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Sutras, Raja Yoga PDF

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1

IIN
NSST
TIIT
TUUT
TOOM
MIIT
THHIILLA
A

CURSO DE RAJA YOGA ESOTRICO


Y SNTESIS GRUPAL

TRATADO

LOS YOGAS SUTRAS


DE PATANJALI

Compilado por: Francisco Redondo Segura

E-mail: institutomithila@ono.com

2
NDICE
Pag.

Consideraciones preliminares . 7

LIBRO I. El problema de la Unin. ... 13


a. Definicin de las naturalezas superior e inferior.
b. Consideracin de los obstculos y su eliminacin.
c. Resumen del sistema de Raja Yoga.
Tema: La verstil naturaleza squica.

LIBRO II. Los Pasos Hacia La Unin. .. 173


a. Los cinco obstculos y su eliminacin.
b. Definicin de los ocho mtodos.
Tema: Los mtodos de realizacin.

LIBRO III. La Realizacin De La Unin y Sus Resultados 321


a. La meditacin y sus etapas.
b. Veintitrs resultados de la meditacin.
Tema: Los poderes del Alma.

LIBRO IV. La Iluminacin. .. 465


a. Conciencia y forma.
b. Unin o Unificacin.
Tema: Unidad aislada.

Los cuatro libros (slo los aforismos) .. 529

Contacto sobre el Curso .. 545

3
4
LOS AFORISMOS DE LA YOGA
DE PATANJALI

Lo excepcional de este libro es que los Aforismos de la Yoga han


sido vertidos al idioma ingls, de los aforismos originales en
snscrito y dictados telepticamente por El Maestro conocido co-
mo El Tibetano o D.K (Djwal Kool) a la Sra. Alice A. Bailey. Los
primeros comentarios fueron escritos por ella y posteriormente
sometidos a la revisin de El Tibetano para su aprobacin. Poste-
riormente para una elaboracin ms minuciosa de este tratado
hemos ampliado los comentarios para que sean an ms asequi-
bles a nuestro trabajo prctico y espiritual. Las Autoridades con-
sultadas son numerosas, entre las que destacan: Dvivedi, Charles
Johnston, Rama Prasada, Swami Vivekananda, I.K Taimni, Ganga-
natha Jha, Rajaram Tookaram.

Sentencia espiritual:
"Antes de que el alma pueda ver, debe lograrse la armona in-
terna, y los ojos de la carne deben estar ciegos a toda ilusin.
"Antes de que el alma pueda or, la imagen (el hombre) debe es-
tar sorda a los rugidos y a los murmullos, a los bramidos de los
elefantes y a los argentinos zumbidos de la dorada lucirnaga.
"Antes de que el alma pueda comprender y recordar, debe
unirse a aquel que habla en silencio, as como la mente del al-
farero se une primero a la forma que le dar a la arcilla.
"Entonces el alma oir y recordar.
"Y entonces hablar la Voz del Silencio al odo interno".

La Voz del Silencio


Helena Petrovna Blavatsky

5
6
CONSIDERACIONES PRELIMINARES

La Ciencia de Raja Yoga o "Ciencia Soberana del Alma", tal como


la presenta su exponente principal Patanjali, con el tiempo hallar
su ms amplia demostracin en Occidente, lo cual se debe a que, de
acuerdo a la ley cclica, la quinta raza raz, la actual (en su quinta
subraza) la actual, debe inevitablemente alcanzar su punto culmi-
nante. Tal punto, en la economa de la raza, est ejemplificado en el
correcto empleo de la mente y su utilizacin por el alma, para lo-
grar los objetivos grupales y el desarrollo de la conciencia grupal en
el plano fsico.
Hasta ahora, la mente ha sido deificada o prostituida para alcanzar
fines materiales. Mediante la ciencia de Raja Yoga, la mente ser
conocida como el instrumento del alma y el medio por el cual el
cerebro del aspirante se iluminar y adquirir el conocimiento de
los asuntos concernientes al reino del alma.
De acuerdo a la ley de evolucin, la quinta raza raz debe ocuparse
ntimamente de la mente, por ser el quinto principio, y su corres-
pondiente quinta subraza debe hacerlo ms estrechamente que
ninguna otra. Los estudiantes haran bien en tener presente las
siguientes analogas:
1. La quinta raza raz................ la actual.
2. La quinta subraza................. anglosajona.
3. El quinto principio................ mente o manas.
4. El quinto plano..................... el mental.
5. El quinto rayo....................... conocimiento concreto.

Los diversos yogas han tenido su lugar en el desenvolvimiento del


ser humano. En la primera raza, puramente fsica, denominada
lemuriana, el yoga impuesto en esa poca a la infantil humanidad
fue Hatha Yoga, la yoga del cuerpo fsico, que ensea el empleo y
la manipulacin consciente de los diversos rganos, msculos y
partes de la estructura fsica. El problema de los adeptos de esa

7
poca, fue ensear a los seres humanos (que eran poco ms que
animales) el propsito, significado y empleo de sus diversos rga-
nos, para poder controlarlos conscientemente y comprender el
significado simblico de la figura humana. Por lo tanto, en esos
primitivos das, los seres humanos llegaban al portal de la inicia-
cin gracias a la prctica de Hatha Yoga. En aquel entonces, la
tercera iniciacin, cuyo resultado era la transfiguracin de la per-
sonalidad, era la ms elevada que el hombre poda alcanzar.
En la poca atlante, el progreso de los hijos de los hombres se
lograba mediante la imposicin de dos yogas. Primero, la conoci-
da con el nombre de Laya Yoga, la Yoga de los centros, que pro-
dujo la estabilizacin del cuerpo etrico y de los centros en el
hombre, y el desarrollo de la naturaleza astral y squica. Ms tarde
el Bhakti Yoga, resultado del desarrollo del cuerpo emocional o
astral, fue incorporado al Laya Yoga, sentndose las bases de ese
misticismo y devocin, que ha sido el incentivo fundamental de
nuestra particular raza raz. El objetivo, en esa poca, era la cuarta
iniciacin. El tema de estas grandes iniciaciones est tratado con
mayor extensin en el libro Iniciacin Humana y Solar (de Alice. A.
Bailey).

En la actual quinta raza, la subyugacin del cuerpo mental y el


control de la mente se logran por la prctica de Raja Yoga y la
meta para la humanidad en evolucin, es la quinta iniciacin, la
del adepto. Toda yoga ha ocupado su lugar y ha servido un prop-
sito til, y resultar evidente que cualquier retorno a las prcticas
de Hatha Yoga, o esas que se ocupan especficamente del desarro-
llo de los centros, por medio de los distintos tipos de prcticas de
meditacin y ejercicios respiratorios, constituyen, desde cierto
aspecto, un retroceso. Hallaremos que mediante las prcticas de
Raja Yoga y asumiendo una posicin que ejerza un control direc-
triz (que descubrir quien centre su conciencia en el alma), los
otros tipos de yoga resultan innecesarios, por cuanto los resultados
de la yoga superior incluyen automticamente a las inferiores,
aunque no a sus prcticas.

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Cundo las prcticas de yoga sean estudiadas, se evidenciar que
recin ahora ha llegado el da de la oportunidad. Oriente nos ha
preservado las reglas desde tiempo inmemorial. Uno que otro
oriental (y unos pocos adeptos occidentales) se han valido de estas
reglas y se han sometido a la disciplina de esta exigente ciencia.
As se ha conservado, para la raza, la continuidad de la doctrina
secreta, la Sabidura Eterna, y tambin se ha reunido el personal
de la Jerarqua de nuestro planeta. En la poca de Buda, gracias al
estmulo que ste produjo, tuvo lugar una gran reunin de Arhats,
los cuales alcanzaron la liberacin por el esfuerzo autoiniciado.
Dicho perodo marc, en nuestra poca actual, la culminacin para
Oriente. Desde entonces la oleada de vida espiritual ha afluido
constantemente hacia Occidente, y podemos esperar la correspon-
diente culminacin que llegar a su cenit entre los aos 1965 y
2025. Para tal fin los adeptos de Oriente y Occidente trabajan con-
juntamente, pues acatan siempre la Ley.
Este venidero impulso, como en los tiempos de Buda, es de se-
gundo rayo, el cual no tiene relacin con ningn impulso de pri-
mer rayo, como el que trajo a H. P. Blavatsky. Los impulsos de
primer rayo surgen en el primer cuarto de cada siglo y alcanzan su
culminacin, en el plano fsico, en el ltimo cuarto. El inters de-
mostrado ahora por el Raja Yoga, inters que se ir demostrando
cada vez ms, y el estudio de esta ciencia y de las reglas que pro-
porciona para el desenvolvimiento del hombre, indican la tenden-
cia general de este creciente impulso de segundo rayo. As llegar
el da de la oportunidad.
Tres libros deberan estar en manos de todo estudiante: El Bhaga-
vad Gita, El Nuevo Testamento y Los Aforismos de Yoga, porque
contienen el cuadro completo del alma y su desenvolvimiento.
Los dieciocho captulos del Gita describen el alma, Krishna, el
segundo aspecto, en su verdadera naturaleza como Dios en mani-
festacin, culminando en ese maravilloso captulo donde l se

9
revela a Arjuna, el aspirante, como el alma de todas las cosas y el
punto de gloria oculto tras el velo de toda forma.
En El Nuevo Testamento, donde se describe la vida de un Hijo de
Dios en plena manifestacin, cuando libre de todo velo, el alma en
su verdadera naturaleza camina sobre la tierra. Al estudiar la vida
de Cristo, nos damos cuenta de lo que significa desarrollar los
poderes del alma, alcanzar la liberacin y llegar a ser un Dios, en
toda su gloria, caminando sobre la tierra.
Los Aforismos de Yoga contienen las leyes de ese devenir, y las
reglas, mtodos y medios que hacen al hombre, cuando se los si-
gue, "perfecto, como nuestro Padre en los cielos es perfecto". Pau-
latinamente despliega ante nosotros un sistema graduado de des-
envolvimiento, que lleva al hombre, desde la etapa del hombre
bueno comn, a travs de las de aspirante, iniciado y maestro,
hasta el excelso punto de evolucin en que se halla ahora Cristo.
Juan, el discpulo amado, dijo: "seremos igual a l, pues le vere-
mos tal como es", y cuando el alma se revela al hombre en el pla-
no fsico produce siempre una gran transformacin. Cristo dijo:
"Cosas ms grandes que yo hago, haris", prometindonos "el
Reino, el poder y la gloria", siempre que nuestra aspiracin y per-
sistencia sean suficientes para conducirnos por el espinoso camino
de la cruz y nos permita hollar ese sendero que conduce "al cami-
no ascendente", hasta la cima del Monte de la Transfiguracin.
Cmo se produce este gran cambio? De qu manera el hombre,
vctima de sus deseos y naturaleza inferior, se convierte en el
hombre victorioso que triunfa sobre el mundo, la carne y el demo-
nio? Esto sucede cuando el cerebro fsico del hombre encarnado
llega a ser consciente del yo, el alma; pero esta percepcin cons-
ciente slo es posible cuando el verdadero yo puede "reflejarse en
la sustancia mental". El alma est inherentemente libre de los ob-
jetos y permanece siempre en estado de unidad aislada. Sin em-
bargo, el hombre en encarnacin, debe alcanzar, en la conciencia
del cerebro fsico, la comprensin de estos dos estados del ser.

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Debe liberarse conscientemente de todos los objetos del deseo y
mantenerse, como un todo unificado, desapegado y liberado de
todo velo y forma en los tres mundos. Cuando el estado conscien-
te del ser, tal como lo conoce el hombre espiritual, sea tambin
una condicin de la conciencia del hombre en encarnacin fsica,
entonces se habr alcanzado la meta. El hombre ya no es la vcti-
ma del mundo como cuando se ha identificado con el cuerpo fsi-
co. Camina libre "con faz resplandeciente" (Co.), y la luz de su
rostro se proyecta sobre todo cuanto encuentra. Sus deseos ya no
ponen la carne en actividad, por eso el cuerpo astral no lo subyuga
ni lo vence.
Por medio del desapasionamiento y equilibrio de los pares de
opuestos, se libera del temperamento, sentimientos, anhelos, deseos
y reacciones emocionales, caractersticos de la vida del hombre
comn y alcanza el punto de paz. El demonio del orgullo, la perso-
nificacin de la naturaleza mental mal empleada y las deformadas
percepciones de la mente, han sido dominadas y queda liberado en
los tres mundos. La naturaleza del alma, las cualidades y activida-
des inherentes a la naturaleza de amor del Hijo de Dios y la Sabi-
dura que se manifiesta cuando amor y actividad (segundo y tercer
aspectos) se unen, caracterizan su vida en la tierra y puede decir
como Cristo: "Consumado es".
La fecha del nacimiento de Patanjali es desconocida; existe
mucha controversia sobre ello. Aunque algunos autores occidenta-
les lo situn entre unos 200 aos antes de Cristo, los hindes, que
se supone saben algo ms al respecto, fijan una fecha muy ante-
rior, algunos sobre unos cuantos miles de aos a.C. Patanjali reco-
pil las enseanzas que, hasta la poca de su advenimiento, haban
sido trasmitidas oralmente durante muchos siglos. Fue el primero
en transcribir la enseanza para los estudiantes, por eso se lo con-
sidera fundador de la Escuela Raja Yoga. Sin embargo, el sistema
se ha aplicado desde los principios de la raza raz. Los Aforismos
de la Yoga son la enseanza bsica de la Escuela Trashimalyica,
a la cual pertenecen la mayora de los Maestros de Sabidura. Mu-

11
chos estudiosos sostienen que los Esenios y otras Escuelas msti-
cas de entrenamiento y pensamiento, ntimamente relacionadas con
el fundador del cristianismo y con los cristianos primitivos, estn
basadas en el mismo sistema y que sus Instructores fueron prepara-
dos en la gran Escuela Trashimalyica.
El contenido de este Libro es, desde el punto de vista esotrico,
incalculable. En el se dan los datos y las enseanzas necesarias
para alcanzar la Maestra, la Liberacin o Iluminacin, de una
forma clara y sistemtica. Los Yogas Sutras de Patanjali, es sin
duda, LA CIENCIA DEL ALMA para esta Era y este Espacio.

12
LOS AFORISMOS DE LA YOGA
DE PATANJALI

LIBRO PRIMERO Samadhi Pada 51 Sutras

El Problema De La Unin.
d. Definicin de las naturalezas superior e inferior.
e. Consideracin de los obstculos y su eliminacin.
f. Resumen del sistema de Raja Yoga.
Tema: La verstil naturaleza psquica.

Qu es el yoga? (I.1-I.4)

1. AUM (OM). La siguiente instruccin concierne a la


Ciencia de Unin.

AUM, es la palabra de Gloria; significa el Verbo hecho carne, y la


manifestacin del segundo aspecto de la divinidad en el plano de la
materia. Este resplandeciente surgimiento ante el mundo de los hijos
de la rectitud, se alcanza siguiendo las reglas dadas aqu. Cuando los
hijos de los hombres hayan demostrado que tambin son Hijos de
Dios, anlogamente el csmico Hijo de Dios brillar con acrecentada
intensidad de gloria. El gran iniciado Pablo tuvo la visin de ello
cuando dijo: "toda la creacin entera gime a una, y a una est con
dolores de parto. . . esperando la manifestacin de los Hijos de
Dios". (Ro.8:22)

Raja Yoga o Ciencia de Unin, da las reglas y los mtodos para:


1. Establecer contacto consciente con el alma, el segundo as-
pecto, el Cristo interno.

13
Libro I

2. Adquirir conocimiento del yo y mantener su control sobre el


no-yo.
3. Sentir el poder del ego o alma, en la vida cotidiana, y mani-
festar sus poderes.
4. Subyugar la naturaleza psquica inferior y expresar las facul-
tades psquicas superiores.
5. Establecer contacto armnico entre el cerebro y el alma y
recibir sus mensajes.
6. Intensificar la "luz en la cabeza", de modo que el hombre se
convierta en una Llama viviente.
7. Descubrir el sendero y convertirse en ese sendero.

El estudiante hallar de utilidad las triplicidades detalladas ms


abajo, especialmente si tiene en cuenta que la columna central
contiene los trminos aplicables al alma o segundo aspecto. La
unin que debe alcanzarse es la del tercer aspecto con el segundo.
Esto se logra en la tercera iniciacin (la Transfiguracin, en ter-
minologa cristiana). Posteriormente se sintetizan los aspectos
tercero y segundo, unidos con el primero:

Primer Aspecto Segundo Aspecto Tercer Aspecto


Espritu Alma Cuerpo
Padre Hijo (crstico) Espritu Santo
Mnada Ego Personalidad
Yo divino Yo superior Yo inferior (o no-yo)
Vida Conciencia Forma
Energa Fuerza Materia
La Presencia El ngel de la Presencia El ser humano

Debe establecerse una clara diferencia entre el principio crstico, tal


como se indica arriba, aspecto espiritual elevado que todo miembro
de la humanidad debe alcanzar, y el mismo trmino aplicado a un
personaje de excelso grado que representa ese principio, ya sea el
varn de Nazaret, de la referencia histrica, u otro nombre.

14
Libro I

2. Esta Unin (o yoga) se alcanza mediante la subyuga-


cin de la naturaleza squica y la sujecin de la mente
(o Chitta), impeliendo que la materia mental tome di-
versas formas (o Vrittis).

Quien trata de obtener la unin tiene que hacer dos cosas:


1. Obtener el control de la "verstil naturaleza squica".
2. Impedir que la mente asuma las innumerables formas que
con tanta facilidad adopta, denominadas frecuentemente
(Vrittis) "modificaciones del principio pensante".

Ambas otorgan el control del cuerpo emocional, y por lo tanto del


deseo, y tambin del cuerpo mental, manas o mente inferior. El
estudiante debe recordar que el deseo incontrolado y la mente des-
ordenada obstruyen la luz del alma y rechazan la conciencia espiri-
tual. La unin es imposible mientras existan barreras, por consi-
guiente, el Maestro dirige la atencin del estudiante (al comenzar
sus instrucciones) hacia el trabajo prctico, a fin de liberar esta luz,
para que pueda "brillar en un lugar oscuro", es decir, en el plano
fsico. Debe tenerse presente que, esotricamente hablando, cuando
ha sido controlada la naturaleza inferior puede manifestar la supe-
rior. Cuando el segundo aspecto del yo personal inferior, el cuerpo
emocional, haya sido subyugado o trasmutado, entonces se ver la
luz del Cristo, el segundo aspecto egoico. Posteriormente, en Su luz,
la Mnada, el Padre, el Uno, ser revelado. En forma similar, cuando
el primer aspecto del yo personal inferior, el cuerpo mental, haya
sido refrenado, el aspecto voluntad del alma podr ser conocido, y
mediante sus actividades conocerse el propsito del Logos mismo.
En la vida espiritual hay ciertas lneas de menor resistencia por las
cuales se liberan ciertas fuerzas o energas:
a. Emocional ..... intuicional o bdica ..... mondica ..... al corazn del aspirante.
b. Mental ......... espiritual o tmica ....... logoica ......... a la cabeza del aspirante.

15
Libro I

Por lo tanto al estudiante se le otorga la PALABRA de sujecin o


control, como clave de todos sus esfuerzos.
Chitta es mente o sustancia mental, el cuerpo mental, la facultad
de pensar y de crear formas mentales, la suma total de los proce-
sos mentales. Es el material, regido por el ego o alma, con el cual
se construyen todas las formas mentales.
La naturaleza psquica es deseo-mente (kama-manas), el cuerpo
emocional o astral posee un nfimo vestigio de mente; es el mate-
rial que reviste todos nuestros deseos y sentimientos, por el cual
se expresan.
Estos dos tipos de sustancia tienen que seguir su propia lnea de
evolucin, y la siguen. De acuerdo al plan logoico, los espritus o
chispas divinas son aprisionados por ella; primeramente son atra-
das por la mutua interaccin: espritu y materia. Mediante el con-
trol de estas sustancias y el refrenamiento de sus actividades ins-
tintivas, dichos espritus adquieren experiencia y oportunamente
la liberacin. As se realiza la unin con el alma, unin conocida y
experimentada en el cuerpo fsico, en el plano de manifestacin
ms densa, gracias al control consciente e inteligente de la natura-
leza inferior.

Hemos de comprender claramente qu es Chitta y qu son los


Vrittis. Yo tengo ojos. Los ojos no ven. Si eliminamos el centro
cerebral que est en la cabeza, los ojos estarn an all con la reti-
na completa, y las imgenes de los objetos en ellos; y sin embar-
go, los ojos no vern. Por lo tanto, los ojos son nicamente un
instrumento secundario, no el rgano de la visin. El rgano de la
visin es un centro nervioso del cerebro. Los dos ojos no bastan.
A veces un hombre est dormido con los ojos abiertos. All estn
la luz y la imagen; pero una tercera cosa se necesita; la mente de-
be unirse al rgano. El ojo es el instrumento externo; necesitamos
tambin el centro cerebral y la agencia de la mente. Pasan carrua-
jes por la calle y no los omos. Por qu? Porque la mente no esta-

16
Libro I

ba unida al rgano del odo. Primero tenemos el instrumento des-


pus el rgano, y tercero, la mente o Chitta unida los dos. La
mente recoge la impresin y la presenta a la facultad determinativa
(Buddhi) que reacciona y de esta reaccin brota la idea de egotis-
mo. Despus esta entremezcla de accin y reaccin se presenta a la
genuina alma (Purusha) que en dicha entremezcla percibe el objeto.
Los rganos (Indriyas) junto con la mente (Manas) la facultad
determinativa (Buddhi) y la egoidad (Ahamkra) forman el grupo
llamado el instrumento interno (Antahkarana).
Son diversos procesos en la materia mental llamada Chitta. Las
oleadas de pensamiento en la materia mental se llaman Vrittis, que
literalmente significa "vrtice.
As vemos que la mente no es inteligente aunque lo parece, por-
que tras ella est la inteligente alma, el nico ser Consciente, pues
la mente es tan solo el instrumento por cuyo medio percibe el al-
ma el mundo externo.
Tomad este libro. Como tal libro no existe externamente; ya que
no lo vemos realmente como es, lo percibimos mediante una im-
presin tamizada por los sentidos, en este caso, el de la vista. Esa
impresin llega hasta el cerebro el cual lo traduce como una ima-
gen, y esa imagen irreal se plasma en la mente. Lo que existe ex-
ternamente es realmente desconocido e incognoscible, lo que ve-
mos del exterior es slo una impresin distorsionada en la mente.
La forma de un libro, de un elefante o de un hombre no est en el
exterior. Todo lo que conocemos de dichas formas es nuestra
mental reaccin contra la sugestin externa. Dice John Stuart Mil:
"La materia es la permanente posibilidad de sensaciones". Lo
nico externo es la sugestin.
El hombre vulgar jams comprender el mundo real porque en cuan-
to lo intente, lo har mediante los sentidos fsicos (que son rganos
sensorios muy limitados), los cuales slo producen impresiones err-

17
Libro I

neas, parciales, por lo tanto nunca veraces. Acaso vemos los compo-
nentes qumicos del libro, del elefante; acaso percibimos sus tomos,
su aura, su ser
Para que el Alma, el verdadero hombre que somos, pueda ver la
verdad, necesita que la mente (Chitta) permanezca serena, en paz,
e iluminada. Slo entonces el Alma podr utilizar correctamente
la mente como instrumento de contacto con los mundos o planos
inferiores.
Ahora comprenderemos qu son los Vrittis.
El verdadero hombre est tras la mente, y la mente es el instru-
mento de que dispone, es su inteligencia infiltrada en la mente.
Tan slo cuando el verdadero hombre est tras la mente, es inteli-
gente la mente. Cuando el verdadero hombre la abandona, se ani-
quila la mente. As comprendemos que CHITTA es la materia
mental, la materia de la mente y Vrittis son las ondas, las ondula-
ciones que levanta en dicha materia mental una causa externa al
chocar con ella, es decir, una impresin.. Estos Vrittis son nuestro
universo.
No es posible ver el fondo de un lago de agitadas aguas. Slo es
posible ver el fondo cuando ha cesado el oleaje y estn tranquilas
las aguas. Si el agua es cenagosa o est continuamente agitada no
podr verse jams el fondo. Si el agua es clara y no hay oleaje,
veremos el fondo. El fondo del lago es nuestro verdadero ser. El
lago es Chitta y las olas son los Vrittis.

18
Libro I

3. Obtenido esto, el yogui se conoce a s mismo, tal como


es en realidad. Es decir, el Vidente (Purusha) perma-
nece en su propio estado, sin modificaciones.

Este aforismo se puede expresar de la siguiente manera: El hom-


bre que conoce las condiciones y las ha cumplido, como se indica
en el aforismo precedente:
1. Ve al yo.
2. Comprende la verdadera naturaleza del alma.
3. Se identifica con la realidad interna, no con las formas
que la ocultan.
4. Mora en el centro, no en la periferia.
5. Obtiene conciencia espiritual.
6. Descubre y reconoce al Dios interno.

Tan pronto como cesa el oleaje y queda el lago tranquilo, vemos el


fondo. As sucede con la mente: cuando est en calma vemos qu
es nuestra propia naturaleza sin mezcla alguna, sino tal como es.
En los tres aforismos que anteceden se describe el mtodo y la
meta en trminos claros y veraces, y se prepara el camino para una
instruccin ms detallada. El aspirante encara su problema; se le
da la clave para la solucin, y mantiene, ante su ojo investigador,
la unin con el alma como recompensa.

El siguiente aforismo se abarca brevemente el pasado.

19
Libro I

4. Hasta ahora el hombre interno se ha identificado con


sus formas y con las modificaciones activas de stas.

Estas formas son las modificaciones mencionadas en diversas tra-


ducciones, que trasmiten la verdad sutil respecto a la infinita divisi-
bilidad del tomo; las envolturas que velan y las transformaciones
rpidamente cambiantes, impiden que se manifieste la verdadera
naturaleza del alma; constituyen las exteriorizaciones que obstaculi-
zan el resplandor de la luz del Dios interno de las cuales se dice en
lenguaje oculto que "proyectan una sombra ante la faz del sol".
La naturaleza inherente a las vidas que constituyen estas formas
verstiles y activas, ha sido hasta ahora demasiado fuerte para el
alma (el Cristo interno, como dice el cristiano) y ha impedido la
plena expresin de sus poderes.
Los poderes instintivos del "alma animal", o la capacidad que po-
see el conjunto de vidas que constituyen las envolturas o cuerpos,
aprisionan al hombre real y limitan sus poderes. Estas vidas son
unidades inteligentes que se hallan en el arco involutivo de la evo-
lucin, las cuales trabajan para obtener la autoexpresin. Sin em-
bargo, su objetivo es distinto del que persigue el hombre interno, y
dificultan su progreso y la autorrealizacin. ste se "enreda en las
actividades de aqullas y debe liberarse, para recibir como heren-
cia el poder, la paz y la bienaventuranza. No puede alcanzar "la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Ef. 4:13), hasta que
no se produzcan modificaciones y las formas se hayan trasformado,
sus actividades aquietado y su desasosiego tranquilizado.
Se le urge al estudiante tener en cuenta la naturaleza de este as-
pecto de la evolucin, que prosigue paralelamente a la suya. Si
capta correctamente este problema, vendr la comprensin del
trabajo prctico a realizar, y el yogui en embrin podr comenzar
su trabajo.

20
Libro I

Las formas inferiores estn constante e incesantemente activas,


asumiendo interminables formas de deseos impulsivos o formas
mentales dinmicas; slo a medida que es controlada la apropia-
cin de formas y se aquieta la turbulencia de la naturaleza inferior,
la entidad regente interna puede liberarse de la esclavitud e impo-
ner su vibracin sobre las modificaciones inferiores.
Por ejemplo, cuando alguien me insulta, ocasiona una modifica-
cin, un vritti, en mi mente. Yo me identifico con la modificacin y
el resultado es sufrimiento. Las modificaciones son muy numero-
sas, los vitris corretean constantemente por la mente, cualquier de-
seo cualquier emocin, apego, defecto, etc., produce un vitri, el cual
atrapa nuestra infantil consciencia y la arrastra hacia el desastre.
El gran problema radica en la identificacin con aquello que no
somos realmente. Nos identificamos tanto con nuestros pensa-
mientos y deseos, con nuestros cuerpos inferiores que nos olvida-
mos de nuestro real Ser, de nuestra verdadera esencia divina, la
cual permanece ahogada por las tormentas y las olas desenfrena-
das de la naturaleza psquica.
Cuando el hombre ya no se identifica con estas formas, y median-
te la concentracin, el esfuerzo concentrado del alma por mante-
ner firmemente la posicin del observador o percibidor, y del vi-
dente. Una vez que puede hacer esto, se desvanece el "espectcu-
lo" inferior del deseo y de las formas mentales que cambian rpi-
damente; entonces se puede ver y hacer contacto con el reino del
alma, el verdadero campo del conocimiento del alma.

21
Libro I

Modificaciones de la mente (I.5-I.11)

5. Los estados de la mente son cinco, estn sujetos al


placer o al dolor; y son dolorosos o no.

En el original, no aparece la palabra "placer"; la idea que imparte


es ms tcnica y, generalmente, se la traduce como "no doloroso".
Sin embargo, la idea subyacente obstaculiza su comprensin, cuya
causa son los pares de opuestos. El estudiante debe recordar que
en este aforismo se considera la sustancia mental o chitta, con las
modificaciones sufridas mientras su versatilidad y actividad cons-
tituyen los factores controladores.
Tampoco debe perder de vista que se est tratando con la natura-
leza psquica inferior, trmino ocultamente aplicado a los procesos
de la mente inferior, y tambin a las reacciones astrales o emocio-
nales. Toda actividad de la naturaleza inferior es resultado de ka-
ma-manas, o la mente matizada por el sentimiento, la voluntad-
deseo del hombre inferior. El sistema de Raja Yoga tiene como
objetivo reemplazar tales impulsos por la accin inteligente del
alma u hombre espiritual, cuya naturaleza es amor, cuya accin es
inteligente (esotricamente entendido) y cuyo mvil es el desarro-
llo grupal. Por lo tanto, las reacciones denominadas dolor y placer
deben ser trascendidas, porque ambas dependen de la identifica-
cin con la forma, debiendo ser reemplazadas por el desapego.
Es interesante observar que las modificaciones del rgano interno, la
mente, son cinco. Manas o mente, el principio activo de la sustancia
mental o chitta, el quinto principio, similarmente, como todo lo de-
ms en la naturaleza, se manifiesta como dualidad. Esta dualidad es:
1. La mente concreta inferior, manifestndose como activi-
dad del cuerpo mental.
2. La mente abstracta, manifestndose como el aspecto in-
ferior del ego o alma.

22
Libro I

En el microcosmos u hombre, esta dualidad se convierte en modi-


ficacin triple en el plano mental; tenemos as una reproduccin,
en miniatura, de la manifestacin macrocsmica. Las tres modifi-
caciones son:
1. El tomo permanente mental, el aspecto inferior de la
Trada espiritual o del alma.
2. El cuerpo egoico, el cuerpo causal o el karana sarira.
3. El cuerpo mental, el aspecto ms elevado del no-yo, o yo
personal inferior.

El cuerpo mental tiene cinco modificaciones o actividades, siendo


en consecuencia reflejo o analoga del quinto principio, cuando se
manifiesta en el quinto plano, el mental. Las modificaciones son
el reflejo inferior de manas (o mente, en la manifestacin mi-
crocsmica), y dicha mente lo es a su vez de mahat (mente univer-
sal), la mente manifestndose en el macrocosmos. Esto es un gran
misterio, pero ser revelado al hombre que supere las cinco modi-
ficaciones de la mente inferior; quien por el desapego a lo inferior
se identifica con lo superior, resuelve as el misterio de "Makara",
y recorre el Camino de los Kumaras. Aqu se halla oculto un indi-
cio para los estudiantes ms avanzados de esta ciencia, respecto al
problema esotrico de Makara, insinuado en "La Doctrina Secre-
ta" por H. P. Blavatsky.

23
Libro I

6. Estas 5 modificaciones (actividades) son: correcto


conocimiento, incorrecto conocimiento, fantasa, pa-
sividad (sueo) y memoria.

Existe un vasto campo de conocimiento que el vidente alguna vez


debe conocer. Generalmente los psiclogos ocultistas aceptan la
existencia de tres mtodos de captacin:
1. Conocimiento directo, por medio de los sentidos; cada
sentido pone, a quien lo utiliza, en contacto con una des-
tacada gama de vibraciones, que aparecen como manifes-
taciones de la forma.
2. Deduccin o inferencia, el empleo, por parte del conoce-
dor, de la facultad razonadora de la mente, en relacin
con lo que no se percibe directamente. Para el estudiante
ocultista es la aplicacin de la Ley de Correspondencia o
Analoga.
3. Conocimiento directo del yogui o vidente, centrado en la
conciencia del yo, el ego en su propio plano. Se alcanza
mediante el correcto empleo de la mente, como rgano
de visin y transmisin. Patanjali dice:
"El vidente es puro conocimiento (gnosis), Aunque puro, contem-
pla la idea presentada, valindose de la mente". (Libro II, Af. 20).

La deduccin no es un mtodo seguro para comprobar el conoci-


miento. Las dems modificaciones se refieren principalmente al
empleo errneo de la facultad de formar imgenes (imaginacin),
a la pasividad autoinducida de la mente (una condicin de semi-
trance) y a la retencin de formas mentales dentro del aura mental,
por medio de la memoria. Patanjali trata cada una de estas modifi-
caciones en distintos aforismos.

24
Libro I

7. La base del conocimiento correcto es percepcin co-


rrecta, deduccin correcta y testimonio correcto (o
evidencia exacta).

Uno de los conceptos revolucionarios a que debe ajustarse el estu-


diante de ocultismo es la aceptacin de que la mente constituye el
medio por el cual se adquiere el conocimiento. Por lo general en
Occidente se tiene la idea de que la mente es la parte del meca-
nismo humano que utiliza el conocimiento. El proceso de "dar
vueltas y vueltas a una idea", de esforzarse en resolver problemas
mediante una intensa tarea mental, nada tiene que ver con la fun-
cin del desenvolvimiento del alma. Es slo una etapa preliminar,
y debe ser reemplazada por otro mtodo.
Quien estudia raja yoga debe comprender que la mente est desti-
nada a ser un rgano de percepcin; slo as comprender correc-
tamente esta ciencia. El proceso a seguir, en relacin con la men-
te, podra describirse ms o menos como:
1. Correcto control de las modificaciones (o actividades) del prin-
cipio pensante.
2. Estabilizacin de la mente y su consiguiente empleo por el al-
ma, como rgano de visin, un sexto sentido, y la sntesis de
los otros cinco sentidos.
Resultado: Conocimiento correcto.
3. Correcto uso de la facultad perceptiva, de modo que el nuevo campo
de conocimiento, con el cual se hace contacto, sea visto tal cual es.
4. Lo percibido es interpretado correctamente, con la consiguien-
te aprobacin de la intuicin y la razn.
5. Correcta transmisin al cerebro fsico de lo percibido; el testi-
monio del sexto sentido es interpretado correctamente y la
evidencia trasmitida con exactitud esotrica.
Resultado: Reaccin correcta del cerebro fsico al conoci-
miento trasmitido.

25
Libro I

Una vez estudiado y seguido este proceso, el hombre, en el plano


fsico, se da cuenta cada vez ms, de las cosas del alma y de los
misterios del reino del alma o del "Reino de Dios". Se le revela
todo cuanto atae al grupo, y descubre la naturaleza de la con-
ciencia grupal. Se observar que estas reglas, incluso ahora, son
consideradas premisas esenciales, cuando se necesita un testimo-
nio exacto, respecto a los asuntos mundiales. Si estas reglas se
aplican al mundo de actividad psquica (inferior y superior) con-
seguiremos simplificar la actual confusin. En un antiguo libro,
escrito para discpulos de cierto grado, aparecen las palabras da-
das a continuacin, de valor para los discpulos probacionistas y
aceptados. La traduccin es libre pero imparte el sentido.
"Quien mira hacia afuera, debe tener cuidado de que a travs
de la ventana pase la luz del sol. Si lo hiciera antes del ama-
necer (de su esfuerzo A. A. B.), debe recordar que el orbe an
no ha salido, no puede percibir los claros perfiles y los espec-
tros y sombras, los espacios sombros y reas oscuras todava
confunden su visin."

Al final de este prrafo tenemos un smbolo curioso, que imparte


a la mente del discpulo esta idea: "Guarda silencio y reserva tu
opinin".

26
Libro I

8. El conocimiento incorrecto se basa en la percepcin


de la forma y no en el estado del ser.

Este aforismo es algo difcil de explicar.


La otra clase de vrittis consiste en confundir una cosa con otra,
como el ncar con la plata o la leche con la lechada de cal.
Su significado es: Conocimiento, deduccin y decisin, basados
en las cosas externas y en la forma, a travs de la cual la vida se
expresa en cualesquiera de los reinos de la naturaleza, constitu-
yendo para el ocultista un conocimiento falso y no veraz.
En la actual etapa del proceso evolutivo no hay forma alguna que
est a la altura de la vida inmanente, ni es una expresin adecuada
de la misma. Ningn verdadero adepto juzga una expresin de la
divinidad por medio del tercer aspecto. Raja yoga entrena al hom-
bre para actuar en el segundo aspecto y por su intermedio ponerse
en armona con la "verdadera naturaleza" latente en toda forma.
El "Ser" es la realidad esencial y todos los seres se esfuerzan por
alcanzar esta expresin real.
Por lo tanto, todo conocimiento adquirido por medio de las facul-
tades inferiores, basado en el aspecto forma, es conocimiento in-
correcto.
Porqu (el conocimiento errneo) no es un conocimiento vlido?
Porque desaparece mediante el conocimiento cierto de la cosa que
en realidad existe. En otras palabras, el objeto del conocimiento
cierto o probado (prama) es la cosa tal como es (en su verdade-
ra naturaleza). La razn por la que la ilusin no es un conocimien-
to cierto estriba en que lo contradice. As, por ejemplo, la visin
de una doble luna desaparece cuando en realidad se contempla la
existencia de una nica luna.

27
Libro I

El conocimiento errneo se fundamenta en la quntuple igno-


rancia, o sea, en las cinco causas de afliccin (kleas):
avidya (ignorancia existencial),
asmita, (conciencia de s mismo),
raga (deseo),
dvesa (rechazo) y
abhinivesa (apego a la existencia y miedo a la muerte).

La ilusin es una idea que solo tiene semejanza con la cosa que
en ese momento percibimos y que se asocia con el recuerdo de
otra cosa percibida anteriormente, la cual surge con apariencia
de certidumbre. La duda aparece en la persona que pretende
conocer algo sobre la base de la semejanza que hay entre dos
cosas; la duda surge solo ante el recuerdo de objetos individua-
les previamente percibidos. Con la ilusin, uno de los recuer-
dos se manifiesta de forma concluyente. La idea ilusoria o
errnea surge como algo parecido a un recuerdo que posee gran
semejanza y conformidad con alguna otra cosa (que ahora esta-
mos percibiendo) y se manifiesta claramente como existente.
Slo el alma percibe correctamente; slo el alma tiene el poder
de ponerse en contacto con el germen o principio budi (el prin-
cipio crstico, en terminologa cristiana) que reside en el co-
razn de cada tomo, ya sea el de la materia, investigado en el
laboratorio del cientfico; el tomo humano, en el crisol de la
experiencia diaria, el tomo planetario, dentro de cuyo crculo
infranqueable todos nuestros reinos de la naturaleza estn con-
tenidos, o el tomo solar, Dios en manifestacin por medio de
un sistema solar. Cristo saba lo que haba en el hombre", en
consecuencia, pudo ser un Salvador.

28
Libro I

9. La fantasa descansa sobre imgenes que no tienen


existencia real.

Esto significa que tales imgenes, sin existencia real, son conjura-
das por los hombres mismos, construidas en sus propias auras
mentales y energetizadas por su voluntad o deseo y se desvanecen
en cuanto se dirige la atencin a otras cosas.
La energa sigue al pensamiento,
es uno de los principios bsicos del sistema de raya yoga, e inclu-
so es aplicable a las imgenes de la fantasa, las cuales pueden
dividirse en tres grupos, que el estudiante har bien en considerar:
1. Las formas mentales que l construye, de vida efmera, que
dependen de la calidad de sus deseos, por no ser buenas ni
malas, superiores ni inferiores, pueden ser vitalizadas tanto
por las tendencias inferiores como por las aspiraciones idea-
listas y todas las etapas intermedias que existen entre estos
extremos. El aspirante debe cuidarse de no confundirlas con la
realidad. Una ilustracin cabra aqu, respecto a la facilidad con
que las personas creen haber visto a alguno de los Hermanos o
Maestros de Sabidura, sin embargo, todo lo que han percibido
es una forma mental de uno de Ellos, debido a que el deseo es
el padre del pensamiento, son vctimas de ese tipo de percep-
cin incorrecta, que Patanjali denomina "fantasa".
2. Las formas mentales creadas por la raza, la nacin, el grupo u
organizacin y las formas mentales grupales de cualquier tipo
(desde la forma planetaria, hasta la de un grupo de pensado-
res), constituyen la suma total de la "Gran Ilusin". Aqu hay
un indicio para el estudiante sensato.

Tambin tenemos otra interpretacin que dice: La ilusin verbal


proviene de palabras sin su correspondiente realidad. Esto es otra
clase de vrittis llamada en snscrito vikalpa. Si al or una palabra

29
Libro I

inducimos de ella inmediatamente una conclusin sin detenernos a


considerar su significado, denotaremos con ello debilidad mental.
As se comprende la teora de la disciplina de la mente.
Cuanto ms dbil "es el hombre, menos refrena su mente. Cada
cual se ha de examinar en esta piedra de toque. Cuando os sintis
propensos a la ira o a la afliccin, deteneos a discurrir, cmo es
que algo nuevo que os ha sobrecogido agita vuestro nimo.
Todos nosotros poblamos nuestro curso en el espacio con las hues-
tes de creaciones de nuestros pensamientos dice el Maestro K. H.
La totalidad de nuestro yo y de nuestro mundo interior est poblada
con nuestras propias proyecciones mentales. Son creadas por nues-
tros propios conceptos y deseos, y desaparecen cuando nuestra aten-
cin se aparta de ellas. La energa sigue al pensamiento. Las for-
mas mentales tienen vida evanescente y dependen de la calidad del
deseo. El aspirante no ha de confundirlas con la realidad, pues el
deseo es padre de la forma mental. Si las confundimos con la reali-
dad nos hacemos vctimas de esa percepcin incorrecta que Patan-
jali llama fantasa. Las formas mentales en conjunto constituyen
la gran ilusin.
Esa forma mental creada por el hombre, cuando apareci por pri-
mera vez en forma fsica, fue denominada el "Morador en el Um-
bral. Al ser creada por el yo personal inferior y no por el alma,
es perecedera y se mantiene unida por la energa inferior del
hombre. Cuando el hombre empieza a actuar como alma, la "ima-
gen", creada por su fantasa o por reaccin a la ilusin, se disipa
mediante un supremo esfuerzo. Termina su existencia real cuando
nada en el aspirante la nutre; la comprensin de esto permite libe-
rarse de tal esclavitud. Este aforismo, aunque aparentemente bre-
ve y sencillo, tiene un significado muy profundo; es estudiado por
los altos iniciados que estn aprendiendo a conocer la naturaleza
del proceso creador del planeta y se ocupan de disipar el maya
planetario.

30
Libro I

10. La pasividad (sueo) est basada en el estado pasivo


de los "vrittis" (o en la no percepcin de los senti-
dos).

En la vida vigilica tenemos dos corrientes de percepcin: una ex-


terna de cosas psquicas vistas y odas, y; otra interna de figuras
mentales y pensamientos. La corriente externa cesa en el sueo, la
interna contina, y observando como las figuras mentales flotan
en la mente, soamos.
Quizs sea necesario explicar la naturaleza de los "vrittis; son
esas actividades de la mente cuyo resultado es la relacin cons-
ciente entre el rgano del sentido empleado y lo percibido. Aparte
de cierta modificacin del proceso mental o afirmacin del "yo
soy yo", los sentidos pueden estar activos y, no obstante, el hom-
bre ser inconsciente de ello. Se da cuenta de que ve, gusta u oye;
dice yo veo", "yo gusto", "yo oigo".
La actividad de los "vrittis" (o las percepciones mentales que tie-
nen relacin con los cinco sentidos) le permiten conocer este
hecho. Abstrayndose de la percepcin activa de los sentidos, no
utilizando la conciencia "dirigida hacia afuera", sino llevndola de
la periferia al centro, puede producir un estado de pasividad -la
carencia de percepcin que no es el samadhi del yogui ni el logro
de la centralizacin a que aspira el estudiante de yoga, sino una
especie de trance. Este aquietamiento autoimpuesto no slo es un
entorpecimiento para llegar a la yoga ms elevada, sino que, en
muchos casos, es excesivamente peligroso. Los estudiantes deben
recordar que la meta de la yoga es la actividad correcta de la mente y
su correcto empleo, y que el estado denominado "mente en blanco" y
la receptividad pasiva en la cual est interrumpida o atrofiada toda
relacin sensoria, no forman parte del proceso. El sueo a que se
refiere el aforismo no es el adormecimiento del cuerpo, sino el de los
"vrittis". Es la negacin del contacto de los sentidos, sin que el sexto
sentido, la mente, los haya reemplazado en su actividad. En esta con-

31
Libro I

dicin de sueo el hombre es propenso a las alucinaciones, impresio-


nes errneas, obsesiones y al engao.
En estado despierto se encuentran activos tanto los rganos de los
sentidos y de la accin como el asiento del pensamiento. En el
estado dormido slo contina activo el asiento del pensamiento, el
cual cesa tambin su actividad durante el sueo profundo. El sen-
timiento de insensibilidad que aparece en el cuerpo justo antes de
dormir es la inercia o tamas. En algunos casos, durante las pesadi-
llas se activan los rganos de los sentidos pero no los de la accin.
Se puede or y ver parcialmente pero no se puede uno mover, co-
mo si el cuerpo estuviese congelado. Esta sensacin de estar in-
movilizado es el tamas anterior. La modificacin mental que oca-
siona este tamas es el sueo. Puesto que la actividad se encuentra
suspendida durante el sueo debido a la influencia de la inercia
ocasionada por tamas, surge un estado de quietud que es totalmen-
te opuesto al estado de quietud que aparece con la concentracin
del yogui. El estado de sueo no produce una quietud voluntaria y
transparente, al contrario que en la concentracin. El sueo es
como el agua calma pero turbia, mientras que la concentracin es
como el agua calma pero clara.
En algunos casos, durante el sueo existe un sentimiento confuso
que ocasiona el recuerdo de haber dormido. Realmente, al producir-
se el sueo solo queda el sentimiento de haber dormido. El sueo es
un estado relacionado con el poder de retencin, o en otras pala-
bras, el sueo es una sensacin de languidez que produce un senti-
miento borroso del cuerpo; el conocimiento de tal sentimiento es la
modificacin mental denominada sueo (nidr). Se consigue elimi-
nar la modificacin mental debida al sueo profundo con la prctica
de la inmovilidad corporal. Con ello, el sueo, que es una reaccin
para compensar el desgaste corporal, se vuelve innecesario. En este
estado de quietud corporal es preciso permanecer en concentracin
practicando la atencin constante, a fin de descansar tambin la acti-
vidad cerebral. La principal prctica para vencer nidra se denomina
sattvasamsevana (el cultivo del autoconocimiento). La vigilancia

32
Libro I

constante dirigida hacia la investigacin de s mismo, por ejemplo


no quiero olvidarme, se denomina samprajanya. nicamente esta
prctica continuada largo tiempo con firmeza da y noche consigue
vencer los velos del nidr (sueo), conduciendo la mente hacia la
unin o yoga. Alcanzando este estado y superndolo posteriormente
se llega a la concentracin perfecta. Igual que se manifiestan poderes
extraordinarios en algunas personas, tambin se puede lograr la nece-
sidad de no dormir en algunos (no confundir con el insomnio).
Hay varios tipos de sueo, algunos de ellos son:
1. El sueo comn del cuerpo fsico, cuando el cerebro no res-
ponde a contacto alguno de los sentidos.
2. El sueo de los vritts, o esas modificaciones de los procesos
mentales que correlacionan al hombre con su medio ambiente,
a travs de los sentidos y la mente.
3. El sueo del alma, que (hablando esotricamente) abarca esa par-
te de la experiencia del hombre, que data desde su primera en-
carnacin humana hasta que despierta al conocimiento del plan y
se esfuerza por alinear al hombre inferior con la naturaleza y la vo-
luntad del hombre espiritual interno.
4. El sueo del mdium comn, donde el cuerpo etrico es parcial-
mente proyectado fuera del cuerpo fsico y tambin separado del
cuerpo astral, producindose una condicin muy peligrosa.
5. El samadhi o sueo del yogui, producido por el hombre real que
se retira cientfica y conscientemente de su triple envoltura infe-
rior, a fin de actuar en niveles superiores, antes de prestar un
servicio ms activo en los niveles inferiores.
6. El sueo de los Nirmanakayas, un estado espiritual de concentra-
cin y enfoque tan intenso en el cuerpo tmico o espiritual, que se
retira la conciencia externa, no slo de los tres planos del esfuerzo
humano, sino de las dos expresiones inferiores de la Trada espiritual.
A los propsitos de su peculiar y especfico trabajo, el Nirmanakaya
"est dormido" en todos los estados, menos en el plano tmico.

33
Libro I

11. La memoria es retencin de lo conocido.

La memoria concierne a distintos tipos de comprensin, ya sean


activos o latentes; se refiere a la acumulacin de ciertos factores
conocidos que pueden ser enumerados como:
1. Las imgenes mentales de lo tangible u objetivo, que el pensador
ha conocido en el plano fsico.
2. Las imgenes kama-mansicas (o de deseo-mente inferior) de deseos
pasados y su satisfaccin. Esta "facultad de crear imgenes" del hom-
bre comn, est basada en sus deseos (elevados o bajos, enaltecedo-
res o degradantes, en su sentido descendente) y la satisfaccin cono-
cida de los mismos. Esto atae a la memoria de un glotn, por ejem-
plo, y su imagen latente de una suculenta comida, o la de un santo
ortodoxo, basada en las imgenes creadas de un beatfico cielo.
3. La actividad de la memoria, resultado del entrenamiento mental;
la acumulacin de datos adquiridos, consecuencia de la lectura o
la enseanza, lo cual no est basado exclusivamente en el deseo,
sino en el inters intelectual.
4. Los diversos contactos que la memoria retiene y reconoce, proce-
dentes de las percepciones de los cinco sentidos inferiores.
5. Las imgenes mentales, latentes en la facultad de recordacin, la tota-
lidad del conocimiento adquirido y de la comprensin obtenida por el
empleo correcto de la mente, como sexto sentido. Estos diferentes
tipos de la facultad de recordacin deben ser descartados y dejados
de lado totalmente y reconocidos como modificaciones de la mente,
el principio pensante; por lo tanto, forman parte de la verstil natu-
raleza squica, que debe ser dominada antes de que el yogui se libe-
re de las limitaciones y de toda actividad inferior. sta es la meta.
6. Finalmente (no es necesario enumerar subdivisiones ms intrinca-
das), la memoria incluye el conjunto de experiencias acumuladas
por el alma en el transcurso de muchas encarnaciones y deposita-
das en la verdadera conciencia del alma.

34
Libro I

Aqu, como antes, explquese el poder mental en trmino de im-


genes mentales, materia en la cual esta construido el mundo
psquico. Por esto, pues, los sabios ensean que el mundo de
nuestra percepcin, mundo en verdad, de imgenes mentales, no
constituye sino una sombra del real y eterno mundo.

En este sentido la memoria representa la inversin psquica de


la permanente visin espiritual. Lo que se halla presente siem-
pre al ojo espiritual del Vidente, no necesita ser recordado.
La memoria puede provenir de la correcta percepcin, del falso
conocimiento, de la ilusin verbal y del sueo. Cuando, por ejem-
plo, omos una palabra, produce el mismo efecto que una piedra
arrojada en el lago de Chitta (mente). Levanta sucesivas ondas en
la materia mental, y estas ondas son la memoria. Lo mismo sucede
en el sueo. Cuando la peculiar clase de onda llamada sueo le-
vanta una serie de ondas de memoria, resulta entonces el ensueo.
El ensueo es otra modalidad de onda que en estado de vigilia es
memoria.
Adems, todas estas modificaciones mentales (recuerdos) estn mez-
cladas con placer, dolor e ilusin. La sensacin o experiencia en la
que falta poder para librar al conocimiento del placer o del dolor
es un estado de estupor. Por ejemplo, despus de un dolor fuerte
queda una sensacin de entumecimiento desprovista de dolor.
Predomina el estupor en calidad de tamas; por este motivo se rela-
ciona con la ignorancia. Toda comprensin se encuentra asociada
con placer, dolor o ilusin, las cuales pueden considerarse, por
tanto, como fluctuaciones del estado mental de conocimiento. El
apego, el rechazo y el miedo, originan procesos mentales relacio-
nados con el propsito, la intencin. Andar, soar y dormir pro-
fundamente ocasionan modificaciones relacionadas con el estado
de retencin
Se expone que ste es el ltimo de los vritts porque puede ser un
efecto de los cuatro anteriores. El compuesto objeto experimen-

35
Libro I

tado hace referencia tanto al objeto concreto como a lo que ha


sido experimentado, porque lo que ha sido experimentado no es
necesariamente un recuerdo.
Aunque el objeto no esta presente ante l, el recuerdo tiene, en
virtud de su semejanza, la apariencia de que el objeto esta siendo
percibido. Si la mente recordara directamente los objetos, puesto
que esto son tambin objetos para el pensamiento, la memoria y el
pensamiento seran idnticos. Pero lo que recuerda la mente es el
pensamiento de los objetos. Al brotar el pensamiento, y mientras
se est produciendo, deja un samskra (huella) en su poseedor, el
pensador. Este huella se corresponde con su causa y posee dos for-
mas: como cosa y como conocimiento de cosa. La causa de esta
manifestacin es el karma (ley de causa y efecto), que es la causa
del pensamiento que deja el huella, cuyo resultado es otra accin
semejante que aparece luego para producir su propio resultado.

Todas estas formas de recuerdo se las debe reconocer por lo que


son (modificaciones de la mente) y partes por tanto de la naturale-
za psquica verstil que hay que dominar antes que el yogui pueda
esperar alcanzar la liberacin.
El Maestro K.H. le dijo al Sr. Sinnett que todos poblamos nuestro
curso en el espacio con las huestes de las creaciones de nuestros
pensamientos. Los sabios ensean que este mundo no es sino la
sombra del mundo real y perdurable. LA VOZ DEL SILENCIO lo
llama el Vestbulo del Aprendizaje y exhorta al candidato a
atravesar el Vestbulo de Sabidura, y le dice: mata en ti mismo
toda memoria de experiencias pasadas. No mires atrs o estars
perdido; recomendacin que parece concordar absolutamente
con las enseanzas de Krishnamurti.
Vyasa dice que hay que detener todas las modificaciones, penosas
o no penosas, pues cuando se las detiene viene el trance cognitivo
o el ultra-cognitivo.

36
Libro I

Prctica y desapego (I.12-I.16)

12. El control de estas modificaciones del rgano interno,


la mente, se logra mediante incansable esfuerzo y
desapego.

1. El rgano interno es la mente. Los pensadores occidentales de-


ben recordar que el ocultista oriental no considera a los rga-
nos como fsicos. Su razn estriba en que el cuerpo fsico, en su
forma densa concreta, no es considerado un principio, sino
simplemente el resultado tangible de la actividad de los verda-
deros principios. Los rganos (esotricamente hablando) son
centros de actividad, como la mente, los diversos tomos per-
manentes y los centros de fuerza de las diversas envolturas.
Todos tienen sus "sombras" o resultados objetivos y, estas ema-
naciones resultantes, son los rganos fsicos. El cerebro, por
ejemplo, es la "sombra" u rgano externo de la mente; el inves-
tigador descubrir que el contenido de la cavidad cerebral tiene
una analoga en el plano mental con los aspectos del mecanismo
humano. Debe hacerse hincapi sobre esta ltima frase, pues
contiene un indicio para quienes son capaces de aprovecharla.
2. Incansable esfuerzo significa literalmente prctica constante,
incesante repeticin, esfuerzo reiterado, para imponer un nue-
vo ritmo sobre el antiguo y extirpar hbitos y modificaciones
profundamente arraigados, reemplazndolos por las impresio-
nes del alma. El yogui o Maestro es el resultado de la paciente
persistencia; su xito es el fruto del constante esfuerzo, basado
en la apreciacin inteligente del trabajo a realizar y de la meta a
alcanzar y no de entusiasmos espordicos.
3. Desapego es lo nico que, con el tiempo, permite que todas las
percepciones de los sentidos ejecuten sus legtimas funciones. Por
el desapego hacia esos tipos de conocimiento, con los cuales los
sentidos ponen al hombre en contacto, pierden continuamente su

37
Libro I

aferramiento a l y llega el momento en que se libera y es el amo


de sus sentidos y de todo contacto sensorio. El verdadero desape-
go es mental no fsico, de esta manera el vidente utiliza la materia
de una forma correcta, cuando y como quiere, para acrecentar por
ejemplo su eficiencia en el servicio grupal y en empresas grupales.
Para que la mente no tenga apego alguno ha de ser clara, pura y
racional. Por qu hemos de practicar? Porque cada accin agita la
superficie del lago. La vibracin se desvanece, y qu queda? Las
impresiones (Samskaras). Cuando la mente retiene gran nmero de
estas impresiones se aglomeran y forman un hbito. Dcese que "el
hbito es una segunda naturaleza; pero tambin es la "primera natu-
raleza" y la naturaleza toda del hombre, pues cuanto somos resulta
del hbito. Esto nos conforta, porque en cualquier tiempo podemos
contraer o desechar un hbito. Las vibraciones dejan impresa su
huella al pasar por la mente, y cada impresin o Samskara produce
su resultado. Nuestro carcter es la suma total de estas impresiones
y toma la tnica de la impresin prevaleciente. Si prevalecen las
buenas, el hombre es bueno; si las malas, malvado; si las gozosas,
ser dichoso. El nico remedio para eliminar los hbitos viciosos es
contrariarlos. Los malos hbitos que dejaron sus impresiones se han
de vencer por medio de hbitos virtuosos. La prctica del bien, la
continua emisin de sanos pensamientos es el nico medio de anu-
lar las viles impresiones. Nunca digamos que un malvado es inco-
rregible sin esperanza de remedio, porque solamente representa un
carcter, un manojo de hbitos viciosos que pueden contrariar otros
hbitos virtuosos. El carcter est formado por una repeticin de
hbitos, y nicamente puede reformarlo una repeticin de hbitos.
La prctica y la renuncia son los medios mas comunes para lograr
la salvacin (moka). Todos los mtodos se encuentran incluidos
en estos dos, los cuales son especficamente tratados en el
Bhgavad Gt. Solo se menciona la prctica del conocimiento
discriminativo porque es la prctica principal. A mayor prctica,
mayor beneficio. El objetivo de la prctica es la concentracin con
una poderosa disciplina fsica, mental y moral. Las dificultades

38
Libro I

que puedan presentarse no deben ocasionar desaliento, sino que


debe proseguirse con firmeza. Muchos, al encontrar dificultades y
sentirse incapaces de dominar el tumulto interior, tratan de conso-
larse con la idea Dios me empuja hacia el camino del apego. Pero
debe recordarse que, sea bajo la direccin de Dios o de cualquier
otra manera, el resultado de la prctica incorrecta conduce al dolor
y el de la correcta a la felicidad.
La prctica y el desapasionamiento constituyen los dos polos de
cualquier disciplina de yoga. El primero representa el empeo por
realizar el s mismo mediante tcnicas de interiorizacin y unifi-
cacin; el segundo representa la actitud correspondiente de relajar
el ansia por el mundo externo de la multiplicidad. La prctica es el
aspecto positivo del yoga; el desapego o renunciacin es el negati-
vo. Los dos se equilibran uno a otro como el da y la noche, la in-
halacin y la exhalacin. La prctica es el camino de la voluntad; el
desapego y la renunciacin, el camino de la indiferencia divina.
Sankara comenta que los seres humanos que viven en el samsra son
arrastrados por la mente hacia los objetos, como si se encontrasen en
un ro. Se dirigen hacia el samsra y se sumergen en l como dentro
de un ocano. Mediante el desapego hay que rechazar esta tendencia
que nos conduce hacia los objetos y orientar el curso favorable de la
corriente, produciendo una contracorriente gracias a la prctica dis-
criminativa. Por tanto, la restriccin de los vritts depende de ambos,
tanto de la prctica como del desapego.
Vyasa dice: que la corriente de nuestros contenidos mentales fluye
de dos maneras: Una busca la meta verdadera de la vida, fluyendo
por el plano del conocimiento discerniente (la comprensin in-
teligente de la vida); es la corriente de felicidad; la otra se deja
llevar ciegamente y sin comprender por el curso de la vida, y obli-
ga al continuo renacer y al dolor. La ausencia de deseos adelgaza
la corriente, la hace ms concentrada. A la vez, el continuo ejer-
cicio del discernimiento eleva poco a poco a la mente a la posi-
cin de espectador imparcial de sus pensamientos y experiencias.
De ah que la Yoga requiera adquirir estas dos caractersticas.
39
Libro I

13. El esfuerzo incansable es empeo constante para


restringir las modificaciones de la mente.

Resulta muy difcil traducir el verdadero significado de este afo-


rismo. La idea implicada es el esfuerzo persistente que el hombre
espiritual hace para restringir las modificaciones o fluctuaciones
de la mente y controlar la verstil naturaleza psquica inferior, a
fin de expresar plenamente su propia naturaleza espiritual. Slo
as, el hombre espiritual puede vivir cada da la vida del alma en
el plano fsico. Charles Johnston, al traducir este aforismo, trata de
darnos este significado en las palabras: "el correcto empleo de la
voluntad constituye un constante esfuerzo por mantenerse en el
ser espiritual".
La idea implicada es imponer a la mente (considerada como sexto
sentido) las mismas restricciones a que estn sujetos los cinco
sentidos inferiores: la exteriorizacin de sus actividades es deteni-
da, evitando que respondan a la atraccin o tirn de su propio
campo de conocimiento.
La idea tiene que ser traducida en actitud, intento y accin. Ha
de estar focalizada constantemente en todo lo que hagamos. En
realidad es un esfuerzo intenso para vivir en el presente, en el
aqu y ahora, muy atentos y despiertos. Para la mente no entre-
nada es normal quedar envuelta en un motivo o en la accin al
hablar o al relacionarse con otra persona, o en cualquier circuns-
tancia diaria. Entonces el deber del estudiante de yoga es hacer un
esfuerzo o gesto interno constante para no verse envuelto en esas
redes de inercia hacia el apego e identificacin de la personalidad.
El esfuerzo constante en la prctica deviene en costumbre
correcta.
Quizs pensemos que somos criaturas humanas que nos movemos
en la tierra, desamparados, a merced de la formante, del hambre,
de nuestros enemigos y defectos personales. Pues, debemos pen-

40
Libro I

sar de otra manera, debemos pensar que somos inmortales, que


residimos en la Luz, rodeados y sostenidos por poderes espiritua-
les, pues ese pensamiento es mucho ms real y cierto que el ante-
rior. El esfuerzo continuo por mantener estos elevados pensamien-
tos despertar en nosotros esas facultades dormidas que nos afir-
mar lo cerca que nos encontramos de lo Eterno de lo Divino. El
axioma fundamental de esta realidad est sintetizada en que la
energa sigue al pensamiento., y el hombre poco a poco al final se
va convirtiendo en lo que piensa.

Segn Ramana Maharsi, la inhibicin de los vttis "ya est ah",


no es preciso conseguirla. Lo nico que debemos hacer es mante-
nernos fijos en ella; y esta es la estabilidad de la mente La conti-
nuidad de los vttis o el ro de la conciencia condicionada, no es
un hecho sino una ficcin. El hecho es que los vttis son disconti-
nuos; que si estamos bastante atentos, vemos que entre dos vttis
ocurre un intervalo carente de todo movimiento de la mente, en-
tonces mediante un enrgico esfuerzo interior somos capaces de
permanecer en ese estado supramental consciente.
La prctica no es un ejercicio destinado a conseguir otra cosa dis-
tinta de la propia prctica.

41
Libro I

14. Cuando el objetivo a alcanzar es valorado suficiente-


mente y los esfuerzos para lograrlo continan persis-
tentemente y sin interrupcin, se asegura la estabilidad
de la mente (restriccin de los vrittis).

Todos los que practican el Raja Yoga deben ser primordialmente


devotos. nicamente el amor intenso del alma y todo lo que im-
plica ese conocimiento del alma, puede conducir al aspirante fir-
memente a su meta. El objetivo en vista, unin con el alma y, por
lo tanto, con la Superalma y con todas las almas, debe valorarse
con justeza; debe juzgarse correctamente la razn para lograrlo, y
desearse (o amar) ardientemente los resultados a obtener, antes de
que el aspirante decida hacer el arduo esfuerzo que le proporcio-
nar el control de las modificaciones de la mente y, en consecuen-
cia, de toda su naturaleza inferior. Cuando esta valoracin sea
suficientemente exacta y el aspirante pueda persistir sin interrup-
cin en el trabajo de controlar y subyugar, llegar el momento en
que sabr, acrecentada y conscientemente, el significado - de res-
tringir las modificaciones.
No se logra en un da el dominio de la mente. Se necesita constan-
te y prolongada prctica. Cuando se aplica la repeticin de las
buenas obras, continuamente, sin interrupcin durante largo tiem-
po, se crea una costumbre de profundas races.
Todos los das repetimos los sientes pasos:
1. Las cosas que nos gustan.
2. Las cosas a las que somos adictos
3. Las cosas que son hechas por obligacin.

Nuestros gustos y tendencias dependen ms de nuestras adiccio-


nes (deseos) que de nuestras necesidades. Esto le proporciona una
energa adicional a nuestra naturaleza inferior. Este es el condi-
cionamiento del karma individual.

42
Libro I

Nosotros podemos romper esta cadena mecnica haciendo repeti-


damente obras buenas y conscientes, estableciendo otro ritmo de
accin superior fin con el propsito de nuestra alma. Esto nos
ayuda en gran medida liberarnos de los grilletes del mal karma
(malas costumbres), liberndonos de nuestra naturaleza inferior.
El esfuerzo por continuar el yoga ha de ser muy positivo y fuerte
hasta que se establezca la nueva costumbre.
Es este aforismo la aplicacin de la Voluntad espiritual es la nota
clave para trascender los mecanismos y ritmos errneos impuestos
por la personalidad del hombre durantes innumerables vidas.

43
Libro I

15. Desapego es liberarse de la apetencia de los objetos


deseados, ya sean terrenos o tradicionales, ahora y
en lo sucesivo.

El desapego puede ser definido como "carencia de sed". ste es el


exacto sentido oculto, porque implica la idea dual del agua, el
smbolo de la existencia material y del deseo, cualidad del plano
astral, cuyo smbolo tambin es el agua. En forma curiosa tene-
mos aqu la idea de que el hombre es el "pez". Este smbolo, como
sucede con todos, tiene siete significados, y dos de ellos son apli-
cables aqu:
1. El pez es el smbolo del aspecto Vishnu, el principio crsti-
co, el segundo aspecto de la divinidad, el Cristo en encar-
nacin, ya sea el Cristo csmico (expresndose mediante
un sistema solar) o el Cristo individual, el salvador poten-
cial en cada ser humano, el "Cristo en ti esperanza es de
gloria" Co. 1-27. Si el estudiante analiza lo referente al pez
Avatar de Vishnu, aprender mucho ms.

2. El pez nadando en las aguas de la materia, ampliacin de la


misma idea, ha sido reducido a su expresin actual ms evi-
dente, el hombre como personalidad. Donde no hay anhelo
por un objeto ni deseo de renacer (consecuencia del anhelo
por "expresarse en una forma" o manifestacin material), se
obtiene la verdadera "carencia de sed"; el hombre liberado
vuelve la espalda a todos las formas de los tres mundos infe-
riores y se convierte en un verdadero Salvador.

En el Bhagavad Gita encontramos las iluminadoras palabras


siguientes:
"Los poseedores de la sabidura, unidos en la misma visin egoica,
que renuncian a los frutos de sus obras, libres ya de la esclavitud
del renacimiento, llegan al hogar donde no existen tristezas."
44
Libro I

"Cuando tu alma haya ido ms all de la selva de la ilusin, ya


no pensars qu se debe ensear o qu se ha enseado".
"Cuando te hayas alejado de la enseanza tradicional, tu alma
se mantendr constante y firme en la visin del alma, entonces
alcanzars la unin con el alma". (Gita 2: 51, 52-, 53)
J. H. Woods aclara esto en su traduccin del comentario de Veda
Vyasa, que se incluye aqu:
Desapasionamiento es ser consciente que es Maestro aquel
que ya no est Sediento por objetos visibles o revelados".
La sustancia mental (chitta) -si ya no est sedienta por objetos
visibles como mujeres, alimento, bebida o poder, ni tampoco por
el objeto revelado (en los Vedas), tal como: alcanzar el cielo, la
desencarnacin o la disolucin en la materia primaria, aunque
est estando en contacto con objetos supernormales o no, por
virtud de su elevacin ser consciente de lo inadecuado de los
objetos, llega a tener conciencia de ser Maestro".

La palabra "tradicional" aleja el pensamiento del estudiante de lo


que comnmente se considera objeto de percepcin sensoria, y lo
lleva al mundo de las formas mentales, a la "selva de la ilusin",
construida por las ideas que tiene el hombre acerca de Dios, del
cielo o del infierno. La sublimacin de todo esto y su expresin ms
elevada, en los tres mundos, es el "devachan", meta de la mayora
de los hijos de los hombres. La experiencia devachnica debe tras-
formarse, con el tiempo, en comprensin nirvnica. Ser de valor
que el estudiante recuerde que el cielo, objeto del deseo aspiracio-
nal, consecuencia de las enseanzas tradicionales y de las formula-
ciones de los credos doctrinales, tiene para el ocultista varios signi-
ficados. A fin de obtener una mayor comprensin, sern tiles las
siguientes definiciones:
1. El cielo, ese estado de conciencia en el plano astral, concre-
cin de los anhelos y deseos del aspirante por descanso, paz

45
Libro I

y felicidad. Se basa en las formas que adopta el goce". Es


una condicin de gozo sensorio, y es construido particular-
mente por cada individuo para s, y tan variado como perso-
nas participen de l. Para alcanzar el cielo se debe practicar el
desapego. Existe la creencia de que es disfrutado por el yo in-
ferior y por el hombre despojado slo de su cuerpo fsico, an-
tes de pasar del cuerpo astral al plano mental.
2. El devachan, ese estado de conciencia en el plano mental, al
cual pasa el alma desprovista de su cuerpo astral, acta en su
cuerpo mental o est limitada por l. Es de orden superior al
cielo comn; la bienaventuranza que en l se disfruta es ms
mental de lo que entendemos comnmente por esa palabra;
no obstante, se halla todava en el mundo inferior de la forma
y ser trascendido una vez practicado el desapego.
3. El Nirvana, esa condicin a la cual pasa el adepto, cuando los
tres mundos inferiores ya no estn "apegados" a l, en razn
de sus inclinaciones o karma, y lo experimenta despus que:
a. ha pasado ciertas iniciaciones,
b. se ha liberado de los tres mundos y
c. ha organizado su cuerpo erstico.

Estrictamente hablando, los adeptos que han obtenido el desape-


go, pero han decidido sacrificarse y morar entre los hijos de los
hombres, a fin de prestarles servicio y ayuda, no son tcnicamente
nirvnicos, sino Seores de Compasin, comprometidos a sufrir"
y someterse a ciertas condiciones, anlogas (aunque no idnticas)
a las que rigen a los hombres apegados an al mundo de la forma.
Desprendimiento, desapego, es libertad consciente de la sed de
goces externos o internos, entonces el yogui no anhela ninguno de
los goces de la tierra, ambicin, poder, riqueza, triunfos, amor
personal. Ni tampoco los goces y el reposo del cielo. Verdadera-
mente encuentra su paz en la Voluntad de la Vida.

46
Libro I

Las palabras del Maestro K. H. a Krishnaji acuden aqu a la men-


te: Pero hay algunos que desechan la busca de objetivos terrena-
les slo con el fin de ganar el cielo, o para alcanzar la liberacin
del renacimiento; en este error no debes caer. Si te has olvidado
enteramente del yo, no podrs estar pensando en cundo deber
quedar libre ese yo, o qu clase de cielo tendr. Recuerda que
TODO deseo egosta ata, por elevado que pueda ser su objeto.
O, como deca Scrates: Cuanto menos necesites, ms te acer-
cars a los dioses, quienes nada necesitan.
Saber que las cosas ya no nos sujetan, nos da una gran sensacin
de poder. Vyasa lo expresa muy vvidamente al decir: La con-
ciencia de poder es igual a la conciencia de indiferencia al goce de
las cosas y agrega que esto se consigue por comprensin verda-
dera, por iluminacin mental.
Vysa comenta sobre este aforismo: El desapego es la conciencia
de autodominio que posee quien no tiene deseo por ningn objeto
visto ni odo. Es la conciencia de quien permanece inalterado ante
objetos vistos, como objetos sexuales, alimentos, bebidas o poder, y
ante objetos o estados descritos, como la obtencin del paraso, el
estado de los dioses. Se es ntimamente consciente de los defectos
de estos objetos gracias al logro del conocimiento discriminativo
obtenido mediante la meditacin, y se permanece completamente
libre de su influencia e indiferente ante los pares de opuestos; esta
conciencia de autodominio que no acepta ni rechaza cosa alguna, es
un estado de buddhi (iluminacin) libre de apego.
Sankara comenta: "por el poder de la meditacin", es decir, que
debe practicar la meditacin para ver sus defectos; "el que perma-
nece completamente impasible", es decir, que no reacciona frente
a los objetos aunque se halle frente a ellos, sean terrenales o celes-
tiales. Igual que un cristal no toma el color de los objetos que
estn detrs de l, del mismo modo su mente se encuentra li-
bre de la pasin hacia ellos".

47
Libro I

Debemos comprender correctamente que el deseo de la sensacin


es el deseo de la excitacin, el sufrimiento penoso y esclavo de la
vida eterna del alma. El sentimiento de verdadera vida viene desde
el espritu el cual es invocado mediante el profundo silencio de la
naturaleza inferior.
Practicar La Divina Indiferencia es la clave.

48
Libro I

16. La consumacin de este desapego da por resultado el


exacto conocimiento del hombre espiritual, liberado
de las cualidades o gunas.

En este aforismo hay que considerar varios puntos:


1. Que el hombre espiritual es la mnada.
2. Que el proceso evolutivo, llevado a su culminacin, no slo libera
al alma de las limitaciones de los tres mundos, sino tambin al
hombre espiritual, de todas las limitaciones, incluso la del alma
misma. La meta es el estado amorfo, o la liberacin de la manifes-
tacin objetiva y tangible. Su significado real se hace evidente a
medida que el estudiante recuerda que espritu y materia son uno
en manifestacin, por ejemplo, nuestros siete planos son los siete
subplanos del plano csmico inferior, el fsico. En consecuencia
slo en el "momento del fin" y en la disolucin del sistema solar,
quedar revelado el verdadero significado del estado amorfo.
3. Los gunas son las tres cualidades de la materia; los tres efectos
producidos cuando la energa macrocsmica, la vida de Dios que
sobrevive independientemente de la apropiacin de la forma,
activa o energetiza la sustancia.

Estas tres cualidades o gunas, son:

Energa del
1. Sattva: Ritmo, vibracin armnica Mnada
Espritu
Energa del
2. Raja: Movilidad o actividad Ego
Alma
Energa de la
3. Tamas: Inercia Personalidad
materia

Las tres corresponden a la cualidad de cada uno de los tres aspec-


tos que expresan la Vida Una.

49
Libro I

Influido por las TRES GUNAS o Cualidades de la Materia, se


mueve desordenadamente el hombre en todas direcciones.
El Hombre Interno, el Morador del Cuerpo se halla bajo el dominio
de las GUNAS. Ya que stas forman las TRES SUSTANCIAS BSI-
CAS o PRIMARIAS sobre la que se mantiene en existencia objetiva
nuestro Universo. Estas tres gunas forman la FORMA de toda exis-
tencia creada. La existencia y la combinacin de las tres gunas
constituyen el universo manifestado y con las cuales se identifica el
hombre. Las gunas, con las que convive, le ofuscan y alucinan,
perdiendo por ese hecho todo reconocimiento de su verdadero Ser.
Las TRES actan y operan en todas direcciones, y por lo tanto es
necesario EQUILIBRARLAS y SUBYUGARLAS. El Morador y
Seor del cuerpo debe ser su Soberano dueo y distinguirse de las
GUNAS, a cual efecto ha de conocer las funciones del cuerpo y
gobernar y dirigir sus actividades. Esto naturalmente se logra tras
muchas vidas de trabajo y esfuerzo.
Consideremos ahora, en primer lugar, cada GUNA por separado y
veamos cmo puede el hombre aprovecharse de ellas para su de-
sarrollo humana y espiritual:
TAMAS (inercia, estabilidad)
Las funciones de la Cualidad TAMSICA, son equivalentes a:
INERCIA, TINIEBLAS, IGNORANCIA, PEREZA, DESIDIA o NE-
GLIGENCIA. Es un estado en que la mente se encuentra en un esta-
do letrgico, egosta y nublado. El estado tamsico predomina en
nosotros cuando notamos que nos falta energa, estamos angustia-
dos, sentimos miedo o somos perezosos. Ahora, qu servicio pue-
de prestar esta cualidad a la evolucin humana?, qu utilidad tiene
esta Guna, en el desenvolvimiento del hombre? Su utilidad consiste
en que obra como una resistencia a la que se ha de combatir y ven-
cer, de modo que en la lucha se vigorice y fortalezca la fuerza de
voluntad, logrando el dominio y la disciplina del propio combatien-
te. Puede compararse el servicio del TAMAS en la evolucin del

50
Libro I

hombre, a una maza o las pesas en los ejercicios atlticos. De an-


loga manera el Temas -negligencias, ignorancia o inercia-, intervie-
nen en la evolucin, pues el hombre ha de vencer tan contraria cua-
lidad y desarrollar su fuerza en la lucha, entonces el ALMA se ro-
bustece y triunfa sobre la negligencia, la desidia y la oscuridad, esta
es la ndole de la cualidad tamsica.
As vemos que los Ritos y Ceremonias Religiosas se han estable-
cido con el propsito de vencer la Cualidad Tamsica, pues en gran
parte sirven para adiestrar al hombre en combatir la pereza, indo-
lencia y apata de su naturaleza inferior, imponindole ciertos de-
beres que ha de cumplir en determinado tiempo, tanto si le viene o
no de grado el cumplirlo en el tiempo prescrito, as pues, oblign-
dole a deberes prefijados, se le excita a vencer la pereza, dili-
gencia y obstinacin de su naturaleza inferior y se le impulsa a
seguir EL SENDERO determinado por la Voluntad.

RAJAS (movilidad o actividad)


El estado rajsico es el contrario al tamsico. Es un estado en el que
predomina la energa, el deseo, la excitacin. Dicho estado es el
mayor mal de las sociedades occidentales y en general de nuestro
mundo globalizado. Todos tenemos prisa, vivimos estresados, no
nos concedemos ni un respiro debido al ritmo frentico que nos
impone la vida moderna. Nuestro estado de alerta es constante,
y la presin que ejercemos sobre nuestros nervios es tan grande
que, en ocasiones afecta a nuestro estado fsico (problemas digesti-
vos, cefaleas, desrdenes del sueo) y psicolgico (depresin, cua-
dros de ansiedad, etc).
Si consideramos la cualidad de Rajas, vemos en la demostracin de
la vida moderna cmo la actividad, tan viva en el mundo moderno,
pues se manifiesta en todo sentido y mueve las manifestaciones,
fenmenos y resultados materiales de la vida ordinaria, puede ser
gradualmente dirigida, disciplinada y depurada hasta el extremo de
quitarle todo poder de estorbar a la Real manifestacin del Yo Di-

51
Libro I

vino. El objeto es reemplazar la concupiscencia por el deber. El


hombre acta para dar satisfaccin a su naturaleza inferior, con el
DESEO DE OBTENER FRUTO DE SUS ACCIONES, con la esperanza
de recompensa, porque apetece de dinero para gozar de la vida mate-
rial y satisfacer sus bajos instintos. Todas estas actividades de la
CUALIDAD RAJSICA tienen por fin el Contentamiento de la natu-
raleza Inferior, y para disciplinarla y regularla de modo que sirvan al
propsito del YO SUPERIOR, se le ensea a reemplazar la concupis-
cencia por el deber, practicando toda accin porque debe practicarla,
y voltear la Rueda de la Vida porque le incumbe voltearla, al efecto
de que pueda l obrar como Krishna dice de s mismo que obra, esto
es, no porque haya de ganar cosa alguna, ni en este mundo ni en el
otro, sino porque sin su accin dejara de ser el mundo lo que es, y
se paralizara el giro de la Rueda.
El deber ha de sustituir a la propia satisfaccin. Primero aprende el
hombre a cumplir la accin como DEBER DE SACRIFICIO y pago de
una DEUDA al mundo en que vive, despus, es la GOZOSA donacin
de todo cuanto el hombre tiene para dar. Entonces el hombre se en-
trega con todas sus potencias y actividades, no ya deseoso de dar
parte de lo que posee en pago de una deuda, sino que l mismo es la
ddiva de su donacin. Cuando llega a este punto, realiza el YOGA.
As se ha dicho que a cada hombre le incumbe cumplir su propio
deber o DHARMA. Vale ms cumplir nuestro deber, aunque imper-
fectamente, que entrometerse en cumplir el deber ajeno. Por eso el
lugar de su nacimiento es el ms necesario para cada cual, porque all
aprender lo que mejor le conviene saber. Cumplir con nuestro deber
sin preocuparnos por las consecuencias, no esperar los frutos de la
accin, y entonces aprenderemos la Leccin de la vida y daremos
nuestros primeros pasos en el Sendero del Yoga. El deber entonces
es trasmutado en natural expresin y espontaneidad del alma.
As, primero obran los hombres por inters personal y de este
modo adquieren experiencia. Despus aprenden a obrar por de-
ber y con ello inician la prctica del yoga en su vida diaria. Por

52
Libro I

ltimo, su accin es un gozoso sacrificio sin pedir nada en recom-


pensa, sino al contrario, dar y entregar cuanto poseen para el
cumplimiento de la obra divina. Y as realizan la unin con dios."

SATTVA -Ritmo o vibracin armnica-


El estado sattvtico o sattvas, surge cuando se unen en una entidad
en perfecta armona los elementos rajsicos y tamsicos. Este es el
estado que combina lo mejor de los dos estados anteriores, el que
nos permite vivir una vida armnica. Nos convierte en personas
relajadas pero energticas, confiadas y conformes pero tambin
innovadoras y creativas, comprometidas pero desapegadas. En
definitiva, sattvas es el ideal al que todos aspiramos, la cualidad
que nos introduce en una meditacin armnica.
Como ya hemos dicho, el Karma-yoga consiste en el entrenamien-
to de estas "GUNAS". TAMAS acta como una fuerza contra la
cual hay que luchar para sobrepasarla a fin de que pueda ser edu-
cida la FORTALEZA, desarrollando el poder de la Voluntad, y
adquiriendo dominio sobre s mismo. Despus, RAJAS o movili-
dad, es la que impulsa a un constante esfuerzo, apresurado y afa-
noso, para producir resultados materiales y satisfacer la naturaleza
inferior, ha de ser bien dirigida, purificada y trasmutada en
SATTVA (ritmo o armona) para que sirva a los propsitos del YO
SUPERIOR. As es como, en estos primeros pasos, se dirige el
estudiante hacia el Verdadero Discipulado, conducindole al en-
cuentro del MAESTRO, hacia el recinto Interno del Templo.
Recordemos cmo Shri Krishna seala las caractersticas del hom-
bre que ha trascendido las GUNAS y es capaz de beber el nctar de
la Inmortalidad, de reconocer al Supremo y de unirse con L. Y en
este estado de conciencia Elevada, confiado mira todas las cosas de
IGUAL manera, el barro de la tierra y la barra de oro, al amigo y al
enemigo. Para todos es el mismo, porque ha trascendido las GU-
NAS y ya no le alucina su accin. Tal es la META a que aspiramos.

53
Libro I

Significa la culminacin del desapego aplicado al macro o al mi-


crocosmos. Se han utilizado los tres gunas; se ha adquirido plena
experiencia por el empleo de la forma; se ha desarrollado concien-
cia, percepcin o comprensin, mediante el apego a un objeto o
forma; se han utilizado todos los recursos, y al hombre espiritual
(logoico o humano) ya no le sirven ni los necesita. Por lo tanto
queda liberado de las gunas, de tomar forma, como resultado del
apego, y puede entrar en un nuevo estado de conciencia, acerca del
cual es intil especular.
El supremo desapego no es resultado de una decisin, sino que
surge de un estado mstico. Las cualidades del mundo exterior no
desaparecen, pero pierden su poder de atraccin. Este elevado
nivel de desapego extiende el dominio de los objetos vistos y oi-
dos (I.15) y contempla las cualidades constituyentes de la natura-
leza como un todo. Para tal nivel de desapego, la simple supresin
del deseo no es suficiente. Tiene que haber una ausencia de deseo
por las cualidades o estados psicolgicos de inercia y actividad, e
incluso por el estado de claridad. Tal desapego existe en quien se
ha revelado una presencia suprema. Esta presencia interna supe-
rior hace que las manifestaciones mundanas sean muy relativas.
La revelacin del principio espiritual es lo que conduce a la
ausencia del deseo, y no al revs.
Se considera este desapego como superior porque sobreviene des-
pus del primero, porque su objeto y su causa son superiores al
primero y porque es el ms prximo a la liberacin. Su causa es el
conocimiento de purusa (espritu puro o del vidente) y su objeto
es superar incluso el deseo de los gunas.
Segn la filosofa yoguista, la naturaleza entera est constituida por
tres fuerzas o cualidades que son: Tamas, Rajas y Sattva. Estas tres
cualidades se manifiestan respectivamente en el mundo fsico - como
ignorancia o inactividad; atraccin y repulsin; y equilibrio entre
ambas. Todas las cosas, todos los objetos, todas las manifestaciones

54
Libro I

de la Naturaleza son combinaciones y recombinaciones de estas tres


fuerzas. La filosofa sankhya ha dividido la Naturaleza en varias ca-
tegoras. El Ser del hombre transciende todas estas categoras. Est
ms all de la Naturaleza. Es efulgente, puro y perfecto. Cuanto ob-
servamos de inteligente en la Naturaleza no es ms que un reflejo de
dicho Ser en la Naturaleza. De por s es la Naturaleza insenciente.
Hemos de tener en cuenta que el concepto de Naturaleza incluye
tambin la mente, pues la mente y el pensamiento pertenecen a la
Naturaleza, y desde el pensamiento hasta la ms grosera forma de
materia, todo, todo pertenece a la Naturaleza, a la manifestacin de
la Naturaleza.
La Naturaleza envuelve al Ser del hombre, y cuando la Naturaleza
substrae la envoltura del Ser, aparece el Ser en su propia gloria. El
desapego, tal como lo describe el aforismo 15, como el dominio
sobre los objetos de la Naturaleza, es la ms poderosa ayuda hacia
la manifestacin del Ser. Et aforismo siguiente define la perfecta
concentracin (Samadhi) que es la meta del yogui.

55
Libro I

Tipos de interiorizacin (I.17-I.18)

17. La conciencia de un objeto se obtiene concentrndose


en su cudruple naturaleza: la forma, por un examen
de la misma; la cualidad (o guna), por participacin
discriminativa; el propsito, por inspiracin (o beati-
tud), y el alma, por identificacin.

Ser evidente por lo tanto que la afirmacin, "Como un hombre


piensa, as es l" (Pro. 23: 7) est basada en hechos ocultos. Toda
forma, de cualquier tipo, posee un alma; tal alma o principio cons-
ciente, es idntica a la de la forma humana; idntica en su natura-
leza, aunque no en su grado de desarrollo y alcance. Esto atae
tambin a las grandes Vidas o Existencias superhumanas, en las
cuales el hombre "vive, se mueve y tiene su ser" (Hc. 17:28) y cuyo
estado de desarrollo el hombre aspira alcanzar.
Cuando el aspirante selecciona con cuidado los "objetos" sobre los
cuales va a meditar, construye por su intermedio una escalera,
mediante la cual llega oportunamente a lo sin objeto. A medida
que su mente asume progresivamente la actitud meditativa del
alma, el cerebro tambin va siendo subyugado por la mente, as
como la mente lo es por el alma. De esta manera el hombre infe-
rior se identifica gradualmente con el hombre espiritual, quien es
omnisciente y omnipresente. Esta actitud meditativa se alcanza
por un cudruple proceso:
1. Meditacin sobre la naturaleza de una forma determinada. A
medida que cavila sobre la frmula, comprende que es slo el
smbolo de una realidad interna, pues todo mundo objetivo
tangible est construido de formas de algn tipo (humanas,
subhumanas y superhumanas), las cuales expresan la vida de
una legin de seres sensibles.

56
Libro I

2. Meditacin sobre la cualidad de cualquier forma particular, a


fin de llegar a apreciar su energa subjetiva. Debe tenerse en
cuenta que la energa de un objeto puede ser considerada como
el color de ese objeto, de all que son iluminadoras las palabras
de Patanjali (1V.17) y sirven de comentario a este segundo pun-
to, al cual se lo denomina "participacin discriminadora", y por
su intermedio el estudiante llega a conocer la energa en s mis-
ma, que es una con el objeto de su meditacin.
3. Meditacin sobre el propsito de cualquier forma particular.
Esto implica la consideracin de la idea que reside detrs de
cualquier forma de manifestacin o que subyace en ella, y el
despliegue de energa. Esta comprensin lleva al aspirante
hacia un conocimiento de esa parte del plan o propsito del
Todo, factor motivador de la actividad de la forma. As por me-
dio de la parte se establece contacto con el Todo, y tiene lugar
una expansin de conciencia, que implica beatitud o gozo. La
beatitud sigue siempre a la realizacin de la unidad de la parte
con el Todo. Al meditar sobre los tattvas, las energas o princi-
pios, o sobre los tammatras, o elementos componentes de
espritu-materia, se obtiene conocimiento del propsito o plan
para las manifestaciones micro o macrocsmicas, y con este
conocimiento llega la beatitud. En los tres tipos de meditacin
tenemos la analoga de los tres aspectos: espritu, alma y cuer-
po, y es un estudio iluminador para el sensato estudiante.
4. La meditacin sobre el alma, sobre el Uno que utiliza la forma,
que la energetiza hasta entrar en actividad y acta de acuerdo al
plan. Siendo esta alma, una con todas las almas y con la Superal-
ma, se subordina al plan uno y es consciente del grupo. As, me-
diante estas cuatro etapas de meditacin sobre un objeto, el aspi-
rante llega a su meta, al conocimiento del alma y de los poderes
de la misma. Se identifica conscientemente con la realidad una, y
lo hace en su cerebro fsico. Descubre que l mismo es esa verdad,
verdad oculta en cada forma y en todo reino de la naturaleza. As
obtiene oportunamente (una vez alcanzado el conocimiento del
alma) el conocimiento de la Omnialma y llega a ser uno con ella.

57
Libro I

La prctica perseverante y el desapego preparan la mente para pasar


de la dispersin mental a la contemplacin sobre un objeto. Esta
contemplacin pasa cronolgicamente por cuatro estados. La con-
templacin no es un estado de vaciedad o nadeidad mas bien todo
lo contrario. En contemplacin se percibe la realidad profunda la
esencia del objeto que sirve como punto de partida para la medi-
tacin. En este nivel de perfecta orientacin, la mente capta primero
al objeto mediante un proceso de reflexin y anlisis que utiliza la
memoria, las palabras y las imgenes libres de la distorsionada inter-
ferencia de la personalidad. Este es el primer acercamiento al objeto
y permite una comprensin general. Sigue una captacin ms intui-
tiva de naturaleza sorprendente que parece surgir del espacio ms
profundo. Luego, este conocimiento y experiencia nos inunda con
alegra o beatitud (nanda), volvindonos completamente conscien-
tes de estar vivos. Esta conciencia individual ya no es egocntrica e
individualista transciende la individualidad.
Movindose en libertad y a la luz de la inteligencia discriminativa
(viveka), el hombre mira lo que es, dentro y fuera, y lo somete a la
prueba del razonamiento lgico. Este enfoque crtico niega todo lo
que es impropio de lo que realmente es, y se mueve con lo que es
propio de la existencia en su totalidad. Este movimiento madura en
el razonamiento lgico que, tiene sus limitaciones, pero no as la
libertad que produce una aspiracin interior que nos hace movernos
ahora en asociacin, que es la inteligencia investigativa. Es una
investigacin libre de lo que es, una exploracin interminable de la
esencia misma de la vida y del ser. Este movimiento florece llevado
hacia adelante, junto con el movimiento de la existencia en su tota-
lidad, madura en una sensacin de bienaventuranza. Asimismo, este
estado de beatitud madura, adems, en un sentido del puro yo-soy,
vaco de toda tensin, que generalmente se asocia con el ego domi-
nado por la tensin. Todos estos cuatro gneros de samdhi perte-
necen a una visin calificada de la existencia en su totalidad. Es
calificada porque necesita algo, algn apoyo, a fin de marchar al
mismo paso con el sutil movimiento de la realidad existencial.

58
Libro I

Vyasa describe estas cuatro etapas como curiosidad filosfica, me-


ditacin, jbilo e inegoencia (sentido de identidad) y dice que pare-
cen como pasos en el trance cognitivo cuando uno ha preparado ya
su mente por los dos medios (la prctica constante y el desapego,
previamente discutidos). El sabio llama a la primera etapa superfi-
cial porque su accin ocurre dentro de la esfera de los fenmenos
externos de la naturaleza, y da un ejemplo ilustrativo: Tal como un
arquero novato apunta primero a objetos grandes, y poco a poco a
objetos ms y ms pequeos, as mismo el nefito aprende primero
la naturaleza de objetos mentales densos, y luego la de los ms suti-
les. De este modo se sutiliza la captacin de los objetos por la mente.
Meditacin es observacin sutil y concentracin, y la felicidad que re-
sulta de la tercera etapa proviene del gozo de la iluminacin mental. La
cuarta, etapa, que Vyasa describe como inegoencia, y la explica como
la conciencia de ser uno con el Ser la causa sutil de los instrumentos
de cognicin, puesto que stos nacen de ella; y dice que al aparecer co-
mo el Ser conduce al yogui a la conciencia de su unidad con l. Cuan-
do la egoencia aparece como el Ser, el tema de la meditacin es la con-
ciencia de ser uno con l. La naturaleza real est detrs.
Creo que podemos decir que toda recoleccin interior sigue un
camino cudruple:
(1) Examen de la forma externa de un objeto.
(2) Espaciarse en su ndole y cualidades.
(3) Unificarse con l y
(4) pasar ms all a la unidad con su vida fundamental que es la
vida de todas las dems formas tambin.
Evidentemente San Bernardo de Clairvaux pensaba de manera
similar cuando escribi en su ESCALA PARA MONJES, O TRATADO
SOBRE EL MTODO DE ORAR: Un da, cuando me ocupaba en
trabajo manual y haba empezado a considerar el ejercicio del
hombre espiritual, vi. en pensamiento cuatro peldaos para ascen-
der: Lectura, Meditacin, Plegaria y Contemplacin. Son la escala
del claustro que conduce de la tierra al cielo.

59
Libro I

18. Se alcanza otra etapa de samadhi, cuando, mediante


el pensamiento enfocado en una sola direccin, se
aquieta la actividad externa. En esta etapa la sustan-
cia mental o chitta, responde nicamente a impresio-
nes subjetivas.

La palabra "samadhi" est sujeta a varias interpretaciones, y se


aplica a las distintas etapas de realizacin yogui. Esto dificulta al
estudiante comn el anlisis de los distintos comentarios. Quizs
uno de los modos ms fciles para comprender su significado es
recordar que la palabra "sama" se refiere a la facultad que posee la
sustancia mental (chitta) de tomar forma o modificarse, de acuerdo
con las impresiones externas. stas llegan a la mente por conducto
de los sentidos. Cuando el aspirante a la yoga puede controlar sus
rganos de percepcin sensoria, de manera que no trasmiten a la
mente sus reacciones a lo percibido, se producen dos cosas:
a. El cerebro fsico se tranquiliza y aquieta.
b. La sustancia, o cuerpo mental (chitta), cesa de asumir las
distintas modificaciones y tambin se aquieta.

sta es una de las primeras etapas de samadhi; pero no es el sa-


madhi del adepto, sino un estado de intensa actividad interna, en
vez de externa, una actitud de concentracin en un solo sentido.
Sin embargo, el aspirante responde a impresiones de reinos ms
sutiles y a modificaciones originadas por percepciones an ms
subjetivas. Se da cuenta de un nuevo campo de conocimiento,
aunque todava no sabe qu es. Comprueba la existencia de un
mundo que no puede ser conocido por medio de los cinco senti-
dos, pero que le ser revelado por el correcto empleo del rgano
de la mente. Llega a percibir lo que subyace detrs de las palabras
de un aforismo posterior, tal como lo tradujo Charles Johnston,
que expresa esta idea en trminos particularmente claros:
"El vidente es pura visin. Ve a travs de la vestidura de la mente"

60
Libro I

El aforismo anterior trat de lo que puede denominarse meditacin


con simiente o con un objeto. Sugiere la etapa siguiente, meditacin
sin simiente o sin lo que el cerebro fsico reconocera como un objeto.
Sera oportuno mencionar aqu las seis etapas de meditacin trata-
das por Patanjali, pues proporcionan la clave de todo el proceso de
desenvolvimiento, del cual se ocupa este libro:
1. Aspiracin.
2. Concentracin.
3. Meditacin.
4. Contemplacin.
5. Iluminacin.
6. Inspiracin.

Sera de valor observar que el estudiante empieza por aspirar a lo


que est ms all de su conocimiento, y termina siendo inspirado
por lo que ha tratado de conocer. La concentracin (o enfoque in-
tenso) se convierte en meditacin y la meditacin florece como
contemplacin.
Este otro Samadhi es el perfectamente sper consciente Samadhi
que nos da la liberacin. El primer estado no nos libera, no libera
al alma. Un hombre puede alcanzar todos los poderes, y sin em-
bargo caer de nuevo. No hay salvaguarda hasta que el alma tras-
ciende la Naturaleza. Es muy difcil lograrlo aunque el mtodo
parece fcil.
El medio para lograr tal estado es la prctica, es decir, la concien-
cia mental permanente en la idea de supremo desapego. Luego se
alcanza el estado de pura soy-dad gradualmente, tras dominar
los principios anteriores. Entonces, centrndose en la idea de que
Yo no deseo siquiera el estado de pura soy-dad, si la mente
logra un momento del estado de cesacin, las fluctuaciones no
aparecern. Entonces la mente aparece como vaca. Esto es el es-
tado de cesacin, en otras palabras, el intervalo entre dos estados
de fluctuacin. En este estado, el espectador reside en s mismo.

61
Libro I

La conciencia pura no cesa, pero el conocimiento del no-yo des-


aparece; consecuentemente, el conocedor del no-yo, es decir la
soy-dad, tambin desaparece. Sin duda, an este Samadhi per-
fecto se debe siempre a los esfuerzos prolongados del yogui; no es
ni un don ni un estado de gracia. Slo se puede alcanzar despus
que las especies de samdhi contenidas en la primera clase han sido
suficientemente experimentadas. Es la culminacin de las innume-
rables concentraciones y meditaciones que le han precedido.
Pero llega sin que se lo llame, sin que se lo provoque, sin que se
realice una preparacin expresa: por esto, merece el nombre de
rapto o arrebato.
Es el samadhi sin semilla, mas-all-del-conocimiento trascenden-
te. El compuesto "virmapratyaya" define la cesacin y la idea
correspondiente; la forma de esa idea es simplemente la cesacin.
En el momento de cesacin de todos los objetos, todava subsiste
la forma de una idea mientras se esta llegando a la cesacin (com-
pleta), hasta que finalmente cesa tambin esa misma idea. Es el
mismo proceso que sufre el fuego de la llama mientras va debi-
litndose poco a poco a medida que el aceite se va consumiendo, y
que sigue siendo una llama hasta que finalmente se convierte en
cenizas. El ms alto grado de desapego es el medio de alcanzar este
samdhi. El primer tipo de desapego se refiere al campo de la inte-
riorizacin completa con conocimiento trascendente, mientras que
el desapego superior conduce a la interiorizacin completa sin se-
milla. Ninguna meditacin sobre un objeto puede servir de medio
para conseguirlo, porque sera incompatible con este samdhi sin
objeto, mientras que la idea de cesacin, que es ausencia de cual-
quier objeto, es compatible con el samdhi sin objeto y la medita-
cin debe centrarse en ello.
Como dice Dom Cuthbert Butler: El recogimiento consiste pri-
mero en un esfuerzo por borrar de la mente todas las imgenes y
pensamientos de cosas externas, todas las percepciones sensorias
y pensamientos de criaturas; luego se silencian los procesos razo-
nadores del intelecto, y por este ejercicio se produce una soledad

62
Libro I

en la cual el alma puede funcionar en sus facultades ms espiritua-


les. O como lo dice la Dra. Besant, pensar y dejar de pensar.
No es un mero vaco (en ningn caso estamos hablando de dejar
la mente en blanco, es decir negativa) es un estado de equilibrio
intensamente alto, a la mira de lo invisible, a la escucha de lo in-
sonoro, un estado de absoluta atencin serena. Vyasa lo describe
como un estado de restriccin mental en el que cesa la accin de
todas las modificaciones y quedan slo IN POSSE. Se llega a ese
estado por el desapego ms elevado, el completo sometimiento de
todo, alto o bajo, a la Voluntad Divina. En palabras del Maestro
K.H. Para que produzca su resultado, esta resolucin debe llenar
toda tu naturaleza, de suerte que no quede lugar para ningn otro
sentimiento (A los Pies del Maestro).

El Silencio espiritual es el coronamiento, el fin de la purificacin,


el trmino de todas las tempestades pasionales y psquicas, de esas
dramticas ficciones a travs de las cuales buscamos el sentido de
la vida real, la que, inherente al espritu, se revela sin tormentas
por medio del perfecto Silencio y el Amor mental, o razn pura.

63
Libro I

Esfuerzos y compromiso (I.19-I.22)

19. El samadhi descrito no va ms all de los lmites del


mundo fenomnico; tampoco va ms all de los dioses
ni de quienes se ocupan del mundo concreto.

Debera notarse que los resultados logrados en el proceso descrito


en los Afs. 17 y 18, slo conducen al aspirante al borde del reino
del alma, al nuevo campo de conocimiento, del cual ha llegado a
ser consciente. Est an confinado a los tres mundos. Lo nico
que ha conseguido es aquietar las modificaciones del cuerpo men-
tal, de manera que por primera vez el individuo (en el plano fsico
y en su cerebro fsico) llega a conocer lo que est ms all de esos
tres mundos, es decir, el alma, su campo de visin y conocimien-
to. Todava debe reforzar su vnculo con el alma (del cual tratan
los Afs.23-28); despus de haber transferido su conciencia a la del
hombre real o espiritual, debe empezar a trabajar desde un nuevo
ngulo o punto de vista ms ventajoso.
La idea ha sido expresada por algunos traductores como la condi-
cin donde el aspirante es consciente de la "nube de cosas cog-
noscibles. La nube no se ha precipitado suficientemente para que
el agua descienda de las alturas celestiales al plano fsico, o para
que las "cosas cognoscibles sean conocidas por el cerebro fsico.
Se percibe la nube como resultado de intensa concentracin y del
aquietamiento de las modificaciones inferiores; pero hasta que el
alma o Maestro no asuma el control, el conocimiento del alma no
puede afluir al cerebro fsico por medio del sexto sentido, la mente.
La ciencia de la yoga es una ciencia real; slo cuando el estudian-
te se acerque a ella, mediante etapas correctas, empleando mto-
dos cientficos, alcanzar el verdadero samadhi o realizacin.
El ciclo de nacimientos y muertes no puede cesar sino con la plena
realizacin de la Conciencia Divina. Y esa Vida fundamental est

64
Libro I

ms all del universo, por muy sutil y gloriosa que sea su manifes-
tacin. Est en el mundo noumenal sin forma, y para alcanzarla el
Arhat debe prescindir de todo deseo de vida, incluso la del mundo
celestial. Es la rendicin final, la libertad perfecta. Tambin la idea
que los que en vidas anteriores han alcanzo un punto elevado en
estas ciencias del yoga, nacen ya muy preparados para sus ltimas
etapas, poniendo especial cuidado en no quedarse enganchado a las
angelicales estancias de los ltimos espejismos terrenales.
Pero mientras el alma no haya adquirido fuerza suficiente para dar
el gran paso final, debe regresar a la tierra, no importa cun larga
y pura sea su permanencia en Devachn. El mundo celeste post-
mortem es en verdad un estado de meditacin en donde el alma,
absorta en la contemplacin de ideales realizados, sublima lo
mejor de las experiencias de la vida y extiende sus alas celestiales.
Por tanto dice Dvivedi: Este SAMADHI no es el fin ltimo y
mejor, aunque es til como medio. Y destaca que los mundos
objetivos ms elevados y ms sutiles no constituyen la meta real
del yogui, sino la Verdad que est tras de todos ellos.
Esto explica la poca importancia que el Buddha daba a la posesin
de los SIDDHIS o poderes divinos. Si algunos de sus monjes los
adquiran, l no les permita exhibirlos. El Nirvana estaba ms all.
San Agustn, el ms grande de los primeros santos Cristianos, dice:
Habiendo buscado a mi Dios en las cosas visibles y corpreas,
no le hall; habiendo buscado encontrar Su substancia en m
mismo, y no hallndole all, percibo que mi Dios es algo muy
superior a mi alma. Por tanto, a fin de aspirar a El pens en es-
tas cosas, y derram mi alma por encima de m... T estabas
ms adentro de m que mi parte ms ntima, y ms alto que la
ms alta. Mas mientras llegue el gran Da en que El estar con
nosotros, el alma se acerca ms en cada vida por el idealismo y
el esfuerzo.

65
Libro I

20. Otros yoguis alcanzan samadhi y llegan a la discrimi-


nacin del espritu puro a travs de la creencia, se-
guida de energa, memoria, meditacin y correcta
percepcin.

Los yoguis, de los cuales ya nos hemos ocupado anteriormente,


limitaban su percepcin al mundo fenomnico, y por ello debe
entenderse que abarcaban slo los tres mundos: la percepcin
mental, la percepcin astral y los sentidos fsicos. Se establece
contacto entre stos y se conocen las energas que producen con-
crecin y la fuerza motriz del pensamiento, al producir efectos en
el plano fsico. Sin embargo, aqu el yogui se traslada a regiones
ms sutiles y espirituales y es consciente de lo que el yo, en su
verdadera naturaleza, percibe y conoce. Penetra en el mundo de
las causas.
Podramos considerar que el primer grupo comprende a todos los
que huellan el sendero del discipulado, y abarca desde el momento
de entrada en el sendero de probacin hasta recibir la segunda
iniciacin.
l segundo grupo comprende a los discpulos de grado superior,
que habiendo controlado y trasmutado la naturaleza inferior,
hacen contacto con su mnada, Espritu o "Padre en el Cielo", y
disciernen lo que la mnada percibe.
El primer conocimiento llega a quienes estn en proceso de sinte-
tizar los seis centros inferiores en el centro coronario, mediante la
trasmutacin de los cuatro inferiores en los tres superiores, y lue-
go el cardaco y el larngeo en el coronario. El segundo grupo -por
el conocimiento de la ley- trabaja con todos los centros trasmuta-
dos y purificados. Sabe cmo alcanzar el verdadero samadhi, o
estado de abstraccin oculta, en virtud de su capacidad de abstraer
las energas en el Loto de mil ptalos de la cabeza, y de ah abs-
traerlas por medio de los otros dos cuerpos sutiles, hasta centrarlas

66
Libro I

y enfocarlas en el cuerpo causal, el karana sarira, el loto egoico.


Patanjali dice que se lleva a cabo en cinco etapas. Los estudiantes
deben tener presente que estas etapas se relacionan con las activi-
dades del alma, el conocimiento egoico, y no con las reacciones
del hombre inferior y del cerebro fsico.
1. Creencia. El alma, en su propio plano, ensaya una condicin
anloga a la creencia del aspirante acerca del alma o aspecto
crstico, pero en este caso, el objetivo es conocer aquello que
el Cristo o alma trata de revelar, el espritu o Padre en el Cielo.
Primeramente el discpulo llega a conocer al ngel de Su Pre-
sencia, el ngel solar, ego o alma. Esto es la realizacin del gru-
po anterior. Entonces ms tarde hace contacto con la Presencia
misma, la cual es espritu puro, el Absoluto, el Padre del Ser. Es-
te grupo de iniciados ha conocido el yo y el no-yo. Ahora la vi-
sin del no-yo se desvanece y desaparece, y se conoce nica-
mente el espritu. La creencia debe ser siempre la primer etapa.
Primeramente la teora, luego el experimento y finalmente el
conocimiento.
2. Energa, valor. Una vez comprendida la teora, se percibe la
meta, entonces se inicia la actividad -esa correcta actividad y
empleo de la fuerza que acercar a la meta y convertir la te-
ora en realidad.
3. Memoria o correcta recordacin. ste es un factor importante
en el proceso, porque implica correcto olvido, es decir, elimi-
nar de la conciencia del yo todas esas formas que hasta en-
tonces han velado lo Real. Dichas formas son elegidas o crea-
das, por uno mismo. Esto lleva a la verdadera captacin o
habilidad de registrar correctamente lo que el alma ha perci-
bido, y al poder de transferir esta correcta percepcin al cere-
bro del hombre fsico. A esa memoria se hace referencia aqu.
No se refiere especficamente al recuerdo del pasado, sino que
abarca el punto de comprensin y su trasferencia al cerebro,
que debe registrarlo y oportunamente recordar a voluntad.

67
Libro I

4. Meditacin. Debe meditarse sobre lo que se ha visto y registra-


do en el cerebro, lo cual eman del alma, y as entretejerlo en
la trama de la vida. Por medio de la meditacin las percepcio-
nes del alma llegan a ser reales para el hombre en el plano fsi-
co. Esta meditacin, de orden muy elevado, viene despus de la
etapa contemplativa y constituye la meditacin del alma a fin de
eliminar el vehculo en el plano fsico.
5. Correcta percepcin. La experiencia del alma y el conocimiento
del espritu, o aspecto Padre, comienza a formar parte del
contenido cerebral del Adepto o Maestro. ste conoce el plan,
tal como existe en las esferas superiores, y est en contacto
con el Arquetipo. Es que, si puedo expresarlo de esta manera,
este tipo de yogui ha alcanzado la etapa en que puede perci-
bir el plan, tal como existe en la mente del "Gran Arquitecto
del Universo". Ha logrado la armona con l. El otro tipo de
yogui ha llegado a la etapa donde puede estudiar los antepro-
yectos del gran plan y as colaborar inteligentemente en la
construccin del Templo del Seor. La percepcin mencionada
es de orden tan elevado, que resulta casi inconcebible para
quien no es discpulo avanzado; pero, con la apreciacin de las
etapas y grados, el aspirante no slo llega a la comprensin de
cul es su problema inmediato y del punto donde se encuentra,
sino tambin a la apreciacin de la belleza de todo el esquema.

Gracias a la fe que proporcionar la energa suficiente para superar


todas las situaciones, se mantendr la direccin. La consecucin del
objetivo del Yoga exige tiempo. Este objetivo es la aptitud para
dirigir la mente hacia un objeto dado, sin la menor distraccin. Con
el tiempo se obtiene como resultado una comprensin clara y co-
rrecta del objeto escogido. La fe es la conviccin inquebrantable de
que se puede conseguir este objetivo. No debemos detenernos por
la complacencia del xito ni descorazonarnos en el fracaso. Debe-
mos trabajar dura y firmemente a travs de todas las distracciones,
independientemente de que nos parezcan buenas o malas.

68
Libro I

Lo que llamamos fe es la claridad de la mente bien establecida


que busca alcanzar la liberacin y respeta los medios que condu-
cen a ella. Protege al yogui y le defiende de las adversidades.
Cuando se posee este tipo de fe y se busca el conocimiento, es
decir, cuando la meta es la visin correcta, entonces surge la entu-
siasta energa para practicar los mtodos del yoga. Cuando esa
energa ha surgido en el yogui, su atencin consciente es firme. La
retentiva de cosas tales como el conocimiento de las Escrituras se
torna muy poderosa.
Todas estas prescripciones se refieren al buscador de conocimien-
to. Cuando la atencin consciente se hace firme, la mente deja de
estar perturbada y alcanza la concentracin que llamamos
samdhi. A esta mente en samdhi sobreviene la sabidura
(praj), que tiene el poder de iluminarlo todo.
-La paz se experimenta por medio de la fe.
-Esta (fe) protege al yogui como una madre amorosa.
-Cuando se posee tal fe y se busca conocimiento, surge la energa.
- Cuando surge la energa y el valor, la atencin consciente o re-
tentiva permanece firme.
- Cuando la atencin permanece firme, la mente carece de pertur-
bacin y deviene concentrada en samdhi.

Este sutra es tan claro que casi no necesita comentarios. Es claro


que no puede emprenderse tilmente ningn esfuerzo, en campos
materiales o espirituales, a menos que haya fe o creencia slida en
la posibilidad de triunfar. Tambin es intil pretender la meta sin
una accin correspondientemente valerosa. A medida que la meta
se perfila ms y ms clara, habr ms concentracin en ella, que
trae consigo la aspiracin unicentrada del corazn despierto. La fe
y el esfuerzo harn nacer el discernimiento de los valores. La fe se
habr convertido en la evidencia de lo no visto. Como dice Vyasa:
La fe sostiene al Yogui como una madre. El sutra siguiente
afirma que el logro de la conciencia espiritual est cerca para los
de voluntad fuerte, educada y alerta.

69
Libro I

21. Aquellos cuya voluntad est intensamente activa, al-


canzan rpidamente la etapa de conciencia espiritual.

Esto lgicamente es as. Cuando la voluntad, reflejada en la men-


te, llega a predominar en el discpulo, ste despierta ese aspecto de
s mismo que est en armona con el aspecto voluntad del Logos,
el primer aspecto o Padre. Las lneas de contacto son:
1. Mnada o Padre en el Cielo, el aspecto voluntad.
2. Atma o voluntad espiritual, el aspecto ms elevado del alma.
3. El cuerpo mental o voluntad inteligente, el aspecto ms ele-
vado de la personalidad.
4. El centro coronario.

Esta lnea es seguida por quienes practican el Raja Yoga, que


lleva a la comprensin del espritu y conduce al adeptado. Sin
embargo, existe otra lnea:
1. La mnada.
2. El Hijo o aspecto crstico.
3. El aspecto amor o aspecto sabidura.
4. Budi o el amor espiritual, el segundo aspecto del alma.
5. El cuerpo emocional o segundo aspecto de la personalidad.
6. El centro cardaco.

sta es la lnea que siguen el bakti, el devoto y el santo, y lleva al


conocimiento del alma y de la santidad. La primera lnea es la que
debe seguir nuestra actual raza. La segunda lnea fue el sendero de
realizacin para los atlantes.
Si los estudiantes consideran cuidadosamente las enumeraciones que
anteceden, recibirn mucha luz. Ser necesario poseer una voluntad
fuerte y enrgica, para estudiar el sendero de iniciacin. nicamente
una voluntad de acero y una persistencia firme, constante o indes-
viable, llevarn al aspirante por esta senda a la clara luz del da.

70
Libro I

El xito del yogui depende de la intensidad de su compromiso


para con la prctica de la unificacin y el desapego hacia la multi-
tud de los objetos del mundo. En cualquier caso, la vehemencia
de la que se habla en este aforismo no tiene nada que ver con el
excesivo ascetismo o la mortificacin patolgica. Se trata de entu-
siasmo en el mejor sentido de la palabra. Lo que afirma este stra
es tan sencillo como que si se practica con gran intensidad se al-
canzar el objetivo con mayor rapidez. En este caso, el objetivo
es el xtasis supraconsciente en el cual la mente condicional se
disuelve. Algunos eruditos argumentan que la ocurrencia de estos
niveles tan elevados de xtasis no depende totalmente del esfuerzo
personal, sino que la gracia divina tambin interviene. Si es as,
esto explicara la mencin de varapraidhna por parte de Patan-
jali como uno de los medios del Yoga.
La aptitud para cualquier cosa es slo una actitud solidificada que
se aplica continuamente. Estimular la actitud correcta transforma
la mente y sus actitudes y la lleva de nuevo a la iluminacin.
Las formas pasan por una transformacin. Semejante cambio es lo
que se denomina el no apego. Se tarda mucho tiempo antes de
llegar a esta conclusin, ya que la mente slo cuenta con la ayuda
de s misma para transformarse en consciencia. La tarea con la
que se enfrenta el discpulo, en los primeros pasos, es la de super-
ar las dificultades por s mismo. Ha de tener constantemente en l
un estmulo ardiente y la intensidad de ese estmulo no ha de ser
un deseo. Ha de comprender con cuidado la diferencia que hay
entre deseo y necesidad. Cuando la consciencia desea, sta se en-
cuentra en el plano inferior de la mente que cambia continuamen-
te, y por lo tanto es derrotada. Cuando la consciencia va unida a la
necesidad, sta sed encuentra en el plano de la voluntad pura, y
entonces no hay derrota. Hemos de tener un sistemtico estmulo
de la conciencia para ser conscientes de la diferencia que hay en-
tre deseo y necesidad, adems de escoger la necesidad y rechazar
al mismo tiempo el deseo mediante el discernimiento.

