Psicoética GUIA
Psicoética GUIA
Psicoética GUIA
Psicotica
Gua didctica
4 crditos
Titulacin Ciclo
Psicologa X
Autores:
PhD. Hctor Arvalo Benito
Msc. Roberto Carlos Cuenca
Asesora virtual:
La Universidad Catlica de Loja
www.utpl.edu.ec
PSICOTICA
Gua didctica
PhD. Hctor Arvalo Benito
Msc. Roberto Carlos Cuenca
Primera edicin
Cuarta reimpresin
Primera Edicin
ISBN digital - 978-9942-04-710-6
La versin impresa y digital han sido acreditadas bajo la licencia Creative Commons Ecuador 3.0, CC BY-NY-ND: Reconocimiento-No
comercial-Compartir igual; la cual permite: copiar, distribuir y comunicar pblicamente la obra, mientras se reconozca la autora original,
no se utilice con fines comerciales y se permiten obras derivadas, siempre que mantenga la misma licencia al ser divulgada. http://
www.creativecommons.org/licences/by-nc-nd/3.0/ec/
Abril, 2017
2. ndice
2. ndice............................................................................................................................................................. 3
3. Introduccin............................................................................................................................................. 5
4. Bibliografa............................................................................................................................................... 7
4.1. Bsica........................................................................................................................................... 7
4.2. Complementaria...................................................................................................................... 7
5. Orientaciones generales para el estudio.............................................................................. 11
6. Proceso de enseanza-aprendizaje para el logro de competencias................. 13
PRIMER BIMESTRE
SEGUNDO BIMESTRE
3. Introduccin
La parte ms triste de la vida no est en el acto de morir, sino en el fracasar a la hora de vivir realmente
cuando estamos vivos Robin S. Sharma
Al respecto la UTPL desde su visin: el Humanismo Cristiano y su misin: Buscar la verdad, y formar
al hombre, a travs de la ciencia para servir a la sociedad. Precisamente su finalidad es sentar a Cristo
en la Ctedra Universitaria como el gran pensador y el sentido trascendente del ser humano. Pero al
mismo tiempo el buscar la verdad, a travs, de la investigacin y la vivencia de los ms altos valores del
evangelio permiten ir enriqueciendo a todos los profesionales en su formacin integral (en la ciencia,
en la tcnica, sobretodo en el mbito tico y humano) para que los nuevos profesionales aporten en el
mejoramiento de la calidad de vida de todos los ciudadanos ecuatorianos.
La misma est dividida en dos bimestres y contiene seis unidades didcticas. En la primera unidad
trataremos la psicologa, tica y antropologa. En la segunda estudiaremos los principios ticos para la
investigacin psicolgica y psiquitrica. En la tercera unidad analizaremos la ley y la tica en psicologa.
En el segundo bimestre, en la unidad cuatro trataremos la tica de la tica de la relacin individual entre
terapeuta/paciente y relaciones psiclogo/organizaciones. En la unidad cinco estudiaremos la visin de
conjunto. Y en la unidad seis trataremos los mbitos: soma, psiqu y espritu.
El objetivo general de la asignatura, y tal y como se sealaba en anterior edicin de la Gua, consiste
en: Ayudar a la formacin en criterios ticos para el ejercicio profesional de la Psicologa y conocer un
nuevo planteamiento de la Psicotica que va ms all de la yuxtaposicin entre la psicologa y la tica1.
Asimismo, y de conformidad con las competencias de la Escuela de Ciencias Humanas y Religiosas de
la Universidad Tcnica Particular de Loja (Ecuador), se pretende cumplir con el desarrollo de una de las
competencias especficas de la misma, a travs de los contenidos actitudinales y aptitudinales que se
despliegan en la docencia de la asignatura, concretamente, con el objetivo n 6, y el cual est redactado
en sus estatutos con la siguiente formulacin:
Desarrollar la visin humanstica profesional, para orientar las realidades que afectan el desarrollo de
la persona, en sus diferentes ambientes, familiares, sociales, educativos, profesionales. Objetivo n 6
En este contexto, el ser humano cuando se limita nicamente a mirar sus debilidades y no fortalece
sus potencialidades no podr vivir, no podr decidir, no podr actuar, no podr ser mejor y realmente
libre. Por eso, dejamos a consideracin de usted estimado estudiante la presente gua didctica, con la
esperanza de comprometerlo a vincular sus conocimientos con la vivencia, es decir, a que tenga una
coherencia entre el pensar y el obrar. Animndoles a todos a un compromiso serio de vida en todos los
mbitos de su vida desde un mbito digno y humano.
Sin ms, bienvenido (a) a este interesante estudio de la psicotica, que estamos seguros de que le
ayudar a fortalecer su formacin humana, axiolgica, profesional y familiar.
4. Bibliografa
4.1. Bsica
-- Frana-Tarrag, Omar (1996). tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed.
Descle de Brouwer.
En 1988, en Madrid (Espaa), el Dr. Omar Frana-Tarrag present una innovadora Tesis de
Licenciatura en Teologa Moral por la Universidad. Pontificia de Comillas (Madrid). Este libro
que tenemos como texto obligatorio es, pues, el primer libro en el que se desarrolla de forma
sistemticas temas ticos que se relacionan con la prctica psicolgica y psiquitrica, en definitiva,
el profesional de la salud mental. El Libro de Frana-Tarrag sigue siendo el libro de texto de
referencia, y que trata de forma coherente y orgnica los distintos puntos que vinculan la tica
aplicada con la Psicologa.
-- Rielo Pardal, Fernando (2001). Mis meditaciones desde el modelo gentico, Madrid, Editorial
Fundacin Fernando Rielo. Coleccin de Filosofa.
Este excelente texto del pensador Fernando Rielo Pardal (1923-2004) nos muestra las imbricaciones
recprocas latentes en las disciplinas cientficas, ya sean stas naturales o sociales, y la tica. En l
se analiza, de forma minuciosa -al tiempo que se propone como modelo-, cmo conseguir una
educacin integral de la persona, poniendo en consonancia sus tres mbitos regidores: el alma, el
espritu, y el soma.
-- Arvalo, Hctor, & Cuenca, Roberto., (2015). Psicotica. tica para Psiclogos Gua Didctica,
Loja, Ediloja.
Elaborada por los docentes investigadores enunciados al inicio de la presente gua, le permite al
estudiante, continuar con el proceso de estudio de manera ordenada y dialgica, los captulos
y subtemas del texto, para lo cual se consideran algunos recursos prcticos y metodolgicos
en interaccin con el texto a lo largo de la gua. Es importante recomendar, que al final de cada
captulo, se proponen autoevaluaciones que le permitan al estudiante saber el estado actual de la
asimilacin de su conocimiento.
4.2. Complementaria
Con esta pequea bibliografa pretendemos orientar al alumnado acerca de algunos de los principales
textos escritos sobre tica y ticas Aplicadas en el mundo hispnico. No debemos olvidar que la reflexin
tica comenz en la Grecia clsica, y se prolong en las culturas latinas y durante el Cristianismo. Las
culturas de lengua latina, y comenzado desde el romano Sneca hasta nuestros das, se ha preocupado
por temas ticos desde sus orgenes. Aqu recogemos algunos textos que nos parecen pueden ayudar
al alumno/a durante este Componente de manera complementaria. Y, esperamos, tambin despus de
sus estudios.
En espaol:
Beauchamp, T & Childress. J.F., (1999). Principios de tica biomdica, Barcelona, Ed. Masson.
Berlin, I., (2002). El fuste torcido de la humanidad, Barcelona, Pennsula,. (trad. del ingls; primera edicin:
1992).
Caas, Jos Luis, (2004). Antropologa de las Adicciones. Psicoterapia y Rehumanizacin, Madrid, Ed.
Dykinson, (2 ed., Guatemala; 3 ed., Costa Rica).
Caas, J.L., Domnguez, X.M., Burgos, J.M. (2013) (eds.), Introduccin a la Psicologa Personalista, Madrid,
Dykinson.
Cohen, M., (2012). 101 Dilemas ticos, Madrid, Alianza Editorial, (Segunda Edicin).
Chamarro Lusar, A. (2007). (ed.), tica del psiclogo, Bogot, Ed. UOC.
De Rivas Manzano, R., Psicotica. Gua Didctica, Loja, Editorial UTPL, 2011.
Durand-Dassier, J. (1994) Psicoteraria sin Psicoterapeuta; trad. esp.: Madrid, Editorial Marova, (2 ed.).
Gatti, Guido, (1997). tica de las profesiones formativas. Bogot. Editorial San Pablo.
Gmez, C. y Muguerza, J., (2007). Las aventuras de la moralidad (Paradigmas, fronteras y problemas de la
tica), Alianza, Madrid.
Lpez Castelln, E., (1972). Psicologa cientfica y tica actual, Madrid, Editorial Fragua.
Lpez Castelln, E. y Velzquez Jordana, J.L., (2005). tica y Filosofa Poltica (1970-2000), Madrid, Ediciones
de la UAM (Coleccin Cuadernos de Apoyo).
Pias Mesa, A., (2012). Procesos de cambio en la persona. Llegar a ser quien soy, Madrid, Fundacin E.
Mounier.
Rielo Pardal, F., (2011). Humanismo de Cristo y sicotica, en El Humanismo de Cristo, Madrid, Ed.
Fundacin F. Rielo (Coleccin de Apologtica Forense), pp. 105-131.
Rielo Pardal, F., (2012). Concepcin mstica de la Antropologa, Madrid, Fundacin F. Rielo.
Snchez Cuesta, M., (2003). tica para la vida cotidiana. Madrid, Ediciones del Orto.
Snchez Cuesta, M., (2013). Preguntas ticas fundamentales. Madrid, Ediciones del Orto.
Spaemann, R., (2005) tica: cuestiones fundamentales, Navarra, Ed. EUNSA, (Primera edicin 1982).
Con esta pequea bibliografa -en lenguas no espaolas-, pretendemos apuntar algunos de los principales
textos escritos sobre tica y ticas Aplicadas en el mundo no hispnico. No debemos olvidar que la
reflexin tica comenz en la Grecia clsica, y se prolong en las culturas latinas y durante el Cristianismo.
Pero es una verdad que no se le escapa a nadie que, desde el siglo XVIII, el mundo anglosajn ha prestado
una especial atencin exquisita a los temas tico-morales y de la tica aplicada. Aqu recogemos algunos
textos que nos parecen pueden ayudar al alumno/a, de manera complementaria, e, incluso, despus de
sus estudios.
Baier, Annette C., (2008). Moral Prejudices. Essays on Ethics, Cambridge, Harvard University Press.
Barberis, M., (2006). tica per Giuristi, Roma, Gius. Laterza & Figli.
Barnett, R., (1998). The Structure of Liberty. Justice and the Rule of Law, Oxford, Clarendon.
Dworkin, R., (1990). A bill of Rights for Britain, London, Chatto & Windus.
Galston, W. (2005). The Practice of Liberal Pluralism, Cambridge, Cambridge University Press.
Gayling, W. y Jennings, B., (2003). The Perversin of Autonomy, Washington, Georgetown U. Press.
Gross, D.M., (2006). The Secret History of Emotion. From Aristotles Rethoric to modern Brain Science,
Chicago, The University of Chicago Press. Hare, R.M., Moral Thinking, Oxford, Clarendon Press, 1981.
Lilla, M.; Dworkin, R., y Silvers, R. (eds.), (2001). The Legacy of Isaiah Berlin, New York, New York Review of
Books.
MacMurrin S.M. (ed.), (1980). The Tanner Lectures on Human Values, Salt Lake City, University of Utah Press.
Margalit E., y Margalit A., (eds.), (1991). Isaiah Berlin. A Celebration, London, Hogarth.
Mason, H., (ed.), (1996). Moral Dilemmas and Moral Theory, New York, Oxford University Press.
Mendus, S., (1989). Tolerence and the Limis of Liberalism, London, MacMillan.
Nash, Robert, J., (1997). Answering the <Virtuecrats>. A Moral conversation on Character Education, Nueva
York, Teacher College Press.
Nussbaum, M., (2001). Upheavals of Thought. The Intelligence of Emotions, Cambridge, Cambdrige U. Press.
Pera, M., y Ratzinger, J., (2004). Senza radici. Europa, relativismo, cristianesimo, islam, Milano, Mondadori.
Peters, R.S., (1974). Psychology and Ethical Development, Oxford, Unwin University Books.
Ryan, A., (ed.), (1979). The idea of Freedom. Essays in Honour of Isaiah Berlin, Oxford, Oxford University
Press.
Stevenson, C., (1944). Ethics and Language, New Haven, Yale University Press.
Stevenson, C. (ed.), (1973). Facts and Values. Studies in Ethical Analysis, New Haven,Yale University Press.
Weber, M., (1917). Der Sinn der <<Wertfreiheit>> der soziologischen und konosmischen Wissenshaften.
Williams, B., (1973). Problems of the Self. Philosophical Papers (1957-1972), Cambridge, Cambridge U.
Press,m.
Wilson, John; Williams, Norman y Sugarman, Barry, (1967). Introduction to Moral Education,
Harmondsworth, Penguin.
A continuacin se ha desarrollado una serie de sugerencias que le ayudarn a lograr un estudio exitoso:
Ser estudiante y cumplir las exigencias formativas de la profesin que usted ha elegido requiere de
mucha disciplina y dedicacin. Esto le permitir adquirir nuevos conocimientos y aprendizajes desde un
mbito conceptual, significativo, reflexivo y formativo.
La motivacin, la disposicin y el entusiasmo para su estudio, es fundamental para lograr sus metas
anheladas. Usted est llamado a trascender en la vida y no debe perder la ocasin de formarse. Recuerde
que usted tiene grandes fortalezas y potencialidades, talentos que debe ponerlos en prctica para no
perderlos.
Para un eficiente aprendizaje, debe organizar su trabajo y utilizar los recursos y tcnicas de estudio que
se indican, as como los que haya incorporado en sus estudios anteriores. A continuacin se presentan
algunas recomendaciones para el estudio del presente mdulo:
Hay que empezar planificando las actividades de todas las temticas y estar dispuesto a cumplirlas.
Dentro de ello, es necesario hacer un horario tomando en cuenta el tiempo mnimo para el
desarrollo de las actividades.
Distribuya adecuadamente el tiempo para una mayor efectividad del aprendizaje, de tal manera
que no se acumule de trabajo para ltima hora. Dedique cada da por lo menos dos horas para el
estudio durante la semana.
Antes de iniciar sus actividades de estudio disponga de un lugar adecuado e iluminado, tenga
a mano todos los materiales necesarios: texto bsico, gua didctica, diccionario, lpices,
esferogrficos, etc.
Inicie su estudio con una lectura atenta y reflexiva del texto bsico y la gua desde su introduccin,
los objetivos, los contenidos, la bibliografa, las orientaciones, las actividades recomendadas
para el estudio y los respectivos anexos, para tener una visin panormica y descubrir los
conceptos principales que se van a abordar a fin de que adquiera, asimile y se apropie de nuevos
conocimientos.
Evite en lo posible perturbaciones de toda clase: ruido, msica, televisin y otras. Ms bien
forme un ambiente adecuado para la lectura reflexiva y para la elaboracin de las actividades
encomendadas.
Elabore resmenes, cuadros sinpticos, tablas, grficos, subrayado, anotaciones marginales, etc.,
que le permitan construir su conocimiento y recordar lo aprendido, as como analizar crticamente,
sintetizar ideas, establecer categoras, valorar sistemas de pensamiento, proponer alternativas y
otras acciones acordes con lo aprendido.
Remtase a la planificacin que se presenta en el numeral 6.2. Planificacin para el trabajo del
alumno. Esto le permitir avanzar a un ritmo adecuado y desarrollar las tareas propuestas.
Reflexione en los puntos que se proponen para el efecto: las actividades recomendadas; las
autoevaluaciones que se incluyen al final de cada unidad y la solucin de las mismas se encuentra
al final de la gua didctica; en fin, propngase preguntas sobre los temas estudiados.
Desarrolle las evaluaciones a distancia, las mismas que sirven como una estrategia de aprendizaje,
y envelas de acuerdo a las fechas establecidas. Estas evaluaciones son obligatorias y no
recuperables.
Utilice los recursos web que se encuentran en Internet, como: biblioteca virtual, videoconferencias,
recursos educativos abiertos (REA).
Por su participacin en ciertas actividades del EVA (video colaboracin, foro y chat) en cada bimestre,
usted podr obtener 3 puntos que completar la nota obtenida en la evaluacin a distancia; esto quiere
decir que si obtiene en la misma menos de 6 puntos podr incrementar su nota.
PRIMER BIMESTRE
PRIMER BIMESTRE
Competencias Contenidos
Competencias especficas Tiempo de
especficas de Actividades de aprendizaje Indicadores de aprendizaje
del componente educativo Unidades dedicacin
Titulacin
Vivencia de los valores Desarrollar la visin Unidad 1. Psicologa, tica y Leer y analizar las pginas Identifica los fundamentos y Semanas 1 y 2
universales del humanstica profesional, antropologa correspondientes a los apartados los aspectos esenciales de la
6 horas de
humanismo de Cristo. para orientar las realidades 1.1. Comenzar con la lectura de psicologa, tica y
1.1. El profesional de la Psicologa y autoestudio
que afectan el desarrollo de manera reflexiva del apartado1.2. antropologa de manera clara
Pensamiento crtico y su Ethos
la persona, en sus diferentes y precisa 4 horas de
reflexivo. 1.2. Implicaciones ticas de las Leer el Eplogo del libro: Principios
ambientes, familiares, interaccin
y Normas.
Compromiso e sociales, educativos, antropologas subyacentes a las
profesionales. ( Objetivo n 6 teoras psicolgicas. (por cada
implicacin social.
de la Escuela de CC. semana)
Comunicacin oral y Humanas y Religiosas)
Gua didctica: Psicotica
escrita.
13
Competencias Contenidos
Competencias especficas Tiempo de
14
especficas de Actividades de aprendizaje Indicadores de aprendizaje
del componente educativo Unidades dedicacin
Titulacin
Unidad 2. Principios ticos para la Ejemplificar otros textos, ticos o Reconoce desde un Semanas 3 y 4
investigacin psicolgica y psiquitrica legales. compromiso tico el mbito
6 horas de
personal, profesional y social
2.1. Principales dificultades ticas -Realizar una lectura reflexiva del autoestudio
de cada ser humano
2.2. Principios y criterios ticos para texto bsico (Tenga en cuenta las
4 horas de
la investigacin indicaciones y el modo de
interaccin
redaccin y cita cientfica de
referencias bibliogrficas. (por cada
Gua didctica: Psicotica
semana)
Unidad 3. La ley y la tica en Leer comprensivamente la unidad Reflexiona y aplica a su vida Semanas 5 y 6
psicologa 3 del texto bsico y las los principios ticos con la
4 horas de
orientaciones de la gua didctica finalidad de resolver
3.1. La psicologa y psiquiatra autoestudio
sobre la unidad. situaciones conflictivas en el
jurdica
mbito profesional, laboral y 6 horas de
3.2. La mala prctica psicolgica Hacer un mapa conceptual sobre
social. interaccin
los grupos intermedios.
(por cada
Desarrollar las actividades
semana)
recomendadas en la unidad 3.
Semanas 7 y 8
Contestar la autoevaluacin
propuesta en la unidad 3 de la gua 4 horas de
didctica. autoestudio
Interaccin en el EVA. 6 horas de
interaccin
Participar en el foro propuesto en
EVA. (por cada
semana)
Entrega en el centro universitario
de la evaluacin a distancia.
