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u ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL
u TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIYO
ESTUDIO CON ELECTROENCEFALOGRAFIA
u CUANTITATIVA
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Autora: Marta Mara Sanz Amador.
Directores: Prof.. Francisco Jos Rubia Vila. Y Prof.. Alfredo Caicedo Ordoez.
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TESIS DOCTORAL
ANO 1998
UNIVERSIDAD COMPUITENSE
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D. FRANCISCO J. RUBIA VILA, CATEDRATICO DE LA FACULTAD DE
MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID,
CERTIFICA:
Que la licenciada D~ Marta Sanz Amador ha realizado bajo su co-direccin
los trabajos experimentales que han conducido a la elaboracin de esta Tesis
Doctoral titulada: Alteraciones neuropsicolgicas en el trastorno obsesivo-
compulsivo. Estudio con electroencefalografa cuantitativa y considera que
tanto el contenido cientfico como la presentacin de esta memoria reunen
las condiciones necesarias para su defensa.
INDICE PGINAS
1. INTRODUCCION 1.
2. Evolucin de la terminologa. 2.
8. Neuroquimica. 22.
8a. Serotonina. 22.
Vas serotoninrgicas. 22.
Receptores. 23.
Hiptesis serotoninrgicas. 25.
8b. Noradrenalina. 29.
Sc. Dopanaina 30.
Fisiologa 30.
Hiptesis dopaininrgica. 31.
10.Neurofisiologia. 56.
1 Oa. Electroencefalografa 56.
1 Ob. Potenciales evocados. 58.
lOc. Movimientos oculares. 62.
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ALTERACIONES NELTROPSICOLGICASEN EL TOC
1. Planteamiento 96.
2. Hiptesis 97.
1. Sujetos 98.
3. Protocolo. 100.
5. WCST. 103.
Sa. Estmulo. 104.
Sb. Procedimiento. 105.
Sc. Variables dependientes. 106.
Sd. Anlisis de potenciales evocados. 108.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
IV RESULTADOS 110.
V. DISCUSIN 156.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICS EN EL TOC
1. INTRODUCCIN
Los pensamientos obsesivos y los rituales forman parte de la vida ordinaria. Cuando algo nos
preocupa no podemos dejar de pensar obsesivamente en ello, no comemos algo que ha cado
en el suelo aunque est limpio y sea poco probable la contaminacin, contamos el dinero ms
de una vez Cuando los pensamientos obsesivos llegan a ser tan frecuentes e intensos y los
rituales tan extensos que dificultan la vida ordinaria se habla de Trastorno Obsesivo-
Compulsivo (TOC).
Se clasifica dentro de los trastornos de ansiedad ya que la ansiedad ha sido considerado corno
el factor central del TOC. Los pacientes tienen en general un alto nivel de ansiedad, que
aumenta con los pensamientos obsesivos y tratan de disminuirla con la realizacin de actos
compulsivos. Tradicionalmente se ha considerado este trastorno en el grupo de las neurosis,
distinguindose de la psicosis por el buen contacto con la realidad que mantiene el enfenno y
por la conciencia (insight) que tiene sobre sus experiencias psicopatolgicas, considerndolas
absurdas e irracionales.
Se definen las obsesiones como aquellos pensamientos, ideas, imgenes o impulsos que son
experimentados inicialmente como intrusivos y absurdos. Los enfermos reconocen los
pensamientos como propios, no impuestos desde fuera. Las compulsiones se definen como
actos motores, sin ningn propsito en respuesta a los pensamientos obsesivos para prevenir
la angustia creada por estos pensamientos o para evitar que ocurran desgracias. Estos actos
son excesivos y carentes de sentido. Los enfermos reconocen que su comportamiento no es
razonable, salvo en las ocasiones en que las ideas obsesivas se convierten en ideas
sobrevaloradas (DSM IIIR, 1987).
Este trastorno es muy incapacitante, no solo por la frecuente asociacin de sntomas
depresivos, sino porque la sintomatologa interfiere en el comportamiento social y
ocupacional del individuo y condicionan la vida de las personas cercanas al enfermo.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
2. EVOLUCIN DE LA TERMINOLOGA
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Griesinger (1868) introdujo una segunda palabra raz, Sucht, que significa enfermedad,
caquexia, consuncin o pasin (Monserrat-Esteve, 1971). El tnnino compuesto
Clrtibelnsucht corresponde a la enfermedad ruminatoria de Griesinger. Grubeln es un trmino
alemn antiguo que se refiere a devanarse los sesos.
Donath (1897) en una conferencia dictada en la Real Sociedad Mdica de Budapest, en
Noviembre de 1895, propuso el trmino anancasmus para denominar el cuadro que
Thompsen (1895) haba llamado estado obsesivo idioptico.. Lo hizo derivar del griego
anank que significa destino, fatalidad. Esta tercera raz terminolgica se emple
especialmente de forma adjetivada y as Scheneider (1950) acu el derivativo personalidad
anancstica (OMS, 1978).
En alemn existen varios trminos para designar las impulsiones y fenmenos afines. Ey, en
Etudes psychiatriques Y.II, rene las principales y da la traduccin francesa: Antrieb,
Impuls, Einfall, Trieb, Drang, Sucht y Zwang que Ey traduce por: incidencia,
pulsin, crisis, instinto, impulsin, necesidad e impulsin respectivamente.
El otro pas del que arranca el conocimiento original de los temas obsesivos, es Francia. En
este pas se estaban utilizando diversos trminos para denominar los estados obsesivos:
Manie sans dlire (Pinel, 1809), Maladie du doute (Falret, 1886), Folie du doute avec dlire de
toucher (Legrand de Saulle, 1875), Folie lucide (Trelat, 1861), Delire emotif (Morel, 1866),
Onomatomana (Charcot, 1885; Seglas, 1891). Esquirol asla la monomana como un
delirio limitado a un solo tema o a un cieno nmero de ellos, con excitacin y predominio de
una pasin alegre y expansiva (1838). Aparte de la amenomania o mana propiamente
dicha que corresponde a la actual, y la lipemana (del griego Lype, tristeza) que corresponde a
la melancola de hoy, la mayor parte de las monomanas designaban a las actuales obsesiones
y compulsiones. El nmero de monomanas prolifer. Autores como Pi Molist (1864) se
opona a la hipertrofia de este trmino: ...hasta poco ha, nadie haba cado en mientes de
convertir en loco al que se apasiona sobremanera por la msica, la poesa o los libros
(Monserrat-Esteve, 1971).
Las distintas acepciones de la palabra mana hoy da tienen an distintos significados: aficin
exagerada, trastorno obsesivo, fase opuesta a la melancola. Los adjetivos correspondientes
son ms clarificadores, hablando de personas maniticas en los dos primeros casos y de
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ALTERACIONES NE(JROPSICOLGICAS EN EL TOC
maniacos en el tercero.
El trmino obsesin no adquiri realmente uso mdico corriente en Francia hasta la dcada
1880-1890. Fue a partir de Luys (1883) y de Falret (1889) cuando adquiri una difusin cada
vez mayor.
Luys (1883) se refera a obsessions pathologiques a todos aquellos eventos subjetivos
anmalos y repetitivos sin fuente externa. Hasta entonces el trmino se haba empleado para
describir la accin de un agente externo abstracto que acosaba al individuo (Littre, 1877).
Luys representa una gran innovacin al hablar de las obsesiones como algo interno, siendo
esta idea bien aceptada por otros autores (Falret, 1889).
Magnan incluy las obsesiones entre las stigmates psychiques des degeneres: Lasgue las
design como vertige mental; Billot como lsions de la volont; Bal: impulsioris
intellectuelles (Monserrat-Esteve, 1971).
Los autores italianos en esta poca involucraron las obsesiones con la psicosis y hablaban de
paranoia rudimentaria (Morselli), diatesis de incoercibilidad (Tanzi), ideas incoercibles
(Taniburini), ideas fijas (Buccola, 1880).
En Lengua inglesa, la evolucin terminolgica segua un camino paralelo (Demos, 1977).
Desde el siglo XVI se usaba obsesin para describir el acto de ser asediado por el diablo.
Tuke (1894) se refera a imperative ideas y Mickle (1896) a mental basetments- acoso
mental -. En el Nomenclator of Diseases, elaborado en Londres por el Comit del Royal
College ofPhysicians, se incluy una obsessive insanity (Royal College of Physicians, 1906).
El trmino obsesin se introdujo en las principales revistas mdicas de la poca (Editorial,
1901; Leader, 1904). Shaw publica en 1904 una revisin de estos trastornos usando la palabra
obsesin.
En la literatura americana aparece este trmino alrededor de la misma poca (Diller, 1902).
Mientras que los autores alemanes tenan tendencia a considerar las obsesiones como un
trastorno funcional, al calificaras con trminos extrados del lenguaje normal, los franceses,
al usar terminologa psiquitricalas consideraban como psicticas o psicopticas.
Impulsin procede del latn impulsus (accin y efecto de impeler). Impeler procede de
impelere (dar empuje, incitar, estimular), accin necesaria para que el fenmeno interno del
impulso se traduzca al acto. Compulsin procede del latn compulsio, derivado de
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
En 1494 el Papa Inocencio VIII publica la bula Summis Desiderantes Affectibus para
combatir la extensin de la brujera en la Alemania de la poca. Para combatirla nombra a los
dominicos Heinrich Kriimer y a Johann Sprenger. Estos dos autores escriben el Martillo de
los Herejes (1496) donde aparece el siguiente prrafo:
como coma con tanta modestia y responda tan piadosamente a todas las preguntas,
empec a dudar de que fuera un poseso, y pens ms bien que estara afecto de alguna
debilidad. Entonces el hijo comenz a contarme lo que le suceda, el cmo y durante cunto
tiempo estaba posedo. Cuando le pregunt sobre la duracin de los intervalos en los que tena
uso de razn, que eran ms de los usuales que en los que estaba poseso, me contest: Slo
estoy privado del uso de la razn cuando deseo, contemplar cosas sagradas o visitar lugares
sagrados..
Cuando pasaba delante de alguna iglesia y se arrodillaba en honor de la gloriosa Virgen, el
diablo le obligaba a sacar violentamente la lengua, y cuando se le preguntaba si no poda
contenerse, responda: No puedo impedirlo porque l usa todas mis extremidades y mis
rganos, mi cuello, mi lengua y mis pulmones cuando le place, hacindome hablar o gritar, y
oigo las palabras como si yo las pronunciase, pero me siento absolutamente incapaz de
reprimirlas, y cuando intento concentrarme en la oracin, l ataca ms violentamente mm
lengua.
Las primeras descripciones clnicas de enfermos obsesivos se atribuyen a los padres de la
psiquiatra francesa. El sentido actual de la palabra obsesin, es decir idea, imagen o palabra
que se impone al espritu de forma incoercible y repetida data de 1799 con Wartburg (Renos,
1986).
Despus de 1860 las teoras orgnicas referidas a la enfermedad obsesiva implicaban en esta
enfermedad varias anormalidades fsicas: disfuncin del sistema nervioso autnomo,
problemas con el flujo sanguneo cerebral y patologa cerebroespinal (Berilos, 1989). Por otro
lado, las teoras psicolgicas implicaban alteraciones en la voluntad (Esquirol, 1838), la
emocin (Morel, 1866) o el intelecto (Westphal, 1877>. Esquirol (1838) describi los
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
dominantes. Esta definicin puede generar confusin segn seala Lpez Ibor (1966).
Para Bumke (1964) las obsesiones son representaciones cuya inmovilidad, tambin sentida
por el paciente, puede ser suflcientemente explicada por la accin de las causas patolgicas
que normalmente determinan la persistencia de las representaciones en la conciencia (estado
de nimo, tono afectivo de las mismas, incapacidad de llegar a una conclusin) a lo cual
podra agregarse para ciertos casos, y cuyo contenido el propio enfermo llega a juzgarlo como
lgicamente falso cuando lo examina en condiciones de tranquilidad. Rompe as la
concepcin tradicional en que la obsesin tena un carcter extrao absurdo y parsito.
En la segunda mitad del XIX en Francia se calificaban las obsesiones de locuras. Morel
describi los cuadros obsesivos como delire motif (1866); pero este delirio no se entiende
como en la actualidad, Morel lo consideraba no como una psicosis, sino como una neurosis,
como una enfermedad especial de la afectividad (Pitres y Regis, 1902).
Baruk (1959) denontn a esta dimensin emocional que sealaba Morel el crculo infernal
de la obsesin.
Para Luys (1883) las ideas, emociones y las acciones tenan localizacin cortical separada,
una excitacin nerviosa poda por tanto dar lugar a ideas extraas o actos compulsivos.
Mientras que Morel hablaba de una lesin funcional del sistema nervioso autnomo (Lpez
Pinero, 1983), este autor lo sita en la corteza (Semelaigne, 1932). Luys divide las obsesiones
en tres grupos: las que permanecen sobre todo en el plano intelectual, las situadas en la esfera
de los sentimientos y los que aparecen en el dominio psicomotor y conducen a la realizacin
de actos extravagantes, automticos e impulsivos.
Pitres y Regis (1902) consideran las siguientes caractersticas en las obsesiones:
- Se manifiestan en sujetos predispuestos.
- Pertenecen al grupo de emociones depresivas.
- Son fenmenos conscientes.
- Involuntarias e incoercibles.
- Se acompaan de frenes emociones de tipo angustioso.
- No modifican el mecanismo general de la inteligencia.
Thomsen (1895) incluye en este concepto los trastornos del lenguaje, impulsos e inhibiciones
forzadas y excluye las perversiones sexuales.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
La polmica sostenida entre los partidarios de una hiptesis intelectual o emotiva de las
obsesiones queda superada por la aportacin de Janet que centra el origen de las obsesiones,
como la mayora de los fenmenos psicopatolgicos, en la disminucin de la tensin
psicolgica. Janet consolida todos los conceptos previos en su obra Les Obsessions et la
Psychaestbenie. Este autor cre la categora de psicastenia que extrajo de neurastenia y que
contena entre otros los trastornos obsesivos. En su obra Lautomatisme psychologique
(1898), consider las obsesiones como un tipo de ideas fijas, las cuales junto a las
alucinaciones constituan Las formas simples y mdimentarias de actividad mental (Janet,
1903). Para l las obsesiones se derivan del sentimiento de incompletud y de insuficiencia de
la accin, mientras que las fobias surgen del miedo a la accin.
Para Janet la enfermedad obsesiva progresa a lo largo de tres estados. El primero fue descrito
como psychaesthenic state que se corresponde muy de cerca con el concepto actual de
trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.. Se caracteriza por sentimientos de
incompletud, duda, interna sensacin de imperfeccin, necesidad de uniformidad y orden,
excesiva minuciosidad, limpieza excesiva, pobre control del pensamiento y el gusto por
coleccionar cosas. El segundo estadio se caracteriza por forced agitations. Estas pueden
tomar la forma de rituales de orden y simetra, rituales de comprobacin, y/o rumiaciones.
Los tics son as mismo tpicos en este estadio, sin embargo las descripciones clnicas de Janet
se parecen ms a rituales de evitacin que a anormalidades neurolgicas (Pitman, 1987a). El
tercer y final estado de la enfermedad fueron obsessions y compulsions. Estos trminos
se utilizaron slo para describir pensamientos e impulsos que aparecan con facilidad y
dominaban la vida del paciente. Las obsesiones fueron en torno a temas blasfemos, violencia,
y sexuales. El intento a resistirse a las compulsiones incrementaba la ansiedad. De forma
implcita, los estadios de Janet apuntan hacia un continuum en los trastornos obsesivos, que
parte desde la conducta obsesiva normal, y pasa a travs del trastorno de la personalidad
obsesivo compulsivo a la neurosis sintomtica. La clasificacin europea del trastorno de la
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pacientes con TOC no responden a los agentes ansigenos que, en general exacerban los
trastornos por ansiedad: por ejemplo el lactato, (Gorman y cols., 1985), la yohimbina
(Rasmussen y cols., 1987), inhalacin de CO2 (Griez y cols., 1990) y cafena (Zohar y cois.,
1987). Varios tipos de antidepresivos son eficaces en el tratamiento de este trastorno, por
ejemplo los Inhibidores de la Monoaminoxidasa (IMAO), (Joffe & Swinson, 1990), los
antidepresivos triciclicos (Pato y cols., 1988), y los inhibidores selectivos de la recaptacin de
serotonina (ISRS) (Jenike y cols., 1990). Sin embargo, la eficacia de la medicacin ansioltica
en el TOC no es muy clara (Rickels, 1978; Waxman, 1977; Rabavilas y cols., 1979).
Atendiendo a lo expuesto previamente surgen muchas dudas acerca de si el TOC est
correctamente clasificado dentro de los trastornos por ansiedad. bisel, Zahn & Murphy (1985)
concluyen que la clasificacin de este trastorno como conjuntamente con los trastornos pr
ansiedad no es clara y debera ser considerado como una entidad diagnstica independiente que
puede coincidir con otros sndromes psiquitricos.
Aunque lo expuesto sugiere que el TOC pudiera tener un sustrato biolgico cercano al que
subyace en los trastornos depresivos, no todos los datos son consistentes. Monteiro y cols.
(1986) encontraron que sujetos con el diagnstico de TOC respondan normalmente al test de
supresin de dexametasona, salvo en los casos en que el diagnstico se complica con
alcoholismo, depresin, anorexia nerviosa, cncer, etc. Adems la distincin entre ansiolticos y
antidepresivos en ocasiones es artificial, ya que los trastornos por ansiedad mejoran tambin con
antidepresivos. Por ejemplo, la imipramina ha dado buenos resultados en el tratamiento a largo
plazo de los pacientes que sufren ataques de pnico (Zitrin y cols., 1983; Clark y cols. 1994) ha
publicado recientemente que los pacientes con ataques de pnico mejoraron significativamente
tras 6 meses de terapia cognitivo conductual o tomando imipraniina.
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Con la DSM-IV se introduce otra particularidad, siendo ahora necesario especificar si los
pacientes con TOC tienen o no pobre insight. Hasta el 1850 los fenmenos obsesivos eran
vistos como un tipo de locura.. Despus de 1850 fueron descritos como locura con insight
(Berrios, 1989). El reconocimiento del insight facilitaba la distincin conceptual entre psicosis y
neurosis. Reconociendo un tipo de fenmenos obsesivos con bajo insight, la DSM-W hace ms
dbil la posicin del TOC entre los trastornos por ansiedad. La ausencia de insight refuerza la
postura de aquellos que consideran el TOC como una enfermedad neurolgica.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
El trmino insight se refiere con frecuencia a la capacidad del individuo para reconocer sus
sntomas como anormales, la irracionalidad de las obsesiones y las compulsiones. En esta
descripcin del insight no se tiene en cuenta como el nivel de ansiedad o el estado de nimo
puede influir en la valoracin que el individuo hace acerca de sus sntomas. Es frecuente que los
individuos muy ansiosos o deprimidos hagan una valoracin ms desproporcionada de los
riesgos y de la eficacia de los rituales para evitar daos. Esto debera sertenido en cuenta ya que
algunos estudios indican que las funciones cognitivas superiores pueden estar comprometidas
durante los episodios agudos de ansiedad debido a una reduccin del flujo sanguneo cortical
(Zohar y cols., 1989). La fuerza de las creencias irracionales puede disminuir cuando mejora el
humor.
La clasificacin del TOC dentro de los trastornos por ansiedad no es clara. Las inconsistencias
en los estudios biolgicos, la alta tasa de comorbilidad, y los distintos niveles de insight en los
pacientes con TOC, hace que se considere un espectro independiente de trastornos obsesivos,
que .pueda reflejar ms adecuadamente las observaciones clnicas
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ALTERACIONES NEL7ROPSICOLGICAS EN EL TOC
El haber incluido a partir del siglo XIX el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) dentro de lo
conceptualizado psicodinmicamente como neurosis ha hecho que se retrase la investigacin
acerca de la posible participacin de un sustrato neurofisiolgico en este trastorno. Las teoras
biolgicas de los Trastornos Obsesivos (TO) surgieron en la dcada de los aos 20, cuando la
epidemia de encefalitis letrgica de Von Economo asol Europa observndose en los pacientes
secuelas asimilables a las manifestaciones obsesivas autnticas (Cumniings, 1985). La
ineficacia de los enfoques psicoteraputicos y, sobre todo, la comercializacin reciente en
Estados Unidos de la Clorimiprarnina y de otros frmacos relacionados con la serotonina (5-
Iii) ha iniciado en los ltimos aos la puesta en marcha de varios estudios de investigacin en
tomo a este trastorno con el propsito de demostrar la neuroquimica del TOC,
presumiblemente en relacin con la 5-HT, y la neurologa del TOC, que debera encajar en la
hiptesis de la 5-HT y en la opinin actual sobre los ganglios basales y los lbulos frontales
(Berrios, 1995). Los resultados positivos del tratamiento con Clorirnipramina en pacientes
obsesivos hizo que Yaryura-Tobas y cols. (1977) sugirieran la hiptesis serotoninrgica de
estos trastornos. Existen en la literatura argumentos slidos que respaldan la participacin
biolgica en la etiopatogenia de los TO (Vallejo, 1995) basados en:
Clnica. La patologa obsesiva se relaciona con frecuencia con otros trastornos en los que la
etiopatogenia biolgica es importante, como algunas enfermedades psquicas consideradas
endgenas ( la esquizofrenia, la melancola) u otras patologas de base neurolgica
(epilepsia, sndrome de Oiles de la Tourette, encefalitis.. .etc.) (Vallejo, 1995).
Gentica. Muchas investigaciones han investigado los factores genticos (Luxenburger,
1930; Lewis, 1936; Brown, 1942; Rudin, 1953; Kringlen, 1965; Alanen y cols., 1966; Lo,
1967; Carey, 1978; Rasmussen & Tsuang, 1986; McKeon & Murray, 1987). A pesar de que
estos estudios utilizan diferentes sistemas diagnsticos y diferentes tcnicas, muestran
similares resultados, El TOC parece afectar al 4,6% y 10 % de los padres de pacientes con
este trastorno en los primeros estudios, encontrndose aproximadamente los mismos
porcentajes en los estudios ms recientes (Macdonald, Murray & Clifford, 1992).
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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Wexberg (1929) sefial que los estados obsesivos se asociaban frecuentemente con ties,
tartamudeo, y otras conductas asociadas con dao cerebral y dficit mental. El autor consider que
los mecanismos que intervenan no eran un simple fallo en el control de los actos motores, sino
trastornos ms elevados de la coordinacin motora y en las funciones responsables de la actividad
psicomotora y de la realizacin de las tareas coordinadas. Schilder (1938) se adhiri a estas ideas y
present 7 casos de TOC en los que la exploracin neurolgica revelaba temblor moderado,
disminucin del movimiento de los brazos, facies rgida, acinesia e hipercinesia y actitud rgida en
flexin. El autor sugiri que estos rasgos orgnicos del TOC estaban asociados procesos
constitucionales, txicos e infecciosos, o con el trauma del parto. Sugiri dos mecanismos: por un
lado el descontrol de la flmcit5n motora, que provocaba la liberacin de energa motora, y por otro
lado una alteracin sutil de la conciencia que transformaba tal actividad en imgenes y otros
contenidos mentales.
En 1960 Mayer-Gross y cok describen los trastornos obsesivos como secuela comn de
encefalitis, enfermedadde Parkinson y traumatismo craneal Algn enkrmo -con tumor cerebral ha
desarroflado un sndrome parecido al TOC (Brickner y cols, 1940; Winski, 1933). Kettel y Marks
(1986) observaron en 2 pacientes el comienzo de un cuadro obsesivo-compulsivo inmediatamente
despus del inicio de una epilepsia. En la epilepsia del lbulo temporal se han observado
comportamientos repetitivos, estereotipados, similares a las compulsiones descritas en el TOC. Se
han observado tambin rasgos obsesivos marcados en estos pacientes en perodos intercrticos
(Behar y Fedio, 1977).. Grimshaw (1964) compar 103 casos diagnosticados de TOC y 105
controles con otras patologas psiquitricas y observ que el 19,4 % de los casos del grupo de
pacientes con TOC presentaban trastornos neurolgicos del tipo de Corea de Sydenham,
convulsiones del lactante, difteria, encefalitis, meningitis, herpes zoster, etc. En el grupo control
estos trastornos aparecan slo en un 7,6% de los casos.
Posteriormente han sido publicados estudios en los que se ha detectado un mayor nmero de
acontecimientos anormales en el parto, -en los s~tos diagnosticados de TOC, que en otros s@tos
control con otras enfermedades psiquitricas (Capstick y Seldrup, 1977; Kettle y Marks, 1986).
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u de Huntington son probablemente diferentes de las que podran guardar relacin con el TOC.
u3 esperado en pacientes con TOC, sugiriendo una posible alteracin en los ganglios basales.
Finalmente mencionar el trabajo de Berthier y cols. (1996) publicado recientemente. Estos autores
estudmron 13 pacientes que desarrollaron un TOC a dausa de una lesin cerebral focal y los
compararon con pacientes diagnosticados de TOC idioptico. Estudiaron la gravedad de los
smto mas, el cuadro clnico y las diferencias de realizacin de test neuropsicolgicos en cadauno de
los grupos comparados con sujetos normales. Los dos grupos de pacientes con TOC mostraron las
3 mismas caractersticas clnicas, gravedad de la psicopatologa y perfil de alteraciones
neuropsicolgicas. Comparados con los sujetos normales los pacientes con TOC mostraron dficit
3 cognitivos que afectaban a la atencin, a la fUncin intelectual, a la memoria, al recuerdo de
palabras, y ha fUnciones motoras y de ejecucin. Ocho de los trece pacientes con TOC adquirido
3 mostraron alteracin en la exploracin neurolgica, mientras que en el grupo con TOC idioptico
solo se encontraron alteraciones neurolgicas en 3 de los 13 pacientes. Los autores sugieren que el
1 TOC adquirido e idioptico comparten una patofisiologa comn y que el dao estructural en zonas
especficas de los circuitos fronto-lfmbicos-subcorticales pueden jugar un importante papel en la
3 patognesis del TOC adquirido.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
8. NEUROOUIMICA
Como ya se ha sealado, las hiptesis neuroquimicas se inician en 1977 con la propuesta por
parte de Yaryura-Tobias, del dficit serotoninrgico que relaciona los trastornos obsesivos con
una disminucin de la serotonina. Aunque en la actualidad la serotonina ocupa el lugar ms
importante dentro de las teoras fisiopatognicas del TOC, se estn estudiando tambin el papel
de otros neurotransmisores como la noradrenalina o la dopamina en este trastorno (Vallejo,
1995).