71
Libro I

Las necesidades pertenecen al cuerpo fsico mientras que los de-


seos pertenecen a la mente (psique). La mente no necesita nada
para vivir. El alimento para mantener al cuerpo, el sueo para que
descanse y el trabajo para mantenerlo en forma, son verdaderas
necesidades. El acto sexual para reproducir otro cuerpo fsico es
tambin una necesidad. Al mismo tiempo, el gusto por la comida,
el deseo de dormir y el placer sexual pertenecen a la mente. En
realidad no son necesarios. Son regalos de la Naturaleza para que
la mente trabaje para las necesidades. El deber del ser humano es
entrenar la mente a que no abuse de estos regalos. El discerni-
miento en este sentido da el necesario estmulo para la transfor-
macin conocida como no apego. Un estmulo incesante junto
con un intenso discernimiento hace posible prontamente la trans-
formacin en un perodo de tiempo increblemente breve.
Esa fuerza intensa del yogui por alcanzar la liberacin tiene co-
rrecta expresin en las palabras del Cristo cuando dijo: La Ley y
los profetas llegan hasta Juan; desde ah comienza a anunciarse la
Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan con violencia
por entrar en l. S. Lucas 16. La voluntad firme se adquiere solo
por el esfuerzo, el esfuerzo lo inspira la fe. El gran secreto es ste:
no basta tener intuiciones, debemos actuar conforme a ellas, de-
bemos vivirlas con osada y valenta espiritual.

72
Libro I

22. Quienes emplean la voluntad difieren tambin, porque


su empleo puede ser intenso, moderado o suave. Res-
pecto al logro de la verdadera conciencia espiritual
existe todava otro camino.

Es conveniente aclarar los dos medios por los cuales el hombre


alcanza la meta: el conocimiento de la vida espiritual y la emanci-
pacin. Tenemos el mtodo de la yoga, descrito por Patanjali, me-
diante el cual, por el empleo de la voluntad, se aprende a discri-
minar entre el yo y el no-yo y se llega al espritu puro. Es el mto-
do para nuestra humanidad actual, aquellos cuya tarea consiste en
desarrollar el quinto principio o mente, y as llegar a ser verdade-
ros hijos de la mente. Su funcin es convertirse en estrellas de
cinco puntas, la estrella del hombre perfecto en toda su gloria.
Siguiendo este mtodo se llegan a dominar los cinco planos de la
evolucin humana y superhumana, y atma (o la voluntad de Dios,
el aspecto Padre) es revelado, por mediacin de budi (o conciencia
crstica), que utiliza como vehculo a manas o mente superior.
El otro es el mtodo de la devocin pura. Por la intensa adoracin
y total consagracin, el aspirante llega al conocimiento de la reali-
dad del espritu. Constituye el camino de menor resistencia para
muchos; fue el mtodo de realizacin para la raza que precedi a
la nuestra. Este mtodo ignora mayormente el quinto principio y,
constituyendo el sendero del sentimiento intenso, lleva a la subli-
macin de la percepcin sensoria. Siguiendo este mtodo se llegan
a dominar los cuatro planos, y budi (o Cristo) queda revelado. Los
estudiantes deberan distinguir claramente estos dos mtodos, te-
niendo en cuenta que el ocultista blanco fusiona los dos; si en esta
vida uno sigue el mtodo de Raja Yoga con fervor y amor, ser
porque en otras vidas ha hollado el camino de la devocin y en-
contr a budi, el Cristo interno. En esta vida har una recapitula-
cin de su experiencia, adems ejercitar intensamente su volun-
tad y el control de la mente, lo cual le revelar eventualmente al
Padre en el Cielo, el espritu puro. Los comentadores de este afo-
73
Libro I

rismo dicen que quienes siguen el mtodo de Raja Yoga y utilizan


la voluntad, se dividen en tres grupos principales, que a su vez
pueden subdividirse en nueve. Un grupo emplea la voluntad tan
intensamente que obtiene resultados excesivamente rpidos, pero
acompaados de ciertos peligros y riesgos. Corren el riesgo de un
desenvolvimiento desparejo, de la negacin del aspecto cardaco
de la naturaleza y de que se produzcan ciertas destrucciones que
ms tarde debern remediar. Otro grupo, cuyo progreso es ms
lento, es el de los aspirantes, que son los exponentes del sendero
medio. Avanzan constante y moderadamente; se los denomina:
"adeptos discriminadores", pues no cometen exceso de ninguna
especie. Su mtodo se debe recomendar a los hombres en este
particular ciclo. El tercer grupo es el de las almas buenas, cuya
voluntad se caracteriza por una tenacidad imperturbable y siguen
adelante firmes y sin desviarse, llegando con el tiempo a su meta.
Se caracterizan por su intensa obstinacin, su progreso es lento y
son las "tortugas" del sendero, mientras que los del primer "gru-
po" son las "liebres".
Algunos libros antiguos contienen descripciones detalladas sobre
estos tres grupos de aspirantes, y los representan con los tres
smbolos siguientes:
1. El grupo intenso est representado por la cabra; los aspiran-
tes de este tipo frecuentemente encarnan bajo el signo de
Capricornio.
2. El grupo moderado est representado por el pez; la mayora
de los que nacen bajo el signo de Piscis se encuentra en esta
categora.
3. El grupo de gente buena o lenta, est representado por el
cangrejo; con frecuencia encarnan bajo el signo de Cncer.

En estos tres grupos tenemos varias subdivisiones. Es interesante


observar que, segn los archivos de los Seores del Karma, la
mayora de los que estn incluidos en estos tres grupos pasan al

74
Libro I

signo de Libra (o la balanza) al acercarse al trmino de su esfuer-


zo. Cuando encarnan bajo este signo, equilibran cuidadosamente
los pares de opuestos; igualan su desenvolvimiento unilateral,
modificando la desigualdad del esfuerzo realizado hasta entonces,
y empiezan a "marchar con paso parejo". A menudo entran en el
signo de Acuario y se convierten en portadores de agua, teniendo
que "llevar sobre sus cabezas el cntaro de agua viviente". De
manera que deben modificar su rpido ascenso al monte de la ini-
ciacin, o si no "el agua se derramar y se romper el cntaro".
Debido a que el agua est destinada a saciar la sed de las masas,
debern acelerar su progreso, porque la necesidad es grande. As
"los primeros sern los ltimos y los ltimos los primeros, y la
liebre y la tortuga se unen en la meta.
Segn la evolucin de la consciencia difiere la intensidad de la
aplicacin. Para aquellos que son nuevos en el sendero en una
encarnacin particular, el esfuerzo muchas veces est acompaado
por una intensidad violenta. Aquellos que han pasado ya por un
cierto entrenamiento en encarnaciones pasadas muestran una apli-
cacin menos violenta y moderadamente intensa. Y para aquellos
que estn lo suficientemente iniciados en la facilidad del sendero,
el esfuerzo no requiere violencia. Para ellos la meta del no ape-
go esta al alcance de la mano.
La voluntad no nos pertenece, pertenece a Dios, y nosotros la po-
seemos slo por medio de la obediencia. A medida que entramos
en el espritu de Dios, se nos permite compartir su poder.

75
Libro I

Va directa mediante OM (I.23-I.29)

23. Por la intensa devocin a Ishvara se alcanza el cono-


cimiento de Ishvara.

Ishvara es el Hijo que se manifiesta por medio del Sol, el aspecto


macrocsmico. Ishvara es el Hijo de Dios, el Cristo csmico, res-
plandeciente en el corazn de cada uno de nosotros. La palabra "co-
razn" se emplea aqu en su significado oculto. Las siguientes ana-
logas resultarn iluminadoras, y deben ser estudiadas con cuidado:
Aspecto Cualidad Centro Macrocosmos
Espritu-Padre-Mnada. Voluntad. Coronario. Sol espiritual central.
Alma-Hijo-Ego. Amor. Cardaco. Corazn del Sol.
Cuerpo-Espritu Santo- Inteligencia Larngeo. Sol fsico.
Personalidad. Activa.

Ishvara es el segundo aspecto, por lo tanto, el verdadero signifi-


cado de este aforismo es que, por medio del intenso amor y devo-
cin a Ishvara, o sea el Cristo en manifestacin, se puede conocer
al Cristo o alma, y establecer contacto con l. Ishvara es Dios en
el corazn de cada Hijo de Dios; reside en la caverna del corazn;
se llega a l por medio del amor puro y del servicio abnegado; al
descubrirlo se lo ver sentado en el Loto de doce ptalos del co-
razn, sosteniendo en sus manos la "Joya en el Loto". As el devo-
to encuentra a Ishvara. Cuando el devoto se convierte en un yogui
que practica el Raja Yoga, entonces Ishvara le revela el secreto de
la Joya. Cuando el Cristo es conocido como rey en el trono del
corazn, revela, al Padre a sus devotos. Pero el devoto debe hollar
el Sendero de Raja Yoga y combinar el conocimiento intelectual,
el control y la disciplina mental, antes de recibir la verdadera re-
velacin. El mstico debe convertirse oportunamente en ocultista y
las cualidades de la cabeza y del corazn deben desarrollarse en
forma pareja, pues ambos son igualmente divinos.

76
Libro I

El camino de la devocin significa transferir la conciencia desde


las limitaciones y penas del pequeo yo personal, a la conciencia
mayor del Seor, por identificacin con El. En palabras de C. W.
Leadbeater significa quitarnos del centro de nuestro propio uni-
verso y poner en nuestro lugar al Maestro. Confiadle todas vues-
tras preocupaciones, pues El cuida de vosotros. (I Pedro 5:7). Vya-
sa dice que Ishvara es atrado hacia el devoto (o, como dice Va-
chaspati, trado cara a cara) por aquella devocin que consiste
en sentir Su omnipresencia (un tipo particular de devocin de la
mente, la palabra y el cuerpo dice Vachaspati) y le otorga su gra-
cia por su mero deseo de alcanzarla (y no por ningn otro esfuer-
zo dice Vachaspati). Este trance y su fruto se aceleran para el
yogui. El gran ejemplo Cristiano de esta forma de yoga es el Her-
mano Lorenzo con su Prctica de la Presencia de Dios.
Ciertamente hablamos del BHAKTI MARGA, o Bhakti-Yoga, el
camino del devoto fiel, la cual representa para muchos aspirantes
la lnea de menor resistencia espiritual, sin embargo, para nuestro
actual ciclo evolutivo podra representar un retraso importante
debido a la excesiva excitacin del cuerpo astral. La devocin mal
entendida y exagerada produce una brecha an ms grande entre
nuestra divinidad inmanente y la divinidad trascendente. La evi-
dente dualidad que genera el bhakti-yogui le sugiere que existe
una Gran Entidad externa que le protege y ayuda, y le concede
dones por la gracia de dicha Divinidad o Ser externo a l. Si em-
bargo la lnea BHAKTI, o su verdadera esencia forma parte intrn-
seca de todos los yogas, y por supuesto del Raja-Yoga.
Por esta razn, el Raja-Yoga puede trascender las prcticas exter-
nas del bhakti-yoga, utilizando necesariamente su esencia devo-
cional, no hacia un Ser Externo a l, sino hacia ese Ser de profundo
Amor que forma parte de su ser, que parte desde su divina inma-
nencia, y como un perfume incluyente abraza y funde a todos los
seres por igual. El misterio del verdadero amor an esta por descu-
brir. Los que practican el bhakti yoga creen poseer su misterio de-
bido a su profundo amor que manifiestan, sin embargo el verdadero

77
Libro I

amor csmico trasciende el bhakti, la devocin santificada, pene-


trando en regiones supramentales que slo el Raja-Yogui puede
acceder. Si dijramos que el verdadero amor no nace del corazn
cardiaco, sino del corazn de budhi el cual esta en planos supra-
mentales. Este supremo amor no parte del cuerpo astral o emocio-
nal, sino que se manifiesta an con ms poder y gracia desde el
corazn de la cabeza espiritual. Esta forma de enfocar estos estu-
dios es definitivamente ms exacta que la convencional, ya que nos
ensea que lo superior esta an por descubrir, auque nos regocije-
mos de placeres y xtasis devocionales.
Es cierto que existe la Divinidad externa o Dios Creador, y Seres
extraordinariamente divinos, y a la vez existe, en este mundo ma-
nifestado, la divinidad inmanente o dios ntimo en cada uno de
nosotros. Sin embargo estas dos manifestaciones forman parte de
una misma realidad Divina, y en cierto nivel de consciencia las
dos se unen en una, ya que para el verdadero Ser no existe duali-
dad o diferenciaciones. El camino de Raja-yoga nos lleva a este
estado de unidad perfecta, resolviendo armoniosamente y con total
claridad estas y otras tantas paradojas existenciales.
Aunque Patanjali introdujo en la dialctica de la doctrina sote-
riolgica sakhya a vara, elemento nuevo y, al final de cuentas,
no esencial, no le concedi la importancia que le atribuirn los
comentadores posteriores. La tcnica es lo que mas importa en los
Yoga Stras, es decir: la voluntad y la capacidad de autodominio
del yogui. Porqu, sin embargo, Patanjali sinti la necesidad de
introducir en ella a vara? Porque vara corresponda a una reali-
dad de orden experimental: en efecto, vara puede provocar el
samdhi, siempre que el yogui practique el ejercicio llamado
varapraidhna, o sea, siempre que el yogui tome a vara como
objeto de sus actos. Al proponerse reunir y validar todas las tcni-
cas yogas vlidas en la tradicin clsica, Patanjali no poda
ignorar toda una serie de experiencias que slo se conseguan me-
diante la concentracin en vara. O sea: adems de la tradicin de
un yoga exclusivamente mgico, que solo recurre a la voluntad
78
Libro I

y a las fuerzas personales del asceta, exista otra tradicin, la


mstica, en la cual las etapas ltimas de la prctica yoga eran
facilitadas, por lo menos, mediante una devocin aunque muy
rarificada, muy intelectual hacia un Dios. Patanjali tuvo que
introducir a vara en el yoga, porque vara era, digamos, un dato
experimental: los yoguis recurran a vara, aunque hubieran podi-
do liberarse mediante la observancia exclusiva de la tcnica yoga.
Notable es la funcin cada vez mas activa que vara desempea
en los comentarios posteriores. Vcaspati Mira y Vijna
Bhiku, por ejemplo, conceden gran importancia a vara. Estos
dos comentadores interpretan a Patajali y a Vysa segn la espi-
ritualidad contempornea y viven en una poca en que toda la
India estaba impregnada de corrientes msticas y devocionales.
En la constitucin humana lo que tengo es diferente de lo que
soy. A este ltimo se le llama el SEOR (vara). Una prctica
constante de entrega de lo que soy a lo que tengo es el proce-
so que se recomienda aqu. El cuerpo, la mente, los sentidos, los
pensamientos, las impresiones y todas sus consecuencias pertene-
cen a lo que tengo y son cosas que nunca estn incluidas en la
luz pura de lo que soy. La consciencia del ser no preparado gra-
vita constantemente en torno a lo que tengo. Esto se debe a la
ley de atraccin magntica usada por la Naturaleza para mantener
lo que soy en los vehculos de lo que tengo. Una vez que se
inicia el entrenamiento en el yoga, el polo inferior de lo que ten-
go empieza a perder su influencia sobre la consciencia y sta
empieza a gravitar hacia el polo superior de lo que soy. Este
proceso se acelera si ninguna violencia ni riesgo siempre que uno
se proponga una entrega total. Como resultado de la gradual trans-
formacin, todo lo que tengo es reemplazado por lo que soy.
El mtodo de la entrega total es el ms efectivo de todos. En este
proceso el discpulo no tiene por qu romperse la cabeza con el
modus operandi de la transformacin.

79
Libro I

24. Ishvara es el alma, a sta no la afectan las limitacio-


nes y est libre de karma y de deseo.

Aqu tenemos la imagen del hombre espiritual tal cual es en reali-


dad. Pone de manifiesto su relacin con los tres mundos. Es el
estado de maestro o adepto, del alma que ha entrado en posesin
de su primogenitura y no est ya controlada por las fuerzas y
energas de la naturaleza inferior. En este aforismo y en los tres
siguientes tenemos el cuadro del hombre liberado, que ha pasado
el ciclo de encarnacin y, gracias a la lucha y experiencia, ha des-
cubierto su verdadero yo. Aqu se describe la naturaleza del ngel
solar, el Hijo de Dios, el Ego o Yo superior. Se dice que:
1. Las limitaciones no le afectan. Ya no est limitado, encerra-
do ni confinado por el cuaternario inferior. Tampoco est
crucificado en la cruz de la materia. Las cuatro envolturas
inferiores (densa, etrica, emocional y mental) ya no consti-
tuyen su prisin. Slo son meros instrumentos que puede
utilizar o abandonar a voluntad. Su voluntad acta libremen-
te, y si permanece en la regin de los tres mundos, es por
propia decisin, y su autoimpuesta limitacin puede terminar
a voluntad. Es amo en los tres mundos, un Hijo de Dios, que
domina y controla las creaciones inferiores.
2. Se ha liberado del karma. Mediante el conocimiento de la
ley, ha agotado todo su karma, pagado todas sus deudas,
cancelado todas sus obligaciones, respondido a todos los
cargos hechos contra l y, por medio de su comprensin
subjetiva, ha penetrado conscientemente en el mundo de las
causas. El mundo de los efectos, respecto a los tres mundos,
ha quedado atrs. De manera que ya (ciegamente y por igno-
rancia) no iniciar situaciones que produzcan efectos malig-
nos. Acta siempre con la ley; toda manifestacin de energa
(la palabra hablada y la accin iniciada) la emprende con
pleno conocimiento del resultado a obtener. Por lo tanto,

80
Libro I

nada de lo que hace produce malos resultados ni implica


karma. El hombre comn se ocupa de los efectos y ciega-
mente se abre camino a travs de ellos. El Maestro se ocupa
de las causas, y los efectos que produce al aplicar la ley no
lo limitan ni lo atan.
3. Est libre de deseo. Ya no le atraen ni tientan las cosas que per-
cibe sensoriamente, en los tres planos. Su conciencia asciende
y va hacia lo interno; ya no desciende ni va hacia lo externo.
Se halla en el centro y no le atrae la periferia. Ansa experi-
mentar; el anhelo por la existencia en el plano fsico y el deseo
por el aspecto forma, en sus muy diversas y mltiples variacio-
nes, ya no ejercen atraccin. Ha experimentado, conocido y su-
frido; se ha visto obligado a encarnar debido a la ansiedad del
no-yo. Ahora todo ha terminado y es un alma liberada.

Ahora el yogui a alcanzado la meta, la fusin con su verdadero


Ser, con su Espritu o Padre Celestial Intimo, y esta libre de todo
Karma y ya no le afecta porque l no desea nada para s mismo.
Su conciencia est dirigida hacia el interior y hacia arriba, por
decirlo as, y no hacia abajo y hacia afuera. Por tanto, adorarle es
adorar a Dios en forma manifestada. Como lo dice una antigua
escritura: Considera al Gur como Dios. Citar las palabras del
antiguo santo indo, Ekanath Maharaj: Adora a tu Maestro como
Dios en apariencia humana, si quieres poner fin a tus renacimien-
tos. Este es el mayor y el mejor de los caminos. Adoramos a nues-
tro Maestro siempre y a todo momento, sintiendo, pensando,
hablando y actuando de acuerdo con su voluntad y no de acuerdo
con nuestros deseos. El mata todos nuestros deseos y nos da una
conciencia que est fuera del dominio del deseo. Y de esta manera
nos da el conocimiento de nuestro ms elevado Ser, y al darnos
ese conocimiento nos da la inmortalidad... Los hombres creen en
Dios y encuentran a Dios nicamente siguiendo las instrucciones
de Maestros. Sin la ayuda de ellos la palabra Dios carecera de
sentido para nosotros.

81
Libro I

Esto se alcanza por la absoluta entrega al Ser Interior a Ishvara.


El ser humano no es sino la consciencia humana flotando sobre el
trasfondo de la consciencia total dentro del hombre. La conscien-
cia total existe en el hombre igual que existe en todas partes. Es
como la presencia del espacio en una habitacin. Originalmente la
habitacin es construida en el espacio pero parece que el espacio
est dentro de la habitacin. De la misma forma el ser humano
nace como condicionamiento dentro de la conciencia suprema.
Realmente el espritu esta siempre presente, ya que todo lo en-
vuelve, pero cuando parte de esa conciencia espiritual se manifies-
ta en planos inferiores deviene como ser humano, animal, vegetal
o mineral, es decir, como condicionamiento. Esa pequea parte
espiritual que evoluciona y se manifiesta dentro de las formas
anteriores, est sometida a las Leyes de la Vida, al karma y dems
normas mecnicas. Cuando el ser humano trasciende la condicin
de ser humano y se hace consciente de Su otra realidad superior
como ser divino, como espritu libre y puro, entonces alcanza la
meta humana, la realizacin completa, y entonces comprende que
l realmente nunca estuvo sometido a las leyes naturales, sino
aquella parte ilusoria que un da crey ser
El Seor (Ishvara ) que esta en nosotros trasciende todas las leyes,
puesto que la ley vino de l. Sin embargo el nunca las trasgred. Es
como un fiel director de colegio que hace acto de presencia segn
sus propias normas establecidas, pero a la vez permanece ms all
de ellas.

(Estos aforismos sobre Ishvara, trae mucha confusin a los Yoguis, ya


que muchos de ellos no aceptan a un Dios Creador fuera de S mismos.
Si embargo el estudio sereno y la prctica constante nos muestra la
Realidad de la Existencia Divina tanto macro como microcsmica, sien-
do dos extremos de una misma realidad indisoluble).

82
Libro I

25. En Ishvara, el Gurudeva, el germen de todo conoci-


miento se expande al infinito.

En sentido macrocsmico, Dios es el Amo de todo y la total omnis-


ciencia, constituyendo, como se comprender fcilmente, la suma
total de todos los estados de conciencia. Es el alma de todas las co-
sas; el alma del tomo de la materia, as como las almas de los hom-
bres son parte de Su infinita realizacin. El alma del ser humano es
potencialmente igual; en cuanto la conciencia cesa de identificarse
con sus vehculos u rganos, el germen de todo conocimiento empie-
za a expandirse. En el discpulo, en el Adepto, en el Maestro o Ma-
hatma, en el Cristo, en el Buda y en el Seor del Mundo (llamado en
La Biblia el Anciano de los Das), "este germen de total conocimien-
to" puede ser visto en diferentes etapas de desenvolvimiento. La con-
ciencia de Dios le pertenece, pasando de una iniciacin a otra. En
cada etapa el hombre es el amo; pero ms all del punto alcanzado
siempre aparece la posibilidad de una mayor expansin, siendo el
proceso siempre el mismo. Este proceso se puede compendiar como:
1. El anhelo o la determinacin de lograr el nuevo conocimiento.
2. El mantenimiento de la conciencia en desarrollo y su utiliza-
cin, y desde el punto alcanzado seguir hacia una mayor
comprensin.
3. El vencimiento de las dificultades incidentales a las limita-
ciones de los vehculos de la conciencia y al karma.
4. Las pruebas esotricas impuestas al aspirante cuando de-
muestra capacidad.
5. EL triunfo del aspirante.
6. El reconocimiento de su triunfo y realizacin por los Guas
de la raza, la Jerarqua planetaria.
7. La visin de lo que est por delante.

83
Libro I

De esta manera prosigue el desenvolvimiento, y en cada ciclo de


esfuerzo, el Hijo de Dios en evolucin entra en posesin de su
primogenitura y asume la posicin de conocedor, "Aquel que es-
cuch la tradicin, experiment la disolucin de lo hasta ahora
posedo, vio lo que se oculta a quienes se apegan a la tradicin,
sustituy lo nuevamente visto, don las posesiones adquiridas a
quienes le tendieron las manos vacas y pas a las aulas internas
del conocimiento".
Deberan estudiarse detenidamente estos pocos aforismos, relati-
vos a Ishvara, teniendo en cuenta que se refieren al Hijo de Dios,
la segunda persona de la Trinidad cuando se manifiesta por medio
del sistema solar, es decir, el alma macrocsmica. El significado
secundario se refiere tambin al divino Hijo de Dios, el segundo
aspecto mondico cuando se manifiesta por intermedio del ser
humano, es decir, el alma microcsmica.
Sern de utilidad los siguientes sinnimos del aspecto Ishvara:

El Macrocosmos
Ishvara, el segundo aspecto ................ Cuya naturaleza es amor.
El Hijo de Dios ..................................... El revelador del Padre.
Cristo csmico ..................................... Dios en encarnacin.
Vishnu ................................................. 2d persona de la Trinidad hind.
El Alma de todas las cosas .................. tomos y almas trminos sinnimos.
El Omni-yo .......................................... La suma total de todos los yoes.
Yo soy se ........................................... La conciencia grupal.
AUM .................................................... La Palabra de la Revelacin.
El Verbo ............................................... Dios encarnado.
El Gurudeva ......................................... El Maestro de todos.
La luz del mundo ................................. Brillando en la oscuridad.

El Microcosmos
El segundo aspecto ............................. Amor-sabidura.
El hijo del Padre .................................. El revelador de la Mnada.
El Cristo ............................................... Cristo en ti, esperanza es de gloria.
El Alma ................................................ La conciencia.

84
Libro I

El Yo superior ..................................... El seor de los cuerpos.


El Ego ................................................. La identidad autorrealizadora.
El Verbo ............................................. Dios encarnado.
AUM .................................................. La Palabra de la Revelacin.
El Maestro ......................................... El yo en el trono.
El Augoeides radiante ........................ La luz interna.
El Hombre espiritual .......................... Utilizando al hombre inferior.

La explicacin natural de este aforismo, desde el punto de vista


prctico y psicolgico, es que el hombre es el conocedor. El hom-
bre quiere conocer algo ms de los dems en este mundo y es natu-
ral que piense que sabe algo. Todo el mundo quiere saber algo a su
propia manera. ste es el origen de todas las ramas del conocimien-
to de este mundo. Pero de dnde procede esta naturaleza por co-
nocer? Procede de la Fuente Una de toda la consciencia. La semilla
del conocimiento es el conocedor de la consciencia humana. Puesto
que la Creacin es el rbol del principio semilla que es el creador,
los diversos aspectos de la Creacin existen como potencialidades
en ese principio semilla. La consciencia humana en el hombre flo-
rece en aquel que existe como espacio potencial. El impulso del
hombre por saber cosas es el despliegue de la semilla del conocedor
en l. El conocimiento existe de este modo disperso en el hombre
como el conocedor, lo que hay por conocer y el acto de conocer.
Este conocimiento se encuentra separado en tres partes en el hom-
bre y existe como una sola cosa en la consciencia del Seor que hay
en l. Por eso existe en l como el conocimiento insuperable. El
hombre conoce cosas mediante esta consciencia del Seor.
El espritu del Maestro, el Seor, es de la misma naturaleza que
nuestro espritu. Es uno en esencia con la Super-Alma y por consi-
guiente comparte con ella toda la sabidura y todo el poder. Toda
conquista espiritual descansa en esto, y su posibilidad descansa en
que son uno el espritu y la Super-Alma.

85
Libro I

26. Ishvara (el Gurudeva), como no est limitado por el


factor tiempo, es el instructor de los Seores primi-
tivos.

Desde que existen los factores tiempo y espacio, hubo quienes


alcanzaron la omnisciencia: aquellos cuyo germen del conoci-
miento fue sometido a un adecuado cultivo y se desarroll hasta
florecer en la plena gloria del alma liberada, lo cual fue posible
por medio de ciertos factores:
1. La identificacin de cada alma individual con la Superalma.
2. La fuerza atrayente de esa Superalma, cuando gradualmente
atrajo hacia S al alma separada de todas las cosas, pues la
fuerza de la evolucin misma es el gran agente de atraccin
que hacer retornar a su fuente de origen las exteriorizadas uni-
dades de Vida divina, las unidades de conciencia. Ello implica la
respuesta del alma individual a la fuerza del alma csmica.
3. El intenso entrenamiento, prximo a la culminacin, dado
por la Jerarqua oculta, mediante el cual las almas reciben el
estmulo y la vitalizacin que les permite progresar ms
rpidamente.

El estudiante de ocultismo debe recordar que este proceso se ha


desarrollado en rondas y cielos anteriores a nuestro planeta Tierra.
Los Primitivos Seores o Sabios, son esos grandes Adeptos que,
habiendo "pasado las experiencias" de acuerdo a la ley de renaci-
miento, fueron iniciados en los misterios por el nico iniciador, el
Representante, en nuestro planeta, de la Superalma, y se convirtie-
ron a su vez en instructores e iniciadores de los misterios.
El Maestro nico mora internamente; es el Alma, el Regente inter-
no, el Pensador, en su propio plano. Es parte del Todo, de la Om-
nialma. Cada expansin de conciencia lograda por el hombre, lo
capacita para ser Maestro de quienes no han obtenido una expan-

86
Libro I

sin similar. Por lo tanto, una vez lograda la maestra (hablando en


trminos del reino humano) slo hay Maestros, que son tambin
discpulos, todos aprendices e instructores, diferencindose nica-
mente por su grado de conocimiento y desarrollo, por ejemplo:
a. Los aspirantes a hollar el sendero son discpulos de discpu-
los de grado inferior.
b. Los probacionistas que estn en el sendero son discpulos de
discpulos de grado superior.
c. Los discpulos aceptados son discpulos de un adepto o de
un Maestro.
d. El adepto es discpulo de un Maestro.
e. El Maestro es discpulo de un Mahatma.
f. Los Mahatmas son discpulos de Iniciados de grado an su-
perior.
g. stos, a su vez, son discpulos del Cristo o de quien estuviera
al frente del sector de la enseanza.
h. Quien est al frente del sector de la enseanza es discpulo
del Seor del Mundo.
i. El Seor del Mundo es discpulo de uno de los tres Espritus pla-
netarios, los cuales representan los tres aspectos principales.
j. stos, a su vez, son discpulos del Logos solar.

El estudiante ver cun interdependientes son y tambin se dar


cuenta que la realizacin de uno afectar profundamente a todo el
cuerpo. La palabra discipulado puede considerarse como un ter-
mino genrico que abarca todos los estados o condiciones del Ser
en el cuarto y quinto reinos (humano y espiritual), donde se pro-
ducen ciertas expansiones de conciencia, mediante entrenamientos
especficos.

87
Libro I

Vyasa dice: Los antiguos instructores estaban condicionados por el


tiempo. Donde quiera que el tiempo no exista como condicin, ah
est Ishvara, el instructor de los antiguos instructores tambin. Al
obtener el conocimiento de Su poder supremo como existente en el
principio de la creacin, tambin se obtiene el de Su existencia como
tal en otras creaciones y en otros tiempos. Esto es posible gracias a
la identidad de toda alma con la Super-Alma. Esa Vida inmortal atrae
hacia S radualmente al alma separada; este es el poder de evolucin.
Siempre el Maestro nico est dentro. Y el espritu en nosotros es
siempre parte del Espritu Inmortal Uno. Ese es un patrimonio irre-
nunciable del hombre. Pues la Super-Alma es anterior al tiempo y es
el Padre de todo lo dems.
En algunos pasajes Bblicos encontrados estas referencias profundas:
Proverbios: El Seor se apoder de m en el principio de Su camino,
antes que de Sus obras ms antiguas. Y tenemos las palabras de la ora-
cin del Seor Cristo antes de Su crucifixin: Glorifcame t, junto a ti,
con la gloria que tena a tu lado antes que el mundo fuese. (Jn. 17: 5).
Ishvara (el Gurudeva), es el Dios de todos los Dios, el principio sin
principio, el aspecto divino que se manifiesta detrs de todos los
aspectos divinos. Es el Instructor de todos los instructores, no por-
que instruya, sino simplemente por Su Presencia, porque estos
instructores, por insignes que sean, dioses o ngeles, estn todos
limitados y sujetos por el tiempo, mientras que Dios no lo est.
Podeos poner un ejemplo que nos permitir comprender mejor
este tema: -Una barra de hierro puede convertirse en un imn,
pero necesita otra barra magnetizada previamente. De este modo
el magnetismo es anterior a todo imn-.
Hay dos deducciones peculiares de los yoguis. Primera, que al
pensar en lo limitado, la mente ha de pensar en lo ilimitado; y si
una parte de esta percepcin es verdadera, tambin, debe serlo la
otra parte, porque es igual su valor como percepciones de la men-
te. El mero hecho de que el conocimiento del hombre es limitado,
denota que el conocimiento de Dios ha de ser ilimitado. Si admi-
timos lo primero por qu no hemos de admitir lo segundo? La

88
Libro I

razn nos obliga a aceptarlos ambos o rechazarlos. Si admito que


existe un hombre de limitado conocimiento, debo admitir tambin
que ha de haber alguien con ilimitado conocimiento. La segunda
deduccin es que no es posible adquirir conocimiento alguno sin
instructor. Cierto es que como dicen los filsofos modernos algo
hay en el hombre que de su interior se educe, porque todo cono-
cimiento est en el hombre; mas para actualizarlo se necesita
apropiado ambiente. No podemos adquirir conocimiento sin ins-
tructores; y si estos instructores son hombres, ngeles o dioses y
estn limitados quin les instruy? En ltima conclusin nos ve-
mos forzados a admitir la existencia de un Instructor de infinito
conocimiento, sin principio ni fin a quien llamamos como Dios.

89
Libro I

27. La palabra de Ishvara es AUM (u OM). sta es el


Pranava (Vase Libro I, Af. l).

Los estudiantes deben recordar que existen tres Palabras o sonidos


bsicos, en manifestacin, en lo que concierne al reino humano, y
son:
I. La Palabra o nota de la Naturaleza, es la palabra o sonido de
todas las formas que existen en la sustancia del plano fsico, que
comnmente, como se sabe, lo emite la nota bsica "FA" El ocul-
tista blanco nada tiene que ver con esta nota, porque su trabajo no
consiste en acrecentar lo tangible, sino en manifestar lo subjetivo
o intangible. Es la palabra del tercer aspecto; el aspecto Brahma o
Espritu Santo.
II. La Palabra Sagrada, es la palabra de Gloria, Aum (OM). Es el
Pranava original, el sonido de la Vida consciente misma, cuando
es exhalada a todas las formas. Es la palabra del segundo aspecto,
y as como la Palabra de la Naturaleza, al ser emitida correcta-
mente, provee las formas destinadas a revelar el alma o segundo
aspecto, tambin Pranava, cuando se expresa correctamente, pone
de manifiesto al Padre o Espritu, por medio del alma. Es la Pala-
bra de los Hijos de Dios encarnados. En un comentario tan breve
como ste, no es posible escribir un tratado sobre este secreto de
secretos y gran misterio de las edades. Lo nico que puede hacer-
se es cotejar ciertos hechos, respecto al AUM, y dejar que el estu-
diante, de acuerdo al grado de intuicin, ample el concepto y cap-
te el significado de las breves afirmaciones hechas.
III. La Palabra Perdida. La Masonera ha preservado el concepto
de esta palabra perdida. Es la Palabra del primer aspecto, el aspec-
to Espritu; slo el iniciado de tercer grado puede realmente co-
menzar la bsqueda de esta Palabra, pues slo puede encontrarla
el alma libre. Esta Palabra est vinculada a las iniciaciones supe-
riores, por lo cual no tiene objeto que la consideremos ms exten-
samente aqu.
90
Libro I

Podramos hacer las siguientes afirmaciones, respecto a la Palabra


Sagrada, que deberan ser estudiadas detenidamente:
1. OM es la palabra de gloria; Cristo es en nosotros esperanza de
gloria.
2. La Palabra, cuando es captada correctamente, hace que el se-
gundo aspecto de la divinidad o crstico, surja en forma res-
plandeciente.
3. Es el sonido que trae a la manifestacin el alma encarnada
(macro o microcsmica), el Cristo, el ego, y hace visible en la
tierra al "radiante Augoeides".
4. Es la palabra que libera la conciencia; cuando se la comprende
y emplea correctamente libera al alma de las limitaciones de la
forma en los tres mundos.
5. AUM es el sintetizador de los tres aspectos, siendo por lo tanto y
principalmente, la Palabra del reino humano, en el cual se unen
las tres lneas de la Vida divina -espritu, alma y cuerpo.
6. Es tambin la Palabra de la quinta raza o raza actual, en un sentido
no comn. La misin de esta raza es revelar, de manera nueva y
plena, la naturaleza de la Entidad interna, el alma dentro de la
forma, el Hijo de la mente, el ngel solar, el quinto principio.
7. El significado de la Palabra slo es percibido despus de obte-
nerse la "luz interna". Mediante su empleo la "chispa" se tras-
forma en luz radiante, la luz en llama, y la llama, con el tiempo,
en sol. Por medio de la Palabra, nace el Sol de la Rectitud en la
vida de cada hombre.
8. Cada una de las tres letras del AUM tiene relacin con los tres as-
pectos y puede aplicarse a cualquiera de las triplicidades conocidas.
9. El Maestro, el Dios interno, es realmente el Verbo, el OM, y de
este Maestro (que se halla en el corazn de todos los seres)
puede decirse que "En el principio era el Verbo, y el Verbo era
con Dios (por eso la dualidad) y el Verbo era Dios". Mediante el
empleo de la Palabra, el hombre llega a comprender:

91
Libro I

a. Su Propia divinidad esencial.


b. El propsito del proceso de tomar forma.
c. La constitucin y la naturaleza de esas formas.
d. La realidad de la conciencia, o la relacin del yo divino
o espritu, con la forma, su polo opuesto.
A esta relacin, en su desenvolvimiento evolutivo, la llamamos
conciencia, y la caracterstica esencial de esta conciencia es amor.
10. El Guru o Maestro, que conduce al estudiante hasta el portal de
la Iniciacin y vigila todas las pruebas y procesos iniciales y sub-
siguientes, tambin representa la Palabra, y mediante el em-
pleo cientfico de este gran sonido, el maestro produce cierto
estmulo y vitalizacin en los centros del discpulo, posibilitan-
do determinados desarrollos.

No es conveniente agregar nada ms aqu sobre la Palabra Sagra-


da. Bastante se ha dicho para dar a entender al aspirante su objeti-
vo y potencia. Se darn mayores datos y otros mtodos cuando el
estudiante, mediante el estudio y el esfuerzo autoiniciado, llegue a
conclusiones correctas. Sin embargo puede agregarse que, si se
medita sobre esta gran Palabra, proporcionar la clave del verda-
dero significado esotrico de lo expresado por H. P. Blavatsky en
La Doctrina Secreta:
"Consideramos la Vida como una forma de existencia que se
manifiesta en lo que llamamos materia o, incorrectamente sepa-
rado, denominamos espritu, alma y materia en el hombre. Ma-
teria es el vehculo para la manifestacin del alma, en este plano
de existencia; alma es el vehculo, para la manifestacin del esp-
ritu, en un plano superior; los tres son una Trinidad sintetizada
por la Vida, que los compenetra a todos".

Esta slaba mstica es el secreto de los secretos en Oriente. Se dice


que es la designacin o nombre de Ishvara, porque su forma mis-
ma incorpora en s esa verdad. Es la Palabra Sagrada de la Quinta
Raza Raz, tal como una palabra similar de tres letras Tao o Tau,

92
Libro I

fue la slaba sagrada de la Cuarta Raza o Atlante. De ah la Tau


Egipcia y el Tao Chino, ya que estos pueblos antiguos descendie-
ron ambos directamente de los Atlantes.
Vyasa explica el efecto muy potente de la recitacin de la Palabra
Sagrada OM, diciendo que la relacin entre un signo fiel y la cosa
significada por l, es tan inherente como la que hay entre una lla-
ma y su luz. De suerte que la Vida Divina est siempre presente
en la Palabra Sagrada, la cual no debe ser usada indebidamente. H.
P. B. nos dijo que AUM representa el Atma-Buddhi-Manas en
nosotros, y que pronunciarlo (se debe pronunciar como OM) devo-
tamente es apelar al Ser Superior interno, y que esto ahuyentar
todo mal. Pero a fin de ejercer su plena potencia debe ser pronun-
ciado por un hombre que trata muy sinceramente a todo momento
de vivir con rectitud.
Debemos pues comprender que el sonido OM tiene las caracters-
ticas y cualidades vibratorias necesarias en s mismo, como para
transformar al hombre en divinidad, ese es el poder de este maha-
mantra. As como cada pas inventa una palabra para cada cosa,
deberamos meditar sobre como realmente se llaman las cosas
creadas, en s mismos, es decir, cul fue el nombre que le dio su
Creador?. Evidentemente el verdadero nombre de cada cosa es un
misterio, pues el OM es un misterio revelado, al menos en sonido,
que representa y activa la redencin de la materia. El Om es al
mismo tiempo El Seor y el ser espiritual YO SOY.

93
Libro I

28. Mediante la emisin de la Palabra y la reflexin sobre


su significado, se descubre el Camino.

Esta parfrasis muy general expresa no obstante el significado co-


rrecto de los trminos empleados en snscrito. nicamente Viveka-
nanda, de los muchos traductores, lo interpreta de la manera si-
guiente:
"La repeticin del OM, y la meditacin sobre su significado
(es el Camino)".
Los dems traductores omiten las tres palabras finales, entre
parntesis, aunque la inferencia es clara.
La expresin "emisin de la Palabra" no debe interpretarse de-
masiado literalmente; la "emisin" esotrica est basada en el
estudio de la Ley de Vibracin y en la sintonizacin gradual de
las vibraciones inferiores de las envolturas o vestiduras de la
conciencia, de modo que se sincronicen con la nota o sonido del
consciente morador interno. Hablando correctamente, la Palabra
debe ser emitida por el alma o ego en su propio plano, y la vi-
bracin afectar en consecuencia a los diversos cuerpos o veh-
culos que albergan a esa alma. El proceso, por lo tanto, es men-
tal, y pueden realizarlo nicamente quienes, por la meditacin y
disciplina, conjuntamente con el servicio, han alcanzado la uni-
ficacin consciente con el alma. Los que aspiran a realizarlo
deben utilizar las potentes facultades de la imaginacin y visua-
lizacin y la perseverancia en la meditacin, a fin de alcanzar
esta etapa inicial. Tngase en cuenta que esta etapa debe aseso-
rarse aunque slo sea en grado relativamente limitado, antes de
que el aspirante pueda llegar a ser un discpulo aceptado.
El proceso de emitir la Palabra es doble, y este aforismo lo hace
resaltar. Ante todo tenemos el acto del ego, ngel solar, yo supe-
rior o alma, al emitir la Palabra desde su propio plano, en los
niveles abstractos del plano mental. Dirige ese sonido, por me-

94
Libro I

dio del sutratma (hilo de vida) y las vestiduras de la conciencia,


al cerebro fsico del hombre en encarnacin, sombra o reflejo.
Esta "emisin", debe repetirse constantemente. El sutratma es el
vnculo magntico que La Biblia cristiana denomina "Cordn
Plateado", el hilo de luz viviente, que conecta a la Mnada, el
Espritu en el hombre, con el cerebro fsico, y que esta anclado
en el corazn.
En segundo lugar tenemos el reflejo veraz del hombre en su ce-
rebro fsico cuando oye el sonido y lo reconoce. Aqu se insin-
an los dos polos del ser: el alma y el hombre en encarnacin;
entre ambos se halla el hilo a lo largo del cual vibra el Pranava
(o palabra). Los que estudian la ciencia esotrica deben conocer
la tcnica del proceso delineado. En esta emisin de la Palabra
tenemos los siguientes factores:
1. El alma que la emite o exhala.
2. El sutratma o hilo a travs del cual el sonido vibra, y es
llevado o trasmitido.
3. Los vehculos de la conciencia, mental, emocional y etri-
co, que vibran en respuesta a la vibracin o aliento, sien-
do as estimulados.
4. El cerebro, que puede ser entrenado para reconocer ese
sonido y vibrar al unsono con el aliento.
5. El siguiente acto que efecta el hombre durante la medi-
tacin. Oye el sonido (a veces denominado "la queda y
tenue Voz" o "La Voz del Silencio"), lo reconoce por lo que
es y, en profunda reflexin, asimila los resultados de la ac-
tividad de su alma.

Una vez que el aspirante ha penetrado en los misterios y aprendi-


do a unificar al alma y al hombre inferior, para que funcionen co-
mo una unidad coordinada en la tierra, el aspirante aprende a emi-
tir la Palabra en el plano fsico, a fin de despertar las fuerzas laten-
tes en l y tambin los centros. De esta manera participa acrecen-

95
Libro I

tadamente en el trabajo creador, mgico y psquico de la manifes-


tacin, con el propsito de beneficiar a sus semejantes y desarro-
llar los planes de la Jerarqua planetaria dentro del Plan Divino.
El significado exacto de este aforismo no puede ser descifrado.
Los comentadores clsicos lo entienden as: Debe efectuarse su
repeticin y la reflexin sobre su significado. Lo que parece infe-
rirse de este stra es la idea de que la repeticin constante de la
slaba om no es suficiente en s mismo. Debe llevarse a cabo de-
ntro de un esquema mental meditativo a fin de que se convierta en
un instrumento real de internalizacin.
La repeticin de mantras es una ciencia muy antigua y base de nu-
merosas religiones. Las religiones se basan en la f, en la devocin
ciega al Amado, as pues la repeticin de los mantras devocional-
mente purifica las emociones y calma el pensamiento. Sin embargo
el verdadero mantra-yoga va ms all, no se establece en la emocin
divina, sino que se eleva ms all de la devocin y mediante la me-
ditacin supramental alcanza la Luz del Alma, la Verdad que le har
libre de este mundo material. Los mantras pueden ser recitados (Ja-
pa) a viva voz, susurrado, o mentalmente (este ltima forma es el ms
poderosa) y despus permanecer en profundo silencio, en contempla-
cin dejando obrar las vibraciones emitidas, y de esta manera el
OM nos elevar ms all de la mente concreta hacia lo Eterno.

96
Libro I

29. Por esto llega el conocimiento del yo (el alma) y la


eliminacin de todos los obstculos.

Cuando se conoce al Maestro interno, se siente, cada vez ms,


afirmar su poder, y el aspirante somete su naturaleza inferior al
control de ese nuevo regente. Debe observarse que la oportuna y
total remocin de los obstculos, transcurre despus de producirse
el destello inicial de comprensin. El orden consecutivo de los
acontecimientos es:
1. La aspiracin por obtener el conocimiento del alma.
2. El conocimiento de los obstculos y la comprensin de las
cosas que impiden alcanzar el verdadero conocimiento.
3. La comprensin intelectual de la naturaleza de tales
obstculos.
4. La determinacin de eliminarlos.
5. Un repentino destello o visin de la realidad del alma.
6. La renovada aspiracin y la firme determinacin de hacer
de esa fugaz visin una realidad permanente durante la
experiencia en el plano inferior.
7. La batalla de Kurukshetra, con Krishna, el alma, alentando
a Arjuna, el aspirante, a mantener un esfuerzo firme y
constante. La misma idea aparece en El Antiguo Testa-
mento, en el caso de Josu, ante las murallas de Jeric.

Ser til concluir este comentario, trascribiendo los Afs. 31, 32,
33 y 34 del Libro IV:
31. Cuando se han eliminado todos los obstculos y purificado las en-
volturas, se dispone de todo el conocimiento, entonces nada le queda al
hombre por hacer.

32. Las modificaciones de la sustancia mental (cualidades de la mate-


ria), mediante la naturaleza inherente a los tres gunas, llegan a su trmino,
pues han cumplido ya su propsito.

97
Libro I

33. El tiempo, secuencia de las modificaciones de la mente, tambin


llega a su trmino, cediendo su lugar al Eterno Ahora.

34. El estado de "unidad aislada" llega a ser posible cuando las tres
cualidades de la materia (los tres gunas o potencias de la naturaleza, A.A.B.)
ya no aferran al yo. La conciencia espiritual pura se retrotrae en el Uno.

Vyasa dice muy bellamente que sean cuales sean los obstculos,
an las enfermedades, cesarn cuando se sienta la omnipresencia
del Seor, y que tambin de esta manera se ve la naturaleza ver-
dadera del yogui. La meditacin siempre hace al Yo interno cada
vez ms vivo y consciente. Despierta las respuestas ms sutiles de
nuestro ser en todos los niveles.
Aqu es necesario repetir que la fe de be complementarse con las
obras, la vida debe gobernarse al mismo tiempo que se la estudia,
antes de que podamos comprender su pleno sentido. El desperta-
miento de la consciencia espiritual puede slo ser comprendido
a medida que se realiza.

98
Libro I

Obstculos y soluciones (I.30-I.32)

30. Los obstculos para el conocimiento del alma son: in-


capacidad corporal, inercia mental, duda, abandono,
pereza, apasionamiento percepcin errnea, incapaci-
dad para lograr la concentracin, o imposibilidad para
mantener la actitud meditativa una vez alcanzada.

Debemos tener presente que estamos considerando al Hombre


Espiritual como envuelto y enredado por la naturaleza psquica,
por los impulsos emocionales y mentales de la personalidad. Estas
fuerzas mecnicas, sin embargo, sirven de entrenamiento y tram-
poln para el desarrollo del Alma en encarnacin, una vez que
empecemos a trabajar con ellas y sean superadas y trascendidas.

I. Obstculo. Incapacidad corporal.


Es interesante observar que el primer obstculo se relaciona con el
cuerpo fsico. Los aspirantes deberan recordarlo y tratar de ajustar
el vehculo fsico a las demandas que posteriormente se le harn.
Estos reajustes sern de importancia y estn comprendidos en cua-
tro grupos:
1. La inmunizacin del cuerpo contra los ataques de las en-
fermedades o indisposiciones. Esto, en s, es un proceso
triple, que implica:
a. La extirpacin de la enfermedad existente.
b. El refinamiento y la purificacin del cuerpo, a fin
de reconstruirlo oportunamente.
c. La proteccin del cuerpo contra ataques futuros y
su utilizacin como vehculo del alma.
2. El fortalecimiento y refinamiento del cuerpo etrico, para
que finalmente se sintonice y as la tarea de dirigir la fuer-
za pueda emprenderse sin peligro. El discpulo debe hacer

99
Libro I

pasar a travs de su cuerpo las fuerzas que utiliza en su


trabajo.
3. El despertar y el desarrollo de los centros del cuerpo etri-
co; la centralizacin de los fuegos del cuerpo y su correcta
progresin a lo largo de la columna vertebral, a fin de unir-
los al fuego del alma.
4. La coordinacin de las dos divisiones del cuerpo fsico y
su subsiguiente alineamiento con el alma, mediante el su-
tratma o hilo, el vnculo magntico.

El tercer reajuste mencionado slo puede emprenderse sin peligro


despus de haber empleado y desarrollado los primeros tres mto-
dos de Yoga, y son:
1. Los cinco mandamientos. (Libro II, Afs. 30 y '31).
2. Las cinco reglas. (Libro II, Afs. 32 al 46).
3. El correcto equilibrio. (Libro II, Afs. 46 al 48).

Tener una incapacidad fsica como la cojera, ser ciego o sordo, no


esta considerado como enfermedad, por lo tanto no hay problema.
La cuestin es no centralizarse demasiado en cuestiones fsicas,
esto se logra mediante la aplicacin sensata de un RITMO DE VIDA
ADECUADO: en la comida, el descanso, el trabajo, la vida social, etc.

Los que aspiran a la Yoga frecuentemente olvidan esto, y a ello se


deben los desastres y dificultades que experimentan quienes se ocu-
pan de despertar prematuramente los centros y de avivar el fuego
serpentino. Slo cuando se ha establecido completamente la relacin
entre el aspirante y la economa social (como lo exponen los man-
damientos); realizado la tarea de purificar y regularizar la triple na-
turaleza inferior (como se delinea en las reglas); logrado el equili-
brio y el control de la naturaleza emocional, y obtenido el correcto
equilibrio, puede, quien aspira al Raja Yoga, comenzar sin peligro el
trabajo ms esotrico y oculto, vinculado con los fuegos de su pe-
queo sistema. Nunca se har bastante hincapi sobre este punto.

100
Libro I

Solo cuando se ha alcanzado un grado muy avanzado en el discipu-


lado, el hombre puede ocuparse conscientemente y sin peligro de los
fuegos vitales y dirigir su correcta ascensin por la columna verte-
bral. Muy pocos todava "han cumplido la ley y los mandamientos".

II. Obstculo. Inercia mental.


El siguiente y bsico gran obstculo (estos obstculos se trascri-
ben en el orden de su poder relativo ejercido sobre el hombre
comn) es la incapacidad de pensar con claridad sobre el proble-
ma de la realizacin. Si la accin no va precedida de un claro pen-
sar, no habr suficiente impulso ni podr apreciarse la magnitud
del problema. La inercia mental se debe a la condicin letrgica
de la "vestidura de la conciencia", denominada cuerpo mental, y al
pesado ritmo de la mayor parte de las personas. Esto explica por
qu el Raja Yoga tiene ms atractivo para los de tipo mental que
para los puramente devotos, y tambin por qu quienes poseen un
cuerpo mental bien dotado y activamente empleado pueden entre-
narse ms rpidamente en esta sagrada ciencia. Para la mayora,
despertar el cuerpo mental, desarrollar el inters intelectual y sus-
tituir el control emocional por el mental debe preceder a toda
comprensin posterior sobre la necesidad de cultivar el alma. De-
be hacerse contacto con el mecanismo mental y emplearlo, antes
de poder apreciar inteligentemente la naturaleza del pensador.
Cuando se llegue a captar esto, se comprender con mayor preci-
sin que las grandes escuelas de pensamiento denominadas: Cien-
cia Mental, Ciencia Cristiana (Christian Science), Nuevo Pensa-
miento y otros grupos, han contribuido al mejoramiento humano,
pues ponen el nfasis sobre los estados mentales. Slo ahora la
familia humana empieza a darse cuenta de la "vestidura de la con-
ciencia", denominada cuerpo mental.
Una mayora an tiene que construir esa vestidura que los estu-
diantes esotricos denominan cuerpo mental. De entre estos traba-
jadores se extraer a los verdaderos yoguis de Raja Yoga.

101
Libro I

III. Obstculo. Duda.


Esta tercera etapa depende tambin en cierta medida del desen-
volvimiento mental. Algunos traductores denominan a esto "duda
y tiene como base la percepcin inferior y la identificacin del
hombre real con el instrumento ilusorio, su cuerpo mental, lo cual
hace que dude de las verdades eternas y de la existencia de las
realidades fundamentales, buscando la solucin de sus problemas
en lo efmero y transitorio y en las cosas de los sentidos, a travs
de las cavilaciones incesantes.
Hay dudas correctas y apropiadas, es decir, la formulacin de pre-
guntas a las cuales se refera Cristo en las palabras: "Pedid y reci-
biris". Esta facultad de inquirir la cultivan deliberadamente entre
sus discpulos los verdaderos Maestros de Oriente. Se les ensea a
formular preguntas acerca de las realidades internas y luego a
hallar la respuesta por s mismos, buscando la fuente d todo cono-
cimiento, latente en el corazn de todos los seres. Formular pre-
guntas inteligentes y hallar sus respuestas significa primeramente
haberse liberado de toda autoridad externa impuesta, tradicin e
imposicin de dogmas teolgicos, religiosos o cientficos. Slo as
se puede descubrir la realidad y percibir la verdad.
Si somos conscientes de lo que necesitamos, no tenemos tiempo en
malgastar las energas en cuestiones que no necesitamos, es una per-
dida de energa y de tiempo. Formulemos las preguntas correctas!
"Cuando tu alma haya pasado ms all de la selva de la ilu-
sin, ya no considerars lo que se debe ensear o lo que ha
sido enseado".
"Cuando te hayas apartado de la enseanza tradicional, tu
alma permanecer constante y firme en la visin del alma;
entonces alcanzar la unin con el alma". Gita, Cap. II, Vers.
51, 52.

102
Libro I

IV. Obstculo. Abandono.


Esta actitud mental algunos la traducen como "mentalidad inesta-
ble". En realidad, es esa verstil actitud mental que hace tan difcil
alcanzar la centralizacin y la atencin. Literalmente es la tenden-
cia de la sustancia mental a crear formas mentales, descrita tam-
bin como la "tendencia de la mente a saltar de un objeto a otro"
(Libro III, Af. 11). Siempre hay que actuar con calma, es la mejor
forma de ser eficaces, a la vez que debemos cultivar el hbito de
hacer siempre un poco ms, no mucho ms, sino un poco ms, eso
es de sabios.

V. Obstculo. Pereza.
Todos los comentadores concuerdan respecto a esta traduccin y
aplican los trminos: flojedad, languidez o pereza. Esto no se re-
fiere tanto a la inercia mental (puesto que puede ir paralela a la
aguda percepcin mental) como a la flojedad del hombre inferior,
que le impide ponerse a la altura del conocimiento intelectual y de
la aspiracin interna. Se le ha expuesto al aspirante lo que debe
hacer, se le han explicado los "mtodos de la yoga", ha percibido
el ideal y se da cuenta de los obstculos; conoce tericamente los
pasos precisos que debe dar, pero su actividad no responde a su
conocimiento. Existe un vaco entre su aspiracin y su actuacin.
Aunque anhela realizar y saber, le resulta demasiado difcil llenar
las condiciones. Su voluntad no es an bastante fuerte para obli-
garlo a avanzar. Deja pasar el tiempo y no hace nada. Para activar
la voluntad es necesario un enfoque real de la situacin, del pasa-
do, del presente y del futuro, actualizando la visin, el ideal a al-
canzar, y viviendo el aqu y ahora.

VI. Obstculo. Apasionamiento.


Esto ha sido traducido muy correctamente por algunos como
"apego a los objetos" y deseo por las cosas materiales y de los
sentidos. Es amor a las percepciones sensorias y a la atraccin de
todo lo que hace retornar al hombre una y otra vez, a la existencia
103
Libro I

en el plano fsico. El discpulo debe cultivar el desapasionamien-


to, o esa actitud de no identificarse con ningn tipo de forma, sino
mantenerse apartado y desapegado, libre de las limitaciones im-
puestas por posesiones y pertenencias. Este punto es tratado en
muchos aforismos y no es necesario ampliarlo aqu.
Evidentemente gran parte de este problema es una cuestin de
ilusin, la ilusin nos arrastra al apego, el apego al deseo y el de-
seo al dolor. Sin embargo la ilusin tiene su papel en el plan divi-
no, ya que en su justa medida nos centra en este mundo, sin em-
bargo cuando se magnifica y se enreda en cuestiones incorrectas
nos arrastra al abismo.

VII. Obstculo. Percepcin errnea.


La incapacidad de percibir correctamente y de ver las cosas tal
como son en realidad, es consecuencia natural de los seis obstcu-
los anteriores. Mientras el pensador se identifique con la forma,
mientras las vidas menores de las vestiduras inferiores de la con-
ciencia lo aprisionen y mientras se niegue a separarse del aspecto
material, sus percepciones sern errneas. La visin abarca diver-
sos tipos, los cuales pueden ser enumerados como:
1. La visin fsica revela la naturaleza del plano fsico, y se lo-
gra por medio de los ojos, fotografiando a travs del lente
ocular el aspecto de la forma tangible, sobre la maravillosa
pelcula que todo hombre posee. Esta visin es circunscripta
y limitada.
2. La visin etrica es una facultad del ojo humano que va
desarrollndose rpidamente, y revelar, con el tiempo, el
aura de salud de todas las formas, en los cuatro reinos de la
naturaleza; ello traer el reconocimiento de las emanacio-
nes vitales prnicas en todos los centros vivientes y pondr
de manifiesto la condicin de los mismos.

104
Libro I

3. La clarividencia es la facultad de ver en el plano astral,


uno de los "siddhis" o poderes squicos inferiores. Se ob-
tiene por la sensibilidad superficial del "cuerpo sensorio" o
envoltura emocional; es la percepcin sensoria llevada a
una condicin muy desarrollada. Es engaosa y, aparte de
su analoga superior, que es la percepcin espiritual, cons-
tituye la apoteosis de maya o ilusin.
4. La visin simblica es una facultad del cuerpo mental y el
factor que produce la percepcin de los colores, los smbo-
los geomtricos, la visin cuatridimensional y esos sueos
y visiones resultantes de la actividad mental y no de la vi-
sin astral. Con frecuencia tales visiones tienen el carcter
de previsiones.
Estos cuatro tipos de visin son la causa de la percepcin
errnea, producen slo ilusin y error, hasta ser reemplaza-
dos por tipos superiores de visin, que se enumeran ms ade-
lante. Estos tipos superiores de visin incluyen los dems.
5. La visin pura. Patanjali la define como:
"El vidente es conocimiento puro (gnosis). Aunque puro,
observa la idea presentada por medio de la mente" (Libro II,
Af. 20). Las palabras "conocimiento puro" se han traducido
como "visin pura", facultad del alma, que a su vez es co-
nocimiento puro y se manifiesta citando el alma utiliza la
mente como instrumento de visin. Charles Johnston tra-
duce este aforismo: "El vidente es visin pura... mira a
travs de la vestidura de la mente".
Es tambin la clara captacin del conocimiento y la perfec-
ta comprensin de las cosas del alma, caracterstica del
hombre que, por medio de la concentracin y la medita-
cin, ha logrado controlar la mente. Entonces la mente se
convierte en la ventana del alma, a travs de la cual el
hombre espiritual puede percibir una esfera de conoci-
miento nuevo y ms elevado. Simultneamente, con el de-

105
Libro I

sarrollo de este tipo de visin, se pone en actividad la


glndula pineal, y el tercer ojo (en materia etrica) se desa-
rrolla por una actividad paralela.
6. La visin espiritual o verdadera percepcin es el tipo de
visin que abre el mundo intuicional o plano bdico, y lle-
va a su poseedor ms all de los niveles abstractos del pla-
no mental. Se llegan a comprender las cosas del espritu
puro y los propsitos bsicos que subyacen en toda mani-
festacin, as como la visin pura permiti a su poseedor
extraer de las fuentes de la sabidura pura. Con el desarro-
llo de esta visin entra en actividad el centro alta mayor y
se abre el loto de mil ptalos.
7. La visin csmica, cuya naturaleza es inconcebible para el
hombre, caracteriza el conocimiento de esas Existencias
que se Manifiestan por medio de un esquema planetario en
un sistema solar, as como el hombre se manifiesta por
medio de sus cuerpos.

Por el estudio de estos tipos de percepcin, el estudiante podr


apreciar con exactitud el trabajo que debe realizar, lo cual lo ayu-
dar a determinar el lugar que ocupa y, en consecuencia, a prepa-
rarse inteligentemente para el siguiente paso.

VIII. Obstculo. Incapacidad para lograr la concentracin.


Los dos ltimos obstculos indican que "las cosas viejas pueden
desaparecer" y el hombre nuevo entrar en posesin de su herencia.
El mtodo del discpulo no slo debe incluir la autodisciplina o la
subyugacin de las vestiduras o envolturas, y el servicio o la iden-
tificacin con la conciencia grupal, sino tambin dos etapas, la de
concentracin, enfoque o control de la mente, ms la de medita-
cin, ese constante proceso de reflexionar sobre aquello con lo
cual el alma se ha puesto en contacto y conoce. Ambos sern tra-
tados ms adelante, y no nos detendremos ahora.

106
Libro I

IX. Obstculo. Imposibilidad para mantener la actitud meditativa.


Por lo antedicho se ver claramente que los primeros seis obstcu-
los se refieren a las condiciones errneas y los tres ltimos a los
resultados de esas condiciones. Contienen una sugerencia respecto
a los mtodos para librarse de los errneos estados de conciencia.
Lo importante en comenzar un plan, aunque no este depurado, y
las propias fuerzas involucradas Irn abriendo camino en nuestro
entorno. Si embargo cuando queremos perfeccionar un plan dema-
siado sin haber hecho nada, sin haber actuado, slo encontraremos
problemas e impedimentos para realizarlo. Hay que actuar!
Durante los ejercicios, habr das y aun semanas en que la
mente est tranquila y sin dificultad concentrada, de modo
que el ejercitante haga notables y rpidos progresos. Pero un
da se detiene de pronto el adelanto y queda encallado, esto
no es ms que un espejismo, es la actuacin de la Ley Cclica.
Perseverad. Todo progreso procede por estos ascensos y des-
censos aparentes.

El aforismo que sigue es muy interesante, pues trata de los efectos


producidos en los cuerpos de la naturaleza inferior, en el caso del
hombre que no ha superado los obstculos.

107
Libro I

31. Los resultados de los obstculos para la naturaleza


squica inferior son cuatro: dolor, desesperacin,
errnea actividad corporal y equivoca direccin o
control, de las corrientes de la vida.

Cada uno de estos cuatro resultados expresa la condicin del


hombre inferior y trata de los efectos de la errnea centralizacin
o identificacin.
1. El dolor es el efecto producido cuando el cuerpo astral o
emocional est errneamente polarizado. El dolor es la
consecuencia de no equilibrar correctamente los pares de
opuestos, e indica falta de equilibrio.
El comentador Vyasa dice que la causa de la pena est, o en uno
mismo o en causas exteriores; y que el desespero es una condicin
mental consecuencia de no llenar algn deseo. El deseo personal
es el tirano del hombre y la raz de toda afliccin. De ah la ex-
hortacin universal de todos los instructores antiguos, a alcanzar
VAIRAGYA (desapego de los objetos de deseo). Pero esto ha de ve-
nir como resultado natural y creciente del desarrollo del alma, en
pureza y comprensin. Un desapego forzado y artificial es peor que
intil. Como dice LUZ EN EL SENDERO: Le es intil al discpulo
tratar de aprender por medio del refreno. El alma debe estar sin
cadenas, los deseos libres. Pero ser en vano que se esfuerce mien-
tras no est fijo en aquel estado en el que no hay ni recompensa ni
castigo, ni bien ni mal.
2. La desesperacin es efecto del remordimiento, producido
en el cuerpo mental, siendo en s una caracterstica de lo
que podemos llamar "naturaleza mental no regenerada". El
aspirante tiene la percepcin de lo que podra ser, aunque
los obstculos todava lo vencen; incesantemente es cons-
ciente del fracaso y esto genera en l un estado de remor-
dimiento, disgusto, desesperacin y desaliento.

108
Libro I

El desespero y el desaliento son inadmisibles, desde el


punto de vista oculto, por muy humanos e inevitables que
sean. Dios te perdonar todo menos que desesperes.
Pues el desespero equivale a negar el poder del Ser Supe-
rior para superarlo todo, y a apartar nuestro rostro de la vi-
sin de l. Dudar de nuestro poder de triunfar, abandonar
el campo, es quitar el piso de debajo de nuestros pies. LA
VOZ DEL SILENCIO nos dice: Gurdate del temor que se
extiende a semejanza de las negras y silenciosas alas del
murcilago a media noche, entre la claridad lunar de tu
Alma y la gran meta que luce en la lejana. El temor, Oh
discpulo, mata, la voluntad y paraliza toda accin.
3. La errnea actividad corporal. La condicin interna se
manifiesta en el plano fsico como intensa actividad, enr-
gica bsqueda por soluciones o alivio; un constante ir y
venir en pos de la paz. En esta poca es la principal carac-
terstica de nuestra mental raza, y la causa del intenso y
agresivo esfuerzo realizado en todas las actividades de la
vida. A esto han contribuido, en gran medida, los sistemas
pedaggicos, pues aceleran la actividad del cuerpo mental.
La gran contribucin de la pedagoga (en las escuelas, ins-
titutos, liceos, universidades y otras actividades afines) ha
sido estimular el cuerpo mental del hombre. Todo forma
parte del gran plan, que tiende siempre a alcanzar el obje-
tivo uno, el desarrollo del alma.
4. La equvoca direccin de las corrientes de la vida. Este
efecto es producido en el cuerpo etrico, por trastornos in-
ternos. Las corrientes de la vida, para el estudiante de
ocultismo, son dos:
a. El aliento de la vida o el prana.
b. La fuerza vital o los fuegos del cuerpo.

109
Libro I

El mal empleo del aliento de la vida, o la errnea utilizacin del


prana, es la causa del ochenta por ciento de las actuales enferme-
dades fsicas. El otro veinte se debe a que la fuerza vital es mal
dirigida a travs de los centros, atacando principalmente a ese
porcentaje de la humanidad que, puede decirse, est mentalmente
polarizado. La clave para el estudiante esotrico que aspira obte-
ner la liberacin, no est en los ejercicios respiratorios ni en
ningn sistema para el desarrollo de los siete centros del cuerpo,
sino en la intensa concentracin interna sobre el vivir rtmico y en
la cuidadosa organizacin de la vida. A medida que efecta esto,
la coordinacin de los cuerpos sutiles con el fsico por una parte y
con el alma por otra, se producir con el tiempo el automtico y
consiguiente reajuste de las energas prnicas y vitales.

110
Libro I

32. Para superar los obstculos y sus derivados, se re-


quiere intensa aplicacin de la voluntad a alguna ver-
dad o principio.

Es Conveniente que el aspirante a la yoga observe que hay siete


mtodos para alcanzar la paz y as llegar a la meta, los cuales se
tratarn a continuacin cada uno tiene relacin precisa con los
siete obstculos considerados anteriormente.
Obstculo Remedio
1. Incapacidad corporal .................. Vivir sano y saludable (1. 33).
2. Inercia mental ............................ Control de la fuerza vital (1.34).
3. Duda .......................................... Pensamiento centralizado (1. 35).
4. Abandono .................................. Meditacin (1. 36).
5. Pereza ........................................ Autodisciplina (I. 37).
6. Apasionamiento ........................ Correcto anlisis (1. 38).
7. Percepcin errnea .................... Iluminacin (1. 39).

Corregir las condiciones errneas es de suma importancia en las


primeras etapas de la yoga, razn por la cual se hace hincapi so-
bre ellas en el Libro I. Pero una comprensin terica de los obst-
culos y de su curacin, de nada sirve si no se aplica intensamente
la voluntad. Slo el constante, firme y persistente esfuerzo de la
voluntad, actuando por medio de la mente, ser suficiente para
llevar al aspirante de la oscuridad a la luz y conducirlo de la muer-
te a la inmortalidad.
Una vez comprendido el principio, el discpulo puede trabajar
inteligentemente, de all la necesidad de correcta comprensin de
los principios o cualidades por los cuales se puede conocer la ver-
dad respecto a la Realidad o Dios.
Todas las formas existen a fin de expresar la verdad. Aplicando
constantemente la voluntad de Dios en el Todo, se revela la ver-
dad por medio de la materia. Cuando se conozca la verdad o prin-

111
Libro I

cipio bsico, el espritu entonces quedar revelado. Cuando el


discpulo comprenda qu principios deben expresar sus diferentes
formas, envolturas o cuerpos, sabr dirigir con exactitud su volun-
tad y as producir las condiciones deseadas. Las envolturas y
vehculos son, simplemente, sus cuerpos de manifestacin en los
diversos planos del sistema; tales envolturas deben expresar el
principio que constituye la caracterstica o cualidad subyacente en
cada plano. Por ejemplo, los siete principios que conciernen al
hombre son:
1. Prana . .. energa vital cuerpo etrico.. plano fsico.
2. Kama .. deseo, sentimiento. cuerpo astral. plano astral.
3. Manas inferior .. mente concreta .. cuerpo mental. plano mental.
4. Manas superior. mente abstracta . cuerpo egoico.. plano mental.
5. Budi . intuicin .. cuerpo bdico.. plano bdico.
6. Atma voluntad espiritual cuerpo tmico.. plano tmico.

Y lo que corresponde al ilimitado e inmutable principio en el ma-


croscosmos, la Mnada (en su propio plano), es el sptimo princi-
pio. Hay otra manera de enumerar los principios, pues Subba Row
est en lo cierto cuando dice que existen slo cinco principios.
Los dos superiores, la vida mondica y atma, no son principios.
Aplicando conscientemente la voluntad en cada plano, el vehculo
es dirigido constantemente a expresar con mayor exactitud la ver-
dad una. ste es el verdadero significado del aforismo en conside-
racin y la razn por la cual los Adeptos todava estudian este
tratado sobre yoga. No poseen un total conocimiento verdadero en
todos los planos, aunque las reglas bsicas rigen en todo sentido y
se aplican diversamente. Los principios son aplicables a todas las
diferenciaciones y a todos los estados del ser.
A medida que el hombre estudia las esferas donde acta su con-
ciencia, a medida que llega a comprender los vehculos que debe
utilizar en determinada esfera, y a medida que despierta al cono-
cimiento de la cualidad divina especfica que el cuerpo est desti-
nado a expresar, como parte o aspecto de una verdad o realidad, se

112
Libro I

da cuenta de las fallas presentes, de los obstculos que entorpecen


y de las dificultades a vencer. Luego viene la aplicacin de la vo-
luntad y su concentracin sobre el principio o cualidad que trata
de expresarse. As la manifestacin inferior se alinea con la supe-
rior, pues "como el hombre piensa, as es l".
Podra decirse que el vivir con un solo temperamento evitar el
peligro de las diversas alteraciones mentales.
La mente no tiene temperamento. Es el molde el que forja el tem-
peramento. Cuando la mente es moldeada en una solo direccin,
no hay lugar para las alteraciones. Tengamos cuidado de saber que
un solo temperamento es muy diferente de un desarrollo unilateral
de la actividad. Si eliminamos muchas actividades para dejar una
sola, eso es algo unilateral que lleva a la destruccin de la mente y
al asesinato de las diversas dimensiones del hombre. Un solo tem-
peramento es diferente de una actividad unilateral. Un solo tempe-
ramento es un molde que puede reorganizar todas las actividades
existentes igual que una joya puede incluir todas las piedras pre-
ciosas en su estructura. Un temperamento puede incluir todas las
actividades en una integracin de sntesis. El temperamento es un
molde en el que estn organizados la mente, los pensamientos y
los sentidos.

As pues, creemos un temperamento incluyente hacia la


sntesis espiritual, y esto nos salvaguardar de todos los
obstculos.

113
Libro I

Pacificacin y estabilizacin mental (I.33-I.39)

33. La paz de la sustancia mental o chitta, se puede al-


canzar practicando la simpata, la ternura, la firmeza
de propsito y, el desapasionamiento, en lo que al pla-
cer o al dolor, bien y mal concierne.

Este aforismo trata del cuerpo fsico, sujeto a experiencias en el plano


fsico, el cual utiliza la conciencia del cerebro. La tendencia de ese
cuerpo es hacia las formas objetivas; propenso (en su estado no rege-
nerado) a gravitar fcilmente hacia los objetivos materiales. La natu-
raleza de esos objetivos depender del grado de evolucin del ego
experimentador. Esto debe tenerse muy en cuenta al estudiar este
aforismo, de lo contrario ser mal interpretada la clusula final. Debe
actuarse con discernimiento en lo que atae a todas las manifestacio-
nes de fuerza, buena o mala; la ley acta aqu, pero la emancipacin de
las formas fsicas que dicha energa pueda asumir, se logra aplicando
el desapasionamiento a esas formas objetivas. Es conveniente observar
que la simpata a que se refiere, concierne a nuestra relacin con los
dems peregrinos o con el cuarto reino de la naturaleza; la compasin
incluye nuestra relacin con los animales o tercer reino; la firmeza de
propsito concierne a nuestra relacin con la Jerarqua del planeta, y el
desapasionamiento a nuestra actitud hacia las reacciones del yo perso-
nal inferior. Por lo tanto, el alcance de este aforismo es manifiesto y
concierne a todas las vibraciones cerebrales del estudiante.
En consecuencia el cuerpo fsico est considerado como el vehculo que:
a. Ayuda a nuestros semejantes.
b. Trata compasivamente al reino animal.
c. Sirve en el plano fsico en colaboracin con la Jerarqua.
d. Disciplina el apetito fsico y logra el desapasionamiento respec-
to a todas las formas de atraccin hacia los apetitos de los sen-
tidos, sean o no considerados perjudiciales. Todos han de ser
trascendidos.

114
Libro I

As se logra la paz, paz de chitta o sustancia mental, paz de las


reacciones del cerebro y oportunamente total tranquilidad y calma.
La idea est bien expresada por Charles Johnston al traducir este
aforismo: "La naturaleza squica pasa a una gozosa paz" y el hom-
bre expresa plenitud, naturaleza equilibrada y cabal sensatez de
pensamiento y de accin. Toda incapacidad corporal se supera de
esta manera y la plenitud expresa la naturaleza de la manifestacin.
Adoptar un espritu de simpata hacia quienes experimentan feli-
cidad. Adoptar un espritu de compasin hacia los que sufren.
Adoptar un espritu de alegra hacia los virtuosos. Adoptar un
espritu de benvola indiferencia hacia los que hacen el mal (per-
donndoles sus faltas). Esta forma de ser produce un dharma per-
fecto (aumenta el karma bueno). Como consecuencia, la mente se
purifica. La mente) purificada consigue la concentracin y, even-
tualmente, alcanza la serenidad.
En la vida cotidiana vemos a nuestro alrededor personas mas feli-
ces y otras menos felices que nosotros. Algunas hacen cosas dig-
nas de elogio, otras originan problemas. Sea cual sea nuestra acti-
tud habitual hacia tales personas y sus acciones, si podemos estar
contentos con aquellos que son mas felices que nosotros, ser com-
pasivos con los infortunados, estar alegres con los que realizan
acciones dignas de elogio y, si los errores de los dems no nos
afligen, nuestras mentes estarn muy tranquilas.
Este Sutra nos recuerda otra vez la famosa meditacin clsica del Se-
or Buddha, y tambin la magnfica descripcin de la caridad o amor
de San Pablo. No hay actitudes mentales frreas en la vida de un yo-
gui; l es amistoso y comprensivo con todos, inagotablemente compa-
sivo con todos los que sufren y pecan, alegremente indiferente a todo
cuanto puedan traerle las vicisitudes de la vida, ya sea gozo y triunfo, o
fracaso temporal y equivocacin. Sus ideas cerca del bien y el mal
tambin se amplan; ve que son relativos; ya no son absolutos para l.
Sobre todo debemos cuidarnos mucho de no criticar ni juzgar negati-
vamente las obras malvadas de nuestros semejantes. Es muy fcil,

115
Libro I

hoy en da, caer en la simpleza mental y la crtica mordaz ante perso-


nas que obran mal, sin embargo, esta actitud, daa an ms al hom-
bre que ha obrado cruelmente y nos arrastra emocionalmente en un
remolino psquico que nos perturba la paz necesaria para avanzar.
Vyasa recomienda que el aspirante cultive el hbito de sentir amis-
tad hacia los que son felices, y compasin hacia los que sufren;
contento con lo bueno, e indiferente sin nada de censura hacia el
torvo. Y dice que as aparece la caracterstica blanca (SATTVA).
Y su comentador, Vachaspati, dice que sentir amistad hacia los
felices y triunfadores, elimina de la mente la sucia envidia; y que no
parcializndose sino ocupndose de lo que directamente nos in-
cumbe, eliminamos de la mente la impaciencia. Esto nos recuerda
los siete pecados capitales del catolicismo; podemos ordenarlos
conforme a las envolturas de nuestra conciencia, as: fsica - pereza;
emocional - ira, lujuria y gula; (dice el BHAGAVAD GITA: Triple
es la puerta del infierno: ira, lujuria y gula); mental - orgullo, envi-
dia, avaricia. Estas tienen sus antdotos naturales, las Virtudes Car-
dinales, las que, empleando la misma clasificacin, son: fsica -
diligencia; emocional - mansedumbre, castidad, templanza; mental
- humildad, contento, generosidad.
La mayor parte de las dificultades con que tropezamos en la vida
diaria provienen de no ser capaces de mantener estas actitudes men-
tales. Por ejemplo, si alguien nos daa, inmediatamente deseamos
devolver mal por mal, y esta reaccin contra el mal denota que no
somos capaces de subyugar la mente, que en seguida se agita en
contra de quien nos da, y nos debilitamos. Toda reaccin en for-
ma de odio o malignidad es una grave prdida para la mente; y cada
mal pensamiento o accin de odio o cualquier pensamiento de reac-
cin contra el mal recibido, si lo refrenamos y resistimos se volvern
en nuestro favor. No por dominarnos de esta suerte perdemos nada;
al contrario, ganamos infinitamente ms de lo que nos cabe imaginar.
Cada vez que rechazamos un sentimiento de odio o nos sobrepone-
mos a un acceso de clera acumulamos en nuestro provecho gran
cantidad de energa que se transmutar en facultades superiores.

116
Libro I

34. Adems la paz de chitta se alcanza mediante la regu-


lacin del prana o aliento de la vida.

Los estudiantes harn bien en observar que Patanjali incluye el


Pranayama (la Ciencia de la Respiracin o de la energa prnica),
entre otros mtodos, para lograr "la paz de chitta. Sin embargo,
no hace especial hincapi en ello. Como se ha dicho anteriormen-
te, pranayama es un trmino que se puede aplicar a tres procedi-
mientos interrelacionados y afines:
1. La ciencia del vivir rtmico o regulacin de los actos de la vi-
da cotidiana mediante la organizacin del tiempo y la inteli-
gente utilizacin del espacio. Por medio de esto, el hombre
se convierte en adepto, en creador en el plano fsico y en co-
laborador en los planes de la Jerarqua, tal como se mani-
fiestan en la evolucin cclica.
2. La ciencia de la respiracin o la vitalizacin del hombre infe-
rior, por medio de la inhalacin y la exhalacin. El hombre se
conoce a s mismo como "alma viviente" y utiliza el factor
aliento. Por este medio se hace consciente de la unidad de la
vida y de la relacin existente entre todas las formas donde
mora la vida de Dios. Se convierte en un hermano y tambin
en un adepto, y sabe que la hermandad es una realidad en la
naturaleza y no una sublime teora.
3. La ciencia de los centros o laya yoga, es la aplicacin de la ley
a las fuerzas de la naturaleza y la utilizacin cientfica de stas
por el hombre, Atae al ascendente paso de -ciertos septena-
rios de energa, a travs de los centros, a lo largo de la colum-
na vertebral hasta la cabeza, en determinada y especfica
progresin geomtrica. Esto hace del hombre un psquico ca-
pacitado y desarrolla en l determinados poderes latentes,
que una vez desarrollados lo ponen en contacto con el alma
de todas las cosas y con el aspecto subjetivo de la naturaleza.

117
Libro I

Es muy significativo observar que este mtodo de llegar a la paz


sigue al mtodo de vivir sanamente, dando por resultado un cuer-
po fsico sano. Ms adelante, cuando Patanjali vuelve a referirse a
la regulacin del aliento y de las corrientes de energa, lo da como
el cuarto mtodo de yoga y declara que slo cuando se ha alcan-
zado correcto equilibrio (tercer mtodo), por haber guardado los
Mandamientos y las Reglas (mtodos uno y dos), se ha de intentar
tal regulacin. Los estudiantes harn bien en estudiar tales mto-
dos y en observar que al hombre slo le es permitido ocuparse de
los centros despus que ha equilibrado su vida y purificado su
naturaleza, en tal forma, que ya no existe peligro.
La palabra exacta es prana, que no es precisamente el aliento, sino
la energa universal. Todo cuanto vemos en el universo, todo cuan-
to se mueve y acta y tiene vida es una manifestacin de prana. La
suma total de la energa difundida por el universo se llama prana.
Antes de comenzar un ciclo permanece prana en un casi inmvil
estado, y al iniciarse el ciclo se manifiesta como movimiento, como
accin nerviosa en el hombre y los animales, como pensamiento,
etc. El universo entero es una combinacin de prana y akasa. As
tambin es el cuerpo humano. Del akasa extraemos los diferentes
materiales de sensacin y de prana las diversas formas y modalida-
des de energa. La emisin y restriccin rtmicas de prana se deno-
mina pranayama. Patanjali, el padre de la filosofa yoguista, no da
muchas instrucciones acerca del pranayama; pero posteriormente,
otros yoguis investigaron diversos puntos relativos al pranayama y
establecieron sobre ellos una importante ciencia. Segn Patanjali, el
pranayama es uno de los varios medios de calmar la mente, pero no
insiste mucho en ello. Se limita a decir que por la inspiracin, la
retencin y la espiracin del aliento se podr apaciguar algn tanto
la mente. Pero de este principio se desenvolvi ms tarde toda una
ciencia llamada pranayama. Algo expondremos de lo que dijeron
estos yoguis posteriores a Patanjali. En primer lugar, conviene tener
en cuenta que, segn ya dijimos, prana no es precisamente el alien-
to, sino la energa y la vitalidad motora del aliento.

118
Libro I

La respiracin y el pensamiento esta ntimamente relacionados.


Tanto afecta uno al otro como el otro al uno. Mediante una vida
equilibrada la respiracin se vuelve serena, tranquila, y de esta
forma natural deviene el pranayama correcto. A veces hay gu-
rus que dan multitud de tcnicas de respiracin pranaymicas,
tcnicas que ejercen un ritmo antinatural sobre el organismo fsico
y psquico del individuo, producindole, en algunos casos, trastor-
nos irreparables. Este el poder de la respiracin. Solamente cuan-
do el yogui est muy avanzado en pureza y desarrollo espiritual se
le puede asignar (por su Maestro) alguna tcnica especial de pra-
nayama para aumentar su desarrolla ya emprendido. El pranayama
como ejercicio forzado, afecta con demasiada fuerza al tejido et-
rico del practicante, vitaliza los fuegos menores y potencia la
energa vital. Si no se esta debidamente preparado, lo que en prin-
cipio podra ser una ayuda se convierte en una tragedia desequili-
bradora.
Lo correcto es buscar la PULSACIN. La pulsacin es uno de los
principios fundamentales de la Naturaleza desde el nivel del Cos-
mos al nivel del tomo. Toda la Creacin es el resultado de un
fenmeno musical de pulsacin. Durante el proceso de respiracin
Csmica, toda la Creacin es exhalada e inhalada peridicamente.
Este mismo fenmeno se encuentra en toda unidad de creacin en
la naturaleza. En el ser humano se expresa mediante el cuerpo
vital y esta localizado en el sistema respiratorio. La Pulsacin a la
que nos referimos, no es la pulsacin cardiaca-fsica, sino la PUL-
SACIN DEL ALMA, la cual tiene su propio ritmo. Cuando mediante
el trabajo, la atencin y el amor a todos los seres va despertando en no-
sotros, percibimos dicha pulsacin superior, y cuando la percibimos
podemos ajuntarnos a ella. Una vez el discpulo conoce dicha pulsacin
y se ha ajustado a Ella el proceso de aceleracin evolutiva acrecienta
enormemente.

119
Libro I

35. La estabilidad mental puede obtenerse mediante esas


frmulas de concentracin, relacionadas con la per-
cepcin sensoria.

Aqu tratamos las formas de desenvolvimiento y de control que


culminan en lo que se denomina "gozosa paz"` Hemos visto que
las relaciones grupales correctas y un vivir rtmico producirn esa
condicin donde se logra el aquietamiento de los vehculos o en-
volturas, pudiendo as el hombre inferior reflejar adecuadamente
al hombre superior o espiritual. Veremos ahora ciertos aspectos de
la filosofa del Raja Yoga, y la clave para la comprensin de este
aforismo reside en la palabra desapego. El aspirante, a medida que
establece contactos sensorios y, por medio de los cinco sentidos,
se relaciona con el mundo fenomnico, asumir progresivamente
la posicin del observador. Su conciencia, por lo tanto, se transfie-
re lentamente de la esfera de los vehculos sensorios a la del "mo-
rador del cuerpo".
Es interesante observar aqu la enseanza hind sobre el empleo
de la lengua y de toda la zona de la nariz y del paladar. La ense-
anza ortodoxa oriental hace las siguientes sugerencias:
Mtodos Sentidos Resultado
1. Concentracin en la punta de la nariz ......... olfato ........... perfumes.
2. Concentracin en la raz de la lengua ......... odo ............. sonidos.
3. Concentracin en la punta de la lengua ...... gusto ........... llamas.
4. Concentracin en mitad de la lengua .......... tacto ............ vibraciones.
5. Concentracin en el paladar ........................ vista ............. imgenes,visiones.

El aspirante no debe tomar estas cosas textualmente ni tratar de


meditar a ciegas, por ejemplo, sobre la punta de la lengua. La lec-
cin a aprender, de acuerdo a la Ley de Analoga, es que la lengua
tipifica la facultad creadora, el tercer aspecto en su quntuple natu-
raleza. La relacin de los cinco sentidos (sintetizada en la regin de
la boca) con los cinco rayos, que constituyen la sntesis regida por

120
Libro I

el Mahachoan (rector del aspecto de Tercer Rayo en nuestro plane-


ta) ser muy iluminadora. El estudiante hallar de valor desentraar
la analoga entre estos cinco rayos, los cinco sentidos y la boca,
como rgano de la palabra. A medida que se estudia se ver que
dos rganos fsicos -la pituitaria y la pineal corresponden a otros
dos aspectos, amor-sabidura o poder organizador, voluntad o
propsito. Los siete puntos en la cabeza (en una zona pequea) son
los smbolos, en materia fsica, de los tres grandes aspectos que se
manifiestan como los siete. Por lo tanto, a medida que el aspirante
asume la posicin de regente de los sentidos y de analizador de sus
percepciones sensorias, en forma gradual se va concentrando ms
mentalmente, y el yogui avanzado puede, en todo momento, identi-
ficarse con cualquiera de las energas de rayo, excluyendo las de-
ms si lo desea.
Se advierte al estudiante que no suponga que esta "paz gozosa"
puede lograrse meditando definidamente sobre algn sentido es-
pecfico. Por la comprensin de las leyes de la creacin y del soni-
do, por el estudio de la placa sonora de la boca y del mtodo por el
cual es posible hablar, se pueden conocer los procesos creadores del
mundo, y el hombre adquiere el conocimiento de las leyes, por las
cuales todas las formas vienen a la existencia. Los sentidos de los
yoguis son por lgica anormalmente agudos, hecho que debe ser
recordado.
La expresin manteniendo la mente estable invita a la compara-
cin con el aforismo III. 1 (la concentracin consiste en fijar la
conciencia en estado de abstraccin sensorial a un solo punto).
Mientras que ste ltimo se establece como la descripcin formal
de una tcnica concreta, la primera expresin habla evidentemente
del resultado de esta concentracin, es decir nibandhana, la condi-
cin de estabilidad mental, siendo en este caso un fenmeno
concomitante con la experiencia yguica conocida como pravtti,
o extraordinaria actividad sensorial. La idea consiste en que, en la
medida que l ha purificado los rganos de percepcin, puede
tomar como objeto de estudio la relacin de estos rganos con los

121
Libro I

objetos de los sentidos, lo que, se dice, lo confirmar en la necesi-


dad de realizar un periplo ms interior y estabilizar el ms exte-
rior de los rganos internos, el intelecto. Lo nico que los sentidos
perciben sobre tal o cual objeto (eventualmente) es: (I) el sonido
del objeto, (II) el aspecto tctil del objeto (o el "contacto" con el
objeto), (III) la forma del objeto, (IV) el gusto del objeto, el olor
del objeto. Jams alcanzan, ms all de la presencia de tal o cual
objeto, el Sonido, la esencia del sonido, el "sonido en si" (fuera de
la sinfona), ni el Contacto, la esencia del contacto, etc. (mas all
de lo sedoso de la seda), ni la Forma (ms all del color del cua-
dro), ni tampoco el Gusto (mas all de la manzana), ni el Olor
(mas all de los oquedales y abetales). El objeto a corto plazo de
la prctica descrita en este aforismo consiste en hacer percibir, no
el sonido, la forma, etc., "ordinarios", es decir, de un objeto cual-
quiera, sino el Sonido, la Forma, etc., como lo que hace que todos
los objetos sonoros sean audibles, que todos los objetos vistos
sean visibles, etc.
De los rganos sensoriales emanan vibraciones que tocan los obje-
tos correspondientes, por lo que se establece un contacto entre
aquellos y stos. Pero para que la percepcin tenga lugar ni siquie-
ra este contacto es suficiente: la percepcin es posible en cuanto
existe un mediador entre la experiencia de los sentidos y el yo, y
este mediador es representado por el manas. Manas se traduce, de
ordinario, por mente. El manas es instrumento indispensable para
que la sensacin se transforme en percepcin: sirve de puente en-
tre el mundo externo y el tman. Nosotros solo tenemos concien-
cia del objeto hacia el que se dirige su atencin. Mis sentidos pue-
den estar simultneamente en contacto con muchos objetos, pero
yo no tengo mas conocimiento que el de una sola y nica percep-
cin cada vez, porque el manas no puede hallarse ocupado en di-
cha ocasin mas que en un objeto. Si en alguna circunstancia po-
demos tener impresiones de simultaneidad en la percepcin, ello
se debe a la rapidez con que se suceden.

122
Libro I

A travs de la actividad sensorial, Patajali nos invita a estudiar la


esencia de las cosas y no ya las cosas, a pasar de lo "sensible" (lo
"basto", a lo "suprasensible" lo "sutil. Este paso de lo sensible a
lo suprasensible no va destinado a otorgar determinados poderes
ni a hacer gozar de la vida avivando las sensibilidades, sino al
contrario, a desapegarnos definitivamente de los objetos sensibles
por esto el comentador seala: vakra es el desapego comple-
to respecto de los objetos sensibles y suprasensibles. Desapegar-
nos, pero no mediante una exhortacin o ideas estereotipadas, sino
mostrndonos el "reverso de la medalla", al darnos una visin
mas ntima, mas esencial, mas justa y mas fina de las cosas. El
comentario insiste con mucha fuerza en el hecho de que el estudio
de la actividad sensorial no tiene otro inters que el de reforzar la
"confianza", la voluntad, la determinacin del practicante. El Yo-
ga es un estudio prctico. No basta haber recibido instrucciones
variadas, haberse ledo tratados enteros; hay que pasar por la
experiencia personal. Y no porque sin esto no se pueda prestar fe
a las enseanzas consignadas en los Tratados o impartidas por los
profesores, sino porque sin este recurso a la experiencia el cono-
cimiento que se tendra de la actividad sensorial permanecera
puramente exterior, "intelectual", sera un conocimiento en el sen-
tido mas general, pero no una toma de conciencia que conduzca a
la concentracin (samdhi) y a la inteligencia (praj).

123
Libro I

36. Meditando sobre la luz y el resplandor, se puede lle-


gar al conocimiento del espritu y alcanzar la paz.

El estudiante debe observar que cada uno de los mtodos que


hemos delineado atae a ciertos centros. Se han mencionado siete
mtodos de realizacin y, en consecuencia, puede deducirse que
estn implicados los siete centros.
1er. Mtodo. Af. 33. Centro plexo solar.
La paz de la sustancia mental o chitta, se puede alcanzar practi-
cando la simpata, la ternura, la firmeza de propsito y el desapa-
sionamiento, respecto al placer y al dolor, al bien y al mal.
2do. Mtodo. Af. 34. Centro en la base de la columna vertebral.
La paz de chitta se alcanza tambin mediante la regulacin del
prana o aliento de la vida.
3er. Mtodo. Af. 35. Centro entre las cejas.
La estabilidad mental puede obtenerse mediante esas frmulas
de concentracin, relacionadas con la percepcin sensoria.
4to. Mtodo. Af. 36. Centro coronario.
Meditando sobre la luz y el resplandor, se puede llegar al cono-
cimiento del espritu y alcanzar la paz.
5to. Mtodo. Af. 37. Centro sacro.
La mente se estabiliza y queda liberada de la ilusin, a medida
que se purifica la naturaleza inferior y ya no se la satisface.
6to. Mtodo. Af. 38. Centro larngeo.
La paz (estabilizacin de la mente o chitta) puede lograrse medi-
tando sobre el conocimiento que proporcionan los sueos.
7mo. Mtodo. Af. 39, Centro cardaco.
La paz tambin se alcanza concentrndose e en lo que el corazn
ms aprecia.

124
Libro I

Estos mtodos deberan ser considerados cuidadosamente, aunque


aqu no se puedan dar detalles acerca del procedimiento. El estu-
diante slo puede considerar el principio y la ley involucrados.
Adems debe recordar que estos centro tienen sus analogas en la
materia etrica de la regin de la cabeza, y que, cuando estos siete
centros de la cabeza han despertado, las contrapartes se despiertan
sin ningn peligro. Estos siete centros de la cabeza corresponden
en el microcosmos a los siete Rishis de la Osa Mayor, los prototi-
pos de los siete Hombres celestiales, y los siete centros ya enume-
rados se relacionan con la energa de los siete Hombres celestiales.
No es necesario que nos extendamos aqu sobre estos siete cen-
tros, excepto para indicar que:
1. El aspirante puede considerar simblicamente cada cen-
tro como una flor de loto.
2. Este loto est formado por unidades de energa que se
mueven o vibran en forma especfica, y estas ondas vibra-
torias asumen las formas que denominamos ptalos del
loto.
3. Cada loto consta de:
a. un cierto nmero de ptalos,
b. un pericarpio o cliz que lo sostiene,
c. un centro de luz blanca pura, denominado la 'Joya".
4. Cada centro corresponde a un planeta sagrado, el cuerpo
de manifestacin de cada uno de los siete Hombres celes-
tiales.
5. Cada centro debe ser desarrollado mediante el empleo de
la Palabra. Esta palabra es AUM, y debe surgir oportuna-
mente en el vibrante centro. Cuando brille perfectamente
dentro de la rueda, entonces ese centro estar perfecta-
mente despierto.

125
Libro I

6. Ciertas cualidades del Sol son cualidades de los centros:


a. Cualidad del plexo solar ..................................... calor.
b. Cualidad del centro en la base de la columna vertebral .... fuego kundalini.
c. Cualidad del centro ajna, entre las cejas ........... luz iluminadora.
d. Cualidad del centro coronario ........................... luz fra
e. Cualidad del centro sacro .................................. humedad.
f. Cualidad del centro larngeo ............................. luz roja.
g. Cualidad del centro cardaco ............................. luz radiante o
magntica.

Este aforismo recomienda practicar la meditacin sobre la luz y el


resplandor, y ensea que por medio de esa luz y la capacidad de
emplearla, es posible conocer el espritu. En el centro del "chacra
del corazn mora Brahma, dice la antigua Escritura, y l se revela
en la luz. Por lo tanto, el aspirante debe ser consciente del "punto
de luz dentro de la rueda de doce rayos, y a medida que se con-
centra sobre ese punto de luz, le es revelado el camino que el aspi-
rante debe recorrer si quiere alcanzar su meta. Lo primero que se
revela es la oscuridad, lo cual debe tenerse en cuenta. En trminos
del misticismo occidental, esto produce "la noche oscura del al-
ma". Sin embargo, no nos detendremos en el aspecto mstico, pues
es necesario mantener nuestras conclusiones dentro de las lneas
esotricas. La verdad ha sido tratada frecuente y adecuadamente
en trminos del misticismo cristiano.
Cuando se progresa en la meditacin, despus de alcanzar algunas
percepciones supramentales, la mente disfruta de una percepcin
efulgente, que es como un espacio brillante, y que los comentaris-
tas identifican con la propia naturaleza de buddhi-sattva; identifi-
can esta sensacin luminosa con una percepcin muy particular: la
del yo-soy puro. La mente, para los hindes, se fundamenta sobre
un sentimiento del yo que constituye la base del antahkarana, u
rgano mental. Cuando somos capaces de erradicar todos los obje-
tos que "colorean el yo", no dejaremos de verlo todo o caeremos
en un vaco, sino que veremos el puro "yo-soy" sin mezcla de ob-

126
Libro I

jeto alguno. Es como ver un cristal que apareca coloreado por los
objetos que haba tras de l, en su pura transparencia natural.
Cuando la mente produce Luz sta queda libre de las penas. Hay
ciertas asociaciones que pueden hacer de la mente se apene o se
alegre. Si nos imaginamos la cara de una persona que llora, senti-
remos pena sin razn alguna. Si nos imaginamos la oscuridad en
la mente nos vuelve tristes y melanclicos. Si nos imaginamos que
estamos en medio de una cueva oscura, sentiremos sofoco. Esto
demuestra que cualquier objeto que tengamos en la mente crea su
propia atmsfera en ella. Esa atmsfera puede deprimir o elevar la
mente segn la naturaleza del objeto en que se piense.
Ahora creamos un objeto que pueda elevar la mente. Si este objeto
tiene una forma, la mente queda condicionada por ella. Si tiene un
tamao, la mente queda condicionado por l. Si se trata de la luz,
entonces la mente esta libre de todo condicionamiento. La luz
hace desaparecer de la mente las semillas del sufrimiento. Por lo
tanto produzcamos luz en la mente como un concepto de luz. Los
pensamientos de la mente intentan pensar en la luz pero se que-
man con el concepto de luz, quedando en ltima instancia solo la
luz, la cual es un principio del alma, parte de su propia naturaleza
espiritual. En tal estado la mente y sus modificaciones pensantes
quedan en paz y trascendidas.

127
Libro I

37. La mente (chitta) se estabiliza y queda liberada de la


ilusin, a medida que se purifica la naturaleza inferior
y ya no se la satisface.

Esta traduccin es particularmente libre, debido a que las palabras


empleadas en snscrito son difciles de interpretar con exactitud.
Imparte la idea de que cuando los rganos de percepcin y los
contactos sensorios son continuamente rechazados por el verdade-
ro hombre (que ya no trata de identificarse con ellos), entonces
"queda liberado de la pasin", supera el calor o deseo por los obje-
tos, liberndose de su naturaleza inferior sensoria. Ello da por
resultado la correspondiente estabilidad mental y la capacidad de
concentrarse, porque la sustancia mental ya no est sujeta a las
modificaciones producidas por las reacciones sensorias de todo
tipo, denominadas buenas o malas.
Esto mismo lo recomiendan insistentemente muchos sistemas.
Uno de los mtodos sugeridos es la meditacin constante sobre
grandes Entidades como, Krishna, Buda y Cristo, liberadas ya de
todas las reacciones sensorias. Este tipo de concentracin opera
una transformacin moral del yogui que toma como punto de apo-
yo (es decir, como objeto de concentracin) la mente desprovista
de pasin de algn santo, que se embebe de ella y que, mediante la
fijacin (dhran) en ella, toma la forma de ella, liberndose a su
vez de toda pasin. Esto se alcanza por la ley de afinidad (la
energa sigue al pensamiento). Pensemos en su actividad, as co-
mo en su comportamiento y en la verdadera libertad de la que
disfruta y que otorga a los dems. Poco a poco entraremos en me-
ditacin, dejndolo como persona, como imagen, y siendo absor-
bidos por la luz de su presencia, con sus valores y virtudes. Au-
tomticamente experimentaremos la luz del yoga. Esta es la mejor
manera de mantener la mente y los sentidos puros.
Ellos son los Mahatmas, los Maestros de la Sabidura. Contem-
plando su sublime serenidad, algo de ella desciende sobre el aspi-

128
Libro I

rante. Vyasa dice que de este modo la mente del yogui se tie
con el color de la mente del Ser puro en quien medita. Codd Cla-
ra comenta el respecto: Recuerdo algo maravilloso que me cont
el Sr. Geoffrey Hodson. Un domingo en la Iglesia de Guisen
(Holanda), estando l sentado en el cancel, us su poder clarivi-
dente para observar a los que se acercaban a recibir la comunin.
Quera ver cmo los afectaba. En muchos el efecto era leve, en
algunos ms, pero, para su sorpresa, vio que todo el cuerpo mental
de una mujer tom por un momento la semejanza del Cristo al
arrodillarse ella. Seguramente ella estaba completamente absorta
en el pensamiento de que en esta Forma de misticismo sacramen-
tal estaba cara a cara con su Seor.
Esta idea se destaca en alguna de las traducciones, pero desde
cierto punto de vista no parece ser la idea principal. La liberacin
del apego se produce cuando se vencen los fuegos del deseo.
Aunque se representa al centro sacro como especficamente rela-
cionado con la naturaleza sexual (cuando se expresa en el plano
fsico), sin embargo simboliza cualquier apego entre el alma y
algn objeto deseado, que no sea el espritu.

129
Libro I

38. La paz (estabilizacin. de la sustancia mental o chit-


ta) puede lograrse meditando sobre el conocimiento
que proporcionan los sueos.

Las palabras significativas de este aforismo son "el conocimiento que


proporcionan los sueos". A este respecto es interesante el comenta-
rio sobre el Af. 10. El ocultista oriental emplea la palabra "sueo" en
un sentido mucho ms tcnico que el occidental, y el estudiante debe
captarlo plenamente. Sueo profundo para el oriental es esa condi-
cin en que est sumido el verdadero hombre cuando est en encar-
nacin fsica. Esto corresponde al estado de ensueo causado por la
vibracin de las clulas del cerebro fsico. Caos, carencia de conti-
nuidad y acontecimientos irregulares, ms la incapacidad de recordar
verdadera y exactamente, se producen cuando despertamos. Esto es
soar en el plano fsico. Adems tenemos el ensueo, del que el
hombre participa cuando est sumergido en cualquier percepcin
sensoria, ya sea de placer o dolor, experimentndolo en el cuerpo
astral o emocional. El conocimiento adquirido en el plano fsico es,
en su mayor parte, instintivo; el que se obtiene en el sueo astral es
en gran parte sensorio. Uno es comprensin racial y grupal; el otro es
relativo al no-yo y a la relacin del hombre con el no-yo.
Tenemos adems un estado ms elevado de conciencia en el sue-
o, donde entra en juego una facultad de otro tipo, que podemos
denominar imaginacin, trayendo su propia forma de conocimien-
to. La imaginacin implica ciertos estados mentales como:
a. Recordacin de las cosas segn fueron conocidas, como ser los
estados de conciencia
b. Anticipacin de las cosas tal como pueden ser conocidas, o de
los estados de conciencia.
c. Visualizacin de las condiciones imaginarias, y luego utilizacin
de la imagen invocada como una forma, por la cual puede
hacerse contacto con un nuevo reino de conocimiento, cuando
el soador puede identificarse con lo imaginado.

130
Libro I

En estos tres estados de ensueo tenernos la condicin del pensa-


dor en los tres planos de los tres mundos, desde el estado de igno-
rante salvajismo, al del hombre inteligente comn, condicin que
lleva luego a un estado mucho ms elevado de conciencia en el
sueo.
El verdadero empleo de la imaginacin requiere un alto grado de
control y poder mental, y cuando existen, conduce oportunamente al
estado de "samadhi", condicin en que el adepto puede hacer dormir
al hombre inferior y pasar l, a su vez, al reino donde los "sueos de
Dios" son conocidos y puede conocer, ver y hacer contacto con las
imgenes que la Deidad ha creado De esta manera el adepto podr
participar inteligentemente en el gran plan de evolucin.
Ms all de este estado de samadhi, est el estado de ensueo de
los Nirmanakayas y de los Budas, y as sucesivamente, en la esca-
la de la vida jerrquica, hasta que se conoce al Gran Soador, el
Uno, el nico Narayana, el Seor del Mundo, el Anciano de los
Das, nuestro Logos planetario. El estudiante slo puede alcanzar
una muy tenue comprensin de la naturaleza de estos estados de
ensueo, a medida que estudia la idea impartida en la afirmacin
anterior de que, para el ocultista, la vida en el plano fsico no es
ms que un sueo.
La meditacin sobre las imgenes del sueo puede hacerse de tres
formas:
1) Se forma una imagen del objeto a contemplar y se considera co-
mo real;
2) cuando se practica sobre el recuerdo, se puede estar conscien-
te de que se esta soando durante el mismo sueo. Se debe
contemplar el objeto y, al despertar, tratar de mantener el re-
cuerdo de ese estado;
3) cuando se experimenta un buen sentimiento durante el sueo,
se debe meditar sobre ello inmediatamente tras despertar.

131
Libro I

Durante el sueo, desaparece el conocimiento externo pero las


imgenes mentales continan y son conocidas. Sin embargo, en el
sueo sin ensueos, tanto los objetos externos como los mentales
son oscurecidos por tamas permaneciendo una vaga sensacin de
inactividad. En este caso se practica tomando esa sensacin de
inactividad como objeto de contemplacin. En el estado de sueo
onrico, existe conocimiento sin presencia de objetos fsicos, y la
naturaleza de este conocimiento es pura iluminacin. Se debe me-
ditar sobre tal conocimiento, pero no sobre los objetos recordados
(que aparecen en el sueo), pues la mente puede quedar atrapada
por la atraccin de un objeto meramente recordado. Pero la medi-
tacin sobre el conocimiento del sueo profundo, en el que esen-
cialmente no hay percepcin de ningn objeto determinado, se
sumerge en la idea de no-existencia y resulta agradable, infinita y
caracterizada por la experiencia de inmutabilidad. Cuando la men-
te permanece en este estado, se estabiliza de forma natural.
Dvivedi dice que soar es aquella condicin de la mente en que
ella est activa con exclusin del universo externo. Concentrarse
en cualquier cosa que se vea entonces, ser til para educar la
imaginacin, lo cual es el primer paso hacia SAMADHI. La ima-
ginacin es una fuerza muy potente en la meditacin. Por esta
facultad de formar imgenes poblamos nuestra corriente en el
espacio con las huestes de nuestras creaciones mentales, como dice
el Maestro K. H. Pero es bueno recordar que las formas mentales as
creadas no son nunca la realidad sino su smbolo. Sin embargo,
algo de la Realidad puede brillar a travs de un smbolo fiel.

132
Libro I

39. La paz tambin se alcanza concentrndose en lo que


el corazn ms aprecia.

Por su misma sencillez este aforismo encierra un poderoso atracti-


vo. En l se pueden seguir las variadas etapas de realizacin -
deseo, anhelo, fija determinacin de poseer, rechazo de todo lo,
que no satisface ese requisito, abandono de todo a fin de obtener
nuevas posesiones, luego la posesin en s, la satisfaccin, la paz.
Pero como sucede con todo lo que pertenece a los deseos inferio-
res, la paz es temporaria; despierta un nuevo deseo, y lo que se ha
retenido tan gozosamente se abandona. Slo satisface plenamente
el fruto de las edades y la recuperacin de las antiguas posesiones.
Por lo tanto, que el estudiante analice y compruebe si lo que ms
aprecia su corazn es temporario, transitorio y efmero, o si es,
como el gran Seor ha dicho, "el tesoro acumulado en los cielos".
Desde luego que el objeto de meditacin no ha de ser maligno
sino reconocido por bueno, como un paraje agradable, una escena
jubilosa, una idea simptica, algo en que concentrar la mente. Pa-
tajali subraya aqu la libertad de eleccin que tiene el practicante
con tal de que se preocupe de entrenar su mente en la fijacin so-
bre un solo punto. El mtodo elegido debe ajustarse al temple de
cada individuo, al grado de evolucin adquirido, a las experiencias
del pasado. Lo que importa es que cada uno se encuentre satisfe-
cho y atrapado por el objeto elegido, el soporte externo que facili-
ta la concentracin. Todo esto fortalece la voluntad y garantiza la
perseverancia. Este aforismo precisa y amplia las proposiciones
anteriores. Considera la idea de que todo objeto, en la medida en
que es bueno para la persona, es susceptible de ser escogido como
soporte de meditacin. El objeto debe ser apreciado por el medita-
dor, que repercute en su afectividad pero que tambin es fuente de
quietud y de elevacin. Debemos acercarnos a este objeto, "de-
seado y deseable", con el mayor discernimiento. Una vez lograda
la estabilidad (de la mente en algo agradable), mas adelante ser
posible lograrla con otros objetos.

133
Libro I

Este sutra es extraordinariamente bello. Lo que es ms caro para


lo mejor que hay en nosotros, que despierta amor y devocin in-
igualables, es de una fuerza tremendamente enaltecedora. El amor
puro, aun en la variedad emocional, se aproxima al amor espiritual
bddhico. Es ms fcil concentrarse en lo que uno ama y en lo que
est absorbentemente interesado, que en otros temas. Vyasa dice
que no importa en qu meditamos; (H. P. B. le dijo a la Dra. Besant
que meditara en una caja de fsforos) que lo que importa es la esta-
bilidad, y no el tema de concentracin. Pero Vachaspati dice algo
muy bello: Uno toma la forma de la Deidad de la que uno es devo-
to. Se ha dicho desde antiguo que una pareja mtuamente devota
va asemejndose entre s a medida que envejecen. Si eso es cierto,
debe ser porque se aman y siempre estn pensando el uno en el
otro.
En su bello poema La Hora Inmortal, Fiona McLeod dice: No hay
sino un camino a ese portal: no el amor encendido de deseos, sino
el amor en paz. Amar verdaderamente es compartir una vida.
Amar verdaderamente a un Maestro es compartir su vida. Pero ese
amor debe ser puro, libre de egotismo consciente o inconsciente.
Para que produzca su fruto, debe llenar todo tu ser de modo tal que
no quede campo para ningn otro sentimiento, dice el Maestro K.
H. y H. P. B. tambin dice que el primer requisito para obtener la
conciencia espiritual es el amor puro. La descripcin ms grandiosa
del amor puro est en la Epstola de San Pablo a los Corintios.
Llegamos ahora al aforismo 40, el ms comprensible del libro. Debe
tenerse aqu presente que estos "siete caminos hacia la paz squica"
segn se los denomina, abarcan los siete mtodos de los siete rayos,
en relacin con el control de la naturaleza squica. Es importante
hacer resaltar esto. Los siete caminos tienen relacin directa con las
cuatro iniciaciones en el umbral, pues ningn hijo de Dios podr
recibir una iniciacin mayor si no ha logrado cierta medida de paz
squica. Ser de inters para el estudiante desarrollar estos siete ca-
minos hacia la paz, en relacin con cualquiera de los siete rayos,
asignndole uno de los caminos que le parece ms apropiado al rayo.

134
Libro I

Resultados de la pacificacin mental (I.40-I.51)

40. As su comprensin se extiende desde lo infinitamen-


te pequeo a lo infinitamente grande, y su conoci-
miento se perfecciona desde annu (el tomo o part-
cula) hasta atma (o espritu).

Esta traduccin no se ajusta exactamente a los trminos snscritos,


no obstante, expresa el significado exacto del original, lo cual es
algo de vital importancia. Un versculo de una escritura oculta,
que sirve para dilucidar la idea de este aforismo, dice: "Dentro de
la partcula se puede ver a Dios. Dentro del hombre, Dios puede
reinar. Ambos se hallan dentro de Brahma; no obstante, todo es
uno. El tomo es como Dios, Dios como el tomo".
Es una manifiesta verdad oculta que cuando el hombre llega a cono-
cerse a s mismo, de acuerdo a la gran Ley de Analoga, llega a co-
nocer a Dios. Este conocimiento comprende cinco grandes aspectos:
1. Forma
2. Componentes de la forma
3. Fuerzas
4. Grupos
5. Energa

El hombre debe comprender la naturaleza de su cuerpo y de todas


sus envolturas. Esto concierne al conocimiento que l tiene de la
forma. Descubre que las formas se componen de tomos o "puntos
de energa", y que todas son iguales en ese sentido. Este conoci-
miento concierne a los componentes de la forma. Luego llega a
conocer el conjunto de energas de los tomos que constituyen sus
formas o, en otras palabras, el conocimiento de las diversas fuer-
zas, cuya naturaleza est determinada por el ritmo, la actividad y
la cualidad de los tomos, que forman la envoltura o envolturas.
Este conocimiento concierne a las fuerzas. Ms tarde descubre

135
Libro I

formas anlogas con vibraciones y manifestaciones de fuerza


tambin anlogas. Este conocimiento concierne a los grupos, en
consecuencia, descubre el lugar que le corresponde y sabe cul es
su trabajo. Finalmente alcanza el conocimiento de lo que concier-
ne a todas las formas y de lo que controla todas las fuerzas, y
constituye el poder motivador de todos los grupos. Este conoci-
miento concierne a la energa y tiene que ver con la naturaleza del
espritu. Por medio de estos cinco conocimientos el hombre llega
a la maestra, porque el conocimiento implica ciertos factores que
podran ser enumerados como:
1. Aspiracin
2. Estudio e investigacin
3. Experimento
4. Descubrimiento
5. Identificacin
6. Comprensin

El adepto puede identificarse con la conciencia de lo infinitamente


pequeo, o penetrar en ella. Puede identificarse con el tomo de sus-
tancia y conocer lo que an es desconocido para el cientfico moder-
no. Tambin se da cuenta que el reino humano (compuesto de to-
mos humanos) es el punto medio o estacin intermedia en la escala
de evolucin, por lo tanto, lo infinitamente pequeo est relativamen-
te tan alejado de l como lo infinitamente grande. El camino a reco-
rrer para abarcar la conciencia ms diminuta de todas las manifesta-
ciones de Dios, es tan largo como lo es abarcar la conciencia ms
grande, un sistema solar. No obstante, en todos estos campos de la
conciencia, el mtodo para dominarlos es el mismo, meditacin per-
fectamente concentrada que lleva a ejercer perfecto poder sobre la
mente, y est constituida en tal forma, que lo mismo sirve de telesco-
pio, que pone al observador en contacto con el macrocosmos, como
un microscopio, que lo pone en contacto con el tomo ms diminuto.
Cuando se estabiliza citta, el dominio de dhyna se extiende desde
lo ms nfimo hasta la grandeza ms extrema. Contrariamente a la

136
Libro I

opinin de la mayora de los traductores, este aforismo no ensalza


los poderes sobrenaturales atribuidos al adepto. Sencillamente es
una explicacin del stra anterior, y el dominio de que trata se
refiere solo a la habilidad del yogui en mantener su mente estabi-
lizada con cualquier objeto, independientemente de su tamao o
tipo. En otras palabras, quienes dominan el arte de la concentra-
cin pueden lograr la restriccin con respecto a cualquiera de
las innumerables formas csmicas.
Cuando la mente penetra en lo ms grosero, (el yogui) alcanza una
estabilidad que se extiende hasta la magnitud mas colosal. Cuando
puede dirigir su prctica voluntariamente en cualquiera de estas
dos dimensiones, posee el dominio completo. De esta forma, la
mente del yogui ha logrado la maestra total (para mantener la
concentracin) y ya no se requiere mas esfuerzo. Cuando se
practica la retentiva en un objeto concreto, si la mente puede man-
tenerse estabilizada en el objeto ms diminuto o en el ms gran-
dioso, tal estado se denomina vakra o completo dominio. En el
stra siguiente se explica como puede adquirirse tal dominio de la
mente Cuando este estado ha sido alcanzado, no hay nada que
sobrepase la capacidad de comprensin. La mente puede mante-
nerse y ayudar a comprender lo simple y lo complejo, lo infinito y
lo infinitesimal, lo perceptible y lo imperceptible.
Vyasa dice que penetrando hacia lo cada vez ms sutil, o en la otra
direccin hacia lo cada vez ms grande, el poder del Yogui consiste
en que su mente difana no puede ser impedida por nada. Su mente o
lente, humano puede hacerse a voluntad microscpico o telescpi-
co. Una mente de la cual se ha eliminado todo vestigio de prejuicio o
inclinacin personal, que siempre se renueva bajo la gua de una vo-
luntad perfectamente despierta, es capaz de identificarse con toda
vida y toda forma en el universo, y ver a Dios en todas las cosas
desde la ms alta hasta la ms baja. Todos hacemos esto en cierta me-
dida muy limitada. La identificacin por concentracin es la raz de la
inspiracin y del saber. Cuando se le pregunt a Newton cmo haca
sus descubrimientos, respondi que aplicando la mente a ellos.