Preparacin para la evaluacin
presencial
Total de horas 80 horas
PRIMER BIMESTRE
1. Autoevaluacin *
distancia ** presencial
3. Coevaluacin
Interaccin en el
Parte de ensayo
Prueba objetiva
Parte objetiva
EVA***
Competencia: criterio
Comportamiento tico X X X X X
Cumplimiento, puntualidad,
Actitudes
responsabilidad
X X X X X
Creatividad e iniciativa X X X
Habilidades
Contribucin en el trabajo
colaborativo y de equipo
X
presenciales y en el
Estrategia de
aprendizaje
Actividades
en el EVA: 3
bimestre
Actividades
EVA
Puntaje 2 4 6 14
TOTAL 20 puntos
Para aprobar el componente se requiere obtener un puntaje mnimo de 28/40 puntos, que equivale al 70%.
* Son estrategias de aprendizaje, no tienen calificacin; pero debe responderlas con el fin de autocomprobar su
proceso de aprendizaje.
** Recuerde: que la evaluacin a distancia del primero y segundo bimestre consta de dos partes: una objetiva y otra de
ensayo, debe desarrollarla y enviarla a travs del EVA segn las fechas establecidas.
*** Estrategias de aprendizaje opcionales y de tipo colaborativa: foro, chat y video colaboracin con una valoracin de
un punto cada una.
Seor estudiante:
Tenga presente que la finalidad de la valoracin cualitativa es
principalmente formativa.
Al iniciar la presente unidad es importante la motivacin para aprender y de unir los conocimientos con nuestra
vida. Esta gua est hecha para acompaarle en el mejor manejo del texto bsico. Iniciamos extendindoles
nuestras felicitaciones por haber decidido continuar formndose y alcanzar una nueva meta en sus vidas a
pesar de las dificultades que se presentan en el camino.
De esta manera tenga presente que usted es una persona que si puede lograr todas sus propuestas con
dedicacin y entusiasmo
Los captulos que se mencionan en la presente Gua didctica, en cada una de las Unidades se
corresponden con el libro de Frana-Tarrag mencionado en la bibliografa bsica y obligatoria.
En la asignatura de Psicotica, coincidimos con las lneas de propuesta e interpretacin que la Dra.
Rosario de Rivas Manzano ya iniciara en la edicin anterior2: se pretende con este modesto trabajo, y
desde dos aspectos que se complementan, desarrollar, en primer lugar, (a) la necesidad de profundizar
y ser conscientes de la tica que se debe practicar en el ejercicio profesional de la Psicologa; as como
en cualquier otra profesin. Para ello [se toma] como referencia el libro de Omar Frana-Tarrag, tica
para psiclogos (). As como tambin se busca, y en segundo lugar, (b) recoger con esta asignatura
otra dimensin [] ms compleja de lo que comnmente se entiende en la Psicotica (como una tica
para la psicologa), [y hacerlo a travs de] un planteamiento ms profundo, y esto lo vamos a ver a travs
del texto complementario de Mis meditaciones sobre el Modelo Gentico, de Fernando Rielo Pardal, en
el cual dos de los captulos [captulo 2: Tratamiento psicotico de la Educacin y captulo 3: Filosofa
Psicotica] se refieren a esta concepcin psicotica que va ms all de la tica y de la psicologa, siendo
un aporte original a las ciencias experienciales, como es el caso de la psicologa. Estos son, pues, los dos
planteamientos de los que nace este texto.
Para ello debemos tener en cuenta que la Psicologa surge como una disciplina autnoma a la
que dedicarse desde, al menos, finales del siglo XIX (si no tenemos en cuenta lo que sobre Psicologa
Filosfica escribiera Wolff en el siglo XVIII), y lo hace con el alemn W. Wundt. Hasta Wundt, no se poda
sino hablar de psicofisiologa, una ciencia mdica muy puntera en aquellos aos y que se ocupaba
tanto de la psiqu (mente) como de la physis (naturaleza fsica), en un todo indiferenciado, para afirmar
que el ser humano estaba compuesto de mente y cuerpo y que no se poda estudiar una sin la otra.
Sin embargo, e inicindose esta separacin en el contexto alemn de Wundt, comenzaran a desgajarse
ambas ramas de la que era una nica disciplina psicofisiologa-, cobrando una esfera propia la
denominada psicologa -ya sin fisio ( es decir: physis) de por medio-, e incluso situndose en un grado
de superioridad con relacin a la fisiologa, la cual qued, prcticamente hasta nuestros das, como un
mero conocimiento de lo corporal y de su fsica. De este modo, y hasta esta separacin que acaeci hace
poco ms de cien aos, las personas que se haban dedicado a estudiar el mbito de lo psicolgico (o
ms precisamente, de la psyqu), eran, exclusivamente los Filsofos: y fue Aristteles el filsofo griego
que vivi en el s. IV a. de C.-, el primero que incluy la palabra Psyqu en un libro: as, Acerca del Alma,
fue el primer tratado de lo que hoy podemos denominar como Psicologa.
2 De Rivas Manzano, Rosario, Psicotica. Gua Dictica, Loja, Editorial UTPL, 2011, p. 5 [28 pgs.]
En resumidas cuentas, nos interesa ahora retener que de esa ciencia del cuerpo y de la mente
(psicofisiologa) surgida en el siglo XIX, evolucion hasta la psicologa no antes sin grandes crticas y
problemas; y muchos, dicho sea de paso, no resueltos an-, y hoy hablamos ya de una Psicologa, e
incluso, como de una Ciencia Social emprica, comprobable y confiable.
Por todo lo dicho hasta aqu, en esta asignatura se pretende hacer ver que la Psicotica es, en principio,
un estudio tico de la conducta del psiclogo conducta que debe transmitir, y lograr, a s mismo y a
sus pacientes- en el da a da de su profesin. De hecho, hoy da debemos diferenciar entre Psicotica y
Biotica, pues sta estudia, en general, los problemas ticos de la vida (bios, vida), incluyendo la vida en
su aspecto psquico. Entonces, lo que debemos preguntarnos es: y en qu se diferencia la Biotica de la
Psicotica? Pues, en primer acercamiento, podemos afirmar que en esta asignatura nos vamos a plantear
los problemas de la relacin que se establecen entre los pacientes y los profesionales de la Psicologa, y,
en este sentido, cabe sealar que la Psicotica profundiza en el problema tico que surge en la prctica
del profesional de la salud psicolgica. Pero, como podemos intuir ya con los dicho hasta ahora, cabe
afirmar que tras los trminos profesional y paciente, se esconden en el fondo- personas, y, como
trataremos de hacer entender, es necesario un estudio integral sobre sta es decir: una antropologa
humanizadora, e incluso, rehumanizadora (vase la bibliografa)-, de cara a conocer cmo resolver
nuestros problemas ya estn estos relacionados con nuestra physis (naturaleza; cuerpo), nuestra psiqu
(psicolgicos o mentales), o de tipo espiritual (pneuma, o aliento, conocido coloquialmente como
alma). Pues todos ellos cuerpo, mente y alma, son un todo que forman el carcter de la persona: el
ethos. Iniciemos, pues, con aliento nuestro trabajo.
Los temas de esta unidad los puede revisar en los captulos 1 y 2 del texto bsico)
Podemos comenzar diciendo que nuestro acercamiento a la tica -antigua disciplina que, si vamos
ms all de la Golden Rule3 comn a todas las religiones y ticas ancestrales, se asentara por vez primera
en textos de la tradicin occidental, especialmente en la Biblia, as como posteriormente se consolidara
con la filosofa del griego Aristteles -384/322 antes de Cristo (si bien ste planteamiento ya estaba
en filsofos presocrticos, en el propio Scrates y en el discpulo de ste: Platn)-, es una disciplina
de la Filosofa que, para su adecuado arrostramiento (es decir, para hacerle cara lo mejor posible),
necesita previamente diferenciar entre doctrinas ticas y teoras ticas: las primeras, tienen un
alcance prescriptivo y normativo (es decir, que preescriben lo que debemos hacer, y no podemos, en
consecuencia, evitar); las segundas, por el contario, un alcance meramente descriptivo y cognoscitivo.
En el estudio de la tica, desde ambas perspectivas prescriptiva/doctrinaria y descriptiva/terica-,
podremos entender mejor en qu consiste esta (misteriosa) tica de la que hablamos.
Pero no slo est la asimilacin de la tica a un nivel individual: sino que las personas componemos
una sociedad, y, por ello, es fundamental mejora la calidad tica que tenga una sociedad.
As pues, es necesario comprender que el papel que la tica tenga en una sociedad es pieza clave
en el xito de esa sociedad. Prueba del creciente de ello, es el papel crucial que la tica ha comenzado
a alcanzar, de nuevo, hoy da: ya que sabemos que la tica est en constante desarrollo, pues tenemos
clara pruebas de ello:
el nacimiento y proliferacin de comits de tica en los diversos campos de la vida social () [es
un] claro sntoma de que la tica, adems de su tarea [clsica de ser] fundamentadora de lo moral,
tiene hoy una funcin que cumplir, urgente e importante (), [en] mbitos [como el] empresarial,
financiero, poltico, informtico, sanitario [en los cuales] nacen comits ticos6.
As pues, las empresas no slo tienen su Responsabilidad Social Corporativa, sino que, adems, han
comenzado distintos comits ticos en distintas disciplinas: mdicas (Biotica), tecnolgicas (tica de
3 La Regla de Oro de todas las religiones: no hacer al prjimo lo que no le gustara a uno que le hiciesen.
4 Literalmente: caracterizado por estar libre de valoracin (Wert, Valor; Freiheit, propiedad de estar libre) [Mientras no se
indique lo contrario, las traducciones que figuran en la presente Gua son del autor de la misma].
5 Cfr. Barberis, M, tica para juristas, Madrid, Trotta, 2006 (trad. cast.: 2008) , pp. 11-12.
6 Segn Adela Cortina, en J. Muguerza, Racionalidad, fundamentacin y aplicacin de la tica, pp. 333-381, en C. Gmez
y J. Muguerza, Las aventuras de la moralidad (Paradigmas, fronteras y problemas de la tica), Alianza, Madrid 2007, p. 372.
las Nuevas Tecnologa), cientficas (ticas de las Investigacin Social; tica de la Investigacin Cientfica,
etc.).
As, y sin olvidar la diferenciacin entre ticas normativas y descriptivas que mencionbamos al
comienzo de esta unidad, la ampliacin del estudio de la tica podra abordarse al menos desde
cuatro perspectivas:
(1) como la presentacin de los principales conceptos y terminologa, ofreciendo al mismo tiempo
una visin histrico-cultural de la tica;
(2) como un estudio de la tica en relacin con la poltica lo cual, dicho sea de paso (aunque algo
al trote), parecer que es a lo que ha derivado el estudio de la tica en los ltimos cuarenta aos7;
(3) la exposicin y crtica de diversos dilemas ticos (clsicos y contemporneos)8; y, por ltimo,
(4) la explicacin de la tica a travs del estudio de las ticas aplicadas, es decir y es lo que
pretendemos en estas Gua Didctica-, tras un previo repaso histrico-conceptual a la tica, aprender a
razonar sobre casos concretos de nuestra sociedad contempornea, y, especficamente, en la tica de la
prctica psico-psiquitrica.
En esta gua que aqu nos ocupa, excepto el apartado (2) y el (4), trataremos el resto.
Adems de estos cuatro apartados, se puede hablar de un quinto apartado que en realidad, ya
ha sido mencionado-, en el cual podramos entender la tica como la necesidad del conocimiento de
s mismo, para un adecuado arrostramiento de la vida individual y social, tanto en lo personal como en
lo laboral. En este caso, habra que entender la tica como una parte de la metafsica, es decir, como el
acto del conocimiento de uno mismo, y de cmo comportarse en consecuencia. No obstante, para este
conocimiento reflexivo del ser tico de cada uno, instropectivamente, suele ayudar el conocimiento si
quiera, en forma de una breve exposicin- de la historia de la tica: consideraremos aqu , pues, algunas
las ventajas de una tica entendida como historia del conocimiento de s mismo en un sentido moral-,
para despus prestar especial atencin a una de las ticas aplicadas, las cuales consideramos como ya
hemos dicho facilitadoras del desarrollo y de la potenciacin del razonamiento tico y moral: la tica
de la Psicologa o Psicotica.
PUNTO DE REFLEXIN:
7 Desde los aos 70 la caracterizacin de la tica viene siendo ms compleja: (a) no slo algunos autores han tratado sta de
tal manera que se han difuminado demasiado los lmites entre la tica y la filosofa poltica llegndolos a confudir
sino que incluso, (b) para otros, las relaciones interpersonales representan el locus preferente de su aplicacin. E. Lpez
Castelln y J.L. Velzquez Jordana, tica y Filosofa Poltica (1970-2000), Madrid, Ediciones de la UAM (Coleccin Cuadernos
de Apoyo), 2005, p. 7.
En esta Gua Docente de Psicotica, como es natural, nos centraremos en los aspecto ms ticos de la tica, dejando a un lado
los aspectos polticos de la misma si bien, en algn punto, tendremos que hacer referencia a la politica: sin ir ms lejos, en
la teora tico-poltio que ha renovado la cultura contemporana en la poltica, desde que en 1971 John Rawls publicara
su Teora de la Justicia, y en la cual propona una teora tico-poltca que iba ms all de la ticas utilitarias, pero tambin
superaba la tica marxista.
8 Sobre este aspecto de la tica su casusitica-, y a pesar de ser tan crucial para conocer casos concretos y posibles
resoluciones, no es objeto de la presente Gua. No obstante, para conocer cmo resolver distintos dilemas de la tica,
lese con provecho: Martin Cohen, 101 Dilemas ticos, Madrid, Alianza Editorial, 2012 (Segunda Edicin).
Actividad recomendada
1. Lea la gua a la par que el libro de Tarrag, y, en la ltima parte de la asignatura, vaya
realizando los trabajos propuestos, los exmenes, al tiempo que ejercite las actividades
y detngase en los puntos de reflexin propuestos al final de cada captulo.
2. Realice una lectura comprensiva de toda la unidad 1 sobre las relaciones que existen
entre psicotica, tica, antropologa aplicado en el campo profesional.
3. Establezca un compromiso personal en base a la lectura de esta primera unidad. Puede
ser, por ejemplo: conversar con otras personas para dialogar sobre el respeto a la
persona humana de manera integral
Hemos concluido esta temtica Debe sentirse feliz y con ganas siempre de continuar alcanzando sus logros!
As que, luego de una breve pausa, continuamos con el estudio de los siguientes temas de la unidad.
Definicin de Professio: en la Edad Media (es decir desde el siglo V d.. de C. en adelante) consagracin
religiosa monstica implicaba que alguien ingresaba mediante compromiso pblico. Eso era lo que
signific, en un primer momento, la palabra professio. En lenguas romances, posteriormente profesin
empez a usarse para definir a personas que ejercen determinada actividad humana con dedicacin y
consagracin total (v.g. : profesiones liberales).
Como podemos leer al comienzo del texto bsico el de Franc-Tarrag-, actualmente, los socilogos
definen profesin como:
Grupo humano que tiene un cuerpo coherente de conocimientos especficos y usa una teora
unificadora aceptada ampliamente por miembros; capacidades y tcnicas particulares basadas en
esos conocimientos; lo que les hace acreedores de un prestigio social reconocido, y que genera
expectativas de confiabilidad moral.
En esta definicin aparece el trmino moral: es necesaria una tica, un ETHOS. Ahora veremos en qu
trminos. Y no olvidemos que el filsofo francs Jacques Derrida (en Universidad sin condicin, 2001),
defina profesin como: profesar verdad, profesar de s.
El Ethos:
El trmino ethos no significa solamente tica, sino que en griego clsico se refiere al carcter de alguien,
de algo.
As, al hablar del ethos de una profesin, nos estamos refiriendo a la adhesin de todos sus miembros
a determinados valores ticos, los cuales van conformando una tradicin valorativa de las conductas
profesionalmente ticas.
(Por ejemplo: Silencio y Profesores. En un grupo de profesores que trabajan en conjunto en un mismo
espacio, se valora el silencio como bien principal para la concentracin, la cual es necesario para
poder leer y escribir, permitiendo que cada uno de los profesores se puede preparar las clases, sus
investigaciones, etc)
De esta manera, el ethos se convierte en una especie de estmulo mutuo entre colegas, para que cada
uno se mantenga fiel a su responsabilidad, evitando toda posible desviacin de los patrones que
normalmente funcionan.
Llegados a este punto de acuerdo y de mutuo respeto entre los profesionales de un rea, se forjan los
valores que constituyen y dignifican una profesin. Es en este momento cuando podemos hablar de
una tica Profesional. Es obligatorio recordar que la tica profesional es una rama de la tica, la cual
a su vez es una rama de la Filosofa, la cual -dicho sea de paso- surgi en Grecia, hacia el siglo V antes
de Cristo.
Esto implica, en consecuencia, que la Historia de la tica tiene ya 2.500 aos, y que sera conveniente
conocer algo de su historia para saber mejor cmo formar el ethos o carcter de una profesin. As pues,
para formar el carcter tico que debe tener una profesin debemos buscar la objetividad (y no la
subjetividad) de las acciones humanas, es decir: intentar encontrar aquellos criterios universales que
eliminan el azar en las relaciones humanas.
PUNTO DE REFLEXIN
Cmo se conoce realmente a una persona que es coherente entre el pensar, decir y hacer en
lo personal frente a los dems desde un mbito positivo, lo que entusiasma y da esperanza?
Actividad recomendada
1. Haga un relato breve sobre los hechos positivos que le han motivado a ser mejor
persona.
2. Le invito a ver una pelcula en que algn personaje de la misma tenga una visin
trascendente de la persona, que sea lder y tenga una influencia positiva hacia los dems
desde la calidez humana, esto le ayudar a entender mejor la tica y el sentido de su
vocacin profesional.
Si usted no logra responder adecuadamente a todas las preguntas planteadas, le nimo a que revise el
captulo en el texto bsico. Finalmente, si usted tiene dudas, le invito a llamar a su tutor para que le brinde la
asesora.
Pero, qu es Psicotica?
Luego de haber reflexionado y analizado lo relacionado con la tica y la profesin, en la presente unidad
conoceremos al mismo tiempo aspectos importantes de la psicotica y su incidencia en la vida profesional.
Le recomiendo realizar una lectura reflexiva en el texto bsico sobre la unidad mencionada, con la finalidad
de que usted pueda analizar y tener argumentos claves para comprender mejor la psicotica. Iniciamos
puntualizando lo siguiente:
Debemos tener en cuenta que la Psicologa nace como una profesin a la que dedicarse
profesionalmente a finales de siglo XIX, con el alemn Wilhelm Wundt.
De este modo, hasta hace poco ms de cien aos las personas que se dedicaban a estudiar el mbito de
lo psicolgico eran, de nuevo, los filsofos: fue Aristteles filsofo griego que vivi en el siglo IV antes
de C.- el primero que escribi un libro con ese ttulo: Psyqu.
De hecho, el primer nombre que recibi la psicologa en cuanto ciencia fue en el siglo XIX y era:
psicofisiologa. Era practicada por mdicos. Esta larga palabra, compuestas por vocablos griegos, se
refiere a dos entidades:
-- psyqu
-- physis
Es decir: era la ciencia de la mente y del cuerpo. Posteriormente, se pens en que se poda hacer una
ciencia estrictamente de la mente, naciendo as la psicologa.
