Etica
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Etica
Leonardo Boff
tica y formacin de valores1
Dos fuentes de la moral han orientado a las sociedades hasta hoy: las
religiones y la razn. Las religiones siguen siendo los nichos de valor
privilegiados para la mayora de la humanidad. La razn, desde que irrumpi
en todas las culturas mundiales en el siglo VI AC. en el llamado tiempo-eje
(Jaspers) trat de establecer cdigos ticos universalmente vlidos. Estos dos
paradigmas no quedan invalidados por la crisis, pero necesitan ser
enriquecidos si queremos estar a la altura de las presiones provenientes de la
realidad hoy globalizada.
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Leonardo Boff, 2003-06-06, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
Ah surge una dialctica dramtica entre pasin y razn. Si la razn
reprime la pasin, triunfa la rigidez, la tirana del orden y la tica utilitaria. Si
la pasin prescinde de la razn, se impone el delirio de las pulsiones y la tica
hedonista, del puro placer. Pero si prevalece la justa medida y la pasin se
sirve de la razn para un auto-desarrollo medido, entonces surgen las dos
fuerzas que sostienen una tica humanitaria: la ternura y el vigor. La ternura
es el cuidado con el otro, el gesto amoroso que protege. El vigor es la
contencin sin la dominacin, la direccin sin la intolerancia.
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Leonardo Boff, 2003-05-30, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
La Biblia hebreo-cristiana funda la medida justa en el reconocimiento del
lmite infranqueable entre Creador y criatura. La criatura jams ser como
Dios. sa fue la pretensin de nuestros ancestros en el paraso terrenal.
Imaginaban que lo conseguiran comiendo del fruto prohibido. Comieron de l,
sobrepasaron el lmite que se les haba impuesto, no se convirtieron en dioses
y fueron expulsados del paraso.
Tal vez los lectores se extraen por estas dos palabras griegas. Pero
ellas nos permiten acercanos a un tema urgente: el rescate de los
fundamentos de la tica, que se contrapone al descontrol tico actual,
especialmente cuando jefes de Estado utilizan la mentira para engaar a su
pueblo y ganarlo para la perversidad de la guerra.
La casa, para ser tal, debe tener un buen astral. Eso lo proporciona el
daimon, el genio bienhechor. El bien que l inspira hace de las cuatro paredes
y del conjunto de las relaciones, una morada humana. Ah nos sentimos bien,
amamos y morimos.
Ser fieles a ese ngel bueno hace que moremos bien en la casa, la
individual, la ciudad, el pas y el planeta Tierra, la Casa Comn. Todo lo que
hagamos para que se pueda morar juntos bien (felicidad) es tico y bueno; lo
contrario es antitico y malo.
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Leonardo Boff, 2003-06-27, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
ngel bueno no deja de hablar, pero es confundida con las mil otras voces, de
las religiones, de las Iglesias, de los Estados y de otros maestros
tica y Moral4
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Leonardo Boff, 2003-07-04, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
llamaban \"ethos\" (con e corta). Nosotros diramos moral y la postura moral
de una persona.
Fue obra de la razn crtica, articulada por los geniales filsofos Platn
y Aristteles, realizar el salto del \"daimon\" (la percepcin tica de base)
al \"ethos\"(sistema racional de principios). Con eso comenz una gran
aventura intelectual bajo cuya vigencia, aunque en su ocaso, estamos todava.
Con ms de dos milenios de distancia, vamos a tratar de hacer una lectura de
ciego, captar las relevancias, e identificar el perfil bsico del ethos de nuestra
civilizacin.
En segundo lugar, siendo ilimitados los entes, tambin son ilimitados los
saberes, olvidados de que son partes de un Todo. Realidad fragmentada,
gener un saber fragmentado y una tica fragmentada en incontables morales,
para cada profesin (deontologa), para cada clase y para cada cultura.
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Leonardo Boff, 2003-07-11, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
En tercer lugar, separ lo que en la realidad siempre va unido: Dios y
mundo, razn y emocin, masculino y femenino, justo y legal, privado y
pblico. La tica fue dividida en pblica y privada, de las intenciones y de los
principios, de los medios y de los fines.