8a. SEROTONINA (5-HT)
La serotonina es una amina bigena perteneciente al grupo de las indolaniinas. A raz de su
descubrimiento en cerebro de mamferos (Amin y cols., 1954) se consider la posibilidad de
que pudiera actuar como neurotransmisor en el Sistema Nervioso Central (SNC). Hoy se sabe
que la 5-HT cumple los requisitos exigibles a un compuesto qumico para considerarlo como
neurotransmisor cerebral.
Vas serotoninrgicas
La utilizacin de las tcnicas bioqumicas de fluorescencia, as como de las mas recientes
tcnicas inmunocitolgicas, ha permitido la visualizacin de las diferentes vas serotoninrgicas
existentes en el SNC (Emerson, 1983). Los cuerpos celulares de las neuronas serotoninrgicas
estn localizados exclusivamente en el tronco cerebral: en grupos existentes en el bulbo,
protuberancia, y mesencfalo. Las clulas que originan las terminales serotoninrgicas en el
SNC se localizan fundamentalmente en los ncleos del rafe, un conjunto de ncleos cercanos a
la lnea media del tronco del encfalo. Desde los grupos del bulbo se proyectan fibras nerviosas
a la mdula espinal. El cerebelo recibe inervacin de grupos mesenceflicos y posiblemente
tambin de algn grupo de clulas de la protuberancia.
Las fibras serotoninrgicas ascendentes se pueden dividir en tres apartados: una va medial que
arranca del rafe protuberencial y mesenceflico y que inerva principalmente el hipotlamo y el
rea preptica; una va lateral que parte del rafe mesenceflico y que inerva fundamentalmente
las reas corticales; y una va ms lateral que arranca de los mismos ncleos mesenceflicos y
que inerva el sistema motor extrapirarnidal (Azmitia y Segal, 1978). En las clulas del rafe se
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Posteriormente se conocieron otros subtipos para el receptor 5-HT1 : 5-HTIA, 5-HT~, 5-HTic, y
5-HTu (Peroutka, 1988).
En cuanto a la localizacin y propiedades funcionales de los receptores se puede considerar la
siguiente clasificacin:
5-HT: Dentro de este grupo se encuentran:
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
trastornos psiquitricos.
5- HTin es un autorreceptor terminal en roedores, que acta inhibiendo la liberacin de 5-
HT. Se ha hallado en el subiculum, plido, sustancia negra.
U 5-HT1c: Se ha localizado en el plexo coroideo, cortex y regiones suborticales (Harrington y
cols., 1992>, incluyendo el estriado, la amgdala, el septum, el plido, y la sustancia negra
(Palacios, 1990). Hay una alta densidad de estos receptores en las clulas piramidales del
hipocampo, en las regiones CAl, CA2 y CA3. Partiendo de la distribucin del RNAm de
este receptor se ha hipotetizado que podra jugar un papel en la modulacin de la
neurotransmisin monoaminrgica central, en la elaboracin de la informacin sensorial, y
en la percepcin nociceptiva (Harrington y cols., 1992)
5-HTw Es un autorreceptor terminal en el hombre. Podra estar implicado en la regulacin
de la transmisin dopaminrgica. Se encuentra distribuido densamente en los ganglios
basales, sobre todo sustancia negra y plido, y tambin en el neocortex ( Harrington y cols.
1992).
5-HT2: Son receptores postsinpticos, abundantes en reas frontales e hipocampo. Se halla en
menor concentracin en el caudado, putamen, cuerpos mamilares, accumbens y gyrus
dentado ventral, regiones de la amgdala e hipotlamo. Cowen (1991) informa que algunos
tricdicos, como la imipraniina y la amitriptilina son antagonistas efectivos en este receptor y
que la mianserina lo es tambin en los 5-HT2y en los 5-HTK.
5-HT3: Se han hallado en el ncleo del tracto solitario, en regiones lmbicas (corteza
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ALTERACIONES NEUROPSJCOLL5GICASENEL TOC
entorrinal, hipocampo y amgdala) y otros lugares del SNC (hipotlamo caudal, neocortex,
cerebelo). An no se conocen datos que confirmen la existencia de subtipos en estos
receptores. Segn Cowen (1991) estos receptores podran estar implicados en refuerzos
conductuales, o al menos en la recompensa que facilitara la dependencia de ciertas
sustancias psicotrpicas. Este mismo autor informa de su capacidad para inhibir la liberacin
de acetilcolina.
5-HT4: An no se ha podido marcar con fiabilidad su localizacin cerebral (Harrington y
el ser humano y otras especies. La diferente nomenclatura viene dada por las diferentes
afinidades en la unin a frmacos (Hoyer y cols., 1994; Hamblin y cols., 1992). Adems de los
subtipos expuestos arriba, se conocen el 5-HIlE y el 5-HTw (Lewi & Moereels, 1994). Todos
los receptores 5-Hl1 estn acoplados negativamente a la adenilatociclasa, de forma que su
activacin inhibe la formacin de la adenilatociclasa. (Leysen y cols., 1996)
El grupo de receptores 5-Hl2 se ha subclasificado en 5-HT2A, 5-HT2B y 5-HT2c. Los receptores
de este grupo estn ligados a la fosfolipasa C. La estimulacin de estos receptores resulta en un
aumento en la formacin de inositol fosfatos. El 5-Hl3 es un receptor no ligado a la protena O,
esta ligado a un canal inico que permite el paso de cationes monovalentes.
Se han identificado otros subtipos de receptores 5-Hl acoplados a la protena O: 5-H14, 5-Hl5
y 5-1117. Los receptores 5-1114, 5-HT y 5-1117 se acoplan positivamente a la adenilatociclasa, al
estimularlos aumenta el nivel de AMPO (Leysen y cols., 1996). En ratas se han identificado dos
5~11T5A y el 5~11T5B En humanos slo se ha detectado el 5~11T5A
tipos de receptores 5-Hl~, el
(Rees y cols., 1995)
Hiptesis serotoninrgica.
En la actualidad tres lneas de estudio apoyan la hiptesis serotoninrgica en los trastornos
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Manipulacin farmacolEica de la serotonina. Zohar y cols. (1987b) han investigado los efectos
endocrinos y en la conducta tras la administracin de agonistas serotoninrgicos (m-
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
clorofenilpiperacina [mCPP]) a pacientes no tratados con TOC. Los agonistas son sustancias
que provocan una respuesta directa y medible al interactuar con los receptores serotoninrgicos.
El mCPP es un metabolito del trazodone que acta a nivel de receptores presinpticos de la
serotonina, sobre todo 5-HT~, provocando en seres humanos aumento en la temperatura, la
prolactinemia, la cortisolemia, y cambios conductuales en algunos casos ( Murphy y cols., 1989;
Zohar y Kindler, 1992). En el estudio mencionado se observ, que en relacin a sujetos sanos,
los pacientes con TOC no tratados se mostraron, tras la administracin de mCPP y no con
placebo, mas ansiosos, deprimidos, desconfiados, con pensamientos extraos y sensacin de
irrealidad o extraeza. Los pacientes experimentaron una exacerbacin de la sintomatologa. En
un estudio de seguimiento se admiistr mCPP y placebo a pacientes antes y despus del
tratamiento con clorimipramina (Zohar y cols., 1988). La readministracin de mCPP despus de
4 meses de tratamiento con clorimipramina no aument de forma significativa los sntomas
obsesivos y la ansiedad. Benkelfat y cols.(1989) observaron que los cambios provocados por
mCPP podran ser reversibles con un antagonista de los receptores de la serotonina como la
metergolina. Otros autores observan tambin un aumento en los sntomas obsesivos y la
ansiedad tras la administracin de mCPP (Hollander y cols., 1988; 1992; Pigott y cols., 1991).
En otros estudios, sin embargo, no se observ ningn cambio clnico (Charney y cols., 1988).
Los estudios sobre el aumento de prolactina y cortisol tras la administracin de mCPP son
tambin contradictorios (Hollander y cols., 1992; Zohar y cols., 1987a; Charney y cols., 1988).
El trabajo inicial de Zohar y cois. (1987a), pareca indicar que si los sntomas empeoraban al
aumentar la funcin serotoninrgica, la situacin basal del paciente podra ser de hiperactividad
en el sistema 5-Hl (Vallejo, 1995). Los estudios de estimulacin con mCPP a pacientes tras
someterse a tratamiento con inhibidores de la recaptacin de serotonina parece reforzar la
hiptesis de la hipersensibilidad serotoninrgica basal (Zohar y cols., 1988; Hollander y cols.,
1991). A pesar de estos resultados no se puede olvidar que algunos autores no encuentran en los
pacientes con TOC los cambios chicos descritos tras la administracin de mCPP (Charney y
cols., 1988).
Se han llevado a cabo estudios con otras sustancias para estudiar las hiptesis serotoninrgicas
desde la modificacin del funcionalismo de la 5-Hl. Se han utilizado agonistas como MK-212
(Bastani y cols., 1990), Ipsapirona (Lesch y cols., 1991), fenfuramina ( Hollander y cols., 1992;
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL WC
McBride y cols., 1992; Hewlett y cols., 1992; Lucey y cols., 1992, 1993). En estos estudios se
valoran las respuestas neuroendocrinas de los enfermos a estas sustancias en comparacin con
controles normales. Sin embargo los resultados no son siempre concordantes por lo que es
difcil extraer conclusiones.
La estimulacin con triptfano, precursor de la serotonina, no produce incrementos en la
prolactina, cortisol y hormona de crecimiento diferentes entre pacientes y sanos (Charney y
cois., 1988) La deplecin de triptfano mediante una dieta pobre en esta sustancia no produce
cambios clnicos en pacientes obsesivos (Delgado y cols., 1988) y su deplecin en pacientes en
tratamiento con fluvoxarnina no empeora los sntomas (Delgado y cols., 1989). Estos datos
contradicen la hiptesis de la alteracin de la funcin presinptica de 5-Hl en pacientes
obsesivos.
La hipersensibilidad clnica y la hiposensibilidad neuroendocrina que se desprende de la
estimulacin del sistema 5-Hl en algunos trabajos pudieran caracterizar algn tipo de
disfuncin serotoninrgica mediada por diferentes subtipos de receptor 5-Hl (Zohar y Kindler,
1992). Esta disfuncin podra ser primaria, adaptativa o compensatoria de anomalas en otros
sistemas de neurotransmisin.
No es posible explicar la fisiopatologa de este trastorno por los datos disponibles de
disrregulacin serotoninrgica, por lo que habr que considerar otros sistemas de
neurotransnsin, como el de la noradrenalina y la dopamina.
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ALTERACIONES NELIROPSICOLGICAS EN EL TOC
1991; Altemus y cols., 1992; Swedo y cols., 1992). En el trabajo de Swedo y cols. (1992) el
MHPCI en LCR se correlacionaba con las escalas de ansiedad.
Hollander y cols. (1988) observaron que la clonidina (agonista NR) administrada por va
intravenosa en dosis nica produca una reduccin importante de los sntomas obsesivos. El
mismo grupo confirm los resultados en un estudio posterior (Hollander, 1991). Lee y cols.
(1991) no confirman los efectos antiobsesivos de la clonidina.
Algunos autores han estudiado la respuesta de la OH a la clonidina siendo los resultados
contradictorios entre los diferentes estudios (Siever y cols., 1983; Lee y cols., 1990; Hollander y
cois., 1991b).
Se ha utilizado tambin la yohimbina (antagonista de los receptores a2 presinpticos que
incrementa la liberacin sinptica de NR) sin que se hallaran aumentos de MHPG o cambios
clnicos significativos en pacientes afectos de TOC frente a controles (Rasmussen y cols., 1987).
El lactato sdico y la cafena que son agentes provocadores de crisis de angustia en pacientes
angustiados por un mecanismo noradrenrgico, no producen, sin embargo, estos ataques en
pacientes obsesivos (Gorman y cols., 1985; Barr y cols., 1992).
En estudios con psicoestimulantes, p. ej. D-anfetamina, los resultados ofrecen un apoyo solo
parcial a la hiptesis noradrenrgica (bisel y cols., 1983b; Joife y Swinson, 1987; Joife y cols.,
1991).
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
solapaniiento.
En cuanto a los receptores, los dos subtipos tradicionalmente descritos, el Dl y el D2, tienen
una distribucin algo diferente en las estructuras cerebrales: el D2 es ms abundante en los
ganglios de la base, aunque tambin se encuentra en otras regiones como la lmbica, y el Dl se
presenta con mayor densidad en la corteza prefrontal y en la amgdala (Drevets y Raichle,
1992). El Dl est ligado a la estimulacin de la adenilciclasa y el D2 a su inhibicin. A estos
subtipos se han aadido dos subtipos ms, el D3 y el D4 (Martres y cols., 1992), abundantes
particularmente en el sistema lmbico.
No conocemos datos sobre intentos de analizar el estado de los receptores para la dopamina en
el TOC. Gelerenter y cols.(1990) descarta realizando un estudio gentico, que el trastorno de
Gilles de la Tourette, que se asocia con frecuencia al TOC, pueda estar ligado al receptor D2.
No hace referencia a si los pacientes padecan o no un TOC asociado.
Hiptesis dopaniinrgica
Goodman y cols. (1990) han aportado datos que sefialan una posible participacin de la
doparnina en el TOC: a) el aumento de la transmisin dopaminrgica (por anfetaminas,
bromocriptina, apomorfna, L-dopa) produce estereotipias en animales; b) se aprecia una
relacin de los sntomas obsesivos con determinadas enfermedades neurolgicas que conllevan
lesin de las vas dopaminrgicas (encefalitis de Von Economo y sndrome de Gilles de la
Tourette) c) la D-anfetamina mejora la sintomatologa obsesiva segn algn estudio (bisel y
cols., 1983b), d) McDougle y cols. (1990) publicaron un estudio en el que la asociacin de
neurolpticos y fluvoxamina fue eficaz en pacientes con obsesivos con tics y personalidades
esquizoides, resistentes al tratamiento con antidepresivos. Rosse y cols.(1993) han descrito
conductas compulsivas que aparecen asociadas al consumo de cocana no explicables
nicamente por la abstinencia, que podran relacionarse con el estmulo dopaminrgico inducido
por esta droga.
El grupo de Goodman (Goodman y cols., 1990, 1992) sugiere la posibilidad de interaccin
entre los sistemas de 5-Hl y DA, de forma que las neuronas serotoninrgicas de los ncleos del
rafe podran ejercer una accin inhibidora en las neuronas dopaminrgicas del cerebro medio, de
forma que las hiptesis neuroanatmicas del TOC que implican el circuito orbito-frontal sedan
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
compatibles con las hiptesis neuroquimicas que implican la 5-Hl y la DA, ya que los ganglios
basales reciben rica inervacin serotoninrgica y contienen fibras dopaminrgicas.
Pitman (1989) a partir de estudios animales sita en los ganglios basales la alteracin bsica del
TOC, que sera una supuesta hiperactividad dopaniinrgica del estriado.
La mayora de los datos que avalan la teora dopaminrgica han sido aportados por datos de
estudios con animales, con las limitaciones que esto conleva. Por otro lado no se ha encontrado
alteracin en los niveles de HVA, metabolito de la dopamina (Benkelfat y cols., 1991; Altemus
y cols.,1992; Swedo y cols., 1992a). Los estudios de estimulacin con psicoestimulantes (bisel y
cols., 1983b; Joife y Swinson, 1987; Joffe y cols.,1991; Lemus y cols.,1991) apuntan una
posible participacin de la DA, pero no permiten sacar conclusiones claras, ya que tambin
inciden en otros sistemas de neurotransmisin. Adems, los frmacos antipsicticos que inciden
especficamente en las vas de la DA no son eficaces en el TOC. Unicamente McDougle y cols.
(1990) han sugerido que estos frmacos pueden tener un efecto positivo sobre un subgrnpo de
pacientes obsesivos, lo cual no puede generalizarse al resto.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
intelectual (Cl) (Wechsler, 1955; Wechsler, 1981), el CI verbal result ser normal en los
pacientes obsesivos obteniendo en general peor rendimiento en los test manipulativos.
Algunos autores atribuyen este bajo rendimiento de los pacientes con TOC en la ejecucin de
los test manipulativos a la sintomatologa depresiva acompaante (Boone y cols., 1991;
Keller, 1989). Estos resultados sugieren alteraciones en el hemisferio derecho, sin embargo
otros factores podran explicar las dificultades en los test. Por ejemplo, la mayor parte de los
test manipulativos exigen que su realizacin se haga en un tiempo limitado, de forma que en
el TOC la ejecucin del test podra verse interferida, por lo que algunos autores denominan
como lentitud obsesiva, que puede interferir con la realizacin de estos test (Rachman &
Hodgson, 1980). No sera prudente inferir un dao en el hemisferio derecho slo por el
resultado en estos test considerados de forma aislada.
Los test utilizados para evaluar el funcionamiento intelectual global, en los que es necesario
utilizar la habilidad visuoespacial tambin ofrecen problemas para estos pacientes. Flor-
Henry y cols. (1979) y Zielinski, Taylor & Juzwin, (1991) usando las matrices de Rayen han
encontrado diferencias significativas entre los individuos con TOC y los sujetos controles.
bisel y cols. (1983a) no encontraron diferencias en el rendimiento de 18 pacientes con TOC y
sujetos normales en el Halstead-Reitan Battery.
Las inconsistencias en estos primeros estudios sobre las alteraciones neuropsicolgicas en
pacientes con TOC pueden ser explicadas por la heterogeneidad de este trastorno. Es posible
que la neurosis obsesiva represente el punto final de un continuum del espectro de los
trastornos obsesivo-compulsivos, y que los pacientes con ms datos de alteracin biolgica,
por ejemplo historia familiar de TOC (Boone et al, 1991), tengan tambin ms alteraciones
neuropsicolgicas. Es posible que ciertas manifestaciones del TOC se asocien a menos dao
intelectual que otras. Arts y cols. (1993) encontr que individuos con obsesiones y
compulsiones eran ms inteligentes que aquellos que nicamente presentaban obsesiones.
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AL TER,4ClONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGIC,4S EN EL TOC
conflicto. Los autores proponen un procesador automtico que aportara preferencia a uno de
los esquemas en conflicto en un momento determinado sobre la base de las prioridades previas
y las contingencias del ambiente. No obstante podemos sobrepasar la accin automtica y
focalizar conscientemente nuestra atencin en otra direccin. Propusieron entonces un
sistema atencional supervisor (SAS) al servicio de esta flmcin. Solo se recurre a este
sistema en determinadas situaciones, ya que su capacidad es limitada. Se recurre a l cuando
hay que planear y tomar decisiones, ante tareas nuevas o escasamente aprendidas. Se ha
sugerido tambin la relacin del SAS y los lbulos frontales aunque no se ha precisado esta
hiptesis (Barraqueri Bordas, 1992).
El asa articulatoria sera responsable de la retencin activa de la informacin basada en el
lenguaje. Utiliza el lenguaje subvocal para mantener la informacin en la conciencia el tiempo
deseado.
La va visuoespacial se tratara del sistema empleado por la persona en la creacin,
mantenimiento y manipulacin de imgenes visuales.
Estamos de acuerdo con la crtica realizada al modelo por Ruiz Vargas (1991). Este autor
admite la necesidad de un subsistema cognitivo que mantenga temporalmente la informacin y
que coordine su procesamiento mientras ejecuta tareas cognitivas complejas, pero pone en
duda el que este subsistema sea un sistema de memoria. Postula mas bien la existencia de un
subsistema cognitivo de trabajo. Dentro de esta conceptualizacin de las capacidades
descritas previamente como formando parte de un sistema cognitivo de trabajo, creemos que
deberan enmarcarse muchas de las alteraciones encontradas en el TOC en algunos de los
estudios descritos a contmuacin.
Se han publicado distintos trabajos en los que se observa una alteracin en las capacidades
mnsicas visoespaciales, tanto en lo que se refiere a este sistema subordinado que podra
parte de este subsistema cognitivo de trabajo, como en la memoria visuoespacial a largo
plazo en pacientes diagnosticados de TOC.
Se ha hipotetizado tambin una alteracin en el sistema ejecutivo frontal. Es bien conocida
en la clnica la dificultad que con frecuencia estos pacientes expresan a la hora de planificar y
tomar decisiones, sobre todo cuando son requeridas en un corto espacio de tiempo y requieren
probablemente la puesta en marcha del SAS descrito previamente.
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ALTERA ClONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
los pacientes medicados (n=9) y no medicados, se hizo un grupo conjunto. Los test empleados
y en los que se encontr diferencias estadisticamente significativas entre sanos y enfermos
fueron: el test de figuras recurrentes de Kimura (1963), para evaluar memoria visual a corto
plazo y los bloques de Corsi (Corsi, 1972) Encontraron que los pacientes presentaban peores
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
memory y la parte verbal del Continuous Paired Associates Test (CPAT-verbal)]; d) memoria
reciente no verbal (lbulo temporal derecho, rea mesial) (WMS Visual Reproduction y
CPAT-Designs] y e) funcin ejecutiva (prefrontal) j Booklet Category Test Sections 1-1V,
Porteus Maze Test, WCST, Controlled Oral Word Association Test and Design Fluency).
Adems los datos fueron recogidos de forma que se pudo evaluar la memoria inmediata verbal
(mediante WMS Digit Span) e inmediata no verbal (Block-Tapping immediate span).
Encuentran una alteracin en la memoria reciente no verbal, mientras que la puntuacin en los
test de memoria inmediata fue normal. No encuentran alteracin en la memoria verbal reciente,
ni en la inmediata. Sus resultados son consistentes con los de Boone y cols. (1991) y Zielinski
y cols., (1991) que sugieren que las alteraciones en el TOC son especificas del material no
verbal.
En un estudio reciente Aranowitz y cols. (en prensa) encontraron alteraciones en la memoria
visuoespacial a corto plazo en 31 pacientes ambulatorios diagnosticados de TOC, comparados
con 22 controles normales elegidos de la misma edad, sexo educacin y nivel ocupacional.
Utilizaron el Benton Visual Retention Test (BVRT)(Benton, 1974), en el que se presentan
una serie de figuras geomtricamente complejas que han de ser reproducidas tras ser
mostradas. Encontraron tambin diferencias con el Information subtest de la WAIS-R, una
medida de la memoria a largo plazo. El resultado de los test no mostr ninguna relacin con
los sntomas. Dirson y cols. (1995) replican estos resultados encontrando alteraciones en la
memoria visual reciente en 26 pacientes con TOC, con un normal flmcionamiento de la
memoria verbal.
Savage y cols. (1996) han publicado un estudio en el que examinan la memoria de
reconocimiento y de recuerdo. Examinaron 20 pacientes con TOC que mostraron un retraso
en recordar la informacin no verbal, aunque el reconocimiento fue normal. Interpretan los
resultados como una evidencia preliminar de una posible alteracin en la memoria utilizada
para recuperar recuerdos no verbales.
Previamente a estos trabajos se publicaron otros estudios realizados en sujetos normales con
sntomas aislados de tipo compulsivo o con personalidad anancstica. Los trabajos de
investigacin contemporneos en el funcionamiento de la memoria y los problemas obsesivos
comienzan con Sher, Frost y Otto (1983). Estos autores dividieron a una muestra de
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSCOLGICAS EN EL TOC
acciones como pudieran y si las acciones haban sido escritas, de observacin o realizadas. Los
sujetos comprobadores recordaron menos acciones y se mostraron ms confusos en la
asignacin de stas a una de las tres condiciones. En un segundo experimento los sujetos
vieron 2 pelculas de dibujos animados, tras las que tenan que recordar las acciones de los
protagonistas, no encontrndose diferencias entre grupos. Este hallazgo sugiere que la
dificultad est en recordar acciones en las que el sujetos tiene una participacin activa. A la luz
de los resultados los autores refieren que puede que no sea muy preciso referirse a las
compulsiones de comprobacin como completamente irracional.
Reed (1977) publica una serie de estudios en sujetos con personalidad anancstica
encontrando en estos sujetos una memoria superior en el subtest de recuerdo de dgitos de la
escala completa de Wechsler, que se emple en el estudio como un test de memoria inmediata,
aunque estas diferencias pueden ser atribuidas a factores atencionales (Reed, 1991). De hecho
estos resultados no han sido replicados en posteriores estudios (Boone y cols., 1991; Flor-
Henryycols., 1979).
En un estudio reciente, realizado tambin en sujetos normales, Roth y Baribeau (1996)
examinaron la relacin entre la comprobacin compulsiva y la realizacin de test en los que se
pone en juego las funciones mnsicas lbulo frontal y del lbulo temporal. Estudiaron 2
grupos de 14 sujetos cada uno divididos en comprobadores y no comprobadores segn la
puntuacin en la subescala de comprobacin de Maudsley Obsessional-Compulsive
Inventory. Los sujetos comprobadores mostraron significativamente menos habilidad para
controlar sus respuestas en los test frontales y una tendencia a tener mejor memoria
visuoespacial a largo plazo. Este aumento de la memoria visuoespacial en este trabajo en
pacientes comprobadores podra parecer contradictorio con las alteraciones en el rendimiento
visuoespacial observadas en pacientes con TOC en estudios previos. No olvidemos que la
muestra de sujetos de la mayora de los estudios en sujetos comprobadores son mdividuos
normales que no renen criterios para el diagnstico de TOC.
Los estudios expuestos en este apartado, especialmente los realizados en sujetos que reunan
criterios para el diagnstico de TOC, sugieren la presencia de un dficit en la memoria visual y
visuoespacial en estos pacientes. Las alteraciones descritas en las habilidades visuoespaciales,
unido al peor rendimiento en los test frontales que muestran los pacientes con TOC, podran
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
relacin con la clnica. En la mayor parte de los estudios expuestos los datos obtenidos en los
test neuropsicolgicos no guardan ninguna relacin con la severidad de los sntomas.
* La hiptesis del dficit mnsico puede dar lugar a dos interpretaciones: una en la que se
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ALTERACIONES NEUROPSCOLOGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
sistemticos repetidos de una categora de respuesta a otra. No obstante, una mala ejecucin
de este test puede atribuirse a un amplio rango de alteraciones: la dificultad para emparejar las
cartas, o la capacidad para coordinar todos los elementos necesarios para realizar la tarea
correctamente. La alteracin en la realizacin de este test se suele atribuir al dao en la parte
medial del lbulo frontal izquierdo (Drewe, 1974), aunque an no est clara la participacin de
cada hemisferio en su realizacin. (Taylor, 1979; Robinson y cols., 1980).