Para qu esta larga introduccin histrica y etimolgica? Para diferenciar la Psicotica de la Biotica, ya
que la biotica estudia los problemas ticos de la vida (bios, en griego), incluyendo la vida en su aspecto
psquico. Y en qu se diferencia de la Psicotica? En que nuestra asignatura, que aqu vamos a estudiar,
se plantea los problemas de la relacin que se establece entre los pacientes y los profesionales de la
psicologa. En este sentido, cabe sealar que la psicotica profundiza en el problema tico que surge
en la prctica de la profesin de Psiclogo (y/o Psiquiatra), pero tambin y como se ver en el captulo
final de la misma-, la interaccin armnica humana, consciente y deliberada, entre el cuerpo, el alma
y el espritu: proyeccin que no slo debe representar el buen Psiclogo ante el Paciente, sino que, al
tiempo, debe alcanza el paciente con la ayuda del psiclogo.
Entremos, en este punto del texto, y con ms detalle, en el nacimiento de las ticas profesionales,
sin perder de vista cmo se origin la tica.
PUNTO DE REFLEXIN
Segn su criterio como analiza la frase mencionada en la presente unidad sobre la definicin
de la Psicotica: ciencia de la mente y del cuerpo.
Hemos terminado el presente tema! Cunto entusiasmo y compromiso de haber estudiado y reflexionado!
Un mejor desempeo depender tambin de un de un espacio de descanso. De esta manera usted est
preparado para continuar con el estudio de la siguiente unidad.
La vida es fascinante, slo hay que mirarla a travs de las gafas correctas
Alexandre Dumas
Conforme avance en el estudio, encontrar temas ms interesantes que le permitirn ir adquiriendo nuevos
conocimientos.
Le invito a continuar siempre con tranquilidad en el estudio de la presente unidad referente a la tica
profesional.
Es importante realizar una lectura del texto bsico sobre los que factores influyen en situaciones ticos
en el mbito profesional sean difciles de resolverlos en algunas circunstancias y al mismo tiempo pautas
para dar solucin a los mismos.
Dentro de las ticas profesionales sobre las que comentbamos al inicio de esta Gua-, debemos
resaltar que la Biotica es el estudio sistemtico de todos los problemas ticos que estn relacionados
con las ciencias de la vida o biologa (bios, vida; logos, ciencia, estudio). As pues, la Biotica como
saber contemporneo ocupa un lugar muy destacado, y hay posibilidades mltiples de hacer tica de
(Entendida sta como un saber reflexivo y de segundo orden; pero no por ello menor en importancia),
acerca de cualquier problema que ocupe a la vida9.
No obstante, debemos aclarar que si nos referimos a la vida en un sentido psquico estado consciente
especficamente humano-, entraramos con su definicin en un mbito el cual sabemos estudia hoy da
la Psicologa (si bien es cierto que, recordemos, sta arranc con Aristteles, pues no olvidemos que uno
de los primeros libros sobre esta lnea de pensamiento la inaugurara el autor griego: nos referimos, claro
est, a su Acerca del alma, obra del siglo IV a. de C.). Es en este sentido, decamos, en el que podemos
9 Y no slo de la vida, pues incluso, y recientemente, se ha hablado de Tanatotica. Al respecto, vase la obra del filsofo
espaol Enrique Bonete Perales.
hablar de Psicotica: como una tica cuyo objeto especializado de estudio son los problemas de la
Psicologa (o, incluso, de la Psiquiatra; aunque sta es una especialidad mdica, y puede en consecuencia
incluirse otros problemas ticos en los cuales aqu no podemos entrar), siempre y cuando entendamos
que la Psicotica o tica de la Psicologa- es un campo de la reflexin moral en el cual se plantea la
prctica psicolgica diaria del profesional de la salud psicolgica, al darse en esta prctica constantes
dilemas10 ticos en la relacin que se establece entre los pacientes y los profesionales de la salud, y
teniendo en cuenta la necesidad que tiene el terapeuta de resolverlos para su trabajo.
No obstante, y dicho lo anterior, hay que aclarar que antiguamente la Psicotica se refera a la parte
normativa de la tica de las Profesiones, y que se denominaba la Deontologa Profesional, pero esta
definicin (que traducida literalmente queda algo as como: lo que se debe hacer en una profesin)
es totalmente inapropiada. Y lo es y tal y como seala Tarrag en su libro, pp. 20 y siguientes- por dos
motivos:
a. La deontologa se ocupa de los deberes profesionales de una profesin. Hasta aqu, todo bien;
slo hay un pequeo problema: el psiclogo, el psiquiatra o el paciente no son solo profesionales,
sino que tambin son personas. Esto quiere decir que la Psicotica no es un estudio que se ocupa
de una relacin condicionada exclusivamente por uno de los dos polos de la relacin (es decir: no
es ms importante un lado que el otro; no tiene mayor peso el psiclogo que el paciente), sino
que, ms bien al contrario, tanto A -es decir: el profesional de la salud, ya sea terapeuta, psiclogo
o psiquiatra-, como B -el paciente- estn condicionados entre s. O, lo que es lo mismo y tal y
como seala Frana-Tarrag con un lenguaje contemporneo propio de la lgica matemtica- no
se trata de una relacin mondica, sino de una relacin didica (didica, al menos-podramos
aadir nosotros-, pues indirectamente entran otros factores sociales y/o personas en juegos en la
relacin paciente-profesional de la salud).
b. El segundo de los motivos estriba en que tanto el paciente como el psiclogo -ambos- tienen
derechos y deberes: es decir, tanto A como B, forman parte de la sociedad (y no slo de cierto
corporativismo: yo soy psiclogo, pertenezco como socio de honor al colegio de Terapeutas,
etc.), y nunca se debe olvidar la perspectiva humanista. Obviamente, esta perspectiva humanizadora
de los profesionales y de los pacientes, naturalmente-, no quiere decir que no se valore el papel
fundamental del organismo profesional, pues los cdigos ticos escritos y aprobados, son
fundamentales para el ejercicio de cualquier profesin.
En este momento11, pues, ha llegado hora de que conozcamos qu es es decir: en qu consiste-, un
Cdigo tico: en primer lugar, se trata de una organizacin sistemtica, exhaustiva, explcita y consensuada
por los profesionales, en donde constan las responsabilidades morales de los mismos, expresadas en
forma de principios morales, y de normas morales, as como tambin es el lugar en donde figuran las
expectativas de la poblacin sobre estos profesionales (as como las expectativas sobre el paciente), y
cuya finalidad ltima es acercar al psiclogo a la sociedad, y que el trabajo bien realizado de aqul pueda
contribuir positivamente a la mejora de sta. En definitiva: se trata de que el psiclogo sea responsable
e, incluso, en el sentido socrtico: que pueda responder, ante el paciente o ante la sociedad, cada vez
que se le solicite. En segundo lugar, un Cdigo tico es un esfuerzo por garantizar el ethos (carcter) de
una profesin: as pues, existen cdigos ticos escritos de las Ciencias de la Comunicacin; de la Ciencias
Naturales; de la Ciencias Mdicas, etc En definitiva, si sumamos ambas caractersticas, estamos en
condiciones de afirmar que un cdigo tico es un valioso instrumento para una profesin. Pero no basta
hacer esta declaracin de intenciones, sino que, asimismo, es necesario conocer cules son las funciones
propias y principales de los Cdigos de tica en las ticas profesionales: declarativa, identificativa,
informativa, discriminativa, metodolgica, coercitiva y protectiva. La funcin declarativa de un cdigo
tico tiene que ver con con ella se formula los valores fundamentales de una tica profesional; la
10 Recordemos que la definicin clsica de dilema se puede recordar, esquemticamente, con la siguiente expresin: Optes
por A por B, obtendrs C; entonces, cul elegir? (V.g.:Si viajo en avin, tengo miedo; si viajo en coche, tengo miedo;
luego, viaje en avin o en coche, tengo miedo).
11 Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, pp. 20 y ss.
identificativa, est relacionada con la identidad que se debe otorgar a los profesionales, tratando de
llegar stos a una uniformidad de conducta; la informativa, por su parte, enumera los criterios, es decir,
cules son; la funcin discriminativa se refiere a tratar de diferenciar los diferentes actos lcitos, de los
ilcitos, etc.; la metodolgica, sin embargo, pretende conocer cul es el mtodo para decidir; la coercitiva,
trata de averiguar cul es la sancin a imponer para el control social de ciertas conductas nocivas en
la profesin, y, finalmente, la funcin protectiva est relacionada con la necesidad de proteger a los
profesionales, y defender su papel en la sociedad.
As pues, el cdigo de tica es un buen instrumento y gua pero puede adolecer de defectos: a) inducir a
pensar que responsabilidad moral implica meramente cumplir con lo escrito en esos cdigos; b) estos
cdigos pueden ser disarmnicos, pues pueden dar ms importancia a las normas beneficiencia, y dejar
a un lado, por ejemplo, las de autonoma, etc..; c) asimismo, pueden inducir a pensar que las relaciones
individuales (entre psiclogo y paciente) son ms importantes que su nivel social, etc.
Debemos, en este punto, hacer relacin a los denominadospuntos de referencia bsicos de la Psicotica12.
Para ello, hay que asentar que hay que distinguir entre cuatro tipos: valores ticos, principios morales,
normas morales y juicios morales.
Para este trabajo nos ocuparemos, en primer lugar, de decir algunas palabras si bien habra mucho
que decir, por otro lado-, sobre los valores ticos: stos son formas de comportarse que buscamos
y que para la planificacin humana son irrenunciables. As pues, decimos que hay mucho que decir,
pues trata de dilucidar cul es el valor tico mximoo ltimo depender de qu teora tica se elija:
de este modo, y si somos aristotlicos, ser el trmino medio el valor principal; si somos kantianos, sin
embargo, ser el deber el objetivo que deberemos buscar por encima de todas las cosas; o, por otro lado,
si somos personalistas, entonces defenderemos que el hombre es siempre un fin en s mismo, nunca un
fin en esto coincide con Kant-, y nunca debemos hablar de sujetos, o individuos, sino de personas,
etc. En definitiva, se trata de que el valor ltimo que escojamos, tarea no fcil, debe estar siempre en el
frontispicio de nuestros planteamiento profesionales, teniendo en cuenta que el objetivo principal de
nuestra profesin como profesionales de la salud psquica estriba en la relacin psiquiatra/psiclogo
con la persona: y se pretende una humanizacin o perfeccionamiento de la persona humana en el cual
la persona humana sea tomada siempre como un fin y nunca como un medio13.
En segundo lugar, tenemos los principios morales. Debemos decir, en consonancia con el texto seguido
aqu, que un principio moral es un imperativo categrico justificable para la razn humana. As, vale
afirmar que un principio moral que es una gua y orientacin en la cual se coloca la dignidad humana.
Por ello, se dice que toda persona es digna de respeto en su autonoma: y esto es un imperativo para toda
circunstancia, el cual, queda demostrado por la razn humana y no por un mero criterio o argumento de
autoridad. Debemos decir que estos principios son tres: principio del respeto de la autonoma, tratando
la diferenciacin entre autonoma y heteronoma en Kant (p. 29), principio del deber de beneficiencia,
con su idea de primum non nocere, o primero de todo, no daar (p.25), y principio del deber de justicia
(pp.31-32), y referido, en ltima instancia, a la posicin original que John Rawls expusiera en su texto de
1971, Teora de la Justicia. Con relacin al principio de autonoma hay que afirmar que sucede en aquel
momento en el que el ser humano trata de darse la ley a s mismo esta fue su primera definicin, en la
Grecia Clsica-, si bien , posteriormente el concepto moderno lo postulara Inmanuel Kant (1724-1804)
y vendra a afirmar que el ser humano debe ser capaz de gobernarse a s mismo por una norma que l
mismo acepta, y siempre, sin coercin.
12 Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, pp. 22 y ss.
13 Cfr. Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, p. 296.
Por ltimo, y antes de comenzar a profundizar un poco ms en cada uno de estos cruciales puntos
para nuestra asignatura, debemos decir algunas palabras acerca de las normas ticas; y son tres: la de
confidencialidad, la de veracidad y la de fidelidad.
PUNTO DE REFLEXIN
Qu significa saber resolver dificultades de los dems, teniendo presente la tica y los
principios de la biotica?
Frente a un problema difcil, cules son las decisiones adecuadas que usted ha asumira en
el caso de la incidencia de la deontologa para resolver cualquier situacin?
Actividad recomendada
1. Haga una lista de todas las actividades y estrategias que usted implementara para la
resolucin de conflictos. Por ejemplo: una situacin de actitud laboral, discusiones y
problemas familiares. Etc.
2. Converse con los miembros de su familia y con los compaeros de trabajo para
comprometerse a alguna actividad que permita mantener y mejorar la convivencia.
3. Realice creativamente un declogo que le ayude en su lugar de trabajo y en su mbito
familiar para mejorar la calidad humana.
Al que no posee el don de maravillarse ni entusiasmarse ms le valdra estar muerto, porque sus ojos estn
cerrados Albert Einstein
Al iniciar el siguiente tema reflexione sobre la importancia que tiene para el buen desarrollo de su mbito
profesional al cual usted se est formando.
Le recomiendo realizar una lectura crtica y reflexiva sobre los principios ticos de la psicotica en el texto
bsico, con la finalidad de que usted pueda analizar y tener presente para soluciones que podran darse frente
a conflictos profesionales.
Por tanto, en esta unidad se muestra la responsabilidad y el sentido de hacer el mximo bien desde su
profesin y de cmo aportar para lograr mejores resultados.
Con relacin al principio de Beneficiencia14, se trata de cumplir el deber de hacer el bien (o, al menos,
no perjudicar), as como de tener en cuenta la mxima de la tica mdica, primum non nocere. Al respecto,
es necesario aclarar que algunos autores piensan que no daar (non nocere) es ms importante que
hacer el bien en s. Por ejemplo: si vemos a alguien al borde de un ro, es ms obligatorio no empujarle,
que rescatarle si pide auxilio (lo cual es, tambin, absolutamente necesario qu duda cabe!-). De esta
14 Cfr. Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, p. 25.
manera, hay que mencionar que hacer el bien (o, al menos, no causar dao), significa siempre y en todo
caso no perjudicar a nadie intencionadamente. Es decir, y tal y como manifiesta el libro de texto:
As, hacer el bien tambin implica siempre ayudar a solucionar determinadas necesidades humanas:
es decir, tanto a aumentar la autonoma de la persona humana, para que llegue a ser consciente y libre
y, con esto, contribuye al principio de autonoma-, al tiempo que esta confianza en hacer el bien a los
dems tambin potencia y aumenta la capacidad de la autntica buena vida en comn.
Con relacin a las normas morales, debemos sealar tambin que son tres16: veracidad, fidelidad y
confidencialidad. Sin embargo, no es fcil hacer el bien, evitar el mal: por ejemplo, pinsese en el caso
de un psiclogo que conoce el dato de que su paciente est drogndose, o no tomando medicamentos
que debe, etc.As, la pregunta es: est justificado que el psiclogo presione para que el paciente
abandone estas conductas? en qu medida? cunto debe presionar? Algunos defenderan que s
aadiendo que es la prctica en s del Deber de Beneficiencia, que acabamos de mencionar-; otros
defenderan el no: afirmando que es un paternalismo que no se puede permitir. As pues: el hacer el
deber se mezcla con paternalismoPero: est ste justificado?
Para comenzar, veamos qu es el paternalismo. Algunas definiciones afirman que es una actitud tica
que considera que est justificado obrar sin, e incluso contra, el consentimiento del paciente, con un
objetivo: maximizar el bien y evitar perjuicios de terceros (o, incluso, del mismo paciente: sin ir ms
lejos). Aparece aqu la polmica entre paternalistas VS. autonomistas: pues los autonomistas
afirman que la vida es un derecho individual y que es una injerencia en el derecho a la libre eleccin
de las personas. Es decir: afirman que si defendemos el paternalismo, se prohibira beber, fumar, hacer
deportes peligrosos, etc. Y que la nica opcin posible para que algo se prohiba es si se daa a terceros.
Sin embargo, y contra el rigorismo de los autonomistas, los paternalistas afirman que s podemos
distinguir entre dos tipos de paternalismo: el fuerte y el dbil. As, por ejemplo, en el paternalismo dbil
se afirma que se debe impedir una conducta nociva contra uno mismo, as como para terceros, siempre
y cuando la conducta sea irracional. Del mismo modo, un profesional de la salud debe supervisar una
conducta irracional y nociva de un paciente, y ver si esta conducta est siendo siendo consciente o
racional. As, y en conclusin, debemos afirmar que desde un punto de vista de la tica personalista,
s es permisible una paternalismo dbil como el que aqu describimos-, mientras que el paternalismo
fuerte no sera permitido. As, y si aplicamos este problema a los casos del uso de ciertas terapias, un
paternalismo dbil dira que el paciente no est en condiciones de decidir sobre si un tipo de terapia
le conviene o no, y en consecuencia no brinda al paciente informacin sobre el tipo de terapia que se
le va a aplicar ( o le dice de manera sofisticada la terapia que aplicar su psiclogo, para que no vea
directamente su sentido y no se niegue). Un paternalismo fuerte, sin embargo, en este caso aplicara
terapias de choque, en contra de la voluntad del paciente. A todas luces, este ltimo es un procedimiento
inmoral, mientras que el caso del paternalismo dbil podra ser permisible.
En definitiva, podemos afirmar que los casos de paternalismo dbil son fciles de justifica: pues implica
una proteccin y beneficio del paciente, y no atenta contra su personalidad (como, sin embargo, s
lo hace el caso de la terapia de choque no comunicada, ni consentida, previamente). Al contrario: el
paternalismo dbil buscar proteger de una irracionalidad no autnoma, y se hace porque precisamente
existe una ausencia de autonoma.
15 Ib.
16 Cfr. Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, p. 26.
En resumidas cuentas, debe tener en cuenta el alumno/a que lo mejor para estos casos es ayudar con
humildad y bondad, al tiempo que con tcnica y conocimientos adecuados, pues tanto humidad como
tcnica son necesarias para que el paciente recupere (a nivel individual) la autonoma y la conciencia, y
( a nivel social) la capacidad de convivencia armnica. De este modo, en ocasiones hay que tener cierto
paternalismo dbil con los pacientes, pues se debe evitar que una decisin irracional de ste violente
la expresin de la decisin de terceros. Este paternalismo de tipo dbil debe llevarse adelante con el
objeto, siempre, de protegerle de s mismo en momentos crticos, y ayudarle hasta que recupere su
autonoma y libertad, pues toda accin del tipo que mencionamos se dirige, en ltima instancia, a que
el paciente se recupere17.
Veamos, a continuacin, algunas caractersticas relevantes del principio de autonoma: en los comienzos
de las ciudades-estado de la Grecia Clsica, hacia el siglo V a. de C., este concepto implicaba el darse
a s mismo la ley (pues recordemos que el trmino autonoma se compone de dos vocablos griegos:
to aut y noms, significando el primero a s mismo, y el segundo, ley). No obstante, con el tiempo
evolucion, hasta que en el siglo XVIII, con Inmanuel Kant, comenz a significar la capacidad de
todo individuo de gobernarse por una norma que l mismo acepta como tal, sin coercin externa 18.
