensase que mi carta fuese a cambiar la legislacin del pas
en ese tema, sino que tena la esperanza de que alguien me contestase para conocer
sus argumentos. Para mi sorpresa, pocos das despus, reciba una carta firmada por
la asesora Poltica y de Relaciones Generales de la Embajada de Canad, Ana Berbes
Blzquez. Lo que no me sorprendieron fueron sus argumentos.
En primer lugar, apuntaba que desde 1987 est prohibido matar cras de foca, al
tiempo que transmitia su indignacin ante el hecho de que los opositores a la matanza
de focas continen empleando en sus protestas imgenes de bebs foca tendidas en un
charco de sangre con el crneo aplastado.
Si est prohibido o no, lo desconozco, pero en el ao 2008 la organizacin
conservacionista Sea Sepherd volvi a grabar y fotografiar el asesinato de bebs foca
en Canad. Es cierto que la sociedad se enternece ms al ver a un beb foca apaleado
que a un adulto, pero ello no implica que sea ms justificable matar a un adulto que a
un beb. Ambos son animales que quieren seguir disfrutando de la vida y su aspecto
exterior no tiene relevancia en su derecho a la vida.
En la carta remitida desde la Embajada se especificaba: La reglamentacin
canadiense obliga a mtodos de captura rpidos e incruentos (). Los
procedimientos de caza se comparan favorablemente con los que se utilizan en
mataderos industriales. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria reconoce en
un informe de 2007 la legitimidad y la ausencia de crueldad de las tcnicas
empleadas en Canad.
Resulta un argumento aceptable que la Autoridad Europea en Seguridad
Alimentaria determine que destrozar el crneo de las focas es incruento? El asesinato
puede ser ms o menos indoloro. La muerte puede ser ms o menos rpida. Pero un
asesinato es siempre un acto cruel. La forma en que se lleva a cabo es secundaria.
Desde la Embajada tambin se mencionaban los beneficios econmicos que
aporta al pas esta masacre. Berbes se refera a las focas como un recurso econmico
en lugar de como lo que son, individuos con derechos que deben ser respetados: Las
focas representan una fuente de ingreso importante para miles de familias de las

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lejanas comunidades del norte y del este de Canad cuyas perspectivas econmicas
son muy limitadas. Es un recurso natural abundante del que se aprovecha la piel, la
carne y el aceite.
Prueba de ello es que en septiembre de 2010 la Unin Europea anulaba el veto al
comercio con focas provenientes de Canad, cuando ste ya haba sido aprobado por
los pases miembros. Este hecho demuestra que la justicia europea antepone los
intereses polticos y econmicos entre Europa y Canad por encima del respeto a los
animales y su proteccin.
Tampoco perda la oportunidad de mostrar el respeto ambiental de las caceras:
Con 5,5 millones de focas, tres veces ms que en los aos setenta, la poblacin de
focas hoy en Canad es abundante y de ninguna manera est en peligro. Es una caza
sostenible y responsable basada en principios de conservacin. Las cuotas se
establecen siguiendo criterios cientficos de conservacin de los recursos.
El problema reside una vez ms en considerar a las focas como recursos, ya sean
ambientales o econmicos, y no como individuos con unos derechos. Es posible que
en casos determinados la caza de focas beneficie a los ecosistemas o al medio
ambiente. Tambin es posible que en algunos casos la matanza de humanos haya
beneficiado a determinados sectores econmicos o al medio ambiente. Pero eso no es
justificacin suficiente para matar humanos o focas. Quien se niega a aceptar esta
comparacin lo hace, obviamente, por motivos especistas.

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VIVIR CON ANIMALES
El movimiento de liberacin animal sostiene el derecho primario a la libertad. Sin
embargo, en ocasiones se cuestiona que una persona vegana comparta su vida con
animales no humanos. Por qu tenis perros y criticis que los granjeros tengan
cerdos?.
La cuestin no estriba en si vivir con un perro es correcto o no, sino en la
consideracin que se tiene hacia ese animal. Cuando una persona habla del perro con
el que convive como una propiedad, est ignorando sus derechos primarios y est
cosificndolo, considerndolo un objeto o bien material. Sin embargo, muchas otras
personas valoran al perro con el que conviven como cualquier otro miembro de su
familia, teniendo en cuenta sus intereses y sus necesidades.
Una pregunta habitual suele ser: y no es coartar la libertad del perro o el gato,
siendo que su libertad es precisamente lo que defendis desde este movimiento?. A
nadie le parece que una madre coarte la libertad de un nio por darle de comer,
proporcionarle un techo o por no dejar que cruce la calle cuando pasan coches. El
nio no es consciente del peligro y la madre lo protege. Del mismo modo, es un acto
de proteccin el hecho de que un humano evite que el perro con el que vive cruce una
calle con coches, le d de comer y le proporcione un hogar.
En el ya citado debate con los cuidadores de animales de la crcel zoolgica de
Madrid me preguntaron que por qu me pareca bien mantener perros y gatos pero me
opona a mantener monos, guilas, etc. Mi respuesta fue la siguiente: Me parece
bien cuidar monos, no mantenerlos enjaulados para el entretenimiento del pblico
como se hace en los zoos. Hay diferentes asociaciones animalistas que disponen de
refugios para primates que han padecido una vida de explotacin en zoos y circos. En
esos centros el objetivo prioritario es devolverlos a la naturaleza siempre que no
hayan sufrido daos fsicos o psicolgicos que les impidan sobrevivir en su entorno
natural. No se permite al ciudadano visitarlos como si fuesen piezas de museo, sino
que viven en lugares tranquilos y apartados de la influencia humana. Muchas de las
personas que trabajan ah son voluntarios preocupados por esos animales y la
organizacin no se lucra a costa de su explotacin como recurso.
No hay similitud posible entre un santuario, una protectora o un ciudadano que
recoge a un animal en apuros y lo mantiene en cautividad por su propio bien y un
laboratorio de viviseccin, una granja, un zoolgico o un circo. Mientras unos acogen
a los animales con problemas por una vida de explotacin causada por el ser humano,
los otros viven en cautividad para reportar unos beneficios al explotador.

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El abandono
El nmero de perros abandonados crece ao tras ao. En 1998 la Fundacin
Affinity comenz a realizar un estudio anual del abandono. Ese ao se estim que
haban sido abandonados 94.063 perros en Espaa. El ltimo informe[53] recoge las
cifras de 2009. El nmero total de perros recogidos fue de 115.879. En cuanto al
nmero de gatos abandonados, la cifra pas de los 16.390 en 1998 a los 35.794
recogidos en 2009. Hay que sealar que estos nmeros no incluyen a los perros y
gatos que son atropellados en las carreteras, los que son adoptados por ciudadanos sin
ser previamente recogidos por una protectora o los que mueren de inanicin o por
enfermedad.
Andaluca, Catalua y la Comunidad Valenciana son las comunidades que ms
perros recogen, intercambiando el segundo puesto a Madrid en lo que a gatos se
refiere.
Los datos del informe recuerdan que en 2008 las principales causas de abandono
fueron el comportamiento del animal, el cambio de piso a uno ms pequeo y el fin
de la temporada de caza, con ms del 12% en cada caso. En 2009 el cambio de
domicilio ocup el primer lugar, mientras que el segundo y tercer motivo ms
mencionado fueron las camadas indeseadas y la prdida de inters por el animal.
Otros motivos recogidos fueron el comportamiento del animal, el embarazo o la falta
de tiempo por el nacimiento de un hijo, as como las vacaciones.
Cabe recordar que en el ao 1988 el Gobierno central inici la campaa l
nunca lo hara con el fin de concienciar a la poblacin sobre este problema. Los
datos anteriores demuestran que la concienciacin social no ha aumentado y que los
datos son incluso peores. Por qu no modificar el mensaje?
La solucin es sencilla. Los animales no son objetos, sino individuos cuyos
intereses deben ser considerados. Por lo tanto, adems de las campaas de
concienciacin, el primer paso debe ser la abolicin de la venta de animales y, en
segundo lugar, se debe fomentar la esterilizacin de perros y gatos para evitar
camadas cuyos miembros tendrn dificultades para sobrevivir.

Las perreras municipales


Existen empresas que se benefician del abandono de animales. Los ayuntamientos

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sacan a concurso pblico todos los aos la recogida de animales abandonados. Estas
empresas cobran por cada animal recogido y ganan ms dinero si estos animales son
entregados a su centro.
Hace un ao recogimos a una perrita de raza de una carretera. Estaba limpia y en
buen estado, por lo que no se trataba de una perra extraviada. Preguntamos en todas
las casas del vecindario si alguien la conoca. Ante las respuestas negativas,
finalmente fuimos al veterinario para comprobar si tena microchip, los datos de
contacto no estaban actualizados y resultaba imposible localizar a la familia.
Llamamos a la perrera para saber si alguien estaba buscando una perra de esas
caractersticas y dijeron que s, que haba una pareja que llevaba llamando toda la
maana y que la haban perdido en la misma zona donde la habamos encontrado.
Pedimos a la perrera su telfono para entregarles la perra, pero no quisieron
facilitarlo. Es ms, nos acusaron de estar infringiendo las normas dado que segn
su opinin slo ellos estaban autorizados legalmente para recoger un animal
abandonado.
Cuando la llevamos a la perrera contemplamos una situacin nefasta. Los
cachorros y perros de raza estaban en las jaulas visibles por ser los ms cotizados por
quienes quieren adoptar. Apartados estaban los perros viejos, enfermos o sin raza.
Pareca un autntico escaparate.
La mayor parte de los perros y gatos que recogen las perreras municipales son
asesinados. Ellos intentan suavizar el hecho de que matan animales utilizando el
eufemismo de practicar la eutanasia, pero en realidad la eutanasia no se lleva a
cabo con individuos sanos, sino con enfermos sin posibilidad de recuperacin.
Hay gente que con buenas intenciones y con desconocimiento colabora con estos
centros. Confunden las perreras con las protectoras. Como se ha sealado, las
perreras son negocios particulares que contrata el ayuntamiento con el fin de
deshacerse de los perros abandonados para que no deambulen por la ciudad dando
una mala imagen de la misma. Las perreras deben tener siempre espacio para los
perros que los servicios municipales les entregan. Por ello, para que queden jaulas
disponibles, semanalmente van matando animales.
Las protectoras de animales son algo completamente diferente. Son
organizaciones sin nimo de lucro y su objetivo es proporcionar un hogar a aquellos
animales que han sido abandonados. Dejan de recoger animales en el momento en el
que el refugio est lleno.
Es necesario diferenciar las verdaderas protectoras de animales o refugios de las
perreras. Es muy frecuente que las perreras se hagan llamar protectoras para dar una
buena imagen y lograr as el apoyo de socios y voluntarios. Sin embargo, no ocultan
que sacrifican perros y gatos continuamente.

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La esterilizacin
Cada da se asesinan cientos de animales en las perreras municipales,
principalmente perros y gatos. Mientras tanto, la gente contina cruzando a sus
animales y fomentando que estos se reproduzcan. Una perra puede tener dos camadas
al ao con cinco cachorros cada una. Si los cuidadores de esa perra no pueden
conseguir hogar para los futuros cachorros, lo habitual es que los entreguen a una
perrera y ah los maten.
El problema reside en que hay muchos ms perros desamparados que cuidadores
responsables y, tal y como se desprende del informe de la Fundacin Affinity, el
nmero de animales abandonados contina incrementndose. De la gente que tiene a
su cargo un animal, muy poca es la que considera sus intereses como los del resto de
la familia. De hecho, ni siquiera tiene en cuenta al perro o al gato como a un miembro
ms, sino que lo considera un recurso con un objetivo: dar compaa. De ah los
trminos mascota o animal de compaa.
Adems de esta presin demogrfica por un trato irresponsable, existen otros
factores que avalan los efectos positivos de la esterilizacin de animales que viven
con humanos.
Partamos de la base de que el perro es una subespecie del lobo cuya
domesticacin se remonta a miles de aos atrs con el fin de ayudar en la caza y
defender al grupo y su morada. Con el paso de los siglos, el hombre lo ha ido
adaptando a sus necesidades, creando selectivamente diferentes razas para su
beneficio en funcin de sus labores y circunstancias ambientales.
Esta variedad de razas y la presin demogrfica de estos animales en especial
en las ciudades genera fuertes tensiones fruto de su territorialidad innata. En el
caso de los perros macho que viven en ciudades, su territorio es el hogar en el que
viven, pero tambin el parque en el que pasean y donde coinciden con multitud de
perros. Cuando por el territorio de uno de ellos pasa otro macho al que considera un
rival se genera una reaccin de estrs que puede desembocar en agresividad. En la
naturaleza, el macho perdedor dejara ese territorio en busca de uno nuevo. En la
ciudad, los cuidadores de ambos perros pueden evitar la pelea, pero el problema
seguir vigente. Estas situaciones de tensin y frustracin para el animal se repiten
diariamente en los espacios abiertos urbanos.
Mayor es todava el estrs ante la presencia de perras en celo en esos lugares.
Cuando una hembra en celo est en el territorio de un macho, ste considera que tiene
derecho a copular con ella. Sin embargo, no siempre lo consiguen debido al
impedimento de sus cuidadores, desarrollando el perro ansiedad o depresin por la
frustracin, hasta el punto de llegar a estar ms de una semana sin comer.
Cada vez son ms las voces de especialistas y veterinarios que se alzan a favor de
la esterilizacin. La esterilizacin en el macho, adems de disminuir el inters sexual,
disminuye considerablemente la agresividad y el marcaje territorial entre un 50 y un

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60 por ciento de los casos[54]. As, no sufrirn ningn estrs cuando una hembra est
en celo u otro macho entre en su territorio. Del mismo modo, el resto de machos
dejar de ver a los esterilizados como rivales y, por consiguiente, las peleas sern
prcticamente inexistentes.
La gran mayora de las protectoras del mundo esterilizan tanto a machos como a
hembras y consideran un doble acto de crueldad no hacerlo. En primer lugar, por el
estrs que les produce esa actividad hormonal; y, en segundo lugar, porque implica
que aumente el nmero de muertes en las perreras.
Por otro lado, el antropocentrismo con el que hemos sido educados nos hace
pensar que esterilizar a un perro o a un gato es similar a castrar a un humano. Los
primates somos animales sexuales y, por ello, el sexo no slo tiene funcin
reproductora, sino que tambin tiene la finalidad de establecer lazos de unin. As, la
mayora de veces que se practica sexo no es con el objetivo de procrear, sino como
forma de relacionarse en pareja, es decir, la cpula no slo se produce cuando la
mujer es frtil, sino que puede producirse en cualquier momento.
Sin embargo, nuestro comportamiento sexual no es habitual en el mundo animal.
La mayora de las especies animales, entre las que se encuentran los perros y los
gatos, copulan cuando la hembra est en celo. Queda por tanto argumentada la
esterilizacin y el beneficio que supone para el animal.

Animales exticos
En la Red existen multitud de foros y publicaciones de aficionados a los animales
exticos. Dentro de este inters por los animales raros existen los entusiastas de los
artrpodos, de los reptiles o de los loros, por citar algunos ejemplos, con variadas
subdivisiones. Pero en todos estos crculos hay un componente comn, y es que sus
miembros ven a los animales como los aficionados a la filatelia ven sus sellos.
Por lo general, a todos les interesa tener las especies ms difciles de conseguir.
Es decir, ms que interesarles el individuo, les interesa la especie a la que pertenece y
qu hace de ese ejemplar especialmente valioso en su coleccin. Por eso no tienen
problemas en comprarlas, venderlas o intercambiarlas.
El negocio de los animales exticos comienza con la captura en libertad. Por
citar un ejemplo, el mtodo utilizado para capturar peces destinados a los acuarios en
distintos puntos de Asia y Sudamrica consiste en verter productos txicos al agua.
Poco despus los peces afectados empiezan a subir a la superficie y los pescadores

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slo tienen que recogerlos desde una barca y meterlos en contenedores con agua. Los
peces capturados vivos son tratados con diferentes medicamentos para su
recuperacin. La mayor parte muere, los dems acaban el resto de su vida en un
acuario como un elemento decorativo ms del saln de una casa.
El transporte es otro de los momentos ms difciles para los animales que
sobreviven. Generalmente se capturan en pases llamados en vas de desarrollo y se
envan a miles de kilmetros a pases de Europa o Norte Amrica. El 29 de mayo de
2007 el peridico The Guardian publicaba un artculo escrito por el periodista
Jonathan Watts[55] en el que se hablaba de uno de estos trayectos.
Una semana antes, cinco mil animales de las especies ms raras del mundo
haban sido encontrados a la deriva en un barco abandonado cerca de la costa de
China. Los animales tortugas gigantes asiticas, pangolines y lagartos estaban
hacinados dentro de cajas en un barco de madera que se qued sin motores en aguas
de la isla de Qingzhou, al sur de China. La mayora estaban vivos, aunque tambin se
encontraron veintiuna garras de oso envueltas en papel de peridico y otros muchos
animales muertos.
Los guardacostas, alarmados por el fuerte olor que desprenda la embarcacin
abandonada, la abordaron. Los oficiales encontraron bajo el sol tropical ms de
doscientas cajas llenas de animales, muchos de ellos deshidratados y a punto de
morir.
Esta es una historia entre un milln. Cada viaje de cada individuo tiene sus
particularidades. La asociacin Traffic[56] llev a cabo un estudio en la dcada de los
aos 90 en la que se estimaba que anualmente se exportaban 15 millones de pjaros
vivos y ms de 100 millones de toneladas de peces capturados en libertad para
satisfacer esta demanda, lo que representaba un volumen de negocio de 160.000
millones de dlares.
Algunos de estos animales se compran y venden de forma ilegal y otros se
comercializan de manera absolutamente legal en tiendas de animales o entre
aficionados. Pero las circunstancias que a ellos les afectan no varan por ello.

Alimentacin de los animales


Recoger a un perro abandonado de la calle, de un refugio o de un centro de
explotacin para proporcionarle un hogar es un acto admirable que merece todo el
respeto. Pero no tiene mucho sentido salvar a ese individuo a costa del sufrimiento y

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muerte de decenas de cerdos, pollos, vacas o pavos. Eso es exactamente lo que se
hace si se le da de comer pienso con restos de animales. Si damos productos de
origen animal a los perros o gatos rescatados, estamos financiando y fomentando la
continuidad de un negocio basado en la explotacin animal.
A los animales explotados en la industria alimentaria no les afecta si son
utilizados para servir de alimento a humanos, a perros o a gatos. Sin embargo, incluso
dentro del movimiento por la liberacin animal, se tiende a pensar que est ms
justificado que coman productos de origen animal los animales que tenemos a nuestro
cargo que nosotros.
Hoy en da los piensos veganos para gatos y perros son totalmente accesibles,
bien a travs de la venta en tiendas de alimentacin vegetariana o a travs de Internet
encargndolo a las diferentes marcas. Al igual que la dieta vegana en humanos, estos
piensos estn perfectamente equilibrados y proporcionan a los animales todos los
nutrientes necesarios para una dieta sana y completa.
Cada vez hay ms informacin sobre alimentacin vegana en animales no
humanos. Un ejemplo claro es la pgina web Vegetarian Dogs[57] en la que se
responden multitud de preguntas sobre el tema.

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OVOLACTOVEGETARIANOS
Los sistemas de ganadera industrial despiertan cada vez ms reticencias. Los
animales viven hacinados en jaulas, prcticamente incapaces de moverse,
sobremedicados y hormonados. Nunca ven la luz del sol ni se les permite caminar por
un campo. Lo nico que ven es la luz artificial de las bombillas y slo pisan los
alambres o el cemento de la jaula.
Como respuesta hay quienes optan por prescindir del consumo de carne o peces
porque supone acabar con la vida de animales. Otros buscan la alternativa a travs del
consumo de productos procedentes de la ganadera ecolgica o extensiva; y,
finalmente, hay quienes deciden prescindir totalmente de productos de origen animal.

Las gallinas ponedoras


Pese a ser el origen principal de los huevos vendidos en los supermercados, raras
veces se expone a la sociedad la realidad de las granjas de gallinas en jaulas de
batera. Sin embargo, un gallinero en el medio rural es ms accesible al pblico.
Las gallinas de corral son las ms afortunadas de todas las gallinas. Sus
semejantes en las jaulas en batera tienen las horas de luz reguladas artificialmente
para que su ciclo de puesta de huevos se reduzca y aumente as la produccin[58]. Ello
les genera descalcificacin y un importante desgaste en su organismo.
El estrs psicolgico es seguramente lo ms preocupante. Las gallinas de bajo
rango jerrquico se ven obligadas a permanecer pegadas a las de mayor rango sin
posibilidad de huida, lo cual supone ataques continuos y una ansiedad relevante.
Ahora pensemos en las gallinas de granja tradicional, alternativa propuesta
generalmente por algunos grupos en defensa de los animales.
Cuando entremos en uno de estos gallineros, al igual que en las granjas factora,
veremos que hay un porcentaje mucho mayor de gallinas que de gallos. Si de cada
huevo nacen el mismo nmero de machos que de hembras, lo lgico es que en el
gallinero haya tantas gallinas como gallos. Entonces, dnde estn los gallos
restantes? El granjero acaba con la vida de los pollos macho nada ms nacer porque
no ponen huevos y no obtiene beneficios de su explotacin. Slo le interesa mantener
un macho para fecundar a las hembras.
Las gallinas disminuyen su produccin de huevos a partir de una cierta edad. Su

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desgaste hace que pierdan fertilidad y esto, evidentemente, no es del inters de su
propietario. Al granjero le resulta ms rentable sustituir la gallina menos productiva
por otra ms joven. Por supuesto, las gallinas envejecidas no van a un santuario o a
un refugio donde son tratadas como deberan. Se les mata para vender sus cuerpos en
el mercado de la carne de menor calidad o se venden bajo la etiqueta de producto
ecolgico.
La vida de las gallinas de corral no es envidiable. Al igual que en las granjas
industriales, es comn cortarles los picos para que las que se encuentran en
posiciones ms altas de la jerarqua no hagan heridas importantes a las de rango
inferior. Si alguna gallina cae enferma, su propietario no la llevar al veterinario
porque su tratamiento es ms caro que el precio del animal en el mercado. Resulta
ms rentable comprar otra. Pero aunque fuese cierto que las gallinas viviesen
cmodamente, se les estara tratando como si fuesen objetos o mquinas de producir
huevos y no como individuos merecedores de un respeto.