Lo ms caracterstico de los pacientes con dao frontal es la perseveracin. La perseveracin
consiste en clasificar las cartas de acuerdo a una regla previamente establecida, aunque se les
haga saber que esta regla ha cambiado. Se ha postulado que las perseveraciones representan la
dificultad del paciente para cambiar de una categora preestablecida a una nueva. Dentro de
este marco se ha considerado que las compulsiones y las conductas repetitivas que forman
parte del cuadro clnico del TOC podran ser consideradas como ejemplos de rigidez
conductual (Stuss & Benson, 1986), al igual que las perseveraciones.
Harvey (1987) adniinistr el WCST a 19 pacientes diagnosticados de TOC segn criterios
DSM m. Usando la versin modificada de Nelson encontr que los pacientes con TOC
perseveran significativamente ms que el grupo control. Es interesante destacar la relacin
hallada en este estudio entre el nmero de perseveraciones y la puntuacin en LOI, sugiriendo
una relacin sistemtica con la severidad de los sntomas.
Head, Bolton & Hymas (1989) adniinistr la versin modificada del WCST (Nelson, 1976) a
15 pacientes diagnosticados de TOC (DSM III) y 15 controles normales de la misma edad,
sexo, coeficiente intelectual (CI) verbal, aos de educacin y hemisferio dominante. Los
pacientes haban estado sintomticos durante al menos un ao y estaban libres de medicacin
en el momento del estudio. Aunque los pacientes mostraban una mezcla de sntomas la
seleccin no se hizo de forma aleatoria, incluyndose ms pacientes con sntomas obsesivos.
Los pacientes cometieron ms errores globalmente que los controles. El grupo de pacientes
tambin cometi mas errores perseverativos, contabilizados por los dos mtodos (Milner,
1964; Nelson, 1976). No se aportan datos en cuanto a la relacin de estas alteraciones y la
severidad de los sntomas.
Cox y cols. (1989) administr el WCST a 42 adolescentes con TOC y a un grupo de
controles emparejados por edad, sexo, raza, hemisferio dominante y CI. Se incluyeron los
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
pacientes que presentaban depresin secundaria a su trastorno. Se puntu el test segn los
criterios de Heaton (1981). Aunque los pacientes completaron menos categoras que los
sanos, ninguna de las medidas propuestas por Heaton present diferencias significativas. No se
hall relacin entre la gravedad de la sintomatologa clnica y las puntuaciones en el WCST.
Goodwin y cols.(1992) trataron de demostrar un rasgo de dficit en el cambio de serie de
sujetos sin alteraciones clnicas con elementos compulsivos de comprobacin (identificados
mediante el Maudsley Obsessional-Compulsive Inventory); en el WCST los sujetos
comprobadores realizaron ms errores totales y de perseverancia y necesitaron ms tiempo
para acabar la prueba. Christensen y cols. (1992) administraron el WCST (Milner, 1963) a 18
adultos no deprimidos con TOC y 18 controles emparejados. Se utiliz el nmero de
respuestas correctas globales como medida del rendimiento. Se realizaron dos anlisis
incluyendo y excluyendo los valores extremos (outliers) . Slo cuando eran incluidos se
hallaba significacin estadstica en la diferencia de respuestas correctas entre sanos y
enfermos. De nuevo no se hall ninguna significacin estadstica al relacionar la puntuacin en
el WCST y la gravedad de la sintomatologa.
Abbruzzese y cols (1995a) no encuentran alteraciones en la realizacin del WCST en una
muestra de 33 pacientes diagnosticados de TOC. Concluyen que sus resultados apoyan la no
evidencia de implicacin del lbulo frontal dorsolateral en la fisiopatogenia del TOC. En otro
estudio publicado por el mismo autor en el mismo ao (Abbruzzese y cols, 1995b), se sostiene
la hiptesis de una alteracin en la corteza orbitofrontal en pacientes con TOC. El
funcionamiento de ste rea se evalu con el object alternation test.
Gross-Isseroff realiza un estudio en 15 mujeres con TOC a las que administra el WCST y an
alternation learning task y compara su rendimiento con 15 controles normales de la misma
edad y sexo. Las pacientes mostraron significativamente peor rendimiento en alternation
learning task cuando se compararon a las controles normales y realizaron el WCST
significativamente ms despacio. Encontraron una correlacin positiva entre la severidad de
los sntomas y la realizacin de alternation learning task. Apuntan que en primates a los que
se les daa la corteza orbitofrontal se encuentran dficits similares, de lo que deducen que una
disfuncin en la corteza orbitofrontal podra explicar los dficit neuropsicolgicos observados
en el TOC.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Slo en uno de los estudios se encuentra relacin entre la realizacin del test y la gravedad de
la psicopatologa (Harvey, 1987), aunque en este estudio podra criticarse la forma en que se
realiza la evaluacin clnica. Se utiliza The Leyton Obssesional Inventory. Esta escala es de
compleja administracin, no incluye preguntas para detectar obsesiones de agresin, violencia
o temas religiosos. Tampoco se hace referencia a algunas compulsiones como la de andar lo
andado. Otra dificultad conceptual de este instrumento de medida se relaciona con la no
distincin de rasgos o de sntomas. Adems los datos sobre su validez y fiabilidad son
inconsistentes (Godman & Price, 1992; Yaryura-Tobias & Nerizoglu, 1983).
En publicaciones relativamente recientes se critica el test de Wisconsin como til para evaluar
fUncionamiento frontal como originalmente se pens (Van den Broek, Bradshaw & Szabadi,
1993).
En un intento de evitar algunos de los problemas planteados por el WCST, Veale y cols.
(segn se refleja en el libro de Taflis, 1995), han empleado el set shifting task incluida en el
Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery (CANTAB). El sujeto tiene que
distinguir entre dos estmulos entre los cuales slo uno es correcto. La realizacin de este test
refleja la capacidad de atender a un estmulo especifico y de cambiar la atencin cuando se
requiere. A diferencia del WCST no requiere emparejar estmulos. Adems Veale y cols.
sugieren que, a diferencia del WCST, las alteraciones en este test ocurren al margen de una
alteracin en la capacidad de planificar.
Veale y cols. incluyeron en su estudio 40 pacientes ingresados con diagnstico de TOC y 22
controles normales emparejados por edad, sexo, y CI verbal. En el estudio no se incluyeron
pacientes con miedos de contaminacin y rumiaciones en tomo a la limpieza ya que podran
tener escrpulos a la hora de tocar la pantalla del ordenador por miedo a la contaminacin.
Los pacientes mostraron alteracin significativa en las set shifting task (tareas que requieren
cambios rpidos en la atencin de un estmulo a otro), aunque los fallos en la tarea no mostr
ninguna relacin con la gravedad de los sntomas
Adems de lo expuesto previamente, Veale y cols (submitted) administraron la versin
CANTAR of te tower of London, un test de planificacin desarrollado por Shaflice
(Shallice, 1982), en el cual cada estmulo debe ser colocado desde la posicin inicial a la
posicin correcta en el menor nmero de movimientos sin error. La versin computerizada de
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
este test incluye otras medidas aparte del nmero de movimientos necesarios para llegar a la
posicin correcta: initial thinking time (el tiempo empleado entre la instruccin y el primer
movimiento ) y subsequent tbinkirg time ( el tiempo empleado en pensar tras el primer
movimiento). Veale y cols. sugieren que estos dos parmetros pueden reflejar bradipsiquia.
No se hallan diferencias significativas entre grupos en cuanto al nmero de respuestas
correctas. Cuando se consideraron los ensayos correctos los pacientes presentaron el mismo
valor para el initial thinkirg time y el subsequent thinking time. Sin embargo, cuando los
pacientes cometieron algn error, se observ que tardaban ms tiempo que los controles en
generar soluciones alternativas. De nuevo no se encontr ninguna correlacin con la gravedad
de los sntomas en el momento del estudio.
Los autores interpretaron los resultados como que los sujetos con TOC son ms rgidos, o
emplean ms tiempo en la bsqueda de soluciones alternativas y en asegurarse que el siguiente
movimiento ser correcto. En este estudio no se tiene en cuenta el nivel de ansiedad de los
pacientes, que puede interferir con los resultados (Tallis, Eysenck~ & Mathews, 1991;
Mikulincer, Kedem & Paz, 1990).
Otra forma de evaluar funcionamiento frontal es el empleo de test de fluencia verbal.
stos consisten en generar el mayor nmero de palabras posibles que con una caracterstica
determinada en un periodo de tiempo dado. Las alteraciones frontales, al margen de la
lateralidad tienden a alterar el resultado, sin embargo parece que la alteracin es ms
importante cuando el dao es frontal izquierdo. (Miceli y cois., 1981; Perret, 1974). La
repeticin de palabras se cree que refleja actividad perseverativa, aunque se puede atribuir a
una alteracin en la memoria a corto plazo del sujeto (Estes, 1974). Los set tesE son una
variacin de los test de fluencia verbal en los que el sujeto tiene que dar ejemplos de
categoras alternativas, por ejemplo animales y colores. La dificultad para cambiar de categora
rpidamente puede interferir con el resultado.
Head, Bolton & Hymas (1989) encontraron que los pacientes encontraban menos palabras
que los normales que empezaran por s, aunque no encontraron diferencias en cuanto a las
perseveraciones. Cliristensen y cols. (1992) encontraron que los pacientes con TOC tenan
peor rendimiento en el test de fluencia verbal, pero slo cuando se incluyeron los valores
extremos en el anlisis. Ninguno de estos autores encuentran relacin con la gravedad del
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AL TERACLONES NEIJROPSICOLGICAS EN EL TOC
cuadro clnico. Harvey (1987) administr el test de fluencia verbal alternativo, en el que hay
que cambiar de categora. Encontr que los pacientes que eran capaces de cambiar menos
veces de categora tenan una puntuacin en la escala LOI (Leyton Obsessional Inventory)
mayor. Estos test plantean, sin embargo, problemas de interpretacin ya que han de realizarse
en un tiempo limitado. El mal rendimiento puede estar ocasionado por la lentitud de los
pacientes con TOC y no ser un reflejo de dao frontal.
El Money Road Map Test (Money, 1976; Lezak, 1983) es un test de orientacin en las
direcciones. Butters, Soeldner & Fedio (1972) compararon el rendimiento en este test en 4
grupos de pacientes, con dao derecho parietal, temporal y dao izquierdo frontal o temporal.
Los pacientes con dao frontal izquierdo mostraron peor ejecucin del test. Este test requiere
habilidad para cambiar de direccin rpidamente y tener una buena capacidad visuoespacial
para imaginar los cambios de direccin.
Behar y cols (1984) administraron este test a 16 adolescentes diagnosticados de TOC y a 16
sujetos normales de la misma edad, sexo, CI. No se excluyeron los pacientes con depresin
secundaria. Los pacientes cometieron significativamente ms errores que los sujetos normales.
La puntuacin en el test no mostr relacin con el tamao de los ventrculos
cerebrales. Cox, Fedio & Rapoport (1989) realizaron el mismo estudio ampliando la muestra y
encontraron resultados similares.
Milner (1965, 1969) fue el primero en demostrar como el maze learning test podra ser
empleado para detectar la incapacidad de los pacientes frontales para realizar una instruccin
sencilla aunque la hallan comprendido verbalmente. Los sujetos tienen que recorrer un
laberinto de acuerdo a una norma establecida. Cuando suena el timbre, cambia la norma y el
sujeto tiene que encontrar de nuevo el camino correcto. Los sujetos con dao frontal tienden a
ignorar la seal y continuar por el camino incorrecto, cometiendo as ms errores. Esta
conducta puede ser un reflejo de la dificultad que se observa tambin en el WCST para
modificar las respuestas (Kolb & Whishaw, 1990), para encontrar un patrn de respuesta
alternativo cuando se comete un error. Si embargo se puede atribuir tambin a otros factores
como la dificultad para actuar segn una norma establecida, daos en la memoria
visuoespacial o en el fUncionamiento motor.
Behar y cols. (1984) y Cox y cols. (1989) encontraron que adolescentes con TOC mostraron
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Esta tarea requiere adems inhibir la respuesta inapropiada que correspondera a decir el color
que se ve, en lugar de leer la palabra escrita. Martinot (1990) encontr diferencias en la
realizacin de este test en pacientes con TOC, comparado con normales. El nivel de consumo
de glucosa en los estudios con PET de estos enfermos mostr que menor consumo se asociaba
con mas errores. Muchos de los pacientes de este estudio estaban medicados. Los resultados
del PET scan mostraron bipometabolismo cerebral en pacientes con TOC. En la mayora de
los estudios con PET se ha observado, sin embargo, bipermetabolismo, como veremos ms
adelante.
Conclusiones
Antes de evaluar los resultados de los test neuropsicolgicos en el TOC es necesario tener en
cuenta una serie de aspectos. El lbulo frontal representa un rea muy amplia del cerebro y el
dao del lbulo frontal ha sido asociado con un amplio rango de dficit cognitivos y
conductuales (Lezak, 1983). Por este motivo decir que el TOC est asociado de alguna
manera con alteraciones del lbulo frontal no tiene mucho sentido. Cualquier asociacin entre
el lbulo frontal y el fenmeno obsesivo ha de ser especifica para tener algn sentido.
Cuando los neuropsiclogos se refieren a test frontales se refieren a aquel grupo de test que
aparece alterado en pacientes con dao frontal. Esta alteracin se asocia a menudo con una
disminucin global del fUncionamiento reflejado en una disminucin de los niveles de actividad
biolgica ( Upadhyaya y cols., 1990). Los estudios de neuroimagen han demostrado que los
pacientes con TOC muestran exactamente el patrn contrario, es decir, muestran un aumento
del metabolismo en el ncleo caudado y el giro orbital. Baxter y cols. (1987) argumentan que
los pacientes con alteraciones frontales muestran caractersticas de personalidad
(desinbibici, ausencia de una preocupacin apropiada por otros) que son exactamente las
contrarias a los pacientes con TOC. A pesar de las diferencias encontradas entre pacientes con
alteraciones frontales y el TOC, los dos grupos se parecen en la presencia de una conducta
repetitiva o perseverativa. Sin embargo, no est claro que el presentar la misma alteracin en
los test neuropsicolgicos obedezca al mismo sustrato neurolgico. Es posible que la
hipofrontalidad y la hiperfrontalidad provoquen dficit en el cambio de patrn pero por
diferentes raznes.
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ALTERACIONES NEEJROPSICOLGICAS EN EL TOC
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AL TERA ClONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
No est claro como esta posible dificultad para el cambio de categora puede potenciar en el
paciente obsesivo conductas especificas como son la comprobacin y el lavado ritual. Si los
pacientes con TOC comparten un dficit con los pacientes frontales sera esperable que este
dficit afectara a un rango ms amplio de conductas. No se ha encontrado relacin entre los
dficit cognitivos frontales y la severidad de los sntomas. Slo podemos concluir que estos
dficit contribuyen en el mejor de los casos a la fisiopatogenia de los sntomas.
Estos resultados podran ser consistentes con las evidencias biolgicas, ya que el dao en los
ganglios basales se ha relacionado con la perseveracin (Mettler, 1955, Laplane y cok, 1989).
Es posible que los dficit en los ganglios basales, sobre todo en el caudado, se manifiesten
cognitivamente como disflinciones frontales, por ejemplo en test neuropsicolgicos, lo que ocurre
clnicamente con el dao subcortical manifestado como afasia sugestiva de deterioro frontal
(Daniasio y cok, 1982; Metter y cols., 1988, Laplaney cok, 1989).
Hay autores que opinan que los dflcits frontales hallados en diferentes estudios pueden ser
explicados nicamentepor el alto nivel de ansiedad que sufren los pacientes con TOC (Flett &
Blankstein, 1994).
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ALTERACIONES NEEJROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
10. NEUROFISIOLOGIA
LOa. Electroencefalografia.
Los estudios realizados sobre el electroencefalograma (EEG) de enfermos obsesivos encuentran,
en general, una mayor frecuencia de anormalidades que la poblacin general Una de las primeras
investigaciones realizadas a este respecto fe la de Pacefla y cok (1944), quienes observaron
anormalidades en 22 de 31 sujetos afectos de trastomo obsesivo, sin embargo estos datos no son
muy relevantes ya que los criterios diagnsticos en aquel momento no eran claros y tampoco
estaban normalizadas las tcnicas de registro.
Flor-Henry y cols (1979) estudiaron 11 pacientes con TOC e informaron de una disfuncin de la
regin frontotemporal delhemisferio dominante en estos pacientes sobre anlisis espectral del EEG,
deterioro cognitivo en el rendimiento de los test neuropsicolgicos y una alta prevalencia de
zurdos. Flor-Henry en 1983 sugiri que este sndrome sera secundario a una disflincin del lbulo
frontal dominante, con prdida de los procesos de inhibicin de los que ste es responsable.
Rapoport y cols (1981) seflalan una falta de dominancia del hemisferio izquierdo, como explicacin
de los resultados del EEG obtenidos durante el rendimiento verbal y la estimulacin auditiva
dictica, as como la alta incidencia de zurdos (44%) encontrados en la poblacin adolescente
estudiada por ellos.
bisel y cok (1982) llevaron a cabo registros EEG del sueo en 14 pacientes con TOC.
Encontraron patrones anormales del sueo en 9 de ellos, con una disminucin del tiempo total del
sueo en pacientes con TOC, mayor nmero de despenares, menor estadio 4 del sueo,
disminucin de la eficiencia de los movimientos oculares rpidos (REM) y acortamiento de la
latencia REM. Los autores llegaron a la conclusin de que tales anomalas eran semejantes a las
hafladas en un grupo de pacientes deprimidos de edades emparejadas con los primeros.
Jenike y Broadman, en 1984, estudian el EEG de 12 pacientes con TOC. Encuentran que en
cuatro de ellos hay alteraciones que describen como: lentitud ocasional de las ondas en ambas
regiones temporales de un paciente, paroxismos de ondas de alto voltaje en regiones
frontotemporales en otro; estos mismos paroxismos se encuentran en un tercero limitados a la
regin temporal derecha y, en el cuarto, lentitud frontotemporal bilateral. Estas anomalas
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
IDrake y cols. (1996) comparan los resultados del anlisis espectral de 20 pacientes con TOC que
no tomaban medicacin y 12 sujetos normales. Encontraron que la frecuencia a modal, la
frontales derechas e izquierdas, estaban reducidas en los pacientes en las regiones frontales. No
Ciesielski Beech y Gordon publicaron dos estudios (1981, 1983) en el que se analizan las
forma pasiva y con una tarea cognitiva. En ambos estudios una parte de los pacientes (4 en el
hiptesis de los autores es que la elaboracin de la informacin debera de estar alterada en estos
pacientes, que muestran notables dificultades en la toma de decisiones ante estmulos mnimos,
estmulos no relevantes. Hallan menor amplitud de los potenciales evocados visuales en pacientes
que en controles cuando se realiza una tarea cognitiva con mayor significacin para la N200 en el
amplitud y el acortamiento de la latencia en la onda N200 del potencial evocado visual semejante a
la que ocurre en enfermos psicticos, podra significar un trastorno en los estadios precoces de la
elaboracin de la informacin compleja, por falta de control inhibitorio (Ciesielki y cols, 1981;
Beechycols 1983).
Shagass y cols (1984) estudian los potenciales evocados somestsicos en pacientes con TOC,
esquizofrenia ~depresin mayor, encontrando de forma caracterstica en los pacientes con TOC,
que la amplitud media de la onda N60 era mayor, hallazgo que interpretan como una manifestacin
epilpticos (Williamson y cols, 1977). Shagass y cols (1984) tambin observan que la onda P90 en
el TOC es menor en el lado izquierdo, mientras que en el lado contralateral tiende a ser mayor, lo
que explican como una intervencin incrementada del hemisferio izquierdo en el TOC. Los valores
de la onda Nl 30 anterior eran ms altos, mientras que los valores posteriores tendan a ser mayores
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICJ4S EN EL TOC
1 que en otros grupos. Los resultados de la onda 1>90 contralateral y de la N130 anterior, parecan
apoyar la idea de una disfuncin frontal izquierda, con un dficit de los procesos inhibidores, tal
f como proponen Flor-Henry y cols (1 979;l 990) que, como hemos comentado previamente
encuentran un defecto frontal en el hemisferio dominante izquierdo en el anlisis espectral del EEC
I en un grupo de enfermos obsesivos, coincidiendo con un peor rendimiento en los test
psicomtricos.
1 Malloy y cols. (1989) compararon a 18 pacientes con TOC y a 18 controles examinando los
a potenciales evocados corticales en respuesta a una tarea (se les peda que presionasen un botn o
d~aran de hacerlo ante una orden que apareca en la pantalla). Encontraron que la amplitud de la
P300 era significativamente menor en la regin orbitofrontal y, posiblemente, tambin temporal
anterior, cuando la tarea a realizar era la inhibicin del acto motor por la orden de la pantalla. Al
1 comparar la P300 evocada por la tarea de inhibicin respecto la de realizacin del acto motor era
de mayor amplitud en reas frontales, lo que sugiere para os autores un papel inhibitorio en estas
areas. Las lesiones en el rea orbitomedial del lbulo frontal en animales causa dificultades para
inhibir patrones de respuesta previos cuando son inadecuados (Mishkin, 1964) y exageracin en la
respuesta emocional a situaciones que antes no viva como amenazantes (Butter et al, 1970). De
forma similar los pacientes con TOC tienen graves dificultades para inhibir rituales y pensamientos
3 obsesivos y desanollan una respuesta emocional inadecuada a situaciones inocuas que l vive como
amenazantes. Malloy y cok (1989) no encontraron diferencias significativas entre pacientes y
controles en los potenciales PIOO, NlOO, 1>200 niN200. La tcnica empleada ffie un anlisis de la
distribucin topogrfica de los potenciales evocados, pero por limitaciones tcnicas slo analizaron
el hemisferio izquierdo. Nueve de los pacientes del estudio reciban una medicacinque los autores
no especifican. Al comparar los sujetos medicados con los no medicados los autores no
encontraron diferencias. No se analizaron las caractersticas de los potenciales en el hemisferio
derecho y las diferencias en la lateralizacin. Los autores discuten la aparente discrepancia entre
unas amplitudes menores en la 1>300 en reas orbitofrontales y el mayor consumo de glucosa que se
observa en estas reas en sujetos con TOC en algunos estudios realizados con PET (Baxter y cok,
1987), aludiendo que este aumento de consumo no tiene por qu indicar una mayor eficiencia
neuronal. De hecho, Haier y cok (1988) informan que un mayor consumo de glucosa cerebral en
sujetos normales se asociaba con peor rendimiento en test de razonamiento abstracto. Otros
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AL TERI4ClONES NE(JROPSICOLGICAS EN EL TOC
1 estudios con PET han mostrado cmo el metabolism cerebralde la glucosa disminuye cuando una
determinada tarea se aprende, y por tanto se realiza de forma ms eficaz que en los primeros
E ensayos. El efecto de la medicacin no puede descartarse en los estudios antes citados.
Dada la importancia de la serotonina en el TOC (Insel, 1985; bisel, 1988), mencionaremos
I brevemente el trab~o de Heger y Juckel publicado en 1993. Los autores proponen que la
dependencia del componente Nl/P2 de la intensidad del estmulo auditivo, podra ser un mdicador
1 no invasivo de la actividad serotoninrgica. Los autores encuentran evidencias fisiolgicas y
farmacolgicas para afirmar que la amplitud del complejo Nl-P2 en respuesta a diferentes
I mtensidades del estmulo auditivo, depende de la inervacin serotoninrgica. Un tono
serotoninrgico basal bajo supondra que ante estmulos ms intensos en decibelios, se presentase
1
una mayor amplitud en microvoltios del PE, y que cuando este tono serotoninrgico aumenta, la
pendiente de incremento de voltaje del potencial en respuesta al incremento de la intensidad del
sonido es menor. El complejo Nl-P2 se origina en el cortex sensorial primario auditivo. Con un
anlisis de dipolos, los autores son capaces de diferenciar las aportaciones de la corteza auditiva
primaria y secundaria en su gnesis, demostrando en un estudio con 40 sujetos que la dependencia
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ALTERACIONES NELTROPSICOLOGICAS EN EL TOC
ya que precisamente en el rea donde estas ondas se generan aparecen las diferencias ms
importantes entre sanos y enfermos. Sugiere este autor que las diferencias observadas entre los dos
hemisfenos (solo en el lado derecho son significativos los hallazgos) pueden ser debidas a la
dominancia hemisfrica en los pacientes (tanto pacientes como controles eran diestros). La
coneccin de la amplitud con el tratamiento con ISRS de las diferencias es otro argumento a favor
de la fUncin serotoninrgka aumentada en el TOC.
Towey y cols. (1994) estudian la hiptesis de un trastorno de la atencin en el trastorno obsesivo-
compulsivo ([OC) midiendo potenciales evocados auditivos de larga latencia. Encuentran un
defleccin negativa relacionadacon la atencin (PN) de mayor amplitud, comienzo ms temprano y
mayor duracin en sujetos con TOC que en los controles normales. La PN se ha relacionado con
los mecanismos del lbulo frontal para controlar la atencin dirigida. El aumento de la PN en los
pacientes obsesivos puede explicarse por una hiperactivacin del lbulo frontal. Esta hiptesis es
consistente con la evidencia de hipermetabolismo en lbulo frontal en estos pacientes (Insel, 1992).
El aumento de PN en el TOC contrasta con la disminucin observada en pacientes esquizofrnicos
usando patrones de estimulacin auditiva selectiva similares.
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esta claro el significado de estos casos (Renios, 1995). Aylward y cols. (1996) han estudiado el
volumen del ncleo caudado y putamen con RMN en 24 pacientes y 21 controles sanos. No
hallaron ninguna evidencia de alteracin estructural en el ncleo caudado de los pacientes afectos
de TOC. Los pacientes de este estudio no presentaban aumento de los ventrculos cerebrales ni
disminucin del ncleo caudado. Explican las inconsistencias halladas en la literatura por la
heterogeneidad deltrastorno.
Jenike y cols. (1996) encuentran una reduccin de la sustancia blanca total en pacientes con TOC.
Observan tambin un aumento delvolumen total de la corteza y del volumen de los oprculos. La
severidad del cuadro clnico y las alteraciones en la memoria inmediata no verbal se correlacionan
con el volumen del oprculo.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Estudios con SPECT. Hay que tener en cuenta que la naturaleza comparativa y relativa de los
resultados obtenidos por este procedimiento los hace an ms susceptible de artefactos, y que,
segn se sabe, el mtodo de Xenon posee menos sensibilidad que el de la HMPAO (Renios, 1995).