Posteriormente, el filsofo y mdico norteamericano Hugo Tristam Engelhardt (nacido en 1941, Texas),
en su The Foundation of Bioethics, de 1986, habl en los siguientes trminos del concepto de autonoma,
ampliando la propuesta kantiana: no hagas a los otros lo que ellos no se haran a s mismo; y haz por ellos
lo que con ellos te has puesto de acuerdo en hacer. En resumidas cuentas, con este principio se pona
de relieve que se deriva una obligacin social: garantizar a todos los individuos el derecho a consentir
antes de que se tome cualquier tipo de accin con respecto a ellos; protegiendo de manera especial a los
dbiles que nos pueden decidir por s mismo y necesitan de un consentimiento sustituto.
17 Al respecto, puede verse en el libro de texto, hacia pp. 29 y ss. la opinin de Thompson. Asimismo, el texto del mismo autor,
Ethical concerns in psychotherapy and their legal ramifications, N.York, Univ. Press of Amrica, 1983, a pesar del tiempo
mantiene su vigor intelectual.
18 Tanto como para el prinicipio de autonoma, como para el siguiente que mencionaremos el de Justicia-, puede leerse
con provecho en el libro de Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle
de Brouwer, 1996, p. 29 y ss. Asimismo, y para esta cuestin, recomendamos muy vivamente el captulo final de este libro,
especialmente, pp. 295-296.
19 Al respecto, puede verse en esta misma gua didctica (Vase el Punto de Reflexin de la UNIDAD 2), un texto que
aportamos nosotros de nuestra propia autora- acerca de los problemas y ventajas de esta teora del siglo XIX.
20 Cfr. Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, p. 31 y
ss.
su libro de 1971), tendremos antes que conseguir la 4; y para conseguir la 4, antes debemos asegurar la
3; y para obtener con totales garantas de cumplimiento la 3, debemos conseguir antes la 2, etcSi se
consigue ir asegurando uno por uno cada uno de estos bienes sociales primarios, entonces llegaremos
a una sociedad pura.
As pues, siguiendo a Rawls, debemos afirmar que el principio de justicia lo define como aquel imperativo
moral que nos obliga a igual consideracin y respeto de todos los seres humanos. Rawls negar, en
consecuencia, cualquier discriminacin por edad, condicin social, raza, nacionalidad o credo religioso:
defendiendo por encima de todas las cosas el derecho a la vida, a la salud, a la libertad, a la educacin y
al trabajo.
A colacin de todo lo que venimos explicando en este captulo, debemos sostener que en la
Psicotica contempornea, hay una inseparabilidad de los tres principios mencionados (autonoma,
justicia y beneficiencia): pues si slo tuviramos en cuenta el primero de los tres el de autonoma-,
caeramos en un profundo individualismo; sin embargo, si prevaleciera el segundo de los tres, entonces
tendramos una tica colectivista agobiadora y castrante; pero si slo preponderramos el tercero de los
principios por encima de los otros dos, correramos un alto riesgo de caer en un paternalismo (y no ya
dbil, sino fuerte).
Esperamos que le haya ido bien en el estudio de la presente unidad. Entonces le invito a pasar al punto
de reflexin, luego a las actividades y finalmente a realizar la autoevaluacin para terminar el estudio de
la presente unidad.
PUNTO DE REFLEXIN
1.2. Implicaciones ticas de las antropologas que subyacentes a las teoras psicolgicas.
La generosidad para con el futuro consiste entregarlo todo al presente Albert Camus
Por el momento usted ha logrado ir avanzando en el proceso del estudio de las unidades del texto!
Falta poco para llegar a la meta! As que le animo a seguir con el mismo entusiasmo.
A continuacin, continuaremos con el desarrollo del temario, y vamos a estudiar las normas ticas.
Pero antes, debemos aclarar que siempre que haya un conflicto entre los principios ticos (autonoma,
justicia y beneficiencia), con las normas ticas (que son tres: confidencialidad, veracidad y fidelidad),
siempre y en todo caso debemos dar prioridad a los principios ticos, por encima de las normas ticas.
paciente y terapeuta. Por otra parte, y con relacin al sentido deontolgico, se trata de respetar la
autonoma: la relacin teraputica debe ser un acuerdo implcito moral entre psiclogo y paciente-,
en la cual si no se preserva la intimidad del paciente, entonces el terapeuta o psiclogo est restando
autonoma, libertad y dignidad al paciente. Pero en este punto encontramos tres excepciones: a) cuando
est en juego la vida del paciente; b) cuando est en juego la vida de terceros; y , finalmente, c) cuando
est en juego la vida de una sociedad. Pongamos tres ejemplos concretos de cada uno de los casos
respectivamente-: el caso del intento de suicidio; el caso del maltrato a personas por mano del paciente;
un piloto de avin con una enfermedad, v.g., epilptica, con pnico, etc. Como se ve, los tres casos deben
evitarse
Con relacin a la norma de la veracidad, sabemos que no se puede mentir. Pero surge la pregunta:
un profesional de la salud psquica debe decir siempre, y en todo caso, la verdad? Ms que decir, nos
referimos a describir: pues en este punto vemos cmo incluso haba casos el del filsofo griego
del siglo V a. C. Platn-, en los cuales deca que s se deba mentir, siempre y cuando beneficiara a los
pacientes. Es decir: Platn colocaba el principio de beneficiencia por encima de la norma de la veracidad.
Punto de reflexin:
Qu elementos puede distinguir en las normas ticas para lograr un buen desempeo?
Qu elementos de la cultura de nuestro tiempo son importantes para lograr el sentido moral
en la manera de comportarse los ciudadanos?
Qu prcticas positivas se deben implementar para cambiar los aspectos negativos de las
personas que no permiten alcanzar las pequeas o grandes aspiraciones?
Por ltimo, debemos hablar de la norma de fidelidad: en ella, se trata sobre la obligacin que se
genera en una persona al haber hecho una promesa o aceptar un acuerdo (o propsito). Pero debemos
diferenciar, una vez ms, entre dos trminos distintos: pues no es lo mismo un propsito que una
promesa: porque quien no cumple con un propsito, simplemente se le puede tildar de inconstante
( o poco serio); sin embargo, romper una promesa es cosa mayor: pues, en el fondo, es culpable de
perjudicar al otro. As, cumplir una norma de fidelidad entre paciente y profesional de salud psquica, en
forma de promesa, es primordial. Al respecto, podemos tratar de convencer sobre la necesidad de respetar
tanto propsitos como promesas con los dos siguiente ejemplos histricos: los utilitaristas ingleses del
siglo XIX, en el fondo, buscaban el mayor beneficio para el mayor nmero posible de personas, y romper
acuerdos implicaba para ellos un dao social grave. Y el que segua el imperativo categrico kantiano
alemn, del siglo XVIII, tambin deba respetar acuerdos y propsitos: no se deben romper stos porque
no se debe. Y punto. No hay otra razn: es un imperativo deontolgico, es un deber. El deber por el deber
-sistema que actualmente sigue funcionando en muchas sociedades, y trae grandes beneficios a todos.
No obstante, y teniendo muy presente lo que acabamos de decir, con relacin a las promesas
debemos diferencia entre dos tipos: la solemne, y la ordinaria. As, la primera cobra importancia en el
momento de declararla: la persona contrae el deber de resarcir el dao que produzca si no lo cumple. Hay
solemnidad cuando est por escrito, o cuando hay testigos, etc. Sin embargo un juramento ordinario,
por su parte, no explicita una pena, tampoco hay testigos, y no es ratificado en ningn momento por
ningn documento o similar, etc. Por ejemplo: un acuerdo informal entre personas, etc.
Pero volvamos al compromiso solemne, pues en esta Gua nos interesa muy especialmente. Un
compromiso solemne, por ejemplo, es el juramento clsico que se hizo desde el nacimiento de la
medicina, y es el que haca Hipcrates de Cos. Dice as:
Juramento hipocrtico
JURO por Apolo, mdico, por Asclepio, y por Higa y Panacea, y por todos los dioses y diosas del Olimpo,
tomndolos por testigos, cumplir este juramento segn mi capacidad y mi conciencia:
TENDR al que me ense este arte en la misma estimacin que a mis padres, compartir mis bienes
con l y, si lo necesitara, le ayudar con mis bienes. Considerar a sus hijos como si fueran mis hermanos
y, si desean aprender el arte mdico, se lo ensear sin exigirles nada en pago. A mis hijos, a los hijos de
mi maestro y a los que se obligaran con el juramento que manda la ley de la Medicina, y a nadie ms, les
ensear los preceptos, las lecciones y la prctica.
APLICAR mis tratamientos para beneficio de los enfermos, segn mi capacidad y buen juicio, y me
abstendr de hacerles dao o injusticia. A nadie, aunque me lo pidiera, dar un veneno ni a nadie le sugerir
que lo tome. Del mismo modo, nunca proporcionar a mujer alguna un pesario abortivo.
VIVIR y ejercer siempre mi arte en pureza y santidad. No practicar la ciruga en los que sufren de
clculos, antes bien dejar esa operacin a los que se dedican a ella. Siempre que entrare en una casa, lo har
para bien del enfermo. Me abstendr de toda mala accin o injusticia y, en particular, de tener relaciones
erticas con mujeres o con hombres, ya sean libres o esclavos.
GUARDAR silencio sobre lo que, en mi consulta o fuera de ella, vea u oiga, que se refiera a la vida de los
hombres y que no deba ser divulgado. Mantendr en secreto todo lo que pudiera ser vergonzoso si lo supiera
la gente.
SI FUERA FIEL a este juramento y no lo violara, que se me conceda gozar de mi vida y de mi arte, y ser
honrado para siempre entre los hombres. Si lo quebrantara y jurara en falso, que mesuceda lo contrario.
No en vano, el juramento hipocrtico que inauguraba una medicina mucho ms, digamos,
cientfica que la de Asclepio -, sigue dicindose hoy da. Represe en cmo una disciplina como es
la Medicina, nace un contexto de compromiso y, como veremos en las actividades de esta leccin,
seriamente comprometida con el principio de Beneficiencia. Pues no perdamos de vista, entonces, el
interesante origen de la medicina en la antigua Grecia: los mdicos, antes de la antigedad griega, ms
bien ofrecan (incluso) sacrificios animales, etc. Sin embargo, se cuenta que el centauro Quirn ense a
los hombres el arte de curar enfermedades. Se dice que Asclepio fue el primer discpulo que tuvo dicho
Centauro: y se le comenz a llamar mdico, sanador etcEl smbolo comenz a ser la serpiente, y las
familias empezaban a llevar a los templos a sus enfermos: pues eran lugares saludables. Pero adems
de Asclepio, comenzaron a aparecer perdn por el anacronismo- mdicos laicos: hacan su arte en
viviendas fijas (no en templos) o viajando, como ambulantes, a las viviendas de los enfermos. Entonces
al lado de los templos dedicados a Asclepio, se hicieron escuelas, donde los enfermos se juntaron.
Surgieron distintas escuelas: las de Crotona, Cirene, Rodas y Cos. A esta ltima perteneca Hipcrates
del que hemos ledo su juramento-, quien vivi entre 460 y 370 a.C., y otorg el estatuto de ciencias
(episteme) a la medicina. La concepcin ms cientfica de la medicina actual nace, pues, de Hipcrates de
Cos: quien experimentaba, investigaba, etc., y no lo haca en los templos, sino en las escuelas adscritas
a stos. Todo esto lo conocemos porque se encontr en los 90 un papiro egipcio donde sabemos que
ellos estaban muy avanzados en reglas, relaciones causa-efecto, etc. Esto nos confirma que la Medicina
hipocrtica nace en un racionalismo etiolgico es decir: que usa la razn como instrumento del que
servirse para explicas las causas, o etiologas, de las enfermedades. As pues, Hipcrates descubre que
hay una relacin entre las enfermedades y el carcter de cada hombre, con su dieta, con el medio
ambiente, etc. Destaca su famoso texto: Sobre los aires, las aguas y los lugares.
nimo! Le animo a descansar algunos segundos para revisar el avance de la comprensin de la asignatura y
de esta manera saber si ha comprendido. Si hay alguna duda o pregunta que no comprendi adecuadamente,
vuelva a revisar la unidad. Finalmente, si quedan inquietudes, no dude en solicitar asesora a su tutor.
Luego del estudio de las normas ticas de la psicotica, en la presente unidad se trata de las virtudes
del psiclogo y su vivencia en el lugar de trabajo, es decir las virtudes junto a los valores ayudan a todo
profesional a mejorar las condiciones personales y laborales para el desarrollo y calidad de vida de las
personas. Le invito a realizar una lectura reflexiva y luego revise los subtemas para una profundizacin
de la unidad.
Para tratar qu distintas virtudes hay, podemos comenzar por hablar de la tica de la Virtud21: se trata
de una tica que habla de la disposicin y de la actitud como rasgo permanente de la persona: es decir,
que la persona se debe orientar hacia el bien moral, interiorizando los valores y ponindolos en prctica,
motu proprio, y sin control externo, con el fin de conseguir una autonoma moral. Se debe profundizar
en qu tipo de moral est dispuesto uno/a a adquirir, para convivir con ella y hacer el bien; es decir: no se
trata de enunciar una tica de los derechos y de los deberes, de buenas palabras, y slo verdadera en la
superficieEn definitiva, y en resumidas cuentas, se trata de hacer caso al dictum kantiano: no hay nada
mejor que una buena voluntad.
Pero, ante todo esto, el lector/a debe preguntarse: qu papel tiene la tica? As, todo saber tico si
no quiere ser estril y yermo, debe lograr convertir al ser humano en un ser de valores. En palabras de
McIntyre, se trata de adquirir hbitos internos, para que permanezcan como cualidades permanentes
en la persona. Es decir: no slo aprender a respetar al otro porque estn en su Derecho (legal podemos
decir: y quien exagera este extremo del cuerno del dilema, no hace ms que caer en un legalismo vacuo);
sino que, al tiempo, debemos volvernos seres predispuestos a respetar al otro por el mero hecho de ser
como yo: persona; un igual: y esta fue la enseanza radical del cristianismo, all por los albores de la
humanidad, y que hoy sigue manteniendo su frescor, vigencia y originalidad. Jams debemos olvidar
este punto sobre el cual volveremos al comienzo del ltimo captulo de esta gua-.
Llega el momento de entrar, siquiera levemente, en comentar cmo reconocemos dos estilos
bsicos de pensamiento para definir el trmino salud mental: as, en primer lugar debemos hablar del
(a) paradigma cientificista, y, en segundo lugar (b), del paradigma humanista. A priori el lector/a ver
que nos queremos inclinar segn lo dicho hasta aqu-, por el segundo de ellos: y as lo haremos, pero
21 Esta tica nace con Aristteles (s. IV a.C). No obstante, en el siglo XX ha tenido un renacer gracias a la filosofa de Alasdair
MacIntyre.
no por ser acadmicamente correctos, sino por, precisamente, resaltar que el conocimiento tcnico
y acadmico de cualquier disciplina no puede acabar cayendo en un positivismo cientificista que
reduzca al ser humano a lo nicamente fsicamente experimentable: el ser humano tambin es un ser
de experiencias, un ser experiencial y metafsico (tal y como dice el trmino metafsica: met, ms
all; y physis fsico), y que en gran medida y no sabemos cunta es esta medida: pero s sabemos
que en mucha; recurdese que an investigamos acerca de cmo se psicosomatizan enfermedades-.
En definitiva, el hombre est en el mundo fsico, vive con l, debe conocerlo, etc., pero estamos mucho
ms all de lo meramente fsico. Y no se quiera entender aqu que slo nos referimos a un mbito
exclusivamente religioso de la persona; pues pinsese, y es slo uno de los cientos de ejemplos que
podramos poner, en cmo el filsofo y antroplogo alemn Ernst Cassirer (1874-1945) ya trat varios de
estos temas en sus tres volmenes acerca de la Filosofa de las formas simblicas.
Sin dilatar ms el asunto, podemos decir que (a) el paradigma cientificista trata de delimitar lo que
es salud mental como algo independiente de los valores ticos, o de los valores de una sociedad (lo cual
va en contra, radicalmente, de lo que estudiaron autores como el gran Lawrence Kohlberg (1927-1987),
sin ir ms lejos). Un caso claro del modelo cientificista seran las propuestas de la psiquiatra biolgica;
(b), sin embargo, el paradigma humanista, trata ms bien sobre la salud mental como la capacidad de
que la persona y perdn por la metfora mecanicista, nada propia para este paradigma.- funcione
de acuerdo a lo que la persona debe hacer. Se trata de las propuestas de la psicologa humanista: el
conocimiento cientfico no lo es todo, pues para la salud mental (y entindase aqu coloquialmente, si
se prefiere) es fundamental poseer unos valores adecuados, y haber aprendido a dar un sentido a la vida
humana.
Punto de Reflexin
1. Es un tema interesante para reflexionar el que conlleva obedecer a ciegas un cdigo tico:
pues puede adolecer de defectos, a saber, tres: a) inducir a pensar que responsabilidad moral
implica meramente cumplir con lo escrito en esos cdigos; b) estos cdigos pueden ser
disarmnicos, pues pueden dar ms importancia a las normas beneficiencia, y dejar a un lado,
por ejemplo, las de autonoma, etc..; c) asimismo, pueden inducir a pensar que las relaciones
individuales (entre psiclogo y paciente) son ms importantes que su nivel social, etc. Escriba,
por ejemplo, los pros y contras referidos al apartado b) de los mencionados.
2. En segundo lugar, es bueno comparar los principios morales con las normas morales. Pues
ambas pueden confundirse y, si bien estn relacionadas, sin embargo son diferentes.
Actividad recomendada
1. Como labor que puede servir para una mejor comprensin de la materia, recomendados muy
vivamente la lectura y trabajo de tres apartados del libro, titulados:
-- ticas y Antropologas en las Escuelas Psicolgicas (entre las pgs. 70 y 79). En ella se
comentan las escuelas deterministas, es decir, que niegan o dudan de la libertad humana;
tambin, aquellas otras que afirman la existencia de la libertad humana problema que se
remonta a la Grecia Clsica, pero que fue tema de discusin bsico durante toda la Edad
Media (s. V-XV d.C.) y Moderna, hasta nuestro das (s. XV- s.XXI). Tambin hay un apartado,
muy recomendable, en el cual se comentan brevemente las tres teoras psicolgicas ms
clebres: el psicoanlisis, el conductismo, y el humanismo de Maslow. Para la lectura de la
primera de las tres, recomendamos muy mucho no perder, en nada, de vista la opinin que
Karl R. Popper tena acerca de la no cientificidad de la teora psicoanaltica (un resumen muy
breve, al respecto, puede encontrarse en: Ferrater Mora, J., Diccionario de Filosofa, escrito en
cuatro volmenes. Vase la Voz: Popper).
-- Criterios para una decisin responsable (pp. 80-84). De lectura muy recomendable.
2. Con relacin a la diferencia entre paternalismo dbil y paternalismo fuerte, podemos pensar en
casos como la transfusin de sangre en el caso de la ablacin en ciertas culturas.
3. Pinsese el siguiente dilema: el hacer el bien (principio de Beneficiencia), puede entrar en conflicto
con el concepto de bien que tiene el Paciente.
Ha finalizado la presente unidad! Le animo a contestar la autoevaluacin para conocer si est todo
comprendido. Si hay alguna duda o pregunta que no contest adecuadamente, vuelva a revisar la
unidad.