Las vacas lecheras


La industria de la produccin lctea es muy similar a la de los huevos.
Prcticamente la nica diferencia entre la vida de una vaca procedente de una granja
tradicional y la de una vaca procedente de una granja intensiva es el tamao de sus
jaulas.
En toda granja de leche hay ms vacas que toros. Una vez ms, el granjero slo
permite vivir a los toros que le interesa mantener como sementales.
Reflexionemos sobre la vida de una vaca lechera. Los mamferos no producen
leche sin un parto previo. La leche de las madres se genera para alimentar a su cra.
Por ello, el granjero tiene que fecundar a la hembra con una jeringuilla cargada de
semen. Este hecho, que desde el punto de vista de la vctima es claramente una
violacin, lo califican los ganaderos con el eufemismo de inseminacin artificial.
Pasado el periodo de gestacin, la vaca da a luz. Pero al granjero no le interesa
que la leche se la beba el ternero, prefiere venderla en el mercado; por lo que tiene
que separar a la madre de la hija.
El trauma que supone para el ternero recin nacido esta separacin aparece
relatado en el documental Peaceable Kingdom[59]. Un antiguo granjero que hoy en
da es vegano cuenta cmo ha visto vacas durante das buscar a su ternero y llamarlo
incesantemente, dejar de comer y beber por la depresin generada al arrebatarle a su

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cra y, finalmente, morir de agotamiento.
El impulso de una madre a permanecer con su hija no procede de la razn, sino
que es instinto maternal. Se puede comprobar en multitud de grabaciones sobre
animales torturados. Una de las imgenes ms estremecedoras que muestra el
documental Peaceable Kingdom es la escena de unos granjeros separando a una vaca
de su ternero. La vaca quiere estar con su hija y la hija quiere estar con su madre,
pero a sus propietarios les interesaba separarlos por motivos econmicos. Madre e
hija no volveran a verse.
Tras ver esa imagen no queda duda de que el sentimiento y el dolor de la vaca al
separarle de su ternero no es muy diferente al de una madre humana si le roban a su
hija. La industria lctea ha llegado a la conclusin de que lo mejor para evitar estas
depresiones es dar a la vaca antidepresivos y separarla de su ternero nada ms
producirse el parto. Antes incluso de que la madre se acerque al ternero para lamerlo
y olerlo, antes de que comience a establecerse una relacin de apego entre ambos.
Tras la separacin, el granjero mantiene a la madre produciendo leche durante nueve
meses aproximadamente. Finalizado este periodo, la deja descansar tres meses y
vuelve a repetir el proceso.
En total, una vaca es utilizada durante cinco o seis partos, en funcin del criterio
del granjero y de la produccin de leche obtenida en los partos anteriores. Cuando se
considera que no es rentable mantener a la vaca, sta va directa al matadero. Al
mismo matadero que van las vacas estabuladas, las vacas de ganadera ecolgica y al
que han ido ya algunos de los terneros macho que dieron a luz en su da.

Ovolactovegetarianismo, un paso, no un fin


Al abrir la nevera de un vegetariano es habitual encontrarla llena de productos de
origen animal: queso, mayonesa, huevos, yogures de leche de vaca, pasteles con nata,
etc. Comer huevos o productos lcteos no implica menos dolor que comer
directamente animales. Como se ha mostrado, la vida de una gallina o una vaca puede
ser ms larga que la de un cerdo, pero no necesariamente mejor.
Algunos vegetarianos argumentan que comen huevos y leche porque no implican
una muerte. Ignoran que esos animales tarde o temprano tambin terminarn en el
matadero? Tal y como se ha sealado, cuando las vacas y las gallinas dejan de ser
econmicamente rentables no descansan el resto de sus das en un prado, sino que
acaban siendo transportadas al mismo matadero que el resto de animales que viven en

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granjas.
En definitiva, el problema real se encuentra en que el consumo de cualquier
producto de origen animal implica no reconocer a los animales sus derechos. Aunque
los machos no fuesen asesinados nada ms nacer, aunque las jaulas fuesen mucho
ms grandes, aunque las vacas y gallinas no fuesen enviadas al matadero al dejar de
producir, seguiran siendo consideradas como un recurso, y esa es la raz del
problema.
Por definicin, los animales de las granjas son propiedad del granjero y, por ello,
son un medio de produccin ms. Quienes creen respetar a los animales adoptando
una alimentacin libre exclusivamente de carne y peces deberan pararse a reflexionar
sobre su negacin al respeto de los derechos fundamentales de las gallinas y vacas.
Es habitual que las personas que comienzan su camino hacia el veganismo lo
hagan de forma progresiva dejando a un lado primero la carne y los peces. Pero esto
debera considerarse ms bien un paso hacia una alimentacin y una forma de vida
totalmente libre de explotacin animal.
El ovolactovegetarianismo no es la solucin para el sufrimiento de los animales.
La actitud tica y coherente descansa en el veganismo. De lo contrario, se subestiman
as los derechos de vacas, gallinas y dems animales que siguen de este modo siendo
considerados recursos en dicha dieta.
Por ltimo, conviene alertar del peligro que conlleva el hecho de que un
vegetariano que consume huevos o leche pretenda mostrarse pblicamente como
defensor de los animales. Como se ha sealado, la industria lctea as como la de los
huevos es tan cruel como cualquier otra e implica la muerte de todos los animales
utilizados. Pero adems hay que tener en cuenta que si se toma a los
ovolactovegetarianos como un ejemplo a seguir en el respeto animal, qu mensaje se
estar enviando a la sociedad?

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PROTEGER EL HOGAR DE LOS ANIMALES
Ernst Haeckel, seguidor y difusor de las ideas de Charles Darwin, es considerado el
padre de la Ecologa y utiliz este trmino por primera vez en el ao 1869. El vocablo
procede de las palabras griegas oikos y logos: la primera significa hogar y la
segunda estudio, por lo que Ecologa quiere decir estudio del hogar (la Tierra y
sus apartados).
La Ecologa estudia los seres vivos centrndose en sus interacciones con los
diferentes elementos ambientales. Haeckel consider que dichas interacciones eran el
origen de la seleccin natural, de ah el inters por su estudio y el surgimiento de esta
importante rama de la Biologa.
Es muy habitual confundir el trmino ecologa con el trmino ecologismo. El
ecologismo es una filosofa, una forma de vida y un movimiento social basado en la
proteccin del medio ambiente. Por su parte, la Ecologa es la ciencia que estudia las
interacciones de los organismos con el medio ambiente en el que viven. El cientfico
que utiliza la Ecologa en sus estudios es conocido como eclogo, mientras que la
persona que abraza el ecologismo es conocida como ecologista. El eclogo no tiene
por qu ser ecologista, ni el ecologista eclogo.

Ecologa y ecologismo

Aunque, como hemos visto, ecologa y ecologismo no son sinnimos, s que hay
una relacin importante. El movimiento ecologista comparte con la ecologa la visin
de conjunto de la naturaleza. Ambos se interesan por el sistema ms que por el
individuo. Por ello, es importante estudiar ms en profundidad el origen de esta
ciencia.
Como hemos dicho fue Haeckel, basndose en las aportaciones de Darwin, quien
acu el trmino ecologa. Pero en quin se bas Darwin? Cmo lleg a la
conclusin de la evolucin por seleccin natural? Para responder a estas preguntas
nos apoyaremos en la revolucionaria obra de Mximo Sandn Pensando la Evolucin,
pensando la vida. La biologa ms all del darwinismo, as como en diferentes
artculos de su pgina web Somos Bacterias y Virus. Como el propio Darwin indica
en su autobiografa, l lleg a la conclusin de la evolucin por seleccin natural
gracias a la lectura de textos de autores como Adam Smith, el padre del liberalismo

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econmico, quien defenda que es el egosmo de las personas el que hace avanzar a
la sociedad o que las leyes no deban proteger a las clases inferiores, que deba ser
el mercado quin decidiese su situacin. El libro La Esttica Social, del filsofo y
economista Herbert Spencer, tambin tuvo una gran influencia en Darwin. En dicha
obra se afirmaba que el intento de ayudar a los pobres era un entorpecimiento de las
Leyes Naturales que se rigen por la competencia[60]. Este autor fue quin adems
utiliz por primera vez el trmino supervivencia del ms apto para explicar el
motor del avance social.
Darwin, que al igual que los autores anteriores perteneca a lo que l llamaba
clase social elevada, aplic estas ideas y expresiones para explicar procesos
naturales y afirm que la competencia entre los individuos y la supervivencia de los
ms aptos era lo que haca evolucionar a las especies creando formas de vida ms
complejas[61].
Cuando un animal muere de hambre o es devorado por otro animal, tanto
eclogos como ecologistas, recuerdan que la seleccin natural es el motor de la vida,
que esas muertes y ese sufrimiento es necesario para el correcto funcionamiento de
los ecosistemas. Sin embargo, cuando es un humano el que muere no aceptan la idea
de que la sociedad elimina a los menos aptos para su propio avance y que no hay
que ayudar a los desfavorecidos.

El movimiento ecologista
Aunque a simple vista pueda parecer que el movimiento por los derechos
animales y el movimiento ecologista estn relacionados, lo cierto es que defienden
posturas muy dispares a la hora de considerar a los animales y su hogar.
As, el primero se centra en los derechos del individuo, mientras que desde el
ecologismo se defienden los ecosistemas. Los defensores de los animales consideran
esencial conservar los ecosistemas en beneficio de los animales que all viven; por su
parte los ecologistas muestran actitudes de respeto hacia el planeta pero no sienten el
mismo inters por los animales que en l viven, a no ser que estn en peligro de
extincin o formen parte de la especie humana.
Ante esta explicacin suele argumentarse que si los defensores de los animales,
en principio, quieren proteger el hogar de los animales, tambin son ecologistas
puesto que tratan de conservar los ecosistemas. Pero quien protege el hogar de los
animales no es ecologista, sino defensor de los animales; al igual que quien protege

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las casas de los humanos no es ecologista, sino defensor de los derechos humanos.
Para mostrar las diferencias tanto tericas como prcticas de los movimientos
ecologista y en defensa de los animales se va a tomar como ejemplo la organizacin
ecologista Sea Shepherd Conservation Society.
Por qu se ha tomado como referencia esta organizacin? En primer lugar,
porque este grupo posee y transmite a la sociedad una filosofa claramente especista;
y, en segundo lugar, y no menos importante, se ha escogido a Sea Shepherd como
ejemplo por un hecho preocupante: a pesar de que es una organizacin abiertamente
especista, es ampliamente apoyada por activistas por los derechos animales. Cabe
recordar que Sea Shepherd bautiz su buque insignia con el nombre de un cazador de
cocodrilos, pescador y antiguo propietario del mayor zoolgico de Australia, Steve
Irwin como reconocimiento a la labor conservacionista del zoolgico y de su
propietario.
Sea Shepherd lleva a cabo acciones que, si se estudian de forma aislada, gozan de
la simpata de cualquier persona concienciada con los derechos animales. Todos los
aos telediarios del mundo entero muestran las imgenes de lanchas motoras y barcos
de esta asociacin ecologista interponindose entre los buques balleneros y las
ballenas salvando sus vidas. Observando estas imgenes sin tener en cuenta los
principios de la organizacin ni las consecuencias indirectas que sus acciones
conllevan, puede pensarse que este grupo rene la esencia de las ideas del
movimiento por la liberacin animal.
Sea Sheperd es una escisin de Greenpeace y comparte con ella la misma
filosofa ecologista y, desde el punto de vista de los derechos animales, especista. Tal
y como se puede comprobar en las entrevistas concedidas por sus portavoces as
como en su propia pgina web, los animales son vistos como recursos que si es por el
bien de los ecosistemas o de la humanidad, pueden sacrificarse.
Indudablemente, sus acciones de sabotaje de la caza son una cuestin vital para
las ballenas que se salvan. Sin embargo, no deja de sorprender que persista el apoyo
por parte del movimiento de liberacin animal cuando el propio Paul Watson,
fundador, portavoz y presidente del grupo, deja claro que su filosofa no tiene que ver
con el respeto animal: No fomentamos el veganismo en nuestros barcos por los
derechos de los animales. Fomentamos el veganismo como medio para lograr nuestro
objetivo, que es la conservacin de los ocanos[62].
Incluso en su propia pgina web, Watson llega a afirmar en una entrevista que sus
barcos son veganos porque somos conservacionistas. Sencillamente no hay
suficientes peces en el mar para seguir alimentando la creciente poblacin
humana[63].
Sea Shepherd Conservation Society, como la mayora de las asociaciones
ecologistas, ignora el veganismo como modo de vida respetuoso con todos los
individuos con capacidad de sentir. As lo reconocen al afirmar que su postura est
basada nicamente en el hecho de que la pesca comercial est destruyendo los

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ocanos[64]. En otras palabras, el grupo evita el consumo de peces porque lo
considera pernicioso para los ocanos, pero ignora a los peces como individuos.
Dentro del movimiento por la defensa animal hay quienes consideran que, dado
que promueven el veganismo, debemos trabajar juntos. Sin embargo, el mensaje que
transmite sta y otras muchas asociaciones ecologistas a la sociedad es que los
animales son recursos para los humanos o para los ecosistemas. Exactamente el
mensaje contrario que tratan de defender quienes respetan a los animales como
individuos.
Supongamos que una asociacin ecologista afirmase que el exterminio de judos
en la Alemania nazi estuvo mal por la contaminacin atmosfrica que produjeron los
gases utilizados. Debera considerarse que esta asociacin comparte un objetivo
comn con quienes pensamos que ese genocidio estuvo mal por cada una de las
vctimas que produjo? Cualquiera estara de acuerdo con que la atencin debe
centrarse en las vctimas de esos asesinatos, es decir, en los judos que perdieron la
vida y sus familias directas. Dejar en un segundo plano este sufrimiento supone
menospreciar e ignorar a las personas que padecieron las consecuencias del racismo
ms exagerado. La forma adecuada de evitar que esto vuelva a repetirse es,
sencillamente, hablando a la sociedad de esas vctimas y concienciando sobre el
problema del racismo.
Del mismo modo, promulgar que la matanza de peces es daina porque produce
un desajuste en el ecosistema marino supone ningunear deliberadamente a aquellos
individuos que mueren asfixiados al ser sacados del agua.
La mayor parte de asociaciones ecologistas no cuestiona el hecho de que esos
individuos sean utilizados como recursos, lo que les preocupa es el impacto que sus
muertes pueden tener en el medio ambiente. Por eso suelen criticar la sobrepesca,
pero no la pesca; y la ganadera industrial, pero no la ganadera ecolgica.
Y si alguien continua dudando que Sea Shepherd ignora los intereses de los
animales y promueve el especismo, a continuacin se expone una cita en la que Paul
Watson, fundador, director y portavoz de la organizacin, resta importancia de forma
explcita a la explotacin y a la muerte de animales de granja tomando como
ejemplo las vacas. No hay comparacin posible entre vacas y ballenas como
animales explotados, seala. Las vacas son animales domsticos, modificados
genticamente por los humanos para servir de alimento. Hay ms de tres mil millones
de terneras en el mundo. (). Tampoco tiene sentido comparar la matanza de vacas
que es legal, con la matanza ilegal de ballenas[65], apunta Watson.
Como vemos, una vez ms el representante de Sea Shepherd y por tanto, Sea
Shepherd no tiene ninguna consideracin hacia los animales como individuos. Ni
siquiera se plantea que a la vaca explotada no le afecta que haya muchas ms como
ella en otros lugares. Cuando se les quita la vida a los animales sean vacas o
ballenas, se les est negando el derecho de vivir y, por tanto, el derecho a disfrutar
de la vida.

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Los activistas por los derechos animales que pese a todo deciden colaborar con
este grupo deben tener en cuenta que apoyar a Sea Shepherd y a otras organizaciones
ecologistas no slo supone respaldar determinadas acciones con las que simpatizan,
sino tambin contribuir a extender el mensaje especista que envan a la sociedad y
que, obviamente, tiene repercusiones en los animales.
Se ha utilizado como ejemplo de ecologismo especista a la asociacin Sea
Shepherd, pero podra haberse recurrido a otras muchas. Como muestra, la
organizacin World Wildlife Fund, ms conocida bajo las siglas WWF, ha presionado
a los gobiernos de EE.UU., Canad y Europa para incrementar los tests de pesticidas
y productos qumicos en animales[66].
No sorprende esta medida si nos remontamos a los orgenes de esta asociacin
ecologista. Fundada en 1961 por un grupo de cazadores, desde entonces la WWF ha
contado con el privilegio de tener entre sus dirigentes al presidente de la
Asociacin Nacional del Rifle, C.R. Gutermuth, o al cazador conocido por sus
masivas masacres, Francis L. Kellogg. En sus primeros aos, la WWF utiliz
subastas de pieles para recaudar fondos. Adems al igual que Sea Shepherd o
Greenpeace la WWF apoya la caza de focas si se lleva a cabo sin desestabilizar los
ecosistemas con mtodos tradicionales, as como la persecucin y muerte de elefantes
y lobos para controlar sus poblaciones.
Como vemos, lo que habitualmente se entiende por ecologismo est muy lejos
de la idea de derechos animales.
La ltima crtica al movimiento ecologista est relacionada con la idea de James
Lovelock. En el ao 1979 James Lovelock public Gaia: a new look at live on earth.
El libro fue muy bien acogido por el movimiento ecologista. En l, el autor sostiene
que la Tierra es el organismo vivo ms grande del sistema Solar y que su vida merece
la mxima proteccin[67]. Aunque su hiptesis es muy interesante y ha conseguido
concienciar a mucha gente, no hay que dejar de ver la comparacin de la Tierra con
un individuo como una simple metfora.
Algunos ecologistas hablan de los ecosistemas como si fuesen realmente
individuos con intereses. El trmino ecosistema fue utilizado por primera vez en
1935 por Tansley en la revista Ecology. El ecosistema es el conjunto de interacciones
que se dan entre distintos elementos fsicos qumicos y biolgicos de un espacio
determinado.
El ecosistema resulta ser la interaccin entre elementos y, por lo tanto, como
conjunto, carece de intereses. De mismo modo, la especie, como grupo de seres vivos
con unas caractersticas comunes, tampoco tiene intereses. Quienes tienen intereses
son los individuos que la componen si pertenecen al reino animal. Sufre entonces la
especie por desaparecer o sufre el individuo de dicha especie que es masacrado?
Sufre el ecosistema al ser destruido o sufren aquellos seres que viven en l y pierden
su hogar?
As, cuando los ecologistas nombran el medio ambiente, los ecosistemas o la

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Madre Tierra como un individuo, lo estn dotando de una capacidad que ni tiene ni
puede tener. Pese a que aparentemente pueda parecer sta una cuestin terica o
lingstica, lo cierto es que tiene unas consecuencias prcticas de gran importancia,
ya que los ecologistas anteponen el medio ambiente a los animales que en l viven.
Dicho de otra manera, priorizan los inexistentes intereses de un hogar a los intereses
reales de quien lo utiliza para vivir.
Como se ver ms adelante, esta incongruencia se ve reflejada a menudo cuando
se producen liberaciones de visones en granjas peleteras. En esos casos no tarda en
alzarse la voz de diferentes organizaciones ecologistas y otros grupos especistas
manifestando su preocupacin por el dao que la liberacin traer a los
ecosistemas. Tambin es habitual encontrar en el movimiento ambientalista a
aquellos que dan ms importancia a la vida de un lince ibrico que a la de un gato
callejero, nicamente porque uno pertenece a una especie en peligro de extincin y el
otro no, a pesar de que ambos, en principio, tienen el mismo inters por la vida y la
libertad.

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La accin

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POR QU AYUDAR A LOS ANIMALES?
A los defensores de los animales les suelen hacer una pregunta que al mismo tiempo
parece una crtica: por qu te dedicas a ayudar a los animales sabiendo que hay
humanos con problemas?. La pregunta en s misma esconde una ideologa especista,
al igual que la pregunta por qu te dedicas a ayudar a los negros pudiendo ayudar a
los blancos? esconde una ideologa racista.
Algunos van ms all en su crtica y afirman que quienes creen en los derechos
animales prefieren ayudar a una gallina que a un humano. Esto supone acusar a los
animalistas de especistas pues, si fuese cierto, primaran los intereses de los
individuos de una especie las gallinas sobre los de otra especie los humanos.
Los activistas por la liberacin animal responden que el hecho de que un
individuo pertenezca a una especie o a otra es irrelevante, pero que la explotacin de
los individuos de otras especies suele ser ms grave y recibe una atencin mucho
menor por los grupos de conciencia social. As, es cierto que los trabajadores en las
fbricas pueden encontrarse en situaciones laborales muy precarias, pero tambin es
cierto que a estos trabajadores no se les vende por kilos en mercados, ni son
separados de sus madres nada ms nacer, ni se les corta el cuello cuando han
alcanzado un peso adecuado, ni sus cuerpos sin vida son utilizados como alimento,
prendas de vestir o calzado.
Aunque como se ha dicho la situacin de los animales suele ser peor que la de los
humanos, un antiespecista puede decidir ayudar a animales humanos y no por eso
dejar de ser antiespecista. Puede haber diferentes razones para ello: la primera podra
ser que un humano cercano est implicado en el problema y por ello siente una
tendencia emocional ms fuerte por ejemplo, el despido de su pareja.
Otro motivo para dedicarse a los humanos es que piense que puede ser ms
efectivo luchando por los humanos que por los no humanos algo bastante
complicado teniendo en cuenta que logrando que una persona se haga vegana se evita
que decenas de animales cada ao mueran en el matadero o en las redes de pesca.
Y por ltimo, el hecho de no ser consecuencialista puede ser motivo tambin para
que se incline hacia los humanos. Es decir, lucha por algo que le parece bien sin
importarle qu forma de activismo es ms efectiva. As, puede repartir informacin
sobre una huelga para incrementar el salario del sector limpieza, siendo consciente de
que difundiendo el veganismo lograr mayores resultados.
Bajo el argumento no consecuencialista tambin se puede optar por ayudar a
levantarse a un nio que ha tropezado mientras vemos que otro est en mitad de la
carretera y que va a ser atropellado. Este tercer y ltimo punto podra responderse con
la idea de que, puesto que nuestros recursos son limitados, es razonable emplearlos de
la manera ms eficiente posible. De ese modo los no especistas que consideran que es
ms razonable ayudar al nio que est a punto de ser atropellado en lugar de al nio
que ha tropezado, tambin prefieren ayudar al cerdo al que le van a cortar el cuello

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antes que al trabajador que quiere un aumento salarial.
Es respetable y deseable que haya oposicin a la explotacin laboral y otras
formas de opresin a las que se ven sometidos los humanos, pero tambin lo es que
haya oposicin a la explotacin animal.

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DIFERENTES ESTRATEGIAS, DIFERENTES
RESULTADOS
Cuando un activista por los derechos animales comienza a participar en esta causa,
rara vez cuestiona las diferentes estrategias y tiende a pensar que cualquier iniciativa
es positiva. Adems, considera que poner en duda las distintas tcticas puede poner
en peligro la unidad del movimiento.
Sin embargo, hay formas de activismo que pueden ser muy perjudiciales para los
animales aunque se hagan con buena intencin. Todas las iniciativas que se llevan a
cabo deben ser analizadas de forma crtica, objetiva y respetuosa. El debate entre los
activistas es fundamental para mejorar las estrategias y todos deben estar abiertos a
posibles crticas para lograr resultados.

El bienestarismo
Un gran nmero de organizaciones animalistas plantean la defensa de los
animales sin aspirar a la liberacin animal. Luchan por ampliar las jaulas, critican
determinadas formas de asesinar a los animales en los mataderos y estn en contra de
la tauromaquia y otras formas de explotacin que consideran excesivas como el foie o
las pieles. Sin embargo, no cuestionan la explotacin animal en s misma, sino que
piden que los animales sean explotados de una forma menos cruel. Por ello, no
critican la consideracin de los animales como recurso ni mencionan el veganismo
como forma de vida. A estas organizaciones se les conoce como bienestaristas,
aunque en realidad no quieren lograr el bienestar, sino que se conforman con
disminuir el malestar de los animales explotados.
Las consecuencias que el activismo de estas personas tiene para los animales son
muy cuestionables. La sociedad en principio apenas es capaz de distinguir entre
ecologistas y animalistas, por lo que cuando una asociacin se autodenomina
defensora de los animales la poblacin tiende a tomarla como referencia. Cuando
estos grupos critican la forma en la que se explota a los animales sin rechazar la
explotacin animal per se, consiguen que el pblico no slo no cuestione el
especismo, sino que refuerce adems su idea de que los animales son recursos al
servicio de los humanos.
Es coherente la postura bienestarista? Acaso defender los derechos animales

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equivale a demandar que sus jaulas sean ms grandes o sus muertes menos dolorosas?
Los vivisectores han escrito manuales sobre bienestar animal donde explican
cmo debe tratarse a los animales para que sufran lo menos posible. La industria
crnica se ha dado cuenta de que las lesiones de los animales y los problemas
psicolgicos debido a un trato excesivamente cruel disminuyen la calidad de la carne
y, por tanto, sus ganancias[68]. Dado que las medidas bienestaristas incrementan en
general los beneficios econmicos y mejoran la opinin pblica de las empresas
explotadoras, stas son cada vez ms frecuentes. As, es bastante comn que los
propios explotadores proporcionen juguetes a los cerdos, eliminen las jaulas de
batera o procuren un transporte al matadero ms cuidadoso.
En este sentido, vemos cmo tanto la filosofa como la prctica de las
organizaciones bienestaristas no est muy alejada de la de muchos vivisectores o
ganaderos. Quienes se lucran con la explotacin animal prefieren que sus animales
sufran lo menos posible, pero no estn dispuestos a renunciar a toda forma de
explotacin. Esa es exactamente la misma postura que mantienen las organizaciones
bienestaristas.