Machlin y cok (1991) en un estudio con HMPAO haflaron que 10 sujetos con TOC tenan una
perfusin mediofrontal ms elevada que 8 controles. George y cols. (1992) estudiaron a 20
sujetos no medicados afectos del sndrome de Gules de la Tourette (ST), 10 de los cuales padecan
TOC comrbido, y a 8 controles. Los sujetos con ST presentaron un actividad elevada en la
corteza frontal/visual derecha, en comparacin con los controles. En el anlisis comparativo entre el
ST simple y el ST comrbido con TOC no se observaron diferencias significativas en cuanto al
flujo regional.
Abnant y cols. (1991) compararon 10 pacientes con TOC no deprimidos y 10 controles normales
por medio de un dispositivo especial para la obtencin de imgenes cerebrales con xenon-133 para
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
la medicin general del flujo sanguneo cerebral (FSCr) (en Renios, 1995). Se observ una
disminucin global del FSCr hemisfrico cortical en los pacientes, sobre todo en reas frontales.
Tras el tratamiento con clorimipramina, el FSCr medio para los hemisferios derecho e izquierdo
aument a valores que no eran significativamente diferentes a los controles. Se demostr una
con-elacin positiva tambin entre la puntuacin Yale-Brown para el TOC y los valores del FSCr
para el hemisferio izquierdo. Los autores concluyeron que el descenso cortical general del FSCr
que se observa en el TOC parece afectar las regiones anteriores y que las anomalas son reversibles
tras el tratamiento con clormprana.
Hollander y cols (1995) encuentran, sin embargo, un aumento en el flujo sanguneo cerebral
medida por el mtodo del Xel33 en 7 pacientes con TOC tras provocarles una exacerbacin de los
sntomas por la administracin oral de O,SmgKg de m CPP.
Rubn y cok(1992) compararon a 10 sujetos con TOC y 10 controles normales. No hubo
diferencias entre estos grupos. Sin embargo, los autores encontraron con-elacin entre los valores
del FSCr y la gravedad de los sntomas. En un estudio posterior (1995) estos autores encuentran
aumento en la captacin de HMPAO en 8 pacientes con TOC, previo al tratamiento en la corteza
orbitofrontal, posterofrontal, y corteza parietal dorsal, de forma bilateral comparados con sujetos
normales. Durante el tratamiento este aumento desapareci mostrando los pacientes una tasa de
captacin similar a la de los sujetos normales. En el estudio realizado previo al tratamiento se
observ en los pacientes afectos de TOC una disminucin en la captacin de HMPAO en ambos
ncleos caudados, reduccin que persisti durante el tratamiento.
Molina y cois en 1994 publican un estudio realizado con SPECT en siete pacientes diagnosticados
de TOC segn los criterios de la DSM-LU-R Observaron hiperactividad de la regin frontal
anterior derecha, incluyendo el rea orbitofrontal, y de los ganglios basales, de predominio derecho,
as como menor perfusin en regiones hemisfricas posteriores izquierdas. Con el tratamiento se
corrigi el hipermetabolismo. Estos mismos autores publican en el ao 1995 en el que estudiaron 4
pacientes con SPECT y EEG antes y despus del tratamiento. Observaron un aumento en la
potencia elctrica global, 13 y O junto con un aumento en la perfusin de las reas frontales.
Tambin haflaron un aumento de la potencia 8 en regiones frontales y temporales derechas, junto a
un aumento en la perfUsin de ganglio basal derecho.
Hanis (1994), en un estudio con SPEU1? y RMN, para localizar las anormalidades de perfusin
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
en el TOC en 10 pacientes, observan que: los pacientes afectos de TOC, tienen un aumento
significativo de la perfusin en regin mediofrontal y corteza frontal derecha y en cerebelo; y una
disminucin significativa de la perfusin en la corteza de asociacin visual derecha. No encontraron
diferencias en la perfusin de los ganglios basales respecto a los controles.
Lucey J.V. y cok (1995) en un estudio con SPECT en 30 pacientes con TOC en rgimen
ambulatorio, encuentran reducciones en el flujo sanguneo cerebral (tcnica de 99mTc-HMPAO)
en los pacientes en relacin a los controles normales en 7 reas cerebrales: corteza frontal superior
derecha e izquierda, corteza frontal inferior derecha, corteza temporal izquierda, corteza parietal
izquierda, ncleo caudado y tlamo derechos Las diferencias regionales no Rieron secundarias a
una disminucin global en la perfusin en los pacientes La disminucin del flujo sanguneo en la
regin frontal inferior derecha se conelacion positivamente con la gravedad de la sintomatologa.
Los autores encontraron relacin entre los aspectos clnicos relacionados con el problema obsesivo
con una correlacin negativa estadsticamente significativa con el flujo en cortex frontal inferior
izquierdo, frontal medial y parietal derecho. Las caracteristicas relacionadas con la ansiedad y la
conducta evitativa se correlacionaron positivamente con corteza frontal superior derecha e
izquierda, frontal inferior derecha, frontal medial y lbulo caudado y tlamo derecho e izquierdo.
De esta forma distinguen dos patrones funcionales de distribucin del flujo sanguneo cerebral
diferentes dependiendo de las distintas dimensiones clnicas.
Entre los estudios con PET encontramos en primer lugar el estudio publicado por Baxter y cok
(1987) en el que compararon 14 pacientes con TOC, 14 pacientes con depresin unipolar y 14
controles. Observaron que en los pacientes con TOC las tasas metablicas absolutas estaban
significativamente aumentadas en la circunvolucin orbitaria izquierda y en ambos ncleos
caudados. La tasa metablica en dicha circunvolucin, en relacin con la tasa del hemisferio
homolateral, se hallaba tambin significativamente aumentada en comparacin con los controles y
los sujetos afectos de depresin unipolar. Esta tasa permaneci elevada despus del tratamiento
farmacolgico. Baxter y cols. publicaron similares resultados en 1988 comparando TOC y sujetos
normales. El grupo de enfermos mostr un aumento del metabolismo en la totalidad de los
hemisferios cerebrales, en la cabeza del ncleo caudado y en el giro orbital En 1989 Baxter y cok
compararon 10 sujetos con depresiones unipolares, 10 con depresiones bipolares, 10 afectos de
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AL TERAClONES NEUROPSICOLOGICJ4S EN EL TOC
TOC con depresin secundaria, 14 con TOC sin depresin importante y 12 controles. Observaron
que las cifras medias de la tasa metablica de la glucosa en la corteza anterolateral dorsal izquierda,
divididas por las de la tasa global en el hemisferio homolateral, eran ms elevadas en el TOC sin
depresin. Los resultados obtenidos en el hemisferio derecho fueron similares. En 1992 estos
mismos autores observaron en 9 sujetos con TOC un aumento del metabolismo de la cabeza del
ncleo caudado en un estudio con PET. Este aumento se correlacionaba bien con el estado clnico
y se correga con el tratamiento disminuyendo la tasa metablica cerebral local de la glucosa en el
ncleo candado significativamente despus del tratamiento con fluoxetina o con terapia conductual.
Renios (1995) critica este trabajo por el pequeo tamao de la muestra, por la ausencia de
correcciones en numerosas correlaciones, y que la mayora de los pacientes haba sufrido
antenormente depresin importante. En este caso hubiera sido til considerar un grupo de
depresivos sin TOC como controles, ya que los cambios observados podran estar causados por la
depresin sin relacinalguna con el TOC.
Swedo y cols. (1989b) compararon tambin pacientes con TOC y sujetos normales y encontraron
un aumento del metabolismo de la glucosa en la regin orbital izquierda y regin sensoriomotora
derecha ybilateralmente en el giro anterior cingular y rea prefrontal latera]. Nordahl y cok (1989)
compararon a 8 pacientes no deprimidos con TOC y 30 controles y observaron en los pacientes un
metabolismo normalizado regional ms intenso, tanto en la corteza orbitaria frontal derecha como
en la corteza orbitaria frontal antenor izquierda. Benkelfat y cols (1990), pertenecientes al mismo
grupo investigador, comparan en un estudio con PET los resultados de pacientes con TOC sin
tratamiento y otros tratados con clorimipramina. La comparacin de los valores del metabolismo
cerebral local de ambos grupos muestra una disminucin relativa en regiones de la corteza orbital
frontal y en el ncleo candado izquierdo, y un aumento en otras reas de los ganglios basales,
incluyendo el putamen anterior derecho. Al comparar los datos de pacientes que responden bien a
clorimipramina con los que no responden, se encuentran disminuciones significativas nicamente en
el ncleo caudado izquierdo de pacientes que responden bien. Estos autores sugieren que la mejora
observada con clorimipramina en los sntomas obsesivo-compulsivos se asocia con el retorno del
metabolismo regional cerebral a un nivel ms cercano a la normalidad, en las reas de la corteza
orbital frontal y los ncleos caudados. Observaron que el aumento del metabolismo medio en el
caudado izquierdo se asociaba con la mejora de los sntomas obsesivo-compulsivos, pero no con la
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
flujo sanguneo cerebral. McGuire y cok (1994) emplearon la tecnologa PET en 12 ocasiones
realizando cada- scan a la vez que con un estmulo se consegua en el sujeto diferentes niveles en la
intensidad del sntoma. Se hallaron correlaciones positivas significativas entre la intensidad del
sntoma y el flujo sanguneo cerebral en el giro frontal derecho inferior, ncleo caudado, putamen.,
globo plido, y tlamo, e hipocampo izquierdo y giro cingular posterior. Fueron evidentes las
correlaciones negativas en el cortex prefrontal superior derecho y en la unin temporoparietal sobre
todo en el hemisferio derecho. Los autores concluyeron que el aumento del flujo sanguneo cerebral
en la corteza orbitofrontal, estriado, globo plido y tlamo se relacion con el impulso a realizar
rituales, mientras que en el hipocampo y corteza cingular posterior corresponde a la ansiedad que
los acompaa.
Perani y cols. (1995) observaron en 11 sujetos con TOC no tratados un aumento del metabolismo
cerebral regional de la glucosa en el cngulo, tlamo y complejo plido-putamen. Despus del
tratamiento se observ un descenso del metabolismo en estas reas. Las variaciones en el
metabolismo cerebral se correlacionaron con la gravedad del cuadro clnico. -
En un estudio muy reciente publicado por Schwartz y cols. (1996) se han estudiado 9 pacientes
con TOC con PET antes y despus de someterles durante 10 semana a una terapia de modificacin
de conducta. Examinan los resultados de forma aislada y junto a los que obtuvieron en un estudio
previo. Encuentran que los pacientes respondedores al tratamiento de modificacin de conducta
muestran una disminucin bilateral del metabolismo de la glucosa en el ncleo caudado de forma
bilateral, mayores que las observadas en los no respondedores. Los autores concluyen que el
sistema prefrontal cortico-estrio-talmico est implicado en la mediacin de los sntomas obsesivo-
compulsivos.
Cottraux y cok (1996) han realizado un estudio con PET en 10 pacientes diagnosticados de TOC,
observando las diferencias en el patrn de actividad metablica segn se le presentan al sujeto un
estimulo auditivo sin significacin o con contenido obsesivo. Los pacientes no estaban deprimidos y
mostraban sobre todo rituales de comprobacin Se emparejaron con 10 sujetos normales de la
misma edad y sexo. Bajo estimulacin de contenido obsesivo se observ actividad en zona
temporal superior y orbitofrontal en los pacientes pero no en los controles normales. Los sujetos
normales mostraron un mayor aumento del flujo sanguneo en tlamo y putamen comparando los
estados de reposo y estimulacin, mientras que en los pacientes se encontr en regin temporal
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
superior.. Cuando el estmulo neutro se present en primer lugar, los sujetos normales mostraron
un mayor flujo sanguneo en la regin del caudado. Concluyen que su estudio sugiere
anormalidades especficas en el procesamiento de la informacin en los ganglios basales y
estructuras temporales en los pacientes con rituales de comprobacin.
Cabe destacar un estudio publicado en 1996 por Breiter y cok con Resonada Magntica
Funcional en el que observan un patrn de hiperactivacin en el 70% de los pacientes de la
muestra (n=l0) en corteza medial orbitofrontal, lateral frontal, temporal anterior, cngulo anterior
as como caudado, ncleo lenticulado y amgdala. Estos resultados son consistentes con los
hallazgos en estudios previos con SPECT y PET.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
12c. Conclusiones
Aunque algunos resultados han sido inconclusos o inconsistentes, hay bastantes evidencias de que
en el TOC existe una anormalidad fronto-estriatal. En lo expuesto anteriormente encontramos que
el aumento de la actividad frontal ha sido el hallazgo ms consistente en los estudios de
neuroimagen del TOC. Aunque la localizacin cortical precisa vara de un estudio a otro,
aproximadamente todos han encontrado hiperfrontalidad en zona medial derecha y/u orbital de la
regin frontal, excepto el trabajo de Martinot y cok (1990). Estos autores encontraron
bipometabolismo global de la sustancia gris e hipometabolismo normalizado en la corteza prefrontal
lateral. Los autores argumentan esta discrepanciaporque su muestra es de pacientes de mayor edad
comparado con otras muestras y con una duracin de la enfermedad mayor (18 aos de media). En
este estudio se incluy tambin el estudio una vez mejorada la sintomatologa, encontrando un
aumento en el metabolismo de la glucosa. Uno de los pacientes recay y en el scan realizado se
observ nuevamente dismmucin en el metabolismo cerebral
No est claro si las anormalidades observadas en el PET y SPECT son causa o efecto de la
enfermedad. El aumento en la actividad frontal, en especial en la regin orbitofrontal, se ha
relacionado con un alto sentido de la responsabilidad, que da lugar a la aparicin de sentimientos de
culpa, rigidez, respuestas afectivas desproporcionadas (Insel y Winslow, 1990). Por las
proyecciones corticales excitatorias glutamatrgicas al estriado, se desencadenan los actos motores
repetitivos y las conductas rituales observadas en este trastorno. En el siguiente apartado
explicaremos ms detenidamente estas conexiones.
Es importante destacar que las reas cerebrales implicadas en los estudios descritos son ricas en
proyecciones serotoninrgicas. Las vas serotoninrgicas proyectan al cortex frontal a travs del
estriado y el cngulo anterior (Molliver,1987). Es posible que exista una relacin entre estas
anormalidades frontales y una disflincin serotoninrgica, lo que ha sido sugerido como uno de los
factores responsables de la fisiopatologa del TOC (Barr y cok, 1992). Esta disfimcin
serotoninrgica explica la buena respuesta de este trastorno a frmacos con accin selectiva sobre
este neurotransmisor (Zohar e bisel, 1987).
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
La hiptesis anatmica considerada mas plausible para explicar la fisiopatogenia del TOC
incluye la participacin de las siguientes estructuras: los lbulos frontales (Khanna, 1988), los
ganglios basales (Wise y Rapoport, 1989; Rapoport y Wise, 1988; Rapoport, 1990), o ambas
estructuras (Hantouche y cols., 1990; Insel, 1992; Insel y Winslow, 1992; Otto, 1992; Baxter,
1992; Baxter y cols., 1992; Rauch y Jenike, 1993). Se cree que las conexiones que existen entre
estas estructuras forman un circuito que constituye la base de los fenmenos psicolgicos, cuya
disfuncin darla lugar al sntoma.
Hasta la fecha las pruebas ms evidentes de las alteraciones en los lbulos frontales son las
aportadas por los estudios de neuroimagen que muestran una menor actividad en la corteza
orbitofrontal derecha (Benkelfat y cols., 1990) en la corteza frontal media (Hoehn-Saric y cols.,
1991), y en la corteza orbitofrontal de ambos lados (Swedo y cols., 1992b). Como hemos
comentado previamente se puede sospechar una alteracin en la funcin del lbulo frontal por
los datos de los test neuropsicolgicos.
Talairach y cols. (1973) realizaron un estudio en el que, estimulando la corteza cingulada, se
provocaba en el individuo movimientos repetitivos y emociones que el sujeto senta como
ajenas, parecidas a los rituales obsesivos. Oray Walter (1977), apoyndose en estudios de
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
informacin sensorial y posiblemente con el cognitivo tambin. De mayor inters es que las lesiones
del caudado, de la parte que recibe proyecciones desde el cortex frontal dorsolateral y reas
orbitales, tiende a producir dificultades perseverativas parecidas en los animales (Baxter, 1 990a).
Laplane y cok (1989) describieron conductas estereotipadas carentes de finalidad en las lesiones
bilaterales de los ganglios basales. Rauch y Jenike (1993) afirman que los ganglios basales estn
relacionados con el sndrome de Chiles de la Tourette, con la Corea de Sydenham o con otros
U trastornos del movimientos todos los cuales estn estrechamente relacionados con el TOC. En
los estudios PET se observa aumento (Baxter y cok, 1988) o disminucin (Baxter y cok, 1992)
de actividad en el ncleo caudado derecho; y disminucin de actividad en el ncleo caudado
izquierdo (Benkelfat, 1990). Saint-Cyr y cols (1995) observaron que los pacientes con TOC
precisan ms prctica o ms ayudas externas en la resolucin de tareas cognitivas y de solucin de
problemas. Argumentan que la posible alteracin en los ganglios basales en esta patologa podra
condicionar las conductas compulsivas, las obsesiones y rituales.
Aunque se han realizado esfuerzos para dar sentido a estos hallazgos, sigue sin resolverse cmo
pueden compatibilizarse entre s y con los hallazgos de PET relativos a los cambios en los lbulos
frontales.
Un modo de lograr dicha compatibilidad sera describir un modelo que diera coherencia a estos
hallazgos, as como a las modificaciones observadas en las tcnicas funcionales despus del
tratamiento (Berrios, 1995).
Alexander (1986) describe un circuito que incluira las estructuras mencionadas: el cortex
orbitofrontal, el caudado, el plido, la pars reticulata de la sustancia negra, y los ncleos talmicos
ventromedial y mediodorsal. En los lugares propuestos la alteracin de subestructuras significativas
estriatales conducira a la produccin de las obsesiones, compulsiones y tics observados en el TOC.
La descripcin de este circuito se complica ms considerando los estudios que sugieren una
asimetra flmcional; de este modo se ha culpado a uno u otro hemisferio de ser la base del trastorno
primario en el TOC (Berrios, 1995). Los circuitos neuronales relevantes en el TOC, se
esquematizan de la siguiente forma:
- Proyecciones glutaniatrgicas excitatorias desde la corteza al estriado.
- Proyecciones GABArgicas inhibitorias desde el estriado al globos pallidus
- Proyecciones inhibitorias <ABArgicas del globus paflidus al tlamo.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
empiezan a descargar, inhibiendo de este modo a las clulas del plido que proyectan al tlamo. La
supresin de la entrada inhibitoria al tlamo liben los circuitos talamocorticales lo que permite la
respuesta comportamental normal. Sila entrada sensorial dice que algo que estamos tocando est
sucio, un grupo de clulas del estriado reconoce esta informacin sensorial y descarga
vigorosamente al plido que queda as inhibido. De esta forma disminuye la actividad eferente
inhibitoria del plido, liberando al tlamo. Se liberan los circuitos tlamocorticales que permiten la
respuesta comportamental normal (retirar la mano). Una exageracin de esta inhibicin producira
una liberacin cortical que conllevara hiperactividad y la ejecucin desproporcionada de estos
actos motores, como se observa en los pacientes afectosde TOC.
Existira una va de activacin de este circuito originada en la corteza cingular anterior, que
transmitira al mismo grupo celular del plido a travs de un grupo celular distinto al de las
neuronas del estriado. El cortex cingular parece relacionado con la generacin de conductas en
ausencia de seflales sensoriales apropiadas. Este circuito provee una seal siempre que el animal
tiene que realizar un acto debido exclusivamente a motivacin interna. Si las seales desde la
corteza cingular al estriado convergen en el mismo grupo celular del plido (responsable de
producir comportamientos tpicos de la especie), entonces la activacin del cortex cingular servir
para liberar el comportamiento sin un estmulo sensorial apropiado. En el anterior ejemplo
retiraramos la mano sin que hubiese datos sensoriales de esta necesidad.
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ALTERACIONES NEUROPSCOLGICAS EN EL TOC
individual a esos contenidos no inhibidos. Los esfuerzos para combatir los impulsos obsesivos son
de naturaleza cortical, resultando en pensamientos supersticiosos, rituales o conductas evitativas. El
lugar de esta respuesta cortical es la regin orbital del lbulo frontal, que no est afectada por la
patologa pero que se biperactiva de forma compensatoria.
La segunda teora propuesta por Baxter y cols (1992) evita los conceptos enunciados previamente
de la represin del caudado y la compensacin del cngulo. Proponen un modelo de circuito
reverberante. Los circuitos eferentes desde la regin orbital al ncleo caudado aumentan la
inhibicin del plido. La inhibicin del plido reduce la inhibicin del tlamo haciendo que esta
estructura active la regin orbital. Las conexiones excitatorias entre el tlamo y la regin orbital del
lbulo frontal hace que el circuito serealimente y sea dificil interrumpirlo.
Esta 28 teora est muy relacionada con la teora de bisel & Winslow (1990) que sugieren que el
TOC es un ejemplo de hiperfrontalidad, representando lo contrario al sndrome frontal. De nuevo,
las conexiones excitatorias e inhibitorias entre la corteza, el ncleo caudado y el tlamo estn
implicadas en la formacin de un circuito corticoestriatal hiperactivo. De acuerdo con bisel &
Winslow, la hiperfrontalidad se asociara con el aumento de la preocupacin y la culpa
(especialmente implicada la corteza orbital), y la rigidez en los juicios. El aumento en la actividad
del estriado se cree que tiene que ver con la emergencia de subrutinas repetitivas (MacLean, 1978)
o hbitos como la comprobacin o el arreglarse.
Rapoport and cok. (Wise & Rapoport, 1989; Rapoport, 1991) ofrecieron el primer modelo
neuroetiolgico del TOC. Este autor sugiere que el TOC representa una activacin inapropiada o
una liberacin de patrones fijos de accin En el modelo de Rapoport es importante la
consideracin de dos concepciones diferentes en el funcionamiento de los ganglios basales. En
primer lugar los ganglios basales han sido considerados como el lugar donde se almacenan los
programas motores innatos (Greenberg, MacLean & Ferguson, 1979; MacLean 1978; Murphy,
MacLean & Hamilton, 1981); en segundo lugar los ganglios basales tienen, al menos en parte la
fimcin de puerta de entrada de los estmulos sensoriales que nos llegan (Caligiuri & Abbs, 1987;
Schneider, 1984).
Una importante caracterstica del modelo de Rapoport es la convergencia de dos estaciones en la
recepcin de las aferencias que llegan al estriado, la zona ventromedial del ncleo caudado y el
ncleo accunabens. Una de las aferencias proviene de las reas corticales de asociacin y se piensa
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
que est implicada en el reconocimiento de objetos y sonidos (p.ej. la zona temporal superior e
inferior). La otra procede de la corteza cingulada anterior y la corteza orbitofrontal. Rapoport
sugiere que el estriado incluye grupos de clulas que actan como detectores de estmulos. Postula
esta autora tambin la existencia de otro engranaje en el estriado que constituira un detector de la
motivacin interna. La activacin del cingulo-detector de la motivacin interna sera el responsable
de la conducta compulsiva. Estos engranajes juegan un importante papel en el funcionamiento del
circuito frontoestriado.
Segn Rapoport, el aparato sensorial transmite la informacin al cortex y de aqu al estriado. Si el
estmulo es similar a la informacin almacenada en el estriado, entonces las clulas del estriado
comienzan a descargar, inhibiendo as las clulas delplido que proyectan al tlamo. Un ejemplo es
el reconocimiento de la suciedad. Si la informacin sensorial al estriado indica que las manos estn
sucias, un programa estriatal innato reconoce este input como suciedad. Este grupo de clulas
comienza entonces a descargar vigorosamente y frena la descarga tnica de las clulas del plido
que normalmente inhiben a las clulas talmicas. De esta forma se liberan los circuitos
talamocorticales que provocan la respuesta conductual normal a las manos sucias que es lavrselas.
(Rapoport, l99l,p.87)
El segundo circuito convergente se origina en la corteza cingular anterior y transmite al mismo
grupo de clulas del plido a travs de un grupo diferente de neuronas estriatales. Este circuito
origina una seal cuando el individuo realiza una conducta debido exclusivamente a motivaciones
internas. Cuando las seales desde la corteza cingulada al estriado convergen en un grupo de
clulas del plido, la conducta puede ser liberada en ausencia de estmulo sensorial., De esta forma
el lavado de manos podra ser desencadenado por este detector de la motivacin interna aunque
no se observe suciedad. Una hiperactividad en el cngulo o el estriado potenciara este circuito.
Rapoport sugiere que argumentos similares podran ser utilizados referidos a las funciones
cognitivas de los ganglios basales en relacin a los pensamientos obsesivos.
Las teoras frontoestriatales son consistentes con las teoras serotoninrgicas y los resultados de la
psicociruga. Los estudios en animales sugieren que las concentraciones de serotonina y su receptor
5 HT-2 son altas en el ncleo caudado y accumbens (Pazos & Palacios, 1985). El estriado recibe
densas proyecciones serotoninrgicas desde el rafe dorsal (Molliver, 1987).
La cingulotoma anterior (Whitty y cols., 1952) consiste en la escisin bilateral de la porcin
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
anterior del giro cingulado. En la tractotoma subcaudada (Knight, 1964), las lesiones serealizan
en la corteza orbital de forma bilateral, ventral hacia la cabeza del ncleo caudado. La leucotoma
lmbica (Kelly, 1980) combina lesiones bilaterales en las reas orbitofrontales con lesiones
bilaterales en el cngulo anterior, mientras que la capsulotoma anterior (Nauta, 1973) requiere
lesiones estereotcticas en la porcin anterior de la cpsula interna. Se cree que la eficacia de la
capsulotoma es mediada por la interrupcin de las conexiones que, a travs de la porcin anterior
de la cpsula interna conectan la corteza orbitofrontal con los ncleos talmicos de la lnea media
(Modeil y cok, 1989). En todos los procedimientos expuestos se produce una interrupcin a
diferentes niveles de los circuitos considerados de vital importancia en el TOC por los tericos
neuroanatmicos.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
considerado una forma de buscar la suciedad as como de limpiarla (Cray, 1982). La ansiedad
aparecer tambin cuando en la bsqueda de amenazas potenciales se detectan repetidamente
eventos internos indeseados, como las impulsiones.