Autoevaluacin 1
a.() Lo que una persona pensaba desde el punto de vista de las creencias personales.
b.() la consagracin religiosa monstica, es decir, que alguien ingresara a la vida
religiosa mediante compromiso pblico.
3. El trmino ethos no significa solamente tica, sino que en griego clsico se refiere al carcter de
alguien, de algo. Recuerde, analice y decidad cul es la respuesta correcta:
a.() De esta manera, al hablar del ethos de una profesin, nos estamos refiriendo
a la adhesin de todos sus miembros a determinados valores ticos, los cuales
van conformando una tradicin valorativa de las conductas profesionalmente
ticas.
b.() Lo anterior es falso, pues no es necesario tener una tradicin valorativa de las
conductas profesionalmente ticas: con hacer cada uno/a su trabajo correcta y
adecuadamente es suficiente.
4. Es obligatorio recordar que la tica profesional es una rama de la tica, la cual a su vez es una
rama de:
a.() La Sociologa
b.() La Psicosociologa
c.() La Filosofa
5. La Biotica estudia
6. La Psicotica se plantea:
9. Localiza las siguientes cuestiones en este fragmento del juramento hipocrtico: a) un principio de
la Psicotica en el texto. b)Conteste: de quin es el texto? de qu poca data? c)Resuma en dos
lneas el breve texto que aparece a continuacin.
Utilizar la dieta para ayudar a los enfermos en la medida de mis fuerzas y de mi juicio, pero me abstendr
de producir dao e injusticia. No dar a nadie ningn frmaco mortal, aunque me lo pida, ni jams
propondr tal consejo; igualmente, no dar a las mujeres pesarios para provocar aborto. Conservar
puros y santos mi vida y arte () A cuantas casas entre ir a ayudar a enfermo abstenindome de
llevar voluntariamente injustifica o dao ()
Una vez que haya dado respuesta a las preguntas de autoevaluacin, le invito a contrastar las mismas
con el solucionario que est al final.
Ha concluido la presente unidad! Contine siempre con el mismo entusiasmo en el estudio del siguiente
tema!
Los temas de esta unidad los puede revisar en el captulo 3 del texto bsico)
Luego del estudio de las virtudes del psiclogo, en el presente tema estudiaremos los principios ticos para la
investigacin, es decir, se reflexionar sobre los aspectos importantes que requiere un profesional a travs de
la investigacin para el desarrollo y calidad de su trabajo. Le invito a realizar una lectura reflexiva y luego una
lectura de cada subtema para una profundizacin de la unidad.
Le recomiendo revisar la temtica en el texto bsico, con la finalidad de que usted pueda analizar y tener
presente soluciones oportunas a los problemas sociales, cundo se realiza una ciencia con conciencia.
Introduccin.
En Psicologa clsica dentro del concepto de personalidad es un lugar comn distinguir entre dos
aspectos: el temperamento y el carcter; el temperamento suele designar el aspecto biolgico, innato,
y en gran medida, esttico del hombre, mientras que el carcter suele estar referido a lo dinmico,
adquirido () individual y libre, lo cual apunta hacia la dimensin tica de la personalidad22.
Nosotros nos vamos a referir aqu, exclusivamente, a este segundo aspecto del concepto de
personalidad, en el cual se incluye la posibilidad de que el individuo pueda esculpir su carcter -siempre
que entendamos ste como la mencionada dimensin tica de la personalidad humana-. Sobre la
relaciones entre el temperamento y el carcter, debemos sealar que no es ste el sitio adecuado para
su exposicin y reflexin si bien hemos dicho algunas palabras al comienzo de esta gua-.
As, para la cuestin que nos hemos planteado tendremos que atender a cmo ese escultor de
escultores que es el psiclogo (pngase el trmino maestro/a si se prefiere), puede y debe en la
consulta tratar de mostrar al paciente que puede llegar a ser escultores de su carcter, en definitiva,
escultores de sus propias vida. El sentido de esta propuesta en esta parte de la gua didctica es proponer
que el futuro profesional de la salud reflexione sobre su propio carcter, para adquirir hbitos internos
y cualidades permanentes en la persona y, al tiempo, ensee a los pacientes a conocerse -en la medida
de lo posible- a s mismos.
Por ltimo, debemos remitir al lector/a al breve contenido -pero denso y de calidad- que encontrar
entre la pginas 85 y 109 (del libro de F-Tarrag), un captulo sobre la tica de la investigacin, al cual
podemos desde aqu invitar a leer detenidamente.
La principal y ms comn justificacin tica que suele darse argumenta Tarrag- a favor de utilizar
sujetos humanos en una investigacin psicolgica, es que es necesario hacerlo porque los resultados
resultaran en el beneficio para individuos y, en ltima instancia, para la humanidad. Es interesante, al
22 Cursivas nuestras. Lpez Castelln, E., Psicologa cientfica y tica actual, Madrid, Editorial Fragua, 1972, 697 pgs., pp. 30 y
31.
respecto, conocer las objeciones de Schuler (p. 87 y siguientes.). Una de las principales, es la invasin de
la privacidad (p. 90): esto se plantea, sobre todo, en la psicologa social muchos diseo estn basados en
observacin de sujetos, incluso, sin su consentimiento-. Otro problema (planteado Eichelman, en 1984;
cfr. p. 92), es el uso del placebo: procedimiento el cual tiende a usarse cada vez ms en la investigacin
psicolgica (para conocer las distintas formas de aqul, vase nota 7 de la p. 92). Asimismo, y durante el
desarrollo de la investigacin suelen darse otros graves problemas: el problema de la manipulacin de
identidad del individuo es el peor riesgo y el ms grave dilema que surge (p. 93). Veamos algo ms al
respecto.
Uno de los peligros que hay que evitar es caer en lo que enuncia el ttulo de este subapartado: pues
en psicologa existen tcnicas de modificacin de conducta (inspiradas en las teoras de Pavlov), y en
psiquiatra tambin hay modos de modificar la personalidad: a travs de la psicofarmacologa. Pero aqu
entramos en un grave problema, pues podemos apoyar terapias, pero no podemos producir trastornos
(pp. 87 -99 del libro de F-Tarrag; vanse los riesgos, en pp. 93-94, acerca de los riesgo de los perjuicios
psicolgicos).
No obstante, no debemos olvidar que para que haya consentimiento, el paciente debe ver en el psiclogo
tres caractersticas: voluntariedad, competencia y suficiente y adecuada informacin (p. 101).
Existe, sin embargo, un problema ms: pues si era poco el recabar los datos de la manera ms tica
posible, una vez hallados aqullos, surge el problema de qu hacer con ellos: se trata de la argumentacin
pos experimental (pp. 96 y ss.). As, la posicin deontolgica considera que es un derecho de toda
persona que haya participado en una investigacin el poder saber cul ha sido el propsito real de los
que disearon el estudio e informarse sobre dnde acudir para conocer los resultados cuando stos se
sistematicen. Por otro lado, la postura utilitarista (o consecuencialista: vase en esta Gua Didctica,
al respecto, el Punto de Reflexin de esta Unidad) afirma que la explicacin post-experimental debe
hacerse porque es conveniente: a) disminuye la posibilidad de perjuicios permanentes o traumas en el
que ha participado de la investigacin; b) compromete a los individuos a no revelar lo que pretende la
investigacin a otros posibles participantes; c) sirve de aprendizaje para el individuo al darle un mayor
conocimiento de s mismo y de la realidad; d) verifica la efectividad de las manipulaciones experimentales
hechas.
De esta fundamental declaracin, debemos conocer al menos los siete puntos principales (vase p.
99; represe, especialmente, en el 1 y 7 de los mencionados en el libro de texto), los cuales la sustentan.
No se olvide, nunca, que el principio bsico para la experimentacin es que siempre debe de haber
una decisin informada (p. 101), pues para que haya un consentimiento debe haber tres condiciones:
a) voluntariedad; b) competencia; c) suficiente y adecuada informacin.
No obstante, con relacin a la tica en la investigacin psicolgica y psiquitrica (p. 105), hay un
declogo fundamental, expuesto en diez puntos.
Lea el siguiente texto en el que reflexionamos y escrito ex profeso para esta Gua didctica sobre la tica
en el profesional de la salud-, acerca de un tema clsico de la tica: el utilitarismo, y sus relaciones con otras
teoras ticas. Piense si aqul es mejor que el kantismo, que el aristotelismo, o, incluso, que lo que de tica
resuena en el marxismo.
Desde que Jeremiah Bentham (1748-1832) considerado como el fundador del utilitarismo23- aunque
J.S. Mill invent la palabra- formulara aquel bsico principio de gran xito hasta los setenta de nuestro
siglo, especialmente en el mundo anglosajn (<la mxima felicidad posible para el mayor nmero posible
de personas>), la validez o falsedad de los argumentos utilitaristas parece no poder sostenerse como
lo haban hecho anteriormente. Su origen se puede ver en la Ilustracin Italiana, en C.Beccaria (1738-
1794; un hombre es una persona, no una cosa24); en la Ilustracin Francesa con el sensista materialista
Helvetius (1715-1771; unir el inters privado con la virtud pblica25), o ms directamente en el irlands
F. Hutcheson (1649-1747) incluso como precursor de Beccaria o Helvetius-: la nica accin posible es
aqulla que procura <una mayor felicidad a la mayor cantidad de personas26>; o en ltima instancia, en
la ciencia de la naturaleza humana humeniana (1714-1776, a new scene of thought). Con este pequeo
recorrido histrico en el cual se intenta dar una sucinta idea del porqu de la supervivencia de dichas
teoras- podemos ver cmo ideas que ya aparecieron a mediados del S. XVIII atravesaron con xito
casi cien aos y vinieron a ser expuestas como culminacin en el positivismo ingls, consecuencia del
espritu optimista del progreso que la cultura europea pareca irradiar con la ciencia y sus aplicaciones-,
el laissez-faire en economa o la pedagoga, y que tuvo su mximo exponente en John Stuart Mill. De
tres de los autores anteriores -Hutchetson, Helvetius y Bentham-, podemos extraer dos rasgos que sus
ideas bsicas tienen en comn: consideran - o tienen en cuenta - tanto la esfera de lo privado como la
esfera de lo pblico, y el objetivo ulterior que esto parece encerrar, es la bsqueda de una armona entre
ambas esferas. Observamos tambin (criterio de Bentahm) que hay dos aspectos relevantes a destacar,
y entre los cuales tambin se trata de buscar un equilibrio: un aspecto cualitativo ( mxima felicidad), y
un aspecto cuantitativo (mayor nmero). Podemos reducir estas cuatro variables a dos: la calidad que
esperamos para nuestra vida privada la quisiramos tambin para el resto de los ciudadanos cantidad-,
es decir, en la esfera pblica. Con otras palabras: el utilitarismo establece un contenido (un concepto
unvoco de felicidad, de bien; y que pertenece a la esfera privada aspecto de personas>, lo cual parece
dar primaca a lo cuantitativo sobre lo cualitativo, como hemos dicho. O peor; no revela la anterior
una formulacin una insensibilidad con respecto a la autonoma y libertad del individuo? Esto est en
contraposicin, a primera vista, con lo que la tica deontolgica ms ferozmente ha defendido: el ser
autnomo del sujeto trascendental.
Parece as que la justificacin (hacer justo, literalmente) de lo que la tica utilitarista propone es, cuando
menos, insensato. Porque, aunque haya dejado de estar centrada en la idea de virtud el concepto de
justicia aqu implcito (tica elitista aristotlica), y se predique un comienzo del deber, ste no deja de
implicar cierta nocin de virtud social27, lo cual no dejara de ser una simple sustitucin de una virtud
natural (es decir, dejar de recurrir a una fila, como simpatha), por una virtud artificial (remediar la carencia
de esa fila con la convencin o pacto del Derecho), y esto demostrara las insuficiencias del concepto de
justica en el utilitarismo, puesto que el deber, es tener que renunciar a una satisfaccin placentera un
23 Historia del pensamiento filosfico y cientfico, Reale & Antiseri, Tomo III, p. 286
24 Op. cit., Tomo II, p.713
25 Op. cit., Tomo II, p. 609
26 Op. cit., Tomo II, p. 668. Segn Reale &Antiseri, la cita pertenece al texto Sistema de filosofa moral (1754). Hutcheson no
acepta el pesimismo de Hobbes.
27 El concepto de virtud social es entendido en contraposicin al de virtud natural o moral, es decir, que de las virtudes
que se consiguen al actuar con sophrosine (mesura), a travs de la phrnesis (prudencia) o virtudes naturales-, habramos
pasado a una tica en la cual las virtudes seran artificiales sociales-, es decir, previamente pactadas por el hombre, como
fruto de una convencin (v.g.: el Derecho).
cumplir con tu deber-, o como lo hemos llamado antes, felicidad, y esto parece estar en contradiccin con
el contenido bsico del utilitarismo: los llamados atractivos del utilitarismo (criterios de felicidad pblica,
social, etc), se perderan ahora en contra nuestra, y lo que antes pareca un fin razonable, sera ahora un
irracional fin en contra.
Un segundo aspecto de la justicia como idea sera ver la utilidad de la justicia, es decir, contemplar el
beneficio o inters que nos reporta. Esto sera lo ms puramente utilitarista. Tendran esto que ver con la
visin que el Derecho natural hizo, y corresponde a un contenido de deberes no especificado (ni qu, ni
dnde, ni a quin), los cuales no son necesarios para sobrevivir, pero s para el perfeccionamiento de ese
grupo. stos, son los llamados deberes imperfectos, y estaran a criterio del sujeto, y a los cuales no se les
podra imponer una coercin (es una obligacin sin coercin moral), Uno de los problemas principales
que se plantea se puede ver cuando los sentimientos morales espontneos desaparecen, y entonces
hay necesidad de recurrir al Derecho o Justicia, debido a que falla la amistad y la espontaneidad de la
simpata o altruismo que antes se daba. Estos problemas que hemos visto, ocurren debido a que hay
cuatro problemas internos al utilitarismo.
En los aos setenta del siglo XX, surgi una contradiccin que llev a la desconfianza en el utilitarismo,
ya que pareca definitiva. Se trata del aspecto que acabamos de comentar, en tercer lugar, es decir, la
insuficiencia del criterio de la mayora (la legitimidad de sacrificar al inocente), debido a que pone en
tensin el concepto de justicia (colectividad: grupo, nacin), concepto de individuo. La antropologa
cultural parece haber descubierto cmo sobre los hombros de una persona se suele constreir la culpa
de la comunidad (chivo expiatorio). Pero, aparte de si esto puede ser demostrado o no, en el caso del
utilitarismo, es legtimamente moral que ocurra as, si tenemos en cuenta que jams se puede atentar
contra el individuo (como fin en s que es, y no un medio: Kant), sino que adems es un atentado contra
la moral. No, por cierto. Desde aqu podemos enlazar directamente con la tica de los derechos, es decir,
aquella que propone que se trata de respetar a cada persona como individuo. De cualquier manera, el
utilitarismo desemboc en una fundamentacin de los derechos humanos.
Si hacemos un recorrido histrico de esta idea (respetar a cada persona como individuo), al igual
que en el apartado anterior, podemos ver antecedentes histricos en el estoicismo griego y romano
(todos y cada uno de nosotros- tenemos una naturaleza comn: son los filsofos legalistas; existen
leyes de la physis, del logos y del ethos), en el cristianismo (tambin judasmo e islamismo: conciencia
individual es igual a norma subjetiva de la moralidad; <todos somos hijos de Dios>), y en el iusnaturalismo
humeniano es decir, propuesto por David Hume (1711-1776), y del cual es precursor el utilitarismo-, y
el racionalismo kantiano (todos y cada uno somos poseedores de una razn comn). Se puede ver como
los tres son coincidentes en una misma idea: el locus del valor moral es el individuo, no el grupo. Es
decir, ya no es social, pblica o colectiva, sino que ha habido una ruptura y ahora es universal: hay <leyes
universales> (ya sea la naturaleza, Dios o la Razn) que nos hacen a todos y a cada uno de nosotros
iguales, como vamos a ver en las primeras hojas.
As, cuando el iusnaturalismo desplaz la idea de virtud aristotlica, y en su lugar se dio primaca
al concepto de DEBER, ya que ste sera universal para todos ( a diferencia de la virtud que aparece
como una tica jerarquizada: arists), se desplazaron los conceptos de rectitud y excelencia, y en su lugar
se habl del deber como procurador de la igualdad. ( de esta universalidad moral, se deriva un gran
problema. Tratar por igual al necesitado y al que no carece de lo que necesita, lejos de ser justo, sera,
literalmente, terrible. Pero aqu ya ha aparecido el concepto de justicia. Y sta tiene que ver ms con
una virtud social que con la pretendida imparcialidad que parece desprenderse de las consecuencias
que tendra la anhelada universalidad moral, ya que la imparcialidad, que consistira en no hacer ninguna
distincin especfica entre personas, no es justicia, y lo que se buscara es que la universalidad suponga,
ante todo, igualdad. Esta tica tendra relacin con el utilitarismo, en el sentido de que son necesarias las
creencias religiosas, pero se diferencia en el denominador comn: el respeto a la persona.) Slo recordar
que en poca de Locke, se comienza a hablar de derechos (a la vida, a la libertad, a la propiedad ), y de
deberes (en el sentido de <deber> como principio universalizable a todos).
Hay que tener en cuenta un hecho que ocurre de gran importancia: la pretendida universalidad
moral que propugnara una tica de derechos centrada en la idea de igualdad, chocara con una
tratamiento equitativo a todas las personas. Es decir, que tratar por igual al necesitada y aquel que posee
riquezas28, seran errores que, cuando menos, son cruelmente injustos. Hay que tener en cuenta, desde
este momento, que hablar de justicia, es hablar de una virtud artificial la cual no tiene nada que ver
con el concepto de imparcialidad que sera el que estaramos utilizando si fusemos equitativos, y no
mirsemos con quin. Estos son, pues, los planteamientos del utilitarismo.
Felicitaciones! Ha finalizado la presente unidad! Le animo a contestar la autoevaluacin para ver si est
todo comprendido. Si hay alguna duda o pregunta que no contest adecuadamente, vuelva a revisar la
unidad. Finalmente, si quedan inquietudes, no dude en solicitar asesora a su tutor.
28 Vase, para ms datos, la voz correspondiente en: Javier Sdaba, Diccionario de tica, Madrid, Planeta, 1997.
Autoevaluacin 2
1. El imperativo de hacer el bien se mezcla muchas veces con el paternalismo, que sera como la otra
cara de la moneda, la cara opuesta. As pues, se ha dado en llamar paternalismo
a.() a la actitud tica que considera que no est justificado obrar contra o sin el
consentimiento del paciente, para as maximizar el bien y evitar el perjuicio de
la propia persona o terceros.
b.() a la actitud tica que considera que s est justificado obrar contra o sin el
consentimiento del paciente, para as maximizar el bien y evitar el perjuicio de
la propia persona o terceros.
c.() paternalismo viene del ingls, pattern, y se refiere a nuestros patrones ticos
de conducta.
d.() El paternalismo no existe, no es posible.