137
Libro I

41. Aquel que ha controlado totalmente sus "vrittis" (mo-


dificaciones de la sustancia mental), llega a un estado
de identificacin y similitud con lo que ha conocido. El
conocedor, el conocimiento y el campo del conoci-
miento se convierten en uno, as como el cristal toma
los colores de lo que refleja.

Este aforismo deriva lgicamente del anterior. El perfecto vidente


abarca en su conciencia todo el campo del conocimiento, desde el
punto de vista del observador o del perceptor y desde el ngulo de
la identificacin. Es uno con el tomo de sustancia, siendo capaz
de conocer el universo ms diminuto; es uno con el sistema solar,
el ms vasto universo que se le permite conocer en este ciclo ma-
yor. Ve que su alma y al alma del tomo y del sistema son idnti-
cas en uno observa la potencialidad y (desde el punto de vista
humano) en el otro un incomprensible orden que lleva a la perfec-
cin final. La actividad que mantiene a los electrones unidos alre-
dedor de su centro, es reconocida como de naturaleza idntica a la
que mantiene a los planetas en sus rbitas alrededor del sol, y entre
ambas manifestaciones divinas se halla toda la gama de formas.
El estudiante ocultista debe comprender que las formas son diver-
sas y numerosas, pero todas las almas son idnticas a la Superal-
ma. El total conocimiento de la naturaleza, cualidad, clave y nota
de un alma (de un tomo qumico, una rosa, una perla, un hombre
o un ngel) revelar a todas las almas existentes en la escala evo-
lutiva. El proceso es el mismo para todas: Reconocimiento, es el
empleo de los rganos de los sentidos, incluyendo el sexto, la
mente, para apreciar la forma y sus elementos constituyentes.
Concentracin, es un acto de la voluntad mediante el cual la forma
es rechazada por los sentidos, y el conocedor la trasciende y llega
hasta aquello que vibra a tono con su propia a alma. As llega al
conocimiento conocimiento de lo que la forma (o campo de co-
nocimiento) trata de expresar- de su alma, clave o cualidad. Luego

138
Libro I

sigue Contemplacin, la identificacin del conocedor con aquello


dentro de s mismo que es idntico al alma dentro de la forma.
Entonces los dos son uno, llegando a una total comprensin, Esto
puede ser cultivado en forma muy prctica entre los seres huma-
nos. Debe existir el reconocimiento del contacto producido entre
dos personas que pueden verse, orse y tocarse; el resultado es el
reconocimiento superficial de la forma. Pero es posible otra etapa,
donde el hombre va ms all de la forma y llega a percibir la cua-
lidad de su hermano; puede as hacer contacto con ese aspecto de la
conciencia anlogo al suyo. Llega a ser consciente de la cualidad de
la vida de su hermano, de la naturaleza de sus planes, aspiraciones,
esperanzas y propsitos. Conoce a su hermano, y cuanto ms se
conozca a si mismo y a su propia alma, ms profundamente podr
identificarse con su hermano y convertirse en lo que l es, cono-
ciendo y sintiendo como el alma de su hermano conoce y siente.
Este es el significado de las palabras ocultas de la Epstola de San
Juan: "Seremos como El porque Lo veremos como es".
Sera conveniente repetir algunos sinnimos, que si los tenemos
presentes, aclararn gran parte de las enseanzas de los aforismos, y
permitirn al estudiante aplicar en forma prctica en su propia vida:
Espritu ...... Alma ................ Cuerpo.
Mnada ..... Ego .................. Personalidad.
Yo divino ..... Yo superior ...... Yo inferior.
Perceptor .... Percepcin ...... Lo percibido.
Conocedor Conocimiento .. El campo del conocimiento.
Pensador .....El pensamiento. La mente (el cristal) que refleja el
pensamiento del pensador.

Cuando la mente esta completamente inmvil, se vuelve trans-


lcida. Entonces puede suceder el estado exttico, o samdhi. El
proceso subyacente del xtasis es aquel en que el objeto de con-
centracin ha adquirido tanta importancia que la distincin entre
objeto y sujeto se desvanece. Patanjali habla de esto como de la
coincidencia del sujeto que experimenta, el objeto experimenta-

139
Libro I

do y el proceso de la experiencia, a los que se refiere respectiva-


mente como captador captado y captacin.
Tambin es de ayuda recordar que:
1. En el plano fsico, el perceptor utiliza los cinco sentidos, a
fin de llegar al campo del conocimiento.
2. Nuestros tres planos en los tres mundos constituyen el
cuerpo fsico denso de Aquel en Quien "vivimos, nos mo-
vemos y tenemos nuestro ser".
3. En el plano astral o emocional, el perceptor emplea los po-
deres inferiores de la clarividencia y clariaudiencia, y cuan-
do son mal empleados revelan la serpiente en el jardn.
4. En el plano mental, el perceptor emplea la psicometra y
la simbologa (incluyendo numerologa y geometra) para
llegar a comprender los niveles mentales inferiores.
5. nicamente cuando estos tres son, considerados como infe-
riores y que constituyen el aspecto forma, el perceptor llega
a un estado en que comienza a comprender la naturaleza
del alma y el verdadero significado de los aforismos 40 y 41.
6. Cuando ha alcanzado este punto, empieza a discriminar y a
emplear la mente como sexto sentido, llegando por este
medio a la cualidad subjetiva o vida, que est ms all del
campo del conocimiento o forma, lo cual constituye la na-
turaleza del alma dentro de la forma, siendo potencialmen-
te y de hecho, omnisciente y omnipresente.
7. Cuando ha llegado al alma de determinada forma y ha
hecho contacto con ella, Por medio de su propia alma,
descubre que todas las almas son una y que puede situar-
se fcilmente en el alma de un tomo o de un colibr, o
ampliar su conocimiento en otra direccin y saber que es
uno con Dios y con todas las existencias superhumanas.

140
Libro I

La mente se estabiliza, se fija en un solo objeto. Esta fijacin, con-


forme se va acentuando, trae consigo la paulatina eliminacin de
todos los procesos mentales, salvo el correspondiente a la percep-
cin del objeto, y se va produciendo el "teimiento" o coloracin de
la mente por ese objeto, es decir, el hecho de que la conciencia, por
decirlo as, se absorbe en el objeto o, en otros trminos, que el obje-
to se apodera de, invade todo el campo de la conciencia. El tei-
miento de la mente por el objeto se realiza sin intervencin activa
de la mente. La mente esta pasivamente frente al objeto y ste la
tie. Este teimiento es total. Este "objeto" es lo nico que existe
para la mente, es lo nico que en ella se refleja, lo nico que llega a
ella, que existe para ella. Por esta razn, la mente y el objeto aunque
son dos realidades separadas y diferentes, aparecen en la experiencia
del mstico yogui como amalgamadas, identificadas, unificadas. Sin
embargo, la mente no es modificada al absorberse en el objeto.
Para aquel cuya conducta se ha vuelto vaca y cristalina, sta ser
como una piedra preciosa de alta calidad, con una elevada claridad
y transparencia. No tiene nada propio que presentar, permanece
absolutamente impersonal, a no ser su propia pureza. No tiene
color, y por lo tanto no colorea la vista. Cuando alguien percibe
algo ello tiene su color. Cada manera de percibir tiene su propio
color. Cuando se hace una guirlanda de semejante piedra precio-
sa, es el hilo quien colorea la guirlanda y no la piedra preciosa. Si
alguien lleva puesto un collar, este tiene el color del cuello y tam-
bin tiene el color producido segn el ngulo que haga con la luz
segn la refraccin. Sin embargo no proyecta nada de s misma,
de su naturaleza personal. De manera parecida cuando una perso-
na habla con un yogui realizado, el tema, el problema y la solu-
cin permanecen en la otra persona pero no en el yogui. Cuando
una persona discute con l, es su propia lgica la que organiza
para formar la respuesta lgica. Por esa razn los yoghis presentan
soluciones y no problemas. Presentan soluciones pero no respues-
tas. No sufren las consecuencias porque presentan las secuencias
de los dems.

141
Libro I

42. Cuando el perceptor mezcla la palabra, la idea (el sig-


nificado) y el objeto, esto es denominado estado
mental de razonamiento sensato.

Patanjali ampla, en este aforismo y en el siguiente, la verdad for-


mulada anteriormente (vase Af. 7) y ensea que la meditacin es
de dos tipos:
1. Con un objeto o con simiente, por lo tanto se emplea la
mente razonadora sensatamente, el cuerpo mental con su
facultad concretizadora y su capacidad de crear formas
mentales.
2. Sin un objeto o sin simiente, empleando por consiguiente
una facultad distinta, posible solo cuando se comprende y
utiliza correctamente la mente concreta, lo cual implica la
capacidad de aquietar "las modificaciones de la mente",
chitta o sustancia mental, de manera que pueda tomar el
matiz del conocimiento superior y reflejar las realidades
superiores.

El perceptor debe llegar a un conocimiento de las cosas sublimes


por el proceso de percibir, ante todo, la forma externa, luego ir
ms all de ella, llegar al estado interno de esa forma, a aquello
que produce la exteriorizacin (fuerza de determinado tipo), hasta
llegar finalmente a la causa de ambos. En este aforismo se los
denomina:
La idea .......... la causa detrs de la forma objetiva.
La palabra .... el sonido que produce la forma.
El objeto ....... la forma, producida por el sonido, para expresar la idea.

Los estudiantes deben comprender que esto abarca el estado medi-


tativo anterior, y debido a que en el proceso se utiliza la mente
inferior, el mtodo es separatista. Las cosas se separan en sus par-
tes componentes, descubrindose que son (como todo en la natu-
142
Libro I

raleza) triples. Una vez que esto es captado, se evidencia el signi-


ficado esotrico y la importancia de toda meditacin, y se esclare-
ce el mtodo por el cual se desarrolla el esoterista. En el proceso
de llegar a la comprensin de la naturaleza, el ocultista trabaja
siempre hacia adentro, desde la forma externa, a fin de descubrir
el sonido que la cre, o el conjunto de fuerzas que produjo la forma
externa; cada conjunto de fuerzas tiene su propio sonido, producido
por su interaccin. Descubierto eso, penetra an ms hasta llegar a
la causa, idea o pensamiento divino (que emana del Logos planeta-
rio o solar), el cual hizo surgir el sonido, produciendo as la forma.
En el trabajo creador, el adepto comienza desde adentro y
conociendo la idea que trata de corporificar en una forma- emite
ciertas palabras o sonidos, atrayendo ciertas fuerzas que producen
(mediante su interaccin) una forma de determinado tipo. Cuanto
ms elevado sea el nivel desde el cual trabaja el adepto, ms eleva-
das sern las ideas que capta y ms sencillos o sintticos los sonidos
que emite.
Sin embargo, los estudiantes de Raja Yoga deben conocer los
hechos elementales que conciernen a todas las formas y familiari-
zarse, durante la meditacin, con la tarea de separar las triplicida-
des, a fin de poder hacer oportunamente contacto a voluntad, con
cualquiera de los aspectos componentes. De esta manera se llega a
comprender la naturaleza de la conciencia, porque el perceptor
(entrenado en tales diferenciaciones) puede entrar en la conciencia
de los tomos que componen cualquier forma tangible, introducir-
se ms y penetrar en la conciencia de las energas que producen el
cuerpo objetivo. Textualmente han sido denominadas "la Hueste
de la Voz". Con el tiempo puede establecer contacto con la con-
ciencia de esa Gran Vida responsable de la palabra original. Estas
vidas constituyen los grandes jalones, pero entre ellas hay muchas
graduaciones de vidas, responsables de los sonidos intermedios,
con las cuales se puede hacerse contacto y conocerlas.

143
Libro I

Por sonido se ha de entender la vibracin de la palabra; por signifi-


cado, la corriente nerviosa que transmite la vibracin de la palabra a
la mente; y por conocimiento, la respuesta que da la mente a la im-
presin recibida. A todas las modalidades de meditacin a que hasta
ahora nos hemos referido, las llama Patanjali Savitarka o sea medi-
taciones con interrogacin, en las que el meditante mantiene la dua-
lidad de sujeto y objeto, resultante de la entrefusin de la palabra, el
significado y el conocimiento. Primero, la vibracin externa, la
palabra; despus, el significado o corriente sensoria que conduce la
vibracin a la mente; y en tercer lugar, el conocimiento u ondula-
cin de la mente que responde a la vibracin de la palabra. Pero el
producto de estos tres factores constituye lo que llamamos conoci-
miento.
Vemos, por ejemplo, que aunque el sonido "vaca", el objeto "vaca" y
el concepto "vaca" son cosas distintas, el proceso de conocimiento se
produce sin distinguir entre ellas. Pues, cuando se las diferencia, las
palabras, los objetos y los conceptos tienen propiedades distintas. Por
tanto, los niveles de existencia son distintos. Cuando un yogui medita
sobre un objeto, tal como una vaca, si ste surge en su sampatti y se
manifiesta como una construccin mental compuesta de sonido, con-
tenido u objeto y concepto, este confuso estado de identificacin
completa se denomina savitarka (con reflexin). Los tres compo-
nentes o "niveles", del conocimiento, segn el vednta, son: (1)
abda, que es el conocimiento puramente verbal o sonoro de la pala-
bra; es la intuicin sonora; (2) artha, es el conocimiento del conteni-
do objetivo de ese trmino; es el conocimiento de la representacin;
(3) jna, es el conocimiento conceptual de ese trmino; el concepto.
Ordinariamente, estos tres niveles de conocimiento van unidos, de
modo que no podemos comprender un trmino sonoro sin que la
memoria no le aada una representacin objetiva y el correspondien-
te concepto universal. Tampoco podemos ver una representacin sin
aadirle el trmino verbal y el concepto correspondiente. Y, por
ltimo, cuando comprendemos un objeto, tambin le aadimos un
nombre y una representacin objetiva en la mayora de los casos,

144
Libro I

excepto cuando se trata de ideas. Cuando el yogui alcanza un


sampatti, o conocimiento en samdhi, en el que estos niveles de
conocimiento no se desglosan y distinguen suficientemente, estamos
ante un objeto denso o construccin mental. Este conocimiento es un
conocimiento ilusorio, no real. Aunque creemos ver objetos singu-
lares y concretos, lo nico que vemos son objetos densos, repre-
sentaciones, que solo son construcciones mentales, producto de la
confusin y sobreimposicin de los tres niveles de conocimiento
ya citados.
El estado de samdhi en el que la mente parece volverse una con
el objeto, junto con su nombre y concepto, es la etapa ms baja de
samdhi; se trata del estado inferior porque el objeto grosero no se
muestra ante la mente en su autntica realidad, sino solo en la
forma ilusoria y falsa en que se muestra en la vida corriente, aso-
ciada a su nombre y concepto. Este estado no difiere de los esta-
dos conceptuales ordinarios, en los cuales el objeto concreto no
solo se asocia con los conceptos y sus nombres, sino tambin con
otros conceptos y sus distintas relaciones; de esta forma, una vaca
no solo se mostrar ante la mente con su concepto y nombre, sino
tambin con otras relaciones y pensamientos asociados a la vaca,
como por ejemplo: esto es una vaca, pertenece a este o a aquel,
tiene mucho pelo, etc. Este estado es por tanto la primera etapa
del samdhi, en el cual la mente no se ha establecido con firmeza
y an no ha ido ms all de la conciencia ordinaria.
Vyasa dice: que el objeto y la idea del objeto, si bien dife-
rentes entre si, no se perciben con precisin. Cuando la
mente se libra de los recuerdos de convenciones verbales,
y la conciencia de trance est privada de las opciones de
cogniciones inferenciales y verbales, el objeto hace su apa-
ricin en la mente en su propia naturaleza precisa (no mez-
clada con las palabras o el significado), y esta modificacin
mental se llama precisa. Esta es percepcin superior.

145
Libro I

Las palabras y su significado existen para el yogui igual que existen


para los dems, pero ste no se identifica con ellas de igual forma. Por
ejemplo: cuando nuestra mujer est a kilmetros de distancia de noso-
tros y decimos: Es mi esposa, es slo una palabra vaca de conte-
nido. Para el yogui existe tal estado de palabra, pero su mente no
reacciona respecto a la existencia positiva o negativa de palabras,
significados ni objetivos. Este estado es el Samadhi que incluye la
actividad psicolgica. El yogui existe para todo el mundo, pero nada
existe para l.

El siguiente aforismo (meditacin sin semilla) es superior a los ante-


riores.

146
Libro I

43. Se llega a la percepcin sin un razonamiento sensato


cuando la memoria ya no controla, entonces la palabra
y el objeto son trascendidos y slo la idea est pre-
sente.

Esta condicin es el estado meditativo "sin simiente", desprovisto


de la accin razonadora de la mente y de su facultad de concretar.
El objeto (trado a la conciencia mental por medio del recuerdo o
memoria) ya no se tiene en cuenta, tampoco se oye la palabra que
lo designa y expresa su poder. Se percibe nicamente la idea, de la
cual los otros dos son expresiones; el perceptor entra en el reino
de las ideas y de las causas. Esto es contemplacin pura, despro-
vista de formas y de pensamientos. En tal condicin, el perceptor
observa el mundo de las causas; ve con clara visin los impulsos
divinos; luego de contemplar el mecanismo interno del reino de
Dios, refleja en el pasivo cuerpo mental o mente lo que ha visto, y
ese cuerpo mental proyecta en el cerebro fsico el conocimiento
obtenido.
El samadhi llamado "sin interrogacin" se alcanza cuando la me-
moria est purificada o limpia de cualidades y slo expresa el sig-
nificado del objeto de meditacin. Por la prctica del samadhi con
interrogacin, en que se entrefunden la palabra, el significado y el
conocimiento, llegamos al estado en que no se entrefunden y po-
demos prescindir de ellos. Primero hemos de comprender qu son
dichos tres factores. Recordemos el smil que compara la mente
con la superficie de un lago, y la vibracin, la palabra, el sonido
con la impresin recibida por el agua. Cuando la mente est tran-
quila como las aguas de un lago sereno, al pronunciar alguien una
palabra, por ejemplo, "vaca", la vibracin de esta palabra se
transmite por el nervio acstico al cerebro y del cerebro a la mente
en cuya materia mental levanta una onda que representa la idea de
la "vaca" el significado de la palabra y acta en respuesta a la vi-
bracin recibida. En cuanto cesa la vibracin de la palabra, cesa la

147
Libro I

onda mental, que no puede existir sin una palabra que la levante.
Se objetar que cmo esto es posible, por cuanto a veces pensa-
mos en la "vaca " sin necesidad de or la palabra; pero si bien re-
flexionamos nos convenceremos de que al pensar en una cosa
pronunciamos mentalmente la palabra que la expresa, y levanta la
correspondiente onda en la mente.
No puede haber onda mental sin sonido que la suscite, sin vibra-
cin externa o interna, y al cesar la vibracin cesa la onda. Pero
qu queda? E1 resultado de la reaccin o respuesta, esto es, el
conocimiento. Los tres factores estn enlazados con tal intimidad
en la mente, que no es posible separarlos. La vibracin del sonido
se transmite instantneamente y en el mismo instante se levanta la
onda en respuesta a la impresin. Se suceden tan celrrimamente
uno a otro, que no es posible discernir uno de otro. Cuando se ha
practicado durante algn tiempo esta clase de meditacin se puri-
fica la memoria, el receptculo de todas las impresiones, y enton-
ces podemos distinguir uno de otro los tres citados factores o ele-
mentos de la percepcin. A esto se le llama nirvitarka o concen-
tracin sin interrogacin.
Smti es la nica de las cinco modificaciones (vtti) que queda
ahora en el practicante. Desaparecen de ella las asociaciones de
palabras y las afirmaciones. En consecuencia, la mente reduce al
mnimo su capacidad discursiva: cesa el conocimiento normal,
como tambin cesan las ideas, los fantasmas de la imaginacin y
sus oscilaciones (vikalpa). Lo nico que subsiste es la cosa en si,
el objeto puro y simple, vaco de nombre y de conceptos. El obje-
to ya no es conocido por las asociaciones mentales y las vibracio-
nes sensoriales, "ni es empobrecido por el proceso de abstraccin
habitual del pensamiento profano, sino que es captado directamen-
te en su desnudez existencial, como dato concreto e irreducible.
Generalmente, se recuerda el objeto con la sola mencin de su
nombre, y con el recuerdo del objeto tambin se recuerda el nom-
bre (sea ste genrico o particular). En otras palabras, el nombre y

148
Libro I

el objeto que indica aparecen juntos en el pensamiento, de forma


inseparable. Pero el nombre y el objeto son dos entidades diferen-
tes. La mezcla de ambos tiene lugar en los recuerdos a travs de
las impresiones latentes y el uso convencional. Mediante la prcti-
ca se puede contemplar a un objeto separado de su nombre, evi-
tando as su mezcla. Esto es lo que se denomina purificacin de
la mente respecto de los recuerdos de palabras y objetos mezcla-
dos. Tal conocimiento sin utilizar palabras es el conocimiento real
del objeto, pues con las palabras se consideran muchas cosas in-
existentes como existentes. Tomemos, por ejemplo, la expresin
el tiempo no tiene principio ni fin. Esto se considera como ver-
dadero. Pero sin principio y sin fin son conceptos negativos.
No hay posibilidad de percibirlos directamente. El tiempo tiene,
pues, la naturaleza de un recipiente. Sin principio, sin fin,
tiempo y otros trminos similares originan solamente ilusiones
verbales pues realmente no hay nada detrs que pueda ser percibi-
do. Por tanto, en muchos casos, el conocimiento basado en pala-
bras es ilusorio. Tal conocimiento no es ta (un hecho percep-
tual), sino sencillamente una sombra de satya (un hecho concep-
tual). El conocimiento derivado del testimonio y la inferencia es
un conocimiento que se sirve de palabras; por tanto, las verdades
que afirman no son siempre perceptibles. Por ejemplo, a partir de
las afirmaciones de los sabios y de la inferencia se afirma que
Brahman es real, de la naturaleza de la conciencia e infinito.
Real significa que en verdad existe. No se puede formar ningn
concepto mental o sensible sobre palabras tales como real, in-
finito, etc. As, excepto las palabras mismas, no hay nada en la
realidad o la infinitud que pueda afirmarse mediante la per-
cepcin sensorial o comprenderse con la reflexin. Por tanto, el
conocimiento mezclado con palabras que se deriva de la inferen-
cia, el testimonio y la percepcin directa ordinaria, no es puro, no
es ta sin mezcla y libre de vikalpa.
Vyasa dice que los objetos visibles del mundo consisten en diferen-
tes agrupaciones de tomos. Cada una de estas agrupaciones tiene

149
Libro I

una cualidad genrica que se infiere de su efecto visible, un substra-


to. Sin embargo, para el que no cree que este conjunto particular de
tomos es una realidad independiente, y para quien la causa sutil no
admite percepcin, no hay desde luego ningn substrato; y por tan-
to casi todo conocimiento es falso, porque no tiene verdad y no
posee la forma de lo real. De ah que hay un substrato (indepen-
diente de las partes constitutivas), el cual es el objeto de la modifi-
cacin mental PRECISA.
Los recuerdos de palabras y sus significados tiene sus propias
asociaciones para la persona que no es un yo yogui. Si un joven
recin casado dice: mi esposa, esta palabra tiene su fragancia
para l. La palabra y su significado letra en la fragancia de la pre-
sencia de su esposa. Esa misma palabra le trae un olor de tragedia
a un viudo. Para aquel que podra a su mujer, esta misma palabra
le huele a odio. Para l yogui no le huele a nada excepto a su pro-
pio significado. Para el joven que est abrazando a su mujer, la
palabra y su significado desaparecen. En realidad l no tiene una
idea de la forma ni del nombre de ella etctera. De la misma ma-
nera, para l existe el contenido de la Creacin, la Consciencia del
Seor que se extiende por todos lados. Todas las sustancias, exis-
tencias, personas, nombres y diversas naturalezas dejan de existir
para l. Este estado es el Samadhi que excluye la actividad psi-
colgica.
Los comentadores reclamaban que este segundo estado de Sa-
madhi es ms elevado que el descrito anteriormente. Patanjali no
propone esto. Un comentario que ensombrece el texto es algo ex-
cesivo y es el resultado del excesivo entusiasmo. Har un verdade-
ro yogui no hay superior ni inferior, sino que todos los estados
tienen su espacio en l. El yogui existe en cualquier estado segn
la necesidad. Por tanto para l no hay superior ni inferior y todo es
la extensin de la Consciencia del seor en l.

150
Libro I

44. Ambos procesos de concentracin, con o sin la accin


sensata de la mente, pueden ser aplicados tambin a
cosas sutiles.

El significado de este aforismo est claro y no necesita explica-


ciones. La palabra "sutil" tiene un significado muy amplio, pero
(desde el punto de vista de Patanjali) se aplica ms frecuentemen-
te a ese algo esencial, de lo cual somos conscientes despus de
haber empleado los cinco sentidos. Por ejemplo, la rosa es una
forma objetiva tangible, su perfume es la "cosa sutil" tras la for-
ma, la cual expresa su cualidad al esotrico, resultado de los ele-
mentos ms sutiles que producen su manifestacin. Los elementos
ms burdos producen la forma, pero dentro de la forma burda hay
una ms sutil, a la cual podemos llegar por la percepcin aguda o
un claro sentido. En el comentario de la traduccin de Woods,
tenemos palabras que dilucidan esto y si el estudiante avanzado
medita, hallar que son de profundo significado oculto:
"...el tomo de la tierra es producido por los cinco elementos del
fuego, entre los cuales el elemento fuego del olor, predomina.
Anlogamente el tomo del agua es producido por los cuatro
elementos del fuego, entre los cuales el elemento fuego del gus-
to, predomina. En forma similar el tomo del fuego es producido
por los tres elementos del fuego, excluyendo los elementos fue-
go del olor y del gusto, entre los cuales predomina el del color.
Tambin el tomo del viento es producido por dos elementos del
fuego, comenzando con el olor, y entre estos dos predomina el
elemento fuego del tacto. Adems el tomo del aire del elemen-
to fuego es slo sonido".

Si esta idea la extendemos al macrocosmos, veremos que pode-


mos meditar sobre la forma externa de Dios en la naturaleza, con
o sin la accin cabal de la mente. Despus de haber adquirido ex-
periencia en la meditacin y por un acto de la voluntad, el estu-
diante puede meditar sobre la naturaleza sutil subjetiva de Dios,

151
Libro I

tal como se manifiesta bajo la gran Ley de Atraccin, a la que se


refiere el cristiano cuando afirma que "Dios es Amor". La natura-
leza de Dios, la gran fuerza "amor" o atraccin, es la causa de las
"cosas sutiles" veladas por las cosas externas.
Vyasa dice que la concentracin es meditativa cuando el objeto
sutil tiene caractersticas en manifestacin y estn presentes las
limitaciones de conciencia en el espacio, en el tiempo y en la cau-
sa operativa. Se torna ultra-meditativa cuando se convierte en el
objeto mismo y de este modo, como si dijramos, se vaca de su
propia ndole. Las modificaciones mentales imprecisas y precisas
tienen que operar sobre cosas espaciotemporales; las Meditativas
y ultra-meditativas operan sobre los elementos sutiles. As com-
prendemos que cuando trascendemos la accin razonadora, como
lo hace un poeta, o un genio, entonces usamos un poder ms cer-
cano a la penetrante visin del Hombre Espiritual.

152
Libro I

45. Lo denso conduce a lo sutil; lo sutil lleva, por etapas


sucesivas, al estado del ser espiritual puro llamado
Pradhana.

El estudiante debe recordar aqu los grados o etapas sucesivas que


debe pasar, cuando penetra en lo ms ntimo del corazn:
1. Lo denso .... forma, bhutas, envolturas racionales tangibles.
2. Lo sutil ....... la naturaleza o cualidades, los tanmatras, los indriyas o
los sentidos, los rganos sensorios y lo que se siente.

stos pueden ser aplicables a los planos de los tres mundos, que
conciernen al hombre; tienen ntima relacin con los pares de
opuestos que l debe equilibrar en el plano emocional. Tras ellos
tenemos ese estado equilibrado denominado Pradhana, que es la
causa de lo que puede tocarse fsicamente y percibir sutilmente.
Este estado de equilibrio puede ser denominado sustancia primaria
insoluble, materia unida al espritu, no obstante indiferenciada, sin
forma o marca alguna caracterstica. Detrs de estos tres, tenemos
nuevamente el Principio Absoluto, siendo los nicos que el hom-
bre puede conocer mientras est en manifestacin. Vivekananda
en su comentario dice:
"Los objetos densos constituyen los elementos y todo lo que se
construye con ellos. Los cinco objetos son los Tanmatras o las
cinco partculas. Los rganos, la mente (el conjunto de los senti-
dos), el egotismo, la sustancia mental (causa de toda manifesta-
cin), el estado de equilibrio de sattvas, rajas y tamas (las tres
cualidades de la materia. A.A.B.) llamado Pradhana (Jefe), Prakri-
ti (naturaleza) o Avyakta (in manifestado), los cuales estn in-
cluidos en la categora de los cinco objetos, nicamente Purusha
(el alma) queda exceptuada de esta definicin."

Vivekananda traduce evidentemente Purusha como "alma"; pero


comnmente se traduce como Espritu y se refiere al primer aspecto.

153
Libro I

Como se dijo antes, ascendemos desde las formas externas hacia


las imgenes mentales, y desde las imgenes mentales a las ideas,
cualidades y principios. Finalmente, hasta el substrato puro que
sostiene a todas las cosas.
A medida que ascendemos desde las cosas externas materiales que
estn sealadas por la separatividad, siendo ello su caracterstica
principal, como los guijarros se hallan separados entre s; a medi-
da que ascendemos, primero, a las imgenes mentales que se so-
breponen y juntan lo mismo en el espacio que en el tiempo, luego
a las ideas, a los principios, digamos finalmente a ms puras esen-
cias, acercndonos cada vez ms a la unidad. O podemos ilustrar
este asunto de la manera siguiente: el yo corpreo y externo es de
un todo distinto y separado en cada quien por la forma, el nombre,
el sitio y la substancia; nuestro yo mental, de substancia ms sutil,
se une a los otros y se separa de ellos, se separan y se unen siem-
pre, en constante conmocin e intercambio; nuestro yo espiritual
alcanza la verdadera consciencia por la unidad, donde el muro de
separacin no existe ya entre nosotros y l ms elevado, ni entr
nosotros y los dems, llegamos a ser perfectos en el Uno. Los ms
altos bienes son posedos por todas las almas puras, cuando estn
unidas. As ascendemos de la separatividad a la verdadera indivi-
dualidad en la unidad.

154
Libro I

46. Todo esto es meditacin con simiente.

Los cuatro ltimos aforismos tratan de las frmulas de concentra-


cin construidas alrededor de un objeto. Dicho objeto podr con-
cernir a lo sutil e intangible, desde el ngulo del plano fsico, no
obstante (desde el punto de vista del hombre real o espiritual) im-
plica la realidad del no-yo, quien se ocupa de lo que (en cualquie-
ra de sus aspectos) puede conducirlo a los reinos que no son pri-
mordialmente los del espritu puro. Sin embargo, debe recordarse
que las cuatro etapas son necesarias y deben preceder a todo otro
conocimiento ms espiritual. La mente del hombre no est consti-
tuida como para poder captar las cosas del espritu. A medida que
pasa de una etapa de meditacin "con simiente" a otra, se acerca
cada vez ms la fuente de todo conocimiento, y oportunamente
se pondr en contacto con aquello sobre lo cual medita. Entonces
comprender la naturaleza del pensador como espritu puro y des-
aparecern pasos, etapas, objetos, simientes, rganos, formas
(densas o sutiles) y slo se conocer el espritu y tambin sern
trascendidos el sentimiento y la mente, y slo se ver a Dios Mis-
mo; ya no se sentirn las vibraciones inferiores ni se ver el color;
nicamente se conocer la luz; desaparecer la visin y slo se
oir el sonido o palabra. Permanecer el "Ojo de Shiva'', con el
cual el vidente se identificar.
En la cudruple eliminacin que antecede, se insinan las etapas
para llegar a la comprensin, que conducen al hombre fuera del
mundo de la forma, al reino de lo amorfo. El estudiante hallar
interesante comparar las cuatro etapas, por las cuales se desarrolla
la meditacin "con simiente", con las cuatro ya mencionadas.
Tambin podra indicarse que en cualquier meditacin donde se
reconoce la conciencia, est presente un objeto; en cualquier me-
ditacin donde el perceptor es consciente de lo que va a ver, to-
dava hay una percepcin de la forma. nicamente cuando se
pierden de vista todas las formas y el campo de conocimiento, y se
conoce el conocedor por lo que esencialmente es (estando sumer-

155
Libro I

gido en la contemplacin de su propia naturaleza espiritual pura),


puede llegarse a la meditacin ideal sin frmula, sin simiente, sin
objeto. En este punto fallan el lenguaje del ocultista y el del msti-
co, porque el lenguaje concierne a la objetividad y su relacin con
el espritu. Por lo tanto, esta condicin superior de meditacin es
comparada al estado de sueo o trance, pero es la anttesis del
sueo fsico o del trance del mdium, porque el hombre espiritual
est plenamente despierto en esos planos que trascienden toda
descripcin. Es consciente plenamente de su Identidad directa-
mente espiritual.
Los estados de trabajo descritos en I.17-19 y I.42-45 son samdhis
con semilla. Es interesante notar que los seis sutras descritos ante-
riormente pertenecen a funciones del cerebro. La fuente del anli-
sis o su ausencia se hallan en el cerebro frontal. La fuente de la
investigacin y su ausencia se hallan en el cerebro posterior. El
origen de la alegra (nanda) se halla en la base del cerebro, y la
individualidad (asmit) en su cima del cerebro.
Puesto que el pensamiento depende de un objeto, aunque ste sea
sutil o incluso una idea simple, se encuentra limitado. En trminos
de Patanjali, hay semillas. La contemplacin con semillas se
relaciona con la cesacin consciente del pensamiento (I.17) que
deja huellas y, en consecuencia, depende de las impresiones su-
bliminales. Los procesos cognoscitivos como las percepciones
analtica, reflexiva, con alegra y egocntrica, se basan en anterio-
res experiencias. Si se desea alcanzar la pura tranquilidad del yo-
ga, tales experiencias deben cesar de producir nuevas experien-
cias. El Hombre Espiritual tiene todava que obtener plenamente
la consciencia de s mismo, en su propio reino, despojado por en-
tero de los velos psquicos.

156
Libro I

47. Cuando se ha alcanzado este estado supercontemplati-


vo, el yogui adquiere la comprensin espiritual pura, por
medio de la quietud equilibrada de la sustancia mental o
chitta.

Las palabras snscritas empleadas en este aforismo slo pueden


ser traducidas en trminos claros, empleando ciertas frases que
hacen ms comprensible la versin. Textualmente podra decirse
que el aforismo es as: "La clara perspicacia viene por la quietud
de la mente o chitta". A este respecto debe recordarse que la idea
implicada es la pureza, en su verdadero sentido, lo cual significa
"libre de toda limitacin", y por lo tanto constituye el logro del
conocimiento espiritual. El resultado es contacto del alma con la
mnada o espritu, y el conocimiento de este contacto es trasmiti-
do al cerebro fsico.
Esto es posible slo en una etapa muy avanzada de la prctica de la
yoga, cuando la sustancia mental est completamente aquietada. Se
conoce el Padre en el Cielo, tal como lo revela el Hijo a la Madre.
Slo sattva (ritmo) se manifiesta, pues rajas (actividad) y tamas
(inercia) han sido dominados y controlados. Debe recordarse que
sattva se refiere al ritmo de las formas, donde acta el yogui, y slo
cundo expresan el ms elevado de los tres gunas (o cualidades de
la materia) se llega a conocer el aspecto espiritual o ms elevado,
nicamente cuando rajas domina se conoce el segundo aspecto;
slo cuando tamas prevalece se conoce el aspecto inferior. Existe
una interesante analoga entre el aspecto inercia (tamas) de la mate-
ria y la condicin de los cuerpos del yogui, sumido en el samadhi
ms elevado Entonces el movimiento sttvico o rtmico es tan com-
pleto, que al hombre comn le parece haber logrado un estado de
quietud, constituyendo la sublimacin de la inercia o condicin
tamsica de la sustancia ms densa.
Sern de utilidad las palabras extradas del comentario de este
aforismo, en la traduccin de Woods:

157
Libro I

"Liberado de la oscuracin causada por la impureza, sattva o sus-


tancia pensante, cuya esencia es luz, afluye en continua diafani-
dad, no superada por rajas ni tamas. Esto es claridad. Cuando
surge esta claridad en el estado equilibrado superreflexivo, el
yogui alcanza la imperturbable calma interna, es decir, la visin
del destello (sputa) de percepcin interna, que no atraviesa su-
cesivamente un orden graduado (de los procesos comunes de la
experiencia), teniendo por objetivo la cosa tal como realmente
es... Impureza es el acrecentamiento de rajas y tamas. Es la con-
taminacin, cuya caracterstica distintiva es oscuracin. Claridad
es estar libre de esto".

El hombre ha logrado (gracias a la disciplina y la prctica de los


mtodos de yoga y por la perseverancia en la meditacin) desli-
garse de todas las formas e identificarse con lo amorfo.
Ha llegado al centro del corazn de su ser. Desde este punto de
comprensin espiritual pura, puede actuar acrecentadamente en el
futuro. Con la prctica, fortalece esa comprensin, de manera que
contempla toda vida, trabajo y circunstancias, como una procesin
pasajera que no le concierne. Sin embargo, puede dirigir sobre
ellos el faro del espritu puro; l mismo es luz, se conoce a s
mismo como parte de la "Luz del mundo" y "en esa luz ver la
luz". Conoce las cosas tal cual son, y se da cuenta que todo lo que
hasta entonces ha considerado como real, slo es ilusin. Ha hora-
dado el gran maya y lo ha sobrepasado, llega hasta la luz que lo
produce, y no le es posible en el futuro cometer errores; su sentido
de los valores es correcto, y su sentido de proporcin exacto. No
est sujeto al engao, sino libre de la ilusin. Cuando este punto es
comprendido ya no le afecta el dolor ni el placer, sumergindose en
la beatitud qu otorga la comprensin de s mismo.
Cuando surge esta transparencia ultrarreflexiva en el, el yogui
logra una firme paz interior que se transforma en la mas luminosa
y brillante luz de conocimiento instantneo acerca del objeto en su

158
Libro I

autntica naturaleza, es decir, sin secuencia temporal y en todos


sus aspectos. En este sentido, se ha afirmado: igual que la perso-
na que ha subido la montaa contempla a los que se encuentran en
el valle, el yogui que ha logrado la inalterable paz interior y se
encuentra liberado del dolor, contempla el sufrimiento de los de-
ms seres. El Maestro K. H. dice que esta lucidez es alcanzable
por la mayora de los hombres y no un don especial, sino el fruto
del trabajo constante.
Cuando pensamos en algo, ese algo existe como un objeto y es
algo objetivo para nuestra mente. Eso significa que esta separado
de nuestra subjetividad y por tanto existe como no yo para noso-
tros. Cuando se medita en su naturaleza, empiezan a desprenderse
su nombre y sus diversas cualidades. Su naturaleza existe como
una necesidad de lo dems. Cuando desaparecen los medios de
identificacin, entonces existe para nosotros su naturaleza bsica.
Cuando somos adeptos o expertos en desprender incluso su natu-
raleza-semilla de nuestra cognicin, nuestro concepto se queda
entonces en nuestro ser y existe como nuestro ser, como nuestro
yo o como nosotros mismos. Cuando se llega a realizar este
proceso con desahogo, uno experimenta la tranquilidad. Ese algo
existe en un lugar de nuestra mente y su contenido o significado
es eso mismo. Eso mismo significa nosotros mismos en ese esta-
do. Eso es lo que se llama Atman l (Espritu Universal) entonces
la estabilidad de la mente se hace absolutamente estable.

159
Libro I

48. Su percepcin es ahora infaliblemente exacta, o su


mente revela nicamente la Verdad.

Se han trascrito ambas traducciones, pues parece que juntas dan


una idea ms real que separadas. La palabra "exacta" se emplea en
su sentido oculto y se refiere a la forma en que el Perceptor obser-
va los fenmenos. El mundo de ilusin o mundo de la forma, debe
ser conocido con exactitud. Significa, literalmente, que debe apre-
ciarse la relacin de cada forma con su nombre o palabra original.
Cuando culmine el proceso evolutivo, cada forma de manifesta-
cin divina deber responder exactamente a su nombre, o a la pa-
labra que estableci el impulso original y trajo as una vida a la
existencia. En consecuencia, en la primera traduccin se hace re-
saltar esta idea y se indican los tres factores,
1. la idea,
2. la palabra,
3. la forma resultante,
que inevitablemente traen consigo otra triplicidad,
1. el tiempo que conecta a las tres,
2. el espacio que produce a las tres,
3. la evolucin, el proceso de produccin.

Uno de sus resultados es la demostracin de la ley y el exacto


cumplimiento del propsito de Dios. Esto lo comprende el yogui
que ha logrado eliminar de su conciencia todas las formas y ha
percibido todo lo que se halla detrs de las formas. La segunda
traduccin revela cmo lo hace. Como la sustancia mental est
perfectamente aquietada y el hombre polarizado en ese factor que
no es la mente, ni ninguna de las envolturas, puede trasmitir al
cerebro fsico, inequvocamente, con exactitud y sin errores, lo
percibido en la Luz del Shekinah, procedente del Snctum Santo-
rum, donde el hombre ha conseguido penetrar. Se conoce la ver-
dad y queda revelada la causa de todas las formas en todos los

160
Libro I

reinos de la naturaleza. sta es la revelacin de la verdadera ma-


gia, la clave de la gran obra mgica en la que todos los verdaderos
yoguis y adeptos participan.
En contraposicin al modo gradual en que se adquiere el conoci-
miento ordinario, la penetracin gnstica (praj) nacida del ms
elevado xtasis surge como un destello completa en s misma y
fuera de toda progresin. Se revela el objeto en su esencia y por
esa razn se dice que lleva en si la verdad, es decir, genuina-
mente infalible. El objeto es conocido como es en si, de una vez
por todas, por medio de una inmediata y pura apercepcin sin lu-
gar a error. Praj es la transparencia, es como una visin median-
te la cual la mente pura y atenta capta al objeto en su totalidad, en
forma no discursiva y simultneamente. Estas caractersticas co-
rresponden a las caractersticas del conocimiento intuitivo segn
la concepcin occidental. No todo conocimiento intuitivo es por-
tador en si o consigo de la verdad; nicamente la praj yguica, o
sea, aquella que se da en la etapa del proceso yguico que inme-
diatamente precede la represin total y absoluta de todas las acti-
vidades de la mente. La mente, por un largo trabajo de anlisis, ha
ido particularizando todos los detalles y elementos componentes
del objeto, que luego capta en su totalidad y simultneamente en
el acto del conocimiento intuitivo. Toda dualidad y toda relativi-
dad se desvanecen. La intuicin entonces, reemplaza a todas las
dems formas de conocimiento.
Este conocimiento (praj) es un componente esencial del Yoga y
comprende tres grados o niveles. El primero es seguir las instruc-
ciones de las escrituras y de los maestros; el segundo es la supera-
cin mediante razonamiento e inferencia de las objeciones a las
enseanzas que han sido estudiadas, y la adecuada afirmacin en
ellas; el tercero es el entusiasmo en la prctica constante de la
meditacin sobre aquello que ha sido establecido en los dos pasos
anteriores. Perfeccionando el conocimiento con estos tres mto-
dos, el yogui alcanza el estado de Yoga.

161
Libro I

El estudiante se ha convertido en su guerrero interno, quien es


incapaz de dar un golpe en falso, porque es infinitamente ms
sabio y fuerte que su representante humano. El es tu propio ser,
mientras t eres finito y sujeto a error. El es eterno y seguro. El es
la verdad eterna. Slo este hombre espiritual puede captar la
Verdad, Dios, la Realidad; nunca podr captarla nada inferior a l.
Como dice Robert Broewning: La Verdad est dentro de noso-
tros; no proviene de cosas externas, aunque as lo creas. Existe un
centro ntimo en nosotros, donde la verdad mora en su plenitud; y
el saber consiste ms bien en encontrar un camino por el cual
pueda escaparse el esplendor aprisionado, que en abrirle entrada a
una luz que se supone est afuera.

162
Libro I

49. Esta percepcin particular es excepcional y revela lo


que la mente razonadora, mediante el testimonio, la
inferencia y la deduccin, no puede revelar.

Este aforismo significara que la mente del hombre, en sus diversos


aspectos y empleos, puede revelar las cosas que conciernen a la
objetividad; pero nicamente la identificacin con el espritu puede
revelar la naturaleza y el mundo del espritu, "Ningn hombre ha
visto a Dios en momento alguno; el nico Hijo Unignito, que mora
en el seno del Padre, Lo ha revelado". Hasta que el hombre se reco-
nozca como un Hijo de Dios, hasta que el Cristo se manifieste en el
hombre y la vida crstica alcance plena expresin, hasta que el
hombre sea uno con la realidad espiritual interna, su verdadero Yo,
ser imposible obtener el conocimiento especfico aqu referido
(conocimiento de Dios y del espritu, independiente de la materia o
forma). El testimonio de las edades seala la existencia de una fuer-
za o vida espiritual en el mundo; de la experiencia extrada de la
vida de millones de seres se infiere que el espritu existe; de la con-
sideracin del mundo o gran maya, se deduce que una causa exis-
tente y persistente por s misma, est. detrs de ese maya. Sin, em-
bargo, slo el hombre capaz de trascender todas las formas y las
limitaciones en los tres mundos (mente, emocin y las cosas de los
sentidos, o "el mundo, el demonio y la carne") puede saber, ms
all de toda controversia y argumento, que Dios es y que l mismos
es Dios. Entonces conoce la verdad y la verdad lo libera.
El campo del conocimiento, los instrumentos de conocimiento y el
conocimiento mismo son trascendidos, y el yogui llega al gran
conocimiento de que slo existe Dios, de que Su vida es Una y
que palpita en el tomo microscpico y tambin en el tomo ma-
crocsmico. Con esta Vida l se identifica. La descubre en el co-
razn de su propio ser, y all puede fusionarse con la vida de Dios,
tal como existe en el ltimo tomo primordial, o puede expandir
su conocimiento, hasta conocerse a s mismo como la vida del
sistema solar.
163
Libro I

Denota este aforismo que hemos de adquirir el conocimiento de los


objetos ordinarios por directa percepcin, por lo que de esta per-
cepcin infiramos o por el testimonio de quienes sean competentes.
Los yoguis slo consideran competentes a los Adeptos y Maestros
de Sabidura, videntes de los pensamientos expuestos en los Vedas.
Segn los yoguis, la nica prueba de las Escrituras es que son el
testimonio de personas competentes, aunque aaden que las Escri-
turas no pueden conducirnos al conocimiento. Podemos leer todos
los Vedas y sin embargo no conocer nada, pues para llegar al cono-
cimiento hemos de practicar sus enseanzas y entonces alcanzare-
mos aquel estado en que se realiza lo que dicen las Escrituras, el
testimonio ajeno, por muy superior que sea, no es suficiente para
alcanzar la verdad y la liberacin. Esto es lo que significa el afo-
rismo. La prctica, el conocimiento real es la verdadera religin.
Todo lo dems slo sirve de preparacin.
Escuchar conferencias, leer libros o razonar no es ms que preparar
el terreno; pero no es el Camino. El asentimiento intelectual o el
disentimiento intelectual no es suficiente. La idea cntrica de los
yoguis es que as como nos ponemos en directo contacto con los
objetos de los sentidos, as la religin puede percibirse directa-
mente por un mucho ms intenso sentido. Las verdades de la reli-
gin, como Dios y el alma, no pueden percibirse por los sentidos
externos. No puedo ver a Dios con mis ojos ni tocarlo con mis ma-
nos, y tambin sabemos que no podemos razonar ms all de los
sentidos. La razn nos deja en un punto completamente indeciso.
Podemos estar razonando toda la vida, como las gentes han estado
razonando durante millares de aos, y el resultado ha sido que nos
vemos incompetentes para aprobar o desaprobar los hechos relati-
vos a la Verdad. Tomamos por base lo que percibimos directamente
y sobre esta base razonamos. Por lo tanto, es evidente que el razo-
namiento se mantiene entre los lmites de la percepcin y no puede
ir ms all, y en consecuencia el campo del verdadero conocimiento
transciende la percepcin sensoria. Los yoguis afirman que el hom-
bre puede trascender el campo de su percepcin sensoria y tambin

164
Libro I

el de su razn. El hombre tiene en s la facultad, la potencia de tras-


cender su intelecto, y esta potencia la posee todo ser humano. Por
medio de la prctica de la Yoga se actualiza dicha potencia, y en-
tonces el hombre transciende los ordinarios lmites de la razn y
percibe directamente cosas que estn ms all de la razn.

165
Libro I

50. Es hostil a las dems impresiones o las reemplaza.

Antes de alcanzar la verdadera percepcin, el observador ha de-


pendido, para comprobar la verdad, de tres mtodos, limitados e
imperfectos, que son:
1. Las percepciones sensorias. Por este mtodo el morador en
el cuerpo comprueba la naturaleza del mundo objetivo, va-
lindose de sus cinco sentidos, Conoce la objetividad y tan-
gibilidad a medida que oye, ve, toca, gusta y huele las cosas
del mundo fsico. Sin embargo, se ocupa de los efectos que
produce la vida subjetiva; pero no tiene indicios de las cau-
sas o las energas subjetivas, de las cuales aquellos son el
producto. En consecuencia, la interpretacin de los mismos
es falsa, lo conduce a una identificacin errnea y a una se-
rie de valores equvocos.
2. La percepcin mental. A travs de la mente, el observador
es consciente de otros grados de fenmenos; se pone en
armona con el mundo del pensamiento, o con esa condi-
cin de la sustancia donde se registran los impulsos menta-
les de nuestro planeta y de sus habitantes, lo mismo que
con las formas creadas por estos impulsos vibratorios que
expresan ciertas ideas y deseos y en la actualidad princi-
palmente estos ltimos. Debido a la errnea percepcin re-
sultante del empleo de los sentidos y de la equvoca inter-
pretacin de las cosas percibidas, tales formas mentales son
en s deformaciones de la realidad y expresan nicamente
los bajos impulsos y reacciones que emanan de los reinos
inferiores de la naturaleza. Debe recordarse que slo cuan-
do el individuo comienza a emplear realmente su cuerpo
mental (en vez de ser empleado por ste) hace contacto con
las formas mentales creadas por los guas de la raza, perci-
bindolas con toda exactitud.

166
Libro I

3. El estado supercontemplativo. En esta condicin la per-


cepcin es infaliblemente correcta y los otros mtodos de
visin se observan en su correcta proporcin. El observador
ya no necesita de los sentidos, excepto para efectuar en los
planos respectivos su trabajo constructivo. Entonces posee
una facultad que lo salvaguarda de todo error y un sentido
que le revela nicamente las cosas tal cual son. Las condi-
ciones que rigen este estado se pueden enumerar como:
a. El hombre est polarizado en su naturaleza espiri-
tual.
b. Se reconoce y acta como el alma, el Cristo.
c. La sustancia mental o chitta se halla en estado de
quietud.
d. El sutratma o hilo funciona adecuadamente; sus
cuerpos inferiores estn alineados, y se produce un
canal directo de comunicacin con el cerebro fsico.
e. El cerebro est entrenado para servir nicamente
como delicado receptor de las impresiones de la
verdad,
f. El tercer ojo est en proceso de desarrollarse. Ms
tarde, a medida que se despiertan los centros y son
controlados conscientemente, ponen al hombre en
armona con los diversos septenarios de energa,
en los siete planos del sistema; debido a que se de-
sarrolla la facultad de percibir la verdad, el hombre
est protegido del error y del peligro.

Esto lo ha expresado clara y hbilmente Charles Johnston al co-


mentar este aforismo:
"Cada estado o campo de la mente, cada campo de conocimien-
to (por as decirlo) alcanzado por las energas mental y emocio-
nal, es un estado squico, as como la imagen mental de un esce-
nario y los actores, es un estado o campo squico. Cuando la vi-

167
Libro I

sin pura del poeta, del filsofo, del santo, abarca todo el cam-
po, las imgenes y visiones menores son todas desalojadas. Esta
elevada conciencia desplaza a todas las conciencias menores. No
obstante, en cierto sentido, lo que se ve como parte, an en la
visin de un sabio, contiene todava un elemento de ilusin, un
sutil velo squico, no importa cun puro y luminoso sea. Es el
ltimo y ms elevado estado squico".

Cuando el yogui ha alcanzado el conocimiento en samdhi, el


saskra que este conocimiento produce se multiplica sin cesar.
El conocimiento debe producir su huella (saskra). A medida
que este conocimiento se prolonga, este saskra especial aumen-
ta. Pero el producto de este conocimiento que se genera de la me-
ditacin sobre el objeto, es diferente de s mismo. El saskra
producido por el conocimiento que posee la verdad, suprime el
antiguo depsito acumulado de los saskras ordinarios; puede
hacerlo as porque esta producido por un objeto diferente, que es
el objeto "tal cual es". El depsito acumulado recibe ese nombre,
"permanece all", hasta la liberacin. Cuando el depsito acumu-
lado de los saskras activadores ha sido superado por el
saskra del conocimiento en samdhi, ya no surge ningn vtti
de l. Por tanto, cuando las modificaciones exteriores se han in-
hibido por completo, el samdhi cognitivo se convierte para el
yogui en algo habitual. De este samdhi surge praj, y de praj
se deriva otro saskra (del mismo tipo).
La aparicin del conocimiento de purua (Alma) y la existencia de
saskras es una contradiccin. Quien no tenga sed en absoluto no
desear beber. Del mismo modo, al contemplar a purua, nada le
queda a la mente por hacer, y nadie siente que deba hacer algo que
ya esta hecho. Podemos poner el ejemplo de varios ros, los cuales
son ras antes de llegar al ocano, siendo cada uno de ellos diferentes
antes de llegar al mar. Desde el momento en que llegan al ocano, es
el ocano el que existe, no ya los ros. De modo parecido, todas las
asociaciones pierden su identidad y se identifican con la Verdad.

168
Libro I

51. Cuando este estado de percepcin se ha refrenado o


es reemplazado, se alcanza el estado puro de Sa-
madhi (sin semilla).

El gran instructor Patanjali, despus de guiarnos por las distintas


etapas de la conciencia en expansin, desde la meditacin -"con
simiente" a sa donde los sentidos y la mente son reemplazados,
nos conduce a ese estado del que no tenemos terminologa ade-
cuada para describirlo. El yogui de Oriente aplica la palabra sa-
madhi a ese estado de conciencia en que hace contacto, ve y cono-
ce el mundo donde acta el hombre espiritual y los planos y cam-
pos amorfos de nuestro sistema solar. El vidente, empleando el
instrumento que se le ha proporcionado, hace contacto, a volun-
tad, con el campo de conocimiento de los tres mundos, el reino de
maya y de la ilusin; pero se le abre un nuevo mundo en e! cual ve
que su conciencia es una con todas las dems energas o expresio-
nes conscientes de la Vida divina. Se descorre el ltimo velo de la
ilusin; ve la gran hereja de la separatividad en su naturaleza real,
y el vidente puede decir con Cristo:
"Pero no ruego solamente por stos, sino tambin por quie-
nes han de creer en m a travs de su palabra; para que todos
sean uno, como T, oh Padre en m y yo en ti, que tambin
ellos sean uno con nosotros, para que el mundo crea que T
me enviaste. La gloria que me diste yo les he dado, para que
sean uno, as como nosotros somos uno. Yo en ellos y T en
m, para que sean perfectos en la unidad, para que el mundo
conozca que T me enviaste y que los has amado a ellos como
tambin a m me has amado." (Jn. 17: 20-2,3).

Sera un error considerar este Samadhi sin semilla como un simple


trance en el cual la conciencia estuviera vaca de su contenido.
En efecto, no es el vaco absoluto. El estado y el conoci-
miento que, a la vez, indica esta palabra, se refieren a la ausencia
total de los objetos de la conciencia, y no a una conciencia absolu-

169
Libro I

tamente vaca. Pues la conciencia, por el contrario, est llena, en


este momento, llena hasta la saturacin de una intuicin total y
directa del Ser. Fijada en el samdhi, la conciencia (citta) puede
tener ahora la revelacin inmediata del Alma (purua). Por el solo
hecho de que esta conciencia se realiza, es abolido el dolor de la
existencia.
Raja-Yoga es la eliminacin progresiva del complejo mental
(citta) con el fin de obtener la pura conciencia de si mismo. En
este estado slo permanece el depsito subliminal de la concien-
cia emprica. Como se ha explicado en conexin con el aforismo
I.18, el entramado de activadores subliminales es la fuerza res-
ponsable de la produccin de los distintos estados de conciencia
y, por tanto, la ltima fase del proceso yguico de involucin
debe ser la destruccin de esta misma red subconsciente.
Recordemos que la finalidad de todos nuestros esfuerzos es la
visin del Yo en s mismo. No podemos percibir directamente el
Yo porque est mezclado con la materia, con la mente y con el
cuerpo. El ignorante cree que su cuerpo es el Yo y el hombre culto
se figura que su Yo es la mente, pero ambos yerran. Por qu el
Yo, el alma humana se mezcla con la materia, la mente y el cuer-
po? Diferentes ondulaciones del chitta se levantan y envuelven el
alma. Slo vemos a travs de dichas ondulaciones un dbil reflejo
del alma. Por tanto, si la ondulacin es de clera vemos el alma
colrica, y el hombre dice: "Estoy colrico." Si la ondulacin es
de amor, nos vemos reflejados en ella y decimos que amamos. Si
la ondulacin es de flaqueza, el alma se refleja en ella y nos sen-
timos dbiles. Estas diversas ideas provienen de las impresiones
que cubren el alma. La verdadera naturaleza del alma no se podr
percibir mientras haya la ms leve ondulacin en el lago De chitta.
Hasta que no cesen las ondulaciones no se podr percibir la ver-
dadera naturaleza del alma. As es que Patanjali nos ensea prime-
ro el significado de las ondulaciones; en segundo lugar, el mejor
medio de reprimirlas; y terceramente, cmo hacer una ondulacin
tan intensa que contrarreste y anule todas las dems impresiones,

170
Libro I

o como si dijramos que el fuego devore al fuego. Cuando slo


quede una ondulacin o sea una impresin, fcil tambin ser re-
primirla y una vez reprimida, se alcanza el estado de samadhi sin
semilla, que no deja impresin alguna, y el alma se manifiesta tal
como es, en todo su esplendor. Slo entonces reconocemos que el
alma no es un compuesto, sino la eterna substancia simple del
universo, y como tal no puede nacer ni puede morir. Es inmortal,
indestructible, la siempre viva esencia de la inteligencia.
Como dice Vyasa: Cuando la mente cesa de actuar ms, el Espritu
permanece en su propio ser verdadero, absolutamente libre y suelto;
a esto se le llama MUKTA, es la Verdad sin semilla. Por fin queda,
en libertad el Espritu, y el hombre entra, en su propio reino. As
termina el Libro Primero, en el cual se describen los estados de medi-
tacin, el objeto y la explicacin de Yoga, sus medios y sus clases.

El Libro Segundo describe la prctica de Yoga, los pasos hacia, la


Unin, los medios de crecimiento del alma, y, en muchos senti-
dos, es el ms prctico y comprensible de los cuatro Libros de
esta gran obra.

171
172
LOS AFORISMOS DE LA YOGA
DE PATANJALI

SEGUNDO LIBRO Sadhana Pada 55 Sutras

Los Pasos Hacia la Unin.


c. Los cinco obstculos y su eliminacin.
d. Definicin de los ocho mtodos.
Tema: Los mtodos de realizacin.

Disminucin de las causas mas evidentes de afliccin (II.1-II.9)

1. La yoga de accin, que conduce a la unin con el alma,


es aspiracin ardiente, lectura espiritual y devocin a
Ishvara.

Tengamos presente que comenzaremos el Libro Segundo, donde


se delinea la parte prctica del trabajo, que proporciona las reglas
a seguir, si el aspirante quiere alcanzar la meta, e indica los mto-
dos que traern el conocimiento de la conciencia espiritual. En el
Libro Primero se trat el objetivo. Al finalizar el Libro Primero el
aspirante lgicamente exclama: Cun bueno y deseable es, pero
cmo se logra, qu debo hacer, dnde comenzar?
Patanjali empieza por el principio, y en el Libro Segundo indica:
1. Los requisitos bsicos de la personalidad.
2. Los obstculos que pueden ser observados por el discpulo decidido.
3. Los ocho "mtodos de yoga" o los ocho tipos de actividad, que
traern los resultados necesarios.

173
La misma sencillez de este delineamiento hace que tenga un valor
extremadamente grande; no hay confusin ni disertaciones com-
plejas sino una exposicin clara y simple de los requisitos.
Sera conveniente tratar aqu las distintas yogas, a fin de dar al
estudiante un claro concepto respecto a sus diferencias y cultivar
as la discriminacin. Tres son las principales yogas, las dems
forman parte de uno de estos grupos:
1. Raja Yoga .............. la yoga de la mente o de la voluntad.
2. Bhakti Yoga .......... la yoga del corazn o del devoto.
3. Karma Yoga .......... la yoga de la accin.

Raja Yoga se destaca por s misma, y de todas las yogas es la so-


berana; es el resumen de las dems, la culminacin y lo que com-
pleta la tarea de desenvolvimiento del reino humano. Es la ciencia
de la mente y la voluntad plena de propsito, y somete la envoltura
superior del hombre en los tres mundos, al Regidor interno. Esta
ciencia coordina al triple hombre inferior, obligndolo a adoptar la
posicin de que slo es el vehculo para el alma o Dios interno.
Incluye las dems yogas, y se beneficia de sus realizaciones. Sinte-
tiza el trabajo de la evolucin y corona al hombre como rey.
Bhakti Yoga es la yoga del corazn; consiste en someter todos los
sentimientos, deseos y emociones al bienamado, visto y conocido en
el corazn. Es la sublimacin de todos los amores inferiores y el so-
metimiento de todos los anhelos y deseos, por el nico anhelo de
conocer el Dios del amor y el amor de Dios. Bhakti Yoga fue la "so-
berana" ciencia de la ltima raza raz, la atlante, as como Raja Yoga
es la gran ciencia de nuestra civilizacin. Bhakti Yoga haca de cada
exponente un arhat o lo conduca a la cuarta iniciacin; Raja Yoga
los convierte en adeptos y los lleva al portal de la quinta iniciacin.
Ambas conducen a la liberacin, porque los arhats se liberan del ci-
clo de renacimiento, pero el Raja Yoga les otorga la libertad para
prestar un total servicio y trabajar como Magos Blancos. Bhakti Yo-
ga es la yoga del corazn y del cuerpo astral.

174
Libro II

Karma Yoga tiene una relacin especfica con la actividad del


plano fsico y con la transformacin de los impulsos internos en
manifestacin objetiva. En su forma ms antigua y simple, fue la
yoga de la tercera raza raz, lemuriana, y sus dos expresiones ms
conocidas son:
a. hatha yoga y
b. laya yoga.
Una tiene que ver especficamente con el cuerpo fsico, su actuacin
consciente (no subconsciente ni automtica), y las diversas prcticas
que dan al hombre dominio sobre los diferentes rganos y el entero
mecanismo del cuerpo fsico. La otra tiene que ver con el cuerpo etri-
co, con los centros de fuerza o chakras de ese cuerpo, con la distribu-
cin de corrientes de fuerza y con, el despertar del fuego serpentino.
Si dividirnos el torso humano en tres secciones, podemos estable-
cer que:
1. Karma Yoga dio por resultado el despertar de los cuatro
centros, situados abajo del diafragma.
2. Bhakti Yoga dio por resultado su transmutacin y transfe-
rencia a los dos centros ubicados arriba del diafragma, el
cardaco y el larngeo, en el torso.
3. Raja Yoga sintetiza todas las fuerzas del cuerpo en la cabe-
za, y desde all las distribuye y controla.

Raja Yoga, de la cual Patanjali se ocupa principalmente, incluye los


efectos de las otras. Slo es posible su prctica despus de haber sido
aplicadas las dems, aunque no precisamente en esta vida. La evolu-
cin ha permitido que todos los hijos de los hombres (preparados
para ser chelas o discpulos) pasen a travs de las distintas razas, y en
la raza lemuria (o en la cadena precedente o cielo mayor) todos fue-
ron yoguis de Hatha y Laya Yoga. Esto dio por resultado el desarro-
llo y control del doble cuerpo fsico: el denso y el etrico.

175
Libro II

Al pasar por la raza atlante se desarroll el cuerpo astral o de de-


seos. La flor de esa raza fueron los verdaderos hijos y devotos de
Bhakti Yoga. Ahora, en la raza actual, el ms elevado de los tres
cuerpos debe ser llevado a su pleno desarrollo, y Raja Yoga est
destinado a hacerlo, siendo sta la finalidad del, trabajo de Patan-
jali. La raza actual contribuir a la economa general con este mas
pleno desenvolvimiento, y todos los miembros de la familia
humana (a excepcin de un porcentaje que vino demasiado tarde
para alcanzar el pleno florecimiento del alma) se manifestarn
como hijos de Dios, con poderes divinos desarrollados y utiliza-
dos conscientemente en el plano y cuerpo fsicos.
Segn Patanjali tres cosas efectuarn esto, conjuntamente con la
prctica de ciertos mtodos y reglas, y son:
1. Ardiente aspiracin, la dominacin del hombre fsico de mane-
ra que cada tomo de su cuerpo arda en esfuerzo y fervor.
2. Lectura espiritual, se refiere a la capacidad del cuerpo men-
tal para ver detrs del smbolo, o hacer contacto con lo sub-
jetivo detrs del objeto.
3. Devocin a Ishvara, se relaciona con el cuerpo astral o emo-
cional, la entrega del corazn en amor a Dios Dios en su
propio corazn, Dios en el corazn de su hermano y Dios vis-
to en todas las formas.

Aspiracin ardiente es la sublimacin del Karma Yoga. Devocin


a Ishvara es la sublimacin del Bhakti Yoga, mientras que la lec-
tura espiritual es el primer paso hacia el Raja Yoga.
La prctica del yoga incluye la accin, el logro, la realizacin y la
transformacin. Aqu se explica el primero de estos pasos, que
incluye tres tipos de accin:
1- La aspiracin ardiente: todo esfuerzo en una direccin de-
terminada produce fuego en uno de los tres planos. En el plano
fsico produce calor que es el fuego por friccin. En el plano men-

176
Libro II

tal produce actividad o fuego por liberacin. En el plano espiritual


produce luz o fuego por radiacin. En l plano fsico se manifiesta
como fuerza. En el plano mental se manifiesta como energa. En
el plano espiritual se manifiesta como iluminacin. La regulacin
del quehacer diario para transformar la actividad de la consciencia
desde el plano fisco a los planos mental y espiritual se llama tapas
o aspiracin ardiente. Esta se lleva a cabo a tres niveles: - a nivel
corporal, - a nivel vocal y - a nivel de pensamiento.
Primero la aspiracin a nivel corporal incluye los actos siguientes:
El servicio a los Devas, a su plan, a aquellos que siguen el plan y a
aquellos que conocen el plan, como por ejemplo, purificar el
cuerpo a diario y regular la alimentacin, las horas de sueo y el
trabajo observar pureza en la vida sexual, tener una actitud de no
violencia y comportarse con rectitud con los temas.
Dos la aspiracin a nivel vocal incluye las siguientes prcticas:
El arte de conversar que no estimula las emociones densas, di-
ciendo la verdad de una manera til y agradable en sintona con
las Escrituras Sagradas.
Tercero la aspiracin a nivel de pensamiento incluye las prcticas
siguientes: La tranquilidad de la mente, la ternura de sentimientos,
el silencio hacia las cosas que no se necesitan, una actividad con-
trolada y una purificacin de los sentimientos de afeccin.

2- La prctica de las Escrituras Sagradas, que es el segundo


paso del yoga de la accin. Las escrituras sagradas de todas las
naciones tienen la sabidura eterna de la humanidad y le transmi-
ten la palabra sagrada OM a todos los individuos. La lectura espi-
ritual nos eleva y purifica la mente, ya que la energa sigue al pen-
samiento. Mediante la lectura espiritual las zonas mentales supe-
riores se alimentan y se fortifican estableciendo un nuevo ritmo
superior de pensamiento y comprensin. A s mismo, la lectura
tambin se refiere a la atenta observancia del mundo del alma en
las circunstancias de la vida diaria. A no ser que se practique este

177
Libro II

segundo paso de yoga no es posible cambiar la consciencia de la


naturaleza inferior a la superior. El secreto del descenso del seor
a la creacin para establecer la ley repetidamente a travs del
tiempo slo se har familiar en trminos comprensibles mediante
las Escrituras Sagradas. (Claro est que la formacin que propor-
cionan las diversas escuelas viciosas del mundo no tiene nada que
ver con el contenido de las escrituras sagradas.)

3- La Entrega Total de la naturaleza inferior a la Consciencia


del Seor. "Devocin a Ishvara es un trmino amplio y general
que abarca la relacin del yo personal con el yo superior, Ishvara
o principio crstico en el corazn. Incluye tambin la relacin de
Ishvara individual con Ishvara universal csmico; se refiere a que
el alma del hombre comprende que es parte integrante de la Su-
peralma. Esto da por resultado conciencia grupal, objetivo de la
ciencia soberana.
La devocin involucra ciertos factores cuyo conocimiento ser
para el devoto de gran valor, y son:
1. La capacidad de descentralizarse, de cambiar la propia ac-
titud de autocentralizacin y egosmo por la de entrega al
ser amado. Todas las cosas son consideradas como perdi-
das, con tal de lograr el objetivo de la devocin.
2. La obediencia al objeto amado, una vez conocido, en algu-
nas traducciones se la denomina "obediencia absoluta al
Maestro. Tal la traduccin verdadera y exacta, pero en
vista que la palabra Maestro implica (para el estudiante
esotrico) uno de los adeptos, hemos preferido traducir
como Ishvara", el nico Dios en el corazn del hombre, el
Jiva divino o "punto de vida divina" en el centro del ser
humano. Es el mismo en todo hombre, sea un salvaje o un
adepto; la diferencia- reside en la etapa de manifestacin
y de control. La verdadera ciencia de la yoga nunca ensea

178
Libro II

o exige absoluta obediencia a algn Gur o mahatma, es


decir, el total sometimiento de la voluntad. Se ensea el
sometimiento del hombre inferior a la voluntad del Dios
interno, y todos los mtodos y reglas de yoga tienen esta
finalidad especfica. Esto debe tenerse muy presente. La
lectura espiritual constituye el paso preliminar ms signifi-
cativo y esotrico.

Toda forma es el resultado del pensamiento y del sonido. Cada


forma vela u oculta una idea o concepto, por lo tanto, slo es el
smbolo o supuesta representacin de una idea. Esto se aplica, sin
excepcin, a todos los planos de nuestro sistema solar, donde las
formas son creadas por Dios, el hombre o el deva.
Uno de los objetivos del entrenamiento de los discpulos es capa-
citarlos para cerciorarse de lo que existe detrs de la forma en
cualquier reino de la naturaleza, y as comprobar la naturaleza de
la energa espiritual que la trajo a la existencia.
La vastedad de este simbolismo csmico ser evidente hasta para
el pensador ms superficial, y el principiante en el sendero del
discipulado debe aprender a clasificar en grupos especficos las
muchas formas que expresan determinadas ideas bsicas; debe
interpretar las ideas subyacentes en los smbolos especficos y
descubrir los impulsos caractersticos latentes en cada forma. Pue-
de realizarlo prcticamente en el medio ambiente y lugar donde se
encuentra, descubrir cul es la idea que la forma de su hermano
vela y tambin buscar al Dios que subyace detrs del cuerpo de
todo hombre.
Por consiguiente, el aforismo en consideracin conduce al aspi-
rante al aspecto ms prctico de la vida, lo enfrenta con tres pre-
guntas bsicas, y a medida que trata de responder con correccin,
inevitablemente adquirir la capacidad necesaria para recorrer el
sendero. Las preguntas son:

179
Libro II

a. Hacia qu objetivo tienden todos los anhelos y aspiraciones


de mi alma, hacia Dios o hacia las cosas materiales?
b. Pongo toda mi naturaleza inferior bajo el control de Ishva-
ra, el verdadero hombre espiritual?
c. Veo a Dios en todas las formas y circunstancias, en mis con-
tactos diarios?

Los samadhis o modalidades de concentracin con que termina-


mos el primer captulo son muy difciles de lograr, y por tanto
hemos de proceder lentamente en su prctica. El paso preliminar
es el yoga kriya, que literalmente significa obra, esto es, actuando
hacia el yoga. Los rganos son los caballos, la mente son las rien-
das, el intelecto es el cochero, el alma es el viajero y el cuerpo es
el coche. El dueo de la casa, el rey, el Ser del hombre va sentado
en el coche. Si los caballos son muy fogosos y no obedecen a las
riendas, si el cochero, el intelecto, no acierta a refrenarlos, el co-
che estar en peligro. Pero si los caballos, los rganos, estn bien
regidos y si el cochero, el intelecto, sostiene firmes en sus manos
las riendas, la mente, entonces el coche llegar a su destino. Por
tanto qu significa en el aforismo la mortificacin? Sostener fir-
memente las riendas al guiar el cuerpo y los rganos, de modo que
no se les deje hacer lo que quieran, sino mantenerlos ambos suje-
tos al dominio de las riendas.
En la primera regla Ardiente Aspiracin, es una traduccin muy
libre de la palabra snscrita TAPAS que indica un fuego ardiente.
El mismo fervor de este interno fuego espiritual de determinacin
y aspiracin, quema todas las impurezas y conduce al alma como
antorcha llameante hacia la gran Meta. Ciertamente, sin la luz de
esta voluntad ardiente no sera posible Yoga alguna, pues, como
dice Vyasa, la Yoga no la alcanza nadie en quien no more este
fuego, y la impureza no puede desaparecer sin l.

180
Libro II

2. La finalidad de aspiracin ardiente, lectura espiritual


y devocin a Ishvara, consiste en obtener la visin del
alma y en eliminar los obstculos.

Es interesante notar que las palabras "visin del alma" precede a


la idea de eliminar obstculos u obstrucciones, demostrando que
la visin es posible, incluso para quienes an no se han perfeccio-
nado. La visin a que son susceptibles la mayora de los hijos de
los hombres, llega en los momentos de exaltacin y elevada aspi-
racin, y proporciona el incentivo necesario para producir la de-
terminacin y perseverancia que demanda la eliminacin de los
obstculos. Las palabras: "eliminacin de las obstrucciones" o
"alteracin de los obstculos" (como se traduce algunas veces) es
una expresin amplia y genrica. Los comentadores hindes dicen
que significa tambin la extirpacin de las semillas de esos obst-
culos y su total destruccin por el fuego; as como una semilla
seca y quemada no puede brotar y es estril, as las semillas de las
cuales brotan los obstculos para la vida del espritu, sern anlo-
gamente infecundas. Dichas semillas se clasifican en tres grupos,
las latentes en el cuerpo fsico, las que producen obstculos en el
cuerpo astral y las latentes en el cuerpo mental, produciendo una
gran cosecha de obstculos u obstrucciones, en los tres planos de
la evolucin humana. Cada grupo es de tres tipos, constituyendo
textualmente nueve tipos de simientes:
1. Las tradas de vidas anteriores.
2. Las sembradas en esta vida.
3. Las tradas al campo de la propia vida desde el campo fa-
miliar o racial al que uno pertenece.
Estas simientes obstaculizan u obstruyen la visin del alma y la
libre actuacin de la energa espiritual. Patanjali las clasifica en
cinco tipos, y las trata especficamente. Algunos comentadores tra-
ducen la palabra obstculo por distraccin, siendo los tres trminos

181
Libro II

igualmente correctos, pudiendo emplearse cualquiera de ellos.


Podra decirse que:
a. La palabra obstculo es tcnicamente ms correcta,
cuando se la aplica al plano fsico.
b. La palabra obstruccin es ms iluminadora cuando se la
aplica a esas cosas que, por medio del cuerpo astral, im-
piden la visin del alma.
c. La palabra distraccin se refiere ms especficamente a
las dificultades que encuentra el individuo, al tratar de
aquietar la mente a fin de alcanzar la visin del alma.

La mayora de los hombres dejan que su mente haga lo que se le


antoje como chiquillo mimado. Por lo tanto, es necesario practicar
constantemente la yoga kriya a fin de mantener bien regida la
mente. Los impedimentos contra el yoga provienen de falta de
disciplina y ocasionan sufrimiento. Slo es posible vencer dichos
impedimentos sujetando la mente y mantenindola a raya por me-
dio del yoga kriya. (El yoga kriya aqu desarrollado no hay que
confundirlo con el sistema metdico del Gran Yogui Yogananda).
Vcaspati Mira observa que el kriyyoga puede ocasionar la ate-
nuacin de los obstculos en el camino, pero no la completa abo-
licin de las causas de afliccin; esto ltimo, argumenta, se alcan-
za por medio del estado esttico de prasakhyna o elevacin
que es una fase concreta de samdhi ms elevado. Esto, adems,
sirve para enfatizar que la ocurrencia del modo de conciencia ul-
tracognitivo no puede forzarse con ninguna tcnica yogui, sino
que surge de forma espontnea y autnoma. Todo lo que puede
hacer el yogui es prepararse lo mejor posible para esta transfor-
macin radical. Esto no se subordina a su voluntad y por ello se ha
interpretado frecuentemente en trminos de acto de gracia.

182
Libro II

3. Los obstculos que traen dificultad son: avidya (igno-


rancia), el sentido de lo personal, deseo, odio y apego.

Estas son las cinco ideas o conceptos errneos que durante eones y
muchas vidas, han impedido hacer comprender a los hijos de los
hombres que son hijos de Dios. Conducen al hombre a identificarse
con lo inferior y material y a olvidar las realidades divinas. Estos
deformados conceptos han convertido a la mnada divina en hijo
prdigo, conducindolo a pases lejanos para alimentarse con los
desechos de la existencia mortal. Deben ser superados y eliminados
antes de que el hombre pueda "elevar sus ojos" y ver nuevamente la
visin del Padre y el hogar del Padre, que le permitir recorrer cons-
cientemente el sendero de retorno. Cabe indicar que dos de los obst-
culos, avidya (ignorancia) y el sentido de lo personal, se refieren al
hombre, la sntesis en el plano fsico; el deseo tiene relacin con su
cuerpo astral o vehculo sensorio, y el odio y el apego son producto
del egosmo (el principio ahamkara) que anima al cuerpo mental; de
manera que la triple personalidad es el campo para las semillas, y se
propagan, florecen y crecen en el terreno de la vida personal en los tres
mundos, para obstruir y entorpecer al hombre real. Estas semillas de-
ben ser destruidas, y en el proceso de destruccin ocurren tres cosas:
a. Se agota el karma.
b. Se alcanza la liberacin.
c. Se perfecciona la visin del alma.

Estas son las cinco aflicciones, el quntuple lazo que nos liga. De
ellas, la ignorancia es la causa (como dice el Buda), y las otras
cuatro los efectos. La ignorancia es la nica causa de nuestra des-
dicha. Qu otra cosa puede hacernos miserables? La naturaleza
del alma es eterna felicidad; pero la afligen la ignorancia, la aluci-
nacin y la ilusin. Toda pena del alma es simplemente ilusin.
Vyasa dice que estas cinco formas de cognicin irreal o ideas y
conceptos falsos, impiden la realizacin y generan KARMA per-
sonal. Los seis sutras siguientes tratan en detalle estos obstculos.
183
Libro II

4. Avidya (ignorancia) es la causa de las dems obstruc-


ciones, ya sean latentes, en proceso de eliminacin,
de superacin o en plena actividad.

La comprensividad de este aforismo es lo primero que llama la


atencin. Mentalmente, nos lleva a la causa raz de todo mal y
cuando se refiere a las obstrucciones, abarca todas las posibles
condiciones de la existencia. El aforismo compendia la condicin
de todo hombre, desde la etapa salvaje, y a travs de las condicio-
nes intermedias, hasta el estado de arhat, en el cual se desprende
de las ltimas cadenas de la ignorancia. Pone de manifiesto que la
razn de que exista el mal y sean evidentes el egosmo y los dese-
os personales de todo tipo, reside en la condicin bsica, o sea la
limitacin de la forma misma, avidya o ignorancia.
Recuerde el estudiante que desde el comienzo de sus investigacio-
nes sobre las leyes del desenvolvimiento espiritual, debe tener en
cuenta dos factores, basados en el hecho de la manifestacin
misma:
1. El no-yo, hacia el cual son atrados los puntos divinos de la
vida espiritual, son absorbidos por l durante el perodo
de evolucin.
2. Las limitaciones que implica la apropiacin de una forma.

Los dos factores mencionados deben ser reconocidos como apli-


cables al Logos solar, al Logos planetario, al hombre o -a un to-
mo. Toda forma de vida divina (la infinitesimal y la infinitamente
grande) vela u oculta un fragmento de energa espiritual. El resul-
tado, para el punto de existencia espiritual, necesariamente es el
aislamiento, la separacin y la circunscripcin en s mismo, y slo
los contactos de la existencia misma y la lucha de la unidad espiri-
tual dentro de la forma, pueden traer la eventual liberacin.

184
Libro II

Mientras tanto y durante el proceso de encarnacin, el velado punto


de vida ignora lo que existe fuera de s mismo, y progresivamente
debe abrirse camino hacia una acrecentada emancipacin y libertad.
Al principio, slo es consciente de la esfera de su propia forma,
ignorando todo lo que est fuera de s mismo. Los contactos pro-
ducidos por el deseo son factores por los cuales la ignorancia se
convierte en conocimiento, y el hombre (pues slo consideramos
la unidad humana a este respecto, aunque las leyes bsicas son
aplicables a todas las formas de vida divina) gradualmente se hace
consciente de s mismo, tal como es, y tambin de su medio am-
biente. Como el medio ambiente es triple: fsico, astral y mental, y
posee adems tres vehculos para ponerse en contacto con los tres
mundos, el perodo que abarca este despertar es inmenso. El anti-
guo comentario dice:
"En el Aula de la Ignorancia se conocen las triples envoltu-
ras. Se hace contacto con la vida solar, en su punto ms
denso, y el hombre emerge plenamente humano".
Entonces se da cuenta de algo ms, del grupo a que pertenece, y lo
hace cuando descubre que su propia realidad interna est latente
en su personalidad. Aprende que l, el tomo humano, es parte de
un grupo o centro, en el cuerpo de un Hombre celestial, un Logos
planetario, y que debe llegar a percibir,
a. la vibracin de su grupo,
b. el propsito de su grupo,
c. el centro de su grupo.

sta es la etapa correspondiente al sendero de probacin o del


discipulado, hasta la tercera iniciacin. El antiguo comentario
prosigue diciendo:
"En el Aula del Aprendizaje se establece contacto con el mis-
terio central. Se conoce el mtodo de liberacin, la ley se
cumple plenamente y el hombre emerge casi un adepto."

185
Libro II

Finalmente el hombre entra en el Aula de la Sabidura, a la cual ha


sido admitido ocasionalmente (y con creciente frecuencia) des-
pus de la primera gran iniciacin, aprende el lugar que su grupo
ocupa en el plan planetario y obtiene una vislumbre del esquema
csmico. La ignorancia (segn entendemos el trmino) es lgica-
mente superada; pero nunca se har resaltar bastante que al adepto
an le queda mucho por conocer, y que el Cristo mismo, el gran
Instructor del Mundo, no conoce todo lo que est contenido en la
conciencia del Rey del Mundo. Los aforismos de Yoga de Patan-
jali nicamente se ocupan de cmo vencer la ignorancia, que man-
tiene al hombre en la rueda de renacimiento y le impide desarro-
llar los verdaderos poderes del alma. El antiguo comentario, res-
pecto a esta etapa final, dice:
"En el Aula de la Sabidura, la luz brilla plenamente sobre
los caminos del adepto, que ve y conoce la sptima parte y
visualiza el resto. El mismo es un septenario, y de esta Aula
surge Dios."

Como dijo el Cristo:


Conoced la Verdad y ella os har libres. (Juan 8:32).

186
Libro II

5. Avidya es la condicin en que se confunde lo perma-


nente, puro, bienaventurado y el yo, con lo transito-
rio, impuro, doloroso y el no-yo.

Esta condicin de ignorancia o "estado de avidya", caracteriza a


quienes an no discriminan entre lo real y lo irreal, la muerte y la
inmortalidad, la luz y la oscuridad. Rige, por lo tanto, la vida en
los tres mundos, porque en todos los planos existe la analoga de
avidya, tal como la experimenta en el plano fsico, el hombre en
encarnacin. Es una limitacin del espritu mismo, corolario in-
dispensable para la apropiacin de una forma. La unidad espiritual
nace ciega e insensible. Toma forma al principio de las edades y
de los ciclos de renacimiento, en un estado de inconsciencia total.
Tiene que llegar a ser consciente de cuanto la rodea; para ello de-
be desarrollar primeramente los sentidos, a fin de tener conciencia
de los contactos y de las cosas. Son muy conocidos los mtodos y
procesos por los cuales el ser humano ha hecho evolucionar los
cinco sentidos o medios de acercamiento al no-yo. Cualquier libro
de texto de fisiologa. proporcionar la informacin necesaria. En
relacin con la unidad espiritual se tendrn en cuenta tres factores:
1. Los sentidos deben ser desarrollados.
2. A esto sigue el reconocimiento y empleo de los sentidos.
3. Luego viene un perodo en que el hombre espiritual utiliza
los sentidos para satisfacer sus deseos y, al hacerlo, se
identifica con su instrumento de manifestacin.

El hombre es doblemente ciego, porque no slo nace ciego e in-


sensible, tambin lo es mentalmente, pues no se ve a s mismo ni
ve las cosas como son, y comete el error de considerarse la forma
material, hacindolo durante muchos ciclos. No tiene sentido de
los valores ni de la proporcin; mira lo transitorio, doloroso, im-
puro, material, el hombre inferior (sus tres envolturas), como si
fuera l mismo la realidad. No puede disociarse de sus formas.

187
Libro II

Los sentidos son parte de la forma; no son el hombre espiritual, el


morador de la forma, sino parte del no-yo y el medio para hacer
contacto con el no-yo planetario.
Por medio de la discriminacin y el desapasionamiento, el yo, que
es permanente, puro y bienaventurado, puede, con el tiempo, dis-
ociarse del no-yo, que es transitorio, impuro y sufriente. Mientras
no comprenda esto, el hombre estar en un estado de avidya;
cuando est en proceso de realizarlo, el hombre es un buscador de
vidya o conocimiento, el cudruple sendero. Cuando conoce el
alma tal cual es, y el no-yo est relegado al lugar que le corres-
ponde como envoltura, vehculo o implemento, es trascendido el
conocimiento mismo y el conocedor permanece solo. Esto es la
liberacin y la meta.
Avidy es, literalmente, el conocimiento distinto del conocimiento
correcto; es un estado de falso entendimiento. Avidy es la acu-
mulacin de acciones. Es la acumulacin de muchas acciones
hechas sin pensar que hemos repetido mecnicamente, casi cie-
gamente a travs de los aos. Nuestra mente esta tan condicionada
que aceptamos las normas de ayer como normas de hoy. Tales
condicionamientos son llamados saskras. Por estos condiciona-
mientos nuestros pensamientos llegan a estar cubiertos digamos
como por un velo de avidy.
Evidentemente, ignorancia es tomar cualquier forma por el espri-
tu inmortal, pues todas las formas, altas o bajas, duran por un
momento o por un MANVANTARA, y no son sino velos del Espritu
inmortal y perdurable. Por eso dice Vyasa: Tomar lo no-eterno
por eterno, es como pensar que la tierra es permanente, que el
cielo es permanente, que la luna es bella o que los excrementos
son feos, etc... Similar es confundir al Ser con el no ser. Los acce-
sorios externos, sean sensibles o no; el cuerpo que es el vehculo
de los goces; la mente que no es sino un vehculo del PURUSHA
(espritu), todas estas son manifestaciones del no-yo. La idea de
que alguna de ellas es el Ser, es ignorancia. Los que, creyendo que

188
Libro II

la esencia objetiva, sensible o insensible, es el Ser, y se gozan en


acrecentar esas cosas, creyendo que esto le aprovecha al Ser, y
sienten ansiedad cuando ellas disminuyen, creyendo que eso per-
judica al Ser, no han despertado an... Ignorancia no es ni Cogni-
cin Real ni ausencia de Cognicin Real. Ignorancia es otra forma
de cognicin, la cual es contraria al conocimiento de lo Real.
AVIDYA se encuentra en todos los planos de la forma. Es una limi-
tacin del Espritu, y resultado necesario de tomar formas; es lo que
H. P. B. llama el principio de limitacin. El morador del cuerpo,
el verdadero hombre espiritual, no es los sentidos que pertenecen a
sus formas; pero finalmente, por el discernimiento y la ausencia de
pasiones, el hombre real se desenreda del no-ser y se da cuenta de s
mismo en su propio plano de existencia. El que siembre en su
carne, de la carne cosechar corrupcin; el que siembre en el
espritu, del espritu cosechar vida eterna. (Gl. 6:8).

189
Libro II

6. El sentido de lo personal se debe a que el conocedor


se identifica con el instrumento del conocimiento.

Este aforismo es un comentario del anterior. El estudiante debe


recordar que el conocedor, el hombre espiritual, tiene varios ins-
trumentos para establecer contacto con su medio ambiente, a fin
de llegar a ser cada vez ms consciente de:
1. Sus tres envolturas o cuerpos, sus medios de contacto con
los tres planos:
a. el cuerpo fsico,
b. el cuerpo emocional o astral,
c. el cuerpo mental.
2. En el plano fsico posee sus cinco sentidos: odo, tacto, vista,
gusto y olfato.
3. La mente, el sexto gran sentido, tiene un triple uso, sin embargo
la mayora de los hombres la emplean an de una sola manera:
Su primero y ms comn empleo es reunir los contactos conoci-
dos y trasmitirlos como informacin al ego o conocedor, similar-
mente a como el sistema nervioso telegrafa al cerebro los contac-
tos externos que establece. Este empleo de la mente produce prin-
cipalmente el sentido de lo personal, el cual se desvanece a medi-
da que utiliza los otros dos mtodos.
El segundo empleo es el resultado de los cinco mtodos de la yo-
ga, el poder de trasmitir al cerebro los pensamientos, los deseos y
la voluntad del ego o alma. Esto proporciona al yo personal del
plano fsico, el reconocimiento de la realidad, con lo cual el senti-
do de identificacin con el no-yo es cada vez menor.
El tercero, es el empleo de la mente por el alma, como rgano de
visin, para establecer contacto y conocer el reino del alma. Esto
se produce mediante los ltimos tres mtodos de la yoga.

190
Libro II

Se debe hacer hincapi en que esto es algo muy importante. Si el


aspirante considera el desarrollo y pleno empleo del sexto sentido
como objetivo inmediato, y tiene en cuenta los tres propsitos
para lo cual est destinado, progresar rpidamente, desaparecer
el sentido de lo personal y se identificar con el alma. Tal sentido
de lo personal es una de las ms grandes ligaduras que mantienen
cautivos a los hijos de los hombres. Es aqu donde debe aplicarse
el hacha a la raz del rbol.
El perceptor es realmente el Yo, el puro, el santo, infinito e inmortal.
Este es el Yo humano. Cules son sus instrumentos? El chitta o
materia de la mente; el buddhi o facultad determinativa; el manas o
mente; y los indriyani u rganos de sensacin (cinco sentidos). Estos
son los instrumentos de que el Yo se vale para percibir el mundo
exterior, y la identificacin del Yo con sus instrumentos es la ig-
norancia del egotismo. Nosotros decimos: "Yo soy la mente; "Yo
soy el pensamiento; "Estoy colrico; "Soy feliz". Cmo es posible
que nos encolericemos ni cmo podemos decir que odiamos? Debe-
mos identificarnos con el inmutable Yo Real; y si el Yo es inmutable
cmo puede ser unas veces feliz y otras desdichado? El Ye es eter-
no, infinito, omnipresente. Qu puede alterarlo? Transciende toda
ley. Qu puede afectarlo? Nada hay en el universo capaz de afectar-
lo; pero movidos por la ignorancia nos identificamos con la materia
de la mente y creemos experimentar placer o dolor.
La esencia del egotismo es la separacin, la limitacin, la parcia-
lidad. El Espritu es por siempre libre. De ah que Dvivedi diga:
El hombre real es el PURUSHA (Espritu). Cuando los instrumen-
tos por medio de los cuales el Purusha ve, tal como la mente, o los
sentidos por cuyo medio la mente trabaja, se identifican con el
Purusha, brota el egotismo. Cuerpo es aquello por cuyo medio el
hombre espiritual entra en contacto con su mundo experimental. A
su vez, el Espritu Inmortal establece contactos por medio de su
rgano de percepcin, el hombre psquico. Los sentidos no perci-
ben realmente, sino la mente que est tras ellos. La mente a su vez
es el anteojo por medio del cual el Espritu percibe.

191
Libro II

7. El deseo es apego a los objetos de placer.

De ninguna manera sta es una traduccin literal; pero da la idea


bsica con tanta claridad que es mejor traducir este aforismo tal
como se ha hecho.
Los objetos que producen placer son todos apegos que el hombre
adquiere, desde el estado salvaje de la infante humanidad, hasta los
grados avanzados del discipulado; abarca el deseo por los objetos
densos del plano fsico, lo mismo que los apegos a esas cosas, ocu-
paciones y reacciones, proporcionadas por las actividades emocio-
nales o intelectuales. Involucran toda la gama o campo de la expe-
riencia sensoria, desde la reaccin del salvaje al calor y a una buena
comida, hasta el xtasis del mstico. Deseo es un trmino genrico
que incluye la tendencia del espritu a exteriorizarse en la vida de la
forma. Podra significar el deleite del canbal por lo que come, el
amor del hombre por la familia, la apreciacin de un bello cuadro
por el artista, o la adoracin al Cristo o a un Gur por el devoto.
Deseo es todo tipo de apego, en grado mayor o menor, y el progre-
so del alma parece depender de un objeto a otro de los sentidos,
hasta que llega el momento en que el hombre queda solo, y librado
a sus propios recursos. Ya no tiene apegos y hasta el Gur parece
haberlo abandonado. Le queda una nica realidad, la realidad espi-
ritual que es l mismo; entonces su deseo se dirige a lo interno, y no
va hacia afuera, porque descubre el Reino de Dios interno. Aban-
dona todo deseo. Establece contacto y contina manifestndose y
trabajando en los planos de la ilusin, pero lo hace desde el centro
en que mora su Yo divino, la suma total de todos los deseos. Nada
le atrae ya, ni lo lleva a los desvos del placer o el dolor.
Las sabias palabras del Buda al respecto son completamente ilu-
minadores en este asunto, ya que como el enseaba: todo el su-
frimiento del hombre proviene de la ignorancia, y agregaba
que: la ignorancia nos conduce hacia el deseo, el cual desem-
boca en el apego a las cosas que no son el Ser.

192
Libro II

Rga es un deseo incontrolado que hace mirar y buscar a perso-


nas, objetos y actividades solo bajo el estmulo de un inters parti-
cular. La conciencia egosta, dominada por la pasin, busca el
placer como elemento determinante de sus acciones, mientras que
la conciencia movida por el espritu se orienta hacia la felicidad.
El placer se fundamenta sobre la exaltacin de los sentidos y de
las realidades externas; la felicidad brota del interior, del fondo
del alma donde vive el Ser. El placer es efmero, genera aburri-
miento e insatisfaccin y se deshace frente a contrariedades e in-
fortunios. No obstante, controlado y dominado, puede ser un ca-
mino hacia la felicidad. En s no es un mal y tiene como finalidad
facilitar el cumplimiento de un deber a veces pesado.
Este sutra tiene una incidencia muy prctica sobre nuestra vida
cotidiana, pues posesividad, es maldicin para el amor y real-
mente significa egosmo. Un artculo interesante en una revista
enumera tres cosas que daan el matrimonio; intolerancia, inad-
vertencia, posesividad. Muchos matrimonios felices fracasan por
la intolerancia de uno de los dos por algo que no le gusta. La in-
advertencia es ms probable en el varn, pues muchos hombres no
se dan cuenta de la importancia que las mujeres dan a pequeos
recuerdos y atenciones. La posesividad es la ms letal de las tres.
El amor verdadero deja en libertad al ser amado. Rga o deseo es
una forma de obstculo. Sin embargo, hay diferentes formas de
apego, como la reverencia por los santos, el amor a los amigos, el
amor entre esposos donde el apego es ms pronunciado, la compa-
sin por los que tienen problemas. Estos no son deseos negativos.
Comprendamos que trascender el deseo y los apegos no es un acto
de frialdad interior, de indiferencia negativa, sino precisamente
todo lo contrario. Cuando una alcanza la consciencia del Alma, la
alegra se convierte en un estado natural y permanente, donde el
amor, la compasin y el servicio hacia los dems fluyen casi
mecnicamente, dejando de producir apego y sufrimiento inne-
cesarios.

193
Libro II

8. El odio es aversin a cualquier objeto de los sentidos.

Este aforismo es la anttesis del anterior. El verdadero yogui no


siente ni aversin ni deseo. Est equilibrado entre estos pares de
opuestos. El odio trae separacin, mientras que el amor revela la
unidad subyacente en todas las formas. El odio es la consecuencia
de la concentracin en la forma, y el olvido de lo que toda forma,
en mayor o menor grado, revela. El odio es el sentimiento de re-
pulsin y conduce al hombre a apartarse del objeto odiado; es lo
contrario de la hermandad, por lo tanto es el quebrantamiento de
una de las leyes bsicas del sistema solar. El odio es la negacin
de la unidad, erige barreras y produce las causas que llevan a la
cristalizacin, destruccin y muerte. Es energa empleada para
rechazar, en vez de sintetizar; en consecuencia es contraria a la ley
de evolucin.
El odio es, en realidad, el resultado del sentido de lo personal y de
la ignorancia, adems del deseo mal aplicado; dira que casi es la
culminacin de los otros tres. El sentido de lo personal y la extre-
ma ignorancia, unidas al deseo de ganancia personal, produjo en
el corazn de Can el odio a Abel, causa del primer asesinato o la
destruccin de la forma de un hermano. Esto debera considerarse
cuidadosamente, porque en todo corazn humano siempre existen
el odio y la aversin en cierto grado. nicamente cuando el odio
sea superado totalmente por el amor o por el sentido de unidad,
desaparecern de la familia humana la muerte, el peligro y el temor.
La atraccin y la aversin caracterizan el modo general de rela-
cionarse las personas con su entorno. Desde luego, el placer y el
dolor son experiencias relativas y lo que pueda ser una experien-
cia agradable para una persona puede ser desagradable para otra
distinta. Sin embargo, en el fondo, todo esta teido de dolor
(II.15). Patanjali afirma que se abre una tercera posibilidad ante el
hombre: la desapasionada actitud fomentada por el yogui.

194
Libro II

El odio, el temor y el dolor, estn de alguna manera relacionados


entre s. El temor siempre engendra odio. Todos ellos niegan la uni-
dad, como la niega el amor egosta. De ah que el sentido de unidad
se alcance por el amor desinteresado. Por esa razn, seguramente, el
Seor Buddha ense sus famosas Cuatro Meditaciones. Se relata
que un da un monje vino al Buddha diciendo que haba odo que en
alguna parte exista una tierra feliz y deseaba que el Seor le mos-
trara el camino hacia ella. El Bendito Seor le replic: Ciertamen-
te existe esa tierra; pero es espiritual, no material.
Dime entonces, Seor, dijo el monje, la meditacin a que debo
dedicarme para llegar a esa tierra feliz. El Bendito Seor le con-
test: Hay cuatro grandes meditaciones; la primera es la medita-
cin del Amor, en la cual afinas tu corazn de tal modo que siem-
pre deseas la dicha. y el bienestar de todos los seres, incluso tus
enemigos. La segunda es la meditacin de la Piedad, en la cual te
representas vvidamente todas las aflicciones y desengaos aje-
nos, hasta que una profunda compasin por ellos llena tu corazn.
La tercera es la meditacin del Gozo, en la cual te representas
vvidamente todos los gozos y triunfos ajenos, y te regocijas de
ellos. Y la cuarta es la meditacin de la Serenidad, en la cual te
elevas por sobre lo fro y lo clido, sobre el gozo y el dolor, y con-
sideras tu propia suerte con la ecuanimidad de un extrao.

As pues, por amor, unindose con todos en gozo y dolor, el alma


se eleva hacia aquella altura sublime donde mora el verdadero
ESPRITU, aquel sereno desasimiento del alma de todos los afanes
por problemas personales, y se alcanza el ltimo peldao. Viene a
la mente aqu el smil de un ro, usado por Krishnaji. El ro corre
naturalmente hacia el mar, y ni aun el ms lento de ellos deja
jams de llegar salvo al mar. Fluye incesantemente, serpenteando
en su curso, y nunca sigue la lnea rida y recta trazada por los
moralistas. De ah la infinita variedad de la vida y la creacin de
la individualidad. Al principio es apenas un hilo de agua cantari-
na. Al acercarse al ocano es una corriente potente y silenciosa. Al
fluir cada vez ms profundo y tranquilo, pasa por muchos escena-

195
Libro II

rios diferentes. A veces por bosques tupidos y verdes; pero no se


detiene en ellos sino contina. A veces corre por desiertos clidos
y arenosos, y casi se pierde en ellos; pero no rehuye cruzarlos.
Sigue adelante, y un da llega al mar. As hemos de encontrar to-
dos nosotros el cielo de nuestra alma, dentro del tiempo dispuesto
por Dios. Todos deseamos evitar el dolor, pero H. P. Blavatsky lo
llam el Instructor, el Despertador de la conciencia. La lluvia de
nuestras lgrimas, si no nos amarga, ablanda el duro suelo en tor-
no de nuestras almas y crea en nosotros los divinos dones de sim-
pata y compasin. Aquel gran sufrido, el poeta Keats, le escribi
a un amigo: No ves cun necesario es un mundo de pena y difi-
cultades, para educar la inteligencia y convertirla en alma?, y los
antiguos Celtas decan del hombre que sufra mucho: Est for-
jando su alma.
Realmente el dolor es una condicin fsica que requiere atencin, es
la voz del maestro interior que nos ndica que algo debe ser corre-
gido. Asimismo el sufrimiento, que es diferente al dolor, es el ma-
estro interior que nos previene contra las adversidades psquicas
emocin-mente. Todo ello es necesario para la evolucin. Como
deca un gran maestro de artes marciales: El dolor y el padeci-
miento forma parte de mi entrenamiento, y a ese gran maestro
Yo doy gracias.

196
Libro II

9. El apego es intenso deseo por la existencia sensoria,


inherente a toda forma; es la propia perpetuacin, y
es conocido hasta por los ms sabios.

Este tipo de apego constituye la causa bsica de toda manifesta-


cin, siendo inherente a la relacin de los dos grandes opuestos,
espritu y materia; es el factor que rige la manifestacin logica,
por tal razn hasta los ms sabios estn sujetos a l. Tambin es la
facultad de autorreproduccin y autoperpetuacin automticas;
por lo tanto debe recordarse que la superacin de esta tendencia,
an llevada al ms elevado nivel por el adepto, slo es relativa.
Mientras el Logos de nuestro sistema solar o el espritu absoluto,
encarne por intermedio de un sistema solar, esta tendencia estar
presente en el espritu planetario ms elevado y en la existencia
espiritual ms elevada. Lo mximo que se puede alcanzar, al ven-
cer el apego o matar el deseo, es el desarrollo del poder de equili-
brar los pares de opuestos en cualquier plano, a fin de que nadie
quede atrapado por las formas de ese plano ni pueda evadirlo. El
estudiante comn da un significado muy secundario a las palabras
matar el apego y el deseo; lo interpreta en trminos de su propio y
reducido progreso. Son simplemente palabras que tratan de expre-
sar en forma muy inadecuada, aunque simblica, una actividad
oculta. nicamente pueden ser comprendidas en trminos de la
Ley de Atraccin y Repulsin y mediante la comprensin del sis-
tema de vibraciones ocultas.
La voluntad de vivir o de manifestarse, es parte del impulso de la
Vida divina, por lo tanto es correcta. La voluntad de ser o de ma-
nifestarse en un plano especfico, o por medio de un grupo espec-
fico de formas, es incorrecta cuando se ha trascendido esa esfera
de manifestacin; el mal aparece cuando cualquier conjunto pecu-
liar de formas ha cumplido el propsito de proporcionar los me-
dios para hacer contactos y adquirir experiencias y nada tiene que
ensear pues el mal slo es la tendencia a volver a emplear las
formas y prcticas que el Morador interno ha trascendido. Por esta
197
Libro II

razn los groseros pecados animales son considerados universal-


mente malos, pues por lo general se reconoce que el Morador en
la forma del hombre ha superado el tercer reino, o reino animal.
Por lo tanto un adepto ha trascendido el apego a la forma en los
tres planos (fsico, astral y mental) y ha matado toda ansia por las
formas de esos planos. Cuando la vida o espritu se retira, la forma
muere ocultamente. Cuando el pensamiento del ego o yo superior
est ocupado en su propio plano, no hay energa saliente, dirigida
a la materia de los tres mundos, de manera que no es posible la
construccin de formas ni el apego a las mismas. Esto est de
acuerdo con la verdad oculta de que "la energa sigue al pensa-
miento" y tambin con la enseanza de que el cuerpo del principio
crstico (el vehculo bdico) slo se va coordinando a medida que
se desvanecen los impulsos inferiores; concuerda adems con el
hecho de que el vehculo causal, el cuerpo del yo superior, en los
niveles abstractos del plano mental, adquiere belleza, dimensin y
actividad, con mayor rapidez durante las etapas del discipulado,
de lo que fue posible en todo el ciclo de encarnaciones. La energa
egica no es estrictamente saliente, sino que, ms literalmente, va
dirigida al propio desarrollo. El apego a la forma, o la atraccin de
la forma por el espritu, es el gran impulso involutivo. La repul-
sin de la forma y su consiguiente desintegracin, es el gran im-
pulso evolutivo.
En todo ser animado observamos el apego a la vida. Sobre este
apego se ha intentado basar la teora de una vida futura, porque los
hombres aman de tal modo la vida que anhelan otra vida mejor
despus de la terrena. Desde luego que este argumento no tiene
mucho valor; pero lo extrao es que en los pases occidentales, la
idea de que el apego a la vida, denota la posibilidad de una vida
futura, se aplique tan slo al hombre y no a los animales. En la
India, el apego a la vida se considera como una prueba de las pa-
sadas vidas y experiencias. Por ejemplo, si es verdad que todos
nuestros conocimientos provienen de la experiencia, tambin ser
verdad que no podemos imaginar ni comprender lo que jams

198
Libro II

hayamos experimentado. Sin embargo, tan pronto como los po-


lluelos salen del cascarn empiezan a picotear el grano. Muchas
veces se ha visto que una gallina ha empollado huevos de pato, y
al romper los polluelos el cascarn se zambulleron inmediatamen-
te en el agua, y la clueca se figur que se iban a ahogar. Si la ex-
periencia es la nica fuente de conocimiento en dnde a prendie-
ron los recin nacidos polluelos a picar el grano y quin les en-
se a los patitos que el agua era su predilecto elemento? Si se
responde que obran por instinto, replicaremos que el instinto es
una palabra, pero no una explicacin. Qu es tal instinto? Tene-
mos varios instintos. Por ejemplo, las muchos msicos que saben
tocar el piano recordarn con cunta precaucin haban de pulsar
el teclado; pero al cabo de largos aos de prctica, el pianista pue-
de hablar con sus amigos mientras toca sin que los dedos equivo-
quen ni una tecla. La prctica se convirti en instinto. Lo mismo
sucede con todo cuanto hacemos. La prctica se transmuta en ins-
tinto y actuamos automticamente; pero en cuantos casos cono-
cemos hasta ahora, en las acciones automticas o instintivas pare-
ce que no interviene la razn. En cambio, en la terminologa de
los yoguis, el instinto es la razn involucionada, pues involuciona
el discernimiento y entonces son automticas las impresiones. Por
lo tanto, es perfectamente lgico opinar que lo que llamamos ins-
tinto en este mundo es la razn involucionada; y como quiera que
la razn no puede existir sin experiencia, todo instinto ha de ser el
resultado de pasadas experiencias.
La cuestin est en si estas experiencias pertenecen a una alma
determinada o simplemente al cuerpo; si la experiencia del pato
proviene de sus antepasados o es propia del recin nacido pato.
Los modernos cientistas afirman que las experiencias pertenecen
al cuerpo; pero los yoguis sostienen que son experiencias de la
mente transmitidas por medio del cuerpo. Tal es la teora de la
reencarnacin. Hemos visto que todo nuestro conocimiento, tanto
si lo llamamos percepcin, razn o instinto, debe proceder de la
experiencia, y que el instinto no es ms que la razn involuciona-

199
Libro II

da, de modo que el instinto puede revertir en razn. As sucede en


el universo entero, y en esto se basa uno de los principales argu-
mentos que en pro de la reencarnacin que aduce la India. La re-
petida experiencia de varios temores produce en el transcurso del
tiempo el apego a la vida. El nio es instintivamente medroso
porque en l subsisten las pasadas experiencias de dolor. Aun en
los hombres ms cultos, que saben que su cuerpo ha de perecer y
dicen que aunque hayan tenido centenares de cuerpos el alma no
puede morir, aun en stos, con todos sus intelectuales convenci-
mientos, hallamos el apego a la vida.
De dnde proviene este apego a la vida? Ya hemos visto que ha
llegado a ser instintivo, y en la terminologa psicolgica de los
yoguis es uno de tantos samskaras (impresiones mentales), que
sutiles y ocultos dormitan en el chitta (mente). Todas las pasadas
experiencias de la muerte, todo lo que llamamos instintivo es ex-
periencia transmutada en subconsciente, que late en el chitta y no
est manifiesta sino que acta subyacentemente. Los vrittis del
chitta, las ondas mentales groseras se notan fcilmente y no hay
mayor dificultad en regirlas; pero y los instintos sutiles? Cmo
regirlos? Cuando me encolerizo, toda mi mente es una ola de cle-
ra. La siento, la veo, la manejo, puedo fcilmente manipularla y
luchar contra ella, pero no saldr airoso de la lucha hasta que pe-
netre en sus causas. Alguien me insulta y noto que se me calienta
la sangre, pero el insultador prosigue insultndome hasta que no
puedo contenerme, me arrebato y me identifico con la clera.
Cuando el insultador empez a maltratarme, pens: "Me voy a
irritar". La clera era una cosa y yo otra; pero al encolerizarme, yo
era la misma clera.
Las emociones se han de dominar en su modalidad sutil, en ger-
men y raz, antes de que nos dominen. La inmensa mayora de las
gentes no conocen las sutiles modalidades de las emociones en el
estado en que surgen de la subconciencia. No vemos la burbuja
cuando surge del fondo del lago ni tampoco cuando se acerca a la
superficie sino cuando estalla y forma un rizo en el agua. Slo

200
Libro II

podemos dominar las ondas mentales cuando es posible manejar-


las en estado naciente, y hasta que no seamos capaces de subyu-
garlas antes de que se embravezcan, no habr esperanza de refre-
nar perfectamente una pasin. Para subyugar nuestras pasiones
hemos de sofocarlas de raz y slo entonces podremos quemar sus
semillas. As como las semillas una vez fritas ya no germinan
aunque se las siembre, tampoco rebrotarn las pasiones sofocadas
al nacer.

201
Libro II

Causas sutiles de afliccin (II.10-II.11)

10. Cuando estos cinco obstculos son sutilmente conoci-


dos, pueden ser superados mediante la actitud mental
opuesta.

La expresin "sutilmente conocidos" podra reemplazarse por la


siguiente: "cuando son conocidos por el hombre interno". La idea
detrs de las palabras ha sido bien explicada por Dvivedi, en su
comentario:
"Habiendo descrito la naturaleza de las 'distracciones', el autor
indica el camino para suprimirlas. Son de dos tipos: sutiles y gro-
seras. Las primeras permanecen adormecidas en forma de im-
presiones, mientras las segundas afectan concretamente a la
mente. Las primeras pueden suprimirse totalmente, dominando
todo cuanto las favorece, es decir, el principio pensante."

ste es el primer trabajo de quien aspira a la yoga; debe compren-


der la naturaleza de los obstculos, y luego dedicarse a vencerlos,
hacindolo desde el plano mental; tiene que adquirir el control del
mecanismo pensante, luego aprender a utilizar ese mecanismo y,
una vez logrado, contrarrestar los obstculos por medio de co-
rrientes contrarias. Los obstculos son resultado de errneos hbi-
tos de pensar y del mal empleo del principio pensante. Cuando se
los conoce sutilmente como simientes de las formas "productoras
de obstculos, entonces pueden ser exterminados en su estado
latente, mediante hbitos correctos de pensar, que traer por resul-
tado el establecimiento de los medios para la liberacin.
Samskaras son las sutiles impresiones que ms tarde se manifiestan
en forma grosera. Cmo subyugar las samskaras sutiles? Redu-
ciendo el efecto a su causa. Cuando el chitta, que es el efecto, se
reduce a su causa, se desvanecen las sutiles impresiones por medio
de la meditacin.

202
Libro II

La ignorancia, avidya, debe ser reemplazada por el verdadero co-


nocimiento o vidya. Como es bien sabido, en esta cuarta raza,
sobre este cuarto globo y en la cuarta ronda, los cuatro vidyas, las
cuatro nobles verdades y los cuatro elementos bsicos, constituyen
la suma total de este conocimiento.
Los cuatro vidyas de la filosofa hinduista pueden ser enumerados como:
1. Yajna vidya. La aplicacin de rituales religiosos, para obte-
ner ciertos resultados. Magia ceremonial, concierne al soni-
do, por consiguiente a akasha o ter del espacio. "Yajna" es
la deidad invisible que impregna el espacio.
2. Maha vidya. El gran conocimiento mgico. Ha degenerado
en culto tntrico. Trata del aspecto femenino o aspecto ma-
teria (madre), Es la base de la magia negra. La verdadera
mahayoga, tiene que ver con la forma (segundo aspecto) y
su adaptacin al espritu y sus necesidades.
3. Guhya vidya. La ciencia de los mntram. El conocimiento se-
creto de los mntram msticos. La potencia oculta del soni-
do, del Verbo.
4. Atma vidya. Verdadera sabidura espiritual.

Las cuatro nobles verdades han sido expresadas en las palabras


de Buda en los siguientes trminos:
"Ahora el excelso Ser habla a sus hermanos: Hermanos por la
incomprensin y por no haber penetrado las Cuatro Verdades
Arias, hemos deambulado t y yo de ac para all durante la ex-
tremadamente larga jornada (o renacimiento). Cules son las
Cuatro Verdades Arias?:
" La Verdad del Mal;
la Verdad del Surgente Mal;
la Verdad de la Cesacin del Mal;
la Verdad del Camino que conduce a la Cesacin del Mal."

203
Libro II

"Pero, hermanos, cuando estas Cuatro Verdades Arias sean


comprendidas y penetradas, entonces ser desarraigado el an-
helo de existir y cortado el hilo que conduce al renacimiento, y
entonces ya no se volver ms a la existencia".

As habl el excelso Ser. Despus que el Bienaventurado hubo


hablado as, el Maestro aadi:
"Ciego a las Cuatro Verdades Arias acerca de las cosas, Ciego pa-
ra ver las cosas tal como realmente son, larga ha sido nuestra
jornada a travs de diversos nacimientos, ha desaparecido el
cordn de la vida, cuando stas han sido vistas, no hay ms de-
venir, cuando se ha cortado la raz del Mal."