Cray encuentra que el principio de la accin ideo-motora (James, 1890) podra tener alguna
importancia en la explicacin de las fobias de impulsin obsesivas. Este principio sugiere que el
pensar en una accin particular ser en s misma la forma principal de provocarla. De esta fonna el
comprobar continuamente si uno tiene un impulso peligroso aumentar la probabilidad de
experimentar realmente ese impulso. Cray sugiere que la naturaleza intrusiva y repetitiva de los
impulsos obsesivos podra surgir en este sentido, del proceso de comprobacin para asegurarse
continuamente de que este impulso no existe. Sugiere que la mayora de los fenmenos obsesivos
pueden explicarse como anormalidades del sistema septohipocampal. La mayora de los sntomas,
cognitivos y conductuales, son producto de la bsqueda persistente del estmulo potencialmente
peligroso. Esta teora no es acorde con las actuales evidencias a favor de la hiptesis frontoestriada.
Cray describe un sistema neuroanatmico que podra explicar la experiencia general de la
ansiedad, ms que la experiencia especfica del TOC. El controlar las amenazas del entorno es un
mecanismo comn a todos los trastornos por ansiedad. Por ejemplo los sujetos con ataques de
pnico continuamente controlan su pulso, as como en los trastornos por ansiedad generalizada se
intentan controlar las amenazas futuras (Taflis & de Silva, 1992).
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ALTERACIONES NELIROPSICOLGICAS EN EL TOC
una prueba topogrfica que ayude a identificar el tipo de lesin y su localizacin. En el caso del
estudio de las funciones cognitivas superiores el funcionamiento cerebral no se conoce con
exactitud. Se hace necesario entonces manejar constructos tericos tales como la atencin
selectiva, atencin dictica, memoria a corto y largo pazo, anticipacin motora, aprendizaje
conceptual.... El estado actual de conocimientos no permite explicitar la funcin cerebral
subyacente a una funcin cognitiva superior (FCS) normal o anmala. (Barcel, 1996)
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.
AL TERAClONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
depender de la eficacia con la que se hayan aplicado los controles metodolgicos necesarios para
singularizar unas variables cognitivas mientras que se eliminan o se mantienen constantes otras
(Gevins y Schaffer, 1980).
En psicologa los protocolos de examen se denominan tareas porque examinan la ejecucin de una
conducta generalmente activa en el sujeto. Tanto en estos estudios como en el EEC convencional
se trata de prevenir los artefactos de movimiento, se controlan los defectos sensoriales, se fija la
mirada, la edad, el sexo, la distancia a la fuente de estmulos, la iluminacin ambiental, el tipo de
estmulo, el contraste, el color, la intensidad y frecuencia de la estimulacin, etc. En los estudios
psicolgicos se han de controlar tambin los aspectos puramente conductuales y cognitivos.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
EEC. Se usa, sin embargo, en mapas topogrficos del cerebro. El anlisis computerizado de esta
informacin permite describir la distribucin y las diferencias estadsticas para cada banda de
frecuencia, esto ltimo en el caso de realizarse comparaciones entre un paciente y un grupo control
o entre dos grupos de sujetos, por medio de la t de Student.
Se ha de tener especial cuidado en el registro de los sujetos para evitar diferencias debidas a
artefactos, e incluso recurrir a sucesivos estudios, en caso de duda, sobre zonas que muestren una
actividad significativamente anormal pero no parezcan estar clnicamente relacionadas con la
patologa presentada. Se debe mantener un estado de alexia completo. La aparicin de ondas 8 en
la lnea media sagital puede ser el primer signo de adormecimiento, y la indicacin para corregirlo.
Los movimientos oculares, tanto con los ojos abiertos como cenados, son tambin importantes
fuentes de artefactos sobre los electrodos frontales, as como la presencia de ciertos aparatos
elctricos en las cercanas, como un electrocardigrafo o buscapersonas, o la tensin muscular del
paciente, que debe prevenirse con una postura adecuada.
La distribucin del espectro de ftecuencias empleado tradicionalmente lo divide en bandas 8 (0.1-
3.5 Hz), 8(4-7.5 Hz), a (8-13 Hz) y f3 (ms de 13Hz).
Banda a (8-13 Hz): Actividad rtmica. Registrado con el individuo despierto. Su amplitud es de
5 a 100 mV (casi siempre menor de 50 mv). Se observa mejor con los ojos cerrados, en
estado de inactividad mental y relajacin. La amplitud del ritmo a se atena con los ojos
abierto, atencin y esfUerzo mental. El ritmo p se incluye en esta banda (7-11 Hz). Ocurre en
regiones centrales y centroparietales durante la vigilancia. No se atena con los ojos abiertos.
U La banda 3 (>13 Hz) se asocia con la actividad cortical, sobre todo en tareas cognitivas o con
carga emocional, y tambin con la bsqueda por el sujeto de estructura en los estmulos (Ray y
Cole, 1985). Es una actividad rtmica consistente en una variedad de frecuencias mayores de 13
Hz. La amplitud es casi siempre menor a 30 mV. Se pueden observar bajo un amplio rango de
condiciones.
Banda 8 (4-8 Hz). Se observa en la somnolencia y sueo superficial. Puede ser rtmico o
altamente irregular en su carcter. Se consideran anormales en el sujeto sano despierto. Pestche
ycols. (1986), sin embargo, las han implicado en tareas intelectuales.
Banda 8 (<4 Hz). Se observa en el sueo profundo y se observa comnmente en los adultos,
con irregularidades al despertar. Esta actividad es la de mxima amplitud recogida en el EEC.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSJCOLOGICAS EN EL TOC
se obtienen casi siempre tres picos. El primer pico es negativo y ocurre con una latencia de
aproximadamente 7Sms. La onda ms prominente es un pico positivo, llamado PlOO, con una
latencia de 100ms. A continuacin con una latenciade 145 ms se observa unpico negativo (N145).
Potenciales Evocados Auditivos (AEP): Un estmulo acstico breve como puede ser un cick o un
tono grave, inicia una serie compleja de cambios en los potenciales extracelulares de amplias reas
del cerebro que pueden ser recogidos en los electrodos del cuero cabelludo como AEP. Estos
,
potenciales se dividen tpicamente en base a su latencia en tres categoras: de corta latencia (<1 Oms,
tambin llamados potenciales del tronco), de mediana latencia (10-SOms), y de larga latencia
(>5Oms).
Potenciales Evocados Somestsicos: Son los potenciales generados en la corteza somestsica por
un estmulo elctrico. Tambin estos se dividen en potenciales de corta, mediana y larga latencia.
P300: La P300 es una onda simtrica positiva, mxima en regiones parietales y centrales cercanas a
la lnea media, con una latencia que vara entre 250 a 600 milisegundos dependiendo de los
estmulos y de factores individuales diferentes de unos sujetos a otros. El mtodo ms utilizado
para obtener la P300 es llamado The oddball paradigm. Consiste en la presentacin de un
estmulo infrecuente o no esperado interpuesto de forma aleatoria entre estmulos iguales y
frecuentes (Sutton, 1965). En la mayora de los estudios el estmulo inesperado difiere del estmulo
ms comn en trminos de frecuencia o intensidad. El mtodo que aumenta la P300 y que suele
usarse en conjuncincon el oddball paradigm consiste en que el sujeto preste atencin al estmulo
infrecuente y que ignore el comn (Picton y Hillyard, 1974). La P300 se ve despus de percibir el
estimulo inesperado, pero no se observa despus del estmulo frecuente. Existen distintos
parmetros que pueden hacer variar la P300 como son la edad, el nivel de atencin y la dificultad
de la tarea utilizada.
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AL TEPQ4 ClONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Es posible que la P300 refleje no slo procesamiento posterior de la actividad sensorial, sino
tambin actividad en la corteza de asociacin anterior, si se elige una tarea que nos permita valorar
la P300 y que necesite la fUncin del lbulo frontal. En individuos con dao frontal se encuentran
fallos en la realizacin de tareas en que el individuo debe responder a un estmulo y al resto no
(Malloy y cols, 1985). Hay una dificultad para inhibir el acto motor necesario para dar la respuesta,
en los casos en que tienen que ignorar el estmulo.
Simpson y cols (1977) publicaron que la P300 era mxima en la regin centroparietal siguiendo al
estmulo inesperado, y mximo en la regin mediofrontal siguiendo al estfmulo frecuente,
coincidiendo esto con una inhibicin del acto motor necesario para dar la respuesta. En la prctica
clnica se puede utilizar el electrodo Pz como para evaluar el valor de la P300 tras el estmulo
infrecuente (Polich, 1992)
Electrodos profimdos situados en humanos han sugerido que, al menos algunos aspectos de la
P300, son generados en la porcin hipocampal del lbulo temporal medial (Halgren y cols., 1980;
McCarthy y cok, 1989; Smith y cols., 1990). Sin embargo otros estudios realizados en pacientes a
los que se les ha extrado el lbulo temporal (Johnson, 1988; Smith y Halgren, 1989), pacientes con
accidentes cerebrovasculares (Knight, 1990; Onofij y cols., 1992) y monos ( Paller y cok, 1992),
indican que la formacin hipocampal contribuye relativamente poco en las medidas de la P300
(Polich y cols, 1993). De especial importancia son los estudios que implican la unin
temporoparietal en la generacin de la P300 (Verleger y cols, 1994; Yamaguchi y Knight, 1991,
1992). Si la actividad de la P300 representa un evento unitario o es la suma de distintos procesos es
actualmente una cuestin no resuelta, aunque las evidencias sugieren que es consecuencia de la
actividad de diferentes fUentes neuronales que contribuyen a su distribucin en las distintas zonas
representadas en el cuero cabelludo. (Johnson, 1989.; Knight, 1989).
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Dado el amplio uso de este test en diversos estudios de investigacin y los hallazgos
contradictorios publicados en la literatura, creemos que merece la pena exponer en un
apartado independiente una breve revisin sobre lo publicado acerca del test y la metodologa
empleada en nuestro estudio.
lSb. Inconsistencias
Sin embargo, hay datos de que la realizacin del WCST es sensible a alteraciones ms
generales del SNC, puede ser alterado por patologa focal fuera del lbulo frontal o por la
adquisicin de una enfermedad cerebral (Stuss y Benson, 1986). Muchas de las crticas
derivan de la incapacidad del WCST para discriminar pacientes frontales de aquellos con
lesiones en otras reas (Anderson y cols, 1991; Eslinger y cols, 1985; Heck y Brier, 1986;
Hermann y cols, 1988; Knight y Grabowecky, 1995; Shallice y Burgess, 1991) e incluso de
sujetos normales (Mountain y Snow, 1993; Van der Broek y cols, 1993).
Anderson y cols. (1991) examinaron 91 pacientes frontales y no frontales con TAC y RMN
tres meses despus de la aparicin del dao cerebral, pero no encontraron relacin entre el
tamao y el lugar de la lesin y la realizacin del WCST. Concluyen que el WCST no es un
Pg - 92 -
)
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
buen indicador de la presencia o ausencia de dao frontal, y proponen su uso slo para valorar
las funciones cognitivas en general, tales como el razonamiento abstracto o la rapidez en
cambiar esquemas cognitivos, independientemente del lugar de la lesin. Despus de una
extensiva revisin de la literatura, Mountain y Snow (1993) concluyen que no hay datos que
apoyen la utilidad del test, como marcador de disfuncin frontal para propsitos clnicos o de
investigacin.
Pg - -
.
ALTERACIONES NEL7ROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - -
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - -
ALTERACIONES NEUROPSICOLG1CAS ENEL TOC
PLANTEAMIENTO
Las teoras neuroanatmicas que intentan explicar la fisiopatogenia del TOC han dirigido su
atencin hacia el funcionamiento del lbulo frontal, ganglios basales y las interconexiones
entre estos sistemas y las estructuras lmbicas. El auge reciente de la neuroimagen por
tcnicas funcionales se ha dirigido fundamentalmente a aportar evidencias que sustenten estas
teoras, sobre todo estudios con SPECT, PET y RMN. A pesar de la buena resolucin espacial
de estas tcnicas, no permiten detectar alteraciones en el procesamiento de la informacin, no
ofrecen una imagen dinmica de los diferentes subprocesos puestos en marcha en la ejecucin
de tareas cognitivas en una escala temporal fina.
Una lnea de investigacin del estudio neuropsicolgico del TOC es la deteccin de
alteraciones cognitivas concretas asociadas con el trastorno. El uso de potenciales evocados
permite el estudio conjunto de medidas psicolgicas de procesos cognitivos y medidas
electrofisiolgicas de funcionamiento cerebral, as como la variacin de la actividad neuronal
en las distintas regiones cerebrales en relacin a cada uno de los subprocesos cognitivos,
necesarios para la realizacin de determinadas tareas.
La identificacin de alteraciones concretas en el procesamiento de la informacin, as como
el efecto del tratamiento farmacolgico sobre ellas, puede sugerir reas adicionales para la
intervencin clnica en el TOC. La electroencefalografa ofrece adems le ventaja de ser una
tcnicabarata y disponible en la clnica.
Entre las explicaciones e hiptesis que los distintos autores barajan acerca de las
disfunciones cognitivas en el TOC, se encuentra la dificultad que se ha observado en estos
pacientes para realizar tareas que requieren aprendizaje por el mecanismo de ensayo y error, y
en tareas en que se requiere el cambio de patrones cognitivos. Estos estudios apuntan hacia la
existencia en el TOC de una alteracin en los mecanismos frontales de inhibicin que
permiten al individuo seleccionar una pauta de actuacin correcta, a la par que se inhiben las
incorrectas. Esta disfuncin ocasiona que, a pesar de que los pacientes conozcan la pauta
correcta, encuentren muchas dificultades para actuar de acuerdo con ella. En este proceso de
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ALTERACIONES NEIJROPSICOLGICAS EN EL TOC
inhibicin tiene un papel fundamental el lbulo frontal y el caudado, que la mayora de los
autores han considerado relacionados con la sintomatologa obsesivo-compulsiva segn
hemos expuesto en la introduccin. Esta dificultad para los procesos inhibitorios frontales
podra condicionar la aparicin de pensamientos obsesivos y conductas repetitivas.
Se puede incluso especular con la posibilidad de que la patologa obsesivo-compulsiva y los
dficits cognitivos observados sean dos alteraciones, de distinta naturaleza, pero que se
pueden activar mutuamente e incluso lleguen a realimentarse. En cualquier caso, la
identificacin de dficits cognitivos en pacientes con TOC, mediante tcnicas objetivas, no
invasivas y accesibles clinicamente, supondran una valiosa informacin. Estos dficits
cognitivos podran ser utilizados as mismo como indicadores de estado.
HIPTESIS
Los pacientes con TOC presentaran una disfuncin consistente en una incapacidad para
cambiar el patrn cognitivo, lo que se pondra de manifiesto durante la ejecucin del
WCST.
Esta disfuncin llevara consigo unos correlatos neurofisiolgicos, que pueden ser
evaluados mediante potenciales evocados.
Dicha disfuncin ocasionara una alteracin en el procesamiento de la informacin, lo que
se reflejara en una modificacin de la latencia y amplitud de la P300.
Las alteraciones conductuales y electrofisiolgicas halladas podran considerarse
marcadores de estado en el TOC, por lo que se modificaran hacia la normalidad tras la
mejora clnica con el tratamiento farmacolgico.
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AL TERI4ClONES NELJROPSICOLGICAS EN EL WC
RL MATERIAL Y METODOS
1. SUJETOS
-Criterios de inclusin
1. Pacientes ambulatorios con diagnstico de Trastorno Obsesivo-Compulsivo segn los criterios
del DSM IV.
2. Edad comprendida entrelos 18 y5O aos.
3. Nivel cultural y grado de comprensin suficiente para realizar la entrevista y las exploraciones.
-Criterios de exclusin
1. Antecedentes de retraso mentaly antecedentes de epilepsia.
2. Pacientes que presentaran en el momento del estudio criterios para cualquier otra enfemiedad
psiquitrica o neurolgica, incluyendo depresin mayor, o una puntuacin en la escala de Hamilton
para la depresin mayor a 10, as como los que durante su evolucin hubieran presentado sntomas
psicticos.
3. Historiareciente de abuso de drogas, incluyendo alcohol, segn los criterios del DSM IV.
4. Evidencias de alteracin neurolgica focal en la historia clnica.
Pg 98
.
ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
2. CARACTERSTICAS DE LA MUESTRA
La media de edad de los 18 pacientes seleccionados con TOC fue de 25,8 (Mediana = 23,5,
s.d.7,3; rango26; min=1 8; max=44). El 55,6% de ellas fueron hombres y el 44,4% mujeres.
Unicamnente en la P300 se incluy un sujeto ms, varn de 30 aos de edad. El registro de este
sujeto no fue vlido para el resto de las condiciones por exceso de ruido. Los sujetos normales
utilizados como muestra control en las condiciones de ojos abiertos, cerrados y P300 tenan la
misma edad y el mismo porcentaje hombre-mujer, ya que se seleccion una muestra con las mismas
caractersticas que los pacientes. En la tarea del WCST la muestra de sujetos normales es mayor.
La media de edad de esta muestra de 24 sujetos normales fue de 20,5 aos (mediana = 22,5; Rango
16; min=l 8; max=34). 13 de estos sujetos fueron mujeres (54,2%) y el 11 hombres (45,8%).
En cuanto al nivel cultural diremos que todos los pacientes tenan los estudios primarios y
secundarios realizados, excepto una mujer de 44 aos que nicamente tena terminados los estudios
primarios. Doce de ellos estaban en la actualidad cursando estudios universitarios. En la muestra de
individuos normales todos eran jvenes universitarios.
En cuanto a las variables clnicas merece la pena destacar que 10 de los pacientes era la primera
vez que reciban tratamiento farmacolgico. Slo dos de ellos haban requerido ingreso en la
Unidad de Hospitalizacin breve aunque con una duracin menor a 5 das continuando el
tratamiento ambulatoriamente. El resto de los pacientes no han requerido hospitalizacin hasta la
fecha.
Dos de los pacientes cumplan criterios diagnsticos de trastorno de la personalidad (Anancstica y
narcisista ), aparte de rasgos de personalidad obsesiva presentes en todos en mayor o menor
medida.
De los 18 pacientes de la muestra, 2 de ellos decidieron no seguir tratamiento farmacolgico,
recibiendo nicamente psicoterapia de apoyo por lo que se excluyeron del grupo de pacientes
tratados. En 3 pacientes hubo que eliminar el registro postratamiento por ruido en el mismo. En 13
de los pacientes incluidos en el estudio fue posible repetir el estudio completo tras la mejora clnica.
Merece la pena destacar que en este grupo estaban incluidos todos los pacientes de la muestra
inicial con mayor nivel de psicopatologa. Para aminorar la confusin que el factor aprendizaje
puede suponer en las modificaciones observadas en pacientes tratados con clorimipramina, seis de
Pg - -
ALTERACIONES NEUROPSCOLGICAS EN EL TOC
3. PROTOCOLO
- Filiacin y antecedentes, enfermedad actual.
- Firma del consentimiento informado.
- Diagnstico mediante la entrevista clnica estructurada para la DSM IH-R,: SCIID (Spirtzer y cois,
1987).
- Escala de obsesiones y compulsiones de Yale-Brown (Y-BOCS) (Goodman y cols., 1989a,
1989b).
- Escala de valoracin de la depresin de Hamilton (1960).
- Escala H.A.R.S. para valorar la ansiedad en el momento del estudio.
- Realizacin de registro electroencefalogrfico durante cuatro estados: ojos abiertos, ojos
cerrados, estimulacin auditiva (Paradigma de odd-ball para estudio de la P300), realizacin del
WCST, junto con las tareas control.
Se seleccionaron 19 pacientes diagnosticados de TOC y 19 controles normales de las mismas
caractersticas en lo referido aedad, sexo, lateralidad y de similar nivel cultural.
Dado que hasta la fecha pocos estudios han centrado su atencin en el estudio de los potenciales
evocados de larga latencia generados durante la realizacin del WCST, planteamos la realizacin de
un estudio previo con 24 sujetos normales acerca de los correlatos fisiolgicos durante la
realizacin del WCST. Este estudio ha sido publicado en este ao por nuestro equipo (Barcel,
Sanz ycols., 1997).
Tras realizar el estudio en los pacientes con TOC, se les someti a Tratamiento farmacolgico con
Clorimipramina, excepto dos de ellos que tuvieron que recibir un inhibidor selectivo de la
recaptacin de serotonina (Fluoxetina) debido a los efectos secundarios de la Clorimipramina. Dos
de los pacientes rehusaron tomar tratamiento farmacolgico dado que el cuadro clnico era leve y
no les interfera gravemente con su vida sociolaboral. Tras dos semanas como mnimo de
observarse clara mejora en el paciente se repiti todo el protocolo previamente expuesto.
Comparando los resultados previos y posteriores al tratamiento.
Seis de los pacientes que acudieron a la consulta con tratamiento farmacolgico y estables
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
4. REGISTRO DE SUJETOS
El estudio se realiz con el sistema NeuroScan con dos ordenadores interconectados de forma que
en uno el sujeto realiz las tareas y en el otro se efectu el registro. El electroencefalograma
(EEG) se registr con electrodos de Ag/AgCl desde las posiciones FPl, FP2,F3, F4, F7, F8, Fz,
T7, T8, Cz, P4, Pz, P3, 01, 02 deI Sistema Internacional 10-20 (Jasper, 1958; revisado en
American Electroencephalographic society, 1991), con referencia a mastoides ligados. El electrodo
de tierra se situ en la posicin FPz. La impedancia se mantuvo siempre por debajo de 5KW. Dos
canales ms sirvieron para registrar los movimientos oculares verticales y horizontales. Las seales
de EEG y EOG fueron amplificadas con el sistema SYNAMP de NeuroScan con un filtro de paso
bajo a 50Hz, y una pendiente superior a 12 dB/octava. La seal ser digitalizada a razn de 250 Hz
y almacenada en disco ptico para su posterior anlisis. La contaminacin debida a la actividad
ocular vertical y horizontal ser corregida de acuerdo a la frmula de Semlistcb, Anderer, Schuster
y Presslich (1986).
El procedimiento del registro consistir en los siguientes pasos:
Informacin al paciente de las caractersticas de la prueba. Se emple un tiempo especialmente
en los pacientes para explicar las caractersticas del equipo con el fin de tranquilizar y resolver
posibles dudas y fantasmas, por ejemplo el miedo a recibir una descarga electn Una vez
tranquilos se evalu el nivel de ansiedad de los pacientes con la escala de ansiedad de Hamilton.
Instalacin del sujeto en un silln de brazos, instruyndole sobre la necesidad de mantenerse
despierto y relajado, en una habitacin con la menor estimulacin visual y auditiva posibles,
situado aunos 80cmde la pantalla.
Adaptacin del casco con los electrodos y los electrodos auriculares y de artefactos, medicin
de la impedancia (por debajo de 5 kilohmios) y calibracin del aparato.
Registro de ojos abiertos y de ojos cerrados durante 5 minutos aproximadamente, con control
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.
AL TERA ClONESNEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGIC,4S ENEL TOC
5. WCST
Dada la escasez de publicaciones acerca de la medicin de potenciales evocados durante la
realizacin del WCST , decidimos ampliar la muestra de sujetos normales realizando un
estudio previo en sujetos normales acerca de los correlatos neurofisiolgicos durante la
realizacin el WCST. Se pretendi estudiar la actividad cortical durante los dos procesos
cognitivos que se consideraron puestos en marcha durante la realizacin del test (proceso de
bsqueda de nueva categora y automatizacin del criterio conecto). Posteriormente se
estudi el patrn de activacin en los pacientes diagnosticados de TOC objeto de estudio de
este trabajo de investigacin, evaluando las diferencias respecto a la poblacin normal. Los
sujetos fueron examinados de nuevo tras mejorar con el tratamiento farmacolgico
examinando si haba variacin en el patrn de activacih y en que sentido se produca esta
variacion.
En panicular nos interesamos por los procesos de bsqueda de una nueva categorfa al
principio de cada nueva serie, as como compararlo con la consolidacin del criterio conecto
de clasificacin al final de cada sene. Estos dos procesos han sido adecuadamente
conceptualizados en Attentional set shifiing paradigms como Extradiniensional shifts e
intradimensional shifis,(ver glosario) respectivamente. (Roberts, Robbins, 1988; Roberts y
cols, 1994). Estos dos procesos se estudiaron en el grupo de individuos sanos yen el grupo de
pacientes con TOC de forma independiente, comparando posteriormente los dos grupos. Estas
mismas caractersticas se estudiaron en el grupo de pacientes tras el tratamiento
farmacolgico.
Con este propsito, la versin computerizada del WCST fue desarrollada y adaptada
principalmente en dos formas. Primeramente la ambigedad presente en los criterios de
clasificacin de la versin standard fue eliminada para incrementar la ratio seal/ruido en los
ERP promedios (Ver Nelson, 1976). Un 30% de las cartas de la versin original puede ser
clasificada correctamente bajo dos mas criterios simultneamente. Por ejemplo, un tringulo
amarillo, verde o rojo puede ser correctamente clasificada bajo el criterio de forma mientras
que el examinador sigue el criterio de nmero. La eliminacin de la anibigiledad al comienzo
de cada serie permite facilitar la correccin automtica del test. En segundo lugar, la longitud
Pg-103 -
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
de las series se redujo de 10 a 7 ensayos y el nmero total de series se aument a 18. Esto fue
necesario para conseguir un nmero suficiente de pocas en los promedios. El que la serie sea
ms corta se compensa eliminando la antigUedad de las respuestas. Como en el original, los
sujetos tienen feed-back de sus respuestas despus de cada ensayo.
Con el fin de diferenciar la actividad especifica asociada a la realizacin del WCST de lo que
corresponde al procesamiento de los estmulos sensonales, acto motor de presionar el ratn,
etc, se elaboraron tres tareas control. En la primera de ellas (WPASS) el material del test, las
cuatro canas guas y la carta a clasificar fue presentado al sujeto de la misma forma que en el
WCST. El sujeto tena nicamente que mirar pasivamente al centro de la pantalla. Las cartas
aparecan en la pantalla durante 1500 ms, y cambiaban automticamente con un intervalo entre
ensayos aleatorio entre 3000 y 4000 ms. En la segunda de ellas (WPRESS) se ,le pide al sujeto
que para cambiar de ensayo presione alternativamente el botn derecho e el izquierdo del
panel de respuestas. Finalmente en la 3~ tarea (WCOL), los sujetos haban de clasificar las
cartas segn el criterio color durante toda la tarea.