2. Piense en el siguiente caso: un paciente afirma que, de saber que tiene cncer, se quitara la vida:
3. Piense de nuevo en el mismo caso: un paciente afirma que, de saber que tiene cncer, se quitara
la vida:
4. De los siguientes principios, uno no forma parte de los tres principios bsicos que favorecen la
dignificacin del ser humano. Seale cul no pertenece a dichos principios bsicos:
8. La principal y ms comn justificacin tica que suele darse a favor de utilizar humanos en una
investigacin psicolgica es:
10. En la investigacin psicolgica se debe tener en cuenta uno de los siguientes criterios ticos:
11. Tras recabar datos por parte del psiclogo, hay dos tipos diferentes de argumentaciones ticas a
favor de la explicacin tras el experimento:
13. Hay autores que disienten acerca de que la informacin sobre los resultados globales obtenidos
elimine totalmente los efectos negativos que el individuo pueda experimentar en su interioridad:
a.() Schelling
b.() Schiller
c.() Schuler
d.() Kant
14. Qu declaracin de la Asociacin Mdica Mundial posee unos postulados vlidos para la Psicologa?
15. En la Declaracin mencionada en la cuestin anterior (que data de 1975), hay numerosos
principios y criterios ticos para la investigacin psico-psiquitrica. Tal y como hemos estudiado:
Los temas de esta unidad los puede revisar en el captulo 4 del texto bsico)
Tenemos que ser un pueblo grande en los mbitos de la espiritualidad, de la ticade la cultura y libertad
(Benjamn Carrin)
Usted ha logrado avanzar el estudio en un porcentaje de ms del sesenta por ciento del texto! Falta
poco para culminar con el estudio de todas las unidades! As que la alegra y el entusiasmo sea el motivo
para terminar de manera excelente.
Al iniciar la presente temtica, le recomiendo revisar estudios de casos y otras fuentes de consulta que se
presentan en la siguiente temtica, con la finalidad de que usted pueda analizar y tener presente para
soluciones que podran darse.
Introduccin.
En 1982 J. Rappeport vase p. 111- trat sobre dos reas de contacto que hay entre la psicologa,
la psiquiatra y la Ley: la primera, tiene que ver con el terreno de la psicologa y la psiquiatra jurdica, en
cuyo caso el profesional debe asistir a los responsables de administrar justicia; el segundo campo, tiene
que ver con el campo de la mala prctica.
As pues, la principal y ms comn justificacin tica que suele darse a favor de utilizar humanos en
una investigacin psicolgica es que hay beneficios tanto para el individuo como para la humanidad;
otras interpretaciones errneas, afirman que en realidad es un beneficio para el psiclogo y la comunidad
de profesionales de la psicologa; o un aporte al desarrollo del propio pas en el que vivimos; o un aporte
al desarrollo de la propia cultura en que vivimos, indistintamente de las fronteras geopolticas. Pero estas
tres ltimas son errneas.
As pues, cabe aadir que para orientar la prctica psico-psiquitrica desde la tica-personalista,
y evitar la mala prctica, hay que hacer una crtica desde seis aspectos29:1) que no sea en trminos
absolutos; 2) contra la manipulacin; 3) contra la relativizacin; 4) no haya infidelidades; 5) contra
perjuicios y transferencia (paciente/psiclogo o viceversa) y 5) huyendo, siempre, de la mala prctica.
Legalidad y Psicologa.
As pues, nos podemos plantear que de los cuatro siguientes problemas ticos que se pueden dar
a la hora de la prctica del psiclogo o psiquiatra cuando participa en un juicio (indistintamente de
29 Vase tambin, para este tema, el captulo final del libro de Frana-Tarrag, Omar, tica para psiclogos. Introduccin a
la Psicotica, Bilbao, Ed. Descle de Brouwer, 1996, p. 297-299. Este captulo final es muy informativo y resumen bastante
bien si bien es cierto que quiz demasiado resumido-, el contenido de todo el libro.
este juicio pertenezca al mbito del Derecho Penal o en el Civil), uno no pertenece a la lista de los tres
problemas ticos fundamentales que sucedcen cuando el psiclogo (o psiquiatra) acta como forense: a)
La honestidad e imparcialidad en la seleccin de las fuentes a partir de las cuales elaborar la informacin
que va a presentar al Juez; b) La honestidad e imparcialidad en la seleccin de los razonamientos
deductivos a partir de las cuales elaborar la informacin que va a presentar al Juez; c) La honestidad
e imparcialidad de la presentacin o redaccin del informe; d) La confidencialidad y la labor pericial.
Cuando un psiclogo o psiquiatra participa como testigo a pedido del paciente- nada hay que objetar
desde el punto de vista tico, pues que aquello que diga el Psiclogo ante el juez habra sido con la
autorizacin explcita de la persona involucrada.
Privilegio teraputico.
El concepto de Privilegio teraputico es un concepto legal que se aplica en algunos pases, y que
se refiere al derecho que tiene todo psiclogo o psiquiatra a garantizar al paciente que la informacin
no ser revelada; as, y dado el caso, si el psiclogo o psiquiatra se negara a revelar la confidencia del
paciente, no deben de ser sancionados bajo ninguna circunstancia. Por ello, no podemos creer que el
psiclogo o el psiquiatra tengan el derecho y el deber de acceder a toda la informacin del paciente.
No obstante, debemos aclarar que el trmino privilegio teraputico no se usa como concepto legal en
psicologa, pero tampoco en psiquiatra. As, y para tener una mejor comprensin de lo que decimos,
podemos hacer un ejercicio de aplicacin de su conocimiento: pues el caso de la no revelacin de
informacin confidencial no es comparable a la que tiene el Socilogo cuando hace y elabora encuestas
de opinin. Ms bien, sera el equivalente profesional reconocido por la Ley- del secreto de confesin
que tienen los sacerdotes en la Iglesia Catlica.
En otro orden de cosas, y con relacin a la mala prctica, debemos decir que sta es el fallo en el ejercicio
de la idoneidad de un psiclogo. Sin embargo, debemos decir que, por ejemplo, la impaciencia no es
considerada mala prctica, aunque s la imprudencia, la impericia y la negligencia. As, y si entramos
con ms detalle, debemos sintetizar todo lo que sabemos acerca de la mala prctica en la profesin
de psiclogo o psiquiatra, y reconocer que, por ejemplo, no se estamos ante un caso de imprudencia
cuando la conducta del profesional, aun sabiendo y conociendo determinada teraputica, no pone en
prctica con exactitud esa informacin y decide poner en prctica otra terapetica tambin vlida y
reconocida por la sociedad internacional. Sin embargo, s estamos ante una imprudencia cuando hay
una osada desproporcionada y un psiclogo incurre en usar mtodos o procedimientos que, estando
dentro del conjunto de conocimientos o prcticas de la profesin, requeriran un entrenamiento
especfico no recibido por un determinado psiclogo. As como tambin estaramos ante un caso de
imprudencia cuando adoptamos el uso de procedimientos o prcticas complejos, inciertos o al lmite
de su capacidad-, y con resultados dudosos (sin ir ms lejos, el propio psicoanlisis: teora no contrastada
ni comprobable en la cual se subdivide la personalidad de la persona en ello, yo y supery, y, y tal y
afirmaba Karl R. Popper, nunca poda ponerse un contraejemplo que hiciera falsable las ideas de Freud
y/o de los psicoanalistas).
No obstante, hay que afirmar que todo buen psiclogo debe reconocer su error en el caso de haber
existido una negligencia, una imprudencia o una impericia. Este reconocimiento -y a pesar de haber
cometido un error en su tcnica como profesional-, sin embargo le engrandece no slo como buena
persona, sino tambin como buen psiclogo: pues, en efecto: el psiclogo debe ser honesto y sincero
en el reconocimiento de su responsabilidad, al igual que por ejemplo Jesucristo rompa el crculo
vicioso por medio del perdn (al hablar de poner la otra mejilla como metfora del amor radical: el
amor incondicional a los dems es, en realidad, una filosofa de vida que siempre trae cosas buenas). De
esta manera, el psiclogo siempre debe reconocer el error, y poner medios para remediarlo: es una gran
irresponsabilidad disimular las propias responsabilidades.
Por otro lado, nunca debemos olvidar que el psiclogo, actualmente, debe un servicio a la sociedad.
Y ste se puede diferenciar en dos tipos. As, una primera ocupacin del psiclogo en nuestros das,
sera, por ejemplo, la psicologa clnica, pues sta sigue el patrn clsico de relacin individual entre un
psiclogo y una persona luego de que ambos entablan un acuerdo basado en el libre consentimiento.
Por otro lado, hay segunda forma de ocupacin del psiclogo en nuestros das, y no se trata solamente
de ofrecer psicoterapia y psicologa clnica, sino ms bien de lo siguiente: de ocuparse de la psicologa
institucional u organizacional, que tiene una evolucin ms reciente y requiere la pericia del psiclogo
como facilitador en el desarrollo de las personas que conviven en las instituciones o grupos.
Punto de Reflexin
Actividad recomendada
Felicidades! Ha finalizado la presente unidad! Le animo a contestar la autoevaluacin para ver si est
todo comprendido. Si hay alguna duda o pregunta que no contest adecuadamente, vuelva a revisar la
unidad. Finalmente, si quedan inquietudes, no dude en solicitar asesora a su tutor.
Autoevaluacin 3
1. Tal y como sabemos (segn formul J. Rappeport, en 1981), hay dos reas distintas de contacto
entre psicologa, psiquiatra y Ley:
3. De los cuatro siguientes problemas ticos que se pueden dar a la hora de la prctica del psiclogo
o psiquiatra cuando participa en un juicio (indistintamente de este juicio pertenezca al mbito del
Derecho Penal o en el Civil), uno no pertenece a la lista de los tres problemas ticos fundamentales
que sucedcen cuando el psiclogo (o psiquiatra) acta como forense:
4. Privilegio teraputico es un concepto legal que se aplica en algunos pases, y que se refiere al
derecho que tiene todo psiclogo o psiquiatra a:
5. Demuestre la comprensin de lo que acaba de elegir como respuesta correcta: haga un ejercicio
de aplicacin de su conocimiento y elija una de las tres siguientes afirmaciones como equivalente
al privilegio terapetico:
6. La mala prctica es el fallo en el ejercicio de la idoneidad de un psiclogo. Juzgue cul de las tres
siguientes no es considerada mala prctica:
a.() Imprudencia
b.() Impaciencia.
c.() Impericia
d.() Negligencia
7. Sintetice todo lo que sabe acerca de la mala prctica en la profesin de pisclogo o psiquiatra,
y especifique cul de las cuatro afirmaciones siguientes podra entenderse como la definicin de
imprudencia:
8. Todo buen psiclogo debe reconocer su error en el caso de haber existido una negligencia, una
imprudencia o una impericia. Este reconocimiento -y a pesar de haber cometido un error en
su tcnica como profesional-, sin embargo le engrandece no slo como buena persona, sino
tambin como buen psiclogo:
a.() Ofrecer psicoterapia y psicologa clnica, pues sigue el patrn clsico de relacin
individual entre un psiclogo y una persona indistintamente de que ambos
entablen un acuerdo basado en el mutuo libre consentimiento.
b.() La psicologa institucional u organizacional, que tiene una evolucin ms
reciente y requiere la pericia del psiclogo como facilitador en el desarrollo de
las personas que conviven en las instituciones o grupos.
c.() Adoptar un criterio diacrnico en el diagnstico psicoteraputico, de cara a
enfocar correctamente los problemas ticos.
53
Competencias Competencias especficas Contenidos Tiempo de
54
especficas de del componente Actividades de aprendizaje Indicadores de aprendizaje
dedicacin
Titulacin educativo Unidades
Unidad 5. Visin de Conjunto. Ejemplificar otros textos, ticos o legales. Reconoce las caractersticas Semanas 3 y 4
5.1. Resumen y significativas de las
Leer comprensivamente la unidad 5 del texto 6 horas de
relaciones entre
conclusiones sobre bsico y las orientaciones de la gua didctica autoestudio
profesionales
el texto de O. Franc- sobre los temas de la unidad.
4 horas de
Tarrag. Identifica y establece
Averiguar sobre el trabajo social que desarrolla la interaccin
criterios claros sobre los
Iglesia en la parroquia donde se vive.
distintos aspectos bsicos (por cada semana)
Gua didctica: Psicotica
Introducin.
Los captulos que se mencionan en esta segunda parte de la presente Gua Docente, y de cara a su
Segundo Bimestre, se corresponden con el libro de Frana-Tarrag mencionado en la bibliografa bsica
y obligatoria. As, la Unidad que a continuacin veremos, la Unidad 4, se refiere a las pgs. 125 a 291 del
libro mencionado (a cuya lectura detenida, desde esta gua, slo podemos recomendar, al alumno/a),
y de la cual extraeremos los casos prcticos. Con relacin a la Unidad 5, remitimos al lector a lo escrito
entre la pgs.. 295 y la 303. Esta ltima Unidad 5 (es decir: el captulo 7 del libro), en cuanto Visin de
conjunto qu duda cabe-, tiene un papel crucial en la comprensin del contenido de esta asignatura.
Por otro lado, la Unidad 6, se corresponde netamente con el texto Rielo Pardal, Fernando, Mis
meditaciones desde el modelo gentico, Madrid, Editorial Fundacin Fernando Rielo. Coleccin de Filosofa,
2001 con especial atencin a ciertos captulos fundamentales del mismo, que sern estudiados durante
el curso-, as como con otras obras del pensamiento rieliano que mencionamos tanto al pie de pgina
como en la bibliografa final.
(Los temas de esta unidad los pueden revisar los captulos 5 y 6 del texto bsico)
Luego del estudio de la psicotica y la ley, en la presente unidad profundizar en el estudio de la tica individual
y su relacin con el paciente. Le invito a realizar una lectura reflexiva y luego una lectura de cada subtema
para una mayor comprensin de la temtica.
De cara a esta unidad 4 (correspondiente, como decimos, a los captulos 5 y 6 del libro de Tarrag),
podemos comenzar afirmando que todos los tipos de terapias psicolgicas existentes se pueden
clasificar en dos grandes grupos: a) Terapias de autoconocimiento y autoaceptacin, y, b) Terapias de
modificacin de conducta y de corte biologicista. Ambas estn enfrentadas, y nosotros aqu optaremos
por la primera. Por otro lado, hay que resaltar que las terapias de autoaceptacin parten de la base que
el medio fundamental para el cambio est dentro del mismo individuo y su capacidad de libertad, as,
es imposible pensar que partan de la base que el medio fundamental para el cambio no est dentro
del mismo individuo y su capacidad de libertad, o que el medio fundamental para el cambio reside en
algo exterior al sujeto;, o, peor, que el medio fundamental para el cambio residen en el valor del grupo
social al que se pertenece. Asimismo, tanto las terapias de modificacin de conducta como las de corte
biologicista, parten de la base que el medio fundamental para el cambio no est dentro del mismo
individuo y su capacidad de libertad: es decir, el mtodo de cambio no reside en el interior del individuo
sino en algo exterior a l. En consecuencia, nunca pueden partir de considerar de la base que el medio
fundamental para el cambio est dentro del mismo individuo y su capacidad de libertad (y, menos, de
que el medio fundamental para el cambio reside en algo interno al sujeto o en el valor del grupo social
al que se pertenece).
As, podemos resumir diciendo que un autor que representa una terapia cuyo riesgo principal es ser
masificante y despersonalizante (es decir: se deja de lado la interioridad y se ocupa fundamentalmente
de la adaptacin social) es Skinner; por otro lado, un autor que representa una terapia cuyo riesgo
principal es ser paternalista (es decir, el psiclogo o psiquiatra son los que saben qu es lo normal y
sano, el paciente y la sociedad tienen que seguir sus directrices) es Ellis. Al mismo tiempo, un autor que
representa una terapia cuyo riesgo principal es poder volverse narcisista (dejando de lado los aspectos
de la convivencia social) es Maslow. Estos tres autores deben ser conocidos y estudiados (vase pgs.
217 261).
Con relacin al consentimiento vlido, hay que resaltar que se d al inicio de la relacin teraputica,
es primordial y en las entrevistas el psiclogo debe dar toda la informacin al paciente, de forma
suficiente y adecuada, para que ste pueda consentir; con respecto al formulario que permite el
consentimiento vlido, debe ser dado al cliente/paciente, es necesario sealar que se debe dar al final
de la primera consulta, luego de haber escuchado a la persona y de haber tenido la oportunidad de
clarificar oralmente los aspectos ms centrales de la relacin ( As pues, es completamente falso que
el psiclogo puede darlo en el momento en que desee, pero siempre dentro de la oficina de Consulta
oficial del Psiclogo, etc, y otros tpicos).
Por su parte, y con relacin a los trminos transferencia y contratransferencia tienen un sello
psicoanaltico claro y sera deseable no usarlos, ya que algunas escuelas de psicologa y de filosofa,
como la popperiana- niegan que suceda ese fenmeno tal y como lo define el Psicoanlisis. Sin embargo
(y a falta de uno mejor), qu se entiende por contratransferencia? No obstante, debemos saber que se
refiere a el conjunto de sentimientos y expresiones experimentados por el psiclogo hacia el paciente.
Estos trminos, y a pesar de su origen, pueden ser muy tiles pues en nada es un problema que su
contexto de descubrimiento sea acientfico-. As pues, en algunos casos, el individuo examinado puede
tener sentimientos dirigidos al terapeuta: aceptacin, rechazo, simpata, antipata. Ya sean positivos o
negativos, pueden ser distorsionadores y trasnferirse a la relacin paciente-psiclogo. Al respecto (es
decir: sobre el papel negativo que puede desempear en dicha relacin), debemos tener claro dos
aspectos:
a. Se debe tener cuidado con que no distorsionen la percepcin que sobre el paciente tenga
el terapeuta: pues ste puede eludir el tratamiento de ciertos temas. O insistir tozudamente
en otros.
b. Que los mencionados sentimientos creen una actitud de proteccin que mantenga al
paciente en una continua dependencia.
Con relacin al psiclogo y los DD. HH., podemos decir (p. 151) que hay situaciones en que puede
constituir un deber moral por parte del terapeuta : si no repudia el psiclogo/ psiquiatra ciertas acciones
negativas del paciente, entonces la indiferencia del psiclogo hacia tales actitudes repudiables se
volvera complicidad con estas faltas ticas, e incluso, complicidad con el delito. As, se pude decir que
el cdigo deontolgico del terapeuta s permite plantear abierta y sinceramente con tacto y de modo
dlico, naturalmente-, al paciente, el repudio de las acciones negativas.
Con relacin a otros aspecto de la ley y la hospitalizacin de pacientes, debemos afirmar que la
MODEL LAW de la Asociacin Americana de Psiquiatra (1984) justifica la hospitalizacin del enfermo
mental en dos condiciones: 1) Cuando la persona sufre severa enfermedad mental o trastorno de la
personalidad que la incapacitan para valerse por s misma y: a) pone en riesgo su vida o la vida de terceros;
b) puede causar daos irreparables al mismo sujeto o severos perjuicios a otros, y 2) Cuando la persona
es incapaz de hacer un consentimiento vlido para ingresar a un hospital o parar recibir el tratamiento
psiquitrico imprescindible. Adems, y con relacin a la vida del enfermo mental en el hospital y los
dilemas ticos que implica, podemos decir que estos dilemas se pueden observar desde el punto de
vista siguiente: cuando afectan directamente a la dignidad de la persona, as como tratos que afectan
a la independencia y los lazos familiares o sociales. Y con respecto a los tratos que afectan a la dignidad
humana del enfermo mental en el hospital, podemos decir que hay cuatro caractersticas/condiciones
bsicas:
a. La reclusin o restriccin, en caso de ser necesarias, deben ser hechas siempre con un
objetivo teraputico.
b. Mirar la televisin, pasear fuera del centro de internacin, comprar golosinas o utilizar ciertos
objetos prescindibles (como radio, etc.), podra usarse en determinadas circunstancias-
como para estimular conductas constructivas dentro de la convivencia hospitalaria.
c. Es imprescindible que el tipo de conductas que se premian o refuerzan y las que se castigan
o no refuerzan, sean sometidas a la supervisin de un Comit tico en el que tambin
participen, siempre que sea posible, las familias de los enfermos. Como dato interesante,
al respecto, cabe sealar que en EE.UU., la desintitucionalizacin es decir: salida de la
Institucin- por parte de los enfermos mentales interno ha descendido en los ltimos 30
aos, disminuyendo de 560.000 internos en hospitales (en 1955), a 132.000 en 1983.