Vyasa dice: Puesto que estos cinco obstculos todos ellos son estados
de la mente, cuando se ha quemado su poder germinal, desapare-
cen por si solos junto con la mente (MANAS inferior) del yogui, la
cual, habiendo cumplido su propsito, queda ahora slo latente. Va-
chaspati dice, comentando esto, que Vyasa slo indica los cuatro
estados de los obstculos y no menciona el quinto, el potencial, por-
que solamente puede darse instruccin sobre lo que est dentro del
alcance del esfuerzo humano, y que la destruccin del estado poten-
cial no cae dentro de ello, sino que se logra retrollevando la activi-
dad de la mente a su causa.
Esta es una manera metafsica Inda de describir el fenmeno bien
conocido en el misticismo Cristiano. En la meditacin se puede
guiar, dominar y dirigir la mente hacia arriba. Despus de larga
prctica en este sentido, se sutiliza, se simplifica cada vez ms. Al fin
llega a un punto en que queda trascendida, aparentemente sumida en
gloria inefable, y su estado humano normal desaparece. Pero toda
autoridad mstica convendr en una cosa: que este estado nunca se
consigue por slo esfuerzo personal. La confiere la gracia de Divi-
na. Parece venir desde fuentes Inefables sbitamente. El Reino de
Dios viene sin dejarse sentir (Lc. 17:20). Pero su llegada se ha prepa-
rado por larga y firme aspiracin.

204
Libro II

11. Las actividades de los obstculos deben cesar por el


proceso de la meditacin.

La "actitud mental opuesta", mencionada en el aforismo anterior,


se refiere definidamente a las simientes o tendencias latentes, que
subsisten en los cuerpos mental y de deseo. Esta actitud mental
debe convertirse en activa meditacin mental y pensamiento cen-
tralizado, si se quiere someter las actividades del cuerpo fsico a
un control similar. Gran parte de lo que hacemos es automtico,
consecuencia de viejos hbitos mentales y emocionales. Instinti-
vamente, debido a antiguas prcticas y por sujecin a un mundo
de formas tangibles, nuestras actividades del plano fsico estn
regidas por estos cinco obstculos, los cuales deben ser suprimi-
dos y simultneamente extirpadas las semillas latentes y las acti-
vidades externas. La constante oposicin de la actitud mental,
destruye a unos; la meditacin que pone en actividad a los tres
factores, el pensador, la mente y el cerebro fsico, se ocupar de lo
dems; esto no debe olvidarse, porque de otra manera la teora no
se convertir en prctica inteligente. Como el Libro Tercero trata
de este proceso de la meditacin no es necesario ocuparnos aqu.
Los procesos mentales procedentes de los obstculos, que se en-
cuentran en estado manifiesto, se minimizan primero con el yoga
de la accin (kriya yoga); mas adelante, se evitan por medio de la
profunda comprensin lograda con la meditacin (dhyna) hasta
que, volvindose as sutiles, se reducen a semillas quemadas. Los
kleas (obstculos) son una especie de conocimiento errneo que
debe disiparse a travs del conocimiento correcto. El conocimien-
to discriminativo es la mejor forma de conocimiento; por esto, las
modificaciones aflictivas deben combatirse mediante la medita-
cin en el autoconocimiento. Las tres etapas en el proceso de des-
truccin de los kleas estn descritas con sumo cuidado: disminu-
cin con el kriyyoga, reduccin a un estado improductivo con la
comprensin meditativa y desaparicin total con la disolucin de
la mente.

205
Libro II

Rompiendo las ataduras del karma (II.12-II.25)

12. El karma tiene sus races en estos cinco obstculos y


debe fructificar en esta vida o en una posterior.

Mientras el hombre, en el plano fsico, est sujeto a los obstculos


o regido por ellos, iniciar esas actividades que producirn efectos
inevitables y estar atado a la rueda de renacimientos y condenado
a tomar forma. El estudiante debera observar cuidadosamente que
estos cinco obstculos son la causa de todas las actividades de la
personalidad u hombre inferior. Todo lo que hace est basado en
uno de ellos; toda accin del hombre comn en los tres mundos es
consecuencia de la ignorancia y de las identificaciones y reacciones
errneas.
A medida que los obstculos son vencidos y la ignorancia (campo
de cultivo de todos ellos) es reemplazada por la sabidura divina,
habr cada vez menos efectos que neutralizar en el plano fsico, y
las cadenas que atan al hombre a la gran rueda de la manifestacin
fsica se cortarn una tras otra. Estas cadenas son triples, as como
tres son los campos de la ignorancia y tres los grandes planos de la
conciencia, constituyendo el campo de la evolucin humana.
Cuando el campo de la ignorancia se convierte en el campo de la
experiencia consciente, cuando las cadenas se sienten como grille-
tes y limitaciones, el aspirante a discpulo ha dado un enorme paso
adelante en el proceso de liberacin. Cuando puede llevar la lucha
hacia adentro, a lo que Ganganatha Jha llama "la vida inmanifes-
tada" y nosotros frecuentemente denominamos "planos sutiles",
ingresa en el Aula del Aprendizaje y corta los grilletes que kama
(deseo) y el errneo empleo de la mente han forjado con tanta
sutileza. Luego ingresa en el Aula de la Sabidura y aprende cier-
tos mtodos esotricos y ocultistas para apresurar el proceso de
liberacin.

206
Libro II

El "receptculo de las obras" significa la suma total de samskaras


(impresiones). Siempre que ejecutamos una accin, se levanta una
onda en la mente, y cuando acabamos de ejecutar la accin, cree-
mos que se desvanece la onda; pero no se ha desvanecido sino que
an subsiste en ms sutil modalidad, y cuando tratamos de recor-
dar la accin vuelve a intensificarse la onda que estaba todava
all, pues si no estuviera no hubiramos podido recordar la accin.
As cada accin, cada pensamiento, buenos o malos, se sutilizan y
se almacenan en la subconciencia. Tanto los pensamientos placen-
teros como los ingratos se califican de obstrucciones aflictivas
porque segn los yoguis, al fin y a la postre ocasionan dolor. Todo
placer dimanante de los sentidos acarrear eventualmente dolor.
Todo goce acrecienta el deseo de un goce ms vivo hasta que al
fin ocasiona dolor. No tiene lmites el deseo del hombre, y cuando
llega a un punto en que no puede satisfacerlo, ocasiona dolor. As
es que los yoguis consideran la suma total de impresiones, buenas
o malas, como obstrucciones penosas, porque obstruyen el camino
de la liberacin del alma. Lo mismo cabe decir de las samskaras
(impulsos subconscientes), las sutiles races de todas nuestras ac-
ciones, que son las causas que han de producir repetidos efectos
en esta vida o en las venideras. En casos excepcionales, cuando
las samskaras son muy vigorosas, producen rpidamente el efecto,
es decir, que las acciones en extremo malvadas o las de mxima
bondad producen su efecto aun en esta misma vida. Afirman los
yoguis que si un hombre logra adquirir formidable poder de bue-
nas samskaras, no morir, pues aun en esta misma vida puede mu-
dar su cuerpo humano en cuerpo de los dioses. Los yoguis men-
cionan en sus libros varios casos de esta ndole. Un hombre tal
transmuta la materia de su cuerpo y reordenan sus partculas de
modo que se exime de las enfermedades y de la muerte corporal.
Por qu no ha de ser esto posible? El fisiolgico significado del
alimento es la asimilacin de energa solar que est en la planta
comida por un animal que a su vez se lo come el hombre. As es
que nos asimilamos energa solar; y en consecuencia por qu
habra de haber tan slo un medio de asimilarnos dicha energa?

207
Libro II

La planta no se la asimila de la misma manera que el hombre, ni


tampoco es el mismo el procedimiento por el cual se la asimila la
tierra. Pero la tierra, la planta, el animal y el hombre asimilan de
un modo u otro la energa solar. Dicen los yoguis que por medio
de la mente se puede asimilar cuanta energa solar necesitemos sin
recurrir a los medios ordinarios.

Qu son los Samskaras?


- Hbitos mentales que ya tienen muchas vidas.
- Impresiones subconscientes.
- Impresiones latentes.

Los Samskaras son esas impresiones mentales, los surcos del dis-
co, lo que se graba. Pero que no se graba en la mente que nosotros
entendemos y el intelecto que nosotros entendemos, se graba mu-
cho ms profundo. Y entonces esos Samskaras, en un momento
determinado nos salen. Los Samskaras son como las partculas en
el fondo del lago. La vida mueve la superficie, en un momento
dado uno mete la mano y por las propias ondas del agua, los
samskaras suben a la superficie. Los samskaras son como semi-
llas, van saliendo hacia arriba, tienen la tendencia de salir fuera. A
veces sin hacer nada especial nos encontramos con Samskaras y
de buenas a primeras tenemos un problema en la vida, que ni nos
hubiramos imaginado y tenemos que cortarlo, tenemos que lim-
piarlo.

208
Libro II

13. Mientras existan las races (o samskaras), fructifi-


carn como nacimiento, vida y experiencias, y su re-
sultado ser placer o dolor.

El trabajo principal del estudiante ocultista consiste en manipular


fuerza y penetrar en el mundo donde las fuerzas se ponen activa-
mente en movimiento, produciendo efectos fenomnicos; debe es-
tudiar y comprender, prctica e inteligentemente, la accin de la
Ley de Causa y Efecto, sin ocuparse de los efectos, concentrando su
atencin en las causas que los producen. En lo que a l respecta,
llega a comprender que la causa primaria del fenmeno de su exis-
tencia objetiva en los tres mundos, es el ego, y que las causas se-
cundarias son el conjunto de los impulsos egoicos fundamentales,
que han desarrollado en l la capacidad de responder a los contactos
sensorios en los tres planos. Estos impulsos han producido efectos,
que (estando sujetos a la ley) deben manifestarse objetivamente en
el plano fsico. Por lo tanto, se le atribuye mucha importancia a la
necesidad de establecer contacto egoico directo, por conducto del
cordn o sutratma, pues slo as podr el aspirante determinar las
causas que subyacen en las actuales manifestaciones de su vida, o
empezar a ocuparse de las samskaras o simientes, de sus activida-
des futuras. Estas simientes son kama-mansicas (parcialmente
emocionales y mentales), pues el deseo es potente en sus efectos, y
lo produce el vehculo fsico en sus dos aspectos:
a. Manas inferior o mente concreta, factor bsico en la pro-
duccin del cuerpo etrico.
b. Kama o deseo, principal factor para traer el vehculo fsico
denso a la existencia.
Ambos son responsables de la existencia manifestada.
Es bien sabido que al rbol de la vida se lo representa con las ra-
ces hacia arriba y las hojas hacia abajo. En el diminuto rbol de la
vida del ego rige la misma representacin simblica. Las races

209
Libro II

estn en el plano mental, el crecimiento y la fructificacin hacia la


objetividad se observan en el plano fsico. Por lo tanto, es necesa-
rio que el aspirante aplique el hacha a la raz del rbol, es decir,
que se ocupe de los pensamientos y deseos que construyen el
cuerpo fsico. Debe penetrar en el reino subjetivo si quiere ocu-
parse de aquello que lo mantendr en la rueda de renacimientos.
Cuando las simientes han sido extirpadas, la fructificacin ya no
es posible. Cuando la raz ha sido separada de sus exteriorizacio-
nes en cualquiera de los tres planos, la energa de la vida no puede
afluir hacia abajo. Las tres palabras, nacimiento, vida y experien-
cia, compendian la existencia humana, su objetivo, mtodo y me-
ta, y de esto no nos ocuparemos. Este aforismo se ocupa de todo el
tema del karma (o Ley de Causa y Efecto), y el tpico es muy
vasto para extendernos aqu. Baste decir que, desde el punto de
vista de los Aforismos de la Yoga, el karma es de tres tipos:
1. Karma latente. Simientes y causas que an no se han
desarrollado, estn inactivas y deben crecer hasta fructifi-
car en alguna parte de la actual vida o de las vidas subsi-
guientes.
2. Karma activo. Simientes y causas en proceso de fructifi-
cacin; la vida actual est destinada a proporcionar el
suelo necesario para su fructificacin.
3. Karma nuevo. Simientes o causas que se producen en es-
ta vida y que necesariamente debern regir las circuns-
tancias de una vida futura.

El principiante de la ciencia de la yoga puede empezar por ocu-


parse de su karma activo, interpretando que cada acontecimiento y
circunstancia de la vida proporcionan las condiciones por las cua-
les puede agotar una serie de efectos especficos y esforzarse por
vigilar sus pensamientos para no sembrar nueva semilla y ningn
karma futuro pueda fructificar en alguna vida posterior. Si las ra-
ces, las causas, las samskaras subsisten, manifiestan sus efectos.

210
Libro II

La causa concretada se transmuta en efecto; y el efecto sutilizado


se transmuta en causa de un nuevo efecto. El fruto de un rbol
lleva semilla que produce un nuevo rbol y as sucesivamente.
Al nefito le resulta muy difcil trabajar con las simientes del
karma latente, y es aqu donde su Maestro puede ayudarlo, mani-
pulando las circunstancias y ocupndose de lo circundante en los
tres mundos, para que este tipo de karma se agote ms rpidamen-
te y desaparezca.
Los comentarios de Vyasa constituyen un pequeo tratado sobre
karma. Dice que el conjunto de actos buenos y malos hechos en
una vida, en toda su diversidad, queda sometido a un factor deci-
sivo en la vida, el cual adquiere prominencia al morir: la pasin
que ms poder tenga al morir. La destruccin del efecto de los
actos malos se produce por la ejecucin de actos buenos; pero el
agotamiento de karma es muy variado y difcil de comprender.
Mientras perdure cualquiera de los Cinco Obstculos que se han
forjado por el mal uso de la mente, el hombre debe regresar al
nacimiento en cierta posicin, ocupacin y longitud de vida. Me-
diante una especie de gravitacin, el alma encarnante es llevada a
un hogar y un ambiente que le proporcione el campo y la disciplina
adecuados; lo cual estar claramente condicionado por su carcter,
su grado de evolucin y sus adelantos en vidas anteriores.

211
Libro II

14. Las simientes (o samskaras) traen placer o dolor, si


sus causas originantes fueron el bien o el mal.

Se ha de observar que el bien es lo que tiene relacin con el princi-


pio nico con la realidad que mora en todas las formas, con el esp-
ritu del hombre, cuando se revela por medio del alma, y con el Pa-
dre al manifestarse por medio del Hijo. El mal se relaciona con la
forma, el vehculo y la materia; en realidad, concierne a la relacin
del Hijo con su cuerpo de manifestacin. Si el Hijo de Dios (csmi-
co o humano) est limitado, aprisionado y cegado por su forma,
esto constituye el poder que ejerce el mal sobre l. Si es consciente
de su yo, sin estar atado por las formas y libre de la esclavitud de la
materia, esto constituye el poder que ejerce el bien. La total libera-
cin de la materia causa beatitud o placer el gozo de la realizacin.
El mal causa dolor, porque, en la medida que el Regente Interno
est limitado por su cuerpo de manifestacin, as sufrir.
ciertamente, un conjunto de buen karma anular otro de mal
karma. Hay que buscar entonces las buenas acciones. As es co-
mo instruyen los sabios que buscan el bien.

Tan ciertamente como las ruedas del carro siguen los talones del
buey, as el dolor sigue los talones de los actos malos, dicen las escri-
turas Budistas. Cuando un hombre hace bien a otros, sin pensar en el
resultado para s mismo, se ayuda; cuando hace mal pone tropiezos en
su propia senda. Porque ninguno de nosotros vive para s mismo;
como tampoco muere nadie para s mismo. (Rom. 14:7). Y H. P. B. dice
que no podemos elevarnos algn tanto sin llevar a otros con nosotros,
ni incumplir un deber sin deprimir un tanto al conjunto de la raza
humana. Tal es la unidad fundamental de la vida. El espritu que mora
dentro del hombre resultar algn da victorioso. El mal no es sino el
resultado de la ignorancia, de la ceguera y el aprisionamiento en la ma-
teria de las formas en que residimos. Pero el dolor que nos atraemos nos
har buscar la forma de escapar para experimentar la dicha final. Pues
algn da todos deberemos estar en armona con el Infinito.

212
Libro II

15. El hombre iluminado considera que toda existencia


(en los tres mundos) es dolor, debido a las activida-
des de los gunas. Estas actividades son tres, produ-
ciendo consecuencias, ansiedades e impresiones sub-
limadas.

Las tres "gunas" son las tres cualidades de la materia misma: sattva,
raja y tamas, o ritmo, actividad e inercia, inherentes a todas las
formas. El estudiante debe recordar que toda forma, en todos los
planos, posee esta caracterstica, y ello es aplicable lo mismo a la
forma ms elevada que a la ms baja; la manifestacin de estas cua-
lidades es slo de grado.
Para el hombre que est alcanzando la perfeccin, es cada vez ms
evidente que cada forma, a travs de la cual el hombre espiritual
divino se manifiesta, produce limitacin y dificultad. El vehculo
fsico del adepto, aunque construido de sustancia predominante-
mente sttvica, equilibrada y rtmica, lo confina al mundo del es-
fuerzo fsico y limita los poderes del verdadero hombre. Hablando
en forma general, puede decirse sobre las tres gunas que:
1. El atributo inercia caracteriza al yo personal inferior y a
las envolturas del triple hombre inferior.
2. El atributo actividad es la caracterstica principal del alma
y la cualidad que causa la intensa actividad y labor cons-
tante del hombre, al buscar experiencia y, ms tarde, al
tratar de servir.
3. El atributo ritmo o equilibrio, es la cualidad del espritu o
mnada, y tambin la tendencia a la perfeccin, causa de
la evolucin del hombre, en tiempo y espacio, y el factor
que lleva la vida a travs de todas las formas hasta la con-
sumacin. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las
tres son cualidades de la sustancia, por la cual el triple

213
Libro II

espritu se manifiesta en este sistema solar. No se conoce


an la naturaleza del espritu, por cuanto no podemos
pensar ms que en trminos de forma, por trascendenta-
les que estas formas sean. nicamente las almas que han
alcanzado la iniciacin ms elevada y pueden trasponer
nuestro crculo infranqueable solar, conocen algo de la
naturaleza esencial de lo que llamamos espritu.

Volviendo a la manifestacin prctica de los tres gunas, en los tres


mundos (en relacin con el hombre), se puede observar que:
1. El atributo de equilibrio o ritmo caracteriza al vehculo
mental. Una vez que el cuerpo mental est organizado y
el hombre es dirigido por su mente, su vida tambin se
estabiliza y organiza, y la orientacin de sus asuntos pro-
sigue en forma equilibrada.
2. La cualidad de actividad o movilidad, caracteriza a la natu-
raleza emocional o astral; cuando sta predomina, la vida
es catica, violenta, emocional y est sujeta a todo capri-
cho y sentimiento. Es principalmente la cualidad de la vida
de deseo.
3. La cualidad de inercia domina al cuerpo fsico; el objetivo
del ego es quebrar esta inercia e impulsar a su vehculo
inferior a la actividad, lo cual traer los fines deseados. De
all que en las primeras etapas del esfuerzo sea necesario
emplear el guna de movilidad y la plena actuacin de la
naturaleza emocional o de deseos.

El dolor es el producto de las actividades de la forma, pues dolor


es el resultado de la diferencia inherente entre los pares de opues-
tos, espritu y materia. Ambos factores se mantienen esencialmen-
te en paz" hasta que entran en conjuncin y se resisten mutua-
mente produciendo friccin y sufrimiento, cuando se unen en
tiempo y espacio.
214
Libro II

Vyasa dice que toda pena es ms dolorosa para el yogui debido a su


creciente sensibilidad. La conjuncin del PURUSHA (Espritu) con
PRAKRITI (Materia) es la causa del dolor; la cesacin final de esta
conjuncin es la supresin del dolor. El Recto Conocimiento, segn
el Noble Octuple Sendero, del Buddha, es causa de la supresin
del dolor. O, como dice la escritura Inda: El objeto de la filosofa es
poner fin al dolor. Recto conocimiento es el conocimiento del Ser, o
sea MOKSHA, que confiere inmortalidad consciente. Todas las cosas
expresadas son impermanentes: MOKSHA es lo nico que establece al
Ser en su propia naturaleza. Slo esto es Conocimiento Recto.
Patanjali seala que este dolor es abarcante, pues comprende el
pasado, el presente y el futuro. Veamos:
1. Consecuencias. El dolor es producto de la actividad del
pasado y del agotamiento del karma cuando se manifiesta
al corregir los equvocos y pagar el precio de los errores
cometidos. El cumplimiento de obligaciones y deudas pa-
sadas es siempre un proceso doloroso. Ciertas ocurrencias
del pasado hacen necesarias la actual condicin heredada,
el medio ambiente, el tipo de cuerpo y de forma, el vehcu-
lo y las relaciones grupales, siendo doloroso para el alma
confinada en ello.
2. Ansiedades. Conciernen al presente y a veces se convier-
ten en aprensiones. Si se analiza este trmino se observar
que no slo abarca el temor al sufrimiento, sino al fracaso
del cuerpo espiritual al prestar servicio. Estos temores pro-
ducen tambin dolor y malestar y van paralelos al desper-
tar del hombre real que descubre su herencia.
3. Impresiones sublimadas. Se relacionan con el futuro y
conciernen a las premoniciones de muerte, sufrimiento,
necesidad, que dominan a tantos hijos de los hombres. Es
el temor a lo desconocido y a lo que puede ocurrirnos, a
nosotros o a otros, y a su vez produce dolor.

215
Libro II

Y a raz del conflicto que ocasionan las fluctuaciones de las


cualidades fundamentales (guas), para el de clara
visin todo es dolor.

Ahora se afirma que todas las experiencias de placer, alegra y


felicidad, son engaosas. Realmente, la vida es sufrimiento. No se
niega que se puedan experimentar momentos de placer. Pero s se
muestra que la impermanencia del placer es en s misma experi-
mentada como dolorosa. La naturaleza se transforma continua-
mente y no proporciona al hombre una posicin estable. El cam-
bio es la autntica esencia de la naturaleza condicionada. En con-
secuencia, nuestra necesidad de seguridad est determinada a
permanecer incompleta. Bajo la superficie de las experiencias
placenteras y desagradables residen una ansiedad y angustia fun-
damentales, comunes a todas las personas una intuicin que el
existencialismo contemporaneo y las escuelas de pensamiento
psicoteraputico han redescubierto en el siglo veinte.
El dolor es consecuencia de cambios constantes (parima). De-
bido a la existencia temporal del hombre el pasado es un recuerdo
y el porvenir una esperanza; nicamente el presente, el no-cambio,
existe y es real. En consecuencia, el hombre y solo el hombre, se
angustia pues observa que todo en derredor esta sujeto a la tempo-
ralidad, al cambio. Aunque todo sea real, esta realidad es relativa
y no satisface las exigencias ntimas del hombre. Adems, el
hombre es un ser ansioso, abocado a la accin, como fruto de los
saskras que dejan anteriores acciones. Todo esto, que es la
esencia misma del ser, produce un anhelo por la verdad que aparte
de las dificultades que pueden encontrarse al aproximarse a ella,
capacita mas an para notar el contraste entre el bien perseguido y
las realizaciones diarias.
La concatenacin casi determinista creada por la inercia del karma
sume al hombre en una especie de sopor que le impide hacerse

216
Libro II

cargo de su responsabilidad ltima. Es libre no solo para empeo-


rar, sino tambin para mejorar su suerte, pero necesita un reactivo
si quiere hacer valer esta libertad. Este es el papel que le corres-
ponde al dolor, el cual empapa todas las dimensiones de la vida
humana. Como expone Dasgupta, aun en los estados de placer
temporal tenamos dolor en el momento previo, cuando hemos
buscado, y tenemos tambin dolor aun cuando lo gozamos, por el
temor de perderlo. La suma total de dolores es por eso mucho ma-
yor que la de los placeres.
Este aforismo afirma que cuanto mas profundo es nuestro discer-
nimiento mas vemos el sufrimiento por todas partes. Hay dos po-
sibles fuentes de sufrimiento. Una es la interrelacin entre la psi-
que humana y lo que la rodea, como por ejemplo: (1) los cambios
ocasionados por el paso del tiempo y el envejecimiento, (2) en-
fermedades, dolores e inapropiados e irrealizables deseos y capri-
chos, (3) rigidez creada por las propias construcciones culturales y
mentales. Todos estos factores conducen al sufrimiento, tanto de
forma aislada, como porque entran en conflicto, especialmente
bajo la forma de condicionamientos (saskras) opuestos y a cau-
sa del inevitable paso del tiempo (parima). La segunda fuente
de sufrimiento viene de las diferentes coloraciones en la psique
creadas por los continuos cambios en las cualidades constituyen-
tes de la naturaleza (guas) equilibrio (sattva), actividad (rajas)
e inercia (tamas). Estas cualidades no siempre se manifiestan en el
momento o la situacin correcta. Por ejemplo, en lugar de inun-
darse de inercia a la hora de ir a dormir, podramos experimentar
actividad, y al contrario, cuando por la maana es deseable esta
hiperactividad, nos sentimos cansados y predomina la inercia.

217
Libro II

16. El dolor puede ser evitado antes de producirse.

Las palabras en snscrito de este aforismo encierran una doble


idea. Se infiere, en primer lugar, que ciertos tipos de "malestar"
(segn algunas traducciones) pueden evitarse por un correcto re-
ajuste de las energas del hombre, de manera que por un cambio
en la actitud mental no son posibles las reacciones dolorosas, y
por la transmutacin de sus deseos desaparecen los antiguos "do-
lores. En segundo lugar se infiere que la vida ser vivida en el
presente, de manera de no iniciar causas que tengan efectos dolo-
rosos. Esta doble inferencia har que el yogui adopte en su vida
una disciplina dual, que involucra la firme determinacin de prac-
ticar el desapego y constante disciplina de la naturaleza inferior.
Esto traer por resultado una actividad mental de tal naturaleza
que las antiguas tendencias, anhelos y deseos, ya no atraern, ni se
emprender actividad alguna que produzca karma o resultados
posteriores.
El karma del pasado puede ser agotado nicamente ahora, y ese
tipo de karma que trae dolor, tristezas y malestar, debe seguir su
curso. El karma actual o esa precipitacin de efectos que el ego
tiene intencin de agotar en el presente cielo de vida, debe desem-
pear igualmente su parte en la emancipacin del alma. Sin em-
bargo, el hombre espiritual puede regir en tal forma al hombre infe-
rior, que los acontecimientos del karma (o los efectos que se mani-
fiestan en el mundo fsico objetivo) no causen angustia ni dolor,
pues sern vistos y enfrentados por el yogui carente de apegos.
Tampoco le permitir iniciar esas causas que produzcan dolor.
Ya hemos agotado parte de nuestro karma; estamos agotando aho-
ra otra parte; y el resto espera dar fruto en el porvenir. La primera
parte ya no existe, pues se agot. Estamos agotando la segunda.
nicamente podemos contrarrestar la parte del karma que est en
espera de dar fruto, ya contrarrestarlo deben dirigirse nuestros

218
Libro II

esfuerzos. Esto es lo que Patanjali da a entender cuando dice que


las samskaras se han de vencer por ondulaciones contrarias.
Recuerdo observaciones de C. W. Leadbeater a este respecto. Nos
deca que no est absolutamente fijado el destino de nadie. Antes
de que cualquier cosa pueda acontecer en el plano fsico, pende en
el plano psquico, y un vidente puede profetizarla. Pero en cual-
quier momento un hombre puede alterar el destino que sobre l se
cierne, por una palabra o un acto, y entonces se agotar ese desti-
no de una manera ligeramente diferente. Tambin el modo como
recibimos y manejamos los eventos de la vida, determina su inci-
dencia futura sobre nuestro destino. Siempre es prudente hacer lo
mejor hasta de lo peor, como lo indic el Maestro K. H. al Sr.
Sinnett. Las penas de la vida no pueden realmente curarse cmo-
damente. Su raz yace en la preocupacin del yo inferior. As,
como nos dice LUZ EN EL SENDERO:
No hay cura para el deseo, no hay cura para el amor a
la recompensa, no hay cura para la miseria de anhelar, ex-
cepto en fijar la vista y el odo en lo que es invisible e inau-
dible.

219
Libro II

17. La ilusin de que el Perceptor (Yo) y lo percibido (no-


yo) son una y la misma cosa, es la causa (de los efec-
tos que producen dolor) que debe evitarse.

Este aforismo nos lleva nuevamente a la gran dualidad bsica de


la manifestacin, la unin espritu materia. Su interaccin causa
todas las modificaciones o actividades en los diversos planos que
producen la forma, siendo tambin la causa de las limitaciones
que la conciencia pura se ha impuesto a s misma. En un breve
comentario como ste es imposible dilucidar plenamente este
tpico. Lo nico que puede hacerse es tratar el tema en lo que
afecta al hombre, pudiendo resumirse de la manera siguiente: todo
dolor y tristeza son ocasionados por el hombre espiritual cuando
se identifica con las formas objetivas en los tres mundos y con el
reino fenomnico, donde dichas formas desarrollan sus activida-
des. Cuando l es capaz de desprenderse del reino de los sentidos
y reconocer "que l no es lo que se ve, se toca y se oye", entonces
puede liberarse de todas las limitaciones de la forma y permanecer
separado como perceptor y actor divino. Utilizar las formas co-
mo quiera a fin de alcanzar ciertos fines especficos, pero no caer
en el engao de considerarlas como si fueran l mismo. El estudian-
te hara bien en aprender a ser consciente de que, en los tres mun-
dos (que conciernen nicamente al aspirante en esta etapa), l es el
factor ms elevado de las tan conocidas triplicidades:
Preceptor .......... Percepcin ............... Lo percibido.
Pensador .......... Pensamiento ............ Formas mentales.
Conocedor ........ Conocimiento .......... El campo del conocimiento.
Vidente ............ Vista ........................ Lo visto.
Observador ...... Observacin ............. Lo observado.
Espectador ....... Visin ....................... El espectculo.

y otras muy conocidas.

220
Libro II

El gran objetivo de Raja Yoga es liberar al pensador de las modi-


ficaciones del principio pensante, a fin de no sumergirse ya en el
gran mundo de ilusiones mentales ni identificarse con lo puramen-
te fenomnico. Se mantiene libre y desapegado, y utiliza el mundo
de los sentidos como campo para desarrollar sus actividades inte-
ligentes y no como campo de experimentacin y esfuerzo, donde
adquirir experiencia.
Debe recordar que los medios de percepcin son los seis sentidos:
odo, tacto, vista, gusto, olfato y mente, y han de ser trascendidos
y reconocidos por lo que son. Los medios de percepcin revelan el
gran maya o mundo de ilusin, compuesto de formas de todo tipo,
construidas de sustancia que debe ser estudiada en su constitucin
atmica y molecular y sus elementos bsicos que dan a tal sustan-
cia sus diferenciaciones y cualidades especficas. Para fines de
estudio, debera recordarse que es necesario investigar la naturale-
za de los siguientes factores existentes en el polo opuesto del esp-
ritu, denominado materia:
1. Los tomos.
2. La materia molecular.
3. Los elementos.
4. Los tres gunas o cualidades.
5. Los tattvas, o diferenciaciones de la fuerza, en sus siete tipos.

Mediante la comprensin de la naturaleza y las diferenciaciones


de la materia se llega a comprender el mundo de la forma, que
durante tanto tiempo ha mantenido prisionero al espritu. Esto lo
indica Pantajali en el siguiente aforismo.
La correlacin entre la base de la conciencia y el mundo objetivo
(incluyendo los procesos psicomentales) no es una mezcla sustan-
cial o una entrada en contacto, pues ambas entidades se hallan por
siempre separadas. Sencillamente es una relacin ficticia y esen-
cialmente enigmtica. Tiene lugar en la experiencia humana y, en
ltimo trmino, no puede explicarse empricamente. El s-mismo-

221
Libro II

esencial se particulariza como el observador o la conciencia-


energa, mientras que el mundo, en sus formas manifiestas e in-
manifiestas, es lo que puede ser observado por el observador. Esta
extraa relacin se define tambin con el trmino proximidad.
Segn Vcaspati Mishra (I.4): la conciencia no se une al si-mismo-
esencial, sino que se aproxima a l. Y esta proximidad no resulta
de una conexin espacial o temporal del si-mismo-esencial con ella
(la conciencia). Mas bien, la caracterstica (de tal proximidad) es
una (cierta) facultad. En otras palabras, no hay una relacin externa,
sino una capacidad interna; es decir, la facultad del si-mismo-
esencial de apercibir y la capacidad del mudo de ser apercibido.
Otra forma de explicar esta abstrusa doctrina filosfica es por me-
dio de la metfora de la reflexin, tal como la desarrolla Vcaspati
Mishra. Segn sta, el si-mismo-esencial se halla reflejado en la
conciencia emprica y es precisamente sta luz reflejada del si-
mismo-esencial la que entra en contacto con el mundo objetivo.
La identificacin del Yo con el no-yo es la causa del dolor, y se debe
luchar por evitarla. Por eso H. P. B. nos dice que debiramos recapaci-
tar noche y da sobre la irrealidad de todo cuanto nos rodea y de noso-
tros mismos. El primer error bsico que tenis que superar es la iden-
tificacin de vosotros mismos con el cuerpo fsico. Empezad a pensar
que este cuerpo no es nada ms que la casa en que tenis que vivir por
un tiempo, y entonces no cederis jams a sus tentaciones. El Hom-
bre Real no es ni el cuerpo, ni las emociones, ni la mente.
H. P. B. dice lo primero que se necesita para conocerse a s mismo es
hacerse profundamente consciente de la ignorancia; sentir con todas
las fibras del corazn que uno est INCESANTEMENTE engaado
sobre s mismo. Y por eso recomienda, como ya he citado antes, que
el primer gran error que debemos superar es el de identificarnos con
nuestros cuerpos. Madame Alexandra David Neal dice en su libro Las
Enseanzas Orales Secretas de las Sectas Buddhistas Tbetanas, que la
primera recomendacin que se da a los nefitos es la de dudar. Todo
cuanto existe en este universo en incesante movimiento, es irreal.
Pero hay que comprender y trascender lo irreal a fin de ver lo Real.

222
Libro II

18. Lo que se percibe tiene tres cualidades: sattva, raja


y tamas (ritmo, movimiento e inercia), y est com-
puesto de elementos y rganos sensorios. Su empleo
produce experiencia y eventualmente liberacin.

ste es uno de los aforismos ms importantes del libro, porque en


pocas y concisas palabras resume la naturaleza de la sustancia, as
como su constitucin, finalidad y razn de ser.
Cada una de las frases merece una extensa consideracin, pues las
palabras: "cualidades", "elementos", "sentidos", "evolucin" y
"liberacin" expresan la totalidad de los factores involucrados en
el crecimiento del hombre, y son los que ms conciernen a la uni-
dad humana, y abarca su trayectoria desde el momento en que
encarn por primera vez, en el transcurso del largo ciclo de vidas,
hasta que pasa por los diversos portales de la iniciacin a la vida
mayor del cosmos.
Lo primero que caracteriza al hombre es la inercia, siendo de ndole
tan pesada y densa que se requieren muchos y violentos contactos
para darse cuenta de lo que lo rodea y que valorar mas tarde inteli-
gentemente. Los grandes elementos tierra, agua, fuego y aire, des-
empean su parte en la construccin de sus formas y se incorporan
en su ser. Los diversos rganos de los sentidos entran en actividad
paulatinamente; primero, los cinco sentidos; luego, una vez que la
segunda cualidad de rajas o actividad se establece firmemente, em-
pieza a desarrollarse tambin el sexto sentido. La mente. Ms tarde
comienza a percibir todo lo que circunda en el mundo fenomnico,
las mismas cualidades y elementos que existen en s mismo y acre-
cientan rpidamente su conocimiento. De all pasa a establecer la
diferencia entre l como Perceptor, y lo que percibe como sus for-
mas y el mundo en que stas existen. El sexto sentido acrecienta su
predominio, pero con el tiempo es controlado por el verdadero
hombre, quien pasa al estado sttvico, donde se armoniza consigo
mismo y, en consecuencia, con todo cuanto lo rodea. Su manifesta-

223
Libro II

cin es rtmica y a tono con la gran totalidad. Contempla el es-


pectculo y procura que las formas, por medio de las cuales acta
en el mundo fenomnico, estn debidamente controladas, y que
todas sus actividades se desarrollen en armona con el gran plan.
Cuando esto ha tenido lugar, forma parte del todo, sin embargo est
libre y liberado del control que ejerce el mundo de la forma, de los
elementos y de los sentidos, y los utiliza sin ser utilizado por ellos.
Refiere una leyenda que Indra, el rey de los dioses, se infundi una vez
en el cuerpo de un cerdo y se revolcaba en el cieno. Tena por compa-
era una verraca que le dio lechoncillos, y era dichoso. Al verle los dio-
ses en semejante apuro, le dijeron: "Eres el rey de los dioses y tienes a
todos los dioses bajo tu mando. Por qu ests aqu?" A lo que res-
pondi Indra: "No importa. Estoy muy bien aqu. Ningn cuidado me
da el cielo mientras tenga esta verraca y estos lechoncitos." Los dioses
no supieron qu replicar, y al cabo de algn tiempo decidieron ir ma-
tando los lechoncillos uno tras otro y por fin a la verraca. Cuando todos
murieron, Indra afligise y llor. Entonces los dioses abrieron en canal
el cuerpo del cerdo, y de l sali Indra que rise del horrible sueo que
haba tenido, creyendo que en la vida del cerdo cifraba su dicha, con
deseo de que el universo entero adoptara tal vida.

Esta leyenda simboliza que cuando Purusha (Espritu) se unifica


con la Naturaleza olvida que es puro e infinito. Purusha no ama,
porque es el mismo amor. Purusha no existe, porque es la mis-
ma existencia. Purusha no conoce, porque es el mismo conoci-
miento. Es un error decir que el Yo ama, existe y conoce. El amor,
la existencia y el conocimiento no son cualidades del Purusha sino
su esencia. Cuando Purusha se refleja en una cosa, la esencia se
diversifica en las cualidades de dicha cosa. No son cualidades de
Purusha sino su esencia, la esencia de Atman, del Ser infinito sin
nacimiento ni muerte, establecido en su propia gloria. Sin embar-
go, parece tan degenerado, que si se le dice que "no es un cerdo"
grue y muerde. As nos sucede en este mundo de maya, de sueo,
donde todo es miseria, clamor y llanto, donde ruedan unas cuantas
rodajas de oro tras de las que a la rebatia andan las gentes.

224
Libro II

19. La divisin de las gunas (o cualidades de la materia)


son cuatro: lo especfico, lo no especfico, lo insinua-
do y lo intocable.

Es interesante observar que los gunas o cualidades (suma total de


los atributos o aspectos de la sustancia de nuestro sistema solar) son
cuatro. En la siguiente sptuple clasificacin tenemos la analoga de
los septenarios existentes en nuestro universo manifestado.
Los tres aspectos mayores de la sustancia mental son:
1. Sustancia sttvica ..................... ritmo, equilibrio, armona.
2. Sustancia rajsica ..................... movilidad, actividad.
3. Sustancia tamsica ................... inercia, estabilidad.

Los tres se dividen en:


1. Lo especfico ...... los elementos manifestados, forma.
2. Lo no especfico los rganos de los sentidos, los tanmatras.
3. Lo insinuado .. la sustancia primaria, los tattvas, la materia atmica.
4. Lo intocable la gran Existencia, la suma total de todos ellos.

Este aforismo tiene por objeto abarcar los tecnicismos del aspecto
forma de la manifestacin, ya se refiera a la manifestacin de un
tomo humano o de una deidad solar; indica simplemente la tripli-
cidad natural de la sustancia, la naturaleza septenaria de la misma
y sus diversas mutaciones. Expresa la naturaleza de ese aspecto de
la vida divina que los hindes denominan Brahma y los cristianos
Espritu Santo. Es el tercer aspecto de Trimurti o Trinidad, el as-
pecto materia inteligente activa, con la cual se ha de construir el
cuerpo de Vishnu o del Cristo Csmico, a fin de que Shiva, el
Padre o Espritu, tenga un medio de revelacin.
Estas triplicidades deben ser estudiadas cuidadosamente, pues por
su intermedio ser posible obtener los diversos grados de concien-
cia. Esto se refiere a las grandes formas ilusorias, con las que se

225
Libro II

identifica el Hombre Real (con el consiguiente dolor y sufrimien-


to) durante el transcurso del largo ciclo de manifestacin, del cual
debe liberarse con el tiempo. Involucra una idea an ms amplia,
el aprisionamiento de la vida de un Logos solar en la forma de un
sistema solar, su desarrollo evolutivo por medio de dicha forma, y
la perfeccin y liberacin eventuales de esa vida al terminar el
gran cielo solar. El ciclo menor del hombre est contenido en el
mayor, y sus realizaciones y la naturaleza de su liberacin slo
son relativas al todo mayor.

1. Clasificacin especfica de los gunas.


Esta clasificacin especfica o detallada de los gunas consta de
diez y seis partes, que se refieren principalmente a la reaccin del
hombre al mundo objetivo tangible:
a. Los cinco elementos: ter, aire, fuego, agua y tierra,
efectos directamente involucrados en un sonido o pala-
bra subjetiva o no especfica.
b. Los cinco rganos de los sentidos: odo, piel, ojo, lengua
y nariz. Los rganos fsicos o canales, por medio de los
cuales se hace posible la identificacin con el mundo
tangible.
c. Los cinco rganos de accin: voz, manos, pies, rganos
de excrecin y rganos genitales.
d. La mente, el sexto sentido; el rgano que sintetiza a los
otros rganos sensorios y oportunamente los suplan-
tar.

Estos diez y seis medios de percepcin y actividad en el mundo


fenomnico, constituyen los canales para el verdadero hombre
pensante; ponen de manifiesto su activa realidad, siendo la suma
total de los hechos fsicos que conciernen a todo Hijo de Dios
encarnado. Similarmente, en su significado csmico, constituyen

226
Libro II

la totalidad de los hechos que demuestran la realidad de una en-


carnacin csmica. "El Verbo se hace carne", tanto en sentido
individual como csmico.

2. Clasificacin no especfica de los gunas.


Consta de seis partes, y concierne a lo que est detrs de lo espec-
fico; se refiere a lo subjetivo e intangible y al despliegue de la
fuerza productora de formas especficas.
En los libros hindes se los denomina tcnicamente tanmatras.
Tienen que ver con la conciencia ms que con la forma; son las
"modificaciones especiales" de budi o conciencia.
a. El elemento que nos hace or o lo que la oreja pro-
duce; el or rudimentario.
b. El elemento que nos hace tocar, o lo que el mecanismo
del tacto, la piel, etc., produce; el tacto rudimentario.
c. El elemento que nos hace ver, o lo que el ojo produce.
d. El elemento que nos hace gustar, o lo que el meca-
nismo del gusto produce.
e. El elemento que nos hace oler, o lo que el meca-
nismo del olfato produce.

Detrs de estos cinco elementos se halla el sexto tanmatra o


modificacin del principio conciencia, el denominado "sentido
de la personalidad", la conciencia "yo soy yo", el principio
ahamkara, el cual produce el sentido de la realidad personal y
de que cada uno de nosotros es una unidad separada de con-
ciencia. Constituye la base de la "gran hereja de la separativi-
dad" y la causa de que el hombre real o espiritual, sea atrado
por la gran ilusin, que obliga al hombre, durante largos eo-
nes, a identificarse con las cosas de los sentidos, llevndolo con
el tiempo a la etapa donde busca la liberacin-.

227
Libro II

3. Lo insinuado.
Detrs de las diez y seis divisiones especficas y de las seis no
especficas, subyace la causa de todas ellas; los libros hindes la
llaman budi o razn pura; el intelecto, separado de la mente infe-
rior, algunas veces denominado intuicin, cuya naturaleza es
amor-sabidura. Es la vida o principio crstico que, en el proceso
de encarnar o de tomar una forma, tal como la conocemos, se ma-
nifiesta como lo especfico y lo no especfico. Para la mayora
slo est "insinuado". Se supone que est ah. El trabajo de Raja
Yoga consiste en llevar a su pleno conocimiento esta vaga suposi-
cin, para que la teora se transforme en realidad, y lo que est la-
tente, y creemos existe, sea reconocido y conocido por lo que es.
4. Lo intocable.
Llegamos finalmente a la cuarta clasificacin de los gunas o aspec-
tos, aquello "en quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro
ser", el Dios intocable o desconocido. Es la gran forma de existen-
cia en la que nuestras pequeas formas existen; la suma total de
sustancia pensante, de la cual nuestras pequeas mentes son parte;
la total manifestacin de Dios por medio del Cristo csmico, de
quien cada pequeo hijo de Dios forma parte. La mente del hombre
no puede concebir todava este algo intocable y desconocido.
La teora de Dios, en su significado psicolgico, dejando aparte
todo concepto de personalidad, es que la inteligencia es lo primero
en el orden de la creacin y que de la inteligencia procede lo que
llamamos materia densa. Por el contrario, los filsofos modernos
opinan que la inteligencia aparece en ltimo lugar, porque los mi-
nerales evolucionan en vegetales y los vegetales en animales y los
animales en hombres, de suerte que los seres inteligentes son los
ltimos, por lo que en vez de proceder todas las cosas de la inteli-
gencia, es la inteligencia lo ltimo en aparecer. Pero la religin y
la ciencia, aunque a primera vista se contradigan, afirman ambas
la verdad.

228
Libro II

Supongamos una serie indefinida, tal como A - B - A - B - A - B,


etc. Qu es primero, A o B? Si tomamos la serie como A - B - A-
B... diremos que primero es A; pero si tomamos la serie en el sen-
tido B - A - B - A - B... diremos que primero es B. Depende de la
manera de considerar la serie. La inteligencia se modifica y
transmuta en materia densa que a su vez se transmuta en inteli-
gencia y as contina el proceso. Los sankhyas y otros religiosos
colocan primero la inteligencia, y la serie es inteligencia - materia
- inteligencia - materia. . . El cientfico coloca primero la materia,
y la serie es entonces materia - inteligencia - materia - inteligen-
cia. . . Ambos indican la misma cadena. Sin embargo, el filsofo
ndico va ms all de la inteligencia y la materia y encuentra a
Purusha, el Yo, de quien la inteligencia es prestada luz.

229
Libro II

20. El vidente es conocimiento puro (gnosis). Aunque puro,


observa la idea presentada, valindose de la mente.

Ya se ha hecho referencia a la excelente traduccin de este afo-


rismo dada por Johnston, que dice: "El vidente es visin pura.
Aunque pura, observa a travs de la vestidura de la mente". Gan-
ganatha Jha proyecta mayor luz al expresar: "El espectador es
sensibilidad absoluta y, aunque pura, todava contempla ideas
intelectualizadas". La idea sugerida es que el hombre verdadero,
el espectador, perceptor o pensador, es la suma total de todas las
percepciones, ya sean percibidas por medio de los sentidos o de la
mente inferior; es en s mismo conocimiento, clara visin o verda-
dera percepcin. Todo cuanto existe en los tres mundos existe por
l y para l; es la causa de su existencia, y cuando ya no lo busca
ni se esfuerza por visualizarlo, deja de existir para l. Este aforis-
mo es uno de los versculos clave del libro, y proporciona la llave
para la ciencia de la yoga. Su formulacin oculta ciertas ideas que
abarcan la totalidad de esta ciencia; los estudiantes deberan pres-
tarle mucha atencin. Si se enuncia como una afirmacin produce
un efecto mntrico, y si el aspirante lo emplea constantemente, le
demostrar, con el tiempo, la verdad de la afirmacin de que:
"como el hombre piensa, as es l".
"Yo soy el conocimiento puro, contemplo las ideas presenta-
das valindome de la mente".

Tenemos en esta afirmacin:


1. El vidente o quien contempla y considera (desde su punto de
vista divino) este mundo de efectos, este gran maya de ilusin.
2. La idea presentada. La idea que imparte es que todo tipo de
forma que pasa ante el espectador en el gran panorama de la
vida en los tres mundos, es "una idea-presentada", por lo tanto,
son pensamientos corporificados y deben ser considerados
como tales. La tarea del ocultista consiste en trabajar con la

230
Libro II

fuerza subyacente en todas las formas y no tanto con la forma,


que es slo el efecto de alguna causa. Este mtodo de trabajo
puede desarrollarse nicamente de manera gradual. El espec-
tador observa sucesivamente, en su medio ambiente inmediato
y en su propio y pequeo mundo, las formas, y su significado
verdadero y las diversas formas del proceso mundial, hasta que
le es revelado el mundo de las causas, y el mundo de los efec-
tos asume una posicin secundaria.
Primeramente percibe las formas en los tres mundos. Gra-
dualmente se da cuenta de aquello que las causa y del tipo de
fuerza que las ha trado a la existencia. Ms tarde descubre la
idea que ellas corporifican, y al seguir progresivamente su tra-
yectoria, hacia adelante o hacia atrs, hasta su fuente de ori-
gen, entra en contacto con las grandes vidas, causa de la mani-
festacin. As sale de la esfera de la objetividad, de los mun-
dos mental, emocional y fsico, y entra en el reino del alma o
causa subjetiva de esta triple manifestacin. ste es el mundo
de las ideas y, por lo tanto, del conocimiento puro, de la razn
pura y de la mente divina. Ms tarde, en una etapa muy avan-
zada, se pone en contacto con esa Vida una que sintetiza las
muchas vidas, con el Propsito uno que fusiona las muchas
ideas en un slo plan homogneo.
3. La mente. Instrumento que emplea el vidente, a fin de percibir
las ideas presentadas o formas mentales. Para mayor claridad,
se debe tener en cuenta que las ideas presentadas se dividen en
cinco grupos de formas mentales:
a. Las formas objetivas tangibles del mundo fsico del diario vi-
vir, con las cuales se ha identificado el vidente, durante largo
tiempo, en las pocas primitivas y salvajes de la existencia
humana.
b. Los estados de nimo, sentimientos y deseos, que adquieren
forma en el mundo astral, el mundo de las emociones.

231
Libro II

c. Las formas mentales, en su infinidad de variaciones, que


colman el mundo mental.
Por medio de las "ideas presentada el vidente llega a conocer el no-yo.
d. Las formas mentales que el hombre crea cuando ha apren-
dido a controlar su instrumento mental y puede discriminar
entre el mundo ilusorio de las ideas presentadas, y esas
realidades que constituyen el mundo del espritu.
Por medio de este proceso el hombre llega a conocerse a s
mismo. Durante toda la gran experiencia de conocer el no-
yo y conocerse a s mismo, emplea la mente como medio
de investigacin, explicacin e interpretacin, pues los
sentidos y todos sus canales de contacto envan constan-
temente informacin y reacciones a la mente, mediante el
instrumento inferior del cerebro. Habiendo alcanzado esta
etapa, el vidente puede entonces emplear la mente en sen-
tido inverso. En vez de dirigir su atencin al no-yo o al
mundo ilusorio de efectos y estudiar su propia naturaleza
inferior, puede ahora, gracias al control mental logrado, al-
canzar la quinta etapa:
e. Las ideas presentadas por el mundo de la vida espiritual, el
reino del conocimiento espiritual, y en sentido ms real el
reino de Dios.

Por este medio, el vidente llega a conocer a Dios tal cual es y a


comprender la naturaleza del espritu. La mente cumple entonces
tres propsitos:
a. El vidente contempla a travs de ella el reino de las causas,
el espiritual.
b. Por su intermedio puede interpretar el mundo de las causas
en trminos del intelecto.
c. Emplendola correctamente, el vidente puede trasmitir al ce-
rebro fsico del yo personal inferior (reflejo del hombre ver-

232
Libro II

dadero en el mundo de los efectos) lo que el alma ve y cono-


ce. Entonces se forma y entra en actividad efectiva el siguien-
te tringulo: el vidente u hombre espiritual, la mente, que
construye su medio de investigacin o la ventana a travs de
la cual observa (ya sea el, mundo de los efectos, a s mismo o
el mundo de las causas), y el cerebro, la placa receptora, en la
cual el vidente puede plasmar su "conocimiento puro", em-
pleando la mente como intrprete y agente transmisor.

Hemos visto que segn esta filosofa, desde la forma ms densa hasta
la inteligencia, todo es Naturaleza, y ms all de la Naturaleza estn
los purushas (Almas) que no tienen cualidades. As pues cmo apa-
renta el alma ser dichosa o desdichada? Por reflejo. Si cerca de un
trozo de lmpido cristal colocamos una flor roja, el cristal parecer
rojo. Anlogamente las apariencias de dicha o desdicha, del alma no
son ms que reflejos. El alma en s permanece incolora. El alma est
separada de la Naturaleza. La Naturaleza es una cosa y el alma
otra, eternamente separada. Aade la escuela sankhya que la inteli-
gencia es un compuesto, que crece y se desvanece y cambia como
cambia el cuerpo, pues su ndole es muy anloga a la del cuerpo. Lo
que una ua es respecto del cuerpo, as es el cuerpo respecto de la
inteligencia. La ua es parte del cuerpo; pero se la puede recortar
centenares de veces sin menoscabo del cuerpo.
De la propia suerte, la inteligencia subsiste durante eones aunque
vayan pereciendo los cuerpos. Sin embargo, la inteligencia no
puede ser inmortal porque cambia, crece y se desvanece. Lo que
se muda no puede ser inmortal. Evidentemente la inteligencia est
elaborada, y esto demuestra que ha de haber algo allende la inteli-
gencia. Tampoco puede ser libre porque todo lo relacionado con la
materia est en la Naturaleza y por lo tanto sujeto para siempre.
Quin es libre? Quien transcienda la causa y el efecto ser cierta-
mente libre. Si se objeta diciendo que la idea de libertad es ilusin,
responder que tambin es ilusin la idea de esclavitud. Llegan a
nuestra conciencia ntimamente enlazadas las ideas de libertad y
esclavitud. Si queremos atravesar una pared y damos de cabeza
233
Libro II

contra ella, vemos que estamos limitados por la pared; pero al pro-
pio tiempo reconocemos en nosotros la fuerza de voluntad y cree-
mos que la podemos dirigir a cualquier parte. A cada paso nos asal-
tan estas dos ideas contradictorias. Creemos que somos libres y a
cada momento notamos que no lo somos. Si una idea es ilusoria,
tambin ha de serlo la otra, y si una es verdadera tambin lo es la
otra, porque ambas tienen por base la conciencia. Los yoguis dicen
que ambas ideas son verdaderas, pues somos esclavos en cuanto se
refiere a la inteligencia, y libres en cuanto concierne al alma. El Yo,
el Purusha trasciende la ley de causacin.
Este es un sutra particularmente bello. Esquematiza la jornada o
cada del Espritu humano en la materia, y su retorno. Patanjali
hace una clara distincin entre el hombre espiritual, la mente y el
cerebro. La mente (MANAS) usa el cerebro tal como un msico
usa el teclado de un piano. Si ese cerebro est en buenas condicio-
nes, puede revelar mejor sus poderes. Algunas veces su piano es
un instrumento muy malo, y por tanto estropea su trabajo. El ins-
trumento, el cerebro, puede ser educado y mejorado.
As, como dijo Sneca, es el alma la que piensa y ve. Pero el ver-
dadero hombre espiritual atisba a travs de la vestidura del alma.
Todas las cosas le llegan finalmente. H. P. B. describe en LA
DOCTRINA SECRETA cmo en el momento que antecede al na-
cimiento las huestes dvicas conectan el Ego inmortal con su nue-
vo cuerpo. Para la visin clarividente suele parecer como un hilo
brillante que resplandece y se ensancha cuando son invocados los
poderes verdaderos del Ego, y que, en el caso de un discpulo ini-
ciado, se ha ensanchado como un resplandeciente cono de luz.
Venimos a estos mundos de ignorancia e ilusin por una razn divina e
inmortal. El hombre espiritual no abandona jams el Jardn del Edn o
Cielo, sino que enva su representante, como quien extiende un brazo, a
los mundos de materia, para que le lleve despus de la muerte las gavi-
llas de experiencia que haya reunido. As pues, a que debemos temer,
cuando nuestra verdadera esencia es Divina y Eterna?

234
Libro II

21. Todo lo que es, existe para bien del alma.

El hombre, en su vanidad, no debe considerar el significado de este


aforismo como que todo lo creado existe para l. Su sentido es mu-
cho ms amplio. El alma a que se refiere es la del Ser supremo, de la
cual el alma del hombre es parte infinitesimal. El minsculo mundo
del hombre, su pequeo medio ambiente y de contacto, existe en
virtud de la experiencia que le proporciona y de la liberacin final
que produce; es la causa de su manifestacin y el resultado de su
propio poder mental. Pero a su alrededor y compenetrndolo existe
un algo ms grande, de lo cual l forma parte, y todo el vasto univer-
so planetario y solar existe para bien de la Vida ms vasta, de cuyo
cuerpo l no es ms que un tomo. El entero mundo de las formas es
producto de la actividad mental de alguna vida; el entero universo de
la materia es el campo de experiencia de alguna existencia.
La Naturaleza no tiene luz propia. Mientras Purusha est presente
en la Naturaleza, parece luminosa, pero es prestada, como presta-
da es la luz de la luna. Segn los yoguis, todas las manifestaciones
causadas por la Naturaleza no tienen otro propsito que lograr la
liberacin final de Purusha.
El Universo es nuestro campo de evolucin o desarrollo. El hombre
ha cruzado, la cruz en los cielos, desde los reinos inferiores, y ha
comenzado su jornada hacia su futura plenitud y beatitud como
dijo Emerson. Ciertas palabras muy bellas del Maestro K. H. al Sr.
Judge vienen muy bien aqu; No desees resultados que sean for-
mas de poder. Desea nicamente, en tus esfuerzas, acercarte ms al
centro de vida, que es el mismo en el Universo que en ti; lo cual te
har despreocuparte de si eres fuerte o dbil, instruido o no. Es tu
divinidad; es la divinidad que todos compartimos... Aspira el alien-
to de la gran Vida que vibra en todos nosotros, y deja que la fe, que
es conocimiento no aprehendido, te lleve a travs de tu vida como
vuela un ave en el aire: sin dudar... Debes vivir para otros y con
ellos; no para ti o contigo.

235
Libro II

22. Para el hombre que ha alcanzado la yoga (o unin), ya


no existe el universo objetivo. No obstante, sigue
existiendo para quienes an no se han liberado.

Este aforismo encierra el germen de toda la ciencia mental. Su pre-


misa est fundada en la comprensin de que todo cuanto observamos
son modificaciones de la sustancia mental y de que el pensador crea
su propio mundo, ya sea un Dios o un hombre. Cuando el individuo,
por medio de la ciencia de la Yoga (ciencia que se ocupa de "supri-
mir las actividades del principio pensante", o el control de la mente)
ejerce pleno poder sobre la mente y la sustancia mental o materia
pensante, queda liberado del control de esas formas que mantienen a
la mayora de los hombres cautivos en los tres mundos.
Entonces se aleja de la gran ilusin; ya no lo sujetan los cuerpos
que hasta ese momento lo haban retenido; las grandes corrientes de
ideas, de pensamientos y de deseos que se originan mediante las
"modificaciones del principio pensante", de los hombres aprisiona-
dos en los tres mundos, no lo atraen ni lo afectan; las miradas de
formas mentales, resultantes de estas corrientes en los mundos
mental, astral y fsico, ya no lo apartan de las realidades o del ver-
dadero mundo subjetivo de las causas y de las emanaciones de
fuerza. Ya no se deja engaar; es capaz de discernir entre lo real y
lo irreal, lo verdadero y lo falso, la vida del espritu y el mundo
fenomnico. Entonces est sujeto a las corrientes de pensamiento y
al mundo de ideas que provienen de grandes entidades y vidas espi-
rituales; de manera que el gran plan del Arquitecto del Universo
puede desplegarse ante l. Se libera y emancipa, quedando sujeto
nicamente a las nuevas condiciones de vida de quienes han alcan-
zado la gran unificacin. Las leyes de los tres mundos no son reem-
plazadas sino trascendidas, porque lo mayor siempre incluye lo
menor. Aunque, para fines de servicio, el hombre puede elegir limi-
tarse a s mismo a la aparente vida tridimensional, sin embargo pe-
netra a voluntad en un mundo de dimensiones superiores, siempre
que sea necesario para la expansin del reino de Dios.
236
Libro II

El objetivo de la ciencia de la yoga consiste en revelar al hombre


cmo lograr esta liberacin y obtenerla por s mismo. Por eso la
tendencia de la enseanza impartida por Patanjali, hasta este pun-
to, ha sido indicar el lugar que ocupa el hombre en el esquema;
sealar la causa bsica de su inquietud y anhelo por realizar de-
terminada actividad; demostrar la razn de la existencia del gran
mundo de los efectos e intentar que el aspirante investigue el
mundo de las causas y as demostrar la necesidad de un mayor
desenvolvimiento y la naturaleza de los obstculos, para ese des-
envolvimiento, que har exclamar al hombre: "Si esto es as por
qu medios se puede efectuar esta unin con lo real y desvanecer
la gran ilusin?". Este Libro Segundo presenta los ocho grandes
mtodos de la yoga, proporcionndonos un delineamiento claro y
conciso de los pasos precisos a dar para la regulacin requerida de
la vida fsica, squica y mental.
An cuando lo captable desaparece con respecto a alguien cuyo
objetivo se ha cumplido, no se aniquila puesto que esta siendo
(compartido) solidariamente con otros (cuyos objetivos an no se
han cumplido). (El objeto) desaparece respecto del afortunado si
mismo que ha alcanzado su meta, pero existe todava respecto de
los desafortunados que no han logrado an el objetivo y, por esto,
se transforma en su propio objeto de experimentacin, intercam-
biando su naturaleza con la naturaleza de estos otros. Este afo-
rismo constituye una clara refutacin del idealismo. El mundo no
es un simple producto del pensamiento que se disuelve tras la libe-
racin. Los objetos son externos a la mente y tienen su existencia
independiente, que no se ve afectada por el hecho de la autorreali-
zacin. Sin esta asuncin ontolgica de la realidad del universo
objetivo, la emancipacin de la primera persona liberada llevara
consigo, lgicamente, la aniquilacin del cosmos y, ms an, sig-
nificara tambin la emancipacin de todos los seres.
Un gran ejemplo de la verdad de este aforismo fue el sabio Sri
Ramana Maharshi. Un comentador suyo escribe: Para l la mente
y el cuerpo quedan completamente disociados del Ser, gracias a

237
Libro II

esta experiencia. Esto es, que la mente ya no identifica el cuerpo


con el Ser. Como la ignorancia no es nada ms que esta identifica-
cin, y la mente misma es producto de esta ignorancia, a este gran
evento se le da el nombre tambin de disolucin de la mente. De
ah que sea estrictamente cierto que para el sabio no hay ni mente
ni cuerpo ni mundo. Entonces pasa uno de lo irreal a lo Real.
Puede verse ahora la razn de que nuestros Maestros llamen
sombra a este cuerpo.
Para la inmensa mayora de hombres este mundo de dolor es muy
real. Por tanto nuestros Maestros, movidos por divina compasin,
eligen quedarse aqu y aceptar los dolores del nacimiento a fin
de poder ayudarnos a los que todava luchamos entre tinieblas.

238
Libro II

23. La asociacin del alma con la mente y con todo cuanto


la mente percibe, produce la comprensin de la natu-
raleza de lo percibido y tambin la del Perceptor.

Este aforismo llama la atencin del estudiante sobre la primordial


cualidad que debe desarrollar: la discriminacin. Por lo tanto el
significado es bien claro. Los pares de opuestos, espritu y mate-
ria, purusha y prakriti, se asocian ntimamente, y tal unin debe
ser reconocida por el alma, la conciencia perceptora. Mediante el
proceso de fusionar las dualidades, el alma, el pensador, llega a
comprender su propia naturaleza, la naturaleza espiritual y la natu-
raleza del mundo fenomnico que l percibe, hace contacto y uti-
liza. El rgano de percepcin es la mente y los cinco sentidos, y
desde el punto de vista del alma constituyen un slo instrumento.
Durante largo tiempo y en el transcurso de muchas encarnaciones,
el alma o pensador, se identifica con este rgano de percepcin y,
al emplearlo en las primeras etapas, tambin se identifica con lo
que percibe. Considera al cuerpo fenomnico, el cuerpo fsico que
utiliza, como si fuera l mismo; as como lo indica la expresin
estoy cansado" o "tengo hambre". Se identifica con su cuerpo de
sentimiento o deseo, al decir: "estoy disgustado" o "necesito dine-
ro", y tambin con su vehculo mental, cuando considera: "pienso
esto o aquello". De estas identificaciones surgen las diferencias
teolgicas y las diversidades doctrinarias y sectarias, aparecidas
en todas partes. En esta quinta raza raz, especialmente en la quin-
ta subraza, tal identificacin alcanza su apoteosis. Es la era del yo
personal, no la del yo espiritual. Esta comprensin de la naturale-
za inferior es parte del gran proceso evolutivo; pero debe ir segui-
da de la comprensin del polo opuesto, el Yo espiritual. Esto lo
lleva a cabo el alma que empieza a practicar la discriminacin, al
principio terica e intelectualmente (de all el gran valor de la ac-
tual poca de crtica, discusiones y polmicas, pues forma parte
del proceso discriminador planetario) y ms tarde experimental-
mente.

239
Libro II

Esta discriminacin lleva, con el tiempo, a tres cosas:


1. A la comprensin de la diferencia entre espritu y materia.
2. A la comprensin de la naturaleza del alma, producto de
esta unin que es el hijo, producto de la unin del padre-
espritu y la madre-materia.
3. Al desarrollo, por el cual el alma empieza a identificarse
con el aspecto espiritual y no con el mundo fenomnico
de las formas. Esta ltima etapa es grandemente ayudada
y acelerada por la prctica de Raja Yoga, de all la deter-
minacin de la Jerarqua de proporcionar esta ciencia al
Occidente para su espritu discriminador y de crtica. Debe
tenerse en cuenta que en este proceso unificador el alma
pasa por grandes etapas, y que la palabra yoga abarca el
desenvolvimiento evolutivo de la mnada humana.
Dichas etapas son:
1. La unin del alma con la forma, y su identificacin con el
aspecto materia.
2. La unin del hombre pensador (o reflejo autoconciente en los
tres mundos) con el hombre espiritual, en su propio plano.
3. La unin del hombre espiritual o pensador divino, con su
Padre en el Cielo, la Mnada o aspecto espritu. La primer
etapa abarca el perodo desde la primera encarnacin
hasta la entrada en el sendero de probacin; la segunda
etapa abarca el perodo del sendero de probacin hasta la
tercera iniciacin, en el sendero del discipulado; la terce-
ra, abarca las etapas finales del sendero de iniciacin

Vyasa dice que esta conjuncin se estableci para permitirle al


Hombre Real alcanzar el conocimiento de estos mundos fenome-
nales. Pero lo que le confiere libertad o emancipacin al Hombre

240
Libro II

Real es la comprensin de la naturaleza del perceptor, y no la de


lo percibido. Cuando nace ese conocimiento, desaparece la igno-
rancia que es la causa de la esclavitud. Por esta razn se dice que
el conocimiento, el ver la naturaleza verdadera de las cosas, es la
causa de KAIVALYA (independencia absoluta). Recurdese el
vuelo del solitario al Solitario de Plotino. Vachaspati dice: Se
llama emancipacin al reconocimiento de la naturaleza del per-
ceptor, porque gracias a ese reconocimiento se aparta uno de la
conjuncin. A esto se refieren algunas escuelas Indas de pensa-
miento con la frase NETI, NETI (esto no, esto no). Dvivedi
dice: Es evidente por los sutras 21 y 22, que PURUSHA y PRA-
KRITI (Espritu-Materia), el vidente y lo visto, estn en unin inse-
parable desde el principio de los tiempos. Esta conjuncin, que es
la causa de toda experiencia agradable o desagradable, es, al mis-
mo tiempo, la causa que conduce al Purusha a realizarse a s mis-
mo, o sea a Liberarse.
Krishnaji nos exhorta tambin a observar y comprender nuestra
propia ndole, a dejar que se manifieste AQUELLO QUE ES. Puesto
en las palabras familiares del Orculo de Delfos: Concete, y
conocers al Universo y a Dios. Conocemos bastante bien el yo
irreal; pero conocer verdaderamente Aquello que Realmente Es,
conlleva libertad.

241
Libro II

24. La causa de esta asociacin es ignorancia o avidya, y


esto debe ser superado.

La ignorancia de la naturaleza real del alma y el impulso de des-


cubrir su propia naturaleza y poderes, es la causa de que se identi-
fique con los rganos de percepcin y con lo que stos perciben o
llevan a la conciencia del alma. Cuando, por esta ignorancia y sus
consecuencias, el alma no encuentra lo que busca, viene la etapa
en que la bsqueda asume una forma distinta y el alma misma
busca la realidad. Esto puede ser expresado como:
Identificacin con el mundo fenomnico y empleo de los rganos
externos de percepcin; abarca el perodo en que el verdadero
hombre est en lo que se denomina Aula de la Ignorancia. La Sa-
ciedad, inquietud y bsqueda del conocimiento del yo o alma, ca-
racterizan el perodo dedicado al Aula del Aprendizaje. La Realiza-
cin, expansin de conciencia e identificacin con el hombre espiri-
tual, abarcan el perodo transcurrido en el Aula de Sabidura. Los
trminos vida humana, vida mstica y vida esotrica, son aplicables
a estas tres etapas.
Por ignorancia nos hemos unido a un cuerpo particular, exponin-
donos a la afliccin. Esta idea del cuerpo es puramente supersti-
ciosa. La supersticin nos hace sentirnos dichosos o desdichados.
La supersticin causada por la ignorancia nos hace sentir fro o
calor, placer o dolor. Hemos de sobreponernos a esta supersticin.
Se ha demostrado que en ciertas condiciones puede una persona
quemarse sin sentir dolor. La dificultad est en que este repentino
solevantamiento de la mente sobreviene como un torbellino que a
poco se desvanece; pero si lo alcanzamos por medio del yoga,
permanecer el Yo separado del cuerpo.
Vyasa dice: La causa efectiva de la conjuncin de la conciencia
individual con el yo, es el hbito de cognicin irreal. El alma, pe-
netrada de este hbito, no culmina en el conocimiento del Ser, lo

242
Libro II

cual es el fin de su tarea; y as, teniendo todava un deber qu


cumplir, regresa. Cuando, sin embargo, alcanza la culminacin de
su tarea, que es el logro del conocimiento del Purusha, su tarea
queda cumplida, desaparece la ignorancia, la causa de esclavitud
no existe ya, y ya no regresa ms... MOKSHA (libertad perfecta) es
nicamente el cese de las labores de la mente. Esto vuelve a re-
cordarnos las palabras de Krishnamurti.

243
Libro II

25. Cuando la ignorancia llega a su trmino, debido a la no


asociacin con las cosas percibidas, se obtiene la gran
liberacin.

Durante el proceso de encarnacin, el vidente o alma, est sumergi-


do en la gran ilusin o maya, y es prisionero de sus propias formas
y creaciones mentales. y tambin de las de los tres mundos. Se con-
sidera a s mismo como parte del mundo fenomnico. Cuando por
medio de la experiencia y discriminacin es capaz de discernir en-
tre s mismo y dichas formas, puede proseguir el proceso de libera-
cin y, oportunamente, culminar en la gran renunciacin, la cual, de
una vez por todas, libera al hombre de los tres mundos.
Este proceso es progresivo y no puede llevarse a cabo de una sola
vez. Abarca dos etapas:
1. La de probacin o, expresado en trminos cristianos, el
sendero de purificacin.
2. La del discipulado que tiene tambin dos partes:
a. El discipulado en s, o el entrenamiento y la discipli-
na constante a que el alma, dirigida por su Guru o
Maestro, somete al yo personal inferior.
b. La iniciacin, o las expansiones progresivas de conciencia
por las cuales pasa el discpulo, guiado por el Maestro.

Ciertas palabras describen este proceso dual:


- Aspiracin. - Disciplina.
- Purificacin. - La prctica de los mtodos de yoga o unin.
- Iniciacin. - Comprensin.
- Unin.

Segn el Yoga de Patanjali, el alma se unifica con el cuerpo a causa de


la ignorancia. Nuestro propsito ha de ser librar al alma del dominio
del cuerpo, y tal es la finalidad de todas las religiones. Toda alma es
244
Libro II

potencialmente divina. Hemos de lograr la manifestacin de la interna


divinidad sujetando la naturaleza externa e interna. Se logra este
propsito por las obras, por la devocin, por disciplina psquica, por la
filosofa, por uno, varios o todos estos medios. Tal es la esencia de la
religin. Las doctrinas, los dogmas, los rituales, los libros, los templos
y los formulismos son pormenores secundarios. El yogui procura al-
canzar la liberacin por disciplina psquica. Mientras no nos libremos
de la Naturaleza seremos sus esclavos en obediencia a sus dictados.
El yogui afirma que quien domina la mente, domina tambin
la materia. La Naturaleza interna es mucho ms sutil que la ex-
terna y ms difcil de domear y regir, por lo que quien logra do-
minarla la har su sierva y ser capaz de dominar el universo ente-
ro. La yoga raja expone los medios de lograr este dominio. Se
habrn de subyugar fuerzas naturales mucho ms sutiles que las
conocidas. Nuestro cuerpo es la externa corteza de la mente. No son
la mente y el cuerpo dos cosas diferentes, sino que pueden compa-
rarse a, la ostra y su concha. Son dos aspectos de una misma cosa.
El molusco se asimila materia del exterior y elabora su concha. De
la propia suerte, las internas y sutiles fuerzas a que llamamos
mente, se asimilan del exterior materia densa con la que elaboran
la externa concha a que llamamos cuerpo. Por lo tanto, si domina-
mos lo interno, fcil nos ser dominar lo externo. Tampoco son
esencialmente distintas las fuerzas fsicas de las psquicas. No hay
por una parte fuerzas fsicas y por otras fuerzas mentales. Las fuer-
zas fsicas son ms concretas modalidades de las psquicas, as co-
mo el mundo fsico es la concreta manifestacin del mundo mental.
Vysa comenta: Al no haber ya falta de observacin correcta no hay
conexin entre la funcin intelectiva y el si mismo esencial. Esto
supone la total eliminacin de las ataduras. Esto es la soledad tras-
cendental de la observacin, el inmaculado estado del si mismo esen-
cial; en otras palabras, el estado en que el si mismo ya no se vuelve a
relacionar con los gunas. La liberacin es la cesacin del dolor y la
desaparicin de su causa. En este caso, se dice que el si mismo per-
manece en su propia naturaleza (I.3).

245
Libro II

Los ocho pasos y la discriminacin (II.26-II.29)

26. El estado de esclavitud se supera manteniendo una


perfecta discriminacin.

Aqu sern de valor unas palabras acerca de la discriminacin,


pues es el primer gran mtodo para lograr la liberacin o emanci-
pacin de los tres mundos. Debido a que tiene su fundamento en
la comprensin de la dualidad esencial de la naturaleza, y a qu se
la considera como resultado de la unin de los dos polos del Todo
Absoluto, espritu y materia, al principio la discriminacin es una
actitud mental que debe cultivarse asiduamente. Se acepta la pre-
misa de la dualidad como base lgica para el trabajo posterior, y la
teora se comprueba en forma prctica al realizarse el esfuerzo
para comprobar la verdad, entonces el aspirante asume definida-
mente la posicin del polo superior (la del espritu manifestndose
como alma o regente interno) y procura discriminar en los aconte-
cimientos diarios entre la forma y la vida, el alma y el cuerpo, la
entera manifestacin inferior (el hombre fsico, astral y mental) y
el verdadero yo, causa de la manifestacin inferior. Adems pro-
cura cultivar durante los asuntos de la vida diaria, la conciencia de
lo real y el rechazo de lo irreal, y aplica esta actitud a todas sus
relaciones y asuntos. Se habita, mediante la prctica persistente e
ininterrumpida, a discernir entre el yo y el no-yo, a ocuparse de
las cosas del espritu y no del gran maya o mundo de formas. Al
principio, este discernimiento es terico, luego intelectual, pero
ms tarde asume mayor realidad y penetra en los acontecimientos
del mundo emocional y fsico. Finalmente, el mantenimiento de
este mtodo hace que el aspirante penetre en una dimensin to-
talmente nueva, y que se identifique con una vida y un mundo del
ser no asociado a los tres mundos de la actividad humana.
Cuando esto sucede se familiariza con el medio ambiente, y no
slo conoce la forma sino tambin la realidad subjetiva, que pro-
duce o causa la existencia de las formas.

246
Libro II

Luego pasa a cultivar la siguiente gran cualidad: el desapasiona-


miento o ausencia de deseos. El hombre es capaz de distinguir
entre lo real y lo verdadero, entre la sustancia y la vida que la
anima, no obstante desea o quiere ir hacia la existencia de la for-
ma. Este deseo tambin debe ser superado para alcanzar la libera-
cin la emancipacin o la libertad perfectas. En uno de los anti-
guos comentarios de los archivos de la Logia de Maestros, se en-
cuentran las siguientes palabras:
"No basta conocer el camino ni sentir la fuerza que extrae la
vida de las formas de maya. Debe tener lugar un momento
grandioso y portentoso donde el chela rompe, por un acto y
palabra de poder, el sutratma ilusorio que lo liga a la forma.
As como la araa recoge en s misma el hilo por el cual se
aventura por regiones desconocidas, tambin el chela se re-
trae en s mismo, retirndose de todas las formas, en los tres
reinos del ser, que hasta ahora lo han seducido".

Lo que antecede merece detenida consideracin, y puede vincular-


se con la idea contenida en la siguiente frase esotrica: "Antes
que el hombre pueda hollar el sendero debe convertirse en el
sendero mismo".

La conciencia es el producto de la relacin existente entre el si-


mismo-esencial y el mundo. Se puede afirmar que la esencia del
yoga de Patajali es la separacin de estas dos realidades. Parad-
jicamente, esto slo puede lograrse a travs de la misma concien-
cia finita. De esta forma, el yogui se separa a s mismo del mas
amplio entorno fsico y social, de su propio organismo e incluso
de sus procesos mentales, desandando as las mltiples identida-
des que el hombre asume en su existencia diaria. Este proceso se
agudiza al mximo en el nivel de la experiencia ensttica
(samdhi). Aqu, el yogui se identifica deliberadamente con la
naturaleza interna de un objeto determinado. En lo ms profundo
del xtasis, cuando la conciencia se halla completamente vaca de

247
Libro II

todo contenido pero an posee conocimieno de su rarificada exis-


tencia, el yogui debe darse cuenta y aplicar en la prctica la
distincin entre su vaciada conciencia y la trascendental concien-
cia-raz. Esto se conoce como la visin de discernimiento que,
efectivamente, le ayuda a eliminar el ltimo velo de la ignorancia
esencial y a afirmar la identidad del si-mismo-esencial. Sin em-
bargo, para que tenga lugar tal autorrealizacin, debe abandonar
incluso ste exaltado estado de conciencia (III.50). Debe enfatizar-
se que la visin de conocimiento no es un tipo de vivencia. Mas
bien, es la inmediata certeza que posee la conciencia de su propia
existencia como conciencia. La visin de discernimiento
(vivekakhyti) es, propiamente hablando, la fase ltima
La verdadera finalidad de la prctica del yoga es discernir entre lo
real y lo ilusorio y reconocer que Purusha no es la materia ni la
mente, y por tanto no puede cambiar. nicamente cambia la mate-
ria que se combina, recombina y disuelve incesantemente. Cuando
por la constante prctica sepamos discernir, se desvanecer la ig-
norancia y brillar Purusha en todo el esplendor de su verdadera
naturaleza, omnisciente, omnipotente y omnipresente.

248
Libro II

27. El conocimiento (o iluminacin) alcanzado es sptuple


y se obtiene progresivamente.

La enseanza hinduista sostiene que los estados de mente con-


ciencia son siete. El sexto sentido y su utilizacin producen siete
modos de pensar o, para exponerlo ms tcnicamente, siete modi-
ficaciones del principio pensante y son:
1. Deseo de conocimiento. Es lo que impulsa al hijo prdigo, el
alma, a los tres mundos de ilusin, o (retrotrayendo an ms la
metfora) impulsa a la mnada o espritu, a la encarnacin. Tal
deseo bsico es la causa de toda experiencia.
2. Deseo de liberarse. El resultado de la experiencia y de las in-
vestigaciones, que el alma realiza en sus mltiples cielos de vida,
es el origen del intenso gran anhelo por una condicin diferente,
de un gran deseo deliberacin y de verse libre de la rueda de rena-
cimientos.
3. Deseo de felicidad. Cualidad bsica en todos los seres huma-
nos, aunque se manifiesta de manera muy diversa. Se funda en la
facultad inherente de discriminacin y en la profundamente arrai-
gada capacidad de contrastar el hogar del Padre con la presente
condicin del hijo prdigo. Esta inherente capacidad de "bienaven-
turanza" o felicidad, trae esa inquietud y ese anhelo de cambiar,
que reside detrs del impulso evolutivo mismo. Es la causa de la
actividad y del progreso. El descontento por la condicin presente
est basado en el vago recuerdo de una poca de satisfaccin y bie-
naventuranza, la cual debe recuperarse antes de conocer la paz.
4. Deseo de cumplir con el propio deber. Las tres primeras mo-
dificaciones del principio pensante llevan, con el tiempo, a la
humanidad evolucionante al estado en que el mvil de la vida es
simplemente el cumplimiento del propio dharma. El ansia de
conocimiento, de libertad y de felicidad ha llevado al individuo
al estado de total descontento. Nada le produce verdadero gozo

249
Libro II

ni paz. Se ha agotado en la bsqueda del gozo para s. Ahora


empieza a ampliar su horizonte y a buscar (en el grupo o medio
ambiente) dnde puede hallar lo que busca. Se le despierta el
sentido de responsabilidad hacia los dems y comienza a buscar
la felicidad en el cumplimiento de sus obligaciones con los que
de l dependen, su familia, amigos y todos aquellos con quienes
entra en contacto. Esta nueva tendencia es el principio de la vida
de servicio, que lo lleva, con el tiempo, a la plena comprensin
del significado de la conciencia grupal. H.P.B. ha dicho que el
sentido de responsabilidad es el primer indicio del despertar del
ego o principio crstico.
5. Dolor. Cuanto mayor es el refinamiento del vehculo humano,
ms grande ser la respuesta del sistema nervioso a los pares de
opuestos, dolor y placer. A medida que el hombre progresa y as-
ciende en la escala de evolucin, en la familia humana, se acrecien-
ta grandemente su capacidad de comprender el dolor o el gozo,
convirtindose en una tremenda verdad, en el caso del aspirante y
del discpulo. El sentido de los valores llega a ser tan- agudo y su
vehculo fsico tan sensible, que sufre ms que el hombre comn,
lo cual sirve para impedirlo a continuar su bsqueda ms activa-
mente. Responde con mayor rapidez a los contactos externos, y su
capacidad para soportar el dolor fsico y emocional aumenta nota-
blemente. Esto se evidencia en la quinta raza, particularmente en la
quinta subraza, por el acrecentamiento de los suicidios. La capaci-
dad de sufrir de la raza, se debe al desenvolvimiento y refinamiento
del vehculo fsico y a la evolucin del cuerpo sensorio, o astral.
6. Temor. A medida que se desarrolla el cuerpo mental y se pro-
ducen con ms rapidez las modificaciones en el principio pen-
sante, empieza a manifestarse el temor y sus consecuencias. No es
ese temor instintivo de los animales y de las razas salvajes, fun-
dado en la reaccin del cuerpo fsico a las condiciones del plano
fsico, sino los temores de la mente, basados en la memoria, la
imaginacin, la premonicin y el poder de visualizar, los cuales
son difciles de vencer, y slo el ego o alma puede dominarlos.

250
Libro II

7. Dudas. Es una de las modificaciones ms interesantes, porque


concierne a las causas ms que a los efectos. Puede describirse
al hombre que duda, como que duda de s mismo, como rbitro
de su destino; duda de la naturaleza y reacciones de sus seme-
jantes; duda de que Dios es la primera causa, como lo testimo-
nian las controversias acerca de las religiones y sus exponentes;
duda de la naturaleza misma, lo cual lo impele a la constante in-
vestigacin cientfica y, por ltimo, duda de la mente misma.
Cuando empieza a dudar de la capacidad de la mente para expli-
car, interpretar y comprender, ya ha agotado prcticamente casi
todos sus recursos en los tres mundos.

La tendencia de estos siete estados mentales, resultantes de la ex-


periencia del hombre sobre la Rueda de la Vida, lo lleva al punto
donde se da cuenta que los procesos de vivir, sentir y pensar en el
plano fsico, nada puede proporcionarle ni tampoco satisfacerlo.
Llega a la etapa a que se refiere San Pablo, cuando dice: "Consi-
dero todo perdido para poder as ganar al Cristo."

Un instructor hind ha descrito las siete etapas de la iluminacin


de la manera siguiente:
1. La etapa en que el discpulo se da cuenta que ha recorrido to-
da la gama de la experiencia de la vida en los tres mundos, y
puede decir: "Conozco todo lo que deba conocer. Nada queda
por saber". Se le revela el lugar que ocupa en la escala evolutiva
y sabe lo que tiene que hacer. Esto se refiere a la primera modi-
ficacin del principio pensante, el deseo de conocimiento.
2. La etapa en que se libera de toda limitacin estricta y puede
decir: "Me he desprendido de todas las ligadura. Esta etapa es
prolongada, pero trae como resultado la liberacin y se refiere a
la segunda de las modificaciones ya tratadas.
3. La etapa en que la conciencia trasciende totalmente la perso-
nalidad inferior y se convierte en verdadera conciencia espiri-

251
Libro II

tual, centrada en el hombre real, el ego o alma, atrayendo la


conciencia de la naturaleza crstica que es amor, paz y verdad.
Ahora puede decir: "He alcanzado mi meta. Nada me atrae ya en
los tres mundos". Ya ha satisfecho su deseo de lograr la felici-
dad. Ha trascendido la tercera modificacin.
4. La etapa en que el discpulo puede decir con toda veracidad: "He
cumplido con mi dharma y con mis obligaciones". As ha agotado
su karma y cumplido con la ley, convirtindose en Maestro y es-
grimidor de la ley. Esta etapa se refiere a la cuarta modificacin.
5. La etapa donde se alcanza pleno control de la mente y el vi-
dente puede decir: "Mi mente est en reposo". Slo cuando se
conoce el pleno reposo, entonces se puede reconocer la verdade-
ra contemplacin y el samadhi ms elevado. El dolor, la quinta
modificacin, se desvanece en la gloria de la iluminacin recibi-
da. Los pares de opuestos ya no luchan.
6. La etapa en que el discpulo se da cuenta que la materia o la
forma no tienen poder alguno sobre l. Entonces puede decir:
"Los gunas o cualidades de la materia, en los tres mundos, ya no
me atraen ni reciben respuesta de mi parte". Por lo tanto el temor
ha sido eliminado, porque nada hay en el discpulo que atraiga el
mal, la muerte o el dolor. As se supera la, sexta modificacin,
que es reemplazada por la comprensin de la verdadera natura-
leza de la divinidad y la total beatitud.
7. La sptima y final etapa es la plena y propia realizacin. En-
tonces el iniciado puede decir con total conocimiento conscien-
te: "Yo Soy Ese Yo Soy", y se conoce a s mismo como uno con
el Omni-yo Ya no lo domina la duda. Aparece en el vidente la
luz del da o total iluminacin, inundando todo su ser.
stas son las siete etapas del sendero, las siete estaciones de la
cruz, como dice el cristiano, las siete grandes iniciaciones y los
siete caminos hacia la bienaventuranza. Ahora el "sendero de los
justos brilla cada vez ms hasta el da perfecto".

252
Libro II

LOS OCHO MTODOS DE LA YOGA

28. Cuando los mtodos de la yoga han sido practicados con


constancia y se ha vencido la impureza, tiene lugar el esclare-
cimiento, que conduce a la plena iluminacin.

Llegamos ahora a la parte prctica en la cual se da instruccin


sobre el mtodo a seguir para alcanzar la yoga, la plena unin o
unificacin. El trabajo puede considerarse dual.
1. La prctica de los mtodos correctos, por los cuales se lo-
gra la unin.
2. La disciplina del triple hombre inferior, a fin de desarrai-
gar toda impureza de los tres cuerpos.

La persistente aplicacin a este trabajo dual produce los resultados


correspondientes, dependiendo cada uno de su causa:
1. La discriminacin se hace posible. La prctica de los mtodos
lleva al aspirante a la comprensin cientfica de la diferencia
existente entre el yo y el no-yo y entre espritu y materia. Este
conocimiento ya no es terico, ni lo que el hombre aspira, pues
se convierte en una realidad en la experiencia del discpulo, en
la cual basa todas las actividades subsiguientes.
2. El discernimiento tiene lugar. A medida que avanza el proceso
de purificacin, las envolturas o cuerpos que velan la realidad se
sutilizan y ya no actan como densos velos que le ocultan al alma
el mundo donde normalmente ella acta. El aspirante se da cuenta
de una parte de s mismo, hasta entonces oculta y desconocida. Se
acerca al corazn del misterio de s mismo; se aproxima al "ngel
de la Presencia", al que slo puede ver realmente en el momento
de la iniciacin. Percibe un nuevo factor y un nuevo mundo, y tra-
ta de apropiarse de ello durante la experiencia consciente en el
plano fsico.

253
Libro II

Se ver que las dos causas de la revelacin, la prctica de los ocho


mtodos de la yoga y la purificacin de la vida en los tres mundos,
tienen que ver con el hombre desde el punto de vista de los tres
mundos y producen (en su cerebro fsico) el poder de discriminar
entre lo real y lo irreal y discernir sobre las cosas del espritu.
Producen tambin ciertos cambios en las condiciones existentes
dentro de la cabeza, reorganizan los aires vitales, actuando direc-
tamente sobre la glndula pineal y el cuerpo pituitario. Cuando
1. la prctica, 2. la purificacin,
3. la discriminacin y 4. el discernimiento,

forman parte de la vida del hombre en el plano fsico, entonces el


hombre espiritual, el ego o pensador, en su propio plano, desempe-
a su parte en el proceso liberador, y las dos etapas finales son lle-
vadas a cabo en forma descendente. Este sxtuple proceso es la
analoga, en el sendero del discipulado, del proceso de individuali-
zacin, por el cual el hombre-animal, el cuaternario inferior (fsico,
etrico, astral y mental inferior) recibi esa doble expresin del esp-
ritu, atma-budi, voluntad y amor espirituales, que lo completaron y
convirtieron en el hombre verdadero. Las dos etapas de desarrollo
inducidas por el ego, en el aspirante purificado y decidido, son:
1. Esclarecimiento. La luz de la cabeza, que al principio es slo
una chispa, se convierte en una llama que ilumina todas las co-
sas, siendo nutrida constantemente desde arriba. Esto es progre-
sivo (vase el aforismo anterior) y depende de la prctica persis-
tente, de la meditacin y del servicio activo.
2. Iluminacin. El descenso, de la energa gnea acrecentado gra-
dualmente, intensifica constantemente la "luz de la cabeza" o el
resplandor en el cerebro, alrededor de la glndula pineal. Esto, res-
pecto al pequeo sistema del triple hombre en manifestacin fsica,
es lo que el sol fsico para el sistema solar. La luz se convierte con
el tiempo en un resplandor de gloria y el hombre se trasforma en un
"hijo de la luz" o en un "sol de rectitud". Tales fueron Buda el Cris-
to y todos los grandes Seres que han alcanzado la meta.
254
Libro II

Las partes de la Yoga son ocho, que se estudian en el captulo


siguiente. Vyasa dice que por su prctica sostenida se destruyen
las cinco aflicciones (ver sutra 3): ignorancia, personalismo, de-
seo, aversin y apego a la los deseos de la vida, las cuales causan
impureza; y que cuando la cognicin irreal se acaba, se manifiesta
el conocimiento real. El crecimiento es lento y progresivo, y cul-
mina finalmente es un conocimiento de la ndole de la conciencia
y de la funcin de las cualidades en la naturaleza. La prctica
produce dos resultados:
1. Comprensin de la diferencia entre el Yo y el no-yo, o Espri-
tu y Materia.
2. El aspirante, al sensibilizar y refinar sus cuerpos, se da cuen-
ta cada vez ms clara de la parte oculta de s mismo. La res-
puesta del Yo Superior corresponde a la aspiracin ardiente
del yo inferior. Al progresar le viene una creciente ilumina-
cin, y finalmente un torrente de luz cada vez mayor des-
ciende de arriba.

255
Libro II

29. Los ocho mtodos de yoga son: los mandamientos o


yama, las reglas o nijama, la postura o asana, correc-
to control de la fuerza vital o pranayama, abstraccin
o pratyahara atencin o dharana, meditacin o dhyana
y contemplacin o samadhi.

Se observar que estos mtodos o prcticas son aparentemente sim-


ples, pero se tendr muy en cuenta que no se refieren a algo que
debe realizarse en cualquier plano, en determinado cuerpo, sino a la
actividad y prctica simultnea de estos mtodos en los tres cuerpos
a la vez; de modo que el entero triple hombre inferior practica los
mtodos cuando se refieren a los vehculos fsico, astral y mental.
Esto frecuentemente se olvida. Por lo tanto al estudiar los diversos
mtodos de yoga o unin, debemos considerar que se aplican al
hombre fsico, luego al hombre emocional y despus al hombre men-
tal. Por ejemplo, el yogui debe comprender el significado de la respi-
racin correcta o de la postura, pues se relacionan con el triple hom-
bre inferior, alineado y coordinado, teniendo presente que slo cuan-
do el hombre inferior constituye un instrumento coherente y rtmico,
el ego puede esclarecerlo e iluminarlo. La prctica de ejercicios de
respiracin, por ejemplo, con frecuencia ha conducido al aspirante a
concentrarse en el mecanismo fsico de respiracin, excluyendo la
prctica anloga del control rtmico de la vida emocional.
Antes de entrar a considerar cada mtodo de yoga, ser til enu-
merarlos detenidamente, dando los sinnimos que sean factibles.
1. Los Mandamientos. Yama
2. Las Reglas. Nijama
3. Postura. Asana
4. Correcto control de la fuerza vital. Pranayama
5. Abstraccin. .. Pratyahara
6. Atencin. Dharana
7. Meditacin. . Dhyana
8. Contemplacin. . Samadhi

256
Libro II

Primer Mtodo
Los Mandamientos. Yama. Autocontrol o clemencia. Restriccin.
Abstencin de actos errneos. stos son cinco y se refieren a la
relacin del discpulo con sus semejantes y con el mundo externo.

Segundo Mtodo
Las Reglas. Nijama o correcta observancia. stas son tambin
cinco y se las denomina con frecuencia "observancias religiosas,
porque se refieren a la vida interna del discpulo y a ese vnculo,
el sutratma o eslabn que lo relaciona con Dios o Padre en el Cielo.
Ambos, los cinco Mandamientos y las cinco Reglas, son la analoga
hind de los diez Mandamientos de la Biblia y abarcan la vida dia-
ria del aspirante, segn afecten a quienes lo rodean y a sus propias
reacciones internas.

Tercer Mtodo
Postura. Asana. Correcto aplomo. Correcta actitud. Posicin.
Este tercer mtodo concierne a la actitud fsica del discpulo du-
rante la meditacin, a la actitud emocional que adopta en el medio
ambiente o grupo, y a la actitud mental respecto a las ideas, co-
rrientes de pensamiento y conceptos abstractos. Finalmente, la
prctica de este mtodo coordina y perfecciona al triple hombre
inferior, de modo que las tres envolturas lleguen a formar un canal
perfecto para la expresin o manifestacin de la vida del espritu.

Cuarto Mtodo
Correcto control de la fuerza vital. Pranayama. Supresin del
aliento. Regulacin del aliento. Esto se refiere al control, a la re-
gulacin y supresin de los aires vitales, al aliento y a las fuerzas
o shaktis del cuerpo. En realidad conduce a la organizacin del
cuerpo vital o etrico, de modo que las corrientes o fuerzas de

257
Libro II

vida, que emanan del ego u hombre espiritual, en su propio plano,


sean trasmitidas correctamente al hombre fsico, en manifestacin
objetiva.

Quinto Mtodo
Abstraccin. Pratyahara. Restriccin. Unin. Retraimiento de los
sentidos, o absorcin de los sentidos en la mente. Con este mto-
do, nos ubicamos detrs de los cuerpos fsico y etrico, en el cuer-
po emocional, asiento de los deseos, de la percepcin sensoria y
del sentimiento. Aqu se puede observar el mtodo ordenado que
se sigue al practicar la yoga o unin. La atencin se dirige a las
vidas interna y externa del plano tsico; se cultiva la correcta acti-
tud hacia la triple manifestacin de la vida; se organiza y controla
el cuerpo etrico y se reorienta el cuerpo astral, porque la natura-
leza de deseos es subyugada y el hombre real va retirndose gra-
dualmente de los contactos de los sentidos. Los dos mtodos si-
guientes se relacionan con el cuerpo mental, y el ltimo con el
hombre real o pensador.

Sexto Mtodo
Atencin. Dharana. Concentracin. Fijacin de la mente. Con
este mtodo se controla el instrumento del pensador, el hombre
real. El sexto sentido es coordinado, comprendido, enfocado y
utilizado.

Sptimo Mtodo
Meditacin. Dhyana. La capacidad del pensador para emplear la
mente como desee y trasmitir al cerebro pensamientos elevados,
ideas abstractas y conceptos idealistas. Este mtodo concierne a la
mente superior y a la inferior.

258
Libro II

Octavo Mtodo
Contemplacin. Samadhi. Se refiere al ego u hombre real y con-
cierne al reino del alma. El hombre espiritual contempla, estudia y
medita sobre el mundo de las causas y las "cosas de Dios". Luego
utiliza su instrumento controlado, la mente (controlada por la
prctica' de la concentracin y la meditacin) transmite al cerebro
fsico, por conducto del sutratma o hilo, que atraviesa las tres en-
volturas y lleva al cerebro, lo que el alma sabe, ve y entiende. Esto
produce plena iluminacin.

En los prximos aforismos se explicar en correcto orden como


debe ser practicado cada uno de estos mtodos y cul es su natura-
leza. Los angas (partes del yoga) son, como su nombre lo indi-
ca, elementos constitutivos del proceso yguico, requisitos para
llegar al Samadhi, muchos de los cuales se dan simultneamente,
no tienen porqu eliminarse unos a otros. Muchos de ellos se dan
conjuntamente y tienen que darse en esa forma. Su presencia en
todo momento hace difcil considerarlos etapas: no se puede pensar
que hay una etapa separatoria de prathyhra, otra de dhyna, etc,
cuando todos ellos se estn produciendo en todo momento del pro-
ceso si bien con diferente grado de intensidad. Lo que es de impor-
tancia prctica aqu es el hecho de que, aunque se incluyan ocho
pasos en forma de serie, no constituyen etapas. Mas an, que los
ocho factores del yoga de Patajali podran colocarse de forma cir-
cular puesto que su poder combinado es lo que impulsa al yogui a
travs del camino de la interiorizacin. Sin embargo hay que tener
muy presente que, una vez alcanzado el primer miembro, es posi-
ble dominar el siguiente. Pero si no se ha dominado el paso previo
no se puede continuar hacia otro superior.
Estos ocho pasos constituyen una de la gradacin que empieza por
el ms denso y termina por el ms sutil de los vehculos humanos y
los vuelve a colocar en su orden adecuado de utilidad. La prctica
autntica del yoga incluye todos estos ocho pasos. Las dems for-
mas de meditacin, asanas, mantras etc., llevan al practicante a una

259
Libro II

superespecializacin en un paso particular, excluyendo el resto de


los pasos necesarios. Por lo tanto, el estudiante de yoga no puede
tener la certeza de los resultados necesarios ni el sentido de seguri-
dad al practicar uno de ellos. La promesa de un maestro, gur o
swami acerca de los resultados de practicar su propio sendero no
es ni cientfico ni seguro. Las diversas intenciones personales de los
gurs en los diferentes senderos no encuentran lugar en el cientfico
y autosuficiente sendero octubre de Patanjali. Todas ellas nos llevan
al auto-engrandecimiento y a la auto-gratificacin que nos apartan
del ms antiguo sendero cientfico. Entre el gur individual y el
sendero lo ms seguro para el estudiante es seguir el sendero de
Patanjali y formarse en la tradicin de los verdaderos Maestros de
Sabidura.

260
Libro II

Yamas y Niyamas, pasos 1 y 2 de 8 (II.30-II.34)

PRIMER MTODO. YAMA


LOS MANDAMIENTOS

30. lnofensividad, veracidad, no hurtar, continencia, no


ser avaro, constituyen yama, o los cinco mandamientos.

Estos cinco mandamientos son sencillos y claros; no obstante, si


se practican, harn que el hombre perfeccione sus relaciones con
los dems, con los superhombres y con los reinos subhumanos.
El primer mandamiento, inofensividad, resume en realidad a los
dems. Estos mandamientos son muy completos y abarcan la tri-
ple naturaleza. Al estudiar estos mtodos veremos su relacin con
determinada parte de la triple manifestacin inferior del ego.
I. Naturaleza Fsica
1. Inofensividad. Comprende los actos fsicos del hombre, res-
pecto a todas las formas de la manifestacin divina, y concierne
especficamente a su naturaleza fuerza, o la energa que l expresa
por medio de sus actividades en el plano fsico. No daa ni perju-
dica a nadie.
2. Veracidad. Concierne principalmente al uso de la palabra y de
los rganos del sonido, y se refiere a "la verdad en lo ms pro-
fundo, de modo que sea posible su exteriorizacin. Este tema es
muy amplio y se refiere a la formulacin de las creencias del
hombre respecto a Dios, a sus semejantes, a las cosas y a las
formas, por medio de la lengua y la voz. Esto lo trata "Luz en el
Sendero" en el aforismo: "Antes de que la voz pueda hablar en
presencia del Maestro, debe haber perdido el poder de herir".
3. Contenerse de hurtar. El discpulo es justo y preciso en todas
sus cosas y no se apropia de lo que no le pertenece. Este amplio

261
Libro II

concepto abarca algo ms que el mero hecho de apropiarse fsi-


camente de las posesiones de otro.
II. Naturaleza Astral
4. Continencia. Es ausencia total de deseos, y rige la exteriorizacin
de las tendencias hacia lo que no es el yo, cuya expresin en el plano
fsico es la relacin entre los sexos. Sin embargo, se debe recordar que
el estudiante esotrico considera esta expresin como la forma que
adopta el impulso exteriorizado, lo cual vincula ntimamente al hom-
bre con el reino animal. Todo impulso que concierne a las formas y al
hombre real y tiende a vincularlo a una forma y al plano fsico, es con-
siderado como un tipo de incontinencia. Existe una incontinencia en el
plano fsico que el discpulo debe haber trascendido hace mucho
tiempo. Tambin hay muchas tendencias hacia la bsqueda del placer
con la consiguiente satisfaccin de la naturaleza del deseo y esto, el
verdadero aspirante, tambin lo considera como incontinencia.

III. Naturaleza Mental


5. No ser avaro concierne al pecado de la codicia, que textual-
mente significa hurtar en el plano mental. El pecado de la avaricia
puede conducir a diversos pecados en el plano fsico, y es muy
poderoso. Concierne a la fuerza mental, siendo un trmino gen-
rico que abarca los fuertes anhelos, cuyo origen no est slo en el
cuerpo emocional o kmico (deseo), sino tambin en el cuerpo
mental. Este mandamiento est comprendido en lo que San. Pablo
dice: "He aprendido a estar contento en cualquier estado en que
me encuentre". Se debe alcanzar ese estado para poder aquietar la
mente, de tal manera que puedan entrar las cosas del alma.
Hay que recordar y no caer en el error simplista de pensar que una
vida de flagelacin, austeridad y pobreza es la correcta. Tales cualida-
des nada tiene que ver con el verdadero sentido del yoga. Un yogui es
aquel que es capaz de disfrutar al mximo de las experiencias terrenales
y espirituales de la vida, pero sin deseo ni apego. La verdadera libertad
es precisamente la manifestacin extrema de la plenitud del Ser.
262
Libro II

31. Yama constituye el deber universal, sin tener en cuen-


ta raza, lugar, tiempo o emergencia.

Este aforismo pone en claro la universalidad de ciertos requisitos,


y el estudio de estos cinco mandamientos, que forman la base de
lo que el budista llama "recta conducta", demostrar que forman
la base de toda verdadera ley y que su infringimiento constituye
ilegalidad. La palabra traducida por "deber" u "obligacin", podra
muy bien expresarse por la comprensiva palabra dharma, en lo
que a los dems respecta. Dharma significa textualmente, el ade-
cuado cumplimiento de las propias obligaciones (o karma) en el
lugar y medio ambiente que el destino le depara. Deben observar-
se ciertos factores que rigen la conducta, sin permitir laxitud algu-
na a este respecto, no importa cual sea su nacionalidad, localidad,
edad o la emergencia que pueda surgir. Estas cinco leyes inmuta-
bles rigen la conducta humana, y cuando todos los hijos de los
hombres las cumplan, se comprender el pleno significado de la
expresin: "paz a todos los seres".
Profundizando en este axioma, podra decirse que: Hay que dar
al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Cada ser
humano debe adaptarse a su situacin legal y tica de su Pas o
lugar, siguiendo la legalidad vigente. As pues un pescador puede
daar a los peces pescando, pero a nadie ms; un agricultor podr
cortar las verduras y hortalizas del campo daando al reino vege-
tal, pero a nadie ms, ya que ser su Dharma o deber; un polica
podr, cumpliendo su deber, disparar a un asesino, pero sin deseos
de matar o malintencionadamente.
La actitud y la motivacin sern cruciales para valorar verdade-
ramente este mandamiento y su cumplimiento.

263
Libro II

SEGUNDO MTODO. NIYAMA


LAS REGLAS

32. Purificacin interna y externa, gozo, ardiente aspira-


cin, lectura espiritual y devocin a Ishvara, consti-
tuyen nijama (o las cinco reglas).

Como se dijo anteriormente, las cinco reglas rigen la vida del ser
inferior personal y constituyen los fundamentos del carcter. El
verdadera gur o instructor no le consiente al aspirante las prcti-
cas de yoga, tan interesantes para el pensador o aspirante occiden-
tal, a quien le atraen por su aparente sencillez y por la valiosa re-
compensa, tal como el desarrollo psquico, hasta que yama o ni-
jama sean los factores que rigen la vida diaria del discpulo. De-
ben observarse primero los mandamientos y las reglas; una vez
que la conducta externa del aspirante hacia sus semejantes, y la
disciplina de la vida interna estn de acuerdo con tales requisitos,
entonces, pero no antes, pueden proseguir sin peligro con las for-
mas y rituales de la yoga prctica.
La falta de cumplimiento de este requisito es la causa de muchas
dificultades entre los estudiantes occidentales de yoga. No hay
fundamento mejor para la prctica del ocultismo oriental, que la
sujecin estricta a los requisitos formulados por el Maestro en El
Sermn de la Montaa. El cristiano autodisciplinado, dedicado a
una vida pura y al servicio altruista, puede emprender la prctica
de la yoga con menos peligro que su mundano y egosta, aunque
intelectual, hermano. No correr los mismos riesgos que su her-
mano sin preparacin.
Las palabras: purificacin interna y externa se refieren a las tres
envolturas que velan al yo, debiendo interpretarse en doble sentido.
Cada envoltura tiene su forma densa y tangible, que debe mantener-
se limpia; en un sentido los cuerpos mental y astral se pueden man-
tener limpios de impurezas, que provienen de su medio ambiente,
264
Libro II

de la misma manera que el fsico debe mantenerse limpio de impu-


rezas similares. Tambin se ha de mantener limpia la materia ms
sutil de esos cuerpos. Esto constituye la base del estudio de la pure-
za magntica, que da lugar en Oriente a tantas observaciones inex-
plicables para el occidental. Por ejemplo, la sombra de un extrao
proyectada sobre el alimento, produce condiciones de impureza;
esto se debe a la creencia de que ciertas emanaciones de fuerza pro-
ducen condiciones impuras. Aunque los mtodos de contrarrestar
tales condiciones tienen visos de ritual, de letra muerta, sin embar-
go, la idea detrs de la observancia es siempre verdad. Se sabe tan
poco acerca de las emanaciones de fuerza del ser humano o de las
que actan sobre el mecanismo. humano, que lo que podramos
llamar "purificacin cientfica" est todava en su infancia.
Gozo produce esas condiciones en que la mente est en reposo; ,se
basa en el reconocimiento de las leyes que rigen la vida, principal-
mente la ley del karma. Origina ese estado mental en que todas las
condiciones se consideran correctas y justas, bajo las cuales el aspi-
rante puede resolver mejor sus problemas y alcanzar la meta es-
pecfica en cualquier vida. Esto no implica el acomodo definitivo,
ni la pasividad que trae inercia, sino el reconocimiento del acervo
que se posee y el aprovechamiento de las oportunidades disponi-
bles, convirtindolas en trasfondo y base de todo futuro progreso.
Si esto se lleva a cabo debidamente, las restantes tres reglas se
cumplirn ms fcilmente.
Ardiente aspiracin. Este tema ser tratado ms plenamente en el
Libro Tercero, el siguiente; pero es conveniente hacer resaltar
aqu que este anhelo de "avanzar" hacia el ideal o de esforzarse
por alcanzar el objetivo, debe ser tan profundo en el aspirante a la
yoga, que ninguna dificultad lo har retroceder. nicamente
cuando esta cualidad ha sido desarrollada y probada y cuando
ningn problema, confusin ni el factor tiempo pueden entorpe-
cer, se permite al aspirante ser discpulo de un Maestro. Ardiente
esfuerzo, constante y persistente anhelo e inquebrantable lealtad al
ideal presentido, son la condicin "sine qua non" del discipulado.
265
Libro II

Estas caractersticas deben existir en los tres cuerpos, y conducen a


la constante disciplina del vehculo fsico, a la firme orientacin de
la naturaleza emocional y a una actitud mental que permite al hom-
bre "considerar perdidas todas las cosas", si quiere alcanzar su meta.
Lectura espiritual. Concierne al desenvolvimiento del sentido de
las realidades subjetivas. Se fomenta mediante el estudio, segn se
lo entiende en sentido fsico, y por el esfuerzo de llegar a compren-
der los pensamientos expresados en palabras. Se desarrolla median-
te el detenido escrutinio de las causas subyacentes en todos los de-
seos, aspiraciones y sentimientos, relacionndose as con el plano
astral o de deseo. Se refiere a la lectura de smbolos o formas ge-
omtricas que animan una idea o pensamiento, lo cual concierne al
plano mental. Esto se tratar ms adelante en el Libro Tercero.
Devocin a Ishvara. Brevemente puede decirse que constituye la
actitud del triple yo inferior, demostrada como servicio al Alma,
el regente interno, Dios o Cristo interno. Esta devocin ser triple
en su manifestacin y llevar al yo personal inferior a una vida de
obediencia al Maestro en el corazn, y con el tiempo guiar al
aspirante al grupo de algn adepto o instructor espiritual, llevn-
dolo tambin al devocional servicio a Ishvara, el Yo divino, que
mora en el corazn de todos los hombre y subyace en todas las
formas de la manifestacin divina.
Vyasa dice: que la limpieza externa incluye no slo baarse sino
comer alimentos puros, y que la limpieza interna consiste en pen-
samientos puros. Impurezas mentales son: el orgullo, la envidia, la
vanidad, etc. La purificacin mental consiste en eliminarlas. Vya-
sa define el contento como no desear ms que lo que uno posee
de las cosas necesarias. Pero pienso que es mucho ms que eso.
Pienso que incluye las antiguas virtudes de UPARATI y TI-
TIKSHA. Uparati significa dejar que la gente sea exactamente co-
mo es, sin comentario ni resentimiento ni deseo alguno de cam-
biarlas. Y Titiksha es esa misma actitud hacia los eventos de la
vida.

266
Libro II

Volviendo a Vyasa, l considera que la austeridad indicada por el


tercer punto consiste en soportar el juego de los pares de opues-
tos. Esto vuelve a recordarnos la virtud de VAIRAGYA que real-
mente significa ser capaz de permanecer perfectamente firmes
mientras el juego de los interminables pares de opuestos nos
sacude. Como le dijo a Arjuna el Seor Shri Krishna: Los contac-
tos con la materia, oh hijo de Kunti, dan fro y calor, placer y dolor;
vienen y van, son impermanentes; soprtalos con valor, Oh Bhara-
ta! (BHAGAVAD GITA, II: 14).
El estudio es la lectura de los libros sagrados sobre Yoga, aunque
oreo que en estos das es ms que eso lo que se requiere de un
discpulo. Hacer todo En Su Nombre y por amor a la humanidad
es la verdadera Karma Yoga, y, como ya lo he dicho, el gran
ejemplo Cristiano de esto fue Fray Lorenzo. Como resultado de
estas Observancias viene la comprensin del ser individual y la
eliminacin de los obstculos. Son el paralelo espiritual de los
Mandamientos.
La pureza es una pureza de los vehculos fsico, astral, el etrico y
mental. Esto requiere un constante proceso de purificacin. La puri-
ficacin fsica requiere la regulacin del alimento, la bebida, el sue-
o y el trabajo. Asear el cuerpo, escoger la alimentacin yguica,
hacer ejercicio fsico para purificar la actividad metablica y poner-
se ropa limpia, utilizar muebles y casa limpia es de esperar en el
plano fsico. El Pranayama purifica los vehculos sutiles. La medi-
tacin purifica la mente. La satisfaccin o el contento mantiene al
cuerpo vital repleto. Sin satisfaccin la prctica del no apego se
convierte en una virtud negativa que lleva a o una naturaleza an-
tiptica hacia los dems y una actitud de aristocracia espiritual. Esto
es debido a una atrofia del sistema endocrino que se encuentra en
los centros de energa que alimentan a los vehculos sutiles. La vida
pierde el gusto y dejar ver autorrealizacin la satisfaccin o con-
tento lleva a una manera mucho mejor hacer las cosas. Esto da co-
mo resultado el aflujo de cosas necesarias sin esfuerzo alguno.

267
Libro II

33. Cuando se tienen pensamientos contrarios a la yoga,


deben cultivarse los opuestos.

La traduccin de Johnston da la misma idea en bellas palabras, y


expone el mtodo con claridad, y dice:
"Cuando las transgresiones obstruyen, el peso de la imagi-
nacin debe ponerse en el platillo opuesto".

La ciencia de equilibrar los pares de opuestos est contenida en


estas dos traducciones; una no es completa sin la otra. A menudo
resulta difcil traducir los antiguos trminos snscritos en una sola
palabra o frase, pues en ese lenguaje una palabra representa toda
una idea y requiere varias frases para dar el verdadero significado
en los limitados idiomas occidentales.
En este aforismo estn comprendidos ciertos conceptos bsicos,
los cuales, para mayor claridad, podemos expresarlos:
1. Como el hombre piensa as es l. Lo que se manifiesta en ob-
jetividad fsica es siempre un pensamiento; segn sea el pen-
samiento o idea, as ser la forma o el propsito en la vida.
2. Los pensamientos son de dos clases: los que tienden a cons-
truir formas, limitar y expresarse en el plano fsico, y los que
tienden a alejarse de los tres planos inferiores y por lo tanto
del aspecto forma tal como lo conocemos en los tres mun-
dos, conduciendo a la unin (yoga o unificacin) con el alma
o aspecto crstico.
3. Cuando se descubre que los pensamientos habitualmente cul-
tivados producen reacciones y resultados astrales y fsicos,
significa que son contrarios a la yoga, pues entorpecen el
proceso unificador.

268
Libro II

4. Deben cultivarse pensamientos contrarios a los anteriores, y


pueden determinarse fcilmente porque son los opuestos di-
rectos de los pensamientos inhibidores.
5. El cultivar pensamientos que tienden a la yoga y llevan al
hombre al conocimiento de su yo real, y la consiguiente
unin con ese yo, involucra un triple proceso:
a. Se debe determinar y considerar el nuevo concepto
mental formulado definidamente y considerado con-
trario a la antigua corriente de pensamiento.
b. Le sigue el empleo de la imaginacin a fin de llevar el
pensamiento a la manifestacin. Esto lleva al aspecto
deseo, y por lo tanto afecta al cuerpo astral o emo-
cional.
c. Luego viene la visualizacin definida del efecto de lo
que se ha pensado e imaginado, y la forma en que se
manifestar en el plano fsico.

Se hallar que esto genera energa, lo cual significa que el cuerpo


etrico se vitaliza o energetiza, gracias a las nuevas corrientes de
pensamientos, teniendo lugar ciertas transformaciones y reorgani-
zaciones que, oportunamente, cambiarn totalmente las activida-
des del hombre en el plano fsico. El constante cultivo de todo
esto llega a trasformar al entero triple hombre inferior y, even-
tualmente, pone de manifiesto la verdad de la frase cristiana: "slo
Cristo es visto y odo". nicamente el hombre real o espiritual
puede expresarse por medio de un instrumento fsico, as como
Cristo se expres por medio de Jess, su instrumento y discpulo.
El recurso al hbito de lo opuesto es una tctica que muestra el
profundo conocimiento de la psicologa humana. Sabe que ante
los sentimientos y pasiones no valen nada las ideas y razonamien-
tos mientras que si resulta eficaz crear y alentar otro sentimiento u
otra pasin de signos contrarios que los neutralizarn.Ahora se

269
Libro II

aconseja al sdhaka que cultive un temperamento que le permita


resistir la corriente de violencia, falsedad, robo, impureza y co-
rrupcin, y seguir la corriente de pureza, contentamiento, fervor,
estudio de si mismo y entrega al espritu universal. Los principios
que se oponen a yama y niyama se combaten con el conocimiento
correcto y la atencin. Cuando la mente se encuentra atrapada
entre ideas y actos dudosos, se obstruye la percepcin correcta. El
discpulo tiene que analizar e investigar tales ideas y acciones, as
como sus opuestos; de esta forma, gracias a la repeticin de estas
experiencias, aprender a equilibrar sus pensamientos. Algunas
personas dan una interpretacin literal a ste stra y mantienen
que si se es violento, se debe pensar en el opuesto, o, si se tiene
apego, se debe desarrollar el desapego. Esto es el pensamiento
contrario. Pero, si una persona es violenta, es violenta. Si es irrita-
ble, es irritable. El estado no es distinto de la accin; pero en lugar
de intentar cultivar la condicin opuesta, lo que debe hacer es pro-
fundizar en la causa de su ira o violencia. Hay que estudiar las fuer-
zas opuestas con calma y paciencia. Entonces surge el equilibrio.
Por lo tanto la accin justa sera, una vez analizadas nuestras ten-
dencias en la vida y en sus circunstancias, establecer un programa
de actitudes opuestas, cuando nuestra tendencia sea negativa, a la
vez que meditar en la causa raz de dichas tendencias.
Este era un tema favorito de la Dra. Besant. Muy frecuentemente
deca que el mejor modo de superar nuestras fallas no era luchan-
do contra ellas, lo cual les da ms fuerza, sino imaginar sus con-
trarios y pensar en ellos, introduciendo as en nuestros cuerpos
psquicos materia de una calidad vibratoria superior que acabara
por eliminar la de forma inferior y ms tosca.