Se. Estmulo
La versin computerizada del WCST incorporada en el NeuroStin Inc. package, fue usada
como modelo de tarea, pero el protocolo de administracin se modific para mejorar el
control de la tarea y eliminar las respuestas ambiguas. Con este propsito, 64 cartas de color
fueron montadas a travs del Stim Package segn el material original de la versin standard
del WCST (Heaton, 1981). Las cartas varan en la forma (tringulo, estrella, cruz y circulo),
color (azul, verde, amarillo y rojo), y nmero (uno, dos, tres y cuatro). la carta estmulo fue
presentado en la pantalla del ordenador, a 80 cm de distancia en frente del sujeto, formando
cada carta ni ngulo visual de 2,80 de ancho y 3,50 de alto. Cuatro canas fueron presentadas
en la parte superior de la pantalla captadas por un movimiento de los ojos con un ngulo visual
mximo de 120 horizontales. El mismo material visual utilizado para el WCST fue utilizado en
otras tres tareas control. La medida del tiempo y la secuencie del estmulo, como se describe
abajo, fueron tambin idnticas para las cuatro tareas. A los sujetos se les pidi que miraran un
punto fijo durante la realizacin de la tarea. En el diseo experimental, la secuencia del
estmulo y la codificacin de las respuestas fueron programadas y controladas a travs del
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
Sb. Procedimiento
Se administraron primeramente las tareas control en el siguiente orden: WPASS, WPRESS,
WCOL y en ltimo lugar el WCST. De esta forma se trat de evitar los sesgos provocados en
las tareas control por el conocimiento de las reglas de clasificacin del WCST. Tratando de
controlar la variable de confrsin aprendizaje en la evaluacin de los cambios sucedidos
tras el tratamiento, seis de los pacientes realizaron el estudio previamente con tratamiento y
fueron reevaluados tras la aparicin de la clnica al retirar el tratamiento.
Cada ensayo de la versin computerizada del WCST comenz con la aparicin en la parte
superior de la pantalla del ordenador de 4 cartas y una carta en la esquina inferior derecha de
la pantalla. La carta de la esquina inferior derecha ha de ser emparejada con una de las 4 cartas
de la parte superior. Al sujeto se le da un panel con 4 botones que se corresponden con las
cartas de arriba ( el botn situado ms a la izquierda se corresponde con la carta que aparece
en la parte superior izquierda, el situado ms a la derecha, con la carta que aparece en la parte
superior derecha...). Deban de sujetar el panel con las palmas de las manos y presionar los
botones con los dedos pulgares. El sujeto era informado de haber clasificado correcta o
incorrectamente la carta por un sonido generado por el ordenador (2000 Hz cuando la
clasificacin haba sido correcta y de 500 Hz en caso de que fuera incorrecta, de 300 ms de
duracin). Este tono se produca despus de 1600 ms tras haber presionado el botn. El
tiempo entre los ensayos variaba aleatoriamente entre 3000 ms y 4000 ms. No hubo tiempo
limite para clasificar las canas aunque se le dijo a los sujetos que los realizaran en el menor
tiempo posible y apuntuar el mximo posible como correctas.
En la versin standard del test de Wisconsin, el sujeto no es informado de los tres criterios
posibles de clasificacin y de que estos criterios pueden variar a lo largo de la tarea. La
finalidad de informar a los sujetos e incluso dedicar 5 minutos para que el paciente se
familiarice con el test y asegurarnos de que ha comprendido el procedimiento, fue restringir la
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
Sc.Varables dependientes
El 20 y 30 ensayo de cada serie fueron promediados juntos en una onda. A esta condicin la
hemos denominado W1523 y hemos considerado que el 20 y 30 ensayo reflejan la bsqueda
activa de un nuevo criterio de clasificacin, tras haber sido el individuo informado que el
criterio de clasificacin ha cambiado. Se incluy en la promediacin el 30 ensayo a pesar de
que el individuo encontrara el criterio correcto en el 20, ya que se asumi que an no se haba
consolidado el nuevo criterio de clasificacin.
El ensayo 60 y 70 correctos de cada serie fueron promediados juntos obtenindose la
condicin WIS67 que ha sido considerada indicativa de la automatizacin del nuevo criterio
de clasificacin.
Los primeros ensayos de cada serie se promediaron juntos siempre y cuando fueran
incorrectos. La onda resultante, que refleja la condicin WIS1 ha sido evaluada como un
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
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ALTERACIONES NE(JROPSCOLCCAS EN EL TOC
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u
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
1 Para ello se utiliz en el WCST el valor medio de la suma de las tres condiciones (WIS 1, W1S23,
W1S67).
1 Se realizaron comparaciones entre las variables descritas en un examen mtragrupo y otro
intergrupo.
E
E
1
1
a
1
1
1
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E
u
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
IV. RESULTADOS
1. ANALISIS ESPECTRAL
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Tabla 1. Valores de la potencia elctrica en mV2 para sanos (5) y enfermos (E)
en la condicin ojos abiertos en la banda a.
7 5. ,n 1,39 no significativo
E. 1,24:: 0,97
T8 & 1,39 0,86 nosgmflcatwo
E. 0,96 0,52
P3 5. 4,84 ~ P=0,015/PC0,O5
E. 2,35 1,38
Pz 5, 5,54 3,9 P=0,016/P<0,05
E. 2,88 1,88
P4 5. 3,s3 2,65 nollegaalasignifl
E. 1,5 0,97
02 5. 4,65 5,24 P= 0,02/ <0,08
E. 1,56 0,84
Pg - 111-
ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
2a. 1>300
Se escogi la ventana de tiempo entre 250 y 350 ms para calcular la amplitud mxuna de esta onda
en cada uno de los sujetos. Se midi tambin la latencia de tiempo en que la onda tarda en alcanzar
su pico mximo. Se hizo una comparacin de medias con la t de student para muestras
independientes entre sanos y enfermos para la amplitud del potencial y la latencia. Las medidas
fueron hechas en el electrodo Pz tal y como aconseja la literatura (Picton, 1992; Donchin y cok,
1986, 1988; Johnson, 1993). Se hall un valor medio de la amplitud del potencial en Pz
significativamente menor en el grupo de enfermos, con una p<0,05 en las pruebas paramtricas y
P<0,03 en las no paramtricas. En cuanto a la latencia de aparicin del pico mximo fue mayor en
los enfermos con una significacin estadstica de P4),012 en la T de student y P=0,0ll en la
prueba de Mann-Whitney. En los sujetos de nuestra muestra diagnosticados de TOC no se observ
componente P300 tras el estmulo frecuente, de la misma forma que no se observa en sujetos
normales.
Realizando una MANOVA para un factor (sano- enfermo) de la amplitud y de la latencia de la
P300 y covariando por el nivel intelectual, evaluado por aos de estudios como una variable
continua, no se modificaron las significaciones estadsticas. Tampoco se modific la significacin
cuando la variable nivel intelectual fUe agrupada en categoras ordenadas (estudios primarios,
secundanos y universitarios).
La amplitud delpotencial no mostr ninguna correlacin con la gravedad de la psicopatologa en el
momento delestudio (escala de Yale brown), ni con el nivel de ansiedad (HAS). La latencia mostr
un coeficiente de correlacin de Pearson de 0,5 con el nivel de ansiedad, estando ste cercano a la
significacin estadstica (PcO,08). Tampoco se observ correlacin con las subescalas de
obsesiones y compulsiones. Se crearon dos grupos de enfermos segn tuvieran un claro predominio
de obsesiones en el cuadro clnico, compulsiones o un cuadro mixto. No hubo diferencias
significativas entre grupos. De los 19 pacientes 13 fueron reexaminados tras el tratamiento, una vez
comenzada la mejora clnica. La puntuacin global en la escala de Yalebrown en este subgnipo de
pacientes pas de una media= 41,92 (s.d. 10.61) a una media = 27, 1538 (s.d.. 10,99). Se observ
que la amplitud del potencial aumentaba con el tratamiento sin llegar a la significacin estadstica
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ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGCAS ENEL TOC
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L
-- .- -..-._ ~- ^-
-T------
ALTERACIONES NEUROPSCOLOGICAS EN EL TOC
Estudio de latencias: Se hipotetiz que el tiempo de reaccin del individuo en los ensayos WIS1 y
W1S67 tendra que ser muy similar si el sujeto no era capaz de anticipar el cambio de criterio en el
primer ensayo de la serie. Se esperaba, sin embargo, encontrar diferencias significativas entre el
tiempo de reaccin de los sujetos en los ensayos W1S23 y W1S67, apoyando la teora de que
durante estos ensayos se ponen en marcha procesos cognitivos y motores diferentes. Los valores de
estas latencias se muestran en la siguiente tabla. Se compararon los tiempos de reaccin de sanos
entre los distintos ensayos mediante la prueba de comparacin de medias tpara medidas repetidas.
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ALTERACIONES NEIJROPSICOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGJCAS EN EL TOC
Puntuaciones en el WCST: Se hizo una comparacin de medias entre los dos grupos, sanos y
enfermos por medio de un anlisis one-way ANOVA en cada uno de los parmetros que hemos
descrito previamente. Encontramos que los pacientes examinados sin tratamiento completan un
menor nmero de categoras que los individuos sanos (F= 11,84; p.c 0,01), cometen ms errores
totales (F= 8,29; Pc 0,01), ms errores en los ensayos 60 y 70 (F= 5,4; p 0,05), as como mayor
nmero de perseveraciones (F= 9,24; p< 0,01). Los pacientes TOC puntuaron de forma similar a
los controles normales en las anticipaciones y los errores aleatorios. Unicamente el nmero de
errores totales se correlacion con la gravedad de la psicopatologa en el momento del estudio (r=
0,54; pco,05). El nmero de errores aleatorios mostr una correlacin significativa con la subescala
de compulsiones (r= 0,62; pc 0,01). La subescala de obsesiones y la puntuacin en la HAS. en el
momento delestudio no mostr ninguna correlacin con estas medidas.
Tras recibir tratamiento farmacolgico la puntuacin en los distintos parmetros del WCST
mejor con un menor nmero de errores y de perseveraciones, y un mayor nmero de categoras
completadas correctamente. Realizamos una prueba t de comparacin de medias para medidas
repetidas en los 13 sujetos que realizaron el estudio tras el tratamiento. A pesar de que todas las
medidas mejoraron, solamente el nmero de categoras completadas fue significativamente mayor
en los sujetos con tratamiento farmacolgico (pcO,03).
En el grupo de pacientes en los que el estudio se realiz primeramente mientras tomaban
tratamiento farmacolgico (n=6) se observa que en el segundo estudio los pacientes completan
aproximadamente el mismo nmero de categoras y tienen prcticamente el mismo nmero de
errores perseverativos. Observando estos resultados podemos sospechar que el aprendizaje influye
en la mejor realizacin del test hacindonos sobrevalorar el efecto del tratamiento en el mayor
nmero de categoras completadas. Habra que realizar un estudio acerca de la influencia del
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ALTERACIONES NELTROPSICOLGICAS EN EL TOC
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,~ Y~* 44040
Qrl3)
E.Postto M.31,81; st 3,4 M. 27,4; s.d. 8,5 M. 67,6; s.d. 10,5 M. 4,64; s.d. 3,2 Nt 2,64; st 2,1
(n 13)
*P<0,05
Atendiendo a las caractersticas del cuadro clnico se estudi si haba diferencias en la realizacin
del test entre tres subgrupos de pacientes: con clnica predominante de compulsiones, predominio
de obsesiones y cuadro mixto, no hallando ninguna diferencia estadsticamente significativa entre
ellos.. Es llamativo, sin embargo, que las correlaciones entre las puntuaciones en el WCST y la
subescalade obsesiones sean de signo inverso a las correlaciones entre estas medidas, la puntuacin
total en el YaleBrown y la puntuacin en las subescalas de compulsiones.
Pg -
ALTERACIONES NEEJROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - 118-
AL TERAClONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg -
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
3) Anlisis intersujeto de las diferencias en la amplitud del potencial en cada intervalo de tiempo
entre sanos y enfermos por medio de un anlisis multivariante, con un modelo factorial
considerando los factores Grupo x Hemisferio x Electrodo. Se aplicaron las mismas
correcciones expuestas previamente. Dado que se hallaron diferencias se fij cada uno de los
electrodos realizando un anlisis univariante de comparacin de medias mediante la prueba T y
la prueba paramtrica de Mann Whitney. Este anlisis se realiz para cada una de las
condiciones de forma aislada (W1S23 y W1567), observando diferencias entre los dos grupos
(sanos y enfermos)
4) Correlaciones entre la amplitud de los potenciales en el WCST en el grupo de enfermos y las
puntuaciones en el WCST. Correlacin de la amplitud con las escalas de psicopatologa y con
la H.A.S. que evalu el nivel de ansiedad en el momento del estudio.
5) Estudio de las tareas control (WPASS, WPRES, WCOL). Se analiz primeramente por
medio de un anlisis multivariante en un anlisis intrasujeto comprobando si los potenciales
evocados generados en cada una de las tareas, incluyendo el WCST reflejaban procesos
distintos en cada uno de los grupos (sanos y enfermos). El modelo de anlisis multivariante para
medidas repetidas fUe prcticamente igual al expuesto previamente salvo que se consideraron 4
niveles en el factor tarea: WPASS, WPRESS, WCOL y WCST (utilizndose la media de la
amplitud del potencial entre las tres condiciones WISl, W1523 y W1567). Este anlisis se
realiz de forma independiente en el grupo de individuos sanos y enfermos
6) Estudio de las diferencias en la amplitud de potencial en cada una de las ventanas para cada
tarea control entre sanos y enfermos por medio de un anlisis intergrupo (sanos y enfermos)
con un modelo multivariante en el que se consideraron los factores ya expuestos: Electrodo x
Hemisferio x grupo (sanos, enfermos). Posteriormente se realiz una prueba T de comparacin
de medias y la prueba paramtrica de Mann Whitney, en cada ventana de tiempo y para cada
tarea (WPASS, WPRESS, WCOL, WCST), ubicando las diferencias intergrupo segn
hemisferio y electrodo en los casos en que existan.
Pg - 12O~
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
7) Dado que entre el grupo de enfermos y sanos hay ligeras diferencias entre el nivel cultural se
introdujo se introdujo esta variable como covariable en los distintos anlisis sin encontrar
modificaciones en las significaciones estadsticas. Esta variable se evalu de dos formas como
variable cuantitativa continua (aos de educacin) y agrupada como variable categrica con
categoras ascendentes (estudios primarios, secundarios, y universitarios) sin que en ninguno de
los casos modificara los resultados.
Pg .1211.
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
- PSI) (30 80 ms): El componente PSO no mostr ninguna diferencia significativa entre W1523
-
y WIS7 en el anlisis intrasujeto para ninguno de los dos grupos (sanos, enfermos). En el
anlisis multivariante con los datos de los controles normales, hubo significacin estadstica al
considerar el factor hemisferio &< 0,001) con una mayor amplitud de la onda en el hemisferio
derecho para las dos condiciones> En el grupo de pacientes las diferencias segn el factor
hemisferio no llegaron a la significacin estadstica. En este grupo la amplitud de la onda fue
algo menor en el hemisferio derecho. En la comparacin de la amplitud del potencial entre
sanos y enfermos se observaron diferencias significativas en la condicin WIS 23 en electrodos
frontopolares de forma bilateral, en electrodos frontales, frontotemporales, y temporales del
hemisferio derecho y en electrodos parietales. En la condicin W1S67 se observaron
diferencias en los mismos electrodos y adems aparecieron diferencias significativas en la
amplitud del potencial en electrodos frontales y frontotemporales del hemisferio izquierdo.
Pg - 122-
.
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 123-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
U flQ (80-120 ms). El componente PIOO no mostr ninguna diferencia significativa entre
W1S23 y W1S67 en el anlisis intrasujeto para ninguno de los dos grupos (sanos,
enfermos). En el anlisis multivariante se replicaron los resultados de la ventana previa
al considerar el factor hemisferio, con una mayor potencia elctrica global en hemisferio
derecho para los controles sanos y sin diferencias interhemisfricas en los pacientes. En
la comparacin de la amplitud del potencial entre sanos y enfermos se observaron
diferencias significativas en la condicin WIS 23 en electrodos frontopolares de forma
bilateral, en electrodos frontales, frontotemporales, temporales y parietales del
hemisferio derecho. En la condicin W1S67 se mantuvieron las mismas diferencias.
Pq - 124-
AL TERJ4ClONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - 125-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
- NSO (120-180 ms). En el anlisis multivariante para medidas repetidas en sujetos normales
se observaron diferencias en la amplitud del potencial atendiendo al factor hemisferio con una
mayor potencia en el hemisferio derecho en las tres condiciones (Pc 0,001). La ms temprana
diferencia entre W1523 y WIS7 aparece en este intervalo, entre los 120 y 180 ms, con una
interaccin significativa en el modelo Tarea x Hemisferio x Electrodo a nivel de F7 (P<0.05).
Este efecto fue debida a un comienzo ms negativo de la onda P200 para W1523 comparada
con W1567. Este efecto no se observ a nivel de F8. No se hallaron otras diferencias
significativas entre la condicin W1523 y W1S67. En el anlisis multivariante para medidas
repetidas en los sujetos enfermos no se observaron diferencias significativas entre hemisferios,
ni entre las tareas>
En el anlisis intersujeto comparando el grupo de sanos y el de enfermos en cada una de las
condiciones, se observan diferencias significativas al comparar la condicin W1S23 en
electrodos frontopolares de forma bilateral, frontal, frontotemporal, temporal y parietal del
hemisferio derecho y occipitales bilaterales. En la condicin W1567 se mantiene la
significacin estadstica de estas diferencias en la amplitud del potencial entre sanos y
enfermos excepto en electrodos occipitales derecho e izquierdo. Aparece significacin en
electrodos frontales y frontoteniporales izquierdos.
Pg - 126-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 127-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSCOLGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSCOLOGICAS EN EL TOC
- P3a (270-3 50 ms). El componente temprano P3a se midi entre los 270-3 50 ms tras la
aparicin del estmulo. En el anlisis intrasujeto con controles sanos, se observa una amplitud
significativamente menor de la onda durante la condicin W1523 en electrodos fronto-
temporal, temporal y parietal del hemisferio izquierdo> En electrodos frontopolares las
diferencias de amplitud fueron significativas pero en sentido contrario, observndose una
mayor amplitud de la onda en W1523. Observamos una polaridad interhemisfrica inversa
entre W1S23 y W1567. En la condicin W1567 hay una mayor activacin en hemisferio
izquierdo, siendo la activacin mayor en hemisferio derecho en la condicin W1523.
En el anlisis del WCST en sujetos con diagnstico de TOC se observa en el anlisis
multivariante diferencias significativas entre hemisferios con una mayor potencia global en
hemisferio derecho durante las dos tareas, no producindose un aumento en la activacin del
hemisferio izquierdo como se observaba en individuos normales en la condicin W1S67. A
diferencia de los controles sanos, no se observaron diferencias en la amplitud de la onda entre
las dos condiciones.
En la comparacin entre grupos se observaron diferencias significativas de amplitud de onda
durante la condicin W1S23, con una amplitud significativamente menor en los pacientes en
los siguientes electrodos: frontopolares bilaterales, en electrodo frontal, frontotemporal,
temporal y parietal en hemisferio derecho y electrodos occipitales bilaterales.
En la condicin W1567 desaparecen las diferencias en electrodos frontopolares, apareciendo
ahora las diferencias en electrodos frontales de forma bilateral, frontotemporal en hemisferio
izquierdo, temporal parietal y occipital en los dos hemisferios.
Pg - 130-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - 131-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
- P3b ( 350-450 ms). La onda P3b se examin entre los 350 y 450 ms tras la aparicin del
estimulo, fue ms aparente a nivel de los electrodos posteriores, y fue concurrente en el
tiempo con una larga onda negativa en reas frontales. Las diferencias entre tareas fueron
significativas a nivel frontal izquierdo, frontotemporal izquierdo y derecho y temporal
izquierdo. Se observaron tambin diferencias en electrodos parietales y occipitales de forma
bilateral. Se observ una amplitud significativamente mayor del potencial para W1S23 frente a
W1S67 en electrodos frontopolares, mientras que se observ lo contrario en regiones
parietales y occipitales. Esta inversin de la polaridad sugiere la existencia de en dipolo
elctrico orientado en sentido rostrocaudal responsable de la onda P3b. La simetra
hemisfrica estricta de los efectos frontopolares y parietales sugiere que puedan ser causados
Pg - 132 -
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
FF1 51v!. 3,8; s.d. 5,9 52v!. 1,8; s.d. 5,9 Dif 2, P< 0,05
F.M. 3,2; s.d. 4,9 EM. 2,8; s.d. 4,7 NS
FP2 52v!. 5,4; s.d. 6,4 S.M~ 2>6; s.d. 7 DffI 2,8; P< 0,05
EM: 4,4; s cl, 5,4 E M. 4,0$; s.d. 5,6 NS
Fi . 5.1V!. 3,6> s.d.3,9 S.MI 4,6; s.d. 4,02 Dii. -t; P.c 0>05
EM. 2,5; s>d, 3,6 EM. 2,1; s.d. 3,4 NS
F4 SM. 5,9; s.d. 4 S.M. 4,7; s424,3 NS
E.M. 3.8; s.d. 4,3 E:M: t7;s.d.3,6 NS
.F7 5.1v!. 1,2; s.d. 4,2 S.M 3,2; s.d. 3>6* Dii. -2; P.c 0,05
F.M. 1; s.d. 3,6 F.M. -0,5; s.d. 4,7 NS
FS 51v!. 6,5; s.d. 9,7 SM. 3,6; s.d.7 Dii. 2,9; P.c 0,05
F.M. 4,5; s.d. 5,6 F.M. 5,5; s.d. 5,4 NS
T7 SM. 2,Z;s.d. 3,2 SM 52 sd 3 4*** DII -3; PcO,0O1
F.M. 1;s.d. 3,2 EM -02 sd 4
T8 S.M~5,7;s.d,3,7 5NL53 sd,37 NS
F.M. 3>6; s.d. 3,8 EM 35 sd 31 NS
1>3 SiM. 7,4,s.d. 3,9 SM. 103 ~43** Dif-2,9;P<0,01
E.M. 4,7; s.d. 5,6 EM 5, s.d. 4,9 NS
P4 51v!. 9,3; s.d. 4,8 *~ S.ML 11,3 ; s.cl. 5,3** DiE -2; P.cO,05
EM. 5; sA. 5,6 F.M. 5,7;s.d.:5 NS
Ql 51v!. 7,74; 5.4.1,09 S.MIIO,14;s.d. 2,5** Dii. -2,4; P.c 0,05
E.M..2,1; s.d. 4,6 EM. i,4;s.d. 4,6 NS
02 SIvt 8,9; s.d. 5,6 SiM. 10,4; sA. 5,8*** Dii. -1,5; P.c 0,05
EM. 4,17; s.d. 4,8 .. E.M. 3,5; s.d. 5,6 . NS
Pg - 1133-
ALTERACIONES NEUROPSCOLOGCAS EN EL TOC
SW 1 (450-800 ms). El patrn de resultados para el componente SWl examinado entre los
450 y 800 ms despus de la aparicin de la carta a clasificar, replic las diferencias
obtenidas en el grupo de sujetos sanos en las ventanas previas, con diferencias significativas
entre las condiciones W1S23 y W1S67 en regiones fronto-temporales, temporales y parietal
del hemisferio izquierdo, con una amplitud significativamente mayor de la onda en la
condicin W1S67 en hemisferio izquierdo. Se encontraron diferencias significativos a nivel
frontopolar en los dos hemisferios con una polaridad inversa, mayor amplitud del potencial
en W1S23. En el grupo de pacientes no se observaron diferencias significativas entre las dos
tareas. En el anlisis multivariante en el grupo de controles sanos, no se encontr
significacin estadstica considerando el factor hemisferio globalmente. Si hubo
significacin estadstica en Tarea x Hemisferio. Esta significacin no se ball en el grupo de
pacientes. En la comparacin entre grupos se observ una amplitud significativamente
menor de la onda en el grupo de pacientes en los electrodos 01 y 02 (P.c 0,01 en la prueba
T y en la U de Mann Whitney) en la condicin W1S23. En el resto de los electrodos las
potencias fueron similares. En la condicin W1S67 se observaron diferencias significativas a
nivel de F7 (P .c 0,05), T7 (PC 0,01), P3 (P.c 0,01), P4 (pC0,05); 01 (P < 0,01) y 02
(P>cO,01)
Pg - 134-
ALTERACIONES NEIJROPSICOLGICAS ENEL TOC
FF2 5. M. 2,7; s.d. 5,1 . S. M. 0,3; s.d. 5,8 Dif. 2>4; p< 0,01
E. M. 2,2; s.d. 5,1< E.M.. 6,7; s.d.4
F3 5. M. 3,6; ld. 3,7 5; M. 3,7; s.d. 3,6 NS
E,M.2,3;s,4.4. . . F.M. 17 sd 46 NS
P3 5. M.6,5;s.d.4,6 5. M 8 sd.45** Diii 4,5,P<0,05
E. Nt 3,8; s.d. 6,3 E,MI 4; s4. 5 NS
P4 5. M 7,5, s.J. 5,9 5. M. 8,4; s.J. 6* NS
E. M. 4,5; s.d. 5,9 E.M. 4.5. s.d. 57 NS
01 5. M 6,3; s.J. 4,9 ** S. M. 6,8; 6 cl. 4,9*I NS
E. M. 149; s,d.:4,6. . :. S.M. i,i;s.J. 4,7 NS
02 5. lvi. 6,9; s.4. 554* . . S.M.7,Z; s.J. 55~~ NS
E. M. 2,7; s.J. 4,8 EM: s.J. 5,3
* P< 0,05; ** P.c 0,01; *** P.c 0,001
Pg - 135-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - 136-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOCCAS EN EL TOC
Pg - 137-
ALTERACIONES NEEJROPSCOLGICAS EN EL TOC
Pg - 138-
i
6;
4
C
ii
h
c
r--
IL
P F
3
ALTERACIONES NEUROPSICOLGCAS ENEL TOC
Se realiz primeramente una anlisis multivariante con un modelo factorial Tarea x Hemisferio x
Electrodo, para comprobar la existencia de diferencias en la seal elctrica entre tareas en cada
uno de los intervalos de tiempo que hemos ido analizando hasta ahora. El factor tarea tuvo 4
niveles WPASS, WPRES, WCOL, Y WCST (se realiz con la media de la amplitud obtenida en
cada tarea). En el grupo de controles sanos se observaron diferencias significativas entre tareas
en todos los electrodos (P.c 0,001) examinando cada una de las ventanas. En el grupo de
pacientes, y considerando el factor tarea con los 4 niveles al igual que en los sanos, se
observaron diferencias en las medias de la amplitud del potencial en cada electrodo para cada
ventana, pero no alcanzaron significacin estadstica en el caso WCOL y WCST.