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Leonardo Boff, 2003-07-18, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
irrumpe delante de m, nace la tica. Porque el otro me exige una actitud
prctica, o de acogida, de indiferencia o de rechazo. El otro significa una
propuesta que pide una res-puesta con res-ponsa-bilidad.
El lmite fatal del ethos que busca estriba en haberle reservado poco
lugar al otro. El paradigma occidental siempre tuvo dificultades con el otro.
Por eso, lo incorpor, lo someti o lo destruy. Negando al otro perdi la
posibilidad de la alianza, del dilogo y de un mutuo aprendizaje con l. Triunf
el paradigma de la identidad sin la diferencia, en la lnea del presocrtico
Parmnides.
Solamente ese ethos que ama est a la altura de los desafos actuales
porque incluye a todos. Hace de los distantes, prximos, y de los prximos,
hermanos y hermanas. Todo lo que amamos, lo cuidamos. Se abre as al ethos
que cuida.
El ethos que cuida7
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Leonardo Boff, 2003-08-01, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
La responsabilidad revela el carcter tico de la persona. Ella se siente
corresponsable -junto con las fuerzas que dirigen la naturaleza- respecto del
futuro de la vida y de la humanidad. Al asumir responsablemente nuestra
parte, hasta los vientos contrarios ayudan a conducir al puerto el Arca
salvadora.
El ethos que se solidariza9
Nuestra misin es cuidar de los seres, ser los guardianes del patrimonio
natural y cultural comn, haciendo que la biosfera siga siendo un bien de toda
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Leonardo Boff, 2003-08-08, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
vida y no slo nuestro. Gracias al ethos que se responsabiliza, veneramos cada
ser y cada forma de vida.
El ethos que se compadece10
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Leonardo Boff, 2003-08-15, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
Como el amor y el cuidado, la compasin tiene un campo de
realizacin ilimitado. No se restringe solamente a los seres humanos,
sino a todos los seres vivos y al cosmos. El ideal budista de la
compasin nos ensea cmo relacionarnos adecuadamente con la
comunidad de vida: primero respetar su alteridad, despus convivir con
ella, cuidar de ella y en especial regenerar a los seres que sufren o
estn bajo amenaza de extincin. Y slo entonces beneficiarnos de sus
dones, en la justa medida y con responsabilidad, en funcin de aquello
que necesitamos para vivir de forma suficiente y decente.
El ethos que integra11
Es un representante singular del ethos que ama. Sala por los bosques a
llorar hasta hinchrsele los ojos: el Amor no es amado, el Amor no es amado.
Rescat el amor telrico a la Tierra, a cada ser de la creacin, a la mujer
amada, Clara. Su lema es Deus meus et omnia mi Dios y todas las cosas.
Dios no quiere que le amemos solo a l sino a todos.
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Leonardo Boff, 2003-08-22, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
El ethos franciscano integra todo. Confraterniza con todo y hace de este
mundo la morada bienhechora del ser humano (ethos). La expresin suprema
de este ethos se encuentra en el admirable Cntico al Hermano Sol. En l no
tratamos solamente con un discurso potico-religioso sobre las cosas. Ellas
sirven de vestimenta a un discurso ms profundo, el del Inconsciente que lleg
a su Centro, al Misterio interior, de ternura, que integra todas las cosas.
Por comparecer como un ser entero pero inacabado (no es defecto sino
marca) y teniendo que conquistar su vida, el paradigma de la conquista
pertenece a la autocomprensin del ser humano y de su historia.
Prcticamente todo est bajo el signo de la conquista: la Tierra entera, los
ocanos y los rincones ms inhspitos. Conquistar pueblos y \"dilatar la fe y el
imperio\" fue el sueo de los colonizadores. Conquistar los espacios
extraterrestres y llegar a las estrellas es la utopa de los modernos. Conquistar
el secreto de la vida y manipular los genes. Conquistar mercados y altas tasas
de crecimiento, conquistar cada vez ms clientes y consumidores. Conquistar
el poder de Estado y otros poderes, como el religioso, el proftico y el poltico.