270
Libro II

34. Los pensamientos contrarios a la yoga son: ofensividad,


falsedad, hurto, incontinencia y avaricia, ya sean come-
tidos personalmente, obligando a otros a cometerlos o
aprobarlos, o surgidos de la avaricia, la ira o el engao
(ignorancia), y pueden ser veniales, capitales o morta-
les. Dan siempre por resultado, excesivo dolor e igno-
rancia. Por esta razn deben cultivarse los pensamien-
tos opuestos.

Se observar que los cinco mandamientos se refieren especfica-


mente a estos pensamientos contrarios a la yoga o unin, y que el
cumplimiento de los mandamientos traer:
a. lnofensividad, en vez de ofensividad.
b. Verdad, en vez de falsedad.
c. No hurtar, en vez de hurtar.
d. Autocontrol, en vez de incontinencia.
e. Conformidad, en vez de avaricia o codicia.

Al aspirante no le queda excusa alguna al inculcarle la verdad de


que la transgresin de los mandamientos produce igualmente efec-
tos, tanto si la violacin es leve como si es grave. "Un pensamien-
to contrario" debe producir efecto; este efecto es dual: dolor, e
ignorancia o engao. Existen tres palabras que el estudiante esot-
rico asocia siempre con los tres mundos:
1. Maya o ilusin, referida al mundo d las formas, donde el ver-
dadero yo se halla durante la encarnacin, y con las cuales ig-
norantemente se identifica durante largos eones.
2. Engao, el proceso de identificacin errnea, donde el yo se
engaa a s mismo y dice: "Yo soy la forma".
3. Ignorancia o avidya, el resultado de esta errnea identificacin
y al mismo tiempo su causa.

271
Libro II

El yo est revestido por la forma; es engaado en el mundo de la


ilusin. Sin embargo, cada vez que a sabiendas tiene pensamientos
contrarios a la yoga, el yo se sumerge an ms en el mundo iluso-
rio y hace que el velo de la ignorancia sea ms tupido. Cada vez
que el peso de la imaginacin se inclina hacia la naturaleza real
del yo y se aleja del mundo del no-yo, la ilusin disminuye, se
desvanece el engao y el conocimiento reemplaza gradualmente a
la ignorancia.
Igualmente delinque el que miente que quien induce a mentir y
quien aprueba una mentira, Una mentira leve no deja de ser menti-
ra. Todo pensamiento vicioso reacciona contra quien lo emiti.
Cada pensamiento de odio que uno haya emitido, aunque fuere en
una caverna, se mantiene en espera de recaer algn da en forma
de afliccin sobre el que lo emiti. Nada ser capaz de impedirlo.
Recurdese esto para no cometer malas acciones.
Hacer no es solamente algo fsico. Hacemos cosas fsicamente no
tambin mentalmente. Por consiguiente el crimen existe tanto si lo
comete uno mismo como si hace que otros no cometan. Tambin
existe cuando estemos a precios de aquellos que lo cometen. Eso
quiere decir que uno no est efectuando el mismo con el cuerpo y
la mente de los dems. Esto ocurre cuando uno no es capaz de
hacer algo.
Entonces por qu existe semejante cosa? una vez que la mente
est perturbada, produce un pensamiento perturbado por segunda
vez. Cuando uno siente que tiene que poseer una cosa que no le
pertenece, su mente sufre una perturbacin por el deseo. Este es-
tado de perturbacin le hace a uno pensar en robar. De manera
parecida, cuando la mente se encuentra perturbada por la malicia,
produce un pensamiento de hacer dao a otra persona. La falsa
lgica no puede ser aceptada por una mente normal. En primer
lugar, la mente ha de ser perturbada por un motivo; esta perturba-
cin le hace a uno aceptar la falsa lgica y cuando llega el tercer
estadio, est ya en accin. Esto hace que se produzca una cadena

272
Libro II

de acontecimientos. Estos acontecimientos siempre te trae infeli-


cidad a la mente y el resultado es una accin en cadena de repetida
infelicidad. Esta es la razn por la que uno no ha de ocuparse de
estos pensamientos ni oponerse a ellos combatindolos. El nico
mtodo seguro que debemos seguir es el de apartar nuestra mente
dirigindola hacia otro pensamiento y accin. Es peligroso inten-
tar discutir exhaustivamente contra esos pensamientos negativos o
falsa lgica con los dems o en nuestro interior. Si hacemos un
esfuerzo en este sentido, ese mismo esfuerzo produce una lgica
acerca de sus crmenes. Puede ser a favor o en contra de ellos,
pero siempre estar en relacin con el crimen. Por consiguiente el
nico proceso que nos queda es el razonamiento inverso.

273
Libro II

Beneficios de Yamas y Niyamas (II.35-II.45)

35. Frente a quien ha perfeccionado la inofensividad, ce-


sa toda enemistad.

Este aforismo pone de manifiesto la actuacin de una gran ley. En el


Libro Cuarto, Af. 17, Patanjali dice que la percepcin de una carac-
terstica, de una cualidad y de una forma objetiva, depende de que el
perceptor posea caractersticas, cualidades y capacidades objetivas
similares. Esta similitud es la base de la percepcin. Se seala la
misma verdad en la primera Epstola de San Juan, en las palabras:
"Seremos semejantes a l, porque lo veremos como l es". Slo
puede establecerse contacto con lo que ya est presente en la con-
ciencia del perceptor. Por lo tanto, si en el perceptor hay enemistad y
odio, es porque residen en l las simientes de la enemistad y el odio.
Cuando estn ausentes, no existe ms que unidad y armona. ste es
el primer paso hacia el amor universal, esfuerzo prctico del aspiran-
te para llegar a ser uno con todos los seres. Empieza consigo mismo
y procura desarraigar de su propia naturaleza todas las semillas de la
ofensividad. Se ocupa as de la causa que produce la enemistad hacia
l y los dems. El resultado natural es que disfruta de paz, y los de-
ms estn en paz con l. En su presencia, hasta las bestias salvajes se
sienten impotentes, en virtud del estado mental del aspirante a yogui.
Toda enemistad cesa en presencia del que se ha perfeccionado en
AHIMSA (inofensividad). Toda hostilidad desaparece, hasta de los
animales. Dicen que ningn tigre tocar jams a un yogui que est
meditando en plena selva. Todos los animales sienten un aura de
hostilidad o temor (que es el otro lado del odio) en los hombres. Un
miembro de la S. T., que era propietario de un gran circo, entraba a la
jaula de sus tigres sin nada. Deca que haba descubierto que todos
los animales eran susceptibles al poder del pensamiento, y que por
este medio l los controlaba. Esa era la actitud sublime de San Fran-
cisco de Ass.

274
Libro II

36. Quien se perfecciona en ser veraz, observa inmedia-


tamente la eficacia de sus palabras y actos.

Esta cuestin de la verdad es uno de los grandes problemas que el


aspirante debe resolver; quien intente decir nicamente lo que es
estrictamente exacto, enfrentar dificultades bien definidas. La
verdad es muy relativa mientras prosigue la evolucin y su mani-
festacin progresiva. Podra definirse como la manifestacin, en el
plano fsico, de esa medida de realidad divina que permite expre-
sar la etapa de evolucin y el medio empleado. Por lo tanto, la
verdad involucra la habilidad del perceptor o aspirante, para ver
correctamente la medida de divinidad que encierra una forma
(tangible, objetiva o verbal). Implica, por lo tanto, la capacidad de
penetrar hasta lo subjetivo y establecer contacto con lo que toda
forma encubre, y tambin la habilidad del aspirante para construir
una forma (tangible, objetiva o verbal) que exprese la verdad tal
cual es. stas son, en realidad, las dos primeras etapas del gran
proceso creador,
1. correcta percepcin,
2. exacta construccin,
que llevan a la consumacin, de la que trata el aforismo en consi-
deracin, o sea la efectividad de las palabras y los actos para ex-
presar la realidad o la verdad tal cual es. Este aforismo es la clave
del trabajo del mago y la base de la gran ciencia de los mntram o
palabras de poder, que constituyen el equipo de todo adepto.
Mediante la comprensin de
a. la ley de vibracin,
b. la ciencia del sonido,
c. la finalidad de la evolucin,
d. la etapa cclica actual,
e. la naturaleza de la forma,
f. la manipulacin de la sustancia atmica,

275
Libro II

el adepto, no slo ve la verdad en todas las cosas, sino que com-


prende cmo hacer visible la verdad, ayudando as al proceso evo-
lutivo y "proyectando imgenes sobre la pantalla del tiempo".
Esto lo hace por medio de ciertas palabras y acciones. En el aspi-
rante, el desarrollo de esta capacidad se realiza gracias al constan-
te esfuerzo por llenar los siguientes requisitos:
1. Estricta atencin a todas las formas verbales que emplea.
2. Empleo inteligente del silencio, como factor de servicio.
3. Estudio constante de las causas subyacentes en cada acto,
a fin de comprender la razn de la efectividad, o no efec-
tividad de la accin.
4. Esfuerzo constante para ver la realidad en todas las for-
mas. Esto implica, textualmente, el estudio de la ley de
causa y efecto o karma; el objetivo de la ley krmica es
poner los polos opuestos, espritu y materia, en concor-
dancia con los requisitos del espritu, a fin de que la mate-
ria y la forma puedan expresar perfectamente la naturale-
za del espritu.

Cuando la veracidad est firmemente establecida en el hombre, ni


aun en sueos mentir. Ser verdico en pensamiento, palabra y
obra. Todo cuanto diga ser verdad. Le dir a otro hombre: "Ben-
dito seas" y el otro hombre recibir la bendicin. Si otro est en-
fermo y le dice: Sana, inmediatamente sanar, lo que l dice se
hace realidad. Este es el poder del hombre veraz. El yogui que se
establece en esta virtud adquiere el poder paranormal por el cual
el fruto de sus acciones depende enteramente de su voluntad.
Segn Vysa, cualquier cosa que diga el adepto se convertir en
verdadero.

276
Libro II

37. Cuando la abstencin de hurtar es perfecta, el yogui


puede tener cuanto desea.

Aqu tenemos la clave de la gran ley de oferta y demanda. Cuando el


aspirante ha aprendido a no desear nada para el yo separado, se le
pueden confiar las riquezas del Universo; cuando nada exige para la
naturaleza inferior ni reclama para el triple hombre fsico, entonces le
llega todo lo que desea, sin pedirlo ni reclamarlo. En algunas traduc-
ciones se expresa esto mismo, diciendo: "todas las joyas son suyas".
Debe recordarse que no hurtar se refiere no slo a abstenerse de sus-
traer cosas tangibles y fsicas, sino a no hurtar en los planos emocio-
nal y mental. El aspirante no sustrae nada ni reclama beneficios emo-
cionales (tales como amor y favoritismo, antipata u odio) ni los ab-
sorbe cuando no le pertenecen; repudia todo beneficio intelectual; no
reclama una reputacin injustificada; no asume el deber, el favor o la
popularidad de otro; se adhiere estrictamente a lo que le pertenece. El
mandato oriental es: "que cada uno atienda su propio dharma" y
cumpla su parte. "Ocpate de tus cosas es la forma occidental de
ensear la misma verdad y trasmitir el mandato de que no hemos de
hurtar a otros la oportunidad de obrar correctamente, de estar a la
altura de la responsabilidad y de cumplir con el deber. sta es la ver-
dadera abstencin de hurtar que hace al hombre cumplir perfecta-
mente con sus propias obligaciones, cargar con sus responsabilidades
y desempear sus deberes, lo cual evitar apropiarse de lo que perte-
nece a su hermano, en los tres mundos del esfuerzo humano.
Existe un adagio ocultista que dice: Cuanto ms arrebatis de las
cosas materiales, en mayor sujecin os tendrn; pero si no hacis
caso de ellas, a vosotros se sometern. Esto nos recuerda las
palabras del Seor Cristo: Buscad primero su reino y su justicia,
y todas esas cosas se os darn por aadidura. (Mt. 6:33). Por qu
el hombre habra de necesitar algo, cuando todo el Universo es su
mansin? Aqu surge necesariamente la gran aseveracin esotrica
RECUERDA QUN ESRES!.

277
Libro II

38. Cuando se practica la continencia, se adquiere energa.

La incontinencia se considera como disipacin de la vitalidad o


virilidad de la naturaleza animal. El poder de crear en el plano
fsico y de perpetuar la especie, es la accin ms elevada de que el
hombre es capaz. La disipacin de los poderes vitales y la inconti-
nencia en la vida libertina, es el gran pecado contra el cuerpo fsi-
co. Indica que no se reconoce ni aprecia el acto procreador; acusa
incapacidad de resistir los deseos y placeres inferiores y la prdida
del propio control. Los resultados hoy se manifiestan en la familia
humana en la poca salud, en los hospitales colmados y en los
hombres, mujeres y nios enfermizos, dbiles y anmicos, que
vemos por todas partes. Esto significa poca conservacin de la
energa, y las mismas palabras "disipacin" y "hombres disipados"
contienen una leccin.
Lo primero que el discpulo debe hacer es aprender la verdadera
naturaleza de la creacin y conservar su energa. No se impone el
celibato, pero s el autocontrol. Durante un ciclo relativamente
corto de vida, donde el estudiante se prepara para hollar el sende-
ro, posiblemente habr una vida, o quizs varias, en que tendr
que abstenerse de procrear, a fin de dominarse y demostrar que ha
subyugado completamente su naturaleza sexual inferior. El co-
rrecto empleo del principio del sexo, de acuerdo a la ley vigente
en el pas, caracteriza al verdadero aspirante.
Aparte de la consideracin de este tema, en relacin con la con-
servacin de energa, hay otro punto de vista, desde el cual el as-
pirante encara el problema, y es la transmutacin del principio
vital (tal como se manifiesta a travs del organismo fsico) en su
expresin dinmica, cuando lo hace por medio del rgano del so-
nido o de creacin, es decir mediante la palabra, o sea el trabajo
del verdadero mago. Existe, como bien saben todos los estudiantes
esotricos, una ntima relacin entre los rganos de la procreacin
y el tercer centro mayor, el larngeo. Esto se manifiesta fisiolgi-

278
Libro II

camente en el cambio producido en la voz, en el perodo de la


adolescencia. Mediante la verdadera conservacin de la energa y
la continencia, el yogui se convierte en un creador, en el plano
mental, mediante la palabra y el sonido; as la energa que pudo
ser disipada en la actividad del centro inferior se concentra y
trasmuta en el gran trabajo creador del mago. Esto se lleva a cabo
por la continencia, el vivir puro y el pensar limpio, en vez de las
perversiones de la verdad esotrica, como la supuesta magia
sexual (alquimia tntrica) y las monstruosas perversiones sexuales
practicadas por ciertas escuelas seudo ocultistas. stas ltimas
estn en el sendero negro, y no conducen al portal de la iniciacin,
ya que ansan con mucha fuerza el enorme poder de la energa
kundalini, antes que la pureza y sabidura del alma.

El cerebro del hombre casto manifiesta tremenda energa y gigan-


tesca fuerza de voluntad. Sin castidad no es posible tener suficien-
te energa espiritual para triunfar. La continencia confiere admi-
rable dominio sobre las gentes. Los instructores espirituales del
mundo fueron todos muy castos, y de la castidad dimanaba su
poder. Por lo tanto, el yogui ha de ser continente. Si queremos
desarrollar la moderacin en toda cosa, nada se desperdicia. De-
masiado de cualquier cosa engendra problemas; no poseer sufi-
ciente puede ser igualmente inadecuado.

Muchas pginas podran escribirse sobre este sutra, pues los pode-
res fsicos del hombre, como se dijo antes, son el reflejo de los
poderes creadores csmicos. Y debido a esto, dice H. P. B., el abu-
so de ellos conlleva penosos resultados krmicos. Ella dice en LA
DOCTRINA SECRETA que toda la raza humana se ha vuelto super-
sexual, y que el abuso y mal uso durante siglos ha trado las en-
fermedades escrofulosas hereditarias que afectan a la mayora.
Dice que esta acentuacin en los impulsos creadores fsicos pende
sobre la humanidad como un espeso pao mortuorio.

279
Libro II

Entonces que hacer?, ser absolutamente casto o moderadamente.


La dificultad de esta respuesta estriba en que no es la misma para
cada individuo. El prototipo perfecto sera slo tener relaciones
sexuales para procrear. Sin embargo no todos estn preparados
para tal abstinencia, lo cual producira muchos daos fsicos y
psquicos. Por lo tanto el sentido comn es la clave en este caso.
Debemos ir poco a poco, trasmutando el deseo sexual en aspira-
cin espiritual. Por lo general una vida sexual en pareja moderada
es lo ms sano para la mayora, y perfectamente compatible con la
yoga. Conforme la relacin se vaya estrechando entre el Alma y la
personalidad toda esta confusin ira desapareciendo de una forma
natural, pues es precisamente en esta unin sagrada y elevada
donde todos los problemas y espejismos desaparecen.

280
Libro II

39. Cuando la abstencin de la avaricia es perfecta se


llega a la comprensin de la ley de renacimiento.

Este aforismo imparte en forma inequvoca la gran enseanza de


que el espritu encarna por el deseo de adoptar determinada forma.
Cuando no existe deseo, los tres mundos no pueden retener al yo-
gui. El deseo, los diversos anhelos por las cosas, las experiencias
o el ansia de vivir en la forma, constituyen la fragua donde forja-
mos nuestras cadenas.
Cuando se cultiva y est presente la conformidad, se rompen gra-
dualmente tales cadenas y ya no se forjan otras; a medida que nos
desligamos del mundo de la ilusin, se aclara nuestra visin y
paulatinamente se nos hacen aparentes y comprensibles las leyes
del ser y de la existencia. Esto explica el cmo y el por qu de la
vida. La razn de la existencia y, el mtodo del plano fsico ya no
constituye un problema, y el yogui comprende la razn de por qu
ha existido el pasado y cules son sus caractersticas; entiende la
razn del presente ciclo de vida y experiencia, aplica cada da
prcticamente la ley, y sabe muy bien qu debe hacer para el futu-
ro. De esta manera se libera a s mismo, nada desea de los tres
mundos y se reorienta hacia el mundo del ser espiritual.
La ausencia de codicia, que es la renuncia al deseo de posesiones,
es la gradual suspensin de identidad del ego a favor del si-
mismo-trascendental. Este progresivo cambio de identidad pro-
porciona al hombre acceso a la memoria profunda que no acta
solo como depsito de los activadores subliminales generados en
su actual encarnacin, sino que tambin contiene los deseos po-
tenciales almacenados a partir de las destiladas experiencias vita-
les de anteriores nacimientos.
Las palabras de LUZ EN EL SENDERO dicen al respecto: El hombre
corriente no puede ver cmo se ha tejido su destino, porque est
hundido en lo ms denso del telar del tiempo. El hombre ilumina-

281
Libro II

do posee la visin de todo en su plenitud, en virtud de haberse


elevado bien por encima.
Dice tambin: Las operaciones de las verdaderas leyes de karma
no han de estudiarse hasta que el discpulo ha alcanzado el punto
en que ya no le afectan. El iniciado tiene el derecho a exigir el
secreto de la naturaleza y de conocer las reglas que gobiernan la
vida humana. Obtiene ese derecho por haberse escapado de los
lmites de la naturaleza. Se ha convertido en una porcin recono-
cida del elemento divino, y ya no le afecta lo que es temporal.
Obtiene entonces el conocimiento de las leyes que gobiernan las
condiciones temporales.
Vyasa dice que esto trae el conocimiento de vidas anteriores, por-
que significa que posee conocimiento perfecto del pasado, del
presente y del futuro, junto con sus modalidades: el Eterno Ahora
de los filsofos esotricos.

En estas cualidades tenemos el cumplimiento


de los cinco mandamientos.

Los aforismos siguientes hablan sobre las CINCO REGLAS.

282
Libro II

RESULTADOS DE LA APLICACIN
DE LAS REGLAS

40. La purificacin interna y externa produce aversin a


la forma, tanto a la propia como a las dems formas.

La parfrasis del Af. 40 no coincide con la traduccin tcnica de las


palabras snscritas, debido a que las palabras empleadas han sido
mal interpretadas. Literalmente la traduccin es: "La purificacin
interna y externa produce odio contra el propio cuerpo y el rechazo
de todo intercambio con otros cuerpos". La tendencia de los estu-
diantes de Occidente a interpretar literalmente, exige una traduc-
cin ms libre. El estudiante oriental, ms versado en la presenta-
cin simblica de la verdad, no es tan propenso a equivocarse en
este sentido. Al considerar este aforismo debe tenerse presente que
la pureza es una cualidad del espritu. La purificacin es necesaria-
mente de varios tipos y se relaciona con los cuatro vehculos (los
cuerpos fsico, etrico, emocional y mental) mediante los cuales el
hombre se pone en contacto con los tres mundos de su actividad.
Podemos, por lo tanto, diferenciarlos as:

a. Pureza externa ........ vehculo fsico ........ cuerpo denso.


b. Pureza magntica ... vehculo etrico ...... pureza interna.
c. Pureza squica ......... vehculo astral ....... pureza emocional.
d. Pureza mental ......... vehculo mental ..... pureza de la men-
te concreta.

Debe tenerse cuidadosamente en cuenta que esta pureza concierne


a la sustancia, de la cual est compuesto cada uno de los vehcu-
los, logrndose de tres maneras:
1. Por la eliminacin de la sustancia impura, o los tomos y mol-
culas que limitan la libre expresin del espritu y lo confinan en
la forma, y no le permiten ingresar ni egresar libremente.

283
Libro II

2. Por la asimilacin de los tomos y molculas que tienden a


proporcionar una forma, mediante la cual el espritu pueda
actuar adecuadamente.
3. Por la proteccin de la forma purificada contra la contami-
nacin y deterioracin.

En el sendero de purificacin o de probacin comienza el proceso


eliminatorio; en el sendero del discipulado se aprenden las reglas
del proceso constructivo o asimilativo, y en el sendero de iniciacin
(despus de la segunda iniciacin) se inicia el trabajo protector.
En Occidente son bien conocidas y generalmente practicadas las
reglas de purificacin externa, de sanidad y de higiene. Oriente
conoce mejor las reglas de purificacin magntica; una vez que
ambos sistemas se sinteticen y reconozcan mutuamente, la envoltu-
ra fsica, en su doble naturaleza, alcanzar, con el tiempo, un alto
grado de refinamiento.
Sin embargo, en el actual ciclo, el inters de la Jerarqua est cen-
trado en gran parte, en el problema de la pureza squica (Raja-
Yoga), razn por la cual en la actualidad se desarrolla la tendencia
a la enseanza esotrica. sta se aleja de lo que comnmente se
entiende por desarrollo psquico y, sin hacer hincapi sobre los
poderes squicos inferiores, trata de entrenar al aspirante en las
leyes de la vida espiritual. Esto produce la comprensin de la na-
turaleza de la psiquis o alma, y el control de la naturaleza squica
inferior. El gran "empuje" del esfuerzo jerrquico, correspondien-
te a este siglo 1926-2026, ser hecho en esa direccin, conjunta-
mente con la difusin de las leyes del pensamiento. De ah la ne-
cesidad de promulgar las enseanzas dadas en los aforismos de la
yoga, que proporcionan las reglas para el control de la mente, pero
al mismo tiempo tratan extensamente de la naturaleza de los pode-
res squicos y el desenvolvimiento de la conciencia squica.
El Libro Tercero trata de tales poderes; podra decirse brevemente
que todo el tema de los aforismos consiste en desarrollar el control
284
Libro II

de la mente, con el propsito de establecer contacto con el alma y


obtener el consiguiente control de los poderes squicos inferiores,
y su desenvolvimiento debe ir paralelo al de los poderes superio-
res. Debe hacerse hincapi sobre esto. Aversin a la forma o "au-
sencia de deseo" (trmino genrico, que abarca esta condicin de
la mente) es el gran impulso que, con el tiempo, lleva a liberarse
completamente de la forma.
Esto no significa que la forma, o tomar una forma, es malo en s.
Tanto las formas como el proceso de encarnacin, son correctos y
adecuados en su lugar; pero para el hombre que ya no tiene nece-
sidad de experimentar en los tres mundos y ha aprendido las lec-
ciones necesarias en la escuela de la vida, la forma y el renaci-
miento son malos, y debe relegarlos a una posicin fuera de la
vida del ego. Es verdad que el hombre liberado puede decidir li-
mitarse a s mismo en una forma, para fines especficos de servi-
cio, pero lo hace por un acto de voluntad y autoabnegacin; no se
siente impelido a ello por el deseo, sino por el amor a la humani-
dad y el anhelo de permanecer con sus hermanos, hasta que el
ltimo de los hijos de Dios haya llegado al portal de la liberacin.
El afn de mimar el cuerpo es el peor tsigo de la vida humana.
As el primer indicio de la afirmacin de la pureza ser no pensar
en identificarse con el cuerpo. nicamente cuando la pureza se
establece desechamos la idea del cuerpo como algo atractivo, y
quedamos libres de su gravedad.

285
Libro II

41. Por la purificacin (sattva) llega tambin la quietud


del espritu, la alegra, la concentracin, el dominio de
los rganos y la capacidad de ver al yo.

Debe recordarse que tanto los mandamientos como las reglas


(yama y niyama) tienen que ver con el cudruple yo inferior, el
cual funciona en los tres mundos, y se lo denomina frecuentemen-
te cuaternario inferior. Hemos visto en el aforismo precedente,
que la purificacin requerida es cudruple y concierne a los cuatro
vehculos. Los resultados de tal pureza son tambin cudruples, y
corresponden igualmente a las cuatro envolturas. Estos resultados
son, de acuerdo a los vehculos:
1. El dominio de los rganos ..... el cuerpo fsico.
2. La quietud del espritu .......... el vehculo emocional.
3. La concentracin .................. la mente inferior o cuerpo mental.
4. La capacidad de ver al yo ..... el resultado sinttico de la triple
condicin de las envolturas men-
cionadas.

El "dominio de los rganos" concierne especialmente a los senti-


dos; es el resultado de la pureza magntica o del refinamiento del
cuerpo etrico. A este respecto los estudiantes deben tener presen-
te que el cuerpo fsico no es un principio, sino que se construye
exactamente de acuerdo al cuerpo etrico, el vehculo magntico
en el plano fsico, y atrae (segn su naturaleza y elementos consti-
tuyentes) a los tomos y partculas de sustancia con los cuales es
construido el fsico denso. Una vez refinadas las percepciones
sensorias y sintonizada con exactitud la condicin vibratoria del
cuerpo vital, los rganos sensorios quedan totalmente dominados
y controlados por el hombre real y, con el tiempo, lo pondrn en
contacto con los dos subplanos ms elevados del plano fsico y no
con el astral inferior como ocurre ahora.

286
Libro II

El orden correcto de este control de los rganos de percepcin


fsica o de los cinco sentidos es:
1. Correcta percepcin intelectual del ideal, en el plano
mental.
2. Deseo puro, libre del amor a la forma, en el plano emo-
cional o astral.
3. Uso y desenvolvimiento correcto de los cinco centros en la
columna vertebral (base de la columna, sacro, plexo solar,
cardaco y larngeo), cada uno de los cuales se halla en el
cuerpo etrico y est vinculado a uno de los cinco sentidos.
4. La consiguiente correcta reaccin de los rganos de los sen-
tidos a las demandas del hombre verdadero o espiritual.

En conexin con el cuerpo astral, la purificacin da por resultado


la tranquilidad de espritu o la "suave quietud" del vehculo, a fin
de reflejar adecuadamente el principio crstico o la naturaleza
bdica. Se debe tener muy en cuenta la relacin del astral o prin-
cipio kmico (que utiliza el vehculo medio del triple hombre infe-
rior) con el principio bdico (que utiliza el vehculo medio de la
trada espiritual o atma-budi-manas). El aquietamiento de las
emociones y el control de la naturaleza de deseos preceden siem-
pre a la reorientacin de lo inferior. Antes que el hombre desee las
cosas del espritu debe cesar de desear las cosas del mundo y de la
carne, lo cual trae un perodo de gran dificultad en la vida del ne-
fito; el proceso est simbolizado en la palabra conversin", em-
pleada en los crculos ortodoxos cristianos; significa "darse vuel-
ta", con el consiguiente trastorno temporario, pero que eventual-
mente traer quietud.
En el cuerpo mental el efecto de la purificacin es el desarrollo de
la capacidad de concentrarse o enfocarse en una sola direccin. La
mente no va de un lado a otro, queda controlada, pasiva y recepti-

287
Libro II

va a las impresiones superiores. Esto es tratado extensamente en el


Libro Tercero, por eso no nos ocuparemos aqu.
Cuando los tres resultados de la purificacin se hacen sentir en la
vida del aspirante, est prximo a cierta culminacin, que es la
repentina percepcin de la naturaleza del alma. El aspirante alcan-
za la visin de la realidad que es l mismo, y descubre la verdad
de las palabras de Cristo: "Los puros de corazn vern a Dios".
Contempla el alma, y desde entonces su deseo va dirigido siempre
a la realidad, alejndose de lo irreal y del mundo de la ilusin.
El cultivo de la pureza tiene importantes consecuencias. Conduce
a la pureza del propio ser interior. El trmino sattva tiene nume-
rosas connotaciones que no pueden ser expresadas con una sola
palabra en nuestro idioma. Sattva, entre otras cosas es el factor
luminoso de la conciencia, es decir, su mas elevada forma de ma-
nifestacin. De hecho, una forma de caracterizar el proceso ygui-
co es en trminos de una gradual sustitucin de rajas y tamas por
sattva. En el nivel emocional esto induce a un sentimiento soste-
nido de alegra, de gozo. La atencin se intensifica, se concentra,
y el adepto adquiere la habilidad de excluir todo impulso sensorial
de su alrededor.

La limpieza hace surgir la pureza interna y natural, y de ella


surge a su vez la alegra; de la alegra, la unidireccionalidad
de la mente; de sta, la conquista de los sentidos; y de ste
dominio, la aptitud del aspecto mas puro del intelecto para
la observacin del s mismo. Todo lo cual se logra afirmn-
dose en la pureza.

288
Libro II

42. El gozo trae por resultado la bienaventuranza.

Poco puede decirse respecto a este aforismo, salvo indicar que


todo sufrimiento, desagrado e infelicidad, se deben a la rebelin
Desde el punto de vista del ocultista, la rebelda slo trae mayores
dificultades, y la resistencia slo sirve para nutrir el mal, cualquie-
ra sea. El hombre que ha aprendido a aceptar su sino, no malgasta
el tiempo en vanas lamentaciones y puede dedicar toda su energa
en cumplir perfectamente su dharma o trabajo obligatorio. En vez
de quejarse y oscurecer las cuestiones de la vida con la preocupa-
cin, la duda y la desesperacin, despeja su camino mediante la
sana comprensin de la vida, tal como es, y la directa apreciacin
de lo que puede hacer de ella. As no malgasta fuerza, tiempo ni
pierde oportunidad, y avanza constantemente hacia la meta.
El resultado del contentamiento es la felicidad completa. La feli-
cidad obtenida por la adquisicin de posesiones es solo temporal.
Hay que encontrar nuevos objetos y adquirirlos para mantener este
tipo de felicidad. Es un proceso sin fin. El contentamiento autnti-
co se diferencia en que proviene de la alegra que nos induce a
considerar el aspecto positivo en todos los seres y situaciones. Es
muy difcil, sin embargo, mantener el contentamiento. Aunque
puede ser ms fcil ser feliz cuando tenemos xito, solo seres ex-
cepcionales son optimistas en medio de corrientes adversas. Con-
tentamiento significa contemplar cada acontecimiento con una
sonrisa. En esto ayuda el buen sentido del humor.
El gozo perfecto de basa en s mismo, no en ningn objeto. No
tiene motivo ni causa, se es feliz porque si. Es un estado natural
del Espritu, y no es que el espritu tenga gozo, sino que l lo es.

289
Libro II

43. Por la ardiente aspiracin y la eliminacin de toda


impureza, se perfeccionan los poderes del cuerpo y
de los sentidos.

Aunque las dos causas del proceso de perfeccionamiento son: as-


piracin y purificacin, sin embargo, ambas constituyen realmente
una sola y son los dos aspectos de la disciplina del sendero de
probacin. El Antiguo Comentario, que constituye la base esotri-
ca de las enseanzas internas del raja yoga, contiene algunas fra-
ses valiosas porque imparten un concepto correcto:
"A medida que el aliento de fuego asciende a travs del sis-
tema y a medida que el elemento gneo hace sentir su pre-
sencia, se ve desaparecer lo que obstaculiza y se ilumina lo
que estaba oscuro."
"El fuego asciende y consume las barreras; el aliento se ex-
pande y las limitaciones desaparecen. Los siete, hasta enton-
ces pasivos, vuelven a la vida. Los diez portales, cerrados y se-
llados, parcialmente entornados, se abren de par en par".
"Los cinco mtodos de contacto se precipitan a la activi-
dad. Se vencen los obstculos y las barreras ya no obstaculi-
zan. El que se ha purificado se convierte en el gran receptor y
el Uno es conocido".

Estas palabras se refieren a la purificacin por el fuego y el aire,


purificacin impuesta en el sendero de la yoga. La purificacin
por agua tiene lugar en las ltimas etapas de la vida del hombre
muy evolucionado, antes de hollar el sendero del discipulado, y es
sugerida en las palabras tan frecuentemente empleadas "aguas del
infortunio". Ahora se somete a la prueba gnea y toda la naturaleza
inferior pasa a travs del fuego. ste es el primer significado y el
que ms concierne al aspirante. Surge desde su corazn cuando
clama por fuego, expresado en las palabras:

290
Libro II

"Busco el Camino; anso saber. Veo visiones, y fugaces im-


presiones profundas. Detrs del Portal, al otro lado, est lo
que llamo hogar, porque el crculo casi ha sido hollado en su
totalidad y el fin se aproxima al principio".
"Busco el Camino. Mis pies han hollado todos los caminos.
El Camino de Fuego me llama con irresistible atraccin. Nada
en m busca el camino de la paz; nada en m ansa la tierra".
"Que el fuego ruja; que las llamas devoren; que se queme
toda la escoria; que se me permita trasponer ese Portal, y
hollar el Camino del Fuego"
"El aliento de Dios se siente como brisa purificadora y es
tambin la respuesta del alma a la aspiracin del discpulo. El
alma "inspira" al hombre inferior ".

El significado secundario se refiere, lgicamente, en forma dire-


cta, a la actividad del kundalini o fuego serpentina, en la base de
la columna vertebral, cuando responde a la vibracin del alma
(sentida en la cabeza, en la regin de la glndula pineal, y deno-
minada: "la luz en la cabeza"). El fuego kundalini asciende, que-
ma todas las obstrucciones del canal etrico en la columna verte-
bral y vitaliza o electrifica los cinco centros de la columna y los
dos de la cabeza, Los aires vitales, dentro de los ventrculos de la
cabeza, son puestos tambin en actividad y producen un efecto
purificador, o ms bien eliminador. El estudiante an nada tiene
que ver con ellos, excepto procurar, dentro de lo posible, que la
aspiracin de su corazn sea de carcter "gneo" y que prosiga,
como es de desear, la constante purificacin de su naturaleza fsi-
ca, emocional y mental. Cuando esto sucede la respuesta del alma
es efectiva y tiene lugar, sin peligro y normalmente, de acuerdo a
la ley, las consiguientes reacciones en los centros etricos.

291
Libro II

Los tres versculos citados se refieren a:


a. Los siete centros, hasta entonces pasivos,
b. Los diez portales cerrados, los diez orificios del cuerpo
fsico.
c. Los cinco sentidos, mediante los cuales se establece con-
tacto con el plano fsico, abarcando con estos trminos to-
das las actividades entrantes y salientes en el plano fsico.

Otro nombre que recibe la la ardiente aspiracin en este sutra es


TAPAS, que quiere decir: intensa austeridad, a travs de la as-
cesis, con la autodisciplina y la prctica espiritual. Cuando se per-
fecciona la ascesis, se destruye el velo de la impureza, cuando se
elimina el velo (de la impureza), se perfecciona el cuerpo, adqui-
riendo facultades sobrenaturales, como leer los pensamientos aje-
nos, ver y or en largas distancias y en los planos sutiles, la levita-
cin y otros poderes.
Cuando estas actividades son dirigidas por el alma o regidor inter-
no, se efecta la unin con el alma y la consiguiente identificacin
con Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro
Ser.

292
Libro II

44. La lectura espiritual trae como resultado el contacto


con el alma o el divino Uno.

Este aforismo quizs podra traducirse ms literalmente si se dije-


ra: La lectura de smbolos produce contacto con el alma. El
smbolo es una forma de determinado tipo, que vela u oculta un
pensamiento, una idea o una verdad; en consecuencia, se puede
establecer como axioma general, que cualquier tipo de forma es
un smbolo o el velo objetivo de un pensamiento. Esto aplicado a
toda forma, se refiere igualmente a la forma humana, que est
destinada a ser el smbolo (hecho a imagen) de Dios; constituye la
forma objetiva que vela un pensamiento, idea o verdad divinos, la
manifestacin tangible de un concepto divino; la meta de la evo-
lucin es llevar a la perfeccin esta forma simblica objetiva.
Cuando el hombre conoce esto, deja de identificarse con el smbo-
lo, su naturaleza inferior; empieza a actuar conscientemente como
el divino Yo subjetivo interno, utilizando al hombre inferior para
velar y ocultar su forma, trabajar diariamente sobre esa forma, a
fin de moldearla y forjarla en un instrumento adecuado de expre-
sin. Esta idea tambin se lleva a cabo en la vida diaria, en la acti-
tud del hombre hacia todas las formas (en los tres reinos de la na-
turaleza) con las cuales se pone en contacto. Trata de ver debajo
de la superficie y llegar a la idea divina.
sta es la cuarta regla y concierne a la actitud interna que el hom-
bre adopta hacia el universo objetivo. Podra decirse que las reglas
tienen que ver con la actitud del hombre hacia:
1. Su propia naturaleza inferior .... purificacin interna y externa.
2. Su karma o sino en la vida ....... conformidad.
3. Su alma o ego .......................... ardiente aspiracin.
4. Su medio ambiente y
contacto en el plano fsico ....... lectura espiritual.
5. La Existencia una, Dios ............... devocin a Ishvara.

293
Libro II

As esta serie de reglas abarca la "correcta actitud" hacia todas las


cosas. El estudio, llevado a su ms alto grado, nos acerca a fuerzas
superiores que ayudan a comprender lo mas complejo. Cuanto
ms eficaz es nuestro estudio, mejor comprendemos nuestras debi-
lidades y nuestras fuerzas. Debemos aprender a acabar con nues-
tras debilidades y a hacer el mejor uso de nuestras fuerzas. Enton-
ces no hay lmite para nuestra comprensin. A travs del estudio
de si mismo o penetracin intelectual en los niveles del significa-
do mas profundo de una escritura concreta nos eleva hacia esas
mismas regiones celestiales. Esto sucede bajo la experiencia medi-
tativa.
Tengamos presente que el estudio superior al que nos estamos
refiriendo es una prctica yoguita como lo podra ser la medita-
cin o la mantralizacin, ya que nuestra mente, en esos momentos
permanece enfocada y alineada vibracionalmente con los textos
escogidos. Esto es tambin una forma de alimentacin sutil.

294
Libro II

45. Por la devocin a Ishvara se alcanza la meta de la


meditacin o samadhi.

La meta de la meditacin es lograr la capacidad de ponerse en con-


tacto con el divino yo interno y, por medio de este contacto, llegar a
la comprensin de la unidad de ese yo con todos los yoes y con el
Omni-yo, no slo tericamente sino como una realidad en la natura-
leza. Esto se produce cuando se alcanza el estado llamado samadhi,
en el cual la conciencia del pensador se transfiere de la conciencia
del cerebro inferior a la del hombre espiritual o alma, en su propio
plano. Las etapas de esta transferencia pueden ser descritas como:
1. Transferencia de la conciencia del cuerpo, la conciencia sa-
liente instintiva del hombre fsico, a la cabeza. Esto requiere
retirar conscientemente la conciencia en un punto dentro del
cerebro, en la cercana de la glndula pineal, y centrarla cons-
ciente y definidamente all.
2. Transferencia de la conciencia de la cabeza o cerebro, a la
mente o cuerpo mental. En esta transferencia el cerebro perma-
nece agudamente alerta, y el retiro de la ciencia se efecta cons-
cientemente por medio del cuerpo etrico, utilizando el brahma-
randra, o abertura en la cima de la cabeza. En ningn momento
el hombre est en trance, inconsciente o dormido. Emprende es-
te proceso de abstraccin o retiro y lo efecta activamente.
3. Transferencia de la conciencia del cuerpo mental al cuerpo
del ego, el alma, alojada en el cuerpo causal o loto egoico. En-
tonces se produce una condicin en que el cerebro, el cuerpo
mental y el cuerpo egoico, forman una unidad coherente, pasi-
va, alerta, positiva y firme.
4. As se puede entrar en el estado de samadhi o contempla-
cin espiritual, donde el alma observa su propio mundo, perci-
be la visin de las cosas tal cual son, se pone en contacto con
la realidad y "conoce a Dios".

295
Libro II

Luego viene la etapa en que el hombre espiritual trasmite al cerebro,


por conducto de la mente, lo que ha visualizado, visto, hecho contacto
y conocido; de esta manera el conocimiento forma parte del contenido
del cerebro y queda disponible para ser utilizado en el plano fsico.
sta es la meta del proceso de la meditacin, y los resultados, en
sus muchas Variaciones, son el tema del Libro Tercero, y se pro-
ducen de acuerdo a los ocho mtodos de la yoga, tratados en el
Libro Segundo. nicamente la devocin a Ishvara o verdadero
amor a Dios, con las cualidades asociadas de servicio, amor al se-
mejante y la paciente constancia en obrar. bien, llevarn al hombre
por este difcil sendero de disciplina, purificacin y arduo trabajo.

Vyasa dice que la facultad de SAMADHI se hace perfecta en aquel


que dedica todos sus poderes a ISHVARA. As conoce todo cuanto
desea conocer, tal como es en realidad. Su inteligencia conoce
todo como es. Esto nos recuerda las palabras del Maestro K. H. a
C. W. Leadbeater: Haz buenas obras en Su Nombre y por amor a
la humanidad. Y tambin las encantadoras palabras del Seor
Krishna en el GITA IX: 27: Todo cuanto hagas, todo cuanto comas,
todo cuanto ofrezcas, todo cuanto des, todo cuanto hagas por aus-
teridad, Oh Kauntaya, hazlo todo como una ofrenda a m.
Jan Ruisbroek, el mstico flamenco, describe esta actitud muy sim-
ple y bellamente: Toda buena accin, por pequea que sea, si es
dedicada a Dios con sencillez de intencin, aumenta en nosotros la
Semejanza Divina, y ahonda en nosotros la corriente de Vida eter-
na. La sencillez de intencin rene en la unidad del espritu los dis-
persos poderes del alma y junta al espritu mismo con Dios. Esta
misma sencillez es la que lo refiere todo a Dios y hace de nuestras
virtudes una ofrenda a Dios. En todo acto de nuestra vida debemos
aferrarnos a esa sencillez, debemos practicarla y cultivarla por en-
cima de todo lo dems. Esto es lo que conduce al hombre a la pre-
sencia de Dios, lo que le da luz y valor, libertndolo. Esta senci-
llez es la que al final entregar a Dios toda nuestra actividad vital,
modelndonos de hora en hora a una semejanza ms fiel.

296
Libro II

Asana, paso 3 de 8 (II.46-II.48)

TERCER MTODO. ASANA


LA POSTURA

46. La postura adoptada debe ser estable y cmoda.

Este aforismo ha conducido a los estudiantes occidentales a gran-


des dificultades, pues lo interpretan en sentido completamente
fsico. Es verdad que tiene un significado fsico, pero si lo toma-
mos en relacin con la triple naturaleza inferior, puede decirse que
se refiere a una posicin de constante inmovilidad del cuerpo fsi-
co, durante la meditacin una condicin firme e indesviable del
cuerpo astral o emocional al pasar por la existencia mundana y
una mente inalterable y sin fluctuaciones totalmente controlada.
De estas tres, podra decirse que la postura fsica tiene menos im-
portancia. La mejor es aquella en que el aspirante puede olvidar
con ms rapidez que posee un cuerpo fsico. Hablando en forma
general podra establecerse que una posicin erecta en una silla
confortable, manteniendo derecha la columna, los pies cruzados
en forma natural, las manos unidas sobre el regazo, los ojos cerra-
dos y la cabeza ligeramente inclinada, es la mejor postura para el
aspirante occidental. En Oriente hay una ciencia de las posturas,
ms de ochenta y cuatro posiciones distintas, algunas de las cuales
son muy complicadas y dolorosas. Esta ciencia es una rama del
Hatha Yoga y no debiera ser seguida por la quinta raza raz; es el
remanente de esa yoga, necesaria y suficiente para los hombres de
la raza raz lemuriana, quienes tenan que aprender a controlar el
cuerpo fsico. Bhakti Yoga, o yoga de la devocin, fue la yoga de
los atlantes o cuarta raza raz, con algo del Hatha Yoga. En nues-
tra quinta raza raz, la actual, Hatha Yoga debera caer totalmente
en desuso, en lo que concierne al discpulo, el cual debiera ocuparse
del Raja Yoga y Bhakti Yoga el cual debera ser un devoto mental.

297
Libro II

El discpulo de la poca lemuriana aprendi a controlar su cuerpo


fsico y dedicarlo al servicio de Ishvara, por la prctica del Hatha
Yoga, aspirando al control emocional.
El discpulo de la poca atlante aprendi a controlar el cuerpo
emocional y dedicarlo al servicio a Ishvara, mediante la prctica
del Bhakti Yoga, aspirando a obtener control mental.
El discpulo de esta poca debe aprender a controlar el cuerpo
mental y dedicarlo al servicio a Ishvara, mediante la prctica de
Raja Yoga, aspirando a conocer al morador interno, el alma. As, en
la actual raza raz, todo el hombre inferior, la personalidad, queda
subyugado y tiene lugar la Trasfiguracin" de la humanidad.
En lo que respecta al aspecto fsico de este sutra el hombre se co-
loca en una firme postura (asana). La firmeza de postura significa
que hemos de quedar como si no tuviramos cuerpo fsico. De
ordinario, cuando nos sentamos se nota al cabo de rato cierta mo-
lestia, pero cuando se desecha la idea del cuerpo material se pier-
de toda sensacin fsica, sin sentir placer ni dolor y al restituirse el
hombre al cuerpo lo encontrar descansado. Una vez logrado el
completo dominio del cuerpo, mantenindolo firme, ser tambin
firme la prctica de la yoga; pero ser difcil concentrar la mente
mientras los disturbios del cuerpo perturben los nervios, porque los
nervios, y especialmente los del sistema simptico, presiden las
funciones del organismo.
La postura debe ser tanto estable como agradable. Una vez esta-
blecida la postura, la mente y los miembros deben permanecer
firmes, sin sensacin de dolor. La firmeza es lo contrario a la agi-
tacin fsica y la comodidad lo contrario al sufrimiento. Tanto la
firmeza como la comodidad son fsicas y mentales. Forman un
todo que corresponde al estado de equilibrio (sattva), sin agitacin
(rajas) o apata (tamas).
Cualquier sana que se efecte, debe ser hecha con un sentimiento
de firmeza, estabilidad y resistencia en el cuerpo; buena voluntad

298
Libro II

en la cabeza y conciencia y deleite en el corazn. As es como


debe entenderse, practicarse y experimentarse cada sana. La eje-
cucin de cada sana debe ser nutritiva e iluminativa. Ya desde el
primer stra Patajali solicita la atencin ms excelsa para la per-
feccin. Esta disciplina y atencin deben aplicarse a la prctica de
cada sana a fin de penetrar las mayores profundidades en las par-
tes mas recnditas del cuerpo. En cada sana el cuerpo debe ser
tonificado y la mente puesta a punto de tal forma que se pueda
permanecer largo tiempo con el cuerpo firme y la mente serena.
La explicacin de dhran (concentracin) y dhyna (meditacin)
dada por Patajali en los stras III.1 y III.2 describe perfectamente
la ejecucin correcta de un sana: La concentracin consiste en
fijar el complejo mental (con la mente en estado de abstraccin
sensorial) a un (solo) punto. La meditacin consiste en el sosteni-
miento prolongado de la vivencia en el estado anterior (de concen-
tracin).
Debemos recordar que este aforismo no se refiere tanto al aspecto
fsico como psquico. La estabilidad natural pertenece a los veh-
culos emocional y mental y no al cuerpo fsico. De hecho el cuer-
po fsico responde perfectamente a un estado firme y estable
cuando el cuerpo astral o emocional y mental estn serenos. Un
cuerpo superior influye poderosamente sobre un cuerpo inferior.
Esta es la razn por la que se hace tanto hincapi en el raja-yoga
como el yoga perfecto, ya que el raja-yoga trabajo con el vehculo
ms elevado que actualmente la humanidad puede manejar, el
cuerpo mental.

299
Libro II

47. La estabilidad y la comodidad de la postura se deben


lograr mediante un ligero y persistente esfuerzo y la
concentracin de la mente en lo infinito.

Este aforismo abarca los dos aspectos que presentan dificultades


en la meditacin: la comodidad del cuerpo y el control de la men-
te. Es digno observar que el esfuerzo para alcanzar el olvido del
cuerpo fsico, mediante la correcta postura, se realiza con la
prctica persistente, regular, ms bien que forzando violentamente
el cuerpo a adoptar posturas incmodas y actitudes no acostum-
bradas. Cuando logra esto y la mente puede estar ensimismada en
las cosas del alma, entonces la estabilidad y la comodidad caracte-
rizan al hombre en el plano fsico; se olvida del vehculo fsico y
puede concentrar la mente, la cual est tan enfocada en una sola
direccin, que es imposible pensar en el cuerpo.
Vysa dice: La postura es perfecta cuando el espritu se transforma
en infinito es decir, cuando hace de la idea del infinito su propio con-
tenido. Vcaspati comenta lo anterior: el que practique el sana de-
ber hacer uso de una energa consistente en suprimir los esfuerzos
corporales naturales. De otro modo, la postura asctica de que
hablamos aqu no podr ser realizada. En lo concerniente al espritu
transformado en infinito significa una suspensin total de la aten-
cin a la presencia de su propio cuerpo. La sana debe tener una do-
ble cualidad: la atencin y la relajacin. En sana debe haber aten-
cin sin tensin y relajacin sin embotamiento ni pesadez. Se puede
considerar al practicante firme en su postura cuando ya no necesita
perseverar en el esfuerzo. Hay quienes equivocadamente consideran
que durante la postura fsica de la meditacin debemos luchar contra
el cuerpo para amansarlo, inmovilizarlo, si as actuamos, no habr
meditacin, ya que la atencin estar puesta en no movernos, es de-
cir, en el cuerpo fsico. Cuando este punto es trascendido se desarro-
lla una mente sensible y con esta sensibilidad entrena la facultad del
pensamiento para leer, estudiar y penetrar el infinito. Se haya inmer-
so en el estado de unidad sin lmite que es indivisible y universal.
300
Libro II

48. Cuando se ha realizado esto, los pares de opuestos ya


no limitan.

Los pares de opuestos conciernen al cuerpo de deseos. Es signifi-


cativo que el aforismo precedente slo trata de la mente y del
cuerpo fsico. Segn este aforismo la naturaleza emocional, ex-
presndose por medio del deseo, no se siente influida por ninguna
fuerza atrayente. El cuerpo astral se hace pasivo y negativo y no
responde a ninguna atraccin del mundo de la ilusin.
Existe un gran misterio respecto al cuerpo astral del hombre y a la
luz astral; la naturaleza de este misterio, hasta ahora es conocida
nicamente por los iniciados avanzados. La luz astral es proyecta-
da objetivamente por dos factores, y el cuerpo astral del hombre
responde a estos dos tipos de energa. Esencialmente pareceran
carecer de carcter o forma, pero su manifestacin depende de "lo
que est arriba y de lo que est abajo". La naturaleza de deseos del
hombre, por ejemplo, parece responder a la atraccin del gran
mundo de la ilusin, el maya de los sentidos, o a la voz del ego
que utiliza el cuerpo mental. Las vibraciones llegan al cuerpo as-
tral desde el plano fsico y desde el mundo mental, y segn sea la
naturaleza del individuo y el punto de la evolucin alcanzado, as
ser la respuesta al llamado de lo superior o de lo inferior.
El cuerpo astral est atento a las impresiones egoicas, o es atrado
por el milln de voces de la tierra. Al parecer no tiene voz ni
carcter propios. Esto ha sido representado en el Bhagavad Gita
cuando Arjuna est entre las dos fuerzas opuestas del bien y del
mal, y busca la correcta actitud hacia ambos. El plano astral es el
campo de batalla del alma, el lugar de la victoria o de la derrota;
es el kurukshetra, en el cual se hace la gran eleccin.
En estos aforismos, concernientes a la postura, est latente la
misma idea. Se hace hincapi en los planos fsico y mental y, si
estn debidamente ajustados y se consigue aplomo en el plano

301
Libro II

fsico y enfoque en una sola direccin en el mental, los pares de


opuestos ya no limitan. As se llega al punto de equilibrio, y el
hombre se libera. Los platillos en la balanza de la vida del hombre
estn equilibrados y por lo tanto se halla libre.
Cuando alcanza la perfeccin de este sutra puede resistir todos los
choques y cambios. Codd Clara comenta sobre este aforismo:
Uno de mis smiles favoritos es aquel de la Roca de las Edades,
que tipifica el Espritu Inmortal dentro de nosotros. Con cunta
frecuencia es azotado y sumergido por las incansables olas de la
emocin y del pensamiento. Durante largas edades nos dejamos
llevar por las olas, pensando que ellas son nosotros mismos. Pero
cuando descubrimos que somos realmente la Roca, podemos dejar
que las olas pasen sobre: nosotros sin conmovernos. Esto es
SHRADDHA, equilibrio. A menudo se dice que el sendero es angosto
como el filo de una navaja, porque el hombre que ha triunfado per-
manece siempre firme en una direccin constante, inafectado por
los huracanes y las olas del destino.

302
Libro II

Praayama, paso 4 de 8 (II.49-II.53)

CUARTO MTODO. PRANAYAMA


ALIENTO - RESPIRACIN

49. Cuando se ha adoptado la correcta postura (asana), le


sigue el correcto control del prana y la adecuada in-
halacin y exhalacin del aliento.

Tenemos aqu otro aforismo que ha dado lugar a muchos malen-


tendidos y ha causado gran dao. Prevalecen varias enseanzas
sobre el control del prana, lo cual ha inducido a muchos a practi-
car ejercicios respiratorios, y a prcticas cuyo xito depende de la
suspensin del proceso de la respiracin. Esto proviene en gran
parte porque la mente occidental considera que prana y aliento son
trminos sinnimos, y de ninguna manera es as. Vivekananda lo
seala al comentar este aforismo, y dice:
"Cuando se ha dominado la postura, entonces debe inte-
rrumpirse y controlarse el movimiento, obtenindose el pra-
nayama, el control de las fuerzas vitales del cuerpo. Prana no
es aliento, aunque comnmente se lo traduzca as. Es la suma
total de la energa csmica energa que est en cada cuerpo,
cuya manifestacin ms evidente es el movimiento de los pul-
mones, causado por el prana al inhalar el aliento, y es lo que
tratamos de controlar en el pranayama. Empezamos por con-
trolar el aliento, como el medio ms fcil de regular el prana".

Prana es la suma total de la energa del cuerpo (esto se aplica simi-


larmente al cuerpo solar y al planetario), en consecuencia, concier-
ne a la energa que entra en el cuerpo etrico y a su salida por me-
dio del cuerpo fsico, simbolizada en el cuerpo fsico por la necesa-
ria inhalacin y exhalacin del aliento. Gran parte del verdadero
sentido de este aforismo se ha perdido por el hecho de hacer resaltar

303
Libro II

demasiado el acto fsico de respirar. Cuando se estudia pranayama


deben tenerse en cuenta ciertas cosas. Primero, que una de las fun-
ciones principales del cuerpo etrico es actuar como estimulador y
vitalizador del cuerpo fsico denso. Parecera que el cuerpo fsico
denso no tuviera una vida independiente, sino que simplemente
actuara dirigido y motivado por el cuerpo etrico, que constituye el
cuerpo vital o de fuerza, e interpenetrara cada parte del vehculo
denso, siendo el fundamento y la verdadera sustancia del cuerpo
fsico. Segn sea la naturaleza que anima al cuerpo etrico, la acti-
vidad de esa fuerza en el cuerpo etrico, el dinamismo o lentitud de
las partes ms importantes del cuerpo etrico (los centros de la co-
lumna vertebral), as ser la correspondiente actividad del cuerpo
fsico. En forma similar y simblica, segn sea la plenitud del apa-
rato respiratorio y su capacidad para oxigenar y purificar la sangre,
as ser la salud o plenitud del cuerpo fsico denso.
Adems debe tenerse en cuenta que la clave para la exacta res-
puesta de lo inferior a lo superior, reside en el ritmo y en la capa-
cidad del cuerpo fsico para responder o vibrar, en forma rtmica,
al unsono con el cuerpo etrico. El estudiante ha descubierto que
esto se logra fcilmente con la respiracin pareja y constante, y
que la mayora de los ejercicios de respiracin, cuando se les da
preeminencia, excluyendo los tres mtodos de yoga ya impartidos
(los Mandamientos, las Reglas y la Postura), tienen un efecto de-
finido sobre los centros etricos y pueden acarrear resultados des-
astrosos.
Es sumamente necesario que los estudiantes practiquen los mto-
dos de la yoga en el orden dado por Patanjali, y que procuren com-
pletar el proceso purificador, la disciplina de la vida interna y ex-
terna y la centralizacin de la mente en una sola direccin, antes de
intentar la regulacin del vehculo etrico por medio de la respira-
cin y el despertar de los centros.

304
Libro II

El trabajo que se realiza por medio del pranayama podra decirse que es:
1. La oxigenacin de la sangre, a fin de purificar la corriente
sangunea y obtener la consiguiente salud fsica.
2. Llevar el cuerpo fsico a una vibracin sincrnica con la del
cuerpo etrico. Esto da como resultado la completa subyu-
gacin del cuerpo fsico denso y lo correlaciona con el etri-
co. Ambas partes del vehculo fsico constituyen una unidad.
3. La transmisin de energa, va el cuerpo etrico, a todas
partes del cuerpo fsico denso. Esta energa puede prove-
nir de varias fuentes:
a. Del aura planetaria. En este caso es prana planetario,
que concierne principalmente al bazo y a la salud del
cuerpo fsico.
b. Del mundo astral, por conducto del cuerpo astral. Esta
fuerza ser puramente kmica o de deseo, y afectar prin-
cipalmente a los centros ubicados abajo del diafragma.
c. De la mente universal o fuerza mansica, la cual constitu-
ye mayormente fuerza mental, e ir al centro larngeo.
d. Del ego mismo, estimulando principalmente los cen-
tros coronario y cardaco.

La mayora de las personas reciben la fuerza de los planos fsico y


astral exclusivamente, pero los discpulos tambin reciben fuerza
de los niveles mental y egoico.
Respecto a la parte respiratoria de este aforismo encontramos que el
control respiratorio no es solo la respiracin rtmica; la atencin prin-
cipal se centra en la pausa entre inhalacin y exhalacin. La la su-
presin de la respiracin conduce a la unidireccionalidad de la con-
ciencia por medio de la restriccin de toda actividad sensorial. Es
interesante notar que Patajali aconseja expresamente al sdhaka

305
Libro II

(discpulo) practicar pryma solo tras perfeccionar sana. Por


primera vez muestra un peldao distinto en la escalera ascendente del
yoga, mientras que no estipula progresin alguna para los otros as-
pectos. Normalmente, el flujo de la respiracin controlar el flujo de
inhalacin, exhalacin y retencin de la respiracin, de forma regular
y rtmica. La palabra pryma tiene dos componentes, pra y
ayama. Pra es energa, cuando la fuerza vigorizante invade el
cuerpo. Ayama significa expandir, alargar, regular, prolongar, res-
tringir y controlar. Pryma tiene lugar cuando esta fuerza vigori-
zante invade el cuerpo con extensin, expansin y control.
A efectos prcticos comprendemos que Patanjali haga una concreta
atencin al hecho de haber alcanzado positivamente las anteriores eta-
pas antes de entrar en el trabajo del pranayama, precisamente porque
hasta no haber alcanzado un correcto ritmo de vida, y la correcta pos-
tura interior de estabilidad y serenidad, no podemos alterar violenta-
mente la respiracin con prcticas no naturales a nuestro desarrollo
alcanzado. Esta prctica es descrita en el aforismo 34 Parte I. La con-
secucin real del Pranayama est directamente conectada con la acti-
vidad fsica y mental de nuestros quehaceres diarios. Slo cuando se
consigue un orden y ritmo perfecto en los quehaceres diarios de la vida
mundana, podemos esperar tener perfecta maestra sobre la respira-
cin y las pulsaciones vitales. Siempre es peligroso intentar trabajar
a la inversa. El resultado de intentar realizar los pranayama rtmicos
empezando por el control de la respiracin, antes de conseguir el
control de las dems actividades diarias, puede causar y lo suele
hacer, grandes trastornos fsicos y psquicos. Cuando se ha logrado
una verdadera quietud interna, estable y serena, el Aliento deviene de
forma natural. Tanto el ritmo como el tiempo de la respiracin deviene
de forma natural, frecuentemente se ralentiza hasta incluso detenerse
cuando se esta sumergido en meditacin profunda, pero todo ello de
una forma automtica y natural. Debemos recordar que la mente
esta ntimamente relacionada con la respiracin, as pues cuando se
esta en meditacin la respiracin es alterada de forma natural y
propicia al estado alcanzado.

306
Libro II

50. El correcto control del prana (o de las corrientes de


vida) es externo, interno o inmvil; est sujeto a lu-
gar, tiempo y nmero, siendo tambin prolongado o
breve.

Este aforismo es muy difcil de entender y deliberadamente se ha


oscurecido su significado, debido a los peligros incidentales al
control de las fuerzas corporales. Las ideas y enseanzas que en-
cierra se dividen en tres partes:
I. El control externo, interno o inmvil de las corrientes de
vida del cuerpo (denso y etrico). Esto concierne:
a. Al aparato respiratorio y al empleo del aliento.
b. A los aires vitales y su irradiacin.
c. A los centros y su despertar.
d. Al fuego Kundalini y a su correcta progresin ascenden-
te por la columna vertebral.
II. Al significado astrolgico y la relacin del individuo con
su grupo, planetario o de otra ndole. A esto se refieren las
palabras: "lugar, tiempo y nmero".
III. Al proceso de iluminacin y a la respuesta del hombre
fsico a las impresiones superiores por medio del cerebro.
Tal capacidad de responder a la voz del ego y de llegar a
ser pasivo y receptivo, debe preceder a los cuatro ltimos
mtodos de la yoga, los cuales no conciernen muy de cerca
al plano fsico denso o a los niveles etricos de la concien-
cia.

Por lo tanto, ser evidente que gran parte de la enseanza conteni-


da en este aforismo slo puede impartirla el Instructor al alumno,
directamente y sin peligro, despus de un debido estudio de las
condiciones corporales de ste. No es posible ni conveniente dar
en este libro, destinado al pblico, las reglas, prcticas y mtodos

307
Libro II

que permiten al discpulo entrenado sincronizar instantneamente


el vehculo fsico denso con el cuerpo etrico, y aumentar la den-
sidad de su aura e irradiarla, a fin de producir ciertos efectos
magnticos en su medio ambiente y despertar los centros que le
permitirn desplegar ciertos poderes squicos Los mtodos para
despertar el fuego kundalini y combinarlo con la fuerza egoica
descendente, tambin deben ser enseados directamente por un
idneo en esta ciencia. Es extremadamente peligroso despertar
prematuramente el fuego, con la consiguiente destruccin de cier-
tas estructuras protectoras del cuerpo etrico, y la desintegracin
de las barreras entre este mundo y el astral, antes de estar el alum-
no debidamente equilibrado entre los pares de opuestos. El desa-
rrollo prematuro de los poderes squicos inferiores, antes de que
despierte la naturaleza superior, encierra una amenaza; puede pro-
ducir en el cerebro algn tipo de insana leve o grave. No obstante
se darn algunas explicaciones que permitirn al verdadero estu-
diante esotrico obtener esa informacin que, si se la aplica co-
rrectamente, actuar como clave para tina mayor informacin. Tal
ha sido siempre el mtodo oculista. Por lo tanto trataremos bre-
vemente estos tres puntos:
I. El control externo del prana o corriente de vida, concierne a
esos ejercicios respiratorios y prcticas rtmicas, que llevan a los
rganos fsicos, que tienen afinidad con los centros etricos a una
condicin adecuada. El mago blanco u ocultista, nunca se ocupa
especficamente de los rganos fsicos. El mago negro s. Estos
rganos son: el cerebro, los pulmones, el corazn, el bazo y los
rganos genitales.
El mago negro utiliza definidamente estas partes del cuerpo fsico
para generar un tipo de fuerza, mezcla de fuerza etrica y de
energa fsica densa, que le permite realizar cierto tipo de trabajo
mgico y tambin producir efectos en los cuerpos fsicos de ani-
males y hombres. Este conocimiento es la base del "vuduismo" (la
magia de los negros de las Antillas) y de todas esas prcticas que
causan el agotamiento y muerte de quienes se interponen en el
308
Libro II

camino del mago negro o de los que considera enemigos. Con


stas nada tiene que hacer el aspirante a los misterios de la Her-
mandad de la Gran Logia Blanca. Produce la fusin de las dos
partes del cuerpo fsico denso, la sincronizacin del ritmo de ambos
cuerpos y la consiguiente unificacin de todo el hombre inferior,
poniendo la atencin en el aliento y ritmo etricos. Esto inevitable-
mente produce el "control externo de las corrientes de vida".
El control interno de las corrientes de la vida se produce de tres maneras:
1. Por la comprensin intelectual de la naturaleza del cuerpo etrico,
y de las leyes de su vida.
2. Por el estudio de los tipos de energa y su mecanismo, el sistema
de centros que existe en el cuerpo etrico.
3. Por ciertos desenvolvimientos y conocimientos que llegan al aspi-
rante cuando est preparado (despus de haber practicado los an-
teriores mtodos de yoga), y lo capacitan para captar determina-
dos tipos de fuerzas, energas o "shaktis", utilizndolos correcta-
mente por medio de sus propios centros, para producir efectos
que pueden ser descritos como iluminadores, purificadores,
magnticos, dinmicos, squicos y mgicos.

El control inmvil de las corrientes de la vida es consecuencia del


adecuado desenvolvimiento de los otros dos, el externo y el interno,
y debe lograrse antes de que pueda practicarse el quinto mtodo de
yoga, de retiro o abstraccin. Esto simplemente significa sincroni-
zacin perfectamente equilibrada y unificacin completa de las dos
partes del cuerpo fsico, de manera que no haya ningn impedimen-
to para las fuerzas que entran o salen. Una vez logrado el control
inmvil, el yogui puede retirarse a voluntad del cuerpo fsico o
atraer a dicho cuerpo y manipular a voluntad cualquiera de las siete
grandes fuerzas planetarias. Debe tenerse en cuenta que aqu se
trata de condiciones ideales; ningn aspirante puede alcanzar este
mtodo de yoga sin trabajar simultneamente con los otros mto-
dos. Ser de utilidad estudiar el paralelismo en la naturaleza.

309
Libro II

II. El significado astrolgico se insina tambin en las tres pala-


bras: lugar, tiempo y nmero, en las que puede reconocerse las
triplicidades universales, y observarse que el correcto control de
las corrientes de la vida se relacionan con el karma, la oportunidad
y la forma. Hay ciertas palabras que, cuando se las comprende
correctamente, dan la clave de todo el ocultismo prctico y con-
vierten al yogui en amo de la vida, stas son:
sonido .......... nmero .......... color ......... forma
palabra ........ vida ................ luz ............. cuerpo,
y se considera que estn sujetas a la idea-espacio y al elemento-
tiempo. Debe tenerse en cuenta respecto a esto que "espacio es la
primera entidad" (La Doctrina Secreta, T. II,) y que la manifestacin
cclica es la ley de la vida.
Una vez reconocido esto, la entidad, expresndose cclicamente, har
sentir su presencia por medio de la diferenciacin, el color o la cuali-
dad de la forma que la oculta, y por la forma misma. Estos factores
constituyen la suma total de la expresin de cualquier entidad, Dios u
hombre; la aparicin de cualquier hombre en expresin exotrica, en
el plano fsico, depende de la entrada y salida rtmica o cclica, de la
energa de la Gran Vida en la cual vive, se mueve y tiene su ser. Esto
es la base de la ciencia de la astrologa o relacin del planeta o plane-
tas, con el ser humano, y de la relacin de los mismos con las estre-
llas y los diversos signos zodiacales.
Es esencial poseer algn conocimiento al respecto, para controlar
debidamente las corrientes de la vida, a fin de que el discpulo
pueda utilizar las "temporadas y estaciones" en que el progreso
pueda acelerarse.
III. El proceso de iluminar al hombre inferior es posible mediante
el correcto control del prana, y este "proceso iluminador" es una
ciencia exacta, para la cual los cuatro mtodos de yoga han prepa-
rado el camino. Los fuegos del cuerpo estn as ordenados en
forma exacta, la condicin "inmvil" se puede alcanzar en cierta

310
Libro II

medida, los aires vitales de la cabeza estn "en paz" y el entero


hombre inferior se halla a la expectativa de cualquiera de los dos
procesos:
a. El retiro del hombre verdadero o espiritual, a fin de actuar
en algn plano ms elevado, o
b. el descenso a la conciencia del cerebro inferior, de la luz,
la iluminacin y el conocimiento, procedentes de los pla-
nos del ego.

Vysa explica este aforismo, desde el punto de vista ordinario como:


1. La detencin del flujo (de aire) tras una exhalacin (completa)
es (una operacin) externa;
2. (A su vez) la detencin del flujo (de aire) tras una inhalacin
(completa), es (una operacin) interna.
3. La tercera (operacin) es la de retencin, efectuada (en cual-
quier momento) por medio de un simple esfuerzo, en la cual
(hay) ausencia de ambas (inspiracin y espiracin).

Cada una de las tres (operaciones) se regula:


a) en trminos de espacio; (cada una) tiene que ver con una
cierta cantidad de espacio; (zonas del cuerpo: abdomen,
trax, etc)
b) en trminos de tiempo; es decir, queda definida por su limi-
tacin a un determinado nmero de momentos; (segundos de
las 4 partes, inhalacin, retencin y exhalacin)
c) en trminos de nmero; de acuerdo a cuantas inspiraciones y
espiraciones (se efectan) en el primer ciclo y, cuando ste se
ha completado, cuantas ms en el segundo y, de forma similar,
cuantas ms en el tercero; estas prcticas se consideran suave,
normal e intensa, respectivamente. De esta forma, se regula en
base al nmero. (La cantidad de respiraciones de la prctica).

311
Libro II

51. Hay una cuarta etapa que trasciende a las que con-
ciernen a las fases interna y externa.

Hemos visto la forma en que el control de las corrientes de la vida


puede estar externa e internamente activo y equilibrado. Este tri-
ple proceso lleva al entero hombre personal inferior, primeramen-
te, a una condicin donde responde rtmicamente al factor moti-
vador interno (en este caso, el ego y hombre espiritual en su pro-
pio plano) y luego a la total pasividad o quietud. A esta condicin
de espera receptiva (si podemos denominarla as) le sigue otra,
una forma de actividad superior, la cual literalmente es la imposi-
cin de un nuevo ritmo de vibracin sobre la inferior; la emisin
de una nueva nota que emana del hombre espiritual interno Y pro-
duce ciertos efectos definidos en las tres envolturas que constitu-
yen el no-yo y ocultan la divinidad, el hombre. Estos cambios son
tratados en los dos aforismos siguientes.
El estudiante comn frecuentemente se dedica a preparar las en-
volturas para que en esta cuarta etapa sea posible conseguir:
1. La coordinacin consciente de las envolturas o cuerpos.
2. Su debido alineamiento.
3. La regulacin del ritmo de las envolturas, de manera que se
sincronicen entre s y con el ritmo de la impresin egoica.
4. La unificacin de las envolturas en un todo coherente, a
fin de que el hombre llegue a ser literalmente "el tres en
uno y el uno en tres
5. La pasividad o la actitud de receptividad positiva a la ins-
piracin y al descenso de vida y energa egoicas.

Podr ser de ayuda al estudiante comprender que el correcto con-


trol del prana implica el reconocimiento de que la energa es la
suma total de la existencia y de la manifestacin, y que los tres
cuerpos inferiores son cuerpos de energa, constituyendo cada uno
el vehculo para un tipo superior de energa, siendo tambin

312
Libro II

transmisores de energa. Las energas del hombre inferior consti-


tuyen las energas del tercer aspecto, el aspecto Espritu Santo o
Brahma. La energa del hombre espiritual constituye la energa del
segundo aspecto, la fuerza crstica o bdica. La finalidad de la
evolucin en la familia humana es llevar esta fuerza crstica o
principio bdico, a su plena manifestacin en el plano fsico, me-
diante la utilizacin de la triple envoltura inferior. Esta triple en-
voltura es el Santo Grial, el cliz que recibe y contiene la Vida de
Dios. Una vez que el hombre inferior responde adecuadamente
por la atencin prestada a los cuatro mtodos de yoga ya conside-
rados, comienzan a manifestarse en l dos resultados, y est pre-
parado para utilizar los otros cuatro mtodos restantes que lo re-
orientarn y llevarn, con el tiempo, a la liberacin.
Desde el punto de vista ordinario en este sutra Patajali se refiere al cuar-
to pryma, lo que implica que en los stras II.49 y 50 ha mencionado
tres prymas. En nuestra opinin la interpretacin de esos stras es la
siguiente, y la misma revela el poder de observacin de Patajali:
1) en el stra II.49 Patanjali define el pryma como la se-
paracin de la inhalacin y de la exhalacin. Es el primer
tipo de pryma o control de la respiracin: el practican-
te simplemente se limita a separar la inspiracin de la espi-
racin, el proceso respiratorio deja de ser un proceso conti-
nuado, ininterrumpido y automtico, como lo es normal-
mente, y se convierte en una sucesin de inhalaciones y
exhalaciones independientes entre s.
2) En el stra II.50 Patajali seala el segundo y tercer tipo de
pryma, constituidos por el detenimiento en la inhalacin o
por el detenimiento en la exhalacin: el practicante se detiene
un lapso de tiempo mas o menos largo en la inhalacin o en la
exhalacin; la duracin del detenimiento en la inhalacin o en
la exhalacin est determinada por el objeto externo (por
ejemplo el pndulo, el tic tac del reloj) o interno (por ejemplo,
el conteo de nmeros) en el cual el yoguin fija su atencin.

313
Libro II

3) En el stra II.51, el actual, Patajali seala el cuarto tipo de


pryma, que consiste en dejar de lado todo objeto ex-
terno o interno como apoyo del control de la respiracin; la
duracin del detenimiento en la inhalacin o la exhalacin
ya no est control de la respiracin ha devenido autnomo,
correspondiendo este proceso a la profundizacin de la
concentracin mental que tiene como consecuencia una
disminucin del campo de intervencin de la conciencia y
de la voluntad.

Este aforismo, generalmente malinterpretado, se refiere a un


fenmeno especial que sucede durante el estado de samadhi, en el
cual la respiracin se puede volver tan reducida y superficial que
no puede ser detectada por la simple observacin. Tal estado de
suspensin de la respiracin puede continuar durante un perodo
considerable que, en circunstancias normales, sera un claro indi-
cio de muerte. Este cuarto modo de respirar, propiamente hablan-
do, no es en absoluto un control respiratorio voluntario, sino sim-
plemente la consecuencia fisiolgica de un extraordinario estado
de conciencia.
Este cuarto tipo de pryma va mas all de la regulacin o mo-
dulacin del flujo y retencin de la respiracin, trascendiendo la
metodologa dada en el sutra anterior. Es un estado similar al ke-
valakumbhaka, que se menciona en los textos de hatha yoga y en
los Yoga Upanishads, es el vaco durante la ruptura en el que per-
demos todo inters por las mediciones y los objetos servidos por
tales mediciones.

314
Libro II

52. A travs de esto, lo que oscurece la luz va desapare-


ciendo gradualmente.

El primer resultado es el desgaste gradual o la atenuacin de las


formas materiales que ocultan la realidad, lo cual no significa la
disipacin de las formas, sino el constante refinamiento y trans-
mutacin de la materia con que esas formas estn construidas, de
manera que llegan a clarificarse y purificarse a tal punto que la
"Luz de Dios", que hasta entonces haban ocultado, resplandece
en toda su belleza en los tres mundos. Se puede demostrar que
esto es literalmente verdad en el plano fsico, pues mediante el
trabajo de purificacin y control de las corrientes de vida, la luz de
la cabeza se hace tan evidente, que pueden verla quienes poseen la
visin supranormal, como radiaciones que se extienden alrededor
de la cabeza, formando el nimbo tan conocido en las imgenes de
los santos. El nimbo es un hecho natural y no un mero smbolo. Es
el resultado del trabajo de Raja Yoga y la demostracin fsica de
la vida y la luz del hombre espiritual. Vivekananda dice, hablando
tcnicamente (y es bueno que los estudiantes esotricos de Occi-
dente dominen la tcnica y terminologa de esta ciencia del alma,
custodiada por Oriente durante mucho tiempo): "Chitta o sustan-
cia mental, por su propia naturaleza, posee todo el conocimiento.
Est compuesta de partculas sttvicas, pero envuelta con partcu-
las rajsicas y tamsicas, envoltura que es eliminada mediante el
pranayama".
Mediante la prctica de pranayama, el velo de karma que oculta la
luz y origina el ciclo de vida y muerte, pierde su poder y es des-
truido poco a poco. Esta iluminacin no es el samdhi. Es, mas
bien, la percepcin de los poderes de la psique (el cuerpo sutil) y
de su energa ntima (kundalini). San Pablo usa una simbologa
similar; en su Segunda Epstola a los Corintios y escribe: Para que
tambin la vida de Cristo se manifieste en nuestra carne mortal...
Cuando se haya convertido al Seor, entonces caer el velo.

315
Libro II

53. Y la mente est preparada para la meditacin concen-


trada.

Ciertamente, a travs de la prctica de pryma (se logra aptitud


para la concentracin). Por esto, se dijo en el sutra (I.34): tam-
bin, se obtiene la pacificacin de la mente mediante la retencin
y la expulsin del aliento.
La edicin de Johnston da una traduccin muy interesante de este
aforismo. Dice: "De all viene el poder de la mente para mantener-
se firme en la luz". La idea es que, una vez lograda la condicin
de pasividad y hecha posible la cuarta etapa de impresin supra-
normal, los restantes mtodos de yoga, tales como abstraccin,
atencin, meditacin y contemplacin, se pueden emprender ade-
cuadamente. Entonces es posible controlar y utilizar la mente y
emprender sin peligro el proceso de trasmitir el conocimiento, la
luz y la sabidura del yo o alma.. al cerebro por intermedio de la
mente.

316
Libro II

Pratyahara, paso 5 de 8 (II.54-II.55)

QUINTO MTODO. PRATYAHARA


ABSTRACCIN DE LOS SENTIDOS

54. Abstraccin o pratyahara, es la subyugacin de los


sentidos por el principio pensante, y su abstraccin
de lo que hasta ahora ha sido su objetivo.

Este aforismo compendia el trabajo realizado para lograr el con-


trol de la naturaleza squica, y proporciona el resultado alcanzado,
cuando el pensador, por medio de la mente, el principio pensante,
domina los sentidos de tal manera, que stos ya no tienen expre-
sin independiente propia.
Antes de que la intencin, la meditacin y la contemplacin (los
tres ltimos mtodos de yoga) puedan emprenderse adecuadamen-
te, no slo debe haberse logrado una correcta conducta externa,
alcanzado la pureza interna, cultivado la correcta actitud hacia
todas las cosas y, en consecuencia, controlado las corrientes de
vida, sino que se habr obtenido la capacidad de subyugar las ten-
dencias exteriorizadas de los cinco sentidos. De manera que al
aspirante se le ensea el correcto retiro o abstraccin de la con-
ciencia, que se dirige al mundo de los fenmenos, y debe aprender
a centrarla en la gran estacin central de la cabeza, desde donde la
energa puede ser distribuida conscientemente cuando participa de
la gran tarea, y desde all puede establecer contacto con el reino del
alma y recibir mensajes e impresiones emanadas de ese reino. sta
es una etapa definida de realizacin y no simplemente una forma
simblica de expresar un centralizado inters.
Las diversas avenidas de percepcin sensoria son llevadas a una
condicin pasiva. La conciencia del hombre real ya no irrumpe
externamente por sus cinco avenidas de contacto. Los cinco senti-

317
Libro II

dos son dominados por el sexto, la mente, y toda la conciencia y la


facultad preventiva del aspirante se sintetizan en la cabeza y se di-
rigen hacia adentro y arriba. As queda subyugada la naturaleza
squica y el plano mental se convierte en el campo de actividad del
hombre. Este proceso de retiro o abstraccin avanza por etapas:
1. El retiro de la conciencia fsica o percepcin, por medio del
odo, el tacto, la vista, el gusto y el olfato. Estos medios de
percepcin quedan momentneamente dormidos, la per-
cepcin del hombre es puramente mental y la conciencia
del cerebro es lo nico activo en el plano fsico.
2. El retiro de la conciencia en la regin de la glndula pineal, pa-
ra que el punto de comprensin del hombre se centralice en la
regin situada entre el medio de la frente y la glndula pineal.
3. La siguiente etapa consiste en enfocar la conciencia en el
centro coronario, el loto de mil ptalos o sahasara, retiran-
do intencionalmente la conciencia de la cabeza. Esto se
puede hacer en plena conciencia viglica una vez aprendidas
ciertas reglas y efectuado cierto trabajo. Es evidente que es-
to no puede divulgarse aqu. La mayora de las personas de-
ben dominar las dos primeras etapas y aprender a controlar
las avenidas de percepcin, los cinco sentidos.
4. La abstraccin de la conciencia llevndola al cuerpo astral,
para liberarla del plano fsico.
5. El retiro an ms interno, en el cuerpo mental o mente, pa-
ra que ni el fsico ni el astral limiten o confinen al hombre.

Una vez realizado lo anterior llega a ser posible la verdadera me-


ditacin y contemplacin.
Dvivedi, en su comentario sobre este aforismo, dice: "La abstrac-
cin consiste en asimilar totalmente los sentidos a la mente, o ser
controlados por su intermedio. Deben alejarse de sus objetivos,

318
Libro II

fijarlos en la mente y ser asimilados por ella, de manera que al


evitar la transformacin del principio pensante, el sentido tambin
lo seguir y ser controlado inmediatamente. No slo suceder
esto, sino que siempre estarn dispuestos a contribuir colectiva-
mente al logro de una meditacin absorbente sobre determinada
cosa y en cualquier momento".
El resultado de la correcta abstraccin o retiro, puede, en conse-
cuencia, describirse brevemente:
1. La sntesis de los sentidos por el sexto sentido, la mente.
2. El alineamiento del triple hombre inferior, de manera que
los tres cuerpos actan como unidad coordinada.
3. La liberacin del hombre de las limitaciones de los cuerpos.
4. La consiguiente capacidad del alma o ego, para impresionar
e iluminar al cerebro, por medio de la mente.

Sencillamente se podra decir que los rganos son distintos de la


materia mental. Veo un libro. La forma no est en el libro, est en
la mente. Algo externo produce aquella forma; pero la verdadera
forma est en chitta. Los rganos se identifican con cuanto perci-
ben y toman la forma de los objetos. Si es posible impedir que la
materia mental tome dichas formas, la mente quedar en calma. A
esto se le llama pratyahara.
Cuando no hay conexin con sus respectivos objetos, (los senti-
dos) se asemejan a la autntica naturaleza de la mente. Cuando la
mente esta inhibida, los sentidos se inhiben de forma similar, sin
necesidad de ningn otro medio para su control. As como las
abejas vuelan detrs de la reina cuando sta se eleva, y descansan
cuando ella descansa, as tambin cuando la mente se inhibe los
sentidos interrumpen sus actividades. Esto es la abstraccin de los
sentidos. El pratyhra (abstraccin) es una prctica intermedia
entre el ejercicio mental propiamente dicho, que en el Yoga ser de
fijacin o de reflexin abstracta, y el movimiento del ejercicio cor-

319
Libro II

poral. Tiene un movimiento en cuanto que deja vagar la imagina-


cin, pero a la vez conserva una postura esttica, al desdoblarse en
espectador impasible.
Cuando los sentidos se retiran de sus objetos y siguen la forma de
la mente, es estado se denomina absorcin.
Cuando no se practica el yoga, la mente fluye en direccin a los
sentidos. Los sentidos estn acostumbrados a proyectarse en sus
objetos correspondientes. Entonces se impregnan en la forma de
los objetos y pierden su propia identidad. El resultado es que la
mente encuentra la presencia de los objetos y deja de tener la pre-
sencia de los sentidos. Es el verdadero estado de disipacin del ser
humano. Sentido, en el caso de un ser humano comn, significa
naturaleza inferior. Cuando los sentidos estn perdidos en sus
objetos correspondientes y la mente esta llena de ellos, slo hay
existencia de los objetos en la forma del ser humano, dejando ste
de tener consciencia de s mismo.
Cuando la mente se tranquiliza, los sentidos apartan automtica-
mente de sus objetos. Entonces existen para la mente y por lo tan-
to se vuelven en direccin al interior y empiezan a tomar la forma
de la mente, que no es sino tranquilidad. Es estado de los sentidos,
que se comportan como parte de la mente, se denomina absorcin
de los sentidos en la mente.
El arte de recogerse tiene que empezar por los planos superiores y
descender hasta el nivel de los sentidos. Esta prctica nunca ha de
comenzar por los sentidos. Intentar controlar los sentidos antes de
haber tranquilizado la mente es practicar empezando por el lado
equivocado y se terminas en el fracaso. Cerrar los ojos nunca pue-
de lograr que la mente deje de imaginarse los diversos objetos que
han visto los ojos. Por esta razn Patanjali coloca este paso de la
absorcin o Pratyahara despus del pranayama.

320
LOS AFORISMOS DE LA YOGA
DE PATANJALI

TERCER LIBRO Vibhuti Pada 55 Sutras

La Realizacin De La Unin y Sus Resultados.


c. La meditacin y sus etapas.
d. Veintitrs resultados de la meditacin.
Tema: Los poderes del Alma.

Dharana, dhyana y samadhi, pasos 6-8 de 8 (III.1-III.3)

1. La concentracin consiste en fijar la sustancia mental


(chitta) en un objeto determinado. Esto es dharana.

Hemos llegado a los Aforismos de la Yoga que tratan especfica-


mente del control de la mente y del efecto de ese control. Los
quince primeros aforismos estn dedicados al control de la mente
y cmo lograrlo, y los cuarenta restantes conciernen a los resulta-
dos producidos cuando se ha obtenido este control. Se enumeran
veintitrs resultados, todos en la lnea de expansiones de concien-
cia y manifestacin de facultades squicas, inferiores y superiores.
El primer paso para este desenvolvimiento es la concentracin, o
la capacidad de mantener la mente firme y sin desviarse sobre
aquello que el aspirante ha elegido.
Este primer paso es la etapa ms difcil del proceso de la medita-
cin, e implica la capacidad constante e incansable de hacer vol-
ver la mente al "objeto" elegido por el aspirante para concentrarse.

321
Libro III

Las etapas para la concentracin estn bien definidas y pueden ser


enumeradas como sigue:
1. Eleccin del objeto en el cual se va a concentrar.
2. Retiro de la conciencia mental de la periferia del cuerpo, a fin
de aquietar las avenidas de percepcin y contacto externo (los
cinco sentidos), entonces la conciencia ya no se exterioriza.
3. Centralizacin de la conciencia, fijndola en la cabeza. En el
punto medio entre las cejas.
4. Aplicacin de la mente, o poner la mayor atencin posible al
objeto elegido para la concentracin.
5. Visualizacin del objeto, percepcin imaginativa y razona-
miento lgico del mismo.
6. Extensin de los conceptos mentales formados, de lo espec-
fico y particular a lo general y lo universal o csmico.
7. Proponerse alcanzar lo que se halla detrs de la forma conside-
rada, o llegar hasta la idea responsable de la forma.

Este proceso eleva gradualmente la conciencia y permite al aspiran-


te llegar al aspecto vida de la manifestacin, en vez del aspecto
forma. Sin embargo, se empieza por la forma u "objeto". Los obje-
tos, en los cuales se puede uno concentrar son de cuatro tipos:
1. Objetos externos, como imgenes de la deidad, cuadros o
formas de la naturaleza.
2. Objetos internos, como los centros del cuerpo etrico.
3. Cualidades, como las diversas virtudes, a fin de despertar el
deseo de poseerlas, y hacer que lleguen a formar parte del
contenido de la vida personal.
4. Conceptos mentales, o esas ideas incorporadas en los idea-
les, subyacentes en todas las formas animadas, y que pue-
den asumir la forma de smbolos o de palabras.

322
Libro III

Uno de los Puranas expresa muy bellamente la idea subyacente en


la concentracin. Se dice al aspirante, despus que ha utilizado los
cinco primeros mtodos de yoga (expuestos en el Libro Segundo),
"que debe ubicar la sustancia mental en algn apoyo auspicioso".
Esta ubicacin est ilustrada en la descripcin de la manera en que
debe ser fijada la atencin sobre una forma de Dios.
"La forma encarnada del excelso Ser, desvanece todo deseo
por cualquier otro apoyo. Debera entenderse que la atencin
fija es cuando la sustancia mental est concentrada en dicha
forma. Y lo que es esta forma encarnada de Hari, sobre la cual
debe reflexionarse, t debes responder oh Regidor de los
hombres! La atencin fija no es posible sin algo en qu fijar-
la". (Vishnu Purana, VI, 7:75-85).

Luego sigue la descripcin de la forma encarnada del excelso Ser


y concluye con estas palabras:
"... que el yogui reflexione sobre l; y perdido en l concentre
su propia mente hasta que oh Rey!, la atencin se fije sobre
l nicamente. Mientras realiza esto o alguna otra actividad
voluntariamente, donde su mente no se desva, entonces de-
be considerar que esta atencin fija es perfecta". (Naradiya Pu-
rana, LXVII: 54-62).

La conviccin de que son necesarios los "objetos" para concen-


trarse, origin la demanda de imgenes, esculturas sagradas y
cuadros. Todos estos objetos implican el empleo de la mente con-
creta inferior, etapa preliminar necesaria. El empleo de tales obje-
tos permite el control de la mente, de manera que el aspirante
pueda hacer de ella lo que quiera. Los cuatro tipos de objetos ya
mencionados llevan gradualmente al aspirante hacia adentro y le
permiten transferir su conciencia desde el plano fsico al reino
etrico, de all al mundo del deseo o de las emociones, y progresi-
vamente al mundo de las ideas y conceptos mentales. Este proce-
so se desarrolla en el cerebro, y todo el hombre inferior es llevado

323
Libro III

a un estado de coherente atencin en una sola direccin, donde


todos los aspectos de su naturaleza estn dirigidos a lograr una
atencin fija, o una concentracin de todas las facultades menta-
les. Entonces la mente ya no se dispersa ni exterioriza, simple-
mente se aquieta y "fija plenamente su atencin". Vivekananda
traduce "dharana" como "mantener la mente fija en un pensamien-
to durante doce segundos".
Esta percepcin clara, unilateral y tranquila de un objeto, sin que
otro objeto o pensamiento penetre en la conciencia, es muy difcil
de obtener. Cuando puede mantenerse durante doce segundos,
entonces se est logrando la verdadera concentracin.
A veces la dificultad radica en la distincin entre la atencin in-
tensa y la concentracin mental (dharana), pues es indudable que
la atencin puede ser considerada como una forma de concentra-
cin mental, y viceversa. Sin embargo, siendo el Yoga un proceso
continuo, estamos seguros de que la dharana debe ser superior
(es decir, mas intensa, mas eficaz) que la atencin intensa: donde
sta no era mas que la fijacin de la actividad mental sobre un
solo objeto, la dharana debe aparecer como una meditacin in-
mvil, un recogimiento silencioso. Recordemos, en efecto, que, en
el momento en que es retenido el aliento (kumbhaka), la atencin
se fija por s sola, aunque solo sea sobre la disciplina de la respi-
racin cuya prctica requiere que el pensamiento no se vea dis-
trado. Eso es la atencin intensa. Adems, cuando el adepto
consigue realizar la retirada de los sentidos, la atencin es mejor,
ya que cesan de manifestarse las solicitaciones exteriores inopor-
tunas. El pensamiento, no obstante, contina existiendo, viviendo,
lo cual implica actividad, dinamismo, difusin, dispersin, multi-
plicidad, etc. Dicho de otra manera, la atencin intensa (aun
enriquecida por el pratyhara) no puede ser perfecta: as como las
posturas no suprimen la vida corporal, la atencin no implica la
disolucin de la actividad mental. Muy al contrario, sta adquiere
su mximo de eficacia cuando, estando inmvil el cuerpo y sus-
pendida la respiracin (o muy espaciada), se encuentra adems

324
Libro III

liberada de las coacciones que implica la actividad sensorial. Es


decir, gracias al pryma y a la atencin que deriva natural-
mente de l, el rgano mental, tras haber practicado la retirada de
los sentidos, se encuentra apaciguado; en lo sucesivo, si ve for-
mas, si oye sonidos, stos no pueden ser otra cosa que fantasmas
nacidos de la memoria, construcciones imaginarias coloreadas por
las impregnaciones mentales. En ltimo trmino, la conciencia
que tenemos de la vida de nuestro propio cuerpo desaparece: el
cuerpo se convierte en una cosa inerte. Y es entonces cuando el
yoguin, concentrando toda la potencia del rgano mental sobre
este nico objeto, obliga al pensamiento a volver sobre s mismo,
hasta conocer su verdadera naturaleza; la dhra, por su parte,
constituye la etapa preliminar a la realizacin de esta unin, aquella
en la que el individuo ve ya el fin, lo nota al alcance de la mano.
La concentracin es en realidad una fijacin en un solo punto
pero cuyo contenido es estrictamente nocional, en otras palabras,
el dhra, y es por esto que se distingue de la atencin, cuyo ni-
co objetivo es detener el flujo psicomental y fijarlo en un solo
punto, el dhra efecta esa fijacin con el objeto de compren-
der no slo de observar.
Como constituyente formal del yoga de ocho pasos, dhra es
esencialmente una tcnica de la cual se puede afirmar que tiene
como rasgo caracterstico la unidireccionalidad mental.
Hacer que la mente se aquiete y que los sentidos queden absorbi-
dos en la mente representa un gran paso o logro en la prctica del
yoga, pero ste no es el objetivo de la prctica del yoga. El objeti-
vo principal de la prctica del yoga es doble:
1- Focalizar la mente tranquila sobre la naturaleza superior del
hombre y la Luz del Ser, que mora en el interior.
2- Focalizar la mente tranquila sobre cualquier cosa para dar-
se cuanta de la presencia de la Luz del Seor mismo en todas
partes.

325
Libro III

2. La concentracin sostenida (dharana) es meditacin


(dhyana).

La meditacin es slo la prolongacin de la concentracin; pro-


viene de la facilidad con que el aspirante consigue "fijar la mente"
a voluntad en un objeto determinado. Est sujeta a las mismas
reglas y condiciones de la concentracin, la nica diferencia es el
factor tiempo.
Una vez adquirida la capacidad de enfocar la mente con firmeza
en un objeto, el siguiente paso consiste en desarrollar el poder de
mantener la sustancia mental o chitta, sin desviarse del objeto o
pensamiento, durante un perodo prolongado. El Purana citado
anteriormente contina:
"La sucesin ininterrumpida de las ideas, presentadas con la
nica intencin de fijarse en Su forma, sin desear nada ms,
eso oh Rey! es contemplacin. Se obtiene por los primeros
seis mtodos de la yoga.

La palabra contemplacin en este caso es sinnimo de medita-


cin. Tal meditacin es an con simiente o con un objeto.
Dvivedi, al comentar este aforismo dice:
"...Dhyana consiste en fijar la mente en el objeto imaginado has-
ta hacerlo uno con ella. En efecto, la mente debera en ese mo-
mento ser consciente nicamente de s misma y del objeto".

La actitud del hombre se convierte en atencin pura y fija; su


cuerpo fsico, sus emociones, aquello que lo circunda y los soni-
dos y lo que ve, se pierden de vista, y el cerebro es consciente
slo del objeto que constituye el tema o simiente de la medita-
cin, y de los pensamientos que la mente va formulando en rela-
cin con el objeto.

326
Libro III

La meditacin (dhyna) es un flujo de ideas que surgen de forma


continua y coherente, sin ser perturbadas por otras ideas, en relacin
al soporte del objeto de concentracin en ese punto (mencionado en
el comentario del aforismo anterior). Una vez que la mente ha sido
fijada en un punto cualquiera, el yoguin debe esforzarse porque en su
mente se mantenga un solo contenido, una sola experiencia cognos-
citiva, porque una sola cosa llegue a la conciencia: la representacin,
la idea, la vivencia o sentimiento, la sensacin, la imagen que l ha
elegido como punto de apoyo, rechazando cualquier representacin o
vivencia diversa y diferente. El yoguin debe estar experimentando
una sola cosa: la percepcin de un solo y nico sentimiento.
La concentracin se transforma en meditacin prolongando la aten-
cin sobre el objeto, durante la cual la captacin del objeto es directa
instantnea, nueva e inolvidable. Tal interaccin entre objeto y sujeto
deja una profunda impresin que reemplaza la comprensin basada
en la memoria y el pasado. El movimiento desde la dispersin mental
hasta la concentracin es progresivo. El paso de la concentracin a la
meditacin, sin embargo, es repentino e instantneo, creando una
ruptura en la decreciente curva de actividad mental. La meditacin es
una interaccin entre lo interno y lo externo, expresada mediante un
destello de conocimiento sobre el objeto elegido.
La prolongada y profunda concentracin lleva al estado de absor-
cin meditativa, o dhyna, en el cual el objeto se mantiene en la
mente y llena todo el espacio de la conciencia. Todas las ideas que
aparecen (pratyaya) giran alrededor del objeto de concentracin y
se acompaan de una emotiva disposicin que puede ser descrita
como serenidad, paz o calma. No hay prdida de lucidez,
sino que mas bien el sentido de alerta parece intensificarse
La diferencia entre dhran y dhyna es que dhran se ocupa ms
de la eliminacin de las ondas de pensamiento fluctuantes a fin de
alcanzar la concentracin unidireccional; en dhyna, el nfasis
radica en el mantenimiento de una observacin contemplativa
regular y profunda.

327
Libro III

Para los estudiantes acadmicos el estado de concentracin es un


ejercicio ms bien superado, ya que es un requisito imprescindible
para estudiar positivamente y aprobar los exmenes. Por esa razn
muchos de los seres humanos en la actualidad ya tienen una buena
base para el yoga, tienen algunas etapas ejercitadas, como el de la
concentracin.
Un buen ejemplo sobre el proceso de concentracin y el de medi-
tacin la tenemos reflejado cuando vamos al cine a ver una pelcu-
la. Al principio somos conscientes de nuestra mente, el espacio
externo (el cine) y la pelcula que esta comenzando, sin embargo
no transcurre mucho tiempo (si la pelcula es interesante para no-
sotros) en el cual nos olvidamos de la mente, del Yo, y permane-
cemos en un profundo estado de atencin exterior. Es este proceso
permanecemos muy atentos a todos los detalles de la pelcula,
desde las escenas hasta los sentimientos, y todo lo dems desapa-
rece. El estado de meditacin es tambin similar, ya que mediante
una prolongada atencin somos capaces de trascender la mente
concreta y estar muy despiertos a otras realidades superiores, des-
echando de una forma natural aquello que no interesa, lo superfluo
y engaoso.

328
Libro III

3. Cuando chitta es absorbida por la realidad (o idea in-


corporada en la forma) y ya no es consciente de la se-
paratividad o del yo personal, esto es contemplacin o
samadhi.

La manera ms sencilla de comprender este aforismo, es tener en


cuenta que toda forma u objeto constituye una vida manifestada
de determinado tipo. En las primeras etapas del proceso de medi-
tacin, el estudiante se da cuenta de la naturaleza de la forma y de
su relacin con ella. Los dos estados, en que es consciente de s
mismo y del objeto de su meditacin, son condiciones totalmente
mentales; existen en su mente.
Esta condicin va seguida de otra, donde su comprensin se introdu-
ce internamente en el plano subjetivo, y se da cuenta de la naturaleza
de su vida, que va expresndose por medio de la forma. La cualidad
y las relaciones subjetivas absorben su atencin y pierde de vista el
aspecto forma, persistiendo an el sentido de separatividad o duali-
dad. Todava es consciente de s mismo y del no-yo. Sin embargo,
posee una similitud de cualidad y de respuesta a vibraciones anlogas.
En las etapas de dharana y dhyana, de concentracin y medita-
cin, la mente es el factor importante y el productor en el cerebro.
Un gran Instructor hind, Kecidhvaja, expresa esta idea en las
siguientes palabras:
"El alma posee los medios. Pensar es el medio. ste es inani-
mado. Cuando el pensamiento ha completado la tarea de li-
berarse, ha hecho lo que deba hacer y cesa". (Vishnu Purana,
VI, 7:90).

La verdad de lo antedicho hace excesivamente difcil describir y ex-


plicar el elevado estado de samadhi o contemplacin, pues las pala-
bras o frases slo son esfuerzos de la mente para trasmitir al cerebro
del yo personal aquello que le permitir captar y valorar el proceso.

329
Libro III

En la contemplacin el yogui pierde de vista:


1. La conciencia cerebral, o lo que se entiende en el plano fsi-
co como tiempo y espacio.
2. Sus reacciones emocionales hacia el tema de su proceso de
meditacin.
3. Sus actividades mentales, de manera que todas las "modifi-
caciones" del proceso pensante y las reacciones emociona-
les de su vehculo deseo-mente (kama-manas) quedan sub-
yugadas y el yogui es inconsciente de ello. Sin embargo, est
intensamente vivo y alerta, positivo y despierto, porque
controla firmemente el cerebro y la mente y los utiliza sin
que ellos interfieran de manera alguna.

Esto significa, textualmente, que la vida independiente de estas


formas, por medio de las cuales acta el verdadero yo, est parali-
zada, aquietada y subyugada, y el hombre real o espiritual, des-
pierto en su propio plano, puede actuar utilizando plenamente el
cerebro, las envolturas y la mente del yo inferior, su vehculo o
instrumento. Por lo tanto, est centrado en s mismo o en el aspec-
to alma. Ha perdido de vista todo sentido de separatividad o del yo
personal inferior, y se ha identificado con el alma de esa forma,
objeto de su meditacin.
Sin obstrucciones de la sustancia mental ni de la naturaleza de deseos,
"entra en" ese estado cuyas cuatro caractersticas sobresalientes son:
1. Absorcin en la conciencia del alma y por lo tanto, la per-
cepcin del alma de todas las cosas. Ya no se ve la forma, y
es revelada la visin de la realidad, velada por todas las
formas.
2. Liberacin de los tres mundos de la percepcin sensoria, y
nicamente as se conoce y establece contacto con lo que
se ha liberado de la forma, del deseo y de la sustancia
mental concreta inferior.

330
Libro III

3. Comprensin de la unicidad de todas las almas subhuma-


nas, humanas y superhumanas. "Conciencia grupal" expre-
sa ms o menos la idea, as como "conciencia separada" o
comprensin de la propia identidad individual, caracteriza
la conciencia en los tres mundos.
4. Iluminacin o percepcin del aspecto luz de la manifesta-
cin. Por la meditacin el yogui se conoce como luz, un
punto de esencia gnea. Debido a la facilidad con que me-
dita, puede enfocar la luz sobre el objeto elegido, y poner-
se "en armona" con la luz que el objeto oculta. Entonces
se sabe que esa luz es una en esencia con su propio centro
de luz y as son posibles la comprensin, comunicacin e
identificacin.

Se dice que cuando en la meditacin brilla nicamente la forma


del objeto, desprovista aparentemente de su naturaleza como pen-
samiento, entonces, penetrando la esencia de tal objeto, (esa medi-
tacin deviene en lo que se denomina) interiorizacin completa
(samdhi). Aunque es posible una definicin formal de samdhi,
ninguna descripcin puede cubrir por completo la naturaleza de
esta condicin, la cual trasciende la experiencia diaria. Su compo-
nente ms fundamental es sin duda la experiencia de completa
fusin de sujeto y objeto; la conciencia del yogui asume la natura-
leza del objeto contemplado, y lo comprende desde dentro; esta
identificacin se acompaa de un sentimiento de maravillosa paz
y aguda vigilancia en una condicin en la cual el continuo espa-
cio-tiempo ordinario es temporalmente abolido.
En el samdhi desaparece la forma (svarpa) de la naturaleza sub-
jetiva de la mente, la conciencia que uno tiene de s mismo. La
conciencia no muere ya que vuelve a retomar su forma despus
del samdhi (como si desapareciera). En este aparente vaco
penetra ahora el objeto contemplado y all permanece absorbiendo
totalmente la atencin. Hay una total unificacin y compenetra-
cin. La conciencia perceptiva, liberada de cualquier sentimiento

331
Libro III

de separatividad, se aleja de las limitaciones personales, asume la


naturaleza del objeto contemplado y lo entiende desde adentro.
Samdhi es ese estado contemplativo en el que el pensamiento se
interioriza inmediatamente de la forma del objeto, sin la ayuda de
la imaginacin (svarpa), en su aspecto esencial y como si estu-
viera vaco de s mismo (de su personalidad). Segn Vcaspati
Mira, el yogui que dej de usar la imaginacin, ya no considera
el acto y el objeto de la meditacin como distintos uno del otro.
Hay una coincidencia real entre el conocimiento del objeto y el
objeto del conocimiento: este objeto no se presenta ya a la con-
ciencia en las formas que lo delimitan y lo definen en calidad de
fenmenos, sino como si estuviera vaco de s mismo.
En el caso de muchos grandes Santos, la absorcin es tan comple-
ta que las funciones corporales y los sentidos disminuyen hasta
casi desaparecer, y sobreviene un profundo estado de trance su-
praconsciente. San Pablo hablaba de este singular estado cuando
comento en su Segunda Epstola a los Corintios: S de un hom-
bre en Cristo, el cual hace catorce aos (si en el cuerpo o fuera del
cuerpo no lo s, Dios lo sabe) fue arrebatado al paraso y oy pa-
labras inefables que el hombre no puede pronunciar. (Cap. XII).
Este estado fuera del tiempo y del espacio, es producido al juntar-
se la luz del cuerpo pituitario con la luz de la glndula pineal.

332
Libro III

Samyama es la herramienta mas sutil (III.4-III.6)

4. Cuando concentracin, meditacin y contemplacin,


constituyen un acto consecutivo, se alcanza sanyama.

sta es una idea muy difcil de expresar, pues los idiomas occiden-
tales carecen del equivalente de la palabra snscrita "sanyama".
Sintetiza las tres etapas del proceso de meditacin y slo quien ha
aprendido y dominado las tres etapas de control mental, puede al-
canzarlas. Por este dominio obtiene los siguientes resultados:
1. Se ha liberado de los tres mundos, de la mente, la emocin y
la existencia en el plano fsico. Ya no le llaman la atencin.
No se concentra ni est absorbido en ellos.
2. Puede enfocar su atencin a voluntad y, si lo desea, mante-
ner su mente firme indefinidamente mientras acta inten-
samente en el mundo mental.
3. Puede polarizarse o centrarse en la conciencia del ego, alma
u hombre espiritual, y conocerse como algo aparte de la
mente y las emociones, de los deseos y sentimientos y de la
forma que constituyen el hombre inferior.
4. Ha aprendido a reconocer que el hombre inferior (el conjun-
to de estados mentales, de emociones y de tomos fsicos)
es simplemente su instrumento para comunicarse a volun-
tad con los tres planos inferiores.
5. Ha adquirido la facultad de contemplacin, esa actitud de
verdadera Identificacin con el reino del alma, que puede
ser observado anlogamente a como el hombre utiliza sus
ojos para ver en el plano fsico.
6. Puede trasmitir al cerebro lo que ve, por medio de la mente
controlada, y as impartir el conocimiento del yo y de su re-
ino, al hombre en el plano fsico.

333
Libro III

Esto es meditacin perfectamente concentrada, y la capacidad de


meditar as, se denomina "sanyama" en este aforismo. Desarrollar
el poder de meditar es el objetivo del sistema de raja yoga. Por
medio de esta realizacin el yogui aprende a diferenciar entre el
objeto y lo que el objeto oculta o vela. Aprende a atravesar todos
los velos y a ponerse en contacto con la realidad que existe tras
ellos. Alcanza el conocimiento prctico de la dualidad.
Existe una conciencia ms elevada que sta, es el conocimiento
an no alcanzado, descrito por la palabra unidad. Sin embargo
esta etapa es muy elevada, produce en el hombre sorprendentes
efectos y lo introduce en diversos tipos de fenmenos.
Samyama es la prctica mantenida de dhran, dhyna, y samdhi
sobre un mismo objeto. Esta tcnica es la forma yguica de hacer
investigacin pues produce toda clase de conocimiento suprasen-
sorio (praj). Tambin se usa a veces en el sentido de control,
especialmente en conexin con el dominio de los sentidos. Estos
ejercicios se denominan sutiles para indicar que no implican
ninguna nueva tcnica fisiolgica. Se parecen tanto entre s que,
an si se dedica a uno de ellos (por ejemplo a la concentracin), el
yogui no puede quedarse exclusivamente en l sin dificultad y
hasta puede deslizarse, involuntariamente, hacia la meditacin o
la nstasis. Por esto, estos tres ltimos ejercicios yogas reciben
el nombre comn de samyama.
Dhran es atencin unidireccional. Se transforma en dhyna al
mantenerse en el tiempo mientras disuelve su carcter unidirec-
cional, implcito en la palabra concentracin. Cuando sta se
torna omnidireccional, lo cual es tambin no-direccional (es decir,
difundida por igual pero sin prdida de atentividad), lleva a la
absorcin total (samadhi). La prolongacin continuada de estos
tres aspectos sutiles del yoga conforman una sola unidad, denomi-
nada samyama. Samyama es un estado de inmovilidad, y samyami
es quien subyuga sus pasiones y permanece inmvil, dominando
todos los elementos.

334
Libro III

5. Como resultado de sanyama, llega el resplandor de la luz.

Los diversos comentadores y traductores han empleado varios


trminos en este aforismo, y ser interesante considerar algunos,
porque del estudio de las distintas interpretaciones obtendremos
plena comprensin de las palabras snscritas.
Abreviando, la idea implica el concepto de que la naturaleza del
alma es luz, y que la luz es la gran reveladora. El yogui, gracias a
la prctica constante de la meditacin, llega al punto en que puede
dirigir a voluntad, en cualquier direccin, la luz que irradia su pro-
pio ser e iluminar cualquier tema. Nada se le puede ocultar y todo
conocimiento est a su disposicin, por lo tanto, a este poder se lo
describe como:
1. Iluminacin de la percepcin. La luz del alma fluye y el hom-
bre en el plano fsico, en su conciencia cerebral, puede percibir lo
que antes estaba oscuro y oculto. Podemos describir tcnicamente
el proceso en los concisos trminos siguientes:
a. Meditacin.
b. Polarizacin en el alma o conciencia egoica.
c. Contemplacin, o direccin de la luz del alma hacia lo que
debe conocerse e investigarse.
d. El subsiguiente descenso del conocimiento comprobado,
como una "corriente de iluminacin" al cerebro, por medio
del sutratma, el hilo del alma, el cordn plateado o vnculo
magntico. Este hilo pasa por la mente y la ilumina. Los pen-
samientos, engendrados por la respuesta automtica de
chitta (sustancia mental) al conocimiento trasmitido, se
plasman entonces en el cerebro y el hombre en conciencia
fsica llega a conocer lo que el alma conoce. Entonces se
convierte en un iluminado.

335
Libro III

A medida que este proceso se hace ms frecuente y constante, se


produce un cambio en el hombre fsico. Se sincroniza cada vez ms
con el alma. El factor tiempo queda relegado a segundo trmino
durante la transmutacin, y la iluminacin del campo de conoci-
miento por la luz del alma y la del cerebro fsico, es un aconteci-
miento instantneo. La luz de la cabeza se acrecienta en la corres-
pondiente medida, y el tercer ojo se desarrolla y funciona, como
tambin el correspondiente "ojo" en los planos astral y mental; de
esta manera el ego o alma puede iluminar los tres planos en los
tres mundos, lo mismo que el reino del alma.

2. Lucidez de conciencia. El hombre llega a tener lcida y clara


visin. Es consciente de su creciente poder, que le permitir expli-
car y resolver todos los problemas, y no slo esto, tambin hablar
con lucidez y llegar a ser una de las fuerzas instructoras del
mundo. Todo conocimiento, conscientemente adquirido por pro-
pia iluminacin, debe ser compartido y claramente trasmitido a
otros. Es el corolario de la iluminacin.
3. Brillante surgimiento de la visin interna. Esto proporciona un
nuevo y muy importante ngulo al tema. Es la definicin de la
capacidad de "ver dentro" de una forma; de llegar a la realidad
subjetiva, que ha hecho de la envoltura objetiva lo que es. Esta
visin interna es algo ms que captacin, simpata y comprensin,
las cuales slo son efectos de aqulla, que es la capacidad de atra-
vesar todas las formas y llegar a lo que stas velan, porque esa
realidad es idntica a la realidad en uno mismo.
4. Iluminacin del intelecto. Salvo que la mente o intelecto pueda
captar y trasmitir lo que el alma sabe, los misterios no tienen explica-
cin para el cerebro fsico y el conocimiento que el alma posee ser
nicamente una visin bella e inalcanzable. Pero una vez que el inte-
lecto est iluminado, puede trasmitir y plasmar en el cerebro las co-
sas ocultas, que slo conocen los hijos de Dios, en su propio plano.
De ah la necesidad del mtodo de Raja Yoga, o la ciencia de unin
por medio del control y el desarrollo de la mente. Quien logra el es-

336
Libro III

tado de samyama es dueo de todos los poderes. Dicho estado es el


ms eficaz instrumento del yogui. Los objetos de conocimiento son
infinitos y de varias categoras, desde densos o muy densos a sutiles
o muy sutiles. Al dominar el control mental, surge la luz del conoci-
miento trascendental. Cuanto ms firmemente se establezca el con-
trol mental, mas transparente se volver (tambin) el conocimiento
(obtenido durante) la interiorizacin perfecta. El control mental tiene
lugar por etapas y, a medida que el yogui alcanza la interiorizacin
mas profunda, es decir el nirvicrasamdhi, la conciencia se inmovi-
liza y se vuelve transparente. En tal estado de mxima lucidez tiene
lugar el cambio de la conciencia personal a si mismo trascendental.
akara comenta: Por medio de la luz que proporciona el conoci-
miento obtenido en la interiorizacin profunda, el cual ilumina cual-
quier cosa incluso escondida o remota, el yogui observa con claridad
lo que surge en la mente, como si lo tuviese en la palma de la mano.
Cuando la existencia simultnea es experimentada con xito se pro-
duce la iluminacin de la consciencia. En este contexto, consciencia
significa la consciencia pura. Igual que l sol emana en forma de
globo solar, luz, radios, radiacin etc., la consciencia de la persona no
yguica expulsa la cognicin del observador, el objeto de observa-
cin, el acto de observar, el nombre, la palabra, el significado, la
forma, el color, el concepto, la mente, los sentidos, etc. Todas estas
cosas son los estadios del devenir de la consciencia. No son la
consciencia pura, que es original y esta ms all de los estadios. La
consciencia pura es el esplendor del Seor que esta oculta en los ni-
veles de los diversos estadios. La percepcin del hombre comn est
siempre a merced de esos estadios. Cuando la existencia simultnea se
hace posible, se produce el brillo de la consciencia original, cuya in-
tensidad de iluminacin es comparada en el Bhagavad Gita con el
brillo de tantos miles de soles de medioda como una pueda imagi-
narse. Igual que cualquier cosa puesta en presencia de la ms pura
llama de un alto horno de fundicin es reducida a fuego as tambin
cualquier cosa expuesta al brillo de la ms pura consciencia no es
nada sino la presencia del Espritu de Consciencia Pura.