Se analizaron posteriormente las tareas por separado, comprobando las diferencias entre el
grupo de individuos sanos y enfermos para cada electrodo y repitiendo el anlisis univanante en
cada ventana.
Pg - 139~
AL TERACLONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
significativas entre sanos y enfennos en ninguno de los electrodos. Tampoco sehallaron diferencias
significativas en WPRESS. En WCOL se observaron amplitudes de onda significativamente
diferentes entre sanos y enfermos en electrodos frontopolares, y frontotemporales en los dos
hemisferios. Las diferencias encontradas en electrodos frontales derecho e izquierdo estuvieron
cercanas a la significacin estadstica (P.c 0,07).
Pg - 140
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
FP1 SM. -1; s.J. 0,9 SM. -0,6 sd. 13 S.NL 0,7; s.J. 1>9*
EM. -0,5; s.d. 0,9:.: EM. -0,7 sJ. 2 EM -0,7; s.J. 1,4
FF2 SM: -0,6; s.J. 0,6 . SM. -0,4 s cl. 17 . . SM. 0,9; s4 1,9*
E.M: -0,3; 5.40,7 EM. 0,8 sJ. 29 EM 43; s.J. 2,4
FI S.M.-0,9 sd 1 SNL 12 sd. 1 S.M.-0,1;s.d. 1
EM.-0,5 sd.09 EM 1 sd.14 EIvL-1;s.d. 1,3
F4 SM. -0,7, s.J. 0,6 SM -0,8, s.d. 1,14 S.NL 0,2; s.J. 1,1
E.M.-0,5 s&07 EM 1 s&17 EM-0,7;s.c11,5
F7 SM. -1;s.d. 1,4 S.NL -09 sJ. 103 S.M.0,4;sJ. 1,22*
EM. -0,5; s.J. 1,2 EM. -0,4, S.D. 1,21 EM. -0,7; s.J. 1,3
EX S.M -0,5; sil 0,8 : :. SM -0,4; s.J. 1,8 S.M. 1,3; s.J. 2,4*
EM. 0,2; ad. 1~7 Y:: EM-0,5; s.J. 3,2 EM. -0,6; sil 1,9
T7 SM. -0,84 s.J. 145 SM -0,8; sil 0>9 SM. 0,3; sil 0,9
EM. -0,3; s.J. 0,9. E.M..44~J.1 EM? 0>5; s.J. 2
T8 SM. -0,4; s.J 1 : ~ SM -0,6 s cl. 1 3 SM. 0,5; s.J. 1,2
EM> -0,2; s.J. 0,7 . E.M.0,O1 sd.19 EM. -0,1; s.J. 1,8
VI.. S.M. -0,4; sil 147.: S.IvL.-L sJ. 13 . S.NL 0,2; sil 1
EMJOX.J. ~ : :: it-04 sJ. 14 BLM. -O,2;s.J.3
.F.. SM. -03; s.J. 1,5 SM2 -11 sJ. 16 SM. 0,8; s.J. 1,7
EiM. -0,2; s.J. 1,5 EM. -03 sci. 18 EM -0,5; s.J. 3,2
01 SM. -0,3; s d.1,5 SM. -07 s d. 13 SiM. 0,5; s.J. 0,9
E.M.O,1;s.d.0,8: . E.M.-01 sd. 15 EMO,5;s.d.2
02 SM. -0,4~ s.J. 1,4: .NL -05 sJ. 135 SM. 0,4; s.J. 0,7
E.M.-0;2;s.J. 1~~..~ ENL-01 sJ. 14 . EM. 0,3;s.J. 2,9.
*p4flp5
Pg - 141-
ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
- P 100: (80-120 ms). En esta ventana se repiten los resultados del intervalo previo, sin encontrar
ninguna diferencia estadsticamente significativa entre sanos y enfermos en WPASS, WPRESS en
ninguno de los electrodos. En la tarea WCOL se haflaron diferencias significativas en electrodos
frontopolares y frontotemporales en los dos hemisferios.
Pg - 142-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
FF1 SM? -2,3; s.J. 1,7.. .S.M.-1,6; sd. 2 . SM 0,6; s.J. 2,7**
EM. -1,5; sil1,1 E.M: -1,7; s.d.2,2. E.M.-2,2;s.d. 2,7
FF2 SM. -1,7; s.J. 1,6: . 5M. -1,4; s.J. 2,2 SM. 0,8; s.d. 2,9**
F.M. -1,3; s.J. ~ : E.M. -1,9; s4 2,9: ~: F.M. -2,9; s.J. 2,7
FI S.M.-2,; s.J. 2,1 &M ~2,4,s.J. 2,6 SM >0,4; sil 1,8
E.M. -1,6; s.J. 1,2: EM 2,s.ct 1,9 . EM. 4,4; sil 1,8
E4 S.M.-1,7;s.J.2;2 SM. 18 sJ.25 S.M.O,O1;.s.d 1,9
F.M. -1,2; s.J. .1,3. EM 16 s <12 . EM: -1~ s.J.:2,5
.F7 SM-1,7;s.d.2,1 SM 2 sJ.24 S.M?0,6;s.J.2,2*
EM. -1,2;s.d. 1,1 EM? 13 sJ. 19 . F.M. -1,6; s.J. 2,3
EM. -0,1, s.J. 1,2. F.M. 0,1; s.J. 2,5 F.M. 0,7; sil 2,5
rs S.M?O,1;s.J. 1,8 S.M.Q3 sd22 S.M? 1,6;s.d.2,3
EMO,2;sd0,9 E.M:08 sd.2.4 . E.M.O4;s.d,2,6
P3 SM 3,3; sil 2,9 SM. .3 3 sJ. 2 7 SM? 5,5; s.J. 2,8
E.MA;s.d3,9 E..M.5 s446 E.M.4;s.d.3
P4 S.M?3,3;sJ.3,1 &M.36 sd27 . SM?5,8;sil3,3
EM 3,7; s.d. 3,5 EM 5 sJ. 5 1 F.M 2,9; s.J. 4,3
01 SM4,6;sd.2,8 S.?vL47 sct26 . S,M.4.9;s.J. 1,8
E.M.5 s&39 E.M.4,1;s.J.3,4
S.M? ~t~4. 2>3 ~. Sf14,7, s.J. 2,4 S.M. 4,6; s.J. 1,5
02
E.M.4;s.&2>9 EM53 s.442 . E.M.4;s.J.3,6
* F.c 0,05; ** P.c 0,01
Pg - :143-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
1 - NSO (120 - 180). No se hail ninguna diferencia en WPASS y WPRESS entre enfermos y
sanos. En WCOL los resultados difieren algo de los observados en las ventanas de tiempo previas.
3 Se ball significacin estadsticas en las diferencias de amplitud entre sanos y enfermos en los
electrodos frontopolares bilaterales, frontal, frontotemporal del hemisferio izquierdo y electrodo
1 occipital izquierdo. En el electrodo occipital derecho las diferencias Rieron cercanas a la
significacin.
Pg - 144-
ALTERACIONES NEUROPSCOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 145-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg 146
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
FU SM? 0,4; s.J. 1,6 SM. 3; s.d2>2 . . SM. 6,9, sil 5,2*41
EM: 1,4; s.d. 2,4 EM. 2,2; s.J. 24.: . EM. 1,5; s.J. 4,2
FP2 SM. 1,13;ad..1,7 : S.M. 3,5; sil 2,7~~ SM. 7,8; ad. 4,7**
E.M. 1,9; s4. 3... E.M. 2,7; .d. 2,2: EM. 2,3; s.d. 2,3
F3... SM. 1,9; s.J. 2,2 SM. 2, s.J. 2,3 SM? 3,1; &J. 2,9*
F.M. 1,7; s.d. 1,9 . E.M?.2,6,.s.d. 2,08. F.M. 0,3; s.J. 4,4
F4 S.M. 2,2; s.d. 2,2. ~.. :S,M. 35 5 cl. 22 SM. 5,2; sil 2,6*
F.M. 1,9; s.& 1,9.. F.M. 3 s.J. 1 5 F.M. 2,7; s.d. 3,3
F7 S.M. 0,7; s.J. 1,8 5*16 s cl. 27 S.M. 3,8; s.J. 2,5**
F.M. 1,6; s.J. 3,5 F.M. 12 sJ. 19 F.M. 0,9; s.J. 2,2
FE S.M. 1,3; s.J.1,7 SM. 4 1 s cl. 3 1 : S.M. 9,3; s.J. 8,8*
F.M. 1,4; s.J. 3,1 F.M.. 3 5 s cl. 2 & : F.M. 4,5; s.J. 3,6
T7 S.M. 0,4; sil 2,6 .. SM? 13 sd. 14 .~ S.M. 1,8; sil 2,5
.M. -0,3;.s4. 1,8 : .~ F.M. 15 sJ. 24 E.M.-0,2; sd. 4
TE S.M. 0,9; s.J. 1,9 S.M.2 7 s & 23 SM? 4,7, s.J. 2,6>~
F.M. 0,1; s.J. 2,4 E.M,.2,8, S.J. 2,4 EM. 2,2; sil 3
P3 SM. 2,4;sil3,8 S.M33 5~33 : SM? I,3;sil3,8
E.M...1.,2; s.J. 3,6 E.M 3,4, s.J. 47 F.M. >0,7; s.J. 5,4
P4 SM. 2,4; sil 3,3 SM. 4,2, sil 4,2 . S.M. 3,8; s.J. 4,4
EM. 1;sd.3,2 E.M.4 sd. 43 E.M.0,9;s.d.5,5
01 S.M.2,8;s,d.4,1 S~M.23 sJ.37 SM. 1;s.J.4,2
F.M. O,6;sil 2,6 EM: 17 s J. 4 E.M. ,5; s.J. 3,6
02 S.M. 2,5; ~il 3,7 ~:. SM. 25 sJ.42 y SM. 1,27; s>J. 4
F.M. 1;s.J. 43 F.M. 22 sd.46 E.M.O,1;s.d.3,7
* Pc 0,05; ** P< 0,01
Pg - 147-
ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 148-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 149-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
temporal izquierdo.
Pg - 150-
ALTERACIONES NELTROPSICOLGICAS EN EL TOC
.F11 SM. 0,6; sc!. 2 S,M,.2;i7; s.J. 2,9 SM. 4,5; s <j 73
E.M.O,3;s.d. 1,6 F.M?06 sc!. 32 EM. 3;s.d. 2,8
FF2 SM. 1,7;sd. 2,3 S.M.3 sJ.3 1 S.M.6;s.d.8,2
E.M.0,8;s.d.2,5 E.M?12 s.d3 1 : F.M. 3;s.&4,6
FI. S.M. 1,4; s.J. 2,2 S.M.: 1 7 s J. 2 4 SM. 3,5; s.J. 4,7
E.M.0,6;s.d.O,9 EM?24 s.d.36 : F.M.2,5,s.d.4,6
F4 S.M. 2,8; s.J. 3,2 S.M.3,3; 8.42,9: : S.M. 5,6; s.J. 5,6
F.M. 1; sil 1,6 EM? 3~4; s.J. 2,9: EM. 4,6; s.J. 4,3
Fi SM. -0,8; s.J. 2,5 . SM. Q,9; s.J. 2,2 SM. 2,3; s.J. 4>3
EM ,O,1;s. 1,0 F.M. -0,5; s>J. 2,2 F.M. 1; s.J. 3,4
PS S.M? 1,4; s.J. 3,5 SM. 4,3; s.J. 3,8 SM. 8>7; s.J. 11,2
EM. 1; s.J. 2,7 EM, 3; s.J. 2,5 EM: 4; s.J. 4,5
Ti S.M? -06~s.J.3,1 S.M. 1,4; s.J.:2,2* S.M. 33; s&.37*
F.M. 0,1; s.J. 1,4 . E.M; >6,2~ ~d. 1,5: F.M. 0,4; s.J. 3,8
18 SM? 2,2; sil 1,7 SIM. 3,5; sil2,4 SM. 4,8; sil 5,2
E.M,7;s.J.1 E.M:19 sc!. 14: E.M?3,14&J.3
[3 SM. 2,8; s.J. 3,1 SM 3 sc!. 37 SM. 9,1; s.J. 5
E.M. 1,5;sJ.2,4 E.M?4 1 sJ.44 EM. 7; s.cLS,4
[4 S.M.3,4;s.d.3 SM?:43 sd.36 . S.M.8,2;sJ.6,2
EM.2,7;s&2 E.M.37 s.d.44 EM.7,1;s.d.5,2
01 SM. 3,7; s.d. 3,8 SM: 24 sJ. 37 SM. 6,4; s.J. 5,3
F.M. 1,5; sc!. 2,2 E.M.0 4 s.d. 38 . EM? 3,3; s.J. 4,3
02 S.M? 3,3; s.J. 3,3 SM.3 sc!. 35 SM. 6,5; sc!. 5>2
E.M. 1,2; s.J. 2,6 EM?! sJ. 4 F.M. 4,2; sc!. 4,6
* PC 0,05; ** p< 0,01
Pg - 151-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOCICAS EN EL TOC
Pg - 152-
ALTERACIONES NEIJROPSICOLOGICAS EN EL TOC
FF1 SM. 0,7; s.J. 2,6 SM 2 <1.18 . S.M. 2>6; s.J. 6,1
E.M.O,2;sstO,9 Ff11 sd,19 : FM? l;s4. 2,6
FF2 S.M.2;s.d.2,8 S.M?29 sJ.24 SM.4,1;s.J.6,7
E.M? 0,6; ad. 1,3 EM. 2,3, s.J. 2,4. F.M. 2; s.J. 3,1
F3 S,M, 1; sil .1,9 SM. 1,5, s.J. 1>9 SM. 2,5; s.J. 6,7
E.M? O,5;sd. 0,7 F.M. 14 s cl. 16 F.M. 2,3; sil 3,9
F4 S,M. 2,1; s.d. 2,7 SM, 2,7, s.d. 2,6: SM. 4,5; s.d. 4,3
E.M. 1>4; s.J. 0,6 EM. 24 ~J 1 5~ F.M. 3,5; sil 3,4
Fi S.M.-0,6;s.J.2,1 51v! 11 sc!. 16 S.M.2,1;s.d3,9
E.M.O,1;s.d. 1,6 E.M.O1 sJ.24 E.M.0,3;s.d.3,2
EX SM. 1,7; s.d. 4,6 SM. 3,6;sid. 3,6 SM? 6,2; s.d. 7,5
EM? 1; sil 1,1 F.M. 3,2; s.d?2,3 F.M. 3,4; sil 4,3
1>7 S.M. -0,3 4.2,8 SM. 0,7~s.d :1,9 S.M? 3,1; s.J. 3;4
EM? 0,1;s.d. 1 EM.O,i;sil 19 F.M. 1,5; s.J. 3,2
T8 S.M. 2>1; s.d. 1,5 S.M? 23 s4 3 ~ SM. 4,5; s.J. 4>6
E.M. 1,5; ad. 0,6 EM 17 sJ. 2 . F.M. 3,5; s.J. 3.4
1>3 SM. 1,7;sJ. 2,3 S.M?06 s.d.2 1 S.M? 6,5; s.J. 5,1
E.M..1;s.J. 1,5 M 06 sd.22 E.M.5,4;s.d.5
4 SM. 2,4; s.J. 2,3 SM? 1 5 s.J. 24 SM. 6,7; s.J. 5,5
EM. 1,3; sil 1,5 F.M. 1,2; s.J. 2,9 F.M. 6; sil 6,2
01 SM. 2,6; s.J. 3,1~ SM. 0,12; s.J. 2,4 SM? 4,4; s.J. 4,9
EM? 1,4; s.d. 1,2 EM. -O,5;s.d. 3,1 E.M 3; sc!. 3,7
02 SM. 2,6; sil 2,7 .M. 0,4; s.d. 2,4 SM. 4,9; sc!. 4,9
EM. 1,8; s.d. 1,8 F.M. -0,3; s.J. 3,3 ..: EM. 3,4; sc!. 4,4
*1> <0,05; ** Pc 0,01; **~P <0,001
Pg - 153
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
- SWZ (800 - 1200). No existen diferencias en la amplitud de la onda entre tareas en ningn
electrodo en WPASS y WPRESS. En WCOL las diferencias se localizan en electrodos
frontopolares y frontales de ambos hemisferios, en temporal de hemisferio izquierdo y parietal de
hemisferio derecho.
Pg - 154-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGCAS EN EL TOC
FPI SM 0,6; s.J. 2,4 SM. 0,8; sil 143 S.M. 3,3; s.J. 4,5*
E.M.>6,1;s~d. 1 EMO9 sc!. 1,3 . EM.0,2;s.J. 1,9
FF2 SN!. 2,2; s.J. 2,2 SM. 11 sc!. 16 SM. 4,6, s.d. 4,8*
EM. 1,7; s.J. 1,3 E.M? 14 sJ. 16 EM. 1; s.J. 2
FI SM 0,8; s.J. 1,31 SM: 0,7, s.J. 1,1 SM. 1,5; s.J. 2,4
E.M.O,1;s.J.0,6 EM 1 s<112 . EM.0,3;s.J. 1,9
F4 SM 1,4;sil 1,6 . . SM. 1,1;s.J. 1,6 SM.2,9;sil2,9
EM. 1,3; s.J. ,7 .. EM. 1,3; s?d. 0,8 . EM. 1,6; s.J. 1,8
Fi SM -0,2; s.J. 1,4 SM. O,4;s.J..O>9 SM. 2,2; s.J. 2,5*
EM. -0,1; s.J. 1,3 EM? 0,6; s.J. 1;7 E.M? -0,3; sil 2,5
F8 SM 1,6; sil 3,4 SM. 1;1; s.J. 1>8 SM. 5,1; sil 4,9*
F.M. 1,s.J. 1,8 E.M. 1,2; s.J.1,6 EM. 2,1; s.J. 2,5
17 S.M. -O,2;&J. 1,3 S.M?.0;2;sili,1. S?M.1,9; s.J. 17*
EM. -0,2; sil 0,9 EM? 0,3; sil 1,9 E.M. 0,5; sil 1,9
T8 SM. 0,8; s J. 1,1 S,M;O,5; s.J. 1,6 SM. 3,4; s.J. 2,6
E.M.0,3; s.J. 0,5 EM 0,5; s.J. ~: E.M. 2>2; s.J. 2,1
P3 SM. 0,6; s.J. 1,2 $rM. 047; sil L SM. 2,6; sil 1,9
E.M. 0,4; sil 0,8 E.MiO,6;sd. 16 EM. 1,6;sJ. 2,3
[4 .M? 1~2; s <1. 1,4 $M~ 1,3; s.J. i M. 3,9; s.J. 2,4*
EM. 1; s.d. 0,6 EM 1; sil1,9 .: F.M. 1,9; s.J. 2,3
01 SM 1,1; s.J. 1,2 S.M~0,4; s.J. 1 S.M. 1,9; s.J. 1,7
EM. 0,7; s.J. 0,6 EM 0,2; s.J. 2,2: EM. 1; s.J. 2,1
02 SM. 1,1;s.J. 1,2 SM O,4~4i,8 SM. 2,3; s.d.2
EM. 0,7; s.J. 1,1 E.M? 0,2; sil 1,8 E.M. 1,5; s.J. 2,3
* P~< 0,05; ** P < 0,01
Pg 155
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ALTERACIONES NEUROISICOLOGICAS EN EL TOC
V. DISCUSIN
1. Anlisis espectral. Ojos abiertos
Unicamente en la banda a se encontraron diferencias significativas entre el grupo de sanos y de
enfermos a nivel de P3 (P>c0,05), Pz (P>cO,O5) y fue casi significativo en P4 (P= 0,064). Tambin se
observaron diferencias significativas en 01 (PcZO,05) y 02 (P<0,05). En los 13 sujetos que se
realiz el estudio tras el tratamiento farmacolgico se realiz una comparacin de medias de la
potencia mxima en la banda a con los sujetos normales. Se mantuvieron las significaciones que
aparecan en los sujetos sin tratamiento, excepto en el electrodo P4 en el que se igualaban las
medias.
Estas diferencias de potencia no se correlacionaron con la puntuacin en la escala de Yalebrown,
ni con el nivel de ansiedad en el momento del estudios medido por la escala de Hamilton para la
ansiedad.
La banda a (8-13 Hz) consiste en una actividad rtmica que ocurre de forma prominente en
regiones posteriores y es una caracterstica prominente del EEG en el sujeto despierto y en estado
de relajacin. La amplitud del ritmo a se atena con la atencin y esfuerzo mental. Durante el
registro con ojos abiertos se solicita al individuo que mire sin parpadear o hacindolo lo menos
posible a un punto en el centro de la pantafla del ordenador. La incapacidad funcional del paciente
obsesivo para aprehender la realidad ntidamente hace que el si~eto se sienta muy inseguro,
vivenciando de forma muy imprecisa los limites de la realidad. Esto le lleva a la necesidad
patolgica de verificaciones y comprobaciones reiteradas, ya que la duda, como sentimiento
permanente en que est instalado el enfermo precisa disiparse a travs de una constante e
insatisfactoria constatacin de la realidad De ah que actividades tan simples como fijar la vista en
un punto pueda provocar un estado de hiperactivacin en estos pacientes que haga descender la
potencia de la banda a. Esto explicara por qu con los ojos cenados desaparecen las diferencias,
ya que el individuo no precisa tener control sobre ningn estimulo.
La prdida de las funciones de realidad, la configuracin de sta de una forma rgida y la necesidad
de mantener el equilibrio mediante continuas verificaciones es, en definitiva, una forma de
relacionarse con el mundo, caracterstica de estos pacientes y que dificilmente se modifica con el
tratamiento.
Pg - 156-
.
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
2a. 1>300
Como hemos seflalado la P300 es una onda simtrica positiva, mxima en regiones parietales y
centrales cercanas a la linea media, con una latencia que vara entre 250 a 600 milisegundos
dependiendo de los estmulos y de factores individuales diferentes de unos sujetos a otros.
Se considera que es un potencial cognitivo porque se genera cuando los sujetos atienden y
discriminan estmulos que difieren unos de otros en alguna dimensin. La discriminacin entre
dos estmulos genera una onda positiva relativamente grande (10-20 gV) con una latencia de
alrededor de 300 ms.
Las primeras publicaciones acerca de la P300 datan de hace 30 aos (Sutton, Braren, Zubin y
John, 1965) y se centraban alrededor de los mecanismos de procesamiento de la mformacin
bsica, de localizacin de la atencin y la memoria inmediata. Los distintos autores han
propuesto que este componente tardo de los potenciales evocados es endgeno,
relacionado con las reacciones psicolgicas del sujeto al estmulo ms que con las
caractersticas tsicas del mismo. En el ltimo cuarto de siglo se han sugerido diferentes teoras
en un intento de comprender el significado de la P300 en el cerebro aunque ninguna consigue
una explicacin clara y convincente. De los distintos estudios y teoras solo podemos deducir
que la P300 esta relacionada directamente con la cognicin aunque no sabemos exactamente
como.
Pg - 157-
.
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
E , Johnson (1986, 1992) ha propuesto un modelo para explicar los cambios de amplitud de la
P300 bajo diferentes situaciones experimentales. La probabilidad del estmulo y el significado
U del mismo son dos factores con un efecto aditivo en la amplitud de la P300. Estos dos factores
se multiplican por un tercer factor que representa la cantidad de informacin que se recibe
1
u acerca del estmulo. Esto depender del equvoco en la evaluacin del estmulo y de la
cantidad de atencin prestada a la tarea. Este modelo es importante por que sugiere que la
P300 no representa un proceso unitario, sino la suma de varios procesos diferentes. (Picton,
1992).
E La latencia y la amplitud de la P300 pueden ser afectadas de forma diferente por las distintas
variables experimentales. El aumento en la cantidad de tiempo necesana para evaluar el
u estmulo aumenta la latencia, si en las dos tareas se hacen con la misma seguridad no se
modifica
procesos la amplitud. (Cutas y cols. 1977). Es posible que la latencia y la amplitud reflejen
diferentes.
Aparte de desconocer el papel que juega la P300 en los procesos cognitivos, desconocemos el
origen intracerebral de la misma, por lo que la utilidad clnica de esta onda es hoy por hoy
3 limitada. Sin embargo, podemos considerarla como una medida neuroelctrica, no invasiva y
sencilla de obtener de la funcin cognitiva (Polich, 1992, Polich y cols, 1995).
La P300 se ha encontrado alterada en diferentes patologas psiquitricas, como por ejemplo la
Pg - 158-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
aparicindel pico mximo fue mayor en los enfermos con una significacin estadstica de P=0,012
en la T de student y P#J,0l 1 en la prueba de Mann-Whitney. La amplitud del potencial no mostr
ninguna correlacin con la gravedad de la psicopatologa en el momento del estudio (escala de Yale
brown), ni con el nivel de ansiedad (HAS). La latencia mostr un coeficiente de correlacin de
Pearson de 0,5 con el nivel de ansiedad, estando ste cercano a la significacin estadstica (P>c0,08).
Tampoco se observ correlacin con las subescalas de obsesiones y compulsiones. Se crearon dos
subgrupos de enfermos segn tuvieran un claro predominio de obsesiones en el cuadro clnico,
compulsiones o un cuadro mixto. No hubo diferencias significativas entre grupos.
Tras el tratamiento con clorimipramina (con accin serotoninrgica) aument la amplitud del
potencial, aunque sin llegar a la significacin estadstica, respecto a los valores obtenidos sin
tratamiento. No queda claro la importancia clnica de este hallazgo. No diferencia entre subgrupos
de pacientes ni muestra correlacin con el nivel de psicopatologa.
Las diferencias en la amplitud podra estar ocasionada por la inseguridad con que los pacientes con
TOC responden al estmulo infrecuente. Los pacientes con TOC muestran dificultades para
cambiar su energa psquica de un objetivo a otro con agilidad y eficacia (Vallejo, 1995), dificultad
que podra estar relacionada con una disflincin frontal inhibitoria. El sujeto, para responder al
estmulo infrecuente de la tarea presionando el botn del ratn, precisainhibir la pauta de conducta
previa frente al estimulo frecuente. La ineficacia de los procesos inhibitorios hace que el individuo
dude a la hora de decidir contestar al estmulo infrecuente. Esta Ibita de seguridad podra
condicionar la disminucin en la amplitud observada. Un dato que sera coherente con esta
explicacin es la reduccin de la P300 observada en pacientes con dao frontal (Picton, 1992).