Conquistar y controlar los ngeles y los demonios que nos habitan. Conquistar
el corazn de la persona amada, conquistar las bendiciones de Dios y
conquistar la salvacin eterna. Todo es objeto de conquista. Qu nos falta
todava por conquistar?
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Leonardo Boff, 2003-08-29, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
cosas, para que sigan existiendo. La supervivencia depende de estas anti-
conquistas.
Pero no fue as. Todo se proces con un cuidado tan sutil, en fracciones
de milmillonsimas de segundo, que permiti que estemos aqu para hablar de
todas estas cosas. Ese cuidado se potenci cuando surgi la vida, hace 3.800
millones de aos. La bacteria originaria, con cuidado singularsimo, dialog
qumicamente con el medio para garantizar su supervivencia y evolucin. El
cuidado se hizo an ms complejo cuando surgieron los mamferos, de donde
tambin venimos nosotros, hace 125 millones de aos, y con ellos el cerebro
lmbico, el rgano del cuidado, del afecto y del enternecimiento.
Andando por mi calle, por donde casi nadie pasa, en apenas 50 metros
contabilic 58 escarabajos muertos. Como no nos fijamos en esos hermanos
nuestros ms pequeos, los pisamos y nuestros automviles los masacran. Si
San Francisco los viese muertos, llorara de compasin. Me acord entonces
de un bello mito de los indios Mau, del rea cultural del Tapajs-Madeira, que
tiene mucho que ensearnos. Relato el mito y que cada cual saque sus
lecciones, que pueden ser ecolgicas y hasta de poltica internacional.
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Leonardo Boff, 2003-11-28, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
pacficamente y en el mayor respeto mutuo. Por qu ser que nuestros
grandes no cuidan de nuestros pequeos?
La era de la tica15
Pero necesitamos antes que nada una utopa: mantener la humanidad re-
unida en la misma Casa Comn contra aquellos que quieren bifurcarla
haciendo de los diferentes desiguales, y de los desiguales desemejantes. A
continuacin, necesitamos potenciar el nicho de donde irrumpe la tica: la
inteligencia emocional, el afecto profundo (pathos) de donde emergen los
valores. Sin sentir al otro en su dignidad, como semejante y como prximo,
jams surgir una tica humanitaria. Adems, importa vivir -en el da a da, y
ms all de las diferencias culturales- tres principios comprensibles para
todos: el cuidado que protege la Vida y la Tierra, la cooperacin que hace que
dos ms dos sean cinco, y la responsabilidad que se preocupa de que las
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Leonardo Boff, 2004-06-03, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
consecuencias de todas nuestras prcticas sean benficas. Y, por fin, alimentar
un aura espiritual que dar sentido al todo. La nueva era, ser de la tica o no
ser.
Competencia o cooperacin?16
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Leonardo Boff, 2004-07-09, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
lenguaje. Por este gesto inauguramos la especie humana. Ante los ms dbiles,
en lugar de entregarlos a la seleccin natural, inventamos el cuidado y la
compasin para mantenerlos vivos entre nosotros.
Incluso para quien no tiene fe, esta tradicin posee una relevante funcin
humanizadora, pues establece con el otro una relacin constructiva e
inclusiva. En el fondo, todo pasa por el otro, pues sin el dilogo con el t no
nace el verdadero yo, ni surge el nosotros que crea el espacio de la
convivencia y de la comunin. La exclusin del otro est en la base del terror
moderno, ya sea econmico o poltico-militar.
Para todos los que hemos aprendido tanto de su pensamiento genial, tal
frase suena desprovista de sentimiento de responsabilidad y, por eso, de
densidad tica. Lo que hubo, en realidad, fue ms que un error; fue falta de
tica, principalmente al tolerar que profesores judos -o sospechosos de serlo-
fuesen destituidos de sus ctedras, y por haber hecho poco o nada para salvar
a su maestro y orientador Edmund Husserl.