El neobienestarismo
Supongamos que una asociacin en defensa de la mujer no cuestiona la
dominacin del hombre a la mujer ni los malos tratos y apoya a su vez las
violaciones; y que, adems, se autodenomina defensora de los derechos de la mujer
por el hecho de oponerse a los maltratos excesivos o a las violaciones sin
preservativo.
Probablemente esta asociacin lograra disminuir en algunos casos concretos el
sufrimiento. Pero lo cierto es que la sociedad, al ver cmo ese tipo de grupos
consigue pequeos pasos, reforzara su idea de que el problema reside en una
dominacin excesivamente cruel y no en la propia opresin de la mujer. Si existiese
una organizacin que utilizase dicha estrategia, las asociaciones realmente
preocupadas por la mujer la criticaran en pblico. Sin embargo, como hemos visto,
estas mismas actitudes entre los que se autoproclaman defensores de los animales
son continuas.
Paradjicamente, algunos activistas que s creen en los derechos animales no slo
no critican a los bienestaristas, sino que adems no ven ninguna contradiccin en
participar en sus campaas.

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Por qu ocurre esto? Para explicar esta posicin debemos tener en cuenta que un
porcentaje importante de activistas veganos cree en medidas bienestaristas como paso
previo y necesario para conseguir una sociedad libre de explotacin. El filsofo
norteamericano Gary Francione bautiz a esta estrategia como
neobienestarismo[69].
Aunque en ocasiones los neobienestaristas hablen de veganismo, su
planteamiento es el siguiente: Estamos muy lejos de alcanzar una sociedad en la que
predomine el principio de igualdad animal; por lo tanto, lo mejor que podemos hacer
es reducir el sufrimiento de los animales.
Su enfoque, en principio, parece sensato. Pero hay que tener en cuenta otros
factores. Estas personas, pese a reconocer los derechos animales y ser veganas,
transmiten a la sociedad el mismo mensaje que los bienestaristas y los vivisectores
que se preocupan porque los animales que matan tengan una muerte indolora. Contra
su voluntad, estn reforzando la idea de que los animales estn al servicio de los
humanos y de que se les puede utilizar para nuestros fines de forma menos cruel.
De este modo, bienestaristas, neobienestaristas y explotadores directos tratan de
regular la forma en la que los animales son esclavizados. Por ello, en ocasiones la
relacin entre los tres grupos se hace patente. Un ejemplo claro lo muestra la activista
Corall Hull en un artculo publicado en la pgina web Abolitionist-online, A voice for
animal rights[70].
La autora comienza su artculo con una cita de Temple Grandin refirindose a sus
sentimientos tras matar a una vaca: Cuando llegu a casa, no poda creerme que lo
haba hecho. Fue muy excitante. Tena miedo de no hacerlo bien porque requiere
ciertas habilidades.
Poco despus cita a Ingrid Newkirk, la fundadora y presidenta de PETA, una
ONG internacional que dice promover el trato tico a los animales. Newkirk sealaba
lo siguiente: Temple Grandin ha hecho ms para reducir el sufrimiento en el mundo
que ninguna otra persona[71].
Quin no conozca a Temple Grandin se estar preguntando, qu habr hecho
para reducir el sufrimiento de una forma tan eficaz?. Grandin es una destacada
asesora de la industria crnica a nivel mundial por sus diseos de mataderos y granjas
con medidas de bienestar animal. Supuestamente, gracias a dichas medidas el
sufrimiento animal ha disminuido a la vez que ha logrado incrementar las ganancias
de la industria.
Que los beneficios econmicos de los explotadores han aumentado no es
discutible, pero que el sufrimiento animal haya disminuido con estas prcticas es muy
objetable. El mensaje que recibe la sociedad con este tipo de reformas es justo el
opuesto al que se debera transmitir. Pese a ello, en enero de 2006 PETA otorg a
Temple Grandin su famoso premio Proggy por el progreso realizado en la defensa
de los animales mediante el diseo de mataderos y granjas.

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El abolicionismo
Ante la postura de regular la explotacin se encuentra la estrategia
abolicionista. En este caso el objetivo es generar una sociedad de respeto hacia los
intereses de todos los seres con capacidad de sentir. La idea fundamental es conseguir
que el mayor porcentaje de la poblacin deje a un lado la mentalidad especista y que,
en consecuencia, adopte una forma de vida vegana.
Como se ha dicho, los neobienestaristas consideran la reforma de la explotacin
un paso indispensable hacia su erradicacin. Por ello, acusan a los abolicionistas de
ilusos por creer que van a acabar con la esclavitud animal de un solo golpe. Por el
contrario, los abolicionistas tienen claro que el camino ser largo y costoso y plantean
dos estrategias graduales y complementarias de cambio social.
La primera es tratar de extender en la poblacin las ideas de respeto animal
fomentando el veganismo mediante campaas de educacin. La segunda consiste en
acabar con determinados sectores de la explotacin de forma sucesiva.
A qu se refieren los abolicionistas cuando hablan de acabar con determinados
sectores? Por ilustrarlo con un ejemplo, mientras que bienestaristas y
neobienestaristas piden que se prohban las jaulas de gallinas ponedoras en batera
y no las granjas de gallinas camperas, los abolicionistas piden a la sociedad que
deje de consumir huevos, centrndose en este caso en el sector de los huevos.
No obstante, los mbitos pueden ser ms amplios en funcin de la campaa
escogida. As, un proyecto ms ambicioso sera pedir a la sociedad que dejase de
consumir productos de origen animal en todos los campos de la alimentacin o que
dejara de utilizar animales en otros aspectos de su vida.
La segunda estrategia abolicionista, aquella centrada en difundir el respeto sin
tener en cuenta la especie, tambin implica un proceso largo, pues supone concienciar
a la poblacin ciudadano por ciudadano.
Aunque las dos principales estrategias abolicionistas han sido tratadas de forma
individual en este apartado, ambas estn claramente relacionadas. Cuando los
abolicionistas critican la explotacin llevada a cabo en un determinado sector, es fcil
que el pblico sea capaz de extender dichas crticas a los restantes apartados de la
explotacin animal. Por ejemplo, al decir que los huevos ecolgicos tampoco son
respetuosos con la gallina porque supone tratarlas como un recurso, es fcil que la
sociedad comprenda que los cerdos, las cabras o las vacas tampoco deben ser tratados
como un recurso. De esta forma, se busca llamar la atencin y fomentar el veganismo
a travs de una campaa especfica.

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Conclusin
No todos los grupos de defensa animal plantean los mismos objetivos. Los
bienestaristas no aspiran a terminar con la explotacin animal, sino simplemente a
hacerla menos cruel. Los neobienestaristas s pretenden acabar con la explotacin
animal, pero para lograrlo tratan de hacerla menos cruel, con lo cual su estrategia es
similar a los primeros. Finalmente, los abolicionistas se posicionan con firmeza en
contra de toda forma de explotacin animal cuestionando el hecho de que los
animales sean utilizados como mercanca. Dado que los caminos o estrategias
escogidos son diferentes, tambin lo son los logros conseguidos. Por ello, es
fundamental recapacitar sobre qu estrategia seguir y con qu grupo colaborar antes
de comenzar a formar parte de esta causa.
Una obra recientemente publicada permite profundizar ms en esta cuestin. Es el
libro The Animal Rights Debate. Abolition or regulation[72]? (El Debate por los
Derechos Animales. Abolicin o regulacin?), donde Francione y Garner defienden
la postura abolicionista y reformista respectivamente a travs de un anlisis
exhaustivo sobre sus xitos y desaciertos.

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TRANSMITIR EL MENSAJE
Cualquier persona que se ha dado cuenta de las injusticias que se cometen con los
animales por el simple hecho de no pertenecer a nuestra especie siente la necesidad
de transmitir su inquietud al resto. El sistema que elegimos para ello no slo debe
buscar llegar al mayor nmero de personas posibles, sino transmitir el mensaje
adecuado.
Adems de tener en cuenta el fondo, hay que reflexionar sobre la forma en la que
dicho mensaje se transmite. No todos los medios para difundir la informacin son
igualmente efectivos, ni todas las maneras de decir las cosas son iguales. La
explotacin animal como negocio tiene dos campos, la oferta y la demanda, y la
manera adecuada de dirigirnos a cada una de ellas puede ser muy diferente. Si
queremos que una persona valore nuestras ideas y se cuestione el especismo hay que
hablarle con el mximo respeto. El activista no debe olvidar nunca que en su da
tambin fue especista y que si dej de serlo fue porque alguien le expuso sus ideas
desde el respeto.
Sin embargo, crear un clima de confrontacin con quienes llevan a cabo la
explotacin puede ser muy efectivo. Esta situacin atrae la atencin del pblico y
sirve para dejar claro que existe una oposicin frontal a las prcticas que se estn
llevando a cabo.

Nuevos activistas
Es muy importante que los activistas tengan las ideas claras, tanto a nivel terico
como prctico. Pero hay que tener en cuenta que las personas adquieren una
concienciacin y se desprenden del especismo de forma gradual.
A los grupos por los derechos animales se acercan diariamente personas que
comen animales o incluso que llevan una vida vegana pero siguen siendo claramente
especistas. Resulta contraproducente en estas situaciones mostrar rechazo hacia estas
personas. Slo por preguntar y acercarse ya estn mostrando un inters, y ese es el
primer paso y el ms importante para comenzar a cuestionarse el especismo. Para
potenciar esas inquietudes hay que exponer los argumentos de forma coherente,
prestarles videos y bibliografa sobre el tema, hablarles del activismo que se est
llevando a cabo e invitarles a participar en l.

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Obviamente, a una persona especista no se le debe pedir que d una conferencia,
pero hay otras muchas cosas que s puede hacer sin necesidad de representar
pblicamente a los animales. Esto lograr que se sienta til y que compruebe que si
se lo propone puede obtener resultados importantes en las vidas de los animales.
Cuestionar as el especismo progresivamente y ser parte del movimiento de
derechos animales.

Prensa, radio y televisin


Algunos activistas por la liberacin animal se niegan a hacer declaraciones a los
grandes medios de comunicacin porque afirman que ellos mismos son los cmplices
de los problemas sociales. Pero lo cierto es que el mensaje que transmiten estos
medios afecta a la poblacin y, en consecuencia, a los animales. Debido a su
innegable influencia deben ser tenidos muy en cuenta en la lucha por la defensa
animal.
Tambin es cierto que a veces el inters de las organizaciones porque sus
actividades sean reflejadas en los medios de comunicacin y lleguen al mayor
nmero posible de personas hace que el mensaje que transmitan sea incompatible con
los derechos animales.
En una ocasin representantes de un partido poltico que supuestamente defiende
la liberacin animal mantuvieron un debate con defensores del tauricidio ante las
cmaras de televisin. Los activistas, que decan estar en contra del maltrato animal,
no contemplaban contradiccin alguna en consumir pollos, vacas y cerdos, al tiempo
que criticaban la tauromaquia. Los partidarios de esta sangrienta fiesta expusieron
que quienes estaban en contra de matar a un toro para satisfacer el inters cultural,
deberan estar en contra de matar a una vaca para satisfacer el inters culinario.
Quienes decan defender a los animales se quedaron sin palabras.
Lo contrario ocurri en una televisin local valenciana. Luis Prez, representante
de la organizacin abolicionista Defensa Animal, particip en un debate pblico con
un torero. Prez mantuvo la calma en todo momento y no descalific al torero, sino
que vio el debate como una oportunidad para dar a conocer sus argumentos. No slo
habl en nombre de los toros asesinados en la plaza, sino que aprovech para hablar
en defensa de todos los animales y promover el veganismo. Dej claro desde el
primer momento que igual de errneo era disfrutar de la tortura de un toro en una
plaza que del sabor de una vaca en un plato.

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Cartas al director
Para que la postura de las personas concienciadas sea reflejada en la prensa no es
necesario pertenecer a una organizacin. Cualquier ciudadano puede escribir un
correo electrnico a un peridico para opinar sobre un tema de actualidad. Para ello,
el texto ha de ser conciso y transmitir las ideas principales con claridad y objetividad.
Elegir el momento adecuado es otro aspecto importante. Por ejemplo, la
primavera es buen momento para manifestar el rechazo a la tauromaquia ya que
comienza la temporada taurina. Asimismo, la polmica generada tras una liberacin
de visones crea el clima adecuado para manifestar la repulsa hacia la industria
peletera.

Internet
Las pginas web son una excelente herramienta para llegar a la poblacin, hasta
el punto de que Internet se considera ya uno de los principales medios de
comunicacin de masas. La diferencia con la prensa, la radio o la televisin es que en
Internet el ciudadano puede ser tanto emisor como receptor. Es decir, cualquier
persona puede tener acceso a la informacin al tiempo que puede emitirla sin miedo a
la censura.
Adems de ciertas nociones informticas, para crear una pgina web es necesario
tener al menos unos conocimientos bsicos de diseo grfico y de diseo de pginas
web; de lo contrario, el resultado podra dar un aspecto poco serio. Sin embargo, hay
otras opciones como blogs o redes sociales que pueden utilizarse para colgar
imgenes o expresar inquietudes[73]. Para que el visitante no pierda inters, estos
espacios deben ser actualizados al menos con una periodicidad semanal.
Hay que tener en cuenta a quin va a ir dirigida la pgina web. No es lo mismo
escribir para personas que todava no conocen las ideas antiespecistas que dirigirse a
activistas ya concienciados. En todos los casos es importante que se aporten ideas
nuevas, originalidad y debates positivos, tratando de evitar el insulto gratuito y
buscando la argumentacin.

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Las conferencias
Raras veces los medios de comunicacin convencionales permiten expresar todo
lo que se quiere decir. Generalmente, el tiempo es muy limitado y los propios
periodistas pueden modificar el mensaje debido a una mala comprensin o incluso de
forma intencionada. Las charlas, aunque suelen llegar a un pblico mucho ms
reducido, permiten al ponente transmitir las ideas sin intermediarios.
Las ponencias, como todas las formas de activismo, deben ser preparadas con
antelacin. En primer lugar, el conferenciante debe tener claro qu ideas va a
transmitir y cmo lo va a hacer. Hay que tener en cuenta adems el hilo argumental.
Por ejemplo, no se puede hablar contra la viviseccin sin antes haber introducido el
especismo. Tambin es conveniente ir de lo general a lo especfico. Qu preguntas
pueden surgir? Cul ser la mejor respuesta? Cmo reconducir el tema en caso de
que se desve el debate? Son otras cuestiones que habr que plantearse en la
preparacin.
Es relevante tambin que la charla tenga claridad expositiva para facilitar la
comprensin del pblico y resulte amena e interesante. Para ello, es apropiado
recurrir a la proyeccin de documentos Power Point bien diseados que recojan las
ideas esenciales, vdeos o imgenes, as como intercalar ejemplos, ancdotas o
experiencias personales con los que el receptor pueda sentirse identificado de algn
modo y empatice ms con la situacin que padecen los animales.
Si queremos que el pblico se tome en serio la charla, el propio ponente tambin
ha de tomrsela y, por supuesto, la puntualidad y el respeto a los turnos de palabras u
opiniones que vayan surgiendo es esencial.

Mesas informativas
Los puestos de informacin en la calle proporcionan al activista una
aproximacin al ciudadano mayor que otros muchos mtodos. Cualquier persona
puede acercarse a mostrar su opinin y preguntar sus dudas. Muchos de los activistas
que participan en el movimiento por la liberacin animal han entrado en l gracias a
una explicacin en una mesa informativa que logr despertar su inters por el tema.
En este caso, es importante que la persona que responda tenga las ideas claras y, por
supuesto, sea vegana.

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Los puestos de informacin son adems una forma importante de recaudar dinero
para poder llevar a cabo las actividades en la organizacin. Generalmente los grupos
se limitan a poner una hucha sobre la mesa. Otros disponen adems de formularios
para recoger firmas donde, aparte de anotar los datos personales, existe una casilla
para indicar la cantidad que se dona al colectivo. Algunos grupos prefieren no utilizar
este mtodo considerando que puede hacer sentirse violento al pblico y no preste
atencin a lo verdaderamente importante, es decir, al mensaje antiespecista.

El da a da
Hablar con familiares y amigos sobre estos temas es posiblemente el mtodo que
ms veganos ha logrado. Es muy habitual que en las comidas en las que hay un
vegano comience un debate sobre los motivos que le han llevado a adoptar esa forma
de vida. Es importante aprovechar esa oportunidad para dejar claro que no se trata de
motivos ecologistas o de salud, sino que es una cuestin tica.
El hecho de que una persona cercana rechace la discriminacin a los animales
ayuda a los dems a comprender que el veganismo no es una excentricidad, sino que
es una postura coherente y razonable, al tiempo que ayuda a desarrollar la empata
hacia los animales.

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OTRAS CUESTIONES RELEVANTES
Resulta difcil catalogar todos los mbitos del activismo en defensa de los animales.
A continuacin se exponen una serie de aspectos, algunos de los cuales los recoge el
activista vegano Nick Cooney en su libro Cambio de conciencia: qu puede
ensearnos la psicologa sobre la difusin del cambio social[74]. A pesar de que en l
se difunde un claro mensaje reformista, se trata de un libro de obligada lectura para
toda aquella persona que trate de lograr un cambio social. El autor recurre a estudios
cientficos para demostrar que no todas las formas de influir a la poblacin son
igualmente efectivas.

La importancia de la esttica

Una de las ideas en las que Cooney hace hincapi desde el comienzo de su obra
es la importancia de la esttica. Las personas tienden a buscar una apariencia
determinada para sentirse parte de un grupo. Es habitual que los activistas de
cualquier movimiento social tengan una esttica definida y diferente a lo que la
sociedad considera normal. Las barreras en la difusin del mensaje surgen debido a
que, como evidencia el autor, la poblacin tiende a rechazar aquello que procede de
un grupo que considera diferente al suyo.
Segn esta perspectiva, cuando se reparten folletos, se realiza una mesa
informativa o se imparte una charla, si se quiere convencer al oyente, una esttica
concreta podr ser crucial para conseguir nuestro objetivo. Quizs alguien se indigne
al leer ests lneas y piense: yo no tengo que cambiar mi forma de vestir por los
prejuicios de otro. Y es cierto. Pero si valoramos que el simple hecho de cambiar
nuestra apariencia cuando se est realizando activismo puede salvar vidas, entonces
merece la pena considerarlo.
As, pueden presentarse dos objeciones principales al cambio de esttica. La
primera de ellas no suele ser reconocida por los afectados. Como explica Cooney,
ellos mismos quieren sentirse parte de un grupo social alternativo y para lograrlo
tienen una necesidad psicolgica de vestir de acuerdo a la norma en ese colectivo. La
segunda objecin es que el activista no cree que las personas estn tan condicionadas
por la esttica. No obstante, el libro citado recoge experiencias y estudios cientficos
que demuestran las tesis de Cooney.

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Lograr que los activistas se involucren
Cuando una persona nueva entra en contacto con un grupo ya establecido y
manifiesta su intencin de participar pueden cometerse varios errores. Por una parte,
y de manera inconsciente, puede ser tratada como una persona ajena, cuando lo
lgico sera intentar que se sintiese cmoda pese a no ser conocida. Para lograrlo
pueden ser interesantes los eventos sociales, las cenas o los encuentros informales.
Otro error es evitar pedirle a esa persona un trabajo por miedo a que lo tome
como una carga. Pero lo cierto es que esa persona es til y debe sentirse til. Es
importante, por tanto, invitarla a colaborar y mostrarle la importancia de su labor.
Este error es justo lo contrario a otro que tambin es relativamente habitual: pedir
ayuda a un activista, lograr que se involucre y luego no utilizar el trabajo que ha
realizado. De este modo esa persona se dar cuenta de que su esfuerzo ha sido intil y
si se repite decidir dejar de colaborar con la organizacin.
Cooney referencia una investigacin cientfica que muestra cmo unos sencillos
trucos pueden lograr que aumente el nivel de implicacin. Supongamos, por ejemplo,
que una asociacin est tratando de reunir a varias decenas de personas para una
protesta. Si dicho colectivo llama a los posibles candidatos pidindoles su
colaboracin y al final de la llamada termina con un en principio contamos con tu
presencia, pero si no puedes venir, por favor, avsanos, el ndice de asistencia es
considerablemente mayor a si no se utiliza esa oracin para cerrar la conversacin.
Tambin es relevante tratar de lograr que los activistas continen implicados y no
se conviertan en colaboradores puntuales o incluso abandonen. Muchas veces se debe
a problemas personales o roces entre los propios activistas, por lo que no hay que
restar importancia a la solidaridad entre compaeros y valorar que el verdadero
inters en la participacin es ayudar a los animales.

Recaudar dinero
Cuando Cooney habla en su libro de la importancia de la esttica cuenta una
ancdota curiosa. En una manifestacin ecologista un orador se diriga a gritos a un
pblico joven y entusiasmado. Les pregunt:

Estis dispuestos a luchar por el medio ambiente? a lo que el pblico

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respondi contundentemente:
S!.
Estis dispuestos a ser arrestados e ir a la crcel por el medio ambiente?.
S!.
Estis dispuestos a arriesgar vuestra vida por el medio ambiente?.
S!.
Estis dispuestos a cortaros el pelo y poneros un traje por el medio
ambiente?.
Se hizo un silencio sepulcral.

Seguramente lo mismo hubiese ocurrido si el orador hubiese preguntado: Estis


dispuestos a poner dinero de vuestro bolsillo por el medio ambiente?.
Lo cierto es que hay muchos activistas comprometidos dispuestos a ser
arrestados, a pegarse una noche sin dormir para traducir un texto o a hacer cientos de
kilmetros para ir a una manifestacin, pero no estn dispuestos a cambiar su esttica
o abrir su cartera por la lucha en la que participan. Cuando llega la hora de conseguir
dinero para llevar a cabo un acto la gente tiende a sugerir organizar conciertos, cenas
benficas, etc. Pero cuando el dinero recaudado no es suficiente o no hay tiempo para
organizar estos eventos, pocos son los que proponen que sean los propios activistas
los que aporten sus ahorros. Que no estn dispuestos a gastar dinero en los animales
no quiere decir que no estn concienciados. A veces ocurre simplemente porque dan
por hecho que su papel en el activismo es otro.
Tambin es bastante frecuente que desde los colectivos, pese a necesitar dinero
desesperadamente, se trate de evitar pedirlo a sus activistas ms implicados porque
saben que no les va a gustar y de esta forma buscan evitar un rechazo hacia el grupo.
Pero esta actitud tiene unas consecuencias negativas. En las organizaciones siempre
suelen ser los mismos los que aportan dinero propio y suelen ser los mismos los que
buscan la manera de no hacerlo. Cuando esto ocurre se generan tensiones internas en
el grupo que pueden perjudicar su correcto funcionamiento.
Por todo ello, tanto las organizaciones como sus miembros deben mentalizarse de
que la financiacin es una forma de activismo fundamental, sin la cual la gran
mayora de las actividades no podran llevarse a cabo.

