5 Relatos
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As pas todo el da, y tuve que pedir prestado otro monitor ms pequeo; pero
cual sera mi suerte, que no tiene alta resolucin y apenas puedo trabajar con l.
Qued claro en que debo comprar un repuesto para continuar con mis labores.
LA REVOLUCIN HISTRICA
Al inicio mucha gente crea que eso era mentira, pero con el paso del tiempo se
percataron de que no era as.
Por eso cuando en los pueblos se oa que llegaba la leva, los padres escondan a
las hijas en los stanos o las metan en cuevas, para que los revolucionarios no se
las llevaran.
Los padres tambin llegaban a esconder a los muchachos; muchos los hacan
treparse en rboles de los ms altos con agua y comida, haciendo que se
amarraran para que no se cayeran.
La leva no solo levantaba gente, pues tambin se llevaban el ganado, sobre todo
caballos y el dinero, pues lo reclamaban como contribucin para la revolucin.
MI HERMANO
Mis padres tuvieron tres hijos, mi hermano yo, y una chica que se muri a los
poquitos das de nacer. Mis padres pasaron aos muy abatidos por la muerte de
mi hermana, pues aunque solo pas diez das con ellos, era su hija deseada. Su
pequea nia como ellos la describan. Sin saber cmo iba a ser o si tan siquiera
los iba a querer. Pero ya ponan barreras entre mi hermano y yo. Y nosotros ya no
las necesitbamos porque ramos el blanco y el negro. Pero an as no dejaba de
ser mi hermano. Y siempre lo sera pasara lo que pasara. Y...pas lo que pas.
Mi hermano holgazaneaba cunto quera mientras mis padres seguan
mantenindolo, mientras yo ya estaba trabajando. Llevaba muchos aos en ello ya
que mis padres no podan permitirse el lujo de mandarnos a la universidad. Yo
intentaba trabajar y ahorrar algo para independizarme ya que tena novia desde
haca unos aos y queramos casarnos. Yo segua viviendo con mis padres y
hermano, pero daba parte de mi sueldo a mi madre, mientras ella se lo daba a mi
hermano para que lo gastara en bebido o en lo que le diera la gana. Mi padre
deca que a mi eso no debera de importarme, ya que yo el dinero se lo daba a mi
madre y ella haca lo que crea ms conveniente con l.
Hasta que un da decid abandonar la casa de mis padres para irme a vivir solo, y
as no entregarle el dinero a mi hermano, ya que en esa situacin jams buscara
donde trabajar.
Comenc a vivir solo y feliz. Mi novia vena cundo quera y yo estaba tranquilo,
sin los grandes follones que en mi casa siempre haba. Vivamos en un pueblo
pequeo, donde todo se sabe y todo se comenta. Y...los comentarios comenzaron
a llegarme. Mi hermano se acostaba con mi novia. Yo no haca caso porque era
impensable. Ella jams aceptara a un borracho por amante. Pero cun
equivocado estaba...era cierto y muy cierto. Llevaban ocultndomelo unos meses,
y mis padres estaban al tanto de todo, pero supongo que seguiran lamentndose
por la muerte de su pequea y adorada hija sin importarles nada de lo que ocurra
a su alrededor.
Jur ese mismo da que no quera volver a ver a ninguno de ellos. Y ese mismo
da escrib una carta para mi hermano y mis padres. Les deca que jams lo
olvidara y que no quera volver a verlos a mi lado. Quizs algn da estara en
predisposicin de perdonarlos, pero jams de olvidar lo que haba ocurrido. Si en
cualquier momento me pona enfermo o falleca no quera que ninguno de ellos
acudiera a verme, ni vivo ni muerto. Ya que cundo me hicieron falta no haban
sabido estar a la altura. Cerr la carta y se la entregu a mi mejor amigo,
dicindole que en caso de que algn da me pasara algo se la diera a cualquiera
de ellos.
Y la vida me sorprendi. Ese mismo da, al salir de mi trabajo tuve un accidente de
coche. Mi amigo cumpli su palabra y nadie acudi a verme ni a cuidarme. Y
yo....estaba feliz. Quin no haba llorado por lo que estaba ocurriendo que no
llorara ahora tampoco por m. Sus lgrimas ya no me hacan falta, ni su
compasin. La vida me haba hecho fuerte o dbil, no lo se...pero que no los
necesitaba, eso si lo saba.
EL KARMA
Ana caminaba de prisa para su trabajo. Se sent en un banco a atarse los botines
y haba un sobre. Lo abri y pona " Siempre alguien necesita t ayuda. Aydalo.
Arrug el papel y directamente lo tir al suelo. Sin ms miramientos. Continu su
camino hacia su trabajo y olvid enseguida la tontera de la ayuda. "El que
necesite ayuda que se autoayuda, o acaso no es autosuficiente para hacerlo" fue
lo primero que pens al leer el papel.
El camino hacia la oficina era largo y como haca un da de sol radiante iba Ana
ms contenta de lo normal. Se cruz con un perrito que iba corriendo y lo mir
como el que mira a un silln, sin darle ms importancia. Y prosigui su camino. Al
poco rato se cruz con ella una mujer de mediana edad, iba sofocada y corriendo.
Le pregunt si haba visto a un perro de color canela de tamao mediano, que se
le haba escapado, a lo que Ana contesto secamente que no. Para qu le iba a
dar ms explicaciones? Para qu le contara su vida? No le interesaba nada. Que
corriera detrs de su perro que a ella, poco le importaba.
Cruz varias calles y al entrar en el parque se encontr con un seor mayor que
intentaba agacharse para recoger el bastn que le haba cado al suelo. Ana lo
mir y gir su rostro hacia otro lado. As era ella. Sin ms explicaciones ni
miramientos. "Que lo agarrara bien el bastn veras como no le hubiese cado".
Ella siempre encontraba este tipo de explicaciones fciles y banales. El abuelo, la
mir con ojos tristes, que parecan decirle que quizs...algn da ella se
encontrara en la misma situacin. Pero ella no perda el tiempo en tonteras.
Atus su larga melena, agarr su bolso y sigui como si nada hubiera pasado,
dejando al abuelo intentando agacharse para recoger su bastn.
De frente venan dos jvenes que lo haban visto todo. Cundo se acercaron a
ella, uno de ellos le tir del bolso con tanta fuerza que Ana cay al suelo y al no
soltar el bolso, el joven la fue arrastrando. Sus medias se rompieron e iba
sangrando por las rodillas y la cara, pero no soltaba su preciado bolso con sus
pertenencias. Pero lleg un momento en el que el asa se rompi y el joven
comenz a correr con el bolso en la mano. Al llegar a la altura del abuelo, este,
que ya haba recogido su bastn sin la ayuda de Ana, la emprendi a golpes con
el joven mientras peda auxilio.
Ante los gritos del abuelo, acudi una seora de mediana edad con su perro que a
las rdenes de su ama, corri hacia el joven ladronzuelo y le comenz a morder el
pantaln. El compaero lo dej solo y se march a carreras por el parque, pero
este estaba inmovilizado por el perro.