4.4. Psicoterapia.
Con relacin a los distintos modelos de terapia, remitimos al lector a que lea en el libro (especialmente,
en la pgina 217 y ss.); as, ver cmo en la pg. 219 se habla, incluso, de la terapia familiar como una
tcnica extremadamente diversa en la prctica psicolgica actual, hasta tal punto que algunos autores
incluyen en ella cualquier tipo de procedimiento que tenga como meta la bsqueda de alterar los
patrones de interaccin entre los miembros de una familia. As, hay que decir que la terapia familiar
es una tcnica extremadamente diversa en la prctica psicolgica actual. No obstante, surge el primer
problema tico cuando intentamos definir desde el punto de vista operativo, aunque est claro que para
que funcione esta terapia familiar es necesario saber qu es y cmo debe funcionar una familia para
asegurar el adecuado estado de salud en cada uno de sus miembros. Todas las definiciones que se hagan
estn impregnadas de valores implcitos o explcitos -como sabemos.
Con relacin al control (p. 238) que la sociedad puede y debe ejercer sobre los psiclogos, es
necesario decir que desde el punto de vista tico, quiz parezca que no exista ningn tipo control de los
lderes de los grupos teraputicos. Pero es necesario que lo haya, para que no puedan suceder daos
irreparables, pues podra ser enormemente perjudicial para la sociedad. De hecho, la tarea de controlar
que un grupo de lderes de terapeutas no se descontrole corresponde tanto a asociaciones profesionales
como al Ministerio de Salud Pblica. Asimismo (p. 270), hay que sealar que tambin es un problema
tico frecuente en la prctica psicolgica en organizaciones lo referido al condicionamiento econmico
profesional, pues puede suceder que el psiclogo intente crear dependencia en la organizacin para
que un paciente lo consulte una y otra vez, tratando de asegurar, as el contrato econmico. Esto es un
problema de graves implicaciones ticas, adems de un nuevo dao moral al paciente que lo sufre: con
lo cual, si se me permite decirlo, supone un doble dao. Y tambin puede suceder que el psiclogo quiera
infringir el principio tico de Beneficiencia, y pretenda prolongar innecesariamente su intervencin para
sacar un mayor provecho pecuniario. Esto es un problema de graves implicaciones ticas; ambos casos
lo son. Pero lo que es un problema tico muy fundamental para el psiclogo organizacional, es todo lo
que tiene que ver con el respeto a la intimidad y confidencialidad de los trabajadores o miembros de la
institucin. As pues, el secreto profesional en el mbito organizacional constituye un doble imperativo
En definitiva, si nos referimos a la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, stos son (p. 296) fundamentales.
Punto de Reflexin
LECTURA. Del libro Protgoras, de Platn (lase en el apartado: 318 A-328 D) Contstese a las siguientes
preguntas: Se puede ensear la virtud, en concreto, la virtud poltica? Cmo es posible que los sofistas
griegos siendo grandes amaadores y tramposos-, puedan participar en la polis, erigindose como
educadores? Y cmo puede ser que Scrates, siendo ciudadano de la polis, no participe en la vida pblica de
sta? Por ltimo: Cree usted que tiene razn Scrates o los sofistas? Razone.
Actividad recomendada
Lea, con especial inters, los contenidos de las pginas siguientes: 126, 127, 131, 135,
136, 142, 146, 148, 150, 151 y 160. Haga un resumen.
Ha finalizado la presente unidad! Le animo a contestar la autoevaluacin para conocer si est todo
comprendido. Si hay alguna duda o pregunta que no contest adecuadamente, vuelva a revisar la
unidad.
Autoevaluacin 4
1. Todas las siguientes frases son sntomas de que el psiclogo/psiquiatra est teniendo una
contratransferencia en la relacin terapeuta/paciente. Excepto una. Averige cul:
2. Hay situaciones en que puede constituir un deber moral romper la relacin teraputica y
la neutralidad, para plantearle abierta y sinceramente al paciente el repudio que merecen
determinadas acciones suyas. Cul de las tres siguientes es la razn principal de plantearle el
repudio?:
a.() que van contra la Declaracin Universal de los Derechos del hombre.
b.() que no es lgico que se comporte as: el paciente tambin tiene que dar
ejemplo.
c.() el imperativo categrico kantiano.
d.() Ninguna de las tres.
4. Segn el libro de texto de la asignatura, la propuesta de B. Wolman sobre cundo debe terminar la
relacin con el paciente depende
5. Hay un viejo axioma de la prctica clnica de los mdicos que afirma que no
7. Con relacin a la vida del enfermo mental en el hospital y los dilemas ticos que implica, podemos
decir que estos dilemas se pueden clasificar en:
8. Con respecto a los tratos que afectan a la dignidad humana del enfermo mental en el hospital,
podemos decir que:
a.() La reclusin o restriccin, en caso de ser necesarias, deben ser hechas siempre
con un objetivo teraputico.
b.() Mirar la televisin, pasear fuera del centro de internacin, comprar golosinas
o utilizar ciertos objetos prescindibles (como radio, etc.), podra usarse en
determinadas circunstancias- como para estimular conductas constructivas
dentro de la convivencia hospitalaria.
c.() Es imprescindible que el tipo de conductas que se premian o refuerzan y las
que se castigan o no refuerzan, sean sometidas a la supervisin de un Comit
tico en el que tambin participen, siempre que sea posible, las familias de los
enfermos.
d.() Todas son ciertas.
a.() Los padres tienen derecho a la Patria Potestad, y ellos tienen la ltima palabra.
Esto no excluye, sin embargo, una permanente actitud de discernimiento
y respeto a la progresiva capacidad de decidir que va adquiriendo el menor
acorde con su edad- y una atenta vigilancia de la voluntad paterna no est
violando derechos humanos fundamentales.
b.() Siempre debe haber autonoma por parte de los menores, y los padres estn
en segundo plano.
c.() Las leyes no garantizan el derecho de los padres a orientar y guiar a sus hijos
menores segn les parezca conveniente, indistintamente de que violen o no
los derechos inalienables del nio y de todo ser humano.
11. Analice y constate cul de las siguientes afirmaciones es considerada maltrato infantil:
12. A lo que se refera la cuestin 29, est recogida por la Organizacin de Naciones Unidad (ONU), y,
en concreto, se proclam en la Declaracin Universal de los Derechos del Nio. Esta se propuso en:
a.() 1945
b.() 1948
c.() 1955
d.() 1959
13. El autor J. Corsini escribi en 1988 un libro titualdo Current psychoterapies (Psicoterapias
actuales), y en el afirm que haba hoy da
14. La terapia familiar es un tcnica extremadamente diversa en la prctica psicolgica actual, hasta
tal punto que algunos autores incluyen en ella cualquier tipo de procedimiento
a.() que tenga como meta la bsqueda de alterar los patrones de interaccin entre
los miembros de una familia.
b.() que tenga como meta la bsqueda perpetuar los patrones de interaccin
entre los miembros de una familia.
c.() que no tenga como meta la bsqueda de irrumpir en los patrones de
interaccin entre los miembros de una familia.
d.() Ninguna de las anteriores afirmaciones es verdadera.
16. Es posible que, desde el punto de vista tico, no exista ningn tipo control de los lderes de los
grupos teraputicos:
19. Un problema tico muy fundamental para el psiclogo organizacional, es todo lo que tiene que ver
con el respeto a la intimidad y confidencialidad de los trabajadores o miembros de la institucin.
Esto no sucedera si:
20. Podemos decir que la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas
son
a.() El documento que mejor sintetiza el contenido de los diversos valores necesarios
para asegurar la dignidad de la persona y el camino de la humanizacin.
b.() No es el documento que mejor sintetiza el contenido de los diversos
valores necesarios para asegurar la dignidad de la persona y el camino de la
humanizacin.
c.() Ninguna de las anteriores afirmaciones es verdadera.
21. En definitiva, existe un declogo hecho por un autor (de la siguiente lista) que sintetiza una
formulacin excelente de los Derechos del paciente psico-psiquitrico:
a.() Berber
b.() Ellis.
c.() Berger
d.() Roger
22. En definitiva, existe un declogo mencionado en el libro de texto y que sintetiza una formulacin
excelente de los Derechos del paciente psico-psiquitrico. Diga cul de la siguiente lista no
pertenece a los que se formulan en el apartado al que nos referimos:
23. Existe un declogo mencionado en el libro de texto y que sintetiza una formulacin excelente de
los Derechos del paciente psico-psiquitrico. Diga cul de la siguiente lista no pertenece a los que
se formulan en el apartado al que nos referimos:
24. Existe un declogo mencionado en el libro de texto y que sintetiza una formulacin excelente de
los Derechos del paciente psico-psiquitrico. Diga cul de la siguiente lista no pertenece a los que
se formulan en el apartado al que nos referimos:
25. Existe un declogo mencionado en el libro de texto y que sintetiza una formulacin excelente de
los Derechos del paciente psico-psiquitrico. Diga cul de la siguiente lista no pertenece a los que
se formulan en el apartado al que nos referimos:
a.() El paciente tiene derecho a una experiencia teraputica que tenga un lmite
determinado.
b.() El paciente no tiene derecho a una experiencia teraputica que tenga un lmite
determinado.
c.() El paciente tiene derecho a que no se le explote, engae o manipule por medio
de la informacin que se le brinde.
La Psicotica y la Psicologa (Resumen del libro tica para psiclogos. Introduccin a la Psicotica).
Los temas de esta unidad los puede revisar en el captulo 7 del texto bsico
La penltima unidad se refiere a un tema fundamental, en la vida de cada persona como es la conciliacin
entre el trabajo, la vida personal como familiar Es importante que Ud. contextualice la realidad de su trabajo
con la familia! Se trata de cuidar de su trabajo y de su vida desde lo ms digno y humano, en este contexto
la psicologa responde al cuidado de la psique humana y la psicotica a la incidencia tica en el mbito
profesional.
Seremos muy breves al respecto, pues no hay necesidad de decir lo que ya est escrito (mxime
cuando, adems, lo est bien escrito). Pues en el libro de Tarrag, el Captulo 7 Visin de Conjunto-
es un captulo es breve, pero denso y jugoso. Al respecto, recomendamos vivamente la ntegra lectura
y asimilacin, pues es una informacin bien construida, en la que se exponen principios y normas de la
Psicotica, as como la prctica psicolgico-psiquitrica desde el punto de vista personalista definiendo
cul es la buena y la mala prctica-, as como un excelente Declogo de qu hacer, y qu no hacer, en
nuestra futura prctica diaria como profesionales y personas responsables de la salud mental.
Felicitaciones al finalizar la presente unidad! Le animo a contestar la autoevaluacin para conocer si est
todo comprendido. Si hay alguna duda o pregunta que no contest adecuadamente, vuelva a revisar la
unidad.
Autoevaluacin 5
a.() son un imperativo categrico justificable por la razn humana como vlido
para todo tiempo y espacio.
b.() tender al trmino medio
c.() Todas las afirmaciones anteriores son falsas.
3. Con relacin al nmero existente de estos principios morales, podemos enunciar cuatro principios
morales fundamentales:
4. Seale cul de las siguientes opciones no se encuentra entrelos principios morales fundamentales:
La ltima unidad se refiere a un tema que ha cobrado inters al referirnos a la concepcin integral de
la persona! Es importante que Ud. conozca sobre el mismo y adopte criterios adecuados! Se trata de
realizar un enfoque relacional e integral de la persona (cuerpo, alma y espritu)
Le recomiendo revisar el anexo 1 respectivamente que se presentan al final de la gua, con el propsito
de que usted pueda reflexionar del sentido de de la persona en su contexto personal, profesional y social.
De esta manera, inicie leyendo el ANEXO 1. , en donde encontrar los aspectos esenciales de la persona.
Introduccin.
As pues, tal y como sealbamos en la introduccin de esta Gua -y siguiendo con el segundo de
los planteamiento que comentbamos al principio de la misma-, podemos afirmar que los dos captulos
fundamentales del segundo de los libros citados en la Bibliografa Bsica captulo escritos por Fernando
Rielo-, son, exactamente, el segundo y el tercer captulo del mencionado libro: el captulo 2 (Tratamiento
psicotico de la Educacin) y el captulo 3 (Filosofa Psicotica) Ambos captulos pertenecen, como
decimos, al libro titulado Mis meditaciones desde el modelo gentico. Y seguimos aqu recomendado y
dando aliento para su lectura, pues sta a primera vista es algo intrincada, aunque posteriormente, y tras
una asuncin y asimilacin de muchos conceptos de la misma (como pequea ayuda, vase el Glosario
que proponemos para la lectura del mismo, en el apartado correspondiente de esta gua), e insistimos,
deja un poso de disfrute y aprendizaje indito para la aplicacin no slo en la profesin, sino, y sobre
todo, en la vida personal de cada uno de nosotros. O, al menos, as nos lo parece: como una novedosa
aportacin a la Psicotica.
Por esta razn, denominamos a este captulo de nuestra Gua Soma, Psiqu y Espritu. Hacia una
visin holista del ser humano: pues no slo somos cuerpo (soma, en griego clsico), sino tambin mente
(psiqu, en griego), y, adems, espritu. Para ser persona, no debemos detenernos en el placer de lo fsico
el ser humano lo tiene, pero no es l exclusivamente eso: comida, degustar un vino, etc; en realidad
lo fsico puede producirnos cierta esclavitud: si como un bistec, quiz pueda quiera comer dos; si
tomo un vino, quiz pueda desear un segundo, tercero, etcEsto no es plenamente humano-; tampoco
debemos confundir el gozo desordenado de lo que es, en el fondo, meramente un proceso psicolgico,
de la psique: la vanidad, la prepotencia, mi vala intelectual etc. Tambin puede hacernos esclavos: de
nuestro ego, de nuestra vanidad. Sino que ms bien la parte somtica y fsica, as como la parte psquico-
mental, debe estar referida al bien espiritual, pues sin sta no nos completamos: la alegra, la felicidad
residen en este aspecto espiritual que nos caracteriza en cuanto humanos, lo ms ntimo de m mismo
(recurdese como S. Agustn deca que lo ms interior de m mismo es Dios, pues en el interior del ser
humano habita la Verdad). Con esta felicidad podemos estar en una situacin exttica (de xtasis, que
significa salir fuera: de mis prejuicios, de mis aspectos exclusivamente fsico-psicolgicos, etc.), y esto
puede hacer que me comprenda mejor a m, y a los dems. Y con responsabilidad. Pero adems, con
libertad. Este aspecto es el nico que nos hace crecer como seres humanos.
Recordemos, para este fin, las palabras de Rosario De Rivas -las cuales suscribimos plenamente-,
escritas en la anterior Gua que precede a la que aqu presentamos a usted: Le nimo para que no se
<asuste> si el texto le produce mucha dificultad para su comprensin. Y tambin le animo a que trata
de observar los aspectos ms relevantes que nos interesa tener en cuenta, como una aproximacin a
este modelo [gentico] que requiere un estudio ms profundo, aparte de esta materia. Tratare[mos] por
tanto, de mostrarle () qu entiende [Rielo] por Psicotica. En un principio nos sigue explicando De
Rivas-, [Rielo] pone la consideracin de la psicotica como una nueva del saber que contribuye a la eficaz
formacin integral del ser humano. Pero los conceptos psique y tica no son yuxtapuestos, sino que se
interrelacionan mutuamente. Entonces, la Psicotica, no sera Psicologa, ni tica, ni una se funda en la
otra.
Seala F. Rielo que: la Psicotica es ciencia que estudia las relaciones de dos campos, la Psicologa y la
tica, que encuentran su razn de ser en un tercio incluso, la ontologa o mstica, en el que aqullas echan sus
races.
6.1. Hacia una visin holista del ser humano (o de cmo la Psicotica se dice de muchas
maneras).
El Cristianismo como filosofa y como verdad revelada. El amor como mensaje crucial del
Cristianismo.
No obstante, debemos tener en cuenta que el Cristianismo no es una filosofa estrictamente, sino
una doctrina de salvacin, una filosofa cristiana. Se presenta como doctrina revelada por Dios y tiene
como objetivo salvar al hombre; sin embargo, incluye una serie de afirmaciones sobre asuntos que desde
el comienzo de la filosofa y la tica haban sido planteados por los filsofos: qu y quin es el hombre,
qu es el alma, el espritu, el mundo, o cul es el principio de todo. En la filosofa griega del siglo VII
a. de C. se tomaron como principios el agua (segn Tales de Mileto), el apeirn (pensaba Anaximandro),
el aire (para Anaxmenes), el fuego (sostena Herclito), el nmero (afirmaba Pitgoras) o lo divino (o
Nous inteligencia autoordenadora-, para Anaxgoras); en este tipo de filosofa cristiana, sin embargo, se
considera a Dios como el principio. Por decirlo con una frase propia del filsofo alemn F. Heinemann, los
griegos se planteaban el cosmos con relacin a lo eterno; sin embargo, y por vez primera, el cristianismo
se preguntaba sobre lo Eterno como algo que poner en confrontacin con el Cosmos; lo Eterno como
posible creador del Cosmos, como posibilidad de entender adecuadamente el Cosmos. En definitiva, se
puede decir que los esfuerzos irn encaminados a que la verdad revelada por Dios pueda ser alcanzada
por la razn, y a la vez, que la verdad adquirida por el hombre -aun siendo estrictamente humana- no se
oponga a la verdad revelada por Dios.
Pero el cristianismo no slo es una religin: tambin es un modo de vida. Y este modo de vida
implica un conjunto de conocimientos, considerados verdaderos y de orden superior, conseguidos por
medio de la fe: la fe en el amor que Jess de Nazareth nos tuvo, al morir por nosotros, y que nosotros
ahora, debemos seguir como ejemplo y llevar a los dems (a nosotros y a todos: con sus virtudes y
defectos, pero siempre quedndonos con la primera de las dos), y as hacer ver al resto de los humanos,
amndolos por encima de todas las cosas, como l nos am ( y ama), y hacindolo para comprender en
el da a da y no slo como abstraccin- lo que signific y significa. Con el nico objetivo de poder
conseguir cambiar el mundo, y llevar la Verdad.
As, la Verdad divina -nos dir el cristianismo- est en el Evangelio. Y la verdad humana, en los libros
de los filsofos antiguos -que el pensador medieval conoci por traducciones y comentarios; el filsofo
moderno, por el medieval y el antiguo, etc-.Y el principal mensaje, que hasta entonces ninguna cultura
egipcia, babilnica, asiria o griega haba contemplado era el radical mensaje del amor; pero tambin,
el de la igualdad: el mayor ser como el menor, y el que manda, como el que sirve. Todos hijos del
mismo Dios. Aqu, pues, comienza una apasionante verdad que transformar toda tica anterior y
posterior. E, incluso, cabe recordar que el propio imperativo categrico kantiano (no uses al otro como
un medio, sino resptalo como un fin en s mismo), una de las mximas cotas alcanzadas por la tica
filosfica formulada en el siglo XVIII-, no parece ser ms que un mero remedo de la enseanza cristiana,
radical, del amor y de la igualdad entre los hombres, todos/as hijos de Dios. Veamos a continuacin, qu
planteamiento podemos extraer de aqu para nuestra asignatura de tica para Psiclogos.