337
Libro III

6. Esta iluminacin es gradual; se desarrolla etapa tras etapa.

Se considera aqu la naturaleza evolutiva de todo crecimiento y des-


envolvimiento y se recuerda al aspirante que nada se obtiene de in-
mediato, sino como resultado de un prolongado y constante esfuerzo.
Una de las cosas que todo aspirante a los misterios debera recordar
es que ese crecimiento gradual y relativamente lento, constituye el
mtodo de todo proceso natural; este desenvolvimiento del alma slo
es despus de todo uno de los grandes procesos de la naturaleza. Lo
que el aspirante debe hacer es proporcionar las condiciones correctas.
As el crecimiento se desarrollar normalmente por s mismo. La
perseverancia, la paciente resistencia, la realizacin de un poco cada
da, tiene ms valor para el aspirante que la vigorosa precipitacin y
el esfuerzo entusiasta de la persona temperamental y emocional.
Forzar indebidamente el propio desarrollo, acarrea definidos y es-
pecficos peligros. Se evitan cuando el estudiante se da cuenta de que
el sendero es largo y que la inteligente comprensin de cada etapa en
el sendero tiene ms valor para l que los resultados obtenidos por el
despertar prematuro de la naturaleza squica. El enunciado de que se
ha de crecer como crece la flor, encierra una gran verdad oculta.
Vysa comenta al respecto: Consecuentemente, el progreso en el
control mental se realiza por etapas. El control mental se practica
pasando a la siguiente etapa una vez que la anterior ha sido domi-
nada. Si no se domina previamente una etapa y, obvindola, se
pasa a la siguiente, no se lograr el control mental en las etapas
mas elevadas. Y en este caso, cmo puede surgir (en el yogui) la
luz del conocimiento trascendental?. Adems, quien domine las
ltimas etapas con ayuda de lo absoluto (vara), no necesitar
prcticar el control mental con respecto a las etapas primeras, tales
como el conocimiento de otra mente (telepata). Pues el objetivo
(de las etapas inferiores) ya se habr alcanzado por otras vas.
Ciertamente, el yoga mismo es el maestro (que nos puede decir) que
una etapa (concreta) se sucede inmediatamente despus de (otra)

338
Libro III

etapa. Pues se ha dicho: El yoga debe conocerse mediante el yoga;


el yoga conduce al yoga. Realmente, quien sea cuidadoso en (la
prctica del) yoga, permanecer siempre deleitndose en el yoga.
El control mental no es un todo nico, sino que comprende varias
etapas, como ya se ha visto (I.17, I.42-44). Sin embargo, este es-
quema sirve solo como modelo general, pues en la prctica real la
progresin puede variar. Esta puede ser la idea que Vysa trata de
apuntar cuando especifica: el yoga mismo es el maestro, adems
aade las conocidas citas de una fuente annima: El yoga debe
conocerse por medio del yoga; en yoga se progresa a travs del
yoga; quien se esmera en el yoga, permanece siempre en el yoga.
El gran santo Hind, Ramakrishna, hablaba de las siete cortinas que el
xtasis descorra. LA VOZ DEL SILENCIO de H.P blavatsky habla de es-
cuchar la voz de tu Dios interno en siete formas. El mismo libro habla de
la respuesta gradual del vidente a los velos progresivos de la naturaleza:
Ayuda a la naturaleza y coopera con ella, y la naturaleza te consi-
derar como uno de sus creadores, y te obedecer. Y abrir am-
pliamente ante ti los portales de sus cmaras secretas, exhibiendo
ante tus miradas los tesoros ocultos en los abismos de su puro re-
gazo virginal. Incontaminados por la mano de la materia, ella mues-
tra sus tesoros nicamente al ojo del Espritu, el ojo que jams se
cierra, el ojo para el cual no hay velo alguno en todos sus reinos.

El adiestramiento y refinacin gradual de los vehculos de conciencia


los capacita para responder, y por tanto conocer plano tras plano de
materia ms fina y sutil. El Maestro K. H. escribe: Los grados de
iniciacin de un Adepto marcan las siete etapas por las cuales l des-
cubre el secreto de los principios sptuples en la naturaleza y en el
hombre y despierta sus poderes dormidos. Santa Teresa habla de las
Siete Mansiones en su libro EL CASTILLO INTERIOR. Describe sus
experiencias en ese mundo interno, resplandeciente y ms fino. Enton-
ces Esto, iluminando toda la mente, inunda el alma toda de luz, sacn-
dola del cuerpo, y transformando a todo el hombre en existencia pura.

339
Libro III

Lo interno es, en realidad, externo (III.7-III.8)

7. Estos tres ltimos mtodos de la yoga tienen un


efecto subjetivo ms ntimo que los anteriores.

Los tres mtodos ltimos corresponden a dharana (concentra-


cin), dhyana (meditacin), y Samadhi (contemplacin), mientras
que los primeros cinco mtodos tienen como finalidad principal
preparar al presunto yogui. Guardando los Mandamientos y las
Reglas, alcanzando el aplomo y el control rtmico de las energas
del cuerpo, y por el poder de retirar la conciencia y centrarla en la
cabeza, el aspirante puede aprovechar y cultivar sin peligro los
poderes de concentracin, meditacin y contemplacin.
Habiendo hecho contacto con lo subjetivo en s mismo, y siendo
consciente de lo interno, puede comenzar a trabajar con los mto-
dos internos e ntimos.
Los ocho mtodos de yoga slo preparan al hombre para ese estado de
conciencia espiritual que trasciende el pensamiento, independiente-
mente de cualquier germen de pensamiento; es amorfo, y slo puede
ser descrito (y an as inadecuadamente) con trminos tales como:
unificacin, comprensin, identificacin, conciencia nirvnica, etc.
Es intil que el nefito intente comprender, hasta no haber des-
arrollado el instrumento interno de comprensin; no tiene objeto
que el hombre mundano dude y pida que se le demuestren las co-
sas, si al mismo tiempo no est dispuesto (como al estudiar cual-
quier ciencia) a aprender el abec y perfeccionarse en la tcnica.
Johnston en su comentario dice:
"...Los mtodos de crecimiento ya descritos conciernen a la libe-
racin de las ataduras y velos psquicos del hombre espiritual; en
cambio debe aplicar este triple poder y as liberarse y permane-
cer sobre sus pies, contemplando la vida con los ojos abiertos".

340
Libro III

El tro (dharana, dhyana, y samadhi) de la existencia simultnea


es ms profundo y est ms oculto que los pasos anteriores. Aqu
se muestra una diferenciacin entre los primeros cinco pasos y los
tres ltimos. Los primeros cinco pasos describen: el cuerpo, los
sentidos, la mente, los poderes, las energas y la percepcin obje-
tiva del mundo. De ah que sean exotricos por naturaleza y que
estn expuestos a diversos obstculos y dificultades. La vida
mundana, cuando se practica independientemente de los tres pasos
finales sin la prctica del yoga, pertenece a la actividad de esta
categora junto con la falta de capacidad para utilizar los vehculos
inferiores. Por lo tanto est condiciona a estar llena de resultados
y experiencias contradictorios. Tambin la prctica del yoga hecha
poco a poco y con una superespecializacin en uno o ms pasos,
proporciona resultados contradictorios y es continuamente obs-
truida por obstculos que uno mismo se crea, esto quiere decir que
se debe hacer todos los pasos del yoga, no solamente alguno y
ampliarlo, como lo suelen hacer algunos swamis y gurus. En el
lenguaje de los filsofos, este dominio est bajo el encanto del
karma y sus resultados. Este campo existe en los niveles ms den-
sos de materia, fuerza, energa, pensamiento y objetividad. El tro
de la existencia simultnea existe en el plano sutil de la esencia
que no es otra cosa que luz. Esta luz lo inunda todo pero existe
oculta en el plano sutil. Incluso aunque los planos ms densos
parezcan ser ms prominentes y reales como objetos, existen slo
bajo por obra del encanto de la varita mgica de este tro. Este
tro, mediante su encanto creador, puede traer cualquier cosa de la
no existencia a la existencia y viceversa.

341
Libro III

8. Sin embargo, estos tres an no corresponden a la


verdadera meditacin sin simiente (o samadhi), la
cual no est basada en un objeto. Est libre de los
efectos que produce la naturaleza discriminadora de
la sustancia mental o chitta.

En todas las etapas previas, el pensador ha sido consciente de s


mismo, el conocedor, y del campo de conocimiento. En las prime-
ras etapas era consciente de la triplicidad, pues el instrumento de
conocimiento era tambin reconocido, para ser ms tarde trascen-
dido y olvidado. Ahora viene la etapa final, objetivo de todas las
prcticas de yoga, en que se conoce la unidad y en la cual hasta la
dualidad es considerada una limitacin. Slo queda la conciencia
del yo, el omnisciente y omnipotente conocedor, que es uno con el
Todo, cuya naturaleza es percepcin y energa. Como muy bien se
ha dicho:
"Existen dos tipos de percepcin: la percepcin de las cosas
vivientes y la de la Vida, o la percepcin de las obras del alma
y la del alma misma".

El expositor de la yoga ansa describir los resultados de la medita-


cin (algunos en relacin con el psiquismo superior y otros con el
psiquismo inferior). Los siete aforismos siguientes se refieren a la
naturaleza de los objetos vistos y al control de la mente, a medida
que el verdadero hombre trata de enfocar sobre ellos el rayo ilu-
minador de su mente.
Al estudiar estos resultados de la meditacin en la esfera psquica,
debe tenerse en cuenta que los ocho mtodos de yoga producen
efectos definidos sobre la naturaleza inferior, causando ciertos
desenvolvimientos y experiencias, que ponen al aspirante ms
conscientemente en armona con los planos internos de los tres
mundos. El proceso es seguro y necesario, siempre que sea el re-
sultado del despertar del hombre en su propio plano y el dirigir a

342
Libro III

esos planos el ojo del alma por intermedio de la mente y del tercer
ojo. La presencia del poder psquico inferior puede significar, sin
embargo, que el alma est dormida (desde el punto de vista del
plano fsico) y es incapaz de emplear su instrumento, y que estas
experiencias son, por lo tanto, el resultado de la actividad del
plexo solar que produce percepcin en el plano astral. Este tipo de
psiquismo es un retorno al estado animal y a la etapa infantil de la
raza humana, siendo indeseable y peligroso.
Comparados los citados poderes con el samadhi sin semillas son
todava externos. An no hemos alcanzado el verdadero y superior
samadhi, sino el inferior, en el cual existe el universo tal como lo
vemos y al cual pertenecen dichos poderes.
ste triple mtodo, aunque (considerado anteriormente) interno
(hacia la interiorizacin completa con conocimiento), es solo un
mtodo externo respecto al yoga sin semilla. Pues ste yoga sin
semilla tiene lugar cuando (dicho tro tambin) esta ausente.
El estado en que la mente esta exenta de toda impresin y nada
queda fuera de su alcance es ms complejo que el estado en que se
dirige la mente hacia un objeto (samdhi). Los stras III.7 y III.8,
indican que el samyama solo es posible a nuestro propio nivel
individual. No puede haber gradacin universal para escoger la
direccin de la indagacin. El samyama no puede ser practicado al
mismo nivel por todos y en todo momento. Es el aspecto relativo
de samyama, ya que se basa en la capacidad y necesidades indivi-
duales.
Sankara comenta: El yoga puede practicarse sin pasar por los cin-
co primeros miembros; simplemente practicando el conjunto
compuesto por concentracin, meditacin e interiorizacin perfec-
ta (comtemplacin), con el concurso de las impresiones latentes
(samskaras) acumuladas en otras vidas. Pero sin ese tro, el yoga
no es posible para nadie, pues la naturaleza del yoga es el perfec-
cionamiento de la mente; por eso, el yoga se asocia esencialmente

343
Libro III

con las tres tcnicas del sanyama. Sin embargo, cuando se han
perfeccionado el conocimiento y el desapego, cesa la inquietud
por la concentracin y las otras dos. El dominio de las posturas o
de otro miembro del yoga, no conduce al yoga, en el caso de per-
sonas sin concentracin. Ciertamente se conseguir con la libera-
cin de los defectos y con la interiorizacin perfecta; y nada mas
lo har. A travs de la discriminacin de la diferencia entre el as-
pecto luminoso de la mente (sattva) y el autntico ser interior
(purua, Espritu), se logra el yoga sin semilla, incluso sin el triple
medio directo; por tanto, la trada es solo un medio indirecto
(hacia el yoga sin semilla). Hay quienes poseen visin penetrante
desde su mismo nacimiento, derivada del control mental (en sus
vidas pasadas). En estos excepcionales casos, la interiorizacin
perfecta sin semilla se producir mediante la prctica del mximo
desapego y la idea de cesacin, sin necesidad de comprometerse
en la concentracin, la meditacin y la interiorizacin perfecta.

344
Libro III

Contemplando los cambios sutiles (III.9-III.16)

9. La secuencia de los estados mentales es la siguiente:


la mente reacciona a lo que ve; luego llega el momento
en que la mente es controlada. Sigue otro en que la
sustancia mental o chitta responde a ambos factores.
Finalmente desaparecen y rige totalmente la concien-
cia perceptora.

Si el estudiante analiza algunas traducciones de estos aforis-


mos, hallar que la traduccin de ste vara mucho, la mayora
son excesivamente ambiguas. Podemos ver esto en la traduc-
cin de Tatya:
"De dos corrientes de pensamientos autoreproductores las
modificaciones que se producen en el rgano interno son las
de la forma de "Nirodha", resultantes de Vyutthana y Nirodha
respectivamente; la primera est subyugada y la segunda
manifestada, y en el momento de la manifestacin, el rgano
interno (chitta) est involucrado en ambas corrientes.

Las otras son an ms vagas, excepto la traduccin de Johnston, la


cual arroja mucha luz sobre el pensamiento involucrado:
"De los grados ascendentes surge el desenvolvimiento del
control. Primero, hay que vencer la impresin mental de la
excitacin. Luego se manifiesta la impresin mental del con-
trol. Despus del momento del control sigue la conciencia
perceptora. Esto es el desenvolvimiento del control".

Quizs la manera ms sencilla de entender esta idea es darse cuen-


ta que el cerebro fsico, cuando trata de meditar, percibe tres fac-
tores:

345
Libro III

1. Es consciente del objeto de su meditacin. Esto excita o im-


presiona su mente, y pone en actividad las "modificaciones del
principio pensante", o estimula la tendencia de la mente a crear
formas mentales, haciendo que la sustancia mental adopte las
formas correspondientes al objeto visto.
2. Luego se hace consciente de la necesidad de subyugar esta ten-
dencia, entonces pone en accin su voluntad y aquieta y controla la
sustancia mental, de modo que cese de modificarse y adquirir formas.

Gracias al esfuerzo firme y perseverante, se neutraliza el orden


consecutivo de estos dos estados de conciencia que, con el tiempo,
se hacen simultneos. El reconocimiento de un objeto y el control
inmediato de la sustancia mental responsiva, ocurren como un
relmpago. Este es el estado llamado tcnicamente "nirodha". De-
be tenerse presente que, como dice Vivekananda:
"Si hay una modificacin que impele a la mente a precipitarse
externamente a travs de los sentidos y el yogui trata de con-
trolarla, ese mismo control constituye una modificacin".

La impresin que la voluntad ejerce sobre la mente, la conducir a


asumir la forma que la controla, la cual llevar una modificacin,
que depender, en gran parte, del grado de evolucin alcanzado
por el aspirante, de la tendencia de sus pensamientos diarios y de
la amplitud de su contacto egoico. Esta no es la verdadera y ms
elevada forma de contemplacin, sino una de las primeras etapas,
pero es ms elevada que la concentracin y la meditacin con si-
miente, segn se entiende por la comn, porque va seguida inevi-
tablemente de la tercera etapa, la cual es muy importante.
3. Luego el yogui repentinamente se desliza fuera del estado infe-
rior de conciencia, y se da cuenta que est identificado con el per-
ceptor, con el pensador en su propio plano, y debido a que la mente
est controlada y el objeto visto no evoca respuesta, la verdadera
identidad puede percibir lo que hasta entonces ha estado velado.

346
Libro III

Sin embargo, debera aclararse que el perceptor en su propio plano


ha sido siempre consciente de lo que ahora reconoce. La diferen-
cia est en que el instrumento, la mente, se halla bajo control, por
lo tanto el pensador puede imprimir en el cerebro lo que percibe
por la mente controlada. El hombre, en el plano fsico, tambin
percibe simultneamente, y es posible por primera vez la verdade-
ra meditacin y contemplacin. Al principio ser durante breves
segundos. Un destello de percepcin intuitiva, un instante de vi-
sin y de iluminacin y todo desaparece. La mente empieza de
nuevo a modificarse y a entrar en actividad, pierde de vista la vi-
sin, el momento elevado ha pasado y la puerta al reino del alma
parece cerrarse repentinamente. Pero se ha obtenido seguridad,
registrado una vislumbre de la realidad en el cerebro y obtenido la
garanta de una futura realizacin.
El grupo de aforismos III.9 al III.15 trata de los aspectos mas os-
curos de la teora yoga. El trmino clave de este grupo concreto es
parima o transformacin. El propsito aparente de estos
stras es la exposicin de la dinmica de transformacin gradual
de la conciencia activa en conciencia esttica bajo la terminologa
de la teora de causacin especfica suscrita por Patanjali. El con-
cepto de transformacin se ha elaborado para dar respuesta a la
cuestin de cmo es posible que todo est en continuo cambio.
Segn el yoga, los estados o condiciones para el cambio tienen
una base real, es decir, pues nada puede surgir de la nada. Dicho
de otra forma, transformacin es la sustancia que permanece y
todas sus manifestaciones son las cualidades (dharma) (III.14).
En este aforismo, la conciencia se considera como la sustancia que
permanece invariable a travs de los cambios que tienen lugar
practicando las tcnicas del yoga. Asimismo, los activadores su-
bliminales y las vivencias se consideran como aspectos de esa
sustancia nica y constante.
Vysa comenta: Las impresiones latentes activadoras del estado
mental ordinario son propiedades de la mente; no tienen la natura-
leza de las ideas. Puesto que no son ideas, no resultan inhibidas

347
Libro III

cuando se inhiben stas. Las impresiones latentes activadoras del


estado mental inhibido son tambin propiedades de la mente. En-
tre ambos estados hay alternancia entre sometimiento y predomi-
nio: (en el estado mental inhibido) las impresiones latentes activa-
doras del estado mental ordinario son excluidas y las activadoras
del estado mental inhibido dominan. En el instante de inhibicin,
la mente concilia el sometimiento y el predominio. Durante la
persistencia del cambio entre las impresiones latentes de la mente,
aparece la transformacin inhibidora. Ah, en la inhibicin de la
interiorizacin perfecta, la mente esta formada solo por impresiones
subliminales, tal como ha sido explicado (anteriormente) (I.18).
La transformacin mediante la restriccin de la conciencia se lo-
gra a travs del estudio de los momentos de silencio que se dan
entre la aparicin de impresiones y nuestro impulso de restringir-
las y entre el impulso de restriccin y la recurrencia del pensa-
miento. En III.4, Patanjali presenta dhra, dhyna y samadhi
como tres hilos trenzados en una nica hebra, integrada y desple-
gada. A continuacin introduce tres transformaciones de la cons-
ciencia relacionadas directamente con ellos, ... Estas transforma-
ciones estn relacionadas con las tres transformaciones en la natu-
raleza: dharma, lakaa y avasth parima (III.13), ... La palabra
transformacin sugiere a nuestra imaginacin una serie de pasos
en una estructura esttica, pero resulta mas til concebirla como
un flujo armonioso, como el que nos ofrece la moderna fsica de
partculas. Se refiere tambin al mtodo utilizado en meditacin,
cuando dhra pierde su agudeza de atencin sobre el objeto, y es
la propia inteligencia la que pasa a ser enfocada. En dhra, la
observacin es una iniciativa dinmica. Mediante nirodhaparima
transformacin a travs de la restriccin o supresin, la cons-
ciencia aprende a calmar sus propias fluctuaciones y distracciones,
tanto deliberadas como no deliberadas. El mtodo consiste en per-
cibir, asir, y finalmente ampliar esas pausas subliminales de silen-
cio que se producen entre el surgir y la restriccin de los pensa-
mientos, y viceversa.

348
Libro III

10. Cultivando este hbito mental se alcanzar la estabi-


lidad de la percepcin espiritual.

Este punto de equilibrio, entre la excitacin de la mente y su con-


trol, se obtiene con mayor frecuencia por la constante repeticin,
hasta que se adquiere el hbito de estabilizarla. Una vez logrado,
ocurren dos cosas:
1. El control instantneo de la mente a voluntad, lo cual produce:
a. Una mente tranquila, libre de formas mentales.
b. Un cerebro pasivo y responsivo a lo superior.

2. El descenso al cerebro fsico de la conciencia del perceptor,


el alma.

Este descenso se hace cada vez ms claro, ms informativo y est


menos sujeto a interrupciones, a medida que transcurre el tiempo,
hasta que se establece una respuesta rtmica entre el alma y el
hombre en el plano fsico. La mente y el cerebro estn completa-
mente sometidos al alma.
Debe tenerse en cuenta que esta condicin de la mente y del cere-
bro es positiva y no un estado negativo.
Esta transformacin produce un fluir de quietud a travs de la
fuerza de impresiones repetidas de no movimiento. La fuerza
misma de esta transformacin repetida hace nacer una quieta co-
rriente mental, que es la negacin misma de la actividad agitada.
Por una prctica constante e interrumpida, la mente puede mante-
nerse en el estado de atencin durante largo tiempo.
Las palabras utilizadas anteriormente por Patanjali para designar
el estado de tranquilidad son cuatro.
1. Cuando la consciencia perturbada pasa a un estado impertur-
bable, es cittaprasdanam (disposicin favorable de citta).

349
Libro III

2. Cuando se conquistan las aflicciones, es svarasavhini (flujo


de la fragancia del alma).
3. Cuando cesa el esfuerzo en la bsqueda del alma, se trata de
anantasampattih (asumir la forma original y eterna).
4. Destreza meditativa es adhytmaprasdanam (manifestacin
de la luz del alma).

Todos transmiten el mismo significado: que el buscador y lo bus-


cado son uno; el buscador es el que ve.

350
Libro III

11. El establecimiento de este hbito y la sujecin de la


mente para apartarla de la tendencia a crear formas
mentales, traen como resultado, en su oportunidad, el
poder constante de contemplacin.

Dada la claridad de este aforismo, poco tenemos que decir para


explicarlo. Es una especie de resumen de los anteriores.
La idea que imparte es que debe alcanzarse un estado de perma-
nente meditacin. Aunque son de enorme valor los perodos en
que se lleva a cabo un trabajo definido, durante ciertas horas es-
pecficas y determinadas, particularmente en las primeras etapas
del desenvolvimiento del alma, no obstante la condicin ideal es
mantenerse en un estado de realizacin durante todo el da y
cada da. La capacidad de extraer a voluntad los recursos del ego,
el reconocimiento constante de ser un hijo de Dios encarnado en el
plano fsico, y la capacidad de hacer descender cuando es necesa-
rio el poder y la fuerza del alma, es algo que con el tiempo lograr
todo aspirante. Pero, primeramente, debe establecer el hbito del
recogimiento y adquirir la capacidad de reprimir las modificaciones
del principio pensante, para lograr este deseable estado del ser.
La mente se adapta a cada una de estas dos caractersticas duales
de la mente, puesto que posee ambos estados como suyos propios:
puede estar concentrada por la desaparicin (de la dispersin) y
por la aparicin (de la atencin). Esto se denomina interiorizacin
perfecta de transformacin. La transformacin de la conciencia,
propia del nstasis (Samadhi, mente en silencio), se basa en la
sustitucin del racimo de objetos (ideas) que ocupan la conciencia
ordinaria por la unidireccionalidad, o atencin centrada en un solo
punto. La dispersin y la unidireccionalidad son dos aspectos
(dharma) fundamentales de la conciencia. Estas dos formas de
manifestacin pueden sustituirse por los trminos centrifugalidad
y centripetidad. La tarea del yogui consiste en la superacin gra-

351
Libro III

dual de la tendencia centrfuga y el cultivo simultneo de la ten-


dencia centrpeta, es decir, de la interiorizacin.
La terminacin de la dispersin de la mente a travs de su asocia-
cin con todo gnero de objetos, y su despertar en una unidireccio-
nalidad omni-inclusiva, da por resultado otra transformacin llama-
da samdhiparinma (transformacin que se estabiliza en
samdhi). Ahora, el mundo objetivo entero, inclusive de todos los
objetos converge en un solo punto que funciona como un foco a
travs del cual el mundo, con todos sus objetos diferentes, se ve en
conjunto, en totalidad, de un vistazo. Y cuando el yogui mira ahora
al mundo, descubre que la mente oscila entre un gnero de polari-
zacin: el polo de los objetos diferentes por un lado, y el polo de la
unidireccionalidad inclusivo de la totalidad del mundo objetivo, por
el otro. Y cuando ve esta oscilacin, descubre que el mundo objeti-
vo finaliza y desaparece de su vista, y la unidireccionalidad llena
todo su campo de visin.

352
Libro III

12. Cuando el control ejercido por la mente y el factor


controlador estn equilibrados, entonces se produce
la concentracin unilateral.

El trmino snscrito empleado es difcil de explicar con claridad.


Tales trminos como: concentracin unilateral, en un slo prop-
sito, fija, sinttica, perfecta, todos dan una idea de la condicin de
la mente, que estamos considerando.
El aspirante es ahora deliberadamente inconsciente de todos los
estados mentales relacionados con los tres mundos. Su atencin
est enfocada en un objeto especfico, principalmente en la reali-
dad o vida subjetiva, velada por la forma del objeto. Es adems
inconsciente de s mismo, el pensador o conocedor; nicamente
aquello contemplado es percibido en el verdadero sentido del
trmino. ste es el aspecto negativo.
Sin embargo, se ha de recordar que ste es un estado mental muy
activo, porque la conciencia perceptora se da cuenta del objeto de
una manera ms comprensiva. La totalidad de las cualidades as-
pectos y vibraciones le son revelados, as como tambin la energa
esencial central que ha trado ese objeto particular a la manifesta-
cin. Esto queda revelado al proyectar directamente sobre el obje-
to la luz iluminadora de la mente. La conciencia perceptora se da
cuenta tambin de su identificacin con la realidad detrs de la
forma. Esta es la verdadera comprensin ocultista, no tanto la
comprensin del objeto sino la identificacin del ente con la vida
que el objeto vela.
Esto en s es una condicin dual, aunque no en el sentido gene-
ralmente aceptado. Sin embargo, hay un estado de conciencia an
ms elevado, cuando se comprende la unidad de la vida en todas
las formas y no simplemente la unidad de la vida en un objeto
especfico.

353
Libro III

Cmo conoceremos que la mente est concentrada? Porque se


habr desvanecido la idea, de tiempo. Cuanto ms tiempo pase sin
advertir que pasa, ms concentrados estaremos. En la vida ordina-
ria notamos que cuando leemos con vivsimo inters un libro no
tenemos nocin del tiempo, y cuando terminamos la lectura nos
sorprendemos al notar las horas que han pasado. Durante la lectu-
ra todo el tiempo nos parece presente. Por esto dice el aforismo
que cuando se unifican el pasado y el presente se dice que la men-
te est concentrada.
En esta transformacin no hay cuestin de supresin, como en las
dos anteriores, sino que nicamente impresiones similares se van
sucediendo una a otra, como en una corriente. Igual que el drsti-
co movimiento de la conciencia abarrotada de ideas hacia una
conciencia centrada (en nstasis, silencio) puede explicarse en
trminos de una particular forma de cambio, tambin puede con-
templarse la unidireccionalidad en el estado ensttico como un tipo
de cambio. Como afirma Patanjali, la unidireccionalidad se compo-
ne de una serie de ideas similares que se encienden de forma mo-
mentnea en la conciencia.
Todo el universo aparece y desaparece alternadamente, pero el
momento de intervalo es tan breve que parece ser un fenmeno
continuo. El profesor Krishnamacharya establece una jerarqua
entre estas maduraciones profundas:
1) nirodhaparinma hace referencia a la primera transformacin:
el yogui, liberado ya de la influencia de sus comportamientos
instintivos y emocionales, progresa en la serenidad;
2) samdhiparinma corresponde a la etapa siguiente: el espritu,
que se ha hecho mas incisivo en su relacin al objeto, alcanza
diversas realizaciones (siddhi);
3) ekgratparinma designa la ltima metamorfosis, la que con-
duce al estado mas alto, al reino de paz y de luz eterna, a la li-
beracin final.

354
Libro III

13. Mediante este proceso se conocen los aspectos de


cada objeto; entonces sus caractersticas (o forma),
su naturaleza simblica y su uso especfico en la con-
dicin de tiempo (etapa de desarrollo) son conocidos
y comprendidos.

Aqu debe tenerse en cuenta que toda forma de manifestacin divi-


na tiene tres aspectos, de manera que est hecha realmente a ima-
gen de Dios, con todas sus potencialidades divinas. Esto tambin
concierne al reino humano e igualmente a todas las formas. EL yo-
gui perfectamente concentrado percibe esta triple naturaleza, ve los
tres aspectos tal como son, pero sabe, al mismo tiempo, que constitu-
yen un todo. En su comentario, Johnston resume con las siguientes
palabras las ideas implicadas:
"Obtenemos una doble perspectiva de este objeto, viendo a la vez
todas sus caractersticas individuales; su carcter esencial, especie
y gnero, lo vemos en relacin consigo mismo y con el Eterno".

En forma curiosa estos tres aspectos abarcan los tres de la ecua-


cin tiempo, o la relacin del objeto con su medio ambiente.
1. Caractersticas de la forma. Esta frase pone de manifiesto
los aspectos tangibles y externos de la forma. Se refiere al
aspecto materia de la idea en manifestacin; primero consi-
dera y luego descarta aquello con que ha hecho contacto por
medio de los sentidos. Dicha forma es el resultado del pasa-
do, y se reconocen las limitaciones relativas a su etapa de
evolucin. Cada forma contiene en s la evidencia de los ci-
clos anteriores y ello puede observarse en:
a. su grado de vibracin,
b. la naturaleza de su ritmo,
c. la cantidad de luz que permite manifestar,
d. su color esotrico.

355
Libro III

2. Naturaleza simblica. Cada objeto no es ms que el smbo-


lo de una realidad. La diferencia en el desarrollo de las for-
mas que simbolizan o corporifican esa realidad, constituye
la garanta de que, en fecha futura, todos los smbolos alcan-
zarn la fructificacin de su misin. El smbolo es una idea
corporificada, la manifestacin de alguna vida en la existen-
cia objetiva. Este es el aspecto conciencia, y dos grandes re-
velaciones estn latentes en todo smbolo y forma:
a. La revelacin de la plena conciencia, o el surgi-
miento de la respuesta al contacto, el cual est en
potencia o difiere an en todas las formas, pero
puede producirse y se producir hasta adquirir su
mxima percepcin.
b. La revelacin de aquello que el aspecto conciencia (el
segundo aspecto) oculta. La revelacin del alma con-
duce a la manifestacin de la vida una. La manifesta-
cin del Hijo de Dios lleva al conocimiento del Padre.
El resplandor del yo superior, por medio del yo infe-
rior, revela al yo divino o espiritual. La matriz contie-
ne al diamante, y cuando la matriz revela su joya
oculta y se realiza el trabajo de tallado y pulido, pue-
de verse la gloria de la joya. Cuando la planta de loto
ha alcanzado la madurez, aparece la flor y se abre y,
en medio de sus ptalos, puede verse la "Joya en el
Loto" (Om Mani Padme Hum).
Este aspecto simblico es comn a todas las
formas; sea el smbolo un tomo de sustancia, un
mineral, un rbol, un animal o "la forma del Hijo de
Dios", se hallar que oculta la joya del primer as-
pecto. Har conocer su presencia por medio de la
cualidad de la conciencia en alguno de sus innume-
rables estados.

356
Libro III

3. Empleo especfico en la condicin de tiempo. Al concen-


trarse el yogui unilateralmente sobre la forma u objeto, me-
dita sobre su cualidad (el aspecto subjetivo o naturaleza
simblica) y contempla la vida que la forma oculta, aunque
atestiguada por el factor conciencia; entonces llega a ser
consciente de la actual etapa de desarrollo y as quedan re-
velados a su intuicin, el pasado, el presente y el futuro.

Por lo tanto, ser evidente, hasta para el lector ocasional, que si se


desarrolla correctamente la meditacin en las tres etapas mencio-
nadas, todo conocimiento es posible para el yogui; el Eterno Aho-
ra es para l una realidad efectiva en la naturaleza y puede colabo-
rar inteligentemente en el plan evolutivo. El servicio tiene enton-
ces por base la total comprensin.
El triple cambio en la materia mental, de forma, tiempo y estado
explica los correspondientes cambios en densa y sutil materia y en
los rganos. Supongamos que tenemos una barrita de oro y la trans-
formamos en un brazalete, y despus el brazalete en una arracada.
Estos son cambios de forma. El mismo fenmeno, considerado des-
de el punto de vista de la duracin, nos da el cambio de tiempo.
Adems, el brazalete o la arracada pueden ser brillantes o mates,
gruesos o delgados, etctera. Esto es el cambio de estado. Refirin-
donos ahora a los aforismos 9, 11 y 12, la materia mental se muda
en vrittis, esto es, cambia de forma, y tambin cambia de tiempo al
transcurrir por el pasado, el presente y el futuro. El estado se en-
tiende por la variacin de intensidad de las vibraciones en el particu-
lar perodo presente. La prctica de las concentraciones enseadas
en los precedentes aforismos dar al yogui voluntario dominio sobre
las transformaciones de su materia mental, que le capacitarn para
practicar el samyama citado en el aforismo (4. III).
Todo lo que es fluye y cambia incesantemente de forma. Vivimos
en un continuo proceso de transformacin, en un devenir que,
obedeciendo a la inderogable teleologa a que se halla sujeto el
universo, acta las infinitas potencialidades de la causacin),

357
Libro III

para luego reconducirlo todo al primigenio equilibrio. Nosotros nos


hallamos envueltos en esta mutacin, aunque no nos percatemos de
sus momentos particulares, aunque los podamos inducir del hecho
de que observamos continuos cambios en las cosas, ya sea cambios
de cualidad o de situacin, colocacin, o de sucesin temporal. La
sustancia de la arcilla puede mostrarse como un bloque de arcilla o
como un jarrn. Estas son sus formas (dharma) externas, y el cam-
bio de una a otra no afecta a la sustancia misma. La arcilla perma-
nece igual. Pero el bloque o el jarrn no solo tienen una existencia
espacial sino que tambin estn situados en el tiempo. De esta
forma, el jarrn es la variacin temporal presente de la arcilla. Su
variacin temporal en el pasado era el bloque de arcilla. Su varia-
cin temporal en el futuro ser presumiblemente el polvo.
A lo largo de este cambio en el tiempo, la sustancia permanece
idntica. Cmo tiene lugar el cambio en el tiempo? Esta pregunta
se contesta mediante el tercer tipo de cambio, el de la condicin de
un objeto. El tiempo es una sucesin de momentos individuales que
alteran imperceptiblemente la condicin del jarrn; esto se conoce
con el trmino envejecimiento. El polvo de arcilla se convierte en
una masa para fabricar una vasija. El polvo de arcilla es su propie-
dad (dharma), la masa es su modificacin, y la vasija es la condi-
cin final. Si el alfarero quiere modificar la forma de la vasija, la
rompe para devolverla a su estado original a fin de reformarla. Lo
mismo sucede con un anillo de oro. Para rehacerlo, el orfebre debe
derretirlo para que vuelva su estado original. Un hombre puede ser
hijo, hermano, sobrino, cuado, yerno, padre, to, suegro o abuelo,
pero sigue siendo el mismo hombre.
A partir de la disposicin concreta de los tomos en el cuerpo, obser-
vamos que todos los cambios subsecuentes que tienen lugar en l,
existen solo de forma latente para manifestarse en el futuro.
Adems, todos los cambios previos de colocacin de los tomos no
se han perdido sino que existen nicamente en forma potencial de-
ntro de la disposicin concreta de tomos que se presenta ante no-
sotros. Pues los cambios pasados no desaparecen sino que se preser-

358
Libro III

van en la peculiar y particular disposicin de tomos del momento


actual. Pues si los cambios pasados no hubiesen tenido lugar, el pre-
sente no habra surgido. El presente se mantuvo escondido en el
pasado, igual que el futuro se haya escondido en el presente. Por
tanto, solo puede llegar a existir gracias al repliegue del pasado, el
cual existe en l solo en forma potencial. De acuerdo con esto es
por lo que vemos a los cuerpos nacer y morir. Aunque este naci-
miento o muerte es en realidad slo un cambio de apariencia.

359
Libro III

14. Las caractersticas de cada objeto se adquieren:


estn en manifestacin o latentes.

Este aforismo contiene ms o menos la misma idea del anterior.


En tiempo y espacio todas las caractersticas tienen un valor rela-
tivo. La meta es una, el origen uno, pero debido a los diferentes
grados de vibracin de los siete grandes alientos o corrientes de
energa divina, toda vida contenida en ellos difiere y es distinta.
El grado de desarrollo de los siete Seores de los Rayos es distin-
to. El desenvolvimiento de la vida de los diversos Logos planeta-
rios, o de los siete Espritus ante el Trono de Dios, no es uniforme,
y los tomos de Sus cuerpos, o las Mnadas que constituyen Sus
vehculos, no tienen por lo tanto desarrollo uniforme.
Este tpico es muy vasto y slo podemos ocuparnos aqu muy
brevemente. Los estudiantes hallarn til e interesante buscar la
informacin, dada en las distintas presentaciones de la verdad una,
acerca de las grandes Vidas en las cuales "vivimos, nos movemos
y tenemos nuestro ser".
Podran estudiarse bajo las siguientes denominaciones:
1. los siete Rayos,
2. los siete Espritus ante el Trono,
3. los siete Logos planetarios,
4. los siete grandes Seores,
5. los siete Eones,
6. las siete Emanaciones,
7. los siete Prajapatis,
y otras denominaciones menos conocidas, de cuyo estudio se ob-
tendr mucha luz.

360
Libro III

En forma caracterstica (teniendo en cuenta el punto especfico de


desenvolvimiento o carencia del mismo), al conocedor se le revela:
a. La totalidad de lo adquirido. Lo que el pasado ha dado. Este
es el acorde total que el alma de ese objeto es an capaz de
emitir.
b. La serie particular de cualidades, extradas de la adquisicin
total, que la vida manifiesta por medio de alguna forma es-
pecfica. Esta es la nota que corresponde al presente acorde
adquirido, que el alma del objeto ha elegido emitir.
c. Lo que est latente y es posible. Este conocimiento ser
dual, y revelar primero, las posibilidades latentes que de-
bern desarrollarse por medio de la forma contemplada, y
segundo, las posibilidades latentes, susceptibles de ser des-
arrolladas en el actual ciclo mundial, por medio de diversas
formas. Esto abarca los desarrollos futuros, que proporcio-
nan al yogui el acorde completo, una vez finalizado el gran
ciclo evolutivo.

Taimni, I.K en su libro La Ciencia del Yoga comenta al respecto:


Todas las cualidades, manifestadas o inmanifestadas de los diferen-
tes elementos, se considera que estn inherentes en un substrato del
cual se derivan y al que se da el nombre de dharmin por ser la ma-
dre de los dharma. Este substrato, raz de todas las propiedades, no
es otra cosa que la materia o prakti (causacin original).
En III.13 Patanjali emplea el trmino dharma en el sentido tcnico
de forma, la cual es de naturaleza cambiante. Esta contrasta en
III.14 con el concepto de poseedor del dharma (dharmin), la
naturaleza esencial subyacente o sustancia inmutable (en oposi-
cin a la forma cambiante). Prakti es la sustancia permanente
(dharmin) y sus series de transformaciones son las formas (dhar-
ma). Aplicando la doctrina la cual afirma que los cambios afectan
solo a la forma del objeto y no a la substancia que subyace, Patan-
jali diferencia tres formas o estados de un objeto: su aspecto apa-

361
Libro III

gado o pasado, su aspecto actual o presente, y su aspecto in-


determinado o futuro. Los tres estn relacionados con la misma
sustancia o poseedor del dharma, siempre presente, aunque no
puede estar contenida por (y por tanto es diferente de) sus modifi-
caciones o formas; es decir, asume muchos cambios pero stos no
la definen completamente. Vysa contrasta explcitamente este
punto de vista con la doctrina budista del antmam, el no-yo o
negacin de la esencia, segn la cual existe una multiplicidad de
formas cambiantes pero no subyace ninguna esencia o substancia.
La sustancia se encuentra presente en todo momento en sus for-
mas. Las formas inmviles son las que han sido, las activas son
las que son, y las indeterminadas son las que sern, es decir, las
que en este momento son todava posibilidades latentes. Las tres
estn relacionadas con la misma sustancia. Vysa contrasta expl-
citamente esta opinin con la concepcin budista del antmam o
inesencialidad, segn la cual solo hay miradas de formas cam-
biantes pero sin sustancia soporte. Los tres tipos de transforma-
cin se pueden entender como las diferentes formas en que se
puede observar el efecto del cambio en una sustancia.

362
Libro III

15. La etapa de desenvolvimiento es responsable de las


variadas modificaciones de la verstil naturaleza
psquica y del principio pensante.

Esta es una parfrasis general de la idea implicada, y una especie


de resumen de las abstrusas ideas del texto. Los siguientes aforis-
mos (en el Libro Tercero) se ocupan de los resultados de la medi-
tacin. Los anteriores se han referido a las dificultades y obstcu-
los a vencer antes de ser posible la verdadera meditacin. Este
aforismo da la clave de lo que hay que vencer y establece las dife-
rencias entre los aspirantes al Sendero. Una de las actividades ms
tiles que el aspirante puede emprender consiste en determinar el
lugar aproximado que ocupa en la escala de evolucin y establecer
su debe y haber. El conocimiento del punto alcanzado y del paso
inmediato a dar es esencial para progresar realmente.
Johnston traduce este aforismo con las palabras: "La diferencia de
grado es la causa de la diferencia del desarrollo". Luego contina:
"La primera etapa es el brote, la oruga, el animal; la segunda etapa
es el rbol en desarrollo, la crislida, el hombre. La tercera, el
esplndido pino, la mariposa, el ngel..."
Sankara comenta que: Solo cuando estn perfectamente claras las
diferentes transformaciones, es posible llevar a cabo el control men-
tal (samyama) en ellas. Una idea sobre el pasado, el presente o el
futuro solo puede producirse en relacin con alguna forma. Suce-
sin quiere decir seguimiento inmediato, y el cambio dentro de ella
origina la diferencia. Se observa que cada una de las tres sucesiones
se deriva de las otras. La sucesin de la forma (dharma) no es ms
que la sucesin de fase temporal y condicin; la sucesin en fase
temporal no es ms que la de la forma y la condicin; y la sucesin
de condicin no es ms que la de la forma y el perodo temporal.
As pues, la diferencia entre ellas, claramente presentada, lleva a la
conclusin de que la sucesin es la causa de la diferencia en las
transformaciones, las cuales son efectos de la sucesin.

363
Libro III

La transformacin en la forma es de dos clases: transformacin en


algo parecido y transformacin en algo completamente distinto.
Cuando el bloque (de arcilla) renace como jarrn, el substrato
denominado arcilla sufre una transformacin en su forma de blo-
que dando origen a la forma de jarrn, que es totalmente distinta;
esto es una transformacin de la forma en algo completamente
distinto. Pero desde la creacin del jarrn hasta el momento en
que se rompe, solo sufre transformaciones de acuerdo con su for-
ma, y sta es la transformacin de la forma en algo parecido. Igual
pasa con la mente durante la inhibicin. En el estado de unidirec-
cionalidad se transforma segn ideas similares, a medida que su-
cesivamente desaparecen y reaparecen; pero la mente tambin
cambia respecto a la sucesin entre formas completamente distin-
tas, es decir, entre dispersin y restriccin. As, en momentos de
dispersin se sufre una transformacin de acuerdo con ideas de
caractersticas distintas, como paz, violencia o torpeza.
Todas estas son lo que se denomina la sucesin en la transforma-
cin de las formas. El tiempo pasa sobre el jarrn por medio del
continuo desgaste que sufre a cada momento. Sin embargo, desde
su creacin hasta su destruccin, es tan sutil que no resulta apa-
rente y, en este estado intermedio de su existencia no se observa,
aunque la transformacin esta ah. Esto se deduce a partir de su
manifestacin en el estado final, la cual lleva a la conclusin: de-
be haber sido el desgaste lo que le ha llevado a su manifestacin
final a travs de esta sucesin. Se dir (IV.33): la secuencia que
sigue al momento, (es) perceptible en el punto extremo de una
transformacin (concreta). Sin distincin entre forma y substrato
no existe sucesin.

364
Libro III

Los siguientes aforismos se ocupan


de los resultados de la meditacin.

16. La meditacin concentrada en la triple naturaleza de


cada forma (samyama), otorga la revelacin de lo que
ha sido y ser.

Este aforismo resume las ideas precedentes. Es interesante obser-


var cmo este primer gran resultado de la meditacin nos retrotrae
a los verdaderos hechos referentes a la manifestacin divina, y
hace resaltar los tres aspectos, por los cuales toda vida (desde el
tomo de sustancia hasta un Logos solar) se expresa. Son recono-
cidos la gran Ley de Causa y Efecto y todo el proceso de desarro-
llo evolutivo, y lo que es, es visto como resultado de lo que ha
sido. Anlogamente, lo que ms tarde ser, se conoce como el desa-
rrollo de causas puestas en movimiento en el presente, y as el ciclo
de desenvolvimiento es visto como un proceso en tres etapas.
Estas tres etapas, en los tres mundos del desenvolvimiento huma-
no, corresponden a las tres dimensiones. Los estudiantes hallarn
interesante comparar las analogas de las diversas triplicidades,
teniendo en cuenta que el tercer aspecto (sustancia inteligente), el
aspecto Espritu Santo o Brahma, corresponde al pasado. (He aqu
un indicio respecto a la naturaleza del mal). El segundo aspecto
(conciencia), el aspecto Cristo o Vishnu, se relaciona con el pre-
sente; mientras que nicamente el futuro revelar la naturaleza del
espritu, el Padre, o aspecto ms elevado. Esta lnea de pensamien-
to se esclarecer por la meditacin concentrada, a la vez que ir
desarrollando un sentido de proporcin y de exactos valores, res-
pecto al actual punto en el tiempo. Tambin se conocer la rela-
cin de todas las vidas entre s, y la vida del aspirante se adaptar
y estabilizar de tal manera que ajustar el karma pasado, y neu-
tralizar el posible karma futuro, avanzando as rpidamente el
proceso de liberacin.

365
Libro III

No hemos de perder de vista la primera definicin de samyama.


Cuando la mente alcanza este estado y se identifica con la interna
impresin del objeto, prescindiendo de la externa, y cuando por
dilatada prctica, retiene la mente dicha interna impresin, y pue-
de colocarse instantneamente en tal estado, se dice que est en
samyama. Para conocer el pasado y el futuro es necesario aplicar
el samyama a los cambios de las samskaras. Algunas samskaras
actan en el presente; algunas han actuado ya; y otras estn por
actuar. Aplicando el samyama a estas samskaras se conoce el pa-
sado y el futuro.
Vyasa comenta al respecto: El yogui adquiere conocimiento sobre
las cosas pasadas y futuras a partir del control mental (samyama)
sobre los cambios de forma, caracterstica temporal y estado.
Efectuar concentracin (dharana), meditacin (dhyana) e interiori-
zacin profunda (samadhi) sobre el mismo objeto, se ha denomi-
nado control mental (III.4). Con ste (control mental), percibiendo
los (tres) cambios directamente, se produce el conocimiento de las
cosas pasadas y futuras que estn en l (en el objeto).
Puede parecer sorprendente que ser informados sobre nuestro pro-
pio pasado se presente como un resultado excepcional, dado que
todo el mundo conoce su pasado. Pero Patanjali esta hablando
aqu sobre las causas que determinan nuestras elecciones, las di-
recciones tomadas, y los hechos pasados. Descubriendo la trama
que une los acontecimientos pasados entre si y con las profundas
tendencias establecidas en nuestra personalidad, estaremos mejor
adaptados para ver la posible orientacin del futuro. En cierto mo-
do, samyama es el proceso que consiste en cambiar nuestro poten-
cial mental, pasando de una comprensin incompleta, errnea de
un objeto (o incluso de una ausencia total de comprensin) a la
comprensin total. Cuando se ha desarrollado este potencial la
persona puede escoger cualquier objeto para conseguir un cono-
cimiento profundo de l. Los objetos pueden ser externos, dentro
de los lmites de la percepcin sensorial o ser conceptos como, por
ejemplo, el cambio, el tiempo o la comunicacin. A partir de este

366
Libro III

sutra se dan ejemplos que ilustran tal conocimiento que resulta de


diversos samyama. Es una cuestin de eleccin personal que no-
sotros hagamos uso de una mente altamente desarrollada para ad-
quirir un conocimiento profundo de naturaleza especfica o que
nos interese ms la verdadera libertad. Practicar samyama sobre el
proceso de cambio, sobre la forma en que este sufre la influencia
del tiempo o de otros factores, desarrolla el conocimiento del pa-
sado y del futuro. Si profundizamos en la idea desarrollada en
sutras III.9 a III.14 seremos capaces de ver anticipadamente lo que
puede llegar a pasar en una situacin dada y lo que ha sucedido en
el pasado.

367
Libro III

Experiencias con samyama (III.17-III.36)

17. El sonido (o palabra), lo que ste denota (el objeto) y


la esencia espiritual corporificada (la idea), son con-
fundidos generalmente por la mente del perceptor.
Por la meditacin concentrada (samyama) en estos
tres aspectos, se logra la comprensin (intuitiva) del
sonido emitido por todas las formas de vida.

Este es uno de los aforismos ms importantes del libro; contiene la


clave del objetivo de todo el proceso de la meditacin. Revela o
descubre al perceptor y hombre espiritual, la verdadera naturaleza
del ser, el segundo aspecto, y la analoga con el segundo aspecto
en todas las formas de vida subhumanas, a la vez que lo pone en
armona con el segundo aspecto de todas las formas superhuma-
nas. Por lo tanto concierne al aspecto subjetivo de toda la manifes-
tacin, y trata de esas fuerzas que en cada forma constituyen el
aspecto conciencia que atae al principio crstico o bdico, causa
directa de la manifestacin objetiva y de la revelacin del espritu
por medio de la forma.
Este es el AUM. Primero el aliento, luego la palabra,
y todo cuanto es, apareci.
La mente del hombre por lo general confunde estos tres aspectos y
reconoce como realidad lo externo y objetivo. Este es el gran maya
o ilusin, que slo puede disiparse cuando el perceptor puede dis-
tinguir los tres grandes aspectos de cada forma, incluso la propia.
Cuando se conoce el segundo aspecto, el alma, el principio media-
dor, tambin se conoce la naturaleza de la forma y puede inferirse
la naturaleza esencial del espritu. Sin embargo, el campo inmediato
del conocimiento que el yogui debe dominar es el segundo aspecto.
Debe descubrir el Sonido o Palabra que trajo cada forma a la mani-
festacin, que es el resultado del aliento, esencia o espritu.

368
Libro III

Mientras la gran Existencia, suma total de todas las formas y de


todos los estados de conciencia, contine emitiendo el AUM
csmico, persistir el sistema solar objetivo y tangible. A fin de
esclarecer la mente, se deben tener en cuenta, en conexin con
este aforismo, los sinnimos siguientes:
I. La Esencia Espiritual. II El Sonido o Palabra III. El Objeto
1. Espritu. Vida. Alma. Conciencia. Cuerpo. Materia.
2. Neuma. Psiquis. Forma.
3. El Padre, Shiva. El Hijo, Vishnu. Stu. Santo, Brahma.
4. La Mnada, el Uno. El Cristo csmico. El vehculo para la vida.
5. Voluntad o Propsito. Amor Sabidura Actividad e inteligencia.
6. El Gran Aliento. El AUM. Los mundos.

"En el Principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y el


Verbo era Dios. Todas las cosas por fueron hechas. . . "
(Jn. I: 1: 2).

La Biblia cristiana da aqu la sustancia de toda la enseanza, y en


el significado de las tres letras de la Palabra Sagrada, AUM, tene-
mos la clave de todo el proceso csmico. El proceso de la medita-
cin, cuando se practica debida y correctamente, revela el segundo
aspecto o alma, y puede entonces orse el Sonido o Verbo (la Voz
del Silencio).
Cuando se ha odo y llevado a cabo constantemente el trabajo, es
revelado el reino de la conciencia y el yogui se pone en armona
con el segundo aspecto de su propia naturaleza y con el segundo
aspecto de cada forma. Esta es la base de toda la ciencia del alma, y
lleva al hombre al conocimiento de su propia alma o psiquis, y
tambin la psiquis de cada forma de vida divina. Es el fundamento
de toda la ciencia del psiquismo, en sus aspectos superior e inferior.
Si el hombre psquico inferior es consciente y responde al aspecto
alma de las formas materiales, predomina en l el tercer aspecto o
Brahma (el cuerpo), porque todo tomo de materia tiene un alma.
Esto concierne a lo subhumano.

369
Libro III

Cuando el hombre responde a la analoga superior, a la realidad de


la cual lo inferior es la sombra, est en contacto con la conciencia
crstica y con el alma de su ser, que es una con el alma de todos
los reinos superhumanos.
En relacin con esto deben tenerse en cuenta dos cosas. Si el
hombre es un psquico inferior est en contacto con el segundo
aspecto del hombre inferior, el cuerpo astral, el principio medio en
el hombre inferior, que vincula el cuerpo mental con el etrico. En
consecuencia, est en armona con todo aquello que puede hacer
contacto en ese plano. Si en cambio es un psquico superior, est
en armona con el segundo aspecto de la manifestacin divina, el
ego o alma en su propio plano, actuando como intermediaria y
vinculadora entre la mnada y la personalidad, entre el espritu y
el cuerpo.
Es interesante observar aqu que en manifestaciones del psiquismo
inferior, que tienen lugar en las sesiones medimnicas comunes de
espiritismo, tenemos la clave de esta verdad. En dichas sesiones se
establece contacto con el plano astral, por medio de ese gran cen-
tro, el plexo solar, que une los tres centros superiores con los infe-
riores. Explica tambin el hecho de que la materializacin de las
flores sea caracterstico en tales sesiones, pues el reino vegetal es
el intermediario de los tres reinos subhumanos, mineral, vegetal y
animal. Adems explica el predominio de los guas indios, pues
son los cascarones y las poderosas formas mentales, dejados por
las tres razas estrictamente humanas, lemuriana, atlante y actual.
Ya no quedan cascarones o formas mentales de los lemurianos,
pero s cascarones atlantes, conservados debido al empleo de cier-
tas frmulas de la magia atlante.
La meditacin concentrada sobre la diferencia entre estos aspec-
tos, har posible con el tiempo or la Voz del Silencio y ponerse
en contacto con el segundo aspecto del hombre. Se conocer como
el Verbo hecho carne y tambin como el AUM.

370
Libro III

Cuando esto tenga lugar, oir la palabra de otros entes de la fami-


lia humana y reconocer el sonido, tal como emana de todas las
formas en todos los reinos de la naturaleza. El reino del alma se
abrir ante l, y cuando esto incluya el reconocimiento del sonido
en los cuatro reinos, lo llevar a conocerse a s mismo como el
Maestro. El conocimiento del alma y el poder de trabajar con el
alma de todas las cosas en los tres mundos, es la marca caracters-
tica del Adepto.
Vivekananda comenta al respecto: La palabra representa la causa
externa; el significado representa la interna vibracin que por
conducto de los sentidos transmite la externa impresin a la men-
te; el conocimiento representa la reaccin de la mente de que re-
sulta la percepcin. Estos tres elementos entrefundidos nos dan la
sensacin del objeto. Supongamos que oigo una palabra. Ocurre
primero la vibracin externa; despus la interna sensacin trans-
mitida a la mente por el rgano del odo; luego reacciona la mente
y yo comprendo la palabra, que es una entremezcla de vibracin,
sensacin y reaccin. Ordinariamente estos tres elementos son
inseparables, pero por la prctica puede el yogui separarlos. Si
entonces aplica el samyama a cualquier sonido, comprende el sig-
nificado que este sonido intentaba expresar, tanto si lo emite un
hombre como un animal.

371
Libro III

18. Cuando se adquiere el poder de ver las imgenes men-


tales se pueden conocer las encarnaciones anteriores.

El significado de este aforismo es muy grande. Constituye la base


estrictamente mental para la recuperacin del conocimiento de
experiencias pasadas, base estrictamente mental y los que llegan a
polarizar y controlar la mente pueden recuperar tal conocimiento
si desean. El poder de ver imgenes mentales slo se obtiene por
el control de la mente, y sta slo puede ser controlada por el
hombre real o espiritual. Por lo tanto, slo las personas centradas
en el ego pueden adquirir realmente tal conocimiento. Quizs aqu
se pregunten qu ven esas personas de tipo emocional y no men-
tal, que afirman saber quines son y relatan las vidas pasadas de
sus amigos? Leen los registros akshicos, pero debido a que su do-
minio y dotes mentales no son adecuados, no pueden discernir y
precisar con exactitud lo que ven.
Los registros akshicos son como una enorme pelcula fotogrfica,
donde se registran los deseos y las experiencias terrenas de nuestro
planeta. Los capaces de percibirlos vern reproducidos en ellos:
1. las experiencias de la vida de todo ser humano, desde el
principio del tiempo,
2. las reacciones a las experiencias de todo el reino animal,
3. el conjunto de formas mentales de naturaleza kmica (ba-
sadas en el deseo) de todo ente humano, en el transcurso
del tiempo. He aqu el gran engao en los registros. nica-
mente el ocultista entrenado puede distinguir entre las expe-
riencias reales y los cuadros astrales, creados por la imagina-
cin y el ardiente deseo.
4. El "Morador en el Umbral" planetario, con todo lo que abar-
ca ese trmino, ms el conjunto de formas de su medio am-
biente.

372
Libro III

El vidente entrenado ha aprendido a separar del aura del planeta


(que en realidad es el registro akshico), lo que pertenece a su
propia aura, y puede diferenciar entre esos registros, los:
a. Planetarios.
b. Jerrquicos, o pertenecientes al trabajo de las doce Jerarqu-
as creadoras, cuando concretan el plan del Logos.
c. Las formas imaginarias, resultantes de la actividad deseo -
mente de miradas de hombres animados por el deseo de
obtener algn tipo de experiencia.
d. Los registros histricos de las razas, naciones, grupos y fami-
lias, en sus dos grandes divisiones: plano fsico y plano as-
tral. Debe tenerse en cuenta que todo ser humano pertene-
ce a una familia fsica, que constituye su vnculo con el reino
animal, y tambin pertenece a una familia astral. Mediante
esa afiliacin est vinculado con su grupo egoico en el arco
ascendente, y con el reino vegetal en el arco descendente.
e. El registro astrolgico, o las formas adoptadas en el plano
astral, bajo la influencia de las fuerzas planetarias, constitu-
yen dos grandes grupos:
1. Las formas o imgenes en el akasha, producidas por la
afluencia de fuerza solar, por intermedio de los planetas.
2. Las formas o imgenes producidas por la afluencia
de fuerza csmica de alguno de los signos del zoda-
co, es decir, de sus correspondientes constelaciones.

Se han enumerado estos puntos a fin de demostrar la imposibilidad de


que sean verdicas la mayora de las afirmaciones, respecto a las en-
carnaciones pasadas. Son resultado de la vvida imaginacin y de la
presuncin de que los destellos de visin astral, que dan una vislumbre
de la pelcula akshica, revelan lo que atae a quien lo ve. Pero esto no
es as, como en el caso de las personas y actividades observadas desde
una ventana en una gran ciudad, lo cual no revela al observador que lo

373
Libro III

visto son sus parientes, amigos y actividades. El conocimiento a que


hace referencia este aforismo, se obtiene de tres maneras:
1. Por la capacidad de ver directamente los registros, si as se
desea. Tal forma de adquirir conocimiento rara vez se emplea,
nicamente los iniciados y adeptos la utilizan respecto a sus
discpulos juramentados.
2. Por el conocimiento directo de las actividades y relaciones grupa-
les del propio ego del hombre; sin embargo, slo abarca el ciclo de
tiempo que comienza cuando el hombre entr en el sendero de
probacin. Las experiencias anteriores no tienen ms importancia
vital que la que tendra un segundo en la vida de un anciano que
observara retrospectivamente su larga vida. Lo destacable son los
sucesos y ocurrencias y no las horas y segundos individuales.
3. Por la vida instintiva. Esto se basa en la memoria, en las facul-
tades y capacidades adquiridas y en la posesin de las cuali-
dades que componen el equipo del ego, el cual sabe que el
poder de realizar esto o aquello en los tres mundos, es el re-
sultado directo de experiencias pasadas; sabe tambin que
ciertos efectos slo se alcanzan mediante ciertas causas, que
conoce por la meditacin concentrada.

Las imgenes mentales de las cuales es consciente son las de:


1. Su aura, en el momento de la meditacin.
2. Su medio ambiente inmediato.
3. Su familia, grupo o raza actuales.
4. Su actual ciclo de vida.
5. Su grupo egoico.

De esta manera, mediante el proceso de eliminacin, progresa gra-


dualmente a travs de un tipo tras otro de imgenes mentales, hasta
que llega a ese estrato particular de impresiones mentales, que ataen
al ciclo que le concierne. Esto no es, por lo tanto, la simple percep-
cin de ciertos aspectos de los registros, sino un proceso estrictamen-
te cientfico, conocido nicamente por el ocultista entrenado.

374
Libro III

19. Por la meditacin concentrada se perciben las imge-


nes mentales en las mentes de otras personas.

Debe recordarse que el resultado de los ocho mtodos de yoga es


producir un yogui o conocedor entrenado. Se ocupa por lo tanto
de las causas, no de los efectos. Percibe aquello que causa la apa-
ricin de lo tangible, o sea, los pensamientos que ponen en movi-
miento las fuerzas de la sustancia, y que con el tiempo producen la
concrecin de tal sustancia.
El empleo de este poder para leer en las mentes de los dems slo
se le permite al yogui en esos casos en que necesita comprender
las causas detrs de ciertos acontecimientos, y nicamente con el
objeto de desarrollar inteligentemente los planes de la Jerarqua y
de la evolucin. Tal poder es anlogo al de la telepata, pero no
idntico. La telepata implica sintonizar nuestra mente con la de
otro, y requiere que ambas estn en armona.
Esta facultad del vidente entrenado es ms bien un acto de la vo-
luntad y la manipulacin de ciertas fuerzas, mediante las cuales
puede ver instantneamente lo que desea, en cualquier aura y en
cualquier momento. El sujeto de su investigacin puede estar o no
sintonizado con l; por la intensa meditacin y el empleo de la
voluntad se le revelan las imgenes mentales. Este poder es peli-
groso y nicamente les est permitido a discpulos entrenados.
Mediante el control mental (samyama) sobre el pensamiento de
otro, ste se llega a percibir directamente y, en consecuencia, sur-
ge el conocimiento de la otra mente. Practicar samyama sobre los
cambios que sobrevienen en la mente de una persona y sus conse-
cuencias desarrolla en nosotros la capacidad de observar con agu-
deza el estado mental de los dems. Gracias al samyama referente
a las nociones, el yogui efecta en forma completa la serie infinita
de los estados psicomentales de sus semejantes; pues a partir del
momento en que domina desde adentro a una nocin, el yogui

375
Libro III

ve como en una pantalla todos los estados de conciencia que esa


nocin es susceptible de originar en el alma de los dems hom-
bres. Ve una infinidad de situaciones que esta nocin puede en-
gendrar, pues ha asimilado no solamente el contenido de la no-
cin, sino que ha penetrado adems en su dinamismo interior, ha
hecho suyo el destino humano que tuvo esa nocin, etc.
La telepata bien entendida es aquella que se efecta mediante el
contacto con el alma, y desde el alma a las mentes de otros seres.
No se trata tanto saber lo que los dems piensan, sino ms bien
percibir de una forma concreta aquello que los dems necesitan
para ser ayudados. El alma es selectiva a la hora de penetrar en las
mentes de nuestros semejantes, y slo lo har para prestar algn
servicio, ya sea a esa persona o a la humanidad. Esta es la telepat-
a superior, la otra, la inferior, trata casi exclusivamente de hurgar
y cotillear los pensamientos ajenos y personales. La telepata infe-
rior es la lectura de mente a mente, de personalidad a personali-
dad, siendo la superior producida desde el alma -va la mente-, a
la mente del sujeto.

376
Libro III

20. Debido a que el objeto de tales pensamientos no se


manifiesta al perceptor, ste slo ve el pensamiento
y no el objeto. Su meditacin excluye lo tangible.

Todo lo que "percibe", en su meditacin, es su propia sustancia


mental (chitta) y la de otros.
La actividad inherente a la sustancia mental o "chitta", causa la
manifestacin eventual de formas tangibles y objetivas, en el pla-
no fsico.
Todo lo que aparece es el resultado de un acontecimiento subjeti-
vo. Todo lo que es, existe en la mente del pensador, no como se
entiende comnmente, sino en el sentido de que el pensamiento
pone en movimientos ciertas corrientes de fuerza. Estas corrientes
van perfilando las formas correspondientes a la idea del pensador,
formas que persisten mientras su mente se centra en ellas, y cuan-
do "su mente las rechaza", desaparecen.
Durante la meditacin concentrada lo que se percibe es la natura-
leza de la fuerza o corriente mental. La forma que resultar final-
mente no interesa al vidente. Sabe por la causa cul ser el efecto
inevitable.

Vysa comenta: Se llega a conocer el pensamiento (del otro) que


se ha tenido en consideracin. Pero no se conoce en qu tipo de
estado subjetivo se ha considerado. Pues esto no ha sido el sujeto
de la concentracin del yogui; solo lo ha sido el pensamiento que
se utiliz para la concentracin de la mente del yogui.
Por medio del samyama ejercido con respecto a las nociones el
yogui conoce los estados mentales de sus semejantes. Pero, segn
Vysa, ese conocimiento de los estados mentales no implica el co-
nocimiento de los objetos que los han originado, pues estos ltimos
no estn en unin directa con el pensamiento del yogui. Conoce la
emocin mental del amor pero no conoce el objeto del amor.
377
Libro III

21. La meditacin concentrada en la diferencia que exis-


te entre la forma (vehculo etrico) y el cuerpo den-
so, permite rechazar o retirar las propiedades del
cuerpo que lo hacen visible al ojo humano, y el yogui
puede hacerse invisible.

Este es uno de los aforismos ms difciles para el pensador occi-


dental, porque implica ciertos conocimientos extraos para Occi-
dente. Primero, el conocimiento del cuerpo etrico o vital y de sus
funciones como fuerza atrayente, que mantiene coherente el veh-
culo fsico denso. Por este sustrato etrico, al cuerpo fsico se lo
conoce como un todo coherente y se hace visible su objetividad.
Este cuerpo vital es la verdadera forma desde el punto de vista del
ocultista y no la envoltura tangible densa.
El yogui, por medio de la concentracin y la meditacin, adquiere
el poder de centrar su conciencia en el hombre real o espiritual, y
controlar el principio pensante. Es ley oculta que "segn el hom-
bre piensa, as es l"; tambin es verdad esotricamente que "all
donde el hombre piensa, all est l". El vidente entrenado puede,
a voluntad, retirar su conciencia del plano fsico y centrarla en el
plano mental; puede "apagar la luz" a voluntad y, cuando esto
sucede, se hace invisible y desaparece desde el punto de vista del
ojo humano. Tambin es intangible para el tacto e inaudible para el
odo. Este hecho demuestra la realidad de la hiptesis, de que no
existe ms que energa de cualquier tipo, y que tal energa es triple;
en Oriente, la naturaleza de la energa se denomina sttvica, rajsica
y tamsica, y se traduce como:
Sattva ........ ritmo ................ espritu .......... vida
Rajas ......... movilidad ........ alma .............. luz
Tamas ....... inercia ............. cuerpo ........... sustancia

378
Libro III

Todas son diferenciaciones en tiempo y espacio, de la nica, eter-


na y primordial esencia- espritu.
Podra sugerirse que las analogas modernas occidentales son:
Energa ............ espritu ............ vida
Fuerza ............. alma ................ luz
Materia ........... forma ............... sustancia

La caracterstica sobresaliente del espritu o energa, es el princi-


pio-vida, ese algo misterioso que hace que todas las cosas existan
y persistan. La caracterstica dominante del alma o fuerza, es la
luz. Trae a la visibilidad lo que existe.
La caracterstica predominante de la materia viviente es que "sub-
yace", o se halla detrs del cuerpo objetivo proporcionando la
verdadera forma. Debe recordarse que la base de toda enseanza
oculta y de todos los fenmenos reside en las palabras:
"La materia es el vehculo de manifestacin del alma, en este
plano de existencia, y el alma, en una vuelta ms alta de la
espiral, es el vehculo de manifestacin del espritu".

Cuando el alma se retira del aspecto materia-la forma objetiva


tangible-, esa forma ya no se ve, desaparece y, temporariamente,
se disipa. En la actualidad, esto puede lograrlo adecuadamente el
vidente, centrando su conciencia en el ego, el hombre espiritual o
alma, y (valindose del principio pensante y por un acto de volun-
tad) retirando el cuerpo etrico del fsico denso. Esto lo abarca la
palabra abstraccin", e implica:
1. Reunir la vida o fuerzas vitales del cuerpo en los centros
nerviosos del plano fsico, a lo largo de la columna vertebral.
2. Dirigir esas fuerzas por la columna vertebral a la cabeza.
3. Concentrarlas all y abstraerlas por el hilo o sutratma, me-
diante la glndula pineal y el brahmarandra.

379
Libro III

4. El vidente entonces aparece en su verdadera forma, el cuer-


po etrico, el cual es invisible para el ojo humano. Cuando la
raza desarrolle la visin etrica, ser necesaria una posterior
abstraccin; entonces el vidente retirar tambin los princi-
pios vitales y luminosos (las cualidades de sattva y de rajas)
del cuerpo etrico, quedando en su cuerpo kmico o astral,
hacindose as invisible etricamente. Sin embargo, esto
est an muy distante.

W. Q. Judge, en su comentario, hace interesantes observaciones:


Aqu se seala otra gran diferencia entre esta filosofa y la
ciencia moderna. Las escuelas en la actualidad postulan que si
un ojo sano est en lnea con los rayos de luz reflejados por
un objeto-tal como el cuerpo humano-, ste ser visto y nin-
guna accin mental de la persona observada podr inhibir las
funciones del nervio ptico y la retina del observador. Pero
los antiguos hindes sostenan que las cosas son vistas debido
a la diferenciacin de sattva -una de las tres grandes cualida-
des inherentes a todas las cosas-, que se manifiesta como lu-
minosidad, actuando en conjuncin con el ojo, tambin mani-
festacin de sattva en otro aspecto. Ambos deben unirse; la
ausencia de luminosidad, o la desconexin de la misma del ojo
del vidente, causa la desaparicin. Debido a que la cualidad de
luminosidad est totalmente controlada por el asceta, ste
puede, por el proceso establecido, detenerla y as sustraer del
ojo del otro, un elemento esencial para ver cualquier objeto".

Este proceso es nicamente posible como resultado de la meditacin


concentrada y unilateral, por eso resulta imposible para el hombre
que no se ha sometido a una prolongada disciplina y entrenamiento,
lo cual involucra la tarea de obtener el control del principio pensante
y establecer el alineamiento directo que le permitir actuar una vez
que el pensador, en su propio plano, alinee y coordine la mente y el
cerebro, por el sutratma, hilo o cordn plateado magntico.

380
Libro III

Vivekananda comenta al respecto: Un yogui que est en un apo-


sento puede desaparecer aparentemente. No se desvanece en reali-
dad, pero nadie puede verlo. La forma y el cuerpo quedan, por
decirlo as, separados. Conviene recordar que esto slo es posible
cuando el yogui adquiri el poder de concentracin en que la for-
ma se separa de la cosa formada. Entonces aplica el yogui el sam-
yama y se suspende el poder de percibir formas porque este poder
proviene de la unificacin de la forma con la cosa formada o del
perceptor con lo percibido.
Taimni, I.K. dice: Todos los fenmenos visuales dependen del
entrejuego de la sensacin que se llama forma, con el elemento
que se llama luz y con el rgano sensorial que se llama ojo.
El acto de ver un objeto implica un contacto entre los ojos y los
rayos de luz que iluminan al objeto. Cuando el yogui hace sam-
yama sobre la forma visible de su cuerpo, se detiene la energa
interior que hace que el cuerpo irradie. Es la combinacin de la
energa de la visin interior y los rayos externos de luz la que hace
a nuestro cuerpo visible. Pero cuando a travs de samyama, el
yogui detiene la corriente de su energa de visin que se dirige
hacia la forma de su cuerpo, el cuerpo se oscurece tanto que se
torna incapaz de reflejar los rayos de la luz externa.

381
Libro III

22. Karma o efecto, es de dos tipos: karma inmediato o


karma futuro. La meditacin perfectamente concen-
trada en stos, permite al yogui conocer la duracin
de su experiencia en los tres mundos. Este conoci-
miento tambin lo adquiere por medio de signos.

Este aforismo puede esclarecerse si se lo estudia en relacin con el


aforismo 18 del Libro Tercero. El karma, a que se refiere, corres-
ponde a la actual vida del aspirante o vidente. Sabe que todo acon-
tecimiento en su vida es efecto de una causa previa, iniciada por l
mismo en una encarnacin anterior, y tambin que cada acto en
esta vida debe producir un efecto (que se desarrollar en otra vi-
da), salvo que lo ejecute de tal manera que:
1. El efecto sea inmediato y culmine en el curso de la actual vida.
2. El efecto no origine karma, por haber ejecutado el acto des-
interesadamente y con total desapego. Entonces se obtiene
el efecto deseado, de acuerdo a la ley, pero sin consecuen-
cias para el individuo.

Cuando el vidente reencarna en una vida, en la cual le quedan


pocos efectos que agotar y todo cuanto inicia no produce karma,
entonces puede fijar un trmino a la experiencia de su vida, y sabe
que el da de la liberacin est cerca. Por la meditacin (samya-
ma) y la capacidad de actuar como alma, puede llegar al mundo de
las causas, y con ello saber qu actos debe realizar para liberarse
de los pocos efectos restantes. Poniendo estricta atencin a los
mviles que impulsan cada acto de la vida actual, evitar que los
efectos lo aten a la rueda de renacimientos. De este modo, cons-
ciente e inteligentemente se acercar a su meta, y cada hecho, acto
y pensamiento estarn regidos por el conocimiento directo que de
ninguna manera lo encadenarn.

382
Libro III

Los signos o portentos a los cuales se refiere, se relacionan princi-


palmente con el mundo mental, donde mora el verdadero hombre.
Por la comprensin de tres cosas,
a. los nmeros, b. los colores, c. las vibraciones,
el vidente se da cuenta de que su aura est libre de los efectos que
"producen la muerte". Sabe que, simblicamente, nada ms hay escrito
en los registros, que puedan traerlo nuevamente a los tres mundos; por
lo tanto, "mediante los signos ve que su sendero est despejado".
Esto ha sido expresado en los antiguos escritos, que se encuentran
en los archivos de los Maestros:
"Cuando la estrella de cinco puntas brilla con claridad y no se ven
formas en sus puntas, el camino est despejado. Cuando el tringu-
lo no encierra ms que luz, la senda est libre al paso del peregrino.
Cuando en el aura del peregrino las muchas formas se desvanecen
y se ven tres colores, el camino queda libre de obstrucciones.
Cuando los pensamientos no atraen formas ni se reflejan sombras,
el hilo proporciona un camino directo desde el crculo al centro".

Desde ese punto de reposo, no es posible el retorno. El perodo de expe-


riencia necesaria en los tres mundos ha llegado a su fin. Ningn karma
puede atraer a la tierra al espritu liberado, para recibir nuevas lecciones
o pagar causas anteriores. Sin embargo, puede continuar o reasumir su
obra de servicio en los tres mundos, sin abandonar realmente su verda-
dero hogar en los reinos sutiles y en las esferas elevadas de conciencia.
Vivekananda explica que: Cuando el yogui aplica el samyama a su pro-
pio karma, es decir, a las impresiones que actan en su mente y a las que
estn en expectacin de actuar, conoce exactamente por medio de estas
ltimas cundo morir su cuerpo. Sabe qu da, a qu 'hora y aun a qu
minuto morir. Los hinduistas piensan mucho en este conocimiento o
conciencia de la hora de la muerte, porque el Bhagavad Gita ensea que
los pensamientos en el momento del trnsito influyen muchsimo en la
determinacin de la vida siguiente. (Este conocimiento tan elevado y
preciso slo se obtiene, cerca ya de la 4 Iniciacin).

383
Libro III

23. La unin con los dems se obtiene por la meditacin


centralizada en tres estados del sentimiento, compa-
sin, ternura y desapasionamiento.

El estudiante obtendr algn conocimiento de este aforismo si lo


compara con el Af. 33 del Libro Primero. La unin a que aqu se
refiere, marca otro paso adelante. En la anterior, la naturaleza del
aspirante fue entrenada para la armoniosa y pacifica asociacin
con quienes lo rodean. En ste, se le ensea a identificarse con los
dems yoes, concentrndose en lo que se llama, a voces, "los tres
estados del sentimiento", que son:
a. Compasin, anttesis de la pasin egosta y acaparadora.
b. Ternura, anttesis de la autocentralizacin, que hace al
hombre duro y autoabsorbente.
c. Desapasionamiento, anttesis de la codicia y del deseo.

Estos tres estados del sentimiento, cuando se comprenden y penetran,


ponen al hombre en armona con el alma de todos los hombres.
Por la compasin, ya no se ocupa de sus propios intereses egos-
tas, sino que penetra en su hermano y sufre con l; puede adaptar
su vibracin para responder a la necesidad del hermano, y est
capacitado para compartir todo cuanto ocurre en el corazn del
hermano. Esto lo hace mediante la sintonizacin de su propia vi-
bracin, a fin de responder a la naturaleza amorosa de su propia
alma, y, por medio de ese principio unificador, todos los corazo-
nes estn abiertos para l.
Mediante la ternura se manifiesta en forma prctica esa compren-
sin compasiva. Sus actividades ya no son internas y autocentra-
das, se exteriorizan y estn inspiradas por el deseo sincero y des-
interesado de servir y ayudar. Este estado de sentimiento se llama
a veces "misericordia", y caracteriza a todos los servidores de la
raza. Implica ayuda activa, intencin altruista, sabido juicio y ac-

384
Libro III

tividad amorosa. Est libre de todo deseo de recompensa o reco-


nocimiento, lo cual se halla bellamente expresado en La Voz del
Silencio de H. P. Blavatsky, en las siguientes palabras:
"Que tu alma escuche todo grito de dolor, as como el loto
abre su corazn para beber el sol de la maana".
"No permitas que el sol ardiente seque una sola lgrima de
dolor, antes que t la hayas enjugado del ojo de quien sufre".
"Deja que cada ardiente lgrima humana caiga en tu corazn
y all permanezca; nunca la enjugues hasta que desaparezca
el dolor que la ha causado".
"Estas lgrimas oh t de corazn misericordioso!, son las co-
rrientes que riegan los campos de la caridad inmortal".

Por el desapasionamiento, el aspirante y servidor permanece libre


de los resultados krmicos de su actividad en bien de otros. Como
sabemos, nuestro propio deseo nos ata a los tres mundos y a otras
personas. "Atarse a" es distinto de "unirse con". Uno, est colma-
do de deseos y crea obligaciones y efectos; el otro, est libre de
deseos y produce "identificacin con", y no tiene efectos que atan
a los tres mundos. El desapasionamiento posee una cualidad ms
mental que los otros dos. Se observar que el desapasionamiento
trae cualidad de mente inferior; la ternura es el resultado emocional
de la compasin desapasionada e involucra el principio kmico o
astral; mientras que la compasin concierne tambin al plano fsi-
co, porque es la manifestacin fsica de los otros dos estados. Es la
capacidad prctica de identificarse con otro, en las condiciones
imperantes en los tres mundos.
Esta unin es el resultado de la unicidad egoica que ha descendido
a la plena actividad en los tres mundos, mediante la meditacin.

385
Libro III

24. La meditacin centralizada en el poder del elefante,


despertar esa fuerza o luz.

Este aforismo ha provocado mucha discusin, y su comn inter-


pretacin ha dado la idea de que meditar sobre el elefante propor-
cionar la fuerza del elefante. Muchos comentaristas infieren de
estas palabras que la meditacin sobre otros animales otorgar sus
caractersticas.
Debe recordarse que ste es un libro de texto de carcter cientfi-
co, cuyo objetivo es el siguiente:
1. Entrenar al aspirante para que pueda penetrar en los reinos
sutiles.
2. Otorgarle poder sobre la mente, para convertirla en su ins-
trumento, que emplear a voluntad, como rgano de visin
en los mundos superiores, y como transmisora e intermedia-
ria entre el alma y el cerebro.
3. Despertar la luz de la cabeza, para convertir al aspirante en
un radiante centro de luz que ilumine todos los problemas y,
en virtud de esa luz ver la luz en todas partes.
4. Despertar los fuegos del cuerpo, para que los centros estn
activos, luminosos, relacionados y coordinados.
5. Establecer la coordinacin entre:
a. el ego o alma, en su propio plano,
b. el cerebro, por medio de la mente, y
c. los centros. Por un acto de voluntad todos pueden
ser puestos en actividad uniforme.
6. Efectuado esto, el fuego en la base de la columna vertebral,
hasta ahora adormecido, despertar y ascender sin peligro,
mezclndose finalmente con el fuego o luz en la cabeza, y

386
Libro III

desaparecer despus de haber "quemado toda la escoria y


despejado los canales" para uso del alma.
7. Desarrollar de este modo los poderes del alma, los "siddhis"
superiores e inferiores, a fin de llegar a ser un eficaz servidor
de la raza.

Teniendo en cuenta estos siete puntos, resulta interesante notar


que el smbolo del centro, llamado centro muladhara, situado en
la base de la columna vertebral, es el elefante. Es el smbolo de la
fuerza, del poder concentrado, de la gran fuerza motriz, que una
vez despertada arrasa con todo lo que est por delante. Para nues-
tra quinta raza raz, es el smbolo del animal ms potente y de
mayor fuerza, y tambin la representacin de la transmutacin o
sublimacin de la naturaleza animal, porque en la base de la co-
lumna vertebral est el elefante, y en la cabeza se halla el mltiple
loto que oculta a Vishnu, sentado en el centro. As se eleva la na-
turaleza animal al cielo.
Nuevamente encontramos aqu la ley esotrica por antonomasia: la
energa sigue al pensamiento. Cierto es que mediante la meditacin
perfectamente realizada hacia diversas cualidades, lgicamente, di-
chas cualidades se obtienen en algn grado. En este caso uno no
medita sobre la cualidad determinada, sino sobre un objeto elefan-
te que mejor caracteriza o representa dicha cualidad, de esta forma
se obtienen una mayor concentracin y visualizacin sobre ella.
Meditando sobre la fuerza del elefante, el poder del tercer aspec-
to, la energa de la materia misma y, por lo tanto, de Dios, el Esp-
ritu Santo o Brahma, se despierta y se une a la del segundo aspec-
to a conciencia, la energa del alma, la de Vishnu, el segundo as-
pecto, la fuerza crstica. Esto trae la unificacin o unin perfecta
entre alma y cuerpo, verdadero objetivo del Raja Yoga.
Los estudiantes de esta ciencia deberan recordar que estas frmu-
las de meditacin unilaterales, slo son permitidas cuando se han
aplicado los ocho mtodos de yoga, tratados en el Libro Segundo.

387
Libro III

25. La meditacin perfectamente concentrada en la luz


desarrollada, nos har conscientes de lo sutil, oculto
y remoto.

En todas las enseanzas de ndole esotrica o mstica, se mencio-


na, con frecuencia, lo que se denomina luz. La Biblia contiene
muchos pasajes sobre ella, y tambin todas las Escrituras del
mundo. Se le aplican muchos nombres, pero por falta de espacio
slo consideraremos los que se encuentran en las diversas traduc-
ciones de los "Aforismos de la Yoga de Patanjali", y son:
a. La Luz interna desarrollada (Johnston)
b. La Luz en la cabeza. (Johnston)
c. Esa Luz efulgente. (Vivekananda)
d. La Luz en la cima de la cabeza. (Vivekananda)
e. La Luz interna. (Dvivedi)
f. La radiacin en la cabeza. (Woods)
g. La luminosidad del rgano central. (Rama Prasad)

Por el estudio de estas expresiones se ver que en el vehculo fsi-


co existe un punto de luminosidad que (una vez hecho contacto
con l) verter la luz del espritu sobre el sendero del discpulo,
iluminndole as el camino, revelndole la solucin de todos los
problemas y permitindole actuar como portador de luz para otros.
Esta luz es una especie de radiacin interna, ubicada en la cabeza,
cerca de la glndula pineal, y se produce por la actividad del alma.
La expresin "rgano central", asociada con esta luz, ha dado lu-
gar a muchas discusiones. Unos comentaristas la relacionan con el
corazn y otros con la cabeza. Tcnicamente ninguno de los dos
conceptos es exacto, porque para el adepto entrenado el "rgano
central" es el cuerpo causal, el karana sarira, el cuerpo del ego, la
envoltura del alma, el cual est entre los "tres vehculos peridi-
cos", que el divino Hijo de Dios descubre y utiliza en el transcurso

388
Libro III

de su largo peregrinaje. Estos tienen su analoga con los tres tem-


plos de que habla La Biblia cristiana:
1. El transitorio y efmero tabernculo en el desierto, tpico del
alma en encarnacin fsica, que dura una vida.
2. El ms permanente y bello templo de Salomn, tpico del
vehculo del alma cuerpo causal, de mayor duracin y que
persiste durante eones, cuya belleza se revela cada vez ms
en el sendero hasta la tercera iniciacin.
3. El todava no revelado e inconcebiblemente bello templo de
Ezequiel, smbolo de la envoltura del espritu, el hogar del
Padre, una de las "muchas mansiones", el huevo urico del
ocultista.

En la ciencia de la yoga, que debe ser aplicada y dominada en el


cuerpo fsico, la expresin "rgano central" se refiere a la cabeza
o al corazn, y la diferencia reside principalmente en el tiempo.
En las primeras etapas del desarrollo en el sendero, el corazn es
el rgano central; ms adelante la verdadera luz tiene su morada
en el rgano de la cabeza.
En este proceso, el desarrollo del corazn precede al de la cabeza.
La naturaleza emocional y los sentidos se desarrollan antes que la
mente, como podemos observar si estudiamos a la humanidad
como totalidad. El centro cardaco se abre antes que el coronario.
El amor debe desarrollarse antes de emplear sin peligro el poder.
Por lo tanto, la luz del amor debe actuar antes de utilizar cons-
cientemente la luz de la vida. Cuando el loto del centro cardaco
se abre y revela el amor de Dios, tiene lugar, por la meditacin,
un desarrollo sincrnico en la cabeza. Se despierta el loto de doce
ptalos en la cabeza (analoga superior del centro cardaco, inter-
mediario entre el loto egoico de doce ptalos, en su propio plano;
y el centro coronario). La glndula pineal pasa gradualmente de
un estado de atrofia a uno de plena actividad, y el centro de la
conciencia es transferido de la naturaleza emocional a la concien-

389
Libro III

cia de la mente iluminada. Esto seala la transicin efectuada en


el mstico para entrar en el sendero del ocultista, conservando,
como ocurre siempre, su conocimiento y percepcin mstica, pero
agregando a ello el conocimiento intelectual y el poder consciente
del ocultista y del yogui entrenado.
Desde el punto de poder, situado en la cabeza, el yogui dirige
todos sus asuntos y esfuerzos, proyectando sobre los aconteci-
mientos, circunstancias y problemas, la "despierta luz interna",
siendo guiado por el amor, la percepcin interna y la sabidura
que posee, debido a que ha trasmutado su naturaleza amorosa,
despertado su centro cardaco y transferido al corazn los fuegos
del plexo solar.
Aqu cabe una pregunta oportuna: cmo se logra la unificacin
del corazn y la cabeza, que produce la luminosidad del "rgano
central" y emanacin de la radiacin interna? Expuesto en forma
breve, se produce por:
1. La subyugacin de la naturaleza inferior, que transfiere a tres
centros, el coronario, el cardaco y el laringeo, situados arriba del
diafragma, la actividad llevada a cabo durante la vida, abajo del
plexo solar e incluso en ste. Esto se realiza mediante la vida, el
amor y el servicio, no por medio de ejercicios respiratorios ni
desarrollando la mediumnidad.
2. La prctica del amor, enfocando la atencin en la vida y servi-
cio del corazn, comprendiendo que el centro cardaco es el refle-
jo del alma en el hombre, la cual deber guiar las cuestiones del
corazn, desde el trono o sitial entre las cejas.
3. El conocimiento de la meditacin. Por medio de la meditacin,
ejemplificada en el aforismo bsico de la yoga de que "la energa
sigue al pensamiento", se producen todos los desenvolvimientos y
desarrollos que el aspirante desea. Por medio de la meditacin, el
centro cardaco (que en el hombre no evolucionado se representa
como un loto cerrado vuelto hacia abajo) se invierte, se vuelve

390
Libro III

hacia arriba y se abre. En su centro est la luz del amor. La radia-


cin de esta luz, al proyectarse hacia arriba, ilumina el sendero
hacia Dios, pero no es el sendero, excepto en el sentido de que a
medida que hollamos lo que el corazn desea (en sentido infe-
rior), esa senda conduce al Sendero mismo.
Quizs resulte ms claro si nos damos cuenta que parte de ese
sendero reside en nosotros mismos, y esto nos lo revela el co-
razn, que conduce a la cabeza, donde descubrimos. El primer
Portal del Sendero, por el cual entramos en la senda de la vida,
que nos aleja de la vida corporal, y conduce a la ms completa
liberacin de las experiencias de la carne y de los tres mundos.
Todo es un solo sendero, pero el sendero de la iniciacin lo debe
hollar conscientemente el pensador, actuando por medio del rga-
no central de la cabeza, recorriendo inteligentemente el sendero
que a travs de los tres mundos conduce a la regin o reino del
alma. Podra decirse que el despertar del centro cardaco lleva al
hombre a darse cuenta de que el centro cardaco se origina en la
cabeza. Esto a su vez lleva al hombre al loto de doce ptalos, el
centro egoico en los niveles superiores del plano mental. El sen-
dero que va desde el centro cardaco al coronario, constituye en el
cuerpo, el reflejo de la construccin del antakarana en el plano
mental, "como es arriba as es abajo".
4. La meditacin perfectamente concentrada en la cabeza.
Acrecienta automticamente el estmulo y el despertar de los cen-
tros a lo largo de la columna vertebral, cinco en total; despierta el
sexto centro, situado entre las cejas, y con el tiempo revela al aspi-
rante la salida por la cspide de la cabeza, que se la puede ver co-
mo un crculo radiante de luz pura y blanca. Se inicia como un pe-
queo punto, y gradualmente va acrecentando su gloriosa y radian-
te luz hasta revelar el portal. Nada ms puede decirse sobre esto.

La luz de la cabeza es el gran revelador, el gran purificador y el


medio por el cual el discpulo cumple el mandato de Cristo: "Deja
que brille tu luz". Es "la senda del justo que brilla cada vez ms

391
Libro III

hasta el perfecto da". Es lo que produce el halo o crculo lumino-


so, visto alrededor de la cabeza de todos los hijos de Dios que han
tomado o tomarn posesin de su herencia.
Por medio de esta luz, como indica Patanjali en este aforismo, nos
hacemos conscientes de lo sutil, o de las cosas que slo se pueden
conocer mediante el empleo consciente de nuestros cuerpos suti-
les, de los cuales nos valemos para actuar en los planos internos,
el emocional o astral, y el mental. La mayora acta hoy incons-
cientemente en dichos planos. Tambin por medio de esta luz,
somos conscientes de lo que est oculto o an no ha sido revela-
do. Los Misterios le son revelados al hombre cuya luz resplande-
ce, convirtindose as en un conocedor. Ante l se despliega tam-
bin lo lejano o futuro.

392
Libro III

26. La meditacin centralizada en el sol, traer concien-


cia (o conocimiento) de los siete mundos.

Este aforismo ha sido comentado extensamente por numerosos es-


critores durante muchos siglos. En bien de la claridad moderniza-
remos la afirmacin y reduciremos sus trminos a los del ocultismo
moderno:
"Mediante la constante y firme meditacin en la causa ema-
nante de nuestro sistema solar, llegamos a comprender los
siete estados del ser".

La diversidad de trminos empleados frecuentemente confunden


al estudiante, por lo tanto, ser conveniente emplear nicamente
dos series de trminos: una imparte la terminologa oriental orto-
doxa, contenida en los mejores comentarios, la otra es ms fcil-
mente reconocible para el investigador occidental. Empleando la
traduccin de Woods, tenemos lo siguiente:

Resulta interesante esta diferenciacin del mundo en siete grandes


divisiones, porque demuestra la exactitud de la quinta divisin que
sostienen algunos comentadores. Estos siete mundos corresponden
a la divisin oculta moderna de nuestro sistema solar, en siete
planos que personifican los siete estados de conciencia y abarcan
siete grandes tipos de seres vivientes.

393
Libro III

Son interesantes ciertos comentarios de Vyasa sobre esta diferencia-


cin, pues coinciden con el pensamiento teosfico moderno. Descri-
be el plano terrenal como "sostenido respectivamente por materia
slida, agua, fuego, viento, aire y oscuridad... donde nacen las criatu-
ras vivientes despus de habrseles asignado un largo y penoso pero-
do de vida, sufriendo los padecimientos incurridos como resultado de
su propio karma".
Respecto al segundo plano, el astral, se dice que las estrellas (las
vidas) son "impulsadas por el viento en dicho plano, as como el
labrador arrea los caballos en un crculo alrededor del campo de la
trilla", y estn "reguladas por el constante impulso del viento".
Tenemos aqu un maravilloso panorama de cmo las vidas son im-
pulsadas a la rueda del renacimiento por la fuerza de sus deseos.
El antiguo comentador lo compendia en dos afirmaciones bsicas,
que debera considerar el estudiante:
"Esta bien fundada configuracin se extiende hasta el mismo
centro del (Mundo) Huevo, siendo ste un nfimo fragmento
de la causa primaria, como una lucirnaga en el firmamento".

Esto significa que nuestro sistema solar no es ms que un tomo


csmico y en s slo una parte de un todo esferoidal an mayor.
Luego declara:
"Ejerciendo restriccin sobre la puerta del sol, el yogui deber-
a percibir todo esto directamente". Restriccin es un trmino
que se emplea frecuentemente al traducir frases que signifi-
can "refrenar o restringir las modificaciones del principio pen-
sante", en otras palabras, perfecta meditacin en una sola di-
reccin. Meditando sobre la puerta del sol, se puede alcanzar
pleno conocimiento. Resumiendo, significa que mediante el
conocimiento del propio corazn del sol y en virtud de la luz
que emana de l, habiendo descubierto el portal del sendero,
se entra en relacin con el Sol, que se halla en el corazn de

394
Libro III

nuestro sistema solar y, eventualmente, se descubre ese por-


tal que permite al hombre entrar en el sptuple sendero
csmico. No es necesario decir ms acerca de esto, pues el
objetivo de Raja Yoga es permitir al hombre descubrir la luz
en s mismo, y en esa luz ver la luz y tambin hallar la puerta
que va hacia la vida y, en consecuencia, hollar el sendero.

Slo nos queda un punto que tratar. Esotricamente al sol se lo


considera triple:
1. El sol fsico ..................... cuerpo ........ forma inteligente.
2. El corazn del sol ........... alma ............ amor.
3. El sol espiritual central espritu ....... vida o poder.

En el hombre, el microcosmos, las analogas son:


1. El hombre personal fsico .. cuerpo ...... forma inteligente.
2. El ego o Cristo .................... alma .......... amor.
3. La mnada ......................... espritu ...... vida o poder.

Una profunda reflexin sobre este aforismo nos hacer comprender que
todas las vidas y formas existentes en el sistema solar salieron original-
mente del Sol Central. Esto era cuando el sistema solar an no estaba
organizado y solo exista una enorme y luminosa masa de energa. Poco
a poco esa enorme masa de energa iba tomando forma elptica, y me-
diante muchas transformaciones y expulsiones de energa del Sol Cen-
tral iban crendose los planetas, y dentro de los planetas las infinidades
formas y vidas que las habitan, como por ejemplo, el ser humano. Luego
debemos entender que todo el ser humano, con todos sus cuerpos de
alguna manera esencial proviene del Sol. Por esa razn tanto el sol fsi-
co como el sol espiritual son tan importantes, sino esencial, en nuestras
vidas.

395
Libro III

27. La meditacin centralizada en la Luna, otorga el co-


nocimiento de todas las formas lunares.

Hay dos traducciones apropiadas de este aforismo, la anterior y la


que sigue:
"El conocimiento del mundo astral lo obtiene quien puede me-
ditar sobre la Luna". Ambas traducciones son correctas, pero
probablemente la comprensin exacta del texto snscrito se
obtendr nicamente combinndolas. Quizs sea suficiente dar
en una simple parfrasis la esencia del significado de este afo-
rismo". "La concentracin sobre la madre de las formas (la Lu-
na) revela al aspirante la naturaleza y propsito de la forma".

Si el estudiante tiene en cuenta que la Luna es el smbolo de la mate-


ria, y que el Sol, en su aspecto luz, es el smbolo del alma, no tendr
dificultad en determinar el significado de los Af. 26 y 27. Uno se
relaciona con el alma y los diversos estados de conciencia; el otro se
ocupa del cuerpo, vehculo de la conciencia. Uno concierne al cuer-
po incorruptible, no hecho con las manos, eterno en los cielos; el
otro a las "mansiones lunares" (como lo denomina el traductor) y al
hogar del alma en los tres mundos del esfuerzo humano. Sin embar-
go, debe recordarse que el aspecto Luna rige en todos los reinos
por debajo del humano, pero el aspecto Sol debera predominar en
el humano. El conocimiento de las mansiones lunares o de las
formas, proporcionara la comprensin del cuerpo fsico, del veh-
culo astral o de deseos, y de la envoltura mental.
En el anterior sutra surya el sol hace referencia al ncleo de
nuestro Ser. La luna candra, hace referencia a la mente y a la
consciencia. El Plexo Solar esta situado a la regin del tronco; el
Plexo Lunar tiene su sede en el cerebro. Mediante la meditacin
en esta regin, el yogui obtiene ms conocimiento. Las Galaxias
de estrellas, representas galaxias de ondas de pensamiento que, al
igual que astros, titilan, desaparecen y vuelven a brillar.

396
Libro III

28. La concentracin en la Estrella Polar proporcionar el


conocimiento de las rbitas de los planetas y de las
estrellas.

Este aforismo poco significa para el estudiante comn, pero es de pro-


funda utilidad para el iniciado y el discpulo juramentado. Basta decir
que constituye el trasfondo de toda investigacin astrolgica, pues por
la valoracin de su significado se obtendr la comprensin de:
1. La relacin de nuestro sistema solar con las otras seis cons-
telaciones que (con la nuestra) constituyen los siete centros
de fuerza, de los cuales las siete grandes influencias espiri-
tuales de nuestro sistema son los reflejos y agentes.
2. El sendero de nuestro Sol en los Cielos, y los doce signos del
zodaco, por los cuales transita aparentemente nuestro Sol.
Por lo tanto se evidencia que este aforismo constituye la
clave del propsito del siete y del doce, sobre los cuales se
basan nuestros procesos creadores.
3. El significado de los doce trabajos de Hrcules, en relacin
con el hombre, el microcosmos.
4. El propsito de nuestro planeta, que el adepto aprende me-
diante la comprensin de la triplicidad formada por
a. la Estrella Polar,
b. nuestro planeta Tierra,
c. la Osa Mayor.

Quienes poseen la clave descubrirn otros significados, pero los


indicados bastan para poner de manifiesto el significado profundo,
aunque esotrico, atribuido a estas breves palabras.

397
Libro III

29. Fijando la atencin en el centro denominado plexo


solar, se obtiene un conocimiento perfecto acerca de
la condicin del cuerpo.

En el comentario del Af. 36, en el Libro Primero, se enumeraron


los diversos centros y se dieron sus cualidades. Ahora se mencio-
nan cinco de dichos centros, pues conciernen ms directamente al
aspirante y son los que ms predominan en la quinta raza o actual;
en la cuarta raza estaban despiertos, pero no desarrollados.
Estos centros son:
Base de la columna vertebral ............ 4 ptalos.
Plexo solar ......................................... 10 ptalos.
Centro cardaco ................................ 12 ptalos.
Centro larngeo ................................. 16 ptalos.
Centro coronario ............................... 972 ptalos.

Estos cinco centros conciernen principalmente al aspirante. El


centro llamado bazo, fue controlado en los das de Lemuria, y
ahora est relegado a la categora de los centros que funcionan
plenamente y por lo tanto en forma automtica, y han quedado
bajo el umbral de la conciencia. El centro entre las cejas sirve de
medio para proyectar la luz de la cabeza sobre las cosas "sutiles,
oscuras, ocultas y remotas"; es el resultado del desarrollo del co-
ronario y el cardaco.
Los tres centros principales son tan potentes en la persona excesi-
vamente subdesarrollada que, aunque sus ptalos no se hayan
abierto, han producido analogas fsicas o glndulas. Su vibracin
es tal, que ya emiten sonidos en los hombres y, por medio del so-
nido, atraen y producen una forma. En el discpulo o iniciado,
estos tres centros no slo emiten sonidos, sino que forman pala-
bras; por lo tanto rigen la construccin de las fuerzas vitales y
controlan al entero hombre.

398
Libro III

Las glndulas que corresponden a los tres centros son:


1. La glndula pineal y el cuerpo pituitario ..... centro coronario.
2. La glndula tiroides ..................................... centro larngeo.
3. El bazo ......................................................... centro cardaco.

Del corazn brotan las fuentes de la vida" y circula la corriente


sangunea de la vida; debido a su desarrollo en la raza atlante y a la
consiguiente coordinacin y crecimiento del cuerpo astral o emo-
cional, el centro cardaco ha llegado a ser el ms importante del
cuerpo. Su actividad y desarrollo han ido paralelos a los del bazo,
rgano de la vitalidad, del prana o fuerza fsica solar, en el cuerpo.
Hay otras glndulas que tienen una ntima relacin con los diver-
sos centros, pero el tema es tan vasto que slo puede ser insinua-
do. Sin embargo no existe la misma estrecha relacin entre las
glndulas asociadas a los centros situados abajo del diafragma,
que las conectadas con los centros principales situados arriba del
diafragma.
El aforismo en consideracin se refiere a uno de los cinco centros
ms importantes, por las siguientes razones:
1. Est situado en el centro del tronco, siendo por lo tanto la
analoga del principio medio. En la poca atlante los tres centros
principales para esa raza eran:
a. El coronario ........................... Padre o aspecto espiritual.
b. El plexo solar ......................... Hijo o aspecto alma.
c. Base de la columna vertebral.. Esptu. Santo o aspecto matria.

El alma no estaba entonces tan individualizada como ahora.


Controlaba el alma animal; en consecuencia, lograr el pleno con-
tacto con el "anima mundi" era el factor predominante. Con el
transcurso del tiempo, el alma fue individualizndose ms en ca-
da ser humano y hacindose ms separatista, a medida que pre-
dominaba el aspecto mente (el gran factor divisor). Cuando fina-
lice la presente raza, los tres centros principales sern: el corona-
399
Libro III

rio, el cardaco y el de la base de la columna vertebral. En la sex-


ta raza tendremos, el coronario, el cardaco y el laringeo.
En la ltima raza, la de los hijos de Dios iluminados, la sptima,
tendremos como centros de accin:
a. El coronario de mil ptalos ...... Vida o aspecto espiritual.
b. El situado entre las cejas ......... Hijo o aspecto conciencia.
c. El larngeo ............................... Esptu. Santo o aspecto creador.

A travs del primero, la vida espiritual fluir desde la mnada; a


travs del segundo, el principio crstico, la luz del mundo, el al-
ma, actuar derramando luz y vida sobre todas las cosas, y lo uti-
lizar como rgano de percepcin. A travs del ltimo, se llevar
a cabo el trabajo de creacin y se emitir la palabra creadora.
Esta perspectiva general presenta al estudiante la visin de lo que
hay por delante. Sin embargo, no tiene ningn valor inmediato;
la mayora de los aspirantes se ocupan del plexo solar, de all la
necesidad de considerarlo aqu.

2. El plexo solar es el rgano de la naturaleza astral, de las


emociones, el temperamento, los deseos y sentimientos, y por eso
es el ms activo de todos. Por su intermedio se despiertan las fun-
ciones inferiores del cuerpo-el deseo de beber, de comer, de pro-
crear, y a travs de ste se hace contacto con los centros inferiores
y se trabaja con ellos. En el discpulo, el centro cardaco reempla-
za al centro plexo solar, y en el Maestro es reemplazado por el co-
ronario. No obstante, todos son expresin de la vida y del amor de
Dios y, en su totalidad y perfeccin, expresan la vida crstica.

3. El centro plexo solar desarrolla la gran obra de trasmutar


todos los deseos animales inferiores en superiores. A travs de
l pasan literalmente las fuerzas de la naturaleza inferior. Acu-
mula las fuerzas del cuerpo debajo del diafragma y las dirige
hacia arriba.

400
Libro III

4. En el plexo solar el alma animal se fusiona con el alma del


hombre, y se ve en germen la conciencia crstica. Establecien-
do la analoga entre el estado prenatal y la germinacin del Cris-
to en cada ser humano, los estudiantes, cuya intuicin est des-
arrollada, percibirn la analoga entre la actividad del plexo solar
y su funcin, y los primeros tres meses y medio del perodo pre-
natal. Luego viene "la activacin"` y la vida se hace sentir. Tiene
lugar un resurgimiento, entonces se puede percibir la analoga
entre el proceso fisiolgico natural y el nacimiento del Cristo en
la caverna del corazn. En esto reside el profundo misterio de la
iniciacin, revelado nicamente a quienes recorren el sendero del
discipulado hasta el fin.
En este aforismo se dice que el conocimiento referente al cuerpo
fsico, se logra meditando sobre este centro. La razn es esta: cuan-
do el hombre llega a comprender su cuerpo emocional y el centro
de fuerza a travs del cual funciona en el plano fsico, descubre que
todo cuanto l es (fsica y etricamente) se debe al deseo o kama, y
que sus deseos lo atan a la rueda de renacimientos. Por esta razn el
yogui hace hincapi sobre esa bsica discriminacin, por la cual el
hombre desarrolla la capacidad de elegir entre lo real y lo irreal, cul-
tivando en l un exacto sentido de los valores. Luego viene el des-
apasionamiento, que una vez adquirido, produce desagrado hacia la
vida de percepcin sensoria.
Cuando el aspirante se da cuenta del papel que el deseo desem-
pea en su vida, que el cuerpo emocional o astral es causante de
la mayor parte de las dificultades de su naturaleza inferior, y
cuando capta el aspecto tcnico del proceso que sigue la energa
deseo, comprende la funcin del plexo solar, pudiendo iniciar la
gran tarea dual de trasferencia y transmutacin. Debe transferir la
energa de los centros situados debajo del diafragma a los de
arriba, y en ese proceso transmutar y cambiar la energa. Los
centros estn situados a lo largo de la columna vertebral, pero
ayudar considerablemente al estudiante si tiene una idea de los
lugares aproximados del cuerpo, que estos centros afectan y

401
Libro III

energetizan. Dichos centros poseen rganos en el plano fsico,


que son el resultado de la respuesta de la sustancia densa a su vi-
bracin.

Los Tres Centros Mayores


1. Coronario .............. cerebro, glndula pineal, cuerpo pituitario.
2. Larngeo ............... laringe, cuerdas vocales y paladar,
glndula tiroides.
3. Cardaco .............. pericardio, ventrculos, aurculas, afec-
tando al bazo.

Los Cuatro Centros Menores


4. Plexo solar ............................... estmago.
5. Bazo .......................................... bazo.
6. Sacro ......................................... rganos genitales.
7. Base de la columna vertebral . rganos de eliminacin, rio-
nes, vejiga.

Estos rganos fsicos son sus resultados o efectos; los centros son su
causa fsica y se producen por la actividad de los centros etricos.
Estos detalles ya se han dado y la informacin antedicha fue recopi-
lada, debido a la importancia que tiene el plexo solar en esta cuarta
ronda de la cuarta Jerarqua creadora (la Jerarqua de las mnadas
humanas o espritus), el cuarto centro en el hombre, ya sea contando
desde arriba o desde abajo. Otro detalle tcnico puede darse aqu. En
el proceso de transmutacin el estudiante debera recordar que:
a. La energa de la base de la columna vertebral debe ascender
a la cabeza.
b. La energa del centro sacro debe pasar al larngeo.

La energa del plexo solar debe ir al corazn. La energa del bazo


concierne exclusivamente al cuerpo fsico. Va a todos los centros.

402
Libro III

30. Fijando la atencin en el centro larngeo, se aplaca el


hambre y la sed.

Es bien sabido que las sensaciones de hambre y sed y otros fen-


menos similares dependen de las secreciones de glndulas situa-
das en varias partes del cuerpo. El conocimiento del funciona-
miento de estas glndulas, y la capacidad de regular sus secrecio-
nes, naturalmente le dar al yogui el poder de controlar esas sen-
saciones. Existen varias glndulas situadas en torno a la garganta.
Ntese sin embargo, que en realidad es el Prana lo que controla
las secreciones glandulares, y puesto que Prana obedece al pen-
samiento, el yogui, puede una vez que ha adquirido el conoci-
miento del funcionamiento de las glndulas, controlas todas las
actividades fisiolgicas, incluso los movimientos del corazn y los
pulmones. Lo que un mdico trata de conseguir por medio de dro-
gas, el yogui puede lograrlo por el control y regulacin de las co-
rrientes prnicas que recorren el cuerpo etrico.

403
Libro III

31. Fijando la atencin en el conducto o nervio situado


debajo del centro larngeo (nervio kurna o Tortuga),
se logra el equilibrio.

Debe recordarse que todos los aforismos que se refieren a los po-
deres psquicos son susceptibles de interpretacin inferior o supe-
rior. En ningn aforismo es tan aparente como en ste. Mediante
el conocimiento de la naturaleza del centro larngeo, y meditando
constantemente sobre l, el yogui puede evitar los espasmos del
hambre y de la sed y mantenerse indefinidamente sin alimento,
mientras que dirigiendo la energa a esa parte del gran nervio de la
laringe, situado exactamente abajo del centro larngeo (en la cavi-
dad de la garganta), puede lograr la inmovilidad y rigidez absolu-
tas de la forma humana. Similarmente, concentrndose en el plexo
solar, puede darse cuenta con plena conciencia, de cada una de las
partes de su cuerpo fsico. Pero esto concierne a los poderes o
"siddhis" inferiores, los cuales no interesan al estudiante de Raja
Yoga, que los considera como efectos secundarios del desenvol-
vimiento del alma. Sabe que son el resultado de aplicar correcta-
mente los ocho mtodos de yoga, por lo cual son automticos e
inevitables. Sabe tambin a qu peligro se expone el organismo
fsico cuando predomina el aspecto inferior o fsico.
El verdadero significado de los aforismos 30 y 31, estudiados
en conjunto, surge de la comprensin del proceso transmuta-
dor y de la trasferencia efectuada en el plexo solar.
La energa del centro sacro, que alimenta los rganos genitales,
con el tiempo es transferida al centro larngeo. Este proceso crea-
dor se lleva a cabo mediante el pensamiento, el sonido y la Pala-
bra hablada. Hambre y sed son los dos aspectos del deseo; el
hambre es positivo, masculino y codicioso; la sed es negativa,
femenina y receptiva. Ambas palabras son simplemente smbolos
de los dos grandes impulsos que subyacen en el impulso sexual.
Cuando ellos son dominados y controlados, entonces la energa

404
Libro III

del centro situado detrs de los rganos involucrados puede ser


elevada a la laringe, deteniendo en sentido esotrico el hambre y
la sed. Debe tenerse presente que estas dos palabras son las ana-
logas, en el plano fsico, de los grandes pares de opuestos, que el
yogui trata de equilibrar, y lo hace cuando el plexo solar desem-
pea su funcin ms elevada.
En el plano astral o de deseos, este proceso equilibrador debe ser
llevado a cabo en el cuerpo astral del aspirante. Este es el gran
campo de batalla tan bellamente simbolizado en el cuerpo huma-
no, con sus tres centros superiores, con sus puntos focales de
energa inferior y el gran centro medio, el plexo solar, que repre-
senta el plano astral y su actividad. Esto evidencia por qu se han
unido los dos aforismos, pues abarcan toda una actividad.
Despus de alcanzar en cierta medida el equilibrio, el aspirante
aprende a perfeccionar el proceso equilibrador y adquiere el poder
de mantenerse firme e inconmovible, guardando un equilibrio
inalterable entre los pares de opuestos. El nervio llamado "kurma-
nadi" o el "tubo de tortuga", es la analoga fsica de la etapa que el
aspirante ha alcanzado. Se mantiene erecto e inconmovible delan-
te de la entrada al sendero, encontrndose en ese punto de evolu-
cin, donde puede "evadirse hacia arriba" y actuar en la cabeza.
Desde pocas primitivas la tortuga ha sido el smbolo del lento
proceso creador y del largo camino evolutivo, recorrido por el
espritu. De all lo apropiado del trmino, tal como se aplica a lo
que se considera el inferior de los tres centros mayores, y aquel
que representa el aspecto creador o Brahma de la divinidad de
Dios, el Espritu Santo, en Su funcin de energetizador de la mate-
ria o cuerpo.

405
Libro III

32. Enfocando la luz en la cabeza se puede ver a quienes


han alcanzado el dominio de s mismos y establecer
contacto con ellos. Dicho poder se desarrolla por la
meditacin unilateral.

sta es una parfrasis de carcter general, pero da el sentido exacto


de los trminos empleados. En el aforismo vigsimo quinto, hemos
estudiado la naturaleza de la luz en la cabeza. Aqu se dar una breve
explicacin: cuando el estudiante es consciente de la luz en la cabeza
y puede utilizarla a voluntad, dirigiendo su radiacin hacia lo que
trata de conocer, llega el momento en que no slo puede dirigirla hacia
afuera, al campo del conocimiento donde acta en los tres mundos,
sino tambin hacia adentro y arriba, a esos reinos donde deambulan los
santos de Dios, la gran "Nube de Testigos". Por lo tanto, por su inter-
medio puede llegar a ser consciente del mundo de los Maestros, Adep-
tos e Iniciados, y as ponerse en contacto con Ellos, en plena concien-
cia viglica, registrando tales contactos en su cerebro fsico.
De all la necesidad de llegar a ser consciente de la propia luz, de
limpiar la propia lmpara y de utilizar plenamente la luz que se
posee. El poder de la luz espiritual se desarrolla y acrecienta por el
uso y el cuidado, desempeando una doble funcin.
El aspirante se convierte as en luz o lmpara, en un lugar oscuro,
alumbrando el camino a otros. tcnicamente de esta manera puede
ser aventada en llama la luz interna. Este proceso de alumbrar a
otros y convertirse en lmpara, precede siempre a la maravillosa
experiencia del mstico cuando dirige su lmpara y luz a otros
reinos, descubriendo "el camino de evasin" hacia esos mundos
donde los Maestros deambulan y trabajan.
Es necesario recalcar este punto, porque entre los estudiantes existe
la fuerte tendencia a buscar a los Maestros, algn Guru o Instructor,
que "les proporcione la luz. Slo quienes hayan encendido su propia
luz, limpiado su propia lmpara y estn provistos de los medios para

406
Libro III

penetrar en su mundo, podrn descubrirlos. La parte ms tcnica de


esta cuestin est muy bien explicada por W. Q. Judge:
"Tenemos aqu dos inferencias, que en nada se igualan al pensa-
miento moderno. Una, que existe una luz en la cabeza; la otra, que
existen seres divinos que pueden ser vistos por quienes se concen-
tran en la luz de la cabeza. Se afirma que cierto nervio o corriente
squica, denominado Brahmarandhra-nadi, sale por el cerebro,
cerca de la cima de la cabeza. En este punto se acumula el principio
luminoso de la naturaleza, en mayor cantidad que en cualquier otra
parte del cuerpo, y se lo denomina jyotis, la luz en la cabeza. Debido
a que todo resultado debe obtenerse por el empleo de los mtodos
adecuados, los seres divinos podrn ser vistos si nos concentramos
en esa parte del cuerpo que tiene una relacin ms estrecha con
ellos. En este punto, el extremo del Brahmarandhra-nadi, se estable-
ce la conexin entre el hombre y las fuerzas solares".

Esta luz hace que el "rostro resplandezca"; produce el halo que


rodea la cabeza de los Santos y Maestros y es visto por el clarivi-
dente en los aspirantes y discpulos evolucionados.
Dvivedi da la misma enseanza, en las siguientes palabras:
"La luz en la cabeza se la describe como la afluencia acumulada de
luz sttvica" que se ve en el Brahmarandhra y se supone que est
cerca de la arteria coronaria, de la glndula pineal, o sobre la mdu-
la oblongada. As como la luz de una lmpara, ardiendo dentro de
las cuatro paredes de una casa, presenta una apariencia luminosa
desde el ojo de la llave, as se muestra la luz sttvica en la cima de la
cabeza. Esta luz es muy familiar para quienes apenas conocen las
prcticas de yoga y puede ser vista concentrndose en un punto en-
tre las cejas. Por la prctica de samyama (meditacin) sobre esta
luz, pueden ser vistos de inmediato, a pesar de los obstculos espa-
cio-tiempo, los seres llamados "siddhas" -conocidos generalmente
en los crculos teosficos como Mahatmas o elevados Adeptos-que
pueden caminar a travs del espacio en forma invisible".