Hablar en positivo

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Otro aspecto a tener en cuenta al difundir el mensaje es procurar hablar siempre
en positivo. Cuando se busca convencer a alguien para que adopte una vida vegana es
mejor decirle, por ejemplo, que si lo hace impedir la muerte de decenas de vidas
cada ao, antes que sealarle que, de lo contrario, ser el responsable de que dichas
decenas de animales terminen en el matadero. Buscar que una persona se sienta
culpable no ayuda a que acepte lo que se le est diciendo, sino que genera el efecto
opuesto.
Ello no significa que no se puedan mostrar las consecuencias de la explotacin
animal. Se trata ms bien de que al dar a conocer dicho sufrimiento se consiga que el
pblico desarrolle la empata hacia las victimas del especismo en lugar de generar
sentimiento de culpa.

Iniciativa personal
Las personas que comienzan a participar en el movimiento de liberacin animal
tienden a ir a un grupo ya formado con el que simpatizan para que alguien les diga lo
que tienen que hacer. Cuando se trabaja con otras personas, especialmente si se est
representando a un grupo, es normal que se establezca una lnea de actuacin. Pero
tanto si se trabaja con otras personas como si no, es de gran utilidad que todos
aporten ideas y tengan iniciativa propia sin necesidad de que alguien marque el
camino a seguir.
Como se ver ms adelante, hay formas de activismo como algunos rescates de
animales que no pueden llevarse a cabo de forma pblica y requieren la participacin
de voluntarios annimos. La falta de iniciativa es con creces el principal motivo por
el cual estas acciones no son ms frecuentes.

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PROTECTORAS, REFUGIOS Y SANTUARIOS
La acogida de animales en malas condiciones es una cuestin vital para determinados
individuos. En casi todas las ciudades hay algn refugio para perros y gatos que salva
decenas o incluso cientos de vidas al ao.
Quienes llevan a cabo esa labor desarrollan un trabajo muy duro y en ocasiones
poco gratificante. Suelen contar con muy pocos medios econmicos, lo que a veces
causa que, muy a su pesar, los animales que tienen a su cargo no puedan ser atendidos
como merecen.
Aunque la tarea de los refugios es digna de admiracin, existen algunos aspectos
que se pueden cuestionar, siempre desde un punto de vista constructivo.

Los animales acogidos


De todos los refugios y protectoras de animales son pocos los que acogen a otros
individuos que no sean perros o gatos. Por qu? Se podra pensar que los gatos y
perros requieren menores cuidados e inversin que los animales de granja. Sin
embargo, si hacemos una valoracin econmica de la manutencin que requieren,
veremos cmo la comida de perros y gatos es considerablemente ms cara que la de
otros animales. Adems, salvo excepciones, los animales de granja son mucho ms
resistentes que los de compaa y raras veces precisan asistencia veterinaria,
vacunas o una atencin ms cercana como los necesarios paseos diarios en los perros.
Otra respuesta podra ser que la gente no da en adopcin animales de granja,
pero s perros o gatos. Esto es cierto slo en parte. En cualquier granja de cerdos,
pollos, gallinas ponedoras o vacas estn dispuestos a entregar animales enfermos de
forma gratuita, pues para ellos puede resultar ms cmodo que tener que matarlos. En
las granjas se dejan diariamente animales todava vivos en los contenedores de
cadveres. Qu problema hay en recogerlos?
Es triste decirlo, pero en ocasiones, la respuesta real es que quienes gestionan
estos centros prefieren salvar la vida de un perro a la de una gallina. Quizs acusar de
especistas a gente que dedica sus vidas a salvar perros sea duro, pero es cierto y la
nica forma de cambiar esto es generar un debate sobre el tema.
Prueba de que existe especismo en estos centros es que multitud de voluntarios de
protectoras comen animales y se visten con ellos, pero jams comeran un perro o un

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gato, e incluso se indignan al saber que en determinados pases asiticos lo hacen.
Cul es la diferencia? No hay ningn argumento que pueda justificar esa
discriminacin.
Otra evidencia que deja patente que el especismo es una realidad en algunos
refugios es el trato que dan a los roedores. Las ratas y ratones son muy frecuentes en
estos lugares, pues roban la comida de los animales que se quiere proteger. Estos
pequeos animales son, a veces, considerados plagas y transmisores de enfermedades
por algunos voluntarios y los tratan como tales aniquilndolos con veneno. Las
muertes que les causan seran fruto de denuncia si se llevasen a cabo contra perros o
gatos.
Las ratas y los ratones son animales muy inteligentes. Por ello, los venenos
utilizados no pueden generar una muerte instantnea. Si fuese as el cuerpo quedara
al lado del cebo de forma que el resto de la colonia relacionara la causa y el efecto,
por lo que no comeran ms veneno. La nica solucin es que los efectos comiencen
horas despus de la ingesta. A continuacin se producen una serie de deterioros que
causan una muerte larga y dolorosa por hemorragias internas.
En los refugios que llevan a cabo esta prctica se dice que es absolutamente
necesaria, no slo porque roban grandes cantidades de comida a los perros, sino
tambin porque les transmiten enfermedades. No obstante, los perros tambin pueden
ser portadores de enfermedades para otros perros y para los roedores y, sin
embargo, no los matan.
La tercera evidencia de que hay especismo en algunos de los refugios es la
alimentacin de los animales que albergan. La mayor parte utiliza piensos hechos con
animales de granja. Sin embargo, a ningn refugio le parecera bien matar perros y
gatos para alimentar, por ejemplo, a cerdos. Suele argumentarse para defender este
consumo que los refugios no tienen dinero y que el pienso vegano es ms caro. Si no
tienen dinero para alimentar un determinado nmero de animales con una
alimentacin vegana, no deberan aceptar un nmero tan alto de animales. Lo que no
se puede hacer es financiar la esclavitud de unos individuos para salvar la vida de
otros.
En Italia, las protectoras se han asociado para hacer frente a esta situacin y han
contratado a una fbrica de piensos para que haga comida especfica para ellos dado
que no podan asumir econmicamente la compra de las marcas ms comerciales. As
naci la marca Vegcan. Las protectoras consiguieron un producto mucho ms barato
y adems comenzaron a comercializarlo entre el pblico. Adjunto a los sacos de
pienso un folleto informa de que consumiendo Vegcan se ayuda de dos maneras a los
animales: evitando que los perros y gatos consuman alimentos de origen animal y
destinando ntegramente todos los beneficios de la venta a dichas protectoras.

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La difusin en los refugios
Los santuarios de animales desempean un papel crucial al proporcionar una
atencin y un hogar a animales procedentes de una situacin lamentable. Muchos
activistas se desmotivan ante la dificultad de apreciar los resultados de su trabajo. Sin
embargo, cuando observamos imgenes de animales rescatados de diferentes mbitos
de explotacin en su nuevo hogar es evidente que cada accin tiene sus beneficios y
cada individuo se ve afectado positivamente de forma directa.
Tambin es frecuente que muchas personas que se consideran amantes de los
animales colaboren en refugios sin pararse a pensar que en determinados aspectos de
su vida cotidiana estn contribuyendo a la explotacin animal. En este sentido, los
refugios pueden proporcionar una gran cantidad de informacin y ayudar a estos
voluntarios a empatizar con el cerdo, la cabra o la gallina, exactamente igual que lo
hacen con un perro o un gato.

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PROTESTAS

Manifestaciones
Uno de los mtodos ms comunes para despertar la atencin sobre un determinado
problema es reunir al mayor nmero de gente posible y hacer una manifestacin. En
una lucha minoritaria como la que concierne a los animales no humanos la
efectividad no suele ser muy alta. Por desgracia, para conseguir aunar a muchas
personas en defensa de los animales hay que realizar un esfuerzo mucho mayor que
para otras causas con las que la poblacin se siente ms identificada.
Siempre que se ha conseguido un nutrido nmero de manifestantes, como en las
manifestaciones antitaurinas de Madrid, Barcelona o Zaragoza, ha sido a costa de
destinar importantes recursos. Pero, adems, frecuentemente ha habido que colaborar
con asociaciones bienestaristas. Trabajar con entidades que estn en contra de matar
toros en la plaza pero no de matar vacas en el matadero no ayuda a transmitir como
ya se ha comentado un mensaje claro por los derechos de los animales, sino que
refuerza la idea de que unas formas de explotacin son admisibles y otras no.
Otro de los principales inconvenientes de las manifestaciones es que la cifra de
participacin es fcilmente manipulable por los medios de comunicacin. En la
manifestacin antitaurina del ao 2007 en Barcelona se reunieron ms de 5000
antitaurinos. Los peridicos hablaban de varios centenares, en lugar de miles de
manifestantes. En la manifestacin de Zaragoza en el ao 2008 haba ms de 3000
personas congregadas. Los escasos medios que cubrieron la noticia dedicaron un
espacio nfimo y citaban a doscientas e incluso varias decenas.
Adems, es complicado garantizar que los asistentes van a actuar de la forma
consensuada. Los medios de comunicacin tienen preferencia por mostrar fotos de
manifestantes portando pancartas que restan seriedad a la protesta, con eslganes
como las corridas de toros para las vacas o que le corten el rabo al torero. De esta
manera, la prensa logra que el lector ridiculice la protesta en lugar de sentir empata
hacia la vctima.

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El momento y el lugar adecuado
Ante los fracasos mediticos de las manifestaciones, los activistas intentan nuevas
formas para atraer la atencin de la prensa y que su mensaje llegue a la sociedad.
En febrero de 2009 todos los peridicos y telediarios criticaban que el magistrado
Baltasar Garzn hubiese ido de montera con el entonces ministro de Justicia, el
socialdemcrata Mariano Fernndez Bermejo. En las portadas de los peridicos se
vean fotografas de ambos cazadores juntos frente a un nutrido nmero de cadveres
de ciervos y jabales. Pero la crtica de los periodistas no tena nada que ver con los
asesinatos, sino con que un juez que en esos momentos estaba investigando al Partido
Popular se codease con un destacado miembro del PSOE.
Aprovechando el inters meditico de la noticia, quince activistas de la
organizacin abolicionista Igualdad Animal llamaron a la prensa y acudieron a la
Audiencia Nacional con fotos de animales asesinados por cazadores y pancartas que
decan Garzn: quin te juzga a ti por matarlos? Justicia para los animales!. Los
telediarios y peridicos cubrieron la protesta sin excepcin, el diario El Mundo
incluso llev el tema a portada.
Pero tambin podemos encontrarnos el ejemplo contrario. En msterdam, un
colectivo realmente comprometido con la liberacin animal organiz una
manifestacin a nivel nacional contra la industria peletera en febrero de 2011. Pese a
su innegable compromiso con la causa, los activistas no se pararon a pensar que si el
mayor nmero de venta de prendas de piel se produce entre octubre y enero, y es
entonces cuando ms inters meditico hay, la manifestacin debera haberse
realizado al comienzo de dicha temporada. De esta forma la llamada de atencin a la
sociedad hubiese llegado a tiempo.

Sentadas y encadenamientos
Se trata de una estrategia de resistencia pasiva que consiste en negarse a desalojar
un espacio para transmitir un mensaje de rechazo a lo que en l sucede. En octubre de
2006 cuatro activistas de Igualdad Animal se encadenaron frente al matadero de
Legans. Las cmaras de televisin reflejaron cmo impedan la entrada de los
camiones cargados de vacas y corderos. La portavoz de la organizacin fue
entrevistada por diferentes medios y dej claro que no pedan formas de matar a los

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animales menos crueles, sino que queran que se respetase su derecho a la vida.
Aunque el impacto meditico fue muy positivo, el propietario del matadero denunci
los hechos. En el juicio se les acus de delito de coaccin y se pidi que pagasen
todos los daos econmicos que la protesta haba causado por lucro cesante, lo que
en total ascenda a ms de 12.000 euros. Se demostr que la acusacin exageraba
deliberadamente y se contradeca de forma constante en el juicio, por lo que los
cuatro activistas fueron absueltos. Si el juicio hubiese ido mal, podra haber llevado a
la ruina a la organizacin. Quiz por ello decidieron no volver a realizar ninguna
accin por la que se les pudiese acusar de causar lucro cesante.
Pero continuaron encadenndose para llamar la atencin. El 14 de febrero de
2009, durante la celebracin de la semana Internacional de la moda de Madrid, feria
en la que un pabelln se dedic exclusivamente a la venta de pieles de animales, otros
cuatro activistas de la organizacin se encadenaron a los expositores de dicha feria.
Los compaeros portaban en sus manos cadveres reales de visones asesinados y
despellejados por la industria peletera. Varias cmaras y fotgrafos haban sido
previamente avisados y la accin fue recogida por los principales peridicos y
cadenas de televisin de toda Espaa.

Desnudos
Uno de los mtodos ms habituales de protesta es introducirse desnudo en una
jaula o tumbarse en el suelo cubierto de tinta roja simulando el sufrimiento y la
muerte de los animales. Se consigue as que el espectador vea el paralelismo entre la
explotacin de los humanos y la del resto de animales.
Ante estos desnudos que pretenden desarrollar la empata del pblico hacia los
animales utilizados como recurso, hay otros muy diferentes.
Todo el mundo ha visto cmo modelos posan sin ropa para un pblico claramente
masculino con el supuesto fin de defender a los animales. Adems de la degradacin
personal que suponen estos actos hay otras objeciones a tener en cuenta. Qu es lo
que se pretende con este tipo de protestas? Concienciar a la poblacin o
simplemente llamar la atencin? Si juzgamos slo las imgenes es difcil discernir la
verdadera intencin; pero de lo que no hay duda es de que las caras de los
espectadores demuestran que no estn captando el dolor de las vctimas del
especismo y que su atencin est ms bien dirigida a observar los cuerpos de las
modelos.

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Paradjicamente, algunas voluntarias que participan en este tipo de actos se
quejan indignadas de que cuando se acercan a explicar su postura no nos hacen caso,
se limitan a mirarnos el culo y los pechos. Si ellas mismas frivolizan con el dolor de
los animales, cmo esperan que el pblico las tome en serio? Este tipo de desnudos
que pretenden atraer la atencin desde una perspectiva sexual no transmite de
ninguna manera el dolor que padecen los animales en los centros de explotacin. Lo
nico que se consigue es que la gente no tome en serio ni a los activistas ni a los
animales.

Protestas frente a hogares


En Inglaterra el movimiento ha utilizado esta estrategia de forma habitual.
Consiste en que un grupo de personas se concentre con pancartas y megfonos frente
a la casa de un destacado explotador. Se trata de un mtodo que interesa mucho a la
prensa, especialmente si es el domicilio de un personaje pblico. El clima de
confrontacin, adems de atraer la atencin meditica, consigue mostrar a la sociedad
que la explotacin animal no es un problema abstracto.
Los directivos de las grandes compaas farmacuticas en el Reino Unido, hartos
de ver cmo los activistas los dejaban en evidencia frente a sus vecinos, presionaron
al gobierno ingls para que prohibiese esas protestas. Y lo consiguieron. Pero esta
prohibicin slo afectaba a protestas que tuviesen como objetivo dificultar el avance
cientfico, es decir, aquellas destinadas a acabar con la experimentacin animal. Por
ello continan siendo frecuentes las visitas a los hogares de otros destacados
explotadores de animales.
Un ejemplo claro han sido las concentraciones en la puerta de la casa de la
modelo Kate Moss. Cualquier noticia relacionada con la vida de esta persona tiene un
inters para la prensa sensacionalista de ese pas. Los activistas aprovechan esta
situacin para hacer reflexionar a la sociedad desde una perspectiva tica sobre el
hecho de que esta modelo desfile con pieles de animales.
En el Estado espaol esta prctica apenas ha sido utilizada, y se plantea oportuna
en el caso de explotadores de animales mediticos, como toreros o algunos
diseadores, logrando as que la protesta consiga una mayor repercusin social.

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INVESTIGACIONES
Las investigaciones de los centros de explotacin animal son uno de los mtodos ms
tiles que se han usado contra la esclavitud basada en la especie. Consiguen que la
sociedad conozca lo que implica el consumo de productos de origen animal, lo que
esconden los laboratorios de viviseccin, los circos, los zoos o las granjas. Sitan a
los explotadores en el lugar que les corresponde ante la opinin pblica. La
experiencia evidencia que las investigaciones han conseguido que mucha gente se
haga vegana demostrando as su efectividad.

Entrar y grabar

La activista estadounidense Lauren Ornelas explicaba en el nmero 21 de la


revista No Compromise cmo llev a cabo algunas de sus investigaciones. Las
granjas factora han mecanizado al mximo el proceso, por lo que suelen contar con
pocos trabajadores. Tras conocer la rutina y situar un vigilante en un punto
estratgico, Ornelas y otros compaeros accedan cuando los trabajadores estaban
comiendo o durmiendo.
En el ao 2008 el grupo noruego Nettverk for dyrs frihet (Red por la Liberacin
Animal) llev a cabo una de las investigaciones ms impactantes de la historia sobre
la industria peletera utilizando el mismo mtodo que Ornelas. Lo ms costoso fue la
preparacin. Estuvieron meses localizando en el mapa las granjas de pieles noruegas
y aprendiendo tcnicas de fotografa y de grabacin en vdeo.
Emplearon tres intensas semanas en el trabajo de campo. Las seis personas que
participaron entraron en ms de cien granjas, el 20 por ciento del total del pas.
Visitaron todas las granjas a plena luz del da cuando los granjeros estaban fuera.
El trabajo mereci la pena. Filmaron y fotografiaron visones y zorros con grandes
heridas, ojos infectados, extremidades amputadas por los propios animales, patas
colgando por horribles fracturas que permitan ver el hueso, animales muertos
canibalizados por sus compaeros de jaula, movimientos estereotipados y cachorros
de zorro muertos colgando de vallas y tirados en el suelo mientras se descomponan.
Las imgenes fueron transmitidas por las cadenas de televisin y peridicos ms
importantes de Noruega creando un importante debate social en uno de los pases
europeos con ms granjas de piel.

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Aparentar ser parte de la industria
Un activista britnico que prefiere mantenerse en el anonimato finga ser el
fotgrafo de una revista de la industria crnica. Llegaba a los mataderos y a las
granjas diciendo que quera redactar un artculo para el prximo nmero y que
necesitara hacer un reportaje fotogrfico. Les entregaba su tarjeta con un nmero de
telfono. Cuando la empresa llamaba para comprobar que era cierto, otra activista lo
coga y deca que efectivamente haban mandado a un fotgrafo. En ese momento el
activista tena va libre para fotografiar todo lo que considerase interesante con el
permiso de los dueos.
Dos activistas de la organizacin inglesa Coalition to Abolish the Fur Trade
(Coalicin para Abolir la Industria Peletera) se infiltraron a lo largo del ao 2007 en
granjas, mataderos, curtidoras y tiendas donde venda prendas de piel de conejo de
diferentes pases de Europa fingiendo ser estudiantes de moda. La industria peletera
en Inglaterra volva a incorporar las pieles en el mercado britnico a travs de la piel
de conejo. Al parecer, sta estaba ms aceptada por la sociedad al considerarla un
residuo de la industria crnica. CAFT no slo demostr que la piel aporta unas
importantes ganancias para los explotadores de los conejos, sino que grab y
fotografi delante de ellos las condiciones en que criaban y asesinaban a los
animales.
Tal y como aparece en su informe de la investigacin[75], CAFT visit los
principales pases suministradores de estas pieles a Inglaterra: Italia, Dinamarca,
Francia y Espaa. De ellos, slo se les permiti grabar el momento en el que
asesinaban a los conejos en un matadero de Espaa. Los activistas se pusieron en
contacto con un representante de la empresa a travs de correo electrnico y le
informaron de que eran unos estudiantes de moda que necesitaban informacin sobre
las pieles de conejo para hacer un trabajo universitario. Consiguieron grabar
imgenes espeluznantes, entre ellas puede verse a una matarife sonriendo mientras
mece como a un beb el cuerpo despellejado de un conejo sin vida.
Igualdad Animal ha utilizado esta tcnica en otras de sus investigaciones. Hasta el
momento la mayor investigacin contra la explotacin animal llevada a cabo en
Espaa es, sin duda, la que realiz contra la industria de los cerdos entre los aos
2008 y 2010. Alrededor de sesenta activistas de la organizacin se introdujeron en un
total de 172 granjas. La mayor parte de ellas fueron visitadas por la noche. Pero otra
parte fue visitada por voluntarios contando con el beneplcito y la autorizacin de los
granjeros. Se grabaron, cmara en mano, las inseminaciones de cerdas, el corte de
dientes, el corte de rabo y la castracin sin anestesia de los lechones. Tambin se
grab de esta manera una de las imgenes de la investigacin que ms ha llamado la
atencin: un granjero agarra de las patas traseras a un lechn enfermo, se prepara para
matarlo tendindolo sobre su espalda y, por ltimo, lo golpea brutalmente contra el

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suelo. Acto seguido lo deja caer y puede verse al cerdito sangrando por la boca y
retorcindose de dolor hasta morir[76].
Generalmente, las investigaciones de explotacin animal se llevan a cabo en
pases alejados. Esto hace que en el Estado espaol se piense que son hechos tambin
alejados. La investigacin que llev a cabo CAFT y las realizadas por Igualdad
Animal o Equanimal muestran que a las afueras de nuestras ciudades y pueblos se
llevan a cabo de forma consentida las mayores atrocidades contra los animales que
podamos imaginar.

Cmara oculta
Algunas de las imgenes que ms crticas han generado hacia los explotadores de
animales se han captado mediante cmara oculta. Para ello se ha recurrido a dos
prcticas: la primera consiste en entrar a una granja, circo o laboratorio y colocar una
cmara en un lugar discreto. Y la segunda, y ms frecuente, es la de buscar trabajo en
uno de estos centros con una cmara de estas caractersticas en la ropa.
En el ao 2003 el activista Friedich Mlln lograba infiltrarse en las instalaciones
de Covance en la ciudad alemana de Mnster, el laboratorio ms grande de
experimentacin con primates de toda Europa. Este centro est especializado en
Toxicologa de la reproduccin y Toxicologa del primate, incluyendo experimentos
en primates embarazadas.
Tras seis meses preparando la investigacin, Mlln ley un anuncio de Covance
en el cual buscaban empleados. El activista, aunque era licenciado en Ciencias
Polticas, no tena preparacin sanitaria alguna. Ese es el tipo de persona que buscaba
Covance: alguien para limpiar las jaulas y hacer todo el trabajo sucio. Fue contratado
y trabaj en las instalaciones durante cuatro meses.
En ese periodo de tiempo grab cmo los cuidadores manipulaban a un mono
con el brazo dislocado sin ningn cuidado o cmo lanzaban a otro al interior de una
jaula. Pero lo ms llamativo, tal y como destac el propio Mlln cuando se le
entrevist para escribir este libro, fue la forma en que humillaban a los monos por
diversin, forzndolos, por ejemplo, a bailar con msica pop de fondo cuando los
tenan inmovilizados realizando los experimentos. Observ con espanto la
agresividad que mostraban los operarios ante los primates, les gritaban de forma muy
violenta, los insultaban y se dirigan a ellos con trminos despreciativos.
Otro de los hechos que marc a Mlln fue contemplar cmo se realizaban

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citologas diarias a monas embarazadas para comprobar la toxicidad de diversos
productos, as como la gran cantidad de bebs de primate que se mataban
diariamente.
Las imgenes que consigui el alemn fueron realmente impactantes. En cuanto
las cadenas empezaron a emitir su trabajo de investigacin, Covance pidi que se
prohibiese su difusin y denunci al activista pidindole una indemnizacin
millonaria. El juicio cre una mayor expectacin meditica sobre el caso. Friedich
Mlln gan el juicio contra una compaa respaldada directamente por las mayores
multinacionales farmacuticas del mundo.
Tras salir la sentencia, las cadenas pudieron emitir con libertad las grabaciones.
La noticia fue cubierta por cientos de peridicos de toda Europa y al menos veinte
programas de televisin de Alemania, Suiza e Inglaterra mostraron las imgenes.
Todo ello sent adems un precedente positivo para la difusin de estas
investigaciones.