Lmites de la tolerancia18
Todo tiene lmites, tambin la tolerancia, pues no todo vale en este mundo. Los profetas de
ayer y de hoy sacrificaron sus vidas porque alzaron su voz y tuvieron el valor de decir: no te
est permitido hacer lo que haces. Hay situaciones en que la tolerancia significa complicidad
con el crimen, omisin culposa, insensibilidad tica o comodismo.
No debemos tener tolerancia con aquellos que tienen el poder de erradicar la vida humana
del Planeta y de destruir gran parte de la biosfera. Hay que someterlos a controles severos.
No debemos ser tolerantes con los que asesinan inocentes, abusan sexualmente de los nios,
trafican con rganos humanos. Cabe aplicarles duramente las leyes.
No debemos ser tolerantes con quienes esclavizan a menores para producir ms barato y
lucrarse en el mercado mundial. Hay que aplicarles la legislacin mundial.
No debemos ser tolerantes con los terroristas que en nombre de su religin o de su proyecto
poltico cometen crmenes y matanzas. Hay que detenerlos y llevarlos a juicio ante los
tribunales.
No debemos ser tolerantes con quienes falsifican medicamentos que producen la muerte de
personas o instauran polticas corruptas que dilapidan los bienes pblicos. Contra estos
debemos ser especialmente duros pues dilapidan el bien comn.
No debemos ser tolerantes con las mafias del trfico de armas, de las drogas y de la
prostitucin que incluyen secuestros, tortura y eliminacin fsica de personas. Hay castigos
claros.
No debemos ser tolerantes con prcticas que, en nombre de la cultura, cortan las manos de
los ladrones y someten a las mujeres a mutilaciones genitales. Contra tales prcticas
prevalecen los derechos humanos.
En estos niveles no hay que ser tolerantes, sino decididamente firmes, rigurosos y severos.
Esto es virtud de la justicia y no vicio de la intolerancia. De no hacerlo as, no tendremos
principios y seremos cmplices del mal.
La tolerancia ilimitada acaba con la tolerancia, as como la libertad sin lmites conduce a la
tirana del ms fuerte. Tanto la libertad como la tolerancia necesitan, por lo tanto, la
proteccin de la ley. Si no, presenciaremos la dictadura de una nica visin de mundo que
niega todas las otras. El resultado es rabia y deseo de venganza, fermento del terrorismo.
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Leonardo Boff, http://www.servicioskoinonia.org/boff/
Dnde estn entonces los lmites de la tolerancia? En el sufrimiento, en los derechos
humanos y en los derechos de la naturaleza. Donde se deshumaniza a las personas termina la
tolerancia. Nadie tiene el derecho de imponer un sufrimiento injusto a otro.
Los derechos estn expresados en la Carta de los Derechos Humanos de la ONU, firmada por
todos los pases. Todas las tradiciones deben atenerse a dichos preceptos. Las prcticas que
impliquen la violacin de sus enunciados no pueden justificarse. La Carta de la Tierra vela
por los derechos de la naturaleza. Aquel que los viola pierde legitimidad.
Finalmente, hay que ser tolerantes con los intolerantes? La historia ha comprobado que
combatir la intolerancia con otra intolerancia conduce a la espiral de la intolerancia. La actitud
pragmtica busca establecer lmites. Si la intolerancia implica crimen y perjuicio evidente a otros,
prima el rigor de la ley y la intolerancia debe ser limitada. Fuera de esta restriccin legal, vale la
libertad. Se debe confrontar al intolerante con la realidad que todos comparten como espacio
vital, llevarlo al dilogo incansable y hacerle pensar en las contradicciones de su posicin. El
mejor camino es la democracia sin fin que se propone incluir a todos y respetar un pacto social
comn.
Rescatar el corazn19
La tica del cuidado no invalida las dems ticas, sino que las obliga a
servir a la causa principal que es salvaguardar la vida y preservar la Casa
Comn para que siga siendo habitable.