407
Libro III

33. Todas las cosas pueden ser conocidas a la vvida luz


de la intuicin.

Podra decirse aqu que la verdadera intuicin es la capacidad de


percibir la verdad sin necesidad de utilizar los sentidos ni el inte-
lecto.
Tres aspectos del conocimiento estn asociados con la luz en la
cabeza. En primer lugar: tenemos el conocimiento que puede
poseer el hombre comn, cuya descripcin ms exacta es quiz la
palabra terico. Hace que el hombre se d cuenta de ciertas hip-
tesis, posibilidades y explicaciones. Proporciona el conocimiento
de las modalidades, modos y mtodos y permite dar los primeros
pasos hacia la comprobacin y realizacin correctas. Esto es ver-
dad acerca del conocimiento a que se refiere Patanjali. Basados
sobre este conocimiento y de acuerdo a los requisitos de la inves-
tigacin o desenvolvimiento propuestos, el aspirante llega a perci-
bir la luz en la cabeza.
En segundo lugar: el aspirante utiliza el conocimiento discrimi-
nador. Habiendo hecho contacto con la luz, la utiliza, y el resulta-
do es que los pares de opuestos se hacen evidentes, se conoce la
dualidad y surge la cuestin de la eleccin. La luz de Dios se pro-
yecta sobre ambos lados del estrecho sendero del filo de la navaja
que el aspirante trata de hollar; al principio este noble sendero
medio no es tan visible como lo que yace a cada lado del mismo.
Aadiendo el desapasionamiento o desapego al conocimiento dis-
criminativo, los obstculos disminuyen, el velo que cubre la luz se
hace ms transparente, hasta establecer contacto con la tercera o
ms elevada luz.
En tercer lugar: tenemos el conocimiento iluminador que pode-
mos describir como "la luz de la intuicin"; es el resultado de
haber hollado el sendero y de la subyugacin de los pares de
opuestos y el precursor de la total iluminacin y de la plena luz

408
Libro III

del da. Ganganatha- Jha en su breve comentario se ocupa de estos


tres aspectos.
"La inteligencia es la emancipadora, la antecesora del cono-
cimiento discriminador, como la aurora lo es de la salida del
Sol. Al obtener la percepcin intuitiva, el yogui llega a conocer
todas las cosas".

Estos destellos de intuicin son, al principio, simplemente vvidos


chispazos de iluminacin, que surgen de la conciencia de la mente y
desaparecen casi instantneamente. Se producen con mayor frecuen-
cia a medida que se cultiva el hbito de la meditacin, y persisten
durante prolongados perodos, hasta alcanzar la estabilidad mental.
Gradualmente la luz brilla con constante resplandor, y el aspirante
camina "a plena luz del da". Cuando la intuicin comienza a actuar,
el aspirante debe aprender a utilizarla, dirigiendo la luz que est en l
a todos los asuntos "oscuros, sutiles y remotos", ensanchando as su
horizonte, solucionando sus problemas y aumentando su eficiencia.
Todo cuanto ve y con lo cual hace contacto, gracias al empleo de su
luz espiritual, debe ser registrado, comprendido y adaptado, para ser
utilizado por el hombre en el plano fsico por medio del cerebro. Es
aqu donde la mente racional desempea su parte, interpretando,
formulando y trasmitiendo al cerebro lo que el verdadero hombre
espiritual conoce, ve y comprende en su propio plano. De esta mane-
ra, dicho conocimiento est disponible para el hijo de Dios encarna-
do, el hombre en el plano fsico en plena conciencia viglica.
Tengamos presente que todos los Siddhis poderes pueden adqui-
rirse por otros mtodos que los que hasta aqu nos han indicado los
Yogas-Sutras. Por ejemplo, un Bhakti yogui que sigue el camino de
la devocin intensa y sincera puede entrar en posesin de muchos
Siddhis aunque no haga nada directo por desarrollarlos. Esto mues-
tra que existe un estado de consciencia espiritual en el que estn
inherentes todos estos poderes, y por tanto cualquiera que alcance
ese estado por cualquier mtodo o yoga, adquiere automticamente
dichos Siddhis, posiblemente no todos los poderes, pero si algunos.

409
Libro III

Este estado elevado de consciencia en el cual estn inherentes


toda clase de Siddhis, tambin confiere el poder de percibir la
verdad directamente sin ayuda de instrumentos ni sentidos. A esta
elevada facultad se le da en este Sutra el nombre Snscrito de
PRATIBHA. Y la palabra que ms se acerca a su significado es
intuicin.
En los Yogas-Sutras se usa esta palabra Pratibha para indicar
aquella facultad espiritual trascendente de percepcin que puede
prescindir del uso no solo de los rganos sensorios sino de la
misma mente. Puede percibir cualquier cosa directamente como
reflejada en la conciencia misma sin la mediacin de los sentidos
o de la mente.

El hecho de que Ishvara es consciente de todo cuanto ocurre por


doquier sin tener que usar rganos sensorios o mente, explica que
debe existir una facultad de percepcin sin instrumentos. Si la
omniscencia existe, entonces la percepcin no instrumental tam-
bin debe ser un hecho. Y eso es Pratibha o Intuicin Pura. Esta es
la facultad que utilizan tambin los Seres Perfectos o Maestros de
Sabidura, Iniciados o Adeptos, Seres Iluminados que han alcan-
zado Kaivalya, para mantenerse en contacto con los mundos infe-
riores que han trascendido.

410
Libro III

34. Por la meditacin enfocada en el centro cardaco, se


alcanza la comprensin de la conciencia mental.

Los hijos de los hombres se diferencian del reino animal en que


poseen inteligencia, la mente razonadora. Por eso la Sabidura
Eterna, la Doctrina Secreta del mundo, denomina con frecuencia a
los seres humanos "hijos de la mente". Esto es lo que les da senti-
do de individualidad o entidad separada, convirtindolos en egos.
Se dice que en el centro del cerebro, ubicado en la glndula pineal,
tenemos el hogar del alma; la vanguardia de la vida de Dios, una
chispa del fuego espiritual puro. ste es el punto inferior con el que
la vida espiritual pura hace contacto directamente desde la Mnada,
nuestro Padre en el Cielo. Es el extremo del sutratma o hilo que
vincula y conecta las diversas envolturas y pasa desde la mnada en
su propio y elevado plano, a travs del cuerpo egoico en los niveles
superiores del plano mental, al vehculo fsico. Esta vida de Dios es
triple y combina la energa del Padre, del Hijo y del Espritu Santo,
siendo en consecuencia responsable del pleno funcionamiento de
todos los aspectos de la naturaleza del hombre, en todos los planos,
y tambin de los estados de conciencia. El primer hilo de este triple
cordn o sendero, es el que da vida, espritu y energa. El segundo
es responsable de la conciencia o aspecto inteligencia, de modo que
el poder del espritu responda al contacto y evoque respuesta. El
tercero concierne a la vida de la materia o aspecto cuerpo.
El primer aspecto, por medio de la mnada, llega hasta la glndula
pineal, lugar donde reside el espritu en el hombre. El segundo aspec-
to o conciencia, por medio del ego, es el lugar de contacto con el
centro cardaco, mientras que el tercer aspecto o tercer hilo del su-
tratma, se vincula con el centro en la base de la columna vertebral,
fuente principal de la actividad corporal o de la personalidad. Por
consiguiente, mediante la concentracin en la luz de la cabeza, se
obtiene el conocimiento de los mundos espirituales y de los espritus
puros que en ellos deambulan y actan, porque atma o espritu res-

411
Libro III

plandece all. Similarmente, por medio de la meditacin concentrada


en el corazn, se obtiene el conocimiento del segundo aspecto, el prin-
cipio consciente e inteligente, que hace del hombre un hijo de Dios.
Por el desarrollo y el empleo del centro coronario, se pone en ac-
tividad funcionante la voluntad, que es la caracterstica del espri-
tu y expresa propsito y control. Por el desarrollo y empleo del
centro cardaco, el aspecto amor-sabidura es similarmente utiliza-
do y el amor de Dios se ve actuando en la vida y en el trabajo del
hombre. Debido a que la mente de Dios es amor y el amor de Dios
inteligencia, estos dos aspectos de una gran cualidad se ponen en
actividad a fin de cumplir Su voluntad y propsito. En Occidente
Cristo fue el ejemplo ms prominente, como Krishna en la India,
aspecto que debe reflejarse y manifestarse tambin en cada hombre.
La forma de un ser humano est constituida por un juego de veh-
culos concntricos de materia de diferentes grados de densidad, tal
como la forma del Logos solar est constituida por un juego de
planos concntricos irradiados por Su consciencia. A la forma
humana se la llama el huevo aurico y a la del Logos el huevo
Brhmico. Las dos estn relacionadas entre s como microcos-
mos y macrocosmos y tienen un centro comn.
Tal como el Sol e su aspecto fsico y suprafsicos es el Corazn del sis-
tema Solar de donde irradian todas las energas que se necesitan en ese
sistema, del mismo modo el centro energtico comn de todos los veh-
culos del hombre se consideran como un corazn. Probablemente esto
se debe a su proximidad con el corazn fsico y tambin a su funcin
anloga. El portal del corazn mstico es el chakra ANAHATA, y por el
samyama o meditacin sobre este chakra el yogui se capacita para conocer la
naturaleza del principio mental que funciona por medio de diferentes vehculos
a diferentes niveles. Y como la Mente no es otra cosa que la interaccin de
Consciencia y Materia (I-2), debiera ser fcil ver por qu el centro
comn de todos los vehculos por medio de los cuales funciona la cons-
ciencia tiene que ser tambin la sede de la Mente. Los sentidos no son
sino sus puestos de avanzada y deben considerarse como partes de ella.

412
Libro III

35. La experiencia (de los pares opuestos) se adquiere


por la incapacidad del alma para distinguir entre el yo
personal y purusha (espritu). Las formas objetivas
existen para uso (y experiencia) del hombre espiri-
tual. Meditando sobre esto, surge la percepcin intui-
tiva de la naturaleza espiritual.

Nuevamente nos encontramos con una traduccin libre del texto


original, siendo sin embargo, una correcta interpretacin.
Hemos visto en los aforismos precedentes, que el estrecho sendero
a seguir entre los pares de opuestos (por la prctica de la discrimi-
nacin y del desapasionamiento) es el del equilibrio y la equidad, el
noble sendero medio. Este aforismo hace un comentario sobre esta
etapa de experiencia del alma, y puntualiza las siguientes lecciones:
Primero, la razn por la cual enfrentamos los pares de opuestos y
con tanta frecuencia elegimos la lnea de actividad, o actitud men-
tal, que nos produce placer o dolor, se debe a que no sabemos dis-
tinguir entre la naturaleza inferior y la superior, entre el yo perso-
nal (actuando como unidad fsica, emocional y mental) y el espri-
tu divino, que mora en cada uno de nosotros. Nos identificamos
con el aspecto forma, no con el espritu. Durante eones nos hemos
considerado como el no-yo y olvidamos nuestra afiliacin, nuestra
unidad con el Padre y la realidad de que somos el yo inmanente.
Segundo, el propsito de la forma es sencillamente permitirle al yo
hacer contacto con mundos que de otra manera estaran vedados
para l, y desarrollar plena percepcin en cualquier lugar del reino
del Padre, y as manifestarse como hijo de Dios plenamente cons-
ciente. Por medio de esta forma de adquirir experiencia, se despier-
ta la conciencia y se desarrollan las facultades y los poderes.
Tercero, a medida que se capta intelectualmente este hecho, y se
medita sobre l internamente, uno llega a darse cuenta de su iden-

413
Libro III

tificacin con la naturaleza espiritual, y se establece la diferencia


con la forma. Sabemos que no somos la forma, sino el morador de
la forma, no el yo material sino el espiritual, no los aspectos dife-
renciados sino el Uno; as se lleva a cabo el gran proceso de libe-
racin. Uno se convierte en lo que es, y lo logra meditando sobre
el alma inteligente, el aspecto medio, el principio crstico, que
vincula al Padre (espritu) con la Madre (materia).
Tenemos nuevamente la gran triplicidad puesta de manifiesto:
1. El Padre o espritu, aquel que se manifiesta, crea y mora in-
ternamente.
2. El Hijo, el que revela, medita y vincula el aspecto superior
con el inferior.

El Espritu Santo, que influye a la Madre, sustancia material inte-


ligente que proporciona las formas, por medio de las cuales se
adquiere experiencia y desarrollo. Quien adquiere experiencia,
encarna y logra la divina expresin, por medio de la forma, es el
alma, el yo, el hombre espiritual consciente, el Cristo interno.
Cuando por esta experiencia ha alcanzado la madurez, revela al
Padre o espritu; as cumple con la palabra de Cristo cuando dijo
(en respuesta a la pregunta de Felipe: Seor, mustranos al Padre),
"quien me ha visto a M, ha visto al Padre". (Jn., 14).

414
Libro III

36. resultado de esta experiencia y meditacin, se des-


arrollan los sentidos superiores: odo, tacto, vista,
gusto y olfato, que otorgan conocimiento intuitivo.

Por la meditacin, el aspirante llega a darse cuenta de la contraparte


de los cinco sentidos, en los reinos ms sutiles, y despertndolos y
emplendolos conscientemente puede actuar en los planos internos
tan libremente como en el fsico. Entonces llega a servir inteligen-
temente en tales reinos y colaborar en el gran esquema involutivo.
Podemos definir los cinco sentidos como esos rganos por los
cuales el hombre se da cuenta de lo que lo circunda. El animal,
que carece de la facultad pensante correlacionadora, posee tam-
bin estos cinco sentidos. En el animal se manifiestan como facul-
tad grupal, anloga al instinto racial en el reino humano.
Cada uno de los cinco sentidos tiene conexin definida con uno de
los siete planos de la manifestacin, y tiene tambin una analoga
en todos los planos.
Plano Sentido
1. Fsico ............................... Odo.
2. Emocional o astral ........... Tacto o sensacin tctil.
3. Mental .............................. Vista.
4. Bdico .............................. Gusto.
5. tmico .............................. Olfato.

Parece que en las etapas tempranas de evolucin es necesario que


la facultad de percibir se diferencie y funcione por medio de cana-
les separados. Pero despus de que la mente se ha desarrollado
hasta cierto punto y los poderes de la consciencia se han desperta-
do suficientemente por contacto directo con el Purusa, esa facul-
tad de percibir y conocer pueden funcionar como un conjunto sin
la ayuda de los cinco rganos sensorios. La percepcin intuicional
es como la luz blanca que incluye todos los colores y puede por

415
Libro III

tanto hacer ver el color caracterstico de cualquier cosa. La siguien-


te clasificacin servir para aclarar los cinco diferentes aspectos de
los cinco sentidos en los cinco planos y sus desenvolvimientos.

416
Libro III

Qu hacer con las experiencias? (III.37)

37. Estos poderes constituyen obstculos para la com-


prensin espiritual superior, pero sirven como pode-
res mgicos en los mundos objetivos.

En este texto sobre el desenvolvimiento espiritual, surge constan-


temente el hecho de que los poderes squicos superiores o inferio-
res, son obstculos para un estado espiritual ms elevado, y el
hombre que puede actuar libremente en los tres mundos debe
prescindir de ellos. Es muy difcil que el aspirante comprenda esta
leccin, pues cree que el desarrollo de la clarividencia y clariau-
diencia indica progreso, y que la prctica de la meditacin co-
mienza a dar resultado. Quizs indique lo contrario e inevitable-
mente lo ser si el aspirante se siente atrado o apegado a alguna
de esas facultades squicas. Un antiguo Instructor Hind dice res-
pecto a tales poderes:
"Una mente, cuya sustancia mental comienza a activarse, es-
tima mucho estas facultades, as como el hombre que nace en
la miseria, considera que un pequeo lujo es una gran rique-
za. Pero el yogui, cuya sustancia mental est concentrada,
debe evitar tales facultades, aunque las posea. Quien anhela
alcanzar la meta final de la vida, la absoluta mitigacin de la
triple angustia cmo puede tener afecto a estas perfeccio-
nes, contrarias a la realizacin de esa meta?"

Dvivedi dice:
"Los poderes ocultos, hasta ahora descritos y los que se descri-
birn ms adelante..., son obstculos, porque causan la distrac-
cin de la mente, por los diversos sentimientos que despiertan,
pero no son totalmente intiles, pues constituyen grandes po-
deres benficos en los momentos que el samadhi ha sido sus-
pendido".

417
Libro III

Patanjali en ningn caso comenta que dicho poderes o facultades


supranormales son negativas, sino ms bien que pueden llegar a
ser un obstculo si el yogui no anda con cuidado. Muchas veces se
convierten en importantes distracciones que alejan al yogui de su
verdadero objetivo. Tambin en muchos casos potencian al ego, y
el discpulo cree ser diferente y superior a los dems, por lo que
esa actitud separatista es justamente lo contrario al sendero del
amor, y un camino fcil al espejismo y al equvoco.
Sera til para el aspirante saber qu son estos poderes, cmo con-
trolarlos, sin ser controlados por ellos, cmo emplearlos para ser-
vir al hermano y a la Jerarqua, pero debe considerarlos como ins-
trumentos y relegarlos al aspecto forma. Debe comprenderse que
son cualidades o capacidades de las envolturas o aspecto forma;
de lo contrario asumirn importancia indebida, demandarn exce-
siva atencin y se convertirn en obstculos para el desenvolvi-
miento progresivo del alma.
Los diversos Siddhis que se han descrito en esta seccin sern
obstculos cuando l yogui este buceando en las zonas ms pro-
fundas de su consciencia, porque tendern a llevar la consciencia
hacia fuera. De aqu que el mstico no busqu semejantes poderes.
No quiere tener que ver nada con ellos porque su ejercicio crea
toda clase de tentaciones y distracciones en su camino. Pero la
perfeccin incluye el poder de controlar todos los fenmenos de
todos los planos en que funcione la consciencia, y por eso el
Hombre Perfecto posee no slo el conocimiento directo de la rea-
lidad sino tambin el conocimiento y el dominio de todos los pla-
nos en que su consciencia funciona.
Es por eso que todos los Siddhis han de adquirirse en una u otra
etapa antes de alcanzar la perfeccin. El Adepto posee no sola-
mente todos los poderes de que trata estas secciones sino tambin
la suprema sabidura que impide que pueda usar mal estos pode-
res.

418
Libro III

Ms sobre samyama (III.38-III.48)

38. Al liberarnos de las causas de la esclavitud, mediante


su debilitamiento y el conocimiento del mtodo para
transferirlas (retiro o entrada), la sustancia mental
(o chitta) puede introducirse en otro cuerpo.

Toda la ciencia de Raja Yoga est basada en la comprensin de la


naturaleza, el propsito y la funcin de la mente. La ley bsica de
esta ciencia puede ser compendiada en las palabras: "La energa
sigue al pensamiento", y el orden consecutivo de la actividad debe
establecerse de la manera siguiente:
El pensador, en su propio plano, formula un pensamiento que incor-
pora algn propsito o deseo. La mente vibra en respuesta esta idea,
y simultneamente produce la correspondiente reaccin en el cuerpo
kmico, emocional o de deseos. El cuerpo de energa, la envoltura
etrica, vibra sincrnicamente, y de esta manera el cerebro responde y
energetiza al sistema nervioso del cuerpo fsico denso, en tal forma que
el impulso del pensador se convierte en actividad en el plano fsico.
Existe una ntima relacin entre la mente y el sistema nervioso,
por lo tanto tenemos una interesante triplicidad:
1. la mente,
2. el cerebro,
3. el sistema nervioso,
triplicidad que debe tenerla muy en cuenta el estudiante de Raja
Yoga en la etapa inicial de su trabajo. Posteriormente una segunda
triplicidad ocupar su atencin,
1. el pensador,
2. la mente,
3. el cerebro,
pero esto ser durante la demostracin de su trabajo.

419
Libro III

Conociendo el mtodo de vitalizacin de los nervios, el pensador


puede energetizar su instrumento para entrar en actividad durante
la encarnacin y anlogamente producir trance, samadhi o muerte.
El mismo conocimiento bsico permite al adepto resucitar el cuer-
po muerto, como Cristo lo hizo en Palestina, u ocupar el de un
discpulo para fines de servicio, as como Cristo ocup el cuerpo
del discpulo Jess. Se dice que este conocimiento y aplicacin
est sujeto a la gran Ley del Karma, de Causa y Efecto, y ni Cristo
mismo puede apartarse de la ley en ningn caso, a no ser que haya
producido el adecuado debilitamiento de la causa esclavizante.
El poder de ocupar el cuerpo de otra persona es un Siddhi bien
conocido que algunos ocultistas avanzados. Este poder no debe
confundirse con la obsesin. En la obsesin la entidad que se po-
sesiona es un alma o entidad astral de tipo bajo esclava de sus
propios deseos, que se posesiona del cuerpo fsico de su vctima a
la fuerza con el fin de establecer alguna clase de contacto temporal
y parcial con el mundo fsico para satisfacer sus oscuros propsitos.
Estos casos son muy aislados, y para que ocurran hace falta que la
vctima este poco protegido y desequilibrado a nivel psquico.
Cuando el Yogui de alto poder ejercer este Siddhi lo hace primeramente
con el consentimiento del dueo de ese cuerpo, quien por lo general es
un discpulo de l, y est en perfecto acuerdo con l. Y adems no busca
satisfacer ningn deseo personal, sino que toma posesin de su cuerpo
con el objeto de hacer algn trabajo importante y necesario en bien de la
humanidad. El discpulo entonces se retira de su cuerpo fsico y perma-
nece en su cuerpo ms til, y regresa a ocupar su cuerpo cuando ste
queda vacante. El Yogui conoce muy bien los canales o pasajes a lo
largo de los cuales viaje al centro de la mente cuando entra o deja el
cuerpo fsico. Existen diferentes Nadis en el cuerpo para propsitos
especficos, y uno de ellos sirve como paso para el centro mental
cuando entra o sale del cuerpo. Por centro mental se indica el centro
comn de los vehculos sper fsicos por medio del cual funciona la
mente. Recordemos que para el yogui la Yoga es una Ciencia exacta,
como lo es la ciencia oficial para el cientfico.

420
Libro III

39. Subyugando la vida ascendente (udana), nos liberamos


del agua, del sendero espinoso y de la cinaga, y se
obtiene el poder de ascensin.

La suma total de fuerza nerviosa, denominada por los hindes


prana, compenetra todo el cuerpo, y es controlada por la mente, a
travs del cerebro; constituye la vitalidad que pone en actividad
los rganos sensorios y produce la vida externa del hombre; su
medio de distribucin es el sistema nervioso, valindose de gran-
des centros distribuidores, llamados plexos o lotos. Los ganglios
nerviosos, conocidos por la medicina ortodoxa, son reflejos o
sombras de plexos ms vitales. El estudiante no se equivocar si
considera que todo el prana en el cuerpo humano constituye el
cuerpo vital o etrico, el cual est totalmente formado de corrien-
tes de energa, y es el sustrato de la sustancia viviente, subyacente
en la forma fsica densa.
Uno de los trminos aplicados a esta energa es "aires vitales".
Prana es quntuple en manifestacin, correspondiendo as a los
cinco estados mentales, al quinto principio y a las cinco modifica-
ciones del principio pensante. Prana, en el sistema solar, se mani-
fiesta como los cinco grandes estados de energa que denomina-
mos planos, el medio para la conciencia, stos son:
1. El plano tmico o espiritual.
2. El plano bdico o intuicional.
3. El plano mental.
4. E plano emocional, astral o kmico.
5. El plano fsico.

Las cinco diferenciaciones de prana en el cuerpo humano son:


1. Prana se extiende desde la nariz al corazn, teniendo relacin
especial con la boca y la palabra, el corazn y los pulmones.

421
Libro III

2. Samana abarca desde el corazn al plexo solar; concierne al


alimento y nutricin del cuerpo, por medio del alimento y la be-
bida, y tiene relacin especial con el estmago.
3. Apana controla desde el plexo solar hasta las plantas de los
pies; concierne a los rganos de eliminacin, de evacuacin y de
nacimiento, teniendo una relacin especial con los rganos geni-
tales y evacuantes.
4. Udana se encuentra entre la nariz y la cima de la cabeza; tiene
relacin especial con el cerebro, la nariz y los ojos; cuando est
adecuadamente controlada produce la coordinacin de los aires
vitales y su correcto manejo.
5. Vyana es el trmino aplicado a la suma total de la energa
prnica, al distribuirse equilibradamente por todo el cuerpo. Sus
instrumentos son los miles de nadis o nervios del cuerpo, y tiene
conexin peculiar y definida con los canales sanguneos, las venas
y las arterias.

Este aforismo dice que el dominio sobre el cuarto de estos aires


vitales, permite alcanzar ciertos resultados definidos, y sera inte-
resante conocerlos. Este dominio slo es posible cuando se com-
prende y domina el sistema de Raja Yoga, pues implica la capaci-
dad de actuar en la cabeza y controlar toda la naturaleza desde ese
punto en el cerebro. Cuando el hombre se ha polarizado all, las
fuerzas nerviosas o energas en la cima de la cabeza entran en
actividad, y mediante su correcto control y dominio, es posible
dirigir correctamente los pranas del cuerpo, alcanzando el hombre
la liberacin. Por medio de esto se rompe el contacto con los tres
mundos. El lenguaje empleado es necesariamente simblico y no
debe perderse su significado, materializando su verdadera signifi-
cacin. La levitacin, el poder de caminar sobre la aguas, la capa-
cidad de contrarrestar la atraccin de la gravedad de la tierra, es el
significado inferior y menos importante.

422
Libro III

Cundo este control se adquiere, Patanjali dice en este sutra: nos


liberamos del agua, del sendero espinoso y de la cinaga. Vea-
mos:
1. La liberacin del agua es la manera simblica de expresar que
la naturaleza astral est subyugada y que las grandes aguas de la
ilusin ya no pueden retener al alma emancipada. Ya no dominan
las energas del plexo solar.
2. La liberacin del sendero espinoso se refiere al sendero de la vida
fsica, y nada lo expresa mejor que la parbola de Cristo sobre los
sembradores, segn la cual algunas de las semillas cayeron entre las
espinas. Se explica que las espinas son las preocupaciones y dificul-
tades de la existencia mundana, las cuales sofocan la vida espiritual y
ocultan al verdadero hombre por mucho tiempo. El sendero espinoso
debe conducir al sendero del norte, y ste a su vez al sendero de ini-
ciacin. En un antiguo libro de los Archivos de la Logia, hallamos
estas palabras:
"Que el buscador de la verdad evite ahogarse y ascienda por la
margen del ro. Que se dirija hacia la estrella del norte y permanez-
ca terreno firme, con su rostro orientado hacia la luz. Entonces que
la estrella lo gue.
3. La liberacin de la cinaga se refiere a esa naturaleza mixta de
kama-manas, deseo y mente inferior, origen del excepcional pro-
blema de la humanidad. Es una manera simblica de referirse a la
gran ilusin, que atrapa al peregrino durante tanto tiempo. Cuando
el aspirante puede caminar en la luz, despus de descubrir la luz
(el Shekinah) en s mismo, en el "Sanctum Sanctorum, la ilusin
se disipa. Es conveniente que el estudiante busque la analoga
entre las tres partes del templo de Salomn y el templo del Esp-
ritu Santo, la estructura humana.

El atrio externo concierne a las energas y sus correspondientes


rganos situados debajo del diafragma. El Lugar Sagrado es el de
los centros y rganos, situados en la parte superior del cuerpo, des-

423
Libro III

de la garganta al diafragma. El Sanctum Sanctorum es la cabeza,


donde est el trono de Dios, el asiento de la misericordia y de la
gloria influyente.
Una vez alcanzados estos tres aspectos de la liberacin, y cuando
el hombre ya no est dominado por el agua, la cinaga o la vida
del plano fsico, obtiene el "poder de ascensin" y puede ascen-
der a voluntad a los cielos. El Cristo u hombre espiritual, puede
permanecer en el monte de la Ascensin, despus de haber expe-
rimentado las cuatro crisis o puntos de control, desde el nacimien-
to a la crucifixin. De esta manera "udana" o vida ascendente, se
convierte en el factor controlador, y la vida descendente deja de
regir.

424
Libro III

40. Mediante la subyugacin de samana, la chispa se con-


vierte en llama.

Samana (2do prana) como hemos dicho en el aforismo anterior,


abarca desde el corazn al plexo solar, y tiene que ver con el fuego
Agni.
Este aforismo es uno de los ms bellos del libro, y la traduccin
de Charles Johnston debe ser considerada aqu: "Dominando la
vida que ata, se obtiene la radiacin". Otra interpretacin sera:
"Mediante el control de samana, el AUM (la Palabra de Gloria) se
manifiesta". Del corazn brotan las fuentes de vida, y la energa
vital llamada "samana" controla al corazn y al aliento de vida por
medio de los pulmones. Cuando el cuerpo est purificado y sus
energas debidamente dirigidas y se ha obtenido el ritmo se perci-
be la vida radiante.
Esto se producir literal y no metafricamente, porque cuando las
corrientes de vida son dirigidas por el alma desde su trono, a
travs de los nervios y canales sanguneos, slo entonces los to-
mos ms puros entran en el cuerpo y el resultado ser el resplan-
dor de la luz, en todo el hombre. No slo de la cabeza irradiar la
luz, de modo que el clarividente ver un halo o crculo de brillan-
tes colores, sino que de todo el cuerpo irradiar a travs de los
centros vibrantes de fuerza elctrica, distribuida en l.

425
Libro III

41. La meditacin concentrada en la relacin existente


entre el akasha y el sonido, desarrolla un rgano para
or espiritualmente.

Para entender este aforismo es esencial que se comprendan ciertas


relaciones entre la materia, los sentidos y el que adquiere experiencia.
El cristiano cree que "todas las cosas fueron hechas por la palabra de
Dios". El creyente oriental sostiene que el sonido fue el factor origi-
nante del proceso de la creacin y ambos ensean que esta palabra o
sonido, describe a la segunda Persona de la Trinidad divina.
Este sonido o palabra, puso en actividad peculiar a la materia del
sistema solar, y fue precedido por el aliento del Padre, que inici
el movimiento o vibracin original.
Por lo tanto, el Aliento (neuma o espritu), al hacer impacto en la
sustancia primordial, estableci una pulsacin, una vibracin, un
ritmo. Luego, la palabra o sonido hizo que la sustancia vibrante
adquiriera forma o figura, dando lugar as a la encarnacin de la
segunda Persona de la Trinidad csmica, el Hijo de Dios, el Ma-
crocosmos. Este proceso dio por resultado los siete planos de mani-
festacin, las esferas donde son posibles siete estados de conciencia
Todos caracterizan ciertas cualidades, se diferencian entre s por
determinadas facultades vibratorias especificas, y cada uno tiene su
propia denominacin.
La siguiente clasificacin ser de utilidad si el estudiante tiene en
cuenta que los primeros tres planos son los de la manifestacin
divina, y los tres inferiores constituyen el reflejo del proceso divi-
no, siendo los tres planos de nuestra experiencia normal. Ambas
triplicidades, la de Dios y la del hombre, estn vinculadas por el
plano medio de unificacin o unin, en el que Dios y el hombre se
hacen uno. En la fraseologa cristiana se lo denomina plano crsti-
co y en la terminologa oriental plano bdico.

426
Libro III

PLANOS DIVINOS
1er. plano. Logoico o divino ...... Mar de Fuego Dios, el Padre ........ Voluntad.
2do. plano. Mondico .................... Akaska ................ Dios, el Hijo ............. Amor-Sabidura.
3er. plano. Espiritual o tmico .... ter ..................... Dios, el Espritu Santo ... Inteligencia
PLANO DE UNIN O UNIFICACIN
4to. plano. Crstico o bdico...Aire ................ Unin. Armona. Unificacin.

PLANOS DEL ESFUERZO HUMANO


5to. plano. Mental ................. Fuego .Reflejo del Mar de Fuego...... Voluntad humana.
6to. plano. Emocional o astral ..... Luz astral ..... Reflejo del Akasha .. Amor-deseoshumanos
7mo. plano. Fsico ...........ter ....... Reflejo del ter ..................... Actividad humana.

En todos estos planos se manifiesta la conciencia, y los sentidos


exotricos y esotricos producen contactos.
1er. plano Fuego .............. Aliento.
2do. plano Akasha ............ Sonido ........................... Odo ............... Odo.
3er. plano ter ................. Respuesta vibratoria .... Tacto .............. Piel.
4to. plano Aire ................. Visin ............................ Vista ............... Ojo.
5to. plano Fuego .............. Discriminacin .............. Gusto ............. Lengua.
6to. plano Luz astral ........ Deseo ............................. Olfato ............. Nariz.
7mo. plano Las contrapartes fsicas de todos.

Otro mtodo para describirlos es el siguiente:


7mo. plano Fsico ............................... Olfato .............. ter.
6to. plano Astral ............................... Gusto .............. Luz astral.
5to. plano Mental .............................. Vista ................ Fuego.
4to. plano Bdico .............................. Tacto ............... Aire.
3er. plano tmico ............................. Odo ................ ter.
2do. plano Mondico ......................... Mente .............. Akasha.
1er. plano Logoico ............................ Sntesis.

Sin embargo, es evidente que uno da el punto de vista microcsmico


y el otro el macrocsmico. Y debido a que el aspirante es quien bus-
ca actuar "libremente en el macrocosmos" y trascender las limitacio-
nes microcsmicas, entonces nos ocuparemos de la primera serie.

427
Libro III

Al considerar este aforismo y su clasificacin, por la comprensin


de la naturaleza de los planos, sus smbolos y sustancias, ser evi-
dente que el hombre que conozca la naturaleza de la palabra y del
segundo aspecto, llegar a la comprensin del odo.
Esto tambin puede captarlo msticamente el aspirante, cuando se
da cuenta que las voces del deseo (voces astrales o respuesta vi-
bratoria al segundo aspecto del reflejo, los tres planos inferiores)
son reemplazadas por la Voz del Silencio o del Cristo interno,
entonces conoce la palabra o sonido, y establece contacto con el
segundo aspecto de la divinidad.
1. Akasha. .......... El Verbo .............. El Sonido .......Segundo aspecto.
2. Luz astral ....... La voz del deseo .. Reflejo del segundo aspecto.

En todos los planos hay muchos sonidos audibles, pero en el plano


fsico tenemos una mayor diversidad. El aspirante debe desarrollar
la facultad de distinguir entre:
1. Las voces de la tierra ....................................................... fsico.
2. Las voces del deseo ......................................................... astral.
3. La palabra o pensamientos formulados por la mente .... mental.
4. La sutil y tenue voz del Cristo interno ............................. bdico.
5. Los sonidos de los Dioses ...... Las palabras creadoras .... tmico.
6. La palabra o sonido ................ EL AUM .......................... mondico.
7. El aliento ........................................................................... logoico.

En estas diferenciaciones se expresa simblicamente, el problema de


la audicin correcta en los diversos planos y en los varios estados de
conciencia. nicamente el verdadero mstico y aspirante compren-
der la naturaleza de estas diferenciaciones. As como todas las sus-
tancias de nuestro sistema solar manifestado son diferenciaciones del
akasha, primera diferenciacin de la sustancia primordial, as todas
estas diferenciaciones del sonido son diferenciaciones del sonido
uno; todos son divinos en tiempo y espacio. Pero se han de or co-
rrectamente, y oportunamente todas formarn el AUM, la Palabra de
Gloria, el Verbo Macrocsmico y conducirn a l.

428
Libro III

Sin embargo, al estudiante de Raja Yoga le conciernen tempora-


riamente tres voces o sonidos principales:
1. El lenguaje de la Tierra, a fin de utilizarlo correctamente.
2. La Voz del Silencio, a fin de orla. Esta es la voz de su propio
Dios interno, el Cristo.
3. AUM, la Palabra del Padre, expresada por el Hijo, que una vez
oda lo pondr en contacto con la Palabra de Dios, encarnado
en toda la naturaleza.

Cuando el lenguaje sea correctamente empleado, y cuando puedan


acallarse los sonidos de la Tierra, entonces se oir la Voz de Si-
lencio. Podr observarse, que la clariaudiencia es la percepcin de
la voz de la gran ilusin y proporciona al hombre el poder para or
en el plano astral. Esto, en su debido lugar, cuando est controlado
desde arriba por medio del conocimiento, abre el odo a ciertos
aspectos de la expresin divina, en los tres mundos Este aforismo
no se refiere a or divinamente. En su comentario Charles Johns-
ton abarca bellamente este terreno, de la manera siguiente:
La transmisin de una palabra, telepticamente, es la simple y
primitiva forma de or divinamente, del hombre espiritual; a
medida que desarrolla el poder y, por medio de la meditacin
perfectamente concentrada, el hombre espiritual llega a domi-
narlo en forma ms completa, adquiere la capacidad de or y dis-
tinguir claramente el lenguaje de los grandes Seres, que lo acon-
sejan y confortan en su camino. Quizs le hablen en pensamien-
tos sin palabras o en palabras y frases perfectamente definidas.

429
Libro III

42. La meditacin concentrada en la relacin existente


entre el cuerpo y el akasha, otorga la ascensin fuera
de la materia (de los tres mundos) y el poder de via-
jar en el espacio.

El akasha est en todas partes, en l vivimos, nos movemos y


tenemos nuestro ser. Todo es una sola sustancia, y en el cuerpo
humano se encuentran las analogas de las diversas diferenciacio-
nes.
Cuando el hombre se conoce a s mismo y es consciente de la re-
lacin que existe entre las energas, que actan a travs de los sie-
te centros, y los siete estados de la materia y de la conciencia,
queda liberado y libre y puede hacer contacto a voluntad, sin limi-
tacin de tiempo, con todos esos estados. Existe una relacin entre
cada uno de los siete estados de materia y cualquiera de los cen-
tros; cada centro es la puerta para determinado plano de las esferas
planetarias. Cuando el discpulo ha desarrollado en su vida, con
correcta comprensin, los distintos mtodos de yoga, tratados en
los libros anteriores, pueden confirsele ciertas claves y conoci-
mientos, palabras y frmulas, que, por la meditacin concentrada,
le darn la libertad que otorgan los cielos y el derecho de traspo-
ner ciertos portales del reino de Dios.
Atravesar los aires se refiere al bien conocido Siddhi de transfe-
rir el cuerpo de un lugar a otro por la va de Akasa. Esto no signi-
fica volar como un pjaro, sino disolver las partculas del cuerpo
en un ligar y volver a juntarlas en el de destino. El cuerpo fsico
esta formado por innumerables partculas de materia que se man-
tienen juntas por la fuerza de cohesin, fuerza que reside en el
medio Universal de Akasa. De hecho la existencia del cuerpo de-
pende de estar relacionado entre sus partculas y el Akasa del cual
se formaron esas partculas. Si el Yogui practica Samyama sobre
esta relacin del cuerpo con Akasa, adquiere el conocimiento de
esta fuerza de cohesin y el poder de manipularla a su gusto.

430
Libro III

Para volver las partculas todo lo que se requiere es retirar la fuer-


za de voluntad que las mantenan dispersas, y entonces el cuerpo
se materializa instantneamente como de la nada.
La tcnica de atravesar los aires depende pues de conocer las
fuerzas que operan en formacin de objetos fsicos con Akasa, y
de ejercer el poder volitivo de una manera particular. Incluye la
disolucin del cuerpo en Akasa y proceso reverso de re-
materializarlo de Akasa. Pero no se trata de un conocimiento inte-
lectual como el que posee un cientfico. Es un conocimiento direc-
to que se obtiene solamente por sanyama y que impulsa a unificar-
se en consciencia con el objeto sobre el cual se medita. Esto es lo
que significa enlazar la mente con algo.
Atravesar los aires no significa aqu materializar un cuerpo por
medio de Kriya-Sakti. Este sutra se refiere al traslado del cuerpo
fsico original del yogui a otro lugar por un proceso combinado de
disolucin y materializacin. En Kriya-Sakti el cuerpo fsico ori-
ginal permanece donde estaba y otro cuerpo artificial es materiali-
zado temporalmente en otro lugar entorno a una mente artificial
(I-4). Las tcnicas de los dos procesos son diferentes, y una u otra
se adopta segn lo requiera la ocasin.

431
Libro III

43. Cuando aquello que vela la luz desaparece, se alcanza


ese estado de ser, llamado desencarnado (o incorp-
reo), liberado de las modificaciones del principio pen-
sante. ste es el estado de iluminacin.

Ms que literal esta es traduccin libre, en la cual se conserva el


verdadero sentido de los trminos arcaicos, en vez de la exactitud
acadmico. Esto pone de manifiesto las grandes dificultades bajo
las cuales trabajan los traductores.
Vivekananda expresa este aforismo en los siguientes trminos:
"Aplicando sanyama a las modificaciones reales de la mente
que son externas, denominadas la gran incorporeidad, des-
aparece lo que cubre la luz".

En este aforismo se trata de expresar dos ideas. Una se refiere al velo o


manto que impide la iluminacin de la mente, la otra es el estado de
comprensin que se alcanza cuando el hombre se ha liberado de este
velo. Lo que oculta la luz (la "medida" a que se refera Cristo en el
Nuevo Testamento) son las envolturas cuerpos cambiantes o fluctuan-
tes. Una vez que se han trasmutado y trascendido, la luz de Dios (el
segundo aspecto divino) puede inundar al hombre inferior, y ste se
conoce a s mismo tal con es. La iluminacin penetra y el hombre se
conoce como algo diferente de las formas mediante las cuales acta.
Ya no est centrado ni polarizado en sus formas, sino que se encuentra
en condicin incorprea. Su conciencia es la del hombre fuera encarna-
cin, del hombre verdadero en su propio plano, del verdadero pensador
desencarnado. San Pablo, como lo han sealado varios pensadores, tuvo
una vislumbre de este estado del ser. Se refiri a l con estas palabras:
"Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce aos (no
puedo decir si en el cuerpo o fuera de l, Dios lo sabe) fue
arrebatado al tercer cielo. Y conoc a tal hombre... que fue
arrebatado al paraso, donde oy palabras inefables, que no
le es dado al hombre expresar". (I, Co. 12).

432
Libro III

Este "tercer cielo" se puede entender de dos maneras: primero, como


representacin del plano mental, donde est el verdadero hogar del
hombre espiritual, el pensador; luego el estado ms especfico, como
el tercero y ms elevado de los tres niveles abstractos del plano
mental.
La mente en su locura cree que acta en el cuerpo. Por qu he de
ligarme a un sistema de nervios y recluir al ego en un cuerpo si el
ego es omnipresente? No hay razn para ello. El yogui necesita
sentir el ego donde quiera. Las ondas mentales que se levantan en
ausencia del egotismo del cuerpo, se llaman "reales modificaciones"
o "la gran desincorporacin". Cuando el yogui logra aplicar el sam-
yama a estas modificaciones se desvanece cuanto encubre la luz,
toda tenebrosidad e ignorancia. Todo se le muestra al yogui en la
plenitud de conocimiento.
Si examinamos el contenido de nuestra mente en cualquier momen-
to encontraremos una combinacin de dos grupos de imgenes.
Unas producidas por el contacto directo con el mundo externo a
travs de los rganos sensorios. Otras producidas por nuestra propia
imaginacin. Estos dos tipos de imgenes estn entremezclados y
constituyen nuestra imagen del mundo en cierto momento. El ori-
gen de las imgenes del mundo externo que nos rodea y que pasan a
travs de los sentidos, es la expresin de una Idealizacin de la Rea-
lidad Divina. Entonces es natural suponer que la imagen del mundo
en nuestra mente es el resultado del impacto de la MENTE UNIVER-
SAL en nuestra mente individual. Nos relacionamos con la Mente univer-
sal por medio de nuestra mente individual.
Esta individualizacin de la imagen mundial por nuestra mente individual,
limita y distorsiona la autntica realidad Divina. La luz de la Mente Uni-
versal queda como encubierta por nuestra mente individual, y as vivimos
nuestra vida en la oscura prisin de nuestra propia mente, inconscientes de
que las sombras densas y fugaces producidas en nuestra mente son las
luminarias de una tremenda Realidad inconcebible por nosotros mientras
nuestra consciencia siga encerrada dentro de los mundos de esa prisin.

433
Libro III

Qu sucedera si de alguna manera nos escapamos de esa prisin? Un


torrente de luz de la Mente Universal invadir nuestra consciencia, y as
obtenderemos una omniabarcante visin de todos aquellos principios y
leyes naturales que nuestro intelecto no nos permite considerar sino uno a
uno y como a tientas.
A este poder de salirnos de nuestro intelecto lo llama Patanjali Maha-veha
en este sutra, probablemente porque deja la consciencia en libertad dentro
del reino de la Mente Universal que operasin ningn cuerpo o Deha.
Dice que esta fuera porque la Mente Universal est por fuera de la mente
individual, y la imagen del mundo en la mente individual tiene una fuente
externa. Dice que es inconcebible porque esta imagen vvida y omnia-
barcante no la puede concebir el intelecto y tiene una realidad indepen-
diente. Dice que es un estado de la Mente Universal y no de la mente
individual tan limitada.
Se ver por tanto que lo que encubre la luz segn este Sutra no es la
misma cubierta al que se refiere el Sutra II-52; esta cubierta es el cerebro
que encubre la luz del mundo mental. El Sutra que estamos considerando
se refiere al cuerpo mental individual que encubre la luz de la Mente
Universal.
Este Siddhi capacita al Yogui no slo para trascender los rganos sensorios
(III-37) sino tambin para trascender la mente individual para la cual fue-
ron creaos esos rganos. Es complementario, pues, del Siddhi de III-37.

434
Libro III

44. La meditacin concentrada en las cinco formas que


adopta cada elemento (Bhutas), otorga el dominio so-
bre todos los elementos. Estas cinco formas son: la
naturaleza grosera, la forma elemental, la cualidad, la
penetrabilidad y el propsito bsico.

Debera recordarse que aqu caben dos referencias, una al macro-


cosmos y otra al microcosmos. Pueden referirse a los cinco planos
de evolucin mondica o a las cinco formas que todo elemento
asume en cada uno y en todos los planos; debe tenerse presente
que esto es as respecto a la captacin de la mente y a las modifi-
caciones del principio pensante, porque la mente es el quinto prin-
cipio y el hombre es la estrella de cinco puntas; por lo tanto puede
(como hombre) alcanzar nicamente una quntuple iluminacin.
Sin embargo, existen dos formas superiores, y otras dos formas de
percepcin: la comprensin intuitiva y la espiritual. Pero este afo-
rismo no se refiere a ellas. El centro coronario en s es dual, y se
compone del centro entre las cejas y el chakra superior, el loto de
mil ptalos.
El estudio y la comprensin de este aforismo, traer como resulta-
do la total preparacin del ocultista blanco para efectuar todo tipo
de trabajo mgico. Los estudiantes deben recordar que esto no se
refiere a los elementos tal como los conocemos, sino a la sustancia
elemental, de la cual todas las formas groseras estn hechas. De
acuerdo a la Sabidura Eterna existen cinco grados de sustancia,
que poseen ciertas cualidades. Estos cinco grados de sustancia
forman los cinco planos de la evolucin mondica; componen las
cinco esferas vibratorias, en las que residen el hombre y el super-
hombre.
Estos cinco planos tienen cada uno una cualidad destacada, de las
cuales los cinco sentidos fsicos son su analoga:

435
Libro III

Plano Naturaleza Sentido Centro


Tierra Fsica Olfato Base de la columna vertebral
Astral Emocional Gusto Plexo solar
Mansico Mental Vista Coronario
Bdico Intuitiva Tacto Cardaco
tmico Espiritual Sonido Larngeo

Como ya se ha dicho en Tratado sobre Fuego Csmico, estos sen-


tidos y sus analogas dependen del grado de evolucin del hom-
bre, como H. P. Blavastky lo afirm al enumerar los principios.
Este aforismo, por consiguiente, es aplicable tanto al dominio de
cada plano, como al de los elementos que lo componen. Se refiere
al dominio y utilizacin de todas las envolturas sutiles, por medio
de las cuales el hombre se pone en contacto con un plano o un
grado peculiar de vibracin.
Ganganatha Jha, en su inteligente comentario, dice: "Las cualidades
especficas, el sonido y las restantes, pertenecientes a la tierra, conjun-
tamente con las propiedades de la forma y todo lo dems, se denomi-
nan groseras; sta es la primera forma de los elementos. La segunda
forma es su respectiva caracterstica genrica: para la tierra es figura,
para el agua viscosidad, para el fuego calor, para el aire velocidad y
para el akasha omnipresencia. Las formas especficas de estas carac-
tersticas genricas son el sonido y todo lo dems". Su traduccin es
anloga a las otras, excepto la de Johnston, que es la siguiente:
"Dominio sobre los elementos desde el sanyama, en lo que
respecta a lo grosero, al carcter, la sutileza, la concomitancia
y la utilidad".

1. Rudeza, naturaleza densa.


El sonido y los otros sentidos, tal como se manifiestan en el plano
fsico. Debemos tener en cuenta que este plano es el burdo resumen
de todos los dems. Espritu, es materia en su punto ms bajo.

436
Libro III

2. Carcter, forma elemental.


La naturaleza de las caractersticas especficas de los elementos.
3. Sutileza o cualidad.
La sustancia atmica bsica de todo elemento. Lo que produce su
efecto fenomnico. Es aquello que est detrs de toda percepcin
sensoria y de los cinco sentidos. Otra palabra para esta forma "su-
til" es tanmatra.
4. Concomitancia o compenetrabilidad.
Es la naturaleza omnipenetrante de todo elemento, lo inherente.
La suma total de los tres gunas: tamas, raja y sattva. Todo elemen-
to, de acuerdo al lugar que ocupa en el esquema manifestado, se
caracteriza por la inercia, actividad o ritmo. Es inherente a la sus-
tancia. Slo difiere el grado de vibracin. Hay una analoga para
cada elemento en cada plano.
5. Utilidad o propsito bsico.
Es el correcto empleo de cada elemento, en la gran obra de la evo-
lucin. Literalmente, constituye el poder oculto en cada tomo de
sustancia, que lo impulsa adelante (mediante todos los reinos de la
naturaleza) hacia la autoexpresin; le permite realizar su tarea en
tiempo y espacio y alcanzar la fructificacin eventual.

Cuando, mediante la meditacin concentrada en las cinco formas


distintas de todos los elementos, el conocedor ha llegado a cono-
cer todas las cualidades, caractersticas y naturaleza de los mis-
mos, puede colaborar inteligentemente en el plan y llegar a ser un
mago blanco. A la mayora slo le es posible llegar a tres de las
formas; a esto se refiere "Luz en el Sendero" con las palabras:
"Interroga a la tierra, al aire y al agua, acerca de los secretos que
contienen para ti. El desenvolvimiento del sentido interno le per-
mitir hacerlo".

437
Libro III

A los Bhutas (elementos) tambin se les llama Tattvas. La palabra


Tattva es de una importancia grande y sutil en los sistemas filos-
ficos Hindes. Literalmente significa se aquello, es decir, la
cualidad esencial de una cosa que la distingue de todas las dems
cosas. Tattva se refiere, pues, a las cualidades esenciales que estn
incorporadas en diferentes medidas en diferentes cosas, y tiene un
significado muy abarcante. Aunque estos Tattvas son innumera-
bles, estn todos relacionados entre s, porque todos se derivan por
progresiva diferenciacin del Principio nico que constituye la
esencia misma de la naturaleza divina. Los BHUTAS son cinco de
estos innumerables Tattvas y tienen una funcin especial en el
Universo manifestado: la de relacionar la materia con la conscien-
cia.

438
Libro III

45. Mediante este dominio se obtiene la mxima peque-


ez y los otros siddhis (o poderes), as como la per-
feccin corporal y la liberacin de todos los entorpe-
cimientos.

Al final de cada uno de estos tres libros sobre Raja Yoga, tenemos
un aforismo que compendia los resultados y da la visin de lo que
el aspirante fiel e inteligente puede alcanzar, los cuales son:
"As su comprensin se extiende desde lo infinitamente pe-
queo hasta lo infinitamente grande, y su conocimiento se
perfecciona; desde annu (el tomo o partcula) hasta atma (o
espritu)". (Libro I, Af. 40).
"Como resultado de estos mtodos se obtiene la total sub-
yugacin de los rganos sensorios". (Libro II, Af. 55).
"Mediante este dominio se alcanza la mxima pequeez y
los otros siddhis (o poderes), as como la perfeccin corporal
y la liberacin de todos los entorpecimientos". (Libro III, Af. 45).

Por lo que antecede se ver que tenemos primeramente la obten-


cin de la visin y la comprensin interna de Dios; luego la com-
pleta subyugacin de la naturaleza inferior y el control de los sen-
tidos y sus rganos, de manera que el conocimiento se convierte
realmente en experiencia en el plano fsico, y despus viene la ma-
nifestacin de dicho control por el despliegue de ciertos poderes.
El Libro Cuarto est dedicado totalmente a la gran consumacin,
resultante de los tres anteriores, produciendo:
1. Cesacin del dolor y del trabajo. (Af. 30).
2. Obtencin del conocimiento infinito. (Af. 31).
3. Entrada en la eternidad. (Af. 33).
4. Retorno de la conciencia a su centro. (Af. 34).

439
Libro III

En conexin con el aforismo en consideracin, a los ocho siddhis


o poderes squicos se los denomina frecuentemente las ocho per-
fecciones, y con los otros dos completan los diez estados de per-
feccin, en lo que concierne al hombre inferior. Estos poderes
son:
1. Mxima pequeez... anima. Es el poder que posee el yogui
de hacerse pequeo como el tomo, identificarse con la parte
ms pequea del universo, sabiendo que el yo de ese tomo es
uno con l. Esto se debe a que el nima mundi, o alma del mun-
do, se difunde universalmente en todos los aspectos de la vida
divina.
2. Magnitud... mahima. Es el poder de expandir la propia concien-
cia y penetrar as en el todo mayor y tambin en la parte menor.
3. Gravedad... garima. Esto concierne al peso y a la masa, y se
refiere a la Ley de Gravedad, un aspecto de la Ley de Atraccin.
4. Liviandad... Iaghima. Es el poder subyacente en el fenmeno
de levitacin. La capacidad del adepto para contrarrestar la
fuerza de atraccin del planeta y abandonar la tierra. Es lo
opuesto del tercer "siddhi" o poder.
5. Logro del objetivo... prapti. Es la capacidad del yogui para
alcanzar su meta, extender su conocimiento a cualquier locali-
dad, llegar a todo o a cualquier lugar que desee. Se observar
que esto tiene aplicacin en todos los planos, en los tres mun-
dos, como la tienen, en realidad, todos los siddhis.
6. Voluntad irresistible... prakampa. Es algo que se define como
soberana, y la fuerza impulsora irresistible que posee todo adepto
para hacer fructificar sus planes, realizar sus deseos y completar
sus impulsos. Esta cualidad es la caracterstica distintiva del mago
negro y del blanco. Necesariamente se manifiesta con mayor fuer-
za en ese plano de los tres mundos que refleja el aspecto voluntad
de la divinidad, el plano mental. Todos los elementos obedecen a
esta fuerza de la voluntad, tal como la emplea el yogui.

440
Libro III

7. Poder creador. .. isatva. Concierne al poder del adepto para


manipular los elementos en sus cinco formas, producir con ellos
realidades objetivas y as crear en el plano fsico.
8. El poder de mando... vasitva. El mago, al controlar las fuer-
zas elementales de la naturaleza utiliza este poder, base del
mantra yoga, la yoga del sonido o del verbo creador. El poder
creador, el sptimo siddhi, concierne a los elementos y a su vi-
talizacin, a fin de convertirse en "causa efectiva"; este octavo
siddhi concierne al poder de la Palabra para impulsar a las fuer-
zas constructoras de la naturaleza a la iniciacin de una activi-
dad coherente, a fin de producir formas.
Cuando estos ocho poderes estn activos, traen como resultado el
noveno, la perfeccin corporal, porque el adepto puede construir
un vehculo adaptado a sus necesidades; puede hacer con l lo
que quiere y por su intermedio lograr su objetivo. Finalmente, el
dcimo poder se ver en plena manifestacin, pues ninguna for-
ma entorpece ni obstaculiza la fructificacin de la voluntad del
yogui, quedando liberado de la forma y sus cualidades.
Estos poderes alcanzados por dominio sobre los Bhutas (elemen-
tos) parecen muy extraordinarios y casi increbles. Pero se les re-
conoce como una realidad dentro de la tradicin de miles de aos
y las experiencias de los que se han sometido a la alta disciplina
del yoga. Dominar los Bhutas significa pues unificarse con la
Conciencia Divina sobre la cual esta basada la manifestacin, y
por lo tanto adquirir la capacidad de ejercer poderes Divinos co-
mo Reyes de la Creacin y Semejantes a Dios, que esta in-
herentes en esa Supraconsciencia.
Ms importante que lo extraordinario de estos poderes es la na-
turaleza del Universo manifestado. El misterio de la vida y de la
materia en relacin a la consciencia divina parece ahondarse y
adquirir una nueva significacin. Segn expone la doctrina
Vedntica: En verdad, todo es Brahman, as pues, parece ser
la nica explicacin veraz.
441
Libro III

46. Simetra de forma, belleza de color, dureza y densi-


dad del diamante, constituyen la perfeccin corporal.

Aunque muchos comentadores dan a este aforismo una interpreta-


cin puramente fsica, encierra un concepto mucho ms amplio. Nos
expone, en trminos cuidadosamente escogidos (de los cuales el len-
guaje moderno no es ms que una parfrasis, carente de la expresin
que imparte plenamente la idea), la condicin del tercer aspecto o
forma, a travs del cual se manifiesta el segundo aspecto o crstico.
Este tercer aspecto es en s triple, sin embargo forma un todo co-
herente, de all que se emplean cuatro trminos para expresar este yo
personal inferior. El ocultista nunca se ocupa del vehculo fsico den-
so. Considera al cuerpo etrico como la verdadera forma; el denso es
simplemente el material para llenar esa forma. El cuerpo etrico es la
verdadera forma sustancial, la estructura, el armazn, al cual se
amolda necesariamente el cuerpo fsico. La forma debe ser simtrica
y construida exactamente de acuerdo al nmero y diseo; su diferen-
cia bsica ser la exactitud geomtrica de sus muchas unidades. El
cuerpo emocional o astral, como se sabe, se caracteriza por su colori-
do, y de acuerdo a la etapa de desenvolvimiento, as ser el color, be-
llo, claro y traslcido, o feo, oscuro y opaco. El cuerpo astral de un
adepto es de belleza radiante, carente de los colores de baja vibracin.
El aspecto ms elevado del yo personal, el cuerpo mental, vi-
brar en armona con el aspecto ms elevado del espritu, que es vo-
luntad, poder o fortaleza -cualesquiera de estas palabras son apropia-
das. Fortaleza, belleza y forma, reflejos de poder, amor y actividad,
son las caractersticas del cuerpo de manifestacin de todo hijo de
Dios que haya entrado en su reino. Luego, la cuarta expresin impar-
te la idea de unidad, la coherencia de los tres, de manera que acta
como un todo y no en forma independiente y separada. Por lo tanto,
el hombre es el Tres en Uno y el Uno en Tres, como su Padre en los
Cielos; pues "est hecho a imagen de Dios".
Dos palabras emplean los traductores para expresar esta idea
de fuerza compacta coherente, por ejemplo, diamante y rayo. El

442
Libro III

ser humano que ha recibido la ms elevada de nuestras iniciacio-


nes planetarias, es denominado alma diamantina -el hombre que
puede trasmitir perfectamente la luz blanca pura, y reflejar los
colores del arco iris, los siete colores de la escala cromtica. Su
personalidad es conocida por el mismo trmino, porque se ha con-
vertido en transmisora de la luz o radiacin interna.
El trmino "rayo" es igualmente expresivo, porque da la idea de
fuerza elctrica. Todo lo que podemos conocer de Dios o del
hombre, es la cualidad de su energa, segn la manifieste como
fuerza y actividad, de all que en La Doctrina Secreta, al aspecto
ms elevado de la divinidad se lo llama fuego elctrico.
El cuerpo llega a ser indestructible. Nada puede daarlo. Nada es
capaz de destruirlo hasta que el yogui lo consienta. "Rompe la vara
del tiempo y con su cuerpo vive en este universo." Dicen los Vedas
que para un hombre as ya no hay enfermedades ni dolores ni muerte.
Este Sutra define la perfeccin del cuerpo fsico-etrico. El domi-
nio sobre los elementos (Bhutas) llevar naturalmente al cuerpo a
adquirir todas las cualidades superiores. Adems, cuando se eli-
minan las distorsiones causadas por el Karma acumulado, el cuer-
po tiende a conformarse naturalmente al arquetipo de la forma
humana que es exquisitamente bello y radiante y tiene todos los
atributos mencionados en este aforismo.
No olvidemos que la fealdad e imperfecciones del cuerpo fsico son
el resultado de las desarmonas y obstrucciones y Karmas que estn
inherentes en las primeras etapas de la evolucin. Cuando estas des-
aparecen al alcanzar la perfeccin, el esplendor aprisionado irrumpe
a travs del cuerpo fsico que es el ms denso de nuestros vehculos.
Tengamos tambin presente que las leyes que rigen la materia y los
tomos y sus adaptaciones a las leyes y ritmos superiores son mucho
ms lentos en manifestarse, por lo que pude ocurrir que dicha mani-
festacin de belleza y perfeccin pueda tardar cierto tiempo en mani-
festarse en el cuerpo fsico, lo cual tampoco es importante, ya que
slo ser el reflejo de lo interiormente alcanzado.

443
Libro III

47. El dominio sobre los sentidos (indriyas) se obtiene


por la meditacin concentrada en su naturaleza, atri-
butos peculiares, egotismo, penetrabilidad y propsi-
to til.

El Af. 44 trata muy extensamente de la objetividad y naturaleza de


las cinco formas, que todo elemento asume. El que ahora tratamos
se ocupa de lo subjetivo y del mecanismo sutil, por medio del cual
se establece contacto con las formas, utilizndolas con propsitos
especficos. Aqu nos referimos a los indriyas o sentido, que los
filsofos hindes dividen en diez, en vez de cinco. Clasifican los
cinco sentidos en dos grupos; en uno incluyen lo que llamamos
rganos de los sentidos; como ser, el ojo, la nariz, etc; en el otro
las facultades que hacen posible al ojo ver y a la nariz oler.
Por lo tanto, cuando el estudiante analiza los sentidos, los conside-
ra en quntuple vinculacin, y tambin en relacin con sus contra-
partes en los planos astral y mental. Las cinco divisiones son:
1. Su naturaleza. Estudia cada sentido en su doble condicin, la
de instrumento externo y su capacidad interna para responder a
ciertos impactos vibratorios. Sabe por ejemplo, por qu el rga-
no del sentido llamado ojo, vibra a los impactos que producen
la vista, pero no responde a los impactos que producen el olfato.
Por lo tanto discrimina entre los sentidos, aprendiendo a seguir
el impulso vibratorio hasta su fuente de origen, por una de las
cinco lneas posibles de acercamiento, hacindolo inteligente-
mente y no a ciegas.
2. Sus atributos peculiares. Estudia la cualidad de los sentidos,
haciendo hincapi, no tanto sobre el sentido particular implica-
do (del que ya nos ocupamos), sino sobre el atributo peculiar
del sentido y de aquello para lo cual da la clave en el macro-
cosmos.

444
Libro III

3. Egotismo. Se refiere a la facultad de expresar el "yo", que ca-


racteriza tan preeminentemente al ser humano, apareciendo el
sexto sentido, la mente, como intrprete y sintetizador de los
otros cinco. Esta capacidad del ser humano le permite decir: "yo
veo, yo huelo", cosa que no puede hacer el animal.
4. Compenetrabilidad. Todos los sentidos tienen la capacidad
de expandirse infinitamente, y cuando cada sentido es seguido y
utilizado conscientemente, puede guiar al hombre en tres prin-
cipales direcciones:
a. Al centro de todas las cosas, regreso al corazn de Dios.
b. A la ntima comunicacin con su semejante, ponindolo en
armona con l, cuando as lo desea.
c. A hacer contacto con todas las formas.
Para el hombre comn no existe ms que lo que puede or, to-
car, ver, probar y oler, siendo los nicos cinco modos por los
cuales puede conocer. Para l solo existen cinco respuestas po-
sibles al hacer contacto con cualquier tipo de vibracin; en
nuestro sistema solar no existe ms que energa vibratoria, Dios
en movimiento activo. Estos cinco mtodos lo ponen en armon-
a con los cinco elementos, pero cuando el aspirante se da cuen-
ta de ello, tiene ante s infinitas posibilidades. Posteriormente,
al hombre avanzado, se le presenta otra y ms elevada escala de
vibraciones, cuando puede utilizar la mente, no slo como uni-
ficadora de los cinco sentidos sino como sexto sentido. Este es
el objetivo de todas las prcticas de Raja Yoga. Por medio de la
mente se llega a conocer el reino del alma; as como por medio
de los sentidos se establece contacto con el mundo objetivo.
5. Propsito til. Cuando se comprende la relacin de los cinco
sentidos con los cinco elementos y se estudia y domina la Ley
de Vibracin, el adepto puede dedicar todos los poderes de su
naturaleza a propsitos tiles. No slo entra en comunicacin
con todas las partes de su propia naturaleza, afines o anlogas a
la naturaleza de Dios, segn Se manifiesta en el macrocosmos.

445
Libro III

A nivel prctico podramos decir que: En la percepcin de los obje-


tos externos los rganos transmiten la impresin a la mente. A esto
sigue el conocimiento. La egoidad est tambin presente en el acto.
Cuando el yogui aplica gradualmente a todo ello el samyama, do-
mina los rganos. Por ejemplo, el objeto es un libro, hemos de con-
centrar primero la mente en el libro, despus en el conocimiento del
libro y despus en el ego que ve el libro y as sucesivamente. Por la
prctica se dominarn todo los rganos y por consiguiente sus res-
pectivas funciones.
Aclaremos conceptos necesario:
La mente esta constituida por dos rganos fundamentales:
1. BAHYA KARANA, uno exterior, y que es el soporte de las sen-
saciones.
2. ANTAKARANA, y otro interno, que es el soporte de la per-
cepcin y del pensamiento interno.
BAHYA KARANA: Es lo que en Occidente solemos llamar sensi-
bilidad y se subdivide en dos funciones: los rganos de los senti-
dos (INDRIYA) y los objetos suprasensibles (TANMATRA).
Los rganos de los sentidos (indriyas) son diez .
Los cinco primeros, (JANENDRIYA) o "Indriya del conocimien-
to", son los cinco sentidos tradicionales: vista, odo, tacto, gusto y
olfato.
Los siguientes son "Indriya de la accin" (KARMENDRIYA) son
las facultades del sistema nervioso motor: expresin oral, apre-
hensin, deambulacin, excrecin y procreacin.
Los Indriya son propiamente las facultades y no los rganos mate-
riales respectivos, as hablamos de la facultad de la visin y no el
ojo, o la capacidad de aprehensin y no la mano.
Los Indriya no estn en contacto directo con el rgano senso-
motor respectivo, sino que ese contacto se realiza a travs de la

446
Libro III

envoltura energtica llamada PRANA. Esta envoltura (PRANA-


MAYAKOSHA) es la gran desconocida de la biologa occidental. La
estrecha relacin entre PRANAMAYAKOSHA y el MANOMAYA-
KOSHA, consiste en que este no acta directamente sobre el cuerpo
fsico (STHULA SARIRA) sino indirectamente a travs del cuerpo
prnico o etrico (PRANAMAYAKOSHA).
Los TANMATRA son las cualidades generales sensibles y su nu-
mero coincide con el de los JANENDRIYA: el sonido, la forma, el
tacto, el sabor y el olor. Estas cinco cualidades sensibles no son
directamente perceptibles. La inclusin de los TANMATRA en el
BAHYA KARANA es lo que hace posible la percepcin de las sen-
saciones determinadas de los objetos, es decir que sentimos tal
sabor o tal sonido concreto porque poseemos "previamente" la
forma general (TANMATRA) del sabor y del sonido. Los Tanmatra
son las cualidades sensibles ideales que hacen posible las cualida-
des sensibles materiales.
Cada TANMATRA entra en contacto con el correspondiente IN-
DRIYA al experimentar los objetos sensibles (sonido-audicin,
forma-visin, sabor-gusto, tacto-sensacin tctil y trmica, olor-
olfato) y sirve de base sensible a la accin de MANAS, que ya es
funcin propia de ANTAKARANA.
Bahya Karana es el vestbulo sensorial de la mente, cuya funcin
consiste en aportar material sensible a ANTAKARANA, que es el
verdadero constructor del conocimiento.

447
Libro III

48. Como resultado de esta perfeccin se obtiene rapidez


de accin, como la de la mente, la percepcin interde-
pendiente de los rganos y el dominio sobre la sustan-
cia raz.

Hemos considerado los diversos resultados del proceso de la me-


ditacin cuando se perfecciona y llega al punto culminante. El
vidente ha llegado a la consumacin del proceso de alineamiento.
Su triple yo personal ha sido purificado, reajustado y controlado.
Cada uno de los tres cuerpos vibra a tono con la nota del ego o yo
superior, que a su vez est en proceso de sincronizarse con la
mnada o yo divino, el espritu en su propio plano. El gran "Hijo
de la Mente", el pensador en los niveles superiores del plano men-
tal, es ahora el factor dominante; el resultado de este dominio es
triple, y cada efecto se manifiesta en todos los planos, pero princi-
palmente en uno. Tales resultados son:
1. Rapidez de accin como la de la mente. Empleamos fre-
cuentemente la frase rpido como el pensamiento cuando
queremos dar idea de la mxima rapidez. La actividad del yogui
en el plano fsico, sincronizada con sus procesos mentales, sus
decisiones instantneas y sus fines rpidamente alcanzados,
hacen que su vida en el plano fsico se caracterice por una acti-
vidad muy sorprendente y por sus asombrosos resultados. De l
puede decirse lo mismo que decimos del Creador: "Dios me-
dit, visualiz, habl, y los mundos fueron hechos".
2. Percepcin independiente de los rganos. El adepto no de-
pende de los rganos de los sentidos ni del sexto sentido, la
mente, para adquirir conocimiento.
La intuicin se ha desarrollado en l, hasta convertirse en ins-
trumento utilizable; la directa captacin de todo conocimiento,
independiente de la facultad de conocimiento o mente razona-
dora, es su privilegio y derecho. Ya no necesita emplear la men-

448
Libro III

te para comprender la realidad, ni los sentidos como medio de


contacto: emplear los seis, pero de manera diferente. Utilizar
la mente para trasmitir al cerebro los deseos, planes y propsi-
tos del Maestro, el Cristo interno; los cinco sentidos trasmitirn
distintos tipos de energa a los objetivos elegidos. Se abre aqu un
vasto campo de estudio para el investigador interesado. El ojo es
uno de los transmisores ms potentes de energa, y este conoci-
miento dio pbulo, en la antigedad, a la creencia acerca del mal
de ojo. Mucho debe descubrirse respecto a la vista, porque inclu-
ye no slo la visin fsica, sino el desarrollo del tercer ojo, la cla-
rividencia, la visin espiritual perfecta, y as sucesivamente hasta
el inconcebible misterio que encierran los trminos: "el Ojo que
todo lo ve" y "el Ojo de Shiva".
Las manos son factores potentes en todo trabajo mgico de cu-
racin, y la utilizacin del sentido del tacto es una ciencia esot-
rica. La sublimacin del sentido del odo y su empleo para or la
Voz del Silencio o la msica de las esferas, es un sector de la
enseanza oculta del tipo ms profundo, y esos adeptos que se
han especializado en las ciencias de la vista y del sonido son al-
gunos de los ms eruditos y avanzados de la Jerarqua.
Los otros sentidos son tambin susceptibles de profundo desen-
volvimiento, pero estn peculiarmente ocultos en los misterios
de la iniciacin y nada ms puede decirse acerca de ellos. Los
tres sentidos, odo, tacto y vista, son las tres caractersticas de
las tres razas humanas y de los tres planos de nuestros tres
mundos.
1. Odo .... Lemuria ..... Plano fsico ........ Oreja .... Respuesta al sonido.
2. Tacto ... Atlante ....... Plano astral ........ Piel ....... Respuesta al tacto.
3. Vista ..... Aria ............. Cuerpo mental ... Ojo ....... Respuesta a la visin.

El tercer sentido afecta principalmente a nuestra raza, de all las


palabras del profeta: "Donde no hay visin los pueblos pere-
cen". El desarrollo de la vista y el logro de la percepcin espiri-

449
Libro III

tual constituyen el gran objetivo de nuestra raza y de todo el


Raja Yoga. El mstico llamar a esto "iluminacin", el ocultista
"visin pura", siendo una y la misma cosa. Los otros dos senti-
dos estn todava velados; su verdadero significado aparecer
en el transcurso de la sexta y sptima razas, que seguirn a la
nuestra, y su verdadera relacin es con el plano bdico o intui-
tivo y el tmico o espiritual respectivamente.
3. Dominio sobre la sustancia raz. Esta sustancia raz es el
pradhana; a veces se la denomina la raz de todo, sustancia pri-
mordial, materia raz. Rama Prasad, en su traduccin y comen-
tario, dice lo siguiente: "Dominio sobre pradhana significa el
poder de controlar todas las modificaciones de prakriti. Estas
tres realizaciones... se obtienen venciendo la apariencia sustan-
tiva de los cinco instrumentos independientes de sensacin".

Es interesante observar que estas tres realizaciones demuestran:


a. La incapacidad de la materia y de la forma para esclavizar al yogui.
b. La imposibilidad de la sustancia para impedir que el yogui
conozca cualquier aspecto de la manifestacin.
c. La incapacidad de la materia para resistir la voluntad del yogui.

Estos tres factores explican por qu el adepto puede crear a volun-


tad. La liberacin de las limitaciones de la materia es la base de la
magia blanca.
Para finalizar, podra observarse que esta capacidad es en s relati-
va, porque el adepto est liberado de las limitaciones en los tres
mundos del esfuerzo humano. El Maestro tiene perfecta libertad
de accin en los tres mundos y tambin en el plano bdico, mien-
tras que Cristo y quienes han alcanzado una iniciacin similar,
tienen esta libertad en los cinco mundos de la evolucin humana.

450
Libro III

Renunciacin y liberacin (III.49-III.51)

49. El hombre que puede discriminar entre alma y espri-


tu, alcanza la supremaca sobre todas las condiciones
y llega ser omnisciente.

El comentario de Charles Johnston, sobre este aforismo, describe


muy bien al hombre que puede lograr esto, y la belleza de su pen-
samiento se descubrir al analizar sus palabras:
"El hombre espiritual est envuelto en la red de sus emociones, de-
seos, temores, ambiciones, pasiones y obstaculizado por formas
mentales de separatividad y de materialismo. Cuando estas redes se
rompen y se superan totalmente dichos obstculos, entonces el
hombre espiritual surge fuerte, poderoso y sabio de su propio y am-
plio mundo. Utiliza sus poderes divinos con alcance y energas divi-
nas, actuando conjuntamente con los seres divinos, dicindosele: Eres
ahora un discpulo capaz de permanecer, or, ver y hablar. Has vencido
el deseo y logrado el autoconocimiento, has visto a tu alma en su flore-
cimiento y la has reconocido, y has odo la Voz del Silencio".

La maravillosa sntesis de la enseanza, en ninguna parte es ms


evidente que en este aforismo, porque el punto alcanzado es de un
orden ms elevado que el mencionado en el Libro II, Af. 45, es
una condicin intermediaria entre la mencionada en este ltimo y
la del Libro IV, Afs. 30 al 34.
En el Libro I, Af. 4, vimos que el verdadero hombre est atra-
pado en las redes de la naturaleza squica, y la luz que hay en l est
velada y oculta. Al aprender a discriminar entre el verdadero yo y el
yo personal inferior, se desenreda y ve la luz en l, quedando libe-
rado. Lograda la liberacin, desarrollados los poderes del alma y
alcanzada la maestra, se abren ante l experiencias y conocimien-
tos ms vastos y amplios. Empieza a expandir su conciencia de lo
planetario a lo solar, y la conciencia grupal puede desarrollarse en
conciencia divina. El primer paso para ello est indicado en el afo-

451
Libro III

rismo que estamos considerando; el mismo paso es sealado y tra-


tado ms extensamente en el Libro Cuarto. No se dan las reglas
para esta expansin porque conciernen al desarrollo del Maestro y
al desenvolvimiento del Cristo, hasta alcanzar ese estado superior
del ser que Le es posible obtener; pero el Libro Cuarto se ocupa de
las etapas preparatorias e insina otras posibilidades. En el que aho-
ra tratamos, se mencionan requisitos bsicos: la discriminacin
entre alma o el Cristo interno, y el aspecto Espritu o Padre. La ac-
tividad inteligente ha sido demostrada, basada en el desenvolvimien-
to de la naturaleza amor. Entonces podr desarrollar sin peligro el
espritu o aspecto voluntad y entregar el poder en manos de Cristo.
Tres palabras servirn para proyectar luz sobre este proceso de
desenvolvimiento.
- El primer gran conocimiento que el aspirante debe obtener es la
omnipresencia, comprender su unidad con todo y la unicidad de su
alma con las dems almas; descubrir a Dios en su propio corazn y
en cada forma de vida.
- Luego, como iniciado, alcanzar la omnisciencia, es decir, el omnicono-
cimiento, y las Aulas del Aprendizaje y de la Sabidura le entregan sus
secretos. Deviene un Cristo, un conocedor de todas las cosas, que sabe
lo que hay en el corazn del Padre y en el corazn de los hombres.
- Finalmente, con el tiempo, alcanza la omnipotencia u omnipoder,
entonces cuando las llaves del Cielo se entregan al Hijo del Hombre,
todo poder ser suyo.

Cuando los textos Indios afirman que la persona liberada puede


aniquilar el universo en un instante, pues es ya Divino, pero ob-
viamente no lo har. Lo mismo puede decirse de la omnisciencia.
El ser liberado es por definicin omnisciente, puesto que es todo
conocimiento, pero esto es cierto solo al nivel de la existencia
absoluta. Aqu, en nuestra realidad de variados fenmenos, el
adepto liberado puede muy bien estar ignorante de numerosas
cosas pero tiene acceso al conocimiento como y cuando sea nece-
sario segn el esquema de las cosas.

452
Libro III

50. La desapasionada actitud hacia esta realizacin y todos


los poderes del alma, hace que quien est libre de las
semillas de la esclavitud, alcance el estado de unidad
aislada.

La unidad aislada, que aqu se refiere, es la total separacin de


todos los aspectos de la forma y la obtencin de la unicidad espiri-
tual. Significa apartarse de la conciencia material y vivir en la
conciencia espiritual. Es armona con el espritu y desarmona con
la materia. Implica identificacin con el Padre en los Cielos, y la
verdadera comprensin de las palabras del Maestro de Maestros:
"Yo y Mi Padre somos Uno".
Un adecuado sentido de valores ha sido establecido y los poderes
desarrollados y las percepciones alcanzadas contienen "las semi-
llas de la esclavitud", por lo tanto, el verdadero yogui no se ocupa
de ellas. Prestando servicio a voluntad, percibir lo que necesita y
tambin emplear a voluntad los poderes ocultos, permaneciendo
desapegado y libre de toda limitacin krmica.
Cuando se ha desarrollado la Omnisciencia y la Omnipotencia co-
mo ya se ha dicho, el yogui queda fuera de la esfera de la Materia.
Pero mientras exista apego a estos Poderes trascendentales que so-
lamente pueden ejercerse en la esfera de la materia, el yogui est
todava dependiendo de la Materia y por tanto esclavo de ella. Do-
minar una cosa no significa siempre ser independiente a ella. Y
mientras haya dependencia habr esclavitud. Y puesto que Kaival-
ya -(bienaventuranza final, resultado final de la practica del Yoga
de Patanjali, que consiste en el aislamiento del Puruhsa (Espritu) y
su liberacin o emancipacin del Prakriti (Materia), alcanzando as
el yogui el estado de Unidad, y viendo a Dios manifestado en s
mismo - es liberacin completa el Yogui no debe sentir la ms
mnima atraccin o apego por estos poderes aunque tenga que utili-
zarlos.

453
Libro III

51. Debe haber rechazo absoluto de las tentaciones de


todas las formas, incluso la celestial, pues an es po-
sible la repeticin de contactos malignos.

La traduccin de Rama Prasad es iluminadora y digna de men-


cin. Dice: "Cuando las deidades que presiden, invitan, no debe
haber apego ni una sonrisa de satisfaccin, pues el contacto con lo
indeseable es nuevamente posible".
La interpretacin de Dvivedi nos da otro punto de vista: "Debera
establecerse la diferencia entre el placer o el orgullo, ante el lla-
mado de las potestades de distintos lugares, pues existe la posibi-
lidad de que se repita el mal".
El yogui o discpulo ha alcanzado su objetivo. Se ha desligado
(por medio del desapasionamiento y de la discriminacin) de las
redes de la forma, y est libre y emancipado. Pero debe mantener-
se en guardia, porque "quien cree que est firmemente de pie debe
tener cuidado de no caer". La vida de la forma siempre atrae, y las
seducciones de la gran ilusin estn siempre presentes. El alma
emancipada debe apartar sus ojos del llamado de las "deidades
que presiden" (esas vidas que en los tres mundos forman la totali-
dad de la vida del plano) y fijarlos en esos aspectos ms espiritua-
les que constituyen la vida de Dios mismo.
Hasta el reino del alma, y la "Voz de los Dioses", como se la de-
nomina, contiene latente las simientes del apego; por lo tanto,
apartndose de todo lo adquirido y abandonando todo pensamien-
to de las perfecciones alcanzadas y poderes desarrollados, el Hijo
de Dios, el Cristo en manifestacin, nuevamente avanza hacia una
meta ms elevada. En cada etapa del sendero se enuncia el precep-
to: "Olvidando las cosas que quedan detrs, sigue adelante". (Fil.
3:13). Cada nueva iniciacin marca simplemente el comienzo de
un nuevo ciclo de esfuerzo.

454
Libro III

Los comentadores de este aforismo sealan que hay cuatro clases


de chelas o discpulos, y son:
1. Aquellos cuya luz recin comienza a iluminar, denominados
"cumplidores de las prcticas" porque recin han entrado en
el sendero, siendo los probacionistas y aspirantes.
2. Aquellos cuya intuicin va despertando y manifiestan el co-
rrespondiente desarrollo del poder psquico. Esta etapa es muy
peligrosa, porque los discpulos son susceptibles de ser seduci-
dos por las posibilidades de adquirir el poder que brinda la facul-
tad squica. Tienden a alucinarse y a creer que el poder psquico
indica crecimiento y desenvolvimiento espiritual, y no es as.
3. Los discpulos que han vencido las atracciones de los senti-
dos y no pueden ser engaados por el aspecto forma en los
tres mundo. Han vencido los sentidos y han conquistado la
naturaleza forma.
4. Aquellos que han trascendido todo lo anterior y se mantie-
nen firmes en la verdadera conciencia espiritual. stos son
los iluminados que han progresado a travs de las siete eta-
pas de iluminacin. (Vase Libro II, Af. 27).

Si el estudiante relee el Af. 26 de este Libro Tercero y su comenta-


rio, obtendr alguna idea del carcter de los mundos, de la forma y
de las deidades que los presiden, cuyas voces tratan de desviar al
aspirante del camino y llevarlo al reino de la ilusin. Adems
hallar interesante establecer el contraste y comparar los cuatro
primeros tipos de espritus, enumerados en ese aforismo, con los
cuatro tipos de discpulos. Lo que existe en los tres mundos es un
reflejo de lo que existe en las regiones celestiales, y mucha com-
prensin se obtendr del gran aforismo hermtico "como es arriba,
as es abajo". Ese reflejo es lo que constituye el mal; ese aspecto
inverso de la realidad constituye la gran ilusin, de lo cual no se
ocupan los hijos de Dios. Constituyen el mal en lo que a ellos con-
cierne, pero no en otro sentido. Las formas de vida en estos mundos

455
Libro III

y las vidas que animan a estas formas son buenas y correctas en s, y


siguen su propio sendero evolutivo; pero su objetivo inmediato y
estado de conciencia no estn sincronizados con los del discpulo en
evolucin, por lo tanto no debe haber intercambio con ellos.
Vimos que la omnisciencia y la omnipotencia contienen semillas de
esclavitud en que deben ser destruidas por el total desapego antes
de poder alcanzar la liberacin. Este sutra indica que ese apego no
solamente una fuente de esclavitud sino tambin de peligro. Es yo-
gui o discpulo que alcanza semejante altura es siempre probado
por las Potencias que cuidan los diversos departamentos o planos
de la naturaleza, y si cede a sus seducciones por falta de completo
desapego seguramente caer precipitadamente. Esa clase de tenta-
ciones acechan a todos los Iniciados altamente avanzados. En la
vida de todos los grandes instructores, tales como el Cristo o el bu-
da, se encuentran referencias sobre estos peligros o tentaciones, los
cuales son normales y dentro del sendero de realizacin.
Pero tales tentaciones no les vienen solamente a los que estn muy
altamente avanzados. En el momento en que un yogui alcanza cierta
medida de poder real se convierte en objeto de ataque y debe estar en
guardia a toda hora. El tipo de tentaciones depender naturalmente
de sus flaquezas particulares y la etapa de su desarrollo. Mientras un
principiante que trata de pasar al siguiente plano suprafsico puede
ser tentado por elementales, los que han alcanzado ciertas alturas de
poder y saber, son objeto de los ataques de grandes Devas que cuidan
los diversos Departamentos de la Naturaleza. Cuanto ms alta la eta-
pa, ms sutil la tentacin y mayor grado de desapego y discernimien-
to ser necesario para contrarrestarla. Tales tentaciones de dichas
Potestades no son en s malignas, sino que debe considerarse como
una fuerza benfica que opera en la Naturaleza para probarnos a cada
paso de modo que podamos vencer nuestras debilidades y avanzar
firmes hacia nuestra meta. La espada de la tentacin, que nos busca y
punza nuestras debilidades, ciertamente nos causa sufrimiento y an-
gustias temporales, pero tambin nos abre oportunidades de vencer
esas flaquezas, y as nos liberta para avanzar por la Senda.

456
Libro III

La discriminacin mas elevada (III.52-III.55)

52. El conocimiento intuitivo se desarrolla por el empleo


de la facultad discriminadora, cuando hay concentra-
cin enfocada en los instantes y su continua sucesin.

Se ha dicho que la total comprensin de la Ley de los Ciclos llevar-


a al hombre a un elevado grado de iniciacin. Esta Ley de Periodi-
cidad subyace en todos los procesos de la naturaleza; su estudio
sacar al hombre del mundo de los efectos objetivos y lo llevar al
de las causas subjetivas. Se ha dicho tambin que el tiempo es sim-
plemente una sucesin de estados de conciencia, y esto es verdad
respecto a un tomo, un hombre o un Dios. Esta verdad subyace en
los grandes sistemas de la ciencia mental y de la Christian Science
de Occidente, y en muchas filosofas de Oriente. Este aforismo da
la clave de la relacin que existe entre materia y mente o entre sus-
tancia y el alma que la anima, lo cual se comprender si considera-
mos las palabras de un comentador hind, que dice:
"As como el tomo es una sustancia en la cual lo diminuto al-
canza su lmite, as un instante es una fraccin de tiempo en que
lo diminuto alcanza igualmente su lmite, o un instante es el
tiempo que tarda un tomo en abandonar la posicin que ocupa
en el espacio y llegar al punto siguiente. La sucesin de instantes
es la no cesacin de su resplandor".
Cuando nos damos cuenta de que un tomo y un instante son una y
la misma cosa, y que detrs de ellos est el conocedor de ambos,
tenemos el indicio de todos los estados de conciencia y de la natura-
leza de la energa. Tambin habremos alcanzado la verdadera com-
prensin del Eterno Ahora y la exacta apreciacin del significado
del pasado, presente y futuro. Se dice que todo ello puede obtenerse
por la meditacin concentrada en el tiempo y sus unidades.
Ser oportuno indicar que las distintas clases de concentracin
a que se refiere este Libro Tercero, no son aplicables o apropiadas
a todos los tipos de aspirantes. Los hombres pertenecen a siete
457
Libro III

tipos principales, cuya caracterstica y naturaleza distintivas y


cualidades precisas, los predisponen a ciertos y definidos aspectos
del sendero de retorno. Algunos se inclinan por las matemticas y
tienen tendencia a la geometra divina y a los conceptos de espa-
cio y tiempo, los cuales sabiamente seguirn el mtodo de des-
arrollar el conocimiento intuitivo de que trata este aforismo.
Otros lo hallarn muy difcil y haran bien en ocuparse de otros
tipos de meditacin concentrada.
En el anterior aforismo veamos como ramos tentados y probados
continuamente, as pues Cmo vencer todas esas tentativas? por el
discernimiento que distingue el bien del mal. Por lo tanto hay un sam-
yama que intensifica el poder del discernimiento. Es el samyama apli-
cado a una partcula de tiempo y al tiempo que la precede y la sigue.
Tengamos presente que desde el punto de vista esotrico el
tiempo no existe como tal, ya que su fragmentacin numrica es
infinita, no hay un punto real y slido de anclaje para determinar
cuando termina un una partcula de tiempo y comienza otra. Esta es
la razn por la cual todos los Grandes Maestros enfatizan la expe-
rimentacin del divino instante del Aqu y Ahora como la ni-
ca y verdadera realidad existencial. Podra decirse que el tiempo
es solo un espejismo mental sustentado en una dimensin humana.
El tiempo se encuentra vaco de realidad; se trata solo de un con-
cepto mental; meses, das, horas, segundos no tienen realidad objetiva.
De acuerdo con la naturaleza de las palabras usadas; pero, dentro de la
concepcin vulgar y generalizada del mundo, sencillamente parece
tener realidad. La sucesin es esencialmente una continuidad de ins-
tantes. Los yoguis, expertos en este tema del tiempo, corroboran lo
anterior. Practicar samyama sobre el tiempo y su secuencia hace nacer
la claridad absoluta. La claridad es la capacidad de distinguir la dife-
rencia que existe entre un objeto y otro y de ver cada uno de ellos en
su totalidad, sin impedimentos. El tiempo es relativo: existe por la
comparacin de un momento con otro. Una unidad de tiempo es, de
hecho, una representacin del cambio. El cambio consiste en la susti-
tucin de una caracterstica por otra. Este vnculo entre el tiempo y el
cambio es lo que se debe examinar.

458
Libro III

53. De este conocimiento intuitivo nace la capacidad de


distinguir (entre todos los seres) y de conocer su espe-
cie, sus cualidades y el lugar que ocupan en el espacio.

Las dificultades de este aforismo sern obviadas si damos una


parfrasis libre.
"Mediante el desarrollo de la intuicin, surgir el conocimiento
exacto de las fuentes de la vida manifestada, de las caractersticas
o cualidades, y del lugar que ocupa dentro del todo".
Del principio al fin, Los Aforismos de la Yoga ponen de manifies-
to que las triplicidades divinas se hallan en todas partes, y que
cada forma que anima una vida (nada ms hay en manifestacin)
debe ser conocida como:
1. Vida. La vida de Dios emana de su fuente por medio de siete
corrientes, emanaciones o alientos"; cada forma en el mundo
objetivo es la expresin de una vida de una de estas corrien-
tes. El desarrollo de la intuicin permite al vidente conocer la
naturaleza del tomo de la vida. Esto se deduce de la palabra
"gnero". El ocultista moderno preferira la palabra "rayo" y
el cristiano neuma o espritu, pero la idea es la misma.
2. Conciencia o alma. Todas estas formas vivientes de vida di-
vina son conscientes, aunque todos los estados de concien-
cia no son los mismos, sino que varan desde la vida del
tomo de sustancia, segn est limitado y circunscripto, has-
ta la vida de un Logos solar. El estado de respuesta cons-
ciente de todas las formas a su medio ambiente, exotrico e
invisible, produce las diversas caractersticas adems de las
diferencias, debidas al: a. rayo, b. plano de manifestacin,
c. grado de vibracin, d. etapa de desarrollo, y estas carac-
tersticas forman la cualidad a que hace referencia este afo-
rismo. ste es el aspecto subjetivo, en contraposicin a lo
objetivo y a lo esencial.

459
Libro III

3. Forma o cuerpo. Es el aspecto exotrico que surge del subje-


tivo, como resultado del anhelo espiritual. El lugar que ocupa
en el espacio es esa parte, en el cuerpo del Hombre celestial,
donde un tomo o forma est ubicado. Aqu debe recordarse
que para el estudiante ocultista "el espacio es una entidad" y
esta entidad es la misma que el Cristo csmico, el "cuerpo de
Cristo", mencionado por San Pablo en I, Co. 12:27.

Por lo tanto este aforismo aclara que el yogui liberado, que ha


desarrollado la intuicin, puede conocer todo acerca de las formas
de la vida, lo cual implica el conocimiento de:
1. Gnero 2. Cualidad 3. Lugar en el Espacio.
Rayo Carcter Lugar en elcuerpodelHombrecelestial
Espritu Alma Cuerpo.
Aspecto vida Conciencia Forma.
Esencia Naturaleza subjetiva Forma objetiva.

A este conocedor podemos aplicarle las palabras del Instructor,


cuyas obras se encuentran en el archivo de la Logia:
I, que permanece ante la Chispa, ve tanto la llama como el
humo. Para l, la sombra vela el reflejo y, sin embargo ve la
luz". Para l, lo tangible demuestra meramente lo intangible,
y ambos revelan el espritu, mientras que la forma, el color y
el nmero pronuncian en voz alta la palabra Dios".

Este sutra es muy preciso en cuanto a la infalibilidad de discernir,


ya que pueden haber varias cosas casi idnticas y por lo tanto caer
en error de comprensin, sin embargo, este sutra no se ocupa de
semejante similaridades, sino de similaridades de una naturaleza
muy sutil que desconcierta hasta al que tiene Omniscencia. Con
este Siddhi el yogui a trascendido el Tiempo y ha quedado esta-
blecido en el Trono de la realidad Eterna que trasciende todas las
limitaciones e ilusiones.

460
Libro III

54. Este conocimiento intuitivo, el gran liberador, es om-


nipresente y omnisciente y abarca el pasado, el pre-
sente y el futuro, en el Eterno Ahora.

La nica parte de este aforismo que no est clara, es el significado de


las palabras Eterno Ahora. No es posible comprenderlas hasta haber
desarrollado la conciencia del alma. Decir que el tiempo es una suce-
sin de estados de conciencia y que el presente se pierde instantnea-
mente en el pasado y se fusiona en el futuro, a medida que se experi-
menta, es de poca utilidad para el estudiante comn. Decir que llega
un momento en que la vista se pierde en la visin (cuando la suma
total de las esperanzas de la vida se cumplen) en el momento de la
realizacin, y que esto persiste siempre, e indica un estado de con-
ciencia en el que no hay sucesin de acontecimientos ni realizaciones,
es hablar en lenguaje misterioso. No obstante as es y ser. Cuando el
aspirante llega a su meta, conoce el verdadero significado de su in-
mortalidad y la verdadera naturaleza de su liberacin. Espacio y tiem-
po son para l trminos sin sentido. La nica Realidad verdadera es la
gran vida central de fuerza, permaneciendo inmutable e inamovible
en el centro de las formas temporarias, cambiantes y evanescentes.
"Yo soy", dice la unidad humana, y se considera como el yo y
se identifica con la forma cambiante. Tiempo y espacio son para
l verdaderas realidades. "Yo soy Ese", dice el aspirante, y trata de
conocerse como realmente es, una palabra viviente, parte de una
frase csmica. Para l el espacio ya no existe, se conoce como
omnipresente. "Yo soy se Yo soy", dice el alma liberada, el
hombre libre, el Cristo. Ni tiempo ni espacio existen para l, y
omnisciencia y omnipresencia son cualidades caractersticas.
Charles Johnston al comentar este aforismo cita a Santa Colomba y dice:
"Existen aquellos, aunque muy pocos, a quienes la gracia divina
les ha otorgado ver con toda claridad y nitidez en un mismo mo-
mento, como bajo un rayo de sol, toda la esfera del mundo, inclu-
yendo el ocano y el firmamento que los rodea, y la parte ms in-
terna de su mente se expande maravillosamente."

461
Libro III

Sera de valor citar el breve comentario de Dvivedi, pues est bien


expresado y compendia concisamente el estado de conciencia al-
canzado:
En el Af. 33 de este Libro Tercero, se ha descrito la naturale-
za del Taroka-Jnana, el conocimiento que libera de las atadu-
ras del mundo. El conocimiento discriminador descrito, da por
resultado Taraka, el conocimiento que es el fin y objetivo de
la yoga. Se relaciona con todos los objetos, desde pradhana
(espritu-materia) hasta los bhutas (elementos, formas), y
tambin con todas las condiciones de esos objetos. Adems
trae conocimiento de todas las cosas simultneamente y es
completamente independiente de las reglas comunes del co-
nocimiento. Por lo tanto es el conocimiento ms elevado que
puede desear el yogui, y un ndice seguro de Kaivalya (estado
de absoluta unicidad) cuyo resultado se describir en el si-
guiente aforismo.

Por lo tanto sintetizando diramos que el sutra III-52 trat el


mtodo de la obtencin del conocimiento ms alto, este sutra defi-
na la naturaleza de ese conocimiento. La palabra utilizada aqu
como trascendente significa que el yogui ha cruzado sobre el
Ocano de la Existencia condicionada y por fin queda libre. Co-
noce todos los objetos de la manifestacin simultneamente, y
todo proceso intermediario como el pasado, presente o futuro rela-
tivo. Trasciende tambin el Proceso Mundial que produce el
Tiempo permaneciendo en el Eterno Aqu y Ahora, no como una
mera era hiptesis o una leccin aprendida, sino como una tras-
cendente Realidad Eterna. El yogui entonces se ha establecido en
el Reino de su verdadero del Ser Divino. Claro esta que esta expo-
sicin intelectual no le dar al estudiante ni la ms mnima idea de
lo que realmente trata este sutra, pero si le indicar al discpulo
que se trata de algo tremendo que merece la pena todo esfuerzo
que se haga por alcanzarlo. Con este Sutra se cierra el tratado so-
bre el tema de los Siddhis o poderes.

462
Libro III

55. Cuando las formas objetivas y el alma han logrado


igual pureza, se alcanza la unificacin, que trae como
resultado la liberacin.

Lo que oculta la luz del alma se ha purificado; as surge la luz de


Dios. Lo que era un impedimento y un obstculo para la plena ex-
presin de la divinidad en manifestacin, ha sido tratado en tal for-
ma que ahora sirve como medio de expresin y de servicio adecua-
dos. El alma puede ya actuar libre e inteligentemente en los tres
mundos, porque se ha llegado a la completa unidad entre el hombre
inferior y el superior.
El alma y sus vehculos forman una unidad y estn unificados. Se
ha alcanzado el completo alineamiento de los cuerpos, y el Hijo
de Dios puede actuar libremente en la Tierra. As ha obtenido el
gran objetivo, y aplicando los ocho mtodos de la yoga, el alma,
por medio del triple hombre inferior, puede manifestarse y a su
vez constituir un medio de expresin para el espritu. Se ha lleva-
do la materia a un estado en que su vibracin puede sincronizarse
con la del alma; el resultado es que, por primera vez, el espritu
puede hacer sentir su presencia, porque "la materia es el vehculo
para la manifestacin del alma en este plano de existencia, y el
alma es el vehculo para la manifestacin del espritu en una vuel-
ta ms alta de la espiral. Estos tres son una trinidad sintetizada por
la vida que los compenetra a todos". Para el hombre que ha reali-
zado esto, ya no hay renacimiento. Est libre y emancipado y pue-
de decir con esa plena comprensin consciente del significado de
las palabras:
"Mi vida (la vida fsica inferior) se oculta en Cristo (la vida del
alma) en Dios (el espritu)". (Col. 3:3).

Cuando el alma reconoce que no depende de nada ni de nadie en


este universo, desde los dioses hasta el nfimo tomo, obtiene el
kaivalya (aislamiento) y la perfeccin. Por aislamiento o soledad

463
Libro III

se ha de entender la separacin del espritu, de purusha o verdade-


ro Ser, de la nica realidad, llamada tambin alma, de todo cuanto
es ilusorio, en el sentido de temporneas manifestaciones del Ab-
soluto, que al Absoluto han de retornar al fin de cada ciclo de ma-
nifestacin. Se alcanza el kaivalya cuando la mezcla de pureza e
impureza llamada sattva (intelecto) es tan pura como el Espritu.
Entonces sattva slo refleja la genuina esencia de pureza de Pu-
rusha (Espritu).
Cuando ocurren las condiciones mencionadas arriba, la presencia
de Sattva no interfiere con la Realizacin-directa del Yogui. El
Yogui puede permanecer dentro del campo de la Materia y sin
embargo vivir en plena realizacin de su naturaleza Eterna. Kai-
valya no significa necesariamente la separacin entre Espritu y
Materia. Si Sattva (o sea la capacidad perceptiva) ha sido purifi-
cada hasta el punto necesario, el Espritu (El Ser Divino) puede
funcionar por medio de la Materia con plena realizacin de su
naturaleza Real y siempre libre. La condicin caracterstica e in-
dispensable de Kaivalya es pues subjetivo y no necesariamente
objetivo. Los vehculos que el Purusa ha construido y perfeccio-
nado en el campo de la Materia puede entonces usarlos para cual-
quier clase de trabajo sin egosmo y libre maya, espejismos e ilu-
siones. En este culminante punto se dice esotricamente que el Ser
ha Redimido la Materia.

Tales son los hombres perfectos, los Adeptos, los Maestros


del Yoga, que son maestros de esa Eterna Ciencia Sagrada y
que guan a la humanidad es su progreso hacia la perfeccin.

464
LOS AFORISMOS DE LA YOGA
DE PATANJALI

CUARTO LIBRO Kaivalya Pada 34 Sutras

La Iluminacin.
c. Conciencia y forma.
d. Unin o Unificacin.
Tema: Unidad aislada.

Medios para lograr la experiencia (IV.1-IV.3)

1. Los siddhis (o poderes) superiores e inferiores, se


obtienen durante la encarnacin; o por las drogas, las
palabras de poder, el deseo intenso o la meditacin.

Llegamos al Libro Cuarto, en el cual los poderes y los resultados


obtenidos por la prctica del Raja Yoga llevan a la comprensin
grupal y producen conciencia universal y no meramente autocon-
ciencia. Cabe aqu hacer una advertencia sobre el empleo de la frase
"conciencia csmica" por falsa y engaosa, pues hasta el adepto ms
elevado (obsrvese cuidadosamente este trmino) slo est dotado
de conciencia solar y no entra en contacto con lo que est fuera de
nuestro sistema solar. Los Logos planetarios (los siete Espritus ante
el Trono) y los Seores del Karma (las "cuatro ruedas" de Ezequiel),
poseen una conciencia que abarca ms all de nuestro sistema solar.
Las existencias menores podrn percibirla como una posibilidad,
pero todava no constituye parte de su experiencia.
Los poderes adquiridos son principalmente dos:
1. Poderes squicos inferiores, o los siddhis inferiores.
2. Poderes espirituales, o los siddhis superiores.
465
Libro IV

Los poderes inferiores son el resultado de la armona establecida


entre la conciencia del alma animal en el hombre y el "nima
mundi" o alma del mundo, aspecto subjetivo de todas las formas
en los tres mundos, de todos los cuerpos en los cuatro reinos de la
naturaleza. Los. poderes superiores son el resultado del desarrollo
de la conciencia grupal, segundo aspecto de la divinidad.
No slo incluyen los poderes inferiores, sino que ponen al hombre
en armona con las existencias y formas de vida en los reinos espi-
rituales o, como dira el ocultista, en esos dos planos que estn
ms all de los tres mundos, y que abarcan toda la escala de la
evolucin del hombre, humana y superhumana.
La meta de todo verdadero aspirante es el desarrollo de estos po-
deres superiores, los cuales podemos describir con los trminos:
conocimiento directo, percepcin intuitiva, percepcin espiritual,
visin pura, el logro de la sabidura. Son diferentes de los poderes
inferiores porque los anulan, los cuales estn correctamente des-
critos en el Libro III, Af. 37, que dice:
"Estos poderes constituyen obstculos para la comprensin
espiritual superior, pero sirven como poderes mgicos en los
mundos objetivos".

Los poderes superiores son incluyentes y se caracterizan por su


exactitud e infalibilidad cuando se aplican debidamente. Su accin
es tan instantnea como un destello de luz. Los poderes inferiores
son falibles y estn limitados en su accin porque el elemento
tiempo est presente en su secuencia; forman parte de la gran ilu-
sin y constituyen una limitacin para el verdadero aspirante.
En el aforismo que estamos considerando se indican cinco mto-
dos por los cuales se desarrollan los poderes squicos, y es intere-
sante observar que en esta descripcin tenemos un ejemplo de que
Los Aforismos de la Yoga an pueden servir como manual de es-
tudio y enseanza para aspirantes tan avanzados como los Maes-
tros de Sabidura.

466
Libro IV

Estos cinco mtodos son susceptibles de aplicacin en los cinco


planos de la evolucin humana, e incluyen los dos superiores en
que actan los iniciados en los Misterios.

1. Encarnacin ............. Mtodo del plano fsico.


2. Drogas ..................... Liberacin de la conciencia astral.
3. Palabras de poder ... Creacin por medio de la palabra, o mtodo
del plano mental.
4. Intenso deseo Sublimacin de la aspiracin o mtodo del
.......... plano bdico, la esfera de amor espiritual.
5. Meditacin Mtodo del plano tmico, la esfera de la vo-
.............. luntad espiritual.

En esta enumeracin se observar que, as como el deseo intenso


de tipo espiritual es una sublimacin del deseo astral o emocional,
as tambin la meditacin, tal como la practican los iniciados, es la
sublimacin de todos los procesos mentales. Por lo tanto, los dos
ltimos mtodos, como resultado del desarrollo de los siddhis o
poderes, son los nicos que practican los iniciados, siendo la
sntesis y sublimacin del conocimiento logrado en los planos
astral y mental.
Se observar que (para el buscador de la verdad) la encarnacin,
el deseo intenso y la meditacin, son los tres mtodos permitidos
y los nicos que deben practicarse; las drogas y las palabras de
poder o encantamiento mntrico, son herramientas de la magia
negra y conciernen a los poderes inferiores.
Podra formularse aqu la siguiente pregunta: no es acaso verdad
que las palabras de poder y el uso del incienso forman parte de las
ceremonias de iniciacin y, por lo tanto, son utilizados por los
iniciados y los aspirantes? Ciertamente es as, pero no en el senti-
do que se da aqu, es decir, con el propsito de desarrollar poderes
squicos. Los Maestros y Sus discpulos emplean palabras de po-
der a fin de ponerse en contacto con existencias no humanas, para
invocar la ayuda de los ngeles y manipular las fuerzas construc-

467
Libro IV

tivas de la naturaleza; emplean hierbas e incienso con fines de


purificacin, para eliminar entidades indeseables y permitir a las
que estn en un peldao superior de la escala de la evolucin, a
hacer sentir su presencia, lo cual es muy distinto a emplearlos para
llegar a ser un squico.
Es interesante notar aqu, que la primera causa productora del des-
envolvimiento de los poderes del alma, superiores e inferiores, es
la gran rueda del renacimiento. Esto debe tenerse siempre en
cuenta. No todos estamos en la etapa en que es posible el desen-
volvimiento de los poderes del alma. El aspecto alma est todava
dormido para muchos, porque an no han llegado a la plena expe-
riencia y desarrollo de la naturaleza inferior. Los cuarenta aos de
deambular en el desierto con el Tabernculo y la conquista de
Canan, precedieron al rgimen de los reyes y a la construccin
del Templo de Salomn. Deben transcurrir vidas antes que el
cuerpo o aspecto Madre est tan perfeccionado que el Cristo-Nio
pueda formarse dentro del receptculo ya preparado. Tambin debe
recordarse que la posesin de poderes squicos inferiores es, en
muchos casos, sntoma de un grado evolutivo muy inferior y de la
ntima asociacin de su poseedor con la naturaleza animal. Esto
debe trascenderse, antes que los poderes superiores puedan florecer.
Es innecesario indicar que el empleo del alcohol o drogas, y tam-
bin la prctica deL Tantra o magia sexual, pueden liberar y libe-
ran la conciencia astral, pero esto es simplemente astralismo puro,
con el cual el verdadero estudiante de Raja Yoga no tiene nada
que hacer, pues es parte del desenvolvimiento del sendero de la
izquierda. La obtencin de los poderes del alma, por medio del
intenso deseo (o ferviente aspiracin) y por la meditacin, fue
tratada en los libros anteriores y no es necesario ampliarlo aqu.

468
Libro IV

2. La transferencia de la conciencia, de un vehculo in-


ferior a otro superior, es parte del gran proceso
creador y evolutivo.

sta es una traduccin muy libre, pero es una clara interpretacin


de la verdad que se debe captar. La evolucin de la conciencia y el
efecto de tal evolucin sobre los vehculos, en los cuales la enti-
dad consciente acta, es la suma total de los procesos de la natura-
leza, y desde el punto de vista de la unidad humana inteligente,
tres palabras abarcan el proceso y el resultado. Estas palabras son:
- transferencia,
- transmutacin y
- transformacin.

Una de las leyes bsicas del desarrollo ocultista y del desenvolvi-


miento espiritual, est contenida en las palabras: "As como el hom-
bre piensa, as es l". Podra agregarse como explicacin, la verdad
oriental de que "la energa sigue al pensamiento". A medida que el
hombre cambia sus deseos, se cambia a s mismo; a medida que tras-
lada su conciencia de un objetivo a otro, se transforma a s mismo;
esto tambin es verdad en todos los reinos y en todos los estados,
superiores o inferiores.
El efecto de la transferencia de nuestro modo de pensar consciente,
de un objetivo inferior a uno superior, produce una afluencia de
energa de una cualidad vibratoria equivalente a la del objetivo supe-
rior, trayendo una mutacin en las vestiduras de la entidad pensante,
que se transmutan y llevan a una condicin donde se las adecua al
pensamiento o deseo del hombre. Llevadas a su culminacin, se pro-
duce una transformacin, entonces resultan claras las palabras de San
Pablo: "Sed trasformados por la renovacin de vuestra mente".
Cambiando la lnea de pensamiento cambiar mucho la naturale-
za. Deseando lo que es puro y santo, verdadero y correcto, ms el

469
Libro IV

conocimiento de estas cosas, har del antiguo vehculo uno nuevo,


o un hombre nuevo, un "instrumento adecuado para ser utilizado".
Esta transferencia, transmutacin y eventual transformacin, se
logra por cualquiera de los dos mtodos siguientes:
El mtodo lento de vidas, experiencias y encarnaciones fsicas se
repite hasta que con el tiempo la fuerza impulsora del proceso
evolutivo lleva al hombre, etapa tras etapa, hacia arriba en la
escala de la evolucin.
2. Un proceso ms rpido, donde, mediante el sistema delineado
por Patanjali y enseado por todos los custodios de los misterios
de la religin, el hombre por s mismo, y de acuerdo a las reglas
y leyes establecidas, llega por su propio esfuerzo a un estado de
desenvolvimiento espiritual. Se observar que estos procesos
llevan al hombre a la iniciacin denominada Transfiguracin.

Charles Johnston comenta al respecto: Desde que a travs de las


edades el deseo del Yo ha tendido hacia el mundo fsico, donde
busca reflejarse para conocerse a s mismo, desde luego se crea
all una forma o vestidura de elementos fsicos, por medio del cual
florecen los poderes de percepcin y de voluntad del Yo: el poder
de ver, de or, de hablar, de andar, de tocar. Y cuando, de esa ma-
nera, vuelve a la conciencia de s mismo y con ello, al conoci-
miento de su prisin, y levanta su conciencia y su deseo al mundo
divino y verdadero, all se construye la vestidura espiritual para la
expresin de sus poderes inherentes. No ser difcil el regreso del
Yo hasta aqu, desde luego que lo divino no es un pas extrao a
l, sino la patria de su verdadero hogar (de donde un da salio), y
donde mora eternamente.

470
Libro IV

3. Las prcticas y Mtodos no son la verdadera causa de


la transferencia de la conciencia, slo sirven para
eliminar obstculos, de manera similar a como el agri-
cultor prepara la tierra para la siembra.

ste es uno de los aforismos ms sencillos y claros, de manera que


requiere poco comentario.
Las prcticas se refieren principalmente a:
1. Los mtodos para eliminar obstculos (Vase Libro I, Af. 29
al 39). Esto segn se dijo anteriormente se efecta por:
a. La constante dedicacin a un principio.
b. La simpata hacia todos los seres.
c. La regulacin del prana o aliento de vida.
d. La estabilidad de la mente.
e. La meditacin sobre la luz.
f. La purificacin de la naturaleza inferior.
g. La comprensin del estado de sueo.
h. El camino de la devocin.
2. La manera de eliminar los obstculos (Vase Libro II, Af. 2 al
33). Estas obstrucciones se eliminan por:
a. Una actitud mental opuesta.
b. La meditacin.
c. El cultivo del correcto pensar.
Conciernen ms especficamente a la preparacin, durante la vida,
para el verdadero entrenamiento en la prctica de la yoga, y cuan-
do se la practica lleva la naturaleza inferior a tal condicin que los
mtodos ms drsticos pueden producir efectos rpidos.
Los mtodos se refieren los ocho sistemas de yoga o unin, enume-
rados de la manera siguiente: Mandamientos, reglas, postura o acti-
tud, correcto control de la fuerza vital, abstraccin, atencin, medita-
cin y contemplacin (Vase Libro II, Af. 29 al 54 Y Libro III, Af. 1 al 12).

471
Libro IV

Por lo tanto, como se ver, podemos relacionar las prcticas ms


especficamente, con esta etapa de la vida del aspirante que se
encuentra en el sendero de probacin, el sendero de purificacin,
mientras que los mtodos se relacionan con las etapas finales de
ese sendero y con el sendero del discipulado. Cuando se siguen las
prcticas y los mtodos, producen ciertos cambios en la forma que
ocupa el hombre real o espiritual, pero no son la principal causa
de la transferencia de su conciencia al aspecto alma, que la aleja
del aspecto cuerpo. Este gran cambio es la resultante de ciertas
causas extraas a la naturaleza del cuerpo, tales como: o egoica
est latente en esas formas y el impulso del proceso evolutivo que
lleva la vida de Dios existente en todas las formas a una expresin
ms plena. Debe recordarse que as como la Vida una, en quien
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, pasa a una realiza-
cin superior, as las clulas y tomos de Su cuerpo estn anlo-
gamente influidos, estimulados y desarrollados.
A nivel prctico esta Gran ley natural de Transformacin gradua-
da al cual aluden estos dos Sutras anteriores, es aplicable no slo a
los fenmenos fsicos sino a toda clase de fenmenos en el campo
de la psique. Por ejemplo, el carcter bueno o malo de nuestras
acciones no hace nuestra vida, pero s determina la direccin futura
de nuestras vidas. La corriente, con su direccin determina conti-
nuamente por nuestras acciones y pensamientos y sentimientos.
El estudiante preguntar: Qu tiene que ver con la Yoga esta ley
de Transformacin? Tienen que ver mucho. Como se ha dicho el
yogui tiene que trabajar por su liberacin con la ayuda de las leyes
que operan en el campo de la Materia, y por tanto debe tener una
idea clara de esta ley fundamental. Como ha de destruir por com-
pleto y para siempre ciertas tendencias profundamente arraigadas
en su carcter, debe conocer las causas races que produjeron esas
tendencias. Debe saber que la mera represin de una tendencia no
significa eliminarla, pues permanecer en forma potencial por un
perodo indefinido y luego volver a levantar cabeza cuando se
presenten condiciones propicias.

472
Libro IV

De nada sirve retirar nicamente las causas excitantes. Hay que


retirar tambin las predisponentes. La tendencia moderna es a
tratar solamente con las causas superficiales, y salir del paso de
cualquier manera. Esto no nos conduce a ninguna parte, y nos
pone continuamente ante las viejas dificultades bajo nuevas y di-
ferentes formas.

473
Libro IV

Emergencia y dominio de la mente (IV.4-IV.6)

4. La conciencia del "yo soy" es responsable de la crea-


cin de los rganos mediante los cuales se disfruta
del sentido de individualidad.