Investigaciones del FLA


Algunos de los grupos que trabajan de cara al pblico se han desmarcado del
activismo del Frente de Liberacin Animal para no ver su imagen daada. Piensan
que el FLA dificulta su labor de difusin. Pero prcticamente todos ellos muestran en
su trabajo de concienciacin fotos y videos recopilados clandestinamente por el FLA
o documentos conseguidos por estos activistas.
La directora de PETA, Ingrid Newkirk[77], y el activista estadounidense Chris De
Rose[78] narran en sus respectivos libros una de estas acciones. En mayo de 1984
cinco personas del Frente de Liberacin Animal entraron a travs de una ventana al
laboratorio de Traumatologa craneoenceflica de la Universidad de Pensilvania.
Unos estudiantes haban avisado previamente al grupo The Fund for Animals
(Fundacin por los Animales) de que en esos laboratorios no slo se estaban
torturando primates, sino que adems se estaban grabando las torturas como forma de
diversin. No se sabe cmo, pero esta informacin lleg a una clula del FLA que
decidi intentar hacerse con los videos.
Tardaron ms de dos horas en acceder al laboratorio y tuvieron que sortear
diferentes patrullas de seguridad privada. Al entrar, los activistas descubrieron que el
director de las instalaciones haba diseado un sistema capaz de aplastar la cabeza de
los monos con una fuerza tres mil veces superior a la de la gravedad. Adems de

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destruir el instrumental que utilizaban para los experimentos, hallaron las cintas de
vdeo. En total, consiguieron ms de sesenta horas de grabacin.
Entregaron las cintas a una organizacin que apoyaba abiertamente al FLA y sta
resumi las escenas ms impactantes en un video que llam Unnecessary Fuss
(Escndalos Innecesarios). El resumen mostraba cmo los vivisectores inmovilizaban
a varios primates en unas mquinas que les golpeaban la cabeza causando
importantes daos craneoenceflicos. Los vivisectores se grababan a s mismos
rindose de los primates moribundos y columpindolos por los aires como marionetas
inmediatamente despus de haber sufrido una intervencin quirrgica cerebral.
En realidad, no hay palabras para describir esas imgenes, por lo que quien quiera
saber lo que se haca en ese laboratorio y en otros muchos puede acceder a los
documentos a travs de buscadores de vdeos en la Red. En cualquier caso, los videos
sustrados por el FLA lograron que por primera vez en la historia de EE.UU. el
pblico debatiese sobre la viviseccin. Todos los peridicos y canales de televisin
hablaron del suceso y el tema se convirti en asunto de debate pblico entre los
ciudadanos contrarios a esta prctica y los que la apoyaban.
Un ao ms tarde, el 13 de julio de 1985, ms de cien activistas se encerraban en
las oficinas del Instituto Nacional para la Salud de Estados Unidos como seal de
protesta ante de su decisin de continuar financiando aquel laboratorio. La sentada
supuso un desafo a la industria de la viviseccin y fue portada en los grandes
peridicos de todo el pas. Al cuarto da, la Administracin hizo pblico el cierre de
las instalaciones.
Para el movimiento por la liberacin animal fue un hecho doblemente histrico.
Primero, por las vidas salvadas; y segundo, porque quedaba claro que los activistas
que trabajan pblicamente y los que trabajan clandestinamente obtenan mejores
resultados si estaban unidos.
ste es slo un ejemplo de cmo el FLA ha sacado a la luz imgenes de los
centros de explotacin. No es raro que los activistas clandestinos por la liberacin
animal entren a las granjas o laboratorios con cmaras de video y fotografa.
Tampoco es extrao que sustraigan documentos en los que se muestran los horrores
de la industria de la viviseccin. De hecho, uno de los objetivos fundamentales del
Frente de Liberacin Animal es conseguir que la sociedad tome conciencia sobre el
problema de la explotacin animal a travs de la accin directa.

Animal Liberation Leagues

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En los aos 80 surgi en Inglaterra una nueva estrategia contra la industria de la
viviseccin: las Animal Liberation Leagues[79] (Ligas por la Liberacin Animal).
Hasta ese momento, la mayora de las clulas del Frente de Liberacin Animal se
haban centrado en destruir material y rescatar animales. Aunque los activistas eran
prcticamente los mismos, decidieron crear otro nombre para realizar acciones
diferentes.
Las Animal Liberation Leagues irrumpan con la cara tapada en los centros de
explotacin animal principalmente laboratorios para incautarse de
documentacin, capturar imgenes y grabar lo que ocurra ah dentro. Las diferentes
leagues ganaron un importantsimo apoyo pblico y se convirtieron en una de las
mayores preocupaciones de los vivisectores. A diferencia del FLA, las ligas trataban
de causar los mnimos daos posibles a los laboratorios y muchas veces no rescataban
animales.
Su principal tctica consista en organizar manifestaciones frente a laboratorios
con el fin de distraer la atencin, dejando as que otros activistas se introdujeran por
la puerta trasera. En otras ocasiones, un buen nmero de activistas entraba a plena luz
del da en el laboratorio desbordando cualquier sistema de seguridad, lo que permita
a algunas personas acceder al lugar donde estaban los animales y a la documentacin
sobre los experimentos realizados. A menudo las acusaciones legales se disipaban
dado que, al haber tanta gente implicada, ni la polica ni en el juzgado eran capaces
de averiguar quin haba cometido cada hecho y condenarle por ello.
La Northern Animal Liberation League, (NALL) sera la pionera en este tipo de
estrategias. A principios de los aos 80 rescatara a Blackie, un perro labrador que
haba sido robado y posteriormente vendido al laboratorio de viviseccin de la
Universidad de Sheffield. La NALL devolvi a Blackie a su antiguo hogar y la prensa
cubri el reencuentro.
En el sur de Inglaterra, la South East Animal Liberation League irrumpira con
fuerza investigando las condiciones que padecan los perros y macacos empleados en
experimentos dentales por parte del Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra. Pero, sin
duda, la accin ms popular de la SEALL[80] tuvo lugar en el ao 1984 cuando 150
activistas irrumpieron en los laboratorios Wickham para demostrar que ese centro
robaba perros y los utilizaba despus en sus experimentos. La polica arrest a un
total de diecinueve activistas, de los cuales varios salieron absueltos sin cargos.
En los Midlands ingleses surgira paralelamente la Central Animal Liberation
League (CALL). La diferencia respecto al resto de grupos era que sus acciones no
contaban con una participacin masiva de activistas. Sin embargo, optaban por
mtodos muy originales. En su primera accin slo participaron tres activistas.
Entraron a trabajar una maana con total normalidad para limpiar los cristales del
Birmingham Accident Hospital, saliendo poco despus con varias cobayas e
instrumental de experimentacin que mostraran a los medios de comunicacin. Ms
tarde, en diciembre de 1984, realizaran una accin similar en el East Birmingham

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Hospital sustrayendo importantes archivos y rescatando a un macaco rhesus que
haba permanecido enjaulado durante ms de quince aos siendo objeto de
experimentos relacionados con la artritis. Se llamaba Beatrice.
Sin embargo, la accin que mayor apoyo ciudadano y cobertura meditica logr
fue la liberacin en julio de 1985 de treinta y dos perros de la University Park Farm
(UPF) principal suministrador de animales de la Universidad de Oxford
mostrando adems al pblico imgenes de las atrocidades que se cometan en las
instalaciones. Aos despus, la UPF cerrara sus puertas.
Todos estos grupos llevaron a cabo durante aos acciones muy ambiciosas,
consiguiendo con ellas la simpata de la sociedad y la adhesin de muchos activistas
al movimiento, adems de colocar a la industria de la viviseccin contra las cuerdas.
El problema fue que al tratarse de acciones excesivamente arriesgadas mucha gente
entr en la crcel por su participacin. Los activistas tendran entonces que idear
nuevas estrategias para sacar a la luz lo que trataban de esconder los vivisectores.

Animal Liberation Investigation Unit


La desaparicin de las Liberation Leagues no puso fin al inters de los activistas
que practicaban la accin directa por sacar a la luz lo que ocurra en granjas y
laboratorios. El libro R-209 Habla el Frente de Liberacin Animal, publicado por
Sombras y Cizallas, el Local Anarquista Magdalena y Accin Vegana, recoge un
artculo escrito por uno de los activistas que particip en las acciones de la Animal
Liberation Investigation Unit (Unidad de Investigacin por la Liberacin Animal).
Nadie mejor que l para explicar en primera persona qu actividades llevaba a
cabo este grupo:

En 1990 naci un nuevo grupo que ocup una posicin intermedia entre las
protestas legales y las acciones ilegales. Fue inspirado por las Animal Liberation
Leagues. A este grupo se le dio el nombre de Animal Liberation Investigation Unit,
ALIU.
El objetivo de la ALIU era mostrar el sufrimiento de los animales tras las puertas
cerradas, es decir, entrar a los centros de explotacin animal, grabar y fotografiar
animales, y llevarse el mayor nmero posible de documentos. No se causaban daos
econmicos y generalmente no se rescataban animales. Se pretenda hacer todo esto

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dentro de la ley. Pero cmo? Si entras en un lugar sin utilizar la fuerza y te llevas
algo, es siempre un robo? Alguien se dio cuenta de que el delito de robo se cometa
nicamente cuando tu intencin es no devolver al propietario su bien sustrado. Los
activistas pensaron: si entramos a un laboratorio y nos llevamos cajas enteras de
documentos, es robo nicamente si nos los quedamos. Pero si los tomamos prestados
durante un tiempo y luego se los devolvemos, no habremos infringido la ley. Esta
fue la idea que hizo nacer la ALIU.
En los aos 80, el ALF se introdujo en un edificio escondido a las afueras de
Nottingham y rescat a trece beagles. El laboratorio perteneca a Boots, una
compaa farmacutica que tiene establecimientos en prcticamente todas las
ciudades y pueblos de Inglaterra. En noviembre de 1990, otro grupo del ALF regres
a las instalaciones y rescat ms beagles.
La idea de crear la ALIU se llevaba discutiendo desde haca tiempo, pero esta
accin pareci una perfecta oportunidad para que la ALIU actuase por primera vez.
Durante los das posteriores a la liberacin se hizo saber a los activistas del
movimiento por todo el pas si queran colaborar en una accin importante y
ambiciosa.
A las nueve de la maana los activistas escalaron el alto vallado y entraron en
masa al recinto. Algunos entraron para grabar a los beagles. Otros accedieron por la
puerta principal y se dedicaron a coger documentos de los despachos (). Mientras,
los vivisectores se haban escondido en otra habitacin. Un tercer grupo escal al
tejado del laboratorio, se encaden y despleg una pancarta que deca Boots tortura
beagles.
Todo el mundo fue arrestado y acusado de robo y daos materiales. Los activistas
pasaron la noche en el calabozo y a la maana siguiente fueron puestos en libertad
condicional en espera de juicio. Aqu es donde comenz la defensa legal. Antes de
salir del laboratorio, cada activista firm un papel en el que se comprometa a no
romper ninguna ley: no se causaran daos y todos los documentos sustrados seran
fotocopiados y devueltos, sin intencin de robarlos.
Las acciones del ALF y las inspecciones de la ALIU generaron el nacimiento
de una nueva campaa. Se imprimieron decenas de miles de panfletos de la ALIU, en
los que se explicaban los crueles experimentos llevados a cabo en los laboratorios
Boots para producir medicinas. Se produjeron manifestaciones en las tiendas de
Boots a lo largo de todo el pas, se hicieron sentadas en el interior de los
establecimientos, otros subieron a los tejados y colgaron pancartas. Las acciones del
ALF se multiplicaron.
Cuando los activistas de la ALIU fueron a juicio la campaa ya era muy potente.
Todos los cargos fueron desestimados porque se demostr que no haba intencin de
quebrantar la ley. Esta accin dio origen a una campaa que consigui que Boots
vendiese su departamento farmacutico y cerrase sus laboratorios.
Desde aquel da de noviembre de 1990, los activistas llevaron a cabo nuevas

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inspecciones en granjas factora, laboratorios de viviseccin, criaderos de animales,
etc. Podan aparecer en solitario o en grupos de hasta cuarenta personas, cruzaban las
puertas abiertas y empezaban a grabar. Si vean algn documento importante lo
tomaban prestado, lo fotocopiaban y lo devolvan. Las acciones se llevaban a cabo
durante el da para asegurarse de que podran entrar, pero muchas veces,
generalmente en las granjas, los activistas ni siquiera eran detectados por los
propietarios. En esos casos podan desaparecer algunas gallinas, los granjeros no se
podan dar cuenta de su ausencia, y esos animales viviran unas vidas felices a partir
de entonces. ()[81].

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INTERRUPCIONES DE ACTOS
Las apariciones de activistas en centros y en actos de explotadores han ocurrido desde
hace dcadas. Algunos pretenden llamar la atencin meditica, otros simplemente
estropear el evento.

Interrupciones sutiles
El mircoles 14 de mayo de 2008 la escritora protaurina Carmen Esteban escriba
un artculo en La Gaceta de Salamanca sobre la ltima ponencia que haba llevado a
cabo. Haba sido contratada por la Diputacin Provincial de Zaragoza para hablar
sobre su libro recientemente publicado Lupe, el sino de Manolete, en el que se
muestra la grandeza, el arte y la valenta de este torero. La presentacin de la autora
en la charla ira a cargo del entonces presidente de la Diputacin de Zaragoza, el
socialdemcrata Javier Lambn. Entre la numerosa asistencia se encontraban
destacados polticos aragoneses acompaados de sus guardaespaldas.
Para saber lo que ocurri tomaremos como referencia el propio artculo de
Carmen Esteban en su blog: Antes de que Javier Lambn concluyera el discurso
dedicado a mi persona, de las filas que ocupaba el grupo sali un aplauso
improcedente, borde, sin motivo ni comps, y a partir de ah la situacin
degener[82]. Se trataba de un grupo de veganos que haba ido a boicotear un acto en
el que se fomentaba la tortura y el asesinato. Y lo consiguieron.
Contina apuntando la autora: tan crueles fueron conmigo, que me concedan
tiempos muertos guardando un respetuoso silencio, yo me embalaba; para cuando le
quera coger el hilo al trabajo, volva a perderlo de nuevo, sin capacidad siquiera en
algunos casos para volverlo a recuperar. Cual no sera mi desconcierto que fui
incapaz de acertar con el nombre de la calle en la que naci Manuel. Llegu a
trabarme en palabras verdaderamente simples como avin. Y a la hora de recordar a
Chicuelo el Grande me qued en blanco y fue un aficionado de la primera fila el que
me lo tuvo que apuntar.
La estrategia seguida por los activistas es tan eficaz como inusual. Consiste en
asistir a una ponencia de explotadores de animales y hacer interrupciones
improcedentes que consigan hacer perder el hilo al propio ponente. Aunque
generalmente los activistas suelen acabar siendo descubiertos y expulsados, intentan

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aparentar ser un asistente ms. Las interrupciones, como narra la propia Carmen
Esteban, pueden ser aplausos fuera de contexto, preguntas improcedentes o una
discusin espontnea entre dos asistentes del pblico compinchados.

Interrupciones caticas
La campaa para cerrar el centro de experimentacin animal en Inglaterra
Huntingdon Life Sciences comenz en 2002 con una intensa movilizacin contra
Marsh, la mayor compaa aseguradora del mundo. En Inglaterra es ilegal que una
empresa no tenga contratada una aseguradora. Marsh era la aseguradora de HLS, y lo
que pretenda la campaa era que la compaa cortase sus lazos con el laboratorio.
Las dems aseguradoras no querran trabajar para HLS por miedo a una campaa
similar y, por tanto, HLS no cumplira la ley y tendra que cerrar.
El grupo Stop Huntingdon Animal Cruelty (SHAC, Paremos la Crueldad Animal
de Huntingdon) organiz contra Marsh ms de cien protestas por toda Europa y Norte
Amrica. Pero Marsh no ceda. La multinacional aseguradora organizaba todos los
aos en el centro de Londres una pera a la que asistan las mayores celebridades del
pas. Era un acto del que se sentan absolutamente orgullosos.
La pera de 2003 fue muy diferente a las anteriores. Un pequeo grupo de
activistas de SHAC interrumpi en la actuacin saltando al escenario con pancartas y
megfonos. Finalmente repartieron panfletos explicando con quin colaboraba la
compaa organizadora.
Marsh se vio sumida en el mayor de los ridculos y das ms tarde anunciaba que
no trabajara ms con el mayor laboratorio de viviseccin de Europa. Esto debera
haber sido el final de HLS, porque ninguna otra compaa de seguros acept un
contrato con el laboratorio. Lamentablemente, el gobierno ingls se ofreci como
aseguradora para evitar el cierre. Jams hasta entonces el gobierno haba hecho una
intervencin de estas caractersticas para salvar de la ruina a una empresa privada.
En el Estado espaol se ha dado algn caso parecido. El 5 de enero de 2008
jvenes activistas entraban en el hotel NH Podium de Barcelona. En su interior
imparta una ponencia una destacada directiva de Novartis, Beatriz Artalejo. La
intencin de los activistas era que la multinacional farmacutica cesase sus contratos
con Huntingdon Life Sciences.
Sus nicas armas eran una potente bocina y trescientas octavillas donde se
explicaban los motivos de la interrupcin. Los activistas llegaron a la planta baja

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donde estaban los asistentes y arrojaron los panfletos en los que el nombre Novartis
apareca repetidas veces. Desde ese momento numerosas compaas farmacuticas
que haban asistido al acto comprendieron que trabajar con HLS o apoyar la
viviseccin poda suponer hacer el ridculo en pblico.

Interrupciones de espectculos
Se trata de una de las formas ms recurridas para llamar la atencin y transmitir el
mensaje de los derechos animales. Grupos de todo el mundo han interrumpido
desfiles de moda en los que los diseadores muestran pieles y cuero, rodeos o
funciones de circo con animales. Los activistas prefieren actuar en grandes eventos
porque saben que la prensa estar ah con total seguridad para cubrir la noticia.
Unas de las interrupciones ms espectaculares son los saltos al ruedo. Esta
versin tuvo lugar por primera vez el 24 de mayo de 2004 cuando un grupo de
activistas del colectivo francs Anticorrida salt al albero de la plaza de toros de Ales
(Francia) y se encaden. El 27 de junio de ese mismo ao veintids activistas de la
misma organizacin repetan la accin en la plaza de Tarascon.
La prensa comenz a centrarse en acciones espectaculares contra el tauricidio en
mayo de 2008 cuando dos miembros del grupo Igualdad Animal se descolgaron en la
plaza de toros madrilea de Las Ventas sujetando enormes pancartas con el lema
Abolicin. Desde entonces, diferentes asociaciones, entre las que destacan tambin
Equanimal y Elige Veganismo, se han unido a las interrupciones de actos taurinos
tanto en Espaa como en Sudamrica.
En lo referente a las pieles, dos activistas de Igualdad Animal saltaban a la
Pasarela Cibeles de Madrid en el ao 2009 durante un desfile en el que el diseador
Roberto Torretta expona sus prendas de piel y cuero. Los saltos se han venido
repitiendo en las ediciones de 2010 y 2011. Su imagen mostrando carteles con el
lema Piel es Asesinato ha sido reflejada por peridicos y cadenas de televisin
nacionales tras las acciones. En todas las ocasiones la organizacin ha difundido un
comunicado dejando claro que no slo critica las pieles de visn y zorro, sino
tambin el cuero y cualquier otra forma de explotacin animal.

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EL SABOTAJE DE LA CAZA
La resistencia de los activistas ingleses contra la caza es una de las primeras formas
de accin directa por la liberacin animal que se ha llevado a cabo en la historia del
movimiento.
Todo comenz en agosto de 1958, cuando un grupo de activistas pertenecientes a
la League Against Cruel Sports (Liga contra los Deportes Sangrientos) se dio cuenta
de que los mtodos burocrticos que propona su asociacin no estaban consiguiendo
que los cazadores dejasen de matar en el campo. Ese verano, los cazadores de ciervos
con jauras de las regiones de Devon y Somerset encontraron grandes dificultades
para matar. Los activistas esparcan un producto qumico muy oloroso por los
campos, impidiendo que los sabuesos siguiesen el rastro de la presa.
Los artculos de prensa hicieron reflexionar a muchos defensores de los animales
y llegaron a la conclusin de que no podan seguir pidiendo a los cazadores que
dejasen de matar. As, muchos fueron los que decidieron salir al campo y unirse.
Surgieron grupos de saboteadores por toda Inglaterra. Otros en cambio preferan
actuar en solitario. Un claro ejemplo fue el de Gwen Barter, una anciana que pas a
convertirse en smbolo de determinacin y eficacia de los saboteadores de la caza. En
febrero de 1962, cuando los cazadores de East Kent estaban excavando una
madriguera de zorros para que los perros los matasen, Barter se sent en la boca de la
madriguera. Los cazadores tuvieron que dejar las palas y marcharse. Un mes despus,
esta seora detendra una cacera de ciervos subindose al camin en el que los
cazadores transportaban a los sabuesos.
Pero las personas ms influyentes de la Liga no queran que se les relacionase con
este tipo de activismo. La separacin prctica y terica entre los activistas ms
moderados y los ms radicales era un hecho que slo poda llevar a la divisin.
En 1963 esta polarizacin de posturas se materializ. John Prestige, un periodista
de 21 aos, fue testigo de cmo los cazadores de Devon y Somerset conducan a una
cierva preada hasta un pueblo y la mataban. Poco despus decidi crear la Hunt
Saboteurs Association (Asociacin de Saboteadores de la Caza).
Esta iniciativa recibi un apoyo masivo. Durante la primera semana cien personas
se hicieron socias y en los diez primeros das John Prestige recibi ms de mil cartas.
Con el dinero de los socios y una pequea herencia comenz la actividad y alquil
una oficina para organizar los diferentes grupos que iban surgiendo.
La primera accin de la Asociacin de Saboteadores de la Caza tuvo lugar el da
de navidad de 1963. Los cazadores de Devon fueron su primer objetivo. John y otros
amigos fueron al lugar en el que pretendan cazar, llevando consigo reclamos y
comida de perros. La estrategia era muy sencilla: dirigir a los sabuesos hasta un lugar
en el que saban que no haba animales que pudiesen cazar. Consiguieron despistar a
los perros y los cazadores volvieron a sus casas sin haber logrado matar a nadie.
Durante los cuatro primeros meses se haban creado grupos de la HSA por toda

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Inglaterra, algunos de ellos contaban con ms de cuarenta miembros. En el primer
ao de existencia se realizaron ciento veinte sabotajes de la caza.
Pero los cazadores nunca han permanecido de brazos cruzados. Su respuesta ha
sido utilizar la violencia que aplican contra zorros, conejos, tejones o ciervos,
tambin contra los saboteadores.
En noviembre de 2004, la Cmara de los Comunes aprobaba una ley que regulaba
la caza del zorro para acallar a los activistas. Esta ley permite, por ejemplo, que los
cazadores persigan con sus jauras a los zorros para posteriormente dispararles. Por
desgracia, esta medida ha sido anunciada por diversas organizaciones como la tan
esperada prohibicin de la caza del zorro, pero no es as. La ley no prohbe matar
zorros, simplemente regula la manera de hacerlo. Los grupos de cazadores siguen
saliendo a cazar como siempre y los saboteadores de la caza continan tratando de
salvar el mayor nmero posible de vidas.
Actualmente el sabotaje se ha extendido por numerosos pases. En Alemania, por
ejemplo, se centran en el sabotaje de cazadores con escopetas. Su estrategia es muy
distinta, pero los resultados son los mismos. Los activistas van a los campos donde se
encuentran los cazadores y les colocan paraguas abiertos justo delante para que no
puedan ver a los animales que quieren matar. En Estados Unidos, Irlanda o Australia
se han creado nuevas asociaciones para fomentar esta sencilla pero efectiva forma de
activismo.
En el territorio espaol esta prctica fue introducida en el ao 2006 por la
organizacin Equanimal. Cientos de activistas con megfonos y silbatos siguieron a
los cazadores que participaban en el Campeonato Nacional de Caza del Zorro
haciendo ruido para ahuyentar a las vctimas cuando iban a disparar. Desde entonces,
cada ao con motivo de este campeonato los saboteadores se dirigen a los campos
donde va a tener lugar la batida, consiguiendo as salvar a decenas de zorros de una
muerte segura[83].
La importancia del sabotaje de la caza no slo se debe a las innumerables vidas
que ha logrado salvar. El inicio de esta prctica supuso un punto de inflexin en el
movimiento. Los activistas, al darse cuenta de que la burocracia no suele servir a los
animales, por primera vez decidieron interponerse entre la vctima y el verdugo de
manera directa. Estos actos consiguieron demostrar a la sociedad que la accin
directa salva vidas y gracias a ello innumerables personas se han unido a la causa.