La latencia de la P300 parece estar determinada por la evaluacin del estmulo y ser independiente
de la respuesta al mismo y del tiempo de reaccin. Se ha observado que la latencia de la P300 es a
menudo ms larga que el tiempo de reaccin, sugiriendo que los procesos reflejados en la P300 no
son los causantes de la decisin de responder al estmulo, pero puede reflejar el almacenamiento
posterior en la memoria que permite al sujeto utilizar la informacin actual para prepararse para
futuros eventos. Donchin (1981) se refiere a esta actividad como contefl updating.
Se ha observado que el aumento del tiempo empleado para categorizar el estmulo aumenta la
latencia de esta onda. La incapacidad de los pacientes para ignorar las caractersticas no relevantes
de los estmulos de forma gil prolonga el tiempo de evaluacin y categonzacin del estmulo
Pg - 159
ALTERACIONES NELJROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - 160-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Para la interpretacin de las variaciones en la P300 tras el tratamiento nos parece particularmente
interesante el trabajo de Heger y Juckel (1993). Segn estos autores el tono serotoninrgico
central aumentado puede producir que las ondas delpotencial evocado auditivo aumente menos en
respuesta a intensidades crecientes del estmulo. Proponen que el componente NIP200 vara en
fUncin de la intensidad del estmulo en mayor o menor medida dependiendo del tono
serotoninrgico central. De esta forma si el tono serotoninrgico es alto, para la misma intensidad
del estmulo el componente Nl /P200 ser menor. Este componente podra servir de marcador que
identifican un subgrupo de pacientes que respondieran satisfactoriamente a drogas que actuaran en
el sistema serotoninrgico. Basndonos en este estudio y en los resultados obtenidos por Molina y
cok (1993,1995) expuestos en la introduccin es posible que la amplitud del componente P300 de
los potenciales evocados auditivos dependa del tono serotoninrgico central. Esto explicara la
modificacin en la amplitud de la onda con el tratamiento farmacolgico.
Hay una importante proporcin de receptores 5HT-2 en las capas 1 y y de la corteza sensorial
(Palacios y cols., 1990). Estos receptores se regulan a la baja con el tratamiento con antidepresivos
con accin sobre el sistema serotoninrgico. Si aceptamos que en el TOC pueda haber un aumento
del tono serotoninrgico central, reflejado en una menor amplitud de la P300 a los estmulos
auditivos, podemos pensar que el mecanismo probable de la correccin en el tono serotoninrgico
central, que explica el aumento de la amplitud en la P300, sea la regulacin a la baja del nmero de
receptores de la familia 5-HT2 y 5-HTlC, que producira una disminucin en la funcin
serotoninrgica mediada por estos receptores (Goodwin y Jannson, 1990)
La no modificacin de la latencia tras el tratamiento, a diferencia de la modificacin en la amplitud,
puede deberse al hecho de que latencia y amplitud reflejan distintos procesos.
Otros estudios que verifican la hiptesis de que la dificultad caracteristica de los pacientes con
TOC para categorizar los estmulos infrecuentes puede ser evaluada con potenciales evocados son
los expuestos a continuacin. Cielsieflci y cols. (1981) analizan los potenciales evocados visuales en
pacientes tras recibir los estmulos de fomia pasiva y tras una tarea cognitiva, hallando disminucin
en la amplitud de los potenciales durante la tarea cognitiva, fundamentalmente en el lado derecho.
Su hiptesis es que la elaboracin de la informacin debera estar alterada en estos pacientes dadas
sus dificultades para tomar decisiones ante estmulos mnimos, pareciendo que la dificultad reside
en la prdida de la capacidadinhibitoria de los estmulos no relevantes.
Pg - 161~
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
1 Malloy y cok (1989) encontraron tambin una disminucin de la amplitud de la P300 en pacientes
con TOC en regin orbitofrontal y temporal anterior cuando la tarea a realizar era la inhibicin de
3 un acto motor por una orden en la pantalla.
Investigaciones recientes han encontrado que la P300 puede variar no solo cambiando la estructura
1 de la tarea sino por fluctuaciones en el estado de arousal del individuo. Esta variaciones en el
arousal pueden ocurrir de forma espontnea o por factores externos. Un aumento del arousal
U parece relacionado con un aumento en la amplitud y una disminucin en la latencia del componente
rn P300 (Polich y cols., 1995). Algunos estudio han sugerido la posibilidad de que un estado de
hiperarousal pudiera ser caracterstico del TOC (Hoehn-Saric y cols., 1995). Para ello recogen una
Pg - 162
AL TER,4ClONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
2b. WCST
Latencias de respuesta
Los pacientes obsesivos que participaron en nuestro estudio emplearon un tiempo
significativamente mayor que los sujetos sanos en responder a los ensayos del WCST, en cada una
de las condiciones analizadas. Tras el tratamiento este tiempo se redujo pero no de forma
significativa, y no pudiendo descartar un efecto de aprendizaje en esta reduccin. Este aumento en
el tiempo de respuesta fue independiente de una buena o mala realizacin del test. Pensamos que
puede ser un reflejo de la lentitud obsesiva, fenmeno que expondremos a continuacin. Hay
autores que achacan la lentitud de los pacientes obsesivos a la intensidad y frecuencia de los
pensamientos obsesivos y al tiempo empleado en las compulsiones. En nuestro estudio, sin
embargo, la correlacin entre las latencias y la psicopatologa no aparecen como significativas
estadisticainente.
El fenmeno de la lentitud obsesiva ha sido descrito recientemente. Muchos pacientes con un
trastorno obsesivo-compulsivo se quejan de lentitud para llevar a cabo sus actividades ordinarias,
lentitud que en ocasiones es profimdamente incapacitante (Marks, 1978). En general se ha
considerado que es el resultado de la ejecucin de rituales y apenas se le ha prestado atencin
(I-Iymas y cols., 1991). De hecho, en las descripciones del trastorno en los libros de texto estndar
(SlateryRoth, 1969; Eyycols. 1974; Rado yMonroe, 1974) no recibe una atencin explcita.
En 1974 Racbnian describi lo que denomin lentitud obsesiva primaria. Su informe se bas en
las caractersticas de 10 pacientes que mostraron una lentitud grave en la ejecucin de las tareas
simples de la vida cotidiana. Procur excluir a los pacientes en que la lentitud era consecuencia de
la verificacin u otros rituales. Explica, sin embargo, la lentitud desde un punto de vista psicolgico
en terminos de meticulosidad sin hacer referencia al cerebro. Hynias y cols. (1991) realizan un
estudio detallado de la neurologa de la lentitud obsesiva. Los autores refieren que su inters en este
tema se acrecent con la observacin de un paciente en que Su lentitud pareca derivar de una
dificultad en el inicio de los movimientos simples, en cambiar y en secuenciar entre diferentes
patrones de movimiento, y en efectuar ms de un movimiento simultneamente La conducta
dirigida a un objetivo estaba continuamente mterrumpida por la perseveracin de movimientos
indeseados y por una extrema distraccin a los estmulos visuales al azar. Otra caracterstica fue la
ineficacia de su monitorizacin verbal para modificar y dirigir su conducta.. As pues el paciente
Pg - 163.
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
mostr alteraciones en el rendimiento motor y del control que recuerdan a los observados en
pacientes con alteraciones del lbulo frontal y en la enfermedad de Parkinson, haciendo sospechar
una alteracin del sistema frontoestriatal. Estos autores realizaronun estudio de la lentitud obsesiva
y de las alteraciones motrices en este trastorno en una serie de 59 pacientes con diagnstico de
TOC grave. Realizaron diversas pruebas neuropsicolgicas y test de psicomotricidad. Concluyeron
que la lentitud subjetiva destacada y el retraso en la ejecucin de las tareas ordinarias de la vida
fueron caractersticas comunes en este grupo. Las molestias parecieron proceder principalmente de
dificultades en el inicio de una accin dirigida a un objetivo y de dificultades para suprimir las
conductas perseverativas durante el curso de dicha accin. El examen estructurado adicional de
estos pacientes revel una serie de deterioros motores y cognitivos coherente con la hiptesis de
que las funciones favorecidas por los mecanismos frontales y los ganglios basales podran estar
deterioradas. Esta hiptesis estada de acuerdo con la tendencia actual a considerar una alteracin
frontoestriatal como mecanismo fisiopatognico del TOC.
Galderisi y cols. encuentran en un estudio publicado en 1995 que los pacientes con TOC son ms
lentos en la realizacin de test neuropsicolgicos slo cuando realiza tareas que implican la puesta
en marcha de los sistemas fronto-subcorticales, concluyendo que la lentitud obsesiva no es
consecuencia de la meticulosidad y la preocupacin por realizar la tarea correctamente, o
consecuencia de pensamientos intrusivos, sino probablemente reflejo de una alteracin en los
sistemas frontosubcorticales.
Martin y cok (1995) han publicado recientemente un estudio en el 18 pacientes diagnosticados de
TOC realizan una tarea con el fin de evaluar la memoria de trabajo encontrando que los pacientes
no diferan de los normales en el reconocimiento de palabras abstractas, objetos comunes, pero lo
hacan de forma significativamente ms lenta que los sujetos normales. Esta alteracin en el tiempo
de reaccin se correlacionaba significativamente con la gravedad de la sintomatologa obsesiva y
con la puntuacin en las escalas de depresin. No se hall, sin embargo, relacin con el nivel de
ansiedad>
Gross- Isseroff y cok (1996) encuentran tambin que los pacientes con TOC realizan el WCST de
forma significativamente ms lenta cuando se compara con normales junto con los dficit en la
ejecucin del altemation leaniing task, explicndolo como una disflmcin en corteza
orbito frontal.
Pg - 164-
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
En nuestro estudio no aparece ninguna correlacin entre las latencias de respuesta y la puntuacin
en la escala Yale-brown y tampoco con el nivel de ansiedad. Tras ser sometidos a tratamiento
farmacolgico se reduce algo el tiempo de respuesta, sin llegar a alcanzar los valores de los sujetos
normales y no pudiendo descartar que la mejora sea consecuencia del aprendizaje.
Pg 165
ALTERACIONES NEEJROPSICOLGICAS EN EL TOC
Rendimiento en el WCST
Los pacientes mostraron peor rendimiento que los sujetos normales en el WCST. Fueron capaces
de completar un menor nmero de categoras de forma completa, cometieron ms perseveraciones
y ms errores totales. La nica variable que se correlacion de forma significativa conla puntuacin
en la escala de Yale-Bro~ fue el nmero de errores totales. Esto puede reflejar simplemente las
dificultades en la concentracin y la atencin de los pacientes provocadas por la gravedad del
cuadro clnico. Tras el tratamiento mejoraron todas las variables consideradas en el WCST, aunque
la nica que mostr significacin estadstica fue el aumento en el nmero de categoras completadas
correctamente.
Es de destacar que tras el tratamiento si aparece correlacin entre todas las variables y la escala de
Yalebrox~. En el episodio agudo el rendimiento en el test est muy condicionado por la
sintomatologa. En los casos en que tras el episodio el nivel basal de psicopatologa es bajo,
presentaran menor disftmcin en los procesos frontales responsables de la correcta ejecucin del
test que en cuadros de evolucin ms crnica que responden parcialmente a tratamiento
manteniendo un nivel basal de psicopatologa alto.
La prueba de clasificacin de taijetas de Wisconsin requiere cambios sistemticos y repetidos de
una categora de respuesta con la puntuacin del error perseverativo, siendo una prueba
relativamente pura de la capacidad de establecer un cambio. La perseveracin puede reflejar la
dificultad del paciente para cambiar de una categora preestablecida a una nueva. Diversos autores
han encontrado un mayor porcentaje de repuestas perseverativas en el TOC (Harvey, 1987; Head y
cols., 1989; <ioodwin y cok, 1992). Unicamente en uno de los estudios, el de Harvey (1987), el
porcentaje de perseveraciones mostr correlacin significativa con la gravedad de la
sintomatologa. En este caso se utiliz The Leyton Obssesional Inventor/, que es una escala de
compleja administracin y que no distingue claramente entre rasgos y sntomas obsesivos. Los
datos acerca de su validez y fiabilidad son inconsistentes (Goodman & Price, 1992). En nuestro
trabajo encontramos una mayor numero de respuestas perseverativas y un menor nmero de
categoras completadas en los pacientes con TOC comparado con los sanos, an despus de
mejorar la clnica con el tratamiento farmacolgico. Estos hallazgos confirman la hiptesis
planteada. Creemos que la disflmcin en las vas frontales inhibitorias pueden ocasionar las
respuestas perseverativas y dificultar el cambio de un patrn cognitivo a otro nuevo.
Pg - 166-
.
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Como en el caso de la P300 de los resultados de este estudio no queda clara la importancia clnica
de la evaluacin de esta alteracin cognitiva. La ausencia de correlacin entre el nivel de
psicopatologa y estas medidas, y la no normalizacin en los parmetros estimados durante la
ejecucin del WCST, hacen que sea dudosa su utilidad como marcador de estado.
Pg - 16Th
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 168-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGIC4S EN EL TOC
DiferenciasW1S23-W1567
Expondremos a continuacin una posible interpretacin funcional de las caractersticas de los
potenciales generados durante los dos procesos cognitivos especificados previament, que
aparecen daados en el TOC.
Las diferencias ms tempranas entre las dos condiciones estudiadas (W1523 y W1567), en
sujetos normales, se encontraron 120 ms despus de la aparicin de la carta a clasificar slo a
nivel de F7, donde W1523 muestra una amplitud ms negativa que WIS 67. Este campo
negativo de potencial finaliza antes de los 800 ms despus de la aparicin de la carta. Aunque
este campo negativo en el hemisferio izquierdo se superpone al comienzo de la onda P200 a
nivel frontopolar, creemos que estas dos caractersticas del potencial reflejan procesos
cerebrales muy diferentes. Sugerimos que las diferencias tempranas entre W1S23 y W1567
reflejan la activacin de la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (DLPFC) durante la
ejecucin del WCST, con una activacin mayor del DLPFC afectando a la condicin W1S23.
Sin embargo esta negatividad afecta a las dos condiciones W1S23 y W1S67 como revela la
marcada asimetra hemisfrica. Tambin pudimos distinguir 3 otras caractersticas de los
potenciales evocados durante la realizacin del WCST. Estas caractersticas fueron: a) la onda
visual PlOO; b) una onda P200 muy prominente en reas frontopolares; y c) una onda P3b
grande centrada en regiones medias y parietales. A continuacin ofrecemos una posible
interpretacin del significado funcional de las caractersticas de cada uno de estos potenciales,
junto con algunas especulaciones acerca de sus orgenes cerebrales y de las diferencias entre
sanos y enfermos.
Pg- 169 -
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS ENEL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGCAS EN EL TOC
malos resultados en los ejercicios de construccin visual. Los primeros estudios con EEG en el
TOC sugirieron tambin disflincin en reas relacionadas con las habilidades visuoespaciales
(Jenike & Brotman, 1984; Zohar y cols., 1988; McGuire y cok, 1994).
Adler (1992) describieron una onda monofsica positiva muy similar a la onda P200 en su
duracin y su distribucin topogrfica. Notaron que esta onda positiva tena su pico durante o
justo despus de los movimiento sacdicos voluntarios. Dos estructuras parecen obvias
candidatas como generadores corticales de este potencial frontal sacdico, los campos
oculares frontales (FEFs, o rea 8, en y cerca del surco arqueado) y los campos oculares
suplementarios (SEFs, localizados dorsomedialmente a la parte rostral del rea motora
suplementaria). Los autores proponen tentativamente el SEFs como los posibles causantes de
acuerdo con el mximo observado en la lnea media y la ausencia de efectos laterales. Sin
embargo, nuestra 1>300 alcanza su mximo dorsalmente y rostralmente ms que medialmente,
lo cual hace a FEFs mas probables candidatos como originadores de la esta onda P200 frontal.
Los campos oculares frontales caen justo anteriores a la unin de la cara y la mano del cortex
premotor, en la parte posterior del giro frontal medial. Juegan un papel en el comienzo de los
movimientos oculares voluntarios y la bsqueda visual. Se cree que toman parte en los
procesos de seleccin, comparacin, anlisis, e integracin de varios estmulos de la escena
visual. Su lesin resulta en una alteracin de la bsqueda visual con un dficit en el
componente activo de la percepcin (Stuss & Benson, 1986).
En la comparacin entre las condiciones W1523 y W1567 se observa un campo negativo en el
hemisferio izquierdo desde los 120 ms a los 800 ms ms aparente durante W1S23 y que se
superpone a esta onda 1>200. El campo negativo que se superpone a la P200, que como
explicamos ms adelante puede deberse a la activacin del DLPFC izquierdo, podra explicar
la asimetra hemisfrica encontrada a nivel de la P200. Es posible que esta negatividad
superpuesta reduzca la amplitud de la onda fronto-temporal P200, que de otra forma sera
simtrica. Otra interpretacin podra ser que la carta a clasificar aparece en la esquina derecha
Pg - 171-
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICJ4S EN EL TOC
de la pantalla. Sin embargo, esta interpretacin parece menos posible ya que la onda PIOO
occipital y P200 frontopolar aparecen simtricas en los dos hemisferios> Sin embargo, ninguna
I de estas ondas diferencian entre W1523 y W1567 a nivel de electrodos frontopolares y
occipitales, de lo cual se puede inferir que ambos, cortex visual estriado y la activacin de
1 campos frontales oculares fueron similares en las dos condiciones.
En los pacientes se observ una amplitud menor en casi todos los electrodos. No olvidemos
1 que se estn produciendo dos fenmenos simultneamente, por un lado una negatividad en
a lobulo frontal izquierdo durante los ensayos de bsqueda del nuevo criterio de clasificacin y
el scanning visual de la pantalla, representada por la P200, en la seleccin de la carta correcta.
La menor activacin en hemisferio izquierdo en los pacientes puede ser un reflejo de las
dificultades en el cambio de criterio, observadas tambin en otras publicaciones, como hemos
expuesto previamente y constatadas en nuestro estudio por la tendencia a la perseveracin y el
1
menor nmero de categoras completado correctamente. Hemos hipotetizado tambin una
alteracin en the intradimensional shift en el TOC, que se refleja en una dificultad para
atender selectivamente al estmulo relevante (criterio correcto de clasificacin) a travs de los
1 ensayos, y que se ha visto reflejado en el nmero total de errores totales y el menor nmero de
categoras completado. No es de extraar pues que el scanning visual de la pantalla sea
diferente en los pacientes, dada la dificultad para categorizar los estmulos en las dos
condiciones.
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
Pg - 173
.
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
uno de estos componentes tienen una secuencia temporal. El proceso de updating del
estmulo podra tener lugar despus que el scanning visual de los estmulos en la pantalla ha
finalizado.
El origen de esta onda P3b solo puede atribuirse a una regin del cerebro de forma
especulativa. En un extensa revisin Rugg (1995) ha evaluado la contribucin relativa a los
componentes P3a y P3b, de los generadores cerebrales en la corteza prefrontal, unin
temporoparietal y lbulo temporal medial incluyendo la formacin hipocampal. Atendiendo a
estas evidencias, la unin temporoparietal incluyendo giro temporal posterosuperior y la parte
adyacente de la corteza parietal inferior de ambos hemisferios, parecen contribuir en mayor
medida a la generacin del componente P3b. Sin embargo, incluso en tareas oddball simples,
la actividad P3-llke resultante parece reflejar la interaccin de mltiples generadores
incluyendo las conexiones neuronales prefrontal-posterior, prefrontal-bipocampo, o posterior-
hipocampo (Mecklinger y cois., 1995). En nuestro complejo protocolo, se observan signos de
actividad P3a y P3b. La onda P3a es claramente visible entre 300 a 350 ms en Fz, F3 y F4.
Este componente no vari en las dos condiciones. Este componente P3a podra estar
indicando la orientacin de la atencin hacia cada nuevo criterio de clasificacin en las series
(Knight y cols., 1995), y podra as mismo ser evocado de la misma forma en los primeros y
ltimos ensayos de cada sene.
El componente P3b, mximo en regin medioparietal difiere entre las dos condiciones W1S23
y W1567. Esto indica que el significado funcional de este componente es distinto al de P3a. Al
menos dos procesos cognitivos diferentes podran relacionarse con esta onda P3b. Uno ya
mencionado es la codificacin o consolidacin de la regla de clasificacin de la serie en la
memoria. El otro es la comparacin de cada nueva carta estmulo con la informacin
almacenada.. En los dos casos podra considerarse que la realizacin del WCST requiere en
gran medida la interaccin entre los contenidos presentes en la memoria de trabajo y la
memoria a largo plazo (Fuster, 1995; Nielsen- Bohlman y cols., 1994). El hipocampo juega un
papel muy crtico en la formacin de redes corticales de memoria, as como en la activacin de
estas redes despus de haber sido formadas. Por ejemplo, en el proceso de retener en la
memoria activa un estmulo visual y compararlo con la informacin previamente almacenado
(Fuster, 1995). Esta funcin hipottica del hipocampo se relaciona con la interaccin expuesta
Pg -
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
de la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo (Fuster, 1995; Polich y Squire, 1993) y es
tambin coherente con los trabajos en que se observa que las lesiones en el hipocampo
comprometen la correcta realizacin del WCST (Corcoran & Upton, 1993; Upton &
Corcoran, 1995).
En los pacientes con TOC se observa una amplitud significativamente menor del componente
P3a en electrodos frontales y frontotemporales, temporales y parietales derechos en las dos
condiciones. En la condicin W1S67 alcanzan la significacin estadstica las diferencias en
hemisferio izquierdo. Las diferencias halladas en W1567 obedecen probablemente a que, como
hemos observado en ventanas previas, la negatividad observada en W1S23 no se corrige en
sujetos con TOC durante la condicin W1567. Como hemos expuesto previamente esta
diferencia entre sujetos sanos y enfermos en hemisferio izquierdo durante W1567 es
consecuencia de la ineficacia en las vas frontales inhibitoorias en el WCST. Las diferencias
observadas en el hemisferio derecho en esta ventana de tiempo, se observan en prcticamente
todas las ventanas previas indicando una hipoactivacin en hemisferio derecho durante la
realizacin de la tarea en sujetos con TOC. Por tanto la menor amplitud del componente P3a
en electrodo frontal derecho es consecuencia de una disfuncin en hemisferio derecho en
pacientes con TOC y puede no estar directamente relacionado con diferencias en los procesos
cognitivos representados por P3a. Las diferencias en este componente y los procesos
atencionales que representa entre sanos y enfermos no quedan claras dada la superposicin de
otros procesos.
En los pacientes esta onda P3b alcanz menor amplitud que en los sujetos sanos apareciendo
diferencias significativas en electrodos parietales y occipitales en las dos condiciones. Las
dificultades que tienen los pacientes con TOC para sealar las caractersticas relevantes
ignorando las irrelevantes de los estmulos y para la categorizacin de los mismos ocasiona
que se no consigan una representacin precisa de la categora correcta en los sistemas de
memoria. El correlato neurofisiolgico podra ser la disminucin observada en la amplitud del
componente P3b. La P3b se relaciona como hemos expuesto con la memoria de trabajo. Para
el buen funcionamiento de este sistema de memoria se precisa la integridad en las capacidades
visuoespaciales y en las funciones atencionales del lbulo frontal, segn expusimos en el
apartado de memoria en la introduccin. Hay evidencias consistentes a lo largo de la literatura
Pg - 175
ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
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.
ALTERACIONES NELTROPSICOLOGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NEUROPSICOLGICAS EN EL TOC
Pg - 78..
ALTERACIONES NEUROPSICOLOGCAS EN EL TOC
todo a la condicin W1523, podra ser tomada como una seal de la accin de las vas
dopaminrgicas inhibitorias en el DLPFC izquierdo. Esta onda negativa se observa en sujeto
normales y en individuos con TOC en electrodos frontales y frontotemporales izquierdos
durante la condicin W1523. Esta negatividad disminuye durante la condicin W1567 en
sujetos normales y no se modifica en el TOC. Este hecho podra reflejar una hiperactivacin
frontal izquierda durante la condicin W1567 compensatoria de la ineficacia de los
mecanismos inhibitorios.
La actividad elctrica frontopolar fue diferente entre sanos y enfermos de forma bilateral en
las dos condiciones. Esta diferencia en la activacin frontopolar se observa en todas las
ventanas de tiempo desde 50 ms hasta 350 ms. Es en este momento de la tarea en el que
especialmente se requiere el funcionamiento frontal para la evaluacin de los estmulos y la
decisin de responder al mismo.
En la condicin W1523 se observan diferencias en el TOC respecto a los normales en
electrodos frontales y frontotemporales derechos. A lo largo de todo el registro se observa una
hipoactivacin en hemisferio derecho en pacientes con TOC, no siendo un efecto solamente
frontal.
No hemos encontrado ningn estudio con SPECT PET en pacientes obsesivos durante la
realizacin del WCST. Sin embargo algunas de las anomalas halladas son coherentes con las
alteraciones encontradas en estos pacientes en los estudios de neuroiniagen. Por ejemplo, Martinot
(1990) halla hipometabolismo cerebral en pacientes con TOC comparado con normales. El menor
consumo de glucosa se asociaba con ms errores en la realizacin del Stroop test. Sugieren en su
trabajo que en el TOC hay una modificacin de los sistemas generales de activacin de la funcin
cortical y una relacin entre la disminucin del metabolismo de la glucosa de la corteza prefrontal
lateral y un dficit selectivo de la atencin
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ALTERACIONES NEUROPSICOLOGICAS EN EL TOC
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ALTERACIONES NELJROPSICOLGICAS ENEL TOC
Al igual que al hablar de la P300, no es clara la utilidad como marcadores de estado de las
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AL TER,4ClONES NEUROPSICOLGJC4S ENEL TOC
VL CONCLUSIONES
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AL TER,4ClONES NEUROPSICOLOGICAS ENEL TOC
VIL ABREVIATURAS
CMII: clorimipraniina.
EEG: Electroencefalograma.
5-HT:5-Hidroxitriptamina o serotonina
Pg - 164
.
ALTERACIONES NEUROPSJCOLGICAS EN EL TOC
Pg -
ALTERACIONES NEUROPSICOLGJCAS EN EL TOC
VIII. GLOSARIO
Pg - 186~
a ALTERACIONES NEUROPSCOLGICAS EN EL TOC
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