Aqu tenemos la clave de la manifestacin misma, la razn de


todas las apariencias. Mientras la conciencia de cualquier entidad
(solar, planetaria o humana) se dirija externamente hacia los obje-
tos del deseo, hacia la existencia sensoria, la experiencia indivi-
dual, la vida de percepcin y el goce de los sentidos, se crearn
vehculos u rganos, mediante los cuales el deseo pueda satisfa-
cerse, la existencia materializada disfrutarse y los objetos percibir-
se. sta es la gran ilusin, que mantiene alucinada a la conciencia,
y mientras el espejismo ejerza algn poder, la ley de renacimiento
har que la conciencia se manifieste en el plano de la materia. La
voluntad de ser y el deseo de existir, es lo que lleva externamente
hacia la luz al Cristo csmico, que acta en el plano material por
medio del sistema solar, y al Cristo individual, que acta por in-
termedio de la forma humana.
En las primeras etapas, la conciencia de "yo soy" crea formas inade-
cuadas de materia para la plena expresin de los poderes divinos. A
medida que la evolucin avanza, estas formas son cada vez ms ade-
cuadas, hasta que los "rganos" creados permiten al hombre espiri-
tual disfrutar del sentido de individualidad. Una vez alcanzada esta
etapa, llega la gran comprensin de la ilusin La conciencia despierta
al hecho de que en la forma, en la percepcin sensoria y en la ten-
dencia a exteriorizarse, no hay gozo ni placer reales; entonces inicia
un nuevo esfuerzo caracterizado por el retraimiento gradual de esa
tendencia y la abstraccin del espritu de la forma.
Puesto que uno de los propsitos de este CUARTO LIBRO es diluci-
dar la naturaleza de Citta o Naturaleza Mental, Patanjali trata
aqu la cuestin de la creacin de mentes artificiales. Existe la

474
Libro IV

mente natural con la que el individuo trabaja y evoluciona en


los campos de la Materia durante el largo curso de su ciclo evolu-
tivo. Esa mente, que opera por medio de un juego de vehculos, es
un producto de la evolucin, lleva las impresiones de todas las
experiencias por las que ha pasado en vidas sucesivas, y dura has-
ta que se alcanza Kaivalya (Liberacin).
Pero durante el curso de adiestramiento yoguco, cuando el yogui ha
adquirido el poder de practicar Samyama y manipular las fuerzas de
los planos superiores, le es posible crear cualquier nmero de vehcu-
los mentales por duplicacin, vehculos que son una copia exacta del
que normalmente usa. Surge la pregunta: Cmo crea esas mentes
artificiales? Este Sutra nos dice que estas mentes artificiales, con su
mecanismo apropiado, son creadas por la Ego-idad solamente, o
sea por aquel principio de individualidad que forma el ncleo del
Alma Individual y mantiene en un estado integrado todos los vehcu-
los de consciencia que funcionan en diferentes niveles.
Esta Ego-idad es el principio que produce el egosmo y otros
fenmenos relacionados que tratamos ampliamente en el sutra II-6,
cuando nos identificamos con los diferentes vehculos. El yogui
avanzado que puede controlar este principio tiene el poder de esta-
blecer cualquier nmero de centros de conciencia independientes,
para su uso. Y tan pronto como se establece uno de esos centros se
materializa automticamente una mente artificial, en torno de l.
Es un duplicado exacto de la mente natural en la que l funciona
normalmente, y perdura mientras l quiere mantenerlo. En el mo-
mento en que le retira su voluntad, esa mente artificial desapa-
rece instantneamente.
El automatismo implicado en la creacin de una mente artificial
no puede comprenderse adecuadamente a menos que captemos
claramente la ley natural enunciada en el sutra IV-2 y 3. Proba-
blemente es por ello que Patanjali inserta esos dos Sutras antes de
tratar el problema de las mentes artificiales.

475
Libro IV

5. La conciencia (la mente original) es una, no obstante,


produce las variadas formas de los muchos.

Aqu Patanjali presenta la frmula bsica que sirve para explicar


no slo el propsito y la razn de la manifestacin misma, sino
que abarca, en una breve frase, el estado de ser de Dios, del hom-
bre y del tomo. Tras todas las formas se halla la Vida una; dentro
de cada tomo (solar, planetario, humano y elemental) se encuen-
tra una existencia sensible; tras la naturaleza objetiva, suma total
de todas las formas, en todos los reinos de la naturaleza, tenemos
la realidad subjetiva, que esencialmente es un todo unificado o
unidad, que produce los muchos diversificados.
Lo homogneo es la causa de lo heterogneo, la unidad produce
diversidad, el Uno es responsable de los muchos. Esto lo podr
apreciar ms inteligentemente el estudiante, si sigue la regla de
oro que revela el misterio de la creacin y si se estudia a s mismo.
El microcosmos revela la naturaleza del macrocosmos.
Descubrir que el hombre real o espiritual, el pensador o la Vida
una, en su diminuto sistema, es responsable de la creacin de sus
cuerpos, mental, emocional y fsico, sus tres aspectos inferiores, la
"sombra" de la Trinidad, as como su espritu, alma y cuerpo, son
reflejos de los tres aspectos divinos, Padre, Hijo y Espritu Santo.
Se dar cuenta que es responsable de la formacin de todos los
rganos de su cuerpo y de todas las clulas, de las cuales ellos
estn compuestos; a medida que profundice cada vez ms su pro-
blema, llegar a percibir que su conciencia y vida se compenetran,
siendo l por lo tanto responsable de incontables miradas de di-
minutas vidas infinitesimales, y la causa de su agrupamiento en
rganos y formas, y tambin la razn por la cual tales formas se
mantienen en existencia. Gradualmente, surge de l una verdadera
comprensin del significado de las palabras: "Hecho a imagen de
Dios". Su "conciencia es una y, sin embargo, ha producido las
variadas formas de los muchos", dentro de su pequeo cosmos; lo

476
Libro IV

que es verdad respecto a l lo es tambin de su gran prototipo el


Hombre celestial, el Logos planetario, e igualmente del prototipo
de Su prototipo, el gran Hombre de los Cielos, el Logos solar,
Dios manifestado por medio del sistema solar.
Estas diversas mentes que actan en dichos diferentes cuerpos son
mentes artificiales, y tambin son artificiales los cuerpos, es decir,
mentes y cuerpos elaborados. La materia y la mente son como dos
inagotables almacenes, y el yogui sabe cmo gobernarlas. Este
secreto es propiedad de todo hombre, pero se les ha olvidado, y
cuando lleguen a yoguis lo recordarn. Entonces ser posible mo-
delar la materia y la mente en cualquier forma que convenga. El
material de que se elabora una mente .artificial es el mismo que se
emplea en la construccin del macrocosmos. No se ha de entender
que la mente sea una cosa y la materia otra sino que son distintos
aspectos de la misma cosa. Asmita, la egoidad, es el material, el
sutil estado de existencia del que elaboran los yoguis sus mentes y
cuerpos artificiales. Por lo tanto, cuando el yogui descubre el se-
creto de las energas de la naturaleza, puede elaborar cuantos
cuerpos y mentes quiera, de la substancia llamada egoidad.
Debe notarse tambin que las mentes artificiales actan no slo
como instrumentos de la mente natural sino tambin como avan-
zadas de la conciencia del Espritu (la Mnada o el Ser Divino). El
Sutra se refiere a ambas clases de actividades, las de los Organos
Conocedores y las de los Organos de Accin, o sea las funciones
perceptoras y operativas de la conciencia.

477
Libro IV

6. Entre las formas que la conciencia asume, slo las que


resultan de la meditacin estn libres de karma la-
tente.

Las formas son el resultado del deseo. La correcta meditacin es


un proceso puramente mental, donde no tiene cabida el deseo. Las
formas son el resultado de un impulso o tendencia hacia afuera.
La meditacin es el resultado de la tendencia introspectiva, de la
capacidad de abstraer la conciencia de la forma y de la sustancia,
y centrarla en s misma.
La forma es el efecto producido por la naturaleza, amor o deseo,
del ente consciente; la meditacin es productora de efectos y tiene
relacin con la voluntad o aspecto vida del hombre espiritual.
El deseo produce efectos, y los rganos de la conciencia sensoria
quedan inevitablemente regidos por la ley de causa y efecto, o de
karma, que rige la relacin de la conciencia-forma. Cuando el
proceso de la meditacin se extiende y practica correctamente,
requiere que la conciencia del hombre espiritual se aparte de todas
las formas en los tres mundos, y que l se separe de todas las per-
cepciones y tendencias sensorias. As en el momento de medita-
cin pura, est libre de ese aspecto del karma que se refiere a la
produccin de efectos. Temporariamente, est tan abstrado, que
su pensamiento, perfectamente concentrado, sin relacin alguna
con los tres mundos, no exterioriza vibraciones ni se relaciona con
forma alguna y tampoco afecta a la sustancia. Cuando esta medi-
tacin concentrada se convierte en hbito y en actitud diaria nor-
mal de su vida, el hombre se libera de la ley de karma. Entonces
se da cuenta de los efectos que todava se han de eliminar, aprende
a no crear nuevos ni iniciar accin alguna que pueda "crear rga-
nos" en los tres mundos. Mora en el plano de la mente, persiste en
la meditacin, crea por un acto de la voluntad y no por su impo-
tencia ante el deseo; es un "alma libre", un amo, un hombre libe-
rado.

478
Libro IV

Las mentes artificiales son duplicados exactos de la mente natu-


ral, pero difieren de ella en un aspecto fundamental: que no llevan
en s ninguna Impresin de Tendencias o Karmas, las cuales son
parte integral de la mente natural. La mente natural es fruto del
crecimiento evolutivo y es la depositaria de las Impresiones de
todas las experiencias por las que ha pasada durante el curso de
sucesivas vidas. Estas Impresiones en su totalidad son el vehcu-
lo del Karma de que se trato en II-12.
Las mentes artificiales creadas por el poder volitivo del Yogui
estn libres de estas Impresiones, y es fcil ver por qu. Son me-
ramente creaciones temporales que desaparecen tan pronto como
est terminado el trabajo para el cual se las crea. Una firma co-
mercial abre una sucursal en otra localidad para un propsito par-
ticular; aunque se efectan transacciones en la nueva sucursal,
todas las cuentas y dems se manejan en la oficina principal; la
sucursal no es sino auxiliar de la principal y no tiene realmente un
estado independiente. Una relacin semejante es la que existe en-
tre las mentes artificiales y la mente natural nica.

479
Libro IV

Acciones y karma (IV.7-IV.8)

7. Las actividades del alma liberada estn libres de los pa-


res de opuestos. Las de otras personas son de tres tipos.

Este aforismo presenta la enseanza en conexin con la ley del


karma, en forma tan estrictamente oriental, que confunde conside-
rablemente al estudiante occidental. Un anlisis del significado de
estas palabras, y el estudio del comentario del gran instructor
Vyasa, podrn servir para dilucidar el significado. Tambin debe
tenerse en cuenta que en este Libro Cuarto son tratadas las excel-
sas etapas de conciencia alcanzadas por quienes han practicado los
ocho mtodos de Yoga y experimentado los efectos de la medita-
cin, detallados en el Libro Tercero. El yogui es ahora un hombre
liberado, emancipado de las condiciones de la forma y enfocado en
su conciencia, fuera de los lmites de los tres mundos del esfuerzo
humano. Ha alcanzado la regin del pensamiento puro y puede
mantener su conciencia desligada y libre de deseo. En consecuen-
cia, aunque formula ideas y puede practicar poderosas meditaciones
y dirigir y controlar las "modificaciones del principio pensante", no
crea condiciones que lo puedan retrotraer al vrtice de la existencia
del plano inferior. Est libre del karma, nada origina, ni efecto al-
guno puede atarlo a la rueda del renacimiento. Vyasa, en su comen-
tario, indica que el karma (o accin) es de cuatro tipos:
1. La actividad de tipo maligno, pernicioso y depravado. Se de-
nomina negra. Esta accin es producto de la ignorancia ms
profunda, el materialismo ms denso o la deliberada eleccin.
Si es resultado de la ignorancia, el desarrollo del conocimiento
trae, gradualmente, un estado de conciencia en el cual ya no se
conocer este tipo de karma. Cuando el materialismo denso
produce lo que llamamos accin errnea, el desenvolvimiento
gradual de la conciencia espiritual cambiar la oscuridad en luz,
siendo el karma nuevamente anulado. Sin embargo, cuando es
resultado de deliberada eleccin o que se ha preferido la ac-

480
Libro IV

cin errnea, a pesar del conocimiento, y desafiando la voz de


la naturaleza espiritual, este tipo de karma lleva a lo que el
ocultista oriental llama "avitchi", o la octava esfera, sinnimo
de la frase "alma perdida" del cristianismo. Sin embargo, di-
chos casos son excesivamente raros y se relacionan con el sen-
dero de la izquierda y la prctica de la magia negra. Aunque es-
ta condicin implica separacin del principio ms elevado (el
espritu puro, de sus dos expresiones, el alma y el cuerpo, o de
los seis principios inferiores), no obstante, la vida misma per-
manece y, despus de la destruccin del alma en "avitchi", se
le ofrecer un nuevo ciclo de devenir.
2. Esa actividad que no es totalmente buena ni mala, descrita
como blanca-negra. Concierne a la actividad krmica del
hombre comn, regido por los pares de opuestos, y cuya ex-
periencia de la vida se caracteriza por su oscilacin entre lo
bondadoso, inofensivo y resultado del amor, y lo malo, da-
ino y resultado del odio. Vyasa dice:
Lo blanco-negro es producido por medios externos, pues en
ellos el vehculo de las acciones se desarrolla causando dolor a
otros o actuando bondadosamente.
Por lo tanto, evidentemente, el progreso de la unidad humana
y sus acciones, dependen de la actitud hacia los dems y del
efecto producido en ellos. De esta manera tambin se produ-
ce el retorno a la conciencia grupal, y as se contrarresta o se
genera el karma. Tambin la oscilacin del pndulo entre es-
tos pares de opuestos se ajusta gradualmente hasta alcanzar el
punto de equilibrio, y el hombre acta correctamente, porque
la ley del amor o del alma lo dirige desde arriba, y no porque
el deseo bueno o malo lo atraiga en cualquier sentido.
3. El tipo de actividad denominado blanco. Es el tipo de pen-
samiento viviente y del trabajo practicado por el aspirante y
el discpulo. Caracteriza la etapa del sendero que precede a la
liberacin. Vyasa la explica de la manera siguiente:

481
Libro IV

"Lo blanco es de quienes emplean los mtodos de superacin,


estudio y meditacin. Esto depende slo de la mente y no de
medios externos; por lo tanto, su prctica no daa a otros".
Se comprender, en consecuencia, que estos tres tipos de kar-
ma se relacionan directamente con:
a. El plano del materialismo ........................ el plano fsico.
b. El plano de los pares de opuestos ........... el plano astral.
c. El plano del pensamiento enfocado ........ el plano mental.
4. Aquellos cuyo karma es blanco, son los que por haber progre-
sado en el equilibrio de los pares de opuestos, estn. ahora
dedicados al proceso de su propia emancipacin inteligente y
consciente: de los tres mundos, hacindolo por medio de:
a. El estudio o desarrollo mental, comprendiendo la ley de
la evolucin v la naturaleza de la conciencia y su relacin,
por un lado con la materia y por otro con el espritu.
b. La meditacin o control de la mente, creando as el meca-
nismo por el cual el alma controla los vehculos inferiores,
haciendo posible la revelacin del reino del alma.
c. La inofensividad. Ninguna palabra, pensamiento y ac-
cin causan dao a esas formas a travs de las cuales
se expresa la vida de Dios.

El ltimo tipo de karma se describe como ni blanco ni negro. No


se genera ningn karma, ni se producen efectos causados por el
yogui, que podran servir para retenerlo en el aspecto forma de la
manifestacin. Actuando, como lo hace, desde el punto de vista
del desapego, sin desear nada para s, su karma es nulo y sus actos
no producen efectos sobre l. Tengamos presente que este Sutra es
para los verdaderos yoguis o discpulos que han aprendido la
tcnica de la Accin-sin-deseo, caracterstica esencial del Karma-
Yoga. Como dice el Bhagavad Gita: cuando as acta ..todos los
Karmas son consumidos en el fuego de la Sabidura.

482
Libro IV

8. De estos tres tipos de karma emergen las formas


necesarias para la fructificacin de los efectos.

Cada vida que viene a la manifestacin fsica, tiene latentes esos


grmenes o simientes que deben fructificar y son la causa eficien-
te de la aparicin de la forma. Estas simientes fueron sembradas y
deben fructificar. Son las causas o skandas que producen los cuer-
pos en que se han de manifestar los efectos. Son los deseos, im-
pulsos y obligaciones que retienen al hombre en la gran rueda, que
siempre gira y lo lleva a la existencia del plano fsico, para que, de
acuerdo a la ley, fructifiquen todas esas simientes que podr ma-
nipular en determinada vida. Son los grmenes subjetivos que
producen la forma donde fructifican, maduran y alcanzan su cul-
minacin. Si las simientes krmicas son negras, el hombre ser
extremadamente egosta, materialista e inclinado al sendero de la
izquierda; si blanco-negras, proporcionarn una forma adecuada
para el cumplimiento de sus obligaciones, deudas, deberes e inter-
eses y la satisfaccin de sus deseos. Cuando son blancas tienden a
construir el ltimo cuerpo que se destruye, el causal, el Templo de
Salomn, el Karana Sarira del ocultista. Este cuerpo, en la libera-
cin final, se destruye tambin, y nada separa entonces al hombre
de su Padre en los Cielos ni lo retiene vinculado al plano material
inferior.
Vivekananda comenta al respecto: Supongamos que yo he con-
trado las tres clases de karma bueno, malo y entreverado. Supon-
gamos que muero y llego a ser un dios en el cielo. Los deseos en
un cuerpo de dios no son los mismos que los deseos en un cuerpo
humano. El cuerpo de un dios no come ni bebe. Qu es de mis
pasados karmas resultantes del deseo de comer y beber? Qu se
hace de estos karmas cuando yo llegue a ser un dios? La respuesta
es que los deseos slo pueden manifestarse en su propio ambiente.
Slo se manifestarn los deseos apropiados al ambiente y los de-
ms quedarn en reserva. Durante la vida terrena tenemos deseos
divinos, deseos humanos y deseos animales. Si me revisto de un

483
Libro IV

cuerpo divino, slo se manifestarn los buenos deseos, porque les


conviene el ambiente que me rodea. Si me revisto de un cuerpo
animal, slo se manifestarn los deseos animales, y los buenos
deseos permanecern en espera. Qu demuestra esto? Que por
medio del ambiente podemos contrarrestar los deseos. Solamente
se manifestar el karma adecuado al ambiente. Esto demuestra
que el poder del ambiente es capaz de regir el karma.
Para designar este poder que opera en todos los niveles de la men-
te, existe en snscrito la palabra Vasana que puede traducirse
aproximadamente como Deseo Potencial. Y as como Citta (natu-
raleza mental) es el medio universal para la expresin del princi-
pio mental, as Vasana es el poder universal que mueve a la mente
y produce la continua serie de transformaciones que aprisionan la
consciencia. Este sutra alude a esas tendencias para no solamente
el principio del Deseo en su sentido ms amplio, sino tambin las
tendencias y Karmas que este principio genera en los diferentes
planos. Pues el Deseo y los Karmas y tendencias que l produce
forman un crculo vicioso en el que se entretejen causas y efectos
y es difcil separarlos. Cuanto ms elevado sea el Yogui ms po-
der tiene para determinar el patrn de sus vidas.

484
Libro IV

Impresiones subliminales (IV.9-IV.12)

9. Existe idntica relacin entre la memoria y la causa


productora de efectos, an cuando estn separadas
por la especie, el tiempo y el lugar.

Una parfrasis de este aforismo servir para elucidarlo, y puede expre-


sarse de la manera siguiente: No importan la raza, el continente pretrito
o presente, donde haya pasado la vida, lo que dista esa vida ni cuntos
miles de aos hayan transcurrido, la memoria permanece en el alma o
ego. A su debido tiempo, bajo adecuados ajustes, toda causa entonces
iniciada, tiene inevitablemente que manifestarse en efectos, y estos efec-
tos aparecern en alguna vida. Nada puede impedirlo ni detenerlo. Char-
les Johnston lo expresa en su comentario, con las siguientes palabras:
"En forma anloga, el mismo poder selectivo que todo lo rige, un ra-
yo del yo superior, rene en diferentes nacimientos, pocas y luga-
res, las imgenes mentales concordantes que pueden ser agrupadas
en la estructura de una sola vida o acontecimiento Mediante este
agrupamiento se producen condiciones corporales visibles o circuns-
tancias externas, mediante las cuales el alma aprende y se estrena.
As como las imgenes mentales dinmicas del deseo maduran
en las condiciones y circunstancias corporales, tambin los poderes
ms dinmicos de la aspiracin, donde el alma llega hasta el Eterno,
fructifican en un mundo ms sutil, construyendo la vestidura del
hombre espiritual".
Sucede muy frecuentemente que una persona ejecuta cierta
accin, pero que debido a que el Karma de esa accin no puede
agotarlo en esa misma encarnacin por no presentarse las con-
diciones adecuadas, la Individualidad tendr que agotar ese
Karma bajo otra encarnacin en una vida posterior, pero esa
siguiente encarnacin no tiene el recuerdo de la accin particu-
lar que gener los efectos krmicos que esta experimentando
ahora. Sin embargo as sucede, ya que para los Seores del
Karma el Individuo es el mismo, slo que con diferente ropaje.

485
Libro IV

10. Por ser eterno el deseo de vivir, las formas creadas


por la mente carecen de principio conocido.

Otra frase que podemos emplear respecto a las palabras "deseo


de vivir" es "voluntad de adquirir experiencia''. Inherente a las
vidas animadoras autoconscientes de nuestro sistema (las exis-
tencias humanas y superhumanas) existe este deseo de ser, este
anhelo de devenir, este impulso a ponerse en contacto con lo
desconocido y distante. Por ser este anhelo csmico y por de-
pender del punto de vista evolutivo de esa gran Vida en quien
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, y en cuyo cuer-
po cada forma slo es una clula o tomo, resulta imposible
comprender su explicacin. Lo nico que el hombre puede
hacer es construir el mecanismo, mediante el cual ser posible
tal comprensin, y desarrollar los poderes que le permitirn
establecer contacto y estar en armona con lo que reside fuera y
dentro de l. Cuando es posible esto, llega a comprender que
esos deseos que lo impelen y empujan a la accin, esos anhelos
que lo obligan a iniciar variadas actividades, no slo son algo
personal y real, sino parte de la actividad del Todo, del cual l
es una diminuta parte. Descubre que la corriente de imgenes
mentales, impelidas por el deseo, que ocupan su atencin y
constituyen el poder motivador de su vida, son formuladas por
l mismo, pero tambin forman parte de la corriente de imge-
nes mentales csmicas que surgen de la Mente Universal, re-
sultante de la actividad de ese Pensador csmico que funciona
como la Vida de nuestro sistema solar.
As, la verdad y la enseanza, formuladas en los tres libros
anteriores, sobrepasan la esfera de lo personal y de lo indivi-
dual y se amplan, extienden y generalizan. Para el ente huma-
no, las imgenes mentales resultantes del deseo y de la activi-
dad del pensamiento, no tienen comienzo conocido. Lo circun-
dan por todos lados; la corriente de su actividad continuamente

486
Libro IV

hace impacto sobre l, extrayendo la respuesta que atestigua la


existencia del deseo que alberga en s.
En consecuencia, debe iniciar dos nuevas actividades.
- Primero, transmutar y trascender los deseos y anhelos de
percepcin sensoria que posee y,
- segundo, emprender la tarea de aislarse y protegerse de la
atraccin e influencia de las grandes corrientes de imge-
nes mentales que existen eternamente. Slo as podr lo-
grar 'la condicin de unidad aislada", segn se describe en
el Libro III, Af. 50.

487
Libro IV

11. Estas formas las crea y las mantiene unidas el deseo,


la causa bsica; la personalidad, el resultado efecti-
vo; la vitalidad mental o voluntad de vivir, y el apoyo
de la vida u objetivo exteriorizado; cuando stos ce-
san de atraer, entonces las formas dejan igualmente
de existir.

Este aforismo expresa una ley de la naturaleza, y es tan claro que


slo necesita una ligera explicacin. No obstante, ser convenien-
te analizar someramente la enseanza que contiene.
Aprendemos que cuatro factores contribuyen a la existencia de las
imgenes mentales o formas que vienen a la existencia como con-
secuencia de la naturaleza de deseos:
1. La causa bsica ......................... el deseo.
2. El efecto o resultado ................ la personalidad.
3. La voluntad de vivir .................. la vitalidad mental.
4. La vida exteriorizada ................ el objetivo.

Cuando la causa, el deseo, ha producido su efecto, la personalidad


o aspecto forma del hombre, la forma persistir mientras exista la
voluntad de vivir. Esta forma se mantiene en manifestacin debido
a la vitalidad mental. Esto ha sido demostrado repetidas veces en
los anales de la medicina, porque se ha comprobado que mientras
persiste la determinacin de vivir, as ser la probable duracin de
la vida en el plano fsico, pero desde el momento en que desapare-
ce tal voluntad, o el inters del morador del cuerpo ya no est cen-
trado en la manifestacin de la personalidad, se produce la muerte
y tiene lugar la desintegracin de la imagen mental, el cuerpo.
Resulta interesante observar el significado oculto de las palabras:
"el apoyo de la vida u objetivo exteriorizado", porque corrobora la
enseanza ocultista de que la corriente de la vida desciende de la
causa originante y descubre su objetivo o manifestacin final en

488
Libro IV

el cuerpo vital o etrico, verdadera sustancia de todas las formas,


constituyendo el apoyo o estructura del vehculo fsico denso.
Estos cuatro factores pueden muy bien ser divididos en dos gru-
pos o pares de opuestos, la causa y el efecto, la voluntad de ser y
la verdadera forma u objeto.
Durante un prolongado perodo en el proceso evolutivo, la apa-
riencia o existencia de la forma es lo nico que interesa al mora-
dor interno, y la vida exteriorizada se convierte en el nico centro
de atraccin.
Pero a medida que la rueda gira y se pasa de una experiencia a
otra, se sacia y satisface la naturaleza de deseos, y paulatinamente
llega a su fin la creacin de imgenes mentales y sus efectos. En
consecuencia, la forma deja de existir, y ya no se busca la manifes-
tacin objetiva, quedando el hombre liberado de maya o ilusin.
Si los Deseos Potenciales forman una corriente continua y no es
posible librarse de ellos sin destruirlos, como puede alcanzarse la
liberacin?. La respuesta ha esta pregunta la dio la teora de las
Kleshas (obstculos) en la parte dos. Vimos que el proceso cclico
de la manifestacin comienza para el espritu cuando su concien-
cia se asocia con la materia, y que la accin directa de Avidya
(ignorancia, falso conocimiento) produce sucesivamente todos las
dems obstculos y todas las miserias de la vida en cautividad.
Si la ignorancia es la causa primera del cautiverio, y si todo el
proceso de continua generacin de Deseos Potenciales se apoyan
en la ignorancia, se deduce lgicamente que el nico medio
efectivo de librarnos del cautiverio es el de destruir Avidya.
Todos los dems medios para acabar con las miserias e ilusiones
de la vida, que no destruyan completamente la ignorancia, pue-
den a lo sumo ser paliativos, y no pueden conducirnos hasta la
Iluminacin. En el segundo libro ya se hablo mucho sobre
Avidya y como acabar con esa ignorancia.

489
Libro IV

12. El pasado y el presente existen en realidad. La forma


asumida dentro del concepto de tiempo presente, es
el resultado de caractersticas desarrolladas, conte-
niendo latentes las simientes de la cualidad futura.

Este aforismo presenta los tres aspectos del Eterno Ahora, y ob-
servamos que lo que somos hoy es producto del pasado y lo que
seremos en el futuro depende de las simientes latentes u ocultas, o
sembradas en la actual vida. Lo sembrado en el pasado existe, y
nada puede impedir o detener que esas semillas fructifiquen. Tie-
nen que dar fruto en la vida presente, o mantenerse ocultas hasta
que un suelo ms favorable y una condicin ms adecuada puedan
hacerlas germinar, desarrollar, crecer y florecer a plena luz del
da. No hay nada oculto o velado que no sea revelado, ni nada
secreto que no llegue a conocerse. Sembrar nuevas semillas e ini-
ciar actividades que han de fructificar en fecha posterior es, no
obstante, algo diferente, que est totalmente bajo el control del
hombre. Practicando el desapasionamiento y el desapego y contro-
lando rgidamente la naturaleza de deseos, el hombre puede re-
orientarse, de modo que su atencin no ser atrada externamente
por la corriente de imgenes mentales, sino retrada y centralizada
fijamente en la Realidad.
Esto se intenta, primeramente, por el control del vehculo mental, la
mente, y por la conquista de las modificaciones del principio pen-
sante; luego prosigue la utilizacin de ese mecanismo y su aplica-
cin en la correcta direccin a fin de alcanzar el conocimiento del
reino del alma, en vez del reino de la materia. As tambin se alcan-
za la liberacin.
Este uno de los Sutras ms importantes e interesantes de esta parte
cuarta, porque arroja luz sobre un problema fundamental en filo-
sofa. Todas las escuelas de Yoga dan por sentado que existe una
realidad que sustenta el mundo fenomenal. De hecho, el propsito

490
Libro IV

de la yoga es buscar y descubrir esa realidad. Esta realidad tras-


ciende el tiempo y sin embargo se expresa en el tiempo.
La serie de eventos que ya ha tenido lugar y que se ha convertido
en el pasado, representa el trayecto que la Coraza del Tiempo ha
recorrido hasta ahora. Esos eventos han quedado fijos y pasan a
formar parte de la Memoria de la Naturaleza en los registros Ak-
sicos. Ms que sucede con los eventos que todava estn en la
matriz del futuro?, que forman van a tomar esos eventos cuando
a su turno se conviertan en el pasado? Puesto que estos eventos no
sern el resultado de un destino rgido inexorable, el camino que
tomen debe estar indeterminado hasta cierto punto por lo menos.
Debe haber cierta libertad, si hay libertad de opcin y si la Libre
Voluntad tiene sitio en el esquema de las cosas.
Desde luego que existen fuerzas que operan en este campo, fuer-
zas que determinan hasta cierto punto la direccin en que los
eventos se movern, por ejemplo, la presin de las fuerzas evolu-
tivas. Existe la fuerza directriz del Plan Divino, con arquetipos
para cada esfera de desarrollo. Existe la tremenda presin del po-
der potencial de nuestras innatas tendencias instintivas, tanto en el
reino de la materia como en el de la mente. Pero dentro de las li-
mitaciones impuestas por esas fuerzas que tienden a modelar el
futuro, existe cierta libertad de movimiento que permite que el
futuro se desarrolle a lo largo de una de las muchas lneas posibles
que se abren a cada momento (Dharmas). De esta manera es co-
mo en el mundo de lo relativo, los eventos se mueven hacia su
consumacin final, influidos por el modelo divino y tambin por
el impulso del pasado. stos caminos que siguen los eventos del
mundo fenomenal no obedecen a causas puramente mecnicas,
como quisieran hacernos creer los materialistas. Conducen hacia
el cumplimiento del designio divino. El mundo fenomenal no
obedece meramente a una ley de necesidad mecnica para obtener
su propio beneficio sino que existe para cumplir un designio eter-
no. Existe para producir ciertos cambios en los mundos espiri-
tuales internos. Usar la palabra cambios en conexin con lo

491
Libro IV

Eterno, es incongruente seguramente, el estudiante debe compren-


der que lo usamos a faltar un trmino que indique ms adecuada-
mente aquella reaccin sutil y misteriosa que nuestra vida en el
mundo fenomenal produce sobre nuestro ser eterno.
El objeto de las reencarnaciones por las que tiene que pasar toda
alma humana en los mundos inferiores, es el desarrollo de la per-
feccin que est latente en ella. Las diferentes series de experien-
cias por las que el alma pasa vida tras vida, van desarrollando gra-
dualmente su naturaleza espiritual, llevndola hacia la percepcin
que culmina en la liberacin completa. Ahora bien, el tipo y la
cantidad de esas experiencias no importan realmente, con tal de
que alcance su objetivo. Un individuo puede necesitar 100 vidas
de experiencias muy intensas y penosas, o mil vidas de experien-
cias de tipo enteramente diferentes, para alcanzar su perfeccin.
El camino no hay proceso es alcanzar la meta. El camino va por el
mundo de los fenmenos, es irreal e ilusorio, mientras que el obje-
tivo, la meta, estn el mundo de lo eterno que es real.
Esta posibilidad de seguir diferentes caminos es lo que le permite
al Yogui acortar el proceso de su desenvolvimiento en los mundos
fenomenales y alcanzar la perfeccin en el tiempo ms corto posi-
ble. No est obligado a ir por el camino largo y tendido que la
humanidad en conjunto est hollando para su evolucin. El Yogui
puede salirse de ese camino ancho y tomar el sendero ascendente,
corto y difcil, hacia la cumbre de la montaa, o sea el camino de
la Yoga. pero si est resuelto a irrumpir a travs del mundo de
fenmenos hacia el mundo de la Realidad, debe antes comprender
la naturaleza de sus fenmenos y la manera como la mente los
percibe. Es por eso que Patanjali trata este asunto en este sutra.

492
Libro IV

Objetos y los tres gunas (IV.13-IV.14)

13. Las caractersticas estn latentes o en potencia, par-


ticipan de la naturaleza de los tres gunas (o cualida-
des de la materia).

Las gunas son las tres cualidades: sattva, rajas y tamas cuya gro-
sera manifestacin es el universo sensible. El pasado y el futuro
provienen de los diferentes modos de manifestacin de estas gu-
nas. Las caractersticas son, en realidad, las cualidades, capacida-
des y facultades que el hombre manifiesta o puede manifestar (da-
das las condiciones adecuadas). Son, como hemos visto, el resul-
tado o los efectos de su experiencia pasada, acumulada durante
todo el ciclo de vidas hasta la fecha. Los efectos de los contactos,
desenvolvimientos y desarrollos que lo han regido, desde los albo-
res de su individualidad hasta el ciclo actual de vida, han produci-
do lo que es y lo que tiene en la actualidad. Debe tenerse en cuen-
ta que estos factores que se resumen en el trmino general de "ca-
ractersticas", conciernen a la forma y a su respuesta a la vida es-
piritual inmanente.
Se producen con la misma rapidez con que el Morador Interno
espiritual puede plasmar su impronta sobre la sustancia de esas
formas, obligarlas a cumplir su voluntad, controlarlas y someter-
las. La forma tiene ciertas actividades vibratorias propias, inheren-
tes a su naturaleza. Identificndose con la forma y utilizndola, el
Morador Interno desarrolla dos series de caractersticas. Una serie
se manifiesta en el yo inferior, y concierne a la adaptabilidad de la
forma, a la influencia interna y al medio ambiente externo. La otra
concierne a las tendencias, impulsos y deseos que tienden a afec-
tar, permanentemente, al cuerpo del yo superior o causal. De all
que estas caractersticas tengan, en ambos casos, que ver con el
ritmo o gunas de la materia.

493
Libro IV

Podra decirse que todo cuanto somos es producto del pasado y se


manifiesta como caracterstica de la forma de la personalidad. Lo
que seremos en la prxima encarnacin lo determina la capacidad
del verdadero hombre para ejercer influencia sobre ese yo perso-
nal, obligarlo a cumplir fines elevados y elevar su grado de vibra-
cin. Una cosa es el hombre cuando viene a la encarnacin y otra
cuando sale de ella, porque entonces es el producto del pasado,
adems de lo realizado en la vida presente; lo adquirido bajo el
gran impulso evolutivo lo ha llevado inevitablemente a una condi-
cin sttvica o rtmica armoniosa, y lo ha alejado de la condicin
tamsica de inercia, de inmovilidad. Esto se obtiene imponiendo
las caractersticas de actividad, el guna intermedio, que predomi-
nantemente regula la actividad externa e impulsa al hombre hacia
la experiencia sensoria.
Puesto que las tres GUNAS son los tres principios fundamentales
del movimiento (inercial, movilidad, vibracin), y puesto que la
base de la manifestacin de toda clase de Dharmas est el movi-
miento de uno u otro tipo, se deduce que estos Dharmas debe de-
pender de la naturaleza de las gunas.
Pero lo que este sutra afirma es de un carcter omniabarcante; com-
prende no solamente las propiedades fsicas que podemos conocer
con nuestros sentidos fsicos, sino tambin las propiedades stiles
pertenecientes a mundos ms stiles. Cobija dentro de su alcance
pensamientos, emociones y toda clase de fenmenos que implican
propiedades. Al decir "inmanifestadas" cubre no solamente propie-
dades relacionadas con planos ms sutiles, sino tambin las que an
no se han manifestado y se encuentran latentes. La nica diferencia
entre propiedades latentes y propiedades manifestadas, es que las
manifestadas son el resultado de combinaciones particulares de
gunas en accin, mientras que las latentes son combinaciones teri-
cas de gunas que todava estn inactivas pero existen potencialmen-
te en la Materia. Millares de nuevos compuestos se estn produ-
ciendo cada ao en el campo de la qumica. Cada uno de ellos re-
presenta una nueva combinacin de Gunas que estaba latente y que

494
Libro IV

slo ahora se manifiesta. La Materia es como un rgano que tiene la


potencialidad de producir una innumerable cantidad de sonidos o
notas. Las propiedades manifestadas son las notas que se tocan y
quedan su sonido especfico; las propiedades inmanifestadas son las
notas que estn salientes, en reposo. Pero todas estn all, dispues-
tas a brotar en cualquier momento a desempear su papel en los
fenmenos que estn ocurriendo por doquier y a todo momento.

495
Libro IV

14. La manifestacin de la forma objetiva se debe a la cen-


tralizacin de la causa que produce efectos (la unificacin
de las modificaciones de la sustancia mental o chitta).

El impulso hacia la evolucin, o apropiarse de una forma, es tan do-


minante y el resultado del pensamiento egoico est tan centralizado,
que resulta inevitable la manifestacin objetiva. La sustancia mental
o chitta (en el gran proceso de apropiarse de una forma) est tan
completamente unificada, y el deseo de experimentar por medio de
contactos en el plano fsico es tan dominante, que todas las modifica-
ciones de la mente van dirigidas hacia el mismo objetivo.
Cuando la condicin se invierte y el hombre en el plano fsico efecta
su propia liberacin, lo hace por el mismo mtodo, o sea la centraliza-
cin y unificacin. Ciertas frases relacionadas con el simbolismo de la
estrella de cinco puntas, en El Antiguo Comentario, aclaran esto:
"La sumersin es hacia abajo, hacia la materia. El punto des-
ciende, precipitase a travs de la esfera acuosa y penetra en
lo inerte, inmvil, oscuro, silencioso y remoto. El punto de
fuego y de piedra se unen, alcanzndose la armona y unin
en el sendero descendente".
"El vuelo es hacia arriba, al espritu. El punto asciende, ele-
vando a los dos que estn detrs, y los tres y los cuatro se ex-
tienden hasta aquello que est detrs del velo. El agua no
consigue apagar el punto de fuego; de esta manera el fuego
se une al fuego y se fusionan. Se logra armona y unin en el
arco ascendente. As el Sol se desplazar hacia el norte".

Cualquiera que conozca algo sobre ciencia sabr que todo objeto ma-
terial puede descomponerse en sus componentes fsicos, qumicos,
atmicas, etc. Y que stos se resulten finalmente en diferentes clases
de fuerzas y movimientos, no quedando nada material en el sentido
usual de la palabra. Todo es un juego de diferentes clases de fuerzas y
movimientos donde las tres gunas se transforman incesantemente.

496
Libro IV

La mente percibe objetos (IV.15-IV.17)

15. Ambas, conciencia y forma, son distintas y estn se-


paradas; aunque las formas sean similares, la concien-
cia puede funcionar en diferentes niveles del ser.

Este aforismo no debe considerarse separado del posterior, el cual


afirma que la Mente una o Vida una, es la potente causa de todas
las mentes y vidas menores diferenciadas. Esto debe tenerse siem-
pre en cuenta. En este aforismo van implcitas tres ideas principa-
les.
Primero, que hay dos lneas principales de evolucin; una con-
cierne a la materia y la forma, la otra al alma, el aspecto concien-
cia, el pensador en manifestacin. Cada uno de estos senderos de
progreso difieren, cada uno sigue su curso. Como ya se ha obser-
vado, durante un prolongado periodo de tiempo, el alma se identi-
fica con el aspecto forma y trata de seguir el "Sendero de la Muer-
te", porque en efecto, para el pensador ese es el sendero oscuro.
Ms tarde, por medio de un gran esfuerzo, cesa esta identifica-
cin; el alma se hace consciente de s misma y de su propio sende-
ro o dharma; entonces sigue el camino de la luz y de la vida. Sin
embargo, debe tenerse siempre en cuenta entre ambos aspectos,
que el propio sendero de cada uno es el de la derecha, y que los
impulsos ocultos en el vehculo fsico o en el cuerpo astral, no son
en s malos. Son malos, desde cierto ngulo, cuando se tergiversa
su correcto empleo. La comprensin de esto condujo a exclamar al
discpulo, segn el Libro de Job: "He pervertido lo que era correc-
to". Las dos lneas de desenvolvimiento son separadas y distintas.
sta es una de las cosas que el aspirante debe aprender.
Cuando el aspirante ha comprendido esto, trata de ayudar a la evo-
lucin de sus formas de dos maneras: primero, negndose a identi-
ficarse con ellas y, segundo, estimulndolas. Aplicando la fuerza
espiritual tambin se dar cuenta de la etapa de evolucin en que

497
Libro IV

se encuentran sus hermanos, y no criticar lo que para l consti-


tuiran acciones errneas y para ellos es la actividad natural de la
forma, durante el ciclo en que forma y alma estn identificadas y
se consideran una misma cosa.
La segunda lnea principal de pensamiento, implicada en el afo-
rismo 15, es ms difcil de expresar. Proporciona color y veraci-
dad a la controversia de muchos pensadores, de que las cosas exis-
ten y tienen forma y actividad slo en la medida que la mente del
pensador las formula. En otras palabras, mediante las modifica-
ciones de nuestro principio pensante construimos nuestro propio
mundo y creamos nuestro propio ambiente. La deduccin, por lo
tanto, es que (dada una sustancia bsica espritu-materia) la entre-
tejemos en formas, por nuestros propios impulsos mentales. Otros
perciben lo que nosotros vemos, porque algunas de las modifica-
ciones de sus mentes son anlogas a las nuestras y sus reacciones
e impulsos, similares en cierto aspecto. Sin embargo, dos personas
no ven un objeto exactamente de la misma manera. Las cosas o
formas de materia existen realmente; han sido creadas o estn en
proceso de creacin, y de ellas son responsables alguna mente o
varias mentes. Entonces surge la cuestin de quin es responsable
de las formas mentales que nos circundan.
El comentario y la traduccin de Dvivedi apoya ms esta segunda
lnea de pensamiento que la parfrasis de el Tibetano; sera de
valor que la estudiramos, porque cuando muchas mentes encaran
un problema, permite apreciarlo en su magnitud, se evitan las su-
perficialidades y vanas conclusiones y se hace posible el acerca-
miento a la verdad. El punto de vista sinttico est ms cerca de la
verdad que el especializado. Dvivedi dice: "Aunque las cosas son
similares, la causa de la mente y de las cosas es distinta debido a
las diferencias de las mentes".
"Las consideraciones precedentes establecen, de manera indirecta,
la existencia de cosas como objetos externos a la mente. Los Vij-
nanavadi Budas, al sostener que las cosas slo son reflejos de

498
Libro IV

nuestro principio pensante, pondran objeciones a ese punto de


vista. La objecin no resistira al anlisis, porque la existencia de
cosas separadas del principio pensante es real. Aunque existe,
ciertamente, la similitud completa entre objetos del mismo tipo,
an as, el modo en que los objetos afectan a la mente y en que es
afectada por ellos, es enteramente distinta. En consecuencia, los
objetos existen fuera del principio pensante. Aunque los objetos
son similares, no se presentan a mentes diferentes bajo la misma
luz, lo cual demuestra que estn separados de la mente. Tambin
muchas veces omos decir a algunas personas que han visto un
mismo objeto como lo han visto otras. Esto probara que a pesar
de que el objeto es uno solo, los conocedores son muchos. Esta
circunstancia demuestra la diferencia entre el objeto y la mente.
Asimismo, el vidente y lo visto, o sea la mente y el objeto, o el
instrumento de conocimiento y el objeto de conocimiento, no
pueden ser uno y el mismo, porque entonces todo conocimiento
caracterstico sera una imposibilidad, lo cual es absurdo.
La tentativa de solucionar esta dificultad, diciendo que el eterno
Vasana de la forma de los objetos externos es la causa de nuestro
conocimiento caracterstico, es intil, pues lo que se ha debilitado
por s mismo no puede convertirse en causa. Por lo tanto la exis-
tencia objetiva debe aceptarse como independientemente del suje-
to. Tampoco cabe imaginar cmo una sola sustancia, prakriti (la
Materia), puede producir, en este caso, toda la multiplicidad de
diferencias en nuestra experiencia, porque los tres gunas y sus
diversas combinaciones, en diferentes grados, lo justifican sufi-
cientemente.
En el caso de los yoguis adecuadamente iluminados, es natural
que cuando el conocimiento ha producido en ellos el supremo
Vairagya, no se preocupen de los gunas, los cuales tambin alcan-
zan un estado de equilibrio y no producen efecto".

499
Libro IV

La tercera lnea de pensamiento se refiere ms especficamente


al aspecto comprensin, o a la percepcin del pensador inmanen-
te, por lo tanto tiene un valor prctico inmediato para el estudiante
de Raja Yoga, la cual implica ciertas preguntas que se pueden
formular de la manera siguiente:
1. En qu nivel del ser o de comprensin (porque la idea es
idntica para el estudiante ocultista) actu?
2. Me identifico con la forma o con el alma?
3. Qu sendero sigo, el superior del alma o el inferior de la
materia?
4. Me encuentro en un perodo de transicin, donde mi com-
prensin se est transfiriendo de la conciencia inferior a la
superior?
5. Aunque est en el cuerpo, es ste meramente un instru-
mento y estoy despierto en otro plano de percepcin?

500
Libro IV

16. Las numerosas modificaciones de la mente una, pro-


ducen las diversas formas que, para subsistir, depen-
den de esos numerosos impulsos mentales.

En estas palabras, todo el concepto pasa de la esfera particular al


reino de lo universal. Nos pone frente a los impulsos csmicos y
solares y evidencia la insignificancia y pequeez de nuestro pro-
blema individual. Toda forma en manifestacin es el resultado del
pensamiento de Dios; todo vehculo objetivo, por medio del cual
fluyen los impulsos vitales del universo, es producido y manteni-
do en manifestacin objetiva, por la constante afluencia de co-
rrientes mentales que emanan de un solo y maravilloso pensador
csmico. Sus mtodos misteriosos, su plan oculto y secreto, el
gran propsito para el cual trabaja en este sistema solar, no son
todava evidentes para el hombre; sin embargo, cuando pueda
pensar en trminos ms amplios, desarrollar el poder de visualizar
el pasado como una totalidad y unificar su conocimiento acerca de
la vida de Dios, expresndose en los reinos de la naturaleza, y
cuando aumente su comprensin de la naturaleza de la conciencia,
entonces le ser evidente la voluntad de Dios basada en una acti-
vidad amorosa.
La clave del cmo y el por qu, reside en la comprensin del
hombre de sus propias actividades mentales. La apreciacin de la
gran forma mental de Dios, el sistema solar y su mantenimiento,
se desarrolla en el hombre a medida que comprende sus propias
formas mentales y la manera de construir y crear su propio medio
ambiente y colorar su propia vida. El hombre construye sus propios
mundos por el poder de sus procesos mentales o por las modifica-
ciones de ese fragmento del principio mental universal del cual se
ha apropiado para uso particular.
Debe recordarse que el Logos solar, Dios, es la suma total de todos
los estados de conciencia o percepcin. El hombre (la humanidad
en conjunto o la unidad individual) es parte de ese todo Las innu-

501
Libro IV

merables mentes, desde la del tomo (reconocido por la ciencia)


hasta la mente de Dios mismo, pasando por todos los grados de
pensadores y etapas de percepcin, son responsables de todas las
formas que se hallan en nuestro sistema. A medida que trabajamos,
desde lo infinitamente pequeo a lo infinitamente grande, desde el
microcosmos al macrocosmos, se evidencia un estado de concien-
cia en gradual expansin y un constante crecimiento de la percep-
cin. En esta escala de desarrollo, tenemos tres tipos predominantes
de formas, resultados de la mente:
1. La forma del tomo, el verdadero microcosmos.
2. La forma del hombre, el macrocosmos para todos los reinos sub-
humanos.
3. La forma de Dios, un sistema solar, el macrocosmos para el hom-
bre y para todas las etapas superhumanas.

Todas estas formas y las formas intermedias, dependen de alguna


vida, dotada de capacidad de pensar y tambin del impulso mental
para modificar e influir la sustancia sensoria y construir con ella
las formas.

502
Libro IV

17. Estas formas son conocidas o no, de acuerdo a las


cualidades latentes en la conciencia perceptora.

Este aforismo ha sido traducido por Charles Johnston con las si-
guientes palabras: "Un objeto es percibido o no, segn que la
mente est o no matizada por el color del objeto".
Vemos lo que somos y nos damos cuenta de ello debido a otras
formas que se desarrollan en nosotros mismos. No vemos aspectos
de la vida, porque todava no hemos hecho contacto con lo divino
y lo desconocemos en nosotros. El aspecto forma y sus limitacio-
nes se desarrollan en nosotros, ocultando al alma de modo que
slo nos damos cuenta de la forma de nuestro hermano y no ve-
mos su alma. En cuanto hacemos contacto con nuestra propia al-
ma y vivimos en su luz, vemos el alma de nuestro hermano, nos
damos cuenta de su luz, con lo cual cambia completamente nues-
tro acercamiento a l.
Aqu tenemos el indicio de nuestras limitaciones, aqu reside la
promesa de nuestro xito. La facultad latente, una vez desarrolla-
da, nos revelar un mundo nuevo; los poderes ocultos del alma
una vez que hayan sido plenamente expresados, nos harn cons-
cientes de un nuevo mundo y nos revelarn un plan de vida y un
reino del ser que, hasta ahora, nos fue negado, porque no lo hemos
visto. De ah la necesidad de que todo investigador de los miste-
rios de la existencia, aplique a su investigacin todas las faculta-
des; de ah tambin la necesidad de que se lleve a cabo este proce-
so de desenvolvimiento del alma y se desarrollen las facultades
potenciales si queremos comprender plenamente la verdad.

503
Libro IV

Iluminacin de la mente (IV.18-IV.21)

18. El Seor de la mente, el perceptor, es siempre cons-


ciente de la constante actividad de la sustancia men-
tal, causa productora de efectos.

Tenemos en este aforismo una afirmacin que constituye la clave


para la prctica efectiva y sin peligro de la meditacin. Quien me-
dita es el alma, el ego, y su trabajo es actividad positiva, no un
estado o condicin negativos. Gran parte del trabajo que se realiza
como meditacin es peligroso o intil, porque quien trata de con-
trolar es el hombre en el plano fsico, cuyo esfuerzo est concen-
trado en lograr la quietud del cerebro. Trata de aquietar las clulas
cerebrales y hacerlas negativas, pasivas y receptivas. Sin embargo,
la verdadera meditacin concierne al alma y a la mente; la recep-
tividad del cerebro es la reaccin automtica a la condicin supe-
rior. Por consiguiente, en el Raja Yoga el contacto con el verdade-
ro hombre, el ego, y el poder de "aquietar las modificaciones del
principio pensante", deben preceder a toda actividad y respuesta
del cerebro. El Seor de la Mente est siempre despierto, pues se
da cuenta de la tendencia de la mente a responder a las corrientes
de fuerza, producidas por el pensamiento o el deseo. En conse-
cuencia, vigila toda emanacin de fuerza que surge de l, y con-
trola todo pensamiento e impulso, de modo que nicamente se
originen corrientes de energa e impulsos alineados constantemen-
te con el propsito que tiene ante s, y se pueda llevar a cabo el
plan grupal. Nunca debe olvidarse que todos los egos trabajan en
formacin grupal, controlados directamente por esos pensadores
que encarnan el divino pensamiento logoico. Por lo tanto, el traba-
jo que cada aspirante trata de realizar consiste en poner la con-
ciencia del cerebro en lnea con el pensamiento que le llega por
conducto de su propia alma-conciencia, y en la consumacin de
esto el plan divino se va manifestando gradualmente en el plano
fsico.

504
Libro IV

A medida que cada hijo de Dios conduce esa sustancia mental


activa, de la cual es responsable, a una condicin capaz de res-
ponder al pensamiento divino, entonces el plan de las edades ser
llevado a su fin. Nadie debe desesperarse por su aparente incom-
petencia o pequeez, porque a cada uno se nos ha confiado una
parte del plan, y debemos desempearla; sin nuestra colaboracin
se produce demora y confusin. A veces, cuando una nfima parte
de un gran mecanismo no funciona correctamente, provoca gran-
des dificultades. Con frecuencia, son necesarios muchos ajustes
antes de que toda la mquina pueda marchar y realizar su trabajo
con buen resultado, y en el reino de la colaboracin humana se
pueden presentar situaciones anlogas.
La sustancia mental constantemente activa puede responder a la
vibracin inferior que emana del triple hombre inferior, y a los
ms elevados impulsos que surgen del alma, como intermediaria
entre espritu y materia. El alma es siempre consciente de esta
condicin; el hombre en el plano fsico est ciego a ella, o recin
despierta a esta doble posibilidad. La tarea del que aspira a la
unin consiste en transferir gradualmente y poner acrecentadamen-
te la sustancia mental bajo los impulsos superiores, alejndola de la
vibracin inferior, hasta convertir en una condicin estable la res-
puesta a lo superior y que la actividad vibratoria del hombre infe-
rior se desvanezca y desaparezca.
Tan pronto como un objeto colorea la mente, el Espritu presencia la
modificacin, y esta presencia del Espritu es lo que produce el co-
nocimiento del objeto. La primera condicin indispensable para que
la mente conozca cualquier objeto es que sea coloreada por l y
la segunda es que el Espritu presencie la modificacin producida en
la mente. Investigaciones en psicologa han demostrado que la mente
es modificada frecuentemente por objetos externos aunque no se de
cuenta de ello en el momento, la prueba de que han ocurrido esas
modificaciones est en que se pueden recuperar esas impresiones
hipnotizando a la persona ms tarde, aunque l no les haya prestado
atencin directa. De suerte que el hecho de que el espritu presencie

505
Libro IV

las modificaciones producidas en la mente, es independientemente de


la actitud consciente de la mente. Por eso el Sutra incluye la palabra
snscrita Sada que literalmente significa siempre. Lo que este sutra
quiere comunicar es que l Purusa o espritu se da cuenta, de un mo-
do ininterrumpido, de todos los cambios que estn ocurriendo en la
mente, y que no es posible que ninguno pase inadvertido por l, por-
que el espritu es Omnisciente.

506
Libro IV

19. Debido a que la mente puede ser vista o conocida,


resulta evidente que no es la fuente de iluminacin.

Este aforismo y los dos siguientes nos dan un acercamiento tpicamen-


te oriental a un problema muy difcil, y este mtodo de razonar no es
fcil de ser captado par las mentes occidentales. En las seis escuelas de
la filosofa hind, todo el problema, relacionado con el origen de la
creacin y la naturaleza de la mente, es desmenuzado y discutido y
tratado en forma tan completa, que prcticamente todas nuestras es-
cuelas modernas se pueden considerar retoos o consecuencia lgica
de las diversas conclusiones hindes. La clave de la diversidad de opi-
niones sobre estos dos puntos quizs la encontremos en los seis tipos
en que todos los seres humanos se clasifican, porque el sptimo slo es
la sntesis de todos ellos, siendo influyente y no excluyente.
En los aforismos de la yoga, la mente queda relegada a la posicin
de instrumento, de intermediario, de placa sensible, que registra lo
que afluye a ella desde arriba o lo que la afecta desde abajo. Care-
ce de personalidad propia; no tiene vida o luz que le pertenezca,
excepto la inherente a toda sustancia y, por lo tanto, existente en
los tomos que constituyen la sustancia mental. Estos ltimos,
hallndose en la misma lnea evolutiva que el resto de la naturale-
za inferior, acrecienta la oleada de fuerzas materiales que tratan de
mantener prisionera al alma y constituyen la gran ilusin.
La mente, en consecuencia, puede ser conocida en dos sentidos: Pri-
mero, conocida, reconocida y vista por el pensador, el alma en su pro-
pio plano. Segundo, vista y conocida como vehculo del hombre en el
plano fsico. Durante largo tiempo, el hombre se ha convertido en
aquello con lo cual se identifica, excluyendo al verdadero hombre es-
piritual, con el que es posible establecer contacto y a quien tambin se
lo puede conocer y obedecer, una vez que la mente queda relegada al
lugar que le corresponde como instrumento de conocimiento.
El primer eslabn en esta cadena es que la mente no es luminosa por s
misma; es decir, que es incapaz de percibir por su propio poder, por-

507
Libro IV

que ella mismo es perceptible. No es como el Sol que brilla por su


propia luz, sino como la Luna que brilla por la luz de otro cuerpo ce-
leste. El hecho que la mente es perceptible lo atestigua nuestra expe-
riencia ordinaria.: podemos observar sus actividades y modificaciones
cuando queremos hacerlo. Es cierto que cuando nuestra atencin est
dirigida hacia fuera no somos conscientes de los cambios que estn
ocurriendo en nuestras mentes. Pero podemos a cualquier momento
dirigir nuestra atencin hacia adentro y observar estos cambios.
Una analoga del plano fsico puede ayudarnos a comprender esto. El
ojo es uno de nuestros principales rganos, por medio del cual adqui-
rimos conocimiento, el medio por el cual vemos. Sin embargo, no
cometemos el error de considerar al ojo como fuente de luz ni aque-
llo que trae revelacin. Lo conocemos como instrumento que res-
ponde a ciertas vibraciones de la luz, mediante lo cual transmite a
nuestro cerebro, esa gran placa receptora del plano fsico, cierta in-
formacin acerca de este plano. Para el alma, la mente acta tambin
como el ojo, o como una ventana mediante la cual llega informacin,
pero en s misma no es la fuente de luz ni de iluminacin.
Resulta interesante observar aqu que cuando el cerebro y la mente se
coordinaron (como ocurri por primera vez en los das de Lemuria),
simultneamente se desarroll el sentido de la vista A medida que la
evolucin avanza, tiene lugar una coordinacin superior, pues el al-
ma y la mente llegan a unificarse. Entonces el rgano de la visin
sutil (el tercer ojo) empieza a actuar, y en vez de mente, cerebro y
dos ojos, aparece otra triplicidad: alma, mente y tercer ojo. En conse-
cuencia, el cerebro no es la fuente de iluminacin, sino que llega a
percibir la luz del alma y lo que sta revela en su reino. Simultnea-
mente se desarrolla el tercer ojo, que revela a su poseedor los secre-
tos de los reinos ms sutiles de los tres mundos, de manera que el
cerebro recibe iluminacin, informacin y conocimiento desde dos
direcciones: del alma, por conducto de la mente, y de los planos ms
sutiles de los tres mundos, por conducto del tercer ojo. Se ha de re-
cordar aqu que el tercer ojo revela, principalmente, la luz que se
encuentra en el corazn de todas las formas de manifestacin divina.

508
Libro IV

20. Tampoco la mente puede conocer dos objetos si-


multneamente, ella y lo que est fuera de ella.

Ninguna de las envolturas, por medio de las cuales el alma acta,


posee conocimiento de s misma; son nicamente canales, a travs
de los cuales se obtiene conocimiento, y pasan las experiencias de
la vida. La mente no se conoce a s misma, porque ello supondra
ser consciente de s misma; por lo tanto, careciendo de conciencia
individual no puede decir: "Esto soy yo, yo misma, y esto es ex-
terno a m; en consecuencia el no-yo". Es simplemente otro senti-
do, por medio del cual obtenemos informacin y se nos revela un
nuevo campo de conocimiento. No es ms que un instrumento,
como se dijo antes, capaz de una doble funcin: registrar contac-
tos de una de las dos direcciones y transmitir tal conocimiento al
cerebro desde el alma, o al alma desde el hombre inferior. Esto
merece una reflexin: la tendencia de nuestro esfuerzo es llevar
ese instrumento a una condicin donde puede ser utilizado con el
mayor provecho posible. Los tres ltimos mtodos de yoga tratan
de lograrlo. Como ya se ha considerado anteriormente, no es ne-
cesario que lo ampliemos.
Le es imposible ser ambas cosas simultneamente. En otras pala-
bras, la consciencia no puede ser objeto de percepcin por parte
de la mente. Por eso no nos es posible conocer lo que es la cons-
ciencia mientras nosotros estemos dentro de los campos de la
mente. En tanto que el aspecto cognitivo de la consciencia acte
por medio de la mente, estar dirigido hacia fuera percibiendo lo
que est en el campo de la mente. Tan slo cuando se libera de su
sujecin a la mente y se vuelve hacia adentro sobre s misma, la
consciencia puede conocerse a s misma, como se explica en el
aforismo IV-22.

509
Libro IV

21. Si el conocimiento de la mente (chitta) es postulado


por otra mente lejana, se inferir que existe un
nmero infinito de conocedores, y las consecutivas
reacciones de la memoria tendern a confundir gran-
demente.

Una de las explicaciones dadas respecto a las funciones de la men-


te se refiere a su capacidad de apartarse de s misma y considerar-
se como algo separado, convirtindose as en confusas partes se-
paradas, distanciadas unas de otras, que (cuando la idea es llevada
a una conclusin lgica) conduce a una situacin catica. Todo
esto proviene de la negativa de los pensadores ortodoxos, filso-
fos y mentalistas, a admitir la posible existencia de una entidad
alejada y separada de la mente, que trata slo de utilizarla como
medio para adquirir conocimiento. El problema ha surgido, en
gran parte, del hecho de que el pensador no puede ser conocido
hasta que la mente se haya desarrollada; puede ser presentido y
sentido por el mstico y el devoto, pero no es posible su conoci-
miento (en el significado corriente del trmino) antes de que se
desarrolle el instrumento del conocimiento, la mente. Aqu es
donde el conocimiento oriental se introduce y aclara el trabajo tan
maravillosamente realizado por la ciencia mental y la ciencia cris-
tiana, que han hecho hincapi en la mente individual y en la uni-
versal, y nuestra deuda hacia ellos es grande. La naturaleza de la
mente, su propsito, control, problemas y procesos son hoy temas
de discusin general, lo cual no ocurra hace cien aos. Pero, con
todo ello, existe mucha confusin debido a nuestra tendencia mo-
derna a deificar la mente y a considerarla nico factor importante.
La ciencia oriental viene en nuestra ayuda, y nos dice que detrs
de la mente, est el pensador, detrs de la percepcin, el perceptor,
y detrs del objeto observado, el observador. Este pensador, per-
ceptor y observador es el yo inmortal e imperecedero, el alma en
contemplacin.

510
Libro IV

Buddhi y liberacin (IV.22-IV.26)

22. Cuando la inteligencia espiritual, que permanece sola


y libre de los objetos, se refleja en la sustancia men-
tal, entonces se obtiene la percepcin del yo.

Conocemos a la inteligencia espiritual, el hombre real, el Hijo de


Dios, eterno en los Cielos, por muchos y variados nombres, segn
la escuela de pensamiento. La lista de sinnimos dada a continua-
cin es de utilidad para el estudiante, porque le da una visin ms
amplia y una comprensin incluyente, revelndole el hecho de que
los Hijos de Dios, revelados o no, se encuentran en todas partes.
La inteligencia espiritual ........ El Regente Interno ........ El Verbo hecho carne.
El alma .................................... El segundo aspecto ....... El AUM.
La entidad autoconsciente ..... La segunda Persona ...... El Pensador.
El Cristo ................................... Dios encarnado ............. El Observador, el Perceptor.
El Yo ........................................ El hijo de la mente ........ El Constructor de formas.
El Yo superior .......................... El Manasaputra divino .. La fuerza.
El Hijo de Dios ......................... El Agnishvattva .............. El Morador del cuerpo.

stos y otros muchos trminos estn diseminados en todas las Escri-


turas y literaturas del mundo. Sin embargo, en ningn otro libro como
en el Bhagavad Gita se representa tan maravillosamente la naturaleza
del alma, tanto macrocsmica (el Cristo csmico) como microcsmica
(el Cristo individual). Los tres libros: El Bhagavad Gita, El Nuevo Tes-
tamento y Los Aforismos de la Yoga, contienen un cuadro completo del
alma y su desenvolvimiento. Cuando en el estado de Samadhi la con-
ciencia ha penetrado dentro del nivel ms profundo de la Mente, y luego
trasciende ese mismo nivel finalmente, queda libre por completo de la
accin limitadora y oscurecedora de la mente, y slo entonces es cuando
realiza su verdadera naturaleza o se conoce as misma. En este estado
el conocer, lo conocido y el conocimiento se funden todos en una Reali-
dad auto-Iluminada. De suerte que la pregunta de cmo conocer la
consciencia misma? Es Buceando dentro de nuestra conciencia en Sa-
madhi hasta que la mente en su forma ms sutil quede trascendida.

511
Libro IV

23. As la sustancia mental, reflejando al conocedor y lo


conocible, deviene omnisciente.

Este aforismo es una especie de resumen; hace resaltar el hecho de


que la mente, estando aquietada y pasiva durante la prctica de la
concentracin y la meditacin, se convierte en el reflector "de lo
que est arriba y de lo que est abajo". Es el transmisor del cono-
cimiento del yo al cerebro fsico del hombre en encarnacin, y
adems el transmisor de todo lo que el yo conoce y percibe. Ve y
conoce el campo de conocimiento. El Conocedor es tambin per-
cibido y la "percepcin de todos los objetos" llega a ser posible.
Por lo tanto, es literalmente verdad que para el yogui nada hay
oculto o desconocido. Obtiene informacin sobre todos los temas,
porque posee un instrumento que puede utilizar para cerciorarse
de lo que el alma sabe respecto al reino de Dios, el reino de la ver-
dad espiritual. Puede entrar en comunicacin con el alma e impar-
tirle lo que el hombre conoce en encarnacin fsica, de manera que
el conocedor, el campo del conocimiento y el conocimiento mismo,
entran en conjuncin, siendo la mente el medio para ello.
sta es una gran etapa en el sendero de retorno; aunque a su debido
tiempo la intuicin reemplazar a la mente y la percepcin espiritual
directa tomar el lugar de la percepcin mental, no obstante, esta eta-
pa es avanzada e importante y abre la puerta para que la luz entre di-
rectamente. Nada debe ahora entorpecer el descenso de la fuerza y la
sabidura espiritual al cerebro, porque el entero triple hombre inferior
ha sido purificado y dominado; los cuerpos fsico, emocional y mental
forman simplemente un canal para la luz divina y constituyen el veh-
culo por el cual la vida y el amor de Dios pueden manifestarse.
La importancia de este poder omnisciente en que aqu la Mente no
representa tan slo el medio a travs del cual se expresa el intelecto,
sino que representa el medio omniabarcante a travs del cual se per-
ciben fenmenos de toda clase. Desde el plano fsico al tmico. La
Mente es pues co-extensiva con la Materia, ambas son trascendidas
simultneamente cuando el Espritu alcanza la Realizacin Directa.
512
Libro IV

24. La sustancia mental, reflejando como lo hace, una


infinidad de impresiones de la mente, se convierte en
instrumento del yo y acta como agente unificador.

Nada le queda por hacer al hombre espiritual en conexin con este


yo inferior purificado, sino aprender a utilizar su instrumento, la
mente, por medio de la cual los otros dos cuerpos son dirigidos,
controlados y utilizados. Este instrumento ha sido descubierto, des-
arrollado y dominado, aplicando los ocho mtodos de yoga, y ahora
debe ser utilizado y aplicado en forma activa, de tres maneras:
1. Como vehculo para la vida del alma.
2. En servicio de la Jerarqua.
3. En colaboracin con el plan de la evolucin.

En el Libro I, Af. 41, hallamos estas palabras: "Aquel que ha con-


trolado totalmente sus vrittis (modificaciones de la sustancia men-
tal) llega a un estado de identificacin y similitud con lo que ha
conocido. El conocedor, el conocimiento y el campo del conoci-
miento se convierten en uno, as como el cristal toma los colores
de lo que refleja." Esto nos da una idea de lo que ocurre al hombre
que ha dominado su instrumento. Registra en su cerebro, por con-
ducto de la mente, lo que es verdadero y real. Llega a darse cuenta
de la naturaleza del ideal, y dedica todo su poder en concretar tal
ideal objetivamente; percibe la visin del reino de Dios, tal como
ser en el futuro, y entrega todo cuanto tiene y es, a fin de que tal
visin sea percibida por todos; conoce el plan, porque le ha sido
revelado en el "lugar secreto en el Monte de Dios", y colabora inte-
ligentemente con el plan en el plano fsico. Oye la Voz del Silencio
y obedece sus mandatos, trabajando constantemente en la tarea de
vivir espiritualmente en un mundo consagrado a cosas materiales.
Todo es posible para el hombre que ha aquietado la verstil natu-
raleza squica y ha dominado la soberana ciencia de Raja Yoga.
En la literatura oculta de los adeptos, las siguientes estrofas com-

513
Libro IV

pendian el estado del hombre que ha realizado; es amo no sirvien-


te; conquistador, no esclavo:
"El quinto ha penetrado en la paz, sin embargo deambula por
nuestra esfera. Lo que es denso y oscuro brilla ahora con luz clara
y pura, y el resplandor fluye de los siete lotos sagrados. Ilumina al
mundo e irradia en los lugares ms profundos con fuego divino".
"Lo que ha matado y velado lo Real durante muchos y prolon-
gados eones, es muerto y, con su muerte, termina la vida se-
parada. Se ve al Uno. Se oye la Voz: Se conoce lo Real y se
percibe la Visin. El fuego de Dios surge hacia arriba y se con-
vierte en llama".
"El lugar ms oscuro recibe luz. Amanece en la tierra. La fuen-
te del da vierte desde las alturas sus brillantes rayos sobre el
infierno mismo, y todo es luz y vida".

Entonces el yogui liberado, se halla ante una alternativa. Enfrenta


un problema espiritual cuya naturaleza est descrita en el frag-
mento extrado de un antiguo catecismo esotrico:
"Qu ves oh! liberado?
Veo muchos que sufren, lloran y claman ayuda, Maestra".
"Qu hars, oh! hombre de paz?
Volver al lugar de donde he venido".
"De dnde vienes t, Peregrino divino?
De lo ms profundo de la oscuridad, de all ascender a la luz".
"A dnde vas t, oh! Viajero en el camino ascendente?
Vuelvo a las profundidades de la oscuridad, lejos de la luz del da".
"Para qu das este paso, oh! Hijo de Dios? Para levantar a los que
tropiezan en la oscuridad e iluminar sus pasos en el sendero".
"Cundo termina el servicio, oh! Salvador de hombres?
Lo ignoro; slo s que mientras alguien sufra, me quedar y servir".

514
Libro IV

25. El estado de unidad aislada (absorbido en la verdade-


ra naturaleza del Yo) es la recompensa del hambre
capaz de discriminar entre la sustancia mental y el
yo, u hombre espiritual.

El estado de unidad aislada no debe ser considerada como una


reaccin separatista, sino resultado de un estado mental particular.
Toda prctica de meditacin, todo momento de reflexin, todo
ejercicio de afirmacin, toda hora de recogimiento de nuestra pro-
pia y verdadera naturaleza, son medios que empleamos para apar-
tar la mente de las reacciones y tendencias inferiores y adquirir el
hbito de reconocer constantemente la propia naturaleza divina.
Una vez lograda esa comprensin, no son ya necesarios tales ejer-
cicios y entramos en posesin de nuestra herencia. El aislamiento, a
que se hace referencia, es la separacin del yo del campo del cono-
cimiento, e implica la negativa del yo a buscar experiencia sensoria
externa, mantenindose firme en el estado espiritual del ser.
El hombre llega a ser consciente de s mismo como conocedor; ya
no se interesa principalmente en el campo del conocimiento, como
en las primeras etapas de su desenvolvimiento; tampoco se ocupa
del conocimiento mismo, como lo hizo durante la etapa de desen-
volvimiento mental, ya sea como hombre evolucionado o como
discpulo. Puede discernir entre los tres; en adelante ya no se iden-
tifica ni con el campo del conocimiento -la vida de los tres mun-
dos por medio de sus tres vehculos y los cinco sentidos, adems
de la mente-, ni con el conocimiento obtenido, ni con la experien-
cia sufrida. Conoce al yo. Se identifica con el verdadero conoce-
dor; as ve las cosas tal cual son, disocindose totalmente del
mundo de la percepcin sensoria.
Sin embargo, hace esto mientras acta en la tierra como ser
humano. Participa de la experiencia terrena; se sumerge en las
actividades humanas; camina entre los hombres; come, duerme,

515
Libro IV

trabaja y vive. No obstante, todo el tiempo "est en el mundo,


pero no es del mundo", de l se puede decir lo que se dijo del
Cristo:
"Quien siendo a imagen de Dios, no consider usurpacin ser
igual a Dios". "Pero no cre reputacin para s, sino que asumi
la forma de sirviente y fue hecho a semejanza de los hombres". "Y
reducido a la condicin de hombre, se humill y se hizo obediente
hasta la muerte, hasta morir en la cruz". (Fil. 2: 6, 7 y 8)
Se ha unificado con el alma de todos; pero separado y aislado de
todo lo que concierne a la forma o naturaleza material. Los tres
aforismos siguientes deben ser considerados como uno, pues pro-
porcionan una imagen del crecimiento gradual de la naturaleza
espiritual del hombre que ha alcanzado el estado de desapego dis-
criminador y, por el total desapasionamiento, sabe lo que significa
la "unidad aislada".

516
Libro IV

26. Entonces la mente tiende a la discriminacin y al


acrecentamiento de la iluminacin, respecto a la ver-
dadera naturaleza del Yo uno.

Cuando el yogui se da cuenta que incluso la consciencia tmica es


ahora insuficiente, se resuelve a romper el ltimo grillete renuncian-
do a la gloria y saber del plano tmico. De ah en adelante todos sus
esfuerzos se dirigen hacia la obtencin de Kaivalya (Liberacin) por
el constante ejercicio de aquel discernimiento intenso y penetrante
que es el nico capaz de perforar el ltimo velo de la Ilusin. Este
sutra y los tres siguientes arrojan alguna luz sobre esta lucha final del
alma para libertarse completamente de la sujecin a la materia antes
alcanzada Kaivalya.
Se ver que aqu se menciona a la mente como la que adelanta
esta lucha. La mente est gravitando hacia Kaivalya. Pero como
puede esa Mente que estamos tratando de trascender, luchar para
libertase de s misma? Sera como si una persona tratara de levan-
tarse abrochndose los cordones de sus zapatos. La resolucin de
esta paradoja est en que no es realmente la mente la que est lu-
chando por libertar la conciencia de las limitaciones en que ha
quedado envuelta. Detrs de la mente est el Espritu que a lo lar-
go del ciclo evolutivo es la verdadera fuerza propulsora de la lu-
cha por alcanzar la Realizacin- Directa. Cuando las limaduras de
hierro son atradas por un imn, parecen moverse por s mismas,
pero en realidad la causa del movimiento es el imn que ha indu-
cido un magnetismo en ellas.
Las armas que se utilizaron en esta ltima etapa de la lucha por la
liberacin son el discernimiento y el desapego. As como l yo-
gui entro en el sagrado camino de la yoga por discernimiento y
desapego, as tambin sale de este camino por el discernimiento y
desapego.

517
Libro IV

Interrupciones en la liberacin (IV.27-IV.28)

27. Sin embargo, por la fuerza del hbito, la mente re-


flejar otras impresiones mentales y percibir los
objetos de percepcin sensoria.

En los intervalos surgen otros contenidos, por la fuerza de las


impresiones. Este Sutra describe la oscilacin de la consciencia
en los lmites que separan lo real de lo irreal. El Iniciado est
tratando de mantener firmes sus pies en el mundo de la realidad,
pero es arrastrado una y otra vez al campo de la ilusin, aunque
Ilusin sea del tipo ms sutil. No puede mantenerse bien firme
en ese estado de consciencia de Discernimiento Cognitivo, y
cada aflojamiento en el esfuerzo va seguido instantneamente
por la aparicin de un contenido mental que caracteriza el fun-
cionamiento de la consciencia por medio de la mente. Conteni-
do es, como ya hemos visto, una palabra que usamos general-
mente para indicar lo que la mente contiene cuando la conscien-
cia est funcionando normalmente por medio de un vehculo de
cualquier grado de sutilidad.
Solamente en el Samadhi ms elevado no hay ningn contenido,
pero ello se debe a que la consciencia est pasando por una fase
crtica y est realmente en suspenso entre los vehculos. Incluso en
el nivel ms elevado de la Mente correspondiente al plano tmico
existe un contenido, aunque es imposible visualizar a que se parece.
Cuando la consciencia retrocede a cualquier vehculo inferior, por
haber relajacin del discernimiento, el contenido del plano corres-
pondiente emerge de inmediato en el campo de la consciencia.
Por qu retrocede la consciencia del Yogui a los vehculos que ha
trascendido, y porque aparecen una y otra vez estos contenidos, en
esta tapa del progreso hacia la Realizacin-Directa? Porque las im-
presiones que ha trado de su pasado estn presentes todava en sus
vehculos en estado adormecido, y emergen en su consciencia tan
518
Libro IV

pronto como hay una relajacin en el esfuerzo o una temporaria


interrupcin del Discernimiento Cognitivo. Mientras estas semi-
llas subsistan adormecidas y no hayan sido quemadas por el
Samadhi ms elevado, volvern a retoar en la consciencia tan
pronto como se presenten condiciones propicias.

519
Libro IV

28. Estos reflejos tienen el carcter de obstculos, y el


mtodo para vencerlos es el mismo.

Una vez establecida la correcta tendencia y ritmo, slo es cuestin


de una constante perseverancia, sentido comn y resistencia. A no
ser que se ejerza la mxima vigilancia, los antiguos hbitos menta-
les se reafirmarn muy fcilmente, y por lo tanto hasta la ltima
iniciacin el aspirante debe "vigilar y orar".
Las reglas que rigen el triunfo, las prcticas que traen el xito, son
las mismas tanto para el luchador experto avanzado y el iniciado,
como para el nefito ms humilde. En el Libro Segundo se exponen
detalladamente los mtodos por los cuales se pueden vencer y neu-
tralizar los inconvenientes y obstculos. Estos mtodos y modos de
vida disciplinada deben aplicarse inflexiblemente desde el momen-
to de entrar en el sendero de probacin, hasta experimentar la lti-
ma gran iniciacin, y el hombre liberado surge a la plena luz del
da. Esto implica paciencia, capacidad de continuar despus del
fracaso, de perseverar, aunque el xito est an muy lejano. Esto lo
saba bien el gran iniciado Pablo, de all su recomendacin a los
discpulos que trat de ayudar: "Manteneos firmes... y habiendo
hecho todo, manteneos firmes". Santiago nos da la misma idea
cuando dice: "Mirad, consideramos felices a quienes resisten".
Seguir adelante cuando se ha llegado al agotamiento; dar otro paso, cuando
toda la fuerza parece haberse perdido; mantenerse firme, cuando parece no
haber ms que derrota por delante; la decisin de resistir lo que venga,
cuando la resistencia parece haber llegado a su lmite, es lo que caracteriza a
los discpulos de todos los grados. Para ellos es la clarinada de San Pablo:
"Manteneos firmes; ceid vuestros lomos con la verdad y vestos
con la coraza de la justicia". Y calzad vuestros pies con la prepara-
cin del evangelio de la paz". "Sobre todo, tomad el escudo de la fe,
con el que podris apagar todos los dardos de fuego de los malva-
dos". "Y tomad el yelmo de la salvacin y la palabra del espritu, que
es la palabra de Dios". (Ef. 6: 14, 15, 16 y 17)

520
Libro IV

Tambin resuena el igualmente claro mandato de Krishna a


Arjuna:
Habiendo considerado tu deber, no vaciles, porque nada hay
mejor para un guerrero que pelear por una causa justa. Y tal
batalla ha venido a ti por su propia cuenta; la misma puerta del
cielo se abrir; felices los guerreros... que encuentran lucha
como sta... Por consiguiente, levntate decidido a pelear.
Siendo iguales para ti la buena y la mala fortuna, la ganancia y
la prdida, la victoria y la derrota, disponte a combatir". (Gita,
II: 31, 32, 37 y 38)

El esfuerzo principal del Yogui, en esta etapa tan avanzada, de su


lucha por alcanzar La Maestra, es pues por adquirir la capacidad
de mantener brillante e ininterrumpido este alto y penetrante esta-
do de Discernimiento que inhibe el poder de Avidya (ignorancia).
De su capacidad para lograr esto depende su posibilidad de entrar
en el Samadhi de Difana Virtud que quema las semillas de las
impresiones y hace imposible que se reactiven

521
Libro IV

Liberacin perpetua (IV.29-IV.30)

29. El hombre que cultiva el desapego, hasta en su aspi-


racin por iluminacin y unidad aislada, oportunamen-
te llega a ser consciente, mediante la prctica de la
discriminacin, de la influyente nube de conocimiento
espiritual.

Resulta difcil para el nefito ser impersonal, cuando se trata de su


propio desenvolvimiento espiritual. Sin embargo, la misma ansie-
dad de su aspiracin puede servir como obstculo; una de las pri-
meras cosas que debe aprender es seguir por el sendero, ajustndose
a las reglas, haciendo las prcticas, empleando los medios y cum-
pliendo constantemente la ley, y al mismo tiempo ocuparse de la
visin y del servicio y no de s mismo. Es muy fcil ser vctima de
elevados deseos y preocuparse tan intensamente de las reacciones y
emociones, que las redes de la verstil naturaleza squica vuelven
rpidamente a atrapar al aspirante hombre inferior. Debe despren-
derse de todo tipo de percepcin sensoria superior e inferior.
La mayora de las personas que pasan del sendero del sentimiento
y del acercamiento devocional del corazn (lnea mstica) al del
control intelectual -el acercamiento por medio de la cabeza, el
mtodo ocultista- se quejan de que ya en la meditacin no experi-
mentan los momentos de gozo y beatitud anteriores. El sistema les
parece rido, fro y poco satisfactorio. Pero el gozo y la paz son
impresiones de la naturaleza emocional y de ninguna manera afec-
tan a la realidad. No tiene importancia, desde el punto de vista del
alma, que su reflejo, el hombre encarnado, sea feliz o no, sienta
beatitud o tristeza, est contento o angustiado. Slo una cosa es
importante: establecer contacto con el alma. alcanzar la unin
(consciente e inteligente) con el UNO. Esta unin puede efectuar-
se en la conciencia del plano fsico Y manifestarse como senti-
miento de paz y gozo. Pero debe manifestarse en creciente capaci-

522
Libro IV

dad para servir a la raza y servirla ms eficazmente. Los senti-


mientos del discpulo son de poca importancia, lo que vale es su
comprensin y utilidad como canal para la fuerza espiritual; Se
debe recordar que en el sendero no cuentan las virtudes ni los vicios
(excepto en la medida que evadimos los pares de opuestos). Lo
nico que cuenta es lo que nos impele a seguir adelante en ese sen-
dero que "brilla cada vez ms hasta que el da sea con nosotros".
Cuando el hombre pueda apartar sus ojos de todo lo que concierne
a lo fsico, emocional y mental, y elevarlos y dirigirlos lejos de s
mismo, ser consciente de "la influyente nube de conocimiento
espiritual o de la nube de cosas cognoscibles, segn ha sido
traducido.
Esto, esotrica y simblicamente, indica que ante el iniciado
(avanzado como est) hay un progreso an mayor y otro velo que
penetrar. Ha llegado a la gran unificacin, pues ha unificado alma
y cuerpo. Se encuentra (con respecto a los tres mundos) en la eta-
pa llamada "unidad aislada", pero es posible otra unin ms, la del
alma con el espritu. El Maestro debe convertirse en Cristo; para
ello debe alcanzar la nube de conocimiento espiritual, penetrarla y
utilizarla. Resultar intil tratar de considerar lo que est al otro
lado del velo que oculta al Padre. Segn El Nuevo Testamento,
cuando el Padre se comunic con Cristo, la voz procedi de una
nube. (Vase Mt. 17).

523
Libro IV

30. Cuando se alcanza esta etapa, se superan los obstcu-


los y el karma.

Los dos versculos que acabamos de estudiar han llevado al aspi-


rante de la etapa del adepto (Maestro) a la del Cristo.
Todo lo que ha entorpecido, ocultado o impedido la plena expre-
sin de la Vida divina, ha sido superado, todas las barreras fueron
derribadas y los obstculos eliminados. La rueda de los renaci-
mientos ha servido su finalidad, y la unidad espiritual, que entr
en la forma, llevando consigo poderes potenciales y posibilidades
latentes, los ha desarrollado en toda su plenitud, abriendo total-
mente la flor del alma. La ley de causa y efecto, tal como acta en
los tres mundos, ya no rige al alma liberada; el karma individual
se ha agotado; aunque puede estar an sujeto al karma grupal
(planetario o solar), nada tiene que agotar ni inicia nada que pueda
servir para atarlo a los tres mundos con las cadenas del deseo. Su
estado est resumido en el aforismo siguiente:

524
Libro IV

Los objetos de conocimientos son pocos (IV.31)

31. Cuando se han eliminado los obstculos y purificado


las envolturas, se dispone de todo el conocimiento,
entonces nada le queda al hombre por hacer.

Se ha realizado el doble trabajo. Los obstculos, resultantes de la


ignorancia, de la ceguera, del medio ambiente y de la actividad,
fueron eliminados. La tosquedad de las envolturas ha sido corre-
gida y debido a ello, y mediante la aplicacin de los mtodos de
yoga, todo conocimiento est disponible. El yogui se da cuenta
ahora de su omnipresencia esencial y que su alma es una con to-
das las almas, por lo tanto forma parte de la unidad esencial, la
vida omnipenetrante, del inmutable e ilimitado principio, la causa
de toda manifestacin. Es tambin omnisciente porque todo el
conocimiento le pertenece y las avenidas del conocimiento estn
abiertas para l. Se ha liberado del campo del conocimiento, no
obstante, puede actuar en l, utilizar los instrumentos del conoci-
miento y comprobar todo cuanto quiera conocer, pero l mismo
est centrado en la conciencia del conocedor. Ni el espacio ni el
tiempo lo pueden retener, ni la forma material puede aprisionarlo;
llega para l la gran consumacin, expresada por Patanjali en los
tres aforismos finales.

525
Libro IV

Los gunas despus de la liberacin (IV.32-IV.34)

32. Las modificaciones de la sustancia mental (o cualida-


des de la materia), mediante la naturaleza inherente
a los tres gunas, llegan a su fin, pues han cumplido ya
su propsito.

Cumplido su objetivo, termina el proceso de transformacin de las


tres gunas. Terminado ese propsito con las destruccin total de
avidya (ignorancia) y la Obtencin de la Liberacin Suprema, se
disuelve naturalmente la asociacin Espritu-Materia, y con esta
disolucin finalizan automticamente las transformaciones de la
Gunas (propiedades de la materia).

526
Libro IV

33. El tiempo, secuencia de las modificaciones de la men-


te, tambin llega a su trmino, cediendo su lagar al
Eterno Ahora.

Llama Patanjali sucesin a los cambios relacionados con los mo-


mentos. Mientras pienso, transcurren, muchos momentos y a cada
momento hay un cambio de idea; pero slo se notan estos cambios
al final de la serie. A esta serie se le llama sucesin; mas para la
mente que ha realizado la omnipresencia no hay sucesin, pues
todo lo tiene
Presente y no existen para ella el pasado ni el futuro. Todo lo co-
noce fu1gurantemente.
Esto del Tiempo es, quizs, una sutileza filosfica, recientemente
insertada en enseanza, en la acepcin ms amplia del trmino
serie de transformaciones del ltimo sutra. La idea, sin embargo,
aparece clara. Como est completamente en armona con el resto
de la doctrina. Hay dos clases de eternidad, dice el comentario: la
eternidad de la vida que pertenece al Espritu, y la eternidad del
cambio, inherente a la Naturaleza, a todo aquello donde el Espritu
no mora. Mientras nos mantengamos satisfechos de vivir en el
universo, y por ello en el crculo de necesidad, Samara, nos con-
denaremos al cambio perpetuo. Lo que nace debe morir, y renacer
lo que muere: mutacin perenne, incesante serie de transforma-
ciones.
Pero el Hombre Espiritual entra en un nuevo orden: no est sujeto
al cambio eterno, sino que disfruta del eterno existir, disfruta de la
complacencia del Seor. El nacimiento espiritual, que lo constitu-
ye en heredero de lo Sempiterno, pone trmino al cambio: es la
cima, la transformacin ltima, del campo general de las trans-
formaciones.

527
Libro IV

34. El estado de "unidad aislada" es posible cuando las


tres cualidades de la materia (los tres gunas o poten-
cias de la naturaleza) ya no aferran al yo. La concien-
cia espiritual pura se retrotrae en el Uno.

Al llegar a este punto, ha cumplido la Naturaleza, nuestra tierna


nodriza, la tarea que se impuso. Suavemente tom de la mano al
alma de s misma olvidada y le mostr todas las experiencias que
haba de adquirir en el universo, todas las manifestaciones,
llevndola de alto en alto en diversos cuerpos, hasta que recobrada
su perdida gloria record su esencial naturaleza. Entonces la amo-
rosa madre volvise por el mismo camino por donde haba venido
para favorecer a otros que tambin se haban extraviado en el de-
sierto sin ruta de la vida. Y as acta sin principio ni fin. As a
travs del placer y del dolor, del bien y del mal fluye el infinito ro
de las almas hacia el ocano de perfeccin, del conocimiento de s
mismas. Gloria a quienes reconocieron su propia naturaleza!
Que su bendicin recaiga en todos nosotros!

Tambin t, lector, que has seguido el pensamiento del sabio


Patanjali y sus Enseanzas que proceden los Maestros trans-
himalyicos, acoge su consejo y advertencia. El sendero es para
ti. En ti espera revelarse el Hombre Espiritual, en la inmortalidad
iniciarte, colocndote entre los Hijos de la Luz. Resulvete, pues,
ya que tienes delante la verdad, ya que a tus odos ha venido el
sagrado mensaje. Al mensaje presta atencin, aprende que slo
por su medio alcanzars la vida, abandona las sombras de tu fal-
so yo, entre en la luz, y escucha la resonante bienvenida que te
aguarda

528
LOS AFORISMOS DE LA YOGA DE PATANJALI

LIBRO PRIMERO (Slo los sutras)

EL PROBLEMA DE LA UNIN

1. AUM. La siguiente instruccin concierne a la Ciencia de la


Unin.
2. Esta Unin (o yoga) se alcanza mediante la subyugacin de la
naturaleza squica y la sujecin de la mente (chitta).
3. Obtenido esto, el yogui se conoce a s mismo, tal como es en
realidad.
4. Hasta ahora el hombre interno se ha identificado con sus for-
mas y con las modificaciones activas de stas.
5. Los estados de la mente son cinco, estn sujetos al placer o al
dolor y son dolorosos o no.
6. Estas modificaciones (actividades) son: correcto conocimiento,
incorrecto conocimiento, fantasa, pasividad (sueo) y memoria.
7. La base del conocimiento correcto es percepcin correcta, de-
duccin correcta y testimonio correcto (o evidencia exacta).
8. El conocimiento incorrecto se basa en la percepcin de la forma
y no en el estado del ser.
9. La fantasa descansa sobre imgenes que no tienen existencia
real.
10. La pasividad (sueo) est basada en el estado pasivo de los
"vrittis" (o en la no percepcin de los sentidos).
11. La memoria es retencin de lo conocido.
12. El control de estas modificaciones del rgano interno, la mente,
se logra mediante incansable esfuerzo y desapego.
13. El esfuerzo incansable es empeo constante para restringir las
modificaciones de la mente.
14. Cuando el objetivo a alcanzar es valorado suficientemente, y
los esfuerzos para lograrlo continan persistentemente y sin in-
terrupcin, se asegura la estabilidad de la mente (restriccin de
los vrittis).
15. Desapego es liberarse de la apetencia de los objetos deseados,
ya sean terrenos o tradicionales, aqu o en el ms all.
16. La consumacin de este desapego da por resultado el exacto
conocimiento del hombre espiritual, liberado de las cualidades o
gunas.

529
17. La conciencia de un objeto se obtiene concentrndose en su
cudruple naturaleza: la forma, por un examen de la misma; la
cualidad (o guna), por participacin discriminativa; el propsito,
por inspiracin (o beatitud), y el alma, por identificacin.
18. Se alcanza otra etapa de samadhi, cuando, mediante el pen-
samiento enfocado en una sola direccin, se aquieta la activi-
dad externa. En esta etapa la sustancia mental o chitta, res-
ponde nicamente a impresiones subjetivas.
19. El samadhi descrito no va ms all de los lmites del mundo fe-
nomnico; tampoco va ms all de los dioses ni de quienes se
ocupan del mundo concreto.
20. Otros yoguis alcanzan samadhi y llegan a la discriminacin del
espritu puro a travs de la creencia, seguida de energa, me-
moria, meditacin y correcta percepcin.
21. Aquellos cuya voluntad est intensamente activa, alcanzan
rpidamente la etapa de conciencia espiritual.
22. Quienes emplean la voluntad difieren tambin, porque su em-
pleo puede ser intenso, moderado o suave. Respecto al logro
de la verdadera conciencia espiritual existe todava otro cami-
no.
23. Por la intensa devocin a Ishvara se alcanza el conocimiento
de Ishvara.
24. Ishvara es el alma, a sta no la afectan las limitaciones y est
libre del karma y del deseo.
25. En Ishvara, el Gurudeva, el germen de todo conocimiento, se
expande al infinito.
26. Ishvara, el Gurudeva, como no est limitado por el factor tiem-
po, es el instructor de los Seores primitivos.
27. La palabra de Ishvara es AUM (u OM). sta es el Pranava.
28. Mediante la emisin de la Palabra y la reflexin sobre su signifi-
cado, se descubre el Camino.
29. Por esto llega el conocimiento del yo (el alma) y la eliminacin
de todos los obstculos.
30. Los obstculos para el conocimiento del alma son: incapacidad
corporal, inercia mental, duda, abandono, pereza, apasionamien-
to, percepcin errnea, incapacidad para lograr la concentracin,
o imposibilidad para mantener la actitud meditativa una vez al-
canzada.
31. Los resultados de los obstculos sobre la naturaleza psquica
inferior son: dolor, desesperacin, errnea actividad corporal y
equvoca direccin o control, de las corrientes de vida.

530
32. Para superar los obstculos y sus derivados, se requiere inten-
sa aplicacin de la voluntad a alguna verdad o principio.
33. La paz de la sustancia mental o chitta, se puede alcanzar prac-
ticando la simpata, la ternura, la firmeza de propsito y el des-
apasionamiento, respecto al placer y al dolor, o a todas las for-
mas del bien y del mal.
34. Adems la paz de chitta se alcanza mediante la regulacin del
prana o aliento de la vida.
35. La estabilidad mental puede obtenerse mediante esas frmulas
de concentracin, relacionadas con la percepcin sensoria.
36. Meditando sobre la luz y el resplandor, se puede llegar al cono-
cimiento del espritu y alcanzar la paz.
37. La mente (chitta) se estabiliza y queda liberada de la ilusin, a
medida que se purifica la naturaleza inferior y ya no se la satis-
face.
38. La paz (estabilizacin de la sustancia mental o chitta) puede lo-
grarse meditando sobre el conocimiento que proporcionan los
sueos.
39. La paz tambin se alcanza concentrndose en lo que el co-
razn ms aprecia.
40. As su comprensin se extiende desde lo infinitamente pequeo
hasta lo infinitamente grande y su conocimiento se perfecciona
desde annu (el tomo o partcula) hasta atma (o espritu).
41. Aquel que ha controlado totalmente sus "vrittis" (modificaciones
de la sustancia mental), llega a un estado de identificacin y
similitud con lo que ha conocido. El conocedor, el conocimiento
y el campo del conocimiento se convierten en uno; as como el
cristal toma los colores de lo que refleja.
42. Cuando el perceptor mezcla la palabra, la idea (el significado) y
el objeto, esto es denominado estado mental de razonamiento
sensato.
43. Se llega a la percepcin sin un razonamiento sensato cuando la
memoria ya no controla, entonces la palabra y el objeto son
trascendidos y slo la idea est presente.
44. Ambos procesos de concentracin, con o sin la accin sensata
de la mente, pueden ser aplicados tambin a cosas sutiles
45. Lo denso conduce a lo sutil; lo sutil lleva, por etapas sucesivas,
al estado del ser espiritual puro llamado Pradhana.
46. Todo esto es meditacin con simiente.
47. Cuando se ha alcanzado este estado supercontemplativo, el
yogui adquiere la comprensin espiritual pura, por medio de la
quietud equilibrada de la sustancia mental o chitta.

531
48. Su percepcin es ahora infaliblemente exacta, o su mente reve-
la nicamente la Verdad.
49. Esta percepcin particular es excepcional y revela lo que la
mente razonadora, mediante el testimonio, la inferencia y la de-
duccin, no puede revelar.
50. Es hostil a las dems impresiones o las reemplaza.
51. Cuando este estado de percepcin se ha refrenado o es reem-
plazado, se alcanza el estado puro de samadhi.

532
LOS AFORISMOS DE LA YOGA DE PATANJALI

SEGUNDO SEGUNDO (Slo los sutras)

LOS PASOS HACIA LA UNION

1. La yoga de accin, que conduce a la unin con el alma, es as-


piracin ardiente, lectura espiritual y devocin a Ishvara.
2. La finalidad de aspiracin ardiente, lectura espiritual y devocin
a Ishvara, consiste en obtener la visin del alma y en eliminar
los obstculos.
3. Los obstculos que traen dificultad son: avidya (ignorancia), el
sentido de lo personal, deseo, odio y apego.
4. Avidya (ignorancia) es la causa de las dems obstrucciones, ya
sean latentes, en proceso de eliminacin, de superacin o en
plena actividad.
5. Avidya es la condicin en que se confunde lo permanente, pu-
ro, bienaventurado y el yo, con lo transitorio, impuro, doloroso y
el no-yo.
6. El sentido de lo personal se debe a que el conocedor se identi-
fica con el instrumento del conocimiento.
7. El deseo es apego a los objetos de placer.
8. El odio es aversin a cualquier objeto de los sentidos.
9. El apego es intenso deseo por la existencia sensoria, inherente
a toda forma; es la propia perpetuacin, y es conocido hasta
por los ms sabios.
10. Cuando estos cinco obstculos son sutilmente conocidos, pue-
den ser superados mediante la actitud mental opuesta.
11. Las actividades de los obstculos deben cesar por el proceso
de la meditacin.
12. El karma tiene sus races en estos cinco obstculos y debe
fructificar en esta vida o en una posterior.
13. Mientras existan las races (o samskaras), fructificarn como
nacimiento, vida y experiencias, y su resultado ser placer o
dolor.
14. Las simientes (o samskaras) traen placer y dolor, si sus causas
originantes fueron el bien o el mal.
15. El hombre iluminado considera que toda existencia (en los tres
mundos) es dolor, debido a las actividades de los gunas. Estas
actividades son tres, produciendo consecuencias, ansiedades e
impresiones sublimadas.

533
16. El dolor puede ser evitado antes de producirse.
17. La ilusin de que el Perceptor y lo percibido son una y la misma
cosa, es la causa (de los efectos que producen dolor) que debe
evitarse
18. Lo que se percibe tiene tres cualidades: sattva, rajas y tamas
(ritmo, movimiento e inercia), y est compuesto de elementos y
rganos sensorios. Su empleo produce experiencia y even-
tualmente liberacin.
19. La divisin de los gunas (o cualidades de la materia) son cua-
tro: lo especfico, lo no especfico, lo insinuado y lo intocable.
20. El vidente es conocimiento puro (gnosis). Aunque puro, observa
la idea presentada, valindose de la mente.
21. Todo lo que es, existe para bien del alma.
22. Para el hombre que ha alcanzado la yoga (unin), ya no existe
el universo objetivo. No obstante, sigue existiendo para quienes
an no se han liberado.
23. La asociacin del alma con la mente y con todo cuanto la men-
te percibe, produce la comprensin de la naturaleza de lo per-
cibido y tambin la del Perceptor.
24. La causa de esta asociacin es ignorancia o avidya, y esto de-
be superarse.
25. Cuando la ignorancia llega a su trmino, debido a la no asocia-
cin con las cosas percibidas, se obtiene la gran liberacin.
26. El estado de esclavitud se supera manteniendo una perfecta
discriminacin.
27. El conocimiento (o iluminacin) alcanzado es sptuple y se ob-
tiene progresivamente.
28. Cuando los mtodos de la yoga han sido practicados con cons-
tancia y se ha vencido la impureza, tiene lugar el esclarecimien-
to, que conduce a la plena iluminacin.
29. Los ocho mtodos de yoga son: los mandamientos o yama, las
reglas o nijama, la postura o asana correcto control de la fuerza
vital o pranayama, abstraccin o pratyahara, atencin o dhara-
na, meditacin o dhyana y contemplacin o samadhi.
30. lnofensividad, veracidad, no hurtar, continencia, no ser avaro,
constituyen yama o los cinco mandamientos.
31. Yama constituye el deber universal, sin tener en cuenta raza,
lugar, tiempo o emergencia.
32. La purificacin interna y externa, gozo, ardiente aspiracin, lec-
tura espiritual y devocin a Ishvara, constituyen nijama (o las
cinco reglas).

534
33. Cuando se tienen pensamientos contrarios a la yoga, deben
cultivarse los opuestos.
34. Los pensamientos contrarios a la yoga son: ofensividad, false-
dad, hurto, incontinencia y avaricia, ya sean cometidos perso-
nalmente, obligando a otros a cometerlos o aprobarlos, o surgi-
dos de la avaricia, la ira o el engao (ignorancia), y pueden ser
veniales, capitales o mortales. Dan siempre por resultado, exce-
sivo dolor e ignorancia. Por esta razn deben cultivarse los pen-
samientos opuestos.
35. Frente a quien ha perfeccionado la inofensividad, cesa toda
enemistad.
36. Quien se perfecciona en ser veraz, observa inmediatamente la
eficacia de sus palabras y actos.
37. Cuando la abstencin de hurtar es perfecta, el yogui puede te-
ner cuanto desea.
38. Cuando se practica la continencia, se adquiere energa.
39. Cuando la abstencin de la avaricia es perfecta, se llega a la
comprensin de la ley de renacimiento.
40. La purificacin interna y externa produce aversin a la forma,
tanto a la propia como a las dems formas.
41. Por la purificacin llega tambin la quietud del espritu, la con-
centracin, el dominio de los rganos y la capacidad de ver al
yo.
42. El gozo trae por resultado la bienaventuranza.
43. Por la ardiente aspiracin y la eliminacin de toda impureza, se
perfeccionan los poderes del cuerpo y de los sentidos.
44. La lectura espiritual trae como resultado el contacto con el alma
o el divino Uno.
45. Por la devocin a Ishvara se alcanza la meta de la meditacin o
samadhi.
46. La postura adoptada debe ser estable y cmoda.
47. La estabilidad y la comodidad de la postura se deben lograr
mediante un ligero y persistente esfuerzo y la concentracin de
la mente en lo infinito.
48. Cuando se ha realizado esto, los pares de opuesto ya no limi-
tan.
49. Cuando se ha adoptado la correcta postura (asana), le sigue el
correcto control del prana y la adecuada inhalacin y exhala-
cin del aliento.
50. El correcto control del prana (o de las corrientes de vida) es ex-
terno, interna o inmvil; est sujeto a lugar, tiempo y nmero,
siendo tambin prolongado o breve.

535
51. Hay una cuarta etapa que trasciende a las que conciernen a las
fases interna y externa.
52. A travs de esto, lo que oscurece la luz va desapareciendo
gradualmente.
53. Y la mente est preparada para la meditacin concentrada.
54. Abstraccin o pratyahara, es la subyugacin de los sentidos por
el principio pensante, y su abstraccin de lo que hasta ahora ha
sido su objetivo.
55. Como resultado de estos mtodos se obtiene la total subyuga-
cin de los rganos sensorios.

536
LOS AFORISMOS DE LA YOGA DE PATANJALI

LIBRO TERCERO (Slo los sutras)

REALIZACIN DE LA UNIDAD Y SUS RESULTADOS

1. La concentracin consiste en fijar la sustancia mental (chitta) en


un objeto determinado. Esto es dharana
2. La concentracin sostenida (dharana) es meditacin (dhyana).
3. Cuando chitta es absorbida por la realidad (o idea incorporada
en la forma) y ya no es consciente de la separatividad o del yo
personal, esto es contemplacin o samadhi.
4. Cuando concentracin, meditacin y contemplacin, constitu-
yen un acto consecutivo, se alcanza sanyama.
5. Como resultado de sanyama, llega el resplandor de la luz.
6. Esta iluminacin es gradual; se desarrolla etapa tras etapa.
7. Estos tres ltimos mtodos de la yoga tienen un efecto subjeti-
vo ms ntimo que los anteriores.
8. Sin embargo, estos tres an no corresponden a la verdadera
meditacin sin simiente (o samadhi), la cual no est basada en
un objeto. Est libre de los efectos que produce la naturaleza
discriminadora de la sustancia mental o chitta.
9. La secuencia de los estados mentales es la siguiente: la mente
reacciona a lo que ve; luego llega el momento en que la mente
es controlada. Sigue otro en que la sustancia mental o chitta
responde a ambos factores. Finalmente desaparecen y rige to-
talmente la conciencia perceptora.
10. Cultivando este hbito mental se alcanzar la estabilidad de la
percepcin espiritual.
11. El establecimiento de este hbito y la sujecin de la mente para
apartarla de la tendencia a crear formas mentales, traen como
resultado, en su oportunidad, el poder constante de contempla-
cin.
12. Cuando el control ejercido por la mente y el factor controlador
estn equilibrados, entonces se produce la concentracin unila-
teral.
13. Mediante este proceso se conocen los aspectos de cada obje-
to; entonces sus caractersticas (o forma), su naturaleza simb-
lica y su uso especfico en la condicin de tiempo (etapa de de-
sarrollo) son conocidos y comprendidos.

537
14. Las caractersticas de cada objeto se adquieren: estn en mani-
festacin o latentes.
15. La etapa de desenvolvimiento es responsable de las variadas
modificaciones de la verstil naturaleza psquica y del principio
pensante.
16. La meditacin concentrada en la triple naturaleza de cada for-
ma, otorga la revelacin de lo que ha sido y ser.
17. El sonido (o palabra), lo que ste denota (el objeto) y la esencia
espiritual corporificada (la idea), son confundidos generalmente
por la mente del perceptor. Por la meditacin concentrada en
estos tres aspectos, se logra la comprensin (intuitiva) del soni-
do emitido por todas las formas de vida.
18. Cuando se adquiere el poder de ver las imgenes mentales se
pueden conocer las encarnaciones anteriores.
19. Por la meditacin concentrada se perciben las imgenes men-
tales en las mentes de otras personas.
20. Debido a que el objeto de tales pensamientos no se manifiesta
al perceptor, ste slo ve el pensamiento y no el objeto. Su
meditacin excluye lo tangible.
21. La meditacin concentrada en la diferencia que existe entre la
forma y el cuerpo, permite rechazar o retirar las propiedades
del cuerpo que lo hacen visible al ojo humano, y el yogui puede
hacerse invisible.
22. Karma o efecto, es de dos tipos: karma inmediato o karma futu-
ro. La meditacin perfectamente concentrada en stos, permite
al yogui conocer la duracin de su experiencia en los tres mun-
dos. Este conocimiento tambin lo adquiere por medio de sig-
nos.
23. La unin con los dems se obtiene por la meditacin centrali-
zada en tres estados del sentimiento compasin, ternura y des-
apasionamiento.
24. La meditacin centralizada en el poder del elefante, despertar
esa fuerza o luz.
25. La meditacin perfectamente concentrada en la luz desarrolla-
da, nos har conscientes de lo sutil, oculto y remoto.
26. La meditacin centralizada en el sol, traer conciencia (o cono-
cimiento) de los siete mundos.
27. La meditacin centralizada en la Luna, otorga el conocimiento
de todas las formas lunares.
28. La concentracin en la Estrella Polar proporcionar el conoci-
miento de las rbitas de los planetas y de las estrellas.

538
29. Fijando la atencin en el centro denominado plexo solar, se ob-
tiene un conocimiento perfecto acerca de la condicin del cuer-
po.
30. Fijando la atencin en el centro larngeo, se aplaca el hambre y
la sed.
31. Fijando la atencin en el conducto o nervio situado debajo del
centro larngeo, se logra el equilibrio.
32. Enfocando la luz en la cabeza se puede ver a quienes han al-
canzado el dominio de s mismos y establecer contacto con
ellos. Dicho poder se desarrolla por la meditacin unilateral.
33. Enfocando la luz en la cabeza se puede ver a quienes han al-
canzado el dominio de s mismos y establecer contacto con
ellos. Dicho poder se desarrolla por la meditacin unilateral.
34. Por la meditacin enfocada en el centro cardaco, se alcanza la
comprensin de la conciencia mental.
35. La experiencia (de los pares opuestos) se adquiere por la inca-
pacidad del alma para distinguir entre el yo personal y purusha
(espritu). Las formas objetivas existen para uso (y experiencia)
del hombre espiritual. Meditando sobre esto, surge la percep-
cin intuitiva de la naturaleza espiritual.
36. Como resultado de esta experiencia y meditacin, se desarro-
llan los sentidos superiores: odo, tacto, vista, gusto y olfato,
que otorgan conocimiento intuitivo.
37. Estos poderes constituyen obstculos para la comprensin es-
piritual superior, pero sirven como poderes mgicos en los
mundos objetivos.
38. Al liberarnos de las causas de la esclavitud, mediante su debili-
tamiento y el conocimiento del mtodo para transferirlas (retiro
o entrada), la sustancia mental (o chitta) puede introducirse en
otro cuerpo.
39. Subyugando la vida ascendente (udana), nos liberamos del
agua, del sendero espinoso y de la cinaga, y se obtiene el po-
der de ascensin.
40. Mediante la subyugacin de samana, la chispa se convierte en
llama.
41. La meditacin concentrada en la relacin existente entre el
akasha y el sonido, desarrolla un rgano para or espiritualmen-
te.
42. La meditacin concentrada en la relacin existente entre el
cuerpo y el akasha, otorga la ascensin fuera de la materia (de
los tres mundos) y el poder de viajar en el espacio.

539
43. Cuando aquello que vela la luz desaparece, se alcanza ese es-
tado de ser, llamado desencarnado (o incorpreo), liberado de
las modificaciones del principio pensante. ste es el estado de
iluminacin.
44. La meditacin concentrada en las cinco formas que adopta ca-
da elemento, otorga el dominio sobre todos los elementos. Es-
tas cinco formas son: la naturaleza grosera, la forma elemental,
la cualidad, la penetrabilidad y el propsito bsico.
45. Mediante este dominio se obtiene la mxima pequeez y los
otros siddhis (o poderes), as como la perfeccin corporal y la
liberacin de todos los entorpecimientos.
46. Simetra de forma, belleza de color, dureza y densidad del dia-
mante, constituyen la perfeccin corporal.
47. El dominio sobre los sentidos se obtiene por la meditacin con-
centrada en su naturaleza, atributos peculiares, egotismo, pe-
netrabilidad y propsito til.
48. Como resultado de esta perfeccin se obtiene rapidez de ac-
cin, como la de la mente, la percepcin interdependiente de
los rganos y el dominio sobre la sustancia raz.
49. El hombre que puede discriminar entre alma y espritu, alcanza
la supremaca sobre todas las condiciones y llega ser omnis-
ciente.
50. La desapasionada actitud hacia esta realizacin y todos los po-
deres del alma, hace que quien est libre de las semillas de la
esclavitud, alcance el estado de unidad aislada.
51. Debe haber rechazo absoluto de las tentaciones de todas las
formas, incluso la celestial, pues an es posible la repeticin de
contactos malignos.
52. El conocimiento intuitivo se desarrolla por el empleo de la facul-
tad discriminadora, cuando hay concentracin enfocada en los
instantes y su continua sucesin.
53. De este conocimiento intuitivo nace la capacidad de distinguir
(entre todos los seres) y de conocer su especie, sus cualidades
y el lugar que ocupan en el espacio.
54. Este conocimiento intuitivo, el gran liberador, es omnipresente y
omnisciente y abarca el pasado, el presente y el futuro, en el
Eterno Ahora.
55. Cuando las formas objetivas y el alma han logrado igual pure-
za, se alcanza la unificacin, que trae como resultado la libera-
cin.

540
LOS AFORISMOS DE LA YOGA DE PATANJALI

LIBRO CUARTO (Slo los sutras)

LA ILUMINACIN

1. Los siddhis (o poderes) superiores e inferiores, se obtienen du-


rante la encarnacin; o por las drogas, las palabras de poder, el
deseo intenso o la meditacin.
2. La trasferencia de la conciencia, de un vehculo inferior a otro
superior, es parte del gran proceso creador y evolutivo.
3. Las prcticas y mtodos no son la verdadera causa de la trasfe-
rencia de la conciencia, slo sirven para eliminar obstculos, de
manera similar a como el agricultor prepara la tierra para la
siembra.
4. La conciencia del "yo soy" es responsable de la creacin de los
rganos mediante los cuales se disfruta del sentido de indivi-
dualidad.
5. La conciencia es una, no obstante, produce las variadas formas
de los muchos.
6. Entre las formas que la conciencia asume, slo las que resultan
de la meditacin estn libres de karma latente.
7. Las actividades del alma liberada estn libres de los pares de
opuestos. Las de otras personas son de tres tipos.
8. De estos tres tipos de karma emergen las formas necesarias
para la fructificacin de los efectos.
9. Existe idntica relacin entre la memoria y la causa productora
de efectos, an cuando estn separadas por la especie, el
tiempo y el lugar.
10. Por ser eterno el deseo de vivir, las formas creadas por la men-
te carecen de principio conocido.
11. Estas formas las crea y las mantiene unidas el deseo, la causa
bsica; la personalidad, el resultado efectivo, la vitalidad mental
o voluntad de vivir, y el apoyo de la vida u objetivo exterioriza-
do; cuando stos cesan de atraer, entonces las formas dejan
igualmente de existir.
12. El pasado y el presente existen en realidad. La forma asumida
dentro del concepto de tiempo presente, es el resultado de ca-
ractersticas desarrolladas, conteniendo latentes las simientes
de la cualidad futura.

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13. Las caractersticas estn latentes o en potencia, participan de
la naturaleza de los tres gunas (o cualidades de la materia).
14. La manifestacin de la forma objetiva se debe a la centraliza-
cin de la causa que produce efectos (la unificacin de las mo-
dificaciones de la sustancia mental o chitta).
15. Ambas, conciencia y forma, son distintas y estn separadas;
aunque las formas sean similares, la conciencia puede funcio-
nar en diferentes niveles del ser.
16. Las numerosas modificaciones de la mente una, producen las
diversas formas que, para subsistir, dependen de esos nume-
rosos impulsos mentales.
17. Estas formas son conocidas o no, de acuerdo a las cualidades
latentes en la conciencia perceptora.
18. El Seor de la mente, el perceptor, es siempre consciente de la
constante actividad de la sustancia mental, causa productora
de efectos.
19. Debido a que la mente puede ser vista o conocida, resulta evi-
dente que no es la fuente de iluminacin.
20. Tampoco la mente puede conocer dos objetos simultneamen-
te, ella y lo que est fuera de ella.
21. Si el conocimiento de la mente (chitta) es postulado por otra
mente lejana, se inferir que, existe un nmero infinito de cono-
cedores, y las consecutivas reacciones de la memoria tendern
a confundir grandemente.
22. Cuando la inteligencia espiritual, que permanece sola y libre de
los objetos, se refleja en la sustancia mental, entonces se ob-
tiene la percepcin del yo.
23. As la sustancia mental, reflejando al conocedor y lo conocible,
deviene omnisciente.
24. La sustancia mental, reflejando como lo hace, una infinidad de
impresiones de la mente, se convierte en instrumento del yo y
acta como agente unificador.
25. El estado de unidad aislada (absorbido en la verdadera natura-
leza del yo) es la recompensa del hombre capaz de discriminar
entre la sustancia mental y el yo, u hombre espiritual.
26. Entonces la mente tiende a la discriminacin y al acrecenta-
miento de la iluminacin, respecto a la verdadera naturaleza del
yo uno.
27. Sin embargo, por la fuerza del hbito, la mente reflejar otras
impresiones mentales y percibir los objetos de percepcin
sensoria.

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28. Estos reflejos tienen el carcter de obstculos, y el mtodo para
vencerlos es el mismo.
29. El hombre que cultiva el desapego, hasta en su aspiracin por
iluminacin y unidad aislada, oportunamente llega a ser cons-
ciente, mediante la prctica de la discriminacin, de la influyen-
te nube de conocimiento espiritual.
30. Cuando se alcanza esta etapa, se superan los obstculos y el
karma.
31. Cuando se han eliminado los obstculos y purificado las envol-
turas, se dispone de todo el conocimiento, entonces nada le
queda al hombre por hacer.
32. Las modificaciones de la sustancia mental (o cualidades de la
materia), mediante la naturaleza inherente a los tres gunas, lle-
gan a su fin, pues han cumplido ya su propsito.
33. El tiempo, secuencia de las modificaciones de la mente, tam-
bin llega a su trmino, cediendo su lugar al Eterno Ahora.
34. El estado de "unidad aislada" es posible cuando las tres cuali-
dades de la materia (los tres gunas o potencias de la naturale-
za, A.A.B.) ya no aferran al yo. La conciencia espiritual pura se
retrotrae en el Uno.

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Contacto sobre el Curso de RAJA YOGA

Este Tratado sobre los Yogas Sutras de Patanjali ha sido


diseado para el Curso avanzado sobre Raja-Yoga Esot-
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Es de carcter interno y fue elaborado por Francisco


Redondo (Mithila).

Este Libro forma parte de otros Tratados y materiales


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cin de elementos tericos-prcticos que constituyen una
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Om Shanthi, Shanthi, Shanthihi


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