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SABOTAJE DE PROPIEDAD
En la Alemania nazi se llevaron a cabo sabotajes por parte de la resistencia
clandestina, formada principalmente por activistas polticos de izquierdas y judos
huidos. Los mecanismos de las cmaras de gas fueron manipulados para entorpecer el
genocidio, instalaciones del partido nazi fueron incendiadas y los vehculos fueron
destruidos. En aquellos tiempos esos sabotajes eran considerados legalmente como
delitos contra la nacin y, por lo tanto, castigados con las mayores penas. Los
peridicos del rgimen ocultaban deliberadamente las acciones o hablaban de ellas
como actos vandlicos y violentos llevados a cabo por terroristas o delincuentes
comunes. Aunque entonces, la mayor parte de la sociedad alemana apoyaba al partido
de Hitler y despreciaba a los judos, hoy en da se consideran hroes a aquellas
personas que arriesgaron sus propias vidas y su libertad para destruir la maquinaria
usada en el genocidio.
Actualmente los sabotajes contra los asesinatos especistas son relativamente
frecuentes. El Frente de Liberacin Animal pretende que los centros de explotacin
de cerdos, vacas, conejos, gallinas, etc. dejen de funcionar de la misma manera que
los partisanos trataron de detener los campos de concentracin de judos. Asimismo,
destruir la propiedad que los granjeros, toreros o vivisectores han logrado a costa del
sufrimiento y la muerte de sus vctimas es una actividad lgica para muchos que se
oponen a estas prcticas.
Estos sabotajes no slo consiguen que la explotacin animal sea menos rentable.
Cuando se han realizado con un anlisis previo han logrado que muchas personas
reflexionen sobre los motivos que llevan a los activistas a arriesgar su libertad.
Algn da se ver a quienes desobedecen la ley contra el holocausto animal de la
misma forma que hoy se ve a quienes desobedecieron la ley contra el holocausto
judo.

El Frente de Liberacin Animal


El Frente de Liberacin Animal, FLA o ALF en sus siglas inglesas surgi del
sabotaje de la caza. En el ao 1971, un joven estudiante de Derecho llamado Ronnie
Lee creaba en Luton (Inglaterra) un grupo de saboteadores de la caza del zorro.
Los activistas de este grupo pensaron que tenan que encontrar la forma de que

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los cazadores ni siquiera llegasen a los campos. De esta manera no habra ninguna
posibilidad de que lograsen matar a los zorros. Adems, saban que incluso cuando
los saboteadores lograban que el zorro escapase de la persecucin el animal sufra un
gran estrs en la huda.
En el ao 1972 Ronnie Lee, Cliff Goodman y otros tres compaeros crearon el
grupo The Band of Mercy (La Banda de la Misericordia). Los activistas comenzaron
haciendo pequeos sabotajes en los coches de los cazadores cada noche antes de una
cacera. Pinchndoles las ruedas y haciendo otros destrozos pequeos lograron que se
suspendiesen multitud de batidas. Gracias a estos sencillos sabotajes, los cazadores
pasaban el da en el taller mecnico en lugar de matando animales.
Poco despus, los activistas consideraron que haba que pasar a acciones ms
contundentes, como liberaciones o incendios. Lee y Goodman fueron encarcelados
por un ataque contra un laboratorio de viviseccin de la Universidad de Oxford. A su
salida de prisin, Goodman dej el grupo, pero Ronnie Lee reuni a unos treinta
activistas que haban mostrado su disposicin a participar y decidieron cambiar el
nombre de La Banda de la Misericordia por el Frente de Liberacin Animal.
Se decidi que cualquier vegetariano que llevase a cabo una accin ilegal no
violenta por la liberacin animal poda reivindicarla como Frente de Liberacin
Animal. La idea comenz a extenderse por todo el mundo y pronto diferentes pases
fueron sumndose a esta efectiva forma de defender a los animales. Activistas que
nunca se haban visto llevaban a cabo acciones similares a cientos y miles de
kilmetros con el mismo objetivo: la liberacin animal.
Casi cuarenta aos despus, el FLA est presente en decenas de pases de todo el
mundo. No consta definicin alguna sobre qu es exactamente el Frente de
Liberacin Animal. Sin embargo, a juzgar por los cientos de comunicados que los
activistas han hecho pblicos tras liberaciones u otro tipo de acciones, se aprecia que
se trata ms bien de un sentimiento comn que conduce a un mismo fin: rescatar a los
animales que estn sufriendo en las jaulas y destruir la maquinaria que sustenta ese
dolor. Podra hablarse entonces de un sentimiento global y compartido que se lleva a
la prctica con un carcter local y autnomo.
Hoy en da existen decenas de presos en todo el mundo por llevar a cabo actos de
liberacin y sabotaje. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no logran acabar con el
FLA. Pueden encarcelar a una persona o dispersar a un grupo de activistas, pero ms
complicado es acabar con ese sentimiento que lleva a desobedecer las leyes en la
lucha por la libertad.

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Pequeos daos
Pintadas en centros de explotacin, cerraduras selladas, ruedas pinchadas o
escaparates estropeados son algunos de los sabotajes de pequea envergadura ms
repetidos. Estas acciones de forma aislada no suponen un gran impacto econmico
para la industria atacada. Sin embargo, la experiencia ha demostrado su efectividad
en numerosas ocasiones.
Un claro ejemplo lo ilustra la ciudad sueca de Malm, donde tras insistentes
sabotajes de baja intensidad entre los aos 2005 y 2006 se produjo el cierre de todos
los negocios peleteros salvo uno. Casi todos los establecimientos clausurados
reconocieron que la frecuencia de los ataques haba dificultado enormemente su
continuacin. Al otro lado del ocano, en Mxico, un criador y organizador de peleas
de gallos cesaba su actividad en 2009 tras repetidos sabotajes en su casa y en su
vehculo. Cientos de gallos dejaran de ser torturados en apuestas.
En verano de 1997 una clula del FLA llev a cabo una accin muy sencilla pero
efectiva en el matadero de cerdos de Burlington, un pueblo situado al norte de Seattle
(EE.UU.). Los activistas entraron a las instalaciones e hicieron pintadas fomentando
el veganismo y criticando la explotacin animal y el especismo. Despus, se llevaron
las pistolas que utilizaban para aturdir a los cerdos y los cuchillos con los que los
degollaban. Al da siguiente el matadero no pudo funcionar y no fue asesinado ni un
solo cerdo. Los medios de comunicacin hablaron de la accin y la gente pudo
entender perfectamente los motivos que haba detrs.

Sabotaje de la informacin
El da 19 de agosto de 2010 el peridico vasco Deia inclua una noticia titulada
Al circo le crecen los enanos[84]. Su autor, Miguel ngel Parado, contaba los
problemas que estaba teniendo el Circo Mundial en la ciudad de Bilbao. Durante toda
la semana estaban apareciendo pegatinas sobre los carteles del circo donde deca
Funcin cancelada. El director del circo comentaba al periodista: Tenemos las
lneas colapsadas de gente preguntando si hemos suspendido las funciones.
Pero el artculo contina:

Y sta no ha sido la primera vez. Anteriormente, los carteles de la compaa

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circense ya haban sufrido algn sabotaje, con pintadas en las que se poda leer
Suspendido por maltrato animal o esclavos. Esto hace sospechar a los responsables
del circo quines pueden ser los autores. Creemos que han sido los grupos
animalistas, no es en la primera ciudad en que nos sucede esto.

Tal y como se aprecia, aunque aparentemente el objetivo de los saboteadores era


disminuir los espectadores del circo y con ello hacer menos rentable el uso de
animales en espectculos, consiguieron adems que su trabajo quedase reflejado en
un peridico con una tirada de miles de ejemplares. De esta forma contribuyeron a
crear un debate social sobre la explotacin que sufren los animales en los circos.

Grandes daos
En octubre de 1986 David Howitt y Rod Coronado tomaron un avin que les
llev desde Londres hasta Reykiavik (Islandia). El da despus de su llegada se
dirigieron al puerto para ver los cuatro barcos que formaban la flota ballenera del
pas. Durante dos semanas visitaran cada noche el lugar para conocer la rutina
nocturna en la zona. Tambin frecuentaran la estacin ballenera, lugar donde
descuartizaban los cuerpos sin vida de los animales para su posterior venta.
El 7 de noviembre de ese mismo ao Howitt y Coronado irrumpieron en la
estacin produciendo serios daos en el material informtico de las instalaciones y
destruyeron toda aquella maquinaria implicada en la matanza de las ballenas como
las centrifugadoras de grasa animal, las neveras donde se encontraba la carne o los
generadores elctricos causando prdidas multimillonarias al sector. Confiscaron
tambin los libros de registro de caceras para poder sacar a la luz lo que haca la
industria ballenera.
Despus se fueron al puerto donde estaban anclados los barcos de pesca. Una vez
dentro, y tras comprobar que ningn trabajador estaba a bordo, los dos activistas
procedieron a levantar las chapas de la cubierta en busca de la vlvula que enfriaba
los motores con el agua del mar. Quitaron las tuercas y el agua entr en el barco,
hundindolo poco a poco. Tras repetir la misma operacin en otra embarcacin,
Howitt y Coronado desaparecieron en direccin al aeropuerto. El director de la
estacin declar a los medios que la estacin pareca haber sido vctima de un
ataque areo, pero lo cierto es que decenas de ballenas fueron salvadas gracias a ese

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sabotaje. La accin adems qued reflejada en los medios de comunicacin de todo el
mundo.

Incendios
Desde sus orgenes, el Frente de Liberacin Animal ha utilizado el fuego para
hacer el negocio de la esclavitud animal menos lucrativo. El uso de esta herramienta
implica el riesgo de daar fsicamente a algn animal, humano o no humano. Sin
embargo, los casi 40 aos de historia del FLA sin que nadie jams haya sido herido
demuestran las precauciones que los activistas han tomado en sus acciones para evitar
estos daos.
La Band of Mercy llev a cabo uno de los primeros incendios en 1973 contra un
laboratorio de viviseccin que la compaa Hoechst Pharmaceutical estaba
construyendo en Milton Keynes (Inglaterra). Este primer ataque caus daos
valorados en 26.000 libras de aquella poca. Sin embargo, ante la decisin de la
farmacutica de continuar con la construccin, las estructuras fueron de nuevo
incendiadas seis das ms tarde generando esta vez unas prdidas de 20.000 libras e
impidiendo la continuacin de las obras de forma definitiva. La prensa nacional
recoga el comunicado das despus promulgando la lucha contra la viviseccin y
hacindose eco de la metodologa no violenta con el objetivo de liberar a los
animales de cualquier forma de crueldad y persecucin por parte de las manos del ser
humano.
Tambin en Inglaterra, una de las victorias ms importantes que ha logrado el
FLA ha sido acabar con las peleteras en dicho Estado. Durante mucho tiempo se
haban sucedido las concentraciones de protesta frente a los establecimientos
implicados, pero no empezaron a cerrar en masa hasta principios de los aos ochenta
ante los constantes sabotajes en sus cerraduras, cristales y puertas. Los pequeos
comercios peleteros disminuiran enormemente y seran los grandes almacenes,
menos vulnerables, quienes abarcasen la mayor parte de las ventas.
En 1985, una clula del FLA provocara por primera vez un incendio en un centro
comercial de Sheffield cuando el establecimiento estuviese cerrado. El sistema
antiincendios impidi que el fuego se propagase, pero el agua empleada en la
extincin da los productos expuestos produciendo cientos de miles de libras de
prdidas. Esta tcnica se extendi durante los tres aos siguientes ocasionando ms
de cuarenta incendios contra grandes almacenes, de forma que poco a poco iran

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declarando el cese de su venta de pieles. A fecha de hoy, escasas compaas
comercializan pieles en Inglaterra.
Ya en Espaa a partir de los aos 90 comenzaran a registrarse algunos incendios
en peleteras y camiones crnicos. Las pginas web Accin Vegana[85] y Bite Back
vienen recogiendo a modo de diario este tipo de acciones realizadas en todo el
mundo. No pasara desapercibido el ocurrido en la granja de monos de Camarles
(Tarragona) en mayo de 2005. Este centro recibe animales capturados en su hbitat en
libertad y los mantiene enjaulados hasta enviarlos a los principales laboratorios
europeos. El incendio dejara obsoletos los generadores elctricos preservando la
seguridad de los monos.
La tauromaquia tambin ha sufrido la accin del fuego. En diciembre de 2008 el
Diario de Navarra mostraba las fotografas de un incendio provocado en la plaza de
toros de la localidad navarra de Cascante. El peridico relataba cmo varios
desconocidos haban quemado la tribuna presidencial dejando parte de la plaza
destruida. A su vez, la web Accin Vegana se haca eco de un comunicado del FLA:

La tauromaquia es un smbolo de la explotacin animal en el que se torturan y


asesinan toros porque hay gente que lo encuentra divertido. Pero estamos en contra
de toda forma de explotacin a los animales, y creemos en el veganismo como
respuesta a tal explotacin y como forma de vida.

Un ao ms tarde la plaza de toros de Maranchn (Guadalajara) sera tambin


daada. El comunicado que public la pgina web Bite Back finalizaba de esta
manera:

Pero tambin queremos dejar claro que el tauricidio no es la nica forma de


explotacin animal a la que nos enfrentamos. Millones de pollos, cerdos, vacas,
peces, conejos y ovejas mueren todos los das en granjas, mataderos y laboratorios.
La nica forma de acabar con este sufrimiento es adoptar una forma de vida
consecuente con los derechos de los animales: el veganismo.

Como se aprecia en sendos fragmentos, aquellos activistas difundan a su vez la


importancia del veganismo y los derechos animales, criticando la inmoralidad de su
uso en otros mbitos aparte de la tauromaquia.

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Sabotajes abiertos
A pesar de que es relativamente frecuente que los activistas lleven a cabo rescates
a cara descubierta, en el caso de los sabotajes es mucho ms extrao dado que las
repercusiones legales pueden ser altas si los daos son cuantiosos.
Un buen ejemplo de sabotaje abierto tuvo lugar la noche del 27 de abril de 2003
en las instalaciones suecas de la compaa Gimranas, la mayor incubadora del pas.
All se cra a cerca del 85 por ciento de los pollos en Suecia, animales que ms tarde
pasarn a ser gallinas ponedoras. En cifras, supone alrededor de cinco millones de
pollos hembra y otros cinco millones de pollos macho; pero los machos no se
contabilizan, porque al no poner huevos son sacrificados inmediatamente despus de
nacer.
La intencin de Daniel Hedqvist junto con otros dos activistas era clausurar aquel
lugar durante el mayor tiempo posible. Dado que esta empresa proporcionaba gallinas
ponedoras a prcticamente todas las granjas de huevos de Suecia, detener el
suministro unos pocos das poda suponer una gran prdida para toda la industria de
los huevos. Adems, los pollos que no naciesen durante esos das se veran libres de
padecer una vida de esclavitud.
Con la ayuda de diferentes herramientas, Daniel, Hanna y Johan sabotearon las
incubadoras con el cuidado de no daar el sistema de ventilacin para que no muriese
ningn animal. Esta accin evit el nacimiento de 55.000 pollitos.
Actuar a cara descubierta, en este caso les permiti poder ser entrevistados en la
radio y otros medios, pero sus acciones conllevaron largas penas de crcel y una
multa a cada activista de 65.000 euros que se negaran a pagar. Desde entonces ya
nadie lleva a cabo acciones abiertas de sabotaje, ni en Suecia ni en ningn otro
lugar[86].
Tal y como hicieron los activistas suecos, la realizacin de acciones a cara
descubierta tiene como ventaja poder explicar a la sociedad los motivos de sus actos.
Otra alternativa al sabotaje abierto al que ha recurrido el movimiento es la figura del
portavoz del Frente de Liberacin Animal: alguien ajeno a las acciones y
simpatizante con el movimiento contacta con los medios de comunicacin para
orientar el debate social no tanto hacia los hechos ocurridos, sino ms bien hacia los
derechos animales.

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Valorar las consecuencias de los sabotajes: el caso ingls

El libro de Nick Cooney[87] revela cmo los actos que manifiestan una
confrontacin atraen ms la atencin de la sociedad. Los sabotajes, las protestas
frente a centros de explotacin o las interrupciones de actos lo consiguen. Sin
embargo, si se considera la opinin que va a llegar al pblico sobre las acciones
realizadas, no todas las estrategias de confrontacin son igualmente aceptables. Por
ello, es necesario tener en cuenta otras posibles consecuencias de los sabotajes,
especialmente aquellas que pueden generar mayor rechazo social.
Un buen ejemplo de la importancia de cuidar la imagen pblica lo representa el
desarrollo del movimiento en Inglaterra, principalmente en la ltima dcada. Entre
los aos 70 y mediados de los aos 90 la prensa britnica se refera a los activistas del
FLA como los Robin Hood de los animales. Mostraban imgenes de encapuchados
con animales liberados e incluso de laboratorios de viviseccin destruidos por el
fuego, transmitiendo en la informacin su apoyo a las acciones. Sin embargo, el
repetido nmero de acciones controvertidas como los incendios facilit
progresivamente la manipulacin meditica y con ello el rechazo social hacia los
activistas y hacia las ideas que difundan.
La criminalizacin que ha sufrido el movimiento en Inglaterra ha permitido al
Estado ingls que activistas como Jonny Ablewhite, Gregg Avery, Natasha Avery,
Heather Nicholson o Kerry Whitburn hayan recibido condenas de entre nueve y doce
aos de prisin sin haber sido declarados culpables de ningn acto de destruccin,
nicamente de delito de conspiracin para el chantaje. En otras palabras, estas
personas se dedicaban a llevar una campaa pblica contra centros de explotacin
que eran atacados de forma ilegal por otros activistas. Como estos ltimos no eran
arrestados, las personas pblicamente visibles de la campaa legal fueron condenadas
bajo una legislacin especfica para poder enviarlos a la crcel. Obviamente, no se
hubiese podido realizar una injusticia de esa envergadura sin el apoyo de la prensa y
parte de la sociedad, que haba pasado a considerar a los defensores de los animales
como terroristas.
Por tanto, es apreciable el cambio si consideramos que hoy en da hay presos
britnicos con sentencias de hasta doce aos por organizar concentraciones frente a
multinacionales farmacuticas, mientras que en los aos 80 los activistas condenados
por incendios no reciban penas superiores a cuatro aos.
Pero se puede responsabilizar nicamente a la prensa inglesa por haberse dejado
influir por las industrias atacadas? Quiz si se hubiese llevado a cabo el sabotaje ms
polmico con menos frecuencia y se hubiese utilizado slo contra smbolos claros de
la explotacin animal, la sociedad inglesa seguira viendo al movimiento de derechos
animales como lo haca en la dcada de los ochenta.

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LOS RESCATES
Sacar a los animales de las jaulas en las que permanecen esperando el momento de su
muerte es una inquietud lgica de cualquier activista por los derechos animales. Hay
quien dice que lograr la liberacin animal es una utopa imposible. Sin embargo, estas
acciones hacen de la liberacin animal una realidad para los animales que son
rescatados. Adems, cuando el pblico ve la imagen de un activista liberando a un
animal percibe la intencin de la accin. No lo identifica con jaulas ms grandes ni
mensajes reformistas, sino con el deseo de que los animales sean libres.

Los primeros rescates

Al igual que en otros mbitos, Inglaterra tambin fue pionera en los rescates de
animales y su difusin promulgando sus derechos y criticando su explotacin. Los
activistas de la ya citada Band of Mercy, pronto se dieron cuenta de que mediante
sabotajes no podan ayudar a los animales que en esos momentos estaban enjaulados.
Para esos animales su nica posibilidad de vivir era que alguien quebrantase la ley y
los rescatara.
As, en el verano de 1974 Band of Mercy llevara a cabo una serie de ataques
contra criaderos de animales de laboratorio, rescatando en una de esas acciones a seis
cobayas. Un ao ms tarde, el activista Mike Huskisson rescatara a Noddy y a
Major, dos perros de raza beagle que estaban siendo torturados en un laboratorio de
Cheshire. Das antes el diario The Sunday People haba revelado cmo un gran
nmero de perros estaban inmovilizados en aquel lugar obligados a respirar humo de
tabaco durante meses para estudiar sus efectos.
En 1976 trece cachorros beagle eran liberados de un criadero para viviseccin en
Capel Isaac (Gales). Tal y como rememora Ronnie Lee cuando se contact con l
para la redaccin de este libro, los medios de comunicacin y el pblico en general
no tuvieron duda en apoyar la accin tras ver las imgenes de los cachorros con los
activistas. Otros veinte perros de esta misma raza seran rescatados poco despus de
otro criadero de Birmingham.