Por ello, Rielo defender que si tratamos de reducir las funciones psico-espirituales del ser humano
a las funciones psico-biolgicas (es decir: psicosomticas), estamos cayendo en una concepcin
materialista que reduce al ser humano a materia, cuerpo, a meros rganos, carne, etc. Y est claro
que somos ms que eso: no podemos igualar los vivientes impersonales a los personales, pues stos
ltimos tenemos un componente biolgico/somtico innegable, s; pero, claro est, adems, tenemos
un componente espiritual que tantas y tantas veces manda sobre el corporal y somtico, y tantas y
tantas veces, se ve afligido el nimo espiritual por un dolor fsico-corporal, o por una preocupacin
de ndole psicolgica (y, muchas veces, psicosomatizada). En consecuencia, siendo el ser humano un
todo indeferenciado, debemos dentro del holismo que aqu proponemos primar la parte espiritual
que, en cuanto humanos, nos completa.
As pues, queda claro que el ser humano es ms que lo fsico: y el amor que se nos ensea en el libro
revelado -que es la Biblia-, es una enseanza acerca de qu sea el ser humano. Este amor completa al ser
humano.
que es el amor, forma y sntesis de todos los valores y virtudes-, qu autoridad moral pueden tener los
creyentes ante los que no lo son? No. Ya no hay espacio para la palabra vaca, farisaica, interesada. Los
Upanishads, el Tao Te Ching, el Corn, la Mishn, el Talmud, el Antiguo y el Nuevo Testamento y las ricas
tradiciones que hemos recibido, histricamente, de los mejores hombres y mujeres hroes y santos-, no
pueden ser unos libros o textos abstractos, ledos de cualquier forma, a imagen y semejanza de nuestras
pasiones y egosmos. Lo fundamental es, como atestigua Rielo, interpretarlo y experienciarlo todo, no
desde cualquier amor, antes bien, desde el Amor Absoluto, y no como nosotros lo queremos, sino como
el Absoluto quiere. Esta visin, en definitiva, debe hacernos entender que si vivimos autnticamente
los valores, desde su origen y en su sentido pleno como humanos alma, cuerpo y espritu-, entonces
podremos tender al Bien, en los mayores trminos absolutos que podamos pensar. Esta es una
manera segura de discriminar el bien del mal, pues aunque apoyndonos en la razn distingamos y
reconozcamos la sabidura de todas las ticas humanas, desde Aristteles a MacIntyre, la autntica
sabidura interna es un bien que parte de una concepcin mstica de la vida y del mundo, posicin en
el umbral de las cosas que, con reflexin e inteligencia sentiente que dira Xavier Zubiri (1898-1984)-,
nos deja aproximarnos a las cosas, a las personas, con la mirada pura y limpia. Para intentar obtener lo
mejor (moral y cognoscitivamente hablando) de ellas, de nosotros. Para que esa pequea revolucin de
renovar nuestra mirada cada da, y el mundo, pueda cambiar lo que de ste no nos gusta. Esta es nuestra
tarea. Recordando el dictum de Inmanuel Kant (1724-2804), repitamos: Sapere aude! Pero siempre, con
moral: el cielo estrellado sobre nuestras cabezas que dira Kant-, pero tambin el deber por el deber, el
imperativo categrico. O si se prefiere, lo mismo, slo que en otros trminos anteriores: ama al prjimo
como a ti mismo.
Hemos terminado la ltima unidad Debe sentirse motivado y con ganas siempre de continuar adelante!
Punto de Reflexin
Proponemos, para esta parte de la asignatura, una reflexin acerca de la siguiente idea de J.M.
Lpez Sevillano al referirse a la propuesta rieliana-:
Cristo es el modelo a cuya imagen y semejanza ha sido creado el hombre; y Cristo es tambin el
ideal supremo al que tiende, en su dinamismo natural-sobrenatural, el ser humano.
Aydese, para su comprensin, del texto que proponemos en el siguiente apartado (Actividades
Recomendadas).
Actividad recomendada
-- Investigue sobre las culturas y pocas que escribieron los siguientes textos: Upanishads, el Tao
Te Ching, el Corn, la Mishn, el Talmud.
-- Reflexione sobre el siguiente texto que J.M. Lpez Sevillano escribe sobre F. Rielo: [Hay que
mostrar] una actitud abierta a todos los que piensan, sin caer por eso en relativismos. Busca
la verdad. () Ya San Agustn, evocando aquella frase del salmo: un abismo invoca a otro
abismo (in Ps. 41-42, 8), haca ver que el misterio de Dios es oteado slo desde el misterio
del hombre. Y, por otra parte, el Concilio Vaticano II nos recuerda que el misterio del hombre
no se esclarece de verdad sino en el misterio del Verbo encarnado, en Cristo. Qu paradoja!
Para estudiar teologa necesitamos antropologa; pero la antropologa no puede estudiarse
en su integridad abarcadora sin tener en cuenta la revelacin de Dios [y sta est escrita en
la Biblia] en su Palabra, en su Verbo, Jesucristo. Un eco de esto mismo parece encontrarse en
aquella concepcin fundamental de Rielo (): el ser humano es mstica verdad abierta a la
divinidad verdad infinita, y siempre referida a sta. S. Estamos abiertos a la verdad infinita,
pero desde nuestra finitud. Fernando Rielo nos invita a caminar sobre el terreno firme, seguro,
de este fundamento antropolgico, para integrar all los valores que, de orden cientfico,
filosfico o teolgico, encuentra [Rielo] a cada paso, clarificndolos, potencindolos [y esto
lo encuentra tamibin Rielo] en el dogma cristolgico de la persona del Verbo [Divino, pues]
poseyendo la naturaleza divina infinita ha asumido la naturaleza humana finita.
De esta manera respondiendo al punto de reflexin daremos por concluido el estudio del presente unidad.
Finalmente le invito a responder la autoevaluacin. Al final de la gua usted encontrar el solucionario
para que confronte sus respuestas.
Autoevaluacin 6
a.() La Psicotica es una ciencia que estudia la relacin entre dos campos, la
psicologa y la tica, que encuentran su razn de ser en un tercio incluso, la
ontologa y la mstica.
b.() La Psicotica es una ciencia que estudia la relacin entre dos campos, la
psicologa y la tica, que encuentran su razn de ser en un tercio excluso, pero
interno, la Lgica.
c.() La Psicotica es una ciencia que estudia la relacin entre dos campos, la
psicologa y la tica, que encuentran su razn de ser en un tercio incluso, la
ontoteologa y la mstica
d.() La Psicotica es una ciencia que estudia la relacin entre dos campos, la
psicologa y la tica, que encuentran su razn de ser en un tercio incluso, la
mstica
2. El egosmo, para Fernando Rielo, es una tendencia humana que se deriva en deformaciones
psicolgicas como:
4. Considere qu pueda significar, para Rielo, el sentido de las palabras energa exttica:
5. La energa exttica lleva implcito el deseo de hacer el bien, o lo que llamamos buena fe, buena
voluntad. As pues, segn la concepcin de Rielo, en una persona normal es de suponer que
a.() .no hace el mal por el mal, solo seala lo que es justo y verdico.
b.() .no hace el mal por el mal, sino que las malas actuaciones, cuando se dan,
vienen movidas por multitud de condicionantes que estn influyendo, sean de
tipo psicosomtico, cultural, ambiental, educacional, temperamental, etc.
c.() .no hace el mal, nunca.
d.() .Ninguna de las tres afirmaciones anteriores es correcta.
7. Segn el pensamiento de Rielo, las malas activudes cuando se dan vienen motivadas por una
multitud de condiciones que estn influyendo, como son:
8. Para Fernando Rielo, la Psicotica se encauza reconociendo que la persona tiene una dimensin
mstica, que:
Distinguido estudiante le invitamos a revisar el solucionario para que usted compare sus respuestas.
7. Solucionario
Autoevaluacin N 1
N OPCIN CORRECTA
1. b
2. b
3. a
4. c
5. a
6. b
7. a
8. b
Autoevaluacin N 2
N OPCIN CORRECTA
1. b
2. a
3. a
4. b
5. d
6. d
7. b
8. a
9. a
10. c
11. a
12. a
13. c
14. d
15. a
Autoevaluacin N 3
N OPCIN CORRECTA
1. c
2. b
3. b
4. b
5. b
6. b
7. d
8. a
9. b
10. b
Autoevaluacin N 4
N OPCIN CORRECTA
1. d
2. a
3. a
4. c
5. a
6. d
7. a
8. d
9. b
10. a
11. e
12. d
Autoevaluacin N 4
N OPCIN CORRECTA
13. c
14. a
15. c
16. b
17. c
18. d
19. c
20. a
21. c
22. c
23. c
24. a
25. b
Autoevaluacin N 5
N OPCIN CORRECTA
1. c
2. a
3. b
4. b
5. b
6. b
7. b
8. a
Autoevaluacin N 6
N OPCIN CORRECTA
1. a
2. a
3. c
4. c
5. b
6. a
7. c
8. b
8. Glosario
Del texto de esta Gua escrito con relacin al libro de Tarrag, se han ofrecido definiciones adecuadas
durante el desarrollo del propio texto, o bien con nota al pie, o bien en el propio corpus del texto.
Con relacin al libro de F. Rielo y an sabedores de la utilidad hoy da de Wikipedia, pero tambin
conociendo las limitaciones de sta-, podemos ofrecer las siguientes definiciones:
Apocalipsis. Elemento trgico de esta revelacin que hallar en el juicio celeste su victoria final.
Energa pisteica. Sinnimo de creencia. Energa del ser humano en tanto que persona.
Hipernotico. Referido al mbito de la revelacin. Aquello que no puede ser captado por la actividad
natural de la inteligencia.
Holismo. Visin de conjunto, un <Todo> en el que todas sus partes estn interrelacionadas.
Petitio Principii. Aristteles la defini como crculo vicioso, es decir, cuando A depende de B tanto como
A depende de B (y no hay manera de hacer prevalecer A sobre B, ni viceversa).
Tercio excluso. En lgica clsica, slo hay dos variables: V (=Verdadero), y F (=Falso). De esta manera, se
excluye una tercera opcin (por ejemplo: indefinido).
Ejemplo de Evaluacin
Ejemplos de evaluacin son los propios tests que se hacen en cada unidad.
9. Anexos
ANEXO I
CONCEPCIN ANTROPOLGICA DEL SER HUMANO
El termino persona se deriva del verbo latino per-sonare que significa resonar; y de la versin del griego
prosopn que significa mscara. La palabra dignidad proviene del latn, de la raz de dignitas = calidad
de digno y del verbo decet = justo, honesto, de donde derivan los sustantivos decor y decs, es decir, Algo
que tiene excelencia y dignidad en virtud de su belleza y decoro
El trmino latino persona, as como el correspondiente griego prosopon, significa mscara, la que
usaban los actores de teatro, y, por tanto, el personaje representado por ellos. En este mismo sentido,
se introdujo en la reflexin filosfica para indicar el rol desarrollado por el hombre en la vida. El hombre
est llamado a desarrollar bien su papel, como el actor est llamado a representar bien el suyo en el
drama que representa.
La Real Academia de la Lengua define a la dignidad como la gravedad y decoro de las personas en la
manera de comportarse. El ser humano es digno porque trasciende toda temtica biolgica: Ser dotado
de inteligencia y libertad. Al herir la dignidad de cualquier persona se est hiriendo a si mismo, porque
los dems nunca le son ajenos.
La dignidad no es un ttulo
Por lo tanto, la persona es nica, irrepetible y de igual dignidad para todos los individuos de la especie.
La Unidad del cuerpo, alma y Espritu por lo que la persona es un ser nico e irrepetible.
CUERPO:
Parte biolgica.
El cuerpo del hombre goza de una dignidad especial ya que est, junto con el alma, en estrecha relacin
con Dios. Segn Wojtyla, K. (1982) en su obra Persona y accin en la pg. 2, manifiesta: El hombre es
sujeto no slo por ser autoconciencia y autodeterminacin, sino tambin la base del propio cuerpo. La
estructura de este cuerpo es tal, que le permite ser el autor de una actividad puramente humana; por lo
que el cuerpo es para el hombre un medio de expresin.
ALMA:
Ella es, ante todo, el principio que da vida a nuestro humano existir, la que da movimiento,
actividad y energa a nuestro cuerpo.
Segn Monge Miguel A. (2004) en su obra Medicina Pastoral, citado de Aristteles, de Anima II, 414 a.
deca: El alma es aquello por lo que primeramente vivimos, sentimos, nos movemos y entendemos; es
el principio de todas las operaciones, tanto somticas como psquicas y espirituales, y, en cuanto tal, est
en todo el cuerpo y en cada una de sus partes. Por eso, cuando hablamos del alma, decimos algo sobre
el cuerpo que lo manifiesta. El alma es lo que nos referimos al llamado mbito psicolgico; es decir, al
aspecto afectivo (sentimientos, emociones, pasiones, deseos, reacciones, etc.); intelectivo (inteligencia);
y lo volitivo (voluntad)
ESPRITU
Segn Fernando Rielo, Fundador de los Misioneros Identes al referirse a la persona humana, considera
los siguientes aspectos:
Parte del Espritu Psicosomatizado, es decir, en el hombre hay una unidad entre los niveles fsico, psquico
y espiritual. Pero si buscamos un nivel que lo caracteriza esencialmente, ste no es el alma, sino el espritu,
precisamente porque el espritu es aquella parte creada directamente, singularmente por Dios, que abre
al hombre de forma libre, o sea personal, al dilogo con El.
El espritu es la sede de la personalidad. El hombre es persona porque posee un espritu inhabitado por
la Divina Presencia, a diferencia de los dems seres vivientes, que tienen alma porque tienen vida- pero
no espritu, en los que la presencia de Dios es solamente extrnseca.
En la persona humana hay unidad entre los niveles fsico, psquico y espiritual. El espritu es, en suma,
esencialmente comunicacin, tanto que es imposible pensarlo privado de este carcter. Si quitamos la
comunicabilidad, del espritu no queda nada. El espritu, con su gene ontolgico o mstico, se abre al
psicosoma y a Dios, porque todo el hombre es espiritual. As el hombre no puede ser jams definido en
base a sus caractersticas fsicas o psquicas, sino siempre en referencia al espritu.
La persona humana es esencialmente espiritual, pero tambin el cuerpo y la psique son parte integrante
del complejo humano: la persona humana es un espritu psicosomatizado. Al respecto el Dr. Romero
Luis Miguel (2007) en su conferencia impartida a los profesores de la Universidad Tcnica particular de
Loja, mencionaba una importante diferenciacin entre los hombres de alma y hombres de Espritu, as
tenemos:
Por eso, la Dignidad de la Persona no es un derecho del hombre, es el fundamento de los derechos que
se conceden al hombre, por ello las constituciones provinciales, nacionales y los tratados internacionales
se refieren a ella, sobre su carcter de justificacin ltima existe una suerte de consenso universal, que
se traduce en todos los textos legales. En el presente estudio se realiza un acercamiento profundo sobre
dicho concepto, su significado, contenido, importancia y la vinculacin con los distintos derechos.
Todo ser humano tiene dignidad y valores inherentes, solo por su condicin bsica de ser humano. El
valor de los seres humanos difiere del que poseen los objetos que usamos. Las cosas tienen un valor
de intercambio. Son reemplazables. Los seres humanos, en cambio, tienen valor ilimitado puesto que,
como sujetos dotados de identidad y capaces de elegir, son nicos e irreemplazables.
El respeto al que se refiere este principio no es la misma cosa que se significa cuando uno dice Ciertamente
yo respeto a esta persona, o Tienes que hacerte merecedor de mi respeto. Estas son formas especiales de
respeto, similares a la admiracin. El principio de respeto supone un respeto general que se debe a todas
las personas.
Por eso, en el Catecismo de la Iglesia Catlica, n.357, se indica: El ser humano tiene la dignidad de
persona: no es solamente algo, sino alguien; por lo que es capaz de conocer y amar; es decir, tiene
profundidades impensables de entendimiento, libertad y creatividad. Es alguien en definitiva, cuya
dignidad est fundamentada en Dios.
La identificacin propia del mbito pedaggico debe estar fundada en el amor, que constituye el
horizonte vital de la educacin; que al respecto S.S. Juan Pablo II, en Redemptor Hominis, n 10, explicaba
en su reflexin antropolgica: () el hombre no puede vivir sin amor(el hombre) permanece para s
mismo un ser incomprensible, su vida se vaca de sentido, si no se revela el amor, si no se encuentra
el amor, si no lo experimenta y hace propio, si no participa en l vivamente. En definitiva, el amor se
convierte, en el verdadero significado de la formacin de la persona, en el sustento de la educacin y en
la vivencia fundamental de la familia, de la humanidad y para el bien de la misma sociedad; es decir, el
amor pertenece a la integridad de la misma persona.
Referencias Bibliogrficas
Barraca, Javier. (2005), Una Antropologa Educativa fundada en el amor, Alcal, MADRID, Editorial
CCS.
Es un texto que muestra las races ms profundas del ser humano y el horizonte de toda vocacin educativa
donde sita el eje central de la tarea educadora en el propio ser humano. Adems, proporciona, una
visin de conjunto de los temas de fondo de la educacin. Muestra, as, la ntima vinculacin existente
entre el modelo antropolgico y la forma concreta de educar.
Chalmeta O. Gabriel (1996) TICA ESPECIAL, El orden ideal de la vida buena. EUNSA. Pamplona.
Espaa.
El presente texto busca, ante todo, exponer de forma clara y sinttica la estructura esencial de la tica
especial o aplicada; por tanto, trata de responder a la pregunta: cules son los comportamientos-tipo
mediante los cuales se es feliz, se vive bien?
LLano, Alejandro. (2002), La vida lograda. Editorial Ariel, S.A. Espaa, 203 pginas.
En el transcurso del texto el autor menciona que el conocimiento es, en s mismo considerado, la operacin
ms perfecta. Sin embargo, la plena autorrealizacin de la persona slo se llevar a cabo realmente por
el amor, que a su vez supone el conocimiento. De manera que el amor es el resorte clave que impulsa a
la bsqueda de la verdad como perfeccin del hombre. Por lo tanto, la obra es una descripcin precisa
y aplicable de los contenidos tericos que trata para la aplicacin en la vida. Finalmente el texto se
encuentra dividido en siete captulos.
Merino N, Diego. (2001) El poder invisible del amor, segunda edicin, Dimerino Editores, Coleccin
Cielo Azul.
De Angelis Bernardo / Zordan Paolo. (2009) Antropologa. Editorial UTPL. Loja Ecuador
Es un texto que muestra aspectos fundamentales de la Antropologa y que en sus unidades describe las
diversas concepciones antropolgicas, la Persona y estructura de la persona; con la finalidad de buscar,
ante todo, una respuesta a aquellos planteamientos profundos del ser humano, una definicin integral
de la persona desde una referencia trascendente.
INSTRUCCIN DONUM VITAE Congregacin para la Doctrina de la Fe, Card. Joseph Ratzinger,
actual Papa.