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Rescates en Espaa
A finales de los aos 90 el FLA llev a cabo varias liberaciones de gallinas
ponedoras, cerdos o perros de caza. Sin embargo, la inexistencia de Internet como
medio de comunicacin de masas en esa poca hace que perduren escasos
documentos escritos sobre aquellas acciones.
El ao 2001 supuso un punto de inflexin para el FLA en el Estado espaol[88].
Activistas desconocidos rescataron tres beagles de una universidad vasca y realizaron
la primera liberacin de visones. Desde entonces se han seguido rescatando gallinas
ponedoras, pollos, conejos, cerdos, perros de caza, corderos, chinchillas y otros
animales vctimas del especismo.
Entre los rescates que ms inters pblico han suscitado se encuentran aquellos de
animales destinados a la viviseccin. En septiembre del 2003 una clula del FLA
entraba en un criadero de conejos para la viviseccin en la localidad navarra de
Tulebras. Un video colgado en Internet y difundido por Accin Vegana en un DVD
mostraba cmo 250 conejos eran rescatados de las instalaciones. Detrs de s dejaban
muchas jaulas vacas y pintadas que decan Viviseccin: fraude moral, y
Viviseccin = Muerte.
Pero no ha sido ste el nico rescate de animales destinados a morir en nombre de
la ciencia. Tal y como reflejaba un comunicado publicado en la pgina web Accin
Vegana, en septiembre de 2004 activistas annimos irrumpan en la Facultad
Veterinaria de la Universidad de Len llevndose consigo una perra beagle que
llevaba seis aos enjaulada. Meses ms tarde una accin similar suceda en la
Universidad Autnoma de Barcelona con el rescate de otros dos perros; y un ao
despus, en diciembre de 2005, era el turno de la Universidad de Granada donde
cinco beagles, varias de ellas en estado de gestacin, jams volveran a conocer la
tortura. Esta cadena de liberaciones de perros destinados a la viviseccin continu en
la Nochevieja de ese mismo ao. Un total de veintiocho perros, de nuevo con perras
embarazadas entre ellos, salan libres de la Universidad Complutense de Madrid
quedando las instalaciones vacas.
El 6 de junio de 2011 otros activistas regresaran al mismo lugar para rescatar a
otros tres perros.
Los circos que utilizan animales tambin han sido el punto de mira de los
activistas por la liberacin animal. Precisamente una de las acciones que ms llam la
atencin de la prensa fue el rescate de la babuina Moses del Circo Roma Dola, que
maltrataba al animal para entretener al pblico con espectculos degradantes. Ocurri
en la Nochevieja de 2008, cuando el circo actuaba en el municipio de San Sebastian
de los Reyes (Madrid).
Tal y como recogieron los medios de comunicacin, las primeras sospechas
policiales se encaminaban hacia un posible caso de trfico de animales exticos y

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alertaban a la poblacin de que poda haber suelta una babuina muy agresiva.
Meses ms tarde alguien depositaba de forma annima un comunicado en las oficinas
del grupo Igualdad Animal en Madrid. Dejara tambin un vdeo e imgenes
difundidas posteriormente por la organizacin que mostraban las condiciones en que
viva Moses antes del rescate as como momentos de su vida al poco de estar libre.
Una historia muy parecida tuvo lugar la primera noche de 2011 en el laboratorio y
criadero de animales para la viviseccin de Harlan Interfauna en el Estado espaol,
ubicado en Sant Feliu de Codines (Barcelona). Aquella noche se rescataron treinta y
seis perros de raza beagle de las instalaciones. La accin, al igual que la anterior, fue
reivindicada por simpatizantes de Igualdad Animal y el vdeo del rescate fue emitido
por todas las cadenas de televisin del pas, al tiempo que manifestaban su apoyo a la
liberacin. Semanas ms tarde el grupo organizaba una marcha de protesta hasta el
criadero aumentando as el debate social sobre el uso de animales para la
investigacin.

Rescates abiertos
En 1978 Patty Mark fund en Australia la asociacin Animal Liberation Victoria
(ALV) para promover el veganismo y la liberacin animal. Como muchos otros
grupos, su activismo en un principio consista en tratar de negociar con los gobiernos
y los explotadores de animales a travs de cartas, recogidas de firmas y otras medidas
de presin; pero no tardara en cambiar de estrategia. Aos despus, en 1993 una
antigua trabajadora de una granja de gallinas llam a Patty y le relat las horribles
condiciones en las que mantenan a las gallinas ponedoras. Se investig y se
document esa realidad, y poco despus un grupo de activistas de ALV se dirigira
con cmaras de fotos y vdeo a la granja y realizara el primer rescate a cara
descubierta de la historia. Decidieron no taparse la cara porque consideraban que era
el propietario de la granja quien deba avergonzarse.
Sin embargo, aunque moralmente no hay nada reprochable en rescatar animales y
proporcionarles los cuidados necesarios, a nivel legal s que lo hay porque los
animales son considerados en el sistema propiedad de los humanos[89] y, por
consiguiente, es un robo. El grupo alemn Befriete Tiere (Animales Liberados) dio
con la solucin: rescatar animales a cara descubierta, grabar la accin y las
condiciones padecidas por los animales, pero omitir el lugar donde se haba
producido el rescate. De esta manera, al no haber vctima, no poda haber delito.

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Desde entonces, muchas organizaciones que trabajan de cara al pblico han
llevado a cabo mltiples rescates abiertos. En Espaa, el primero tendra lugar en
agosto de 2007 por parte del grupo abolicionista Igualdad Animal. Hasta ahora otros
grupos se han unido a esta estrategia, entre los que se encuentra el Bloque
Antiespecista de Euskadi, Resistencia Autnoma y Equanimal.

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LAS LIBERACIONES
Hay pocos animales que puedan ser liberados al medio ambiente. El hecho de haber
pasado toda su vida enjaulados, adems de la seleccin gentica artificial, hace que la
mayora sea incapaz de sobrevivir en libertad.
Muchas de las liberaciones que se llevan a cabo desde el movimiento por los
derechos animales son de animales destinados a la caza tales como faisanes,
conejos o perdices, as como a la peletera. Las liberaciones de visones son las que
ms interesan a los medios de comunicacin y las que, sin duda, ms debate generan
en la sociedad.
La supervivencia de los visones liberados o las consecuencias de su existencia
sobre el medio ambiente y otros animales son algunos de los aspectos ms
controvertidos.

Observacin previa
Se tiende a englobar en la misma concepcin las especies y los individuos que
las conforman. Las especies, desde el punto de vista biolgico, son grupos naturales
de individuos que pueden cruzarse entre s y tienen unos caracteres afines. Es lgico,
por tanto, que una especie carezca de capacidad de sentir mientras que quienes s la
tienen son los animales que la componen.
En este sentido, desde el movimiento por los derechos animales bajo una
postura antiespecista se opta por defender los intereses de los animales como
individuos que merecen respeto y consideracin, en lugar de hablar de especies
como trmino general. Es crucial, por tanto, remarcar la diferencia entre la
perspectiva antiespecista y sensocentrista, basada en la defensa de los individuos
capaces de sentir, y la conservacionista, centrada en la proteccin de la especie para
mantener la biodiversidad dejando a los individuos en segundo plano.

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La supervivencia de los visones liberados
Responsables autonmicos y locales, propietarios de granjas peleteras y
periodistas hacen pblicos datos sobre la supervivencia de los visones que han sido
sacados de las jaulas para manifestar as su repulsa contra la accin y lamentar la
supuesta muerte de los animales libres.
Se observa as la disparidad de las cifras ofrecidas. En 2005 el alcalde de
Santiago, Xos Snchez Bugallo, apuntaba tras una liberacin que dentro de un mes
tan slo sobrevivir uno de cada cien visones liberados[90]. Un ao despus, el
consejero de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, Manuel Vzquez, apuntaba tras
un incidente similar que si en las prximas veinticuatro horas no son encontrados los
que faltan, morir el 90%[91], sobreviviendo por tanto segn l el 10%. Por su parte,
la propietaria de una instalacin en Viver (Castelln) reconoca a El Peridico
Mediterrneo que slo haba muerto el 10% de los visones que haban liberado de su
granja[92], por lo que la supervivencia aqu se situara en el 90%.
Por otro lado, estudios con rigor cientfico defienden la supervivencia y
adaptacin de los visones americanos. Bajo el ttulo Survival rates of free-ranging
farm mink suggest quick behavioural adaptation to natural conditions[93] (Las cifras
de supervivencia de los visones liberados de granjas manifiestan una rpida
adaptacin de comportamiento a las condiciones naturales), Hammershj y
Forchhammer demuestran en este artculo que los visones liberados presentan una
rpida adaptacin al medio y que, transcurridos dos meses tras su liberacin, su tasa
de supervivencia es la misma que la de los visones salvajes.
Otro estudio titulado The survival of captive-born animals in restoration
programmes Case study of the endangered European mink Mustela lutreola[94] (La
supervivencia de animales nacidos en cautividad en los programas de restauracin.
Estudio del caso del visn europeo Mustela lutreola en peligro) afirma que los
visones liberados se adaptan al entorno entre un mes y mes y medio despus de la
liberacin, sobreviviendo hasta treinta y nueve meses y no muriendo ninguno
directamente por falta de habilidades de supervivencia. No hay evidencias de que el
nmero de generaciones de visones que han sido criados en cautividad tuviese ningn
efecto en la supervivencia, concluye.
No obstante, dados los miles de animales que han sido puestos en libertad en este
tipo de acciones, cualquier porcentaje de supervivencia, por bajo que sea, representa a
cientos o miles de individuos.
De igual modo, resulta discordante que al tiempo que los granjeros muestran ante
la prensa y la televisin su preocupacin por los visones liberados, ellos mismos
organizan batidas para acabar con la vida de los animales sueltos para poder as
vender su piel. Adems, cuando los medios de comunicacin hablan de la tasa de
supervivencia de los visones liberados se olvidan de que todos y cada uno de los que

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estn en las jaulas mueren asfixiados por el granjero cuando ni siquiera alcanzan el
ao de vida.

Consecuencias sobre el medio ambiente


Cuando se produce este tipo de liberaciones se lamentan tambin las
consecuencias que dicho acto tendr sobre el medio ambiente por el hecho de
pertenecer el visn americano a una especie alctona. De forma constante,
ecologistas y conservacionistas se escudan en la amenaza que suponen los animales
liberados para el visn europeo dado que ste s pertenece a una especie autctona y
habita en el medio de forma natural.
Introducidos hace dcadas en nuestros ecosistemas por la propia industria
peletera, los visones americanos reciben un claro trato discriminatorio frente a sus
parientes europeos. Desde una postura tica y antiespecista no es aceptable negar a
ningn animal su derecho a la libertad por no proceder de la zona, al igual que no es
aceptable negar a ningn humano su derecho a la libertad por los mismos motivos.
Si se compara el nmero de individuos existentes en la pennsula, la industria
peletera tiene enjaulados a ms de 300.000 visones americanos, mientras que en
libertad existen unos 450 visones europeos. Los primeros son matados a los siete
meses de nacer tras pasar toda su vida en una jaula; los segundos viven en libertad,
pueden disfrutar del agua, correr y preparar su guarida. Teniendo en cuenta que hay
muchos ms visones americanos que europeos y que viven en unas condiciones
mucho peores, cmo puede justificarse mantener a los americanos toda su vida
privados de libertad para no perjudicar a los europeos?
Siguiendo el criterio conservacionista de negar el derecho a la vida de
determinados animales por pertenecer a una especie alctona, acaso no ha sido la
especie humana la ms invasora del planeta? No es el ser humano quin ms ha
conseguido alterar el entorno en su proceso de colonizacin? Sin duda sera un
escndalo pblico que alguien propusiera la cautividad y explotacin de unos seres
humanos para preservar a otros o mantener el equilibrio ecolgico. Sin embargo,
cuando esta actitud se lleva a cabo contra algunos animales pasa desapercibida en la
sociedad.

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Consecuencias sobre otros animales
Otra objecin que se plantea ante las liberaciones hace referencia a los perjuicios
que los visones causarn a los animales que maten para sobrevivir. En este debate se
ignora sistemticamente que la alimentacin a la que recurren los peleteros para criar
a sus visones est hecha a base de los cuerpos de otros animales, por lo que los
visones que permanecen enjaulados ya estn perjudicando a estos otros animales. La
buena imagen que transmiten los peleteros sobre la sostenibilidad ambiental de su
negocio omite que la manutencin para conseguir el mejor pelaje implica la cra de
otros individuos en condiciones deplorables y cuya vida termina en el matadero para
servir de alimento a los visones de las granjas.
En esta cuestin surgen tambin declaraciones contradictorias. Por ejemplo, la
asociacin ecologista ADEGA afirma que las habilidades de los visones liberados
estn mermadas y por ello no son capaces de cazar ni pescar; pero al mismo tiempo
alertan del peligro de su suelta para otros animales debido a su alta voracidad. Cul
es su tesis entonces? Que mueren porque son incapaces de cazar o que son animales
realmente agresivos?

Concienciacin sobre la crueldad peletera


Tal y como se citaba al comienzo del captulo, las liberaciones de visones son las
que ms conflicto generan. Responsables polticos, el sector peletero y grupos
ecologistas lanzan a los medios de comunicacin mensajes de condena y rechazo a
este tipo de acciones en defensa de los animales.
Las crticas tratan de ocultar el verdadero problema dentro de las granjas, que no
es otro que la existencia de animales privados de libertad para satisfacer ciertos
gustos de vestimenta. Poco se habla de la crueldad dentro de estas explotaciones, del
maltrato que se ejerce contra los visones y del respeto que merecen
independientemente de pertenecer a una especie alctona y distinta a la nuestra.
Sin embargo, son muchos los grupos y colectivos en toda Europa que aprovechan
estas liberaciones para realizar actividades de concienciacin, informar y hacer llegar
a los medios de comunicacin el significado de la accin desde una visin
antiespecista. En definitiva, transmiten a la sociedad que abrir una jaula supone
liberar al animal de su opresin y reconocerle su derecho a ser libre y a no ser

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utilizado como un recurso.
Por ello, las investigaciones llevadas a cabo en diferentes pases publicadas
frecuentemente tras una liberacin han resultado ser una herramienta clave para
sacar a la luz la realidad de la industria peletera, las condiciones en que son criados
los animales y conseguir as que la sociedad se posicione y muestre su rechazo a este
sector. Reino Unido es un claro ejemplo de cmo la realizacin de este tipo de
liberaciones y la publicacin de investigaciones, junto con una ardua tarea de
concienciacin pblica en las calles, dieron lugar a la prohibicin de las granjas
peleteras.

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APOYO A ACTIVISTAS REPRESALIADOS

Si no tenemos presos es que hemos dejado de luchar.


Si nuestros presos son olvidados, es que nos han derrotado.
Keith Mann.

Como se ha visto, el movimiento por la liberacin animal tiene un gran historial de


accin directa como encadenamientos, interrupciones de actos, liberaciones,
investigaciones o sabotajes. Esto implica frecuentemente desobedecer las leyes que
legitiman la explotacin animal y, como resultado, repercusiones legales.
La gran mayora de las veces las consecuencias se limitan a multas o arrestos
cortos. Pero en las liberaciones, los sabotajes o las investigaciones que implican
irrumpir en propiedad privada de forma ilegal las consecuencias pueden ser mayores.
Para apoyar a los activistas que simplemente han recibido una multa se llevan a
cabo distintas iniciativas para recaudar dinero, entre ellas cenas benficas, talleres o
conciertos. Pero los activistas que han entrado en la crcel requieren ms atencin.

Apoyo a presos
Es complejo entender la criminalizacin de unas personas que han entregado
literalmente su libertad para lograr la de otros. Dicha criminalizacin parte de los
explotadores de animales e incluso en ocasiones del propio movimiento. Estas
circunstancias, unidas al hecho de que los presos han sido separados de sus seres
queridos por hacer lo que consideran correcto, ponen en evidencia la necesidad de
crear una cultura que arrope a los activistas y cree unidad y solidaridad dentro del
movimiento.
Activistas de otros pases que han estado en prisin han manifestado
pblicamente la importancia que tuvo para ellos recibir el recuerdo de otras personas
que vivan a cientos o miles de kilmetros. Basta con una imagen, unas palabras o un
texto que pueda animar al preso, tratando de evitar siempre mencionar las desgracias
que padecen los animales.
En Espaa, aun no ha habido ningn preso por defender a los animales, pero sin

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duda lo habr y es importante estar preparados[95]. Hasta finales de la dcada de los
aos 90 haba un Grupo de Apoyo al Frente de Liberacin Animal. Paradjicamente,
en el ao 2001, cuando el FLA increment considerablemente sus acciones, este
grupo se disolvi y, pese a que en realidad nunca fue muy activo, dispona de un
fondo econmico para ayudar a posibles futuros presos a costear gastos legales y
multas.
Los grupos de apoyo del FLA son una herramienta fundamental. Aunque los
medios de comunicacin tienden a confundirlos con el propio FLA, no tienen mucho
que ver. Los activistas que forman parte del grupo de apoyo no estn, por motivos de
seguridad, involucrados en acciones ilegales. Generalmente tienen una revista y una
pgina web donde informan sobre la situacin de los presos, los ayudan
econmicamente en los temas legales y publican sus cartas y direcciones en prisin
promoviendo que otros les escriban.
En Inglaterra hay varios grupos de apoyo a presos por la liberacin animal. Junto
con el GAFLA, es especialmente til el Grupo de Apoyo a Presos Veganos (Vegan
Prisoners Support Group/ VPSG), que naci en el ao 1994 tras el arresto a Keith
Mann. Quienes lo forman estn en contacto con las instituciones penitenciarias para
tratar de lograr que las condiciones en las que estn los presos por los derechos
animales sean, al menos, iguales a las de los presos comunes. A lo largo de estos aos
han logrado que todas las crceles dispongan de men y artculos de higiene veganos.

El activismo detrs de las rejas


En pases como Inglaterra la polica trata por sistema de destruir
psicolgicamente a los presos por los animales para as impedir que vuelvan al
activismo cuando salgan de la crcel. Un ejemplo claro es el de los ya citados
activistas Natasha Avery, Gregg Avery y Heather Nicholson. Desde finales de 2010
se les impide recibir cualquier tipo de carta relacionada con los animales, logrando
as que estas personas estn aisladas del movimiento para tratar de derrumbarlos.
A pesar de los intentos represivos, estas medidas no siempre logran sus objetivos
gracias a la determinacin de los presos y a las respuestas de solidaridad desde el
exterior. Quienes acostumbran a escribir cartas de apoyo habrn comprobado cmo
frecuentemente son los activistas encarcelados quienes animan a seguir luchando por
los animales.

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LA VIOLENCIA FSICA
La violencia es, sin duda, la herramienta que menos se ha utilizado en la defensa de
los animales debido a varias razones. En primer lugar, es importante recordar que el
movimiento por la liberacin animal est compuesto por personas que se oponen
claramente a la violencia a la que son sometidos determinados individuos. Por ello, es
habitual que por motivos ticos extiendan esta oposicin incluso a sus explotadores.
En segundo lugar, los explotadores de animales acusan frecuentemente de violentos a
los activistas para desacreditarlos, hecho que, tal y como se ha comprobado, puede
tener unas consecuencias muy negativas tanto para los animales como para los
propios activistas. Todo ello hace que tambin sean muchos los que rechazan esta va
por motivos estratgicos.
El movimiento de derechos animales tiene muy claro que su objetivo prioritario
es desarrollar la empata haca los animales para fomentar el veganismo y sabe que
eso no se logra mediante violencia.

La manipulacin desde fuera del movimiento

Los explotadores de animales siempre han tratado de manipular la imagen del


movimiento para que a la vista del pblico los activistas por la liberacin animal
parezcan un grupo violento. En pases como Inglaterra, donde el movimiento ha
logrado una notable influencia, la prensa se ha unido a esta labor en los ltimos aos.
El diario ingls The Mail[96] public en portada en noviembre de 1999 una foto a
color de uno de sus redactores ms conocidos. En la foto se poda ver al periodista
Graham Hall con la espalda al aire, atado a una silla y las siglas ALF escritas en ella.
Supuestamente haba sido secuestrado por militantes del ALF, lo haban torturado y
le haban grabado a fuego esas tres letras. Pocos das ms tarde se descubri que era
todo falso. Un cmplice haba escrito con rotulador en la espalda del periodista, le
haba atado las manos y le haba hecho unas fotos. Pero slo algunos peridicos
escribieron una breve columna contando la realidad. A gran parte de la sociedad
inglesa le qued el mensaje de que el movimiento por la liberacin animal estaba
compuesto por gente violenta y no la manipulacin que poda llegar a darse en los
medios de comunicacin.
En Argentina, Hector Aleandri, el propietario de Chinchillas El Dorado, una de

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las mayores granjas de chinchilla para piel del mundo, comenz una campaa de
difamacin del veganismo en 2004. Este granjero se dedica a dar charlas, crear
pginas web y escribir libros sobre cmo explotar chinchillas de la forma ms
rentable posible, pero tambin sobre quines son los veganos. l habla de los veganos
como gente que respeta ms a una mosca que a un humano o gente extremadamente
violenta que se dedica a poner bombas, por citar varios ejemplos.
La polica tambin ha participado en la campaa difamatoria en diversas
ocasiones. De ello qued constancia en la ola de represin llevada a cabo contra el
movimiento en Austria en el ao 2008. Los cuerpos de asalto antiterrorista del pas
irrumpieron en mitad de la noche en los domicilios de diversos activistas. Algunos de
estos activistas se despertaron con pistolas y escopetas recortadas apuntndoles a la
cabeza. Los policas iban con chalecos antibalas, pasamontaas y uniformes de
asalto, pese a saber que la gente que haba dentro era absolutamente pacfica.
Este pas se caracteriza por la poca influencia del ALF y el intenso activismo de
calle, y no se haba producido ningn acto ilegal desde meses antes a las detenciones.
Aun as, los activistas fueron encarcelados acusados de conspiracin. Meses despus,
durante el proceso judicial, salieron a la luz diferentes documentos policiales. En
ellos los policas haban escrito que iban a simular asaltos de gran peligro para que
quedase reflejado en los medios. As lograron que la sociedad acogiese con buenos
ojos la ola represiva que se produjo.
Los compaeros austriacos respondieron con una campaa meditica y lograron
hacer comprender a la sociedad que no tenan nada que ver con la violencia. El da 2
de mayo de 2011, tras meses de juicio, la jueza Sonja Arleth encargada del caso dict
sentencia absolviendo a todos los activistas de todos los cargos. Adems, en su
veredicto concluy que la polica minti en la Corte, que realiz investigaciones
ilegales y que trat de encubrirlo al no permitir acceso a los archivos. La sentencia
aada que no hay organizacin criminal de derechos animales, que el Frente de
Liberacin Animal no es una organizacin criminal sino una ideologa basada en la
igualdad entre humanos y no humanos y que no es un crimen simpatizar con ello[97].

La manipulacin desde dentro del movimiento


Como se ha sealado, la inmensa mayora de quienes creen en los derechos
animales no apoyan la violencia. Unos por motivos ticos y otros por motivos
estratgicos.

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Son muy pocos los defensores de los animales que alaban el uso de la violencia.
A pesar de ello, los medios de comunicacin estn encantados de hablar de un
activista que ha defendido esta va en repetidas ocasiones. Esta persona es el cirujano
y miembro de la asociacin ecologista-especista Sea Shepherd, Jerry Vlasak.
Entre alguna de sus citas encontramos la siguiente:

Apoyara acabar con las vidas de cinco vivisectores culpables para


salvar la vida de cientos de millones de vidas de animales inocentes? S, lo
hara[98] .

Estas palabras las pronunci Vlasak en octubre de 2004 en una entrevista con el
presentador Jenny Brockie en una cadena de televisin australiana. Quiz estn
sacadas de contexto, pero ha habido otras muchas expresiones de esta misma persona
que fcilmente pueden ser utilizadas para dar una imagen violenta del movimiento.
De hecho, su nombre aparece prcticamente cada vez que un periodista quiere
criminalizar al FLA.
En un artculo, el profesor de Filosofa de la Universidad El Paso, Steven Best,
cita unas palabras dichas por su amigo Jerry Vlasak en una conferencia en la que
hablaba sobre la violencia:

Creo que puede ser una estrategia efectiva. No slo es moralmente


aceptable. Creo que hay lugares en los que puede ser efectivo desde un punto
de vista pragmtico.

El hecho de que Jerry Vlasak, una persona que haya legitimado el uso de la
violencia abiertamente, se haya autodesignado como portavoz del FLA en Estados
Unidos ha sido muy criticado por los propios miembros del Frente de Liberacin
Animal, que ven cmo esta persona junto a Steven Best est claramente
facilitando la tarea de criminalizacin del movimiento.
El 13 de noviembre de 2005 el programa 60 Minutes de la cadena estadounidense
CBS emita una entrevista realizada por el periodista Ed Bradley a un activista
annimo del FLA. De ella destacan las siguientes intervenciones:

BRADLEY: Conoces a Jerry Vlasak? Sabes quin es? Se autoproclama


portavoz de la causa, de tu causa. Y dice que ha llegado el momento de empezar a
matar vivisectores.
Miembro del ALF: Bueno, apreciamos que se autoproclame portavoz pero no
trabaja con nuestro consentimiento ni con nuestro apoyo. Tenemos un cdigo estricto
de noviolencia. Durante los 30 aos de historia no hemos daado un solo ser humano
en una accin del ALF. Esto no es cuestin de suerte, estamos hablando de un

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registro muy amplio.
()
BRADLEY: Habla el Dr Vlasak en nombre de alguien del movimiento?
Miembro del ALF: No se quin ha colocado al Dr Vlasak en la posicin que
tiene. Pero no fuimos nosotros, el ALF.

Ha habido otras muestras en las que miembros del FLA se distanciaban no slo de
la violencia, sino tambin de aquellos que la defienden. A continuacin, se muestran
extractos de un comunicado aparecido en la pgina web Bite Back el 13 de
noviembre de 2005. En el comunicado, adems de reivindicar unos sabotajes en la
casa del presidente de una multinacional farmacutica, se deca:

Como clula del ALF debemos llevar a cabo acciones para salvar vidas
inocentes siempre que sea posible y tomar todas las precauciones necesarias para
evitar daar a alguien. Nosotros, como clula, estamos molestos por los fangos
levantados por activistas de sof como Steven Best y Jerry Vlasak. Estas personas
nunca entendern el ALF y sus intentos de representarlo son, en el mejor de los casos,
patticos. No pueden reescribir las normas del ALF. Punto y final.
El ALF no es un discurso de universidad. El ALF no es violento, y nunca lo
ser.

Tal y como el propio Jerry Vlasak ha recalcado va correo electrnico para la


redaccin de este libro, no considera que la violencia sea positiva en cualquier
contexto, al tiempo que apunta que su objetivo es siempre salvar vidas. Pero aade
que, dado que segn l no es especista, cree lgico que desde un punto de vista tico
se puede acabar con la vida de un vivisector para salvar la de sus vctimas.
Tanto a Vlasak como a Best se les ha acusado repetidas veces de su afn de
protagonismo, de su activismo de sof y de tratar de autoproclamarse lderes y
portavoces del movimiento. Es posible que algunas de estas acusaciones sean
exageradas, pero de lo que no hay ninguna duda es de que sus declaraciones pblicas
facilitan el trabajo a los explotadores al tratar de transmitir una imagen violenta de un
movimiento centrado en detener el especismo.

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Muertes defendiendo la vida
Como es de esperar jams un activista por la liberacin animal ha matado a un
explotador de animales. Pero hasta el da de hoy, los explotadores han agredido a
decenas de activistas, han dejado en coma a dos compaeros y han asesinado a otros
tres.
El primer activista en perder la vida fue el ingls Mike Hill, un saboteador de la
caza del zorro asesinado a los 18 aos por Alan Sumergill, un conocido cazador. El 9
de febrero de 1991 Mike fue a sabotear la caza de la jaura de Cheshire con otros
compaeros. Lograron su objetivo. Al final del da los cazadores no haban
conseguido matar ningn animal. Pero Sumergill no poda volverse a casa sin matar.
Mike Hill se encontraba tranquilamente hablando con su amigo Dave Blenkinsop
cuando el cazador lo atropell deliberadamente con su coche.
La polica hizo un breve interrogatorio a Alan Sumergill y lo dej libre sin cargos.
Pero los compaeros y amigos de Mike no dejaron que el crimen quedara impune.
Durante los meses sucesivos mucha gente se uni al sabotaje de la caza tras leer las
noticias en la prensa y el ALF aument sus acciones.
Cuando los activistas se enteraron de que la polica no iba a presentar ningn
cargo contra Alan, organizaron una manifestacin frente a la casa del cazador. A la
manifestacin acudieron medios de comunicacin y numerosos antidisturbios, pero
ello no impidi que centenas de activistas mostrasen su ira ante el asesinato de su
compaero. Se super el cordn policial, tiraron la puerta abajo y entraron en masa
sin ocultar sus rostros al interior de la vivienda del asesino, destruyendo todo lo que
encontraron a su paso.
Varios manifestantes entraron en la crcel por el ataque, entre ellos Dave
Blenkinsop. Los activistas que fueron encerrados por ese acto de protesta no
mostraron ningn arrepentimiento.
El 3 de abril de 1993 la vctima de los cazadores fue un saboteador de la caza de
15 aos, Tom Worby. Una vez ms el asesinato se produjo despus de que los
cazadores no consiguiesen matar a ningn zorro y el arma homicida fue otro
vehculo. Cuando los saboteadores volvan a sus coches contentos por el xito, un
cazador intent atropellarles con su furgoneta. Los saboteadores consiguieron
esquivarla, pero la chaqueta de Tom qued engancha al retrovisor. El conductor
aceler y llev a rastras al adolescente durante varios cientos de metros. Cuando Tom
cay al suelo las ruedas traseras de la furgoneta pasaron por encima de su cabeza
acabando con su vida en el acto.
El asesino, Alan Ball, tampoco recibi ningn cargo. En esta ocasin los
activistas decidieron no convocar ninguna manifestacin porque la Hunt Saboteurs
Association tena miedo de que se desencadenase un incremento de la violencia por
parte de los cazadores y se respet este punto de vista.

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La pgina web de la Hunt Saboteurs Association[99] recoge un largo listado de
ataques que han padecido los saboteadores de la caza, llegando a dejar en coma a una
persona durante semanas. La pgina tambin muestra numerosas fotos de cazadores
con barras de acero, ropa militar y pasamontaas persiguiendo a saboteadores
incluso informa de agresiones producidas fuera de la temporada de caza, as como
imgenes de saboteadores sangrando, con piernas rotas o la cabeza abierta despus de
recibir una paliza.
Pero la violencia no la han sufrido nicamente los saboteadores de la caza. El 1
de febrero de 1995 la vctima fue Jill Phipps, una conocida activista vegana de 31
aos con un hijo y dos perros adoptados a su cargo. Ella y otros compaeros haban
comenzado una campaa contra la exportacin de terneros vivos desde el aeropuerto
de Coventry (Inglaterra) hasta Holanda. La campaa adquiri una gran intensidad,
haba un campamento permanente frente al aeropuerto, los sabotajes se multiplicaron
y el propietario de la compaa que realizaba los envos, Barret Jolley, contrat a
unos matones para atacar a los activistas cuando estaban dormidos en sus tiendas de
campaa.
En una de las protestas, Jill Phipps, junto a otros activistas, trat de bloquear la
entrada al aeropuerto de uno de los camiones que llegaban cargados de terneros. El
conductor, literalmente, le pas por encima. Al funeral acudieron miles de personas, y
se organiz una manifestacin el da 11 de ese mes que fue incluso ms numerosa.
Cientos de personas se unieron a la acampada frente al aeropuerto y muchos
activistas entraron a formar parte del movimiento a raz de esta muerte.
El 4 de mayo del 1995 Barret Jolley fue derrotado por la campaa y dej de
exportar terneros, y el 14 de julio de ese mismo ao su compaa entr en quiebra. El
22 de agosto un juez decidi que la muerte de Jill fue un accidente, a pesar de las
declaraciones de numerosos testigos. Pero Barret no se libr de entrar en prisin. El 5
de diciembre de 2002 fue condenado a 20 aos de crcel. Cuando dej de enviar
terneros vivos al matadero empez a importar cocana. Fue capturado con un alijo
valorado en 22 millones de libras en el interior de uno de sus aviones.
El nico activista que ha causado una muerte en la lucha por la liberacin animal
ha sido Barry Horne y la vctima fue l mismo. El 5 de noviembre de 2001 ste
legendario activista perda la vida en una huelga de hambre contra la viviseccin.
Barry era un barrendero de Northampton que entr a formar parte de la lucha por
los derechos animales ya en edad adulta, en la dcada de los aos 80. Comenz con
mesas informativas en las calles de su ciudad y saboteando la caza, pero pronto
decidi entrar a los laboratorios de viviseccin y a las granjas factora a rescatar los
animales.
Combinaba el activismo legal con el ilegal. Para l no haba motivo para guiarse
por unas leyes que legitimaban las ms atroces formas de explotacin. Por la maana
poda ser visto frente a una tienda de piel con pancartas y repartiendo panfletos, y esa
misma noche poda estar en una granja de piel liberando a los animales.

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Su determinacin hizo que fuese encarcelado varias veces por su pertenencia al
FLA. La ltima vez que entr en prisin fue por su supuesta vinculacin con unos
incendios que haban causado a la viviseccin ms de tres millones de libras en
daos. Se le conden a 18 aos de crcel, a pesar de que el juez reflej en la sentencia
que nadie haba sido daado en los ataques y que su intencin no era causar daos
fsicos, sino nicamente materiales. Cuando Barry escuch su sentencia, se gir hacia
los compaeros que haba en la sala para apoyarle y levant el puo. Con ese gesto
les deca que la condena no detendra su lucha contra la explotacin animal. Y as
fue.
En la crcel tena pocos recursos, pero mucha determinacin. Los laboristas, con
Tony Blair a la cabeza, haban prometido medidas contra la viviseccin en su
campaa electoral. Una vez en el poder las multinacionales farmacuticas
presionaron para que esas medidas no se llevasen a cabo. Barry comenz una serie de
huelgas de hambre que acabaran con su vida.
La demanda que hizo desde la crcel era nicamente que los laboristas
cumpliesen con su compromiso, algo que nunca hicieron. Pero lo que realmente
quera Barry era que la sociedad supiese lo que ocurre dentro de los laboratorios y de
los centros de explotacin en general. Quera que la poblacin tomase conciencia de
la responsabilidad tica de adoptar una forma de vida vegana y aumentar el
compromiso de los activistas.
En tu mano est que su muerte no haya sido en vano.

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Eplogo
Poco despus de la finalizacin de este libro se han producido unos hechos muy
relevantes en la historia del movimiento por los derechos animales. El mircoles 22
de junio de 2011 la Guardia Civil registraba distintas casas en Madrid, Bilbao,
Galicia y Asturias y arrestaba a doce activistas de las organizaciones Igualdad Animal
y Equanimal. La prensa repeta una y otra vez la palabra ecoterroristas para
referirse a ellos y mostraba las imgenes de los registros en las que se vea a los
guardias civiles con pasamontaas, metralletas y chalecos antibalas.
Los arrestados son personas que se preocupan por los animales y organizan
protestas, rescates abiertos, investigaciones e interrupciones de actos. Tres de ellos
entraron en prisin preventiva durante tres semanas y los restantes quedaron en
libertad con cargos. Aunque todos ellos pueden ser declarados inocentes en el juicio,
el dao que ya se ha causado es irreparable. En primer lugar, por los malos momentos
que han tenido que pasar los arrestados y las personas que se preocupan por ellos; y
en segundo lugar, por la criminalizacin del movimiento que ha llevado a cabo la
prensa y la Guardia Civil a travs de sus arrestos, transmitiendo a la sociedad una
imagen muy distorsionada de una causa justa.
Desde el ao 2000 aproximadamente el activismo en el Estado espaol ha crecido
de forma exponencial ininterrumpidamente, algo que ha perjudicado a muchos
explotadores con grandes influencias. La respuesta represiva ha cado en un principio
sobre la parte ms visible del colectivo, de forma que todo el movimiento ha sido
criminalizado de cara al exterior y se ha creado nerviosismo en el interior.
El tema central del caso no es si los imputados son o no en realidad culpables de
los delitos de los que se les acusa bajo una legislacin especista. El problema real es
si el movimiento sabr minimizar los efectos de esta ola represiva. Para ello, cada
uno de sus miembros, en la medida de lo posible, debera mostrar su apoyo a los
compaeros, tratar de seguir adelante con su activismo y no dejarse influir por unas
medidas que parten de la industria de la explotacin animal.

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Notas

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[1] Suplemento Magazine. El Mundo. N. 486. <<

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[2] Savater, F. (1994). El contenido de la felicidad. El Pas/Aguilar. Madrid. <<

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[3] Chevalier-Skolnikoff, S. Liska, J. (1993). Tool use by wild and captive elephants.

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[4] Bowman, R.I. (1961). Adaptation and differentiation of the Galapagos finches.

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[5] Van Lawick, H. (1966). Use of Tools by the Egyptian culture. Nature. 212. <<

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[6] Darwin, C. (1933). El origen del hombre y la seleccin en relacin al sexo. M.J.

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[7] Darwin, C. (1903). La expresin de las emociones en el hombre y en los animales.

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[8] Bekoff, M. (2007). The emotional lives of animals. New World Library. California.

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[11] Pluhar, E. B. (1995). Beyond prejudice. The moral significance of human and

nonhuman animals. Duke University Press. <<

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[12] Psihoyos, L. (2009). The Cove. Diamond Docs. Fish Films. Oceanic Preservation

Society. Quickfire Films. Estados Unidos. <<

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[13] Francione, G. L. (1999). El error de Benthan (y el de Singer). Publicado
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[14] Singer. P. (1999). Liberacin Animal. Trotta. Madrid. <<

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[15] Frisch von K. (1957) La vida de las abejas. Labor. Barcelona. <<

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[16] Cavalieri, P. Singer, P. (1998). El proyecto Gran Simio. La igualdad ms all de

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[17] Schmid, H. (1986). Cmo se comunican los animales. Salvat. Barcelona. <<

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[18] Sanpedro, J. (2009). Reconstruyendo a Darwin. Los enigmas de la evolucin a la

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[19] Weismann, E. (1986).
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[20] Cavalieri, P. Singer, P. Op. cit. <<

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[22] Savater, F. (1987). A decir verdad. Fondo de Cultura Econmica. Legans. <<

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[25] Francione, G. L. (1996) Rain Without Thunder: The Ideology of the Animal Rights

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[26] http://masalladelaespecie.wordpress.com <<

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[27] San-Juan, E. (11/03/2011). La Razn. http://www.larazon.es/noticia/4435-el-
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[32] Dawkins, R. (2007). El espejismo de Dios. Espasa Hoy. Madrid. <<

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[33] Patterson, C. (2008). Por qu maltratamos tanto a los animales? Un modelo

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[34] Mankiw, M.G. (1998). Principios de Economa. Mc Graw Hill. Madrid. <<

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[35] Canfield, J. Hansen, M.V. (1993). Sopa de pollo para el alma. Alba Editorial.

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[37] Sandn, M. (2019). Pensando la evolucin, pensando la vida. La biologa ms

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[38] Patterson, C. (2008). Op. cit. <<

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[39] Cassidy, D. Davy, K. (2002). One small step. The story of the space chimps. The

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[41] Taylor, A. (2009) Op. cit. <<

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[42] Rachels, J. (1990). Created from Animals: The Moral Implications of Darwinism.

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[43] Wishart, A. (2007). Monkeys, rats and me: animal testing. Hardcash Productions.

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[44] Bancel, N. Blanchard, P. Lamarie, S. (2000). Los zoolgicos humanos de la

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[45] http://news.bbc.co.uk/1/hi/northern_ireland/1184154.stm <<

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[46] http://news.bbc.co.uk/1/hi/england/west_midlands/3702237.stm <<

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[47] http://news.stv.tv/scotland/188578-animals-killed-and-maimed-in-petting-zoo-
break-in/ <<

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[48] http://news.bbc.co.uk/1/hi/scotland/tayside_and_central/6939054.stm <<

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[49] http://www.dailymail.co.uk/news/article-1174262/Sick-thugs-slaughter-dozens-
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[50] Hribal, J. (2010). Fear of the Animal Planet: The Hidden History of Animal

Resistance. AK Press/CounterPunch. Oakland. <<

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[51] Francione, G. (1996). Op. cit. <<

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[52] Sanz, B. Soriano, M. (2008). El peligro de la introduccin de especies alctonas.

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[53] XXII Estudio Fundacin Affinity sobre el abandono de animales de compaa.

(2009). Barcelona. <<

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[54]
Manteca, X. (2002) Etologa Clnica Veterinaria del perro y del gato.
Multimdica. Barcelona. <<

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[55] The Guardian. 29/05/2007. Noahs Ark found 5,000 rare animals found floating

off the coast of China.


http://www.guardian.co.uk/environment/2007/may/26/china.conservation?
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[56] http://www.wwf.es/que_hacemos/especies/problemas/trafico_de_especies/ <<

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[57] Vegetarian Dogs (5-5-2010). http://vegetariandogs.com/ <<

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[58] Singer, P. (1999). Op. cit. <<

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[59]
Stein, J. (2009) Peaceable Kingdom: the jouney home. Tribe of Heart
Documentary. EE.UU.. <<

www.lectulandia.com - Pgina 219


[60]
Spencer, H. (1851) Social Statics: the conditions essential to human apies
specified, and the first of them Developer. Chapman. Londres. <<

www.lectulandia.com - Pgina 220


[61] Este captulo no pretende crear un debate en el campo de la biologa o sobre si es

cierta o no la teora de evolucin por seleccin natural. Pero nos vemos obligados a
remarcar que se considera demostrado que la aparicin de diferentes estructuras
celulares no ha sido el resultado de un proceso competitivo y gradual. Quizs el
ejemplo ms conocido sea el salto evolutivo ms importante desde el surgimiento de
la vida en nuestro planeta: el origen del ncleo celular y por tanto de la clula
eucariota. En 1968 la biloga Lynn Margulys explic la aparicin del ncleo a travs
de procesos endosimbioticos mutualistas de procariotas. Es decir el origen del ncleo
de las clulas eucariotas es el producto de la unin de dos clulas procariotas (sin
ncleo definido) que se ayudan mutuamente, una en el interior de otra.
Esta idea contradice frontalmente todos los pilares del darwinismo. En primer lugar
muestran intercambio gentico entre las distintas ramas del rbol evolutivo. En
segundo lugar reflejan que, al menos algunos de los procesos evolutivos ms
relevantes, se produjeron de forma brusca y por cooperacin, en lugar de la idea de
evolucin gradual por competicin. Finalmente la seleccin natural no acta
dirigiendo el proceso evolutivo y creando nuevas formas de vida, sino que acta una
vez finalizado dicho proceso. <<

www.lectulandia.com - Pgina 221


[62] http://www.animalsaustralia.org/media/opinion.php?op=42 <<

www.lectulandia.com - Pgina 222


[63] http://www.seashepherd.org/news-and-media/editorial-080221-1.xhtml <<

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[64] http://www.seashepherd.org/news-and-media/editorial-090407-1.xhtml <<

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[65] http://www.seashepherd.org/news-and-media/editorial-100201-1.xhtml <<

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[66] PETA http://www.wickedwildlifefund.com/ <<

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[67] Lovelock, J. (1979). Gaia: A New Look at Life on Earth. Oxford University Press.

Oxford. <<

www.lectulandia.com - Pgina 227


[68] Grandin, T. Johnson, C. (2006). Animals in Translation: Using The Mysteries Of

Autism To Decode Animal Behavior. Houghton Mifflin Harcourt. <<

www.lectulandia.com - Pgina 228


[69] Francione, G. L. (1996). Op. cit. <<

www.lectulandia.com - Pgina 229


[70] Hull, C. (5-2-2011). http://www.abolitionist-online.com/article-
issue04_animals.lost. in.translation_dr.coral.hull.shtml. Abolitionist-online <<

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[71] Hull, C. (5-2-2011). Op. cit. <<

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[72] Francione, G. L. y Garner, R. (2010) The Animal Rights Debate. Abolition or

regulation? Columbia University Press. Nueva York. <<

www.lectulandia.com - Pgina 232


[73] Merman, D. (2010). The new rules of marketing & PR. How to use social media,

blogs, news releses, online video, and viral marketing to reach buyers directly. John
Wiley & Sons. Hoboken. <<

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[74]
Cooney, N. (2010). Change of Herat: What psychology can teach us about
spreading social change. Lantern Books. Nueva York. <<

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[75] La investigacin puede verse en la pgina web www.rabbitfur.com <<

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[76] Esta escena y otras de similar dureza pueden verse en la pgina web
http://www.granjasdecerdos.org <<

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[77]
Newkirk, I. (2000). Free thee animals: the amazing store of the Animal
Liberation Front. Lantern Books. Nueva York. <<

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[78]
DeRose, C. (1997). In your face: from actor to animal activist. Duncan
Publishing. EE.UU. <<

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[79] Sombras y cizallas. Nmero 5. <<

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[80] Sombras y cizallas. Nmero 8. <<

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[81] Sombras y Cizallas, Local Anarquista Magdalena, Accin Vegana (2009). R-209.

Habla el Frente de Liberacin Animal. Asociacin Cultural Derramando Tinta.


Madrid. <<

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[82] http://depezonarabo.blogspot.com/2008_05_01_archive.xhtml <<

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[83] http://www.stopcaza.org/ <<

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[84] Deia. 19/08/2010. Al circo le crecen los enanos.
http://www.deia.com/2010/08/19/especiales/aste-nagusia-2010/al-circo-le-crecen-los-
enanos) <<

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[85] La pgina web de Accin Vegana ya no est operativa. La pgina Bite Back se

puede visitar en www.directaction.info <<

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[86] Hedqvist, D. (2003). Bye Bye egg industry.
http://www.accionvegana.org/subprinc/mod_varios/publicaciones/txt/mvegano/numeros/mv2.p
(4-2-2009). <<

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[87] Cooney, N. (2010). Op cit <<

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[88] Sombras y Cizallas, Local Anarquista Magdalena, Accin Vegana (2009). R-209.

Habla el Frente de Liberacin Animal. Op cit. <<

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[89] Francione, G. (1995). Animals, Property, and the Law. Temple University Press.

Philadelphia. <<

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[90] 20 minutos. 08/07/2005. Miles de visones se escapan de una granja de cerca de

Santiago. http://www.20minutos.es/noticia/37434/4/ <<

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[91] Ideal. 17/10/2006. Recuperan muertos la mitad de los 6000 visones huidos.
http://www.ideal.es/jaen/prensa/20061017/vivir/recuperan-muertos-mitad-
visones_20061017.xhtml <<

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[92] El Peridico Mediterrneo. 26/11/2007. Ms de 2000 visones aparecen muertos

tras escaparse de sus jaulas.


http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=339986 <<

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[93] Forchhammer, M.C. y Hammershj, M. (2004). Survival rates of freeranging

farm mink suggest quick behavioural adaptation to natural conditions. Artculo III.
Population Ecology of Free Ranging American Mink Mustela vison in Denmark.
Ph.D. Thesis. National Environmental Research Institute. <<

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[94]
Macdonald, D.W. Maran, T. Pdra, T. y Plma, M. (2009) The survival of
captive-born animals in restoration programmes Case study of the endangered
European mink Mustela lutreola. Biological Conservation. Volumen II. Issue 148.
Species Conservation Laboratorie. Tallinn Zoological Gardens.<<

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[95] Este libro fue escrito antes la detencin de doce activistas pertenecientes a las

organizaciones Equanimal e Igualdad Animal, que tuvieron lugar el 22 de junio de


2011. El caso se trata con mayor profundidad en el eplogo. <<

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[96] The Mail. 06/11/1999. UK film-maker branded in attack.
http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/507947.stm <<

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[97] http://www.austriaqueverguenza.org/. <<

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[98] Australian TV, interview with Jenny Brockie, October 2004, cited in Best, Steven.

Whos Afraid of Jerry Vlasak? Animal Liberation Press Office, undated, retrieved
May 5, 2008. <<

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[99] http://hsa.enviroweb.org/ <<

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